Está en la página 1de 9

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE HONDURAS

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

Sección

Ps- 668 Técnicas Terapéuticas II

Docente

MSc. Yaraní Echenique

Tema
Resumen capitulo 3
Autor: Karl Slaikeu

Estudiante

Jennifer Sarai Moncada Portillo 20061010630

Tegucigalpa M.D.C, 21 de octubre del 2021


Ciudad Universitaria.

INTERVENCIÓN EN CRISIS (Resumen Slaikeu)


Existen muchas definiciones de CRISIS. Slaikeu (1984) dice que "Es un estado
temporal de trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por la
incapacidad del individuo para abordar situaciones particulares utilizando
métodos acostumbrados para la solución de problemas.

Para L. R. Brito "La crisis se siente como un abismo entre el pasado que ya no
es vigente y un futuro que todavía no está constituido".

Para Jerry Long Jr. La persona está en crisis cuando sufre una pérdida severa
que no está manejando exitosamente, y siente ira sublimada, está estancada
en la etapa de depresión, y sufriendo un vacío existencial.

Los estudiosos coinciden en que toda crisis con lleva peligro y oportunidad.

Y es casi siempre, necesaria una intervención, esta puede hacer la diferencia


en las decisiones que tome la persona en crisis.

HIPÓTESIS DEL DESARROLLO

Las hipótesis principales detrás de un planteamiento del desarrollo en las crisis


vitales incluyen lo siguiente:

1. La vida, desde el nacimiento hasta la muerte, se caracteriza por el


crecimiento y cambio continuos. El cambio que caracteriza el estado de
crisis es único porque es extremista. no por el cambio en sínúsmo.
2. El desarrollo puede considerarse una serie de transiciones (algunos le
llaman etapas), cada una caracterizada por ciertas tareas (Erikson, 1963;
Havighurst, 1952) o preocupaciones (Neugaiten, 1979; Rapoport y
Rapoport, 1980).

Los teóricos de las etapas sostienen que el individuo debe resolver las tareas
de una de ellas para funcionar completamente en la siguiente.
Por ejemplo, un adolescente necesitaría desarrollar un sentido de identidad
para descubrir realmente quién es antes de ser capaz de comprometerse de
manera significativa en las relaciones íntimas de la edad adulta joven.

3. Las transiciones del desarrollo de la edad adulta son cualitativamente


diferentes de las que se dan en la niñez y adolescencia en tanto que la
crisis en la madurez de un ejecutivo cuarentón puede parecer como una
segunda nitidez, o tomar la forma de una crisis de identidad en un
adolescente, es una simplificación exagerada considerar esto
únicamente en términos de los elementos de estas etapas primarias,
puesto que la crisis del adulto se identifica sólo por las preocupaciones o
actividades de la etapa respectiva.

4. Como Gilligan (1979) y Bell (1977) han sugerido, los elementos de


desarrollo normativo aplicables a varones de raza blanca, pueden ser
muy inapropiados para las mujeres minorías étnicas.

5. Aunque cada etapa es única, los asuntos importantes delos días


juveniles son por lo general repasados o reelaborados durante todo el
ciclo vital (Neugarten, 1979).

6. Los sucesos que precipitan una crisis en el desarrollo deben entenderse


en el entorno de la historia personal de un individuo.

7. Una crisis es la versión extrema de una transición. Éstas son puntos


decisivos o regiones límite entre dos periodos de mayor estabilidad
(Levinson y colaboradores, 1976). Estas transiciones del desarrollo
pueden transcurrir fácilmente o involucrar trastornos considerables.

TRANSICIÓN O CRISIS.

Una transición puede convenirse en crisis. Cuando:

1. Cuando el desempeño de actividades relacionadas con una etapa


particular del desarrollo, se perturba o dificultad.

Danish y D'Augelli (1980) sugieren que la transición de una etapa del desarrollo
a otra puede ser frustrada por la falta de habilidad, conocimiento o la
incapacidad para correr riesgos.
2. Otras maneras de entender cómo una transición puede convenirse
en crisis, es pensar en femicidios de la sobrecarga de exigencias.
Brim (1977), establece: Una –crisis masculina en la mitad de la vida
ocurrirá para algunos hombres si resiente exigencias múltiples y
simultáneas para hacer cambios en su personalidad Neugarten
(1976) analiza tanto la menopausia como la viudez en tanto sucesos
de la vida para los que las expectativas de la mujer son
determinantes en la previsión de resultados.

Esta autora sugiere que la mayoría de las mujeres atraviesan por un proceso
subliminal con el que se anticipan a la viudez, al darse cuenta, por estadísticas,
que probablemente sobrevivirán a sus esposos.

3. Un individuo podría experimentar una de las transiciones del


desarrollo como una crisis, si se percibe a sí mismo como fuera de
fase, de acuerdo con las expectativas de la sociedad para un grupo
particular de edad.

