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Constructivismo criollo y daño a la educación peruana

La perversión del constructivismo educativo en las escuelas peruanas.


"La enseñanza se ha puesto muy complicada, y uno ya no sabía ni qué enseñar, ni cómo
enseñar, ni a quién enseñar". Gonzalo Torrente Ballester (1910-1999) Escritor español.

Eddy Romero Meza

Eddy Romero Meza I Socio-Historia


PUBLICADO: 2015-10-17

Desde los años noventas el Perú incorporó una de las corrientes pedagógicas más
importantes del siglo XX (por no decir la más importante), el constructivismo educativo, el
cual tiene como figura emblemática al investigador suizo Jean Piaget, así como al psicólogo
ruso Lev Vygotsky. Una teoría que pone al centro al estudiante dentro de la dinámica de
enseñanza-aprendizaje. O sea, redirige la mirada, la cual se concentraba antes
principalmente en el maestro y las materias a impartirse.

El psicólogo cognitivo Mario Carretero, explica el constructivismo en los siguiente términos:


el individuo —‚tanto en los aspectos cognitivos y sociales del comportamiento como en los
afectivos— no es un mero producto del ambiente ni un simple resultado de sus
disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo día a día como
resultado de la interacción entre esos dos factores. En consecuencia, según la posición
constructivista, el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser
humano.http://www.educando.edu.do/Userfiles/P0001/File/Que_es_el_constructivismo.pdf

El constructivismo educativo busca entregar herramientas a los estudiantes para construir


sus propios procedimientos y resolver una situación problemática. Se trata de un paradigma
que coloca la enseñanza-aprendizaje como un proceso dinámico, participativo e interactivo
del sujeto, o sea una “enseñanza orientada a la acción”.

Sin embargo, esta interesante corriente pedagógica ha tenido un impacto muy desigual en
nuestro medio educativo. El entusiasmo por este novedoso paradigma (en realidad tiene
más de medio siglo), se tradujo en un conocimiento más que simplista de este modelo de
enseñanza-aprendizaje. De tal manera que aconteció en el mundo pedagógico peruano lo
siguiente:

- Se satanizó la educación tradicional. Los elementos positivos de la enseñanza de


antaño fueron tachados o descartados. El rigor, disciplinamiento y exigencia hacia los
estudiantes fue considerado como terrible autoritarismo, y por ende un clima opuesto al
ambiente libre y creativo que requerían las nuevas ideas pedagógicas. En ese contexto el
conductismo se volvió también una palabra negativa, aun cuando hoy muchos psicólogos
destacan los aportes (y vigencia) de la psicología conductista en el campo educativo.

- El docente fue reducido a mero espectador del aprendizaje. Se pervirtió la idea


constructivista del profesor como facilitador o propiciador de experiencias. Solo cabría decir
que los docentes (la mayoría mal formados en institutos pedagógicos y facultades de
educación), encontraron en el constructivismo la excusa para delegar todo al estudiante.
Trabajos grupales sin supervisión, exposiciones sin rigor, simulacros de construcción de
saberes, etc.

- La pedagogía demagógica se instaló. El memorismo era culpable de todos los males


de la enseñanza-aprendizaje. Supuestamente el constructivismo educativo apostaba por un
conocimiento activo, el cual descartaba la memoria como elemento relevante. Idea falsa,
pues se sabe que los procesos de memorización son centrales en todo proceso de
aprendizaje. El epíteto de “memorista” responde más a prejuicio y desconocimiento, antes
que conocimiento real de los procesos de aprendizajes.

- Los contenidos de enseñanza eran accesorios. Lo central era la construcción de


aprendizajes. Los conflictos cognitivos lo eran todo, el punto de inicio de cualquier
aprendizaje. No importaba la organización de los cursos, era más relevante atender a los
conocimientos previos a través de lluvias de ideas (garuas en realidad) y nuevos saberes,
más que básicos por cierto. Todo ello en un precario contexto educativo donde las
separatas se impusieron a los libros de texto. Pero esto por responsabilidad de un Estado
negligente o simplemente ausente.

- El conocimiento es multidisciplinario e interdiciplinario aún desde la escuela. No


importan los saberes básicos, los aprendizajes elementales, la construcción de una base de
conocimientos, lo que importa es saber relacionar, vincular o unir saberes desde la
temprana formación escolar. Para qué aprender por separado, historia del Perú, historia
universal, geografía, economía, etc., si pueden aprender de frente “ciencias sociales”. El
constructivismo criollo lo resuelve todo, los chicos elaborarán conocimientos múltiples e
interdisciplinarios de nivel casi universitario, es una consecuencia natural del nuevo modelo.

