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MIATra
2021
3ra edición
MIATra
MÓDULOS
INTEGRADOS
PARA LA
ATENCIÓN DEL
TRAUMATIZADO
SOCIEDAD BONAERENSE DE MEDICINA
CRÍTICA, TRAUMA Y DESASTRE
Manual MIATra
@curso_miatra
Copyright ©
PREFACIO
Los problemas de Salud de la población exigen respuestas apropiadas
a su complejidad y diversidad, incorporando criterios de equidad, e cacia,
e ciencia y calidad.
Para el logro del objetivo referido es necesario el desarrollo de redes
funcionales de servicios de salud que respondan a la demanda en el
momento oportuno y en el lugar adecuado, para lo cual es importante
fomentar el desarrollo de recursos humanos promoviendo la
sistematización y acumulación de experiencia y conocimientos a través de
la capacitación permanente.
Durante las últimas décadas nuestros hospitales experimentaron un
fuerte proceso de modernización a nivel de aparatología y tecnología de
uso médico. Esto trajo aparejado el consiguiente aggiornamento de las
guardias médicas con la incorporación de lo que hoy llamamos, “salas de
cuidados críticos” para la asistencia de todo paciente que presente un
cuadro agudo.
La incorporación de tecnología requiere, de un modo inexorable, del
recurso humano capacitado y organizado para su utilización. A eso
apuntamos desde la Sociedad Bonaerense de Medicina Crítica, Trauma y
Desastre y como primer paso impulsamos la creación del Curso MIATRA
(Módulos Integrados para la Atención del Traumatizado), dirigido a
médicos y no médicos, integrados en equipo, tomando al paciente
politraumatizado como modelo de paciente agudo y crítico.
La nueva edición del Manual MIATRA tiene como objetivo la
actualización y ampliación de su contenido, integrando nuevos temas que
buscan aumentar el campo de conocimientos de la medicina de urgencia.
Todos los protocolos médicos en Emergencias se fundan en la
capacidad del recurso humano. Cuando la situación es crítica es necesario
que cada uno (médico y no médico) sepa que tiene un papel que cumplir
frente al enfermo y tiene que estar preparado para ello.
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AUTORES
Dr. BALLESTEROS, Marcelo
Ex asesor Cientí co del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos
Aires. Instructor A.T.L.S. Docente Asociado de Cirugía (UBA)
Índice
CAPÍTULO 1: ATENCIÓN PREHOSPITALARIA 8
CAPÍTULO 2: MEDICINA EN DESASTRES 37
CAPÍTULO 3: CLASIFICACIÓN DE VÍCTIMAS 53
CAPÍTULO 4: ATENCIÓN INICIAL DEL PACIENTE POLITRAUMATIZADO 62
CAPÍTULO 5: EQUIPO DE TRAUMA 83
CAPÍTULO 6: MANEJO DE LA VÍA AÉREA 89
CAPÍTULO 7: TÓRAX AGUDO TRAUMÁTICO 113
CAPÍTULO 8: TRATAMIENTO DEL SHOCK Y LA COAGULOPATÍA 131
CAPÍTULO 9: TRAUMATISMO ENCEFALOCRANEANO 149
CAPÍTULO 10: TRAUMATISMO RAQUIMEDULAR 166
CAPÍTULO 11: TRAUMA DE ABDOMEN Y DE PELVIS 184
CAPÍTULO 12: TRAUMATISMO DE EXTREMIDADES 241
CAPÍTULO 13: PACIENTE QUEMADO 250
CAPÍTULO 14: HIPOTERMIA 262
CAPÍTULO 15: TRAUMA EN EL EMBARAZO 265
CAPÍTULO 16: TRAUMA EN PEDIATRÍA 278
CAPÍTULO 17: TRAUMA EN EL ANCIANO 300
CAPÍTULO 18: SITUACIONES ESPECIALES 310
CAPITULO 19 - ASPECTOS DE LAS COMUNICACIONES EN LOS SISTEMAS DE RESPUESTA 320
PREHOSPITALARIOS DE EMERGENCIAS MÉDICAS
ANEXO 1 PROTOCOLO ABC 336
BIBLIOGRAFÍA 340
CAPÍTULO 1- ATENCIÓN
PREHOSPITALARIA
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ATENCIÓN:
“NINGÚN RESCATE ES IGUAL A OTRO, PERO EN
TODOS ELLOS DEBE SEGUIRSE UNA SISTEMÁTICA,
LA SISTEMÁTICA DEL ABC.”
Esta sistemática debe ser de aplicación global hospitalaria,
porque está en consonancia con el pensamiento universal y
porque es necesario que en este tema en particular, todos
hablemos el mismo idioma.
El rescate prehospitalario comienza entonces con
entender qué tipo de política sanitaria necesita la región a
considerar. Si lo prehospitalario estará dentro de un sistema
de trauma o será independiente; si el rescate se hará en
conjunto con otras fuerzas de seguridad, bomberos, etc.; con
las características del terreno: montañoso, urbano,
subacuático; si es diurno, nocturno, aerotransportado; la
plani cación y la distribución de recursos, tipo de móviles y
equipamiento, conjuntamente con el entrenamiento y re-
entrenamiento del equipo.
Este equipo prehospitalario generalmente está formado
por un conductor sanitario que puede ser un técnico en
emergencias (TESD), un enfermero, y un médico
especializado en urgencias o TESD en caso de móviles de
pronta respuesta o de soporte vital básico, todos entrenados
y actuando uno como líder: el médico o el Técnico.
Tener información del evento es esencial para la táctica del
rescate. Ello destaca el rol del Radio-Operador en el incidente,
recabando datos del denunciante o primer respondedor:
--
Lugar y tipo de siniestro
Número de víctimas
--
Factores de riesgo asociados
Condiciones del tiempo, etc., coordinando el rescate, las
unidades involucradas y el destino de la o las víctimas.
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II) LA ESCENA
Cinemática del trauma. Tipo de evento y número de
elementos involucrados y víctimas.
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EVALUACION INICIAL
El examen del paciente en la escena consiste en una
evaluación rápida, no mayor a 2 minutos, que sólo se va a
interrumpir ante la presencia de obstrucción de la vía aérea o
paro cardíaco. Los pasos son los siguientes:
-Evaluación de la vía aérea, evaluando la Restricción del
Movimiento Espinal (RME) y nivel de conciencia.
-Evaluación de la respiración (ventilación y oxigenación).
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ujo (12 a 15 litros por minuto), con una FI02 lo más cercana al
100%.
EVALUACION DE LA RESPIRACIÓN
Deben evaluarse la frecuencia y profundidad. Si la
frecuencia es menor de 10 o mayor de 30, está indicada la
ventilación asistida. Siempre colocar oxígeno suplementario.
Se inspeccionará el cuello en busca de dislocaciones,
hematomas, en sema subcutáneo, si está centralizada la
tráquea (se desvía en forma contralateral ante la presencia de
neumotórax hipertensivo), y si las venas yugulares se
encuentran distendidas. Esto último indicaría la presencia de
un taponamiento cardíaco o un neumotórax hipertensivo. Una
vez realizada esta evaluación se colocará un Collar Cervical
de estar indicado.
Recordar que la columna cervical presenta seis
movimientos y que el collar sólo impide la exo-extensión, y
en forma parcial, por lo que no se debe dejar libre el cuello,
completando la jación del mismo con inmovilizadores
laterales que deben sujetarse sin obstruir la vía aérea.
Ahora se deberá examinar el tórax en busca de
deformaciones, contusiones, abrasiones, heridas penetrantes,
expansión asimétrica o limitada, respiraciones paradójicas,
quemaduras; laceraciones y hematomas. También es
importante buscar segmentos de consistencia anormal,
inestabilidad y crepitación. Se debe auscultar la presencia de
sonidos respiratorios, los que deben ser iguales en ambas
playas pulmonares. Si los sonidos se encuentran disminuidos
o ausentes en una playa pulmonar, se percute para tratar de
diferenciar semiológicamente un neumotorax de un
hemotórax. Las entidades diagnosticadas deben ser tratadas,
teniéndose en cuenta principalmente, aquéllas que
comprometen la vida en forma inminente, y que se tratan con
mayor detalle en el Capítulo “Tórax Agudo Traumático”.
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Neumotórax Hipertensivo
Se piensa en él mismo cuando se tiene un enfermo que
presenta severa di cultad respiratoria con shock
hipovolémico, desviación traqueal, ingurgitación yugular;
ausencia de entrada de aire y timpanismo homolateral. Se
debe tratar inmediatamente colocando un trócar N° 14G en el
quinto espacio intercostal, linea axilar media (LAM), lo que lo
transformará en abierto.
El drenaje de nitivo se realizará en el hospital, a menos
que el paciente deba permanecer en escena, en cuyo caso
estará indicado el avenamiento en esta etapa.
Neumotórax Abierto
Se realizará cura oclusiva parcial con un apósito o gasa
vaselinada, dejando un borde libre de la curación, que actúa
como válvula unidireccional, para no transformar un
neumotórax abierto en uno hipertensivo. Hay en el mercado
dispositivos auto adhesivos con válvulas para sellar la
solución de continuidad de la pared torácica.
EVALUACIÓN DE LA CIRCULACIÓN
Una vez evaluado el tipo y la calidad de la respiración, se
comparará el pulso carotideo con el radial, se examinará la
coloración y la temperatura de la piel, datos que sumados al
estado de la conciencia, informarán sobre la presencia de
shock. El relleno capilar no es un parámetro con able en la
escena prehospitalaria (por la probable hipotermia).
Si el paciente presenta pulsos radiales, asegura una
tensión arterial sistólica de por lo menos 80 mm. de Hg., pero
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ESTADO NEUROLÓGICO
Es su ciente con un “mini examen”, que comprende una
evaluación del estado de conciencia y de las pupilas.
La Escala de Glasgow que evalúa la palabra, la motilidad y
la respuesta ocular es actualmente el más adecuado, pues
nos ofrece un valor numérico a través del cual controlar la
evolución del sensorio. Su debilidad en trauma es la
relativización del valor arrojado ante inestabilidad
hemodinámica.
Con respecto al examen pupilar, lo más importante es
determinar la presencia de isocoria o anisocoria para
encasillar las alteraciones neurológicas en focales o difusas.
EXPOSICIÓN
En escena limitar la exposición debido a las condiciones
climáticas por el peligro siempre latente de la hipotermia. La
exposición debe ser selectiva y en lo posible practicada en el
móvil de traslado.
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Fracturas expuestas
Se limpiará la herida con solución siológica y se la cubrirá
con apósitos estériles. Se alineará controlando los pulsos
siempre que tal maniobra no implique reintroducir segmentos
expuestos, y se inmovilizará con férula.
Amputaciones
Se debe limpiar el muñón y efectuar hemostasia local
(vendaje hemostático) o colocación de torniquete (Combat
Application Tourniquet C.A.T ® ) o Torniquete SOFTT (Special
OPS Forces Tactical Torniquet). Hay programas para la
educación de la población o de primer respondedor que
entrena en el manejo del sangrado como el “Stop the
bleeding” (parar el sangrado) que han demostrado disminuir
la mortalidad en estos casos así como la implementación de
las recomendaciones del Consenso de Hartford y Tactical
Emergency Casuality Care (TACC) en los servicios de
emergencias. Realizar la reposición volumétrica y analgesia
correspondientes (considerar estado hemodinámico y nivel de
conciencia). Siempre es preferible usar la inmovilización como
herramienta analgésica a la farmacológica.
El miembro amputado, de ser posible, se colocará en bolsa
estéril y se transportará al centro especializado en un
recipiente con hielo. Nunca se debe colocar hielo seco.
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TRIAJE
Se debe utilizar tanto para categorizar varias víctimas como
para un caso único. Es fundamental transmitir al centro
receptor qué tipo de paciente se trasladará.
El consenso mundial indica utilizar la categorización por el
ABC. (En el capítulo de TRIAJE, este tema se aborda con
amplitud).
Canadian C-Spine.
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Estudio NEXUS
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ATENCIÓN:
RECORDAR LOS SIGUIENTES AXIOMAS
- La velocidad de reposición de un uido, es
directamente proporcional al calibre del catéter
por donde se lo infunde.
- La velocidad de reposición, es independiente
de la vena donde el catéter esté colocado.
- La velocidad de reposición, es inversamente
proporcional a la longitud del catéter por donde
se lo infunde.
- La velocidad de reposición, es inversamente
proporcional a la viscosidad del uido.
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PROCEDIMIENTO DE EMERGENCIAS
PREHOSPITALARIAS
EN SITUACIONES DE VIOLENCIA DE GÉNERO
La incorporación del enfoque de género forma parte de los
ajustes necesarios ligados a las obligaciones mínimas de los
Estados en materia del pleno ejercicio del derecho a la salud.
Asimismo, la relevancia del fenómeno de la violencia basada en
género, ha puesto en agenda dicha temática dando cuenta
simultáneamente de las di cultades en su correcto abordaje. La
categoría de género debe pensarse entonces como un aporte
invalorable para establecer diagnósticos oportunos, permitiendo
ganar tiempo y oportunidades en momentos críticos.
DESCRIPCIÓN DE ESCENARIOS
Tomando en cuenta la presentación del fenómeno respecto
de la intervención prehospitalaria, se contemplarán
principalmente dos escenarios:
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POSIBLES CAUSAS
En materia de violencia de género, encontramos como hemos
señalado, algunas barreras en el correcto abordaje de la misma,
denominando “ruta crítica” a los circuitos por los que circula una
víctima (en al menos un 15% de los femicidios acontecidos en el
año 2020, se registraron contacto de las víctimas con
instituciones denunciando los hechos). La criticidad está de nida
por aquellas respuestas erróneas que revictimizan, descreen del
relato de las víctimas, y obstaculizan la restitución del derecho a
la salud, basándose en la discriminación histórica hacia mujeres
y grupos de la diversidad.
Este procedimiento intenta brindar una herramienta para
remover barreras, permitiendo pensar la emergencia
prehospitalaria como una de las puertas de entrada a una
posible solución, ya que junto con los servicios de emergencias
policiales y de justicia, representan los estamentos disponibles
en los horarios habituales de presentación de los hechos.
PROTOCOLO DE PROCEDIMIENTO
Recuerde que, en caso de una emergencia en materia de
violencia de género, debe evaluarse la seguridad de la escena,
al igual que en todas las emergencias. En caso de hallarse el
agresor en el escenario, se debe convocar a personal de fuerzas
de seguridad.
Asimismo, particular relevancia cobra la correcta recepción y
escucha entrenada en los y las radio/operadores. Ante esta
circunstancia, la estrategia de abordaje debe evaluarse con otro
tipo de soporte. En algunas jurisdicciones pueden existir equipos
móviles especializados.
Contemplando diferentes escenarios posibles, tenga en
cuenta que a veces el que pide asistencia domiciliaria es el
propio agresor, ya que luego del episodio agudo, puede solicitar
atención médica domiciliaria debido al tenor de las lesiones
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producidas. Simultáneamente, al momento del arribo, la víctima
puede negar su situación por vergüenza, temor (puede estar
amenazada ella o –en caso de existir- sus hijos/hijas) o por
naturalización de la situación de maltrato.
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la hora completa de todas las intervenciones realizadas (en
horas y minutos).
En lo atinente a recepción de llamadas y despacho, tener
en cuenta que, desde las Fiscalías, Tribunales, Juzgados y
Defensorías, se pueden solicitar audios de llamadas de
emergencia. La información que se carga en el software del
servicio de emergencias es de carácter con dencial. Para
acceder a dicha información fuera del organismo de salud, la
misma deberá ser solicitada a través de o cios judiciales
emitidos por los organismos antes mencionados.
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LINEAMIENTOS GENERALES
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CLASIFICACIÓN DE DESASTRES:
1) DESASTRES NATURALES:
-- Tectónicos
Terremotos
-- Tsunamis (olas gigantes)
Erupciones Volcánicas
-- Meteorológicos
Huracanes
-- Sequías
Inundaciones
-- Topológicos
Avalanchas
- Deslizamientos
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2) DESASTRES PROVOCADOS POR LA ACTIVIDAD HUMANA:
-- Carreteras
Incendios
-- Naufragios
Derrame de sustancias peligrosas
-- Aéreos
Accidentes por radiación
-- Trenes
Violencia social (Guerras-Terrorismo)
- Explosiones
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ADVERTENCIA: NUNCA TRASLADAR EL DESASTRE
AL DEPARTAMENTO DE EMERGENCIAS DEL
HOSPITAL MÁS CERCANO.
BÚSQUEDA Y RESCATE
El acceso a la zona de Impacto debe ser exclusiva para el
personal entrenado y capacitado para tal n, siendo en
nuestro medio principalmente el Cuerpo de Bomberos,
Gendarmería, Prefectura, etc. de acuerdo a la localización. El
mismo se dividirá en dos grupos:
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Búsqueda y Rescate signi ca sustraer personas de un
medio donde corren peligro de vida.
MEDIOS PESADOS:
Constituidos por grúas, excavadoras, palas mecánicas,
camiones, etc. Presentan la característica de ser elementos
con imprecisión en sus movimientos por lo que si tienen
contacto directo con la víctima pueden ser peligrosos, pero se
utilizan cuándo el acceso a la víctima está impedido por
importantes daños estructurales como los derrumbes,
accidentes terroristas, etc.
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El uso de explosivos debe ser correctamente evaluado ya
que la propagación de las ondas de choque puede se muy
perjudicial. Algunos ejemplos de su empleo lo constituyen:
- Inundaciones: El desvío de una corriente de agua o la
disminución de su nivel.
-- Erupciones Volcánicas: Para alterar el curso de la lava.
Incendios: Para realizar lo que se da en llamar
cortafuegos de circunstancias que se emplea en los
incendios forestales.
MEDIOS LIGEROS:
Son elementos que nos permiten extraer víctimas
atrapadas, como por ejemplo:
RESCATE EN DERRUMBES
Se debe tener en cuenta la posibilidad de personas
atrapadas. Para encontrarla se puede usar la termografía
donde lo que se busca es la “ rma” térmica del cuerpo de la
víctima, siendo muy sensible incluso para encontrar víctimas
ya fallecidas.
Otros métodos son el acústico (se colocan micrófonos con
ampli cadores), o el olfato de animales como los perros. No
se puede abandonar el rescate hasta 4 o 5 días luego de la
noxa, ya que se pueden encontrar sobrevivientes (en el
terremoto de Armenia se encontró una persona viva al cuarto
día).
Cuándo se presume la proximidad a la víctima el retiro de
escombros deberá realizarse a mano, o con piquetas, para no
traumatizar a las personas más de lo que están. Este trabajo
debe ser acompañado del aseguramiento de la estructura en
la que se trabaja, bajo directivas de ingenieros o arquitectos
que darán las condiciones de seguridad necesarias realizando
el apuntalamiento de las áreas con peligro de derrumbe.
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CAPÍTULO 3: CLASIFICACIÓN DE
VÍCTIMAS
TRIAJE
C
uando nos enfrentamos a un siniestro con víctimas en
masa o incidente medico mayor, se produce una habitual
insu ciencia de recursos. El personal interviniente ya sean
rescatadores ó médicos deben tratar a los pacientes con
mayor probabilidad de vida, ya que si desvía la atención en
pacientes muy graves con mal pronóstico, se generarán más
víctimas.
El triaje, trillaje o cribado (del francés triare, "cribado o
clasi cación"; con la misma etimología que el español trillado,
"separación del grano de la paja") o protocolo de intervención
es un método de selección y clasi cación de pacientes . El
objetivo es bene ciar a la mayor cantidad de víctimas
atendiendo inicialmente a los críticos recuperables, buscando
asegurar su sobrevida.
