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Mejora tus competencias emocionales, aplica la

comunicación asertiva
Desarrollar una comunicación asertiva es una habilidad fundamental, ya que puede
ayudarte a expresar de forma efectiva y defender tu punto de vista; al mismo tiempo que
respetas los derechos y creencias de los demás. Además, te permite controlar el estrés, la
ira y aplicarla a tu vida personal y profesional.

Las competencias emocionales, qué son


Dado que, la asertividad, se basa en el respeto mutuo, esta se trata de una competencia
emocional, gracias a un estilo de comunicación eficaz y diplomática. Este término se
refiere a las habilidades o capacidades necesarias para tomar conciencia, comprender,
expresar y regular los fenómenos emocionales que se hacen visibles en las interacciones
sociales del día a día.

Razones para mejorar la asertividad en tu vida


La asertividad, como la habilidad para comunicar con claridad sentimientos, opiniones,
necesidades y deseos; sin experimentar emociones negativas, como culpa o vergüenza y
sobre todo, evitando traspasar los límites de otra persona, te ayuda a ser mejor porque:

 Tiene una asociación directa con la autoestima y con la relación que tienes contigo
mismo.
 Implica que te hagas responsable de lo que piensas y sientes, y de tus
comportamientos frente a ellos.
 Te ayuda a reconocer que solamente tienes bajo tu control tus pensamientos,
sentimientos y acciones, evadiendo la importancia de lo que piensan, sienten o
hacen los demás.
 Comienzas a relacionarte en un nivel de equidad, donde vales igual que los demás.
En realidad, una mentalidad donde todos son distintos.
 Te permitirá poner límites saludables dentro de tus relaciones, así como aceptar los
que otras personas establecen.

Es importante lo que dices y también cómo lo dices. Las ventajas de mejorar la


comunicación asertiva es que comienzas a ser directo y respetuoso. Serlo te brindará
mejores oportunidades de transmitir lo que quieres con éxito. De lo contrario, si te
comunicas de una manera demasiado pasiva o agresiva, lo que vas a decir puede perderse
porque la gente está demasiado ocupada reaccionando a ello.

Por otro lado, desde un punto de vista cognitivo, las personas asertivas experimentan
menos pensamientos ansiosos, incluso cuando están bajo estrés. En su comportamiento te
vuelves firme sin ser grosero, reaccionas a las emociones positivas y negativas sin volverte
agresivo, ni recurrir a la pasividad.

Un aspecto fundamental de la asertividad es que su punto medio se encuentra entre dos


conductas relacionadas con el poder: la pasividad y la agresividad. 
 La pasividad es ceder el poder personal.
 La agresividad es usar el poder para controlar. 
 La asertividad, al contrario de las anteriores, ejerce su poder personal.  En otras
palabras, es tener el poder para sentir, pensar, decidir y actuar.

Beneficios de tener una comunicación asertiva 


Beneficios de tener una comunicación asertiva

Ser asertivo generalmente se considera un estilo de comunicación saludable, ya que te


ofrece muchos beneficios. Te ayuda a evitar que la gente se aproveche de ti y a mejorar la
forma cómo te comportas. En ese sentido, algunas de sus ventajas son:

 Aumenta la confianza en ti mismo, y por lo tanto, mejora tu autoestima. 


 Te ayuda a comprender y reconocer tus sentimientos.
 Las personas te verán de una forma diferente y es seguro que ganes el respeto de
muchas de ellas. 
 Mejora la comunicación.
 Crea situaciones en las que todos ganan. 
 Mejora tus habilidades para la toma de decisiones y ayuda en tu inteligencia
emocional. 
 Crea relaciones honestas.
 Obtienes mayor satisfacción laboral.

Principios de asertividad que debes recordar


Para incrementar tu asertividad, en tu vida diaria y trabajo procura realizar: 

 Establece metas realistas para realizar pequeños cambios en tu comportamiento y


cúmplelas.
 Evalúa tu propio grado de asertividad y solicita comentarios de retroalimentación a
los demás.
 Busca establecer relaciones con colegas fuera del trabajo para que te sientas más
cómodo hablando.

Evita en todo momento:

 Suponer que la asertividad siempre es algo bueno, recuerda que el contexto en el


que trabajas, la cultura y otros factores son importantes. 
 Tratar de imitar el comportamiento de otra persona. Busca mejorar sin dejar de ser
fiel a lo que eres y te gusta.  
 Compensar en exceso y convertirte en alguien agresivo. Equilibra tu asertividad
con la consideración de los demás.

7 acciones que te ayudarán a mejorar tu asertividad


Muestra tus sentimientos reales
Identificar y mostrar tus sentimientos sin temor a ser juzgados, es un gran paso para
desarrollar la asertividad. En algunas culturas, los roles de género impiden la expresión
libre de ciertas emociones. 

Da y permite recibe abiertamente

Aunque a algunas personas les cuesta más trabajo dar y a otras pedir, lo ideal es el
equilibrio. A veces das o recibes más, pocas veces es estático. Lo importante es que las
relaciones mantengan un rango balanceado en términos de atención, cuidado, energía,
dinero, entre otros factores; pues aquellos vínculos en donde tú haces más por otros es
poco probable que suelan funcionar.

