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Patrullaje
Carlos Guillermo Blanco
Comandante Mayor (R)
Oficial de Estado Mayor
Licenciado en Administración de Seguridad Pública
Especializado en Docencia Universitaria
Certificación en Justicia Criminal y Gestión Policial
Magister en Ciencias en Liderazgo y Gestión Policial
carlosblancoraadsen@hotmail.com
carlosgblanco@gmail.com
http://www.slideshare.net/carlosguillermoblanco

La patrulla transportará lo menos posible y llevará todo lo necesario.

Ninguna llamada es de prioridad más alta que la de un Funcionario


Encargado de Aplicar la Ley con necesidad de ayuda.

En el patrullaje usted no está buscando algo, está buscando todo.

La Patrulla es móvil por excelencia. Carece de permanencia en el tiempo y


en el espacio. Si se empeña transitoriamente en un lugar y un lapso dados,
se transforma en un Punto de Control (Check Point).

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SERVICIO DE POLICÍA PARA LA PREVENCIÓN DEL DELITO 1

Lawrence W. Sherman 2

"Cuantos más policías tengamos, menos delincuencia habrá". Si bien los ciudadanos y los funcionarios
públicos defienden a menudo este punto de vista, los científicos sociales con frecuencia afirman el extremo
opuesto: que la policía sólo hace contribuciones mínimas a la prevención del delito en el contexto de
muchas más poderosas instituciones sociales, como la familia y los mercados laborales. La verdad parece
estar en el medio. Si los policías adicionales previenen el crimen puede depender de lo bien que se centran
en determinados objetivos, tareas, lugares, tiempos y personas. Por encima de todo, puede depender de
poner a la policía donde se concentra la delincuencia grave, en los momentos que es más probable que
ocurra: servicio de policía focalizado en los factores de riesgo.

La conexión del servicio de policía a los factores de riesgo es la más poderosa conclusión alcanzada a partir
de tres décadas de investigación. La contratación de más policías para proporcionar rápidas respuestas al
911, las patrullas aleatorias descentradas y los arrestos reactivos no previenen los delitos graves. La policía
comunitaria y sin un claro enfoque en los factores de riesgo del delito generalmente no muestra ningún
efecto sobre el crimen. Pero las patrullas dirigidas, los arrestos proactivos y la resolución de problemas en
los "puntos calientes" de altos índices de criminalidad han mostrado evidencia sustancial de prevención del
delito. La policía puede prevenir el robo, el desorden, la violencia armada, el conducir ebrio y la violencia
doméstica, sólo usando ciertos métodos bajo ciertas condiciones.

Esas conclusiones se basan en gran medida en la investigación apoyada por el Instituto Nacional de Justicia,
el brazo de investigación de la Oficina de Programas de Justicia del Departamento de Justicia de Estados
Unidos. En los últimos años, un creciente número de jefes policiales han incorporado esos hallazgos en sus
estrategias de prevención del delito.

El paradigma del profesor de leyes de la Universidad de Wisconsin Herman Goldstein (1979), del "servicio
de policía orientado a la solución de problemas" (POP, Problem-Oriented Policing), dirigió la atención de la
investigación a las cosas específicas que hacen los policías y cómo pueden enfocar sus recursos para atacar
las causas inmediatas de los problemas de seguridad pública. La adopción de esta perspectiva por parte del
Departamento de Justicia ha dado un cuerpo cada vez más complejo pero útil de conocimiento sobre cómo
el servicio de policía afecta al crimen.

Uno de los hallazgos recientes más sorprendentes es la medida en que la propia policía misma crea un
factor de riesgo para el crimen usando simplemente malas maneras. La evidencia científica modesta pero
constante apoya la hipótesis de que cuanto menos respetuosa es la policía con los sospechosos y los
ciudadanos en general, menos personas cumplirán con la ley. Cambiar el "estilo" de la policía puede, pues,
ser tan importante como centrarse en la policía "sustancia". Hacer que el estilo y la sustancia de las
prácticas policiales sean más "legítimas" a los ojos del público, en particular de los jóvenes de alto riesgo,
puede ser una de las estrategias policiales más eficaces a largo plazo para la prevención del delito.

Este capítulo comienza con un repaso de las ocho principales hipótesis sobre cómo la policía puede
prevenir el crimen (Figura 1). Entonces se describe la intensidad variable de la evidencia científica sobre
esas hipótesis, en relación con el "rigor" de los métodos científicos utilizados para probarlos. Los estudios
disponibles son resumidos tanto para sus conclusiones como para su rigor científico.

1 SHERMAN, Lawrence W. Ch-8. "Policing for Crime Prevention". https://www.ncjrs.gov/works/chapter8.htm.


Accedido: 21 de febrero de 2015. Traducción de Carlos G. Blanco, M.Sc.
2 Director del Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge.

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El capítulo luego intenta simplificar esos resultados respondiendo a las preguntas sobre qué funciona, qué
no funciona y qué es prometedor. También se examinan las principales brechas en nuestro conocimiento.
El capítulo concluye con recomendaciones derivadas de esos hallazgos para la futura inversión federal en la
investigación de evaluación y en los métodos policiales a ser desarrollados para la evaluación.

Figura 8-1

Ocho principales hipótesis sobre el servicio de policía y el crimen

Otras cosas que son iguales,


1. Número de Policías. Cuanta más policía emplea una ciudad, menos crimen tendrá.

2. Respuesta Rápida al 911. Cuanto más corto sea el tiempo de viaje de la policía desde la asignación hasta
la llegada a la escena del crimen, menos delincuencia habrá.

3. Patrullas eventuales, al azar o aleatorias (Random Patrols). Cuantas más patrullas aleatorias reciba una
ciudad, más "omnipresencia" de la policía percibida disuadirá a la delincuencia en lugares públicos.

4. Patrullas dirigidas. Cuanto más precisamente sea concentrada la presencia de patrullas en los "puntos
calientes" y en los "tiempos calientes" de la actividad criminal, menos delincuencia habrá en esos lugares y
tiempos.

5. Arrestos reactivos. Cuantos más arrestos haga la policía en respuesta a los delitos reportados u
observados de cualquier tipo, menos delitos habrá.

6. Arrestos proactivos. A mayor tasa de arrestos iniciados por la policía de delincuentes de alto riesgo y
delitos, menor será la tasa de delitos violentos graves.

7. Policía Comunitaria. A mayor cantidad y mejor calidad de los contactos entre la policía y los ciudadanos,
menos delitos.

8. Servicio de Policía Orientado a los Problemas (POP, Problem-Oriented Policing). Cuantos más policías
puedan identificar y minimizar las causas próximas de patrones específicos del delito, menos crimen habrá.

VARIEDADES DE LA PREVENCIÓN POLICIAL DEL DELITO

1. Número de Policías. Igual que la misma hipótesis de la disuasión (Gibbs, 1975), la afirmación de que la
policía previene el crimen no es una "teoría" en un sentido verdaderamente científico. La idea fue
desarrollada no como una ecuación matemática, sino como una "doctrina" general de las políticas públicas
al calor del debate democrático. La doctrina se basa no sólo en la especulación, sino también en los
aparentes resultados de varios "proyectos de demostración" con algunos resultados empíricos.

Esos incluyen a los "Bow Street Runners"3 supervisados por la Corte (Lee, 1901 [1971]; Pringle, 1955) y la
"Policía Marina" del Río Támesis operada privadamente pero financiada públicamente (Stead, 1977). Como
el nivel de violencia a lo largo de todo el siglo XIX declinó y el número de policías aumentó (Gurr, et al,
1977: 93-96; 140), muchos observadores concluyeron que a más policías, menos delincuencia.

3Bow Street Runners (Corredores de la Calle Bow) fue el cuerpo de policía existente en Londres, entre 1749 y
1838, creado por el novelista y dramaturgo Henry Fielding, quien fuera nombrado magistrado del tribunal de la
Calle Bow, junto al Covent Garden. Éste decidió reunir a un grupo de ocho «thief-takers» (cazarrecompensas),
conocidos como «Mr. Fielding's People» (la Gente del Sr. Fielding), luego conocidos popularmente como los Bow
Street Runners. Su hermanastro John Fielding, el «Juez ciego» que sustituyó a Henry (fallecido en 1754) como
magistrado del tribunal, fue quien desarrolló el cuerpo. En 1805 se formó la Bow Street Horse Patrol (Patrulla
Montada de la Calle Bow) para el extrarradio de la ciudad. Ambas fuerzas policiales coexistieron hasta 1838,
momento en el que se integraron a la Metropolitan Police creada en 1829 por Sir Robert Peel.
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2. Respuesta Rápida al 911. La forma general de esta afirmación es que cuanto más corto sea el tiempo de
recorrido de la policía desde la asignación hasta la llegada a la escena del crimen, más probable es que la
policía pueda detener a los delincuentes antes de que huyan. Esta afirmación se extendió luego a la
respuesta rápida produciendo tres efectos de prevención del delito. Uno es una reducción del daño de los
delitos en curso interrumpidos por la intervención policial. Otro, un beneficio más general del tiempo de
respuesta rápida, es un mayor poder disuasorio de la amenaza de castigo reforzada por los arrestos
relacionados con la respuesta. La tercera hipótesis de efecto de prevención proviene de la incapacitación
mediante el encarcelamiento de delincuentes enjuiciados más efectivamente con la evidencia de los
arrestos relacionados con la respuesta. Todas esas afirmaciones presumen, por supuesto, que la policía es
notificada durante o inmediatamente después de la ocurrencia de un delito. Esta premisa, al igual que las
propias hipótesis, es empíricamente verificable y su falsificación lógicamente podría falsificar las hipótesis
construidas sobre el supuesto de su validez.

3. Patrullas aleatorias, al azar o eventuales (Random Patrols). Los primeros oficiales de sector fueron
dirigidos para registrarse en lugares específicos en momentos específicos, con la supervisión rígida de los
patrones de patrulla prescritos (Reiss, 1992). El creciente énfasis en la rápida respuesta al 911 en
automóviles gradualmente puso fin a las patrullas dirigidas, permitiendo a los oficiales que patrullaran al
azar mucho más allá de sus sectores asignados. Esta política se justificaba por la teoría de que la
imprevisibilidad en los patrones de patrulla crearía una "omnipresencia" percibida de la policía que
disuadiría a la delincuencia en los lugares públicos. El Jefe de Policía de Chicago y Decano de Criminología
de Berkeley Orlando W. Wilson (1963: 232) fue un proponente de esta opinión muy citado. Aunque
favorecía el uso del análisis de la carga de trabajo de la policía para determinar cuántos funcionarios deben
ser asignados a los diferentes sectores y turnos, la práctica policial moderna muestra poca variación en la
presencia de patrullas por el tiempo y el lugar. No obstante, muchos jefes de policía y alcaldes afirman que
la contratación de más oficiales para patrullar de esta manera reduciría la delincuencia.

4. Patrullas dirigidas (Directed Patrols). Desde el advenimiento del análisis delictual computarizado, sin
embargo, se ha hecho posible una identificación mucho más precisa de los patrones de la criminalidad. La
policía ha usado esa precisión para enfocar los recursos de patrullaje en los tiempos y lugares con riesgos
más altos de delincuencia grave. La hipótesis es que a mayor presencia concentrada de patrullas en los
"puntos calientes" y "tiempos calientes" de la actividad criminal, menos delincuencia habrá en esos lugares
y tiempos. La base epidemiológica para esta afirmación es una investigación -financiada por el Instituto
Nacional de Justicia- que muestra que el riesgo del crimen está extremadamente localizado, incluso dentro
de los barrios de alta criminalidad, que varían ampliamente de una dirección a otra (Pierce, Spaar y Briggs,
1988; Sherman, Gartin y Buerger, 1989).

5. Arrestos reactivos. Al igual que la patrulla policial, las prácticas de arresto pueden estar descentradas o
centradas en los factores de riesgo del crimen. Los arrestos reactivos (en respuesta a las quejas ciudadanas
específicas) son como las patrulla al azar en las que echan una amplia red, advirtiendo a todos los
ciudadanos que puedan ser arrestados por todas las violaciones a la ley en todo momento. Esta red
necesariamente es muy delgada.

Las observaciones de miles de encuentros policiales con presuntos delincuentes muestra que la policía
decide no arrestar a los sospechosos en la mayoría de los casos en los que no hay base legal para hacerlo
(Black, 1980: 90; Smith y Visher, 1981: 170). La frecuente decisión de no arrestar ha sido notada por grupos
de defensa de las víctimas del delito, que argumentan que más arrestos producen menos delitos. Esta
hipótesis, como la disuasión en general, se expresa en dos niveles de análisis: el "general" o de toda la
comunidad y el "específico" o individual. La hipótesis a nivel individual fue cuestionada durante décadas
por los científicos sociales e incluso algunos policías que sugieren exactamente lo opuesto: que el arresto,
en especial para los delitos menores (de lejos los más comunes), provoca una respuesta de los delincuentes
haciéndolos más propensos a cometer delitos futuros que si no hubieran sido arrestados.

6. Arrestos proactivos. Como la patrulla dirigida, los arrestos proactivos (iniciados por la policía) concentran
los recursos policiales en una serie limitada de objetivos de alto riesgo. La hipótesis es que una alta

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certidumbre de arresto para una serie estrechamente definida de delitos o delincuentes logrará más que
una baja certidumbre de arrestos para una amplia gama de objetivos. En los últimos años, la teoría ha sido
probada con las investigaciones de cuatro objetivos primarios de alto riesgo: delincuentes graves crónicos,
potenciales sospechosos de robo, lugares y áreas del mercado de drogas y lugares de alto riesgo y
momentos para conducir ebrio. Todos, excepto el primero, pueden ser probados examinando la tasa de
criminalidad. La hipótesis sobre los delincuentes graves crónicos se prueba mediante el examen de la tasa a
la que tales delincuentes son incapacitados con prisión debido a otros delitos.

Otra versión de la hipótesis del arresto proactivo es la "tolerancia cero" basada en la teoría de las "ventanas
rotas" (Wilson y Kelling, 1982). La teoría dice que las áreas que aparecen desordenadas y fuera de control
brindan un clima atractivo para los delitos violentos - así como una ventana con un cristal roto atraen más
piedras que una ventana completamente intacta. La hipótesis de la prevención del delito es que mientras
más arrestos haga la policía para incluso el desorden menor), menos delitos graves habrá (Skogan, 1990).

Comunidad versus Servicio de Policía Orientado a los Problemas (Problem-Oriented Policing)

Las hipótesis sobre comunidad y servicio de policía orientado a la solución de problemas son menos
centradas que las otras, tanto es así que algunos observadores incluso han desaconsejado tratar de
probarlas (Moore, 1992: 128). Ambos implican muchas más variaciones y combinaciones posibles de las
actividades policiales que la estrecha hipótesis disuasoria. Como en los programas basados en la
comunidad y la escuela revisadas en los capítulos 2 y 4, la comunidad y el servicio de policía orientado a la
solución de problemas son puestos en práctica más como un "guiso" de diferentes elementos que una
"comida" de un solo tipo. Sin embargo, es precisamente esta flexibilidad la que le da poder a los defensores
de la hipótesis. Los problemas del crimen varían tanto en la naturaleza y causa que el servicio de policía
efectivo para la prevención debe variar acordemente; podría decirse que requiere muchos elementos para
ser exitosa.

Si bien comunidad y servicio de policía orientado a la solución de problemas se dice a menudo que son
estrategias superpuestas (Skogan, 1990; Moore, 1992), en realidad tienen muy diferentes raíces históricas y
teóricas. La policía comunitaria surge de la crisis de legitimidad después de los disturbios raciales urbanos
de la década de 1960, cuyas causas inmediatas varios informes de cinta azul 4 atribuyeron a la policía
(Comisión Presidencial sobre la Aplicación de la Ley y la Administración de Justicia, 1967; Comisión
Consultiva Nacional sobre Desórdenes Civiles, 1968). Los reportes afirmaron que la policía había perdido
contacto con los residentes de los grupos minoritarios, tanto por el cambio de las patrullas a pie a la
patrulla motorizada con radios y mediante la adopción de un enfoque más legalista de la policía. De
diversas maneras, más notablemente el "equipo de servicio de policía" (Reporte de la Fuerza de Tareas;
Sherman, et al 1973), se instó a la policía a aumentar su contacto con los ciudadanos en entornos más
positivos en lugar de limitarse a responder a las emergencias. Así, por casi tres décadas la hipótesis de la
Policía Comunitaria ha sido que el aumento de la cantidad y calidad del contacto policía-ciudadanos
(Kelling, 1988) reduce el delito.

El servicio de policía orientado a los problemas, en cambio, surgió a partir de la crisis de la eficacia policial
en la prevención del delito provocado en la década de 1970 por algunos de los mismos estudios revisados
en este capítulo. Como uno de sus primeros patrocinadores, Gary Hayes (1979) puso que los estudios les
dijeron a los jefes de policía que nada de lo que estaban haciendo -poner más policías en la calle en
patrullas aleatorias, respuestas rápidas- estaba trabajando para combatir el crimen. La estrategia del
servicio de policía orientado a los problemas concebido por el Profesor Goldstein (1979) proporcionó un
nuevo paradigma en el cual enfocar la innovación, independientemente de cualquier contacto con la
ciudadanía. Cuando el concepto central de la policía comunitaria fue la participación de la comunidad para
su propio bien, el concepto central de policía orientada a la solución de problemas era el resultado: el
efecto de la actividad policial sobre la seguridad pública, incluyendo (pero no limitado a) la prevención del
delito. No obstante, la policía comunitaria también se ha justificado por sus efectos hipotéticos sobre la

4 Blue-ribbon Report. Es el informe que produce una comisión de cinta azul, que es un grupo de personas
excepcionales nombradas para investigar, estudiar o analizar una cuestión dada.
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delincuencia, no menos de los cuales ha sido la justificación de los 100.000 oficiales de policía financiados
con fondos federales.

7. Policía Comunitaria. Las hipótesis de los efectos de prevención del delito de la policía comunitaria
sostienen que puede ocurrir en cuatro formas principales.

7. a. Vigilancia Vecinal (Neighborhood Watch). Esta hipótesis justifica uno de los programas de policía
comunitaria más extendidos, "vigilancia de cuadras": incrementar la vigilancia de voluntarios de los barrios
por los residentes, lo cual debería disuadir al crimen debido a que los delincuentes saben que los vecinos
los están viendo.

7. b. Inteligencia Basada en la Comunidad. Esta hipótesis justifica las muchas reuniones de la comunidad
(Sherman et al, 1973) y los contactos informales que la policía busca a través de las oficinas con escaparate,
las pie patrulla (Trojanowicz, 1986) y otros métodos: aumentar el flujo de inteligencia de los ciudadanos
hacia la policía sobre delitos y delincuentes, que luego aumentan la probabilidad de arresto por el crimen y
los efectos incapacitantes disuasivos del arresto. El aumento del flujo de inteligencia ciudadana también
puede aumentar la eficacia de la policía en la prevención del delito a través de estrategias de resolución de
problemas.

7. c. Información pública sobre el crimen. Esta hipótesis es sólo el reverso de la última: el aumento del
flujo de la inteligencia policial sobre el crimen de nuevo a los ciudadanos mejora la capacidad de los
ciudadanos para protegerse, especialmente a la luz de los cambios recientes en los patrones y los riesgos
del crimen. La última versión de esta idea es "revertir 911", en virtud del cual la policía faxea advertencias
de la actividad delictiva a una lista de números de fax residenciales y de negocios que requieran el servicio.

7. d. Legitimidad de la Policía. Dadas las raíces históricas de la policía comunitaria, tal vez la versión
teóricamente más convincente de su hipótesis de prevención del delito aborda la legitimidad de la policía o
la confianza pública en la policía como justa y equitativa (Eck y Rosenbaum, 1994). Recientes trabajos de
investigación teórica y básica sobre "justicia procesal" (Tyler, 1990) ofrecen una versión científicamente
más elaborada de esta hipótesis que la prevista por sus defensores en la década de 1960. La afirmación no
es sólo que la policía debe ser vista como legítima para ganar la cooperación pública con la aplicación de la
ley. La pretensión es que una institución policial legítima fomenta una obediencia más generalizada de la
ley. Gorer (1955: 296) incluso atribuye los bajos niveles de delitos violentos en Inglaterra por el ejemplo de
la masculinidad que respeta la ley establecida por la policía del siglo XIX, un modelo a seguir que se
incorporó en el "carácter inglés". Incluso hay evidencia de que la misma policía se vuelve menos propensa a
obedecer la ley tras haberse desilusionado con su aparente falta de justicia procesal (Sherman, 1974).

8. El Servicio de Policía Orientado a los Problemas (Problem-Oriented Policing) ofrece infinitas hipótesis
específicas sobre la prevención del delito, todo ello bajo el paraguas de esta afirmación: cuanto mayor
precisión tenga la policía para identificar y minimizar las causas próximas, menos delincuencia habrá. En los
últimos años esta afirmación ha tomado dos formas principales:

8. a. Mercaderías criminógenas5 (Criminogenic Commodities). Cuantos más policías puedan remover


sustancias criminógenas de los microambientes de los eventos criminales, menos crímenes habrá. Esta
afirmación surge del creciente énfasis en la causalidad de los eventos criminales como parte independiente
de la causalidad de la criminalidad individual (Hirschi, 1986). Como las teorías acerca de la prevención del
delito en lugares (capítulo 7), la premisa es que muchos crímenes requieren ciertas precondiciones, tales
como armas o dinero en efectivo o bienes muebles (Cohen y Felson, 1979).

8. b. Convergencia de delincuentes y víctimas. Otra precondición de los eventos delictivos violentos es que
las víctimas y los delincuentes deben cruzarse en tiempo y espacio. Una importante teoría de resolución de
problemas de la prevención del delito es mantener los más básicos elementos del evento criminal en

5 Criminógeno, na: 1.adj. Que favorece la criminalidad (conjunto de crímenes). RAE. Avance de la 23° Edición.
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combinación: cuantos más policías puedan reducir la intersección de delincuentes motivados en tiempo y
espacio con objetivos adecuados del delito, menos delincuencia hará.

PROBANDO LAS HIPÓTESIS

Todas esas hipótesis plantean retos formidables para el test científico. La medición del crimen es difícil bajo
cualquier circunstancia; mucho menos en relación con los experimentos o variación natural en las prácticas
policiales. El control sobre las prácticas policiales es difícil para los administradores de la policía bajo
condiciones normales; mucho menos bajo protocolos experimentales. La medición de las muchas
dimensiones de la actividad policial, desde el esfuerzo a los modales, es costoso y a menudo inexacto. Sólo
un puñado de estudios ha logrado producir una fuerte evidencia científica acerca de cualquiera de esas
hipótesis. Pero la evidencia acumulada de los más numerosos estudios más débiles también puede
proporcionar algunas ideas sobre el servicio de policía para la prevención del delito.

Como se notó en el capítulo 1, el presente informe emplea una escala de 1 a 5 para resumir varias
dimensiones diferentes de "rigor" científico: la fuerza de la evidencia científica. Una puntuación de 5 =
evidencia más fuerte para inferir la causa y el efecto, mientras que 1 = el más débil. Esas dimensiones
varían un poco por el ajuste institucional, con diferentes temas inherentes a los tipos de programas que
están siendo evaluados. Problemas. En la literatura de evaluación de la policía, el crimen casi siempre se
mide por las denuncias oficiales de delitos (con todos sus defectos) o por las encuestas de victimización de
la población (con todos sus costos). Las prácticas policiales se miden o bien no del todo, a través de las
percepciones de los ciudadanos de esas prácticas, a través de registros de la policía o (en un caso) a través
de la observación directa de la actividad de patrullaje policial. No está claro que cualquiera de esos
métodos, excepto el último, sea superior a cualquier otro para extraer inferencias válidas acerca de las
prácticas reales de la policía. Así, la mayor diferencia a través de las evaluaciones de la policía no está en
sus métodos de medición sino en sus diseños básicos de investigación: la estructura lógica de las
conclusiones sobre causa y efecto.

Las evaluaciones de la prevención policial del delito generalmente siguen cinco diseños de investigación
básica, que se pueden clasificar por la fuerza general de las inferencias que pueden sugerir sobre causa y
efecto. Esos diseños son: 1) correlaciones en el mismo punto en el tiempo (por ejemplo, en 1995 las
ciudades con el mayor número de policías tenían la mayoría de los delitos); 2) las diferencias antes-y-
después del crimen sin un grupo de comparación (por ejemplo, duplicar los arrestos por conducir en estado
de ebriedad fue seguido por una reducción del 50 % de los accidentes mortales; 3) diferencias antes-
después con comparación (por ejemplo, la reducción del 50 % en los accidentes fatales en comparación con
un aumento del 10 % en accidentes fatales en tres ciudades de tamaño comparable en el mismo estado), 4
) antes y después de grandes comparaciones de muestras de los grupos tratados y los no tratados (por
ejemplo, 30 barrios organizados para vigilancia vecinal en comparación con los 30 que no eran) y 5)
experimentos controlados aleatorios (los 300 delincuentes seleccionados por un programa computarizado
con igual probabilidad del programa de ser arrestados tuvieron una mayor tasa de reincidencia que 300
delincuentes seleccionados que sólo recibieron advertencias).

EVALUACIONES CIENTÍFICAS
Esta sección revisa e interpreta los test reportados de cada una de las hipótesis. La discusión intenta
integrar tanto la puntuación científica de los diversos estudios como el número de estudios que convergen
en la misma conclusión. Se ofrece más discusión detallada para algunas de las principales conclusiones, con
el fin de conectar la evidencia más claramente a las hipótesis. La principal preocupación en este apartado
es el éxito acumulado o el fracaso de los estudios para descartar teorías que compiten en el intento de
proporcionar un test concluyente de cada hipótesis.

1. Número de Policías.
Como lo muestra la Tabla 1, la mayoría de los estudios sobre los efectos de los números de policías sobre el
crimen son científicamente débiles. Consisten de dos diseños de investigación básica. Uno es la evidencia

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de las huelgas policiales6 sobre una reducción repentina y drástica en el número de policías. El otro es la
evidencia de los estudios correlacionales de los efectivos policiales y los índices de criminalidad.

La evidencia de la huelga policial, si bien es débil tanto en la medición como en el diseño, es bastante
consistente al mostrar el efecto de este experimento natural: los índices de delincuencia se disparan
instantáneamente. El diseño más fuerte es el estudio de Makinen y Takala (1980) del crimen en Helsinki,
antes y durante una huelga policial. Las medidas de Helsinki incluyeron recuentos sistemáticos de
observación de peleas en lugares públicos, así como los ingresos a las salas de emergencia por lesiones
relacionadas con asaltos. Ambas medidas se incrementaron sustancialmente durante la huelga pese al duro
invierno. La única evidencia supuestamente negativa en esta conclusión es el estudio de Pfuhl (1983) de los
delitos registrados por la policía en 11 huelgas policiales estadounidenses, en las que el 89 % del período de
"huelga" en el análisis consistió en días sin huelgas. Tanto la medida como la definición del período de
huelga irremediablemente confunden causa y efecto, haciendo que el estudio sea irrelevante para la
conclusión lograda desde la evidencia más fuerte.

Ninguno de los hallazgos de la huelga tiene grupos de comparación, así que en teoría es posible que los
crímenes hayan aumentado dramáticamente durante el período de huelga, incluso sin la huelga. Las
magnitudes sustanciales de algunos de los incrementos, sin embargo, exceden grandemente a las
variaciones diarias típicas del crimen en las grandes ciudades. En la huelga de la policía de Montreal de
1969, por ejemplo, hubo 50 veces más robos a bancos y 14 veces más robos comerciales que la media
(Clark, 1969). Así, pese a la debilidad del diseño de la investigación, el tamaño del efecto grande sugiere
que la abolición de una fuerza policial puede hacer que el crimen aumente.

Tabla 8-1: Números de Policías. Cuantos más policías emplea una ciudad, menos crimen tendrá.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Andenaes 1974 2 1944 Ninguna Policía danesa, aumento grande del robo y hurto.
Clark 1969 Huelga policial, mayor aumento de la violencia y los delitos
2
contra la propiedad.
Russel 1975 2 Igual al que precede (Boston)
Sellwood 1978 2 Igual al que precede (Liverpool)
Makinen and Takala Igual al que precede (Helsinki)
2
1980
Pfuhl 1983 Sin incremento del crimen durante los trimestres con huelga
1
policial
Marvell & Moody 1996 Números más altos de policías en las ciudades reducen la
3
mayoría de los tipos de delitos.
36 revisiones de Poca evidencia de que más policías reducen el crimen; métodos
2
estudios débiles.

Si sumar más oficiales a una fuerza policial ya grande hace que el crimen disminuya, sin embargo, es algo
menos claro. Una revisión reciente de 36 estudios de correlación, la mayoría de ellos débil en cuanto al
diseño de la investigación, encontró poca evidencia de que más policías reducen el crimen (Marvell y
Moody, 1996). Los mismos autores, sin embargo, ofrecen un análisis de veinte años de 56 ciudades de más
de 250.000 personas cada una y de 49 estados. Usando una técnica compleja llamada Test de Granger 7,
Marvell y Moody (1996) encuentran evidencia consistente de que los aumentos en el número de

6 Y en un caso, el arresto de toda la policía de Copenhague por los nazis en 1944, lo que equivalía a una huelga
porque el ejército alemán de ocupación no hizo nada para hacer cumplir las leyes penales civiles antes o después
de arrestar a la policía (Andenæs, 1974).
7 Test de Wiener-Granger: Desarrollado por el Premio Nobel de Economía (2003) Clive W. J. Granger (1934), a

partir de las indicaciones de Norbert Wiener. Consiste en comprobar si los resultados de una variable sirven para
predecir a otra variable, si tiene carácter unidireccional o bidireccional.
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reducciones por causa policial del crimen en el año siguiente. Este estudio valora un nivel 4 debido a que
emplea múltiples grupos de comparación y usa los controles apropiados para diferencias bien especificadas
a través de las unidades. Aunque carece de la asignación aleatoria, es la mejor evidencia disponible sobre el
efecto de los incrementos modestos en los números de policías. Pese a que va en contra de la conclusión
de la preponderancia de los otros estudios, la diferencia en el rigor científico apuntala la preponderancia de
la evidencia en la dirección de la conclusión de que los números de policías solo ayudan a reducir el crimen
en una gran ciudad o un estado. Qué mecanismo causal para ese efecto puede ser o cómo se puede
mejorar, sin embargo, no está claro.

El análisis de Marvell y Moody (1996: 632) también permite un test de la hipótesis de que los beneficios de
la prevención debidos a la contratación de más policías son mayores en las ciudades de alta criminalidad
que en todo el país en general. El análisis estima que por cada oficial adicional sumado a una fuerza policial
en una gran ciudad, 24 delitos de la Parte I 8 se previenen anualmente. Por cada oficial contratado en
cualquier lugar en un estado, se previenen sólo 4 crímenes de la Parte I. Los estados, en promedio, tienen
tasas de criminalidad mucho más bajas que las grandes ciudades (de más de 250.000 habitantes); en 1995
la tasa de delitos de la Parte I fue 8.563 por 100.000 en las grandes ciudades, comparadas con 5.624 por
100.000 en todas las agencias policiales. Sin embargo, la ratio del beneficio de la prevención del delito es
mucho mayor que la ratio de los riesgos de delitos denunciados. La estimación de Marvell y Moody muestra
que seis veces más delitos son prevenidos por cada funcionario añadido en las ciudades que los sumados
en todos los lugares en promedio. Por qué la ratio del beneficio excede a la ratio del riesgo es algo que se
desconoce, pero un candidato probable es que la mayor densidad de población en las ciudades permite a
los oficiales de policía adicionales tener un efecto mayor sobre la visibilidad de la patrulla por residente.

2. Respuesta Rápida al 911.

Una de las teorías principales acerca de los beneficios en prevención del delito resultantes de contratar más
oficiales es que se reduce el tiempo de respuesta de la policía. La investigación sobre esta teoría es un
excelente ejemplo de cómo las diferentes conclusiones pueden derivarse de los resultados de investigación
con muy diferentes niveles de fuerza científica. Los estudios iniciales de la hipótesis del tiempo de
respuesta produjeron un fuerte apoyo, sugiriendo que los minutos recortados al tiempo de respuesta
podrían llevar al arresto de muchos más delincuentes. La extensión de esta hipótesis hacia una estrategia
de servicio de policía incluyó el desarrollo de sistemas 911 para agilizar el contacto de la víctima con los
despachadores de radio de la policía y la contratación de más policías en todo el país a principios de 1970
con el fin de reducir los tiempos de respuesta promedio y disuadir a la delincuencia a través de una mayor
certidumbre para arrestar. Sólo el análisis del tiempo de respuesta 1977 NIJ en el estudio de Kansas City y
las replicaciones del NIJ en otras cuatro ciudades, fueron capaces de poner a esa estrategia en tela de juicio
y abrir la puerta a alternativas más específicas (Goldstein, 1979).

El test original de la hipótesis fue basado en un diseño de investigación científicamente débil, una muestra
no aleatoria de 265 respuestas policiales a las llamadas del ciudadano por el Departamento de Policía de
Los Ángeles (Isaacs, 1967). Sus resultados fueron confirmados por un estudio posterior en Seattle (Clawson
y Chang, 1977): la probabilidad de arresto por respuesta policial aumenta a medida que el tiempo de la
policía para viajar a la escena disminuyó. Otros dos estudios (Brown, 1974; Holliday, 1974, citado en
Chaiken, 1978) no lograron encontrar ese patrón tal vez porque, como Chaiken (1978: 130) observa, "las
curvas son esencialmente planas para los tiempos de respuesta mayores de tres minutos y por lo tanto se
necesita una cantidad sustancial de datos para las respuestas de menos de tres minutos para observar
algún efecto".