Consiste en utilizar los recursos materiales y humanos lo
más e cientemente posible.
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distribuyen racional y adecuadamente a los pacientes, se
descomprimirán los centros de atención y todos podrán
trabajar en forma ordenada y e ciente.
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2 2 2 2 2
Pulso 60-100 Respiración normal No Normal Normal
Llenado capilar Frec: 10-36 comprometido Obedece
normal ordenes
T.A (S)
Mayor de 100
1 1 1 1 1
Mas de 100 o Anormal (disnea, Comprometida Respuesta Confusa o
menos de 60 respiración Traumatismo motora al incoherente
Llenado capilar abdominal, cerrado o dolor
lento obstrucción vía aérea) contusión. únicamente
T.A.(S) 100-85 Frec .mayor de 36 o Herida
menor de 10 penetrante en
Tórax inestable abdomen o
Herida penetrante en ingle.
tórax, cuello o axila.
Contusión
0 0 0 0 0
No tiene pulso. Respiración ausente o Rígido No Ausencia de
No hay llenado estertor respuesta Palabra.
T.A menor de al dolor Herida
85 penetrante
En cráneo
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categorización de acuerdo a lo establecido por las normas
referidas. Es interesante en este punto el concepto del
Magen David Adom (Sistema de atención prehospitalario de
Israel) en el manejo de víctimas múltiples:
“La conducta a tomar en los primeros minutos de un
siniestro con víctimas múltiples es decisivo para el transcurso
de todo evento. El desorden y la falta de control son las
características básicas. La misión de toda organización de
emergencia es reducir la duración de ése tiempo y la
in uencia de sus resultados en las víctimas mismas”.
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PRIMER PASO
Objetivo: Reunir a las víctimas ambulantes en un grupo
Acción: Gritar “Todo aquel que pueda oírme y que
necesite asistencia médica, por favor, muévase al área de
la bandera verde (colocada previamente)
Resultante: Agrupar a las víctimas con lesiones mínimas
(Verdes) y retirarlas del foco.
SEGUNDO PASO:
Objetivo: Agrupar víctimas conscientes capaces de
seguir ordenes pero imposibilitadas de movilizarse.
Acción: Gritar “Cualquiera que pueda oírme que levante
un brazo ó pierna y así podremos brindarle ayuda”.
Resultante: Identi car a las víctimas que no requieran
soporte vital (Amarillas)
TERCER PASO
Objetivo: Identi car a las víctimas restantes incapaces
de caminar ó seguir ordenes.
Acción: Identi car a las víctimas que requieran atención
de inmediato
Resultante: Prioridad de rescate. (Rojos)
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INTRODUCCIÓN:
ó
POLITRAUMATISMO
AFECTACIÓN DE:
-- DOS O MÁS CAVIDADES.
UNA CAVIDAD Y DOS O MÁS HUESOS LARGOS.
- LESIÓN SIMULTÁNEA DE DIFERENTES REGIONES DEL CUERPO,
ALGUNA DE ELLAS, VITAL.
- LESIÓN DE DOS HUESOS LARGOS, UNA LESIÓN GRAVE Y AL MENOS
OTRA NO GRAVE.
- SIEMPRE TENER EN CUENTA EL RIESGO VITAL INMINENTE (A-B-C).
Habiendo aclarado los puntos previos, se proseguirá con
el tema en cuestión.
En el mundo, mueren aproximadamente 5.840.000
personas al año por Trauma (16.000 personas/día), en tanto
que, en Argentina, según datos o ciales del año 2018, mueren
20 personas por día, sólo por uno de los mecanismos de
producción del Trauma, los incidentes viales. Éstos
representan el 40% de la mortalidad por Trauma, por lo que,
extrapolando datos, la cifra total de mortalidad por Trauma,
asciende a 50 personas/día. Extrao cialmente, es sabido que
estas cifras pueden llegar a duplicarse. Por otro lado, por cada
muerte hay un promedio de 5 a 6 personas heridas, de las
cuales el 50% tendrán algún tipo de incapacidad de nitiva. Se
debe sumar a esto el impacto social, psíquico y económico
que provoca el Trauma, ya que el grupo etário mas afectado
es el comprendido entre el primer año de vida y los 45 años.
Es por ello, que desde 1.979 en Estados Unidos, el Colegio
Americano de Cirujanos dictaminó las Normas de Atención
del Politraumatizado, las cuales se han puesto en práctica y se
siguen actualizando permanentemente en Argentina desde
nes de la década de 1980.
Por todo lo antedicho, se consideró al Trauma como la
Epidemia del Siglo XX, y seguramente lo seguirá siendo
durante este Siglo también.
Hoy, la atención del traumatizado es una nueva
especialidad en los países desarrollados. En nuestro país, ha
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DESARROLLO:
CLÁSICAMENTE LA ATENCIÓN INICIAL DEL POLITRAUMATIZADO CONSTA DE
SIETE ETAPAS A SABER:
1) Preparación.
2) Triaje.
3) Examen Primario (A-B-C-D-E).
4) Reanimación.
5) Examen Secundario.
6) Reevaluación y Monitoreo Continuos.
7) Atención Definitiva.
1) PREPARACIÓN
Consta de dos fases:
A) Fase Prehospitalaria: En esta etapa es de destacar la
coordinación que debe haber entre el grupo que se
encuentra trabajando en la escena y el equipo de trauma que
recibirá al paciente en el centro de recepción. Para ello es
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2) TRIAJE
El Diccionario de la Real Academia Española, de ne el
término triaje como acción y efecto de triar (escoger, separar,
entresacar). Dicha selección se realizará tanto en la Fase
Extrahospitalaria como en la Intrahospitalaria. Debe primar la
Sistemática A-B-C, en caso de “Víctimas Múltiples”, ya que es
la que permite priorizar quien tiene mayor necesidad de
atención y/o traslado inmediatos, y ya que no sólo aporta la
gravedad del estado actual, sino que permite discernir cuál
víctima puede considerarse como un paciente crítico
potencial. En el caso de “Víctima Única”, categorizar al
enfermo en “Rápidamente Mortal”, “Urgente” o “Estable”.
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3) EXAMEN PRIMARIO
Comúnmente se lo denomina “A-B-C”. En esta etapa es
donde en contados minutos se deben reconocer las lesiones
y/o situaciones que amenacen en forma inmediata la vida, con
el objeto de tratarlas para restaurar las funciones vitales y
estabilizar al paciente, lo que se ha dado en llamar “Soporte
Vital”. Al contrario de otras especialidades médicas aquí se
inicia precozmente el tratamiento antes de obtener un
diagnóstico certero o preciso. Esta etapa se realiza en forma
simultánea con la siguiente (Reanimación), ya que la premisa
es:
a) Inmovilización manual:
B) Respiración y Ventilación:
Esta etapa comienza con la evaluación de la Frecuencia
Respiratoria (<10 o >30 respiraciones por minuto deben
hacer sospechar la presencia de patología respiratoria y/o
ventilatoria).
Luego se procederá a examinar el cuello, para lo cual
debe retirarse la valva anterior del collar (este es uno de los
motivos por el que se recomienda el uso del collar de
Philadelphia, ya que tiene la posibilidad de separar ambas
valvas). Se evaluarán: simetría; posición de la tráquea;
estado de las venas yugulares; presencia de lesiones
4) REANIMACIÓN
Ya se expuso que esta fase se cumple simultáneamente con
la anterior. La Reanimación está referida a la implementación
de las medidas de soporte vital. Luego de efectuar estas
medidas, es importante reevaluar al enfermo para constatar
los resultados. Esto es “monitoreo continuo”.
5) EXAMEN SECUNDARIO
Dos frases marcan esta etapa a modo de leit motiv:
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resaltos o puntos dolorosos. Evaluar también el aspecto motor y
sensitivo para descartar patología medular.
5/7 Pelvis y Periné: Fundamentalmente, se buscará descartar
fracturas del anillo pelviano (maniobra de compresión lateral,
ántero-posterior y del “libro abierto”), pesquisando inestabilidad
de este. Las fracturas inestables de pelvis pueden albergar más
de dos litros de sangre en cavidad. Es vital inspeccionar el
periné y los genitales externos, realizar tacto rectal y vaginal en
la mujer, indagando la presencia de sangre; laceraciones;
esquirlas o fragmentos óseos impactados; condición del tono del
esfínter anal, etc.
Este sería el momento de colocar la sonda vesical (si no se
ha colocado en la Etapa “C”), para evacuar vejiga y controlar
diuresis, excepto que exista cualesquiera de las siguientes
contraindicaciones:
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--A= Alergias.
M= Medicación habitual.
--
P= Patologías previas.
Li= Libaciones y alimentos ingeridos últimamente.
-
A= Ambiente y eventos relacionados al episodio
traumático.
7) ATENCIÓN DEFINITIVA
Esta fase está referida al destino final del enfermo:
internación, traslado a quirófano, o a centro de mayor
complejidad, etc.
RESUMEN:
-- Estar atentos a las indicaciones formales de RME.
Todo Politraumatizado que presente alteración del
sensorio merecerá una vía aérea de nitiva.
- La mayoría de los Politraumatizados que se encuentran en
shock, es a causa de hipovolemia.
--Todo Politraumatizado tiene el estómago lleno.
El 90% del diagnóstico en trauma es clínico.
--
El Politraumatizado es una “Caja de Pandora”.
La regla es “seguir siempre el A-B-C”.
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TRANSFERENCIA
La transferencia de pacientes en nuestro medio se de ne
como el proceso mediante el cual se traspasa la información
clínica relevante y la responsabilidad sobre la atención de un
paciente, de un profesional sanitario a otro, (generalmente
médico-médico, enfermero-enfermero, enfermero-médico,
técnico de emergencias-médico/enfermero).
El objetivo principal de la transferencia es garantizar la
continuidad de cuidados asistenciales con la máxima seguridad
y calidad para el paciente, por lo que se recomienda
implementar sistemas estandarizados de transferencia.
Use el método SBAR/SAER en la transferencia de la
información entre centros / profesionales sanitarios.
Si en algún momento se instaurase y se uni casen los
criterios para confeccionar una “Hoja de Trauma” dentro de la
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Sistema codo-bolsa:
El operador que maneja el sistema codo-bolsa, debe
evaluar la efectividad de la ventilación realizada. Por lo tanto
es de vital importancia el entrenamiento, para veri car la
resistencia de la bolsa; la expansión torácica; evitar la
insu ación gástrica (presión cricoidea); monitoreo de la
saturación de oxígeno (oxímetro de pulso) y la capnogra a
con métodos sencillos como el colorimétrico (colibrí).
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(tusígeno y deglutorio), vale decir, con alteración del nivel de
conciencia, a los que se necesite realizar ventilación con
máscara-bolsa a presión positiva en los diferentes pasos de
todos los algoritmos que se desarrollan en este manual.
Desde el año 2005 se han sucedido estudios que
indicarían que la Maniobra de Sellick no sólo sería innecesaria
por no evitar la regurgitación del contenido gástrico, sino que
incluso la contraindicarían por provocar desviación de la vía
aérea o una compresión de la misma que evitaría el adecuado
pasaje del TOT.
No obstante lo expresado, no existen evidencias rmes ni
taxativas de ello y, por otro lado, existen trabajos cientí cos
realizados bajo laringoscopía directa que se contraponen a
los anteriores, evidenciando que la maniobra ocluye la vía
digestiva de manera adecuada y es por lo tanto efectiva. Si
existiese desviación o compresión de la vía aérea, la misma
podrá ser corregida durante la maniobra de IOT a solicitud del
operador.
Es por ello que se sugiere seguir realizando la compresión
cricoidea para la IOT.
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Si el paciente presenta:
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Ventajas de la IAD
El paso más rápido para lograr una vía aérea de nitiva.
Facilidad para realizar laringoscopía e intubación traqueal
Adecuado manejo de la PIC en el paciente con TEC.
Control del paciente combativo
Facilita procedimientos terapéuticos o diagnósticos
especí cos Contraindicaciones
Es importante recalcar que no existen contraindicaciones
absolutas. La presencia de una vía aérea di cultosa por sí
misma es una contraindicación relativa para realizar la
intubación asistida por drogas. La experiencia y el
entrenamiento en el manejo de la vía aérea por parte del
equipo actuante, y la disponibilidad de medios del lugar de
trabajo permitirán, si no es posible intubar, utilizar métodos
alternativos de rescate de la vía aérea para lograr el
mantenimiento de la oxigenación y la ventilación.
Es primordial la evaluación del efecto cardiovascular de las
drogas utilizadas en la IAD, especialmente en pacientes
hemodinámicamente comprometidos.
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Distancia esterno-mentoniana
Es la distancia entre el mentón y el manubrio esternal. Si es
menor de 12,5 cm., se la relaciona a vía aérea di cultosa.
Apertura bucal
Se toma como la distancia entre incisivos superiores e
inferiores, la cual debe ser de 4 cm. Es un test muy
importante, porque si esta apertura es pequeña puede hacer
imposible la introducción de dispositivos como Fastrach,
Máscara Laríngea, etc.
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Preoxigenación
Se realiza con máscara y bolsa con reservorio, a una Fi02
del 100% para lograr la máxima oxigenación tisular y para que
durante el tiempo de apnea post-inducción, la saturación de
oxígeno de la hemoglobina no descienda por debajo del 90%.
La administración de oxígeno al 100% durante 5 minutos
tiene la nalidad de intercambiar el nitrógeno del aire alveolar
por oxígeno, aumentando considerablemente el tenor del
mismo a ese nivel. Ello permite incrementar la saturación de la
hemoglobina y que se re eje en la saturación tisular.
La combinación de estos factores permite obtener un
período signi cativo de apnea sin una caída en la saturación.
El tiempo transcurrido de apnea hasta el comienzo de la caída
de la saturación varía signi cativamente de acuerdo a cada
paciente y a la patología agregada.
fl
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Protección
A partir del momento en que el paciente pierde la
conciencia debemos realizar la maniobra de Sellick.
Esta maniobra debe mantenerse durante todo el
procedimiento de ventilación a presión positiva, como así
también durante la laringoscopia e intubación hasta que el
manguito del TOT se encuentre in ado.
Post-intubación
Debemos inmediatamente con rmar si el procedimiento se
ha llevado a cabo con éxito, para lo cual podemos utilizar
diferentes métodos:
Auscultación de ambos hemitórax, con rmando la correcta
entrada de aire y ventilación pulmonar.
Auscultación del epigastrio, para descartar la entrada de
aire al tubo digestivo en una intubación fallida.
Conservación, elevación o mantenimiento de la saturación
de oxígeno por encima del 90%.
Monitoreo de CO2.
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fl
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Fijación
La jación del tubo endotraqueal parecería ser un tema
menor, pero recordemos que una extubación accidental
puede traer un grave problema. Tanto en el área de
emergencias como en el trasladado del paciente, debe
priorizarse la correcta jación del tubo, preferentemente con
vendas y nudos.
fi
No puedo intubar
Independientemente del algoritmo elegido para mantener
la vía aérea de nitiva en el paciente, existe la imposibilidad de
la intubación traqueal (tres intentos fallidos realizados por
personal entrenado). Aquí se deja establecido el fracaso
transitorio de vía aérea. Por lo tanto, el primer paso será:
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Fastrach
Además de poder ser usado como método de
mantenimiento, permite lograr con éxito la colocación de un
tubo especial, exible, espiralado, (tubo de Brain).
Dispositivos Transglóticos:
Métodos con bra óptica
La utilización de los métodos con bra óptica en la
emergencia siempre ha requerido de un entrenamiento
especial, además de contar con los elementos apropiados.
Pero su uso es un hecho ya que han permitido lograr el
acceso traqueal en varios pacientes con vía aérea di cultosa.
Fibrolaringoscopio
Esta técnica consiste en el uso de un sistema de bra
óptica iluminada que a través de reguladores extermos
permiten al aparato adoptar diferentes movimientos que a su
vez facilitan la visualización directa de las cuerdas vocales y la
vía respiratoria sin necesidad de movilizar la cabeza del
paciente.
Otros métodos
Laringoscopio angulado de Belscope o Bellhouse
El laringoscopio de Belscope es una pala de Macintosh
que en su mitad tiene una curvatura de 45°. Este
laringoscopio combina las ventajas de las hojas curva y recta.
Su punta se coloca detrás de la epiglotis para elevación
directa y el ángulo se incorpora en un intento de aminorar su
impacto o choque en los incisivos superiores.
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Videolaringoscopios
El videolaringoscopio es un dispositivo que proporciona
una visión mejorada y aumentada de la glotis como un
brobroncoscopio, pero es mucho más sencillo de utilizar, al
tener el mismo diseño que un laringoscopio tradicional.
Dispositivos Transcutáneos:
Intubación retrógrada
Se preparan un alambre guía cubierta por un catéter
epidural, un trocar N° 16 con bisel de ángulo agudo y un tubo
endotraqueal N° 7.0. Se oxigena previamente al paciente y se
medica con hipnóticos y relajantes musculares. Luego se
punza la membrana cricotiroidea con el trocar en ángulo de
45 grados en relación a la piel, y a través de él se pasa el
alambre guía en sentido cefálico, mientras se realiza la
laringoscopía. Por la boca se saca la guía con ayuda de la
pinza de Magill y se pasa a través del cabo proximal el tubo
endotraqueal, mientras se mantiene la tensión de ambos
extremos de la guía. Manteniéndose (espacio) tensos los dos
cabos, se avanza suavemente el tubo endotraqueal a través
de la guía y se consigue la introducción del tubo en la
tráquea.
Si se han recurrido a estos métodos especiales de
intubación y todavía no se logra una vía aérea de nitiva, se
continuará la ventilación y oxigenación pensando que el único
camino válido será la vía aérea quirúrgica de nitiva en
quirófano.
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Dispositivos Supraglóticos:
Máscara laríngea (LMA)
Independientemente de las clasi caciones de Malampatti y
Comarck y Lehane, la máscara laríngea es uno de los
métodos más útiles para manejar la vía aérea en situaciones
críticas. Se debe tener presente que para su mejor colocación
es necesaria una adecuada sedación, acompañada de
analgesia tópica de la orofaringe.
Combitube
Es un tubo de doble luz que permite ser posicionado tanto
en la luz esofágica como en la traqueal, cuya característica
más saliente es la prescindibilidad de la laringoscopia en su
uso.
Tubo laríngeo
Presenta la ventaja de su colocación a ciegas. El manguito
esofágico bloquea la entrada al esófago y reduce la
insu ación gástrica en la ventilación. El manguito faríngeo
estabiliza el tubo y bloquea la nasofaringe y la orofaringe.
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Cricotiroideotomía Quirúrgica
Es una técnica de urgencia en la cual en lugar de punzar la
membrana entre los cartílagos cricoides y tiroides, se accede
a la luz laríngea incidiendo piel, TCS y la MCT. Permite lograr
introducir un tubo de ID 6.0 o 6.5 con manguito insu able, a
nes de poder ventilar y no retener C02, mejorando la calidad
de la ventilación pulmonar. Existen introductores especiales
de varias medidas y ajustables para determinar una vía
de nitiva, y además se adaptan muy bien a todos los sistemas
de ARM, con lo cual la ventilación se mejora
signi cativamente. De gran utilidad en pacientes con lesiones
máxilo-faciales y sangrado activo en cavidad oral, como así
también cuando existe lesión directa de estructuras laríngeas.
Está contraindicada en pacientes menores de 12 años, ya
que la mayor labilidad en éstos de la arquitectura laríngea,
puede acarrear secuelas estenóticas a largo plazo.
