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La Cuarta Revolución Industrial (4RI): arquetipo económico o bastión para el

desarrollo humano?
Por: Jean Valery Bonilla Ramirez, ID 745773

Resumen
A lo largo de la historia humana, el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la sociedad han corrido paralelamente,
algunas veces en armónico compás y otras (la mayoría), en un vertiginoso revuelo de ine4sperados desenlaces.
Estos movimientos académico-sociopolíticos han ocurrido en diferentes ciclos temporales y casi siempre se han
enmarcado en etapas bien diferenciadas entre sí. Estos momentos críticos, han recibido el nombre de
revoluciones industriales (en número total de tres).

La actual coyuntura ha llevado a estudiosos de todo el planeta como el profesor Klaus Scwamp, a proponer que
la humanidad se enfrenta en la actualidad ante una nueva revolución de este tipo, caracterizada entre otros
elementos porque su ocurrencia temporal no ha respetado los patrones de sus predecesoras.

En virtud de sus particulares formas de modelar la convivencia humana, esta Cuarta Revolución Industrial (4RI)
está revolucionando las relaciones del hombre consigo mismo, las formas interacción con el ambiente y los
demás seres vivos y por, sobre todo, está cambiando la forma en que se abordan temas como la desigualdad, la
ética, el derecho, la moral o la satisfacción de las necesidades más básicas. En torno a estos diversos aspectos
se desarrolla el presente trabajo cuyo objetivo fundamental es realizar un suscito análisis descriptivo de las
maneras en que esta revolución puede auspiciar una mirada más comprehensiva de los fenómenos humanos o,
en contrario sentido, limitarse a ser instrumento para la formulación de modelos de desarrollo económico que
hagan aún más profundas las brechas que ya separan al hombre de su propia humanidad.

Abstract
Throughout human history, the development of science, technology and society have run in parallel, sometimes in
a harmonious rhythm and other times (most of them), in a dizzying commotion of unexpected outcomes. These
academic-sociopolitical movements have occurred in different time cycles and have almost always been framed
in well-differentiated stages. These critical moments have received the name of industrial revolutions (in total
number of three).

The current situation has led scholars from all over the planet such as Professor Klaus Scwamp, to propose that
humanity is currently facing a new revolution of this type, characterized among other elements because its
temporal occurrence has not respected the patterns of its predecessors.

By virtue of its particular ways of modeling human coexistence, this Fourth Industrial Revolution (4RI) is
revolutionizing man's relationships with himself, the forms of interaction with the environment and other living
beings and above all, it is changing the way in which topics such as inequality, ethics, law, morality or the
satisfaction of the most basic needs are addressed. The present work is developed around these various aspects,
the main objective of which is to carry out a succinct descriptive analysis of the ways in which this revolution can
foster a more comprehensive look at human phenomena or, in the opposite sense, limit itself to being an
instrument for the formulation of economic development models that deepen the gaps that already separate man
from his own humanity.

Palabras Clave:
Revolución Industrial, Desarrollo Humano, Ordenamiento Jurídico, Educación, Sociedad, Cultura
1. El encuentro del hombre con el hombre: la clonación humana en la
4RI
En el marco referencial de la CUARTA REVBOLUCION INDUSTRIAL, es claro que los avances de la
genética, la embriología o la producción de medios de soporte vital han alcanzado potenciales
inimaginables, haciendo posibles ulteriores desarrollos que hasta hace una década parecían
imposibles. Tal es el caso de la clonación humana: este procedimiento que parecía sacado de las
obras de Julio Verne, es hoy una realidad que obliga a formular preguntas relacionadas ya no con su
viabilidad, sino con sus consecuencias. Antes que nada, vale la pena indicar que una clonación no
implica traer nuevamente a la vida a un mismo ser humano; los humanos son más que la simple
adición de sus componentes genéticos. Un ser humano se desarrolla de forma integral a partir de sus
interacciones reciprocas con el ambiente, la cultura o la sociedad, que no son replicables.

Necesario es también indicar que en el análisis de la clonación de seres humanos ha de tenerse en


cuenta no solo la consideración relativa a la producción de un clon, genéticamente idéntico a su
donador, sino también cual será el destino de ese clon. Es entonces necesario cuestionar si la
clonación tendrá un fin utilitario o se realizará dentro de procesos de investigación. Obsérvese que no
se avocan cuestiones de orden ideológico o religioso en esta cuestión. Los factores éticos para relevar
hacen referencia a la destinación de la clonación como procedimiento. Considerar otros factores
ingresa al plano de las decisiones o creencias individuales.

