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Aun Quieres Saber Por Que - M. Montenegro
Aun Quieres Saber Por Que - M. Montenegro
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— ¡Hola guapetón!
—Natalia ¿dónde estás? —me pregunta un tanto
acelerado.
—En el centro comercial con Clara ¿por qué? ¿Pasa
algo? —esto no me gusta nada, lo noto nervioso.
— Natalia escucha bien lo que te voy a decir, tienes que
salir del centro comercial y meterte en el edificio que hay
delante, yo vengo ya de camino. — no entiendo que le pasa,
está cortante. Cojo la mano de Clara y hago que me siga.
— ¡Derek! ¿Qué pasa?—me estoy poniendo muy
nerviosa.
— Nos han dado un soplo de aviso de bomba en el
centro comercial. ¡Sal de ahí ya!
— ¡Sí! Ya estamos casi en la puerta, esto está muy lleno
de gente.
— Llega a la puerta por favor, en nada estoy contigo. —
cada vez estoy más nerviosa, voy a entrar en pánico.
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— ¿Derek?
—Ssshhh, Clara me contó dónde estabas, y no podía
dejarte sola. Siento no haber llegado antes. — me coge la
mano y me la besa.
—Pero… — no puedo articular palabra, no me lo
esperaba. — Gracias Derek, de verdad.
Lo abrazo con todas mis fuerzas, no deja de
sorprenderme, es tan tierno...
—Me asusté, cuando no te encontré en casa y antes de
montar un operativo para buscarte, llame a Clara y ella me
contó que estabas aquí. — me mira con ternura y me besa. —
Quiero que sepas que puedes contar conmigo, que estaré aquí
para ti cuando me necesites, ¿Qué pasó? — me pregunta.
—Hace tres años que los perdí, en un accidente de
coche. Un borracho se saltó un semáforo y ellos no
sobrevivieron. Por desgracia, el borracho sí. Durante el
primer año después de su muerte, me sentía tan desesperada
y triste que busque al tío que los mató. Quería verle sufrir por
lo que hizo pero… cuando vi como era su vida... ¡No, yo no
podía! No podía dejar a unos niños sin su padre, no podía ver
como ellos sufrían. Ya habían perdido a su madre y decidí
perdonarlo. Durante un tiempo me sentí culpable por lo que
había estado a punto de hacer, yo no era así, fue el dolor que
me cegó, y no hay día que no me sienta mal.— Derek se ha
mantenido, callado, escuchando mi historia.
—Natalia, sé que fue duro, que lo pasaste mal y a día de
hoy lo sigues pasando. Hiciste lo correcto, ven. — me atrae
hacia él y me abraza. — Vámonos a casa, necesitas
descansar.
Hoy hace más calor que los demás días. Me gusta el mes
de Julio, poder ir a la playa y disfrutar del sol y del mar. Me
estoy preparando para salir, cuando caigo en la cuenta de que
estoy de vacaciones y aún no he reservado nada. Quizás si
nos fuéramos unos días sin decir nada a nadie de adónde
vamos... quizás Alexander se daría por vencido y nos dejaría.
Derek me confirmó que él también estaba siendo amenazado,
por eso averiguó que Alexander era mi acosador. Deambulo
por la casa sin encontrar mi móvil, soy un desastre, siempre
lo pierdo. Seguro que fue en el despacho de Derek, cuando lo
hicimos encima la mesa. Abro la puerta y me cuelo dentro, a
ver si lo encuentro. Miro por la mesa, nada, por el suelo,
nada. ¿Será que no me lo deje aquí? A lo mejor Derek lo
guardó en algún cajón. Abro el primer cajón, nada, el
segundo, nada. Me topo con una carpeta que pone “CASO
ROMANOV”. Debe de ser sobre la detención del padre de
Alexander, no puedo evitar mirar y lo que veo me confirma
que estamos en peligro.
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Fin
Agradecimientos