Traqueostomía percutánea
Bien es sabido que la técnica quirúrgica más habitual a n
de acceder a la vía aérea, es la traqueostomía convencional.
Pero aún en manos avezadas, la traqueostomía requiere de
un tiempo esencial, del cual no dispone el paciente al que se
le ha declarado fracaso de vía aérea. Es por ello que ésta
técnica está contraindicada en estos casos. Actualmente, se
disponen de sets (Blue Rhino®, etc.), que permiten en pocos
minutos realizar una traqueostomía en forma percutánea. No
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CAPÍTULO 7. TÓRAX AGUDO
TRAUMATICO
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Neumotorax Hipertensivo.
Desplazamiento del mediastino
NEUMOTÓRAX
Se calcula que podrá encontrarse en uno de cada cinco
víctimas de trauma mayor, y su principal causa se halla en los
accidentes de tránsito, siendo la patología pleural más
frecuente como consecuencia de un trauma contuso. En un
porcentaje de pacientes politraumatizados, la tomografía de
abdomen diagnosticará, en los cortes superiores, un
neumotórax oculto (54.8% sobre 126 casos en 7 años en el
informe de Ne – York Hospital, Pensilvania, 2000). Por lo
tanto, es recomendable que, en todo paciente
politraumatizado que se someta a Tomografía Computada, se
indiquen cortes de tórax.
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El neumotórax hipertensivo, cuya principal causa
es la asistencia respiratoria mecánica, puede producirse
también en traumatismos contusos y como consecuencia de
la instalación de vías centrales. Se diagnosticará por la
ausencia de ruido respiratorio, timpanismo, desviación
contralateral de la tráquea e ingurgitación yugular, pudiendo
este último signo estar ausente en caso de hipovolemia
importante. Cuando la vida está urgentemente comprometida,
la punción en el segundo espacio intercostal, línea
hemiclavicular (con catéter tipo sobre aguja- “Abbocath” -)
puede resolver la hipertensión transformando el cuadro en un
neumotórax abierto que deberá de inmediato ser avenado.
Dentro de las ultimas recomendaciones ATLS la
descompresión con aguja debe realizarse en el 5º espacio
intercostal, línea media axilar. Este tema es para tener en
cuenta, ya que se menciona que los trócares han sido
insertados demasiado medialmente por los paramédicos. Por
otro lado, se hace referencia al espesor de la pared como una
complicación para alcanzar efectivamente el espacio pleural a
través del 2° EI (por la presencia de ambos pectorales), lo cual
sería menos di cultoso a través del 5° espacio intercostal ,
entre la Linea Axilar Anterior (LAA) y la Linea Axilar Media
(LAM), donde habitualmente se coloca el TAP. Deben primar
el examen físico y las características físicas del paciente. De
acuerdo al espesor del tórax que se perciba, obrar en
consecuencia.
Al ponerse en contacto las presiones pleural y atmosférica
se previene o trata la sofocación causada por el acodamiento
de los grandes vasos, que alteran la precarga y conforman
una de las principales causas de shock cardiogénico en
trauma.
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solución de continuidad de la pared torácica debe ser
taponada con un parche que permita la salida de aire desde
la cavidad pero no la entrada (cerrando, por ejemplo, tres de
los cuatro lados de un apósito envaselinado), impidiendo que
el cuadro se transforme en hipertensivo. El avenamiento
pleural se colocará lo antes posible como paso previo al
tratamiento quirúrgico de nitivo. Existen parche Torácicos
comerciales para el tratamiento de heridas abiertas de tórax
con canales o válvulas de ventilación unidireccional que
permiten el drenaje durante la exhalación como los sellos
torácicos de Asherman.
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TAPONAMIENTO CARDÍACO
Finalmente, el taponamiento cardíaco, también puede poner
en peligro la vida en forma inminente, ya sea a través de la
formación de un hemopericardio, como por neumopericardio
a tensión o hematoma de mediastino anterior. Éste puede
originarse por el sangrado de los vasos retroesternales en los
casos de fractura de este hueso, y comprimir el ventrículo
derecho. De no ocurrir esta última eventualidad, el hematoma
se resolverá en forma espontánea en 2 a 9 semanas.
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AVENAMIENTO PLEURAL
En pacientes con patología traumática, el tubo de
drenaje pleural se ubica en la base del hemitórax
correspondiente, lo que signi ca 4to. ó 5to. espacio
intercostal un poco por delante de la línea axilar media. No
está indicada la utilización de catéteres percutáneos, por su
alto índice de complicaciones (25%), lo que agregaría daño
secundario al paciente, pero en manos experimentadas
pueden utilizarse los catéteres con trocar tipo Argyle®. El
avenamiento debe cumplir ciertas características básicas: ser
transparente, semirígido y multifenestrado. Se recomienda un
tamaño de tubo torácico de 28-32 Fr, en lugar de 36-40 Fr
que habitualmente se usaban. Un tubo K 225 (Ø interno de
6,5 mm), ofrece las mismas características de drenaje. La
incomodidad y el dolor post-colocación para el paciente son
menores.
Debe tenerse especial cuidado de no lesionar
estructuras abdominales que pudieran haber migrado al tórax
a causa de una hernia diafragmática durante la colocación del
tubo. Por eso es necesario, una vez abierta la pleura parietal,
explorar digitalmente la cavidad.
El drenaje se conecta a un sistema bajo agua, con la
precaución de que el tubo sumergido del frasco bitubulado
tenga el mismo diámetro que el avenamiento pleural, porque
si, como es de frecuente observación en la práctica, el mismo
se inserta a través de una serie de adaptaciones en otro de
menor calibre, la cavidad pleural ya no estará avenada por el
diámetro del tubo pleural.
La toracostomía abierta
En caso de fracasar la colocación del trócar para drenar un
Neumotórax Hipertensivo, se realiza la Toracotomía Mínima,
colocación del dedo para permitir la salida del aire a tensión y
posterior colocación del TAP.
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ATENCIÓN: EL DIÁMETRO DEL DISPOSITIVO BAJO
AGUA DEBE SER SIMILAR AL DEL AVENAMIENTO
PLEURAL.
Quedan, nalmente, por enumerar aquellas otras lesiones
que en general no se diagnostican en el primer examen.
Pasaremos revista en forma resumida a las principales
entidades.
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- Comenzar con analgesia: Clorhidrato de Mor na, 3 mg.
EV cada 5 a 10 minutos.
- Si no existen contraindicaciones, se realizará el control de
la frecuencia cardíaca con β Bloqueantes de acción corta para
alcanzar un ritmo cardíaco objetivo de menos de 80 lpm y un
control de la presión TAM de 60 a 70 mm. Hg. La hipotensión
previa y sostenida es una contraindicación evidente para
estos medicamentos.
Se recurre a fármacos de acción directa para disminuir el
stress parietal:
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La videotoracoscopia en trauma
El trauma torácico se bene cia cada vez más con la
utilización de la videotoracoscopía. En un principio estuvo
indicada especialmente en aquellos casos que no
presentaban indicación de toracotomía inmediata,
permitiendo arribar precozmente a precisiones diagnósticas e,
incluso, a maniobras terapéuticas. Así, demostró su utilidad en
los casos de hemotórax Grado II y en la resolución de
hemotórax coagulados.
Hoy sus indicaciones diagnósticas y posibilidades
terapéuticas se han extendido y el método forma parte del
arsenal del cirujano tanto en el abordaje inmediato de la
patología traumática como en la cirugía diferida.
Desde ya, su aplicación tiene lugar en pacientes con
normalidad hemodinámica. Hay su cientes evidencias de su
e cacia en la exploración de probables heridas cardíacas y
constituye la principal competidora en la controversia con los
grupos que propician la utilización de la ventana subxifoidea.
También se ha utilizado con éxito en la reparación de
lesiones diafragmáticas y el rescate de proyectiles y cuerpos
extraños, resolución de fístulas y sangrados persistentes.
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presenta ausencia de pulso con actividad eléctrica del
corazón. La reanimación a cielo abierto de estos casos sólo
será realizada por un cirujano cali cado en el procedimiento.
CONCLUSIONES:
✴ Todo trauma torácico debe ser considerado grave hasta
que se demuestre lo contrario, ya sea por la historia del
evento y/o por la evolución del paciente. El cuadro puede
complicarse con el correr de las horas o días.
✴ La mayoría de los casos se resuelve con
procedimientos menores (punción, avenamiento).
✴ La atención inicial incidirá profundamente en la
morbimortalidad del cuadro.
✴ Las lesiones que comprometen la vida, deben ser
tratadas en forma inmediata.
INDICACIONES:
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TORACOTOMÍA INMEDIATA
--Hemotórax Grado III
Hemopericardio
--
Heridas penetrantes en el “prisma mediastinal”
Heridas penetrantes en área crítica o interescapular y
anormalidad hemodinámica
--
Paro cardíaco reciente en herida penetrante
Lesión vascular en el opérculo
--
Pérdida de sustancia de pared torácica
Evidencia de lesión bronquial, esofágica o de grandes
vasos
--
Empalamiento
Embolia de proyectil a corazón o arteria pulmonar
TORACOTOMÍA DIFERIDA
--
Hemotórax Grado II con sangrado persistente
Tórax móvil severo
--
Hemotórax coagulado
Hematoma pulmonar complicado
--
Hernia diafragmática
Rotura de aorta con pseudoaneurisma
fi
FISIOPATOLOGÍA
La causa más importante de shock en trauma es la
hemorragia, y ésta se mani esta por sangrado externo
(visible), o sangrado interno (oculto). Este último se produce
por disrupción de grandes vasos, traumatismos graves de
extremidades (sangrado en foco peri-fractura), traumatismos
de órganos sólidos (ej.: hígado, bazo) y blandos (pulmón),
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permanece poco tiempo en el compartimiento extravascular,
localizándose en el compartimiento intracelular (La glucosa se
metaboliza, y el solvente queda como agua libre que penetra
en la célula).
Soluciones coloides
Son sustancias de alto peso molecular, por lo que no
atraviesan fácilmente las paredes capilares. Las partículas
retenidas en el espacio intravascular ejercen una presión
osmótica que mantiene a los líquidos en el mismo. Aumentan
por lo tanto la presión oncótica del plasma.
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REPOSICIÓN DE VOLUMEN
La infusión de cristaloides y hemoderivados se realiza
durante el Examen Primario, en la etapa “C” (circulación con
control de la hemorragia). Recordar que en esta etapa se
realiza el control de las hemorragias visibles mediante
compresión directa (no se utilizan clamps, ni pinzas
hemostáticas debido a que se puede producir daño vascular y
nervioso). Se procederá a la colocación de dos catéteres
cortos y gruesos, de preferencia en ambos miembros
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temperatura corporal, la frecuencia cardíaca, la presión
arterial, el volumen minuto y el ujo sanguíneo coronario
disminuyen, mientras que la resistencia vascular sistémica se
eleva. La liberación del oxígeno por la hemoglobina disminuye
al descender la temperatura, en consecuencia el aporte de
éste hacia los tejidos, disminuye.
La administración del bolo de reanimación inicial se
administra lo más rápido posible. La cantidad es de 1000 ml
en el adulto o de 20 ml/kg en el niño. Obviamente que el
mencionado bolo de reanimación, se administrará únicamente
a aquellos pacientes que así lo requieran por presentar
inestabilidad hemodinámica. A los pacientes que ingresen y
permanezcan estables desde el punto de vista
hemodinámico, se les infundirán soluciones al ritmo habitual.
Se encuentra establecido que la concentración ideal de
hemoglobina debe ser de 10 gr%, basándose teóricamente en
que el contenido de oxígeno debe ser mayor que la
extracción del mismo del tejido con la tasa más alta, el cual
para los nes clínicos es el del miocardio, cuyo índice está en
el orden de los 12 ml/dl. Por consiguiente, con cifras menores
de Hb., está indicada la transfusión.
Maniobras de autotransfusión
Están destinadas a favorecer la movilización de la volemia
desde las piernas para aumentar el retomo venoso y mejorar
el volumen minuto. Estas técnicas no son muy efectivas y
pueden ser perjudiciales. Una de las maniobras por gravedad
es la elevación de las piernas. Como las venas son un sistema
de capacitancia, absorben la presión más que transmitirla. Así,
este efecto di culta la creación de un gradiente de presión a
lo largo del sistema venoso. Sería efectivo si las paredes de
las venas fueran un tubo rígido como las arterias. La otra
maniobra por gravedad es la posición de Trendellenburg. Ésta
fue utilizada por primera vez hacia nes del siglo XIX para
facilitar la cistotomía supra-púbica, y adoptada durante la
primera guerra mundial como posición antishock. En
pacientes con traumatismo encéfalo craneano, aumenta la
presión intracraneana y también aumenta la presión de los
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Reanimación tardía
La hipotensión permisiva o resucitación hipotensora
consiste en limitar la presión arterial (PA) restringiendo el
aporte de uidos, principalmente de cristaloides, mientras no
se controle el sangrado. Un aporte generoso de uidos
durante la reanimación puede inducir mayor sangrado y más
coagulopatía debido a hemodilución. Además, el aumento de
la PA producto del aporte de uidos podría generar el
desprendimiento de un trombo en formación, con el
consiguiente mayor sangrado. Algunos autores recomiendan
metas tan bajas como una TAS de 60 a 70 mm Hg en trauma
penetrante. Tampoco está claro si esta estrategia es aplicable
al trauma contuso. Lo que sí está claro, es que el aporte de
uidos puede ser deletéreo durante la reanimación inicial del
trauma.
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POR LO TANTO, ACTUALMENTE SE SUGIERE PROCEDER CON LA
REPOSICIÓN DE VOLUMEN, DE LA SIGUUIENTE MANERA
Proporcione sólo 1.000 ml. de cristaloides en la
reanimación inicial para comprobar la respuesta del paciente.
En casos de pacientes pediátricos, se administrarán 20 ml/kg.
Si no hay respuesta, administre productos sanguíneos lo
más rápidamente que pueda. La transfusión masiva (TM) debe
utilizarse si fuera necesario.
Hasta hace algunos años los pacientes con trauma grave
eran reanimados con gran cantidad de cristaloides isotónicos
y transfusión de glóbulos rojos (GR), con escaso aporte de
plasma, lo que generaba hemodilución y mayor coagulopatía,
pudiendo presentarse posteriormente hipertensión
intraabdominal, síndrome compartimental abdominal y
deterioro respiratorio. Durante los últimos años se ha
desarrollado la reanimación con control de daños (RCD),
cuyos objetivos son minimizar el sangrado, restablecer la
perfusión, prevenir la coagulopatía y evitar las disfunciones
orgánicas. De esta forma, se busca disminuir la mortalidad del
trauma, especialmente la muerte por sangrado no controlado.
El eje central de la RCD es el control precoz del sangrado
mediante procedimientos quirúrgicos (cirugía de control de
daños). Esta estrategia, además, considera la restauración de
la volemia y del transporte de oxígeno, junto con la corrección
de la coagulopatía. Esto se consigue mediante el aporte
precoz de todos los hemoderivados, la hipotensión permisiva,
el aporte controlado de cristaloides y la corrección de la
hipotermia y la acidosis.
El uso precoz de todos los hemoderivados con una
relación entre ellos cercana a 1:1, podría mejorar la sobrevida
en los pacientes con sangrado masivo y requerimientos de
TM. Parece adecuado aportar en forma precoz y conjunta
Glóbulos Rojos Desplasmatizados (GRD), Plasma Freso y
Congelado (PFC), Plaquetas y Crioprecipitados en relación
cercana 1:1, a los pacientes con riesgo de Coagulopatía Aguda
en Trauma, y por lo tanto, de sangrado masivo y TM.
FC < a 100 lpm 100 a 120 lpm 120 a 140 lpm > 140 lpm
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Tromboelastometria Rotacional
La tromboelastometría (TEM) y tromboelastografía (TEG)
son técnicas que describen la interacción entre distintos
componentes del sistema hemostático, como son factores de
coagulación, brinógeno, plaquetas y sistema brinolítico, ya
que se trabaja con sangre entera y se evalúan en tiempo real
las características cinéticas y viscoelásticas del coágulo.
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CAPÍTULO 9 - TRAUMATISMOS
ENCEFALOCRANEANO
-- Fracturas de extremidades
Lesiones abdominales
-- Trauma torácico
Trauma vertebral
SISTÉMICOS CEREBRALES
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Orientado/
Espontánea 4 conversa 5 Obedece órdenes 6
A la voz 3 Confuso/ 4 Localiza al dolor 5
Frases
Al dolor 2 Palabras 3 Flexión normal 4
(retira)
Ninguna 1 Sonidos 2 Flexión 3
anormal(decortica)
Ninguna 1 Extensión 2
(descerebración)
Ninguna (flaccidez) 1
ESTUDIOS COMPLEMENTARIOS
Radiografía de Cráneo. (Rx)
Tomografía Axial Computada de Cráneo y Cerebro (TAC).
Electroencefalograma (EEG).
Resonancia Magnética Nuclear Cerebral. (RMN).
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> 65 años
En la TAC se evalúa:
Estado de las cisternas peritroncales
Grado de desviación de la línea media
Presencia o no de lesión mayor de 25 cc.
EEG
Contribuye a:
- Diferenciar entre un síndrome de enclaustramiento y el
estado vegetativo persistente.
- Identi car un estado convulsivo en el paciente sedado y
relajado.
-- Adecuar los niveles plasmáticos de barbitúricos.
El diagnóstico de muerte cerebral.
- Detectar algunos patrones especí cos que hablan de
mal pronóstico, como el Patrón Salva-Supresión (anoxia
cerebral).
Potenciales Evocados
Los que se utilizan con más frecuencia, son los PESS
(Somatosensitivos) y PEAT (Potenciales Evocados Auditivos de
Tronco). Su realización mejora los elementos predictivos en el
TEC grave, ya que las alteraciones funcionales no se pueden
evaluar por medio de imágenes o monitoreo de PIC.
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Fracturas de Craneo
Son lesiones muy frecuentes, sin embargo por sí mismas,
no son causa de injuria intracerebral, pudiendo ocurrir muchas
lesiones cerebrales graves o potencialmente graves, sin
fractura de cráneo.
También puede haber fractura de cráneo, sin lesión
cerebral subyacente.
Las Fractura de bóveda craneana se pueden clasi car en:
--
Lineales.
Conminutas.
-
Deprimidas.
A su vez pueden ser cerradas o expuestas. Una fractura se
considera expuesta, cuando hay una solución de continuidad
en el cuero cabelludo super-adyacente.
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LESIONES INTRACRANEANAS
Lesiones cerebrales difusas:
En general, este tipo de lesiones se producen como
consecuencia de los movimientos de aceleración y
desaceleración durante el trauma. Esta injuria, produce
interrupción de la función cerebral. Si la lesión es severa, se
desarrollan no sólo lesiones funcionales, sino también
estructurales, que pueden provocar problemas cerebrales
permanentes de variada gravedad.
Contusión Cerebral
Es la lesión parenquimatosa cerebral que se produce
inmediatamente por el impacto. Es un área del cerebro con
diversos grados de edema, isquemia, necrosis y hemorragias
que en la evolución a través del tiempo pueden aumentar de
volumen hasta determinar un hematoma intracerebral.
Las lesiones pueden ser únicas o múltiples, en áreas
alejadas (lesión por contragolpe), por desplazamiento del
cerebro sobre áreas rugosas del cráneo (región frontal,
temporal, base de cráneo).
