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Reacciones
Adversas a
Medicamentos
Integrante:
Posteriormente, algunos países han creado sus propias extensiones del código CIE-10.
Por ejemplo, Australia presentó su primera edición en 1998, la «CIE-10-AM»; Canadá
publicó su versión en el 2000, la «CIE-10-CA». Alemania también tiene su propia
extensión, la «CIE-10-GM». En EEUU se añadió el anexo con el sistema de
clasificación de procedimientos o ICD-10-PCS.
Epidemiología:
Factores de Riesgo:
Factores genéticos: Se sabe que los niños atópicos no tienen mayor riesgo de
desarrollar alergia a fármacos, pero la intensidad de la reacción es mayor y tienen mayor
prevalencia de reacciones pseudoalérgicas, sobre todo relacionadas con medios de
contraste. Por otra parte, se ha demostrado que la hipersensibilidad a abacavir, droga
usada para combatir el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), se asocia a la
presencia de HLA B57. Asimismo, es importante consultar el antecedente de alergia
medicamentosa en los padres, pues la alergia a medicamentos es mucho más frecuente
en aquellos niños cuyos padres poseen este antecedente. Otro dato importante es que en
adolescentes sin antecedente de alergia a drogas la prevalencia de alergia a antibióticos
es 1,7%, mientras que cuando los padres son alérgicos a antibióticos la cifra aumenta a
25%.
Criterios de Beers:
Los criterios de Beers tienen como propósito mejorar la selección de fármacos, reducir
los efectos adversos de los fármacos y proporcionar una herramienta para evaluar
costos, patrones y calidad de la atención de fármacos utilizados en personas de 65 años
de edad o mayores.
Los criterios para 2019 comprenden 30 fármacos o clases de fármacos que se deben
evitar en adultos mayores en general, y 40 fármacos o clases de fármacos que se han de
utilizar con cautela o evitar en algunos pacientes con determinadas enfermedades o
trastornos. Se añadieron dos criterios en respuesta al agravamiento de la crisis de
opioide: no prescribir opioides con benzodiacepinas o gabapentinoides.
Los criterios descartaron ocho fármacos anticonvulsivos, ocho fármacos para insomnio
y vasodilatadores para síncope.
Algunos de estos fármacos fueron descartados debido a que los problemas inherentes a
su uso no son únicos de los pacientes de edad avanzada. Dos (ticlopidina y pentazocina)
fueron descartados porque ya no están disponibles en Estados Unidos.
Los antagonistas de receptor de histamina fueron retirados de los criterios, porque la
evidencia de que dañan a las personas con demencia es débil. Los fármacos que alivian
el reflujo gástrico se pueden continuar utilizando en pacientes con delirio.
Dextrometorfano/quinidina debe utilizarse con cautela, pues tiene eficacia limitada para
aliviar los síntomas conductuales de demencia en pacientes con afecto pseudobulbar, y
porque puede incrementar el riesgo de caídas e interacciones farmacológicas.
Asimismo, se debe utilizar con cautela ácido acetilsalicílico para la protección primaria
contra enfermedad cardiovascular o cáncer colorrectal en pacientes mayores de 70 años,
no de 80 años, pues nuevos datos demuestran que ha disminuido la edad en la cual se
eleva el riesgo de hemorragia.
Diagnóstico:
Los protocolos y guías para el estudio de las RAM incluyen como pilar fundamental una
buena anamnesis y exploración física del paciente que padece una posible RAM; por
eso, cuando se remita un paciente para su estudio, en lo posible, se ha de aportar
información referente a:
Cuadro Clínico:
Los efectos adversos son experiencias indeseadas en un paciente asociadas con el uso de
un producto médico. Los efectos secundarios de un medicamento pueden incluir:
Malestar estomacal
Boca seca
Somnolencia
Mareos
Bochorno/sofoco, sudoración
Sarpullidos