Si se descarta la clonación de seres humanos completos como valida dentro de la investigación


científica en virtud a los desarrollos legislativos internacionales como la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre y los Pactos Internacionales sobre investigación con seres vivos, es necesario
considerar e la clonación con fines utilitarios como la vía residual que justifica este procedimiento: En
punto de esta consideración es necesario entonces atender a unas cuestiones básicas [ CITATION LIS03
\l 3082 ]: En primer lugar, cuál será la designación del clon, es decir su rol social. Si se le piensa
como reservorio de órganos para su donador, entonces nos encontramos frente a un proceso de
cosificación que implica un retroceso evolutivo social para la especie; en segundo término, pensar la
clonación como instrumento para la preservación de seres con capacidades excepcionales en
diversas áreas, tampoco resulta preciso, pues como ya se4 indico cada ser humano es irreductible a
su código genético. Una tercera cuestión hace referencia al conjunto de procesos, medios e
instrumentos que se utilizan en la clonación: estos suponen el empleo de otros seres humanos -no
clonados- como potenciales incubadoras o cuidadores. Finalmente, el uso de clones como
instrumento para la paternidad en humanos estériles es un procedimiento cuestionable dadas las
implicaciones que ello tendría en los campos médico, civil y económico.

La 4RI, ha puesto al hombre frente al hombre de maneras insospechadas: la posibilidad de su propia


perpetuación a través de la clonación es una de ellas. No puede desconocerse ni descalificarse la
importancia de la reflexión en torno a este aspecto, como uno de los muchos instrumentos que la
evolución pone en el camino de la especie. Tildarla de antinatural no es cosa distinta a lo que hace
pocos siglos atrás ocurría con los antibióticos, los trasplantes o la inseminación artificial, que hoy son
procedimientos no solo de rutina sino de innegable contribución al progreso humano. De allí que la
invitación sea abandonar las posturas extremistas y personales y enfrentar con disciplina y
moderación la reflexión en torno a estas cuestiones en procura de los mejores resultados para el
beneficio colectivo.
2. El reto de la seguridad alimentaria en el contexto de la 4RI, y el uso de
productos transgénicos como alternativa.
Uno de los fenómenos que más se ha asociado a lo largo de la historia con las revoluciones
industriales, es el aumento en el potencial de la especie para superar fenómenos que la aquejan. La
4RI es tal vez el epitome de esta convicción, y no son pocos quienes en ella encuentran la respuesta a
todas las preocupaciones humanas.

Tal vez uno de los efectos más notorios de las revoluciones industriales, es el aumento de la eficiencia
y la cobertura de los sistemas sanitarios y de control y manejo de la enfermedad, lo cual ha llevado a
un crecimiento exponencial de la población humana (que para 1880 era de 1000 millones, llegando a
6000 a inicios del siglo XXI y a la cifra top de 7400 millones para el año 2016, según datos de
Naciones Unidas).[ CITATION Luq17 \l 3082 ] Este fenómeno se asocia de forma directa con otros tales
como la reducción de las tasas de mortalidad o el aumento de la esperanza de vida al nacer den la
mayoría de los países.

Mayor población significa que se requieren mayores cantidades de alimento para garantizar el
derecho igualitario de todos a obtener y consumir la dosis mínima de calorías diarias estimada como
óptima para el normal desempeño de las funciones vitales en condiciones de dignidad (2100 Cal/dia).
Las actuales condiciones del sistema productivo agropecuario mundial no garantizan este propósito. A
la ya precaria situación del agro, es necesario adicionar el deterioro sostenido del medio ambiente que
hace cada vez menos viable el destinar mayores zonas para el cultivo de los alimentos que se
necesitan para alimentar la creciente población mundial.

Como se observa, este fenómeno no se soluciona únicamente estimulando la producción por vías
“naturales”: requiere también de la adopción de políticas que aborden diversos escenarios y apliquen
armónicamente tecnologías productivas alternativas que la 4RI ha pue4sto a disposición de la
industria y los estados: la ingeniería genética y el desarrollo de ecosistemas alternativos pueden
aportar a la solución del problema de la seguridad alimentaria mundial. A los productos obtenidos por
estos medios, se les ha denominado “transgénicos”, y se les ha investido de una serie de mitos y
creencias en torno a su nocividad para la salud. También se ha especulado con su alcance y real
dimensión: bananos de 1 metro de largo, papas de 200 Kg o pollos de crecimiento “instantáneo”, son
algunos ejemplos.

