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Tulaytula

Director: Miguel Larriba

Consejo Editorial: Pilar Tonno, Ramón Villa y


Miguel Larriba

Edita: Asociación de Amigos del Toledo Islámico

Apartado de Correos 444


45080-Toledo
asarntois@terra.es

Presidente: Miguel Larriba Terrel


Vicepresidentes: Pilar Tonno Martín de Vidales
Ramón Villa González
Secretaria: Inmaculada Sánchez Bernardo
Vicesecretaria: Margarita Risco González
Teso rero: Ignacio Prieto Femández
Vocales: Francisco Cabello Conejero
José L. Femández-Cid Femández-Roldán
Alejandro Torres Villamor.

Tulaytula no comparte, necesariamente, los contenidos


de lo artículos firmados, que son de la exclusiva
res pon abilidad de us autore .

ISS . 1575-653 X
Depósito legal: TO-373-2006
SUMARIO

7 Presentación

11 Vida asociativa

25 En Conso rcio de Toledo aborda una


nueva fase de restauración de la
Mezquita del Cristo de la Luz
Francisco Jurado

29 Mitos y realidades del Toledo islámico


Maribel Fieno

61 Mujeres andalusíes: de la historia al


presente
Manuela Madn

71 La ornamentación de la mezquita de
El Salvador
F. Miguel Gómez García de Marina
Julián García Sánchez de Pedro

93 Un "alifato " en hueso tallado en


Talavera de la Reina (Medina Talabira)
César Pacheco Jiménez
Mada Crego Gómez

103 Inscripciones árabes de Toledo


Elj sa Encarnación Gómez AyIJón
PRESENTACIÓN

DIEZ AÑOS ... ¿Y AHORA QUÉ?

Miguel Larriba
Presidente de la AATI

En 2006 la Asociación de Amigos del Toledo Islámico cumple diez años,


lo que inevitablemente nos conduce a realizar balance del camino andado en
este tiempo, que no ha sido poco ni mal aprovechado.

Cuando la Asociación se constituía, al hilo de la conmemoración del


Milenario de la mezquita del Cristo de la Luz, con el objetivo principal de
que esta efeméride no pasase desapercibida -lo que parecía inevitable ya
que ninguna institución, a tres alias vista, había hecho mención siquiera al
acontecimiento- el panorama existente en Toledo respecto al estudio e inves-
tigación sobre el pasado medieval islámico de la ciudad era escaso, y el inte-
rés social prácticamente nulo.

La Asociación nacía entonces con la pretensión de contribuir, modesta


pero eficazmente, a un mejor conocimiento de aquel pasado que propició
uno de los periodos de mayor esplendor científico, cultural y artístico de
nuestra historia. Y lo hacía en el convencimiento de que la "Ciudad de las
Tres Culturas", título este que con machacona insistencia se utilizaba como
reclamo publicitario, no podía ser un mero slogan efectista pero falto de
contenido, al permanecer en el más absoluto ostracismo una de aquellas cul-
turas, frente a las otras dos, cristiana y judía, con presencia relevante en la
ciudad.

Así pues, la Asociación, surgida en torno a la celebración del Milenario,


se planteaba ya desde su inicio un objetivo mucho más ambicioso que la sim-

Tlllayillla - 7
ple conmemoración de una relevante efeméride: el trabajar para profundi-
zar, por diversos medio, en el conocimiento y divulgación de todos los
aspectos relacionados con el pasado islámico de Toledo para, a través del
mismo, llegar a un mayor acercamiento entre las diferentes culturas que fue-
ron capaces de hacer de Toledo un foco de convivencia.

Diez años después, y in ánimo de resultar excesivamente complacientes,


hemos de reconocer que ha sido importante el camino andado. A ello no sólo
ha contribuido nuestra Asociación, e verdad, pero si no hubiera existido
seguramente las cosas hoy no serían igual.

No lo serían, desde luego, los tres centenares de personas que han encon-
trado en la AATI un vehículo para canalizar sus inquietudes culturales pro-
poniendo iniciativas y sirviéndose de ellas para profundizar en el estudio,
conocimiento y valoración de un pasado histórico no por lejano menos apa-
sionante. Ni sería igual tampoco el grado de divulgación que de ese pasado
se ha venido realizando a nivel general a través de varios ciclos de confe-
rencias, numerosas visitas guiadas y trabajos publicados en libros, en pren-
sa, así como en esta revista que suple su modestia de medios con la eficaz y
desinteresada labor de no pocos colaboradores a quienes nunca agradece-
remos suficientemente su generosa aportación.

La realidad actual tampoco hubiera sido la misma de no haber sabido o


podido la Asociación mantenerse presente, a través de sus iniciativas y apor-
taciones, en el punto de mira de las instituciones públicas para quienes ha)',
pensamos, la referencia a ella es garantía de seriedad, entusiasmo y traba-
jo, al margen de protagonismos o afanes de notoriedad vacíos de contenido
hacia los que siempre nos hemos mantenido ajenos y muchas veces incluso
refractarios. Y ello viene teniendo su mejor reflejo en las ayudas que dichas
instituciones nos vienen prestando desde el comienzo y sin las cuales no
hubiera sido posible avanzar del11.asiado, ni presentar un balance como el
que hoy podemos mostrar.

Ciertamente, las ayudas nunca son suficientes para cubrir todas nuestras
necesidades ni mucho menos los innumerables p royectos que yacen en el

8- Tulaylula
caJon de los sueños pendientes, pero también hemos de reconocer que
muchas de esas colaboraciones han rebasado los niveles que podríamos
considerar nonnales para mostrarse en especial generosas en momentos
puntuales de nuestra andadura, lo que nos hace refirmamos en la percep-
ción positiva que de nosotros se tiene.

Llegados a este punto es necesario reconocer el papel que en la creación


primero y en el desarrollo después, de la Asociación, ha tenido Pilar Tormo
Martín de Vidales. Ella fue quien impulsó la puesta en marcha de este
"invento" y a su entusiasmo, dedicación, trabajo y constancia se ha debido,
en un elevado porcentaje, el que las cosas hayan ido progresando en la
medida y la forma que lo han hecho.

En estos diez años como presidenta, Pilar ha dedicado muchos cientos de


horas a la Asociación. Horas de su ocio personal, al servicio de una causa
en la que siempre ha creído y en la que tuvo la idea de embarcamos a unos
cuantos para fundar esta Asociación, lo que nunca le agradeceremos bas-
tante. Como tampoco será suficiente nuestro reconocimiento a la dedica-
ción, a veces por encima de sus propias fuerzas, que ha puesto en cuantas
tareas ha considerado necesarias para llevar a buen puerto tantos proyec-
tos como se han ido gestando. En bastantes ocasiones, los buenos resultados
han sido el mejor premio a tanto esfuerzo, pero en otras muchas las expec-
tativas se vieron malogradas, provocando el natural desencanto al compro-
bar cómo se iban por la borda, no sólo muchas horas de trabajo sino, sobre
todo, cargamentos de buenas ideas que hubieran podido fraguar en accio-
nes de interés.

Al tomar su relevo en la presidencia de la Asociación, precisamente al


comienzo del año en el que vamos a conmemorar nuestro décimo aniversa-
rio, surge la pregunta ... ¿y ahora qué? Probablemente es una pregunta
inevitable, pero para mí tiene una respuesta muy clara: a partir de ahora
seguiremos en el camino que hemos ido recorriendo y que todavía tiene un
amplio horizonte por descubrir. Y lo haremos siguiendo, como no puede ser
de otro modo, fos intereses de nuestros socios. Ellos son los que marcan el
rumbo de la Asociación) las personas que, desde la Junta Directiva, asu-

Ttllayltlla - 9
mimos voluntariamente la responsabilidad de gestionar esa trayectoria,
hemos de estar dispue to a trabajar con nuestra mayor voluntad y constan-
cia para que la AATI siga siendo un espacio cóm.odo y gratificante para
cuantos en ella se integran y se puedan eguir incorporando en elfuturo.

A finales de 2006 cumpliremos los primeros diez años de esta andadura


y queremos conmemorarlo del mejor modo posible, es decir, abundando en
los fines de la A ociación a través de la programación de actividades que
nos sirvan a todos para continuar profundizando en el conocimiento de
nuestro pasado como mejor medio para entender el presente y proyectar
nuestro futuro.

En su primera reunlOn tras constltulrse, la nueva Junta Directiva ha


aprobado un plan de actuacione a desarrollar a lo largo del año. Se trata
de una declaración de intenciones basada en nuestros principios fundacio-
nales y para hacerla realidad necesitaremos la colaboración de muchos, y
de m.anera especial, de nuestras instituciones públicas comprometidas con el
desarrollo y la promoción cuLturaL Y necesitamos, sobre todo, que La
Asociación siga creciendo, nutriéndose de nuevos socios que la hagan más
grande y, en consecuencia, más rica en aportaciones e ideas.

Ojalá que en el próximo número de Tulaytula podamos sumar como obje-


tivos cumplidos, al menos algunos de esto proyectos que hoy contemplamos
con la ilusión y la esperanza de lo que está por hacer. Será la mejor consta-
tación de que seguimos en el buen camino.

10- Tlllayfllla
VIDA ASOCIATIVA

MIGUEL LARRIBA, NUEVO PRESIDENTE


EN SUSTITUCIÓN DE PILAR TORMO

Tras la última Asamblea vicepresidente. Asimismo se ocupa


Ordinaria de la Asociación, cele- de la dirección de esta revista.
brada en noviembre de 2005 , en la
que, preceptivamente, fue elegida Como secretaria de la
nueva Junta Directiva, el hasta Asociación se acordó elegir a
ahora vicepresidente Miguel Inmaculada Sánchcz, que accede a
Larriba, e ha hecho cargo de la la Junta Directiva por vez primera,
Pre idencia, en su titución de Pilar al igual que Margarita Risco, que es
Tormo que, por voluntad propia, ha la nueva vicesecretaria. Como teso-
decidido desvincularse de esta res- rero continúa Ignacio Prieto, y
ponsabilidad. Francisco Cabello, José Luis
Fernández-Cid y Alejandro Torres
La nueva Junta acordó, por una- como vocales.
nimidad, la elección de Miguel
LalTiba como presidente y de Pilar
Tormo y Ramón Villa como vice- V CICLO DE
presidente primero y egundo res- CONFERENCIAS
pecti vamente.
Entre el 4 y el 7 de abril, se des-
Miguel Larriba e ocio funda- arrolló el V Ciclo de Conferencias
dor de la A ociación y de de la sobre el Toledo 1 lárnico que nues-
constitución de la mi ma ha venido tra asociación viene organizando
desempeñ ando la funciones de cada año con el objetivo plincipal

TlllaYl11la -11
12 - Tlllayillla
de divulgar aspectos relacionados El ciclo se completó con las
con la historia y la cultura, con par- aportaciones de la profesora de
ticular referencia al periodo medie- investigación del CSIC y actual
val islámico en la ciudad de Toledo, directora de la revista Al-Qantara,
y que, afortunadamente, concitan el Mercedes García-Arenal, que cen-
interés creciente de un público cada tró su conferencia en "La historia
vez más numero o pero, sobre de las ciudades en el siglo XVI:
todo , más interesado por el conoci- Toledo y su pasado islámico y
miento de nuestro pasado histórico, judío", y Luis Delgado músico,
lo que nos anima a continuar en la compositor, intérprete, e incansable
misma línea, aportando nuevas pro- investigador musical que ha logra-
pue ta . do destacadas aportaciones al
mejor conocimiento de la música
En e ta ocasión contamos con andalusí, quien no sólo habló sobre
la aportacione de Ma I abel "La música en al-Ándalus", sino
Fieno, investigadora científica del que ilustró su charla con breves
CSIC, e peciali ta en derecho y piezas musicales extraídas de
religión i lámicas, que ha publicado varios instrumentos de la época
estudios obre la heterodoxia en al- pertenecientes al magnífico museo
Andalus, la doctrina almohade y las que tiene abierto en la localidad
corrientes intelectuale andalu íes y burgale a de Urueña.
que habló en u intervención obre
"La realidad de lo mito del toledo Para hacer posible el desarrollo
i lárnico"; Manuela Marín profeso- de este nuevo ciclo de conferen-
ra de investigación del CSIC, auto- cias , contamos con la colabora-
ra de monografía y e tudio sobre Clon del Convenio Cultural
la hi toria social de al-Andalus y Toledo, entidad que ha acogido
que en lo últimos año e ha dedi- con entusiasmo el proyecto, como
cado en especial al e tudio de las ha hecho siempre que la
mujere andalu íe , cue tión esta Asociación de Amigo del Toledo
sobre la que centró u conferencia. Islámico ha llamado a u puerta,
Amba han telúdo la amabilidad de a í como de la Biblioteca Regional
remitirnos, para su publicación, de Castilla-La Mancha que, una
endo trabajo que ofrecemos en vez má , nos cedió amablemente
este mismo número. sus in talaciones.

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EXCURSIÓN A RECÓPOLIS Canes, fortaleza que protegía un
y ZORITA DE LOS CANES importante vado del río Tajo. Río
que, por cierto, a muchos nos sor-
Dentro del programa de activi- prendió pues sus aguas limpias nos
dade de la Asociación, el 7 de dejaban ver el fondo y despertó, en
mayo realizamos un viaje para más de uno, el mismo comentario:
conocer las ruinas de la ciudad de "Este no es mi Tajo que me lo han
Recópolis y visitar el castillo de cambiado" .
Zorita de lo Canes.
El autobús nos llevó hasta la
Empleamos toda la mañana, mitad de la falda del monte donde
bajo un sol primaveral que arrebo- se levanta el ca tillo, pero aun así
ló la piel a más de uno , en vi itar tuvimos que subir un buen trecho
la excavaciones y los trabajo de que las amenas explicaciones de
puesta en valor de lo que fuera la Laura nos hizo sobrellevar con
ciudad que el rey godo Leovigildo dignidad. El esfuerzo bien mereció
mandó construir para u hijo la pena. Además de la propia edifi-
Recaredo, dirigidos por la arqueó- cación y alguna estancias que
loga Laura María Gómez García. pudimos visitar, las visLas del pai-
Gracia a u explicacione , no saje, desde esa altura, nos resulta-
quedó muy claro cual fue la e truc- ron más que gratifican tes. De
tura de la ciudad y su de arrollo regreso al pueblo tuvimos ocasión,
po terior en la época islámica. Allí antes de partir hacia Pastrana, de
e taban us calles, tiendas almace- visitar su iglesia, que si bien no
ne y casa , horno y silo , palacio estaba progran1ada, unas vecinas
y ba ílica. Una vez más pudimo del pueblo se brindaron amable-
comprobar cómo unas pocas pie- mente a enseñárnosla.
dra no pueden enseñar, a vece ,
má ca a de nuestra hi toria que El fin de fiesta fue un recolrido
lo libros que se e criben obre por la villa ducal de Pastrana, donde
ella. cada cual se perdió por donde más
le gustó, pero ca i todos coincidi-
De pués de un reparador y mos en no dej ar de ver la famosa
refrescante almuerzo, emprendimo plaza de la Hora y la ventana desde
la ubida al castillo de Zorita de lo donde doña Ana de Mendoza, prin-

Tulayiula - 15
cesa de Éboli, durante una hora al de la Luz. Reproducimo a conti-
día e podía a omar, e adi ' ndo e nuación una síntesis de dicha
por uno momentos de la pri ión a comunicación.
la que le ometiera Felipe TI.

Anécdotas las hubo, como en "En 1996, un grupo de amigo


todo lo viajes, pero la omitire- inculado con Toledo, amante de
mo para que nadie e dé por ofen- la cultura toledana, y preocupado
dido. El re muen fue po iti o, pue por la falta de atenció n que e pre -
regre amos todos, aun que can a- taba a alguno a pectos de nue tro
do , con el cuerpo y el e píritu patrimonio, comentamo la c rca-
sati fechos. De de e ta línea vaya nía en el tiempo del milenario de la
nue tro incero agradecimiento a Mezquita del Cri to de la Luz, que
Laura María Gómez y también, a como indica la in cripción de u
Ramón Villa quien colaboró, con fachada, cumpliría mil año en
sus explicacione . diciembre de 1999.

o planteamo que nadie e taba


ASOCIACIONES a umiendo la celebración de e te,
CULTURALES Y DEFENSA creemo que importante aniver atio.
DEL PATRIMONIO Poco edificio con mil años con er-
van la fecha de u fundación en la
Nuestra Asociación participó en fachada. En Toledo, que nosotro
el congreso que sobre los baños epamo, olamente este.
árabes, organizó el Consorcio de
Toledo, donde tuvo ocasión de pre- Tat1teatuos la situación con la
sentar una comunicación sobre el diferentes instituciones y no deci-
papel de las asociaciones cultura- dimos a constituirno en Asociación
les en la defensa del patrimonio cultural el 13 de diciembre de 1996.
cultural de la ciudad, con la inter- El objetivo principal era recuperar
vención de la presidenta, Pilar el legado del periodo islámico tole-
Tormo, el vicepresidente, Miguel dano, divulgat°lo entre lo a ocia-
Larriba, y el arquitecto Francisco do , procurar la co nservación del
Jurado, autor del proyecto de res- patrimonio medieval islámico y
tauración de la mezquita del Cristo celebrar el milen ario de la

16 -
Mezquita, aprovechando la circuns- proyecto, nos pusimos a confeccio-
tancia para solicitar la restauración nar estatutos y la fIlosofía de la
del edificio. Asociación. Uno de los propósitos de
nuestra plimera declaración de inten-
Teníamos cuatro año por delan- ciones fue que la Asociación se con-
te para iniciar, de de la ciudadanía virtiera en un foro de cultura, diálo-
un acercamiento a un periodo histó- go, colaboración y conocimiento.
rico poco con iderado en la ciudad
y crear el ambiente necesario para El primer año lo dedicamos a
celebrar el milenario de un edificio aunar voluntades en torno al
que ni siquiera estaba incluido en Milenario de la Mezquita. El primer
los circuito tlllísticos de la ciudad. objetivo fue trasladar nuestra
Por entonces , nue tro socio, el inquietud cultural a personas e ins-
arquitecto José Manuel Prada Pool, tituciones con el suficiente calado
tra una vi ita a la Mezquita, realizó social que permitiera abordar con
un informe previo sobre el estado garantía los proyectos planteados.
de conservación del edificio en el Casi un centenar de socios y las más
que ponía de manifie to la imperio- relevantes instituciones políticas y
a nece idad de acometer la re tau- culturales de la ciudad, la provincia,
ración del mi mo, con virtiéndo e la región y algunas de ámbito nacio-
e te hecho en la prioridad de los nal nos dieron su apoyo.
objetivo del Milenario. Hoy pode-
mos constatar con satisfacción que Guardamos un recuerdo muy
aquellos de eos se han logrado , al especial de la Dra. Clara Delgado
meno en parte, al haber e acometi- Valero, autora del má completo
do, por la Junta de Comunidade , la estudio realizado obre el Toledo
re tauración de las cubiertas del Islámico. Le expusimos nuestro pro-
edificio bajo la dirección del presti- yecto e inmediatamente se umó a
gio o arquitecto Franci ca Jurado él, nos facilitó contacto , ideas ,
mientra que queda todavía pen- umamo ilusiones y trabajo. Varias
diente el proyecto tendente a con 0- veces hemos puesto de manifiesto la
lidar los cimientos del edificio. deuda que tiene la ciudad con ella.

Al principio no éramos muchos, Los plimeros contactos con la


pero di pue to a llevar adelante el ConsejeIia de Educación y Cultura

- 17
dieron como fruto la publicación d cultmale d nITO y fuera de nue tra
Regreso a Tulaytula: gura del región, en las que siempre hemos
Toledo Islámico, en cuya prepara- contado con la colaboración de de -
ción volvimo a contar con la entu- tacados especiali ta que nos han
iasta colaboración de la Doctora ervido de inmejorable guías.
Valero, aquejada ya de la grave
enfermedad que me e de pué aca- El 7 mayo de 1997 e con tituyó
baría con su vida. la Comí ión del Milenario de la
Mezquita del Cri to de la Luz, del
uestra a ociación nece itaba que formaron parte, ademá de la
ademá de un medio que irviera a ociación, el Ayuntamiento de
la vez para ir dejando con tancia de Toledo , Diputación Provincial,
sus actividade y dando a conocer Con ejería de Educación y Cultura,
trabajo de divulgación y de inve - Corte de Castilla-La Mancha,
tigación que su·vieran para avanzar Arzobi pado de Toledo, Parroquia
en un mejor conocimiento de nue - de San icolá , Real Academia de
tra historia y de nuestra cultura. A í Bella Artes y Ciencias Hi tóricas
nació la revista Tulaytula que en u de Toledo, Real Academia de la
eis años de trayectoria, con once Hi toria, Real Fund ación de Toledo,
números editados , ha permitido Hispania Nostra,Univer idad de
difundir más de medio centenar de Ca tilla-La Mancha, E cuela de
trabajo sobre tema tan diver o Traductore de Toledo , Delegación
como la historia, el urbani mo, la del Gobierno en Ca tilla-La
arqueología, la medicina, el dere- Mancha, Academia de Infantería e
cho, la numismática, la alfarería, el In tituto Egipcio de Estudios
arte, la alimentación, la música ... y 1 lárnico
un largo etcétera, firmado por cua-
renta y dos colaboradore . La aceptación por SS . MM. los
Reye de la Presidencia de Honor
De esta manera, nuestra e trate- del Milenario fue nues tro mejor
gia para poner de relieve la impor- refrendo.
tancia de nuestro patrimonio, la
establecimos a travé de publicacio- Durante las primeras reunione
nes, ciclos de conferencia y una de la Comi ión e perfilaron las
programación continuada de visita línea de actuación para la celebra-

18 - Tulayfllla
ción del Milenario. Por unanimidad ción de una infraestructura mínima
se acordó que lo más oportuno era que permitiera organizar una peque-
la celebración de un congreso inter- ña secretaría del congreso, este
nacional que recogiera las aporta- hubo de proyectarse con un ordena-
ciones de los últimos años por los dor y un teléfono-fax adquirido por
especialistas en los diferentes la Asociación, en las habitaciones
aspectos a contemplar entorno al de un viejo inmueble generosamen-
Milenario, junto con una exposición te cedido por una de nuestras
monográfica sobre el edificio. socias, con una mesa de cocina, otra
de camilla, varias illas de madera,
También e decidió la con titu- una lámpara de pie y un somier, que
ción del comité científico que pre- nos sirvió de archivo, por todo
idido por el profesor C. Ewert, mobiliario .
decidió el título: Entre el Califato y
la taifa: Mil años del Cristo de la De pués de todo, tuvimos la
Luz, y la fecha: 14, 15 Y 16 de ati facción de ver recompensado
diciembre de 1999. nuestro trabajo con el éxito del
Congreso, que logró poner de
Pusimo manos a la obra y, en manifiesto el valor de un edificio
lo días fij ados se reunió en Toledo e casanlente conocido por el públi-
un plantel excepcional de inve tiga- co, e iniciar el proyecto de rehabili-
dore procedente de Alemania, tación integral del mismo.
Francia, Inglaterra y E paña. A imi mo, la exposición sobre la
mezquita constituyó una estupenda
A pesar de los patrocinadore llamada de atención para los más de
que nos financiaron y el apoyo de 10.000 visitantes que recibió duran-
la in titucione pública la organi- te el me que estuvo abierta.
zación del congre o y de una expo-
ición sobre la mezquita, con ti- La celebración del Milenario
tuían difícil e retos para la creemo que no reafirmó en la
A ociación, que conseguimos ir nece idad de proftmdizar en el e tu-
superando con má voluntad e ilu- dio de un pasado hi tórico que sigue
ión que medio . Ba te apuntar im- siendo objeto de atención dentro y
plemente que tra numero as pro- fuera de nue tras fTontera , como
mesas de puesta a nuestra dispo i- demo tración evidente de u impor-

