Está en la página 1de 8

Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina

Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina1


Contexto histórico internacional

Luego de la Revolución Industrial, que tuvo su origen en Inglaterra, a mediados del siglo XVIII, y pronto se extendió al resto
del mundo, con la consecuencia del enriquecimiento patronal y el empobrecimiento y la explotación obrera, surgió en los
obreros oprimidos la necesidad de luchar por sus derechos laborales inexistentes. La Revolución Francesa, ocurrida en 1789,
reivindicó los derechos naturales del hombre entre los cuales figuraban la igualdad y la libertad, pero en los planos civil y
político, pero esta revolución, liderada por la burguesía, patrones de fábrica, no contempló los aspectos económicos y
sociales, de un cierto sector de la población, mano de obra barata para la economía capitalista, surgida precisamente con la
Revolución Industrial.

Durante más de un siglo, la acción colectiva de los trabajadores (sindicatos, huelga, convenios colectivos) fue considerada
generalizadamente como un crimen. Es en Europa, y más concretamente en Inglaterra, donde aparecen los primeros
movimientos obreros, como el ludismo, conocidos como rompedores de máquinas (1810-1811) y que se enfrentaba al
maquinismo.

En 1824, por la fuerte presión popular el parlamento británico deroga las Combination Acts, leyes que prohibían las
organizaciones obreras.

En 1829, Robert Owen, uno de los fundadores del socialismo moderno, crea las primeras cooperativas, que eran sociedades
industriales de trabajadores.

El nacimiento de los sindicatos

En los años 1830 aparecen las primeras organizaciones obreras agrupando a los trabajadores según su oficio. En Inglaterra
tomaron el nombre de trade-unions (literalmente 'uniones de oficios') o simplemente unions. En 1829 John Doherty fundó
la Gran Unión de los Hiladores y Tejedores a Destajo de Gran Bretaña y la primera central sindical de todos los oficios de la
historia: la Asociación Nacional para la Protección del Trabajo. Agrupaba 150 sindicatos con 100.000 miembros. Publicó el
histórico periódico obrero: "La Voz del Pueblo"

En Francia el sindicalismo aparece también en la década de 1830, con las primeras crisis económicas. Adopta el nombre de
syndicat (sindicato), que quiere decir también unión. Fueron las obreras francesas las primeras en organizarse contra las
condiciones de explotación en los aserraderos de Burdeos y en las fábricas textiles de Lyon.

Mientras París, Lyon e Irlanda eran testigos de levantamientos obreros agudizados por la grave crisis económica del
momento, en Inglaterra se abolía la esclavitud, proceso que llevó de 1833 a 1838.

En junio de 1836 la Asociación de Trabajadores de Inglaterra elaboró la Carta del Pueblo, exigiendo el voto universal y
secreto. Se los conoció como los cartistas. Durante algunos años el movimiento de los trabajadores recibió la influencia de
diversos ideólogos que se ocuparon de estudiar e investigar la situación de los trabajadores, entre ellos estaban Friedrich
Engels, que escribió “La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra”, basándose en los datos y la convivencia con el
movimiento “Cartista”.

1
Material de consulta:
- El Sindicalismo en la Argentina | La guía de Historia: http://www.laguia2000.com/argentina/el-sindicalismo-en-la-argentina
- El sindicalismo y el gobierno de los Kirchner: http://diarioelmirador.com.ar/11922/la-relacion-del-kirchnerismo-con-los-sindicatos.html
- http://www.claseshistoria.com/movimientossociales/org-sindicatos.htm
- Sindicatos en el mundo: http://www.utaweb.org.ar/view/enelmundo.aspx

1
Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina

A partir de la década de 1840, los alemanes Karl Marx y Friedrich Engels se instalan en Inglaterra y darán origen a un
particular pensamiento obrero, el marxismo, o socialismo científico, que será seguido en todo el mundo.
Contemporáneamente el ruso Mijaíl Bakunin y el francés Pierre-Joseph Proudhon, sientan las bases de anarquismo.

