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' : I
Asociación creada en Francia en 1947 y reconocida de utilidad pública e'l. 1974,,.91énans es el punto de ,\
convergencia de varias sensibilidades, Lugar de encuentro, de forja de cultbras, de nacionalidades y
generaciones. favorece la creación de vinculos entre los hombres a través de la mar. '
. "- ,
El intercambio de experiencias y la lranslJlisión de conocimientos cons,tituyen el núcleo,de su pedagogla,
Glénans es una escuela de la mar que de>ea desarrollar a través de sus alumnos las. auténticas virtudes
marineras: la capacidad de juicio y del: buen sentido marino, el respeto. al ento¡no Xal, elemento !latura l, la_
modestia y el valor frente a las situaciones co las que pueden encontrarse. ' . \
. ¿ , , ' !
Glénans busca la arman la con el entorno natiJtal. Los albergues y los alojamientos están diseñados y
adaptados en función de las caracterlsticas de lo~ emplazamientos. La vida de los cursillistas se adapt~ al ritmp
del viento y las mareas, ya las exigencias locales, como la escasez de agua dulce' o el aislamiento. ' . ¡"
APRENDER
La formación que proporciona Glénans est~ basada en varios criterios:
• el aprendizaje progresivo que permite adquirir un verdadero sentido maripp;
•
4d2
...".TNAN' PAR IS
Ponton des Glénans
• la enseñanza rigurosa de la navegación a vela; Quai Louis-Blériot
75781 PARIS CEDEX 16
D la preocupación constante por la seguridad; 3311145 20 DI 40
.. barcos elegidos para poder navegar con cualquier clase de tiempo; su diversidad permite conocer lás
m'," ltiples facetas de la navegación; " ,
¡
• una vida en tierra concebida como la vida en la mar; 105 alumnos participan en todas las tareas de la vida
diaria; ,.
I!!I un marco de calidad, con monitores meritorios que transmiten su pasión por la mar y sus conocimientos
técnicos. l· \
TRANSMITIR
Cada año. varios miles de alumnos na·vegan.~n todas las bases y muchos de ellos se convierten a su vez en
monitores.
Desde el alumno principiante al experto patrón, todos los miembros de Glénans pueden particip~r en el
fUI 'cionamiento y desarrollo de la asociación, '
Comités elegidos a escala nacional o local, y comisiones de trabajo especializadas (vida ~n las bases,
pedagogra, seguridad, publrcaciones, gestión .. ,) solicitan la presencia de todos los mien¡bros. Constituy~n
lugares de encuentro no solamente entre los monitores meritorios, sino también con los asalariados que
trabajan de forma permanente.
EL NUEVO CURSO
,
DE NAVEGACION
DE GLÉNANS
EL NUEVO CURSO /
DE NAVEGACION
DEGLÉNAN5
192
NÁUTICA
"A aquéllas y a aquéllos que han creído en mis sueños"
Sumario
Fundador de Glénans
Título origina l: Le nouveau cours des Glénans 11. Mecánica del velero
© Editions du Seu il 1995 para la quinta edición, actualizada y aumentada del Curso. Nos imaginamos muchas cosas. Por ejemplo que el 1. El origen de las fuerzas,
© Editions du Seuil 1972, 1982 Y 1990 para la segunda, tercera y cuarta ediciones. 171.
viento sopla siempre de la parte alta de la página,
Editado por primera vez bajo el titulo Cours de navigation des Glénans por 2. El juego de las fuerzas, 195.
Editions du Campas en 1961 que la mar se parece a una gran pizarra negra donde
3. El equilibrio de un velero,
© Ediciones Tutor, S.A. 1993 de la primera edición y los barcos están dibujados con tiza.. Esta parte es 2 19.
1997 de la presente edición actua li zada y aumentada
teórica: seguimos suponiendo con un mayor conoci-
And rés Mellado, 9 - 280 15 Madrid
Tel.: 543 21 72. Fax 549 96 53 miento, que podemos conocer todos los componen-
tes de la mar y el viento, y que las tripulaciones siem-
IS8N : 84-7902-163-2 pre son capaces de maniobrar, y que dominan perfec-
Depósito lega l: M-9339-1997
Impreso en Fareso, S. A. tamente la práctica y las razones de esta práctica. A
Impreso en España - Printed in Spain partir de estas hipótesis, describimos el funciona-
miento de un barco ideal, en un medio ideal, por me- VI. El paisaje marino
dio de los teoremas de la dinámica de los fluidos, y
La otra mitad del motor de un velero es el agua. Aquí 1. La noción de paisaje marino,
explicamos el motivo por el que" la cosa marcha". 843.
ya no hablamos de un fluido invisible o casi invisible,
Explicamos también que estas nociones no son sólo 2. De la mar a la tierra, 857.
sino de un entorno imaginario que no sólo cubre las 3. La mar en movimiento, 881.
teóricas: sino que responden a una serie de cuestio- dos terceras partes de nuestro planeta, sino que ocul-
nes que cada tripulante puede plantearse. ta los secretos de nuestros orígenes. El Nuevo Curso
describe las relaciones entre el agua, la tierra y el aire,
111. El barco en definitiva, el campo de juego.
1. La jarcia, 251. El objetivo de este capítulo es desmontar, pieza a pie-
2. El motor y la electricidad,
343.
za, este medio para desplazarnos sobre el agua que VII. Navegación
3. El casco y los interiores, 369. es el barco. Es una descripción detallada, pero al mis- Ya conocemos todo sobre el barco y la manera de ha- 1. Puntos de referencia y
4. El material de armamento, mo tiempo estática. cer que éste avance. Sabemos reconocer a la primera publicaciones, 921.
413. 2. Navegación costera, 959.
El viento, la mar y la tripulación están siempre presen- ojeada un frente frío y una gaviota, una corriente de
5. Aparejar, desaparejar, 473. 3. Navegación en alta mar,
tes, pero permanecen en un segundo plano. marea y una serie de olas, una costa a barlovento y
993.
un abra acogedora ... 4. Navegación astronómica,
IV. la maniobra Todos estos fenómenos se han convertido en señales. 1033.
1. El gobierno del barco, 493. El mundo sigue siendo igual de extenso, pero es el 5. Derrota y estrategia, 1055.
No podríamos hacer nada con este sofisticado con-
2. La virada, 547.
junto de metal, plástico, madera, tejido, cuerdas, re- Verbo, como diría San Juan. Es suficientemente am-
3. El cambio de velas, 573.
4. Las maniobras en puerto, lés eléctricos y minucias electrónicas, que constituye plio como para jugar al juego de Ulises, de los Argo-
605. un barco, si no sabemos gobernarlo. Tratamos de nautas y de Rackham el Rojo. Pero los hombres han
5. Maniobra de hombre al describir aquí una dinámica determinada. El barco se inventado toda una serie de sutilezas para saber ha-
agua, 677. desplaza, con una tripulación a bordo del mismo que cia dónde se dirigen, dónde están, de qué forma se
6. Maniobras a motor, 709. desplazan y a qué hora estarán de vuelta ..
7. Maniobras auxiliares, 717.
no puede permanecer inactiva.
El objetivo de este capítulo es describir los medios
V. Meteorología que nos ofrece la técnica para suplir los conocimien-
1. Los movimientos del aire, tos insuficientes del medio, dar cierta seguridad a es-
739.
Tenemos un barco, sabemos maniobrar con él, y pode-
ta forma errante de vida y hacerla compatible con
2. El tiempo que hace, 767. mos observar el entorno y el tiempo que hace. Con-
una vida de terrícola.
3. El tiempo que va a hacer, trariamente a lo que muchos piensan, los navegantes
811. de recreo raras veces llegan hasta esta fase. Se conten-
tan con escuchar el boletín meteorológico y quedarse VIII. El crucero
en puerto si el viento sopla a más de x nudos. El Nuevo Curso se acaba. Y es ahí donde todo empie- 1. Salir a pasar el día, 1101.
2. Crucero por la costa, 1127.
El propósito de este capítulo es aprender a observar y za. Entra en escena la tripulación, sin la cual nada es 3. Crucero de altura, 1175.
entender la dinámica del fluido" aire" que es la mi- posible y cuyo grado de autonomía/libertad depende
tad del motor de un velero. únicamente de su propia condición. Domina su bar-
co, entiende la mar, sabe utilizar el viento, ha com-
prendido el delicado sistema de relaciones en cuyo
centro el juego se convierte en libertad. En cuanto a la
teoría, ya no hay nada más que decir. Y respecto a la
La mar
práctica, podemos poner algunos ejemplos-instruccio-
nes de empleo de esta libertad. Depende de cada uno
aplicar a su caso particular los intríngulis del asunto.
vista desde Glénans ...
1. Bibliografía, 1227.
IX- Documentación práctica
Y, puesto que El Nuevo Curso es también un libro de
y desde cualquier lugar
2. Fuentes de la presente consu lta, proporcionamos información para guiar el
edición, 1232. El alumno doscientos mil que se inscribió en septiembre de 1994 en un curso
deambular del marino prevenido por el océano de las
3. Direcciones útiles, 1233.
páginas. de iniciación en Penfret se extrañó tanto como los demás que le han precedido de
que no exista un único método de enseñanza.
índice, 1235. índice general Y sin embargo en Glénans, desde hace casi cincuenta años, se aprende y se en-
seña. Pero el objetivo en sí de esta enseñanza -navegar y vivir en grupo- exige tan-
índice de recuadros, 1241. índice de contenidos to el conocimiento del medio como el dominio de una técnica única. En realidad
índice de contenidos, 1243. es la puesta en práctica de la responsabilidad lo que se revela como el mejor
índice de láminas, 1247.
método.
Entonces ¿para qué necesitamos un cu rso de navegación?
Los orígenes del CINA
Porque un día la experiencia consagra cierta manera de trabajar: la doctrina
uando completamos nuestra formación náutica allá por los años 65/66 en el Centre Nautique des Glé-
C nans, conocimos a Hélene y Philippe Viannay, creadores de esa gran escuela, quizás ya la más impor-
tante de Europa. Les Glénans no han sido nunca solamente un centro de enseñanza de este deporte. Los
náutica se convierte en un bien común que debe compartirse. Patrones, monitores
y cursi llistas organizan esta doctrina para que pueda consultarse antes, durante, y
Viannay y sus amigos. entonces jóvenes que habían luchado en la "Resistencia " francesa contra los nazis.
quisieron darnos. a los que por allí pasamos, un espíritu diferente, y un estilo de vida y de amistad que son después de la navegación, y descubrir lo que ya se ha explicado sobre las técnicas
poco frecu entes y a los que el oficio de la mar les sirve de soporte. Trabamos una profunda amistad con
Franc;ois Viannay, hijo de Hélene y de Philippe y gran navegante también.
utilizadas, más que para adoptarlas sin discriminación.
La vela en España en aquellos años no estaba al alcance de cualquier joven , y surgió de nuestro entu-
siasmo el proyecto de crear, como Les Glénans, una escuela abierta a todos sin distinciones de ningún ti- De este largo caminar nace en Francia en 1961 el primer Curso de Glénans im-
po, que permitiera formar buenos navegantes a vela, y transmitir ese espíritu de la mar y la amistad que preso, que es sustituido a lo largo de los años por tres ediciones sucesivas y que
en aquella escuela se nos dio.
Los Viannay, Les Glénans, y la Federación .Española de Vela confiaron en nosotros y apoyaron nuestra desemboca en este quinto Nuevo Curso de Glénans; no es, por lo tanto, el fruto
idea. Con Franc;ois como pilar fundamental. Angel Raquero, Rafa Urculo y José Anchisi, en el verano de de una reflexión teórica. Reúne las conclusiones provisionales extraídas del co njun-
1968, conseguimos hacer nacer el Centro Internacional de Navegación de Arosa, el CINA. Desde entonces,
por nuestras bases de la isla de Arosa (Pontevedra) y Boira (La Coruña). ambas en la ría de Arosa, han pa- to de la s experiencias adquiridas en Glénans, pero también de los medios náuticos
sado miles de mujeres y hombres de todas las edades. Hoy frecuentemente tropezamos con muchos de
el los por puertos y fondeaderos no só lo de nuestra península.
próximos a nuestra comprensión de la mar. Una vez más, éstos han sido amplia-
El CINA (asociación sin fin lucrativo) sigue formando hoy buenos navegantes en las rias gallegas duran- mente consultados.
te el verano, y en primavera y otoño, en cursos de iniciación, en su base de l pantano de Va lm ayor (Colme-
najero, Madrid) gracias al apoyo del Ca nal de Isabel l!. Con un método como éste, El Curso no hace más que renovarse al ritmo de las
Nuestros monitores han trabajado en la traducción técnica de la versión españo la de este denso, mo-
derno y completís im o tratado sobre los veleros y la navegación a ve la, compendio de las enseñanzas de temporadas. Esta es pues la quinta edición, que tiene en cuenta y explica las últi-
Les Glénans durante más de cinco décadas. Si esta modesta contribución te ayuda a ser un buen y solida- mas técnicas y prácticas de navegación. El especialista aprenderá, por ejemplo, a
rio navegante, habrá valido la pena nuestro esfuerzo.
José Castellote utilizar las últimas técnicas y aparatos electrón icos, a manejar un güinche autoca-
(Presidente del CINA)
zante, un enrollador de génova o un lazy-jack; accesorios que no son indispensa-
bies hoy día, pero que son mecanismos corrientes en los barcos de recreo moder-
nos. Ya sea principiante o iniciado, el navegante de recreo encontrará aquí todo lo
que necesita saber para navegar con la mar y el viento. PRIMERA PARTE
Diseñado de esta manera, El Nuevo Curso presenta numerosos modos de utili-
zación.
Es una enciclopedia del barco, que contiene una relación detallada de materias, ,
un nuevo índice general de cuadros y de láminas, así como amplia bibliografía.
Es, al mismo tiempo, un bonito cuento: los movimientos de la tripulación al
conseguir realizar una virada o los de un surfista saltando fuera del agua para rea-
PRACTICA
lizar un bonito "water start" son verdaderas novelas cuya trama detalladamente
expuesta seducirá al lector.
Si contemplamos las imágenes y dibujos es también un precioso álbum de fotos
DEL VELERO
o unos bonitos dibujos animados. El desglose de las maniobras fundamentales
constituye una de las novedades de la actual edición. Y no es la única: la mar y los
veleros tienen ahora los colores reales.
Se ha otorgado un aspecto más práctico a la presentación de la obra, especial-
•
mente a sus cubiertas: a partir de ahora, El Nuevo Curso es más marinero y ya no
teme a los rociones. El lector-navegante lo convertirá en su vade-mecum y no du-
dará en embarcarlo para incluirlo en la biblioteca de a bordo.
Más allá de estos aspectos materiales, sigue siendo ante todo un "libro de a
bordo", lleno de trucos y técnicas que servirán tanto al aficionado que siente la
tentación de comprarse un barco, como al encargado de alquilarlos, deseoso de
evitar a sus clientes errores espectaculares y al navegante de recreo que simple-
mente desea navegar con seguridad.
Esta no es en definitiva la mar-refugio, ni la mar-consumo, sino la mar vivida en-
tre todos, la mar vista desde las Glénans ..
UANDO UNO DESEA navegar a vela, en primer lugar debe burlarse de las teo-
C rías y de las escuelas: lo primero que tiene que hacer es comprarse un barco,
aparejarlo y salir a la mar.
