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Sustentante:
2007-5030
Asesora de contenido:
15 de junio de 2012
__________________________
Calificación obtenida.
___________________ ____________________
Firma de Jurado Firma de Jurado.
____________________
Fecha
2
La presente memoria final es propiedad del
Departamento de Ciencias Jurídicas de la
Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra.
En tal virtud no puede ser publicada, ni
reproducida íntegra o parcialmente, sin el
consentimiento por escrito de la Universidad y
del Autor.
3
INDICE
AGRADECIMIENTOS..................................................................................................5
DEDICATORIA...............................................................................................................6
INTRODUCCION...........................................................................................................7
RECOMENDACIONES.............................................................................................129
CONCLUSION............................................................................................................133
BIBLIOGRAFIA.........................................................................................................136
ANEXO.........................................................................................................................144
4
AGRADECIMIENTOS
A DIOS
Porque a él todo le debo
MIS PADRES
Por darme tanto a cambio de nada
MIS HERMANOS
Por creer en mí y apoyarme
5
DEDICATORIA
A DIOS
Por permitirme llegar hasta aquí
MIS PADRES
Porque todo se los debo
MIS HERMANOS
Porque son mi ejemplo
6
INTRODUCCION
Desde el año 1986, cuando se promulgó la Ley No. 32-86 se estableció la protección
de las obras arquitectónicas bajo el amparo del derecho de autor, tanto en su
modalidad gráfica, como ya edificada. Y es como nuestra actual Ley No. 65-00
consagra de manera más eficiente esta protección, respaldado por el reglamento No.
362-01, el cual en su artículo 41, se pronuncia con relación a estos tipos de obras.
Pero, esta inclusión de las creaciones de los arquitectos, debe su protección a que en
el año 1908, con la revisión de Berlín, esta tutela autoral a la modalidad gráfica y
edificada se estableció expresamente en el artículo 2 del Convenio de Berna.
7
Objetivo General.
Despejar los conceptos claves para distinguir cuales obras de arquitectura pueden ser
objeto de protección bajo la modalidad de derechos de autor, distinguir los titulares
de estos derechos, en virtud de los contratos que frecuentemente se pactan en este
campo; establecer los procesos y vías judiciales tendentes a la reclamación en justicia
y; finalmente analizar controversias suscitadas en referencia a este tópico.
Objetivos específicos.
8
Metodología.
El presente trabajo está dividido en dos capítulos, los cuales a su vez se subdividen en
dos subcapítulos; todos secuencialmente conectados, de forma que el lector se vaya
introduciendo en la problemática abordada en las siguientes páginas. Se ha tratado de
mantener un lenguaje de fácil comprensión y un orden sistemáticos de los tópicos
desarrollados; hilvanando un conjunto de ideas que concluyen en unas situaciones
controvertidas, que deben ser solucionadas mediante la positivización de regulaciones
referentes a la protección de derecho de autor de las obras arquitectónicas.
9
Capítulo I.
10
“LAS OBRAS ARQUITECTONICAS Y SU
PROTECCION POR
DERECHO DE AUTOR”
El ser humano se ha caracterizado por ser un ente de creación intelectual, ya sea con
fines meramente artísticos, así como con la finalidad de ser objeto de utilidad
industrial o en alguna empresa del sistema de productividad humana; es de dicha
causa que se deriva el interés que suscita la regulación y positivización de la
protección a este espíritu creador intrínseco del intelecto humano, el cual estuvo
acéfalo de marco normativo hasta el siglo XV con el apogeo de la época renacentista,
y es con la invención de la imprenta cuando surgen las primeras regulaciones. Esto
debido a que la imprenta logró facilitar la producción de copias y permitió que las
obras artísticas y literarias se incorporaran al comercio, lo que obligó el surgimiento
de Leyes especializadas con el objeto de regular y además reconocer y proteger el
derecho de autor e inventores1.
Con el paso del tiempo el derecho de autor ha estado permeado por los avances
tecnológicos, con lo cual se ha visto en la necesidad de adoptar nuevas formas
efectivas de protección al mismo.
1
Cfr. BAUTISTA, M. (2009). La transferencia de derechos en el derecho de autor. Memoria para optar
al título de licenciado en derecho, Facultadde Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de
Ciencias Jurídicas, Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra, Santo Domingo, República
Dominicana. Pág.7.
11
reconocían los derechos autorales al creador de la obra, bajo la protección del derecho
de autor.
2
SATANOWSKY, Isidro. Derecho Intelectual”, Buenos Aires, Tipografía Editora Argentina, 1957, T.I.
Pág. 9, Ob. Cit. ALCEQUIEZ, R. (2004).Protección Civil del Derecho de Autor. Memoria para optar al
título de licenciado en derecho, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de
Ciencias Jurídicas, Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra, Santo Domingo, República
Dominicana. Pág. 4
12
3. Convenio de Roma sobre la protección de los artistas intérpretes o ejecutantes,
los productores de fonogramas y los organismos de Radiodifusión, hecho en
Roma el 26 de Octubre de 1961.
5. Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor (TODA por sus siglas en español
y WCT por sus siglas en inglés), adoptado en Ginebra el 20 de Diciembre de
1996.
6. Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual
relacionados con el Comercio (ADPIC), en el marco del Tratado de la
Organización Mundial del Comercio (OMG), concluido en diciembre de 1993.
Entre otros muchos acuerdos internacionales que se han pactado en la materia, con
diferentes objetivos para lograr estándares mínimos de regulación y protección en lo
que compete a esta rama del derecho.
Cabe destacar, que muchos de estos acuerdos y sus modificaciones son producto o
consecuencia de la declaración más importante de toda nuestra historia y con
relevante interés moral, La Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10
de diciembre de 1948, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, la
cual plantea en su artículo 27:
3
Ya en 1948 la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (Art. XIII) reconocía
que: “Toda persona tiene el derecho de participar en la vida cultural de la comunidad, gozar de las
artes y disfrutar de los beneficios que resulten de los progresos intelectuales y especialmente de los
descubrimientos científicos. Tiene asimismo derecho a la protección de los intereses morales y
materiales que le correspondan por razón de los inventos, obras literarias, científicas o artísticas de
que sea autor” (ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001). Manual para la enseñanza virtual del derecho
de autor y los derechos conexos (Tomo I), Santo Domingo, Escuela Nacional de la Judicatura. Pág. 30.
13
Es debido a esto que Gaubiac comenta que se debe respetar los principios de
protección de los autores, incluidos los que viven en un territorio donde no se aplica
ninguna Ley o que no es parte de ningún Convenio en la materia . 4
Cabe destacar que todos aquellos países que se han adherido a estos pactos
internacionales sobre derechos humanos, están llamados de manera imperativa a la
adopción e implementación de medidas que garanticen el desarrollo de estos
derechos, dentro de los cuales se encuentra consagrado el derecho de autor, tanto en el
ámbito moral, como en el patrimonial5.
4
Cfr. GAUBIAC, Yves. Dimensiones internacionales del derecho de autor: Nota sobre la preparación de
un libro, en Boletín de Derecho de Autor. Vol.XXII, Nos. 1-2. París, 1988. Pp. 117-124. Ob cit. Ibid.
5
Para ampliar este tema, v.: VASAK, Karel: “Pour une troisieme génération des droits de l homme”, cit.
por GARZON, Alvaro : « El derecho de autor ; los derechos conexos y el derecho a la cultura en el
marco de los Derechos Humanos y las garantías constitucionales: Planteamiento, panorámica y
perspectivas globales”, en el libro-memorias del I Congreso Iberoamericano de Propiedad Intelectual.
Ed. Ministerio de Cultura. Madrid, 1991. Tomo I. pp. 35-45. Ob. Cit. Ibid.
14
A. Evolución de la protección del derecho de autor de las obras
arquitectónicas.
En ese mismo tenor, se perfilaba el código penal francés, que fundamenta nuestro
actual código penal, en cuanto a que consagraba la propiedad intelectual en sus
artículos 425 al 429, con el asentamiento de medidas previsoras que buscaban darle
más relevancia al tema en cuestión y que persisten en la actualidad.
6
Cfr. Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Oficina Nacional sobre Derecho de
Autor de la República Dominicana (ONDA), Delegación para América Latina de la CISAC y la Sociedad
General de Autores Compositores y Editores Dominicanos, (1998, Octubre). Gestión Colectiva del
derecho de autor y los derechos conexos [Versión electrónica]. Ponencia presentada por el Sr.
Máximo Rodolfo Paradas Vargas, presidente de la Sociedad General de Autores Compositores y
Editores Dominicanos (SGACEDOM) al Seminario Nacional de la OMPI sobre gestión colectiva del
derecho de autor y de los derechos conexos, Santo Domingo, Rep. Dom.
15
También queda asegurada la libertad de industria y la propiedad de los
descubrimientos o producciones, para los propietarios las Leyes asignarán un
privilegio temporal y la manera de ser indemnizados, en caso de convenir su autor en
su publicación.
Artículo 22: Los dominicanos pueden imprimir y publicar libremente sus ideas sin
previa censura ni caución, quedando garantizada la propiedad de las producciones
literarias.
7
Cfr. Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Oficina Nacional sobre Derecho de
Autor de la República Dominicana (ONDA), Delegación para América Latina de la CISAC y la Sociedad
General de Autores Compositores y Editores Dominicanos, (1998, Octubre). Gestión Colectiva del
derecho de autor y los derechos conexos [Versión electrónica]. Ponencia presentada por el Sr.
Máximo Rodolfo Paradas Vargas, presidente de la Sociedad General de Autores Compositores y
Editores Dominicanos (SGACEDOM) al Seminario Nacional de la OMPI sobre gestión colectiva del
derecho de autor y de los derechos conexos, Santo Domingo, Rep. Dom.
16
El 26 de enero del año 2010, nuestra carta magna fue objeto de una nueva
reformación en donde finalmente se amplía el criterio en la materia, obedeciendo a
una denominación amplificada del alcance de dicha protección. En el Título II De los
derechos, garantías y deberes fundamentales, capítulo I de los derechos
fundamentales, Sección II de los derechos económicos y sociales, consagra en su
artículo 52 el derecho a la propiedad intelectual8, al indicar:
……En este mismo tenor de ideas, consideramos oportuno hacer el mismo recuento
histórico en el ámbito de las legislaciones internacionales adoptadas en razón de la
materia.
En el 1947 se derogó esta Ley y fue promulgada la Ley No. 1381 sobre registro y
protección de la propiedad intelectual que se mantuvo vigente hasta el 4 de julio del
1986; con la cual se crea la Oficina de Registro de Propiedad Intelectual adscrita a la
Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos. En ese mismo año, se
ratifica la Convención Interamericana sobre derecho de autor en obras literarias,
científicas, artísticas celebradas en la Unión Panamericana en Washington en 1946.
8
Ver artículo 52 de la Constitución de la República Dominicana, proclamada el 26 de enero de 2010,
publicada en la Gaceta Judicial No. 10561, del 26 de enero del 2010. Que establece: Se reconoce y
protege el derecho de la propiedad exclusiva de las obras científicas, literarias, artísticas, invenciones
e innovaciones, denominaciones, marcas, signos distintivos y demás producciones del intelecto
humano por el tiempo, en la forma y con las limitaciones que establezca la ley.
9
Alcequiez, R. (2004).Protección Civil del Derecho de Autor. Memoria para optar al título de licenciado
en derecho, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Ciencias Jurídicas,
Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra, Santo Domingo, República Dominicana. Pág. 7.
10
Op. Cit.
17
del Secretariado Técnico de la Presidencia, con el asesoramiento de calificados
técnicos de la UNESCO, trabajó durante dos años en base a las opiniones de
representantes de los sectores afectados y las conclusiones vertidas en dos seminarios
efectuados en la materia; finalmente basándose esta nueva Ley en tres importantes
acuerdos: “La Convención Universal sobre Derecho de Autor”, La Convención
Internacional para la Protección de los Artistas, Intérpretes o ejecutantes, los
productores de fonogramas y los Organismos de Radiodifusión” y “La Convención
Interamericana sobre Derecho de Autor en obras literarias, científicas y artísticas “ 11.
Además de la elaboración de su reglamento de aplicación el 28 de marzo de 1993.
11
Op. Cit.
12
Ver ley No. 32-86 artículo 2, establece: “Los derechos autor y afines, comprenden las obras literarias
y artísticas, así como la forma literaria o artística de las obras científicas, incluyendo todas las
creaciones del espíritu en los campos indicados, cualquiera que sea el modo de fijación o
comunicación y cualquiera que sea su destino, incluyendo , pero no limitados a los libros, folletos,
anuncios de propaganda comercial, y otros escritos, las conferencias, alocuciones, sermones y otras
obras de la misma naturaleza, las obras dramáticas o dramático-musicales, las obras coreográficas y
las pantomimas, las composiciones musicales con letras y sin ellas, las obras cinematográficas, a las
cuales se asimilan las obras expresadas por procedimientos análogos a la cinematografía, incluye los
videogramas y las obras de dibujo, pinturas, arquitectura, escultura, grabado, litografía, las obras
fotográficas a las cuales se asimilan las expresadas por procedimiento análogo a la fotografía, las
obras de arte aplicada, las ilustraciones, mapas, croquis y obras plásticas relativas a la geografía, a la
topografía, a la arquitectura o a las ciencias, los programas de computadoras y las bases electrónicas
de datos, y en fin, toda producción del dominio literario o artístico o expresión literario o artística del
dominio científico que pueda reproducirse o fijarse por cualquier medio de impresión o reproducción,
por fonografía, radiotelefonía, fotocopia, microfilmación o cualquier otro medio conocido o por
conocerse.
18
CAFTA, y que a su vez es regulada por el reglamento de aplicación No. 362-01 del
año 2001 (G.O. No. 10076 del 14 de Marzo del 2001).
13
Ver. Art. 2. Ley No. 65-00 sobre protección al derecho de Autor. El derecho de autor comprende la
protección de las obras literarias y artísticas, así como la forma literaria o artística de las obras
científicas, incluyendo todas las creaciones del espíritu en los campos indicados, cualquiera que sea el
modo o forma de expresión, divulgación, reproducción o comunicación, o el género, mérito o destino,
incluyendo pero no limitadas a:1) Las obras expresadas en forma escrita, a través de libros, revistas,
folletos u otros escritos;2) Las conferencias, alocuciones, sermones y otras obras de la misma
naturaleza;3) Las obras dramáticas o dramático-musicales y demás obras escénicas;4) Las obras
coreográficas y las pantomímicas;5) Las composiciones musicales con letras o sin ellas;6) Las obras
audiovisuales, a las cuales se asimilan las expresadas por cualquier procedimiento análogo, fijadas en
cualquier clase de soportes;7) Las obras de dibujo, pinturas, arquitectura, escultura, grabado,
litografía y demás obras artísticas;8) Las obras fotográficas a las cuales se asimilan las expresadas por
procedimiento análogo a la fotografía;9) Las obras de arte aplicado;10) Las ilustraciones, mapas,
planos, croquis y obras plásticas relativas a la geografía, a la topografía, a la arquitectura o a las
ciencias;11) Los programas de computadoras, en los mismos términos que las obras literarias, sean
programas fuente o programas objeto, o por cualquier otra forma de expresión, incluidos la
documentación técnica y los manuales de uso;12) Las bases o compilaciones de datos u otros
materiales, legibles por máquina o en cualquier otra forma, que por la selección o disposición de sus
contenidos constituyan creaciones de carácter intelectual, pero no de los datos o materiales en sí
mismos y sin perjuicio del derecho de autor existente sobre las obras que puedan ser objeto de la
base o compilación;13) En fin, toda producción del dominio literario o artístico o expresión literaria o
artística del dominio científico, susceptible de divulgarse, fijarse o reproducirse por cualquier medio o
procedimiento, conocido o por conocerse. (Hemos subrayado).
19
En Europa
En este apartado sobre el estudio de las legislaciones que regulan la materia en los
países de Europa, nos enfocaremos con mayor detenimiento en España, por encontrar
en dicho estudio mayores aportes al tema tratado en el presente trabajo, además de
analizar las diferentes situaciones controvertidas que se han escenificado en dicho
país con relación al tema.
Sin embargo, se citarán las legislaciones de los otros países a modo de ilustración
referente al tópico tratado, además de confirmar la relevancia contenida en la
protección por derecho de autor sobre las obras arquitectónicas a nivel internacional.
A lo largo de las páginas siguientes se citarán aspectos españoles sobre este asunto,
por ser esta una enriquecedora fuente en relación a la controversia que representa la
protección de derecho de autor de las obras arquitectónicas.
20
En Francia, en el Código de la Propiedad Intelectual de 1992 (Code de la
Propiete Intellectuelle) consagra en el artículo L112-2 apartado 7 que son
consideradas como “obras del espíritu” las obras de diseño, de pintura, de
arquitectura, de escultura, de grabado, de litografía, así como los planos,
croquis y obras plásticas relativas a la geografía, a la topografía, a la
arquitectura y a las ciencias, en su apartado 12.
En los Estados Unidos, Copyright Law of The United States, circular 192,
relative a las Leyes contenidas en el título 17 del Código de los Estados
Unidos, Octubre 2009, consagra la definición de “architectural work”, en
cuanto expresa que: “Una "obra arquitectónica" es el diseño de un edificio
consagrado en cualquier medio tangible de expresión, incluyendo un edificio,
planos arquitectónicos, o dibujos. El trabajo incluye la forma general, así
como la disposición y la composición de los espacios y elementos en el
diseño, pero no incluye individuales características estándar”.
