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Introducción:
Abstract
In Venezuelan criminal law, with the entry into force of the Organic Code of Criminal
Procedure and the beginning of the so-called accusatory system, a stage begins within
the Venezuelan criminal process that guarantees that any person who commits a certain
punishable act cannot be subject to any sentence without first complying with the due
process and prior trial, this in order to guarantee respect for fundamental human rights
and the application of the main procedural guarantees that allow a transparent,
impartial, adherent process to be carried out. to the right and focused on the search for
the truth.
In this report, it will address the issue related to the preliminary trial in the Venezuelan
procedural system, focused on the legal framework that regulates it and its great
importance within it.
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Antes de entrar en materia, considero necesario hacer una serie de definiciones, las
cuales son importante recordar para la elaboración del presente trabajo, de manera tal
que nos permita tener una rango de compresión mucho más claro relacionado con el
tema que se pretende abordar, siendo las que a continuación se mencionan:
Juicio Previo: Figura legal que garantiza que ninguna persona podrá ser condenada
sin que antes se demuestre su participación y culpabilidad mediante un juicio previo
de forma oral y publica”.
Cuando se habla del debido proceso, podemos decir que se trata del conjunto de
formalidades de carácter esencial, de estricto cumplimiento que deben aplicarse y
observarse una vez iniciado un proceso penal determinado por la comisión de un hecho
punible, en el que se encuentre involucrada una o más personas, con la finalidad de
garantizar las principales garantías, derechos y libertades de los procesados dentro de
un proceso que debe llevarse a cabo apegado al derecho y dirigido a la búsqueda de la
verdad. En ese sentido es necesario hacer mención que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV), en lo relacionado con el debido proceso, cuenta con
un articulado que ordena el cumplimiento de esta figura jurídica garantista, por el cual
de manera imperativa debe regirse la legislación penal venezolana, señalando lo
siguiente:
Artículo 3 de la CRBV: “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de
la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la
construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y
bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes
reconocidos y consagrados en esta Constitución.”
En este artículo, nuestra carta magna garantiza el acceso a toda persona, sin
discriminación alguna a los órganos encargados de administrar justicia para hacer valer
sus derechos, ordenando el carácter gratuitito, imparcial, accesible entre otros, que
permita a cualquier persona, sin importar su condición socio económica a que pueda
acceder a los mismos en búsqueda de una pretensión determinada. En el caso del
proceso penal podríamos decir que el artículo ejusdem es garantía tanto como para el
procesado como para la victima de un hecho punible, dado a que ambas partes del
proceso, según lo expresado en el mismo tienen el derecho de buscar hacer valer una
pretensión cuando consideren que les ha sido vulnerado algún derecho.
Ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a
menos que sea sorprendida in fraganti. En este caso será llevada ante una autoridad judicial
en un tiempo no mayor de cuarenta y ocho horas a partir del momento de la detención.
Será juzgada en libertad, excepto por las razones determinadas por la ley y apreciadas por
el juez o jueza en cada caso. La constitución de caución exigida por la ley para conceder la
libertad de la persona detenida no causará impuesto alguno.
Toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiares,
abogado o abogada o persona de su confianza, y éstos o éstas, a su vez, tienen el derecho a
ser informados o informadas sobre el lugar donde se encuentra la persona detenida, a ser
notificados o notificadas inmediatamente de los motivos de la detención y a que dejen
constancia escrita en el expediente sobre el estado físico y psíquico de la persona detenida,
ya sea por sí mismos o por sí mismas, o con el auxilio de especialistas. La autoridad
competente llevará un registro público de toda detención realizada, que comprenda la
identidad de la persona detenida, lugar, hora, condiciones y funcionarios o funcionarias que
la practicaron. Respecto a la detención de extranjeros o extranjeras se observará, además,
la notificación consular prevista en los tratados internacionales sobre la materia.
Toda autoridad que ejecute medidas privativas de la libertad estará obligada a identificarse.