Se ha probado desde fines del siglo XX, que el desarrollo de la tecnología para la producción agrícola
es una necesidad imperiosa: Nadie duda del potencial benéfico de su aplicación, y por ello es
necesario que, en un tema tan sensible, deban articularse todo tipo de medidas que van desde la
educación y el desarrollo científico hasta los desarrollos legales encaminados a brindar una regulación
segura de las prácticas asociadas con la producción y distribución de alimentos transgénicos. Es
necesario decir que tales alimentos son una de las alternativas viables, y por lo tanto es urgente el
desarrollo de procesos de depuración tecnológica que los hagan sanitaria y ecológicamente seguros,
para así incorporarlos a los planes de mejoramiento nutricional de la población. No debe tachárseles
de “buenos o males” per se. Solo de esta manera, podrá incorporárselos de forma segura a las
políticas, planes y programas mundiales de alimentos en una sociedad cada vez más urgida de
soluciones reales de corto y mediano plazo.
3. inclusión social versus exclusión social; la consolidación de la
igualdad en el marco del desarrollo de un pensamiento global en la 4RI.
El termino inclusión empezó a acuñarse a inicios de la década de los 90 en la jornada mundial que
sobre la educación se adelanto por parte de la Unesco en Tailandia. Puede decirse que su concepción
deviene de un interés por facilitar espacios que permitieran la adaptación de los sistemas educativos a
las diversas realidades de los educandos. Esta postura a su vez es concomitante con el desarrollo de
nuevas concepciones en las dinámicas de aprendizaje de los seres humanos y en el desarrollo de
conceptos asociados con la inteligencia artificial y la digitalización del conocimiento; a través de las
cuales pudieron superarse barreras hasta antes infranqueables en el campo educativo. [ CITATION
Val17 \l 3082 ]Las nuevas técnicas educativas facilitaban la interacción de estudiantes con
requerimientos o capacidades especiales y otros más ajustados a la concepción de “normalidad” que
imperaba. Paralelamente, este desarrollo conceptual en torno a la posibilidad de incorporar la
diferencia como fundamento del quehacer en un campo tan sensible, abrió la puerta que esta misma
forma de comprender los fenómenos humanos se incorporase en las políticas públicas y privadas en
todos los demás campos de la actividad del hombre. Cada vez fue más frecuente la visibilizarían de
sectores hasta entonces segregados. El derecho no escapo a este proceso, y con el advenimiento de
la constitucionalización de los estados y la incorporación de concepciones basadas en derechos y
principios, se abrió la puerta a la formulación de estrategias orientadas a la reducción de la
desigualdad y a la estructuración del desarrollo sobre la base de la inclusión social.

La 4RI ha aportado la columna vertebral para la realización de estos procesos, pues con el desarrollo
de los instrumentos y medios tecnológicos que ha aportado, ha sido posible la superación de múltiples
escenarios discriminatorios o donde la subvaloración del ser humano parecía encontrar sustento en la
ciencia y el conocimiento. Al expandir la comprensión de las limitaciones o posibilidades humanas, la
4RI trajo consigo un efecto liberador sobre muchos sectores sociales. Además, la globalización de las
comunicaciones que se deriva de esta nueva Revolución Industrial ha permitido que grupos o sectores
históricamente excluidos, cuenten con espacios para la manifestación pública de sus intereses,
necesidades y expectativas, brindándoles además la oportunidad de sensibilizar a la totalidad de la
población. Puede entonces afirmarse que la 4RI ha sido una oportunidad de primer orden para el
establecimiento de sociedades con menores oportunidades para la exclusión y en las cuales se abren
infinitos abanicos de posibilidades para la reducción de las condiciones de discriminación en procura
de la efectiva integración de todos en armonía con sus capacidades, limitaciones y posibilidades.