Pide lo que requieras de manera directa

Considera que es casi imposible que las personas puedan leerte la mente, anticiparse a tus
necesidades y adivinar tus deseos. En ocasiones es probable que te cueste trabajo pedir
ayuda y ser poco claro con lo que quieres, en algunos casos podría, sólo podría, hacer la
diferencia. Por esto, al igual que cuando tienes sed y pides agua, cuando quieras
retroalimentación, espacio, distancia o cariño, simplemente pídelo; seguramente las
personas entenderán y la comunicación estará basada en la compresión, antes que la
crítica. 

Manifiéstate, brinda siempre tu opinión de forma asertiva

Si tu opinión es contraria, es incómoda o escandalosa en el grupo social en el que


participas, como lo es un tema tabú o controversial; es común quedarse callado con el afán
de pertenecer o de evitar conflictos relacionados al tema. Sin embargo, la autocensura para
convivir o  prevenir el rechazo, es un elemento que denota una completa falta de
asertividad. Recuerda que se trata de cómo lo digas, en vez de lo que digas. 

Autocuidado, cuida de tus propios intereses sin culpa

Muchas veces este hecho es interpretado como ser egoístas y puede hacerte sentir culpable.
Sin embargo, mientras el egoísmo tiene que ver con pensar solamente en ti mismo, el
autocuidado se refiere a pensar primero en ti, lo cual es señal de ser un adulto sano y
autónomo. Así que mientras puedas, sé adulto y hazte cargo de lograr tus objetivos,
cuidando tu cuerpo, tu mente, cubriendo tus necesidades y liberando al resto del mundo de
estas tareas; ya es una gran aportación a la humanidad. Considéralo como amor propio
ocuparte de ti mismo antes que a otros.

Aprende a decir “no”

Inconscientemente podrías creer que decirle a alguien que ‘no’ es rechazarlo, que este acto
puede lastimarlo y que eso te convierte en mala persona, sin embargo, en la comunicación
asertiva esto es considerado como una acción compasiva e importante para los demás.
¿Qué tal si en vez de entender ese ‘no’ como un rechazo, se entendiera como una
negación? ¿Negarle algo a alguien te hace una mala persona? Considera cambiar este chip
y entenderlo de forma diferente. 
La importancia de aprender a decir “no” es colocar límites, los cuales son un elemento
clave en las relaciones saludables. Muchas veces detrás de cada ‘no’ que le das a alguien
más, hay un ‘sí’ que te das a ti mismo. Por ejemplo, “no voy a acompañarte al dentista”
puede significar “sí, voy a tener tiempo para mi práctica de meditación”. Piénsalo.

Utiliza el lenguaje corporal, aprovéchalo

El lenguaje corporal también comunica. La asertividad también depende de tu postura,


expresiones y demás movimiento físicos.  Actúa con confianza incluso en aquellos
momentos en los que estés nervioso. Mantén erguida tu columna e inclínate un poco hacia
adelante. Practica el contacto visual con regularidad y considera explorar expresiones
faciales positivas o neutrales. Evita cruzar tus brazos y tus piernas.  

Tips adicionales para aprender a ser asertivo


Declárate la persona más asertiva que puedas ser

Incluso en los momentos que te cueste ser asertivo, finge y compórtate de esa manera. Es
probable que al principio tengas sentimientos encontrados al sentir una mezcla de orgullo y
culpa, pero en poco tiempo te acostumbrarás a los buenos resultados y se volverá un hábito
en ti. Pide con confianza lo que deseas y cierra la puerta a lo que te desagrada. 

Hay precios a pagar, pero lo vale

En la misma línea de aprender a decir ‘no’, poner límites y ser asertivo puede tener un
precio que necesitas estar dispuesto a pagar. Aquellos a quienes se les dificulte identificar o
desarrollar esta habilidad o competencia, pueden asociar tu asertividad como agresividad,
lo cual está bien. Manéjalo de forma inteligente y evita tratar de cambiar la mentalidad de
aquellos que continúan en su aprendizaje y búsqueda de mejora. 

Encuentra tu equilibrio

Para encontrar tu equilibrio identifica y practica:

1. Si tiendes más a ser un polo pasivo, identifica a aquellas personas que han
aprendido, con la experiencia, que tienen poder sobre ti, es decir, a quienes
simplemente crees que es casi imposible que les digas ‘no’ y entrena con ellos tus
habilidades para establecer límites.  El equilibrio se trata, en este caso, de reducir
las sensaciones de haber hecho algo que hubieras preferido evitar realizar.
2. Si tiendes a ser más del polo agresivo, identifica la delgada línea entre
perseverancia y presión que puede hacer sentir a los demás que estás abusando.
Recuerda considerar los sentimientos, puntos de vista e intereses del otro y hazlo
sin anteponerlos a los tuyos.

Considera crear una mentalidad abierta a las críticas

Acepta los comentarios positivos y negativos con gentileza y humildad. Si consideras que
es una crítica errónea, puedes comunicarlo de la forma más amable posible, alejado de la
defensiva y el enojo.  
¡Continúa mejorando!
Ser una persona asertiva requiere de práctica y entrenamiento y, te permitirá encontrar el
equilibrio entre pasividad y agresión. Recuerda que esto significa actuar considerando lo
que a muchas personas les importa y que puedes identificar tus necesidades y deseos,
expresándote de forma positiva, aprendiendo a establecer límites y aceptando esos
momentos donde requieres decir ‘no’ para sentirte bien sin lastimar a alguien. 

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