Introducción:

Este libro ofrece un amplio aporte al conocimiento filosófico, como se sabe la filosofía
sirve de apoyo a la necesidad humana de intentar descifrar esas cuestiones que por diversos
factores la ciencia no puede, como son los asuntos morales, las creencias, cultura, el
existencialismo etc. Thomas Nagel en esta obra trata de resolver algunas de las
interrogantes que han existido desde que existe el ser humano, como lo son la muerte, lo
absurdo, la guerra, el ámbito político, etc., desde un punto de vista filosófico. Este libro
ayuda a entender aunque sea un poco el por que de ese comportamiento.

El libro se divide en nueve capítulos que son: la muerte, el absurdo, la surte moral, la
perversión sexual, la guerra y la matanza, la crueldad en la vida pública, la política en la
preferencia, la igualdad y la fragmentación del valor, que aunque parecieran no tener
relación, el autor se encarga de aclarar el por que de incluirlos en este libro. Un aspecto
importante es la época en se escribió el libro, por el hecho de como la situación espacio
tiempo afecta al escritor en su forma de pensar y esto se refleja en sus obras. El
pensamiento del autor se basa en la nueva corriente filosófica, a la cual se le considera que
evade de sobremanera la solución de los problemas que intenta resolver, expresando que
existen infinidad de factores que impiden la solución de los problemas actuales.

La Muerte

El primer capítulo abarca al tema de la muerte, en este apartado se aclara que la muerte no
es más que un proceso biológico, que afecta a las personas que lo rodean como lo son
familiares, amigos, etc, pero al sujeto en cuestión no le produce ningún malestar después de
esto. Esto lo explica con un ejemplo, imaginemos a una persona con una inteligencia
superior a la normal, está persona sufre un accidente que le reduce la inteligencia al nivel
de un niño, para las personas allegadas a él esto lo considerarían como una tragedia dado
que la persona deja de existir o al menos ya no será la misma, pero para la nueva persona
esto no es ningún mal, dado que ahora su felicidad es más simple que antes. Al parecer la
creencia popular de que la muerte es en cierta medida dolorosa se debe a que la vida nos
acostumbra a los bienes que nos arrebata la muerte. Otro aspecto que aborda Thomas Nagel
es el tiempo de vida que merecemos vivir, es decir, se considera que vivir 80 años es haber
tenido una buena vida, pero se considera una tragedia que una persona muera a los 24 años,
aunque pareciera preferible no tomar el tiempo de vida como factor para considerar si
alguien tuvo una vida satisfactoria, sería mejor considerar solo sus logros individuales.

Lo absurdo

Esta apartado nos expresa la razón del por que se considera la vida humana un absurdo, nos
dice que una persona estudia y trabaja para ganar dinero para pagar su ropa, el alquiler de
su casa, sus diversiones, sus alimentos; para mantenerse año con año, quizá para mantener a
su familia y para seguir una carrera; pero ¿con que fin? Todo esto es un viaje complicado
que nos lleva a ninguna parte. En cierta parte tiene razón al parecer la vida es demasiado
compleja que nos reusamos a pensar por que actuamos de manera tan simple, siguiendo el
patrón establecido por la sociedad, sin siquiera detenernos a cuestionarnos porque actuamos
de esa forma. Dirigir una vida humana es una ocupación de tiempo completo, a la cual todo
el mundo dedica décadas de intensa preocupación. Algo que sin duda no ha cambiado es
que nos pasamos más tiempo preocupados por el futuro y los asuntos que dejamos de hacer,
en lugar de vivir el presente.

El absurdo se produce porque lo que tomamos en serio es pequeño, insignificante e

individual, si vemos la inmensidad del universo pareciera que nuestros actos no son lo
suficientemente grandes para que nuestra existencia tenga sentido, los que buscan darle
significado a sus vidas generalmente imaginan que desempeñan un papel o una función en
algo más importante que ellos, buscan su realización sirviendo a la sociedad, al estado, a la
revolución, al progreso de la historia, al adelanto de la ciencia, etc.

Si supiéramos que estamos siendo criados para servir de alimento a otras criaturas que les
gusta la carne humana, aunque supiéramos que a la especie humana la habían desarrollado
los criadores de animales, precisamente con este propósito, esto no le daría significado a
nuestras vidas por dos razones. Primero aun desconoceríamos el significado de aquellos
otros seres. Segundo porque tampoco sabríamos porque somos importantes para estos seres.
Está es una de las cuestionas más grandes, conocer el significado de la vida humana.

La suerte moral

Lo que se ha hecho y lo que se juzga moralmente, en parte se ve determinado por factores

externos. Respecto a esos factores externos podemos considerar el ambiente donde crece y
desarrolla la vida de un ser humano, que indudablemente afecta en la forma de pensar y
actuar de esa persona, no es justificación pero de cierto modo está predestinado a
comportarse de acuerdo al ambiente que lo rodea.

El sistema judicial castiga a las personas de acuerdo al daño ocasionado, no por la

intención, como en un intento de homicidio si cumple con ese objetivo ese sujeto recibe un
castigo mayor que si la otra persona continúa con vida. El castigo depende al parecer de si
las intenciones de un individuo logran su objetivo. No somos responsables de nuestra
existencia ni de nuestra naturaleza, ni de las decisiones que debemos tomar ni de las
circunstancias que hacen que nuestros actos tengan consecuencias.