14
Cfr. M.F. FLINT “A user´s guide to Copyright” Ed. Butterwoths (p. 287-288. Cit. Cristina Troya Iñigo,
Derechos de autor en la obra arquitectónica [Versión electrónica].
21
literaria, artística o didáctica sea cual fuere el procedimiento de reproducción.
(Hemos subrayado).
Como planteó el famoso filósofo Griego, Platón “El cuerpo humano es el carruaje; el
yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos los
caballos”. El hombre se ve orientado a dejarse llevar por sus pensamientos e ideas,
que por ser estas tan relevantes para su correcto desarrollo social, son protegidas de
vejaciones de terceros, mediante el amparo de lo que conocemos como la Propiedad
intelectual. Pudiendo definir este último término como, los derechos de la propiedad
sobre creaciones de la mente, como invenciones, dibujos y modelos industriales, obras
literarias y artísticas, símbolos, y nombres e imágenes15.
22
8 de Mayo del año 2000, modificada por la Ley No. 424-06, para la
implementación del DR-CAFTA de fecha 20 de Noviembre del 2006.
Por otro lado, según Delia Lipszyc, se entiende por Propiedad Intelectual “a un
amplio espectro de derechos de distintas naturalezas: mientras algunos se originan
en un acto intelectual y son reconocidos para estimular y recompensar la creación
intelectual, otros, medie o no creación intelectual, se otorgan con la finalidad de
regular la competencia entre productores”19.
“Se entenderá por Propiedad Intelectual los derechos relativos: a las obras
literarias, artísticas y científicas, a las interpretaciones de los artistas
interpretes y de los artistas ejecutantes, a los fonogramas y emisiones de
17
Expresión utilizada por Antonio Delgado Porras, en “Propiedad Intelectual”,, Documento
OMPI/CNR/PAN/94/1 presentado en el Curso de la OMPI sobre derecho de autor y derechos conexos
y su protección en el Convenio de Berna
y en la Convención de Roma, Panamá, 1994, p.2. Cit. Por ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001),
“Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y los derechos conexos”, Tomo I, Escuela
Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, 2001, p. 3.
18
Ibidem.
19
LIPSZYC, Delia, “Derechos de Autor y Derechos Conexos”, Ob. Cit., p. 123.
20
Suscrito en Estocolmo, Suecia, el 14 de Julio de 1967. En fecha 27 de Junio del 2000, la República
Dominicana suscribió y ratificó dicho tratado.
23
radiodifusión, a las invenciones en todos los campos de la actividad
humana, a los descubrimientos científicos, a los dibujos y modelos
industriales, a las marcas de fábrica, de comercio y de servicio, así como los
nombres y denominaciones comerciales, a la protección de la competencia
desleal y todos los demás derechos relativos a la propiedad intelectual en
los terrenos industrial, literarios, científicos y artísticos”.
Cabe hacer la acotación, de que no todos los bienes inmateriales están protegidos por
la “propiedad intelectual”, sino únicamente algunos: inventos, modelos, marcas,
lemas, obras literarias y artísticas, prestaciones artísticas, producciones fonográficas y
emisiones radiofónicas21
Así como la Doctora Delia Lipszyc define el derecho de autor, en su obra “Derecho
de Autor y Derechos conexos”, como: “…la rama del derecho que regula los
derechos subjetivos del autor sobre las creaciones que presentan individualidad
resultante de su actividad intelectual, que habitualmente son enunciadas como obras
literarias, musicales, teatrales, artísticas, científicas y audiovisuales”.
Pero antes de seguir el desarrollo sistemático del tema a tratar en las próximas
páginas, es conveniente que se conceptualice el término de “creación u obra” sobre
las cuales, según las definiciones supra indicadas recae este derecho de autor. Una
obra puede definirse como “toda creación intelectual original, en el dominio
literario, artístico o científico, susceptible de ser divulgada o reproducida por
21
ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y los
derechos conexos”, Tomo I, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, 2001, p. 5.
22
CAPITANT, Henry, “Vocabulario Jurídico”. Editora De palma. Buenos Aires, Argentina, 1977. Pp. 206-
207. Cit. Lic. Rodríguez, Delfín Enrique. Propiedad Intelectual en la República Dominicana. Ponencia
presentada en el marco del curso de Propiedad Intelectual en República Dominicana, Santo Domingo,
República Dominicana. (Versión electrónica).
24
cualquier medio o procedimiento23”. Esta definición es la adoptada por la mayoría de
los marcos legislativos que regulan esta rama del derecho, sin embargo en la misma se
pueden apreciar algunos requisitos sine qua non, una obra no puede estar amparada
bajo esta protección y beneficiarse de los privilegios morales y patrimoniales que le
son adjudicados al titular responsable de la reproducción de la referida obra.
23
ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y los
derechos conexos”, Tomo I, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, p. 85.
25
Todo aporte creativo que se encuentre impregnado del espíritu humano, debe
considerarse como obra y ser susceptible de protección por derechos autorales,
siempre y cuando dicha producción responda a los campos de la literatura, artístico u
obras científicas en cuanto a la forma de expresión de las ideas. Simplificando esta
definición, podemos citar el concepto aplicado a “obras” según el Convenio de Berna
para la protección de las obras literarias y artísticas, ratificado en 1997 y la Decisión
351 del Acuerdo de Cartagena sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos, que rige
los Estados miembros de la comunidad andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y
Venezuela), pero que ha servido de guía para nuestra legislación interna:
Obra Plástica o de bellas artes: Creación artística cuya finalidad apela al sentido
estético de la persona que la contempla, como las pinturas, dibujos, grabados y
litografías. No quedan comprendidas en la definición, a los efectos de la presente
26
Decisión, las fotografías, las obras arquitectónicas y las audiovisuales. Decisión 351
del Acuerdo de Cartagena sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos.
Aunque cabe mencionar que esta concepción varía en el derecho comparado, por
ejemplo: en países como Bélgica, México Paraguay y otros se alude a “obras literarias
y artísticas”; en Francia e Italia se conocen como “obras intelectuales” en general.
También existen variaciones a la definición de obras protegidas por derecho de autor,
como en Cuba donde se agregan las obras “educacionales”, las “artesanales” en
Nicaragua y las “didácticas” en Argentina y Panamá.
24
Espinal, Edwin. (Abril, 2011). Las obras arquitectónicas y su protección por derecho de autor.
Revista Gaceta Judicial, Año 15, No. 293, p. 20.
27
Esta originalidad podría entenderse o derivarse de la intervención de materiales,
colores y formas, que en su combinación identifiquen la impronta personal del artista,
con lo cual diferenciaría su creación de las demás en el mismo campo de aplicación.
También este requisito de originalidad debe fundamentarse en que dicha obra presente
“cierta novedad respecto de todo aquello que se conoce hasta el momento de su
aparición25. Aunque la novedad es un concepto aplicable en materia de propiedad
industrial, se puede hacer un símil de este elemento indispensable para la protección
en el marco de la propiedad intelectual; tanto en el campo del derecho de autor como
en el de propiedad industrial.
Sólo a modo ilustrativo, cabe hacer la salvedad de que este concepto de originalidad
ha tenido dos visiones a lo largo de la historia, una objetiva (novedad) y otra subjetiva
(reflejo de la personalidad del autor), según destaca Colombet supra. La originalidad
objetiva se asimila como el hecho de haber creado algo nuevo, que sea inexistente
hasta el momento, mientras que la subjetiva, se relaciona con la manifestación de la
personalidad del autor en su obra.
Pero según los criterios actuales, no siempre es fácil deducir los rasgos de la
personalidad del autor en la obra protegible, por lo que muchas doctrinas han
25
ORTEGA DOMÉNECH. J. (2000), Obra plástica y derechos de autor. Edición Reus, Madrid, P. 83.
26
ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y los
derechos conexos”, Tomo I, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, p. 90.
27
“Le droit d´auteur en France” Ed. Dalloz, París, 1978, p. 5-9. Cit. Cristina Troya Iñigo, Derechos de
autor en la obra arquitectónica [Versión electrónica].
28
planteado que la originalidad que debe ponderarse a la hora de enmarcar una creación
en los criterios del derecho de autor, debe ser la originalidad objetiva, con lo que se
entiende que la novedad debe ser absoluta y suficientemente clara como para
diferenciar dicha creación intelectual de otras preexistentes.
En el artículo 2 de nuestra Ley sobre Derecho de Autor, No. 65-00 citado supra,
indica que: “(…) cualquiera que sea el modo o forma (…) de reproducción (…)”. Es
decir que la obra debe haber sido exteriorizada por cualquier medio o procedimiento
de reproducción o divulgación.
Luigi Sordelli afirma en este sentido que “… la idea en sí misma permanece sólo
como una expresión interior o una representación de la mente precedente a cualquier
valoración del derecho; sólo cuando la idea viene expresada en una forma exterior y
ha tomado consistencia en una determinada expresión individual manifiesta
28
“Comentarios a la ley de Propiedad Intelectual”, ed. Tecnos, Madrid 1997, p. 179. Cit. Cristina Troya
Iñigo, Derechos de autor en la obra arquitectónica [Versión electrónica].
29
Satanowsky, Isidro: “Derecho Intelectual”. Ed. TEA. Buenos Aires, 1954. Tomo I. p. 470. Cit.
ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y los
derechos conexos”, Tomo I, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, p. 90.
29
concretamente, puede asumir relevancia para el ordenamiento jurídico, que debe
referirse a las obras y no a las ideas30
Solo con la exteriorización de la obra, la misma puede ser perceptible a los sentidos
de los terceros y esto solo se logra con la materialización de la misma en un soporte.
Es decir, mientras la obra se encuentre sólo en el pensamiento de su creador no estará
amparada por la protección de autor.
Esta divulgación de la que debe ser objeto la obra, se define de la manera siguiente:
Hacer accesible la obra, interpretación o producción al público por primera vez con el
consentimiento del autor, el artista o el productor, según el caso, por cualquier medio
o procedimiento, conocido o por conocerse31. Salvo que sea una obra inédita, pero la
misma debe estar contenida en un soporte material.
Es así como también es adoptado por nuestra legislación en cuanto plantea: “El
derecho del autor es un derecho inmanente que nace con la creación de la obra y es
30
“Opere ed idee nel diritto di autore”Riv, Dir, Ind., 1952. P. 198. Cit. TROYA IÑIGO, Cristina, Op. Cit. P.
20.
31
Reglamento de aplicación de la Ley No. 65-00 sobre derecho de autor, No. 362-01.
32
Cfr. ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y
los derechos conexos”, Tomo I, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, p. 88.
33
Ver artículo 2. 2. Convenio de Berna para la protección del derecho de autor y los derechos
conexos.
30
independiente de la propiedad del soporte material que la contiene (…)”. (Artículo 3
de la Ley No. 65-00 sobre derecho de autor). Lo que se traduce en que la enajenación
de dicho soporte no implica la cesión de los derechos al adquiriente, es así como se
plantea: “De conformidad con el artículo 3 y el Párrafo del artículo 77, ambos de la
Ley, el objeto del derecho de autor es independiente del soporte material que
contiene la obra, cuya enajenación no confiere al adquirente la titularidad de
derechos sobre la creación, salvo disposición legal o contractual expresa en
contrario” (Artículo 5 del Reglamento No. 362-01de aplicación de la Ley No. 65-00
sobre derecho de autor).
Tal como se citó supra, el artículo 2.1 del Convenio de Berna para la protección de las
obras literarias y artísticas establece “(…) cualquiera que sea el modo o forma de
expresión (…)”, de donde se deriva que la protección recae únicamente sobre la forma
en las que el autor incorpora las ideas, no así sobre la idea misma; ya que de una
misma idea pueden surgir diversas obras con su propia originalidad.
Es así como lo adopta nuestra normativa cuando plantea: “A los efectos del artículo 7
de la Ley, la protección se refiere exclusivamente a la forma mediante la cual las ideas
del autor son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas a las obras”, 34 (Hemos
destacado). Es importante detallar que esta disposición es la adoptada por la Decisión
351 del Acuerdo de Cartagena sobre Derechos de Autor y Derechos Conexos, la cual
en su artículo 7, reza: “Queda protegida exclusivamente la forma mediante la cual las
ideas del autor son descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas a las obras, (Hemos
destacado). No son objeto de protección las ideas contenidas en las obras literarias y
artísticas, o el contenido ideológico o técnico de las obras científicas, ni su
aprovechamiento industrial o comercial”.
Del mismo modo, señala el artículo 9. 2 del Acuerdo sobre los ADPIC y también en el
artículo 2 del Tratado de la OMPI sobre Derecho de Autor (TODA), “la protección
del derecho de autor abarcará las expresiones pero no las ideas, procedimientos,
34
Artículo 4, Reglamento de aplicación de la Ley No. 65-00 sobre derecho de autor, No. 362-01.
31
métodos de operación o concepto matemático en sí”. En el derecho comparado, este
criterio es adoptado por algunas legislaciones, como: Brasil, Guatemala, Nicaragua,
México, Ecuador, Paraguay y Perú.
“Una misma idea, una misma investigación, un mismo tema son retomados infinidad
de veces. En su desarrollo, cada autor aporta la impronta de su personalidad, su
individualidad. En ocasiones el resultado es altamente enriquecedor, en otros trivial,
pero lo que permite que cada generación impulse el lento avance de la civilización es
la
posibilidad de trabajar sobre lo existente, de proseguir el camino sin tener que
rehacerlo35”, es de esta forma que se expresa la ilustre Delia Lipszyc.
La licitud de la obra.
Es decir, la obra debe respetar la moral y el orden público para ser considerada
protegible. Sin embargo en la actualidad, la única limitación que podría tener una obra
contraria a la moral y el orden público es el derecho de explotación, no así puede ser
excluida de la protección de derecho de autor.
35
LIPSZYC, Delia: “Derecho de Autor y Derechos Conexos”, Ob. Cit. P. 62. Cit. ANTEQUERA PARILLI,
Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y los derechos conexos”,
Tomo I, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, p. 88.
32
cualquier obra o producción, respecto a la cual la autoridad competente hubiere de
ejercer este derecho”.
Como ha quedado demostrado, este es un tema que ha sido tratado en diversos marcos
legislativos a nivel nacional e internacional. Pero para que esta obra sea considerada
como objeto de derecho de autor, debe presentar los elementos constitutivos
establecidos en nuestra Ley No. 65-00 sobre Derecho de Autor.
Pero antes de desarrollar estos elementos constitutivos que deben poseer las obras
arquitectónicas para estar sujeta a la protección por Derecho de Autor, se debe
destacar la dualidad que presentan estos tipos de creaciones del intelecto. En primer
33
lugar la creación a partir de los bocetos, planos y proyectos; y en segundo lugar la
obra ya edificada.
López Quiroga plantea que “la obra arquitectónica es tan obra de arte como cuando se
encuentra en proyecto, en planos y croquis, y es ilógico proteger éstos y no la obra
edificada36.
En ese mismo plano Colombet apunta que en las creaciones arquitectónicas no sólo
están protegidos los planos, croquis y maquetas, sino también las obras propias de la
arquitectura como son las construcciones realizadas a partir de esos planos, y aunque
algunas legislaciones guardan silencio al respecto, la solución parece imponerse
razonablemente37.
36
“La propiedad intelectual en España”, Madrid, 1918. Cit. Cristina Troya Iñigo, Derechos de autor en
la obra arquitectónica [Versión electrónica].
37
Cit. ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y
los derechos conexos”, Tomo II, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, p. 25.
38
MORAES, Walter: “Questoes de direito de autor”. Ed. Revista dos Tribunais. Sao Paulo, 1977. Pp. 44-
45. Cit. ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor
y los derechos conexos”, Tomo II, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, p.25.
34
ejecutada, siendo susceptible de ser conocida por el público en general a través de la
construcción.
Esta estipulación yace su razón de ser en que a diferencia de las obras literarias donde
los ensayos carecen de sentido propio; en las obras plásticas, los bocetos previos
tienen naturaleza independiente con relación a la obra final, estando caracterizados
por la impronta de su autor. Además de que en cada boceto, plano, croquis o proyecto
arquitectónico su autor puede crear diversas obras intelectuales independientes, al
darle una forma, color y matices diferentes, por lo que deben ser protegidas de forma
individual. Cabe destacar que estos bocetos, ensayos y planos, entre otras
modalidades gráficas de las obras arquitectónicas de naturaleza autónomas, deben
cumplir con los requisitos que han sido anteriormente detallados y que serán
ampliamente tratados con relación a la protección de las obras arquitectónicas.
Es por este complejo proceso que antes de la ejecución de las obras arquitectónicas es
necesario su protección en esta etapa, pero luego de haber cumplido con el requisito
35
de exteriorización descrito anteriormente. En este sentido se ha planteado el concepto
de “concepción” de la obra de arquitectura, mediante el cual la obra se concreta de un
modo suficiente para ser identificable, pero sin llegar a la ejecución. Así se expresa
Germán Bercovitz, cuando sostiene que “las ideas elaboradas pero llevadas a punto tal
de concreción formal, que no pueden decirse que ya no sean expresión particular,
concreta, aunque todavía meramente conceptual, de un tema plástico.
La protección de los derechos de autor sobre los planos, proyectos, bocetos y croquis
es contemplado en derecho comparado por otras legislaciones como son: en el Código
de propiedad intelectual francés en su artículo L112-2. 12, en la Ley Alemana de
Copyright en su artículo 23 UrgG, en el artículo 102 de la Ley de Derecho de Autor
de Estados unidos39, en el artículo 10. F del Texto Refundido de la Ley de Propiedad
Intelectual, modificada; en América el Art. 4. K de la Decisión 351 del Acuerdo de
Cartagena sobre Derecho de Autor y derechos Conexos, entre otros.