8 El informe propone la división datos reportados en dos categorías separadas, los ocho delitos graves (que más
tarde se conoció como "crímenes del índice de la Parte I") y 21 delitos menos comúnmente reportados (que más
tarde se conoció como "crímenes del índice de la Parte II").
9
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Tabla 8-2: Respuesta Rápida


Cuanto más corto sea el tiempo de viaje de la policía desde la asignación hasta la llegada a la escena del
crimen, menos delincuencia habrá.
Puntaje de
los
Estudios Hallazgos
Métodos
Científicos
Isaacs 1967 1 Tiempo de viaje policial más corto, más arrestos.
Clawson y Chang 1977 1 Igual al que precede
Pate et al 1976 1 Tiempo de viaje policial no relacionado con el arresto
Kansas City (Missouri) Igual al que precede, más crímenes
2
Police
Spelman y Brown 1981 2 Igual al que precede

El análisis del tiempo de respuesta de Kansas City (1977) tuvo un enfoque mucho más sistemático del tema.
Su primer paso fue dividir los crímenes en "participación" víctima-delincuente (por ejemplo, robo, asalto,
violación) y categorías de "descubrimiento" después del crimen (por ejemplo, robo de casas, hurto de
automóviles). Entonces se centró el análisis del tiempo de respuesta en los delitos implicados, desde que el
delincuente no estaría presente en los delitos de descubrimiento. El análisis entonces dividió el "tiempo de
respuesta" del involucramiento en el crimen en tres periodos: iniciación delito para llamar a la policía
("tiempo de denuncia"), recepción de la llamada por parte de la policía para su despacho ("tiempo de
despacho") y "tiempo de viaje" de la policía desde que recibe la llamada hasta su llegada a la escena.
Usando los métodos de observación sistemática y entrevistas de las víctimas, el estudio de Kansas City
(1977, Vol. 2: 39) encontró que no hubo correlación entre la probabilidad de arresto relacionada con la
respuesta y el tiempo de presentación de informes una vez que el tiempo excedió los 9 minutos. El tiempo
promedio de denuncias por involucramientos en crímenes es de 41 minutos (KCPD 1977, Vol. 2: 23). Cortar
el tiempo de viaje de la policía para tal delito de 5 a 2,5 minutos podría requerir una duplicación de la
fuerza policial, pero no tendría casi ningún impacto en las probabilidades de hacer un arresto.

Los jefes de policía en el Foro de Investigación Ejecutiva de la Policía (PERF, http://www.policeforum.org/,


Police Executive Research Forum) le dijeron al Instituto Nacional de Justicia (NIJ) que no creían que los
ciudadanos en sus propias comunidades se tomarían tanto tiempo para llamar a la policía. El NIJ respondió
comisionando al PERF para que replique el componente de los reportes ciudadanos del análisis del tiempo
de respuesta en otras cuatro ciudades. Más de 4.000 entrevistas sobre 3.300 crímenes "involucrados"
produjeron un inequívoco apoyo a los resultados del análisis de tiempo de respuesta de Kansas City
(Spelman y Brown, 1981). La probabilidad de arresto en aquellos delitos graves fue sólo de 29 por 1.000
reportes, con el 75 % de los delitos graves siendo descubierto por las víctimas mucho después de que
ocurrieran los crímenes. Del 25 % que involucró directamente a las víctimas, casi la mitad reportaron cinco
minutos o más después que se completó el crimen. Los resultados fueron consistentes entre ciudades,
incluyendo uno que tenía un sistema 911 y tres que no lo tenían.

La conclusión de que el reducido tiempo de respuesta no disminuirá el crimen se basa en evidencia sólida
pero indirecta. La evidencia es fuerte porque se basa en muestras grandes, medición cuidadosa y un diseño
de investigación replicado en cinco diversas ciudades que muestran poca variación en las tasas de arrestos
por la policía según el tiempo de viaje, el factor principal que los dólares de los impuestos pueden afectar.
Es indirecta porque un test experimental de los efectos de la reducción del tiempo de viaje de la policía
sobre las tasas de arresto y crimen en toda la ciudad nunca se ha llevado a cabo.

Sin embargo, no es ni justificación empírica ni teórica para un test tan caro. Dada la fuerte evidencia de los
retrasos de los ciudadanos para denunciar delitos de participación y la pequeña proporción de delitos
graves que cuentan con la participación directa entre víctimas y delincuentes, más test de esta teoría
parecen ser un desperdicio de dinero de los impuestos. Esos dólares podrían ser mejor empleados en la
comunicación de los resultados al público en general, que todavía pone una gran prioridad en el tiempo de
viaje de la policía para la seguridad pública (Sherman, 1995).

10
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3. Patrullas aleatorias, al azar o eventuales.

Otra teoría importante sobre los beneficios de más policía es que ella puede realizar más patrullas
aleatorias. La Tabla 3 resume la evidencia para la hipótesis de los números de policías testeada en el nivel
de las patrullas uniformadas dentro de las ciudades, en los patrones de las patrullas no-dirigidas o
aleatorias. La Tabla muestra una débil evidencia de ningún efecto de las variaciones moderadas en
números o método de patrullas. El más famoso test de la hipótesis de la patrulla preventiva aleatoria, el
"Experimento de la Patrulla Preventiva de la Ciudad de Kansas" (Kelling et al, 1974), revela algunas
dificultades para probar esta afirmación. Este experimento afirmó haber variado la dosis de la presencia de
las patrullas durante un año a través de tres grupos de cinco sectores asignados aleatoriamente a cada uno,
precedido y seguido de amplias medidas del crimen de las encuestas de hogares y de los registros oficiales.
Los resultados del experimento no mostraron diferencias estadísticamente significativas en la delincuencia
a través de los tres grupos.

Tabla 8-3: Patrulla aleatoria


Cuantas más patrullas al azar recibe una ciudad, más "omnipresencia" policial percibida disuade al delito en
lugares públicos.
Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Sin diferencia en el crimen por el número de automóviles
Kelling et al 1974 3
patrulleros asignados.
Police Foundation Sin diferencia en el crimen por el número de patrullas a pie
3
1981 asignadas.
Las áreas de patrullaje a pie tenían menos delitos que controles,
Trojanowicz 1986 3
pero no hay test significativos reportados.

Muchos criminólogos llegan a la conclusión desde este experimento que no hay un efecto de prevención
del delito por añadir la presencia de patrullas en una gran ciudad, donde la baja densidad de la delincuencia
hace que la patrulla adicional sólo sea una gota en el balde (Felson, 1994). Sin embargo, el experimento ha
sido criticado por su fracaso para medir las diferencias reales en la dosis de patrullaje y su posible falta
(Larson, 1975), su insuficiente poder estadístico para detectar grandes diferencias porcentuales en el delito
como no debidos al azar (Fienberg, et al, 1976) y su falta para asignar dosis de patrullaje al azar (Farrington,
1982). Limitaciones similares se encuentran en el "Experimento de las Patrullas a Pie de Newark" (Police
Foundation, 1981), donde a pesar de las grandes encuestas de victimización no se detectaron efectos de
prevención del delito, en asociación con la adición o eliminación de patrullas a pie tempranas y por la tarde
de latidos desde sectores de patrullaje seleccionados.

La debilidad de la evidencia es aún mayor para un estudio que pretende encontrar un efecto de prevención
del delito desde las patrullas aleatorias no centradas en los riesgos del crimen (Trojanowicz, 1986). El
diseño de este estudio fue limitado a los delitos registrados y llamadas para servicio, sin encuestas de
victimización. Después se agregaron patrullas a pie durante el día a 14 sectores en Flint (Michigan) por tres
años, los conteos oficiales de criminalidad en esos sectores se redujeron un 9% en las áreas de patrullaje a
pie y hasta 10% en los otros sectores a lo ancho de la ciudad. Los grandes aumentos de robo de viviendas y
robo en las áreas de patrullaje a pie fueron contrastados por los mayores incrementos reportados en el
resto de la ciudad.

No se reportaron test de significación, ni hubo controles para las características demográficas de las áreas
seleccionadas para el patrullaje a pie en comparación con el resto de la ciudad. Desde las áreas de
patrullaje a pie no fueron seleccionados al azar, es posible que esas áreas pudieran haber experimentado
diferentes tendencias de criminalidad, incluso sin las patrullas a pie. El hecho de que el aumento en el robo
de viviendas y el robo ocurriera en gran parte por la noche cuando las patrullas de a pie no estaban
funcionando es quizás el hecho más interesante en el estudio, apoyando la conclusión alcanzada de las
evaluaciones de las patrullas dirigidas centradas en las horas y lugares de alto riesgo de crimen.

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4. Patrullas Dirigidas.

La evidencia de la hipótesis de patrulla preventiva dirigida es más voluminosa, científicamente más fuerte
(en dos test) y consistentemente en la dirección opuesta desde el peso de la (débil) evidencia de la
hipótesis de las patrullas aleatorias. En orden a ser asignado a esta categoría, los estudios tenían que
indicar que de alguna manera debían centrarse en los lugares, tiempos o áreas de alta criminalidad. En el
estudio de la Ciudad de Nueva York (Press, 1971: 94), por ejemplo, el precinto del test era conocido como
un área de muchos robos y tenía más de tres veces el número de robos por semana que cada grupo de
cinco áreas en el experimento de Kansas City. Los ocho test reportados de esta hipótesis muestran
reducciones de criminalidad en respuesta al aumento de la presencia de la patrulla.

Tabla 8-4 Patrullas Dirigidas


Cuanto más precisamente se concentre la presencia de patrullas en los "puntos calientes" y "tiempos
calientes" de la actividad criminal, menos crimen habrá en esos lugares y tiempos.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Press 1971 2 40% más policías, reducción de la delincuencia al aire libre.
Chaiken et al 1975; La policía en el subterráneo a la noche reduce el crimen.
3
Chaiken 1978
Dahman 1975 2 Más policías, reducciones del crimen al aire libre.
Schnelle et al 1977 2 400% más patrullas, menos delitos de la Parte I.
Sherman y Weisburd 100% más patrullas, menos delitos en "puntos calientes"
5
1995 observados.
Koper 1995 Visitas más largas de patrullas, más tiempo después de la
4
visita libre de crimen.
Reiss 1995 Review: Escuadrones centrados en puntos calientes, donde el delito
2
Barker et al 1993 callejero cayó.
Burney 1990 2 Patrullas de saturación, delitos callejeros reducidos.

Los efectos de prevención del delito de la patrulla uniformada adicional en coches de policía identificados
en "picos" de alta criminalidad son especialmente evidentes en dos diseños de investigación muy diferentes
impuestos a un gran estudio del NIJ diseñado para mejorar sobre el "Experimento de la Patrulla Preventiva
de Kansas City". Basada en la investigación financiada por el NIJ que muestra concentraciones extremas en
la distribución espacial y temporal de la delincuencia, el Departamento de Policía de Minneapolis (MPD,
Minneapolis Police Department) reorganizó toda su fuerza de patrulla en 1988-1989 para poner a prueba
un modelo de patrullas dirigidas a los puntos calientes en momentos calientes.

Con la aprobación unánime del Consejo de la Ciudad, el Departamento de Policía de Minneapolis redujo
sustancialmente las patrullas de áreas de baja criminalidad en orden a proporcionar 2 a 3 horas de patrulla
extra cada día durante las horas de alta criminalidad en 55 puntos calientes en esquinas de calles. Las
esquinas fueron seleccionadas al azar para las patrullas adicionales de una lista cuidadosamente copilada
de 110 lugares de alta incidencia criminal que eran visualmente separados unos de otros (Buerger,
Petrosino y Cohn, 1995). Con una subvención del NIJ de millones de dólares, tanto los puntos calientes
patrullados como los no patrullados fueron sometidos a más de 7.000 horas aleatoriamente seleccionadas
de observaciones por investigadores independientes en el transcurso de un año.

Los observadores registraron cada minuto de 24.813 casos de presencia policial en los puntos calientes y
4.014 actos observados de crimen y desorden (Koper, 1995: 656).

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Suficiente presencia policial: Reducir el crimen y el comportamiento desordenado optimizando el


tiempo de patrullaje en los puntos calientes del delito. 9 - Dr. Christopher S. Koper

RESUMEN. Este estudio examinó los efectos de disuasión residuales de las patrullas policiales en puntos
calientes o pequeños conglomerados de direcciones de alta criminalidad. La disuasión residual en este
estudio representa el efecto disuasorio contínuo que la presencia policial tiene en la conducta
desordenada y criminal después que la policía partió de un lugar. Este estudio se basa en tres conceptos:

(1) que el control de la conducta desordenada puede reducir el miedo y el delito más grave;
(2) que la policía puede reducir el desorden y la delincuencia mediante el aumento de su presencia en los
puntos calientes donde tal comportamiento se concentra y
(3) que la presencia de un oficial en un punto caliente tiene el efecto de disuadir la conducta
desordenada y criminal, incluso después que la policía sale (por ejemplo, conduciendo personas molestas
lejos del área).

Extrapolando desde la teoría y la investigación sobre los operativos policiales, el estudio examinó si las
dosis más fuertes (es decir, más tiempo) de presencia policial crean efectos residuales más fuertes sobre
la delincuencia y el desorden y, en caso afirmativo, si existe una longitud óptima de presencias policiales
en los puntos calientes (es decir, un punto de rendimiento decreciente).

DATOS Y MÉTODOS. El estudio empleó datos observacionales colectados durante el experimento de


puntos calientes de Minneapolis. Los observadores visitaron los puntos calientes en momentos
seleccionados al azar para registrar la presencia policial, el crimen y el desorden. El análisis se basa en
aproximadamente 17.000 casos observados de presencia policial (bloques de tiempo cuando al menos un
oficial estuvo presente en el punto caliente) y 4.000 casos de conducta desordenada o criminal
observados.

Los métodos de análisis de supervivencia fueron usados para determinar si las presencias de las patrullas
de una mayor duración produjeron un tiempo de "supervivencia" más largo - es decir, un tiempo más
largo sin un comportamiento criminal o alteración del orden observado después de que la policía se
marchó. El análisis se centró en puntos intermedios y paradas de hasta 20 minutos. El tiempo de
supervivencia se midió usando un período de hasta 30 minutos posteriores a cada presencia policial.

RESULTADOS. Por cada parada policial, cada minuto adicional de presencia policial incrementó el tiempo
de supervivencia en un 23 %. La dosis ideal para la presencia policial era 10-15 minutos; una dosis umbral
de 10 minutos fue necesaria para generar significativamente más disuasión residual que la que fue
generada por la conducción a través de un punto caliente.

La probabilidad de comportamiento criminal o desordenado que ocurre dentro de los 30 minutos


después de un policía se marchó del lugar fue del 16 %; para paradas de 10-15 minutos, esto se redujo a
4 %. Los efectos disuasorios residuales fueron mayores para las presencias policiales de 14 a 15 minutos;
las presencias más largas tienen efectos menguantes.

IMPLICACIONES PARA LOS RESPONSABLES POLÍTICOS. La policía puede maximizar la reducción del
crimen y el desorden en los puntos calientes haciendo paradas proactivas de 10- 15 minutos en esas
ubicaciones sobre una base intermitente y aleatoria, maximizando así la disuasión y minimizando la
cantidad de tiempo innecesario pasado en los puntos calientes. El estudio no abordó los tipos de
actividades conducidas por los oficiales en los puntos calientes.

El análisis del Dr. Christopher S. Koper (1995) del Patrullaje de Puntos Calientes de Minneapolis halló una
fuerte relación entre la longitud de cada presencia de patrullas policiales (con un promedio de 14 minutos)

9KOPER, Christopher S. "Just enough police presence: Reducing crime and disorderly behavior by optimizing
patrol time in crime hotspots". Justice Quarterly, 12(4): 649-672. George Mason University. http://cebcp.org/
wp-content/onepagers/KoperHotSpots.pdf. Año 1995. Traducción del Mg. Carlos G. Blanco.
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y la cantidad de tiempo que el punto caliente estaba libre de crimen después que los policías abandonaran
el lugar. Cuanto más tiempo se quedaba la policía, mayor era el tiempo hasta el primer delito (o acto
desordenado) después de haberse ido la policía. Esta relación se mantuvo por cada minuto adicional de
presencia policial desde uno hasta quince minutos, después de lo cual la relación comenzaba a revertirse.
Así, la "curva de Koper" en los datos de Minneapolis sugiere la longitud óptima de la visita de una patrulla
de la policía a un punto caliente con el fin de disuadir a la delincuencia está de unos 15 minutos.

El análisis correlacional de Koper de todas las presencias policiales observadas en puntos calientes tanto en
la patrulla extra como en la patrulla no extra combinada, es consistente con los resultados de las
comparaciones de Sherman y Weisburd (1995) de los dos grupos. El análisis experimental halló que había
un promedio de dos veces más presencia de patrullas y hasta la mitad del crimen en los puntos calientes
extra-patrulla que en el grupo no-extra-patrulla. Los datos de la observación mostraron crimen o desorden
en el 4 % de todos los minutos observados en el grupo de control en comparación con el 2 % en el grupo
experimental (Sherman y Weisburd, 1995: 64). La mayor parte de la diferencia en el crimen observado se
halló cuando la policía no estaba presente en los puntos calientes. Las llamadas de servicio relacionadas
con el delito se incrementaron en ambos grupos de puntos calientes durante el experimento de un año, así
como en toda la ciudad, pero el crecimiento promedio por punto caliente fue hasta tres veces mayor en el
grupo de no-extra-patrulla (17 %) como en el grupo de patrulla extra (5%) (Sherman y Weisburd, 1995:
644).

Esos hallazgos pueden ser cuestionados, como la mayoría de los efectos de prevención del delito vinculados
al lugar, con el posible efecto secundario que el crimen simplemente se mueve a otro lugar (pero véase la
discusión del desplazamiento en el Capítulo 7). Así, también, una reducción del crimen en una ciudad
puede ser cuestionada sobre la base de que los delincuentes pueden haberse centrado en otras
jurisdicciones. La perspectiva teórica de las "actividades de rutina" (Cohen y Felson, 1979; Felson, 1994),
bajo la cual sólo es probable que los crímenes ocurran en ciertos lugares y momentos, hace que la hipótesis
del desplazamiento sea menos plausible. Se sugiere que si el crimen se desplaza, tendría que desplazarse a
otros puntos calientes. Ese argumento sigue siendo consistente con el análisis del grupo experimental-
comparación, dado el creciente número de llamadas en el año experimental relativas al año de referencia.
Pero no da una explicación convincente del análisis transversal de Koper de los efectos de la más larga
presencia de patrullas en las tasas de criminalidad post-patrulla.

5. Arrestos reactivos.

La evidencia en apoyo de la hipótesis de arresto reactivo es notablemente desalentadora a nivel de análisis


comunitario e individual. Como una cuestión de disuasión general, los test son todos bastante débiles y
generalmente negativos. Como una cuestión de disuasión individual, los resultados son siempre negativos
para los juveniles y contradictorios para dos grupos diferentes de agresores domésticos, empleados y
desempleados. La evidencia científica para este último es de lo más fuerte disponible en la literatura
policial, mientras que la evidencia sobre los menores es mucho más débil. Tomados en conjunto, esos
resultados hacen una demostración vívida de la complejidad de los efectos de la policía sobre el crimen.

La evidencia sobre los efectos disuasivos generales (Reiss, 1971) de los arrestos reactivos se basa en el
análisis de correlación, con y sin orden temporal. Existe cierta evidencia débil de que hay un umbral más
allá del cual el efecto de aumento de las tasas de arresto se hace evidente, mientras que este efecto no es
evidente por debajo del "punto de inflexión" del nivel de dosis mínima (Tittle y Rowe, 1974). Esta evidencia
se ve complicada por la sugerencia de que los efectos del arresto son sólo evidentes en las ciudades de
menos de 10.000 personas, incluso con el "punto de inflexión".

El hallazgo de Greenberg y sus colegas (1979, 1982) de que no hay una tasa de arrestos de efectos
disuasorios, en un diseño de secuencia temporal en las grandes ciudades arroja grandes dudas sobre una
simple afirmación de disuasión general. Aquí de nuevo, sin centrar arrestos en personas o lugares de alto
riesgo, los efectos de los niveles de arresto más altos pueden perderse entre los muchos factores que
causan el crimen.

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Tabla 8-5 Arrestos reactivos

Cuantos más arrestos haga la policía en respuesta a delitos reportados u observados de cualquier tipo,
menos crimen habrá.

5. a. Disuasión general.

Cuanto mayor sea la tasa de arrestos por delitos para cada tipo de crimen en una ciudad, menor tasa de esa
ciudad para ese tipo de delito.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Tittle and Rowe 2 Las ciudades con tasas mayores de arrestos más allá del "punto de
1974 inflexión" tienen menos crimen, pero debajo del punto no hay efectos
por los arrestos.
Logan 1975 2 No hay correlación de tasas de arrestos y crimen a través de las
ciudades.
Brown 1978 2 Efecto inflexión limitado a ciudades de menos de 10.000 personas.
Greenberg et al 2 No hay efecto de las tasas de arrestos sobre el crimen en las ciudades.
1979
Greenberg and 3 No hay efecto de tasa de arresto, incluso con otros factores
Kessler 1982 controlados.
Chamlin 1988 3 Más arrestos reducen robos, pero no en 4 delitos contra la propiedad.
Chamlin 1991 3 No hay efecto de la tasa de arresto para ciudades de más de 10.000.

La evidencia consistente a nivel individual de los efectos criminógenos de los arrestos de menores es toda
longitudinal, pero sólo uno de los estudios es un experimento aleatorio (Klein, 1986).

Los otros estudios son observaciones naturales de la diferencia de la delincuencia auto informadas antes y
después que los menores delincuentes fueran arrestados. Esos estudios no pueden controlar
adecuadamente la hipótesis rival de que los mismos factores que llevaron a la juventud de ser arrestada
también causaron un mayor nivel de reincidencia. Un patrón de "rebeldía" (Sherman, 1993), por ejemplo,
daría cuenta de ambas variables y su correlación. El experimento de Klein (1986) informó algunas
dificultades en el mantenimiento de la asignación aleatoria, pero se las arregló para hacer de la carga
formal de los menores bajo custodia policial una cuestión de igualdad de posibilidades a través de los casos.

Al tener características juveniles relativamente constantes, entonces, Klein encontró que cuanto más
legalista era el procesamiento de un menor sospechoso, mayor era la tasa oficial de reincidencia10. En la
interpretación de esos resultados, es necesario recordar que la mayoría de los delitos cometidos por
menores son por delitos relativamente menores y que la mayoría de los menores con un contacto con la
policía nunca tienen otro (Wolfgang, Figlio y Sellin, 1972). Por lo tanto hasta cierto punto, arrestar a
algunos menores y no a otros por esos delitos puede ser percibido como arbitrario o procesalmente
improcedente.

5. b. Disuasión específica.

Delincuentes individuales arrestados por un delito tienen menos probabilidades de repetir ese delito en el
futuro que los delincuentes que no son arrestados.

10 No se observaron diferencias en los datos de infractores auto-reportados, pero sólo el 60 % de los


delincuentes dio entrevistas de seguimiento.
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Tabla 8-5b: Disuasión específica.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Delitos Juveniles: ---- ----
Jóvenes arrestados delinquen más después del arresto que los
Gold y Williams 1970 2
que no fueron arrestados.
Klein 1986 4 Más procesamiento de arresto formal aumentó la reincidencia.
Huizinga y Esbensen
2 Igual que el anterior.
1992
Jóvenes arrestados delinquen menos después del delito que los
Smith y Gartin 1989 2
no arrestados, si son delincuentes primerizos; otros más.
Jóvenes arrestados delinquen más después del arresto que
Farrington 1977 2
aquellos no arrestados.
Violencia Doméstica: ---- ----
Sherman y Berk 1984 4 Arresto redujo la reincidencia 50%.
Dunford et al 1990 5 Arresto no tuvo efecto sobre la reincidencia a los 6 meses.
Dunford 1992 5 Arresto aumentó la frecuencia para delinquir a los 12 meses.
Orden de detención redujo la reincidencia del delincuente
Dunford 1990 5
ausente 50 %.
Arresto no tuvo efecto sobre la reincidencia a los 6 meses;
Sherman et al 1991 5
arresto corto aumenta la reincidencia después de 12 meses.
Sherman et al 1992
4 Arresto disuade al empleado; criminógeno para el desempleado.
(Milwaukee)
Sherman et al 1992
4 Igual que el anterior.
(Omaha)
Berk et al 1992a 5 Arresto redujo la reincidencia.
Berk et al 1992b 4 Arresto disuado al empleado, no al desempleado.
Pate et al 1991 5 Arresto redujo la reincidencia.
Pate y Hamilton 1992 5 Arresto disuade al empleado; criminógeno para el desempleado.
Hirschel et al 1992 5 Arresto incrementa la reincidencia oficial.
Arresto disuade en áreas de alto nivel de empleo y matrimonio;
Marciniak 1994 4 aumenta la reincidencia en áreas de bajo nivel de empleo y
matrimonio.

La evidencia sobre los efectos de arrestos por contravenciones de violencia doméstica es contradictorio en
las ciudades, pero consistente con las características del arrestado. Si bien tres experimentos han
encontrado alguna evidencia de efectos disuasivos del arresto (Sherman y Berk, 1984; Pate, Annan y
Hamilton, 1991; Berk et al, 1992), otros tres experimentos han encontrado alguna evidencia de que el
arresto aumenta la frecuencia delictiva detectada oficialmente (Sherman, et al, 1991; Hirschel et al, 1992;
Dunford, 1992). Los cuatro de esos seis experimentos para los cuales los datos han sido analizados por
separado por la situación laboral del infractor muestran resultados consistentes. Los arrestados por
reincidencia se incrementan entre los sospechosos desempleados y se reducen entre los sospechosos
empleados. Marciniak (1994) ha mostrado que esta diferencia opera con más fuerza a nivel de sección
censal que a nivel individual, con arrestos fallados independientemente de la condición individual de
trabajo en los barrios con concentración de desempleo y en los hogares monoparentales. Hay una
literatura que aumenta las preocupaciones acerca de los problemas de medición de estos datos (Garner y
Fagan, 1995; Fagan, 1996) que no son generalmente elevados sobre otros estudios en la literatura policial.
Sin embargo, no hay otro ejemplo en la literatura policial de seis experimentos aleatorios similares que
prueban hipótesis similares con diseños similares (aunque no idénticos) y esos estudios cuentan con una
puntuación de rigor científico que es el doble de la media de todos los estudios clasificados para este
capítulo. La consistencia de los efectos del arresto sobre la delincuencia para los delincuentes ocupados y
desocupados se extiende incluso a la similitud de los tamaños del efecto.
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6. Arrestos proactivos.

Al igual que la evidencia sobre la patrulla enfocada, la evidencia sobre la hipótesis del arresto proactivo
enfocado generalmente es de apoyo a través de una amplia gama de estudios y diseños de investigación. Si
bien la mayoría de los estudios son relativamente modestos en fuerza científica, hay algunos experimentos
controlados aleatorios. Con la excepción de los arrestos selectivos sobre problemas de drogas, parece que
hay resultados sustanciales de concentrar los recursos escasos del arresto sobre personas, lugares, delitos y
horas de alto riesgo.

La evidencia sobre las personas de alto riesgo proviene de dos evaluaciones fuertes (nivel 4) de unidades
policiales dirigidas a los reincidentes. La unidad de Washington, DC emplea investigaciones previas al
arresto, diseñadas para capturar delincuentes en el acto del crimen para mejorar la fuerza de la evidencia.
La unidad de la policía de Phoenix empleó investigaciones post-arresto diseñadas para realzar la evidencia
en los casos más recientes de delincuentes basados en la duración y la naturaleza del registro previo del
delincuente. Ambos proyectos buscaron aumentar la tasa de encarcelamiento de los delincuentes
apuntados y ambos tuvieron éxito. Qué tan graves o activos eran los delincuentes es un tema importante
en esos estudios, uno que podría iluminar los futuros análisis de dólares invertidos por delito evitado.

Tabla 8-6: Arrestos proactivos.

Cuanto mayor sea la tasa de arrestos para los delitos y delincuentes de alto riesgo, menor es la tasa de
crimen grave violento.11

8-6a. Reincidentes.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Delincuentes apuntados ("targeted") con más probabilidades de
Martin y Sherman 1986 4
ser arrestados y encarcelados (Washington).
Mejora del caso post-arresto aumenta las probabilidades de los
Abrahamse et al 1991 4
arrestados de ser encarcelados (Phoenix, Arizona).

Tabla 8-6.b. Arrestos por tráfico y conducta desordenada.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Wilson and Boland
2 Ciudades con tasas de arrestos más altas tienen menos crimen.
1978
Sampson and Cohen
2 Igual que el anterior.
1988
Weiss and McGarrell
3 Más multas de tráfico, menos robos.
1996

Dos estudios más débiles usan muestras nacionales de ciudades para testar los efectos de las tasas de
arrestos policiales por delitos menores de robo. Ambos emplean modelos multivariados para controlar los
efectos de algunos de los otros factores que podrían influir en la tasa de robo de la ciudad. Ambos
encuentran que cuanto mayor es la tasa per cápita de arrestos por tráfico, más baja es la tasa por robo. Un
factor no controlado en esos análisis es el número de oportunidades de robo peatonal.

11Dado el potencial del homicidio vehicular unido a conducir ebrio, ese delito está incluido aquí en la definición
de delito violento. No podría, sin embargo, ser clasificado de esa manera para la mayoría de otros propósitos.
17
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Esto puede ser mucho mayor en las ciudades donde hay menos uso de automóviles, como la ciudad de
Nueva York donde menos del 3% de la población estadounidense sufre el 12% de los robos denunciados.
Dado que es el único tipo de delito por el que Nueva York es tan desproporcionada, y densa en otras, las
ciudades peatonales como Baltimore y Boston también tienen altas tasas de robo, puede haber una
relación espuria entre la policía de tráfico y el robo. Es decir, más coches por habitante, menos
oportunidades de robo y más oportunidades de aplicación de la ley de tráfico.

Tabla 8-6.c. Áreas de mercado de drogas.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Represión sobre el mercado de la heroína, violencia
Kleiman 1988 (Lynn) 2
abajo.
Represión sobre el mercado de la heroína, violencia
Kleiman 1988 (Lawrence) 2
arriba.
Zimmer 1990 y Kleiman 1988 Represión sobre el mercado de la heroína, violencia
2
(NYC) abajo.
Represión sobre el mercado de la heroína, violencia
Sviridoff et al 1992 3
plana.
Cambios inconsistentes en la violencia tras aumentar
Uchida et al 1992 (Birmingham) 3
arrestos
Comprar y Golpear (Buy & Bust) más puerta-a-puerta,
Uchida et al 1992 (Oakland) 3
robo abajo. Cada estrategia sola, ningún efecto.
Redadas en casas de crack redujeron el crimen por 12
Sherman y Rogan 1995 5
días.
La represión de los puntos calientes reduce el
Weisburd y Green 1995 4 desorden; no hay efectos sobre la violencia o delitos
contra la propiedad.
Represión de drogas en viviendas, sin efecto sobre el
Annan y Skogan 1993 3
crimen.

Tabla 8-6.d. Conducir ebrio.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Ross 1981 review: Arrestos crecen agudamente, caída en accidentes decae con el
2
Ross 1973 (UK) tiempo.
Ross 1975
2 Igual que el anterior.
(Escandinavia)
Ross 1977 (Cheshire 1) 2 Igual que el anterior.
Ross 1977 (Cheshire 2) 2 Igual que el anterior.
Hurst-Wright 1980
2 Igual que el anterior.
(NZ1)
Hurst-Wright 1980
2 Igual que el anterior.
(NZ1)
Ross et al 1982
2 Igual que el anterior.
(Francia)
Aumento de la frecuencia en tasas de arresto reducen las
Homel 1993 3 muertes a lo largo de más de 10 años, pero no en estados
comparables.

18
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Tabla 8-6.e. Arrestos por Tolerancia Cero.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Boydstun 1975;
3 Más interrogatorios de campo, menos crímenes al aire libre.
Sherman 1990
Más regulación policial de la conducta, menos crímenes
Reiss 1985 3
"suaves".
Pate et al 1985; Igual que el anterior.
3
Skogan 1990
Sherman 1990 2 Represión por desorden, sin reducción de robos.
Operativos contra pagos eludidos en el transporte público de
Kelling and Coles 1996 2
pasajeros, represión, reducción del robo en subterráneos.

Ese es precisamente el tipo de limitación en la inferencia causal que los experimentos pueden abordar. La
evidencia cuasi-experimental de esta hipótesis fue reportada recientemente por el estudio del Instituto
Hudson del Departamento de Policía de Indianápolis, en el que los aumentos sustanciales en la aplicación
de la ley de tráfico en un área de muchos robos fueron seguidos por una aguda reducción en los robos
(Weiss y McGarrell, 1996).

