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MAESTRÍA EN DERECHO

MATERIA: SISTEMAS JURÍDICOS


MTRO. GUILLERMO EDUARDO RUIZ CANO

NOMBRE DE ALUMNO: CUAUHTÉMOC NEVARES


HERRERA

MATRÍCULA: 22425926
"Las sanciones en el Derecho Musulmán frente a los Derechos Humanos"

FECHA:01 DE DICIEMBRE 2021

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INDICE
Introducción …………………………………………………………… 2
Sistema religioso y el derecho Musulmán………………………….. 3
4.1 Evolución histórica……………………………………………….. 4
4.2. Fuentes del derecho…………………………………………….. 4
4.2.1. El Corán………………………………………………………… 5
4.3. El Sunna………………………………………………………….. 6
4.2.3. El Idjma…………………………………………………………. 6
4.2.4. El Quiyas………………………………………………………… 6
Tratados internacionales……………………………………………… .. 7
Conflictos con los derechos humanos…………………………………. 8
Conclusión………………………………………………………………... 9
Referencias Bibliográficas………………………………………………. 10

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INTRODUCCION

En los textos constitucionales de algunos países musulmanes aparece la sharía como la base
fundamental de jurisprudencia; es decir, no se puede tomar ninguna decisión que esté en contra de
la sharía, como en el caso de los estados que llamaríamos más fundamentalistas, como Arabia
Saudita e Irán y ahora el Afganistán de los talibanes.
Además, la interpretación de estos principios difiere en gran medida según qué escuela de
jurisprudencia se trate.
Las principales son seis (cuatro sunitas y dos chiitas) y el Talibán se enmarca dentro de una de las
corrientes sunitas (unos los vinculan con la Hanafi, aunque otros consideran que están más cerca de
la Hanbali), la cual han transformado y adaptado de forma propia, tornándola más extrema y literal.
Es decir, no hay una sharía sino muchas versiones de la sharía.
"Hay una serie de normas básicas tomadas de los mensajes coránicos que son literales, como por
ejemplo la que habla sobre el adulterio, donde todas [las versiones] van a decir que está prohibido,
ya que es uno de los grandes pecados capitales como el 'no matarás' de la Biblia", (Ignacio Gutiérrez
de Terán 2020).
El problema de su Jurisprudencia radica en la manera tan literal que tienen para las sanciones y que
van en contra de cualquier derecho humano, ya que dañan la integridad, la dignidad y la vida de sus
integrantes, al aplicar la pena de muerte en varios delitos que en otros países si están permitidos y
que se ven con normalidad.
Los castigos suelen ser tan grotescos que nos dejan sorprendidos por la crueldad con que son
castigados quienes se atreven a desobedecer.
Algunos de los castigos son:
Blasfemia contra Dios, su mensajero o contra el Islam: muerte
Adulterio: si la pareja que comete adulterio tienen relaciones sexuales, ambos serán lapidados hasta
la muerte. Si, en cambio, no tienen contacto sexual, recibirán 100 azotes y el "destierro" de la
comunidad.
Homosexualidad: "muerte para el penetrador y el receptor"
Robo: amputación de sus manos
Beber alcohol: 80 azotes
Calumnias: 80 azotes
Espionaje para "los infieles": muerte sumaria
Abandono del islam: muerte
Estafa: a los que matan y le sacan el dinero a una persona, muerte y crucifixión; su matan, serán
castigados con la muerte; si le sacan el dinero, le cortarán la mano derecha y el pie izquierdo; por
atemorizar a la gente, "destierro".
Al conocer las sanciones es comprensible la postura de derechos humanos contra todas estas
sanciones.

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Evolución histórica
El libro de Coulson comienza con la "Génesis de la sharía". En esta primera parte se describe y analiza
el origen y evolución de las leyes de origen divino que conformaron el derecho islámico. Las
proposiciones jurídicas del Corán son de carácter genérico y poco sistemáticas que, a modo de una
amplia formulación ética, regula tanto la relación del hombre con su creador como con sus
semejantes. El trasfondo de este escenario fue la Arabia preislámica y la ley consuetudinaria de su
sociedad tribal que no siempre sustituye, sino que por lo general modifica o complementa. En otros
casos innova, pero no sin dejar abiertas grandes lagunas por cuanto el alcance de "los preceptos
coránicos" no eran mucho más que ''el preámbulo de un código islámico de comportamiento" que
invitaba a su operatividad (págs. 28-29}.

