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INFORME GRUPAL

DERECHO CONSTITUCIONAL I
CONSTITUCINALISMO INTERNACIONAL
BOLIVIANO
Grupo 2
ESTUDIANTES: Santos Manriquez Vedia
Lizeth Noemí Pimentel
Rosario Yesica Mamani Pinto
Lizeth Mamani Lopez
DOCENTE: Ismael Molina Quintana
POTOSI-BOLIVIA

INTRODUCCIÓN
Es sabido que existen sectores de la Carta que desarrollaron un papel
significativo en el reconocimiento de derechos hasta aquel entonces
desconocidos y que, en puntuales ocasiones, parecieron populistas, si
bien fueron necesarios para dar un impulso innovador a la génesis de
la nueva CPB. En primer lugar, entonces, es nuestro deber identificar
los posibles criterios que ubican los conceptos de constitucionalismo y
neoconstitucionalismo, finalmente pilares sobre los cuales Bolivia ha
creado su política interior. «De lo que ahora se haga dependerá que
mucha gente, dentro y fuera de Venezuela, se mantenga unida e
identificada con el mismo o, por el contrario, que entienda que se ha
tratado de una nueva oportunidad perdida por la izquierda
emancipadora, democrática y socialista»2. En este contexto resulta
entonces interesante preguntarnos cuáles son los elementos que
caracterizan el constitucionalismo y cuáles los que identifican la
síntesis del «neoconstitucionalismo.
La CPB es tan nueva que su contenido parece romper con los
principios constitucionales tradicionales procedentes de la Constitución
francesa o italiana de 1948 o de la Ley Fundamental alemana de
1949, esto es, lo que conocemos como el constitucionalismo
clásico. Algunos de ellos4, reconocidos como fundamentales en la
CPB, son apenas considerados como principios rectores o derechos
sociales en el constitucionalismo clásico. En este mismo sentido, en
2009, año de aprobación de la CPB, el constitucionalismo europeo
tuvo que enfrentarse, una vez más, al desafío producido por las
novedosas y a veces no compartidas constituciones
latinoamericanas. Es cierto que este reto empezó con la Constitución
Política de Colombia de 1991, y sin embargo parece que la CPB
afianza una nueva visión del constitucionalismo latinoamericano.
Los esquemas constitucionales tradicionales parecían haber perdido el
papel que siempre tuvieron, y parecía surgir una nueva época
constitucional inspiradora de una renovada manera de ver la
sociedad. Sin embargo y en mi visión, esto no significa que el
constitucionalismo latinoamericano y en particular el boliviano
represente la salvación del Estado social, aunque, eso sí, debe
simbolizar el impulso para la doctrina constitucional de ponerse en
duda frente a una manera de entender la Constitución que parece
distanciarse de normas de principios axiológicos y favorecer el
asentamiento del derecho basado en las exigencias cotidianas de los
ciudadanos.
ANTECEDENTE
CONSTITUCIONALES INTERNACIONAL Y BOLIVIANA
Origen y evolución del Derecho Internacional
El origen del Derecho Internacional viene de la mano con el
surgimiento de los Estados.
Entre las más antiguas fuentes del Derecho Internacional podemos
encontrar un tratado entre Mesopotamia y Umma alrededor del año
3100 AC. Dicho tratado regulaba las fronteras y su inviolabilidad. Pero
este no es el único ejemplo.
En la antigüedad podemos encontrar varios tratados internacionales
entre dos o más Estados que usualmente se enfocaban en temas de
fronteras, acuerdos de paz y tratamiento de los extranjeros. No
obstante, en aquella época no existía un sistema jurídico ordenado de
estos tratados o convenios.
Cabe mencionar también otros tratados relevantes como la
Declaración de París de 1853 sobre la guerra en el mar; el Convenio
de Ginebra de 1864 sobre el trato a militares heridos en tiempos de
guerra y las declaraciones de la Haya de 1899 y 1907 para velar por la
solución de conflictos a través de medios pacíficos.
La primera y segunda guerras mundiales impusieron una terrible
pausa al desarrollo del Derecho Internacional. A inicios de 1945 y tras
el fin de la guerra, los Estados volvieron a la labor de crear un marco
jurídico que ayudara a preservar la paz, seguridad y promover la
cooperación internacional.
