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Introduccion

Dentro de las reacciones químicas hay un tipo llamado “reacciones de combustión”.

Una reacción de combustión es una reacción de oxidación rápida en la que se libera


energía luminosa y calorífica.

Los procesos de combustión y de oxidación tienen algo en común: la unión de una


sustancia con el oxígeno. La única diferencia es la velocidad con que el proceso tiene
lugar. Así, cuando el proceso de unión con el oxígeno es lo bastante lento como para que
el calor desprendido durante el mismo se disipe en el ambiente sin calentar
apreciablemente el cuerpo, se habla de oxidación. Si el proceso es rápido y va
acompañado de un gran aumento de temperatura y en ocasiones de emisión de luz
(llama), recibe el nombre de combustión.

Ésta consiste en una combinación química con el oxígeno de la atmósfera para dar
dióxido de carbono y agua. Se obtiene una gran cantidad de energía que se utiliza con
fines industriales y domésticos.

Un ejemplo de reacción de combustión puede ser la del metano (gas natural):

metano + oxígeno dióxido de carbono + agua + energía

CH4 + 2 O2 CO2 + 2 H2O + 890 kJ/mol

Las reacciones químicas implicadas en la combustión no suelen, al contrario de lo que


sucede en la oxidación, producirse de forma espontánea. Una fuga de gas puede
permanecer un tiempo considerable sin que se produzca reacción alguna, pues es
necesario un iniciador, como puede ser el contacto con una llama o chispa accidental,
para que la combustión de comienzo.

Normalmente se requiere un aporte continuo de calor hasta que en un punto del material
se alcanza la temperatura de inflamación y se produce la ignición. Una vez iniciada, la
combustión se autoalimenta debido al carácter exotérmico de las reacciones de
oxidación, generando calor y transmitiéndolo a otras partes del mismo combustible.

Aunque poco frecuente, la combustión espontánea puede darse si un cuerpo se oxida


fácilmente y disipa muy mal el calor generado en la oxidación, de manera que aumenta
gradualmente su temperatura hasta alcanzar el punto de inflamación.

Bajo determinadas condiciones de presión y temperatura, la combustión de ciertas


sustancias puede ser extremadamente rápida, generando grandes cantidades de energía
calorífica y de gases que se expanden y que pueden hacer estallar el recipiente que los
contiene. En este hecho se fundamentan los explosivos.
Combustión
La combustión es una reacción química en la que un elemento combustible se combina
con otro comburente (generalmente oxígeno en forma de O2 gaseoso), desprendiendo
calor y produciendo un óxido; la combustión es una reacción exotérmica debido a que su
descomposición en los elementos libera:

Calor al quemar.

Luz al arder.

Es la combinación rápida de un material con el oxigeno, acompañada de un gran


desprendimiento de energía térmica y energía luminosa.

Los tipos más frecuentes de combustible son los materiales orgánicos que contienen
carbono e hidrógeno. El producto de esas reacciones puede incluir monóxido de carbono
(CO), dióxido de carbono (CO2), agua (H2O) y cenizas.

El proceso de destruir materiales por combustión se conoce como incineración.

Para iniciar la combustión del butano (C4H10), es necesario alcanzar una temperatura
mínima, llamada ignición o de inflamación.

Cuando una sustancia orgánica al reaccionar con el oxígeno el producto resultante es


sólo CO2 (g) y H2O (l); esto es, la combustión completa se produce cuando el total del
combustible reacciona con el oxígeno. La ecuación puede balancearse, los productos de
esta combustión son solamente CO2, H2O, O2 y N2. La combustión se denomina completa
o perfecta, cuando toda la parte combustible se ha oxidado al máximo, es decir, no
quedan residuos de combustible sin quemar.

La fórmula de la combustión completa es:

Aplicaciones
Las aplicaciones de las reacciones de combustión son muy diversas. Pero las más
importantes son las que se describen a continuación:

La combustión en los seres vivos.

