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* y enfermedad mental a Pee STO Cun er eee croc Ee Cees ete) ct Seen Onn ay Ce Se eae rn De eee} Dec ou rete oy ‘peratvo y terapéutico,coordinado por Enrique Pichon Ce OyMOe etter ict fundamentales de: el enfermo como portavozo depositaro de Pee uae uy a) Peo eae trey ett onc) een Gore oe gee ee oe ester rc een ito ogee este Or ee ee nee ere ee no Ce Ce eam a) e un investigador que esta en el aome de la creatvidad. Cen n ee Cubic de Gustavo Mact 085 Bare Fenermedad mental <0 Eo Tania etereta | pee tats em (scoogia profi) 1 reimpesin 2012 {Teatacion aria ol deta obra por cslge © de dasa ediciones Tito eS repens cereneiin const tat 11.728 au necho el deésito gue previne ee keno, Pned in Antinn Inge ener Case Inport eee gst cuted tonome de Do como de : lanes ISBN 978 950-12-4084-5 Indice logo, David Liber tare fora introductoria, Iidora Berenstein sdecimientos. Parte I La familia como sistema Los limites de una defini material en : finicién del grupo familiar mn del grupo fami grupo familiar es un sistema con sciente IMAteTial ran familia como sistema, fots sobre la nocién de inconsciente en los grupos familiares familia y el enfermo mental. Una organizacion india... 2 : Imaterial, Narracién de una serie de entrevistas fon un grupo familiar... i Is 21 4 41 46 o 0 * FAMILIA Y ENFERMEDAD MENTAL Criterio de salud y enfermedad... La familia del enfermo mental como sisteme dvalista Una familia Otra familia Parte I La estructura inconsciente de las relaciones familiares 4. Los nombres propios.. El material Generalidades sobre los nombres propios. Significacién de los nombres propios El nombre como indice de la estructura inconsciente .. 5. El espacio familiar. El material... Consideraciones preliminares sobre el espacio familia... El espacio habitacional como observable de la estructura familiar inconsciente .. Espacios familiares marcados y no marcadoe Presencia de un modelo constitucional en la ordenacion del espacio familiar. El espacio familiar en la sesién psicoterapéutica, Fendmeno de la sille vac 6. El tiempo familiar. El material nn “Tiempo familiar, periodizacién e historia familiar Euapas posibles en el desarrollo de la estructura familiar. Significacién del tiempo familiar... Significacién del tiempo en las sesiones pscotropentes ‘del grupo familia... : Bibliografia 16 84 an 105 uy uy 120 130 as § 145 145 149, 155 159 167 176 181 181 194 193 195 210 Ami esposa Sara, ya mis hijos Peula, Ada y Verbnica fen: Prélogo ~_ Este libro sobre familia y estruccura familiar es la expresién de ua momento de la vida de un investigador que esté on al acmé de Uacreatividad. Es el emergente de un desarrollo del psicoandlisis en tina, cuyos origenes estén en Pichon-Riviére y de su forma soncebir la psiquiatria y el psicoandlisis. En muchas partes de Si libro veo reflejadas las experiencias que Pichon-Riviére y sus boradores comenzaron a desarrollar en 1947, en el llamado, en | momento, Hospicio de las Mercedes, en el Servicio de Psi- tintria del Adolescente. Joreferente al valor y grado de sistematizacién de esta pu- cidn, con respecto a la teorfa y técnica del grupo familiar, estin eentendidos. Se sientan las bases para desarrollos téenicos con Fado éptimo de sistematizacién, cosa que es alga oportuno y exsario para hacer saber a las j6venes generaciones de psiquiatras ‘anejan este tipo de terapias, acerca del grado de complejidad grado de simplicidad que se puede adquirir cuando se domina complejidad. Los efectos de los tipos de interaccién terapeuta- 0 familiar que pueda desprenderse de la lectura de esto, was- len mucho més de lo que el autor pueda imaginar. lo que se refiere al estudio de la direccién de los procesos tnalticos y no iatrogénicos, con posterioridad a la publicacién Ultimo libro, he tomado en consideracién que cuando una persona esti en anilisis, se dan dos procesos que se realimentan mu- tuamente, Uno de ellos es el paciente