La evidencia sobre la campaña contra las drogas no muestra reducciones consistentes en crímenes
violentos durante o después que la ofensiva está en vigor. La evidencia más fuerte es el experimento
aleatorio en allanamientos de casas de "crack" (Sherman y Rogan, 1995), en la que el delito en la cuadra se
redujo drásticamente después de un raid. El rápido decaimiento del efecto disuasorio en sólo siete días, sin
embargo, reduce en gran medida el costo-eficacia del trabajo intensivo de la estrategia del raid. Sólo el alto
rendimiento por hora-oficial invertidos para incautar armas (Shaw, 1994) y su posible conexión con la
violencia armada en la comunidad durante un período de tiempo más largo (Sherman, Shaw y Rogan, 1995)
mostró una gran eficacia-costo. Otras estrategias de lucha contra las drogas en mercados al aire libre tienen
incluso resultados menos alentadores, con la excepción del experimento de Jersey City en el cual la medida
de resultado principal fue el desorden, no la violencia.

La evidencia sobre el conducir ebrio, en contraste, es una de las grandes historias de éxito del servicio de
policía del mundo. Pese a los relativamente bajos puntos de rigor, la enorme cantidad de resultados
consistentes de las evaluaciones cuasi-experimentales de las campañas de arrestos proactivos por conducir
ebrio sugieren una clara causa y efecto. La habilidad de la policía para controlar el conducir ebrio parece ser
una función directa y lineal de la cantidad de esfuerzo que ponen en ella (Homel, 1990). Desde que más
muertes son causadas cada año por conducir ebrio que por homicidio, la rentabilidad de salvar vidas a
través de la aplicación de la ley por conducir bajo la influencia de alguna sustancia bien puede ser mucho
mayor que para la prevención de homicidios. La evidencia sobre la prevención de conducir ebrio ve mucho
más claro que nada sabemos sobre cómo hacer para que la policía prevenga los asesinatos.

La evidencia para la hipótesis de los arrestos debidos a la tolerancia cero-vidrios rotos (Wilson y Kelling,
1982) también es de apoyo consistente. Los diseños de investigación sólo son moderadamente fuertes,
pero todos ellos sugieren que un enfoque policial en la actividad de la calle puede ayudar a reducir los
delitos graves. Las tácticas específicas mediante las cuales se logra esto pueden ser controvertidas y
algunos métodos usados en el test de Newark de 1982 fueron descritos en la literatura como
"inconstitucional" (Skolnick and Bayley, 1985:199), incluyendo el ordenar a los varones adolescentes
merodeadores que se fueran de las esquinas de las calles basándose en que obstruían el tráfico. Los
interrogatorios de campo han sido a menudo un punto de inflamación de las malas relaciones policía-
comunidad, sin embargo también han sido una táctica de prevención del delito favorito para la policía,
tanto en los EE.UU. como en Europa.

19
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La evidencia del experimento de interrogación de campo de San Diego (Boydstun, 1975) y del estudio del
Instituto Nacional de Justicia del centro de la ciudad de Oakland (Reiss, 1985) sugieren que es posible
regular la conducta pública de una manera cortés que fomenta, lejos de debilitar, la legitimidad de la
policía. Esa posibilidad, sin embargo, de ninguna manera está garantizada y generalmente toma una
inversión empresarial sustancial en orden a llevarla a cabo.

La preocupación más grande sobre la tolerancia cero es su efecto a largo plazo sobre las personas
arrestadas por delitos menores. Incluso mientras que los aumentos de arrestos masivos, como los de la
ciudad de Nueva York, pueden reducir la violencia en el corto plazo -especialmente la violencia armada- eso
también puede aumentar los delitos graves en el largo plazo. Los efectos negativos de un registro de
arrestos sobre la participación del mercado de trabajo son sustanciales (Schwartz y Skolnick, 1963;
Bushway, 1996). Los efectos de una experiencia de arresto sobre una infracción leve puede rebajar
permanentemente la legitimidad de la policía, tanto para la persona arrestada y su red social de amigos y
familia. El efecto criminógeno del arresto podrá hacer a los arrestados más desafiantes (Sherman, 1993) y
más propensos a la ira en la violencia doméstica y en el abuso infantil. Los datos sugieren que los
programas de tolerancia cero deben ser evaluados en relación con los efectos a largo plazo sobre los
arrestados, así como los efectos a corto plazo en las tasas de criminalidad de la comunidad. El programa de
desarrollo para fomentar una mayor legitimidad en el curso de hacer los arrestos también es aconsejable,
basado en los hallazgos de la investigación justicia procesal (véase la hipótesis 7.d abajo).

Esto podría incluir, por ejemplo, un programa para dar a los arrestados por infracciones menores la
oportunidad de reunirse con un supervisor de la policía que podría explicarles el programa a ellos,
responder preguntas acerca de por qué están siendo arrestados y darles la oportunidad de expresar sus
puntos de vista acerca del programa mientras ellos son escuchados con respeto. Tales innovaciones no
serían caras, sino que también plantean muchas hipótesis comprobables.

7. Policía Comunitaria.

Los resultados de los test disponibles de las hipótesis de policía comunitaria son mixtos. La evidencia en
contra de la eficacia de la policía organizando a las comunidades en las vigilancias vecinales es consistente y
relativamente fuerte. La evidencia sobre los beneficios en la prevención del delito de más información que
fluye de los ciudadanos a la policía es en el mejor de los casos sólo prometedor. Los dos test de la policía
enviando más información a los ciudadanos son muy fuertes, pero claramente falsifican la hipótesis. Los
test de aumentar la legitimidad de la policía son los más prometedores, sobre todo porque se basan en una
perspectiva teórica potente que está ganando cada vez más apoyo empírico.

Uno de los hallazgos más consistentes en la literatura es también la menos conocida para los responsables
políticos y el público. El programa de policía comunitaria más antiguo y más conocido, "Neighborhood
Watch" (Vigilancia Vecinal), es ineficaz para prevenir el crimen. Esta conclusión se apoya en pruebas
moderadamente fuertes, incluyendo un experimento aleatorio en Minneapolis que trató de organizar
programas de vigilancia por cuadras con y sin la participación de la policía en las áreas que no habían
requerido asistencia (Pate et al, 1987). El problema primario hallado en las evaluaciones es que las áreas
con mayores índices de delincuencia son las más renuentes a organizarse (Hope, 1995). Muchas personas
se niegan a organizar o asistir a reuniones de la comunidad, en parte porque no confían en sus vecinos. Las
áreas de clase media, donde la confianza es mayor, generalmente tienen poca delincuencia con la cual
empezar, haciendo que los efectos medibles sobre la delincuencia sean casi imposibles de lograr. El
programa no puede incluso estar justificada sobre la base de reducir el miedo de la clase media a la
delincuencia y a huir de la ciudad, desde que no se han encontrado tales efectos. Más bien, Skogan (1990)
encuentra evidencia de que la vigilancia barrial aumenta el miedo al delito.

Otro programa popular para aumentar el contacto entre la policía y el público son las reuniones de la
comunidad. La evaluación cuidadosa del Instituto Nacional de Justicia proyecto de policía comunitaria de
Madison (Wisconsin) en el que las reuniones jugaron un rol central no encontró ninguna reducción en el
crimen (Wycoff y Skogan, 1993). Un enfoque diferente para las reuniones en Chicago se muestra más

20
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prometedor, con las reuniones centradas mucho más precisamente sobre los patrones delictivos
específicos en el área e ideas sobre qué debe hacer la policía para atacar esos problemas. Si bien la
evidencia la reducción del delito debido a la "policía comunitaria al estilo de Chicago" es mixta, es llamativo
que Chicago haya movilizado a las comunidades de alta incidencia criminal a participar en esas reuniones
(Skogan, 1996). A diferencia de las reuniones de vigilancia vecinal, las reuniones de Chicago se celebran en
lugares públicos en lugar de residencias locales. La mejor asistencia a esas reuniones durante casi dos años
ha sido encontrada en los distritos de policía con las tasas de criminalidad más altas.

Una práctica de policía comunitaria menos popular pero a menudo efectiva es la visita puerta-a-puerta por
la policía a residencias durante el día. Esas visitas pueden ser usadas para buscar información, tal como
quién está portando armas en la calle (Sherman, Shaw y Rogan, 1995). Las visitas pueden ser usadas para
dar información, tales como consejos de reducción del robo (Laycock, 1991). Las visitas pueden ser usadas
simplemente para introducir a los oficiales de policía locales a los residentes locales, para hacer al servicio
de policía más personal (Wycoff et al, 1985). Cuatro de los seis test disponibles sobre las visitas puerta-a-
puerta muestran una evidencia moderadamente fuerte (rigor = 3) de prevención sustancial del crimen.

En el test de Houston financiado por el Instituto Nacional de Justicia, por ejemplo, la prevalencia global de
la victimización de los hogares cayó en el área objetivo sustancialmente, sin reducción en el área de
comparación. Los efectos de la prevención fueron primariamente al vandalismo de los autos y otros delitos
menores contra la propiedad. Una vez más, sin embargo, hubo un sustancial "efecto Mateo"12 (véase el
Capítulo 1): los beneficios del programa fueron muy concentrados entre propietarios blancos de viviendas
de clase media, con prácticamente ningún beneficio para las minorías asiáticas, hispanas y afroamericanas
que viven en viviendas alquiladas en el área objetivo (Skogan, 1990).

Un programa mucho más popular es mucho menos efectivo. Los policías frente a los negocios con
frecuencia son requeridos por las comunidades, a menudo con personales durante horas de oficina
constituida por una mezcla de policías jurados, civiles pagados y voluntarios no remunerados.

La evidencia de los test de las subestaciones en Houston, Newark y Birmingham (Alabama) no muestra
consistentemente ningún impacto en el crimen. Si bien hay algunas evaluaciones ciudadanas positivas
asociadas a los negocios, los problemas de dotación de personal de las oficinas una vez que están abiertos
pueden contrarrestar cualquier beneficio no delictivo.

Tabla 8-7: Policía Comunitaria.

El aumento de la cantidad y calidad del contacto policía-ciudadanos reduce el crimen. Los test de esta
hipótesis básica omitiendo la medida de un mecanismo causal intervención han sido hechos:

Tabla 8-7.a. Vigilancia Vecinal.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Lindsay and McGillis 1986 3 Robos a casas reducidos por 18 meses.
Pate et al 1987; 4 Vigilancia de cuadras sin ningún efecto sobre el crimen.
Skogan 1990 Áreas más pobres tienen menos vigilancia.
Rosenbaum 1986 3 Igual que el anterior.
Bennett 1990 3 Igual que el anterior.

12El efecto Mateo es la denominación sociológica de un fenómeno de acumulación de bienes, riqueza o fama,
simplificado por la frase «el rico se hace más rico y el pobre se hace más pobre». En Sociología, se atribuye el uso
de este término por primera vez a Robert K. Merton en un artículo publicado en Science y hace referencia a la
perversión del Principio de No Autoridad.
21
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Tabla 8-7.b. Inteligencia de los ciudadanos a la policía (Intelligence from citizens to police).

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Reuniones comunitarias: ----- -----
No hay caída en la victimización después del aumento de
Wycoff y Skogan 1993 3 las reuniones de la policía y la comunidad en distrito
abordado.
Después de 18 meses las reuniones policía-comunidad en
Skogan et al 1995 3 cada sector en 5 distritos, reducciones en algunos delitos
y medidas de victimización pero no otros.
Contactos puerta-a-puerta: ----- -----
Wycoff et al 1985; Skogan Visitas puerta-a-puerta de la policía; cayó la victimización.
3
1990
Pate et al 1985; Skogan 1990 3 Visitas puerta-a-puerta y a tiendas; cayó la victimización.
Laycock 1991 3 Visitas puerta-a-puerta; robos a casas cayó en____%.
Sherman et al 1995 3 Visitas puerta-a-puerta; sin caída del delito.
Visitas más "Comprar y Golpear" (Buy & Bust); delitos
Uchida et al 1992 3
abajo.
Uchida et al 1992 3 Visitas únicamente, no hay reducción del crimen.
Tiendas: ----- -----
Wycoff y Skogan 1986 3 Negocios abiertos, no hay caída en la victimización.
Uchida et al 1992 3 Negocios abiertos, no hay diferencia en el crimen.
Pate et al 1985; Skogan 1990 3 Véase más arriba debajo de "puerta-a-puerta".

Tabla 8-7.c. Incremento del flujo de información de la policía a los ciudadanos.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Pate et al Boletín mensual con datos sobre el crimen no logró reducir
5
(Newark) victimizaciones de los destinatarios.
Pate et al
5 Igual que el anterior.
(Houston)

Tabla 8-7.d. Legitimidad.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Skogan 1990
3 Golpes a la puerta redujeron miedo a la policía, crimen reducido.
Houston)
Definición de tratamiento policial pasado más justo incrementa la
Tyler 1990 1
esperada obediencia a la ley en el futuro.
Paternoster et al Definición de tratamiento en el arresto más justo, reincidencia de la
2
1996 violencia doméstica más baja.
Incremento percibido de la capacidad de respuesta policial a la
Skogan et al 1995 3 comunidad en 4 distritos, reducción perceptible en delitos graves
en 3 de los 4.

El incremento del flujo de información de la policía al público ha sido testeado en forma de boletines
policiales. En dos experimentos aleatorios financiados por el NIJ, los departamentos de policía de Newark y

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Houston no encontraron ningún efecto de boletines informativos sobre las tasas de victimización de los
hogares que los reciben. El hallazgo fue cierto para los boletines de noticias con y sin datos concretos sobre
los crímenes recientes en la comunidad.

El abordaje más prometedor para la policía comunitaria también es teóricamente el más coherente. Basado
en dos décadas de estudios de laboratorio y de campo sobre la psicología social de la "justicia procesal", un
creciente cuerpo de investigación sugiere que la legitimidad de la policía previene el delito. Tyler (1990)
encuentra una fuerte correlación entre una gran muestra de ciudadanos de Chicago entre la legitimidad
percibida de la policía y la voluntad para obedecer la ley. La legitimidad fue medida por las evaluaciones de
los ciudadanos de cómo los trató la policía encuentros previos. Este hallazgo es consistente con el
experimento puerta-a-puerta de Houston, en el cual el miedo de los ciudadanos a la policía después de un
gran escándalo sobre la paliza policial letal de un inmigrante mexicano fue reducido por las visitas puerta-a-
puerta. La "policía comunitaria estilo Chicago" (Skogan, et al 1996) también encuentra la mayor reducción
percibida en el delito grave en los distritos donde las encuestas mostraron que la policía era "más sensible"
a las preocupaciones de los ciudadanos. El test más poderoso de esta hipótesis es el re-análisis de
Paternoster et al (1996) del Experimento de Violencia Doméstica de Milwaukee, que encontró que la
violencia doméstica repetida era más baja entre los arrestados que pensaban que la policía les había
tratado respetuosamente; un poderoso efecto sobre la reincidencia fue asociado con que la policía
simplemente se tomaba el tiempo para escuchar el lado de la historia del infractor. La capacidad de la
legitimidad policial para prevenir el delito es algo que la policía comunitaria puede crear eficazmente; la
revisión de Skogan (1994: 176) de las seis evaluaciones de policía comunitaria (puntaje del Método
Científico = 2 o 3) encontró que cada una mostró una percepción positiva o mejorada de la policía en las
áreas tratadas.

Todavía en curso, pero con resultados preliminares alentadores, es el test australiano de conferencias de
rendición de cuentas a la comunidad (community accountability conferences). La Policía Federal de
Australia en la capital de Australia, Canberra, usa este procedimiento como alternativa a la persecución de
los delincuentes juveniles. Sólo son elegibles los casos en que el/os delincuente/s admite/n la culpa y la/s
víctima/s está/n dispuesta/s a asistir a la conferencia. La conferencia de los delincuentes y las víctimas con
sus respectivas familias y amigos es dirigida por un oficial de policía entrenado, que centra la discusión
sobre lo que pasó, qué daño causó y cómo se puede reparar el daño. El oficial trata de asegurar que a todo
el mundo, especialmente a las víctimas, se les permita expresar su opinión. A veces los delincuentes se
disculpan, pero siempre se llega a un acuerdo para pagar el costo del delito a la víctima; fallar en esto
resulta en el enjuiciamiento del caso. Los resultados preliminares de las entrevistas posteriores con las
víctimas y los delincuentes en un experimento aleatorio muestran que el procedimiento incrementa en
gran medida el respeto a la policía y la percepción de justicia, independientemente de los resultados
(Strang, 1996; Barnes, 1996). El Instituto Nacional de Justicia ha financiado un proyecto en curso similar en
Bethlehem (Pensilvania). Este método puede llegar a tener efectos a largo plazo sobre la legitimidad de la
policía a los ojos de los menores infractores y sus familias, lo que podría a su vez, reducir el crimen.

El punto interesante sobre el modelo australiano de la policía comunitaria, como se notó en el Capítulo 2,
es que se basa en lazos comunitarios reales en lugar de áreas geográficas anónimas. Por otra parte, los
asistentes forman una comunidad de preocupación por el hecho delictivo reuniéndolos, manteniendo al
delincuente responsable por más de una hora a una comunidad "tipo pueblo" en lugar de unos pocos
minutos a un juez distante y anónimo. De todos los abordajes de policía comunitaria ya intentados, éste
puede tener el empoderamiento más centrado de "comunidad" para prevenir futuros crímenes.

8. Servicio de Policía Orientado a los Problemas (POP, Problem-Oriented Policing).

Los test de esta hipótesis generalmente son más positivos que los test de policía comunitaria. Como Moore
(1992) sugiere, sin embargo, esto puede ser debido a un proceso de informe selectivo, en el que las fallas
no están incluidas. El problema más básico con probar esta hipótesis muy rica y compleja es que se trata
esencialmente de una visión, imaginación y creatividad. La esencia de la policía orientada a la solución de
problemas como Goldstein (1979) lo definió, es la ciencia misma (Sherman y Strang, 1996): clasificación,

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predicción y causalidad13. Las evaluaciones del método científico, paradójicamente, no son fácilmente
susceptibles al método científico - excepto en comparación gruesa con los métodos no científicos. Desde
esta perspectiva, la policía orientada a la solución de problemas abarca todas las otras estrategias descritas
en este capítulo, con el problema a resolver que es el de la prevención del delito.

Esta sección revisa alguna evidencia sobre los esfuerzos de la policía para prevenir el delito que no caen en
las siete hipótesis precedentes y que conscientemente adoptó un proceso científico que involucró a
oficiales de policía en el análisis de los patrones de criminalidad, imaginando y creando una intervención y
probándola en el campo. Las dos categorías básicas de las intervenciones en la literatura hasta la fecha son
"remover sustancias criminógenas" y "separar a las potenciales víctimas y delincuentes". Esas dos
categorías simplemente reflejan una convergencia de la policía y el pensamiento criminológico sobre las
causas inmediatas de los eventos criminales. No hay nada en la estrategia básica de la policía orientada a la
solución de problemas (Goldstein, 1979) que requiera el uso de esos dos enfoques. Muchos otros son
posibles e incluso pueden ser más efectivos. Si POP tiene éxito en hacer de la investigación científica y el
desarrollo el núcleo de la tecnología del trabajo policial (Reiss, 1992), podemos esperar que sus enfoques
para la prevención del delito crecerán con la evolución del conocimiento sobre la causalidad del crimen.

8. a. Sustancias criminógenas. La evidencia sobre el control del dinero efectivo es débil pero sugerente.
Como parte de una estrategia de intervención múltiple para reducir el crimen en un proyecto inglés de
vivienda pública, los calentadores de gas que funcionan con monedas fueron retirados de las residencias.
En lugar de tener el dinero en efectivo en la casa como un atractivo para los ladrones, los cargos por el gas
fueron cambiados a la facturación mensual. El robo bajó sustancialmente. Es incierto, sin embargo, si otros
esfuerzos, tales como la vigilancia del barrio "capullo" mira alrededor a las residencias recientemente
robadas, podría explicar la reducción del delito.

La evidencia sobre la portación de armas es más fuerte. En el Experimento de Armas de Kansas City del
Instituto Nacional de Justicia, la policía se centró en la aplicación de la ley de tránsito y en los
interrogatorios de campo sobre los puntos calientes de delitos con armas durante los tiempos calientes
(Sherman, Shaw y Rogan, 1995). Con un entrenamiento especial en la detección de la portación de armas
ocultas, la policía se centró en la incautación de armas portadas ilegalmente. Las incautaciones de armas en
el área abordada (target area) se incrementaron en un 60 % y los delitos con armas cayeron un 49 %. Un
área similar en una parte diferente de la ciudad no mostró ningún cambio en las armas incautadas o en los
delitos con armas. En Boston, la policía ha usado una combinación de estrategias para desalentar la
portación de armas en lugares públicos entre los jóvenes, especialmente los miembros de las pandillas y las
personas a prueba (probationers). Los datos cualitativos de un proyecto del NIJ sugieren que la portación
de armas por los grupos de alto riesgo se ha reducido considerablemente, mientras que la evidencia
cuantitativa inicial muestra una eliminación de homicidios de menores con armas (Kennedy et al 1996).

La evidencia sobre el alcohol y la prostitución también es alentadora y se presentó en el Capítulo 7 en las


discusiones sobre tabernas, bares, barreras de tráfico y cierre de calles.

En el experimento de Minneapolis RECAP (REpeat Call Address Policing), sin embargo, cuatro policías
fueron incapaces de implementar una amplia mezcla de esfuerzos para separar a las potenciales víctimas y
delincuentes a través de una muestra de 250 direcciones apuntadas. La YMCA se negó a limitar el acceso a
su vestíbulo durante el atardecer, la Biblioteca Pública rehusó prohibir las personas ebrias, los oficiales
públicos de viviendas fueron incapaces de segregar a los alcohólicos jóvenes "discapacitados" pero
predatorios de los co-residentes de edad avanzada y los propietarios privados resistieron los esfuerzos para
expulsar a los distribuidores de drogas (Sherman, 1990; Buerger, 1994). Si bien un diseño experimental
aleatorio dio al test una fuerte ciencia, la inexperiencia de la policía para persuadir a los propietarios dio a
la estrategia una tecnología débil. Dada la potencia teórica de la idea, un mayor desarrollo de los métodos
de persuasión podría estar justificado y sólo entonces seguido por más investigación.

13 Causalidad: 1.f. Causa, origen, principio. 2.f.Fil. Ley en virtud de la cual se producen efectos.
24
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Una de las prácticas más populares para la separación de las víctimas y los delincuentes es el toque de
queda nocturno para los menores. Si bien esos toques de queda dan a la policía poderes adicionales para
buscar armas, no han sido usados sistemáticamente de esa manera. El objetivo primario es sacar a los
niños, no las armas, fuera de las calles. Algunas ciudades, como San Antonio, han informado de reducciones
en los delitos denunciados contra menores. Pero en los resultados preliminares de una evaluación del NIJ,
Adams (1996) encuentra efectos de reducción del delito no consistentes a través de ciudades que
adoptaron toques de queda. El rigor científico de esos estudios es muy bajo dada su total ausencia de
grupos de control y también puede haber dificultades en la disposición de la policía a seguir las políticas de
toque de queda. Así, la cuestión de la eficacia de los toques de queda en la prevención de la violencia
juvenil está todavía muy abierta a la investigación y el desarrollo.

Tabla 8.8: Servicio de Policía Orientado a los Problemas (POP, Problem-Oriented Policing).

Cuanto más precisamente pueda identificar y minimizar -la policía- las causas próximas de patrones
específicos de delitos, menos delincuencia habrá.

Tabla 8-8.a. Reducción de la portación de armas en público.

Cuantos más policías puedan remover armas de los lugares públicos o disuadir a las personas de portarlas
en los microambientes de hechos delictivos, menos crímenes habrá.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Aumento de la incautación de armas, reducción de delitos con
Sherman et al 1995 3
armas.
Kennedy et al 1996 2 Reducción de la portación de armas, menos delitos con armas.

Tabla 8-8.b. Separación de víctimas potenciales y delincuentes. Cuantos más policías pueden reducir la
intersección de delincuentes motivados en tiempo y espacio con objetivos adecuados para la delincuencia,
menos delitos habrá.

Puntaje de
Estudios los Métodos Hallazgos
Científicos
Sherman 1990; Incapaz de hacer que los propietarios restrinjan el acceso a los
5
Buerger 1994 delincuentes.
Adams 1996 2 Toques de queda juveniles, sin reducción consistente en el crimen.

CONCLUSIONES.

Para todas sus limitaciones científicas, la evidencia muestra consistencia sustancial en varias hipótesis y
algunas conclusiones tentativas sobre otras. Toda la ciencia, por supuesto, es provisional, con mejores
diseños de investigación o teorías que revelen patrones descubiertos previamente. No es un logro menor
que la investigación sobre la prevención policial del delito se haya desarrollado hasta el punto de haber
llegado a algunas conclusiones a descartar.

La evidencia disponible apoya dos conclusiones mayores acerca del servicio de policía para la prevención
del delito. Una de ellas es que los efectos de la policía sobre el crimen son complejos y a menudo
sorprendentes. La otra es que cuanto más se focalice la estrategia de la policía, más probable es que
prevenga el delito. La primera conclusión que se desprende de los hallazgos es que los arrestos a veces
pueden aumentar el crimen, que la aplicación de la ley de tránsito puede reducir el robo y los delitos con
armas, que el efecto disuasorio óptimo de una patrulla policial puede ser producido por los 15 minutos de
presencia en un punto caliente y que los efectos de prevención generalmente se desvanecen con el tiempo
25
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sin modificación y renovación de las prácticas policiales. La segunda conclusión es consecuencia de la falta
de posibilidades de lograr la prevención del delito simplemente añadiendo más policías o acortar el tiempo
de respuesta en todos los ámbitos.

El conjunto sustancial de las estrategias y tácticas policiales para la prevención del delito (Reiss, 1995) tiene
una pequeña pero creciente literatura sobre evaluación. Utilizando el estándar de al menos dos hallazgos
consistentes desde el nivel 3 de puntuación de los métodos científicos (bien medido, antes-después de los
estudios con un grupo de comparación) y una preponderancia de otra evidencia en apoyo de la misma
conclusión, la investigación muestra varias prácticas a ser apoyadas por una fuerte evidencia de la eficacia y
varios de ellos con una fuerte evidencia de ineficacia.

Qué funciona:

 Aumento de patrullas dirigidas a los puntos calientes callejeros del delito.


 Arrestos proactivos de graves delincuentes reincidentes.
 Arrestos proactivos por conducir en estado de ebriedad.
 Arrestos de sospechosos empleadas para asaltos domésticos.

Qué no funciona:

 Vigilancia Vecinal por cuadras.


 Arrestos de algunos jóvenes por delitos menores.
 Arrestos de sospechosos desempleados por violencia doméstica.
 Arrestos en el mercado de drogas.
 Policía Comunitaria sin un enfoque claro en el factor de riesgo del crimen.

Varias otras estrategias no cumplen con el test de la evidencia fuerte de efectividad generalizable, pero
ameritan mucho más investigación y desarrollo para fomentar los hallazgos en la investigación inicial.

Qué es prometedor:

 Patrullas policiales de control del tránsito contra pistolas portadas ilegalmente.


 Policía comunitaria con participación comunitaria para establecer prioridades.
 Policía comunitaria centrada en mejorar la legitimidad de la policía.
 Tolerancia Cero del desorden, si los problemas de legitimidad pueden ser abordados.
 Servicio de Policía Orientado a los Problemas generalmente.
 Sumar policías extra a las ciudades, independientemente de las asignaciones.
 Órdenes de arresto del sospechoso ausente cuando la policía responde a la violencia doméstica.

Lo que es notablemente ausente de esos hallazgos, sin embargo, son muchos tópicos de gran preocupación
para la policía. La prevención de pandillas, por ejemplo, es un asunto sobre el que no hemos podido
encontrar una sola evaluación de impacto de las prácticas policiales. Los toques de queda de la Policía y los
programas de absentismo escolar carecen de test rigurosos. Las actividades de recreación de la Policía con
los juveniles, como la Liga Atlética de la Policía, también permanecen sin evaluar. Los sistemas
automatizados de identificación, las terminales de ordenador en el coche y una serie de otras nuevas
tecnologías que cuestan miles de millones de dólares permanecen sin evaluar su impacto en la prevención
del delito. Es evidente que hay una gran cantidad de espacio para realizar más test de hipótesis no listadas
aquí debido a la falta de evidencia científica disponible.

Esas conclusiones sugieren implicaciones importantes tanto para la financiación de la prevención del delito
por parte del Departamento de Justicia a las agencias de policía y la mejora de la eficacia que a través de
evaluaciones más fuertes.

La eficacia de los programas del Departamento de Justicia.


26
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Las agencias policiales locales reciben fondos para la prevención del delito a partir de una amplia gama de
programas del Departamento de Justicia (véase Capítulo 1). La evidencia citada en este capítulo indica que
la mayor parte de la financiación apoya programas que han demostrado ser eficaces. También hay
evidencia de que el Congreso podría aumentar la eficacia de la financiación con modificaciones a la fórmula
de varios criterios de asignación de subvenciones. Los dos componentes más importantes (fuerzas de
tareas multi-jurisdiccionales y equipamiento policial) de los dos programas OJP más grandes (estimado en
un total de 361 millones dólares en fondos del año fiscal 1996) son de eficacia desconocida, lo que sugiere
una alta prioridad para la investigación evaluativa. Además de la eficacia desconocida están las
subvenciones para la policía en "Violence Against Women". Las Subvenciones Byrne en el área objetivo de
la aplicación de la ley de drogas apoyando a programas de arrestos proactivos desenfocados en áreas del
mercado de drogas, parecen partir de la evidencia disponible de que no es eficaz en la prevención de la
delincuencia.

Cómo se asignan los fondos a la policía. La única fuente de financiación más grande es la Oficina de
Servicios de Policía Orientada a la Comunidad (COPS, Community-Oriented Policing Services), que distribuye
la financiación para los 100.000 policías adicionales extra planificados independientemente de la tasa de
crimen y parcialmente sobre la base de la población atendida por cada agencia policial; la principal
limitación es que la mitad de todos los fondos debe ir de manera uniforme a las agencias de policía que
atienden a más de 150.000 personas. Otros fondos del Departamento de Justicia para la policía se
distribuyen a través de la Oficina de Programas de Justicia (OJP, Office of Justice Programs) y sus oficinas
constituyentes.

Debido a que cada concesión de una subvención del Programa de la Oficina de Justica (OJP, Office of Justice
Programs) puede asignar entre una variedad de agencias locales, incluyendo la policía, no hay un recuento
exacto de la cantidad de fondos federales que van a las agencias policiales. Las áreas propósito dentro de
los mayores programas de financiación, sin embargo, proporcionan una buena aproximación (ver Figura 8-
1). Si bien la simple suma de las asignaciones a las áreas propósito puede sobrestimar el financiamiento de
la agencia policial como distinto de otras agencias de "aplicación de la ley", tales como los fiscales, la
diferencia probablemente está más que compensada por otros programas para los cuales no tenemos
estimaciones precisas.

La gran fuente de la OJP de la financiación de la policía local es aparentemente el Programa de Subsidios


Globales la Policía Local (Local Law Enforcement Block Grants Program), que distribuye fórmulas de
subsidios a las unidades de gobierno local sobre la base de la Parte I estatal y local de crímenes violentos en
los tres años precedentes; 71 % de los $ 405.000.000 ($ 287 millones) en los fondos de la fórmula de 1996
fueron destinados al Área Propósito (Purpose Areas) específicamente dirigidos a la policía y más puede
haber sido otorgado a través de otras áreas propósito. En niveles similares de financiación están los $ 475
millones de los fondos de la fórmula de 1996 proporcionados como Subvenciones Byrne sobre la base de la
población, de los cuales el 50 % ($ 237 millones en los niveles de financiación de 1996) fueron asignados a
las áreas de propósito específicamente dirigidos a la policía en 1989-1994 (Dunworth, et al, 1997). La Ley
sobre la Violencia contra la Mujer incluye dos principales mecanismos de financiación del servicio de policía
local, el de $ 120 de Subvenciones de la Fórmula PARE la Violencia Contra las Mujeres (de los cuales el 25%,
o US $ 30 millones en el año fiscal 1996, debe ser destinada a mejorar la aplicación de la ley) y las
Subvenciones competitivas para Alentar Políticas de Arrestos ($ 46 millones en 1996). También hay fondos
para los componentes de la policía comunitaria asignados a través de Weed and Seed, Comunidades
Integrales del Programa de la BJA y esos programas OJJDP: Niños y Armas, el Programa Integral
Comunitario de Prevención de Pandillas, Programa de Intervención y Supresión, Estrategia Integral para los
Delincuentes Graves, Violentos y Crónicos y el Servicio de Policía Orientado a la Comunidad centrado en los
Jóvenes. Muchos otros programas de financiación menor apoyan a los programas de prevención del delito
de la policía local. El total estimado actual es de más de $ 2 mil millones por año.

