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Morfología de los verbos regulares en

español
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En la morfología de los verbos regulares en


español encontramos dos elementos constitutivos.
Por un lado, tenemos la raíz o base léxica, esto es,
la parte que expresa su significado; y por otro lado,
está la desinencia, que es el conjunto de morfemas
flexivos que van a establecer la concordancia de
número y persona con el sujeto gramatical y además
indicar las nociones de tiempo, aspecto y modo.
Como bien sabemos todos, en español existen tres
conjugaciones formadas por los verbos en -ar, en -
er, y en -ir. De esta forma, si queremos diferenciar la
raíz y la desinencia en cualquier forma verbal
(conjugada o no personal), la mejor manera para
hacerlo es acudir en primer lugar a la forma no
personal en infinitivo para determinar cuál es la raíz.
Así, si tomamos como ejemplos los verbos amar,
comer y vivir —que hermosura de verbos—, tan solo
tenemos que separar la forma en -ar, -er o -ir para
obtener la raíz de estos:
 

Lo que nos servirá para cualquier otro verbo:

 
Una vez sabido esto tan simple, ya somos capaces
de diferenciar la raíz y la desinencia de cualquier
forma verbal que sea regular:

  

Ahora bien, la desinencia está compuesta por tres


tipos de morfemas flexivos. Nos referimos a la Vocal
Temática (VT), el Tiempo y Modo (TM) y la Persona
y Número (PN); los cuales pueden estar o no
presentes en la desinencia. Es decir, pueden darse
los tres morfemas, solo dos, o como mínimo uno
solo en la desinencia verbal. A nivel de análisis
morfológico es preciso señalar los tres, en
consecuencia, cuando alguno no aparezca su valor
lo consideraremos nulo (∅). Veamos cada uno de
ellos.
La vocal temática (VT) no aporta ningún significado
pero está presente en la mayor parte de las formas
verbales; si bien, puede no aparecer, esto es, ser
nulo su valor.
Si la VT está presente va a encabezar siempre la
desinencia. Por tanto, es el primer valor que hemos
de señalar entre los morfemas verbales. Ya solo nos
falta saber distinguirla. Nada más fácil porque ya nos
la sabemos todos. En efecto, la vocal temática
corresponde con la vocal que marca cada una de las
tres conjugaciones verbales que conocemos a la
perfección, es decir, -ar, -er- e -ir, de donde -a es la
VT de -ar; -e es la VT de -er; e -i es la VT de -ir.    
Si seguimos con los ejemplos de antes:
A la unión de la raíz y la vocal temática (VT) se la
denomina Tema verbal. Como veremos más
adelante, el tema verbal sufre variaciones en función
del tiempo verbal, pero antes de explicar dicho tenor
vamos al siguiente morfema que opera en la
desinencia verbal.
El Tiempo y Modo (TM): es el segundo morfema
que hemos de señalar dentro de la desinencia
verbal. Su valor también puede ser nulo. Dentro del
segmento del tiempo está implícita la noción
del Aspecto. En lengua española las únicas
palabras que poseen flexión de tiempo, aspecto y
modo son los verbos; y responden a las siguientes
nociones:

Finalmente, el último morfema que vamos a buscar y


señalar dentro de la desinencia corresponde a
la Persona y al Número (PN): que reproduce en el
verbo los rasgos de persona y número del sujeto, de
ahí que cuando en el análisis sintáctico queramos
encontrar el sujeto de una oración, la forma más
efectiva de hacerlo es comprobar la concordancia
del posible candidato a sujeto con el verbo. 
De este modo, cuando conjugamos un verbo hemos
de indicar todos los rasgos que los distinguen de los
demás. Por ejemplo, de “amábamos” podemos
señalar que es la 1ª (persona) del plural (número)
del pretérito (tiempo) imperfecto (aspecto) de
indicativo (modo) del verbo amar. Como vemos,
hemos enunciado la PN (1ª del plural), el TM
(pretérito imperfecto de indicativo) y la VT (am-a-r).
Si recapitulamos, podemos reducir lo visto hasta
ahora en una simple fórmula morfológica:
Verbo= raíz+desinencia (VT+TM+PN)

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