Los trabajos de Priestley y Lavoisier, llevados a cabo a finales del siglo XVIII, permitieron
conocer que el mantenimiento de la vida en los seres vivos era posible gracias a
reacciones internas de combustión que suministran la energía necesaria para mantener la
actividad del organismo y, en el caso de animales de sangre caliente, la temperatura del
propio cuerpo, venciendo el desequilibrio entre ésta y la del medio líquido o gaseoso que
les rodea. En ambos procesos el aire que se respira produce la oxidación del carbono y el
hidrógeno contenidos en la sangre, procedentes de la digestión de los alimentos
ingeridos.
Si se realiza la combustión de esos alimentos en un laboratorio, se observa que se
desprende una cantidad de energía superior a la generada por su oxidación en el
organismo, si bien los productos finales son los mismos: dióxido de carbono y agua. Esa
pérdida de energía aprovechable en el proceso respiratorio se debe a que su cadena de
reacciones es muy distinta a la de una combustión ordinaria, que lleva implícita la
formación de llama, evidentemente inexistente en la oxidación biológica, que debe
verificarse dentro de los límites impuestos por las condiciones vitales del organismo.

Fuentes de energía.

Entre los compuestos de carbono e hidrógeno, los más utilizados como fuente de energía
son: el carbón, el gas natural y los productos derivados del petróleo. Para que su
combustión sea completa, se requiere que la cantidad de aire utilizado en la misma tenga
el oxígeno necesario que permita transformar todo el hidrógeno en agua y el carbono en
dióxido de carbono.

Si la cantidad de oxígeno empleado es inferior, la combustión se denomina incompleta y


se caracteriza por la presencia de cuerpos no totalmente oxidados, como el venenoso
monóxido de carbono. Tal es el caso de los gases que desprenden los automóviles, que
contienen entre el 1% y el 8% de dicho gas, lo que representa un peligro potencial en
calles estrechas o garajes mal ventilados.

Cuando el aire utilizado en la combustión contiene mayor cantidad de oxígeno que la


necesaria, el rendimiento disminuye, al utilizar parte de su calor para elevar la
temperatura de una masa superior de aire que no contribuye en nada a la energía
liberada.

EFECTOS AMBIENTALES

Uno de los efectos más importantes y, por desgracia, más comunes de la combustión es
la contaminación del aire.

Esta contaminación consiste en la presencia en la atmósfera de una o varias sustancias


en tales concentraciones que puedan originar riesgos, daños o molestias a las personas y
al resto de seres vivos, perjuicios a los bienes o cambios de clima.

Los óxidos de azufre, SO2 y SO3, son los agentes contaminantes más habituales en el
aire. Proceden de la combustión de los combustibles utilizados en la industria y en la
calefacción doméstica. El principal peligro que representan son las reacciones químicas a
las que dan lugar en condiciones de humedad:

SO2 + H2O H2SO3

SO3 + H2O H2SO4

A fin de reducir las emisiones de óxidos de azufre, es preciso eliminar el azufre presente
en los combustibles antes de proceder a su combustión. Si ya se ha producido ésta, hay
que reducir en los gases de emisión los óxidos de azufre a azufre, el cual puede ser
comercializado posteriormente.
Los óxidos de nitrógeno se encuentran entre los gases emitidos por los tubos de escape
de los vehículos a motor. Se eliminan instalando un catalizador en el tubo de escape.

Al igual que los óxidos de azufre, los óxidos de nitrógeno reaccionan con el agua que
existe en la atmósfera y dan lugar a dos

sustancias ácidas:

N2O5 + H2O HNO3

N2O3 + H2O HNO2

Todas estas sustancias ácidas forman lo que se ha denominado “lluvia ácida”, que
destruye bosques, lagos de escasa profundidad y monumentos.

