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Título: La flexibilización de la congruencia

Autor: Peyrano, Jorge W.
Publicado en: LA LEY 05/09/2013, 05/09/2013, 1 - LA LEY05/09/2013, 1 - LA LEY2013-E, 1261
Cita Online: AR/DOC/3017/2013

"Para legitimar una flexibilización de la congruencia petitoria, no es suficiente con hacer valer que se
conseguiría un resultado práctico equivalente. Es menester, asimismo, que el bien jurídico en danza haya sido
objeto de adecuado debate y contradicción."
Al concepto castizo de congruencia —que se remonta a la Partida III— lo hemos descripto como una
exigencia de que medie identidad entre la materia, partes y hechos de una litis incidental o sustantiva y lo
resuelto por la decisión jurisdiccional que la dirima. Si bien se mira, dicha concepción subraya plurales aspectos
trascendentes. A saber: la congruencia supone una visión comparativa entre dos términos que se cotejan para
comprobar si se corresponden o no. Uno de dichos términos comparativos necesariamente será el tenor de una
resolución judicial. El otro de los parámetros comparativos es variado: puede tratarse de los hechos invocados
por las partes puestos en contacto con la plataforma fáctica tenida en cuenta por la resolución judicial del caso
(los tribunales, como regla, sólo pueden ponderar hechos alegados por las partes); puede tratarse de la identidad
de las partes intervinientes y los tenidos por tales en el curso de una decisión (v. gr., no puede condenarse a
quien no ha sido parte); puede tratarse de lo pedido por el actor o por el reconviniente (v. gr. en principio, sólo
puede concederse lo pedido, cualitativa y cuantitativamente, por el justiciable, so pena de que surjan los vicios
de incongruencia extra petita y ultra petita). No sucede así en el proceso laboral donde los magistrados pueden
realizar pronunciamientos ultra petita aunque no puedan decidir extra petita.
Se trata, de un subprincipio procesal derivado del principio dispositivo (1), fuertemente relacionado con
garantías constitucionales; especialmente con la garantía de defensa en juicio y la tutela judicial efectiva (2), que
cuando se flexibiliza la congruencia actúan de manera sinérgica.
Ahora bien: en qué consiste la referida flexibilización de la congruencia? De una suerte de excepción a la
regla general que manda que el Tribunal deba conceder lo pedido por el demandante (o reconviniente) y
únicamente eso, y, además, como consecuencia de lo alegado por el requirente. La doctrina tradicional es
terminante en el punto. Oigamos una expresión de ella, en el marco de un rico y sugerente aporte autoral:
"Reclamada pues una cosa o prestación o efecto jurídico o en base a una causa (o concreta y determinada
situación de hecho), el tribunal civil no puede otorgarla por otra causa (o sea por una situación de hecho
distinta). V. gr: si se reclama la restitución de un inmueble locado por la causal de falta de pago, invocando
desde luego los hechos constitutivos de ésta, no es posible condenar al desalojo por la causal de uso abusivo de
la locación o por cualquier otra situación fáctica distinta y no alegada, aunque la misma resultare de las pruebas
producidas. (3)
Hoy en día, las cosas han cambiado y, por ejemplo, hasta recientes y connotados códigos procesales civiles
aceptan —con razón— que en el seno de un juicio de amparo, la sentencia pueda otorgar algo diferente de lo
pedido "si determina un resultado práctico equivalente". (4) He aquí la primera aparición legislativa nacional
que conocemos respecto de tan afortunada fórmula para acceder a los requerimientos de flexibilización de la
congruencia petitoria. Dicha fórmula, cabe señalarlo, no es nueva en el panorama procesal general ya que es de
frecuente mención y empleo en la praxis y en la legislación brasileña. Así en Brasil, y con referencia a la
protección del consumidor y del medio ambiente, se admite el dictado de providencias "que aseguren el
resultado práctico equivalente al del cumplimiento". Sobre el particular, señala Luiz Marinoni que "se admite
expresamente, así que el juez deje de atender al pedido formulado por el actor para determinar y emitir una
providencia diversa, desde que mira a la tutela efectiva del derecho material. En este sentido, se posibilita al
juez, en vez de ordenar so pena de multa la paralización de las actividades de la fábrica que está produciendo
una polución al medio ambiente, ordenar la instalación de una tecnología capaz de evitar la continuación de la
polución. Viceversa, y cuando no fuera suficiente el uso de tecnología capaz de contener la polución, el juez
 