Las contusiones extensas provocan efecto de masa, que
puede causar hemiaciones cerebrales, áreas de bajo ujo
sanguíneo a su alrededor, que aumentan la PIC.
Actualmente muchos investigadores señalan que estas
áreas contusas, estimulan la producción de radicales libres
agregando mayor lesión al tejido adyacente.
La mortalidad global es del 53%, relacionándose con la
edad avanzada, Glasgow < de 8, desplazamiento de la línea
media y obliteración de las cisternas peritroncales.
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Hematoma Intraparenquimatoso
Puede ocurrir en cualquier localización, generalmente es
múltiple y se asocia fundamentalmente con otras lesiones
encefálicas. Se localiza con mayor frecuencia en el polo
frontal y temporal. Esta lesión tiene una elevada
morbimortalidad y el pronóstico se estima según su tamaño:
< de 30 mi.: Mortalidad del 5%.
30 a 50 mi.: Mortalidad del 35%.
> de 50 mi.: Mortalidad del 85%.
Los hematomas cerebelosos y con volcado ventricular
tienen elevada mortalidad. Hemorragia Subaracnoidea (HSA)
Es la presencia de sangre en el espacio subaracnoideo,
siendo la lesión más común en el TEC.
Se diagnostica mediante TAC en el 95% de los casos (alta
sensibilidad). Comunmente acompaña a otras lesiones
intracerebrales y no requiere tratamiento quirúrgico.
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Convulsiones post-traumatica
Se registran en aproximadamente el 5% de los pacientes
ingresados en el hospital con lesiones cefálicas cerradas y el
15% de los individuos con TEC grave. Los tres principales
factores vinculados a una alta incidencia son las convulsiones
que ocurren dentro de la primera semana, un hematoma
intracraneal, y una fractura de cráneo deprimida.
Las convulsiones agudas pueden controlarse con
anticonvulsivos, pero el uso de los mismos en forma temprana
no cambia el resultado de las convulsiones traumáticas a
largo plazo.
Los anticonvulsivos pueden inhibir la recuperación
cerebral, por lo que deben usarse sólo cuando sea
absolutamente necesario.
Actualmente, la Fenitoína se utiliza generalmente en la
fase aguda. Para los adultos, la dosis habitual de carga es de
1 g. EV, a razón de 50 mg/min como máximo. La dosis usual
de mantenimiento es de 100 mg c/8 hs, con la dosis ajustada
para alcanzar los niveles terapéuticos en suero. El Diazepam y
el Lorazepam se utilizan con frecuencia además de la
Fenitoína hasta que se detenga la convulsión. El control de las
convulsiones subintrantes o continuas puede requerir
anestesia general. Es imperativo controlar las convulsiones
CONCLUSIONES
En el manejo del paciente con TEC se debe considerar su
gravedad, a base de la escala de Glasgow y el mecanismo de
trauma. El manejo inicial es el mismo que para cualquier
paciente traumatizado y la reanimación debe ser precoz y
agresiva. No se debe olvidar que las lesiones secundarias
pueden ser prevenidas, ya que una vez instaladas aumentan
la morbimortalidad. La TAC de cerebro sin contraste y con
ventana ósea es el principal estudio para realizar el
diagnóstico.
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CAPÍTULO 10 - TRAUMATISMO
RAOUIMEDULAR (TRM)
INTRODUCCIÓN/EPIDEMIOLOGÍA
FISIOPATOLOGÍA
Se describen dos tipos de lesión:
• Lesión primaria, ocasionada por el evento en si. Los
mecanismos que participan en la lesión primaria son:
compresión, impactación, distracción, laceración y desgarro.
De acuerdo a la cinemática del trauma se pueden
presentar uno u otro mecanismo (o en algunas
oportunidades, más de uno).
• Lesión secundaria, en la que se producen cambios
siopatológicos que aumentan la destrucción neuronal.
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Factores etiológicos
1. Accidentes de tránsito: 57%.
2. Caídas laborales o domésticas: 20%.
3. Deportes (buceo, equitación): 17%.
4. Violencia (arma de fuego, golpe directo): 6%.
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1. Traumatismo múltiple
2. Traumatismo de cráneo
3. Ebriedad
4. Consumo de drogas.
5. Error en la interpretación de las radiografías.
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4. Transporte al centro más adecuado.
2. Inmovilización
La extricación de un paciente en un vehículo o lugar del
incidente, debe guiarse por el principio de mantener
inmovilizada la columna.
3. Soporte Hemodinámico
Siempre, en el politraumaüzado la presencia de shock,
debe hacer pensar en hipovolemia (shock hipovolemico), pues
esta es la causa, mas frecuente.
Una de las claves para el diagnóstico clínico diferencial
con un shock neurogénico, es la frecuencia cardíaca y la
temperatura. Ambos tipos de shock cursan con hipotensión,
pero el hipovolémico se acompaña de taquicardia y “frialdad”
de extremidades, mientras que en el shock neurogénico
predomina la bradicardia y extremidades están “calientes”.
Este tipo de shock se caracteriza por pérdida del tono
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B. ETAPA HOSPITALARIA
Una vez en el hospital y realizada la atención primaria y con el
paciente estabilizado, se realizará un examen neurológico completo
y los estudios complementarios necesarios para:
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Columna inestable
Se considera Inestable, cuando existe la posibilidad de
desplazamiento de fragmentos óseos capaces de producir
una eventual lesión neurològica. El desgarro del sistema
ligamentario, sin lesión vertebral, puede permitir el
desplazamiento de un segmento sobre otro, esto también es
causa frecuente de inestabilidad.
La inestabilidad puede causar dolor raquídeo localizado,
dé cit neurològico progresivo, radiculopatía de citaria y
deformación de la columna.
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Se describen tres “pilares”:
1. PILAR ANTERIOR:
--
Ligamento longitudinal anterior
Parte anterior del disco intervertebral.
-
Parte anterior del cuerpo vertebral.
2. PILAR MEDIO:
--
Ligamento longitudinal posterior.
Parte posterior del disco intervertebral.
-
Parte posterior del cuerpo vertebral.
3. PILAR POSTERIOR
-
Complejo óseo posterior (pedículo, facetas laterales,
láminas, ligamento amarrillo).
COLUMNA CERVICAL
Fractura de C1 ( Je erson):
Esta lesión se produce por sobrecarga axial, ocasionando
el estallido del anillo, el mismo se fractura en dos o mas áreas,
el diámetro del canal se agranda, por lo cual en general no se
asocia a lesión medular. Siíse debe considerar, como una
lesión inestable. El 35 % se asocia a fracturas de C2.
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Fractura de odontoides
Clase I: se produce por arriba de la base. Estable.
Clase II: la lesión se ubica en la base de la odontoides.
Inestable.
Clase III: la lesión se extiende al cuerpo vertebral.
Inestable.
Todas estas lesiones se deben inmovilizar, utilización de
“chaleco-halo Luxación de odontoides:
Se puede desplazar la odontoides posteriormente en el
canal. Se produce por lesión del ligamento transverso que ja
la odontoides al arco de C1. El espacio entre el arco de Cl y la
odontoides, debe ser mayor de 3 mm. Puede ocurrir sin lesión
medular.
A- Completa
Amencia de toda función motora y sensitiva por debajo de la
zona de preservación parcial.
B- Incompleta
Sensibilidad preservada. Función motora voluntaria ausente.
C- Incompleta
Preservación de función motora voluntaria, la cual es mínima y
no es útil funcionalmente. La mayoría de los músculos, clave están
en menos de 3 grados.
D- Incompleta
Actividad motora funcional preservada por debajo de la lesión,
la función motora voluntaria es útil. Los músculos están por lo
menos en grado 3.
E- Completo
Retorno de toda la función motora y sensitiva, aunque pueden
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Fracturas de C3 a C7:
Se pueden encontrar varias combinaciones (fracturas,
fracturas- luxaciones). Tienen mucha utilidad la Rx. de
Columna Cervical Lateral, para poder observar con certeza
desplazamientos o angulaciones.
Más frecuentes (aprox. del 75 al 80%). Producidas por
impacto del cráneo o por un mecanismo de desaceleración o
aceleración brusco (latigazo)
Columna Dorsal
Región Toracolumbar
Esta es una zona de gran movilidad, las lesiones resultan
de la combinación de hiper exión, rotación aguda y
consecuentemente son inestables. Son más comunes de
observar en aquellos pacientes que presentan una caída de
altura, y en conductores sujetos con cinturón de seguridad.
Columna Lumbar
El mecanismo más común es la hiper exión, en general
son inestables, pueden producir síndrome de cola de caballo.
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Arreflexia Lesiones
Pérdida de sensibilidad completas:
(analgesia) sombrío
Choque Lesión parcial o completa
Parálisis flácida por debajo de Lesiones
Espinal a nivel de T6 o por arriba
nivel de lesión Vejiga flácida Incompletas:
Pérdida de tono rectal cierta
Bradicardia e Hipotensión recuperación
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Alineamiento
1. Mal alineamiento vertebral > 2,7 mm..
2. Conducto raquídeo <13 mm..
3. Anulación del espacio intervertebral >11 grados
Alteraciones oseas
1. Altura de la parte anterior del cuerpo vertebral <de 3 mm.
con respecto a la parte posterior.
2. Translucidez oblicua.
3. Pérdida del paralelismo en facetas de masas laterales.
4. Translucidez de punta de apó sis espinosa.
5. Distancia entre la cara posterior de C1 y cara anterior de
odontoides > 3 mm.
6. Translucidez de odontoides o cuerpo de C2.
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Algoritmo para Heridas de Columna por Arma de Fuego (adaptado de Judith E. Tintinalli y col.
Emergency Medicine : a comprehensive study guide, 6th ed. 256 Spinal Cord Injuries; pág 1579.
Copyright © 2004 The McGraw-Hill Companies, Inc.)
INTRODUCCIÓN
TRAUMA ABDOMINAL
Los traumatismos abdominales representan entre el 3 y el 8%
de las consultas por trauma, radicando la mayor importancia en
que el 90% de ellos requieren internación, y aproximadamente la
mitad son intervenidos quirúrgicamente. Por otra parte, las
lesiones abdominales no reconocidas oportunamente, son la
causa más frecuente de muerte prevenible.
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DESARROLLO
ETAPA PREHOSPITALARIA:
Luego de haber efectuado el ABCDE, debe realizarse una
evaluación e inspección rápida (ya que puede evidenciar
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lesiones de piel y partes blandas como las provocadas por el
cinturón de seguridad o el apoyabrazos). Se debe prestar
especial atención a la ubicación de la víctima en el habitáculo,
y revisar daños en el tablero, torpedo, o volante (parte
inferior), que nos hagan sospechar lesiones de estructuras
intraabdominales.
La palpación profunda busca detectar la presencia de
defensa muscular y/o dolor, los cuales junto a una importante
distensión, son signos que alertan sobre la existencia de
posibles lesiones abdominales traumáticas. La auscultación
no tiene mayor valor, ya que en la escena es de di cultosa
realización, y la detección de la presencia o ausencia de RHA,
no cambia la conducta a seguir.
Si se hallan las visceras exteriorizadas, se deben cubrir con
gasas o campos estériles embebidos con soluciones
cristaloides tibias de ser posible; y en caso de observarse
objetos empalados no deben extraerse. Por el contrario, serán
jados para evitar su desplazamiento.
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ETAPA HOSPITALARIA
El manejo inicial del paciente con traumatismo abdominal
debe seguir las mismas prioridades descriptas para cualquier
politraumatizado. Esto signi ca que debe completarse todo el
examen primario. Recordar que la evaluación del abdomen se
lleva a cabo durante el denominado examen secundario, a
menos que se trate de un paciente con inestabilidad
hemodinámica sin hemorragias externas o que las mismas se
hayan controlado, en el que se busca sangrado oculto,
habiéndose descartado como causa el sangrado torácico. En
tal situación, el abdomen se evaluará en la letra “C” del
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SEMIOLOGÍA
La anamnesis está destinada a recabar la mayor cantidad de
datos referidos a las circunstancias y al entorno del accidente,
con el n de poder inferir la posibilidad de daños y la magnitud
de los mismos.
Si el paciente se encuentra consciente, es la persona más
adecuada para poder contestar las preguntas. De no estarlo, el
personal que actuó en el lugar (personal sanitario
prehospitalario, policías, bomberos, o testigos), podrá brindar
una valiosa información.
En los casos de incidentes vehiculares, es importante saber si
hubo muertos, si el paciente utilizaba el cinturón de seguridad, si
fue despedido del vehículo. De ser así, se deberá sospechar un
traumatismo grave. La ubicación de la víctima dentro del
vehículo es importante, ya que los impactos laterales tienen
mayor mortalidad, provocada por la presencia de traumatismo
tóraco-abdominal y pelviano, asociado a mayor frecuencia de
TEC grave (marco lateral y deformación de la puerta). Por ello, se
ha propuesto que el habitáculo debiera tener refuerzos laterales
indeformables. La adición de bolsas in ables (airbag) laterales y
de cortina, aumentaría aún más la protección, pero es
indispensable su uso junto al cinturón de seguridad.
En las heridas penetrantes es importante identi car el tipo de
arma (blanca o de fuego), y de ser posible el calibre y la
velocidad del proyectil, como así también la distancia del
disparo. La energía transmitida, es igual a la masa del proyectil
multiplicada por el cuadrado de la velocidad, por lo que, al
aumentar la velocidad del proyectil, se produce un incremento
mani esto de la energía y en consecuencia, de la capacidad de
lesión.
El paciente debe ser desvestido completamente (con
prevención de la hipotermia), identi cándose y anotándose todo
tipo de excoriaciones, contusiones, laceraciones u ori cios
penetrantes. Tomando las precauciones necesarias con la
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En el tacto vaginal pueden palparse fragmentos óseos o
lesiones de las paredes vaginales. La presencia de sangre,
indica lesión de órganos del tracto genital.
CATÉTERES
Sonda Nasogástrica:
Su colocación tiene como objetivo descomprimir el
estómago con el n de posibilitar y facilitar el examen físico y
de evitar la aspiración del vómito o la regurgitación (sobre
todo en pacientes que serán anestesiados o en los que se
encuentran inconscientes), y de evitar la hipotensión arterial
que se puede producir en pacientes con distensión gástrica
(predominantemente pediátricos). Además, es útil para
investigar en el contenido gástrico la presencia de alcohol,
sustancias ingeridas o sangre. Si bien en la mayoría de los
casos, la sangre hallada ha sido deglutida a causa de un
traumatismo oro-facial concomitante, en alguna oportunidad
puede ser la única manifestación temprana de una lesión del
tracto digestivo superior, sobre todo si se extrae luego de
evacuar el estómago y su aspecto es rojo rutilante, lo que
indica una pérdida reciente.
La contraindicación formal para la colocación de la SNG es
la sospecha de fractura de base de cráneo (por posible
compromiso de la lámina cribosa del etmoides), que
posibilitaría la introducción accidental del catéter dentro de la
cavidad endocraneana. Igual criterio siguen las Fracturas
Medio Faciales (Le Fort). Ante la sospecha de estos tipos de
fractura, se debe introducir la sonda por vía oro-gástrica, si es
posible bajo visualización directa y guiándola en forma
instrumental o manual, para asegurarse que toma la
inclinación correcta hacia la faringe inferior.
Sonda Vesical:
La colocación del catéter urinario tiene como objetivos
evacuar la vejiga y evaluar las características de la orina. La
presencia de hematuria, es un indicador de lesión del árbol
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EVALUACIÓN
Varía de acuerdo a si la modalidad traumática es abierta o
cerrada.
Traumatismos abiertos o penetrantes:
Las lesiones por arma blanca, en general, son las que menos
di cultades ofrecen para la toma de decisiones. La acción del
cirujano estará dirigida a certi car o descartar la presencia de
penetración peritoneal para decidir una laparotomía.
Este objetivo se logra explorando la herida bajo todas las
normas de asepsia, exploración que debe ser realizada bajo
anestesia local, pudiéndose ampliar la lesión cutánea y muscular,
a n de ver directamente si están afectadas las capas profundas
de las paredes del abdomen. No se aconseja reemplazar la
exploración quirúrgica descripta por la introducción de estiletes,
sondas, o líquidos de contraste (cual stulografía). Estas
maniobras pueden provocar lesiones viscerales y contaminación
innecesaria, o crear dudas que confunden y complican aún más
la decisión terapéutica.
Las heridas por proyectil de arma de fuego requieren la
realización del par radiográ co de abdomen, a n de localizar en
el plano frontal y sagital el o los proyectiles y determinar sus
trayectos, relacionándolos con sus ori cios de entrada y salida
(si lo hubiese). En las heridas sin proyectil retenido la línea
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-Criterios de positividad:
1. La aspiración de sangre u otro líquido, como orina, bilis,
o contenido entérico.
2. Salida del líquido por un tubo previamente colocado,
como ser una sonda vesical, (que signi caría un estallido
intraperitoneal de la vejiga), o un avenamiento pleural (que
implicaría una ruptura diafragmática).
3. En caso de dudas sobre la positividad del estudio, se
envía una muestra del líquido recogido al laboratorio.
Tienen valor positivo el hallazgo de más de 100.000
glóbulos rojos o 500 glóbulos blancos por ml.; la presencia
de bras vegetales, pigmentos biliares, bacterias, o cifras
de amilasa superiores a 175 UI.
El LPD tiene 2% de falsos negativos, que corresponden en
general a traumatismos aislados de páncreas, duodeno,
diafragma, intestino delgado o vejiga. La explicación sería que
no presentan hemorragia intraperitoneal como en los dos
primeros casos, o esta es mínima y no llega a ser detectada
por el recuento globular, como puede suceder en los tres
últimos. La mayor parte de los falsos positivos se origina por
defectos de técnica (contaminación con sangre de la cavidad
peritoneal por la incisión o la punción), o por grandes
hematomas retroperitoneales que sangran hacia la cavidad
intraperitoneal. Se debe tener cuidado al indicar una
laparotomía en un paciente con fractura pélvica que presente
como único criterio un recuento aumentado de glóbulos rojos
por laboratorio.
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Ecografía:
Toda área de emergencias debería disponer de ecógrafo.
Actualmente es una herramienta más en el diagnóstico que,
tanto cirujanos (principalmente) como demás médicos de
guardia deberían utilizar aunque más no sea para la detección
de líquidos en la cavidad abdominal.
Tiene una alta sensibilidad para detectar colecciones
abdominales. Es de rápida ejecución; no invasivo, de bajo
costo y fácil repetición para el seguimiento del paciente. No
requiere traslado. Los pequeños equipos portátiles, permiten
su utilización aún durante la etapa de resucitación, e inclusive
en forma simultánea con otras maniobras. Es operador
dependiente.
Si bien puede realizarse diagnóstico de lesión en algunos
traumatismos de visceras sólidas durante el manejo inicial del
paciente, su nalidad es demostrar la presencia
intraperitoneal de líquido.
Eco FAST (Focused Assessment Sonography for
Trauma)
Los espacios a investigar son: el espacio de Morrison
(hepático-renal derecho); el fondo de saco de Douglas (recto-
vesical o recto-vaginal); los espacios subfrénicos, el lecho
esplénico, ambos parietocólicos y los espacios interasas.
Estos son los puntos declives en la posición de decúbito
dorsal, donde se suele acumular la sangre libre en cavidad. Si
el operador posee experiencia también podrá informar acerca
de las características del parénquima hepático, esplénico,
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Punción abdominal:
Es el más antiguo de todos los métodos usados. Tiene sólo
un 60% de sensibilidad para el diagnóstico de
hemoperitoneo, lo que lo hace inaceptable para descartar una
lesión intraabdominal. Actualmente, no se la considera dentro
de los protocolos de manejo. En ciertas oportunidades, se
puede usar en forma combinada con ecografía o TAC para
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certi car o descartar una imagen dudosa por otros métodos, o
para con rmar la naturaleza del líquido intraabdominal.
