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La asignatura de Historia del arte de segundo de Bachillerato como máximo exponente

del canon de obras de arte: ¿es posible un canon criticado?

La asignatura de Historia para el curso de segundo Bachillerato, como comentó el


profesor Jorge Sebastián en clase, resulta una muestra paradigmática de hasta qué punto
los conceptos, los estilos y las visiones del arte son susceptibles de ser seleccionados y
simplificados, manteniéndose el programa curricular perenne prácticamente desde sus
comienzos como materia, exceptuando algunos leves recortes en cuanto a contenido.

Los usos pedagógicos del arte en el currículum español constituyen, desde el


primer momento, una clara prueba del uso en demasía de técnicas de trabajo
memorísticas. Por qué, realmente ¿por qué estudiamos arte?; o, mejor dicho, ¿por qué
estudiamos este determinado tipo de arte? ¿por qué se procede a una selección de obras
y no a otra? Fundamental es resolver estas preguntas antes de decidir si el canon elegido
resulta aceptable, pues si entendemos el estudio de este como metodología primordial
es saber a qué objetivos se debe la misma.

Desde el cambio de siglo, los currículums occidentales se han especializado en


la consecución de dos ítems que forman su eje motriz: (1) las competencias básicas y
específicas—en el caso que nos corresponde serían las del pensamiento histórico— y
(2) el trabajo por ámbitos. Únicamente trataremos aquí el primer término, puesto que la
agrupación de áreas del conocimiento por ámbitos únicamente se da, en estos
momentos, en los dos primeros cursos de la educación secundaria. Debido a que, a
partir de la LOMCE, las materias dejaron de reglamentarse por competencias
específicas acudiremos al artículo de Antoni Santisteban, “La formación de
competencias de pensamiento histórico” (Clío & Asociados, nº14, pp.34-56), con el fin
de redactar un breve listado con las competencias específicas que se les suponen a las
asignaturas de pensamiento en clave histórica. Veámoslas a continuación, divididas por
tipos:

Primer tipo  competencias para la construcción de la conciencia histórico-temporal


(CCHT):
 CCHT1: temporalidad humana (pasado-presente-futuro).
 CCHT2: cambio-continuidad (progreso/complejidad).
 CCHT3: el tiempo histórico como conocimiento y como poder sobre el futuro.

Segundo tipo  competencias para la formación de la representación de la historia


(CRH):
 CRH1: narración histórica (forma de representación).
 CRH2: explicaciones causales, intencionales.
 CRH3: Construcción de la historia, escenarios-personajes-hechos históricos.

Tercer tipo  competencias para la imaginación y creatividad histórica (CICH):


 CICH1: empatía histórica.
 CICH2: contextualización histórica.
 CICH3: pensamiento crítico-creativo, juicio moral.

Cuarto tipo  competencias para la interpretación histórica (CIH)


 CIH1: fuentes históricas (lectura-tratamiento).
 CIH2: textos históricos (contraste-confrontación).
 CIH3: conocimiento del proceso de trabajo en la ciencia histórica.

Con las competencias en la mano y habiendo respondido —según el planteamiento


curricular— a la cuestión de porqué nuestros alumnos estudian la Historia del arte,
habríamos de plantearnos si la selección de obras sobre la que se asienta la materia a
modo de catálogo es conveniente para el análisis de los cambios, construcciones,
transformaciones históricas y movimientos sociales que rodean la obra desde una
mentalidad crítica. Es aquí donde ponemos la metodología (el canon) en el punto de
mira de los cambios que valdría la pena preguntarse si, al efecto, redundarían en mayor
preocupación didáctica por la disciplina; y es que, al margen de la enseñanza de los
contenidos susceptibles de ser transmitidos —recordemos que la enseñanza de Historia
del arte en bachillerato está adaptada en suma a un tipo de selectividad de tipo
memorístico—, ¿el canon actual redunda en un aprendizaje significativo de las
competencias históricas vinculadas intrínsecamente con Historia del arte?

En ningún momento nos gustaría dar a entender que abogamos por el cambio de
leyes y decretos, puesto que en nuestra calidad de alumnos del grado universitario no
está en nuestras manos trabajar en la elaboración de un nuevo currículum. Pero, sí que
podemos modificar la forma de abarcar el canon que nos viene establecido por el
decreto de la Administración Educativa, en nuestro caso, el Decreto 87/2015 de la
Generalitat Valenciana. Dicho lo cual, es factible trabajar el actual canon de obras
mediante una metodología de taller crítica de arte, potenciando la capacidad creativa del
estudiante ante una serie de obras. Así, al margen de la redacción del comentario
histórico-artístico prototípico, sería posible actualizar la materia hacia unos
componentes de comprensión y valoración de las manifestaciones artísticas más
cercanos a la búsqueda de ese espíritu crítico que tantas veces queremos, desde nuestro
papel de profesores, despertar, y que por actual lógica cuantitativa y memorística de la
materia tan difícil nos es de llevar a cabo, en ocasiones, cuando no durante todo el
periodo lectivo.

Concluyendo, finalizaremos aportando cuatro vías para la reformulación crítica


del actual canon en la asignatura de Historia del arte y que seguidamente
desglosaremos, dependientes entre sí y necesarios para el reforzamiento de la
competencia artística mediante el taller de crítica de arte propuesto en el párrafo
anterior:

 Competencia de lenguaje artístico (CLA)  entender las obras artísticas y


culturales como recursos de expresión y comunicación en su propia producción.
 Competencia de representación de emociones (CRE)  los productos del arte se
generan de manera personal y razonada y como tal se han de comprender,
ligando a ellos los mecanismos de expresión, representación y comunicación que
en las distintas épocas y ámbitos se han dado. Se vincula la obra con un tiempo y
un espacio, una sociedad y un/os individuo/s, una ideología, una praxis, un
estilo.
 Competencia de Análisis e Interpretación (CAI)  analizar contexto temporal y
cultural discriminando las funciones y usos que pudieron tener o tuvieron las
manifestaciones y producciones artísticas de las que hoy día tienen, ajustándose
la interpretación a la repercusión y significado que tuvo la obra para la vida sus
contemporáneos.
 Competencia de Reflexión y Crítica (CRC)  reflexionar críticamente sobre el
patrimonio artístico y cultural, contemplando el mismo como fundamento de
situaciones de intercambio, diálogo intercultural y experiencias compartidas
entre las diferentes comunidades pasadas y presentes, y entre las distintas
generaciones que, como patrimonio artístico y cultural, nos han legado las
manifestaciones estéticas de su tiempo.

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