En 1848 se extienden por toda Europa una serie de movimientos revolucionarios que tienen especial importancia en
Inglaterra y Francia; en ellos se hacen exigencias tanto de carácter político como social, proponiendo la protección de los
intereses de los trabajadores y el derecho al trabajo. A esos movimientos se refieren Marx y Engels en el Manifiesto
Comunista, publicado ese mismo año: Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo. Todas las fuerzas de la vieja
Europa se han unido en santa cruzada para acosar a este fantasma.

En los años 1850 el movimiento sindical se extiende por Europa y se crean sindicatos en Portugal, Bélgica y Alemania.

Los años de La Internacional

En 1864 se creó en Londres la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), La Internacional, primera central sindical
mundial de la clase obrera. Ese mismo año se reconoce en Francia el derecho a la huelga como uno de los derechos
fundamentales del individuo.

En 1866 la AIT celebra su primer congreso en el que representantes de los trabajadores de distintos países trataron de
forma conjunta los problemas sociales que les preocupaban.

Paralelamente a la celebración de ese primer congreso de la AIT, en Inglaterra se funda el Trades Union Congress (TUC),
primera asociación de obreros que puede recibir propiamente el nombre de sindicato, ya que las personas afiliadas a él son
defendidas y representadas desde la organización. Este sindicato pervive en la actualidad con más de seis millones de
afiliados.

En 1867 Bélgica se pone a la cabeza de Europa en materia social y numerosos derechos, entre ellos el de huelga, son
reconocidos.

En 1871 surge la Comuna de París, levantamiento obrero en pro de los derechos sociales; sólo dura un par de meses por la
intervención del ejército.

En 1872, durante el V Congreso de la AIT se produce la escisión entre marxistas y bakuninistas, en lo que será la primera
gran división entre los representantes de los trabajadores.

Sólo en 1875 se sustituyen de la legislación inglesa los términos amo y siervo para pasar a denominarse patrón y obrero. Se
trata del primer país en adoptar este cambio.

En 1884 se reconocen los sindicatos obreros en Francia. Es en Lyon precisamente donde en 1886 se crea la Federación
Nacional de Sindicatos y grupos cooperativos (FNS), antecedente de la CGT francesa y del sindicalismo revolucionario.

La Segunda Internacional. Finales del siglo XIX.

En 1889 se fundó la Segunda Internacional, cuyo primer congreso se celebra en París el 14 de julio. Este congreso declara al
1º de Mayo como Día Internacional de los Trabajadores, en conmemoración de los 5 huelguistas ejecutados en mayo de
1886 en Chicago. Desde entonces ha sido un día de movilización global sincronizada de los trabajadores del mundo.
Además, adoptan la reivindicación de la jornada de ocho horas.

En 1895 la FNS francesa se transforma en la Conféderation Genérale du Travail (CGT).

2
Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina

En 1899 se firma en Suecia el primer pacto social entre empresarios y sindicatos.

Desde fines del siglo XIX, en la medida que se fue conquistando el voto universal y secreto, y la posibilidad de que
representantes de los trabajadores y partidos obreros accedieran a los parlamentos e incluso obtener el triunfo electoral en
un país, el movimiento obrero toma características nacionales. En este sentido la clase obrera de cada país tiene su propia
historia sindical.

Inicios del siglo XX

En 1901 se constituye en Copenhague la Secretaría Internacional de Sindicatos, con participación de asociaciones de


Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Finlandia y Suecia.

En 1906 mientras la CGT francesa aprueba en Amiens su Carta Magna, en Italia se crea su primer sindicato: la
Confederaziones Generale del Lavoro (CGL) y en Países Bajos la Federación Neerlandesa de Sindicatos.

El taylorismo gana fuerza en estos albores del siglo XX y es en 1911 cuando F. W. Taylor publica su Gestión científica; la
aplicación generalizada de los métodos propuestos por Taylor supondrán un profundo cambio en el modelo productivo y en
la organización del trabajo: estamos ante la Segunda Revolución industrial.

En 1917 se produce la Revolución rusa, que establece el primer estado obrero de la historia, y un poderoso impacto en el
movimiento obrero mundial.

En 1919 se crea la Organización Internacional del Trabajo, uno de los organismos internacionales más antiguos del mundo,
gobernado en forma tripartita por gobiernos, sindicatos y empleadores.

