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Asociación vecinos solidarios

avesol
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano

Autoindagación crítica. Autoría colectiva


Asociación de Vecinos Solidarios AVESOL.
35 años de resistencia popular en el
suroriente bogotano

ISBN:
Primera edición: Nov. 2013

Autoría colectiva
Equipo de trabajo AVESOL:
Blanca Stella Pineda de Tacuma
Elsa María Melo Torres
Jorge Eliecer Álvarez Acero
Lyda del Carmen Amaya Tuta
Rosaura Melo Torres
Rosa Stella Forero Salcedo
Sidia Inés Ruíz Currea
Alfonso Torres Carrillo

Fotografías
Archivo AVESOL

Diseño y diagramación
Luisa Fernanda Morales Moreno USTA
Giordang Camilo Echavarría Rodríguez USTA
Andrés Felipe Ortiz Gordillo (profesor) USTA
Proyecto CEIS

Impresión
ARFO Editores e Inpresores Ltda.
Carrera 15 No. 54-32
Tels 2494753 - 2177415
Bogotá D.C.
Índice

Agradecimientos
35 años de camino (A modo de presentación)

1. ACCIONES QUE POSICIONARON A AVESOL FRENTE


A LA COMUNIDAD
1.1 Llegada de las Hermanas al Sur Oriente (1973-1980)
1.2 Construcción de la sede (1981-1984)
1.3 La investigación Acción Participativa (1988-1989)
1.4 La partida de las Hermanas (1992)
1.5 AVESOL administrado por un grupo base de la comunidad

2. INTERACCIONES DE AVESOL CON OTRAS ORGANIZACIONES


2.1 Integración al Progreso Comunitario (IPROCOM)
2.2 La Asociación Zona 4
2.3 La Comisión Distrital de Casas Vecinales
2.4 ACOBAC: Asociación comunitaria de base apoyadas por CCF
2.5 Red de Eventos

3. RELACIONES INTERINSTITUCIONALES
Y ORGANIZACIONALES
3.1 Organizaciones financiadoras para el proceso inicial
3.2 CCF - Christian Children´s Fund
3.3 Departamento Administrativo de Bienestar Social (DABS)
3.4 Secretaria Distrital de Integración Social (SDIS)
3.5 Instituto Distrital de Cultura y Turismo (IDCT)

4. LOS PROCESOS DE FORMACION EN AVESOL


4.1 Talleres con el Padre Mario Peresson Tonelli, Sacerdote Salesiano
4.2 Seminarios con Edgar Patiño
4.3 Autoformación y profesionalización del equipo de trabajo
4.4 Escuela de Padres
4.5 Escuela de arte Pascualin
4.6 Semana de la Creatividad
4.7 Celebración de los 25 años de AVESOL
4.8 El Festival de la Alegría
4.9 Salidas recreativas del equipo de trabajo

5. APRENDIZAJES
5.1 Llegada de las Hermanas al Sur Oriente (1973-1980).
5.2 Construcción de la sede (1981-1984).
5.3 La investigación Acción Participativa (1988-1989).
5.4 La partida de las Hermanas.
5.5 La administración desarrollada por un grupo base de la comunidad.
5.6 Relaciones y acciones que ha tenido AVESOL con otras organizaciones y en
red a nivel local, distrital y nacional
5.6.1 IPROCOM, Integración al Progreso Comunitario
5.6.2 Asociación por el Desarrollo Comunitario Zona 4
5.6.3 Comisión Distrital de Casas Vecinales
5.6.4 ACOBAC: Asociación comunitaria de base apoyadas por
CCF
5.6.5 La Red de Eventos
5.7 Relación de AVESOL con el Estado y las organizaciones de cooperación
y financiadoras
5.7.1 Organizaciones financiadoras para el proceso inicial
5.7.2 Christian Children´s Fund, CCF
5.7.3 Departamento Administrativo de Bienestar Social. DABS
5.7.4 Secretaria Distrital de Integración Social. SDIS.
5.7.5 Instituto Distrital de Cultura y Turismo.
5.8 Procesos de formación
5.8.1 Talleres con Mario Peresson
5.8.2 Seminarios de educación con Edgar Patiño
5.8.3 Autoformación y profesionalización del equipo de trabajo
5.8.4 Escuela de Padres.
5.8.5 Escuela de arte Pascualín
5.8.6 Semanas de la Creatividad.
5.9 Lo celebrativo
5.9.1 Celebración de los 25 años de AVESOL
5.9.2 Festival de la Alegría.
5.9.3 Salidas recreativas del equipo de trabajo.

6. PROYECCIONES
6.1 AVESOL un rinconcito de sol y fraternidad
6.2 Camellamos unidos para convivir mejor
6.3 Construyendo camino a través de la memoria
6.4 Acordes, mimos y danzas
6.5 Aprender haciendo
6.6 Que los compromisos solitarios se conviertan en compromisos
solidarios
6.7 Entrelazando las manos tejemos un mundo mejor
6.8 Sembrar nuevas primaveras

7. LA AUTOINDAGACIÓN CRÍTICA COMO ESTRATEGIA


EMERGENTE DE PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO.
Por: Alfonso Torres Carrillo

8. FUENTES CONSULTADAS
5 Asociación vecinos solidarios AVESOL

Agradecimientos

Agradecemos a la vida, por permitirnos estar hoy


escribiendo sobre la experiencia que ha llenado de contenido
nuestra existencia y la de quienes han pasado por AVESOL,
dejando profunda huella en la memoria y sobre la cual nos hemos
parado por un instante para conectarnos con ese pasado y su
historia, editarla en el presente y proyectarla hacia el futuro. Asi
mismo deseamos agradecer especialmente a quienes
contribuyeron con su trabajo y esfuerzo para que este libro fuera
una realidad.
Al maestro de educación popular, investigador, sobre
todo amigo incondicional y compañero Alfonso Torres Carrillo,
artífice de este libro, por la asesoría, acompañamiento, confianza y
paciencia, dando de su tiempo para que este proceso llegara a feliz
término; gracias a su compromiso con los procesos sociales,
algunos líderes comunitarios nos acercamos al ejercicio
investigativo, reconstruyendo nuestra memoria y escribiendo la
propia historia.
De su mano, su saber y experiencia hemos logrado
encontrar la ruta metodológica, que en principio nos propuso para
sistematizar en la cual encontró nuestro eco y trazó lo que se ha
denominado “autoindagación”.
En esta medida no podemos olvidar a Uriel Ignacio
Espitia, Sicólogo e investigador social, quien evidenció la
importancia y necesidad de escribir esta experiencia histórica, con
él cual hicimos los primeros pinitos tratando de ordenar y
sistematizar los archivos y material audiovisual, para lograr el
sueño de realizar el Centro de Documentación de la Asociación,
que aún no ha sido posible.
A Educadores populares como Andrés Ortiz, que junto con
sus estudiantes Luisa Fernanda Morales Moreno y Giordang
Camilo Echavarría Rodríguez, quienes han puesto el punto, la
coma, la diagramación y en fin todo lo que implica la corrección de
texto, contribuyendo con mucha voluntad y entusiasmo a darle el
toque final a esta nuestra primera experiencia, como autores de
nuestra vida social comunitaria dentro de la Asociación Vecinos
solidarios.
Agradecemos también a Fernando Torres de Kaired,
kairos educativo, por brindarnos su espacio, en el cual realizamos
varias jornadas de trabajo, con el grupo de auto-indagación
alrededor de un cafecito caliente.
Sea esta la oportunidad de hacer un reconocimiento a las
Hermanitas de la Asunción, en especial a Nora Lozano,
Magdalena Salazar y Miryam García, gestoras de la Asociación
como proyecto social, creando opciones a partir de espacios de
formación y reflexión, para así dignificar la vida de nuestras
comunidades.
A los niños y niñas, a sus familias y a los jóvenes que hacen
o han hecho parte de la Asociación, llenándola de vida y alegría,
siendo actores y referentes de gran parte de las memorias que se
relatan en este libro.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 6

35 años de camino
A modo de presentación

“Hagamos que nuestros compromisos solitarios


se conviertan en compromisos solidarios”.
AVESOL

Este libro es el resultado del proceso de auto-indagación


crítica desarrollado por la Asociación Vecinos Solidarios AVESOL,
organización comunitaria sin ánimo de lucro, ubicada en la
localidad 4 San Cristóbal de la ciudad de Bogotá D.C., la cual ha
desarrollado actividades con las comunidades durante más de
treinta y cinco años.
Antes de continuar, se considera importante mencionar
que la localidad se origina a partir del asentamiento más antiguo,
el barrio del mismo nombre, llamado así, por la existencia de una
imagen de un santo que fue pintada por un autor desconocido en
tiempos coloniales, sobre una de las rocas que forman el lecho del
Río Fucha. Esta ubicada al sur oriente de Bogotá D.C., ocupando
los terrenos inclinados de la Cordillera Oriental entre el sur oriente
de la Sabana y el ecosistema de los Páramos de Cruz Verde y
Sumapaz. El Acuerdo 15 de 1993 determinó sus actuales límites
territoriales así: al sur con los cerros de Guacamayas y la Localidad
de Usme; al oriente es límite metropolitano con los municipios de
Choachí y Ubaque; al occidente colinda con la carrera 10 que la
separa de las Localidades Rafael Uribe Uribe y Antonio Nariño.
Históricamente el territorio local se ha caracterizado por
estar subdividido en tres zonas: alta, media y baja, las cuales se han
venido consolidando en épocas y formas diversas, ellas se
diferencian por sus condiciones socioeconómicas y geográficas.
Hoy existen 5 unidades de planeación zonal UPZ, entre las cuales
están: San Blas, Sosiego, 20 de julio, la Gloria y los Libertadores.
La sede uno y dos de la Asociación se encuentran en la UPZ 20 de
julio, la cual en su mayoría es de tipo residencial, comprende
266,55 hectáreas, es la más poblada de la localidad y por ende con
un gran número de necesidades, las cuales han sido enfrentadas
7 Asociación vecinos solidarios AVESOL

por algunas organizaciones sociales como AVESOL.


La Asociación Vecinos Solidarios AVESOL es una
organización social, ubicada en la parte media de la Localidad
Cuarta de San Cristóbal, en el barrio Atenas, por su ubicación hace
parte de la unidad de planeación zonal, UPZ No.34 Veinte de Julio.
Es reconocida a nivel local por su compromiso social y
comunitario; desde sus inicios ha implementando un trabajo
educativo y cultural cuyas estrategias y metodologías se han
transformado paulatinamente de acuerdo a circunstancias
determinadas, las cuales han generado cambios; es por eso que se
pensó en la auto- indagación.
Con este ejercicio de auto-indagación se quiere recuperar
la memoria de la Asociación, a partir de la imagen y
reconocimiento de AVESOL al interior de la localidad y del interés
de sus miembros por rescatarla. Esto porque en la medida en que
se retoma la historia, se evidencia el impacto que se tiene en la
comunidad, ya que varias generaciones de ciudadanos se han
beneficiado de los procesos implementados en la asociación en lo
que refiere a educación, cultura, el derecho al alimento, lo
ambiental, la participación en redes y salud integral. Todo esto
valida el trabajo y, por ende, la posibilidad de acceder a proyectos
de mayor trascendencia que terminen siendo acogidos por la
comunidad y apoyados por instituciones gubernamentales y no
gubernamentales.
La auto-indagación como una modalidad de investigación
participativa, permite sistematizar la experiencia a partir de la
memoria viva de quienes la han protagonizado y han tenido la
oportunidad de escribirla, para luego recrearse en su lectura y
construir un horizonte que le dé sentido a su proyección. Este
proceso estuvo acompañado de reflexiones permanentes,
individuales y colectivas, sobre la práctica social, y por el interés de
comprender la realidad para transformarla, buscando que la
experiencia pueda servir de referencia a otras organizaciones
comunitarias con características similares.
En esta experiencia de auto-indagación estuvimos
comprometidos varios miembros de la Asociación, con el apoyo y
asesoría de Alfonso Torres Carrillo, investigador y educador
popular que ha estado cercano a nuestro proceso en los últimos
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años. A nivel metodológico se estructuró el trabajo en cuatro


etapas, así: primera, elaboración colectiva del proyecto, donde se
acordaron los ejes problemáticos y la manera de abordarlos;
segunda, se realizó la reconstrucción colectiva de la historia de
AVESOL, a partir de narraciones orales, revisión de archivos
documentales y audiovisuales, esto teniendo en cuenta algunos
hitos considerados fundamentales. Una tercera etapa abordó el
análisis e interpretación de la información recogida con base en los
aprendizajes de cada una de las experiencias y, finalmente, como
cuarto punto, se sistematizó el trabajo realizado para compartirlo
con quienes estén interesados en conocerlo.
Los ejes problemáticos en torno a los cuales se estructuró
esta auto-indagación, se definieron a partir de las preguntas y
desafíos que en la actualidad nos planteamos como organización y
que se refieren a los siguientes interrogantes: ¿Cuáles acciones
posicionaron a AVESOL en la comunidad?, ¿cuáles han sido las
relaciones y acciones que ha tenido AVESOL con otras
organizaciones y en red a nivel local, distrital y nacional?, ¿de qué
manera la relación de AVESOL con el Estado y las organizaciones
de cooperación y financiadoras de los proyectos, han afectado los
procesos administrativos, organizativos y comunitarios?, ¿cómo
se han dado los procesos de formación en AVESOL?, y ¿cómo lo
celebrativo ha construido identidad y unidad en AVESOL?
A partir de los interrogantes mencionados se definieron
algunos hitos históricos, desde los cuales se podían abordar estas
preguntas; a la vez acordamos los aspectos o dimensiones
consideradas relevantes para el análisis de cada uno. La
reconstrucción y reflexión de los hitos en función de los
interrogantes centrales es lo que presentamos en los primeros
capítulos del presente libro.
Veremos cómo las distintas actividades que realizamos se
han transformado a lo largo de nuestra historia, ya que si bien en
un comienzo algunas de ellas fueron fundamentales, luego
perdieron trascendencia debido a múltiples situaciones y factores
que no permitieron su continuidad.
En el último capítulo, se presenta un balance de las
interpretaciones y aprendizajes que hemos podido inferir sobre
cada uno de los ejes temáticos, cuyo propósito no es hacer
afirmaciones concluyentes, sino generar discusiones, reflexiones y
proyecciones frente al quehacer de las organizaciones sociales en
la ciudad.
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1. Acciones que posicionaron


a Avesol frente a la comunidad

Para la Asociación ha sido fundamental identificar,


analizar y reflexionar las acciones que desarrollamos en el sector
de la ciudad donde ha tenido presencia, en particular los barrios
Atenas, La Colmena, Bello Horizonte, Columnas, entre otros de la
localidad 4 de San Cristóbal, en la ciudad de Bogotá. En esta auto-
indagación nos preguntamos acerca de cuál ha sido su incidencia
en la comunidad, entendida como las transformaciones que
desde nuestro trabajo comunitario hemos generado en los
diferentes espacios barriales, locales y distritales. Por esto,
cuando definimos las preguntas que estructurarían el proceso de
auto-indagación, la primera de ellas fue: ¿qué acciones
posicionaron a AVESOL en la comunidad?, interrogante en torno
al cual se organiza este primer capítulo.
Para responderlo, se analizaron experiencias consi-
deradas significativas, especialmente durante la primera etapa de
la Asociación, que comienza con la llegada de las Hermanas de la
Asunción al sector en 1975, hasta cuando dejan el proyecto en
manos de la comunidad, en el año 1992.
Para analizar cada uno de los hitos, se tuvieron en cuenta
los siguientes aspectos:
- ¿Cómo surgió las iniciativas comunitarias desarrolladas
por la Asociación?
- ¿Cómo se dieron los procesos en cada una de éstas
acciones?
- ¿Cómo participó la comunidad en cada una de ellas?
- ¿Qué aprendizajes se generaron durante estos procesos?
- ¿Cuáles fueron los resultados?
- ¿Qué factores incidieron en las acciones?
Para dar cuenta de estos aspectos, realizamos
conversatorios en los que, a partir del recuerdo, reconstruimos
cada hito; luego, retomando algunas grabaciones de audio y
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 10

observando algún material fotográfico y audiovisual, se


redactaron los relatos que a continuación presentamos.

1.1 Llegada de las Hermanas al Sur Oriente


(1973-1980)

Las Hermanas de la Asunción1, quienes dedican su vida al


trabajo con los pobres en diferentes labores como salud,
promoción de la mujer, formación humana y espiritual,
animación y acompañamiento a los grupos, estaban ubicadas al
norte de la ciudad de Bogotá, en el barrio Usaquén. Animadas por
los vientos renovadores de la iglesia católica, propiciados por el
Concilio Vaticano II y la Conferencia Episcopal de Medellín, un
grupo de ellas decidió replantear su quehacer como comunidad,
desde una opción de mayor compromiso con los pobres; por ello,
en 1973, se trasladaron del norte al sur oriente de Bogotá (primero
al barrio Bello Horizonte y luego al Atenas).

Las Hermanas llegan en su moto.

1. Esta comunidad religiosa femenina fue creada por el sacerdote Eteban Pernett y Antoinette
Fage, en Francia en el año de 1865. Llegaron a Colombia en 1940, y se instalaron inicialmente
en la ciudad de Cali.
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Allí, en medio de familias humildes, confirmaron su nueva


visión frente a lo religioso, lo social y lo político. Además, desde
esta “opción por los pobres” y su interés por contribuir a mejorar
las condiciones de vida de los habitantes del sector, replantearon
su quehacer como comunidad religiosa, en el sentido de que ya no
irían a las comunidades esporádicamente, sino que deciden irse a
vivir con ellas; ello también les ayudó a asumir su postulado de
servicio como una apuesta social y política liberadora, desde su
cercanía y compromiso con la vivencia popular.
En un comienzo, su intención era darse a conocer, no
solamente por lo religioso (catequesis, sacramentos y demás) sino
por su acompañamiento social y político, lo que implicaba
desarrollar un trabajo amplio y generar organización, lo cual
significaba tomar una posición frente a la problemática y realidad
de los sectores populares, sin involucrarse en ningún partido
político.
Con esta intención llegaron, en 1973, al barrio Bello
Horizonte, en el Sur Oriente (actual localidad 4 de San Cristóbal),
donde encontraron una población con grandes necesidades
económicas. Al comienzo les fue difícil encontrar una casa dónde
ubicarse, pues eran cinco Hermanitas, (Carmen Rodríguez, Nora
Yolanda Morales, Aidé Conde, Nora Lozano Pozo y Consuelo, de
quien no recordamos el apellido). No se presentaban como
religiosas, con el propósito de insertarse de una manera más
auténtica y conocer más a fondo la realidad de la gente.
Finalmente, después de unos meses, encontraron una casa y
tomaron en arriendo una pieza y un garaje; en la primera
acomodaron un dormitorio con cinco camas y en el otro espacio
una sala para recibir a la gente de la comunidad.
Una vez instaladas en el territorio, se involucraron en el
trabajo que se desarrollaba en la Casa Vecinal del Bello Horizonte,
a través del programa Escuela Nocturna, la cual estaba orientada
por unos jóvenes del sector, quienes al principio subvaloraron la
capacidad de las Hermanas para asumir el proceso. Sin embargo,
fueron ellas quienes continuaron la alfabetización en dicho lugar,
a la par con otras actividades de formación a nivel pastoral y de
salud.
En la medida que su trabajo generó grupos más
numerosos, comenzaron a tener dificultades para reunirse en el
garaje de la casa donde habitaban; además, en su imagen y
credibilidad se vieron afectadas porque algunas personas las
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tildaron de revolucionarias, debido a su forma de ver y vivir la vida


religiosa, a sus acciones poco convencionales para unas “monjas”
y a su vestuario (no llevaban hábito). En el grupo de personas que
lamentaban el trabajo de las monjas se encontraba el sacerdote de
la parroquia de Santa Inés, quien hablaba mal de ellas y decía que
eran hippies; las vigilaba constantemente, al punto de llegar un
día de sorpresa a su sitio de vivienda, encontrándolas reunidas
reflexionando sobre la biblia.
A partir del desarrollo de su trabajo, como la formación en
salud con cien señoras y la creación de una bolsa de empleo, la
gente las buscaba en su casa por la inyección o la curación, por lo
que las Hermanas ya no tenían privacidad. Esto las llevó a
conseguir un lugar más amplio e independiente, donde pudieran
desarrollar su trabajo con mayor tranquilidad. Compraron un
lote con una casa prefabricada en el barrio Atenas, cerca al Bello
Horizonte, y se concentraron en la construcción de una nueva
casa, que se hizo de manera rápida con la ayuda de Rafael Ruíz,
primo de la Hermana Nora Lozano.
Terminada la construcción, retomaron su proceso
comunitario. Para 1975, cuando ya estaban radicadas en el barrio
Atenas, llegó la Hermana Magdalena Salazar Gutiérrez, quien era
la Provincial de la Comunidad Asuncionista, que venía del
Ecuador de un proceso de formación con Monseñor Proaño; ella,
desde su experiencia con la Teología de la Liberación y sus
convicciones, había solicitado venir a trabajar a la comunidad de
Atenas con la Hermana Nora Lozano.
Las Hermanas, desde su opción de fe, tenían un
compromiso político de transformación social, que aunque no se
asumía desde un partido, sí les trajo algunos inconvenientes en el
barrio, especialmente con la gente de la Junta de Acción
Comunal, quienes veían lo político de manera distinta.
Ellas siempre se mostraron inquietas por desarrollar un
proceso diferente, fundamentado desde la Teología de la
Liberación; es así como vieron la necesidad de incidir en el cambio
de los integrantes de la Junta de Acción Comunal, ya que
consideraban que éstos no se dedicaban a labores en beneficio del
barrio y la comunidad. Cuestionados por las religiosas, algunos de
éstos publicaron un volante en el que las tildaban de subversivas,
por su vestido, su actuación, su medio de transporte (motocicleta)
y porque tomaban posiciones críticas frente a lo político y a las
injusticias que se veían en el barrio; como respuesta, las
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Hermanas publicaron una carta abierta a la comunidad,


aclarando la situación.
Haciendo caso omiso a estas acusaciones y siendo
perseverantes, las hermanas crearon grupos de niños, de jóvenes
y de mujeres que se integraban en diferentes campos de acción
como la biblioteca, los talleres de salud, el jardín infantil y el
trabajo con padres y madres; a la par, para adquirir recursos que
garantizaran su sobrevivencia y la sostenibilidad de sus
proyectos, así como para mejorar su contacto con la comunidad
del sector, se integran laboralmente con el Departamento
Administrativo de Bienestar Social - DABS (hoy Secretaria
Distrital de Integración Social - SDIS); el salario recibido era
solidariamente compartido con las mujeres que asumían labores
en el jardín.
Hacia 1979 se contactan con la Fundación “Paz en la
Tierra”, específicamente con el suizo Ricardo Audere, quien
aportó un recurso económico que era utilizado para el pago del
arriendo del jardín que funcionaba en la casa de Don Apóstol
Espitia y también para el alquiler del lugar donde estaba la
biblioteca, cerca de la vivienda de la Hermanas; igualmente se
implementó la atención en salud, que funcionaba en la parte
inferior de la casa de ellas.
Después desarrollaron un proceso de gestión con “La casa
de la mujer”, que asumió la formación con mujeres, dando
elementos encaminados a la toma de posición frente a su relación
de pareja. Ello, como ha sucedido en otras experiencias, generó
algunos conflictos con los esposos; algunos de ellos, que eran
miembros de la junta de Acción Comunal, prohibieron a sus
esposas asistir a estas reuniones.
Vale la pena reiterar que en la Junta las hermanas
encontraron poco apoyo, en particular de algunas personas que se
empeñaron en cuestionar su trabajo; lo mismo ocurrió con
algunos sacerdotes de la iglesia católica. Sin embargo hubo
excepciones, como el caso de los Padres Belisario y Estupiñan,
quienes desarrollaron diversas actividades pastorales con el
propósito de conseguir recursos para la construcción de la iglesia
del barrio Atenas; también hubo un trabajo mancomunado con
los sacerdotes de Villa Javier.
La misión de las Hermanas no sólo se evidenció en lo
pastoral y en el campo de la salud, sino también en la
implementación de otras actividades del barrio, como por
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 14

ejemplo: la democratización del uso de las canchas para llevar a


cabo las Olimpiadas Infantiles, donde organizaron juegos
amistosos, tanto en categoría infantil como juvenil y se incluyeron
el ciclismo, el trompo, la barra de premios entre otros; esto fue
importante porque se movilizó a la comunidad.

Con esfuerzo se alcanza la cima... ¡No desistas!


