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La Cocha Bruja de Chiquimulilla

Por: Rigoberto Chivito Roldán.

Los días transcurrían con tranquilidad y a pausas en el pequeño poblado de


Guazacapán, este que está acurrucado al pie del Cerro Nixtiquipaque o
Tecuamburro como lo llamaron nuestros ancestros.

Como ha sido costumbre, los pobladores para agenciarse de algunos lenes salían
a vender o comprar sus mercancías a las aldeas o áreas rurales.

Era común que a Guazacapán llegara una señora de Chiquimulilla a comprar


coches para destazar o para revenderlos con compradores fuereños en su pueblo
natal.

Cada visita de compra que hacia la señora en Guazacapán; era para negociar los
cochinitos que eran criados a puro maíz o desperdicios en los patios de los
guapanecos.

La señora de esta historia; al llegar al pueblo entraba en negocio,y como de


costumbre, si le daban un precio por tal cochinito, lo regateaba hasta lograr su
cometido; sin embargo si un morador se negaba a bajar el precio y no dar el
marranito al que ella ofrecía, expresaba:

"si no me lo vendes, mañana se te va enfermar y hasta se te va morir".

Algunos moradores al verse en necesidad terminaban vendiendo sus animalitos al


precio que ella daba; quienes no, al día siguiente miraban como sus animales
empezaban a enfermar hasta morirse.

Los guapanecos empezaron a entender que aquella mujer era quien provocaba
que sus animales se enfermaran y murieran por la amenaza que les hacia, al no
venderle; además, aseguraban que esta señora se convertía en cocha.

Llegó el día en el que los pobladores cansados de esta señora, recurrieron a un


Brujo del pueblo para contrarrestar las artimañas que hacia dicha señora, hasta
alejarla del pueblo; con el tiempo la señora desapareció y nunca más llegó a
molestar la tranquilidad de los guapanecos.

"La Oralidad de nuestros ancestros enriquece la cultura de los pueblos"

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