En el siglo XX los sindicatos de todo el mundo tendieron a abandonar la antigua organización sindical por oficio, para
generalizar el sindicato por rama de actividad.

Sindicalismo moderno

En el siglo XX los sindicatos tendieron a dividirse internacionalmente en tres grandes corrientes mundiales:

• los comunistas, organizados en la Federación Sindical Mundial (FSM);

• los socialdemócratas, organizados en la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL);

• los cristianos, organizados en la Confederación Mundial del Trabajo (CMT).

Existen sindicatos no organizados con las corrientes mayoritarias, al ser organizaciones de carácter más independiente.
Algunos -como los sindicatos libertarios- se coordinan con otros sindicatos y organizaciones sociales, como Solidaridad
Internacional Libertaria o la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT).

3
Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina

El sindicalismo en la Argentina
Los comienzos de la organización obrera en la Argentina

En Argentina el sindicalismo fue una realidad tardía, como también lo fue, el desarrollo industrial en un estado
esencialmente agropecuario.

Con la sanción de la Constitución Nacional de 1853, que reconoció el derecho a la libre asociación, pero que no incluyó a los
nacientes sindicatos, agrupación de tipo gremial, producto de la aparición de una industria incipiente, de la llegada de
inmigrantes y el tendido de redes ferroviarias, los primeros sindicatos fueron dirigidos principalmente por extranjeros, y
transcurrieron su existencia desde la clandestinidad, sustentados por ideas anarcosindicalistas y comunistas, traídas por los
inmigrantes.

En 1857 se creó la primera organización obrera: “La Sociedad Tipográfica Bonaerense”, con carácter de ayuda mutua, en
caso de enfermedad de sus integrantes. La primera que surge para defender los intereses más generales de la clase obrera,
ya como un verdadero sindicato, fue la “Unión Tipográfica” en 1878, que en 1879, realizó una huelga, que logró reducir la
jornada laboral a 12 horas, impidiendo el trabajo de los menores de 12 años y logrando un aumento de sueldos. Estos logros
iniciales pronto se perdieron, igual que el sindicato.

Fue en el año 1881 cuando nacieron dos nuevas agrupaciones gremiales: la “Unión de Obreros Panaderos” y la “Sociedad de
Obreros Molineros”. Un año más tarde surgió la Unión Oficiales Yeseros”. Ese mismo año, 1882, se fundó en Buenos Aires,
el Club Worwarts, por parte de socialistas alemanes, desarrollándose allí, reuniones conferencias y congresos.

En 1883 apareció la “Sociedad de Obreros Tapiceros y la de “Mayorales y Cocheros Tranways”. En 1887, nació “La
Fraternidad”, que agrupó a los maquinistas y fogoneros de los ferrocarriles.

La diversidad ideológica de los sectores obreros, impidió la unificación de la organización, y debilitó con ello, la fuerza de los
sindicatos. En 1890, con ideas socialistas surgió la “Federación Obrera Argentina” (FOA) pero simultáneamente con ideas
anarquistas y socialistas nació la “Unión General de Trabajadores” (UGT). El grupo anarquista de tendencias más violentas y
revolucionarias fundó en 1901 “La FORA” (Federación Obrera Regional Argentina).

A pesar de todos estos intentos, no había una verdadera conciencia de unidad en la búsqueda reivindicatoria, y la alianza se
lograba para reclamos específicos, que desaparecidos, hacían inútil la existencia de esas asociaciones, de débil estructura.

Entre los años 1902 y 1904 se sucedieron huelgas violentas, lideradas por los anarquistas, que dieron lugar a que se dictara
la “Ley de Residencia” 4144.

En 1904, el diputado socialista Alfredo Palacios, presentó varios proyectos de leyes favorables a los obreros en el Congreso
Nacional.

Con motivo de la celebración del 1 de mayo, ese día de 1909, se produjo un choque entre los trabajadores y las fuerzas
policiales, en la Plaza Lorea, que dejó ocho personas muertas y cinco heridas.

En el período 1912-1914 ya hubo más unidad del movimiento obrero (entre la FORA y la Confederación Regional Argentina).