ereando nuevas pautas de inte~ racci6n y promoviendo nuevas pautas en el terapeuta, pero dicha se- ccuencia de nuevas pautas,a su vez, es efecto y causa de cambios que acontecen en el grupo familiar, sea primario o secundario, y también cen los diferentes grupos en los cuales el paciente interactia; es con ese tipo de materiales con el cual nosotros, los analistas en sesiGn, podemos operar, ya que aparecen como nuevos significantes que el paciente no solo ha recreado en sesién sino que los ha creado alli como efecto del proceso terapéutico mismo. Lo que se dice en esta obra y que en verdad puede servir para sistematizar los indicadores de un proceso terapéutico, si es que este es en realidad psicoanaliti- co, se tiene que dar necesariamente. Cuando un paciente, en andlisis, evoluciona fuera de sesiGn al desplazar nuevas pautas de interacciGn, descubre, en primer lugar, que la gente no es como él crefa y, en se- sgundo lugar, que cada uno de ellos empieza a mostrar material que el paciente nunca conoci6. El paciente nunca los pudo haber cono- cido antes en tanto no pudo desplegar pautas de comportamiento y comunicacién como las va teniendo en ese momento. De tal mane~ za, este libro también es un auxiliar de mucho valor para que los ana- listas pensemos y evaluemos nuestra tarea en la medida en que los integrantes de los grupos humanos, en que el enfermo esta ineluido y donde evoluciona contemporéneamente con el anilisis, aparecen como nuevos significantes. Por ejemplo, al trabajar en mis obser- vaciones sobre pacientes que muestran un estereotipo temitico en donde el tema dominante es la identificacién proyectiva en el con- flicto matrimonial, cada vez que se produce una ruptura y una toma _.de conocimiento de cémo él perpetiia, en sesién y en la relacién de pareja, su compulsidn repetitiva, aparece en forma inevitable y como légica consecuencia, paralelamente a los cambios en el analista, otro proceso de crecimiento y diferenciacién, en este caso en la pareja Es asf que el paciente con estereotipias en su relacién analitica y en su componente tematico (sea pareja, familia 0 cualquier otro grupo hrumano), cada vez que ocurren crisis, cambios y desenlaces en la interaccién analitica, también desencadena, y muchas veces sin te~ ner conciencia de ello, un conjunto de cambios en las personas con quienes esta conviviendo. Es asi que la integracién en un paciente puede a la vez determinar que él, en el grupo familiar, posibilite a ‘oro integrante de dicho grupo asumir el rol del miembro en crisis, con la posibilidad de cambio que le es inherente y de que se llegue a sancionarlo como “el enfermo mental”, que hasta un momento dado habfa detentado y que, mientras estuvo reforzando su estereotipia, sbia impedido el crecimiento y la evolucién naturales. Los diferentes items que Berenstein toca en el libro vienen a ser a radiografia de lo que el analista puede prever que ocurra cuan- ,con cada cambio en el analizando que durante ese lapso convive ‘otros grupos humanos, posibilita que otras personas entren en is, cambios y desenlaces madurativos, no importa las cualidades dichos cambios. En los procesos terapéuticos psicoanaliticos de hombres adultos we han establecido un grupo familiar incluido dentro del grupo Aaliar de la esposa, puede observarse que, en tanto el paciente di- zncia y discrimina lo infantil de lo adulto en el proceso analitico, advertirlo también lo hace con su grupo familiar actual. Esto Hermite que la pareja y los miembros de dicho grupo familiar entren 41s vez en crisis y que dichas crisis incidan y desestructuren una Sristalizacién precoz, masiva y fragil de dicho grupo familiar dentro dela estructura del grupo familiar de la mujer, en donde el hermano de la esposa (tio materno de los hijos de este grupo familiar inckui- do en el otro) de una manera implicita y que luego se devela como txplicita, aparece como el agente de esa formacién familiar precoz, infantil y