Ttllayiula - 19
tancia, que con tituye en la actuali- Junto a la entidades públicas
dad uno de nue tro mejores recla- e tuvieron las privada , que tenlli-
mos tmi ticos. naron de cubrir nue tra nece ida-
de presupue taria: Iberdrola,
Es de justicia recordar que en e ta Bancaja, Banco Central Hi pano,
aventma la A ociación ha encontrado Caja de Castilla-La Mancha,
bueno aliados. Por upue to y en Fundación Ramón Areces y Artes
primer lugar, su socio, in lo cua- Gráfica Tal do.
les la entidad mi ma no tendría razón
de er, y cuya aportacione econó- Las actividade de arrollada
mica , sugerencia , idea , etc. con - ha ta este momento no hicieron
tituyen el motor plincipal de nue tra má que confirmar el interé que
iniciativa. u cita en la actualidad el patrimo-
nio por parte de un público intele -
o obstante, el gran e paldarazo tualmente bien formado de ea o de
nos lo dieron SS. MM. lo Reye , al profundizar en el conocimiento del
aceptar sumar e a e ta iniciativa mi mo .
cultural, respaldando con u
Presidencia de Honor a una joven y También han pue to de mani-
humilde Asociación que en u día e fie to a través de multitud de acti-
dirigió a la Ca a Real, sin poder vida de y conver acione , la impor-
imaginar siquiera que u olicitud tancia de un valor emergente, el
seria aceptada en el máximo nivel valor de la diferencia. A lo largo de
de protocolo. esto año hemos tenido oportuni-
dad de acompañar a un sinnúmero
Además tuvimo la uerte de de vi itantes y grupo ávidos de qu
conseguir aunar en esta cau a e le muestre y explique lo que de
común a todas las in tituciones diferente tiene nue tro patrimonio.
públicas, por encima de sus lógicas o puedo dejar de recordar lo
diferencias ideológicas. Creemo comentarios que no hicieron uno
sinceramente que este fue un empresarios belga y alemane ,
ejemplo valiosísimo de apue ta a quienes al mostrarles alguna de la
favor de la cultura, que así debe- nuevas aportacione arquitectónica
mos reconocer y aplaudir todos lo al paí aje de nLle tra ciudad, no
ciudadanos. decían que eso lo tenían ellos en su

20 - Tulay1ula
países, que por favor les mostráse- mas que rerrutir a la evolución que
mos lo que de verdad era diferente: hemos detectado de la influencia
su rico patrionio monumental, artís- de estos restos en el valor de los
tico y urbano. edificios: Cuando empezamos a
trabajar, se ocultaban y destruían
Poco a poco, se fueron confir- importantes restos en las obras por
mando nuestras intuiciones inicia- rruedo a la paralización de las rrus-
les y nos convencimos de que el mas. En la actualidad, cada vez
patrimorllo era una de las mejores más , se presume de los importantes
industrias de la ciudad y que para hallazgos realizados y es más,
conservarlo no quedaba más reme- están muy solicitadas las casas que
dio que hacerlo rentable y vincular- aún conservan estos antiguos vesti-
lo al desarrollo de las localidades en gios. Incluso ha llegado a nuestros
las que se encuentra. oídos el comentario de algún repu-
tado artista en busca de casa en
Con esta confirmación y con ilu- Toledo que despreciaba la adquisi-
siones renovada ,abordamo nue- ción de alguna porque no tenía res-
va acciones y proyectos, vincula- tos de interés.
do muy directamente con la con-
servación y rentabilización del Desde hace algunos años la
pabimonio material e inmaterial. UNESCO está potenciando las
Entre estas, la Asociación olicitó al rutas culturales transnacionales ,
Ayuntamiento de Toledo la realiza- pues se ha empezado a considerar la
ción de un e tudio integral de los oportunidad de declarar como
biene pat:rirnoniales que integran el Patrimonio de la Humanidad rutas o
término municipal de la ciudad, con itinerarios culturales de carácter
el fin de catalogarlos e incluirlos en transnacional . Con ello pone énfasis
el nuevo Plan General de no sólo en los valores culturales o
Ordenación Urbana y poder así de- histólicos de detenmnados espacios
sarrollar obre ellos las debidas o paisajes, sino también en los
labores de protección y difusión. "movimientos de población, el
encuentro, el diálogo, el cambio y la
. Por otro lado , dispuestos a interactividad de cultura en el
invertir la idea generalizada de que espacio y en el tiempo" a la vez que
el patrimonio es un gasto, nos tene- in iste en la impOltarlcia que tienen

Tlllay/llla - 21
esto ltmerario para la compren- el bien má preciado al que pode-
ión mutua, la lectura plural de la mo a pirar en la actualidad que no
historia y la cultura de la paz. e otro que la paz.

Continuando en e ta línea y in De e ta manera, desalTollamo el


pretender llegar al nivel expue to proyecto de Toledo Capital de la
en punto anterior, de arrollamo el Cultura de Paz, que fue favorable-
proyecto de una nueva ruta cultural mente acogido por D. Federico
europea que, bajo el título de Hacia Mayor Zaragoza, ex-pre idente de
Tulaytula, lugar de encuentro, y la UNESCO y presidente de la
con el hilo conductor de al- Fundación Cultura de Paz, junto
Andalu , promovie e antiguo iti- con el Ayuntamiento de Toledo. De
nerarios que conducían a Toledo e ta manera, e aprobó en el pleno
desde la Provenza, Portugal, di tin- municipal celebrado el 25 de julio
tas regiones españolas y el norte de de 2002, encontrándo e paralizado
África, concluyeran en nue tra ciu- desde entonces .
dad, procurando:
En e o momentos, llegó a nos-
- La recuperación y con erva- otro la noticia de la exi tencia de
ción del patrimonio, material e la Fundación Internacional para la
inmaterial Paz a través del Turi mo, y vimos
en ella otra magnífica oportuni-
- El desarrollo de las localidade dad, para que el turi mo de nue tra
mediante la puesta en valor del ciudad diera un necesario salto
patrimonio cualitativo ya que tenía todo lo
ingrediente nece arios para con-
- El conocimiento mutuo entre vertirse en un nuevo referente
culturas diferentes ocial, al vincular nuestro patri-
monio con la Cultura de Paz y con
Nos pareció que el inmenso la Paz a travé del Turi mo. Para
patrimonio y el imbolismo de ello realizamo ge tione con el
nuestra ciudad bien podía ervir Alcalde de Ginebra, actual pre i-
para dar un paso hacia delante en la dente, con objeto de e tablecer en
evolución de la sociedad y procurar Toledo el capítulo e pañol de e ta
que estos valores trascendieran en Fundación.

22 - Tulayiula
Posteriores estudios y análisis El turismo constituye uno de los
han dado la razón a nuestro plantea- soportes fundamentales de nuestra
miento inicial: economía y disponemos de un
patrimonio cultural de gran riqueza
Las sociedade de arrolladas y diversidad.
han incrementado progresivamente
las actividades relacionadas con la La ge tión sostenible del patri-
cultura, ampliando la capacidad de monio cultural, es uno de los princi-
consumo de bienes y ervicios cul- pales recursos de las ciudades histó-
turale y de naturaleza. E ta cre- ricas, requiere conciliar la conser-
ciente nece idad social no iempre vación con las nuevas perspectivas
e ha visto compen ada por el de a- económicas y sociales que posibili-
lTollo de proyectos culturale orien- ta la función turística
tados de manera integral hacia las
actuale condicione sociales y eco- En este sentido, el Manifiesto de
nómicas. Santiago de Compostela, a favor de
la cooperación en la conservación
El Patrimonio Cultmal y atural activa y gestión sostenible de las
analizado desde su diferente per- Ciudades Patrimonio de la Huma-
pectivas, artística, hi tórica, nidad, proclama la nece idad que
medioambiental, pública y privada estas ciudades tienen para innovar
padece la e casez de gestore cuali- en la ge tión, para lograr el compro-
ficado de lo recur os culturale , miso social con la con ervación del
capaces de respetar, realzar y con- patrimonio y para profundizar en la
ervar su caracterí ticas de identi- cooperación entre ciudades. En
dad y, al mi mo tiempo, de dotarlo relación con el sector turístico se
de condicione económica de de- plantea la nece idad de una colabo-
arrollo y rentabilidad uficiente ración má estrecha, en cuanto a que
para garantizar su continuidad. el parrimonio constituye el soporte
fundamental de su actividad.
Se ha demo trado que uno de lo
principale medio de rentabilizar Existen mile de pequeños pro-
de forma o tenible el patrimonio yectos de de arrollo turí tico en
e utilizarlo como recurso de pro- todo el mundo, vinculados al desa-
yectos turísticos integrales. rrollo de zona empobrecida.

T"laY¡"la - 23
Donde el turismo e una po ibilidad mediante conferencias, reco-
ab olutamente real y concreta de rridos encuentros y publica-
upervivencia socioeconómica cione que, sin perder el rigor
científico, cumplan la labor
A modo de conclusión y apoya- divulgativa que le permita er
do en la experiencia de diez año acce ible para amplio ecto-
continuados de trabajo a favor de la re de la ociedad.
conservación del patrimonio de de
una Asociación compue ta por ciu- - Detectando la demanda ub-
dadano perteneciente a área de yacente en determinado ec-
fOlmación y de actividad muy dife- tore ensibilizado de la
rente , podemos afirmar que de de población y tra ladándolo a
el asociacionismo se puede contri- la in tituciones.
buir a la conservación del patrimo-
nio de muy diferente manera : - Elaborando proyectos funda-
mentado en u conocimiento
- Favoreciendo el estudio del y expenencla.
rrusmo.
La mejor manera de conservar el
- Divulgando el valor del mi mo patrimonio e amándolo pero para
entre la ociedad en general, ello e preci o conocerlo.

24 -
COLABORACIONES

EL CONSORCIO DE TOLEDO ABORDA


UNA NUEVA FASE DE RESTAURACIÓN DE LA
MEZQUITA DEL CRISTO DE LA LUZ

Francisco Jurado
Arquitecto

Tras la realización del Informe por lo que, de un modo casi obliga-


de Bases o estudios previos, redac- do, concursamos en esta convocato-
tamos el proyecto de re tauración ria resultando adjudicatarios de los
de cubiertas que finalizó reciente- trabajos.
mente, descubriéndose la bella
solución constructiva, sin antece- Siempre hemos repetido que el
dentes en la arquitectura hi panoá- subsuelo representa el problema
rabe, que fue recuperada. más grave y de más costosa inter-
vención.
A olicitud de la Junta de
Comunidades de Castilla-La Por un lado habría que excavar
Mancha, el Consorcio de Toledo, el subsuelo del recinto y construir
dentro del Progran1a de Patrimonio una cámara bufa a todo u alrededor
Monumental, decidió contratar, para atajar de raíz el problema de
mediante concurso abierto, la asis- las humedades crónicas. Esto signi-
tencia técnica para acometer las fica que, previamente, hay que
fases TI y TII descritas en el Informe hacer las pertinentes labores
de Bases citado. arqueológicas.

Nue tTa actividad investigadora Con esta operación habría que


en e te edificio debe continuar con desviar toda el agua de la es corren-
las intervenciones y estudios que en tía inferior sobre la roca, que ahora
repetidas veces hemos anunciado, se remansa contra las fundaciones

Tlllayillla - 25
EXCAVAOO' J
o\ROUeOLOGICA
seCTOR 01
del edificio, hacia la cercana cloaca seguramente al arrastre de sales en
romana, despué se pueden consoli- disolución que llevan estas aguas. La
dar la fábricas de dicha fundacio- utilización de morteros más porosos
nes inyectando, sencillamente, y permeables que el propio lachillo
cales hidráulicas, para finalmente minimiza el problema, convirtiéndo-
crear unos espacios ventilados (el se el mortero en una material de
modo má efectivo para evaporar la acrificio que puede volver a ser
humedad que por capilaridad absor- rejuntado, mientras que si este mor-
ben muro y pavimentos) que per- tero es más resistente e impermeable
mitirían incluso la visita de los res- que la cerámica, es ellachillo el que
tos arqueológicos inferiores si éstos acaba arenizándose, quedando las
tienen entidad. llagas de mortero salientes ante la
pérdida del material cerámico.
Hace ya má de una década rea-
lizamo una intervención irnilar en Tras la intervención en el sub-
el sub uelo de la Sinagoga de Santa suelo, habría que reponer aquellos
María la Blanca, también en Toledo lachillos cuya pérdida de volumen
eliminando radicalmente el gra í i- ea muy ignificativa y volver a
mo problema de humedades que rejuntar con morteros de cal elásti-
padecía. Más recientemente, tam- co tal cual se emplearon Oliginal-
bién hemo realizado una cámara mente.
bufa de cierta importancia en el con-
vento de San Jerónimo de Granada. La inscripción fundacional, rea-
lizada con piezas de lach·illo recorta-
En las fábricas de ladrillo, ade- do y ca i e tucado con un reve ti-
más de fi ura y grieta debida a miento policromo, e halla en un
problema e tructurale , las hume- estado de suma fragilidad. Cierto es
dade que alen desde el interior de que parece presentar la mismas
los muro hasta evaporarse en el faltas, agrietamientos y deterioros
ambiente exterior, destrozan literal- que se perciben en la fotografías de
mente la cerámica, llegando a lo últimos casi cien años, pero
pulverizarla . de de muy cerca se aprecian co tra
de suciedad, deshoj amientos de
E ta cue tión la hemos constata- láminas de la cerámica, degrada-
do en múltiples oca ione , debido ción de rej untado , etc.

Tulayfllla - 27
Previa precon olidación (ya rea- Siempre que no ea le ivo para
lizada durante la re tauración de la la fá brica existentes, sería con-
cubierta) habría que proceder a u veniente la elimin ación de aqu e-
limpieza y a su restauración por re - llo reves timiento a ba e de
tauradore muy experimentado , no cemento y aqu ello guarnecido de
sin an te hacer toda la prueba mortero de ye o que no ean ongl-
necesarias para cerciorar e de la nale .
bondad del método empleado. Se
podrían llegar a hacer reintegracio- En cualquier caso, previo deta-
ne en bajo nivel en aquello ele- llado e tudio de qué zona e taban
mentos que ya han de aparecido, reve tida, e pueden emplear enlu-
pero no tiene hoy día ningún enti- cido de yeso texturado de algún
do intentar corregir el upue to modo que no produ zcan de leja
texto alterado por epigrafi tas ante- una vi ión di tinta de la ye ería
riores tendenciosos. originales y que e puedan di tin-
guir perfectamente de cerca como
La palabra clave en e te tipo de una intervención contemporánea,
bienes culturales e la de "conser- aunque en alguno ca o bas ta con
vación", sin más. reflejar la fecha en paramento poco
vi ibl es para doc umentar in itu la
La bóveda, elemento funda- actuación.
mentales de la arquitectura de e te
edificio, poseen fracturas impor- - Ficha de las obras
tantes y nece itan una urgente re - - Prol11Otor: Consorcio de Toledo
tauración. - Dirección facu ltativa: Francisco
Jurado, arquitecto, y Alfredo
En las yeserías originales (intra- Sánchez, arquitecto técnico.
doses de las bóvedas), sólo e nece- - Arqueología: Arturo Ruiz Taboa -
saria su limpieza y la fijación de da y Raúl Arribas, además de
alguna posible "bolsa" si fue e colaboración científica con la
detectada. Reintegraciones de falta Facultad de Humanidades de
y roturas han de ser patinada para Toledo de la Unive rsidad de
que den el color amarillento que Castilla-La Mancha
ahora tienen las demás . - Empresa constructora: GEOCISA

- 28 TlIlayiula
MITOS Y REALIDADES DEL TOLEDO ISLÁMICOl

Maribel Fierro
CS1C, Madrid

Cuando los musulmanes con- como la tierra situada frente al ene-


qui taran la Península Ibérica, no migo abierta a incursiones y campa-
establecieron su capital en la ciudad ñas militares.
que lo había sido del reino vi igodo,
Toledo , ino que eligieron una ciu- E te Toledo fronterizo , tierra de
dad má al sur, Córdoba. Esta elec- confrontación entre el mundo
ción puede entenderse como un musulmán y el cristiano, pero tam-
reflejo de los límites mismo del bién tierra de encuentro y simbio-
territorio que lo conqui tadore i entre los miembro de las tres
lograron dominar de fonna penna- religiones que habitaban la
nente. Toledo, junto con Zaragoza y PenÍn ula Ibérica Gudíos, mu ulma-
Mérida quedaron como "capitales" nes y cristianos), es la representa-
de las zonas fronterizas, entendien- ción de la ciudad que predomina en
do naturalmente frontera en el en- nue tro imaginario actual2 • ¿En qué
tido que tenía entonce ,e decir, no medida lo fue también para los
como un borde entre paíse , sino mu ulmane ? ¿Tenían e tos otras

1 Quiero agradecer a la A ociación de Amigo del Toledo islámico la invitación a tomar parte en el

Ciclo de conferenc ias (abril 2005) en el que pre enté este texto. En él reprodu zco, dejando clara
con tancia de ello, ex ten as citas de los estudios en lo que me he basado con objeto de contribuir
a su difusión, ya qu e eso e tudio no son siempre de fác il acceso fu era de los cú·cuJo académicos.
2 Véanse a título de ejemplo las siguientes publicaciones: I Congreso Internacional "En cuentro de

las Tres Culturas". 3- 7 octubre 1982 , Toledo, 19 3; Tolede XIJe-XIIJe. Mu sulmans, chrétiens et
juifs: le savoir er la toléran ce, Paris, 1991 ; Julio Porres Martín-Cleto et al., Toledo: la ciudad y el
territorio de las tres cl/llLtras, Barcelona: Lunwerg, 2003.

- 29
representaciones de la ciudad ? de lo om yas y la conqui ta de al-
Aunque terminaré hablando de ese Andalu . Se trata, pue , de una "his-
"Toledo fronterizo", ante hablaré tOlia de alvación" en la que se
de otros Toledos presente en el narra cómo Dio guía a los seres
imaginario musulmán, a los que humano mediante el envío, a dis-
denomino el "Toledo e cato1ógico" , tinta comunidade y en distintas
el "Toledo rebelde" y el "Toledo época , de profeta receptore de su
científico". Estos Toledos del ima- R velación hasta llegar al último de
ginario musulmán (el e catológico lo Profeta , Muhammad, receptor
el rebelde, el científico y el fronteri- de una revelación en árabe dirigida
zo) no constituyen compartimento a lo árabe y de tinada a extender-
estancos, pues a menudo se solapan e por otra tierra como prueba de
y convergen, como vamos a tener la univer alidad del mensaje divino.
ocasión de comprobar.
La "hi toria de salvación" de Ibn
1. TOLEDO ESCATOLÓGICO Habib contiene unas predicciones
relativa a acontecimiento que for-
Una de las primeras obra e cri- man parte del devenir e cato lógico
ta en al-Andalus que se han con- de la comunidad musulmana y que
servado hasta nue tros días es la tendrán lugar en la Penín ula
Historia de un autor granadino afin- Ibérica. Una de esas predicciones se
cado en Córdoba, llamado 'Abd al- refiere a revueltas y sedicione que
Malik ibn Habib, que mmió en el acontecerán en el Toledo musulmán
año 853 de la era cristiana3 . Se trata y que traerán consigo la ruina de al-
de una obra que recoge la concep- Andalus. Volveré en seguida sobre
ción musulmana de la historia del e ta predicción que tiene que ver
mundo, desde la creación hasta la con el fin del dominio musulmán en
aparición del Profeta Muharnmad, la Península Ibérica, pero antes vea-
así como la formación de la nueva mos otra predicción anterior, relati-
comunidad de creyentes en la va a lo contrario, la conquista de la
Revelación recibida por Muham- Península Ibérica por parte de los
mad, la expansión musulmana fuera musulmanes y el éxito de e tos a la
de la Península Arábiga, el reinado hora de e tablecer allí su dominio.

3,Abd al-Malik b. Habib (m. 238/853), Kitab al-ta,rij (La Historia), edición y estudi o por Jorge
Aguadé, Madrid: CSIC-Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe, 199 1.

30 - Tulaylula
En efecto, entre las predicciones mana por dos violaciones por él
incluidas en las narracione que las cometidas. En primer lugar, la vio-
fuentes árabes recogen sobre la lación de la hija del conde don
conquista de al-Andalus, alguna de Julián, hecho que, según la tradi-
ellas tienen que ver con Toledo. Por ción arabo-musulmana, provocó
ejemplo, e cuenta que cuando lle- que dicho conde se decidiese a
garon a Wamba -el rey godo "que prestar ayuda a las tropas musulma-
decoró la igle ias de Toledo, per- nas. La violación de la hija del
feccionó su construcción y labró el Conde Don Julián habría tenido
mármol de sus puertas" -noticias lugar en Toledo, ciudad a la que
del Profeta" y sus triunfo contra había sido enviada para completar
cuantos le combatían, reunió a lo u educación. Es la famosa historia
obi po y notable de al-Andalu , de la Cava, incluida en todas las
haciéndo elo saber, y Julián, uno de recopilaciones de hechos maravillo-
su notable hombres le dijo: 'Creo sos y leyendas relacionadas con
que u nación vencerá a la gente de Toled0 5 . La otra violación es la vio-
al-Andalu ", a lo que aquél pregun- lación de un recinto sagrado, la
tó: '¿Cómo lo sabe 7' y é te dijo: Casa de los Cerrojos de Toledo. Al
'Porque e tá en lo ver o del abio subir al trono Rodrigo, la nobleza
Matrayu , tran rnitido de Daniel " 4 . visigoda y el clero le piden que con-
tinúe con la tradición de su antepa-
Má conocida es la predicción sados : colocar un candado en la
que tiene que ver con Toledo y con puerta de una casa. Se desconocía
Don Rodrigo. Rodrigo, el último lo que se guardaba en el interior de
rey godo, e de hecho con iderado esa casa, vigilada por gente de
el cau ante de la conqui ta mu ul- confianza de los godos que e tran -

J Ibn Hayyan, Muqtabi , vol. V, ed. Pedro Chalmeta, Federico Corriente y Mahmud Sobh, Madrid:

Instituto Hi pano-Árabe de Cu ltura - Facultad de Letras, Rabat, 1979; traducción española de


Federico Corriente y MalÍa Je ú Viguera, !bn Hayyan, de Córdoba, Crónica del califa
,Abdarrahmal1 IJI an-Nasir entre los G/ios 912 y 942 (al-Muqtabis V), Zaragoza: Anubar / Instituto
Hi pano-Árabe de Cultura, 1981 , 182/208.
, Véa e el detall ado e tudi o de Julia Hernández Juberías, La pen.ínsula imaginaria: mitos y leyen-
das sobre al-AndaILls, Mad rid : Con ejo Superior de Inve tigaciones Científicas, 1996, pp. 165-
194, con ab undante bibliografía. Véanse también Juan Marina, Toledo : tradiciones, descripciones,
lIarraciones, Barcelona: J. Gili, 1898; Antonio Delgado, Leyendas de la ciudad del Tajo, Madrid:
Jo é Porrú a Turanzas, 1986; Pilar Alonso y Alberto Gil, Historias y leyendas de Castilla-La
Mall cha , Toledo : Consejería de Educación y Cultura, 1998.

