Está en la página 1de 4

 Área de Broca (B): Se localiza en el lóbulo frontal izquierdo, al pie de la tercera circunvolución.

Según
el mapa de Brodmann corresponde a las áreas 44 (pars opercularis) y 45 (pars triangularis) (9). Las
funciones de estas áreas son: la formulación verbal (morfosintaxis) que corresponde a la expresión y
comprensión de estructuras sintácticas, y cumple un rol en el procesamiento de verbos. Además, tiene
una participación en la planificación y programación motora para la articulación del habla. Esta área
está relacionada con procesos de secuenciación (eje sintagmático) (3, 5, 10).
 Áreas de Brodmann (AB) 46 y 47: El área 46, a pesar de estar relacionada con la función ejecutiva,
cumple un rol en la comprensión de oraciones. Recientes trabajos muestran que las áreas 46 (córtex
prefrontal dorso lateral) y 47 (pars orbitalis) participan en el procesamiento sintáctico (5, 9, 10).
 Área de Wernicke (W): Se localiza en el lóbulo temporal izquierdo en la primera circunvolución
temporal posterior, específicamente en las AB 22 y 42(9). Se ha planteado que también formarían parte
de esta área, la circunvolución supramarginal y angular. Las funciones de estas áreas son la
comprensión auditiva y el procesamiento de la selección del léxico (eje paradigmático) (3, 7, 10).
 Circunvolución supramarginal (SM): Se localiza en el lóbulo parietal inferior, AB 40. Las funciones de
esta región son principalmente el procesamiento fonológico y la escritura (3,9). El modelo del circuito
fonológico propuesto por Baddeley está relacionado con esta región (5).
 Circunvolución angular (A): Se localiza en el lóbulo parietal izquierdo. Corresponde al AB 39; área
terciaria que juega un importante rol en la integración multimodal (visual, auditiva y táctil), en el
procesamiento semántico, cálculo, lectura y escritura (2, 3, 5).
 Lóbulo temporal (LT): La memoria semántica (MS) se encuentra ubicada en región lateral de ambos
lóbulos temporales. Está formado por el polo temporal (AB 38), la segunda circunvolución temporal
(AB 21), la tercera circunvolución temporal (AB 20) y parte de la circunvolución fusiforme (AB 37).
Existiría una conexión entre estas zonas y la primera circunvolución temporal que es crucial para el
procesamiento léxico-semántico. Éste se pone en funcionamiento en la denominación y comprensión de
palabras (3,9).
 Lóbulo de la ínsula (I): Se ha planteado que esta estructura cumple un rol en la conversión de los
fonemas en información motora para que esta pueda ser leída en el área de Broca (premotora). También
se ha podido determinar que la ínsula anterior está relacionada con el procesamiento articulatorio
complejo como palabras de larga metría y dífonos. Existe una conexión entre la circunvolución
supramarginal y la ínsula anterior y de esta hacia la región de Broca (3,11). La ínsula tendría por
función llevar a cabo un procesamiento intermedio entre el lenguaje y el habla.
 Fascículo longitudinal superior (FLS): Es un tracto dorsal que conecta varias regiones relacionadas con
el lenguaje (9). Está compuesto por 5 componentes: 3 componentes superiores corresponden a fibras
antero-posteriores que van desde el área frontal y opercular a áreas específicas. El primer componente
(FLS-I) llega al lóbulo parietal superior. El segundo (FLS-II) finaliza en la circunvolución angular. El
tercero (FLS-III) concluye en la circunvolución supramarginal. El cuarto (FLSIV) es el que conocemos
como fascículo arqueado, conecta el área de Wernicke con el área de Broca. Es una conexión
bidireccional que es fundamental para la repetición tanto de palabras como enunciados. Este fascículo
es crucial para el aprendizaje del lenguaje y forma parte del circuito fonológico (5). Éste también está
relacionado con la expresión del lenguaje. El quinto componente (FLS-V) conecta la región temporal
con la parietal (9,12-14). Estos subtractos están relacionados con diferentes funciones del lenguaje tales
como fonología, evocación léxica y articulación.
 Fascículo uncinado (FU): Conecta la zona temporal anterior con el lóbulo frontal. Tendría implicancia
en la nominación de nombres propios y comprensión auditiva (12, 13, 15).
 Fascículo longitudinal inferior (FLI): Une la región occipital con el lóbulo temporal, donde está
representada la memoria semántica. Tiene un rol importante en la denominación de objetos vivos.
También se conoce en el sistema visual como la vía del qué (12, 13).
 Fascículo fronto-occipital inferior: Es una vía ventral que conecta el lóbulo occipital con la región
órbito-frontal. La función de esta estructura aún es poco conocida. Se cree que podría participar en la
lectura, atención y procesamiento visual (12).