El artículo en cuestión, es de gran importancia dentro del debido proceso, y esto se debe
a que la Constitución, por medio del mismo busca evitar que el Estado, haciendo uso
indiscriminado de su poder de imperio, ejecute privaciones de libertad a personas de
manera arbitraria, elemento fundamental dentro del debido proceso, y en caso de
practicarse alguna detención, los organismos encargados de esta tienen prohibido de
forma expresa incomunicar a la persona, garantizando su integridad física y contando
con un lapso legal determinado para presentarlo ante un juez, quien será el funcionario
encargado de determinar el carácter legal de la detención y que la misma haya sido
realizada conforme al derecho. De igual forma señala que en el caso de nuestra
legislación nadie podrá cumplir condena por la comisión de un delito que se mayor de
treinta años.
Artículo 49 de la CRBV: “El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y
administrativas; en consecuencia:
Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las debidas
garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente, por un tribunal
competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad. Quien no hable
castellano o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene derecho a un intérprete.
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Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones
ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en la ley.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la identidad de quien la juzga, ni
podrá ser procesada por tribunales de excepción o por comisiones creadas para tal efecto.
Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí misma, su
cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad. La confesión solamente será válida si fuere hecha sin coacción de
ninguna naturaleza.
Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos como
delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los cuales
hubiese sido juzgada anteriormente.
Este artículo define claramente en que consiste el proceso y cuál es su finalidad principal,
que no es otra que el alcance de la justicia.
Por Juicio Previo y Debido Proceso se entiende que nadie podrá ser condenado sin un
juicio previo oral y público, realizado sin dilaciones indebidas, ante un juez o tribunal
imparcial, conforme a las disposiciones de la Ley, garantizando y salvaguardando todos
los derechos y garantías del debido proceso, consagrados en la Constitución, las leyes,
tratados y convenios de carácter internacional, donde en ese sentido el juicio debe
llevarse a cabo de forma oral y sólo se apreciarán las pruebas incorporadas al proceso
durante la audiencia.
En los procesos penales, la oralidad está íntimamente ligada a los principios probatorios
de publicidad e inmediación para los sujetos procesales, así como la controversia de la
prueba, existiendo la posibilidad que tiene toda persona de presentar pruebas y
controvertir las que aleguen en su contra.
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El juicio previo significa que para que haya la posibilidad de aplicar una sanción por la
comisión de un delito, es indispensable, necesario y obligatorio la existencia de una
investigación previa, que sea sometida a una posterior discusión, análisis y evaluación,
enmarcada dentro de un proceso en el que se respeten los fundamentales derechos
humanos.
En ese sentido el Código Orgánico Procesal Penal (COPP), en lo referente al juicio previo
señala lo siguiente: Artículo 1: “Nadie podrá ser condenado sin un juicio previo, oral y
público, realizado sin dilaciones indebidas, sin formalismos ni reposiciones inútiles, ante un
Juez o Jueza, o tribunal imparcial, conforme a las disposiciones de este Código y con
salvaguarda de todos los derechos y garantías del debido proceso, consagrados en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes, los tratados, convenios y
acuerdos internacionales suscritos y ratificados por la República”.
El artículo que nos ocupa, establece una de las grandes ventajas del sistema acusatorio,
y es que para poder condenar a una persona, inicialmente hay que demostrar su
responsabilidad por medio de un juicio oral y público, que obligatoriamente cumpla con
todas las garantías constitucionales y procesales, salvo que dicha persona decida de
forma espontánea y sin coacción alguna decida admitir los hechos en la audiencia
preliminar, obviando la fase de juicio y pasando a la de ejecución de la pero igualmente
con todas las garantías inherentes a la persona, es decir el juicio previo prohíbe de forma
expresa la imposición de pena o condena alguna a cualquier persona, quien se presuma
haya incurrido en la presunta comisión de un determinado hecho punible, buscando
siempre controlar ese poder de imperio, punitivo y sancionatorio exclusivo del Estado,
que permita a los particulares contar con garantías que los ubiquen dentro de un plano
equilibrado frente al Estado, y que se realice un proceso justo enfocado siempre en la
búsqueda de la verdad y la aplicación de la justicia.
