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Cabala - La Torah Codigos Secretos
Cabala - La Torah Codigos Secretos
Shekinah de Yahwéh es encubrir un asunto, pero honra del rey es escudriñarlo. Proverbios 25:2
Hace poco, investigadores en Israel descubrieron un fenómeno asombroso de código ocultos tras
el texto hebreo del Antiguo Testamento que revelan un sorprendente conocimiento de eventos
futuros y personalidades que no pueden explicarse, a no ser que Yahué haya inspirado a los
escritores a registrar precisamente Sus palabras. El material en este capítulo quizá es la evidencia
más importante que presentaré en este libro que probará a cualquier observador imparcial que las
Escrituras son verdaderamente inspiradas por Yahué.
El rabino Mijael Dov Weissmandl, brillante erudito judío-checoslovaco en astronomía,
matemática, y estudios hebreos, encontró una oscura referencia en un libro de un rabino del siglo
catorce conocido como Rabbeynu Bachayah que describía un patrón de cartas codificadas en la
Torah. Este descubrimiento durante los años previos a la Primera Guerra Mundial inspiraron al
rabino Weissmandl a comenzar a explorar otros ejemplos de códigos escritos tras la Torah.
Durante los años de la guerra encontró que podía localizar ciertas palabras significativas o frases,
como martillo y yunque, si examinaba las letras en secuencias separadas por espacios
equidistantes en el texto hebreo. En otras palabras, si encontraba la primera letra de una palabra
significativa como Torah, y entonces, al saltar siete letras encontraba la segunda letra de la
palabra Torah, seguía saltando la misma cantidad de letras para ver si completaban o no la
palabra Torah en intervalos similares. El Rabí Weissmandl describió este fenómeno como;
secuencias de letras equidistantes; (S.L.E). El rabino se sorprendió al encontrar que una increíble
cantidad de palabras significativas estaban ocultas en código dentro del texto de la Torah en
intervalos equidistantes. Estos intervalos entre las letras significativas tenían muchas variaciones.
Sin embargo, una vez que encontraban una palabra deletreada, vamos a decir, cada 22 letras, el
resto de las letras de las palabras en este grupo también estaban separadas a intervalos de 22
letras.
Al principio, el rabino Weissmandl no podía estar seguro si este fenómeno era en verdad
significativo o si simplemente se debía a la gran cantidad de posibles combinaciones de palabras
y frases que podrían ocurrir al azar saltando varios intervalos de letras en el texto hebreo. La
prueba de que este fenómeno era evidencia de una inteligencia y un diseño sobrenatural fue
confirmada casi 40 años después en Israel. La invención de computadoras sofisticadas y el
análisis estadístico por fin pudieron analizar el texto de la S.S.E.E. para probar que estos códigos
no eran capaces de producirse de modo fortuito. Aunque el rabino Weissmandl encontró muchos
nombres codificados simplemente mediante el conteo manual de las letras en el texto, no registró
sus descubrimientos por escrito. Afortunadamente, algunos de sus estudiantes registraron varios
ejemplos de los descubrimientos codificados. A través de las siguientes décadas los estudiantes
en Israel que habían oído acerca de su investigación comenzaron a escudriñar la Torah por sí
mismos para determinar sí, esos códigos existían o no. En definitiva sus descubrimientos
llevaron a los estudios de investigaciones de la Universidad Hebrea que probaron la validez de
esta averiguación. La introducción de estas computadoras de alta velocidad les permitió a los
eruditos judíos en la Universidad Hebrea explorar el texto de la Torah de forma tal que
generaciones anteriores solo podían soñarlo.
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Secuencias de letras equidistantes
Un grupo de eruditos judíos dedicados en Israel, continuando la investigación del rabino
Weissmandl, encontró otros códigos insertados en el texto de la Torah. Una monografía llamada
Equidistant Letter Sequences in the Book of Genesis [Secuencias de letras equidistantes en el
Libro de Génesis], se publicó en 1988 en Journal of the Royal Statistical Society [Revista de la
sociedad real de estadísticas]. Esta revista académica es una de las publicaciones matemáticas y
científicas más prominentes del mundo. El estudio fue completado por Doron Witztum, Yoav
Rosenberg, y Eliyahu Rips en el Colegio de Tecnología de Jerusalén de la Universidad Hebrea.
Recientemente se volvió a publicar este estudio en otras revistas respetadas, incluyendo Bible
Review, octubre de 1995, y en Internet. El descubrimiento de complejos códigos hebreos que
revelan conocimiento sobrenatural y profético acerca del futuro está causando tremenda
consternación en la comunidad académica ya que reta las creencias sostenidas por los
intelectuales liberales que casi siempre rechazan la inspiración verbal de la S.S.E.E.. Este
descubrimiento científico tiene consecuencias estremecedoras porque revela un nivel asombroso
de diseño matemático e inteligencia que solo pudo producir una mente sobrenatural,
proveyendo sólida prueba matemática de que la S.S.E.E. en verdad fue inspirada por Yahué. La
increíble información destruye para siempre la falsa afirmación de los estudiosos liberales y los
escépticos de que la S.S.E.E. fue escrita y editada por hombres que no eran inspirados y que está
llena de errores y contradicciones. A pesar del hecho de que varios eruditos y científicos
intentaron retar la validez de esta investigación de la Torah, no se ha refutado la evidencia.
