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La Biblia Del Pan (PRÁCTICA) (Spanish Edition)
La Biblia Del Pan (PRÁCTICA) (Spanish Edition)
Prefacio de
Michael Batterberry
Ilustraciones de
Alan Witschonke
Traducción de
Marta Sedó e Isabel Obiols
RBA
Título original inglés: The Bread Bible.
© Rose Levy Beranbaum, 2003.
© del prefacio: Michael Batterberry, 2003.
© de las fotografías: Gentl y Hyers, 2003.
© de las ilustraciones: Alan Witschonke, 2003.
© de la traducción: Marta Sedó e Isabel Obiols, 2014.
© de esta edición: RBA Libros, S.A. 2019
Diagonal, 189 - 08018 Barcelona
rbalibros.com
REF.: ODBO573
ISBN: 978-84-9187-516-1
Ilustraciones paso a paso para hacer capas de finas hierbas en una masa de
focaccia (páginas 222-223), una adaptación de las fotografías de Ben Fink
publicadas en Fine Cooking. Permiso de Ben Fink para realizar esta
adaptación.
Prefacio
Introducción
Agradecimientos
1. Los diez pasos básicos para elaborar pan
2. Panes y panecillos rápidos (muffins, biscuits y scones),
panecillos de levadura y panes de masas líquidas
3. Panes planos
4. Panes de sándwich y panecillos de corteza blanda
5. Panes de solera
6. Masa madre
7. La familia de los brioches
Ingredientes
Utensilios
Glosario de términos para la elaboración del pan
Bibliografía
Índice de recetas
Prefacio
A medida que me hago mayor, cada vez valoro más la creciente red de
amigos y colegas que forman parte de mi vida y mi trabajo.
Afortunadamente, el núcleo ha permanecido constante: mi marido desde hace
veintiocho años, Elliott R. Beranbaum, que jamás se ha quejado de que
convirtiera nuestro apartamento en un centro de producción panadera, y mis
compañeros del alma y fieles amigos Jeanne Bauer y David Shamah, que han
participado con gran generosidad en la creación de este libro.
El mayor compromiso, energía y pasión incondicionales, equiparables a
los míos propios, para que este libro se convirtiera en una realidad han venido
de mi querida y perspicaz editora y amiga, Maria D. Guarnaschelli. Este es el
séptimo libro que hemos hecho juntas y nuestra tercera «Biblia», y la magia
es mejor que nunca.
También quiero agradecer las importantes contribuciones de mis amigos
y empresarios Monica Netupsky y Norman Perry; a mi querida amiga
Elizabeth Karmel, que me los presentó; a Erik Johnson de Norton, por su
maravilloso criterio y habilidades organizativas; a Judith Sutton, la correctora
de estilo de mis sueños; a Alexandra Nickerson, por un índice excelente; y a
todo el departamento de producción y ventas de W. W. Norton: Andrew
Marasia; Nancy Palmquist; Susan M. Sanfrey; Debra Morton Hoyt; William
Rusin y su equipo por todo el país; Drake McFeely, presidente; Jeannie
Luciano, directora editorial; y Starling Lawrence, jefe editorial. Nunca me he
sentido tan acogida, apoyada y cómoda como en esta editorial.
También deseo dar las gracias a Alan Witschonke por sus extraordinarios
dibujos; a Gentl & Hyers por sus increíbles fotografías; a Michael Pederson y
Amy Quazza por preparar el pan para que pudiera ser fotografiado en la
semana más fría del invierno de 2003 y lograrlo con éxito; a Alex Gant por su
hospitalidad como gerente del estudio, sin olvidar sus increíbles capuchinos;
a Helen Raffels por su amistad y arte.
Gracias a Pat Adrian, por mantener mis libros al frente en «The Good
Cook»; a Diane Gregory por su apoyo sin fisuras y su genialidad espiritual; a
Yoko Nakajima por probar las recetas; a Kenny Sossa y Eddy Pérez por estar
siempre dispuestos a probar y evaluar.
Un agradecimiento especial para los muchos panaderos que me acogieron
en el redil de forma entusiasta: Vicky J. Caparulo, Maggie Glezer, Lauren
Groveman, David Norman, Mark Fiorentino, amigos de King Arthur Flour
Company (Brinna Sands, Shannon Zappala, Joe Caron, Tod Bramble, Jeffrey
Hamelman, Robin Sargeant, Sue Gray, Sue Baker, Sue Miller), Dan Lieder,
Cat (Catherine) Liviakis, Amy Quazza, Peter Reinhart, Didier Rosada, Amy
Scherber, Vinnie Scotto, Kathleen Weber, Hans Welker, Chef Director del
Programa de Panadería del Instituto Culinario Francés, y amigos de la
panadería Tom Cat Bakery (Noel Comess, James Rath, Matthew Reich).
Mi más sincera gratitud, por los conocimientos técnicos que han aportado
y por su generosidad, a Tim Huff, de General Mills; a Bill Weekley, de SAF
Yeast; al escritor científico y gastronómico BobWolke, que revisó las
extensas partes técnicas de este libro. Asimismo, deseo dar las gracias a los
molineros Paul Drumm, del molino Kenyon Grist Mill, en Rhode Island y a
Joe Lindley, de los molinos Lindley Mills, en Carolina del Norte, por
contribuir con su excepcional experiencia; a mi amigo Jens Schmidt, por
compartir sus profundos conocimientos sobre producción y fermentación
vinícola; y a Ruth Dundas Schmidt, por sus excelentes y detallados informes
sobre maquinaria para panadería.
También quiero expresar un profundo agradecimiento a Daniel Boulud,
por haberme brindado la valiosa oportunidad de realizar un «período de
prácticas de formación» en la cocina especializada en panadería de su
restaurante Daniel.
Expreso mi más sincera gratitud a mis amigos de la revista Food Arts:
Michael Batterberry, editor, por su inestimable prefacio; Jim Poris, jefe de
editores, por proporcionarme de forma muy generosa información relativa a
investigaciones sobre la harina; Gary Tucker, jefe de editores, por su apoyo,
lealtad y verdadera amistad, y por haberme expuesto, de forma asidua, a
emisiones culinarias. Y a mi amiga Barbara Kuck, del Museo y los Archivos
Culinarios de la Universidad Johnson and Wales, por proporcionar un hogar a
mis archivos y a mis series de televisión Baking Magic with Rose sobre
elaboración del pan emitidas en la PBS; y a mi amiga Madeleine Morris por
su gran corazón y por habernos mantenido tan bien alimentados a mí y a todo
el equipo de producción; así como a Susan y Bob Jassie, de Alyson’s
Orcharden Walpole, New Hampshire, por proporcionarnos una maravillosa
localización.
Mi eterna gratitud a mis queridos amigos y productores Margie Poore,
Alec Fatalevich, y en especial a su hija Jennifer Fatalevich, por creer en mí y
proporcionarme un programa de televisión donde poder comunicar. También
siento una enorme gratitud hacia mi amigo Brian Maynard, de KitchenAid,
por seguir mejorando una mezcladora ya de por sí magnífica.
Un agradecimiento especial para mis queridos amigos y colegas Reiko
Akehi, Neil Bernstein, Diane Boate, Lois Daish, Angelica Pulvirenti y Suvir
Saran por sus contribuciones; a Dorothy Cann Hamilton, del Instituto
Culinario Francés; para Syndi Seid, de Advanced Etiquette; y para Charlie
Trotter, por celebrar la publicación de mis libros con fantásticas fiestas;
también para John Guarnaschelli, por su interés y sabiduría; y para Jerry
Ruotolo por su bonita foto de la autora y por presentarme a su hijo Rob
Ruotolo, que se ha convertido en mi gurú de la informática y ha mantenido
mis ordenadores en excelente forma para poder completar este libro. Expreso
mi más sincera gratitud a Bruce Frank, por crear un fantástico programa
informático que asegura la exactitud de los muchos números que aparecen en
las tablas de estas recetas.
También dedico un agradecimiento especial a Kenny Amador, por
haberme prestado apoyo técnico con la Wolf Range, corazón de mi existencia
como panadera.
LA BIBLIA DEL PAN
1.
Los diez pasos básicos para elaborar
pan
o
1. FERMENTAR Y PREFERMENTAR
2. MEZCLAR Y AMASAR
3. LEVAR Y PLEGAR LA MASA
4. DIVIDIR Y PREFORMAR LA MASA
5. FORMAR LA MASA
6. GREÑAR Y HACER DIBUJOS DE HARINA CON PLANTILLAS
DECORATIVAS (STENCIL)
7. GLASEAR
8. HORNEAR
9. ENFRIAR
10. CORTAR Y GUARDAR
1. FERMENTAR Y PREFERMENTAR
Fermentación
La fermentación es lo que ocurre cuando la levadura entra en contacto con la
harina y el agua; también es lo que permite que se elabore el vino a partir de
los azúcares que contienen las frutas, y la cerveza a partir de los granos. En
todos estos casos, se produce cuando la levadura consume los azúcares de los
almidones produciendo, entre otras cosas, burbujas de dióxido de carbono. En
el caso de la elaboración del pan, son esas burbujas de dióxido de carbono las
que dan lugar al levado de la masa y proporcionan al pan su maravillosa
textura.
La levadura es una planta viva de una sola célula; se alimenta de azúcares
y produce dióxido de carbono y alcohol etílico a medida que crece y se
multiplica. Solo se utilizan ciertas cepas de levadura para la elaboración del
pan. Por su parte, la harina es un hidrato de carbono. Como todos los hidratos
de carbono, las moléculas del almidón están formadas por cientos de
moléculas de azúcar. Cuando se combina la levadura con el agua y la harina,
las enzimas de la harina descomponen los hidratos de carbono en azúcar, y la
levadura, ese organismo microscópico unicelular, consume este azúcar, crece
y se multiplica y, en este proceso, libera dióxido de carbono y alcohol. A
medida que se forma el dióxido de carbono, este queda retenido en una red de
fibras de gluten (proteínas) que se forma al amasar la harina y el agua y,
como consecuencia, se produce el levado o aumento de volumen del pan. Lo
que da sabor al pan es el alcohol que produce la levadura, que junto al
dióxido de carbono se evaporará durante la cocción de la masa.
El sabor del pan también proviene de la acción de las bacterias presentes
en el aire, que compiten con la levadura por el azúcar que contiene la harina.
Estas bacterias beneficiosas generan ácidos que tienen sabor, como el ácido
acético y el ácido láctico.
El control de la temperatura es un factor muy importante en la
fermentación. Los panaderos usan distintas temperaturas para obtener los
resultados que desean. Por ejemplo, los panaderos artesanos casi siempre
prefieren que el aumento de volumen, o fermentación de la masa, se produzca
de forma lenta y a una temperatura fresca.
La levadura está activa a temperaturas de entre 0,5 °C y 55 °C. Cuanto
más elevada es la temperatura (dentro de este abanico) más activa es la
levadura y, por tanto, crece y se multiplica con mayor rapidez. El proceso de
fermentación, además, produce calor. Sin embargo, hay que tener en cuenta
que cuando la fermentación se produce a una temperatura demasiado elevada
(más de 32 °C) el resultado será un pan con sabores desagradables.
Cuando se enfría, la levadura entra en un estado latente; ralentiza su
actividad y produce más alcohol. Este descenso en la actividad proporciona a
las bacterias la oportunidad de alimentarse del azúcar, desarrollarse más y
producir una mayor cantidad de ácido acético. Las temperaturas de entre 4,5
°C a 13 °C son ideales para la formación de ácido acético; entre los 13 °C y
32 °C se forma el ácido láctico, más insípido. El ácido acético, como valor
añadido, también fortalece la estructura de la masa, aunque si es excesivo
puede acabar por debilitarla. Algunos panaderos prefieren el sabor más suave
que proporciona el ácido láctico.
La duración de la fermentación es otro factor importante que determina
tanto el sabor como el color del pan. Si la masa fermenta durante demasiado
tiempo, la levadura y las bacterias consumirán todo el azúcar que contiene la
harina y el pan tendrá una corteza pálida y un sabor insulso. Es necesario que
en la masa haya cierta cantidad de azúcar residual para dar sabor al pan y
dorar la corteza.
Prefermentación
Mi amigo Rob Ruotolo, que también es mi gurú de la informática y, por
tanto, ha probado muchos de los panes de este libro, me hizo un comentario
muy revelador. Me dijo que todos mis panes tienen una cosa en común que él
valora mucho: «No solo están deliciosos mientras me los como, sino que el
sabor persiste en mi paladar hasta mucho después». Existe un motivo que lo
explica, y tiene que ver con el prefermento o masa de arranque. Los panes
que tienen más sabor por lo general requieren hacer un prefermento; de esta
forma se empieza el proceso de fermentación antes del mezclado final de la
masa. Para hacer un prefermento, solo hay que coger parte de la harina, agua
y levadura de la receta y mezclarlos antes que el resto de la masa. Este
prefermento se deja reposar a temperatura ambiente o en la nevera —para que
fermente y se desarrolle el sabor— hasta que usted lo utilice para hacer el
resto de la masa. Esta fermentación más larga permite que el gluten de la
masa tenga más fuerza, añade profundidad y complejidad de sabor, que
permanecerá en el paladar durante más tiempo, y aumenta la vida útil del pan.
También posibilita el usar menos levadura, con lo que el sabor del trigo
emerge. De hecho, cuanto más larga sea la fermentación del prefermento,
menos levadura se necesitará.
Una proporción demasiado elevada de prefermento hará que el pan sea
demasiado ácido y debilitará la red o estructura de gluten. La mayoría de las
recetas de pan, sin embargo, mejoran en gran medida si se usa un
prefermento. Para expresarlo con mayor claridad: al hacer un prefermento,
conseguirá que aflore todo el potencial de sabor de la harina. Pero algunos
panes, como la rosca de prosciutto (página 390), tienen tanto sabor gracias a
los sabrosos ingredientes que llevan, que tal vez no valga la pena dedicar
tiempo a elaborar un prefermento. Para panes como este, el método directo de
mezclado de la masa es el ideal: toda la harina, el agua y la levadura se
mezclan al principio.
Tenga en cuenta que la mayoría de los prefermentos, a excepción de la
masa madre o levain, usa levadura comercial en lugar de levadura salvaje.
Hay varios tipos de prefermentos. Varían principalmente por el
porcentaje de agua que contienen. No se deje amedrantar por nombres
extraños como barm, biga, chef, desem, levain, masa madre bianca, pâte
fermentée o pie de masa, poolish, esponja, masa de arranque o masa madre.
Al principio, estas palabras me intimidaban y estaba decidida a evitarlas en
este libro; pensé que con prefermento o masa de arranque, que lo abarca todo,
iba a ser suficiente pero, de forma gradual, estos términos especializados se
convirtieron en aliados. Esta jerga sirve no solo para distinguir el tipo de
prefermento, sino también para establecer una conexión con los panaderos de
todo el mundo y su historia. Por lo tanto, definiré en este libro cada una de
estas palabras, ya que salen en casi todas las recetas, de modo que el lector
también se familiarizará con ellas.
PÂTE FERMENTÉE (PIE DE MASA) y ALTESBROT (PAN VIEJO)
El modo más fácil de obtener un pan con mayor sabor es guardar una
pequeña porción de masa del día anterior y añadirla a la masa del día
siguiente, en la fase final del mezclado de la masa (durante los últimos dos
minutos, pues la estructura ya se ha desarrollado). El pie de masa puede
permanecer a temperatura ambiente durante un tiempo de hasta seis horas o
en el refrigerador hasta 48 horas. Si no elabora pan con mucha frecuencia,
puede guardar la masa en una bolsa hermética y congelarla durante un
período de hasta 3 meses.
La antigua práctica, originada en Alemania, de añadir altes brot o pan
viejo, es otra forma de aumentar el sabor del pan con un mínimo de esfuerzo.
Consiste en añadir una pequeña cantidad de pan viejo, previamente
sumergido en agua, estrujarlo para eliminar el exceso de agua y dejar que
fermente durante la noche a temperatura ambiente (véase la variante que se
hace en la receta para el auténtico pumpernickel, pan integral de centeno,
página 347).
Por lo general, la cantidad de pie de masa o pan viejo que se añade es de
un 25 por ciento del peso de la harina total que se emplea para hacer el pan,
pero ese porcentaje puede ser mucho más elevado.
MÉTODO ESPONJA
Otra forma fácil de conseguir un pan con un sabor más intenso consiste en
hacer una esponja con parte de la harina, agua y levadura que emplea en la
receta. Algunos libros indican que la esponja tiene una consistencia
compacta. Yo prefiero hacer una semilíquida porque se puede batir y
conseguir con ello que la esponja tenga burbujas. Esas burbujas generan
numerosas pequeñas bolsas de aire. Durante la fermentación, la levadura
produce dióxido de carbono (gas), que entra en esas bolsas de aire y las
agranda. Por lo tanto, batir la esponja ayuda a conseguir un pan con una miga
más uniforme y aireada. Aprendí esta valiosa técnica en el libro From a
Baker’s Kitchen, de Gale Sher, hace ya muchos años, cuando empecé a hacer
pan casero.
Yo suelo hacer una esponja con volúmenes equivalentes de harina y agua
(por ejemplo, 3 tazas/468 gramos de harina y 3 tazas/709 gramos de agua).
Esto supone una hidratación de la masa con respecto a la harina del 150 por
ciento, es decir, por cada kilo de harina se usarían 1,5 kilos (litros) de agua o
1 1/2 veces el peso de la harina en agua. Y se utiliza un poco menos de la
mitad de la levadura que pide la receta.
Aunque no es tan compleja como la biga o la masa madre (véase más
adelante), la esponja da como resultado un sabor más intenso en el pan que si
nos limitamos a mezclar los ingredientes de golpe. Como la esponja que yo
hago utiliza toda el agua de la receta y es, por lo tanto, más líquida, permite
que la levadura crezca más rápido y puede utilizarse en tan solo de una a
cuatro horas después de hacerse (lo ideal es mantenerla a temperatura
ambiente). Como alternativa, se puede guardar en la nevera hasta 24 horas,
con lo que se obtiene una mayor acidez y profundidad de sabor. A mí me
gusta esparcir un «manto de harina», con lo que queda de harina y levadura,
por encima de la esponja, para crear una capa protectora que la aísla y evita
que se seque. Me encanta observar cómo se forman los cráteres en la capa de
harina de forma gradual, a medida que fermenta la levadura. Cuando las
burbujas de la esponja aumentan de tamaño y esta va creciendo, suelo poner
un poco más de harina, pero no es estrictamente necesario hacerlo, ya que
también tapo el cuenco como protección añadida.
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PROCESO: Masa esponja que se abre paso entre la harina, indicando que la
levadura está creciendo
POOLISH
El poolish (se cree que el nombre viene de los panaderos polacos que vivían
en Francia) se hace el mismo día o el día antes de la elaboración del pan y
siempre se fermenta a temperatura ambiente para asegurar que los sabores
resultantes sean más suaves. Se suele hacer con cantidades equivalentes (por
peso) de harina y agua, y se usa entre un tercio y la mitad del total de agua
que se emplea en la receta; es decir, de un 22 a un 33 por ciento del total de
la cantidad de harina. La cantidad de levadura que se añade a un poolish
disminuye de forma proporcional con la duración de la fermentación. Si se
añade demasiada levadura antes de una fermentación larga que se va a
producir durante la noche, la levadura agotará todo el azúcar de la harina.
Cantidad recomendada de levadura basada en el peso de la harina
del poolish: A una temperatura de 22 °C a 27 °C para una fermentación de 3
horas, se recomienda un 0,5 por ciento de levadura instantánea; para 6 horas,
un 0,23 por ciento de levadura instantánea; para 8 horas, un 0,17 por ciento
de levadura instantánea; y para 12 horas de un 0,03 a un 0,05 por ciento de
levadura instantánea. Para asegurarse de que la acidez sea baja, el momento
ideal para añadir el poolish a la masa es cuando este ha madurado. Para
entonces ya habrá adoptado una forma ligeramente abovedada y estará a
punto de empezar a decaer. Un poolish con una larga fermentación (poolish
de fermentación lenta) produce aromas más interesantes y requiere menos
levadura. Además, eso también permite un mayor margen de maduración
(hasta 2 horas y media).
BIGA
Masa madre, barm o levain son términos que hacen referencia a masas de
arranque creadas a partir de levadura salvaje (Saccharomyces exiguus). El
factor que caracteriza a las masas madre es que pueden mantenerse vivas
durante largos períodos de tiempo (incluso durante siglos). En algunas recetas
se indica que se requiere el uso de uvas orgánicas para hacer una masa madre,
debido a la levadura salvaje presente en la piel de la uva pero, de hecho, lo
único que se necesita es harina —si es orgánica mejor— y agua. (Véase
página 599 si se quiere comprar masa madre. Véase página 447 si se desea
aprender más sobre la masa madre o consultar una receta para elaborar su
propia masa madre.)
Una buena masa madre puede ser el único agente levador en una masa de
pan. Sin embargo, muchos panaderos prefieren potenciar esa masa madre con
un poco de levadura de panadero (hasta un 0,2 por ciento del peso de la
harina o, si usan levadura instantánea, un 0,6 por ciento del peso de la harina)
para asegurarse de que se produzca un buen levado, sin que ello afecte a otras
cualidades del pan como el sabor, color de la corteza y la vida útil de
almacenamiento. Los panaderos profesionales denominan masa madre joven
a las primeras fases de desarrollo de una masa madre. Cuando ya está
desarrollada por completo y madura, momento en que ya es lo bastante fuerte
como para levar una masa de pan, la llaman cultivo de masa madre o masa
madre natural. La masa madre por lo general se hace con harina de trigo
integral o con harina de centeno, pero, una vez ya está llena de células de
levadura —vivas y vigorosas—, se mantiene o se refresca con harina blanca.
En Alemania la masa madre se hace solo con harina de centeno. Una masa
madre es el prefermento más complejo, aunque no necesariamente el más
ácido. Si se utiliza y se refresca a diario con harina y agua, y se mantiene a
temperatura ambiente, desarrollará más ácido láctico —más suave— que
ácido acético, más ácido. La cepa de levadura salvaje que se use y el tipo de
bacterias presentes en ella también influyen en gran medida en el grado de
acidez.
Una masa madre se suele hacer con pesos equivalentes de harina y agua,
aunque esa proporción puede oscilar desde un 50 por ciento de agua para una
masa madre dura hasta un 125 por ciento de agua para una masa madre
líquida. Para hacer una masa madre desde cero solo se necesita harina y agua,
luego refrescarla varias veces también con harina y agua, y tener paciencia,
para que la levadura salvaje crezca en la harina y atraiga a las bacterias del
medio ambiente.
Si tiene una masa madre líquida, puede convertirla en una masa madre
dura con solo añadir y remover harina de pan hasta que quede lo bastante
firme como para amasarla durante unos minutos sobre la encimera. Deberá
realizar ese amasado hasta lograr una consistencia como la de la masa para
tarta. La masa madre dura fermenta más despacio y no requiere una
temperatura tan fresca para que la fermentación se ralentice. Esto significa
que se necesita refrescar con menos frecuencia. Debido a que una
temperatura más cálida da como resultado un sabor más suave, una masa
madre dura será menos ácida que una líquida.
Aunque una masa madre permanecerá viva durante al menos una semana
sin que sea necesario refrescarla con harina y agua, se volverá más ácida de
forma progresiva y, por tanto, dará lugar a un pan muy agrio. Por este
motivo, a no ser que se elabore pan casero a diario, no tendrá sentido elaborar
una masa madre.
La masa madre de San Francisco es una masa fermentada con levadura
salvaje que contiene una cepa especial de bacterias (Lactobacillus
sanfranciscensis). Esta bacteria es responsable del sabor ácido y de la corteza
gruesa del pan.
Los extractos de masa madre Lalvain du Jour, de Francia (véase
«Fuentes», página 599), solo necesitan 12 horas para desarrollarse, a
diferencia de lo que ocurre con la masa madre casera hecha con levadura
salvaje, que tarda semanas y hay que refrescar con frecuencia con harina y
agua. Para hacer panes con extractos Lalvain se usa la misma técnica básica
que para elaborar un pan de masa madre, y hay que añadir levadura
comercial. El porcentaje de extracto Lalvain que se tiene que utilizar es de un
0,3 por ciento de la harina (o agua) usada en el cultivo. La levadura
instantánea que se añade justo antes de mezclar la masa supone un 0,4 por
ciento de la cantidad total de harina en la receta. Los extractos Lalvain se
combinan con pesos equivalentes de harina y agua. Para el extracto Lalvain
se usa un 39 por ciento del total de la harina de la receta y un 42,3 por
ciento del total del agua de la receta (véase la receta para hacer un pan de
masa madre de bajo riesgo, página 497). La cantidad recomendada de Lalvain
en el cultivo es de un 0,4 por ciento de la harina usada para una fermentación
de 12 a 20 horas a temperatura ambiente. Puede que parezca mucho pero no
lo es, ya que el producto está formado por levadura solo en parte, el resto son
bacterias.
También puede usar extracto Lalvain para añadir un sutil y delicioso
sabor ácido a una esponja del siguiente modo: por cada taza de harina
utilizada en la esponja, use 1/8 de cucharadita (0,4 gramos) de Lalvain para
pan de campaña en lugar de la levadura. Luego, para la mezcla de harina (el
resto de la masa), use 1/4 de cucharadita (0,8 gramos) de levadura instantánea
por cada taza de harina de la mezcla. Deje que la esponja repose a
temperatura ambiente de 8 a 12 horas, y luego mezcle la masa como de
costumbre. Para el primer levado necesitará 2 horas a 24 °C. Si desea acelerar
un poco el proceso, en lugar de 1/4 de cucharadita de levadura instantánea
por cada taza de harina aumente este porcentaje a 3/8 de cucharadita por cada
taza de harina.
Harina: 100%
Agua: 54,6 a 83,9%
Levadura instantánea: 0,25 a 1,03%
Sal: 1,5 a 2,6%
POR PESO
El agua es el 66,6% del peso de la harina
O bien
POR VOLUMEN
(La harina se mide hundiendo una taza para medir sólidos en el tarro de
harina y enrasando el exceso de harina con una espátula de metal o un
cuchillo.)
O bien
La harina es el 233% del volumen del agua
La levadura instantánea es el 0,5% del volumen de la harina
La sal es el doble del volumen de la levadura instantánea (un 1% del volumen
de la harina)
(Como la harina para todo uso pesa menos que la harina de pan, para el
mismo volumen, hay que disminuir la cantidad de agua.)
(La sal y la levadura todavía entran dentro del rango aceptable de 1,5 a
2,6% para la sal y de 0,25 a 1,03% para la levadura, o pueden disminuirse
muy ligeramente.)
Ingredientes añadidos
El porcentaje máximo de semillas y granos que una masa puede contener
para que dé como resultado una buena miga (en lugar de una miga áspera que
se desmenuza con facilidad) es del 60 por ciento (basándonos, una vez más,
en el peso de la harina). Mi porcentaje preferido es del 33,3 por ciento; es el
que uso para el pan tirolés de diez cereales (página 414). El peso de las frutas
deshidratadas y los frutos secos que se añaden puede llegar hasta el ciento por
ciento (basándonos en el peso de la harina); para el pan de arándanos y
nueces (página 429) se usa un 95 por ciento. Como es natural, puede adaptar
estos porcentajes a sus preferencias personales; lo importante es comprender
la estructura o composición de estos ingredientes y el efecto que ejercen
sobre una masa.
En esencia, hay dos tipos de ingredientes básicos que se añaden al pan.
Unos se integran a la estructura de la masa durante la fase del amasado y, una
vez amasados, ya no pueden identificarse con facilidad —como es el caso de
la mantequilla, el aceite, los huevos y las patatas—. Otros se mantienen
separados de la estructura de la masa, aunque están sostenidos por la red de
gluten, y mantienen sus características distintivas —como ocurre con las
semillas, los cereales integrales o los frutos secos.
Cuando se añade un ingrediente del primer tipo, es necesario comprender
cuál es su composición (fibra o almidón, agua, y/o grasa) y el efecto que
ejerce sobre la masa, para mantener un equilibrio entre todos los ingredientes.
La lista de las páginas 596-597, extraída del manual Composición de los
alimentos, del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, enumera los
componentes de los ingredientes que se suelen añadir al pan y proporciona
una explicación de la función que cada uno de ellos desempeña en la masa.
Cuando se añaden ingredientes del segundo tipo, hay que tener en cuenta
varias consideraciones. Si se utiliza una cantidad demasiado elevada de
alguno de estos ingredientes la masa será demasiado densa y pesada. En el
caso de que use una cantidad que se acerque al máximo de la cantidad
recomendada para la elaboración de un buen pan, tendrá que aumentar el
porcentaje de levadura 1 1/2 veces. Los bordes afilados de algunos frutos
secos y granos cortarán parte de las fibras de gluten que posibilitan el levado
de la masa. Por este motivo, será necesario usar una harina de contenido
proteico más elevado, como la harina panadera o de fuerza, y/o añadir gluten
de trigo vital.
También hay que tener en cuenta las características del ingrediente que
vamos a añadir. El sabor y la textura de los frutos secos, por ejemplo,
mejoran en gran medida si se tuestan un poco antes de añadirlos a la masa.
(¡Tostar las nueces también evita que adquieran un color azulado en la masa!)
En el caso de los cereales, es necesario ponerlos a remojo durante varias
horas para suavizarlos antes de añadirlos a la masa.
(Nota: Esta información está basada en mi experiencia personal y
también es fruto de una investigación exhaustiva, realizada mediante la
consulta de periódicos y libros de texto y de cocina, tal y como se indica en la
«Bibliografía», página 637).
2. MEZCLAR Y AMASAR
El primer paso para hacer una masa siempre consiste en mezclar —bien sea a
mano o con una máquina— la harina, el agua, la levadura, el prefermento si
se decide usar y la sal. Como la sal puede matar la levadura si entra en
contacto directo con ella, es mejor añadirla tras haber mezclado previamente
la levadura con la harina.
Empezamos el proceso humedeciendo la harina; el siguiente paso es
amasar hasta que se empiece a desarrollar un poco el gluten. A continuación,
los panaderos artesanos dejan reposar la masa durante 20 minutos para que
pueda absorber el agua con uniformidad. Este reposo recibe el nombre de
autolisis. El concepto viene de un renombrado profesor de panadería francés,
Raymond Calvel, autor del libro Le goût du pain: comment le préserver
comment le retrouver (El sabor del pan: cómo mantenerlo y cómo
recuperarlo, véase «Bibliografía», página 637).
La autolisis es un método simple, pero muy eficaz, cuyo objetivo es hacer
que la masa sea menos pegajosa y más extensible. Una masa poco pegajosa
resulta más fácil de manejar y requiere añadir menos harina para evitar que se
pegue a los dedos y a la encimera mientras se amasa. Si humedece los dedos
en agua, la masa no se pegará a ellos. Después del reposo o autolisis, hay que
amasar para realinear las fibras de gluten y fortalecerlas, de modo que puedan
formar la estructura de la masa. Las masas que se hacen con el método de
autolisis tienen un mayor contenido de humedad y dan lugar a panes con una
miga más abierta.
A mano
VENTAJAS
INCONVENIENTES
> Es difícil conseguir desarrollar de forma adecuada las masas hechas con
harina de fuerza.
> Pueden producirse lesiones en las muñecas y en los brazos debido a los
movimientos repetitivos del amasado.
Doble la parte superior de la masa hacia arriba y lleve las manos hacia usted
Con firmeza, empuje la masa hacia abajo con la parte baja de la palma de las
manos, sobre las muñecas, y luego empuje la masa alejando las manos de su
cuerpo
Coloque el cuenco invertido sobre la masa y deje que esta repose durante
20 minutos. Luego siga amasando durante otros 5 a 10 minutos, o hasta que
la masa quede muy lisa y elástica.
La panificadora
VENTAJAS
> Incorpora una mínima cantidad de aire durante el amasado (la harina no
se «blanquea» a causa de la oxigenación).
INCONVENIENTES
Técnica básica para mezclar y amasar con una panificadora Si utiliza una
esponja o biga refrigerada, manténgala fuera de la nevera, a temperatura
ambiente, durante 45 minutos antes del mezclado.
Añada primero los ingredientes líquidos y luego los secos. Retire los
restos de harina o de masa que puedan acumularse en los bordes de la
panificadora. Prográmela para un ciclo manual. Realice una mezcla de 3
minutos y, de inmediato, pulse el botón de pausa para que la masa pueda
reposar durante 20 minutos en el proceso de autolisis. Ya que la pausa, en la
mayoría de las máquinas, dura solo 10 minutos, programe un temporizador a
9 minutos para poder pulsar de nuevo el botón de pausa de la panificadora
antes de que esta inicie el amasado.
Añada la sal cuando empiece el ciclo de amasado, que debe programar a
10 minutos. Si su panificadora calienta la masa hasta el punto de que acaba a
una temperatura final por encima de los 27 °C, refrésquela del siguiente
modo: espolvoree un poco de harina sobre la encimera, coloque encima la
masa y aplánela lo máximo posible. Cúbrala con un film plástico previamente
engrasado con aceite o spray antiadherente y déjela reposar durante 15
minutos. A continuación amásela un poco e introdúzcala en el cuenco de la
panificadora para que leve como de costumbre.
Las instrucciones de las panificadoras siempre indican que no hay que
poner a remojo el cuenco ni la hoja para la masa. Estoy segura de que el
motivo es que, si se mojan y friegan estas partes de la máquina, la capa
antiadherente puede dañarse. Lo único que tiene que hacer para limpiarla es
dejar que el cuenco y la hoja se sequen, y le resultará muy fácil retirar los
restos de masa seca.
(Nota: Si trabajo con más de 1/2 kilo de masa, suelo sostener un trozo de
film plástico sobre el cuenco durante los dos primeros minutos del mezclado
para evitar que la masa salte hacia fuera.)
La batidora amasadora
VENTAJAS
UTENSILIO:
Batidora amasadora KitchenAid® con un accesorio de camisa de
refrigeración por agua
INCONVENIENTES
El robot de cocina
VENTAJAS
INCONVENIENTES
> La masa se recalienta, a no ser que el líquido esté frío cuando se incorpora
(aunque si está demasiado frío, matará la levadura).
> Si la masa es demasiado blanda la cuchilla para masa se elevará y/o será
difícil de retirar del cuenco.
UTENSILIO:
Robot de cocina Cuisinart
VENTAJAS
INCONVENIENTES
LA BOSCH UNIVERSAL
UTENSILIO:
La Bosch Universa
UTENSILIO:
Batidora amasadora Electrolux Magic Mill
LA HOBART
VENTAJAS
> Se pueden manejar grandes cantidades de masa.
> Viene con un accesorio que consiste en una camisa de refrigeración por
agua, que resulta ideal para mantener la masa a una temperatura óptima.
INCONVENIENTES
AUTOLISIS
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TÉCNICA:
Estirar la masa para comprobar su extensibilidad
TÉCNICA:
Estirar la masa hasta formar un rectángulo
Cuantos más levados se lleven a cabo, más fina y uniforme será la miga.
Algunas masas muy suaves y extensibles, como la del brioche, pueden llegar
a triplicar su volumen en un solo levado sin hundirse; pero en otras, como es
el caso de la masa de los palitos de pan, si se dejan fermentar demasiado
tiempo, el gluten se extenderá en exceso y se desgarrará.
Es verdaderamente sorprendente observar el poder de la levadura la
primera vez que esto ocurre: la masa levada en exceso puede hacer saltar la
tapa de un recipiente.
Recipientes
Si tiene una masa muy activa y no puede estar pendiente de ella para plegarla
cuando conviene, a intervalos, hay algo que sí puede hacer. Utilice un
recipiente de plástico con tapa, que sea solo un poco mayor que el doble del
volumen de la masa, y coloque encima de él algún objeto pesado. Mis
favoritos son los recipientes transparentes con tapa. Tienen marcas de
volumen en uno de los lados, lo que permite ver con facilidad el momento en
que la masa dobla su volumen. Como alternativa, puede marcar con una cinta
adhesiva la altura a la que la masa deberá llegar tras doblar su volumen.
4> Masa plegada de modo que el extremo que queda cerrado está a la
izquierda
5> Plegar el tercio inferior del segundo rectángulo que hemos hecho hasta
llegar al centro una vez más.
6> Plegar el tercio superior del rectángulo hacia abajo una vez más
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2> Plegar la parte izquierda de la masa hacia el centro
MATERIAL Y PROCESO:
Levado de la masa hasta que esta doble su volumen dentro del recipiente
Temperatura
Lo ideal para levar la masa es una temperatura ambiente de entre 24 °C y 27
°C. Si la masa está a unos 24 °C después del amasado, transcurrirá entre 1 y 1
1/2 horas hasta que termine el primer levado. Algunas masas tienen una
cantidad de levadura menor de lo habitual, como en el caso de la masa para
baguettes, por lo que pueden llegar a transcurrir hasta 3 horas para finalizar el
primer levado. Un levado lento favorece el desarrollo de un sabor más
intenso y la formación de mayores agujeros en la miga.
Si la temperatura ambiente es fría o si necesita acelerar el levado, en lugar
de aumentar la cantidad de levadura —que produciría un pan en el que
destacaría en exceso el sabor a levadura, y parte del deseable sabor a trigo
podría quedar enmascarado—, puede aumentar la temperatura del entorno
donde se va a producir el levado. Esto se puede hacer con facilidad con una
cámara de fermentación hecha por usted mismo o comprando una caja
acrílica.
Yo siempre uso una para levar la masa porque, de este modo, no es
necesario tapar la masa con un film plástico untado en aceite. Si desea
aumentar la temperatura de la caja, introduzca en ella una taza de agua
caliente (o casi hirviendo); colóquela lo más lejos posible de la masa. Si tiene
suficiente espacio, introduzca dos, una en cada esquina. Cada 30 minutos,
vacíe el agua de la taza (o de las tazas) y vuélvalas a llenar con agua caliente.
También puede colocar el recipiente que contiene la masa de pan encima de
una mantita eléctrica, a temperatura baja o media para que el agua se
mantenga caliente. (Si la pongo a temperatura media, mi manta oscila entre
28 °C y 30 °C.) Si la temperatura ambiente es aceptable, llene la taza con
agua a temperatura ambiente para crear un entorno húmedo y evitar que la
corteza superior se reseque.
Resulta útil saber, cuando se calcula el tiempo de levado según la
temperatura ambiente, que el ritmo de fermentación o levado es de alrededor
del doble por cada incremento de unos 8 °C en la temperatura.
La mayoría de mis recetas son para hacer una sola hogaza de pan. Una de las
ventajas que tiene este hecho es que se puede formar la masa nada más
desgasificarla. Cuando la receta indique que es necesario dividir la masa,
tendremos que preformarla a continuación y darle un reposo para que la masa
no esté demasiado elástica a la hora del formado.
Al dividir la masa, es importante cortarla con una rasqueta de panadero,
un cuchillo de chef afilado o tijeras. Si se tira de ella o se rasga, el gluten
quedará debilitado. Se puede dividir la masa a ojo, en partes iguales, o utilizar
una balanza para lograr una mayor precisión. Para conseguir panes iguales,
suele ser necesario ir añadiendo o quitando masa a los trozos para que tengan
el mismo peso. Yo utilizo tijeras para cortar el exceso de masa, que luego
añado a los trozos que me han quedado pequeños. Al formar la masa, todos
los pedazos quedarán totalmente integrados y se reconectarán a la estructura
de la masa.
Si la masa está demasiado húmeda, es mejor tocarla con firmeza y
rapidez para que no se pegue a los dedos. Use la rasqueta de panadero como
si fuera una extensión de la mano para levantar y mover la masa.
Después de dividirla, coloque cada trozo sobre la encimera de la cocina,
previamente enharinada, y prefórmela con delicadeza estirando los bordes de
la masa hacia arriba hasta que quede redonda. A continuación, sin darle la
vuelta, use la rasqueta de panadero para moverla hacia otra parte de la
superficie, también previamente enharinada. Cubra la masa con papel film
enaceitado y déjela reposar durante unos 20 minutos o hasta que se haya
relajado y resulte extensible (cuando se tira de ella con suavidad, se estira sin
rasgarse).
5. FORMAR LA MASA
> Si la receta indica que hay que dar forma redonda al pan y usted prefiere
la forma alargada, de torpedo, puede escoger esta forma, y viceversa.
> Cuando la masa ya tiene forma, se puede congelar por un período de hasta
2 semanas, aunque opino que la alteración de la fermentación y pérdida
de sabor es mayor en ese momento que si se congela después de haberla
horneado. Si tiene pensado congelar la masa, es mejor usar de un 10 a un
25 por ciento más de levadura para compensar el daño que producirá la
congelación. Use un 25 por ciento si está pensando en congelar la masa
durante 2 semanas.
4> Con las manos en forma de copa, estirar la masa hacia abajo para que la
superficie quede tirante
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5> Girar la masa con las manos a cada lado haciéndola rotar
2> Doble el tercio izquierdo de la masa hasta que se solape ligeramente con
el lado derecho que acaba de llevar hacia el centro
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3> Empezando por el borde superior de la masa, enróllela hacia abajo
4> Empuje la masa alejándola de usted para sellarla con cada vuelta y que
la superficie exterior quede tirante
5> Vuelva a enrollar la masa presionando hacia abajo y hacia los lados con
los pulgares
6> Enrolle la masa hasta el extremo inferior y séllela con los pulgares
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7> Moviendo la masa hacia delante y hacia atrás con las manos, estire la
masa hasta que tenga una forma rectangular un poco más larga que el
molde de hornear
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Formar un torpedo
Lo bonito de la forma del torpedo es que es más ancho en la zona del medio y
ligeramente puntiagudo en los extremos, como si fuera un balón de fútbol
americano. Empiece por presionar la masa con suavidad hasta formar un
rectángulo, entre 2,5 y 5 centímetros más estrecho de la anchura final
deseada, ya que durante el proceso de formar la masa, esta se irá
ensanchando. Los lados del rectángulo con mayor longitud deberán estar en
posición perpendicular respecto a su cuerpo. Haga hoyuelos con las yemas de
los dedos para desinflar las burbujas grandes que pudiera haber. Empezando
por la parte superior de la masa, doble cada esquina hacia el centro de modo
que, con las dos esquinas dobladas, forme un triángulo en la mitad superior
de la masa. Doble la punta del triángulo hacia abajo (con ello se crea un área
en el centro con más cantidad de masa). Selle esta zona con los pulgares
mientras empuja la masa con suavidad alejándola un poco de usted para
aumentar la tensión en la superficie. Enrolle la masa hacia abajo, en unas tres
cuartas partes del recorrido total, y vuelva a sellarla con los pulgares mientras
la empuja con suavidad alejándola de su cuerpo. Vuelva a doblar la masa
hacia abajo hasta que llegue al extremo inferior del rectángulo y séllela con
los pulgares al tiempo que presiona hacia abajo y hacia los extremos laterales
de la masa. Enrolle la masa hacia usted para que la parte donde se ha
solapado la masa quede hacia abajo y centrada.
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1> Empezando por la parte superior de la masa, doble cada esquina hacia el
centro
2> Doble la punta del triángulo hacia abajo y hasta el centro
3> Selle esta zona con los pulgares mientras empuja la masa alejándola de
usted para aumentar la tensión de la superficie
4> Enrolle la masa hacia abajo, en unas tres cuartas partes del recorrido
total, y séllela con los pulgares mientras la empuja alejándola de su
cuerpo
5> Doble la masa hacia abajo hasta el extremo inferior y séllela con los
pulgares
6> Ejerza presión con los pulgares a lo largo de toda la zona donde se ha
solapado la masa
7> Enrolle la masa para que la parte solapada quede hacia abajo y centrada
Para los panecillos con forma de torpedo, empiece por formar bolas con
los trozos de masa. A continuación coloque ambas manos encima de la masa
y muévalas hacia delante y hacia atrás para alargar la masa; aplique más
presión en los extremos para que queden más estrechos.
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4> Doblar hacia abajo el extremo superior de la masa hasta que se solape
con el extremo inferior
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Opción n° 2: Llevar hacia abajo la parte de arriba de la masa y sellarla con las
palmas de las manos a medida que se avanza
7> Ejercer presión con índices y pulgares sobre cualquier apertura que
pudiera haber en la parte solapada de la masa para sellarla
8> Con las manos sobre la masa, muévalas hacia delante y hacia atrás para
alargarla
(Si el área de masa solapada no se sella, presione primero con los dedos
pulgares e índices para juntarla.) Intente mantener la longitud de la masa en
unos 20 centímetros. Dé la vuelta a la masa, haciéndola girar hacia usted,
hasta que el área de masa solapada quede centrada en la parte de abajo.
Deje la masa en reposo, tapada (o póngala sobre una tela o couche; véase
página 82), durante 30 o 45 minutos, hasta que quede muy ligera y lo
bastante blanda como para estirarla. A continuación estire cada trozo con
suavidad hasta que alcance los 35 centímetros.
Si desea una forma más irregular, empiece por formar, sobre la encimera,
ramales o cuerdas lo más largos posibles con cada trozo de masa. Trabaje
cada trozo de forma individual, mientras mantiene los demás pedazos
tapados. Levante cada uno de ellos por un extremo con una mano mientras
usa la otra mano para estirar la masa con suavidad hacia abajo hasta formar
un ramal de entre 38 y 40 centímetros de largo (si va a hacer una trenza de
cuatro ramales, la longitud debería ser de entre 35 y 38 centímetros);
enharínese las manos ligeramente si la masa es pegajosa.
Una trenza de tres ramales es más simétrica si se empieza por el centro y
luego se continúa trenzando hacia los dos extremos. Tendrá una longitud de
unos 38 centímetros.
Si hace una trenza de cuatro ramales, deje los extremos superiores de
cada ramal más estrechos (unos 13 centímetros) pues de otra forma esta parte
de la masa tiende a quedar más apelmazada y demasiado gruesa. Selle los
extremos superiores de todos los ramales ejerciendo presión con los dedos. A
continuación empiece a trenzar estirando la masa ligeramente a medida que
avanza.
1> Empiece a trenzar por el centro; el ramal exterior se cruza por encima
del central o alternando de lado a lado
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3> Acabe la trenza cruzando el ramal exterior por debajo del central,
alternando de lado a lado
4> La trenza acabada: los extremos están unidos, remetidos hacia abajo y en
dirección hacia el centro
Siga ejerciendo presión de vez en cuando sobre las partes superiores de los
ramales para mantenerlos unidos, ya que tienen tendencia a separarse durante
el trenzado. Estire la masa todavía más cuando se aproxime al final de la
trenza de forma que quede un poco puntiaguda. A continuación selle los
extremos de los ramales. Humedezca ambos extremos de la trenza con un
poco de agua para ayudar a que queden unidos durante el levado; remétalos
un poco estirándolos para que el pan quede más grueso en la zona del centro.
La más bonita es la trenza de un solo ramal. Al principio, puede parecer
imposible de realizar pero, cuando lo intente, verá que se hace con más
rapidez que las demás. Empiece con un ramal de 50 centímetros hecho con
un tercio de la masa (al menos 200 gramos). Para que el pan sea simétrico, el
extremo inferior del ramal tiene que ser más grueso que el resto, porque se
tiene que formar un lazo con ella y luego estirar la masa tirando de ese
extremo, con lo que al final se estrechará. A continuación, el otro extremo del
ramal se introduce dentro del lazo superior para que quede sujeto.
VARIANTE:
Un pan jalá con trenza de tres ramales enrollados hasta crear una forma
redonda, con el extremo de la trenza remetido por debajo.
1> Los cuatro ramales unidos por la parte superior ejerciendo presión con
los dedos
Si la masa tiene un aspecto seco, aplique agua con un pincel sobre ese
extremo del ramal para que se pegue al resto de la masa al introducirlo en el
bucle y no se suelte el nudo.
La opción más sencilla es hacer un pan con una simulación de trenza
usando un molde de pan rectangular que ya tenga forma de pan trenzado. Lo
único que hay que hacer es dar una forma rectangular a la masa e introducirla
en el molde.
2> Tirar hacia abajo y estirar la parte más ancha del ramal (que ahora está
en el lado derecho), e introducir el extremo dentro del agujero del lazo
3> Dar una vuelta hacia la derecha al lazo inferior
4> Tirar del extremo izquierdo hacia abajo y luego subirlo introduciéndolo
por el agujero del lazo inferior
5> Usar ambas manos para deslizar el extremo hacia arriba, a través del
agujero del lazo, de modo que dicho extremo quede visible en la parte
superior
Los panes que se hornean en moldes cuentan con el apoyo de los lados del
molde para mantener la forma. Para lograr la forma más atractiva posible, la
cantidad de masa tiene que coincidir con el volumen del molde. Si hay poca
masa, el pan no tendrá un copete atractivo. Si hay un exceso de masa, el pan
crecerá por encima de los bordes del molde, no se logrará la forma deseada y
la parte superior será demasiado densa.
UTENSILIOS:
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Los moldes para pan pueden variar mucho en cuanto a volumen. Incluso
cuando las dimensiones son las mismas, el grado de inclinación de los lados
afectará al volumen de masa que el molde puede contener. Si usa el molde
por primera vez, recomiendo que lo engrase un poco y meta a presión la masa
sin preformado para ver si cabe bien. La masa tendría que quedar como
máximo entre 2,5 y 5 centímetros sobre los bordes superiores del molde, y no
más arriba. Si la cantidad de masa que tiene es demasiado escasa para el
molde, use uno más pequeño. En el caso de que la cantidad sea excesiva,
retire una parte y hornéela como panecillo, o guárdela para añadirla a la
próxima tanda de masa (véase pie de masa (pâte fermentée), página 356).
Todas las masas horneadas en moldes de pan rectangulares deberían
aumentar de volumen hasta que la parte del centro quede alrededor de 2,5
centímetros por encima de los bordes del molde. Los moldes nuevos deben
engrasarse bien la primera vez que se usan.
De este modo, si se limpian con un paño en vez de con agua y jabón, no
habrá más que poner una pequeña capa de aceite al volverlos a usar y puede
que ni eso haga falta. Incluso habría que engrasar un poco los moldes
antiadherentes. Yo utilizo spray antiadherente y elimino el exceso con un
trozo de film plástico.
TÉCNICA:
Medir la altura de la masa levada
El pan que se cuece con forma libre, bien sea directamente sobre una piedra
para hornear o sobre una bandeja para hornear, se hace con una masa lo
bastante seca por su alta proporción de harina como para que mantenga la
forma, o se le da forma y se leva en un banetón enharinado que proporcione
un soporte adicional. Los banetones pueden ser bonitas cestas de sauce
hechas en Francia, revestidas con telas de tejido áspero (del mismo material
del couche) o sin revestir, o pueden incluso ser cestas de plástico, o coladores
que se cubren con paños de cocina limpios. Es importante tener un recipiente
poroso para que la masa pueda respirar. De lo contrario, la humedad de la
masa puede hacer que esta se pegue a la tela y acabe por hundirse y
desinflarse al desmoldarla. Sin embargo, se puede colocar el banetón en una
cámara de fermentación casera o caja acrílica, incluso en una en la que haya
agua caliente. Cuando se trata de banetones de sauce sin revestir, hay que
espolvorear harina sobre ellos para que la masa no se pegue. Si son banetones
revestidos con tela, la capa de harina tiene que ser todavía más gruesa, y hay
que frotar la harina contra la tela. Lo ideal es utilizar harina de arroz, ya que
es muy fina y sedosa.
Banetón de sauce
Banetón en espiral de sauce
TELA O COUCHE
La palabra couche significa ‘cama’ en francés y es el nombre que recibe la
tela que se dobla formando un lecho para que las masas de pan alargadas —
como la de la baguette— descansen durante el levado. Se trata del mismo
tejido áspero que se utiliza para revestir las paneras y debe enharinarse del
mismo modo. Se usa una tabla estrecha o una pala de panadero para volcar la
masa de la tela a la piedra para hornear.
Segundo levado
Para conseguir el diseño más atractivo en la parte superior de la corteza del
pan, la masa formada se introducirá en el horno subfermentada (con el
segundo levado sin completar) para que el greñado (corte) de la masa se abra
de forma considerable (véase más adelante). Es en este punto cuando al
presionar la masa suavemente con la yema del dedo, la hendidura tarda en
rellenarse. Sin embargo, en el caso de las masas enriquecidas, como la del
brioche, el segundo levado deberá ser completo para que los laterales de la
masa no se hundan mientras se cuece. El pan jalá trenzado también necesita
un levado completo para que no aumente demasiado de volumen después de
introducirlo en el horno y queden pálidas las zonas de la masa que no llevan
glaseado.
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11> Sostener el cuchillo con una cierta inclinación para hacer una greña
Existen dos modos de evitar este problema. Uno consiste en usar la punta de
un cuchillo afilado o la punta de una hoja de afeitar para marcar la masa, y
luego repasar esa marca varias veces hasta que el corte sea lo bastante
profundo. El otro consiste en usar unas tijeras pequeñas y afiladas para greñar
la masa. Esto funciona especialmente bien con las masas frágiles, con mucho
aire y de corteza seca, como las masas que suelen ir en banetones. Opino que
las hojas de afeitar son el mejor utensilio para greñar. Suele ser de ayuda
dejar que el pan repose, destapado, durante 5 minutos para que se forme una
piel fina antes de greñar.
Los dos aspectos más importantes a tener en cuenta al greñar son la
profundidad y el ángulo del greñado. Si es demasiado profundo, quedará un
espacio entre la corteza y el resto de la masa. En el caso de que sea
demasiado superficial, el centro de la masa se elevará y llenará por completo
el hueco de la greña, de modo que este se asemejará más a una cicatriz que a
un diseño. Por lo general, una profundidad de entre 6 y 12,5 milímetros
funciona bien. Si la masa ha aumentado de volumen hasta el punto en que ha
duplicado su tamaño y al presionar sobre ella con la yema de un dedo la
hendidura permanece, en lugar de rellenarse lentamente, será mejor practicar
una greña de 6 milímetros de profundidad, porque la masa no crecerá tanto
dentro del horno. Si le gusta el aspecto que ofrece un greñado abierto,
necesitará realizarlo cuando el levado aún no se ha completado, justo en el
momento en que al presionar la masa con la yema del dedo la hendidura no
recupera su posición inicial con rapidez, sino que lo hace de un modo lento.
En estos casos, el greñado adecuado es el de 12,5 milímetros de profundidad,
porque la masa seguirá levándose y rellenará parte del hueco que ha dejado la
greña.
Por lo general, la cuchilla del objeto que utilice para greñar debe estar en
ángulo recto al practicar el corte. Sin embargo, para lograr que el corte se
levante y abra como si fuese un libro, es necesario posicionar la cuchilla con
una cierta inclinación.
Es posible ser creativo a la hora de hacer los greñados. Es una bonita
forma de personalizar un pan.
Los dibujos de harina (stencil) son otro método interesante para
proporcionar un diseño único al pan y, además, son fáciles de hacer. Justo
antes de meter el pan en el horno, coloque una plantilla (comprada o casera)
encima de la masa. A continuación espolvoréela con harina. Con cuidado,
levante la plantilla. Durante el horneado, la harina que ha caído en las áreas
expuestas de la plantilla no se tostará tanto como la del resto de la masa, con
lo que logrará un bonito contraste y diseño.
7. GLASEAR
El objetivo de un glaseado es proporcionar a la corteza del pan una apariencia
brillante y, en ocasiones, según el tipo de glaseado que se use, un color más
intenso. También puede ejercer la función de «pegamento», para acabar de
unir semillas esparcidas, tales como las semillas de amapola, alcaravea o
sésamo.
Si se glasea un pan, no deberá rociarse con agua antes de introducirlo en
el horno, ni tampoco deberá crearse vapor en el horno durante la fase inicial
de horneado, porque el agua (que de otro modo produciría un brillo en el pan)
hará que el glaseado pierda intensidad.
Algunos panes tienen mejor apariencia sin glaseado. Los panes rústicos
que se levan en banetones enharinados no se glasean ni se pulveriza agua en
la masa antes de hornearlos. Esto es así porque la harina en la superficie de la
masa aporta un atractivo aspecto artesanal a la corteza.
Para lograr un brillo más intenso, se puede glasear antes y después de
hornear. También se puede glasear antes del segundo levado y, una vez más,
antes de la cocción; esto ayuda a evitar que la corteza se seque. Después del
segundo levado de la masa, aplique una capa fina al glasear para que no se
desinfle.
Si va a greñar la masa, hágalo después de aplicar el glaseado para que el
contraste entre la miga que ha quedado al descubierto con el greñado y la
corteza sea mayor.
Los glaseados con yema de huevo son los que más color aportan a la
corteza y puede ser necesario cubrir (sin apretar) el pan con papel de
aluminio después de los primeros 20 minutos de horneado para evitar un
tostado excesivo.
TIPOS DE GLASEADO
> Para una corteza crujiente: agua (aplicada con un pincel o un rociador).
> Para una corteza crujiente con un dorado suave: 1 clara de huevo (2
cucharadas) y 1/2 cucharadita de agua, todo batido y que quede espeso (el
glaseado pegajoso ideal para ejercer la función de «pegamento» entre las
semillas).
> Para una corteza brillante con un profundo dorado: 1 yema de huevo
(1 cucharada) y 1 cucharadita de nata para montar; batirlo todo con
suavidad.
> Para una corteza brillante con un dorado medio: 1 yema de huevo (1
cucharada) y 1 cucharadita de leche; batirlo todo con suavidad.
> Para una corteza dura muy brillante: 1 1/2 cucharadita de maicena y 6
cucharadas de agua: batir la maicena con 2 cucharadas de agua. Hervir el
resto del agua (1/4 de taza); verter la mezcla con la maicena y batir.
Hervir a fuego lento durante unos 30 segundos, o hasta que la mezcla se
haya espesado y quede translúcida. Enfriar a temperatura ambiente. A
continuación dejar que se enfríe hasta alcanzar la temperatura ambiente.
Pincelar el pan antes de hornearlo y repetir el pincelado en cuanto se
saque el pan del horno.
8. HORNEAR
Métodos de vaporización
Para crear el máximo de vapor con la mayor rapidez posible es necesario usar
un recipiente metálico que retenga el calor. Lo ideal es utilizar un recipiente
pequeño de hierro fundido (resérvelo para esta tarea; de lo contrario se
oxidará), pero puede usar también una bandeja plana de aluminio. Coloque la
sartén en el suelo del horno antes de precalentarlo (o en el estante del horno
que está justo encima si tiene un elemento de calor en el suelo del horno).
Use un rociador o un pincel mojado en agua para humedecer la superficie
de la masa justo antes de meterla en el horno. Nota: No vaporice el horno ni
humedezca el pan si lo ha glaseado o enharinado.
TÉCNICA:
Poner cubitos de hielo en una sartén precalentada para crear vapor
Este método es muy bueno para producir vapor, pero tiene que realizar la
operación con rapidez para que el vapor se mantenga dentro del horno.
Póngase guantes y aparte el rostro: las quemaduras por vapor son dolorosas.
Justo antes de que el pan esté listo para meterlo en el horno, vierta una
taza de agua hirviendo en una taza de medir (medida 2 tazas o más grande)
que tenga pitorro para verter. Introduzca el pan en el horno, retire un poco
hacia fuera la sartén y vierta el agua hirviendo con rapidez. Cierre la puerta
de inmediato. Si la puerta de su horno tiene una ventana de cristal, protéjala
colocando una toalla encima de ella al verter el agua hirviendo para evitar
que pueda agrietarse el cristal.
Duele hacer un agujero en una bonita corteza, sobre todo si es lisa, así que
trate de insertar el termómetro en una zona donde no se note demasiado: por
ejemplo, en algún agujero creado por una burbuja de aire. Si ha cocido el pan
en un molde de pan rectangular, puede insertarlo justo debajo del copete del
pan. Para obtener una lectura precisa asegúrese de insertarlo en el centro del
pan, ya que es la parte que tarda más en cocerse.
TÉCNICA:
Insertar un termómetro en el centro del pan para comprobar si ya está hecho
Estos son los fáciles, se hacen con gran rapidez, y es comprensible que uno se
pregunte si son, de hecho, «panes». Si la levadura está incluida en la
definición de pan, entonces no lo son. Por lo general, sin embargo, se les
llama «panes» porque se cuecen con forma de barra de pan y son menos
delicados y dulces que los pasteles o las pastas. Los panes rápidos se suelen
levar con la levadura química o bicarbonato de sodio y por lo general se
sirven cortados a rebanadas, en una cesta para el pan, o en ocasiones como
postre. El «pan de cuchara» de maíz, típico del suroeste de Estados Unidos,
se hornea en un plato redondo y suele servirse como guarnición. Es una
excepción, pero pertenece a la categoría de los panes porque se leva con la
levadura química y comparte los porcentajes de harina, líquido y grasa
característicos del pan.
Panecillos rápidos
Este pan dorado, con cobertura de migas de canela, tiene una sorpresa
escondida en el centro: una capa de tarta de masa quebrada con rodajas de
manzana con mantequilla, anidada en el interior de una capa de migas de
canela. Este es un pan favorito en mi casa, y es perfecto para acompañar un té
o un café; también lo disfruto con un vaso de leche fría.
TIEMPOS
Temperatura del horno: 175 °C
Tiempo de cocción: de 50 a 60 minutos
UTENSILIOS
2 > Mezcle las migas. En una batidora con cuchilla, mezcle los azúcares, los
frutos secos y la canela hasta que los frutos secos queden muy picados, como
un molido grueso. Reserve 1/2 taza para el relleno. Añada la harina, la
mantequilla y la vainilla al resto y mézclelos brevemente hasta que la
mantequilla se absorba. Ponga la mezcla en un cuenco y déjelo en la nevera
durante unos 20 minutos para que se endurezca. A continuación use las
yemas de los dedos para formar la mezcla áspera y quebradiza que va a usar
como cobertura.
6 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y déjelo enfriar sobre unas rejillas
metálicas durante 10 minutos. Coloque un paño de cocina doblado sobre una
bandeja plana y cúbralo con film plástico. A continuación unte el film
plástico con aceite. Despegue los lados del pan con una espátula pequeña de
metal y colóquelo, boca abajo, sobre la bandeja. Engrase una rejilla metálica
y vuelva a colocar el pan, esta vez boca arriba, sobre ella. Deje que se enfríe
por completo, durante 1 1/2 horas aproximadamente, antes de envolverlo de
forma hermética.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 88,3% (incluye el agua de la mantequilla y de las
claras de huevo)
Sal: 0,8%
Grasas: 38,5% (incluye la grasa de las yemas de huevo y de la
nata fresca)
Pan rápido de arándanos, plátano y nueces
TIEMPOS
UTENSILIOS
2 > Tueste las nueces. Tueste las nueces sobre una bandeja para hornear
hasta que empiecen a coger color, durante unos 7 minutos. A continuación,
colóquelas en un trozo de papel de cocina y frótelas con suavidad para que
caigan las pieles que han quedado medio sueltas. Deje que se enfríen. Luego
rómpalas o macháquelas un poco.
5 > Enfríe el pan. Coloque el molde sobre una rejilla de metal para que se
enfríe durante 10 minutos. Despegue los lados del pan, desmóldelo y deje que
se enfríe por completo boca arriba.
> Es mejor tostar un poco las nueces para resaltar su sabor (no tostar
demasiado para que no queden amargas) y evitar que adquieran un tono
azulado al entrar en contacto con la masa líquida. También para evitar un
sabor amargo hay que retirar en todo lo posible la piel de las nueces.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 123,5% (incluye el agua de la mantequilla, las claras
de huevo, la nata agria, los arándanos y el plátano)
Sal: 2,1%
Grasas: 34,7%
Pan de zanahorias
TIEMPOS
UTENSILIOS
4 > Enfríe el pan. Coloque el molde sobre una rejilla de metal y deje enfriar
el pan durante 10 minutos. Utilice una espátula pequeña para separar del
molde los lados del pan y desmóldelo sobre una rejilla metálica enaceitada.
Colóquelo boca arriba y deje que se enfríe por completo.
5 > Deje reposar el pan. Envuelva bien el pan en un film plástico y déjelo
reposar toda una noche para que se distribuya bien la humedad. (Si tiene
ganas de probarlo y no puede resistirse, no se preocupe: el pan no se
desmoronará siempre y cuando haya dejado que se enfríe del todo antes de
cortarlo.)
VARIANTE
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 145% (incluye el agua de las zanahorias y de las claras
de huevo)
Sal: 1,3%
Grasas: 47,4% (incluye la grasa de las yemas de huevo)
Pan con trocitos de chocolate
Este pan rápido es oscuro, denso, chocolateado y tierno. Creé esta receta para
mi libro La biblia de los pasteles ¡y sigue siendo tan popular en la actualidad
como lo fue en su debut, en 1988! El único cambio que he hecho consiste en
añadir minitrocitos de chocolate para lograr más intensidad de sabor.
El glaseado de kahlúa opcional crea una excelente sinergia de sabores,
proporciona humedad adicional y eleva este «pan» —que puede considerarse
casi un postre— a la categoría de dulce para festividades u ocasiones
especiales.
TIEMPOS
volumen gramos
cacao sin azucarar 3 cucharadas más 1/2 cucharadita 21
agua hirviendo 3 cucharadas 44
extracto puro de vainilla 1/2 cucharada 6
3 huevos grandes 10 cucharadas 150 (sin cáscara)
harina de repostería 1 1/4 tazas 125
azúcar moreno 3/4 de taza más 2 cucharadas 175
levadura química 3/4 de cucharadita 3,6
sal 1/4 de cucharadita 1,7
mantequilla sin sal, derretida 13 cucharadas 184
Opcional:
copos de chocolate
o chocolate semiamargo 3 cucharadas 28
UTENSILIOS
6 > Enfríe el pan. Coloque el pan sobre una rejilla metálica y deje que se
enfríe durante 10 minutos. Despegue los lados del pan con una espátula
pequeña de metal y colóquelo, boca abajo, sobre la rejilla metálica
enaceitada. Dele la vuelta para que quede boca arriba y deje que se enfríe por
completo.
VARIANTE
> Use una brocheta de madera para comprobar si el pan está cocido. Si
todavía le falta tiempo de cocción, el pan recuperará su forma anterior al
presionarlo con suavidad.
TIEMPOS
Se obtiene: 1 hogaza
Relleno
INGREDIENTES MED IDA PESO
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1 > Precaliente el horno. Precaliente el horno a 190 °C durante 20 minutos.
2 > Saltee el relleno. Ponga una sartén mediana (de 25 cm) a fuego medio-
lento y añada la mantequilla. Cuando se haya fundido, añada la cebolla y el
chile jalapeño (si no usa el chile chipotle). Saltee los chiles y la cebolla hasta
que esta se dore. Añada el ajo y saltee durante 30 segundos. Retire la sartén
del fuego y añada el pimiento rojo y el cilantro; remuévalo todo. Si usa el
chile chipotle, quite todas las semillas que pueda y córtelo muy fino.