El movimiento sindical, internacionalmente, empezó a sentirse más fortalecido luego de la Revolución Rusa de 1917, que
creó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, con un aparente triunfo de la clase obrera, y expandiendo el comunismo a
nivel mundial.

El 7 de enero de 1919, en los talleres de Vasena, en el barrio de Pompeya, de la localidad de Avellaneda se produjo una
huelga de características tan drásticas que dieron origen a “La semana trágica”.

4
Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina

Ese mismo año (1919) se creó la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y como representante argentino, el presidente
radical Yrigóyen envió a un miembro de La Fraternidad, más allegado a su gobierno que los que integraban la FORA, que en
realidad eran más representativos del sector obrero.

El camino a la legalidad

En el año 1922 ya hay un giro hacia la legalidad, cuando la asociación obrera denominada “Unión Ferroviaria” obtuvo la
personería gremial dos años después. No hay aún un derecho sindical, pero la existencia de esas organizaciones, es por lo
menos, tolerada.

En 1926, “la Fraternidad” junto a la “Unión Ferroviaria” formaron la Confederación Obrera Argentina.

En 1930 surgió una nueva conciencia sindical, menos preocupada por la orientación ideológica, y más comprometida con los
reclamos de los trabajadores, sobre todo luego del golpe de estado, que declaró la ilegalidad de la FORA, y comenzó una
política persecutoria del movimiento obrero.

Creación de la CGT

Así nació la idea de la creación de una organización fuerte y única, la Confederación General del Trabajo, CGT, surgida de un
plenario llevado a cabo ese año, en el mes de septiembre, entre la Unión Sindical Argentina y la Confederación Obrera
Argentina.

La CGT se declaró a-partidaria y alejada de toda ideología, representando en esa época a alrededor de 200.000 obreros de
distintas ramas de actividad (ferroviarios, transportistas, estibadores obreros industriales, marítimos, etc.). Sus estatutos
fueron aprobados en 1936.

La CGT sufrió un duro revés, en 1935, cuando varios gremios que la integraban (la Unión Ferroviaria, la Confederación de
Empleados de Comercio, la Unión Tranviarios, la Asociación de trabajadores del estado, la Fraternidad) se enfrentaron a al
comité confederal de la CGT por no haber convocado al Congreso para designar nuevas autoridades. Así, separada de la CGT
original, surgió la CGT de la calle Catamarca, que subsistió hasta que terminó la revolución de 1943, siendo disuelta por el
gobierno.

El Sindicalismo en la época de Perón

El sindicalismo en 1943, ganó una buena pulseada, al crearse la Secretaría de Trabajo y Previsión Social

La acción e importancia sindical fue creciendo conjuntamente con el desarrollo industrial, organizadas por profesiones,
dentro de las cuales no había calificación profesional.

El 17 de octubre de 1945 el movimiento obrero salió a las calles para exigir la liberación de su líder: Juan Domingo Perón, lo
que resultó un éxito rotundo. Los militares esa misma noche, lo dejaron libre.

Fortalecidos por la victoria, los sindicatos crearon el Partido Laborista, con cuyo apoyo volvió al poder Juan Domingo Perón.
El partido Laborista se convirtió en Partido Justicialista.

En 1945, se sancionó el decreto ley 23.852/ 45 que fue ratificado por la ley 12.921. que admitió el derecho sindical
democrático. Durante el mandato de Juan Domingo Perón la CGT cumplió un rol trascendente, pasando en corto lapso de

5
Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina

tiempo, de 300.000 a casi 3.000.000 de afiliados. En 1949, se realizó la reforma constitucional que incorporó por primera
vez, constitucionalmente los derechos del trabajador, en el artículo 37.

Todas las leyes de política social del gobierno peronista fueron realizadas con la colaboración de importantes profesionales,
como José F. Figuerola, especialista en Derecho Corporativo y el abogado de los ferroviarios, Juan Atilio Bramuglia.

El 16 de septiembre de 1955 termina con un golpe de estado, el gobierno de Perón, y la reforma citada perdió vigencia. En
1956, se dictó el decreto ley 9270/56 que suprimió la personería gremial, que recién volvió a reconocerse en 1958, por la
ley14.455, que sufrió las reformas de la ley 20.615 y la 22.105.