Ishumshija mismo, afirmó que las cartas que componían las Escrituras eran directamente
inspiradas por Yahué y fueron preservadas en su orden preciso a través de la eternidad. Porque
de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley
hasta que todo se haya cumplido; (Mateo 5.18). El , vocablo castellano jota es nuestra traducción
de la palabra griega iota, la letra griega i. Esta iota es el equivalente griego del término hebreo
yod, que es la palabra más corta del alfabeto griego. La palabra tilde es keraia en griego, que
deriva del símbolo gramatical hebreo más corto. Ishumshija declaró que hasta la más pequeña de
las letras y marcas gramaticales en el texto original de la S.S.E.E. fueron directamente inspirados
por Yahué. Esta fascinante declaración de Ishú acerca de las Escrituras ha sido confirmada dos
mil años después mediante un análisis minucioso del texto bíblico hebreo a través de
matemáticos y científicos de computación en Israel. Estos investigadores se sorprendieron por
completo al descubrir que cada letra de la Torah encaja en un complicado tapiz de asombrosa
precisión matemática. En relación a esto debemos recordar las incitadoras palabras en Proverbios
25.2: Shekinah de Yahué es encubrir un asunto pero honra del rey es escudriñarlo;. , Este
fenómeno de los códigos hebreos fue colocado tras el texto hebreo de la S.S.E.E. hace miles de
años. Sin embargo, Yahué lo escondió con éxito hasta nuestra generación. Muchos de estos
códigos no podían descubrirse mediante la evaluación manual del texto. La invención de
computadoras de alta velocidad, desarrolladas en los últimos veinte años, capacitó a los
investigadores para que examinaran cada factible combinación que ocurriera en cientos de
posibles intervalos (desde cada segunda letra hasta cada 500, por ejemplo) a través de millones
de letras hebreas en el antiguo Testamento. Sin embargo, una vez detectadas por el programa de
computadoras, cualquiera puede verificar particularmente la existencia del código contando en
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forma manual las letras para ver que se deletrea un nombre en particular saltando las letras o los
números apropiados.
LA S.S.E.E. F U E E S C R I T A E N H E B R E O S I N S I G N O S D E P U N T U A CION
Para entender esta oración, la separamos en los lugares apropiados:
LA S.S.E.E. FUE ESCRITA EN HEBREO SIN SIGNOS DE PUNTUACIÓN
Hay una curiosa tradición en los escritos de los antiguos sabios que afirma que Moisés vio por
vez primera las letras hebreas de la Torah reveladas en su visión en el Monte Sinaí como una
oración continua, sin espacios entre las letras, compuesta de letras de fuego negro que
aparecieron sobre un trasfondo de fuego blanco. Los sabios redactaron que Moisés escribió estas
letras reveladas divinamente una a una en los cinco libros de la Ley la Torah, mientras ,
registraba los mandamientos de Yahué para Israel. En su experimento inicial, reportado en su
monografía de 1988, los científicos eligieron arbitrariamente trescientos pares de palabras
hebreas relacionadas de manera lógica por su significado, como martillo y yunque, o árbol y
hoja, un hombre o mujer. Le pidieron al programa de la computadora que localizara esos pares
de palabras en el texto de Génesis. Una vez que la computadora encontró la primera letra en
hebreo para "martillo", buscaría la segunda letra en varios intervalos o espacios entre las letras.
Si el programa no podía localizar la segunda letra de la palabra asignada como "martillo" luego
de la primera letra en un intervalo de dos espacios, buscaría a un intervalo de tres espacios, de
cuatro, etc. Una vez que localizaba la segunda letra en, vamos a decir, un intervalo de doce
espacios, buscaría la tercera en el mismo intervalo de doce espacios, y así por el estilo a través de
todas las 78,064 letras hebreas que aparecen en Génesis. La computadora también buscó palabras
codificadas revisando de atrás hacia adelante. Como la computadora puede escrutar millones de
cálculos cada segundo, los científicos podrían examinar con rapidez cada cuarta, quinta, sexta o
séptima letra, por ejemplo. Las sofisticadas computadoras podrían examinar cada una de las
millones de posibles combinaciones para descubrir palabras codificadas que ningún humano
pudo encontrar manualmente, incluyendo términos como Hitler, Berlín y Sadat. Luego de que el
programa examinara el texto para cada uno de los trescientos pares de palabras, los
investigadores se sorprendieron al percatarse de que localizaron cada par de vocablos en Génesis
muy cercanos entre sí. Como son matemáticos expertos en estadísticas es natural que se
asombraran porque sabían que la construcción de un patrón tan complejo y minucioso tras la
apariencia de un texto, como Génesis, que contaba la historia del pueblo judío, era humanamente
imposible. Luego de calcular las probabilidades de que este fenómeno ocurriera al azar,
publicaron sus cálculos en su revista científica. Las posibilidades contrarías a la aparición
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fortuita de estos trescientos pares de palabras en el texto de Génesis son menos de una en
cincuenta cuatrillones. Para expresar este número de otra manera, se vería algo como esto: Una
en 50,000,000,000,000,000! Otra manera de expresar esta probabilidad es que las posibilidades
en contra de que este fenómeno sucediera al azar son una en cincuenta mil trillones. La mayoría
de las publicaciones científicas consideran un resultado experimental como algo significativo si
excede la probabilidad de uno en veinte.
En definitiva, solo una inteligencia sobrenatural, que excede en mucho nuestra capacidad
humana, pudo haber producido el patrón de palabras secretas en código encontrado en la Biblia.
Más sorpresas
A medida que estudiaron este patrón los científicos descubrieron que muchas de las palabras
codificadas describían eventos futuros y personalidades en la historia humana, desde la
antigüedad hasta hoy. Cuando buscaron la serie de letras hebreas en Génesis 1:1, contaron hacia
adelante cuarenta y nueve caracteres a partir de la letra "Tav", la primera del término hebreo
Torah encontrando una segunda letra en la palabra. Al saltar otras 49 letras encontraron la tercera
de la palabra Torah. Increíblemente, esta palabra se deletrea usando cada cincuentava letra del
texto.
Para sorpresa suya encontraron que los versículos iniciales de Éxodo, el segundo libro de la
S.S.E.E., contenían la misma palabra Torah, una vez más deletreada en los mismos intervalos de
50 letras comenzando con la primera aparición de la letra Sin embargo, cuando examinaron los
versículos iniciales del tercer libro de la S.S.E.E., Levítico, no encontraron es a palabra
codificada. No obstante descubrieron que se deletreaba la palabra Yahué cuando saltaban cada
octava letra a partir de la primera yod que aparecía en el libro.
