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LA IMPLICACION1
JACQUES ARDOINO
Noción y concepto2
Hoy vamos a abordar una noción que es la de la implicación. Es necesario
comprender que si vamos a trabajar con esta noción es porque va a ayudarnos a representar
la realidad que pretendemos investigar, explorar, que intentamos comprender.
Posiblemente podemos entender por concepto un término cuyo sentido es más fijo,
más definido, más preciso. Por ejemplo, los conceptos de círculo, de cuadrado o de
triángulo en geometría. Entenderemos por noción otros términos, en donde la polisemia es
mucho más grande ; es decir que los sentidos no son tan únicos, ni tan precisos. Es evidente
que cuando vamos a hablar de la libertad, de la democracia, de valores, no podemos tener
definiciones tan rigurosas y tan precisas, como cuando se trata de un círculo, un cuadrado o
de un triángulo. Aquí se trata exactamente de una noción. Cuando estudiamos una noción
tenemos la etimología como medio o recurso, la cual es importante en la mayoría de las
lenguas latinas, tales como el francés, el español y el portugués, así como el italiano, que
tienen raíces comunes.
Vamos a revisar más adelante cuál es la raíz de implicación. También hay sentidos,
dicho de otra forma, acepciones que se privilegian por el uso. Por ejemplo, en ciertas
regiones de México se empleará una palabra con un sentido un poco particular que el que
tiene en otras zonas. Hay, igualmente, sentidos con las mismas raíces comunes en latín, que
serán diferentes entre el español, el portugués y el francés. Hay también variaciones de
sentido, según las épocas. Por ejemplo, hace unos siglos, una palabra podía tener una
significación y haber cambiado total o ligeramente unos siglos más tarde. Cuando
comenzamos estudios de licenciatura, nos esforzamos sobre todo por saber cuál es el
sentido de una palabra y hablaremos de la palabra justa ; es decir, que cuando ustedes hacen
crucigramas, pueden simplemente usar un pequeño diccionario que va a decir : martillo :
instrumento que sirve para meter clavos ; mesa : mueble que sirve para diferentes usos
domésticos ; coche : medio de transporte y desplazamiento. Ustedes se conformarán con
estas definiciones. Por ejemplo, habrán aprendido a distinguir entre la Pedagogía, la
educación, la Didáctica, que son palabras a la vez vecinas, pero que tienen sentidos
diferentes. A nivel de licenciatura, no se va muy lejos, pero a nivel de la maestría, deberán
renunciar a los pequeños diccionarios. Va a ser necesario usar muchos y grandes
diccionarios, a veces enciclopédicos, porque hay diferencias de sentido, correspondientes
un poco a lo que decía antes. El problema ya no es saber cuál es el buen sentido, sino tener
una familiaridad con todos los sentidos y comprender que la realidad de una noción es
extraordinariamente amplia, vasta, y que, además, ninguna noción, ningún término puede
ser comprendido o representado solo. Cada término remite a otro gran número de términos,
con los que está en interacción, lo que hace que en realidad tengamos constelaciones de
nociones o de conceptos que van a estar interelacionados. Lo que aquí acabo de señalar
alude no sólo a la noción de implicación, sino a otras muchas nociones. Es mejor situarse
en esta perpectiva para poder mirar. Entre estos usos dominantes, es siempre interesante
preguntarse, cuando uno tiene los medios -en este caso diccionarios- dónde y cuándo nació
la noción.