Navegar no lo constituye realmente una sucesión de pasos naturales, cuyos
principios vamos a descubrir en un instante; la mayoría de los movimientos que
debemos efectuar para llevar bien un barco no son evidentes, incluso algunos de
ellos son al contrario de los reflejos habituales; i por esta razón, no es posible
aprenderlos en los libros!
Al principio, nos sentimos un poco torpes en general, extrañamente aturdidos
(por esta razón a los novatos se les llama elefantes). Y solemos cometer cantidad
de equivocaciones. Eso no quiere decir que forzosamente seamos tontos, todo lo
contrario. Hay una parte de nosotros mismos, esencialmente sensitiva, que ape-
nas utilizamos en la vida diaria: ya no sabemos observar, husmear, intuir o adap-
tarnos rápidamente a lo desconocido. Estamos dormidos. Y vamos a tener que
despertarnos.
Todo empieza a partir del momento en que comenzamos a preparar el barco, y
en cuanto intentamos comprender el modo en que está dispuesta esta curiosa
máquina, con todos esos chismes (iademás, empezamos a emplear un vocabulario
mucho más exacto!). Y el despertar resulta totalmente indispensable cuando sali-
mos por primera vez y nos disponemos a dar una vuelta por el agua. "Dar una
vuelta", con un barco de vela, es ya toda una aventura. Con absoluta seguridad,
podríamos escribir un capítulo sobre el tema.
A continuación, evidentemente, nos dejan que reflexionemos y saquemos con-
clusiones de todo lo que hemos comprobado, es decir, que intentemos hacer pro-
gresos: es lo que nos distingue de los verdaderos animales. Esta búsqueda puede
llenar también otro capítulo entero. Ya dominamos algunos movimientos, hemos
encontrado cierto equilibrio y observado algunos matices en el comportamiento un tripulante con más experiencia, pod remos sa lir en busca de la veloci dad sob re
del viento y de la mar. Otra fase del aprendizaje empieza al darnos cuenta de que el t rampol ín de un pequeño catamarán. Aunque quizás, sólo queramos descubrir
el barquito en el que navegamos puede hacer cosas asombrosas si le seguimos el la cala cercana donde poder medirnos con otros barcos que evolucionan en el pIa -
juego y sacamos partido de sus posibilidades, de ese modo especial que tiene de no de agua. En una palabra, al principio, debemos aprender a navegar a vela sin
acomodarse a las circunstancias.. Enseguida ya no reaccionamos con los reflejos preocuparnos demasiado del instrumento, dejándonos llevar por las oportunida-
de los terrícolas, sino que entramos en un mundo que estábamos a cien leguas de des que se nos present an, y especia lizarnos más adelante en una u otra máquina.
imaginar en un principio. Nos vamos "perfeccionando". A la larga, incluso es posi- Esta es la única norma que ha guiado nuestros pasos.
ble que consigamos ser sutiles, pero no hay que anticiparse.
El principiante encontrará en esta parte el conjunto de prácticas y ejercicios que
En esta primera parte hemos reunido la práctica del derivador de uno o dos tri- deberá realizar antes de lanzarse a la gran aventura. Solamente a partir de la pri -
pulantes, el dominio de la tabla a vela y el aprendizaje del catamarán deportivo mera sa lida tendrán sentido las explicaciones que aquí proporcionamos. En los tres
Según vayamos conociendo un poco mejor estas diferentes disciplinas, quizás nos capítulos (Aparejar el barco, Iniciación y Perfeccionamiento) hemos intentado def i-
preguntemos si realmente era necesario este agrupamiento. ¿Qué tiene en común nir cada vez un "tronco común" de conocim ientos, antes de aborda r, en forma de
una virada en catamarán con una "jibe"* en tabla a vela) ¿Podemos hablar de la sucintos cuadros, los problemas más específicos de una u otra máquina. El lector
importancia de la distribución de los pesos en un trampolín con la misma vehe- que se sienta atraído por las sensaciones de la tabla a vela, conquistado por la ve-
mencia que lo haríamos al dirigirnos a los tripulantes de un 470) ¿Qué relación locidad de los catamaranes o seducido por la gracia de un derivador, deberá reco-
existe entre la vela con sables de una tabla de olas y el spinnaker de un Laser n rrer el mismo camino a través de las páginas de este libro. Todo lo que contiene es
Todas estas preguntas ya nos las hemos planteado, y si bien es cierto que la ta- fundamental, incluso aunque ciertos párrafos no parezcan siempre indispensables
bla a vela, el catamarán y el derivador abordan campos a veces diferentes y a me- desde el punto de vista de una práctica concreta. Sin embargo, para los lectores
nudo específicos, también tienen en común un amplio aspecto, el de las sensacio- demasiado impacientes, hemos ideado un sistema para poder responder con rapi-
nes, los primeros reflejos y conocimientos básicos que forman lo que denomina- dez a sus preocupaciones . Un "balizamiento" especial les permite saltarse deter-
mos desde siempre, en Glénans, el buen sentido marino. Todavía en la actualidad minadas páginas. Aunque estamos convencidos que estos lectores "canguro" vol-
comprobamos que numerosos principiantes inician su aprendizaje de la vela con verán, ya sea por curiosidad o por necesidad, a las páginas que hayan abandona-
una u otra de estas prácticas, enfrentándose a los mismos problemas: ¿De dónde do con demasiada rapi dez.
viene el viento) ¿Cómo podré sal ir de la playa 7 ¿Cómo vaya colocarme en el pIa-
no de agua) ¿No es demasiado fuerte el viento) ¿Podré volver)
Algunos principiantes, que se apasionan enseguida, no dudan en mezclar las
categorías y saltan voluntariamente del cajón de un derivador al estribo de una ta-
bla a vela. Es preciso afirmar, que hoy día i podemos navegar como queramos l Si
hace buen tiempo y el viento sopla hacia la playa, es mejor que nos lancemos en
una tab la a vela. Si éste es más intenso y tenemos la suerte de poder convencer a
"
G
A
20. Puñ o de escota de la
1. Roldana de tope del
mayor
mástil.
2. Driza de la mayor.
H
3. Puño de driza de la
2 1. Puñ o de driza del
mayor.
f oque.
4. Ta bla del grátil
22. Puño de escota del
5. Sable fo rzado
foqu e.
6. Vaina del sable
e
12. Cruceta vista desde babor
44 45
27. Cadenote del obenque de babor.
o 28. Puño del trapecio .
13. Cruceta de estribor, vista 29. Anill a del trapecio.
desde la popa
38. Cañín
E 30. Polea con a rra igo del aparejo de la m ayor 39. Bra za del spi
14. Puño de amura de la 31 . Carri l del carro de la escot a de la mayor 40. Escota del s pi
mayor 32. Mordaza de la escota de la m ayor 41 . Barraescota de la mayor
15. Pinzote 42. Carro de ba rra escota de la mayor
16. Pajarín. pa ra t e nsar e l K 43 . Escota de la mayor
pujamen .
17. Driza de la m ayor y su
24 ~~
25 ~
33 . Mordaza de la driza del foque
34 . Cajera del aparejo para tensar la driza de la
44. Cabo para ca la r la orza
45. Orza
26
mordaza. mayor 46. Escota del foque
18. He rraje de la trapa 35. Polea para tensar la trapa 47 . Ta ngón del spi
48. Botavara
49. Foqu e
19. Poleas del apa rejo de la 36. Caña 50. Spi
escota de la mayor 37 . Cabo para cala r e l timón 51. Contraescota del foque
22 Práctica del v elero Aparejar el ba r co 23
A
1. Estay ----'' ' '- -- - - - 21
2. Ani ll o del " hook "
3. Gancho del " hook"
4. Puño de driza del foqu e
5. Mo sq uetón del foqu e
B
6. Puño del trapecio
7. An ill a del trapecio
8. Elá stico para hacer banda
e
9. Puño de escota de la
mayor
10. Aparejo de la escota de la
m ayor con mordaza
11 . Carro de escota de la
m ayor
12. Ra íl de escota d e la mayor
38
D
13. Puño de amura de la
mayor
14. Aparejo pa ra ten sar la 27
mayor
15. Pie de palo giratorio 39
E
r - - - - 32
16. Puño de escota del foque 22. Arraigado 31 . Timones
17. Escota del foque 23. Sables forzado s 32. Cañas
18. Contraescota del foqu e 24. Estay 33 . Ba rra de unión
19. Aparejo de la escota de 25. Obenque 34. Cincha para hacer banda
babor del foque 26. Foque 35. Escot a del foque
27. Viguetas 36. Arnés pantalón para hacer trapecio
31
28. Pie de ga llo o brazalote 37 . Cable del trapecio
20. Pa lo giratorio 29. Cascos 38. Trampolin
21. Mayor 30. Cañín 39. Escota de la mayor
24 Práctica del velero Aparejar el barco 25
Preparación antes de arbolar mente amplio como para ser efectivo. los catamaranes no suelen lle-
Existen diferentes medios de fijar los cables al palo; en el 470, el palo varlas, pero en caso afirmativo, hay que fijarlas a los obenques con las
tiene unos agujeros, en el lugar donde se fijan los obenques y el estay, conteras que vienen de fábrica.
en los que se meten las conteras en forma de gancho de los extremos Hay que pasar las drizas que sirven para izar la vela tirando hacia
de los cables. En el otro extremo los cables llevan una gaza donde se fi- arriba, ¡cuidado con el sentido! En un extremo, por el lado de la vela,
jan los tensores de pletina, que sirven para ajustar la tensión de los normalmente hay una gaza que tenemos que fija r a la tabla del grátil
obenques y del estay desde la cubierta. Los tensores van montados por por medio de un grillete. Antes de arbolar el palo se afirman los dos ex-
medio de cadenotes instalados de manera fija en el barco. tremos de las drizas para evitar que se escapen .
las crucetas sirven para separar los obenques del palo, con objeto Quizás tengamos que colocar también algunas piezas de acastillaje
de que el ángulo que forma el obenque con el palo sea lo suficiente- adicionales u opcionales, tales como cornamusas, escoteros, cables de
26 Practica del velero Aparejar el barco 27
trapecio, la veleta del tope del palo ... Es el momento de hacerlo respe- Palo encastrado, como en la mayoría de los catamaranes Para asegurar
tando las instrucciones de montaje del fabricante. Hay que poner el pie del palo sobre su rótula y bloquearlo para que un gri llete
Antes de colocar el palo, tendremos la precaución de engrasar el ca- no se mueva durante la arboladura. En la mayoría de los catamara- basta con
rril con una crema deslizadora para que podamos izar mejor la vela. nes el palo es giratorio y su articulación se engrasa con una pastilla fijarlo con hilo
palo. formado por dos piezas. no lleva obenques y va encastrado sim- Una vez fijos los obenques a los ca denotes, igual que en el caso del
l e va ntar el palo de un plemente en su carlinga atravesando la cubierta de proa. Asimismo, la derivador, un tripulante sostendrá el tope del palo, y el otro se colocará
470 después de colocar vela lleva una funda de grátil en la que se introduce el palo y no necesi- de pie sobre la vigueta de proa, cogerá los dos puños del trapecio y ti-
el pie del mi smo en el
ta driza. rará con toda su fuerza, mientras que el primero empujará el palo hacia
tintero y de fij ar los
arriba. Una vez colocado éste, sólo queda fijar el estay sobre el pie de
o be nques a los
Arbolar gallo. Hay que ajustar los tensores para que el palo quede ligeramente
ca denotes, resulta Palo encastrado en el tintero. como en los derivadores inclinado hacia popa (se dice que está" agoletado"), y después blo-
relativam ente f ácil . Cuando todo está en orden, acercamos el pie del palo a la carlinga, fi- quearemos el grillete.
jamos los obenques a los cadenotes y al último agujero del tensor de
pletina. Más tarde los ajustaremos cuando el palo esté vertical. No de- Asegurar la jarcia
bemos meternos en el barco cuando esté en tierra, pues podemos re- En todos los casos hay que asegurar la jarcia: los grilletes, con hilo de
ventarlo o deformarlo. A pesar de ello resulta fácil levantar el palo entre vela grueso que pasaremos por los pernos, y las anillas abiertas con cin-
dos personas si un tripulante nos ayuda tirando del estay. ta aislante o, mejor todavía, sustituiremos las anillas por pasadores fo-
Cuando el palo está ya vertical, fijamos el estay y colocamos los rrados con cinta aislante para no estropear las velas. Grillet e rápido
obenques y los dos tensores de pletina a la misma altura. Los obenques Se utiliza est e tipo de grillete para fij ar
deben ajustarse de tal manera que, tensando el estay al máximo, el pa- la driza a la tabla de la mayor.
lo no llegue a apoyarse en el tope de la fogonadura. Aparejar las velas
Para aparejar una vela, hay que empezar distinguiendo sus tres puños:
el puño de amura, el puño de escota y el puño de driza.
El puño de amura de la mayor forma un ángulo recto; el puño de
driza, que normalmente tiene una placa metálica, la tabla, forma un
ángulo muy agudo; el puño de escota no tiene realmente ninguna se-
ñal característica. En la baluma no hay relinga, como en los otros dos
bordes de la vela. Se denomina así el cabo o refuerzo que va cosido al
borde de la vela y que sirve para poder introducirla dentro del rail del
fogonadura
palo o de la botavara. El grátil es el lado más largo de la vela, que sí tie-
ne relinga. Algunas velas de los catamaranes no tienen relinga en el
pujamen.
En el foque, sólo lleva relinga el grátil, que es el borde más largo. El
ángulo más agudo es el puño de driza, y el puño de amura es el que
suele llevar la marca del velero.
Tensor de pletina en U para ajustar la Detalle del tintero de un 470 con su Se meten los sables en sus vainas sin forzarlos y se ajusta la ten sión l os tres puños y los tres bordes de una
tensión de los obenques. fogonadura . de la tela sobre los sables; cuanto más viento hay, menos se tensa . vela.
28 Practica del v elero Ap a rej ar el b arco 29
Atención, ifrágil!
Es mu y fáci l est ropear las velas. Pa ra no hacerl o hay que
evitar:
• co loca rl as sobre la arena q ue acabará m eti éndose por las
costuras y act uará co m o u n fu erte abrasivo ;
• m eterl as echas un lío en una bo lsa (pu es el tejid o se rom -
pe); En los cat a marones las escotas del
• fum ar mientras las ma nejam os. foque se s uelen co locar formando un
a parejo sencillo con el fin de reducir a
la mitad el esfuerzo del t ripulante
enca rgado de re gl ar la veta. Se pasa
A continuación buscamos el puño de driza siguiendo el grátil con la
s ucesivam ente el firm e de la escota (su
mano a partir del puño de amura para no izar la vela formando un tira -
ext remo) po r dentro del escotero, la
buzón. Metemos la relinga unos cuantos centímetros en el cana l del
polea de la vigu eta, la polea del foque,
palo y engrilletamos la driza a la tabla.
afirmá ndola por últ imo al estribo
Colocamos la escota en su sitio reflexionando sobre el sen tido co-
con un as de gu ias .
rrecto de paso por las poleas, sin cruzar los guarnes del aparejo; des-
pués, hacemos una lasca o nudo de ocho en el chicote de la misma . Es
importante aparejar correctamente las escotas para que puedan desli-
zarse bien por las poleas y escoteros. Enseguida nos daremos cuen ta de
iEI hook sin historias!
que una escota atascada suele ser motivo de vuelco ..