rudimentaria, que solamente podré evolucionar sf y solo fel analizando, con cada desenlace de la crisis, se convierte en un agente de cambio. Todo lo que aparece en este libro puede a su vez ser revertido por ‘lanalista para evaluar si hay o no proceso terapéutico analitico; que ies posible hacer una medicién no métrica del cambio si se toman tomo parémetros muchos de estos items que aqui aparecen referi- idos ala teorfa del grupo familiar. Quiero recordar al lector que si observa con detenimiento los hiistoriales clinicos de Freud, como el caso de Dora -por citar uno de éllos-o bien los primeros historiales clinicos que van desde Emmy de N. hasta Isabel de R., que en muchas ocasiones, junto con los escubrimientos que el paciente hace de su historia, aparecen en el imateria los familiares de dichos pacientes con cualidades diferentes. (Otro ejemplo de esta imbricacién entre psicoanilisis y grupo fa- Iiliar puede observarse si se lee, desde la dptica que nos presta Be- renstein, le presentacién que nos hace Freud en uno de los capitulos de sus Lecciones introductorias, cuando conjetura acerca de la relacién Suegra-yerno, vista desde el complejo de Edipo de la primera, Me he remitido a la obra de Freud con la finalidad de que, sien- do este un lugar donde todas las personas que estamos interesadas, en este problema humano nos encontramos, me permita reforzar ti afirmacién de que la obra de Berenstein es de un interés funda- ‘mental para una mejor comprensién de los procesos terapéuticos psicoanaliticos, ya que en ella vernos en forma directa lo mismo que nosotros en los analisis, rflejado en las evoluciones que hacen las personas que conviven con los analizandos que realizan una evo lucién psicoanalitiea y viceversa: sien lugar de ocurrir una interac- ci6n psicoanalitica ocurre una interacci6n iatrogénica, aparece en forma creciente de intensidad y nitidez un estereotipo defensivo en Jos grupos con quienes convive el paciente, lo que Berenstein en su obra nos muestra con determinadas estructuras familiares. Los analistas muchas veces quedamos perplejos porque los anali- zandos, en determinado momento de su anélisis, taen 2 las sesiones referencias a conversaciones y esclarecimientos que han permaneci- do en silencio durante muchos afios. Esto se debe a todo lo que he sefialado, con anterioridad, y la respuesta a nuestra perplejidad esté dada en este libro de Berenstein. Davin Liperman, Nota introductoria Este libro trata sobre la estructura de las relaciones familiares. Es nlibro sobre teoria, no incluye indicaciones técnicas aunque si des- ones clinicas. Fs el material de donde he tomado los elementos analizar la organizacién inconsciente de los grupos familiares. Hace ya mucho tiempo, en 1957, era yo médico del Servicio de icopatologfa del Instituto Modelo del Hospital Rawson, cuyo jefe Guillermo Vidal. Comenzamos a ver, primero, y a estudiar, des- ntes y sus familias consuité una madre por su hijo cataténico. Lo trafa sa inerte. F1 paciente pareeia dormido, 0 mejor, sumi- fn un estado sonambiilico. Estaba asi hacia ya varios meses. La re lo hizo pasar, lo sent6 y después de Ia entrevista lo levanté y lo evs. Mientras la madre hablaba el paciente parecia escuchar ‘ese estado mental. No sé qué conjuncién se dio entre ellos y ‘Les propuse verlos en su casa, con toda su familia, Aceptaron de buen grado. Eran cuatro personas, los padres y dos hijos. Los s parecian ofendidos con el silencio del hijo, no le hablaban, €omunicaban con él solo por medio de la hija que cra quien iba al paciente. En las entrevistas, luego de superar parcialmen- hostilidad familiar desencadenada por la enfermedad, los inte~ trataron de dirigirse al paciente con las palabras y los gestos. dificil hablar a alguien que no respondia. Noté que cuando hacia scfialamientos nadie me respondia. Comprendf que una de las ocu- “Gueesta deseripcién pasaba cerca de lo manifiesto. Era el observable rrencias posibles era que