PREOCUPACIONES EN EL CURSO DEL CICLO VITAL

Las palabras tareas/preocupaciones se proponen reflejar una discusión en la


bibliografía acerca del desarrollo, lo mismo que la naturaleza e importancia
exactas de esas etapas. Algunos sostienen que los límites específicos por
etapas (por edad) son importantes (Levinson y colaboradores, 1976).

la repetición de motivos a través de las etapas de la vida, es también una


distorsión al hablar estrictamente de límites rígidos (Neugarten, 1979; Brim,
1977).

Quizá el aspecto más importante para los profesionales, es la unión entre los
sucesos precipitantes con las tareas /preocupaciones propias del desarrollo.
Los posibles sucesos de crisis en la niñez pesan grandemente en las áreas de
socialización, relación con los padres, amigos y éxitos/fracasos en la escuela.
El éxito relativo en cada una de estas áreas es visto como necesario para el
progreso exitoso hacia el nivel inmediato superior del desarrollo.

La adolescencia proporciona la ocasión para tratar temas de la identidad que


tienen componentes sobre la profesión, los valores y la intimidad. Como
cualquier maestro de bachillerato o padre de un adolescente puede confirmar,
el trastorno en la adolescencia involucra una lucha por la autoafirmación, de tal
manera que se establezca la identidad. Aunque parezca doloroso, los valores
primordiales de la familia y otras instituciones sociales a menudo deben
rechazarse para posteriormente se reclamen como propios.

La adultez temprana es una etapa que implica preocupaciones relacionadas


con la intimidad, la paternidad y la iniciación en una carrera u ocupación. Las
tareas pueden concebirse como el traslado hacia una nueva identidad desde la
adolescencia hasta relaciones adultas con la pareja y los hijos, amigos y
colaboradores. La adultez temprana se refiere a un periodo de asentamiento y
consolidación de las raíces, y al mismo tiempo de avance, en particular en la
profesión.

La adultez media es el momento para reelaborar asuntos previos del


desarrollo, y al mismo tiempo confrontar por completo nuevos problemas y
desafíos.
La visión de Erikson de la vejez como equilibrio entre la integridad del yo y la
desesperación, se acompaña por diversas preocupaciones. Neugarten (1979)
habla sobre el "triunfo de los sobrevivientes", o el reconocimiento de que uno
ha probado una amplia variedad de experiencias, conocimientos sobre la vida,
y ha soportado tanto el dolor físico como el psicológico, de tal forma que
ninguna persona joven puede saberlo en realidad.

TRANSICIONES FAMILIARES Y CRISIS


Carter y McGoldrick (1980) observan que las familias, al igual que los indivi-
duos, pasan por ciertas fases predecibles (matrimonio, nacimiento del primer
hijo, aparición de la adolescencia en los hijos), y que pueden ser confrontadas
también con eventos inesperados), como son problemas económicos y
enfermedades.
Los "cambios de segunda instancia" para cada etapa apuntan hacia varias
adaptaciones en la conducta y el pensamiento (visión del matrimonio, de uno
mismo, expectativas familiares) necesarias para funcionar en el nuevo nivel de
desarrollo. 
Cuando esas adaptaciones se dan de manera fácil, lo podemos denominar
transición y no crisis. Cuando hay graves desorganizaciones, debido a la falta
de habilidad, conocimiento u otros recursos, otros acontecimientos
circunstanciales (nacimiento del primer hijo, pérdida del empleo, conflictos
maritales) pueden precipitar la crisis. Como veremos en la parte II, la estrategia
clínica es identificar esos resultados subyacentes del desarrollo, en la fase de
evaluación de la intervención en crisis.

CRISIS MASCULINA EN LA MITAD DE LA VIDA: REORDENACIÓN EN LA


ESTRUCTURA VITAL.

Las etapas de la vida no son simplemente un desdoblamiento del proceso


biológico o una secuencia de transiciones psicológicas, puesto que también se
determinan por sistemas familiares, educativos y culturales. Levinson habla
acerca de "una astringente concepción socio psicológica de los periodos del
desarrollo en el varón adulto, dentro de la que una variedad de relojes
biológicos, psicodinámicos, culturales, social-estructurales y otros, operan sólo
en sincronización parcial".

Esto es congruente con la idea de Neugarten (1979), en la que la oportunidad


con que ocurren los sucesos particulares de la vida es crucial para determinar
si un individuo experimentará una crisis o no.

Levinson estableció la hipótesis de cuatro etapas del desarrollo en el camino a


la transición de la mitad de la vida.
Abandonar a la Familia (AF) es una etapa que se inicia alrededor de los 16 o
18 años y termina a los 20 o 24, que abarca una transición entre la vida de
adolescente (centrada en la familia) y la introducción al mundo adulto.
Relacionada con el conflicto planteado por Erikson entre la identidad y la
confusión de papeles, esta transición tiene aspectos externos como el
abandonar el hogar familiar, menor dependencia económica de la familia y
tener nuevas funciones y relaciones. Esto también tiene aspectos internos,
puesto que aumenta la diferenciación entre los padres y el yo, y una mayor
distancia psicológica respecto a la familia.