Figura 8-2

Programas de Financiación Federal para la Policía Local

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Financiamiento
Programa y Oficina del
Áreas de Propósito total (en
Departamento de Justicia
negrita)
COPS Office: Policías sobre el sector $ 1,4 billones
Oficina de Programas de ---- ----
Justicia:
Bureau of Justice Assistance Equipamiento para la Aplicación de la Ley $ 171 millones
Reclutamiento la Aplicación de la Ley $ 65 millones
Aplicación de la Ley Local Horas extraordinarias para la Aplicación de la Ley $ 51 millones
Subsidios Globales Total $ 267 millones
Bureau of Justice Assistance Fuerzas de Tareas Multijurisdiccionales contra las $ 190 millones
Drogas
14
Byrne Memorial Grants Aplicación de la Ley Urbana versus Aplicación de la $ 26 millones
Ley contra las Drogas
Eficiencia $ 15 millones
Crimen Organizado $ 3 millones
Total $ 234 millones
Violence Against Women
Grant Office
Encourage Arrests Program Total $ 46 millones
Violence Against Women
Grant Office Aplicación de la Ley
STOP Block Grants Total $ 30 millones
OJJDP Community
Policing for Juveniles Total $ 16 millones
Otros programas, montos no
disponibles: Weed and Seed,
OJJDP Serious Chronic Violent
and Anti-Gang, BJA
Comprehensive Communities
Program, otros.
Total del Programa Mayor de $ 2.013
Financiamiento millones

Implicaciones de la ciencia disponible. Los programas de financiación del Departamento de Justicia


soportan una amplia gama de actividades de la policía local. Algunos tipos de actividad policial que apoya el
Departamento de Justicia no tienen evaluaciones de impacto, mientras que otras pueden ser evaluadas
directamente o indirectamente con la evidencia revisada en este capítulo. Gran parte de la financiación
simplemente apoya la presencia policial adicional, independientemente de las actividades que realiza la
policía. Dada la evidencia prometedora sobre la eficacia de la simple adición de oficiales de policía a las
agencias de policía, la opinión científica sugiere que esos programas de financiamiento pueden ser eficaces.
También sugiere, sin embargo, que los programas de financiación podrían ser aún más eficaces si la fórmula
estatutaria fuera cambiada.

En general, la evidencia sugiere que los créditos federales para prevenir la delincuencia a través del
servicio de policía adicional son más efectivos cuando son asignados en función de un delito grave y no
sobre la base del tamaño de la población. Esta implicación se extrae de varias conclusiones científicas. Uno
es el resultado "prometedor" que en todas las grandes ciudades, más policías producen menos delitos
graves. Un segundo es el descubrimiento de que cada oficial de policía adicional asignado a una gran
ciudad impide seis veces más delitos graves cada año como cada oficial asignado nacionalmente por
población (Marvell y Moody, 1996).

14Esas cantidades se extrapolan de la Dunworth, et al (1997) el análisis de la concesión de subvenciones en


1989-1994, proporcionalmente aplicado a la asignación del año fiscal 1996 de $ 475 millones.
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Una tercera conclusión es el hallazgo de que la patrulla dirigida a los puntos calientes del delito "trabaja"
para prevenir el delito en los puntos calientes, las mayores concentraciones en el micro nivel de la
criminalidad. Una cuarta conclusión es el "prometedor" resultado de que la policía puede reducir la
delincuencia armada por la aplicación de la intensificación de las leyes contrarias a portar armas ocultas.
Este hallazgo sugiere que el trabajo policial con fondos federales en los puntos calientes de la delincuencia
armada podría tener un impacto sustancial en la tasa nacional de homicidios, como pudo haberlo hecho la
policía en la ciudad de Nueva York (Reppetto, 1996). En conjunto, esos resultados sugieren que el Congreso
podría considerar la revisión de la fórmula de asignación estatutaria basada no sólo en los delitos violentos
a nivel de ciudad, sino también en el nivel del sector y en el nivel del crimen de la cuadra. Dicha revisión
sería más eficaz en la dirección de los fondos federales con la mayor precisión posible para la máxima
prevención del delito.

Refinar la fórmula de la subvención basada en el crimen. Si el Congreso se decidió a avanzar hacia más
fórmulas de subvención basadas en el crimen para la asignación de fondos a la policía, valdría la pena
considerar criterios más precisos. La fórmula LLEBG (Local Law Enforcement Block Grants, Subvenciones en
Bloque para la Aplicación Local de la Ley) basado en el total de crímenes violentos de la Parte I es
problemática por varias razones. Una es que las agencias de policía varían en cómo informan sobre la
categoría simple más grande de la Parte I de violencia y asalto agravado. El límite entre asaltos agravados y
simples se marca de manera muy diferente en diferentes ciudades. En Milwaukee a principios de 1990, por
ejemplo, cuando alguien apunta con un arma a otra persona y amenaza con disparar, el delito se clasifica
como un asalto agravado. En muchas otras agencias de policía, esa conducta no podría incluso dar lugar a
una denuncia por un delito o en la mayoría de los casos un informe de asalto simple sería archivado; esto
simplemente refleja las diferentes tradiciones locales en la definición de los "ataques" y "intentos" (el
último de los cuales el FBI pide a la policía que cuenten crímenes como completos) para los Propósitos del
Reporte Uniforme del Crimen (Uniform Crime Reporting Purposes). Las diferencias en las tasas de asalto
agravado por lo tanto no reflejan el nivel de violencia tan fiable como las diferencias en las tasas de
homicidio. Pero el conteo del asalto agravado claramente determina la asignación de dinero LLEBG;
constituían el 61 % de toda la violencia de la Parte I en 1995, mientras que los homicidios eran sólo el 1 %.

Tomar los asaltos agravados fuera de una fórmula basada en el crimen plantea otras cuestiones. El
homicidio por sí solo es un indicador más consistentemente reportado pero más inestable, varía
ampliamente en muchas ciudades de año a año, lo que crearía inestabilidad en los niveles de financiación si
se utiliza para asignar fondos. Los robos son mucho más numerosos y más consistentemente informados
que el asalto agravado y la violación. A fin de cuentas, el Congreso podrá encontrar una combinación de los
recuentos de robos y homicidios como el indicador más fiable de la mayor necesidad de presencia policial
suplementaria. Lo mismo es cierto para los posibles requisitos legales sobre cómo los fondos federales
deben ser gastados en el servicio de policía dentro de las ciudades, con los puntos calientes de robo y
homicidio recibiendo la máxima prioridad. Las concentraciones de esos delitos en los "tiempos calientes"
de 7 post merídiem a 3 ante merídiem es un elemento más de una fórmula refinada basada en el crimen
para la asignación de fondos a la policía que se podría considerar.

Programa COPS. El procedimiento para la distribución de fondos COPS por jurisdicción es la mayor
implicación de la revisión científica del Programa COPS. Otra cuestión importante, sin embargo, es el
propósito para el cual los oficiales de COPS son financiados. Si bien no existe evidencia prometedora que
cualquier incremento en oficiales de policía es útil, hay evidencia más fuerte de los efectos de prevención
del delito de actividades específicas. Si bien el idioma del Programa COPS ha enfatizado un enfoque de
policía comunitaria, no hay evidencia de que la comunidad policial per se reduzca el crimen sin un claro
enfoque en un objetivo factor de riesgo de crimen. Hay una fuerte evidencia, sin embargo, que las patrullas
dirigidas y los programas apuntados a sustancias criminógenas como las armas y el alcohol pueden ser
efectivos en el ataque a los puntos calientes del delito. La evidencia sobre la prevención del delito en
lugares revisados en el capítulo 7 también encuentra apoyo prometedor para la policía orientada a la
solución de problemas, lo que podría ser otra área propósito más estrechamente definida para la policía
suplementaria. Así, mientras la evidencia científica indica que el programa COPS es eficaz, también sugiere
que podría ser más eficaz si los recursos se centraran más en los programas de policía de probada eficacia.

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Subvenciones en Bloque para la Aplicación Local de la Ley (LLEBG, Local Law Enforcement Block Grants). La
evidencia científica sugiere también que la mayor parte de la amplia gama de actividades de la policía con
el apoyo del programa LLEBG es eficaz en la prevención de la delincuencia. La principal excepción es para
los equipamientos de la aplicación de la ley y la tecnología, que recibió el 60 % de los 1.996 créditos
dirigidos a específicamente a la policía (ver gráficos de barras). Como se señaló más arriba, no hay
evaluaciones de impacto publicados sobre los efectos de los equipamientos y la tecnología en materia de
delincuencia. Así, la eficacia de este financiamiento es desconocida.

Las evaluaciones de impacto de esta actividad son ciertamente factibles y podría resultar en mejoras
sustanciales en los usos de estas tecnologías como la identificación de armas de fuego, los sistemas
automatizados de identificación de huellas dactilares y la capacidad de búsqueda de la computadora en el
patrullero para los coches robados y las órdenes de arresto. Si bien el valor del sentido común de este tipo
de sistemas puede parecer sustancial, la historia previa de otros ítems del equipamiento sugiere que hay
mucho que aprender de un cuidadoso análisis de sus efectos finales sobre el crimen y no sólo los
indicadores intermedios como los arrestos.

El Congreso podría considerar también el perfeccionamiento de la fórmula basada en el crimen para LLEBG
como se describió anteriormente, en especial para el uso de las horas extras de la policía. Muchas agencias
de policía están utilizando tales horas extras para montar patrullas dirigidas del tipo encontrado como
eficaz en el presente capítulo. El plan estatutario podría asegurar mejor que las horas extraordinarias se
usen en las formas más eficaces posibles mediante la incorporación de los criterios de "tiempos calientes,
puntos calientes" u otros programas de eficacia comprobada, para las horas extraordinarias. Podría ofrecer
áreas adicionales para fines especiales, tales como las unidades de reincidentes, que también se han
encontrado eficaces en el arresto y encarcelamiento de criminales violentos graves.

Programa de subsidios globales para la aplicación local de la ley


Financiación, 1996 a través de 1997

50%
P 45% $171 m
O
40%
R
35%
C
30%
E
25%
N
20% $65 m
T
15% $51 m
A
10% $33 m
J
5% $17 m $17 m $14 m
E
0%
Equipos de Contratación Horas extra Prevención Medidas Adjudicación Tribunales
la aplicación de la de del delito de de drogas
de la ley / aplicación de aplicación seguridad
Tecnología la ley de la ley
CATEGORÍA

Subvenciones Byrne. Los múltiples usos de las subvenciones Byrne casi seguro que incluyen los programas
de probada eficacia identificados en el presente capítulo. El Área de Propósito más fuertemente financiada,
sin embargo, es de eficacia desconocida. Las Fuerzas de Tareas Multi-Jurisdiccionales contra las drogas
recibieron el 40 % de la financiación de la Fórmula Byrne en los años 1989-1994 (Dunworth, et al, 1997),
pero nunca han sido sometidos a una evaluación publicada de impacto. En la medida en que el Programa
Byrne tenía la intención de aprehender a los traficantes de drogas, puede ser inapropiado considerar esas
fuerzas de tareas como un programa de prevención. No parece inadecuado, sin embargo, para especificar
metas medibles para el programa y para diseñar una evaluación de impacto a fin de probar la eficacia de las
Fuerzas de Tareas en el cumplimiento de esas metas.

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Un área Propósito para las Subvenciones Byrne en el cual la investigación evaluativa indica el uso ineficaz
de los fondos es "la aplicación urbana de la ley" contra las drogas, que se estima en $ 26 millones en el año
fiscal 1996. En la medida en que esas subvenciones apoyan la lucha contra las drogas a nivel de calle, con
énfasis en los arrestos o redadas por drogas, es poco probable que el dinero prevenga el delito. Las
conclusiones de varias evaluaciones muestran que tales prácticas no reducen el crimen violento o el
desorden en ausencia de presencia policial constante y a veces ni siquiera entonces.

Las nuevas áreas de propósitos bajo las subvenciones Byrne incluyen tanto conducir ebrio como el
cumplimiento de la ley sobre las pandillas y la prevención. La evidencia científica apoya firmemente el uso
de subvenciones Byrne para la aplicación de la ley sobre el conducir ebrio, que tiene probabilidades de
prevenir muchas muertes y lesiones graves. También puede tener el efecto de prevención de la reducción
de los delitos con armas, desde que tantas armas son portadas ilegalmente y los criminales armados con
solicitud de captura pueden ser removidos de las calles a través de la aplicación de la ley de tránsito.
También hay una preponderancia de la evidencia disponible de que la policía de tráfico puede ayudar a
reducir el robo. No hay evaluaciones de impacto disponibles sobre la eficacia de las estrategias policiales
contra las pandillas.

Subvenciones en Bloque PARE la Violencia contra las Mujeres (STOP Violence against Women Block
Grants). Una revisión de la lista detallada del ejercicio 1995 de subvenciones STOP para la aplicación de la
ley muestra que ellas generalmente apoyan actividades de eficacia desconocida. Los programas tales como
el entrenamiento de la policía sobre la violencia doméstica, la contratación de especialistas en violencia
doméstica en las agencias de policía y el software para la violencia doméstica todas parecen ser útiles para
su valor nominal, pero no han sido objeto de evaluaciones publicadas. Aunque los premios de las
subvenciones individuales son pequeños, hay muchos en las mismas categorías de programas. Un
programa de evaluación que aborda la eficacia de las principales categorías de financiación podría mejorar
la eficacia actualmente desconocida de la mayor parte de esas subvenciones.

Subvenciones para fomentar políticas de arrestos. Esas subvenciones aparentemente apoyan actividades
similares a las subvenciones de STOP, aunque con un enfoque más estrecho sobre la violencia doméstica
contra las mujeres. En la medida en que esas subvenciones dan lugar a más arrestos en las áreas de alto
nivel de empleo, la evidencia científica sugiere que será efectiva en la reducción de la violencia doméstica
contra las mujeres. También hay una fuerte evidencia científica, sin embargo, que bajo ciertas condiciones
los arrestos aumentan sustancialmente en el futuro la violencia doméstica contra las mujeres. Esta
investigación plantea una necesidad crítica de una mayor investigación rigurosa, el desarrollo y la
evaluación de programas, tratando de descubrir medios para superar los efectos criminógenos aparentes
del arresto en ciertos agresores. Este programa de investigación, muchos de los cuales ya ha sido sugerido
por un reporte de un panel de la Academia Nacional de Ciencias (Crowell y Burgess, 1996), podría probar
combinaciones de arrestos con un mayor uso de medidas complementarias tales como refugios para
mujeres maltratadas, centros de desintoxicación para los agresores, enjuiciamiento, asesoramiento y otras
estrategias.

Delincuencia juvenil. Fondos federales sustanciales se gastan en el servicio de policía de la delincuencia


juvenil, para los que la evidencia científica demuestra también que la policía puede aumentar el crimen
bajo ciertas condiciones. La eficacia o daño resultante de la ayuda federal a la policía debida a los menores
no puede determinarse a partir de la presente revisión, ya que los tipos de actividades y tipos de
delincuentes son demasiado diversos. La evidencia disponible, sin embargo, sugiere que existe una
necesidad sustancial de pruebas controladas aleatorias de las estrategias policiales de menores que reciben
fondos federales, a fin de proporcionar la mayor certeza posible de estos programas, al menos para no
hacer daño. El apoyo federal a la aplicación de la ley mediante el toque de queda juvenil es de eficacia
desconocida (y cantidad), pero el aparente crecimiento de la idea sugiere la necesidad de un riguroso
programa de evaluación más allá de la actual encuesta financiada por el NIJ.

Otros Programas. El apoyo federal al servicio de policía en alta criminalidad en las áreas objetivo de "Weed
and Seed" es fuertemente apoyada por la evidencia científica, como se describió anteriormente. El apoyo

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federal al servicio de policía en el Programa de Comunidades Integrales también es apoyado por la


evidencia de que la policía extra previene más eficazmente la delincuencia en las grandes ciudades.

Mejorar la eficacia a través de evaluaciones más fuertes.

Este análisis de la eficacia de la financiación del Departamento de Justicia muestra muchas lagunas en los
conocimientos críticos. Si bien la evidencia científica sugiere que la mayoría de los fondos del
Departamento de Justicia para la policía es muy efectiva en la prevención de la delincuencia, no hay
pruebas disponibles en un gran porcentaje sobre la otra financiación. Una estimación conservadora es que
carecemos de evidencia científica ni siquiera indirecta sobre la eficacia de unos $ 500 millones en fondos
federales dirigidos por el Congreso a la policía local en 1996. El expediente también sugiere que los
resultados de la evaluación podrían ayudar a revisar y canalizar esos fondos de manera que impidan la
delincuencia de un modo más eficaz. Más aún, las dos últimas décadas han visto a la policía volviéndose
mucho más sensibles a la importancia de los resultados de la evaluación de la prevención del delito y lo
ponen activamente en buen uso (Blumstein y Petersilia, 1995).

Las necesidades de evaluación para cada programa de financiación específica se han señalado
anteriormente, según corresponda. Un plan legal básico para llevar a cabo esas evaluaciones de manera
más eficaz se ofrece en el capítulo 10. El resto de este capítulo resume las necesidades de evaluación de la
financiación actual del Departamento de Justicia y luego se dirige a las áreas de mayor prioridad para la
investigación de la efectividad policial que implica esta revisión de la evidencia disponible.

LLEGB Equipamiento Policial y Tecnología. Históricamente, el apoyo del Departamento de Justicia a las
tecnologías de la policía se ha centrado en las cuestiones de ingeniería en el cumplimiento de los objetivos
tecnológicos, en lugar de los factores humanos en el uso de tecnología de manera efectiva. Una inversión
importante del Congreso en la evaluación de los factores humanos podría proporcionar al Congreso una
mucha mejor orientación sobre la eficacia de sus créditos sustanciales en esta área.

Un buen ejemplo es el apoyo de NIJ de chalecos antibalas más ligeros, que al parecer han salvado cientos
de vidas oficiales de policía. Incluso más vidas pueden ser salvadas, sin embargo, si la investigación de
evaluación examinó el cumplimiento del oficial de policía sobre el uso de los chalecos, los factores que
afectan a ese cumplimiento y las estrategias para aumentar el cumplimiento.

Preguntas similares pueden ser respondidas por el rol de los sistemas automáticos de identificación dactilar
(AFIS, automated fingerprint identification systems). Los porcentajes de casos en que las huellas dactilares
son respectivamente buscadas, detectadas, elevadas a AFIS, resultando en la identificación de un
sospechoso, llevándolo a un arresto, condena y encarcelamiento pueden ser evaluados en una variedad de
agencias policiales. Los resultados podrían fomentar un mayor uso de AFIS, en su caso, o si no, una
redirección de los fondos federales en los gastos policiales que pueden ser más efectivos en el costo de la
prevención de la delincuencia.

Otro ejemplo importante es el uso policial de terminales de ordenador en el patrullero. En teoría, este
equipo puede ayudar a los oficiales de patrulla a ser mucho más productivos en el uso del tiempo que
dedican a patrullar los puntos calientes o si no esperar el próximo despacho a una llamada de servicio. Ya
sea que los oficiales usarán realmente los terminales en busca de vehículos robados o detectar personas
sospechosas, sin embargo, es una cuestión clave para la evaluación de los equipos del programa. El
Instituto Nacional de Justicia puede ayudar con pruebas de diseño controlado (Puntuación de Métodos
Científicos = 5) asignando al azar nuevos sistemas informáticos en el coche a algunos oficiales, pero no en
otros, con observaciones de cómo los oficiales pasan su tiempo de patrulla, tanto antes como después de
que el nuevo equipo es instalado. Esto a su vez podría informar a los análisis del número de arrestos
efectuados por hora de patrulla, el número de armas incautadas, autos robados recuperados y así
sucesivamente. Experimentos similares se podrían hacer a nivel sector de patrulla durante períodos más
largos de tiempo, poniendo a prueba la hipótesis de que los sectores patrullados por vehículos equipados
con computadoras tendrán menos delitos que los sectores patrullados sin ellos. Si esas hipótesis no pueden

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ser apoyadas por pruebas científicas rigurosas, la investigación adicional podría identificar las razones por
las que la tecnología no previene el delito como medios esperados y posibles para resolver esos problemas.

Otros ejemplos posibles de las evaluaciones de tecnología sólo están limitados por la amplia gama de
equipos policiales que ya están en el mercado y actualmente en desarrollo, de los detectores de armas de
mano que revelan armas ocultas bajo la ropa a los dispositivos eléctricos para la policía hasta desconectar
el encendido de los vehículos perseguidos. Un plan del Congreso dejando a un lado el 10 % del programa de
financiación para los test controlados y otro 10 % para los costos de la investigación, permitirían que las
evaluaciones identifiquen la tecnología y el equipo de probada eficacia policial.

Fuerzas de Tareas Multijurisdiccionales Antidrogas con Subvenciones Byrne. Este programa puede ser
definido por servir a propósitos distintos de la prevención del delito. Otras metas pueden ser medidas en
cantidades de drogas incautadas o el número de traficantes de drogas de nivel medio arrestados y
encarcelados. Testear la eficacia de esos programas en el logro de los objetivos podría hacerse a través de
la asignación aleatoria de una amplia muestra de casos de una jurisdicción única versus la investigación de
la fuerza de tareas. Alternativamente, el antes y el después de las comparaciones de los problemas de
abuso de drogas puede ser personalizado en áreas estadísticas metropolitanas donde operan las fuerzas de
tareas, con más comparaciones con áreas que no crearon esas fuerzas de tareas. Las comparaciones
también pueden ser hechas a través de fuerzas de tareas de diferentes tamaños. Los indicadores básicos de
productividad también podrían ser calculados y comparados en todas las fuerzas de tareas financiadas por
Byrne, con un análisis de las razones de la variación en la productividad. La financiación adicional podría
entonces estar condicionada a la consecución de los niveles de productividad específicas. El liderazgo de la
fuerza de tareas podría colaborar con los investigadores del NIJ en la elaboración de un conjunto de
preguntas que deben ser respondidas por una evaluación de este tipo y acordar científicamente y
operativamente los medios adecuados de diseño de una evaluación de este programa anual de $ 190
millones.

Subvenciones por la Violencia contra las Mujeres. Tanto las subvenciones de STOP como las de Alentar
Arrestos tienen dos áreas críticas en las que la evaluación del programa puede ayudar. Una es descubrir
programas de probada eficacia en la prevención de casi todo tipo de delitos contra la mujer. La otra es la
identificación de los medios más eficaces para prestar una amplia gama de servicios de apoyo, desde la
capacitación de la policía a los bancos de datos. Ambas tareas se ven obstaculizadas por el hecho de que
muchas de las subvenciones concedidas al amparo de estos programas de financiamiento son de menos de
$ 20.000 y son demasiado pequeños en su alcance como para justificar evaluaciones separadas. Esta
cuestión, que también se aplica a las subvenciones Byrne y se aborda en el capítulo 10, es una que un plan
congresal para su evaluación puede resolver. Podría decirse que es ineficiente para cada concesionario el
enfrentar problemas similares por separado, tales como materiales de instrucción en el aula de
capacitación de la policía. Un programa nacional de evaluación para identificar los programas de violencia
contra las mujeres de probada eficacia proporcionaría una mucha mejor guía para saber cómo enfocar los
miles de pequeños subsidios programados a ser otorgados por esos programas en los próximos años.

Los métodos de prueba de la efectividad del programa en la prevención del delito se discuten
generalmente en el capítulo 4. Los más importantes temas de investigación policial se refieren a la
predicción y prevención de la violencia doméstica grave, para lo que no hay herramientas científicamente
validadas de evaluación de riesgos actualmente disponibles (Sherman y Strang, 1996). La eficacia de los
collares personales de radio-alarma monitoreados por la policía para las mujeres que recibieron órdenes
judiciales de protección es una alta prioridad para un ensayo controlado aleatorio. Así es una comparación
de la eficacia de la prevención del delito de arrestos por asalto doméstico menor con y sin acusación, lo que
podría indicar la necesidad de asignación del Congreso de los fondos para el propósito específico de
enjuiciamiento de estos casos. La emisión de órdenes de arresto para delincuentes por delito menores de
asalto ausentes es una práctica prometedora (Dunford, 1990) que necesita replicación. Varias respuestas
policiales a disputas domésticas no violentas (que son más numerosas que las violentas) se pueden
comparar y probar su eficacia en la prevención de la violencia posterior.

33
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La efectividad del programa en el cumplimiento de metas distintas a la prevención del delito también
puede beneficiarse de las evaluaciones. La mejora de los servicios de igualdad de género y víctimas en las
acciones policiales también se pueden medir científicamente como resultados del programa.
Independientemente de la eficacia del arresto obligatorio, por ejemplo, la literatura revela una dificultad
considerable para obtener del oficial de patrulla el cumplimiento de las políticas de arrestos contra los
asaltos menores - de los cuales la mayoría no requieren tratamiento médico y un tercio no tienen signos
visibles de lesiones. La tendencia de los oficiales a banalizar esos crímenes, para responder lentamente a las
llamadas domésticas y de negarse a realizar arrestos son todos comportamientos que los programas de
capacitación y asistencia técnica financiados por el Departamento de Justicia puede tratar de cambiar.
Independientemente de los métodos usados para perseguir esos objetivos, los test aleatorios controlados
pueden revelar qué métodos son los más eficaces. El seguimiento de las observaciones del tratamiento
policial a las mujeres víctimas en el campo sería un componente de importancia crítica -aunque caro- de la
evaluación de los programas de capacitación. En ausencia de tal escrutinio cuidadoso por parte de un
esfuerzo de evaluación nacional de "gran ciencia", sin embargo, la eficacia de los programas para el cambio
de comportamiento de la policía seguirá siendo desconocido. Aquí, de nuevo, un plan del Congreso para el
desarrollo de programas de probada eficacia podría hacer una gran diferencia.

Sacar armas de las calles - Con Legitimidad. Una hipótesis importante sobre la tasa de homicidios en
declive en los EE.UU. es que la policía se ha vuelto más eficaz al disuadir la portación ilegal de armas en
lugares públicos (Moore, 1980; Wilson, 1994). Pruebas adicionales para la hipótesis de la portación de
armas parece justificar la más alta prioridad para la investigación federal, dada la conexión clara de armas
para la violencia juvenil grave y de pandillas. Al mismo tiempo, la cuestión de la legitimidad de la policía y el
acoso percibido de los jóvenes negros es un aspecto crucial de la aplicación de la ley de armas. Una agenda
de investigación que desarrolle la eficacia policial en la detección de armas de fuego ilegales, al tiempo que
mejora la legitimidad de la policía a los ojos de todos los ciudadanos, incluidos los delincuentes, podría
abordar ambas cuestiones simultáneamente. En esos temas, la investigación podría ayudar a reducir los
homicidios y los disturbios y aumentar el cumplimiento general de la ley a través de un mayor respeto por
la autoridad moral de la policía.

Ubicación de la Patrulla y estrategias temporales. Desde que la violencia armada está fuertemente
concentrada en menos de 100 de las 10.000 agencias policiales que reportan al FBI, también se necesita
investigación sobre los enfoques más generales para las patrullas dirigidas a los puntos calientes y los
tiempos calientes. Un ejemplo aparentemente mundano es decir que los horarios de la policía pueden ser
vitales para la prevención del delito. Los jefes de policía se enfrentan a una enorme resistencia por parte de
los sindicatos de policía con el cambio de las asignaciones de trabajo y horarios para concentrar a la policía
en las áreas de alta criminalidad entre las 7 p.m. y las 3 a.m., con la mayoría de los oficiales asignados los
fines de semana. Muchos deben usar el pago de horas extras para moverse incluso en esa dirección. Si los
experimentos que comparan patrones de personal focalizado en el crimen con los procedimientos
convencionales encuentran una reducción de la criminalidad, que podría apoyar a los jefes de policía que
tratan de hacer un mejor uso del dinero de los contribuyentes.

Avergonzamiento Juvenil y Justicia Restaurativa. Todas las agencias de policía deben tratar con
delincuentes juveniles. Las conferencias de rendición de cuentas de la comunidad de Australia pueden ser
testeadas en las agencias de policía grandes y pequeñas. Dadas las conclusiones negativas sobre los efectos
del arresto en la delincuencia juvenil, hay mucho que ganar y poco que perder quizás mediante el
desarrollo de alternativas al arresto. La creciente preocupación por la violencia juvenil grave, en especial los
delitos de armas en las grandes ciudades, no debe distorsionar la verdad que la mayoría de los menores
aún son arrestados por robo y otros delitos menores. Un programa para los primeros delincuentes que
funciona mejor para cortar carreras delictivas en la yema bien puede prevenir delitos contra la propiedad
más graves, como el robo de autos y los delitos violentos. También puede aumentar la legitimidad de la
policía a los ojos de los adultos participantes, mucho más eficaz que los enfoques convencionales de la
policía comunitaria.

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Experimentos multiagenciales. La propuesta del Congreso de reestructuración de las evaluaciones en el


Capítulo 10 haría posible un gran avance en la investigación policial: comparar las estrategias a través de
una amplia muestra de departamentos de policía. La asignación aleatoria de los fondos federales para
mejorar las estrategias específicas para la mitad de las cien ciudades más grandes podría recorrer un largo
camino hacia el aprendizaje sobre qué funciona de las políticas de toda la agencia. Un buen ejemplo es la
aplicación de la ley de tránsito. Los arrestos policiales proactivos por conducir ebrio son generalmente
esporádicos (Ross, 1994), en parte porque no hay evidencia directa de que las muertes por tráfico
aumentarán si los arrestos por conducir en estado de ebriedad disminuyen. Por otra parte, la evidencia de
que la aplicación de la ley de tráfico reduce el robo es sugerente pero no concluyente. En conjunto, el doble
objetivo de reducir las muertes debidas al tráfico y los robos justificaría la inversión en un experimento
aleatorio de 100 agencias en la aplicación de la ley de tránsito. Un experimento en el que 50 agencias de
policía seleccionadas al azar de 100 agencias voluntariadas recibieron sustanciales fondos federales para un
mayor control del tránsito -por 300 o 400%- sería un test ideal de la hipótesis ahora débilmente apoyada
por estudios meramente correlacionales.

Otro enfoque sería ir directamente a la base de la Ley de la Delincuencia de 1994 - los 100.000 policías. Un
experimento en el que un 20% más de oficiales (sobre los niveles actuales, incluyendo las subvenciones
COPS) fueron financiados al azar en medio de una muestra de agencias de policía que proporcionarían un
test mucho más definitivo de la efectividad de la prevención del delito del gasto anual de $ 1,4 mil millones.
El apoyo popular a este programa puede hacer que la cuestión sea discutible, por el momento, pero la
pregunta queda sobre qué tan efectivo es el programa. Los experimentos usando este diseño también
podrían testear otras teorías, como el uso de oficiales extra en la resolución de problemas o en la policía
comunitaria.

Evaluación de prioridades de financiación. Más de la mitad de todos los fondos del Departamento de
Justicia para la prevención de la delincuencia local se dirige a la policía. No puede decirse lo mismo, sin
embargo, para la asignación de fondos de evaluación de programas. El Congreso no ha abordado la
cuestión de las prioridades de financiación de la evaluación con la misma claridad con que se han
identificado las prioridades de financiación de programas. Esta es una razón más por la que el Congreso
considera la reestructuración de las evaluaciones de prevención del delito del Departamento de Justicia
como se discutió en el Capítulo 10.

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Lunes 23 de marzo de 2015. Estimado Comandante Mayor (R) Blanco. Muchas gracias por su traducción al español
de mi revisión de las prácticas del servicio de policía de 1997. Es una gran contribución a la literatura, y la publicaré
en la sección española del sitio web www.Cambridge-ebp.net para la policía, para leerla de forma gratuita. Estoy
muy agradecido por su contribución. Sinceramente,

Lawrence W. Sherman M.A. Ph.D., Ph.D. (Hons), D.H.L. (Hons)


Wolfson Professor of Criminology
Director, Institute of Criminology
University of Cambridge
Sidgwick Site
Cambridge CB3 9DA
United Kingdom
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(+44) (0) 1223 335 360
(+1) 267 269 1757
42
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Patrullar15 en bicicleta

Una unidad de patrullaje en bicicletas tiene las siguientes características y tipo de tareas:

 alta visibilidad;

 identificar problemas y desarrollar soluciones;

 ejecutar la ley;

 representar a la Fuerza ante las personas que trabajan, viven y visitan la ciudad;

 asistir en la coordinación de las actividades de ejecución de la ley en el centro de la ciudad;

 actuar como "facilitador" cuando sea posible entre las personas y las agencias gubernamentales;

 comunicar lo que ocurra en el centro urbano a las oficinas apropiadas de la Fuerza;

 entrenar -y exponer- a los oficiales de las patrullas motorizadas en las técnicas del servicio de policía
comunitaria;

 proveer un ejemplo positivo de medios de transporte alternativos;

 proveer un ejemplo positivo de entrenamiento físico;

 maximizar el contacto con el ciudadano (responder a sus intereses, colectar inteligencia, desarrollar una
imagen positiva de la ejecución de la ley);

 supervisar y coordinar el orden en los estacionamientos.

Las ventajas del patrullaje en bicicleta son muchas. El funcionario está fuera de su automotor y más
accesible al público. Puede acercarse silenciosamente a aquellos lugares donde se venden drogas. Cubre
una superficie más extensa que la del patrullaje a pie. Llega donde las patrullas motorizadas no pueden
hacerlo. Son más baratas que los automóviles. A los candidatos a unirse a estas unidades se les dicta un
curso que los certifica como oficiales de bicicletas tácticas, antes de trabajar en las calles.

Comentario de un Oficial de la Policía de la Provincia de Santa Cruz: Si, es muy posible, se


puede llevar a cabo con técnicas apropiadas de cómo dejar la bicicleta ante una
persecución a pie. Saber cómo colocar la mano al caer para no producir un sobrehueso, etc.
Es un recurso muy silencioso al transitar por pasajes cerrados, lo hice varias noches cuando
era Oficial Ayudante recién egresado. Es muy efectivo, por supuesto, siempre en parejas.

