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INSTITUTO TÉCNICO ISAÍAS ARDILA DIAZ.

AÑO 2021
GUÍA DE FILOSOFÍA 5.4 PERIODO 2
GRADO: ONCE
DOCENTE: MARIO IVÁN PÉREZ
CORREO: ivanmariopz13@gmail.com
CEL. 3102838006

TEMA: FILOSOFÍA MARXISTA


EVIDENCIA DE APRENDIZAJE: Analizar las bases filosóficas del materialismo histórico
KARL HEINRICH MARX: 1818-1883. Fue un filósofo, economista, sociólogo, periodista, intelectual y militante
comunista alemán de origen judío. En su vasta e influyente obra, abarca diferentes campos del pensamiento
en la filosofía, la historia, la ciencia política, la sociología y la economía; aunque no limitó su trabajo solamente
a la investigación, pues además incursionó en la práctica del periodismo y la política, proponiendo siempre en
su pensamiento una unión entre teoría y práctica. Sus escritos más conocidos son el Manifiesto del Partido
Comunista (en coautoría con Engels), El capital y El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte.
IMPORTANTE: Nietzsche, Freud y Marx son los pensadores que conforman ese célebre trío denominado por
Paul Ricoeur «los maestros de la sospecha» porque expandieron nuestro conocimiento de manera formidable.
De alguna manera Marx fue el primer economista y describió en su trabajo las líneas del movimiento económico.
Vamos a abordar a Marx desde su pensamiento filosófico. Marx es un defensor de la libertad y tiene una idea
clara en el sentido de que ciertos actores sociales (clase obrera) pueden liberarse de la opresión, si tienen
conciencia de lo que son. El mismo Marx exigía que los filósofos no sólo interpretaran el mundo, sino que lo
cambiaran. A pesar de que elaboró toda una teoría, no pudo pensar que su pensamiento sería llevado a la
práctica de forma tan radical y diferente. Marx es un filósofo que le apuesta a la desnaturalización y ese es un
principio que atraviesa cualquier práctica. Esto significa que todo lo que se nos presenta como estable, fijo y
natural, está encubriendo el ejercicio de un poder completo. Por ello a Marx se le considera un filósofo de la
sospecha. Marx pone de presente que todo lo que se nos presenta como una verdad obedece al pensamiento
de una determinada época y que detrás de ello subyace un interés. Por eso siempre hemos dicho que la tarea
de la filosofía no puede ser otra que la de desmontar, deconstruir o demoler lo que se da, por cierto.
CONTEXTO HISTÓRICO: Marx vivió en la segunda mitad del siglo XIX, siglo que se caracteriza por profundas
modificaciones en la estructura de la sociedad y en el mundo de las ideas. En esta época se siente con mucha
fuerza el capitalismo industrial, con todos los impactos positivos y negativos que va a traer. A nivel político se
ha hecho un nuevo reparto del mundo donde las antiguas potencias coloniales definen sus áreas de influencia
y dominio, hecho que todos sabemos terminará conduciendo al mundo a dos desastrosas guerras mundiales.
Los movimientos revolucionarios de 1848 que se viven en Europa, difundieron los ideales democráticos basados
en el sufragio universal, la consecución de amplias libertades y la igualdad social. En momento de la historia
muchos pueblos deseaban su independencia y otros la unificación en un Estado común. Por otro lado, va
tomando cuerpo una nueva clase social, constituida por inmensas masas de trabajadores que, huyendo de la
miseria del campo, se refugian en las populosas ciudades industriales, buscando una alternativa de trabajo y
de mejor vida. De esta manera aparece el proletariado (clase obrera) que termina enfrentándose a la burguesía
industrial que se sostiene como clase dominante debido a la explotación económica de los trabajadores. Este
hecho lleva a que, hacia finales del siglo XIX, el movimiento obrero se organice en sindicatos, en partidos
políticos con marcada tendencia socialista y en asociaciones de trabajadores. Este es pues el contexto en el
que debe desenvolverse Marx.
FILOSOFÍA DE LA ACCIÓN
En las Tesis de Feuerbach, obra escrita hacia 1845, Marx plantea su nueva concepción materialista y dialéctica
del mundo. La define como una filosofía de la praxis, de la unión teórico práctica, que desarrollará con el paso
de los años. La praxis es la forma que el hombre tiene de relacionarse con la naturaleza y con otros hombres
para conservar y transformar el medio social, de acuerdo con sus propias necesidades. Estas relaciones tienen
lugar en el marco de una organización social concreta y en un momento histórico determinado. Para Marx la
filosofía no debe entenderse como un saber teórico y abstracto, alejado de la realidad concreta. Se trata más
bien de un saber a la vez teórico y práctico, que sirva como un medio para comprender y transformar la sociedad.
Por lo tanto, el filósofo debe abandonar su torre de marfil para descender a la arena social y política,
implicándose en la acción revolucionaria y transformadora. Por otro lado, la filosofía debe estudiarse en relación
con el resto de Ciencias Sociales, como la economía, la política y el derecho, si se pretende alcanzar un
conocimiento objetivo y útil de los complejos procesos sociales. Este enfoque interdisciplinar permite realizar
un análisis exhaustivo de la realidad social, detectar sus carencias y proponer las acciones necesarias para su
mejora. Es en esta práctica donde se va desarrollando la conciencia social. Si hay algo que define la filosofía
marxista es la imposibilidad de separar teoría y práctica. Marx es un perfecto seguidor de Hegel y retoma de
sus análisis sus planteamientos sobre la dialéctica, como una manera de repensar la dualidad que separa de
forma tan determinante lo real de lo material, lo conceptual de lo concreto, que Hegel ya había visto como la
afirmación de una totalidad porque estas dualidades no pueden entenderse por separado pues se
complementan. No se puede por ejemplo hablar por separado de los que poseen y los que no tienen nada,
porque poseer y no poseer son dos caras de una misma moneda. En este caso la filosofía dialéctica es un
programa que se propone cambiar los fundamentos de nuestra concepción de lo real. La dialéctica no es una
metodología, es una propuesta ontológica, porque la dialéctica está en lo real, como afirman Hegel y Marx y no
es un producto de la mente. En pocas palabras ambos filósofos trataron de repensar la lógica de las cosas.
Ambos pensadores están cuestionando la autonomía de la substancia. Lo que la dialéctica nos presenta es una
mirada diferente de las cosas en cuanto cosas. Cuestionan que existan cosas en la realidad de modo
independiente. Hay una visión substancialista de la realidad que pretende de alguna manera asumir la existencia
de las cosas como cosas independientes, se establece desde Aristóteles hasta el siglo XIX, cuando Hegel y
Marx dan un viraje en este sentido para referirse a la totalidad. En pocas palabras, todas las cosas están
relacionadas como entidades, como en una red donde todo se articula, esto es como si se dijera que la
singularidad de las cosas está en su afuera y no en su interior. Por ello si desea entenderse la singularidad de