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puede determinar la paralización de las actividades, aun cuando ésta no haya sido pedida". (5)
La flexibilización de la congruencia —que cuenta con el apoyo expreso de importantes voces— (6) ha
logrado, entonces, acuñar una fórmula (la del resultado práctico equivalente) muy expresiva acerca del principal
(no único) condicionante que reclama la ductilización de la congruencia que venimos analizando.
Un buen ejemplo de flexibilización de la congruencia lo proporciona Kemelmajer de Carlucci, partiendo de
un caso real: "Cabe advertir que no se viola el principio de congruencia si el tribunal limita la pretensión a una
menor de la solicitada. En este sentido, el Tribunal Superior de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ha dicho,
con razón, que la circunstancia de que la actora solicitara la clausura del establecimiento demandado por ruidos
molestos y el a quo y la alzada limitaran su decisión disponiendo la realización de obras de insonorización no
importa violación alguna al principio de congruencia, en tanto la demanda fue instada sobre la base del derecho
a gozar de un medio ambiente saludable y las decisiones adoptadas no se apartaron de la protección de ese
derecho al ordenar medidas orientadas a materializar ese fin". (7) Realmente, concurren razones atendibles para
eliminar una fuente de trabajo cuando se puede alcanzar la finalidad perseguida por la demanda (que cesen en
los ruidos molestos) mediante una solución diferente a la propuesta por el requirente? Si bien se observa, la
pretensión hecha valer en juicio más que buscar el otorgamiento incanjeable de una pretensión o una abstención
persigue, en verdad, la obtención de un bien jurídico (en la especie, la calidad de vida o preservación de un
medio ambiente saludable). No se trata, pues, de que fatalmente el demandante se reúna con lo que pide, sino
que logre la obtención del bien jurídico que explica y justifica que postule tal o cual prestación o abstención.
Claro está que para legitimar una flexibilización de la congruencia petitoria, no es suficiente con hacer valer
que se conseguiría un resultado práctico equivalente. Es menester, asimismo, que el bien jurídico en danza haya
sido objeto de adecuado debate y contradicción. Vale decir, siguiendo con el ejemplo aportado, que el requirente
debe haber —expresa o tácitamente— aludido e invocado que su "calidad de vida" resulta afectada por el estado
de cosas reinantes.
Cabe destacar que en algunos supuestos —más bien de tinte excepcional— la flexibilización de la
congruencia presupone (además de la concurrencia del resultado práctico equivalente y de debate adecuado) la
incidencia de otras circunstancias e ingredientes. (8)
Como ya lo hemos destacado repetidas veces, lo que interesa es satisfacer el resultado práctico perseguido
por el accionante teniendo en cuenta las circunstancias del caso y el derecho de defensa de la contraria, y no
tanto acceder a otorgar exactamente lo reclamado por aquél.
Como fuere, lo cierto es que la congruencia —tan escuetamente mencionada por el legislador nacional— (9)
ha encontrado en su "flexibilización" (tan en boga en Derecho Ambiental y en Derecho de Familia) un modo de
ahuyentar la posibilidad de incurrir en "excesos rituales manifiestos"(10), siempre tan próximos cuando se
interpreta aquélla de manera intransigente y cerrando los ojos frente al reclamo de injerencia de otros principios
y valores.
Auguramos más éxitos a la todavía joven "flexibilización de la congruencia", que constituye el triunfo del
sentido común por sobre la pesada maquinaria de lo rutinario y lo canónico.
 (1) DE LOS SANTOS, Mabel, "Principio de congruencia", en "Principios Procesales", obra colectiva del
Ateneo de Estudios del Proceso Civil de Rosario, Santa Fe 2011, Rubinzal Culzoni, t. I, p. 207.
 (2) Ibídem, pp. 206/8.
 (3) RICER, Abraham, "La congruencia en el proceso civil", en "Revista de Estudios Procesales" Nº 5, p. 23.
 (4) Artículo 578 del Código Procesal Civil, Comercial y de Minería de San Juan: "La sentencia que admita
la acción deberá contener:... 2) la determinación precisa de la conducta a cumplir con las especificaciones
necesarias para su debida ejecución, que podrá diferir de lo pedido si determina un resultado práctico
equivalente, atenuando las consecuencias en relación al acto o conducta cuestionadas. Fijará también las
consecuencias de su eventual incumplimiento...", conf. su comentario en el excelente "Código Procesal Civil,
 

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Comercial y de Minería de San Juan. Comentado y concordado con el Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación y otras Provincias", por VELERT, Jaime, PAGÉS LLOVERAS, Roberto y VELERT, Gustavo, Córdoba
2011, Ed. Nuevo Enfoque Jurídico, t. 3, p. 551 y ss.
 (5) Conf. de MARINONI, Luiz, "Tutela inhibitoria: la tutela de prevención del ilícito", en El Derecho 185,
p. 127 y ss.
 (6) Así las de MORELLO, Augusto, PARRA QUIJANO, Jairo y MARINONI, Luiz, entre muchos otras.
 (7) KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, "Estado de la jurisprudencia nacional en el ámbito relativo al
daño ambiental colectivo después de la sanción de la ley 25.675", en Anales de la Academia Nacional de
Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, Año LI, Nº 43.
 (8) ¿Cuáles son tales otros condicionamientos? Pues cuando el cumplimiento exacto de lo requerido
importaría un palmario desmedro para la economía procesal y para un buen Servicio de Justicia o cuando el
cumplimiento exacto de lo requerido resulta jurídicamente improcedente, pero la calidad de los derechos
invocado por el solicitante justifica algún tipo de satisfacción diferente (vide "La flexibilización de la
congruencia en sede civil. Cuando se concede judicialmente algo distinto de lo requerido por el justiciable", por
PEYRANO, Jorge W., en Revista de Derecho Procesal, Rubinzal Culzoni, Año 2007-2, p. 106).
 (9) PEYRANO, Jorge W., "Proceso Civil. Principios y fundamentos", Buenos Aires 1978, Astrea, p. 65.
 (10) DE LOS SANTOS, Mabel, ob. cit., p. 208: "En efecto, no debe soslayarse que, en ocasiones, la rigidez
conceptual y la incomprensión de los parámetros dentro de los cuales opera la congruencia procesal suelen
desembocar en excesos rituales, que también constituyen causal del recurso extraordinario federal".

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