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Jurisprudencias:
La Sentencia número 487 del 4 de diciembre del año 2019. Sala Constitucional.
Emanada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, por solicitud
de recurso de revisión, con ponencia del Magistrado Calixto Ortega Ríos,
estableció con carácter vinculante que la declaratoria con lugar de la excepción
prevista en el artículo 28, numeral 4, letra “i” del Código Orgánico Procesal Penal
puede dar lugar al sobreseimiento definitivo y para ello el juez de control debe
realizar el control material de la acusación en la audiencia preliminar y verificar la
existencia de pronóstico de condena contra el imputado.
En esta sentencia, la Sala Constitucional explica y ratifica las principales
características del sistema acusatorio, siendo estas la separación de funciones de
investigar, acusar y juzgar, correspondiéndole las dos primeras al Ministerio
Público, órgano que en virtud del principio de oficialidad es el competente para
ejercer la acción penal en nombre del Estado, mientras que la tercera está
atribuida al Juez (en este caso, el Juez de Control), quien tiene plena facultad para
rechazar totalmente la acusación, en el supuesto de que ésta no satisfaga los
requisitos esenciales para su viabilidad procesal. Asimismo deja claro, que el juez
de control no es un simple tramitador de la acusación y al realizar el control
material de la acusación, estando ampliamente facultado para verificar la
existencia de una alta probabilidad de condena y de ésta manera evitar la
denominada pena del banquillo, la cual consiste en someter innecesariamente a
una persona a un juicio sin la que se evidencien suficientes elementos de prueba
que demuestren su participación en el hecho investigado.
Resumiendo lo anterior, la sentencia antes mencionada establece que el Juez de
Control cuenta con la suficiente potestad e incluso tiene la obligación, de que en
caso de que el Ministerio Publico acuse sin fundamentos suficientes o sin contar
con elementos de convicción que justifiquen tal acto conclusivo, el juzgador en la
audiencia preliminar puede subsanar y en consecuencia otorgar otra medida al
procesado, aplicando el principio de presunción de inocencia y ratificando el
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propósito del debido proceso y la importancia de este, para que toda persona
que se encuentre sometida a una investigación penal, cuente con las garantías
suficientes de que el Estado esta sometido al control establecido por el estado de
derecho, en aras de evitar arbitrariedades y violaciones de la principales garantías
y derechos fundamentales de los procesados.
Ver sentencia: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/diciembre/308488-
0487-41219-2019-15-0577.HTML
Sentencia número 212, de fecha 29 de junio del año 2010, expediente C10-134. Sala
de Casación Penal.
La misma señala que todos los jueces de juicios están obligados a determinar los
hechos con sus correspondientes pruebas y de esa forma, conforme al análisis y
valoración que se hagan de los mismos se pueda comprobar la comisión de un
hecho que constituya una falta o delito, según sea el caso y así establecer la
consiguiente responsabilidad del autor o participe en el hecho punible con su
correspondiente penalidad, dando cumplimiento al mandato constitucional y
legal que ordena la ejecución de un juicio previo con todas las garantías que
permita aclarar los hechos ocurridos.
Ver sentencia: http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scp/junio/212-30610-2010-C10-
134.HTML
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Conclusiones:
Bibliografía:
Enlaces:
http://www.tsj.gob.ve/
http://servicio.bc.uc.edu.ve/derecho/revista/relcrim14/art2.pdf
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scon/diciembre/308488-0487-41219-2019-15-
0577.HTML
http://historico.tsj.gob.ve/decisiones/scp/junio/212-30610-2010-C10-134.HTML