mejor se estaba en silencio. dena estructura familiar organizada como un complejo sistema de E] hijo cataténico comenzé a moverse y, progresivamente, a ha- Jntercambio: lingiiistico, econémico y de personas, blar. Claro esti que entre lo que decia habia reproches hacia los Dos acontecimientos cientificos sucedieron en Buenos Aires y padres por supuestas injurias recibidas. Al cabo de pocas entrevistas Aieron el jalén y el indice del interés creciente por este tema. eran cuatro familiares que discutian sus problemas. En julio de 1965, Acta Psiguidtrica y Psiclégica de América Latina Pero la madre entonces comenzé a quejarse de cierto olor a azu- iginizé un coloquio sobre Familia y Enfermedad Mental! del cual fre, por lo que debfa hacer invocaciones divinas para alejar el olor it secretario y coordinador. Participaron los doctores José Blege perturbador. Dado el giro de los acontecimientos me despidieron atlos Sluzki, Guillermo Vidal y el profesor Eliseo Verén, de Buenos con la sensacién generalizada de haber quebrado con nuestra inter- €s,el doctor Nathan Ackerman, de Nueva York, Miss Janet Beavin, vencién un delicado equilibrio {de Palo Alto, California y el doctor Castro de la Mata, de Lima, Fue esta siguieron muchas experiencias més. Visitas a Ia casa, Ila- ana experiencia intensiva, de dos dias de duracién. Contribuciones mados a la familia para verlos en conjunto en el hospital. Reanimos “spares, sin smacho punto de contacto entre ellas pero intento al fin (imulo de observaciones en todos estos afios. Pero teorizar no de eunir, compartir y comunicarnos experiencias. En esa oportuni- era tan fic dad, hice una resefia histérica del tema y planteé los problemas de En la misma época formé parte de un grupo entre operativo y Tpinteraccién familiar y la génesis del trastorno mental, definiein y terapéutico con el doctor Enrique Pichon-Riviere. Evoco a los inte~ egistro de observables pertinentes y el replanteo del problema del grantes de ese grupo. Con algunos me he encontrado; con otros me ibro més enfermo. El doctor Bleger encaré el problema de la he desencontrado. Alguno se encuentra en el extranjero, y otro ha i desde sus ideas sobre la simbiosis. Habrfa una simbiosis funda fallecido. Tengo el recuerdo del clima emacional de ese grupo, quia “mental y normal que contiene la parte psicética de la personalidad de fuera lo més ponderable. zs posible ensefiar y aprender fuera de ese os los integrantes cel grupo, Io cual asu vex respuldaba la actividad. clima emocional, particular, de la experiencia de aprendizaje, donde Ge-llos en el extragrupo. Plantes su clasificacidn, de acuerdo al mé- se mezclan los conocimientos con algunos problemas personales? todo clinico, de familias aglutinadas y familias Pich6n nos decfa que el miembro enfermo del grupo era el por- El doctor Carlos Sluzki y Miss Janet Beavin presentaron una tavoz 0 depositario de la ansiedad familiar. Nocién de chivo emisa~ definicién operacional y una tipologia de diadas sein el eoncepto rio, de malentendido, el reordenamiento de Ia enfermedad, tipos de Interaccional de simetria y complementariedad, Trabajo de una me. liderazgo y tantas més. Vislumbramos en él ese imponderable que fodologia impecable. El doctor Vidal traté la familia desde el con. hace a la funcién psicoterapéutica. Bepto de individuacién y la relacién con el nuevo miembro en su Fui dindome cuenta de que el significado de la conducta de una Progresiva diferenciacién y desprendimiento. El trastorno mental persona enferma podia ligarse a la significacién de ciertas situacio- pareceria derivado de la contradiccién entre la individuacidn res- nes familiares estructuralmente similares, que puesta una persona JM deta a familia y el reclamo de la sociedad global, enferma en su grupo familiar se borraban las diferencias entre sanos WWM EI doctor Ackerman hizo una descripein y consideracin de a y enfermos y otros integrantes comenzaban a mostrarse perturba- ci6n