Tlllay/tlla - 31
mitían la con igna de generación en cabo, dijo Rodrigo: '¡Por Dios que
generación. Pero Rodrigo decidió no moriré afligido por esta casa!
abrirla y allí de cubrió una imáge- Tengo que abrirla para aber qué
nes talismánica que anunciaban la hay en u interior'. Acudieron a él
próxima entrada en la Penín ula de lo cri tianos, diácono y obi po y
un pueblo invasor. le dijeron: '¿ Qué quiere a cambio
de la apertura de e ta casa?
Veamo más en detalle qué Ca a Con idera lo que e tima que hay
era ésa y cuál u función , ba ándo- en ella y tómalo de no otros , pero
nos en el pormenorizado e tudio no no hable de algo de lo que no
que le ha dedicado Julia Hernández habló ninguno de lo reyes que te
Jubería 6 . han precedido, siendo ello gentes
que abía y conocía aquello que
Uno de lo relato al re pecto lo construían' . Rodrigo e negó a todo
transmite precisamente Ibn Habib aquello que no fuera abrir la ca a,
el autor de esa "historia de alva- tentando al de tino, y encontró en
ción" que acabo de mencionar, y ella un arca de madera. En su inte-
relata cómo lo conqui tadore rior había imágene de lo árabe
mu ulmane encontraron en Toledo tocado con turbante , portando
una ca a, la Ca a de lo Reye en la arco árabe y ciñendo e pad a
que e taban depositada vaIia adornada . En e ta ca a encontraron
coronas: "Junto a esa Casa en la que a imi mo un e crito que decía:
fueron encontradas las corona 'Cuando e abra esta ca a y e pene-
(Casa de los Reyes) existía otra casa tre en ella entrarán en este paí
en la que había 24 candados. aquellos cuyos atributo y de crip-
Cuando un rey comenzaba a gober- ción e ésta y la po eerán y se harán
nar colocaba un candado tal y como con ella'. En ese mi smo año tuvo
habían hecho los que le habían pre- lugar la conquista musulmana"?
cedido. E to continuó hasta que
llegó al gobierno Rodrigo, durante El relato que acabo de citar reco-
cuyo mandato fue conqui tado al- ge una de la versiones más anti-
Andalus. Unos días antes de que gua de e ta leyenda, pero hay otra
esto fuera fácilmente llevado a que matizan, amplían o difieren en

6 La península imaginaria, pp. 194-208.


7 Hernández Juberías, La península imaginaria , p. 200.

32 -
algunos puntos. Por ejemplo, un El relato de la Casa de los
autor musulmán del s. XII (al-Yasa, Cerroj os es de procedencia musul-
b. Hazm) localiza la acción en un mana, pudiendo comprobarse su
recinto subterráneo del Palacio Real existencia en Egipto ya en el siglo
donde se encontraban unas estatuas VIII de nuestra era. De su difusión
de mármol representando a bedui- en el mundo islámico es prueba su
nos con turbantes. El hallazgo inclusión en Las mil y una noches,
casual de las estatuas fue realizado mientras que fue incorporado muy
por algunos cristianos, quienes no tarde en fuentes cristianas, como
encontraron ningún escrito aclara- vamos a ver. Se trata de un relato,
torio. El simbolismo que encerra- en último término, de origen orien-
ban las imágenes fue desvelado por tal y parece que su precedente más
un "filósofo de Toledo que conocía antiguo es la violación del sepulcro
la hi toria y biografías de los cris- de la reina Nitocris por el empera-
tianos"8. dor persa Darío o la violación de la
tumba de Belo, en Babilonia, por
Sea cual ea la ver ión la fun- Jerjes, hijo de Darío. Lo griegos
ción de la ca a y de las imágenes e habrían tomado esta leyenda de
evidente: "el conjunto funciona Mesopotamia y la habrían incorpo-
como un talismán y sigue la rado a su obras, donde la encontra-
reglas de muchos de ello : e tá ron lo mu ulmanes. Así, mante-
fundado en el poder de la analogía niendo el elemento de la tumba, se
y una vez que e altera su estado aplica al último califa omeya de
original pierde el poder que se le Oriente, Marwan b. Muhan1illad
había infundido en el momento de (que gobernó entre 744-750 de
u creación. Este es el entido de la nue tra era), quien, al conquistar la
frase que acompaña a las figura y ciudad de Tadrnur (palmira), hizo
que generalmente viene expresada levantar una roca bajo la que había
en e tos término : "Cuando e ta una cámara enyesada "como si
casa ea abierta y e saquen e ta hubiera sido terminada en ese
imágene un pueblo semejante a mi mo momento. En u interior
e to invadirá el país y se hará había un lecho (sarir) sobre el que
dueño de él"9. se hallaba una mujer echada de

8 [bid. , p. 202.
9 [bid. , p. 203.

T~layj~la - 33
espaldas. Sobre ella había etenta faraones y profeta futuros, el últi-
túnica "y tenía siete trenza , en una mo de los cuales, con quien conclu-
de las cuales había una lámina de ye la Revelación, e el profeta
oro con un e crito en el que se decía Muharnmad. El cofre cenado apa-
que Dios haría caer la ruina sobre rece también en el llamado "fecho
quien enb. ase en su cámara. Aunque de Buluqiya". Buluqiya era, según
el califa omeya ordenó recon truir la leyenda, un abio i raelita con-
el lugar tal y como lo había encon- temporáneo de Salomón que, a la
trado, no pasaron sino unos días muerte de su padre y examinando
cuando el califa fue muerto y la u herencia, encuentra dentro de un
dinastía omeya desapareció. Lo arca un cofre de oro fuertemente
mu ulmane llevaron e to relato a ellado que contiene una e critura
los dos extremos del mundo. Por un ecreta, un fragmento de la Torá,
lado, a al-Andalus y por el otro que vaticina la venida al mundo de
lado, a China, donde el protagonis- Muhammad, el último de los
ta es el emperador Tsin-Shi-Huang, Profetas. El venerable judío
quien habría entrado en la tumba de Buluqiya se convierte al 1 lam por
Confucio JO • obra de la lectura de e te pergami-
no, da la buena nueva a sus correli-
Por otro lado, en el género litera- gionarios y parte en un viaje a los
rio relativo a las hi toria de los pro- confines de Siria para indagar obre
fetas (qisas al-anbiya') también se e te profeta prometido (e te relato
encuentran relatos de caracteristicas gozó de una enorme difu ión en el
similares, tal y como ha pue to de mundo islámico, llegando a ser
relieve recientemente Mercede incluido, también, en la Mil y una
García-Arenal ll . Así, en la obra de noches) 12. La profecía encontrada
al-Kisa'i, Dios ordena a Adán que en un cofre ecreto recuerda asirnis-
abra un cofre secreto que le había mo el hallazgo del pergamino de la
regalado. En ese cofre el primer Torre Turpiana de Granada, dentro
hombre encuentra una tela blanca de esa gran y fascinante falsifica-
en la que está escrita la lista de los ción que llevaron a cabo lo moris-
,o [bid. , pp. 205-6.
11 Lo expuesto a continuación está tomado de la reseña de Mercedes García-Arenal a la obra de
Luce López Baralt (véase nota 12) publicada en Al-Qantara XXVI (2005), pp. 28 1-4.
'2 Luce López-Baralt, El viaje maravilloso de Buluqiya a los confines del unive rso, edi ción, u'a-
ducción, estudio introductorio y notas, Madrid: Trotta, 2004.

34 - TIjlay-tljla
cos en un último intento de supervi- mesa de oro. Cuando consiguieron
vencia cultural. Me refiero a los ablir el cofre encontraron una pre-
libros plúmbeos del Sacromonte de dicción escrita "en letras romanas"
Granada en el s. XVp3. De manera que profetizaba la llegada de los
muy resumida, cabe recordar que, árabes, encabezados por su Profeta,
según esos libros plúmbeos, habrian que domeñaría a todos sus enemi-
llegado a la Península Ibérica gos e impondria su religión sobre
Cecilia y Te ifón, do árabes cris- todo el género humano l5 . Todos
tiano primigenios, que partieron a estos datos dan fe de la extraordina-
los confines del mundo en un viaje ria difusión que tuvo el tema en el
en el que eran portadores de la mundo islámico.
Verdad del Evangelio, un Evangelio
sospecho amente cercano al Islam La similitud que guarda el episo-
y anterior a la revelación del dio protagonizado por Rodrigo con
Profeta. El primer hallazgo en e tos otro relatos deja claro que
Granada, el pergamino, apareció en nos hallamos ante una creación lite-
un cofre metálico fuertemente sella- raria, ante un mito. inguna de las
do que contetúa una profecía 14 . Un fuentes cristianas o mozárabe de la
siglo antes de que los morisco época menciona la apertura de nin-
recurrieran al motivo del cofre gún recinto semejante. El relato de
ellado, el hi toriador egipcio del . origen mu ulmán está documentado
XV al-Maqrizi relataba que duran- por vez primera en el s. XII en las
te la conq uis ta de San Juan de Acre obras de los autores cristianos
lo cruzados cristianos encontraron Lucas de Tuy y el arzobispo de
un cofre de mármol rojo obre una Toledo Jiménez de Rada l6 , fuentes

13 Véase la ección monográfica dedicada a! tema y coordinada por Mercede García-Arena! en

AI-Qantara XXllI/2 (2002) Y XXIV/2 (2003), yen especia! Lui Bernabé Pons, "Los mecanismos
de una resistencia: los libro plúmbeo del Sacromonte y el Evangelio de Bernabé", AI-Qantara
XXIII (2002), pp. 477-498.
14 P. S. van Koningsveld y G. A. Wieger . "The Parchment of the "Torre Turpiana": the origina!

document and it early interpreters", AI-Qantara XXIV (2003), pp. 327-358.


1$ Arnland Abel, "Changement politiques et littérature eschatologique dan le monde musulman",
Studia lslamica TI (1954), p. 39.
l. Hernández Jubería , La península imaginaria, pp. 207-8. Para un análi i de la distintas ver-
siones ca tellana y u evol ución, véanse Juan Menéndez Pida! , Leyendas del último rey godo.
Notas e invesligaciones, Madrid, j 906, cap. 1 y Fernando Rui z de la Puerta, La cueva de Hércules
y el palacio encantado de Toledo, Madrid: Editora aciona! , 1977.

Tulaylula - 35
todas ellas que conocen y utilizan bién en la historia ficticia que escri-
elemento procedentes de la tradi- bió Miguel de Luna, uno de los pro-
ción musulmana de la conquista de bables autores de la fal ificacione
al-Andalus. Esta ver ione , al del Sacromonte de Granada, atribu-
igual que posteriormente la Crónica yéndola a un fingido historiador
General de Alfonso X el Sabio y la árabe llamado Abu1cacim Tarif,
Crónica de 1344, mantendrán la Historia verdadera del Rey Don
localización propue ta por la fuen- Rodrigo 17 • Luna enriquece u ver-
tes árabes, aunque transformando la ión de la hi toria con una cueva
casa o cámara en un palacio. ituada bajo la torre en la que se
encuentra una in cripción en "letras
Como ha expue to Julia en lengua Griega, aunque cifrada ,
Hernández Jubería , el interé que dudo a en el entido de la lectura".
despertó este relato, así como u La cueva -recinto sagrado que e
posterior identificación con una de une en la tradición toledana a otro
las construcciones de un per onaje epi odios relativos a la antigüedad
mítico, dio lugar a varios intento de la ciudad y a los diversos con -
por localizar el emplazamiento de tructore miticos que se le atribu-
esta Casa Cerrada. La tradición yen iendo la mayor parte de ello
cristiana, a partir del s. XV y en pueblos o personajes llegados desde
especial a partir de la obra del distinto puntos de Oriente- se
Arcipreste de Talavera, Alfan o mezcló po teriormente con la tradi-
Martínez de Toledo, Atalaya de las ción e otérica y mágica de Toledo,
corónicas, escrita en 1443, tran for- con iderada en Europa una de la
mó la Casa de los Cerrojos en ciudade principale en la en eñan-
cueva. Como cueva aparece tam- za de estos conocimientosl 8 . Lo

17 Ed. facsímil, Granada, 2001, con estudio preliminar de Luis Bemabé Pons, véase Cap. VI "Que

trata como el Rey Don Rodrigo abrió la torre encantada de la Ciudad de Toledo pen ando sacar
algún tesoro, y como balló en ella los pronósticos de la pérdida de España".
18 Sobre el "Toledo mágico", véanse J. Battesti Pelegrín, " La fascination d'un mydle ", TolMe
Xll e-XIlTe. Musulmans, chrétiens eljuifs: le savoir el la tolérance , Parí , 1991 , pp. 221-34; Jaime
Ferreiro Al emparte, "La escuela de nigromancia de Toledo" , Anuario de Estudios Medievales J3
(1983), pp. 205-268; Eloy Benito Ru ano, "A Toledo los diablos", Medievo Hispano. Estudios in
memoriam del Pro! Derek W. Lomax, Sociedad Española de Estudio Medi eva les, Madrid , 1995.
Para una conexión poco conocida entre Toledo y el esoterismo, véase H. Kahane y R. Y A.
Pietrangeli, The Krater and the sources of lhe Grail: hermetic sources of ¡he Parzifal, Urbana,
lllinois, 1965.

36 -
autores cristianos establecen una subterráneos y cuevas localizadas
relación directa entre el recinto y en el interior o alrededores de
diferente personajes griegos o Toledo, así como la fama que alcan-
procedentes de Oriente, bien sea za esta ciudad -considerada, como
Hércules (de ahí la denominación ya he indicado, una de las sedes
de Cueva o Cuevas de Hércules) , principales en la enseñanza de la
algún rey oriental o viajero proce- magia-, dan como resultado que la
dentes de estas tierras que se asien- leyenda tome un cariz esotérico ale-
tan en la Península. jándose del objetivo que pretendía
la versión musulmana, que no era
iguiendo iempre a Julia Her- otro que predecir la sumisión de
nández Jubería , de de el año 1546 Hispania al Islam20 .
hasta nuestros días, e han llevado a
cabo varios intentos de localizar Pero si Toledo encerraba el
fí icamente este emplazamiento en secreto de e a sumisión, Toledo
la ciudad de Toledo. A partir del también iba a jugar un papel impor-
iglo XV la tradición toledana lo tante en la creación de lo que he lla-
ituará en una de la colina de mado en otro lugar el "sentimiento
Toledo en la que se levanta la igle- de precariedad"21 que tuvieron los
sia de San Ginés, que cuenta con musulmanes sobre u dominio de la
una cripta 19 identificada como la Península Ibérica. En efecto,
cueva a la que hace referencia la Toledo e tá a ociada a la inevitabi-
tradición. La antigüedad de la ciu- lidad, en tanto que querida por
dad de Toledo, fundada según cris- Dios, de la incorporación de la
tiano y musulmane por diferente Península a la comunidad musul-
pueblos o per onaje llegado de mana, pero también a su pérdida. Y
Oriente o Grecia, la abundancia de con esto vuelvo a esa predicción
19 En 1851 , J. Amador de los Ríos llevó a cabo UD reconocimiento de e ta cripta y aflffilÓ que había
pertenecido a un templo romano sobre el cual se levantó un a ba ílica vi igoda que posteri ormen-
te fu e convertida en mezquita.
20 La península imaginaria, p. 208.

21 Maribel Fien'o, "Mal1di me et eschatologie dan al-Andalus", en A. Kaddouri Ced. ), Mahdisme.


Crise et changement dans l,histoire du Mara c. Actes de la table ronde organisée aMarrakechpar
la Faculté des Lettres et des Sciences HWl1aines de Rabat du 11 au 14 Février 1993, Rabat, 1994,
pp. 47-69 ; actualización en español "Doctrin as y movimientos de tipo mesiánico en al-Andalus",
Milenarismos y milenaristas en la El/ ropa Medieval. IX Semana de Estudios Medievales (Náj era,
del 3 al 7 de agosto de 1998), Instituto de E tudios Riojanos, 1999, pp. 159-175.

Tlllayillla - 37
obre Toledo que he m ncionado al Toledo ocupa claramente un
comienzo de este apartado y que lugar central en el relato míti co de
e tá contenida en la Hi torio de Ibn la conqui ta de aJ-Andalus, pero
Habib . Reza así en la traducción de también en el de su pérdida por
Jorge Aguadé: parte de lo musulmanes.

Toledo la de la ruina , edifi- En la predicción de Ibn Habib, la


cada obre la matanza (hary) y la referencia a la ruina (atlal) e un
lucha. Cuando [ us habitante] juego de palabra con el nombre
e reconcilien con lo politeí ta árabe de la ci udad de Toledo
no le quedará ni plebe ni (Tulaytula). Hay quien ha vi to en
monarca. Por culpa de u habi- e ta predicción un a referencia post
tantes vendrá la ruina y la gente eventum e decir, un añadido a la
abandonará aquel país22 . obra de Ibn Habib posterior a la
conqui ta cristiana de la ciudad en
La presión militar de los cli tia- el año 1085. Pero, como bien dice
nos a lo largo del s. XI culminó con Jorge Aguadé, e ta profecía ólo
la conquista de Toledo en el año refleja un eco de la numerosas
1085. Fue entonces cuando el poeta revuelta que llevaron a cabo lo
Ibn al-,A al (m. 48711094) advirtió toledano en la primera época del
a los andalusíes en uno famosos emirato. Y e to no lleva al otro
versos: Toledo del imaginario mu ulmán, el
Toledo rebelde.
Andalusíes, arread vue tra
monturas ; el quedarse aquí es un 2. TOLEDO REBELDE
error.
Los vestidos suelen comenzar Como ha pue to de relieve
a deshilacharse por las puntas y Eduardo Manzano -a quien voy a
veo que el ve tido de la citar abundantemente en este aparta-
Península se ha roto desde el do--, los estudios obre la frontera de
principio por el centro. al-Andalus mue tran cómo uno de
(Trad. Teresa Garulo)23 lo rasgos más caracterí ticos del

22Ibn Habib, Ta,rij, p. 96.


23Teresa Garulo, La litera/ura árabe de al-Andalus durame el siglo XI, Madrid: Hiperión, 1998,
pp. 130, 191.

38 - Tulay/ula
tramo central de esa [Tontera es el sí mencionan son cabecillas que,
endémico estado de rebelión exis- durante periodos de tiempo más o
tente en la antigua capital del reino menos extensos, capitanearon la
visigodo. Los cronistas omeyas de oposición a la autoridad de
época califal resaltan ellos mismos Córdoba, pero sin lograr imponer
esta característica, atribuyéndola a ningún tipo de dinastía o de jefatura
una especie de estado natural de sus hereditaria sobre la ciudad. Pero
habitantes que les impulsaba a la sobre todo mencionan a la gente de
sublevación frente al poder central24 : Toledo (ahl Tulaytula), que es pre-
sentada como un bloque que se
nunca faltaron turbulencias ni enfrenta a las pretensiones omeyas
revueltas ... pues se sublevaban de controlar políticamente la antigua
constantemente ... lo que les capital visigoda26 . No voy a entrar a
venía de naturaleza por su enumerar las numerosísimas revuel-
misma alimentación, pues u tie- tas de esas gentes de Toledo contra
ITa y complexión son de las peo- los omeyas, datos que ya han reco-
res: por eso ellos no cesan de gido autores como Clara Delgado
levantarse contra los reyes y Valero o Eduardo Manzan027 • Me
frustrar a los más podero o y voy a centrar en el episodio más
astuto que la procuran. conocido, el de la "Jornada del
(Trad. Federico Corriente y Foso". Pero sí quiero señalar que la
María Jesú Viguera)25 tendencia a la rebelión de Toledo,
según las fuentes árabes, era ante-
Las fuentes no mencionan que en rior a la conquista islámica, estando
Toledo durante la época omeya ur- ya presente, por ejemplo, durante el
gieran linajes muladíes dominantes periodo romano: "Toledo [fue] una
al e tilo de los Banu Qasi en espina para los Césares ... , pues rara
Zaragoza o los al-Yilliqi en la zona vez se sometía, antes bien seguía
de Extremadura. Lo que las fuentes siendo bocado difícil"28.

" Eduardo Manzano Moreno, Lafrontera de al-Andalus en época de los omeyas, Madrid: CSIC,
1991 , p. 26l.
25 Ibn Hayyal1, Muqtabis V, 1831209.

26 Manzano Moreno, La f rontera de al-AndaILls, p. 26l.

27 Clara Delgado Valero, Toledo islámico. Ciudad, arte e historia, Toledo, 1987; Eduardo
Manzano, La frontera de al-Andalus, pp. 271-310.
28 Ib n Hayyan, Muqtabis V, 181-2/207 .

Tlllaytllla - 39
Siguiendo muy de cerca a je, penetraron durante la noche en su
Eduardo Manzano, a quien debemo apo ento, y liquidaron a lo Banu
el análisis más pormenolizado obre Majsi, permitiendo a 'Arnrus enviar
la "Jornada del Fo 0" 29, al año a Córdoba tanto la cabeza de 'Ubayd
siguiente de la muerte del emir Allah como la de los miembros de
Hisam l en el año 797-8, se produjo la familia toledana. Pe e a quedar
una revuelta toledana, bajo el privada de uno de us caudillos la
mando de dos personajes de la ciu- revuelta toledana continuó adelante,
dad, llamados 'Ubayd Allah b. iendo u iguiente episodio el
Jumayr y Girbib b. 'Abd Allah al- famoso uceso conocido como la
Tulaytuli. "El nuevo emir omeya, al- 'Jornada del Foso"30.
Hakam l, envió un ejército contra la
ciudad rebelde, a cuyo frente se La fuente disponible más anti-
encontraba un personaje de ascen- gua que ofrece una versión de esos
dencia indígena, 'Amrus b. Yusuf. hechos es la crónica de Ibn al-
Éste e estableció en Talavera, de de Qutiyya, "el hijo de la Goda" (des-
donde se dedicó a ho tigar a la ciu- cendiente de Sara la Goda, nieta del
dad sublevada. Una vez instalado, el rey vi .igodo Witiza). Según su rela-
caudillo muladí decidió utilizar una to, fue despué de la muerte del otro
e tratagema para conseguir privar a caudillo de la sublevación, Girbib
los rebeldes de uno de lo caudillos b. 'Abd Allah, cuando el emir al-
que dirigían la rebelión. A tal fin , se Hakam decidió enviar a 'Amrus b.
puso en contacto con una familia Yusuf como gobernador a Toledo.
toledana, los Banu Majsi, a quiene El texto señala de manera explícita
logró convencer para que pillaran a que el motivo de esta elección se
traición a uno de los cabecillas de la debió al hecho de que 'Arnrus perte-
revuelta, el citado 'Ubayd Allah, y le neCÍa al mismo partido y al mismo
mataran. A continuación, 'Arnrus pueblo que los toledano . El propio
instaló a sus nuevos aliados en emir escribió a estos ponderándole
Talavera, pero sabido esto por algu- su deci ión, dado que había elegido
nos bereberes de la ciudad que tení- a 'Almus, en lugar de mandarles a
an cuentas pendientes con este lina- uno de us clientes 3 1•

29 Manzano Moreno, La f rontera de al-Anda/LIS, pp. 274-84.


30 [bid. , p. 275.
31 [bid. , p. 276.

40 - Tulaylula
Sigue explicando Eduardo una carta procedente de la frontera
Manzano que, "pese a esta aparente avisó a los expedicionarios de que
bondad, las intenciones del emir el enemigo se había retirado. Fue
eran algo más torvas: antes de entonces cuando ,Arnrus anunció a
enviar a su gobernador, aleccionó a los toledanos que no habría más
éste para que procurara ganarse a remedio que visitar al príncipe en su
los toledanos, aparentando hostili- campamento como muestra de cor-
dad contra los omeyas, y propo- tesía. Así se hizo, y los toledanos
niendo, como remedio a sus enfren- fueron acogidos y agasajados por el
tamientos contra la autoridad cor- príncipe omeya. Esta visita sirvió
dobesa, la construcción de un alcá- para que se le hiciera llegar al
zar en el medio de la ciudad de tal gobernador una carta de al-Hakam
manera que la guarnición no estu- en la que se le daban instrucciones
viera en contacto con la población. sobre cómo proseguir el engaño:
'Arnrus cumplió sus órdenes al pie siguiendo éstas al pie de la letra,
de la letra. Una vez terminada esta 'Arnrus se las ingenió para conven-
obra, escribió al emir, quien al cer a los toledanos de que debían
punto urdió una estratagema consis- invitar al príncipe a entrar en la ciu-
tente en ordenar a uno de sus caídes dad para así seguir manteniendo las
en la frontera que escribiera a buenas formas. Cuando los incautos
Córdoba fingiendo que había ufri- ciudadanos consintieron en ello,
do un ataque enemigo, y que, en 'Abd al-Rahman se instaló en el
consecuencia, necesitaba refuerzos alcázar y anunció la celebración de
de tropas y de voluntmios"32. un banquete al que estaban invita-
dos los principales de la ciudad y
"Inmediatamente se convocó un del can1po"33.
ejército de auxilio, a cuyo frente fue
puesto el hijo y futuro sucesor del "El alcázar había sido mandado
emir, 'Abd al-Rahman, quien enton- construir con dos puertas, y en e ta
ces contaba con catorce años y a ocasión se mandó a los conCUlTen-
quien acompañaban tres visires. La tes que fueran entrando por una
expedición se puso en marcha, pero puerta, siendo destinada la otra a la
al llegar a las cercanías de Toledo, salida. Sin embargo, un verdugo

32 ¡bid.
33 [bid.