Al examinar los versículos iniciales de Números y Deuteronomio, cuarto y quinto libros de la
S.S.E.E., los científicos nuevamente encontraron que estaba codificada la palabra Torah. En el
Libro de Números, se deletrea la palabra Torah al revés a un intervalo de 50 letras. Sin embargo,
para sorpresa suya, aunque se halló que la palabra se deletreaba al revés en el Libro de
Deuteronomio, aparecía a un intervalo de 49 letras comenzando con el quinto versículo del libro.
Los matemáticos calcularon que las probabilidades de que la palabra Torah fuera codificada al
azar entre los versículos iniciales de los primeros cinco libros de la S.S.E.E., eran más de una en
tres millones. Los estudiantes bíblicos saben que el número cincuenta es muy significativo en la
Escritura. Por ejemplo, Yahué le ordenó a Israel que liberara a sus esclavos y regresaran las
tierras de las familias que habían hecho pacto de préstamo en el cincuentavo año del Jubileo.
Además, la S.S.E.E. revela que la Ley misma, la Torah, fue presentada al pueblo judío en el
Monte Sinaí por Yahué precisamente 50 días después de su milagroso Éxodo de Egipto.
Estas palabras codificadas están entrelazadas en patrones complejos en intervalos equidistantes
del texto que pueden leerse al derecho y al revés. Los científicos se percataron de que estas letras
codificadas formaban palabras y asociaciones de tal complejidad y diseño que es absolutamente
imposible que los patrones hayan ocurrido al azar. Es fascinante observar que la palabra clave
"Edén", se codifica dieciséis veces dentro del relativamente breve pasaje de Génesis 2.410 que
solo tiene 379 letras hebreas acerca del Huerto de Edén. Las posibilidades contrarías a la
presencia fortuita de dieciséis términos "Edén", en un pasaje tan breve es una en diez mil. Otra
característica fascinante de este fenómeno se encontró en Génesis 2, que habla del Huerto de
Edén. Los científicos encontraron veinticinco diferentes nombres hebreos de árboles codificados
en el texto de este capítulo. Las leyes de la probabilidad indican que las posibilidades contra esto
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son una en cien mil (Profesor Daniel Michelson, Codes in the Torah [Códigos en la Torah]).
Se descubrieron miles de patrones detallados y precisos, y códigos como estos ocultos en el texto
hebreo de las antiguas Escrituras. Los estadísticos de las ciencias matemáticas y de la
computación, luego de análisis exhaustivos, concluyeron que este patrón de palabras codificadas
no pudo ocurrir al azar ni un escritor humano producirlo a sabiendas. Su conclusión es que
solamente una inteligencia divina pudo dirigir a Moisés para que hace miles de años registrara
este texto preciso que contiene códigos tan complejos.
Adolfo Hitler los nazis y los campos de concentración fueron profetizados en la S.S.E.E.
Verdaderamente uno de los descubrimientos de códigos ocultos más increíbles es el de las
palabras Hitler, nazis; y nombres de varios de los campos de concentración insertados en el texto
del Libro de Deuteronomio : "Porque "YHWH" vuestro Yahué es Yahué de Trioses, y Señor de
señores, Yahué grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho;
que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también el extranjero dándole pan y vestido.
Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. A "YHWH" tu
Yahué temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás. Él es el objeto de tu
alabanza, y él es tu Yahué, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han
visto. Con setenta personas descendieron tus padres a Egipto, y ahora "YHWH" te ha hecho
como las estrellas del cielo en multitud" (Deuteronomio 10.17-22). El texto hebreo de este pasaje
en Deuteronomio 10.17-22 lee de la siguiente manera. La palabra Hitler; היטלרen hebreo se
deletrea en un intervalo de veintidós letras.
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Hitler = ה י ט ל ר
כ י י _ ו ה א _ ה י כ ם ה ו א א _ ה י ה א _ ה י ם ר א _ נ י ה א _ נ י ם17
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han preguntado por qué las profecías de la S.S.E.E. no dicen nada sobre el peor evento en la
historia del pueblo elegido de Yahué, el Holocausto. Ahora podemos ver que Yahué incluyó
estas palabras codificadas bajo el texto de la S.S.E.E. describiendo este terrible tiempo de
persecución.
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embargo, el respetado matemático, profesor Kazhdan de la Universidad de Harvard, y sus
colegas científicos de otras universidades, incluyendo a Yale y la Universidad Hebrea en
Jerusalén, han confirmado que esta es una "investigación seria realizada por investigadores
serios". Estos reconocidos expertos en matemáticas escribieron una carta confirmando el valor de
esta investigación en la introducción a un reciente libro israelita acerca de este fenómeno
llamado Maymad Hanosaf La dimensión añadida], escrito por el profesor Doron Witztum del
Colegio de Tecnología de Jerusalén. El profesor Witztum es el principal investigador de estos
códigos de la Torah. Estos científicos, conscientes de que este descubrimiento es sumamente
controversial en el mundo académico actual, promovieron más investigación sobre el fenómeno
y declararon que "los resultados son lo suficientemente sorprendentes como para merecer una
amplia audiencia". En vista de su reconocida actitud de rechazo a la inspiración de la S.S.E.E. y
lo sobrenatural, su declaración es un poderoso apoyo a la legitimidad del fenómeno. Uno de los
experimentos más interesantes examinó el texto de Génesis 38, que describe la historia de Judá y
su nuera Tamar, que dio a luz a dos hijos, Fares y Zara. El Libro de Rut nos dice que el rey
David, el más grande de Israel, descendía de Fares de esta manera: Fares fue ancestro de Booz,
que se casó con Rut y dio a luz a Obed, el padre de Isaí, que a su vez fue padre del rey David. Se
codificaron cada uno de los cinco nombres hebreos de estos ancestros del rey David en intervalos
de 49 letras, escondidos entre el texto de Génesis38 . Increíblemente, estos cinco nombres
también aparecieron en el orden cronológico correcto tal y como se registra en la S.S.E.E.. Los
estadísticos calcularon que las probabilidades contra la presencia fortuita de estos cinco nombres
en este pasaje en el exacto orden cronológico en que vivieron, son más de una en 800,000.