15 Asociación vecinos solidarios AVESOL

Otra situación es que a la llegada de las Hermanas las


calles estaban sin pavimentar y no había suficientes redes de
servicios públicos, por tanto ellas apoyaron procesos para
mejorar los espacios del barrio; sin embargo lo que más se
demoró fue la pavimentación, especialmente de la calle donde
hoy se encuentra la sede 1 de AVESOL, realizada en 1986; también
se llevaron a cabo actividades para recuperar la zona verde, que
había sido vendida ilegalmente a familias incautas, y donde
finalmente se construyó el parque Infantil “Don Solidario”.
En cuanto a lo administrativo, la contabilidad y la
asignación de responsabilidades específicas, se dio de acuerdo a
los cargos teniendo en cuenta la formación y los perfiles de los
participantes. Además, prestaban especial atención a las maneras
de participar y el compromiso asumido en los diferentes espacios
generados por las Hermanas, el tiempo de voluntariado, la
puntualidad, el nivel de liderazgo, entre otros.
Para el desarrollo de los programas recibían donaciones
de familiares de las Hermanas, quienes aportaban un diezmo
periódicamente; además, permitían el acceso a sus fincas, que
eran utilizadas por AVESOL para garantizar el derecho a la
recreación y formación de los integrantes de la Asociación por un
periodo de uno o dos días, dos o tres veces al año. También se
formularon proyectos para recibir apoyo de entidades
extranjeras, entre ellas Christian Children's Fund - CCF,
FASTENOPFER, Caritas Suiza e INTERMON, lo que le permitió a
AVESOL desarrollar sus programas.
Los gestores de la Asociación también realizaron diversas
actividades de autogestión, sin dejar de lado su quehacer social, lo
cual los llevó a emprender varias acciones, algunas de ellas sin
éxito. Por ejemplo las empresitas de chocolates Pascualín y
Confecciones Esperancita, que surgieron de la formación (a cargo
del profesor Luis Ascuntar) y el apoyo financiero a través de un
crédito, para la adquisición de equipos y materiales que hizo la
Fundación Kolping. La chocolatería funcionó durante un año,
pero la falta de estrategias de mercadeo llevó a su cierre; luego se
trabajó con confecciones de sábanas, uniformes y parafernalia
para las comparsas, lo cual se mantuvo más tiempo.
Otra opción de gestión fue la atención en odontología, que
inició en 1988 gracias al apoyo de CCF, que aportó un dinero con
el cual se adquirió la unidad odontológica y se pudo pagar al
profesional; con la evaluación realizada al cumplir los 10 años de
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 16

AVESOL, se evidenció que no era necesario este servicio, pues las


familias lo obtenían a través de los Centros de Salud, y al no poder
pagar sus tratamientos en el consultorio del barrio, el material y
sostenimiento del proyecto eran costosos; sin embargo este
servicio continúo para los participantes de los programas de
educación y cultura, asumiéndose como un ejercicio de derecho y
no como una iniciativa de gestión.
Por otro lado, las Hermanas proyectaban su trabajo a la
comunidad; sin embargo, la gente participaba en talleres
concretos, y se dio mayor acogida en las mujeres que en los
hombres, porque se trabajaba la parte de salud. En algunos casos
específicos los señores mostraron una actitud de prevención y
resistencia por el cambio de mentalidad que notaban en las
señoras.
Antes de que la comunidad supiera que eran religiosas,
había mucha desconfianza. Luego, al llegar al Atenas, las
hermanas conocieron a Marta Muñoz y Joselino Albino,
habitantes del barrio con quienes se articularon y comenzaron su
trabajo.
Con la JAC hubo controversia porque ellos sienten que
pierden el poder sobre la comunidad, en especial cuando
AVESOL desarrolla las olimpiadas infantiles. Al interior de la
Junta estaban don grupos alternando, uno el de Don Aníbal
Mojica, líder con sentido comunitario, entrega, desprendimiento
y solidaridad, quien no escatimaba esfuerzos para enfrentar
situaciones adversas y siempre pensaba en cómo beneficiar a la
comunidad; las Hermanas lo aprecian por su actitud servicial y
honestidad. Por otro lado estaba el Señor García y Juan Díaz, a
quienes les molestaba el trabajo de las Hermanas y se
convirtieron en un obstáculo; sin embargo, después de varias
dificultades, reconocieron el trabajo desarrollado por ellas en
beneficio colectivo.
Hubo casos de personas pertenecientes a la JAC que
llegaron a perseguir e insultar a las hermanas, no dejaban que la
gente asistiera a los talleres, y les hacían mala fama, llegando
incluso a tirar piedras en sus casas para intimidarlas; además, no
prestaban los espacios del salón comunal para el desarrollo de
actividades.
A pesar de las dificultades hubo personas que se
vincularon al proceso, como Jorge Grosso, caricaturista,
habitante del barrio Bello Horizonte y estudiante de la
17 Asociación vecinos solidarios AVESOL

Universidad Nacional, quien entró a hacer parte de la estrategia


comunicativa de AVESOL e hizo la propuesta del logotipo de Don
Solidario y de la familia simbólica de la Asociación.

La familia simbólica de AVESOL:


Don Solidario, Fortaleza, Pascualin y Esperancita (por Grosso).
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 18

La llegada de las Hermanas, su proceso de incorporación y


reconocimiento de la comunidad no fue fácil; sin embargo se
logró y a partir de esto se alcanzaron aprendizajes como la
importancia del trabajo por lo colectivo, el compartir en grupo
(por ejemplo, las mingas), en los encuentros con los grupos
eclesiales de base y con las comunidades indígenas; también
estaban las ollas comunitarias que se llevaban a cabo para los
encuentros y jornadas de trabajo con los padres de familia.
Se crearon nuevos frentes de trabajo en beneficio de la
comunidad y en defensa de los derechos, para acabar con los
miedos y enfrentar ideales tradicionalistas; para cambiar la
mirada religiosa y política conservadora por una liberadora; para
aprender a leer la realidad del Dios vivo y la importancia del hacer
frente al rezar.
En cuanto al proceso con las mujeres hubo una ruptura de
la dependencia, se dio importancia al trabajo en pareja, el rescate
de la lectura y la escritura en la mujer. Igualmente se desarrolló la
formación en valores a nivel individual y femenino, teniendo en
cuenta el empoderamiento, la autovaloración, la exigencia de los
derechos y la posibilidad de ver distintas posiciones frente a una
realidad concreta.
Se reconoció la importancia de partir de la cotidianidad,
de lo simple, para analizar cosas más amplias y complejas. A la par
se rescataron los espacios del barrio y se pusieron a disposición de
la comunidad, en actividades de tipo deportivo y cultural, donde
la gente observó la importancia de la apropiación, cuidado, uso y
empoderamiento de los espacios comunitarios.
También se reflexionó sobre cómo la motivación, la
exigencia, las normas y el conducto regular son elementos
fundamentales en lo administrativo. Con el trabajo desarrollado
por las Hermanas se obtuvieron resultados como el
posicionamiento de una imagen de credibilidad, organización,
transparencia y estabilidad económica de AVESOL; se alcanzó un
nivel de organización y reconocimiento de la comunidad; se
marcó un derrotero a nivel cultural en el barrio; se conformó un
grupo de gente capacitada, entre ellos: Manuel Isidro Bonilla,
Víctor y Alfonso Cuervo, Etelvina Acuña, Carlos y Miguel Torres,
gente comprometida con lo social. Además, se logró un cambio en
la infraestructura del barrio, se fortaleció la relación de vecindad y
se construyó la sede uno de la Asociación.
Para lograr lo anterior fue necesario enfrentar algunos
19 Asociación vecinos solidarios AVESOL

factores como: la situación de pobreza que existía en el barrio,


pues la mayoría de personas tenían necesidades básicas
insatisfechas; la mentalidad machista, que en algunos casos
dificultó el trabajo con las mujeres; la inclusión de la Teología de
la Liberación y su iconografía en las celebraciones religiosas,
incidió en la forma de abordar la fe tradicionalista de las
comunidades; el proceso de inserción de las Hermanas, la manera
como se presentaron, su vestuario y su moto.

1.2 Construcción de la sede (1981-1984)

Para darle continuidad y proyección al trabajo


comunitario, fue de gran importancia la construcción de la Sede 1
de la Asociación, porque allí se vio reflejado el compromiso y
fortaleza de las Hermanas y de la comunidad del barrio.
Al observar que el trabajo implementado por las
Hermanas creció con el número de grupos, entre los que estaban
los de música, comunicación, talleres de salud, teatro, danza,
cerámica y pastoral, éste último conformado por los jóvenes
integrantes del CAS (Compromiso, Amor y Servicio), y de
AMICAM (Amigos del Cambio, que atendían la biblioteca). Los
participantes de estos procesos entraban y salían de la casa de las
Hermanas, quienes perdieron su privacidad, porque el espacio
quedaba pequeño para todas las actividades que realizaban.
Frente a esta situación, la Hermana Nora Lozano planteó
al Consejo de padres y de jóvenes de ese momento la necesidad de
construir la sede; se hizo un plan para conseguir el lote; así, cada
grupo debía tener una propuesta económica, pensaron cuál sería
el lugar posible para comprar, vieron varios lotes en el barrio,
pero el de la diagonal 34A, fue el que más les llamó la atención, por
su estratégica ubicación y proximidad al barrio la Colmena, lo que
garantizaba continuar con el trabajo que se desarrollaba allí;
además, se contaba con un buen número de padres
comprometidos que vivían en el sector.
La consecución del lote y la construcción de la sede, se dio
en tres momentos: gestión de proyectos, actividades
comunitarias y aportes económicos de las familias de las
Hermanas Nora y Magdalena (específicamente la Señora Inés de
Matiz quien dio el dinero para la compra del terreno). Igualmente
el arquitecto Hernán González colaboró voluntariamente en la
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 20

construcción de la Sede. Para continuar el proceso, las Hermanas


realizaron actividades como bazares, muestras de cultura
popular, Semana Santa, fiesta del Carmen; en éstas actividades se
vendían flores y comida, y el recaudo iba al fondo común.
Luego de tener el lote, se observó que había casas a los
lados, por eso fue necesario hacer el banqueo de manera manual
(1981). Los domingos, niños, jóvenes y adultos, familias
completas, hacían el trabajo. Posteriormente se diseñaron los
planos; Renata Lenz (de nacionalidad alemana, que trabajó con el
grupo de jóvenes en salud y apoyo en el registro fotográfico),
consiguió otra parte del dinero para continuar con la
construcción, y se contrató como maestro de obra a don Francisco
Peña, quien inicio pero no terminó su labor, debido a dificultades
presentadas en el proceso, y por eso fue reemplazado por Juan
Guerrero.
A la par de lo anterior, las Hermanas ubicaron un grupo de
personas a quienes les asignaron funciones y tiempos concretos
en cada uno de los programas. En salud, organizaron días de
atención, para consultas médicas y atención en el dispensario,
con tareas y responsabilidades; en lo artístico, estuvieron al tanto
de los talleres, al igual que del grupo que coordinaba la

El trabajo conjunto es beneficio para todos.


21 Asociación vecinos solidarios AVESOL

preparación y desarrollo de catequesis. Los jóvenes, con el


acompañamiento de las Hermanas, manejaban la biblioteca;
quienes hacían parte de estos grupos, recibían un aporte para el
estudio.
Las Hermanas siempre estuvieron pendientes de las
aptitudes y capacidades de quienes conformaban los diferentes
grupos, para así, de acuerdo a su perfil, ubicarlos en un campo de
acción en la sede nueva. Observaron la disponibilidad para
trastear, lavar y para el cuidado de cada elemento; comunicaron
quiénes debían asumir un trabajo concreto en el edificio, lo cual
generó conflicto, sobre todo con Renata Lenz, quien coordinaba el
grupo de salud del cual no continúo ninguna persona en la
Asociación. Las Hermanas tenían una bitácora de seguimiento
donde hacían firmar el cumplimiento de las labores asignadas y,
con esta prueba, refutaban cualquier reclamación.
La mayor participación fue de los padres de familia de los
niños y niñas del jardín, quienes estuvieron apoyando la labor los
días sábados y domingos. Las Hermanas implementaron una olla
comunitaria en cada encuentro para la construcción de la sede. El
resto de la comunidad se mostró curiosa e inquieta por saber qué
se iba a construir en ese espacio, y por parte de la JAC había
preocupación por la visión que se tenía de las Hermanas.
Gracias a este proceso se reconoció la importancia del
trabajo en equipo, a partir del cual se fortaleció la infraestructura
para desarrollar lo pedagógico; además se entendieron distintos
procesos logísticos, se valoraron las acciones relacionadas con la
organización, la planeación, la asignación de funciones y
responsabilidades, al igual que la supervisión constante del
trabajo.
A partir de la labor realizada, se consideró importante
elaborar un acta de constitución en 1981, escrita a mano y en la
cual solo firmaron los mayores de edad. También se logró ampliar
los espacios para un mejor desarrollo de los proyectos (cultura,
jardín, administración y salud); fue fundamental en este proceso
la conformación de un grupo de personas comprometidas que
hicieron parte de los asociados fundadores.
Las Hermanas empezaron a formular nuevos proyectos y
se lograron apoyos presupuestales por parte de la cooperación
internacional, ya que era un momento donde las contribuciones
de otros países se daban sin mucha exigencia; ellas estaban
relacionadas con personas que aportaban económicamente,
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 22

entre familiares suyos y empresas, como por ejemplo el Banco de


Bogotá; para el momento existía un apoyo fuerte a grupos
religiosos y la gente valoraba el proceso a pesar de que el
compromiso estatal era nulo.

1.3 La investigación Acción Participativa


(1988-1989)

Siendo la investigación un proceso importante para la


Asociación, como elemento de evaluación y proyección, al
cumplir los diez años de vida de AVESOL surgió la pregunta: ¿cuál
ha sido el impacto del trabajo de la Asociación en la comunidad?
Esta inquietud llevó a que se revisara la mirada que se tenía desde
la organización sobre las acciones realizadas, a fin de establecer
hasta dónde se daba respuesta a las necesidades reales de la
comunidad.
La Hermana Nora Lozano para esta época conoce en una
reunión a una mujer que le comentó sobre el trabajo de su esposo
en una entidad Canadiense financiadora de proyectos de
investigación en salud; es así como se contactó con Silvio Gómez,
representante del Centro de Investigación CIID en Colombia.
Tras varias visitas y presentaciones del anteproyecto, se consigue
el apoyo de una investigación con énfasis en Atención primaria en
salud.
Al recibir la respuesta positiva del CIID, la Hermana Nora
vio la necesidad de ubicar una persona para formular el proyecto,
acudiendo a Juan Adolfo Bermúdez, coordinador en Colombia de
la ONG Cristian Children Fund – CCF, quien estaba casado con
María Elvira González, enfermera jefe con experiencia en trabajo
social y hospitalario que se unió al proceso de investigación.
La construcción del proyecto duró varios días, y
aproximadamente al mes de haberlo presentado fue aprobado. La
Hermana Nora consideró importante que la comunidad hiciera
parte del proceso, además que estuvieran vinculados a los
programas de AVESOL, por eso incluyó familias y mujeres que
tuvieran un proceso de empoderamiento y un vínculo afectivo con
la Asociación. Así se definió un número de personas de la
comunidad, un grupo investigador, conformado por quienes
venían desarrollando trabajo directo con la comunidad, y otro
donde los participantes tuvieran un vínculo con la Asociación en
23 Asociación vecinos solidarios AVESOL

alguno de los programas.


Se contrató un metodólogo, Oscar Urriago, que había
trabajado con la Comunidad Asuncionista en Cali y para ellas era
un referente sobre el tema y el trabajo comunitario. Dentro de los
profesionales contratados estaban: un comunicador, una
trabajadora social, un metodólogo, un médico y una enfermera,
todos ellos con un contacto y un conocimiento previo de AVESOL
de las Hermanas, en diferentes dinámicas de trabajo.
Para el desarrollo del proceso de investigación en un
primer momento se socializó el proyecto, se ubicaron funciones y
se elaboraron instrumentos de recolección de información, los
cuales fueron aplicados al grupo investigador de la comunidad
para valorar su comprensión y pertinencia.
La metodología estaba ubicada por etapas dónde se
evaluaba y proyectaba con muestras poblacionales de niños,
jóvenes y adultos, mediante la aplicación de instrumentos como
talleres, entrevistas, encuestas, conversatorios. Este proceso se
retroalimentaba permanentemente a través de reuniones. Las
etapas estaban contempladas para qué existieran espacios de
organización, preparación y desarrollo. En la práctica, el grupo de
la comunidad avanzó en la apropiación teórica y, con el
conocimiento que tenían de su entorno, sobrepasaron a los
profesionales, lo que generó que el trabajo de planeación y
ejecución se realizara a la par.

La comunicación fundamental
para la Asociación.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 24

Durante el desarrollo de la investigación existió un


proceso fuerte en comunicación popular, evidenciado en
chapolas, periódicos murales y se retomó el periódico “YA CASI”
para informar y socializar el avance de las acciones a la
comunidad. En la aplicación de las encuestas se ubicó un número
para cada persona y se realizó un mapa de los sectores donde se
aplicaron; éstas fueron terminadas primero por el grupo de la
comunidad, ya que los profesionales tuvieron dificultades porque
no conocían el sector y no eran cercanos a la gente; además, los
perros que rondaban las calles les ladraban y nos les permitían
llegar a las casas; al final, el grupo de investigación de la
comunidad tuvo que apoyarlos para que pudieran terminar su
labor como encuestadores.
Se abordaron jornadas largas de tabulación y
sistematización, se efectuaron varios encuentros para la
socialización, a la par que se realizaban celebraciones con los
temas de la investigación; por ejemplo en la construcción de
variables, la Hermana Magdalena, para explicarlas las relacionó
con la cotidianidad y con la vida afectiva de manera jocosa:
haciendo una analogía a modo de parodia, utilizó muchas frases,
una de las recordadas fue: “dicen que mi variable es definir
sentimientos, sin saber que es Alvarito, quien está en mi
pensamiento”.
Se obtuvieron los documentos finales que fueron
entregados a la entidad financiadora; uno de ellos fue la cartilla
ilustrada, donde se daba cuenta de los pasos implementados en la
realización de la investigación, acción participativa (IAP);
también se presentó un audiovisual elaborado con una tira de
dibujos que iban pasando dando la impresión de movimiento, la
cual fue elaborada por Edgar Patiño; dicho material se presentó a
la comunidad a través de láminas de cartón. También quedó el
libro que recoge el informe final de la investigación.
La participación en la investigación se dio a partir de tres
grupos de trabajo: el primero, considerado grupo base, fue
conformado por Inés Ruiz, Blanca Salgado, Gloria Parada,
Omaira Mójica, Elsa Melo, Olga Becerra, las Hermanas (Nora,
Magdalena y María Dolores Barragán), Stella Bustos, Carmenza
Navarrete y Mary Rojas. Con ellas, que estuvieron presentes
durante todo el proceso, se realizó la metodología de educación,
formación, reflexión y acción. Ellas mismas realizaron las
pruebas piloto de la investigación, aportando ajustes tanto a los
25 Asociación vecinos solidarios AVESOL

instrumentos de recolección de información, como en la


implementación y desarrollo del trabajo investigativo;
igualmente dos de ellas apoyaron toda la parte comunicativa.
El otro grupo estaba conformado por profesionales y
asesores, entre los que se encontraban Alfonso Franco, quien
tenía el compromiso del área de comunicación y a la par realizó
procesos de formación al equipo investigador (luego se fue para
CCF) y Edgar Patiño asume ésta responsabilidad. Por otro lado,
Elvira González apoyaba la parte de informes y concepción del
proyecto con la Hermana Nora; también participó Oscar Urriago
como metodólogo, Enrique Gutiérrez, médico, quien era el
responsable temático del proyecto, y Gladys Agudelo, quien
manejaba el proceso de trabajo de campo.
El tercer grupo, integrado también por profesionales,
formulaban permanentemente observaciones que enriquecían
los documentos y la concreción de los resultados; hacían parte de
éste: el padre Mario Peresson, Jairo Osorno y Mario Calderón;
igualmente Tatiana Romero y Mauricio Sarmiento apoyaban, por
tiempos concretos, los cierres de cada etapa del proceso.
Es pertinente aclarar que a la par de la investigación, y
copiando el modelo de contar con profesionales asesores, se ubicó
en cada programa a un colaborador, así: Tatiana Romero para
Jardín, Jorge Romero para cultura, Edgar Patiño en
comunicación, Mario Peresson en pastoral, Jairo Osorno y
Mauricio Sarmiento para salud; estos profesionales contribuían
con su asesoría en los distintos procesos.
La participación de la comunidad se dio de varias formas:
al resolver las encuestas, asistir a talleres y responder a las
entrevistas; posteriormente y de manera personal, se les
informaba sobre los avances en la investigación. La asistencia a
las asambleas donde se socializaban los resultados de cada etapa a
través de videos y fotos, fue buena, lo que evidenció la acogida y
compromiso de la comunidad frente al trabajo.
A partir de la investigación se reconoció la importancia de
la mediación entre la teoría y la práctica, se evidenció que el ser
parte del contexto a investigar, puede facilitar el desarrollo y
profundización de un proceso investigativo; además, se valoró la
evaluación como elemento para fortalecer, transformar y
proyectar el quehacer social de las organizaciones.
La IAP terminó con la socialización y entrega del
documento a la entidad financiadora, cuyo representante, Silvio
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 26

Gómez, visitó la Asociación. Teniendo en cuenta los resultados y


el proceso de formación desarrollado, propuso elaborar una
segunda investigación sobre “las dinámicas y relaciones
familiares”. Entonces la Hermana Nora pidió al grupo asesor de
los programas que se involucrara a esta nueva investigación
ayudando a formular el nuevo proyecto investigativo, lo cual
suscito en algunos de ellos el interés por tener trabajo y poder
dentro de la Asociación, en otras palabras, había un interés de
obtener un beneficio personal. Los cuestionamientos que se
generaron a la Hermana Nora por su forma de direccionar y
administrar AVESOL, ocasionaron una crisis que llevó al
rompimiento de relaciones con los asesores y, por este motivo, la
Hermana se niega a realizar la segunda investigación.
La aplicación de los resultados de la investigación se
evidenció en acciones concretas como el replanteamiento del
programa de salud, porque el Estado lo cubría y además generaba
pérdidas económicas a la Asociación. También se le da una nueva
estructura a lo cultural, planteando el Festival de la Alegría como
una manera de materializar el proceso de formación artística; de
igual manera en educación surge la Semana de la creatividad,
como repuesta a las inquietudes de formación pedagógica de las
mujeres entrevistadas, pertenecientes a los Hogares de Bienestar
Familiar - HOBIS, liderados por el Instituto Colombiano del
Bienestar Familiar - ICBF, los cuales eran atendidos por mujeres
de la comunidad en casas de familia.
También se acordó con el Centro de Investigación y
Educación Popular - CINEP, realizar un proceso investigativo
sobre las experiencias educativas en la etapa inicial, con tres
modalidades: los HOBIS del gobierno, los jardines del sector
privado y las propuestas educativas del sector comunitario; en
este último grupo estaba AVESOL.
Es necesario comentar que algunos factores hicieron
posible la investigación, entre ellos: el apoyo de la comunidad por
la credibilidad de la organización, la interdisciplinariedad en el
trabajo, la sensibilidad social de quienes hicieron parte del
proceso, el involucrar diferentes grupos de personas como
profesionales y gente de la misma comunidad; esto unido a la
buena imagen proyectada frente a la entidad financiadora, que
valoró el proceso de formación investigativa recibida por los
miembros del grupo base, contribuyó al buen desarrollo del
proceso investigativo. Sin embargo la propuesta de una segunda
27 Asociación vecinos solidarios AVESOL

investigación se vio afectada por conflictos entre personas, lo que


evidencia la importancia de afrontar adecuadamente situaciones
negativas que pueden presentarse al interior de las
organizaciones, sin afectar los procesos y logros alcanzados.