TlllaYl11la - 41
apo tado junto al fo o de la fortale- oído y e dispu ieron a asi tir.
za, iba cortando la cabeza de lo Fijó también un día concreto,
invitados, llegando el número de para el que ordenó sacrificar
los a esinados de e ta forma hasta re e , preparar manjares y hacer
lo cinco mil trescientos. Sólo postres, invitando aquél día
entonces, un perspicaz médico onado a lo toledano y sentán-
toledano cayó en la cuenta de que, dose a su vi ' ta en un punto inme-
pese a estar muy avanzado el día, diato de u Alcázar, aunque
ninguno de los que habían entrado habiendo di pue to contra ellos
había sido visto franqueando la hombres armado al lado del
salida: mirando hacia lo alto com- fo o que había preparado en su
probó que salía del alcázar el vapor interior. Sus servidore comen-
de la sangre denamada, y comenzó zaron a introducirlos de diez en
a exclamar que el humo que alía diez en el salón comedor, de
de allí no era el de la cocina, ino manera que cada vez que entraba
el de sus conciudadanos muertos. un grupo era llevado hacia aque-
Sus gritos dieron aviso a la gente, y llos hombres dispuestos al borde
sólo de esta forma consiguieron del foso, que les cortaban la
muchos toledanos salvar sus vidas . cabeza, impidiendo el sonido de
El castigo recibido fue tal que flautas y albogues que se oyeran
mientras continuó gobernando al- u grito de socono, ha ta que
Hakam, Toledo no volvió a rebe- fue aniquilada tal multitud de
larse"34. ello que us cuerpos colmaron
el foso que ha dado nombre a
Otra verSlOn, recogida en el este suceso hasta hoy. Uno que
Muqtabis de Ibn Hayyan, nana se acercab a, di puesto a lo
cómo el emir cordobés comunicó mismo, e percató de lo que
que quería dar un convite para cele- pasaba, retrocedió, y dió la voz
brar la circuncisión de sus hijos de alarma, de modo que se sal-
menores : varon los restante , tras haber
corrido aquella tenible suerte lo
Cuando ['Abd al-Rahman TI] precedentes35 .
leyó la carta a los principales de (Trad. Mahmud Ah Makki y
Toledo, éstos se alegraron de lo Federico Coniente)

34 ¡bid. , p. 277 .

42 -
Ibn al-Q utiyya añade que el con los seguidores del reformador
príncipe 'Abd al-Rahman asistió religioso Mazdak: habiendo procla-
per onalmente a la decapitación de mado su deseo de convertirse a la
lo que iban iendo llevados al foso nueva doctrina, el monarca envió
y el intenso relampagueo de las invitaciones a los mazdakeos para
espadas en manos de los sayones le que asistieran a un gran banquete;
produjo una especie de guiño ner- sin embargo, a medida que iban
vioso en el ojo de por vida. entrando los confiados asistentes,
eran cogidos por los soldados apos-
A pesar de la fama de este episo- tados para darles muerte " 3? Un pre-
dio, Eduardo Manzano señala36 que cedente aún más claro del relato de
no está claro hasta qué punto se le la famosa "Jornada del Foso" apare-
puede considerar histórico, pues ce ya en fuentes del s. IX y hace
parece que nos encontramos ante referencia a la Arabia preislámica.
una elaboración histOliográfica que "En esta narración se nos cuenta que
utiliza ciertos elementos de origen la tribu de los Banu Tarnim se
eminentemente literario y los aplica encontraba enfrentada al rey sa áni-
a circunstancia históricas concre- da a causa de los saqueos que reali-
tas. En efecto, la matanza de enemi- zaban contra las caravanas que se
gos en un banquete es un tema dirigían a Persia. En un primer
legendario "que aparece ya en cier- momento, el oberano no mostró
tos mito griego, a í como en ninguna actitud hostil frente a estos
diver o relato legendario de la beduinos, pero comenzó a urdir en
tradición cuentística occidental. En secreto un plan par'a llevar a cabo su
Persia circulaba una tradición simi- venganza. A tal fin, se pu o en con-
lar', que es recogida por autore de tacto con el jefe militar' de una de las
época islámica, referente a la forma fortalezas ituadas cerca del desier-
en que u hirwan, un hijo del rey to, dándole instrucciones para que
a ánida Kavad, había terminado se dedicara a acaparar todo tipo de

3S Ibn Hayyan, Muqtabis. Il: Crónica de los emires AIHakam 1 y )Abdarrahlllan 11 entre los años
796 y 847 [Almuqtabis Il-l], traducción, notas e índices de Mahmud Ali Makki Y Federico
Corriente, Zaragoza, 2001 , p. 35. Véase también María O-ego Gómez, Tulaytula en el siglo IX
(796-912): hislOria e historiografía: "A I-muqrabis" de Ibn Hayyan, Tesis Doctoral inédita [ .1.,
s_n.], 2002.
36 La frontera de al-Andalus, p. 278.

37 Ibid., pp. 280-l.

TulayiUla - 43
come tibIes, con objeto de que la va de e te relato on muy claro:
tribu árabe de la inmediacione imulación de ann tad por parte del
e vieran azotada por la care tía. monarca asánida / invitación a un
Llegada la ocasión propicia, el jefe fe tín en una fortaleza / el humo de
militar anunció a lo beduino que la cocina que sale a través de lo
podían venir a aprovi ionar e a u mmos y que confirma la veracidad
fortaleza, invitándole a un gran fe - de la invitación / e tablecimiento de
tÍn. La tribus árabe se apre taran un orden de acce o al banquete /
entonce a acudir a la fortaleza, en a e inato de aquello que franquean
cuyo interior el comandante per a ]a puerta de entrada / de cubrimien-
había ordenado encender una pira de to de] engaño por una de la pre un-
leña verde cuyo humo e alzaba por ta víctima que aún no ha hecho u
encima de lo mmo ; una circun - entrada en el castillo. Todo y cada
tancia que habría dado lugar a una uno de ello e encuentran pre entes
expresión proverbial:' o es el pri- en el relato de la 'Jamada del fas "
mero que ha sido víctima del humo'. configmando una nanación que pre-
A los concurrente e le hizo pa ar senta una identidad absoluta en la
por una pequeña puerta, donde e tran1a de los hechos, pese a que, evi-
les obligó a dejar las armas, dicién- dentemente, en sus detalles concre-
doles que saldrían por la otra puerta. to difiera de la que acabamos de
Sin embargo, en el interior del ca ti- comentar"38. Estamo , pues, ante la
llo, se separó a lo Banu Tarnim, a adaptación crouí tica de un terna
quienes un verdugo iba dando muer- literario ampliamente difundido en
te. La carnicería continuó ha ta que el mundo i lámico. Eduardo
finalmente uno de los Tarnirrúe que Manzano, a quien debemos haber e
esperaban f"llera su tmno, comenzó a dado cuenta de esto, cree que es
sospechar dado que ninguno de u muy difícil, por tanto, seguir acep-
contn1mlos salía del alcázar; a gran- tando como hecho histórico un
des voces alertó a sus compañero suceso tan improbable como que
que aún no habían entrado, quien e 'Arnrus exterminara a buena parte
intentaron entrar dentro de la forta- de la nobleza toledana recurriendo a
leza, siendo, al cabo, rechazados, y un ardid de ca i imposible realiza-
perdiendo así buena parte de su ción práctica. El relato es, in i te,
contingentes. Los elementos narrati- una elaboración hi toriográfica que

lB ¡bid., pp. 281-2.

44- T.,layhlla
aprovecha un tópico de raigambre lo cual y por una inveterada
literaria que circulaba en el medio petulancia, menosprecio de los
cultural musulmán y que muy pro- demás y atrevimiento con la
bablemente tenía un origen persa. autoridad llegaron a lo que nin-
guna otra región disidente en el
He mencionado antes que los territorio de al-Andalus 39 •
toledanos son presentados en la his- (Trad. Mahmud Ali Makki y
toriografía de al-Andalus como per- Federico Corriente)
tinaces rebeldes. Veamos un texto,
nuevamente de Ibn Hayyan, al res- Tras la "Jornada del Foso",
pecto: según el Muqtabis, "los toledanos
quedaron deprimidos y humillados,
Los toledanos irritaban [a los y se sometieron a la obediencia [de
omeyas] con sus rebeldes velei- los omeyas], siguiendo la senda
dades, su desvío de la obediencia recta. El príncipe 'Abd al-Rahman
y frivolidad ignorante y pecami- permaneció entre ellos algún tiem-
nosa con que rechazaban su legi- po, y los gobernadores se tUTnaron
timidad de imán[es] , auxiliados otro tanto, pero cuando ya llevaban
para cometer estas faltas y recaer cierto tiempo sometidos, al recupe-
en ellas constantemente por la rarse su número y sanar su quiebra,
solidez de su puente e inexpug- reponiéndose de su desastre, se
nabilidad de su fortaleza, las apresUTaron a rebelarse y volvieron
muchas provisiones que les lle- al auto gobierno y al abandono de la
gaban de sus extensos alfoces, obediencia"40 ... propagando su
que daban alas a su arrogancia edición y volviendo a sus peores
contra la fortuna, almacenada acciones. Su rebeldía dUTó largo
en silos y garantizadas contra el tiempo, pues no estuvieron sincera-
deterioro por muchos años, de mente sometidos hasta que pasó el
manera que bastaban incluso al califato a al-Nasir ['Abd al-Rahman
longevo para toda la vida, III en el s. X], con el que terminó la
pudiendo en todo momento sedición y se consolidó la comuni-
recUTrir a su depósito, por todo dad islámica"41.

39 Ibn Hayyan, Muqtabis. fI, traducción de Mahmud Ali Makki Y Federico Corriente, p. 34.
40 [bid. , p. 34.
41 [bid., pp. 34-35.

Tulay/ula - 45
La sumí ión de Tal do en época mejores por el acuerdo de nues-
de 'Abd al-Rahman nI ha ido tra comunidad que el sultán no
narrada por el hi toriador Ibn impugnaría, ni trataría de presio-
Hayyan en un relato que igue con- narno en nada de est0 43 .
moviendo todavía y que les reco- (Trad. Federico Corriente y
miendo en la traducción de María Jesús Viguera)
Federico Corriente y M31i a Je ú
Viguera42 • Toledo volvió a ver e umergida
en turbulencia política durante la
A pesar de haber ido doblega- de membración del califato44 , ha ta
dos, lo toledano aún pudieron que e hicieron con el poder los
imponer condiciones al califa de berébere Banu Di l-Nlln, fundado-
Córdoba, según el relato de un tole- re del reino de taifa de Toledo.
dano contemporáneo de lo hecho :
3. TOLEDO "CIENTIFICO"
Viendo entonce la muerte
con nuestro propio ojo , pedi- En el universo geográfico de al-
mos la paz y el amán, que el ul- Zuhri , autor andalusí del s. Xll,
tán nos concedió por escrito, a Toledo es descrita de la siguiente
pe ar de nue tra forzada situa- manera:
ción, en lo término que qui i-
mo , con la condición de er entre las grandes poblacione
libres de tributos, colecta y de de al-Andalu e tá Toledo
las desagradables alcabala e (Tulaytula), que es una gran ciu-
impue to de alojanúento, pue dad, circundada por el río Tajo.
no se nos cobraría sino el azaque Se dice que fue fl.llldada por los
impuesto por la tradición cono- jazares o bien por lo godos y
cida, ni se nos destituuia a nues- que fue la capital de su reino y
tro encargado de las plegarias, ni luego del de los rum, pero la tra-
se nos nombraría sino a nuestros dición má egura es que fue

" Ibn Hayyan, Muqtabis. V, 213-7/238-42.


43 Ibid., 217/242.

44 Véase Maribel Fierro, "The qadi as ruler", Saber religioso y poder político. Actas del Simposio

Internacional (Granada, 15-1 8 octubre 1991 ), Madrid, 1994, pp. 71-116 ; David Waines, "The dar-
mak decree", Al-Qantara XIll (1992), pp. 267-270; Dav id Wasserstein , "The emergence of the
Taifa Kingdom ofToledo", Al-Qantara XXI (2000), pp. 17-56.

46 - T1I1aylllla
construida por los jazares que construyó estos dos estanques.
vivieron en tiempos de Abraham Se encuentran en las afueras de
-¡ obre él sea la paz!- aunque Toledo, en un recinto excavado,
según Ibn al-Yazzar en su Kitab en el lecho de un gran río, en un
aya'ib al-ard, en dicha ciudad lugar llamado Puerta de los
habitó el hijo de Narnrud que fue Curtidores ... Lo extraordinario
el faraón de Abraham, el amigo de ambos estanques radica en el
de Dios - ¡sobre él sea la paz!- hecho de que se llenan o se vaCÍ-
cuando su padre le dio el gobier- an según el crecimiento o la
no de las tierras del Magreb. mengua de la luna. Es decir, en
Desde esta ciudad partió hacia el el momento de la luna nueva
litoral de Cartagena, en la cara penetra cierta cantidad de agua
de Tudmir en al-Andalus . en ellos, de modo que al final del
día e ha llenado una catorceava
Entre las maravillas de parte [de su capacidad] y conti-
Toledo, figura que el trigo se nua así, aumentando una cator-
con erva en ella setenta, ochenta ceava parte cada día y cada
o cien años, o más, sin estropear- noche hasta que se cumplen siete
se y posee mucha agricultura y días y siete noche , que es cuan-
ganadería. do el agua llega a ocupar la
mitad de su capacidad [total).
[En Toledo] hay una cosa Luego sigue aumentando una
maravillosa que no tiene paran- catorceava parte cada día y cada
gón en el mundo: con si te en do noche hasta que, el día y la
estanques con truido por Abu 1- noche catorce del me lunar,
Qa im ibn ,Abd al-Ral1maJ.1, ambo estanque están llenos
conocido por al-Zarqal. con la llegada de la luna llena.
habiendo oído mencionar el [Del mismo modo], cuando la
talismán de la cúpula de Arin, en luna empieza a menguar se va
la India, descrito por al-Mas,udi, produciendo el mi mo fenómeno
y cuyo dedo índice va girando con el agua de an1bo e tanques
egún [la trayectoria] del al, hasta que el día 29 del me ya no
desde u salida hasta su ocaso (y les queda nada de agua. Pero si
del que ya hemos hablado al cuando contienen agua, aun sin
citar la maJ.·avillas de la India) estaJ.· llenos del todo, alguien se

Tlllaylllla - 47
empeña en llenarlo , van ab or- 1134 y el causante de su de truc-
bien do toda el agua que e le ción fue Hamir ibn Zabara, el
echa hasta que quedan al nivel astrónomo judío -¡Dio le mal-
que les corre ponde: e agua que diga!- que un día atrajo todas
entra y sale. De la mi ma mane- la paloma de al-Andalus hacia
ra, cuando están colmado de Toledo en el año 527/1132-33 y
agua, si alguien e e fuerza en que comunicó al mismo Alfonso
vaciarlos para que no quede que entraría en Córdoba y que
nada de agua en ello acándola reinaría en ella [Córdoba fu e
a mano, va entrando el agua conquistada en 1236 por
ha ta que vuelven a colmar e en Fernando IU]. En realidad, lo
un rato. Esto constituye una que pretendía el judío era de cu-
maravilla extraordinaria porque, brir u mecanismo y dijo: "Yo lo
i el talismán de la isla de Arin lo levantaré y luego lo volveré a
es, estas clepsidra lo on má colocar como e taba antes, o
puesto que aquel tali mán está incluso mejor. Lo haré llenar
en un punto del Ecuador en el durante el día y vaciar e durante
que no exi te diferencia entre la la noche". Pero cuando lo hubo
noche y el día, y, en cambio, arrancado [de u cimientos] , ya
estos estanque on má maravi- no upo volverlo a colocar. Lo
llosos. que él quería era robar [el ecre-
to] de u mecani mo. Uno de
Ambo e tanques e tán en el ellos quedó de t:ruido y el otro
mismo recinto, y cuando la noti- tal como estaba ante 45.
cia de su existencia llegó a oídos (Trad. Dolor Bramon)
del rey de Toledo Alfonso VII
quiso examinar su mecanismo. Toledo fue famo o por otros arti-
Mandó que fuera levantado uno lugios técnicos como la cúpula o
de ellos para poder descubrir quio co de agua46 • También lo fue
cómo le llegaba el agua y cuál por u jardín botánico y por us
era su funcionamiento, pero al tabla a tronómicas 47 . Fue de hecho
arrancarlo cesó su movimiento. un gran centro científico durante la
Ello ucedió en el año 528/1133- época de taifas, en el . XI.

" Do1ors Bramon, El mundo en el siglo xn: estudio de la versión castellana y del "Original"
árabe de una geografía universal: "El lratado de al-Zuhri ", Sabadell : AUSA, 1991 , pp. l45-7.

48 -
Compuso entonces el cadí Sa,id de nes y destacando sus excelencias;
Toledo una histolia de los logros en el caso de Isma,il b. Nagrila
científicos de los pueblos de la (Samuel b. Nagrela) alaba también
humanidad 48 . La di tinción que su conocimiento de la ley mosaica49 .
establece Sa, id entre los pueblos e Naturalmente, en su obra se ensalza
basa en sus aptitudes intelectuale . en especial la aportación de los
Se concentra naturalmente en lo musulmanes en general, y de los
que están o estuvieron dotados de andalusíes en particular. Entre los
esas aptitudes (hindúes, persas, cal- andalusíes destacan los toledanos,
deo , griegos, rum, egipcios, árabes especialmente en el campo de las
e israelita) y da una breve intro- matemáticas y de la astronomía,
ducción obre u geografía, historia también en el campo de la medicina
y religión. La religión aparece y la agricultura50 • Siendo bien cono-
como el aspecto esencial de la civi- cido el auge que esas ciencias tuvie-
lización de los rum (romano, ron en el Toledo de las taifas, no es
bizantinos y cristianos en general). de extrañar que un autor musulmán
Por lo que se refiere a los judíos, los del s. XII, como ya se ha indicado,
Banu Isra,il, afirma que esta comu- haga intervenir en su relato de la
nidad e la cuna de la profecía, pue leyenda de la Casa de los Cerrojos a
de u seno han salido la mayor parte un "filósofo de Toledo". Cabe
de lo profetas. Habla de lo sabio recordar aquí el papel desempeñado
judíos de al-Andalus, situándolo por Toledo en el proceso de traduc-
en el mismo nivel que los mu ulma- ción del legado científico árabe al
-16 Julio Samsó, Las ciencias de los antiguo en al-Andalus, Madrid: Editoral Mapfre, 1992, pp.
278, 299: "En medio de una alberca se encontraba un quiosco en fomla de cúpula, construido en
vidrio de colore con incru taciones de oro. El agua era elevada, mediante un dispositivo ingenio-
so, hasta la cima de la cúpula y, de de alli, e deslizaba obre la paredes exteriores fo rmando una
especie de túnica Líquida sin olución de continuidad. El rey de Toledo al-Ma'mun e sentaba en
su centro sin que le tocara una gota de agua. Por la noche encendían cirios en el interior de la cúpu-
la, lo que producía un efecto prodigioso gracias a la irisación de la lu z".
4' l bid. , pp. 278-9.
4' Libro de las categorías de las naciones: vislumbres desde el lslam cl6sico sobre la filosofía y
la ciencia, e tudio y traducción de Felipe Mamo Salgado, Madrid: Akal, 1999.
49 Maribel Fierro, "La reli gión", exta parte del tomo VIIIll Los Reinos de Taifas de la Historia
de EspaFía fundada por R. Menéndez Pidal y dirigida por J.M. Jover, coord. M. J. Viguera, Madrid:
Espasa Calpe, 1994, pp. 399-496, p. 457 .
so E o autüre y su obra han sido estudiadas por Julio Samsó en u libro Los ciencias de los
an.tiguos en al-Anda/us.

T~layl~la - 49
latín, al hebreo y al ca tellano recuerda que "el origen de esta
sobre el que tanto se ha escrit051 • herejfa se remonta a la refutación
hecha por Elipando de los errores
4. TOLEDO FRO TERIZO de un sevillano llamado Migencio,
(FRONTERAS CULTURALES Y quien proclamaba la encarnación de
RELIGIOSAS) las tre personas de la Trinidad en
David (el Padre), Jesucristo (el
Eduardo Manzano ha señalado Hijo) y San Pablo (Espíritu Santo).
que la población toledana parece Elipando de arrolló una interpreta-
haber tenido una e ca a aportación ción teológica, en virtud de la cual
Jes ucristo habría sido verdadera-
de elemento árabe y beréberes
mente Hijo de Dio , puesto que
(estos últimos en can1bio í e insta-
había sido engendrado por el Padre
laron en zonas vecinas, como
desde la eternidad, pero de de el
Talavera y Santaver). Se ha conclui-
momento en que había sido conce-
do por esto que es muy probable bido en la tiena por la Virgen
que la población toledana mantu- María, había pasado a convertirse
viera prácticamente intacto el sus- en Hijo adoptivo, dada su aparien-
trato indígena anterior a la conquis- cia carnal incompatible con u
ta. Es muy difícil aber su grado de carácter divino. La po tura mante-
islamización, pero de lo que no nida por Elipando fue condenada en
cabe duda es que el sector mozára- un concilio franco celebrado en
be continuó manteniendo a 10 largo Frankfu:rt y presidido por Carlo-
de este periodo las tradiciones ecle- magno en el año 794. La decisión
siásticas y jurídicas que se remonta- de este concilio es una muestra de la
ban a época visigoda52 • intervención carolingia en la di-
putas que afectaban a la iglesia
Esta continuidad con el pasado mozárabe, como consecuencia de
visigodo se reflejaría, según algu- los intereses políticos que el monar-
nos autores, en la herejía adopcio- ca franco poseía en la Península
nista, uno de cuyos principales pro- Ibérica. La discusión teológica dio
tagonistas fue Elipando, obispo de lugar a una agria polémica. Todo
Toledo. Eduardo Manzano nos ello tenía una serie de implicacio-

51 Véase a titulo de ejemplo Tolede (1085-1985). Des traductions médiévales au mythe litréraire.
Colloque de Mulhouse. déc. 1985, ed. G. Trédaniel, 1989.
52 Manzano Moreno, La frontera de al-Andalus, p. 266.

so - Tulayiula
nes políticas muy importantes, pero la rápida asimilación de las pobla-
lo que aquí no interesa es conside- ciones indígenas por parte de los
rar cuál pudo ser la significación de conquistadores musulmanes. Otros
esta herejía en las circunstancias autores, en cambio, insisten en que
que concurrían a finales del s. VID el adopcionismo, lejos de ser el
en al-Andalu y más concretamente fruto de la influencia islámica, es
en la ciudad de Toledo, cuyo prela- una herejía que tiene sus anteceden-
do resultó ser el principal inspirador tes en la tradición patrística visigo-
de la misma. Hay quien ha visto en da y constituye el desanollo de ele-
la herejía adopcionista una manifes- mentos que se encontraban implíci-
tación de la influencia de las doctri- tos en la reflexión teológica sobre la
nas musulmanas en la población naturaleza de Jesucristo. Desde este
mozárabe: la félTea insistencia de la punto de vista, lejos de apuntalar la
religión musulmana en el carácter idea de una dramática ruptura con el
único de la Divinidad habría choca- pa ado como consecuencia de la
do con el dogma cristiano de la invasión musulmana, la herejía
Trinidad, lo que, a su vez, habría adopcionista subraya la existencia
tenido como consecuencia posturas de una línea de continuidad con la
como la de Elipando de Toledo, tradición visigoda anterior"53.
cuyos postulados habrían intentado
conciliar amba creencia a travé Si la continuidad con la tradición
del adopcioni mo. Alguno autore pauistica visigoda parece fuera de
van inclu o más lejos y subrayan toda duda5\ los planteamiento de
ese upue to carácter híbrido de la Míkel de Epalza y Dominique
herejía como una clara muestra de Urvoy55 merecen ser también teni-

53 ¡bid., pp. 267-9.