15Patrullar: (Del francés, patrouiller) 1. intr. Dicho de una patrulla: rondar. U. t. c. tr. 2. intr. Dicho de un buque o
de un avión: Prestar servicio de patrulla. U. t. c. tr.
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Tipos y eficacia de las patrullas 16


Gary Cordner

La patrulla17 representa la mayor parte de la labor policial en la mayoría de las agencias de policía. Los
términos 'patrullaje'18 y 'de patrulla' generalmente se refieren a lo que los oficiales hacen cuando no están
gestionando llamadas de servicios – lo hacen sobre todo en patrulleros 19, pero a veces a pie, en bicicleta, a
caballo, o similares. Mientras están de patrulla, los agentes pueden buscar violaciones de tráfico,
comportamientos sospechosos, desorden y condiciones inseguras. También pueden buscar oportunidades
para interactuar con el público en situaciones informales o más formales. Todo esto es considerado
patrullaje. El tiempo que los policías pasan gestionando llamadas de servicio también se considera parte del
trabajo de patrullaje. Los oficiales de patrulla responden a las llamadas, hacen informes, reprimen
disturbios, etc. La combinación de esas dos series de actividades -patrullaje y gestión de llamadas- ocupan
la mayor parte del tiempo de los oficiales de patrulla, quienes a su vez representan a la mayoría del
personal del típico departamento de policía. Por lo tanto, la patrulla es la actividad principal del servicio
policial.

Hoy asociamos estrechamente el término 'patrulla' con la policía. Los nuevos oficiales de policía suelen ser
asignados a tareas de patrullaje y son llamados 'oficiales de patrulla'. La unidad más grande en la mayoría
de los departamentos de policía es la División de Patrullaje; en los departamentos de policía pequeños,
todos patrullan. Cuando pedimos ayuda a la policía, ya sea para una emergencia, para denunciar un delito,
para calmar un disturbio, o para solicitar algún tipo de servicio de rutina, normalmente es enviado un oficial
de patrulla. Cuando nos encontramos con la policía en la más omnipresente de todas las situaciones de
aplicación de la ley, un control de tráfico, por lo general es un oficial de patrulla quien nos ha parado.

Patrulla de observación. Antes de la aparición de la radio de dos vías, el policía de patrulla tenía un
propósito primario - observar. Era (y es) esperado que el policía de patrulla prevenga algún delito y
desorden por su vigilancia. Además, debe intervenir con eficacia cuando descubre violaciones a la ley en el
mismo momento en que se están cometiendo. En la Edad Media, los militares y cuasi-militares precursores
de la policía moderna patrullaban Europa en busca de salteadores de caminos. En Inglaterra, el sheriff y sus
hombres patrullaban buscando a quienes cazaban y pescaban furtivamente en tierras de propiedad del rey
y otros nobles [un delito en Inglaterra en el siglo XVII]. En América del Sur en el 1700, las patrullas de
esclavos estaban al acecho de los esclavos fugitivos. Al afianzarse la urbanización en los años 1800 y 1900,
los serenos y más tarde los oficiales uniformados de patrulla a pie, buscaban todo tipo de delito y desorden
en las ciudades y los pueblos.

Patrulla de espera. Los automóviles y las radios de dos vías afectaron drásticamente a la patrulla policial en
el siglo XX. A medida que más y más gente se metió en los vehículos, también lo hizo la policía. La patrulla
policial motorizada fue considerada necesaria para perseguir a los delincuentes motorizados y para hacer
cumplir las leyes de tránsito. La patrulla motorizada también llegó a ser vista como más eficiente que la
patrulla a pie, porque los policías en automóviles podían vigilar un área más grande. Entonces, la adición de
la radio de dos vías hizo posible que el personal en el cuartel central se contactara con los oficiales de
patrulla en el terreno y los despacharan a responder los pedidos de ayuda de los ciudadanos.

16 CORDNER, Gary. "Types and Effectiveness of Patrol". The Encyclopedia of Police Science. 3° Edición. Volumen 1,
Editor: Jack R. Green. Routledge. Taylor & Francis Group. Nueva York. Londres. Año 2007. Págs. 898-902.
Traducido por el Magíster Comandante Mayor (R) Carlos G. Blanco.
17 Patrulla: 1. f. Partida de soldados u otra gente armada, en corto número, que ronda para mantener el orden y

seguridad en las plazas y campamentos. 2. f. Grupo de buques o aviones que prestan servicio en una costa, paraje
de mar o campo minado, para la defensa contra ataques submarinos o aéreos, o para observaciones
meteorológicas. 3. f. Servicio que realiza una patrulla. 4. f. Corto número de personas que van acuadrilladas.
5. f. Am. Vehículo automóvil que usa la Policía para la vigilancia pública. En Panamá, u. c. m.
18 Patrullaje: 1.m. Acción y efecto de patrullar.
19 Patrullero: 1. adj. Dicho de un buque o de un avión: Destinado a patrullar. U.t.c.s. 2.adj. Arg. Bol. Cuba. Ec. Nic. y

Ur. Se dice de los vehículos que usa la Policía para la vigilancia pública. U. t. c. s. m. 3. m. Col., C. Rica, El
Salv., Méx., Ur. y Ven. Agente de Policía que va en ese vehículo. 4. m. El Salv. Campesino que pertenece a una
organización paramilitar.
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El impacto de estas dos tecnologías básicas no debe subestimarse. Antes de los automóviles y las radios, la
respuesta policial a las emergencias y otras crisis eran más como el modelo del departamento de bomberos
– desde el cuartel. Los oficiales de patrulla iban a la calle a mirar, pero no estaban en continua
comunicación con la estación de policía. Conforme avanzara el siglo XX, la patrulla policial se hizo más y
más dependiente del automóvil y la radio. El público aprendió a llamar a la policía cada vez que sospechaba
de un delito o desorden, y los pedidos de asistencia policial aumentaron de forma constante. Con el
tiempo, ha aumentado la parte de la carga de trabajo -representada por la gestión de llamadas- de los
oficiales de patrulla. En la década de 1970, un segundo propósito fundamental de la patrulla había echado
raíces - esperar. Muchos oficiales de patrulla percibían a sus puestos de trabajo principalmente como de
gestión de llamadas; cuando no estaban 'en una llamada', estaban esperándola. 'Observar' y 'esperar' se
unieron en un propósito de la patrulla, y en algunos casos la reemplazaron en gran medida; la patrulla se
convirtió en una actividad más pasiva y reactiva.

Investigación sobre la patrulla. La investigación cuidadosa sobre la práctica y la eficacia de la patrulla


policial empezó lentamente en la década de 1950 y comenzó a florecer en la década de 1970. Las primeras
conclusiones se centraron primariamente en el descubrimiento de que los oficiales de patrulla ejercían una
amplia discreción cuando aplicaban la ley y mantenían el orden. Se encontró que la policía invocaba la ley
con mucha menos frecuencia de lo que podía, a menudo prefiriendo manejar informalmente las
situaciones. Las decisiones discrecionales del oficial de policía sobre si ejecutar la ley se ven afectados por
factores tales como la política del departamento, las preferencias de la víctima/querellante, la conducta del
sospechoso, y la gravedad de la infracción. La investigación sobre la composición de la carga de trabajo del
oficial de patrulla indica una división de cincuenta-cincuenta entre el tiempo dedicado a la gestión de
llamadas y el tiempo dedicado a la patrulla, aunque, por supuesto, esto varía ampliamente entre las
jurisdicciones y en diferentes turnos.

Los oficiales del turno diurno manejan información relativamente más rutinaria sobre reportes de delitos y
deberes del servicio público, los oficiales del turno vespertino manejan más desórdenes y disputas en
progreso, y los oficiales del turno nocturno tienen menos interacción humana y centran más su atención en
los pocos negocios abiertos durante esas horas y la seguridad de muchos negocios cerrados por la noche.
La carga de trabajo de la patrulla no es del todo la lucha contra el delito, como podrían sugerir las
representaciones de los medios, ni todo es servicio público mundano, como parecían indicar algunos
estudios iniciales. Los mejores estudios han demostrado que el trabajo de patrulla combina variadamente
el control del delito, el mantenimiento del orden, el control del tránsito, los deberes del servicio y las
solicitudes. De esas cuatro categorías comúnmente usadas, el control de la delincuencia parece dar cuenta
de la mayor parte de las llamadas atendidas por la policía, así como los encuentros policiales con los
ciudadanos, y las cuentas puras de servicio para la porción más pequeña.

Sin embargo, rápidamente hay que destacar que la mayoría de las llamadas relacionadas con el delito y los
encuentros implican delitos menores, tomar informes de rutina, y no los arrestos (a menudo porque un
sospechoso nunca es identificado). Los oficiales de patrulla son más propensos a tomar acciones aplicación
de la ley, en la forma de arrestos o citaciones, en el mantenimiento del orden y en las situaciones de tráfico
que en situaciones relacionadas con el delito. Una cuestión mayor en la década de 1970 fue un-oficial
versus dos-oficiales en los patrulleros. La sabiduría convencional en el momento era que dos oficiales de
patrulla por coche eran más efectivos por el valor de dos pares de ojos mirando y dos juegos de manos, por
si algo pasara. Además, se supuso que dos agentes en un coche patrulla estaban más seguros que uno solo.
La investigación encontró, sin embargo, que los coches con un agente eran tan seguros y tan productivos
como los coches de dos oficiales. Al día de hoy, muchos oficiales siguen prefiriendo los coches de dos
oficiales de patrulla por la compañía y las ventajas de seguridad percibidas que ofrecen, pero la práctica
moderna se basa principalmente en los coches de un oficial en la gran mayoría de las agencias.

Eficacia de la patrulla. El estudio seminal de la eficacia de la patrulla fue el Experimento de la Patrulla


Preventiva de Kansas City, llevado a cabo por la Fundación Policial (Police Foundation) y publicado en 1974.
Este experimento probó el impacto de los tres niveles de fuerza del patrullaje, que van desde la ausencia de
patrullas a duplicar el nivel normal, en quince sectores de patrullaje durante el transcurso de un año.

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Los resultados fueron sorprendentes - no hubo diferencias en la victimización, el delito denunciado, el


miedo al delito, la percepción pública de la presencia policial, los arrestos, los accidentes de tránsito, o
cualquier otra cosa que fue medida. Las patrullas policiales (no toda la presencia policial, sólo patrullas
regulares) fueron virtualmente eliminadas en cinco sectores durante un año y nadie se dio cuenta. Del
mismo modo, las patrullas fueron duplicadas en otros cinco sectores y nadie se dio cuenta. La validez
interna y externa del estudio de Kansas City ha sido objeto de debate durante años por los investigadores, y
sus consecuencias han sido muy debatidas por los profesionales de la policía. Independientemente del
resultado de esos debates, sin embargo, la teoría y la práctica de la patrulla policial han cambiado para
siempre. Pocos están dispuestos a asumir por más tiempo que la mera ‘visibilidad’ y ‘omnipresencia’ son
estrategias de patrullaje suficientes para reducir el delito o el miedo a la delincuencia. Muchos están
dispuestos a adoptar un enfoque más estratégico para el despliegue de patrullaje y de tácticas, ya que no
parece que sea absolutamente necesario asignar una patrulla a cada sector en cada turno sólo para
proporcionar visibilidad policial.

Otras dos contribuciones de importantes investigaciones que afectan a patrulla policial llegaron en la
década de 1970 y principios de 1980. En primer lugar, los estudios de tiempo de respuesta policial
revelaron, para sorpresa de todos, que la respuesta inmediata de la policía ante delitos denunciados rara
vez conduce a un arresto, ni es el factor crucial en la satisfacción de las víctimas. La respuesta inmediata
rara vez conduce a arrestos porque la gran mayoría de los delitos son delitos contra la propiedad
denunciados después que se han producido - el sospechoso es cosa del pasado y la víctima no tiene idea de
quién lo hizo. Es más, la satisfacción de las víctimas depende más de la empatía y competencia del oficial
que meramente de la rapidez de la respuesta. Esos hallazgos tuvieron importantes implicaciones prácticas
precisamente porque, para la década de 1980, el objetivo primario de la patrulla policial se había
convertido en esperar las llamadas y luego de responder rápidamente.

La segunda contribución de investigación importante en la década de 1980 fue el redescubrimiento de la


patrulla a pie. Los estudios en Newark, Nueva Jersey, y Flint (Michigan) indicaron que las patrullas a pie en
cada uno de esos lugares pueden tener algunos efectos positivos que habían sido insuficientes en Kansas
City cuando se puso a prueba la patrulla motorizada. Ambos estudios sugirieron que las patrullas a pie
hacen que los residentes se sientan más seguros y mejora la relación del público con la policía. El estudio de
Flint también alegó que las patrullas a pie reducían el crimen, aunque no así el estudio de Newark. Sin
embargo, a raíz del experimento de Kansas City, sólo para encontrar que las patrullas a pie tienen efectos
beneficiosos en el miedo al delito y las actitudes hacia la policía eran suficientes para renovar el interés de
la policía en ellos.

Ventanas Rotas y Policía Comunitaria. El redescubrimiento de la patrulla a pie contribuyó al desarrollo de


la tesis de las ventanas rotas. En pocas palabras, esta tesis sostiene lo siguiente: los oficiales de patrulla a
pie, en contraste con los oficiales de patrulla motorizados, es más probable que aborden la delincuencia
menor y los problemas de desorden en sus sectores, como borrachos, mendigos, prostitutas, jóvenes
fuertes y traficantes de drogas de poca monta; cuando los oficiales enfrentan ese tipo de problemas, los
residentes se anotician, se sienten más seguros, y lo aprecian; los residentes que se sienten más seguros y
que tienen más confianza en la policía tienen entonces más probabilidades de ejercer un control social
informal, que hace que la zona sea aún más segura; la seguridad realzada y el miedo reducido animan a los
residentes a permanecer en la zona, los estimula a mejorar sus propiedades, y atrae a otros residentes e
inversores al área; y un ciclo positivo de mejoras continua. Cabe destacar que esta tesis de las ventanas
rotas está lejos de ser probada, pero ha tenido un fuerte impacto en las estrategias policiales, los
programas de prevención del delito, y la renovación urbana en los últimos quince o veinte años.

El redescubrimiento de la patrulla a pie también ha contribuido directamente al aumento de la policía


comunitaria. Como metáfora, la patrulla a pie simboliza al policía bien conocido por los vecinos del barrio y
trabajando de cerca con ellos para hacer frente a los problemas del vecindario, en contraste con la
metáfora de la patrulla motorizada de un oficial con gafas reflectoras del sol lanzándose a un barrio para
aplicar la ley y luego desaparecer o dar vueltas mirando a los residentes. Este contraste ha sido reconocido
y debatido desde hace tiempo, por supuesto, pero antes de hacerse varios estudios ya señalados, la policía

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había sido capaz de argumentar que la patrulla motorizada y la respuesta rápida, quizá difusa y poco cálida,
eran eficaces y necesarias. La investigación hizo insostenibles esas afirmaciones y abrió la puerta a una
variedad de innovaciones estratégicas, sobre todo la policía de proximidad.

El impacto práctico de la policía comunitaria en la patrulla policial puede describirse en términos de


propósito y carga de trabajo. En lugar de manejar los patrulleros alrededor, mirando y/o esperando, los
oficiales de la policía de proximidad se supone están trabajando en asociación con los residentes del
vecindario y otras agencias para identificar y resolver problemas locales específicos. Este enfoque de la
patrulla es más colaborador y más proactivo que los modelos anteriores. Naturalmente, esos oficiales de
patrulla aún deben gestionar los delitos denunciados y otras llamadas de ayuda, pero cuando no gestionan
llamadas, enfatizan la resolución de problemas más que ver o esperar.

Patrulla Estratégica. Otra dirección estratégica que la patrulla ha tomado en los últimos veinte años es
hacia un enfoque más centrado o dirigido. Uno podría pensar de la patrulla motorizada tradicional como la
entrada de la mayonesa - se distribuya de forma equilibrada en toda la jurisdicción. La patrulla dirigida, por
contraste, trata de aplicar la patrulla de una manera más centrada en determinados lugares, donde los
crímenes u otros problemas están ocurriendo. Las mejoras en el análisis del delito y el mapeo de delitos en
los últimos años han hecho más factible este enfoque. La tecnología sigue afectando a patrulla policial. Los
oficiales ahora comúnmente tienen computadoras en sus vehículos, a través de las cuales pueden
comprobar registros de vehículos, licencias de conducir, antecedentes penales, archivos de órdenes de
allanamiento, y una serie de otros datos en segundos. La tecnología ha afectado también a las armas de la
policía, el equipo policial de protección, grabación de audio y video de los encuentros de ciudadanos y
policías, la visión nocturna, la localización y recolección de pruebas, la gestión de persecuciones a alta
velocidad, y muchas otras condiciones y aspectos del trabajo del oficial de patrulla. A pesar de los cambios
significativos durante el último siglo o dos, la labor de los oficiales de patrulla sigue siendo muy difícil y
controvertida. La mayoría de los incidentes de uso de la fuerza, incluyendo la fuerza letal, implican a
oficiales de patrulla de responden a las llamadas o investigan situaciones sospechosas. La mayoría de las
persecuciones a alta velocidad implican a oficiales de patrulla. La controversia actual en Estados Unidos
alrededor de los llamados perfiles raciales o 'negro-conduciendo', se centra primariamente en las prácticas
de los oficiales de patrulla en la detención y la búsqueda de vehículos y peatones.

Los policías de patrulla se encuentran entre las personas más poderosas y visibles de nuestro aparato
gubernamental. El trabajo policial, incluido el trabajo de patrulla, intrínsecamente conlleva el uso de la
autoridad gubernamental para regular y restringir el comportamiento de las personas. La mayoría de
nosotros resiente esas restricciones cuando nos son aplicadas, y se cometerán errores cuando se utilice
dicha autoridad. Más en serio, tal vez, las instituciones que ejercen tal autoridad es probable que no eviten
los prejuicios que penetran las sociedades en las que operan. Las nuevas tecnologías y las nuevas
estrategias como la policía de proximidad, tienen cierto potencial para reducir los abusos de autoridad y
prevenir tragedias de uso de la fuerza, pero es improbable que la necesidad de tomar decisiones de vida o
muerte en décimas de segundo nunca pueda ser completamente eliminada del trabajo del policía de
patrulla.

Referencias y lectura adicional:

Boydstun, John E., Michael E. Sherry, and Nicholas P. Moelter. 1977. Patrol staffing in San Diego: One- or
two-officer units. Washington, DC: Police Foundation.

Cordner, Gary W. 1989. The police on patrol. In Police & policing: Contemporary issues, ed. Dennis Jay
Kenney. New York: Praeger.

Kelling, George L., Tony Pate, Duane Dieckman, and Charles E. Brown. 1974. The Kansas City Preventive
Patrol Experiment: A summary report. Washington, DC: Police Foundation.

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McGarrell, Edmund F., Steven Chermak, and Alexander Weiss. 1999. Targeting firearm violence through
directed police patrol.

Indianapolis, IN: Hudson Institute. Police Foundation. 1981. The Newark foot patrol experiment.
Washington, DC: Author.

Reichel, Philip. 1988. Southern slave patrols as a transitional police style. American Journal of Police 7.

Sherman, Lawrence W., and David Weisburd. 1995. General deterrent effects of police patrol in crime hot
spots: A randomized, controlled trial. Justice Quarterly 12.

Spelman, William, and Dale K. Brown. 1981. Calling the police: Citizen reporting of serious crime.
Washington, DC: Police Executive Research Forum.

Trojanowicz, Robert. 1982. An evaluation of the Neighborhood Foot Patrol Program in Flint, Michigan. East
Lansing, MI: National Center for Community Policing, Michigan State University.

Wilson, James Q., and George L. Kelling, 1982. Police and neighborhood safety: Broken windows. The
Atlantic Monthly 211 (March): 29–38.

Patrulla a pie 20
Jenephyr James

Definición. Se ha dicho que la patrulla es la "columna vertebral del servicio de policía, el aspecto central de
las operaciones policiales... el centro de la actividad policial" (Walker y Katz 2002, 87). Hay tres funciones
distintas de patrulla: disuadir al crimen, hacer que los oficiales estén disponibles para el servicio y mejorar
la sensación de seguridad pública. La patrulla a pie es más que un método de patrulla. Está caracterizada
por oficiales que hacen recorridos a pie por el barrio. Como cualquier otro método de patrullaje, la patrulla
a pie tiene sus inconvenientes, así como sus beneficios: "Si bien es extremadamente cara y capaz de cubrir
sólo un terreno limitado, la patrulla a pie permite mejorar las relaciones policía-comunidad" (Walker y Katz
2002, 492).

Significatividad. Los departamentos de policía usan las patrullas a pie primariamente para: (1) incrementar
la visibilidad de los oficiales, (2) hacer un mayor contacto con la comunidad, (3) incrementar la
compenetración con los miembros de la comunidad, (4) incrementar la policía comunitaria y (5) mejorar el
apego al trabajo y la satisfacción del oficial de policía (Greene 1987; Walker y Katz 2002). Aunque los
automotores se han apoderado de gran parte de la vida moderna, muchos departamentos de policía en
todo el país todavía dependen de los oficiales de patrulla a pie para reducir proactivamente el crimen y
mejorar las relaciones con miembros de la comunidad.

"Si bien la patrulla motorizada puede haber incrementado la eficiencia en términos de tiempo de respuesta
y área cubierta, varias consecuencias imprevistas e indeseables también emergieron hacia la superficie. Con
los oficiales removidos de las calles, los contactos informales entre los oficiales y los ciudadanos
decrecieron" (Esbensen 1987, 45). Sin embargo, con el incremento de la policía comunitaria y una creciente
atención a los beneficios resultantes de fomentar los contactos informales dentro de una comunidad dada,
algunos departamentos de policía han comenzado a disminuir el número de oficiales asignados a las
unidades móviles e incrementaron el número de oficiales de patrulla a pie en barrios seleccionados (Walker
y Katz 2002). Ciertos departamentos emplean oficiales cuya función primaria es el patrullaje a pie. Las
patrullas a pie permiten que los oficiales tengan una presencia más accesible y de bienvenida dentro de las
comunidades.

20JAMES, Jenephyr. "Foot Patrol". The Encyclopedia of Police Science. 3° Edición. Volumen 1, Editor: Jack R. Green.
Routledge. Taylor & Francis Group. Nueva York. Londres. Año 2007. Págs. 553-555. Traducido por el Magíster
Comandante Mayor (R) Carlos G. Blanco.
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Además, los oficiales de patrulla a pie a menudo son capaces de tener una mejor relación con los miembros
de la comunidad debido a que presentan un aspecto menos amenazador que sus contrapartes de la unidad
móvil.

Si bien un oficial de patrulla a pie puede cubrir sólo un área limitada, que a su vez significa que el costo de
la patrulla a pie es más alto que la patrulla motorizada, tales limitaciones pueden ser compensadas por las
ganancias en las relaciones comunitarias. Además, dependiendo del área y la situación, a veces los oficiales
de patrulla a pie pueden responder más rápidamente a una escena que los oficiales que patrullan en
vehículos.

Breve Historia. Entre los decenios de 1920 y de 1950, muchos departamentos se mudaron de la patrulla a
pie a la patrulla motorizada porque el patrullero fue considerado más eficiente. "Un patrullero puede cubrir
un área mayor, pasar cada punto más a menudo, regresar a los puntos particulares de una manera
impredecible si es necesario y responder rápidamente a las peticiones de servicio" (Walker y Katz 2002, 93).
Sin embargo, como se señaló arriba, los oficiales que patrullaban un área y/o comunidad dentro de los
confines de un patrullero, perdieron el contacto directo con los ciudadanos. Como resultado, los oficiales
comenzaron a ser vistos como un ejército de ocupación o al menos no muy accesibles, como lo habían sido
los oficiales que patrullaban a pie. En respuesta a las crisis de las tensas relaciones policía-comunidad /
ciudadanos durante la década de 1960, muchos departamentos comenzaron a restaurar las patrullas a pie
dentro de barrios seleccionados. Además, muchos programas de policía comunitaria implementaron
patrullas a pie para incrementar la visibilidad de los oficiales y su accesibilidad por los ciudadanos (Walker y
Katz 2002).

En la década de 1980, una serie de evaluaciones examinaron las patrullas a pie y encontraron que aunque
el incremento de las patrullas a pie no redujo el crimen, hicieron incrementar la sensación de seguridad
(Walker y Katz 2002). Además, esos sentimientos positivos fueron generalizados a todo el departamento,
no sólo a los oficiales de la patrulla del pie individuales asignados en una comunidad. Por lo tanto,
mediante el incremento de las patrullas a pie y subsecuentemente las relaciones entre la policía y los
ciudadanos, los departamentos pueden incrementar el conocimiento sobre los roles específicos de los
oficiales y posiblemente también reducir el miedo al delito.

Relaciones con la Comunidad. El incremento en la cantidad de patrullas motorizadas ha llevado a una


disminución de la interacción entre los ciudadanos y los oficiales de policía. ''La interacción disminuida
entre la policía y los ciudadanos ha llevado no sólo al deterioro de las relaciones sino también a una
evaluación inexacta y no realista del rol policial'' (Esbensen 1987, 46). Este deterioro de las relaciones no
sólo puede incrementar las visiones inexactas de la policía y sus roles sino también puede incrementar el
miedo al delito y/o la victimización.

En la era de la policía comunitaria, tales tendencias pueden haber comenzado a cambiar: "En los últimos
años ha habido un resurgimiento del interés en los programas que tratan de colocar a la policía y a la
comunidad en mayor armonía e interacción" (Greene 1987, 1). Con la llegada de la policía comunitaria,
muchos departamentos comenzaron a aumentar las patrullas a pie para incrementar las interacciones del
oficial con el ciudadano y mejorar las relaciones comunitarias. Aunque no es ideal en todas las
circunstancias o comunidades, las patrullas a pie parecen incrementar la interacción positiva entre los
oficiales y los ciudadanos y mejorar las relaciones comunitarias con respecto a las patrullas motorizadas
tradicionales.

Incluso aunque las patrullas motorizadas a menudo son capaces de llegar a ciertas áreas más rápido que las
patrullas a pie y son capaces de cubrir un área más grande, los oficiales de la patrulla motorizada a menudo
tienen menos contacto con los miembros de la comunidad y con frecuencia no tienen tan buena relación
con el público al igual que oficiales de la patrulla a pie. Los oficiales de la patrulla a pie, debido a su pesada
interacción con el público, son capaces de aprender más acerca de su comunidad, su sector y aquellos que
residen en su interior, incrementando por lo tanto la satisfacción del público con la policía y alentando la
policía comunitaria y la mejora de las relaciones comunidad-policía.

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Una incrementada relación entre los ciudadanos y la policía puede fomentar una mayor cooperación de los
ciudadanos y una mayor denuncia de delitos. Los ciudadanos que se sienten alienados o que tienen una
imagen negativa de los oficiales de policía son menos propensos a reportar los crímenes a los
departamentos y menos probabilidades tienen de ofrecer consejos cuando se les pregunta (Esbensen
1987). Al aumentar las patrullas a pie e incrementar una imagen positiva de la policía y las relaciones
policía-comunidad, hay una mayor probabilidad de que los ciudadanos denuncien los delitos que ocurren y
ofrecer consejos sobre crímenes irresueltos, ayudando así a la policía a hacer las comunidades más seguras
y resolver crímenes con más frecuencia y/o más rápidamente.

Eficacia. Otro resultado positivo de iniciar las unidades de patrullaje a pie, además del incremento de las
relaciones policía-comunidad, es que pueden ayudar a reducir el crimen. Aunque '' esta noción de alta
visibilidad está siendo positivamente correlacionada con índices de criminalidad más bajos... sigue siendo
sospechoso en el mejor de los casos'' (Esbensen 1987, 48), el aumento de la visibilidad oficial puede
prevenir que ciertos delitos ocurran, reducir los índices de delincuencia o, como se señala en un estudio
citado anteriormente, reducir el miedo al delito. Los oficiales pueden ser capaces de ser más proactivos en
la lucha contra el crimen debido a su conocimiento de la comunidad a la que sirven que les permite
reconocer mejor cuando algo ''no está bien''. Cuando una comunidad y sus miembros son más conocidos
por los oficiales, es más claro para los oficiales cuando hay algo sospechoso ocurriendo que demanda su
atención.

Por ejemplo, si en un determinado barrio un tendero siempre apaga las luces y se va a casa a las 7 de la
tarde, un oficial que conoce el área sabrá que algo está mal, si a las 7:45 el oficial camina cerca de la tienda
y ve las luces encendidas. Mientras que un oficial que no conoce el área o el tendero puede no pensar que
algo está mal y potencialmente perder un delito que está en curso o que ya ha sido cometido. Sin embargo,
"mientras que las evaluaciones previas de los programas de patrullaje a pie han encontrado apoyo para
mejorar las relaciones con la comunidad como resultado de las patrullas a pie, los resultados han sido
inconsistentes con respecto a cualquier reducción de la delincuencia asociada con las patrullas a pie"
(Esbensen 1987, 48).

A pesar de que los oficiales de patrulla motorizada pueden responder a las llamadas de servicio más
rápidamente que sus contrapartes de la patrulla a pie, la eficacia real de las patrullas a pie no debe medirse
en el tiempo de respuesta o área cubierta sino en las percepciones ciudadanas de la policía, el
conocimiento de la policía de la comunidad y sus residentes y la satisfacción de los ciudadanos con la
policía. "Los oficiales de la patrulla del pie están involucrados con el público sobre una base mucho más
proactiva que oficiales de la patrulla motorizada" (Payne y Trojanowicz 1985, 24). Los oficiales de patrulla a
pie, aunque tienen muchos de las mismos deberes que los oficiales de la patrulla motorizada y participan
en actividades de patrullaje tradicionales, generalmente están más involucrados con e interactúan más
frecuentemente y positivamente con el público. Tales intercambios de información y sin situaciones de
confrontación hacen que las patrullas a pie sean ideales para la policía comunitaria.

Sin embargo, las patrullas motorizadas aún son más rápidas que las patrullas a pie en la respuesta a
situaciones graves y el automóvil tiene la capacidad de cubrir un área más grande que una patrulla a pie.
Por lo tanto, las patrullas a pie nunca se hará cargo del servicio de policía contemporáneo, pero pueden ser
de valor añadido a los departamentos mediante el suplemento de las patrullas motorizadas con oficiales
especializados de la patrulla a pie para incrementar las relaciones con la comunidad, mejorar la satisfacción
laboral del oficial y posiblemente la eficacia, reducir el miedo al delito y quizás también disminuir la
victimización permitiendo a los oficiales combatir el crimen más proactivamente.

Referencias y lectura adicional

Esbensen, F. 1987. Foot patrols: Of what value? American Journal of Police 6 (1): 45–65. Greene, J. R. 1987.
Foot patrol and community policing: Past practices and future prospects. American Journal of Police 6 (1):
1–15.

50
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Patterson, M. J. 1982. They’re walking the beat again: In dozens of cities, foot patrol has returned. Police
Magazine 5 (4): 53–59.

Payne, D. M., and R. C. Trojanowicz. 1985. Performance profiles of foot versus motor officers. East Lansing,
MI: National Neighborhood Foot Patrol Center, Michigan State University.

Walker, S., and C. M. Katz. 2002. The police in America: An introduction. 4th ed. Boston: McGraw-Hill.

Patrulla montada 21
Jenephyr James

Definición. La patrulla montada puede ser definida y descrita como sigue (Carfield 1995, 371):

Los policías montados a caballo son unidades especiales dentro de los departamentos de policía u
organizaciones de seguridad pública que usan caballos ya sea para actividades de patrullaje o para
operaciones especiales. A veces, el caballo es usado primariamente para el transporte para facilitar
e inspirar la interacción personal entre los oficiales y la ciudadanía. Durante las operaciones
especiales, la altura y la masa del caballo realzan la presencia de comando y la autoridad del oficial
montado.

Significatividad. Aunque muchos departamentos ahora confían en vehículos (incluyendo automóviles,


motocicletas y bicicletas) para patrullar áreas, algunos todavía usan unidades montadas a caballo para
patrullar ciertas áreas o para ocasiones especiales. Las unidades de policía montada también pueden ser
usadas en las operaciones especiales para complementar a las unidades de patrulla tradicionales, en
especial cuando se trata de controlar a la multitud. Las unidades montadas a caballo, tradicionalmente
basados en modelos de disciplina y de comando militar, son unidades especiales que tienen una historia
especial y una situación privilegiada dentro del servicio de policía.

Varios departamentos dentro de los Estados Unidos usan patrullas montadas a caballo para complementar
al automóvil, motocicleta, bicicleta o patrulla a pie por ciertos eventos o ciertas actividades de patrulla o
dependen de ellos como patrullas regulares destacadas durante los turnos. Paradójicamente, las unidades
de la policía montada todavía prosperan en las áreas urbanas y densamente pobladas (Roth 1998, 707).
Algunos departamentos que aún utilizan la patrulla montada a caballo o tienen patrullas regulares
montadas a caballo son el Departamento de Policía de Nueva York, el Departamento del Sheriff del
Condado de Los Ángeles, la Policía Estatal de Pennsylvania, el Departamento de Policía de Filadelfia y el
Departamento de Policía de Nueva Orleans. Además, varios departamentos fuera de los Estados Unidos
aún dependen de patrullas montadas a caballo como unidades especializadas dentro de los departamentos.

Historia. Según Roth (1998, 707) "si bien no se sabe cuándo se utilizó el primer caballo en la acción policial,
la mayoría de los historiadores localizan la utilización de fuerzas montadas en las actividades de
mantenimiento de la paz en los Artículos de Guerra del Rey Carlos22, publicados en 1629". La Patrulla a
Caballo de Londres, creada en 1805, fue la primera fuerza de policía montada formal y para la década de
1820 tanto en Australia como en Texas se habían implementado unidades de patrulla montadas a caballo.