Es importante aclarar que todos los fascículos se encuentran en ambos hemisferios. Sin embargo, en el
hemisferio dominante, que en la mayoría de los diestros es el hemisferio izquierdo, tienen una mayor
representación (12,13).

Las áreas y tractos del sistema funcional del lenguaje se pueden agrupar en dos grandes vías: dorsal y
ventral. La primera, implica la circunvolución SM, FA, varios de los componentes del FLS, W y B. Esta vía
está relacionada con la forma del lenguaje, tanto con el procesamiento fonológico como gramatical.
Participa en la repetición y en la expresión del lenguaje. La segunda vía está conformada por el FLI, FFO,
FU, circunvolución fusiforme (AB 37) y polo, primera y segunda temporal (AB 38, 21 y 20). Este tracto está
relacionado con el procesamiento léxico-semántico. Tendría importancia en la comprensión del lenguaje.

Estructuras subcorticales

Tálamo: Existe evidencia electrofisiológica de la participación del tálamo en los aspectos motores del lenguaje
y en la regulación de la actividad simbólica. Existe un mecanismo talámico que modula específicamente el
recuerdo de la información verbal. Algunos núcleos talámicos son clave para el lenguaje, especialmente los
anterolaterales izquierdos. La afasia es logorreica (elevada fluencia) con conservación de la repetición.
Aparecen alteraciones similares de la afasia de Wernicke. Las lesiones del tálamo izquierdo alteran la memoria
verbal y pueden provocar síndromes afásicos.

Núcleo caudado: Esta zona es esencial para el procesamiento del lenguaje, y está conectada con áreas corticales
relacionadas con audición, movimiento, memoria, toma de decisiones y emoción. Tiene un papel central en
el aprendizaje de hábitos (procedimental). Forma parte del sistema necesario para el procesamiento
automático de estructuras de frases empleadas frecuentemente. La lesión de la cabeza del núcleo caudado
izquierdo afecta a la expresión verbal y escrita, especialmente a su coherencia y organización. Lesiones en la
cabeza del núcleo caudado izquierdo y de la sustancia blanca en el brazo anterior de la cápsula interna
provocan afasias con rasgos de diversas afasias clásicas.

Además del nervio vestíbulo coclear, los nervios craneales implicados en el lenguaje son:

 El nervio vago: es un nervio mixto y se distribuye de manera muy amplia en cabeza, cuello, tórax y
abdomen. Sus fibras motoras se originan en un núcleo de la médula oblongada y terminan en los
músculos de faringe, laringe, vías respiratoria y corazón; esófago, estomago, intestino delgado,
intestino grueso y vesícula biliar (Tortora, 1984).

 El Hipogloso: también es un nervio mixto. Sus fibras motoras tienen origen en un núcleo de la medula
oblongada, atraviesan el hipogloso e inervan los músculos linguales; estas fibras transmiten impulsos
relacionados con la articulación del lenguaje y la deglución. La lesión del hipogloso da como resultado
dificultad para la masticación, articulación del lenguaje y la deglución. Al llevar la lengua hacia delante
esta se desvía hacia el lado afectado mismo que experimenta atrofia.

El corte de ambos nervios en la porción superior del cuerpo interfiere con la deglución, origina parálisis de las
cuerdas bucales e interrumpe la transmisión de sensaciones provenientes de muchos órganos (Tortora, 1984).

Áreas corticales

 Área prefrontal: especializada en los procesos motivacionales del lenguaje con el fin de iniciar una
comunicación oral o escrita.
 Área de Broca: área 44 de Brodmann. Encargada de preparar los programas motores necesarios para
una adecuada expresión del lenguaje oral y escrito. Coordina la actividad de los músculos del habla y
escritura.

 Corteza motora primaria: no está señalada en la imagen, es aquella parte situada delante de la cisura
de Rolando. Se encarga de seguir las instrucciones elaboradas por la corteza premotora y área
prefrontal. Es realmente quien inicia los movimientos tanto bucofonatorios para el lenguaje oral como
los necesarios para la escritura.