54 A. Barbero de Aguilera, "Los 'síntomas españoles' y la política religio a de Carlomagno", En la
EspG/la Medieval 4 (1984), Estudios dedicados al profesor don Angel Ferrari Núñez, t. 1,87-138;
reed. en La sociedad visigoda y su entorno histórico. Madrid, 1992, pp. 78-135 .
" Míkel de Epalza, "Influences islarniques dans la tbéologie chrétienne médiévale: l,adoptionis-
me e pagnol (VIIIeme siecle)", Islamochristiana 18 (1992), pp. 55-72; ver ión e pañola "Sobre el
origen islámico del adopcionismo: influencia musulmanas encubiertas en el Cri tianismo latino" ,
Diálogo filosófi co-religioso entre Cristianismo, Ju daísmo e Islamismo durante la Edad Media en
la Península Ibérica, TlIrnhout: Brepols, 1994, pp. 29-52; Dorniniqlle Urvoy, "Les conséquences
chri tologique de la confrontation islamo-chrétienne en Espagne au VIIIe iécle" ,
Kristallisationspunkr Karolingischer KlIltllr, (1997). pp. 98 1-992; versión inglesa en M. Fierro y
J. Sam ó (eds.), The formation of al-Andalu . Part 2: Language, Religion, Culture and the
Sciences, Aldershot: Ashgate VariorLIm, 1998.

Tlllayillla - 51
dos en cuenta. Esto investigadores han sido, en efecto, el resultado de
han pue to de relieve que la pre en- conquista , luchas fronteriza,
cia islámica tuvo influencia en las situacione personales difícile . Los
herejías cristológicas en la individuos generalmente se con-
Península Ibérica, pero que el tér- vierten a la fe políticamente hege-
mino influencia no puede ser enten- mónica, de manera que se puede
dido en un sentido mecánico. No e decir que durante la Edad Media la
que los hereje a imilasen doctrina fuerza fue el principal método
islámica, ino que de lo que e tra- "mi ionero" .
taba era de qué po tura tomar ante
el Islam. Migecio e decantó por o hay evidencia clara de que el
ignorar lo dogmas musulmanes, avance cri tiano en tierras i lámi-
pero de esa manera se puso en la ca fuese acompañado de espíritu
manos del adversario. Elipando, en misionero. Alfonso VI fue visto
cambio, vio el peligro y buscó una como el protector de los mu ulma-
solución que salvaguardase la nes de la conquistada Toledo: ha
Trinidad contra el unitarismo de los quedado registrado en las crónica
musulmanes. cristianas su furia cuando la mez-
quita aljama de Toledo fue trans-
Si el ca o de Elipando remite a formada en iglesia y se hicieron
las consecuencias que entre los cris- sonar campanas de de el alminar-57,
tianos tuvo la invasión musulmana aunque las crónicas mu ulmana
y el de afío de la nueva fe, la con- hacen de él el re pon able de la
quista cristiana de Toledo en 1085 transformación de la mezquita en
tuvo naturalmente también conse- iglesia58 . Los experimen to en
cuencias para los musulmanes y su "tolerancia" al e tilo de la prac tica-
religión. Una de ellas fue el temor a da en el Islam hacia la "gente del
la apostasía56 . Muchas conversiones Libro" (ahl al-kitab) fueron "con-
religiosas a lo largo de la historia cedidos ocasionalmente, rar'a vez

,. Lo que sigue está tomado de Maribel Fierro, "La religión" , pp. 479-86.
57 La historia que recoge Rodri go Toledano es que fue Bern ardo, abad de Sahagún y obi spo de

Toledo, junto con la reina Constanza, los que profanaron la mezq ui ta durante una ausencia del rey.
La decisión de este último de castigar a los culpables fue retirada por iniciati va ele los propios
musulmanes.
58 Véase la interesante di scusión al respecto en B.F. Reilly, The kingciom. of León-Castilla uncier

king Alfonso Vi. 1065- 1109, Princeton, 1988, pp. 182-3 .

52 - Tulaylula
intentados de manera deliberada y Qasim b. al-Jayyat61 , de quien nos
nunca por largo tiempo" en la dicen sus biógrafos que había vivi-
Europa medievaP9. do castamente durante cincuenta
años, llevando una vida ejemplar
Las conquistas de Barbastro, como musulmán sin incurrir en la
Coimbra, COlia y Toledo debieron menor falta. Al caer Toledo en
producir un proceso de conversión manos de los cristianos, se rasuró la
de musulmane al Cristiani mo . Si cabeza, se puso el zunnar (prenda
parte de los habitantes huyeron de vestir distintiva de los dirnmíes
hacia aquellos territorio que en el Islam) y apostató. Le pregun-
seguían iendo dar al-islam, parte taron: "¿Cómo has podido hacer eso
debió quedarse en la ciudad donde siendo una persona inteligente?". Y
habían nacido o donde había trans- contestó: "Lo he hecho precisamen-
currido su vida. Dentro de e te te cuando mi inteligencia ha llegado
segundo grupo, los hubo que siguie- allírnite de la perfección", recitan-
ron siendo musulmanes y con ellos do a continuación unos versos en
nos hallamos ante el comienzo del los que decía:
mudejarismo 60 . Entre los musulma-
nes que e quedaron en Toledo Cambia de color como el can1a-
había gente ilu tre y ulema , león,
como el historiador Ibn Mutahir (m. que cambia de color cuando
48911096). De uno de esos ulema llega el momento
sabemos que se convirtió al y que observa su mundo
Cristianismo. Se trata de Abu 1- con sus grandes ojos abiertos.

'9 Norman Daniel, The Arabs and Mediaeval Europe, Londres/Nueva York, 20 ed. 1979, p. 159.
60 Lo estud io má reciente obre el mudejarismo en Toledo son lo de Jean-Pierre Molénat.
Véanse por ejemplo "Tolede fi n XIe début XIle siecle. Le probleme de la perm anence ou de l'é-
migratio n des mu ulrnans", en CarIo Laliena Corbera y Juan F. Utrilla Utrilla (ed .), De Toledo
a Huesca: sociedades medievales en trallsición a finales del siglo Xl (l080-1100), Zaragoza:
Institución Fern ando el Católico, 1998, pp. 101 -11 1 e idel17 , "L'élite mudéj are de Tolede aux XIVe
et XVe siecle" , en D. Barthélemy y J.-M. Martin (eds.), Liber Largitorius. Études d'Hi toire
Médiévale offertes ¿¡ Pierre Toubert par ses éleves, Geneve, 2003, pp. 563-77 (con citas de otros
trabaj os) . Véase también la referenci a a un ulema cordobés qu e se queda en Toledo para atender a
la pobl ac ión mudéjar en M. Mar ín y R. El Hom, "Captives, children and con version: a case from
late Na rid Granada" , Journal of Econol1lic and Social HistolY of Orient, 41 (1998), pp. 455-473 .
61 E l primero que Llamó la atención sobre e te personaj e fu e Ellas Teré , "Le dévelopment de la

civilisation arabe aTolede", Les Cahiers de TU/lisie XVIII (1970), pp. 73-86, pp. 84-5 .

TlIlaylllla - 53
Todo (,cri tiano y mu u]mane ,) Ibn Ba sam 62 no informa de lo
adoran a Dio Mi ericordio o iguiente (sigo la traducción de
y le rezan en público María Je ú Rubiera): "Alfon o VI
yen el interior de u alma confió a ... Si nando el gobierno de
Si la religión cristiana Toledo e intentó hacer llevadera la
nega e a mi Creador, de gracia de los toledano y tolera-
yo nunca la habría aceptado. ble la triste ituación a la que habí-
(Trad. Ellas Teré ). an llegado: se mo tró poco exigen-
te y procedió con ju tI la en u
La primera parte de e te te to deci ione , de forma quinc1inó
parece indicar que la conver ión de lo corazone de u notable e
Ibn al-Jayyat fue la reacción opor- hizo amar la con ver ión al cri tia-
tuni ta de un hombre para adaptar e ni mo d la ma a de u plebe. La
cómodamente a la cambiante cir- di en ione de lo toledano y la
cunstancias de u entorno. Pero la conversión al cri tiani 1110 de lo
segunda parte enlaza, por el contra- estúpido de entre ellos sorprendie-
rio, directamente con la reflexión ron a lo musulmane , agitaron lo
que tuvo lugar en al-Andalu duran- ánimo e inquietaron a las capitales
te el s. XI obre la "equivalencia de del I lam"63. Elía Terés y especial-
las prueba" (takafu al-adilla): no mente María Je ú Rubiera 64 han
hay forma de probar qué religión e pue to e te texto en relación con
la verdadera, por tanto, i e cree en lo relato hagiográfico relativo a
Dio ,da igual en último término er lo pretendido hijo de al-Ma,mun
judío, cri tiano o fiU ulmán , pue ( anta Ca ilda y u hermano Ali)
todos adoran al mismo Dio . que e convirtieron al Cri tia-
ni mo, a í como con la leyenda
El caso de Ibn al-Jayyat no fue relati va a la mora Zayda, esposa de
único. Un pasaje de la Dajira de Alfon o VI65 . Concluye Rubiera

62 Llamaro n la atención sobre e te texto D. M. Dunlop, "The Dhunnunids of Toledo" , Journal 01


rh e Royal Asiatic Society 1942, pp. 77-96, p. 94; Ramón Menéndez Pidal y Emilio García Gómez,
"El conde mozárabe Sisnando Davídiz y la política de Ifon o VI co n lo Taifa", AI-Andalus XII
( 1947), pp. 27-4, pp. 27-33 Y 34-41.
63 María Jesú Rubiera, "Un insólito ca o de con ver a mu ulm anas al cri tianismo", Las mujeres

en el Cristianismo medieval, Madrid , 1989, pp. 34 1-7, p. 346 .


... Véa nse del primero "La civiLisation arabe á Tolede" , p. 85 , Y de la egunc1a e l artíc ul o ci tado en
la nota anterior.

54 - Tlllayillla
que todos estos relatos on prueba de manera determinante "una cir-
de "un hecho sociológico de gran cunstancia específica de Toledo : la
importancia, que tuvo lugar tras la presencia masiva de los cristianos
conquista de Toledo y que no ha que vivían en tierras musulmanas
merecido la atención que se mere- no sólo originarios de Toledo sino
ce: la conversión en masa al cris- de otras comarcas de al-Andalus y
tianismo de los musulmanes tole- que se refugiaron en el Toledo
danos ... E ta conversión en masa reconquistado" , cristianos muy ara-
... debió realizarse bajo el principio bizados en lengua y costumbres, de
jurídico cuius est regio, eius est manera que los musulmanes tole-
religio 66 , que tendría vigencia danos que se convirtieron al cristia-
durante muchos siglos: según la nismo se confundieron con una
religión del gobernante, tal será la población de religión cristiana y
del pueblo. Si el rey de Toledo era cultura árabe.
cri tiano , u úbdito debían erlo
también. E indudable que e ta Kassis ha formulado la hipótesis
conversión ólo es po ible conce- de que, durante el s. VIXI, el Islam
birla entre los musulmane andalu- andalusí vivió bajo el temor de la
íes del iglo XI, antes de que apostasía, en concreto de la conver-
entra e el integrismo islámico, SlOn al Cristianism0 68, miedo
repre entado primero por los almo- fomentado por la asimilación de
rávides y lu ego por lo almohade , prácticas "cristianas" por parte de la
y el integri mo romano que propa- población musulmana, tales como
gó Cluny"67 . Para Rubiera, la con- el consumo de vino y celebración
ver ión fue acompañada de una de fie tas no islámicas, asimilación
a imilació n completa "de los con- facilitada por las relaciones con
ver o a la ociedad toledana, de mujeres cristiana . Sin embargo, las
forma que pasaron completan1ente prácticas mencionadas se habían
de apercibidos" , en lo que influyó dado ya en siglos anteriores y ade-

65 Véan e lo e tud ios de Evari te Lévi-ProvenlfaJ , La mora Zayda,femme d,Alfonse VI de Castille


etleurfils l,infant D. Sancho, Rabat 1934, y Daniel, The Arabs and Mediaeval Europe, p. 89 .
66 E te principio es mencionado también en fuente musulmanas: véase Ibn Qutayba, ,Uyun a/-
ajbar, ed. Yu uf ,Ali Tawil, Beirut: Dar aJ-kutub al-,ilm.iyya, 1998, vol. 1, p. 54.
67 "Un in ólito ca o de conver as musulmana al cri tianismo" , pp. 345 Y 346 .

.. Véa e Hanna Kas i , "Muslim revivaJ in pain in the fiftbJeleventb century. Cau es and rarn.i-
fication ", Del' Islam 67 (1990), pp. 78-110. pp. 83-95 .

- 55
má no eran pri ati a de al- de un número elevado de mu ulma-
Andalus, habiendo evid ncia de ne al Cristiani mo. No creo que
ellas en otra regione del mundo ante e pueda hablar de "miedo", í
isláJ.nico. Otro argumento aducido tal vez de la exi tencia de un senti-
es la upuesta actividad mi ionera miento extendido obre la "preca-
iniciada por Cluny ya en el . VIXI , riedad" de la pre encia l11U ulmana
actividad que, in embargo, no e tá en la Penín u1a70 • Aun a r, e a pre-
probada69 . El énfa i puesto por cariedad se babía entido en al-
alguno ulema del . VIXI y por lo Andalu de de mucho ante . En
almorávide en la ale a coránica e te entido e ignificati vo que la
nI, 85/79 ("Quiene de een otra tradicione obre lo peligro que
religión distinta del I lam , no e le acechan a lo mu ulmanes de al-
aceptará y en la otra vida tarán AndaJu no e bayan inventado en
entre los decepcionado ") e inter- el . VIXI , ino en lo . ll/VIll-
pretado por Ka sis como e pre ión llI/IX71 .
preci amente de e e miedo a que lo
mu ulmanes apo taten. De la La con ver ione de mu ulma-
misma manera la afirmación que e ne al Cri tiani mo que de hecho
encuentra en alguno epitafio de tuvieron lugar no fueron el fruto de
musulmane andalu íe (" Murió una bú queda planeada con ciente-
te tificando que no hay má dio mente que e lo que el término
que Dios y que Muhammad e el "mi ión" implica. Ante el ofreci-
enviado de Dio ") e ve también miento de conqui tar Granada,
como expresión de e e mi mo Alfon o VI e habría hecho la refle-
miedo. En mi opinión, e puede xión de que perteneciendo a una fe
hablar de la existencia de un temor (milla) di tinta a la de su habitan-
a la apo tasía únicamente a partir de tes, é to le odiaríarl y su ituación
la egunda mitad del . V/XI y, má ería difícil 72 . Cuando Alfonso VI
en concreto, a partir de la conqui ta conqui ta Toledo, estipula una serie
de Toledo, cuando efecti vanlen te de condicione que eran bastante
parece haber habido una conver ión favorable a lo 111U ulmane :

69 Fierro, "La religión ", pp. 47 1-9.


70 Véase nota 21.
71 Véa e Mruibel Fierro y Saadi a Faghi a, "Un nuevo texto de tradi ciones e catol ógica obre al-
Andalus" , Sharq al-Anda /LIs vn (1990), pp. 99- 111.

56 - Tlllayillla
tomaba bajo su salvaguardia la vida radd ,ala ,abadat al-awtan75 de
y los bienes de lo toledanos, que Ahmad b. ,Abd al-Samad al-Jazrayi
eran libres de marcharse o quedar- al-Ansari al-Qurtubi (519/1125-
e; no les exigía más que una capi- 582/1187)16. Al-Jazrayi residió en
tación fijada de antemano ; les deja- Toledo durante los años 540/1145-
ba la mezquita aljama73 . Fuentes 542/1147, tal vez como cautivo, tal
árabe atribuyen a Alfon o VI vez como refugiado . Su obra se pre-
haber adoptado el título de al-inbi- senta como la respuesta a un escrito
ratur du l-millatayn, "emperador de al-Quti, sacerdote de Toledo que
de las do religiones", lo cual, de atacaba el Islam ante musulmanes
ser cierto, implicaría que u inten- residentes en Toledo. Estos musul-
ción era reinar sobre cristianos y manes no parecen haber sido cauti-
mu ulmanes74 . vos, sino mudéjares que buscaron la
ayuda de al-Jazrayi para responder
La presencia de población a los ataques de al-Quti 77 • Los argu-
mu ulmana en Toledo viviendo mentos de al-Jazrayi contra el cris-
bajo gobierno cri ti ano dio lugar a tianismo no añaden nada nuevo u
escrito de polémica religiosa. Es el original al repertorio previo. Pero
ca o de los Maqanú, al-sulban Ji l- incluye una pequeña sección en la

n Véase ,Abd AUah al-Ziri, al-Tibyan ,an a-haditha al-ka,ina bi-dawlat Bani Zirifi Gamata, ed.
E. Lévi-Provenc;al, El Cairo, 1955; trad. española E. Lévi-Provenc;al y E. García Gómez, El siglo
Xl en 10 persona: las "Memorias" de ,Abd Allah, último rey Zirí de Granada, destronado por los
almorávides (1090), Madrid, 1981 ; trad. ingle a de A.T. Tibi, The "Tibyan". Memoirs of ,Abd
Allah b. 8L1luggin last zirid amir of Granada, Leiden, 1986, p. 73/90.
73 Evariste Lévi-Provenc;al, "Alphonse Vl et la prise de Tolede (1085)" , Hespéris XII (193 1), pp.

33-49, pp. 47-9 .


74 Véan e Al1gu Iackay y . Benaboud, "Alfonso VI of Leon and Castile al-ImbratLlr du 1-
Millatayn", Bulletin of Hispanic Swdies LV1 (1979), pp. 95-102. e idem. "Yet again Alfonso VI,
'the Emperor, Lord of (the Adherent of) the Two Faiths, the Most Excellent Ruler': A rejoinder to
orman Roth" , BlIlletin ofHispani c Snldies LXI (1984), pp. 171-181 ; ReiJjy, Alfonso VI, p. 18l.
" Obra traducida parcialmente por F. de la Granja, "Milagro e pañole en una obra polémica
musulmana (el Kitab maqarni, al- ulban del Jazrayi)" , Al-Andalus XXXIIl (1968), pp. 331-65.
76 Véa e u biografía en Enciclopedia de al-Andalus. Diccionario de autores y obras andalLlsíes,

tomo 1 (A-lb n B), dü·ección Jorge Li rola Delgado y José Miguel Puerta Vílchez, Con ejería de
Cultura de la Junta de Andalucía / Fundación El legado andalusí, 2003 , número 166 [e. de la
Puente].
n Véa e de la Granja, "Milagro españole en una obra polémica mu ulmana". pp. 322-4; Tbomas
Burman, Religious polemic and th e inrellectual histOly of the Mozarabs, c. 1050-1200, Leiden ,
1994, a í como lo artículos citado en la nota 60.

Tlllayi~la - 57
que u'ata de algunos milagro cri - debe tener contacto directo con un
tiano que utiliza como arma en u hombre con el qu no le una paren-
ataque conu'a el cri tiani mo, en lo te ca, Si la respuesta de lo cri lia-
que es una reacción conu'a al-Quti, na e que actuó sin permi o de su
quien , en su e crito, habría dicho matido, esto pondría en duda la
que si al-Jazrayi conocie e lo mila- honorabilidad de María, di puesta a
gros de lo cri tiano e convenc - engañar a su e po o,
ría de la verdad de u religión, Al-
Jazrayi replica que lo conoce, pero En otra obra, al-I,lal11 bi-ma ji
que no le impre ionan porque on di17 al-na ara min al-Jasad vva-l-
falsificacione y proced ademo- awham , u autor musulmán , al-
trarlo analizando alguno de e o lmam al-Qurtub i ( , VIl/XIlI)1s,
milagro , Uno de ello e tá relacio- tiene como contrincante a un tole-
nado con Toledo y e un milagro dano (al-Tulaytuli) que e pre en -
conocido desde el s, VID, La noche tado como un conver o. La argu-
del 15 de agosto, la Virgen e apa- mentación de al-Qurtubi con i te
reció al obispo de Toledo San obre todo en mo u'ar 1 contra-
lldefon o, y le dio una ca ulla, Lo diccione entre el e crilo de al-
argumento de al-Jazrayi contra Tulaytuli que e tá refutando y otra
e te rnilagro tienen entido en un obra cri tiana , Trata el dogma de
contexto mu ulmán, no cri tiano , la inimitabilidad d I Corán y alaba
Así, pregunta si la Virgen e apare- u cualidade poética. E una
ció a San lldefon o con el permi o obra cxtcn a y detallada, donde e
de u e po o o in él. Si lo cri tia- pa a revi ta a lo dogma , práctica
no dicen que con u permi o, y creenCIa de]o cri tiano (e
entonce e a conducta requiere una mencionan alguno milagro de
explicación, porque debería haber cri tiano que han tenido lugar en
elegido a uno de us ángele o ir- la Península y e burla de ello )
vientes, para no humillar a u e po- para demostrar u falsedad, y al
so y madre de su hijo enviándola a tiempo e hace una apología del
ver a un hombre, Esto tiene ól0 1 lam y en e pecial del Profeta
sentido dentro de la concepción Muhammad, cantando su excelen-
mu ulmana de que una mujer no cia , virtude y milagros, Termina

78 Véa e sobre el auto r y su obra ami r Kadd ouri , "Identifi cació n de al-Qurtubi, aulo r de al-J'Ialll
bimafi din al-nasara min al-Jasad wa-l,awham ", Al-Qantara XXI (2000), pp. 2 15-2 19.

58 - Tulayillla
exponiendo la profesión de fe de avatares familiares , parece que los
los mu ulmanes . Banu Quti pasaron de la categoría
de mozárabes (en el Toledo con-
Para acabar este apartado sobre quistado por el islam) a la de mudé-
el "Toledo fronterizo" desde el jares (en el Toledo ya de nuevo cris-
punto de vista religioso y cultural, tiano), pasando por la de muladíes
quiero hacer referencia a un mito (en el periodo granadino) sin mayo-
reciente surgido en contexto musul- res problemas y -lo que es aún más
mán y que establece una curiosa sorprendente- sin haber dej ado de
relación entre Toledo y Timbuctú. ser y de sentirse godos en todo este
El autor de Mali Ismael Diadié periplo. Realmente no es fácil saber
Haidara, en su libro Los últimos qué resulta más pereglino, si la con-
vi igodos . La biblioteca de versión al islam de una familia clis-
Timbuctú79 , afirma que su familia, a tiana en un Toledo que había pasa-
los que llama lo Banu Quti, fueron do a manos cristianas un siglo atrás,
godo pertenecientes a la familia de el inexplicado regreso a tal ciudad
Witiza que, tras la conquista musul- de un miembro ya plenamente
mana de la Península, mantuvieron musulmán y radicado en GTanada
durante siglos u religión cristiana -uno de los entonces escasos refu-
mientra se arabizaban cultural- gios para los musulmanes en la
mente. Entre lo . XII Y XIII se Península- o la indiscutida invoca-
convirtieron al islam y emigraron a ción de su identidad goda, siglos y
Granada, aunque un miembro de la siglos después de la conquista islá-
familia regresó desde allí a Toledo mica y de la indudable aculturación
para refundar la rama ca tellana que, de manera progresiva, expeli-
- pero ahora musulmana- del grupo mentó la población indígena que
que pro iguió su estancia allí hasta permaneció en al-Andalus"80.
el exilio definitivo de Ali ibn Ziyad
en 1486 y u postelior e tableci- A MODO DE CONCLUSIÓN
miento en Mali. Como ha dicho
Nieve Paradela en su re eña del El Toledo escatológico, el rebel-
libro de Diadié: "Así, pue , según de, el científico y el fronterizo , a los
esta fabulosa reconstrucción de los que he pasado revista a partir de

79 Traducción de María Montes de Oca Mercader, Sevilla: Taller de Editare Andaluces, 2003.
80 Revista de Libros 98 (febrero 2005), pp. 22-23.