Mézclelo con la suficiente salsa de adobo como para llenar 1 cucharada y
añádala al relleno. Deje que el relleno se enfríe por completo.
Masa líquida
INGREDIENTES MEDIDA PESO
4 > Hornee el «pan de cuchara». Vierta la masa líquida en una cacerola apta
para el horno. Esparza sobre ella el resto del queso y el pimentón (opcional).
Hornee de 30 a 35 minutos o hasta que la parte superior esté abombada y
adquiera un color dorado y recupere su forma anterior al presionarla en el
centro suavemente con el dedo (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 70 °C). Sírvalo de
inmediato.
ALMACENAMIENTO Puede guardar lo que sobre en la nevera hasta 5
días.
> Para asar un pimiento rojo hay que cubrir primero un quemador de gas
con papel de aluminio para evitar que se ensucie con el jugo que pueda
caer. Sostenga el pimiento sobre la fuente de calor con unas tenazas de
cocina y dele la vuelta de vez en cuando para que la piel se carbonice por
todos lados. Póngalo dentro de una bolsa de plástico unos minutos para
que se forme vapor y resulte más fácil retirar la piel al pimiento. A
continuación quite toda la piel que le sea posible.
> Para cocinar una mazorca de maíz, hiérvala en agua sin sal de 5 a 7
minutos o hasta que note que está tierna al pincharla con una brocheta de
cocina. Si no tiene mazorcas de maíz, el maíz enlatado es la mejor
alternativa. Una lata de 300 gramos, escurrida, equivale a 272 gramos; la
mitad es 136 gramos. Si no tiene maíz enlatado, use maíz congelado
(después de haberlo descongelado).
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 114,9% (incluye el agua de las hortalizas y de la clara
de huevo)
Sal: 4,2%
Grasas: 54,7% (incluye la grasa del cremor tártaro, la leche, la
yema de huevo y el queso)
Muffins de maíz por antonomasia
El secreto del puro sabor a maíz de este muffin de color amarillo dorado,
corona rugosa y miga abierta y tierna radica en usar la mejor y más fresca
sémola de maíz molida a la piedra (véase página 583) y añadir nata agria. Los
arándanos proporcionan una dulzura atractiva, pero a mí me gusta tanto el
sabor del maíz que suelo hacerlos sin arándanos.
TIEMPOS
Se obtienen: 6 muffins
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
Seis moldes para soufflé de 170 gramos o moldes para flanes, o un molde
para 6 muffins, revestidos con papel de aluminio o moldes de papel,
preferiblemente rociados con spray antiadherente.
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3 > Llene los moldes para muffins. Vierta la masa líquida en los moldes
para soufflé, para flanes, o los moldes para muffins llenándolos casi hasta
arriba (64 gramos en cada uno; 78 gramos si usa los arándanos). Use una
espátula pequeña de metal o el dorso de una cucharilla de postre para alisar
las superficies si es necesario. Si usa un molde para muffins, llene con agua,
hasta la mitad, los huecos del molde que haya dejado vacíos. Para que la
parte superior quede crujiente, vierta la 1/2 cucharadita de harina de maíz en
un colador pequeño y sosténgalo sobre los muffins; remueva la harina de
maíz con una cuchara, para que la harina se esparza de forma regular sobre
ellos.
5 > Enfríe los muffins. Desmolde los muffins y enfríelos boca arriba sobre
una rejilla metálica. Sírvalos a temperatura ambiente.
NOTA Los muffins pueden recalentarse en un horno, a 205 °C, durante unos
4 minutos.
VARIANTE
> Para transferir la masa líquida a los huecos del molde para muffins se
puede usar una cuchara para helado del n° 30 (capacidad equivalente a 2
cucharadas).
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 104,7% (incluye el agua de la nata agria, la
mantequilla y la clara de huevo)
Sal: 2,4%
Grasas: 42,4% (incluye la grasa de la nata agria y de la yema
de huevo)
Barritas de maíz
TIEMPOS
clara 2 cucharadas 30
UTENSILIOS
3 > Llene los moldes. Ponga la masa líquida en los moldes, bien sea a
cucharadas o usando una manga (use una manga de repostería con una
apertura de 6 cm en el extremo). Llénelos casi hasta arriba. Use una espátula
pequeña de metal o el dorso de una cucharilla de postre para alisar la masa
líquida si es necesario. Llene con agua, hasta la mitad, los huecos del molde
que haya dejado vacíos.
4 > Hornee las barritas de maíz. Hornee durante 15 minutos o hasta que la
parte superior de las barritas haya adquirido un color dorado.
> Para cocinar el maíz, hierva las mazorcas en agua sin sal de 5 a 7 minutos
o hasta que note que están tiernas al pincharlas con una brocheta de
metal.
> Resulta más fácil y limpio usar una manga de repostería para poner la
masa líquida en los moldes que usar una cuchara. Para la masa líquida, es
mejor usar una manga de repostería revestida de tela porque es más rígida
que una de plástico y, por tanto, más fácil de maniobrar. (Las barritas de
maíz cocidas tendrán el mismo aspecto independientemente del método
utilizado.)
NOTA
Hay que cocinar el maíz fresco para que pierda parte del agua: de lo
contrario, la masa sería demasiado líquida.
Se puede sustituir la sémola de maíz amarillo por sémola de maíz azul,
pero hay que añadir unas pocas cucharaditas de líquido para compensar la
mayor capacidad de absorción de la sémola de maíz azul.
Rellenar con agua los huecos del molde que queden vacíos evita que el
calor se concentre en las barritas de maíz y añade hidratación.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 107,9% (incluye el agua de la nata, la leche, la
mantequilla y la clara de huevo)
Sal: 2,4%
Grasas: 59,4% (incluye la grasa de la nata, la leche y la yema
de huevo)
Muffins de arándanos
Los muffins de arándanos son mis favoritos. Por eso, a lo largo de los años,
he ido retocando y perfeccionando mi receta. Esta última versión tiene un
poco menos de azúcar que la anterior y, aunque sigue siendo deliciosa si se
hace con suero de leche, considero que la nata agria proporciona un resultado
más suave y sabroso. También me encanta el contraste entre la miga suave y
la parte superior del muffin, crujiente y azucarada.
En agosto, cuando se pueden conseguir los pequeños arándanos de
Maine, hago un par de hornadas de estos muffins y los congelo para
desayunarlos los fines de semana.
TIEMPOS
Se obtienen: 6 muffins
INGREDIENTES MEDIDA PESO
UTENSILIOS
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3 > Llene los huecos del molde para muffins. Vierta la masa líquida en los
moldes para muffins o para flanes. Llénelos casi hasta arriba. Llene de agua,
hasta la mitad, los huecos del molde para muffin que hayan quedado vacíos.
Espolvoree la parte superior de los muffins con azúcar y nuez moscada.
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4 > Hornee los muffins. Hornee de 25 a 35 minutos o hasta que los muffins
recuperen su forma anterior tras ejercer una suave presión en el centro con la
yema de un dedo o tras insertar una brocheta de madera, en el centro, y esta
salga limpia.
5 > Enfríe los muffins. Desmolde los muffins sobre una rejilla metálica y
deles la vuelta para que queden boca arriba; deje que se enfríen. Sírvalos
calientes o a temperatura ambiente.
> Para transferir la masa líquida a los huecos del molde para muffins se
puede usar una cuchara para helado del n° 30 (capacidad equivalente a 2
cucharadas).
NOTA
Rellenar con agua los huecos del molde que queden vacíos evita que el calor
se concentre en los muffins y añade hidratación.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 95% (incluye el agua de la nata agria, la mantequilla y
la clara de huevo)
Sal: 1,5%
Grasas: 49,1% (incluye la grasa de la nata agria y la yema de
huevo)
Muffins grandes de plátano
TIEMPOS
Se obtienen: 5 muffins
1NGREDI ENTES MEDIDA PESO
UTENSILIOS
2 > Mezcle la masa líquida. En una batidora con cuchilla, procese el plátano
y la nata agria hasta que la mezcla quede suave. Añada el huevo, ralladura de
cáscara de limón y vainilla y mezcle hasta que todo quede ligado.
En un cuenco grande o en el de la batidora, mezcle la harina, el azúcar, la
levadura química, el bicarbonato de sodio y la sal a velocidad baja (n° 2 si
usa una KitchenAid, con el amasador plano) durante 1 minuto, hasta que todo
quede homogéneo. Añada la mantequilla y la mitad de la mezcla de plátano y
bata hasta que los ingredientes secos se humedezcan. Aumente la velocidad a
media (n° 4 de la KitchenAid) o alta si usa una batidora de mano eléctrica y
bata durante 1 minuto y medio. Rebañe hacia abajo las caras internas del
cuenco. Añada la mezcla de plátano restante en dos tandas, bata durante unos
20 segundos en cada tanda o hasta que todo esté bien mezclado. Añada las
nueces y bata a velocidad baja.
3 > Llene los huecos del molde para muffins. Ponga la masa líquida en los
huecos del molde, bien sea a cucharadas o usando una manga de repostería.
Llene solo 3/4 partes de los huecos. Vierta un poco de agua en aquellos
huecos del molde que hayan quedado vacíos para que la cocción se produzca
de modo uniforme.
4 > Hornee los muffins. Hornee de 25 a 30 minutos o hasta que los muffins
recuperen su forma anterior tras ejercer una suave presión sobre ellos.
5 > Enfríe los muffins. Saque los muffins del horno y desmóldelos enseguida
sobre una rejilla metálica. Vuélvalos boca arriba y enfríelos hasta que queden
tibios o a temperatura ambiente.
VARIANTE
> Use harina para todo uso si desea que la textura sea más parecida a la del
pan, es decir, más firme. Si desea que la miga sea más suave y ligera,
utilice harina de repostería.
> Para que la ralladura de la cáscara del limón resulte más fina e incluya
solo la parte amarilla (el albedo, la parte blanca de la cáscara, es amargo)
use un rallador; si usa un pelador de verduras, luego pique la piel con un
cuchillo afilado.
> Para un sabor y dulzura óptimos, use un plátano muy maduro, con
manchas negras en la piel.
> Para transferir la masa líquida a los huecos del molde para muffins puede
usar una cuchara para helado del n° 30 (capacidad equivalente a 2
cucharadas). Pero a mí me resulta más fácil usar una bolsa de cuatro litros
con cierre hermético como manga de repostería desechable. Vierta la
masa líquida en la bolsa, ciérrela y corte uno de los extremos inferiores.
> Para una versión con trocitos de chocolate, mezcle 42 gramos (1/4 de
taza) de trocitos muy pequeños de chocolate en la masa líquida acabada.
> Para una versión marmolada de chocolate, remueva 28 gramos de
chocolate semiamargo fundido en 1/2 taza de la masa líquida. Añada esta
mezcla a la parte superior de la masa líquida, que previamente ya habrá
vertido en el molde de pan rectangular o en los huecos del molde para
muffins, y ejerza un movimiento giratorio (como si de un remolino se
tratara).
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Los biscuits son una tradición muy estadounidense que emana del Sur, donde
se considera que una comida no está completa si no están incluidos en el
menú. En este capítulo he incorporado los tres tipos básicos de biscuits (su
forma es igual a la de los scones ingleses).
> Para hacer huevos duros de forma que la yema quede amarilla (y no verde
por fuera) y esté bien hidratada pero a la vez sea firme: coloque los
huevos a temperatura ambiente en una cazuela pequeña con tapa y llénela
de agua fría hasta que los huevos queden cubiertos. Deje que el agua
hierva, tape la cazuela y, a continuación, retírela del fogón. Deje reposar
durante 10 minutos. Retire el agua y ponga los huevos en un cuenco con
agua fría para que se enfríen del todo antes de pelarlos.
> Cuando forme los biscuits, enharínese las manos y también la encimera.
La mayor parte de esta harina no será absorbida por la masa. Como en la
superficie de la masa quedará una fina capa de harina, no utilice harina
levante para este propósito. La levadura química que contiene la harina
levante no se activaría y la corteza de los biscuits adquiriría un sabor
amargo.
> Los biscuits sin cocer pueden congelarse durante un período de hasta 3
meses. Hornéelos sin descongelar, añadiendo de 10 a 15 minutos al
tiempo de cocción.
> Para recalentar los biscuits que hayan sobrado o ya cocidos y congelados,
rocíelos con agua y caliéntelos en un horno precalentado a 150 °C
durante 15 minutos. Una brocheta de metal, brevemente insertada en el
centro, saldrá caliente al retirarla; la parte exterior estará crujiente y el
interior quedará suave.
Biscuits de mantequilla
Estos son los biscuits que utilizo para hacer la tarta de fresa. La mantequilla y
la yema de huevo cocida proporcionan un extraordinario color dorado, una
textura aterciopelada y un sabor agradable.
TIEMPOS
volumen gramos
mantequilla sin sal, fría 6 cucharadas 85
harina con levadura 2 tazas 290
o harina para todo uso 1 taza y 1/4 182
más harina de repostería 2/3 de taza 86
más levadura química 1 cucharada 14,7
más sal 1 cucharadita 6,6
azúcar 3 cucharadas 37,5
2 huevos grandes, duros, solo las yemas - 37
Cobertura opcional:
mantequilla derretida, enfriada 1 cucharada 14
azúcar para espolvorear cerca de 1 cucharadita -
UTENSILIOS
Una bandeja para hornear
o 2 bandejas para hornear colocadas una encima de otra, con una lámina
de silicona antiadherente o papel de hornear;
5 > Hornee los biscuits. Meta los biscuits en el horno sobre la piedra o sobre
una bandeja para hornear calientes, eleve la temperatura a 205 °C y hornee
durante 5 minutos. Baje la temperatura a 190 °C y siga horneando de 10 a 15
minutos o hasta que estén dorados (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro de un biscuit indicará una temperatura de unos 93
°C).
Pártalos en dos, preferiblemente con un tenedor para que no se
compriman y para que la partición tenga un aspecto rústico e irregular.
VARIANTE
Harina: 100%
Agua: 41,7%-66,4% (incluye el agua de la mantequilla y de la
nata y/o el suero de leche)
Sal: 2,4%
Grasas: 20,4%-69,4% (incluye la grasa de las yemas de huevo
y de la nata y/o el suero de leche)
Biscuits con un toque de gracia
Shirley Corriher es la reina de los biscuits del Sur de Estados Unidos. Esta
receta de sus biscuits ha aparecido en artículos y libros de cocina, incluido su
propio libro Cook Wise. Hay varios secretos para hacer estos biscuits
esponjosos con éxito: la harina tradicional sureña White Lily —suave (baja
en contenido proteico)—, el Crisco (es la marca de una grasa alimentaria
popular en Estados Unidos), y mucho líquido (más del doble de la cantidad
habitual). Otro secreto es la tradición sureña del «horno ascendente». Esto
significa que, una vez se han introducido los biscuits en el horno, se sube la
temperatura para que se produzca un golpe de calor, que proporciona un
levado adicional a los biscuits. ¡He adoptado esta gran tradición para las
recetas de todos mis biscuits!
Con nata para montar se conseguirán biscuits más tiernos, mientras que,
con el suero de leche, se lograrán unos biscuits un poco más ligeros y de un
sabor más suave. Comparados con los biscuits de mantequilla (página 132),
estos tienen menos contenido graso, aunque más azúcar y líquido, y son muy
ligeros. Como están hechos con grasa vegetal, tienen menos sabor que los de
mantequilla, pero la ventaja es que son más blancos, ligeros y esponjosos. Si
no puede comerse un biscuit que no tenga sabor a mantequilla puede, claro
está, untarlo con mantequilla cuando ya esté cocido. En el Sur de Estados
Unidos, también se comen en forma de sándwich de jamón con mermelada de
pimiento. Son un acompañamiento excelente en cualquier comida.
TIEMPOS
Temperatura del horno: 245 °C, luego 260 °C, luego 245 °C
Tiempo de cocción: de 15 a 20 minutos
volumen gramos
harina con levadura 1 1/2 tazas 217
o harina para todo uso 1 taza 142
más harina de repostería cerca de 1/2 taza 60
más levadura química 2 cucharaditas 9 ,8
más sa l 3/4 de cucharadita 6,6
azúcar 3 cucharadas 37,5
sal 1/4 de cucharada 1,6
manteca vegetal fría o margarina 3 cucharadas 36
UTENSILIOS
3 > Forme la masa. Esparza la harina para todo uso sobre una bandeja para
tartas o un molde para biscuits. Para dar forma a los biscuits usando una
cuchara para helado o una cuchara grande, coja con la cuchara la cantidad de
masa suficiente para hacer un biscuit (una cucharada repleta) y déjela caer en
la harina. Espolvoree la parte superior con un poco de harina, coja la masa
para el biscuit con la mano y forme una pelota con ella; elimine con suavidad
el exceso de harina: puede sostener la masa con la mano izquierda, con los
dedos parcialmente cerrados de modo que el pulgar y el índice formen la letra
«C». Con la mano derecha, dé golpecitos a la parte superior de la masa hasta
que la masa para el biscuit tenga unas dimensiones de 2,5 cm de alto y 5 cm
de ancho.
Coloque cada trozo de masa —en cuanto los haya formado— en el molde
para biscuit. Debe ponerlos muy juntos para que esta masa blanda fermente
hacia arriba, en lugar de crecer hacia lo ancho durante la cocción. Si lo desea,
moje el pincel en la mantequilla fundida y pinte la parte superior de los
biscuits.
4 > Hornee los biscuits. Ponga los biscuits en el horno sobre la piedra o
sobre una bandeja para hornear calientes. Eleve la temperatura a 260 °C y
hornee durante 5 minutos. Baje la temperatura a 245 °C y siga horneando de
10 a 15 minutos más, hasta que los biscuits hayan doblado su tamaño y estén
un poco dorados (al insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro
indicará una temperatura de unos 70 °C).
Deje que los biscuits se enfríen en el molde durante 1 o 2 minutos.
A continuación, vacíe el molde sobre una bandeja. Separe los biscuits y
pártalos por la mitad, preferentemente con un tenedor para que no se
compriman y para que la partición tenga un aspecto rústico e irregular en
lugar de ser un corte limpio.
NOTA
Estos biscuits deben colocarse muy juntos en el molde porque, de no ser así,
debido a su alto contenido de humedad se deformarían durante la cocción.
La temperatura del horno puede ser más elevada que en el caso de los
biscuits de mantequilla porque la grasa vegetal no se dora tan rápido como la
mantequilla.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 81%-108,1% (incluye el agua de la nata y/o
el suero de leche)
Sal: 3,2%
Grasas: 20,4%-69,4%
Biscuits ligeros como los ángeles
Para elaborar biscuits tan ligeros como las alas de un ángel, yo añado
levadura de panadero, además de la levadura química, a mi receta de biscuits
de mantequilla. La levadura hace posible preparar esta masa con hasta tres
días de antelación antes del horneado de los biscuits, con lo que usted podrá
servirlos en la mesa en un abrir y cerrar de ojos.
TIEMPOS
Cobertura opcional:
mantequilla derret ida, enfriada 1 cucharada 14
azúcar para espolvorear cerca de 1 cucharadita -
UTENSILIOS
3 > Deje que la masa fermente. Envuelva la masa de forma hermética con
un film plástico y deje que fermente durante 1 1/2 horas (lo ideal es que la
temperatura sea de 23 °C a 25 °C) o hasta que esté inflada pero todavía no
haya doblado su tamaño.
Presione suavemente con las manos para aplastarla un poco y déjela en la
nevera, tapada de forma hermética, durante 4 horas o hasta 3 días.
4 > Forme la masa y deje que leve. Ponga harina en un plato pequeño para
enharinar el molde cortador de biscuits. Ponga la masa sobre una encimera
ligeramente enharinada y amásela varias veces hasta que empiece a adquirir
un poco de elasticidad y tenga la superficie lisa. Espolvoree un poco de
harina sobre la masa si es necesario, y extiéndala a mano o con un rodillo
hasta formar una lámina de 2 cm de grosor (la forma en realidad no tiene
importancia).
Introduzca el molde cortador en la harina antes de realizar cada corte. Los
cortes en la masa tienen que ser limpios. Eleve el cortador cada vez, sin
girarlo, para que los bordes queden rectos y se consiga el levado máximo.
Amase ligeramente los restos de masa, enrolle la masa y corte más biscuits.
Para que los biscuits tengan los lados esponjosos, colóquelos juntos, de
forma que casi se toquen (con una distancia de separación de medio
centímetro) sobre una bandeja para hornear. Para que los biscuits tengan los
lados crujientes, colóquelos con una separación de unos 2,5 cm. Envuelva los
biscuits con film plástico y deje que fermenten durante 1 hora
aproximadamente (lo ideal es que la temperatura sea de 25 °C a 30 °C) o
hasta que tengan una altura de 2,5 cm.
5 > Precaliente el horno. Precaliente el horno a 190 °C durante 30 minutos.
Previamente, sitúe la rejilla del horno a media altura y ponga sobre ella una
piedra o una bandeja para hornear.
6 > Hornee los biscuits. Con un cepillo de repostería, elimine con suavidad
el exceso de harina de los biscuits. Para que la parte superior quede crujiente,
píntela con la mantequilla fundida y espolvoréela con un poco de azúcar.
Introduzca la masa para los biscuits en el horno, sobre la piedra o sobre una
bandeja para hornear calientes. A continuación eleve la temperatura a 205 °C
y hornee durante 5 minutos. Baje la temperatura a 190 °C y siga horneando
de 10 a 15 minutos más o hasta que los biscuits estén un poco dorados (al
insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro de un biscuit
indicará una temperatura de unos 93 °C).
Parta los biscuits por la mitad, preferentemente con un tenedor para que
no se compriman, y para que la partición tenga un aspecto rústico.
PORCENTAJES DE LA MASA
Si tiene sobras de boniato o de batata, hacer un biscuit es el mejor uso que les
puede dar. Proporcionan un sutil sabor dulce, que contrarresto usando menos
azúcar de lo habitual. Lo que más valoro es la hidratación que aportan y el
color dorado oscuro. Estos biscuits son especialmente deliciosos si se hace
con ellos un sándwich de jamón y mostaza a la miel.
TIEMPOS
boniato o yame cocidos, tamizados a temperatura ambiente 1/4 de taza más 2 cucharadas 95
Cobertura opcional:
mantequ illa derret ida, enfriada 1 cucharada 14
azúca r para espolvorea r cerca de 1 cucharad ita -
UTENSILIOS
3 > Deje que la masa fermente. Envuelva la masa de forma hermética con
un film plástico y deje que fermente durante 1 1/2 horas (lo ideal es que la
temperatura sea de 23 °C a 25 °C) o hasta que esté inflada pero todavía no
haya doblado su tamaño. Presione suavemente con las manos la masa para
aplastarla un poco y consérvela en la nevera, tapada de forma hermética,
durante 4 horas, o hasta 3 días.
4 > Forme la masa y deje que leve. Ponga harina en un plato pequeño para
enharinar el molde cortador de biscuits. Con una espátula o rasqueta
enaceitadas, pase la masa sobre una encimera ligeramente enharinada y
amásela varias veces hasta que empiece a adquirir un poco de elasticidad y
tenga la superficie lisa. Si la masa está pegajosa, espolvoree un poco de
harina sobre ella y extiéndala a mano o con un rodillo hasta formar un
rectángulo de 2 cm de grosor (la forma en realidad no tiene importancia).
Introduzca el molde cortador en la harina antes de realizar cada corte. Los
cortes en la masa tienen que ser limpios. Eleve el cortador cada vez, sin
girarlo, para que los bordes queden rectos y se consiga el levado máximo.
Amase ligeramente los restos de masa para que no se endurezcan, extienda la
masa y corte más biscuits.
Para que los biscuits tengan los lados esponjosos, colóquelos juntos, de
forma que casi se toquen (con una distancia de separación de medio
centímetro) sobre la bandeja para hornear. Para que los biscuits tengan los
lados crujientes, deje una separación entre ellos de unos 2,5 cm.
Envuelva los biscuits con un film plástico y deje que fermenten durante 1
hora aproximadamente (lo ideal es que la temperatura sea de 25 °C a 30 °C) o
hasta que tengan 2,5 cm de altura.
6 > Hornee los biscuits. Con un cepillo de repostería, elimine con suavidad
el exceso de harina de los biscuits. Para que la parte superior quede crujiente,
píntela con la mantequilla fundida y espolvoréela con un poco de azúcar.
Coloque los biscuits en el horno sobre la piedra para hornear caliente o sobre
una bandeja para hornear; eleve la temperatura a 205 °C y hornee durante 5
minutos. Baje la temperatura a 190 °C y siga horneando de 10 a 15 minutos o
hasta que estén un poco dorados (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro de un biscuit indicará una temperatura de unos 93
°C).
Parta los biscuits por la mitad, preferentemente con un tenedor para que
no se compriman y para que la partición tenga un aspecto rústico.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 54,3%-74% (incluye el agua de la nata para montar y/o
el suero de leche y el boniato)
Levadura: 2,71%
Sal: 2,2%
Grasas: 28,1%-45,8% (incluye la grasa de las yemas de huevo
y de la nata y/o el suero de leche)
Scones de aspecto hojaldrado
Solo hace una década que los scones escoceses se han incorporado a los
desayunos de los estadounidenses, amenazando con destronar incluso a los
bagels. Catherine G. Brown, en su libro Scottish Cooker (Mercat Press,
Edimburgo, 1999), escribe que estos pastelitos para acompañar el té tienen
sus orígenes en el siglo XVIII, cuando el poeta Robert Burns «acertadamente
los describió como scones suaves, el alimento más selecto». El Chambers
Scots Dictionary sugiere que la palabra scone viene del gaélico sgonn, que
significa ‘masa sin forma’. No se puede pedir un pan más perfecto, ya sea
para el desayuno, o para acompañar el té o el café.
Los scones son crujientes por fuera, suaves, están bien hidratados y por
dentro tienen varias capas de masa con un puro sabor a mantequilla y un
toque justo de dulzura fibrosa que aportan las uvas pasas. He intentado y
rechazado muchas otras recetas. Las que ofrezco a continuación, de la
maestra panadera Patty Jackson, de Tuscan Square, en la ciudad de Nueva
York, son las mejores. Al igual que se hace con los hojaldres, estos scones se
preparan intercalando en la masa trozos de mantequilla; por eso su textura se
parece un poco a la del hojaldre. Pero debido a que contienen solo 1/3 de la
cantidad de la mantequilla respecto a la cantidad total de harina (en el caso de
los hojaldres se usan partes iguales) y a que están hechos con nata para
montar en lugar de agua, tienen una textura más sustanciosa.
Si desea que cada scone tenga una forma triangular perfecta,
desperdiciará parte de la masa. Personalmente, prefiero usar hasta el último
resto de esta deliciosa masa y por eso combino los scones clásicos
triangulares con los rústicos deformes.
TIEMPOS
UTENSILIOS
4 > Forme la masa. Enharine un poco la parte superior de la masa (o use una
manga pastelera enharinada) y enróllela hasta formar un rectángulo de 20 cm
por 30 cm y 2,5 cm de grosor. Con una rasqueta, golpee sobre los laterales de
la masa para que queden uniformes. Doble la masa en tercios. Vuelva a
enharinar un poco la tabla y gire la masa para que el extremo cerrado quede
hacia la izquierda. Aplaste la masa una vez más y repita el «giro» otras tres
veces. Envuelva la masa con film plástico y colóquela en la nevera si empieza
a ablandarse o a volverse pegajosa.
Vuelva a aplastar la masa una vez más. Recorte los extremos para que el
levado sea uniforme. (Para aprovechar los restos de masa, júntelos y
aplástelos, dándoles dos vueltas. A continuación enrolle la masa hasta formar
un cuadrado de 2,5 cm de grosor y córtelo en dos triángulos.)
Corte la masa a lo largo en dos trozos, cada uno de unos 10 cm por 30
cm. Corte cada trozo de masa en triángulos de unos 7,5 cm de base, y
colóquelos en la bandeja para hornear ya preparada, a una distancia unos de
otros de unos 2,5 cm. (La masa se levará pero no se expandirá a lo ancho.) Si
la masa está blanda, cúbrala bien con film plástico y congélela durante 15
minutos o déjela en la nevera, durante 1 hora, antes de hornear.
5 > Hornee los scones. Hornee los scones en dos tandas. Cubra la segunda
bandeja con film plástico y póngala en la nevera mientras hornea la primera.
Luego saque de la nevera la segunda bandeja y hornéela de inmediato.
Coloque la bandeja sobre una piedra o sobre una bandeja para hornear
calientes. Déjelos de 15 a 20 minutos o hasta que los extremos y la parte
superior adquieran un color dorado y la masa esté lo bastante firme como
para que casi no se deforme cuando se presiona ligeramente con el dedo (al
insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro de un scone
indicará una temperatura de unos 93 °C). Tras 10 minutos de horneado
compruebe los scones; si no se han dorado con uniformidad, gire la bandeja,
de modo que la cara delantera de la bandeja ahora quede detrás. No los
hornee demasiado ya que, después de sacarlos del horno, seguirán cociéndose
un rato y el resultado final es mejor si quedan un poco húmedos y suaves por
dentro.
6 > Enfríe los scones. Ponga dos paños de algodón o de lino sobre dos
rejillas grandes y, con una espátula de cocina, levante los scones de las
bandejas para hornear y colóquelos encima de las rejillas. Doble los paños de
modo que tapen los scones y déjelos enfriar hasta que estén tibios o a
temperatura ambiente. (Como el lino y el algodón «respiran», los scones
estarán protegidos y su superficie no quedará seca y dura, pero, al mismo
tiempo, no estarán demasiado húmedos.)
VARIANTES
NOTA
Para hacer scones puede mezclar harina repostera con harina panadera a
partes iguales.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 49% (incluye el agua de la mantequilla y la
nata)
Sal: 0,3%
Grasas: 57,7% (incluye la grasa de la nata)
Scones de jengibre cremosos y sustanciosos
Estos scones son más ligeros y delicados que los scones de aspecto
hojaldrado (página 144). Contienen un poco más de mantequilla y un poco
menos de nata. La nata se monta para añadir ligereza. La parte superior de los
scones se espolvorea con azúcar para que quede más brillante y crujiente.
Me gusta usar jengibre cristalizado y jengibre molido porque el jengibre
molido se distribuye con uniformidad en la masa y el jengibre cristalizado
proporciona inesperados golpes de sabor. Use el mejor jengibre cristalizado
que pueda encontrar. Me encanta la variedad australiana, pero cuando voy a
París siempre traigo un poco del incomparable jengibre de Fouquet. En
Fouquet importan jengibre fresco de Tailandia y lo caramelizan ellos mismos.
Como estos scones son muy sustanciosos, prefiero hacerlos más
pequeños de lo habitual. Si le gustan más grandes, simplemente corte 6
porciones en lugar de 8. Esta receta es deliciosa y también muy fácil de hacer.
Si congela los cubos de mantequilla y mezcla la harina la noche anterior,
puede tener estos scones, al día siguiente, en la mesa del desayuno en tan solo
45 minutos. ¡Listos para comer!
TIEMPOS
Cobertura
nata para montar 2 cucharaditas
azúcar moreno 1 cucharada 12
UTENSILIOS
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\
A mano
En un cuenco grande, bata la harina, el azúcar, la levadura química, el
jengibre molido, la sal y la ralladura de cáscara de limón. Añada la
mantequilla y frótela entre los dedos hasta que la mezcla parezca harina fina.
A continuación añada el jengibre cristalizado.
Forme un pequeño pozo en el centro de la mezcla. Vierta la nata montada
en el pozo y, con una espátula o rasqueta, añada la mezcla de harina a la nata
y remueva hasta que quede humedecida por completo. Amase en el cuenco
hasta que todo quede unido y vierta el contenido sobre una encimera
ligeramente enharinada. Amase unas ocho veces, hasta poder formar con la
masa una pelota de superficie lisa. (La masa pesará unos 810 gramos.)
5 > Corte la masa. Con un cuchillo largo afilado, corte cada disco en 6 u 8
porciones. Pinte la parte superior de cada porción con la nata de montar y
espolvoréelas con azúcar. Coloque las porciones en la bandeja para hornear
ya preparada dejando 4 cm de separación entre ellas.
6 > Hornee los scones. Coloque el molde sobre una piedra o sobre una
bandeja para hornear calientes y hornee los scones de 15 a 20 minutos o hasta
que los extremos y la parte superior adquieran un color dorado y la masa esté
lo bastante firme como para que casi no se deforme cuando se presiona
ligeramente con el dedo (al insertar un termómetro de lectura instantánea en
el centro de un scone indicará una temperatura de unos 93 °C). Tras 10
minutos de horneado compruebe los scones; si no se han dorado con
uniformidad, gire la bandeja, de modo que la cara delantera de la bandeja
ahora quede detrás. No los hornee demasiado ya que, después de sacarlos del
horno, seguirán cociéndose un rato y el resultado final es mejor si quedan un
poco húmedos y suaves por dentro.
7 > Enfríe los scones. Con una espátula de cocina, coloque los scones
encima de una rejilla metálica para que se enfríen del todo.
VARIANTE
> Si dispone de poco tiempo para hacer la receta, estos scones seguirán
estando deliciosos sin batir la nata. La idea vino de la escritora de libros
de cocina Cindy Mushet. Con ello se consiguen unos scones de textura un
poco aireada.
> Los scones sin cocer pueden envolverse individualmente con film plástico
y congelarse hasta 3 meses. Para hornearlos, coloque los scones, todavía
congelados, sobre una bandeja para hornear ya preparada, píntelos con la
nata, espolvoréelos con azúcar, y hornéelos sin descongelar. Añada de 5 a
7 minutos al tiempo de cocción. Cuando se cuecen congelados mantienen
una forma más regular.
NOTA
Harina: 100%
Agua: 43,9% (incluye el agua de la mantequilla y
la nata)
Sal: 0,3%
Grasas: 70,5% (incluye la grasa de la nata)
Pan de soda irlandés
Esto empezó como un auténtico pan de soda irlandés, que en Irlanda se suele
hacer con al menos una parte de harina de trigo integral, suero de leche, sal y
bicarbonato de sodio. Al cuarto intento ya había añadido todos los
ingredientes más sabrosos —la mantequilla, el azúcar y las uvas pasas
empapadas en whisky irlandés— y, antes de darme cuenta, di con la receta de
un pan, parecido al scone, pero menos sustancioso y con solo la mitad de
mantequilla. La mantequilla y el azúcar añaden hidratación y sabor y hacen
que el pan sea más tierno. Empapar las uvas pasas con whisky —una idea de
mi editora, María— evita que se doren demasiado en la superficie y
proporcionan un sabor suave. Como levante, yo uso solo el bicarbonato de
sodio, que se activa con la acidez del suero de leche. No se añade levadura
química, que es la responsable del extraño regusto metálico que con
frecuencia se asocia a este pan.
El pan se amasa en tan solo unos minutos y se cuece justo después de
amasar. Está especialmente delicioso con mantequilla de whisky irlandés
(véase más adelante).
Los panecillos son ideales para una cesta de pan, ya que la corteza evita
que la miga se seque (al contrario de lo que ocurre cuando el pan se deja en la
cesta cortado en rebanadas). Véase la variante.
Si le gusta el sabor a trigo intenso, opte por la harina de trigo integral. El
pan seguirá teniendo una sorprendente textura ligera.
TIEMPOS
UTENSILIOS
1 > Ponga las uvas pasas en remojo. En un cuenco pequeño, añada las uvas
pasas y el whisky. Tápelo con film plástico y déjelo reposar durante 30
minutos (o durante toda la noche) hasta que las uvas pasas se reblandezcan.
Escúrralas y reserve el whisky (unas 3 cucharadas) para usarlo en la
mantequilla de whisky irlandés.
4 > Forme la masa. Aplaste con un rodillo la masa hasta formar un disco de
15 cm de diámetro y 4,5 cm de grosor. Si está pegajosa, enharínela un poco.
Colóquela sobre la bandeja para hornear ya preparada y realice una greña de
1 cm de profundidad; luego practique otra greña de modo que forme una cruz
con la primera.
5 > Hornee el pan. Hornee el pan durante 30 minutos o hasta que adquiera
un color dorado y que una brocheta de madera salga limpia al retirarla (al
insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una
temperatura de unos 88 °C).
6 > Enfríe el pan. Disponga un paño de lino o de algodón sobre una rejilla
metálica y coloque el pan encima. Doble el paño de modo que tape el pan y
déjelo enfriar hasta que esté tibio (unos 40 minutos) o a temperatura
ambiente. El paño resguarda la corteza superior y la mantiene suave y, ya que
la tela «respira», el pan no quedará demasiado húmedo). O, simplemente,
enfríe el pan sobre una rejilla.
VARIANTE
> Este pan se puede congelar hasta un mes. Para recalentarlo, hornéelo sin
tapar en un horno precalentado a 150 °C durante 20 a 30 minutos, o hasta
que una brocheta de metal, insertada brevemente en el centro, salga
caliente al retirarla.
NOTA
Esta receta requiere el doble de bicarbonato de sodio que la mayoría de las
recetas de pan de soda irlandés. El resultado final será un pan con un mayor
levado, una corteza superior más lisa y un color más dorado, a diferencia del
típico color marrón rojizo que caracteriza a estos panes.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 63%
Sal: 1,7%
Grasas: 16,3% (incluye la grasa del suero de leche)
Bagels de Levy
TIEMPOS
volumen gramos
levadura instantánea 1 cucharadita 3,2
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 2 1/4 tazas líquidas 531
harina de gran fuerza preferiblemente, o harina de fuerza 3 tazas 468
volumen gramos
levadura instantánea 1/2 cucharad ita 1,6
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 taza líquida más 2 cucharadas 265,5
harina de gran fuerza preferiblemente, o harina de fuerza 1 1/2 tazas 234
UTENSILIOS
una espumadera.
volumen gramos
Opcional:
mantequilla sin sal 1 1/2 cucharadas 21
harina de gran fuerza preferiblemente, o harina de fuerza 1 taza y 3 cucharadas 182
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
malta en polvo 1/2 cucharada 4,7
o sirope de malta de cebada 1/2 cucharada 10,5
azúcar 1/2 cucharada 6,2
sal 1/2 cucharada 10,5
pimienta negra 1/2 cucharadita -
Amasado a máquina
Añada la mantequilla, en caso de que utilice, y el resto de harina excepto 2
cucharadas y mezcle con el gancho para amasar, empezando a velocidad baja
(n° 2 si utiliza una KitchenAid), hasta que toda la harina quede humedecida,
cerca de 1 minuto. Aumente a una velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) y
amáselo 10 minutos si utiliza harina de gran fuerza, entre 5 y 7 minutos si
utiliza harina de fuerza, añadiendo las 2 cucharadas restantes de harina hacia
el final si la masa no se despega del cuenco. Debería quedar muy elástico y
liso y recuperar su forma cuando se presiona con un dedo. Disponga la masa
sobre la encimera y amásela lo necesario con un poco más de harina si ha
quedado ligeramente pegajosa al tacto. Cuanta más harina, obtendrá un bagel
más pesado y tenaz, algo que algunos prefieren. (El prefermento pesará 1.440
gramos si se hace la receta entera, 720 gramos si se hace la mitad de la
receta.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Coloque la masa en un recipiente o cuenco
ligeramente engrasado con spray antiadherente o aceite. Presione la masa
hacia abajo y rocíe la superficie con spray o aceite. Cubra el recipiente con
una tapa o film plástico. Con un trozo de cinta adhesiva, marque en el
exterior del recipiente la altura que tendrá la masa al doblar de tamaño. Deje
que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la
marca, entre 1 y 2 horas.
Desgasifique la masa presionando con firmeza hacia abajo. Dele la vuelta
y vuelva a colocarla en el recipiente. Unte con aceite la parte superior de la
masa. Cúbrala y póngala en la nevera por lo menos durante 4 horas, o toda la
noche si quiere obtener más sabor. (Si quiere hacer los bagels más adelante,
en este punto puede envolver la masa y conservarla en la nevera hasta 2 días.
Deje la masa reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos antes de
formarla.)
5 > Forme la masa y deje que leve. Ponga una hoja de papel de hornear o un
paño ligeramente enharinado en una encimera cerca de los fogones. (Si no,
también puede revestir la bandeja de hornear con papel o paños enharinados
y colocar aquí los bagels ya con su forma, de modo que pueda moverlos
fácilmente cuando se disponga a hervirlos.)
Pase la masa a una encimera sin harina. Córtela por la mitad y coloque
una de las mitades, sin cubrir, en la nevera. Corte la masa en 5 piezas iguales
(144 gramos cada una). Deje que la masa repose durante 10 minutos.
MÉTODO 2
1> Haga una tira con la masa hasta que alcance los 30 cm
2> Forme un anillo solapando un extremo con otro unos 5 cm
Ambos métodos
Deje que los bagels aumenten de volumen durante unos 15 minutos o hasta
que se hinchen ligeramente.
Baño y coberturas
INGREDIENTES MEDIDA PESO
vo lumen gramos
melaza 2 cucharadas 42
o azúcar 1/4 de taza 50
bicarbonato 1 cucharadita -
Glaseado y coberturas
INGREDIENTES MEDIDA PESO
7 > Hierva los bagels. Si utiliza semillas para cubrir los bagels esparza
uniformemente la mitad de las semillas sobre una bandeja con bordes y pase
el bagel hervido por encima de ellas. Es mejor que sobre el papel de hornear
o un paño. Después páselos a la pala o a la bandeja de hornear como
indicamos más adelante. En este caso no es necesario engrasar la bandeja.
Ponga una cazuela grande (de unos 24 cm por 10 cm de alto) con agua a
hervir. Revuelva la melaza o el azúcar y el bicarbonato hasta que se
disuelvan. Sírvase de una espumadera para pasar los bagels a la cazuela con
el agua hirviendo. No los amontone; cuézalos en tandas de 2 o 3 de modo que
puedan moverse sin tocarse. Si no han crecido lo suficiente, en el primer
momento se hundirán, pero luego emergerán a la superficie. Hierva los
bagels entre 30 segundos y 2 minutos por cada lado, girándolos
cuidadosamente con la espumadera; cuanto más tiempo permanezcan en el
agua, más gruesa será la corteza. Saque los bagels hervidos, eliminando el
exceso de agua encima de la cazuela, y dispóngalos sobre el papel de hornear
o sobre un paño sin harina para escurrirlos; después, con una espátula de
cocina, páselos a la bandeja de hornear o a la pala previamente preparadas.
Hágalo después de entre 30 segundos y 1 minuto para evitar que se peguen.
(Si es necesario, hierva y hornee los bagels en dos tandas; en este caso, deje
la cazuela a un lado hasta que la necesite para hervir la segunda tanda, y
reserve la mezcla en un cuenco antes de poner los bagels en agua hirviendo.)
En este punto del proceso los bagels tendrán un aspecto arrugado. No se
preocupe: su apariencia mejorará mucho cuando los hornee.
.......
..
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TÉCNICA: Saque los bagels del agua hirviendo con una espumadera
8 > Glasee los bagels. Bata las claras de huevo con agua fría para licuarlas.
Cuélelas encima de un cuenco y pinte cada bagel con el pincel. Evite rociar
con el glaseado la bandeja de hornear o la pala, o se pegarán los bagels.
Píntelos con una segunda capa y, si lo desea, esparza alguna cobertura de su
gusto uniformemente sobre los bagels. (Si utiliza semillas, levante cada bagel
con una espátula fina de cocina o con la mano y, sosteniéndolo sobre la
bandeja de las semillas, esparza más semillas sobre la superficie. De este
modo, no se caerán las semillas ni se quemarán en el horno.)
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TÉCNICA: Pinte los bagels con claras de huevo, después esparza semillas de
amapola por encima
9 > Hornee los bagels. Si utiliza una bandeja de hornear, sitúela directamente
sobre la piedra de hornear o sobre la bandeja del horno caliente. Si utiliza una
pala, deslice los bagels sobre la piedra caliente. Hornéelos durante 5 minutos.
Baje la temperatura a 230 °C y hornéelos durante 20 minutos. Apague el
horno y no lo abra; deje que los bagels reposen 5 minutos. Después abra la
puerta del horno y deje los bagels dentro durante 5 minutos más.
10 > Enfríe los bagels. Pose los bagels sobre una rejilla y déjelos enfriar del
todo. Si tiene que hornear una segunda tanda, vuelva a poner la temperatura
del horno a 260 °C. Si utiliza una piedra de hornear, prepárela para la
siguiente tanda utilizando un cepillo de repostería (véase la página 622) para
limpiar los restos de harina de maíz del horno y descartarlos.
> Una harina de gran fuerza garantiza un bagel más consistente. Si no,
utilice harina de fuerza, que tiene un contenido más alto en proteína
formadora de gluten que otras harinas panaderas disponibles en el
mercado. También puede añadir hasta 1/4 de taza/38 gramos de gluten
vital de trigo a una harina para todo uso.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 63,8%
Levadura: 0,8%
Sal: 2,4%
Materia (si opta por utilizar mantequilla): 3,5%
grasa:
Bialys
TIEMPOS
UTENSILIOS
volumen gramos
aceite vegetal 2 1/4 cucharad itas -
cebolla picada 6 cucharadas 43
semillas de amapola 3/4 de cucharadita -
sal marina 1/4 de cucharadita -
pimienta negra al gusto -
6 > Forme los cráteres para el relleno. Sostenga cada pieza de masa con las
dos manos, con los pulgares en el medio y casi tocándose, presione
ligeramente el centro de la masa con ambos pulgares y los índices y estire la
masa unos 11-13 cm, formando un cráter en el centro. Colóquela en la
bandeja forrada con silicona y rellene el centro con una cucharadita de
cebolla y semillas de amapola.
7 > Hornee los bialys. Coloque la bandeja de hornear con los bialys
directamente en la piedra o la bandeja ya calientes, o, si utiliza papel de
hornear, utilice una pala o una bandeja de galletas para deslizar el papel con
los bialys sobre la piedra o bandeja. Vierta dos cubitos de hielo sobre la
bandeja situada en el suelo del horno y cierre la puerta enseguida. Hornéelos
entre 6 y 10 minutos o hasta que los bialys tengan un color dorado pálido y
moteado con manchas marrones (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 100 °C).
8 > Enfríe los bialys. Saque la bandeja o el papel de hornear del horno y, con
una espátula de cocina, pase los bialys a una rejilla hasta que estén tibios.
VARIANTE
Para hacer un bialy plano crujiente (uno de los favoritos en Nueva York),
unte la parte superior con la mezcla de 1 clara de huevo grande batida con 1/2
cucharadita de agua y esparza semillas de amapola por encima (las semillas
deben pesar tres veces más que la clara de huevo). Cúbralo con film plástico
y presione el bialy con una bandeja de galletas de 14-15 cm. Retire el film
plástico y utilice la punta de una brocheta para hacer unos 12 agujeros en
cada bialy. Hornee como se ha descrito antes, pero añada unos minutos más,
de modo que el bialy quede dorado oscuro.
> Una batidora amasadora es mucho mejor que mezclar a mano para
desarrollar el gluten.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 68,6%
Levadura: 0,53%
Sal: 2,2%
Muffins ingleses
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
UTENSILIOS
Una batidora amasadora con gancho para amasar;
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Mezcla de harinas
INGREDIENTES MED IDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 taza y 1 1/2 cucharadas 156
leche en polvo, preferiblemente desnatada (o sustituya el 2 cucharadas 20
agua con leche escaldada y atemperada)
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
mantequilla sin sal, reblandecida 3 cucharadas 42
sal 1 1/4 cucharaditas 8,3
unos
harina de maíz 1/3 de taza
42
mantequilla derretida, preferiblemente clarificada 1 cucharadita 9
A máquina
Añada la mantequilla y mezcle la masa con el gancho de amasar a velocidad
baja (n° 2 si utiliza una KitchenAid) hasta que la harina se haya humedecido
por completo. Rebañe los restos de masa que hayan quedado adheridos en las
paredes del cuenco e incorpórelos a la mezcla. Cubra el cuenco con film
plástico y deje que la masa descanse entre 15 y 20 minutos.
Añada sal y procese a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) la masa
durante 10 minutos. Quedará muy lisa y brillante, pero suficientemente
húmeda como para que se pegue a los dedos. Añada un poco de harina o agua
si es necesario (la masa pesará unos 568 gramos).
A mano
Añada la mantequilla y la sal y, con una cuchara de madera o con la mano,
remuévala hasta que toda la harina esté humedecida. Mezcle la masa en el
cuenco hasta que forme una pasta, luego pásela a una encimera ligeramente
espolvoreada con harina. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible de 1/4 de taza de harina reservada antes; con una rasqueta
vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la trabaja. En este punto,
será muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose durante
20 minutos. (Este reposo hará que la masa quede menos pegajosa y más fácil
de trabajar.)
Amase durante 5 minutos más o hasta que la masa quede muy lisa y
elástica. Debería quedar algo pegajosa todavía. Si es demasiado pegajosa,
añada parte o toda la harina reservada con anterioridad, o incluso un poco
más. (La masa pesará unos 568 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Con una espátula o una rasqueta
enaceitadas, pase la masa a un recipiente de 2 litros ligeramente engrasado
con spray antiadherente o aceite. Presione la masa hacia abajo y rocíe
levemente con spray o aceite la parte superior. Cubra el recipiente con una
tapa o film plástico. Con cinta adhesiva marque en el exterior del recipiente la
altura que tendrá la masa al doblar de tamaño. Deje que la masa fermente
(idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca,
aproximadamente 1 1/2 horas.
Con los dedos untados en aceite, desinfle con cuidado la masa
presionando hacia abajo, y amásela un poco dentro del recipiente. Ponga un
poco de aceite en la parte superior de la masa, cúbrala y guárdela en la nevera
por lo menos durante 1 hora, o hasta 24 horas, para que la masa se enfríe y
quede bien firme.
5 > Forme la masa y deje que leve. Ponga alrededor de 2/3 de la harina de
maíz,uniformemente, en una bandeja plana mediana o en la encimera. En una
superficie ligeramente espolvoreada con harina, estire con el rodillo la masa
formando un rectángulo de 20 cm de ancho por 30 cm de largo y 0,6 cm de
grosor. Rocíe el molde cortador de galletas con harina y corte 6 discos. Una
vez cortados se encogerán hasta una medida de 7,5 cm y un grosor de 1,25
cm. Coloque las piezas de masa sobre la harina, dejando unos 5 cm entre
cada una de ellas, y espolvoree ligeramente las partes superiores. Cúbralo
todo con un recipiente grande, o con film plástico untado con aceite sin
ajustarlo, y deje que fermente unos 45 minutos o hasta que tengan un grosor
de unos 2 cm.
Mientras tanto, amase los restos de masa y forme un disco. Póngalo en un
plato plano, cúbralo con film plástico y póngalo en la nevera un mínimo de 1
hora, o hasta 8 horas para que se relaje el gluten. Luego estire la masa sobre
una encimera espolvoreada con harina, forme un cuadrado de 18 cm2 y 0,6
cm de grosor y corte 4 discos más de masa. Deje que fermente y siga el
mismo procedimiento de la primera tanda.
8 > Enfríe los muffins. Pase los muffins a una rejilla para que se enfríen
completamente.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 60% (incluye el agua de la miel y la
mantequilla)
Levadura: 1%
Sal: 2,8%
Grasas: 10,9%
Pan pretzel
Este tipo de pan fue creado por Mark Fiorentino, jefe panadero, y Daniel
Boulud, para el menú de la cena del restaurante Daniel’s de Nueva York. Es
un pan asombrosamente consistente, en el mejor de los sentidos, lleno de
sabor y con forma de balón de fútbol americano, con la corteza brillante y
espolvoreada con sal de un pretzel clásico. La receta de este panecillo
increíblemente popular ha sido un secreto hasta ahora, pero Daniel me ofreció
generosamente compartirla con todo el mundo. ¡¿No sería deliciosamente
divertido comerlo durante la final de la Super Bowl?!
TIEMPOS
volumen gramos
1 1/2 tazas
harina panadera o de semifuerza 225
1 cucharada
harina de trigo integral 3 cucharadas 25
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
Opcional:
ma Ita en polvo 1/2 cucharadita 1,5
sal 1 cucharadita y 1/8 7,4
1 1/2 tazas y
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 127
2 cucharaditas
Opcional:
mantequilla sin sal 1 cucharada 14
UTENSILIOS
3 > Deje que la masa leve. Cubra las bolas con film plástico untado con
aceite y déjelas reposar 30 minutos, justo para que solo fermenten un poco.
Póngalas en la nevera, sin cubrirlas, durante 1 hora para que la masa
quede lo suficientemente firme como para bañarlas en una solución de sosa
cáustica sin perder su forma (no es necesario refrigerarlas si unta los pretzel
con clara de huevo y no utiliza la solución de sosa cáustica).
Solución de sosa al 4%
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
sosa cáustica 1 cucharadita 9,5
agua 1 taza líquida 236
sal, preferiblemente sal gris 1/2 cucharadita 3,3
8 > Enfríe los pretzels. Saque la bandeja del horno y, con unas pinzas, ponga
los panecillos sobre una rejilla para que se enfríen hasta quedar tibios.
> Con la solución de sosa conseguirá la corteza típica del pretzel, pero estos
panecillos son tan deliciosos que también los puede hacer sin el baño de sosa
cáustica.
> También puede bañar los panecillos con clara de huevo para obtener una
atractiva corteza brillante: bata una clara de huevo con 1/2 cucharadita de
agua fría para licuar la clara. Cuélelo en un cuenco y unte cada panecillo con
un pincel. No deje que la mezcla caiga sobre la bandeja de hornear, ya que se
engancharían los panecillos. Dé una segunda capa y espolvoree los panecillos
con sal.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 51%
Levadura: 0,96%
Sal: 4,3%
Crumpets
TIEMPOS
vo lu men gramos
harina panadera o harina para todo uso 1 taza más 1 1/2 cucharadas 156
leche en polvo, preferiblemente desnatada (o sustituya 2 cucharadas 20
el agua con leche escaldada y atemperada)
levadura instantánea 1 cucharadita 3 ,2
azúcar 1/2 cucharadita -
sal 1/2 cucharadita 3 ,5
3/4 de tazas líquidas y
agua, a temperatura ambiente o tibia 198
2 cucharadas, divididas
bicarbonato 1/4 de cucharada -
mantequilla derretida, preferiblemente clarificada 1 cucharadita 4
UTENSILIOS
una plancha o una sartén de hierro colado u otro tipo de sartén pesada;
2 > Deje que la masa líquida fermente. Con una espátula de plástico untada
con aceite, recoja toda la masa y póngala en un recipiente con una capacidad
mínima de 1 litro. Con cinta adhesiva marque en el exterior del recipiente la
altura que tendrá la masa al doblar de tamaño. Cúbralo y deje que fermente
hasta que haya alcanzado la marca, aproximadamente 1 hora.
5 > Fría los crumpets. Unte la plancha o la sartén y el interior de los aros
para hacer los crumpets con un poco de mantequilla derretida. Coloque los
aros sobre la sartén (cocine los crumpets en dos tandas si es necesario).
Utilice un cazo o una cuchara grande para verter la masa en los aros,
llenándolos hasta aproximadamente 2/3 de su capacidad. La masa crecerá
hasta arriba del todo durante la cocción. Cocine los crumpets durante 10
minutos o hasta que tengan un bonito color dorado en la parte inferior y
hayan perdido el brillo y su superficie parezca apagada (para comprobar si
están listos, levante un aro utilizando unas pinzas y deslizando una espátula
por debajo). Dé la vuelta a los crumpets y siga cocinándolos hasta que se
haya dorado la parte de abajo.
6 > Enfríe los crumpets. Traslade los crumpets a una rejilla y deje que se
enfríen del todo.
SERVIR Tueste los crumpets hasta que estén bien calientes y la superficie
esté crujiente.
NOTA
Los crumpets están entre una masa líquida y un pan y contienen el doble de
agua que el pan básico y tres veces más de levadura, además del bicarbonato.
PORCENTAJESDE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 113%
Levadura: 2%
Sal: 2,1%
Popovers: panecillos suaves de mantequilla
TIEMPOS
3 > Prepare el molde. Utilice una pluma de pastelería o un pincel para untar
el interior de los huecos con un poco de mantequilla derretida. Ponga 1
cucharada de mantequilla en cada uno de los 6 huecos del molde. O bien, si
utiliza el molde para magdalenas, ponga 1/2 cucharada en cada hueco.
Entre 3 y 5 minutos antes de hornear, coloque el molde de popovers o
muffins en el horno para calentarlos hasta que la mantequilla esté muy
caliente y empiece a dorarse (no deje que se queme). Ponga papel de
aluminio en la bandeja del horno donde está colocado el molde para capturar
la grasa que se pueda desprender.
4 > Rellene el molde y hornee los popovers. Saque el molde del horno y
vierta la masa líquida sobre la mantequilla caliente, llenando los huecos hasta
la mitad. Hornéelos durante 15 minutos. Baje la temperatura a 175 °C y siga
horneándolos durante 40 o 45 minutos si los popovers son grandes, o de 20 a
25 minutos si son del tamaño de una magdalena. Subirán por encima del
límite del molde y crecerán aproximadamente tres veces por encima de su
altura original.
6 > Enfríe un poco los popovers. Con unas manoplas, levante con cuidado
los popovers de uno en uno, cogiéndolos por arriba, y déjelos sobre una
rejilla metálica para que se enfríen ligeramente. Si todavía no los tiene que
servir, se pueden enfriar a temperatura ambiente y recalentarse más tarde
sobre una bandeja en el horno a 175 °C durante 5 minutos. Su corteza
crujiente evitará que se deshinchen.
VARIANTE
> En lugar de harina Wondra, puede utilizar 1 taza/145 gramos (si usa como
medida las tazas, tiene que meterla en el paquete, sacar y dejarla rasa) de
harina para todo uso. En este caso, mezcle 2 cucharadas de mantequilla
derretida con la mezcla de harina antes de añadir la leche, ponga la masa
líquida en la nevera durante por lo menos 2 horas y hasta 24 antes de
hornear.
> Si solo quiere hacer media tanda, llene los huecos vacíos con agua. Esto
crea vapor, que contribuirá a que los popovers suban. Si deja los huecos
vacíos, estos atraerán más calor que los huecos rellenos, ralentizando el
horneado e impidiendo la subida de los panecillos.
NOTA
Harina: 100%
Agua: 188% (incluye el agua de la leche, la mantequilla y las
claras de huevo)
Sal: 2,3%
Grasas: 45% (incluye la grasa de la leche y de las yemas de
huevo)
Dutch babies
Un Dutch baby es un popover gigante pero con forma de cráter, casi como
una quiche, perfecto para rellenarlo con manzanas caramelizadas,
melocotones o frutos del bosque y un poco de nata fresca (crème fraîche) o
nata montada.
Como suele pasar, las cosas más sencillas son las que requieren más
trabajo para salir perfectas. Mi objetivo era conseguir un Dutch baby que
crujiera y se inflara por los costados pero que quedara tierno, casi con una
textura de natilla en el interior (lo más opuesto a una textura gomosa). El
resultado final después de muchas pruebas es esta versión de lo más crujiente,
hinchada y tierna. Los secretos son mezclar la mantequilla con la harina antes
de añadir la leche, y añadir 2 claras de huevo extra y el azúcar suficiente para
obtener una masa líquida más tierna y con más sabor.
TIEMPOS
Raciones: 4 a 6
Masa líquida
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 taza 142
azúcar 3 cucharadas 37
sal 1/4 de cucharada 1,7
mantequilla sin sal, derretida 4 cucharadas, divididas 56
leche 1 taza líquida 242
2 huevos grandes más
10 cucharadas 160 (sin cáscara)
2 claras de huevos grandes
extracto puro de vainilla 1 cucharadita -
UTENSILIOS
Con robot
En un robot de cocina con cuchilla metálica, mezcle la harina, el azúcar y la
sal durante unos segundos. Añada 2 cucharadas de mantequilla derretida y
procese la masa hasta que tenga una textura como de pequeños guisantes,
unos 20 segundos. Rebañe los restos de masa que hayan quedado adheridos
en las paredes del cuenco con la rasqueta e incorpórelos a la mezcla. Con el
robot encendido, añada la leche, los huevos, las claras de huevo y la vainilla,
y procéselo durante 20 segundos o hasta que la mezcla quede muy lisa.
A mano
En un cuenco mediano, mezcle la harina, el azúcar y la sal. Añada 2
cucharadas de mantequilla derretida y utilice un tenedor para aplastar y
mezclar hasta que la masa tenga una textura como de pequeños guisantes.
Con un batidor con manivela o una varilla, mezcle lentamente la leche con
los huevos y las claras de huevo de una en una, batiendo aproximadamente
durante 1 minuto después de cada incorporación. Luego siga batiendo hasta
que la masa líquida quede bien lisa (se podrán ver todavía pequeños grumos
de mantequilla). Añada el extracto de vainilla y bátalo.
Ambos métodos
2 > Deje que repose la masa líquida. Deje reposar la masa a temperatura
ambiente durante 1 hora antes de hornearla, o cúbrala y déjela en la nevera
por un período de hasta 24 horas. En ese caso, atempere la mezcla y bátala un
poco antes de hornear.
5 > Rellene el recipiente y hornee el Dutch baby. Saque la paella del horno
y vierta la masa líquida encima de la mantequilla caliente. Hornéelo durante
15 minutos. Baje la temperatura a 175 °C y siga horneando durante 30
minutos más o hasta que se haya hinchado en los extremos y por encima de
los lados de la paella y esté dorado. Unos 15 minutos antes de acabar el
tiempo de horneado, abra la puerta del horno y haga rápidamente 3 cortes
en el centro del Dutch baby para que escape el vapor y se seque un poco más
el centro.
Relleno de manzanas
INGREDIENTES MED IDA PESO
900 gramos de manzanas Granny Smith u otro tipo de 6 tazas una vez cortadas 717
manzana de tarta (unas 6 medianas), peladas, sin el
corazón y cortadas en rodajas de 0,6 cm de grosor
7 > Rellene el Dutch baby y sírvalo. Pase el Dutch baby a una fuente de
servir (deslice una espátula entre los lados de la paella y la masa si es
necesario para hacer esta operación) y rellénelo con las manzanas. Si lo
desea, ponga nata fresca (crème fraîche) o nata montada encima.
VARIANTE
> Para cortar y sacar el corazón de las manzanas, pártalas por la mitad y
vacíe el corazón con un vaciador de melón o un cuchillo. Parta cada
mitad en cuartos y luego cada cuarto en 3 o 4 pedazos en función del
tamaño.
> Si prefiere una masa más consistente y menos vaporosa, no añada las
claras de huevo extra.
NOTA
Harina: 100%
Agua: 229% (incluye el agua de la leche, la mantequilla y las
claras de huevo)
Sal: 1,2%
Grasas: 46% (incluye la grasa de la leche y de las yemas de
huevo)
3.
Panes planos
ESTE ES EL TIPO DE PAN QUE GUSTA A MÁS GENTE, DESDE LAS PIZZAS, la cocina
rápida más sana y toda una comida en sí misma, hasta las pitas, que se
hinchan como pequeños globos para convertirse en unos sándwiches
fantásticos, y la matzá a las hierbas, que hace burbujas pero no leva porque
no contiene levadura y es fabuloso como aperitivo.
Para mí, es tan importante la pizza que hice una peregrinación a New
Haven para probar la versión del renombrado Frank Pepe y recibí algunos
consejos útiles de su hija, que, por suerte, fue nuestra camarera. También
recibí una lección privada de Vinny Scotto, que hizo miles de pizzas cuando
trabajaba en Al Forno, de Providence, Rhode Island, donde empezó la moda
de la pizza americana de masa fina, y sigue haciéndolas ahora en su propio
restaurante, Gonzo, en el Greenwich Village de Nueva York. Lo he
sintetizado todo en la versión final que ofrezco en el libro, junto con mis
combinaciones favoritas para poner encima. Una de ellas, las almejas al
vapor, procede de algunas cenas en un restaurante de Nueva Jersey, en el río
Delaware, cerca de nuestra casa de campo, que se ha especializado en almejas
y pizzas. Siempre pedíamos almejas como aperitivo, regordetas y bañadas en
mantequilla, y me guardaba alguna para ponerla encima de la pizza. Hoy en
día en una pizza se pone cualquier cosa. Estoy totalmente a favor mientras no
sea una capa demasiado abundante, ya que mi principio número uno para las
pizzas es que sean crujientes.
En el norte de Italia, hacen unos panes planos con una masa similar a la
de la pizza que se llama focaccia. Las pizzas, pueden ser crujientes o suaves y
tenaces, redondas, oblongas o rectangulares, anchas o finas, y adornadas
simplemente con hierbas o cargadas de ingredientes. Pero cuando yo pienso
en una pizza, me refiero a un círculo fino de masa con queso y otros
ingredientes sabrosos, mientras que cuando pienso en una focaccia, por lo
menos así las conocemos en Estados Unidos, me imagino una masa
rectangular de varios grosores pero siempre algo más gruesa que la pizza, con
hoyuelos que contienen pequeñas balsas de aceite de oliva, hierbas y quizás
ajo. Las recetas de focaccia contenidas en este capítulo incluyen varios tipos
de masa y técnicas de mezclado radicalmente distintas, que son responsables
de sus diversas texturas, desde las que parecen un bizcocho hasta las más
tenaces. Todas llevan una proporción mucho más alta de agua que la mayoría
de recetas, por lo que tienen una textura más ligera. La focaccia a la parrilla
(página 226) tiene un porcentaje de humedad más bajo (69,9 por ciento) y es
la que se amasa menos, lo que da como resultado una corteza crujiente y un
interior mullido, como de bizcocho. La focaccia con capa de hierbas frescas
(página 219) contiene un 78,7 por ciento de agua y se amasa vigorosamente a
mano, lo que da como resultado una corteza excepcionalmente ligera y
esponjosa, con una capa de hierbas frescas justo debajo de la corteza
superior. La focaccia de romero (página 215) contiene un increíble porcentaje
del 113,5 por ciento de agua y se bate en una batidora amasadora durante 20
minutos. Con esto conseguimos una masa ligera pero extraordinariamente
tenaz.
La pita, el pan plano de Oriente Medio, que se hincha durante el horneado
para formar un bolsillo en el interior tiene, curiosamente, una masa casi
idéntica a la de mi masa básica para pizza o para la focaccia a la parrilla (65
por ciento de agua), pero se hace con una harina con más proteínas y se
amasa para desarrollar el gluten, lo que permite que la masa aguante el
levado.