Urograma excretor:
Resulta de utilidad cuando se sospecha una lesión reno-
urinaria, ya sea por la presencia de hematuria, por
visualización de fracturas lumbares, lesiones extemas o
contusiones, o simplemente por la modalidad traumática.
Puede realizarse en forma simultánea con la radiografía del
abdomen. Gran parte de la información brindada por este
método puede hoy ser reemplazada por la ecografía y la TAC
dinámica con contraste.
Uretrocistografía retrógada:
Por lo general se utiliza en la etapa previa para descartar
una lesión uretral antes de la colocación de un catéter vesical,
cuando existe algún signo de sospecha como los nombrados
oportunamente.
Arteriografía:
Actualmente, su uso está limitado a detectar lesiones del
árbol vascular cuando se piensa que pueda existir la
posibilidad de embolización. Su indicación principal es en
aquellos pacientes con fracturas pélvicas y gran
descompensación hemodinámica, en quienes se descartó un
hemoperitoneo.
Endoscopías:
Se utilizan en el diagnóstico de lesiones gastroduodenales
sin indicación de laparotomía, en la evaluación del recto
extraperitoneal, ante lesiones penetrantes o grandes fracturas
pélvicas con fragmentos óseos.
Estudios Contrastados Gastrointestinales:
De muy rara aplicación en el manejo inicial del traumatismo
abdominal. Tienen utilidad en el diagnóstico de lesiones
duodenales aisladas. Conjuntamente con las endoscopías, su
uso se ve limitado por la falta de preparación previa del tubo
grastrointestinal.
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Videolaparascopía Diagnóstica:
Permite la exploración y visión directa de la cavidad
peritoneal. Presenta buena sensibilidad para el diagnóstico de
lesiones hepáticas, gástricas, colónicas y diafragmáticas, así
como para certi car el compromiso peritoneal en las heridas
penetrantes. No es tan útil para las del intestino delgado y
esplénicas, y tiende a subestimar el volumen del
hemoperitoneo. Permite movilizar el colon derecho e
izquierdo, y visualizar la super cie retroperitoneal y el uréter.
Disminuye el tiempo de hospitalización al reemplazar a la
exploración laparotómica, con la consecuente disminución de
costos. Tiene la ventaja adicional de con rmar el
hemoperitoneo en traumatismos penetrantes tangenciales de
la región tóracoabdominal en pacientes estables,
demostrando lesión diafragmática o de vísceras sólidas, y
detectar las lesiones diafragmáticas que habitualmente se
acompañan de bajo recuento de eritrocitos en el LPD. De esta
manera, se evitan las laparotomías no terapéuticas. También,
podría ser de utilidad para la evaluación y el tratamiento
conservador de las lesiones hepáticas.
La sensibilidad global referida es de alrededor del 85%, y
para la detección de lesiones de víscera hueca, de sólo 18%.
Tampoco parece tener buen rédito en las lesiones del colon
retroperitoneal.
Otros inconvenientes son que debe hacerse en quirófano,
efectuarse neumoperitoneo y utilizarse anestesia general. El
neumoperitoneo estándar, utilizado cuando se efectúa la
insu ación con gas (CO2), produce un aumento de la presión
intraperitoneal de 10-15 mm. de Hg. Dado que 30-50% de los
pacientes con trauma múltiple tienen TEC, este incremento de
la presión intraabdominal puede contribuir a aumentos de la
PIC. El perfeccionamiento de los equipos, y la
implementación de técnicas sin neumoperitoneo ni anestesia
general, sin duda abrirán un nuevo e interesante capítulo
dentro del diagnóstico y tratamiento abdominal. En ocasiones
precisas, puede ser terapéutica.
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Lesiones de dorso y anco
Los pacientes portadores de lesiones de dorso y de anco,
en especial penetrantes, presentan a menudo un desafío
diagnóstico al equipo tratante, ya que por las características
anatómicas (músculos paravertebrales, cuerpos vertebrales),
pueden enmascarar la signosintomatología cuando hay
lesiones de órganos subyacentes (órganos y vasos, en
especial retroperitoneales).
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TRAUMATISMOS DE PELVIS
.
INTRODUCCIÓN:
Los Traumatismos Pelvianos deben considerarse una
patología compleja, la cual debe de ser abordada siempre por
un equipo multidisciplinario. En conjunto, representan entre el
17 y el 30% de todos los traumatismos. Los traumatismos
severos de pelvis se observan predominantemente cuando ha
existido una transferencia de alta energía, como puede ocurrir
en las colisiones vehiculares (sobre todo en motociclistas), en
los arrollamientos de peatones, en las caídas de altura, o en
las grandes contusiones por explosiones. Se debe tener en
cuenta que ante impactos de baja energía (como ser una
simple caída de la propia altura, contusiones leves, etc.),
también se pueden producir lesiones pélvicas (generalmente
leves o moderadas), particularmente en los ancianos, y en
aquellas personas con enfermedades óseas degenerativas o
que están recibiendo radioterapia.
La distribución por edad de los traumatismos de pelvis,
representa una curva bimodal, existiendo una mayor
ocurrencia de los mismos entre los 15 y 30 años, y por arriba
de los 60. Con respecto al sexo, más del 75% ocurren en los
hombres.
Contusos o Cerrados:
Dentro de los traumatismos pelvianos, son los que tienen
mayor incidencia (85%). El mecanismo de producción es
debido a un fuerte incremento de presión sobre la pelvis, y la
aceleración y/o desaceleración bruscas. Los responsables
más frecuentes son los traumatismos romos directos, las
caídas desde altura o las caídas “a horcajadas”. Deben ser
siempre considerados como abdómino-pelvianos, debido a
que inicialmente es muy difícil (y peligroso) excluir a
potenciales lesiones de las estructuras del abdomen. Por lo
tanto, a la sistemática del estudio pélvico, se le debe sumar la
del abdomen. Demetríades, en una serie de 16.630 casos de
traumatismos pelvianos, observó lesiones de estructuras
abdominales en el 16,5%. Pero en los casos con un AIS ≥4
(Lesión Severa con Compromiso Vital - Supervivencia
Probable), el compromiso abdominal se observó en el 30,7%
de las víctimas.
Las fracturas pélvicas producidas por trauma penetrante
son muy poco frecuentes. Las Fracturas Expuestas de Pelvis
son raras, representando sólo el 2,7 - 4% de todas las
fracturas pélvicas. Se producen cuando existe exteriorización
ósea a través de los tegumentos, la vagina o el recto. La
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DESARROLLO:
ETAPA PREHOSPITALARIA:
Para el Manejo Prehospitalario de los pacientes con
posible o certero traumatismo de pelvis, se debe seguir el
protocolo del Manejo Inicial (general) en el prehospitalario del
paciente traumatizado. La causa más frecuente de dolor en el
paciente que ha sufrido un traumatismo pelviano, es la
fractura del anillo óseo. Generalmente dicho dolor cede con la
inmovilización pelviana y la jación a la tabla espinal. En caso
que se observase una fractura pelviana expuesta con
sangrado activo, se deberá realizar un taponaje hemostático
con compresas en el sitio del sangrado. Si se observa un
objeto empalado (arma blanca, palo, etc.), se lo jará
rmemente con tela adhesiva, evitando que se mueva o se
retire accidentalmente, lo que podría desencadenar una
hemorragia cataclísmica.
Inmovilización Pelviana:
Se debe efectuar en todo paciente que haya sufrido
politraumatismo o traumatismo posible o certero de pelvis. En
estos casos, la realización de la maniobra de “log rolling”
(rolido) debe de ser postergada hasta tener la pelvis
“ferulizada”, ya que puede exacerbar una injuria pélvica
existente. Actualmente existen varios dispositivos y/o
procedimientos de inmovilización pélvica. Una efectiva
inmovilización del anillo pélvico debe ser efectuada lo antes
posible antes de movilizar al paciente, pudiéndose lograr la
misma utilizando una tabla apropiada o algún método de
ferulización circunferencial, teniendo cuidado de no producir
una compresión excesiva del anillo. La ferulización
circunferencial brinda a la vez una jación pélvica provisoria,
para lo cual también pueden utilizarse sábanas cruzadas o
cinturones que rodeen y compriman a la pelvis.
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incidentes isquémicos de los miembros inferiores; síndrome
de reperfusión; TVP; coagulopatía por consumo y episodios
trombo-embólicos.
Una alternativa para “ferulizar” la pelvis, es la utilización del
chaleco de extricación, rodeando el anillo pelviano y sujeto
por sus tiras de jación.
Pelvic Sling®
Traslado:
Todo paciente que haya sufrido politraumatismo o
traumatismo posible o certero de pelvis debe ser trasladado a
un centro Hospitalario. Se debe tener en cuenta que toda
víctima que presente hipotensión arterial y probable injuria de
pelvis, debe ser considerado un paciente crítico que debe ser
trasladado sin dilación para ser tratado rápida y e cazmente.
ETAPA HOSPITALARIA:
El traumatismo pélvico con posible lesiones viscerales,
vasculares y/u óseas, debe ser considerado de acuerdo al
mecanismo de producción que lo ha provocado: sea este
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Auscultación:
No suele ser de mucha utilidad. Resulta provechosa para
identi car la ausencia de ruidos hidroaéreos, como sospecha
de la existencia de un íleo secundario a la presencia de
líquido intestinal libre en la cavidad peritoneal, hemoperitoneo
importante o hematoma retroperitoneal. Se debe tener en
cuenta que las fracturas costales y de columna pueden
también producir íleo.
Percusión:
Puede llegar a resultar de utilidad para detectar una
peritonitis al efectuar un ligero
movimiento del peritoneo (dolor a la percusión por
irritación peritoneal). Además en
algunos casos puede determinar timpanismo por dilatación
visceral o matidez difusa
ante la existencia de hemoperitoneo masivo.
Palpación:
Puede despertar dolor por la existencia de fractura ósea,
hematomas musculares e irritación peritoneal producida por la
acumulación de sangre o de líquido intestinal.
Se hallará defensa muscular por acción voluntaria o
espontánea por peritonismo, más frecuentemente causado
por ruptura de víscera hueca. Con la palpación se puede
determinar la existencia de un útero grávido, así como estimar
el tiempo probable de gestación.
También se deberán palpar ambos pulsos femorales, los
cuales pueden estar ausentes por injuria vascular o
hipovolemia extrema.
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ocasiones dicho examen no es factible de realizar de
manera con able.
- Tacto Vaginal: Es útil para detectar ginecorragia;
efracciones de las paredes de la vagina; fragmentos óseos
endovaginales y colecciones en fondos de saco.
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“sedal” por la pared abdómino-pélvica anterior sin
penetración en la cavidad pélvica peritoneal. En algunos
casos las reparaciones correspondientes se pueden
efectuar por este método.
Traumatismos Penetrantes:
En las heridas por arma de fuego, los estudios básicos son
las placas radiográ cas de pelvis, abdomen y tórax, las cuales
se realizan para ubicar la posición de los proyectiles,
determinando así la trayectoria recorrida por los mismos y
estableciendo si penetraron o no en las distintas cavidades.
Es importante efectuar los distintos per les radiográ cos ya
que en más de una ocasión se puede visualizar el proyectil en
la pared abdómino-pélvica super cial y vecino al ori cio de
entrada, evitando de esta manera una laparotomía no
terapéutica. Por lo general, con estas placas, es su ciente
para determinar si el o los proyectiles han ingresado a la
pelvis, y en caso de así haber ocurrido, está indicada la
necesidad de efectuar una laparotomía exploradora, no
siendo necesario efectuar otros estudios.
En las heridas por arma blanca puede se pueden constatar
shock, evisceración, hematuria, proctorragia, ginecorragia o
ausencia de pulsos femorales, debiéndose en estos casos
tomar una conducta quirúrgica. En caso de no observarse los
signos mencionados, se debe efectuar la exploración local de
la herida, y en caso de comprobarse la penetración en el
peritoneo o en los planos profundos, se deberá efectuar una
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laparotomía exploradora, gesto que se deberá tomar para
todas las heridas de bala transpélvicas y las heridas
penetrantes. En caso de optar por algún protocolo de
observación, se pueden realizar los estudios
correspondientes para descartar o con rmar el compromiso
de las estructuras víscero-vásculo-urinarias de la pelvis
mencionados para las contusiones, antes de decidir si se
explora quirúrgicamente o no al paciente. La laparoscopía se
puede realizar, como se mencionó, en aquellos casos en las
que se supone una posible ausencia de penetración
peritoneal o de lesión visceral abdominal. No obstante, ya que
según distintas series, entre el 75 y el 85% de las
laparotomías efectuadas a los pacientes que habían sufrido
una herida de bala con penetración pélvica (o transpélvica),
resultaron positivas al observarse algún tipo de lesión,
sumado a los posibles falsos negativos de los estudios,
resulta aconsejable explorar quirúrgicamente a este tipo de
pacientes, por lo peligroso que resultaría adherirse a
protocolos de observación.
Se debe tener en cuenta que las heridas por proyectil de
arma de fuego que hayan recorrido un trayecto por debajo de
la plica peritoneal, pueden provocar una importante
hemorragia con compromiso vital inminente, siendo las
causas más comunes de dicha hemorragia, las lesiones del
importante plexo venoso presacro y las de las ramas ilíacas.
Siempre será el Cirujano quien decidirá la realización de
losdiferentes estudios especí cos, junto a la conducta a
seguir.
A continuación se describe una modalidad de algoritmos
para el manejo de los pacientes adultos que han sufrido un
traumatismo de pelvis. En el caso que el paciente sea un niño,
se deberá coordinar la realización del manejo con los
especialistas en pediatría.
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TRAUMATISMOS CERRADOS:
TRAUMATISMOS PENETRANTES:
Inestabilidad Pélvica:
Los traumatismos pélvicos severos se pueden acompañar
de dos tipos de inestabilidades: la inestabilidad por
anormalidad hemodinámica y la inestabilidad mecánica. La
primera es provocada por la hemorragia pélvica, y representa
una amenaza para la vida, por lo tanto debe ser tratada en
forma adecuada desde los primeros momentos posteriores al
traumatismo, con el n de evitar la exsanguinación del
paciente. Para que se produzca inestabilidad pélvica, se
deben haber producido disrupciones estructurales que llevan
al anillo pélvico a un desplazamiento de sus componentes,
rotando externamente, internamente, o desplazándose en
forma cefálica o caudal.
La inestabilidad mecánica no pone en riesgo a la vida del
paciente, y su tratamiento puede ser diferido.
Las fracturas pélvicas inestables ocurren en alrededor del
20% de todas las fracturas del anillo. Por otra parte se estima
que a pesar que haya ocurrido un daño signi cativo del anillo
pélvico, el 22% de las fracturas van a permanecer estables. El
restante 58% de las fracturas suelen ser menos complicadas,
ya que presentan estabilidad hemodinámica y mecánica.
La hemorragia pélvica generalmente se traduce en la
producción de un hematoma retroperitoneal, el cual puede
ser de manejo clínico o quirúrgico. Los hematomas que se
ubican en el retroperitoneo pélvico son secundarios al
sangrado de una fractura ósea; a una lesión vascular
provocada por fragmentos óseos desplazados sobre el plexo
venoso presacro; por acción directa de un elemento contuso
o cortante sobre los vasos ilíacos; por injuria vesical; ureteral;
uretral o recto-colónica. Además, en todo paciente con shock
y traumatismo pélvico, se debe descartar una posible fuente
de sangrado extrapélvica.
Las fracturas pélvicas se producen debido a la acción de
alguno de los siguientes tipos de fuerzas: lateral, antero-
posterior o vertical. La pelvis es más resistente a las fuerzas
compresivas laterales. Por lo tanto, en este tipo de
mecanismo se observa una menor incidencia de lesiones
vasculares, y además se conserva un mayor efecto de
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El compromiso óseo y/o ligamentario de la pelvis puede
provocar tal inestabilidad que el anillo pelviano tienda a
abrirse (“libro abierto”), generando el incremento del volumen
sanguíneo que pueda albergarse en la cavidad pelviana. Esto
se basa en que la pelvis se comporta como un cono truncado
invertido. Sin caer en artilugios matemáticos, se recuerda que
la fórmula para calcular el volumen del cono truncado es la
siguiente:
V= π . h . (R2 + R . r2 + r
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Lesiones Anales:
Las lesiones generalmente se producen por introducción
d e e l e m e n t o s ( m a s t u r b a c i ó n , p r á c t i c a s s ex u a l e s ,
empalamientos); penetración de fragmentos óseos por
fracturas desplazadas de pelvis (expuestas), o por desgarro
por atricción.
Se mani estan por proctorragia y dolor. El diagnóstico se
efectúa mediante la anuscopía y el tacto rectal. El tratamiento
es quirúrgico.
Lesiones Perineales:
Las lesiones del periné pueden ser menores, como
desgarros cutáneos y/o musculares, o mayores, como
importantes laceraciones con pérdida de sustancia tisular, las
que, más allá del compromiso de piel y músculo, incluyen
lesión del ano; el recto; las fosas isquio-rectales; la vejiga; los
huesos pélvicos y/o los genitales.
Empalamientos:
El término Empalamiento se re ere habitualmente a las
heridas producidas incidentalmente, en las que algún objeto
penetra y queda retenido en cualquier
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Empalamiento anal
En el caso particular del empalamiento anal, se denomina
de esta manera al acto de introducir por el ano un cuerpo
extraño. En la mayoría de los casos se debe a una
autointroducción con nes masturbatorios. Existe una
cantidad menor de situaciones, las cuales son debidas a una
agresión o a un incidente traumático.
En los “autoempalamientos”, la más de las veces no se
producen lesiones anorectales por ser objetos romos que son
introducidos suavemente en anos complacientes. Es muy
importante en estos pacientes, prestar mucha atención al
examen clínico abdominal y a la presencia de proctorragia. El
tratamiento habitual consiste en efectuar anestesia regional e
intentar la extracción manual del objeto por vía anal. En caso
de no ser factible, o de existir lesión recto-colónica, se pasará
a realizar anestesia general, laparotomía y completar el
tratamiento (extracción del cuerpo extraño y reparación de las
lesiones, si las hubiese).
Lesiones de Vejiga:
Las lesiones de vejiga pueden clasi carse en:
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Traumatismos de Uretra:
Las lesiones de la uretra, son más frecuentes en el hombre
y excepcionales en la mujer, debido a la corta longitud de la
misma en el sexo femenino. A la uretra masculina se la divide
en anterior (uretra peneana y uretra bulbar) y posterior (uretra
prostática y uretra membranosa). La lesión de la uretra
anterior es generalmente debida a la acción directa de algún
elemento, por ejemplo el impacto del manubrio por caída en
bicicleta o motocicleta; proyectil de arma de fuego; lesión
penetrante al saltar una verja, etc. Por lo general, las fracturas
de pelvis no se asocian con este tipo de lesión.
La lesión de la uretra posterior, es generalmente
provocada por un traumatismo violento que desgarra los
tejidos blandos y produce fractura pelviana. Este tipo de
lesiones uretrales, se asocian a la fractura de pelvis entre un
3,5% y un 7% de los casos, motivo por el cual siempre deben
sospecharse en los pacientes que han sufrido fractura pélvica.
La uretra posterior es la más frecuentemente afectada (95%
de los casos).