La policía de Bow Street de Londres estableció una unidad de patrulla montada en 1758 y para 1805 las
patrullas a caballo "consistían en cincuenta y dos hombres y animales y se les encargó patrullar las
principales rutas hasta veinte kilómetros de distancia de Londres" (Campbell 1968; también Roth 1998,
708). Esta unidad manejaba principalmente la amenaza de salteadores de caminos en las rutas que
conducían a Londres y patrullaban las calles principales para prevenir esas amenazas. Originalmente, la
Patrulla a Caballo de Bow Street de Londres no trataba con las multitudes o disturbios como lo hicieron y

21 JAMES, Jenephyr. "Mounted Patrol". The Encyclopedia of Police Science. 3° Edición. Volumen 1, Editor: Jack R.
Green. Routledge. Taylor & Francis Group. Nueva York. Londres. Año 2007. Págs. 811-813. Traducido por el
Magíster Comandante Mayor (R) Carlos G. Blanco.
22 King Charles’ Articles of War.

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siguen haciendo las patrullas posteriores montadas a caballo (Roth, 1998). Los números de la Patrulla a
Caballo de Bow Street fueron incrementados en la década de 1820 porque probaron ser un éxito y a
comienzos de la década de 1840 fueron una parte integral de la Policía Metropolitana de Londres (Roth,
1998).

El rol de la policía montada cambió más hacia el control de multitudes durante el siglo XIX debido a un
incremento del desorden social y los disturbios (Roth, 1998). En lugar de limitarse a patrullar las carreteras
que conducían a Londres para desalentar a los bandoleros, los deberes de la policía montada hacia 1910
incluían patrullar tierras comunes, controlar la violencia rompehuelgas y otros jinetes escoltando a los
miembros de la monarquía y buscando niños perdidos y delincuentes prófugos. "En 1919 la rama montada
de la policía metropolitana se reorganizó en un modelo parecido a la rama de hoy" (Roth 1998, 708).
Además de Londres, otros pueblos y ciudades dentro de Inglaterra adoptaron este tipo de unidad para
complementar las patrullas policiales. Newcastle-upon-Tyne adoptó una patrulla montada en 1836 y aún
usa una fuerza de seis oficiales montados para patrullar los bosques y parques que rodean la ciudad (Roth,
1998). Dieciocho fuerzas policiales británicas habían montado ramas de patrulla montada a finales de 1982.

Los departamentos de policía en el Reino Unido no fueron los únicos en poner en práctica patrullas
montadas durante este tiempo. Los departamentos de policía en Australia también crearon unidades de
patrulla montada en el 1800. Las patrullas montadas eran responsables de la mayor aplicación de la ley en
los campos de oro durante la fiebre del oro de 1850, para el control de disturbios en Sídney y la búsqueda
de los convictos fugitivos también durante este tiempo. Al día de hoy, las patrullas montadas han sido
mantenidas dentro de Australia. "La fuerza montada de Nueva Gales del Sur ayuda hoy a la policía en
operaciones especiales tales como el control del tráfico en las grandes celebraciones y eventos deportivos;
la búsqueda de personas desaparecidas en áreas silvestres; la búsquedas de prófugos, plantaciones de
drogas y recuperación del ganado robado" (Roth 1998, 709).

Las patrullas montadas a caballo dentro de los Estados Unidos a menudo son equiparadas con la historia de
los Rangers de Texas a finales del 1800. Durante el siglo XIX, los "Rangers" tuvieron una existencia en-y-
fuera, pero se organizaron formalmente en 1835, formando un cuerpo militar auxiliar para patrullar las
fronteras entre los ríos Colorado y Trinity (Roth, 1998). La otra responsabilidad principal de los "Rangers"
era proteger la frontera de Texas de los ataques indios durante este tiempo. Después de la Guerra Civil, sus
funciones pasaron de la patrulla fronteriza a la labor policial directa contra los forajidos.

Siguiendo el ejemplo de los Rangers de Texas, otros estados, como Arizona y Nuevo México, también
implementaron patrullas a caballo alrededor de la década de 1900 para mejorar la aplicación de la ley. La
misión principal de esas unidades era reducir las depredaciones de los forajidos. Aunque muchas patrullas
montadas fueron desmanteladas o disueltas por la introducción y proliferación de automóviles y patrullas
en carreteras, muchos departamentos dentro de los Estados Unidos y el mundo todavía tienen
departamentos con patrullas a caballo que todavía se utilizan hoy en día, sin embargo, "no hay estadísticas
precisas sobre el número de fuerzas montadas en el mundo hoy. Según una fuente había entre setenta y
ochenta y dos unidades en los EE.UU. solamente en la década de 1980" (Carfield 1982; también Roth 1998,
718).

Ventajas y justificaciones de las Patrullas a Caballo. A menudo citadas como las razones para las patrullas
montadas están los disturbios y el control de la multitud, visibilidad, relaciones con la comunidad y
patrullaje del parque. Además, las patrullas a caballo son usadas a menudo en los desfiles, funerales,
operaciones especiales y tráfico. Las ventajas de patrullar a caballo incluyen tener una visión más clara de
un área, una mayor visibilidad pública y la capacidad de operar en lugares cercanos. Sin embargo, hay
desventajas también que incluyen la exposición a las inclemencias del tiempo, la limitada capacidad de
carga, "basura" (es decir, residuos), la vulnerabilidad y la falta de velocidad a través de largas distancias
(Carfield 1995; Doeren 1989; Roth 1998). "Sin embargo, las patrullas montadas persisten por razones que
exceden claramente el mero sentimentalismo. Muchas comunidades están dispuestas a mantener las
unidades montadas, pese a sus limitaciones, en orden a realizar los beneficios percibidos" (Roth 1998, 718).

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Selección de caballos. Los atributos físicos que son de importancia primordial en la selección de un caballo
para el trabajo de la aplicación de la ley son el género, el peso, la edad, la altura y la raza. La mayoría de las
unidades de patrulla montada confían en caballos castrados (caballos masculinos alterados), aunque
algunos hacen uso de yeguas y/o sementales. Los caballos castrados son preferidos a menudo a las yeguas
o sementales porque tienden a poseer una disposición general más tranquila y suelen ser más seguros y
más fáciles de manejar (Doeren 1989, 10-11).

Muchas veces la preferencia es para los caballos más grandes, alrededor de 15,2 manos de altura o más
altos y entre 1.000 y 1.200 libras. Los Departamentos eligen los caballos más grandes por varias razones:
Ellos son más adecuados para llevar a los oficiales más pesados, proporcionan una mayor visibilidad y a
menudo son más eficaces en situaciones de control de masas (Doeren 1989). La mayoría de los
departamentos también prefieren seleccionar caballos jóvenes o ''green broke'' (mínimamente
entrenados), entre tres y siete años de edad. Si bien algún entrenamiento ya ha comenzado, tal caballo
sigue siendo susceptible al entrenamiento y será capaz de trabajar por un número máximo de años.
Además, la mayoría de los programas utilizan caballos cuartos, pura sangre, Morgans, o caballos de raza
mixta que son como los caballos cuartos o Morgans (Doeren 1989). Los caballos que tienen una buena
disposición (tranquilo, ecuánime y desprovisto de malos hábitos) también son preferidos para el trabajo
policial.

Los caballos son adquiridos por los departamentos de cinco maneras diferentes: (1) compra, (2) donación,
(3) préstamos, (4) comercio y (5) propiedad del oficial (compensación), aunque la mayoría de los programas
se basan en la compra y/o donación. '' La mayoría del entrenamiento del caballo y el jinete es llevado a
cabo por el departamento local, pero hay centros de formación prominentes que echan una mano en
Chicago, St. Louis y Detroit y bajo los auspicios del Servicio de Parques Nacionales '' (Carfield 1995, 372). Se
requiere un entrenamiento especializado para el caballo y el jinete.

Aunque no tan prominentes como antes de la introducción y proliferación del automóvil, las unidades
montadas a caballo siguen usándose hoy por los departamentos de policía. Las funciones esenciales de las
patrullas montadas a caballo todavía incluyen el control de multitudes, presencia en eventos especiales,
patrullar áreas altamente congestionadas y relaciones públicas. Incluso aunque las patrullas montadas a
caballo son a veces difíciles de implementar y mantener por los departamentos, la mayoría que usan esas
patrullas especiales creen que las ventajas de disponer de ellos superan los pocos inconvenientes.

Véase además: Crowd/Riot Control; Patrol, Types and Effectiveness of; Texas Rangers.

Referencias y lectura adicional

Campbell, J. 1968. Police horses. New York: A. S. Barnes and Company.

Carfield, William. 1995. Horse mounted police. In Encyclopedia of police science, ed. W. G. Bailey, 371–73.
New York: Garland Press.

Coonradt, V. R. 1999. A history: Community service from the back of a horse. Women Police 33 (4): 3–4.

Doeren, S. E. 1989. Mounted patrol programs in law enforcement. Police Studies 12 (1): 10–17.

Fine, J. C. 2001. Police on horseback: A new concept for an old idea. FBI Law Enforcement Bulletin 70 (7): 6–
8.

Roth, M. 1998. Mounted police forces: A comparative history. Policing: An International Journal of Police
Strategies & Management 21 (4): 707–19.

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SIN CONSIDERACIÓN: LAS FRONTERAS Y LA PATRULLA FRONTERIZA

Jim Glennon 23
13 de julio de 2009

Durante los dos últimos años he tenido el absoluto privilegio de trabajar muchas veces con los miembros
de la Patrulla Fronteriza de nuestra nación, así como con otras Agencias del Departamento de Seguridad
Interior (ICE, Aduanas, Oficina del Inspector General, etc.). Como instructor he estado en los Sectores de la
Patrulla Fronteriza de El Centro y San Diego (California), así como en Del Río (Texas). He estado con el ICE
en Los Ángeles y en una Conferencia de la OIG en Dallas. Antes de participar, ignoraba totalmente:

 Dónde trabajaban realmente estas personas.


 De qué eran responsables sus respectivas agencias.
 Cuán grave es el problema de la inmigración ilegal.
 Cuán increíblemente violentos son muchos de esos ilegales.
 La gran cantidad de estupefacientes incautados anualmente por los Agentes de Fronteras.
 La aparición de los "escuadrones de choque" terroristas mexicanos que asesinan a miles a lo largo de la
frontera.
 Que Phoenix, Arizona (sí, justo aquí en los EE.UU.) secunda a la ciudad de México, en todo el mundo,
¡por la cantidad de secuestros para pedir rescate!
 Y finalmente, cuán increíblemente ignorante es el resto de este país - y sobre todo nuestros objetivos e
"imparciales" medios de comunicación - de la realidad de esta grave amenaza a la seguridad nacional.

Lo que parece perderse en el medio es que estos Agentes de la Patrulla Fronteriza están ahí afuera, en el
desierto, con poco respaldo, siempre sobrepasados en número (a veces 100-1), a menudo acribillados,
frente asesinos “sociópatas” dedicados a la trata de seres humanos o bien al tráfico de estupefacientes, ¡y
la mayor parte del tiempo se enfrentan a estos opositores en la oscuridad! He examinado las caras de
cientos de estos valientes hombres y mujeres jóvenes - algunos de apenas 21 años - y ¿sabes qué?, sólo
tienen un objetivo y una misión en mente: proteger nuestras fronteras.

Parece que el 99,9 por ciento del tiempo, la línea sostenida por los medios de comunicación es que el 99,9
por ciento de las personas que cruzan nuestra frontera sur son sólo pobres inocentes en busca de trabajo y
un salario exiguo. Evaluados en los términos más simplistas, esto es, por supuesto, cierto en parte. Pero la
realidad más compleja no es tan simple o sana. Muchas, muchas de esas personas se convierten ellas
mismas en víctimas. La mayoría les paga una suma ridícula a personas sin escrúpulos que les mienten
acerca de a dónde irán, cómo van a llegar, y cuánta riqueza les aguarda. Miles son robados por los
traficantes de seres humanos o "bandidos de frontera" que le quitan todo lo de valor a estas personas
indefensas, que esperan cruzar a los Estados Unidos. A menudo se ven obligados a transportar
estupefacientes o, al menos, a viajar en un camión cargado con drogas ilegales. Muchos terminan como
víctimas de delitos contra la integridad sexual.

23Teniente Jim Glennon, tercera generación en una familia de funcionarios encargados de hacer cumplir la ley;
ha prestado servicios en el Departamento de Policía de Lombard, Illinois, desde 1980. Ha sido un instructor en el
ámbito de aplicación de la ley y en la industria privada por más de 17 años. Imparte cursos sobre la entrevista y
los interrogatorios, las habilidades de comunicaciones, el liderazgo y los métodos de supervisión policial.
Actualmente es Instructor en el Seminario de Supervivencia en la Calle. Obtuvo una Licenciatura en Psicología y
una Maestría en Administración de Justicia para la Aplicación de la ley.
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En los últimos años, la violencia ha escalado a alturas nunca antes experimentadas a ambos lados de la
frontera. En México hubo alrededor de 3.000 asesinatos en 2007. Ese número se duplicó en un año. En
enero de 2009, México registró 1.000 asesinatos más, la mayoría de los cuales se atribuyeron al tráfico de
drogas, la violencia de las bandas y a escuadrones de choque de los cárteles (del alemán, Kartell). El 6 de
junio en las afueras de un popular Resort en Acapulco, 17 personas fueron asesinadas en un tiroteo que
duró cinco horas entre al menos dos bandas rivales de drogas, la policía y el Ejército Mexicano. Las bandas
arrojaron alrededor de 50 granadas de mano y usaron fusiles de asalto indiscriminadamente contra civiles y
turistas que trataban de cubrirse del fuego.

Jennifer L. Hesterman escribió un artículo excepcional en El Contraterrorista (The Counter Terrorist),


titulado "La guerra mexicana contra las drogas se esparce sobre la frontera de los Estados Unidos". Efectúa
una crónica de la aparición de un particular grupo paramilitar violento. "Imagínese, por un momento,"
escribe, "que una de las unidades de élite de operaciones especiales estadounidense se vuelva ‘renegada’ y
comience a utilizar sus conocimientos especializados, equipos y formación contra el gobierno de los EE.UU.
Los miembros de la unidad participan en actividades ilegales como el tráfico de drogas, de armas, y la trata
de seres humanos. También sirven como escuadrones de choque, dispuestos a asesinar a víctimas
inocentes a cambio de dinero en efectivo. La unidad no le teme, ni se oculta, ni huye de los funcionarios
encargados de aplicar la ley; más bien, los enfrentan. Conozca la organización de ‘Los Zetas’”. Esto es lo que
nuestros, y digo bien nuestros, hermanos y hermanas en la Patrulla Fronteriza, solos en el desierto, deben
afrontar.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos se da cuenta de la tarea de enormes proporciones que enfrenta,
tanto interna como externamente. Los directores de entrenamiento que encontré y con los cuales entablé
amistad -John Ramos, Emily Bowling, y Mike Hanson- se preocupan profundamente por la preparación de
sus agentes para que hagan su trabajo y regresen con seguridad a casa con sus familias al final de sus
turnos. Se concentran en Supervivencia Callejera, Comunicaciones, Ética y Liderazgo. Saben muy bien la
realidad que enfrentan a lo largo de esa frontera.

Normalmente, cuando cualquier agente de policía comete un error, comete un delito, utiliza la fuerza letal,
los medios de comunicación saltan. Historia tras historia acerca de las infracciones de la policía - o incluso la
posibilidad de que la policía lo esté haciendo mal – se escribe y reporta ad náuseam (“hasta la náusea”; en
exceso, hasta resultar molesto). ¿Pero qué acerca del día a día de la realidad que nuestros agentes
enfrentan? ¿Por qué no hay videos sobre la penetración de nuestra frontera y de las insurrecciones que
aparecen en los noticieros de la noche? ¿Quiere ver uno? Haga clic aquí y vea a cientos de inmigrantes
ilegales desplazándose a través de nuestro desierto. Anotíciese de cuántos agentes de fronteras están
tratando de detenerlos y protegernos.

Antes de seguir leyendo, vaya de nuevo a BLUtube y vea a terroristas islámicos radicales (con una sonrisa
incrédula en su rostro) hablar acerca de asignarle a alguien que lleve ántrax a través de la frontera de
México con EE.UU. con la intención de matar a más de 300.000 de nuestros ciudadanos.

Luego, verifique las estadísticas y vea cuántos de nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza han sido
asesinados en el cumplimiento de su deber en los últimos 20 años: los accidentes de tráfico, las fatalidades
en las persecuciones, los golpes de calor, los ataques al corazón, el ahogamiento, o las embestidas con
vehículos hasta matarlos.

¿Dónde diablos está el clamor de nuestros ciudadanos? ¿Por qué no estamos gritando a nuestros
respectivos representantes acerca de este peligro claro y presente? Sé que a veces despotrico, pero en este
caso no lo hago tardíamente. Conozco a estas personas - nuestros agentes de fronteras. Conozco a muchos
de ellos por su nombre y los considero a algunos verdaderos amigos. Veo su frustración. Pero permítanme
asegurarles, su frustración es eclipsada por su propia real voluntad de cumplir su misión, que es
simplemente protegernos. Y nosotros como sociedad ni siquiera sabemos que están ahí. No nos damos
cuenta en qué medida estas personas duermen por ahí, de guardia, en la oscuridad, solos, en el desierto. La

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mayoría de nosotros no puede siquiera imaginarse en esa posición. Pasé 30 años como policía y yo no lo
haría, soy un cobarde frente a estas personas.

Creo que es hora de que nos pongamos de su lado y de darnos cuenta que hay una aterradora amenaza
real a nuestras fronteras, nuestro modo de vida, y nuestros agentes fronterizos. Es hora de hacerles saber
que los apreciamos. Creo que, al menos, es hora de hacerles saber que, de hecho, nos damos cuenta que
existen.-

«Los planes son inútiles, pero la planificación es indispensable»


PLANIFIQUE LO INESPERADO MIENTRAS ESTÉ DE PATRULLA

Doug Wyllie
11 de noviembre de 2009

A los Oficiales se les dice constantemente que “esperen lo inesperado”. Quizás la frase debería ser
“prepárese para lo inesperado”, porque, por definición, no se puede esperar “lo inesperado”… V. A.
Ferranto, Asistente del Jefe del Departamento de Justicia de California, dice que los policías deben
planificar para todo tipo de contingencias. Por ejemplo: el hecho que usted nunca haya visto un tren en un
tramo de vías férreas no significa que nunca habrá uno.

"En una vigilancia encubierta de narcóticos en una zona rural de una ciudad importante de California",
relata Ferranto: "Dirigí un equipo de agentes apostados en todas las posiciones alrededor del restaurante,
donde el acuerdo iba a tener lugar. Las posiciones variarían con el fin de cubrir todas las posibles rutas de
escape del sospechoso y su vehículo. Establecí mí puesto de control y, con el fin de ver la actividad, tenía
que aparcar mi vehículo policial al otro lado de unas vías de ferrocarril que nunca había visto usar.

Lo has adivinado, justo cuando el trato se llevaba a cabo, un tren se acercó. El tren no sólo bloqueaba mi
visión, sino que también me impedía cruzar la vía si el agente encubierto necesitaba mi ayuda.
Afortunadamente, el agente encubierto se dio cuenta de la situación inesperada, retrasó la consumación de
la oferta con una charla extraña -escuché la conversación a través de los micrófonos ocultos- y no concluyó
la venta de estupefacientes hasta que el tren había pasado. ¡Fueron 10 minutos extra!".

La lección aprendida, dice Ferranto, es planificar para todas las contingencias, después de evaluar
completamente el área y el terreno y discutir las opciones con todo el personal.

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EMBOSCADA: CONCIENCIA SIGNIFICA EVITACIÓN


Aunque las cifras varían considerablemente, en cualquier lugar, desde el 11 al 20 % de los oficiales caídos
por disparos cada año mueren en escenarios de emboscadas

Richard Fairburn
5 de abril de 2010

Durante los últimos 15 años, he seguido dos tendencias en los informes anuales del FBI sobre Oficiales de
Ejecución de la Ley muertos y asaltados (LEOKA, Law Enforcement Officers Killed and Assaulted): el número
de oficiales muertos cada año con fusiles y el número de oficiales muertos cada año en lo que el FBI define
como una situación de "emboscada". El reporte de LEOKA desdobla la categoría ‘emboscada’ en dos sub-
categorías: una "emboscada improvisada" o una “emboscada deliberada".

Una emboscada improvisada involucra a un criminal que realiza un ataque súbito y violento, y
esencialmente no planificado, a un oficial. Un ejemplo de este tipo de evento ocurrió en Wisconsin el 28 de
abril de 1994.

En persecución. Mientras eran perseguidos después de su último robo al banco por el Capitán James Lutz,
del Departamento de Policía de Waukesha, el equipo de ladrones Oswald –padre e hijo- hicieron un
repentino giro a la derecha de 90 grados. Cuando el capitán Lutz dio la vuelta a la esquina en plena
persecución, se encontró con los dos sospechosos fuera de su vehículo parado. Un rifle Springfield Armory
M1A puede almacenar un total de 21 cartuchos 7.62x51m m (20 en el cargador más uno en la recámara).
Los Oswald rápidamente dispararon los 21 proyectiles al patrullero del capitán. Sólo por si acaso, el hijo de
Oswald regresó al coche de Lutz y le disparó en la cabeza con una pistola para asegurarse que el capitán
había muerto. Tras una persecución salvaje, múltiples secuestros de vehículos, un control de carretera
violado y un choque espectacular con un gran árbol, la policía capturó a los Oswald después de haber
emboscado y asesinado el capitán Lutz.

Una emboscada deliberada por lo general involucra a uno o más oficiales engañados por una llamada falsa,
como aquella cercana a Pleasanton, Texas, el 12 de octubre 1999.

Llamadas falsas. Un deputy sheriff del condado de Atascosa respondió a la segunda llamada del día a una
casa en una subdivisión rural. En la primera llamada, un hombre fue puesto bajo custodia por violencia
doméstica. Esta vez, cuando el deputy sheriff estaba saliendo de su vehículo, el criminal recién liberado lo
ha redujo bajo una lluvia de balas de fusil 7.62x39mm, seguido por un par de disparos de una escopeta
calibre 12. En dos minutos, un segundo deputy sheriff de Atascosa llegó como refuerzo de seguridad y fue
asesinado con la misma rapidez con las mismas armas. Cuando los dos sheriffs no respondieron a las
llamadas de radio, un policía montado de Texas fue enviado a la escena. El policía vio a los deputy sheriffs
derribados y pidió el informe al intentar alejarse de la escena. El sospechoso, que entonces se había
escondido en un área cercana con maleza, abrió fuego contra el policía, hiriéndolo en la cabeza y la cadera.

Unos minutos más tarde, un patrullero del Departamento de Policía de Pleasanton y un agente retirado de
la Patrulla de Fronteras llegaron al vehículo del policía herido, resultando heridos también cuando trataban
de llegar al policía. Dos transeúntes civiles asistieron al policía herido y al agente, resultando también
herido un civil. Durante un intercambio prolongado de disparos con muchos oficiales, el sospechoso se auto
infligió una herida de bala mortal, poniendo fin a la sangrienta jornada. Una investigación posterior
determinó que la segunda llamada a la casa era falsa y hallaron que el sospechoso había juntado
municiones en lugares probables de emboscadas.
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Aunque las cifras varían considerablemente, en cualquier lugar de un 11 a un 20 % de los oficiales caídos
por disparos de armas de fuego cada año, mueren en un escenario de emboscada. En la categoría de la
emboscada deliberada, los delincuentes eligen a menudo rifles de fuego centrado para obtener la ventaja
de la distancia y la penetración.

El año pasado vimos varios asesinatos en emboscadas, incluyendo exactamente casi un año atrás, cuando
Eric Nelly, Stephen Mayhle y Paul Sciullo II del Departamento de Policía de Pittsburg fueron muertos a tiros
mientras que atendían a una discusión entre una madre y su hijo de 22 años de edad. Entonces, en el
otoño, fueron muertos en una cafetería los cuatro oficiales de Lakewood, Washington. Ese sospechoso,
Maurice Clemmons, más tarde llevó a cabo una segunda emboscada, atrayendo a un oficial de Seattle con
un vehículo aparentemente deteriorado. Afortunadamente, el oficial de Seattle estaba en alerta máxima y
la emboscada fue contraproducente para el asesino.

Colores de Cooper. Con suerte, usted se mantiene en Condición Amarilla dondequiera que esté trabajando.
Debe mantenerse en un alto estado de alerta cada vez que lo envíen a atender una llamada, o cuando
persigue a alguien a pie o en vehículo. Cuando algo parece fuera de lugar, cambie a Condición Naranja,
hasta que constate que no hay ninguna amenaza. Los oficiales en alerta hacen este cambio de Amarillo a
Naranja varias veces en cada turno, sin volverse locos o desarrollando una mentalidad de "disparador de
pelo". Puede pasar a Condición Roja cuando una amenaza potencial se presenta, sin disparar su arma.

El "Código de Color" de la conciencia situacional desarrollado por Jeff Cooper es ampliamente enseñado,
pero encontré a muchos oficiales que han recibido instrucción inapropiada sobre su uso. Tuve la suficiente
suerte como para aprenderlo directamente del Coronel, y puedo revisarlo cada vez que quiero porque fue
grabada en video durante la clase a la que asistí. En una próxima columna les daré la versión pura del
Código de Color, "directamente de la boca del caballo".

Al mantener su sistema de alerta activa, usted puede evitar muchas situaciones de potenciales
emboscadas. En cualquier tipo de pedido de refuerzos de seguridad, llegue tan pronto como la prudencia lo
permita, entonces haga una pausa para salir a mirar y escuchar. Aun cuando la llamada es para asistir a un
oficial caído – de todas, la llamada policial que más adrenalina bombea - tome unos segundos y unas
cuantas respiraciones profundas antes de volar a la escena. En demasiados casos, la primera oleada de
unidades de refuerzo de seguridad puede convertirse en la segunda oleada de víctimas. Incluso si el ataque
contra el primer oficial no era una emboscada deliberada, el tirador puede haber tomado una posición para
golpear a medida que usted se aproxima.

Durante cualquier tipo de persecución, si usted pierde de vista al sujeto alrededor de una curva ciega, ¡no
de vuelta a la esquina ciegamente! Disminuya su persecución y "mire" a la vuelta de la esquina para ver si el
delincuente se ha levantado, esperándolo a usted a la vuelta de la esquina. Así sucedió con el capitán Lutz y
sucedió de la misma manera con un oficial de Ohio el 15 de febrero de 1997.

La mayoría de nosotros recuerda las imágenes de la cámara del tablero de un tiroteo entre los hermanos
Kehoe, y un policía y un sheriff de Ohio. Después de aquel intercambio ineficaz de disparos, los hermanos
Kehoe huyeron en su Chevy Suburban azul sólo para ser vistos por otro oficial, que inició una persecución.
Tengo una copia de la filmación en que rara vez se ve esta persecución, que terminó cuando el oficial
perseguidor patinó al doblar una esquina ciega sólo para encontrar a los hermanos Kehoe fuera de su
vehículo detenido, disparando contra el vehículo policial con un M16. Vemos la ráfaga de balas en el
parabrisas justo antes que la cámara quedara en blanco. El oficial se tiró detrás del tablero y las balas
calibre 5.56mm no pudieron penetrar en el habitáculo del conductor. Los hermanos Kehoe escaparon ese
día a causa de una emboscada improvisada bien ejecutada. Tirar una emboscada en cualquiera de sus
variedades no es ciencia de cohetería. Hasta el más tonto de los estafadores puede encarar una. En
Jonesboro, Arkansas, dos niños, con edades de entre 11 y 13 años, activaron la alarma de incendio para
iniciar una emboscada cercana a la perfección en la cual mataron a cinco e hirieron a 10 en la Escuela
Secundaria Westside en 1998. Usted debe permanecer alerta ante la posibilidad de una emboscada y
evitarla siempre que sea posible.

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EMBOSCADA: LUCHE A SU MANERA A TRAVÉS DEL INFIERNO


RECUPERE EL ELEMENTO SORPRESA - ¡ATAQUE A LA EMBOSCADA!

Teniente (R) Dan Marcou (SWAT)


10 de mayo de 2010

El mes pasado he delineado los dos tipos de emboscadas que los oficiales pueden enfrentar en la calle,
"emboscada improvisada" y "emboscada intencional". Mantener un grado elevado de constante
conocimiento situacional es difícil para todos nosotros desde que las "llamadas de rutina" a las que
respondemos superan en número a los despachos de obvio alto riesgo. El mantenimiento de un saludable -
aunque controlado - grado de paranoia le ayudará a recoger el cheque de la jubilación al final del arco iris.

Aun así, incluso el más alerta entre nosotros podría ser atrapado en una emboscada bien planeada. Si se
encuentra en tales circunstancias peligrosas, su respuesta determinará su destino. Caer en una situación de
emboscada improvisada o deliberada no significa automáticamente que se desencadenará la tragedia.

Durante muchos años, la sabiduría convencional para sobrevivir a una emboscada indicaba salir de la ‘zona
de muerte’ retrocediendo o alejándose en un ángulo de 90 grados. En la emboscada de Wisconsin que
esbocé el mes pasado, el capitán Lutz del Departamento de Policía de Waukesha intentó retroceder con su
coche lejos de las armas de los de Oswald, exactamente como había sido entrenado. Pero contra un
hombre armado con un rifle semi-automático de 7.62x51m a corta distancia, retroceder es muy similar a
quedarse como blanco estacionario. En muchas circunstancias, tratar de salir de la ‘zona de muerte’
girando a 90 grados, podría ser un poco mejor. En cambio, la mayoría de las agencias de policía ahora
entrenan la misma táctica de supervivencia que se enseña en una emboscada a los militares - ¡atacar a la
emboscada!

En una situación en la que el/los asesino/s tienen una ventaja táctica aplastante, correr directo hacia la
"zona de muerte" puede probar ser una segunda opción. Generalmente, su mejor oportunidad de éxito
reside en un duro ataque frontal a su adversario. Una vez conocí a un oficial de Montana que sobrevivió a
una emboscada tornando el elemento sorpresa sobre su atacante. Mientras el oficial patrullaba tarde una
noche, un hombre que caminaba hacia el centro desenfundó una Mágnum .357 y comenzó a disparar a
través del parabrisas del patrullero. Un proyectil golpeó el espejo retrovisor interno, salpicando al
funcionario con fragmentos de vidrio. Otro proyectil impactó en el borde superior del chaleco antibalas del
oficial, justo debajo de la garganta. El oficial no había sido entrenado para manejar esa situación. Dado que
nunca se le había enseñado que podría haber disparado a través de su parabrisas, el oficial consideró que
para devolverle el fuego, necesitaría parar el patrullero, "estacionarlo", salirse y desenfundar su arma. En
cambio, nuestro oficial hizo lo primero que le vino a la mente como una forma de protegerse a sí mismo y
el departamento Chaplain - pisó el acelerador.

Si mi memoria no falla, el oficial dijo que saltó sobre la acera, corrió hacia un parquímetro y al tirador, en
ese orden. Este oficial atacó la emboscada y dio a su potencial asesino una impactante y terminal sorpresa.

¡Hablar sobre el poder para parar! Hasta mi querida .45 cae muy por debajo de la cruda balística terminal
de un Crown Victoria. En esta circunstancia, podemos justificar fácilmente el uso de un vehículo como arma
de fuerza letal. Me decepciona cuando los fabricantes dejan de poner un adorno en el capó de nuestros
patrulleros - siempre me imaginé que un adorno en el capó sería un punto de mira delantera. En varios
eventos emboscada elaborados desde las páginas del informe LEOKA, los funcionarios que han sido
víctimas fueron enviados a una casa al final de un carril. Llamar al callejón sin salida un “final mortal" no es
un juego de palabras.
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Cada vez que se aproxime a una fuerte posición cubierta contra la que no tiene una vía rápida de
evacuación que no sea la que acaba de usar, usted debe estar en alerta máxima. Si tiene alguna pre-
indicación de peligro en la llamada, usted debe considerar seriamente la espera de una unidad de refuerzo
que puede mantener y observar una posición fuera de la zona de muerte. El oficial de refuerzo
rápidamente puede venir en su ayuda, ya sea en persona o con el fuego de precisión del rifle. Las
"unidades" de refuerzo de una carabina M4 llegan a cerca de 3.000 pies por segundo.

No hace mucho tiempo, los agentes federales arrestaron a los Hutarees, un grupo de milicianos que estaba
planeando matar a un oficial de policía atraído mediante una llamada falsa. En la segunda fase del plan, los
Hutarees planeaban usar bombas y armas de fuego para matar a un gran número de policías cuando se
reunieran en el funeral del primer oficial. Obviamente, no es necesario un grado avanzado en aeronáutica
para comprender la sencillez y el poder asesino de una emboscada. Afortunadamente, estos "científicos
expertos en cohetes" anunciaron su presencia en un sitio Web y fueron arrestados por agentes encubiertos
antes de que pudieran ejecutar su plan mortal.

Un hombre fue arrestado recientemente en el estado de Washington por planificar una emboscada -
intentó matar a oficiales como en la emboscada de Lakewood que provocó la muerte de tres de nuestros
hermanos y una hermana. Este fenómeno no es exclusivo de Washington, ¡pero sin duda han tenido más
de su cuota en el último año!

La mejor manera de sobrevivir a una emboscada, es evitarla. No dé por satisfecho durante las llamadas de
"rutina". Demore su respuesta -incluso a una llamada que implique a un oficial caído- sólo el tiempo
suficiente como para mirar, escuchar y respirar profundamente para aclarar su mente antes de
precipitarse. Nunca doble en una curva ciega durante una persecución, sea a pie o vehicular. Anticípese al
sospechoso que podría haber parado o regresado hacia atrás, esperando volver a su casa luego de atacarlo
cuando doble la esquina.