Las Naciones Unidas se abocaron a la labor de la codificación,
ordenamiento y desarrollo de un sistema que pudiera mantener el
respeto a las obligaciones emanadas de los tratados internacionales.
Entre los organismos de la ONU que se han creado para hacer cumplir
con el ordenamiento jurídico internacional se encuentran: la Corte
Internacional de Justicia, el Consejo de Seguridad y la Asamblea
General.
BOLIVIA
Una breve revisión de las reformas y modificaciones del sistema
constitucional boliviano, en cuanto se refiere al sistema de control de
constitucionalidad, permite afirmar que el Estado boliviano en su
desarrollo histórico-legislativo adoptó los diferentes modelos que se
conocen en la doctrina del derecho procesal constitucional. Así, en un
primer momento de su vida republicana (1826-1861), bajo la influencia
del liberalismo francés, configuró un modelo político de control de
constitucionalidad a través de un Consejo de Estado; en una segunda
etapa(1861-1994) adoptó el modelo americano, es decir, el sistema
jurisdiccional difuso de control de constitucionalidad a través de la
Corte Suprema de Justicia; en la tercera etapa (1994-2009) adoptó el
modelo europeo, en otras palabras, el sistema jurisdiccional
concentrado de control de constitucionalidad estafa la atribución
exclusiva del control a un órgano especializado proveniente del
modelo europeo, que fue denominado Tribunal Constitucional;1 y
finalmente, en la cuarta etapa (2009 hacia adelante), ha establecido
constitucionalmente
Naciones Unidas sistema predominantemente concentrado y plural de
constitucionalidad en Bolivia, según el entendimiento desarrollado por
la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Plurinacional, a partir de la
interpretación de las normas establecidas por la Constitución aprobada
en el año 2009.
DESARROLLO
EL CONSTITUCIONALISMO INTERNACIONAL.
El constitucionalismo en el ámbito internacional, sea en esferas
regionales o globales, puede ser descrito como un proceso de
desestatización, resultado de la reducción de la capacidad regulatoria
del Estado, y consiste en la transferencia de políticas tradicionalmente
reguladas por el derecho doméstico hacia regímenes o estructuras de
gobernanza internacional o supranacional, en una de migración de
funciones constitucionales hacia el derecho internacional.
EL SUSTRATO Y LA LEGITIMIDAD DEL DERECHO
INTERNACIONAL.
Un sistema federal sustancial no sólo requiere una organización global
de gobierno, sino también un auténtico sustrato social, es decir, un
pueblo o una ciudadanía que proporcione a la organización la
legitimidad originaria. El derecho interno encuentra fundamento en un
pueblo, en una ciudadanía, y a ésta se refiere. Las instituciones
públicas del Estado (parlamentos, gobiernos y tribunales) son
instituciones que pertenecen a este grupo; los actores del sistema
institucional estatal (políticos, grupos de interés y funcionarios) son, de
alguna manera, representantes de los intereses o valores de ese
pueblo. El concepto de pueblo representa el punto de referencia
central de todos los procesos políticos y jurídicos. Si el derecho
internacional asume cada vez más funciones que eran anteriormente
ejercidas por el derecho interno, surge un interrogante respecto a su
punto de referencia. Hasta tanto no se resuelva esta cuestión, hay
razones de peso para ser cautelosos respecto a la aplicación del
término federal. Según la doctrina tradicional del derecho
internacional, los Estados son el punto de referencia central. Mientras
que el derecho interno se origina en el pueblo, el derecho internacional
se origina en los Estados.
CONCEPTO DEL DERECHO CONSTITUCIONAL
Dentro del proceso llamado Constitucionalismo boliviano se dieron
normas jurídicas para garantizar los derechos de las personas y limitar
el poder público del Estado.
Naciones bolivianas.
A esas normas jurídicas supremas se denomina Derecho
Constitucional boliviano que es el conjunto de normas jurídicas
habilitantes y positivas de derecho público interno elaborado por el
constituyente boliviano que:
• limitan el poder público del Estado,
• crean los órganos y las instituciones que la componen,
• fijan las relaciones de estos entre sí,
• determinan el tipo de Estado y la forma de gobierno, y
• garantizan los derechos fundamentales de las personas.