Ambitos de la implicación
Vamos a encontrar la implicación en tres ámbitos :
El primer ámbito es el del Derecho, el Derecho Penal, el Derecho Criminal. Así se
dice en francés y no sé si es igual en español : cuando una persona está implicada en un
juicio, en un asunto judicial. Por ejemplo, si un político ha sido deshonesto, ha aceptado
dinero o ha desviado el dinero público, puede ser inculpado por un juez. En ese momento
decimos que está implicado. Lo que es importante comprender aquí es que, en ese sentido
jurídico, la implicación está dada bajo la forma pasiva : uno está implicado. Es raro que un
criminal se implique a sí mismo. Es el juez quien lo implica. Es muy importante poner
atención a esta forma pasiva. Hay, en francés, una expresión que fue empleada por un
etnólogo famoso y reconocido, Jean Fabre Sada, especialista en problemas de magia y de
brujería. Fabre Sada emplea, en un artículo publicado en la revista que se llama Gravidas, la
expresión “estar afectado”. Esta es sinónimo de estar implicado. Se está afectado. Uno
no se afecta. La importancia de la forma pasiva o de la forma activa es que a nivel de la
representación, si yo empleo la forma activa -diciendo yo mo implico, implíquense ustedes,
el profesor debe implicar a los estudiantes- sería estúpido, porque no podemos implicar a
nadie, no se puede implicar a otro. La implicación no es un fenómeno voluntario, sino
un fenómeno que se padece.
El tercer sentido es el que aquí nos va a interesar, pero quiero que quede muy claro
que este tercer sentido no puede ser pensado independientemente de los otros dos, porque
en la historia de la palabra, todos estos sentidos se contaminan, se alteran mutuamente. Se
trata del sentido psicológico, que va a designar aquello por lo que estamos asidos,
sujetados, agarrados a algo. En el sentido literal, podría ejemplificarse así : el mejillón
está sujetado a su concha ; un árbol está arraigado al suelo por sus raíces. La idea de
implicación es aquello por lo que nos sentimos adheridos, arraigados a algo, a lo cual
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Los “partenaires”
Vamos a abrir un paréntesis. ¿Qué quiere decir un “partenaire”? Un “partenaire” no
es un compañero, ni un colega, ni un socio. Primeramente los “partenaires” están siempre
en relación en un juego. La noción de “partenaire” es una noción inglesa que nace en el
terreno del juego ; un juego con reglas, es decir, un juego donde hay un cierto número de
reglas que es necesario respetar. Sin embargo, al mismo tiempo quiere decir que los
“partenaires” están más o menos en iguales condiciones, si no, no podrían jugar y, por
consecuencia, el juego no tendría interés. Los elementos que nos ayudan a esclarecer la
noción de “partenaire” son : el juego, respetar las reglas y estar más o menos en
condiciones de igualdad -igualdad de oportunidades, igualdad con respecto a la posibilidad
de ganar- ; no sabemos quién va a ganar, pero todos tienen la misma oportunidad, de lo
contrario, el juego no tendría sentido. Por extensión, hablamos también de “parteneaires”
sexuales, en el acto sexual. Para todo el mundo, el actuo sexual es un juego amoroso. (Ahí
no hay igualdades, pero es a causa del machismo, en principio debería de haber igualdad,
pero no la hay nunca). Estos son los sentidos originales de la palabra “partenaire” y por
extensión, desde el punto de vista figurativo, su “partenaire” es una persona que actúa,
que reacciona junto con el otro.
Aquí hay dos sentidos de la palabra “partenaire” o dos usos. Por ejemplo, cuando
hay un partido de tenis simple, es decir, uno a uno, las dos personas que están enfrente, una
de la otra, juegan una contra la otra, pero al mismo tiempo son “partenaires” -entre ellas- en
ese partido. No habría partido si no hubiese los dos “partenaires”. Cuando en el tenis hay un
juego doble, es decir, dos contra dos, los “partenaires” no son los que están frente a frente,
sino los que están de cada lado, pero al mismo tiempo, los adversarios que están frente a
frente son también “partenaires”, como en el partido simple de tenis. Lo que es importante
entender aquí es que los “partenaires” son a la vez “partenaires” y adversarios. En este
sentido, podemos decir que en una escuela los “partenaires” son los profesores, pero
también los padres de los niños, al igual que los alumnos mismos. En la situación
universitaria, los profesores y los estudiantes son “partenaires” y adversarios también,
porque sus intereses no son siempre los mismos, ni tampoco su status ; por tanto, su
implicación no es necesariamente igual. He aquí entonces la noción de “partenaire”. Pienso
que es importante considerarla.
