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El Duelo Infantil - ARTICULO
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ELEMENTOS EDUCATIVOS
El duelo infantil
M. Aceña Díaz
Enfermera. Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) Sant Martí Sud. Sant Adrià de Besòs (Barcelona).
Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones (INAD). Parc de Salut Mar. Barcelona
Tal vez una de las situaciones más difíciles a las que de- • Circunstancias en las que ha fallecido la persona.
ban enfrentarse unos padres sea la de comunicar a su No es lo mismo una muerte esperada por una enfer-
hijo la noticia de que alguien a quien quiere ha fallecido. medad que una muerte repentina por un accidente,
Muchas veces los adultos, por considerar que los ni- en la que el niño no ha tenido la oportunidad de des-
ños son excesivamente vulnerables, tendemos a pro- pedirse del ser querido.
tegerlos del dolor que supone una pérdida y evitamos • La familia. Es más sencillo entender y afrontar la pér-
hablar de ello en su presencia. Otros, en cambio, consi- dida cuando el entorno familiar ofrece cariño y afecto
deran que los niños pequeños ni comprenden la muerte de una manera cuidadosa y con especial sensibilidad.
ni se sienten afectados por ella. Esta falsa creencia tiene • Las experiencias de pérdidas anteriores que haya
su origen en la forma de comportarse que a menudo podido tener el menor.
muestran los niños ante una muerte: la de actuar como • La cultura, la religión y las enseñanzas que haya
si no hubiese pasado nada. El niño tiende a vivir el pre- recibido el niño influirán en su forma de en-
sente, en ocasiones olvidando su pena y comportándo- tender la muerte y de actuar
se como si nada hubiera sucedido (Lafuente, 1996). ante la pérdida de un ser
Es difícil que los niños entiendan el concepto de la querido.
muerte como lo entendemos los adultos. Ellos experi- • El ejemplo que da-
mentan temores relacionados con lo que sucede des- mos como adultos.
pués de la muerte, lo que se siente cuando uno se Hay que mostrarle
muere y lo que les podría ocurrir si sus padres fallecie- al niño que es na-
sen. Para poder disipar o atenuar esos temores, los pa- tural estar tris-
dres deben encontrar el momento adecuado para ha- tes y que está
blar abiertamente sobre la muerte con sus hijos, en bien llorar pa-
caso de que ellos pregunten o sea necesario. ra evitar sen-
A la hora de explicarle a un niño la pérdida de un ser timientos re-
querido, hemos de tener en cuenta diversos factores, primidos.
entre los cuales cabe destacar los siguientes:
• La edad del niño. En función de la edad, su concep-
to de la muerte variará. Hay que tratar el tema de la
forma más natural posible, utilizando un lenguaje que
pueda entender y teniendo en cuenta que su grado
de comprensión de la muerte difiere según la edad
que tenga (tabla 1).
• Relación del niño con la persona fallecida. Cuanto
más unido haya estado el niño a esa persona, más do-
loroso le resultará hacerse a la idea de que no volve-
rá a estar con ella.
©Wuka/iStockphoto
Correspondencia:
M. Aceña Díaz
Correo electrónico: 60951@parcdesalutmar.cat
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De 3 a • El niño entiende la muerte como un sueño; la vida y • Existe sentido de pérdida, y puede buscar a
5 años la muerte aparecen como procesos intercambiables, la persona fallecida. En ocasiones presenta
aunque distingue entre estar vivo y muerto. cambios en la rutina, muestra regresión en alguna
• A los 5 años entiende la muerte como no de sus conductas, acompañándose de
funcionalidad y como algo irreversible, pero somatizaciones (cefaleas, dolores de barriga...).
todavía no comprende su universalidad.
De 9 a • Sabe que la muerte es inevitable y que puede • Puede mostrar ansiedad por la separación
10 años sucederle a él. Presenta sentimientos de fragilidad. y preocupación por la vulnerabilidad
de los demás miembros de la familia.
Más de • Entiende la muerte tal como la entendemos • Puede aislarse de las actividades familiares o buscar
11 años los adultos: como algo inevitable, universal apoyo en los padres. Al entender el concepto de la
e irreversible. muerte, se cuestiona el sentido de la vida.
• Desarrolla su propia filosofía de la vida y, • Puede angustiarse, obsesionarse
en consecuencia, cambia su actitud frente y mostrar conductas agresivas e inadaptadas en
a la muerte. Esto puede angustiarle. un intento de negación de la realidad.