La injuria uretral debe sospecharse cuando exista deseo
miccional con imposibilidad de orinar; sangre en el meato
uretral (uretrorragia); edema y/o hematoma a nivel de los
genitales y el periné, y fractura de pelvis. Ante la sospecha de
lesión uretral, nunca debe de intentarse el cateterismo vesical,
ya que ante la posibilidad de una lesión parcial de la uretra, se
la puede convertir en una lesión completa.
En el caso de existir una lesión completa de la uretra, se
ocasionará una “falsa vía”, con incremento de la hemorragia,
la infección del hematoma perivesical y el incremento del
riesgo de futura impotencia, incontinencia y estrechez uretral.
Para con rmar o descartar el diagnóstico presuntivo, se
realizará una uretrografía retrógrada, asociada a una
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Lesiones de Vagina:
Las lesiones vaginales tienen como causales más
frecuentes a las fracturas pelvianas severas; las violaciones;
los empalamientos y las contusiones pelviperineales de gran
magnitud.
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CAPÍTULO 12 - TRAUMATISMO DE
EXTREMIDADES
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pulsos periféricos, evaluar el relleno capilar y la temperatura
de los mismos.
Ante la presencia de heridas con sangrado activo, realizar
la compresión de las mismas con compresas estériles, para
tratar de cohibir la hemorragia. En caso de lesiones graves
esta recomendado en uso del torniquete que se retirara en
quirófano.
Cuando existan desejes clínicos sin heridas (sospecha de
fracturas cerradas y/o luxaciones) siempre tratar de alinear las
extremidades e inmovilizarlas, teniendo especial cuidado en
evaluar los pulsos periféricos antes y después de la
alineación. Es importante, cuando se intenta alinear la
extremidad, ejercer una tracción manual hacia distal; si la
alineación no puede realizarse, sospechar luxación de
grandes articulaciones (hombro, codo, cadera, rodilla).
En caso de desejes clínicos acompañados de fracturas
expuestas, se deberá inmovilizar en la posición en que se
encuentra, y cubrir con apósitos estériles embebidos en
soluciones antisépticas hasta su tratamiento quirúrgico (con o
sin pulsos distales). En la etapa prehospitalaria, si no hubiera
pulsos distales, está indicada la alineación para intentar
restablecer el ujo sanguíneo. Los métodos elegidos de
inmovilización para esta etapa, pueden ser: valvas de yeso,
férulas in ables, férulas de tracción tipo “Thomas”, o cualquier
otro método que consiga mantener en eje e inmovilizado, al
miembro lesionado.
SITUACIONES ESPECIALES
Lesiones Vasculares:
La hemorragia, pone en riesgo la vida del enfermo; la
isquemia, la viabilidad del miembro afectado. Es importante
destacar que la sección total de una arteria, determina una
hemorragia menor que en caso de una sección parcial; esto
es por la retracción del vaso lesionado.
Recordar el examen pormenorizado de todos los pulsos. La
presencia de estos, no excluye lesión vascular. Una arteria
puede no estar directamente afectada, pero una compresión
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Amputación traumática
Pueden representar una severa amenaza para la vida del
enfermo. El uso del torniquete esta indicado. Si existe la
posibilidad de reimplante, se debe tener en cuenta, pero por
esto no se debe retardar la evaluación inicial y el soporte vital.
Si es imprescindible completar o realizar la amputación,
sugerimos efectuar el consentimiento informado, si es factible.
Hasta llegar al tratamiento de nitivo, se recomienda cubrir
con gasas estériles embebidas en solución antiséptica la zona
afectada.
En caso de que se pueda reimplantar, introducir el
miembro amputado en una bolsa de nylon bien sellada, e
introducir la misma en un recipiente térmico con agua a baja
temperatura. De esta forma se cuentan con 18-20 horas para
efectuar el reimplante. Si el miembro se mantiene a
temperatura ambiente, el tiempo con el que se cuenta, es tan
solo de 6 horas.
Síndrome Compartimental
Se de ne como síndrome compartimental a aquella
situación en la cual existe un aumento de presión dentro de
un compartimiento inextensible (Ejemplo: compartimientos
aponeuróticos).
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Crush Syndrome:
Es un cuadro clínico que se caracteriza por la generación
de rabdomiolisis como consecuencia de la lesión músculo-
esquelética; también se asocia al ejercicio intenso,
quemaduras eléctricas, golpe de calor, hipertermia e
hipotermia.
Fisiopatologia: la mioglobina del músculo esquelético es
captada por la alfa2globulina y degradada luego por el
sistema retículo endotelial. Pero si, la mioglobina se encuentra
en altas concentraciones en la circulación, se acumula en los
túbulos proximales renales produciendo la obstrucción de los
mismos con riesgo de generar insu ciencia renal aguda.
La clínica no es clara, pero se debe sospechar del cuadro.
Existe aumento del diámetro del miembro por el edema
muscular, dicho edema se produce por el escape de líquido
del compartimento vascular. En un cuadro moderado la orina
es clara, en un estado grave la misma es de color caoba. La
CPK puede aumentar hasta diez veces su valor basal, también
se encuentran aumentadas los valores de creatinina y urea (a
predominio de la primera), el ácido úrico, fosfatos y el potasio;
disminución del calcio. Acidosis metabólica también se
presenta.
Tratamiento: Expansión con cristaloides, tratando que la
diuresis no sea menor de 300 ml/hora; manitol gr/kg por
dosis, si existe disminución de la diuresis; bicarbonato de
sodio, 25 mEq/1 por hora en infusión de 500 ml de solución
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Embolia Grasa:
Es una entidad frecuente (90%), pero no de gran magnitud.
Asociada a la fractura de huesos largos y de vértebras. Se
produce porque la lesión tisular libera radicales de oxígeno
que producen peroxidación de lípidos.
Clínica: Insu ciencia respiratoria; primero se produce el
impacto del émbolo graso, luego se comporta como un
cuadro de distress respiratorio. Coagulopatía por disminución
de las plaquetas y petequias que son mas frecuentes en el
tronco. Encefalopatía que evoluciona desde trastornos del
sensorio al coma, convulsiones, edema cerebral, ácidos
grasos libres a nivel de sistema nervioso central. Se puede
dosar lipasa sérica, plaquetas (<150.000).
Tratamiento: Metilprednisolona en altas dosis (en revisión),
sostén respiratorio, estabilización de las fracturas.
Lesiones Neurológicas:
Los nervios periféricos también pueden ser dañados en las
lesiones graves de las extremidades. Pueden ser desde
contundidos hasta seccionados. La mayoría de las veces,
estas lesiones son diagnosticadas en el momento de la
cirugía o inclusive posteriormente a ella.
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Grupo Shock
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HIPOTENSIVO TRANSITORIO: T.A: Inestable en terreno
pero que responde a reposición de líquidos intravenosos
(1 punto).
HIPOTENSION PROLONGADA: Presión Sistólica < 90 mm
Hg. en terreno y que responde a reposición de líquidos
intravenosos solo en quirófano
(2 puntos).
Grupo Isquemia
Grupo Etário
CONCLUSIONES :
Si bien se sabe claramente que el Trauma Grave de
Miembros puede comprometer severamente la vida del
enfermo, se entiende que la evaluación del mismo no debe,
bajo ningún punto de vista, retrasar el soporte vital. El examen
de las extremidades debe realizarse en forma completa,
durante la etapa secundaria, y eventualmente aplicar alguna
medida de sostén hasta llegar al tratamiento de nitivo.
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CAPÍTULO 13 - PACIENTE QUEMADO
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EL PEDIDO DE AUXILIO
Como en otras situaciones de emergencia, es muy
importante la exactitud de los datos que recoja el operador;
esta información es crucial para la coordinación de la atención
en el lugar del accidente. Son datos fundamentales: la
cantidad de víctimas, edad de las mismas, la presencia o no
de muertos en el lugar, circunstancias del accidente, etiología
de la noxa en cada caso, etcétera.
Por tratarse de una patología especial y de riesgo para el
personal encargado de actuar en el lugar, es de suma
importancia conocer de manera precisa todas estas variables,
así como el grado de equipamiento de los equipos actuantes
en la emergencia.
La calidad y precisión de esta información va a determinar
los riesgos a los que deberá enfrentarse el equipo de rescate
y para los cuales debe estar protegido. De esta manera se
podrá coordinar adecuadamente una parte importante la
etapa prehospitalaria.
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Lavar las zonas afectadas con abundante agua, nunca
tratar de neutralizar el agente.
Además de estas medidas, especí cas para cada agente
causal en particular, hay pautas y conductas comunes, que se
detallan a continuación:
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Solicitar la presencia de un adulto responsable en el
caso de tener que trasladar a un menor.
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Comunicación y traslado al centro hospitalario más
cercano.
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Asegurar la vía aérea y su permeabilidad futura ante la
sospecha de lesión, previo control de columna cervical en
caso de pacientes traumatizados.
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Retirar las ropas en forma inmediata (sólo las libres, no
las adheridas). Si se puede, y ante la presencia de testigos
o policial, retirar anillos, pulseras, relojes (pueden
comprimir y a medida que pasa el tiempo se di culta su
remoción) y entregar a algún familiar o a la autoridad
policial. A ojar cualquier prenda ajustada.
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Hacer una primera evaluación de las lesiones.
Abrigar al paciente para minimizar la pérdida de calor.
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TIPO A
Eritematosa: compromete sólo la epidermis, no hay solución de
TIPO B
Lecho blanco nacarado, pardo oscuro, marrón o negro. Anestesia
Quemadura Tipo B.
DIAGNÓSTICO DE EXTENSIÓN
Se efectúa en el adulto según la “Regla de los 9”, de Pulaski
y Tensión. Se divide al cuerpo en regiones, y a cada una de ellas
se le asigna un valor relativo, múltiplo o submúltiplo de 9. Cada
región se analiza a su vez en sus caras anterior y posterior, como
la mitad del porcentaje correspondiente al total para la región.
Regla de la Palma de la Mano: en quemaduras menos extensas o
con super cies muy diseminadas, se evalúa la super cie
comparando mentalmente la super cie de la cara palmar de la
mano del paciente (incluidos los dedos) y trasladándola
imaginariamente sobre las super cies afectadas. Esa super cie
corresponde al 1% de super cie corporal, para ese paciente. Esta
regla se adapta a todas las edades; la Regla de los 9 debe
modi carse para aplicarla a menores de 9 años.
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CRITERIO DIAGNÓSTICO ANTE UN PACIENTE QUEMADO
Ante todo, hay que aclarar que salvo raras excepciones, un
paciente quemado nunca es una emergencia quirúrgica; se
trata de una emergencia clínica, donde lo importante es evitar
que el accidentado se descompense entrando en shock.
El quemado es un paciente predecible. Es decir uno puede
anticiparse a los acontecimientos que podrían descompensar
el cuadro, si se conocen los mecanismos siopatológicos. Y
en esta estrategia se basa el tratamiento de las primeras
24/48 horas. Un ejemplo es el manejo de la vía aérea; cuando
hay lesión de la vía aérea por la quemadura (o sospecha
clínica de la misma) debe procederse a la intubación de ese
paciente, ya que más tarde el edema obstruirá la entrada de
aire y se producirá la muerte por as xia.
Una vez que estamos en el centro asistencial, la primera
medida es, como se mencionó anteriormente, compensar
clínicamente al paciente. Nunca debe ingresarse un quemado
a cirugía sin estabilizarlo antes (salvo raras excepciones, como
cuando la extensión de las quemaduras es tal que lo hace
incompatible con la vida, o cuando se requiere una
escarotomía de urgencia en caso de Síndrome
Compartimental).
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CLASIFICACIÓN:
LEVE (temperatura entre 32 - 35° C)
MODERADA (28 - 32° C)
SEVERA (menos de 28° C).
SIGNOS Y SÍNTOMAS:
SNC:
Confusión, disártria, trastorno del juicio y la memoria.
Perdida de la conciencia, midriasis, coma.
PULMONAR:
Taquipnea, bradipnea, atelectasia, edema pulmonar.
HEM ATOLÓGICAS:
Alteración plaquetaria, hemoconcentración (el hematocrito
aumenta 2% por cada grado que baja la temperatura). Durante
el recalentamiento puede observarse coagulación
intravascular diseminada.
APARATO DIGESTIVO:
Ileo, pancreatitis y úlcera pos stress.
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DIAGNOSTICO:
Sospechar en todo paciente traumatizado con exposición
prolongada al frío o inmersión corporal.
LABORATORIO:
Acidois metabólica, hipoxemia, hiperkalemia, hipokalemia,
hiperglucemia. Puede haber tambien hiperamilasemia.
ECG:
Prolongación del PR, QRS Y QT. Arritmias y FV. La onda J
de Osbom se expresa como una de exión positiva a nivel de
la unión del QRS con el ST en el 25 al 30 % de los pacientes.
CONTROL DE LA TEMPERATURA:
No es conveniente tomar la temperatura axilar. Deberá
hacerse con un termómetro que mida temperaturas de hasta
25° C, en varios sitios a la vez: sublingual, esofágica, rectal,
vesical, timpánica o mediante un catéter en la arteria
pulmonar (este último es riesgoso por la posibilidad de
provocar arritmias)..
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CAPÍTULO 15 - TRAUMA EN EL
EMBARAZO
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1- ALTERACIONES ANATOMICAS:
Aumento de volumen uterino:
El útero sobresale de la pelvis a partir de la 12° semana,
llega al ombligo a las 20 semanas, alcanza el reborde costal
alrededor de la 36° y desciende un poco al n del embarazo
cuando la cabeza fetal se encaja en la pelvis. En cuanto al
contenido del útero, se hace más vulnerable a medida que
crece su continente, presentando hasta el segundo trimestre
una protección fetoplacentaria relativa por la cantidad de
líquido amniótico que amortigua los traumas directos, pero en
el último trimestre el líquido protector es mínimo, las paredes
uterinas se hacen extremadamente delgadas y tanto el feto
como la placenta (que se halla altamente vascularizada en ese
momento), se hacen más susceptibles a cualquier agresión.
Desplazamiento de órganos:
Los órganos intraperitoneales son desplazados hacia el
abdomen superior y de este modo hallan mayor protección de
los traumatismos.
Pelvis:
La sín sis se abre 4 a 8 mm. y aumenta el espacio en la
articulación sacroilíaca. La cabeza del feto encajada en la
pelvis hace que una fractura pelviana pueda acompañarse de
fractura de cráneo fetal.
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3- CAMBIOS HEMODINÁMICOS:
Frecuencia cardíaca y tensión arterial:
La frecuencia cardíaca aumenta hasta 15 a 20 latidos por
minuto en el tercer trimestre, con un descenso de presión
arterial de 10 a 15 mm de Hg. a partir del segundo trimestre,
que retoma a valores similares a los básales a nes del
embarazo,
Gasto cardíaco:
Aumenta 1 a 1,5 1 por minuto luego de la semana 10°,
debido al aumento de volumen plasmático y a la disminución
de resistencia periférica en útero y placenta. El útero de
término recibe el 20% del gasto cardíaco,
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ECG:
Puede haber desviación del eje a la izquierda 15 °, ondas T
aplanadas o invertidas en derivaciones inferiores y
precordiales y aumenta la frecuencia de las contracciones
ectópicas.
CAMBIOS RESPIRATORIOS:
CAMBIOS GASTROINTESTINALES:
Disminuyen la motilidad y el vaciado gástrico, lo que
aumenta signi cativamente los riesgos de aspiración,
haciendo necesario extremar las medidas de precaución con
el mantenimiento de la vía aérea en pacientes inconscientes.
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SISTEMA URINARIO:
Hay un aumento del ujo sanguíneo renal con aumento del
ltrado glomerular. A nes del embarazo, las pelvis renales y
los uréteres se dilatan y la vejiga es desplazada fuera de la
protección de la pelvis, haciéndose estos órganos mucho más
vulnerables.
La creatinina y el nitrógeno urinarios disminuyen a la mitad.
Es frecuente la glucosuria.
SISTEMA ENDÓCRINO:
La hipó sis aumenta 30 a 50 % de su peso, la presencia de
shock materno puede desencadenar un cuadro de necrosis
de hipó sis anterior con insu ciencia.
CAMBIOS NEUROLÓGICOS:
La eclampsia puede simular un trauma craneoencefálico,
se la debe sospechar ante la presencia de convulsiones, HTA,
edemas e hiperre exia. Puede ser necesaria la presencia de
un neurólogo para el correcto diagnóstico diferencial.
MECANISMOS LESIONALES
Se mencionarán sólo los relacionados con el abdomen, el
resto de los traumatismos no di ere de los de la no
embarazada.
Son más importantes cuanto más avanzada se halla la
gestación. Raros durante el primer trimestre debido a la
protección fetal por el útero y el líquido amniótico. Se
clasi can en traumas cerrados y penetrantes.
1. TRAUMATISMOS CERRADOS
a- Trauma directo: los más frecuentes son producidos por
accidentes de tránsito y violencia doméstica.
b- Trauma indirecto: por desaceleración y contragolpe.
Son los que más daños fetales producen, sobre todo rotura
uterina y desprendimiento placentario. El cinturón de
seguridad asegura menos lesiones y mortalidad materna,
pero si se halla ubicado sobre el abdomen puede provocar
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2. LESIONES PENETRANTES
En el 3o trimestre hay mayor protección de visceras
abdominales, con aumento de lesiones uterinas.
En heridas de arma de fuego el útero, líquido y feto
disminuyen velocidad e impacto, con alta frecuencia de
trauma uterino y fetal y baja frecuencia de lesiones asociadas,
lo que resulta en buen pronóstico materno pero mal
pronóstico fetal.
B-Ventilación:
Recordar la hipocapnia siológica de nes del embarazo y
el mayor riesgo de producción de neumotorax hipertensivo.
De tener que colocar un tubo de drenaje pleural, colocarlo
uno o dos espacios por encima de lo habitual por la elevación
del diafragma.
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D-Examen neurológico:
La eclampsia como complicación de nes de embarazo
puede confundirse con un traumatismo cráneo encefálico.
E- Exposición:
Siguiendo las mismas normas que en otros pacientes.
Evaluación secundaria
Examen completo de cabeza a pies como en cualquier otro
paciente, teniendo especial interés:
Abdomen: presencia de hematomas u otros signos
externos de trauma, altura de fondo uterino para estimar
tiempo de embarazo, presencia o no de contracciones ,
palpación de partes y movimientos fetales y auscultación de
latidos del mismo.
Pelvis: habitualmente más elástica en estadio terminal de
gestación, por aumento de laxitud ligamentaria y aumento de
espacios en sín sis pubiana y articulaciones sacroilíacas.
Periné y examen ginecológico: presencia de hematomas,
sangrado o líquido amniótico en vagina, dilatación cervical.
En forma ideal, estos últimos exámenes deberían ser
realizados por un obstetra y cirujano especializado, que serán
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Estudios complementarios:
Luego de estabilizar a la paciente, se deberán realizar los
siguientes estudios:
-Radiografías: no se hallan contraindicadas en la paciente
gestante, sólo deben reducirse a lo mínimo indispensable y
puede utilizarse protección abdominal para las que sea
posible.
-Ecografía: de elección para la detección de lesiones
intraabdominales maternas y la comprobación de la
indemnidad uterina, viabilidad fetal (presencia de latidos
cardíacos fetales), edad fetal aproximada, lesiones
placentarias importantes.
-Lavado peritoneal diagnóstico: de no contarse con
ecógrafo, es de gran utilidad ante dudas de presencia de
sangre o líquido amniótico libres en abdomen materno.