"La doctrina legal y la práctica en el islam medieval", el autor aborda una serie de temas que
confluyen en el mismo espacio cultural y temporal del islam. Si bien la jurisprudencia musulmana,
teóricamente, tiene su fundamento básico en la revelación divina, no menos cierto es que buena
parte de la misma "se originó en la práctica de costumbres y en el razonamiento de los eruditos"
(pág. 94). La diversidad de doctrinas de la sharía (o fenómeno de la ijtilal) hace referencia a las
diferentes escuelas jurídicas, pero también a su unidad. Esto es, a que si en un principio las
principales escuelas (hanaff, malikí, shafaf y hanba/Í), que sobrevivieron en el islam sunnf desde el
siglo XV, mostraron cierta hostilidad entre ellas, lo cierto es que la práctica generalizada fue su
fusión "por la filosofía jurídica islámica como manifestaciones inseparables de la misma y única
esencia"(pág. 111)

"El derecho islámico contemporáneo" es el título de la tercera parte que, por su cercanía temporal,
se nos antoja más interesante, al menos para comprender los retos que afronta el islam coetáneo.
En un primer momento se registra la recepción de las leyes extranjeras mediante el sistema de
capitulaciones que regía buena parte de las relaciones entre los países europeos y el Imperio
Otomano. Igualmente, las reformas otomanas, Tanzimat, se hicieron un mayor eco del derecho
europeo durante buena parte del siglo XIX. Su impacto fue desigual en el mundo árabe e islámico,
mientras.

En Oriente Próximo la sharía había quedado relegada al ámbito del derecho familiar, la península
árabe estuvo totalmente al margen de la influencia de las leyes extranjeras y, fuera de este ámbito,
su incidencia estuvo vinculada a las potencias coloniales.

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FUENTES DE DERECHO MUSULMAN

El Islam es una religión monoteísta fundada por Mahoma que se rige por las revelaciones que, por
boca del arcángel Gabriel, Alá hizo a Mahoma.
Tras la muerte del profeta (632), el conjunto de estas revelaciones fue recopilado en forma de libro
por sus discípulos y clasificados en capítulos o suras. El Corán consta de 114 suras cada una de las
cuales comprende varios versículos hasta un total de 6.243. El Corán dicta a los creyentes la Ley,
tanto en sus relaciones con Dios como con el resto de los creyentes.
Las fuentes teológicas del Islam se complementan con los hadits que son compendio de los hechos
y dichos del profeta y de sus compañeros según la versión de testimonios directos. Se consideran
una fuente de derecho y la Sunna que es la tradición islámica.
La proliferación de hadits que hacían referencia a la vida del profeta obligaron a diferenciar los
auténticos de los apócrifos. La Sunna constituye, por tanto, la interpretación considerada correcta
por los especialistas y se utiliza como complemento normativo del Corán.).
El derecho musulmán está codificado desde el siglo X y no ha experimentado cambios sustanciales.
Cuando nuevas situaciones plantean problemas sobre cómo interpretar de acuerdo con la ley un
determinado hecho se recurre a la ayuda de un jurisconsulto, denominado muftí, o ulema en el
Magreb, para que señale cual es la interpretación correcta, éste nunca plantes innovaciones sino
que intenta hacer explicables las prescripciones contenidas en los tratados (fiqh) de derecho
islámico. El muftí no es un sacerdote porque en el Islam no se necesitan, no es más que un doctor
en leyes. La idea de un jurista, experto en leyes hechas por y para los hombres es inconcebible sin
su dimensión en derecho islámico. La cesura entre lo espiritual y lo material no tiene sentido en el
Islam tradicional donde la Charia o Ley Islámica, fundamentada en la revelación contenida en el
Corán y en la normativa complementaria contenida en los hadits y en la Sunna, regula el
comportamiento religioso y el ordenamiento político y social de los países musulmanes. El Derecho
islámico o Sharía es el sistema jurídico por el que se rige la comunidad de fieles musulmanes. Sus
orígenes se sitúan en el siglo VI, fecha en que nace el Islam. Sus fuentes son el Corán (libro sagrado
que contiene el mensaje divino), la Sunna (conjunto de relatos acerca de comentarios y
comportamientos del Profeta Mahoma) y el fik (jurisprudencia generada a partir de las otras dos
fuentes). Resulta erróneo identificar este Derecho religioso con los sistemas jurídicos de los países
musulmanes. Uno de los objetivos de los movimientos islamistas es la vuelta a la Sharía pero
adaptada al momento histórico actual. Debido a su naturaleza personal, los preceptos de
la Sharía pueden entrar en conflicto con los de los ordenamientos territoriales, tal como ha sucedido
en relación al uso del velo islámico. A éste se refiere el Derecho islámico en diversos apartados, pero
lo hace de modo ambiguo, sin afirmar con claridad su carácter obligatorio.

