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Valentina Hernández, Myriam Núñez Y Brenyheris Salas

Universidad Rafael Urdaneta

Vicerrectorado Académico

Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y Sociales

Escuela de Psicología

Neuropsicología

Maracaibo, 09 de diciembre de 2021


El síndrome de Prader-Willi es un trastorno genético multisistémico poco
frecuente que provoca varios problemas físicos, mentales y conductuales. Una
característica importante del síndrome de Prader-Willi es una sensación constante
de hambre que suele comenzar a los 2 años de edad aproximadamente. También
se caracteriza por la hipotonía neonatal, retraso de desarrollo psicomotor,
hipogonadismo hipogonadotrófico, hiperfagia, obesidad mórbida y dismorfias
craneofaciales, junto con características físicas como disminución del diámetro
biparental o disminución del espacio entre los huesos parietales del cráneo, ojos
almendrados y boca triangular.

La epidemiología del Síndrome de Prader Willi tiene una incidencia estimada en


1 de cada 10.000 a 1 de cada 15.000 nacidos vivos, afecta a ambos sexos por
igual y en todas las razas. El riesgo de repetición en una familia es bajo, se
estima que es menor del 0,1 % (4).

La etiología se basa en una ausencia de los genes del cromosoma 15 paterno,


las bandas q11 q13, sin embargo no se conoce la ausencia de cuáles en específico
lo causan. Estos sufren de imprinting, por el cual los genes de origen paterno no
se expresan y los maternos sí. Esta ausencia de genes se debe a una mutación
en el cromosoma 15 paterno, por lo que en el 70% de los casos se presenta una
disomia uniparental materna, es decir que ambos cromosomas 15 provienen de la
madre, en una 5% ocurre una mutación en el centro del imprintin y en el 1%
ocurre una translocación balanceada que involucra el cromosoma 15 paterno,
resultando en la mutación de la banda q11 q13.

En lo que se refiere a la fisiopatología del SPW, lo primero a tener en cuenta es


que este síndrome se basa en una alteración genética, esta alteración genética
conlleva a una disfunción hipotalámica, y esta disfunción hipotalámica es la
responsable del complejo cuadro clínico que le caracteriza.

La obesidad, es debida fundamentalmente a dos factores: una disfunción


hipotalámica que ocasiona una ausencia de sensación de saciedad y una ingesta
desaforada de alimentos, en base a esto se ha observado un retraso significativo
en la activación del hipotálamo tras la ingesta de glucosa en los pacientes con
SPW, confirmando esta probable disfunción de la saciedad a nivel hipotalámico. El
otro factor es un metabolismo basal anómalo, con unas necesidades energéticas
muy bajas para su edad y estatura (aproximadamente 7-8 Kcal/cm de estatura).
Aunque no es clara la fisiopatología de la obesidad en el SPW, hay estudios que
muestran un aumento de los niveles de grelina circulante. La grelina se ha
asociado con varias funciones, además de estimular la secreción de hormona del
crecimiento en la hipófisis y favorecer la regulación del metabolismo energético,
se ha demostrado que la secreción de grelina aumenta antes de comer y
disminuye después de comer, es decir, los principales efectos de la grelina sobre
la ingesta de alimento es indicar hambre e incrementar la motivación del
individuo para buscar alimento y comer. La administración de grelina incrementa
la ingesta de alimento y reduce la utilización de  grasas, lo cual induce
acumulación de tejido adiposo y ganancia en el peso corporal.

Independientemente de la obesidad, el SPW se acompaña de alteraciones


típicas de la composición corporal. Característicamente presentan una masa
magra reducida y un aumento del porcentaje de grasa corporal en comparación a
otras personas con obesidad. Se acepta que estas alteraciones estarían en parte
relacionadas con un déficit de hormona de crecimiento (GH) y de hecho, diversos
estudios han mostrado el beneficio de tratar a los niños con esta hormona y se
logra una mejoría en la composición corporal, la utilización de la grasa, la agilidad
y potencia física y mejoría en el crecimiento. En los adultos hay estudios
preliminares que muestran que el tratamiento con GH logra un descenso
significativo de la grasa corporal y un incremento de la masa muscular sin efectos
secundarios adversos, así como efectos beneficiosos en la velocidad y flexibilidad
mental y la motricidad.

En pacientes con SPW existe disminución de la capacidad secretora de insulina


y una conservación relativa de la sensibilidad a la insulina.
El hipogonadismo hipogonadotropo en el SPW se cree podría ser debido a
lesiones a nivel hipotalámico, centros superiores del SNC e incluso a factores
periféricos.