1.4 La partida de las Hermanas (1992)

Para la Asociación el momento en que las Hermanas dejan


el proyecto en manos de la comunidad, decidiendo comenzar
nuevos procesos en un espacio distinto, es de gran importancia,
ya que ellas tuvieron en cuenta varios aspectos para garantizar la
continuidad de su trabajo; utilizando diversas estrategias de
formación y selección de las personas que asumirían la
responsabilidad de mantener a AVESOL.
Dicho proceso no se dio de un día para otro, comenzó
aproximadamente en octubre de 1991, cuando un grupo de
Hermanas provenientes de Francia llegó a conocer el proceso
desarrollado en AVESOL y observaron que existía organización,
que el trabajo estaba consolidado y marchaba de acuerdo a los
parámetros preestablecidos por la comunidad religiosa.
Igualmente la Hermana Nora Lozano fue nombrada provincial en
1992, cuando el Capítulo General Asuncionista se reunió para
elegirla teniendo en cuenta los perfiles que requerían.
Es una política de las Hermanas Asuncionistas dejar su
obra en manos de la comunidad cuando se ha fortalecido un
proceso organizativo. La intención es que personas formadas,
desarrollen un trabajo social a la luz de la teología y que haya
continuidad en su compromiso. Es importante recordar que el
trabajo desarrollado en Atenas y la Colmena se fundamentó en la
teología de la liberación.
Las Hermanas se fueron paulatinamente; un mes antes de
su partida comenzaron a hacer comentarios como: “aquí están
estos documentos, por si en algún momento se requieren, o
alguna vez nos vamos”; sin embargo no comentaban que se iban a
ir, esto sucedió en varias ocasiones. A finales de marzo de 1992, la
Hermana Nora Lozano reunió a Elsa María Melo y a Rosaura
Melo y les informó que se iba, porque la habían nombrado
Provincial de la Comunidad Asuncionista. Les solicitó no
comentarlo a nadie ya que ella lo haría en su momento; también
las tranquilizó para que no se preocuparan, porque las demás
Hermanas quedaban y todo estaba organizado.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 28

Una semana después, la Hermana Nora reunió a todo el


equipo y les informó de su partida definitiva, los motivos, cómo
quedaban organizadas las cosas, quiénes estaban a cargo y las
estimuló a continuar con el trabajo. Posteriormente se realizaron
dos eucaristías una con el grupo y las organizaciones locales con
las que se venía trabajando y otra con la comunidad en general, en
la cual las Hermanas comparten a los habitantes del barrio sobre
su partida y les invitan a continuar colaborando con quienes
quedan a cargo de AVESOL, haciendo énfasis en las fortalezas de
quienes dejaban a cargo. Al respecto surgieron varias reacciones
de respaldo, afecto, apoyo, confianza y desconfianza, aprobación
y desaprobación, etc.
En abril de 1992 la Hermana Nora asumió su cargo como
provincial y en la Asociación se quedaron las otras Hermanas,
quienes continuaron un proceso de acompañamiento por algún
tiempo. Posteriormente la Hermana Magdalena informó al
equipo de trabajo que debía irse a colaborarle a la Hermana Nora
y luego se va la Hermana Miriam con ellas, la última de las
Hermanas en partir fue Piedad Berrío.
Vale la pena mencionar que hubo algunos inconvenientes
con las Hermanas después de la partida de la Hermana Nora,
porque tenían una posición asistencialista. Esto llevó a que
quienes habían quedado responsables les hablaran sobre la
importancia de continuar con la labor, teniendo en cuenta valores
como la equidad y la solidaridad.
La comunidad en general fue espectadora del proceso, se
informaron y estuvieron a la expectativa de lo que iba a suceder;
se dieron una serie de comentarios frente a la continuación de
AVESOL y la imagen de quienes quedaban a cargo, pues las
Hermanas no mencionaron las responsabilidades específicas
frente a ellos. Hubo muchas especulaciones sobre lo que podría
ocurrir sin la presencia de ellas.
En la despedida, el Señor Mojica dijo unas palabras frente
al significado del trabajo de las Hermanas en la comunidad,
agradeciendo y manifestando su apoyo al grupo que quedaba a
cargo; así como varias personas de la comunidad manifestaron su
gratitud y afecto a las Hermanas de diferentes maneras.
Igualmente sucedió con las señoras de las Asambleas quienes se
reunían semanalmente en sus casas, donde compartían no solo la
lectura y reflexión de la Biblia, sino también un alimento ofrecido
por la anfitriona del lugar donde estaban. Ellas continuaron
29 Asociación vecinos solidarios AVESOL

reuniéndose por varios años de la misma manera que lo hacían


cuando estaban las Hermanas, y aún hoy mantienen algunas de
sus actividades.
La preocupación de las Hermanas por el desarrollo
humano integral fue constante, dándole importancia al bienestar
físico mental y espiritual de quienes hacen parte de AVESOL y sus
familias. Además eran exigentes frente a la utilización adecuada
de los recursos, garantizando la continuidad y calidad de los
procesos.
Igualmente potenciaron el recurso humano a partir de
procesos de formación e identificación de características propias,
que les permitieron la ubicación en responsabilidades específicas
para la continuidad de la Asociación. Su experiencia evidenció
que las relaciones interpersonales horizontales evitan
contratiempos y dificultades.
A partir de los fundamentos dados por las Hermanas, se
dio la apropiación de un grupo base de la comunidad, quienes
asumieron a AVESOL a nivel administrativo y de formación
personal, priorizando el aprender haciendo. Esto garantizó la
sostenibilidad y continuidad de la organización a partir de la
gestión de recursos y del compromiso con la filosofía,
potenciando la imagen de AVESOL frente a la comunidad en
general.

1.5 AVESOL administrado por un grupo base de la


comunidad

Como se mencionó anteriormente, las Hermanas se van


entre 1992-1994, dejando la administración de la Asociación en
manos de un grupo, al cual habían seleccionado y formado
previamente; la inducción la realizaron a través de la metodología
del aprender haciendo, es decir, partían de la práctica, analizaban
y reflexionaban determinadas situaciones.
Esta acción de desprendimiento estuvo acompañada por
una discreta visita de Hermanas Asuncionistas, venidas de
Francia (casa madre) en octubre de 1991, con la misión de
corroborar la consolidación del trabajo realizado en y con la
comunidad de Atenas.
Después de que las Hermanas informaron sobre su
partida, formalmente designaron actividades y procedimientos a
seguir, decidieron quienes debían asumir roles específicos,
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 30

teniendo en cuenta su compromiso y responsabilidad en el


proceso. Entonces la Hermana Nora se reunió con Rosaura y Elsa
María Melo, personas de su mayor confianza para comunicarles
las decisiones tomadas.
Las razones por las cuales las Hermanas tomaron
decisiones unilaterales sobre lo que sucedería con la organización
no se socializaron; sin embargo, se supone que tuvieron en cuenta
las características de cada una de las personas que dejarían a
cargo, por ejemplo, Rosaura por su carácter fuerte, tranquilidad,
imparcialidad y manejo administrativo, quedaría como la
Representante Legal.
Una vez tomado y asumido el legado, se hacen los ajustes
operativos y se continúa con el proceso de funcionamiento, de la
misma manera y respetando lo que las Hermanas habían
diseñado en cuanto a lo administrativo, retomando inclusive sus
mismas prácticas, ya naturalmente heredadas. Queda en el
ambiente de AVESOL y en sus integrantes el espíritu y la
presencia de la Hermana Nora, por su labor y las enseñanzas
dejadas, hasta el punto de mantener su espacio de trabajo casi
intacto por varios años.
Para las personas que asumieron el reto, implicó enfrentar
miedos, temores, desconfianzas y dudas de poder salir adelante
con la misión encargada. Asumir en la práctica los vericuetos de la
gestión y la administración en el momento de presentar informes
de los proyectos en curso, fue una de las mayores angustias a las
que se enfrentaron, por ignorar los procedimientos, tiempos,
acuerdos y exigencias de las entidades financiadoras. Las
dificultades se resolvieron en la cotidianidad; igualmente se dio
un proceso de adaptación para así responder a las necesidades y
requerimientos.
La dinámica administrativa ha estado presente mucho
antes de constituirse como Asociación, durante el proceso de
crecimiento de AVESOL se ha mantenido una línea contable
organizada y hoy sistematizada por centro de costos, con un
avance en la definición de funciones y procedimientos exigidos
por cada uno de los programas: seguridad alimentaria,
educación, cultura, comunicación, entre otras.
La estructura organizativa de AVESOL ha estado
constituida por la Asamblea de asociados y el Consejo de
Administración. Al interior de la Asociación se mantiene el
proceso contable, cumpliendo con las normas exigidas y llevando
31 Asociación vecinos solidarios AVESOL

el registro del recaudo, por diferentes conceptos, para el


sostenimiento y proyección.
En un primer momento se realizaban diferentes
actividades con la comunidad para la consecución de recursos
como: el aporte de los padres del jardín, talleres artísticos y
refuerzo escolar; rifas periódicas, fiestas de integración; venta de
alimentos en el festival de la alegría y fiesta del Carmen y las
ventas de segunda (ropas, muebles y antigüedades, donadas por
familias cercanas), que permitían cumplir con el presupuesto
planeado. Otra forma era el apoyo en especie, como el jabón,
papel higiénico y elaboración de material didáctico.
Igualmente se gestionó a partir de la formulación de
proyectos con entidades extranjeras como CCF, FASTENOPFER,
Caritas Suiza, INTERMON, entre otras, que apoyaban el trabajo
comunitario sin mayor exigencia, lo cual permitió a AVESOL
poder desarrollar su labor, a través de una estrategia de fondo
común donde los ingresos eran distribuidos para el
fortalecimiento de cada uno de los programas.
En una segunda etapa desaparece el apoyo de entidades
extranjeras, siendo CCF la que se mantuvo hasta el año 2002. Se
fortaleció el sostenimiento de AVESOL a partir de la contratación
con el Estado, específicamente con entidades como la Secretaria
de Integración Social, Instituto Distrital de Cultura y Turismo y el
Fondo de Desarrollo Local; con quienes se trabajó y se logró
reconocimiento y experiencia frente a la gestión y manejo de
recursos.
Además se han realizado diversas actividades de auto
gestión, con el fin de garantizar el sostenimiento, sin dejar de lado
el que hacer social; por eso se emprendieron varias acciones sin
éxito, entre ellas las consultas médicas, papelería, droguería,
inyectología y curaciones, estas actividades se debilitaron porque
aparecieron dos centros de salud, además no daban lo suficiente
para pagar a una persona y sostenerse.
Por otro lado con el interés de mejorar la calidad de vida,
se generó una cultura de ahorro, donde cada integrante de
AVESOL aportaba una cuota de acuerdo a sus posibilidades, se
hacían préstamos y gracias a ellos muchos lograron pagar sus
estudios, participar de actividades recreativas y adecuar su
vivienda; fue un ejercicio interesante que creció con diferentes
actividades para la consecución de recursos.
También se pensó en implementar el colegio como una
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 32

forma de continuar el proceso de formación con los niños del


jardín, se contaba con un número de padres que plantearon dicha
necesidad, se tuvo grado cero y primero, infortunadamente se
terminó dos años después, por la poca sostenibilidad económica.
Posteriormente se implementó la sala cuna, como respuesta a la
necesidad de la comunidad, esto se logró con el apoyo de CCF,
pero por los altos costos de la alimentación para los bebés y el bajo
aporte de los padres se cerró, sin poder evaluar el impacto real
tanto para la Asociación como para la comunidad.

Los brazos unidos construyen nuevos caminos.


33 Asociación vecinos solidarios AVESOL

Para el 2009 se realizó una inversión estratégica al


adquirir un terreno en el municipio de Arbeláez, con el propósito
de fortalecer el proyecto educativo de la Asociación a través de
una granja para niños y ofrecerla a los jardines para salidas
pedagógicas; hasta el momento se ha utilizado para actividades
recreativas, de evaluación y planeación con el equipo de trabajo y
para el descanso de familias cercanas.
En cuanto a las relaciones con la comunidad se dieron en
términos de respeto y aceptación con algo de escepticismo,
porque les preocupaba que ya no estuvieran las Hermanas.
Igualmente se recibió apoyo de distintas personas, por ejemplo de
don Aníbal Mojica, líder reconocido en el barrio. Por otro lado se
percibió que algunas familias asumieron una tarea de veeduría,
para luego informar a las Hermanas sobre las acciones del grupo
encargado y del funcionamiento de AVESOL.
Por otro lado hubo continuidad en el trabajo del jardín, la
escuela de artes, catequesis, deportes y en las asambleas
cristianas. En comunicación hubo un grupo que se formó con la
UCLAP, que revirtió su aprendizaje en la Asociación. Igualmente
los padres de familia del jardín y el equipo de trabajo, estuvieron
activos en distintos procesos como: indagaciones, evaluaciones,
dinamizando las actividades, venta de boletas para las fiestas,
rifas, divulgación, evaluación y proyección de las distintas
acciones al interior y fuera de la Asociación.
En cuanto a la salud la gente se benefició, porque se
detectaron y trataron problemas serios mediante las campañas de
citología con la Liga contra el cáncer, optometría, salud oral y
osteoporosis, las cuales se suspenden debido a que en las EPS, se
empieza a ofrecer este servicio como parte del POS (Plan
Obligatorio de Salud).
El equipo continuador del proceso de AVESOL, debió
asumir nuevas formas y métodos en relación con el diseño y
presentación de proyectos, valorando la importancia de la
sistematización y socialización. Igualmente se generaron
espacios de formación, como estrategia para asumir los diferentes
roles administrativos. Se implementaron comités de trabajo, lo
cual facilitó que se entendiera la administración, no solo en la
parte contable, sino como una cultura del cuidado y
aprovechamiento de los recursos desde cada uno de los
programas, para garantizar su sostenimiento.
Esto generó un fortalecimiento en los procesos
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 34

administrativos y organizativos, priorizando la inversión en el


bienestar del recurso humano, garantizando los derechos
laborales y generando espacios de formación y esparcimiento,
para impactar el buen vivir y por ende el crecimiento y proyección
de AVESOL.
Por lo anterior se logró la continuidad y permanencia de
los programas que se venían desarrollando, además se comenzó
un proceso de gestión propia en búsqueda de nuevos proyectos y
recursos para seguir manteniendo el trabajo comunitario, dando
respuesta a las diferentes necesidades que la comunidad tenía en
el área de educación, cultura, comunicación y deportes.
Se construyó la sede dos, a la cual se dio el nombre de
AMICAM (Asociación Amigos del Cambio), para gestionar otros
proyectos, esta iniciativa no se dio como se esperaba, por tanto fue
necesario cancelar la personería jurídica, lo cual se dificultó
porque se había sacado cuando estaban las Hermanas.
El grupo delegado por las Hermanas, se empoderó del
trabajo y la responsabilidad frente a AVESOL y la comunidad.
Esto lo llevó a buscar nuevas formas de gestión y a partir de las
necesidades no cubiertas por el Jardín en atención a bebés, se
implementó la propuesta de la sala cuna (2000 a 2004); a la vez se
inició grado cero y primero (2001 a 2005) con el propósito de dar
continuidad al proceso realizado en el jardín y también refuerzo
escolar, que se hacía en las tardes; infortunadamente no se
lograron los objetivos propuestos y por costos se tornó
insostenible.
Se incursionó en el trabajo de gestión a nivel local junto
con otras organizaciones en red; por ejemplo con el Instituto
Distrital de Cultura y Turismo – IDCT (hoy Secretaría Distrital de
Cultura, Recreación y Deporte – SDCRD)se ubicaron recursos de
apoyo, específicamente para el Festival de la Alegría y la Escuela
de Arte en 1999. A partir de esta experiencia se amplió y fortaleció
la contratación con el Distrito, lo que permitió sostener algunos
de los programas e incursionar en otros como la seguridad
alimentaria, ampliando el radio de acción en el ámbito local y
distrital.
Otro resultado importante ha sido el crecimiento de la
organización en su administración, aumentando la capacidad
para la contratación y un sólido respaldo reflejado en los estados
financieros, lo que lleva a que se posicione una imagen de
credibilidad, organización, transparencia y estabilidad
35 Asociación vecinos solidarios AVESOL

económica y se le reconozca por su buena administración, por su


trabajo social de calidad frente a las instituciones locales y
distritales, así como en la comunidad.
Lamentablemente hoy la gente tiene la idea de que todo
debe ser gratuito y este tipo de procesos no se pueden dar; aun así
la Asociación continúa gestionando y buscando nuevos proyectos
y recursos para mantener el trabajo comunitario y responder a las
diferentes necesidades que la comunidad tiene, buscando la
corresponsabilidad.
Otra de las fortalezas de AVESOL ha sido la permanencia
de un grupo de personas al frente de lo administrativo, que se han
caracterizado por su sentido de pertenencia y compromiso, esto
ha garantizado la estabilidad y ha generado condiciones
adecuadas a quienes hacen parte de la Asociación.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 36

2. Interacciones de Avesol
con otras organizaciones

En la medida en que se han desarrollado procesos comunitarios


ha existido contactos y se han generado acciones conjuntas con
otras organizaciones, las cuales han incidido en las dinámicas
propias de la Asociación. Por este motivo se consideró importante
para este ejercicio de autoindagación hacer memoria sobre
algunas de estas organizaciones y de las apuestas colectivas que se
han llevado a cabo.

2.1 Integración al Progreso Comunitario (IPROCOM)

Este proceso comunitario surgió en 1983, varias


organizaciones se articularon alrededor de un interés común,
transformar la realidad de la localidad. En IPROCOM
confluyeron algunas organizaciones sociales locales en su
momento, que trabajaban en diferentes áreas: cultura, arte, salud
y comunicación.
Todo comenzó después de la construcción del centro
comunitario de la Victoria, las directivas de éste, generaron un
proyecto en el cual contrataron habitantes de la localidad cuarta
para desarrollar diferentes trabajos; es así como las Hermanas de
la Asunción se incorporan como promotoras comunitarias en un
equipo interdisciplinario, posteriormente vincularon a varios
jóvenes del proceso de formación de las Hermanas, quienes
participaban en diferentes talleres.
A partir de la propuesta de IPROCOM, las Hermanas
comenzaron a relacionarse con otras organizaciones, se conocen
con María Elena Torres de Vergara, la Directora del Centro
Comunitario quien tenía sensibilidad social y reconocimiento en
las comunidades.
En IPROCOM estaban José Urrego, Oscar Bustos y Julio
Ferro (el mimo) entre otros. Este espacio sirvió para generar
37 Asociación vecinos solidarios AVESOL

empleo y para el encuentro. Allí se reunieron diferentes


organizaciones como: Promotora cultural, PEPASO (Programa
de Educación Para Adultos del Sur Oriente de Bogotá), AFANE
(Asociación Familiar para la Niñez Especial), APESO (Asociación
para la Educación del Sur Oriente), Popular amistad, AMISOB
(Asociación de microempresarios del sur oriente de Bogotá);
igualmente se desarrollaban talleres de capacitación en
diferentes oficios. También se trabajaba lo artístico, lo cultural y
lo comunitario; se implementaron distintas estrategias de
comunicación, tales como las chapolas; el teatro era muy
importante al igual que el cine, de esto estaba encargado
Severiano Rodríguez (funcionario del DABS); el responsable de la
publicidad del evento era Oscar Bustos.
En general, se desarrollaron actividades de promoción,
planeación y capacitación, ésta última era la más fuerte, sobre
todo en lo relacionado con los oficios; al finalizar siempre se hacía
un evento en el cual la gente se graduaba y mostraba el trabajo
realizado. Esto lo aprovecharon las Hermanas para involucrar a la
gente que venía trabajando con ellas. El DABS contrataba a través
de una bolsa de empleo y las Hermanas implementaban el
proceso de formación, a la vez se posibilito el espacio para un
jardín transitorio, mientras las personas tomaban su taller.
Se desarrollaron trabajos en conjunto frente a situaciones
específicas como las movilizaciones, la formación y la exigencia
de derechos. Las Hermanas compartían con las demás
organizaciones un espacio de tertulia los días viernes en la sede de
AVESOL, donde asistían invitados de la localidad cuarta y de
otras; generalmente había un grupo artístico y se implementaban
espacios de formación y reflexión, también se compartían los
sonovisos2 y videos, elaborados por las diferentes experiencias.
Además se desarrollaban encuentros como el de
Pentecostés en Villa Javier, al cual la gente de IPROCOM asistía y
participaba activamente; las celebraciones eucarísticas son
recordadas por la perspectiva política.
Después de María Elena Torres, quien mantenía una
política de puertas abiertas a la comunidad y a las organizaciones,
el uso de éste cambio, comenzó a volverse restringido y
burocrático, rompiendo el espacio que acogía a IPROCOM y que

2. Un sonoviso es una producción audiovisual compuesta por imágenes fijas (fotografías) y


música.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 38

permitía el diálogo entre lo comunitario y la institucionalidad.


Este proceso en red tuvo un impacto en la Asociación, que
se evidenció en el reconocimiento y posicionamiento del trabajo
de las Hermanas en el barrio Atenas y en la localidad; también se
implementaron acciones conjuntas que contribuyeron a mejorar
las condiciones de vida. Se mostró un movimiento social
cohesionado donde la informalidad de las organizaciones
trascendió lo institucional, conformando un solo colectivo a
partir de apuestas claras y consecuentes a nivel organizativo con
tendencia a la formación y movilización social. Además permitió
definir la personalidad de las organizaciones, marcando la
identidad, características, modos de ser y hacer de cada una de
ellas.
IPROCOM incidió en AVESOL en la medida que hubo
mayor claridad frente a la filosofía, se reconoció la importancia de
las redes en lo comunitario, se analizaron elementos para
entender las problemáticas locales, se fortaleció la mirada política
que las Hermanas querían dejar en el equipo de trabajo; además
se observó un camino para trabajar con el Distrito sin perder la
esencia de lo que era la organización, lo que contribuyó al
fortalecimiento de lo comunitario y de la Asociación.
En su mayoría la participación de las demás organiza-
ciones fue propositiva y de compromiso de acuerdo a sus
cualidades y capacidades; por ejemplo en la parte artística cada
organización daba apoyo desde lo que tenía, lo que generó varios
aprendizajes, entre ellos la importancia de la identidad como
organización frente a la comunidad, el aprovechamiento del
trabajo en red, para el crecimiento de la Asociación y el logro de
objetivos comunes.
También se valoró el saber propio de las organizaciones y
la experticia para ponerlo en común, rompiendo el celo
institucional; se aprendió a trabajar con el Estado sin perder lo
organizativo de AVESOL. Se vio la importancia de la formación
política, del carisma del trabajo comunitario interesado en la
transformación de la realidad y de recuperar el vínculo afectivo
con las comunidades. Todo esto generó conciencia social, arraigo
al territorio e identidad, sin embargo faltó perspectiva política,
pues hubo carencias evidenciadas en el compromiso y
trascendencia frente a la perspectiva de país.
39 Asociación vecinos solidarios AVESOL

2.2 La Asociación Zona 4

Surgió a partir de un trabajo desarrollado por varias


organizaciones locales, como Popular Amistad, PEPASO y
AVESOL quienes se reunían una vez por semana apoyados por
investigadores del CINEP, para hacer un estudio de las
problemáticas de la localidad, ubicando el primer documento de
Plan de Desarrollo Local, en el cual se planteó una propuesta de
defensa ambiental del territorio hoy llamado Parque Entre
Nubes, que involucra las localidades de Rafael Uribe Uribe, Usme
y San Cristóbal. A partir de esto, las tres organizaciones y otras
personas a título individual como Gustavo Vásquez, Raquel
Castiblanco y Luís Fernando Correal3, deciden conformar
jurídicamente la Asociación Zona 4, su representante legal fue
Luz Dary Bueno, de PEPASO.
Para esto cada organización definió algunos
representantes; por parte de popular Amistad estaba Antonio
Martínez y Santiago Martínez; por PEPASO, Luz Dary Bueno y
por AVESOL, Edgar Patiño y Elsa María Melo. Las reuniones se
hacían de noche y los fines de semana, tanto sábados como
domingos, allí se realizó el trabajo de campo a partir de procesos
de formación y sensibilización ambiental con las familias que
habitaban los bordes del territorio, que también se conoce como
Cuchilla del Gavilán; igualmente se realizaron los levantamientos
de los límites del Parque entre Nubes.
Lo anterior llevó a la elaboración de un proyecto, el cual se
presentó y fue financiado por la ONG ECOFONDO4, esto permitió
fortalecer el trabajo con un equipo humano, a través de un aporte
económico a quienes habían participado voluntariamente; así
dedicaron medio tiempo en su desarrollo. De esta manera se
inventarió el área a intervenir y las familias que vivían dentro de la
reserva, también se planteó la propuesta que fueran los guarda
bosques; igualmente se definió que el parque contaría con varios
espacios, tales como: el aula ambiental, los senderos ecológicos,

3. Quien había apoyado desde el CINEP y opta personalmente por seguir con el proceso.
4. “La Corporación ECOFONDO fue creada en 1993, por una asamblea de 119 organizaciones
ambientales, en Bogotá-Colombia. Es una organización de organizaciones ambientalistas, no
gubernamentales, comunitarias, de pueblos indígenas y afrodescendientes, sin ánimo de lucro,
que se concibe como un espacio democrático y participativo de incidencia en política y gestión
ambiental.” Tomado de: www.endacol.org
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 40

un espacio para deporte extremo, otro de observatorio educativo


y científico, los miradores y la posesión de la reserva.
Posteriormente en el Consejo de Bogotá se presentó un
documento para obtener el acuerdo que definiría el parque como
una reserva forestal, asegurando que no fuese urbanizada o
invadida. Después de estos logros, muchas ONG empezaron a
hacer presión para estar en el proyecto y constituir una
organización de segundo nivel; con la anuencia de la
representante legal de Zona 4, se pone en discusión la
conformación de la Corporación Parque entre Nubes, donde ya
varios profesionales de las ONG´S venían involucrándose sin un
trabajo concreto y menos comunitario e investigativo, como el
que se venía desarrollando.
En la reunión para decidir lo anterior, los integrantes de
AVESOL y Popular Amistad respetaron el número de
representatividad de dos personas, lo cual no pasó con los de
PEPASO, quienes terminaron ubicando 4 personas de ellos para
la votación, más Luís Fernando Correal investigador del CINEP.
Con lo anterior desapareció zona 4 como tal y quedan los
insumos, la producción intelectual y la representatividad en
manos de la Corporación Parque entre Nubes. Por dicho
desacuerdo y para evitar el deterioro de las relaciones entre las
organizaciones, queda únicamente PEPASO en este proceso.
Popular Amistad y AVESOL se retiran con el dolor de dejar un
trabajo de 10 años en un momento coyuntural y de auge de la
propuesta, la cual queda en el Plan de Desarrollo y Plan de
Ordenamiento Territorial, con el propósito de garantizar la
preservación del parque entre nubes.
Se considera que a este proceso no se le dio la importancia
requerida como espacio de representación y de Red, pues fue
asumido únicamente por Elsa Melo y Edgar Patiño; por tanto el
impacto no se vio al interior de AVESOL, pero si en el
reconocimiento hacia afuera, por los aportes desarrollados en el
plan de ordenamiento territorial. El trabajo en Zona 4 afectó a la
Asociación de varias maneras, entre ellas que quienes la
representaban en un momento, recibieron amenazas que ponían
en peligro su integridad personal por el trabajo desarrollado;
también el no reconocimiento y hurto de derechos de autor sobre
la concepción desarrollada para el parque de parte de las
entidades oficiales y de la misma Corporación Parque entre
Nubes, porque la mayoría de los aportes fueron diseñados y
41 Asociación vecinos solidarios AVESOL

fundamentados por los representantes de AVESOL.