 Lóbulo temporal: en éste se encuentra el área de Heschl (área auditiva primaria) y el área de


Wernicke (área 22 de Brodmann). Mientras que el primero se encarga de recibir las palabras que luego
se codificarán en otras áreas, Wernicke es quien da significado al lenguaje oral y escrito o leído.

 Lóbulo occipital: es el encargado de la identificación visual de las imágenes. Se incluye el área


17 (corteza visual primaria) y el área 18 y 19 (córtex visual asociativo). La primera procesa las
sensaciones visuales, mientras que las últimas efectúan el análisis perceptivo de las palabras escritas
leídas.

 Lóbulo parietal: aquí se integran los estímulos visuales y auditivos. Destaca el área 39 (circunvolución
angular) y elárea 40 (circunvolución supramarginal). Gracias a ellas se comprende el lenguaje
lectoescritor a través de la integración de la información sensorial que realiza (convierte los estímulos
visuales en formas auditivas).

 Fascículo arqueado: haz de fibras que interconecta el área de Broca con el área de Wernicke, así
sincroniza la comprensión del lenguaje con la producción. Se sabe que es el encargado de repetir el
lenguaje, de modo que primero recibe la información, la comprende (Wernicke) y luego la envía para
ser producida o articulada (Broca).

 Tálamo: también conecta las áreas del lenguaje de producción con el de comprensión a través de
diversos núcleos talámicos (pulvinar y geniculado).

 Ganglios basales: regulan la fluidez del lenguaje oral y coordinan las secuencias motoras del lenguaje
oral y escrito.

 Cerebelo: también coordina la fluidez de los movimientos de articulación del lenguaje oral y escritura.

 Troncoencéfalo: funciona como vía de paso para facilitar la transmisión de las eferencias motoras del
lenguaje. Además alerta al organismo para permitir la activación lingüística.

Hemisferios

Izquierdo

El hemisferio almacena conceptos que luego traduce a palabras (amor, amour, amore, love, liebe) más bien que
una memoria textual. Es decir, el cerebro comprende las ideas, los conceptos y los almacena en un lenguaje no
verbal, que luego traduce a un lenguaje o idioma aprendido por el individuo mediante la cultura. Los tests de
inteligencia que investigan el vocabulario, la comprensión verbal, la memoria y el cálculo aritmético mental,
detectan el origen de la actividad en el hemisferio izquierdo. El hemisferio izquierdo se especializa en el
lenguaje articulado, control motor del aparato fono articulador, manejo de información lógica, pensamiento
proporcional, procesamiento de información en series de uno en uno, manejo de información matemática,
memoria verbal, aspectos lógicos gramaticales del lenguaje, organización de la sintaxis, discriminación
fonética, atención focalizada, control del tiempo, planificación, ejecución y toma de decisiones y memoria a
largo plazo.

Derecho

La parte derecha está relacionada con la expresión no verbal y prosodia.

Está demostrado que en él se ubican la percepción u orientación espacial, la conducta emocional (facultad para
expresar y captar emociones), facultad para controlar los aspectos no verbales de la comunicación, intuición,
reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías. El cerebro derecho piensa y recuerda en imágenes.

Diversos estudios han demostrado que las personas en las que su hemisferio dominante es el derecho
estudian, piensan, recuerdan y aprenden en imágenes, como si se tratara de una película sin sonido. Estas
personas son muy creativas y tienen muy desarrollada la imaginación.

Es un hemisferio integrador, centro de las facultades viso-espaciales no verbales, especializado en sensaciones,


sentimientos, prosodia y habilidades especiales como las visuales y sonoras, por ejemplo las habilidades
artísticas y musicales.

Concibe las situaciones y las estrategias del pensamiento de una forma total. Integra varios tipos de
información (sonidos, imágenes, olores, sensaciones) y los transmite como un todo. El método de elaboración
utilizado por el hemisferio derecho se ajusta al tipo de respuesta inmediata que se requiere en los procesos
visuales y de orientación espacial. El lóbulo frontal derecho y el lóbulo temporal derecho parecen los
encargados de ejercer las actividades especializadas no verbales del hemisferio derecho. Esto se corresponde,
en muchos aspectos, con las funciones de control del habla que ejercen el lóbulo frontal y el lóbulo temporal
del hemisferio izquierdo. Los otros dos lóbulos del hemisferio derecho, el parietal y el lóbulo occipital, tienen
al parecer menos funciones.

También podría gustarte