Por mucho que adore la pizza, la focaccia y la pita, los panes planos
sabrosísimos de la India podrían haberme hecho quedar en el país durante mi
estancia en Delhi hace muchos años. Como la mayoría de casas indias no
poseían un horno tandoor, los panes tandoori (y el pollo tandoori) se
consideraban una comida de restaurante. Pero cada noche en casa de mis
amigos, los Puri, desfilaba una procesión interminable de chapatis durante la
comida. He incluido mi pan plano favorito de la India, raramente disponible
en nuestro país: una paratha frita, que es como un chapati pero más refinado
y ligeramente hojaldrado, que puede rellenarse, por ejemplo, con carne
picada picante.
NOTA
Las proporciones de los ingredientes esenciales básicos para los panes planos
varían entre un 55,5 y un 113,5 por ciento de agua, de 0 a 4,4 por ciento de
levadura instantánea, y entre 0,3 y 2,9 por ciento de sal. Estas proporciones se
basan en el porcentaje del panadero, en el cual cada ingrediente se mide en
relación con la harina, que se da con un valor del ciento por ciento. Algunos
de estos panes contienen también entre un 1,4 y un 12,7 por ciento de materia
grasa o aceite.
La masa perfecta para pizza
TIEMPOS
UTENSILIOS
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1 > Mezcle la masa una hora antes de darle forma, o bien, para que se
desarrolle mejor el sabor, entre 8 y 24 horas antes. Bata la harina, la
levadura instantánea y el azúcar en un cuenco pequeño. Agregue la sal sin
dejar de batir (esto evita que la levadura entre en contacto directo con la sal,
lo que la estropearía). Haga un cráter en el centro y vierta el agua. Con una
espátula de silicona o de madera, mezcle poco a poco la harina con el agua
hasta que toda la harina haya quedado humedecida y se empiece a formar la
masa, unos 20 segundos. Debería desprenderse bien del cuenco, pero todavía
debería ser un poco pegajosa y tener un aspecto algo grumoso, no liso. No
mezcle demasiado, ya que esto haría que la masa se volviese más pegajosa de
lo conveniente.
2 > Deje que la masa fermente. Vierta el aceite en un cuenco pequeño
(suficiente para permitir que la masa doble su tamaño en él). Ponga la masa
en el cuenco enaceitado con los dedos o con la espátula también enaceitada y
gírela hasta que todas las caras queden bien untadas. Cúbralo bien. Si quiere
utilizar pronto la masa, deje que repose a temperatura ambiente durante 1
hora o hasta que haya doblado su tamaño. Para que se desarrolle mejor el
gusto, haga la masa por lo menos 6 horas antes o hasta 24 horas antes, y deje
que repose a temperatura ambiente durante solo 30 minutos o hasta que se
haya inflado ligeramente. Luego ponga la masa, todavía en el cuenco
pequeño, en la nevera. Sáquela 1 hora antes de meterla en el horno.
5 > Forme la pizza y deje que leve. Con los dedos untados en aceite, saque
la masa del cuenco. Con la masa en una mano, vierta un poco del aceite que
ha quedado en el cuenco sobre la bandeja o bandejas para pizza y espárzalo
con los dedos por toda la superficie. (Si hace 2 pizzas, divida la masa por la
mitad.) Ponga la masa sobre la/s bandeja/s y presione hacia abajo con los
dedos para deshincharla un poco. Forme un disco metiendo los dedos por
debajo de los bordes. Si queda algún agujero, junte con cuidado un poco de la
masa alrededor para cerrarlo, e iguálelo al resto de la masa. Deje que la masa
repose 15 minutos, cubierta.
Con las yemas de los dedos, estire presionando la masa desde el centro
hasta el borde para expandir el disco hasta 25 cm (18 cm para 2 pizzas), y
deje que los bordes sean 1 cm más gruesos que el resto. Si la masa se resiste a
ser estirada (como sucederá si ha activado el gluten a base de amasarla
demasiado), cúbrala con film plástico y deje que repose unos minutos más
antes de seguir. Unte la superficie de la masa con el aceite de oliva que pueda
quedar. Cúbrala con film plástico y deje que repose entre 30 y 45 minutos
hasta que quede ligera y un poco inflada de aire.
Pizza Margarita
Saque la bandeja del horno y vierta la salsa de tomate sobre la masa, dejando
un borde estrecho en los extremos. Esparza la mozzarella sobre la salsa. Si lo
desea, añada pequeños tacos de ricotta. Vuelva a meter la bandeja sobre la
piedra durante 5 minutos o hasta que el queso se haya derretido y la corteza
esté dorada; para que quede más crujiente y dorada por la parte inferior,
coloque la pizza directamente sobre la piedra sirviéndose de una espátula de
cocina o una pala de panadero. Al cabo de 2 minutos, deslice una espátula
pequeña de metal por debajo del borde para comprobar que ya esté dorada y
coloque la pizza en la bandeja un nivel más arriba.
8 > Sirva la pizza. Traslade la pizza a una tabla de cortar y córtela con un
cortador de pizza, un cuchillo afilado o unas tijeras.
VARIANTE
Salsa de tomate para pizza (se obtienen 190 ml, o 3/4 de taza, suficiente para
2 pizzas de 25 cm)
Combine todos los ingredientes y déjelos cocer a fuego lento en una cacerola
pequeña, removiendo frecuentemente, hasta que se haya reducido más o
menos a 3/4 de taza, unos 10-12 minutos. Pruébelo para acabar de aderezarlo
y déjelo enfriar.
A mí me gusta más que tenga una textura gruesa, pero si la prefiere más
lisa pásela por el robot de cocina unos segundos.
Caliente el aceite de oliva a fuego lento en una sartén grande. Añada los
champiñones sin que se solapen los unos con los otros, añada la sal y el ajo.
Cocínelo unos 20 minutos, removiendo a menudo, hasta que el líquido se
haya evaporado y los champiñones empiecen a dorarse. Déjelos enfriar y
descarte los trocitos grandes de ajo que hayan quedado.
Tras los primeros 5 minutos de horneado, saque la bandeja con la pizza
del horno y añada la mozzarella por toda la masa. Cúbrala con los
champiñones, uniformemente, dejando el borde libre. Esparza el orégano y
chile en escamas. Vuelva a poner la bandeja sobre la piedra durante 5
minutos o hasta que el queso se haya fundido y la corteza se haya dorado; si
quiere que la parte de abajo quede más crujiente y dorada, deslice la pizza
directamente sobre la piedra con una espátula de cocina o una pala de
panadero. Al cabo de 2 minutos, deslice una espátula pequeña de metal por
debajo del borde para comprobar que ya esté dorada y coloque la pizza en la
bandeja un nivel más arriba.
Caliente el aceite de oliva a fuego medio en una sartén grande (30 cm).
Añada la cebolla y los pimientos y cocínelos, removiéndolos a menudo, hasta
que los pimientos estén tiernos al pincharlos con un tenedor, unos 15
minutos. Páselos a un plato. Añada la sal y la pimienta al gusto y déjelos
enfriar, luego separe los pimientos de la cebolla.
Tras los primeros 5 minutos de horneado, saque la bandeja con la pizza
del horno y distribuya la cebolla uniformemente sobre la superficie, dejando
el borde libre. Añada los pimientos en espiral por encima de las cebollas.
Sume los trocitos de gorgonzola o taleggio por encima y esparza la albahaca.
Vuelva a poner la bandeja sobre la piedra durante 5 minutos o hasta que el
queso se haya fundido y la corteza esté dorada; si quiere una corteza más
crujiente y dorada, deslice directamente la pizza sobre la piedra con una
espátula de cocina o una pala de panadero. Al cabo de 2 minutos, deslice una
espátula pequeña de metal por debajo del borde para comprobar que ya esté
dorada y coloque la pizza en la bandeja un nivel más arriba. Si lo desea,
añada los filetes de anchoa.
> DeMarle (véase página 627) fabrica un molde Silpain especial para pizza
ideal para pizzas individuales de 18 cm. La lámina contiene 6 huecos para
pizza: puede hacer 6 pizzas multiplicando la receta por 3 o puede cortar la
lámina para hacer 6 moldes individuales. Después de dar forma a la masa,
coloque el/los molde/s sobre una capa de papel de cocina para absorber el
exceso de aceite y que no rezume sobre la piedra de hornear. Las pizzas
horneadas se separan bien del molde después de pasar por el horno;
simplemente flexiónelo un poco y las pizzas se sueltan.
> Cada horno dora la pizza de un modo distinto, de manera que ajústelo
según lo necesite. Si su horno alcanza los 260 °C y utiliza una piedra de
hornear precalentada, el horneo inicial de la masa, sin los ingredientes,
debe durar solo 2 minutos. Si la parte de abajo queda bien dorada antes de
añadir el aderezo y la parte de arriba ya está bien cocida, traslade
simplemente la pizza de la bandeja directamente sobre la piedra caliente.
Una vez haya constatado cómo calienta su horno, puede utilizar siempre
la misma técnica para cada pizza.
VARIANTE
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 69,9%
Levadura: 1,4%
Sal: 2,9%
Aceite: 11,9%
Pan plano de patata
Este pan plano de patata es, de hecho, una masa de pizza más blanda, húmeda
y ligera con el añadido de patata machacada, huevo y mantequilla. La masa
resultante es tan suave como una almohada de plumón, el borde es crujiente
por fuera y por dentro es algo más tenaz. Se ha convertido en uno de los
aperitivos habituales del menú de Grouse Mountain, donde cada día ponen
por encima un conjunto diferente de hierbas y especias. Lo cortan en
cuadrados y los presentan superpuestos formando un círculo.
El aderezo que va por encima de setas y cebolla que damos aquí es la
primera que tuve el gusto de probar cuando conocí este pan plano. Puede
utilizar cualquiera de los aderezos de las páginas 201-205. Damos
instrucciones para una pizza grande de 25 cm (o pizzas grandes si son
multitud), pero la receta básica se puede dividir por la mitad para hacer 2
pizzas más pequeñas; véase la variante de la página 209.
Un agradecimiento especial para Rick Kangas, chef del Grouse Mountain
Grill de Beaver Creek, Colorado, por ofrecerme esta receta.
TIEMPOS
volumen gramos
harina panadera 3/4 de taza 100
levadura instantánea 1/4 de cucharadita 0,8
azúcar 2 cucharaditas 8
sal 3/8 de cucharadita 2,5
puré de patatas 2 cucharadas más 2 cucharaditas 38
mantequilla sin sal, en pomada 1/2 cucharada 7
agua, preferiblemente a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3 cucharadas 44
huevo poco batido 1 1/2 cucharaditas 8
aceite de oliva o vegetal 1 cucharadita 4,5
UTENSILIOS
2 > Deje que la masa fermente. Vierta el aceite (1 cucharada para la versión
pequeña, 2 cucharadas para la versión más grande) en un recipiente (de 1 litro
de capacidad para la versión pequeña y 3 litros para la más grande) y ponga
la masa dentro. Gírela para que quede untada por todos los lados. Cúbrala
bien y deje que repose a temperatura ambiente durante 30 minutos o hasta
que se haya inflado levemente.
Ponga la masa, todavía dentro del recipiente, en la nevera por un período
de hasta 24 horas; sáquela 1 hora antes de introducirla en el horno. Si no, deje
que repose a temperatura ambiente entre 30 minutos y 1 hora antes, hasta que
haya doblado su tamaño.
5 > Forme la masa y deje que leve. Con los dedos untados con aceite, saque
la masa del recipiente. Vierta un poco del aceite del recipiente sobre la/s
bandeja/s para pizza y espárzalo con los dedos. Presione la masa hacia abajo
con los dedos para deshincharla un poco y boléela poniendo los dedos por
debajo de los extremos. (Si hace la versión más grande, corte la masa en 6
piezas iguales y deles forma de pelota.) Ponga la masa sobre la/s bandeja/s
para pizza y deje que repose durante 15 minutos, cubierta.
Presione cada bola de masa con las yemas de los dedos para expandirla
hasta formar un disco de 25 cm, dejando el borde exterior 1 cm más grueso
que el resto. Si la masa se resiste a estirarse, cúbrala y deje que descanse unos
minutos más antes de proseguir. Rocíe la superficie de la masa con aceite.
Cúbrala con film plástico y deje que repose entre 30 y 45 minutos, hasta que
la masa esté ligera y un poco hinchada de aire.
6 > Hornee el pan plano (o los panes). Coloque las bandejas con los panes
planos directamente sobre la piedra caliente, en tandas si lo necesita, y
hornéelos durante 5 minutos. Tras sacar la bandeja del horno, añada
inmediatamente el mascarpone. Reparta el aderezo escogido (reserve el queso
parmesano). Deslice una espátula de cocina o la pala de panadero entre la
masa y la bandeja y coloque el pan directamente encima de la piedra.
Hornéelo durante 5 minutos o hasta que la corteza quede dorada. Al cabo de
2 minutos, deslice una espátula pequeña de metal por debajo del pan para
comprobar que ya esté dorado y colóquelo en la bandeja un nivel más arriba.
7 > Sirva los panes planos. Traslade el pan a una tabla de cortar.
Espolvoréelo con el parmesano y córtelo con un cortador de pizza, un
cuchillo afilado o unas tijeras en unos 9 cuadrados. Colóquelos un poco
superpuestos en un plato de servir.
VARIANTE
1 > Trocee el beicon. Corte el beicon en tiras de 1 cm. Fríalo hasta que esté
crujiente. Déjelo escurrir sobre papel de cocina.
2 > Saltee las espinacas y la cebolla. Caliente el aceite de oliva a fuego bajo
en una sartén mediana. Añada las espinacas y la cebolla, la sal y la pimienta.
Saltéelo durante unos 3 minutos o hasta que las espinacas y la cebolla estén
reblandecidas. Apártelo.
3 > Prepare las setas especiadas. Caliente el aceite de oliva a fuego bajo en
una sartén mediana (grande para la receta con más raciones). Añada las setas
cortadas en rodajas y el ajo. Ponga la sal, la pimienta, el tomillo, el romero y
el chile. Cocínelo durante unos 10 minutos, removiendo a menudo, hasta que
el líquido se haya evaporado y las setas se empiecen a dorar. Deje que se
enfríe y retire las piezas grandes de ajo.
VARIANTE
Panecillos Esta masa para pan plano también hace unos panecillos
excelentes. Es cuestión de darle otra forma.
Precaliente el horno a 175 °C durante 30 minutos antes de hornear. Sitúe
una rejilla en el carril inferior y coloque ahí una piedra o una bandeja de
hornear antes de precalentar.
Forme unas bolas con la masa, utilizando 56 gramos (1/4 de taza) de
masa para cada una, y colóquelas sobre una bandeja de hornear revestida con
una lámina de silicona antiadherente o papel de hornear, apartadas unos 8 cm
las unas de las otras. Cúbralo con un gran recipiente de plástico o con film
plástico untado con spray antiadherente o aceite. Deje que leven hasta que
hayan doblado su tamaño, entre 30 y 60 minutos.
Con cuidado, meta la bandeja de hornear directamente sobre la piedra o
sobre otra bandeja y hornee los panecillos hasta que estén dorados, entre 15 y
20 minutos (al insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro
indicará una temperatura de unos 100 °C). Úntelos con mantequilla fundida y
déjelos enfriar un poco sobre una rejilla. Servir tibios.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
volumen gramos
harina panadera 1 1/4 tazas 600
levadura instantánea 1/2 cucharada 4,8
azúcar 1/4 de taza 50
sal 2 1/4 cucharaditas 15
puré de patatas 1 taza 232
mantequilla sin sal, en pomada 3 cucharadas más 1 cucharadita 47
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 taza líquida más 2 cucharadas 265
56 (sin la
1 huevo grande, poco batido 3 cucharadas
cáscara )
UTENSILIOS
Esta masa curiosa tiene una gran contradicción: es increíblemente ligera pero
húmeda, y con una tenacidad agradable. ¡Tenga en cuenta el porcentaje de
agua de la masa! En relación con la harina, tiene un 113,5 por ciento de agua,
el porcentaje de agua más alto de las masas que aparecen en este libro.
¿Quién hubiera pensado que era posible hacer una masa tan húmeda y aun así
obtener un pan? Y este es el secreto de esta textura increíble. La cantidad
excepcionalmente alta de agua evita que el gluten de la harina se
descomponga durante el largo proceso de batido. Esto permite que la masa se
desarrolle en hebras muy largas y elásticas que aguantan el aire y dan la
textura tenaz. La masa será muy líquida hasta el final de los 29 minutos de
batido, cuando de repente se metamorfosea en una masa brillante, lisa e
increíblemente elástica.
Adapté esta receta de mi panadería favorita del barrio, la Sullivan Street
Bakery de Nueva York. Me gusta tanto la masa que puedo comer este pan
como plato principal, simplemente rociado con un poco de aceite de oliva
afrutado, romero y flor de sal o sal marina. También me gusta con dientes de
ajo hervidos en aceite (véase la variante, más adelante).
TIEMPOS
volumen gramos
harina panadera 2 3/4 tazas 390
levadura instantánea 3/8 de cucharadita 1,2
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 2 tazas líquidas menos 2 cucharadas 442
azúcar 3/4 de cucharadita 3
sal 3/4 de cucharadita 5,2
2 cucharadas más 2 cucharaditas, 36
aceite de oliva virgen extra
divid idas
UTENSILIOS
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2 > Deje que la masa fermente. Con una espátula o una rasqueta de
panadero untada en aceite, pase la masa a un cuenco de 1 1/2 litros de
capacidad, un poco engrasado con spray antiadherente o aceite. La masa
parecerá mozzarella derretida. Rocíe levemente con spray o aceite la parte
superior de la masa. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con
cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que
alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa leve
(idealmente a 24 o 26 °C) durante unas 4 horas o hasta que haya alcanzado la
marca.
3 > Forme la masa y deje que leve. Unte la bandeja con una cucharada de
aceite de oliva. Vierta la masa sobre la bandeja: se podrá verter bien, aunque
sea elástica. Úntese las manos con un poco del aceite que quede y extienda la
masa tan fina como sea posible sin romperla. Deje que repose 10 minutos,
luego siga extendiéndola hasta que cubra toda la superficie de la bandeja,
intentando mantener las burbujas. (Si la masa todavía es muy elástica y se
resiste a expandirse, deje que repose otros 10 minutos.)
Cubra la bandeja con una caja grande de plástico o con film plástico
engrasado y deje que leve hasta que haya doblado su volumen original, entre
1 1/2 y 2 horas.
VARIANTE
1 > Pele los dientes de ajo: debería llenar 2/3 de una taza (20 gramos).
Métalos en una cacerola y cúbralos con aceite de oliva, añadiendo más aceite
si la taza no cubre el ajo completamente.
3 > Saque los ajos de la cacerola con una espumadera y deje enfriar el
aceite. Si lo desea puede utilizar el aceite donde ha frito los ajos para
preparar la focaccia, y enfríe lo que le sobre para otros usos.
NOTA
El azúcar y la sal se añaden al final del batido para que el gluten se desarrolle
del todo y la focaccia horneada quede bonita y consistente.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 113,5%
Levadura: 0,3%
Sal: 1,3%
Aceite: 12,7%
Focaccia con capa de hierbas frescas
Este pan increíblemente ligero tiene una corteza superior fina y crujiente que
esconde una fina capa de hierbas frescas. Su corteza tierna, sabrosa y delicada
se llena de grandes agujeros; la parte superior es dorada y se completa con
cristales de sal. El secreto de este sabor y esta textura tan especiales es la
harina de trigo durum (una harina dorada con un sabor dulce de trigo), una
masa muy húmeda y un levado largo y lento. Este pan nos enseña dos
técnicas muy interesantes y útiles: trabajar a mano con una masa muy
pegajosa como único método posible de amasar y que se puede emplear para
cualquier masa similar, y laminar las hierbas en la corteza del mismo modo
que se añadiría la mantequilla a la pasta de hojaldre. Es una masa de artesano
y muy gustosa de hacer. Es igualmente gustosa de comer, tanto sola como en
rebanadas para un sándwich.
Si domina esta receta, será capaz de hacer a mano cualquier masa
pegajosa, desde la masa para chapata hasta el pan pugliese. Un
agradecimiento especial para Maggie Glezer, que ha creado la receta.
TIEMPOS
Aderezo
UTENSILIOS
3 > Deje que la masa repose. Pase la masa a un cuenco sin engrasar y
cúbralo bien con una tapa o film plástico. En función de la masa que le quede
en los dedos, esta pesará entre 500 y 510 gramos. Deje que repose 30 minutos
para que empiece a fermentar un poquito.
4 > Dé la vuelta a la masa y deje que fermente. Con una rasqueta untada en
aceite, pase la masa a una encimera ligeramente enharinada y añada un poco
de harina en la parte superior de la masa. Aplánela con cuidado sin
desgasificarla del todo. Pliéguela por los cuatro costados para hacer un bulto
bien prieto. Vuélvala a meter en el cuenco, cúbralo y deje que repose 30
minutos más.
6 > Forme la masa. Pase a una encimera con harina la masa y enharínela
bien. Con ambas manos, sin hacer explotar las burbujas, remeta los extremos
para hacer un paquetito regular. Enharine la masa, cúbrala con film plástico y
deje que repose entre 10 y 15 minutos.
Con las manos enharinadas, estire y presione con cuidado la masa
formando un rectángulo de 25 cm por 15 cm y 2,5 cm escasos de alto.
Traslade la masa a un papel de hornear enharinado y enharine más la parte
superior de la masa. Con un rodillo fino estire una cuarta parte (3,5 cm) del
lado más largo hasta convertirla en una capa fina de 11 cm de ancho que será
suficientemente grande como para cubrir la porción más gruesa no estirada de
masa cuando pliegue una sobre la otra. Presione con el rodillo donde la capa
fina se une al resto de la masa para hacer una hendidura notable. Si lo
necesita, utilice más harina para evitar que la masa se pegue. Con un cepillo
de repostería, retire la harina de la parte más gruesa de la masa y úntela con
un poco de agua.
7 > Añada las hierbas. Sumerja las hierbas en agua, sáquelas, sacúdalas y
colóquelas juntas pero sin sobreponerse sobre la parte gruesa de la masa.
Pliegue la parte fina de la masa sobre las hierbas para cubrirlas por completo.
Dé golpecitos con los dedos para eliminar las burbujas que puedan quedar y
remeta los extremos. Enharine la parte superior de la masa y, empezando
desde uno de los lados más estrechos, pase el rodillo sin apretar y de manera
homogénea hasta que las hierbas se perciban nítidamente, pero sin romper la
masa y hasta que haya sido expulsado todo el aire. Pase el rodillo
longitudinal y transversalmente para mantener la forma rectangular de la
masa tanto como sea posible. Debería ser de unos 15 cm de ancho por 35 cm
de largo y 1,3 cm de alto.
1> Apriete la masa con los pulgares y los índices de ambas manos
2> Apriétela a lo largo de toda la masa
8> Con el rodillo estire una cuarta parte del largo en una capa fina
'-"-., ........ -
9> Esparza las hierbas sobre la masa
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-· .. _¿ -'
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12> Practique hoyuelos profundos a lo largo de la masa
8 > Deje que la masa ya formada leve. Cubra la masa con una caja grande
de plástico o espolvoree harina encima y cúbrala con film plástico. Deje que
leve unas 2 horas o hasta que se haya hinchado y subido 2,5 cm; si presiona
la masa ligeramente con un dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
10 > Unte la masa con aceite, marque hendiduras con las yemas de los
dedos y añada sal encima. Con un cepillo de repostería limpio y seco, retire
de harina la superficie de la masa. Con cuidado, píntela con un pincel con la
cucharada de aceite de oliva (puede utilizar los dedos para expandir el aceite,
pero no ejerza presión para no deshinchar la masa). Con los dedos, marque
hendiduras a lo largo de la masa, separados unos 2,5 cm los unos de los otros;
llegue al fondo de la masa pero no la agujeree. Añada por encima la sal
gorda.
11 > Hornee la focaccia. Utilice una pala de panadero o una bandeja para
galletas (sin laterales) para deslizar el pan, todavía sobre el papel de hornear,
sobre la piedra o bandeja de hornear calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de
hielo en la bandeja que ha puesto en el suelo del horno y cierre la puerta
enseguida. Hornéelo durante 10 minutos. Saque el pan del papel de hornear,
dele la vuelta y colóquelo directamente encima de la piedra o la bandeja de
hornear. Hornee durante 5 minutos más o hasta que se haya dorado (al
insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una
temperatura de unos 100 °C).
> Escoja sus hierbas favoritas o una mezcla de tres tipos, como perejil de
hoja plana, cebollino picado y salvia, o perejil, romero y tomillo.
NOTA
La harina de trigo durum, que se extrae de un trigo muy duro llamado trigo
durum (véase página 573) se vende a veces como «harina extrafina para
pasta» o «harina de trigo superior para pasta». Se utiliza para la pasta porque
le da una textura firme al dente. Evite la sémola, que también se hace con
trigo durum pero su molienda es mucho más gruesa.
La harina de durum tiene un sabor más delicioso y un color dorado más
atractivo que la harina de trigo blanca. En esta receta se combina con harina
para todo uso porque la harina blanca de trigo forma un gluten más fuerte,
que aligera la masa y es más absorbente. El resultado es una masa más blanda
y húmeda.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 78,7%
Levadura: 0,27%
Sal: 2,3%
Aceite: 9%
Focaccia a la parrilla
TIEMPOS
volumen gramos
Opcional: al gusto -
aceite de oliva virgen extra para rociar
UTENSILIOS
Una parrilla;
2 > Deje que la masa fermente. Vierta el aceite en un cuenco pequeño. Con
los dedos o con una espátula, untados en aceite, ponga la masa en el cuenco y
vaya girándola hasta que todos los lados queden bien empapados de aceite.
Cúbrala bien y deje que repose a temperatura ambiente durante 30 minutos o
hasta que se haya inflado un poco. Coloque la masa, todavía en el cuenco, en
la nevera por un período de hasta 24 horas; sáquela 1 hora antes de meterla en
el horno. También puede dejarla reposar a temperatura ambiente otros 30
minutos o 1 hora, hasta que haya doblado su tamaño.
3 > Forme la focaccia y deje que leve. Saque la masa del cuenco con los
dedos untados en aceite. Sosteniendo la masa con una mano, vierta un poco
del aceite que ha quedado en el cuenco en la bandeja de hornear y espárzalo
por toda la superficie con los dedos. Ponga la masa en la bandeja y presiónela
suavemente con los dedos para desgasificarla un poco. Boléela hasta dejarla
lisa remetiendo los lados por debajo. Si queda algún agujero, junte con
cuidado un poco de la masa de alrededor para cerrarlo, e iguálelo al resto de
la masa. Deje reposar la masa, cubierta, durante 15 minutos.
Presione la masa con las yemas de los dedos desde el centro hasta los
extremos para estirarla hasta convertirla en un rectángulo de unos 23 cm por
15 cm y 0,6 cm de alto. Si la masa se resiste a ser estirada, cúbrala con film
plástico y siga presionándola con los dedos. Unte con un pincel la parte
superior de la masa con algo de aceite que haya sobrado en el cuenco y
cúbrala con film plástico. Deje que leve entre 20 y 30 minutos más o hasta
que tenga un aspecto ligero y esponjoso.
> Si está preparando la focaccia para hacer pan de sándwich, doble los
ingredientes de la receta. El rectángulo deberá tener las mismas medidas
pero tendrá una altura de 1,3 cm; crecerá hasta 2,5 cm. (Añada unos
minutitos más al tiempo de cocción, tanto en la parrilla como en el
horno.)
NOTA
En esta masa se utiliza menos sal que en la mayoría de masas, por lo que
puede esparcir la sal sobrante sobre la superficie de la focaccia. No solo la
embellece sino que añade buen sabor.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 69,9%
Levadura: 1,4%
Sal: 1,4%
Aceite: 11,9%
Pizza enrollada de verduras siciliana
TIEMPOS
Levado: 20 minutos
Temperatura del horno: 245 °C; luego, 200 °C
Horneado: 30 minutos
Relleno
INGREDIENTES MEDIDA PESO
UTENSILIOS
volumen gramos
harina para todo uso 3 1/4 tazas 468
levadura instantánea 2 cucharaditas 6,4
azúcar 2 cucharaditas 8,3
sal 1 1/2 cucharadita 10
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 1/3 tazas 312
harina de trigo integral (o harina para todo uso) para enrollar la masa 1/4 de taza 35
aceite de oliva 3 cucharadas, divididas 40
5 > Forme la masa. Unte con una cucharada de aceite una banda de 10 cm
de ancho en el centro de una hoja de papel de aluminio grueso de 50 cm de
largo. Estire la masa y forme un rectángulo de 45 cm por 40 cm. Distribuya el
aderezo uniformemente sobre la masa.
Enrolle la masa por el lado más largo, utilizando una regla larga de
plástico para ayudarse a sostener la masa mientras la enrolla (deslice un poco
la regla por debajo de la masa y utilícela para levantarla cuando la enrolle).
Apriete con firmeza la masa para sellarla cuando acabe de enrollar. Dé la
vuelta a la masa de modo que la costura quede abajo. Estire los extremos de
la masa y remétalos por debajo.
Pase la barra a la hoja de papel de aluminio. La costura debe quedar
abajo. Sobre la hoja de aluminio, lleve la barra a la bandeja mediana. Unte la
parte superior con una cucharada de aceite de oliva y practique 3 cortes
pequeños.
7 > Unte la corteza con aceite y enfríela un poco. Saque la bandeja del
horno y póngala sobre una rejilla. Unte la parte superior de la hogaza con la
cucharada de aceite de oliva que queda. Deje que se enfríe durante 10
minutos.
8 > Sirva el pan. Pase la hogaza a una tabla de cortar y utilice un cuchillo de
sierra para cortar rodajas de 1,3 a 2 cm.
> Este pan se congela bien. Y se pueden recalentar las rodajas en solo 10
minutos en un horno precalentado a 175 °C; conservarán todo su sabor.
Me gusta añadir antes paté de champiñones sobre las rodajas (ver salsa
duxelles, página 410); el relleno se mantiene húmedo y la corteza se
vuelve más crujiente. Este relleno de champiñones combina de maravilla
con las patacas. Las rodajas también están deliciosas recalentadas y
rociadas con un poco de trufa o de aceite de oliva virgen extra.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 62%
Levadura: 1,27%
Sal: 2%
Aceite: 8%
Pan de pita
TIEMPOS
Se obtienen: 12 pitas de 10 cm u 8 de 15 cm
INGREDIENTES MEDIDA PESO
1 > Mezcle la masa cerca de 1 1/2 horas antes de dar la forma al pan o,
para que se desarrolle mejor el sabor, entre 8 horas y 3 días antes.
A mano
Combine todos los ingredientes en un cuenco grande, excepto 1/4 de taza rasa
de harina (35,5 gramos). Con una cuchara de madera o con la mano, mézclelo
todo hasta que toda la harina se haya humedecido. Trabaje en el cuenco la
masa hasta que esté homogénea.
Espolvoree la encimera con un poco de la harina reservada y ponga la
masa encima. Amase durante 5 minutos, añadiendo tan poca harina como sea
posible. Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que
la trabaja. En este momento será muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose entre 5 y 20 minutos. Este reposo hará la masa
menos pegajosa y más fácil de manipular.
Amase entre 5 y 10 minutos más la masa o hasta que quede blanda y lisa
y solo un poco pegajosa al tacto. Añada un poco de harina o agua si lo
necesita. La masa pesará unos 800 gramos.
Ambos métodos
2 > Deje que la masa fermente. Con una espátula untada en aceite o una
rasqueta, pase la masa a un recipiente de 2 litros de capacidad, o más grande,
ligeramente engrasado con spray antiadherente o aceite. Presione la masa
hacia abajo y rocíe la parte superior con spray o aceite. Cubra el recipiente
con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado del
recipiente a la altura aproximada que alcanzará la masa una vez haya doblado
su tamaño. Ponga la masa en la nevera hasta el día siguiente (o hasta 3 días),
controlándola cada una de las primeras 4 horas y presionando hacia abajo si
empieza a subir.
5 > Hornee la pita. Coloque con rapidez una pieza de pita directamente
sobre la piedra, el recipiente o la bandeja de hornear y hornéela durante 3
minutos. La pita debería hincharse totalmente, pero aún no debe llegar a
dorarse. La masa no se hinchará bien si no está suficientemente humedecida.
Observe cómo se infla la pita y, si es necesario, rocíe con spray y amase cada
pieza restante con agua hasta que la masa esté blanda y húmeda; deje que
vuelva a reposar y vuelva a pasar el rodillo como antes. (Tenga en cuenta, no
obstante, que las pitas que no se hinchan lo suficiente están riquísimas
igualmente.) Prosiga con las otras masas, horneando 3 o 4 piezas a la vez o
todas juntas si utiliza una piedra o una bandeja de hornear. Con una espátula
de cocina, disponga los panes de pita sobre un paño limpio para que se
mantengan tibias. Deje que el horno se vuelva a calentar durante 5 minutos
entre tanda y tanda. Las pitas se pueden recalentar unos 30 segundos en un
horno caliente antes de servir.
VARIANTE
Para la versión de harina de trigo integral, utilice mitad de esta harina y mitad
de harina blanca. Si utiliza harina de trigo integral estándar, para obtener un
mejor resultado, muélala muy fina o procésela con un robot de cocina durante
5 minutos para romper el salvado en partículas más pequeñas. La harina de
trigo cien por cien integral molida finamente que se encuentra en los
mercados de Oriente Medio es la de mayor calidad. Para un sabor más suave
y un color más dorado, pruebe con la harina de trigo blanca cien por cien (ver
«Fuentes» en página 599). Necesitará añadir 75 gramos (1/4 de taza) más de
agua para un total de 354 gramos (1 1/2 tazas) de harina.
NOTA
Esta es la misma masa que utilizo para las pizzas, pero está hecha con una
harina más rica en proteínas y se amasa para desarrollar el suficiente gluten
como para mantener el crecimiento de la masa en el horno, cuando las pitas
se hinchan como pequeños globos para formar el bolsillo interior.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 65%
Levadura: 1,4%
Sal: 2,9%
Aceite: 6,2%
,.-·· --
~·~-~~---
-
_-..:.::.:.:::::--_-.
--,~~--
1
--- ·"!:r"~,,,J.~
Matzá mediterránea
Crecí comiendo matzá comprada, saboreándola cada Pascua judía untada con
mantequilla dulce, con un poco de sal o a veces con schmaltz (grasa de
pollo). Es difícil competir con la tradición y los recuerdos felices de la
infancia, pero cuando visité Tom Cat, la gran panadería de Queens, Nueva
York, que surte a muchos de los mejores restaurantes de la ciudad con panes
rústicos, el panadero jefe, James Rath, me dio a conocer una matzá diferente.
Fue creada por el copropietario del establecimiento, Noel Comess. Fina como
el papel y crujiente, con un poco de romero y una pizca de aceite de oliva…
Supe enseguida que había encontrado una matzá demasiado buena como para
limitarme a comerla solamente en la Pascua judía. (La matzá representa el
pan ácimo hecho por los judíos durante su largo éxodo de Egipto, cuando no
tenían tiempo de hacer pan con levadura.) De hecho, cuando nos visitaron
nuestros amigos Anna y Morry Schwartz de Australia nos terminamos dos
matzás enormes de Tom Cat combinadas con champán como aperitivo.
Cuando pruebe esta matzá querrá hacerla en su cocina.
No espere que se parezcan a los cuadrados de rugosidades uniformes que
vienen empaquetados. Son mucho más interesantes, de forma libre, como si
dijéramos. Parecen galletas saladas con bonitas burbujas de varios tamaños.
TIEMPOS
volumen gramos
harina para todo uso 2 3/4 tazas 390
harina de trigo integral molida muy fina 1/4 de taza 35
sal 1 1/8 cucharaditas 7,5
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 taza líquida 236
aceite de oliva 1/4 de taza líquida (y un poco más para untar unos 54
la masa)
UTENSILIOS
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Con la batidora
Bata las harinas y la sal en el cuenco de una batidora amasadora. Practique un
hueco en el centro y vierta dentro toda el agua menos 1 cucharada, el aceite
de oliva y el romero. Con la paleta mezcladora, mezcle a velocidad media (n°
4 si utiliza una KitchenAid) hasta que la masa no deje restos en las paredes
del cuenco. Si la masa no se ha homogeneizado al cabo de 1 minuto, añada
poco a poco el agua que queda, 1/2 cucharadita cada vez. No se preocupe si
parece pegajosa; puede añadir más harina si es necesario sin arruinar la
textura. Pase la masa a una encimera y trabájela ligeramente entre 1 y 2
minutos, hasta que quede lisa y satinada. (Quedará como una bola que se
aplana después de reposar.)
A mano
Ponga las harinas sobre una encimera o en un cuenco, y esparza la sal.
Practique un hueco en el centro y añada el aceite de oliva. Agregue toda el
agua menos 1 cucharada en tres o cuatro tandas, utilizando los dedos y una
rasqueta o espátula para incorporar harina y líquido hasta que pueda bolear.
Si es necesario, añada la cucharada final de agua.
Trabaje la masa hasta que quede muy lisa y elástica y parezca de satén,
unos 5 minutos, añadiendo harina extra solo si todavía es muy pegajosa tras
amasarla durante unos minutos.
Ambos métodos
2 > Unte la masa con aceite y déjela reposar. Vierta 1 cucharadita de aceite
de oliva en un plato pequeño y unte la masa hasta que quede bien cubierta.
Deje la masa en el plato, tápela con film plástico y deje que repose a
temperatura ambiente durante 30 minutos por lo menos, o póngala en la
nevera toda la noche.
5 > Enfríe la matzá. Con una espátula de cocina, saque la matzá del horno y
colóquela sobre una rejilla para que se enfríe del todo mientras da forma y
hornea el resto de masa. Si la matzá no está crujiente después de haberse
enfriado, puede volver a ponerla en el horno un ratito. Si lo desea, retire la
harina que haya podido quedar en la superficie de la matzá con un cepillo de
repostería o un pincel.
> Mientras se hornea cada matzá, hay tiempo para estirar la siguiente con el
rodillo. Si la masa está demasiado dura para estirarla, cúbrala y deje que
repose aproximadamente 1 minuto.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 55,5%
Levadura: 0%
Sal: 1,8%
Aceite: 1,4%
Kheema paratha
Los panes planos de la India son muchos y muy variados, pero de todos los
que no requieren un horno tandoor especial, la paratha, que se cocina en una
plancha, es mi favorita. La masa para este pan contiene menos agua que la
pita y, en lugar de levadura, se hace con una técnica especial de estirado,
plegado y formación de capas con mantequilla fundida para hincharla hasta
convertirla en un pan tierno y casi hojaldrado. Las parathas se saltean con un
poco de mantequilla en una sartén de hierro en forma de disco (sin lados)
llamada tawa, disponible en los mercados de Oriente Medio y la India, pero
también se pueden hacer en una sartén de hierro colado. El hecho de hacerlas
en una sartén y no hornearlas es lo que da a la paratha su calidad crujiente en
el exterior.
La paratha se suele servir sola o como acompañamiento de la comida. Un
pedazo de paratha puede servir como «tenedor» comestible para coger la
comida. A veces se rellena con una mezcla de cebolla especiada y patata o
coliflor, pero solo cuando visité la India pude disfrutar la kheema paratha
rellena con carne picada especiada. Al regresar, encontré la receta perfecta
para el relleno en An Invitation to Indian Cooking, de Madhur Jaffrey. La
salsa de cilantro de Oriente Medio, un acompañamiento opcional, queda de
maravilla.
TIEMPOS
Opcional:
Leche en polvo , preferiblemente desnatada, o sustituya la mitad
1 1/2 cucharadas 11,7
del agua con leche escaldada y enfriada hasta entibiarse
UTENSILIOS
Ambos métodos
2 > Deje que la masa repose. Ponga la masa en un cuenco ligeramente
untado con aceite y rocíe con spray vegetal antiadherente la parte superior.
Cúbrala bien con film plástico y colóquela en un sitio tibio durante un
mínimo de 30 minutos y un máximo de 3 horas.
Se obtienen: 2 tazas
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
aceite vegetal 2 cucharadas 28
1 hojita de laurel - -
1 rama de canela - -
3 clavos - -
1 cebolla mediana, picada fina 1 taza 142
1 trocito de 1 cm de jengibre 4 cucharaditas -
3 dientes de ajo medianos, picados - -
semillas de cilantro 1/2 cucharada -
semillas de comino 1/2 cucharada -
cúrcuma molida 1/2 cucharadita -
yogur 1 cucharada -
salsa de tomate 1 cucharada -
carne picada, preferiblemente paleta - 454
macis molida 1/8 de cucharadita -
nuez moscada , preferiblemente acabada de moler 1/8 de cucharadita -
sal 3/4 de cucharadita 5
pimienta de cayena 1/4-1/2 cucharadita -
agua 1/4 de taza líquida -
mantequilla clarificada (o suero de mantequilla) 1/4 de taza líquida 48
Opcional:
Salsa verde yemení (página 247) 1 taza 237
4 > Forme la masa. Estire la masa sobre una superficie enharinada y dele
forma de cuerda. Divídala en 8 partes iguales. Trabaje las piezas de una en
una, dejando el resto de la masa cubierta con film plástico para evitar que se
seque. Forme una bola con cada pieza, enharinándola levemente y póngala
sobre una bandeja o sobre la encimera.
Otra vez de una en una y con el resto bien cubierto, aplane cada bola de
masa con los dedos enharinados y estírela formando un disco de 12,5 cm,
añadiendo harina a la encimera y a la masa si es necesario para evitar que se
pegue. Retire la harina y unte la superficie de la masa con mantequilla
clarificada con un pincel. Pliegue la masa por la mitad, retire la harina otra
vez y úntela de nuevo con mantequilla clarificada. Vuélvala a plegar y déjela
a un lado.
5 > Forme las parathas. Cuando haya formado toda la masa, estire cada
pieza triangular hasta formar un disco irregular de 18 cm. Es útil utilizar los
dedos para estirar la masa con cuidado. Se pueden amontonar los discos de
masa estirada separándolos con papel de cera o film plástico.
Trabaje con 2 piezas de masa cada vez. Vierta 1/4 de taza (28 gramos) del
relleno uniformemente sobre uno de los discos y cúbralo con el otro.
Superponga los extremos y séllelos presionando la masa y dejando un borde
de 0,5 cm.
Gire la paratha para que la costura quede en la parte inferior y póngala
sobre una encimera enharinada. Estire la masa con mucho cuidado con el
rodillo y vigile que el relleno no traspase la masa. Forme un disco de unos
18-20 cm; estire firmemente con el rodillo los extremos, que habrán quedado
más gruesos.
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6 > Fría las parathas. Caliente la tawa o la sartén a fuego medio hasta que al
tirar una gota de agua esta crepite. Baje la temperatura a fuego medio y unte
la sartén con un poco de la mantequilla clarificada restante. Ponga una
paratha en la sartén y fríala hasta que la parte inferior tenga manchas doradas
y esté crujiente, aproximadamente 1 1/2 minutos. Unte la superficie con un
poco más de mantequilla y, con una espátula, dé la vuelta a la paratha y siga
friéndola hasta que se haya dorado, aproximadamente 1 minuto. La masa se
hinchará, pero luego se desinfla cuando se retira del fuego.
7 > Sirva las parathas. Corte la paratha en 4 trozos con un cortador de pizza
o un cuchillo afilado. Mientras cocina el resto de panes, manténgalos tibios
en el horno encendido al mínimo, cubiertos con papel de aluminio sin
ajustarlo. (Las parathas se pueden recalentar de este modo durante unos 10
minutos o también se pueden comer a temperatura ambiente.) Sírvalas con la
salsa verde si le apetece.
volumen gramos
semillas de cardamomo (de 6 vainas) 1/4 de cucharadita -
1 clavo pequeño - -
semillas de comino, ligeramente tostadas 1/2 cucharadita -
sal 1/2 cucharadita -
pimienta negra 1/4 de cucharadita -
2 dientes de ajo - -
3 chiles verdes picantes, sin semillas ni venas 1/4 de taza 31
3 chiles verdes no picantes, sin semillas ni nervios 1/4 de taza 31
1 ramillete grande de cilantro, solo las hojas y tallos delgados 2 tazas 42
aceite de oliva 1/4 de taza líquida 56
> La harina de trigo integral debe ser fresca (véase página 580). Si no, no
formará una masa lo suficientemente fuerte y el relleno de carne la
romperá.
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NOTA
Si utiliza el cien por cien de harina de trigo durum molida muy fina (atta),
disponible en mercados de la India o de Oriente Medio, podrá hacer la más
delicada, sabrosa y deliciosa de las masas de trigo. Si utiliza harina de trigo
integral normal, es necesario utilizar entre 1/3 y 1/2 de harina panadera para
proporcionar la elasticidad necesaria. Si utiliza harina integral estándar,
pásela unos minutos por el robot de cocina para reducir el tamaño del salvado
y los gérmenes; luego ciérnalo para eliminar las partículas más gruesas. La
masa resultante será más tenaz que la de harina de trigo integral cien por cien.
Si utiliza mitad leche y mitad agua en lugar de agua al cien por cien, la masa
será más elástica. A mí me gusta utilizar manteca en lugar de mantequilla
clarificada porque su sabor es muy compatible con el relleno.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 61%
Levadura: 0%
Sal: 2,3%
4.
Panes de sándwich y panecillos de
corteza blanda
A PESAR DE LA CRECIENTE DEMANDA DE PANES ARTESANOS CON UN SABOR fuerte,
crujientes y tenaces, en nuestros corazones habrá siempre un lugar para el pan
de sándwich. Del mismo modo que cuando un francés piensa en la palabra
pan le viene inmediatamente a la cabeza la imagen de una baguette, a los
estadounidenses nos pasa lo mismo con el pan de sándwich. No hay nada de
qué avergonzarse: la manufactura y estandarización del pan de molde blanco
cortado en rebanadas que se venden en los supermercados a un precio
asequible es uno de los milagros de la tecnología americana, y lo cierto es
que nos encanta. Este tipo de pan blandito marca la pauta de los
americanísimos sándwiches de mantequilla de cacahuete o de mermelada, y
también del sándwich de pan de pasas enrollado en espiral con canela y
tostado con mantequilla. Cuando empecé a desarrollar una receta base para
este tipo de pan mi objetivo era conseguir la máxima blandura y ligereza,
pero manteniendo todo el sabor de un pan hecho en casa en contraste con el
pan relativamente soso que se comercializa y que sirve como mero vehículo
para ser untado o rellenado. En cuanto a la textura, aunque a muchos les
gusta este tipo de pan acabado de hornear, cuando está lo más blandito
posible, a mí me gusta un poco tostado, lo que enfatiza su cualidad esponjosa
más que su blandura.
Aunque pienso que la receta básica para el pan de sándwich que he
desarrollado es casi perfecta, me he inventado otras versiones divertidas y
deliciosas añadiendo plátano, patatas, boniato, queso cheddar, ricotta y queso
cottage (parecido en textura al requesón). Estos añadidos cambian el sabor, el
color y la textura; la mayoría de las veces de un modo sutil, pero en ocasiones
de modo bien notorio, y siempre interesante.
Todas estas masas de pan son también maravillosas para hacer panecillos
de corteza blanda clásicos.
Hágalos para fiestas, cenas, ocasiones especiales y en vacaciones. Por
supuesto, son los panecillos ideales para hacer perritos calientes y
hamburguesas.
Además del pan blanco básico, he incluido dos panes para sándwich
hechos en parte con harina de trigo integral: el pan de trigo roto y el pan de
linaza. No son tan blandos como los panes de sándwich hechos con harina
blanca, pero te permitirán disfrutar de una textura extra y del aroma a trigo
que proporcionan estos granos llenos de sabor.
> Para estos panes es posible utilizar alguna de las harinas para todo uso
recomendadas en vez de la harina panadera.
> Los panes blandos se deben hornear el tiempo suficiente como para
endurecer lo bastante la corteza, mantener el levado y evitar que se
desplome tras el horneado.
NOTA
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 2 1/4 tazas más 2 1/2 cucharadas 341
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 taza líquida y 3/4 rasa 405
miel 2 cucharadas más 1 cucharadita 45
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
UTENSILIOS
Dos moldes de 21,5 cm por 11,5 cm, ligeramente engrasados con aceite o
spray antiadherente;
Opcional:
manteq uilla fundida 1 c ucharada 14
A mano
Añada la sal y la mantequilla al cuenco. Con una cuchara de madera o con la
mano mézclelo todo hasta que la harina quede humedecida. Trabaje en el
cuenco la masa hasta que quede homogénea, luego pásela a una encimera
ligeramente enharinada. Amase durante 5 minutos, tiempo suficiente para que
la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible de la harina reservada para evitar que se pegue demasiado.
Con una rasqueta vaya recogiendo la masa y uniéndola a medida que la
trabaja. En este momento estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose durante 20 minutos. (Este tiempo de reposo hará
la masa menos pegajosa y más fácil de manipular.)
Amase durante 5 minutos más, hasta que la masa esté muy lisa y elástica.
Debería ser lo suficientemente pegajosa como para quedarse un poco
adherida a los dedos. Si lo hace en exceso, añada un poco de la harina
restante. (La masa pesará unos 1.260 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Con la ayuda de una espátula o rasqueta
enaceitada, pase la masa a un cuenco de 4 litros de capacidad ligeramente
untado con aceite o spray antiadherente. Presione la masa hacia abajo y rocíe
también un poco la superficie con aceite o spray. Cubra el recipiente con una
tapa o con film plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a
la altura aproximada que alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño.
Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado
la marca, entre 1 1/2 y 2 horas.
Con una espátula o una rasqueta enaceitadas, pase la masa a una encimera
enharinada y presiónela con cuidado hacia abajo para formar un rectángulo.
Estará llena de aire y será elástica. Intente mantener tantas burbujas de aire
como sea posible. Abra y pliegue la masa desde los cuatro lados formando un
rectángulo prieto, o bien dóblela en tres partes como si fuera una carta, dos
veces seguidas, y vuélvala a meter en el recipiente. Unte la superficie otra vez
con aceite, cúbrala y vuelva a marcar el lado a la altura aproximada que
alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño. (Llenará más el
recipiente que la primera vez, porque ahora estará más hinchada de aire.)
Deje que la masa fermente durante 1 o 2 horas o hasta que haya alcanzado la
marca.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y córtela por la mitad. Dé forma de pan de molde a
cada mitad: empiece presionando la masa hacia abajo con cuidado (o
estirándola ligeramente con un rodillo de amasar) y dándole forma de
rectángulo; el tamaño exacto no es importante en este momento.
(Debería colocar la parte más larga de la masa frente a usted.)
Desgasifique un poco la masa con las yemas de los dedos para romper las
burbujas más grandes. Pliegue el lado derecho de la masa hasta un poco más
allá del centro. Pliegue el lado izquierdo de la masa solapando un poco lo ya
plegado. Presione el punto donde han solapado con el canto de la mano para
sellarlo. (Si tiene mucha experiencia en el amasado de pan, puede girar la
masa 90 grados.) Empezando por un extremo de la masa, enróllela tres o
cuatro veces, hasta que alcance el otro extremo: con cada vuelta, presione con
los pulgares para ir sellando, y al mismo tiempo empújela en dirección
contraria a usted para reforzar la capa exterior. A medida que enrolla y
presiona la masa se irá estirando. Si no es tan larga como el molde, coloque
las manos juntas sobre la masa y, moviéndolas a uno y otro lado, vaya
acercándose a los extremos, estirando con cuidado la masa. Para una forma lo
más uniforme posible, es importante mantener una capa exterior firme y no
romperla. Si quiere que los extremos de la masa queden lisos, remeta los
lados por debajo.
Coloque los panes en los moldes previamente preparados; la masa debe
quedar aproximadamente 1 cm por debajo de la altura del molde. Cúbralos
con un recipiente grande o con film plástico untado en aceite y sin presionar.
Deje que reposen hasta que el centro esté aproximadamente 2,5 cm por
encima de los lados del molde, entre 1 1/2 y 2 horas. Si presiona la masa con
la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
7 > Hornee el pan. Rápidamente pero con suavidad, coloque los moldes
sobre la piedra o la bandeja calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o la bandeja del suelo del horno y cierre la puerta de inmediato.
Hornee durante 50 minutos o hasta que estén medio dorados; si inserta una
brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 100 °C). A medio
horneado, dé la vuelta a los moldes para que los panes se cocinen
uniformemente.
8 > Glasee y enfríe el pan. Saque el pan del horno y colóquelo sobre una
rejilla metálica. Opcionalmente, unte la parte superior del pan con la
mantequilla fundida.
Desmolde y enfríe el pan boca arriba en la rejilla metálica hasta que esté
tibio, alrededor de una hora.
> Si no utiliza leche en polvo, puede sustituir 1 taza de agua por 1 taza de
leche,preferiblemente desnatada, escaldada (calentada hasta el punto de
ebullición) y luego atemperada hasta que esté tibia.
NOTA
Una cantidad mayor de esponja ofrece un sabor más completo. Casi el 50 por
ciento de la cantidad total de harina se utiliza en la esponja, comparado con el
habitual 30 por ciento.
Si utiliza leche líquida, esta se escalda para desactivar las enzimas que
podrían hacer más pegajosa la masa.
Hornear el pan a temperatura demasiado alta daría una corteza más fina
que podría abrirse o provocar el desplome del pan. Por este motivo este pan
se hornea a 175 °C. También es importante que el pan se hornee
uniformemente de modo que la corteza sea lo bastante firme. Por la misma
razón, los panes no deberían cortarse hasta que estén completamente fríos.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 66,3% (incluye el agua de la mantequilla y
la miel)
Levadura: 0,74%
Sal: 2,3%
Materia 15,9%
grasa:
Panecillos blandos con baño de mantequilla
Cuando era pequeña, era impensable cenar sin que hubiera pan en la mesa.
Entre semana el pan habitual era de centeno, pero en casa de mi refinada tía
abuela Polly, donde cada cena era una ocasión especial, siempre había
panecillos blandos. Para mí, estos bollos representaban la elegancia de una
época pasada. ¡Todavía recuerdo cómo me enseñó a trocearlos con los dedos
educadamente en lugar de hincarles el diente directamente como me dictaba
mi impulso natural! Cuando crecí y empecé a comer en restaurantes, descubrí
que los panecillos blandos forman parte consustancial de una cena formal y
agradecí esa lección de buenos modos.
TIEMPOS
Se obtienen: 12 panecillos
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 taza más 3 cucharadas 170
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3/4 de taza líquida más 2 cucharadas 202
miel 1 cucharada más 1 1/2 cucharadita 22
levadura instantánea 1/4 de cucharadita 0,8
UTENSILIOS
volumen gramos
harina panadera 1 taza más 1 1/2 cucharaditas 156
leche en polvo, preferiblemente desnatada 2 cucharadas 20
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
mantequilla sin sal, en pomada 4 1/2 cucharadas 64
sal 1 1/8 cucharaditas 7,5
mantequilla sin sal, fundida y enfriada 4 cucharadas 56
A mano
Añada la sal y la mantequilla al cuenco y, con una cuchara de madera o con
la mano, remuévala hasta que toda la harina quede humedecida. Trabaje en el
cuenco la masa hasta que quede homogénea, luego pásela a una encimera
ligeramente enharinada. Amase durante 5 minutos, tiempo suficiente para que
la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible de la harina reservada para evitar que se pegue. Con una
rasqueta vaya recogiendo la masa y uniéndola a medida que la trabaja. En
este punto será muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que
repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que la masa sea menos
pegajosa y más fácil de manipular.)
Amase durante 5 minutos más la masa o hasta que quede muy lisa y
elástica. Debería ser lo bastante pegajosa como para quedarse un poco
adherida a los dedos. Si la masa es demasiado pegajosa, sin embargo, añada
un poco de la harina reservada. (La masa pesará unos 630 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un cuenco de unos 2 litros de
capacidad ligeramente untado con aceite o spray antiadherente con la ayuda
de una espátula o una rasqueta enaceitadas. Presione la masa hacia abajo y
rocíe ligeramente la superficie con aceite o spray. Cubra el recipiente con una
tapa o con film plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a
la altura aproximada que alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño.
Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado
la marca, entre 1 1/2 y 2 horas.
Con una espátula o rasqueta enaceitada, pase la masa a una encimera
enharinada y presiónela con cuidado formando un rectángulo. Estará llena de
aire y será elástica. Intente mantener la mayor cantidad posible de burbujas.
Estire la masa hacia fuera y pliéguela por los cuatro lados formando un
rectángulo prieto, o bien pliéguela en tres partes como si fuera una carta, dos
veces seguidas, y vuélvala a meter en el recipiente. Vuelva a untar la
superficie con aceite, cúbrala y marque el lado del recipiente a la altura
aproximada que alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará
más espacio en el recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más
aire.) Deje que la masa fermente hasta que haya alcanzado la marca, durante
1 o 2 horas.
5 > Forme los panecillos, báñelos y deje que leven. Corte la masa en 12
piezas: la manera más fácil de hacerlo es primero enrollar con cuidado la
masa formando un tronco largo y cortarla en 4 partes iguales, luego corte
cada pieza en 3 (cada una debería pesar 50 gramos). Trabaje las piezas de una
en una, dejando la masa restante bien cubierta.
Si la masa es pegajosa, póngase harina en la mano —pero no sobre la
encimera, ya que la masa se resistirá a ser trabajada—. Bolee cada pieza de
masa con la mano ahuecada y trabájela hasta que quede lisa. Selle la pequeña
hendidura que se forma en la parte inferior. Este proceso le ayudará a formar
una capa uniforme en el exterior del panecillo, lo que le dará consistencia
durante el horneado.
Vierta la mantequilla en un cuenco pequeño. Bañe todos los lados de cada
bola en la mantequilla fundida, utilizando una pluma de repostería o un pincel
si lo necesita, y luego colóquelas comprimidas en el molde y cara abajo,
haciendo 3 filas de 4 panecillos. (Las filas de 4 se tocarán entre ellas, pero las
3 filas estarán separadas una de otra. Gracias a estos espacios, la masa se
alargará en forma de hogaza pequeña.)
Cubra el molde con un recipiente grande o con film plástico, sin
presionar, y deje que los panecillos fermenten durante 1 1/2 horas, hasta que
hayan doblado su tamaño; los panecillos casi alcanzarán la altura del molde.
Si presiona la masa con la yema del dedo, la hendidura quedará marcada.
8 > Enfríe los panecillos. Saque los panecillos del horno. Desmóldelos y
enfríelos boca arriba sobre una rejilla metálica hasta que estén tibios, unos 20
minutos; luego, retírelos de la rejilla.
UTENSILIOS
UTENSILIOS
Pliegue por la mitad los discos de masa para hacer panecillos Parker House.
UTENSILIOS
VARIANTES
Pan rojo de Rosy El agua que sobra después de hervir remolacha es un tinte
natural maravilloso para los alimentos. Utilizada en lugar del agua de la
masa, añade un sabor muy sutil e indefinible y un color absolutamente
precioso. (La acidez natural de la masa de pan fija el color.) Para un color
rosa más pálido, añada agua al líquido de la remolacha, mitad y mitad. ¿Qué
niña se podrá resistir a un panecillo rosa? Cuando se tuestan ligeramente y se
untan con un poco de mantequilla y mermelada granate de frambuesa, la
interrelación de los colores añade un placer inesperado a cada mordisco.
> Si no utiliza leche en polvo, puede sustituir el agua con un volumen igual
de leche, preferiblemente desnatada, escaldada (calentada hasta el punto
de ebullición) y luego atemperada hasta que esté tibia. (Se escalda para
desactivar la proteasa, que ralentizaría la producción de la levadura y
podría causar la descomposición de la proteína de la harina, lo que daría
como resultado una masa pegajosa y reblandecida.)
> Aprendí la técnica de bañar las bolas de masa ya formadas (antes de que
leven) en mantequilla clarificada en el restaurante de George Lang,
Gundel, de Budapest, Hungría. Este proceso da un delicioso sabor de
mantequilla a toda la corteza.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 66,3% (incluye el agua de la mantequilla y la miel)
Levadura: 0,74%
Sal: 2,3%
Materia grasa: 15,9%
\
Pan de molde para sándwich (Pain de mie o
Pullman)
El pain de mie o pan de molde es el pan básico para sándwiches que se hace
en Francia. Este pan tiene una corteza mínima, resultado de hornear el pan en
un molde especial de lados rectos y cubierto. La tapa es lo que evita un
levado total y produce la corteza fina y compacta.
La proporción de ingredientes de esta receta es muy similar a la de la
receta para el pan de sándwich básico, pero es uno de los panes más rápidos y
fáciles de hacer. Se elabora sin prefermento y utiliza una cantidad de levadura
más grande de lo habitual, de modo que solo necesita 1 hora para levar. Es un
pan ideal para empezar sus aventuras con los panes con levadura.
TIEMPOS
volumen gramos
harina panadera 4 tazas 585
leche entera en polvo 1/4 de taza 40
levadura instantánea 1 cucharada 9,6
mantequilla sin sal, en pomada 6 cucharadas 85
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 1/2 tazas líquidas 354
miel 2 cucharadas 40
sal 2 cucharaditas 13,2
UTENSILIOS
A mano
Mezcle la leche en polvo, la levadura y toda la harina menos 1/4 de taza, en
un cuenco grande. Añada la mantequilla y, con una cuchara de madera o la
mano, mezcle el agua, la miel y la sal hasta que toda la harina esté
humedecida. Trabaje en el cuenco la masa hasta que forme una pasta, luego
pásela a una encimera ligeramente enharinada. Amásela durante 5 minutos,
tiempo suficiente para que la estructura del gluten comience a desarrollarse,
añadiendo tan poca harina de la reservada como sea posible para evitar que la
masa se pegue demasiado. Con una rasqueta vaya recogiendo la masa e
incorporándola a medida que la trabaja. En este momento estará muy
pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (El
tiempo de reposo hará que la masa quede menos pegajosa y más fácil de
manipular.)
Amase 5 minutos más la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería ser ligeramente pegajosa y quedarse un poco adherida a los dedos.
Sin embargo, si la masa está demasiado pegajosa añada un poco de la harina
reservada. (Pesará unos 1.100 gramos.)
Ambos métodos
2 > Forme la masa y deje que fermente. Dé a la masa forma de balón de
fútbol americano sobre una encimera ligeramente enharinada. Enharine la
parte superior de la masa y cúbrala con film plástico. Deje que repose entre
10 y 15 minutos. Saque el film plástico y deshinche con cuidado la masa,
utilizando las yemas de los dedos para estirarla formando un rectángulo de
unos 25 cm por 20 cm. Añada tanta harina a la encimera como sea necesario
para evitar que se pegue la masa.
Pliegue la masa como si fuera una carta (en tres partes), luego presiónela
o estírela de nuevo hasta tener una forma de 30,5 cm por 13 cm y acabe
formando un torpedo de 40 cm de largo (ver la página 73). Póngala en el
molde ya preparado. Unte la tapa del molde y deslícela hasta cerrarlo,
dejando unos pocos centímetros abiertos para que pueda seguir el progreso
del levado (¡asegúrese de insertar la tapa por el extremo plano, de modo que
cuando la retire el extremo curvo no raspe el pan!). Cubra el área expuesta
con film plástico si no utiliza una cámara de fermentación casera. Cubra el
molde con un recipiente grande o colóquelo en un lugar tibio, y deje que
fermente hasta que esté a 1 cm de la tapa, entre 1 y 1 1/2 horas. Si se presiona
la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
5 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y desmóldelo sobre una rejilla
metálica. Enfríelo boca arriba hasta que esté tibio, aproximadamente 1 hora.
> Si no utiliza leche en polvo, puede sustituir 1 taza de agua por 1 taza de
leche escaldada (calentada hasta el punto de ebullición) y luego
atemperada hasta que esté tibia.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 63,9% (incluye el agua de la mantequilla y
la miel)
Levadura: 1,64%
Sal: 2,3%
Materia 11,8%
grasa:
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Pan de canela y pasas
El pan blanco con pasas enrollado en espiral con canela y azúcar es uno de
los panes más populares de Estados Unidos. Me encanta la dulzura y la
humedad que las pasas dan a la corteza, pero debo aceptar el hecho de que no
a todo el mundo le gustan las pasas. Así que, si es su caso, no las ponga:
obtendrá de todos modos un pan magnífico.
Por supuesto, si le gustan las pasas, puede omitir la espiral de canela para
obtener un pan de pasas más versátil con el que hacer sándwiches fantásticos,
como el de jamón y queso a la plancha. Y, para tener los dos sabores, puede
convertir fácilmente el pan de pasas en una tostada con canela untándolo con
mantequilla derretida y rociándolo con una mezcla de 1/2 cucharadita o más
de canela por 1 cucharada de azúcar.
Es normal que se formen huecos cuando se enrolla el pan en espiral. Para
minimizarlos, en este pan yo añado las pasas a la masa en lugar de hacerlo al
azúcar y la canela.
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MED IDA PESO
vo lumen gramos
harina panadera 2 1/4 tazas más 2 1/2 cucharadas 341
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 3/4 tazas líquidas rasas 405
miel 2 cucharadas más 1 cucharadita 45
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
UTENSILIOS
Dos moldes para pan de 21 cm por 11 cm, ligeramente untados con aceite
o spray antiadherente;
Opcional:
mantequilla f undida 1 cucharada 14
Pasas
INGREDIENTES MED IDA PESO
volumen gramos
pasas 1 taza 144
A mano
Añada la sal y la mantequilla al cuenco y, con una cuchara de madera o la
mano, mézclelo hasta que toda la harina esté humedecida. Trabaje la masa en
el cuenco hasta que haya ligado, luego pásela a una encimera ligeramente
enharinada. Trabaje la masa durante 5 minutos, tiempo suficiente para que la
estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo tan poca cantidad
de la harina reservada como sea posible para evitar que se pegue. Con una
rasqueta vaya recogiendo la masa y uniéndola a medida que la trabaja. En
este momento estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje
que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que la masa esté menos
pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje otros 5 minutos la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Seguirá siendo pegajosa y se seguirá pegando ligeramente a los dedos. Sin
embargo, si lo hace en exceso, añada un poco de la harina reservada. (La
masa pesará unos 1.258 gramos.) Cubra el cuenco con film plástico y deje
que la masa repose 10 minutos.
Añada las pasas y, con una cuchara de madera enaceitada o con la mano,
mezcle para incorporarlas de manera uniforme. No se preocupe demasiado
por cómo se distribuyen, ya que al deshinchar y plegar la masa después del
primer levado se distribuirán más homogéneamente.
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Con la ayuda de una espátula o rasqueta
enaceitada, pase la masa a un recipiente para levar la masa o a un cuenco de 4
litros de capacidad, ligeramente untados con aceite o spray antiadherente.