La causa de la criptorquidia en varones se asocia a un déficit en la secreción de


gonadotropinas por parte de la hipófisis fetal. Las Gonadotrofinas son  la hormona
folículo estimulante FSH y hormona lutinizante  LH. Ambas son hormonas
estimulantes de la secreción y el trofismo de las gónadas femeninas y masculinas,
tanto en el aspecto hormonal como en la formación de las células germinales.
Las niñas también suelen presentar un hipogonadismo hipogonadotropo y
amenorrea primaria. Aunque han sido descritos casos de retraso puberal,
desarrollo puberal normal e incluso menarquía precoz en estas pacientes.

Ahora que conocemos un poco de cómo funciona esta patología, podemos


definir algunas características clínicas más comunes del SPW. En este síndrome
existe una disfunción hipotalámica que explica gran parte de los síntomas
incluyendo la hiperfagia severa (hambre excesivo), la dificultad en la regulación
térmica, el alto umbral para el dolor, las apneas centrales del sueño, los déficits
hormonales como el déficit de hormona de crecimiento (GH) y gonadotropinas, la
talla baja, la alteración de la composición corporal con mayor masa grasa y
menor masa magra, y los trastornos cognitivos y del comportamiento. A
continuación vamos a dividir las características de acuerdo a si pertenecen a
alteraciones endocrinas, o alteraciones no endocrinas.

Dentro de las alteraciones endocrinas podemos encontrar el déficit de la


hormona del crecimiento, la cual estimula el crecimiento infantil y ayuda a
mantener los tejidos y órganos a lo largo de la vida. Es producida por la glándula
pituitaria bajo el control del hipotálamo, se encarga de aumentar la estatura y la
masa muscular, reducir la grasa corporal y controlar el metabolismo del cuerpo.
Se estima que el 80% de los niños tienen un déficit de GH, este conlleva a una
talla baja y además, hay un cambio en la composición corporal con mayor masa
grasa y menor masa magra.
El inadecuado desarrollo de los genitales está presente de forma notoria en
este síndrome, el hipogonadismo se refiere a la insuficiencia que presentan  los
testículos y los ovarios en la producción de las hormonas sexuales,  producen
pocas o ninguna. El hipogonadismo hipogonadotrópico (HH) es una forma de
hipogonadismo que se debe a un problema con la hipófisis o el hipotálamo. En los
varones tenemos ciertas características frecuentes como la criptorquidia, escroto
hipoplásico y hernias inguinales. En las mujeres puede presentarse hipoplásia de
los labios menores y del clítoris, suele haber amenorrea u oligomenorrea. La
pubertad puede adelantarse o atrasarse y es generalmente incompleta. Suelen
desarrollar una pubarquia precoz (presencia de vello grueso y rizado en el pubis
sin otros caracteres sexuales secundarios, en las niñas antes de los 8 años y en
los niños antes de los 9 años de edad) o adelantada aunque se desconoce el
mecanismo.

Cuando la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas para


satisfacer las necesidades del cuerpo se presenta el hipotiroidismo. La frecuencia
en la que ocurre el hipotiroidismo varía, pero en niños está descrito hasta un 20-
30% de los casos.

La insuficiencia adrenal se caracteriza por la disminución en la secreción de


hormonas esteroideas por parte de la corteza adrenal, caracterizada por el déficit
predominante de glucocorticoides. Se cree que la insuficiencia adrenal es la
responsable del aumento en un 3% de la mortalidad temprana, antes de los 30
años. Teóricamente los niños con SPW podrían tener una insuficiencia adrenal
central por su disregulación hipotalámica.

En los niños con SPW existen muchos factores que favorecen la adiposidad
puesto que desde el nacimiento tienen una menor masa magra y mayor masa
grasa, presentan alteraciones en la regulación del apetito y déficit hormonales, su
gasto calórico es 30% inferior a niños de su misma edad, la hipotonía y la falta de
masa muscular dificulta la realización de ejercicio. Aproximadamente el 25% de
los pacientes con SPW desarrollan diabetes tipo 2 y la media de aparición es
alrededor de los 20 años de edad.