4. Desigualdad y pobreza
Colombia es el segundo país con el mayor nivel de desigualdad de Latinoamérica, medida a partir del
coeficiente de Gini (0.538), superado solamente por Haití (0.608)2 y registra una brecha de
desigualdad de casi 12 puntos con Uruguay (0.419) el país con menor desigualdad de la región. De
acuerdo con datos del DANE[ CITATION Dep21 \l 3082 ], en nuestro país los niveles de concentración
de la riqueza monetaria ara el año 2019 dejaban entrever que aproximadamente un 80% de la riqueza
total se concentraba en menos del 1% de la población.

Estos son solo algunos de los indicadores más preocupantes que dan cuenta de una realidad que se
ha intensificado a partir de la entrada de la 4RI en el escenario económico, social y político de los
estados democráticos que no se encontraban preparados para asumir las transformaciones propias
de una economía global: por un lado la brecha social se ha ampliado por la pérdida cada vez mayor
de la capacidad adquisitiva de la población gracias a la entrada de bienes y servicios al mercado local.
Por otro lado, se han modificado radicalmente las formas de consumo que tienen como fundamento el
empleo de los recursos que la 4RI ha puesto al servicio de la población.

El desbalance entre formación-empleo-producción y el consecuente consumo es cada vez mayor. Es


innegable que la pérdida de empleos relacionada con la supresión de actividades que han sido
tecnológicamente reemplazadas ha causado una profunda lesión a l ciertos sectores sociales. Sin
embargo, la 4RI es brinda una oportunidad para que el país encuentre una senda segura para el
desarrollo económico y social en un esfuerzo por superar los indicadores de desigualdad y pobreza.
Para nadie es un secreto que Colombia no tiene un aparato productivo robusto que se fundamente en
un área particular de la economía. La exigua capacidad productiva nacional descansa sobre una fragil
colcha de retazos que van desde la manifactura o la agricultura hasta la explotación minera.

La 4RI pone al servicio de la nación la oportunidad de aprovechar la integración armónica de sus


mejores hombres y recursos para el establecimiento de sistemas productivos acordes con el
desarrollo futuro de la humanidad, en términos de producción de energías renovables, servicios de
integración informática, telecomunicaciones e internet de las cosas. Es necesario entonces también
aprovechar las potencialidades que la globalización informática y económica proveen en beneficio de
la asociación nacional a bloques mundiales de mercado que aseguren la comercialización de los
productos ofertados. Si estos procesos se manejan como parte de una estrategia organizada de
productividad, es posible contribuir de forma segura y firme a la reducción de la pobreza y la
desigualdad nacional.

5. Seguridad ciudadana en el nivel nacional y local


La seguridad y la convivencia ciudadana no podían ser ajenas a los desarrollos y oportunidades que
trae consigo la 4RI: los avances tecnológicos en materia de procesamiento y análisis de datos han
permitido una más amplia comprensión del comportamiento de los fenómenos asociados con la
conducta delictiva, al tiempo que han incidido de forma manifiesta en los procesos de investigación y
judicialización de los crímenes. Cada vez más, la seguridad electrónica se incorpora al cotidiano de
loas diversas actividades humanas. Al patrimonio se han sumado conceptos abstractos tales como la
propiedad sobre los datos personales y la seguridad digital, antes impensables.

A cada momento se exige con mayor ahínco de nación y los territorios incorporar en sus planes de
desarrollo los denominados PLANES INTEGRALES DE SEGURIDAD, que dentro de sus pilares
conciben el uso de nuevas tecnologías a los procesos de prevención, control y represión del delito.

El desarrollo de la inteligencia artificial esta permitiendo la Genesis de aplicaciones que podrán ayudar
a las autoridades a predecir el comportamiento de conjuntos o individuos humanos y así procurar
mayores posibilidades de respuesta temprana.

Pero no todo es color de rosa: la 4RI también ha traído consigo una nueva generación de modalidades
delictivas que van acorde con la transformación de las estructuras relacionales de los seres humanos.
Estas modalidades van desde el incremento del tradicional raponazo en la forma del hurto de
dispositivos móviles, hasta las más complejas formas de hurtos o estafas virtuales, la creación de
universos virtuales para el lavado de activos o la transformación de los delitos en modos electrónicos
de defraudación que han obligado a las policías nacional y regional a constituir grupos especializados
en su control.