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EL CORÁN
El Corán es el único libro sagrado enviado por Allah a la humanidad con este objetivo y es el milagro
del Profeta Mahoma.

Los eruditos describieron el Corán de esta manera: El Corán, palabras de Allah, es el libro revelado
en árabe día por día al Profeta Mahoma, trasladado ininterrumpidamente a las próximas
generaciones. Está compuesto por 6.236 versículos y 114 suras, y comienza con la Sura de Al-Fatiha
y termina con la Sura Al-Nas.

El Profeta Mahoma (la paz sea con él) expresó que “Allah ofreció milagros absolutamente a cada
profeta. El milagro que se me atribuyó es el Corán revelado por Allah“. Como consecuencia de un
resultado de este milagro, el Corán ha afectado profundamente a sus destinarios a partir de su
revelación. El Corán fue revelado en un período en el que la literatura árabe estaba en auge. Allah,
el Supremo, convocó a los infieles a traer un sura similar, pero ellos se quedaron incapaces. Nadie
ha escrito un sura similar hasta el momento. Esta situación es la muestra su milagro.

SUNA
La entrada Suna significa «libro de los musulmanes, que contiene los dichos y hechos de Mahoma”,
es decir el Corán. En la cultura árabe la palabra tiene como significado literal de «camino recorrido»,
es decir, relata los caminos que fueron seguidos por el profeta Mahoma, de los cuales surgieron
diferentes tradiciones que rigen al islamismo.

A su vez, suna presenta un significado terminológico indicando todas aprobaciones por parte del
profeta Mahoma, dichos y logros del primer profeta en más de 20 años trabajando como mensajero
divino; por lo tanto, todo lo que rodea su vida de la forma se conoce como la Sunnah, que debe ser
practicado y seguido por los musulmanes de acuerdo con las tradiciones implementadas. Un
ejemplo de esto sería, la demostración de moral en las personas practicantes de la peregrinación,
es el «hadiz«, el cual se conoce como los registros que han sido validados durante el camino del
profeta. EL IDJMA.
Ijmā (‫ )إجماع‬es un término árabe que se refiere al consenso ideal de la Ummah (comunidad islámica
o conjunto de seguidores del islam). Los musulmanes suníes guardan la ijmā como la tercera fuente
fundamental de la sharía, después de la divina revelación del Corán, la práctica profética de la sunna.

EL QUIYAS
El razonamiento analógico o qiyas se describe como cuarta fuente en el islam sunita, mientras que
el islam chiita usa el 'aql (intelecto). Muchos escritores musulmanes conservadores han afirmado
que el uso de la ijmā hace compatible la ley islámica con la democracia. El chiismo acepta la ijmā en
condiciones restringidas como una fuente de la ley islámica. Técnicamente se trata de "la doctrina
y la unánime opinión de las autoridades religiosas reconocidas en un momento dado".