En la década de los 80 fue cuando la gente comenzó a darse cuenta de que los bosques
de Europa, Escandinavia y Norteamérica enfermaban y morían marcados por la lluvia
ácida. En todo el mundo, los ríos se contaminaban con los productos químicos de la
industria. En áreas deltaicas situadas a bajo nivel, como Bangladesh, las inundaciones
originadas por la deforestación del Himalaya, a miles de kilómetros al norte, provocaron la
muerte de miles de personas y arrojaron de sus casas a decenas de miles de
damnificados. En el Caribe y en el Pacífico, las tormentas que antes azotaban estas
zonas cada cien años empezaron a causar destrozos cada dos o tres años.

El dióxido de carbono se origina de la combustión de los compuestos orgánicos e incide


en el recalentamiento de la atmósfera, fenómeno conocido como “efecto invernadero”.

Las plantas toman dióxido de carbono del aire mediante la fotosíntesis y los seres vivos lo
expulsan a la atmósfera en la respiración. Durante millones de años, estos procesos han
mantenido en equilibrio la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.

Sin embargo, este equilibrio se ha roto, por la masiva emisión de dióxido de carbono
procedente de las reacciones de combustión de los combustibles fósiles y porque en
muchas zonas del planeta la vegetación ha sido destruida en los últimos años.

Este exceso de dióxido de carbono en la atmósfera actúa como una pantalla sobre la
Tierra, que evita que la energía pueda escapar.

La luz visible que llega a la Tierra desde el Sol pierde energía al atravesar la atmósfera
terrestre y se transforma en radiación infrarroja. El dióxido de carbono absorbe esta
radiación, impidiendo que escape de nuevo al espacio. Este efecto (efecto invernadero)
es el responsable de que el hielo de las zonas polares se funda y del aumento de la
temperatura media del planeta.
GASES QUE CONTRIBUYEN AL EFECTO INVERNADERO

CONTRIBUCIÓN EN
TIPO DE GAS CONCENTRACIÓN ACTUAL
ºC

Vapor de agua Entre 0 y 4% 20.6

Dióxido de carbono 360 ppm2 7.2

Ozono 0.03 ppm 2.4

Óxido de nitrógeno 0.3 ppm 1.4

Metano 1.7 ppm 0.8

Otros1 ± 2 ppm 0.6

Otros tipos de contaminación provocada por la combustión:

Monóxido de carbono - Es un gas incoloro, inodoro e insípido producido cuando el


carbón, el petróleo o el gas arden con poco oxígeno. Reacciona con la hemoglobina de la
sangre reemplazando al oxígeno impidiendo que llegue a las células, por consecuencia,
es muy tóxico.

Sus principales efectos son:

Al ser su afinidad con la hemoglobina 250 veces mayor que la del oxígeno forma
carboxihemoglobina, disminuyendo la cantidad de oxígeno que llega a los tejidos y
actuando como agente asfixiante. Los efectos son más pronunciados e intensos en los
fumadores y en las personas con problemas cardiacos. Los síntomas típicos son mareos,
dolor de cabeza concentrado, náuseas, sonoridad en los oídos y latidos intensos del
corazón. La exposición a altas concentraciones puede tener efectos graves permanentes
y, en algunos casos, puede producir la muerte.

Hidrocarburos aromáticos - No todos los componentes de la gasolina se queman en los


motores de los coches. Algunos hidrocarburos escapan a la atmósfera y producen daños
en los seres vivos.

Partículas de la combustión - Incluyen una gama muy amplia de partículas químicas y


físicas, incluyendo gotas de líquido. Afectan al funcionamiento de los pulmones. Las
partículas más pequeñas (micrométricas) presentan el mayor riesgo, ya que son
inhaladas más profundamente en los pulmones.

Gas noble
Los gases nobles son elementos químicos situados en el grupo VIII A de la tabla
periódica de los elementos. Concretamente los gases nobles son los siguientes:

Helio Neón Argón Kriptón Xenón Radón

El nombre de gas noble proviene del hecho de que no tienden a reaccionar con otros
elementos. Debido a esto, también son denominados a veces gases inertes, aunque
realmente sí participan en algunas reacciones químicas. El xenón reacciona
espontáneamente con el flúor y a partir de los compuestos resultantes se han alcanzado
otros. También se han aislado algunos compuestos con kriptón.