A partir de esta experiencia se reconoce la importancia de
establecer unos criterios de participación en procesos colectivos y
en la relación con otras organizaciones, que permita blindar y
proteger el trabajo, independientemente de los vínculos
afectivos; además del valor de conservar las memorias en cada
una de las organizaciones participantes, ya que solo una entidad
se quedó con todos los insumos y las demás de alguna manera
perdieron parte de su historia.
Por otro lado, se vio la necesidad de que la Asociación
valore, apoye y respalde los trabajos de red, buscando estrategias
para que dichos procesos, sean asumidos por diferentes
miembros, de tal manera que todos estén enterados y se garantice
la continuidad y defensa de los procesos.

2.3 La Comisión Distrital de Casas Vecinales

Surgió en 1986 como CODIJIC, (Coordinadora Distrital


de Jardines Infantiles Comunitarios); sus integrantes eran de
diferentes localidades y el CINEP apoyaba con el espacio para
reuniones y algunas asesorías. En 1992 cambió su nombre a
Movimiento Distrital de Casas Vecinales, propuesta organizativa
que buscaba dar solución a las problemáticas vividas en cada
localidad, a través de la reivindicación de los derechos de los
niños, niñas y Madres Educadoras también llamadas jardineras.
Se eligieron representantes por localidad; en el caso de San
Cristóbal: Primitiva Mondragón, Gloria Guesguan y Elsa Melo.
De ésta dinámica organizativa surge COPRES (Coordinadora del
Preescolar del Sur Oriente), en la que participaron varias casas
vecinales como: los Delfines, La Gloria, Casita Encantada San
Martín, entre otras.
A partir de 1992 se fortalece el Movimiento Distrital de
Casas Vecinales a través de la Comisión Distrital donde confluían
representantes de localidades como Ciudad Bolívar, Bosa,
Kennedy, Usaquén, San Cristóbal, Santafé, Uribe Uribe, Suba y
Usme. Se reunían en la sede de FUNDAC (Fundación de Apoyo
Comunitario), allí se contactaron a Adriana Barco y a Jorge
Eliecer Molano, quienes se involucraron en el trabajo y ofrecieron
la oficina de “Sembrar” una ONG, dedicada a la defensa de los
Derechos Humanos, a través de asesoría jurídica. Este espacio se
utilizó durante varios años para el encuentro, la formación, la
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 42

planeación y la organización de la Comisión Distrital.


Con el apoyo de Adriana y Jorge, se comienza un proceso
de capacitación para la negociación con el DABS, teniendo en
cuenta elementos políticos y jurídicos; utilizando derechos de
petición, comunicados a través de emisoras, prensa y demás
estrategias comunicativas que informaban y retroalimentaban
aspectos relacionados con el Comité local y Distrital.
En vista que las acciones y peticiones anteriores no fueron
solucionadas por el DABS, fue necesario realizar movilizaciones,
negociaciones, tomas de la sede del Departamento, hasta llegar a
un plantón en la calle 26 en 1993 con el propósito de exigir el
aporte justo para la alimentación de los niños y el reconocimiento
al trabajo de las Madres educadoras.
La toma fue preparada con anterioridad, asignando
comisiones, escribiendo y redactando ponencias para presentar
en el Consejo de Bogotá, donde no se permitió exponerlas; la
Comisión negociadora de Casas Vecinales, en respuesta a la falta
de atención, dirigió y organizo, con el apoyo de las madres
educadoras y algunos padres de familia, el bloqueo de la calle 26
con carrera 30, que duro todo el día; hacia las cinco de la tarde, se
argumentó que los padres de familia que faltaban llegarían a
fortalecer la manifestación. Lo anterior preocupo a las
autoridades porque ese día llegaba a la ciudad, la Reina de Belleza
Nacional Carolina Gómez y había gran despliegue de prensa, esto
generó acciones de represión y agresión en contra de las y los
manifestantes, por parte de la fuerza pública para garantizar el
despeje de la vía; situación que agudizó el conflicto y fue necesaria
la mediación de los Concejales Mario Upegui y Aída Abello para
que se permitiera a la Comisión Negociadora presentar la
situación.
Como medio de presión se planteó hacer las denuncias a
nivel internacional, lo que llevó a una respuesta inmediata por
parte del Concejo en pleno, facilitando la presentación de la
propuesta; el proceso de negociación se dio durante la noche, los
manifestantes se retiraron hacia las 10 pm., y la Comisión
negociadora integrada por Jorge Molano, Pasión Chávez, Aydee
Galindo, Isabel Camacho, Ester Álvarez, Idaly Ovalle, Luís
Velásquez y Elsa Melo, entre otros; trabajaron en el Consejo hasta
las dos de la mañana; como representantes del Estado se
encontraban los Concejales de la época, del gobierno de Jaime
Castro en Bogotá. Es durante este proceso y por estrategias de
43 Asociación vecinos solidarios AVESOL

negociación que surge el nombre de casas vecinales y madres


educadoras.
Posteriormente se presentó una acción de tutela,
denunciando todos los problemas de infraestructura y de
dotación de las casas vecinales. Para esto se recogieron las firmas,
se inventarió la problemática, se tomaron fotos y se presentó a
través de una marcha por toda la séptima, con carrozas en las que
se llevaba la documentación; esa tutela fue negada, por tal razón
la remitieron a una acción de cumplimiento, la cual no se llevó a
cabo.
Se continuaron los procesos de movilización y exigencia
como el Cabildo Abierto en 1998, para mejorar las condiciones de
atención de los niños y las niñas en edad pre escolar, el aporte
mínimo legal a las Madres Educadoras y el reconocimiento para la
parte administrativa y las organizaciones comunitarias; esta
acción fue preparada previamente con un proceso de formación,
donde se elaboró el documento y se recogieron firmas con los
padres, madres y comunidad de los sectores donde las casas
vecinales desarrollaban su trabajo.
En vista de que no hubo una respuesta favorable, a pesar
de haber cumplido con todos los requisitos legales se desarrolló la
toma del Concejo, donde las autoridades, trataron de impedir la
entrada; el Movimiento Distrital ingresó, se posicionó de las
curules y allí permanecieron dos noches y tres días. Durante la
toma al Concejo hubo compromiso de todas las organizaciones de
Casas Vecinales; la Comisión negociadora no se movió del lugar,
estuvo pendiente todo el tiempo.
Este proceso obligó al alcalde Paul Bromberg a hacerse
presente en el espacio y a instaurar una mesa negociadora con la
Comisión Distrital en el jardín botánico y asignó como
responsable a Pedro Medellín; a partir de esto se logró: el salario
mínimo para las mujeres, el aporte porcentual para la
administración y el material didáctico. En varias ocasiones ha
sido necesario realizar movilizaciones y plantones frente a la
Secretaria de Integración Social, para exigir derechos específicos.
A través de las distintas actividades de reivindicación y
trabajo comunitario, se evidencia el reconocimiento de la
experiencia de las Casas Vecinales y una posición como Comisión
Distrital frente al gobierno de la ciudad y la comunidad; ya que se
logra la negociación antes de la firma de los contratos; es así como
el anexo técnico es revisado con anterioridad y se llegan a
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 44

acuerdos con la Secretaria de Integración Social.


También se logró que la Secretaría Distrital de Integración
Social, cubriera todos los aspectos relacionados con la atención
integral de los niños, tales como: la alimentación, material
didáctico, material de aseo, arriendo, servicios, salario legal para
las educadoras, lo cual antes era cubierto en gran parte por las
organizaciones, pues lo único que reconocían eran los alimentos
para los niños - niñas y una bonificación para la educadoras.
Por otro lado AVESOL como miembro de Casas Vecinales,
ha mantenido una posición política y propositiva en los diferentes
espacios, existiendo compromiso y claridad frente a la
importancia del proceso organizativo.
Lo anterior lleva a reconocer la importancia de trabajar
colectivamente para el logro de objetivos comunes, además
evidencia que las organizaciones comunitarias nacidas de las
bases, pueden armar redes, generar trabajos cohesionados y
hacer uso de la normatividad en el trabajo comunitario, para la
reivindicación de los derechos de las mujeres, los niños – niñas.

2.4 ACOBAC: Asociación comunitaria de base


apoyadas por CCF

Esta organización nace como una forma de


representación a nivel nacional de la regional Bogotá, con otras
regiones de Colombia financiadas por CCF (Christian Childrens
Fund). Las organizaciones que pertenecían a ACOBAC eran:
COOMUJEB (Corporación Mujeres de Bosa), ADI (Asociación de
Defensa de la Infancia), ASODIC siglo XXI (Asociación para el
Desarrollo Integral Comunitario), ASCUF (Asociación
Comunitaria, Planadas, CORPOHUNZA (Corporaciòn de
Desarrollo Comunitario, Ciudad Hunza, Esperanza de Vivir,
CAIR, COMUDEC Mafalda, Atanasio Girardot, Brasil, CODEC
(Corporación Centro de Desarrollo Comunitario) y AVESOL.
En ACOBAC se administraba un 2% de los recursos que
eran asignados al sostenimiento de la Regional Bogotá, luego se
incrementó al 3%; éste fue manejado inicialmente por
COOMUJEB y luego por AVESOL, lo que permitió contar con una
planeación y unos espacios de formación propia de las
organizaciones. Además se ubicó una oficina para el
funcionamiento de ACOBAC en la sede de CCF, donde se
centralizaba la información y se mantenía una comunicación con
45 Asociación vecinos solidarios AVESOL

las demás organizaciones Distritales y con las regiones.


CCF trabajaba en tres líneas: salud, comunicación y
administración, las cuales fueron fortalecidas a través del espacio
organizativo de ACOBAC. Igualmente se ubicaron estrategias de
formación de acuerdo a las necesidades de las organizaciones, las
cuales eran planeadas y se definían con tiempos y aportes
concretos.
También se participaba en las reuniones de
representación nacional, donde se tocaban temas de relación con
la entidad financiadora y se conocía lo que decía cada coordinador
regional de CCF frente a las dinámicas desarrolladas; ACOBAC
terminó convirtiéndose en un espacio de concertación, de
formación y organización.
Cuando finalizó el apoyo económico de CCF y ésta se fue
del país, se trató de continuar el trabajo, pero muchas
organizaciones desaparecieron porque dependían de esta
entidad, entonces ACOBAC se debilito, aunque se intentó seguir
buscando asesorías, no fue posible continuar. Durante este
proceso AVESOL se posicionó por su organización y
planteamientos críticos, siendo un referente organizacional a
nivel nacional.

Movilización y reflexión generan transformación.


35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 46

Se abrieron espacios para las presentaciones artísticas


entre ellos Sogamoso, Tibasosa y el parque Chicaque. Además se
realizaron campañas de salud preventiva, odontología,
vacunación y optometría, junto a capacitaciones con cartillas
específicas en salud; se implementó el programa de vecinos
solidarios, donde personas cercanas a la organización recibieron
formación, para luego llevarla a la comunidad. Se hicieron varios
encuentros dentro y fuera del país, como por ejemplo, en
Ecuador, Venezuela, distintos lugares de Boyacá, Antioquia,
Montería, Popayán y otros.
En cuanto a la participación de las otras organizaciones,
hubo una dinámica apropiada que generó acción y ejecución en
diferentes niveles, lo que permitió reconocer la capacidad para
concertar y administrar, generando confianza en el proceso.
Además se dio importancia a la planeación a largo plazo, para
garantizar la proyección. En el ejercicio se encontraron aspectos
comunes, que llevaron a acciones concretas.
Con la representación realizada por las diferentes
compañeras de AVESOL y por la buena administración de los
recursos hay un posicionamiento, siendo tenido en cuenta gracias
a sus aportes por el mismo director internacional de CCF, Tony
Ramos.

2.5 Red de Eventos

Surge en 1993 cuando cuatro organizaciones -Tertulia


Pedagógica, Promotora Cultural, AVESOL y PEPASO-,
comienzan a pensar la manera de retomar espacios de reuniones y
trabajo conjunto a través del arte; es así como se reúnen una vez
por semana y comienzan identificando las estrategias para
conseguir apoyo a nivel local y definir en qué espacios llevar a
cabo las actividades culturales.
Para lograr los propósitos se elaboró un primer proyecto,
con una ruta de trabajo a desarrollar y se presentó en los primeros
encuentros ciudadanos, asignando responsabilidades por
organización para posesionarlo en cada una de las Unidades de
Planeación Zonal; en Libertadores estaría PEPASO, en la Gloria
AVESOL, en San Blas la Promotora Cultural y en el Sosiego la
Tertulia Pedagógica. Del proyecto mencionado no se supo nada,
solo hasta cuando Jorge Álvarez entró a ser parte del Consejo
Local de Cultura y se evidenció que éste solamente se había
47 Asociación vecinos solidarios AVESOL

desarrollado para una sola UPZ, el cual fue administrado en su


momento por la Fundación PEPASO.
A partir de esto Jorge hace la gestión dentro del concejo,
junto con otros representantes de organizaciones que tenían
procesos de formación y dinámicas de cultura, nace la iniciativa
de crear la red de eventos culturales de San Cristóbal, con el
propósito de buscar apoyo por parte del Fondo de Desarrollo
Local.
Frente al desarrollo de los eventos culturales, la dinámica
se ha dado de acuerdo a la mirada de las diferentes
administraciones (Alcaldía Local y JAL (Junta Administradora
Local)) y la llamada voluntad política, para decidir sobre el
presupuesto a asignar en cada año. En este sentido, las
organizaciones se han movilizado y han exigido lo pactado en los
planes de desarrollo, donde la red ha sido reconocida.
La contratación ha estado a cargo de las organizaciones
locales en pocas oportunidades, lo que genera contratos de mala
ejecución en aspectos técnicos, logísticos y de producción.
Infortunadamente las últimas administraciones no se han
preocupado por la promoción de la cultura local, lo cual se ha
evidenciado en la disminución año tras año de los recursos
asignados a este aspecto.
El trabajo realizado al interior de la Red de Eventos ha sido
trascendental, desde allí se ha continuado con la denuncia y
presión, además se han logrado dos Proyectos de Acuerdo
aprobado por la Junta Administradora local. Este proceso ha
atravesado por diferentes momentos, que han llevado a algunas
organizaciones a desistir y a otras a mantenerse con una posición
crítica y de resistencia, por ejemplo al iniciar se presentaron 25
eventos; pero en los años 2010 y 2011 no hubo presupuesto, por
tanto solo se mantuvieron 6 organizaciones trabajando como red.
Existió liderazgo de algunos miembros de organizaciones,
se fortaleció en éstas un aprendizaje de procesos para la gestión
cultural, los cuales se tomaron como insumos para asumir la
implementación del proyecto Red de Eventos dentro del acuerdo
042 que es el que dio la directriz o la ruta de un nuevo trabajo en
red.
Se logró mayor participación de los líderes quienes
asumen un papel activo, presentando las propuestas frente a la
alcaldía y es así como tienen en cuenta las opiniones de las
organizaciones, en la medida que se forma una red. La
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 48

importancia de este trabajo para retomar procesos a nivel cultural


no solo de AVESOL, sino de otras organizaciones, como
patrimonio de la localidad.
Igualmente la implementación de las políticas culturales
han generado una serie de transformaciones en el quehacer
comunitario, sin embargo, le han restado autonomía, por tanto
vale la pena asumirlas como la posibilidad de creación y exigencia
de los derechos, como un desafío a la renovación teórica, donde se
desarrollen actividades tendientes a disminuir la exclusión; como
la posibilidad de continuar con procesos trascendentes que han
marcado la vida de las comunidades. Por otro lado la red permitió
identificar con quiénes se pueden hacer alianzas estratégicas
desde la confianza, honestidad, transparencia en las relaciones y
las acciones conjuntas.
49 Asociación vecinos solidarios AVESOL

3. Relaciones interinstitucionales
y organizacionales

Para la Asociación es de gran importancia identificar de


qué manera la relación con el Estado y otras organizaciones de
cooperación y financiadoras ha afectado los procesos internos,
especialmente en la parte administrativa, organizativa y
comunitaria; esto con el propósito de evaluar lo que ha sucedido y
revisar el impacto, para así repensar su proyección. A
continuación se presentan aspectos importantes frente a estas
relaciones, comenzando por las financiadoras del proceso inicial
y terminando con algunas entidades del Estado con las que se ha
contratado a lo largo de la historia de AVESOL.

3.1 Organizaciones financiadoras para el proceso


inicial

El proceso fue gestionado por las Hermanas de la


Asunción, quienes solicitaron ayuda para la construcción y la
adecuación de la infraestructura. En esta primera etapa estaban
las Hermanitas de Ilams, algunas ONG´s como: Caritas Suiza,
Miserior, Nico Tetero, Fundación Paz en la Tierra, Intermon,
además algunos familiares de las Hermanas Nora Y Magdalena.
También personas que aportaron voluntariamente como Mónica
y Marcos Rutsche, quienes apoyaron en la construcción del
Parque Don Solidario; también se recibió apoyo de
FASTENOPFER, con el cual se terminó la última parte del parque.
Igualmente con los aportes que realizaron en los inicios
del jardín el señor Ricardo y la señora Odilia, se pagaba el
arriendo y, en contraprestación, se dictaban talleres de salud a las
mujeres en Juan Rey. También estuvo la organización Lister
Blakstone, quienes daban un aporte (al principio mensual y luego
anual), ellos pedían un certificado de donación, algo similar
ocurría con la Floristería el Lago, que daban un cheque mensual.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 50

Por otro lado estuvo Néstor Gutiérrez, quien era consultor


jurídico de las Hermanas y trabajaba honoris causa. La Carreta,
empresa de un familiar de la Hermana Magdalena aportaba en
especie dulces y arequipe para los niños.
En ese momento las entidades patrocinadoras no eran
muy exigentes en la auditoría de los recursos: solicitaban un
informe a mitad del trabajo y otro al final; el cual era autónomo,
no había un formato establecido, ni seguimiento, ni pedían
soportes; sin embargo se les daban las evidencias sobre la gestión,
que era desarrollada por las Hermanas quienes manejaban la
información, enviaban las cartas en diferentes idiomas y
entregaban los resultados.
La Asociación se benefició por la confianza de las
organizaciones, pues se podían invertir los dineros en los
proyectos sin restricción; con los aportes se consolidaron los
procesos comunitarios, dando la posibilidad de aprovechar al
máximo el recurso; igualmente se ampliaron los servicios hacia la
comunidad, tanto en cobertura como en calidad. Se implementó
el refuerzo escolar, donde los y las estudiantes recibían un
subsidio y en contraprestación, trabajaban con horarios y
responsabilidades específicas.
También se daban incentivos al equipo para salidas
recreativas, se utilizaba un rubro para las reuniones de bautizo,
matrimonio, etc., a las que eran invitadas las Hermanas. Gracias
al apoyo recibido en esta etapa inicial, se evidenció la posibilidad
de fortalecer procesos comunitarios y de trabajo colectivo en
beneficio del barrio y del equipo base. La contribución de estas
entidades y personas, se fundaba en la imagen de las Hermanas y
en una forma de ganar indulgencias al redimir la cristiandad a
través de la caridad; por eso cuando ellas se van, se pierde el
contacto con muchos de ellos.

3.2 CCF - Christian Children´s Fund

Los primeros contactos con esta fundación se dan en el


CINEP, en una reunión a la que había asistido la Hermana Nora y
en la que estaba María Eugenia Franco, representante de CCF; allí
se llevó a cabo la convocatoria de quienes querían inscribirse; se
desconocen los requisitos solicitados, en el proceso inicial hubo
50 niños beneficiados.
Para recibir el apoyo e iniciar labores conjuntas, se tenía
51 Asociación vecinos solidarios AVESOL

una carta acuerdo entre CCF y AVESOL, que contenía los


compromisos como: mantener la correspondencia activa entre
los patrocinadores y las familias apoyadas, enviar mensualmente
informes narrativos sobre las actividades desarrolladas en el
proceso y los avances de cada niño, con la talla, peso, foto, el
programa al que asistía y algunas observaciones, en un formato
establecido por ellos. También participar en los eventos
especiales de CCF.
Esta entidad hacia un énfasis particular en lo
administrativo reconociéndolo como un elemento vital en el
desarrollo del trabajo social comunitario, lo que permitió
implementar procesos de evaluación y planeación contribuyendo
así en la formación del equipo y la apropiación del trabajo,
generando la participación en un espacio de encuentro,
recreación y reflexión. Además se fortaleció el área artístico-
cultural, incidiendo en niños, niñas y jóvenes, en especial los que
asistían a la Escuela de Arte y a refuerzo escolar.
Este proyecto termino porque CCF, cerró el programa en
Colombia y no comunicaron a las organizaciones ni dieron
explicaciones específicas, señalando sencillamente que el cierre
se debía a problemas de seguridad. Esta situación afecto a
AVESOL ya que algunos de los procesos que se desarrollaban no
se continuaron y además se perdieron vínculos con otras
organizaciones.

3.3 Departamento Administrativo de Bienestar Social,


DABS

En 1978 se hace el contacto con Martha Elena Andrade, la


Directora del Centro Comunitario de la Victoria. Ella gestionó
para la Asociación el mercado para el funcionamiento del jardín a
través del DABS. Luego citó a los colectivos de Atanasio Girardot,
la Escuelita, Mafalda y AVESOL y explicó el proceso para
integrarse al trabajo con el DABS; para ese momento las
Hermanas ya estaban gestionando con ésta entidad para recibir el
aporte.
Posteriormente daban el aporte para el mercado en dinero
y la Asociación lo compraba, otra parte la daban en especie y se
llevaba el control en planillas; para 1990 daban solo el mercado de
plaza y el dinero para comprar lo de grano; ya en 1992
comenzaron a dar los aportes económicos para todo el mercado y
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 52

la bonificación para las jardineras.


