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1 - La Salud Mental Como Imperativo Del Superyó - Columnas - ElSigma
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La salud mental como imperativo del superyó ingresá tu email
» Introducción al Psicoanálisis La idea de un cuerpo vencedor ante la muerte, da cuenta del anhelo
de eliminarlo como lugar del acontecimiento, es decir, como lugar de Actividades Destacadas
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medicalización de la vida y de la cultura se convierte en un baluarte Causa Clínica
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Clínica con niños - adolescentes -
adultos | Atención de modo virtual por
acomodando los diagnósticos, e irrumpen proyectos para encontrar,
» Educación aislamiento
por medio de la investigación científica, la manera de eliminar la
» Literatura muerte, pues ella es un acontecimiento indeseable, para las ilusiones
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del yo. Por eso, en este contexto: la salud mental es el imperativo
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12/10/2020 La salud mental como imperativo del superyó | Columnas - ElSigma
“Los intentos taxonómicos de la Organización Mundial de la Salud
(Clasificación Internacional de las Enfermedades –CIE-9 de 1975,
implementado en 1979) y la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos
(Manual de Estadísticas y Diagnósticos– DSM II, de 1968) ostentaban una
comicidad involuntaria con tapizado, maquillaje y barniz científicos que
ocultaban la tragedia de un encasillamiento de los seres humanos por parte
de los médicos especializados en la ‘salud mental’ con el pretexto de
‘clasificar’ otra ‘cosa’, algo imprecisamente llamado mental disorders en
Estados Unidos e Inglaterra, troublesmentaux en Francia y trastornos
mentales en los países de lengua española –todos ellos eufemismos para
evitar la vergonzante palabra que los atemorizaba o los desnudaba:
‘enfermedad mental’–.”
Nos encontramos en una época que bien podría caricaturizarse bajo la forma de lo que perímetro. Relectura de puntuaciones
Mac Augé (2004), etnólogo francés, ha denominado “cuerpos gloriosos”, más lacanianas
precisamente una apología de los cuerpos gloriosos. Se trata de una referencia al cuerpo
» El analista y la piedra angular: De las
asumido por la moral romana antigua a partir del momento en que adoptó como religión
oficial al cristianismo. Un cuerpo que, habiendo cruzado el calvario, quedaba purificado entrevistas preliminares a las entradas
del pecado original; era glorificado y llevado a la perfección en una trascendencia que le en análisis
permitió sentarse al lado de Dios padre. Un cuerpo vencedor ante la muerte pues, aún
» ¿A qué llamamos investigación en
habiéndola padecido, retornó encarnado en un ser celestial inmune a las carnívoras
fauces de la Parca. psicoanálisis?
» Sujeto, Ley y crimen: re exiones
Lógicamente, en la modernidad, las aspiraciones a hacerse acreedores de un cuerpo
sobre la responsabilidad y los
glorioso no incluyen necesariamente el calvario como condición sine qua non. No se
trata ni siquiera de poseerlo efectivamente, sino de tener el derecho, o más bien, el “menores” infractores
deber, de anhelarlo. Tal vez por ello nuestro tiempo pone de manifiesto una creencia en » La paz en Colombia y el deseo
la magia, que se ironiza aparejada en la fe ciega en la ciencia. Los mercaderes lo saben.
imposible en la neurosis obsesiva
Las televentas y los infomerciales son su más eficiente testimonio. Promesas de » La omnipantalla, el fascinus y el
satisfacción garantizada, como si el paraíso perdido pudiese recuperarse con solo estar
porvenir de una ilusión
entre los primeros cien que hacen una llamada y, por ese acierto afortunado, estarán
contados entre lo elegidos que reciben un precio especial o algún producto adicional,
“sin ningún costo”. Desde las abdominales con cinco minutos al día, logradas gracias a Búsquedas relacionadas
un aparatito diseñado con “tecnología de punta” y que en pocos días quedará guardado
per seculaseculorum bajo la cama, o en el cuarto de las cosas viejas, hasta la sartén » psicopatologización
capaz de cocinar saludablemente las verduras y las carnes que harán que ese cuerpo
» medicalización
llegue a la gloria. Satisfacción garantizada sin el más mínimo esfuerzo, eludiendo así
tanto al deseo como al goce que, como sabemos, se oponen, ambos, al principio del » diagnósticos
placer que rige el mundo de la naturaleza no humana.
