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Tribunal Segundo de Apelación Civil de San José Sección Segunda

Resolución Nº 00490 - 2020

Fecha de la Resolución: 29 de Junio del 2020 a las 1:48 p. m.


Expediente: 19-000400-0181-CI
Redactado por: José Rodolfo León Díaz
Clase de asunto: Proceso monitorio arrendaticio
Analizado por: CENTRO DE INFORMACIÓN JURISPRUDENCIAL

Contenido de Interés:
Tipo de contenido: Voto de mayoría
Rama del Derecho: Derecho Procesal Civil
Tema: Proceso monitorio arrendaticio
Subtemas:
Obligación de la parte demandada de continuar depositando las rentas de los alquileres posteriores a la notificación del auto
intimatorio.

"III. Los agravios presentados resultan manifiestamente infundados. Para poder continuar con la tramitación de la contestación
formulada, en cuanto a los extremos aludidos en el recurso, debió la parte demandada continuar depositando las rentas de los
alquileres posteriores a la notificación del auto intimatorio. El proceso monitorio arrendaticio es de naturaleza especial, con una
sumariedad singular y una estructura de contradictorio posterior al auto intimatorio, cuyo trámite esencial es: el dictado de la
resolución intimatoria, la posible resistencia fundada únicamente en los aspectos admitidos por el legislador, la eventual realización
de audiencia oral -solo cuando la oposición es fundada- y la sentencia referida a la contradicción. Por su propia naturaleza, su
trámite no admite la reconvención ni la discusión de aspectos no contemplados en las causales permitidas. Por otra parte, el auto
intimatorio puede adquirir firmeza cuando la accionada no se opone, esta haya sido declarada infundada o, en cualquier momento
de su tramitación, no se cumpla con el deber de depositar las rentas correspondientes a los meses siguientes a la notificación de la
demanda. En cuanto a este último punto, cabe indicar, en los procesos de desahucio y en los monitorios arrendaticios, la posición
jurídica de las partes es diferente. Hay un arrendante que alega una causal de desalojo, como el incumplimiento de la prestación
periódica de renta, como sucede en este proceso. Por otra parte, se encuentra un arrendatario que está en posesión del bien,
teniendo en principio la obligación de cumplir las rentas periódicas aún durante la duración del litigio. Por ende, no es posible la
continuación del goce del bien, aún estando pendiente el litigio, sin cumplir la contraprestación respectiva. Habría una situación de
desigualdad si no se le exige al inquilino el pago de las rentas posteriores al inicio del proceso -que podría prorrogarse por mucho
tiempo, dada la duración intrínseca y las eventuales tácticas dilatorias que podrían utilizarse para extender indebidamente su
decisión-, la cual debe tener un paliativo procesal, que impida el uso gratuito del bien. Este correctivo es la carga procesal de la
parte demandada de cumplir con las prestaciones futuras durante el proceso, para poder ejercer su derecho de defensa. De esa
forma, el ordenamiento jurídico, en el artículo 104.3 del Código Procesal Civil, señala:
"104.4. Emplazamiento e intervención de terceros. Con el emplazamiento, en toda demanda sustentada en un contrato que implique
el pago de rentas, el tribunal prevendrá al demandado la obligación de depositar en la cuenta y a la orden del despacho los
alquileres posteriores a la demanda, bajo pena de ordenar el desalojo de forma inmediata en caso de incumplimiento. Si hubiera
duda sobre el monto del alquiler, el tribunal determinará prudencialmente la suma a depositar. Cuando se ordene la entrega del
inmueble por falta de pago de las rentas posteriores, se dará por terminado el proceso de desahucio y se condenará al demandado
al pago de costas…”.
Tomando en cuenta que el establecimiento de una demanda de desahucio no excluye la obligación de seguir pagando las rentas, el
legislador impuso al inquilino la carga de depositar en el despacho los pagos posteriores a la demanda, independientemente de
cuál es la causal invocada. El incumplimiento de esta carga produce, como sanción, la orden inmediata de desalojo y la imposición
de costas al demandado, prescindiendo del resto del trámite que se debía seguir para el dictado de una sentencia, como lo es el
pronunciamiento sobre los argumentos opuestos en la contestación, la eventual realización de la audiencia y el fallo, lo cual se
torna innecesario, dado el desalojo decretado por esta nueva circunstancia. No cabe, entonces, pronunciarse sobre la resistencia
y las alegaciones de la parte demandada en cuanto al fondo, cuando ella incumple la orden dada y, contrario a lo argumentado, no
se trata de una desigualdad o indefensión. A cada parte se le trata según su propia condición sustantiva y procesal y, como bien se
ha señalado en doctrina y jurisprudencia, el principio de igualdad no puede llevar a tratar de manera idéntica a quienes tienen
situaciones diversas. La posición de cada parte en este tipo de procesos que procuran el desahucio es diferente, pues durante el
trámite la parte inquilina continúa con la posesión del bien, lo cual justifica que a la arrendante se le garantice la obtención de las
rentas correspondientes, sin perjuicio de lo que eventualmente se pudiera decidir sobre su respuesta. De no procederse así, se
crearía una situación de desventaja a favor de la demandada, como ya se había hecho notar desde hace muchos años, motivo por
el cual se introdujo en la Ley de Monitorio Arrendaticio el artículo 6, inciso b). Por otra parte, no se está negando la posibilidad de
defensa, simplemente por justicia y equidad primero se requiere el cumplimiento de los pagos posteriores -pues la parte
demandada está disfrutando el bien-, de lo contrario se confirma la orden de desalojo, sin continuar el trámite hasta la audiencia.
Por ende, los agravios no son procedentes, pues ninguno de los motivos de contedicción puede analizarse ya, ante la falta de
pago de rentas posteriores. Por ende, en cuanto fue objeto de agravios, se debe confirmar el auto apelado."
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Citas de Legislación y Doctrina