Siempre se llevaba un control, por ejemplo había una
planilla para registrar las bonificaciones, donde las docentes
firmaban con número de cédula lo que recibían. Los
representantes de DABS iban a la Asociación una vez al año,
revisaban en qué se habían utilizado los recursos y hacían una
auditoria. Los aportes fueron mejorando gracias a las constantes
luchas y exigencias por parte de las organizaciones.
El jardín funcionaba porque se recibía el recurso, además
con las bonificaciones había un poco más de compromiso. Existía
la posibilidad de que las familias colaboraran más, por ejemplo, el
pan diario, ya que cada niño traía uno de su casa para compartir
con sus compañeros, o cuando los padres cancelaban la pensión
traían un aporte en especie de acuerdo a sus posibilidades, el cual
podía ser jabón o un rollo de papel higiénico o una esponja, así se
fomentaba el sentido de la solidaridad y la pertenencia.
El DABS veía el jardín como guardería, no como un lugar
de formación. Para el 5 de diciembre de 1993 se habla de
contratación y en 1994 se realiza un primer contrato con el
Decreto 777 por el cual se reconoce a las organizaciones
comunitarias por su idoneidad. Al comienzo hubo mucho miedo a
contratar por la normatividad y la relación con el Estado, durante
varios años se mantuvo en armonía con los respectivos controles
administrativos y respetando las dinámicas organizacionales; por
ejemplo no había minuta nutricional establecida, se podían
preparar los alimentos de acuerdo a los criterios de la Asociación.
Además, se compraban los ingredientes de acuerdo a las
necesidades, aprovechando al máximo el recurso, había
autonomía.

3.4 Secretaria Distrital de Integración Social (SDIS)

A partir del 2004 el DABS pasa a ser la Secretaria Distrital


de Integración social, la estructura organizativa de la entidad
cambia y con ello los parámetros para contratación, en los cuales
se realizaron una serie de exigencias a través de un anexo técnico,
donde se perdió gran parte de la autonomía administrativa de la
Asociación; ya no se podía hacer redistribución del recurso, solo
se utilizaría en los conceptos puntuales establecidos en el contrato
y restringiendo los aportes de la comunidad por las políticas de
gratuidad.
53 Asociación vecinos solidarios AVESOL

Otra nueva exigencia era el perfil requerido para el equipo


de trabajo en el tema de educación inicial, el cual debilita el
proceso comunitario que se venía desarrollando desde la
educación popular, haciendo énfasis en lo académico sin tener en
cuenta la sensibilidad por el trabajo social. Esto se evidenció
posteriormente en la vida de la Asociación debido a que algunas
personas que llevaban un proceso de formación, buscaron otros
espacios que les generaran mejores condiciones económicas,
abandonando el proyecto o haciendo apoyos puntuales, lo cual
ocasionó la contratación de personas ajenas, poco
comprometidas con las problemáticas del contexto, requiriendo
un esfuerzo para sensibilizarlas frente a los principios filosóficos
de la Asociación.
Por otro lado, el paternalismo del Estado y la eliminación
de las cuotas de participación incidieron en la desaparición de
actividades propias de la organización con las cuales se
fomentaba la solidaridad y la corresponsabilidad, como la del pan
diario o el aporte de implementos de aseo. Además, la filosofía de
la Asociación se ve limitada por el cumplimiento de un contrato.
Se ha logrado negociar algunas condiciones de
contratación como Comisión Distrital, a través de las luchas
reivindicativas, sin embargo en comedores la participación es
mínima, aunque en ocasiones la Secretaría aparenta procesos de
participación, donde realmente se limitan a informar sobre los
anexos técnicos. Este proceso ha contribuido a generar dinámicas
de encuentro y construcción con otras organizaciones, al
acercamiento de ejercicios en informes y proyectos con datos
estadísticos, a reconocer la importancia de la caracterización de la
población participante, como de otras dinámicas.

3.5 Instituto Distrital de Cultura y Turismo (IDCT)

La vinculación con el IDCT se dio a partir de la creación de


los Consejos Locales de Cultura, pensados como espacios de
participación para aproximar la institución a las comunidades
locales. AVESOL decidió hacer parte del Consejo, en
representación de las Organizaciones, por sugerencia de Tertulia
Pedagógica, Promotora Cultural y Yuri Munay (hoy SILFOS);
quienes proponen a Jorge Álvarez; es así como se comenzó a
entender todo el sistema distrital y local de cultura, fue el primer
paso para el acercamiento al IDCT.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 54

Años más tarde se tuvo la posibilidad de participar en las


propuestas para contratar proyectos locales de cultura por medio
de la OAL (Oficina de Apoyo a Localidades) recordada como la
Unidad Ejecutiva de Localidades - UEL, del IDCT espacio
encargado de convocar, seleccionar, contratar y hacer
seguimiento a los procesos que permiten intervenir sobre las
problemáticas y necesidades del sector cultural de la localidad.
Desde el IDCT se hacen diferentes planes y se formula toda la
logística institucional, para acceder a la contratación, la cual se
realizaba con el Fondo de Desarrollo Local de San Cristóbal.
En el 2002 se hicieron los primeros contratos para el
apoyo a espacios de formación en el desarrollo de los talleres
artísticos, haciendo énfasis en danzas. Además se realizaron otros
dos contratos como la ejecución del Proyecto de Red de Eventos y
la Escuela de Formación artística.
Poder contratar con una entidad Distrital permitió
solicitar apoyo y que se valorara el espacio físico de AVESOL para
ubicar encuentros y reuniones. La incidencia del Instituto fue el
aportar a actividades culturales como cine, conciertos, danzas,
entre otras, tanto en el barrio Atenas, como a nivel local, así la
comunidad aprovecho al máximo las experiencias.
Este proceso posibilitó que AVESOL invitara a artistas y
maestros a nivel distrital, para trabajar en la localidad. Es
importante aclarar que la primera parte se desarrolló
directamente con el IDCT, mediante convocatoria a participar en
los apoyos concertados, donde se potenció la Escuela de Arte
Pascualín. También se participó en la ejecución del proyecto de
Formación artística para niños y Jóvenes con recursos del Fondo
de Desarrollo Local de San Cristóbal y la UEL (Unidad ejecutiva
de localidades) del IDCT. Se logró una puesta en escena en la
localidad cuarta, articulando música, teatro y danza con
instrumentos sinfónicos.
Gracias a este proceso hubo reconocimiento a nivel local,
se evidenció afecto y solidaridad de otros grupos hacia AVESOL,
se complementó el trabajo que se venía haciendo en cuanto a
formulación y ejecución de proyectos y se aprendió la
normatividad y pasos para el desarrollo de los mismos en cuanto a
lo administrativo, logística y de manejo de recursos.
55 Asociación vecinos solidarios AVESOL

4. Los procesos de formación


en Avesol

En la Asociación desde sus inicios, se han realizado


procesos de formación, con el interés de crear, implementar y
desarrollar una educación integral, utilizando diferentes
estrategias metodológicas en espacios formales e informales, que
han fortalecido el Proyecto Educativo. Siendo AVESOL una
organización educadora, en cada momento se está pensado,
reflexionado y documentado las diferentes estrategias para
abordar el proceso de formación y cualificación en temas a nivel
educativo, político, cultural y teológico, dinamizado por
diferentes actores sociales externos e internos, algunos de ellos se
presentan a continuación.

4.1 Talleres con el Padre Mario Peresson Tonelli,


Sacerdote Salesiano

El trabajo comunitario estaba impregnado de lo que en el


momento era el movimiento social, había un auge de
transformación no sólo en Colombia sino en América Latina;
estos talleres eran realizados desde una propuesta de carácter
teológico con el propósito de generar consciencia social y política,
en la comunidad.
Se partía del análisis del estudio bíblico, puesto en práctica
y relacionándolo con la realidad social, se ajustaba a los
momentos históricos y coyunturales del país, la ciudad y
específicamente el barrio. También se preparaban y se realizaban
liturgias propias de las misas Nicaragüenses, donde se cambiaba
el esquema de la eucaristía tradicional, en la que el sacerdote
oficia la ceremonia desde el púlpito y los feligreses estaban al
frente.
En este esquema la parafernalia litúrgica se transformaba,
siendo más sencilla en contraste con la liturgia ortodoxa lujosa; el
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 56

Sacerdote se integraba con los participantes, se ubicaban en mesa


redonda y los asistentes participaban activamente de la
celebración. Todo lo anterior iba acompañado de contenidos
teológicos, políticos y sociales, leídos de una manera alternativa,
utilizando un tipo de comunicación que rompía los esquemas de
los medios masivos y la prensa, existentes en el momento.
Los contenidos estaban nutridos de una gran cantidad de
material para el estudio y análisis, que llegaba por medio de las
Hermanas y del mismo Padre (dimensión educativa); éstos
materiales estaban compuestos por casetes con discursos,
entrevistas, denuncias y misas Nicaragüenses. Para llevar a cabo
los talleres, la Hermana Magdalena citaba a la gente, hacia una
introducción, se escuchaba la cinta y se reflexionaba sobre ella, al
final hacía un cierre, se tocaba el tiple o la guitarra y se cantaban
canciones con contenido social, compuestos para la misa de la
teología de la liberación.
Se partía de los principios de la teología de la liberación:
anunciar, denunciar, celebrar y movilizar; se utilizaban varias
metodologías como talleres, charlas, reflexiones, asambleas,
encuentros con otras organizaciones de base, manifestaciones,
marchas, lecturas de textos y contextos, películas, audiovisuales y
sonovisos. Los contenidos de las canciones se utilizaban como
una metodología para aprender, generar consciencia política y
adhesión a las causas en los contextos donde se daba la lucha.
Igualmente se realizaba una lectura crítica de imágenes a través
de fotografías, periódicos y chapolas.
En ausencia del Padre Mario, las Hermanas conseguían
los materiales usando las mismas metodologías y se realizaban
lecturas de realidades. Posteriormente la práctica se fue
perdiendo dentro de AVESOL, porque él era quien dinamizaba
estos procesos y manejaba el tema. La parte religiosa tenía una
connotación muy importante en cuanto a los rituales, como la
celebración del pentecostés, el altar en las celebraciones del
barrio, la semana santa, entre otras.
Estos talleres permitieron que un grupo de personas se
cualificara, generando en ellas un sentido de compromiso social
comunitario, buscando contribuir a la mejora de las condiciones
de vida de los participantes, y manteniendo una posición política
pero no partidista; lo que contribuyó a la identidad y a asumir una
actitud en espacios de debate, siendo coherentes con la
formación, participando en redes y espacios de denuncia, e
57 Asociación vecinos solidarios AVESOL

interactuando con diferentes instancias.


La incidencia en la formación teológica no se logró de una
manera general en todas las personas, dejó sentadas las bases
para realizar el trabajo comunitario con un sentido político y
social, ya que el proceso se dio en diferentes niveles de
empoderamiento, cruzado por intereses personales y proyectos
de vida; que aún se mantiene vigente en la Asociación.

La Teología de la Liberación fundada en un Dios vivo.


35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 58

4.2 Seminarios con Edgar Patiño

Se buscó avanzar en la parte formativa, y trabajar una


opción innovadora fundamentada en la pedagogía de la
Solidaridad y el desarrollo humano; es así como a finales de 1999 e
inicios del 2000, se comienza a reorganizar la práctica educativa
en el jardín, con la participación de cada miembro del equipo de
AVESOL lo que contribuyó en la construcción del proyecto a
partir del desarrollo de las dimensiones a través de los seminarios
liderados por el Maestro Edgar Patiño, quien hace parte de la
Asociación.
Este proceso se llevó a cabo partiendo del estudio y
comprensión de diferentes corrientes y modelos pedagógicos;
junto con una revisión de los fundamentos teóricos,
metodologías, didácticas y formas de evaluación. Con esto se
estructuró un plan de trabajo fundamentado en las dimensiones
(socio afectiva, ético social, lógico matemático, lingüística y
cinestésico corporal), con el propósito de enriquecer y
fundamentar el proyecto pedagógico en una retroalimentación
constante entre la práctica y lo conceptual.
Para el desarrollo de los seminarios, se distribuían
previamente los materiales de lectura, dentro de la semana y
posteriormente se realizaban sesiones presenciales, donde se
retomaban los documentos de trabajo; cada uno contribuía desde
su experiencia y asumía compromisos personales de formación.
Con éste proceso se resaltó la importancia de acoger y tener en
cuenta las intencionalidades con los padres de familia y la
participación de la misma comunidad en el desarrollo del
proyecto pedagógico.

4.3 Autoformación y profesionalización del equipo de


trabajo

El interés por la formación continua, siempre ha estado


presente en la Asociación desde su filosofía; además surge como
necesidad de fortalecer el proceso pedagógico y la proyección
tanto individual como colectiva. Las Hermanas se preocupaban
por formar a las jardineras, aunque eran bachilleres, les faltaba la
pedagogía, es así como al principio era una sobrina de la Hermana
Nora quien las capacitaba; además ellas siempre generaron
espacios de discusión y reflexión frente a textos pedagógicos, a los
59 Asociación vecinos solidarios AVESOL

cuales tenían acceso. También hubo un apoyo a nivel de


formación, con la Casa de la mujer.
Posteriormente se gestionó la capacitación con diversas
entidades como Compensar, donde se recibía un taller sobre
“cuidado de niños”; luego con Tatiana Romero que hizo un
proceso de acompañamiento y preparación de talleres para los
padres de familia, y el CINEP (Centro de Investigación y
Educación Popular), desde Formación Social a Distancia para
Madres Comunitarias y Jardineras, FOSDIMAJ. Igualmente se
desarrolló un curso con la UCLAP, en el cual se sistematizó parte
de la experiencia y se desarrollaron módulos y talleres.
Hubo procesos de formación fundamentados en la
sensibilización, reflexión crítica y concienciación, apoyando
distintos campos que se desarrollan al interior de la Asociación,
entre los temas más amplios estaban: La teología de la liberación,
lo pedagógico, lo artístico y lo cultural (danza, música, máscaras y
origami), crecimiento personal (autoestima, sexualidad y
valores), trabajo de género, derechos, análisis de coyuntura,
trabajo de formación de familia y lecturas del entorno, entre otros.
El trabajo se fundamentó en el “aprender haciendo” y en
análisis de la realidad y de coyunturas específicas desde lo barrial,
lo local, distrital y también de quienes asistían a los diferentes
procesos de formación. Dentro de las principales estrategias
utilizadas, estaban: talleres (unos desarrollados por profesionales
y otros por las Hermanas), espacios de compartir, actividades
lúdico recreativas, cine foros y refuerzo escolar, entre otras.
Al inicio los procesos de formación fueron asumidos por
las Hermanas, quienes motivaban a la gente y además
gestionaban becas para algunas personas que estaban en el
proceso de formación; luego AVESOL facilitó espacios, tiempos y
recursos tecnológicos para quienes por iniciativa propia buscaban
su profesionalización, otra estrategia que facilitó el pago de los
semestres en la universidad, fue el ahorro solidario.
Ahora es un criterio de selección de docentes tener
formación profesional en lo pedagógico, además se exige la
constante actualización e investigación. Para AVESOL es
fundamental fortalecer espacios de formación, reflexión y
sistematización, que fortalezcan su propuesta educativa.
La dinámica de formación al interior de AVESOL ha
posibilitado el fortalecimiento organizacional desde lo educativo,
cultural, social y político. Lo anterior se evidencia en el trabajo
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 60

comunitario de la Asociación, además del crecimiento personal y


familiar de los miembros del equipo y por ende el mejoramiento
de la calidad de vida de éstos.
Algunas de las personas que han avanzado en su
formación profesional, posteriormente se retiran en búsqueda de
otras condiciones económicas que están dadas desde lo público y
lo privado y no desde lo comunitario, sin embargo, hay quienes
dan a conocer en otros espacios el trabajo que se desarrolla y lo
acreditan.
Dentro de los principales aprendizajes están: la
adquisición de una posición crítica frente a la vida, la cotidianidad
y la situación del país, valorar procesos de sensibilización y
concienciación; además, hay un interés constante por
actualizarse, encontrarse, recrear, evaluar y aportar a la
construcción del proceso pedagógico de AVESOL.

4.4 Escuela de Padres

Surge a partir de la invitación de las Hermanas, en


principio a talleres de salud, que se hacían mensualmente y cada
programa tenía que organizarlo; el interés era generar sentido de
pertenencia y diálogos generacionales, para que los padres de
familia, entendieran el proceso de formación y desarrollo que se
hacía con los niños. La intención era integrarlos al proceso
pedagógico; éstos se complementaron con salidas, fiestas,
actividades recreativas, jornadas de trabajo e integración.
Se trabajaron temas relacionados con la formación de los
niños, los componentes del proceso pedagógico, la familia y la
pareja, derechos y deberes, los principios filosóficos de AVESOL,
sin dejar de lado la parte teológica y celebrativa como los bautizos
colectivos, ceremonias religiosas, navidades, entre otros.
La metodología utilizada por lo general eran talleres,
desarrollados con personas del equipo o alguien invitado, los
cuales se preparaban previamente buscando la participación
activa de los asistentes; se desarrollaban actividades lúdico
recreativas como fiestas, almuerzos, competencias, convivencias;
también se realizaban visitas domiciliarias, para conocer la
realidad de las familias y hablar con ellos; igualmente estaban los
encuentros bíblicos, con las señoras de la Asamblea que se
reunían para orar, reflexionar y compartir.
Las Hermanas desarrollaron talleres fuera de Bogotá,
61 Asociación vecinos solidarios AVESOL

desde lo vivencial, en la mañana era formación, luego del


almuerzo niños, niñas y padres compartían un espacio recreativo,
el sentido era conversar con el otro y acompañarse en ese
momento, fortaleciendo los vínculos afectivos. Se conformaban
Comités de Padres de Familia para apoyar el proceso de
formación y coordinar actividades específicas como: jornadas de
trabajo para el arreglo de las sedes, del parque, elaboración de
material didáctico para los niños, otra estrategia era distribuir las
responsabilidades por comisiones.
Luego de la partida de las Hermanas, el grupo base de
AVESOL asume el proceso formativo, manteniendo la
participación de los padres de familia en la preparación y
desarrollo de los talleres, lo cual funcionó de manera adecuada,
porque existían vínculos afectivos y compromiso frente al valor de
la familia y la comunidad.
El trabajo que se desarrollaba con los padres buscaba
potenciar el sentido de familia, por eso era fundamental incluir a
los niños en los talleres, la mayoría de las familias eran nucleares y
en ellas se evidenciaba el sentido del compartir y del trabajar por
un interés común; existía corresponsabilidad y compromiso
familiar.
Es un reto permanente pensar diferentes tipos de talleres,
pues la población es heterogénea, los padres de familia son
adolescentes que no asumen una vida en pareja y dependen
económicamente de sus progenitores, lo que genera que sean los
abuelos los responsables de los niños, no existiendo claridad en
las pautas formativas ni una figura de autoridad.
En el proceso se ha evidenciado que socializar de manera
didáctica, práctica y teórica las líneas de acción de AVESOL
(formación, capacitación, participación y organización, reflexión,
investigación y sistematización), permite que los padres de
familia se involucren con mayor interés y participen de una
manera activa. Es fundamental desarrollar estrategias de
formación y celebración, acordes con las necesidades reales de la
población, donde se dinamice la apuesta social comunitaria de la
Asociación, logrando así un mayor acercamiento.

4.5 Escuela de arte Pascualin

Durante varios años, AVESOL realizó actividades de


formación artística, desarticulada de los otros programas y
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 62

concebidas para brindar un espacio alternativo para niños, niñas


y jóvenes; estas dinámicas demostraron la importancia del arte
como elemento sensibilizador para el trabajo social y político.
Este proceso en sus inicios fue desarrollado por personas de la
comunidad con conocimiento empírico en artes, quienes
trasmitían su saber a través de talleres.
Con el propósito de estructurar dichas actividades se
realizó un Convenio con la Universidad Pedagógica a través del
profesor Alejandro Mantilla, con el cual se logró que los
estudiantes hicieran su práctica en la Asociación. Luego se pensó
en la cualificación articulando elementos técnicos, artísticos y
sociales, para lo cual se hizo un acercamiento con BEMPOSTA,
organización española que trabaja lo artístico con niños de
familias vulnerables; a través de los coordinadores de danza y
música, quienes se comprometieron a apoyar la ejecución y
desarrollo de los talleres a cambio de un aporte económico para
los talleristas, sin embargo; no se puedo llevar a cabo el proyecto
como se había planteado, porque solamente se dio la parte de
danza sin la asesoría propuesta.
En la necesidad de estructurar la propuesta pedagógica
para la parte artística, se definió hacer un convenio con la
Fundación Nueva Cultura, donde se realizaron reuniones de
coordinación para definir la ruta a seguir, donde se acordó que
habría dos coordinadores uno por AVESOL y otro por Nueva
Cultura; además se contrataron profesores para música, danzas y
técnica vocal. El proceso de asesoría no se llevó a cabo por
dificultades en la comunicación.
Luego de estas experiencias se continuó el trabajo desde la
Asociación, quien se encargaba de desarrollar la propuesta
pedagógica artística con la colaboración de la comunidad y los
profesores del momento. A la par a éste proceso se desarrolló la
construcción de la comparsa con Jorge Romero y Clara Villabona,
maestros de Artes Plásticas, su trabajo se evidenció en otros
espacios de la Asociación como el Festival de la Alegría y el
Iberoamericano de Teatro.
Con todo lo anterior surge la Escuela de Arte Pascualin,
cuyo nombre surge de los personajes simbólicos de AVESOL (hijo
de Don Solidario y Fortaleza), expresa el sentido de la pascua, la
alegría y la celebración. Llevando a cabo un proceso integral, cuyo
propósito era continuar con la filosofía de la Asociación, dando
importancia a la técnica, la creación individual y colectiva, a la
63 Asociación vecinos solidarios AVESOL

puesta en escena y sobre todo a los valores fundamentales para


AVESOL.
Por dificultades económicas luego del retiro del apoyo de
CCF, la escuela de arte se debilita como tal en el año 2002, sin
embargo logró mantenerse con talleres hasta el 2005. La
Asociación ha trabajado por mantener lo artístico como un
proyecto transversal, implementándolo al interior de los jardines
y en la parte de inclusión social de los comedores que dirige,
infortunadamente con algunos tropiezos, a pesar del esfuerzo de
quienes se dedican a lo cultural, que no quieren que éste eje se
acabe y desde sus espacios, hacen todo lo posible para
continuarlo.
El proyecto desarrollado en la escuela se llevó a cabo a
través de módulos temáticos, donde se realizaban lecturas de
contexto, por ejemplo la historia y los personajes del barrio y de
AVESOL, se abordaron elementos de cada una de las disciplinas
artísticas, desde una forma teórica, técnica y creativa, a partir de
tres ejes: investigación, creación, puesta en escena y de
producción. En estos procesos se involucraron los padres de
familia, quienes recibían formación de expresión corporal,
manejo del espacio, además colaboraban en la elaboración de
muñecones y elementos que se requerían.
Se desarrollaron diferentes proyectos y propuestas para la
implementación de la formación artística, buscando en 1995 la
profundización en los elementos culturales de la comunidad, a
través de talleres de proyección de grupos y realización de
muestras. En 1996 se buscó reafirmar la perspectiva comunitaria,
cultural y retomar elementos de la educación popular, el objetivo
general de este proyecto era “afianzar en el niño y el joven
elementos de danza, música o teatro a través de un proceso de
conocimiento que parta de la integralidad hacia la especificidad y
dominio de uno de los lenguajes orientado sobre un desarrollo
integral en los valores y vida comunitaria”.
Para el año 2000, el proyecto pedagógico talleres
artísticos AVESOL 2000, planteaba la escuela cultural de arte con
los componentes de música, teatro y danza; en los niveles de
exploración, afianzamiento, proyección y especialización. Para el
2001 se planteó como Escuela Socio Cultural Juvenil AVESOL,
con la cual se buscó potenciar procesos de formación y
crecimiento personal, familiar, comunitario y para el trabajo. En
el desarrollo de la escuela se definieron los siguientes ejes: gestión
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 64

humana y socio política, gestión empresarial, gestión familiar,


documentación del proceso y proyección comunitaria.
En el 2003, se planteó un programa de formación artística
cultural en la localidad para niños y niñas, el cual fue presentado a
la alcaldía de la localidad 4 de San Cristóbal y aprobado. Este
proyecto tuvo el propósito de brindar a la población infantil
formación en exploración musical de cámara y afianzamiento en
danza y teatro, con instrumentos sinfónicos, entregados en
comodato por el periodo del proyecto. Así mismo se
implementaron algunas técnicas como música, danza, artes
escénicas y plásticas, los cuales se han desarrollado en su
momento al interior de los procesos formativos de la Asociación.
A raíz de este proceso se realizaron presentaciones con los
niños en distintos espacios tales como: la Media Torta, en el
programa niños en recreo; el auditorio León de Greiff de la
Universidad Nacional, el auditorio de Villa Mayor, en el
encuentro del movimiento infantil de la canción, en colegio León
XIII, entre otros; fuera del distrito asistieron al tercer encuentro
escuela andariega “Música para los pies y el corazón” en Tibasosa,
Boyacá.
La escuela de arte era un espacio que tenían los niños,
niñas y jóvenes de la comunidad, donde se formaban
artísticamente con profesores cualificados. Los jóvenes que
hicieron parte del proceso se han dedicado a estudiar artes a nivel
profesional o como complemento a otra carrera, algunos apoyan
el proceso actual de la Asociación. Infortunadamente algunas
personas consideran lo artístico, como un pasa tiempo y no como
una profesión.
Con el proceso de formación artística se evidenció la
necesidad de tener en el equipo, docentes cualificados en arte,
para no depender de personas externas. También generar
propuestas de gestión y autogestión que le brinden a la Asociación
la oportunidad de un ingreso económico o en especie,
garantizando la continuidad de los procesos. Igualmente valorar
el arte como una expresión humana y su manera de apreciar,
recrear y crear su realidad, incluyendo una serie de valores que
garanticen la convivencia.