Presione la masa hacia abajo y rocíe la superficie con spray antiadherente o
úntela con aceite. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta
adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que alcanzará
la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente
(idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2
horas.
Con la ayuda de una espátula o rasqueta enaceitada, pase la masa a una
encimera enharinada y presiónela con cuidado hasta formar un rectángulo.
Estará llena de aire y será elástica. Intente conservar tantas burbujas de aire
como sea posible. Doble la masa en tres partes como si fuera una carta y
vuélvala a poner en el recipiente. Vuelva a untar la superficie con aceite,
cúbrala y déjela en la nevera durante 1 hora para que la masa coja firmeza.
volumen gramos
azúcar 1/4 de taza más 2 cucharadas 75
canela 4 cucharaditas 9
huevo poco batido 2 cucharadas 32
6 > Forme la masa y deje que leve. Ponga la masa sobre una encimera
ligeramente enharinada y córtela por la mitad. Conserve una mitad de la masa
bien cubierta mientras trabaja con la otra.
Para hacer el pan de pasas sin la espiral de canela: Dé forma de pan de
molde a cada pieza y ponga la masa en los moldes ya preparados;
quedará aproximadamente 1 cm por debajo de la altura del molde.
Para hacer un pan en espiral: Guarde en la nevera la mitad de la masa
para no tener que trabajar con prisas la primera mitad.
Sobre una encimera ligeramente enharinada, estire la pieza de masa con
el rodillo hasta formar un rectángulo de 19 cm de ancho por 35 cm de largo y
0,5 cm de alto. Presione la masa con las yemas de los dedos y con cuidado
para desinflar las burbujas de aire que provocarían huecos en la espiral. Pinte
la masa con el huevo poco batido (aproximadamente 1 cucharada por pan),
dejando un margen de unos 2 cm por los cuatro lados.
Espolvoree el azúcar y la canela de manera uniforme sobre la masa,
dejando un margen de aproximadamente 2 cm en los cuatro lados.
Empezando por el extremo más corto y más cercano a usted, enrolle la masa
bien prieta, como lo haría con un brazo de gitano; cada vez que dé un giro
entero, unte la masa con huevo y apriete con firmeza pero con cuidado para
que se adhiera bien el relleno. Si es necesario, utilice las manos para remeter
los extremos de la espiral para que no se alargue más de 19 cm. Cuando
llegue al final, selle bien ambos lados de la masa para que no se escape el
relleno. Recoja la masa que haya podido salirse de los extremos y séllela con
el resto de la masa remetiéndola por debajo del pan.
Coloque la espiral con la costura en la parte inferior en un molde ya
preparado; quedará a aproximadamente 1 cm por debajo de la altura del
molde. Haga lo mismo con el segundo pan.
Cubra los moldes con un recipiente grande o con film plástico untado en
aceite, sin apretar. Deje que fermente entre 1 y 2 horas o hasta que el centro
esté unos 3 cm por encima de la altura del molde. Si se presiona ligeramente
la masa con la yema del dedo, la hendidura quedará marcada.
8 > Hornee el pan. Rápidamente pero con suavidad, coloque los moldes
encima de la piedra o la bandeja de hornear calientes, y cierre la puerta
enseguida. Hornéelos durante 50 minutos o hasta que el pan esté medio
dorado; si inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un
termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una temperatura de
unos 100 °C). A mitad del tiempo de cocción gire los moldes para que el
horneado sea uniforme.
9 > Glasee y enfríe el pan. Saque los panes del horno y colóquelos sobre una
rejilla metálica. Unte las partes superiores de los panes con mantequilla
derretida. Desmóldelos y enfríelos boca arriba sobre la rejilla metálica hasta
que estén tibios, cerca de 1 hora.
VARIANTE
Espirales de hierbas En lugar de la canela y el azúcar, utilice 2/3 de taza
(28 gramos) de perejil picado, 2/3 de taza (32 gramos) de cebolletas o
cebollinos picados (las partes blancas y verdes) y 2 pizcas de sal.
> Si no utiliza leche en polvo, puede sustituir 1 taza de agua por 1 taza de
leche, preferiblemente desnatada, escaldada (calentada hasta el punto de
ebullición) y luego atemperada hasta que esté tibia. (La leche se escalda
para desactivar la proteasa que contiene, que lentificaría la producción de
la levadura y podría descomponer la proteína de la harina, lo que daría
una masa pegajosa y débil.)
> He descubierto que el huevo entero es mejor para evitar los huecos en la
masa cuando se enrolla en espiral.
NOTA
Harina: 100%
Agua: 66,3% (incluye el agua de la mantequilla y
la miel)
Levadura: 0,74%
Sal: 2,3%
Materia grasa: 15,9%
Pan de patata para sándwich
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gra mos
1 patata mediana, lavada pero no pelada 170
harina panadera 3 tazas más 1 cucharada 117
agua, de hervir la patata, a temperatura ambiente
1 taza líquida menos 1 cucharada 100
(20-30 ºC)
miel 1 cucharada 20
levadura instantánea 1/4 de cucharadita 0,8
UTENSILIOS
Un molde de pan de 20 cm por 11 cm, ligeramente untado con aceite o
spray antiadherente;
1 > Hierva la patata y prepare la esponja. Hierva la patata en agua sin salar
entre 20 y 30 minutos o hasta que esté bien tierna. Cuélela, reservando el
agua, y deje que se enfríe un poco. Mida 1/2 taza menos 1 cucharada del agua
de hervir la patata y deje que se enfríe hasta que esté tibia. Pele la patata y
pásela por un pasapurés o un colador, o bien tritúrela hasta obtener un puré
liso; mida o pese 1/2 taza (128 gramos) de puré.
Combine la harina, el agua de la patata, la miel y la levadura en un
cuenco grande o en el de la batidora amasadora. Mézclelo hasta que esté muy
liso, para que incorpore agua, unos 2 minutos. La esponja tendrá la
consistencia de una masa líquida espesa. Rebañe los restos de la esponja que
hayan quedado en las paredes del cuenco y cúbrala con film plástico.
Opcional:
mantequ illa derretida 1/2 cucharada 7
A mano
Añada la sal, la mantequilla y el puré de patatas al cuenco y, con una cuchara
de madera o con la mano, mézclelo todo hasta que la harina quede
humedecida. Trabaje en el cuenco la masa hasta que quede homogénea, luego
pásela a una encimera ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos,
tiempo suficiente para que la estructura del gluten comience a desarrollarse,
añadiendo la mínima cantidad posible de la harina reservada. Con la ayuda de
una rasqueta, rebañe los restos de masa que queden adheridos en las paredes
del cuenco y únalos al resto a medida que amasa. En este momento estará
muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose durante 20
minutos. (El reposo hará que la masa quede menos pegajosa y más fácil de
manipular.)
Amase otros 5 minutos más la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería ser lo suficientemente pegajosa como para quedarse un poco
adherida a los dedos. Sin embargo, si la masa es demasiado pegajosa añada
un poco de la harina reservada. (La masa pesará unos 583 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Con una espátula o rasqueta enaceitada,
pase la masa a un recipiente para levar la masa o a otro cuenco grande de 2
litros de capacidad ligeramente untados con aceite o spray antiadherente.
Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte superior con un poco de spray o
con aceite. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta
adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que alcanzará
la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente
(idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 y 2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula o
una rasqueta enaceitada, y presiónela suavemente hacia abajo para formar un
rectángulo. Estará llena de aire y será elástica. Intente mantener tantas
burbujas de aire como sea posible. Pliegue la masa desde los cuatro lados y
forme un rectángulo prieto, o bien pliéguela en tres partes como si fuera una
carta, dos veces seguidas, y vuélvala a meter en el recipiente. Vuelva a untar
la superficie con aceite, cúbrala y marque el lado del recipiente a la altura
aproximada que alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará
más espacio en el recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más
aire.) Deje que fermente entre 1 1/2 y 2 horas o hasta que haya alcanzado la
marca. Si se presiona la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará en
rellenarse.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y dele forma de pan de molde (ver las ilustraciones de
la página 71). Colóquela en el molde ya preparado; no debería alcanzar más
allá de 1 cm por debajo de la altura del molde. Cúbrala con un recipiente
grande o con film plástico, sin presionar, y deje que fermente hasta que el
centro haya crecido unos 3 cm por encima de la altura del molde, entre 1 1/2
y 2 horas.
7 > Hornee el pan. Rápidamente pero con suavidad, coloque el molde sobre
la piedra o bandeja de hornear ya calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo
en el recipiente del suelo del horno y cierre enseguida la puerta. Baje la
temperatura a 190 °C y siga horneando entre 20 y 25 minutos o hasta que el
pan esté medio dorado; si inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia
(al insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una
temperatura de unos 88 °C). A medio horneado, dé la vuelta a los moldes
para que el pan se cocine de manera uniforme.
8 > Glasee y enfríe el pan. Saque el pan del horno y colóquelo sobre una
rejilla metálica. Pinte la parte superior del pan con mantequilla derretida, si la
utiliza. Desmóldelo y enfríelo boca arriba sobre la rejilla metálica hasta que
esté tibio, aproximadamente 1 hora.
VARIANTE
Pan con patata violeta Si utiliza puré de patata violeta obtendrá unos
resultados asombrosos. El pan una vez horneado tiene un tono malva
precioso. El color desaparece cuando se congela, pero al tostar el pan
reaparece como por arte de magia. Tiene un gran éxito entre los niños.
> Puede sustituir el agua de hervir la patata y la leche en polvo por leche
escaldada y luego atemperada hasta que esté tibia.
> Para sustituir el puré de patata con harina de patata añada 2 cucharadas
más 1 cucharadita (25,5 gramos) de harina de patata a la mezcla de harina
y, justo antes de mezclar la masa, añada 1/2 taza menos 1 cucharada rasa
(105 gramos) de agua. Aunque es un equivalente exacto y el pan tendrá
esencialmente la misma textura y sabor, la masa suele crecer un poco más
cuando se utiliza harina de patata porque se incorpora de forma más
homogénea a la masa.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
.-
., 'e_,.,.,
-- ce~
~
, .
Pan de plátano
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
vol ume n gramos
harina panadera 1/2 taza más 1 cucharada 80
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1/2 taza líquida rasa 103
miel 1 cucharada 20
levadura instantánea 1/4 de cucharadita 0,8
UTENSILIOS
Un molde de 21,5 cm por 11,5 cm ligeramente untado con aceite o spray
antiadherente;
vo lu men gramos
harina panadera cerca de 1 1/2 tazas 207
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
leche en polvo, preferiblemente desnatada 2 cucharadas 20
mantequilla sin sal, en pomada 4 cucharaditas 18,5
1 plátano mediano muy maduro, ligeramente triturado 1/2 taza 113
sal 1 cucharadita 6,6
Opcional:
mantequ illa derretid a 1/2 cucharada 7
A mano
Añada la mantequilla, el plátano triturado y la sal al cuenco y mézclelo todo
con una cuchara de madera o con la mano hasta que la harina se haya
humedecido. Amase en el cuenco la masa hasta que forme una pasta, luego
pásela a una encimera ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos,
tiempo suficiente para que la estructura del gluten comience a desarrollarse,
añadiendo la menor cantidad posible de la harina reservada para evitar que se
pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo la masa y uniéndola a medida que
la trabaja. En este momento estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo servirá para que
la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Amase la masa otros 5 minutos o hasta que sea muy lisa y elástica.
Debería pegársele un poco a los dedos. Si la masa sigue siendo demasiado
pegajosa, añada la harina reservada, o un poco más. (La masa pesará unos
600 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente para levar u
otro tipo de cuenco de 1 1/2 litros de capacidad engrasado con aceite o spray
antiadherente con la ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas.
Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte superior con un poco de spray
antiadherente o aceite. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con
cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que
alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa
fermente (idealmente a 24-26 °C) entre 1 1/2 y 2 horas, o hasta que haya
alcanzado la marca.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula o
una rasqueta enaceitadas y presione hacia abajo con cuidado formando un
rectángulo. La masa estará llena de aire y será elástica. Intente mantener la
mayor cantidad posible de burbujas de aire. Pliegue la masa desde los cuatro
lados formando un rectángulo prieto o bien pliéguela en tres partes como si
fuera una carta, dos veces seguidas, y vuélvala a meter en el recipiente.
Vuelva a untar la parte superior con aceite, cúbrala y marque la altura
aproximada que alcanzará una vez que haya doblado su tamaño. (Ocupará
más espacio en el recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más
aire.) Deje que la masa fermente entre 1 y 2 horas o hasta que haya alcanzado
la marca.
5 > Forme la masa y deje que leve. Traslade la masa a una encimera
ligeramente enharinada y dele forma de pan de molde (ver las ilustraciones de
la página 71). Colóquela en el molde ya preparado; la masa quedará casi a 1
cm por debajo de la altura del molde. Cúbralo con un recipiente grande o con
film plástico, sin presionar, y deje que fermente hasta que el centro esté en
torno a 2,5 cm por encima de la altura del molde, entre 1 1/2 y 2 horas. Si se
presiona la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
8 > Glasee y enfríe el pan. Saque el pan del horno y colóquelo sobre una
rejilla metálica. Opcionalmente, píntelo con mantequilla derretida.
Desmóldelo y enfríelo boca arriba sobre la rejilla metálica hasta que esté
tibio, en torno a 1 hora.
> Si no utiliza leche en polvo, puede sustituir 1/2 taza de agua por 1/2 taza
de leche, preferiblemente desnatada.
NOTA
Para esta receta utilizamos menos mantequilla que para el pan básico de
sándwich porque el plátano la enriquece con humedad y sabor.
La patata hervida con piel tiene un 79,8 por ciento de agua, y el plátano
tiene un 75 por ciento, de modo que la 1/2 taza de patata del pan de patata
para sándwich se sustituye por 1/2 taza de plátano y un poco de agua. El
plátano hace que la corteza se dore un poco más rápidamente, y por ello
bajamos la temperatura hacia el final del horneado.
Para calcular las proporciones si hace este tipo de pan en cantidades
mayores, tenga en cuenta que la piel del plátano representa cerca del 25 por
ciento del peso de la fruta.
Este pan se puede cocer inicialmente a una mayor temperatura que el pan
blanco básico para sándwich porque el plátano le da más estructura, de modo
que no requiere una corteza tan gruesa.
PORCENTAJES DE LA MASA
El sabor de este pan es tan sutil que nunca diría que contiene boniato. Pero el
color es de un dorado anaranjado y la textura es húmeda y blanda sin el
menor asomo de la gomosidad que da la patata normal. El ñame y el boniato
son intercambiables. Se necesita menos mantequilla que para hacer el pan de
sándwich básico porque el boniato da la blandura y la humedad necesarias.
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
1 boniato o ñame medianos, lavados pero no pelados - 170
harina panadera 3/4 de taza más 1 cucharada 117
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1/2 taza más 1 cucharada 132
miel 2 cucharaditas 13
levadura instantánea 1/4 de cucharadita 0 ,8
UTENSILIOS
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDIDA PESO
Opcional:
manteq uil la derretida 1/2 cuc harada 7
2 > Combine los ingredientes de la mezcla de harina y añádalos a la
esponja. Mezcle la harina (reserve 2 cucharadas si lo hace a mano), la leche
en polvo y la levadura en un cuenco mediano. Ponga la mezcla encima de la
esponja y cúbrala bien con film plástico. Deje que fermente entre 1 y 4 horas
a temperatura ambiente. (Durante este tiempo la actividad de la esponja hará
que aparezcan pequeños cráteres a través de la capa de harina: así tiene que
ser.)
A mano
Añada la mantequilla, el puré de boniato y la sal al cuenco grande y, con una
cuchara de madera o con la mano, mézclelo hasta que toda la harina esté
humedecida. Trabaje en el cuenco la masa hasta que forme una pasta y luego
pásela a una encimera ligeramente enharinada. Siga trabajando la masa 5
minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten comience a
desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad posible de la harina reservada
para evitar que se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo la masa y
mezclándola a medida que la trabaja. En este momento estará muy pegajosa.
Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de
reposo servirá para que la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de
manipular.)
Amase otros 5 minutos la masa, o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería quedársele un poco pegada a los dedos. Pero si está demasiado
pegajosa añada un poco de la harina reservada, o incluso una cantidad extra.
(La masa pesará unos 560 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente para el levado
o a un cuenco de 2 litros de capacidad ligeramente engrasados con aceite o
spray antiadherente con la ayuda de una espátula o rasqueta enaceitada.
Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte superior con spray o aceite.
Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque
el lado del recipiente a la altura aproximada que alcanzará la masa una vez
haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C)
hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula o
una rasqueta enaceitadas y presiónela con cuidado formando un rectángulo.
Estará llena de aire y será elástica. Intente conservar tantas burbujas de aire
como sea posible. Pliegue la masa desde los cuatro lados formando un
rectángulo prieto o bien pliéguela en tres partes como si fuera una carta, dos
veces seguidas, y vuélvala a meter en el recipiente. Vuelva a untar la parte
superior con aceite, cúbrala y marque el lado del recipiente a la altura
aproximada que alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará
más espacio en el recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más
aire.) Deje que fermente hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2
horas.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y dele forma de pan de molde (ver las ilustraciones de
la página 71). Póngala en el molde ya preparado; quedará 1 cm por debajo de
la altura del molde. Cúbralo con un recipiente grande o con film plástico
untado en aceite, sin presionar, y deje que fermente hasta que el centro haya
subido 2,5 cm por encima de la altura del molde, entre 1 1/2 y 2 horas. Si
presiona la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
7 > Hornee el pan. Rápidamente pero con suavidad, coloque el molde sobre
la piedra o bandeja de hornear calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo al
recipiente colocado en el suelo del horno y cierre la puerta enseguida. Hornee
durante 5 minutos. Baje la temperatura a 190 °C y siga horneando entre 20 y
25 minutos o hasta que la corteza esté medio dorada; si inserta una brocheta
en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 88 °C). A medio
horneado dé la vuelta a los moldes para que el pan se cocine uniformemente.
8 > Glasee y enfríe el pan. Saque el pan del horno y póngalo sobre una
rejilla metálica. Opcionalmente, unte el pan con mantequilla fundida.
Desmóldelo y enfríelo bocarriba sobre la rejilla metálica hasta que esté tibio,
alrededor de 1 hora.
VARIANTE
> Si no utiliza leche en polvo, puede sustituir el agua con 1/2 taza más 1
cucharada de leche, preferiblemente desnatada, escaldada y luego
atemperada hasta que esté tibia.
PORCENTAJES DE LA MASA
Este pan está basado en la receta del pan básico de sándwich, y tiene una
corteza blanda y uniforme. El queso da un dorado oscuro a la corteza, y si
utiliza cheddar de color naranja la corteza tendrá un bonito dorado
anaranjado. Con este pan se hacen los sándwiches de jamón más fantásticos
que quepa imaginar, con un poco de mayonesa y unas hojas de tomillo fresco.
Tostado y con mantequilla es también maravilloso, o con queso y a la
plancha, ¡una doble ración de queso! La pimienta de cayena y la mostaza en
la masa aviva el aroma a queso y deja un retrogusto que incita a tomar el
siguiente bocado.
TIEMPOS
UTENSILIOS
volumen gramos
harina panadera 1 taza más 3 cucharadas 170
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3/4 de taza líquida más 2 cucharadas 206
Opcional:
manteq ui lla derretida 1/2 cuc harada 7
A mano
Añada el cheddar, la mantequilla, la mostaza, la pimienta de cayena y la sal al
cuenco grande y, con una cuchara de madera o con la mano, mézclelo todo
hasta que la harina se haya humedecido. Trabaje en el cuenco la masa hasta
que quede homogénea, luego pásela a una encimera ligeramente enharinada.
Siga trabajando la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la estructura
del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad posible de
la harina reservada. Con una rasqueta vaya recogiendo la masa y uniéndola a
medida que la trabaja. En este momento estará muy pegajosa. Cúbrala con el
cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que
la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje otros 5 minutos la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería estar blanda pero no debería pegarse a los dedos. Si la masa es
pegajosa, añada la harina restante, o un poco más. (La masa pesará unos 685
gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente para levar o a
un cuenco de 2 litros de capacidad ligeramente untado con aceite o spray
antiadherente con la ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas.
Presione la masa hacia abajo y rocíe ligeramente la parte superior con aceite
o spray. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva,
marque el lado del recipiente a la altura aproximada que alcanzará la masa
una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a
24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2 horas.
Pase la masa a una encimera ligeramente enharinada y presiónela con
cuidado formando un rectángulo. Estará llena de aire y será elástica. Intente
conservar la mayor cantidad posible de burbujas de aire. Pliegue la masa
desde los cuatro lados formando un rectángulo prieto o bien pliéguela en tres
partes como si fuera una carta, dos veces seguidas, y vuélvala a poner en el
recipiente. Vuelva a untar la parte superior con aceite y marque el lado del
recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su
tamaño.
(Ocupará más espacio en el recipiente que la vez anterior porque ahora
contiene más aire.) Deje que fermente por segunda vez hasta que haya
alcanzado la marca, entre 1 y 2 horas.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y dele forma de pan de molde (ver las ilustraciones de
la página 71). Póngala en el molde ya preparado; quedará como a 1 cm por
debajo de la altura del molde. Cúbralo con un recipiente grande o bien con
film plástico, sin presionar, y deje que fermente hasta que el centro quede
unos 2,5 cm por encima de la altura del molde, entre 1 1/2 y 2 horas. Si se
presiona la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
7 > Hornee el pan. Rápidamente pero con suavidad, coloque el molde sobre
la piedra o la bandeja de hornear calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo
en el recipiente o la bandeja del suelo del horno y cierre la puerta enseguida.
Hornee el pan entre 45 y 50 minutos o hasta que esté medio dorado; si inserta
una brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de
lectura instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 100 °C). A
medio horneado, dé la vuelta al molde para que el pan se cocine de manera
uniforme.
8 > Glasee y enfríe el pan. Saque el pan del horno y colóquelo sobre una
rejilla metálica. Opcionalmente, unte la parte superior con mantequilla
derretida. Desmolde el pan y enfríelo en la rejilla metálica, boca arriba, hasta
que esté tibio, alrededor de 1 hora.
> Si no utiliza leche en polvo, puede sustituir 1/2 taza de agua por 1/2 taza
de leche, preferiblemente desnatada.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 76% (incluye el agua de la mantequilla y el
queso)
Levadura: 0,73%
Sal: 2,2%
Grasa: 17,9% (incluye la grasa de la mantequilla y
el queso)
Pan de ricotta
TIEMPOS
volumen gramos
harina panadera 3 1/2 tazas 500
azúcar 2 cucharadas 25
levadura instantánea 1/2 cucharada 4 ,8
ricotta entera, fría 1 taza más 1 1/2 cucharadas 250
mantequilla sin sal , en pomada 7 cucharadas 100
1 huevo grande, frío 3 cucharadas más 1/2 cucharadita 57 (con cáscara)
sal 1/2 cucharada 10
agua fría 1/2 taza líqu ida 118
Opcional:
mantequilla derretida 1 c ucharada 14
UTENSILIOS
4 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y dele forma de pan de molde (ver las ilustraciones de
la página 71). Póngala en el molde ya preparado; debería estar alrededor de 1
cm por debajo de la altura del molde.
Cubra la masa con un recipiente grande o con film plástico untado en
aceite, sin presionar, y deje que fermente hasta que casi haya doblado su
tamaño, entre 45 minutos y 1 1/4 horas. El centro quedará 2,5 cm por encima
de la altura del molde, y si se presiona la masa suavemente con la yema del
dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
6 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y póngalo sobre una rejilla
metálica. Opcionalmente, úntelo con mantequilla fundida, desmóldelo y
enfríelo boca arriba sobre la rejilla metálica, hasta que esté tibio, por lo
menos 1/2 hora.
volumen gramos
harina panadera 3 tazas 468
leche en polvo 1 1/2 cucharadas 13,5
azúcar 2 cucharadas 25
levadura instantánea 1/2 cucharada 4,8
cebolla, picada 1/2 taza 70
eneldo fresco, picado 3 cucharadas 10
queso cottage poco curado (no desnatado) 3/4 de taza llena 100
sal 1/2 cucharada 10
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3/4 de taza líquida 177
UTENSILIOS
> Todos los ingredientes excepto la mantequilla deberían estar lo más fríos
que sea posible para evitar un exceso de calor en el robot. Si la
mantequilla no está reblandecida, es probable que el robot se atasque.
Guardar en el congelador la mezcla de harina, azúcar y levadura durante
15 minutos, o más, es útil pero no es necesario en absoluto.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 70,2% (incluye el agua del queso y de la
clara de huevo)
Levadura: 0,96%
Sal: 2%
Grasa: 17,5% (incluye la grasa del queso y de la
yema de huevo)
Pan de trigo roto
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1/2 taza 78
harina de trigo integral 1/2 taza 72
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
azúcar 1/2 cucharada 6,2
leche en polvo, preferiblemente desnatada 1 cucharada 8
miel 1 cucharada 21
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 taza líquida más 2 cucharadas 266
UTENSILIOS
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDIDA PESO
A mano
Añada el bulgur y opcionalmente la lecitina o el aceite y la sal al cuenco
grande y, con una cuchara de madera o con la mano, mézclelo hasta que toda
la harina quede humedecida. Trabaje la masa en el cuenco hasta que forme
una pasta y luego pásela a una encimera ligeramente enharinada. Trabaje la
masa durante 5 minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten
comience a desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad posible de la harina
reservada. Con una rasqueta vaya recogiendo la masa y uniéndola a medida
que la trabaja. En este momento estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que la
masa sea menos pegajosa y más fácil de manipular.)
Trabaje la masa hasta que sea muy lisa y elástica, otros 10 minutos.
Debería pegársele un poco a los dedos. Si la masa es demasiado pegajosa
añada la harina restante, o un poco más. (La masa pesará unos 964 gramos.)
Ambos métodos
5 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un cuenco de 2 litros de
capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray adherente con la ayuda
de una espátula o una rasqueta enaceitadas. Rocíe la parte superior con aceite
o spray y cúbrala con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque el
lado del recipiente a la altura aproximada que alcanzará la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta
que haya alcanzado la marca, entre 45 minutos y 1 1/2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula o
una rasqueta enaceitadas y presiónela hacia abajo con cuidado formando un
rectángulo. Dóblela tres veces como si fuera una carta, redondee los extremos
y vuélvala a dejar en el recipiente. Vuelva a untar la superficie con aceite,
cúbrala y marque el lado a la altura aproximada que tendrá una vez haya
doblado su tamaño. (Ocupará más espacio en el recipiente que la vez anterior
porque ahora contiene más aire.) Deje que la masa fermente hasta que haya
alcanzado la marca, entre 45 minutos y 1 hora. Seguirá siendo un poco
pegajosa.
6 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada. Dele forma de pan de molde (ver las ilustraciones en
la página 71). Póngala en el molde ya preparado; quedará a 1 cm por debajo
de la altura del molde. Cúbrala con un recipiente grande o con film plástico,
sin presionar. Deje que la masa fermente hasta que casi haya doblado su
tamaño, entre 45 minutos y 1 1/2 horas. (El centro quedará unos 3 cm por
encima de la altura del molde.) Si se presiona la masa con la yema del dedo,
la hendidura tardará en rellenarse.
8 > Greñe, glasee y hornee el pan. Unte la parte superior de la masa con un
poco de la mantequilla derretida. Con un cuchillo afilado o una hoja de
afeitar, practique una greña longitudinal de 1 cm de profundidad en la parte
superior de la masa.
Rápidamente pero con suavidad, coloque el molde sobre la piedra o
bandeja de hornear calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o la bandeja del suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee el pan entre 45 y 55 minutos o hasta que tenga un dorado pálido; si
inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un
termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una temperatura de
unos 100 °C).
9 > Glasee y enfríe el pan. Saque el pan del horno y colóquelo sobre una
rejilla metálica. Úntelo con la mantequilla derretida restante. Desmóldelo y
enfríelo completamente boca arriba en la rejilla metálica.
VARIANTE
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
Opcional:
mantequilla derret ida 1 cucharada 14
UTENSILIOS
A mano
Mezcle el agua, la miel, las semillas de linaza, la harina de centeno y la
levadura en un cuenco mediano con la ayuda de una cuchara de madera o con
la mano. Luego añada la sal, la harina de trigo integral y la harina para todo
uso hasta que todo esté humedecido. Trabaje en el cuenco la masa hasta que
forme una pasta, luego pásela a una encimera ligeramente enharinada.
Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten
comience a desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad posible de la harina
reservada para evitar que se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo la
masa y uniéndola a medida que la trabaja. En este punto estará muy pegajosa.
Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de
reposo hará que la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Amase otros 5 minutos la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería ser lo suficientemente húmeda como para pegarse un poco a los
dedos. Si la masa es demasiado pegajosa añada un poco de harina. (La masa
pesará unos 1.100 gramos.)
Ambos métodos
2 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un cuenco con capacidad
para 4 litros y ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente con la
ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas. Presione la masa hacia
abajo y rocíe la superficie con aceite o spray. Cubra el recipiente con una
tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a la
altura aproximada que alcanzará la masa una vez haya doblado su tamaño.
Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado
la marca, alrededor de 1 hora.
3 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela hacia abajo para aplanarla un poco. Dé
forma de pan de molde a la masa (ver las ilustraciones en la página 71).
Póngala en el molde ya preparado; quedará a 1 cm por debajo de la altura del
molde. Cúbralo con un recipiente grande o con film plástico untado en aceite,
sin apretar, y deje que fermente hasta que el centro esté a unos 2,5 cm por
encima de la altura del molde, entre 45 y 60 minutos. Si se presiona la masa
suavemente con el dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
6 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y desmóldelo sobre una rejilla
metálica, boca arriba; si lo desea, úntelo con mantequilla derretida, y enfríelo
hasta que esté tibio, aproximadamente 1 hora.
> Si quiere hacer el pan más adelante, puede conservar la masa en la nevera
hasta el día siguiente, antes de formarla. Recuerde presionar la masa al
cabo de 30 o 60 minutos en la nevera y luego dos o tres veces más hasta
que el frío haya desactivado la levadura (pueden pasar unas 4 horas). ¡Se
trata de una masa muy vivaz!
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
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LOS PANES DE ESTE CAPÍTULO SON AQUELLOS QUE TE VIENEN A LA CABEZA cuando
escuchas el término pan artesano. Tienen una miga tenaz, una corteza
crujiente, y su apariencia suele ser rústica. Todos estos panes son lo
suficientemente firmes como para ser horneados sin molde sobre una piedra o
bandeja de hornear, aunque la mayoría se pueden hornear también con molde
para tener una forma más definida, como el pan de solera básico (véase
página 320).
Cuando los panaderos hablan de pan de solera se refieren al pan
horneado directamente sobre el suelo de un horno de leña. Las piedras de
hornear precalentadas en un horno de gas o eléctrico y los recipientes de
arcilla La Cloche simulan un horno de leña artesano. Doy instrucciones para
hornear muchos de estos panes en recipientes de arcilla y también incluyo
recomendaciones sobre moldes especiales que permitirán al panadero casero
producir baguettes artesanas.
Los panes de este capítulo son todos panes de levadura, pero no son en
absoluto difíciles de hacer. El temor más extendido entre las personas que
cocinan pan es la posibilidad de estropear la levadura con agua demasiado
caliente o utilizar agua demasiado fría para activarla. Pero ahora que es fácil
adquirir levadura instantánea, que se puede mezclar con la harina sin
necesidad de activarla con agua a temperatura adecuada, no hay nada que
temer. Solo asegúrese de utilizar el tipo de harina que se especifica en cada
receta.
La levadura, la harina y el agua son fundamentales para obtener un buen
resultado en un pan de levadura, pero la harina es el ingrediente más
importante, aunque a menudo este hecho se pasa por alto. El tipo de harina
que utilice determinará tanto el sabor como la textura del pan. Es divertido
experimentar con diferentes harinas, pero cuando haga panes rústicos por
primera vez, es mejor utilizar la harina recomendada en la receta. También
es fundamental que la harina no esté pasada (véase página 580). La harina
vieja puede no «parecer» vieja, aparte de palidecer a medida que envejece. Y
puede que no huela mal. Pero habrá perdido su capacidad de estirarse
(extensibilidad) y no producirá una buena miga. Puede que también tenga un
sabor rancio u otro aroma desagradable.
En lo que se refiere a las condiciones ambientales, yo suelo trabajar en un
apartamento con aire acondicionado, con un salón que suele estar a 21 °C y
una cocina que casi siempre está a 26 °C, y he notado pocas variaciones en la
manera como se comportan las masas. En un día frío de invierno, cuando la
temperatura de la cocina puede bajar unos 2 grados, a veces utilizo agua
caliente en mi cámara de fermentación casera, pero es el único ajuste que
suelo hacer. Sin embargo, cuando hago pan en mi casa de campo en verano,
suelo reducir un poco la levadura para compensar la temperatura más alta. Y
en invierno a veces pongo la masa del pan cerca de la chimenea para acelerar
el levado.
Los panaderos profesionales suelen variar en un 10 por ciento la cantidad
de agua necesaria para la masa (a lo que se refieren como porcentaje de
humedad o hidratación) a causa de las diferencias existentes entre las
cosechas de trigo que se utiliza para la harina, pero este porcentaje no es
perceptible en cantidades pequeñas como las que utilizo yo. Quizás también
es porque hago masas muy húmedas, y si parto de una harina un poco más
húmeda puedo añadir un poco más de harina cuando doy la forma final.
Sospecho que cuando la gente encuentra grandes variaciones en la cantidad
de harina que utilizan en cada tanda de una misma receta es porque miden
con tazas en lugar de hacerlo con pesos. Cuando lo peso todo, el resultado es
que las masas son siempre iguales, con muy pocos gramos de diferencia. Pero
lo mejor del pan es que se puede ser creativo con él, añadiendo ingredientes
diferentes o haciendo masas más blandas o más firmes al cambiar la cantidad
de harina o de agua, y seguirá siendo delicioso. Puede personalizar su pan
añadiendo gluten de trigo vital para darle más fuerza a la masa y lograr una
miga más tenaz o cambiando la proporción de tipos de harina, o cambiando el
diseño del greñado.
Muchos de estos panes rústicos exigen hacer una masa de arranque,
llamada prefermento. Esta técnica sencilla permite que la cantidad inicial de
harina, agua y levadura fermente y desarrolle más sabor antes de añadirse al
resto de la masa. Preparar antes un sencillo prefermento le permitirá hacer un
pan rústico excepcionalmente sabroso al cabo de unas pocas horas, cuando
esté listo para hornear. Y no solo da al pan un sabor más intenso: también le
da más humedad y una textura mejor.
En este capítulo se presentan dos prefermentos básicos que utilizan
levadura comercial: la esponja y la biga. Ambos son más rápidos, sencillos y
fiables que la masa madre clásica que se utiliza en el próximo capítulo.
La esponja se hace sencillamente mezclando toda el agua de la receta con
una parte igual de harina (por volumen) y la mitad de levadura, y luego
dejando que fermente durante varias horas para que desarrolle su sabor
complejo e intenso. Si es necesario, el tiempo de fermentación se puede
reducir a 1 sola hora y el pan seguirá siendo excelente. Si quiere guardar el
prefermento en la nevera durante más tiempo, hágalo durante un fin de
semana o cuando pueda dedicarle 2 días. El trabajo que exige es mínimo y es
muy satisfactorio saber que mientras realizas otras actividades tienes un
prefermento en la nevera levándose y desarrollando todo tipo de sabores
maravillosos.
Una biga, que es simplemente una «minimasa» hecha con harina,
levadura y agua que se mezclan como mínimo 6 horas antes de hacer la masa,
resulta más práctica para el pan de cada día, porque solo se necesitan unos
minutos para ligarla y luego puede guardarse en la nevera 3 días, hasta que se
quiera hornear. En estas recetas, la biga se mezcla a mano porque la cantidad
es demasiado pequeña para una batidora amasadora, pero si va a hacer
cantidades mayores está bien utilizar una batidora amasadora con el amasador
plano.
La diferencia fundamental entre un pan hecho con esponja y otro pan
hecho con biga es la cantidad de agua que se utiliza. En general, una esponja,
que se parece bastante a la masa espesa para hacer tortitas, se considera más
dulce y más ácida, mientras que la biga es más suave y con cierto sabor a
frutos secos, pero estas diferencias son altamente subjetivas. En realidad, la
elección de la técnica es una cuestión personal.
En este capítulo también hay algún pan hecho sin esponja o biga, lo que
los profesionales llaman «masa de método directo». Esto significa que todos
los ingredientes de la masa se mezclan conjuntamente de una vez. Los panes
que derivan sus sabores principales de los diversos ingredientes añadidos,
como la rosca de prosciutto (página 390) o el pan de aceite de oliva a la
mantovana (página 399) suelen emplear la masa de método directo porque no
necesitan el desarrollo extra del sabor que se crea con el prefermento.
Uno de los grandes retos a la hora de hacer hogazas de pan rústico es
conseguir los grandes ojos de la baguette, la chapata y el pugliese. He
descubierto que lo que produce estas migas tan deseables es:
> Un porcentaje más alto de agua, para crear una masa muy húmeda.
NOTA
TIEMPOS
UTENSILIOS
volumen gramos
harina panadera 1 taza 156
harina de trigo integral o harina de kamut 1/4 de taza 36
levadura instantánea 3/8 de cucharadita 1,25
miel 1 1/4 cucharad itas 9
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 1/3 tazas líquidas 322
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDI DA PESO
A mano
Añada la sal y, con una cuchara de madera o con la mano, mezcle los
ingredientes hasta que la harina esté humedecida. Trabaje la masa en el
cuenco hasta que quede homogénea, y luego pásela a una encimera
ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible de las 2 cucharadas de harina reservadas para evitar que se
pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que
la trabaja. En este momento estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo permitirá que la
masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Amase entre 5 y 10 minutos más la masa, hasta que sea muy lisa y
elástica. Debería sentirse un poco pegajosa al tacto. Si la masa sigue siendo
demasiado pegajosa, añada algo de la harina restante. (La masa pesará unos
810 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente o cuenco de 2
litros de capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente
con la ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas. Presione la masa
hacia abajo y rocíe la parte superior con un poco de aceite. Cubra el
recipiente con una tapa o film plástico. Con un cinta adhesiva, marque el lado
del recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta
que haya alcanzado la marca, alrededor de 1 hora.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula o
rasqueta enaceitadas y presiónela con suavidad hacia abajo formando un
rectángulo. Dóblela en tres partes como si fuera una carta, boléela
ligeramente y vuélvala a meter en el recipiente. Vuelva a untar la superficie
en aceite, cúbrala y marque el lado a la altura aproximada que tendrá la masa
una vez haya doblado su tamaño. Ocupará más espacio en el recipiente que la
vez anterior porque ahora contiene más aire. Deje que fermente hasta que
haya alcanzado la marca, entre 45 minutos y 1 hora.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela para aplanarla un poco. Estará pegajosa,
pero intente utilizar la menor cantidad posible de harina mientras la forma. Si
quiere hacer una hogaza redonda sin molde, forme con la masa una bola de
unos 15 cm por 6,5 cm de alto y póngala sobre la bandeja ya preparada. Si
no, dele forma de hogaza rectangular (ver ilustraciones de la página 71) y
póngala en un molde ya preparado (quedará aproximadamente 1 cm por
debajo de la altura del molde).
Cubra la masa ya formada con un recipiente grande o con film plástico
engrasado y deje que fermente hasta que casi haya doblado su tamaño, entre
45 minutos y 1 1/4 horas. La masa sin molde tendrá unos 20 cm por 7 cm de
alto. En el molde, el centro estará unos 3 cm por encima de la altura del
utensilio. Si se presiona la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará
en rellenarse.
7 > Greñe y hornee el pan. Si hace una hogaza sin molde, practique varias
greñas de 1 cm de profundidad en la parte superior de la masa con un cuchillo
afilado o una hoja de afeitar (ver ilustraciones en la página 85). Si hornea el
pan con el molde, puede hacer un greñado a lo largo del pan o dejarlo sin
greñar. Humedezca la masa con agua y coloque la bandeja o el molde
rápidamente pero con suavidad, sobre la piedra o la bandeja de hornear
caliente. Eche 1/2 taza de cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja en el
suelo del horno y cierre enseguida la puerta. Hornee el pan durante 10
minutos. Baje la temperatura a 220 °C y siga horneando entre 20 y 30
minutos más o hasta que el pan esté dorado; si inserta una brocheta en el
centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura instantánea en
el centro indicará una temperatura de unos 93 °C). A medio horneado, dé la
vuelta al molde o a la bandeja para que el pan se dore uniformemente. Para
que el pan sin molde sea más crujiente, páselo de la bandeja a la piedra y
déjelo en el horno entre 5 y 10 minutos más, con la puerta entreabierta.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica. Si
utiliza molde, desmóldelo y déjelo boca arriba sobre la rejilla metálica. Deje
que se enfríe del todo.
VARIANTES
Para un mejor desarrollo del sabor, en el paso 2 deje que la esponja fermente
1 hora a temperatura ambiente y luego guárdela en la nevera entre 8 y 24
horas. Si amasa a mano, sáquela de la nevera 1 hora antes de mezclar la masa.
Para obtener incluso más sabor, guarde la masa ya acabada en la nevera hasta
el día siguiente; sáquela 1 hora antes de formarla.
> Está bien utilizar harinas para todo uso en lugar de harina panadera, pero
estas producirán una textura menos tenaz y ligeramente más suave. El
peso de la harina será el mismo, pero deberá añadir 1/3 más de taza si
mide según el volumen.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
UTENSILIOS
volume n gramos
harina panadera 1 taza 158
germen de trigo fresco (no tostado) (ver página 574) 3 cucharadas 14
levadura instantánea 3/8 de cucharadita 1,25
miel 1 1/4 cucharaditas 9
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 1/3 tazas líquidas 322
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 2 tazas 312
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
sal 1 1/2 cucharaditas 10
Con la batidora
Con el gancho para amasar, mezcle a velocidad baja (n° 2 si utiliza una
KitchenAid) durante 1 minuto, hasta que la harina se haya humedecido y
haya formado una masa irregular. Rebañe los restos de masa que hayan
quedado adheridos en las paredes del cuenco y únalos a la masa. Cubra la
masa con film plástico y deje que repose 20 minutos.
Agregue la sal y amase a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) la
masa durante unos 7 minutos. La masa debería estar muy elástica, lisa y se le
pegará un poco a los dedos. Si se pega demasiado, añada un poco de harina y
amásela. Si no está nada pegajosa, rocíe la masa con un poco de agua y
amásela. (La masa pesará unos 810 gramos.)
A mano
Añada la sal y, con una cuchara de madera o con la mano, mézclelo todo
hasta que la harina esté humedecida. Trabaje en el cuenco grande la masa
hasta que quede homogénea, luego pásela a una encimera ligeramente
enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la
estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad
posible de las 2 cucharadas de harina reservadas para evitar que se pegue.
Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la
trabaja. En este punto estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y
deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo servirá para que la masa
esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje entre 5 y 10 minutos más la masa o hasta que esté muy lisa y
elástica. Debería pegarse un poco a los dedos. Si se pega demasiado, añada
un poco de la harina reservada. (La masa pesará unos 810 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Ponga la masa en un recipiente o cuenco de
3 litros de capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente.
Presione la masa hacia abajo y rocíe la superficie con spray o aceite. Cubra el
recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado
del recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta
que haya alcanzado la marca, unos 45 minutos.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula o
una rasqueta enaceitadas y presiónela suavemente hacia abajo formando un
rectángulo. Dóblela en tres partes como si fuera una carta, boléela
ligeramente y vuélvala a poner en el recipiente. Vuelva a untar la superficie
con aceite, cúbrala y marque el lado del recipiente a la altura aproximada que
tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Ocupará más espacio en el
recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más aire. Deje que
fermente hasta que haya alcanzado la marca, entre 45 minutos y 1 hora.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera enharinada
y presiónela hacia abajo con suavidad para aplanarla un poco. Estará
pegajosa, pero intente utilizar la menor cantidad posible de harina mientras la
forma. Haga una bola de unos 15 cm por 6 cm de alto (ver ilustraciones en la
página 69) y póngala en la bandeja de hornear ya preparada. Cúbrala con un
recipiente grande o film plástico y deje que fermente hasta que casi haya
doblado su tamaño, entre 45 minutos y 1 1/4 horas. La masa tendrá una forma
de 20 cm por 7 cm de alto. Si se presiona la masa con la yema del dedo, la
hendidura tardará en rellenarse.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y póngalo sobre una rejilla
metálica hasta que se enfríe del todo.
CONSEJOS PARA TENER ÉXITO
> Está bien utilizar harina para todo uso en lugar de utilizar harina
panadera, pero la textura del pan será menos tenaz y más blanda. El peso
de la harina será el mismo, pero necesitará añadir 1/3 de taza más de
harina si mide según el volumen. Una pequeña cantidad de salvado puede
intensificar el sabor sin que se vuelva amargo. Añada 2 cucharadas más 1
cucharadita con el germen de trigo. («La harina de trigo reducida» sería el
equivalente de doblar la cantidad de salvado.)
VARIANTE
Para obtener una hogaza de harina de trigo integral al cien por cien, más
densa y de sabor más suave que la harina de trigo tradicional, utilice una
harina integral en lugar de harina panadera. Sustituya el germen del
prefermento por 3 cucharadas de harina blanca de trigo y también añada 3
cucharadas a las 2 tazas de la mezcla de harina.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Germen de 2,9%
trigo:
Agua: 66,6%
Levadura: 0,57%
Sal: 2,1%
Sacaduros
TIEMPOS
Levado: no necesita
Temperatura del horno: primero 245 °C, luego 200 °C
Horneado: entre 15 y 20 minutos
vo lumen gramos
3/4 de la receta para el pan básico de solera (página 320) - 467
harina para los panecillos ya formados unas 3 tazas unos 454
mantequilla y flor de sal 14 dados de 1 cm 24
UTENSILIOS
4 > Rellene y forme los panecillos. De una en una, sobre una encimera
ligeramente enharinada, aplane las bolas de masa formando un disco de 5 cm.
Coloque en el centro un dado de mantequilla y una pizca de flor de sal.
Firmemente pero con suavidad, estire dos extremos opuestos de la masa y
pliéguelos sobre el centro del relleno, y presione hacia abajo justo para que la
masa quede sellada. El objetivo es sellar la masa plegada mientras completa
la forma, pero no sellarla tanto como para que no se abra durante el horneado.
Estire los otros dos lados de la masa y pliéguelos sobre el centro, presionando
como antes para sellar la masa. Repita el proceso otra vez, un total de 6
estirones (tres veces); para los dos últimos estirones, coja solo un poquitín de
masa. Coloque el bollo boca abajo sobre la bandeja enharinada. Siga con el
resto de la masa. No debería necesitar más de 30 minutos para dar forma a
todos los bollos. Si le lleva más tiempo, hornee los primeros panecillos al
cabo de 30 minutos de haberles dado forma y aplaste el resto de bolas de
masa para evitar que sobrefermenten. A continuación, deles forma y
hornéelas.
5 > Hornee los panecillos. Retire las bolas de masa de la capa de harina y,
sin desempolvarlas, póngalas con la capa de harina hacia arriba sobre la
bandeja de hornear ya preparada. Rápidamente pero con suavidad, ponga la
bandeja sobre la piedra o la bandeja de hornear calientes. Vierta 1/2 taza de
cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja del suelo del horno y cierre
enseguida la puerta. Hornee los panecillos durante 5 minutos. Baje la
temperatura del horno a 200 °C y siga horneando entre 10 y 15 minutos o
hasta que los panecillos estén dorados (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro de uno de ellos deberá indicar como mínimo 88 °C).
A medio horneado, dé la vuelta a la bandeja para que se doren
uniformemente.
6 > Enfríe los panecillos. Saque los panecillos del horno y páselos a una
rejilla metálica hasta que se enfríen del todo.
6> Rotación del paquetito de masa, con un lado mirando en punta hacia
usted
Me gustó tanto la sencillez de este pan la primera vez que lo probé que
inmediatamente envié un correo electrónico a su autor, el chef Rick Kangas,
de Beaver Creek, Colorado, para comunicarle que se iba a convertir en parte
de mi repertorio habitual.
Este pan utiliza el doble de patata que el pan de patata para sándwich
(página 278), de modo que el sabor a tierra de la patata se nota mucho. El
azúcar de la patata hace que la corteza se dore fácilmente, contribuyendo a
esta cualidad. La tenue dulzura también ayuda a suavizar y equilibrar el
aroma agrio, casi de queso, del prefermento y el suero de leche. La miga tiene
la característica aterciopelada y húmeda de la patata y la cualidad crujiente y
algo tenaz del gluten de trigo vital añadido, pero en lugar de ser densa es
ligera y esponjosa. Como este pan pierde buena parte de su sabor especial
durante el congelado es mejor comerlo el mismo día en que se ha horneado.
TIEMPOS
UTENSILIOS
Prefermento (biga)
Se obtienen: 134 gramos/1/2 taza rasa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
1 > Seis horas o hasta 3 días antes, prepare la biga. Combine todos los
ingredientes de la biga en un cuenco pequeño y mézclelos con una cuchara de
madera entre 3 y 5 minutos o hasta obtener una masa homogénea. La biga
debe pegarse un poco a los dedos. Cubra bien el cuenco con film plástico
engrasado (o colóquelo en un recipiente de plástico mediano) y apártelo hasta
que el prefermento haya triplicado su tamaño y se haya llenado de burbujas.
A temperatura ambiente, el proceso necesitará unas 6 horas. Puede utilizar la
biga de inmediato o guardarla hasta 3 días en la nevera.
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 3/4 tazas 284
harina de patata 1/3 de taza más 1 cucharadita 61
gluten de trigo vital 1/2 cucharada 4 ,7
azúcar 1 cucharadita 4
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
biga (ver más arriba) 112 taza rasa 134
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1/2 taza líquida 118
suero de leche 1/2 taza líquida 121
sal 1 1/2 cucharad itas 10
A mano
Saque la biga de la nevera 1 hora antes de mezclar la masa.
Mezcle 1 1/2 tazas (234 gramos) de la harina panadera, la harina de
patata, el gluten de trigo vital, el azúcar y la levadura en un cuenco grande.
Luego añada la sal (esto evita que la levadura entre en contacto directo con la
sal, lo que la estropearía). Con una cuchara de madera o con la mano, añada y
mezcle la biga. Agregue gradualmente el agua y el suero de leche mientras va
mezclando, hasta que la harina se haya humedecido.
Trabaje en el cuenco la masa hasta que quede homogénea, luego pásela a
una encimera ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo
suficiente para que la estructura del gluten comience a desarrollarse,
añadiendo la mínima cantidad posible del 1/4 de taza de harina reservada para
evitar que se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a
medida que la trabaja. En este punto, la masa estará muy pegajosa. Cúbrala
con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo
hará que la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Ambos métodos
3 > Deje que la masa fermente. Ponga la masa en un recipiente o cuenco de
2 litros de capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente.
Presione hacia abajo la masa y rocíe la parte superior con spray o aceite.
Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva marque
el lado del recipiente a la altura aproximada que alcanzará la masa una vez
haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C)
hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2 horas.
4 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela hacia abajo para aplanarla un poco.
Forme una bola de unos 12 cm por 6 cm de alto y colóquela en la bandeja de
hornear ya preparada. Cúbrala con un recipiente grande o con film plástico
engrasado. Deje que la masa fermente hasta que casi haya doblado su
tamaño, aproximadamente 1 hora. Tendrá más o menos unos 18 cm por 9 cm
de alto. Si se presiona la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará en
rellenarse.
7 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
VARIANTES
Para un mejor desarrollo del sabor, en el paso 1 deje que la biga fermente en
un lugar fresco (de 13 a 18 °C) entre 12 y 24 horas. Al cabo de 12 horas, la
biga habrá triplicado su tamaño y estará llena de aire; a esta temperatura
aguanta 24 horas sin colapsar. (El lugar ideal sería una bodega.)
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
UTENSILIOS
--~~
/
(
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 3/4 de taza 117
harina de centeno 3/4 de taza 95
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
azúcar 1 1/2 cucharadas 18,7
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 2 1/4 tazas 351
levadura instantánea 1/2 cucharadita más 1/8 2
semillas de comino 2 cucharadas 14
sal 1/2 cucharada 10,5
aceite vegetal 1/2 cucharada 6,7
sémola de maíz para espolvorear unas 2 cucharaditas unos 16
de sal o sa l kosher
A mano
Añada el aceite y, con una cuchara de madera o con la mano, mézclelo todo
hasta que la harina se haya humedecido. Trabaje en el cuenco la masa hasta
que quede homogénea, luego pásela a una encimera ligeramente enharinada.
Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten
comience a desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad posible de la harina
reservada para evitar que se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y
reuniendo la masa a medida que la trabaja. En este momento estará un poco
pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (El
tiempo de reposo servirá para que la masa esté menos pegajosa y sea más
fácil de manipular.)
Trabaje entre 5 y 10 minutos más la masa o hasta que esté muy lisa y
elástica. Si se pega demasiado, añada algo de la harina restante, o más de la
reservada si es necesario. (La masa pesará 965 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Ponga la masa en un recipiente o cuenco de
2 litros de capacidad engrasado con aceite o spray antiadherente. Presione la
masa hacia abajo y rocíe ligeramente la parte superior con spray o aceite.
Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva marque
el lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta
que haya alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2 horas.
Con una espátula o una rasqueta enaceitadas, pase la masa a una encimera
enharinada y presiónela hacia abajo con suavidad para formar un rectángulo.
Dóblela en tres partes como si fuera una carta. Vuelva a untar la superficie
con aceite, cúbrala y marque el lado del recipiente a la altura que tendrá la
masa una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará más espacio en el recipiente
que la vez anterior porque ahora contiene más aire.) Deje que fermente por
segunda vez hasta que haya alcanzado la marca, unos 45 minutos.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela hacia abajo para aplanarla un poco.
Forme una bola de unos 14 cm por 6 cm de alto (véase página 69) y póngala
sobre la bandeja o sobre la base del recipiente La Cloche espolvoreados con
sémola de maíz. Cúbralo con un recipiente grande o con film plástico
engrasado. Deje que la masa fermente hasta que casi haya doblado su
tamaño, entre 1 y 1 1/4 horas. Tendrá unos 19 cm por 9 cm de alto, y si se
presiona la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
7 > Greñe y hornee el pan. Con un cuchillo afilado o una hoja de afeitar
practique varias greñas de entre 0,5 cm y 1 cm de profundidad en la parte
superior de la masa (a mí me gusta hacer dos greñas separadas unos 15 cm en
una dirección y otras dos greñas perpendiculares a ellos. Si utiliza el
recipiente La Cloche, coloque con cuidado la campana sobre la base y,
rápidamente pero con suavidad, coloque la bandeja sobre la piedra o la otra
bandeja de hornear calientes. Si no utiliza la campana, vierta 1/2 taza de
cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre
inmediatamente la puerta. Hornee el pan durante 15 minutos. Luego baje la
temperatura a 200 °C y siga horneando entre 30 y 40 minutos o hasta que el
pan esté dorado; si inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia (al
insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro debería indicar
unos 88 °C). Si no utiliza el recipiente La Cloche, a medio horneado levante
el pan de la bandeja y colóquelo directamente sobre la piedra con la ayuda de
una espátula de cocina resistente, dándole la vuelta para que se dore de
manera uniforme. Si utiliza el recipiente La Cloche, saque la campana en los
últimos 5-10 minutos de horneado.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
Para desarrollar mejor el sabor del pan, en el paso 2 deje que la esponja
fermente 1 hora a temperatura ambiente y luego guárdela en la nevera entre 8
y 24 horas. Si amasa a mano, sáquela de la nevera 1 hora antes de mezclar la
masa.
NOTA
Para este pan, prefiero la harina panadera a la harina para todo uso porque la
textura quedará más tenaz.
No utilizo la técnica de autolisis (dejar que la masa repose y se hidrate o
absorba el agua) antes de añadir la sal porque no me preocupa que la masa
quede lo más húmeda posible. Quiero una masa relativamente firme, que
proporciona al pan una textura más densa.
Utilizo sémola de maíz para espolvorear la bandeja o la fuente del
recipiente La Cloche simplemente por respeto a la tradición.
PORCENTAJES DE LA MASA
Esta receta ha evolucionado a lo largo de los años. Fue una receta difícil de
desarrollar. La hice para mi padre, que añoraba el pumpernickel de antaño,
pero trabajaba con desventaja porque a mí nunca me ha gustado este tipo de
pan. Lo encuentro demasiado denso y amargo, y siempre di por supuesto que
la harina pumpernickel era la responsable de estas características. Pero para
mi sorpresa descubrí que la harina pumpernickel es simplemente centeno
molido grueso, y que la amargura de muchas recetas viene de la melaza.
Jugué con las cantidades de melaza, café, cacao y caramelo en polvo para
obtener el color oscuro y el sabor deseados sin tonalidades amargas, y añadí
gluten de trigo vital para obtener la firmeza característica y una proporción
más alta de harina panadera para hacer menos denso el pan. También
descubrí que la vieja tradición panadera de añadir altes brot, o una pequeña
cantidad de pan integral de centeno viejo remojado en agua y secado,
contribuye en gran medida a intensificar el sabor, aunque se puede obtener
una excelente versión de este pan sin recurrir a ello. Finalmente, como es
habitual, cuando se crea una receta se acaba haciéndolo según el propio gusto
y, por supuesto, te acaba encantando. Así le pasa a mi padre, seguramente
porque es mía.
Para obtener un pan con un sabor más profundo y que dure más, haga la
masa madre que se explica en la página 483.
TIEMPOS
UTENSILIOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDI DA PESO
malta en polvo 9 ,3
o sirope de malta de ce bada 1 cucharada 21
o azúcar 12,5
melaza 1 cucharada 22
Mezcla de harina
INGREDIENTES M ED IDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 1/2 tazas 234
harina integral de centeno estilo pumpernickel (gruesa) 1/2 taza 71
levadura instantánea 3/8 de cucharadita 1,2
gluten de trigo vital 2 cucharadas 18
caramelo en polvo (ver página 594) 2 cucharadas 18
cacao 2 cucharadas 12
azúcar 1 cucharada 12 ,5
café instantáneo en polvo 1 cucharadita 1,5
aceite vegetal 1/2 cucharada 6 ,7
sal 1 3/4 cucharaditas más 1/8 de
12 ,3
cucharadita
Con la batidora
Agregue el aceite y mézclelo todo con el gancho para amasar a velocidad
baja (n° 2 si utiliza una KitchenAid) durante 5 minutos. La masa se separará
bien del cuenco pero se le quedará pegada a los dedos. Cubra el cuenco con
film plástico y deje que la masa repose 20 minutos.
Añada la sal y amase a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) la masa 2
minutos más. Pase la masa a una encimera ligeramente enharinada y amásela,
añadiendo un poco de harina solo si es necesario para evitar que se pegue. La
masa debería ser un poco pegajosa pero no tanto como para que se le pegue a
los dedos. Si añade demasiada harina, hará la masa más seca y pesada (esto
es especialmente cierto para los panes integrales de centeno). (La masa pesará
unos 820 gramos.)
A mano
Añada el aceite y la sal y, con una cuchara de madera o con la mano,
mézclelo todo hasta que toda la harina se haya humedecido. Trabaje en el
cuenco la masa hasta que quede homogénea, luego pásela a una encimera
ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible del 1/4 de taza de harina reservada para evitar que se pegue.
Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la
trabaja. En este momento, estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que la
masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos más la masa o hasta que sea muy lisa y elástica. La
masa debería ser un poco pegajosa pero no tanto como para pegársele a los
dedos. Si se pega, añada la harina reservada, o un poco más si lo necesita.
Recuerde que añadir demasiada harina hará que la masa sea más seca y
pesada (especialmente en los panes integrales de centeno). (La masa pesará
unos 820 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Ponga la masa en un recipiente o cuenco de
2 litros de capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente.
Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte superior con spray o aceite.
Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque
el lado del recipiente a la altura aproximada que alcanzará la masa una vez
haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C)
hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 y 2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada y presiónela hacia abajo con
suavidad formando un rectángulo. Dóblela en tres partes como si fuera una
carta, boléela ligeramente y vuélvala a poner en el recipiente. Vuelva a untar
la superficie con aceite o spray, cúbrala y marque a la altura aproximada que
tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará más espacio en el
recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más aire.) Deje que la
masa fermente hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 y 1 1/2 horas.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela hacia abajo para aplanarla un poco.
Forme una bola de 12,5 cm por 7 cm de alto (véase página 69). Coloque la
masa sobre la bandeja ya preparada o sobre la base del recipiente La Cloche.
Cúbrala con un recipiente grande o film plástico engrasado. Deje que la masa
fermente hasta que casi haya doblado su tamaño, cerca de 1 hora. (Tendrá 18
cm por 10 cm de alto.) Si presiona la masa con la yema del dedo, la
hendidura tardará en rellenarse.
Glaseado opcional
Se obtiene: 1/4 de taza generoso (suficiente para 2 hogazas)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gram os
agua 1/4 de taza más 2 cucharadas, dividido -
maicena (o fécula de maíz) 1/2 cucharada -
Opcional:
semillas de sésamo, preferiblemente cruda s 1/ 2 cu cha rada -
8 > Glasee, greñe y hornee el pan. Si ha decidido glasear el pan, unte toda la
superficie. Con un cuchillo afilado o una hoja de afeitar practique varias
greñas de 0,5-1 cm de profundidad en la parte superior de la masa. (A mí me
gusta hacer dos greñas separadas por 6 cm en una dirección y otras dos
greñas perpendiculares a ellas.) Esparza las semillas de sésamo, si lo desea.
Si no utiliza el recipiente La Cloche coloque rápidamente pero con
suavidad la bandeja sobre la piedra o bandeja de hornear. Vierta 1/2 taza de
cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre
enseguida la puerta. Hornee el pan 15 minutos. Baje la temperatura a 190 °C
y siga horneando entre 20 y 30 minutos o hasta que una brocheta de metal,
insertada brevemente en el centro, salga limpia al retirarla (al insertar un
termómetro de lectura instantánea debería indicar unos 95 °C). A medio
horneado, dé la vuelta a la bandeja para que el pan se dore uniformemente.
Si utiliza el recipiente La Cloche, coloque la campana caliente sobre la
base y, rápidamente pero con suavidad, colóquelo sobre la piedra o bandeja
de hornear. Hornee el pan durante 10 minutos. Mantenga la temperatura a
200 °C y siga horneando entre 30 y 35 minutos o hasta que una brocheta de
metal, insertada brevemente en el centro, salga limpia al retirarla (al insertar
un termómetro de lectura instantánea en el centro debería indicar unos 95
°C).
9 > Glasee y enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla
metálica. Recaliente el glaseado y dé una segunda capa al pan, si lo desea.
Deje que el pan se enfríe del todo.
VARIANTES
Altes brot Añadir pan viejo* proporciona un sabor extra y una miga algo
más húmeda. La masa ya formada y el pan serán ligeramente más grandes
(14 cm por 7,5 cm de alto la masa; 10 cm por 11,5 cm el pan horneado);
pesará unos 924 gramos. Si utiliza pan viejo necesitará agregar más harina
para equilibrar el líquido añadido. Para 1/2 taza (120 gramos) de pan viejo,
utilice 1 rebanada de pan integral de centeno sin corteza (63 gramos) (aunque
tenga varios días está bien). Pártala a trozos y póngalos en remojo durante la
noche a temperatura ambiente en aproximadamente 1/4 de taza de agua.
Cuando se disponga a mezclar la masa, cuele el agua del pan en remojo y
añádalo cuando agregue el aceite. Es probable que deba añadir unas 2 1/2
cucharadas de harina (28 gramos).
PORCENTAJES DE LA MASA
* También conocido como pan de vísperas, pan de ayer, pan duro o pan
asentado, entre otras denominaciones. (N. de las T.)
Baguette
TIEMPOS
Prefermento (pie de masa y poolish): mínimo 11 1/2 horas, máximo 16
horas
Tiempo mínimo de levado: 4 horas
Temperatura del horno: 230 °C
Horneado: 30 minutos (más 5 minutos con el horno apagado)
UTENSILIOS
1 > Un día antes, prepare el pie de masa (pâte fermentée). Ponga el agua
en un cuenco pequeño, añada la levadura y mézclelo. Vuélvalo a mezclar
antes de utilizar.
En un cuenco pequeño, mezcle la harina y la sal. Añada 2 cucharadas más
2 cucharaditas del agua con la levadura. Reserve el resto para el poolish
(prefermento).
Mezcle esta masa muy blanda y pegajosa hasta que sea lisa y se despegue
bien de las paredes del cuenco, unos 5 minutos. Cúbrala bien con film
plástico y deje que fermente a temperatura ambiente unas 3 horas, luego
guárdela en la nevera hasta el día siguiente.
Prefermento (poolish)
Se obtienen: unos 150 gramos
1NGREDI ENTES MEDI DA PESO
volumen gramos
harina panadera 1/2 taza más 1/2 cucharada 75
mezcla de levadura (ver página anterior) 1/2 cucharada 7,5
1/4 de taza líquida más
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 67,5
1 1/2 cucharadas
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
4 > Deje que la masa fermente. Con una espátula untada en aceite o con la
rasqueta, pase la masa a un recipiente o cuenco de 2 litros de capacidad
ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente. Presione la masa
hacia abajo y unte la parte superior con spray o aceite. Cubra el recipiente
con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado del
recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su
tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya
alcanzado la marca, entre 2 y 3 horas. Durante la primera hora, doble con
suavidad la masa en tres partes como si fuera una carta cada 20 minutos, un
total de tres veces, para redistribuir la levadura y reforzar con cuidado el
gluten. Luego deje reposar del todo la masa durante lo que queda de
fermentación para que quede ligera y esponjosa.
Por favor, vea las ilustraciones de las páginas 74-75 para formar una
baguette.
6 > Forme la masa y deje que leve. Trabaje las piezas de masa de una en
una. Palmee con cuidado la masa y estírela formando un rectángulo de 20 cm
por 12 cm. Pliegue la masa, doblándola desde el extremo inferior
sobrepasando el centro y doblándola también desde el extremo superior hacia
el centro. Con el canto de la mano selle la masa en el centro, creando una
hendidura. Luego gire la parte superior de la barra y selle la parte inferior con
la parte baja de la palma de la mano o con los pulgares, presionando solo
sobre el sellado para mantener la mayor cantidad posible de aire en el resto de
la masa. Intente mantener la longitud de la masa de 20 cm. Deje que las dos
barras reposen cubiertas entre 30 y 45 minutos, hasta que estén lo
suficientemente esponjosas y blandas como para poder estirarse.
