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UNIVERSIDAD ANDINA
ASIGNATURA:
TEMA:
Semestre: X
2021
Calsin Mamani Luis Fernando - Juliaca
Análisis del laudo
El laudo arbitral es un acuerdo en el que las partes deciden someter a arbitraje todas
las disputas o ciertas disputas sobre un tema específico en este caso una relación
legal que haya ocurrido. En este sentido, lo más importante en un convenio o cláusula
arbitral es que las partes decidan someter a arbitraje las controversias o conflictos
futuros mediante consulta mutua (manifestar su voluntad) y renunciar a su jurisdicción
que vendría hacer el poder judicial.
Este laudo arbitral se lleva por negociación colectiva se realiza entre SINDICATO DE
TRABAJADORES EMPLEADOS DE LA MUNICIPALIDAD DE VILLA MARIA DEL
TRIUNFO que en este caso están reunidos en un sindicato de 45 trabajadores contra
la MUNICIPALIDAD DISTRITAL DE VILLA MARIA DEL TRIUNFO. En una primera
oportunidad las partes no llegan a un acuerdo en una etapa de conciliación y es por
eso que el sindicato solicita la intervención de un árbitro, para que atienda los
reclamos de los trabajadores sindicalizados.
El filósofo griego Platón, decía en su obra de las Leyes, que las mejores personas
para resolver los conflictos eran lasque nombraran las partes para actuar como jueces.
En el procedimiento arbitral son las partes quienes designan al árbitro que impartirá
justicia para este determinado caso. Más allá del tecnicismo jurídico, el mundo arbitral
y el judicial se encuentran entrelazados. El arbitraje colabora con el Poder Judicial
porque ofrece la posibilidad de descongestionar el sistema judicial que se encuentra
actualmente desbordado y los árbitros necesitan de los jueces ordinarios para que
estos revistan de imperium a las decisiones de aquellos para que la administración de
justicia mejorará si esta relación prospera.
AUTO ADMISORIO
En vez de emitir una resolución como lo haría un juzgado en este caso se suscribe el
acta de instalación de proceso arbitral y Presentación de Propuestas Finales, precisan
lo siguiente: Las partes están conformes con la designación del árbitro, El sindicato
presenta sus propuestas finales por escritor, la municipalidad no presenta propuestas
finales ya que considera una prohibición en la ley de presupuesto y la ley de servicio
civil ya que no se permite que se realice una propuesta económica.
De igual forma abona el monto de S/ 5.000 soles que es otorgado por el sindicato al
arbitro como costos y costas del proceso.
Manifiesta que los fundamentos presentados por ambas partes en el presente laudo
reúnen los principios constitucionales aludiendo a los derechos laborales y conforme al
convenio internacional del trabajo. Busca dirimir la controversia generada entre
trabajadores y empleadores. Este colegiado va considerar un equilibrio presupuestal
equitativo.
Declara que los términos del presente laudo, son de conformidad a la Negociación
Colectiva correspondiente al periodo 2019, planteadas por el sindicato de trabajadores
Empleados de la Municipalidad Distrital de Villa María del Triunfo, son los siguientes:
DEMANDAS ECONOMICAS:
- El incremento de seis mil soles por única vez por concepto de bonificación
especial por cierre del pliego de reclamos 2019 a cada trabajador sindicalizado
la misma que estará libre de descuento y retenciones tributarias por ley.
CONDICIONES DE TRABAJO:
DEMANDAS SOCIALES:
DEMANDAS LABORALES:
DOCTRINA
Con respecto a los laudos arbitrales, se tiene que fundamentar estos aludiendo a los
derechos laborales garantizados por nuestra Constitución Política, con respecto al
bloque de constitucionalidad en materia laboral y presupuestal, y conforme con lo
establecido en el convenio internacional de trabajo de OIT; así como, los tratados
suscritos por el Perú en materia de derechos humanos vigentes.
Por otro lado, los árbitros y tribunales arbitrales deben interpretar y aplicar las leyes y
demás normas, de conformidad con las disposiciones contenidas en la constitución, y
con los preceptos y principios contenidos en las
Por su parte el articulo 3 del Decreto Legislativo 1071 - Ley que regula el arbitraje,
establece la no intervención de la autoridad judicial y reitera que el Tribunal Arbitral
tiene plena independencia y no está sometido a orden, disposición o autoridad que
menoscabe sus atribuciones; más aún, que tiene plenas atribuciones para iniciar y
continuar con el trámite de las actuaciones arbitrales, decidir acerca de su propia
competencia y dictar el laudo respectivo. Esta regulación corresponde al principio
denominado KOMPETENZ KOMPETENZ.
En ese sentido, el Estado no solo busca resolver los conflictos laborales, sino que
pretende que se resuelva de forma armoniosa; por lo que, el arbitraje es, en efecto,
una forma pacífica de solución de conflictos, que el Estado debe promover, de manera
que la controversia generada entre trabajadores y empleadores se logra resolver
mediante procedimiento ordenado al que las mismas partes de someten.
Por ello, el arbitraje es una forma pacífica de solución de conflictos, que el Estado
debe promover; así tenemos que el arbitraje laboral se sustenta en su consagración
constitucional genérica prevista en el numeral 1° del artículo 139 de la Constitución,
también tiene un reconocimiento en el artículo 28 numeral 2 cuyos fundamentos se
sustentan en una materia de conflictividad permanente, por lo que encontrar la paz
social es una obligación permanente para el Estado.