Si su equipo de Despliegue Rápido neutraliza a un tirador activo, asegúrese que dos oficiales mantengan
360 grados de seguridad mirando hacia afuera, mientras que los otros buscan y frenan al asesino. Evite la
abrumadora urgencia de permitir que su "burbuja de seguridad" colapse porque todos se centran en el
sospechoso.

Si se encuentra en una emboscada, vuelque el elemento sorpresa y ataque la emboscada. No se quede ahí,
sorprendido y estupefacto, mientras que el atacante ejecuta su plan y lo mata.

A menos que usted puede ver el futuro, nadie puede ser totalmente a prueba de emboscadas. Si un grupo
de criminales o terroristas planea y entrena suficientemente bien una emboscada, probablemente tendrán
éxito. Si los atacantes lo atraparon en la zona de muerte donde tienen una abrumadora ventaja táctica y
poder de fuego, donde un ataque frontal sería suicida, su única posibilidad de supervivencia puede ser
correr directamente a través con la esperanza de salir de la zona de muerte antes de morir. Una cita de
Winston Churchill resume mejor esta situación desesperada: "Si usted está pasando por un infierno, ¡siga
adelante!".

LA SEGURIDAD DEL UNIFORMADO Y LA PRÁCTICA DE MANTENERSE CONCENTRADO


Ser guiado por poco más que un impulso casi primordial para reducir a un sospechoso no es propio de un
buen estado mental cuando se está en la calle.

Jim Guffey
20 de junio de 2011
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Hace unos meses, un oficial que conozco desde hacen más de 20 años estuvo involucrado en una
persecución. El actor finalmente fue encajonado, luego huyó a pie y saltó por encima de una barrera de
concreto. Este oficial también saltó por encima de esa barrera en la persecución. Por desgracia para ambos
-el oficial y el actor-, al otro lado de la barrera había una caída de 6,70 metros hasta una carretera abajo. El
oficial sufrió heridas múltiples, probablemente la más grave fue una fractura en la espalda. Fiel a su
carácter obstinado, sin embargo, se está rehabilitando bien y todo indica que habrá una recuperación
completa.

Ahora, antes de seguir adelante, quiero dejar claro que este artículo no trata de encontrar la falla del oficial
de ninguna manera. Yo no le haría eso a alguien a quien considero un amigo. Sin embargo, cuando las
lecciones están disponibles para ser adquiridas, que deben ser aprendidas. Yo no estuve allí en la
persecución, pero apuesto cualquier cosa que cuando el oficial comenzó a perseguir a ese sospechoso, el
único pensamiento que cruzó su cabeza fue: "No está lejos de mí".

¿Cómo puedo saber esto? Simple, he pensado lo mismo más veces de las que puedo recordar, y he sido
prudente el mismo número de ocasiones. Seamos honestos, si usted es cualquier tipo de policía, vive para
atrapar a los chicos malos. Además, si ellos corren, entonces el corazón late más rápido, la respiración va
más rápido y, como cualquier buen cazador, usted se centra exclusivamente en su presa, así la persecución
ya está en marcha. Desafortunadamente, también ocurre cuando se mete en problemas. Si la ley del
promedio dice que su tiempo se ha acabado, como lo hizo para este funcionario, entonces una lesión, o
algo peor aún, suele suceder. El problema al decir que nos centramos exclusivamente en el objeto de
nuestra persecución, es simplemente una manera prolija de decir que hemos desarrollado una visión de
túnel.

Vemos, escuchamos, comprendemos nada más, excepto el objeto de nuestra persecución y es aquí donde
la capacitación, la destreza, el conocimiento y el profesionalismo se pierden o son empujados al fondo. Ser
guiado por poco más que un impulso casi primordial para reducir a un sospechoso no es propio de un buen
estado mental cuando se está en la calle. Así, mientras soy feliz porque un buen amigo se reincorporará a
sus funciones en algún momento, mi felicidad también está condicionada por lo ocurrido al principio. Por lo
tanto, me gustaría presentar los siguientes tópicos como un recordatorio para todos los funcionarios:

• Antes de saltar por encima de algo, eche un vistazo rápido para ver qué hay al otro lado.

• Antes de doblar una esquina ciega, primero eche un vistazo táctico para ver qué hay en torno a esa
esquina.

• Antes de entrar a una habitación, eche un vistazo táctico a la derecha y a la izquierda de la puerta, antes
pasar a través de esa puerta.

Por último, recuerde que si el chico malo se escapa, siempre habrá otro día. Mientras tanto vaya a casa
junto a su pareja y disfrute de la vida y, cuando llegue ese otro día, estará en buena forma para hacer una
buena captura en ese momento. Manténgase seguro.

DETECTIVE DE FILADELFIA HACE UN CASO CONVINCENTE PARA LAS PATRULLAS DE TWITTER


No sólo para complacer a la gente, sino que las iniciativas en línea pueden crear confianza y resolver
crímenes.

Hayley Hudson
2 de mayo de 2012
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Mucho ha cambiado en el servicio policial en los últimos años - pero la necesidad de establecer buenas
relaciones con la comunidad siempre ha sido una constante. El detective de la policía de Filadelfia Joe
Murray dice que él no es diferente de los oficiales de hacen 50 o 60 años que paseaban el barrio con
patrullas a pie, entablando conversaciones con los residentes. La diferencia es que acaba de usar Twitter
para hacerlo - y hacerlo más eficaz.

Esta captura de pantalla muestra las actualizaciones recientes en la página de Twitter del Detective Joe
Murray, quien es un líder para combatir el crimen en línea dentro del Departamento de Policía de Filadelfia.

Murray, quien ya era un blogger regular en el tiempo, empezó enviando actualizaciones sobre el delito en
2009. Logró el éxito en un grado sorprendente, de forma rápida construyó una lista de fieles seguidores.
Los residentes rápidamente vieron a Murray como una voz fácilmente accesible y abordable en el
departamento, que estaba dando información públicamente de manera amistosa. Ese tipo de
transparencia es a menudo difícil de ver por los de afuera.

"La gente siempre dice: ‘¿Qué hace la policía?’. Por propia naturaleza, no damos mucha información hacia
fuera. Muchas veces hay razón para ello, pero a veces podemos ser mejores", dijo Murray. Asegurándose
de no romper las reglas de confidencialidad o poner en peligro la investigación, Murray trabaja para
mantener a su público en el circuito. En @PPDJoeMurray, los seguidores son capaces de acceder al instante
a una corriente de incidentes con pocas probabilidades de llegar a la noticias de la noche, pero eso es
relevante para ellos como pobladores locales. "Tomas aquello de lo que la gente se queja", dijo Murray,
enlistando las quejas por ruido, pautas de robos y robos de automóviles como material para su página de
Twitter.

Muestre a la gente que está abordando sus molestias, y estará agradecida. Dice que su presencia en línea
ha obtenido más agradecimientos que nunca antes. "Hay tantas cosas que ocurren en la comunidad.
Incluso si es algo así como chicos que roban paquetes de las personas de sus porches. Si usted puede
hacerse cargo de lo que son pequeñas cosas para la gente, ella responderá bien a eso", dijo Murray.
Los beneficios de los tweets de los oficiales han llegado a la atención de los jefes en el departamento.
Comenzando pronto, 15 funcionarios tendrán cuentas personales como la de Murray desde las cuales
informar, dando a los ciudadanos aún más maneras de hablar con los policías.

Además, poniendo la tecnología un paso más allá, un nuevo sistema de mensajes de texto para los
agentes acaba de salir, junto con una versión móvil de su sitio web que permite a los usuarios utilizar el
GPS de su teléfono para determinar la ubicación de la comisaría de policía más cercana. Una aplicación
llamada iWatch Filadelfia ofrece una avenida adicional para presentar sugerencias - y más allá de la línea
de sólo texto, permite el envío de imágenes o video a las autoridades.

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Murray insiste en que su uso de Twitter no es sólo para complacer a la gente - realmente ayuda a los
policías a luchar contra el delito. No sólo los residentes locales pueden llegar a conocerlo, dice, sino que
siempre saben dónde encontrarlo si tienen una sugerencia. "Va en ambas direcciones. Ponemos la
información ahí fuera y también recibimos información que llega de nuevo a nosotros. La gente quiere
ayudar a la policía, y yo tomaré su ayuda", dijo Murray. Una vez, alguien que habló con Murray en Twitter
dijo que conocía a una víctima de los disparos y oyó rumores de que su hermano lo hizo, y la policía fue
capaz de utilizar esa información para resolver el caso. "Si resuelve un tiroteo a través de una sugerencia,
ya es digno de él", dijo Murray.

En su capacidad de llegar a miles -o más- a la vez, la plataforma tiene un enorme potencial para construir
un modo integrado de comunicación entre policías y ciudadanos. Usted quiere que los ciudadanos
correctos a su lado, y, basándose en la obra de Murray, que estén dispuestos a ayudar si usted sabe
dónde encontrarlos.

En una escala mayor, lo que está sucediendo en Filadelfia podría anunciar el inicio de una tendencia
interesante, de departamentos que realmente fomentan a los oficiales a abrazar los medios de
comunicación social y reconocer los beneficios que puede ofrecer.

Un rápido vistazo a las políticas de medios de comunicación sociales de hace unos años muestra que se
desarrollaron con una cosa en mente: Mantener a los policías fuera de los problemas. Dicen lo que debe
evitar y ponen de relieve los peligros, sin detallar cómo pueden ser usados los sitios de los medios sociales
para traer beneficios a los funcionarios y a las comunidades a servir.

Según Murray, es el momento de centrarse en los aspectos positivos, que son un montón. "Yo podría
parar justo ahora y consideraría la cuenta de Twitter como un gran éxito", dijo.

12 CONSEJOS PARA AYUDARLE A VER "TODO" 24


Buscar "algo" puede llevarlo a usted a ver fácilmente la evidencia de su delito de preferencia, pero puede
animarlo a seguir adelante sin darse cuenta de los indicadores que pueden llevarlo en otra dirección.

Teniente (SWAT) Dan Marcou


25 de febrero de 2013

"De patrulla usted no está buscando algo, usted está buscando todo".
Por un largo tiempo un Oficial de Entrenamiento de Campo le decía eso a cada recluta que entrenó. Tenía
la esperanza de alentarlos a ser proactivos y mantener una mente muy abierta, durante cada contacto. Hizo
esto porque la experiencia le había enseñado que un buen policía puede hacer una diferencia.

Buscando algo. Los oficiales proactivos siempre están a la caza. Esos oficiales suelen desarrollar una
experticia o una preferencia. Están aquellos que regularmente hacen grandes redadas de drogas o arrestan
a más de 100 conductores intoxicados al año. Los oficiales con una experticia a menudo están buscando
"algo". Se volverán muy buenos para encontrar ese "algo" que están buscando ya sea drogas, infracciones
por alcohol o "algo" más.

24MARCOU, Dan. 12 tips to help you see 'everything'. PoliceOne. Blue Knights. http://www.policeone.com/drug-
interdiction-narcotics/articles/6126253-12-tips-to-help-you-see-everything/. 25 de febrero de 2013. Traducido
por Carlos G. Blanco, M.Sc.
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Buscando todo. El acto de buscar "algo" puede ser limitante porque va a tener una tendencia a ver
fácilmente la evidencia de su delito de preferencia, pero puede conducir a no darse cuenta de los
indicadores que pueden llevarlo a usted en otra dirección. El acto de buscar "todo" permite ilimitadas
oportunidades de aplicación de la ley. Buscar "todo" a menudo le llevará mucho más allá de su preferencia
mientras expande su experticia.25 26 27

Buscando nada. Hay que reconocer también que algunos oficiales no son proactivos, sino reactivos. Ellos
no se meten en problemas por iniciativa propia. La sugerencia de buscar más problemas podría llevar a que
este oficial diga: "El despachador me envía a bastantes problemas. No necesito ir a buscar más, gracias".
Esto puede suceder, debido a que se vio abrumado por su carrera o simplemente por su volumen de
llamadas. El acto de no buscar nada puede crear un problema de supervivencia, debido a la tendencia a
desarrollar una especie de visión de túnel psicológico donde usted cree que: "Es lo que el despachador dice
que es; nada más y ciertamente nada más". Esta actitud puede ser peligrosa, debido a que incluso el inocuo
ladrido de un perro puede ser en realidad un perro ladrando a un asesino. ¿Recuerda a O. J. Simpson?

Busque indicios. Las habilidades que un oficial ha desarrollado en la búsqueda de "algo" le servirán en la
búsqueda de "todo". Los sospechosos exhibirán los mismos tic [movimiento convulsivo, que se repite con
frecuencia, producido por la contracción involuntaria de uno o varios músculos] nerviosos con una caja
fuerte robada en el baúl como lo harían con un neumático de repuesto lleno de cocaína. Aquí hay algunos:

1.) La "mirada sin mirar".

2.) Un cuello sudoroso.

3.) Respuestas vacilantes ("Mi nombre es... ah um")

4.) Respuestas contradictorias ("Nací en junio, no...En julio...")

5.) Señal de rendición (manos arriba o sobre la cabeza, cruzadas delante o detrás de la espalda anticipando
inconscientemente las esposas)

6.) Boca seca.

7.) Salida inmediata.

8.) Ojos que mienten (una ciencia en sí misma)

9.) Negociación ("¿y qué si puedo estacionar el coche y seguir mi camino?")

10.) Sonrisas falsas y falsos amigos.

11.) Mirar alrededor por una vía de escape o testigos.

12.) Manos que desaparecen de la vista... (¡No deje que esto suceda!)

25 Experticia: 1.f. Ven. Prueba Pericial (Real Academia Española © Todos los derechos reservados).
26 Experticia. Los términos 'experiencia' (2.f. práctica prolongada que proporciona conocimiento o habilidad
para hacer algo), 'pericia' (1.f. Sabiduría, práctica, experiencia y habilidad en una ciencia o arte) y 'experticia' son
alternativas válidas en español al vocablo inglés "expertise" que, según el diccionario Merriam-Webster,
significa 'habilidad o conocimiento especial' o la 'habilidad o conocimiento de un experto'. [Fundéu BBVA].
27 Experticia: 1.f. CR, Cu, Co, Ec. Pericia en una actividad o campo determinados, especialmente en el lenguaje

escrito. 2. Cu, Pe, Ch. Cualidad de una persona o de una empresa en la que se unen la experiencia y la pericia en un
campo. Prest; cult → esm. 3. Ve. Prueba pericial para determinar los daños causados a un vehículo automotor que
está accidentado. [Diccionario de americanismos © 2010. Asociación de Academias de la Lengua Española © Todos
los derechos reservados. http://lema.rae.es/damer/?key=. Consulta: 10 de abril de 2015].
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Esos son sólo algunos. Por favor, siéntase libre de compartir sus favoritos personales en los comentarios
abajo. Algunas señales serán visibles, si el sospechoso es una mula de drogas en camino a una entrega o un
terrorista en camino a un objetivo. El conductor intoxicado poseerá los mismos signos de deterioro, que
dejará un agujero de riego preferido, alejándose de una escena de homicidio. Recuerde, un borracho no
siempre es sólo un borracho.

Buscando, buscando, buscando. Usted necesita la voluntad para tener éxito en la interdicción criminal.
También necesitará la habilidad para observar, entrevistar y aplicar las leyes de requisa y captura en la
calle, mientras suena el tictac del reloj para responder legalmente a la pregunta: "¿Qué está sucediendo
realmente aquí?"

No olvide nunca (ni siquiera por un momento) que este es un negocio peligroso. Mientras hace contactos,
dése cuenta de las manos, cuente las manos y controle las manos mientras observa las manos. No sea
tímido para pedir refuerzos. No dude en dar respaldo. Prepárese de antemano físicamente y tácticamente
para ganar cada confrontación hacia la cual su servicio policial lo atraerá inevitablemente. Si usted está
buscando nada, algo o todo, los enfrentamientos les llegan a todos. Si busca todo, sin embargo, cuando
ocurra rara vez se sorprenderá. Mantenga una mente abierta para "todo", mientras permanece alerta a
través de cada contacto, ya sea patrullando un pequeño pueblo o ciudad grande. Recuerde que "todo"
ocurre en todas partes, sólo que en diferentes grados.

Palabras de despedida del Oficial Instructor de Campo. El viejo Instructor siempre terminaría su consejo
con esta observación personal. "En un turno en el que está buscando nada probablemente no encontrará
nada. Si usted está buscando algo a menudo no encontrará nada. Cuando usted esté buscando todo casi
siempre encontrará algo".

Ese Instructor también desafiaría a los oficiales a los que libera del entrenamiento de campo, de esta
manera: "El trabajo policial es divertido. Lo reto a que recuerde agresivamente eso cada día de su carrera y
lo desafiaría a amar esta carrera la mitad de lo que la amo yo. ¡Ahora tenga cuidado ahí fuera y siempre,
siempre, siempre, esté a salvo, manténgase fuerte y mantenga una actitud positiva!"

7 TÁCTICAS PARA MANTENER ALERTA AL POLICÍA EN EL TERCER TURNO 28


Incluso en las noches tranquilas, hay otras criaturas que habitan en la oscuridad que dañarían al oficial del
turno nocturno, así que use estas actividades por iniciativa propia porque le ayudan a estar alerta.

Teniente (SWAT) Dan Marcou


8 de abril de 2015

Una razón por la que los oficiales trabajan en el tercer turno, es debido a la acción. Hay noches, sin
embargo, cuando la radio y las calles parecen estar compitiendo por el silencio. Incluso en esas noches
largas y tranquilas, los oficiales deben encontrar maneras de mantenerse alertas. Esas son las siete
maneras para mantenerse alertas en una noche tranquila.

1. El Cazador. ¡Convénzase de que la tranquilidad es una distracción orquestada por un asesino serial y que
él está trabajando en este momento! Usted debe encontrarlo. Como la caza en el bosque, incluso si su
presa lo elude, la caza misma se vuelve emocionante.

28MARCOU, Dan. 7 tactics to keep police alert on third shift. PoliceOne. Blue Knights. http://www.policeone.
com/Officer-Safety/articles/8520575-7-tactics-to-keep-police-alert-on-third-shift/?utm_source=8519931&utm
_medium=email&utm_content=Exclusives1LeftTitle&utm_campaign=P1Member&nlid=8519931. 8 de abril de
2015. Traducción de Carlos G. Blanco, M.Sc.
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2. El Fijador. Tome en sus manos la parada de todos los autos y camiones que vea en infracción en su
equipamiento. Sea cauto con sus aproximaciones. Este proceso le llevará inevitablemente a las personas
con solicitud de captura, conduciendo después de la revocación o a veces en su camino hacia y desde los
crímenes. Buscar "todo" a menudo le llevará mucho más allá de su delito de preferencia mientras expande
su experticia. Cuando resulta ser sólo otro buen ciudadano, desarrolle la habilidad para poner fin a la
parada con una frase positiva. Si esto parece una pequeña pérdida de sus talentos, recuerde que Timothy
McVeigh29 fue sorprendido por una placa de matrícula faltante.

3. El Guardián. Pare a la noche en todos los lugares que se prestan para "parar y robar" en su sector.
Siempre visualice claramente los alrededores primero, así como el interior antes de entrar. Preséntese a la
operadora. Dígale que usted está en este sector regularmente y anímela a llamar si tiene problemas.
Elabore una señal que indique que puede haber problemas en el interior. Dígale que si todo está 'OK'
cuando conduzca por allí en el futuro, debería saludar y sonreír. Si quiere que baje y eche un vistazo a una
persona problemática dentro de la tienda, que simplemente lo ignore a usted o lo mire severamente y no
lo salude. Esta será la señal para que usted baje a controlar. Cada vez que para, después llámela por su
nombre. Cada parada le hará saber que hay alguien por ahí a quien le importa y que comunicará este
mensaje positivo acerca de la policía a los demás. Para hacer una impresión duradera, pague su café.

4. El Portero. Hay un valor en salir de su patrullero y tironear las puertas de los comercios. Usted no sólo
encontrará una ocasional puerta abierta, sino también descubrirá las mordeduras del tiburón. Los ladrones
de viviendas y locales comerciales son como los tiburones; las marcas de palanca son como una mordida de
tiburón que deja sangre en el agua. Si el negocio es golpeado una vez, será golpeado de nuevo. Por lo
tanto, cuando encuentre marcas de palanca, es un punto que debe ser de alta prioridad para comprobar a
menudo en el futuro. En ocasiones este proceso puede conducir a nuevas marcas de palanca y a un robo en
progreso, que convertirá instantáneamente una noche aburrida en una noche para recordar.

5. El Caminante. Salga, estacione su patrullero y camine. Usted se sorprenderá de lo que ve y oye.


Manténgase a una distancia corta de su patrullero en caso que reciba una llamada. Usted puede oír chillar
los neumáticos, cristales rotos, borrachos discutiendo, sollozos de víctimas y otros ruidos de la noche que lo
atraerán. Usted será capaz de trazar las líneas de las futuras persecuciones a pie viendo los caminos
trillados, los peligros y las vallas de corte de ciclones.

6. El oficial de aplicación de la ley de estacionamiento (MeterMaid / Meterman). Cada jurisdicción tiene


algún tipo de regulación de estacionamiento durante la noche, especialmente en el distrito comercial.
Ponga algunas multas de estacionamiento para documentar el tiempo y lugar donde estuvo un auto en
cierto lugar y momento. Esto puede parecer una misión por debajo de la dignidad de un combatiente del
crimen, pero recuerde que el "Hijo de Sam"30 fue atrapado por una multa de estacionamiento.

7. La Criatura de la Noche. Pese a todos esos esfuerzos, a veces el turno pasa sin incidentes. Aun así, hay
beneficios por trabajar el "turno nocturno" en una noche tranquila que no sea solo el pago adicional.

Todos los policías alguna vez durante su carrera han sido una criatura de la noche. Es difícil darse cuenta de
eso en el momento, pero cuando uno mira hacia atrás en su carrera, esos días serán a menudo los mejores
momentos de su vida en la ejecución de la ley. Es importante disfrutar de esas noches mientras se agotan.
Incluso en las noches tranquilas hay otras criaturas que habitan en la oscuridad que dañarían al oficial del
turno de noche, por ello use esas actividades por iniciativa propia para ayudarlo a mantenerse alerta. Es
importante que sólo se sorprenda cuando no pasa nada. Nunca se sorprenda cuando sucede algo.

29 Timothy James McVeigh (1968-2001) fue un terrorista de extrema derecha estadounidense, autor del
atentado explosivo contra un edificio federal en Oklahoma City en 1995, donde murieron 168 personas y otras
680 resultaron heridas.
30 David Berkowitz (1953) es un asesino en serie estadounidense, conocido como "El hijo de Sam" o "El asesino

del calibre .44". Sus crímenes eran cometidos cuando repentinamente disparaba a víctimas con un revólver,
causándoles a seis de ellas la muerte.
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Al encontrar maneras de mantenerse activo y alerta, está haciendo cierto que el tercer turno no es el
último turno de trabajo. ¡Tenga cuidado ahí fuera!

PATRULLA POLICIAL CHINA

Oficiales de policía en la patrulla de vehículos motorizados en la Plaza de Tiananmen durante la sesión


inaugural de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.

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6 RECORDATORIOS PARA LA PATRULLA MARÍTIMA SOBRE EL TRANSPORTE DE DETENIDOS 31


Cuando su unidad de patrulla es un barco, los transportes adquieren un nivel completamente diferente de
desafíos - he aquí algunos recordatorios para marinos / unidades marítimas encargados del transporte de
detenidos.

Tom Burrell
Guardia Costera de EE.UU. (1992-1997)
Reserva de Infantería de Marina en "Tormenta del Desierto"
Oficial de Conservación de Vías Navegables
20 de julio de 2015

Una de las primeras cosas que los oficiales de policía aprenden sobre el transporte de detenidos es que es
impredecible y potencialmente peligroso - nunca sabemos qué va a hacer un sospechoso desesperado o
violento cuando finalmente es acorralado y se da cuenta que esta es su última oportunidad antes de ser
encerrado. He tenido un sospechoso destrozando una ventana del patrullero y sacando su cabeza fuera de
él. Otros han simulado condiciones médicas intentando conseguir que me acercara lo suficiente como para
atacarme. Todos hemos experimentado locuras similares, pero ¿alguna vez ha tenido a alguien arrojándose
por la borda? Cuando su unidad de patrulla es un barco, los transportes toman en un nivel completamente
diferente de desafíos - he aquí algunos recordatorios para marinos / unidades marítimas encargados del
transporte de detenidos.

1. No hay calabozo. El primer desafío que enfrenta el oficial naval es la falta de accesorios básicos que la
mayoría de los oficiales patrulleros dan por sentado. No hay jaula, barrera o separación entre usted y la
persona bajo custodia. Esto hace que el más simple de los medios de transporte sea de alto riesgo - y de
hecho hace que el transporte de alto riesgo sea francamente mortal. Sin un control adecuado, un detenido
rebelde puede atacarlo a usted, tratar de estrellar el barco o incluso dañar la mecánica. Por supuesto que
también podría simplemente decidir abandonar el barco.

2. Esposarlo por delante. Otra diferencia a considerar es cómo esposar al detenido. El entrenamiento
básico enfatiza que los puños van detrás de la espalda - si las cosas se ponen un poco emocionantes
siempre puede agregar grilletes o un cinturón para un control adicional. Ninguno de estos es una opción en
un barco. Bueno, usted podría utilizar cualquiera de esos métodos pero si algo sucede y el sospechoso
termina mojándose, lo más probable es que no será capaz de nadar y usted pasará los próximos 10 años
luchando contra una demanda por homicidio culposo y pasará más tiempo con los investigadores del
Departamento de Justicia que con su propia familia. La única opción que tiene es puños en frente y un
dispositivo de flotación personal sobre el sospechoso. La clave siempre es el doble bloqueo, el doble
control de las esposas y el uso de los salvavidas más grandes y más engorroso disponibles - asegurándose
de que quede bien y que funcionará si es necesario.

31BURRELL, Tom. 6 reminders about prisoner transport for maritime patrol. PoliceOne. Patrolling the Waterways.
http://www.policeone.com/airborne-maritime/articles/8685554-6-reminders-about-prisoner-transport-for-
maritime-patrol/?utm_source=8685394&utm_medium=email&utm_content=Exclusives1LeftTitle&utm_
campaign=P1Member&nlid=8685394. 20 de julio de 2015. Traducción del Mg. Cte My (R) Carlos G. Blanco.-
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3. Ser consciente de la ubicación. El debate sobre dónde sentar al detenido probablemente se remonta al
primer patrullero. No le voy a decir exactamente dónde colocar un detenido en su barco patrulla porque
cada barco es diferente y ofrece diferentes opciones. Sea cual sea la ubicación que usted elija debe ubicarlo
tan lejos del operador como sea posible y limitar su acceso a las armas potenciales o componentes
mecánicos tales como líneas de combustible, cables de dirección y similares. Yo personalmente prefiero
colocarlos en la proa. Esto me permite verlo en todo momento y no proporciona acceso directo a las zonas
sensibles. También prefiero tenerlo sentado directamente en la cubierta, en lugar de en un asiento, con las
piernas cruzadas o tumbadas dependiendo del espacio.

4. Evite ir solo. Muchos departamentos han adoptado patrullas de un solo oficial especialmente si buscan
ahorrar algo de dinero. Creo que esta es una muy mala idea. Admito que he patrullado solo pero era más
joven y con menos experiencia. Conducir un barco por sí solo no es tan difícil, pero la realización de
abordajes o el control de un detenido añaden un nivel innecesario de riesgo. Tener dos oficiales permite al
operador hacer lo suyo sin distracciones mientras su compañero mantiene el control sobre el detenido; así,
algunas almas valientes lo pensarán dos veces cuando estén en inferioridad numérica.

5. Comunique su plan. Cuando se traslada en un coche, la comunicación con el despachador es importante


- cuando se traslada en barco, es su única tabla de salvación. Si pasa algo, no se puede tirar a la berma y re-
direccionarlo; lo más probable es que su refuerzo esté mucho más lejos. Debe dejar que alguien sepa
dónde está y a dónde va. Si el despacho no está disponible, hable con otro oficial, el Servicio de
Guardacostas o incluso a los bomberos - alguien más que esté en el agua y que puede encontrarlo si está
oscuro. Esto también puede tener la ventaja adicional de permitir que su pasajero sepa que alguien más
está cerca.

6. Conozca su Área de Responsabilidad. Un buen conocimiento de su Área de Operación es vital. Puede no


ser capaz de hacer su amarre normal, especialmente si el detenido no decide cooperar con sus intentos de
darle un paseo. Si esto ocurre usted no sólo necesita saber dónde hay posibles aterrizajes alternativos sino
que también puede ser necesario guiar a las unidades de tierra a la posición que ni siquiera saben que
existe. ¡Mantenga la navegación segura y sin problemas!

LECCIONES DE LA POLICÍA DEL PUERTO DE SAN DIEGO:


5 CONSIDERACIONES PARA EL DESARROLLO DE UNA UNIDAD DE PATRULLA MARÍTIMA 32
El Departamento de Policía del Puerto de San Diego (SDHPD, San Diego Harbor Police) es un brillante
ejemplo de lo que una unidad marina puede ser.

Duane Wolfe 33
1 de febrero de 2016

32 WOLFE, Duane. Lessons from the SDHPD: 5 considerations for developing a marine patrol unit. PoliceOne. The
Warrior’s Path. 1 de febrero de 2016. Traducción de Carlos G. Blanco, M.Sc. http://www.policeone.com/
airborne-maritime/articles/71075006-Lessons-from-the-SDHPD-5-considerations-for-developing-a-marine-pat
rol-unit?nlid=&utm_source=iContact&utm_medium=email&utm_content=Exclusives1LeftTitle&utm_campaign=
P1Member&cub_id=usr_Gu8FxfwgMnNwBbz5.
33 En 2014, Duane Wolfe se retiró de su carrera como Oficial de Paz de Minnesota con más de 25 años de servicio

(desde 1988). Fue Oficial de Policía, Sargento, Equipo de Reacción Especial, Instructor de Uso de la Fuerza y de
Armas de Fuego. Revista en el Departamento de Policía de Parkers Prairie. Es Instructor en el Programa de
Aplicación de la Ley en Alexandria Technical College (Alexandria, Minnesota). Tiene una Licenciatura en Ciencias
en Justicia Criminal de la Universidad Estatal de Bemidji, y una Maestría en Educación de la Universidad Estatal
del Suroeste. Ha publicado artículos en Calibre Press y en la Asociación Internacional de Instructores de Armas
de Fuego de la Aplicación de la Ley [International Association of Law Enforcement Firearms Instructors, IALEFI ®]
y sirvió en el Consejo Asesor para el libro del Teniente Coronel Dave Grossman, Sobre el Combate (On Combat).
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El sospechoso se había arrastrado sobre una cerca y robó un vehículo. Cuando los oficiales que
respondieron detectaron el vehículo, el sospechoso decidió deshacerse de éste y huir. No es una llamada
inusual, pero en este caso, el vehículo era un buque destinado al transporte de pasajeros hacia el océano
para los cruceros vespertinos. El sospechoso intentó huir buceando en el puerto. El sospechoso, que
padecía una enfermedad mental, también había logrado quitar dos postes de luz en el muelle y había
llevado un hacha hacia el barco, dañando una porción de ella. Esa fue la llamada de los oficiales del
Departamento de Policía del Puerto de San Diego (SDHPD, San Diego Harbor Police Department) que
trabajan en el puerto estaban terminando cuando llegué de viaje arreglado por mi amigo desde hace
mucho tiempo atrás, el Jefe John Bolduc. El departamento me dio un recorrido por parte de su jurisdicción,
me explicó su asignación única de la aplicación de la ley, y ofreció consideraciones importantes para las
agencias policiales que buscan desarrollar una unidad de patrulla marítima propia.

El Jefe John Bolduc se unió a los Oficiales de Lanham y Bailey, que me dieron un recorrido por parte de su
jurisdicción y explicaron su asignación única en la aplicación de la ley. (Imagen de PoliceOne)

Una mirada dentro de un barco único. El barco en el que viajaba fue diseñado para dos propósitos -
patrullaje y lucha contra el fuego marinos. La lancha es propulsada por un chorro de agua, en lugar de una
hélice tradicional. Esto le da a la nave una gran velocidad, extraordinaria maniobrabilidad, y capacidad para
usar uno de los motores para cambiar y dirigir el agua hacia fuera de una de varias boquillas en el barco
para la lucha contra incendios.

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El SDHPD de 129 de personas es un departamento único en muchos aspectos. Su jurisdicción incluye los
esteros del Distrito Unificado del Puerto (Unified Port District) que se extienden a través de San Diego,
Coronado, Chula Vista, National City e Imperial Beach. Esta área incluye parques, almacenes, terminales de
cruceros, diques secos, centros comerciales y hoteles de lujo. Su jurisdicción también incluye el aeropuerto
de San Diego, las aguas de la bahía y el puerto. Lo que hace que esta jurisdicción aún más singular es su
proximidad a una fuente importante de drogas y de contrabando ilegal de personas, la preocupación
adicional del terrorismo debido a las instalaciones militares en la bahía, y la gran cantidad de carga diaria
del aeropuerto y del tráfico de pasajeros de cruceros.