Estire con suavidad cada una de las piezas hasta 35 cm y colóquelas en el
molde para 2 baguettes. Cúbralo con film plástico, póngalo dentro de una
bolsa de plástico limpia y guárdelo en la nevera entre 5 y 14 horas.
Aproximadamente 1 1/2 horas antes de hornear, saque el molde de la
nevera y deje que la masa repose hasta que casi haya doblado su tamaño,
entre 1 y 1 1/2 horas. Si se presiona la masa con la yema del dedo, la
hendidura tardará en rellenarse. En el molde para baguettes, la parte superior
de la masa no debe alcanzar el film plástico si crece por encima de la altura
del utensilio. Cuando la masa se haya levado, retire el film plástico y deje que
la superficie se seque 5 minutos para que sea más fácil de cortar.
8 > Greñe y hornee el pan. Con un cuchillo afilado o una hoja de afeitar,
practique tres greñas en diagonal de 0,5 cm-1 cm en cada barra.
Humedézcalas con agua y, rápidamente pero con suavidad, coloque el molde
sobre la piedra o bandeja de hornear. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee las dos barras durante 30 minutos. A medio horneado, dé la vuelta al
molde para que los panes se cuezan uniformemente. Si la corteza no está bien
dorada al cabo de 30 minutos, saque las baguettes del molde y colóquelas
sobre la piedra o bandeja de hornear. Aumente la temperatura del horno a 245
°C y hornee los panes 5 minutos más o hasta que se hayan dorado. Apague el
horno, entreabra la puerta y deje que el pan repose otros 5 minutos para que
expulsen vapor y se forme una corteza crujiente.
9 > Enfríe el pan. Saque los panes del horno y páselos a una rejilla metálica
para que se atemperen durante 10 minutos.
> Si utiliza harina para todo uso (ver ingredientes), puede sustituir entre un
1 y un 3 por ciento de la harina por harina de trigo integral (entre 1
cucharadita y 1 cuchara/3-9 gramos) para acercarse al rico sabor que da la
harina T55. Si una vez formada la masa de la baguette reposa en la
nevera 5 horas o más, desarrollará agujeros más grandes y una corteza
más crujiente. Pero si lo desea, puede omitir la refrigeración y hornear las
baguettes al cabo de 1 hora de reposo a temperatura ambiente después de
haberlas formado, cuando casi hayan doblado su tamaño.
NOTA
Los moldes de baguette ovalados producen un pan con una bonita forma
redondeada.
La harina del pie de masa y el poolish representan el 78 por ciento del
total de harina que se utiliza en el resto de la masa.
Uno de los secretos de los grandes agujeros de la miga de la baguette es
darle forma hasta aproximadamente la mitad de la longitud final deseada y
dejar que repose 30 minutos. Luego, con mucha suavidad, estirarla para
lograr el tamaño. Esto abre y estira los agujeros. Forme el pan con mucha
suavidad, ¡el objetivo es desgasificar la masa lo menos posible!
VARIANTE
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 67,5%
Levadura 0,25%
instantánea:
Sal: 2,2%
Palitos con especias y hierbas
TIEMPOS
A mano
Combine la harina, la levadura, la sal, la pimienta negra, la pimienta blanca,
el ajo en polvo, el queso rallado, las hierbas molidas y el Tabasco en un
cuenco grande. Mézclelo todo con una cuchara de madera o con la mano,
añadiendo gradualmente el agua, y luego amasando hasta que la masa limpie
las paredes del cuenco; no amase en exceso. Pase la masa a una encimera
enharinada y trabájela ligeramente, añadiendo harina extra si la masa se pega
lo más mínimo. (La masa pesará unos 625 gramos.)
Ambos métodos
2 > Deje que la masa fermente. Ponga la masa en un recipiente o cuenco de
1 litro de capacidad, ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente.
Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte superior con un poco de spray o
aceite. Con cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura
aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Cubra el
recipiente con una tapa o film plástico y guárdelo en la nevera entre 6 y 12
horas. Al cabo de 1 hora o 2, desgasifique suavemente la masa; al cabo de
unas horas vuelva a comprobar su estado y vuélvala a desgasificar si la masa
está creciendo más del doble de su tamaño original, o coloque un peso
encima del recipiente.
4 > Forme la masa. Divida la masa en 4 piezas y deles forma de bola. Luego
aplane cada bola sobre una encimera enharinada con sémola de maíz. Trabaje
con 2 piezas de masa a la vez, dejando las otras envueltas en la nevera. Pase
cada pieza de masa por la máquina de hacer pasta a máxima anchura: la masa
tendrá 3 mm de ancho. Espolvoree la masa con sémola de maíz si lo necesita
mientras trabaja para evitar que se pegue. Deje que la primera pieza se seque
un poco mientras pasa la segunda pieza por la máquina.
Pase la primera pieza de masa por el cortador de fettuccine (6 mm de
ancho). Separe las tiras con suavidad, dispóngalas sobre la encimera
espolvoreada con sémola de maíz, y espolvoree más harina encima. Coloque
las tiras sobre una bandeja ya preparada. Córtelas si es necesario para que
quepan bien, pero no las estire o las haga demasiado delgadas); deje un poco
de espacio entre las tiras ya que se expanden un poco durante el horneado y
para garantizar que sean crujientes. Rocíelas con spray antiadherente o aceite
y espolvoréelas con una pizca de sal y más sémola de maíz.
5 > Hornee los palitos. Hornee los palitos entre 12 y 16 minutos o hasta que
estén dorados. Los palitos están listos cuando empiezan a curvarse y a
despegarse del papel de hornear pero todavía son flexibles; no los dore
demasiado, puesto que tendrían un sabor amargo.
6 > Enfríe los palitos y vuélvalos a hornear para que estén más
crujientes. Pase los palitos a una rejilla metálica para que se enfríen, y deje
que las bandejas se enfríen completamente antes de la siguiente tanda. (No es
necesario cambiar el papel de hornear o la sémola de maíz para la segunda
tanda.) Luego corte y hornee la siguiente tanda de masa.
Cuando todos los palitos estén horneados y el horno se haya enfriado,
colóquelos en el horno, sobre las rejillas, con la mínima temperatura posible,
durante 1 hora o hasta que estén totalmente crujientes.
7 > Vuelva a enfriar los palitos. Saque los palitos del horno y enfríelos
completamente sobre rejillas metálicas.
> Está bien utilizar un robot de cocina para moler las hierbas si añade un
poco de la mezcla de harina.
> No utilice Silpain para revestir las bandejas ya que la sémola de maíz, que
contribuye a que los palitos crujan bien, se pega a los pequeños huecos de
la lámina y es difícil de limpiar.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 67,2%
Levadura: 0,45%
Sal: 2,1%
Pugliese de Brinna
Mi amiga Brinna Sands, de harinas King Arthur, dice que este es su pan de a
diario, pero también comenta que está continuamente aprendiendo y
cambiando cosas y que lo maravilloso del pan es que es muy adaptable. En
sus mismas palabras:
«El problema con este pan es que desafía a todos los cereales integrales,
masas madre y prefermentos con que he trabajado durante años. Al fin y al
cabo es un tipo de pan blanco fermentado con levadura que es la antítesis de
todas las cosas que consideraba importantes. Pero a todo el mundo le encanta.
A mí me encanta. Es estupendo recién salido del horno, media hora después
de salir del horno, al día siguiente y al otro, y finalmente tostado, como budín
de pan, strata, croutons, migas… ¿Qué es lo que lo hace tan potente? ¿Por
qué lo hago una y otra vez? No estoy segura de tener la respuesta. ¡Y no
estoy segura de querer saberlo!».
Una biga es sencillamente un prefermento hecho con harina, levadura y
agua, que se mezcla por lo menos 12 horas antes de trabajar la masa para
darle un sabor más intenso, humedad y tenacidad. Brinna tiene siempre una
biga reposando en su nevera, esperando a ser convertida en pan.
Este pan tiene una masa muy húmeda, así que es mejor mezclarla en una
batidora amasadora o panificadora. Brinna prefiere la panificadora, porque
dice que se produce menos oxigenación y que proporciona un ambiente
perfecto para probar la masa mezclada. En la receta doy ambos métodos.
Este pan es excepcionalmente ligero y está lleno de agujeros. Añadir una
pequeña cantidad de harina integral de centeno complementa estupendamente
su maravilloso sabor.
TIEMPOS
UTENSILIOS
un banetón de 20 cm o un colador.
Prefermento (biga)
Se obtienen: unos 200 gramos/3/4 de taza
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
levadura instantánea 1/8 de cucharadita 0 ,4
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 6 cucharadas 88,5
harina panadera 1/2 taza 71
harina integral de centeno 1/3 de taza 42,5
sal 1/4 de cucharadita 1,7
1 > Seis horas o hasta 3 días antes, prepare la biga. Combine todos los
ingredientes de la biga en el orden indicado en un cuenco pequeño y
mézclelos con una cuchara de madera unos 3 minutos o hasta obtener una
masa homogénea que se despegue de las paredes del cuenco. Debería
pegársele un poco a los dedos. Cubra bien el cuenco con film plástico
engrasado y apártelo hasta que la masa haya doblado su tamaño y se haya
llenado de gas. A temperatura ambiente el proceso durará unas 6 horas. A
continuación, remuévala y utilícela, o bien guárdela en la nevera hasta 3 días
antes de hornear. (Si utiliza una panificadora se puede mezclar en ella,
cubierta con film plástico, y guardarla ahí mismo hasta que se proceda a
mezclar, no más de 6 horas. Recuerde rebañar los restos de masa que se
queden pegados en las paredes del cuenco.)
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3/4 de taza líquida 177
harina panadera 1 1/2 tazas más 1 1/2 cucharadas 227
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
biga (ver página anterior) unos 3/4 de taza 200
sal 3/4 de cucharadita 5
Con la panificadora
Si tiene la biga en la nevera, sáquela 45 minutos antes de mezclar la masa.
Añada el agua, la harina y la levadura a la biga. Programe la panificadora
para mezclar 3 minutos y amasar 10 minutos, y deje que haga los 3 minutos
de mezclado y luego apriete el botón de pausa. (Debe hacer 20 minutos de
reposo, de modo que al cabo de los primeros 10 minutos de pausa presione el
botón una segunda vez para una segunda pausa de 10 minutos.)
Añada la sal y deje que la panificadora siga el proceso de amasado
durante 10 minutos. La masa será muy pegajosa. Deje que la masa fermente
en la panificadora hasta que casi haya doblado su tamaño, entre 1 1/4 y 1 1/2
horas.
Con la batidora amasadora
Ponga la biga en el cuenco de la batidora amasadora. Añada el agua, la harina
y la levadura y mezcle los ingredientes con el gancho para amasar a
velocidad baja (n° 2 si utiliza una KitchenAid) durante 1 minuto, hasta que la
harina se haya humedecido y haya formado una masa irregular. Rebañe los
restos de masa que hayan quedado adheridos en las paredes del cuenco y
únalos a la masa. Cubra el cuenco con film plástico y deje que la masa repose
20 minutos.
Añada la sal y amase a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) la masa
unos 7 minutos. La masa será muy pegajosa.
Con una espátula o una rasqueta enaceitadas, pase la masa a un recipiente
o cuenco de 2 litros de capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray
antiadherente. Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte superior con
spray o aceite. Cubra el recipiente o cuenco con una tapa o film plástico. Con
cinta adhesiva, marque el lado del recipiente o cuenco a la altura aproximada
que tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa
fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca, entre 1
1/4 y 1 1/2 horas.
Ambos métodos
3 > Forme la masa y deje que fermente. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela hacia abajo para desgasificarla un poco.
Bolee la masa (véase la página 69), espolvoreándola con la mínima cantidad
posible de harina para evitar que se pegue y manteniendo la máxima cantidad
posible de gas. (Pesará unos 600 gramos.)
Coloque la bola de masa boca abajo en un banetón de 20 cm o dentro de
un colador revestido con un paño enharinado. Cubra el banetón o el colador
con un recipiente grande o con film plástico engrasado y deje que la masa
fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que casi haya doblado su tamaño,
aproximadamente 1 hora. En un banetón de 20 cm, el centro de la masa habrá
crecido 1 cm por encima de los lados. Si se presiona la masa con la yema del
dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
5 > Greñe y hornee el pan. Retire el film plástico o el recipiente con que ha
cubierto la masa e inviértala con suavidad sobre la bandeja ya preparada. (Si
ha utilizado el colador con un paño enharinado y el pan ya levado ha quedado
1 cm por debajo de la altura del colador, deberá aguantar el pan cuando lo
invierta para evitar que caiga y se deshinche. Recorte un círculo de cartulina
lo suficientemente pequeño como para que quepa en el colador y equivalente
a la superficie del pan. Coloque un pedazo de papel de hornear sobre el pan,
ponga el círculo de cartulina encima e invierta el pan sobre la cartulina.
Luego deslice el pan, todavía sobre el papel de hornear en la bandeja.) Con
un cuchillo afilado o una hoja de afeitar practique varias greñas de 0,5 cm o 1
cm de profundidad sobre la parte superior de la masa (véanse páginas 84-85).
Rápidamente pero con suavidad coloque la bandeja sobre la piedra o
bandeja de hornear ya calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee el pan 15 minutos. Baje la temperatura a 200 °C y siga horneando 15
minutos más o hasta que el pan esté muy dorado; si inserta una brocheta en el
centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura instantánea
debería indicar unos 95 °C). A medio horneado, levante el pan de la bandeja
con una espátula de cocina resistente y colóquelo directamente sobre la
piedra, dándole la vuelta para que se dore de manera uniforme.
6 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
VARIANTE
TIEMPOS
UTENSILIOS
Una batidora amasadora potente con gancho para amasar;
Prefermento (biga)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1/2 taza más 1 1/2 cucharadas 75
levadura instantánea 1/16 de cucharadita 0,2
Opcional:
ma Ita en polvo 1/2 cucharadita 1,6
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1/4 de taza líquida 59
1 > Seis horas o hasta 3 días antes, prepare la biga. Combine todos los
ingredientes de la biga en un cuenco pequeño y mézclelos con una cuchara de
madera entre 3 y 5 minutos o hasta que la masa esté muy lisa y se despegue
bien de las paredes del cuenco. La masa debería pegársele un poco a los
dedos. Cubra bien el cuenco con film plástico engrasado (o colóquela en un
recipiente de plástico mediano con tapa) y déjelo a un lado hasta que el
prefermento haya triplicado su tamaño y se haya llenado de burbujas. A
temperatura ambiente el proceso debería durar unas 6 horas. Remueva la biga
y utilícela, o bien guárdela en la nevera hasta 3 días antes de hornear.
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
3 > Deje que la masa fermente. Con una rasqueta o una espátula
enaceitadas, pase la masa a un recipiente o cuenco de 2 litros de capacidad,
ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente. Presione la masa
hacia abajo y rocíe la parte superior con spray o aceite. Cubra el recipiente
con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado del
recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya triplicado
su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que
haya alcanzado la marca, unas 3 horas después.
7 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
Para que se desarrolle mejor el sabor, en el paso 1 deje que la biga fermente
en un lugar fresco (13-18 °C) entre 12 y 24 horas. (Una bodega suele tener
estas temperaturas y es un sitio ideal.) Al cabo de 12 horas, habrá triplicado
su tamaño y estará llena de burbujas; a esta temperatura aguanta 24 horas sin
colapsar.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 67%
Levadura: 0,56%
Sal: 1%
Chapata
(Ciabatta de Donna, o Zapatilla de señora)
Este es el pan que, tras la focaccia (página 215), tiene el contenido más alto
de agua y por eso tiene una textura tan ligera. El contraste entre la corteza
firme y crujiente con la miga blanda y abierta es algo delicioso para los
sentidos. Me costó un esfuerzo enorme hacerme con este pan, y he aprendido
muchísimo sobre texturas en el proceso.
La chapata (el nombre italiano ciabatta significa ‘zapatilla’) es un pan
relativamente plano y sin forma definida, con una corteza fina y crujiente de
una textura arrugada gracias a una técnica especial para darle forma (que me
enseñó el maestro panadero David Norman cuando daba clases en el French
Culinary Institute) y con unos agujeros exageradamente grandes en el
interior. Los agujeros fueron el mayor reto, hasta el punto de que
conseguirlos se convirtió en una experiencia casi zen por el gran esfuerzo que
supuso la búsqueda del «espacio vacío». Esta misión me condujo otra vez a
Brinna Sands, de harinas King Arthur, quien me enseñó una de las lecciones
más importantes de esta masa tan particular: para crear una miga abierta hay
que hacer una masa muy húmeda. Antes había amasado siempre el pan a
mano. Pero ella me explicó que para conseguir esta masa tan pegajosa es
mejor utilizar una batidora amasadora o una panificadora. Si no, se está
tentado de añadir harina en exceso. Otra cosa interesante que descubrí en mi
obsesión de diez días por la chapata es que si se desarrolla un marco
demasiado rígido (gluten) la miga será más tupida, de modo que es mejor
utilizar una harina muy extensible (idealmente harina panadera floja o una
harina para todo uso de las recomendadas), con menor cantidad de gluten
formador de proteína que la harina panadera normal, y no amasarla
demasiado rato. Esta harina también produce una corteza más tierna y menos
gomosa, similar a la de la chapata que se encuentra en Italia, donde la harina
es más baja en proteína. Todas mis chapatas eran iguales por fuera, pero no
encontré lo que buscaba hasta la novena. Cuando la abrí, ahí estaban esos
maravillosos grandes agujeros.
Una vez se haya convertido en un experto, este pan le permitirá
enfrentarse a otras masas húmedas que devienen en hogazas ligeras con
grandes agujeros, como la pugliese (página 380) y la focaccia (página 215).
TIEMPOS
UTENSILIOS
Prefermento (biga)
Se obtiene: 1/2 taza rasa/134 gramos
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera floja o harina para todo uso 1/2 taza más 1/2 cucharada 75
levadura instantánea 1/16 de cucharadita 0,2
Opcional:
malta en polvo 1/2 cucharadita 1,6
1 > Entre 6 horas y 3 días antes, prepare la biga. Combine todos los
ingredientes para la biga en un cuenco pequeño y mézclelos con una cuchara
de madera entre 3 o 5 minutos o hasta obtener una masa homogénea que se
despegue bien de las paredes del cuenco. Será un poco pegajosa al tacto.
Cubra bien el cuenco con film plástico engrasado (o coloque la biga en un
recipiente de plástico mediano) y apártelo hasta que haya triplicado su
tamaño y se haya llenado de burbujas. A temperatura ambiente el proceso
durará unas 6 horas. Remueva la biga y úsela inmediatamente o bien guárdela
en la nevera hasta 3 días antes de hornear. (Sáquela de la nevera 1 hora antes
de mezclar la masa.)
Masa
INGREDIENTES MEDI DA PESO
3 > Deje que la masa fermente. Con una espátula o rasqueta enaceitadas,
pase la masa a un recipiente de dos litros de capacidad ligeramente engrasado
con aceite o spray antiadherente (yo suelo descolgar la paleta batidora y la
utilizo para levantar la masa, ya que normalmente se queda enganchada a la
pala por una hebra larga y elástica). (La masa pesará unos 386 gramos.)
Presione la masa hacia abajo y rocíe ligeramente la parte superior con spray o
aceite. Cubra el recipiente con una tapa o con film plástico. Con cinta
adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la
masa una vez haya triplicado su tamaño. Deje que la masa fermente
(idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 1/4 y 2
horas.
4 > Forme la masa y deje que leve. Espolvoree una encimera con una
cantidad generosa de harina formando un rectángulo de unos 25 cm por 20
cm. Ponga la masa encima de la harina con suavidad utilizando una espátula
untada en aceite y eche más harina encima. Trate la masa con toda suavidad
para mantener en su interior la mayor cantidad posible de aire. Con las
palmas de las manos sobre los lados de la masa, presione suavemente para
dejarla más recogida. Con las yemas de los dedos, practique grandes huecos
en la masa separados unos 2,5 cm entre ellos, alargando la masa (véase
página 70). Vuelva a presionar por los lados. (Este proceso arruga la parte
inferior de la masa, que se convertirá en la superior una vez la invirtamos, y
crea las típicas líneas de la corteza.)
Levante con cuidado la masa y colóquela invertida sobre la bandeja ya
preparada. Tendrá entre 25 y 28 cm de largo. Empuje los lados hasta que la
masa tenga unos 11,5 cm de ancho. De alto, ocupará entre 1,5 y 2,5 cm.
Espolvoree harina sobre la parte superior y cubra la masa con un recipiente
grande o con film plástico sin ajustarlo. Deje que leve en un lugar tibio hasta
que tenga entre 2,5 cm y 4 cm de altura, entre 1 1/2 y 2 horas.
6 > Hornee el pan. Retire el film plástico o el recipiente con que ha cubierto
la masa y, rápidamente pero con suavidad, coloque la bandeja sobre la piedra
o bandeja de hornear ya calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee durante 5 minutos. Baje la temperatura a 230 °C y siga horneando 20
minutos más o hasta que el pan esté muy dorado (al insertar un termómetro
de lectura instantánea en el centro indicará unos 100 °C). A medio horneado,
dé la vuelta a la bandeja para que el pan se dore uniformemente. Apague el
horno, deje entreabierta la puerta y deje que el pan repose así 5 minutos.
7 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo. Limpie la superficie de harina.
VARIANTE
Para dar forma a los panecillos divida la masa en 4 piezas iguales (de unos
78 gramos cada una). Con suavidad, forme una bola de unos 9 cm por 6 cm y
3 cm de alto con cada pieza. (Intente mantener tanto aire como sea posible en
la masa, y no la agujeree.) Deje que la masa fermente hasta que tenga unos 4
cm de alto.
Hornee los panecillos 20 minutos o hasta que estén muy dorados.
Crecerán hasta un poco más de 6 cm de alto y 7 cm de ancho, pero seguirán
teniendo 9 cm de largo.
> Para el stirato, forme la masa estirándola en una hogaza larga como la de
la baguette.
NOTA
La biga hace que la masa sea más húmeda y tierna y alarga la vida del pan
hasta el día siguiente. Se busca que esté a temperatura ambiente antes de
añadirla a la masa para minimizar el desarrollo del gluten.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 83,9%
Levadura: 0,53%
Sal: 2%
Pugliese
TIEMPOS
Prefermento (biga)
1 > Entre 6 horas y 3 días antes, prepare la biga. Combine todos los
ingredientes de la biga en un cuenco pequeño y mézclelos con una cuchara de
madera entre 3 y 5 minutos o hasta que se haya formado una masa muy lisa
que se despegue bien de las paredes del cuenco. La biga debería pegársele un
poco a los dedos. Cubra bien el cuenco con film plástico engrasado (o
colóquela en un recipiente mediano) y apártelo hasta que la biga haya
triplicado su tamaño y esté llena de gas. A temperatura ambiente el proceso
durará unas 6 horas. Remueva la biga y utilícela inmediatamente o bien
guárdela en la nevera hasta 3 días.
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
vol umen gramos
harina panadera floja o una harina para todo uso 1/2 taza 71
harina de trigo durum (ver página 384) 1/2 taza (más un poco para 71
la hora de dar forma)
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
sal 3/4 de cucharadita 5
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1/2 taza líquida 118
biga (ver página anterior) 112 taza rasa 134
2 > Mezcle la masa. Mezcle la harina para todo uso, la harina de trigo durum
y la levadura en el cuenco de la batidora amasadora. Luego añada la sal (esto
evita que la sal entre en contacto directo con la levadura, cosa que la
estropearía) y mézclela. Añada el agua y la biga. Con la paleta batidora,
mezcle a velocidad baja durante 1 minuto, hasta que la harina se haya
humedecido y haya formado una masa irregular. Coloque el gancho para
amasar, aumente la intensidad a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) y
bátalo todo 5 minutos hasta formar una masa lisa y pegajosa. Si la masa no se
despega bien del cuenco al cabo de 5 minutos, añada más harina y siga
amasando, 1 cucharada cada vez. La masa debería pegarse al fondo del
cuenco y a los dedos. Si no se pega, rocíela con un poco de agua y amásela.
5 > Forme la masa y deje que leve. Espolvoree bien una encimera con
harina de trigo durum. Con las manos o con una rasqueta bien enharinadas,
pase con cuidado la masa a la encimera. Tratando la masa con toda suavidad
para mantener la mayor cantidad posible de aire en el interior, boléela (véase
página 69).
Coloque con cuidado la masa con el sellado en la parte superior en un
banetón enharinado o un colador recubierto con un paño enharinado.
Pellizque el sellado para unirlo mejor si lo necesita. Espolvoree la parte
superior con harina y cubra la masa con un recipiente grande o film plástico
sin ajustarlo. Deje que la masa fermente hasta que haya crecido 1,5 veces,
cerca de 1 1/2 horas. (En el banetón, será cuando empiece a empujar el
plástico.)
6 > Hornee el pan. Retire el film plástico o el recipiente con que ha cubierto
la masa, invierta la bandeja revestida con la lámina antiadherente sobre la
parte superior del banetón o el colador e invierta la masa sobre la bandeja. (Si
ha utilizado un colador y un paño enharinado y el pan levado ha quedado más
de 2,5 cm por debajo de la altura del colador, deberá aguantar el pan cuando
lo vuelque para evitar que caiga y se deshinche. Recorte un círculo de
cartulina lo bastante pequeño como para que quepa en el colador y
equivalente a la superficie del pan. Coloque un pedazo de papel de hornear
sobre el pan, ponga el círculo de cartulina encima e invierta el pan sobre la
cartulina. Luego deslice el pan, todavía sobre el papel de hornear en la
bandeja.) Si utiliza la bandeja de hornear espolvoreada con harina de trigo o
sémola de maíz, invierta la masa directamente sobre ella. Con rapidez pero
con suavidad coloque la bandeja sobre la piedra o bandeja de hornear. Vierta
1/2 taza de cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja en el suelo del horno
y cierre enseguida la puerta. Hornee el pan durante 5 minutos. Baje la
temperatura a 230 °C y siga horneando entre 15 y 25 minutos más o hasta que
el pan esté muy dorado (al insertar un termómetro de lectura instantánea en el
centro del pan indicará unos 96 °C). A medio horneado, levante el pan de la
bandeja con una espátula de cocina resistente y colóquelo directamente sobre
la piedra de hornear dándole la vuelta para que se dore de manera uniforme.
7 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
Para un mejor desarrollo del sabor, en el paso 1 deje que la biga fermente en
un lugar fresco (13-18 °C) entre 12 y 24 horas. (Una bodega es un sitio ideal.)
Al cabo de 12 horas, habrá triplicado su tamaño y estará lleno de aire; a esta
temperatura, aguanta 24 horas sin colapsar.
NOTA
La harina durum se muele muy fina a partir del endospermo del trigo durum.
A veces se etiqueta como harina flor o extrafina para pasta. La sémola, que
también se obtiene de la harina de trigo durum, es demasiado gruesa y no
funcionaría en este pan.
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
UTENSILIOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina de trigo durum 2/3 de taza 100
levadura instantánea 1/8 de cucharadita 0,4
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3/4 de taza líquida 177
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina de trigo durum (ver página 389) 1 taza 155
levadura instantánea 3/8 de cucharadita 1,4
sal 3/4 más 1/8 de cucharadita 5,8
harina panadera para amasar 1-2 cucharadas 9-18
3 > Mezcle la masa. Con una cuchara de madera o con la mano, mezcle
gradualmente la esponja con la mezcla de harina hasta que la harina se haya
humedecido. Trabaje en el cuenco la masa hasta que quede homogénea, luego
pásela sobre una encimera espolvoreada con un poco de la harina reservada.
Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten
comience a desarrollarse, añadiendo lo que necesite del 1/4 de taza de harina
reservada para evitar que se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y
reuniendo la masa a medida que la trabaja. La masa debería seguir siendo
blanda y quedársele pegada a los dedos. Cúbrala con el cuenco invertido y
deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que esté menos
pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos más la masa o hasta que sea muy lisa y elástica,
añadiendo tanta harina de la reservada como sea necesario. Es correcto que la
masa se le pegue un poco, pero debería ser capaz de bolearla y que aguante
bien. (La masa pesará unos 430 gramos.)
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela con suavidad hacia abajo dándole forma
de rectángulo de 18 cm por 15 cm. Luego forme un torpedo de 23 cm de
largo (véase página 73). Póngalo sobre el recipiente La Cloche o en el molde
ya preparados. Cúbralo con un recipiente grande o con film plástico sin
ajustarlo: deje que la masa fermente hasta que casi haya doblado su tamaño,
entre 1 y 1 1/4 horas. El pan tendrá unos 26,5-28 cm de largo por 10 cm de
ancho y 6 cm de alto. (En el recipiente La Cloche, el centro alcanzará la
altura de los bordes.) Si se presiona la masa con la yema del dedo, la
hendidura tardará en rellenarse.
7 > Greñe y hornee el pan. Practique tres greñas largas en diagonal de 0,5-1
cm de profundidad en la parte superior de la masa con un cuchillo afilado o
una hoja de afeitar (véase página 85). Si utiliza el recipiente La Cloche,
coloque con cuidado la campana sobre la base y, rápidamente pero con
suavidad, póngalo sobre la piedra o bandeja de hornear ya calientes. Hornee
el pan durante 15 minutos. Saque la campana del recipiente La Cloche, baje
la temperatura a 200 °C y hornee entre 15 y 25 minutos más o hasta que el
pan esté muy dorado; si inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia
(al insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro debería indicar
unos 93 °C).
Si trabaja con molde, humedezca la masa con agua y, rápidamente pero
con suavidad, coloque el molde sobre la piedra o bandeja de hornear. Vierta
1/2 taza de cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja en el suelo del horno
y cierre enseguida la puerta. Hornee el pan 20 minutos. Baje la temperatura a
200 °C y siga horneando entre 10 y 20 minutos más o hasta que el pan esté
muy dorado; si inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia (al
insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro indicará unos 98
°C). A medio horneado, levante el pan del molde con una espátula de cocina
resistente y colóquelo directamente sobre la piedra dándole la vuelta para que
se dore de manera uniforme.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe completamente.
Aunque este pan se haga con la sedosa y suave harina de trigo durum y no
con la gruesa harina de sémola (véase página 573), sigue recibiendo el
nombre tradicional de pan de sémola. Me encanta el gusto de la harina de
trigo durum cien por cien, pero si sustituye un poco por harina panadera,
obtendrá un pan con una forma mejor, que perderá menos humedad (peso) y
mantendrá mejor la forma cuando se hornee.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 69,4% - 74,5%
Levadura: 0,62%
Sal: 2,2%
Rosca de prosciutto
TIEMPOS
UTENSILIOS
A mano
Mezcle la harina, la malta (o la miel o el azúcar), la pimienta y la levadura en
un cuenco grande. Luego añada la sal (esto evitará que la sal entre en
contacto directo con la levadura, cosa que la estropearía). Añada el agua y la
manteca y remuévalo, con una cuchara de madera o con la mano, hasta que la
harina se haya humedecido.
Pase la masa a una encimera y trabájela durante 10 minutos o hasta que
sea muy elástica y recupere su forma rápidamente cuando se la presiona con
la yema del dedo. Añada los embutidos y amáselos. La masa debería ser un
poco pegajosa pero no tanto como para pegársele a los dedos. Si lo hace,
añada un poco de harina y amásela. (La masa pesará unos 795 gramos.)
Enharine ligeramente la masa y cúbrala con film plástico. Deje que
repose 20 minutos.
Con la panificadora
Ponga el agua, la manteca, la sal, la malta (o la miel o el azúcar), la harina, la
pimienta y la levadura, por este orden, en el recipiente de la panificadora.
Aplique el ciclo de amasado (3 minutos para mezclar, 5 minutos para
amasar). Deje que la masa repose 20 minutos.
Añada los embutidos y aplique un segundo ciclo de amasado (3 minutos
para mezclar, 5 minutos para amasar). La masa debería ser un poco pegajosa
pero no tanto como para pegársele a los dedos. Si lo necesita, sáquela de la
panificadora y trabájela a mano con un poco más de harina. (La masa pesará
unos 795 gramos.)
4 > Glasee y hornee el pan. Justo antes de hornear, unte todo el pan con
grasa de beicon o mantequilla derretidas. (No greñe la masa.) Coloque la
rosca con la lámina antiadherente Silpain sobre la piedra o la bandeja de
hornear ya calientes; si lo ha puesto encima de papel de hornear utilice una
pala. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja en el
suelo del horno y cierre inmediatamente la puerta. Hornee el pan 20 minutos.
Baje la temperatura a 200 °C y siga horneando entre 10 y 15 minutos más o
hasta que el pan esté muy dorado (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 100 °C). A medio
horneado, levante el pan del Silpain con una espátula de cocina resistente y
colóquelo directamente sobre la piedra, dándole la vuelta para que se dore de
manera uniforme. Cuando el pan esté horneado, apague el horno y, con la
puerta entreabierta, déjelo dentro 5 minutos más.
5 > Glasee y enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla
metálica. Úntelo con una segunda capa de grasa de beicon o mantequilla
derretidos y enfríelo del todo. La textura de este pan es más gustosa cuando
se parte con los dedos que cuando se corta con cuchillo.
NOTA
Si utiliza el robot de cocina, el agua fría a unos 7 °C dará una masa de unos
29 °C después de procesar. Se trata de una masa firme, de modo que en
realidad se calienta mucho durante el proceso de mezclar. Se enfría a 26 °C
después de amasarla con el embutido. También es posible guardar el agua en
el congelador entre 5 y 10 minutos antes de añadirla, de modo que la
temperatura inicial de la masa mezclada esté por debajo de los 26 °C. El agua
fría no estropea la levadura porque se calienta muy rápido. Congelar la harina
durante 15 minutos por lo menos también contribuirá a mantener la masa más
fría durante el proceso de mezclado.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 69,4%
Levadura: 0,7%
Sal: 1,5%
Pan de cerveza
TIEMPOS
vo lu men gramos
levadura instantánea 1 1/4 cucharaditas 4
A mano
Mezcle la levadura, la malta o el azúcar, toda la harina panadera menos 1/4
de taza y la harina de trigo integral en un cuenco grande. Luego añada la sal
(esto evita que la sal entre en contacto directo con la levadura, cosa que la
estropearía).
Remuévalo con una cuchara de madera o con la mano y vaya añadiendo
gradualmente la cerveza hasta que la harina se haya humedecido. Trabaje en
el cuenco la masa hasta que quede homogénea, luego pásela a una encimera
ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible del 1/4 de taza de harina reservada para evitar que se pegue.
Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la
trabaja. En este punto estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y
deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que la masa esté
menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos más la masa o hasta que sea muy elástica, blanda y
lisa.
Si la masa es pegajosa, añada un poco de la harina reservada. (La masa
pesará unos 686 gramos.)
3 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela con suavidad para aplanarla un poco.
Forme una bola con la masa de unos 12,5 cm por 6,5 cm (véase página 69) y
colóquela sobre la bandeja ya preparada. Cúbrala con un recipiente grande o
con film plástico sin ajustarlo. Deje que la masa fermente hasta que casi haya
doblado su tamaño, entre 1 y 1 1/2 horas. Debería tener casi 18 cm de
diámetro y 7 cm de alto, y si se presiona con suavidad con la yema del dedo,
la hendidura tardará en rellenarse.
6 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica para
que se enfríe del todo.
> Para este pan no utilizo miel porque la cerveza ya oscurece la corteza y la
miel lo acentuaría todavía más, o incluso la quemaría.
> He intentado hacer este pan con sidra en lugar de con cerveza y a pesar de
que la miga era aceptable, el sabor no era bueno.
PORCENTAJES DE LA MASA
Este pan es una especialidad de Mantua, Italia, donde se sirve con embutidos
y entremeses, pero solo también es fantástico. Tiene una textura húmeda y
blanda y una miga homogénea y ligeramente abierta. Predomina el sabor de
las semillas de sésamo.
Susan Huxter enseña a hacer este pan en la escuela que tiene cerca de
Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
TIEMPOS
volumen gramos
semillas de sésamo sin cáscara 3 cucharadas 28
semillas de girasol 3 cucharadas 28
semillas de amapola 3 cucharadas 28
semillas de linaza machacada 2 1/2 cucharadas 27
harina panadera 1 2/3 tazas 250
harina de trigo integral 2/3 de taza rasa 88
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 taza líquida más 2 cucharadas 266
aceite de ol iva virgen extra 1/4 de taza líqu ida 54
sal 1 1/8 cucharaditas 7,4
UTENSILIOS
A mano
Mezcle toda la harina panadera menos 1/4 de taza, la harina de trigo integral,
la levadura y las semillas en un cuenco grande. Luego añada la sal (esto
evitará que la levadura entre en contacto directo con la sal, cosa que la
estropearía).
Remueva con una cuchara de madera o con la mano y vaya añadiendo
gradualmente el agua y luego el aceite de oliva. Mézclelo todo hasta que la
harina se haya humedecido. Amase en el cuenco la masa hasta que quede
homogénea, y después pásela a una encimera ligeramente enharinada.
Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten
comience a desarrollarse, añadiendo la menor cantidad posible de la harina
reservada para evitar que se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y
reuniendo la masa a medida que la trabaja. En este punto, estará muy
pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos.
(Este tiempo de reposo hará que la masa esté menos pegajosa y sea más fácil
de manipular.)
Amase 5 minutos más la masa o hasta que sea muy lisa y elástica.
Debería quedársele un poco pegada a los dedos. Si se pega en exceso,
añada parte de la harina reservada. (La masa pesará unos 772 gramos.)
Ambos métodos
3 > Deje que la masa fermente. Con la ayuda de una rasqueta, pase la masa
a un recipiente o cuenco de 4 litros de capacidad ligeramente engrasados con
aceite o spray antiadherente. Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte
superior con spray o aceite. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico.
Con cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que
tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente
(idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2
horas.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula
untada en aceite y presiónela con suavidad hacia abajo formando un
rectángulo. Estará llena de aire y será elástica; intente mantener tanto aire
como sea posible. Doble la masa desde los cuatro lados y forme un paquetito
(véase página 64) o dóblela en tres partes como si fuera una carta y boléela
ligeramente. Vuélvala a meter en el recipiente. Vuelva a untar la superficie
con aceite, cúbrala y marque el lado del recipiente a la altura aproximada que
tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará más espacio en el
recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más aire.) Deje que
fermente hasta que haya alcanzado la marca, en torno a 1 hora.
4 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y forme una bola de 12,5 cm. Póngala en la bandeja
de hornear ya preparada. Cúbrala con un recipiente grande o con film plástico
sin ajustarlo. Deje que la masa fermente hasta que casi haya doblado su
tamaño, alrededor de 1 hora. Deberá tener 18 cm y 9 cm de alto y si se
presiona suavemente con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
7 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
CONSEJOS PARA TENER ÉXITO
> Al final del paso 3, puede guardar la masa en la nevera durante 4 horas, o
hasta el día siguiente, para que desarrolle el sabor al máximo. Déjela 1
hora a temperatura ambiente antes de formarla.
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
UTENSILIOS
Prefermento (biga)
volumen gramos
harina panadera 1/2 taza más 1/2 cucharadita 75
levadura instantánea 1/16 de cucharadita 0,2
Opcional:
malta en polvo 1/2 cucharadita 1,6
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1/4 de taza líquida 59
1 > Entre 6 horas y 3 días antes, prepare la biga. Combine todos los
ingredientes de la biga en un cuenco pequeño y remueva la mezcla con una
cuchara de madera entre 3 y 5 minutos o hasta que esté muy lisa y se
despegue bien de las paredes del cuenco. Será pegajosa al tacto. Cubra bien el
cuenco con film plástico engrasado (o métala en un recipiente de plástico
mediano) y reserve la biga hasta que haya triplicado su tamaño y esté llena de
aire. A temperatura ambiente el proceso durará unas 6 horas. Remuévala y
utilícela o bien guárdela en la nevera hasta 3 días. Si utiliza el robot de cocina
la biga debe estar en la nevera hasta por lo menos 1 hora antes de ser
utilizada.
Masa
INGREDIENTES MEDI DA PESO
A mano
Si ha guardado la biga en la nevera, sáquela 1 hora antes de mezclar la masa.
Mezcle la levadura instantánea con toda la harina menos 2 cucharadas.
Luego añada la sal (esto evitará que la sal entre en contacto directo con la
levadura, cosa que la estropearía). Con una cuchara de madera o con la mano,
añada la biga y el agua y remueva hasta que la harina se haya humedecido.
Trabaje en el cuenco la masa hasta que esté homogénea, luego pásela a una
encimera ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo
suficiente para que la estructura del gluten comience a desarrollarse,
añadiendo la mínima cantidad posible de la harina reservada para evitar que
se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida
que la trabaja. En este punto estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que la
masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Amase 5 minutos más la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería ser lo suficientemente húmeda como para quedársele un poco pegada
a los dedos. Si se pega demasiado, añada parte de la harina reservada. Deje
que la masa repose, cubierta, 10 minutos.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y boléela (véase página 69). Colóquela con el sellado
mirando hacia arriba en un banetón enharinado o en un colador revestido con
un paño enharinado. Pegue bien el sellado si lo necesita. Rocíe la masa con
aceite o espolvoree un poco la parte superior con harina. Cúbrala con un
recipiente grande o con film plástico engrasado y sin ajustarlo, y deje que
fermente hasta que casi haya doblado su tamaño, entre 1 y 2 horas. (El centro
del pan quedará por encima de los bordes del banetón, en caso de que utilice
uno.) Si se presiona suavemente la masa con la yema del dedo, la hendidura
tardará en rellenarse.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
> Con un recipiente La Cloche la corteza de este pan queda más crujiente,
pero el color queda más dorado y bonito sin él.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 63,2%
Levadura: 0,69%
Sal: 1,3%
Pan de champiñones
Este pan se hornea con forma de seta. Mi tía Margaret es micóloga (experta
en setas) y también toda una artista, de modo que era inevitable que un día
horneara un pan con forma de seta. La idea se me quedó grabada durante
veinte años cuando de repente se me ocurrió que sería delicioso añadirle
setas. Intenté utilizar Boletus edulis desecados y en polvo, pero el sabor era
demasiado intenso. La salsa duxelles, una mezcla de champiñones salteados
enriquecida con mantequilla, sin embargo, proporcionó al pan el gusto
silvestre que estaba buscando. (La salsa duxelles se puede preparar hasta tres
meses antes y conservarla congelada.)
Puede utilizar una lata grande redonda y alta (o un molde para hacer pan
al vapor) para dar al pan la forma de seta deseada. Este pan queda de
maravilla a la hora de servir. Y una vez cortado, el pie da unas rebanadas
redondas muy bonitas. Cuando se vuelve duro, es fantástico para hacer
rellenos.
TIEMPOS
UTENSILIOS
Un molde de vidrio resistente al calor para hacer pan al vapor (10 cm de
diámetro y 16 cm de alto) o una lata redonda de 12,5 cm de alto
ligeramente engrasados con aceite o spray antiadherente;
Salsa duxelles
INGREDIENTES MEDI DA PESO
volumen gramos
champiñones (compre 60 gramos extra si quiere hacer 4 tazas (sin agolpar las setas 340
guarnición) después de cortarlas en trozos)
mantequilla sin sal 4 cucharadas 57
1 diente de ajo mediano, un poco machacado - -
sal 3/4 de cucharadita o al gusto -
pimienta negra 1/8 de cucharadita -
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MED IDA PESO
Mezcla de harina
1NGREDI ENTES MEDI DA PESO
A mano
Añada la sal y la salsa duxelles y mezcle con una cuchara de madera o con la
mano hasta que la harina se haya humedecido. Trabaje en el cuenco la masa
hasta que quede homogénea, luego pásela a una encimera ligeramente
enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la
estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad
posible de la harina reservada para evitar que se pegue. Con una rasqueta
vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la trabaja. En este punto
estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose 20
minutos. (El tiempo de reposo hará que la masa esté menos pegajosa y sea
más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos más la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería quedársele un poco pegada a los dedos. Si se pega demasiado, añada
parte de la harina reservada. (La masa pesará unos 913 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Con una espátula o una rasqueta
enaceitadas, pase la masa a un recipiente o cuenco de 2 litros de capacidad
ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente. Presione la masa
hacia abajo y rocíe la parte superior con un poco de spray o aceite. Cubra el
recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque la altura
aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la
masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca,
entre 1 y 1 1/2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una rasqueta o
una espátula enaceitadas y presiónela hacia abajo con suavidad formando un
rectángulo. Dóblela en tres partes como si fuera una carta, una o dos veces,
boléela ligeramente y vuélvala a meter en el recipiente. Unte la parte superior
otra vez, cúbrala y haga una marca a la altura aproximada que tendrá la masa
una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará más espacio en el recipiente que
la vez anterior porque ahora contiene más aire.) Deje que la masa fermente
hasta que haya doblado su tamaño, entre 30 y 45 minutos.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada. Enróllela formando un cilindro y métala en la lata
para café (o en un molde para hacer pan al vapor). (Si utiliza una lata para
café, llénelo solo en 2/3 partes y reserve el resto de masa para hacer
panecillos: ver panecillos redondos, página 264). Con los dedos compruebe
que la masa llega al fondo de la lata o del molde y alise la parte superior.
Cúbralo con un recipiente grande o con film plástico engrasado. Deje que la
masa fermente hasta que haya doblado su tamaño, aproximadamente 1 hora.
El centro debería encontrarse unos 4 cm por encima de la altura de la lata o
del molde y la masa debería desbordar los lados como si fuera el sombrero de
una seta. Si se aprieta con suavidad con la yema del dedo la hendidura
permanecerá.
7 > Hornee y glasee el pan. Rápidamente pero con suavidad ponga la lata o
el molde sobre la piedra o la bandeja de hornear ya calientes. Vierta 1/2 taza
de cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre
enseguida la puerta. Hornee el pan entre 55 y 65 minutos o hasta que esté
dorado (al insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro indicará
una temperatura de unos 100 °C). A medio horneado, dé la vuelta a la lata o
el molde para que el pan se dore uniformemente.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno, desmóldelo sobre una rejilla
metálica y póngalo boca arriba. Si quiere una superficie brillante, unte el
sombrero de la seta con 1 cucharadita de mantequilla derretida. Deje que se
enfríe del todo.
NOTA
Aunque este pan tiene un porcentaje relativamente bajo de líquido, tiene una
textura húmeda gracias a la salsa duxelles. Si se envuelve bien, se conserva
fresco a temperatura ambiente hasta 3 días.
PORCENTAJES DE LA MASA
Hace muchos años, Peter Kump (fundador del Institute of Culinary Education
de Nueva York) y yo organizamos una visita para profesionales de la
alimentación al restaurante que su hijo, Christopher, y Margaret Fox tienen
en Mendocino (California), llamado Café Beaujolais. Fue allí donde descubrí
este pan extraordinario, diferente a todos los panes que había probado hasta
ese momento: con aroma a trigo, tenaz pero de textura ligera, con un sabor
agradable y crujiente por los muchos cereales que contiene.
Durante el almuerzo, me giré hacia Peter y le pregunté si creía que podía
obtener la receta. «Estoy seguro de que te la darán», contestó Peter, sonriendo
con optimismo (aquellos que conozcan a Peter reconocerán su gesto
característico). «Ellos la consiguieron a través de un panadero austriaco que
vivía cerca de nuestro castillo en Austria.» ¡Peter tenía razón, pero todavía
tuve que esperar diez años, ya que era uno de sus productos más solicitados y
por tanto alto secreto! Mientras tanto, intenté sacar la receta a partir de la
descripción de los ingredientes en su catálogo. ¡Resultó que todo lo que debía
hacer era comprar su mezcla de diez cereales y añadir unas cuantas semillas
de girasol! De modo que ahora tengo dos versiones, su pan austriaco de
girasol y el mío.
El secreto de la textura tenaz pero ligera es añadir gluten vital de trigo,
disponible en muchos supermercados y en tiendas de alimentación natural.
Este pan es absolutamente satisfactorio si se come solo, pero también es
excelente con embutidos como jamón o pavo.
TIEMPOS
UTENSILIOS
Prefermento (esponja)
1NGREDI ENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 2/3 de taza 100
levadura instantánea 1/4 de cucharadita 0,8
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDIDA PESO
3 > Mientras tanto, 8 horas antes o la noche anterior ponga en remojo los
cereales. Ponga la mezcla de los cereales y las semillas en un cuenco
mediano, añada el agua caliente y remueva hasta que se homogenice.
Atempérelo y luego cúbralo y póngalo en la nevera entre 8 y 24 horas.
4 > Mezcle la masa. Mezcle a velocidad baja (n° 2 si utiliza una KitchenAid)
con el gancho para amasar durante 1 minuto, hasta que la harina quede
humedecida. Aumente la intensidad a velocidad media (n° 4 de la
KitchenAid) y amase 7 minutos. La masa será seca. Deje que repose 20
minutos.
Añada la sal y la mezcla de granos (incluyendo el líquido que quede en el
cuenco de la mezcla) y amásela entre 3 y 5 minutos o hasta que quede
homogénea. La masa debe ser poco pegajosa. Si lo está demasiado, añada un
poco de harina y amásela. Si no es nada pegajosa, rocíe la masa con un poco
de agua y amásela. (La masa pesará unos 680 gramos.)
6 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela o estírela con el rodillo para formar un
rectángulo. Forme un torpedo de 28 cm de largo por 5 cm de alto (véase
página 73). Colóquelo sobre la bandeja ya preparada y cúbralo con un
recipiente grande o bien con film plástico engrasado sin ajustarlo. Deje que la
masa fermente hasta que haya doblado su tamaño, entre 40 y 50 minutos.
Tendrá unos 30 cm de largo y 12,5 cm de ancho por 6,5 cm de alto. Si se
presiona la masa suavemente con la yema del dedo, la hendidura tardará en
rellenarse.
8 > Greñe y hornee el pan. Para obtener un efecto decorativo y que sea más
fácil de greñar, vierta un poco de harina de centeno sobre la masa. Con un
cuchillo afilado o una hoja de afeitar practique tres greñas en diagonal de 0,5-
1 cm de profundidad (véase página 85).
Coloque la bandeja con la masa con la lámina antiadherente sobre la
piedra o bandeja de hornear. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee el pan entre 25 y 30 minutos o hasta que esté dorado; si inserta una
brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 98 °C). A medio
horneado, dé la vuelta al pan con la ayuda de una espátula de cocina
resistente para que se dore uniformemente.
9 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
VARIANTE
Pan austriaco de girasol del Café Beaujolais Utilice solamente 1/4 de taza
(40 gramos) de mezcla de cereales más 6 cucharadas (55 gramos) de semillas
de girasol, todo tostado conjuntamente.
> La masa es muy pegajosa y se debe amasar muy bien antes de añadir las
semillas y los cereales, de modo que es mejor hacerla en la batidora
eléctrica.
> Cuanta menos harina tenga que ir añadiendo a la masa, más ligera y
abierta será la miga.
> La soja contiene lipoxidasa, que oxida las grasas insaturadas de la harina,
cosa que crea gustos desagradables y blanquea la harina. La enzima se
desactiva tostando la soja; de otro modo, es mejor no utilizarla en el pan.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Este es un pan dorado y bonito, ligeramente más oscuro por dentro de las
greñas de la corteza, y con una miga bien fina. La cerveza tipo ale y la
melaza le dan un sabor dulce un poco amargo. En el trasfondo, un aroma
persistente de hinojo, anís y piel de naranja.
Este pan sabe mejor los dos días siguientes a su horneado, pero
permanece húmedo hasta cuatro días.
Un agradecimiento especial a la madre sueca de mi amigo Mark Moody,
que inspiró esta receta.
TIEMPOS
UTENSILIOS
volumen gramos
melaza light 6 cucharadas 120
cerveza amarga tipo ale 1 1/4 tazas líquidas 284
mantequilla sin sal 3 cucharadas 42
sal 2 1/4 cucharaditas 15
Mezcla de harina
INGREDIENTES MED IDA PESO
volumen gramos
harina panadera 2 tazas 284
harina de centeno 2 tazas 255
piel de naranja rallada fina (de 1 naranja) 2 cucharaditas 4
anís 1 cucharadita 2
semillas de hinojo 1 cucharadita 2,4
levadura instantánea 1 cucharada más 1/2 cucharadita 11,2
2 > Combine la mezcla de harina. Combine la harina para todo uso (reserve
1/4 de taza si mezcla a mano), la harina de centeno, la piel de naranja, la
malta (o la miel o el azúcar), el anís, las semillas de hinojo y la levadura en
un cuenco grande o en el de la batidora amasadora. Mézclelo todo hasta que
forme una pasta.
A mano
Añada gradualmente la mezcla de melaza atemperada con la ayuda de una
cuchara de madera o la mano y remueva hasta que la harina se haya
humedecido. Trabaje en el cuenco la masa hasta obtener una masa
homogénea, y luego pásela a una encimera ligeramente enharinada. Trabaje
la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten
comience a desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad posible de la harina
reservada para evitar que se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y
reuniendo la masa a medida que la trabaja. En este punto estará muy
pegajosa. Cubra la masa con el cuenco invertido y deje que repose 20
minutos. (El tiempo de reposo hará que la masa esté menos pegajosa y sea
más fácil de manipular.)
Rebaje 5 minutos más la masa o hasta que esté lisa como la seda y
elástica. Debería ser muy blanda pero no pegajosa. Si es necesario, añada la
harina reservada que necesite, o un poco más. (La masa pesará unos 1.017
gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Coloque la masa en un recipiente o cuenco
de 2 litros de capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray
antiadherente. Presione la masa hacia abajo y rocíela con spray o aceite.
Cubra el recipiente o cuenco con film plástico. Con un pedazo de cinta
adhesiva marque el lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la
masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente
(idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca, entre 1 y 2 horas.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada. Si hace 2 hogazas, divídala por la mitad. Dóblela en
tres partes como si fuera una carta y déjela reposar, cubierta, 1/2 hora o hasta
que se haya relajado y sea extensible (si la estira con cuidado no se romperá).
Forme la masa como un balón de fútbol americano: si hace 2 hogazas, los
balones serán de 20 cm de largo por 7,5 cm de ancho y 5 cm de alto; si hace 1
hogaza, de 29 cm de largo por 9 cm de ancho y 6 cm de alto (véase página
73). Ponga la masa formada en la bandeja ya preparada (si hace 2 hogazas,
sepárelas unos 5 cm) y cúbrala con un recipiente grande o film plástico
engrasado. Deje que la masa fermente hasta que casi haya doblado su
tamaño, entre 1 y 1 1/4 horas. Las hogazas pequeñas tendrán un tamaño de 24
cm de largo por 9,5 cm de ancho y 6 cm de alto, mientras que la grande
tendrá 30 cm de largo, 10 cm de ancho y 7 cm de alto. Si se presiona
suavemente la masa con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
6 > Precaliente el horno. Precaliente el horno a 190 °C, o a 175 °C si hace 1
sola hogaza grande, durante 30 minutos antes de hornear. Previamente, sitúe
una rejilla en el carril inferior y coloque encima una piedra o bandeja de
hornear, y un recipiente de hierro colado en el suelo del horno.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica para
que se enfríe del todo.
> Si desea obtener un sabor más intenso, puede guardar hasta 14 horas la
masa en la nevera después del primer levado. Deje que repose a
temperatura ambiente durante 1 hora antes de hornear.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
UTENSILIOS
Un recipiente La Cloche para hacer pan de tipo italiano o una bandeja
de hornear, ambos revestidos con una lámina antiadherente como el
Silpain o con papel de hornear, o bien espolvoreados con harina de trigo
o sémola de maíz;
Pasas
INGREDIENTES MEDI DA PESO
volumen gramos
pasas 1 taza 144
agua caliente 1/3 de taza líquida 78
1 > Ponga las pasas en remojo. Ponga las pasas en un cuenco pequeño y
añada el agua. Cúbralo con film plástico y deje que reposen, removiendo una
sola vez, hasta que se hayan reblandecido e hinchado, durante unos 30
minutos. Cuele las pasas y reserve el líquido. (Debería quedarle
aproximadamente 1/4 de taza.) Añada agua tibia hasta alcanzar 1 taza. Si
tiene previsto mezclar la masa al día siguiente, cubra las pasas y el agua con
film plástico y guárdelas en la nevera. Antes de usarlas vigile que recuperen
la temperatura ambiente.
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 taza 156
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
1 taza líquida (incluida el agua
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 236
de las pasas)
Mezcla de harina
INGREDIENTES MED IDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 1/4 tazas 196
harina de trigo integral , preferiblemente molida a la piedra 1/3 de taza 50
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
nueces pacanas, picadas finas 1/2 taza 42 ,7
sal 1 1/4 cucharaditas 8 ,3
lecitina en grano 1 cucharada 6 ,4
o aceite vegetal 1 cucharada 13,5
nueces pacanas, partidas por la mitad 1 1/2 tazas 150
A mano
Añada la sal y, con una cuchara de madera o la mano, remueva la mezcla de
harina con la esponja. Vierta la lecitina o el aceite, las nueces partidas y las
pasas y mézclelo todo para distribuirlo por toda la masa. Trabaje en el cuenco
la masa hasta que quede homogénea, y luego pásela a una encimera
ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible de la harina restante (1/4 de taza/40 gramos) para evitar que
se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida
que la trabaja. En este punto estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo hará que la
masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos más la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería ser blanda pero no debería quedársele pegada a los dedos. Si la masa
es pegajosa, añada parte de la harina reservada y amásela. (La masa pesará
unos 1.020 gramos.)
Ambos métodos
5 > Deje que la masa fermente. Ponga la masa en un recipiente o cuenco de
2 litros de capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente.
Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte superior con spray o aceite.
Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva marque
el lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta
que haya alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada con una espátula o una rasqueta
enaceitadas y presione con suavidad la masa hacia abajo hasta formar un
rectángulo. Dóblela en tres partes como si fuera una carta, boléela
ligeramente y vuélvala a poner en el recipiente. (Ocupará más espacio en el
recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más aire.) Unte la
superficie con aceite, cúbrala y marque el lado del recipiente a la altura
aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la
masa repose hasta que haya alcanzado la marca, aproximadamente 1 1/2
horas.
6 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera enharinada
y presiónela hacia abajo o estírela hasta formar un rectángulo. Dele forma de
torpedo de 25-27,5 cm de largo (véase página 73). Ponga la masa en la base
del recipiente La Cloche o bien en la bandeja ya preparada. Cúbrala con un
recipiente grande o bien con film plástico engrasado sin ajustarlo. Deje que la
masa fermente hasta que haya doblado su tamaño, alrededor de 1 hora. La
masa sin el recipiente tendrá unos 30 cm de largo por 10 cm de ancho y 7 cm
de alto. Si se presiona la masa suavemente con la yema del dedo, la
hendidura tardará en rellenarse.
8 > Greñe y hornee el pan. Retire el film plástico o el recipiente con que ha
cubierto la masa y deje que repose 5 minutos para que se seque un poquito.
Practique varias greñas paralelas de 0,5-1 cm de profundidad en la parte
superior de la masa con un cuchillo afilado o una hoja de afeitar (a mí me
gusta hacer 5 greñas transversales).
Si utiliza el recipiente La Cloche, coloque con cuidado la campana sobre
la base (donde estará la masa) y, rápidamente pero con suavidad, póngalo en
el horno. Hornee el pan 10 minutos. Baje la temperatura a 190 °C y siga
horneando entre 30 y 35 minutos, hasta que el pan esté dorado; si inserta una
brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 88 °C).
Si no utiliza el recipiente La Cloche, humedezca la masa con agua y,
rápidamente pero con suavidad, coloque la bandeja sobre la piedra o la otra
bandeja de hornear ya calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee el pan 5 minutos. Baje la temperatura a 190 °C y siga horneando
entre 40 y 45 minutos o hasta que el pan esté dorado; si inserta una brocheta
en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará unos 88 °C). A medio horneado, dé la vuelta
a la bandeja para que el pan se dore uniformemente.
9 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se haya enfriado del todo, como mínimo durante 2 horas.
VARIANTE
> Para picar bien las nueces pacanas, ponga 1/2 taza de estas y 1 taza de
harina panadera en el robot de cocina y procéselo 30 segundos.
> Para un sabor más intenso, puede tostar las pacanas muy ligeramente (5
minutos a 160 °C), pero recuerde que aquellas que aparezcan por la
superficie del pan se oscurecerán una vez en el horno.
> Gracias a la lecitina (véase página 594) el pan estará fresco al día
siguiente.
> También puede añadir unas 2 cucharadas (40 gramos) de masa madre
dura. No es necesario que la refresque antes. En la página 463 explico
cuándo hay que añadirla. También puede utilizar masa madre líquida.
Simplemente hay que amasarla con suficiente harina como para formar
una masa un poco pegajosa y lisa.
> Para este pan se puede utilizar una harina para todo uso de las
recomendadas, pero yo prefiero la harina panadera porque produce una
miga más firme y más compatible con la textura de las pasas y las nueces
pacanas.
NOTA
Cuando ponemos las pasas en remojo no solo las reblandecemos, sino que
también obtenemos un líquido dulce que, mezclado con la masa, da a la
corteza un dorado maravilloso. Durante el amasado final, se añade algunas de
las pasas reblandecidas a la masa para hacerla más húmeda.
Prefiero amasar esta masa a mano porque así puedo añadir antes las
pasas. De este modo, se integran mejor en la masa sin perder del todo su
forma, como pasaría si las añadiera en este punto en la batidora amasadora.
Este pan necesita más tiempo de levado a causa del peso extra de la harina de
trigo integral, las pasas y las nueces.
Una masa más blanda da como resultado una textura más ligera, ideal
para este pan. No añada demasiada harina.
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
vo lumen gramos
harina panadera 3/4 de taza 117
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
azúcar 3/4 de cucharadita 3,1
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3/4 de taza líquida 177
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 3/4 de taza más 2 cucharadas 117
para amasar más 19
harina de trigo integral 1/2 taza 72
levadura instantánea 1/2 cucharadita 1,6
aceite 2 cucharaditas 9
sal 1 1/4 cucharaditas 8,3
almendras sin escaldar cortadas en astillas (no en láminas) 1 taza 75
o picadas gruesas
higos misión secos, sin el tallo, cortados en cuartos 1/2 taza 75
o mitades, más 1 higo entero para decorar
A mano
Añada el aceite y la sal y, con una cuchara de madera o con la mano,
mézclelo todo hasta que la harina se haya humedecido. Trabaje en el cuenco
la masa hasta que quede homogénea, luego pásela a una encimera
ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible del 1/4 de taza de harina reservada para evitar que se pegue.
Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la
trabaja. En este punto estará muy pegajosa. Cubra la masa con el cuenco
invertido y deje que repose 20 minutos. (El tiempo de reposo servirá para que
la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos más la masa o hasta que esté muy lisa y elástica.
Debería ser lo suficientemente húmeda como para quedársele un poco pegada
a los dedos. Si se pega demasiado, agregue parte de la harina reservada y, en
caso necesario, añada más. (La masa pesará unos 490 gramos.) Deje que la
masa repose 10 minutos.
Estire la masa formando un rectángulo de unos 23 cm por 35 cm y
esparza encima las almendras picadas y los higos cortados. Enrolle la masa y
amásela unos minutos para que se incorporen bien las almendras y los higos.
Forme una bola con ella.
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Ponga la masa en un recipiente o cuenco de
4 litros de capacidad ligeramente engrasados con aceite o spray
antiadherente. Presione la masa hacia abajo y rocíe la parte superior con
spray o aceite. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta
adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la
masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente
(idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca,
aproximadamente 1 1/2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula o
una rasqueta enaceitadas. Pliegue la masa formando un paquetito, o bien
dóblela en tres partes como si fuera una carta dos veces, y vuélvala a poner
en el recipiente. Vuelva a rociar la superficie con aceite, cúbrala y marque el
recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su
tamaño. (Ocupará más espacio en el recipiente que la vez anterior porque
ahora contiene más aire.) Deje que la masa fermente hasta que haya
alcanzado la marca, aproximadamente 1 hora.
Almendras
INGREDIENTES MED IDA PESO
volumen gramos
almendras cortadas en láminas 1 taza 75
Glaseado de albaricoque
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
gelatina de albaricoque 3 cucharadas 50
agua 2 cucharadas 30
5 > Forme la masa, recúbrala de almendras y deje que leve. Pase la masa
a una encimera ligeramente enharinada y presiónela con suavidad para
desgasificarla un poco. Forme una bola de unos 11 cm de diámetro y rocíe o
unte la superficie con agua. Esparza las almendras sobre una encimera. Pase
la bola de masa por encima de las almendras y cúbrala del todo. Incruste bien
los frutos secos en la masa. Coja el higo entero e insértelo con firmeza con la
punta hacia abajo tanto como pueda. La hogaza medirá unos 12 cm por 6 cm
de alto.
Disponga la masa sobre la bandeja o sobre la base del recipiente La
Cloche. Cúbrala con un recipiente grande o bien con film plástico engrasado
y sin ajustarlo. Deje que la masa fermente hasta que haya doblado su tamaño,
entre 1 y 1 1/4 horas. La masa tendrá unos 14 cm por 7 cm de alto. Si se
presiona suavemente con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
Inserte almendras en los espacios vacíos que se hayan creado con el
crecimiento de la masa.
9 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
> Para este pan se puede utilizar una harina para todo uso de las
recomendadas, pero yo prefiero harina panadera, que produce una miga
con una textura más tenaz y más compatible con la textura de los higos y
las almendras.
> Las almendras cortadas en astillas son más gruesas que las cortadas en
láminas, y cuando se pican ofrecen una textura más gruesa para la miga.
Son más fáciles de picar que las almendras enteras, que también dan un
buen resultado. Si no se escaldan y conservan su piel marrón se obtiene
un punto más de sabor. Las almendras cortadas en láminas aportan una
decoración bellísima al exterior de la hogaza.
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
volumen gramos
harina panadera floja o harina para todo uso 3 tazas más 1/4 de taza rasa 454
levadura instantánea 1 3/4 cucharaditas 5,6
sal 1/2 cucharada 10
leche desnatada escaldada y atemperada o tibia 1 1/4 tazas líquidas 295
aceite de nueces 1/2 taza líquida, dividida 107
nueces, partidas gruesas 3/4 de taza 75
UTENSILIOS
A mano
Mezcle la harina (reserve 1/4 de taza) y la levadura en un cuenco mediano.