Tlllayillla - 59
fuente arabo-islámica y d arlO añaden que fue con truido por
y completo e tudio que a ellas S alomón. A la muralla de Toledo
remiten, no muestran el papel cen- e atribuyen también propiedades
tral que ha ocupado e ta ciudad no e pecífica SI, entrando dentro de la
sólo en la histOlia, sino también en categoría de defensas mágicas que
el imaginario andalu í. Lo que no protegen el recinto del mundo exte-
encontramos en la fuente arabo- rior. La fuente árabes recogen en
islámicas es la asociación de Toledo diversas oca iones la existencia de
con la ciencia oculta. Dicho de una piedra, a la que no dan nombre,
otra manera, el "Toledo mágico" e cuya introducción en una ciudad
cri tiano y judío, no mu ulmán. provoca la lluvia. l-Qazwini reco-
ge en el epígrafe que dedica a
Por razones de tiempo y e pacio Toledo la exi t ncia en dicha ciud ad
no me ha sido po ible en e ta oca- de una de e a piedra. También e
ión detenerme en todo lo elemen- de taca la prolongada con ervación
tos legendario y maravillo o a o- del trigo en la ciudad de Toledos2,
ciado en las fuente arabo-mu ul- a í como la exi tencia de tierra
manas con la ciudad de Toledo. come tibIe, pue , dicen la fuente
Pero no quiero dejar de recordar la árabe , en Toledo exi te una tiena
famo a Me a de Salomón encontra- que e mezcla con harina, in que e
da por lo prin1ero conqui tadore note la diferencia entre amba por-
mu ulmane y obre la que tanto e que son producto de la mi ma
ha e crito, a i como el p jo magl- e p cíe; una v z anl'l 'ada ' junta , e
co destinado a anunciar la llegada hacen fermentar, Juego e cuece la
del enemigo o e e OtTO e pejo que rna a y se come in que provoque
permitía ver los siete clima del rechazo alguno. E a tien a era
orbe y del que alguna ver ione exportada a Egipto, Siria e Iraq 83 .

81 Para todo ello véanse los apartado corre pondi entes en el estudi o, de obligada co nsulta, lleva-
do a cabo por Julia Hern ández Juberías, La península imaginaria: milos y leyenda sobre a/-
Andalus.
82 Hernández Juberías, La península imaginaria, pp. 33 1-2 Y p. 292.

83 Dolors Braman , El mundo en el siglo XII , p. 156. Véa e también Tere a Garu lo, "Comer barro

(Nota al ca pítulo XXX del Kitab a/-muwassa de Cll-WClssa ')", AJ-Qantara vrn ( 1987), pp. 153-164.

60 - Tulaylllla
MUJERES ANDALUSÍES :
DE LA mSTORIA AL PRESENTE

Manuela Marín
CSTC, Madrid

En el me de abril de 2005, la sus conclusiones más allá de los cír-


Asociación de Amigos del Toledo culos académicos en los que habi-
I lámico tuvo la gentileza de invi- tualmente e mueve y en los que
tarme a participar en su ciclo anual obtiene reconocimiento y aproba-
de conferencias, en el que hablé ción o discu ión y polémica; situa-
obre la hi toria de la mUJere ciones todas ellas que muy escasa-
andalu íe . mente trascienden las páginas de
los órganos de expresión profesio-
o era ésta mi plimera experien- nales: revistas especializadas, obras
cia en tratar de difundir a un nivel colectivas, índices de impacto, etc.
general, lo re ultados de mi traba-
jo de inve tigación obre e e tema. Al recibir ahora una nueva invi-
De de que, en 2000, publiqué mi tación de la Asociación de Amigos
libro Mujeres en al-Ándalus he del Toledo Islámico -esta vez, para
tenido la fortuna de poder pre entar colaborar en su revista- me ha pare-
públicamente alguno de lo re ulta- cido que quizá podía ser de cierto
do de e e trabajo de investigación interés reflexionar ante los lectores
en varias ocasiones. Utilizo muy de Tulaytula sobre mi experiencia a
conscientemente el término "fortu- la hora de tran mitir lo resultados
na", porque e raro que al hi toria- de mi investigación a un público no
dar - obre todo i se ocupa de "profesional", un pú blico no de his-
iglo oscuros y lejano - e le toriadores o arabi tas ino de per-
ofrezca la posibilidad de contra tar sonas con intereses mucho más

T"Iay/"Ia - 61
generale ,p ro a la vez condiciona- er má que aproximada . Pero lo
da tanto por lo men aje difundi- intere ante, en realid ad, es ver
do en lo medio a tuale de cómo una cue tión hi tórica no
comunicación como por u propia puede de gajar e del presente en
raíces cultmales. He tenido la opor- que vivimo , sobre todo cuando e
tunidad -o, de nuevo, la ' fortuna"- tocan temas cruciale para el enten-
de exponer los re ultado de mi tra- dinúento de nuestras ociedade y
bajo sobre la mujere andalu íe de la que percibimo como ajena .
en España, MalTueco , Líbano y
Túnez, ante audiencia que re pon- La imagen que el mundo occi-
dieron de manera muy diferente a lo dental - y, naturalm nte, España- ha
que yo expOIúa. En lo que igue, con truido obre la ociedade
voy a tratar de extraer de toda e ta i lárnica pone en primer plano el
experiencia per onal alguna conclu- papel de la mujere en ellas.
ión general, sin olvidar que 10 que Pondré un ejemplo muy evidente:
yo he deducido de la recepción de iempre que e celebran eleccione
mi trabajo no es ino una percep- en algún paí i lárnico, las fotogra-
ción subjetiva. Como tal y con fía que aparecen en la pren a e pa-
todas sus linútacione y condicio- ñola ólo mue tran i temática-
nante , la pre ento a continuación. mente a mujere -de preferencia
con velo- en el momento de votar.
Un ob ervador imparcial podría
Empezaré por E paila. De pué concluir fác ilmenle, de esto testi-
de pronunciar una conferencia obre momo gráfico, que lo hombre
la historia de las mujere de al- no votan en e o lugare .
Ándalu ,rara vez se han omitido, en
el coloquio po telior, cue tiones y Otro ejemplo notable lo con ti-
preguntas relativas a la realidad tuye la conver ión del burqa afgano
actual de las mujere árabe y en símbolo de la opre ión de lo
musulmanas (la distinción entre e o talibán hacia la mujere. Bien e
dos conceptos no siempre e hace). verdad que el régimen talibán ejer-
He tratado siempre de explicar que ció una dictadura inmi ericorde
no soy e pecialista en tema con- hacia toda la población de
temporáneo , por lo cual mi re- Afganistán, pero el hecho e que la
puestas a e a pregunta no podían mujeres afgana llevaban burqa

62 - T~layi~la
desde tiempo inmemorial sin que por todo lo que estos medios le
los medio de comunicación occi- ofrecen, que las mujeres musulma-
dentale se hubieran preocupado en nas sufren discliminaciones de toda
ab oluto por ello. clase, y ha recibido mensajes
inequívocos a ese respecto.
Estos dos ejemplos, y otros También tiene, en ocasiones, una
muchos que podrían aducirse en el memolia histórica algo difusa sobre
mismo sentido, nos mue tran ha ta la pre encia del islam en la
qué punto la situación de las muje- Península !bélica, y trata de poner
re en el mundo islámico se ha con- distancia entre la realidad actual de
vertido en piedra de toque de la sen- España y ese mundo oscuro e inclu-
ibilidad occidental. Las ociedade so amenazante de los "moros" que
islámica on atrasada , e deduce aquí vivieron, que dejaron monu-
de todo ello, porque oprimen a sus mentos arquitectónicos notabilísi-
mujere . E interesante hacer notar mos, pero que en realidad "no eran
que esta idea no es ni mucho meno de los nuestros" . Por eso, muchas
nueva; aparece en toda la literatura de las preguntas que he tenido que
europea que justifica, en el siglo responder han insi tido en la dife-
XIX, la expansión imperialista rente (entiéndase "supelior") cali-
hacia el Oliente árabe-i lámico . Y dad de la religión cristiana en lo
hoy sigue pre ente: i en e e iglo que respecta a la condición de la
XIX e quería llevar la 'civiliza- mujeres , si se compara con la
ción" de la mano del colonialismo, musulmana.
en la actualidad se trata de "demo-
cratizar" a e o paí e , para lo cual Hace años que me enfrenté por
hay, entre otra cosa , que "liberar" plimera vez a una pregunta de e e
a us mujeres. tipo y desde entonces no he variado
en mi re puesta: la religiones que
¿ os hemos alejado dema iado yo conozco, monoteí ta o politeí -
de al-Ándalus? No tanto como tas , no on buena para la m ujere .
parece a primera vi tao Al público Ninguna le reconoce una igualdad
que acude a una conferencia obre social, aunque se la admita como
"mujeres en al-Ándalus" le preocu- pares de lo hombre en la de 0-
pa lo que oye, ve y lee en la radio, ción y la piedad religio a (siempre
la televi ión y la pren a. "Sabe", en condicione exc pcionale , por

T"layl"la - 63
upue to), evitando en todo ca o mUj er de da e inferior se casaba
concederle po icione d autori- con un hombre rico, ya no tenía
dad real. Si nos ceñimo a la reli- eso derechos, que procedían de la
gione abrahámica, ni el judaí mo, e tratificación acial bien asentada
ni el cristiani mo, ni el i lam, acep- en al-Ándalus.
tan a las mujeres como conductora
de rito. Comprendo que la idea de que
en una pareja conyugal de la Edad
Otras pregunta , en E paña, han Media, e le conc diera a la esposa
nacido de la orpre a. Cuando el derecho exclu ivo de u pro pie-
explico que la mujere mu ulma- dade re ulte chocante, al meno
na , a lo largo de toda su hi toria y para quiene , entre el auditorio, tie-
de de luego en la Edad Media han nen una memoria hi tórica breve.
disfrutado del reconocimiento de ue tro paí ha can1biado tanto en
sus derecho económico, e decir, lo último treinta año , que Jo
que legalmente son la única due- má jóvene -o quiene tienen en
ñas de sus propiedad e y pueden torno a e a edad- no pueden imagi-
ge tionarla in interferencia de u nar que ha ta la llegada de la demo-
maridos uelo ob ervar reaccione cracia las e pañola ca ada nece i-
de incredulidad o incompren ión. taban del permi o de u marido para
Más aún cuando añado que, de hacer una cosa tan sencilla como
acuerdo con numero o te timonio abrir una cuenta cOlTiente en un
documenLales, la mujere de cla e banco. De pué de mi conferencia
social elevada tenían derecho a que en Toledo, una persona del público
sus maridos pagasen el alario de u me hizo, no una pregunta, sino un
servicio doméstico y u nodriza , comentario que demostraba lo
pues ellas, debido a su origen, no arraigado que está el estereotipo de
e taban obligadas a trabajar en u la superioridad occidental/cristiana
casas ni a amamantar a sus hijo . E obre el islam; vino a decir, "o ea,
el momento en que también se debe lo que usted nos está diciendo e
insistir en la importancia del e tatu que la mu ulmanas de al-Ándalu
acial en la sociedad andalusí, que tenían muchos más derecho que
influía en la vida de la mujeres la cri tiana ", y e notaba en la
mucho más que su ad cripción reli- entonación del comentario un cierto
gio a. Porque, en efecto, si una a ombro ante la dislocación de lo

64- TlIlayillla
tópicos históricos que se me adjudi- dad" a las construcciones sociales
caba. Creo recordar que respondí islámicas, sin que por ello, natural-
in istiendo en la perspectiva del mente, deban dejarse de lado con-
hi toriador. No se trata de hacer jui- ceptos de validez universal. Quiero
cios de valor, de transportar hacia el decir con esto que a lo mejor llevar
pa ado nuestros criterios actuales o no llevar un velo no es tan impor-
(aunque, por supuesto, todos 10 tante para una mujer musulmana
hacemos hasta cierto punto: si no, como tener a su disposición instru-
la historia no se seguiría reescri- mentos de gobierno de su propio
biendo). Pero sí es importante, destino; cosa que, lo sé muy bien,
incluso diría que imprescindible, necesita de reformas legales y de
intentar comprender el pasado en profundos cambios sociales.
u propios términos. o e posible Cuando ambos se han producido,
aplicar a la Edad Media conceptos no siempre han encontrado una
como los "derechos humanos" o la continuidad; véase el caso de Iraq,
discriminación de las mujeres o de donde e tán a punto de hacerse
otros grupos sociales. Lo que sí cambios con titucionales que van a
podemos hacer es observar y com- despojar a sus mujeres de derechos
parar, comprender que ciertos fenó- que tenían desde 1958. Y todo ello,
meno no pueden parecer más en nombre de la democracia.
po itivos/negativos de de nuestra
óptica, pero lo que hay que hacer es También en España me he
situarlos en un contexto muy dife- encontrado, aunque no muy a
rente del nuestro. Efectivamente, menudo, con reacciones idealizadas
la mujeres andalu íes tenían má respecto a al-Ándalus, configurado
derecho económico que la cri- como un lugar mítico de tolerancia
tianas , y las mu ulmanas en general y convivencia entre culturas y reli-
los han seguido temendo hasta hoy giones, y en el que las mujeres
día. Un ejemplo notable a e te res- habrían gozado de una libertad
pecto e Arabia Saudí, donde una incomparable con la de otros países
mujer no puede conducir un coche, islámicos medievale .
pero sí puede er dueña de una cor-
poración bancaria. El ca o exi te. En esta clase de apreciaciones
Convendría por tanto ser cautos a la han influido factores muy diversos,
hora de aplicar criterios de "cali- que van de de propuestas institu-

Tlllaytllla - 65
cion ale des tinada a r catar y rios Uudío o cri ti anos) o para con-
revalorizar el pa ado i lámico de junto di criminados de la pobla-
España hasta deformacione in t re- ción, como las muj eres o los e cla-
sada de esa propue ta o reelabo- vos. Como en cualquier otra ocie-
raciones pretendidamente literarias, dad premoderna, e decir, anterior a
como alguna "novela hi tórica " la Declarac ión de derecho del
que e han ubido al carro de la hombre, la igualdad de los indi vi-
boga actual del género, tran mitien- duo no era un ideal social, sino
do upue ta recreacio ne del religio o.
mundo andalu í que no tienen la
menor ba e hi tórica. Hay que Co mo he dicho ante , he tenido
insi tir en lo ya dicho: al e tudiar la la fortuna de exponer lo res ul tado
vida de la ociedad y de la mujere de mi inve tigación obre la muje-
de al-Ándalu no enfrentarno a re andalu íe ante audiencia e pa-
carencias documentale importan- ñola y de alguno paí e árabe . En
tes, lo que impide que puedan e ta- e to último es donde quizá he
blecerse áreas de conocimiento podido apreciar de manera más
exhaustivas, pero no que e pueda vívida el contraste entre hi toria y
llegar a conclu iones generale actualidad, entre el peso de la tradi-
obre la ba e de lo materiales con- ción y la complejidad de la adapta-
servados. Y una de ella e que al- ción a una ¿modernidad? que plan-
Ándalus no fue un paraí o multicul- tea cuestiones de gran alcance. Mi
tural, ni un espacio de libertad para experiencia en e te entido, con
us mujeres. Al-Ándalus fue una toda sus limitaciones -siempre me
ociedad medieval, que por tanto he dirigido a grupos muy concretos,
limitaba de forma muy preci a la vinculado a círculos culturale a
actividad de todo u componentes caballo entre oriente y occidente-
y los sometía a una rígidas jerar- me ha abierto perspectivas inso pe-
quías sociales, étnicas y religiosas. chada para mí cuando inicié mi tra-
Es notable que, aun dentro de e as bajo de investigación sobre la
estricta limitaciones, se con iguie- muj eres en al-Ánd alu .
ra establecer espacios propio - no
de libertad tal como ahora la enten- En 2003, en la Univer idad
demos, sino de acción individual o Americana de Beiru t, la di cu Ión
comunitaria- para grupos minorita- que siguió a mi conferencia reflejó,

66 - Tulayiula
como es natural, la diversidad que pueden observarse en la juris-
comunitaria del paí , pero tanto prudencia islámica clásica. Incluso
cristianos como musulmanes se tras su última reforma (en 2004) ese
interesaron por la posibilidad que el código (la Mudawwana), permite
derecho malikí, escuela jurídica en Marruecos la poligamia, aun con
predominante en al-Ándalus, con- ciertas restricciones.
cedía a las mujeres de solicitar el
divorcio por malos tratos del mari- Cuando estuve en Marruecos, en
do, entendiendo por este concepto la primavera de 2003, hacía ya dos
tanto el maltrato físico como los años que la comisión nombrada por
daños causados al patrimonio y los el rey trabajaba sobre la reforma de
bienes de la esposa. En Líbano, la M udawwana, inspirada en el
como en otros países del Cercano derecho malikí. En la Universidad
Oriente, no rigen las normas de la de Fez, mi exposición sobre la his-
e cuela malikí, que es la única que toria de las mujeres andalusíes dio
admite esta posibilidad. También lugar a una animada discusión, por-
llamó mucho la atención que en al- que, como se vio en muchas inter-
Ándalus se pudiera incluir, entre las venciones, la coincidencia de
cláusulas del contrato de matrimo- escuelas jurídicas entre el pasado
nio, una que nega e al marido la andalusí y el presente marroquí per-
po ibilidad de casar e con otra mitía establecer paralelos más evi-
mujer mientra el primer matrimo- dentes que en el caso del Líbano.
nio estuviera vigente. E ta cláusula, Para subrayar esta conexión, hubo
sin embargo, no es exclusivamente quien me propuso traducir al árabe
andalusí, y se ha documentado en mi libro, porque consideraba que
otros lugares del mundo islámico a podría ser de gran ayuda para los
lo largo de la historia. Pero la reali- reformadores de la Mudawwana ...
dad es, por otra parte, que la codifi- El proyecto no se llevó a cabo, que
cación de las leyes "de familia" ha yo sepa, pero es significativo que se
consagrado en muchos paí e fór- pudiera plantear, pue to que indica
mulas abiertamente discriminato- hasta qué punto el mantenimiento
ria para las mujeres y que no siem- de la tradición religiosa y jurídica
pre se han reflejado, en lo código es, por una parte, condición impor-
modernos, las posibilidades de tante para legitimar las reforma
adaptación a los can1bios sociale actuales y, por otra, cómo esa tradi-

Tulayiula - 67
clOn puede recuperarse dotándola pa ado como punto de referencia
de significados nuevos . ejemplar, cuyo ca o más llamativo
es el que e refiere al tiempo profé-
En el mismo debate e planteó tico, la construcción de la primitiva
otra cue tión no meno importante, ociedad i lámica en época de
aunque ya no centrada e trictamen- Mahoma, cuya ten iones internas y
te en la situación de la mujere. profundo conflicto e eliminan,
Había mencionado yo, al tratar el para convertir e en un modelo inal-
amplio abanico de actividades pro- terable que debe ervir para toda la
fe ionales practicada por la anda- hi toria po terior. Ese modelo debe
lusíes, a las prostituta y añadí que, funcionar en cualquier periodo y a
al menos en la Córdoba califal, en él deben aj ustarse la conducta de
el iglo X e ha documentado que gobernante y gobernado .
lo bmdeles y tabernas pagaban
impuestos al Estado omeya. En el Hay otra cla e de idealización
coloquio, hubo una intervención a del pa ado a la que ya he aludido,
este propósito, de alguien que con- pero que e me planteó de forma
sideraba muy dudoso que e to muy evidente al ténmno de una
pudiera ser cierto. Su argumento conferencia en Túnez, en marzo de
era que, puesto que se trataba en 2004. Se trata de la creación de un
ambos casos de actividades conde- al-Ándalus igualmente ahistórico,
nadas por el i lam, y estando el en el que se dieron todas las cir-
Estado omeya dirigido por un cali- cunstancias para la aparición de una
fa ("príncipe de lo creyente") no cultm a refinada y superior y de una
cabía esperar que cobrase impue - ociedad abierta y tolerante, en la
tos por ellas. que las mujeres disfrutaban de una
posición privilegiada. La persona
Cuento e ta anécdota porque me que intervino sosteniendo e te
parece sumamente ilustrativa de punto de vista pen aba sin duda que
algunas formas de entender la hi to- yo no había insistido suficientemen-
ria, y no solamente en Marruecos u te en estos aspecto , y trajo a cola-
otros países árabes. Pero el proceso ción tanto a las poetisas andalu íes
de sublimación del pasado es, ( in omitir el ejemplo de la prince a
quizá, más señalado en ellos, al omeya Wallada y u libre estilo de
menos entre quienes se aferran a ese vida), como a otras muchas mujere

68 - TlIlay1ula
que destacaron en sus respectivos te diversidad cultural y religiosa del
ámbitos de actividad. país y los conflictos que crea, en
países como Túnez o Marruecos, la
Sin duda no convencí a mi inter- supuesta libertad de las andalusíes
locutora cuando intenté explicarle, sirve para ejemplificar cómo las
en mi respuesta, que las mujeres de sociedades islámicas no siempre
al-Ándalus no se diferenciaban fun- han mantenido a sus mujeres en
damentalmente de las que vivieron, posiciones de inferioridad. Es un
en la Edad Media, en otras regiones mensaje útil tanto para las socieda-
del mundo islámico y que al-Ánda- des árabe-islámicas como para las
lus no era el paraíso que nos quería occidentales.
pintar. En Túnez -yen otros países
árabes- se conserva muy viva la Hacer historia, como se ha podi-
imagen de la superioridad cultural do comprobar en estas breves pági-
andalusÍ, que se intenta proyectar nas, no es un ejercicio inocente de
hacia el presente en algunos aspec- erudición. Al acercarse a un objeto
to muy concretos, corno éste de la de estudio en el pasado, llevarnos a
"libertad" de las mujeres andalusí- él nuestras propias convicciones y
es. Es una fórmula eficaz que, como criterios, que se han creado y de-
en España, ha calado en la opinión sarrollado en un tiempo histórico
pública por razone muy diferentes concreto, el del presente. Y al con-
en cada caso, pero que reflejan trastar los resultados de ese estudio
inquietudes sociales generalizadas. con sus receptores, es inevitable
Si en España la idea de la "convi- hacerlo desde los problemas y las
vencia" andalu í entre religione e condiciones concretas del ahora
utiliza en el contexto de la crecien- mismo.

TlllayiUla - 69
I
L_
LA ORNAMENTACIÓN
DE LA MEZQUITA DE EL SALVADOR 1

F. Miguel Gómez García de Marina


}ulián García Sánchez de Pedro
Arqueólogos

Cuando, según la leyenda, la do inmueble y otros situados en las


reina Berenguela se refugia de una proximidades del mismo, hemos
tempestad "en el lugar donde es podido descubrir algunas piezas
ahora esta iglesia, que entonces era decorativas que estarían asociadas a
mezquita de moro " 2, comienza un una importante edificación islámica
proce o de metamorfosis que va a y que nos permiten atisbar el aspec-
dar en la iglesia que conocemos to ornamental que pudo tener la
actualmente con el nombre de El supuesta mezquita.
Salvador. La información que tema-
mos a cerca del edificio islámico Con estas piezas presentamos
era, ha ta el momento, muy escasa, una pequeña parte de un estudio
reduciéndose a una lápida conme- más amplio sobre cómo debió de
morativa, una arquería y la citada ser la mezquita, considerada tradi-
fábula. cionalmente la segunda en impor-
tancia de Tulaytula, la cual, tras la
A partir de la intervención que reconquista de la ciudad en 1085, se
venimos llevando a cabo en el cita- habría convertido en aljama 3.

I La iglesia de El Salvador pertenece a la parroquia de Santo Tomé y la inten 1 ención llevada a


cabo en el patio ha sido finan ciada por el Consorcio de Toledo. Agradecemos la buena disposi-
ción de ambos.
2 PISA , F. Apuntamielltos para la Il parre de la "Descripción de la Imperial ciudad de Toledo ".