Relaciones de intersubjetividad
El psicólogo puede decir yo tengo un cliente, si se trata de una psicología clínica
individual, y también puede decir yo tengo un paciente ; pero la palabra paciente es
horrorosa, porque se define al enfermo, solamente como enfermo. El paciente,
etimológicamente, es aquél que sufre ; entonces, se define simplemente al enfermo por su
sufrimiento. Ya no es más una persona, y si yo lo cuido para que se alivie y por su bien,
puedo tratarlo como a un niño o como un objeto. En cambio, si yo considero que él es un
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“partenaire”, esto querría decir -de cierta forma- que no puedo hacer nada sin él. Dicho de
otra forma, que ambos estamos vinculados y que él no puede hacer nada sin mí ; que
tenemos, sin embargo, relaciones de adversidad y lazos que nos unen. Aquí la palabra
implicación va a esclarecer este aspecto de las cosas : en tanto que practicante de la
medicina, de la psicología, de la educación, yo no soy jamás neutro, yo no soy jamás
objetivo.
Las personas que hablan de la objetividad se dedican a contar cuentos. Estamos aquí
en el campo de prácticas profesionales que son intersubjetivas y no objetivas. Objetivo
quiere decir que hay una relación entre un espíritu congnoscente y un objeto, en donde el
objeto se supone estable, que no cambia, invariable. Esto nunca es el caso en el ámbito de
lo humano. Cuando debemos tratar con enfermos en medicina, en psicología o con los
estudiantes de educación, todos ellos son personas y no son objetos. Son personas que
sienten y que son capaces de tener lo que llamaré “negatricidad”, que quiere decir
tener la capacidad de responder por sus propia contraestrategias a las estrategias que
perciben se pretenden sobre ellos. Un profesor tiene necesariamente una estrategia con
respecto a sus alumnos ; él pretende objetivos y se busca los medios para alcanzarlos ; pero
el profesor no está solo para decidir. Los alumnos también tienen estrategias y pueden
oponer sus estrategias a las del profesor. Este no es nuestro objeto aquí, solamente es para
aclarar la complejidad de una situación de prácticas sociales, en donde el practicante se
encuentra en una relación compleja con sus “partenaires”. Estas relaciones son interactivas,
cargadas de afectividad y comportan aspectos inconscientes ; son ricas en fantasmas y
usualmente están acompañadas de un imaginario. No son simplemente determinacionales
racionales. En esta complejidad, las implicaciones van a representar aquello por lo cual el
practicante está sujeto a sus “partenaires”, sólo de manera teórica. Quisiéramos que fuera
objetivo. El quisiera a lo mejor ser objetivo, pero no puede ser objetivo. Nadie puede ser
objetivo en una relación interpersonal. La implicación aquí es posiblemente de dos clases.
Cuando el físico intenta comprender por qué el hielo se forma a cero grados y por
qué el agua hierve a 80 grados, el físico no busca el mejoramiento de nuestras relaciones
con el agua ; intenta comprender, intenta producir conocimiento a propósito de un
fenómeno. Es lo mismo. Yo constato que hay tormenta, que hay rayos y relámpagos. Yo
puedo constatarlo. Puedo buscar un lugar donde protegerme de los rayos porque son muy
peligrosos ; es necesario un pararrayos ; es preciso buscar una protección. Pero yo puedo
también querer comprender qué es el rayo, por qué hay relámpagos y por qué rayos. En ese
momento yo pretendo producir conocimiento. En este caso, se trata entonces de la teoría de
la electricidad, que es mucho más general y, por tanto, el rayo y los truenos serán casos
particulares. Aquí estamos en una perspectiva de investigación. Igualmente, como profesor
puedo pretender que mis alumnos aprendan lo que deben aprender, esto es lo que está
marcado en el currículo, en el programa, y que, además, aprendan sin muchas dificultades
para ellos y para mí. Puedo pretender mejorar las condiciones de enseñanza y las de
aprendizaje, pero esto no es investigación ; es simplemente el mejoramiento de la práctica.