» inmortalidad
Y como ese tipo de aspiraciones tienen como target de mercado al pueblo común, los » imperativos
más ricos quieren poseer algo que esté todavía más allá. Entonces, como bien lo señala
el historiador Noah Harari, entregan cada vez más recursos para que pueda lograrse, » superyó
algún día, lo que se ha llamado “Proyecto Gilgamesh”, una suerte de delirio de » salud mental
amortalidad que toma su nombre de aquel mito sumerio antiguo, según el cual el Rey
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12/10/2020 La salud mental como imperativo del superyó | Columnas - ElSigma
Gilgamesh, habiendo decido no morir, viajó hasta los últimos confines del universo, » interfase cerebro computadora
luchando y matando a todo aquel que se interponía entre él y su objetivo, hasta que
encontró el camino al infierno, de dónde regresó con las manos vacías pues ningún » moral
hombre podía vencer a la muerte. Sin duda, el caso de Cristo fue distinto. » ética
El proyecto Gilgamesh busca encontrar, por medio de la investigación científica, la » Gilgamesh
manera de eliminar la muerte, pues ella es un acontecimiento indeseable, para las
ilusiones del yo, claro está, que no puede soportar la idea de desaparecer como imagen
de un cuerpo unificado. Y si a algunos de ustedes se les ha ocurrido que esto sería una
catástrofe que empeoraría los problemas de la sobrepoblación mundial y sus efectos, les
sugiero no preocuparse demasiado, ya que son muy pocos los que podrían responder a
las leyes del mercado que permitirían acceder a esa clase de paraíso.
En ese mismo sentido, casi delirante, encontramos el libro de Bart Kosko, titulado El
futuro borroso o el cielo en chip, según el cual llegará el momento en que, incluso,
podremos prescindir de estos cuerpos destinados a la muerte y la putrefacción, gracias a
los “milagros de la era digital, que harán posible migrar nuestra “alma” a un cerebro de
silicio.
Así las cosas, dado que no hay un acontecimiento más notable que eso a lo que
llamamos sujeto (symbama), los tratados de psicopatología se ven en apuros tratando
de cazar brujas. No olvidemos que el gran antecesor de los manuales psicopatológicos
fue el MalleusMalericarum, publicado a finales del siglo XV, y que la psiquiatría fue la
heredera de los “tratamientos morales”, otrora aplicados por la Santa Inquisición.
En nuestros días, la tristeza, según el DSM V, debe ser tomada como un dato que
habla de una posible patología la cual, extrañamente, no es una enfermedad. Tal vez la
palabra “patología” no había tenido nunca antes un sentido más redundante, que cuando
se unió al prefijo “psykhé”. El pathos, que arrastra en su etimología el significado
“pasión”, no puede ser sino constituyente del alma, entendida no como una entidad
mística, sino en su onceava acepción de acuerdo con el diccionario de la RAE: “Hueco o
parte de vana de algunas cosas y, especialmente, ánima del cañón”.
Una vez más lo diré sin eufemismos. Mi respuesta a la pregunta, ¿qué se cura con los
diagnósticos psicopatológicos?, es: se cura el “clínico” de su encuentro con el
acontecimiento de no saber, a ciencia cierta, qué quiere decir, ni como silenciar, eso que
irrumpe desde la singularidad del sujeto y que enturbia los ideales estéticos de una
civilización cada vez más especializada en pintarnos Un mundo feliz, o el sueño de un
1984 a la manera de George Orwell mientras para ocultar su condición más íntimamente
miserable, mientras los profesionales de la salud mental buscan las manera de evitar
que desde el lugar del sujeto: mi-ser-hable.
Referencias
Augé, M.: (2004). ¿Por qué vivimos? Para una antropología de los fines. Buenos Aires:
Gedisa.
Braunstein, N.: (2013). Clasificar en psiquiatría. México: Siglo XXI Editores.
Freud, S.: (1923). El yo y el ello. En: Obras Completas, vol. XIX. Buenos Aires:
Amorrortu Editores. 1984.
Harari, N.: (2013). De animales a dioses. Breve historia de la Humanidad. Barcelona:
Ed. Debate.
Kosko, B.: (2010). El futuro borroso o el cielo en un chip. España: Ed. Crítica.
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12/10/2020 La salud mental como imperativo del superyó | Columnas - ElSigma
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