individuo y familia, salud mental y salud social, Basado en 4dos, como la madre del paciente cataténico. En la préctica, se “en- Onsideraciones clinicas estudié la familia en crisis y sus mecanismos esquizoides o dispersas. fermaban” durante la terapia familiar, omplementando “la cura” del INU Bomeostéticos. Fue caro su enfoque psicoterapeution decente ain, iembro originalmente enfermo, elas consideraciones metodolégicas. Se me fue haciendo més y més claro que la historia familiar se {El doctor Castro de la Mata expuso un trabajo de investigacién reencontraha en la estructura familiar y viceversa. Pero ello no ex- usicosocial sobre la familia peruana bajo el impacto de la nk. plicaba por qué la génesis de los sintomas individuales ni por qué enfermaban unos y otros no. Fui pasando a estudiar el complejo sis- tema de relaciones entre el enfermo mental y su familia. Comprendi 1. Acta Priguit Picol. Amér, Lat, 11,199, 2965 “ FAMILIA Y ENFERMEDA NOTA INTRODUCTORIA cién fsica del padre. Distingue tres tipos de familias peruanas sgn MMMMBBnstrucciones para alcanvar la verdad histéri la actitud paterna: despético (familias de indios), patriarcal (Familias MO eer loc pacienreey conan Seana Eitico de obreros) y compafieto (familias de empleados). mprender ¢ interpretar. Excluyo los consejos, las indicaciones Esta sintesis muestra la variedad de intereses que teniamos, basa- dos en la consideracién de la familia del enfermo mental. Me dejaba claro la necesidad de mayor precisién metodol6gica. Pasaron cinco afios. En junio de 1970 organizamos el Primer Congreso Argentino de Psicopatologia del Grupo Familiar junto con los doctores Car- los E. Sluzki, Hugo Bleichmar, Jorge Canestri, Ignacio Maldonada Allende, Eduardo M. Zimmerman y los licenciados Valentin Arroyo y Maria Luisa L. de Schugurensky (Sluzki, Berenstein, Bleichmar y Maldonado Allende, 1970). Hubo dos grandes temas: Patogenia y Terapéutica, En cada uno dos relatores oficiales. En el primer tema, los relatores y los articu- los fueron Lymann Wynne, de Nueva York: “Los esquizofrénicos y sus familias: orientaciones y hallazgos recientes de investigaci6n”,y Carlos Sluzki: “El doble vinculo como situacién patogénica univer sal”, Sobre terapia hablamos Jay Haley, de Filadelfia: “Terapia fami- liar, un cambio radical”, y yo: “Familia y estructura familiar. Consi« deraciones clinieas, tedricas y técnicas”. Se reunieron mesas sobre Prevencién, Familias de psicéticos, Familias con nitios, Familia y sociedad, y muchos temas més. Los cinco atios no habian pasado en vano. Se habjan perfilado y profundizado las diferencias entre las distintas aproximaciones teé- ricas. Fue una explosién de entusiasmo cientifico. Los participantes discutieron activamente antes y después, y con nuevos brios nos pus simos a sistematizar més y mejor las experiencias pasadas y presentes) Cada reunién cientifica es un acontecimiento, como un corte sincrénico. En este sentido, el Primer Congreso reunié a los trabas jadores en psicologia familiar y profundiz6 las Kineas teéricas vigen= tes mostrando lo polimorfo de las contribuciones y el aislamienta te6rico de nuestros aportes. Mi relato al Congreso contenia, en germen, el desarrollo de est libro del cual deseo ahora explicitar al lector sus bases teéricas. Una de ellas, la principal, proviene del psicoanilisis. Soy psica nalista, por lo tanto me apoyo en la teoria del inconsciente y lar presidn, del complejo de Edipo, de la construccién de un mundd interno basado en la representacién de la relacién emocional com los objetos. Estoy persuadido de la certeza ofrecida por el métodd histérico-genético propuesto por Freud y, por lo tanto, del uso df pmativas y otras intervenciones directivas en la vida cotidiana de fntegrantes de la familia "La otra base tedrica es el estructutalismo tal como fue desarro- lido en Antropologia por Claude Lévi-Strauss. Me han sido basicas formulaciones sobre el andlisis estructural, las