Sin embargo, puede pretender comprender, produciendo conocimiento : por qué el alumno
se reapropia lo que aprende y cómo se lo reapropia, y cuando no se lo reapropia, por qué lo
rechaza o no está interesado. Puedo pretender comprender esto, sin que forzosamente sea
necesario para mejorar las relaciones entre los alumnos y el profesor. Aquí estamos en una
perspectiva de investigación, lo que será efectivamente el caso de aquéllos de ustedes que
emprenderán una tesis cuando hagan su doctorado. En ese momento se van a plantear
nuevamente la cuestión.
proyectos ; es decir, un objeto que está inscrito en el tiempo y en la historia, lo que no será
jamás el caso de un electrón, o de una molécula, o incluso en la astrofísica, cuando los
planetas están en interacción. La palabra interacción es aquí muy importante, porque el
profesor y los alumnos, al igual que los alumnos entre ellos, están en interacción ; pero
también las moléculas y los átomos de la física están en interacción. Empleo la misma
palabra interacción para dos realidades totalmente distintas. En un caso la interacción es
neutra y no está para nada cargada de afectividad, porque los electrones no tienen
afectividad ; los planetas tampoco. No hay estrategias entre los planetas, de un planeta
sobre el otro. Sin embargo, desde el momento en que aparece un sujeto-objeto-proyecto,
en el marco de las ciencias humanas y de las ciencias de la educación, hay estrategias, hay
deseos, deseos recíprocos o contrarios. Hay negatricidad, como expliqué arriba, es decir,
estrategias diferentes. Estamos en el marco de la intersubjetividad. Hay dimensiones
inconscientes del comportamiento al nivel del profesional o profesionales de la formación,
de la enseñanza. A ese nivel hay personas a quienes vamos a admirar mucho, porque
trabajan para los minusválidos ¿Se trata solamente de esto ? Es decir, ¿hay solamente
abnegación de quienes se dedican a las personas de la tercera edad o a los minusválidos?
Este es un trabajo ingrato, difícil, que aporta pocas satisfacciones. ¿Por qué alguien hace
eso? ¿Es acaso porque es bueno ? ¿Es mejor que los otros ? ¿Es generoso ? o bien ¿porque
le es más fácil tener poder con gente minusválida ? Si concluimos con este último aspecto,
no queremos decir que no vaya a ser un buen practicante, pero sería, mejor si sabe que se
ocupa de los minusválidos también para satisfacer su necesidad de poder y su incapacidad
de poder con las personas que son como él.
Vivir en México o fuera, por ejemplo en Mérida, es transpirar cuando hace calor y
transpirar no es puro. La transpiración es excreción como la mierda o la orina : esto no es
puro. Es biológico y lo biológico es una mezcla constante de lo que se ingiere, de lo que se
absorbe, de lo que se rechaza y del aire que se respira, al igual que de los gases carbónicos
que se expulsan. No hay pureza. Al contrario, hay intercambios, incluidos los de los
“partenaires”, incluidos los contradictorios : partenaires y adversarios. Esto es mucho más
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Implicación y compromiso
Hay que hacer una distinción muy puntual entre dos palabras, respecto de las cuales
se tiene gran tendencia a confundir : implicación y compromiso. La implicación es
inconsciente y se padece. Yo no soy el que la domina, no puedo controlarla. En cambio, el
compromiso es voluntario. Puedo muy bien haber nacido en una familia burguesa y ser un
militante comunista sincero. Esto no cambiará mi origen y mis primeras implicaciones. No
se trata para nada de la idea de fatalidad de la antigüedad, de Grecia, es decir, la
representación de que no podemos hacer nada, sino el reconocimiento de lo que no somos
sin límites y sin determinaciones y de que, justamente la posibilidad de comenzar a estar
menos alienados, es el conocimiento y el reconocimiento de lo que nos determina.