El Derecho Constitucional boliviano es un conjunto, porque esas
normas no están aisladas ni desorganizadas.
Decimos que es un conjunto de normas jurídicas por qué en la vida
social del ser humano hay muchas reglas a las cuales se halla atado.
Unas regulan su conducta, otras sus relaciones con los demás
hombres, o con grupos mayores, o con su Dios. Estas reglas se
dividen según su finalidad en: morales, religiosas, estéticas, de uso
social, jurídicas, etc. Las morales tienden a la consecución de la virtud;
las religiosas a la redención del alma, las estéticas al logro de la
belleza; las de uso social, a satisfacer el honor, el decoro, las modas y
otras exigencias impuestas a sus miembros por ciertos grupos sociales
en un determinado momento histórico. Y, finalmente, las jurídicas, que
son significaciones lógicas creadas según ciertos procedimientos
instituidos por una comunidad jurídica y que, como manifestación
unificada de la voluntad de ésta, formalmente expresada a través de
sus órganos e instancias productoras, regula la conducta humana, en
un tiempo y lugar definidos, prescribiendo a los individuos, frente de
determinadas circunstancias condicionantes, deberes y facultades, y
estableciendo una o más sanciones coactivas para el supuesto de que
dichos deberes no sean cumplidos.
Derecho Constitucional boliviano
El constitucionalismo es la aplicación de la ideología racionalista al
Derecho público e para establecer el imperio de la ley con el fin de
limitar el poder público, específicamente por medio de constituciones
políticas. La ideología expresa el modelo ideal de la sociedad. La
ideología expresa la racionalidad. Antes del Capitalismo lo que
mandaba era la Religión. Todo devenía de Dios. En la sociedad
Capitalista la ideología se basa en la racionalidad. La sociedad actual
es racional. Las ideologías actuales se fundan en la razón.
El constitucionalismo boliviano es el proceso de concreción técnica en
sentido cronológico de la ideología racionalista al derecho público del
Estado boliviano para dotarse de normas jurídicas supremas y de una
Constitución política escrita que configuren históricamente su
ordenamiento constitucional.
CONCLUSIÓN
Debemos reconocer que la semántica sigue dominando el terreno
jurídico. Lo que acabamos de describir sin duda puede tener una doble
lectura. Si por un lado genera problemas la utilización de conceptos
como neoconstitucionalismo o pluralismo jurídico, por el otro es
necesario esclarecer su significado y su alcance. Entendemos que la
interpretación filológica de estos términos es diferente de la que puede
otorgar un jurista. El neoconstitucionalismo no puede entonces
representar la "terapia" que elimina todas las enfermedades del
constitucionalismo que finalmente se ve alienado de los principios
económicos y capitalistas.
El nuevo y más completo abanico de derechos incluidos en la
Constitución Política de Bolivia de 2009 es un reto, es un desafío sin
embargo que choca con el necesario reconocimiento del principio de
efectividad. Una constitución no puede o no debería depender de la
lógica política de un determinado poder o partido político, así que el
concepto de política debería quedarse cuanto más posible apartado
del contenido de la constitución. El problema es que la constitución se
identifique como un programa gubernamental, perdiendo entonces
aquel carácter de abstracción necesario para que con los años la ley
fundamental pueda adaptarse a los cambios sociales sin que esto
afecte al chasís de la misma carta. Es obligación estatal hacer cumplir
lo que la constitución dicta. Si esto no ocurre, las normas
constitucionales pierden cualquier contenido mínimo.
Es muy interesante la apertura al pluralismo jurídico y jurisdiccional,
sin embargo, para entender el verdadero alcance de la justicia
indígena es necesario hacer una operación de vaciamiento de
nuestros prejuicios, liberar nuestra mente de las lógicas occidentales y
favorecer la comprensión de aquellas dinámicas "diferentes" y que en
algunas puntuales ocasiones llegan a discrepar totalmente de nuestra
visión del derecho.
Este finalmente es el verdadero desafío del que la ciudadanía debe
tomar conciencia.

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