Por último, colocamos la trapa entre la botavara y el palo. Su fun-
ción principal es mantener la botavara en sentido horizontal e impedir
E n la mayoría de los cata m ara-
nes, el pu ño de driza se cuelga
de un ganch o (o h oo k) situado en
que se arbole (es decir, que se levante el puño de amura). Más adelan-
el tope del palo. U na vez izada la
te veremos que también desempeña otras funciones. ve la, la enga nchamos al m ismo y
Las escot as del f oque muchas La escota de la mayor va muchas veces aparejada en un carro de ba - afirm amos la driza que acabamos
veces se a pa rejan "e n continuo ", rraescota. Esta instalación es algo complicada y hay que seguir las ins- de tensa r.
es d ecir. f orma ndo u n circui t o trucciones del constructor, debiendo comprobar, en tierra, que el siste- Para arriarla, basta con desengan-
cerrado, y s irviendo cada uno de ma funciona bien en todas las posiciones. char el puño de driza.
l os extrem os com o En los b arcos co n el sistem a de
escot a. Modo de aparejar el foque " anilla" basta con izar un poco la
ve la y girar el pal o a fondo, hacia
Amuramos el foque por medio de un grillete o de un gancho que va si-
un lado o hacia el otro pa ra de-
tuado justo a popa de la base del estay, afirmamos la driza al puño de
se ng anc har la ani ll a, y arri ar. En
driza con un gril lete o un gancho y las escotas al puño de escota co- los de l tip o " m ang uito", hay q ue
rrespondiente con un as de guía. izar la ve la, ma ntener la driza ten-
sa tirando de ella hac ia la proa pa-
ra d ese nga nc har el m ang ui to y
despu és arr iar.
Para instalar un aparejo
l a cornamusa de muescas: otro
n el caso de la escota de la m ayor, debem os introducir l a mayorla de las mayores de los
E siem pre el fi rm e de l cabo (es decir, el extremo que irá fi-
jo) por las poleas, empeza ndo por la última, afi rmándola, al
s istem a muy corriente para afirmar las
drizas del foqu e y de la mayor.
cat a marones se cuelgan d e un hook :
p or m ed io de un manguito s obre la driza
fin al, al estrobo de la polea de la ba rraescota, co n el fin de Despu és d e tensa r la vela, se bloquea
metálica (dibujo inferior) o de un gancho en
no tener que pasar to do el ca bo. el extremo de la driza metá lica (gaza)
el t ope de palo (dibujo s uperior).
en una muesca.
30 Práctica del velero
Aparejar el barco 31
Pasamos las escotas a ambos lados del palo por fuera de los oben-
ques, y después por los escoteros, y hacemos un nudo de ocho o lasca
en el chicote de cada escota.
En los catamaranes y en algunos derivadores de competición las es- Muchas veces so n necesa rias dos
cotas del foque se suelen colocar formando un aparejo, pues de hecho pers onas para izar la mayor de un
en este tipo de barcos el foque debe cazarse muchas veces al máximo, catamará n: una de ellas tira de la driza y
por lo cua l se requiere un medio resistente. Al contra rio de lo que ocu- la otra va guiando la relinga del grá til
rre en los derivadores hay que pasarlas por dentro de los obenques, pu- dentro del canal del palo. Es necesario
diendo aparejarse "en continuo," es decir, que las escotas sean los dos que el barco esté colocado proa al
extremos de un mismo cabo. Este sistema impide que se caigan al agua viento, para evitar que la vela o los
de donde seria difícil recuperarlas. sables golpeen contra el palo
o los obenques.
Aparejar el barco 33
32 Práctica del vele r o
Una vez que la vela está casi izada del todo, metemos la botavara (si
es que el barco lleva) en el tintero y tensamos un poco la driza antes de
Faenas marineras elementales bloquearla en la mordaza o en la cornamusa. Si el barco está equipado
con un hook (gancho), introducimos en éste la driza y le damos vueltas,
Dar una vuelta a una driza sobre una cornamusa clásica (11 : una vuelta. media -lasca , una
tensándola en la base del palo. A continuación pasamos el cabo de
vuelta mordida. Si la m aniobra se azoca, es debido a una de las tres razones sig uientes: no
hemos dado una v uelta redo nda, hemos hecho más de una media-lasca . h emos hecho la e
amura por el ollao del puño de amura o el ollao de unningham (situa-
do justo encima del puño de amura). Este cabo servirá para regular el
vue lta mordida al revés.
Atención: Para dar una vuelta a una escota (2) no hay que hacer nunca un cote, pues ésta tensado (la tensión) del grátil mientras navegamos.
tiene que poder larg arse (soltarse) con rapidez. Daremos simplemente una vuelta, una lasca y El hecho de izar las velas exige frecuentemente unos cuantos trucos.
otra vue lta. Si la mayor se resiste a subir, puede ser debido a que hayamos ajustado
Lasca (3 y 4): es el nudo que se hace en las escotas pa ra que no se deslicen a través del es- mal los sables y conteras, o tensado demasiado los sables forzados (con
cotero o de las poleas. En las escotas del foque se hace en los chicotes; en la escota de la ma- brisa ligera solamente); podemos facilitar la maniobra si engrasamos el
yor se hace en el lugar adecuado para que q uede bloqueada en la polea justo antes de que la carri l del palo con pasta deslizadora (Teflón).
botavara golpee contra el obenque.
Nudo de entalingadura (5 y 6): es el nudo que se hace para unir el cabo de fond eo al ancla.
Modo de izar el foque
Está formado por una vue lta redonda y dos cotes, pasando el primero de ellos por dentro de
Existen dos sistemas para izar la driza del foque:
la v uelta.
• por medio de un gancho en "S" colocado en el puño de driza y
o que se engancha a una anilla fijada en la parte de arriba del estay, ten-
sándalo por el puño de amura;
• o, cuando la driza del foque está formada por una parte textil que
es la que maniobramos y una no elástica de acero que soporta la fuer-
za del tensado, tensamos el grátil tirando de un aparejo colocado en el
puño de amura, en la parte metálica de la driza.
Por lo general, el grátil de los foques modernos lleva una relinga de
acero que en realidad hace de estay cuando el barco está navegando.
Al hacer fuerza sobre el grátil del foque, y no sobre el estay, se está ha-
ciendo fuerza sobre el conjunto de la jarcia, casi siempre al máximo. Pe-
ro cuando la relinga es textil, no puede servir de estay y su tensado de-
be hacerse en función de la fuerza del viento.
Orzas y timones
Ya tenemos por fin un barco con aspecto de barco.
Nos queda por comproba r que la orza funciona correctamente den-
tro de su pozo y colocar el timón (o los timones).
El mecanismo de gobierno
El timón forma parte del mecanismo de gobierno, que incluye también
una caña y su cañín, así como una articulación que une el timón al cas-
co, formada por herrajes hembras en los que se introducen los herra-
jes machos.
la sca o nudo de ocho para evitar Una vuelta redonda y dos cotes; es Aunque, normalmente, los catamaranes pequeños no tienen orza,
la diferencia de dar vueltas a una
que las escotas se deslicen fuera de el nudo de enta lingadura, de llevan dos timones que van unidos por medio de una barra de unión
driza en la cornamusa (arriba) o a una
escota (abajo) . l a vuelta mordida ... los escoteros o poleas. múltiples usos. con un cañín. En algunos catamaranes, la longitud de la caña de unión
Aparejar el barco 35
34 Pr áctica del velero
La(s) orza(s)
Por definición, todos 105 derivadores poseen este apéndice que les im- La chumacera
pide navegar hacia atrás como 105 cangrejos. En algunos barcos tiene
I
forma de plancha que se introduce dentro de un pozo: es la orza de sa-
ble. No hay que meterla de cua lquier manera, pues su can to anguloso
L a c hum ace r a es un a
mu esca circul ar q ue se
rea li za en el espejo de po-
que forma el borde de ataqu e debe estar orientado hacia la proa del
/ i\ barco. Los derivadores modernos como 105 470 o 105 420 van equipa-
pa de los ba rcos peq ueños
y en la qu e se apoya la ci n-
dos con una orz a pivotante. Ésta permanece dentro del pozo, donde g la. Para evitar su desgas-
J l T
cara
gira alrededor de un eje y se maniobra por medio de un aparejo. Es ne-
cesa rio comproba r que funciona libremente sin que roce demasiado,
por este motivo la arena es su peor enemigo .... Ésta es una razón más
para no arrastrar nunca un derivador sobre la arena, sino que es mejor
te se co loca un a protecció n
de m etal.
levantarlo. El materi al
Algunos catamaranes deportivos no llevan orza, debido a la forma de armamento
especial de sus cascos. en España
a Circular 7/95 de la Direc-
Material de armamento L ción General de la Marina
Mercante que desarrol la la
y de seguridad Directi va 94/25/CE del Parla -
m ento Eu ro peo establec e
Cuando se sale a navegar, hay que pensar en todos 105 imprevistos que qu e las embarcac ione s de
pueden surgir y no contar demasiado con la ayuda de los demás cuan- recreo que real icen navega -
do las cosas se ponen feas. Debemos ser capaces de llegar a la playa o ciones de la categoría 0 *
deben llevar a bordo el si-
a la costa, incluso si el viento ha desaparecido por completo, así como guiente m aterial:
vaciar el agua (se dice achicar) que haya podido embarcar con motivo Pabellón nacional, bocina de
de un bandazo demasiado fuerte; y también debemos poder adrizar el niebla, 3 benga las de mano,
barco después de volcar. ach icador, remo , una lí nea
de fondeo cuyo peso del an -
Los dos timones de un cat a m anin Si bien el desenlace de estos pequeños percances -muy frecuentes
cla y dimensiones de la ca -
est a n parale los cuando la ca n a en los derivadores- depende en gran parte de la experiencia y de la dena o esta cha sea n ap ro -
está rect a, pe ro d ura nte la virada sangre fría de la tripulación, también está condicionado por el material piados a la eslora del barco,
form a n e ntre e llos un Ej e m plo de cie rre de seguridad de los de salvamento que llevemos a bordo. 1 c h al eco salvavi d as p or
timones.
persona em barca da.
determin ado á ngu lo. Ca tegoría 0 - 1: navegac ión
La pagaya en la cua l la embarcación no
se puede regu lar y hay q ue comproba r q ue los dos timones están bien
Si sabemos cinglar y el barco dispone de una chum acera en el espejo se a l eja m ás de 5 mill as
paralelos. También debemos tener cuidado y no equivocarnos al mon-
de popa, es convenien te llevar a bordo un remo. En otro caso, lleva- (m ed i das perpe ndi cu l a r -
tar las cañas de los timones, pues están acodadas y forma n un ángulo m en te a la costa) de un abri -
remos dos pagayas. Existen modelos que abultan poco, y cuyo mango
cerrado hacia el interior del barco. Este sistema permite mantener el go o playa accesible.
se puede plegar dentro de la pala. Es necesario comprobar su resis- Ca tegoría 0 -2: navegació n
mismo ángulo de ataque del agua en cada timón, mientras que 105 cas-
tencia remando o cinglando más fue rte de lo que lo haríamos nor- en la cual la embarcación no
cos tienen radios de giro dif erentes.
malmente. se a le j a más de 2 m i l l as
Es algo así como el diferencial de los sistemas de dirección de los (medida s per p e n d icu l a r -
Sea cual sea el modelo que elijamos, tan to en catamarán como en
automóviles. De igual modo, la mayoría de 105 timones son desmon- m en te a la costa de un ab ri-
derivador, resulta útil disponer de un lugar adecuado para llevarlos (un
tables y disponen de un mecanismo de bloqueo que hay que engrasar go o playa accesiblel
bolsillo en el trampolín de los catamaranes o una fijación con elásticos
con cuidado y cuyo buen funcionamiento se debe comprobar con re-
en la caja de la orza o a lo largo del pozo en los derivadores). C inglan- * Las ta bl as a ve la queda ex-
gularidad. cl ui das del ám bito de aplica -
do con la pagaya en un 470 podemos alcanzar fáci lmente una veloci-
Sis tema para levantar el tim ón El buen estado de los elásticos de algunos sistemas de desmontado ción de esta Di rectiva.
dad de crucero de dos nudos.
(ti p o Hobb ie Cat ). automático también es fundamental.
36 Práctica del velero Aparejar el barco 37
Especial catamarán:
El achicador el cabo de adrizado
La reglamen tación en vigor obliga a llevar a bordo un achicador O reci-
ay otra cosa que no debemos olvidar: el cabo de
piente para vaciar (achicar) el agua, si el derivador no es au toachicante
(¡los catamaranes sí lo son!). En las tiendas de efectos navales podemos
Hadrizado. Este debe tener un diámetro suficiente
(de 10 a 12 milímetros) y medir entre 4 y 5 metros (de-
encontrar achicadores pequeños, que son muy prácticos si no hay de-
be ser lo bastante largo para pasar por encima del
masiada agua en el barco. Si el barco queda sumergido después de vol- casco y llegar hasta el casco que está en el agua). Se
car, el único achicador verdaderamente eficaz será el cubo. Conviene afirma al pie del palo y se co loca sobre el trampolín
llevar uno a bordo, pues lejos de resultar inútil, puede proporcionarnos para evita r que arrastre por el agua. Para poder lan-
también otros servicios. zarl o co n más facilidad por encima del casco, pode-
El rezón tipo paraguas (en la foto e n
mos hace r un a gaza o un nudo (de cabeza de t urco) en
posición abierto) aparejado con uno o
El fondeo el chicote. Y si hacemos nudos cada 50 centímetro s
dos metros de cadena y un cabo
Para que el material de armamento esté completo, hay que llevar a bor- podremos agarrarlo con más facilidad. Sin este ca -
de una centena de metros, constituye bo nos sería muy difícil adrizar el barco des pués de
do un ancla de 2,5 a 5 ki los, junto con un cabo de fondeo de un diá·
un excelente fondeo para los volcar.
metro de 3 a 5 milímetros y una longitud de 50 a 100 metros; éste va
derivadores pequeños.
Practica del velero Aparejar el barco 39
38
La tabla polivalente
Es la tabla de nuestros primeros bordos y mide entre 3,40 (las más lige-
ras) y 3,70 metros. Está provista de una orza y una carena relativamen-
te plana.
Aunque se denominen polivalentes, término que merecen, o largas,
estas tablas no sirven exclusivamente para aprender, sino que podemos
segui r utilizándolas para perfeccionarnos e incluso pa ra realizar compe-
ticiones con aquéllas que mejores resultados nos proporcionen.
El hecho de llevar footstraps o estribos para los pies no debe asustar-
nos, pues a partir de un viento de fuerza 3 resulta muy cómodo utili-
zarlos, aunque es conveniente quitarlos para aprender.
La tabla de regata
No está indicada pa ra empezar a navegar, y se caracteriza por su
carena semi-circular, por lo que su punto fuerte no es precisamente
su estabilidad.. Está sometida a unas reglas de medición muy es-
t rictas.
La tabla de olas
Las tablas de olas (también llamadas de "fun") tienen la particularidad
de que son cortas (de 2,50 m a 2,70 m), su carena es alargada y sobre
40 Practica del velero Aparejar el barco 41
•~--~~--~--~----------------------------------~
Anatomía de la tabla a vela
¿Velas o alas de tabla?
Las velas de las tablas van adoptando ca da vez más forma de alas. Constituidas por paños verti -
cales, se adaptan por medio de sables forzados (algunas se apoyan diredamente en el mástil,
1. Mástil
como las que tienen cambers) que sirven para regula r el tamaño y la situación del embolsa-
2. Horquilla de proa de
miento en fu nción de la fu erza del viento. Para tensarlas, hay que utilizar aparejos con cuatro o
la bo tava ra
seis gua rn es.
