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Reg.

En la ciudad de Buenos Aires, a los 10 días del mes de diciembre de


2021 el tribunal, integrado por los jueces Horacio Días y Eugenio
Sarrabayrouse y Mario Magariños —en reemplazo del juez Morin por
encontrarse en uso de licencia—, asistidos por la secretaria actuante,
Paula Gorsd, resuelve el recurso de casación interpuesto por la
defensa de Dahiana Marine Villaroel contra la decisión en virtud de la
cual no se hizo lugar a su pedido de excarcelación; la que fue dictada
en esta causa nº CCC 45361/2021/3/CNC1, caratulada,
“VILLAROEL, Dahiana Marine s/ recurso de casación” El
tribunal deliberó, en los términos de los arts. 396 y 455 del CPPN, por
videoconferencia en presencia de la actuaria, y se tuvo presente el
escrito digital aportado por la defensa. En consecuencia, se arribó al
siguiente acuerdo. Los jueces Días y Sarrabayrouse dijeron: el
pasado 27 de octubre la Sala IV de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional resolvió confirmar el
rechazo de la excarcelación solicitada por la defensa de Dahiana
Marine Villaroel. En primer lugar, el juez Rodríguez Varela sostuvo
que si bien de acuerdo a la escala penal prevista para el delito
imputado —hurto simple— la situación de la nombrada encuadraba
en la segunda hipótesis del art. 316 en función del 317, ambos CPPN,
existían indicadores de riesgo de fuga que importaban mantener el
encarcelamiento preventivo. En efecto, destacó que Villaroel registra
múltiples condenas por delitos contra la propiedad, específicamente la
última dictada el 6 de julio de 2020, por el Tribunal Oral en lo
Criminal y Correccional N° 25, a la pena única de un año, cinco
meses y veinticinco días de prisión de efectivo cumplimiento,
oportunidad en la que además se mantuvo su declaración de
reincidencia (causa N° 3110/2019). Al respecto, puso de resalto que a
pesar de haber recuperado la libertad, a poco más de un año después
se vio involucrada en las presentes actuaciones. En ese contexto,
consideró que ante una eventual sanción, ésta no podrá ser dejada en
suspenso, la cual a su vez, implicará una nueva declaración de
reincidencia. Indicó, además, como indicios objetivos la reiteración
delictiva en función de las sucesivas condenas registradas y que se
encontraba anotada bajo múltiples identidades en el Registro Nacional
de Reincidencia. Tras ello, agregó que Villaroel actualmente se
encontraba en situación de calle, circunstancia que tornaba incierto su
arraigo. Por último, sostuvo que el tiempo transcurrido en detención
no se exhibía desproporcionado con relación al tiempo y modalidad
de la eventual sanción que podría recaer en la presente causa —al
respecto, afirmó que el monto de pena se alejaría del mínimo frente a
las condiciones personales de la imputada—. En definitiva, concluyó
que atento a los indicadores anteriormente reseñados se evidenciaba la
existencia de riesgos procesales que no podrían neutralizarse con
medidas menos lesivas que la prisión preventiva. A su turno, el juez
Lucini adhirió a la solución propuesta. Por su parte, el juez Rimondi
votó en disidencia. Sostuvo que de acuerdo con la pena
correspondiente a la calificación legal del caso la concesión del
instituto resultaba procedente, puesto que se ubicaba muy por debajo
de los 8 años de prisión previstos para acceder a la excarcelación,
conforme el art. 316, en función del art. 317, ambos CPPN. En otro
orden de ideas, valoró que si bien los antecedentes condenatorios
conducirían al rechazo de la pretensión en función de una eventual
pena de efectivo cumplimiento, lo cierto era que no quedaban
sanciones pendientes de unificación. De este modo, ponderó que la
actual pena es de baja intensidad sin aristas violentas —prisión de un
mes a dos años— y de las constancias de la causa no surgían
inconductas de su parte. Es por ello que, consideró que los riesgos
procesales observados podrían ser neutralizados mediante medidas
menos lesivas que la prisión preventiva; máxime cuando de llegar al
debate oral y público, lo haría con una pena posiblemente ya
cumplida. De modo que, concluyó que en virtud de la modalidad de
ejecución de la pena y los múltiples nombres bajo los cuales se
encontraba identificada, debía otorgarse la excarcelación a Villaroel
bajo caución real de $2000 y mantenerse en contacto con el tribunal