La compulsión de comer se hace patente cuando empiezan a caminar, es decir


entre los 2 y 4 años de edad, aunque puede empezar más tarde. A pesar de que
pueden aprender a comer en un horario fijo y rechazar ciertos alimentos, persiste
el apetito insaciable. Pueden comer grandes cantidades de comida sin llenarse ni
tener náuseas ni indigestión y muchos nunca han vomitado. Además de su deseo
de comida, también aumentan rápidamente de peso aun con pocas calorías. La
obesidad se presenta en el 95 % de los casos si no existe control de la dieta,
cuando esta obesidad se presenta en forma desenfrenada puede llevar a
enfermedades como hipertensión, problemas del aparato respiratorio,
enfermedades del corazón, diabetes y otras más, además presentan una densidad
mineral ósea disminuida y un alto riesgo de osteoporosis y fracturas.

En cuanto a las alteraciones no endocrinas, dentro de estas encontramos la


motoras, cognitivas y psicológicas, todos los pacientes presentan hipotonía y
disminución de la masa muscular, presentan poca fuerza al succionar y letargo,
esto produce problemas de alimentación, fatigándose con facilidad y algunas
veces dificultad de expectorar secreciones. Progresos como el levantar la cabeza,
sentarse, gatear, caminar y hablar tienden a realizarse con retraso. En el
desarrollo motriz, está retrasado en la mayoría de las etapas evolutivas,
generalmente entre el 1 y 2 años, así se empieza a andar alrededor de los 2
años, presentan el área motora gruesa y equilibrio pobre, mejorando estas
lentamente y siempre retrasadas con respecto a los niños de la misma edad.

La mayoría de los casos al nacer presentan dificultades en la alimentación que


pueden llegar a precisar alimentación por sonda nasogástrica para evitar el fallo
de medro. Esto se debe a una pobre succión por falta de tono muscular de los
músculos de la boca que posteriormente conlleva también a dificultades en el
lenguaje. Es por ello que deben ser referidos a una nutricionista y a una logopeda
especializada lo antes posible. La causa de los problemas de dicción y lenguaje
no está clara, probablemente se debe a la hipotonía que afecta a los músculos de
la boca o a la producción reducida de saliva. Hay retraso en el desarrollo del
lenguaje, la habilidad verbal suele ser buena y la articulación puede mantenerse
pobre.

Una característica relevante es que estas personas presentan apneas del sueño
central además de apneas obstructivas. Debido a la obesidad masiva y al
síndrome de hiperventilación. Es común la somnolencia que presentan los más
obesos aunque también se observa en los que tienen un peso adecuado, la
pérdida de peso puede aliviar estos trastornos. También se observa una alta
resistencia al dolor y trastornos en la temperatura corporal. Frecuentemente las
heridas (picaduras o heridas) permanecen irritadas por varios meses debido a la
manipulación y pueden infectarse. Algunos presentan variaciones en la
temperatura corporal debido a causas aún no conocidas.

El coeficiente intelectual varía entre 50 y 85%. Estudios recientes muestran


que el tratamiento con hormona de crecimiento mejora el coeficiente intelectual a
largo plazo. En el primer año de vida los niños con SPW son muy sociables.
Posteriormente aparecen alteraciones en el comportamiento como rabietas,
actitudes obsesivo-compulsivas, cambios de humor, rascado agresivo de la piel.
En algunos casos durante la adolescencia desarrollan trastornos psiquiátricos de
tipo psicótico o afectivo. Es imprescindible el seguimiento por neurología y un
equipo de salud mental, además del soporte del médico y el entorno del paciente.

Otras alteraciones asociadas son los problemas dentales que incluyen debilidad
de la superficie dental, saliva densa y pegajosa, higiene dental pobre, chirriar de
dientes e infrecuentemente rumiación, la ortodoncia debe tener en cuenta el
retraso en el desarrollo óseo y la pubertad anómala. Correr y saltar puede
producir lesiones en las articulaciones debido a la hipotonía y coordinación pobre,
también se incrementa el número de fracturas debido a la osteoporosis y la poca
masa muscular, se recomienda caminar, nadar y el uso de aparatos fijos de
gimnasio. Con frecuencia presentan escoliosis y pies planos, estrabismo, miopía,
dolicocefalia, diámetro bifrontal un poco más estrecho, ojos almendrados, boca
pequeña, labio superior más pequeño, pies pequeños, estatura baja.
Bibliografía

Donaire M., Fúnes R., Henríquez A., Mejía J. y Rivas V. (2008). Síndrome de
Prader Willi. Revista de la Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional
Autónoma de Honduras.

Ramón M. (2018). Síndrome de Prader Willi. Revista Española de Endocrinología


Pediatra, Volumen 9, Número 3.

Caba M. y Morgado E. (2008). Grelina: una Hormona Reguladora de la Ingesta de


Alimento y del Peso Corporal. Revista de Medicina UV, Volumen 8, Número 2.

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