Luego añada la sal (esto evita que la levadura entre en contacto directo con la
sal, cosa que la estropearía). Con una cuchara de madera o con la mano,
mezcle las nueces, la leche y 2 cucharadas de aceite hasta que la harina se
haya humedecido. Amase en el cuenco la masa hasta que quede homogénea,
luego pásela a una encimera ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5
minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten comience a
desarrollarse, añadiendo la mínima cantidad posible de la harina reservada
para evitar que se pegue. Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la
masa a medida que la trabaja. En este punto estará muy pegajosa. Cúbrala
con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (Este reposo servirá
para que la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos más la masa o hasta que sea muy lisa y elástica y ya no
se quede pegada. Si es necesario añada parte de la harina reservada. (La masa
pesará unos 858 gramos.)
Ambos métodos
2 > Deje que la masa fermente. Unte un recipiente o cuenco de 2 litros de
capacidad con el aceite de nueces restante. Pase la masa por el recipiente y
báñela del todo con el aceite.
Presione la masa hacia abajo y cubra el recipiente con una tapa o film
plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura
aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la
masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca,
entre 45 minutos y 1 hora.
Pase la masa a una encimera y presiónela suavemente hacia abajo para
deshincharla. Añada otra cucharada de aceite de nueces y amásela. Vuélvala
a meter en el recipiente untado con aceite, cúbralo y marque la altura
aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará
más espacio en el recipiente que la vez anterior porque ahora contiene más
aire.) Deje que la masa fermente una segunda vez hasta que haya alcanzado la
marca, entre 30 y 45 minutos.
Vuelva a poner la masa sobre la encimera y presiónela suavemente hacia
abajo para desinflarla. Añada otra cucharada de aceite e incorpórela a la masa
amasando. Métala en el recipiente otra vez, cúbralo y vuelva a marcar el lado.
Deje que fermente una tercera vez hasta que haya doblado su tamaño, unos
30 minutos.
4 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y dele forma de rectángulo con suavidad, a base de
palmaditas o estirándola. Dóblela en tres partes como si fuera una carta,
cúbrala con film plástico y deje que repose 30 minutos o hasta que se haya
relajado y sea extensible (si la estira con cuidado reaccionará bien sin
romperse).
Con un pincel de repostería unte la bandeja con 1 cucharada del aceite de
nueces restante. Ponga la masa encima y, con los dedos o con el rodillo,
forme un óvalo de unos 23 cm por 38 cm y 1 cm de grosor. Úntela con el
aceite que quede. Con un cuchillo afilado, practique 7 greñas en diagonal de
unos 7,5 cm de largo y separadas unos 5 cm, 3 en cada lado y otra greña más
en la parte inferior, rodeando el pan. Con las tijeras, corte las marcas
atravesando la masa. Abra las greñas con los dedos. Deje que la masa
fermente unos 15 minutos hasta que tenga 2 cm de grosor. Si las aberturas se
han cerrado un poquito, vuélvalas a abrir.
6 > Enfríe el pan. Saque la bandeja del horno. Despegue el pan con una
espátula de cocina y páselo a una rejilla metálica hasta que se enfríe del todo.
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3> Abra las greñas con unas tijeras
> En lugar de leche desnatada puede utilizar 1 taza más 2 cucharadas (260
gramos) de agua tibia y 1/3 de taza (50 gramos) de gappe, los sólidos
lácteos de la mantequilla clarificada, o 1/4 de taza (unos 40 gramos) de
leche en polvo, preferiblemente desnatada. Si no le alcanza para 1/3 de
gappe, añada solo una cucharada a la leche desnatada, para un mayor
impacto.
> Si prefiere usar menos aceite, utilice un total de 1/3 de taza (72 gramos).
El pan será un poco menos compacto y húmedo. Si ha usado gappe, si
todavía nota materia grasa, utilice 1 cucharada menos de aceite (es decir,
7 cucharadas).
> El sabor y la textura de este pan mejoran al cabo de 6-18 horas de reposo.
NOTAS
Se utiliza una proporción más alta de levadura para compensar el efecto
retardante de la acción de la levadura por parte del aceite.
Las nueces no se tuestan porque de lo contrario las de la superficie se
quemarían y se volverían amargas.
Para este pan es mejor un tipo de harina panadera más floja, o una harina
para todo uso de las recomendadas, de bajo contenido en proteína porque es
más denso. Una harina con un contenido más alto en proteína lo volvería
correoso.
El gappe, opcional, que son los sólidos lácteos (proteína) resultantes de la
mantequilla clarificada, contribuye a enriquecer el sabor. También compensa
la tendencia de la gran cantidad de aceite a lentificar el levado de la masa. La
leche desnatada sirve para el mismo fin, pero no da tanto sabor.
Este pan se hornea justo después de darle forma y esto permite que tenga
una textura única. A pesar de la gran cantidad de aceite, el pan no resulta
nada graso.
Este pan pierde mucho más peso durante el horneado que la mayoría
porque tiene más superficie susceptible de permitir la evaporación.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 58,6%
Levadura: 1,2%
Sal: 2,2%
Aceite: 15,9%-22,9%
Pan de nueces y cebolla
TIEMPOS
UTENSILIOS
A mano
Mezcle 2 1/3 tazas (330 gramos) de harina y la levadura en un cuenco
mediano. Luego añada la sal (esto evita que la levadura entre en contacto
directo con la sal, cosa que la estropearía). Añada la leche y el aceite. (Si
utiliza leche en polvo, añádala a la harina y vierta el agua.) Mezcle el líquido
con la harina gradualmente y con la ayuda de una cuchara de madera o la
mano. Trabaje en el cuenco la masa hasta que quede homogénea, y luego
pásela a una encimera ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos,
tiempo suficiente para que la estructura del gluten comience a desarrollarse,
añadiendo la mínima cantidad posible de la harina reservada. Con una
rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la trabaja. En
este punto estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que
repose 20 minutos. (El tiempo de reposo servirá para que la masa esté menos
pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos más la masa o hasta que sea muy lisa y elástica pero lo
suficientemente húmeda como para quedársele un poco pegada a los dedos.
Si lo necesita, añada la harina reservada, o un poco más. (La masa pesará
unos 721 gramos.)
Ambos métodos
2 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente o cuenco de 2
litros de capacidad ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente
con la ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas. Presione la masa
hacia abajo y rocíe la parte superior con spray o aceite. Cubra el recipiente
con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque el lado del
recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su
tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya
alcanzado la marca, entre 1 1/2 y 2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada con la ayuda de una espátula o
rasqueta enaceitadas y presiónela hacia abajo con suavidad para formar un
rectángulo grande. Esparza las nueces y la cebolla encima de la masa. Enrolle
la masa y trabájela para incorporar bien estos ingredientes, añadiendo la
mínima cantidad posible de harina para evitar que se pegue. La masa debería
ser un poco pegajosa. (Pesará unos 885 gramos.)
3 > Dé forma previa a la masa y déjela reposar. Pase la masa sobre una
parte de la encimera recién limpia y enharinada, y dele palmaditas con
suavidad hasta formar un rectángulo. Dele forma de tronco enrollando el
extremo superior hasta la mitad y luego empujándola hacia atrás con los
pulgares. Repita este movimiento dos veces más, acabando con el sellado en
la parte inferior de la masa. Utilice la rasqueta para pasar la masa de nuevo a
otra parte de la encimera recién limpia y enharinada, con el sellado en la parte
inferior. Cúbrala con film plástico engrasado y déjela reposar unos 30
minutos o hasta que se haya relajado y sea extensible (si la estira suavemente
no se romperá).
4 > Forme la masa y deje que leve. Apriete o estire la masa formando un
rectángulo y forme un pan de torpedo de 25 cm de largo (véase página 73).
Colóquela en la base del recipiente La Cloche o en la bandeja ya preparada y
cúbrala con un recipiente grande o film plástico engrasado sin ajustarlo. Deje
que la masa fermente hasta que casi haya doblado su tamaño, entre 30
minutos y 1 hora. Tendrá unos 28 cm por 11 cm y 6 cm de alto, y si se
presiona con suavidad con la yema del dedo la hendidura tardará en
rellenarse.
7 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
> Asegúrese de que el aceite de nueces tiene el aroma dulce de este fruto
seco y de que no está rancio.
NOTAS
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 69% (incluye el agua de las
cebollas)
Levadura: 1,2%
Sal: 2,5%
Aceite: 13%
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6.
Masa madre
EL PAN DE MASA MADRE ES EL ALMA DE LOS PANES ARTESANOS DE SOLERA, la
fuente u origen de todos los panes de levadura.
El pan de masa madre es pan hecho a partir de un prefermento, una
mezcla de harina, agua y levadura que aromatiza el pan y hace que leve. La
masa madre se cultiva de ordinario a partir de levadura salvaje y las bacterias
presentes en la harina, y produce un pan con un contenido alto en acidez
natural que le da un sabor ácido característico y una miga húmeda a la que sin
embargo no le sale moho fácilmente.
No tenía previsto incluir en este libro masa madre casera. Me parecía
demasiado difícil e impredecible. Temía convertir a mis lectores en
prisioneros del régimen de refrescos con harina y agua necesario para
mantener viva la masa madre. A mi editor le sorprendió mi decisión, se
quedó decepcionado, pero fue mi padre quien protestó indignado, y me dijo
que el libro estaría incompleto si no la incluía. Argumenté que prefería la
predictibilidad de la levadura comercial que encajaba mejor con mis horarios
erráticos, y el no parar de mis lectores. Incluso me convencí de que me
gustaba tanto la sutileza del pan producido con extractos de masa madre
comerciales tipo Lalvain*como la de cualquier masa madre casera que
hubiera probado nunca. Hasta llegué a decir que prefería la complejidad y los
sabores de los prefermentos de levadura de panadero, mucho más rápidos que
la masa madre, como la biga, el poolish y la esponja, porque el pan de masa
madre suele tener un gusto demasiado ácido. Pero ahora que he conseguido
manipular la producción de levadura salvaje y bacterias benignas en mis
panes, y por primera vez he sido capaz de producir una masa madre estable y
madura, recomiendo a todos los panaderos que experimenten la emoción de
ver cómo una mezcla de harina y agua fermenta hasta convertirse en una
masa madre que puede conseguir el levado de una hogaza de pan. Es la
última frontera, el zen del panadero.
Hacer tu propia masa madre es realmente muy sencillo. Todo lo que
necesitas es algún tipo ecológico de harina de centeno (la puedes conseguir
en cualquier herbolario), harina panadera, agua sin cloro (deje reposar agua
del grifo durante 6 horas si huele a cloro o bien utilice agua embotellada para
más seguridad), paciencia y tiempo. Se necesita alrededor de 1 semana para
conseguir una masa madre que tenga una cantidad adecuada de levadura
junto con un buen equilibrio de bacterias benignas llenas de sabor (del medio
ambiente), y otras 2 semanas para que esté completamente establecida y sea
capaz de levar un pan por sí sola. Uno de los grandes beneficios de un pan de
masa madre, incluso de los que están hechos con extractos de masas madre
comerciales, es que a causa de la acidez que aporta el propio cultivo de
levaduras salvajes, aun en el quinto día después de hornear el pan, el pan está
húmedo y su sabor sigue siendo potente. Esto no suele ocurrir con los panes
hechos con levadura de panadero. Pero el beneficio mayor es que un pan de
masa madre no es solamente ácido: posee un aroma y un sabor complejos que
tienen muchas dimensiones. La palabra que me vino a la mente cuando probé
el primer pan producido por mi recién creada masa madre fue «seductor». Me
volví una adicta. El pan de masa madre hecho por mi propio cultivo es ahora
parte permanente de mi repertorio de panes. Y no es para nada difícil
mantenerla viva. Quizás la única dificultad es desechar el habitual exceso de
masa madre, porque hay que alimentarla (refrescarla) con harina y agua para
mantenerla viva y activa, y sigue creciendo y expandiéndose más de lo que se
consideraría práctico, en especial cuando se hace el pan en casa. Cada vez
que tiro el exceso de masa madre por el desagüe me siento culpable.
El pan de masa madre hecho en casa tiene un distintivo sabor ácido, pero
no tiene que ser abrumador. El grado de acidez de sus panes dependerá de
cuán a menudo refresque la masa madre y del porcentaje de masa madre que
utilice en la masa del pan (por lo común entre un 15 y un 40 por ciento). Con
el tiempo, he sido capaz de apreciar los beneficios de la acidez del pan,
especialmente cuando se combina con quesos fuertes, como el gorgonzola,
porque ese sabor tan presente del pan hace que no se pierda en el queso y que
mantenga su propia personalidad.
Mantener un cultivo de masa madre solo exige unos minutos una vez a la
semana. Sin embargo, para empezarlo necesita atención continua durante 7
días seguidos. Cuando está madurando, la masa madre necesita ser
alimentada a intervalos concretos y a menudo difíciles de predecir. Si no
tiene unos horarios que le permitan estar tan presente durante esta primera
semana como sería necesario, compre un extracto de masa madre o masa
madre comercial (ver «Fuentes», página 599) o adopte una de un amigo
(siempre hay con quien compartirla). Si decide hacer su propio cultivo, tendrá
más posibilidades de éxito si lo intenta durante la época más fría del año, ya
que las temperaturas bajas atraen a las bacterias más deseables. Una vez
estable, normalmente en el quinto día, ya no necesitará mantenerlo a baja
temperatura. (Siempre recordaré como un tesoro el quinto día de vida de mi
masa madre, cuando la oí explotar dentro del bote porque el film plástico
estaba demasiado apretado: supe entonces que estaba viva.)
Sin embargo, la gran falacia de la masa madre es que muchas personas
piensan que están dando vida a un organismo que es más «natural» que la
levadura de panadero. Todas las levaduras son naturales: nunca es un
producto sintetizado. La diferencia entre la levadura «salvaje» y la
«domesticada» (industrial) se encuentra en que la levadura de panadero se
cultiva a partir de una cepa específica, derivada de la industria cervecera, y
por ello es más fuerte y consistente. En las partículas de harina residen
muchas cepas de levadura salvaje, sobre todo en la harina de centeno
ecológica, en gran abundancia. De hecho, un solo gramo de harina contiene
unas 13.000 células de levadura y aproximadamente 320 células de bacterias
lácticas.
Para mí, el aspecto más fascinante del cultivo de masa madre es la
relación simbiótica entre la levadura salvaje y las bacterias lácticas, llamadas
lactobacilli. Estas bacterias son responsables de convertir la maltosa, un
azúcar complejo formado por la acción enzimática sobre el almidón de la
harina, en una variedad de ácidos, especialmente ácido láctico y ácido
acético. Como todos estos ácidos tienen un gusto agrio, son en gran medida
responsables del sabor especial del pan de masa madre. La levadura salvaje
puede coexistir en perfecta armonía con los lactobacilli porque, a diferencia
de la levadura de panadero, la levadura salvaje puede sobrevivir en este
ambiente ácido. También a diferencia de la levadura de panadero, la levadura
salvaje no puede metabolizar la maltosa, de modo que consume otros
azúcares presentes en la harina e ignora la maltosa, vital para la vida de los
lactobacilli. El responsable del sabor y textura únicos del pan de masa madre
es este equilibrio e interrelación entre la levadura y las bacterias.
Si le gusta el pronunciado gusto ácido y la complejidad del pan de masa
madre de levadura salvaje y disfruta de la impredecibilidad del tiempo de
levado, disfrutará del drama de crear y mantener un cultivo de masa madre. A
fin de cuentas, ¿qué criatura salvaje es totalmente predecible?
Los lactobacilli, más allá de ser fundamentales para la producción de un
cultivo de masa madre, también son responsables del mantenimiento de la
salud de un cultivo de masa madre maduro, al producir un antibiótico que lo
protege de la contaminación por parte de otras bacterias dañinas. Estas
bacterias dañinas, que pueden formarse en los primeros estadios de desarrollo
de una masa madre (estadio de inmadurez), producen manchas de color. Si
sucede esto, deberá desechar el cultivo.
Cuando haga un pan utilizando solamente masa madre, la cantidad
mínima necesaria para levar la masa es del 15 por ciento del peso total de la
masa. Si le gusta un sabor muy ácido, puede utilizar hasta un 40 por ciento.
(Sin embargo, con más del 40 por ciento la acidez perjudicará la fuerza del
gluten, con el resultado de una hogaza densa y plana.) Si prefiere un sabor
menos ácido, otra manera de conseguirlo y de conservar buena parte de su
complejidad aromática es incrementar la cantidad de harina y agua utilizada
para refrescar y fortalecer la masa madre justo antes de hacer pan. Por lo
general, yo incremento (expando) la masa madre ocho veces su peso original
cada vez que voy a utilizarlo.
La masa madre salvaje leva más lentamente que un prefermento de
levadura de panadero, porque hay una concentración mucho menor de
levadura en el cultivo de la masa madre. (En una cucharada de levadura seca
de panadero hay unos 200.000 millones de células de levadura, comparadas
con los 1.000 millones que hay en una taza de cultivo de masa madre.) Este
levado lento es en parte responsable de los sabores interesantes y complejos
del pan de masa madre. Mi horario para hacer pan básico de masa madre es
de unas 36 horas desde el principio hasta el final, pero el 95 por ciento de este
tiempo es de espera y no requiere participación activa. Por ejemplo, si quiero
pan de masa madre para cenar el miércoles por la noche, saco el cultivo de la
nevera el martes por la mañana a primera hora. Lo refresco (alimento) con
harina y agua y reservo una parte para conservarlo hasta la siguiente tanda.
Dejo que la masa madre para el pan repose hasta doblar su tamaño,
normalmente unas 8 horas. La refresco una segunda vez y dejo que repose en
un sitio fresco toda la noche hasta que por lo menos haya doblado su tamaño.
A 24 °C necesitará unas 6 horas, pero también puede reposar hasta 12 horas
antes de que empiece a hundirse. Si no tengo previsto mezclar la masa de pan
en las 12 horas siguientes, la guardo en la nevera —hasta 24 horas está bien
— y la saco 1 hora antes hacer la mezcla. Si quiero acostarme y todavía no ha
doblado su tamaño, la conservo en un lugar fresco, entre 13 y 15 °C, hasta la
mañana siguiente. El miércoles por la mañana mezclo la masa. El primer
levado requiere unas 6 horas (esto es para el pan básico de masa madre, otros
como el pan integral de centeno, pueden necesitar más tiempo). Luego doy
forma al pan y lo dejo levar una segunda vez, unas 3 horas. El horneado
requiere 30 minutos, y atemperar el pan, aproximadamente 1 hora. Si quiero
conservar el pan hasta el día siguiente, lo guardo en una bolsa de papel una
vez está frío y la cierro bien. Cuando me dispongo a comerlo, lo pongo unos
10 minutos en el horno precalentado a 175 °C para recuperar la corteza
crujiente; lo corto y me lo como tibio.
Si le resulta complicado adaptar este proceso a sus horarios, lo puede o
bien lentificar enfriando la masa, en lo que se conoce como retardar la masa,
o bien acelerar añadiendo una pequeña cantidad de levadura de panadero. Si
retarda la masa, esta desarrolla un sabor más complejo y ácido e incrementa
ligeramente el volumen.
> Utilice harina de centeno ecológica o de trigo integral. (La harina blanca
ecológica también funcionará, pero el proceso será mucho más lento.)
> Utilice agua sin cloro (el agua embotellada es una buena opción).
> Todo lo que toque a la masa madre debe estar inmaculadamente limpio
(también sus manos) para no contaminarla. (Una vez el cultivo esté
activo, será mucho más resistente a la contaminación.)
NOTA Si no puede estar en casa durante la primera semana del proceso pero
tiene especial interés en hacer su propia masa madre, puede funcionar un
método menos exacto que consiste en refrescar la masa madre cada 12 horas
durante unos 5 días, sacando y desechando parte de la masa cuando el bote
esté demasiado lleno. (Si dobla de tamaño en 12 horas significa que está
activa y preparada para ser usada.)
HACER MASA MADRE DESDE CERO
UTENSILIOS
Un tarro de conservas;
film plástico.
INGREDIENTES
Días del 1 al 5
DÍA 1
DÍA 2
DÍA 3
DÍA 4
La masa madre desprenderá un leve aroma cítrico. Con una cuchara limpia,
vuelva a apartar y desechar cerca de la mitad de la masa madre
(aproximadamente 120 gramos).
Añada y mezcle: 60 gramos de harina panadera y 60 gramos de agua
embotellada.
Volverá a tener 240 gramos de masa madre, un poco por debajo de 300
ml. Cúbralo con film plástico, pero sin ajustarlo, ya que deberá poder
expulsar los gases que se están formando. Déjelo reposar a temperatura
ambiente (21-24 °C) durante 24 horas.
DÍA 5
> Es más fácil refrescar la masa madre líquida añadiendo la harina y el agua
y removiéndolas directamente en la masa madre, que tener que pasarlo a
otro recipiente y amasarla allí.
> Una masa madre líquida fermenta más rápidamente, pero «eructa», pierde
gas y es más proclive a desmoronarse.
> Una masa madre líquida produce un pan con agujeros ligeramente más
grandes.
> Es menos sucia, y esto hace que sea más fácil de medir y manipular.
Tampoco se queda enganchada al cuenco o a la cuchara a la hora de
mezclar, garantizando que todo lo que se añade va a parar a la mezcla.
NOTA 1 taza de masa madre dura o líquida es igual a 240 gramos, unos 15
gramos por cucharada.
HORARIO
HORARIO
Una masa madre está activa, y lista para ser utilizada, cuando por lo menos
dobla su tamaño al cabo de 8 horas de haber sido refrescada. Distintas masas
madre alcanzarán este punto en tiempos diferentes, pero si la masa madre no
logra doblar su tamaño, seguramente no levará bien el pan. Sin embargo,
aunque no se haya refrescado una masa madre, siempre es posible
recuperarla.
2> Multiplique la harina y el agua totales por un 30 por ciento para obtener
la cantidad de masa madre necesaria.
3> Como la masa madre es un 1/3 agua y 2/3 harina (por peso), divida la
cantidad total de masa madre por 3 para obtener la cantidad de agua que
contiene y por 1,5 para obtener la harina. Luego reste estas cantidades
del total de agua y el total de harina en la masa.
EJEMPLO
El proceso básico para hacer pan de masa madre implica refrescar el cultivo
de masa madre con agua y harina hasta que sea lo suficientemente activo
como para levar el pan. También hemos hablado de cómo refrescar la masa
madre cuando lo hacemos para guardarla y usarla en un futuro. En el primer
caso, el objetivo es expandir la cantidad de masa madre que tenemos para
poder hacer pan con ella.
> Al mezclar la masa con la batidora, añada la masa madre dura antes de
agregar la sal. Si añadiese primero la sal, la masa se volvería más firme,
de modo que la masa madre tardaría más en mezclarse homogéneamente
con el resto de la masa.
> El pan de masa madre es muy pegajoso hasta los últimos minutos del
amasado. Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a
medida que la trabaja.
> Los banetones redondos son cestas con pequeñas aperturas que se utilizan
para dar forma y ofrecer un apoyo extra suave a las hogazas de masa
madre mientras fermentan. Pueden ser bonitas canastas de mimbre
procedentes de Francia, revestidas o no con lino, o bien cestas o
coladores de plástico revestidos con paños limpios de cocina. Las cestas
de mimbre sin revestir dejarán un dibujo bonito en la corteza del pan. Es
importante disponer de un recipiente que deje respirar a la masa. De otro
modo, la humedad de la masa puede provocar que se pegue al paño y
entonces se derrumbaría y colapsaría al volcarla. En todas las recetas de
este capítulo se utiliza un banetón redondo de 20 cm. Para estas
cantidades de masa se pueden utilizar banetones o coladores más grandes,
pero cuando vuelque la masa antes del horneado necesitará apoyar la
masa sobre la superficie de un círculo de cartulina o un plato invertido
para que no caiga de golpe, lo que podría hacer que se hundiese.
> Se utiliza harina panadera para hacer pan de masa madre porque contiene
más proteína formadora de gluten que la harina para todo uso, y da más
estructura a la hogaza. La acidez de la masa madre hace que la masa de
pan sea muy floja, y la estructura extra proporcionada por la harina
panadera contribuye a contrarrestar esta característica y a aguantar el
levado.
> Mantenga la masa una vez formada bien cubierta con film plástico
enaceitado para evitar que se seque, ya que esto impediría el levado.
> Deje que la masa una vez formada leve el tiempo suficiente hasta que casi
permanezca la hendidura producida al presionar con la yema del dedo.
Levarla demasiado podría provocar que la masa se hundiese y daría como
resultado una corteza pálida y un tiempo de conservación limitado. Es
preferible levarla un poco menos de lo indicado. Sin embargo, si se leva
demasiado poco la corteza se abrirá de manera desigual durante el
horneado y la hogaza tendrá menos volumen.
NOTA
La proporción de ingredientes básicos esenciales en un pan de masa madre se
sitúa en torno a un 60,5-68 por ciento de agua, 15-40 por ciento de masa
madre y 1,7-2,5 por ciento de sal. Estos porcentajes (excepto para la masa
madre, que se basa en la cantidad total de harina y agua de la receta, incluida
la masa madre) se basan en el porcentaje del panadero, en el cual todos los
ingredientes se calculan en relación con la harina, a la que se da un valor del
cien por cien.
Este pan es el no va más del pan casero. Se hace con masa madre dura. Tiene
el carácter típico de la masa madre: ácido, sabor complejo, corteza fina y
crujiente, y una miga húmeda con agujeros desiguales de tamaño mediano.
Me encanta esta hogaza pequeña por el tamaño de los agujeros una vez se
corta en rebanadas. Para aquellos que quizás solo tienen un banetón (la cesta
para el levado), he querido dar la receta para una sola hogaza. Un pan de este
tamaño es ideal para dos personas durante tres días, y todavía quedan algunas
rebanadas para compartir si se tienen visitas. Si en su familia hay más de dos,
puede doblar la receta.
Compartir masa madre es una tradición en todo el mundo. Mi primera
masa madre la obtuve de Kurtis Baguley, un panadero de San Francisco. Y
cuando mi amiga Angelica Pulvirenti me pidió una receta de pan para hacer
en el barco de su novio, una receta sencilla y que se conservara bien (que no
cogiera moho con la humedad), le di esta receta y parte de mi masa madre
para hacerla. Angelica se puso especialmente contenta porque compartir la
masa madre era una vieja costumbre en el pequeño pueblo cerca de Ragusa,
Sicilia, donde creció. Me dijo que su madre, al final de un día de horneado,
siempre pasaba parte de la masa del pan sin hornear a algún amigo. A ella le
encantaba el espíritu de comunidad que la costumbre implicaba y le
entusiasmaba la idea de que ella y yo le diésemos continuidad.
TIEMPOS
UTENSILIOS
El día antes de hornear, lo primero que hay que hacer por la mañana es
refrescar la masa madre. Al cabo de unas 14 horas, estará lista para
utilizarse o para guardar en la nevera durante la noche. Deje reposar la
masa madre a temperatura ambiente (21-26 °C) durante 1 hora antes de
refrescarla.
Primero, refresque y conserve parte de la masa madre para hacer pan más
adelante (la multiplicará unas 2 1/2 veces, de 50 a 125 gramos):
Empiece apartando 50 gramos de masa madre. Será lisa y elástica.
Póngala en un cuenco pequeño.
Añada 50 gramos de harina y 25 gramos de agua. Primero con una
cuchara de madera y luego con la mano, mézclelo todo y amáselo hasta que
haya ligado. La masa madre debería tener la consistencia de una masa espesa
para biscuits. Si al cabo de amasar 2 minutos todavía quedan partículas de
harina, añada unas gotitas de agua. (No se preocupe, demasiada agua no
estropeará la masa madre: pero durante la fermentación y el reposo la masa se
suaviza, y es más fácil trabajar con la masa madre cuando está firme y no
pegajosa y no se queda enganchada en los dedos o en el cuenco.)
Coloque la masa madre en un recipiente de plástico mediano ligeramente
enaceitado y con tapa. Engrase también la superficie de la masa madre con
aceite. Deje que la masa madre empiece a fermentar a temperatura ambiente
(24-26 °C) antes de guardarlo en la nevera. Si tiene previsto hacer más pan al
cabo de poco tiempo, deje que la masa madre fermente más tiempo a
temperatura ambiente para que esté más activa más pronto.
Si no tiene previsto hacer más pan en los próximos días, lentifique la
fermentación guardándola antes en la nevera para que la levadura no
consuma toda la harina añadida.
Si va a volver a hornear pan pasados 1 o 2 días de refrescar la masa
madre, déjela 2 horas a temperatura ambiente y luego guárdela en la nevera.
Si van a pasar 3 días, déjela 1 hora a temperatura ambiente y luego
guárdela en la nevera.
Si no va a volver a hornear pan hasta pasada 1 semana de refrescar la
masa madre, déjela 30 minutos a temperatura ambiente y luego guárdela en la
nevera.
2 > Vuelva a refrescar la masa madre y deje que leve (aumentará 4 veces,
de 50 a 200 gramos). Aparte 50 gramos de la masa madre y deseche el
resto. Divida la masa madre en varias piezas y colóquelas en un cuenco
mediano. Añada 100 gramos de harina y 50 gramos de agua. Primero con
una cuchara de madera y luego con la mano, mezcle y amase los ingredientes
hasta que liguen. Si al cabo de amasar 2 minutos todavía queda harina seca,
añada unas gotitas de agua. La masa madre debería ser una masa irregular
muy espesa pero ligada, sin harina seca. Habrá obtenido 200 gramos de masa
madre.
Pase la masa madre a un tarro enaceitado donde pueda doblar de tamaño.
Presione la masa hacia abajo para obtener bien la medida, y rocíe ligeramente
la parte superior con spray antiadherente o aceite. Debería ocupar unos 3/4
del recipiente. Cubra bien el tarro con film plástico enaceitado y deje que
fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya doblado su tamaño, unas 6
horas. Si no tiene previsto mezclar la masa de pan inmediatamente, guarde la
masa madre en la nevera hasta 20 horas.
Masa
INGREDIENTES MED IDA PESO
A mano
Si ha guardado la masa madre en la nevera, sáquela 1 hora antes de mezclar
la masa y deje que repose a temperatura ambiente.
Aparte 150 gramos de masa madre con los dedos enaceitados; descarte el
resto. Divídala en 4 piezas más o menos del mismo tamaño, y colóquelas en
un cuenco.
Añada el agua y mezcle con una cuchara de madera. Trabájela unos
cuantos segundos para reblandecer la masa madre, luego añada toda la harina
excepto 2 cucharadas y la sal. Siga con la cuchara de madera o con la mano y
mézclelo todo hasta que la harina se haya humedecido. Trabaje en el cuenco
la masa hasta que ligue y luego pásela a una encimera ligeramente
enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la
estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la menor cantidad
posible de las 2 cucharadas de harina reservadas, para evitar que se pegue.
(Para evitarlo, es útil utilizar los dedos, no las palmas de las manos.) Con una
rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la trabaja. En
este punto la masa estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y
deje que repose 20 minutos. (El reposo hará que la masa esté menos pegajosa
y sea más fácil de manipular.)
Trabaje entre 5 y 10 minutos más la masa, o hasta que esté muy lisa y
elástica. Apenas debería ser pegajosa al tacto. Si la masa está todavía
demasiado pegajosa, añada la harina reservada, o un poco más si lo necesita.
(La masa pesará unos 500 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente o cuenco donde
pueda doblar su tamaño, ligeramente engrasado con aceite o spray
antiadherente con la ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas.
Presione la masa hacia abajo para obtener bien la medida, y rocíe la parte
superior con spray o aceite. Debería ocupar la mitad del recipiente. Cubra el
recipiente con una tapa o con film plástico y, con cinta adhesiva, marque el
lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C),
alrededor de 1 hora. Solo habrá levado un poco.
Pase la masa a una encimera enharinada. Presiónela un poco para
desgasificarla, y estírela para formar un rectángulo (la medida exacta no es
importante). Dóblela dos veces en tres partes como si fuera una carta. Será
lisa y elástica pero un poco más firme después de doblarla cada vez. Vuelva a
meter la masa en el recipiente enaceitado y rocíe la parte superior con aceite o
spray antiadherente. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico y deje
que leve 1 hora más.
Vuelva a estirar la masa, dóblela dos veces en tres partes como si fuera
una carta, y vuélvala a meter en el recipiente. Engrase la parte superior,
cúbrala y deje que leve hasta que haya doblado su tamaño, alcanzando la
marca, entre 4 y 5 horas.
5 > Forme la masa y deje que leve. Sin desgasificarla, pase la masa a una
encimera enharinada y boléela (véase página 69). Colóquela en un banetón
enharinado o en un colador revestido con un paño enharinado, con el sellado
mirando hacia arriba. Apriete bien el sellado si empieza a despegarse. En el
banetón la masa debería quedar a 5 cm de los lados.
Rocíe la masa con aceite o espolvoréela un poco con harina y cúbrala con
un recipiente grande o film plástico. Deje que la masa fermente (idealmente a
24-26 °C) hasta que casi haya doblado su tamaño, entre 3 y 4 horas. Si
presiona la masa suavemente con la yema del dedo, la hendidura tardará en
rellenarse. En el banetón, el centro de la masa debería quedar entre 2 y 2,5 cm
de los lados.
7 > Greñe y hornee la masa. Invierta la masa con mucho cuidado sobre la
bandeja ya preparada. (Si ha utilizado el colador con un paño enharinado y el
pan ya levado ha quedado a más de 2,5 cm por debajo de la altura del
colador, deberá aguantar el pan cuando lo invierta para evitar que caiga y se
deshinche. Recorte un círculo de cartulina lo suficientemente pequeño como
para que quepa en el colador y equivalente a la superficie del pan. Coloque
un pedazo de papel de hornear sobre el pan, ponga el círculo de cartulina
encima e invierta el pan sobre la cartulina. Luego deslice el pan, todavía
sobre el papel de hornear en la bandeja.) Para obtener un pan redondo más
homogéneo, es bueno no greñar la masa. Si le gusta la apariencia rústica de la
corteza cortada, haga una cruz de 0,5 cm de profundidad en la parte superior
de la masa con unas tijeras, un cuchillo o una cuchilla tradicional bien
afilados. Será difícil greñarla porque la superficie de la masa es muy seca;
tenga mucho cuidado para que no se hunda la masa.
Rápidamente pero con suavidad, coloque la bandeja encima de la piedra o
la otra bandeja de hornear. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el recipiente
o la bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta. Hornee el pan
5 minutos. Baje la temperatura a 230 °C y hornee 10 minutos más. Levante el
pan con una espátula de cocina resistente y colóquelo directamente sobre la
piedra, dándole la vuelta para que se dore de manera uniforme. Siga
horneando entre 10 y 15 minutos más o hasta que la corteza esté bien
caramelizada; si inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia (al
insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una
temperatura de unos 100 °C). Para obtener una corteza más crujiente, deje la
puerta del horno entreabierta durante los últimos 5 minutos de horneado.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
VARIANTES
> Si necesita más masa madre —para hacer 2 hogazas a la vez, por ejemplo
—, en el paso 2 en lugar de desechar la mitad, utilice los 100 gramos e
increméntelos hasta obtener 400 gramos.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 68%
Masa madre: 30%
Sal: 2%
Masa madre de centeno
TIEMPOS
UTENSILIOS
volumen gramos
masa madre 1/3 de taza 75
(para co nservar) (1/4 de taza rasa) (50)
(para este pan) (1 cucharada más 2 cucharaditas ) (25)
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera aproximadamente 1 1/2 tazas 230
harina de centeno semiintegral 3/4 de taza 95
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 taza líquida 232
masa madre dura (ver página anterior) 1 1/2 tazas 360
semillas de comino 2 cucharadas 14
sal 1/2 cucharada 10,5
Con la batidora
Si ha guardado la masa madre en la nevera, sáquela 1 hora antes de mezclar
la masa de pan y déjela reposar a temperatura ambiente.
Ponga las harinas en el cuenco de la batidora amasadora. Con el gancho
para amasar a velocidad baja (n° 2 si utiliza una KitchenAid), añada el agua
gradualmente hasta que la harina se haya humedecido y haya formado una
masa irregular. Siga amasando a velocidad baja durante 3 minutos, tiempo
suficiente para que la estructura del gluten comience a desarrollarse. Rebañe
los restos de masa que se hayan quedado adheridos. Cubra el cuenco con film
plástico y deje que la masa repose 20 minutos.
Aparte 360 gramos de masa madre con los dedos enaceitados; descarte el
resto. Divídala en 4 piezas más o menos del mismo tamaño. Añádalas a
velocidad baja (n° 2 de la KitchenAid) al resto de la masa, amasando unos 2
minutos. Añada las semillas de comino y la sal y siga amasando 1 minuto
más. Aumente la intensidad a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) y
amase 3 minutos. La masa apenas será pegajosa; sí será lisa y muy elástica.
Si todavía está pegajosa, añada un poco de harina y amásela. Si no está nada
pegajosa, rocíela con un poco de agua y amásela. (La masa pesará unos 950
gramos.)
A mano
Si ha guardado la masa madre en la nevera, sáquela 1 hora antes de mezclar
la masa y deje que repose a temperatura ambiente.
Aparte 360 gramos de masa madre con los dedos enaceitados; descarte el
resto. Divídala en 4 piezas más o menos del mismo tamaño, y colóquelas en
un cuenco.
Añada el agua y mezcle con una cuchara de madera. Trabájelo unos
cuantos segundos para reblandecer la masa madre, luego añada toda la harina
excepto 2 cucharadas, las semillas de comino y la sal. Siga con la cuchara de
madera o con la mano y mézclelo todo hasta que la harina se haya
humedecido. Trabaje en el cuenco la masa hasta que ligue y luego pásela a
una encimera ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo
suficiente para que la estructura del gluten comience a desarrollarse,
añadiendo la menor cantidad posible de las 2 cucharadas de harina
reservadas, para evitar que se pegue. (Para evitarlo, es útil utilizar los dedos,
no las palmas de las manos.) Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo
la masa a medida que la trabaja. En este punto la masa estará muy pegajosa.
Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (El reposo
hará que la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje entre 5 y 10 minutos más la masa, o hasta que esté muy lisa y
elástica. Apenas debería ser pegajosa al tacto. Si la masa está todavía
demasiado pegajosa, añada la harina reservada, o un poco más si lo necesita.
(La masa pesará unos 940 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente o cuenco donde
pueda doblar su tamaño, ligeramente engrasado con aceite o spray
antiadherente con la ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas.
Presione la masa hacia abajo para obtener bien la medida, y rocíe la parte
superior con spray o aceite. Debería ocupar algo menos de la mitad del
recipiente. Cubra el recipiente con una tapa o con film plástico y, con cinta
adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la
masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente
(idealmente a 24-26 °C), alrededor de 1 hora. Solo habrá levado un poco.
Pase la masa a una encimera enharinada. Presiónela un poco para
desgasificarla, y estírela para formar un rectángulo. Dóblela dos veces en tres
partes como si fuera una carta. Será lisa y elástica pero un poco más firme
después de doblarla cada vez. Vuelva a meter la masa en el recipiente
enaceitado y rocíe la parte superior con aceite o spray antiadherente. Cubra el
recipiente con una tapa o film plástico y deje que leve 1 hora más.
Vuelva a estirar la masa, dóblela dos veces en tres partes como si fuera
una carta, y vuélvala a meter en el recipiente. Engrase la parte superior,
cúbrala y deje que leve hasta que haya doblado su tamaño, alcanzando la
marca, entre 3 1/2 y 5 horas.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela para aplanarla un poco sin desgasificarla.
Forme una bola con la masa de unos 15 cm por 7,5 cm de alto y póngala en la
bandeja de hornear ya preparada (véase página 475). Cúbrala con un
recipiente grande o con film plástico enaceitado. Deje que la masa formada
leve (idealmente a 24-26 °C) hasta que casi haya doblado su tamaño, entre 3
y 4 horas. Tendrá unos 19 cm por 7,5 cm de alto. Si presiona la masa con
suavidad con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
8 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla hasta que se
enfríe del todo.
VARIANTES
Si tiene masa madre líquida, es fácil convertirla en una masa madre dura para
esta receta; vea las instrucciones de la página 457. Luego deje que repose
hasta que haya doblado su tamaño, entre 6 y 8 horas, y utilícela en lugar de la
masa madre dura, empezando en el paso 2, la primera vez que se refresca.
La cantidad de masa madre en esta receta es del 39,25 por ciento de la harina
y el agua (incluidas las contenidas en la masa madre). En los meses más
cálidos, si quiere obtener el máximo de sabor deberá reducir la masa madre a
un 30 por ciento para que la masa fermente más lentamente. (Yo no lo
reduciría a menos de un 30 por ciento, ya que este pan requiere de cierta
acidez.)
Para reducir la cantidad de masa madre dura al 30 por ciento:
Reduzca la masa madre a 275 gramos. Añada 2 cucharadas (28 gramos)
de agua y 56,5 gramos de harina al resto de la masa.
Aquellos que deseen un sabor más intenso de centeno y una textura más
compacta, no tienen más que convertir su masa madre en una masa madre de
centeno y obtendrán un pan con un 42 por ciento de centeno. (Recuerde que
utilizar más de un 20 por ciento de harina de centeno exige el uso de una
masa madre de centeno, porque la acidez de la masa madre es necesaria para
evitar que la miga se vuelva pegajosa a causa de las pentosas de la harina de
centeno.)
Para convertir la masa madre en una masa madre de centeno,
simplemente debe refrescarla con harina de centeno semiintegral en lugar de
harina panadera. Necesitará un poco más de agua para alcanzar una
consistencia lisa. Serán precisos 9 alimentaciones para sustituir toda la harina
blanca de la masa madre con centeno. (Puede refrescar la masa madre cada
12 horas, dejándola a temperatura ambiente, o más gradualmente, guardando
la masa madre en la nevera según se describe en la página 366.) Luego utilice
esta masa madre para hacer la masa madre de centeno. Cuando haga el pan,
refresque la masa madre solo con harina de centeno semiintegral, pero en la
masa omita la harina de centeno y utilice un total de 325 gramos más de
harina panadera. La masa fermentará a mayor velocidad con este porcentaje
más alto de harina de centeno (aproximadamente 2 horas después de doblarla
2 veces como si fuera una carta y unas 2 1/2 horas después de formarla).
NOTA
Esta es la misma receta básica del auténtico pan judío de centeno de Levy
(página 341), pero no he añadido azúcar, malta, aceite ni levadura de
panadero porque la masa madre proporciona el sabor complejo y la humedad
que añaden estos ingredientes.
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
volumen gramos
masa madre 1/3 de taza 75
(para con servar) 1/4 de taza rasa (50)
(para este pan) 1 c ucharada más 2 cucharaditas (25)
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
Con la batidora
Si ha guardado la masa madre en la nevera, sáquela 1 hora antes de mezclar
la masa de pan y déjela reposar a temperatura ambiente.
Mezcle la harina panadera, la harina gruesa de centeno integral, la malta
(o la miel o el azúcar), el gluten de trigo vital, el caramelo en polvo, el cacao,
el azúcar, el café instantáneo en polvo y las semillas de comino en el cuenco
de la batidora amasadora. Añada la melaza. Con el gancho para amasar a
velocidad baja (n° 2 si utiliza una KitchenAid), añada gradualmente el agua
hasta que la harina se haya humedecido y haya formado una masa irregular.
Siga amasando a velocidad baja durante 3 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse. Recoja los restos de
masa que se hayan quedado adheridos. Cubra el cuenco con film plástico y
deje que repose la masa 20 minutos.
Aparte 270 gramos de masa madre con los dedos enaceitados; descarte el
resto. Divídalo en 4 piezas, más o menos del mismo tamaño. Añádalas, a
velocidad baja, al resto de la masa (n° 2 de la KitchenAid), amasando unos 2
minutos. Añada la sal y siga amasando 1 minuto más. Aumente la intensidad
a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) y amase 3 minutos. La masa
apenas será pegajosa; sí será lisa y muy elástica. Si todavía está pegajosa,
añada un poco de harina y amásela. Si no está nada pegajosa, rocíela con un
poco de agua y amásela. La masa debería ser muy lisa y firme. (La masa
pesará unos 835 gramos.)
A mano
Si ha guardado la masa madre en la nevera, sáquela 1 hora antes de mezclar
la masa y deje que repose a temperatura ambiente.
Mezcle toda la harina panadera excepto 312 gramos (2 tazas) con la
harina gruesa integral de centeno, la malta (o la miel o el azúcar), el gluten de
trigo vital, el caramelo en polvo, el cacao, el azúcar, el café instantáneo en
polvo, las semillas de comino y la sal en un cuenco mediano. Resérvelo.
Aparte 270 gramos (1 taza más 2 cucharadas) de masa madre con los
dedos enaceitados; descarte el resto. Divídala en 4 piezas más o menos del
mismo tamaño, y colóquelas en un cuenco.
Añada el agua y mezcle con una cuchara de madera. Trabájelo unos
cuantos segundos para reblandecer la masa madre, añada la melaza, y luego
agregue las harinas, mezclándolo todo hasta que se haya humedecido bien.
Trabaje en el cuenco la masa hasta que ligue y luego pásela a una encimera
ligeramente enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la menor
cantidad posible de las 2 cucharadas de harina reservadas, para evitar que se
pegue. (Para evitarlo, es útil utilizar los dedos, no las palmas de las manos.)
Con una rasqueta vaya recogiendo y reuniendo la masa a medida que la
trabaja. En este punto la masa estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco
invertido y deje que repose 20 minutos. (El reposo hará que la masa esté
menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Amase entre 5 y 10 minutos más la masa, o hasta que esté muy lisa y
elástica. Apenas debería ser pegajosa al tacto. Si la masa está todavía
demasiado pegajosa, añada parte o toda la harina restante. La masa debería
ser muy lisa y firme. (La masa medirá unas 3 tazas y pesará unos 835
gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente o cuenco donde
pueda doblar su tamaño, ligeramente engrasado con aceite o spray
antiadherente con la ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas.
Presione la masa hacia abajo para obtener bien la medida, y rocíe la parte
superior con spray o aceite. Debería ocupar 1/3 del recipiente. Cubra el
recipiente con una tapa o con film plástico y, con cinta adhesiva, marque el
lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C),
alrededor de 1 hora. Solo habrá levado un poco.
Pase la masa a una encimera enharinada. Presiónela un poco para
desgasificarla, y estírela para formar un rectángulo (la medida exacta no es
importante). (Se trata de una masa espesa y no muy elástica, de modo que es
mejor estirarla con el rodillo que hacerlo con la mano.) Dóblela en tres partes
como si fuera una carta una sola vez; deberá quedar más firme que antes.
Vuelva a meter la masa en el recipiente enaceitado y rocíe ligeramente la
parte superior con aceite o spray antiadherente. Cubra el recipiente con una
tapa o film plástico y deje que leve 1 hora más.
Vuelva a estirar la masa, dóblela dos veces en tres partes como si fuera
una carta, y vuélvala a meter en el recipiente. Engrase la parte superior,
cúbrala y deje que leve hasta que haya doblado su tamaño, alcanzando la
marca, entre 6 y 8 horas.
5 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela para aplanarla un poco. Forme una bola
con la masa de 15 cm por 7,5 cm de alto (véase página 69) y póngala sobre la
bandeja de hornear ya preparada. Cúbrala con un recipiente grande o con film
plástico enaceitado. Deje que la masa formada leve (idealmente a 24-26 °C)
hasta que casi haya doblado su tamaño, entre 4 y 5 horas. Tendrá unos 18 cm
por 7,5 cm de alto. Si presiona la masa suavemente con la yema del dedo, la
hendidura tardará en rellenarse.
Glaseado opcional
Se obtiene: 1/4 de taza (suficiente para 2 hogazas)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
agua 1/4 de taza más 2 cucharadas, separada s -
maicena 1/2 cucharada -
Opcional:
1/2 cucharada
semillas de sésa mo, preferiblemente crudas
8 > Greñe y hornee la masa. Pinte el pan con el glaseado, cubriéndolo por
entero. Aparte el glaseado restante y cúbralo. Haga una cruz de entre 0,5 y 1
cm de profundidad en la masa con un cuchillo afilado o una hoja de afeitar.
Rápidamente pero con suavidad coloque la bandeja sobre la piedra o la
otra bandeja de hornear ya calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee el pan 5 minutos. Baje la temperatura a 190 °C y siga horneando 15
minutos más. Levante el pan con una espátula de cocina resistente y
colóquelo directamente encima de la piedra, dándole la vuelta para que se
cocine de manera uniforme. Siga horneando otros 35 minutos o hasta que la
corteza haya adquirido un dorado oscuro; si inserta una brocheta en el centro
deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura instantánea en el
centro indicará una temperatura de unos 88 °C). Si desea obtener una corteza
aún más crujiente, deje la puerta del horno entreabierta durante los últimos 5
minutos de horneado.
9 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica.
Glaséelo por segunda vez (e incorpore las semillas de sésamo) hasta que se
enfríe del todo.
VARIANTES
Si tiene masa madre líquida, es fácil convertirla en una masa madre dura para
esta receta; siga las instrucciones de la página 457. Luego deje que repose
hasta que haya doblado su tamaño, entre 6 y 8 horas, y utilícela en lugar de la
masa madre dura, empezando en el paso 2.
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
UTENSILIOS
Dos noches antes de hacer pan, saque la masa madre de la nevera y deje
que repose hasta el día siguiente en un lugar fresco (15-20 °C).
El día antes de hacer pan, lo primero que hay que hacer por la mañana
es refrescar (expandir) la masa madre.
1 > Refresque la masa madre por primera vez (la multiplicará por 2, de
106 gramos a 212 gramos). Póngala en un cuenco pequeño.
Añada: aproximadamente 56 gramos de harina panadera, 14 gramos
de harina de trigo integral y 36 gramos de agua. Primero con una cuchara
de madera y luego con la mano, mézclelo todo y amáselo hasta que haya
ligado. La masa madre debería tener la consistencia de una masa espesa para
biscuits. Si después de amasar 2 minutos todavía queda harina seca, añada un
poco de agua. Si al cabo de amasar 2 minutos aún quedan partículas de
harina, añada un poco de agua. (No se preocupe, demasiada agua no
estropeará la masa madre: pero durante la fermentación y el reposo la masa se
suaviza, y es más fácil trabajar con la masa madre cuando está firme y no
pegajosa y no se queda enganchada en los dedos o en el cuenco.) Cubra bien
la masa madre y deje que repose a temperatura ambiente entre 8 y 12 horas.
Se hinchará solo un poquito. Siga con el paso 2.
(Nota: si quiere conservar la masa madre para hacer pan más adelante en
lugar de hacer el pan en este punto, ponga la masa madre en un tarro o
cuenco donde pueda doblar de tamaño y engrase ligeramente la parte superior
de la masa con aceite. Tápelo bien con la tapa. Si la quiere conservar durante
1 semana, deje que la masa madre fermente a una temperatura ambiente tibia
[24-26 °C] durante 30 minutos; si la quiere conservar 3 días, déjela 1 hora, y
si la quiere conservar 2 días, déjela 2 horas. Luego consérvela en la nevera
hasta que se disponga a hacer el pan.)
2 > Esa misma noche, refresque la masa madre por segunda vez y deje
que fermente (la multiplicará por 2, de 212 gramos a 424 gramos). Aparte
212 gramos de masa madre; deseche el resto. Coloque la masa madre en un
cuenco mediano.
Añada los 212 gramos de harina panadera que quedan, 28 gramos de
harina de trigo integral, y 72 gramos de agua. Primero con una cuchara de
madera y luego con la mano, mezcle y amase los ingredientes hasta que
hayan ligado. Si al cabo de amasar 2 minutos todavía hay harina seca, añada
un poco de agua. La masa madre debería ser una masa irregular muy espesa
pero ligada, sin harina seca. Pesará 424 gramos.
Semillas y granos
INGREDIENTES MEDIDA PESO
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
5 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente o cuenco donde
pueda doblar su tamaño, ligeramente engrasado con aceite o spray
antiadherente. Presione la masa hacia abajo para obtener bien la medida, y
rocíe la parte superior con spray o aceite. Cubra el recipiente con una tapa o
film plástico. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que
haya levado un poquito, entre 1 1/2 y 2 horas.
Pase la masa a una encimera enharinada y presiónela hacia abajo para
aplanarla un poco. Estírela con el rodillo para formar un rectángulo (la
medida exacta no es importante). Dóblela en tres partes como si fuera una
carta. Gírela de modo que el lado cerrado quede a su izquierda y repita el
proceso de estirarla y doblarla cuatro veces más, hasta un total de cinco. Cada
vez debería ser más elástica. Vuelva a meter la masa en el recipiente y rocíe
ligeramente la parte superior con aceite. Cubra el recipiente y deje que la
masa fermente una segunda vez hasta que se haya hinchado un poquito más
que la primera, entre 1 1/2 y 2 horas.
7 > Forme la masa y deje que leve. Presione o estire cada tronco formando
un rectángulo y luego forme con cada uno un torpedo de 20 cm de largo
(véase página 73). Colóquelos en la/s base/s ya preparada/s de (los)
recipiente/s La Cloche y/o en la bandeja, dejando un buen espacio entre las 2
hogazas para que puedan crecer. Si solo tiene un recipiente La Cloche,
coloque la segunda hogaza en una bandeja revestida y «retárdela» dejándola
en un lugar fresco (18-21 °C). Póngala en un lugar más tibio cuando meta la
primera hogaza en el horno. Después de sacar la primera hogaza, vuelva a
poner la campana del recipiente La Cloche en el horno para precalentarla
hasta que la segunda hogaza esté a punto para ser horneada. Cúbralas con
un recipiente grande o film plástico y deje que leven (idealmente a 24-26 °C)
hasta que la masa se haya hinchado un poco más que las dos primeras veces,
entre 2 y 2 1/2 horas. Cada hogaza tendrá unos 21,5 cm por 14 cm de ancho.
La masa será firme al tacto y si se presiona con suavidad con la yema del
dedo recuperará rápidamente la forma.
9 > Greñe y hornee el pan. Haga dos o tres greñas en diagonal de entre 0,5 y
1 cm de profundidad en la parte superior de las 2 hogazas con un cuchillo
afilado o una hoja de afeitar (véase página 85).
Si utiliza un recipiente La Cloche, ponga la campana caliente sobre la
base con cuidado, y rápidamente pero con suavidad ponga los panes encima
de la piedra o la bandeja de hornear. Hornee el pan 10 minutos. Saque la
campana, baje la temperatura a 230 °C y siga horneando entre 15 y 20
minutos más o hasta que el pan tenga un dorado oscuro; si inserta una
brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 88 °C).
Si no utiliza un recipiente La Cloche, coloque la bandeja sobre la piedra o
la otra bandeja ya calientes rápidamente pero con cuidado. Vierta 1/2 taza de
cubitos de hielo en el recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre
enseguida la puerta. Hornee los panes 15 minutos. Levante los panes y
colóquelos directamente sobre la piedra con la ayuda de una espátula de
cocina resistente; gírelos para que se cocinen uniformemente. Baje la
temperatura a 230 °C y siga horneando entre 15 y 20 minutos o hasta que la
corteza tenga un dorado oscuro; si inserta una brocheta en el centro deberá
salir limpia (al insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro
indicará una temperatura de unos 88 °C).
10 > Enfríe el pan. Saque el/los pan/es del horno y páselo/s a una rejilla
metálica hasta que se enfríen del todo.
VARIANTE
Pan rápido de masa madre de trigo con semillas (con levadura de panadero
añadida) Si sus horarios le exigen acelerar el proceso (aproximadamente en
un 25 por ciento), o si se siente más cómodo con la fiabilidad de la levadura
de panadero, puede añadir hasta un 0,06 por ciento de levadura de este tipo al
peso total de harina contenida en esta receta (incluidos el salvado y el germen
y la harina que contiene la masa madre). El peso total es de 847 gramos; el
0,06 por ciento de 847 gramos es 0,5 gramos o 1/8 de cucharadita más 1/16
de cucharadita rasa de levadura instantánea. La levadura se debería añadir
antes de la mezcla de semillas. Este porcentaje tan bajo no afectará a la
acidez o el sabor de la masa madre, pero si se añadiera al principio, la
levadura de panadero quedaría dañada con toda probabilidad a causa de la
acidez de la masa madre.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
UTENSILIOS
Una batidora amasadora potente equipada con gancho para amasar;
volumen gramos
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1/2 taza líquida 120
extracto de masa madre Lalvain Pain de Campagne (ver página 41) 1/8 de cucharadita 0,4
harina panadera 2/3 de taza 100
harina integral de trigo o harina kamut 2 cucharadas 20
1 > Prepare la masa madre. Para que incorporen aire, combine todos los
ingredientes en un cuenco hasta que queden muy lisos, unos 2 minutos. La
masa madre tendrá la consistencia de una masa líquida espesa. Rebañe los
restos de masa que se hayan quedado adheridos.
Cubra bien el cuenco con film plástico enaceitado (o colóquela en un
recipiente con tapa) y guárdelo en un lugar tibio (21-26 °C). Deje que repose
un mínimo de 12 horas y un máximo de 20 horas. Estará llena de burbujas y
habrá levado 1/3. Estará lista para ser utilizada, o bien para guardarla en la
nevera hasta 7 días.
Masa
INGREDIENTES MED IDA PESO
volumen gramos
masa madre líquida (ver más arriba) 1 taza rasa 240
harina panadera 1 1/4 tazas 186
levadura instantánea 1/4 de cucharadita 0,8
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 6 cucharadas 88
sal 3/4 de cucharadita 5,2
A mano
Si ha guardado la masa madre en la nevera, sáquela 1 hora antes de mezclar
la masa y deje que repose a temperatura ambiente.
Pase la masa madre a un cuenco grande con la ayuda de una espátula o
una rasqueta enaceitadas. Añada y mezcle el agua con una cuchara de
madera, y luego añada y mezcle toda la harina excepto 2 cucharadas y la sal.
Siguiendo con la cuchara de madera o bien con la mano, mézclelo todo hasta
que la harina se haya humedecido. Amase en el cuenco la masa hasta que
quede homogénea, y luego pásela a una encimera ligeramente enharinada.
Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para que la estructura del gluten
comience a desarrollarse, añadiendo la menor cantidad posible de las 2
cucharadas de harina reservadas, para evitar que se pegue. (Para evitarlo, es
útil utilizar los dedos, no las palmas de las manos.) Con una rasqueta vaya
recogiendo y reuniendo la masa a medida que la trabaja. En este punto la
masa estará muy pegajosa. Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose
20 minutos. (El reposo hará que la masa esté menos pegajosa y sea más fácil
de manipular.)
Amase entre 5 y 10 minutos más la masa, o hasta que esté muy lisa y
elástica. Debería ser un poco pegajosa al tacto. Añada la harina reservada, o
un poco más si lo necesita. (La masa debería pesar unos 500 gramos.)
Ambos métodos
3 > Deje que la masa fermente. Con la ayuda de una espátula o una rasqueta
enaceitadas, pase la masa a un recipiente o cuenco, ligeramente engrasado
con aceite o spray antiadherente, donde pueda doblar su tamaño. Presione la
masa hacia abajo y rocíe la parte superior con spray o aceite. Cubra el
recipiente con una tapa o con film plástico, y con cinta adhesiva marque el
lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C),
alrededor de 1 hora. (Todavía no habrá doblado su tamaño.)
Pase la masa a una encimera enharinada. Presiónela un poco para
desgasificarla, y estírela para formar un rectángulo (la medida exacta no es
importante). Dóblela dos veces en tres partes como si fuera una carta. Será
lisa y elástica pero cada vez que la doble estará más firme. Vuelva a meter la
masa en el recipiente enaceitado y rocíe ligeramente la parte superior con
aceite o spray antiadherente. Cubra el recipiente con una tapa o film plástico
y deje que repose 1 hora más.
Vuelva a estirar la masa, dóblela dos veces en tres partes como si fuera
una carta y vuélvala a meter en el recipiente. Deje que fermente hasta que
haya doblado su tamaño, alcanzando la marca.
4 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y forme una bola con ella, sin desgasificarla (véase
página 69). Póngala en un banetón enharinado o en un colador revestido con
un paño enharinado, con el sellado mirando hacia arriba. Pegue bien el
sellado si empieza a abrirse. En el banetón, la masa debería quedar a 5 cm de
los lados.
Rocíe la masa con aceite o espolvoréela ligeramente con harina y cúbrala
con un recipiente grande o con film plástico. Deje que la masa fermente hasta
que casi haya doblado su tamaño, entre 1 1/2 y 2 horas. Si presiona la masa
con suavidad con la yema del dedo, la hendidura tardará en rellenarse.
(También puede guardar la masa levada y formada en la nevera hasta 20
horas antes de hornearla. Esto hará que desarrolle un sabor más ácido, si es lo
que desea, y posiblemente encajará mejor en sus horarios. Sáquela de la
nevera 30 minutos antes de hornear.)
6 > Greñe y hornee la masa. Con mucho cuidado, invierta la masa sobre la
bandeja ya preparada. (Si ha utilizado el colador con un paño enharinado y el
pan ya levado ha quedado a más de 2,5 cm por debajo de la altura del
colador, deberá aguantar el pan cuando lo invierta para evitar que caiga y se
deshinche. Recorte un círculo de cartulina lo suficientemente pequeño como
para que quepa en el colador y equivalente a la superficie del pan. Coloque
un pedazo de papel de hornear sobre el pan, ponga el círculo de cartulina
encima e invierta el pan sobre la cartulina. Luego deslice el pan, todavía
sobre el papel de hornear en la bandeja.) Si quiere un pan redondo más
homogéneo, puede dejar la masa sin greñar. Si le gusta la apariencia rústica
de la corteza greñada, haga una cruz de 0,5 cm con unas tijeras, un cuchillo
afilado o una hoja de afeitar. La superficie de la masa estará muy seca y será
difícil de greñar: greñe con mucha suavidad para evitar que se hunda la masa.
(Para mí, lo que funciona mejor son unas tijeras pequeñas bien afiladas.)
Rápidamente pero con suavidad, coloque la bandeja sobre la piedra o la
otra bandeja de hornear ya calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee el pan 5 minutos. Baje la temperatura del horno a 230 °C y siga
horneando entre 20 y 25 minutos más o hasta que el pan tenga un dorado
intenso; si inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un
termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una temperatura de
unos 100 °C). A medio horneado, levante el pan con una espátula de cocina
resistente y colóquelo directamente sobre la piedra, dándole la vuelta para
conseguir que se cocine de manera uniforme. Si quiere una corteza más
crujiente, entreabra la puerta del horno durante los últimos 5 minutos del
proceso.
7 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta enfriarlo del todo.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
TIEMPOS
UTENSILIOS
volumen gramos
harina panadera 1/3 de taza 50
extracto de masa madre Lalvain Pain de Campagne (ver página 41) 1/16 de cucharadita 0,2
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3 1/2 cucharadas 50
Masa
INGREDIENTES MEDI DA PESO
3 > Deje que la masa fermente. Con la ayuda de una espátula o una rasqueta
enaceitadas, pase la masa a un recipiente o cuenco donde pueda doblar de
tamaño, ligeramente engrasado con aceite o spray antiadherente. Presione la
masa hacia abajo y rocíe la parte superior con aceite o spray. Cubra el
recipiente con una tapa o con film plástico, y con cinta adhesiva marque la
altura aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje
que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya doblado su
tamaño, entre 1 1/2 y 2 horas.
Con la ayuda de una espátula o una rasqueta enaceitadas, pase la masa a
una encimera ligeramente enharinada y presiónela con suavidad hacia abajo
para formar un rectángulo. Dóblela dos veces en tres partes como si fuera una
carta y vuélvala a meter en el recipiente y rocíe la parte superior con aceite.
Cubra el recipiente y vuelva a marcar la altura aproximada que tendrá la masa
una vez haya doblado su tamaño. (Ocupará más espacio en el recipiente que
la vez anterior porque ahora contiene más aire.) Deje que fermente hasta que
haya doblado su tamaño, aproximadamente 1 hora.
4 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y presiónela con suavidad para desgasificarla un
poco. Forme una bola con la masa (véase página 69), espolvoreándola con la
menor cantidad posible de harina para evitar que se pegue. Seguirá siendo
muy pegajosa. Póngala en un banetón o en un colador pequeño revestido con
un paño enharinado y cúbrala con un recipiente grande o film plástico
enaceitado. Deje que fermente hasta que casi haya doblado su tamaño,
aproximadamente 1 hora. Si presiona la masa con suavidad con la yema del
dedo, la hendidura tardará en rellenarse. (En el banetón, el centro de la
hogaza debería quedar a la altura de los bordes o un poco por encima.)
6 > Greñe y hornee el pan. Invierta la masa con mucho cuidado sobre la
bandeja ya preparada. (Si ha utilizado el colador con un paño enharinado y el
pan ya levado ha quedado a más de 2,5 cm por debajo de la altura del
colador, deberá aguantar el pan cuando lo invierta para evitar que caiga y se
deshinche. Recorte un círculo de cartulina lo suficientemente pequeño como
para que quepa en el colador y equivalente a la superficie del pan. Coloque
un pedazo de papel de hornear sobre el pan, ponga el círculo de cartulina
encima e invierta el pan sobre la cartulina. Luego deslice el pan, todavía
sobre el papel de hornear en la bandeja.) Haga varias greñas de 0,5 cm en la
parte superior de la masa con unas tijeras pequeñas, un cuchillo afilado o una
hoja de afeitar (véanse páginas 84-85). Como la superficie de la masa es muy
seca, será difícil de cortar; hágalo con sumo cuidado para que no se hunda la
masa.
Rápidamente pero con suavidad, ponga la bandeja sobre la piedra o la
otra bandeja de hornear ya calientes. Vierta 1/2 taza de cubitos de hielo en el
recipiente o la bandeja en el suelo del horno y cierre enseguida la puerta.
Hornee el pan 5 minutos. Baje la temperatura del horno a 230 °C y siga
horneando entre 20 y 25 minutos más o hasta que el pan tenga un dorado
intenso; si inserta una brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un
termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una temperatura de
unos 100 °C). A medio horneado, levante el pan con una espátula de cocina
resistente y póngalo directamente encima de la piedra, dándole la vuelta para
que se cocine de manera uniforme.
7 > Enfríe el pan. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla metálica
hasta que se enfríe del todo.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
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7.