4.6 Semana de la Creatividad

La semana de la creatividad surgió como resultado de la


65 Asociación vecinos solidarios AVESOL

IAP de 1991, donde los HOBIS (Hogares de Bienestar Familiar)


del barrio Atenas, solicitaron en los conversatorios e
instrumentos de consulta aplicados desde AVESOL, un espacio de
formación y encuentro de experiencias. Al sistematizar los
resultados de esta investigación, la semana de la creatividad, se
plantea como un encuentro anual pedagógico, dando respuesta a
las necesidades planteadas por la gente, entonces se propone la
posibilidad de hacer un convenio con el CINEP, donde Tatiana
Romero sería su representante y la Hermana Nora Lozano junto a
Elsa Melo por AVESOL.
Se planteó involucrar las diferentes modalidades de
atención en educación inicial o preescolar, así se contactó a la
seccional del ICBF Instituto Colombiano de Bienestar Familiar de
San Cristóbal y así identificar los coordinadores de los HOBIS y al
COL Centro Operativo Local, para los jardines de Bienestar
Social. Se hizo un recorrido por toda la localidad para lograr la
participación de HOBIS, Jardines de ICBF, de Bienestar Social y
Comunitarios que luego fueron llamados Casas Vecinales,
además algunos colegios se sumaron a la propuesta.
Un año después, se conformó el grupo coordinador con el
cual, se propusieron y diseñaron las actividades del encuentro de
la Segunda Semana de la Creatividad, se constituyó con 12
mujeres todas ellas representantes de los HOBIS, por ejemplo:
San Martín, Malvinas, La Gloria San Jacinto, la Gloria II sector y
Nuevo Amanecer. Se vincularon al evento los jardines: Niño Jesús
y Mis Pequeños Glotoncitos; también participaron en las
actividades representantes de San Jacinto, Los Pinares, Quindío y
del colegio privado Lorenzo Alcantuz; de los jardines de Bienestar
Social estuvieron: San Cristóbal, Bello Horizonte, Granada Sur, la
Esperanza; del ICBF, el jardín Chiquitines y Guacamayas; de los
jardines comunitarios asistieron, Mi pequeño Paraíso
Guacamayas, COPRES, Juan Rey, San Rafael, Casita Encantada y
la Península, entre otros.
La primera semana de la creatividad se llevó a cabo del 23
al 28 de septiembre de 1991 y la segunda versión se realizó del 26
al 30 de octubre de 1992, estas se desarrollaron con el apoyo
económico de AVESOL, el CINEP, los aportes de los participantes
y de los grupos artísticos que colaboraban disminuyendo costos
en la parte técnica, logística y artística. Solo para la tercera del 20
al 24 septiembre de 1993, se hizo gestión con la alcaldía local,
Consejo Local de Cultura y la Unidad Coordinadora de
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 66

Prevención Integral (UCPI), no hubo respuesta, excepto de ésta


última quien apoyo con material para talleres. La cuarta semana
se llevó a cabo con algunas limitaciones, no contar con el recurso
del CINEP ocasionó terminar con el proceso.
Metodológicamente la semana de la creatividad se
desarrollaba en dos momentos: uno artístico y el otro de
formación. Cada momento artístico se abordaba desde diferentes
temas y se designaba, el día de la danza, música, teatro, cine y se
concluía con una puesta en escena de la comparsa, como uno de
los resultados del proceso formativo con las educadoras.
En la Semana de la Creatividad se presentaban grupos
acordes a la población infantil; por ejemplo la Libélula Dorada,
Bemposta, Nueva Cultura, con actos de magia como Consuelo
Lorgia, entre otros. Las presentaciones artísticas se realizaban en
las mañanas en el Centro Comunitario de la Victoria; en la
primera semana la formación se hacía en la tarde con las
educadoras; dos meses antes se realizaba la formación y se
presentaban los resultados en el marco de la semana de la
creatividad, además cada jardín pensaba en algo artístico que los
representará, una especie de distintivo.
También se desarrollaba un proceso creativo para la
comparsa, la cual era presentada en la apertura o la clausura de
acuerdo a las condiciones del momento. Igualmente se realizaban
Foros educativos, dos o tres veces al año, para mantener una
articulación del trabajo durante el año y generar espacios de
encuentro y reflexión.
AVESOL y CINEP eran responsables de la coordinación
general del evento; es importante aclarar que había un grupo
coordinador al que pertenecía una persona de cada organización
participante, quienes se encargaban de informar a sus
compañeras sobre el proceso ha desarrollar. Hubo participación
activa en los talleres de formación, los cuales eran teórico
prácticos, además se implementaba un espacio lúdico recreativo,
con talleristas reconocidos en el campo de la pedagogía.
Gracias a este proceso hubo reflexión y apropiación por
parte de las educadoras en el tema del desarrollo artístico como
medio para enriquecer lo pedagógico. Fue una oportunidad para
reconocer en AVESOL la capacidad administrativa, técnica, de
organización, realización y producción de eventos académicos y
culturales. Se evidenció el trabajo pedagógico de la Asociación y la
proyección comunitaria; se reconoció la importancia de los
67 Asociación vecinos solidarios AVESOL

vínculos organizacionales y de la relación de lo artístico con lo


pedagógico, para el desarrollo integral de la primera infancia; se
valoró la importancia de los convenios interinstitucionales de
manera formal y así garantizar compromisos, definir acuerdos,
tiempos y autorías sobre la actividad conjunta y sus resultados.

La imaginación y la creación vienen del corazón.


35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 68

Como fruto de esta experiencia quedo un material


impreso y audiovisual de las Semanas de la Creatividad, se
encuentra publicado en la Revista CINEP, Colección Educación y
cultura No.4; escrita por Tatiana Romero Rey, en la cual se
presentó el trabajo de las semanas de la creatividad mediante
artículos titulados de la siguiente manera: Educación integral
para la primera infancia, Punto de partida, La primera irrupción
problemática, Una experiencia significativa, Concepciones
pedagógicas y Un final que deja huellas.

4.7 Celebración de los 25 años de AVESOL (2004)

En AVESOL una práctica permanente es la celebración y la


valoración de la vida, convocando a la unión, compartiendo y
fortaleciendo el espíritu festivo. Por eso se consideró importante
retomar aquí los 25 años, porque estuvo centrado en los
componentes celebrativo y evaluativo, con el propósito de
garantizar la continuidad y la proyección de la Asociación.
Los días 16 y 17 de octubre de 2004, se llevó a cabo este
evento cuyo objetivo fue compartir y evaluar con las personas y
organizaciones que han estado cercanas a la vida de la Asociación
en diferentes momentos de su historia. El proceso se centró en,
aspectos relacionados con la evaluación, proyección y
continuidad del trabajo con la comunidad, ante la ausencia de
estrategias económicas que permitieran autonomía económica;
además se reflexionó acerca de la coherencia entre la teoría y la
práctica, incluyendo dinámicas de indagación y sistematización
para fundamentar los conceptos de lo social, popular y
comunitario.
Esta celebración se llevó a cabo en dos momentos. El
primero giró en torno a situaciones o problemáticas que ponían
en riesgo la vida organizativa y jurídica de la Asociación, a lo que
se denominó: tensiones; metodológicamente apoyadas con
preguntas concretas sobre los elementos y dificultades relevantes,
las cuales fueron abordadas por grupos de trabajo. El resultado
fue socializado luego en plenaria, donde el dinamizador
propiciaba la reflexión sobre las preguntas y el significado de
AVESOL en la vida de cada uno; en conclusión no se logró el
propósito inicial de trascender a la proyección, porque se limitó a
la remembranza.
El segundo momento de lo celebrativo, contó con
69 Asociación vecinos solidarios AVESOL

diferentes elementos, entre ellos un video que recogió el trabajo


de AVESOL desde sus inicios; la eucaristía como símbolo del pan y
el vino compartido en el significado de la vida en comunidad; los
testimonios de algunos jóvenes vinculados a la Asociación como:
Natalia Parra, Henry Bohórquez y Julián Daza; se finalizó con una
muestra artística y cultural.

4.8 El Festival de la Alegría

AVESOL ha mantenido una práctica celebrativa


permanente desde sus inicios, la puesta en escena de las
diferentes propuestas casi siempre ha contado con un
componente pedagógico o una acción educativa (previa y durante
el evento), que consiste en la sensibilización, exploración y
conocimiento de los instrumentos musicales, los géneros, las
tendencias escénicas, lo alternativo, etc., soportado en
investigaciones y estudios, lo que contribuyó a formar un público
crítico, observador y evaluador, de las propuestas artísticas.
El Festival ha sido el marco para socializar el proceso de
formación artística de los grupos locales y de AVESOL,
evidenciando su desarrollo cualitativo a través de los talleres
artísticos y de la Escuela de Arte Pascualín. Es un objetivo
específico del Festival brindar a los grupos de la localidad un
escenario con las condiciones técnicas y logísticas óptimas, para
presentarse mano a mano (teloneros) con grupos de reconocida
trayectoria. En general, el Festival es un medio para aprender a
compartir y departir que sensibiliza en el arte, fomenta la
transformación del ser humano hacia la integración y la
convivencia entre las familias, como espacio de esparcimiento,
formación comunitaria y apropiación de elementos culturales
como rasgos de su identidad.
Desde 1991 en el Festival de la Alegría a lo largo de sus 11
versiones, han participado grupos reconocidos, dándole realce y
reconocimiento; entre ellos se destacan, en teatro: La Papaya
Partía, La Loca Compañía, se destacó como la mejor Comparsa
Distrital “Ángeles y Demonios” de Fe y Alegría, también estuvo
Producciones el Mimo Julio Ferro. En música: La Banda
Sinfónica de Bogotá, Los Chanchirientos, Nicoyembe, A la Topa
Tolondra, Escuela Musical Nueva Cultura, Raúl "Numerao"
González, La Banda, La Real Charanga, Alberto el "Beto" Jamaica
(único rey vallenato bogotano), Jorge Velosa y los Carrangeros,
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 70

Julio Erazo y sus Corraleros del Majagual y Jairo Ojeda. En


danzas: Canchimalos y Danzas Folclóricas de Bolivia y en títeres:
El Guiño del Guiñol, la libélula Dorada y El Ringlete, entre otros.
El Festival es como dijo la Hermana Nora Lozano la
posibilidad de celebrar la vida en comunidad, encontrarnos para
la alegría, no solo para las tristezas. Por eso las comparsas se han
convertido en una expresión de éste interés, posibilitando la
participación en otros espacios a nivel distrital. La primera se
denominó “De la vida y la muerte” que motivaba a reflexionar
sobre la existencia humana, con la cual AVESOL fue invitado al III
Festival Iberoamericano de Teatro en 1992. Otra importante fue
la de “500 años de resistencia” como una forma de cuestionarse
sobre el descubrimiento de América.

El Festival de la Alegría, símbolo de vida.


71 Asociación vecinos solidarios AVESOL

El Festival de la Alegría es parte de una apuesta de política


cultural y educativa, a la cual le antecedieron actividades que
como proceso es importante tener en cuenta. Algunas de ellas
fueron las Olimpiadas Infantiles, donde el atletismo, el aro, los
carros “esferados” (con rueda de balineras), el fútbol, los
encostalados, entre otros; eran apreciados por los niños, niñas,
jóvenes y adultos participantes. Se armaban grupos por edades y
en diferentes escenarios improvisados del barrio, se realizaban
sin ningún requerimiento de los que hoy en día existen, como
permisos, o planes de contingencia.
Luego el estímulo esperado consistía en una premiación
sencilla, pero valiosa por el significado del detalle que tenía
entregar un par de zapatos, unos libros o útiles escolares. Estas
Olimpiadas Infantiles, se mantuvieron por un periodo de tres
años 1978, 1979 y 1980, y se articulaban con las muestras de
“Cultura Popular”, donde se realizaban exposiciones de
artesanías, y expresiones musicales que hacían las personas del
sector, incluso venían de otras localidades.
Las Olimpiadas Infantiles se van definiendo hacia lo que
luego se constituye en la "Feria de Pueblo": un espacio lúdico
donde los juegos tradicionales populares, tenían cabida,
destacándose el de la "vara de premios", la cual constituía un
acontecimiento que generaba gran interés por todo el proceso que
comenzaba desde conseguir, pelar y engrasar la vara, luego la
levantada que requería de la fuerza de varios hombres. La vara
quedaba expuesta de día y de noche y durante todo el tiempo que
duraba, una y otra vez los niños, jóvenes y adultos hacían
cualquier cantidad de intentos por subir hasta la punta donde
colgaban los premios; todo esto generaba un espectacular
acontecimiento para las personas que concurrían a mirar y
animar a los trepadores de vara embadurnada. Fue por muchos
años un punto central de atracción para el festival.
También se realizaban conversatorios sobre las distintas
formas de producir en el campo o en las huertas caseras, se
reflexionaba sobre su proceso histórico cultural y había
intercambio de saberes con grupos que venían a fundamentar
sobre diferentes temas y experiencias de cada localidad. El
espacio se fortalecía con la actividad “viernes de tertulia”, que
tenía lugar los últimos viernes del mes, con diferentes grupos, por
ejemplo: Americanta, Ricardo Vaca, Puro Pueblo, El Ángel que le
Canta al Llano, El Flaco Agudelo y Edgar Patiño, con una
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 72

exposición de pintura, entre otros. El evento artístico cultural se


llevaba a cabo en el salón comunal de Atenas y en AVESOL, luego
de los conversatorios y tertulias, se argumentaba y evaluaba cada
uno de los momentos.
En 1991, dando respuesta a la investigación (IAP) que
detectó la necesidad de recuperar y fortalecer los espacios de
encuentro entre AVESOL y la comunidad; se retomaron los
procesos anteriores y se le da vida al Festival de la Alegría,
fortaleciéndolo con la invitación a participar en éste a los grupos
artísticos con trayectoria en la localidad 4 y en el Distrito Capital.
Las comparsas, sus diseños y construcción fueron
tomando fuerza y con nuevos elementos y conceptos, se
construían a lo largo del año, esto se hacía a puerta abierta lo que
generaba interés y expectativa en la gente, algunos se
involucraban en el proceso de elaboración, a la par que se iba
trabajando la expresión corporal de acuerdo a cada personaje
creado.
Todo se hacía pensando en el perfil de los que iban a
participar en el manejo y manipulación de las diferentes figuras.
Las jornadas de trabajo y ensayo eran extensas, en horas de la
noche, se generaban otras formas y prácticas de interacción social
comunitaria, entre los integrantes de cada uno de los programas
de AVESOL y la comunidad. El proceso de construcción y puesta
en marcha de las comparsas fue orientado por el artista plástico y
titiritero Jorge Romero, integrante del equipo de cultura de
AVESOL.
Desde los inicios tanto de las ferias, las olimpiadas como
en el Festival, las comidas típicas han sido un componente que
aglutina y convoca a los vecinos; la gente vendía sus comidas y
productos, anticipándose a separar el respectivo puesto, ubicado
en las canchas del barrio, mediante un aporte simbólico para
gastos de apoyo logístico. Las familias se beneficiaban de las
ventas de sus productos, si estos lograban tener éxito y buena
acogida entre los consumidores, significaba un importante
ingreso a su economía.
Para el primer Festival de la Alegría en 1991, se tuvo un
gran despliegue y todo fue financiado desde aportes de CCF.
Como la fiesta de cierre estaba tan buena, se hizo una recolecta
entre la gente que estaba disfrutando "pasando el sombrero" para
que la orquesta tocara más. Fue un momento espontáneo que
evidenció una forma incipiente, sana y solidaria, en que la
73 Asociación vecinos solidarios AVESOL

comunidad también aportara.


Alrededor del Festival se contaba con una estrategia fuerte
de comunicación, porque para ese entonces AVESOL
desarrollaba un programa integrado por: Edgar Patiño
coordinador y cuatro jóvenes más, Oscar Sánchez, Pedro
Rodríguez, Patricia Ibáñez y Elsa María Melo. Allí se hacían las
propuestas del contenido y forma de las chapolas informativas,
periódicos murales como el “Ya casi”, que motivaron a la
comunidad para el evento, las carteleras murales que colgaban en
el edificio de AVESOL, las cuales se exponían con la programación
del Festival. Previo a éste en las últimas noches todo el equipo de
trabajo, se distribuía por sectores entregando el plegable, las
chapolas casa por casa y pegando los afiches, quedando así
cubierto todo el barrio y circunvecinos. También se tocaron las
puertas de los medios masivos de comunicación como El Tiempo
en 1991, página 3C del viernes 16 agosto, quien publicó sobre el
proceso y significado del Festival, convocando a la gran fiesta.

El arte y la cultura unen las comunidades.


35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 74

El Festival se realizaba cada dos años y con la gestión de


Jorge Álvarez en el Consejo Local de Cultura, se recuperó una
propuesta que años atrás habían elaborado las organizaciones
Promotora Cultural con Vicente Bernal, Fundación PEPASO con
Ramiro Velasco, Tertulia Pedagógica con Ángela de Castro y
AVESOL con Elsa María Melo. Esta propuesta generó un proyecto
de apoyo a los eventos de las organizaciones mencionadas; pero
inexplicablemente había sido aprobado descontextualizado de
donde tradicionalmente se realizaban los respectivos eventos,
que era en la parte alta de la localidad.
Vale la pena agregar que la versión 2008, se reestructuró y
desarrolló de una manera diferente, en un trabajo conjunto con el
evento “Identidad Territorial del Fucha”, donde participaron
varias organizaciones de la localidad; allí se presentaron muestras
plásticas y artísticas en otros lugares de la zona a partir de 5
elementos: agua, aire, fuego, noche y vida. La Asociación le
correspondió el elemento fuego y presentó su comparsa partiendo
desde el barrio San Martín hasta llegar a las canchas del barrio
Atenas, lo cual posibilitó integrar las organizaciones en torno a lo
cultural, presentar un evento conjunto e incidir en otros espacios.
El Consejo Local de Cultura decidió retomar el proyecto,
incluyendo otras organizaciones y otros eventos, logrando que
desde entonces se reconocieran los de mayor trayectoria y
tuvieran un aporte económico por parte de la Alcaldía Local de
San Cristóbal. Era en su momento una manera de continuar con el
Festival de la Alegría, lo cual ha implicado una constante lucha
para mantener el recurso, porque depende de la voluntad política
del Alcalde Local de turno; esto ha requerido un trabajo
permanente de organización y movilización por los derechos
culturales, sociales y económicos; a pesar de la gestión realizada,
el Festival y otros eventos se ven interrumpidos durante los años
2010, 2011 y 2012.
De las 25 organizaciones de la localidad que constituían la
Red de Eventos, algunas continúan trabajando por la defensa y
gestión de las expresiones culturales como: CORVIF Corporación
Vida del Río Fucha, AVESOL, Promotora Cultural, Red Acción,
Tertulia Pedagógica, Voces Nuestras, Corporación Sol y Luna
entre otras; las cuales presentan el Proyecto de Acuerdo ante la
Alcaldía y la Junta Administradora Local, JAL siendo ponente
Armando Ruíz Calderón (edil). Producto de lo anterior se logró la
firma del Acuerdo Local 03 del 2008, como reconocimiento a los
75 Asociación vecinos solidarios AVESOL

eventos, celebraciones, procesos sociales y culturales de


trayectoria en la localidad.
Con relación a la participación en el Festival de la Alegría,
vale la pena resaltar el interés y compromiso de los padres de
familia de los diferentes programas, específicamente en la parte
de la comparsa y el desfile con sus hijos. La comunidad en general
asiste como espectadores pasivos a los diferentes momentos de su
interés, no obstante se evidencia una actitud de exigencia frente a
la calidad de los grupos. Se ha generado públicos con una mirada
crítica y valorativa en la calidad de las propuestas artísticas que se
ponen en el escenario; además ha permitido abrir espacios a
diferentes expresiones culturales de la localidad.
En el marco del Festival, se propicia el encuentro familiar,
de vecinos y amigos de diferentes generaciones; es una
oportunidad significativa para la convivencia, es un espacio de
aprendizaje, donde las puestas en escena son pensadas desde lo
pedagógico, es por eso que el Festival ha sido registrado por
investigadores y editado en diferentes libros, mapas y
documentos, como hecho cultural en la vida de la ciudad.
Es importante mantener la formación artística desde la
filosofía de la Asociación, valorando el sentido de solidaridad y
reconocimiento del trabajo cultural, donde exista un apoyo entre
organizaciones y grupos culturales tanto locales como distritales
en los procesos de gestión, sin perder la autonomía. Vale la pena
mencionar que la fiesta popular se ha visto afectada
negativamente, por la introducción de normas, decretos y
compromisos contractuales, que imponen parámetros y de
alguna manera dejan de lado el desarrollo de lo cultural y su
espontaneidad.
Hoy los muñecones, las máscaras y el vestuario viven
guardados, pero prestos a revivir la fiesta, el carnaval, el festival
popular en las calles de los barrios.

4.9 Salidas recreativas del equipo de trabajo

Para la Asociación es vital que las personas que están


vinculadas a sus programas encuentren en estas salidas la
posibilidad de contar con un espacio para sí mismas, crear un
sentido de independencia, acceder a la recreación digna que
contribuya al desarrollo integral. Fomentar la importancia de
estos espacios para la vida individual, familiar y colectiva. Animar
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 76

y estimular el espíritu festivo y el compartir, elemento que


dinamiza el trabajo en las largas jornadas; es la oportunidad para
fortalecer el conocimiento del grupo de trabajo, salir de la
cotidianidad y compartir en espacios diferentes.
Las dinámicas de las salidas recreativas han sido
inherentes a los diferentes procesos, algunas de ellas se han
gestionado a partir de un ahorro mensual, generalmente AVESOL
busca los lugares y aporta un rubro significativo. Las primeras se
realizaron a lugares cercanos de la sabana de Bogotá, o
Cundinamarca, posteriormente se fortaleció la propuesta
conociendo otros lugares, lo que dejo la grata experiencia para
muchos de conocer el mar y viajar en avión por primera vez.
Otra forma de recreación son las salidas a eventos
culturales dentro de la ciudad que permiten ampliar el
conocimiento en estos temas y que se termina con un compartir.
Generalmente los espacios de recreación han tenido buena
aceptación, siendo propuestos y organizados por equipo
administrativo de AVESOL, con la intención de que las personas
descansen y se sientan valoradas, no obstante hay quienes se
involucran espontáneamente en las actividades. Durante el
desarrollo de éstas la gente participa activamente y disfruta de los
espacios, mejorando las relaciones interpersonales, aunque a
veces se conforman grupos de acuerdo a sus afinidades.

La unidad genera nuevos senderos.