mensualmente, a las que podrían sumarse las que en la instancia
estimen corresponder. Contra esa decisión la defensa interpuso un
recurso de casación en el cual denunció que la decisión impugnada
había incurrido en una errónea interpretación de la normativa
procesal. Ello así, en tanto rechazó la solicitud de excarcelación sin
acreditar fehacientemente la existencia de riesgos procesales que
motiven la continuidad de la prisión preventiva. También, sostuvo que
la resolución fue arbitraria en tanto respondía a criterios preventivos
como la tendencia delictiva y la sujeción al derecho, lo cual no
guardaba relación con su conducta procesal. Puntualmente, criticó que
la resolución omitiera valorar que, más allá de encontrarse anotada
bajo otras identidades, Villaroel se identificó correctamente en estas
actuaciones y aportó el domicilio de la parroquia El Socorro donde
concurre habitualmente; de modo que denegar su libertad por
encontrarse en situación de calle soslayaba la situación de precariedad
socioeconómica en la que vivía. Por último, señaló que la medida se
había tornado desproporcionada en tanto cumplió en detención el
mínimo de pena previsto para el delito imputado. En tal sentido, en el
caso de considerar la configuración de algún tipo de riesgo procesal,
ello se podría neutralizar con medidas de menor intensidad. Sentado
ello, puestos a resolver el caso, lo cierto es que la decisión de la
mayoría adoptada en la resolución impugnada ha incurrido en una
errónea interpretación de ley y ha valorado incorrectamente las
constancias de la causa. Compartimos el criterio expuesto por el juez
Rimondi en su disidencia pues, en efecto, la situación de Villaroel
encuadra en las previsiones enunciadas en el art. 316, en función del
art. 317, CPPN, en vista de la escala del delito imputado. En este
contexto, la decisión recurrida fundamentó el rechazo de la
excarcelación en una serie de circunstancias insuficientes para
justificar el encierro cautelar, lo cual habilita a esta alzada a dictar el
derecho aplicable. De tal forma, el riesgo procesal que se desprende
de las circunstancias mencionadas en la sentencia —antecedentes
condenatorios, arraigo incierto y diferentes identificaciones— pueden
ser neutralizados por una medida alternativa menos gravosa que la
prisión preventiva. Máxime, cuando de las constancias de la causa
surgen elemento que contradicen lo afirmado por la mayoría, en tanto
Villaroel concurriría a una parroquia y se encuentra correctamente
identificada en las presentes actuaciones. En consecuencia,
corresponde hacer lugar al recurso de casación, revocar la resolución
y conceder la excarcelación a Dahiana Marine Villaroel con la
caución y obligaciones mencionadas por el juez Rimondi en el auto
impugnado, a las que podrán sumarse las restantes reglas del art. 310,
CPPN y 210, CPPF, en el caso de que el juzgado las estime
pertinentes; sin costas (arts. 310, 316, 317, 319, 320, 324, 455, 465
bis, 470, 530 y 531, CPPN; art. 210, CPPF). En consecuencia, esta
Sala II de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y
Correccional de la Capital Federal RESUELVE: HACER
LUGAR al recurso de casación interpuesto por la defensa,
CONCEDER la excarcelación de Dahiana Marina Villaroel con la
caución y obligaciones mencionadas por el juez Rimondi en el auto
impugnado y las que el a quo estime pertinentes; y REMITIR las
presentes actuaciones al Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional
n° 11 para que se efectivice lo aquí decidido y labre el acta
correspondiente, con copia a la sala IV de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional; sin costas; (arts. 310, 316,
317, 319, 320, 324, 455, 465 bis, 470, 530 y 531, CPPN; art. 210,
CPPF). En razón del voto coincidente de los jueces Horacio Días y
Eugenio Sarrabayrouse, el juez Mario Magariños no emitió su voto
por aplicación de lo que establece el art. 23, último párrafo, CPPN
(texto según ley 27.384, B.O. del 2 octubre de 2017). Regístrese,
comuníquese mediante oficio electrónico al tribunal correspondiente
(Acordada 15/13, CSJN; Lex 100), y remítase el expediente
oportunamente (cfr. Acordadas n° 27/2020, 24/2021 y cc. de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación). Notifíquese.

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