La familiade los brioches
LA MASA DEL BRIOCHE ES TAN SUAVE Y SEDOSA QUE ME GUSTA HACERLA SOLO
para disfrutar de su tacto en las manos. Una vez acabada, la masa está tan
llena de vida que necesita que se la desgasifique constantemente durante su
reposo de maduración en la nevera. Cuando trabajé para los Bernachon, los
legendarios maestros chocolateros de Lyon (Francia), traduciendo su libro La
pasión por el chocolate, descubrí todo un mundo a la hora de tratar la masa
de brioche. Papá Bernachon me dijo que debía rompre* la masa a intervalos
frecuentes mientras estaba en la nevera. Cuando le pregunté el significado de
rompre pareció desconcertado. Buscó la ayuda de varios panaderos de su
cocina para traducir el término, pero no pudieron, así que me lo demostraron
gráficamente: levantaron la masa y la lanzaron sobre la mesa doblándola
sobre sí misma unas cuantas veces para moderar su vigoroso levado. Esa
demostración del vigor de la masa del brioche fue una lección inolvidable.
Por supuesto, los brioches son maravillosos comidos solos, pero también
son la base de gran cantidad de creaciones de pan, desde el kugelhopf y el
jalá (ambos un tipo de brioche menos sofisticado) al panettone (un brioche
supersofisticado). Toda la familia de masas enriquecidas con huevo y
mantequilla se encuentra entre las favoritas de la gente y suelen ser
inevitables en las celebraciones, especialmente en Navidad y el día de Acción
de Gracias. ¿Y qué podría ser más apetitoso para una comida de domingo que
unos panecillos melosos (sticky buns), también hechos con masa de brioche?
Aunque ya escribí sobre brioches en La biblia de los pasteles y en The
Pie and Pastry Bible, vuelvo a hacerlo aquí porque ningún libro sobre panes
estaría completo sin ellos.
¡Además, tengo cosas que añadir! He mejorado la receta y la técnica
básicas y, aún más importante, he perfeccionado significativamente mi receta
para los panecillos melosos, unos de mis favoritos. Ahora caramelizo la
cobertura de azúcar sobre los panecillos sin hornear y hago el caramelo más
intenso y viscoso. También he mejorado su textura y he conseguido una
corteza crujiente y una miga suave pero no pastosa horneándolos en un molde
especial con huecos individuales (también puede utilizar los moldes para
magdalenas o muffin). Me gustan tanto estos panecillos melosos que he
elaborado dos versiones nuevas que pueden rivalizar con los originales: unos
exquisitos panecillos de chocolate y otros de sirope de arce y nueces.
De todos los panes que se hacen con huevo de este capítulo, el pan de tres
quesos (página 554) es el que tiene menos huevo, solo un 10 por ciento,
frente al brioche, que tiene un 66 por ciento. Menos huevo significa por lo
general una textura menos esponjosa, pero este no es el caso, porque el pan
de tres quesos tiene grandes agujeros gracias a que los daditos de queso que
se derriten en la miga forman las bolsas de aire que normalmente
proporcionaría el huevo.
Las dos recetas de este capítulo que no contienen huevo son los
croissants de trigo (página 559) y el pan piñonero (monkey bread) (página
532). Aparte de la ausencia de huevo en el croissant, el croissant y el brioche
llevan los mismos ingredientes: harina, levadura, sal, azúcar, leche y
mantequilla. Solo tienen dos diferencias significativas: la masa de croissant
contiene casi el doble de mantequilla y su único componente líquido es la
leche, mientras que el líquido de la masa de brioche procede
mayoritariamente de los huevos, con solo un poquito de leche. Los huevos de
la masa de brioche le dan una miga esponjosa similar a la de los bizcochos,
mientras que la gran cantidad de mantequilla en la masa del croissant, y su
distribución en capas, le da su textura hojaldrada.
Hay que decir que el pan piñonero no es un miembro legítimo de la
familia de los brioches porque la masa que se utiliza para hacerlo es la del
pan de sándwich básico del capítulo 4. Su textura se parece a la del brioche,
suave y esponjosa, pero es menos enriquecida porque no lleva huevo y se le
pone menos mantequilla. Pero lo he puesto en este capítulo porque el relleno
de azúcar moreno, pasas, nueces pacanas y mantequilla lo hace similar a los
panecillos melosos. Aunque yo prefiero la masa que expongo aquí para hacer
el pan piñonero —puesto que al ser más ligera combina muy bien con el
relleno tan pesado—, si usted lo prefiere puede hacerlo con masa de brioche.
> No deje que la masa fermente más veces de las recomendadas en las
recetas o la fermentación debilitará la estructura y hará que el pan sea
pesado.
> Corte estos panes con un cuchillo eléctrico o un cuchillo de sierra para
evitar comprimir y aplastar su miga esponjosa.
NOTA
Esta es mi receta básica para brioches, suave, ligera y con un intenso sabor a
mantequilla. Para aquellos que quieran añadir más mantequilla, pueden
incrementarla a 170 gramos, y obtendrán una miga más fina, densa y más
parecida a la de un bizcocho. Se trata de una masa muy fácil de hacer, sobre
todo con panificadora, que puede procesar perfectamente una cantidad tan
pequeña de masa.
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MED IDA PESO
volumen gramos
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 2 cucharadas 29 ,5
azúcar 1 cucharada 12,5
levadura instantánea 1/4 de cucharadita 0,8
harina panadera 1/2 taza 71
1 huevo grande - 58 (con cáscara)
UTENSILIOS
volumen gramos
harina panadera o harina de fuerza 1 taza más 1 1/2 cucharadas 156
azúcar 2 cucharadas 25
levadura instantánea 1 1/4 cucharaditas 4
sal 1/2 cucharadita 3,3
2 huevos grandes y fríos - 113 (con cáscara)
mantequilla sin sal, en pomada 8 cucharadas 113
3 > Mezcle la masa. Añada los 2 huevos fríos y mézclelo todo con el gancho
para amasar a velocidad baja (n° 2 si utiliza una KitchenAid)
aproximadamente 1 minuto o hasta que la harina se haya humedecido.
Aumente la intensidad a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) y amase 2
minutos. Limpie las paredes del cuenco con una rasqueta enaceitada y siga
amasando unos 5 minutos más o hasta que la masa esté lisa y brillante pero
muy suave y pegajosa. Se aglomerará alrededor del gancho para amasar pero
no se despegará completamente del cuenco.
Añada la mantequilla a cucharadas, esperando a que cada una se integre
del todo antes de añadir la siguiente. La masa estará muy suave y elástica y se
pegará muchísimo a los dedos, pero no caiga en la tentación de añadir más
harina en este punto; se volverá considerablemente más firme después de
enfriarla. (La masa pesará unos 536 gramos.)
4 > Deje que la masa fermente. Con la ayuda de una espátula o rasqueta
enaceitadas, pase la masa a un recipiente enaceitado con capacidad suficiente
para que pueda doblar su tamaño. Rocíe ligeramente la parte superior de la
masa con aceite y cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta
adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la
masa una vez haya doblado su tamaño. Deje que la masa fermente hasta que
haya alcanzado la marca, aproximadamente entre 1 1/2 y 2 horas.
5 > Enfríe la masa. Guarde la masa en la nevera 1 hora para que se vuelva
más firme; esto evitará que la mantequilla se separe.
Desgasifique suavemente la masa mezclándola con una rasqueta o una
espátula, y vuélvala a guardar en la nevera 1 hora para que esté menos
pegajosa y sea más fácil de manipular.
7 > Forme la masa y deje que leve. Saque la masa de la nevera y presiónela
con suavidad para desgasificarla. Divida la masa en 16 piezas (de
aproximadamente 33 gramos cada una). Sin una balanza, la manera más fácil
de dividir la masa uniformemente es estirarla en un cilindro largo con las
manos enharinadas. Córtela por la mitad y siga cortando cada pieza por la
mitad hasta que tenga 16.
Separe un poco menos de un cuarto de cada pieza para el copete. Bolee
cada pieza y póngala en los huecos del molde para brioches. Con las manos
enharinadas, dé forma de pera alargada a cada una de las piezas reservadas
para el copete. Con el dedo índice, haga un agujero en el centro de cada
brioche, llegando prácticamente al fondo del molde, e inserte la masa en
forma de pera alargada en los agujeros. Cubra los moldes con film plástico
sin ajustarlo y deje que fermente la masa (idealmente a 24-26 °C) hasta que
alcance la altura de los moldes, alrededor de 1 hora. (Véanse ilustraciones
paso a paso en página 518.)
8 > Precaliente el horno. Precaliente el horno a 220 °C durante 1 hora antes
de hornear. Previamente, sitúe una rejilla en el carril inferior del horno y
ponga una piedra o bandeja de hornear encima.
volumen gramos
una yema de huevo grande 1 cucharada -
leche o crema de leche 1 cucharadita -
10 > Enfríe los brioches. Saque los brioches del horno y desmóldelos sobre
una rejilla metálica. Póngalos boca arriba y deje que casi se enfríen del todo.
VARIANTES
Brioche de pimienta negra Cuando probé este brioche, relleno con ensalada
de langosta, en el restaurante An American Place de Larry Forgione hace
años, pensé que sería un gran contrapunto al sabor ahumado del beicon en un
sándwich que además llevase lechuga y tomate. Simplemente tiene que
añadir 1 1/2 cucharaditas (4 gramos) de pimienta negra gruesa a la sal. Si
quiere tomarlo con foie gras, puede añadir 1 cucharada (12 gramos) de
granos de pimienta verde en vinagre escurridos.
Pan brioche Se puede hacer la receta básica, o estas versiones, en una sola
hogaza. Siga la receta hasta el paso 6 y luego prosiga tal como indicamos a
continuación.
7 > Forme la masa y deje que leve. Desgasifique la masa tal y como se ha
indicado, luego estírela formando un rectángulo de unos 19 cm de largo por
12,5 cm de ancho. Dóblela en tres partes, eliminando todo exceso de harina, y
presionando con los pulgares para sellar la masa (véanse las ilustraciones de
la página 71). Colóquela en el molde ya preparado con el sellado en la parte
inferior, presionándola con firmeza hacia abajo. Cúbralo con film plástico
engrasado sin ajustarlo y deje que fermente hasta que la parte superior de la
masa alcance la altura del molde, entre 1 1/2 y 2 horas.
9 > Glasee (si lo desea), greñe y hornee la hogaza de brioche. Para obtener
una corteza brillante, úntela con el glaseado de huevo opcional. Haga una
greña a lo largo de entre 0,5 y 1 cm de profundidad con un cuchillo afilado o
una hoja de afeitar. Empiece a unos 2,5 cm de uno de los extremos y acabe a
2,5 cm del otro extremo.
Ponga el molde sobre la piedra o la bandeja de hornear. Hornee el
brioche entre 35 y 40 minutos o hasta que tenga un dorado bonito; si inserta
una brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de
lectura instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 88 °C).
Brioche gigante
Se obtiene: 1 hogaza redonda de 23 cm por 12,5 cm de alto/1.047 gramos
UTENSILIOS
Doble la receta del brioche básico (1.080 gramos), siguiendo las indicaciones
hasta el paso 6. Forme la masa y deje que fermente como en el paso 7 (página
514). Glaséelo y hornéelo como en los pasos 8 y 9, pero después de hornear 5
minutos a 220 °C baje la temperatura a 190 °C y siga horneando entre 45 y
55 minutos o hasta que una brocheta de metal, insertada brevemente por
debajo del copete, salga limpia al retirarla (al insertar un termómetro de
lectura instantánea indicará una temperatura de unos 88 °C). Al cabo de 20
minutos a 190 °C, o cuando la corteza esté dorada, envuélvalo con papel de
aluminio sin presionar, con la parte brillante hacia fuera. Déjelo reposar
varias horas hasta que esté casi frío.
UTENSILIOS
do
Doble la receta para la masa del brioche básico (1.080 gramos), siguiendo la
receta hasta el paso 6. Luego siga tal y como se indica a continuación.
7 > Forme la masa y deje que leve. Saque la masa de la nevera. Aplánela
con mucha suavidad, para no activar el gluten, haciéndola más elástica. Para
una hogaza con la parte superior trenzada, divida la masa en tres partes
iguales. Estire cada trozo en una encimera ligeramente enharinada
8 > Glasee la masa y deje que leve. Unte la masa con el glaseado de huevo,
de modo que penetre bien en las grietas. Tápelo y guarde en la nevera el
glaseado sobrante. Cubra la masa con una caja acrílica para fermentación
casera (véase página 616) o con film plástico engrasado y deje que fermente
en un lugar tibio hasta que la masa haya alcanzado la altura del molde, entre 1
1/2 y 2 horas.
volumen gramos
huevo ligeramente batido entre 1 y 2 cucharadas -
semillas de amapola 1 cucharada 9
10 > Glasee y hornee la masa jalá. Vuelva a untar la jalá con el glaseado de
huevo, de modo que penetre bien en las grietas; tenga cuidado de que no
gotee sobre el molde o impedirá que crezca bien. Esparza las semillas de
amapola sobre la jalá.
Ponga el molde sobre la piedra o la bandeja de hornear ya calientes y
hornee durante 5 minutos. Baje la temperatura a 190 °C y siga horneando
entre 50 y 55 minutos más o hasta que el pan esté dorado; si inserta una
brocheta en el centro deberá salir limpia (al insertar un termómetro de lectura
instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 88 °C). Después de
hornear 20 minutos a 190 °C, o cuando la corteza esté bien dorada, envuelva
la jalá con papel de aluminio sin presionar.
11 > Enfríe la jalá. Saque el molde del horno y desmolde la jalá sobre una
rejilla metálica. Póngala boca arriba y deje que se atempere del todo.
> Si después de desmoldar una hogaza de brioche los lados siguen teniendo
un color pálido, póngala directamente sobre la rejilla del horno y siga
horneando 5 minutos más para que los lados queden bien dorados y estén
más firmes.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 55,4% (incluye el agua de la mantequilla y de la clara
de huevo)
Levadura: 2,1%
Sal: 1,5%
Grasa: 47,7% (incluye la grasa de la yema de huevo)
Panecillos melosos de caramelo (sticky caramel
buns)
Estos panecillos lo tienen todo: una miga suave, húmeda y con sabor a
mantequilla, pasas dulces y sabrosas, nueces pacanas y, lo mejor de todo, un
caramelo pegajoso. Mi caramelo favorito para estos panecillos melosos es el
azúcar moreno ligero, preferiblemente mascabado para obtener un mejor
sabor. Si añade nata para montar podrá mantener el caramelo fluido de modo
que una parte de él será absorbido por la masa y el resto servirá para cubrir
los panecillos.
El mejor momento para comerse los panecillos es al cabo de unos
minutos de haberlos horneado. ¡Lo descubrí por pura impaciencia! Pero si los
conserva en un envoltorio hermético a temperatura ambiente se mantienen
frescos durante dos días, y si los calienta en el horno unos pocos minutos a
175 °C casi recuperarán su sabor original.
Plantéese la posibilidad de seguir el método profesional para hacer
panecillos utilizando un molde de magdalenas. El molde es una inversión,
pero es probable que le dure toda la vida y una vez lo haya probado no querrá
intentar ningún otro método. Los panecillos le saldrán perfectamente
redondos y se aprovecha hasta la última gota del caramelo de la cobertura.
Además, hacer los panecillos en moldes individuales les da una corteza
crujiente maravillosa.
TIEMPOS
UTENSILIOS
volumen gramos
pasas 1/2 taza 72
ron oscuro 2 cucharadas 28
agua hirviendo 1/4 de taza líquida 60
nueces pacanas, tostadas y picadas 1/4 de taza 28
azúcar moreno ligero 1/4 de taza 56
azúcar granulado 1 cucharada 13
canela 2 cucharaditas 9,6
4 > Divida la masa y deje que los panecillos leven. Divida el rulo en 4
piezas con la ayuda de hilo dental o hilo de cocina resistente; luego divida en
tercios cada pieza (cada pieza tendrá unos 2,5 cm de grosor). Ponga 3 mitades
de nueces pacanas en uno de los lados cortados y coloque los panecillos con
la cara de las nueces abajo sobre la bandeja. Presione los panecillos hacia
abajo de modo que los lados se toquen. Cúbralos con film plástico engrasado.
Deje que los panecillos fermenten a temperatura ambiente (idealmente a 24-
26 °C) hasta que hayan doblado su tamaño, entre 1 y 2 horas. Deberían
quedar esponjosos e hinchados, y deberían quedar a aproximadamente 2 cm
de la altura de la bandeja. (Nota: Si quiere hornear los panecillos al día
siguiente, guárdelos en la nevera hasta 14 horas justo después de formarlos.
Necesitarán unas 2 1/2 horas de levado antes de hornear. Puede acelerar el
levado a 1 1/2 horas colocándolos en una cámara de fermentación casera con
agua caliente; véase página 616.)
volumen gramos
líquido reservado de las pasas en remojo - -
mantequilla sin sal 1 cucharada 14
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1> Enrolle la masa desde uno de los lados anchos utilizando una regla
~ ~ ~ ~::"":~!;""'.'(.;.~;t~,p~n.•~ -~7~.:<:""'",''f.,.,."C("-''.<a:'
7 > Glasee y hornee los panecillos. Unte los panecillos con el glaseado.
Ponga la bandeja sobre la piedra o la bandeja de hornear y hornéelos 10
minutos. Para evitar que se doren demasiado, cúbralos con papel de aluminio
sin presionar, y siga horneando entre 15 y 20 minutos o hasta que una
brocheta de metal, insertada brevemente en el centro, salga limpia al retirarla
(al insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una
temperatura de unos 82 °C).
8 > Atempere ligeramente los panecillos. Saque la bandeja del horno y deje
que los panecillos se atemperen unos 3 minutos, luego sáquelos del molde o
bandeja y póngalos en una fuente de servir o en una encimera revestida con
papel de aluminio. Si parte de la cobertura se ha quedado adherida a la
bandeja o molde, recójala con una espátula metálica y vuélvala a poner sobre
los panecillos. Se pueden comer inmediatamente o también se pueden enfriar
y recalentar más tarde. Recaliéntelos 15 minutos en el horno envueltos con
papel de aluminio sin presionar a 175 °C. También los puede recalentar 30
segundos en el microondas a la máxima potencia, envueltos en papel de
cocina húmedo.
EL MÉTODO PROFESIONAL
> Puede hornear los panecillos en una bandeja redonda. Yo prefiero una
bandeja de 24 cm de diámetro por 5 cm de alto para hacer tarta Tatin
(véase página 619). (Coloque 8 panecillos uniformemente alrededor del
perímetro de la bandeja y 4 en el centro.) También puede utilizar una
bandeja para pasteles de 26 cm por 5 cm de alto. Si hace la mitad de la
masa, utilice una bandeja para pasteles de 18 cm por 5 cm de alto o una
bandeja para tarta Tatin de 20 cm o bien una bandeja para pasteles con
una bola de papel de aluminio en el centro.
NOTA
Si bien esta masa se enfría durante mucho tiempo para hacer brioche, para los
panecillos melosos está bien emplearla al cabo de 2 horas de frío o una vez se
ha enfriado. El relleno tiene tanto sabor que el sabor derivado de un tiempo
mayor de frío de la masa no se notaría.
TIEMPOS
UTENSILIOS
vo lumen gramos
chocolate de calidad ligeramente amargo, partido en trozos - 56
nata para montar, caliente 2 cucharadas 28
sirope de maíz 1 cucharada 21
1 clara de huevo grande 2 cucharadas 30
vo lu men gramos
mantequilla sin sal, en pomada 1/4 de taza 56
azúcar moreno ligero 1/2 taza 112
sirope de maíz ligero 1 cucharada 21
nata para montar, caliente 3 cucharadas 42
nueces troceadas (no tostadas) 3/4 de taza 85
masa para brioche básico, 1 receta (página 512) - 540
virutas de chocolate (ligeramente amargo o con leche) 1 taza rasa 170
4 > Corte la masa y deje que los panecillos leven. Corte el rulo en 4 piezas
con la ayuda de hilo dental, hilo de cocina o un cuchillo afilado. Luego corte
cada pieza en tercios (las piezas deberían tener un grosor de unos 2,5 cm).
Colóquelos en la bandeja ya preparada y apriételos para que los lados se
toquen. Cúbralos con film plástico enaceitado y deje que fermenten
(idealmente a 24-26 °C) hasta que hayan doblado su tamaño, entre 1 y 2
horas. (En una bandeja para tarta Tatin [véase «Consejos para tener éxito»],
el punto más alto de masa quedará a unos 2 cm de la altura del molde.) La
masa estará esponjosa e hinchada. (Nota: Si quiere hornear los panecillos
melosos al día siguiente, guárdelos en la nevera hasta 14 horas una vez los
haya formado. Necesitarán un levado de unas 2 1/2 horas antes de hornearlos.
Puede acelerar el levado colocándolos en una cámara de fermentación casera
con agua caliente; véase página 616.)
6 > Hornee los panecillos. Ponga la bandeja sobre la piedra o la otra bandeja
de hornear ya calientes y hornee los panecillos durante 10 minutos. Para
evitar que los panecillos se doren demasiado, cúbralos con papel de aluminio
sin apretar, y siga horneando entre 15 y 20 minutos más o hasta que una
brocheta de metal, insertada brevemente en el centro, salga limpia al retirarla
(al insertar un termómetro de lectura instantánea en el centro indicará una
temperatura de unos 82 °C).
7 > Enfríe los panecillos. Saque los panecillos del horno y deje que se
atemperen en la bandeja durante 3 minutos, luego desmóldelos en una fuente
de servir o en una encimera revestida con papel de aluminio. Si parte de la
cobertura se ha adherido a la bandeja, recójala con una espátula metálica y
vuélvala a verter sobre los panecillos. Los puede comer tibios o los puede
dejar reposar para que el chocolate se espese. Si los come después, los puede
recalentar 15 minutos en el horno a 175 °C, tapados con papel de aluminio
sin apretar. También los puede recalentar 30 segundos en el microondas a la
máxima potencia, envueltos en papel de cocina húmedo.
EL MÉTODO PROFESIONAL
Puede utilizar un molde Flexipan del n° 1601. El molde tiene 15 hendiduras,
de modo que o bien puede multiplicar la receta por 1,5 y hacer los panecillos
un poco más grandes, o bien puede hacer la receta básica y verter una
cucharada de agua en los huecos vacíos. Si su horno no es lo suficientemente
grande como para un molde entero, lo puede partir.
Ponga el molde Flexipan sobre la bandeja. Cuando haya hecho la
cobertura, viértala en un vaso de medir. Si ha utilizado una cacerola
antiadherente y puede recuperar todo el caramelo, obtendrá 3/4 de taza o 1
cucharada para cada panecillo meloso; si ha multiplicado la receta del
caramelo por 1,5, obtendrá 1 taza generosa. Vierta el caramelo en los huecos
del molde. Si lo hace rápidamente, el caramelo permanecerá fluido, pero si
empieza a espesarse demasiado póngalo en el microondas unos segundos
para que vuelva al estado líquido. Esparza 1 cucharada de nueces en cada
hueco. Deje que el caramelo se atempere del todo.
Ponga los panecillos encima del caramelo y luego cúbralos con film
plástico. Deje que los panecillos fermenten hasta que hayan doblado su
tamaño. No alcanzarán la altura del molde, pero estarán ligeros y esponjosos.
Hornéelos tal y como se ha indicado antes y desmóldelos enseguida. Para
desmoldarlos, ponga una bandeja encima del molde e inviértalo. Despéguelos
del molde.
> Puede hornear los panecillos en una bandeja redonda. Yo prefiero una
bandeja de 24 cm de diámetro por 5 cm de alto para hacer tarta Tatin
(véase página 619). (Coloque 8 panecillos uniformemente alrededor del
perímetro de la bandeja y 4 en el centro.) También puede utilizar una
bandeja para pasteles de 26 cm por 5 cm de alto. Si hace la mitad de la
masa, utilice una bandeja para pasteles de 18 cm por 5 cm de alto o una
bandeja para tarta Tatin de 20 cm o bien una bandeja para pasteles con
una bola de papel de aluminio en el centro.
Este pan consiste en una serie de panecillos melosos colocados por capas en
un molde para pastel de ángel. Una vez horneados, los comensales van
arrancando los trozos con su azúcar de canela, pasas y nueces pacanas
pegadas. Se cree que el nombre del pan deriva de la forma desordenada en
que se apilan las bolas de masa en el molde. De hecho, cuanto más irregular
sea el tamaño de los «piñones» más divertidos son de comer.
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 2 tazas más 6 1/2 cucharadas 341
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1 3/4 tazas rasas 405
miel 2 cucharadas más 1 cucharadita 45
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
Mezcla de harina
1NGREDI ENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera o harina de fuerza 2 tazas más 3 cucharadas 311
leche en polvo, preferiblemente desnatada 1/4 de taza más 2 cucharadas 60
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
mantequilla sin sal, en pomada 9 cucharadas 128
sal 2 1/2 cucharaditas 16,5
4 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente enaceitado con
capacidad suficiente para que pueda doblar su tamaño. Presione la masa hacia
abajo y rocíe ligeramente la superficie con aceite o spray antiadherente.
Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque
el lado del recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño. Deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta
que haya alcanzado la marca, alrededor de 1 1/2 horas.
Pase la masa a una encimera ligeramente enharinada y presiónela o
estírela con cuidado formando un rectángulo (la medida exacta no es
importante). Estará llena de aire y será elástica; intente mantener las burbujas
de aire tanto como sea posible y no la apriete demasiado. Pliegue la masa
formando un paquetito prieto o dóblela dos veces en tres partes como si fuera
una carta. Vuélvala a meter en el recipiente. Vuelva a untar la superficie con
aceite, cúbrala y marque el lado del recipiente a la altura aproximada que
tendrá una vez haya doblado su tamaño. Deje que leve hasta que alcance la
marca, alrededor de 1 hora.
Relleno
INGREDIENTES MED IDA PESO
volumen gramos
pasas 1 taza 144
ron dorado 1/4 de taza líquida -
agua hirviendo 1/2 taza líquida -
nueces pacanas, tostadas y troceadas 1 1/2 tazas 168
mantequilla sin sal 16 cucharadas 227
azúcar moreno ligero 1 taza 217
canela 4 cucharaditas 8,6
6 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera
ligeramente enharinada y divídala por la mitad. Ponga una de las mitades en
el cuenco engrasado, cúbrala y resérvela. De la otra mitad de la masa, vaya
sacando piezas con los dedos, enharinándoselos un poco si lo necesita, de 2,5
cm (14 gramos cada una), y hágalas rodar para formar bolas sobre la
encimera ligeramente enharinada. Si varían un poco de tamaño está bien; es
incluso deseable. Cubra las bolas con film plástico mientras forma el resto de
la masa.
Sumerja las bolas de una en una en la mezcla de mantequilla y azúcar y
páselas al molde ya preparado, separándolas un poquito, ya que se expandirán
durante el levado. Después de formar la primera capa, esparza encima parte
de las nueces pacanas y las pasas. (Utilice todas las pasas antes de la última
capa, ya que si quedan en la parte superior se pueden quemar.) Vaya
removiendo a menudo la mezcla de mantequilla y azúcar. Cuando todas las
bolas de la primera tanda de masa estén en su sitio, cubra el molde con film
plástico y guárdelo en la nevera mientras forma la segunda tanda de masa.
Siga formando capas como antes, recalentando la mezcla de mantequilla
y azúcar si lo necesita para mantenerla líquida. Las capas de bolas tienen que
ser irregulares, ya que las bolas tendrán diferentes tamaños, pero cuando se
haya acabado la masa, ocuparán unas 3/4 partes del molde. Vierta encima la
mezcla de mantequilla y azúcar que sobre. Cubra el molde con un recipiente
grande o con film plástico sin ajustarlo, y deje que fermenten hasta que
alcancen la altura del molde, entre 50 y 60 minutos.
> Tueste las nueces pacanas en una bandeja en el horno precalentado a 160
°C durante 7 minutos o hasta que empiecen a desprender su aroma.
NOTA
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 66,3% (incluye el agua de la mantequilla y
la miel)
Levadura: 0,83%
Sal: 2,5%
Materia 15,9%
grasa:
Panettone con castañas
Adapté esta receta a partir de mi masa para el brioche básico, en la que añadí
una yema de huevo extra, sustituí la clara de huevo por agua, utilicé la
máxima cantidad posible de mantequilla y cambié el azúcar por sirope para
hacerlo más húmedo. El ingrediente misterioso son las fiori di Sicilia (‘flores
de Sicilia’), un extracto único que contiene notas de jazmín, cítricos y vainilla
(véase «Fuentes», página 599). Si no le gustan las castañas, suprímalas y
doble la cantidad de pasas (o, si lo prefiere, utilice una cantidad equivalente
de fruta confitada troceada). No se pierda este pan: tiene la masa más sedosa
y sensual que saboreará en su vida.
Si lo congela, este pan se conserva bien. A temperatura ambiente lo podrá
mantener hasta cuatro días. Cuando empiece a secarse, córtelo en rebanadas y
métalas en el horno a 175 °C durante unos dos minutos: estarán perfectas
inmediatamente. También está buenísimo si lo tuesta ligeramente. Puede
parecer rizar el rizo, pero está sublime con mantequilla.
Es mejor hacer esta receta con una batidora amasadora eléctrica potente,
y se puede doblar la cantidad. Aunque puede utilizar un bote de café de unos
15,5 cm de diámetro o un molde para soufflé, los bonitos moldes de papel
procedentes de Italia funcionan mejor y proporcionan una presentación
encantadora (véase «Fuentes», página 626).
TIEMPOS
UTENSILIOS
Relleno
INGREDIENTES MEDI DA PESO
Prefermento (esponja)
1NGREDI ENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 1/2 taza líquida 118
almíbar reservado de las castañas (o sirope de maíz) 1 cucharada 20
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
harina para todo uso 3/4 de taza 100
2 yemas de huevo grandes - 36
volumen gramos
harina panadero o harina de fuerza 1 taza más 1 1/2 cucharadas 156
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
Opcional:
lecit ina en grano 1 cucharada 6
4 > Mezcle la masa. Añada el sirope, las yemas de huevo y los extractos (o
aceite) y mézclelo con la paleta para amasar a velocidad baja (n° 2 si utiliza
una KitchenAid) durante 1 minuto o hasta que la harina se haya humedecido.
Aumente la intensidad a velocidad media (n° 4 de la KitchenAid) y amase 5
minutos más o hasta que la masa esté lisa y brillante, pero todavía muy
blanda y pegajosa. No se despegará del todo del cuenco.
Añada la mantequilla a cucharadas, esperando a que se haya absorbido
cada una de ellas antes de añadir la siguiente. Mezcle hasta que toda la
mantequilla se haya incorporado. La masa estará muy blanda y elástica y se
despegará casi del todo del cuenco. Rebañe los restos de masa que se hayan
quedado en las paredes del cuenco y reincorpórelos a la masa. Cúbrala con
film plástico y deje que repose 10 minutos.
Pase la masa a una encimera ligeramente enharinada, enharine la parte
superior de la masa y presione con suavidad hacia abajo hasta formar un
rectángulo. La medida exacta no es importante. Esparza la mezcla de castañas
y pasas, recoja los lados del rectángulo para cerrarla y trabaje brevemente la
masa para que se incorpore bien. No se preocupe si la mezcla no se distribuye
de manera homogénea, ya que lo hará después con los plegados que se darán
a la masa tras el levado. (La masa pesará unos 860 gramos.)
5 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente enaceitado con
capacidad suficiente para que pueda doblar su tamaño. Rocíe ligeramente la
parte superior de la masa con aceite y tápela con una tapa o film plástico. Con
cinta adhesiva, marque el lado del recipiente a la altura aproximada que
tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Cúbrala con una caja grande
de plástico o cubra bien el cuenco con film plástico y deje que la masa
fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la marca, entre 1
1/2 y 2 horas.
6 > Enfríe la masa. Ponga la masa en la nevera 1 hora para que se haga más
firme; esto evitará que la mantequilla se separe.
Desgasifique ligeramente la masa removiéndola un poco con una rasqueta
de goma y vuélvala a guardar en la nevera durante otra hora para que sea
menos pegajosa y más fácil de manipular.
7 > Desgasifique la masa y deje que repose en frío. Pase la masa a una
superficie ligeramente enharinada y presiónela o estírela hasta formar un
rectángulo (la medida exacta no es importante). Si lo necesita espolvoree la
parte superior de la masa con harina. Doble la masa en tres partes como si
fuera una carta y elimine todo exceso de harina. Vuelva a presionarla o
estirarla hasta formar un rectángulo. Gírela 45 grados para que uno de los
lados más estrechos quede a su izquierda. Vuelva a doblarla en tres partes
como si fuera una carta y remeta las esquinas, boleándola. Envuélvala con
film plástico engrasado sin apretar y luego póngala en una bolsa hermética
grande, o envuélvala con papel de aluminio, y guárdela en la nevera un
mínimo de 6 horas y hasta 2 días, para que la masa madure (desarrolle su
sabor) y se vuelva más firme.
8 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una superficie
ligeramente enharinada. Forme una bola, intentando mantener tanto aire
como sea posible dentro de la masa. Póngala en el molde de papel para
panettone, el bote de café o el molde para soufflé. Tendrá una altura de unos
6,5 cm.
Ponga la masa en una caja acrílica de fermentación casera con una taza de
agua caliente (véase página 616), o cúbrala con film plástico enaceitado sin
ajustarlo. Deje que fermente en un lugar tibio (idealmente a 24-26 °C) hasta
que casi haya doblado su tamaño, entre 2 y 3 horas. Debería llegar a la altura
del molde de papel; en el bote de café o en el molde para soufflé tendrá unos
10 cm de altura. (La masa fermenta lentamente porque sale fría de la nevera y
tarda por lo menos 1 hora en recuperar la temperatura ambiente.)
11 > Enfríe el panettone. Saque el pan del horno y páselo a una rejilla
metálica para que se atempere, todavía en el molde, durante 30 minutos. Si
utiliza el molde de papel, deje que se atempere completamente dentro del
papel.
Si utiliza un bote de café o un molde para soufflé, desmolde el pan y deje
que se atempere del todo, boca arriba, sobre una superficie blanda apoyada en
la encimera (cubierta con film plástico para mantenerla limpia); la superficie
blanda sostiene la frágil corteza mientras se vuelve firme a medida que se
enfría.
Cuando esté frío, envuelva herméticamente el pan en film plástico o
papel de aluminio y luego póngalo en una bolsa de congelar. Deje que repose
por lo menos 8 horas para que se desarrolle mejor el sabor.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 57,7% (incluye el agua de la mantequilla y el almíbar
de castañas)
Levadura: 1,8%
Sal: 1,3%
Grasas: 53,7% (incluye la grasa de la yema de huevo)
Jalá tradicional
Cuando era pequeña, en la cena de los viernes nunca faltaba una hogaza de
jalá en la mesa y un largo cuchillo de sierra a su lado. El pan jalá para la
mesa del sabbat no la cocinaba mi abuela, sino que la compraba en una
panadería kosher del barrio. La recuerdo con cariño por la simetría de su
trenza de cuatro ramales regordetes, pero no me gustaba su textura
algodonosa. Solía comer una pequeña rebanada con un poco de miel y nunca
quería más. Lo hacía por respeto a la ceremonia (aún recuerdo la oración en
hebreo para bendecir el pan en ese día). De modo que cuando empecé a
formular mi propia receta de jalá, lo único que quería replicar era su forma
trenzada. La masa del jalá es de hecho un brioche, con más huevo y menos
líquidos y grasas. Para añadir humedad y alargar su tiempo de conservación,
sustituí el azúcar por miel. Pensé que si funcionaba tan bien como cobertura
igualmente podría ser apropiada como dulcificante de la masa. Descubrí que
no solo mejoraba el sabor, sino que daba a la corteza un tono más dorado y
una textura más firme. He aquí, pues, mi idea de un jalá para servir en una
cena sin productos lácteos. Si va a servir productos lácteos en la cena, vea la
variante jalá para cena con productos lácteos de la página 517.
TIEMPOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 taza 142
levadura instantánea 1 cucharadita 3,2
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 2/3 de taza líquida 156
miel 2 cucharadas 40
3 huevos grandes, a temperatura ambiente 2/3 de taza líquida rasos 150 (sin cáscara)
1 1/4 cucharaditas 4
levadura instantánea
A mano
Añada los huevos, el aceite, la miel y el vinagre. Con una cuchara de madera
o con la mano, mézclelo todo hasta que la harina se haya humedecido.
Trabaje en el cuenco la masa hasta que quede homogénea y luego pásela a
una encimera enharinada. Trabaje la masa 5 minutos, tiempo suficiente para
que la estructura del gluten comience a desarrollarse, añadiendo la mínima
cantidad posible de la harina reservada. Con una rasqueta vaya recogiendo la
masa y uniéndola a medida que la trabaja. En este punto estará muy pegajosa.
Cúbrala con el cuenco invertido y deje que repose 20 minutos. (El reposo
hará que la masa esté menos pegajosa y sea más fácil de manipular.)
Trabaje 5 minutos la masa, o hasta que sea muy elástica y recupere
enseguida la forma si la presiona con la yema del dedo. Añada un poco más
de harina si lo necesita para que esté solo un poquito pegajosa. (La masa
pesará unos 1.500 gramos.)
Ambos métodos
4 > Deje que la masa fermente. Forme una bola con la masa en una
encimera ligeramente enharinada. Pase la masa a un recipiente enaceitado
con capacidad suficiente para que pueda doblar su tamaño. Presione la masa
y rocíe la parte superior con aceite o spray antiadherente. Cubra el recipiente
con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque en el recipiente la
altura aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su tamaño. Deje
que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya alcanzado la
marca, entre 1 y 2 horas.
Presione suavemente la masa hacia abajo para desgasificarla y dóblela en
tres partes como si fuera una carta. Vuelva a meter la masa en el recipiente.
Vuelva a rociar la parte superior con aceite y vuelva a marcar el lado del
recipiente a la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya doblado su
tamaño. (Ocupará más espacio en el recipiente que la vez anterior porque
ahora contiene más aire.) Deje que fermente una segunda vez, entre 45
minutos y 1 hora, o guárdela en la nevera toda la noche.
Aplane la masa presionándola hacia abajo con suavidad para no activar el
gluten, haciéndola más elástica.
Glaseado de huevo
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
huevo ligeramente batido 2 cucharadas 33
agua 1 cucharadita -
Opcional:
semi llas de amapola 4 cucharaditas 12
6 > Glasee el pan y deje que leve. Bata un poco el huevo y el agua en un
cuenco pequeño. Unte ligeramente la hogaza con el glaseado y cúbrala con
film plástico enaceitado sin ajustarlo. Cubra el glaseado y guárdelo en la
nevera. Deje que la hogaza fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que haya
doblado su tamaño, alrededor de 1 hora. Será 2,5 cm más larga, 1 cm más
ancha y 2 cm más alta.
NOTA Puede hacer dos hogazas de 23 cm en lugar de una más grande. Como
habrá menos masa para cada hogaza, lo mejor es hacer trenzas de 3 ramales
(hágalos de 25-28 cm de largo). El horneado será de entre 30 y 35 minutos, y
los panes horneados medirán unos 33 cm por 13 cm y 7,5 cm de alto.
También puede hacer 3 trenzas de un solo ramal, siguiendo la técnica que
se enseña en la página 79.
Si prefiere el azúcar a la miel utilice 132 gramos y aumente el agua a 177
gramos. Una trenza de 4 ramales hecha con azúcar medirá 36 cm por 18 cm y
12,5 cm de alto.
Para que se desarrolle más el sabor, en el paso 2 deje que la esponja fermente
1 hora a temperatura ambiente, luego guárdela en la nevera entre 8 y 24
horas. Si mezcla a mano, sáquela de la nevera 1 hora antes de procesar la
masa.
NOTA
Por el porcentaje de agua puede ver por qué el jalá suele ser un pan tan seco.
El añadido de miel y aceite y la lecitina de la yema de huevo ayudan
considerablemente a hacerlo más húmedo. La textura de este pan es óptima el
día en que se hace, pero si lo desea puede añadir 1 o 2 cucharadas de lecitina
en grano para alargar su tiempo de conservación, o puede congelar el pan
sobrante. ¡Se recalienta perfectamente y el sabor incluso parece que mejora!
El vinagre fortalece y relaja el gluten de la masa, haciéndola más fácil de
estirar en ramales largos. Además le da un sabor más intenso.
Esta masa debe ser lo suficientemente firme como para soportar el
trenzado. Lo mejor es dejar que leve una vez formada hasta doblar su tamaño,
de modo que crezca menos en el horno y queden menos zonas pálidas sin
glasear.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 39% (incluye el agua de las claras de huevo
y la miel)
Levadura: 0,9%
Sal: 2,4%
Aceite: 12,1% (incluye la grasa de las yemas de
huevo)
Kugelhopf de chocolate y almendras
TIEMPOS
volumen gramos
harina panadera 1/2 taza 78
levadura instantánea 1 1/4 cucharaditas 4
leche, escaldada y atemperada 1/2 taza líquida 121
Mezcla de harina
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
harina panadera o harina de fuerza 2 3/4 tazas 392
azúcar 3 cucharadas 40
levadura instantánea 1 cucharadita 3,2
sal 1 cucharadita 6,6
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
5 > Deje que la masa repose. Con la ayuda de una espátula o una rasqueta
enaceitadas, pase la masa a una encimera ligeramente enharinada. Enharine
del mismo modo la parte superior y cúbrala con film plástico.
Deje que repose 30 minutos o hasta que sea extensible (si la estira con
suavidad no se rompe).
6 > Rellene la masa y deje que leve. Retire el film plástico. Estire la masa
con el rodillo y forme un rectángulo de unos 40-42 cm por 30-35 cm.
Enharine la encimera si lo necesita para evitar que se pegue. Extienda
uniformemente el relleno de chocolate con una espátula metálica, dejando un
margen de 1 cm arriba y abajo y 0,5 cm en los lados. Enrolle la masa, desde
uno de los extremos largos: utilice una regla larga de plástico para apoyar la
masa a medida que la enrolla (deslice la regla por debajo de la masa y
utilícela para levantar y enrollar la masa). A cada vuelta, vaya eliminando el
exceso de harina de la parte inferior de la masa y presiónela por arriba para
evitar que se separe. ¡Vaya con cuidado y sin prisas! Selle bien el cierre; si no
aguanta, rocíelo con un poco de agua. Ponga la masa con el sellado en la
parte inferior y apriete bien los extremos. Levante la masa y enrósquela
dentro del molde ya preparado, superponiendo los extremos unos 5 cm:
empiece con el sellado boca arriba, ya que este se debe encontrar en la parte
inferior cuando desmolde el pan. La masa debe ocupar unos 2/3 o 3/4 del
molde. Cubra el molde con una caja grande de plástico o con film plástico y
deje que la masa fermente (idealmente a 24-26 °C) hasta que se haya
hinchado y el centro alcance por lo menos la altura de los bordes del molde,
entre 40 minutos y 1 1/2 horas.
VARIANTE
volumen gramos
leche 1/2 taza 121
semillas de amapola, molidas 1 2/3 tazas enteras, 2 2/3 tazas molidas 227
azúcar 2/3 de taza 132
piel de limón, bien rallada 1/2 cucharadita -
zumo de limón, acabado de exprimir 2 1/2 cucharadas 39
1 huevo grande, poco batido 3 cucharadas 50
Opcional:
pasas sultanas, remojadas en 1/4 d e taza de agua 1/2 taza 72
tibia y escurridas
> Las migas de bizcocho para el paté dulce pueden proceder de cualquier
bizcocho de mantequilla, ya sea casero o congelado, sencillo o de
chocolate.
> Si lo necesita, la leche entera se puede sustituir por leche en polvo y agua.
En la esponja puede utilizar 20 gramos de leche en polvo más 118 gramos
de agua. En la masa, utilice 10 gramos de leche en polvo más 60 gramos
de agua. (La masa pesará unos 887 gramos.)
> El sabor y la textura del pan mejoran si reposa 8 horas, pero asegúrese de
conservarlo herméticamente, cubriendo con film plástico las porciones
previamente cortadas.
NOTA
Este pan es como un brioche más firme, algo menos enriquecido, porque la
masa contiene menos líquido (48,2 por ciento comparado con un 55,4 por
ciento), 1/3 de huevo y 1/3 menos de grasa. El resultado es un pan más denso
y menos húmedo, pero puede soportar un relleno delicioso.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 48,2%
Levadura: 1,6%
Sal: 1,4%
Grasa: 15,7% (incluye la grasa de la leche y de la
yema de huevo)
Pan de tres quesos
TIEMPOS
UTENSILIOS
Prefermento (esponja)
INGREDIENTES MEDI DA PESO
volumen gramos
harina panadera 1 taza más 1 1/2 cucharadas 156
levadura instantánea 3/4 de cucharadita 2,4
agua, a temperatura ambiente (20-30 ºC) 3/4 de taza líquida 177
Masa
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
queso parmesano (parmigiano-reggiano) , cortado en - 56
dados de 2,5 cm o más pequeños
Glaseado
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
huevo ligeramente batido 1 cucharadita -
Ambos métodos
3 > Deje que la masa fermente. Pase la masa a un recipiente enaceitado con
capacidad suficiente para que pueda doblar su tamaño. Presione la masa hacia
abajo y rocíe ligeramente la parte superior con aceite o spray antiadherente.
Cubra el recipiente con una tapa o film plástico. Con cinta adhesiva, marque
en el recipiente la altura aproximada que tendrá la masa una vez haya
doblado su tamaño.
Guarde la masa en le nevera. Déjela por lo menos 8 horas en frío, hasta
un total de 2 días, para que se vuelva firme y madure (para desarrollar el
sabor). Desgasifíquela dos o tres veces al cabo de la primera o segunda hora,
hasta que pare de levar. Una vez la masa esté fría, dejará de hacerlo.
4 > Forme la masa y deje que leve. Pase la masa a una encimera y amásela
ligeramente. Boléela (véase página 69). Presiónela bien dentro del molde;
debería llenar el molde para soufflé o el bote de café hasta la mitad. Cúbrala
con una hoja de papel de cera y deje que fermente en un lugar tibio (26-29
°C) hasta que casi haya triplicado su tamaño, entre 3 y 4 horas. (Para reducir
el tiempo de levado a 2 horas, póngala en una cámara de fermentación casera,
sin agua; véase página 616.) El centro debería quedar por lo menos a 1 cm,
preferiblemente 2,5 cm, por encima de los bordes del molde o de la lata.
7 > Enfríe y desmolde el pan. Saque el pan del horno y póngalo sobre una
rejilla metálica unos 30 minutos.
Con la punta de un cuchillo afilado, desenganche los lados del pan allí
donde se haya pegado el queso y desmóldelo de lado sobre una superficie
blanda (cubierta con film plástico para mantenerla limpia) en la encimera
hasta que acabe de atemperarse. Esto evitará que los lados, que son frágiles,
colapsen; gírelo varias veces para acelerar el enfriado, pero déjelo siempre de
lado. Tardará aproximadamente 1 hora en atemperarse.
VARIANTE PARA OBTENER EL MÁXIMO DE SABOR
> El pan se conserva fresco y blando hasta 2 días, pero es muy bueno
ligeramente tostado o recalentado entre 3 y 4 minutos a 200 °C de
temperatura para volver a derretir el queso.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 77,2% (incluye el agua del queso y de la
clara de huevo)
Levadura: 1,3%
Sal: 1,3%
Grasa: 19,2% (incluye la grasa del queso y de la
yema de huevo)
Croissants de trigo
Un croissant bien hecho tiene una corteza crujiente y una miga algo
hojaldrada, suave pero nunca pastosa. De hecho, el croissant es el eslabón
perdido entre el hojaldre y el brioche. Tome una masa de hojaldre, añada un
poco de líquido y algo de levadura y ya tiene la masa del croissant. Tome una
masa de brioche, añada el doble de mantequilla, sustituya los huevos por
leche y ya tiene la masa del croissant. Hay quienes consideran que el
croissant pertenece a la repostería, otros lo consideran un pan. La mayoría no
le da la menor importancia, sencillamente se lo come con gran placer.
Desde que esta receta apareció en The Pie and Pastry Bible, he recibido
incontables correos electrónicos de panaderos deseosos de hacer la masa pero
incapaces de encontrar el trigo integral con un poco de salvado necesario.
Utilicé esta harina porque ofrece un sabor dulce con un ligero aroma a frutos
secos y un color dorado muy bonito sin la amargura o pesantez de la textura
de la harina integral de trigo cien por cien. La harina de salvado reducido,
disponible comercialmente en grandes cantidades, es tan solo harina integral
con un 98 por ciento de su germen dulce y lleno de aroma pero con solo el 20
por ciento de salvado: justo lo suficiente para añadir intensidad de aroma sin
amargura. Una vez hube estudiado las harinas en profundidad, me di cuenta
de que se trata sencillamente de añadir esta cantidad de germen y salvado a la
harina blanca para producir harina de salvado reducido. Esta receta lo hace
posible. De hecho, desde que añado por separado el salvado y el germen, los
incorporo directamente con el bloque de mantequilla. La mantequilla
envuelve sus bordes afilados y contribuye a evitar que corten la red del gluten
de la masa. Por supuesto, si quiere un croissant tradicional solo tiene que
omitir el germen y el salvado.
Con la mantequilla que se comercializa en Europa, alta en grasas, es
mucho más fácil producir croissants caseros de calidad, y como es más
maleable incluso cuando está fría, es más fácil estirar la masa. A mí me gusta
más la textura ligera de una masa de croissant hecha con menos cantidad de
esta mantequilla más rica.
Los croissants clásicos se deben doblar cuatro veces (como si fueran una
carta). Pero si la mantequilla empieza a atravesar la masa, es mejor no
continuar al cabo de tres doblados; seguirá teniendo una buena cantidad de
capas hojaldradas. El hecho de que la mantequilla atraviese las capas de masa
es lo que hace que el croissant sea mucho más tierno que el hojaldre, donde
las capas de mantequilla permanecen perfectamente intactas.
TIEMPOS
UTENSILIOS
5 > Pliegue la masa. Coloque la masa con el sellado boca arriba en una
superficie bien enharinada. Manteniéndola bien enharinada, estire
suavemente la masa dibujando un rectángulo de 18 cm por 40 cm. Elimine el
exceso de harina de la superficie de la masa y dóblela en tres partes como si
fuera una carta. Envuelva la masa con film plástico y guárdela 40 minutos en
la nevera antes de doblarla de nuevo. (Apunte el número de doblados en un
papel, ya que las impresiones de huellas dactilares utilizadas en la masa para
hojaldre desaparecen en una masa con levadura como esta.)
En cada doblado, limpie la superficie de trabajo y vuélvala a enharinar.
Acomode la masa de modo que la parte cerrada quede a su izquierda, y
presione los extremos de la masa hacia abajo con el rodillo para que queden
homogéneos (la parte superior tiende a estirarse más que la parte inferior).
Estire y doble la masa una segunda vez tal y como se ha dicho antes, pero
esta vez dele la vuelta de vez en cuando para mantener los sellados y los
extremos homogéneos. Asegúrese de estirar hasta las cuatro esquinas de la
masa, y utilice una rasqueta para igualar los extremos. Haga un total de
cuatro doblados, dejando reposar la masa 40 minutos entre cada uno. No se
preocupe si la mantequilla atraviesa la masa. Solo cubra la capa expuesta de
mantequilla con harina y siga adelante. Esta masa contiene tanta mantequilla
como una masa quebrada, de modo que un poco más de harina no se notará
demasiado en la textura.
Después del último doblado, guarde la masa en la nevera un mínimo de 2
horas antes de formarla.
Glaseado
INGREDIENTES MEDIDA PESO
volumen gramos
1 huevo grande 3 cucharadas 56
agua 1 cucharada -
7 > Glasee los croissants y deje que leven. Bata ligeramente el huevo y el
agua para el glaseado. Extiéndalos sobre los croissants. Cubra y guarde en la
nevera el glaseado sobrante. Si dispone de dos recipientes grandes de plástico
o dos bandejas de 46 cm por 5 cm de altura, póngalos invertidos cubriendo
los croissants. Si no, puede cubrirlos con film plástico muy enaceitado y sin
ajustarlo. Deje que fermenten unas 2 horas (idealmente a 24-30 °C), hasta
que los croissants hayan doblado su tamaño y tengan una textura muy ligera.
(A 21 °C tardarán entre 3 y 4 horas en levarse.)
9 > Glasee y hornee los croissants. Vuelva a untar los croissants con el
glaseado de huevo, con cuidado de dar toques muy suaves para no
deshincharlos. Ponga los croissants en el horno y baje la temperatura a 200
°C. Hornéelos 10 minutos. Intercambie la posición de las 2 bandejas,
dándoles la vuelta al mismo tiempo, y hornee entre 10 y 15 minutos más o
hasta que los croissants estén bien dorados (al insertar un termómetro de
lectura instantánea en el centro indicará una temperatura de unos 100 °C). La
textura estará un poco pastosa en el interior, pero mientras se enfrían seguirán
cociéndose hasta acabar perfectos.
10 > Enfríe los croissants. Saque los croissants del horno y páselos a una
rejilla para que se enfríen entre 20 y 30 minutos. Tibios estarán más buenos
(cuando la parte exterior es crujiente y ligera, y el centro suave y tierno) o al
cabo de 3 horas del horneado.
VARIANTE
volumen gramos
1 masa de receta de croissants de trigo (ver páginas - 765
anteriores)
UTENSILIOS
2 > Glasee las napolitanas de chocolate y deje que leven. Bata ligeramente
el huevo y el agua para el glaseado. Unte las napolitanas de chocolate con el
glaseado. Tape y guarde en la nevera el resto de glaseado.
Si tiene recipientes grandes de plástico o dos bandejas de 46 cm por 5 cm
de altura póngalas invertidas cubriendo las napolitanas. Si no, cúbralas bien
con film plástico muy enaceitado. Deje que leven (idealmente a 24-30 °C)
hasta que hayan doblado su tamaño y tengan una textura muy ligera, unas 2
horas. (A 21 °C, pueden tardar entre 3 y 4 horas en levarse.)
> Puede utilizar hasta 255 gramos de mantequilla. Es más fácil estirar la
masa si utiliza la cantidad más pequeña que se da en la receta. Yo
prefiero la textura más ligera que da a los croissants, y el sabor sigue
siendo muy aromático.
> Haga cada doblado después de enfriar la masa 40 minutos, pero no más.
Si la masa estuviera demasiado fría, cuando la estirase, la parte exterior
de la masa se ablandaría mientras que el centro permanecería firme, lo
que la haría difícil de estirar y estropearía parte de las capas. Una vez se
han concluido los doblados, sin embargo, la mantequilla se habrá
dispersado de modo uniforme en capas finas de modo que la masa
permanecerá homogéneamente maleable.
> Cuando estire la masa, elimine todas las partículas sobrantes de harina, y
deje la masa cubierta cuando no la utilice para evitar que se endurezca la
corteza, cosa que provocaría la separación de las capas durante el
horneado. El interior de los croissants debería consistir en numerosas
celdas abiertas sin estriaciones visibles.
> Aunque los croissants bien enrollados y ceñidos con las clásicas 7
secciones son atractivos, yo encuentro que la textura es más ligera y
mejor si no se enrollan demasiado prietos.
> Después de levar, y una vez haya glaseado los croissants (sin que los
dedos se le peguen a la masa), para obtener una curva más pronunciada,
recurve suavemente los extremos hacia dentro.
> La masa sin hornear del croissant se puede guardar en la nevera hasta 2
días. Los croissants horneados o las napolitanas de chocolate se pueden
conservar 1 día a temperatura ambiente o congelarlos durante varios
meses. Recaliéntelos en un horno precalentado a 150 °C durante 5
minutos (8 minutos si están congelados).
> Si tiene suficientes bandejas de hornear para poder colocar una encima de
otra, hágalos así pues esto impedirá que la parte inferior de las
napolitanas se oscurezca demasiado.
PORCENTAJES DE LA MASA
Harina: 100%
Agua: 64% (incluye el agua de la leche y la
mantequilla)
Levadura: 1,65%
Sal: 2,3%
Materia 73,4 - 75,3% (en función del tipo de
grasa: mantequilla)
Ingredientes
> Variedad
> Frescura
Variedad
Variedades de trigo
Existen muchas variedades de trigo, y los molineros con frecuencia las
mezclan para obtener los resultados deseados. Sin embargo, los dos tipos
básicos de trigo que se cultiva son: trigo blando y trigo duro.
El término duro hace referencia a la estructura del grano; la del trigo duro
es más compacta que la del trigo blando. La mayoría de las harinas de trigo
duro tienen un elevado contenido de proteínas. Todas las harinas de trigo
blando tienen un bajo contenido proteico. En Estados Unidos, por ejemplo, la
mayoría de las marcas de harina para todo uso disponibles están hechas con
harina de trigo duro. En cambio, la harina para todo uso del sur del país por
lo general se hace con harina de trigo blando, al igual que ocurre en España.
Las harinas de trigo duro se suelen utilizar para los panes con levadura,
mientras que las harinas blandas se usan con más frecuencia para los panes
rápidos hechos con levantes químicos (levadura química o bicarbonato de
sodio), así como para las galletas, pasteles, etc.
En América del Norte, el trigo duro se cultiva sobre todo en las Grandes
Llanuras del Norte: Minesota, Dakota del Norte y del Sur, y Canadá. El trigo
duro se planta en primavera y se cosecha a finales de verano, por eso recibe el
nombre de trigo de primavera.
La harina de trigo blando procede de regiones como Carolina del Norte y
del Sur, donde los inviernos son suaves y secos.
El trigo se planta en otoño y se cosecha a finales de primavera; se le
llama trigo de invierno porque su principal período de crecimiento se
produce durante el invierno. Puede ser trigo duro o trigo blando.
La harina de trigo de primavera produce un pan con una corteza más
roja. En cambio, el pan hecho con harina de trigo de invierno tiene una
corteza más dorada. El trigo de primavera también tiene un regusto más
amargo.
En algunos países, al comprar trigo integral o harina integral de trigo,
puede ver escrito el término trigo rojo o trigo blanco en el envoltorio.* Estos
términos hacen referencia al color del salvado, la capa externa del grano de
trigo. El trigo rojo existe desde hace siglos, pero el trigo blanco (integral) se
desarrolló hace tan solo unos veinte años, como resultado de los esfuerzos
para producir un trigo sin el ácido fenólico —de sabor amargo— que
contiene el salvado, pero que mantenga todas sus propiedades nutricionales.
Las teorías actuales defienden que la harina blanca es más fácil de digerir
que la de trigo integral y que la principal ventaja de esta última radica en los
efectos laxantes de la fibra. Si se prefiere el sabor de la harina integral o sus
beneficios para la salud, recomiendo utilizar una proporción más baja del
trigo rojo tradicional para conseguir el sabor triguero con tan solo un ligero
acento amargo. El trigo blanco tiene un sabor mucho más suave; por ello
puede utilizarse solo harina de trigo blanco para producir un pan sin gusto
amargo. Sin embargo, no existe diferencia de sabor entre los panes
elaborados con trigo rojo, trigo blanco, o con harinas para todo uso, ya que el
salvado y el germen se extraen durante la molienda.
La harina de trigo blanco resulta atractiva a los molineros porque
cuando separan el salvado y el germen del endospermo del grano para
molerlo y producir harina blanca, pueden usar la parte del endospermo que
está más cerca del salvado sin que esta muestre las pequeñas marcas oscuras
características de la harina de trigo rojo. A esto se le llama alta tasa de
extracción. La harina que se obtiene al moler las partes del endospermo que
están más cerca del salvado suele tener un contenido mineral (ceniza) más
elevado. Otra ventaja de la harina de trigo blanco es que hay menos ácido
fenólico en el salvado, por lo tanto es más difícil que se vuelva rancio.
Además, la dureza (proteínas formadoras de gluten) de las harinas de trigo
rojo y blanco será similar si ambas se obtienen a partir de trigo de invierno.
Algunos molinos ofrecen harinas que consisten en una mezcla de harina roja
y blanca.
De todas las variedades de harina de trigo, la de trigo rojo duro de
primavera suele tener el porcentaje más elevado de proteínas formadoras de
gluten. Sin embargo, la harina elaborada con trigo rojo duro de invierno es
la preferida por la mayoría de los panaderos artesanos debido a su mayor
extensibilidad. Antes del movimiento en favor del pan artesanal, los
panaderos estadounidenses valoraban la elasticidad (la capacidad de la masa
de volver a su tamaño original después de tirar de ella o extenderla), ya que la
masa podía resistir a las máquinas batidoras. Sin embargo, los panaderos
franceses, como el renombrado Lionel Poilane, que encabezó el movimiento
en favor del pan artesanal, daban mayor importancia a la extensibilidad (la
capacidad de la masa de extenderse de forma relajada sin retroceder a su
forma original).
Trigo durum
El durum es una variedad de trigo; es la que contiene el mayor porcentaje de
proteínas de entre todas las harinas de trigo. Pero la harina de durum no
forma un gluten tan elástico o extensible como las demás harinas de trigo
duro, y por ese motivo suele usarse en combinación con harina para todo uso
o con harina panadera. Debido a su elevado contenido proteico, si la masa se
trabaja en exceso puede producir un pan demasiado correoso. Tanto la harina
de durum como la sémola se obtienen al moler el endospermo del trigo
durum, pero la harina de durum se consigue con una molienda más fina,
mientras que para obtener sémola la molienda es más gruesa. La harina de
durum proporciona un bonito color dorado al pan y un delicioso sabor. Los
panes dorados de Sicilia contienen un elevado porcentaje de harina de durum.
En ocasiones, la harina de durum se etiqueta como «harina extrafina» o
«harina de trigo duro refinada». Es tan fina como la harina para todo uso o la
harina de pan.
Kamut
Este grano es el antecesor egipcio del trigo de hoy en día. La harina de kamut
carece de la amargura característica del trigo integral y, al mismo tiempo,
proporciona al pan un delicioso y dulce sabor a frutos secos. Ahora utilizo
kamut en lugar de trigo integral para muchas de mis recetas.
Harinas de trigo
Con todas las variedades que hay de trigo se producen dos tipos básicos de
harina: harina integral, que se obtiene al moler el grano entero, y harina de
trigo blanco (por lo general denominada harina blanca), que se produce solo
a partir del endospermo.
La harina blanca puede ser de varios tipos que se adecúan a distintos
usos, desde la elaboración de pasteles a panes. La clasificación en distintos
tipos se realiza no solo en función del contenido proteico de la harina, sino
también de la parte del endospermo del grano que se usa.
El proceso de molienda (para todas las harinas de trigo) conocido como el
método de reducción gradual, incluye moler, mover y separar la harina varias
veces. La separación permite al molinero apartar del endospermo las distintas
partes de la harina. En el interior del endospermo es donde hay menos
cantidad de proteína y no contiene salvado. En Estados Unidos, aunque no
existe una clasificación gubernamental especial, en el sector esto recibe el
nombre de harina short patent.* La harina short patent que se hace a partir de
trigo blando es el tipo de harina con el que se produce la harina de repostería.
La harina long patent se hace a partir de la parte del endospermo que está
más cerca del salvado y, por tanto, tiene un porcentaje de proteínas más
elevado. Se utiliza para la harina para todo uso en Estados Unidos. La harina
clara (a veces denominada «harina para todo uso») se considera de una
calidad más baja que las anteriormente citadas porque contiene algo de
salvado. Hacia el final del proceso de molienda, parte del salvado se reduce a
partículas que ya no se separan del resto, y el resultado es esa «harina clara».
El salvado eleva el contenido mineral (ceniza), pero no el de proteínas
formadoras de gluten, así que la harina clara se suele hacer a partir de trigo
duro para maximizar su firmeza. Con esta harina, combinada con harina de
centeno, se elabora el pan de centeno judío tradicional, con su característica
miga compacta, algo áspera y bastante diferente de la de los demás panes.
La mayoría de las harinas se aproximan más a lo que denominamos long
patent o straight grade, que tienen un 75 por ciento de «extracción»; la short
patent, sin embargo, solo tiene un 45 por ciento. El porcentaje de extracción
hace referencia a la cantidad de grano entero que queda en la harina.
Contenido de cenizas
El contenido de cenizas (también denominado «contenido mineral» en el
envoltorio) de la harina tiene relación con la fibra y el sabor. Como los
minerales están concentrados en las capas exteriores del grano de trigo, una
harina que se procese con las partes del grano de trigo que están más cercanas
al salvado tendrá un mayor contenido de cenizas. La harina con un elevado
contenido de cenizas tiene un color más oscuro debido a las partículas de
salvado, que potencian el sabor y la capacidad de fermentación. La harina
francesa, por lo general, tiene un porcentaje mayor de cenizas que la
estadounidense, aunque algunos molineros producen también harina «al estilo
europeo».
Técnicas de molienda
Hay distintas formas de moler la harina. La maquinaria para la molienda a
gran escala —unos rodillos— calienta los granos, con lo que se produce un
cierto grado de deterioro de los mismos. El daño causado afecta a la
propiedad de la harina de absorber agua, y también acelera la fermentación y
reduce la capacidad de la masa de expandirse (extensibilidad). Los panaderos
artesanos prefieren la harina elaborada por molinos especializados que usan
el método tradicional de la piedra para moler el grano, que no produce este
tipo de daño en el grano. La harina etiquetada como «molida a la piedra» ha
sido pulverizada entre pesadas piedras de molino que giran con lentitud.
Otro método de molienda es el que utiliza el molino de martillo, que
consiste en un triturador con un tamiz. El grano entra por el centro, donde un
disco giratorio da vueltas (impulsado por un motor) y «martillea» al final del
eje del motor. Unas protuberancias metálicas comienzan a desplegarse con la
fuerza centrífuga y golpean el trigo hasta que este atraviesa el tamiz. Este
método produce un mayor grado de uniformidad que la molienda a la piedra
y genera menos calor perjudicial que la molienda con rodillos. La molienda a
la piedra, sin embargo, es preferible para la harina panadera porque la
molienda con martillo deja partículas del endospermo sin reducirse lo
bastante como para absorber agua (hidratarse) de forma adecuada; como
resultado, la harina producida se comporta como si tuviera menos proteínas
de las que en realidad tiene.
Como nunca tengo suficiente espacio en mi congelador para almacenar
harina y la harina de trigo integral solo tiene tres meses de vida útil si no se
congela, para la pequeña cantidad de harina de trigo integral que uso en mis
panes prefiero, por lo general, molerla yo misma con un molino de harina
casero.
Pero cuando compro harina de trigo integral, mi favorita es la americana
Kenyon molida a la piedra. Es una harina de trigo duro con trazas de salvado,
planas y muy grandes —más de lo habitual—, que proporcionan mucha
textura al pan y un aspecto moteado muy atractivo. El proceso de molienda
que se emplea para hacer esta harina es lo que produce esta textura (lo mismo
ocurre con la harina de maíz de esta marca). Esta peculiaridad radica en que
las piedras de molino que se utilizan están hechas de un granito muy duro
proveniente de Rhode Island y son lisas en lugar de estriadas. Al quedar los
granos entre las piedras, se produce un «afeitado» de los mismos que da lugar
a partículas más planas, si se compara con las granuladas que resultan de la
acción cortante de las piedras estriadas.