Los sindicatos luego de Perón

En 1963 fue normalizada la CGT, reclamándose una real participación de los trabajadores, y se trazó un plan de lucha que
fue puesto en práctica durante el gobierno radical de Arturo Illia, juzgado como gobierno débil, a pesar de su sentido ético y
social en el ejercicio del poder.

En 1966 la actuación de los sindicatos fue prohibida por la gran cantidad de huelgas que realizaban. Illia fue derrocado por el
golpe militar de Juan Carlos Onganía, durante cuyo mandato, a pesar de que el nuevo gobierno fue bien visto por una parte
de los sindicatos al principio, la persecución sindical se intensificó a límites tan crueles como los asesinatos de Augusto
Vandor, Secretario General de la Unión Obrera Metalúrgica y José Alonso, Secretario de la CGT.

En el período 1968-1970, la CGT se fraccionó en la CGT de los Argentinos, opositora a cualquier trato con la dictadura, que
lideró el “Cordobazo”, y la CGT Azopardo. La CGT se reunificó en 1970.

Los sindicatos en el último mandato peronista

En 1973, nuevamente Juan domingo Perón asumió como Presidente. En 1974 se sancionó la ley 20.744 o Ley de Contrato de
Trabajo, aunque cuatro décadas atrás ya se había logrado un avance en ese sentido con la Ley 11.729, que reformó el código
de comercio, dando importante logros en ese determinado sector. También se dictó una nueva Ley de Asociaciones
Profesionales, que legalizaba expresamente a los sindicatos, tendiendo a su unidad, ya que la personería gremial sería
otorgada por el Ministerio de Trabajo, al Sindicato que resultare más representativo en cada rama de actividad.

Sin embargo, a partir del fallecimiento del Presidente Perón, los sindicatos cobraron gran protagonismo, pero no
estructuralmente, ya que la CGT, había sufrido un gran revés, con el asesinato por parte de guerrilleros de su líder José
Ignacio Rucci. A pesar de ello, en 1975 fue la CGT la que organizó un paro de 48 hs. contra la medida de anular los convenios
colectivos que establecían aumentos salariales, lo que obligó a renunciar al Ministro de Economía Celestino Rodrigo.

La actividad sindical durante la dictadura de 1976

Se sucedieron actos violentos con el recrudecimiento del accionar subversivo que desembocaron en el golpe militar de
1976, que restringió a puntos extremos el ejercicio de los más elementales derechos humanos. Hubo intervención de los
sindicatos y la CGT fue disuelta. El derecho de huelga, como la mayoría de las libertades, fue suprimido. A fines del gobierno
militar, fue recreada la CGT, que se dividió en 1982 en la CGT Brasil, dirigida por Saúl Ubaldini, y la CGT Azopardo, a cargo de
Triacca, que realizaron huelgas en una dictadura que ya estaba agonizante. El 16 de octubre de 1983, la CGT se unificó
reuniendo aproximadamente a cuatro millones de afiliados.

6
Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina

Alfonsín y los sindicatos

Desaparecida a fines de 1983 la dictadura militar y restablecida la democracia, el 10 de diciembre de 1983, el gobierno
radical de Raúl Alfonsín ya había manifestado en su campaña la existencia de un pacto entre sindicalistas y militares,
declarando una lucha contra la corrupción sindical, y negando la negociación colectiva de salarios, lo que enfrentó al
gobierno con los sindicatos, que le hicieron 13 huelgas generales. Viendo la imposibilidad de gobernar con la oposición de
los sindicatos, Alfonsín, en 1987, incorporó al gabinete como Ministro de Trabajo, al Secretario General de Luz y Fuerza,
Carlos Alderete. En 1988 se sancionó una nueva ley sindical, bajo el número 23.551.

La época de Menem

En 1989, Carlos Menem asumió la presidencia del país, que si bien respondía supuestamente a la ideología social peronista,
y en un principio conformó a la población en general, sobre todo por la derrota de la hiperinflación, y la paridad cambiaria,
en el segundo mandato, privatizó las empresas del estado, dejando a muchos obreros fuera del mercado laboral,
incrementando el trabajo en negro, además, con leyes sobre flexibilización laboral, que introdujeron en el país, las políticas
neoliberales en su máxima expresión.

