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Siguiendo el tenor literal del articulado (206°-A, del C.P.), el sujeto activo
resulta ser cualquier persona, pues la descripción normativa no hace
alusión a algún elemento especial para considerarse autor. El sujeto
pasivo de la acción, conforme a la naturaleza del bien jurídico protegido,
creemos que resulta ser el animal vertebrado (doméstico, o silvestre en
cautiverio). El sujeto pasivo del delito, sería el dueño o tenedor del
semoviente; en su defecto, y atendiendo a la salud pública que recoge la
ley, resulta ser también la sociedad.
Nótese que la presente ley no hace distinción alguna entre los animales
que están bajo custodia -recibiendo las necesidades básicas de su
dueño- y los que no lo están, por ejemplo, los perros callejeros. La
finalidad fundamental de la norma es garantizar, de manera general, la
protección y bienestar de los animales domésticos y silvestres en
cautiverio. En ese sentido, no sería correcto excluir del radio de
protección a aquellos animales que se encuentran en situación de
vulnerabilidad, como en el caso del semoviente castrado en la localidad
de Ferreña fe, Chiclayo.
En cuanto al comportamiento descriptivo en el delito-in examen-, se
reserva su consumación cuando el sujeto comete “actos de crueldad”, o
“abandono”. Ergo, para poder entender y complementar estos supuestos
tendremos que remitirnos a la Ley 30407, la cual define
al abandono como: circunstancia o condición en la que se deja a un
animal en la vía pública, o estando en posesión del dueño o tenedor no
se le atiende en sus necesidades básicas de alimentación, refugio y
asistencia médica. V. gr., el dueño de un can que abandona a su
mascota en una localidad distinta a la que reside; o el caso del perro
cocker enfermo de otitis y parvovirus, cuyo amo se niega prestarle
atención médico veterinaria.
Finalmente, hay que recordar que el delito, como objeto de estudio del
Derecho Penal, tiene como consecuencia jurídica punitiva una pena. La
gravedad de la sanción tiene necesariamente que ser proporcional al
bien jurídico protegido. Por ello, creemos que la sanción en el tipo penal
en cuestión es excesiva, y sobrepasa los límites punitivos del aborto, la
instigación al suicidio, e incluso del homicidio culposo.