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1.

MALA EDUCACION NUTRICIONAL

Para estar bien alimentados, las personas han de poder acceder a una

cantidad suficiente de alimentos inocuos y de calidad, pero no es probable

que el centrarse exclusivamente en la seguridad alimentaria baste para

resolver el problema de la malnutrición; en pocas palabras la población

debe saber qué es una dieta sana y cómo deben elegirse opciones

alimentarias aceptables.

No obstante, si bien es cierto la educación nutricional es representada por

las decisiones que tenga el consumidor frente a la situación de elegir un

alimento nutritivo o no, dicha decisión está influenciada por el conocimiento

que extrajo inicialmente en el hogar, sociedad y centro educativo. Según

encuestas del Instituto Integración 8 de cada 10 peruanos considera que la

obesidad es un grave o muy grave problema del país. Y efectivamente

constituye una realidad alarmante: más de la mitad de peruanos (58%)

tienen exceso de peso y un alto 21% sufren de obesidad.

2. NIVEL DE OBESIDAD

En el lenguaje técnico se entiende a la obesidad como un estado

patológico, es decir aquel exceso o aumento del índice de masa corporal y

sus repercusiones en el cuerpo humano, ocasionado por distintos vínculos

entre ellos la mala alimentación, falta de educación nutrimental,

sedentarismo, no respetar los horarios de comida, exceso de bebidas

alcohólicas y falta de ejercicio.


Actualmente el sobrepeso y la obesidad afectan a gran parte de la

población mundial, de los cuales los peruanos y peruanas no están

absueltos. Si bien el sobrepeso se ha duplicado desde mediados de la

década de 1970, la obesidad se ha triplicado. Este explosivo crecimiento no

solo amenaza el bienestar de la población, sino también su vida misma: de

acuerdo con el informe, 600,000 adultos mueren al año en la región debido

a enfermedades relacionadas con una alimentación poco saludable.

Según el INEI, más del 35.5% de la población peruana de 15 y más años

de edad padece de sobrepeso; quienes tuvieron no solamente como origen

aspectos clínicos, sino que también nutricionales, familiares, sociales y

económicos.

Asimismo, se entiende que la obesidad de manera trascendental se sigue

temiendo como un problema de salud grave y un reto con sentido de

urgencia para el desarrollo de las futuras generaciones.

3. ENFERMEDADES

En todo el mundo coexisten cada vez más problemas relativos a la

desnutrición, vinculado a la deficiencia de vitaminas y minerales. De

acuerdo con la OMS, Unicef y WFP, destaca que por cada persona que

sufre hambre en la región, más de seis padecen sobrepeso u obesidad. La

prevalencia del sobrepeso está aumentando en todos los grupos de edad,

especialmente en adultos y en niños en edad escolar.

En consecuencia, quienes no reciben un nivel suficiente de energía o

nutrientes esenciales no pueden llevar una vida sana y activa, lo cual


comporta deficiencias en el desarrollo físico y mental, enfermedades y

muertes devastadoras así como una pérdida incalculable de potencial

humano y desarrollo socioeconómico.

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