Ejemplo : es bueno estar en contra del racismo, luchar contra de él y militar en contra ; pero
la mejor manera de militar contra el racismo es saber, primero que nada, que uno es
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profundamente racista de principio.Si uno esta aquí para luchar en contra, esto está muy
bien, pero primeramente es necesario reconocer que somos racistas. Si no lo reconocemos,
vamos a proclamar que no somos racistas, incluso podemos tener éxito al hacer creer que
no somos racistas, pero seremos racistas ocultos. Es muy importante comprender esto.
Nuestras implicaciones son parte de una realidad psicológica -las implicaciones libidinales-
y de una realidad sociológica -las implicaciones institucionales-. A partir de ese momento,
por ejemplo, la formación de profesionales y de profesores tiene que tomar en cuenta estos
aspectos de las cosas. Esto va a suponer el problema de comprender que no solamente hay
una identidad de comportamiento que la escuela supone, imponiendo un ritmo general,
social, -puedo decir una cadencia social- en tanto que los alumnos tienen ritmos biológicos
particulares y diferentes. A la vez, no podemos, por razones de tipo económico, tener un
ritmo y un profesor para cada alumno. Es imposible. Hay que dar un lugar a la cadencia
social, pero no hay que olvidar jamás que, al mismo tiempo y contradictoriamente, los
alumnos dependen también para su aprendizaje, para sus adquisiciones, para sus
reapropiaciones de lo que es transmitido, de ritmos biológicos y de implicaciones
psicológicas y sociales. Esto es un primer acercamiento a esta noción de implicación.
Notemos de paso que el uso aquí de la palabra comprensión debe ser entendida de
manera diferente a la de Rogers, cuando, por ejemplo, habla de comprensión. Comprensión
aquí quiere decir que vamos a dar un lugar al sentido y a las significaciones. En las
ciencias de la explicación son solamente relaciones causales -causa-efecto- las que vamos a
considerar. Por supuesto, hablar de darle un lugar al sentido y a las significaciones nos hace
pasar desde el punto de vista de la sola causalidad, a la toma en cuenta de las finalidades, lo
que para nada es lo mismo. Por ejemplo, me puedo preguntar sobre el fracaso escolar.
Puedo decir que se debe a que los niños en este año son muy flojos, o puedo decir, con otro
movimiento de la balanza, que son los profesores los que en este año no son buenos ; o
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bien, puedo incluso señalar que las condiciones de trabajo no son satisfactorias porque los
salones son muy pequeños, dada la cantidad de alumnos. Podemos mirar muchos factores.
Hace más o menos un siglo y medio que estamos buscando reducir el fracaso
escolar a nombre de la República, de la igualdad y de muchas otras cosas. Sin embargo
desde hace un siglo y medio no progresamos. Sigue habiendo mucho fracaso escolar. En
estos ejemplos que acabo de tomar, he mostrado cómo hay fracasos escolares. ¿Cómo? es
una pregunta. Respondemos a la pregunta de cómo: describimos, buscamos invariantes,
leyes. Este es el ámbito de la explicación. El campo de la comprensión va a hacer
intervenir nuevas preguntas. El fracaso escolar es así, pero para qué (la pregunta “por
qué” pertenece aún a la explicación). El “para qué” nos va a decir quienes son los
beneficiarios, es decir, esto se convierte en una cuestión política, en términos de sentido y
de comprensión. Dos autores franceses, que son comunistas y marxistas -Baudelot y
Establet- responden a la la cuestión “para qué el fracaso escolar”, diciendo que para el
equilibrio francés es necesario una sociedad a dos velocidades ; no todo el mundo puede
estar en la cima, en la élite y, por tanto, se necesita que algunos fracasen y éstos que
fracasan van a constituir una mano de obra más barata. A pesar de los ideales de la
Revolución Francesa y de lo que está marcado al frente de todas las alcaldías en Francia, es
necesario que haya gente de niveles completamente distintos. Este segundo tipo de
pregunta (para qué) corresponde mucho más a las ciencias de la comprensión, a las
finalidades y a las cuestiones en donde lo político se relaciona con lo científico.