También examinaron el texto de Génesis 28 sobre la visión de Jacob de la escalera al cielo, que
recibió en el Monte Moriah, el "lugar de Yahué". Los científicos encontraron las palabras clave,
"Templo" y "Torah", codificadas en intervalos de 26 caracteres en una secuencia continua de
nueve letras hebreas. El que estas dos palabras significativas ocurran secuencialmente en un
pasaje bíblico declarando que "esta no es sino la casa de Yahué", y "esta es la puerta al cielo" es
extraordinario.
Los investigadores calcularon que la probabilidad de que estas palabras clave ocurrieran al azar
en este pasaje que trata del "lugar de Yahué" era menos de una en 17 miles de millones.
En otro análisis, examinaron el primer capítulo de Levítico, que registra las leyes de Yahué
relacionadas con el sacerdocio de Aarón, el sumo sacerdote de Israel. Encontraron el nombre
hebreo "Aarón" codificado veinticinco veces en este capítulo, sin contar las cuatro ocasiones en
las que aparece la palabra Aarón en el texto normal. Las probabilidades en contra de esto son
más de una en 400,000.
Los científicos que han estudiado estos resultados declaran que ningún humano pudo crear un
documento hebreo que tuviera cientos de palabras significativas codificadas entre su texto.
Concluyeron que sería imposible reproducir este fenómeno en un texto hebreo ni siquiera
contando con la ayuda de brillantes genios lingüísticos, o con la asistencia de las computadoras
más sofisticadas del mundo. Más aún, es imposible considerar el conocimiento profético de
futuras personalidades y acontecimientos presente en estos códigos. La conclusión lógica e
irrefutable es que Yahué inspiró a Moisés para que registrara los términos hebreos precisos en las
palabras de la Torah. Además de demostrar que el texto de la Torah fue dictado por Yahué, esta
evidencia de este maravilloso diseño destruye la falsa teoría de los escépticos de que el Libro de
Génesis fue creado por diferentes editores; que entretejieron varios textos diversos siglos después
de la vida de Moisés. Solo una mente sobrenatural pudo haber impuesto este maravilloso
complejo diseño en estos cinco libros de la Ley. Solo Yahué pudo diseñar el texto de la Torah.
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Hace poco los investigadores descubrieron códigos similares a través del antiguo Testamento.
Como revelaré luego en otro capítulo, Yahué proveyó evidencia igualmente obligatoria en el
texto del Nuevo Testamento probando que también inspiró a los escritores para que registraran
Sus palabras exactas a Su Iglesia.
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Naturalmente, luego de que apareciera este artículo acerca de la divina autoridad en Bible
Review, casi hubo un asalto epistolar al editor en las siguientes ediciones mensuales, atacando el
artículo de la manera más fuerte. La mayoría de las cartas críticas repudió el fenómeno de
inmediato sin considerar con seriedad la información científica que se presentaba. Varios críticos
atacaron el argumento y la información del autor de maneras que mostraban que no entendieron
el método estadístico usado para detectar los códigos hebreos o no entendían la rigurosa
metodología que eliminaba la posibilidad de que este fenómeno hubiera ocurrido fortuitamente.
Luego de que su investigación fuera publicada en Bible Review, en noviembre de 1995, el
investigador original, el Dr. Jeffrey Satinover, respondió a los críticos que retaron su aseveración
de que un patrón de elaboradas y significativas palabras estaba codificado entre el texto de la
Torah. El Dr. Satinover replicó a sus críticos diciendo: "La firmeza de los hallazgos de los
códigos de la Torah se deriva del rigor de la investigación". Para ser publicado en una revista
como Statistical Science, tuvo que sobrepasar, sin tropiezo, una serie sumamente larga a través
de controles manejada por algunos de los más reconocidos estadísticos del mundo. Por eso los
resultados fueron triplemente excepcionales : en lo extraordinario de lo hallado. en el estricto
escrutinio que tuvo que enfrentar lo encontrado; y en las excepcionalmente pequeñas
probabilidades (menos de una en 62,500) de que fueran fortuitas. Otras afirmaciones asombrosas
acerca de la S.S.E.E., Shakespeare, etc., jamás se han acercado a esta clase de rigor, y por lo
tanto jamás llegan siquiera a ser publicadas en un medio reseñado por colegas y estrictamente
científico. El editor de Statistical Science, que es escéptico, retó a los lectores a encontrar una
falta: aunque muchos han tratado, ninguno ha tenido éxito. Por lo tanto, todas las preguntas
"importantes" que hicieran los lectores de Bible Review, y otras más sofisticadas, ya las hicieron
los críticos profesionales y recibieron respuesta exhaustiva a través de la investigación.
Las respuestas completas y convincentes, siquiera a las críticas iniciales, pueden llegar a ser
bastante técnicas. (Bible Review, noviembre de 1995).
Algunos críticos sugieren que los científicos israelitas simplemente jugaron con el programa de
computación lo suficiente como para lograr hacerlo fortuito. Este reparo presenta la importante
objeción de que podrían haber varias fallas ocultas; que no han sido reportadas, un problema
común en la mayoría de las investigaciones científicas contemporáneas. Para prevenir esto, los
observadores editoriales analizaron su información examinando un grupo completamente nuevo
de personalidades elegidas en forma exclusiva por los jueces editoriales de la revista Statistical
Journal, a saber los 66 sabios judíos más famosos. Los resultados que cité anteriormente en este
capítulo se basan en este grupo de individuos elegidos por esos jueces. Además, los jueces
señalados por Statistical Journal, analizaron los programas de computadoras para determinar si
eran válidos y de diseño neutral.