Pero surge aquí otra polémica, mantienen su condición individual sujeto de protección
por derecho de autor esta modalidad gráfica de la obra de arquitectura o pierde esas
prerrogativas una vez, la obra es ejecutada?;
En este sentido, surgen opiniones encontradas entre los expertos en la materia, como
Henri Debois que entiende que esbozos y bocetos son “materialmente
independientes” de la obra final; mientras que por el contrario, Bercovitz considera
como “integrada en la obra arquitectónica o de ingeniería final la protección de los
planos, proyectos o maquetas, a no ser que la ejecución haya implicado una
transformación”.
Pero aunque ambas posturas pueden tener una crítica razonable de la controversia y
todavía no se ha adoptado una postura firme en cuanto a cuál sería la solución más
viable, podría aplicarse el principio de “la duda favorece al sub judice”, y en tanto que
39
Un diseño original de un edificio creado en cualquier medio de expresión tangible, incluida la construcción de
un edificio o de los planos arquitectónicos, modelos o dibujos, están sujetos a la protección de los derechos de
autor como una "obra arquitectónica" en virtud del artículo 102 de la Ley de Derecho de Autor (título 17
del Código de los Estados Unidos), modificada el 1 de diciembre 1990. La protección se extiende a la forma
general, así como la disposición y composición de los espacios y elementos en el diseño, pero no incluye
indicación características estándar individuales o elementos de diseño que son funcionalmente necesario.
[Versión electrónica] http://translate.google.com.do/translate?
hl=es&sl=en&u=http://www.copyright.gov/circs/circ41.pdf&ei=E2W5T47gDZDnggen3rHWCg&sa=X&oi=translate&ct=result&re
snum=2&sqi=2&ved=0CFkQ7gEwAQ&prev=/search%3Fq%3DCopyright%2BClaims%2Bin%2BArchitectural%2B%2BWorks.
%2Bespa%25C3%25B1ol%26hl%3Des%26biw%3D1024%26bih%3D456%26prmd%3Dimvns
36
la normativa deja un vacío, podría interpretarse que los planos, bocetos y toda
modalidad gráfica de la obra arquitectónica debe mantener su protección aún cuando
la misma haya sido edificada.
En tal sentido, si la modalidad gráfica está protegida, con más razón debe estarlo la
obra edificada, puesto que esta se encuentra más vulnerable por encontrarse en el
entorno público. Es por ello que existe una estipulación al respecto en la Ley No.
424-06 de implementación DR-CAFTA, en su artículo 39 reza: “Se podrá reproducir
para uso personal por medio de pinturas, dibujos, fotografías o fijaciones
audiovisuales, las obras que estén colocadas de modo permanente en vías públicas,
calles o plazas. En lo que se refiere a obras de arquitectura; esta disposición es sólo
aplicable a su aspecto exterior.”
37
Tal y como se ha descrito detalladamente en las páginas anteriores, la obra intelectual
para ser considerada como sujeto de protección de derecho de autor debe presentar
ciertos elementos constitutivos ya mencionados up-supra.
Pero en este acápite nos dedicaremos a estudiar los elementos constitutivos que debe
presentar las obras arquitectónicas para gozar de dicha protección, tanto en su
modalidad gráfica como de obra ejecutada.
Para ello nos guiaremos del concepto de obra establecido en el artículo 16. 12 de la
Ley No. 65-00 sobre derecho de autor y en artículo 2.19 del reglamento No. 362-
01“Toda creación intelectual original, de carácter artístico, científico o literario,
susceptible de ser divulgada o reproducida en cualquier forma, conocida o por
conocerse”. De aquí se derivan los elementos constitutivos de estas creaciones
intelectuales, a saber:
Originalidad.
Carácter artístico.
Susceptible de ser reproducida, por cualquier medio o reproducción.
Originalidad.
Como bien apunta Ramón Casas Vallés: “Que la legislación de propiedad intelectual
proteja la arquitectura y sus resultados como forma o lenguaje expresivo no
significa, sin embargo, que toda construcción deba reconocerse como obra, con los
consiguientes derechos de autor, morales y económicos. Una obra, como queda
dicho, es una expresión formal original de la creatividad humana. La forma sin
originalidad no es nada”40.
Ya fue tratado este elemento constitutivo en párrafos anteriores, pero ya con esta base,
debemos aclarar que este criterio no es fácil de descubrir en las obras arquitectónicas,
puesto que a diferencia de las demás creaciones intelectuales, estas obras de
40
ESPINAL, Edwin, (2011). Las obras arquitectónicas y su protección por derecho de autor. Manuscrito
no publicado de referencia para artículo de la Gaceta Judicial. Op cit.
38
arquitectura deben respetar ciertas limitaciones técnicas y cumplir con ciertas
exigencias de construcción o urbanísticas.
Es decir, en estas obras debe convivir la utilidad y su toque artístico. En este sentido,
se exige que la originalidad no sea producto de una exigencia técnica y que el motivo
de la forma estética del edificio o de una parte de él no sea exclusivamente el hecho
de que así se aporta una solución a un problema técnico 41. Sin embargo cabe
mencionar, que la originalidad puede existir aún en la solución de un problema de
construcción, siempre y cuando la forma adoptada no haya sido la única posible para
ese resultado.
41
TROYA IÑIGO, Cristina. Derechos de autor en la obra arquitectónica [Versión electrónica].
42
Sentencia 543/2007 del 23 noviembre 2007, Juzgado de lo Mercantil No.1 de Bilbao en
http://www.cerlalc.org/derechoenlinea/dar/index.php?mode=archivo&id=1459, consultada el 1 de
febrero de 2011. Cit. ESPINAL, Edwin. Op. Cit.
39
A veces es tan relevante y está revestido de tanta importancia el diseño arquitectónico
de la edificación, que la utilidad que el mismo tendrá; para ilustrar esta concepción
podríamos citar el Museo Guggenheim en la ciudad de Bilbao del cual deviene un
beneficio palpable para el crecimiento del turismo hacia ese destino, llamado por la
impresionante y original arquitectura que alberga dicho museo.
Según Michael Huet expresa en este sentido: “la obra debe ser de creación: imaginar
nuevas líneas, proporciones fuera de lo corriente, combinaciones de volúmenes y
materiales… toda una serie de características que, aunque condicionadas por los
cálculos técnicos, otorguen singularidad a la obra43. Es decir, dicha obra debe
presentar una singularidad marcada, donde aunque no sea totalmente nuevo, no pueda
ser equiparable a ninguna otra obra arquitectónica preexistente.
Aún cuando sea una tarea difícil, no es imposible; puesto que cada día surgen nuevas
obras innovadoras en el campo de la arquitectura.
En ese mismo tenor de ideas, es importante aclarar que el derecho de autor protege las
obras de arquitectura originales, no el estilo personal del arquitecto. Es decir, aunque
en ciertas obras se pueda determinar a simple vista la impronta de su autor, por las
técnicas y elementos comunes utilizados por este, la doctrina ha sido militante en que
“lo protegible por derecho de autor es la ejecución concreta, no el modo de ejecutar de
un artista”44. Esto así con el fin de no monopolizar la actividad creativa, a razón de
que todos los autores toman elementos de su entorno para crear formas nuevas y
originales de las ya existentes.
Así lo plantea certeramente Casas Vallés: “El estilo – quede claro – carece de
protección; pero un estilo original puede ayudar a identificar la originalidad de las
concretas obras que lo expresan”45.
43
Architecture et droit d´auteur” RIDA 2/1976. Cit. TROYA IÑIGO, Cristina. Derechos de autor en la
obra arquitectónica [Versión electrónica].
44
BERCOVITZ, Germán. Obra plástica y derechos patrimoniales de su autor, ed. Tecnos, Madrid 1997,
p. 129. Cit. TROYA IÑIGO, Cristina. Op Cit. P. 19. [Versión electrónica].
45
Casas Vallés, Ramón “El caso Calatrava……”, p.14. Cit. ESPINAL, Edwin. Op Cit.
40
la forma como el arquitecto describe, explica, ilustra o incorpora las ideas en la obra
de arquitectura, pero no así las ideas, procedimientos, métodos matemáticos o de
operación en sí46.
46
Artículo 7 de la ley No. 65-00, sobre derecho de autor y Artículo 3 del Reglamento No. 362-01 sobre
la aplicación de la ley No. 65-00.
47
Casas Vallés, p.10. Cit. ESPINAL, Edwin. Op. Cit.
41
es el mismo que ejecuta la obra; siempre y cuando estas modificaciones no sean
producto de exigencias técnicas o urbanísticas.
Carácter artístico.
Este le es adjudicado a las obras arquitectónicas por las mismas estar contenidas en el
artículo 2 de nuestra Ley No. 65-00 sobre derecho de autor y en artículo 3 del
reglamento No. 362-01 de aplicación de la Ley No. 65-00. Este criterio, requisito o
delimitación que adopta nuestra normativa en la materia, fue ampliamente explicado
en páginas anteriores.
48
Lipszyc, p.79. Cit. ESPINAL, Edwin, Op. Cit.
42
Cabe mencionar la definición que se ha adoptado en relación a lo que es asimilado
como obra de arquitectura, el Glosario de Derecho de Autor y Derechos Conexos de
la OMPI se refiere a esta en los siguientes términos: “Es una creación en el sector del
arte relativo a la construcción de edificios. Se entiende normalmente que estas
creaciones comprenden los dibujos, croquis y modelos, así como el edificio o
estructura arquitectónica completa”49. Así como, se ha mencionado anteriormente, el
Artículo 2 del Convenio de Berna al enunciar las obras protegidas por derecho de
autor, incluyendo las obras arquitectónicas en sus dos modalidades; otorgándole un
carácter artístico intrínseco a estas obras, clasificándolas como obras de arte, en
muchas ocasiones.
Como señala Sáenz de Oiza: “hay una confusión entre la arquitectura y lo que no es
arquitectura, y tal confusión surge de creer que es arquitectura todo lo que se levanta
49
Glosario de Derecho de Autor y Derechos Conexos, OMPO, 1980. Definición No. 10.
50
TROYA IÑIGO, Cristina. Derechos de autor en la obra arquitectónica [Versión electrónica].
51
“Elementos de Derecho Civil” Tomo III, Vol. 1ro., Ed. Bosch, Barcelona 1989 (p.27). Cit. TROYA
IÑIGO, Cristina. Derechos de autor en la obra arquitectónica [Versión electrónica].
43
construido. Eso será construcción y edificación. Yo llamo arquitectura a lo que se
define como tal entre los entendidos; hay otras cosas que se levantan y que son
utilitarias pero no tienen nada de arquitectura. Es algo que no depende del tamaño ni
del material; depende de que, positivamente, tenga un contenido que sea capaz de
conmover al hombre al igual que lo puede hacer la poesía, la pintura y todo lo que es
arte”52.
Es irrelevante en qué tipo de soporte se exteriorice este tipo de obras, pudiendo ser en
papel, en un soporte de almacenamiento de datos digitales o en la misma edificación.
Lo cual está consagrado en los artículos 2 y 16.12 de nuestra Ley autoral No. 65-00 y
Artículos 2.19 y 3 del Reglamento de aplicación No. 362-01.
52
Vid. Diario de Navarra, día 10 de septiembre de 1989, pág. 46. Cit. ARCO TORRES, Miguel Ángel y
PONS GONZALEZ, Manuel, Derecho de la Construcción, aspectos administrativos y civiles, Granada,
2006, Editorial Comares, S.L. p.262.
53
Comentarios a la ley de propiedad intelectual. Ed. Reus Madrid 2000. P. 27. Cit. TROYA IÑIGO,
Cristina. Derechos de autor en la obra arquitectónica [Versión electrónica].
44
I.B Los derechos morales y patrimoniales del arquitecto sobre
su obra.
El derecho de autor tiene una estructura compleja (o, como lo denomina Colombet, un
derecho “bi-frontal” o también un derecho “híbrido”), pues en él se integran
facultades de orden moral que tutelan los intereses afectivos del autor y derechos
patrimoniales, los cuales reconocen al creador la facultad exclusiva de autorizar el uso
de su obra por cualquier medio o procedimiento y de obtener por ello un beneficio54.
Para desarrollar este acápite es menester delimitar la figura del arquitecto, cual será el
titular de estos derechos morales y patrimoniales en materia de derecho de autor.
Según hemos venido estudiando el valor de la obra radica en la concepción de la
54
ANTEQUERA PARILLI, Ricardo (2001), “Manual para la enseñanza virtual del Derecho de Autor y los
derechos conexos”, Tomo I, Escuela Nacional de la Judicatura, Santo Domingo, p.129.
45
misma, por lo que el sujeto titular de estos derechos será el autor de dicha concepción,
entendiendo que dicho autor debe ostentar el titulo de arquitecto o ingeniero por
tratarse de un área tan especializada, aunque en la normativa no se especifica.
El arquitecto es aquella persona física, que es el único que puede crear una obra
arquitectónica o profesional responsable encargado de dirigir la ejecución de los
planos, minutas, etc…55. Pudiendo ser el Estado o una persona moral titulares
derivados de estos derechos autorales en caso de que se efectúe una cesión de los
mismos, sin embargo siempre responderán a la calidad de titulares derivados y no
primigenios56. En este principio se destacan algunas excepciones como es el caso de
Ecuador y los países bajo el sistema del copyright, los cuales reconocen la titularidad
originaria sobre personas jurídicas o distintas al creador, mediante una fictio iuris57
Es en este tenor de ideas en las que se pronuncia la Ley No. 62-00 sobre el ejercicio
de la ingeniería, la arquitectura, la agrimensura y profesiones afines, haciendo
obligatorio la firma de este profesional, con el número de inscripción de éste en el
Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), en
cualquier documentación técnica referente a la obra arquitectónica, para que estos
puedan ser sometidos en cualquier dependencia de la Administración pública, o para
que su contenido pueda ser ejecutado en todo o parcialmente, por cualquier persona o
entidad pública o privada58. Por otro lado, esta misma Ley establece en su artículo 11
que estos documentos técnicos, son propiedad del profesional autor de los mismos,
55
Ver. Artículos 5 de la ley sobre Derecho de Autor y Artículo 41 del Reglamento de aplicación No.
362-01.
56
Ver Artículo 5 de la ley sobre derecho de autor, No. 65-00 y Artículo 41 del Reglamento de
aplicación No. 362-01.
57
Figuereo, Y. (2006). Titulares del Derecho de Autor en las Obras creadas en el ámbito del Contrato
de Trabajo”. Memoria para optar al título de licenciado en derecho, Facultadde Ciencias Sociales y
Humanidades, Departamento de Ciencias Jurídicas, Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra,
Santo Domingo, República Dominicana. Pág.52.
58
Ver. Artículo 12 de la ley sobre el ejercicio de la ingeniería, la arquitectura, la agrimensura y
profesiones afines, No. 62-00.
46
por lo tanto, ninguna persona física o jurídica podrá hacer uso de los mismos sin su
consentimiento por escrito, salvo que se haya estipulado lo contrario (Citado supra).
Aunque la falta de estas formalidades establecidas por la Ley, no implican en modo
alguno un perjuicio para el goce o el ejercicio de sus derechos autorales.
Por otro lado, como se ha desarrollado en páginas anteriores, según lo planteado por
Germán Bercovitz: “La autoría variará en función del momento dónde radica la
originalidad de la obra”, en tal sentido, si la ejecución de la obra arquitectónica ha
sido totalmente delimitada por su modalidad gráfica, el autor de la misma será el
arquitecto que diseñó los planos en cuestión; si en cambio, en su etapa de ejecución la
misma ha adoptado una originalidad autónoma con relación a su modalidad gráfica,
entonces su autor será el arquitecto que dirigió la construcción de la obra.
47
Los derechos morales se podrían definir como el conjunto de poderes jurídicos del
autor que no tienen significación patrimonial, según Delgado Porras; por otro lado,
para Uchtenhagen estos derechos son aquellos relativos a la protección de la
personalidad del ser humano en cuanto relacionado con su actividad como autor de
obras literarias y artísticas.59
Antes de detallar los derechos morales propios del arquitecto, debemos sentar las
características de los mismos, a saber:
59
ANTEQUERA PARILLI, Ricardo, Op. Cit. P. 131.
60
Op. Cit. p. 135.
48
morales que son transmisibles a los sucesores son únicamente, los de
paternidad e integridad.
Derecho de paternidad
En el caso de los arquitectos, este derecho se traduce en la facultad que les asiste por
mandato de la Ley de exigir en todo momento ser reconocidos como el autor de la
61
Cit. Op. Cit. p. 142.
49
obra arquitectónica. Según R. Bercovitz este derecho supone por un lado, la mención
a nivel formal del “nombre, firma o signo del autor” y, por el otro, “el reconocimiento
de la condición de autor62. Esto se mantiene aún cuando la obra arquitectónica sea
ejecutada por encargado, donde el comitente podrá decir que es el propietario del
edificio o soporte material que contenga la obra, pero bajo ninguna circunstancia
podrá afirmar que es el autor de la misma.
Este derecho es vulnerado tanto cuando se omite la mención del nombre del autor de
la obra sin su consentimiento, como cuando la misma se le atribuye su autoría a otra
persona que no es el verdadero autor. Cabe destacar, que según es consagrado en el
artículo 4 de nuestra Ley sobre derecho de autor,”se tendrá como autor de una obra,
salvo prueba en contrario, a la persona cuyo nombre, seudónimo, iniciales o
cualquier otras marcas o signos convencionales que sean notoriamente conocidos
como equivalentes al mismo nombre, aparezcan en dicha obra o en sus
reproducciones, o se enuncien en la comunicación o cualquiera otra forma de
difusión pública de la misma”. Es por ello la relevancia que se deriva de este derecho
y facultad de reivindicación de la paternidad; en este sentido, señala la sentencia de la
Audiencia Provincial de Barcelona de 4 de mayo de 200463:
62
“Comentarios a la ley de propiedad intelectual”, ed. Tecnos, Madrid 1997. p. 225. Cit. TROYA IÑIGO,
Cristina. Derechos de autor en la obra arquitectónica [Versión electrónica].