Recordar que la laxitud y distensión abdominal pueden
enmascarar los signos de irritación peritoneal. El lavado debe
realizarse por el método abierto, con una incisión
supraumbilical y con visualización directa del fondo uterino.
-Monitoreo fetal con doppler: indicado por encima de las
20 semanas de gestación, debe mantenerse un mínimo de 4
horas. Permite estudiar la dinámica uterina, evaluar la
posibilidad de sufrimiento fetal o de lesiones placentarias. Si
durante el monitoreo se hallan contracciones uterinas cada 15
minutos o más, dolor a la palpación uterina, anormalidades de
la actividad cardíaca fetal, hemorragia vaginal, rotura de
membranas o lesiones traumáticas maternas severas, el
seguimiento debe realizarse hasta cumplirse 24 h. de
producido el trauma.
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CESÁREA DE URGENCIA:
Si en algún momento durante las instancias anteriores la
madre sufre un paro cardiorespiratorio, no hay duda de que la
conducta es la de realizar maniobras de resucitación
habituales. Lo que sí se halla en permanente discusión es en
qué momento debe realizarse una cesárea de urgencia para
salvar al feto aún en el caso de la muerte materna. La mayoría
de los autores coinciden en que el principal factor a tener en
cuenta es la viabilidad fetal, que en centros de mediana
complejidad es a partir de las 25 ó 26 semanas de gestación,
o con un peso superior a los 750 g. Como método de
evaluación aproximada, se puede decir que el feto es viable
cuando el fondo uterino se halla por encima de la altura del
ombligo.
Con respecto al mejor momento de la realización de la
cesárea de urgencia, los últimos trabajos indican que ésta
debería ser precoz, cuando la madre lleva sólo 4 minutos en
paro, se debería tardar unos 2 ó 3 minutos hasta la extracción
del feto, y luego seguir en forma paralela con la resucitación
de la madre y el niño. Esto aumentaría las posibilidades de
sobrevida de este último, que según la literatura llegan a ser
nulas si se sobrepasa el término de 20 minutos de paro
cardíaco materno.
1. CONTRACCIONES UTERINAS:
Es el problema obstétrico más frecuente luego de un
traumatismo. Su intensidad y frecuencia está relacionada con
la gravedad de la lesión uterina y con la edad gestacional.
Debe realizarse su seguimiento por tocografía externa
durante 4 horas o durante 24 hs. si la frecuencia de las
contracciones supera las 15 por minuto. No se indican agentes
útero inhibidores porque las contracciones que no ceden en
forma espontánea suelen ser consecuencia de un daño
obstétrico severo.
2. TRAUMATISMO UTERINO:
Más frecuente a partir del tercer mes de gestación, cuando
el útero comienza a sobresalir de la pelvis, aumenta su
frecuencia hacia nes del embarazo por el tamaño
desarrollado y por la debilidad de sus paredes.
El trauma uterino puede ser parcial, produciendo
hemorragias maternas de variada magnitud, o puede
producirse la rotura uterina, ya sea intra o extraperitoneal o
intravaginal.
Los síntomas y signos presentes son: de irritación
peritoneal, reconocimiento de partes fetales al examen del
abdomen materno, metrorragia y shock hemorrágico. En una
radiografía pueden observarse extremidades fetales
extendidas, feto en posición anormal o aire libre
intraperitoneal. El útero y la placenta son ricos en factores
activadores del plasminógeno, por lo que una lesión puede
dar origen a una coagulación intravascular diseminada,
agravando el estado clínico materno.
Cuando existe rotura uterina con rmada, el único
tratamiento posible es la laparotomía exploradora precoz,
para evitar la muerte materna por shock hemorrágico.
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4. HEMORRAGIA FETO-MATERNA:
Ya hemos señalado la posibilidad de hemorragias de
mayor o menor cuantía en los traumatismos, con la posibilidad
de la sensibilización materna Rh en madres Rh- con fetos Rh+,
también puede dar origen a arritmias, anemia y muerte fetal
por exanguinación.
LESIONES FETALES:
El feto se halla protegido por el líquido amniótico, útero y
abdomen materno, por lo que resulta difícil que sufra lesiones
directas, sin embargo es muy sensible a las alteraciones
maternas que pueden provocarle graves consecuencias en
forma indirecta.
CONCLUSIONES
Sería de suma importancia contar con un obstetra en el
equipo de atención inicial de una paciente politraumatizada
embarazada, pero es más importante aún que todos los
médicos del sector de emergencias conozcan los cambios
gestacionales para realizar una correcta evaluación, atención
inicial, oportuna consulta con el obstetra y saber cuándo,
cómo, dónde y por qué requiere derivación una paciente de
este tipo.
La mujer embarazada debe tratarse siguiendo todos los
pasos habituales (ABC) y enfatizando en estos casos la
importancia de la oxigenoterapia materna y la reposición de
líquidos en forma precoz y abundante. Recién luego de la
estabilización materna, tener presente que dentro de la
paciente existe una segunda víctima que debe ser
correctamente evaluada y atendida. Recordar siempre que
CAPÍTULO 16 - EL POLITRAUMATIZADO
PEDIÁTRICO
EPIDEMIOLOGIA:
Las principales causas de trauma pediátrico en nuestro
país, según estadísticas del Ministerio de Salud, son las
siguientes:
-- Accidentes de tránsito
Caída de altura
-- As xia por inmersión
Quemados y electrocución
fi
-- Agresiones -Suicidios
Envenenamiento
- Otros
1-ACCIDENTES DE TRÁNSITO:
A su vez se pueden dividir en tres categorías:
1- Los ocurridos con los niños que viajan dentro de un
vehículo automotor,
2- Los peatones embestidos u arrollados
3- Los accidentes con bicicletas.
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2- CAÍDA DE ALTURA:
Las lesiones que ocurren más frecuentemente ante esta
eventualidad son: traumatismos de cráneo (más frecuentes
cuánto menor sea la edad del niño dado a la desproporción
de tamaño y peso de la cabeza con el cuerpo que existe en
éstos), fractura de huesos largos y lesiones de tronco.
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5- AGRESIONES Y SUICIDIOS:
Su incidencia está en aumento sobre todo en las grandes
ciudades, a expensas sobre todo de las heridas por arma de
fuego y blanca. No debemos olvidar dentro de las agresiones
el cuadro de abuso o maltrato infantil, que debemos
sospechar toda vez que vemos un niño con:
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6- ENVENENAMIENTO:
Por ingesta accidental (cáusticos, venenos, medicamentos)
o suministrados por los padres generalmente por ignorancia.
7- OTROS:
Lesiones involuntarias por objetos punzantes o cortantes.
Lesiones deportivas: más frecuentes en niños de mayor
edad, generalmente fracturas de huesos largos y TEC.
Pie de ascensor: lesiones ocurridas por las famosas
puertas “tijera” de los ascensores antiguos, ya no permitidas
en la mayor parte de las ciudades, y que producían lesiones
como fracturas de huesos del pie o avulsiones
musculocutáneas de diferentes grados. Las características
especiales principales de los pacientes pediátricos son las
siguientes:
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CATEGORIZACIÓN
La evaluación y atención inicial se realiza con el método
del ABC, y la categorización en el lugar del accidente puede
realizarse de acuerdo a varias escalas, entre las que hemos
elegido el ITP (Indice de Traumatismo Pediátrico), por
considerarlo el más simple y completo, y que re eja en forma
bastante aproximada la gravedad del paciente para decidir el
centro de derivación y la prioridad del traslado en caso de
víctimas múltiples.
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Variable +2 +1 -1
EXAMEN PRIMARIO
A- VIA AEREA Y CONTROL DE COLUMNA CERVICAL
Comenzamos siempre con la inmovilización la columna
cervical.
Para el control de la vía aérea encontramos algunas
diferencias signi cativas con los adultos:
Además, en comparación con el adulto, la laringe se halla
situada anterior y superior en el cuello, y las cuerdas vocales
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Omega-
Epiglotis Omega Arciforme
flexible
Cartílago Cartílago Cuerdas
Menor diámetro
cricoides cricoides vocales
Relación lengua/
Mayor Mayor Proporcional
boca
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B- VENTILACIÓN
Las alteraciones en la ventilación no son tan frecuentes
como en los adultos por la elasticidad de la caja torácica, pero
debemos recordar que pequeños traumas externos (con
pocos signos) pueden generar grandes lesiones en órganos
intratorácicos, como contusiones pulmonares severas sin
fracturas costales. También debemos resaltar que esta misma
elasticidad de tejidos hace que el mediastino sea mucho más
móvil, pudiendo ocasionar graves alteraciones
hemodinámicas con descompensación ante hemo o
neumotórax de mediana magnitud.
En cuanto al diagnóstico, éste se realiza en forma similar a
los adultos, sólo destacaremos que en los niños es más difícil
valorar la excitación y confusión por hipoxia y que son más
visibles algunos signos físicos como la retracción de los
músculos respiratorios (tiraje) que es un importante indicador
de patología intratorácica una vez descartada la obstrucción
de la vía aérea. La cianosis y la bradicardia son signos tardíos
de hipoxia grave, por lo que no son de mucha utilidad en los
pacientes pediátricos.
En el tratamiento se seguirán las mismas pautas que se
describieron para los adultos. De ser necesario el
avenamiento pleural, el diámetro del tubo debe adecuarse a
la edad del paciente.
VoL
Edad Peso (kg) FC TA FR urinario
(ml/kg/h)
0-1 0-10 <160 >60 <60 2.0
1-3 10-14 <150 >70 <40 1.5
3-5 14-18 <140 >75 <35 1.0
6-12 18-36 <120 >80 <30 1.0
>12 36-70 <100 >90 <30 0.5
Aumento FC Taquicardia,
hipotensión o luego
Circulatori Aumento FC disminución de bradicardia
o leve la presión de hipotensión
pulso pulsos severa pulsos
periféricos - débiles o
centrales
Cianòtica ausentes
Pálida,fría
Piel Tibia, sudorosa extremidades
livideces
frías relleno
capilar
Excitación, Letargia,
SNC Comatoso
confusión alt.sensorio
respuesta
Vol.urinario Oliguria,
Diuresis Anuria
levemente densidad
disminuido urinaria elevada
fl
YA SE HA COMENTADO LA IMPORTANCIA DE LA
HIPOTERMIA EN LOS NIÑOS, POR LO QUE ES
INDISPENSABLE CALENTAR LOS FLUIDOS A 39°C.
Si el paciente no recupera sus signos vitales, se puede
repetir hasta dos veces más el primer volumen, completando
una reposición de 60 ml/kg de cristaloides. Asegurarse
siempre de que el paciente no se halle en hipotermia, ya que
este factor puede contribuir a hacer al shock refractario al
tratamiento.
Si no responde, administrar en cuanto sea posible
transfusión de glóbulos rojos o sangre, o de ser necesario por
existir alguna demora en conseguirlos, comenzar con
gelatinas sustitutas tipo Haemaccel, interpretando que existe
una pérdida sanguínea importante en algún sector del
organismo, (para una pérdida del 25% de la volemia, solo son
necesarios 1 ó 2 bolos de cristaloides para la compensación).
Si aún continúa la inestabilidad hemodinámica debemos
evaluar la posibilidad de una cirugía de urgencia, con o sin
estudios complementarios de acuerdo en general a la
complejidad del medio en que se trabaja.
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EN RESUMEN:
SHOCK
Durante la evaluación inicial (D del método ABC) sólo se
determina el estado de conciencia, utilizando los parámetros
del componente neurológico del ITP, o sea, constatando si el
paciente se halla consciente, obnubilado o en coma. Si se
desea utilizar la escala de Glasgow en pacientes menores de
4 años, debe utilizarse su versión corregida:
REEVALUACIÓN
Luego de terminado el examen primario se debe reevaluar
lo hecho durante el examen primario, asegurándose que el
paciente se encuentre estable. En caso contrario se
continuará con la reanimación el tiempo que sea necesario.
EXAMEN SECUNDARIO:
No debe comenzar hasta tener los parámetros vitales
estables. Sigue los mismos lineamientos que en el adulto, sólo
resaltaremos algunas características especiales de las
lesiones en niños.
-CABEZA:
La lesión encefálica es la primera causa de muerte en
pacientes pediátricos. La mejor forma de prevenirla y de
disminuir las secuelas es la correcta valoración y
estabilización de los parámetros vitales durante el examen
primario, la combinación de hipovolemia e hipoxia aumentan
la posibilidad de daño cerebral secundario. Las causas de la
mayor incidencia de TEC en niños son: el mayor tamaño
relativo de la cabeza, la mielinización incompleta, el espacio
subaracnoideo más pequeño y el mayor contenido de agua,
que hacen que ante un trauma el cerebro tenga menor
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-CUELLO:
Las lesiones de médula espinal son menos frecuentes. Hay
mucho más lesiones vertebrales que medulares: sólo 33% de
los niños con lesiones óseas cervicales tendrá dé cit
neurológico y sólo la mitad de ellos presentará alteraciones
radiográ cas (S.C.I.W.O.R.A.).
Los ligamentos cervicales y las articulaciones son más
exibles y las carillas articulares son más planas.
En cuanto a los estudios radiográ cos debe recordarse la
subluxación siológica anterior de C2 sobre C3 (no > de 3
mm) en menores de 7 años, que a veces se repite entre C3 y
C4 y que el núcleo de osi cación del apó sis odontoides se
fusiona entre los 3 y 6 años de edad.
La Rx de columna cervical de per l se pide en todos los
casos, pero su sensibilidad es menor que en los adultos y
aumenta si se le agregan placas de frente y de odontoides
transoral. El Síndrome de SCIWORA (daño medular sin
alteraciones radiológicas) se sospecha por la clínica, que
generalmente consiste en parestesias, dé cit motor o
sensitivo que desaparecen con rapidez, seguidos de síntomas
neurológicos de mayor gravedad hasta 4 h. luego del
traumatismo. En niños inconscientes o en los que la
evaluación clínica neurológica no es posible, no se puede
descartar la lesión medular sólo con Rx, debiendo
mantenerlos con la columna protegida hasta que esta
evaluación pueda realzarse. Un niño alerta sin trastornos ni
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hipersensibilidad en la línea media cervical puede ser dado
de alta sin estudios radiográ cos. Ante la duda se solicita la
tríada mencionada y se los inmoviliza al menos por 72 h. De
aparecer lesiones vertebrales o medulares el tratamiento es
similar al que se realiza en los adultos.
-TORAX:
El 8% de todos los politraumatismos involucran el tórax.
Más del 70% de los niños con trauma torácico presentan
lesiones asociadas de otros órganos. Las fracturas costales
sirven para medir la severidad del trauma, pues la elasticidad
de éstas hace que la fuerza traumática tenga que ser muy
grande para producir fracturas, y si estas existen, se debe
presumir que exista una contusión pulmonar importante
subyacente. Por el contrario, la ausencia de lesiones costales
no descarta la patología pulmonar.
La mayor movilidad mediastinal aumenta la sensibilidad a
la descompensación por neumotórax hipertensivo y tórax
móvil. Es infrecuente hallar en niños ruptura o laceraciones de
diafragma, aorta y traqueobronquiales, como así también
contusión cardíaca. El manejo de las lesiones halladas es igual
que en el adulto, siendo las más importantes tratadas
generalmente durante el examen primario, la mayoría de las
veces solucionadas con la simple colocación de un tubo de
avenamiento pleural adecuado al tamaño del niño.
-ABDOMEN:
El examen abdominal suele ser di cultoso en los niños. Se
debe intentar tranquilizarlos y comenzar con una palpación
suave. Una de las causas principales de aumento de tensión
abdominal en niños pequeños traumatizados es la distensión
gástrica por aerofagia, lo que se soluciona fácilmente con la
colocación de una sonda nasogástrica (preferentemente
orogástrica en lactantes) si no se encuentran
contraindicaciones para su introducción. La sonda vesical
luego del examen perineal y anal también ayuda a la
descompresión.
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-MIEMBROS:
El examen de las extremidades no di ere demasiado del
que se realiza en los adultos, pero debe prestarse especial
atención a la lesión de los cartílagos de crecimiento, que
ocasionan secuelas en la mayoría de los casos. Las fracturas
de los huesos largos suelen ser las llamadas en “tallo verde”,
en las que, debido a la inmadurez de los tejidos, sólo un
sector de la cortical del hueso se presenta discontinua. Es
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raro en los niños hallar fracturas con gran desplazamiento,
salvo la supracondílea de codo. También se debe estar
atento, ante la presencia de fracturas múltiples con diferentes
tiempos de evolución, a la posibilidad de maltrato infantil.
La pérdida de sangre asociada a las fracturas pélvicas y de
huesos largos es comparativamente mayor que en adultos,
una fractura de fémur puede provocar una inestabilidad
hemodinámica, sobre todo si se asocia a hemorragias en
otros sectores del organismo.
EQUIPO ESPECIAL
Es importante contar con el equipo de tamaño adecuado
para niños y disponible en forma rápida ante la llegada de un
traumatizado. Para facilitar la tarea tanto de médicos como de
paramédicos existen sistemas como la cinta de Broselow, que
permite un cálculo rápido del peso y del tamaño adecuado
del equipo a utilizar según la estatura del paciente. Una
versión mejorada de esta cinta es el sistema de Broselow-
Luten, que consiste en ocho zonas codi cadas por colores,
que incluye pacientes desde 6 hasta 40kg. Cada zona incluye
tamaño de equipos adecuados, dosis de drogas necesarias
para reanimación, con sus respectivas diluciones y
preparación, volumen de líquidos a pasar, parámetros de
ajuste del respirador, etc
CONCLUSIONES
En nuestro país es de utilización más comente la cinta
conocida como Matrap (Sist. Métrico para el traumatizado) con
características similares a la de Broselow.
- La atención al niño traumatizado debe realizarse en
forma precoz y segura para aumentar la sobrevida y
disminuir la frecuencia de lesiones discapacitantes
secundarias al trauma.
- Se debería instruir y capacitar a la población general en
la prevención del trauma pediátrico, sobre todo teniendo
en cuenta que gran cantidad de los accidentes se debe a
imprudencias en el ámbito familiar.
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INTRODUCCIÓN
L a humanidad está experimentando un cambio importante
en su expectativa demográ ca y, como consecuencia, el
número de personas mayores de 65 años se multiplicó en los
últimos años hasta alcanzar cifras importantes, sobre todo en
países desarrollados, en los que la esperanza de vida ha
aumentado casi 20 años durante las cinco últimas décadas.
Nuestro país no escapa a este hecho, y actualmente se ha
observado una transición de una población relativamente
joven a otra que alcanza mayor edad.
Este hecho ha condicionado que se presente una nueva
planeación para la atención de este grupo de pacientes y,
dentro de ella, el trauma representa un capítulo de suma
importancia, dado que el paciente geriátrico tiene
características propias que lo convierten en un área especi ca
de atención. Los cambios tanto anatómicos como funcionales
que sufre el paciente de edad avanzada nos obliga a
conocerlos en profundidad con el objeto de ofrecerle la mejor
atención ante un evento traumático.
Es fundamental reconocer las modi caciones anatómicas y
funcionales que sufre el organismo con el correr de los años y
su in uencia en la respuesta al trauma que tiene un paciente
al llegar a esta época de su vida.
CONCEPTOS GENERALES
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Aproximadamente una tercera parte de los ingresos
hospitalarios por trauma corresponde a pacientes geriátricos.
Por otra parte, el trauma constituye la 7ª causa de muerte en
pacientes mayores de 65 años. La mortalidad relacionada a
trauma en pacientes geriátricos es mayor que en cualquier
otro grupo de edad y se sabe que pacientes de más de 85
años tienen aproximadamente 4 veces más probabilidades de
muerte que los comprendidos entre 70-75 años.