3. Bloqueador rápido
4. Cabo del arnés y
fij aciones
5. Botavara
6. Alargador de
botavara
1. Po leas para el pajarín
8. Horquilla de popa d e
la botavara
9. Pie de m ástil
completo
10. Articu lación
11 . Diábolo
12. Alargador d e l palo de
an illa.
13. Driza
13
14. Tabla de l gratil
15. Funda del grátil
16 . Grálil de la vela
17. Sable forzado
18. Baluma de la vela
19. Vela
20. Puño de escota
21. Pujamen de la ve la
22. Puño de amura
23 . Plancha
24. Carril de la carlinga
25. Carlinga del palo
26. Pozo de la orza
27. Estribos Ifootstraps)
28. Orza abatible
29. Alerón
10
I O~"'---- 22
11
42 Práctica del velero Aparejar el barco 43
todo tiene unos can tos muy marcados. Son al mismo tiempo vivas y cas dependen de tres factores: su perfi l, su forma y su du reza. El per-
manejables. la tabla no siempre tiene orza, aunque lleva un alerón que fil se parece bastante al del ala de un avión. En la actualidad existen
le proporciona una excelente superf icie antiabatimiento. todas las f ormas imaginables, pues la moda in fluye tam bién en este
aspecto ... Sin emba rgo es conveniente que evitemos los alerones "es-
la tabla de velocidad y de slalom pecializados en enganchar algas" (los que estan recortados por de-
las tablas de velocidad y de slalom son mas alargadas que las que he- lante).
mos citado an teriormente y, sobre todo, proporcionan un volumen de Hay formas con truco para evitar la "ventilación" (em ulsión del agua
flotabilidad mucho mayor en la popa. Este tipo de tablas tampoco tie- alrededor del alerón, que le impide agarrarse y por lo tanto dirigir la ta-
nen orza, pero llevan un alerón mucho más profundo y bastante más bla); la forma más corriente es la recortada por detrás en la parte de
afilado. arriba del alerón. La dureza depende, evidentemen te, del material que El alerón se fija en un a a bertura
se utilice - el carbono es más duro que el polietileno- y de la forma afi- enca strada s ituada d ebajo de la
los accesorios de la plancha lada del perfil. pl a ncha, pudié ndose cambiar o ajus ta r
rá pidam ente segun la fuerza del viento
los accesorios que lleva la plancha son: los estribos, el alerón, la orza,
el pie del mastil y su carril. El carril del pie del mástil v la experie ncia del w inds urfis ta .
Sirve para desplazar hacia adelante o hacia atrás todo el aparejo con re-
la orza lación a la plancha (por medio de un pedal se modifica su reg laje en la
Tanto en tabla a vela, como en derivador, es necesario reglar cons- mar). Puede plantear problemas cuando hay que elegir la posición que
tantemente la profundidad e inclinación de la orza en función de la tenemos que adoptar. Para los primeros bordos, conviene bloquearlo
fuerza y la orientación del viento (volveremos a hablar sobre este en el centro. Más adelante analizaremos más extensamente el papel
tema en los siguientes capítulos). Requiere un reglaje resistente que que desempeña.
le permita inclinarse, pues es una articulación que pisamos de vez
en cuando, o bien lleva r unas espigas de plástico que podamos mo- Los estribos
ver. Si aún así está dura, hay que engrasar las piezas que están en 50n pequeñas cinchas (footstraps) en las que se introducen 105 pies
contacto. para no resbalarse. Debemos elegirlos de modo que nos resulten fáci-
les de meter (es decir, que sean lo bastante rígidos como para volver
a su forma origina l incluso después de pisarlos) y ajustarlos a la me-
dida del empeine. Hay que colocarlos en el lugar adecuado de la
plancha .
: II
• (1
."
\
" ,
I
~. -...,,_.
-.
Con este objeto se utilizan unas piezas adicionales. Los estribos de
proa Se colocan en sentido diagonal, mientras que los estribos de popa
están paralelos a la linea de crujía de la tabla.
Aparejar la vela
La característica especial de la tabla a vela reside en su mástil que. a di-
ferencia de lo que ocurre en los derivadores o catamaranes, no está
unido a la plancha. Éste va articulado alrededor del pie del mástil y se
mantiene en pie gracias al windsurfista. El aparejo de una tabla a vela
es, por lo tanto, mucho más sencillo que el de un derivador.
El mástil
La función del mtlstil tiene una gran importancia en lo que respecta a la
La fijación de la botavara al mástil se El terminal de la botavara esta
eficacia del aparejo. De su perfecta adaptación a la forma de la vela, a
reali za por medio de una anilla qu e equipado con poleas por la s qu e pasa
la potencia y al peso del surfista depende la obtención del mejor rendi-
se cierra sobre el mástil: actualmente el pajarín formando un aparejo de
miento. Consta de dos partes que van encajadas (únicamente los más-
éste es el sistema de puño cuatro gua mes. Por regla genera l,
tiles de competición se realizan de una sola pieza) y están construidos
automático que tiende lleva un sistema de bloqueo
con rodamientos de filamentos de fibra de vidrio (con un porcentaje de
a generalizarse. por mordazas.
carbono más o menos grande) o de aluminio. Las características de los
mástiles se definen principalmente por:
• su dureza: cuanto mayor es la superficie de la vela que se utiliza,
ma; por medio de su orientación, éste puede dirigir la tabla según
más duro tiene que ser el mástil. En la actualidad esta característica de
* Indexed Mast Check Sysrem: Siste- sea el viento. Debe ser rígida para que la vela pueda sujetarse bien
los mástiles está normalizada y se calcula en IMeS*;
ma Clasificado de Control de Más- y, sobre todo, debe tener una apertura que corresponda al embol-
til : norma sobre dureza de mastiles
• su nervio, es decir, la rapidez con la que vuelve a adoptar su for·
samiento de la vela que se utilice, debiendo abrirse más cuanto ma-
que tiene en cuenta la longitud del ma inicial después de sufrir un esfuerzo.
yor sea éste.
perfil, su deformación y el tipo de Un mástil flexible y blando amortigua las rachas; un mástil rígido y
curva . Un mástil de 30 IMeS es un
Existen botavaras que pueden alargarse y ajustarse en función de la
nervioso responde y transmite rápidamente lo que recibe. El windsurtis-
mástil duro. y uno de 20 IMeS es vela utilizada. La botavara se fija al mástil por medio de una horquilla
ta debe elegir entre uno y otro. El mástil debe llevar tapones que ga-
un mástil blando. automática. En el otro extremo, dispone de un aparejo que sirve para
ranticen su estanqueidad. Para evitar su desgaste a la altura del punto
tensar el pujamen de la vela.
de fijación de la botavara, se coloca un manguito especial o un trozo
de cinta adhesiva.
la driza
Es un cabo grueso, muchas veces elástico, que sirve para subir el apare-
El píe de mástil jo cuando se encuentra en el aqua. Hay que fijarlo a la horquilla de
El Silentbloc de las primeras tablas a vela también ha evolucionado. En proa de la botavara y al pie del mástil. Los principiantes no pueden salir
la actualidad se habla de diábolo o techno-joint con posibles reglajes sin ella.
en cuanto a dureza, en función del tipo de navegación. Frecuentemen-
te, se intercala una alargadera entre el pie del mástil y éste, que lleva la vela
una anilla para el reglaje y que sirve para adaptar la jarcia a las condi- Tiene forma triangular y se introduce en el mástil (lleva una funda en
ciones de la navegación. su borde más largo) permaneciendo tensa gracias a la botavara. Al
Estos mecanismos son muy sensibles a la arena y hay que aclararlos igual que las velas de los derivadores, está formada por varias piezas de
antes de instalarlos. Sobre todo, es necesario graduar la dureza del pie tela, los paños, y lleva sables como las velas de los catamaranes. No
del mástil para que no se salga de su alojamiento con demasiada facili- hay que hablar específicamente de velas de "principiantes", pero para
dad . Al principio, es preferible no utilizar el alargador del mástil, de este empezar a navegar, podemos elegir una vela que no sea demasiado es-
modo la vela estará más baj a y todo será más sencillo. trecha con una botavara de más de 2 metros de largo. Esto nos permi-
tirá sentirla mejor y nos perdonará un poco más los posibles errores. Lo
la botavara importante, sobre todo, es empezar con una vela ligera, que lleve unos
Es una pieza fundamental del aparejo, que sirve para orientar la ve- cuantos sables y que tenga un corte sencillo, lo cual no impide que sea
la y para que el windsurfista pueda agarrarse o colgarse de la mis- resistente.
46 Practica del velero Aparejar el barco 47
No hay que caer en la tentación de utilizar una superficie vélica infe- El montaje
rior a 5 metros cuadrados con poco viento, pues con la práctica vemos Una vez introducida la vela dentro del mástil, es importante compro-
que la facilidad que puede aparentar una vela pequeña es falsa y dismi- bar que sus dimensiones corresponden. Hay que dejar de 20 a 30
nuye 105 progresos. centímetros entre el puño de amura y la parte baja del mástil antes de
De común acuerdo, y por analogía con las velas de los barcos actua- tensarla.
les, el ollao situado al final de la vela en la parte baja de la funda del • El pur'lo de amura. Introducimos el mástil dentro de su funda, y
mástil es el puño de amura, y el que está más alejado del mástil es el tensamos el grátil con la boza de amura o cunningham que une el pie
puño de escota. del mástil con el puño de amura. Hay que azocarlo fuertemente, pues
Los windsurfistas con mucha experiencia, es decir, los que practican tiene que soportar la flexión del mástil.
el fun, llevan unas velas mucho más sofisticadas. Dependiendo de su Quizás nos veamos obligados a modificar su reglaje para igualarlo al
forma pueden clasificarse en dos categorías: velas aerodinámicas y no del puño de escota .
aerodinámicas. • la botavara. En este momento hay que unir la botavara al masti!.
los nuevos sistemas de horquillas rapidas han simplificado enorme-
• Velas aerodinámicas. 50n velas de alto rendimiento cuya forma se mente las operaciones. Hay que colocarla a la altura adecuada (en prin-
obtiene por medio de sables forzados aerodinámicos (velas con funda cipio, la horquilla de la botavara debe estar a la altura de los hombros
rotativa) o con inductores que llevan un perfil de plástico (" camb er " ) del windsurfista, cuando está de pie sobre la plancha).
colocado al final de los sables que se apoyan sobre el mástil. De este • El puño de escota. Ahora ya podemos tensar la vela por el puño
modo obtienen un gran embolsamiento en el tercio de proa. Son velas de escota, según el mismo principio de aparejo que en el puno de
con gran potencia destinadas, especialmente, a deportistas ya iniciados amura. la presencia de dos poleas y una cornamusa en el extremo de
en el fun board. la botavara, facilita la operación; hacemos un as de guías en el oUao,
• Velas no aerodinámicas. Más ligeras y manejables, son las que de- pasamos el cabo por la primera polea, otra vez por el ollao, por la otra
bemos elegir para "iniciarnos" con la brisa y las olas. Su botavara corta polea y por último lo afirmamos en la cornamusa, asegurando el chico-
nos permite levantarla con facilidad. Están equipadas con sables forza- te del pajarín con dos cotes. Hay que aplanar la vela hasta hacer desa-
dos y sables de baluma. Encima de los sables forzados el embolsamien- parecer los pliegues verticales. Si éstos se transforman en pliegues hori- la tabla está correctamente
to se mueve menos, dando la vela, de este modo, una impresión de es- zontales antes de acabar de tensarla, hay que volver al Cunningham. aparejada. Para modificar el reglaje,
tabilidad. Los sables de baluma sirven para que el grátil pueda flamear, Algunos pliegues, especialmente los de los extremos o los del tope del habrá qu e volver a tierra.
por lo que resulta más fácil controlar la vela. mástil, sólo lograremos quitarlos tensando los sables.
El camber permite al sable apoyarse Por medio de una cincha que va unida
directamente sobre el m astil sin forzar a la vela podemos forzar el sa ble y Primeras prácticas de i~iciación en el
el tejido ni tampoco deformar la vela ajustar la tensión y la forma plano de agua resguardado de nuestra
Vela rotativa . por la funda. de la vela. base de Clew Bay, en Irlanda.
48 Práctica del velero
LA PRIMERA SALIDA
El acontecimiento que representa la primera salida debe tener lugar en
una zona libre de peligros, y con un tiempo favorable. Es fundamental
saber apreciar de manera exacta estas condiciones.
El lugar
No siempre podemos iniciarnos en el lugar "ideal" como sería, por La rosa de los
ejemplo, un lago pequeño o un río tranquilo, o incluso, en la mar, en vientos
un golfo que estuviera muy resguardado . Sin embargo, esto sería lo de- ea cua l sea la dirección del v iento, éste
seable con el fin de no correr el riesgo de alejarnos demasiado de la
costa.
S siempre tiene un nombre, así co mo di-
ferentes denominaciones locales: el vie nto
Incluso estas aguas privilegiadas pueden ser traicioneras: tener co- del noroe ste se llama Gwalarn en Bretaña,
rrientes fuertes, o que nos arrastren hacia peligros (esclusas, cascadas, el de l n o rd est e, Grega l en la Provenza , y
Escila, Caribdis), vientos irregulares o turbulentos. también Levante en Cata lu ña o en las Ba-
Debemos tener precaución y no aventurarnos por lugares que estén lea res ...
llenos de gente, plagados de lanchas, de barcos de pesca, o simple-
La veleta s igue sie ndo el m ejor medio para
mente de veleros; pues no está previsto que icemos en el palo de un
representar la dirección del viento. Afortun adamente
derivador las dos esferas negras que indican que no somos capaces de
ex isten modelos menos rus ticas que se co locan
maniobrar ..
a tope de pa lo.