Tienen ocho electrones en su ultimo nivel lo que a veces les impide formar compuestos
fácilmente; sus moléculas son muy estables. Todos tiene su último nivel de energía más
externo totalmente lleno (dos electrones en el helio y ocho en los demás).

Como curiosidad indicar que la discusión científica sobre la posibilidad de licuar estos
gases dio lugar al descubrimiento de la superconductividad por el físico holandés Heike
Kamerlingh Onnes.

Propiedades físicas

Propiedad Gas noble

Número del elemento 2 10 18 36 54 86

Nombre del elemento Helio Neón Argón Kriptón Xenón Radón

Densidad (kg/m3) 0,1785 0,9002 1,7818 3,708 5,851 9,970

Radio atómico (nm) 0,050 0,070 0,094 0,109 0,130 —

Punto de ebullición (°C) –268,83 –245,92 –185,81 –151,70 –106,60 –62

Punto de fusión (°C) –272 –248,52 –189,6 –157 –111,5 –71

HALÓGENOS:
Los fenicios y los griegos de la antigüedad utilizaron la sal común para la conservación de
alimentos, especialmente en la salazón del pescado.

Proviene del griego hals, 'sal'; genes, 'nacido', en química, cinco elementos químicamente
activos, estrechamente relacionados, el principal de ellos es el cloro; los otros tres son: el
flúor, el bromo y el yodo, que forman el grupo 17 (o VIIA) de la tabla periódica de
clasificación de los elementos químicos

El nombre halógeno, o formador de sal, se refiere a la propiedad de cada uno de los


halógenos de formar, con el sodio, una sal similar a la sal común (cloruro de sodio).
Todos los miembros del grupo tienen una valencia de -1 y se combinan con los metales
para formar halogenuros (también llamados haluros), así como con metales y no metales
para formar iones complejos. Los cuatro primeros elementos del grupo reaccionan con
facilidad con los hidrocarburos, obteniéndose los halogenuros de alquilo.

Los halógenos, grupo de elementos químicos puros formado por el flúor, el cloro, el
bromo, el yodo y el astato, componen el grupo VII A

Propiedades y compuestos

La reactividad o capacidad de combinación con otros elementos es tan grande en los


halógenos que rara vez aparecen libres en la naturaleza. Se encuentran principalmente
en forma de sales disueltas en el agua de mar o en extensos depósitos salinos originados
en épocas geológicas antiguas por evaporación de mares interiores. El último elemento
del grupo, el astato, nombre que significa inestable, se obtiene al bombardear bismuto
con partículas alfa (núcleos de helio), por lo que constituye un producto asociado a las
distintas series radiactivas.

El estado físico de los halógenos en condiciones ambientales normales oscila entre el


gaseoso del flúor y el cloro y el sólido del yodo y el astato; el bromo, por su parte, es
líquido a temperatura ambiente.

Otras propiedades físicas, como los puntos de fusión y de ebullición, la densidad y el


radio medio del átomo, varían en orden creciente del flúor al yodo. El calor específico
-definido como cantidad de calor que ha de absorber 1 g de sustancia para aumentar 1 °C
su temperatura- disminuye en la misma relación.

La característica química fundamental de los halógenos es su capacidad oxidante, por la


que arrebatan electrones o unidades elementales de carga a otros elementos y moléculas
de signo eléctrico negativo para formar iones también negativos denominados aniones
haluro. La energía de oxidación de los halógenos es máxima en el flúor y se debilita hasta
el yodo. El astato, por su naturaleza radiactiva, forma escasos e inestables
compuestos.Los iones haluro, relativamente grandes e incoloros, poseen una alta
estabilidad, en especial en el caso de los fluoruros y cloruros.
. Republica Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Educación y Deportes
I.U.P. “Santiago Mariño”
Ing. De Mantenimiento Mecánico

Titulo:
Profesor: Realizado
por:
José Gonzáles Rosales José
C.I:46/18.270.033
Araque Richard C.I:46/14.250.693
Torrealba Joel C.I:46/12.687.430

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