Toledo, 1974, pág. 64


3 DELGADO VALERO, Clara. Toledo islámico: ciudad, arte e historia. Toledo, 1987, pág. 275

TlIlaylllla - 71
La pieza en que ba amo te 110 , y ro eta tetrafoliada de enCl-
e tudio on la que de ribimos a lla factura.
continuación:
En la parte central (figura 5)
• Quicialera de modillones posee una banda resaltada, reconida
por un tallo que la divide siméttica-
En la intervención realizada por mente y e va desarrollando ha ta
no otro en el palacio de lo conde rematar en palmetas emparejada
de Cedillo, apareció, embutida en con digitaciones y anillo . En la
uno de sus muros de mampo tería parte inferior aparecen dos piña . La
encintada de ladrillo, una quicialera quicialera con erva re to de u poli-
de piedra caliza, ornamentada a cromía otiginal. A í, lo colore de
modo de modillón de lóbulo y con la misma erían el rojo y el blanco.
motivos vegetales, mediante la téc-
nica de trepanación (figura 1, 2 Y Acerca de u lugar de proce-
3). Aunque su estado de conser a- dencia, no podemos má que aven-
ción e bueno, no no ha llegado la turar su hipotética ubicación en la
totalidad de la pieza, que está fractu- mezquita, lo cual no tiene más
rada en la parte del hueco del qui- base que s u conexión con una
cial. A í, las dimen iones con erva- importante con trucción i lámica
das aproximada son de 31 x 31 cen- y la proximidad entre el palacio de
tímetro de ba e y 20 de altura lo condes de Cedillo y la iglesia
máxin1a. El diámetro del hueco del de El Salvador (figura 6), ya que
quicial es de 10 centímetros y en él se trata de una pieza de acarreo y,
aparecen los restos metálicos del eje por lo tanto, se encuentra de con-
de la puerta, que aún e con ervan . textualizada. El palacio de los con-
des de Cedillo, anteriormente de
La pieza está excepcionalmente los Robles Gorbalán4 , fue reedifi-
labrada. Las caras laterale (figura cado casi en su totalidad en el
4) están recorridas por tallo que e siglo XVII, por lo que hacia esta
van enroscando, dando lugar a cua- época, en el área de la antigua
tro rollo s, que forman un perfil cón- mezquita sería usada como cante-
cavo en nacela. Aparecen también ra, debido a la enorme co ncentra-
la típicas palmetas digitada y ati- ción de pieza .

4 PORRES MARTÍN-CLETO, Julio. Historia de las calles de Toledo. Toledo, 2002, pág. 888.

72- Tlllayll!la
No menos dudosa sería la cro- modillones cordobeses que apare-
nología de la pieza que, en función cen en el tejaroz de la puerta de San
de los motivos decorativos flora- Esteban, en la mezquita de
res 5 , la hemo situado en época Córdoba9 , extensivo a la mezquita
taifa. La palmeta con digitaciones y de Tudela lO .
arillos constituye un elemento
decorativo de uso habitual en el arte • Capitel corintizante
hi panomusulmán que aparece en el
Califato, probablemente tomado de Esta pieza incompleta fue halla-
modelos bizantinos a través de las da dentro del relleno del patio de la
artes industriales 6 , que posterior- iglesia (figura 7). Se trata de un
mente pasará a los reinos de taifas y capitel de enorme singularidad por
al arte mudéjar. Así, en algunos varios motivos. Por un lado, habría
relieves, como el conocido como que destacar la circunstancia de
relieve de Baena y el relieve taifa conocer su lugar de procedencia,
del Mu eo de Santa Cruz? pre entan aspecto poco frecuente en los edifi-
unas palmeta muy similares a la cios islámicos de Toledo". Por otro,
de nuestra quicialera. constituye el único ejemplo conoci-
do de este tipo de elemento arqui-
Existen algunos paralelo en la tectónico labrado en piedra caliza
ciudad de ToledoS, de quicialera con en Toledo. Además, se trata de una
lo cuatro rollos en curva de nacela, pieza que no tiene, en cuanto a su
su faja frontal y costados omado decoración, parangón con el resto
de atauriques, si bien habría que de capiteles toledanos. Debido a su
buscar su origen en el arte califal, estado de mutilación no pueden
concretamente en el modelo de establecerse sus dimensiones tota-

, PAVÓN MALDONADO, Basilio. El arte hispano-musulmán en su decoración flo ral. Madrid:


ABCI, 1990, pág. 14
• PAVÓN MALDO ADO, Ba ilio. Op. cit. , pág. 115
7 VV.AA. AI-Andalus: las artes islámicas en Espaíia. Madrid, 1992, págs 243 y 260

8 DELGADO VALERO, Clara. Materiales para el estudio mO/fo lógico y ornamental del arte islá-

mico en Toledo. Toledo, 1987, págs. 12, 13 Y 14


9 GÓMEZ MORENO, Manuel. El arte árabe espaíiol hasta los almohades, en Ars Hispaniae: his-

toria universal del arte hispánico, vol. m. Madrid, 1951 , pág. 59


10 GÓMEZ MORENO, Manuel. Op. cit., pág. 61

" CRESSIER , Patrice. "Los capiteles islámico de Toledo", en Entre el califato y la taifa: mil aíios
del Cristo de la Luz. Toledo, 1999, pág. 178

Tlllayillla - 73
les, aunque u tamaño debió er to de material de acarreo l4 • Así, en
má bien pequeño, atendiendo a la es te caso abundan lo capiteles
taxonomía realizada por Delgado compu es to s (fig ura 10), que
Valero 12 • hemos fec hado en la primera
mitad del siglo TI d.C. 15 y otros,
Los motivos ornamentales ocu- meno abundantes, de adscripción
pan u diferente cuerpos in inte- tardorromana en las arquería con-
rrupción alguna. En la parte upe- ervadas, por no hablar del in fin
rior, los caulículo , que a pena lle- de piezas visigodas situadas a lo
gan a intuir e, se abren en voluta largo y ancho del edificio y sus
que rematan en palmeta , aspecto alrededores. A í, nu estro capi tel
poco frecuente en este tipo de capi- i lámico ería el único fabricado ad
teles. El capitel e tá coronado por hoc, lo cual no lleva a pen ar que
un ábaco que presenta la planta e taría situado en una zona prefe-
estrellada típica de lo capitele rente de la mezquita, probablemen-
islámico , con cruz de cartelas rec- te en el mihrab. Aventuramos, por
tas y que, en su cara lateral, e tá otra parte, la posible ejecución de
interrumpido por una cartela con los anillos y palmetas, tanto de la
palmeta (figuras 8 y 9) 13. quicialera como del capitel, por la
misma mano, dada la similitud que
Respecto a su cronología sólo existe entre la factura de ambas.
podemos aventurar una ad clipción
a la etapa taifa, dado u di tancia- • Fustes
miento de los modelo cordobe e ,
aunque bien podría tratarse de una En la intervención llevada a
obra anterior. cabo en el interior del patio de la
iglesia de El Salvador, se localiza-
Es rasgo común de las mezqui- ron también varios fuste , de peque-
tas toledanas el reaprovechamien- ño tamaño y de diferentes colores.

12 DELGADO VALERO, Clara. Op. cit., pág. 17.


13 DELGADO VALERO, Clara. Op. cit., pág. 16.
14 CRESSIER, PalTice. Op. cit., pág. 179.

IS BARRERA ANTÓN , José Lui s de la. Los capiteles romanos de Mérida. Badaj oz, 1984 y

DOMÍNGUEZ PERELA, E. "Los capiteles en al-Andalus du rante los siglos VID-IX", en


Coloquio internacional de capiteles corimios prerrománicos e islámicos (ss. VI-XlI d.c. ). Madrid,
1990.

74 - lillayiula
Esta presencia de fustes grises, - Fuste geminado (figura 14)
blancos y rosados, recuerda a los Altura conservada: 0,32 metros.
modelos cordobeses de la mezquita Diámetro superior: 0,15/0,15
califal y Madinat al-Zahara, donde metros respectivamente.
columnas claras y grises se dispo- Diámetro inferior: 0,16/0,15
nen alternativamente. metros respectivamente.
Material: Mármol blanco
Los fustes hallados consisten en
15 fragmentos, de los que presenta- Otros elementos ornamentales
mos una muestra representativa: hallados han sido dos fragmentos
de una yesería (figuras 15 a 18),
- Fuste gris (figura 11) donde se atisban los lóbulos de un
Altura conservada: 0,51 metros arco y un fragmento de placa de
Diámetro superior: 0,15 metros piedra caliza decorada con una
aproximadamente. arquitectura (figuras 19 y 20), reali-
Diámetro inferior: 0,17 centí- zada mediante incisión, en colores
metros aproximadamente. rojo y blanco, que podría haber for-
mado parte de un zócalo.
- Fuste rosado (figura 12)

Diámetro
°
Altura conservada: 30 metros
uperior: 0,14
Como conclusión, teniendo en
cuenta que el mihrab suele ser la
parte de la mezquita que presenta la
metros.
más suntuosa ornamentación, cree-
Diámetro inferior: 13,5 centí-
mos que todas las piezas aquí expues-
metro. tas estarían situadas en esta zona.
Material: Mármol ro ado
Pendientes de un estudio más
- Fuste con collarino (figura13) completo y riguroso, ya que se
Altura conservada: 0,33 metros encuentra aún en sus comienzos,
Diámetro superior: 0,17 metros. exponemos este artículo que consti-
Diámetro inferior: 0,17 metros. tuye un avance somero. Además,
Material: Mármol con veta queda pendiente una futura inter-
rosada vención arqueológica en el interior
Observacione : Se trata de la de la iglesia que, sin duda, aclarará
parte superior, rematando en muchos de los interrogantes que
un collarino de 2 centímetros. nos planteamos en este momento.

Tulaytula - 75
BIBLIOGRAFÍA - GÓMEZ MORENO, Manuel. "El
arte árabe español hasta los almo-
- BARRERA ANTÓ , Jo é Luís hades", en Ars Hispaniae: histo-
de la. Los capitele romanos de ria universal del arte hispánico,
Mérida . Badajoz, 1984 vol. nI. Madrid, 1951
- CRESSIER, Patrice. "Lo capite- - PAVÓN MALDONADO, Basilio.
les i lámico de Toledo", en Entre Arte toledano: islámico y mudé-
el califato y la taifa: mil mios del jar. Madrid, 1988
Cristo de la Luz. Toledo 1999 - PAVÓ MALDO ADO , Basi-
- DELGADO VALERO , Clara. lio. El arte hispano-m,usulmán en
Materiale para el estudio morfo- su decoración f loral. Madrid ,
lógico y ornamental del arte islá- 1990
mico en Toledo . Toledo, 1987 - PISA , F. Apuntamientos para la II
- DELGADO VALERO , Clara. parte de la "Descripción de la
Toledo islámico: ciudad, arte e Imp erial ciudad de Toledo".
historia. Toledo, 1987 Toledo, 1974
- DOMÍNGUEZ PERELA E. "Los - PORRES MARTÍN-CLETO ,
capiteles en al-Andalu durante Julio. Historia de las calles de
los iglos VIII-IX", en Coloquio Toledo. Toledo, 2002
internacional de capiteles corin- - VVAA. Al-Andalus: las artes
tios prerrománicos e islámicos islámicas en EspaJia. Madrid,
(ss. VI-XlI d.c.) . Madrid 1990 1992.

76 - Tulayiula
Figura 1. Quicialera, vista lateral

Figura 2. Vista frontal


Figura 3 . V-Ista inferior

, . . ~cm

Figura 4 . La teral
o
, t ! ! ,
5 cm
!

Figura 5. Decoración de la franja central


Figura 6. Dispersión de la quicialera
=

.-

'~1 • l,l"

NARQUEOL~;
\
\
\
\ <)-
-. )

Figura 7. Plano de situación del patio de la iglesia de "El Salvador "


Figura 8. Capitel corintizante
o
I I 1 ! ! !
5 cm
,

5 cm

Figura 9. Planta y alzado


Figura 10. Capitel romano
Figura 11. Fuste gris
Figura 12. Fuste rosáceo
Figura 13. Fuste con coLLarino
Figura 14. Fuste geminado
Figura 15. Fragmento de yesería

I I I I I I

Figura 16. Dibujo fragmento de yesería


Figura 17. Fragmento pequeño de yesería

cm

Figura 18. Dibujo fragmento pequeíio de yese ría


Figura 19. Placa caliza

~
\

o 5cm

Figura 20. Dibujo placa caliza


r--
UN "ALIFATO" EN HUESO TALLADO
EN TALAVERA DE LA REINA
(MEDINA TALABIRA)

César Pacheco Jiménez


María Crego Gómez

En la reciente excavación nísticas exclusivamente (Martí-nez


arqueológica de un solar del ca co Lillo, 1994). La cultura material
histórico de Talavera, situado en el puede ahora ser conocida con mej o-
sector meridional de la ciudad, y res instrumentos, y los numerosos
próximo al Tajo hemos podido hallazgos ergológicos van dibujan-
recoger un objeto de gran interés do un panorama más aproximado
arqueológico. Se trata de una escá- de la Talabira islámica.
pula de ovino en una de cuyas caras
se le practicaron una serie de signos La pieza que aquí presentamos
grabados que responde a una tipolo- fue hallada en el nivel islámico del
gía de alifato árabe. citado solar l asociada a un hOlizon-
te estratigráfico que responde a una
La arqueología medieval en etapa de transición entre la fase tar-
Talavera está experimentando un doantigua y la plenomedieval. Se
momento afortunado, debido en localizó entre un estrato de tierra de
parte a que diferentes investigacio- relleno con materiales de cronolo-
nes desde la arqueología y la histo- gía clar·amente islámica (ss. IX-XI) ,
lia están desvelando un panoranla que estaba tapando una estancia
que tradicionalmente había ido tardorromana de gran potencia. En
conocido a través de las fuentes cro- sus proximidades también se locali-

I PACHECO JIMÉNEZ, C. , Info rme de infel1lención arqueológica (2° fase) en solar de el La

Lechuga na 1 de Tala vera de la Reina (Toledo), cliciembre 2004. Toledo, Consejería de Cultura
de la JCCM.

- 93
o 5cm

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¡",,'

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0'- .~"''''-'':.'';:.-:.:.o}

Escápula con alifalo hallada en Tala vera de la Reina. (Ilustración de C. Pacheco).


zó una fosa-basurero con cerámicas puntos incisos formando un círculo
decoradas de verde-manganeso, casi completo.
acanaladas, vidriadas, etc.
La importancia de este ejemplar
El hueso tiene una altura máxi- con epigrafía árabe radica en la
ma de 10,5 cm, y su longitud extre- escasez de piezas de este tipo loca-
ma es de 17,6 cm. Se trata de la lizadas en el territorio andalusí.
mitad de una escápula posiblemen- Cabe destacar las que se hallaron
te de un ovino-caprino de corta en Madrid (Retuerce Velasco ,
edad2 fracturada, donde se conserva 1988) o en Alto de Osma, Soria
los bordes anterior y posterior, fal- (Zozaya, 1984 y 1986). En el caso
tando el superior. En la superficie del ejemplar madrileño, la escápula
li a de ambas caras en donde e han de bóvido tiene grabada parte del
efectuado los grabado . alifato en una de sus caras, sobre la
superficie pulida. Alcanza una lon-
En la cara principal o la que gitud de 20 cm y un ancho 6 cm. El
hemos denominado anverso se autor le atribuye una cronología
encuentran hasta t.re renglones con omeya-taifa. Este ejemplar se con-
signos de e critu.ra árabe: la prime- serva en el Museo Arqueológico
ra línea en la parte uperior, muy Nacional.
corta; de la segunda se pueden iden-
tificar varia letras completas y La pieza encontrada en el Alto
algunas dudosas. Y en la tercera del Castro en Osma (Soria), se trata
línea se lee completa. Por u parte, de una escápula de bóvido o equido,
en el anver o o cara po terior, en una de cuyas caras má planas se
encontramo una serie de ha ta 6 le grabaron dos líneas con signos
líneas incisas paralelas de la cuales escriturarios y en el extremo infe-
tan sólo la 5 y 6, la má inferiores, rior derecho una estrella de seis
están completas, pue el re to se puntas o "sello de S alOI1.1Ón", que
cortaron en la ari ta fracturada del Zozaya interpreta como signo con
hue o. En el extremo izquierdo de propiedades profilácticas para la
e a dos líneas una fina línea verti- protección de u dueño (Zozaya,
cal parece unirlas, y a su lado los 1984, 486). Su din1en iones pare-
restos de un signo? realizado con cidas a las ya desclita son de 19 x

2 Agradecemos el asesoramiento de los doctores veterin arios Miguel Ruiz y Abel Martín.

- 9S
-----
o 1 2 3 4 5 cms.

Escápula con alifato procedente de e/Angosta de los Mancebos de Madrid.


(Fuente: Retuerce Ve/asco, 1988, 146).
Escápula con alifato procedente del Alto de Castro, Osma (Soria).
(Fuente: Zozaya, 1986, 112).
F;gum 2.. e,'ápulo 'on alifa,o P'o"d,"" d, Po"do de la S;"'a (Cundalajo,a).
(Fuente: Zozaya, 1986, 113).
8 cm y se conserva en el Museo enCima de restos estructurales de
Numantino. época tardorromana-visigoda.

Otra escápula con alifato proce- EL ALIFATO


de de Poveda de la Sierra, en
Guadalajara (Zozaya, 1986, 113), Y En este caso, se trata de un alfa-
apareció en un yacimiento de ilo beto árabe no completo en letra
islámicos. En esta ocasión, a pesar magrebí, caracterizada por la escri-
de las roturas se registran hasta tura del fa , y del qaf
cuatro líneas de letras en una pieza
de 24 x 14,5 cm. Igualmente, La pieza en cuestión presentaría
Zozaya recogía otros ejemplas más tres líneas de escritura, de las que se
como el fragmento de la colección conservan las siguientes letras:
Moreno Borrando de Madrid, o el
procedente de Torre de Villaverde 1) letra fracturada, muy posible-
(Montara , Córdoba) que pre enta mente ja" y dal; el resto de la
un trozo de basmala. A e to tendrí- línea aparece fracturado.
amo que umar la encontrada en
Lérida (Loriente, 1988) y el peque- TI) dal, trazos infeliores de ra"
ño fragmento de paletilla con ins- zayn, ta" za, y kaj, lam, mim,
cripción -alifato?- hallado en la nun, sad, dad, ,ayn.
excavaciones del conjunto arqueo-
lógico de Santa María de Melque III) gayn, fa" qaj, sin, sin, ha"
en San Martín de Montalbán , waw, lam-alif , ya,.
Toledo (Caballero y La Torre,
1980, 165). Esta pieza coincide con los res-
tante hue os andalusíes graba-
Cronológicamente, las piezas dos 4 en la secuencia en el orden de
inventariada o cilan entre el iglo las letras del alfabeto (orden
X y el XI; la que aquí pr entamo magrebí), así como en la existen-
e encontró a ociada a materiale , cia de renglones en la cara interna,
igualmente, de la etapa califal, por que debían de servir para practicar

3Trazo caligráfico considerado como una letra desde el punto de vista paleográfico.
4Véase las pieza catalogada en Juan Zozaya, "Huesos grabado con in cripciones árabes",
Boletín de la Asociacióll Española de Orientalistas, 22 (19 6), pp. 111-126 .

TlIlaylllla - 99
la escritura de las letras del alfa- la práctica de la caligrafía. La fecha
beto. de datación, posiblemente el s.
IV/X, de acuerdo con las similitu-
Por otra parte, la distribución de des que guarda con el resto de
las letras en la pieza de hueso no es ejemplares conservados, indicaría
exactamente igual en los do pri- el desarrollo de la actividad educa-
meros renglones a la de la piezas tiva en el ámbito de la Marca
recogidas en el trabajo de J. Zozaya Media, en concreto en la villa de
ya citado, donde la segunda línea Talavera, y, en consecuencia, la
empieza por ta" pero sí la del tercer probable existencia de un proceso
renglón, cuya primera letra e de arabización aún en vigor en
gayn. época califal en estas regiones del
territorio andalusí.
El dato más intere ante que
aporta este ejemplar de Talavera BIBLIOGRAFÍA
desde el punto de vista epigráfico es
la letra waw, que presumiblemente - BARCELÓ, C. (1989): "La epi-
aparece por pnmera vez en una grafía árabe" en Guía arqueológi-
pieza de hue o con alfabeto. ca de Valencia. Valencia.
Asimismo, esta pieza incluye el - CABALLERO, L. Y LA TORRE,
trazo completo de la letra ha, que J. (1980): La iglesia y el monaste-
únicamente se conservaba de mane- rio visigodo de Santa María de
ra parcial en la pieza "c" de Melque. Arqueología y arquitec-
Zozaya. Es necesario destacar tam- tura. San Pedro de la Mata
bién las letra mim y nun, fractura- (Toledo), Santa Comba de Bande
das en la pieza "A" ya conocida y (Orense) en E.A.E. n o 109,
que en la escápula de Talavera apa- Madrid, Ministerio de Cultura.
recen completa . - ETTINGHAUSE , R. (1974):
"Arabic epigraphy: cornrnunica-
Nos encontramo , a í, ante un tion or symbolic affirmation" en
instrumento de escritura que en u Near Eastern numismatics, ico-
cara inversa llevaba grabado el nography, epigraphy and history,
alfabeto conforme al orden magre- Beirut, pp. 297-317.
bí y que muy po iblemente e utili- - FERNÁ DEZ PUERTAS , A.
zó en las e cuelas mu ulmanas para (1992): "Calligraphy III al-

- 101
Andalus" en The Legacy of (1988): "Miscelánea islámica
Mu lim Spain. Leiden-Brill, pp. madrileña" en Boletín de
639-676. Arqueología Medieval, n° 2, pp.
- La Ciudad de Seis Pisos (1997): 141-149.
Catálogo de Las Edade del - SAFADI, y. (1978): Islamic
Hombre. El Burgo de O ma. Calligraphy. London.
Soria, p. 108. - ZOZAYA, J. (1984): "El proceso
- LORIENTE, A. (1988): "n° 138" de íslamización en la provincia de
en Arqueología islámica en /a Soría" en Actas del 1 Symposium
Marca Superior de al-Anda/uso de Arqu.eología Soriana. Soria,
Zaragoza. pp. 481-496.
- MARTÍNEZ LIlLO, S. (1996): - ZOZAYA, J. (1986): "Hueso gra-
"Talavera de la Reina en las fuen- bado con inscripciones árabe "
tes medievales" en Cuaderna, n° en Boletín de la Asociación
4, pp. 66-91. Espaíiola de Orientalistas, pp.
- RETUERCE VELASCO, M 112-126.