En ese gobierno, los sindicatos, casi en su mayoría, apoyaron al gobierno menemista, salvo algunos sectores industriales
aislados y los del transporte privado, que luego conformarán la MTA (Movimiento de Trabajadores Argentinos) en 1994.
Sobre todo la oposición sindical partió de la Central Latinoamericana de Trabajadores, de ideología social-cristiana, que
junto a la CTERA, gremio de docentes y ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), formarán en 1975, La CTA (Central de
Trabajadores Argentinos).

En 1997, el movimiento obrero en sus distintas expresiones, se manifestó contra la política económica menemista.

Hacia el gobierno de Fernando de la Rúa

En 1997, apareció la “Carpa Blanca Docente” organizada por la CTA, como símbolo al deterioro económico sufrido por los
docentes, y los trabajadores en general. La CTA y el MTA apoyarían el ascenso del radical Fernando de la Rúa al poder, en
1999, por la Alianza (coalición entre el radicalismo y el Frente para un País Solidario (FREPASO) recientemente creado. Sin
embrago a pesar de todas las esperanzas puestas en este nuevo gobierno, todo continuó igual o peor.

Las manifestaciones de trabajadores fueron reprimidas, en los primeros días de su gobierno, costando dos vidas, cuando los
trabajadores cortaron la circulación, en el puente que une Resistencia con Corrientes.

Una nueva división de la CGT se produjo el 16 de marzo de 2000: la Oficial y la Disidente. La primera, liderada por Rodolfo
Daer, y la segunda, por Hugo Moyano. El 5 de mayo se produjo la primera huelga general, repitiéndose las medidas, el 9 de
junio y los días 23 y 24 de noviembre. La cuarta huelga general ocurrió el 21 de marzo de 2001. El movimiento de
piqueteros, desempleados apoyados por la CTA, comenzó a hacerse frecuente, cortando rutas e impidiendo la libre
circulación.

La CGT comenzó a unificarse en sus reclamos, realizando un paro activo a nivel nacional, el 12 de diciembre de 2001. El
pueblo entero se volcó a las calles, entre el 19 y 20 de ese mes, para manifestar en el llamado “cacerolazo” contra las
drásticas medidas económicas, que inmovilizaron los depósitos (corralito financiero).

7
Historia del sindicalismo en el mundo y la Argentina

La relación del kirchnerismo con los sindicatos

La relación del kirchnerismo con los sindicatos fue, durante sus primeros años, sólida y de mutuo apoyo. Néstor Kirchner
volvió a poner en el centro del gobierno a los sindicatos y a los movimientos piqueteros. Sólo el sindicato de Luis
Barrionuevo quedó en oposición al gobierno.

Kirchner, que asumió en 2003, construyó un fuerte lazo con los sindicatos y los trabajadores, y dejó que el movimiento
“piquetero” –activistas trabajadores y desempleados que se caracterizan por cortar las calles- se instalara en la agenda
pública como una fuerza en sintonía con el gobierno.

En 2010 la Central de Trabajadores Argentina (CTA) se partió en oficialistas y opositores. Misma suerte le tocó al otro gran
gremio nacional. A partir del 2011, penúltimo año de gobierno del primer mandato de Cristina Kirchner, la relación empezó
a mostrar fuertes turbulencias. El camionero Hugo Moyano, líder de la Confederación general del Trabajo –principal
sindicato del país- pasó de aliado del Gobierno a opositor. La ruptura se consumó en el arco de pocas semanas, debido al
claro mensaje que envió Cristina Kirchner en el que manifestaba que Moyano ya no entraba a ser parte de los planes del
Gobierno. La presidenta expresó su rechazo a través de un prolongado silencio y se rehusó a juntarse con Moyano.

La CGT se partió en oficialista y opositora. Con el pasar del tiempo, incluso parte del sector oficialista empezó a tomar
distancia con el Gobierno. Las políticas devaluatorias de los últimos años, las subas salariales menores al ritmo de la
inflación (32% anual en febrero) y el piso bajo del impuesto a las ganancias impulsaron las divisiones y diversos paros
nacionales.

También podría gustarte