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Requisitos del acto jurídico (contrato)

Uno de los actos jurídicos más comunes dentro del derecho privado es el contrato,
caracterizado como el acuerdo de dos o más voluntades que crean y transmiten
derechos y obligaciones, el cual debe cumplir o reunir ciertas condiciones para
formarse, que son presupuestos de su existencia y e cacia.

La diferencia entre ambos elementos se encuentra en las consecuencias producidas


por la ausencia de alguno de ellos.

De este modo, si falta un elemento esencial, el acto no existe como tal; y si faltara
algún requisito de validez, el acto existe, pero pudiendo ser invalidado.

1 Verónica Cervantes
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Elementos esenciales o de existencia del acto jurídico

1.Voluntad o Consentimiento;

Existen 3 requisitos para la 2.Objeto Posible hacia el cual se dirige esa


existencia del acto jurídico (un voluntad; y ocasionalmente,

contrato por ejemplo):

3.Una manera solemne para exteriorizar esa


voluntad.

1. Consentimiento
Es un acuerdo de voluntades: dos quereres que se reúnen y constituyen una voluntad
común.

Requiere dos emisiones de voluntad sucesivas, dos declaraciones unilaterales:

1. La oferta o propuesta

2. La aceptación

El acuerdo de voluntades no es la oferta sola ni es la aceptación sola. Ambas se


reúnen y se funden. El acuerdo de voluntades se forma cuando una oferta vigente es
aceptada lisa y llanamente.

La importancia de su integración radica en que, a partir del consentimiento, nace el


contrato y empieza a producir efectos legales, pues antes de su formación no hay
contrato ni obligaciones.

La exteriorización del consentimiento puede establecerse de manera:

1. Expresa: Manifestarse por la palabra, la escritura o por signos inequívocos.

2. Tácita: Conducta que autorice a inferir de ella la voluntad negocial, la intención de


contratar. (Art. 1803)

2 Verónica Cervantes
“El silencio presenta un signi cado equívoco, y por tanto que se deseche el
formalismo, el consentimiento necesariamente ha de demostrarse” (Planiol y Ripert).

Hay situaciones en que el acto parece integrarse por efectos del silencio, pero en ellas
no es silencio, sino los hechos que lo acompañan a demostrar la voluntad de negociar.

Oferta
Es la manifestación unilateral (mismo sentido) de la voluntad negocial (negocio jurídico
con propósito de engendrar derechos y obligaciones) que contiene los elementos
esenciales característicos del acto jurídico que se desea celebrar.

Se dirige a otra persona determinada (alguien que desee aceptarla) o indeterminada


(cualquier que desee aceptarla y reúna los requisitos jados), se encuentre ésta
presente (en comunicación inmediata con el oferente) o no presente (en comunicación
mediata).

Duración o vigencia de la oferta

Toda persona que propone a otra la celebración de un contrato, jándole un plazo para
aceptar, queda ligada por su oferta hasta la expiración del plazo y el contrato se forma
en el momento en el que la otra persona de su aceptación dentro de dicho término.

Pero si la oferta no tuviese plazo, debe distinguirse que, si es una oferta entre
presentes su duración es muy efímera, al autor de la oferta queda desligado si la
aceptación no es inmediata. En cambio, si es entre no presentes (carta o telegrama) ,
su e cacia se prolonga todo el tiempo necesario para la ida y vuelta regular del correo
público (art. 1806). La contratación por telegrama es válida sólo si las partes habían
convenido su uso con anterioridad y por escrito; si obra su rma en los originales (art.
1811) el Código de Comercio la admite a condición de pacto por escrito previo (art.80).

Muerte del oferente

La oferta se extingue si muere el proponente antes de ser aceptada, a menos que en el


momento de la aceptación el aceptante ignorare el hecho (art. 1809 del CC).

La disposición del art. 1809 es incongruente. Si se admite la vigencia entre no


presentes por tres días, mas el tiempo que dure la ida y vuelta regulares del correo
público, los herederos del oferente deberían respetar la duración legal de la propuesta
igual que el propio autor, puesto que son sucesores universales y no terceros respecto
del acto de la oferta, y como tales, les obliga.

3 Verónica Cervantes
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El derecho alemán, con mejor técnica mantiene la e cacia de la oferta, sin otro
requisito que no sea presumible una distinta voluntad del aceptante a consecuencia de
la muerte del oferente, o bien, que el contrato fuese de los que se extinguen con la
muerte (art. 153 del CC).

Efectos autónomos de la Oferta

La oferta produce por sí sola una obligación cargo del oferente en dos casos:

1. Oferta con plazo

2. Oferta entre no presentes

En ambos obliga al autor a mantener su propuesta durante los plazos convencional o


legal indicados.

La oferta de convenio o contrato no genera consecuencia alguna si no fuera aceptada.

Aceptación

Declaración unilateral de la voluntad en plena concordancia con la oferta. La


conformidad condicionada o sujeta a modi caciones será, a lo más, una contraoferta
y no una aceptación propiamente dicha

Retractación

La aceptación también puede ser retirada, haciendo llegar al proponente la


retractación antes que la aceptación.

Formación del consentimiento entre no presentes


1. Teoría de la declaración: Cuando el destinatario de la oferta (aceptante) declara, en
cualquier forma aceptarla.

2. Teoría de la expedición: Cuando el destinatario de la oferta contesta al proponente


y expide su carta por correo o remite su respuesta telegrá ca.

3. Teoría de la recepción: Cuando el proponente recibe en su domicilio o buzón la


respuesta del aceptante.

4. Teoría de la Información: Cuando el proponente se informa de la respuesta que


contiene la aceptación.