El conocimiento de los factores que in uyen en la
respuesta al trauma de este grupo de pacientes ha permitido
una mejoría en la calidad de su atención debido a importantes
cambios en las conductas de quienes participan en su
manejo, desde la instalación de medidas preventivas hasta el
establecimiento de prioridades en su manejo inicial, traslado
inmediato a centros experimentados y el reconocimiento
temprano de necesidad de cirugía, entre otros.
1-Cambios Cardiovasculares
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2- Cambios Respiratorios
La pérdida en la cantidad de cilios en el árbol respiratorio
disminuye la efectividad del re ejo de la tos, con aumento de
la probabilidad de retención de
secreciones.
Disminución en la elasticidad de la pared torácica con
mayor dependencia de la respiración diafragmática.
En mayores de 65 años, los cambios en la super cie
alveolar pueden disminuir la capacidad ventilatoria hasta en
un 50% . con gran pérdida de la reserva pulmonar.
3- Cambios Renales
Los cambios vasculares determinan una disminución del
ujo sanguíneo renal.
El número total de las nefronas disminuye con la edad, la
masa renal es de un 20% alrededor de los 70 años.
Todo esto condiciona una disminución del ltrado
glomerular y la depuración de creatinina sufre una
disminución del 15% por cada década de vida.
La capacidad de absorción a nivel de túbulo distal se
encuentra afectada.
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Hay disminución de la conducción periférica debido a la
desmielinización con cambios en el status mental.
5- Cambios Musculoesqueléticos
Retracción generalizada que condiciona pérdida de la
masa muscular.
Cambios osteoporóticos generalizados.
Adelgazamiento de discos intervertebrales, desarrollo de
cifosis.
Esto hace a los pacientes más proclives a fracturas
costales y modi ca la
respuesta al trauma al existir menor masa muscular para
absorber la energía
producida por el evento traumático.
La pérdida de agua y proteína afecta la forma y
compresibilidad del disco
con aumento del riesgo de lesiones vertebrales.
La osteoartritis causa estenosis difusa del canal medular,
inmovilidad segmentaria y deformidad cifósica.
1- Caídas
Son la causa más común de lesión y de muerte en este
grupo de pacientes. Constituyen el 40% de las muertes de los
mismos.
La incidencia, gravedad y complicaciones de las caídas
aumentan con la edad.
Las principales causas son: cambios en el sistema nervioso
y musculoesquelético, que los hace más rígidos e inestables,
menos coordinados y con mareos y vértigo; la pérdida de
memoria, visión y audición que no les permite detectar
peligros a tiempo, y las drogas que ingieren, incluyendo el
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2- Incidentes de tránsito
Una gran cantidad de adultos mayores mueren anualmente
en choques de automóviles, ya sea como conductores o
pasajeros.
Otra cifra signi cativa es la de peatones que mueren por
atropello
Los procesos descriptos del envejecimiento tienen gran
in uencia en la incidencia de las lesiones y muertes, sobre
todo en conductores y peatones.
Cambios en el cerebro senil alteran el juicio, y el deterioro
en las condiciones médicas, como en sema, enfermedades
cardíacas, disminución de la masa muscular, etc., aumentan la
incidencia de traumas.
3- Quemaduras
Constituyen la tercera causa de muerte en ancianos.
Un tercio de estos pacientes presentan lesiones mientras
fuman en la cama, o bajo la in uencia del alcohol o quedan
atrapados en un incendio por la incapacidad física de escapar
hasta después de que se ha producido una lesión extensa, y
presentan además mayor sensibilidad al CO2. El resto se debe
a lesiones y muertes por incendios hogareños menores o
manipulación de sustancias calientes.
4- Otros: abuso
Debe considerarse siempre esta posibilidad, que se da con
tanta frecuencia como en los niños.
El castigo puede ser físico o psíquico, generalmente
derivado de la persona encargada del cuidado del anciano. Es
una situación muy frecuente incluso en hogares teóricamente
“especializados” en adultos mayores, donde el abuso puede
pasar por falta de higiene, alimentos insu cientes, falta de
movilización, etc.
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EVALUACIÓN INICIAL
A- Vía aérea
El primer objetivo es mantener permeable la vía aérea para
la adecuada oxigenación de los tejidos, siguiendo las normas
habituales para todos los pacientes, pero teniendo en cuenta
las siguientes particularidades:
• Debe administrarse oxígeno suplementario lo antes
posible, independientemente de las posibles
patologías pulmonares crónicas.
• Considerar la intubación temprana en pacientes
con: shock, lesiones de la pared torácica y alteración
del estado de conciencia
• Tener precaución con: dentición, fragilidad
nasofaríngea, macroglosia, microglosia y artritis
cervical, que suelen complicar la intubación.
B- Respiración y ventilación
Por la pérdida de las reservas respiratorias por
envejecimiento o enfermedades crónicas (bronquitis crónica,
en sema), es imperativo administrar oxígeno
suplementario precozmente con O2 a alto ujo con
mascarilla con reservorio., siempre monitoreando la
posibilidad de retención aumentada de CO2 en enfermedades
crónicas, con aparición de somnolencia. Si esto sucede,
proceder a la intubación precoz.
Las lesiones en el tórax producen alta mortalidad,
aumentan la frecuencia de fracturas costales y contusión
pulmonar, que no son muy bien toleradas, como así también
el neumotorax y el hemotórax. Suele demorarse el
diagnóstico de falla respiratoria.
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Las complicaciones pulmonares más frecuentes son:
atelectasia, neumonía y edema pulmonar.
La reserva cardiopulmonar marginal sumada a la infusión
de cristaloides aumenta el potencial de edema pulmonar o
empeora las contusiones pulmonares existentes.
Se recomienda internación ante traumas de magnitud
menor.
C- Circulación
Hay una pérdida progresiva de la función cardíaca: 65% de
las personas de 65 años presentan cuadros como: estenosis
coronarias, disminución de la FC con disminución de la
respuesta de taquicardia ante estímulos. Las causas de estas
alteraciones son: disminución del volumen sanguíneo,
aumento de rigidez miocárdica con disminución de masa
celular y disminución de la respuesta endógena de la
secreción de catecolaminas.
A nivel renal existe disminución del FG ( ltrado glomerular)
y del ujo sanguíneo renal, disminuye su capacidad de
excretar potasio e hidrógeno y de reabsorber sodio.
El riñón envejecido es susceptible a lesiones por
hipovolemia, medicamentos y
otras nefrotoxínas.
Tener en cuenta que una TA y FC normal no indican
normovolemia. La pérdida signi cativa de sangre puede estar
enmascarada por la ausencia de taquicardia
temprana. También colaboran los medicamentos como los
beta - bloqueantes, de uso frecuente a esta edad. La
mortalidad de estos pacientes con shock detectable
clínicamente es cercana al 100%.
La TA aumenta con la edad, se recomienda mantener PAS
> 12 mmHg.
Proceder a la reanimación inicial con soluciones isotónicas
con electrolitos (Ringer Lactato) 1L mientras se observa la
respuesta del paciente.
La reanimación hemodinámica puede requerir el uso de
inotrópicos.
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D- Examen neurológico
Es difícil la evaluación de la conciencia en pacientes de
edad avanzada debido a alteraciones habituales como atro a
cerebral, esclerosis de vasos cervicales y cerebrales,
alteraciones de oído y vista y enfermedades predisponentes
que pueden llevar a estados confusionales habituales,
aumentados por el stress del trauma.
Presentan mayor incidencia de hematomas subdurales, por
fragilidad vascular y medicamentos anticoagulantes, por lo
que se recomienda ante un TEC moderado la realización de
una TAC temprana una vez estabilizado el paciente.
E- Exposición
Existe mayor sensibilidad a la hipotermia por
adelgazamiento cutáneo.
Otros sistemas:
Sistema musculoesquelético:
Las fracturas son la principal causa de consulta por trauma
en pacientes añosos, y constituyen la mayor causa de
restricción e invalidez de los mismos.
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Las principales causas de lesiones las constituyen la
osteoporosis, la pérdida de masa muscular y la debilidad en
tendones, ligamentos y cápsulas.
Las fracturas más comunes son las de huesos largos.
Durante la reanimación debe cuidarse la revascularización de
los miembros previo a la inmovilización de las fracturas. Se
debe realizar el procedimiento menos invasivo y más
de nitivo que permita la pronta movilización del paciente.
CONCLUSIONES
Los pacientes mayores de 65 años están creciendo en
número y no hay duda que en unos cuantos años van a
constituir un grupo relevante en la distribución etárea. La
frecuencia de trauma es signi cativamente mayor en este
grupo de pacientes comparada con grupos de menor edad, y
la morbilidad y mortalidad superan ampliamente a los más
jóvenes.
Hay su ciente evidencia de que las condiciones de
comorbilidad afectan la evolución de un paciente anciano
traumatizado, pero las respuestas no son concluyentes.
Todavía se requiere mucho trabajo de investigación para
responder todas las inquietudes que surgen con respecto a
estos pacientes. Lo importante es conocer el estado anátomo-
siológico de este grupo etário y las patologías concomitantes
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CAPÍTULO 18 SITUACIONES
ESPECIALES
ASFIXIA
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TIPOS DE ASFIXIAS
A. POR AUSENCIA DE OXIGENO EN EL AMBIENTE;
1.- Confinamiento.
2.- Ahogamiento.
3.-Casi ahogamiento.
4.- Asfixia química.
2. Ahogamiento:
Es la muerte inmediata o en las 24 horas siguientes tras la
inmersión en medio líquido, por lo general el agua. Es la tercera
causa de muerte accidental. Los grupos con mayor riesgo son
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3. Casi-ahogamiento:
Paciente que sufre una inmersión y sobrevive al menos, 24
horas, que puede padecer un ahogamiento secundario (se
re ere a la muerte derivada de la complicación de la inmersión).
La supervivencia depende de varios factores
interrelacionados, que incluyen la temperatura del agua, la
duración y el grado de hipotermia, el re ejo de inmersión, la
edad de la víctima, la contaminación del agua, la duración del
paro cardiaco, la precocidad y e cacia del tratamiento inicial y la
reanimación cerebral. El re ejo de inmersión desempeña un
papel protector en los niños y los neonatos sumergidos. La
activación de este re ejo por el miedo o por la inmersión de la
cara en agua fría, provoca una inhibición del centro respiratorio,
bradicardia y derivación de la sangre de los tejidos periféricos
hacia el corazón y el cerebro. También la inmersión en agua fría
produce hipotermia que disminuye las demandas metabólicas
del organismo, retrasando o evitando la hipoxia cerebral grave.
La lesión pulmonar y la hipoxia son los factores más
importantes en las víctimas del casi ahogamiento.
La lesión pulmonar por aspiración o as xia da lugar a hipoxia.
En la exploración física puede aparecer un compromiso
respiratorio leve a grave, con estertores, roncus o sibilancias. La
lesión del SNC en estos casos también es un acontecimiento
hipóxico-isquémico, con un espectro clínico que va desde la
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TRATAMIENTO PREHOSPITALARIO:
No asumir que el ahogado está muerto, a no ser que sea
obvio que ha transcurrido mucho tiempo.
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TRATAMIENTO HOSPITALARIO:
El tratamiento inicial del casi-ahogado debe priorizar la
reanimación inmediata y el tratamiento del fracaso respiratorio.
El manejo de la vía aérea se di culta por la posible lesión de la
columna cervical, pero debe administrarse oxígeno a todas las
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CRITERIOS DE INTERNACIÓN
La decisión dependerá de la historia de la inmersión,
presencia de síntomas asociados y grado del daño por
inmersión . Los enfermos pueden clasi carse en cuatro grupos :
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4. Química:
Fundamentalmente las ocasionadas por monóxido de
carbono, helio, neón, argón, radón, zenón, gases de combate,
combinaciones de gases tóxicos como cloro y azufre.
Producen alteraciones desde la incorporación de oxígeno a la
hemoglobina hasta la utilización del mismo por los tejidos.
El aporte de oxígeno con una FiO2 cercana al 100% debe
realizarse con premura, pero el pronóstico y el tratamiento
especí co dependerá del dosaje o de la detección del gas que
produjo la hipoxia.
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Desplazamiento
RME
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1) PRIMER MOMENTO:
Misión principal de los centros de recepción de
llamados de los SEM, recepción y despacho:
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En resumen:
MEJORAR LA ACCESIBILIDAD Y LA PRECISIÓN EN
LA ATENCIÓN TELEFÓNICA DE LAS EMERGENCIAS
INFLUIRÁ POSITIVAMENTE EN LA RESPUESTA DEL
SISTEMA.
Es, como decíamos, el punto más pobre de la secuencia de
atención con respecto a la cantidad y especi cidad de la
información disponible y a la vez es el momento en que el
sistema, a través de la intervención del operador, debe
comenzar a contener el problema y organizar la respuesta. El
interlocutor puede naturalmente estar afectado en sus
emociones y percepciones por las circunstancias que está
viviendo y, muy probablemente, desconoce la sistemática de
trabajo de los centros de emergencia y cómo actuar en caso
de un accidente, por lo que en forma paralela a la contención
debe completarse mediante preguntas precisas la información
que brinda para identi car claramente el problema y otorgar
la ayuda adecuada.
Debe anotarse rápidamente el número telefónico de la
persona que nos contacta, la ubicación geográ ca exacta de
o de las personas accidentadas, la índole del suceso que
generó el pedido de asistencia y detectar en seguida si hay
amenazas para la vida que exigen una respuesta en ese
fi
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mismo instante, tal como el despacho de una ambulancia en
código rojo.
Una vez despachado el móvil, o descartada esa necesidad,
se prosigue con el interrogatorio dirigido y se completa toda la
información.
Los tipos de interlocutores que llaman a un SEM para solicitar
una ambulancia suelen clasi carse de la siguiente forma de
acuerdo a su grado de percepción, exactitud y distancia con el
hecho:
fi
fi
-
Chequear: ¿Alteraciones del estado de conciencia?,
¿Respiración?, ¿Circulación? y ¿Edad o grupo etário de las
víctimas?
-
Efectuar un interrogatorio dirigido en base a la
información
-
Determinar si hay riesgos de la escena o situaciones que
requieren la convocatoria de otros servicios de ayuda.
-
Efectuar indicaciones de pre-arribo / Post – despacho
para mejorar la condición del paciente, de la escena o
facilitar la accesibilidad del móvil al lugar.
Ejemplos de despacho:
2) SEGUNDO MOMENTO:
ATENCIÓN EN LA ESCENA.
Con la llegada del móvil al lugar del hecho la calidad de la
información debe necesariamente aumentar y enriquecerse,
algo funciona mal en nuestras comunicaciones si esto no es así,
puesto que la fuente que la genera es ya una parte de nuestro
propio sistema de emergencias, a diferencia de lo que sucedía
en la etapa precedente en que lo que sabíamos acerca del
accidente era el resultado de lo que habíamos conseguido
inferir, a través del interrogatorio secuencial, en base a lo que un
interlocutor lego alcanzaba a manifestarnos.
ARRIBO DE LA UNIDAD:
En este punto distinguiremos dos tipos de comunicaciones
posibles en atención a si el auxilio corresponde a la atención de
fi
fi
fi
Incidente menor:
Por ejemplo:
- Central, móvil 3
- Adelante 3
- Con arribo
- Recibido
fi
fi
fi
fi
3) TERCER MOMENTO:
Informe del diagnóstico de terreno, indicación de
la derivación y aviso al centro hospitalario.
Algunos ejemplos:
CONCLUSIONES
Podemos decir que la comunicación se hace presente
durante todas las etapas de la atención prehospitalaria
comprometiendo la actuación de interlocutores bien distintos.
Cuando los hábitos de comunicación del sistema son
descuidados se vuelven un factor más de confusión y malestar
que potencia el caos propio con que las urgencias interrumpen
el normal desarrollo de la vida. Mientras que, toda vez que ésta
sea tomada en cuenta, estructurada y puesta en práctica con la
debida importancia y cuidado, se convierte en una herramienta
que facilita la tarea, mantiene unido al equipo de emergencias,
genera una plena conciencia de pertenencia a un sistema para
cada integrante y favorece el uso eficiente de los recursos (que
suelen estar siempre por debajo de las necesidades).
Para finalizar, estos son algunos consejos a tener en cuenta
a la hora de establecer nuestras comunicaciones.
Comunicación en PHP
Qué hacer Qué no hacer
Organizarse antes de hablar No haga un discurso
Si está escuchando preste No usar códigos o claves no
atención y no hable compartidas
Hable en un tono normal Hablar encima de lo que su
interlocutor quiere decirle
Sea breve y consiso No alterarse
Solo puntos relevantes No asumir nada
Indicar rapidamente el No hacer comentarios
problema principal indebidos
Pedir aclaraciones No dar nombres propios de los
pacientes
Solicitar ayuda No discutir
ATENCIÓN INICIAL PACIENTE
POLITRAUMATIZADO
PROTOCOLO “A-B-C”:
-A- CONTROL DE VÍA AÉREA Y EVALUAR RME
► Evaluar necesidad de RME. Inmovilizar si es
necesario Columna Cervical con Collar Cervical +
Inmovilizadores Laterales.
► Explorar Cavidad Oral.
► Aspirar secreciones.
► Administrar O2 a 12-15 L/minuto y FiO2 ≈ 100%.
► Conectar Oxímetro de Pulso.
► Evaluar Estado de Conciencia. GCS ≤ 9 → Vía Aérea
De nitiva.
► Vía Aérea De nitiva → Hipnosedación+Relajación
Muscular → IOT.
fi
fl
fi
fi
fl
-E- EXPOSICIÓN
► Cuidar la Temperatura Ambiente (Prevención de la
Hipotermia).
► Exponer a la Víctima retirando toda la ropa.
► Rotarla en Bloque (Rolido), para examinar el dorso.
RECORDAR:
❖ NO COLOCAR SNG SI EXISTEN SIGNOS DE
FRACTURA DE BASE DE CRÁNEO (COLOCAR VÍA
ORO-GÁSTRICA).
❖ NO COLOCAR SONDA VESICAL SI EXISTEN SIGNOS
DE LESIÓN URETRAL (REALIZAR URETRO-
CISTOGRAFÍA RETRÓGRADA. DE EXISTIR LESIÓN
→ PUNCIÓN SUPRA-PÚBICA O TALLA VESICAL).
❖ RX. DE INICIO: COLUMNA CERVICAL (P); PELVIS
PANORÁMICA (F); TÓRAX DE PIE O SENTADO (F).
fi
Siglas
▪ GCS: Escala de Coma de Glasgow.
▪ IOT: Intubación Oro Traqueal.
▪ NTX: Neumotórax.
▪ EIC: Espacio Intercostal.
▪ LMC: Línea Medio Clavicular.
▪ LAM: Linea Axilar Media
▪ TAP: Tubo de Avenamiento Pleural.
▪ HTX: Hemotórax.
▪ ARM: Asistencia Respiratoria Mecánica.
▪ PEEP: Presión de Fin de Espiración Positiva.
▪ TAS: Tensión Arterial Sistólica.
▪ GRD: Glóbulos Rojos Desplasmatizados.
▪ PFC: Plasma Fresco Congelado.
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á
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MIATra
MÓDULOS
INTEGRADOS
PARA LA
ATENCIÓN DEL
TRAUMATIZADO
SOCIEDAD BONAERENSE DE MEDICINA
CRÍTICA, TRAUMA Y DESASTRE