Así las cosas, el avance de las políticas de seguridad, debe contemplar la integración de diversas
estrategias y niveles de operación: desde lo local, vecinal o barrial se debe priorizar la capacidad de
respuesta institucional y la promoción de la vigilancia electrónica a través de sistemas CCTV y la
modalidad de árboles telefónicas que involucren al ciudadano en la gestión de la propia seguridad. En
lo urbano y territorial, la seguridad debe propiciar la articulación de redes interinstitucionales de
respuesta las necesidades de la población, el control del orden y el espacio público y la gestión de la
actividad social en espacios abiertos en condiciones de seguridad, comodidad y convivencia.

En el plano nacional, la política de seguridad deberá generar estrategias de fortalecimiento de la lucha


contra las estructuras criminales más complejas, garantizar un adecuado manejo de las política s de
represión, judicialización y control de los delitos, establecer unos modelos de ejercicio de la
capacidad punitiva del estado basados en la utilización de las nuevas tecnologías y que permitan la
reducción de los indicadores de impunidad e ineficiencia en los sistemas penitenciario, judicial y de
garantía de derechos.

6. La ética y la moral en las valoraciones y alcances de la cuarta


revolución industrial
Como se evidencia de los párrafos anteriores., se ha querido alejar al entendimiento de la 4RI de toda
alusión a aspectos tan fundamentales como la ética y la moral. Es una falacia creer que los desarrollos
de esta eran desconocen tales acápites: por el contrario, el desarrollo alcanzado por la humanidad
también ha tocado la reflexión seria y profunda en torno de ellos: tal vez en niveles que solo gracias a
la misma revolución industrial han podido contemplarse. La 4RI, como se ha sostenido a lo largo del
presente texto tiene su más alto impacto al poner de nuevo al hombre frente al hombre en sus más
íntimas facetas. Es preocupante como se ha pretendido desconocer abiertamente el rol de la
formación ética en todos los niveles sociales con la excusa de que ellos riñen con el conocimiento y la
con la evolución de la información. En concordancia con lo propuesto por algunos autores (Mestre
Cubillos, 2014), el contacto necesario con la realidad social (regulada por el ordenamiento jurídico)
(TAFUR GONZALEZ, 2004), y el desarrollo de competencias de tipo actitudinal-valorativo que
garanticen en todos los individuos que conforman los conglomerados humanos un comportamiento
acorde con los postulados axiológicos que orientan el devenir de la cotidianidad y sobre toto con las
aspiraciones de justicia social y seguridad jurídica que exige la sociedad moderna, es una exigencia
que no rivaliza con la estructura epistemológica de la 4RI..

Aún más preocupante es evidenciar que el avance de las estrategias orientadas a suplir esta falencia
no se encuentra en la agenda prioritaria de los estados, los medios de comunicación o los centros de
estudios en su calidad de movilizadores de las dinámicas sociales.

7. La formación profesional en las ciencias humanas en el marco de la


4RI, especialmente desde la perspectiva del derecho
Como quiera que hasta ahora el presente trabajo ha desarrollado diversos aspectos de la influencia de
la 4RI en la cotidianidad, resulta menester dedicar una alusión a la potencial influencia que estos
desarrollos tienen en la formación profesional específicamente orientada al área del derecho. En este
sentido, puede afirmarse que existe un relativo consenso doctrinal [ CITATION Mes14 \l 3082 ] respecto
de: objeto, alcance y métodos a instrumentalizar. Frente al primero, puede resumírsele en facilitar
espacios de formación profesional mediante el desarrollo de competencias básicas para el ejercicio
del derecho. El segundo, es decir el alcance, toma como fundamento estas mismas competencias y
las distribuye entre los dominios ser, saber y hacer en un pretendido afán de integralidad. Finalmente,
los métodos se describen como: un conjunto organizado de instrumentos que implican la interacción
autodirigida y auto comprensiva hombre/conocimiento, mediada por el binomio tecnología/orientador.
La 4RI ha permitido el desarrollo de modelos de educación virtualizada, que han facilitado la
expansión de la formación de profesionales en ciencias humanas y j (el derecho) a niveles antes no
previstos. Es menester, facilitar putos de encuentro entre el empleo de la tecnología como instrumento
y la supresión del componente humano en el análisis de fenómenos jurídicos. Se habla de sistemas
de inteligencia artificial que en segundos pueden analizar las variables involucradas en un problema
jurídico. Sin embargo, estos sistemas carecen de valores, principios o de sensibilidad social para
interpretar el contexto en que se desarrollan ciertos eventos de incidencia jurídica. El reto para la
formación de l en el área del derecho por ejemplo, es facilitar el acceso a la tecnología y sus
instrumentos como herramientas complementarais, enfatizando el rol humano en e la cúspide del
análisis e interpretación de los elementos que componen los casos sometidos a su estudio: no se trata
entonces de entregar a los robots la administración de justicia, sino de emplear sus capacidades para
ampliar los horizontes de interpretación que solo la humana sensibilidad puede comprender.