Por el contrario, tampoco debemos aventurarnos por lugares absolu-
tamente desiertos, escondidos de todos. Incluso aunque deseemos rea-
lizar una primera exhibición discreta, es indispensable contar con cierta
vigi lancia. lo ideal es que nos acompañe un barco de motor que obser- cuando éste sopla desde tierra. Al borde del agua, al abrigo de una du-
ve los acontecimientos a cierta distancia. En caso de que no sea posi- na o de una colina. no nos damos cuenta de nada; en cuanto nos ha-
ble, por lo menos debemos contar con algún amigo en t ierra, que yamos alejado unos metros de la orilla el barco se verá arrastrado hacia
esté al tanto de nuestros p lanes y que sepa dónde encontrar ayu- alta mar. En nuestra primera salida, debemos evitar zarpa r en esas con-
da con rapidez, en caso necesario . diciones, a menos de contar con la seguridad de poder" recuperarnos"
Estos preparativos nos permitirán conservar una total libertad de es- enfrente. en una orilla próxima y de fácil acceso.
píritu, dejando un amplio margen al azar. Podemos estar muy segu- Por el contrario, si elegimos un día en el que el viento sopla de alta
ros de que el plano de agua que vemos desde la orilla no es el mismo mar, quizás tengamos algunas dificultades para sali r, pero tendremos la
por el que vamos a navegar. Creemos poder abarcar con la vista una seguridad de que podremos volver. En realidad, lo ideal es empezar
extensión concreta, cuyas señales de referencia nos parece que están con un viento que sople de forma paralela a la costa.
bien definidas, las distancias inmutables y la luz igual. Pues bien, no es Lo primero que debemos hacer es aprender a averiguar la dirección
cierto. de donde viene el viento. Tenemos unos excelentes catavientos: 105 oí-
dos. Con ellos podemos percibir la menor de las brisas, oyendo su soni-
El barco será el verdadero revelador del paisaje. Veremos que ese es- do de modo distinto según sea nuestra orientación. Si oímos un fuerte
pacio tiene un sen tido, que está poblado por diferentes lugares, que las zumbido (y la misma presión en los dos oídos) es que estamos proa al
señales se desplazan y las distancias cambian con el viento. Tenemos viento, es decir, con la nariz hacia el viento.
motivos para extrañarnos. Comprobaremos que un paisaje marino sólo Debemos entrenarnos para aprender a localizar la dirección del vien-
es un conjunto de opciones disponibles que se encadenan y organizan to hasta conseguir que sea un reflejo. Para el navegante, la direc-
de modo distinto según el tiempo reinante, presentando sin cesar un ción del viento es la única constante. Hay que aprender a referir-
nuevo aspecto. Y ¡este descubrimiento no es banal! se a él como a un eje inmóvil. (¡ No es el viento el que cam bia, sino el
paisaje el que gira!) Cuando 10 hayamos logrado, nos extrañaremos
El tiempo de haber podido vivir tanto tiempo sin este punto de referencia funda-
Cuando hace mucho sol, en un paraje agradable, a menudo solemos mental.
subestimar la fuerza del viento. Sin llegar a recomendar que debemos Para designar la dirección de donde viene el viento, nos servimos ex-
hacernos a la mar cuando está nublado, hay que tener en cuenta este clusivamente de 105 puntos cardi nales. Decir "el viento viene en línea
hecho: el "buen tiempo" tal como lo concebimos en tierra, puede ser recta del bar de Mariano", no sign ifica nada (desde el punto de vista
un tiempo horrible en la mar. de la navegación), pues un poco más lejos, y sin que haya variado, ven-
En particular, corremos el peligro de dejarnos arrastrar por el vien to drá de Casa Pepe, y luego del bar El pájaro verde. Sin embargo, si deci-
52 Prácti ca del velero Iniciación 53
ro, pues duele bastante darse golpes en los dedos de los pies y las cin- que llevar un buen chaleco. Si este accesorio nos parece un estorbo, ra·
chas para hacer banda son demasiado ásperas .. zón de más para acostumbrarnos a llevarlo lo antes posible. ¿Que es
En lo que respecta a la ropa de navegar se ha avanzado mucho. Hoy poco elegante) Bueno, pero más vale flotar sin estilo que estar guapo y
día hay pieles "polares", trajes secos, semisecos, etc. ahogarse ..
Gracias a estos equipos podemos navegar durante casi todo el año,
pero hay que tratarlos con cuidado, i pues son muy delicados!
Suele dar buen resultado llevar un traje isotérmico más o me·
nos completo o más o menos grueso, según la época del año y el Los primeros bordos en deriva dar
gusto de cada uno, con un protector tipo K·way encima (lo cual
o en catamarán
es necesario en Glénans, y en general en Galicia y el Cantábrico en
España). Últimos preparativos
Por dos motivos: Hace buen tiempo. Hemos llevado el barco hasta la orilla del agua . Co-
• primero, porque con él podemos esperar en el agua después de locamos las velas haciendo por orden todas las operaciones que hemos
volcar sin correr grave peligro (una hora en lugar de diez minutos); ensayado antes y comprobamos que todo el material está a bordo: ti-
• y segundo, porque proporciona seguridad al principiante hasta el món, caña, orza, fondeo, pagayas y achicador.
punto de que podrá practicar, incluso volcar y volver a subir al barco sin Es el momento de ponernos los chalecos salvavidas y, también, de
encontrarse en situación de riesgo. decidir la tarea que deberá llevar a cabo cada miembro de la tripula-
ción. Uno será el patrón, llevará la caña y la escota de la mayor; el
El chaleco salvavidas otro, el tripulante (o proel), se ocupará del foque y de la orza.
A bordo de un derivador, haga el tiempo que haga, no podemos des- Si la superficie del agua está en calma, metemos el barco en el agua
cartar la posibilidad de volcar. Llevar puesto un cha leco salvavidas antes de izar las velas. Si hubiera olas, hacemos lo mismo que con el
Sea <:ual sea el tiempo que haga. es si m plem ente una cuestión de sentido co mú n. Sin el chaleco re· catamarán, lo que no siempre resulta cómodo, pues no debemos subir·
cuando salimos a navegar en un su Ita muy difícil mantenerse en el agua durante mucho tiempo, desa· nos a la bañera.
derivador ligero. debemos llevar ropa parejar el barco y esperar. El agua está siempre más fria de lo que ima· Hay que levantar el barco, sin arrastrarlo, pues un casco arañado es
de abrigo V protegernos del sol fcon ginamos y nos agotamos más deprisa de lo que creíamos. Además, hay un casco triste. Además, si lo hacemos, se puede atascar la orza con fa·
gafas y gorro también estarían cilidad, al llenarse el pozo de arena, hierba o gravilla.
fotogénico s ... ) Llevamos el barco hasta el final, es decir, sin dejarlo con una mitad
en el agua y la otra en tierra, pues en esta posición sufre mucho, sobre
Hay que llevar un chaleco todo si hay olas.
salvavidas homologado Si el barco flota enseguida el futuro patrón lo sujeta por el estay. Pa-
ra izar las velas, debemos poner la proa al viento -es inútil mirar la vele·
cada vez que "soltemos todo", el barco volverá solo a esta posición de la linea de crujia
través. Esto constituye un primer punto de referencia. del barco sepa ra
Las velas, completamente largadas, flamean como banderas en el lo que está a
eje del viento; están pues casi perpendiculares a la línea de crujía del barlove nto de
barco. Flamean a sotavento. lo qu e está a
Está a barlovento todo aquello que a partir de la linea de crujía sotavento.
,
(eje) del barco se encuentra en el lado de donde viene el viento. Y a so- ,,,
tavento todo lo que está en la otra banda. Para la tripulación, la linea ,,
de crujía del barco divide el mundo en dos partes: el mundo de barlo- ,,
vento y el de sotavento; el futuro en un bordo y el pasado en el otro, y
entre los dos, sobre una linea imaginaria, el frágil presente. barlovento
Además, en este momento el barco sigue derivando, desplazándose Para ello largamos bastante la escota de la mayor y del foque. Si el
en dirección a sotavento, es decir, pierd e barl ove nto. viento sigue entrando, soltamos la caña y nos movemos hacia la proa.
Enfilación El barco derivará con las velas flameando. Llegamos a la misma situa-
Podemos comprobar este abatimiento buscando puntos de referen-
cia en tierra, tomando enfi laciones por la proa o la popa del barco. ción que en un derivador.
C uando dos señales de
referenci a (se denomi -
nan marcas) aparecen
Sin embargo, si tomamos también puntos de referencia por los lados
nos daremos cuenta de que, al mismo tiempo que deriva, el barco tam-
Para seguir avanzando, hay que colocarse de manera que con brisa
ligera y la superficie del agua plana, podamos averiguar lo que ocurre
exacta m e nte una detrás bién se desplaza un poco hacia adelante. con la caña y las escotas o con el movimien to de la tripulación en el
de otra, se dice que están La razón es muy sencilla: la mayor no está completamente perpendi- barco.
alineadas y que forman
cular a la línea de crujía del barco, sino que la botavara está retenida
una e nfil ac ión . De este
por el nudo de ocho de su escota, ligeramen te a popa del palo. Al no
modo el observador que
estar completamente libre, la mayor recoge una pequeña parte del
Cazar/largar
las contempla se encuen -
viento desviando algunas láminas de aire, y esta mínima energía así re- ara cazar una ve la, tensam os la escota hasta que la ve la
tra en la prolongación de
la línea qu e un e dichas
m arcas.
cogida es lo que hace avanzar al barco. P se hincha , d eja de batir (flamea r ) y se convierte en el
motor del barco .
Primera situación Para amollar una ve la, largamos su escota reglándola para
coloca rla en el límite del flameo .
Ahora ya tenemos que lanzarnos; coger la caña con la mano y cada
El indicador del reglaj e es el flam eo. Cuando una ve la fl a-
uno su escota; después hay que intentar exponer las velas a barlovento
mea, es qu e la escota está demasiado largada. Así pue s, ca-
para ve r cómo va a comporta rse el viento. Si hay algún monitor en los za m os la ve la ten sa ndo la escota. Pero una ve la que no fla -
alrededores, es mejor que mire hacia otro lado. En cualquier caso no m ea también puede est ar dema siado cazada . Por lo tanto la
debe gritar consejos, que no tendrán buena acogida en ese momento, lleva remos hasta el límite del flam eo, largando la escota.
que, además, seguramente no entenderemos, y que sembrarán el páni-
co inútilmente (y encima despertarán a los peces).
El conocido refrán " Primero encontrar, después buscar", que se re-
fiere a la creación artística, puede aplicarse con toda razón a este caso.
Hay que dejar que cada uno encuentre solo su camino.
El patrón sujeta la caña y la escota de la mayor, y el proel la escota
del foque. De momento, el barco deriva con las velas flameando. De
común acuerdo, los dos tripulantes cazan las escotas: el barco empieza
a anima rse. Deciden largar todo y, como consecuencia, vuelven a la si-
tuación inicial.
Vamos a dejarlos que hagan sus primeras prácticas mientras comen-
tamos las primeras bordadas en catamarán.
Hav que dejar
que el
Los timones están bajados y ya avanzamos. Ciertamen te, en com-
paración con un derivador, la estabilidad que se consigue con dos cas-
cos ha permitido al diseñador instalar una superficie vélica mucho ma-
yor; pero como los palos no son infinitos y un foque grande no sería
fácil de amurar al pie de gallo, es la mayor la que adopta un mayor ta-
maño.
De este modo, disponemos de un motor potente, pero relativamen-
te sencillo que no necesita estar bien reglado para que el barco pueda Cazar, largar, tirar, empujar... El viento no espera para correg ir nuestros
avanzar con gran rapidez. e rrores de interpretación ... En este caso ya es muy tarde. Para no volcar,
En cuanto hayamos encontrado la postura sobre el trampolín o so- hubiera s ido preferible largar la vela en e l momento de la racha (en luga r de
bre uno de los cascos, se nos planteará el primer problema que debe- cazarla ... 1 y empujar la caña para orzar (en lugar de tirar de ella).
mos resolver con urgencia: icomprobar que sabemos parar el barco!
Inic iación 63
62 Práctica del velero
__ ----o~
- -- - - 0 -
eS
bién influye en su estabilidad y en la de su tripulación.
t
... después tiramos de la
Para mantener el barco plano, es decir, para hallar el equilibrio. de- caña para volver rumbo a la boya ...
bemos largar escotas o cambiar la posición de la tripulación.
I I Arribamos.
La tripulación es el único lastre del barco, pero es un lastre móvil. Se-
gún las circunstancias, podrá actuar de forma continua en el lugar ade-
cuado, controlando de modo eficaz la estabilidad del barco, tanto late- Empezamos poniendo rumbo a la boya. El reglaje es bueno y las ve-
ral (es evidente) como longitudinal (es menos evidente). Por esta razón, las están correctamente cazadas. Más tarde, decidimos cambiar de di-
todo el problema consiste en aprender a cazar las velas. rección y empujamos la caña. Inmediatamente las velas empiezan a fla-
mear, la velocidad disminuye y el barco se adriza, los derivadores lo ha-
Arribar y orzar: cen de forma clara y los catamaranes imperceptiblemente.
efecto de la caña sobre la dirección Volvemos a cazar las velas hasta que dejen de flamear, primero el
Hasta este momento estábamos ocupados en la marcha del barco, en foque y después la mayor. Se dice que hemos orzado, es decir, que la
su propia estabilidad y en todo lo que ocurría a bordo. Llega un mo- dirección del barco se ha acercado más al eje del viento (en el dibujo de
mento en que navegar hacia la boya (y llegar hasta ella) nos parece una esta página, A es mayor que 8)
tontería. Queremos ir aún más lejos, ampliar nuestro horizonte. A partir El rumbo cambia: la amura cambia y debemos cambiar también el
de ahora hay que hablar de la caña, es decir, de la dirección. reglaje.
64 Práctica del velero Iniciación 65
Una vez que hemos orzado, que nos hemos acercado al eje del vien-
to, el reglaje consiste en cazar un poco las velas; en lugar de poner
rumbo al depósito de agua, también podemos decidir volver a arrum- El efecto del timón:
bar hacia la boya; en ese caso, tenemos que tirar de la cana hacia no- barco ardiente y blando
sotros, lo cual nos hace arribar. Una vez hemos arribado, nos separa-
a conocemos la primera comprobación: si ponemos la
mos del eje del viento, y el reglaje consiste en largar las velas amollan-
do las escotas hasta que flameen, y después volver a cazarlas hasta que
Y caña a la derecha, el barco gira a la izquierda, si la po-
nemos a la izquierda, el barco gira a la derecha. Entendere-
otra vez estén llenas. mos fácilmente este desconcertante fenómeno si pensamos
¡Y ya está! Ahora ya somos capaces de movernos sobre el agua, de en el modo en que el agua ejerce su empuje sobre el timón.
parar el barco cuando nos parezca necesario y de volver a zarpar con la El patrón, sentado en el costado de barlovento del barco, de-
misma facilidad. Incluso somos capaces de cambiar de rumbo al mismo be tirar de la caña hacia él si quiere arribar; para orzar, basta
tiempo que el barco sigue avanzando. Si todavía no nos han concedido con poner la caña a la v ía . En ese momento se produce un
desequilibrio muy claro. En un rumbo como éste, los veleros,
105 galones de capitán, por lo menos ya hemos entrado en el mundo de
presentan, en general, una tenden cia mayor a orzar que a
"los que saben navegar", y tenemos razones para sentirnos orgullosos.
arribar. Cuando existe esta tendencia decimos que el barco
es ardiente. Por el contrario, un barco que tiene una tend en-
cia natural a arribar es un barco blando. Es preferible que
nuestro barco sea ardiente, de reacciones claras y francas.
El catavientos sin problemas
De todas formas, la eficacia de la caña parece tan grande
que al principi o corremos el peligro de utilizarla de modo
L Os catav ientos son trozos pequeños de lana que van co-
sidos junto al grátil de la ve la (por lo general del foque).
Su manera de flamear dentro del fluj o de aire que rodea la
desproporcionado en relación con las guiñadas del barco.
Pues el timón, en cuanto no está colocado en el eje del bar-
vela nos proporciona señales muy va liosas para realizar el co, puede actuar como un freno.
mejor reglaje. En un barco bien reglado, no es necesario toca r mucho la Los golpes de caña demasiado bruscos
• Cuando el catavientos de sotavento cae, la vela está caña para mantener el rumbo. o riginan remolinos perjudiciales que
demasiado cazada. perturban la buena marcha del barco
• Cuando el catavientos de barlovento sube, la ve la no
está suficientemente cazada.
• Cuando los dos catavientos están horizon tales, pode-
mos estar satisfechos del reglaje de la ve la.
Para ir lo más rápido posible e ntre dos pu ntos, cazamos el foque y despues
la mayor. Los catavientos, hebras de lana cosidas junto al grátil del foque,
nos ayudan a orientar bien las velas.
66 Práctica del velero Iniciación 67
Con vie nto fl ojo, podéis traer la ta bl a del m odo sig uien te: las condiciones ideales (estribillo)
• Colocá is la botavara pl ana en equilibrio sobre la po· Acabamos de mencionar las condiciones que sería deseable encontrar
pa de la tabla y después os tumb áis sobre la proa y re·
durante la primera salida en deriva dar o catamarán. Por supuesto
m áis con los brazos. La ve la ofrecerá poca resistencia y
éstas también se refieren a la tabla a vela. Pero esta máquina es
pod réis avanza r, incl uso en d irección con trari a al v iento.
tan especial que antes resulta conveniente proporcionar algunos deta-
Si el v iento refresca tenéis dos sol ucio nes:
• desapare jar la ve la y co loca r todas las piezas d el lles más.
apa rejo a lo largo de la plancha, tum ba ros sobre la mis-
ma y remar co n los brazos; ¿Dónde empezar?