Texto de la Resolución
Documento PJEDITOR
*190004000181CI*
EXPEDIENTE: 19-000400-0181-CI (147-20-2)
PROCESO: MONITORIO ARRENDATICIO
ACTOR/A: INVERSIONES SOL INFINITO, SOCIEDAD ANÓNIMA Y OTRA
DEMANDADO/A: YOHANNA GUERRERO ARANA

VOTO 490
TRIBUNAL SEGUNDO DE APELACIÓN CIVIL, SECCIÓN SEGUNDA. San José, a las trece horas cuarenta y ocho minutos
del veintinueve de junio de dos mil veinte.
Proceso MONITORIO ARRENDATICIO tramitado en el JUZGADO SEGUNDO CIVIL DE SAN JOSÉ, expediente número 19-
000400-0181-CI, de INVERSIONES SOL INFINITO, SOCIEDAD ANÓNIMA, y SERVICIOS FIDUCIARIOS DEL FORO, SOCIEDAD
ANÓNIMA; contra JOHANNA GUERRERO ARANA. Este Tribunal conoce la apelación interpuesta por la demandada contra la
resolución de las quince horas quince minutos del nueve de diciembre de dos mil diecinueve, en cuanto se ordenó el desalojo de la
parte demandada.

REDACTA el Juez LEÓN DÍAZ y,


CONSIDERANDO:
I. En el auto apelado, de las 15:15 horas del 9 de diciembre de 2019, se ordenó el desalojo de la parte demandada ante
la falta de pago de las rentas posteriores a la notificación del auto intimatorio, conforme a los artículos 104.4 y 112.4 del Código
Procesal Civil.
II. Contra lo resuelto apela la parte demandada, conforme a los siguientes agravios que se transcriben textualmente:
“El presente proceso es lo que el actual Código Procesal Civil denomina monitorio arrendaticìo ' ', artículos 112.1 al 112. 4.
Además, le es enteramente aplicable al caso sub examine las disposiciones generales del Proceso Monitorio, insertas en el mismo
código de rito, bajo los ordinales 110.1 al 110.4.
Dice muy claramente el numeral 110.4, que ante oposición fundada, el Juzgado señalará una audiencia oral, lo cual en el caso de
marras no ha sucedido.
En el término del plazo conferido a mi persona, me opuse a la presente demanda, indicando primero que existen pagos
comprobados a los meses puestos al cobro, lo cual consta en autos, todo de conformidad con lo establecido en el artículo 112.3 del
Código Procesal Civil, oposición que debe ser dilucidada en una audiencia oral, la cual, repito e insisto, el Despacho no ha fijado. El
Juzgador en la resolución que aquí se impugna, pretende aplicarme la norma 112.4, desaplicando a su vez la norma expresa 112,3,
donde existe prueba documental de pago, lo cual a todas luces es ilegítima, ilegal y contraria a Derecho.
Por otra parte, este Juzgado está desconociendo y desaplicando una Ley vigente de Ia República de Costa Rica, como lo es el
Código Fiscal, el cual en su artículo 286, reza así;
Artículo 256 No se admitirá ni se recibirá en las oficinas públicas ningún documento que, debiendo haber pagado timbre, sea
presentado sin él o en todo o en parte. El documento en que se no se haya satisfecho ese impuesto del todo, o que no esté
completo, o no haya sido cancelado conforme con las reglas del artículo 285, será inútil e ineficaz para apoyar en él acción o
derecho alguno, mientras no se pague la multa que se dirá, y los tribunales y funcionarios de la Administración Pública lo
declararán así de oficio,
Sin embargo, tales documentos surtirán efecto legal, si el interesado agrega los timbres en cantidad de diez veces la que
correspondía, cuando nada se hubiere pagado o estuvieren los timbres sin cancelar o mal cancelados, y diez veces la cantidad que
hubiere dejado de pagarse si el timbre estuviere incompleto ' '.
Con vista de lo anterior, se determina que la Actora al momento de presentar la presente acci ón no canceló en tiempo y forma el
timbre fiscal que debe acompañar al contrato de arrendamiento, donde con ello se está infringiendo lo regulado en la norma
112.1del Código de marras, lo cual deslegitima a la aquí actora, excepción opuesta de mi parte en libelo de contestación, sea la
FALTA DE LEGITIMACION AD CAUSAM ACTIVA Y PASIVA, que est á pendiente de resolverse. La regla fiscal señala que el no
pago de timbres, sanciona al documento como inútil e ineficaz para ' apoyar acción o derecho alguno ' ', como lo pretende Ia
accionante en este proceso, ley vigente que para el caso de marras se debe de aplicar en razón del principio de la hermenéutica
legal que sustenta nuestro orden positivo y jurídico.