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TRATADOS INTERNACIONALES.
A pesar de la tensión entre las nociones occidentales de libertad individual y los principios
musulmanes de responsabilidad comunitaria, es posible encontrar muchos elementos comunes en
la lucha contra la opresión y la discriminación.

Cada vez existe mayor consenso en apoyo a la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas,
cuyos principios fundamentales se establecieron en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos (DUDH) y se detallaron de manera más específica en tratados posteriores de la ONU. Cada
vez más, el lenguaje de los derechos y los instrumentos del régimen internacional de derechos se
emplean, tanto en el nivel nacional como en el mundial, para responder a la opresión y la
discriminación. El enfoque basado en los derechos hacia el desarrollo ha ganado ímpetu como un
concepto que logra una sinergia entre los derechos humanos, la democracia y el desarrollo.

Este apoyo a los derechos humanos proviene de personas de diversas religiones, así como de no
creyentes. Sin embargo, este respaldo no es total ni incondicional, ya que existen importantes
segmentos que experimentan una verdadera tensión entre los derechos humanos universales y sus
propias creencias o formas de vida. Esto es más notable con respecto a los grupos religiosos,
particularmente los musulmanes.

la tensa relación entre los derechos humanos y el Islam normativo, nos gustaría hacer hincapié en
que estamos realmente convencidos de que hay mucho terreno común entre ambos. En el
paradigma de desarrollo actual y dominante, la economía es una influencia abrumadora (si no es
que la principal) y el laicismo lleva a algunos a creer, o interpretar, que la moral tiene poco o ningún
lugar en la esfera pública.

El discurso de los derechos humanos contradice este dogma y apoya la posición de los musulmanes
y otros grupos confesionales que coloca los valores y las obligaciones morales en el centro de
cualquier sistema político, económico y social. Así, el marco global de derechos humanos coincide
con el Islam en su compromiso explícito con la importancia de la moralidad en la esfera pública y
con los valores de compasión y justicia social.

Un vínculo incluso más estrecho entre la DUDH y el Islam es el reconocimiento mutuo de que
respetar y satisfacer los derechos humanos es un medio para mantener la dignidad de los seres
humanos. Ambos tienen el mismo objetivo de asegurar que se protejan los derechos básicos de
todas las personas, sin importar su estatus.

Origen divino

En un nivel doctrinal, tanto la Carta de Derechos del Islam como la de la ONU concuerdan en que la
dignidad humana es la base de los derechos humanos. Sin embargo, para los musulmanes, esto se
queda corto. En el Islam, como en muchas religiones, la raíz de los derechos humanos está en la
teología y comienza con la fe en Dios, que es la fuente de todo el valor trascendental. Dios fue quien
confirió dignidad a la humanidad (Corán 17:70) y quien hace inaceptable que cualquier individuo
viole los derechos humanos y prive de dignidad a otra persona.

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CONFLICTOS CON LOS DERECHOS HUMANOS

Los derechos del individuo estarán en nuestra relación con Dios y con las personas de la comunidad.

Esto difiere de la idea central de la DUDH, que parece utilizar una noción libertaria del individuo
independiente de sus compromisos sociales y/o su relación con la colectividad.

Esto tiene dos implicaciones en la práctica. Primero, la creencia de que Dios es la fuente de los
derechos humanos lleva a conceptualizar los derechos de los demás como obligaciones para todos
los creyentes. Según el entendimiento de los musulmanes, todas las acciones (incluidas las
obligaciones incumplidas) se registran y se pesan el Día del Juicio. En segundo lugar, estas
obligaciones sociales dan forma a los derechos de los demás y, en última instancia, a los derechos
de Dios sobre nosotros, los cuales en realidad se nos manifiestan indirectamente a través de la
creación y la sociedad. Esto se explica ampliamente en las palabras del Profeta Mahoma en el Libro
Musulmán Libro Musulmán Sahih 032, Hadith número 6232, que ilustra que cumplimos nuestros
deberes hacia Dios al conceder los derechos de los demás.