63
JUR 2004/221419.
50
hospital “Oscar Arias” de la provincia de Jujuy, por los arquitectos Félix Casiraghi,
Ricardo Cassina y Roberto Roque Frangolla, mediante la publicación de la sentencia
condenatoria en los medios especializados indicados en este64.
Definiciones de estos tipos de obras son consagradas por nuestra normativa sobre
derecho de autor y en su reglamento de aplicación.
64
Sentencia civil No. 187-2009 del 10 de marzo de 2009, Audiencia Provincial de Vizcaya, Secc. 4ta.,
en http://www.cerlalc.org/derechoenlinea/index.php?mode=archivo&id=1458, consultada el 1 de
febrero de 2011. Cit. ESPINAL, Edwin, (2011). Las obras arquitectónicas y su protección por derecho
de autor. Manuscrito no publicado de referencia para artículo de la Gaceta Judicial. Op cit.
51
En el caso de las obras de arquitectura, su divulgación se producirá en el momento en
que esta es concebida, aún no se haya ejecutado, pudiendo el autor decidir si dicha
obra será comunicada públicamente en el futuro, admitiendo que la misma sea
ejecutada posteriormente o no, procediendo en caso afirmativo a la redacción de un
proyecto de futura ejecución.
Derecho de integridad.
CHILE65 MEXICO
Ley No. 17336 de 1970, Ley sobre Ley Federal del Derecho de Autor de
propiedad intelectual. Artículo 71 G. En 1996.
las obras de arquitectura el autor no podrá Artículo 92. Salvo pacto en contrario, el
impedir la introducción de autor de una obra de arquitectura no
modificaciones que el propietario decida podrá impedir que el propietario de ésta
65
Bogotá, D.C., Colombia, Sala Plena de la Corte Constitucional, Sentencia del 4 noviembre de 2010
[Versión electrónica].
52
realizar, pero podrá oponerse a la le haga modificaciones, pero tendrá la
mención de su nombre como el autor del facultad de prohibir que su nombre sea
proyecto. asociado a la obra alterada.
HONDURAS COLOMBIA
Decreto 4-99-E. Ley del Derecho de Ley 23 de 1982, Sobre derechos de
Autor y de los derechos conexos de 1999. Autor.
Artículo 57. Quien tenga los derechos Artículo 43. El autor de un proyecto
sobre una obra arquitectónica puede arquitectónico no podrá impedir que el
alterar los planos y proyectos, así como propietario introduzca modificaciones en
disponer en cualquier momento su él, pero tendrá la facultad de prohibir que
demolición total o parcial, la ampliación su nombre sea asociado a la obra alterada.
o reducción o cualquier otra
modificación. Cuando el autor del plano
y proyecto original no haya dado su
consentimiento a esas modificaciones,
podrá exigir la supresión de su nombre, si
éste apareciera consignado a la obra
modificada.
PERU
Decreto Legislativo 822 de 1996, la Ley sobre el derecho de autor.
Artículo 80. El autor de obras de arquitectura no puede oponerse a las modificaciones
que se hicieren necesarias durante la construcción o con posteridad a ella, o a su
demolición.
Si las modificaciones se realizaren sin el consentimiento del autor, éste podrá repudiar
la paternidad de la obra modificada y quedará vedado al propietario invocar para el
futuro el nombre del autor del proyecto original.
PANAMA66 VENEZUELA
Ley 15 de 1994, Ley de Derecho de Ley Sobre Derecho de Autor de 1993.
Autor y Derechos conexos. Artículo 20. El autor tiene, incluso frente
66
Bogotá, D.C., Colombia, Sala Plena de la Corte Constitucional, Sentencia del 4 noviembre de 2010
[Versión electrónica].
53
Artículo 19. El autor de la obra de diseño al adquiriente del objeto material de la
de arquitectura o diseñador no puede obra, el derecho de prohibir toda
oponerse a las modificaciones que se modificación de la misma que pueda
hicieren necesarias durante la poner en peligro su decoro o reputación.
construcción de la obra o con su El autor de la obra de arquitectura no
posteridad, pero el autor de la obra de puede oponerse a las modificaciones que
arquitectura debe ser consultado sobre las se hicieran necesarias durante la
modificaciones que se hicieren necesarias construcción o con posteridad a ella. Pero
durante a construcción o con si la obra reviste carácter artístico, el
posterioridad a ella y tendrá preferencia autor tendrá preferencia para el estudio y
para el estudio y realización de ésta. realización de las mismas.
En cualquier caso, si las modificaciones En cualquier caso, si las modificaciones
se realizaren sin el consentimiento del de la obra arquitectónica se realizaren sin
diseñador, éste podrá repudiar la el consentimiento del autor, éste podrá
paternidad de la obra modificada y repudiar la paternidad de la obra
quedará vedado el propietario, para modificada y quedará vedado al
invocar en el futuro el nombre del autor propietario invocar para el futuro el
del proyecto original, sin perjuicio de la nombre del autor del proyecto original.
aplicación de las sanciones en la presente
Ley.
EL SALVADOR
Decreto No. 604 de 1993, Ley de Fomento y Protección de la Propiedad Intelectual.
Artículo 34. El autor de obras de arquitectura no puede oponerse a las modificaciones
que se hicieren necesarias durante la construcción o con posteridad a ella, pero tendrá
preferencia para el estudio y realización de las mismas, salvo pacto en contrario.
En cualquier caso, si las modificaciones se realizaren sin el consentimiento del autor,
éste podrá repudiar la paternidad de la obra modificada y quedará vedado al
propietario invocar para el futuro el nombre del autor del proyecto original, quedando
el autor exento de responsabilidad por los desperfectos o fallas que surgieran con
motivo de las modificaciones realizadas.
Los interesados podrán pactar condiciones diferentes a las establecidas en este
artículo.
54
Finalmente, es en la legislación Ecuatoriana donde el autor puede oponerse a la
alteración de su obra.
ECUADOR67
Ley 83 de 1998, Ley de Propiedad Intelectual.
Artículo 36. El autor de las obras de arquitectura podrá oponerse a las modificaciones
que alteren estética o funcionalmente su obra.
Para las modificaciones necesarias en el proceso de construcción o con posterioridad a
ella, se requiere la simple autorización del arquitecto autor del proyecto, quien no
podrá negarse a concederla a no ser que considere que la propuesta modificatoria
altera estética o funcionalmente su obra.
La adquisición de un proyecto de arquitectura implica el derecho del adquiriente para
ejecutar la obra proyectada, pero se requiere el consentimiento escrito de su autor en
los términos que él señale y de acuerdo con la Ley del ejercicio profesional de la
Arquitectura, para utilizarlo en otras obras.
Una vez que se ha consagrado la definición de este derecho moral inherente a los
profesionales de la arquitectura y se ha hecho un estudio comparado del mismo a
nivel de América latina, procederemos a analizar las violaciones suscitadas en el
marco de este derecho en el capítulo siguiente.
55
Las modalidades de explotación contenidas en el derecho exclusivo de
explotación son independientes entre sí: Lo que se entiende en que una
autorización para una modalidad no implica el consentimiento para ninguna
otra forma de uso.
Es un derecho disponible por acto entre vivos.
Este derecho puede ser fraccionado en su validez temporal y espacial en el
contrato.
Expropiable.
La autorización concedida por el autor implica una remuneración para el
creador de la obra.
Temporal.
Inembargable.
69
Artículo 9.1. Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas-
70
Ver Artículo 20 de la Ley sobre Derecho de Autor No. 65-00.
56
contratos de cesión o licencia que ha consentido el arquitecto 71. Enmarcándose este
derecho por excepciones de interpretación restrictivas que nunca podrán atentar contra
la explotación normal de la obra o que causen un perjuicio injustificado al titular del
respectivo derecho (Art. 30 de la Ley No. 65-00).
71
Ver Artículo 80 de la ley sobre Derecho de Autor No. 65-00, modificado por el Artículo 44 de la ley
424-06.
72
Ver. LIPSZYC, Delia: “La protección de las obras literarias y la política cultural del libro”, en el libro-
memorias del IV Congreso Internacional sobre la protección de los Derechos Intelectuales.
Guatemala. 1989. Pp. 19-47. Cit. Op. Cit. P. 161.
73
Lipzyc, op. Cit., p. 79. Cit. ESPINAL HERNANDEZ, Edwin, Op. Cit.
57
excepción legal. Esto es fortalecido por las disposiciones del artículo 11 de la Ley No.
62-00 de 1963, previamente citada.
Sin embargo, cabe mencionar que en la especie que nos ocupa y como se ha
desarrollado anteriormente las obras arquitectónicas están compuestas de dos
modalidades, en la primera fase, Alarcón plantea: “En la práctica casi ningún
arquitecto encuentra serios obstáculos que le impidan ejercer sus derechos de autor
durante la fase en la que la obra no es más que un simple bosquejo descriptivo puesto
sobre un trozo de papel”. Pero por otro lado, en cuanto a su modalidad ejecutada, este
mismo continua diciendo: “Los mayores problemas suelen aparecer después, ya
terminada la obra y emplazada en el terreno, cuando de repente (…) todo el mundo
se siente con derecho a copiarla en reedificaciones sucesivas o a captarla, cabe
agregarse, en cualquier rodaje cinematográfico”74.
74
ALARCON, p. 143. Cit. ESPINAL HERNANDEZ, Edwin, Op. Cit.
58
existir estos titulares derivados, entonces los derechos patrimoniales pasarán al
Estado. Se hace la acotación de que en una obra en colaboración, el término de los 70
años comienza a contar a partir de la muerte del último coautor.
Estos pueden ser transmitidos a título universal, por causa de muerte, o a título
parcial, por acto entre vivos. El derecho de autor que comprende su naturaleza dual
(derechos morales y patrimoniales) es transmisible a los herederos o causahabientes
conforme a la normativa sucesoral correspondiente. Para comenzar a desarrollar este
tema es importante que se delimite claramente los tipos de titularidad que existen en
derecho de autor y el concepto de autoría.
59
Esta titularidad derivada es como se le denomina a la transmisión de los derechos de
autor a los herederos u otros causahabientes, por causa de muerte. Pero en este
particular, es un caso distinto y se transmiten además de los derechos patrimoniales,
algunas facultades morales del autor.
Obras en colaboración.
Son aquellas creadas por dos o más personas conjuntamente, es decir, que trabajan de
común acuerdo y bajo una inspiración común76. Esta puede ser divisible, cuando las
contribuciones pueden ser explotadas en forma autónoma; o indivisible, cuando los
aportes no pueden ser separados. Esta está definida en nuestra normativa autoral en el
artículo 16.17 de la Ley No. 65-00 y el artículo 2.23 del reglamento No. 362-01, que
reza: “La que es producida, conjuntamente, por dos o más personas naturales”.
Las obras arquitectónicas realizadas mediante colaboración, serán aquellas que han
sido creadas por varios arquitectos que han colaborado creativamente, en un nivel de
relativa igualdad, con el objetivo de realizar dicha obra. En este caso se entiende que
la misma puede ser divisible o indivisible, siempre y cuando exista un acuerdo de
76
V.: LIPSZYC, Delia: “Derecho de Autor y Derechos Conexos”. Cit. ANTEQUERA PARILLI, Ricardo, Op.
Cit. P. 112.
60
colaboración y una contribución efectiva, principal y original. Cabe destacar que
existen ocasiones en que la obra en colaboración puede ser distinguible, pero resultan
inseparables “por carecer de todo sentido y valor las unas sin las otras”77, es el caso de
que un arquitecto haya diseñado la fachada del edificio y otro haya confeccionado el
revestimiento de la misma y las ventanas. En este sentido se protegerán tantas obras
como la cantidad de aportes que sean susceptibles de explotación por separado.
Obras colectivas.
77
R. BERCOVITZ Y OTROS “Manual de Propiedad Intelectual”. Ed. Tirant lo Blanch, Valencia 2001 (p.
76). Cit. Troya Iñigo, Cristina. Op. Cit.
78
ANTEQUERA PARILLI, R. Op. Cit. Pp. 113-114.
61
En el caso de las obras colectivas, la Ley consagra una presunción “juris tantum” en
cuanto a que los autores han cedido en forma exclusiva la titularidad de los derechos
patrimoniales a la persona natural o jurídica que la pública o divulga con su propio
nombre, según criterio adoptada en el artículo 15 de la Ley No. 65-00 sobre Derecho
de Autor.
Las obras arquitectónicas colectivas son aquellas en las que el carácter de colectividad
se efectúa al momento de la concepción de la obra, donde las aportaciones de los
diferentes arquitectos se funden en una creación única y autónoma. La diferencia de
estos tipos de obras con las en colaboración, es que las aportaciones no se realizan en
un plano de relativa igualdad, sino en una relación de subordinación con respecto a la
persona natural o jurídica que asume la coordinación de los trabajos, que es el mismo
que toma la iniciativa de la creación de la obra, asumiendo la responsabilidad
consecuente de esta actividad.
79
GERMAN BERCOVITZ “Obras plásticas y derechos patrimoniales de su autor”, ed. Tecnos, Madrid
1997 (p. 147) Cit. Troya Iñigo, Cristina. Op. Cit.
80
“Comentarios a la ley de Propiedad Intelectual” ed. Tecnos, Madrid 1997 (p. 149).
62
Finalmente, cabe citar la siguiente sentencia con el objetivo de ilustrar al lector en
relación a estos dos tipos de obras que acabamos de explicar; la sentencia de la
Audiencia Provincial de Madrid del 25 de Febrero de 2005 calificó como “obra en
colaboración, y no colectiva, el proyecto arquitectónico realizado por varios
arquitectos en un plano de relativa igualdad y firmado por todos ellos, por más que la
iniciativa partiera de un estudio de arquitectura fundado en su momento por dos de los
arquitectos implicados y que se hubiera realizado a partir de ideas y estudios propios
de uno de ellos”. De ella se deriva que un proyecto arquitectónico constituirá una obra
colectiva cuando se pruebe la subordinación de los arquitectos al estudio.
Obras derivadas.
63
Esta ocurre cuando el autor transmite todos sus derechos morales como los
patrimoniales a sus causahabientes universales según las reglas sucesorales del
derecho común81. Esto es así, en virtud de vía testamentaria o “ab intestat” o
mediante legado.
Según Bercovitz, la transmisión de los derechos no sólo puede ser posible a favor de
los herederos universales, sino que también puede haber transmisión mortis causa a
favor de legatarios y cesionarios del autor82.
Aunque en este caso se consagra una sustitución absoluta de los sujetos en la relación
jurídica, también presenta características especiales, a saber:
81
BAUTISTA GOMEZ, Mavelyn. Op. Cit. P. 62.
82
Espinal Hérnandez, Edwin, Cátedra sobre la Transmisión de los Derechos Morales y Patrimoniales
del Autor de la Obra, PUCMM, Presentado en Power Point en fecha 27/05/2008, Dispositivo No. 2. Cit
por BAUTISTA GOMEZ, Mavelyn. Op. Cit. P. 62.
83
ANTEQUERA PARILLI, Ricardo. Op. Cit. Pp. 212-213.
64
derechos indicados en los numerales 1) y 2) del artículo precedente. A falta de
herederos legales, corresponde al Estado, a través de las instituciones designadas,
garantizar el derecho moral del autor”. Este artículo se refiere a los derechos de:
En caso de conflicto entre los herederos, son los Tribunales de la República, los
llamados a decidir la solución del mismo, aún cuando los herederos pueden optar por
una vía alternativa, como la mediación, conciliación o arbitraje, pudiendo hacerlo ante
una institución privada o por ante la Oficina Nacional de Derecho de Autor,
Organismo llamado a dirimir estos conflictos de forma alternativa.
Los herederos del autor, bajo las condiciones antes descritas, quedan facultados para
transformar o modificar la obra, limitándose únicamente a las condiciones legales
establecidas y respetando los derechos de paternidad e integridad de la obra.
Las licencias y las cesiones son las modalidades establecidas por nuestra normativa
autoral para permitirle al autor una creación, ceder o conceder por tiempo
determinado, con carácter oneroso o gratuito, de manera exclusiva o no, que terceros
puedan explotar su obra, salvo que alguna disposición legal o acuerdo entre las partes
disponga lo contrario84.
84
Cfr. BAUTISTA GOMEZ, Mavelyn. Op. Cit. P. 65.
65
misma, ya que estos últimos siempre pertenecerán a su autor o el cedente en caso de
que no sean los mismos.
En tal virtud, las cesiones se realizan bajo la forma, el tiempo y el espacio geográfico
acordado por las partes en el contrato, ya que las mismas están delimitadas por un
carácter restrictivo, al igual que los derechos morales y patrimoniales del autor. De
aquí se colige que se le permite la libertad al autor o a sus herederos el poder ceder a
terceros la obra en modalidades diferentes a las ya pactadas en el primer contrato. En
base al artículo 80 de la Ley No. 65-00 y el artículo 47 del reglamento 362-01, que
establecen lo siguiente: (Modificado art. 44 Ley 424-06) “(…) La autorización para
una forma de utilización no se extiende a las demás. Párrafo.- En cualquier caso, los
efectos de la cesión o de la licencia, según los casos, se limitan a los derechos
expresamente cedidos o licenciados, y al tiempo y ámbito territorial pactados
contractualmente”. Y en el artículo 47 reza: “Toda cesión entre vivos se presume
realizada a título oneroso, a menos que exista pacto expreso en contrario, y revierte
al cedente al extinguirse el derecho del cesionario. Salvo pacto expreso en contrario,
los efectos de la cesión de derechos patrimoniales, conforme al Párrafo del artículo
80 de la Ley, se limitan a los modos de explotación previstos específicamente en el
contrato y al plazo y ámbito territorial pactados”.