Para resolver conforme a derecho un caso presentado ante los estrados judiciales, le corresponde a los jueces hacerlo en base a
todo el orden legal, no basándose únicamente en una parte de éste, pues el ordenamiento es un todo.
Todo lo anterior exhibe una clara oposición fundada de nuestra parte, que debe ser analizada, estudiada y ponderada en una
audiencia oral, que no se ha fijado y que debe de hacerse sí o sí.
Pretender aplicar únicamente la norma 112.4 del Código en estudio, contraviene y desaplica en forma directa lo establecido en los
ordinaIeS 110.4, 112.1 y 112.3 del C. P. C. que se ñalan al Juez el camino correcto a seguir de acuerdo a los autos y al presente
expediente con lo que la resolución recurrida se desvía por una vía ilegal, violentando las normas procesales señaladas y además
en contra de mi derecho constitucional al derecho a la defensa y al debido proceso, establecidas en el numeral 39 de la
Constitución Política.
Pido al Juzgador acoja en un todo Ia revocatoria esgrimida y señale a una audiencia oral, como en Derecho corresponde. De
mantener el criterio, ante el Superior ampliaré los motivos de mi disconformidad.” (sic).

III. Los agravios presentados resultan manifiestamente infundados. Para poder continuar con la tramitación de la
contestación formulada, en cuanto a los extremos aludidos en el recurso, debió la parte demandada continuar depositando las
rentas de los alquileres posteriores a la notificación del auto intimatorio. El proceso monitorio arrendaticio es de naturaleza especial,
con una sumariedad singular y una estructura de contradictorio posterior al auto intimatorio, cuyo trámite esencial es: el dictado de
la resolución intimatoria, la posible resistencia fundada únicamente en los aspectos admitidos por el legislador, la eventual
realización de audiencia oral -solo cuando la oposición es fundada- y la sentencia referida a la contradicción. Por su propia
naturaleza, su trámite no admite la reconvención ni la discusión de aspectos no contemplados en las causales permitidas. Por otra
parte, el auto intimatorio puede adquirir firmeza cuando la accionada no se opone, esta haya sido declarada infundada o, en
cualquier momento de su tramitación, no se cumpla con el deber de depositar las rentas correspondientes a los meses siguientes a
la notificación de la demanda. En cuanto a este último punto, cabe indicar, en los procesos de desahucio y en los monitorios
arrendaticios, la posición jurídica de las partes es diferente. Hay un arrendante que alega una causal de desalojo, como el
incumplimiento de la prestación periódica de renta, como sucede en este proceso. Por otra parte, se encuentra un arrendatario que
está en posesión del bien, teniendo en principio la obligación de cumplir las rentas periódicas aún durante la duración del litigio. Por
ende, no es posible la continuación del goce del bien, aún estando pendiente el litigio, sin cumplir la contraprestación respectiva.
Habría una situación de desigualdad si no se le exige al inquilino el pago de las rentas posteriores al inicio del proceso -que podría
prorrogarse por mucho tiempo, dada la duración intrínseca y las eventuales tácticas dilatorias que podrían utilizarse para extender
indebidamente su decisión-, la cual debe tener un paliativo procesal, que impida el uso gratuito del bien. Este correctivo es la
carga procesal de la parte demandada de cumplir con las prestaciones futuras durante el proceso, para poder ejercer su derecho
de defensa. De esa forma, el ordenamiento jurídico, en el artículo 104.3 del Código Procesal Civil, señala:
"104.4. Emplazamiento e intervención de terceros. Con el emplazamiento, en toda demanda sustentada en un contrato que
implique el pago de rentas, el tribunal prevendrá al demandado la obligación de depositar en la cuenta y a la orden del despacho
los alquileres posteriores a la demanda, bajo pena de ordenar el desalojo de forma inmediata en caso de incumplimiento. Si hubiera
duda sobre el monto del alquiler, el tribunal determinará prudencialmente la suma a depositar. Cuando se ordene la entrega del
inmueble por falta de pago de las rentas posteriores, se dará por terminado el proceso de desahucio y se condenará al demandado
al pago de costas…”.