• pe dir socorro a alg una emba rcació n haciendo las se- Por lo general, aconsejamos a los principiantes salir con viento proce-
ñales del di bujo. dente de alta mar para dejarse arrastrar hasta la orilla si ocurre algún
problema. La otra cara de la moneda es que un viento de este tipo le-
" Estoy en apuros vanta cierto oleaje y que algunas olitas nos complicarán la vida y nos
ve nid a busca rme." obligarán a buscar un lugar resguardado, un dique, rocas etc.
En realidad, es preferible elegir un viento paralelo a la orilla.
68 Practica del velero Iniciación 69
El plano de agua ideal debe ser tranquilo y resguardado, que nos dé gidas, el centro de resistencia lateral se desplazará hacia la parte sumer-
sensación de seguridad y poco profundo. Al principio, resulta agrada- gida; y por último, avanzara solo hacia la proa por efecto de la velo- A barlovento
ble hacer pie para poder volver a subirnos a la plancha. cidad.
A sotavento
• En este momento la plancha se encuentra en el agua, perpendicu-
Reglamentación especial a recta qu e pasa po r
De cualquier modo, es preciso que memoricemos algunas reglas:
lar al vien to, con la orza bajada y el aparejo colocado a sotavento. Subi-
mos a la tabla colocando los pies a uno y otro lado de la base del más- L los pies de l windsur-
fista y que es pe r pe n di -
• no alejarnos mas de una milla de la costa; til, y movemos la vela primero hacia la proa de la tabla y después hacia
• evitar los canales de acceso a los puertos y las aglomeraciones de la popa. La tabla empieza a girar bajo nuestros pies, bien acercando la cular a la dirección del
barcos; viento divide el un iverso,
linea de crujía a la dirección del viento, o alejándola.
e l mun do y e l pl an o de
• debemos informarnos en los clubs y ayuntamientos sobre las nor-
ag ua en dos espacios: to-
mas municipales para el período estival (canales, zonas de navegación, La subida de vela ideal do lo que está a barlo -
etc); • La posición. La plancha y la vela están sobre el agua. Hacemos pie vento (entre el viento y el
• no salir cuando el viento nos arrastre hacia alta mar con más de y hay que aprovechar para colocar la plancha en condiciones ideales de windsu r fista) y todo l o
fuerza 3; subida, lo que más tarde quizás no sea fáci l. que está a sotavento.
• no tener miedo a pasar demasiado calor y llevar puesto un mono; Con la orza bajada, la plancha se pone perpendicu lar al viento,
• no "hacer windsurf " solos. Pues a pesar de lo que digan, la tabla la vela a sotavento y el puño de escota hacia la popa.
a vela es un deporte que debe realizarse en compañía. El consejo del fisioterapeuta: hace tiempo que los médicos han de-
mostrado el daño que sufre una espalda arqueada al arrastrar o levan-
La salida tar un peso. En esas condiciones, aconsejan utilizar 105 músculos de las
La pedagogía "clasica" aconseja que antes de saltar sobre la tabla y es- piernas (por ejemplo, el movimiento que se hace al levantar las pesas
forzarse en sacar la vela del agua, es necesario empezar a familiarizarse en halterofilia). Esto debe aplicarse también al windsurfista cuando in-
sólo con la plancha. tenta levantar la vela . Le sera muy dificil mantener derecha la espalda
durante toda la maniobra, sobre todo al principio, por lo que debe in-
Tomar contacto con la plancha tentar no doblarla. Debe controlar la longitud de la driza, y la elegirá
Os proponemos varios ejercicios que efectuados en solitario pueden más bien larga para obtener una mayor eficacia. Esta longitud le permi-
parecer incongruentes. Por el contrario, realizándolos entre varios, la tirá inclinarse hacia atrás mientras la vela todavía sigue pegada a la su-
plancha puede servir de soporte para llevar a cabo juegos en el agua, perficie: debido a su propio peso (su masa, para ser exactos) el wind-
desplazarnos en sentido longitudinal y lateral hasta caernos, saltar, ha- surfista ejerce una fuerza de tracción sobre la driza, al intervenir muy A SOTAVENTO
cer luchas, jugar a la pelota, hacer surf "remolcados", etc. poco la fuerza de los brazos.
La primera lección que hay que tener en cuenta: caernos no es una
penalización, sino una señal de referencia.
Al alejar el peso del Debéis m antener la
Si aplicamos una fuerza horizonta l de
Hallar el centro de resistencia lateral: dos experiencias indispensables cuerpo de la tabla, es espalda recta para no
forma alternativa a cada uno de los
• La plancha flota en una profundidad de 50 cm. de agua con la or- cua ndo resu lta eficaz forzar los discos de la
ext rem os de la plancha empujando
za bajada. Aplicamos una fuerza horizontal con la mano sobre cada hacer banda. colu mna .
con la m ano, est a gira ...
uno de sus extremos alternativamente. Ésta empezará a girar alrededor
de un eje, situado más o menos al nivel de la orza. Para localizarlo de
E~~~~~~~~I-~---3
un modo más exacto, volvemos a centrar la presión horizontal sobre la
plancha. Esta deja de girar y se desplaza hacia un lado. El punto de
aplicación del empuje es entonces el punto neutro de la ca rena
(plancha + orza + alerón), y cua lquier fuerza aplicada a uno u otro lado
D' hará girar la plancha. Este eje se denomina centro de resi stencia late-
Si volvemos a centrar la presión. la ral , y no es fijo sino que se mueve bastante. Si subimos la orza y repeti-
plancha ya no gira sino que se mos la operación, el eje retrocederá hacia la popa de la tabla; del mis-
desplazara hacia un lado. mo modo, si la proa o la popa de la plancha están más o menos sumer-
Iniciación 71
70 Práctica del vele ro
• La técnica. Colocamos los pies a uno y otro lado del pie del mastil
y ya sabemos cómo debemos ponerlos para subir la vela. Pero. en
cuanto el mástil parece que quiere salir del agua, la plancha empezará
a dar vueltas alrededor del pie del mastil, si no controlamos su giro.
Los pies, colocados a ambos lados del pie del mastil, pueden lograr
este control por medio de un juego de presión -tracción; es decir, cuan-
do el pie de delante empuja, el pie de detrás tira, y la plancha se va ale-
jando del eje del viento; cuando el pie de delante tira, el pie de detras
empuja, y la vela se va acercando al eje del viento. Junto con este movi-
miento de los pies, tenemos que servirnos del aparejo tirando de la dri-
za: hacia la proa para alejar la tabla del eje del viento, y hacia la popa
para acercarlo.
Cuando al subir la ve la la p lancha empieza a g irar en un senti-
do, podemos contra rrestar el movimiento con los pies.
En realidad, conviene efectuar un leve giro de la tabla hacia el vien -
to, pues a partir del momento en que el mástil empieza a subir, el vien -
to, al empujar la vela, facilitará la operación.
El equilibrio
La vela sale del agua y entra en el aire. Según va saliendo, ofrece cada
vez menos resistencia. Por lo tanto, hay que reducir la tracción acercán-
donos poco a poco a la posición vertical.
Modo de s ub ir la vela
l . l a Hposición idea l": la plancha está perpendicular al eje del vie nto, e l a pa rejo a sotavento y e l mástil e n la proa. El
w inds urfist a utili za adecuadamente e l pes o del cue rpo, pero ma ntie ne la espa lda un poco a bombada. Te ndría q ue fl ex iona r
más las pie rnas pa ra proteger la co lumn a.- 2 y 3. Va t re pa ndo co n las ma nos s obre la driza, pa ra s acar la vela del ag ua.
Efectua ndo presión con los pies, co locados a uno y otro lado de la base de l mástil, cont rola -e imp ide- e l giro de la ta bla.- El
aparejo ya est á co mpleta me nte fu e ra de l ag ua. l a vela fl amea s in a poyarse ni e n e l agua ni e n e l vie nto . Es ta posición es m uy
inestable para e l w inds urfista y t iene q ue sa lir enseguida o bie n colocarse e n posición ne ut ra. 5.- Ha decidido sa lir. Coloca la
mano de proa e n la botava ra ... 6.- e inclina e l apa rejo hacia la proa sin estira r el brazo. Con la mano de popa va t ira ndo
despaCio de la botavara , la vela s e hincha, y, iya lo ha consegu ido!
72 Práctica del velero Inicia ción 73
Va "trepando" con las manos a lo largo de la driza para subir el Posición neutra l.
mástil.
Una vez completamente fuera del agua. la vela alcanza la posición
de equilibrio cuando el mástil está casi vertical.
Ahora, hacemos un juego con 105 pies y uno con las manos. un mo-
vimiento de cadera ... todo vale para mantener este precario estado de
gracia el mayor tiempo posible. Pero es dificil de conseguir. Para ello
necesitaremos algunos conocimientos adicionales.
El arco de resistencia
La posición neutral
Los rumbos
Primera definición : se llama rumbo al ángulo formado por la linea de crujia del barco y el
v iento real ; este término precisa de fo rma clara su situación cuando se conoce exactamen-
te la dirección del viento. Decimos: ceñ ida, través, v iento por la aleta, v iento de popa ... La uti-
lización de estos términos facilita la coord inación entre los miembros de la tripu lación. Por firmemente en el agua. Se le nota ligero a la caña. El casco vibra ligera-
ejemp lo, para tod o el mundo "orza r" sig nifica que va mos a cazar las ve las ... hasta que el bar-
mente al paso del agua y labra su camino con gran acierto y facilidad .
co se encuentre al lím ite de la " má x ima ceñida" ...
Las velas están abombadas, bien llenas de viento; estamos en ceñ ida,
Segunda defini ción: lo que acabamos de decir resulta úti l para ayudaros a entenderos a
bordo . Pero, a bordo de un derivador es in suficiente en determinadas circ unstancias, y la ma- rumbo real, buena velocidad y poco abatimiento. No hay que estropear
yoría de las veces también lo es en catamarán y en tabla a ve la. el trabajo cazando demasiado las escotas; hay que largarlas a menudo
Enseguida comprobaremos que los ca tavientos no indican el viento real (el que sopla en hasta hacer flamear un poco las velas y volver a cazarlas justo lo sufi-
ti erra) , sino el viento aparente, el que hincha las ve las y en relación con el cua l realizamos to - cien te para que quede en ellas algo asi como la ligera huella de un
dos los reglajes. Y este v iento aparente varía con la ve locidad del barco, al se r la resultante de temblor.
la fuerza y la dirección del viento rea l y del "viento de la velocidad". Debemos familiari za rnos Todavía podemos acercarnos más al eje del viento, pero esta vez te-
co n esta paradoja qu e hace que cuanto más rápido vaya mos y más fue rte sea la co mponente nemos que cazar las velas al máximo. Su curva se borra, están cazadas
de l "viento de la ve locidad" más se acerca el viento a la línea de cruj ía del barco. Es decir, a tope . Llegamos ahora al borde de la zona del viento de proa, hemos
cuanto más rápido vayamos, más debemos caza r las ve las. A partir de una ve locidad concre-
llegado a la ceñ ida a rabi ar.
ta, que suelen alcanzar los catamaranes y las tabla s a ve la con viento co ntinuo, navegaremos
Este es un rumbo de lucha en el que el barco adopta una marcha
con las velas cazadas como en ceñida, hasta que estemos a un largo.
más nerviosa, más tensa. Estamos lejos de la sencillez de la ceñida.
78 Practica d!? v e ero IniCiaCión 79
Las velas, bien lle nas, está n El Viento parece arreciar y ague/Izarse contra las velas El barco
si tuadas sobre la Imea de cr ujia del presenta mayor tendenCia a la escora, y cuando hay un poco ele
barco. Este navega a gust o, viento. la tflpulaClon tiene que hacer banda de modo energlco para
escorando ligeram ent e y la mantenerlo plano. El casco se abre camino con mas dificultad en el
trip ulación hace banda . Es agua, SI hay pequeñas olltas choca contra ellas deshaCiéndolas y el
la cel; ida, que permite a l barco proel empieza a Imaginarse lo que le espera en cuanto la cosa se
remontar el viento co n bue na anime
velocidad. Este es un rumbo apasionante que muestra toda la fuerza luchadora
de! barco, asi corno su faCIlidad para sacar partido de las fuerzas que se
ejercen sobre el mismo. ReqUIere una atención constante por parte de
la tri pulación, y ulla aguda percepción de las variaCiones del viento. De
hecho, éste no es siempre regular, ni en di rección ni en Intensidad;
puede escasear, es deCir, acercarse al eje del vie nto (por la proa) o
alargar, es deCir, separarse; puede refrescar (arreCiar) o cae r (amai-
nar); el timonel debe cambiar constantemente de dlrecClon para man-
tener el rumbo y el proel cambiarse de SitiO para mantener el equilibrio
Se suele ta rdar algún tiempo hast a lograr dorrlln ar la cel'lIda Al princi-
pio, tenemos tendencia a poner rumbo haCia algún punto situado en
tierra, yeso es lo que no debemos hacer Pues navegando en ceñida el
barco deriva cada vez más y pronto nos vemos o bligados a acercarnos
80 Práctica del velero Iniciación 81
demasiado al viento para seguir arrumbando hacia dicho punto. Como un libro. 5ólo que en este caso la página está lastrada con un chisme
consecuencia, el barco cada vez deriva más y avanza menos. La ceñida llamado botavara, que va barriéndolo todo y golpeando las cabezas
se convierte en un rumbo de esfuerzo. Fiándonos s610 del viento, con que encuentra a su paso, antes de colocarse en el lado opuesto. (¡Para
las velas llenas, haremos un rumbo peor pero con cierta velocidad y po- evitar que choque con más o menos violencia sobre el obenque es por
ca deriva. ¿Qué es preferible? Sin duda vale más ser rico y estar sano lo que hemos hecho un nudo de ocho en la escota!). A eso se le llama
que pobre y enfermo. tras luchar. Con brisa ligera, no representa ningún peligro, pero el
viento es a veces un lector nervioso y la botavara, al pasar con fuerza
de una borda a la otra, corre el riesgo de empujar al barco en una o r-
Los rumbos portantes za da irresistible en el nuevo bordo y este cambio de situación puede
Volvemos de nuevo al rumbo del viento de través y decidimos ir ahora hacernos volcar.
a explorar la zona situada a sotavento del barco. Para llegar hasta ahí, De cualquier manera, hemos pasado una página: hasta aquí, desde
hay que deja rse llevar. Por lo tanto, el timonel tira de la caña hacia él. la cenida hasta el viento de popa, el barco había recibido el viento
Al ir arribando pasamos primero por un rumbo en el cual las reaccio- siempre por el mismo lado; por primera vez, lo recibe ahora por el otro.
nes del barco no son muy diferentes de las que mostraba con el viento El costado de sotavento se convierte en el de barlovento y a la inversa.
de través: es el largo. Lo hayamos hecho adrede o no, hemos v irad o de bord o.
Si seguimos arribando, el ambiente cambia por completo. Todo se
calma. El viento parece amainar, lo notamos menos fuerte en la cara.