Existen diferentes tipos de cesiones, unas en las que los derechos patrimoniales son
cedidos en su totalidad o parcialmente de manera exclusiva o no exclusiva. De lo cual
se induce que si la cesión es de carácter no exclusivo, los cesionarios pueden realizar
nuevas cesiones sobre los mismos derechos de explotación ya cedidos; en cambio, si
se trata de una cesión con carácter exclusivo, entonces los mismos quedan limitados a
los derechos cedidos al cesionario y en tal virtud sólo este estará facultado para
concederlos a terceros. En el ámbito de las obras arquitectónicas el cesionario no
exclusivo no puede impedir que el arquitecto ceda los derechos sobre la misma obra a
otros.
Cabe destacar, que en caso de las cesiones de carácter exclusivo, el cesionario debe
responsabilidad para con el cedente, de realizar todo lo que esté a su alcance para que
la obra se explote por todos los medios conocidos, y en cambio, el cedente debe
66
garantizarle al cesionario un disfrute pasivo de los derechos de explotación cedidos.
En el particular de que el arquitecto ceda de manera exclusiva a un promotor el
derecho de construir su obra diseñada, éste estará compelido a promover la ejecución
de la misma, en caso contrario el arquitecto estará facultado a resolver el contrato, si
en el plazo estipulado o en el que el tribunal considere razonable no se ha iniciado o
construido la obra. (No existe normativa nacional con referencia a este particular). En
esta situación el proyecto volverá a la disponibilidad del arquitecto para este gestionar
su explotación o cederlos a terceros; pudiendo demandar al promotor en
indemnización de daños y perjuicios por incumplimiento de contrato.
Como el cesionario ha recibido poderes y derechos tan amplios pero limitados como
los que gozaba el cedente, se le permite ceder los derechos que ha obtenido a terceros,
sin necesidad de previa autorización del autor o cedente para transmitirlos. Pudiendo
ser transmitidos por modalidad gratuita u onerosa; pero se presumirá con carácter de
onerosidad (presunción “jutis tantum”). Es así como se establece en el artículo 79,
párrafo de la Ley No. 65-00 sobre derecho de autor: “(…) Párrafo I.- La cesión de
derechos patrimoniales puede celebrarse a título gratuito u oneroso, en forma
exclusiva o no exclusiva. Salvo pacto en contrario o disposición expresa de la Ley; la
cesión se presume realizada en forma no exclusiva y a título oneroso”.
Licencias.
A diferencia de las cesiones, las licencias son autorizaciones de uso85, que siempre
tendrán la características de ser no exclusivas e intransferibles; quedando incapacitado
el licenciatario de otorgar sub-licencias a terceros, ya que este no recibe la titularidad
85
Ver, Artículo 79. Párrafo II de la ley No. 65-00 sobre derecho de Autor. Párrafo II.- El autor puede
también sustituir la cesión por la concesión de una simple licencia de uso, no exclusiva e
intransferible, que no transfiere titularidad alguna al licenciatario, sino que lo autoriza a la utilización
de la obra por las modalidades previstas en la misma licencia. Además de sus estipulaciones
específicas, las licencias se rigen, en cuanto sean aplicables, por los principios relativos a la cesión de
derechos patrimoniales.
67
de la obra, simplemente se le confiere una autorización a utilizar la obra por el medio
pactado en el contrato mediado entre las partes. En virtud de este carácter de no
exclusividad el autor podrá otorgar varias licencias sobre las mismas modalidades o
distintas a diferentes personas simultáneamente.
Al igual que las características antes mencionadas de las licencias, estas se presumen
como onerosas al igual que las cesiones, percibiendo el autor o herederos una
remuneración equitativa a los ingresos que perciba el licenciatario por el uso de la
obra según lo pactado, salvo restricciones legales.
Dado que tanto las licencias como las cesiones son de carácter restrictivas, las mismas
deben constar por escrito, según lo establecido por la Ley, salvo que la misma haya
pactado una presunción86.
68
reglas generales de la construcción, pudiendo quedar limitada su actuación a uno de
los extremos anteriormente señalados”.87
En tal virtud los contratos celebrados por los arquitectos responden a diferentes
naturalezas dependiendo del régimen jurídico aplicable en cada situación. Se ha
configurado dicha relación jurídica como: contrato de trabajo, de mandato, de
servicios, de obra o como contrato mixto o complejo.
Contrato de Trabajo.
En el caso de las obras creadas bajo una relación de dependencia laboral, se presentan
ciertas incertidumbres para el autor, en este caso el arquitecto, en cuanto a quien le
pertenece la titularidad de los derechos morales y patrimoniales que hemos explicado
en páginas anteriores. En relación a la autoría de la obra arquitectónica en sus dos
modalidades se podría asumir que el trabajador está recibiendo órdenes de su
empleador, resultando únicamente las ordenes ejecutadas y en consecuencia se podría
entender que el verdadero autor es el empleador.
87
“Los contratos relacionados con la construcción”, Tomo IV, pág. 467, de la obra Tratado Práctico del
Derecho referente a la construcción y a la arquitectura. Cit. ARCO TORRES, Miguel Ángel y PONS
GONZALEZ, Manuel, Derecho de la Construcción, aspectos administrativos y civiles, Granada, 2006,
Editorial Comares, S.L. p.284.
88
ANTEQUERA PARILLI, Ricardo: “Derecho de Autor”. Tomo I. Servicio Autónomo de la Propiedad,
Caracas, Venezuela, 1998. Pa. 177. Cit. Figuereo, Y. (2006). Titulares del Derecho de Autor en las
Obras creadas en el ámbito del Contrato de Trabajo”. Memoria para optar al título de licenciado en
derecho, Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Ciencias Jurídicas, Pontífice
Universidad Católica Madre y Maestra, Santo Domingo, República Dominicana. Pág.44.
69
República Dominicana, reza: “Se presume, hasta prueba en contrario, la existencia del
contrato de trabajo en toda relación de trabajo personal”.
En nuestra Ley de derecho de autor No. 65-00 se adopta un criterio en cuanto a las
obras creadas bajo una relación laboral, en este sentido se establece que la titularidad
de los derechos patrimoniales transferidos es cuando se ha pactado expresamente en el
contrato entre empleador y trabajador, consagrando en el artículo 12: “En las obras
creadas bajo relación laboral, la titularidad de los derechos patrimoniales
transferidos se regirá por lo pactado entre las partes”. Y a falta de esta estipulación
contractual entonces la Ley otorga una presunción “juris tantum” a favor de los
titulares de la obra.
Sin embargo, cabe destacar la opinión de Blanco Soler con relación a este tipo de
contratos, “que la dependencia que pueda significar la cualidad de empleado para el
técnico por el hecho de su inclusión en la nómina de una empresa no desplaza en
absoluto la figura del contrato de servicios, ya que el repetido técnico conservará
siempre total autonomía en el desenvolvimiento de su cometido. Los elementos
70
directores de quien dependa no podrán marcarle de una manera inmediata y directa
los límites de su actividad, como podría hacerlo un maestro de taller con relación a
los obreros que tuviera a su cargo”89.
En este caso, parte de la doctrina que entiende la participación del arquitecto como un
intermediario entre el propietario y el constructor. Sin embargo, es difícil encasillar la
actividad arquitectónica en este tipo de contratos, porque en este caso el mandante
sería el promotor quien se encuentra supeditado a la voluntad que se haya pactado en
el contrato. Tomando como base el artículo 1984 del Código Civil el cual consagra
que: “el mandato o procuración es un acto por el cual una persona da a otra poder
para hacer alguna cosa por el mandante y en su nombre”. Pero en la relación del
arquitecto con su cliente, este último no le otorga poder alguna al arquitecto para que
actúe en su representación.
Sin embargo, en virtud de las funciones llevadas a cabo por el arquitecto, como son:
verificación, aprobación de la obra ejecutada por el contratista, así como sucesivas
certificaciones parciales de la obra, certificación final de la obra ejecutada y
aprobación de la recepción definitiva, convierten al arquitecto en consejo cualificado
de las partes del contrato de obra, que se podría asimilar con la figura del mandatario
o gestor del comitente o del contratista.
89
Cit. ARCO TORRES, Miguel Ángel y PONS GONZALEZ, Manuel, Derecho de la Construcción, aspectos
administrativos y civiles, Granada, 2006, Editorial Comares, S.L. p.287.
71
precisas al efecto, calificación que persiste, aunque dicha actividad se oriente
inmediatamente hacia aquel resultado y que es la que ha sido acogida en la
jurisprudencia de esta sala, y artes liberales en general”90
Contrato de Obra.
En cuanto a las obras creadas por encargo, la Ley establece que la titularidad de los
derechos patrimoniales se regirá por lo pactado entre las partes, solamente por los
medios de difusión expresamente autorizados por el autor o autores que en ellas
intervinieron.
La obra realizada por encargo según la Dra. Delia Lipszik es: “la que se ejecuta
mediante un acuerdo, en el que una persona, autor, recibe la encomienda de realizar
una obra determinada, a cambio del pago de una remuneración por su trabajo, con
el entendido de que la obra a ser realizada será utilizada en la forma y medida que se
estipule en el contrato de encargo”92.
72
ideas del diseño son propias del comitente, entonces el arquitecto, no sería el autor,
por el mismo no participar en el proceso creativo.
94
Cit. ARCO TORRES, Miguel Ángel y PONS GONZALEZ, Manuel, Derecho de la Construcción, aspectos
administrativos y civiles, Granada, 2006, Editorial Comares, S.L. pp. 289-290.
73
Josserand define este tipo de contratos como aquel “por el cual una de las partes se
compromete, sin entrar al servicio de la otra, a efectuar un trabajo determinado
mediante una remuneración…”95.
En las obras por encargo, aquel que encarga la realización del diseño al arquitecto,
puede reservarse la facultad de introducir modificaciones en los planos; este criterio
es compartido por R. Bercovitz, quien entiende que por razones de “gusto” personal o
cuestiones de índole financiera los planos del arquitectos pueden ser limitados en
cuanto a su integridad, siempre y cuando no se le produzca un perjuicio al mismo o un
menoscabo a su reputación. En cualquier caso el arquitecto siempre será el que habrá
concebido la obra, incluso en el caso en que la propuesta aceptada sea totalmente
distinta a la inicialmente concebida, el autor será reconocido como el creador de esta
concepción96.
Y es que una vez el arquitecto entrega el diseño de la obra por encargo, puede que el
desarrollo del proyecto lo lleven a cabo terceras personas, pudiendo ser un estudio de
arquitectura, por encargo del mismo comitente. Siendo en este estudio donde se
elaborarán todos los demás instrumentos gráficos necesarios para la correcta
ejecución de la obra.
95
Cit. AQUINO, José Ángel, Derecho de la Construcción, Instituto Tecnológico de Santo Domingo
(INTEC), (2001), Santo Domingo, República Dominicana. P. 29.
96
Troya Iñigo, Cristina. Op. Cit.
97
“Tratado de Derecho Industrial. Propiedad Industrial. Propiedad Intelectual. Derecho de la
competencia económica. Disciplina de la competencia desleal”. Madrid 1978. Cit. Troya Iñigo, Cristina.
Op. Cit.
74
claramente en el contrato de encargo firmado entre el arquitecto y el comitente, según
las disposiciones adoptadas en el artículo de la Ley No. 6200, ya citado. Por otro lado,
en estos contratos de encargo se estipulará la prohibición del creador “de ejecutar
ulteriormente una construcción idéntica”98.
Contrato Mixto.
En caso de que el arquitecto se les violente sus derechos autorales, la Ley consagra en
su artículo 168 la facultad de elegir la vía por la cual desea encaminar su acción en
justicia. Existiendo sanciones de tipo penal, civiles y por último recurso
administrativo. Y en este particular la Ley no contempla la vía laboral para someter a
la justicia a los causantes de perjuicios a los arquitectos.
98
GERMAN BERCOVITZ. “Obra plástica y derechos patrimoniales de su autor”, ed. Tecnos, Madrid
1997 (p.43). Cit. Troya Iñigo, Cristina. Op. Cit.
75
Capítulo II.
76
Capítulo II. La violación de los derechos autorales del
arquitecto y su sanción.
Esta Ley enlista una serie de actuaciones que considera como violatorias del derecho
de autor o de los titulares de derechos afines o conexos referentes a las obras
literarias, artísticas o científicas y en relación a la interpretación o ejecución artística,
producción fonográfica o emisión de radiodifusión99, incluyendo a las obras de
arquitectura en sus dos modalidades, como se ha estudiado.
99
Cfr. PEREZ, Miguel Esteban, (2005), Manual de los Derechos Intelectuales en la República
Dominicana. Estudio en perspectiva del capital intelectual y las diversas instituciones que lo
constituyen, especialmente los activos de Propiedad Intelectual. Primera Edición. Ediciones Jurídicas
Trajano Potentini. P. 66.
100
PEREZ, Miguel Esteban. Op. Cit. P. 66.
77
todos aquellos que, conociendo la ilicitud del hecho, tomen parte en él, lo faciliten o
lo encubran”.
Según el artículo 168 de la Ley No. 65-00 sobre derecho de autor se derivan las
diferentes vías de derecho que les son conferidos, por la Ley, al autor para
instrumentar su acción en justicia, ya que establece:
“Art. 168.- (Modificado art. 55 Ley 424-06) El titular del derecho de autor o de un
derecho a fin, sus causahabientes, o quien tenga la representación convencional de los
mismos, tiene derecho de opción para decidir por cual vía, entre la civil, represiva o
administrativa, enunciadas en la presente Ley, va a iniciar y proceder en el ejercicio
de los derechos conferidos por la Ley. Ninguna excepción o dilación procedimental
con respecto al derecho de opción será admitida como prevención para la
continuación del proceso iniciado.
Párrafo III.- Las autoridades judiciales deberán estar facultadas para ordenar al
infractor que proporcione cualquier información que posea respecto a cualquier
persona involucrada en cualquier aspecto de la infracción y respecto de los medios de
producción o canales de distribución para los productos o servicios infractores,
incluyendo la identificación de terceras personas involucradas en su producción y/o
78
distribución y sus canales de distribución, y proporcionarle esta información al titular
del derecho. Las autoridades judiciales impondrán sanciones, cuando fuere apropiado,
a una parte en un procedimiento que incumpla sus órdenes válidas.
Párrafo IV.- Las autoridades judiciales, salvo en circunstancias excepcionales,
deberán estar facultadas para ordenar, al concluir los procedimientos civiles judiciales
en el marco de esta Ley que la parte perdidosa pague a la parte gananciosa las costas
procesales y los honorarios de los abogados que sean procedentes”
La tutela de estos derechos esta edificada en una modalidad dual, por un lado la
jurisdicción judicial compuesta por los tribunales, y por el otro la Administrativa,
conformada por las instituciones del Poder Ejecutivo, cuyas decisiones se manifiestan
en actos administrativos impugnables por ante el Tribunal Superior Administrativo.
El artículo 106 del Reglamento de aplicación de la Ley No. 65-00 estipula que: “La
Oficina Nacional de Derecho de Autor es la autoridad nacional competente
responsable de cautelar y proteger administrativamente el derecho de autor y los
derechos afines y resuelve en primera instancia, en sede administrativa, las causas
que le sean sometidas a su jurisdicción, por denuncia de parte o por acción de
oficio”.
79
La ONDA tiene funciones administrativas y jurisdiccionales, donde se consagra la
potestad sancionadora. Es un organismo de la Administración Pública con rango de
Dirección General, adscrito al Ministerio de Estado de Cultura, goza de jurisdicción
nacional y sus atribuciones están consagradas en la Ley No. 65-00 y Reglamento No.
362-01101.
Esta Unidad de Derecho de Autor adscrita a esta Oficina está facultada a las
siguientes atribuciones:
101
Ver Artículo 104 del Reglamento No. 362-01.
80
6. Desarrollar programas de difusión, capacitación y formación en materia de
derecho de autor y derechos conexos;
7. Dictar y practicar inspecciones, medidas preventivas o cautelares, inclusive
para la recolección de pruebas, pudiendo actuar por reclamación expresa y
fundada del titular del derecho, sus representantes o causahabientes
debidamente autorizados, o la sociedad de gestión colectiva correspondiente, e
inclusive de oficio;
8. Las demás que le establece esta Ley y lo que disponga el reglamento;
81
derecho de autor y derechos conexos.
9. Dictar y practicar inspecciones, medidas preventivas o cautelares,
inclusive para la recolección de pruebas, pudiendo actuar por reclamación
expresa del titular del derecho, sus representantes o causahabientes
debidamente autorizados, o la sociedad de gestión colectiva
correspondiente, e inclusive de oficio.
10. Aplicar, de oficio o a petición de parte, las sanciones administrativas para
las cuales tenga competencia, en conformidad con la Ley y este
Reglamento, pudiendo amonestar, multar, incautar o decomisar, así como
disponer el cierre temporal o definitivo de los establecimientos infractores.