Este acercamiento entre lo humano-valorativo del derecho y su simbiosis mediante la correcta


interpretación de los problemas humanos en un marco de acceso a la información y empleo de las
herramientas tecnológicas por parte de profesionales que no administren códigos sino que
comprendan fenómenos humanos, es tal vez uno de los mayores retos que se imponen a la profesión
en el contexto de la 4RI, En concordancia con lo expuesto por múltiples autores, si para el común
denominador de las profesiones la exigencia de conductas éticamente asertivas es una exigencia
cotidiana, lo es en mayor medida para el abogado (Mestre Cubillos, 2014), pues su comportamiento
no deberá obedecer exclusivamente a los parámetros deontológicos de la profesión, sino también a
las exigencias de la colectividad social. Es decir, el abogado debe ajustarse no solo al conjunto de
valores y principios generales: también deberá armonizar su conducta con su propio conjunto de
aspiraciones, creencias y valores. Esta concepción del quehacer profesional implica partir de un
supuesto: que el aspirante a abogado ha cimentado adecuadamente un marco axiológico desde su
formación inicial, reforzado en el modelamiento conductual cotidiano de su núcleo familiar. Requiere
igualmente, un esfuerzo adicional por parte de los centros de formación: las exigencias de la
virtualización producto de la 4RI, implican un ajuste de fondo a los procesos de selección y tamizaje
de los aspirantes como resultado de la imposibilidad del contacto cotidiano y el seguimiento actitudinal
solo evaluables a través de la interacción. Tal limitación, posibilita la coexistencia de desórdenes
conductuales de base que podrían degenerar de simples trastornos del tono anímico a patologías
complejas agudizadas por el acceso a información, herramientas o instrumentos propios del ejercicio
profesional. En otras palabras, la exigencia de la virtualización educativa implica que las facultades de
derecho ajusten sus procesos de selección de estudiantes, su modelo pedagógico y sus planes de
formación ética y de salud mental con miras a garantizar profesionales con una fundamentación
técnica, científica y comportamental.

8. Poder, política, ciencia y tecnología


A lo largo de todo este texto, se ha analizado como la 4RI ha afectado radicalmente algunos aspectos
de la realidad individual y social de la modernidad. Estas dimensiones tan sensibles d de los
conglomerados sociales no son escapan a la influencia de la 4RI. Mas arriba se indicó, por ejemplo,
como a partir de los desarrollos tecnológicos que explicaron las formas de aprendizaje humana, o el
genoma por citar algunos, cambiaron los conceptos de desigualdad o de limitación y con ello se
expandieron los límites de la democracia. Los imaginarios sociales en torno a las concepciones de
poder también se modificaron pues ya no solamente entraron en el juego de roles actores con
capacidad bélica (por ejemplo) sino también otros con el dominio de la información. Apareció en
escena una nueva variable relacionada con la capacidad y rapidez con que los estados incorporaron
modificaciones a sus estructuras organizativas.
El simple reconocimiento de la inexistencia de barreras tan marcadas entre individuos, culturas o
creencias (productos del genoma, por ejemplo), marco un derrotero distinto para sectores sociales
antes alejados del poder y la política: la comprensión de los derechos y los principios desde la
perspectiva de la inclusión trajo consigo el nacimiento de un concepto de democracia a parir del
encuentro en la diferencia y todo ello unido a la influencia de los medios de comunicación y la internet
ha permitido el desarrollo de procesos de organización y participación ciudadana que se han traducido
en la movilización de la voluntad colectiva hacia el logro de objetivos que no formaban parte de la
agenda pública. Tal es el impacto de la 4RI sobre l comprensión y la estructuración de los sistemas
políticos. En esta labor, debe continuarse trabajan do de forma decidida para garantizar la transición
hacia modelos de sociedad que recojan las enseñanzas de la ciencia y la tecnología y las traduzcan
en quehaceres, normas y procesos que faciliten la interacción social y permitan construcción de una
sociedad fundada en el respeto, la protección y la garantía de los derechos de todos.

Bibliografía
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