77 Asociación vecinos solidarios AVESOL

AVESOL ha logrado posicionar espacios de recreación e


integración, generando identidad en quienes son y han sido parte
de la Asociación. Reconocen que las salidas no solo son
recreativas sino también formativas y han ampliado sus
conocimientos. En varios de los casos replican lo aprendido en
AVESOL en beneficio de otros espacios organizativos y familiares.
De otra parte las Personas de la comunidad que conocen y han
participado indagan si se va a organizar alguna salida, o una fiesta,
pues recuerdan las que se han hecho, por su calidad y
organización.
En cada salida se generan espacios de formación alternos
a la recreación y cada momento lúdico tiene un propósito
formativo, también se busca compartir y celebrar con las familias.
Las dinámicas organizativas que generan estas actividades en la
gente, evidencian la capacidad logística, administrativa y la
calidad que tiene AVESOL. La identificación y aprovechamiento
de los espacios culturales y recreativos ha permitido tener una
mirada crítica y selectiva con las propuestas.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 78

5. Los procesos de formación


en Avesol

Al revisar las acciones que posicionaron a AVESOL en la


comunidad, quedan saberes y experiencias valiosas para
compartir y aplicar en las diferentes dinámicas organizativas, de
las cuales se expondrán a continuación:

5.1 Llegada de las Hermanas al Sur Oriente (1973-


1980)

 Acabar con los miedos y enfrentar ideales


tradicionalistas; por un lado se cuestionó el estilo y forma de
trabajo de algunos de los líderes comunales de autoritarismo y
machismo; proponiendo una nueva forma de relación y de
trabajo en comunidad, basado en la solidaridad, con nuevos
sentidos de vecindad y participación.
 Se brindaron elementos de formación a las
mujeres en el sentido de empoderarse y valorarse en su
familia y comunidad. Por ejemplo, en el acercamiento de las
mujeres a la lectura y la escritura a través de procesos de
alfabetización.
 Se logró cambiar la mirada religiosa y política
conservadora por una liberadora, aprender a leer la realidad
del Dios vivo en comunidad y reconocer la importancia del
hacer, frente al rezar, ser consecuente y coherente en la acción
práctica con lo que se dice.
 La importancia del hacer en colectivo generando
frentes de trabajo en beneficio de la comunidad y en defensa
de los derechos sociales. Compartir en grupo hizo parte de
este aprendizaje, ya que desde el principio las Hermanas
llamaban mingas a las jornadas de encuentro comunitario, en
la que cada uno de los participantes aportaba algo. Uno de los
ejemplos más significativos de esto son las ollas comunitarias
79 Asociación vecinos solidarios AVESOL

y la construcción de las sedes de AVESOL; otra manera de


compartir fueron los encuentros con los grupos eclesiales de
base.
 En los procesos de formación y en los análisis de
los problemas de la comunidad se aprendió que hay que partir
de la cotidianidad, de lo sencillo, para analizar situaciones y
llegar a una comprensión más amplia y profunda de las
realidades como el desempleo y la carencia de servicios
públicos.
 En lo formal, desde el inicio se reconoce la
importancia de tener un sistema contable y administrativo
para sostener y fortalecer el trabajo comunitario.
 Se reconoce que los espacios comunes del barrio,
deben ser utilizados al servicio de la comunidad como
escenarios de encuentro en lo deportivo, lo cultural y
educativo; por ejemplo, la realización de olimpiadas
infantiles, cine foros y los festivales.

5.2 Construcción de la sede (1981-1984)

 La importancia del trabajo en equipo, con la


construcción de la sede se consolida la unión y se potencian
nuevos elementos de identidad, pertenencia personal y
colectiva en torno a un proyecto que marcó la historia de
AVESOL.
 Se consolidó y estructuró el proceso organizativo
con funciones y espacios, cada uno con sus respectivos
nombres, que le dio sentido de identidad a los lugares; por
ejemplo, el parque y el salón Don Solidario.

5.3 La investigación Acción Participativa


(1988-1989)

 Se confirmó la importancia de la evaluación y


revisión constante del trabajo realizado en los distintos
procesos: logísticos, organizativos, de planeación, asignación
de funciones y responsabilidades.
 Ratificar la importancia de la mediación entre la
teoría y la práctica como elemento fundamental, para el
desarrollo del trabajo social comunitario.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 80

 Implementar estrategias de investigación y


análisis crítico permanente, que permitan recopilar,
sistematizar, contextualizar y actualizar la dinámica social
comunitaria.
 El contar con personas de la organización y
habitantes del barrio quienes conocían el contexto, permitió
que fueran reconocidos y acogidos por la comunidad, lo que
facilita el desarrollo y profundización de la investigación,
 La utilización de estrategias comunicativas con la
comunidad, contribuye en la participación y credibilidad del
trabajo realizado por AVESOL; por ejemplo las chapolas, los
afiches y el periódico Ya Casi.
 Las evaluaciones colectivas generan apropiación
de los participantes, con relación al trabajo realizado y le da la
posibilidad a la Asociación de fortalecer, transformar y
proyectar su quehacer social.
 La investigación evidencia que las organizaciones
sociales deben estar abiertas a los procesos y
transformaciones, para rediseñar sus programas. Es el caso
del área de Salud, la cual se replanteó a partir de las dinámicas
y de la experiencia, que se iba adquiriendo en el trabajo social
comunitario.
 Las organizaciones sociales, al momento de buscar
personas externas “especialistas o asesores”, deben tener en
cuenta la afinidad, la experiencia, el respeto y el
reconocimiento por el trabajo social comunitario.

5.4 La partida de las Hermanas

 En la práctica el grupo continuador del proceso,


evidenció el valor de la equidad y la corresponsabilidad
aprendido con las Hermanas.
 La confianza depositada por las Hermanas en las
personas que venían en el proceso de formación, generó
seguridad para asumir la responsabilidad ante la comunidad,
en la continuación del proyecto.
 La necesidad de socializar los procesos
administrativos y de gestión con un grupo de asociados, es
fundamental para garantizar la continuidad de los proyectos y
programas.
81 Asociación vecinos solidarios AVESOL

 El desarrollo humano integral, donde el bienestar


físico, mental y económico, contribuyen a los propósitos de un
mejor vivir de quienes hacen parte de AVESOL y sus familias.
 La búsqueda de estrategias para consecución de
recursos se transformó, ya que pasó de una imagen religiosa
(aunque no usaban hábito), a una imagen laica, lo cual
dificultó la continuidad del apoyo por parte de las familias e
instituciones financiadoras.
 La apropiada administración de los recursos,
vistos como un bien común y el mantener una contabilidad
organizada desde los inicios, permite la utilización adecuada,
garantizando la continuidad y calidad de los procesos.
 Hacer parte de una dinámica social generó
procesos de formación, que llevaron a identificar las
capacidades y potencialidades humanas de quienes
conformaban la Asociación en el momento de asumir roles
específicos.
 En las relaciones interpersonales, es clave tener
una actitud crítica y constructiva fundada en el afecto, la
fraternidad y el respeto, para no caer en el trato desigual que
afecta negativamente a las organizaciones sociales.

5.5 La administración desarrollada por un grupo base


de la comunidad

 Los aprendizajes estuvieron dados por las nuevas


formas y métodos de formular, apropiar, socializar y
presentar proyectos para responder a las diferentes
convocatorias.
 Se valoró la importancia y la necesidad de
mantener los archivos y un centro de documentación de la
Asociación que sea de conocimiento colectivo, ya que
anteriormente estaban centrados en pocas personas.
 Es clave la metodología de conformar comités de
trabajo, para asumir la implementación y desarrollo de los
programas como: educación, salud, pastoral, deportes,
cultura y comunicación, porque garantiza la responsabilidad
y organización de las personas en las diferentes actividades.
 Se fortalecieron los procesos de educación formal e
informal, con el propósito de asumir los diferentes roles de la
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 82

administración y organización, para responder a intereses de


crecimiento personal, a las necesidades del trabajo
comunitario y a las exigencias de las instituciones
cofinanciadoras.

5.6 Relaciones y acciones que ha tenido AVESOL con


otras organizaciones y en red a nivel local, distrital y
nacional

Al respecto, se presentan en seguida los aprendizajes de


acuerdo a cada uno de los hitos escogidos.

5.6.1 IPROCOM, Integración al Progreso Comunitario

Los espacios de interlocución con otras organizaciones,


son necesarios en la medida que permiten el desarrollo de
dinámicas contribuyendo en los procesos de identidad, marcando
una pauta y perfil del trabajo comunitario, en el crecimiento de la
Asociación y el logro de objetivos comunes.
El saber propio y la experticia puestos en común, rompen
el celo institucional, generando confianza entre las diferentes
organizaciones que contribuyen al crecimiento del trabajo social
local.
La importancia de la formación política, con un carisma
de trabajo comunitario interesado en la transformación de la
realidad.
 Como organizaciones locales se le apostó a revisar
problemáticas coyunturales y a partir de ellas, buscar acciones
colectivas de reivindicación de derechos, por ejemplo; la apertura
del Centro Comunitario de la Victoria a los actores culturales.
 Las acciones conjuntas de las organizaciones generan
conciencia social, arraigo al territorio e identidad; sin embargo, la
ausencia de perspectiva política se evidencia en la falta de mayor
compromiso que trascienda hacia la perspectiva de país.
 El mantener y crear espacios fraternos con las
organizaciones pares de la localidad, permite articular relaciones
humanas y de acciones en búsqueda de objetivos comunes.
83 Asociación vecinos solidarios AVESOL

5.6.2 Asociación por el Desarrollo Comunitario Zona 4

 El trabajo en red debe propender, por establecer unos


criterios de participación y relación que permitan proteger los
procesos colectivos, independientemente de los vínculos
afectivos.
 Es prioritario elaborar y dejar memorias físicas de los
proyectos y de las acciones realizadas en conjunto en las
organizaciones participantes, porque hacen parte de la vida e
historia de ellas. Como ejemplo está la documentación del
proceso colectivo que se desarrolló frente a la recuperación del
territorio de lo que hoy se conoce como el “Parque Entrenubes”. 
Generar estrategias para que la participación en red como
principio institucional, sea asumida por varios miembros de la
Asociación, buscando mayor impacto en las acciones.

5.6.3 Comisión Distrital de Casas Vecinales

 Contar con procesos de formación, reflexión y


movilización en red, permite avanzar en logros de objetivos
comunes de las organizaciones sociales comunitarias.
 Los procesos de Organizaciones Sociales de base,
posibilitan generar redes y trabajos articulados, para resistir los
cambios políticos, económicos y culturales, en defensa de su
identidad.
 La sistematización de la experiencia es fundamental como
herramienta para visibilizar y posicionar los trabajos
comunitarios, en la medida en que ésta, contribuye a reflexionar,
analizar, categorizar y evidenciar la incidencia de las
organizaciones comunitarias en los procesos sociales, culturales y
políticos dentro de un territorio determinado.
 Mediante las movilizaciones sociales, la concertación y el
trabajo de reivindicación, las organizaciones comunitarias han
sido garantes en la defensa de los derechos.

5.6.4 ACOBAC: Asociación comunitaria de base


apoyadas por CCF

 La capacidad para concertar, administrar y gestionar


recursos de procesos comunitarios, genera confianzas entre las
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 84

organizaciones e instituciones y facilita dinámicas de articulación


interinstitucional.
La importancia de generar procesos de gestión y
planeación a largo plazo, que permitan la proyección de las
organizaciones, evitando caer en la dependencia económica,
generó en el caso de ACOBAC, la desintegración de algunas
Asociaciones y en AVESOL, el cierre de programas.

5.6.5 La Red de Eventos

 La participación y organización de los líderes de cada una


de las Asociaciones, en los diferentes espacios participativos de
manera proactiva, incide en la gestión y fortalecimiento de
procesos culturales, como por ejemplo la Red de Eventos.
 El trabajo y la movilización en red, permiten garantizar y
mantener recursos públicos para el apoyo de los eventos
culturales en la localidad. Por ejemplo, se realizaron “tomas
artísticas” y marchas para exigir y defender el presupuesto
asignado a los eventos culturales.
 La implementación de las políticas culturales, han
generado una serie de transformaciones en el quehacer artístico
comunitario, pero al mismo tiempo le han restado autonomía a
los procesos organizativos, en la medida que deben responder a
unos parámetros establecidos por la normatividad, sin tener en
cuenta el tipo de evento, ya sea de orden comunitario, barrial o un
evento masivo, como un concierto distrital (planes de
contingencia).
 Las políticas culturales pueden asumirse como
posibilidad de creación y exigencia de los derechos, a la vez como
un desafío a la renovación teórica de las organizaciones, para
continuar con procesos trascendentes que han marcado la vida de
las comunidades.
 La importancia de construir acuerdos y tener parámetros
establecidos, para realizar alianzas estratégicas desde la
confianza, la honestidad, la transparencia en las relaciones y las
acciones conjuntas.
85 Asociación vecinos solidarios AVESOL

5.7 Relación de AVESOL con el Estado y las


organizaciones de cooperación y financiadoras

Otro aspecto que se consideró de trascendencia en esta


autoindagación, es la manera como estas relaciones con el Estado
y las agencias de financiación han afectado los procesos
administrativos, organizativos y comunitarios; los aprendizajes al
respecto se presentan a continuación.

5.7.1 Organizaciones financiadoras para el proceso


inicial

 Contar con recursos de la comunidad, aportes voluntarios


y donaciones de ONG's internacionales para apoyar acciones de
trabajo comunitario, garantizó procesos autónomos en beneficio
del barrio y el equipo de trabajo.
 Cuando la gestión se limita única y exclusivamente en
personas específicas, afecta la no participación del resto del
equipo, incidiendo negativamente la continuidad de los apoyos y
la consecución de recursos.

5.7.2 Christian Children´s Fund, CCF

La formación y cualificación administrativa, a través de


diferentes estrategias, permitió fortalecer el trabajo social
comunitario de las organizaciones participantes.
 Los encuentros con organizaciones de otras regiones,
permiten conocer y aprender experiencias culturales, sociales,
asociativas, productivas y formas de trabajo, enriqueciendo el
quehacer comunitario.
Desarrollar procesos de formación artística y cultural con
niños, niñas y jóvenes, incide en proyectos de vida, lo cual es
fundamental en el quehacer social de las organizaciones.
La administración de los recursos de manera autónoma,
facilita realizar procesos de evaluación y planeación, mediante la
reflexión y proyección del trabajo comunitario.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 86

5.7.3 Departamento Administrativo de Bienestar


Social (DABS)

Es fundamental mantener la estructura organizativa de la


Asociación, desarrollando los contratos con el gobierno distrital,
sin dejar de lado la parte misional de AVESOL.
Potencializar la solidaridad de los padres de familia, en el
desarrollo de ejercicios de organización, movilización y apoyo
económico; por la defensa del trabajo comunitario en relación con
el gobierno, permite generar un sentido de pertenencia y
compromiso.

5.7.4 Secretaria Distrital de Integración Social (SDIS)

Generar y mantener los espacios organizativos de


negociación y concertación con el gobierno, a través de la
representación de la Comisión Distrital de Casas Vecinales
(procesos educativos a la primera infancia), permite delimitar y
definir los términos de contratación y proteger la misión de las
organizaciones comunitarias. Lo anterior no se evidencia en otros
programas contratados con la SDIS, como es el caso de los
comedores comunitarios.
Los procesos de formación deben darse tanto a nivel del
trabajo comunitario, como en las especificidades que se
desarrollan al interior de las organizaciones.
Es necesario partir de datos estadísticos y un diagnóstico
de la población participante, para que las acciones sociales sean
asertivas y coherentes con la organización.
El contar con espacios y generar procesos de
sistematización y documentación, facilitan la consecución de
información para la investigación, por ejemplo; la autoindagación
en la recuperación histórica de AVESOL.
El trabajo conjunto entre lo institucional y lo comunitario,
permite la proyección hacia otras organizaciones, como en el caso
de los conocimientos pedagógicos y administrativos de AVESOL,
que han sido referentes para otros procesos.

5.7.5 Instituto Distrital de Cultura y Turismo (IDCT)

 La cuidadosa interpretación y aplicación de la


87 Asociación vecinos solidarios AVESOL

normatividad tributaria, en el desarrollo de los contratos, puede


llevar a una apropiada o arriesgada ejecución, en los diferentes
aspectos de los proyectos.

5.8 Procesos de formación

Para la Asociación estos los han sido fundamentales y se


han desarrollado de diversas maneras, a continuación se
describen los principales aprendizajes de éstos.

5.8.1 Talleres con Mario Peresson

 La formación desde la teología liberadora, como base del


trabajo comunitario y desde el contexto actual, retoma valores
que fundamentan la filosofía de AVESOL.
 Cuando las celebraciones y las acciones, mantienen una
línea articulada y coherente entre lo teológico y lo político,
permiten la apropiación e identidad, como sucedió con las
personas que tuvieron la oportunidad de formarse con las
Hermanas Asuncionistas.

5.8.2 Seminarios de educación con Edgar Patiño

 Estos seminarios evidencian la importancia de acoger y


tener en cuenta las intencionalidades del trabajo con los padres de
familia, la participación de la misma comunidad en el desarrollo y
conocimiento del proyecto pedagógico.
 Los procesos de formación, deben partir de la experiencia,
las realidades, contextos y saberes de los niños, mediados por las
educadoras, para plantear rutas pedagógicas desde la educación
popular y la pedagogía crítica.
 La estética se evidencia como elemento fundamental, en
procesos de sensibilización humana y creación artística, que
facilita el desarrollo del pensamiento.
 La mediación entre lo teórico y lo práctico, lleva a generar
procesos de conceptualización e investigación en la praxis
pedagógica, para re-fundamentar el quehacer social de la
organización.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 88

5.8.3 Autoformación y profesionalización del equipo de


trabajo

Ser parte de un proceso de formación social, permite una


posición crítica frente a la vida y la cotidianidad, que lleva a los
participantes a ser sujetos activos y transformadores de su vida y
su entorno.
 La formación y actualización permanente es un
compromiso de los actores sociales, para responder, sostener y
proyectar procesos educativos, políticos y culturales en las
comunidades.

5.8.4 Escuela de Padres

Las dinámicas culturales y artísticas contribuyen a que los


padres de familia se involucren con mayor interés, y apoyen los
procesos de formación de los niños, niñas y jóvenes, por ejemplo
cuando se realiza el Festival de la Alegría, su participación es
activa.
Al planear y desarrollar los talleres de padres de familia,
es necesario pensar que la población es heterogénea, con
características e intereses específicos.
La formación con padres de familia, en diferentes temas,
ha permitido que se comprendan los procesos educativos de los
hijos y se involucren en las dinámicas de la Asociación.
Motivar el trabajo voluntario de los padres de familia y el
grupo de la Asociación, en dinámicas abordadas por ésta,
garantiza el aprovechamiento de los recursos y el fomento de la
solidaridad.
Las salidas recreativas, pueden ser aprovechadas como
espacios de esparcimiento y aprendizaje; no solo para los padres
de familia, sino también para el grupo base de la Asociación.

5.8.5 Escuela de arte Pascualín

 Al interior de los procesos pedagógicos comunitarios, la


formación artística tiene un carácter transversal, por tanto se
requiere que quienes hacen parte de la Asociación tengan
conocimiento y experiencia en éste aspecto, para no depender
solo de personas externas.
89 Asociación vecinos solidarios AVESOL

 Para mantener procesos de formación artística, es


necesario generar propuestas de gestión y autogestión que
posibiliten su fortalecimiento continuidad.
 Valorar la formación artística como una expresión, que
aporta al desarrollo integral del ser humano y no como la simple
“inversión” del tiempo libre.

5.8.6 Semanas de la Creatividad

 Existen organizaciones sociales con capacidad técnica,


organizativa, de realización y producción de eventos académicos y
culturales, que pueden trasmitirla a otras y aprovecharla en sus
dinámicas.
El trabajo pedagógico y comunitario, se enriquece a través
de los vínculos entre asociaciones educativas, encaminadas a la
creatividad, para el desarrollo integral de la primera infancia.
 Los convenios con otras organizaciones o entidades
privadas o públicas formales o no formales, están mediados por
acuerdos escritos que garantizan definir compromisos, tiempos,
autorías, sobre la actividad conjunta y sus resultados.

5.9 Lo celebrativo

Ha contribuido al fortalecimiento, de identidad y unidad


en la Asociación y en la comunidad donde se encuentra inmersa.
Por eso a continuación se evidencian algunos aprendizajes al
respecto.

5.9.1 Celebración de los 25 años de AVESOL (2004)

 La capacidad de autoevaluación de una Asociación debe


ser objetiva, y puesta en común para la retroalimentación y
crecimiento conjunto.
 Los espacios celebrativos permiten conocer las
percepciones de otros y reconocer las huellas dejadas.
 La celebración comunitaria tiene sentido cuando se
convierte, en un espacio de encuentro, reconocimiento y análisis
del camino recorrido; aportando a las dinámicas sociales propias
y de otras organizaciones.
 Es necesario reconocer las capacidades de los miembros
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 90

de la Asociación, antes de acudir a personas externas, para


involucrarlos de manera activa al momento de asumir
responsabilidades.
 Las eucaristías de carácter conmemorativo, marcan
diferentes momentos de la vida de la organización, y se convierten
en un espacio de encuentro y reflexión, a la luz de la teología de la
Liberación y la Educación Popular.

5.9.2 Festival de la Alegría

 La formación artística en los aspectos conceptuales y


puestas en escena de manera didáctica, dan a la comunidad
elementos para valorar, cuestionar o aceptar sus realidades desde
una mirada crítica, selectiva y propositiva, dejando de ser un
simple espectador, para convertirse en público participativo.
 Los espacios de formación artística, contribuyen en
proyectos de vida de algunos jóvenes, quienes se identifican con la
Asociación, para convertirse en multiplicadores.
La celebración como una práctica constante también es
una oportunidad para compartir con otros, el trabajo y resistencia
de las organizaciones sociales comunitarias, ya que algunas de
ellas se apropian de lo celebrativo en su dinámica organizacional.
 Las organizaciones deben mantener sus espacios
celebrativos, y de encuentro con la comunidad, independiente-
mente de los compromisos contractuales.

5.9.3 Salidas recreativas del equipo de trabajo

 Las salidas recreativas no solo son una forma de diversión


y esparcimiento, sino también de conocimiento de nuevos
lugares, personas y prácticas socioculturales y deportivas que
llevan a un crecimiento personal.
 Los hábitos recreativos transforman las cotidianidades, al
tiempo que permiten identificar y vivir la diversidad cultural.
 Las salidas recreativas generan espacios de formación
alternos y cada momento lúdico tiene un propósito formativo, que
también involucra compartir y celebrar con las familias y los
vecinos.

Los encuentros y salidas recreativas, son parte del desarrollo


91 Asociación vecinos solidarios AVESOL

integral de las relaciones interpersonales del grupo de trabajo, y


contribuyen al fortalecimiento de los vínculos afectivos.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 92

6. Proyecciones

6.1 AVESOL un rinconcito de sol y fraternidad

Varias organizaciones sociales surgieron desde el contexto


político y religioso de la teología de la liberación, en la cual se da
mayor importancia a la acción que a la devoción; además se parte
del análisis crítico de la realidad con una mirada propositiva y de
cambio social, desprovista de una investidura religiosa
tradicional, donde un elemento importante de la ceremonia, es la
liturgia en homenaje al Dios humano que celebra, anuncia y
denuncia.
Es así como en el suroriente bogotano, en un barrio
pequeño de ambiente rural, un grupo de Hermanas de la
Asunción, encontraron, en el año 1975, un rinconcito donde su
compromiso las llevó a implementar un pensamiento
fundamentado en la solidaridad y la búsqueda del bien común, a
través de la imagen de un Dios vivo y presente en cada persona,
capaz de transformar su realidad mediante el amor, la justicia y la
equidad; proyectando una imagen fundamentada en valores
como la solidaridad, el respeto y la coherencia entre el pensar y el
actuar.
Estos principios se han mantenido en su mayoría por el
grupo continuador del proceso, replanteado después de varios
años de acuerdo a su práctica y a las reflexiones frente a los
cambios sociales y políticos del momento.
Otro aspecto que identifica a la organización es la
personalidad colectiva, reflejada en tres aspectos: primero, la
cohesión de sus asociados y de personas cercanas al proceso, que
han asumido el trabajo social como una opción de vida; el
segundo, la coherencia filosófica en la toma de decisiones en
diferentes espacios de participación y por último, el trabajo con
organizaciones afines en la búsqueda del bien colectivo.
93 Asociación vecinos solidarios AVESOL

Las organizaciones deben garantizar espacios específicos,


para valorar, reconocer y analizar el camino recorrido,
identificando cuáles han sido las huellas dejadas en su trasegar
histórico, en los contextos humano, cultural, social, geográfico,
político y económico. Ello para evidenciar el impacto y a la vez
analizar las posibilidades de proyección y continuidad en los
procesos que las han identificado y por las cuales son reconocidas
en la comunidad.
A partir de esto se generan nuevas relaciones de
participación con la comunidad, donde predomina el afecto, el
sentido de vecindad, la solidaridad, la credibilidad y el interés por
el beneficio común, con un empoderamiento de los diferentes
programas y proyectos que desarrolla la organización, unido al
reconocimiento y expresión de la diversidad cultural a través de lo
educativo, celebrativo y de la creación artística.