Para acelerar la producción, en Estados Unidos algunos molinos primero
muelen toscamente el trigo entre piedras de molino y luego lo pasan por
molinos de rodillos. Por desgracia, no existe ninguna restricción
gubernamental que impida que este tipo de harina se etiquete como molida a
la piedra, ya que de hecho parte del proceso de molienda se ha hecho con este
método.
Existe una gran diferencia —de unas marcas a otras— en cuanto a variedades
de harina, uniformidad en la calidad y métodos de molienda y, ya que el tipo
de harina que se utiliza es muy importante de cara al sabor y la textura del
pan, en cuanto se domina una receta, es divertido e interesante experimentar
con otras marcas de harina.
El contenido proteico de la harina puede variar de una cosecha a otra.
Resulta imposible determinar el contenido exacto de proteínas en un paquete
de harina a partir de la información del etiquetado (en España no se
acostumbra a incluir esta información), ya que lo que se indica es un
porcentaje aproximado de solo una porción muy pequeña y se advierte de
que, en esa porción, puede haber variaciones de alrededor de 30 gramos. Por
lo tanto, si multiplicamos esos 30 gramos por 100 gramos, esa variación se
magnifica.
Harina Gold Medal sin blanquear para todo uso: del 10% al 12%, por lo
general un 10,5%
Harina de pan Gold Medal: del 12,1% al 12,6%, por lo general un 12,3%
Harina Pillsbury para todo uso: del 10,5% al 11,5%
Harina de pan Pillsbury: del 11,5% al 12,5%
Harina de fuerza King Arthur (Sir Lancelot): un 14%
Harina de pan King Arthur (cien por cien trigo rojo duro de primavera):
un 12,7%
Harina King Arthur para todo uso (cien por cien trigo rojo duro de
invierno): un 11,7%
Harina de trigo integral King Arthur: un 14%
Harina blanca de trigo integral King Arthur: un 13%
Harina King Arthur al estilo italiano: un 7,4%
Harina artesanal King Arthur al estilo europeo (contiene trigo integral
orgánico y ácido ascórbico): un 11,7%
Harina King Arthur al estilo francés (contiene trigo blanco duro con un
elevado contenido de cenizas): un 11,5%
Harina ecológica King Arthur: un 11,7%
La harina King Arthur para todo uso tiene un porcentaje más elevado de
proteínas que la mayoría de las demás harinas para todo uso, pero el resto de
harinas que he enumerado anteriormente tendrá un rendimiento muy similar;
tal vez la única diferencia pueda ser una miga un poco menos tenaz.
En Estados Unidos, la mayoría de las recetas que requieren el uso de
harina panadera funcionarán bien con un peso equivalente de harina para todo
uso; simplemente la miga será un poco diferente, menos ligera y tenaz. En
España, en cambio, no ocurre lo mismo; es mejor utilizar harina panadera.
Como la harina para todo uso americana tiene un menor porcentaje de
proteínas, es más extensible y con ella se puede conseguir incluso más
volumen que con la harina panadera con mayor contenido proteico.
Para sustituir la harina panadera por harina para todo uso americana,
por volumen:
1 taza de harina panadera = 1 taza más 1 1/2 cucharadas grandes de
harina para todo uso.
Se puede ver una selección de harinas que se comercializan en España en
página 600.
Malteado y enzimas
Muchas harinas llevan harina de cebada malteada, que se añade para que la
actividad enzimática sea uniforme durante la fermentación y el proceso de
aumento de volumen de la masa; el germen es el que tiene el mayor
contenido enzimático. Las harinas de colores oscuros tienen mayor actividad
enzimática que las de colores más claros, porque contienen más partículas de
la capa exterior del grano (en el salvado también hay algunas enzimas). La
actividad de las enzimas amilasa y proteasa de la harina constituye un factor
importante para el desarrollo de una masa. La amilasa tiene la capacidad de
actuar sobre parte del almidón para convertirlo en un azúcar simple que
estimula a la levadura y da sabor al pan. El almidón, un carbohidrato
complejo, está en el endospermo. La proteasa tiene la importante función de
convertir una parte de las proteínas en solubles, con lo que se añade
flexibilidad al gluten, que se vuelve más suave.
Ácido ascórbico
En la panificación europea muchas harinas contienen una cantidad muy
pequeña de ácido ascórbico, un agente oxidante que se añade para fortalecer
el gluten. Esto es importante cuando una masa no tiene una fermentación lo
bastante larga como para fortalecer el gluten o cuando la fermentación se ha
retrasado (al mantenerla a una temperatura fresca) durante un período de
tiempo prolongado, como ocurre con la masa de la baguette. Durante el
horneado, el ácido ascórbico se disipa por completo sin dejar ningún regusto.
Frescura
Debo confesar que durante años creí que la harina no podía ponerse rancia —
siempre y cuando yo no detectara ningún sabor extraño—, pero estaba muy
equivocada. Aprendí la inolvidable lección un día que preparaba una
baguette. Por mucho que lo intentara, no lograba conseguir esos maravillosos
agujeros abiertos en la masa. Llamé por teléfono para pedir consejo a todas
las personas que se me pasaron por la mente y, tras varias consultas, alguien
sugirió que tal vez la harina fuera la causa. La que estaba usando ya tenía tres
años. Compré harina nueva y obtuve un resultado favorable. Desde entonces
he cambiado la opinión que tenía sobre la vida útil de cualquier ingrediente.
Aprendí que, a menos que se congele la harina, es muy importante ponerle
fecha en cuanto se compra, y tirarla sin miramientos transcurridos tres meses
si se trata de harina integral o centeno, y después de un año si es harina
blanca; sin excusas ni excepciones. A medida que transcurre el tiempo, la
harina pierde su fuerza. Si no se almacena de forma hermética, absorberá aire
si está en un ambiente húmedo o se secará si está en un entorno seco. En
Estados Unidos, solo la harina de repostería, que está blanqueada con cloro
—en Europa los blanqueantes están prohibidos—, parece tener una vida útil
indefinida si se almacena herméticamente. La harina no es lo bastante cara
como para arriesgarse a perder el tiempo con una que esté caducada.
El exceso de oxidación es el enemigo del buen pan. En la fase de
mezclado, es deseable que se incorpore una cierta cantidad de aire, pero en la
harina molida, la oxidación no deseada empieza a producirse desde el
momento en que se parten los granos y quedan expuestos al aire. Este es el
motivo por el que el grano entero, sin moler, puede durar hasta cinco años si
está limpio y se mantiene en un ambiente seco y fresco, pero la harina de
trigo integral solo dura unos tres meses. Una práctica habitual en el proceso
de molienda consiste en humedecer los granos para que resulte más fácil
separar el salvado. Uno de los beneficios de esta práctica es que el salvado se
descascarilla en atractivos pequeños trozos en lugar de convertirse en un
polvo fino que se limitaría a proporcionar un color más oscuro al pan. Si el
proceso de humedecer y secar se hace de forma rápida, no hay ningún
problema pero, si no es así, es probable que la humedad active las enzimas,
con lo que se acelerará el deterioro de la harina. Si no está seguro de si los
granos enteros que tiene en casa todavía son viables tras un largo período de
almacenamiento, sumerja algunos de ellos en agua. Si la mayoría de los
granos no empieza a germinar transcurridos dos o tres días, el grano ya no
está vivo y deberá desecharse.
Cómo saber si la frescura es excesiva. Antes de madurar, la harina de
trigo recibe el nombre de «verde». Existe una gran controversia referente a la
cuestión del trigo integral recién molido y la maduración de la harina, en
relación con la capacidad de absorción del agua cuando se mezcla la masa.
Según Joe Lindley, de los molinos Lindley Mills, en Graham, Carolina del
Norte: «El trigo integral es mejor durante los tres o cuatro días que siguen a
la molienda, tanto desde el punto de vista nutritivo como del sabor, pero el 95
por ciento de las personas no lo notarán cuando se trata de pan casero.
Transcurridos cinco días, el producto es menos estable debido a la actividad
enzimática. Tres semanas más tarde ya es más consistente. El utilizar trigo
recién cosechado que no ha madurado durante un mes o mes y medio puede
representar un problema en la elaboración de pan a gran escala; por eso en el
pasado se utilizaba la bromación para permitir a los panaderos usar la harina
recién salida del molino. De esta forma, se maduraba la harina de forma
artificial y se lograba mejorar el grano y la textura del pan. Hoy en día esto se
consigue mediante otro proceso químico denominado ADA. La harina
madurará de forma natural si se espera de ocho a doce semanas. Cuando llega
a manos del consumidor, la maduración habrá sido suficiente».
Al hacer una masa con un tiempo de procesamiento muy corto, en
contraposición a una masa con un prefermento de fermentación larga, la
maduración de la harina es importante porque la harina nueva puede ser débil
y producir hogazas de pan de poco volumen. Sin embargo, la mayoría de las
masas están hechas con un prefermento, lo que ayuda a la harina a madurar y,
en todo caso, el porcentaje de trigo integral (que puede ser recién molido) es
muy bajo.
Almacenamiento: Es mejor almacenar la harina y otros granos en
recipientes herméticos o congelarlos en bolsas de plástico de congelación. Si
la harina viene en una bolsa, déjela en el paquete original y coloque este
dentro de una bolsa de plástico de congelación. La harina perderá o ganará
humedad si no se almacena de forma hermética. Pero si se guardan de forma
hermética en el congelador, la mayoría de los granos pueden aguantar en
buen estado durante un período de hasta dos años.
Otros granos
Harina Ezekiel: Es una mezcla de varias harinas; el nombre está inspirado
en la Biblia, Ezequiel 4,9, cuando Dios dice al profeta: «Toma trigo, cebada,
judías, lentejas, mijo y espelta; viértelos en una vasija y amásalos para hacer
pan». No se comercializa en España.
Harina blanca de arroz: Esta harina suave como la seda es ideal para
espolvorear superficies de trabajo cuando se da forma a la masa porque no
absorbe líquido con rapidez y, por lo tanto, evita que la masa sea pegajosa.
También es muy adecuada para espolvorear banetones y evitar que la masa se
pegue a ellas. Tiende a formar menos grumos en la masa que la harina de
trigo. Se puede sustituir un 5 por ciento de la harina de trigo utilizada para
hacer pan por harina blanca de arroz sin que la calidad del producto final se
vea afectada.
La harina blanca de arroz se pone rancia con facilidad; es mejor usarla
cuando ha transcurrido poco tiempo desde la molienda o almacenarla en la
nevera o el congelador.
Harinas de arroz roja, morada y verde: Estas exquisitas harinas de
arroz, difíciles de encontrar en España, proporcionan un atractivo color al
pan, así como un sabor sutil. El arroz rojo es butanés, el morado es el Arroz
Prohibido, y el verde es kaipen tostado —un alga de agua dulce— molido
muy fino con arroz.
Harina de centeno: El centeno es un grano de sabor fuerte. La harina de
centeno tiene un bajo porcentaje de proteínas formadoras de gluten. Por tanto,
a diferencia de la harina de trigo, su estructura se basa más en el almidón que
en la proteína. La harina de centeno casi siempre se usa en combinación con
harina de trigo para proporcionar al pan una estructura mejor y más aireada y
para añadir sabor a la harina de trigo. Los hidratos de carbono de la harina de
centeno contienen pentosas, que dan lugar a panes con una miga pegajosa si
se usa más de un 20 por ciento de esta harina en la masa. Además, tanto el
germen como el salvado del centeno tienen un muy elevado porcentaje de
enzimas amilasa que, al reducir el almidón, potencian esta cualidad tenaz. Sin
embargo, es esta misma característica la que hace que la presencia de harina
de centeno sea deseable en un prefermento. Una prefermentación larga y a
temperatura fresca desarrolla acidez en la masa que sirve para contrarrestar la
posible pegajosidad.
La harina blanca de centeno se consigue moliendo el centro del
endospermo y prácticamente no tiene el sabor característico del centeno. La
harina de centeno semiintegral se suele obtener al moler todo el endospermo,
pero en ocasiones puede ser una harina que se obtiene de la molienda fina de
todo el grano. La harina de centeno integral se extrae al moler la parte
exterior del endospermo, que contiene parte del salvado.
La harina pumpernickel se obtiene al moler el grano entero de centeno,
es la harina más oscura de entre todas las harinas de centeno. La harina
pumpernickel suele ser de molido grueso, aunque también puede ser de
molido fino o medio. El centeno partido es el equivalente del trigo partido,
ya que es el grano entero de centeno el que se parte de forma tosca. Cualquier
harina de centeno que contenga granos enteros tiene tendencia a ponerse
rancia, aunque no con tanta facilidad como la harina de trigo, ya que el
centeno tiene un menor porcentaje de ácido fenólico. Por tanto, es mejor
almacenarlo en el congelador si no se va a usar antes de que transcurran tres
meses.
Espelta (farro en italiano): La espelta, un grano antiguo que tiene un
ligero sabor a frutos secos, está relacionada con el trigo pero, a veces, las
personas que tienen alergias relacionadas con el trigo, la toleran bien. Si se
usa como única harina para hacer un pan se obtendrá una miga muy densa.
Tiene un elevado contenido proteico. Sin embargo, debido a que es un tipo de
proteína frágil puede sustituir a la harina de trigo integral sin comprometer la
textura del pan en recetas donde solo se utiliza un pequeño porcentaje en
proporción con la cantidad usada de harina de trigo blanco de elevado
contenido proteico. Aunque a mucha gente le gusta la espelta, opino que al
usarse para hacer pan produce un sabor un poco extraño, incluso
desagradable.
Triticale: Este grano, desarrollado en Escocia, es un híbrido entre el trigo
y el centeno creado para producir una harina con los valores nutritivos
superiores del centeno y las mejores cualidades que ofrece el trigo para la
elaboración del pan. El triticale tiene un elevado contenido proteico, pero es
un tipo de proteína débil.
Otras harinas
Se puede añadir harinas de distintas materias primas a las masas de pan para
obtener un mayor valor nutritivo, pero opino que, con frecuencia, dejan un
regusto amargo o extraño y se ponen rancias con demasiada facilidad. Los
herbolarios son una buena fuente para encontrar granos y harinas aunque, ya
que no hay modo de poder evaluar su frescura, resulta más seguro que cada
uno muela su propia harina en casa después de comprar el grano, o
encargarlo por correo y almacenarlo luego en el congelador.
Harina de cebada: A la hora de hacer pan, se puede sustituir un 5 por
ciento de la harina de trigo por harina de cebada.
Harina de trigo sarraceno: En realidad, el trigo sarraceno es una semilla
—no un grano— de la familia del ruibarbo. Tiene un sabor fuerte, un poco
amargo. La harina de trigo sarraceno combina muy bien con la harina de pan,
ya que disminuye la intensidad de su sabor y aporta proteínas formadoras de
gluten, que proporcionan una buena estructura al pan. El trigo sarraceno con
molienda media o gruesa, disponible en los supermercados y tiendas de
alimentación saludable, es un excelente sustituto del bulgur para la
elaboración de pan de trigo roto (página 304).
Maíz: Me encanta el sabor que la harina fina de maíz proporciona al pan,
y la sémola de maíz a las magdalenas o muffins. El maíz de campo es la
variedad que se utiliza para hacer sémola de maíz; tiene un elevado contenido
de almidón y más sabor que las demás variedades. Puede ser amarillo, blanco
o incluso azul. El maíz azul tiene un sabor casi idéntico al amarillo, pero
ofrece ese curioso color azul grisáceo. Se suele moler más fino que el
amarillo y, como consecuencia, absorbe un poco más el líquido. El maíz
blanco tiene un sabor más suave que el amarillo o el azul.
Un grano de maíz tiene los mismos componentes básicos que un grano de
trigo: la cáscara, el endospermo y el germen. La sémola de maíz, al igual que
la de trigo, también puede ser de grano entero, o sin germen y cernida. La
sémola integral de maíz tiene un sabor mucho más pleno y delicioso, sin la
amargura característica de la harina integral de trigo.
Debido al aceite que hay en el germen, la sémola de maíz y la harina de
maíz se ponen rancias con mucha facilidad. Por eso es mejor hacer un pedido
directamente a un molino y almacenarlas en el congelador. Las mejores
variedades son la molida a la piedra, molida con molino de martillos, o
cortada al acero —todos ellos métodos de molienda que evitan el deterioro
que produce el calor.
El maíz se seca y se muele en distintos grados: la polenta o sémola de
maíz (cornmeal) puede ser gruesa, media y fina; mientras que la harina de
maíz (corn flour) se muele muy fina. No es lo mismo harina de maíz que
maicena, ya que esta última está hecha solo con el almidón del grano. La
harina de maíz puede ser difícil de encontrar. Si usted tiene un molino de
harina casero, puede obtenerla moliendo granos de maíz secos. También
puede moler sémola gruesa hasta lograr un molido fino.
Harina de legumbres: Se pueden moler legumbres, tales como
guisantes, judías, cacahuetes, garbanzos y habas de soja para hacer harina.
Por lo general, la harina de legumbres puede sustituir en una cantidad de
entre un 5 y un 15 por ciento a la harina de trigo en una masa sin que se
produzca una disminución de calidad. Las alubias blancas de sabor neutro,
los guisantes, o las habichuelas blancas no alteran el sabor del pan y
producen un pan muy suave, porque no contienen proteínas formadoras de
gluten y pueden molerse hasta un grado excepcionalmente fino.
La harina de soja sin calentar contiene lipoxigenasa, una enzima que
oxida las grasas insaturadas de la harina y, como consecuencia, crea malos
sabores y blanquea la harina. Para comprar este tipo de harina debe acudir a
una fuente fiable y guardarla en el frigorífico como mucho durante dos
semanas o congelarla hasta un máximo de un año. La cantidad recomendada
es de hasta un 0,5 por ciento del peso de la harina de trigo en la masa. Debido
a que la lipoxigenasa se ha desactivado en la variedad de harina calentada,
puede usarse una cantidad un poco más elevada, de hasta un 2 o un 3 por
ciento. Los motivos por los que se añade soja al pan son: aumentar el nivel de
proteínas (por motivos nutricionales), aumentar la vida útil del pan y
suavizarlo.
Harina de mijo: Cuando está molido en forma de harina, el mijo puede
sustituir al 25 por ciento de la harina de trigo en el pan. Sin moler, se pueden
añadir las pequeñas semillas al pan y proporcionan un sabor agradable.
Harina de avena: Debido a que tiene un 17 por ciento de contenido
proteico, la harina de avena puede sustituir hasta el 30 por ciento de la harina
de trigo en el pan.
Harina de patata: La harina de patata se obtiene al moler patatas enteras
secas. Puede sustituir hasta el 15 por ciento de la harina de trigo en el pan.
La ventaja de usar harina de patata es que se puede poner una mayor
cantidad sin tener que añadir más agua, y utilizar un mayor porcentaje de
suero de mantequilla como parte del líquido, tal y como se hace cuando se
elabora pan de suero de leche y patata (página 336). Además, el resultado es
más suave. La ventaja de usar puré de patatas (sencillo) es que se puede
utilizar el agua de hervir las patatas para potenciar el sabor. Así pues, tanto la
harina de patata como el puré de patatas dan lugar a un pan muy sabroso.
Opino que es más fácil usar la harina.
Por peso: Usar 4,9 veces el peso de la harina en puré de patatas y restar
el 79,8 por ciento de su peso del agua usada en la receta.
Por volumen: Usar 3,3 veces el volumen de la harina de patata en puré
de patata y restar el 85 por ciento de su volumen en agua de la receta.
Ejemplo:
Para sustituir 172 gramos de harina de patata por puré de patatas (o
patatas ralladas), usar 844 gramos de puré de patatas y restar 673,3 gramos
del agua usada en la receta.
Por peso: Usar el 20,2 por ciento del peso del puré de patatas en harina
de patata y añadir el 79,8 por ciento de su peso en agua.
Por volumen: Usar el 30 por ciento del volumen del puré de patatas en
harina de patata y añadir el 86 por ciento de su volumen en agua.
Ejemplo:
Para sustituir 172 gramos de puré de patatas (o patatas ralladas) por
harina de patata, usar 51,5 gramos de harina de patata más 203,5 gramos de
agua.
Ingrediente básico n° 2: Agua y otros líquidos
Cuando el pan no sale como era de esperar, la gente suele culpar enseguida al
agua. Aunque es cierto que un agua con mucho cloro afectará a la masa, es
raro que esto ocurra, ya que la mayoría de los tipos de cloro se evaporan
cuando quedan expuestos al aire. En caso de duda, deje reposar el agua, sin
taparla, durante unas cuantas horas y es muy probable que el cloro
desaparezca (esto es especialmente importante cuando se trabaja con masa
madre). Los minerales en el agua muy dura o la falta de minerales en el agua
muy blanda, sin embargo, pueden afectar al sabor y la textura del pan. El
agua muy dura endurecerá la masa y hará que la fermentación sea más lenta,
y el agua muy blanda suavizará la masa y hará que sea pegajosa. Si sospecha
de la calidad del agua de su casa, utilice agua embotellada. Es mejor que no
tenga un contenido demasiado elevado de minerales; el agua destilada
tampoco es lo que necesitamos, ya que carece por completo de minerales.
Como alternativa, se puede ajustar el nivel de sal, ya que esto afectará a la
estructura del gluten: aumente ligeramente el nivel de sal si utiliza agua
blanda o disminúyalo un poco si usa agua dura. Como es natural, en las zonas
en las que haya azufre en el agua, el pan tendrá un sabor desagradable. De no
ser así, empiece por utilizar agua del grifo y actúe según sean los resultados.
En algunas recetas aconsejo que se use agua tibia y, en otras, agua a
temperatura ambiente (de 21 °C a 32 °C). No quiero arriesgarme a que
alguien añada demasiada agua caliente (por encima de los 49 °C, ya que
mataría la levadura) o agua fría, que no activaría la levadura por completo.
Cuando se use agua a temperatura ambiente, hay que dejarla reposar durante
al menos 30 minutos.
El agua de patata que se obtiene al hervirlas es un añadido excelente
para la masa de pan. No solo proporciona un delicioso y sutil sabor, sino que
mantiene la humedad del pan. El agua de remolacha aporta a la miga un
maravilloso color rosado y a la corteza un marrón dorado y rosáceo. También
puede emplearse el agua con la que se han hervido otras verduras, pero será
más bien para aportar al pan virtudes saludables, porque el cambio de sabor
suele ser muy sutil.
La leche ofrece sabor, fortalecimiento del gluten (que da lugar a un
mayor volumen), y una corteza de un marrón más intenso debido a la lactosa
que contiene. La levadura no consume el azúcar de la lactosa, por lo tanto
este azúcar está disponible para la caramelización durante el horneado y
proporciona a la corteza un buen color. La enzima proteasa de la leche, sin
embargo, lentifica la producción de levadura y puede ocasionar la
descomposición de las proteínas de la harina, dando lugar a una masa
pegajosa y debilitada. Esta enzima se desactiva con el calor; por eso es
recomendable calentar la leche (hasta justo antes del punto de ebullición,
momento en el que aparecerán pequeñas burbujas en el borde del cazo) y
luego dejar que se enfríe hasta que quede templada. A continuación se
añadirá a la masa. En realidad, yo prefiero usar leche en polvo especial para
panaderos que, a diferencia de la leche en polvo instantánea, se calienta a una
temperatura lo bastante alta durante su producción como para desactivar la
proteasa. No se reconstituye al entrar en contacto con un líquido, por tanto
hay que añadirla a la harina. En las recetas, para sustituir la leche normal por
leche en polvo: utilice 40 gramos más 1 taza de agua (236 gramos) por cada
taza de leche (245 gramos). La cantidad recomendada es de hasta un 8,2 por
ciento del peso de la harina; yo uso un 6 por ciento cuando hago pan de
molde blanco.
El suero de leche, que se encuentra en tiendas de alimentación de
productos alemanes y en algunos supermercados, es un excelente añadido
para la masa de pan debido a su suave y delicioso sabor y a la acidez, que
fortalece la masa. Yo prefiero el suero de leche líquido, que tiene un gusto
mucho más intenso que la variedad en polvo. La crema agria tiene un sabor
suave similar al del suero de mantequilla y una acidez que fortalece la masa,
pero también contiene casi once veces más de grasa de mantequilla. Esa
cantidad adicional de grasa de mantequilla ablanda un poco la masa y añade
humedad y vida útil al pan horneado.
La cerveza da lugar a una masa muy flexible y proporciona un
espléndido sabor. Animada por mi éxito con la cerveza, probé a usar sidra,
pero no me convenció su sabor; luego probé zumo de manzana y solo logré
un producto final insípido. Eso me disuadió de seguir probando otros zumos
de frutas, al menos por el momento. El champán, que esperaba que diera un
resultado maravilloso, causó unos enormes y atractivos agujeros en una
hogaza, gracias a la acidez natural de la uva, pero el ligero sabor a champán,
para mi sorpresa, fue horroroso. Llegué a hacer tres intentos más y algunas
variantes pero finalmente hube de darme por vencida.
Los huevos se usan a veces para enriquecer el pan y sustituir parte del
líquido. Aunque cuando están crudos tienen una consistencia acuosa, una vez
se ha horneado la masa, la clara y la yema de huevo, como es natural, se
solidifican. Además la albúmina de la clara de huevo tiene un efecto secante.
Esto explica que panes como el jalá, ricos en huevo, queden muy secos a las
pocas horas de haberse cocido. Por eso es bueno añadirles miel o azúcar
(higroscópicos), ya que retienen el agua. Aunque los huevos en el pan
carecen de humedad, compensa mucho el sabor y el color que aportan, sobre
todo los vivos tonos naranja de las yemas de los huevos de corral. Además, la
lecitina que contiene la yema de huevo tiene un efecto suavizante sobre la
miga del pan y hace que sea más fina. Por otra parte, gracias a la clara de
huevo, la textura resultante es más ligera.
Los quesos, sobre todo los suaves, como el requesón o la ricotta, tienen
un grado de humedad elevado (véase el gráfico de las páginas 596-597) y
añaden un sabor delicioso a la masa del pan.
Para convertir recetas que requieran levadura seca activa a recetas con
levadura instantánea: usar 0,75 veces el peso; o, por cada cucharadita de
levadura seca activa, use 3/4 de cucharadita de levadura instantánea.
Para convertir recetas que requieran levadura fresca prensada a recetas con
levadura instantánea: usar 0,32 veces el peso; o, por cada cucharada (21
gramos) de levadura fresca, use 2 cucharaditas (6,5 gramos) de levadura
instantánea.
Edulcorantes
Azúcar: Me fastidia en grado extremo escuchar la afirmación «el azúcar es
azúcar, sin más». También se podría decir «la harina es harina». Existen
muchas variedades de azúcar, tal y como expliqué en un artículo de quince
mil palabras que escribí para la revista Food Arts. Si alguien está interesado
en aprender en profundidad sobre este tema puede consultar este artículo en
mi sitio web www.thecakebible.com.
Lo más importante que hay que saber sobre el azúcar y otros edulcorantes
a la hora de elaborar pan es que, en proporciones elevadas, no solo limitan la
actividad de la levadura, sino que también restringen la cantidad de gluten
que puede desarrollarse en la harina. Esto se debe a que, al igual que ocurre
con la levadura, los edulcorantes compiten con la harina por el agua necesaria
para la formación del gluten. Debido a esta capacidad de retener el agua,
denominada higroscopicidad, el azúcar también sirve para retener la
humedad, con lo que la miga queda más suave y el pan se mantiene fresco
durante más tiempo. Y, aunque demasiado azúcar (más del 13 por ciento del
peso de la harina) reducirá la fuerza de la masa y será perjudicial para el
desarrollo de la levadura, una cantidad moderada (6 por ciento de la harina)
aumenta la fuerza de la masa y proporciona más alimento a la levadura, por
lo que aumenta la fermentación. (Un buen ejemplo del efecto contrario es el
pan de leche o brioche básico; véase página 497. El 16,5 por ciento del
azúcar que se utiliza requiere un 2,1 por ciento de levadura. Sin embargo, en
este pan, la reducción de la fuerza del gluten es deseable porque se obtiene
una miga muy tierna.)
Un pan que se hace sin añadir nada de azúcar pero al que se le deja tener
una fermentación larga tendrá un sabor dulce a trigo. Los panes que
contienen una elevada proporción de harina de trigo integral o harina de
centeno, sin embargo, se beneficiarán de algo de azúcar para equilibrar el
ligero sabor amargo del grano.
Nunca utilizo azúcar refinado para hacer pan porque ese color blanco
como la cera no es necesario, como sí lo es en algunos productos horneados,
y lo único que añadiría desde el punto de vista del sabor es dulzura.
Prefiero los azúcares parcialmente refinados, y el azúcar turbinado, más
grueso, que ofrece un sabor mucho más interesante. Cuando uso azúcar
moreno claro escojo azúcar moscovado, de la tierra volcánica de la Isla
Mauricio, en el océano Índico (véase «Fuentes»).
Siempre guardo el azúcar moreno en un recipiente hermético. Si se
endurece, haga un pequeño cuenco no muy alto con un trozo de papel de
aluminio y póngalo encima del azúcar. Coja un papel de cocina y pártalo por
la mitad, humedézcalo y escúrralo para extraer la mayor parte del agua. A
continuación, ponga el trozo de papel húmedo encima del papel de aluminio,
sin que esté en contacto con el azúcar. Cierre bien el recipiente donde está el
azúcar y, al cabo de varias horas, el azúcar habrá extraído la humedad del
papel y volverá a estar suave y suelto.
Otros edulcorantes
La miel es un edulcorante ideal para el pan por diversos motivos. Primero,
fermenta más despacio que otros siropes, algo que beneficia el desarrollo del
sabor; se carameliza con más facilidad que el azúcar, lo que da lugar a una
corteza de un color más marrón y dorado; y es muy higroscópica (retiene la
humedad) debido a su alto contenido en fructosa, que ayuda en gran medida a
mantener la humedad del pan; también es bactericida, lo que contribuye a que
se mantenga fresco y sin moho. Algunas mieles, sin embargo, tienen un poder
bactericida tan alto que matan la levadura. Es más seguro, por tanto, usar miel
suave de trébol, pero es divertido experimentar con otras variedades que
pueden añadir sabores interesantes. Mis favoritas son la miel de tomillo de
Grecia, miel de borraja azul de Nueva Zelanda y miel de flores silvestres del
estado de Nueva York.
Durante años, cada vez que he intentado sustituir azúcar por miel en una
receta o, a la inversa, miel por azúcar, ha sido un tormento. Es complicado
porque la fructosa es un azúcar más dulce que la sacarosa por lo que, en
realidad, se necesita menos miel que azúcar por volumen. Pero como la miel
también contiene un 17,2 por ciento de agua, que pesa, ese volumen más
pequeño de miel pesará más que el azúcar cuando se lleva a cabo la
sustitución. Es decir, por peso se necesita usar más miel que azúcar para
conseguir la misma dulzura, pero por volumen se necesita menos. Esto
también significa que hay que ajustar el contenido de agua de la receta.
Como la miel es básicamente una solución sobresaturada (agua que
sostiene una cantidad adicional de azúcar), tiende a cristalizarse a lo largo del
tiempo. Lo mejor es almacenarla a temperatura ambiente o en el congelador.
Si la miel ha cristalizado es fácil devolverla a su estado líquido: se coloca el
recipiente con la miel en agua templada hasta que los cristales se disuelvan;
también se puede poner el recipiente sin la tapa en el microondas y remover
la miel cada 30 segundos. Para una taza de miel necesitará unos 2 o 3
minutos al microondas, a una potencia elevada.
Grasas
Las dos grasas principales que añado a los panes son mantequilla y aceite.
Una pequeña cantidad de grasa, como la del 1,2 por ciento que se añade al
pan de centeno, aumenta el volumen del pan al lubricar las fibras de gluten y
permitir que se expandan más, pero una mayor cantidad de grasa reducirá el
volumen del pan al hacerlo más pesado y compacto. Los panes hechos con
grasa añadida también tienen una miga y corteza más suaves y su vida útil es
más larga. El exceso de grasa, sin embargo, forma una película alrededor de
las partículas de harina que evita que absorban el agua necesaria para la
formación de gluten y, de hecho, hace que la masa sea demasiado tierna.
Además, demasiada grasa no deja que la levadura llegue a la harina y, por
tanto, alarga —o en casos extremos incluso impide— la fermentación.
Cuando se añade una gran porción de grasa, como es el caso de la
mantequilla en un pan de leche, en el que el total del contenido de grasa es de
un 47,7 por ciento de la harina, se trabaja primero la masa para desarrollar el
gluten antes de que quede envuelto por la grasa.
La mantequilla sin sal es mejor que la salada, tanto para poder controlar
la cantidad de sal que se añade a la masa, como por su sabor más fresco.
Recomiendo que se usen productos de la mejor calidad. Yo prefiero pesar la
mantequilla, ya que cuando se le quita el envoltorio, una barra de mantequilla
de 110 gramos suele pesar solo 105 gramos. Para extender, me encanta la
mantequilla americana Vermont Butter & Cheese Company, que casi no es
salada (0,3 por ciento de sal); es el tipo de sal conocida como semisalada en
Francia (demi-sel). El estándar del Gobierno estadounidense para la
mantequilla es que tiene que contener como mínimo un 80 por ciento de
grasa de mantequilla. El estándar europeo para la mantequilla sin sal es de un
mínimo del 83 por ciento. La mantequilla Vermont Butter & Cheese
Company contiene un 86 por ciento de grasa; es la que más grasa de
mantequilla tiene de todas las marcas estadounidenses. Debido a que está
«refinada», tiene una acidez mayor (un pH más bajo) y eso la hace más
suave, una cualidad deseable cuando se usa fría.
Con muy pocas excepciones, cuando el pan ya está horneado, prefiero
untar mantequilla sobre el pan a mojarlo en aceite, ya que la mantequilla
realza y acentúa el sabor del pan. Algunos aceites de oliva tienen un sabor
muy intenso y, aunque son maravillosos, pueden enmascarar el sabor más
sutil de ciertos panes.
Lo ideal es guardar todos estos aceites en un lugar fresco. El aceite de
nueces es ideal para el fougasse de nueces (página 437) y el pan de nueces y
cebolla (página 442). Se pone rancio con mucha facilidad y debe guardarse
en la nevera. Cuando busco un aceite para añadir a la masa que deje un sabor
de fondo más neutro utilizo aceite de cártamo o aceite de maíz. También
los guardo en la nevera para evitar que se pongan rancios.
La lecitina, presente de forma natural en las yemas de huevo, está
disponible en forma granulada o líquida. Es un derivado de la soja que se usa
para suavizar la miga y alargar la vida útil del pan. Yo prefiero la lecitina
granulada porque es más fácil de pesar y medir, pero la lecitina líquida se
incorpora con más facilidad a la masa cuando se procesa el pan a mano.
Ambas son muy propicias a ponerse rancias y deben guardarse en la nevera,
donde se pueden conservar por un período de hasta un año. La cantidad
recomendada es 1 cucharada grande de lecitina (granulada o líquida) por 3
tazas de harina (quitar 1 cucharada grande de aceite de la receta, si esta ya
contiene aceite).
El spray antiadherente básicamente consiste en aceite y lecitina; es ideal
para evitar que la masa se pegue al recipiente donde tendrá lugar el levado, y
para que el pan no se endurezca y se seque. También puede usarse para
engrasar el recipiente donde tendrá lugar el levado de la masa.
Añadidos especiales
La fruta deshidratada, como las pasas, los arándanos, los higos y las peras
van muy bien con la miga suave y tenaz de un pan firme. Me gusta
suavizarlas un poco metiéndolas en agua caliente. Luego utilizo esa agua en
el prefermento, con lo que se acelera la fermentación de la levadura. Las
pasas no demasiado resecas resultan muy cómodas, porque no hay que
esperar a que se suavicen sumergidas en agua; tampoco decoloran la masa
tanto como cuando se remojan. Algunos panaderos no ponen la fruta
deshidratada a remojo porque esta ya se suaviza hasta cierto punto durante el
horneado, al robarle un poco de humedad de la masa; es cuestión de gustos.
Las semillas y granos enteros pequeños, como el mijo, semillas de
calabaza, sésamo, pipas de girasol y semillas de amapola, añaden un
delicioso sabor y textura al pan. Es mejor conservarlos en la nevera o
congelarlos, porque son ricos en aceites y propensos a volverse rancios. Las
semillas de amapola se vuelven amargas con el tiempo. El relleno de
semillas de amapola para hacer panecillos o kugelhopf (página 548) puede
ser casero o comprado.
La linaza, un pequeño grano ovalado y brillante de color marrón oscuro,
tiene muchas propiedades saludables. El aceite que contiene la linaza es rico
en antioxidantes, pero el organismo no los absorbe con facilidad, a no ser que
el grano esté partido o molido. Esto se puede conseguir con facilidad en un
molino de trigo o en casa, con una licuadora. Como la linaza se pone rancia
con mucha rapidez, es mejor partirla o molerla en casa en lugar de comprarla
ya partida o molida.
Los frutos secos más blandos, como las pacanas, o los que son un poco
más crujientes, como las nueces, se integran muy bien con la miga del pan y
pueden incluso molerse muy finos para utilizarlos como parte de la harina
(véase pan de pasas y nueces pacanas, página 424, y pan de arándanos y
nueces, página 429). Las almendras son deliciosas tanto dentro del pan, como
por encima (véase pan neozelandés de almendras e higos, página 431). A
algunas personas les gusta el sabor de las avellanas en el pan, pero en mi
opinión es demasiado fuerte.
El chocolate combinado con un pan de levadura que no tenga mucho
azúcar, como en el caso de las napolitanas de chocolate (pains au chocolat,
página 564), puede no quedar tan rico si es demasiado amargo, pero resulta
maravilloso cuando el chocolate está bien equilibrado y es suave. El
porcentaje de sólidos de cacao en el chocolate no indica necesariamente el
grado de amargura. La calidad del sabor depende de la variedad de granos de
cacao que se utilice y de los métodos de producción. Algunos chocolates con
un elevado porcentaje de sólidos de cacao, como el Valrhona Grand Cru
Guanaja, con un 70,5 por ciento, me resultan más suaves que otros con menor
porcentaje de sólidos de cacao, como el Manjari, con un 64 por ciento. Otro
chocolate Valrhona, que el consumidor encontrará con más facilidad y me
parece una elección excelente, es Le Noir Gastronomie, con un 61 por ciento.
Otros chocolates estupendos para usar con el pan: el Cluizel Dark
Chocolate, del 60 por ciento, y el Scharffenberger Semisweet Chocolate, del
62 por ciento.
Las aceitunas, sobre todo las kalamata griegas, las pequeñas aceitunas en
aceite de Marruecos y la gran diversidad existente en el mercado español, son
fantásticas cuando se machacan y se añaden al pan.
Con los arándanos se consiguen las mejores magdalenas o muffins; yo
uso la variedad silvestre de Maine: unos arándanos difíciles de encontrar,
muy pequeños y con mucho sabor. Este año, para mi gran alegría, he
encontrado un lugar donde me pueden proporcionar esta variedad de
arándanos congelados; se pueden guardar en el congelador durante meses.
Deberán añadirse congelados a la mezcla para hacer las magdalenas. Para mi
gusto, los arándanos secos tienen muy poco sabor a arándano.
La coloración —como el caramelo líquido o el azúcar quemado, ambos
en forma líquida, o el caramelo en polvo— es el secreto principal para hacer
pan integral de centeno de color casi negro. Estas coloraciones naturales se
hacen caramelizando jarabe de maíz o azúcar hasta que queden negros. En
ese momento pierden toda la capacidad de endulzar y sirven solo para dar
color. Es mejor ser conservador: se puede conseguir mucho con una pequeña
cantidad y, si se pone demasiado, el sabor resultará amargo. Las cantidades
recomendadas, indicadas en el producto, son 2 cucharaditas por 6 tazas de
harina (850 gramos) para la coloración líquida, y 2 cucharaditas por 1 taza
(142 gramos) para la coloración en polvo.
Los extractos —como el extracto puro de vainilla, el aceite puro de
naranja y el fiori di Sicilia (‘flores de Sicilia’)— proporcionan un perfumado
toque mágico a muchos panes rápidos y panes para ocasiones especiales,
como el panettone con castañas (página 537). El fiori di Sicilia, contiene
vainilla, aceite cítrico y también una misteriosa nota floral (en un reciente
viaje a Sicilia me enteré de que posiblemente la hiniesta, la pequeña flor
amarilla que crece en el terreno volcánico del Etna, es la responsable de ese
sabor).
A la hora de utilizar jengibre confitado, el cristalizado de Fouquet, en
París (que es un jengibre tailandés), y el jengibre australiano son mis
favoritos. También me encanta la comodidad y la excelente calidad de los
trocitos laminados de jengibre de la marca americana King Arthur, hechos
con jengibre chino. No son tan húmedos y sabrosos, pero no dejan de ser un
producto excelente; además resultan mucho más cómodos, ya que no hay que
entretenerse en cortar los trozos, cosa que sí ocurre con los demás jengibres
azucarados.
Las especias, tales como la nuez moscada y la pimienta, tienen siempre
un sabor más intenso cuando están recién molidas. Mi canela favorita es la
canela Cassia korintje, de Indonesia. Es la variedad de canela más vendida en
los supermercados de Estados Unidos. También me gusta la canela
vietnamita, más fuerte. Cuando compre este producto en tiendas
especializadas, donde suele ser más aromático, asegúrese de no usar más de
tres cuartas partes de la cantidad especificada en la receta.
Para que las especias se mantengan frescas hay que almacenarlas en un
lugar fresco y oscuro (no guardarlas cerca de los fogones de la cocina).
Líquidos
cerveza: 92,1% de agua
suero de mantequilla: 90,5% de agua, 1,75% de grasa
leche: 87,4% de agua, 3,6% de grasa
nata agria: 71,5% de agua, 19% de grasa
nata líquida (o crema de leche): 56,6% de agua, 36% de grasa
Edulcorantes y jarabes
malta de cebada en polvo: 5,2% de agua
azúcar: 0,5% de agua
sirope de malta de cebada: 15% de agua
miel: 17,2% de agua (pero se comporta como un 12,9% en la masa de
pan)
melazas: 24% de agua
glucosa: de 15% a 19,7% de agua
sirope de maíz: 24% de agua
Grasas
mantequilla: 15,5% de agua, 81% de grasa
aceite: cien por cien de grasa
Huevos
clara: 87,6% de agua
yema: 51% de agua, 30,6% de grasa
Verdura y fruta
zanahorias: 88,2% de agua, 10,7% de hidratos de carbono y fibra
patata: 79,8% de agua, 20,2% de almidón y fibra
calabaza (en lata): 90,2% de agua, 7,6% de hidratos de carbono y fibra
boniato: 63,7% (cocido con piel), 33,4% de hidratos de carbono y fibra,
10% de azúcar
plátano: 75,7% de agua, 22,7% de hidratos de carbono y fibra
arándanos: 87,9% de agua
Queso
cottage: 79% de agua, 0,3% de grasa
cheddar: 37% de agua, 32% de grasa
parmesano (parmigiano-reggiano): 30% de agua, 26% de grasa
suizo: 39% de agua, 28% de grasa
Pesos
INGREDIENTES GRAMOS
Grasas 1 taza
mantequilla 227
mantequilla clarificada 195
aceite de oliva, de cártamo o de nueces 215
Azúcares 1 taza
azúcar granulado 200
azúcar moreno claro 217
Harinas y otros ingredientes secos 1 taza
harina de repostería 100
para todo uso 142
harina panadera y harina de durum 156
harina integral de trigo 144
harina integral de trigo molida fina 150
harina espesante 124
harina de centeno 130
harina de trigo sarraceno 119
harina de patata 172
harina fina de maíz 134
harina de maíz 128
puré de patata 255
puré de boniato 252
puré de plátano 227
Frutos secos
almendras: 1 taza
enteras 191
laminadas 120
a trozos o machacadas 75
picadas 107
en polvo 89
nueces y pacanas:
mitades 100
machacadas 114
picadas 85
pasas 144
Líquidos 1 taza
agua 236,35
nata líquida 232
leche, suero de mantequilla, nata agria mezcla de leche y 242
crema
Siropes 1 cucharada
malta de cebada 20
melaza 20
jarabe de maíz 20
Huevos
1 grande con cáscara 56,7
1 grande sin cáscara 50
1 clara de huevo grande 30
1 yema de huevo grande 18,6
Levadura instantánea 3,2
INGREDIENTE VOLUMEN GRAMOS
NOTA La harina de trigo integral recién molida está aireada y pesa solo unos
118 gramos por taza, medidos sacando directamente la harina con la taza y
enrasando con un cuchillo el exceso de harina.
En supermercados
En tiendas online
Para elaborar pan se necesitan menos utensilios que para la mayoría de los
demás procesos de horneado. Incluso aunque no tenga algunos de los
elementos de esta lista de utensilios básicos, podrá hacer unos panes
magníficos. Pero para ayudarle a hacer panes con facilidad y a obtener
resultados óptimos, ofrezco las siguientes recomendaciones.
Hornos
Un horno, sin duda, es esencial. La gente siempre me pregunta qué tipo de
horno prefiero y cada año me resulta más difícil contestar porque se están
produciendo muchos cambios en cuanto a hornos se refiere. De hecho, no hay
dos hornos iguales, del mismo modo que no hay dos panes iguales, y el horno
de mis sueños aún no se ha fabricado. (Fabricantes, tomen nota: pregunten a
los panaderos qué es lo que QUIEREN en un horno.) Tampoco es seguro
suponer que el horno recomendado por un amigo será el mismo que se
fabrica en la actualidad, aunque tenga el mismo número de modelo. Creo que
el denominador más habitual a la hora de fracasar en la elaboración del pan es
el horno.
Por lo general, la temperatura en los hornos eléctricos fluctúa menos que
en los de gas. Pero los hornos eléctricos suelen liberar aire caliente a través
de una rejilla, y eso supone una desventaja para el pan durante los primeros
diez minutos del horneado porque la humedad también se transporta a través
de esa rejilla, a no ser que se pueda tapar. Al final de la cocción, sin embargo,
resulta ser una ventaja porque queremos librarnos de la humedad para
conseguir que la corteza sea crujiente. Si su horno tiene la función de
convección, úsela solo para precalentar más rápido. En cuanto el horno esté
precalentado, cambie la función a calor convencional para que las corrientes
de convección no aparten el aire húmedo. Al final del horneado, vuelva a
encender la función de convección para eliminar la humedad del horno.
Hay dos diseños de horno que suponen una desventaja a la hora de
elaborar pan. En primer lugar, los hornos que activan el grill cuando el horno
se está precalentando y cuando la modalidad cambia de cocción a
convección. En segundo lugar, los hornos que tienen la resistencia inferior a
la vista.
Los gratinadores pueden ser fantásticos para recalentar el pan. Los
modelos pequeños funcionan bien para rebanadas de pan individuales. Los
modelos de mayor tamaño, como el gratinador por convección Cuisinart, son
lo bastante grandes como para recalentar toda la hogaza de pan y, al mismo
tiempo, lo bastante pequeños como para recalentar en tan solo unos minutos.
El Cuisinart es incluso lo bastante grande como para cocer pan en un molde
estándar para barra de pan.
2 > Cuando se abre la puerta del horno para dar la vuelta al pan con el
objetivo de lograr una cocción uniforme, la temperatura baja entre 5 y 10 °C.
Como la piedra retiene muy bien el calor, el horno recuperará el calor más
rápido.
3 > La piedra para hornear irradia calor y hace que la cocción sea más
regular.
4 > Cuando una masa de pan o el molde que contiene la masa se coloca
directamente sobre la piedra, el pan crecerá con más rapidez en los primeros
minutos de horneado y el resultado será un pan de mayor volumen.
Los recipientes La Cloche no son los ideales para cocer todos los panes. Por
una parte, un molde rectangular no cabrá en ninguno de estos dos recipientes
La Cloche. Además, para obtener unos resultados óptimos hay que
precalentar la tapa, y puede ser complicado manejar una tapa grande en forma
de cúpula cuando está muy caliente. Pero con estos recipientes se podrán
conseguir unas cortezas muy doradas, marrones y uniformes, y el volumen
del pan será mayor, sin tener que llegar a unas temperaturas muy elevadas en
el horno. En realidad, yo ignoro las instrucciones que aconsejan mojar la tapa
del recipiente. Después de 1 hora en remojo, la tapa solo absorbe 10 gramos
de agua. En lugar de eso, precaliente la tapa y el horno al mismo tiempo. A
mí me gusta hacer el levado final de la masa en la base, así que para
proporcionar el crecimiento inicial del pan en el horno precaliento una piedra
para hornear en lugar de precalentar la base del recipiente La Cloche.
Se puede espolvorear la base con sémola de maíz o harina de trigo para que la
masa no se pegue a ella, pero yo prefiero revestirla con una lámina de
silicona Silpat. La octogonal se ajusta con exactitud en la base del recipiente
La Cloche redondo. Para el recipiente La Cloche rectangular, yo uso una
lámina antiadherente, cortada o doblada para que encaje en la base. Debido a
que los recipientes La Cloche absorben la humedad del pan, el papel de horno
se pegaría a la parte inferior del pan, por eso no debe utilizarse; además el
pan se debe humedecer antes de cocerlo.
> Retire la tapa durante los últimos 5 a 10 minutos de cocción para permitir
que la humedad se evapore y la corteza sea más crujiente y de un color
más intenso. (Yo retiro el pan de la base, lo pongo directamente sobre la
piedra para hornear y abro un poco la puerta del horno.)
Piedra natural
Los hornos de temperatura más constante son los que tienen menos altura. Si
su horno es alto, puede convertir este hecho, no obstante, en una ventaja,
porque eso significa que puede colocar una piedra de hornear o una capa de
ladrillo refractario en los dos pisos del horno, el de arriba y el de abajo. Mida
el interior de su horno antes de comprar piedras de hornear o ladrillo
refractario. Para asegurarse de que la circulación de aire sea la adecuada, deje
un espacio libre de 5 centímetros entre la piedra o los ladrillos y las cuatro
paredes del horno.
La piedra de hornear ideal de menor tamaño es de 42 cm de largo por 37
cm de ancho por 1,3 cm de grosor, porque sobre ella encajará una bandeja
plana de media hoja. El interior del horno tiene que ser de al menos 51 cm
por 45,5 cm para que quepa esta piedra y siga habiendo una buena
circulación de aire.
Yo tengo un horno Gaggenau que tiene incorporada una piedra para
hornear pizza, apoyada sobre su propia fuente de calor. Es el único tipo de
piedra que resulta eficaz en un horno como este, que tiene un ventilador que
sopla aire continuamente y libera hacia el exterior el aire caliente. Las piedras
que se limitan a estar apoyadas sobre el estante del horno y solo dependen del
calor ambiente no mantendrán bien su temperatura en este tipo de horno.
Termómetros
Básculas
Durante mucho tiempo he buscado básculas de precio asequible que sean
fiables y precisas. Estoy encantada con las básculas suizas Soehnle; no solo
son mucho más baratas que las de laboratorio, sino que también son precisas
y tienen un bonito diseño.
Mi favorita es la balanza Soehnle Futura, que pesa en onzas y en
gramos. Puede pesar hasta 2 kg, en incrementos de 1 gramo hasta llegar a
1.000 gramos y, a partir de entonces, en incrementos de 2 gramos. Cada
balanza está calibrada. El modelo Futura puede lavarse con agua del grifo. El
único pequeño problema que tengo con las básculas Soehnle es que —como
la mayoría de las básculas que funcionan con pilas— están diseñadas para
apagarse, con el objeto de ahorrar pilas, cuando transcurren unos minutos sin
que se usen. Esto puede suponer un problema si se está en pleno proceso de
pesar varios ingredientes en el mismo cuenco y no se hace lo bastante rápido.
Un truco para evitar que se apague es tocar ligeramente el cuenco o la parte
superior de la balanza; de ese modo continuará encendida.
Para medir cantidades mínimas de ingredientes como la levadura o la sal,
la pequeña Soehnle Ultra es un tesoro. Pesa en incrementos de 0,1 gramos
hasta 200 gramos.
Báscula Soehnle Futura
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Jarra medidora
Cucharas de medir
Las cucharas de medir Foley de acero inoxidable (no las ovaladas) y las
cucharas resistentes de plástico de la marca Tupperware son las más precisas.
Me gustan sobre todo las cucharas Tupperware porque incluyen estos
extraños pero útiles tamaños: 1/8 de cucharadita, 1/2 cucharadita y 4
cucharaditas. Las cucharas Tupperware están hechas a una escala ligeramente
mayor que las Foley, pero ambas están dentro de un nivel aceptable. He
encontrado otras marcas de cucharas de medir que son algo más pequeñas
que estos dos tipos y están por debajo del nivel de precisión aceptable.
El juego de cucharas llamado dash (‘pizca’, 0,50 ml), pinch (‘pellizco’,
0,40 ml) y smidgen (‘pizquita’, 0,18 ml) es ideal para medir lo que antaño era
imposible de medir. (Una pizca equivale a 1/8 de cucharadita, un pellizco
equivale a 1/16 de cucharadita y un pizquita equivale a 1/32 de cucharadita.)
Se encuentran en tiendas de accesorios de cocina.
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Rasquetas
Las rasquetas cortantes de panadero resultan excelentes para limpiar
superficies sin rayarlas. También son muy cómodas para reunir, mover y
cortar masas para pan o pasteles.
Las rasquetas de plástico blandas o flexibles para masa (también llamadas
lenguas, o cornes en francés) son ideales, por su flexibilidad, para retirar la
masa de los cuencos.
1-
1
Moldes básicos
La mayoría de los moldes mencionados en este apartado están disponibles en
tiendas especializadas en cocina o panadería, tanto online como físicas.
Molde de arcilla
Moldes de pan
La elección de moldes rectangulares es muy personal. Yo valoro un
molde que pese y sea antiadherente. De hecho, la mayoría de los moldes de
hoy en día cumplen estos dos requisitos. Los moldes de arcilla son mis
preferidos porque en ellos la cocción es muy uniforme y se consigue un color
marrón dorado muy atractivo y una textura ligeramente rugosa en los bordes
del pan. No son fáciles de encontrar. Como la arcilla se puede romper, mi
segunda elección sería los moldes rectangulares con los que también se
consigue una cocción uniforme. Otros moldes excelentes son: el molde
rectangular con lados rectos, fantástico para hacer pan de molde; los hay
también de aluminio y acero, más pesados. Los moldes de arcilla y los que
son oscuros requieren una temperatura de cocción de 4 °C menos de lo
especificado en la receta. Los moldes rectangulares flexibles de silicona
ofrecen una excelente alternativa al metal: son antiadherentes y pesan poco,
pero con ellos se consigue una cocción uniforme.
Molde rectangular
Debido a que la pendiente de los lados de los moldes puede ser muy
distinta de uno a otro, la capacidad de estos varía en gran medida. Cuanto
más obtusos sean los ángulos de los lados, mayor capacidad tendrá el molde.
Un molde rectangular con ángulos obtusos es más ancho y largo en la parte
superior que en la inferior. Es mejor medir la capacidad del molde
rectangular vertiendo agua en él con una taza de medir. A continuación se
indican volúmenes aproximados de muchos de los moldes básicos que
existen en el mercado hoy en día:
Rejillas candideras o para enfriar Recomiendo que las rejillas sean de metal
porque las de madera, aunque son bonitas, se pueden deformar a causa del
calor y la humedad.
Rejilla rectangular de metal para enfriar
Reglas
Las reglas son útiles para medir la masa, tanto cuando se enrolla hasta un
tamaño específico, como para determinar el grado de levado por la altura de
la masa en el molde de pan.
Los recipientes tienen marcas a los lados, con lo que resulta fácil ver
cuándo la masa ha doblado su volumen. Son muy duraderos y no resultan
caros. Mi marca favorita es Cambro. Los tamaños que utilizo más son los de
1 litro, 2 litros y 4 litros; el de 6 litros es perfecto para almacenar una bolsa de
harina de unos 2 kilogramos.
Temporizadores
El triple temporizador y reloj de la marca West Bend (artículo n° 40053) es
fantástico y no resulta caro. Cada uno de los tres canales cronometra hasta 24
horas y, si por cualquier cosa no lo oyera o no lo apagara, empezará a contar
el tiempo que ha transcurrido desde que debiera haberlo oído o apagado
(temporizador de cuenta regresiva).
Yo siempre tengo una pequeña libreta de notas junto al temporizador para
apuntar qué estoy cronometrando y por qué canal. También los hay de un
solo canal.
Es bueno tener
Pulverizadores
Es útil tener un pequeño pulverizador para humedecer la superficie de
una hogaza de pan. Se puede encontrar en cualquier ferretería.
Cámaras de fermentación
Si tiene un recipiente de policarbonato lo bastante grande como para
cubrir la masa de pan a medida que aumenta de volumen, no le será necesario
envolver la masa con un film plástico untado en grasa para evitar que se
seque. Se pueden comprar cajas de plástico o acrílicas, en tiendas de material
de oficina. Incluso se puede usar una caja de cartón: corte la parte superior
para poder ver el aumento de volumen del pan e introduzca la caja de cartón
en una bolsa de plástico grande para contener la humedad.
Cestas o banetones para la fermentación de la masa y telas o couches
Los banetones o banastillos son cestas redondas u oblongas que se
utilizan para dar forma o sostén a las masas del pan mientras aumentan de
volumen. Pueden ser bonitas cestas de mimbre hechas en Francia, revestidas
con telas gruesas de lino o sin revestir, o pueden incluso ser cestas de plástico
o coladores que se cubren con paños de cocina limpios. Las cestas de mimbre
sin revestir dejan un diseño atractivo en la corteza del pan.
Es importante tener un recipiente poroso para que la masa pueda respirar.
De lo contrario, la humedad de la masa puede hacer que esta se pegue a la
tela y, como consecuencia, la masa se hunda y desinfle cuando se retire del
recipiente. Los banetones que se usan para las recetas que aparecen en este
libro son el redondo de 20 cm y el alargado de 38 cm.
Banetón revestido con lino
Banetón de mimbre
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Molde Pullman
El molde Bundt® mini loaf tiene cuatro huecos para barras de pan con
capacidades de 2 tazas diseñados para parecerse a la forma de las barras de
pan trenzadas.
Los moldes planos redondos de acero al carbono con los bordes
ligeramente elevados, fabricados en Francia, son perfectos para cocer pizzas
o panes redondos. A mí me gusta el de 24 cm para pizza para dos personas o
el de 18 cm para barras de pan y el de 32 cm para pizzas más grandes.
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Molde de cobre para tarta Tatin
Tatin al añadir asas para que resulte muy fácil levantar el molde. Está
revestido con una capa fina de acero inoxidable que no interfiere con la
conducción del calor y aguanta mejor la elevada temperatura necesaria para
producir caramelo. El molde para tarta Tatin de 20 cm mide alrededor de la
mitad que el molde más grande.
Molde para panecillos muy pequeños
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Corta pizza
Cortapizza
Cuchillo de chef
Hoja de afeitar
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Tijeritas
Cuchillos de pan: Los cuchillos de sierra son los mejores para cortar
cortezas de pan duras y blandas. Para los panes blandos, se puede utilizar un
cuchillo eléctrico o el Furi de hoja de 25,5 cm de largo, con los dientes de la
sierra un poco redondeados en lugar de puntiagudos. Para las cortezas duras,
yo uso el Leifheit, disponible en España, con hoja de sierra de 20 cm, de
dientes afilados. Es un cuchillo excepcional y ligero.
Pala de panadero
La pala de panadero
Es una pala plana y grande que sirve para introducir y extraer el pan del
horno. Es sin duda una herejía decir que prefiero una pala de metal con
mango de madera a una pala que sea toda de madera, porque mi padre tuvo el
monopolio de la producción de palas de bagel en el área de Nueva York
durante la década de los cuarenta. Sin embargo, conociéndolo, estoy segura
de que sus palas estaban hechas de madera curada que no se deformaba, a
diferencia de lo que ocurre con las de hoy en día.
I
Rodillo francés de plástico sólido para amasar
Rodillos
Para pasar el rodillo por la masa de pan para desinflarla o para agrandarla
antes de espolvorear ingredientes sobre ella y enrollarla a continuación, tal y
como se hace con los panecillos melosos, se puede utilizar un rodillo estándar
para amasar, cilíndrico y sin asas, de 4,5 cm de diámetro y casi 50 cm de
largo. El que más me gusta es el rodillo para amasar de plástico sólido
blanco. Lo bueno del plástico es que resulta fácil de lavar y no se deforma.
Librador de harina
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Cepillo de cerdas de nailon
Librador de harina
Es un placer usar los libradores de harina de acero inoxidable porque los
extremos redondeados y estrechos facilitan el poder añadir o quitar pequeñas
cantidades de harina. También pueden usarse para medir harina si se pasa una
espátula de metal o un cuchillo por la parte superior del recogedor para
enrasar la harina. Los hay de tres tamaños: 1/4 de taza, 1/2 taza y 1 taza.
Cepillos
Los cepillos pequeños de cerda natural o de cerda de nailon para
pastelería, o las plumas, funcionan bien tanto para cepillar el exceso de harina
de las masas como para glasearlas.
Molinillos
Los molinillos de especias pequeños y económicos son ideales para
pequeñas cantidades de especias o semillas. Uno de mis favoritos es del
fabricante Oxo. Si tiene un molinillo de café eléctrico que le sobre, también
puede utilizarlo.
El molinillo para semillas de amapola es un molinillo de mano adorable
y anticuado que parece un picador de carne en miniatura. Es un artículo de
lujo, pero cumple muy bien su función porque está diseñado expresamente
para moler semillas de amapola de modo uniforme; las convierte en un
polvillo muy fino sin que exuden los aceites que contienen. Si le gustan las
semillas de amapola, no dude en adquirir este pequeño artículo funcional.
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Planchas eléctricas
Las planchas eléctricas Farberware son las más uniformes que conozco.
La resistencia en espiral, que está empotrada y sellada en el metal, atraviesa
la plancha en toda su longitud. Cualquier cosa que cocine sobre estas
planchas —panecillos, magdalenas, tortas o cualquier otro producto— se
tostará con uniformidad. Yo prefiero el modelo rectangular por su tamaño y
forma, pero el redondo es tal vez el único que tiene el acabado antiadherente
—de una excelente calidad— y, por lo tanto, se puede poner menos
mantequilla para evitar que los alimentos se peguen.
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Espolvoreador de harina
Encimeras
Las encimeras pueden ser de mármol, granito, madera o formica: todas
son adecuadas para la elaboración del pan. Para amasar, yo prefiero las de
mármol o granito porque parece que la masa se pega un poco menos y, por
tanto, se puede poner menos harina. Sin embargo, para dar forma al pan, las
de madera son mejores, ya que su superficie algo más áspera agarra un poco
la masa y facilita el formado.
Batidoras amasadoras
Electrolux: www.electrolux.es
KitchenAid: www.kitchenaid.es
Bosch: www.bosch-home.es
Moldes y menaje de cocina en general
Alambique: alambique.com/tienda
Demarle: www.demarle.com/es
Lékué: www.lekue.es
Pyrex: www.arc-international-cookware.com/es
Tupperware: www.tupperware.es
Glosario de términos para la elaboración del pan
amasar: Segunda fase del mezclado, en la que se mezcla la masa con más
vigor justo después de que esta se haya formado.
bolear: Remeter los bordes de la masa para formar una piel suave o una
superficie exterior lisa.
couche: ‘Capa’ en francés, este es el nombre que recibe la tela de lino que se
dobla formando un lecho para las masas de pan alargadas —como las del pan
flauta o baguette— para que descansen durante el segundo levado.
dividir la masa: Cortar la masa en trozos más pequeños para darles forma.
levain: Es el término francés para ‘masa madre’. Hace referencia a una masa
de arranque totalmente madura creada a partir de levadura salvaje. Puede
tener una consistencia semilíquida o de masa firme.
masa magra: Una masa que contiene poca o ninguna grasa, huevos o azúcar.
pala de panadero: Una pala plana y grande que sirve para meter y sacar
hogazas de pan del horno. Una pala de bagel de pan es una pala más estrecha
diseñada para mover los bagels dentro del horno, de forma que se cuezan de
modo uniforme.
pan viejo (altesbrot): Pan de hace días que se añade a una masa de pan, por
lo general de pan integral de centeno, para proporcionar más complejidad de
sabor.
soaker, remojado o masa boba: Una mezcla que consiste en granos y/o
semillas enteros o con molido grueso y agua; el agua los suaviza y activa las
enzimas que convierten el almidón de los granos en azúcar.
Libros
Revistas
Panarras: www.panarras.com
El foro del pan: www.elforodelpan.com
La memoria del pan: www.lamemoriadelpan.com
Canal Babette: www.lacocinadebabette.com/canal-babette
MaMaFermenta (blog sobre pan sin gluten): mamafermenta.wordpress.com
Panis Nostrum: panisnostrum.blogspot.com.es
3. Panes planos
5. Panes de solera
6. Masa madre
Brioche básico
Panecillos melosos de caramelo
Panecillos melosos de chocolate
Pan piñonero
Panettone con castañas
Jalá tradicional
Kugelhopf de chocolate y almendras
Pan de tres quesos
Croissants de trigo
EL MANUAL MÁS COMPLETO SOBRE
LA ELABORACIÓN DE PAN
ARTESANAL
Descubre junto al maestro Peter Reinhart cincuenta recetas de panes clásicos,
como la ciabatta rústica, el pan de campo, los bagels neoyorquinos o el pan a
la antigua, además de multitud de curiosidades científicas, tecnológicas e
históricas sobre la elaboración del pan en una obra esencial y muy accesible
tanto para aficionados como expertos.
RODOLPHE LANDEMAINE F O T OGRAFÍAS DE JOE R G LEHMANN
RECETAS Y PEDAGOG Í A ILUSTRACIONES DE VAN NI S VAROUTS I KOS
COMPLEME N TOS CIE N TÍFICOS DE A NN E C A ZOR
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e
RBA
COMPRENDER, APRENDER Y
DOMINAR
100 RECETAS DE LA PANADERÍA MÁS AUTÉNTICA
Las técnicas esenciales para preparar la masa madre, amasar y dar forma al
pan.
Las recetas básicas para preparar pan, bollería y pastas.
BAGUETTE TRADICIONAL - PAN CON SEMILLAS - PAN DE
CERVEZA PAN CON NUECES - HOGAZA DE CENTENO - PAN DE
MOLDE - PAN RÚSTICO - COCA CRUASÁN - BOCADITOS -
BRIOCHE HOJALDRADO - TROPÉZIENNE - PAILLE DE FRAMBUESA
TARTA FINA DE MANZANA - FLAN PASTELERO…