La aplicación de los derechos humanos a la que se encuentran obligadas todas las autoridades se
rige por los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, los cuales
no son tomados en cuenta en esta religión, ya que ellos tienen sus principios rectores muy
arraigados.
El paradigma islámico, aunque a menudo es respetado y admirado por países laicos por su énfasis
en las obligaciones sociales, es disputado por la mera razón de que está basado en fuentes de
revelación divina, el estatus del ser humano como sirviente de Dios y la omnipotencia de una
autoridad Divina que obliga a la obediencia. Esto contradice las nociones occidentales sobre el
derecho a la libertad absoluta para el individuo.

Los detentores de obligaciones, los derechos y las responsabilidades

Mientras que la DUDH tiende a establecer al gobierno como principal guardián de los derechos
humanos, el Islam acentúa la responsabilidad de todos los niveles e individuos de la sociedad. El
gobierno, como el representante nacional de la familia humana, es el garante final de la protección
y la justicia. Pero esto no abroga o supera necesariamente la responsabilidad individual y el papel
de la familia, los vecinos o la sociedad civil en general. Hoy en día, en muchos países musulmanes,
la autoridad del gobierno central y su capacidad de proveer justicia y bienestar social son
comparativamente débiles. Esto se compensa en el nivel local gracias a la solidez de las obligaciones
sociales y de la comprensión de los derechos dentro de la comunidad y la familia extendida, lo cual
garantiza que los pobres reciban alimento, que las personas vulnerables sean protegidas y que la
ley se respete en general.

Por lo tanto, el gobierno no es el recurso de primera instancia, sino más bien el garante final de los
derechos. Se dice que el profeta Mahoma afirmó: El sultán (gobierno) es el guardián de aquél que
no tiene guardián.

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CONCLUSIÓN
La valoración constante de los cambios que ha experimentado el contexto en el que viven los
musulmanes les ha permitido a las sociedades y los académicos musulmanes revaluar
continuamente qué tan adecuado es implementar la Shari’ah, mediante el uso de un marco ético
conocido como “Maqasid al-Shari’ah” (propósito divino subyacente de la ley islámica).

De esta manera, las sociedades musulmanas han seguido siendo relevantes, beneficiosas y
adaptables a los cambios de la sociedad. Sin embargo, los musulmanes desconfiarán de cualquier
interpretación que no se base en las fuentes primarias del Corán y la Sunnah.

En consecuencia, los musulmanes también deben rechazar la noción de que algo está mal
simplemente porque creen que proviene del Occidente. La verdad es la verdad,
independientemente de quién la propone.

Finalmente, la ley islámica es un sistema completo que reconoce un marco ideológico en el que la
verdad emerge de la revelación divina.

La libertad de pensamiento, y de prácticas religiosas, está en su mayor parte sancionada y


protegida en la ley islámica. Se reconoce que la diversidad es parte de la naturaleza humana y que
la justicia debe prevalecer para proteger los derechos individuales, siempre y cuando no se vulnere
el bien común.

Los países musulmanes alrededor del mundo han ratificado los convenios internacionales de
derechos humanos y, como grupo, su implementación de éstos no es ni mejor ni peor que la de los
países no musulmanes.

Una mirada somera al Mapa térmico del Índice de libertad económica de 2014muestra semejanzas
notables entre los índices de países vecinos, y en los casos en los que países vecinos tienen índices
significativamente diferentes, esos países no son necesariamente adeptos a distintas religiones.
Además, emprendimos un análisis preliminar de los datos que componen el mapa y encontramos
que no hay una diferencia significativa entre el índice de libertad promedio de los países miembros
de la OIC y el de los países que no forman parte de ella.

Esto nos hace pensar que la política y la cultura, en vez de la religión, son los determinantes
fundamentales de las violaciones de derechos humanos en el mundo musulmán y más allá.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ruiz, G. (2021) Unidad 4 Sistema religioso. El derecho Musulmán.

Aldeeb, S. (2010) Las Sanciones en Derecho Musulmán y su influencia en el Derecho de los países
árabes.

González, N. (2010) Sistemas Jurídicos Religiosos.

Abo-Tarbush, José. (1999) Reseñas bibliográficas relativas a las obras: Historia del Derecho
Islámico y el Islam Jurídico y Europa

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