La velocidad parece disminuir y en parte es verdad. El agua está mas li-
sa y el casco se desliza por ella suavemente. El barco ya no deriva (po-
demos levantar la orza) y no tenemos que hacer banda. La tripulación
se instala cómodamente. El viento y el barco van ahora "cogidos de la
mano ", navegamos con el v iento por la alet a. viro y me coloco viro y me coloco
amurado a babor amurado a estribor
Quizás ya estemos con el vie nto de popa, pues en esta zona nos
faltan puntos de referencia, y a veces arribamos sin darnos cuenta . La
veleta titubea, los catavientos no muestran más que una señal floja y
extenuada. Reina la incertidumbre. Podemos intentar pasar el foque al
costado opuesto al de la mayor (poner las velas en o rej as de bu rro). Si
se niega a pasar, es que todavía no estamos si tuados con el viento de
popa. Si pasa, es que sí lo estamos; pero nada nos indica que estamos
situados totalmente con el viento de popa.
En este momento el patrón debe hacer gala de una gran discreción
en el uso de la caña.
) ...
Las amuras
Vamos a comenzar con unas observaciones importantes:
~,
Estribor: costado derecho del barco.
Amurado a estribor: el barco recibe el viento por la derecha, es de-
cir, por el costado de estribor.
Para pasar de amurado a estribor a amurado a babor, tengo que vi-
rar por avante o trasluchar.
Babor: costado izquierdo del barco.
I
~.
Amurado a babor: el barco recibe el viento por la izquierda, es de-
cir, por el costado de babor.
Para pasar de amurado a babor a amurado a estribor, tengo que vi-
A
rar por avante o trasluchar.
La expresión "Vamos a cambiar de rumbo" quiere decir según los I
casos: "Vaya vi rar por avante" o "Vaya virar por redondo", que es
otra manera de decir "Vaya trasluchar" .
1. Navegamos en ceñida. A: am urados a estri bor; s : amurados a El patrón cambia de mano caña y escota .
babor. A: El foque se ma ntiene ca zado hasta que e mpi ece a
El barco est á plano, con las velas bi en regladas. El patrón portar ligerament e a la contra .
toma un pu nto de referencia detrás de é l !por ejemplo, la El patrón larga eve ntualmente la mayor para ayuda r
chime nea). a pasa r los sab les forzados .
2. Después de haber recordado lo que acabamos de decir, el patrón 5.8 : Mientras e l patrón se sienta a barlovento, e l proel
orza suavemente empujando la caña y cazando la mayor. caza e l foque y empieza a hacer banda.
3. El patrón acompaña e l giro del ba rco aumentando cada vez A: El patrón ca mbia de mano la caña y la escota,
más e l ángulo de la caña. El foque empieza a flamear por e l e l proellarga e l foque y lo ca za en la nueva amura .
grátil, pero lo mantenemos cazado. 6.S: A continuació n salimos amu rados a estribor.
S: El barco escora a la contra y la tripulación empieza a meterse A: El patrón caza la mayor y la tripulación sa le a hacer
La condición esencial e n e l barco. banda.
para realizar una buena virada por 4. Cuando la mayor se coloca e n e l centro de l ba rco: 7. A: Y volvemos a s alir amurados a babor.
avante es llevar velocidad. 8 : El proel larga e l foque, pues está flameando completa mente.
Iniciación 85
84 Práctica del velero
8. La virada ha terminado. Es
importante señalar que el patrón
todavía no ha cambiado la caña de
mano. Sigue gobernando con la
4. La vela ya está cazada en e l otro mano izquierda en la espa lda y no
costado. El patrón se estira la cambiará hasta después de
ahora para colocarse a barlovento. bloquear la escota en la mordaza .
88 Práctica del velero Iniciación 89
Ya que las velas no tienen ningún efecto propulsor mientras pasan La veleta está ahora en la línea de crujía del barco y casi no percibi- ,
Podem os com pro- por el ángulo muerto. no podemos contar más que con nuestro impul- mas el viento. Es como si no notáramos el barco bajo nuestros pies.
ba r que hem os v irad o de so, es decir, con la arran cad a que lleva el barco. Por lo tanto, ante to- y en este momento, ya podemos empezar a virar.
b o rdo c orre ct am ent e s i, do, es necesario que éste lleve una buena velocidad. El patrón se coloca al otro lado, cambia de mano la escota de la ma-
sa li endo desde un rumb o Hay que averiguar el rumbo que tendremos que seguir cuando es- yor y la calÍa. Ca za la escota hasta colocar la mayor sobre la linea de
d e ce ñida, con buena ve lo- temos en ceñida en el otro bordo. Este rumbo se sitúa a 90° aproxi- crujía, el proel se cambia también e incluso puede volver a pasar el fo-
cidad, nos situ amos en la madamente del actual. Para eJlo, tomamos un punto de referencia en que aliado donde estaba la mayor. Cuando la parte de arriba de la ma-
otra a mura e n ceñ ida tam-
tierra por el costado de barlovento, detrás de nosotros, al través del yor pasa, el patrón suelta instantáneamente la escota que debe
bién co n ve locidad (A).
r barco.
Hipótesis de salida: estamos en ceñida con una velocidad óptima y
queremos cambiar de amura. El objetivo es situarnos, después de virar
desde la ceñida, otra vez en ceñida en el otro bordo con la misma velo-
desliza rse sola hasta el final, y va corrigiendo el rumbo con la caña. Ya
hemos trasluchado.
Si la parte de arriba de la mayor tarda en pasar, el patrón debe arri-
bar unos cuantos grados más. Si no ha tenido la precaución de blo-
En popa redonda, e l tripu la nte pon e
e l foque e n orejas de bu rro, s ujet a ndo
la escota con la mano. El patrón
cidad, manteniendo la estabilidad lateral del barco .. quear el carro de la escota de la mayor en el centro, tendrá que arribar se ca mbia al otro lado y se pre para
mucho y el paso de la vela será muy brusco. pa ra traslucha r.
Especial catamarán Hemos virado sin cambiar de rumbo; ésta es una virada que podría-
La característica especial de la virada por avante en un catamarán está mos denominar "seria". Es la que se hace con mal tiempo, o en los
en el hecho de que existe una diferencia del camino a recorrer durante barcos grandes; también es la que tiene que dominar el principiante
el giro, entre el casco interior y el exterior. Es conveniente aligerar todo con poco viento, antes de lanzarse a realizar maniobras más concretas.
lo que podamos el casco exterior mientras viramos, manteniendo los
pesos durante el mayor tiempo posible en el casco de barlovento. De Especial catamarán (bis)
este modo, la resistencia disminuye y la velocidad de giro aumenta. En los catamaranes ésta es la maniobra más fácil debido a la gran esta-
Estos consejos para efectuar una virada de bordo eficaz en un cata- bilidad inicial del barco.
marán no sorprenderán al usuario de barcos antiguos, que se caracteri- El hecho de que dos catamaranes deportivos de cada tres no tengan
zan por una relativa lentitud de giro, y que hay que acompañar con la botavara, hace que la operación sea más fácil, y menos peligrosa ..
vela y el timón y, además, corregir continuamente, según las reacciones El problema está en la arribada que se produce y en la gran acelera-
del casco y de las velas en relación con la mar o el viento. ción que adquiere y que disminuye una vez situado con viento de po-
Si el barco no llevara suficiente arrancada en la salida, si hubiéramos pa. La tripulación tiene que cambiarse de sitio, para impedir que el bar-
largado o cazado el foque antes de tiempo, o empujado la caña duran- co salga de orzada, o se quede parado. Y, por último, hay que evitar
te la virada de manera incorrecta, no lograremos virar. Decimos que que los sables choquen contra el obenque.
B ha arribad o dem asiado hem os fallado la virada : el barco se para, y después empieza a retro-
después d e vira r, por lo que se ve ceder, colocándose de través. Volvemos a la casilla de salida.
obligado a orza r y no lle gará
nunca has ta la c hime nea la virada por redondo o trasluchada
de esta bordada. mi entras A, qu e En primer lugar tenemos que arribar hasta colocarnos con viento de
ha hecho una buena virada. popa. El proel continúa la arribada largando cada vez más el foque y
ll egará sin problema s ... se desplaza para man tener el equilibrio lateral del barco (aunque sea
un catamarán) mientras se efectúe toda la maniobra. Durante la arri- 100590
HOBIE CAT
bada conviene bloquear el carro de la escota de la mayor en el cen-
tro, con el fin de dominar mejor su paso y evitar que golpee contra la
jarcia.
Cuando la mayor está cerca del obenque y el foque empieza a hin-
charse por el otro lado, es que estamos completamente con el viento
de popa. Hay que tener cuidado al pasar el foque antes de virar, pues La trasluchada e n cat ama rá n se
de lo contrario podría enrollarse alrededor del estay, lo que nos obliga- facilita e norme me nte de bido a la
ría a volver a trasluchar para soltarlo.
estabil idad inicial de l ba rco.
Práctica del vele r o IniciaCión 91
90
----------------~---------------------~---------------------~~~-------------
se desplaza hacia adela nte para rápido. es cierto, pero con el fin de
6. La trasluchada ha terminado. El
patrón ajusta e l rumbo y afina e l
b u rro: ¡tod o va a ocu rrir con gr an seña lar que e l escotero, el carro y
Barlovento Sotavento
"Vaya barlovento" quiere decir que me dirijo hacia un lugar de donde "Vaya sotavento" quiere decir que me dirijo hacia un lugar sobre el
viene el viento, lo cual no es fácil, pues hace fa lta voltejear, o dar cual sopla el viento - en el ejemplo, la boya- y, en ese caso, ¡oh sorpre-
bordadas. Antiguamente se decía: "En las bordadas, doble el camino, sa! puedo ir directamente. También podemos decir: con viento por-
triple el tiempo y cuatro veces el esfuerzo". Excepto por lo del esfuerzo, tante, empujado por el viento, o simplemente en portantes.
cuando nos encontramos en un caso similar al del dibujo (p rimera sali-
da con fuerza 2 y mar llana, en las cercanías de una costa), podemos Volcar
aplicarnos el refrán perfectamente. la causa principal del vuelco es la orzada. Se produce cuando llega la
racha y no tenemos el reflejo adecuado en el momento oportuno, con
lo cual el barco se tumba, con la jarcia a sotavento.
lo primero que debemos evitar es apoyarnos sobre el palo, pues se-
En derivador ria la mejor manera de "clavar el palo", es decir, de hincarlo en el fon-
1. Arribada: El patrón larga la escota de la mayor. El proel acompaña e l do. Además de que podemos romperlo, es una de esas situaciones
movimiento larga ndo la escota del foque. que, como enseguida veremos, no tiene solución.
2. Con viento de popa : El foque pasa al otro bordo. la veleta está sobre la línea de Con el barco tumbado, uno de 105 tripulantes sujeta el barco por el
cru jía del barco y el proel mantie ne la estabilidad lateral del barco. estay para mantenerlo proa al viento, y el otro suelta las escotas de las
3. El patrón se coloca e n la otra borda, cambia de mano escota y caña, y se cornamusas y después se sube a la orza (a veces tiene que ponerse de
prepara para cazar la escota de la mayor.
pie encima, pero no en la punta pues ésta es demasiado frágil).
4. El patrón caza la escota de la mayor. Con brisa ligera, coge e l aparejo con la
mano, y tira de la balu ma hacia abajo pasa ndo la mayor; t iene que frenar e l En los catamaranes hay que utilizar la energía natural del viento y
paso de la vela; e l hecho de no haber enrollado la escota de la mayor es una exponer primero la superficie del trampolín y después la jarcia en cuan-
ventaja. pues al deslizarse, frena la mayor. to ésta se despega del agua. Es decir, tenemos que poner el palo a bar-
5. El proel cambia de bordo. El barco e mpieza a orzar. lovento. Para ello, orientamos el casco sumergido poniéndonos en la
En catamará n proa o en la popa de este último, lo que nos sirve para crear un punto
1. Arribada : El patrón la rga e l carro de la escota de la mayor Iy la escota también
de giro dentro del agua. Una vez colocado, pasamos el cabo de adrizar
s i es necesario). por encima del casco de barlovento y nos colgamos con todo nuestro
2. Con viento de popa: El foq ue pasa al otro lado. la veleta está e n la línea de peso para despegar el tope del palo del agua
cru jía. El patrón pasa e l cañín a la ot ra banda, afirm á ndolo a lo largo de la barra Cuando el barco empieza a "venir", nos preparamos para agarrar-
de unión. nos al casco sumergido, pues en el momento de adrizarse, que suele
3. El patrón se co loca en el otro lado, cambia de mano escota y caña y se prepara
ser muy brusco, la inercia puede hacer que el barco vuelva a volcar ha-
para pasar la mayor s ujetando e l aparejo con la mano.
4. El patrón pasa la mayor enérgicamente tirando del puño de escota hacia abajo. cia el otro lado. En ese caso, hay que tener cuidado con los cascos o
I
5. El proel se cambia al otro lado. El barco e mpieza a orzar. con las martingalas volantes, pues ¡pueden hacernos daño!
IniciaCión 9S
94 Práctica del velero
Sea cual sea la máquina con la que hayamos volcado, derivador o cata-
marán. hay que cumplir obligatoriamente la siguiente regla fundamental:
NO DEBEMOS ABANDONAR NUNCA EL BARCO
Para una tripulación experta la puesta a flote es rápida. Para los prin-
cipiantes, la cuestión es muy distinta. A veces, lo más conveniente es
fondear enseguida, siendo absolutamente necesario cuando el viento
empuja el barco hacia una costa peligrosa O hacia mar adentro.
l
96 Practica del velero IniCiaCión 97
1. Haciendo presión con los pies sobre la popa de la tabla y el aparejo inclin ado hacia atras, la tabla orza antes de virar.· 2) la
vela esta demasiado cazada (casi sobrepasa la lin ea de crujía de la tabla) para continuar la orzada .· 3) la tabla se encuentra
casi proa al viento. El windsurfista empieza a pasar por delante del masti l... - 4) ... agarra el aparejo por el mas til, por d e bajo de
la botavara . Con el pie de detras sigue haciendo presión sobre la popa de la plancha .· 5. Con un movimiento muy rapido (los
expertos lo hacen saltando) , el windsurfista pasa por delante del aparejo. En este momento, concentra toda la presión de los
pies en la pierna de delante lizquierdal.- 6. Empujando sobre la pierna de delante para hacer girar la tabla, indina el aparejo
hacia la proa.· 7. la vela vuelve a portar, obligando al w indsurfista a restablecer el equi librio pon iéndose en suspensión .- 8 . la
virada fina liza: e l windsurfista vuelve a colocar las manos V los pies sobre la botavara V la tab la .
98 Práct ica del velero Iniciación 99
La armonía de los movimientos • abrir el plano vélico a medida que vamos arribando para mante-
La virada debe ser gradual desde la fase de orzada hasta la arribada en ner constantemente la vela cazada y evitar que entre en pérdida;
el otro bordo. Con frecuencia la tabla pierde velocidad durante la orza- • ir empujandq el peso del cuerpo, que de forma gradual se irá a
da, antes de situarse proa al viento, debido a que la vela no se ha caza- colocar encima de la tabla, y echar los pies hacia atrás;
do lo suficiente. Si la caída no es inmediata, hay que arribar en banda, • ir tanteando la entrada en pérdida de la vela, poniéndonos dere-
empujando sobre el pie de delante mientras llevamos el mástil hacia la chos cuando disminuya la fuerza del viento sobre la vela. A continua-
proa, y después volver a empezar la maniobra. ción, debemos aumentar el contrapeso del aparejo a barlovento y, por
último, finalizar la arribada echando hacia atrás las manos sobre la
La arribada botavara.