Hay que recordar que el texto autorizado de los cinco libros de la Torah fue publicado hace años
en programas de computadoras que tienen amplia difusión y en textos impresos. Estos textos no
pueden modificarse. Es más, a raíz de la venta y producción de los fascinantes programas de
computadora de los "Códigos de la Torah" que ahora están disponibles en EE.UU., cualquiera
con una computadora y mucho tiempo puede verificar personalmente la existencia de estos
códigos tras el texto de las Escrituras. Durante largas horas de evaluación verifiqué
particularmente, usando los programas de computación que adquirí hace años en Jerusalén
cuando esta investigación apenas comenzaba, la presencia de estos fascinantes patrones de
códigos ocultos.
El profesor Harold Gans, un investigador experimentado que examinó códigos sofisticados de
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inteligencia extranjera para el ejército estadounidense, confirmó públicamente la existencia de
estos códigos tal y como se reportó en Statistical Journal, mediante el uso de técnicas analíticas
avanzadas y su sofisticado programa de computación. El Dr. Gans es un matemático brillante
que ha publicado ciento ochenta trabajos técnicos. Gans se enteró de este descubrimiento de
palabras codificadas ocultas entre el texto de la Torah por el profesor Witztum. Sin embargo,
como escéptico, al principio pensó que las afirmaciones eran "ridículas". A diferencia de muchos
lectores , como especialista de servicios de inteligencia que conocía Códigos complejos y
computadoras, Gans tenía la habilidad técnica para probar las afirmaciones y la información por
sí mismo. En 1989 creó un complejo y original programa de computación en su equipo para
verificar la información de Witztum. Durante diecinueve días corridos, Gans permitió que su
programa examinara todas las posibles variaciones y combinaciones en las 78,064 caracteres
hebreos en el Libro de Génesis. El programa de computadora del Dr. Gans verificó cientos de
miles de posibles combinaciones de letras a diferentes intervalos. Finalmente, Gans concluyó que
estos códigos de la Torah realmente existían y que no pudieron ocurrir fortuitamente o por
diseño humano. Confirmó la absoluta precisión de las conclusiones del Dr. Witztum. Como
resultado de sus descubrimientos, ahora el profesor Gans enseña clases en sinagogas a través del
mundo acerca de la increíble evidencia que prueba la autoría divina de la S.S.E.E.. Un estudio
posterior examinó la información sobre los 66 sabios hebreos durante los últimos dos mil años.
Increíblemente, el estudio del Dr. Harold Gans encontró que el texto de Génesis también
revelaba los nombres codificados de las ciudades en donde cada uno de esos sabios nacieron. El
profesor Witztum produjo un nuevo documento científico sobre esta nueva información referente
a las ciudades de los sabios, que probó que las posibilidades opuestas a esto eran una en 250
millones. En respuesta a la afirmación de que este fenómeno es resultado del azar, el equipo
científico determinó que las probabilidades contrarías a que el código más sencillo ocurriera
fortuitamente es solo una en 62,500. Sin embargo, cuando examinamos los patrones más
complejos mencionados en este capítulo, las probabilidades exceden mucho a una en miles de
millones de que ocurriera al azar. Puedo asegurarle que en el futuro se revelarán muchos
ejemplos adicionales de este fenómeno descubierto recientemente. ora muchos científicos de
otras universidades y laboratorios están realizando investigaciones cuidadosas que confirman la
esencia sobrenatural del fenómeno .
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miles de años, entonces Yahué recibe la Shekinah y no los humanos. Aunque este
descubrimiento prueba que algunos sucesos futuros fueron codificados por Yahué en el texto de
la Torah, debemos esperar a que el futuro se convierta en pasado antes de encontrarlo. También
es importante recordar que, aunque el fenómeno de los códigos ocultos es estadísticamente
poderoso, todavía es relativamente débil. La proximidad de los pares de palabras en el texto
hebreo solo se define en términos estadísticos. Además, el fenómeno de pares de palabras
aparece solo cuando examinamos una amplia variedad de ejemplos que revelan una proximidad
mucho más laxa de la que se esperaría si ocurriera fortuitamente. Otro punto importante a señalar
es que estos códigos hebreos no contienen mensajes ocultos de naturaleza teológica o doctrinal.
Este fenómeno no tiene nada que ver con numerología. No hay mensajes secretos en las claras
palabras de las Escrituras. Sin embargo, el descubrimiento durante el transcurso de nuestras
vidas de estos increíbles códigos revela nombres y sucesos que proveen una prueba maravillosa
para una humanidad escéptica de que Yahué en verdad inspiró a los escritores bíblicos para que
registraran Su mensaje a la humanidad. El fenómeno de los códigos de la Torah ahora es
presentado a grupos y sinagogas judías a través de los EE.UU. e Israel por un grupo llamado
Seminario del descubrimiento;, auspiciado por el Colegio de Estudios Judíos Aish HaTorah. Este
grupo fue creado en Israel por varios científicos, matemáticos y eruditos judíos. Además de las
presentaciones en Israel, Aish HaTorah ha adaptado el material al inglés capacitando sus equipos
para compartir esta fascinante información con audiencias judías a través del mundo, mostrando
la inspiración divina y la autoridad de la Torah. Muchas personas me dicen que numerosos judíos
agnósticos han regresado a sus raíces religiosas en el judaísmo ortodoxo como resultado de su
exposición a esta increíble evidencia de la inspiración de Yahué de las Escrituras como se ha
discutido en este capítulo.