Hace un tiempo el sociólogo peruano Hugo Neira, ha señalado esta problemática de una
escuela sin asignaturas y sin libros. En un artículo del 2015, manifiesta: “Sobre el tema de la
educación. Qué bueno que se tenga cursos de matemáticas, español o castellano, lengua
extranjera, biología, química, ciencias naturales, historia, geografía, estudios sociales, artes,
música, drama, educación cívica y militar y religión. Y física, trigonometría y filosofía y
computación digital. Qué bueno. Hay que felicitar al Ministro de Educación. ¿Se la creyó el
lector? A quien hay que felicitar es al de Educación del Ecuador. La lista está en Internet.
Eso es la secundaria en Ecuador y en el resto de América Latina y del mundo. Unos tontos,
curso por curso. Aquí inventamos lo de “áreas”. Juntas disciplinas y te ahorras libros,
profesores y horas de estudio. Y el conocimiento normal ha sido reemplazado por las
“habilidades”. La estructura curricular por áreas y no por asignaturas es un tema que Hugo
Neira ha tocado anteriormente en:
http://elmontonero.pe/columnas/la-estrambotica-secundaria-peruana (2014). Un análisis
profundo sobre el curriculum por áreas y por asignaturas, lo ha desarrollado el ex decano de
la facultad de Educación de la Universidad San Marcos, el doctor Carlos Barriga.
Recomiendo mucho su lectura atenta:
http://xa.yimg.com/kq/groups/20706319/2005887080/name/00._Barriga-Areas_o_asignatura
s%5B1%5D.pdf.
Es incuestionable el valor del constructivismo como modelo pedagógico. Representa el
paradigma vigente en el mundo, aunque no exento de algunas críticas (1). Lo que se pone
en cuestión acá es como se redujo este complejo modelo a unos cuantos preceptos
simplistas e incluso falaces. Esta suerte de constructivismo criollo, ha ocasionado un
profundo daño a la educación peruana y por extensión a todo el país. Son más de dos
décadas de esta perversa práctica pseudo-pedagógica. Ello sumado a un abandono de las
universidades e institutos y la popularización de innovaciones curriculares carentes de
sentido.

La educación es un tema demasiado serio para solo dejarlo a la libre voluntad de los
técnicos-pedagógicos del MINEDU. En ese sentido, la destacada psicóloga educativa y
experta en constructivismo, Susana Frisancho ha señalado que: “¿Cómo alguien puede
decirse constructivista sin Piaget y sin Vygotsky? He visto muchas personas que se
autodenominan así y que sin embargo no han integrado en su visión del constructivismo los
modelos fundamentales de estos dos autores. Al parecer no lo saben, pero es imposible ser
constructivista sin ellos… para colmo de males muchas de estas ideas distorsionadas
vienen “de arriba”, de personas con poder de decisión dentro -por ejemplo- del propio
Ministerio de Educación. Lamentablemente muchas de estas personas, que a mi juicio
tienen un enredo conceptual en la cabeza, tienen también la capacidad de influir en las
políticas educativas del país, en los materiales que se dan a los niños, y en los que se
preparan para los docentes. Creo yo que parte de la tragedia educativa de nuestro país se
debe a que no tenemos consensos básicos sobre principios psicopedagógicos
fundamentales”.http://blog.pucp.edu.pe/blog/SusanaFrisancho/2007/07/10/el-constructivism
o-mal-entendido/

Hace 50 años en las escuelas peruanas se estudiaba casi el triple de horas que hoy. La
terrible creación del turno mañana y turno tarde (cada uno de cinco horas e interrumpidos
constantemente), redujeron las posibilidades de los estudiantes de recibir una formación
más sólida. La pauperización del magisterio y el abandono de las escuelas, sumado a la
incorporación de un constructivismo criollo han terminado por liquidar nuestra educación.
Alguien podría decir que se cae en un síndrome de la edad de oro (todo tiempo pasado fue
mejor), pero no. Solo es la constatación de que jamás hubo tantos alfabetos en el Perú, y la
vez tan mediocre educación pública. Recordemos que una democracia requiere
ciudadanos, y que sólo existe ciudadanía donde hay educación (personas razonables y
capaces de pensamiento crítico).

(1) Piaget defendía que lo esencial es el descubrimiento activo de la verdad, asignando


excesiva importancia al método. Para algunos autores como Ramiro Patiño (2004), Piaget
hasta cierto punto subvaloraba el aprendizaje receptivo y sobredimensionaba el aprendizaje
por invención. “En los textos de Mayer, 2004; Kirschner, Sweller, y Clark, 2006, Sweller y
sus colegas argumentan que los principiantes no poseen los modelos subyacentes
mentales o "esquemas" necesarios para "aprender haciendo" (p.ej. Sweller, 1988). Es más,
Mayer (2004) sugiere que cincuenta años de datos empíricos no apoyan la utilización en la
enseñanza de la técnica constructivista de descubrimiento puro. En aquellas situaciones
que requieren el descubrimiento, aboga por el uso de descubrimiento dirigido. Mayer
propone que los principiantes sean "cognoscitivamente activos" durante el estudio y que los
instructores usen "prácticas dirigidas". También el filósofo de la ciencia Mario Bunge
suscribe críticas al constructivismo desde su visión del hilorrealismo: “El constructivismo
pedagógico no sólo es falso. También es perjudicial a causa de que niega la verdad
objetiva, elimina la crítica y el debate y hace prescindibles a los docentes”. Personalmente
considero que la crítica de Bunge se estaría dirigiendo un constructivismo falaz
predominante en muchos países, antes que al constructivismo serio sustentado por muchos
psicólogos y educadores en el mundo.

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