Ciencias de la implicación
Podemos recuperar ahora lo que señalamos en la primera parte y preguntarnos si, en
lugar de oponer las ciencias de la explicación y las ciencias dela comprensión, no podemos
hablar de ciencias de la explicación y de ciencias de la implicación. La raíz de la que
hablé al principio, que es común al término implicación, explicación, aplicación,
complicación, es también para el término complejo. Vienen todos del mismo verbo latino
“plicare”, qué quiere decir en español plegar y que significa hacer pliegues, doblar. Es una
metáfora que es importante e interesante porque ayuda a comprender que el trabajo
científico consiste, por una parte, en hacer transparentes fenómenos que hasta el momento
eran opacos. Incluso, si hoy un fenómeno es opaco, por ejemplo, una enfermedad que aún
no se ha logrado controlar como el Sida, podemos estar seguros de que, en la perspectiva
científica, un día, a fuerza de trabajo y de investigación, el Sida será dominado, controlado
y entonces se habrá convertido en algo transparente; es decir, que se habrá tenido éxito para
explicarlo. La explicación alude al método cartesiano que consiste en descomponer -es el
análisis el que descompone- y a reducir en tantas partículas elementales, en parcelas, lo
que antes era complicado y opaco. Este es el movimiento científico general que va a
caracterizar a las ciencias de la explicación. Podemos percibir también que a través de este
modelo de la transparencia, desplegar, desdoblar, metafóricamente, quiere decir, asegurar
la transparencia y, al mismo tiempo, poner en plano, para que yo pueda ver todo y
comprender todas las dimensiones que caracterizan el problema o el objeto en cuestión.
Esto significa que la explicación va a privilegiar el espacio como su medio natural, porque
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es éste el que permite poner plano, desplegar y la transparencia. Al límite este espacio va a
permitir la medición que necesita la ciencia para caracterizar los fenómenos
cuantitativamente. Todo esto es el paradigma de la explicación.
Ciencias de la Educación
En el paradigma de la implicación, con la misma raíz, no puede haber despliegues.
Al contrario, se trata de replegar. Aquí ya no hay espacio. Recuerden lo que dije antes,
cuando subrayé que para los fenómenos humanos y educativos, particularmente, la
dimensión fundamental es la de la temporalidad, es decir que aquello que es replegado o
implicado no se desarrolla en el espacio. Se desarrolla esencialmente en el tiempo y la
duración, lo que a su vez nos habla de la importancia de estos dos aspectos para la
educación y las Ciencias de la Educación. Esto nos ayuda a comprender, de paso, esta
paradoja por la cual la educación es a la vez considerada como extremadamente necesaria,
al tomar cada vez un mayor espacio en los presupuestos nacionales. Es el caso, por
ejemplo, cuando se afirma que si la educación no es suficiente, no va a haber siglo XXI
para nuestra sociedad, nuestra civilización ; pero al mismo tiempo, la educación, las
Ciencias de la Educación son profundamente despreciadas por la mayoría de los
intelectuales, filósofos, historiadores, sociólogos, psicólogos. ¿Por qué ? Porque las
Ciencias de la Educación son ciencias que son definidas en plural.
Son en efecto dos paradigmas diferentes, dos modelos científicos distintos : las
ciencias de la implicación y las ciencias de la explicación. Esto no quiere decir que no haya
elementos comunes a nivel del espíritu científico, en particular, el más común y más
fundamental es que en materia científica, todos los enunciados que se producen deben ser
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