6.2 Camellamos unidos para convivir mejor

Lo comunitario tiene que ver con organizaciones que,


como AVESOL, nacieron para dar respuesta a las problemáticas
sentidas y reales de los sectores populares, donde se encontraban
inmersas. Esto ha permitido en la práctica, tener criterios de
participación y relación definidos, a partir del saber propio, como
experiencia colectiva, con el propósito de proteger y mantener los
procesos en la búsqueda de un buen vivir.
Es fundamental reconocer e identificar las capacidades y
potencialidades humanas, conformando así distintos comités de
trabajo, de manera que se fortalezcan los espacios de equidad y
corresponsabilidad al interior de las organizaciones
comunitarias.
Los espacios de esparcimiento y aprendizaje son
imprescindibles en la práctica comunitaria, porque contribuyen a
la motivación hacia el trabajo y la participación comprometida de
los padres de familia y de quienes hacen parte del proceso
organizativo.

6.3 Construyendo camino a través de la memoria

Es importante que las organizaciones definan momentos y


estrategias, para revisar y proyectar su quehacer comunitario, a
partir de ejercicios de investigación interdisciplinaria, de
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 94

sistematización y de conceptualizaciones, que les permitan


proponer nuevas acciones críticas y reflexivas, acordes a su
filosofía y a los cambios estructurales sociales y políticos que se
presentan.
Los líderes sociales organizados, son los llamados a
realizar sus propios procesos de investigación (autoindagación),
teniendo en cuenta el saber y la participación de la comunidad, lo
cual facilita la recolección de información, la retroalimentación y
la sistematización de los resultados. Detenerse a pensar sobre el
camino recorrido y el trabajo en comunidad, evidencia que hay
muchas experiencias para compartir, las cuales hacen parte de la
historia viva que reposa en la memoria de cada uno de sus
protagonistas, quienes las socializan a través de distintos medios
comunicativos, para contribuir a la democratización del saber a
través de la mediación entre la práctica y la teoría.
Para generar procesos de sistematización es importante,
valorar los distintos materiales que dan cuenta de la historia de las
organizaciones, constituyéndose en patrimonio de interés
cultural, para crear centros de documentación, que aporten a
nuevos procesos investigativos y a otras experiencias
comunitarias.

6.4 Acordes, mimos y danzas

El ámbito de lo cultural en AVESOL, es trama y urdimbre


de lo organizacional, lo comunitario y la esencia del ser humano,
los cual se integra y relaciona en la cotidianidad. La formación
artística y estética se considera elementos sensibilizadores de los
individuos hacia la expresión y la creatividad. También es
entendido como un todo significativo transversal del trabajo
comunitario.
La cultura popular, entendida como el conjunto de todas
las expresiones existentes en el medio comunitario, se muestra
como una mezcla de costumbres, creaciones y tradiciones que se
convierten en un elemento dinamizador surgido del pueblo y que
hacen frente a las dinámicas socioculturales establecidas, entre
otras, por los medios de comunicación. Con las propuestas
artísticas y culturales se ha buscado el desarrollo de una identidad
de contexto, que permite crear espacios de comunión entre la
comunidad y el arte, en los que se consoliden aptitudes orientadas
a valorar, defender la vida y reafirmar la identidad social y
95 Asociación vecinos solidarios AVESOL

comunitaria.
Es necesario reconocer la experiencia lograda en la
realización y producción de eventos académicos, artísticos y
culturales, que posibilita tomar decisiones sobre el carácter y el
desarrollo de nuevas actividades, teniendo en cuenta la
participación activa de la comunidad, no solo como espectadores,
sino como actores del proceso.

6.5 Aprender haciendo

Los procesos educativos en las organizaciones sociales


deben mantener líneas de formación e investigación en el
quehacer social, en busca de una posición política y cultural que
potencie el compromiso comunitario en todas las acciones que se
realicen. Además, la cualificación y la actualización son ejes
fundamentales que aportan a lo comunitario, sin dejar de lado la
reflexión y acción coherente entre la teoría y la práctica.
Un proyecto pedagógico debe orientarse al desarrollo
pleno de las capacidades, actitudes y valores de los niños, niñas,
jóvenes, docentes y padres de familia, con una perspectiva de
derechos, a fin de contribuir a la formación de sujetos críticos y
propositivos, en el marco de la educación popular y la pedagogía
crítica, teniendo en cuenta que cada individuo interioriza a través
del proceso de socialización, dependiendo del contexto en el que
está inmerso (familiar, social, cultural y educativo), e interactúa e
interpreta de diferente manera su realidad.
La formación de quienes integran las organizaciones
puede darse desde lo formal o informal y se fundamenta en la
democratización de saberes, a través de distintas estrategias
como el aprender haciendo, la autodidáctica y el empirismo, entre
otras. Dichos conocimientos pueden darse en diferentes campos y
aportar al desarrollo organizativo, administrativo, artístico,
cultural, de gestión y proyección.
La expresión artística y la formación son fundamentales
en los procesos de sensibilización y creación, que contribuyen a
una opción de vida, posibilitando una acción individual
encaminada al desarrollo humano y comunitario.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 96

6.6 Que los compromisos solitarios se conviertan en


compromisos solidarios

Las organizaciones comunitarias abiertas a los procesos y


transformaciones políticas y sociales, logran trascender y
proyectar sus acciones para continuar en su trabajo, a pesar de la
globalización y los modelos económicos que promueven un trato
desigual, tendiendo a debilitarlas y desaparecerlas. Sin embargo,
son éstas las que con más fuerza y decisión asumen la defensa,
garantía o restitución de los derechos humanos, tanto en el micro
territorio como en los ámbitos de lo nacional e internacional.
Las relaciones entre las organizaciones comunitarias y el
gobierno, representado en sus instituciones, no están mediadas
precisamente por lo humano, sino por la exigencia de anexos
técnicos y controles que califican lo social más desde lo
cuantitativo que desde lo cualitativo. Sin embargo se evidencia la
utilización por parte del Distrito de las organizaciones sociales y
comunitarias para implementar políticas públicas, lo que genera
un constante desafío para las organizaciones a la hora de
delimitar y definir los términos de contratación, protegiendo la
misión y sus procesos autónomos.
Por ello hay que reconocer y alertar a las organizaciones
comunitarias sobre los peligros que tiene la ejecución de
proyectos con el gobierno, porque al tiempo que la identidad y
autonomía están en riesgo de perderse, también acechan la
dependencia económica y cierto estancamiento de sus principios
fundacionales.
De ahí la importancia de tener espacios y acciones
permanentes para la reflexión y evaluación crítica del quehacer
comunitario, frente a la participación y actividad política,
buscando su renovación teórica coherente con su historia pero
también con la actualidad.

6.7 Entrelazando las manos tejemos un mundo mejor

El trabajo en red debe ser un principio filosófico de las


organizaciones comunitarias, es además uno de los postulados
fundamentales para generar resistencia y conciencia social a
través de espacios de interlocución, con organizaciones afines,
que permiten alcanzar logros y objetivos comunes, en el
fortalecimiento de dinámicas participativas y organizativas. Para
97 Asociación vecinos solidarios AVESOL

que este proceso pueda desarrollarse es necesaria la participación


activa y proactiva por parte de los miembros de la Asociación,
evitando la recarga de trabajo en unos pocos y así generar vínculos
afectivos y de confianza, tanto en lo personal como en lo colectivo.
El trabajo en red contribuye a generar dinámicas de
resistencia y movilización de las organizaciones, construyendo
acuerdos y estableciendo parámetros, en la realización de alianzas
estratégicas, a nivel local, distrital y regional. La construcción de
red, exige un trabajo organizado de sistematización y
documentación, que dé cuenta tanto de las dinámicas del trabajo
en red, como de las organizaciones que las constituyen.

6.8 Sembrar nuevas primaveras

Como organizaciones sociales se debe contar con un


sistema contable estructurado y organizado, que permita estar al
día en la interpretación y aplicación de la normatividad. Estos
elementos permiten distintas dinámicas de gestión y autogestión,
que garantizan la continuidad y proyección del trabajo
comunitario, además que se convierten en evidencia de la
transparencia y el buen manejo de los recursos generando
credibilidad y reconocimiento en la comunidad donde se está
inmerso.
Para las organizaciones sociales es un reto permanente
conjugar las exigencias normativas con las dinámicas sociales,
donde exista un diálogo que permita la democratización de
saberes y de responsabilidades, en busca del desarrollo integral
en lo organizativo y lo administrativo.
En la gestión debe garantizarse un recurso económico
específico para el fortalecimiento de los procesos contables y
administrativos, con el propósito de garantizar la continuidad y
evitar la recarga de trabajo en pocas personas. Es necesario
fomentar una cultura administrativa, dada en el cuidado y buen
uso de los recursos que están a disposición del ejercicio del trabajo
comunitario.
En las condiciones actuales es cada vez más compleja la
consecución de recursos económicos, que permitan a las
organizaciones proteger su filosofía y fortalecer los procesos
comunitarios. Por eso es necesario buscar nuevas estrategias de
gestión y autogestión, las cuales pueden ser con entidades
privadas, públicas o mixtas, ya sean nacionales o internacionales,
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 98

y así se reconozca la experiencia de la Asociación en un portafolio


de servicios.
La evaluación y la planeación debe ser una dinámica
permanente en las organizaciones sociales, lo que permite la
revisión constante del trabajo para tomar decisiones tendientes al
mejoramiento y a la proyección.
99 Asociación vecinos solidarios AVESOL

7. La Autoindagación Crítica como


estrategia emergente de produción
de conocimiento

Alfonso Torres Carrillo


Investigador y educador popular
Profesor Universidad Pedagógica Nacional

Antecedentes de un nacimiento

He tenido la fortuna de ser amigo de AVESOL desde hace


más de una década, aunque ya tenía noticias de este proceso
asociativo asentado en la localidad de San Cristóbal desde por lo
menos quince años más, cuando en el programa de Educación
Comunitaria de la Universidad Pedagógica acompañábamos
otros procesos organizativos locales que hacían educación de
adultos, como PEPASO y el colectivo Popular Amistad.
Entre los años 2001 y 2002, junto con otras cuatro
organizaciones populares de reconocida trayectoria en la ciudad
de Bogotá, AVESOL había participado en una investigación que
buscaba, a partir de la sistematización de estas experiencias
colectivas, comprender los factores y dinámicas constituyentes
que habían posibilitado su emergencia y sostenibilidad en el
tiempo, manteniendo su autonomía y vocación alternativa. Este
estudio participativo se convirtió en un referente metodológico
para futuras investigaciones que realicé con otros colectivos
populares, y posibilitó que mantuviera vínculos más sólidos y
fraternales con los colectivos de coordinación de las
organizaciones analizadas.
Esta amistad y confianza también posibilitó que desde el
año 2010 comenzáramos a encontrarnos de nuevo, con el pretexto
de conmemorar tres décadas de educación popular en Bogotá. La
estrategia para convocar y a su vez definir la agenda de dicho
encuentro, fue realizar reuniones para conversar sobre las
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 100

preguntas que inquietaban a estos colectivos en ese momento.


Así, fueron emergiendo cuestiones acerca de cómo la creciente
relación contractual con diferentes instancias de la
administración estaba restándoles autonomía, de cómo habían
venido perdiendo fuerza o presencia los sentidos emancipadores
que marcaron sus inicios, o la necesidad de reactivar las
articulaciones con otros procesos organizativos.
Finalmente, se realizó en la sede de AVESOL, los días 25 y
26 de septiembre de 2010, el Primer encuentro nacional de
educadores y educadoras populares, en el que participaron más
de dos centenares de personas que representaban 40 grupos y
organizaciones provenientes de Bogotá, Cali y Medellín que se
asumen como de educación popular; en este encuentro se hizo un
ejercicio de reconstrucción de la memoria generacional de la
Educación Popular, se discutieron algunos de los problemas
acuciantes comunes a los colectivos y, finalmente, se acordó la
creación de redes de educadores en cada ciudad o región del país.
Pero más allá de las dinámicas que se desencadenaron a
partir de ese evento, éste también posibilitó mi reencuentro con el
grupo de compañeras y compañeros de AVESOL, quienes desde
ese momento plantearon su interés por hacer una investigación
sobre su experiencia, fuera una recuperación de su historia o una
sistematización de su experiencia, labor que habían iniciado en
otros momentos, la más reciente con la colaboración de Uriel
Espitia, un profesor de la Universidad Central; pero las exigencias
de las metodologías asumidas frente al escaso tiempo con que
contaban, había llevado a que estas iniciativas investigativas
quedaran truncas.
Ellos tenían claro que dicho estudio les debía servir para
comprender mejor de qué manera la “lógica contractual” –como
llamaban la racionalidad que se iba imponiendo desde las
relaciones con el Estado– había venido desplazando o eclipsando
la “lógica comunitaria”. Esta preocupación sentida por el grupo de
personas que lideran los procesos y acciones de AVESOL era
también para mí un desafío investigativo, pues si bien
contábamos con el conocimiento y “experticia” metodológica en
modalidades como la Reconstrucción Colectiva de la Historia y la
Sistematización de Experiencias, lo que “estaba en juego” era
diferente: unas preguntas políticas pertinentes que exigían
urgente y fundamentada respuesta, en una coyuntura en la que las
políticas y programas gubernamentales con las que se
101 Asociación vecinos solidarios AVESOL

relacionaban también estaban mutando.


Por ello, no podía ser una sistematización el trabajo a
realizar, ya que si bien esta metodología genera descripciones
densas e interpretaciones documentadas y fundamentadas de las
experiencias, exige tiempos largos e intensos, que en algunos
casos pueden llevar a que la ésta tarde más que la experiencia
misma. Tampoco parecía que el interés que motivaba el ejercicio
investigativo fuera el de reconstrucción del conjunto de la historia
de la organización. Tendría que ser algo nuevo, aún sin nombre,
que permitiera un conocimiento reflexivo y crítico sobre las
cuestiones señaladas y que pudiera realizarse en un tiempo más
corto o, más bien, menos largo que el que exigen las ya señaladas
modalidades de construcción participativa de conocimiento.
Por eso propuse al colectivo adoptar una metodología
inédita, que llamamos “autoindagación crítica” en la medida en
que la iniciativa de la investigación era hecha por la propia
organización y orientada desde unas preguntas vitales, de cara a
los cuestionamientos de su presente y a desafíos frente a su futuro.
Crítica, porque no se limitaría a responder descriptiva o
narrativamente dichas preguntas sino porque se intentaría hacer
un balance reflexivo a partir del cual se pudieran reconocer
aprendizajes colectivos, y consensuar criterios y
recomendaciones para la organización.

Propuesta situada en la perspectiva participativa y


crítica

La metodología que estamos estrenando no surge de cero.


Es la hermana menor de otras modalidades de producción
conocimiento desde y para la acción colectiva transformadora,
que también surgieron en América Latina para responder a las
necesidades que los contextos políticos y las luchas sociales
demandaban, como la Investigación Acción Participativa, la
Sistematización de experiencias y la Recuperación Colectiva de la
Historia o la memoria. Éstas, al igual que otras que puedan surgir
de la mano de los movimientos sociales, comparten unos rasgos y
han construido unos criterios que la autoindagación crítica
retoma, al asumirse como un modo de investigación participativa
(Torres, 2010):
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 102

1. Toman distancia con las concepciones y prácticas


predominantes de investigación: Por un lado, por su impronta
positivista y sus pretensiones de objetividad, neutralidad, control
y predictibilidad, principios que cuestionamos al reivindicar el
carácter intersubjetivo, reflexivo, comprometido, liberador y
propositivo de la investigación participativa. Por otro, porque,
más allá de las formas que asuman, contribuyen a afirmar el orden
social y en muchos casos son usadas abiertamente como
estrategias de control social (Ibáñez, 1997).
2. Son metodologías situadas o contextualizadas, pues sus
motivaciones y problemas de conocimiento tienen como punto de
partida y de llegada las realidades “locales” y las prácticas sociales
de la gente. Su finalidad principal no es fortalecer disciplinas
académicas, aplicar teorías, ni verificar hipótesis, sino
comprender realidades sociales para mejorar la acción colectiva
desde opciones políticas y éticas emancipadoras. Por ello, buscan
transformar las condiciones y circunstancias que impiden la
realización plena y autónoma de los procesos colectivos y de los
sujetos que los agencian.
4. Implican una participación activa y decisoria de los
sujetos involucrados. No existe una separación entre sujeto y
objeto de investigación, pues al ser los propios agentes sociales los
investigadores de sus prácticas, se da una relación entre sujetos.
Además, para garantizar la participación activa y decisiva de
personas y colectivos “no expertos”, contribuyen a su formación
como sujetos de conocimiento.
5. Se asumen como un proceso de formativo y de
aprendizaje continuo de los sujetos que se involucran en su
desarrollo. No solo porque la investigación misma exige y
proporciona espacios educativos, tanto formales (cursos, talleres)
como informales (conversación cotidiana, consejo práctico,
creación conjunta), sino porque la dinámica misma de estos
procesos de creación de conocimientos trans–forma a los
individuos y colectivos que la agencian.
7. Asumen de modo abierto y flexible los diseños de
investigación; siendo rigurosa, la investigación participativa no es
rígida, asume creativamente sus estrategias y procedimientos, y
utiliza diversas técnicas e instrumentos, generalmente
haciéndolos participativos en su ejecución.
8. Reconocen que la investigación social no es acrítica ni
apolítica. Por el contrario, buscan identificar, criticar y liberar el
103 Asociación vecinos solidarios AVESOL

potencial de cambio de los colectivos sociales. Buscan


democratizar la producción, circulación y apropiación de los
conocimientos; por ello, generalmente involucran activamente a
los protagonistas de los procesos en la elaboración de los
proyectos, así como en la construcción, análisis e interpretación
de la información y en socialización de resultados.
10. Buscan beneficiar de manera directa a las
comunidades y organizaciones involucradas. A diferencia de las
investigaciones realizadas desde las universidades y centros de
investigación, que casi nunca consultan la pertinencia de sus
estudios ni dan cuenta de los resultados, en las investigaciones
participativas se busca fortalecer los procesos comunitarios y
populares, tanto en el proceso como en los resultados de la
investigación.
11. A diferencia de la investigación clásica que privilegia la
razón analítica, la investigación participativa reivindica los
conocimientos, valores y creencias de la gente; en ese sentido,
promueve el diálogo de saberes entre el conocimiento académico
y los diferentes saberes populares y comunitarios.
12. Generan interpretaciones críticas de los problemas
investigados. Por ello, estas metodologías, además de propiciar la
reconstrucción histórica y contextual de las acciones y procesos
que estudian, contribuyen a afianzar las capacidades reflexivas y a
producir lecturas más profunda de los mismos.

Puesta en práctica de la estrategia metodológica

Con base en las características expuestas y en la


concepción educativa popular que compartimos AVESOL y el
suscrito, consideramos que el proceso de autoindagación crítica
debía responder a los siguientes criterios:

1. Permitir el fortalecimiento del colectivo y la


formación de las personas más comprometidas con
AVESOL; por ello participaron el núcleo coordinador y
otros compañeros que expresaron interés en
comprometerse más y evidencian un potencial a futuro.
En un comienzo, se pensó involucrar jóvenes
universitarios interesados en formarse y comprometerse
con los procesos comunitarios, pero ello no fue posible.
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 104

Solo en la fase final se incorporaron algunos estudiantes


del programa de Comunicación para la paz de la
Universidad Santo Tomás, orientados por el profesor
Andrés Felipe Ortiz Gordillo.
2. Generar una dinámica investigativa a la vez
rigurosa y ágil, dada la limitación de tiempo y recursos. Se
asumió como estrategia de la reconstrucción histórica y
descriptiva de los hitos y temáticas, la ralización de
encuentros periódicos con el equipo de personas de
AVESOL para recordarlos, contextualizarlos y
analizarlos; así, la fuente principal fue la memoria de los
integrantes de la organización, que se activaba en
reuniones para tal fin. Solo se acudió a otras fuentes
(archivo, fotografías, otros testimonios y participantes de
los programas y proyectos), cuando aparecía alguna duda
o recuerdos dispares en cuanto a detalles de un hecho o
circunstancia.
3. La memoria consensuada por el colectivo en
torno a cada tema y acontecimiento se escribía, se
presentaba y discutía en las reuniones periódicas, y
finalmente se reescribía a partir de las preguntas o
aclaraciones que surgían en cada diálogo.
4. Así mismo el análisis, la valoración de logros,
dificultades y aprendizajes, y el balance interpretativo de
cada uno de los acontecimientos y ejes problemáticos, se
hacía en estas reuniones, apoyándose básicamente en la
capacidad reflexiva y crítica de los integrantes del
colectivo, mediada algunas veces por mis preguntas o
conjeturas. Al igual que las reconstrucciones, el punteo de
los balances se discutía varias veces hasta darle la forma
actual.
5. Como se pretendía que la reconstrucción
narrativa y el balance analítico y reflexivo además de
afirmar la identidad narrativa de la organización
permitiera tener una proyección práctica, se hizo un
primer ejercicio de definición de orientaciones y
proyecciones a futuro, orientados a fortalecer los procesos
de la Asociación.
6. Realizar esta auto indagación crítica sobre
algunas problemáticas que preocupaban al colectivo
también tenía, desde un comienzo, la expectativa de una
105 Asociación vecinos solidarios AVESOL

publicación que pudiera comunicar los hallazgos y


aprendizajes al conjunto de integrantes de la organización
y de otras organizaciones e instituciones comprometidas
con los procesos comunitarios y la educación popular.

Por último, vale la pena mencionar que la autoindagación


de las problemáticas que surgieron de la lectura crítica de la
práctica compartida de AVESOL, se desarrolló en los siguientes
momentos y actividades:

1. Elaboración colectiva del proyecto.


Definición de acuerdos en torno a las preguntas,
justificación y metodología de la investigación, así
como elaboración de un plan de trabajo que precisó
actividades, responsabilidades, recursos y tiempos.
2. Indagación de los problemas eje de la
investigación a partir de la definición, reconstrución y
análisis de algunos hitos significativos que ilustraran
diferentes facetas de cada temática. No se trató de una
reconstrucción lineal de todos los procesos y hechos
históricos vividos por AVESOL, sino de la producción
de relatos consensuados sobre algunos hitos, cuyo
análisis aportara insumos para hacer el balance
interpretativo.
3. Dicho análisis e interpretación colectiva de
los relatos y descripciones generados en la fase
anterior, como ya se dijo, se llevó a cabo a través de dos
momentos: uno, la valoración de los logros, las
dificultades y aprendizajes por parte del colectivo
investigador; el segundo, la socialización, discusión y
reflexión generadas en las reuniones.
4. Escritura de la síntesis de los resultados.
Redacción del conjunto de las temáticas, hitos y
procesos reconstruidos, de los balances analíticos por
acontecimiento y ejes temáticos, así como de las
conclusiones y recomendaciones. A partir de los textos
que se fueron produciendo, discutiendo y
complementando a lo largo del proceso de
reconstrucción, se hizo un ensamblaje del conjunto
que fue sometido a varias lecturas del colectivo y de un
investigador solidario que fungió como corrector de
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 106

estilo. Vale la pena destacar que el contenido del libro


fue totalmente escrito por el colectivo de AVESOL, en
diálogo conmigo y con los aportes del colega Andrés
Felipe Ortiz y sus estudiantes.
5. Por último, la socialización de los hallazgos
y conclusiones de la indagación no se agota en esta
publicación. Con la activa colaboración de los
estudiantes de la Universidad Santo Tomás, se
produjo un video y se realizarán algunas actividades
comunitarias para socializar y discutir los resultados
del estudio con los integrantes de AVESOL y otros
colectivos y organizaciones cercanas.

Bibliografía citada

Ibáñez, J. (1997). El regreso del sujeto. Siglo XXI editores,


Madrid

Torres, A. (2010). “Educación popular y producción de


conocimiento, CEAAL, Bogotá
107 Asociación vecinos solidarios AVESOL
35 años de resistencia popular en el suroriente bogotano 108
109 Asociación vecinos solidarios AVESOL
8. Fuentes

AVESOL. (1977- 2013) Archivo documental de la


Asociación Vecinos Solidarios: Fotografías, documentos, videos
y audios.

AVESOL. (1990), la Evaluación de la estrategia de


Atención Primaria en Salud
(APS) de Avesol 1978-1988, Bogotá, Colombia.

Forero Salcedo Rosa Stella, (2009), Dimensión cultural


en la Asociación Vecinos Solidarios AVESOL. Universidad
Distrital.

Entrevistas a:

Andrés Antonio Martínez, comunicador social y líder


comunitario, integrante de Loma Sur.

Nora Lozano Posso, Hermanita de la Asunción,


fundadora de la Asociación Vecinos Solidarios.

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