Seis razones porque debemos confiar en Dios

Texto biblico Sal. 125:1

I. Porque él nos hizo, nos formó.

a. Desde nuestra concepción, en el

vientre de nuestra madre (Sal
139:13).
b. No somos más que barro, pero
formados poco a poco en el vientre
de nuestra madre (Sal. 22:9, 10).
c. Nos hizo conforme a su imagen y semejanza (Gén. 1:26,
27).

II. Porque él nos ama [Jesus dio su vida por nosotros] y nos
seguirá amando.

a. Principio de un amor universal [al

mundo entero (Juan. 3:16, 17)]
b. Nos amó cuando aún, por naturaleza
éramos pecadores (Rom. 5:8).
c. Su amor por nosotros es eterno, es decir, para siempre
(Jer. 31:3).
d. Su amor por nosotros fue antes que nosotros le amaramos
a él ([1 Juan. 4:19] por su amor envió a su Hijo (1 Juan.
4:9. 10]).

III. Nos conoce por nombre, personalmente, particularmente

a. Somos propiedad del Señor [antes y ahora

(Isa. 43:1]).
b. Él, como Pastor nos conoce a cada uno de
nosotros ([Sal. 103:3] nos llama por
nombre (Juan 10:14, 27 [2 Tim. 2:19] Él
conoce a los que son suyos (Sal. 1:6
[Nahún 1:7]).
IV. Él es nuestro refugio.

a. Nuestra Roca y refugio (Sal. 62:2(

b. Si estamos en él, no hay temor (sal.
27:1).
c. Debemos confiar. Él es nuestra
fortaleza (Isa. 26:4 [Los que en él
confían son estables (Sal 125:1).
d. Su Nombre es como una Torre fuerte, para siempre (Sal.
61:3; Prov. 18:10).
e. Jesus es aquel que “como la gallina” protege a los suyos
[Todos los que vienen a Él (Luc. 13:34 [Juan. 14:1]).
f. Jesus dijo que deberíamos confiar el Él (Juan. 16:33
[Juan. 14:1]).

V. Porque Él pelea por nosotros.

a. Dios es quien pelea por nosotros

(Exo. 14:14)
b. Dios es el que pelea nuestras
batallas [sea espirituales o
humanas] (Deut. 3:22).
c. Nuestro deber es estar
tranquilos y no preocupados exageradamente (Sal 46:10).
d. Confiados en Cristo Jesus somos más que vencedores, en
todo (Rom. 8:37-39 [El mayor “Cristo” es el que está con
nosotros (1 Juan. 4:4 [el Cordero, es por derecho el
Vencedor (Apoc. 7:14).
VI. No nos dejara jamás
a. Jamás abandonará a los que confían en Él (Sal. 94:14).
b. El Señor promete nunca abandonar a su pueblo (Sal
94:14).
c. Estaremos seguros en sus manos siempre (Juan. 10:27-
31).
d. Siempre estará con nosotros (Mat. 28:19).