las cosas hay que establecerla desde la singularidad de lo que no son. Esta perspectiva de las cosas es lo que
Marx va a aplicar a la realidad bajo el concepto de materialismo histórico, pues termina haciéndolo concreto en
una realidad histórica determinada. Marx afirma la estrecha relación que existe entre la ocultación de los
problemas y contradicciones de la sociedad y la alienación que imposibilita al ser humano reconocerse y
realizarse. La ocultación a la que se refiere Marx recibe el nombre de ideología.
En sentido amplio, la ideología es el sistema de ideas o de representaciones que el ser humano o una clase
social tienen sobre sí mismos, del lugar que ocupan en el mundo y en la historia. Tiene un sentido positivo y
necesario para la vida humana cuando ese conjunto de representaciones constituye el modo de identificarse
con un grupo social determinado. Sin embargo, la ideología pierde el sentido positivo cuando ofrece una imagen
falseada y falsificadora de la realidad y de las condiciones en las que se desarrolla la vida de los seres humanos.
En tal caso, en vez de servir para que el individuo se identifique y realice en su sociedad, sirve para someterlo
a los intereses particulares de una clase social, mediante las ideas de la clase dominante que tiene poder para
generarlas e imponerlas. La clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo,
la clase que ejerce el poder espiritual, pues la ideología es el mecanismo de poder con el que cuenta la clase
social dominante para asegurarse y perpetuarse en su dominio. Ante esta situación la filosofía debe hacer la
crítica de la ideología y desenmascarar lo que oculta. La ideología se manifiesta como momento negativo
histórico que impide la realización del ser humano, lo que implica la necesidad de su superación. Ahora bien,
para hacer esta crítica es necesario partir del análisis, comprensión y transformación de las condiciones reales
de vida de las que se sirve el sistema vigente para imponerla. ¿Que se está exponiendo? Que, si hay un amo,
hay un esclavo y que la realidad de cada uno de ellos no puede ser analizada por aparte, sin tomar en cuenta
la interdependencia que muestra el sojuzgamiento de una clase sobre la otra.
LA ALIENACION SOCIAL Y ECONOMICA
Marx parte de la visión filosófica de Ludwig Feuerbach que, habiendo analizado la obra de Hegel, plantea que
el punto de partida de una explicación filosófica de la realidad en su devenir histórico, no es el espíritu, sino la
naturaleza y la humanidad. Más allá de esta realidad, nos dirá el filósofo, no existe absolutamente nada. Todo
cuanto se quiera situar en el arte o en la religión son puras creaciones humanas, reflejos fantásticos del propio
ser humano. Siguiendo este planteamiento, Feuerbach entiende que son los seres humanos los que, de acuerdo
con sus propias necesidades y angustias, han creado a Dios a su imagen y semejanza, un proceso que en
sentido negativo conduce a la alienación del hombre por la religión, ya que no se reconoce así mismo en ella.
Mediante la educación y la ilustración, el ser humano debe desenmascarar esta situación. Debe encontrarse
consigo mismo de nuevo y volver a ocupar el lugar que le corresponde. A partir de estos presupuestos, Marx
considera que la religión es opio para el pueblo y reconoce otro tipo de alienaciones que forman parte de la vida
cotidiana del ser humano pero que se concretan o definen en los ámbitos sociales y económicos. Marx, señala
que el sistema de producción capitalista aliena al trabajador en la medida en que lo deshumaniza al convertirlo
en una pieza más del engranaje productivo, ya que el obrero se convierte en un trabajador asalariado, que
esclavizado a la fábrica se reduce o convierte en una mercancía más, como las que se compran o venden. El
trabajo deja de ser libre y creativo para convertirse en trabajo forzado y repetitivo. Trabajo que ya no pertenece
al trabajador, que no se ve plasmado en lo que hace, pues el trabajador se ha convertido en un obrero que está
puesto al servicio del capitalista. En estas condiciones, el obrero ve el trabajo como una fuerza extraña que se
le opone, que le es ajena y en la cual no se realiza en absoluto. Su trabajo, así como el producto del mismo, es
para otro y no le producen ningún tipo de beneficio o de satisfacción. En esta situación Marx ve una deformación.
El trabajador ya no ve el trabajo como una actividad vital, se le ha negado su esencia y el trabajo se le impone
como una tarea inhumana por rutinaria y embrutecedora. Leamos cómo lo define Marx en sus manuscritos:
“cuanto más produce el obrero, menos tiene para consumir; cuántos más valores crea, más se deprecia y ve
disminuir su dignidad; cuánta más forma tiene su producto, más se deforma el obrero; cuánto más se civiliza su
objeto, más bárbaro es el obrero”. Para Marx, esta situación de alienación es histórica y no es natural. Es preciso
comprenderla y transformarla analizando la relación del hombre con la realidad. El análisis de la actividad
humana es necesario para elaborar una nueva teoría científica de la sociedad y de la historia, capaz de
promover una realización plena del ser humano.
EL MATERIALISMO HISTÓRICO
El análisis materialista pone de presente que la historia humana tiene como base fundamental las condiciones
materiales en que se desenvuelve la vida de los seres humanos y llevan a cabo su actividad productiva. Para
Marx la única realidad existente es la materia, la cual posee las propiedades que Hegel atribuía al espíritu.
Según Marx, una visión objetiva, libre de prejuicios, pone de manifiesto que el motor de la historia es la lucha
de clases: “toda la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases” Ahora bien, estas clases y su
dinamismo son consecuencia, a su vez, de las fuerzas económicas y materiales (materialismo histórico).
Cada etapa histórica lleva en sí misma los gérmenes de su destrucción, dando origen a otra etapa que se le
opone y de cuya oposición habrá de originarse otra nueva como síntesis de las anteriores (materialismo
dialéctico). En el proceso histórico, los cambios cualitativos son fases superiores del desarrollo histórico,
surgidas de los procesos de oposición entre clases y, consecuentemente, entre formas de producción. Este
proceso dialéctico se encamina hacia un estadio definitivo en el que el enfrentamiento será superado en una
sociedad sin clases, sin propietarios de los medios de producción, en las que cada uno producirá según sus
posibilidades y cualidades y consumirá según sus necesidades, es lo que los marxistas denominan como
sociedad comunista. Marx afirmaba que el propio desarrollo del capitalismo traerá un aumento de la conciencia
de clase de los trabajadores, que finalmente, por medio de sus organizaciones conseguirá hacerse con el poder
y con los medios de producción en nombre de la inmensa mayoría. Pasando por un periodo transitorio de
dictadura del proletariado, se logrará la desaparición de las clases sociales y del Estado como poder político
dominante. Un análisis más reposado de las experiencias comunistas en el mundo, nos dirá hasta qué punto
fueron experiencias válidas como praxis de esta propuesta filosófica y teórica.