Las implicaciones
Aun aquellos eruditos filosóficamente opuestos a Yahué y a la inspiración de la S.S.E.E. están
anonadados por esta investigación. A pesar de los muchos argumentos y retos la información
todavía sigue incontestable. Las revistas científicas seculares han declarado que el fenómeno es
real y no el resultado de fraude o error de computadoras. La simple verdad es que este fenómeno
no pudo ocurrir fortuitamente. Ni un grupo de brillantes científicos, ni siquiera con
supercomputadoras a su disposición, podría producir este asombroso desenlace de codificar un
enorme grupo de nombres significativos tras la superfície del texto de la Torah. Las
probabilidades contra la presencia fortuita de estos códigos bíblicos es de una en varios miles de
millones. Para aquellos que ignoran estas probabilidades y sugieran que no son tan
impresionantes, considere esta equivalencia. Imagínese que alguien lo vendara y pusiera frente a
usted una montaña de mil millones de píldoras llenas de cianuro. En todo el montón de píldoras
solo hay una que contiene azúcar. ¿Se tragaría una píldora al azar si supiera que solamente una
entre billones era de azúcar mientras el resto llevaría a una muerte instantánea por
envenenamiento por cianuro? Obviamente, nadie en sus cabales aceptaría por casualidad una
probabilidad, en mil millones, de que la píldora que elija llevara a una muerte instantánea. Sin
embargo, todos los días millones de mujeres y hombres arriesgan sus almas eternas al rechazar
esta abrumadora evidencia de que la S.S.E.E. es verdadera y de que debemos aceptar al Meshija
como Salvador o enfrentar una eternidad en el infierno. La codificación de estos complejos y
proféticos mensajes entre el texto de la Torah superaría las destrezas de cualquier grupo de
escritores humanos. Como la evidencia de que los cinco libros de Moisés fueron escritos hace
más de tres mil quinientos años es abrumadora, nos resta la innegable conclusión de que este
fenómeno es otra firma claramente avalada de Yahué sobre las páginas de Su mensaje a la
humanidad. La evidencia en el próximo capítulo revelará que Yahué ha codificado información a
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través del texto de la S.S.E.E., no solo los cinco libros de la Torah. Como descubrirá en este
fascinante capítulo, Yahué también codificó un mensaje especial para la humanidad escondido
en los pasajes mesiánicos del Antiguo Testamento. El Señor codificó el nombre de Su Hijo, el
Mesías, Yeshua, a través del texto hebreo del Antiguo Testamento.
Las palabra "de Rabin" ” ” ל ר כ י ז, aparecen en Génesis 32:23 contando cada octava letra. Es
Intrigante señalar que la frase "no es una paz vérdadera", se deletrea en el mismo capítulo cada
196 letras comenzando en Génesis 32.19. El nombre "Rabin", se encuentra en otro pasaje de la
Torah deletreando "hijo primogénito", junto con "cabeza", e "Israel",. Yitzchak Rabin, como
primer ministro, fue el primero en nacer en Israel. Las más extraordinaria de todas las palabras
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codificadas se refiere al trágico asesinato de Yitzchak Rabin. Luego de su muerte los científicos
investigaron el texto de la S.S.E.E. para ver si habían palabras codificadas ocultas en el lugar en
donde apareció el nombre de Rabin. La computadora encontró las ocho palabras hebreas de
"Yitzchak Rabin" “ ” י צ ח ק ר כ י זdeletreadas comenzando en Deuteronomio 2.33 a un intervalo
de cada 4,772 letras. Los investigadores se asombraron al descubrir la palabra hebrea de cuatro
letras “ ” י ר צ חque deletrea "será asesinado", realmente incorpora la letra “ ” צ, la segunda en el
nombre hebreo de Yitzchak Rabin. Estos códigos que desplegaban conocimiento profético de
sucesos miles de años antes de que se escribieran, proveen evidencia irrefutable de la inspiración
sobrenatural de la S.S.E.E.. Los investigadores están descubriendo nuevos códigos todos los días
en Israel y alrededor del mundo. Sin embargo, el próximo capítulo le presentará el más grande
descubrimiento que se haya realizado hasta ahora entre los códigos, el nombre de Yeshua, el
Mesías de Yahué, “ ” י ש ו צrevelado a través de los pasajes del Antiguo Testamento escritos hace
más de mil años antes de que naciera en Belén.
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pequeña parte de la fenomenal investigación que completó a través de miles de horas de arduo
análisis respecto a los códigos escritos. Como mencioné anteriormente, los investigadores
israelitas usaron complejos sistemas de computadoras para explorar estos códigos y hace muchos
años compré tres programas computarizados en Jerusalén que usé en mi equipo Macintosh para
verificar la investigación de la Universidad Hebrea. Sin embargo, Yacov completó este análisis
detallado examinando con paciencia el texto del Antiguo Testamento y contando los intervalos
equidistantes entre las letras. La cantidad de trabajo y dedicación que implica completar este
análisis es extraordinaria. Le recomiendo mucho a cualquiera que esté fascinado por esta
investigación que consiga una copia del nuevo libro de Yacov Rambsel: Yeshua, The Name of
Ishú [Yeshua: El Nombre de Ishú revelado en el Antiguo Testamento] , que puede adquirir
directamente en nuestro ministerio, o en su librería cristiana favorita. Increíblemente, se encontró
codificado el nombre original hebreo de Ishú, Yeshua ,“ ” י ש ו צen el Libro de Génesis
comenzando con el , mismo versículo inicial de Génesis 1:1 "En el principio creó Yahué los
cielos y la tierra". Empezando con la misma primera palabra de la S.S.E.E., B'raisheet,
“ ” כ ר א ש י חEn el principio, el nombre de Ishú, Yeshua, “ ” י ש ו צse encuentra codificado
comenzando con la quinta letra en la palabra “ ” כ ר א ש י חla letra hebrea "yod"“ ” י. Contando
cada 521 letras a partir de allí, podemos leer las palabras Yeshua Yakhol que se traduce como
"Ishú es capaz". Una de las características más sorprendentes es que muchas veces los pasajes
claramente mesiánicos del Antiguo Testamento contienen el nombre Yeshua, Ishú, codificado
tras el texto de las palabras que componen la profecía acerca de la venida del Mesías Yeshua. Por
ejemplo, Yacov encontró el nombre Yeshua insertado en el texto de Isaías 53.10 que profetizaba
respecto a la pena de nuestro Señor y el sacrificio de expiación que hizo el Mesiah por nuestros
pecados al ofrecerse como Cordero de Yahué, un sacrificio perfecto, en la cruz hace dos mil
años. Con todo eso, "YHWH" quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya
puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de
"YHWH" será en su mano prosperada; (Isaías 53.10). Comenzando con la segunda letra hebrea
"yod"“ ” י,que aparece en la frase vivirá por largos días;, ya'arik, “ ” י א ר י ךYacov contó a partir
de allí cada veinte letras y descubrió que la frase “" ” י ש ו צ ש מ יYeshua Shmi"que significa
"Yeshua [Ishú] es mi nombre" fue codificada en este versículo que enseña sobre el sufriente
Mesías que murió para expiar nuestros pecados. Los expertos matemáticos que han calculado la