estrueturas socia- como objetos independientes de la conciencia de los hombres, Estudio de las reglas de comunicacién social inconsciente, mis particular la reformulacién del problema del tfo materno, el mé- bdo de anilisis para Megar a la estructura de los mitos. ‘Transcribo ip parrafo del prélogo de Eliseo Versn para la edicién espatola de tntropologia Pstructural : es orl strlen sin por lnc quis dcenen ok os Aizacin y no de componentes. a Tavestigando simultsneamente los modelos profundos subyacen- 4 lversas manfestaciones humanas comer por wh lado’ oe nizacién cel espacio y del tiempo familiar, el uso de los nombres Bpics e investizando, por otro, la organizaciGn del inconsciente diante el estudio del contenido manifiesto de los suefios, pasé al men de la organizacién del sentido, en especial segiin Greimas. Bliqé el modelo de la significacion a diversas produeciones, entre lis al complejo de Edipo, lo cual me permitié su reelaboracion deotra base metodolégica y; a la vez, sentar la base para estable- FAMILIA ¥ ENFERS cer predieciones de las elecciones de objeto. Pero esto es cl tema del préximo libro: Complejo de Edipo, Estructura y signifcacion. ‘Habiendo tenido la oportunidad de leer el original en conjunto, tarea imposible cuando se lo esté escribiendo, tengo la impresién de ofrecer, para el estudio de la familia desde una base psicopatolégi- ca,un modelo que permite ordenar una serie de datos dispersos y ofrece la posibilidad de pensarlos desde otra perspectiva. Esto llev6 | 1 plantear otros interrogantes no propuestos hasta ahora, creo. Lo ‘imulo para futuras bisquedas, el sino de la investigacién. Hae ‘eual es estimulo ps oo al Isioro Benensres “Tengo una deuda de gratitud hacia las familias que me permitie- ‘raterlas, hacia los colegas que, en distintos grugos de etudiv o tislogos particulares, me ayudaron a aclarar diversos problemas cos. __ Agradezco al profesor Juan Carlos Indart, quien me introduyjo en rnociones de lingistica y estructuralismo. ero hay dos personas, en especial, las que les estoy plenamente nocido: el profesor David Maldavsky, por la posibilidad que me lip de discutit con él, a fondo, este libro, por sus méltiples obser- aciones y sugerencias y, sobre todo, por el afecto puesto en juego ta taree para mi tan valiosa. A la sefiorita Delia Valdecantos le particularmente agradecido por el carifio con que se ocupé de orrosa tarea de depurar, una y otra vez, el original, al que tra 0 algo propio. La familia como sistema EL MATERIAL, jb opornnidad entrevisté a un grupo familiar por wn pro= bia urgente. La madre llamé con insistencia, vino a verme y ges- gn una consulta familiar, Habfa hecho una denuncia policial en on de las sospechas de que el hijo robaba dinero del escritorio de segundo marido, Beatriz, la madre, tenfa en la época de la entre~ 144 afios y se habia casado a los 17 afios con su primer marido, he se habfa separado siete afios mis tarde. De su primer matric Hani tavo dos hijos, Carlos y Delia, que en ese momento tenfan DY 19 aios, respectivamente. Carlos no vino porque no quiso y 0 Verdnica, porque era muy pequefia. entrevista familiar giré alrededor del conflicto entre el pa- fo y el hijastro y el robo de dinero. Pero también surgieron § datos como los que figuran a continuacién. el ex marido de Beatriz, habia sido muy afectuoso pero nbién agresivo, con cambios habituales de cardcter y explosiones ‘humor que tornaron dificil la vida familiar. La pareja haba ldo, en sus comienzos, una buena relacién pero esta fue reem- Ka en forma progresiva por peleas matrimoniales frecuentes y ones fisicas presenciadas por los nifios. Terminaron separin- Al poco tiempo, Beatriz conocié a Alberto, de su misma edad, cm FAMILIA ¥ ENFERMEDAD MENTAL y tuvo una relaci6n afectuosa durante diez afios. Luego se casaron, | Este segundo matrimonio, en el momento de Ia consulta, Hlevaba diez afios. Hacia un afio habfan tenido una hija, Ver6nica. Alberto habfa sido