La guerra y la matanza

El fin justifica los medios. Este capítulo se enfoca principalmente en entender el porque se
justifica el mal menor para obtener un beneficio mayor. Aunque moralmente la guerra es
indiscutiblemente un acto equivoco para conseguir un objetivo, se sabe que esto no parece
importar a los líderes que encabezan una guerra. Como cuestión táctica es correcto atacar a
los campos que suministran comida, agua o medicamentos o atacar a la población civil para
ganar una guerra, aunque moralmente esto no es bien visto, al parecer eso no impide que se
haga.

La política norteamericana sobre armamentos, sugiere que el sentido moral de los

funcionarios públicos no ha mejorado notablemente desde la inquisición española. Este
libro se escribió en la década de los ochentas, al parecer nada ha cambiado.

La crueldad en la vida publica

El grado en que se acepta la crueldad en la vida pública, (las maneras en como los
funcionarios públicos pueden ensuciarse las manos), depende de las características morales
de las instituciones en las que se realizan los actos públicos. Si los resultados fueran la
única base de la moral pública, sería posible justificarlo todo, incluso la tortura y la
matanza, al servicio de intereses lo bastante importantes.

La política de la preferencia

Se describe básicamente que la preferencia en cargos públicos no debería depender de la

raza, condición sexual o el intelecto, cada persona tiene el mismo derecho de ocupar un
puesto importante o ganar lo mismo que una persona de raza “superior”, inteligente, o con
capacidades superiores a las demás. Está claro que esto sería un error, porque se estaría
fomentando la mediocridad.

La igualdad

La igualdad es solo un derecho y un método de elección. No necesariamente una

desigualdad es mala si se beneficia a un grupo menor de personas, como en el caso de la
gente pobre, si se dictarán algunas normas que beneficien a estos grupos pero que al mismo
tiempo afectan a la clase media-alta, esto no se vería mal y seria moralmente aceptado. El
problema de la igualdad es que no se puede implementar, aunque en teoría suene muy bien,
esto no lo convierte en un caso exitoso dado que genera mas disyuntivas morales de las que
se podría pensar, por ejemplo el hecho de recibir una herencia de un familiar que le invirtió
trabajo conseguir esa cantidad de bienes, es realmente justo quitarle esos bienes solo porque
esa persona ya no estaría al nivel de los demás. Es realmente muy complejo este tema, dado
que para satisfacer las necesidades más urgentes de los que más lo necesitan, conllevaría
quitarle a los demás parte de su patrimonio convirtiendo esa igualdad en una violación a los
derechos de los demás.

La fragmentación del valor

Thomas Nagel expresa que los dilemas morales se deben al conflicto operante entre
diferentes sistemas de valoración. Cuando no sabemos qué camino elegir entre dos cursos
de acción posibles, puede ocurrir que las razones de peso para hacer A o B sean tan fuertes
en un sentido u otro, y como quiera que las razones balancean o equilibran la decisión tanto
por A como por B es claro que el agente no sabe qué hacer moralmente sobre la base de sus
razones. Los dilemas morales presentan una doble cara: por un lado puede suceder que
dentro de una misma actitud valorativa se den conflictos en los que el individuo no sabe
qué hacer, como cuando se siente obligado con la familia y el Estado a la vez y no sabe cuál
es el vínculo prioritario de obligación (en este caso, la perspectiva de valoración se define
por la estrategia del compromiso del individuo con los demás, sus obligaciones con otra
gente y las instituciones). Sin embargo, puede haber conflictos entre diferentes actitudes
valorativas, como cuando el individuo está sujeto a responder a su familia preservando su
vida pero al mismo tiempo debe sacrificar su vida por el bien de la utilidad pública.

Al enfrentar conflictos entre perspectivas de valoración sucede que las razones de una
perspectiva no pueden tener peso sobre las razones de la otra, y entonces la decisión de lo
que hay que hacer se deja al azar o al arbitrio. Existen diferentes tipos lógicos de
valoración, que son: valores que dependen de las obligaciones específicas que tiene un
individuo con otras gentes o instituciones, valores que dependen del derecho que tiene un
individuo a hacer ciertas cosas, o a que no le hagan ciertas cosas, valores que dependen del
cálculo de utilidad donde se procura el bienestar para el mayor número de gente, valores
que dependen del sentido de perfección que uno confiere a un hacer determinado y los
valores que dependen del compromiso que uno tiene de realizar proyectos personales.

Conclusiones:

El Libro “La muerte en cuestión: ensayos sobre la vida huma” de Thomas Nagel expresa la
necesidad de entender la muerte, hasta donde se sabe este suceso representa el fin de
nuestra existencia. Entonces surge la pregunta de si morir es algo malo. Existe un
desacuerdo al responderla: algunos piensan que la muerte es algo terrible, aunque esperan
que la suya no sea prematura ni dolorosa, pensamiento que ha sido fomentado en la
sociedad. Los ensayos de este libro tratan sobre la vida, su fin, su significado, su valor, la
importancia por la cual existimos y como nos comportamos ante diferentes circunstancias
sociales.
La muerte resulta ser un proceso más al que el ser humano está predestinado a ocurrirle, si
es malo es algo cuestionable, lo único cierto es que la vida es lo único que poseemos aun y
cuando se puedan tener experiencias malas, vale la pena vivirla, por ende se considera la
perdida más lamentable. Como se sabe la filosofía abarca una inmensa variedad de temas,
pero la vida siempre ha sido uno de sus intereses: cómo entenderla y cómo vivirla. La
guerra, la igualdad, la moral, lo absurdo, la política han sido temas que despiertan el interés
de cualquier persona, sin embargo nadie los cuestiona o les da la importancia que deberían.
Tal vez por la dificultad de abordarlos de manera tal, que cualquiera pueda comprenderlos.
Sin embargo estos ensayos ayudan de sobremanera a comprender la forma en que actúa el
ser humano y su pensar.