probabilidad de que esta asombrosa combinación "Yeshua [Ishú] es mi nombre" ocurriera
fortuitamente en esta profecía mesiánica en Isaías es solo una en 50 cuatrillones, un número
inconcebible! Un pasaje en el Libro de Génesis declaró que el Señor les dio "túnicas de piel" a
Adán y a Eva para que cubrieran su desnudez luego de pecar: "y llamó Adán el nombre de su
mujer Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. Y "YHWH" Yahué hizo al hombre y
a su mujer túnicas de pieles, y los vistió" (Génesis 3.20, 21).Yahué se vio obligado a matar el
primer animal como sacrificio del pecado para que pudieran cubrirse. Esta fue una señal
profética del sacrificio perfecto del Cordero de Yahué para cubrir los pecados de todos aquellos
que habrían de confesarle y pedirle a "El Mesías" que los perdonara. Sin embargo, este
importante pasaje también contiene un mensaje oculto acerca de Ishú. Comenzando con la última
letra hebrea, heh “ ” ה, en Génesis 3.20 y contando hacia adelante cada novena letra encontramos
la palabra "Yoshiah" que significa "él salvará". Esta palabra, Yoshiah, es un nombre hebreo
equivalente a Yeshua (Ishú). Este nombre codificado Yoshiah, que significa "él salvará",
presente en los primeros versículos del Antiguo Testamento nos recuerda el mensaje paralelo que
le dio el ángel a la joven virgen María: "y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Ishú, porque
él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1.21) tal y como se registra en los versículos
iniciales del Nuevo Testamento. El mensaje sagrado en Génesis 3.20, 21 que contiene una
referencia a Ishú se confirma porque otro código que revela el nombre Yeshua también está
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oculto en este pasaje. Comenzando con la letra ayin en hebreo , la palabra para "túnicas de piel",
y contando hacia adelante cada séptima letra, deletrea otra forma de la palabra Yeshua, que se
deletrea sin pronunciar la letra "vav" “ ” ר. Una de las profecías mesiánicas más conocidas en el
Antiguo Testamento describe el precio exacto de la traición del Mesiah , es decir, 30 piezas de
plata. Más de quinientos años antes del nacimiento de Ishú el profeta Zacarías predijo: "y les
dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas
de plata", (Zacarías 11.12). La frase en el versículo que dice "mi precio", es se'kari. Comenzando
con la letra "yod" “ ” י, Yacov contó avanzando cada 24 letras y encontró la palabra
Yeshua “ ” י ש ו צ. En este asombro mensaje oculto, así como hizo a través de las Escrituras, el
Señor inspiró a los escritores del Antiguo Testamento para que eligieran palabras hebreas
específicas y una manera precisa de deletrear para crear este fenómeno. Aquí en la misma
profecía que quinientos años antes describió el precio exacto de la traición de nuestro Señor,
Yahué eligió incluir un mensaje codificado para Su pueblo elegido que identificaba para siempre
el nombre del Mesías prometido: "Yeshua - Ishú),". En el pasaje profético siguiente a esta
primera predicción de la primera venida del Mesiah, el profeta Zacarías se anticipó más de
veinticinco siglos para describir el increíble trastorno emocional y el lamento que habrá cuando
se le abran los ojos al pueblo judío para que vean que el Mesías que por tantos siglos anhelaron
es, en realidad, el Mesías Yeshua, Ishumshija, crucificado hace dos mil años. Zacarías anticipa
Su segunda venida para salvar a Israel luego del Armagedón : "y derramaré sobre la casa de
David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a
quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se
aflige por el primogénito", (Zacarías 12.10). Comenzando con la letra "chet" “ ” ח, en la frase
"único hijo", ha'yachid, Yacov descubrió que la palabra Mashiach, que es "Mesías", estaba
codificaba contando hacia adelante cada trigesimoctava letra. El Libro de Levítico revela un
asombro mensaje oculto sobre el derramamiento de sangre por nuestros pecados por parte de
Ishumshija. En este pasaje Yahué le dio a Moisés instrucciones detalladas en cuanto a las reglas
del sacerdocio santo y los sacrificios por los pecados del pueblo elegido. "y el sumo sacerdote
entre sus hermanos, sobre cuya cabeza fue derramado el aceite de la unción, y que fue
consagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza, ni rasgará sus vestidos, ni entrará
donde haya alguna persona muerta; ni por su padre ni por su madre se contaminará. Ni saldrá del
santuario, ni profanará el santuario de su Yahué; porque la consagración por el aceite de la
unción de su Yahué está sobre él. yo "YHWH", (Levítico 21.10-12). Yacov examinó este pasaje
y encontró que, comenzando con la primera "heh" “ ” ה, en Levítico 21.10, y contando hacia
adelante cada tercera letra, se deletreaba la frase hain dam Yeshua, que significa: “!Mirad! La
sangre de Yeshua”. Es asombroso percatarse de que Yahué codificó esos profundos mensajes en
Comentario: Mal conocido
cuanto a Su Hijo en estos significativos pasajes a través del Primer Pacto. como Antiguo testamento
Comentario:
Uno de los más admirables de todos los mensajes mesiánicos se encontró oculto en el pasaje de
Salmos 41.7-10 que predijo la traición de Ishú por Su discípulo Judas Iscariote : "Reunidos
murmuran contra mí todos los que me aborrecen; contra mí piensan mal, diciendo de mí: Cosa
pestilencial se ha apoderado de él; y el que cayó en cama no volverá a levantarse. Aun el hombre
de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, alzó contra mí el calcañar. Mas tú,
"YHWH", ten misericordia de mí, y hazme levantar, y les daré el pago". Yacov se dio cuenta de
que el versículo siete contenía la frase "contra mí piensan mal", yach' shvu rah'ah. Sin embargo,
se percató de que comenzando con la letra "yod" “ ” י, cuando contaba hacia adelante cada
segunda letra, encontraba deletreado el nombre Yeshua-“ ” י ש ו צ. El Libro de Rut contiene una
maravillosa historia de amor que revela el linaje del rey David. Es fascinante notar que el
nombre Yeshua “ ” י ש ו צ, está codificado en el propio primer versículo, Rut 1.1. Contando cada
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quinta letra, de derecha a izquierda, a partir de la letra; se deletrea el nombre Yeshua. El profeta
Isaías anunció siglos antes del nacimiento del Mesiah que este vendría como gran libertador de la
humanidad. Esta profecía del "Gran Jubileo" al final de esta era le recordó a Israel que su Mesías
finalmente cancelaría sus deudas y proclamaría libertad a todos los cautivos del pecado. "El
Espíritu de "YHWH" el Señor está sobre mí, porque me ungió "YHWH"; me ha enviado a
predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar
libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena
voluntad de "YHWH", y el día de venganza del Yahué nuestro; a consolar a todos los enlutados"
(Isaías 61.1,2). Comenzando con la letra "yod" en la frase: "El Espíritu de "YHWH" el Señor",
Ruach Adonai Yehovah, contando nueve letras de izquierda a derecha se deletrea Yeshua.