Tomando en cuenta que el establecimiento de una demanda de desahucio no excluye la obligación de seguir pagando las rentas, el
legislador impuso al inquilino la carga de depositar en el despacho los pagos posteriores a la demanda, independientemente de
cuál es la causal invocada. El incumplimiento de esta carga produce, como sanción, la orden inmediata de desalojo y la imposición
de costas al demandado, prescindiendo del resto del trámite que se debía seguir para el dictado de una sentencia, como lo es el
pronunciamiento sobre los argumentos opuestos en la contestación, la eventual realización de la audiencia y el fallo, lo cual se
torna innecesario, dado el desalojo decretado por esta nueva circunstancia. No cabe, entonces, pronunciarse sobre la resistencia
y las alegaciones de la parte demandada en cuanto al fondo, cuando ella incumple la orden dada y, contrario a lo argumentado, no
se trata de una desigualdad o indefensión. A cada parte se le trata según su propia condición sustantiva y procesal y, como bien se
ha señalado en doctrina y jurisprudencia, el principio de igualdad no puede llevar a tratar de manera idéntica a quienes tienen
situaciones diversas. La posición de cada parte en este tipo de procesos que procuran el desahucio es diferente, pues durante el
trámite la parte inquilina continúa con la posesión del bien, lo cual justifica que a la arrendante se le garantice la obtención de las
rentas correspondientes, sin perjuicio de lo que eventualmente se pudiera decidir sobre su respuesta. De no procederse así, se
crearía una situación de desventaja a favor de la demandada, como ya se había hecho notar desde hace muchos años, motivo por
el cual se introdujo en la Ley de Monitorio Arrendaticio el artículo 6, inciso b). Por otra parte, no se está negando la posibilidad de
defensa, simplemente por justicia y equidad primero se requiere el cumplimiento de los pagos posteriores -pues la parte
demandada está disfrutando el bien-, de lo contrario se confirma la orden de desalojo, sin continuar el trámite hasta la audiencia.
Por ende, los agravios no son procedentes, pues ninguno de los motivos de contedicción puede analizarse ya, ante la falta de
pago de rentas posteriores. Por ende, en cuanto fue objeto de agravios, se debe confirmar el auto apelado.
POR TANTO:
Se confirma, en cuanto fue objeto de agravios, el auto apelado.

José Rodolfo León Díaz

Luis Fernando Fernández Hidalgo Jessica A Jiménez Ramírez


EMP/DMB.-

*FNZYJY7043O061*
FNZYJY7043O061
JOSÉ RODOLFO LEÓN DÍAZ -
JUEZ/A DECISOR/A

*UMNSG1G4QIM61* *K1MOGOTVYBC61*
UMNSG1G4QIM61 K1MOGOTVYBC61
LUIS FERNANDO FERNANDEZ HIDALGO - JESSICA ALEJANDRA JIMENEZ RAMIREZ -
JUEZ/A DECISOR/A JUEZ/A DECISOR/A

EXP: 19-000400-0181-CI
Barrio González Lahman, Calles 15 Y 17, Avenidas 6 y 8, En el 1° Piso del Edificio de Tribunales de San José Teléfonos: 2295-37-
52, 2295-37-53 ó 2295-37-54. Fax: 2295-3627. Correo electrónico: tscivil@poder-judicial.go.cr

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