muy rigido y pens6, con seguridad en forma defensiva, que debia imponer disciplina al grupo familiar ya formado, al cual habia ingresado en timo término. Como su método no le dio r sultado, trat6 de ganarse con otras maneras a los hijos de Beatriz, pero estos le respondicron con una actitud de resistencia pasiva, Empezaron a tener altercados, primero episédicos, luego perma nentes y de creciente magnitud. ; Carlos estudiaba con muchas dificultades. Pasaba todo el dia con Ja novia dentro de su casa, lo cual provocaba especial irritacién € inducfa, en el padrastro, una conducta tendiente a imponer norma isciplinarias que, obviamente, no podian ser cumplidas. Delia pa recia tener mejor relacién con el marido de su madre, pero tambiéa recibfa frecuentes admoniciones. Podriamos decir que la oposicia de la hija era menos tangible pero, en igual grado, consistente. La situaci6n determinante de la consulta fue el deseo de confin la sospecha de que Carlos era el ladrén, Del escritorio de Alberto fal dinero en varias oportunidades, Primero pensaron que habfa sido mucama y, por so, Ia echaran. Las rabos siguieron produciéndos Dieron cuenta « la policfe, mas no desearon concretar la denunci por temor a confirmar las sospechas, por cierto muy evidentes, que crefan tener acerca de Carlos. Racionalizaban esta actitud dicienda) «que temian al padre de Carlos, ex marido de Beatriz, en Ia actualid radicado en Italia. Como era una persona violenta, en caso de en ratse de la segura prisién de Carlos, regresaria y cometeria un crim lado hacia el mundo interno de los individuos que cong tema familiar y desde el cual intercambian viveneias ¢ info Pero también el grupo familiar esté abierto hacia el sistema mpone sus normas y que determina alguno de sus que le fandamentales. No obst ante, podemos encontrar grupos fart IELIGRUPO FAMILIAR ES UN SISTEMA C es E piensan a sf mismos como sistemas cerrados y basan en él su ilidad como grupo, negando de esta manera el significado de la tanto con el exterior como con el interior lia es un sistema estable: “si algunas de sus variables tien- mantenerse dentro de limites definidos”. Estos autores apli- familia como sistema estable, ls siguientes propiedades de femas gencrales abiertos: lady su corolaria: no sumatividad. La familia no es solo la ina de sus miembros sino que todos ellos forman un sistema ide una modificacién de uno induce la del resto, pasando el fema de un estado a otro. if2 mayor claridad mostraré algunas posibilidades en la ma~ de pensar un sistema compuesto de por lo menos dos mentos, A y B, definidos en un contexto que los incluye: a) independiente de B y B lo es de A. Las propiedades del esultan de la suma de las propiedades de A mas las Bpiedades de B; b) A influencia a B pero B no lo hace con A. 5 un sistema con unidireccionalidad; c) A influencia a B fluencia a A, en este caso se dice que hay realimentacién amos en cuenta que los sistemas a medida que se com mn también lo hacen sus influencias reciprocas. Podlemos Bir que algunos grupos familiares se piensan como a), otros amo b) y otros como c). La aceptacién de los integrantes del féma de que estin en interaccién con el contexto 0 no, les la calidad de pensarse como sistema cerrado 0 abier- Su vez, si agregamos un elemento més, C, tenemos las lentes posibilidades: a) AB se piensan cerrados con res- ta C; b) AB se piensan abiertos con respecto a C; c) A se sa abierto con respecto a Cy B cerrado con respecto aC damos el material clinico que figura al comienzo de fapitulo, podemos encontrar las distintas formas que tie- integrantes familiares de pensarse de acuerdo a estos q en el hijo, que a su vez empalma Ha actitud no participante del padre ante la disputa de la fre con cl hijo y puesto a decidir, cerraré su participacién Medor de Ia madre dejando exchuido al hijo lo cual reali- Sus sospechas y asi sucesivamente. Sin embargo, el padre

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