102 - TlIlayillla
INSCRIPCIONES ÁRABES DE TOLEDO

Elisa Encarnación Gómez Ayllón

INTRODUCCIÓ Hay que decir en primer lugar


que la epigrafía árabe, llevada a
La amable invitación de la cabo por orientalistas occidentales,
Asociación de Amigo de Toledo no nace como ciencia en Europa
Islámico, que mucho agradezco me hasta el siglo XIX, en tanto que el
blinda la oportunidad de dirigirme a estudio de las inscripciones clásicas
los lectores de esta revista para -griegas o latinas- se remonta a
exponer las principales directrices la Edad Media. No es más temprana
de la investigación en que trabajo, la erudición en nuestro país, a pesar
dirigida a completar una Te i del rico legado andalusí, del cual es
Doctoral versada sobre epigrafía parte esencial el material epigráfi-
toledana. El fin último de este artí- co, cuyo grue o corre ponde a tres
culo, en que intentaré ilu trar el grandes repertorio que proceden
tema del modo má claro y re umi- de Almería, Córdoba y Toledo.
do posible, es explicar la impOltan-
cia de la colección de inscripcione Por lo que respecta a la localiza-
árabes procedentes de Toledo, a í ción que nos ocupa, es Rodrigo
como la trascendencia de la in crip- Amador de lo Ríos y Villalta quien
ción o epígrafe en í mi mo como primeramente se interesa por la epi-
documento directo de la Historia, grafía toledana y e cribe diversos
que se puede tocar y que e nos artículos I en revistas obre piezas
muestra como objeto con vocación ya conocida o obre otra nuevas,
de comunicar. al hilo de hallazgo que van sur-

Tl,dayiula - 103
giendo en su época con motivo de daría lugar a sucesiva publicacio-
obras o excavacione . Con la cola- ne de ambo con réplica y conu-a-
boración de u amigo arabi ta rréplicas .
Pascual de Gayango -quien ya
antes escribiera el artículo En lo iguientes veinte años
"Inscripcione arábiga' en la apena hay nada, alvo alguna
Revi ta Seminario Pintoresco publicación poco conocida, como
Espaíiol, n° 20, (1848)- redacta la de Jo é Ramó n Mélida en 1917
una monografía (M onUl11.ento y 1918 (Adquisiciones del Museo
arquitectónico de Espaíia, Madrid Arqueológico Nacional en 1916'y
1905) en la que incluye tran crip-
cione y traduccione de epígrafe Ya en 1931 aparec la monu-
toledanos. mental obra del arabi ta francé E.
Lévi-Proven~allnscriptions arabes
En los mi mas año , Francisco d E pagne, único corpus andalusí
Codera y Zaydín, con iderado el ha ta la fecha, que contiene un capí-
"padre del arabismo e pañol" y tulo dedicado a la producción tole-
autor de los primero trabajo de dana. En 1934 publica además un
epigrafía andalusí con verdadero artículo complementario, "Deux
peso científico, dedica a Toledo nouvelle in cription arábes
vario artículo 2, urgiendo de algu- d'E pagne". Entre e a do publica-
no de ello de acuerdo con la ver- ciones -1932- edita R. Revilla
sión de Amador de lo Ríos, lo que Vielva, director del Museo

I "Brocales de pozo árabe y mudéjares", Museo Espai'íol de Antigüedades 11, (1874) pp. 496-97;
Memoria acerca de algunas inscripciones arábigas de Espaí'ía y Portugal (1883) ; "Lápida con-
memorativa descubierta en Toledo", Boletín de la Sociedad Espai'íola de Excursiones, ID (1895-
1896), pp. 4144; "Macbora y lápidas sepulcrales descubiertas en Toledo en 1887 y 1888", Revista
de Archivos, Bibliotecas y Museos (1897) pp. 195-202; "Inscripción sepulcral de Esquivias",
Boletín de la Sociedad Espaiiola de Excursiones, V(1897-1898) pp. 85-86; "Fragmento de ci po
que se conserva en el Mu eo provincial de Toledo", Boletín de la Sociedad Española de
Excursiones, VI (1898-1899) pp. 105-107, etc.
2 "Inscripción sepulcral árabe encontrada en Toledo", Boletín de la Real Academia de la Hisroria,

XHJ (1888) pp . 45 1452; "Inscripción árabe de la CapiUa de Santa Catalina de Toledo" Boletín de
la Real Academia de la Historia, XX71! (1893) pp. 434437, Y sobre la mi ma en Boletín de la
Sociedad Espai'íola de Excursiones, 11/ (Marzo 1895 a febrero 1896), pp. 74-80.
3 Con ese títul o y carácter monográfico, Madrid, 1917, y en Revista de Archivos, BibliOlecas y

Museos XXXVI!, 1918, p. 152.

104 - Tulayiula
Arqueológico Nacional de Madrid, Toledo el artículo "Tres epitafios
su catálogo descriptivo, Patio árabe musulmanes toledanos del siglo
del Museo Arqueológico Nacional, XI" , que fue publicado en Al-
que incorpora igualmente ediciones Andalus XIX, 1954, pp. 407410.
y traducciones de las in cripciones. Ocaña da paso a una nueva genera-
El mismo autor había publicado en ción de investigadores que produ-
1924 un artículo específicamente cen estudios regionales, como el
dedicado a los epígrafes del Corpus Balear de Epigrafía Árabe
Muse04 . de G. Rosselló Bordoy, (Palma de
Mallorca, 1969), el Catálogo de
Otros dos autores, M. Jorge Inscripciones árabes del Museo de
Aragoneses (Museo A rqueológico Málaga, de M. Acien y M a A.
de Toledo, Madrid, 1958) y M. Martínez Núñez (Madrid, 1982), y
Gómez Moreno (A rs Hispaniae HZ. La escritura árabe en el País
1951 , Y otros artículos5) producen Valen ciano, de Carmen Barceló
con us obras aportaciones destaca- (Valencia, 1998).
bles, a las que se suman posterior-
mente algunos datos de la obra de En cuanto a Toledo, la investiga-
B. Pavón Maldonado Arte toleda- ción posterior se sustenta en unos
no: islámico y mudéjar, Madrid, pocos artículos, de los que citaré el
1973. de J. de Navascués y de Palacio:
'Tres epitafios hi panoárabes del
En 1964 aparece el repertorio Museo Arqueológico de Toledo"
Inscripciones árabes de Almería de (Al-Andalus XXV!, 1961 ); los de F.
Manuel Ocaña Jiménez, y ei año Díaz Esteban: "Nueva inscripcio-
despué , El cúfic o hispano y su evo- nes cúficas de Toledo" (AI-Andalus
lución, único "manual" de que dis- XXXI, 1966, pp . 337-346) Y
ponemos. Este epigrafista, el más "Nuevo cipo toledano con epitafio
de tacado de los e pañoles, cuya en letras cúficas" (Boletín de la
importancia de todos conocida Asociación de Orientalistas, V,
obvia comentario alguno, dedica a 1969, pp. 216-218), así como el

4 "La colección de epígrafe y epitafio árabe del Museo Arqueológico acio nal" Revista de
A rchivos, Bibliotecas y Museos, Xy\ 1IJJ, 1924, pp. 228-243.
s La ornamentación mudéja r toledana, pliegos adjuntos a Rey. A rquitecrura Espaíiola, Madrid,
1923; "Capitele árabes documentados", AI-Andalus VI, 1941, pp. 422-427.

Tl.llayll.lla - 105
más reciente de G. Ro elló Bordoy, dad con erva una colección epigrá-
"Alguna reflexione obre el cúfi- fica de primer orden dentro del
co toledano en ba e a un nuevo legado andalusí que incluye, ade-
texto de fundación" (Revista del má , ciertos elementos exclusivo
Instituto Egipcio de Estudio que acentúan u interé , como el
Islámicos en Madrid, vol. XXX, cipo sepulcral en calidad de com-
Madrid, 1998, pp. 155-157). plemento arquitectónico y el cúfico
acanalado como tipo de escritura.
Con e to precedente , parece Una motivación añadida a lo ante-
obvia la pertinencia de elaborar un rior e hallaba en el obresaliente
corpus general a partir de e tudio e tudio de la Dra. Clara Delgado,
regionale , ba ado en una metodo- Materiale para el estudio mOljo-
logía moderna, que ea e tudio epi- lógico y ornamental del arte islá-
gráfico profundo y fuente de dato mico en Toledo, Toledo (1987) ,
útiles para otros mucho e tudio pue con u ordenación en forma de
histórico , pendiente también de catálogo no brindaba una herra-
hacer. Tal nece idad viene iendo mienta utilí ima como punto de
eñalada de de antiguo por profe o- partida de e te trabajo. Clara
re y e tudio o y e la principal Delgado encontró la ju tificación a
razón que me llevó, contando con la u e tudio en el vacío exi tente
ayuda y los conocimiento del ha ta entonces re 'pecto a línea ' de
director de mi proyecto de te i , Dr. investigación que ver aran obre
Souto La ala, e peciali ta en la Toledo en época i lámica. Pero
materia y autor de numero o traba- dejó el estudio epigráfico pendien-
jos al respecto, a elegir el área de la te y e en ese punto donde halla u
epigrafía como objeto de estudio. ju tificación el nuestro .

La elección de Toledo, área al LA COLECCIÓN TOLED A


que la inve tigación epigráfica se
hallaba reducida, como expliqué Con fecha 14 de mayo de 1848,
antes, a una parcela del compendio Pa cual Gayango publica un arti-
del arabista francés ya citado y a culo obre dos inscripciones arábi-
una serie de artículos inconexo, e ga de Toledo en la revi ta
fundamenta en la cantidad y cali- Semanario Pintoresco Español. En
dad del material exi tente. La ciu- su introducción dice lo iguiente6 :

106 - Tlllaylllla
"Toledo es quizá la ciudad de un pueblo atrozmente calumnia-
España donde más vestigios se do; en las cuales el historiador y
encuentran de la dominación el anticuario hubieran hallado
arábiga. Rival un tiempo de ancho campo para sus investiga-
Córdoba, á la que más de una ciones, á no haber perecido la
vez negó la obediencia; corte y mayor parte, no ya por la mano
silla de una poderosa dinastía del tiempo que todo lo consume
llamada de los Beni Dze-n-non y acaba, sino por la del hombre
(Zenon) y capital de un reino cien veces más destructora y
que comprendía á Castilla la temible.
Nueva, Mancha, Cuenca y una En el aiio de 1572, y reinando
buena parte de Extremadura, Felipe Il, un corregidor de
aun conserva en su espacioso Toledo, llamado D. Juan Gutie-
recinto l11.uchos monumentos de rrez Tello, lnandó borrar todas
su antigua grandeza y esplen- las inscripciones arábigas que
dor. Lo que aun resta del alca- aun se conservaban, reempla-
zar de sus reyes en las minas del zándolas con otras latinas, no
convento de San Agustín, el inte- del l11.ejor gusto. Solo el fanatis-
resante edificio conocido vul- mo religioso, que empezaba á
garmente por el Taller del Moro, estender sobre Espaíia su negro
la casa de las Tornerías, la del manto, unido alodio implacable
Temple, los palacios de Galiana, de nuestros m.ayores hácía los
el puente de Alcántara, la puer- débiles restos de una nación des-
ta de Visagra y sus varias mez- graciada, pudo dictar una provi-
quitas son otras tantas pruebas dencia que en un solo día privó á
de la civilización y cultura de los la historia de algunos de sus mas
árabes toledanos. preciosos monumentos".
Todos los historiadores de
esta ciudad están acordes en que En otro artículo para la misma
á mediados del siglo décimo revista, el que inicia la serie de
exto se leían en sus puertas, estudios dedicados a la inscripcio-
puentes y edificios públicos infi- nes arábigas, precisa el mismo
nitas inscripciones, monumentos autor el número de piezas destrui-
vivos de la piedad y cultura de das: ciento cinco, egún testimonio

6 Reproduzco Í11tegramente us palabra , respetando la 0!1ografía original.

Tlllayillla - 107
del Padre Román de la Higuera. ron protagonistas en 1761 do
Alguna que por desconocida cir- Canónigo que fueron después
cunstancias se salvaron mue tran, famo o arzobispo -D. Fco.
sin embargo, la prueba del desati- Antonio Lorenzana y D. Fco.
no , con una zona de ba tada Fabián y Fuero, según consta en el
correspondiente a una parte del Catálogo Razonado del Museo
texto donde originariamente con - Arqueológico de Toledo de 1865-.
taba el nombre del Profeta,
Muhanlmad: es el ca o de un mag- En 1931, fecha en que ve la lu z
nífico cipo que contiene un epitafio el corpu de Lévi-Provenºal, el
dedicado a un visir, tallado con el inventario d las piezas corre pon-
mejor cúfico acanalado. Por uerte, diente al Toledo de época islámica,
u destino ulterior, en virtud de u es decir, con fecha explícita hasta
hermo o aspecto, fue mejor, ya que 1085 o fecha estimada hasta el siglo
se halla expue ta en la Sala dedica- V/XI, ascendía a 31: de ellas, 4 eran
da al arte islámico del Mu eo portadoras de inscripciones de
Arqueológico Nacional de Madrid. carácter fundacional 7 y 26 de carác-
ter funerario (18 cipos y 8 lápidas);
La mayoría de las grandes pieza uno de estos cipo s constaba enton-
que conforman el inventario actual ce como perdido y otro se perdió
son lápidas y cipos sepulcrale de pué . A lo largo del siglo XX
hallados en sucesiva excavacione otros hallazgo han ido engrosando
en diversas zonas de la Vega, donde la nómina y en la actualidad se
debieron hallarse los antiguos cuentan 6 in cripciones conmemo-
cementerios de judíos y mu ulma- rativas 8 y 45 funeraria 9, enb:e cipos
nes. De los más tempranos hallaz- (28) y lápidas (17). Además hay
gos de que tenemos constancia fue- otras piezas con inscripcione cor-

7 Se trata de los dos brocales de pozo que se conservan en el patio del Museo de Santa Cruz, el

friso de la fachada de la mezquita Bab al-Mardum. también llamada del Cristo de la Luz, y la lápi-
da de la capilla de Santa Catalina, en la iglesia de San Salvador.
8 Completan el conjunto la lápida conmemorativa de una construcción de conocida ordenada por

AI-Zafir y la láp ida de la fachada de la Iglesia de Santa Ju ta y Santa Rufina.


9 No se incluyen piezas perdidas, de las que poseemos antigua documentación o mención moder-

na, caso de un cipo qu e consta en el inventario de C. Delgado, como procedente de un a excava-


ción reciente, depositado en el Mu ea de Santa Cruz y pendiente de inventariar, que no he con e-
guido localizar.

108 - Tulay/ula
tas, como una pila de abluciones, tos de fundación o conmemorati-
dos basas, dos capiteles y un gran vos, textos funerarios e inscripcio-
número de pequeñas piezas -ladri- nes mobiliarias; a parte de éstos,
llos y fragmentos de ladrillo- de los hay una producción epigráfica de
que se han contado 84. El grueso de carácter poético en la Alhambra de
la colección se guarda en el Museo Granada y toda una serie de textos
de Santa Cruz; diez piezas, entre cortos de carácter laudatorio o in vo-
ellas do de gran valor artístico que cador en objetos tales como ladri-
se exhiben en sala, se hallan en el llos, basas, capiteles, etc. A época
Museo Arqueológico Nacional de omeya pertenece la mayoría de los
Madrid y el resto se halla disper o textos de fundación y las inscripcio-
en diversas localizaciones de la ciu- nes mobiliarias, mientras que, por
dad de Toledo (reutilizada en luga- el contrario, en los siglos V/Xl-
res públicos, formando parte de VI/XII predominan abrumadora-
colecciones eclesiásticas o en pro- mente los textos funerarios, que
piedad de particulares). Los lectores vienen a representar dos tercios de
de esta revista recordarán un artícu- la suma total de los epígrafes anda-
lo de Francisco del Río, titulado lusíes.
"Piedras para el recuerdo", en que
ofrecía breve de cripción y traduc- Tanto los textos de fundación
ción de las pieza que el paseante como los funerarios se atienen
puede encontrar, incluyendo las generalmente a unos patrones
expuestas en el claustro del Museo importados de Oliente. Los prime-
de Santa Cruz. ros, conmemorativos de construc-
ciones religiosas o militares, mayo-
LAS INSCRIPCIONES: ritariamente de carácter oficial y,
IMPORTANCIA DEL EPÍGRAFE por tanto, redactados por las canci-
COMO DOCUME TO llerías de Estado, suelen atenerse a
un esquema ordenado que puede
Las inscripciones árabes de al- reunir los siguientes elementos:
Andalus pertenecen a una banda
cronológica ituada entre lo iglos 1. Fórmula de introducción de
X y XV de la era cristiana ( ID-IX carácter religioso, seguida de
de la Hégira). Según su contenido, alguna jaculatOlia o citación
hay tres grupos fundamentales: tex- coránica adecuada.

- 109
2. Expre ión de la orden dada tenecientes a toda las e calas
por el oberano IO para la con - ociale, el e quema general de
tTucción o expre ión d la contenido e el siguiente:
acción realizada (i é ta e
debía a instancia ajena al 1. Fórmula de introducción reli-
monarca) . giosa, seguida de citación
3. Objeto con truido. coránica.
4. Nombre, filiación y título del 2. Mención del objeto eñalado
oberano. "este es el epulcro" .
5. Jaculatoria/s a u favor. 3. Nombre del difunto.
6. Nombre del director de lo 4. Jaculatoria a u favor.
trabajo y/o de lo intenden- 5. Declaración de fe.
te . 6. Fecha de la muerte.
7. Fecha de la conclusión de la 7. Despedida, en forma de jacu-
obra. latorias u otras citas coránicas.
8. Otras jaculatOlia o cita corá-
rucas . Es de relevancia la mención del
nombre, que consta del "nombre
Aparte de la introIDl lOne reli- propio", seguido de uno o más ele-
giosas, todos los elemento señala- mentos de su cadena genealógica,
dos son datos capitales que contri- complementado, a veces , de su
buyen a escribir la Hi toria, iendo cargo L1 oficio, y de otro nombres
dignos de mención especial lo que alu i va a u origen tribal o proce-
recogen lo innumerables título dencia territorial.
reales por u importancia para el
estudio de las institucione. o hay De todo lo relatado hasta aquí se
que olvidar que, en las fuentes de prende la tra cendencia que
manuscritas, a menudo quedan todo este caudal de datos tiene den-
aquéllos eclipsados por los hechos tro del ámbito de la Historia y sus
de guerra y los nombres de las ciencia auxiliare , pero no hay
dinastía. olvidar que la lengua utilizada en
lo texto e materia de estudio en
En cuanto a los textos funera- el área de la Filología. Por otra
rios, dedicados a musulmanes per- parte, del esl"lldio morfológico de

10 En algunos casos, por un a persona de su entorno, como la madre del príncipe.

110 - Tlllaytllla
las piezas y de las escrituras se des- ese conjunto de modo que se puede
glosan otras particularidades, cuyo ir completando el cuadro.
análisis puede determinar intere-
santes conclusiones: importancia Pero es preciso establecer una
social del dif-unto en relación a la metodología adecuada y cuidadosa.
magnificencia de la obra, cantidad Creemos que no es suficiente, en
y variedad de talleres de labra en primer lugar, la lectura de una pieza
una región determinada dentro de mediante la observación directa o a
una banda cronológica concreta, través de una fotografía. El calco se
evolución artística de la grafía en revela imprescindible, pues muchos
una zona geográfica y su relación de los epígrafes presentan un gran
con el resto del territorio , etc. detelioro, sea por rotura o por des-
Desde este punto de vista, queda gaste; en muchos casos, el tacto de
ob aleta la afirmación de Lévi- la superficie ayuda a captar mínimos
Provenc;al en relación a detenmna- detalles que pueden dar la clave de
dos fragmentos de epígrafe que una palabra, a primera vista imper-
apenas conservan un tramo de ceptible. A continuación, una vez
determinada aleya coránica, que realizado el dibujo a partir del calco,
este autor agrupaba bajo el epígrafe tras la edición crítica y la traducción
de "pierre mutilée , avec in crip- del texto, es preciso ordenar el cau-
ciones an intéret hi torique '11 . dal de datos que encierra cada pieza,
Lejos de e o, todas y cada una de de acuerdo con las distintas discipli-
las piezas son de importancia, ya nas a que interesan -esencialmente
que, al menos, conservan unos tra- Epigrafía, Filología e Historia- a fin
zo distintivo de un e tilo de e cri- de conseguir un estudio final de
tura y un modo de hacer la talla, todas las mue tras lo más completo
constituyendo, en ese sentido, un y coherente po ible.
e labón de la cadena. El e tudio
gráfico de la totalidad puede llegar Se trata, sin duda, de un trabajo
a establecer con acierto un conjun- arduo que forzo amente ha de rendir
to ordenado cronológicamente en sus frutos. En el caso de la colección
que pueden integrar e mucha de toledana vamo comprobando que
las piezas que no conservan u data. el esfuerzo va siendo recompensado
Éstas, a su vez, vierten sus dato a por los resultado : se han estudiado

11 Inscríptiol1s arabes d ' Espagne, Leyden- Pari , 1931 , p. 75.

Tulayiula - 111
piezas que pem1anecían inédita , e conocían dos' 2- , lo que e añade a la
han datado otra según us caracte- línea de inves tigación acerca de la
rí ticas gráficas, se han COlT gido posibles conexione entre ciudades
nombres y fecha elTados por ante- del Occidente musulmán alejadas
riores edicione ,etc. uevo datos entre í, como so n Almería,
e agregan a aquellos que la inve ti- Qayrawan y Toledo. Justamente,
gación anterior había apuntado, e ta dos últimas localidades com-
como nombres de personaje que parten el hecho de poseer como
ostentaron diver o título y que no aporte de epitafio el cipo funera-
recogieron en u época la fuente rio, que no exi te en ninguna otra
árabe, aún cuando preci amente zona de al-Andalu , como tampoco
estas fuentes confeccionaron toda exi te el tipo de e critura cúfica aca-
una serie de dicciomuio biográfico nalada, verdadero primor de lo
que han sido materia esencial para lapidarios toledanos, que hizo honor
toda la inve tigación moderna. a con trucciones rea1e y sirvió para
Utilizando las recopilacione elabo- en alzar el recuerdo de personajes
radas por arabistas a partir de tal ilustres. Creo que no es preci o ni
bibliografía, hemos podido e tab1e- corresponde aquí extender el
cer en paralelo una nómina de más comentario para probar la personali-
de cuatrocientos personajes nacido dad y la originalidad del legado de
en Toledo o ligados a la ciudad, que esta ciudad en cuanto a epigrafía
ha sido -y quizá pueda er para otra árabe conservada de época islámica
investigacione - helTarnienta útil de se refiere.
trabajo para relacionarlo o tender
hilos de posibles relaciones con lo Con toda la modestia que supone
individuos que mencionan la ins- la convicción de que este trabajo de
cripciones, lo que es materia de inve tigación, como todos, no es
e pecial interés para la prosopogra- sino un pa o más en un carnina in
fía y la sociología. Otras interesan- final, confío en que pueda ser prove-
tes cuestiones emanan del estudio, cho o, además, para promover en
tales como la presencia de un poema otra in tancia la idea de que la
funerario en cinco piezas epigrafia- importante colección epigráfica tole-
das - de las que hasta ahora ólo se darla, en gran parte arTllInbada en

12 Dadas a conocer por C. Barceló: "Poesía y epigrafía. Epitafios islámi cos con elegía, de de

Suakin a Almería", Anaquel de Estudios Arabes. 11 . Madrid, 2000, pp . 123-144.

112 - Tlllay1tlla
almacenes de museos, bien merece Otra medida útil seria la colocación
un espacio propio y unos cuidados de pequeños carteles junto a esas
adecuados de fonna que sea objeto mismas piezas, que infonnaran al
de disfrute y orgullo de sus herede- personal de que "aquello", por extra-
ros. Sería también deseable que se ño que parezca, es un documento
guardaran copias de las piezas que escrito en árabe hace un milenio.
permanecen en lugares al aire libre, Nos evitaremos el horror de ver un
en previsión de que el tiempo y la nombre de mujer escrito encima con
intempelie prosigan la labor de des- pintura roja, como el que apareció
trucción que iniciaron sombrías sobre el epígrafe del Baño de la
mentes inquisidoras en el siglo XVI. Cava el año 2004.

Cipo del visir Aba ' Umar b. Müsa (yU/nada [[ 465/12 fe brero - J2 marzo 1073)
Expuesto en la Sala de Arte Islámico del Museo Arqueológico Nacional (Madrid). N° inventario 57.478

Tulayiula - 113
Para alcanzar sus objetivos, la ASOCIACIÓN DE AMIGOS DEL
TOLEDO ISLÁMICO necesita la máxima colaboración. Junto a los
Organismos y las In tituciones, tanto públicas como privadas, que nos
han ofrecido su apoyo es precisa la participación de cuantos ciudadanos,
a título individual, e tén interesados en el fomento de la Historia y la
Cultura de Toledo.

A esta tarea les invitamo a sumar e, comenzando por el primer y más


sencillo paso: inscribirse como socios de nuestra Asociación, rellenando
el cupón de la página siguiente y haciéndolo llegar a la Asociación de
Amigos del Toledo Islámico. Apartado de Correos 444. 45080-Toledo.
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Le ruego que a partir de la fecha, y co n cargo a mi cuenta, tenga a bi en atender los recibos que por un importe
euros, les presentará anualmente la Asociación de Amigos del Toledo Islámico.
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