Además, Yacov descubrió que la palabra Oshiyah,“ ” א ו ש י צtambién estaba codificada
empezando con la última letra “ ” אen el segundo versículo y contando cada trigésimosexta letra
de izquierda a derecha. Este vocablo Oshiyah significa: Yo salvaré, y es una variación de la
palabra Yeshua", como vimos anteriormente en Génesis 3.20. De los muchos increíbles
descubrimientos que hizo Yacov Rambsel, uno de mis favoritos trata de la gran profecía de las
"Setenta semanas" dada al profeta Daniel en Daniel 9.25-27. "Sabe, pues, y entiende, que desde
la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete
semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos
angustiosos. Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí. y
el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su reino será con
inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. Y por otra semana confirmará el
pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la
muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo
que está determinado se derrame sobre el desolador". Los estudiantes de la S.S.E.E. están
familiarizados con la controversia durante el último siglo en cuanto a la identidad correcta del
"Mesías Príncipe" del cual habló Daniel en el versículo 25. Los que niegan que la profecía
enseña sobre la primera venida de Ishumshija usualmente afirman que el " Mesías Príncipe" era
Ezequias o algún otro individuo. Sin embargo, Yacov hizo un maravilloso descubrimiento al
encontrar que el nombre Yeshua estaba insertado en Daniel 9.26 comenzando con la letra "yod"
“ ” יen la frase "la ciudad", v'ha'iry, contando de izquierda a derecha cada vigesimosexta letra. El
significado del descubrimiento de Yacov Rambsel es abrumador. Cuando se añade a la
asombrosa investigación israelita sobre los códigos ocultos de la Torah podemos ver la soberana
mano de Yahué suscitando una increíble proclamación de la inspiración de la Palabra de Yahué.
Cientos de miles de personas alrededor del mundo, en su mayoría judíos, han oído acerca de los
códigos de la Torah. Estas personas, que reafirman su creencia en la inspiración divina del
Antiguo Testamento a raíz de este fenómeno, se enterarán ahora de que Yahué ha codificado el
nombre de Su Hijo, el Mesías, Yeshua, dentro de estos numeros textos mesiánicos. Para
cualquiera que se haya preguntado en algún momento si ambos testamentos son igualmente
inspirados, la evidencia abrumadora a su disposición prueba la unidad de ambos, del mensaje de
redención mediante el Mesías de Yahué y que Yeshua es la figura central de ambos testamentos
que integran nuestras Escrituras Sagradas. A medida que nos acercamos rápidamente al nuevo
milenio, esta revelación de la inigualable sabiduría e inspiración de Yahué, me recuerda la
profecía del ángel a Daniel: "Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo
del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará...] Muchos serán limpios, y
emblanquecidos y purificados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos
entenderá, pero los entendidos comprenderán" (Daniel 12:4, 10). Verdaderamente, el
descubrimiento de estos códigos revelando el nombre del Hijo de Yahué, Yeshua, que estuvieron
escondidos en el texto de la S.S.E.E. por más de tres mil años, es cumplimiento de la profecía del
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ángel a Daniel. Nuestro conocimiento de la S.S.E.E., su código oculto, y sus divinas profecías
verdaderamente aumentan a un paso fenomenal en estos emocionantes días finales al acercamos
al tiempo del retorno del Mesías para establecer Su reino en la tierra. Durante el transcurso de mi
investigación para La fírma de Yahué, Yacov Rambsel y yo conversamos mucho acerca del
tremendo significado de este descubrimiento de los códigos Yeshua. Hay mucho más material
emocionante en el libro de Yacov que lo que pudiera cubrir en este capítulo. Como resultado de
estas discusiones, nuestro ministerio publicará su fascinante libro Yeshua “ ” י ש ו צ-The Name of
Ishú- [Yeshua: El nombre de Ishú]. Si algún lector está interesado, en estudiar este fenómeno y
su documentación con más detalles, puede ordenar el libro a través de cualquier librería cristiana
o directamente a nuestro ministerio. Frontier Research Publications, Inc . . Como dice Yacov en
su libro."Indudablemente, el nombre del Mesías es Yeshua. “” י ש ו צ
Yeshua: Hebreo
Ishú: Arameo Galileo del Norte
Yehosua: Hebreo Antiguo (Yeshua,Jesús,Josué.)
EE.SS: Escrituras Kadosh (Santas) mal traducidas por Biblia
YaHWeH: (Yahué) En hebreo después del siglo 4 A.M. lo prohibieron los
rabinos (para no blasfemar El Nombre). Se emplea el eufemismo Ha Shem "El
Nombre".
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