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Lectura 5, reporte de resumen y opinión

La muerte es inevitable, aunque su ocurrencia es impredecible. Los cadáveres a


menudo son descubiertos a intervalos variables de tiempo después de haber fallecido.
Dependiendo de la manera de muerte y el lugar de ocurrencia de la defunción, así como de
otros factores sociales, tales como la proximidad geográfica y psicológica de los familiares al
momento de la defunción, es posible determinar con mayor o menor grado de precisión el
tiempo aproximado de muerte. A pesar de las habilidades casi sobrenaturales de personajes
ficticios, la capacidad de estimar el tiempo de muerte permanece limitada.

La hora a la que se ha producido la muerte de una persona es uno de los temas de estudio más
clásicos de la patología forense. Se trata sin duda de un dato primordial en la investigación
judicial y policial.  Pero este estudio está lleno de dificultades y posiblemente se trata del
problema más difícil de resolver en muchos de los casos. Hay diversos factores que
explican esta dificultad, pero de entre ellos pueden destacarse dos:  La finalidad del
cronotanatodiagnóstico es establecer la hora a la que ha fallecido una persona, partiendo del
estudio del cadáver.  Pero este objeto de estudio presenta una dificultad conceptual.  Se sabe
que biológicamente la muerte es un proceso y no un instante concreto, y los datos que
obtendremos de un cadáver serán los del proceso agónico y post mortal de forma continua.  
Cuando el tiempo transcurrido desde la muerte es largo, pasados varios días o semanas ya
intervienen otros factores. Ya se pueden tomar como referencia fenómeno vinculados a la
destrucción o descomposición del cuerpo, aunque asumiendo naturalmente un margen de
error mucho mayor.  Cuando se procede al estudio de los fenómenos o variables con los que
se diagnostica la hora de la muerte, un elemento bastante llamativo es la gran cantidad
de factores que intervienen en cada una de estos variables. En la mayoría de datos vamos a
tener unos condicionantes como la estatura, el peso, la grasa corporal, la superficie corporal,
la musculatura, el estado nutritivo etc.  También las variables ambientales del lugar de los
hechos tienen una influencia notable, valores de temperatura y humedad ambiental, viento,
estado del entorno etc., van a modificar la interpretación de los datos obtenidos del cadáver.
También las ropas pueden inducir modificaciones.  El tipo de muerte es otro factor
importante, la causa de la muerte va a condicionar el comportamiento de muchos de los
fenómenos cadavéricos, sino de todos.  Y finalmente la variabilidad entre individuos. La
variedad constitucional y fisiológica entre personas que impide en gran medida determinar
cuál es el punto cero en el cual ubicar la normalidad de un cadáver, el estado de las variables
en el momento de la muerte no lo podemos conocer por lo que se debe partir de hipótesis
aproximativa.

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