11. Ordenar, mediante resolución motivada y luego de ofrecer a las partes el
derecho a presentar alegatos y pruebas, la destrucción de los ejemplares
que constituyan una infracción y, en caso necesario, de los moldes,
planchas, matrices, negativos y demás elementos destinados a la
producción de tales ejemplares, levantando previamente a esos efectos un
acta donde se deje constancia pormenorizada de los bienes objeto de la
destrucción.
12. Promover la ejecución forzosa o cobranza coactiva de sus resoluciones.
13. Requerir la intervención de las autoridades competentes y el auxilio de la
fuerza pública para ejecutar sus resoluciones.
14. Fijar por resolución los derechos sobre formularios, certificados,
inscripciones, copias, extractos o documentos que tramite o expida.
102
Ver Artículo 188, Ley No. 65-00.
82
2. Proceda a cualquier examen, comprobación o investigación que considere
necesarios para tener la convicción de que se observan las disposiciones
legales vigentes en la materia, en particular:
103
Ver artículo 111. Reglamento No. 362-01.
83
Se ha consagrado el Departamento de Inspección y Operativos, el cual tiene la labor
de observar el fiel respeto de los derechos consagrados en la Ley. Diariamente, su
personal, a solicitud de parte o de oficio realiza actuaciones de dos tipos:
inspecciones, que se realizan en los lugares en los que se presume una violación a la
Ley No. 65-00, y operativos, dirigidos a personas y lugares en los cuales existe una
certeza de infracciones a la Ley.
104
Ver Artículo 189. Ley No. 65-00.
84
de los derechos lesionados, cuando sea ordenado mediante sentencia con la autoridad
de la cosa irrevocablemente juzgada105.
Cabe destacar que en nuestro país ambas figuras antes descritas no son constitutivas
de derecho, sino declarativa y facultativa de los mismos; es decir, esta formalidad está
revestida de un carácter probatorio (ad probationem) y no solemne (ad solemnitatem).
Esto es así según lo establecido en el reglamento de aplicación de nuestra Ley sobre
derecho de autor, en su artículo 54: “los derechos sobre las obras del ingenio y los
correspondientes a los derechos afines a que se refiere la Ley, están protegidos por el
solo hecho de la creación, interpretación o ejecución, producción o emisión, según
corresponda y su goce y ejercicio no están subordinados al cumplimiento de ninguna
formalidad.
105
Ver Anexo (Febrero, 2004). Situación actual del Derecho de Autor en República Dominicana.
Ponencia presentada en la Reunión Regional de Directores de Oficinas de Propiedad Industrial y de
Oficinas de Derecho de Autor de América Latina, Guadalajara, México.
106
Cfr. Martínez, W. (2002). La protección del Derecho de Autor en sede Administrativa y la potestad
Sancionadora de la OfiCIna Nacional de Derecho de Autor (ONDA). Memoria para optar al título de
Magister en Derecho Empresarial Legislación Económica, Facultad de Ciencias Sociales y
Administrativas, Departamento de Ciencias Jurídicas, Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra,
Santo Domingo, República Dominicana. Pág. 38.
107
Martínez, W. (2002). Op. Cit. Pág. 38.
85
En consecuencia del carácter meramente facultativo de estas figuras se colige que:
En los artículos 149 y 150 de la Ley No. 65-00 sobre derechos de autor se enumeran
los actos que están sujetos a registro ante la Oficina Nacional de Derecho de Autor
(ONDA).
En el Artículo 151 de la misma Ley, se describen los objetivos que se persiguen con
dicho registro a saber:
108
TROYA IÑIGO, Cristina. Op. Cit.
86
encontrarse exhibida permanentemente, publicada o edificada, según corresponda, el
lugar de su ubicación o los datos atinentes a la publicación”; (Hemos destacado).
Por otro lado, la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA) está facultada para
rendir experticias e informes técnicos no vinculantes en materia civil y penal en caso
de sometimientos con relación a violaciones a los derechos de autor o a los derechos
afines a petición de la parte interesada, pudiendo a su vez el juez apoderado ordenarla
de oficio, en virtud de lo dispuesto en el Artículo 107 inciso 7 del Reglamento No.
362-01.
Conciliación y arbitraje.
La ONDA está facultada para dirigir los procesos de arbitraje y conciliación en caso
de conflicto en materia de derechos de autor, como un medio alternativo para la
resolución de los conflictos jurídicos.
En este apartado citaremos la decisión No. 12-02, de fecha 5 de Julio del año 2002,
dictada por la ONDA, que establece:
87
de decidir por cuales de los procedimientos que la Ley pone a su disposición,
iniciará y llevará su reclamación; a saber, por la vía represiva, por la vía civil
o por la vía administrativa.
Medidas cautelares.
88
Son medidas cautelares las medidas provisionales que pueden ser adoptadas en
ausencia de cualquier controversia o en el transcurso de una diferencia entre
particulares, y aun de oficio109.
109
Martínez, W. (2002). Op. Cit. Pág. 51.
89
6. Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo 4, las medidas provisionales adoptadas
al amparo de los párrafos 1 y 2 se revocarán o quedarán de otro modo sin efecto, a
petición del demandado, si el procedimiento conducente a una decisión sobre el
fondo del asunto no se inicia en un plazo razonable que habrá de ser establecido,
cuando la legislación de un Miembro lo permita, por determinación de la autoridad
judicial que haya ordenado las medidas, y que a falta de esa determinación no será
superior a 20 días hábiles o 31 días naturales, si este plazo fuera mayor.
7. En los casos en que las medidas provisionales sean revocadas o caduquen por
acción u omisión del demandante, o en aquellos casos en que posteriormente se
determine que no hubo infracción o amenaza de infracción de un derecho de
propiedad intelectual, las autoridades judiciales estarán facultadas para ordenar al
demandante, previa petición del demandado, que pague a éste una indemnización
adecuada por cualquier daño causado por esas medidas.
8. En la medida en que puedan ordenarse medidas provisionales a resultas de
procedimientos administrativos, esos procedimientos se atendrán a principios
sustancialmente equivalentes a los enunciados en esta sección”.
Esta facultad contenida en este artículo, fue adoptada por el artículo 187, numeral 7 de
la Ley No. 65-00 que reza: “Dictar y practicar inspecciones, medidas preventivas o
cautelares, inclusive para la recolección de pruebas, pudiendo actuar por
reclamación expresa y fundada del titular del derecho, sus representantes o
causahabientes debidamente autorizados, o la sociedad de gestión colectiva
correspondiente, e inclusive de oficio”.
Las medidas cautelares son solicitadas por la parte interesada y en el artículo 50. 3 del
ADPIC se plantean los requisitos antes de su adopción. (Citado up-supra).
90
Aunque en la Ley No. 65-00 no se anuncian las medidas cautelares que puede adoptar
la ONDA, el Reglamento No. 362-01 en su artículo 111, parte in fine, establece los
objetivos para las cuales son adoptadas (Citado up-supra).
Sanciones administrativas.
Sin embargo, en esta Ley no se especifican cuáles son las sanciones administrativas a
imponer y en cuales situaciones antijurídicas habrá de ejercer esta potestad. En este
apartado, podría afectarse el grado de legalidad de estas sanciones, ya que de
conformidad con la Administración Pública, sólo se debe actuar cuando lo Ley
previamente lo ha estipulado.
En este caso la ONDA, está revestida de las tres potestades del estado; al poder
legislar vía reglamentaciones en atribuciones administrativas, al poder juzgar en
110
Martínez, W. (2002). Op. Cit. Pág. 58.
91
virtud de la potestad sancionadora de la misma y ejecutar sus decisiones en base al
principio de autoejecutoriedad de los actos de la administración.
1. Amonestación.
2. Multa, de cinco a doscientos salarios mínimos.
3. Reparación de las omisiones.
4. Cierre temporal hasta por treinta días del establecimiento donde se produjo
la infracción.
5. Cierre definitivo del establecimiento.
6. Incautación o decomiso definitivo de los ejemplares ilícitos o de los aparatos,
equipos utilizados para la comisión de la infracción.
7. Destrucción de los ejemplares ilícitamente reproducidos y, en caso necesario,
de los moldes, planchas, matrices, negativos y demás elementos destinados a
la producción de tales ejemplares.
8. Publicación de la resolución a costa del infractor.
Las conductas que son susceptibles de ser sancionadas por la adopción de alguna de
las modalidades enumeradas en el párrafo anterior, son las tipificadas como ilícitas,
enunciadas en los artículos 169 y 170 de la Ley No. 65-00 y el artículo 119 del
Reglamento No. 362-01, que establecen:
92
4. Realizar actividades propias de una entidad de gestión colectiva sin contar con
la respectiva debida autorización de funcionamiento.
5. Repetir la realización de actos prohibidos, en los términos del artículo 113 de
este Reglamento.
Cabe mencionar que estas mismas conductas ilícitas son susceptibles de ser sometidas
tanto por vía administrativa, como por vía penal.
Personas sancionable.
La reincidencia.
En el artículo 117 del Reglamento No. 362-01 se consagra que: “En caso de
repetición de un acto ilícito de similar naturaleza en un lapso de dos años, se podrá
imponer el doble de la multa de manera sucesiva e ilimitada”.
Esta disposición persigue establecer una sanción más gravosa para el infractor que
repite en la comisión de un acto antijurídico, por éste tener una mayor responsabilidad
y culpabilidad. Cabe destacar que en la sede administrativa no están consagradas las
excusas eximentes, atenuantes y circunstancias agravantes de responsabilidad.
Prescripción.
Esta debe recaer sobre dos aspectos fundamentales en sede administrativa, a saber,
sobre el ilícito como sobre la sanción administrativa. En este sentido, nuestra
legislación no ha consagrado ningún plazo para las mismas, sólo limitándose a lo
estipulado en el artículo 190 de la Ley: “Los derechos sobre las obras protegidas de
conformidad con las prescripciones de la Ley núm. 1381, de 1947 y de la Ley 32-86,
111
Martínez, W. (2002). Op. Cit. Pág. 89.
93
del 4 de julio de 1986, gozarán de los períodos de protección más largos fijados por
la presente Ley”; por lo que en base a la necesidad imperante de seguridad jurídica y
la tranquilidad de los ciudadanos, se podría adoptar la prescripción del artículo 2262
del Código Civil Dominicano en ocasión del carácter supletorio de este, que
establece: “Todas las acciones, tanto reales como personales, se prescriben por
veinte años, sin que esté obligado el que alega esta prescripción a presentar ningún
título ni que pueda oponérsele la excepción que se deduce de la mala fe (…)”.
Competencia.
Apoderamiento.
Según el artículo 107 inciso 10 del Reglamento No. 362-01, se le faculta a las partes a
dirigirse directamente o mediante sus representantes, ante la Oficina Nacional de
Derecho de Autor para reclamar la protección de los derechos que se le han vulnerado
y de los que sean titulares; con el fin de que esta atribuciones administrativas,
interponga las sanciones correspondientes.
94
Pero del mismo modo, aún en ausencia de conflicto, la ONDA puede de oficio iniciar
la persecución de las faltas administrativas cometidas por los administrados.
Procedimiento.
95
El artículo 43 hace referencia a las pruebas en el procedimiento.
Pruebas.
En tanto que nos encontramos en sede administrativa, nos regimos por el principio de
la libertad probatoria, en virtud de la disposición del artículo 42 del Acuerdo sobre
Aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio
(ADPIC), según se detallo en páginas anteriores.
La decisión administrativa.
96
Recursos contra las decisiones administrativas de la ONDA.
Si agotada esta fase, la ONDA emite una respuesta negativa ante el recurso gracioso,
el arquitecto estará facultado a elevar un recurso jerárquico o de alzada ante el
Ministerio de Estado de Cultura, que representa el último peldaño de la sede
Administrativa en materia de derecho de autor.
Aunque no se han establecidos las pautas normativas que rigen este último recurso
jerárquico ante el Ministerio de Estado de Cultura, su decisión se le impone a la
ONDA, por esta emanar de una autoridad jerárquica. En caso del arquitecto interesado
no encontrarse conforme con esta última podrá recurrir por ante el Tribunal Superior
Administrativo, adoptando un recurso jurisdiccional, una vez agotado el recurso
jerárquico.
97
II. B. Acciones penales y civiles.
Acción penal.
Las infracciones que se derivan de las violaciones a los derechos de autor están
consagradas en el artículo 169 de la Ley No. 65-00.
En ese mismo tenor de ideas, la Ley enumera de forma limitativa las violaciones que
le son atribuibles al infractor en el artículo 170 de la misma Ley.
La Ley de derecho de autor y su protección es de interés público por los mismos ser
intereses tanto individuales como colectivos, cuando afecten a la sociedad en su
vulneración. En este tenor de ideas la acción penal puede ser ejercida por cualquier
persona y aún de oficio aunque no medie querella o denuncia de parte, 112 en virtud del
artículo 175 de la Ley No. 65-00. El Ministerio Público está llamado a realizar las
investigaciones del proceso, por ser este el garante del Estado de derecho, según la
Ley No. 78-03, sobre el Estatuto del Ministerio Público.
El Ministerio Público en tal virtud, debe perseguir todos los hechos punibles de los
que tenga conocimiento, siempre que existan suficientes elementos fácticos para
verificar su concurrencia (…)113, está atribución que se le confiere al MP le es dada de
lo adoptado en el artículo 63 de la Ley No. 424-06: “Las atribuciones conferidas al
Ministerio Público y a la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA) en los
Artículos 173, 184, 185, 188 y 189, de la Ley 65-00 deberán ser ejercidas de
112
Ríos, A. (2005). La Propiedad Intelectual en el Derecho Procesal Penal. Memoria para optar al título
de licenciado en derecho, Facultad de Ciencias Sociales y Administrativas, Departamento de Ciencias
Jurídicas, Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra, Santo Domingo, República Dominicana.
Pág. 62.
113
Artículo 30, Código Procesal Penal Dominicano.
98
conformidad con las disposiciones previstas en el Código Procesal Penal, la
Constitución de la República Dominicana y las disposiciones del Derecho
Internacional Público, que tutelan los derechos de los justiciables respecto del
debido proceso de Ley”.
De lo anterior se deriva que el Ministerio Público debe perseguir de oficio todos los
hechos punibles relativos a la violación de los derechos de autor de los que tengan
conocimiento, siempre que existan suficientes elementos fácticos para verificar su
ocurrencia.
Como se estipuló en el artículo 168 de la Ley 65-00, citado previamente, “El titular
del derecho de autor o de un derecho a fin, sus causahabientes, o quien tenga la
representación convencional de los mismos, tiene derecho de opción para decidir por
cual vía, entre la civil, represiva o administrativa, enunciadas en la presente Ley, va
a iniciar y proceder en el ejercicio de los derechos conferidos por la Ley”.
La víctima, o en esta ocasión el arquitecto, que elija la vía represiva para proceder al
ejercicio de los derechos que les son conferidos por la Ley, tiene dos opciones:
114
Ver Artículo 85 del Código Procesal Penal.
115
Ver Artículo 118 del Código Procesal Penal.
99
Querella.
La querella es el acto por el cual las personas autorizadas por este código promueven
el proceso penal por acción pública o solicitan intervenir en el proceso ya iniciado por
el ministerio público, en virtud del artículo 267 del Código Procesal Penal.
Esta debe presentarse por escrito ante el Ministerio Público y debe contener los
siguientes datos mínimos:
100
Conciliación y mediación.
Según estas definiciones, se entiende que la mediación se lleva a cabo por ante un
mediador designado por el Ministerio Público o alguno seleccionado por las partes
interesadas a sugerencia del MP (instancia privada), en virtud de lo establecido en el
artículo 38 del Código Procesal Penal. El término de conciliación se utiliza con el
mismo sentido que el de mediación, a excepción de lo estipulado en el artículo 361
del Código Procesal Penal, la cual procede luego de admitida la acusación, donde el
juez convoca una audiencia de conciliación, donde las partes están facultadas a
designar un mediador (acción pública a instancia privada).
101
privativa de libertad igual o inferior a cinco años; 2) Que el imputado no haya sido
condenado penalmente con anterioridad. En estos casos se aplican las reglas de la
suspensión condicional del procedimiento. La violación de las reglas puede dar lugar
a la revocación de la suspensión, lo que obliga al cumplimiento íntegro de la
condena pronunciada.
Medidas de coerción.
En relación a la violación de los derechos de autor, por tratarse de una acción penal
pública, se pueden imponer todas las medidas de coerción personales, excluyendo
aquellas infracciones cuya sanción sea una multa de 10 a 50 salarios mínimos, es
decir, acciones que no conlleven pena privativa de libertad; a razón de que la medida
de coerción sería más gravosa que la pena misma.
122
Ver Artículo 39 Código Procesal Penal.
123
Ver. Artículo 37 Código Procesal Penal.
124
Cfr. Ríos, A. Op. Cit. P. 77.
102
En el artículo 173, párrafos I y II de la Ley No. 65-00, se consagra que en todo estado
de causa y antes de iniciarse el proceso penal, el representante del Ministerio Público
competente en la jurisdicción donde radiquen los bienes y previa solicitud del titular
de los derechos infringidos, podrá incautar conservatoriamente todos los efectos
mobiliarios utilizados para la comisión del hecho punible.
Cabe mencionar que aunque en el artículo anterior prevé la autorización del titular de
los derechos infringidos; por esta ser una acción pública, el Ministerio Público está
facultado para realizar la incautación conservatoria los efectos utilizados para
materializar el hecho.
Sanciones penales.
Acción civil.
Esta acción civil de derecho de autor, se refiere tanto a la ejercida de manera principal
como a la accesoria a la acción pública. En estos procesos los demandados tendrán
103
derecho de recibir aviso por escrito, en tiempo oportuno y con los detalles de la
reclamación. Además las partes estarán autorizadas de ser representadas por abogados
independientes y no se les exigirá la comparecencia personal de manera estricta, así
como también, estarán facultados a presentar todas las pruebas que entiendan
pertinente125.