• El recuerdo de la persona fallecida puede generar
en el adolescente incomodidad o culpa.
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que evitar expresiones como «tienes que ser fuerte» o o cuándo volverá, provocando así un aumento de su
«los valientes no lloran». angustia.
• Dar la noticia poco a poco. Los menores tienen su
Culpa propio mecanismo regulador: harán preguntas, escu-
Los niños, especialmente los más pequeños, suelen charán y en un momento dado dirán basta, porque
creer que todo lo que ocurre a su alrededor está rela- hasta ahí pueden soportar. No hay que darles detalles
cionado con su persona. Por eso, pueden pensar que la tétricos, y es preferible contarlo de manera breve e ir
muerte del ser querido la han provocado ellos, quizá viendo cómo reaccionan.
porque se portaron mal o porque la persona fallecida no • Ofrecer apoyo afectivo, con las muestras de afecto
les quería. Hay que aclarar al niño que la muerte de esa habituales.
persona no tiene nada que ver con él y que le quería • Evitar el uso de eufemismos. Confundimos al niño
mucho. si le decimos que su ser querido se ha ido a un mun-
do mejor o se ha convertido en una estrella. Conside-
Miedo ración aparte merecen las explicaciones propias de la
El niño teme que la muerte pueda venir a por él o a educación recibida o condicionadas por las creencias
por las personas que más quiere. Es importante per- religiosas de los padres.
mitir que exprese ese temor y aclarar todas sus dudas. • Explicar al niño que todos los seres vivos, incluidas
Hay que utilizar un lenguaje adaptado a su edad y evi- las personas, mueren; que es algo natural. Podemos
tar el uso de eufemismos del tipo «se ha ido de viaje utilizar el ejemplo de una película o un cuento, o el de
por un largo tiempo» o «está durmiendo», ya que eso una mascota.
incrementa su angustia y puede provocar, por ejemplo, • Mostrar emoción delante del niño está bien, porque
que se niegue a dormir por temor a que la muerte apa- le ofrecemos un modelo de cómo expresar sus sen-
rezca en cualquier momento. timientos.
• Dar la opción de asistir al tanatorio o al funeral.
Ira Hay que preguntarle abiertamente al niño si quiere ir,
En ocasiones se sentirán muy enfadados por no po- y nunca hay que obligarlo. En caso de que quiera asis-
der estar con la persona que murió. En esos momen- tir, debe hacerlo acompañado de alguien muy cerca-
tos, se enfurecerán por asuntos nimios, empeorando no a él para ofrecerle seguridad. Hay que anticiparle
su comportamiento. Aunque sea necesario confron- qué es lo que se encontrará, a quiénes verá y en qué
tar su rabia y ponerles límites, deberemos ser com- estado estarán (tristes...). Los adolescentes se senti-
prensivos y hacerles saber que entendemos su enfa- rán más arropados si en esos actos sus amigos están
do y que con el paso del tiempo se sentirán cada vez cerca.
mejor. • Facilitar la expresión de las emociones (pero no for-
zarla), para evitar sentimientos reprimidos o idealiza-
Aceptación ciones erróneas. Es de gran utilidad recurrir a álbu-
El niño empieza a sentirse mejor consigo mismo y va mes de fotos o vídeos para recordar a la persona
aceptando la pérdida. fallecida o escribir una carta para que pueda exterio-
rizar su dolor por la pérdida; eso permite la integración
Pautas de actuación y aceptación de la pérdida.
• Comunicar pronto la noticia, antes de que se antici- • Ayudar a reconvertir la relación niño-fallecido en
pen otros. Hay que escoger bien quién va a ser la per- otras relaciones ya existentes o nuevas para evitar así
sona que se lo comunique; debe ser alguien de su en- la excesiva idealización de ésta, que imposibilitaría re-
torno próximo, en quien el niño confíe. hacer otras.
• Decir la verdad. Una mentira puede volverse en con-
tra de nosotros y en contra del niño. Si le decimos, ¿Cuándo acudir a un especialista?
por ejemplo, que su papá se ha ido por un tiempo a Señales de alarma
trabajar lejos, podemos provocar en él sentimientos La persistencia de uno o más de los siguientes signos
de frustración, y hacer que piense que se fue sin des- puede indicar la presencia de un trastorno psicológico
pedirse de él, o que se pregunte por qué no le llama (depresión, por ejemplo), en cuyo caso debe solicitarse
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