El AF casi siempre comienza al terminar el bachillerato. Aquellos que ingresan


a la universidad o a la vida militar, entran a una situación institucional nueva
que, de alguna manera, es un intermediario entre la vida familiar y la de adulto.
Sin embargo, los que transitan de modo directo desde el bachillerato hasta el
trabajo, no tiene una matriz institucional para conformar la transición. Muchos
hombres jóvenes en esta situación continúan con su vida en el hogar paterno
por un tiempo, en un estado semilimitado, en el que viven su propia vida,
mientras permanecen sujetos a cierta autoridad paterna.

El periodo del AF termina cuando se efectúa un cambio en el equilibrio entre la


relativa conexión con la relativa separación de la familia, al tiempo en que el
joven ha empezado a labrarse un lugar para sí mismo en el mundo del adulto.

El Asentamiento (A), comúnmente comienza a principios de los 30 y se


prolonga al final de éstos o principios de los 40. Este periodo se caracteriza por
la combinación paradójica de orden, estabilidad, seguridad y control, por un
lado, y un deseo de "quitar todos los obstáculos" y "hacerla" en la profesión,
por otro. 

La fase siguiente, Llegar a Ser Dueño de Uno Mismo (LSDUM) ocurre a


finales de los 30 (de modo típico entre los 35 y 39, en la muestra de Levinson)
y representa un punto importante en la temprana vida adulta. Comienza con
una conciencia de frustración en la que no importa lo que el hombre haya
cumplido hasta el momento, de cualquier manera, él siente que no es dueño de
sí de modo suficiente.
Según Levinson, un mentor casi siempre es una persona de 8 a 15 años mayor
que el hombre en cuestión y funge como su asesor, maestro y protector. Es el
que lo inicia en el mundo ocupacional al mostrarle su entorno, compartirle su
sabiduría, brindarle una retroalimenta- ción crítica y proporcionar protección
para la realización del hombre más joven.

La fase LSDUM se caracteriza por la separación del mentor, una ruptura


causada por el incremento del conflicto entre éste y su pupilo, lo que da lugar
en muchas ocasiones a sentimientos intensos de amargura, rencor, aflicción,
arrebato y otros.

La Transición de la Mitad de la Vida (TMV) sugiere un límite entre la


orientación hacia el logro (estado estable de gran actividad) de la década de
los 30 años y una vida redirigida en la de los 40. Es en este punto que los
conceptos de la estructura vital, los sueños y el sí mismo, convergen para
indicar cómo una transición en la mitad de la vida puede convertirse en crisis. A
los 40, la mayoría de los hombres tienen suficiente experiencia como para
considerar de modo crítico sus sueños y la estructura de su vida.

IMPLICACIONES DE LA INTERVENCIÓN

Primero, hay pautas de evaluación:

1. Considerar la posibilidad de que el suceso precipitante para cualquier


crisis puede estar inmerso en el intento del paciente o de su familia por
tratar de resolver las tareas para el desarrollo. 
2. Para ser más específicos, ya que la crisis puede presentarse mediante
algunas dificultades con la ejecución de las tareas de una etapa
particular, se debe buscar las carencias que podrían contribuir a crear la
dificultad: habilidades, conocimiento, disposición para correr riesgos,
recursos materiales y sociales y apoyos.
3. Descubrir cómo el individuo percibe este suceso precipitante.
4. ¿Qué impacto en la familia y amigos tendrá la lucha de un individuo por
alcanzar el desarrollo?
5. ¿Cómo se ajustará este cambio extremo de la madre al mundo de los
negocios con la autoimagen del marido y su estructura vital, la que
también puede estar sometida a un cambio, aunque en dirección contra-
ria?.
6. ¿Cuál es el papel de las cambiantes expectativas comunitarias en el
curso de la crisis de un individuo? Convertirse en un homosexual
identificado públicamente como tal podría ser una crisis para un
muchacho de 20 años en una pequeña comunidad rural, lo que sería
sólo una transición si él viviera en un gran centro urbano.
7. ¿Cómo se relacionan las expectativas pasadas y las previsiones del
individuo con la crisis? ¿Qué creía un jubilado de 65 años sobre la
jubilación antes de sufrirla? ¿Qué había hecho, si lo hizo, a manera de
preparación?

Una perspectiva para el desarrollo sobre las crisis vitales aporta diversas
implicaciones clínicas específicas, que ya se señalaron.

Se encuentra que la atención a estos problemas enriquece los aspectos de la


evaluación y del tratamiento del modelo amplio de intervención en crisis.

También podría gustarte