El artículo 176 de la referida Ley se consagra que: “Se procederá con las reglas de
derecho común para las acciones civiles y la competencia la tendrá el juzgado de
primera instancia del domicilio del demandado o del lugar donde haya ocurrido la
infracción, observándose las reglas de procedimiento ordinario salvo competencia
especial que determine la Ley”.
Se define como: la carga obligacional que tiene una persona de reparar el daño
causado a otro, siempre que, en principio, haya cometido una falta 126. Cabe destacar
que en la materia de los derechos intelectuales, con énfasis en los derechos de autor de
los arquitectos, sostiene Carlos Villalba que: “Cuando se violan los derechos
individuales de los titulares de derechos intelectuales, no sólo se lesionan los
intereses de cada persona y del grupo profesional al que pertenecen, sino que se
ocasiona un daño y se crea un peligro público mucho más extenso”127.
125
Ver artículo 101 del Reglamento No. 362-01 y Artículo 42 del ADPIC.
126
HERNANDEZ, Gloria María, Derecho de la Responsabilidad, 2da. Edición, Editora Centenario, Santo
Domingo, 2006, p. 31. Cit. Grullón, N. (2010). La Responsabilidad Civil en Materia de Derecho de
Autor. Memoria para optar al título de licenciado en derecho, Facultad de Ciencias Sociales y
Administrativas, Departamento de Ciencias Jurídicas, Pontífice Universidad Católica Madre y Maestra,
Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Pág. 5.
127
VILLALBA, Carlos, La represión penal en la dimensión internacional. El derecho penal internacional
de autor, Boletín Derecho de Autor, Vol. XXVI, No. 3, UNESCO, París, 1992, p. 20. Cit. GRULLON, Op.
Cit. P. 9.
104
En nuestra Ley autoral, el artículo 177 es el que nos sirve de base para sustentar la
obligación indemnizatoria de daños y perjuicios que recae sobre el infractor de los
derechos morales o patrimoniales del autor o sus titulares derivados. Con lo cual,
además de los artículos consagrados a la responsabilidad civil en nuestro código civil,
nuestra Ley adjetiva busca reforzar la protección de la que gozan los autores y
titulares derivados sobre su creación.
1. Las infracciones que atentan contra los derechos morales o patrimoniales del
autor.
2. Las infracciones que son consideradas como violaciones en la Ley No. 65-00.
Para establecer la responsabilidad civil del infractor, se deben ponderar los siguientes
requisitos:
105
consecuencia condenar al plagiario a reparar el daño ocasionado por la comisión
del hecho ilícito”128.
Muchos tratadistas entienden que desde que una persona adquiere una obra protegida
bajo el marco de los derechos autorales, se perfecciona un contrato entre las partes,
donde se le obliga a este último a un uso debido de la misma, sin incurrir en las
violaciones tipificadas en la Ley de derecho de autor y su reglamento de aplicación.
Este daño en materia de derecho patrimonial debe cumplir con los siguientes
requisitos, según han sido comentados por el Dr. Subero Iza:
El perjuicio debe ser cierto y actual.
E perjuicio no debe haber sido reparado.
El perjuicio debe ser de carácter personal y directo.
128
CIFUENTES, Santos, Daños. Cómo evaluar el Resarcimiento por la utilización no autorizada de
obras. Su incidencia en la jurisprudencia (desde la perspectiva del magistrado), en ANTEQUERA,
Ricardo, V Congreso Internacional sobre protección de los Derechos Intelectuales, Buenos Aires, 1990,
pp. 303-305. Cit. GRULLON, Op. Cit. 45.
129
Juzgado letrado de Primera Instancia en lo Civil de 8vo. Turno, Sentencia No. 71/001 del,
13/11/2001. Extracto de fallo extraído de la base de datos sobre jurisprudencia, CERLALC. Cit.
GRULLON, Op. Cit. Pp. 10-11.
106
Por otro lado, en cuanto nos referimos a daño material debemos ponderar sus dos
modalidades: daño emergente y lucro cesante.
En este mismo tenor de ideas, se ha consagrado el daño moral como aquel relativo a
los daños de naturaleza no patrimonial y que por su gravedad merecen la tutela de su
derecho, según el Tribunal de Lisboa, Portugal, Proceso No. 0040961, de fecha 5 de
Julio del año 2000. Se podría categorizar en 2 lineamientos estos daños: 1) los que
afectan el honor y reputación del autor y 2) los que afectan al individuo en sus
emociones.
Para el ejercicio de la acción, Edwin Espinal establece que los requisitos básicos son:
“Solo podrá emprender quien este legitimado para ello-lo que se llama legitimación
107
activa- en contra de una determinada persona- lo que se llama legitimación pasiva-
que haya incurrido en una infracción objetiva y subjetiva de los derechos del autor130.
Estos requisitos son acumulables, por lo que el arquitecto podrá fundamentar sus
alegatos con los tres en conjunto.
108
violación, la gravedad de la lesión y el grado de difusión ilícita de la obra”. (Hemos
destacado).
Cabe destacar que es criterio de nuestros tribunales que: Para quienes infrinjan los
derechos de autor, que prevén los artículos 20 y 177 de la citada Ley que: Siempre
que la Ley no dispusiere otra cosa, es ilícita la reproducción, distribución,
comunicación pública u otra forma de utilización parcial o total de la obra sin el
consentimiento del autor; y toda persona que sin el consentimiento del titular efectúe
cualquiera de los actos que conformen uno cualquiera de los derechos morales y
patrimoniales reconocidos en la presente Ley, es responsable frente a dicho titular de
los daños y perjuicios ocasionados por la violación cometida por él. Los daños y
perjuicios en ningún caso serán inferiores al mínimo de la multa establecida como
sanción penal para la infracción respectiva, en relación con cada violación. 131.
(Hemos destacado).
En el caso particular de las obras por encargo o bajo un contrato laboral, los daños y
perjuicios ocasionados por falta de pago son computados en base a un interés de la
suma adeudada, a partir de la fecha de la demanda, en virtud del artículo 1153 del
Código Civil Dominicano.
131
Sentencia civil No. 01470-2007, dictada por la Tercera Sala de la Cámara Civil y Comercial del
Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Santiago, en fecha 31 de Julio del 2007.
109
derechos morales y patrimoniales de los arquitectos o los terceros titulares derivados,
a saber:
1. El plagio arquitectónico.
2. Contrato de imagen de las obras de arquitectura.
3. Caso de calatrava, contraposición de los derechos morales del autor con el
carácter de utilidad pública de la obra.
4. Excepción legislativa en referencia al derecho de integridad del arquitecto.
El plagio arquitectónico.
Este es un fenómeno que afecta a todas las obras sujetas a protección por las
normativas de derecho de autor y derechos afines. Antes de desarrollar estas
actuaciones violatorias a las creaciones en materia de arquitectura, debemos cimentar
el término y los elementos básicos para su correcto tratamiento.
La palabra plagio proviene del griego “plagios”, que significa dolo o fraude y se
adapta muy bien a los que cometen “hurto” intelectual con medios fraudulentos 133. En
el Derecho Romano, el hurto de hijos o esclavos ajenos para servirse de ellos como
propios, o para venderlos y lucrarse con el producto. En materia de propiedad
literaria, científica o artística, la copia o imitación que no confiesa el modelo o el
autor seguido134.
132
Glosario de Derechos de Autor y Derechos afines (1988), Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual (OMPI). P. 182.
133
Latorre, 1994, p. 173. Cit. MARTINEZ RINCONES, J. “La Regulación Penal del Plagio en la Ley sobre
Derecho de Autor Venezolana”, p. 115. [Versión electrónica]
134
POTENTINO, S. Diccionario Jurídico, (2004) Primera Edición. Editora Dalis, Moca, R.D. P. 511.
110
Esta figura jurídica es de tan antigua data, que en el año 25 A.C., Marcos Vitrubio, en
su libro Séptimo de Arquitectura, expresa lo siguiente: “Ahora bien, así como hay que
tributar merecidas alabanzas a éstos, incurren en nuestra severa condenación
aquellos que, robando los escritos a los demás, los hacen pasar como propios, Y de
la misma manera, los que no sólo utilizan los verdaderos pensamientos de los
escritores, sino que se vanaglorian de violarlos, merecen represión, incluso un severo
castigo como personas que han vivido de una manera impía”135
Según Vega Vega, el plagio afecta tanto a los derechos patrimoniales como a los
derechos más íntimos del autor, lo cual, en el último caso debe entenderse como la
afectación tanto de la posibilidad de explotación de la obra como de aquellos derechos
personalísimos que se reconocen a todo autor y que se califican legalmente como
derechos morales, entre los que deben destacarse la exclusividad para decidir sobre la
divulgación de su obra; del reconocimiento de la autoría, el cual debe plasmarse en la
obra en un lugar destacado; el de incolumidad de la obra, como principio de
prohibición de toda modificación del contenido de la obra, sin autorización del autor;
y, el derecho de preservación del título único de la obra, cuando tal titulación sea
original.
En este mismo tenor de ideas se expresa el Tribunal Supremo de España (27 de Abril
de 1978) que establece: “Hay plagio cuando se suprime y prescinde del creador de la
obra, poniendo a otro en su lugar, siendo la persona más que la cosa la que sufre el
atentado perpetrado por el plagiario, al ser esa personalidad la que desaparece,
permaneciendo la obra más o menos incólume”.
Luego de estas definiciones, soy de criterio que el plagio es el hecho fraudulento por
medio del cual una persona busca beneficiarse de la creación intelectual de otra
persona, mediante la presentación de la misma o de la idea original como propia, en
desmedro de los derechos morales y patrimoniales de su autor.
135
Adames, Janet. (Abril, 2009). La Propiedad intelectual como derecho fundamental. Revista Gaceta
Judicial, Año 13, No. 269, p. 6.
111
5, y el numeral 3 del artículo 170 de la Ley No. 65-00 se consagra este hecho ilícito y
atentatorio al derecho autoral de los autores. En este último se sanciona a quien
“usurpe” una obra adoptándose ese término como “apoderarse con violencia o engaño
de un derecho, poder o pertenencia de otra persona”.
En este caso, el Tribunal falló a favor del demandado, por entender que el esbozo del
demandante era un esquema primario con un mayor grado de ideas generales de
arquitectura, que de originalidad; y por otro lado, porque no se probó que el
demandado se haya apropiado materialmente del croquis en cuestión.
136
TROYA IÑIGO, C. Op. Cit.
112
Para determinar si las coincidencias existentes entre uno y otro proyecto se debe
analizar: a) elementos esenciales de los mismos, b) si son casuales, y tienen entidad y
originalidad propia y c) Si el resultado es impuesto por las normativas arquitectónicas
o si ha habido apropiación ilícita del proyecto.
Este doble estudio es utilizado tanto en los países de tradición jurídica Latina, como
anglosajona. En los Tribunales de los Estados Unidos hacen uso del examen de
similitud sustancial (substancial similarity test), donde es el demandante quien tiene a
cargo el fardo de la prueba tendente a probar la similitud sustantiva o las medidas
violatorias al derecho de autor, además de probar que el demandado tuvo acceso a la
creación.
Cabe destacar que del plagio resulta un daño para el arquitecto que deriva en una
responsabilidad civil imputable al infractor, a causa de la disminución del patrimonio
del autor de la obra plagiada, toda vez, que un elemento esencial para que se
configure el hecho punible es la divulgación, lo cual lesiona los derechos de
explotación de la obra. Así como también, este hecho ilícito lesiona los derechos
morales del arquitecto, en cuanto a la paternidad, integridad y el honor o reputación
del mismo.
113
derecho moral de paternidad, y que esa infracción le puede haber causado una lesión
efectiva, indemnizable como daño moral, pero además, la reproducción y circulación
no autorizada de esos ejemplares constituye una lesión a los derechos patrimoniales
de reproducción y distribución, y generan un perjuicio derivado de la puesta en
comercio (…)”.
114
relevante para la solución del asunto. En tal virtud, en informe resultó lo siguiente:
“Certifico que después de haber evaluado, inspeccionado, revisado y verificado los
documentos y datos relativos a los proyectos antes descritos, encontré que aunque no
son 63,000 las similitudes, hay una marcada semejanza, un gran parecido y una
aplicación de la ingeniería técnica sobre el estudio del proyecto “Diseño
arquitectónico de la Obra proyecto del Palacio Municipal del Ayuntamiento Santo
Domingo Este”, en relación con el proyecto de Tesis de Grado para optar por el
Título de Arquitectura, con el tema: “Acción Arquitectónica ante el Desarrollo de las
Ciudades”, y fundamentada sobre el organismo “Ayuntamiento Santo Domingo
Oriental”. Por lo que, como la litis está fundamentada en la laceración del Derecho
de Autor y como este es un derecho inminente que nace con la creación de la obra y
es independiente de la propiedad del soporte material que la contiene donde su autor
no es más que la persona física que realiza la creación, se presenta la figura del
plagio. He concluido que hay un plagio, caso violatorio de la Ley 65-00, sobre
derecho de autor”. (Hemos destacado).
Para esa fecha, la ONDA había registrado 3 casos de copia de trabajos arquitectónicos
y en el Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA) se
habían denunciado 7, conforme declaró su presidente. Este último en caso de tener
115
conocimiento de una violación, tiene la obligación de perseguirlo, y rendir un informe
técnico a los jueces en caso de que se requiera.
Según declaraciones del expresidente del CODIA, “Los casos son muy particulares y
cuando llegan, uno designa las comisiones que hacen el trabajo con las partes
involucradas. Pero siempre los fallos han sido conforme a las evaluaciones y
recomendaciones del Colegio y de las comisiones designadas para ello”. Además de
que actualmente el CODIA cuenta con el departamento de Comisión de Defensa
donde se trata de dirimir estos conflictos.
116
Sin embargo, comparto el criterio del profesor Edwin Espinal Hernández, en cuanto
entiende que: “la modificación operada en este artículo por la Ley No. 424-06, si
bien se corresponde con el carácter tuitivo o protector del derecho de autor y que
pone en manos de los arquitectos una provechosa fuente de recurso y un nuevo
reconocimiento a su creatividad, para unos no refleja un equilibrio entre, por un
lado, la protección de sus derechos, y por otro lado, el interés general”. Realmente
este criterio es arriesgado toda vez que se contraponen intereses de orden particular y
general; por lo que su análisis debe ser pormenorizado.
Y es que el arquitecto tiene derecho a ser remunerado, tanto por las autorizaciones
que otorgue a terceros para el uso de su obra, como toda reproducción de la misma,
aún cuando esta sea total, parcial o secundaria dentro de la reproducción de que se
trate. Este derecho de explotación se centrará en torno a las diferentes formas de
reproducción de una obra, su distribución, su comunicación pública (a través de
representaciones y ejecuciones, proyección pública en salas de cine, radiodifusión por
satélite y cable o medio análogo, emisión o transmisión en lugar accesible al público,
exposición pública de obras de arte, bases de datos) o por la transformación de dicha
creación por tercero137.
Cabe destacar que la fotografía de una obra protegida por derecho de autor es como
reproducirla138. Muchas legislaciones contemplan la fotografía para usos comerciales
como una infracción a los derechos patrimoniales del autor de la obra, por lo que en
dicho caso el fotógrafo es pasible de indemnizar al titular de los derechos.
137
MARTINEZ GARCIA, E. (2002), El Arbitraje como solución de conflictos en propiedad intelectual.
Tirant lo Blanch. Valencia, España, p. 35.
138
VERBAUWHEDE, L. Problemas jurídicos que plantea tomar o utilizar fotografías de marcas,
personas y material protegido por derecho de autor. [Versión electrónica].
117
La infracción es cometida cuando en la fotografía se presenta sólo una parte de la obra
o si sólo ocupa una pequeña porción de la misma. Es decir, siempre que en la
fotografía aparezca una parte distintiva de la obra protegida, se cometerá la violación,
entendiendo que no hay reglas especiales en dichos casos, los mismos deben ser
estudiados de manera particular.
118
Lo mismo ocurría con la obra Cloud Gate, ubicada en el Parque del Milenio, en
Chicago, Estados Unidos, donde el municipio cobraba entre 50 y 350 dólares para
poder reproducirla en fotografía. Esta obra estaba protegida por copyright al igual que
la Froralis Generica, pero esta medida terminó por los efectos tan negativos que
provocaba en la población.
La Torre Eiffel presenta un caso muy curioso, dicha obra arquitectónica se encuentra
en dominio público, dado que su autor murió en el año 1923, por lo que la misma no
se encuentra bajo la protección del derecho de autor; sin embargo, la iluminación
realizada por la Societé nouvelle d”explotation de la tour Eiffel, está protegida por
derecho de autor. Es decir, cualquier foto que se le tome a la Torre Eiffel en la noche
no se permite sin el previo pago de los correspondientes impuestos, para la
autorización de los derechos de publicación.
Por último, debemos destacar la obra arquitectónica denominada Atomium, que es una
obra erigida en Bruselas, que representa los átomos del cristal de hierro, compuesto
por 9 esferas metálicas y mide 100 metros de altura. En la página Web del Atomium,
se establece que: “La imagen del Atomium está protegida. Toda utilización, difusión,
y/o reproducción debe ser obligatoriamente notificada a la ASBL Atomium o a la
SABAM scrl soc civ, Société Belge des Auteurs, Compositeurs et Editeurs”. Es decir
que para divulgar la foto del Atomium es necesario un permiso previo y luego el pago
de los derechos correspondientes; por lo que se estima que los herederos del
arquitecto de esta obra percibe alrededor de 25,000 euros anuales por la misma.