ROMPECRÁNEOS:
1. ¿Qué implicación desde la filosofía marxista, tiene asumir la Filosofía como un saber teórico y práctico, que
comprende y transforma la realidad?
2. Marx ha señalado que: “cuanto más produce el obrero, menos tiene para consumir; cuántos más valores
crea, más se deprecia y ve disminuir su dignidad; cuánta más forma tiene su producto, más se deforma el
obrero; cuánto más se civiliza su objeto, más bárbaro es el obrero”. ¿Puede seguir siendo válida tal afirmación
para los trabajadores de nuestro tiempo?
3. Leemos en el texto que, si queremos tener una buena perspectiva de la realidad, debemos establecer la
singularidad de las cosas a partir de las cosas que no son. ¿Qué implica esta afirmación?

PERORATIO
El Rompe cráneos debe entregarse resuelto vía WhatsApp, correo electrónico o escrito (en la medida que sea
posible). Deben claramente escribir quién lo envía, la asignatura y el grado al que se pertenece. Cada
pregunta debe ir debidamente numerada con su respuesta. En esta actividad se tendrá en cuenta el desarrollo
de sus ideas, argumentos y proposiciones. Piensen y obren de acuerdo con la justa razón. En caso de dudas,
se pueden plantear vía WhatsApp personal o vía telefónica cuando sea necesario en la jornada diaria

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