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El Código Civil admite la Teoría de la recepción:

Art. 1807: El contrato se forma en el momento en que el proponente reciba la


aceptación, estando ligado por su oferta según los artículos precedentes.

El Código de Comercio admite la Teoría de la expedición:

Art. 80: Los contratos mercantiles que se celebren por correspondencia


quedarán perfeccionados desde que se conteste aceptando la propuesta o las
condiciones con que ésta fuere modi cada.

El consentimiento en los contratos de adhesión


En el contrato de adhesión (denominado así por Saleilles) sólo una de las partes
establece las condiciones en las cuales se va a efectuar tal acto, que la otra se limita
únicamente a aceptar.

Intervención del Estado


La parte débil del contrato (el usuario) cuenta con la protección del Estado, que debe
evitar los excesos y las injusticias producidas por la desigual situación de las partes.

2. Objeto
El contrato tendrá tantos objetos como obligaciones haya engendrado: Cada
obligación tiene su propio objeto, el cual consistirá en el contenido de la conducta del
deudor, aquello a lo que se comprometió o que debe efectuar. El objeto responde a la
pregunta ¿A qué está obligado el deudor?

El Código Civil señala, en el art. 1824 que, son objeto de los contratos:

I. La cosa que el obligado debe dar.

II. El hecho que el obligado debe hacer o no hacer.

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3. Solemnidad Stipulatio (estipulación) contrato verbal y solemne,

unilateral y abstracto, en el que el futuro acreedor


(estipulante) preguntaba al futuro deudor (prominente) si
estaba dispuesto a prometer algo, esto es, a entregar
Solemnidad en alguna cosa o realizar algún servicio.
Roma
Manumisión de esclavos (liberación de esclavos) el
proceso de liberar a un esclavo, tras lo cual se convertía
en un liberto.

Existían dos formas de otorgar la manumisión: una solemne (civil), por la cual el
esclavo manumitido pasaba a ser considerado libre y con calidad de ciudadano
romano, y la segunda, no solemne (pretoria), en la que el esclavo era liberado, pero no
se le otorgaba la ciudadanía romana sino que quedaba en condición de ciudadano
latino (latini iuniani), esto obligaba al liberado latino a traspasar todos sus bienes a su
antiguo dueño al momento de su muerte.

Per censum (por censo): el dueño del esclavo lo


inscribía en algún censo realizado por el magistrado
correspondiente, así el esclavo pasaba a ser libre desde
la entrada en vigencia del censo.

Per vindicta (por juicio): Originalmente se pronunciaba

una vindicatio, (a rmación de fuerza solemne in iure


(ante el magistrado) rea rmada por el gesto del lictor al
imponer la festuca (una varita) sobre el hombro del
esclavo que ha de ser manumitido, mientras su amo
Solemne o Civil permanecía en silencio. En sí, se trata de un juicio
simulado en el cual el dueño del esclavo (dominus) se
presenta ante algún magistrado y declara su deseo de
hacerlo libre; este pasa a ser hombre libre desde el
momento de la sentencia.

In sacrosanta ecclesia (en la iglesia) : Se produce si, en


la iglesia, el dueño toma como testigo al obispo para
dar libertad al esclavo. También se considera el
otorgarle la libertad al esclavo frente a los feligreses.

Per testamentum (por testamento): Cuando el dueño


del esclavo transcribe sus bienes en su testamento y
declara al esclavo hombre libre, este queda en libertad
al momento de la muerte de su dueño.

6 Verónica Cervantes
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Inter Amicos (entre amigos): El dueño declara libre al
esclavo en presencia de cinco testigos.

Per Epistolam (por carta): El dominus le escribía una

carta al esclavo otorgándole la libertad. Justiniano


exigió, además, cinco testigos que rmaran o dieran fe
del contenido de la carta.

No solemne o
Prentoria Per Mensam (en la mesa): Cuando el esclavo es
invitado a comer a la mesa del dominus.

Justiniano dispuso que también fuera libre el esclavo a


quien su dominus diese el nombre de "hijo" en forma
pública, aun cuando por esto, no adquiría los derechos
de tal. Cabe destacar que las manumisiones no
solemnes no tenían carácter jurídico vinculante, por lo
que en cualquier momento se podía retomar la
propiedad del esclavo.

El Diccionario Jurídico Mexicano del Instituto de Investigaciones Jurídicas menciona:


"...solemnidad deviene del latín solemnitasatis; calidad de solemne. Es el conjunto de
requisitos legales para la existencia de un acto jurídico al que la ley da el carácter de
solemne".

La solemnidad se presenta ocasionalmente, cuando para la constitución del acto


jurídico la ley requiera del pronunciamiento de frases sacramentales, y/o prácticas
rituales y/o de la intervención de un funcionario que sancione el acto jurídico.

Los casos en los que se exige éste requisito esencial, son por lo general de suma
trascendencia social, actos jurídicos del derecho de familia como el matrimonio o la
adopción por ejemplo.

Se les identi ca como solemnes porque para su creación o perfeccionamiento,


requieren la observancia de esa formalidad conocida como “solemnidad”, la llamada
forma “ad solemnitatem causa”, o “formalidad ad sustantiam”, que es una forma
constitutiva sin la cual el acto jurídico no nace; en estos casos, la forma es más que
un simple elemento probatorio.

Algunos actos son solemnes porque sin la voluntad del estado a través de la
autorización del funcionario que la ley establece no existirían, tal es el caso del
divorcio, la adopción, el matrimonio, en los que no basta la voluntad de las partes, ni el
objeto posible, pues requieren además, la sanción o autorización del Estado.

7 Verónica Cervantes
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