119
fotos en internet de esta obra, las cuales no se está claro si pagaron o no los
correspondientes impuestos.
En fin, según criterio del experto en la materia, profesor Edwin Espinal Hernández, la
“Ley no admite matizaciones: no favorece la exclusión del consentimiento previo aun
cuando la imagen de la obra tenga un carácter secundario dentro de la reproducción
de que se trate, se difunda una parte no sustancial de la misma, tenga un fin cultural
o didáctico o se promuevan para su venta como bienes raíces. La disposición se
aparta pues de la libertad que existe en la mayoría de los países de fotografiar un
edificio y publicar y distribuir su imagen sin permiso previo de su autor (…)”139.
Caso de Calatrava, contraposición de los derechos morales del autor con el carácter de
utilidad pública de la obra.
139
ESPINAL, Edwin. Op. Cit.
120
En nuestra legislación se establecen los supuestos en los que se puede explotar
válidamente una obra ajena, sin que sea estimada como una infracción, de
conformidad al artículo 30 y siguientes de la Ley No. 65-00 modificada. Sin embargo,
en el caso de las obras arquitectónicas se plantean dos limitaciones: la estudiada en el
acápite anterior y la consagrada en el artículo 43, relativo al derecho de integridad de
su obra, siendo esta última limitación analizada en el presente apartado.
Tal como plantea la licenciada Aurora Tactuk, en su artículo titulado “El uso de
creaciones ajenas”, publicado en la revista Global: “Los límites a los derechos de
exclusiva de los autores son supuestos de autorización de uso de las obras para
determinadas finalidades específicas. No obstante, el resto de las facultades que no
se vean afectadas por estos límites permanecen indemnes, de forma que tales
preceptos han de entenderse siempre sin perjuicio del derecho de autor sobre su
obra. Esto es lo que en nuestro derecho se conoce como “usos honrados”. Es decir,
que a fin de mantener un justo equilibrio entre los intereses públicos y los del autor,
las limitaciones y excepciones al derecho de este último son de interpretación
restrictiva y no podrán aplicarse en forma tal que atenten contra la explotación
normal de la obra o causen un perjuicio injustificado a los intereses del titular del
respectivo derecho”.
Para entender esta problemática, es necesario el estudio del caso Calatrava el cual ha
sido de relevante importancia en la materia, y que desarrollamos en el presente
trabajo.
El Caso Calatrava o Caso Zubi Zuri, se trata de una demanda interpuesta por el
afamado arquitecto Santiago Calatrava en defensa del derecho de integridad del
puente Zubi Zuri. En esta ocasión la demanda es contra el Ayuntamiento de Bilbao y
dos empresas que construyeron y promovieron la construcción de la obra que generó
el conflicto.
En los hechos se plantea que, es una ciudad situada al norte de España, donde el
ayuntamiento tenía el propósito de construir un puente que comunicara a una
121
población ubicada en la margen izquierda y la Alameda de Mazarredo; es por ello que
en el 1994, se contrata al arquitecto Santiago Calatrava para el diseño de la obra en
cuestión. El resultado de dicha contrata, fue el puente Zubi Zuri, en forma de arpa con
dos pasarelas peatonales, muy característico del afamado arquitecto.
Pero esta estructura no le permitía a los peatones llegar al centro de la ciudad, por lo
cual tenían que bajar del puente y posteriormente subir a Mazarredo. En la entrada del
centro se construyó un proyecto inmobiliario, diseñado por el también afamado
arquitecto Arata Isozaki y promovido por las dos empresas demandadas.
Es por ello que en 1997, se le adhirió una pasarela provisional, que le facilitara al
transeúnte poder ir al centro y al proyecto de Isozaki directamente desde el puente de
Calatrava; sin embargo, el Ayuntamiento y las dos compañías entendieron pertinente
construir una pasarela directa desde el afamado puente hasta el complejo inmobiliario.
Es por ello que el Arquitecto Calatrava interpone una demanda en justicia solicitando
al Ayuntamiento y a las dos referidas empresas que se declarase la vulneración del
derecho de integridad de su obra, que se restituyera el estado original de su obra y al
pago de una indemnización por daños morales. Así como también la publicación de la
sentencia en 4 diarios de circulación nacional y dos revistas especializadas. Y
finalmente, en caso de que no se ordenara la restitución de su obra al estado original,
solicitaba la indemnización por daños morales, ascendente al monto de 3 millones de
euros.
122
Incluso reconoció que se le había vulnerado el derecho de integridad, en tanto que se
pronunció: “El Zubi Zuri ha dejado de ser una obra que acaba en sí misma. Ahora
tiene un añadido que altera su indudable personalidad. […] se ha unido a otro objeto
que nada tienen que ver con la obra preexistente. Era un puente acabado, ligero, que
resolvía los seguramente complejos problemas de apoyo de forma imperceptible, sin
la densidad con la que otros muchos puentes de Bilbao han abordado la
comunicación entre ambas márgenes. […] Ahora se aprecia, sin embargo, que tiene
una prolongación cuya sujeción debe calificarse de rotunda: unos soportes de
hormigón de diámetro apreciable que sustentan la pasarela son la continuación de
un puente en el que los apoyos casi no se notan (…)”.
Pese a ese reconocimiento, la demanda fue desestimada por entender que aún
violentando la integridad de su obra de arquitectura, la misma no le había ocasionado
ningún perjuicio, ni un daño a su reputación. Además de lo anterior, la sentencia falló
de la forma en que lo hizo ponderando el interés colectivo o utilidad pública de la
obra en cuestión (un puente que comunicaba a dos comunidades) con los intereses
particulares de su autor. Como decía la sentencia: “La alteración se ha producido,
pero el derecho a la integridad de la obra no se ha violentado porque el autor está
obligado a sufrirla en atención al servicio público que su obra atiende” (FJ 10°
SJMER). A partir de ahí, la conclusión es inmediata “Pese a la alteración de la obra,
no se considera vulnerado el derecho a la integridad que asiste el autor conforme al
art. 14.4 LPI, por lo que se desestima la demanda”140.
140
CASAS VALLES, R. El Caso de Calatrava o Zubi Zuri. [Versión electrónica].
123
En esta sentencia se argumentaron diversos elementos de interés que ya han sido
desarrollados en este trabajo, sin embargo desarrollaremos aquellos que se relacionan
con el acápite desarrollado en esta parte, a saber:
Ya que el Ayuntamiento había seleccionado los puntos que quería conectar con el
referido puente, y estos son los mismos que la obra del arquitecto Calatrava unía. La
sentencia de primera instancia incurrió en una desnaturalización de los hechos, al
añadirle un objetivo ajeno a la obra y por anteponiendo en virtud de ello el interés
público ante los del autor.
En este caso la sentencia reprocha el comportamiento poco serio del mismo, al haber
podido demandarle al arquitecto Calatrava desde un principio realizar su obra para
que cumpliera con toda la necesidad visible de la zona, evitando su posterior
modificación.
3. Gravedad de la lesión.
124
En este caso, el Tribunal entendió, que aún cuando se lesionó la integridad de la obra
arquitectónica en cuestión y se confunde el estilo de su autor; la misma (lesión) no fue
causada en la mayor parte de su obra, por lo cual la misma sigue gozando de la
majestuosidad que la caracteriza.
Además de que en virtud del interés general que representaba la pasarela adherida a
puente de Calatrava, la misma fue respetada y no destruida, por ser necesaria a la
comunidad.
Finalmente una vez estudiado este caso es importante destacar que los arquitectos
Dominicanos, no están facultados a interponer este tipo de acciones, sólo pudiendo
limitarse a prohibir que su nombre sea asociado a la obra alterada, según el artículo 43
de nuestra Ley.
Sin embargo soy del criterio particular de que esta restricción al derecho de integridad
inherente al autor sobre su obra arquitectónica, es una discriminación con relación a la
igualdad que debe prevalecer sobre todos los creadores de obras intelectuales
protegidas por derecho de autor. En este sentido, soy del criterio que se debe velar por
que el artículo 6 bis. 1 del Convenio de Berna, el cual ratificamos, sea respetado en
todas las obras protegibles, incluyendo la del arquitecto. Y por ello estudiar cada caso
en particular, ponderando los elementos analizados en la sentencia de Calatrava,
manteniendo la modificación si es de interés general, pero indemnizando al arquitecto
por habérsele violentado su derecho exclusivo de integridad.
125
En este sentido, la tratadista argentina Delia Lipszyc establece que: “Los autores de
obras de arquitectura gozan de derechos morales y patrimoniales. En relación con
los derechos morales, pueden exigir que su nombre figure en la fachada del edificio y
en las obras relativas a este (derecho de paternidad). En cuanto al derecho a la
integridad de la obra, se trata de una cuestión muy delicada. Por un lado, es
razonable que el propietario del edificio pueda realizar algunas modificaciones de
orden práctico o técnico que sean necesarias para su utilización. Por otro lado es
igualmente razonable que el autor de la obra tenga derecho a prohibir toda
deformación, mutilación, modificación o atentado a la misma que resulten
perjudiciales a su honor o reputación. Igualmente razonable es que si a pesar de la
prohibición del autor de la obra o sin su consentimiento se ejecuta la modificación o
atentado, la persona responsable puede ser obligada, según las circunstancias, a
restablecer las cosas a su estado anterior o bien a indemnizar los daños. En este
último supuesto, el autor tiene derecho a exigir que su nombre se desvincule de la
obra. Lo decisivo de la cuestión residirá en la relación que exista entre el carácter y
la entidad de las modificaciones y el derecho de autor a la integridad de la obra”141.
Se destaca la sentencia No. 153, de fecha 11 de Mayo del año 2011, dictada por la
Suprema Corte de justicia, contra la sentencia No. 645-2008 de fecha 7 de noviembre
del 2008, dictada por la Segunda Sala de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de
Apelación del Distrito Nacional. En la cual se condenó a la Lotería Nacional, a la
Secretaría de Estado de Hacienda y al Estado Dominicano, a pagar solidariamente la
suma de 5 millones a favor del señor Fernando Silvestre Lemoine, como justa
reparación de los daños y perjuicios que este sufrió, como consecuencia de la
destrucción, sin autorización, de una obra de su autoría denominada “Por Ellos”.
141
LIPSZYC, Delia. Cit. Sentencia C-871/10, de fecha 4 de noviembre del 2010, dictada por la Sala Plena
de la Corte Constitucional, Bogotá, Colombia.
126
del propietario de ejercer las prerrogativas propias del derecho de propiedad del que
es titular”.
A que finalmente la Suprema casó con envío la sentencia en cuestión, sin embargo
adoptó el siguiente criterio: “en nuestro sistema jurídico el derecho de propiedad se
impone, gracias al reconocimiento de un poder de disponibilidad total y absoluto
sobre el bien, sobre el derecho moral del autor, cediendo éste su lugar ante el
legítimo nacimiento del derecho de propiedad, cuando sea necesario a los fines de
una normal realización de los intereses que típicamente son protegidos por dicho
derecho, tal como el evitar el deterioro del inmueble que se produce a consecuencia
de las inclemencias climáticas y del paso del tiempo, como aconteció en la especie;
no así cuando el propietario quiere destruir la obra de manera arbitraria y sin
justificación alguna”.
Este criterio se torna un tanto ambiguo, puesto que la Suprema no toma en cuenta lo
establecido por la Ley No. 65-00, y en cambio plantea ciertos criterios, que en caso de
haber sido probados por el autor, hubieran resultado en una sentencia a su favor.
Cabe destacar, que la sentencia citada No. C-871/10, dictada por la Sala Plena de la
Corte Constitucional de Colombia, se adopta un criterio similar al consagrado por
nuestra Suprema Corte, ya que entiende: “En relación con la normal explotación de
la obra, la Corte advierte que dada la naturaleza de la creación arquitectónica es
corriente que su explotación por parte del autor se agote una vez proyectado,
diseñado y construido el bien mueble. En efecto, la labor de creación del arquitecto
no tiene vocación de propiedad sobre la construcción. Por lo tanto, en principio, la
127
explotación normal de la obra arquitectónica se circunscribe por parte del arquitecto
al trabajo como creador de una obra bidimensional o tridimensional y por parte del
titular a la explotación de los derechos patrimoniales, incluido el de transformación.
Es precisamente, esa naturaleza especial de la obra arquitectónica donde cobra
sentido la limitación propuesta por el legislador. Esto, entendiendo que se protege al
arquitecto en tanto autor de la obra y de forma simultánea se garantiza el ejercicio
del derecho de propiedad del destinatario de la construcción”.
RECOMENDACIONES
128
Entiendo que existen ciertas necesidades de regulación y de posturas firmes por parte
del legislador en la materia. Es evidente, que con el desarrollo económico de la
sociedad el campo de la construcción será afectado positivamente, por lo que la
actividad creadora de los arquitectos e ingenieros será demandada masivamente. Es
este sentido, se le debe garantizar a este grupo de profesionales una mayor seguridad
y eficacia a la hora de sus obras ser protegidas, en favor de sus derechos exclusivos
que le son reconocidos por la legislación.
Como dijo el célebre Winston Churchill: “Nosotros damos forma a los edificios y
después ellos nos dan forma a nosotros”. Desde sus inicios, la necesidad inherente
del ser humano de cobijarse, ha incentivado el desarrollo de impresionantes obras de
arquitectura, que además de sus características de funcionalidad, han permitido el
desarrollo del acervo cultural e incluso han aportado al crecimiento de la economía, a
través del turismo que es atraído por estas majestuosas creaciones del hombre.
Pero pareciera, que en estas líneas sólo se le está dando el crédito a la obra edificada,
sin embargo, como pudimos constatar en páginas anteriores, estas obras cuentan con
una modalidad gráfica sujeta a la misma protección e independiente de la obra
edificada, bajos los requisitos ponderados.
129
9. La biblioteca Nacional (Minsk, Bielorrusia).
10. Grand Lisboa (Macao, Región Administrativa Especial de China).
Estas son sólo una muestra de la gran diversidad de obras creativas en materia de
Arquitectura, y que si no se establece una apropiada regulación, se desmotivarán estos
profesionales.
Este código, busca establecer las regulaciones pertinentes en derecho de autor que
protejan tanto a los arquitectos, como a sus causahabientes. Este tipo de cuerpos
normativos es importante adoptarlos en nuestro país, en virtud de las situaciones
controvertidas estudiadas en páginas anteriores.
130
De esta forma, se le reconoce una vía de acción alternativa al arquitecto, con lo cual
se obtiene los siguientes beneficios:
CONCLUSION
131
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) adopta la concepción de
obras arquitectónicas como sujetos de propiedad intelectual, siempre que las mismas
reúnan los requisitos constitutivos inherentes a toda creación intelectual protegible por
derechos autorales.
Y es que este tipo de obras, presentan un caso suis generis con respecto a las demás,
en virtud de: la dualidad en las que se puede presentar, a la atribución de titularidad de
la misma y a la contraposición de derechos fundamentales; ya explicados
ampliamente en páginas anteriores.
132
elementos constitutivos: Originalidad, carácter artístico y ser susceptible de ser
reproducida, por cualquier medio o reproducción.
Por otro lado, estas obras son susceptibles de violaciones recurrentes, cuando las
mismas son edificadas e incluso en su modalidad gráfica. De ahí que es necesario,
consagrar de manera definitiva y específica la figura del plagio arquitectónico en
nuestra normativa autoral. Ya que, aunque existen ciertos articulados que de una
manera indirecta adoptan esta figura, los mismos son muy generales y debe
especializarse en este tipo de obras, dada la relevancia de las mismas, tanto para su
autor, como para el desarrollo de la economía del país.
133
de demandar en daños y perjuicios a favor del arquitecto, toda vez que dicha
modificación reúna los requisitos explicados en el presente trabajo.
Finalmente, se hizo un análisis exhaustivo de las diferentes vías de derecho de las que
goza el arquitecto para demandar la violación de sus derechos autorales, sobre su
creación, tomando como base el artículo 168 de la ley No. 65-00, sobre Derechos de
Autor. Las mismas son la vía administrativa, y las acciones penales y civiles, por ante
las jurisdicciones correspondientes.
Sin embargo, en este último apartado, aunque lo adopta de manera muy sucinta,
somos del criterio de que los procedimientos arbitrales, también aportan una
alternativa más eficiente y rápida, para encontrarle soluciones adecuadas a los
conflictos denunciados.
BIBLIOGRAFIA
Legislación.
134
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Tratados Internacionales.
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135
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137
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Nacional.
Sentencia No. 153, de fecha 11 de Mayo del año 2011, dictada por la Suprema Corte
de justicia.
Doctrina.
138
ARCO TORRES, Miguel Ángel y PONS GONZALEZ, Manual, Derecho de la
Construcción, aspectos administrativos y civiles, Granada, 2006, Editorial Comares,
S.L.
Recopilaciones.
139
CASAS VALLES, R. El Caso de Calatrava o Zubi Zuri. [Versión electrónica].
140
MIRELES DÍAZ Y BLANCO CASTILLO. (2000). El derecho de autor en la obra
realizada por encargo y en la obra del asalariado. Memoria para optar al título de
Magister en Derecho Empresarial Legislación Económica, Facultad de Ciencias
Sociales y Administrativas, Departamento de Ciencias Jurídicas, Pontífice
Universidad Católica Madre y Maestra, Santo Domingo, República Dominicana.
141
VERBAUWHEDE, L. Problemas jurídicos que plantea tomar o utilizar fotografías de
marcas, personas y material protegido por derecho de autor. [Versión electrónica].
ANEXO
142