La decisión del árbitro, aunque haga las veces de convenio colectivo debe adaptarse a
los valores constitucionales como el fomento de la negociación colectiva, el de no
discriminación, el de la garantía de la libertad sindical.
Por lo tanto, el árbitro imparte justicia, utilizando los principios, valores y derechos
constitucionales, apartando alguna arbitrariedad.
Es por ello, que el control incidental debe aplicarse a su diferendo concreto entre las
partes intervinientes, siendo estas impedidas a llegar a un acuerdo directo en la
presente negociación colectiva, manteniendo las actuales restricciones
presupuestarias y las restricciones a la negociación de condiciones económicas
establecidas para los servidores públicos.
El artículo 54 del Decreto Legislativo n.º 1071 (en adelante, la Ley de Arbitraje)
establece lo siguiente:
El laudo arbitral, no sólo es la parte central de todo el proceso, sino también su parte
más emblemática, porque es aquélla que resume no sólo todo lo actuado en el
proceso, sino también es la meta, el objetivo al que esperan llegar tanto las partes
como los árbitros a efectos de poner fin al proceso.
Asimismo, cabe señalar que el laudo arbitral no es, de ninguna manera, una acción
mecánica que realice el tribunal arbitral. El laudo implica una actividad de
razonamiento lógico-jurídico (en el caso de un arbitraje de conciencia, se podrá
prescindir del aspecto jurídico) sobre todo lo actuado, con el objeto de que el resultado
se plasme en una resolución denominada laudo arbitral.
En relación a que todo laudo deberá constar por escrito, la Ley se refiere a que, en
efecto, éste pueda estar escrito o que se pueda entender como escrita a todas las
formas que se consideren asimilables a la forma escrita en las que puede constar un
convenio arbitral.
En este escenario, sería de aplicación al artículo 55, todo lo señalado respecto a las
formalidades del convenio arbitral contenidas en el artículo 13 de la Ley de Arbitraje
Cabe señalar que el requisito de formalidad del laudo, aunque parezca mentira, no es
sancionado por la Ley como una causal de anulación del mismo.
En segundo término, el inciso 1 del artículo 55 de la Ley señala que el laudo debe
estar firmado por los árbitros. Es evidente, entonces, que la firma establece señal de
aceptación en torno al contenido de los documentos que se suscribe. Vamos a realizar
algunos comentarios en torno a la firma, pues como se ve, su importancia resulta vital
para que un laudo sea denominado como tal.
Ahora bien, una revisión histórica nos permite aseverar que la firma manuscrita u
ológrafa no ha sido la única forma de dar autenticidad a los documentos, en tanto
fueron utilizados otros procedimientos; sin embargo, ella ha representado y representa
aún el instrumento por excelencia a través del cual la manifestación de voluntad de los
sujetos queda legitimada y corroborada. De esta manera, para saber si un documento
fue emitido por un individuo, para conocer la relación que existe entre el documento y
el individuo legalmente, o al menos por la práctica común, se procede a estampar la
firma autógrafa. De esta noción general que acabamos de esbozar, es posible extraer
como primera conclusión que la firma manuscrita implica, ineludiblemente, la
intervención directa del agente (el árbitro) que coloca su nombre y apellidos,
generalmente acompañados de una rúbrica, al pie de un documento, en el caso que
nos avoca, al pie del laudo arbitral
El inciso 2 del artículo 55 de la Ley señala que para estos efectos, se entenderá que el
laudo consta por escrito cuando de su contenido y firmas quede constancia y sean
accesibles para su ulterior consulta en soporte electrónico, óptico o de otro tipo.
Dentro de tal orden de ideas, en tanto se tenga un archivo adecuado y seguro de estos
instrumentos, no habrá problema alguno con el laudo contenido en ellos.
Los efectos jurídicos que generan los laudos nos lo establecen, dentro del artículo 59,
que dice lo siguiente:
Concluyendo que de una manera sencilla y rápida se puede ofrecer a las personas un
medio alternativo mediante el cual solucionar sus conflictos y que además el estado lo
respalda brindando una seguridad y celeridad jurídica a los que opten solucionar sus
conflictos mediante los árbitros.
CONCLUSION:
Este laudo busca, no solo resolver los conflictos laborales, sino también pretende que
se resuelva de forma armoniosa; por lo que el arbitraje es en efecto una forma pacífica
de solución de conflictos; que el estado debe promover, de manera que la controversia
se dirima entre los trabajadores y empleadores.
Asimismo, declara que los términos del presente laudo, son de conformidad a la
Negociación Colectiva. La decisión del árbitro se adapta a los valores constitucionales
como el fomento de la negociación colectiva, el de no discriminación, el de garantía de
la libertad sindical.
Por lo tanto, el árbitro imparte justicia, utilizando, los principios, valores y derechos
constitucionales, apartando alguna arbitrariedad del cual se lauda considerando que
no se afecte a las partes.
La jurisdicción arbitral el cual define a este laudo emitido por el árbitro unipersonal
concluye este colegiado que forma parte esencial del orden publico constitucional.