Una asignación única requiere una formación única. Además de estar bien versado en la ley estatal, cada
oficial tiene que estar familiarizado con las ordenanzas de la ciudad de cinco jurisdicciones, el derecho
marítimo, y las leyes federales aplicables. Cada oficial está capacitado y es competente para manejar
diferentes tipos de barcos del departamento. También se requiere que los oficiales asistan a 120 horas de
entrenamiento en la lucha contra incendios marinos, ya que son los primeros en responder a los incendios
de buques.

Los oficiales de patrulla funcionan en tres turnos de 13 horas, un día en el aeropuerto, un día en la patrulla
de vehículos y otro en el puerto, o bien cuatro días de 10 horas mientras rotan a través de asignaciones.

El departamento cuenta con equipos especializados adicionales para satisfacer sus necesidades incluyendo:

• Un equipo K-9 que consta de cinco perros para la detección de explosivos y uno para narcóticos. Los K-9
se asignan generalmente al aeropuerto, pero están disponibles para otras agencias cuando sea necesario.

• Un equipo de buceo especializado en búsqueda y rescate, evidencia y recuperación dl cuerpos, detección


de explosivos bajo el agua, recuperación de vehículos y ayuda a los militares de EE.UU., a los Guardacostas
y al Departamento de Seguridad Interior.
• Investigación de Accidentes centrándose en la reconstrucción e investigación

• Equipo de Colisión de Naves para la investigación de accidentes de navegación en barcos.

Unidades Especiales y Fuerzas de Tareas. El SDHPD tiene una unidad de inteligencia e investigaciones para
las investigaciones criminales, verificación de antecedentes de los empleados, y reunión y diseminación de
información. Hay un Oficial de Control de Bahía (Bay Control Officer) que se ocupa de los barcos hundidos y
abandonados, y de delitos marítimos específicos. La unidad de entrenamiento coordina el entrenamiento
en y fuera del servicio para todos los oficiales, mientras que la unidad de entrenamiento de la fuerza tiene
la responsabilidad del Entrenamiento de Fuerza Integrada (Integrated Force Training) para los oficiales del
SDHPD. El departamento también tiene una unidad de fuerza de campo móvil especializada en la respuesta
a los disturbios civiles y otras situaciones de emergencia a gran escala.

La Fuerza de Tareas de Narcóticos del SDHPD trabaja con agencias locales, estatales y federales para
interceptar las drogas y el dinero asociados con el tráfico de drogas. La Fuerza de Tareas de Marina del
departamento trabaja junto con el Departamento de Seguridad Interior (DHS) e Inmigración y Aduanas en
cuestiones tales como el tráfico de personas, drogas, armas y contrabando que entra por el mar. Los
oficiales en la fuerza de tareas juraron antes el gobierno federal. El departamento trabaja con la Fuerza de
Tareas Contraterrorista Conjunta (Joint Terrorism Task Force) en la evaluación e investigación de las
amenazas terroristas potenciales y conocidas en el área de San Diego.

Configurando su propia unidad. En el desarrollo de un componente de patrulla marina para a un


departamento, el Jefe Bolduc sugiere preguntar (y responder) una serie de preguntas. Aquí están las
preguntas y algunas reflexiones sobre cada una.

1. ¿Qué tipo de buque plataforma se requiere para realizar la función? Distintas misiones requerirán una
embarcación diferente. La oficina de un sheriff rural puede tener un largo buque de dieciséis a veinte pies

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equipado con un motor fuera de borda para facilitar el acceso a los pequeños lagos y ríos, remolcado por
un vehículo de tracción en las cuatro ruedas. El entrenamiento de los oficiales para este tipo de trabajo es
crucial para la seguridad de los oficiales y la eficacia general, pero mucho menos exigente que las de las
agencias de policía marítima de tiempo completo.

Los tipos de tareas en el rango de aplicación de la ley marítima, desde la inspección de embarcaciones al
cumplimiento de la seguridad en un entorno complejo, a la recuperación de víctimas de ahogamiento,
hasta proporcionar una función de seguridad interna general en un puerto comercial complejo como el de
San Diego.

2. ¿Cuánto entrenamiento se requiere para desempeñar las funciones de ese departamento? El


equipamiento y la dotación de personal de una unidad marítima en última instancia dependen de la misión.
Al identificar cuidadosamente qué funciones específicas -seguridad en el agua y en el barco, respuesta a
incendios marinos, interdicción de drogas, etc.- el departamento estará involucrado y determinará qué
entrenamiento es requerido.

El presupuesto, jurisdicción, número de personal, geografía, y la misión general de cada unidad marina
dictarán el nivel de capacitación.

3. ¿Cuánto entrenamiento se requiere para que cada oficial opere una embarcación? Cuanto mayor sea la
nave, más entrenamiento es requerido. Añadir cambios en el componente adicional de la lucha contra el
fuego marino y en los requerimientos de entrenamiento. Cuanto más compleja es la misión del
departamento, mayor nivel de capacitación se requerirá para que los oficiales logren un nivel de
competencia.

4. ¿Es necesario equipar y tener personal en un equipo de buceo? Si su misión incluye la recuperación de
cuerpos o de evidencias en un ambiente acuático, un equipo de buceo es esencial. Este puede ser un
equipo de trabajo intensivo y caro. Las opciones incluyen unir o formar un equipo regional, estableciendo
su propio equipo, o incluso usando voluntarios o reservistas bien entrenados.

5. ¿Cómo maneja una agencia de aplicación de la ley las misiones de recuperación en agua helada o bajo
el hielo? Los buques que funcionan bien en verano en el agua serán de poca utilidad si el agua está cubierta
de hielo porque pueden dañar y potencialmente hundir el barco. Si se da ese tipo de clima, se necesita
mirar y entrenar a sus oficiales en respuesta en el agua helada y en recuperación en agua debajo del hielo?
Un bote de aire o aerodeslizador puede ahora tener que ser añadido a la flota con el fin de cubrir ese
componente de rescate adicional.

El entorno exigente, las necesidades de equipos especiales, y los requisitos de entrenamiento únicos hacen
del servicio de policía marítimo en cualquier localidad un componente difícil pero gratificante del trabajo
policial.

Conclusión. El Departamento de Policía del Puerto de San Diego está especialmente cualificado para hacer
frente a todo, desde turistas a terroristas, de incendios a contrabandistas, y todo en el medio. El
departamento contrata a oficiales de todo el país y actualmente está buscando profesionales dedicados y
motivados dispuestos a asumir los retos y oportunidades que brinda su jurisdicción y departamento. Si
usted está interesado en aprender más, vea su página web: https://www.portofsandiego.org/harbor-
police.html.

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POR QUÉ LOS POLICÍAS DE LA CALLE DEBEN USAR TÁCTICAS DE RASTREO EN EL MONTE 34
Dadas las condiciones adecuadas, usted puede usar el rastreo para hallar o eliminar áreas donde un
sospechoso puede estar escondido

Patrick Patten 35
Guardabosques
Rastreador y Asesor de Búsquedas Tácticas
Servicio de Parques Nacionales
4 de diciembre de 2015

La llamada se produjo en aproximadamente a las 09:00 en un lunes de marzo. La agencia solicitante fue
enfática en que fuéramos, pese a que estaba fuera de nuestra jurisdicción. Llegamos para encontrar la
escena del crimen a poca distancia de la playa de estacionamiento en una zona boscosa. Una víctima - la
escena era espantosa. El agente a cargo nos hizo saber que la mujer muerta que yacía desnuda en la
corriente probablemente era otra víctima de un asesino en serie que se cree trabajaba en la región.
Después de la sesión informativa, mi compañero, Sam y yo nos separamos para rastrear evidencia,
específicamente rastros del perpetrador. Sam trabajó una gran búsqueda en espiral lejos del cuerpo,
mientras que yo tomé la espiral interior. La primera cosa que noté fue la ausencia de rastros que apoyaba
el informe de situación. La víctima pesaba más de 200 libras y todavía no había suficiente perturbación -o lo
que un rastreador llama 'signo'- alrededor del cuerpo. El área estaba llena de rocas cubiertas de musgo que
habrían mostrado fácilmente signos de una víctima siendo arrastrada. ¿Quizás alguien la alzó? Dudoso,
porque habría otra serie de rastros pesados y un montón de musgo faltante en las rocas.

34 PATTEN, Patrick. Why street cops should use woodland tracking tactics. PoliceOne. Tactical Woodland Opera
tions. http://www.policeone.com/investigations/articles/49942006-Why-street-cops-should-use-woodland-
tracking-tactics/?nlid=&utm_source=iContact&utm_medium=email&utm_content=Exclusives1RightTitle&utm_c
ampaign=P1Member. 4 de diciembre de 2015. Traducción del Magíster Cte My (R) Carlos G. Blanco.
35 Patrick Patten sirvió en la Aplicación de la Ley como como Guardabosques (Law Enforcement Ranger) en el

Servicio de Parques Nacionales durante 25 años. Tiene una amplia experiencia sobre el terreno en operaciones
de monte. Ha servido como Rastreador y Asesor de Búsquedas Tácticas en varias persecuciones a gran escala en
todo el país y ha aparecido en varios medios como un experto rastreador. Fue Instructor de Rastreo desde fines
de 1980 y testigo experto en el Tribunal Federal. En 2012 se retiró como Instructor Principal del Centro de
Capacitación para la Aplicación de la Ley Federal (FLETC, Federal Law Enforcement Training Center). Es fundador
de "Tactical Woodland Operations School, LLC" [http://www.woodlandoperations.com/] e instructor adjunto en
el Centro de Entrenamiento de la Aplicación de la Ley Federal y en el Centro de Entrenamiento en Seguridad
Pública del Sudoeste en Franklin (Carolina del Norte). Puede contactarse en: patten@woodlandoperations.com.
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Trabajando la señal. El rastro descalzo de la víctima era claramente visible en el suelo del bosque suave y
húmedo. Empecé a trabajar esta pista lejos del cuerpo, yendo en dirección norte. Una vez que la pista salió
del lecho de un arroyo, aún era fácil de seguir. Yo estaba haciendo un buen tiempo cuando me encontré
cara a cara con Sam. Él había encontrado y seguido pistas de zapatillas de tenis de la víctima hasta un punto
donde encontró su ropa prolijamente apilada en el suelo, incluyendo sus zapatos. A partir de ahí, siguió sus
pasos descalzos hasta donde nos encontramos.

Discutimos nuestros hallazgos - específicamente la falta de cualquier rastro en el área excepto el de la


víctima y del investigador. Dadas las excelentes condiciones de rastreo en el área y la falta de señales,
pudimos concluir que la víctima era la única persona que había estado en la zona en el momento de su
muerte. Llegamos a la conclusión de que ella tampoco murió debido a la exposición o sobredosis.

Hicimos nuestras observaciones y conclusiones conocidas para el agente a cargo. Él lo tomó con más que
un poco de escepticismo profesional. La autopsia revelaría más adelante que la causa de la muerte fue la
hipotermia. Se había escapado de una institución mental y murió por la exposición.

Cualquier policía puede hacer esto. Usted puede pensar que el rastreo de Sam y mío fue mucho más allá
de su capacidad, pero ese no es el caso. Por supuesto, hemos tenido décadas de experiencia y carreras
donde usamos el rastreo diariamente, pero le garantizo que usted es mejor rastreador de lo que cree. He
entrenado a miles de oficiales en una variedad de disciplinas y nunca he visto un set de habilidad que se
adquiera con tanta facilidad. No hay nada mágico o místico sobre el rastreo.

Es meramente el acto de observar la evidencia física para determinar dónde ha viajado o no alguien - nada
más. Es lo que hace en sus investigaciones todo el tiempo - usted observa, reúne pruebas y actúa. La
diferencia con el rastreo es que la evidencia, o señal, se mueve a lo largo de un camino para encontrar lo
que está buscando.

A veces los rastros -señal- no serán obvios, requiriendo que el oficial "corte para la señal" ("cut for sign").
En otras palabras, el oficial debe mirar alrededor de la escena del crimen en los lugares que se prestan a la
captura y sostenimiento de rastros. Sólo alentando a los oficiales de patrulla a ser "conscientes del rastro"
('track aware'), podemos aumentar considerablemente la seguridad del oficial y el éxito en la aprehensión
sospechoso.

Ser consciente del rastro es ser consciente de la presencia de la evidencia del rastro y su valor. Esta es una
de las razones por las que impartimos un curso de rastreo diseñado específicamente para el oficial
patrullero. Si el oficial es el primero en la escena, si está bien entrenado, pueden salvar vidas y resolver
crímenes.

¿Qué puede hacer el rastreo? Hay un viejo adagio en el mundo del rastreo que dice algo como esto: "Hay
una historia sobre el terreno a ser narrada y, contarla, es tarea del rastreador". Reemplace al rastreador
con el oficial de patrulla y usted se ha puesto a sí mismo en la ecuación. Dadas las condiciones adecuadas,
se puede utilizar el rastreo para encontrar o eliminar áreas donde el sospechoso puede estar escondido.

El rastreo puede ser usado para determinar la dirección de fuga de un sospechoso, permitiendo ubicar el
perímetro. Tengo docenas de casos en los que reconstruimos la escena del crimen y logramos condenas
basadas únicamente en evidencia de rastros. El rastreo en realidad puede ampliar la escena del crimen y
llevar al descubrimiento de evidencia, de lo contrario, perderla. Es muy útil, como en el ejemplo anterior,
para confirmar o refutar un informe o teoría.

Consejos sobre rastreo. Incluso si usted es un oficial municipal, el rastreo tendrá un gran valor. Mire
alrededor de la escena a los lugares que retendrán un rastro, como en las zonas fangosas o suelo blando. A
continuación se presentan algunas áreas que será bueno ver, incluso en una zona suburbana o urbana.

• Alrededor de edificios o casas.

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• En macizos de flores.
• A lo largo de las zanjas.
• Cualquier despeñadero.
• Áreas sucias.
• Cajones de arena.
• Lotes para perros.
• Bajo el alero de una estructura.
• La suciedad en la cuneta de la calle.
• En áreas alfombradas.
• Sobre productos de papel.

Si usted está rastreando de noche, recuerde que debe mantener la linterna en un ángulo bajo cerca del
suelo. Esto creará más efecto de sombra en la pista y mostrará mejor los detalles. Trate de colocar el rastro
entre usted y su fuente de luz - será más fácil de ver. En suelos duros como el hormigón, madera o azulejos,
ruede su luz por el suelo para recoger pistas. Sea "consciente del rastreo" (track aware) y mire al suelo. A
menudo, usted encontrará que tiene una historia para contar.

PORQUÉ LA PATRULLA DEBE ENTRENAR PARA RECONOCER LA AMENAZA A NIVEL DE SWAT 36


Los policías se enfrentan a la amenaza de las facciones anti-policía que no sólo fomentan el odio y el
prejuicio contra la policía, sino que alientan los ataques violentos contra los oficiales - reconocer cuál es cuál
es crítico en la época actual.

Sargento (R) Glenn French (SWAT)


Departamento de Policía de Sterling Heights (Michigan)
2 de septiembre de 2015

36 FRENCH, Glenn. Why patrol must train to SWAT-level threat recognition. PoliceOne. SWAT Operator.
http://www.policeone.com/Officer-Safety/articles/9386448-Why-patrol-must-train-to-SWAT-level-threat-
recognition/?utm_source=9370582&utm_medium=email&utm_content=Exclusives1RightTitle &utm_campaign
=P1Member&nlid=9370582. 2 de septiembre de 2015. Traducción de Carlos G. Blanco, M.Sc.
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La capacidad para reconocer una amenaza y reaccionar rápidamente -así como la habilidad para reconocer
qué no es una amenaza- puede ser la habilidad más crítica que un oficial individual puede poseer en el
servicio de policía de. Los instructores de policía necesitan preparar a sus oficiales de patrulla sobre las
amenazas, proporcionando el mismo tipo de entrenamiento en reconocimiento de amenazas 37 que los
oficiales de SWAT han estado recibiendo desde hace décadas.

Entrenamiento en tres niveles de reconocimiento de la amenaza. Los oficiales de SWAT y los contra-
francotiradores pasan mucho tiempo de entrenando y mejorando su conciencia situacional para que
puedan reconocer las amenazas y reaccionar de forma apropiada. Los equipos tácticos incorporan esta
capacitación en el campo de tiro, en las casas de tiro, en el polígono del francotirador y por medio de otros
escenarios casi cada vez que entrenan. Así como los oficiales de SWAT incorporan esta capacitación en
todos los lugares que puedan, el entrenamiento para reconocer amenazas para los oficiales de patrulla
deben ser introducido en paradas de tráfico, procedimientos de arresto, situaciones domésticas, incidentes
de tiradores activos y todo lo demás.

Hay tres cosas en las que los oficiales instructores deben centrarse durante este entrenamiento. La primera
debe ser el rápido reconocimiento de las situaciones que amenazan la vida y la actividad criminal - con
énfasis en la importancia del reconocimiento rápido y una reacción más rápida a las amenazas actuales.
Otro elemento de este primer enfoque es evaluar la legalidad de la fuerza usada en respuesta al escenario
de entrenamiento.

La segunda fase del entrenamiento en reconocimiento de amenazas es centrarse en escenarios que no


amenazan la vida que pueden parecen potencialmente mortales o puede des-escalar rápidamente. Esta es
el área en la cual muchos oficiales son víctimas de su propia ignorancia de las leyes, sus egos o sus miedos -
todos los cuales pueden aterrizarlos en el tribunal con un abogado defensor a su lado en vez de un fiscal.

El tercer factor -y posiblemente más importante- en el entrenamiento en reconocimiento de amenazas es


la habilidad del educador para proporcionar una crítica al educando. Cuando los instructores de la policía
no pueden proporcionar información a un oficial después de completar un escenario de entrenamiento, en
última instancia refuerza los malos hábitos del oficial. Los instructores deben articular claramente las
deficiencias de la respuesta del oficial después de cada escenario para que él o ella puedan evitar cometer
el mismo error en la calle. Después de un escenario, pídale al oficial que diga qué puede haber hecho mal
antes de ofrecer cualquier realimentación. Para comenzar, esto entrena al oficial en reconocer errores y en
evitarlos.

Un escenario de 'Cuando/Entonces' para Instructores. ¿Qué se hace con un oficial que no responde al
entrenamiento? Es importante que los instructores policiales aconsejen al oficial sobre las posibles
deficiencias tácticas y documenten los problemas. Si se hace necesario tomar medidas adicionales en el
camino -desde la reasignación a la baja- tiene la documentación necesaria para apoyar su recomendación.

La seguridad de todos los oficiales es la función más importante y básica del supervisor de primera línea. En
ocasiones, el sargento de la patrulla podría referir un oficial a capacitación adicional cuando se da cuenta
que el oficial no está reconociendo correctamente las amenazas. Esta referencia puede ayudar a mejorar al

37National Tactical Officers Association. "Tactical Response and Operations Standard for Law Enforcement
Agencies". NTOA SWAT Standard. Septiembre 2015. http://ntoa.org/pdf/swatstandards.pdf.
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oficial o puede ser causa de futuras acciones contra el oficial de la agencia. De cualquier manera, usted lo
está manteniendo -así como a otros oficiales- más seguro mediante la recomendación de capacitación
adicional o remoción de su cargo.

La próxima generación de policías enfrentará desafíos diferentes, pero una cosa seguirá siendo siempre la
misma - el reconocimiento de la amenaza con una respuesta rápida, eficaz y legítima es la clave para la
supervivencia de todos los oficiales.

Miedo al delito 38
Gary Cordner

La policía comunitaria y el miedo al delito (sensación de inseguridad o inseguridad perceptiva) han estado
inextricablemente unidos desde 1981, cuando la evaluación de un experimento de campo en Newark
(Nueva Jersey) encontró que la presencia de la patrulla a pie hizo que los residentes de un barrio se
sintieran más seguros. Poco después, un estudio sobre el patrullaje a pie en Flint (Michigan), halló la misma
cosa. Desde entonces, se aceptó ampliamente que la reducción del miedo es un objetivo policial legítimo y
que la policía comunitaria es quizá la mejor estrategia de reducción del miedo en el arsenal de la policía.

Excepto por pocos estudios de principios a mediados de la década de 1980, sin embargo, la atención de la
investigación no quedó centrada en la conexión entre el servicio de policía y el miedo al delito. De manera
similar, el desarrollo de estrategias y el programa policial dirigidos a la reducción del miedo parece haber
menguado. Los departamentos de policía hoy tienen sólo unos pocos estudios actualizados y poco en la
forma de información práctica en la cual confiar si quiere implementar iniciativas de reducción del miedo.

Antecedente. El miedo al delito es un problema significante para los estadounidenses. Un Encuesta de


Gallup de 2002 determinó que el 62 % de los adultos creyó que había más delincuencia que en el año
anterior, y una Encuesta de ABC de 2000 encontró que el 80 % de los adultos calificó el problema del
crimen en los Estados Unidos como malo o muy malo (aunque sólo el 23 % dio la misma calificación de los
problemas de delincuencia en su propia comunidad). Una Encuesta Pew de 2000 reportó que menos de la
mitad de los adultos en todo el país se sentía muy seguro cuando caminaban en sus barrios después del
anochecer, en la escuela, o cuando estaban en un centro comercial en la noche. Sólo dos tercios se
sintieron muy seguros en sus hogares por la noche.

El miedo al delito tiene una serie de efectos nocivos sobre los ciudadanos y las comunidades. El miedo
puede hacer que los ciudadanos individuales restrinjan sus actividades laborales y de ocio. Es probable que
limiten especialmente la vida de aquellos que sienten más vulnerables, como los ancianos, los niños y las
mujeres. El miedo puede causar que los barrios pierdan negocios o residentes, contribuyendo a un ciclo
descendente de deterioro, y que generalmente puede interferir con la vitalidad y el dinamismo de
cualquier comunidad. La vida pública resulta dañada cuando el miedo al delito provoca ciudadanos se
queden en casa o frecuenten sólo enclaves altamente protegidos.

En contraste con los pocos estudios sobre cómo la policía u otras personas podrían reducir el miedo al
delito, una enorme cantidad de atención de la investigación se centró en el fenómeno social y psicológico
del miedo al delito. Se reconoce que el miedo al crimen es multidimensional, incluyendo (1) sentimientos
de miedo, preocupación y/o cuidado por sí mismo versus otros, como los niños y los cónyuges; (2)
sentimientos de miedo, preocupación y/o cuidado en el propio hogar, en el propio barrio, y en otros
lugares; (3) probabilidad percibida de convertirse en víctima del crimen; y (4) efectos reportados en el
comportamiento, tales como salir por la noche, salir durante el día, ir al centro, etc.

También ha sido documentado que el miedo frecuentemente se incrementa durante los períodos en que el
crimen está decreciendo, que los individuos más temerosos a menudo no son aquellos que están en mayor
riesgo de victimización del delito, y que las comunidades más miedosas no siempre son las que tienen los

38CORDNER, Gary. (2007) "Fear of Crime". En: The Encyclopedia of Police Science. 3° Edición. Nueva York.
Londres. Editor: Jack R. Green. Routledge. Taylor & Francis Group. Págs. 497 a 500. Trad. Mg. Carlos G. Blanco.
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más altos niveles de criminalidad. Generalmente, los ciudadanos y las mujeres de edad reportan niveles
más altos de miedo que los hombres y las personas de mediana edad. Cuando se incluye en las encuestas,
los adolescentes a menudo informan niveles sorprendentemente altos de miedo. El hallazgo más
consistente, sin embargo, ha sido la correlación inconsistente entre el delito real y el miedo al delito.

Ventanas Rotas. El miedo al crimen jugó un rol crucial en el desarrollo de la influyente teoría de las
"ventanas rotas". Cuando James Quinn Wilson (1931-2012) y George L. Kelling (Nac. 1935) trataron de
explicar por qué una patrulla a pie reduce el miedo al delito incluso pese a que no reduce el delito real,
notaron que cuando los residentes del barrio se quejan del crimen, típicamente mencionan: grafiti, coches
abandonados, mendigos, niños ruidosos y otros tipos de contravenciones e incivilidades, en lugar de robos
y asaltos. Ellos entonces postularon que los oficiales de patrulla a pie son más propensos que las patrullas
motorizadas a abordar este tipo de delitos de bajo nivel y de desorden que parecen estar presentes en la
mente de la gente. Esta explicación logró validez precisamente porque se basa en la inconsistente
correlación observada entre los niveles de delito grave y de miedo al delito.

La teoría de las ventanas rotas va a reclamar una segunda etapa de efectos -que cuando la policía aborda
los delitos menores y el desorden, los residentes se sienten reasegurados y las comunidades resultan
fortalecidas, lo que conduce también a la reducción del delito grave. Esos efectos de segunda etapa en los
niveles de delincuencia grave son discutidos por muchos investigadores y teóricos sociales. La dinámica
subyacente, sin embargo, que el servicio de policía de las contravenciones y del desorden puede reducir el
miedo al delito en una comunidad, ha sido ampliamente aceptado.

COP y POP. Desde hace veinte años, la sabiduría convencional sostuvo que policía comunitaria y ventanas
rotas son los mejores enfoques para reducir el miedo al delito. Debido a que a esas conclusiones se llegó
tan rápidamente, no obstante, se han realizado pocos estudios de técnicas específicas. En consecuencia, la
evidencia de que las técnicas de policía comunitaria específicas, como oficinas con escaparates, boletines,
visitas puerta-a-puerta, patrullas de ciudadanos, programas de prevención del delito, o patrullaje en
bicicleta, son efectivos para reducir el miedo, en gran parte se ha perdido. Similarmente, cuán mejores son
las patrullas a pie para reducir el miedo al delito no es posible de determinar, o en comunidades donde el
enfoque de ventanas rotas no es aplicable (como los barrios de mayores ingresos sin mucho desorden), no
ha recibido una atención mucho más concentrada.

Un prometedor enfoque orientado a los problemas para reducir el miedo fue implementado en el Condado
de Baltimore (Maryland), a principios de 1980. Este abordaje enfatizó la necesidad de analizar las causas del
elevado miedo al delito en un barrio antes de diseñar e implementar respuestas. La experiencia del
Condado de Baltimore reveló que el temor de una comunidad al crimen podría ser causado por uno o
pocos niños del barrio, por rumores (verdaderos o no) acerca de una serie de delitos, por las disputas entre
grupos étnicos, por un crimen de odio, por mendigos agresivos, o por varios otros factores específicos. La
gama de causas fue lo suficientemente amplia como para demostrar que una solución al miedo al delito de
talla única para todos, incluyendo el patrullaje a pie o el servicio de policía de las ventanas rotas, no
siempre se aplicaría. Esta realidad llevó al Condado de Baltimore a adoptar un enfoque orientado a los
problemas para reducir el miedo al delito, basándose primero en la cuidadosa identificación y análisis de
problemas a nivel de barrio, seguida de respuestas a medida.

Servicio de Policía Reasegurador (Reassurance Policing). La policía británica implementó recientemente


una estrategia que llama "servicio de policía reasegurador". Se dieron cuenta a finales de 1990 que el
crimen había disminuido durante varios años, pero el miedo del público y la preocupación por el crimen no
lo habían seguido. Ellos denominaron a esta situación, la "brecha de reaseguro" ("reassurance gap") y se
propusieron desarrollar técnicas para abordar la situación. En contraste con la terminología de EE.UU.,
eligieron no enfatizar en el miedo al delito, sino más bien en los riesgos, señales, seguridad de los barrios y
seguridad de la comunidad. La metodología radica en que los oficiales de policía asignados localmente
trabajen de manera conjunta con los socios locales y el público para identificar y seleccionar los problemas
específicos que son de mayor interés para la población local, utilizando técnicas tales como auditorías
visuales ambientales, asignación de tareas y coordinación de grupos, entrevistas de seguridad de barrios

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orientada por inteligencia y redes individuales clave. El servicio de policía reasegurador parece combinar lo
mejor de ventanas rotas y del servicio de policía orientado a los problemas. En particular, reposa en la
teoría de los crímenes de señal (signal crimes)39, que sostiene que los temores y las preocupaciones de la
gente son determinados más por eventos específicos y condiciones que por la masa de todo el crimen y el
desorden. Naturalmente sigue que si la policía y las comunidades enfrentan los eventos y las condiciones
específicas que preocupan a la gente, sus niveles de miedo disminuirán y sus sentimientos de seguridad
mejorarán.

Miedo al terrorismo. La próxima frontera para la policía puede ser el miedo al terrorismo. Tres
observaciones vienen a la mente. (1) No parece que haya una diferencia cualitativa entre los sentimientos
generalizados de miedo e impotencia experimentados por los estadounidenses después de los ataques del
11 de septiembre de 2001, en el World Trade Center y en el Pentágono, y el miedo al delito más rutinario
causado por el desorden y la incivilidad en el vecindario local. (2) Si esto es cierto, entonces las técnicas
desarrolladas por la policía durante los últimos veinte años para tratar con el miedo al delito pueden no ser
aplicables al miedo al terrorismo. Sin embargo, (3) el miedo es el verdadero objetivo del terrorismo (la
meta del terror) y por lo tanto limitar el impacto del terrorismo parecería requerir limitar el temor que lo
crea. Si esto se desarrollará como un rol importante para la policía local y estatal, a diferencia de las
agencias nacionales de investigación, los servicios de inteligencia, militares y/o políticos, queda por verse.

Véase además: Attitudes toward the Police: Measurement Issues; Broken-Windows Policing; Community-
Oriented Policing: Practices; Community Watch Programs; Media Images of Policing; Order Maintenance;
Police Reform in an Era of Community and Problem-Oriented Policing; Problem-Oriented Policing; Quality-
of-Life Policing; Styles of Policing; Terrorism: Overview; Zero Tolerance Policing.

Referencias y lectura adicional:

Cordner, Gary. 1986. "Fear of crime and the police: An evaluation of a fear-reduction strategy". Journal of
Police Science and Administration 14: 223–33.

—. 1988, "A problem-oriented approach to community-oriented policing". In Community policing: Rhetoric


or reality, ed. Jack R. Greene and Stephen D. Mastrofski, 135–52. New York: Praeger.

Innes, Martin. 2005. "What’s your problem? Signal crimes and citizen-focused problem solving".
Criminology & Public Policy 4 (2): 187–200.

Pate, Anthony, Mary Ann Wycoff, Wesley Skogan, and Lawrence W. Sherman. 1986. Reducing fear of crime
in Houston and Newark: A summary report. Washington, DC: Police Foundation.

Police Foundation. 1981. The Newark Foot Patrol experiment. Washington, DC: Police Foundation.

Taft, Philip B., Jr. 1986. Fighting fear: The Baltimore County COPE Project. Washington, DC: Police Executive
Research Forum.

39 Signal Crime (crimen de señal) es un concepto acuñado por los Profesores Martin Innes y Nigel Fielding,
dirigido a "capturar los procesos semióticos sociales por los que tipos particulares de conducta criminal y
desordenada tienen un impacto desproporcionado sobre el miedo al delito". El concepto fue creado para ayudar
a un enfoque del servicio de policía en fase de prueba en la década de 2000 por la Policía de Surrey llamado
servicio de policía reasegurador - ascendiente del enfoque actual del 'servicio de policía vecinal' en Inglaterra y
Gales. Este abordaje fue desarrollado en orden a cerrar la 'brecha de reaseguro' - la paradójica situación en la que
el 'miedo al delito' del público (medido por la Encuesta Británica del Crimen) no cambia en tándem con la tasa de
criminalidad general. La Perspectiva de los Crímenes de Señal sostuvo que el miedo al delito y la percepción de
riesgo de la gente -la probabilidad percibida de ser víctima- estaban vinculados a ciertos delitos, conductas
desviadas, o a los signos residuales de esas actividades: "En efecto, el crimen o incidente es 'leído' como señal de
advertencia por su/s audiencia/s de que algo está mal o falta, como resultado de lo cual podrían ser inducidos a
tomar alguna forma de medida de protección. Además, la presencia de esta señal modelará el modo en que la
persona o grupo preocupados construyan creencias sobre otros peligros potenciales y creencias".
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Trojanowicz, Robert C. 1982. An evaluation of the Neighborhood Foot Patrol Program in Flint, Michigan.
East Lansing: Michigan State University.

Wilson, James Q., and George Kelling. 1982, "Broken windows: The police and neighborhood safety". The
Atlantic Monthly, March, 29-38.

ÍNDICE

Pág. Tema
2 Servicio de Policía para la Prevención del Delito (Lawrence W. Sherman))
43 Patrullar en bicicleta
44 Tipos y eficacia de las patrullas (Gary Cordner)
48 Patrulla a pie (Jenephyr James)
51 Patrulla montada (Jenephyr James)
54 Sin consideración: las Fronteras y la Patrulla Fronteriza (Jim Glennon)
55 Planifique lo inesperado mientras esté de patrulla (Doug Wyllie)
57 Emboscada: conciencia significa evitación (Richard Fairburn)
59 Emboscada: luche a su manera a través del infierno (San Marcou)
60 La seguridad del uniformado y la práctica de mantenerse concentrado (Jim Guffey)
61 Detective de Filadelfia hace un caso convincente para las patrullas de Twitter (Hayley Hudson)
63 12 consejos para ayudarlo a ver "todo" (Dan Marcou)
65 7 tácticas para mantener alerta al policía en el tercer turno (Dan Marcou)
67 Patrulla policial china
68 6 recordatorios para la patrulla marítima sobre el transporte de detenidos (Tom Burrell)
69 Lecciones de la SDHPD: 5 consideraciones para desarrollar una unidad de patrulla marítima
73 Por qué los policías de la calle deben usar tácticas de rastreo en el monte (Patrick Patten)
75 Porqué la patrulla debe entrenar para reconocer la amenaza a nivel de SWAT (Glenn French)
77 Miedo al delito (Gary Cordner)

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