Para iniciar la arribada hay que abrir la vela y llevar el aparejo a barlo- En cuanto a la orza, Jo ideal es poder replegarla enseguida. El princi-
vento y hacia la proa . Aunque la teoría parece sencilla, la arribada suele piante, deberá hacer la maniobra al principio, para no tener que preo-
premiar al principiante con una de sus más sonadas caídas (o "catapul - cuparse después, habiendo levantando antes la mitad de la misma. De
tas"). Veamos lo que ocurre a partir de la ceñida. este modo evita el efecto de zancadilla.
En este rumbo la vela está cazada casi hasta la línea de crujía de la
tabla. Según vamos arribando, es decir, que dicha línea se va alejando El viento de popa
del eje del viento, hay que "abrir" la vela; en el caso de no hacerlo El viento de popa no es un rumbo exacto. Es una zona de 30° a 40° en
así, al estar mal orientada, puede entrar en p érdida y ya no servirá la que podemos evolucionar con un reglaje y en una posición que va-
de apoyo. rían muy poco. Pero en este bordo surgen nuevos problemas de equili -
brio, y tenemos que mantener un control permanente sobre la estabili-
La arribada es una maniobra que requiere : dad, lo que evita que nos aburramos. De hecho, todo desequilibrio, in-
• dosificar la inclinación del aparejo, que origina la virada para no cluso el más pequeño, repercute en la vela, que lo transmite a la tabla,
vernos expulsados de la tabla. Cuanto menos viento haya, mayor será etc. ¡Esta es la ocasión para practicar caídas originales!
la amplitud de la inclinación;
centro
velico
La arribada: e l w indsurfista
En popa redonda, e l equilibrio del Co n el viento de popa con brisa
se coloca hacia atrás sobre la plancha
w indsurlista exige gran fl exibilidad en las ligera, e l centro de grave dad de la
y despues de ir abriendo
piernas para contrarrestar los movimientos vela se situa en la vertical qu e
gradualmente e l pla no vélico. inclina
de una plancha mucho mas ines table. pa sa por e l pie del mastil.
el aparejo a ba rl ovento.
100 Práctica del velero Iniciación 101
Conclusiones inmediatas car los esfuerzos con precisión para no vernos arrastrados en una tra-
• La tabla "rueda" bajo nuestros pies y tiende a seguir una trayec- yectoria en un zigzag cada vez más amplio ... hasta caernos.
toria en forma de zigzag. Por el contrario, con viento flojo, la amplitud deberá ser exagerada
• Si la orza está bajada, la estabilidad inicial de la plancha es mayor para que dé resultado.
pero el control de la tabla es más difícil de mantener, especialmente si De modo general, hay que mantener las piernas dobladas, dosificar
hay oleaje. bien la amplitud de los movimientos y no efectuar ningún movimiento
• Con brisa ligera. la vela no nos ayuda a equilibrarnos; incluso hay brusco.
que hacer un esfuerzo para mantenerla vertical.
Podemos practicar el slalom con viento de popa y. con el fin de au-
La posición básica mentar la rapidez en las correccion es de trayectoria, iremos retroce-
La tabla está a unos grados del eje del viento, y la vela perpendicular al diendo gradualmente para aligerar la proa y acentuar la inclinación de
mismo. El mástil está inclinado a barlovento, y la bisectriz del puño de la tabla hacia el lado contrario al sentido de la virada. (Los windsurfistas
amura vertical. Los pies situados a 50 cm a popa del palo, están algo lo llaman toma de ca nto).
separados; tenemos las piernas flexionadas, los codos doblados y las Contoneo con viento de popa: el cuerpo
manos separadas por la anchura de los hombros. La trasluchada esta inclinado hacia la izquierd a y la
Instintivamente, hallamos el equilibrio de la vela enseguida . Hay que Aunque las caracteristicas especiales del aparejo de las tablas a vela nos pelvis ha cia la derecha; la t ab la inicia
equilibrar la tensión de 105 brazos para que los esfuerzos que se trans- permiten navegar en una zona bastante amplia del viento al falso pai- un movimiento hacia la derecha.
miten a los pies sean idénticos. ro, llega un momento en que tenemos que trasluchar.
Por ejemplo. un windsurfista está navegando con viento de través
El equilibrio
Si bien sujetar la vela arriba es relativamente fácil, mantener el equili-
(t) decide arribar y colocarse a un largo (2). Sigue arribando y llega
al viento de popa (3). En ese momento puede trasluchar la vela: es la
t t
brio sobre la tabla ya lo es menos, debido a los movimientos de balan- trasluchada fácil que se realiza con brisa ligera y mar llana desde la
ceo que origina el chapoteo y las olas. Son los tobillos y la pelvis los posición exacta del viento de popa. Este tipo de trasluchada no im-
Control de la trayectoria que tienen que trabajar, siendo necesaria cierta flexibilidad, y evitar mi- plica cambio de rumbo, siendo una situación favorab le para apren-
con viento de popa . rarnos los pies, lo cual no n05 servirá para nada. der a pasar la vela. Podemos concentrarnos en el giro del aparejo y
También podemos intentar sentarnos. Cuando lo logremos, veremos en el modo de sujetar la botavara, y repetir la maniobra en los dos
que la estabilidad en esta postura resulta asombrosa. sentidos.
Si el windsurfista no ha trasluchado en la posición (3), pero continúa
El control de la trayectoria su movimiento, navegará al "falso pairo", es decir. que, aprovechando
Puesto que la mínima modificación en el equilibrio repercute sobre la las particularidades del aparejo, su vela está largada más allá de la per-
trayectoria de la tabla, es necesario controlarla permanentemente, ya pendicular a la línea de crujía de la tabla.
sea para mantener el equilibrio del aparejo que tiende a desplazarse
hacia uno y otro lado, o bien para cambiar de dirección . La técnica del paso de la vela
Tenemos el viento exactamente de popa y la vela completamente larga-
La teoría es muy sencilla. Si queremos ir hacia la derecha : da; la trayectoria es rectilínea y el equilibrio estable.
• nos apoyamos (despacio y poco a poco) sobre el pie izquierdo; La mano de proa suelta la botavara y coge el mástil. Cuando la ma-
• inclinamos el aparejo hacia la izquierda . no de popa suelta a su vez la botavara, la vela se desplaza hacia la proa
Si queremos ir hacia la izquierda: de la tabla. Hay que llevar el mástil hasta la vertical para evitar un dese- 1. Con viento de traveso
• nos apoyamos (despacio y poco a poco) sobre el pie derecho; quilibrio. La mano de popa (escota) se acerca a la de proa, que en ese 2. l a arribada .
• inclinamos el aparejo hacia la derecha. momento soltará el mástil para sujetar la botavara lo más a proa posi- 3. Con viento de popa. primera posición
Para compensar estos apoyos, tendremos que contonear el cuerpo 4. Navegación al fal so pairo: nueva
hacia el otro lado proporcionalmente al desvío de la vela. Automáticamente. corregimos la trayectoria inclinando el palo hacia posición posible para trasluchar.
Cuanto más amplio es este movimiento. más clara será la modifica- la banda contraria a la vela. Seguimos con viento de popa, en la nueva 5. Efectuada la trasluchada, vuelve a
ción o corrección de la trayectoria. Como consecuencia, hay que dosifi- amura, sujetando la botavara con las dos manos. orzar en la nueva amura .
102 Práct i ca del v elero
Primera conclusión
Con estas primeras prácticas hemos analizado los elementos de la ma-
niobra en barcos deportivos pequeños y en tabla a vela; es indispensa-
ble repetirlas, coordinarlas y entrenarse para adquirir una cierta desen-
voltura. Volviendo a leer el capítulo obtendremos sin duda nuevos ele-
mentos de reflexión.
Es necesario que hayamos asimilado bien estas primeras nociones
para acometer futuras salidas con viento más fuerte. El objetivo consis-
te en dominar "la máquina" para navegar con seguridad y disfrutar de
Perfeccionamiento
emocionantes sensaciones.
DERIVADORES y CATAMARANES
Maniobras de playa
Los derivadores y catamaranes deportivos pueden salir y llegar a cual-
quier playa con cualquier tipo de accidente geográfico u obstáculo na-
tural. La elección del punto de partida o de llegada requiere siempre un
instante de reflexión. Hay que tener en cuenta un determinado número
104 Practica del velero Perfeccionamiento 105
Demas iada de factores: la dirección del vien to, la configuración de la zona, la pen-
diente de la playa y el estado de la mar.
¿Por qué da golpes?
De modo general, evitaremos salir o atracar demasiado cerca de un
ecirnos de un barco q u e da golpes c uando go l pea o
obstáculo (la punta de una roca, o simplemente un barco fondeado),
incluso aunque nuestra intención sea situarnos a sotavento del obstá- D choca c ontra algun a cosa -la playa, un mue lle u o tro
barco- como co nsecuencia de las o las. No son nunca ch o-
culo. Realmente, tanto a la salida como a la llegada el barco escapa fá-
ci lmente al control de su tripulación y siempre hay que temer un ban- ques muy fuertes, pero su acción, repetida inca nsablemen -
te, acaba p or causa r daños importa ntes.
dazo contundente.
Lo que está bien un día no tiene por qué estarlo obligatoriamente al
día siguiente. El estado de la mar y la dirección del viento intervienen do, el patrón seguirá sujetando el barco por el estay, proa al viento,
forzosamente . Si hay olas de rodillo, éstas rompen muy cerca de la ori- mientras el proel termina de preparar el barco.
lla cuando la pendiente es pronunciada, por lo que en la salida ense- Ahora ya está todo listo y, a partir de este momento, el resto de la El proe l termina de pre pa rar e l barco:
guida las cruzaremos. Si la pendiente es suave, las olas romperán bas- maniobra dependerá de la dirección del viento. iza las velas, acla ra las escotas, baja un
tante lejos, y habrá que empujar el barco mar adentro antes de poder poco la orza y coloca e l t imó n e n su
salir (hay que señalar que el remo que utilizábamos en el primer y se- Salidas con viento de popa sitio, mie ntras que e l patrón sujeta e l
gundo capítulo sigue manteniendo su eficacia en el tercero). A la vuel- Cuando el viento sopla de tierra, la salida plantea pocas dificultades. barco por e l estay.
ta, las olas, ya estén cerca o lejos, siempre nos darán problemas. Cuan- Frecuentemente la mar está en calma, el viento sopla suavemente en la
do la mar está picada, es necesario, sob re todo, elegir el lugar más playa y el barco no pide más que salir. Pero, debemos tener cuidado,
tranquilo de la playa para salir o para llegar. El hecho de ref lexio n ar pues puede irse muy bien solo si nos olvidamos de sujetarlo; la mar en
un momento nos permitirá comp ren der que ést e suele se r el que calma y el viento suave son a veces traicioneros. Si estamos en una zo-
En su
est á situ ado más a barloven t o . En definitiva, la dirección del viento na muy resguardada, ante s de salir conviene ir a dar una vu eltecita
punto.
es el dato más importante, en función del cual tendremos que analizar p or las alturas, para hacernos una idea más exacta de la fuerza y de la
todo con más detalle. dirección del viento en alta mar.
El patrón sujeta el barco por el estay, es decir, con la proa mirando
La salida hacia tierra. Para salir, hay que dar una media vuelta por delante de és-
te y después embarcar por el espejo de popa . Si no hay agua suficiente
Tenemos el barco preparado en la playa, el material a bordo y las velas
envergadas.
Tal como hemos visto en el capitulo anterior, siempre que sea posi-
ble es mejor izar las vejas cuando el barco ya está flotando, pues de ese
modo podemos subirnos a la bañera para hacer la maniobra, lo cual se
desaconseja absolutamente en tierra. Es el proel el que debe realizar el
trabajo: izará las velas, aclarará las escotas y, si puede, instalará el ti-
món y preparará el remo o la pagaya, por si acaso.
Recordemos que las sutilezas del izado de las velas en un catamarán
nos obligan a llevarlo a cabo en tierra. No tensamos el grátil de la ma-
yor, y cazamos el foque un poco a la contra. De este modo evitaremos
que las velas puedan flamear con demasiada fuerza, y que el barco
vuelque sobre la arena, sin gloria pero con pena. Solamente cuando el
barco esté ya en el agua, el proel izará la mayor, aclarará las escotas y
bajará los timones, si es posible.
Llevamos el barco hasta el agua. Puesto que resulta muy pesado de
llevar, evitaremos los rodeos tomando el camino más recto hacia el lu-
para bajar enseguida el timón, podemos utilizar el remo en su lugar, En primer lugar, tenemos que recordar los elementos que equilibran
esperando llegar a una lona más profunda. De hecho, sin gobierno, el el barco en los rumbos próximos al viento.
barco no puede mantenerse con el viento completamente de popa Un barco orza:
(más que con una ligera ventolina). La mayor enseguida le obliga a • cuando lo hacemos escorar
orzar hasta colocarlo de través. Pero. de todas formas, el barco va deri· • cuando bajamos la orza del todo
vando en la buena dirección, realmente no es necesario precipitarnos ni • cuando cazamos la mayor
tampoco emplear una táctica muy rigurosa. Algunos patrones prefie- • cuando ponemos el peso en la proa
ren, además, embarcar primero al proel, para poder controlar ensegui- Un barco arriba:
da una excesiva orzada del barco. • cuando lo hacemos escorar a la contra
• cuando levantamos la orza, aunque sólo sea parcialmente
En los catamaranes aún es más sencillo. No hay que dar la vuelta al • cuando largamos la mayor
barco y la tripulación se sube por la proa dejando que éste retroceda • cuando ponemos el peso en la popa.
con las velas flameando. A cierta distancia de la orilla - a unos 50 m.- el La velocidad también desempeña un papel decisivo. Se puede
El barco de co tor ha eleg ido la solución patrón va a la popa a bajar 105 timones y a orientarlos para salir en la comprobar fácilmente a bordo de un catamarán, pues no escora y
acertad a. amura correcta. Después, irá también el proel, y ya podemos alejarnos tiene un plano de deriva fijo. Sólo podemos actuar por medio de la
de la orilla arribando. Es importante señalar que el proel no debe ir a velocidad: iY no tiene vida más que cuando avanza! Cuanto más de-
popa hasta que todo esté listo pues, en otro caso, al estar 105 timones prisa navega, más ardiente se vuelve y cuanto más despacio,
todavía levantados entrará agua, y se pondrán bruscamente de través más blando .
forzando los herrajes y haciendo que el barco se ponga no menos brus- Acelerar equivale entonces a bajar- la orza o a escorar, y disminuir la
camente también de través antes de volcar. velocidad ¡a subirla o a contraescorar! Si analizamos un poco estos da-
tos, comprobamos que, cuando no disponemos de timón:
Salidas con viento de través y viento de proa • la mayor puede desempeñar su función . A partir de ese momento
Un viento que sople de forma paralela a la playa es un bendito viento. la propulsión está asegurada por medio del foque. Puesto que la veloci-
Ya sabemos que el rumbo del viento de través conviene perfectamente dad hace que el barco sea ardiente, vemos que la acción del foque es
al barco: si lo dejamos libre, es el rumbo que adopta por sí 5010 de for- más delicada de lo que indicábamos en el capítulo anterior y que el di-
ma espontánea. Navegando, también encuentra fácilmente su equili- cho de que: "La mayor hace orzar y el foque arribar" ¡es muy simplis-
brio en este rumbo, va deprisa y deriva poco. ta! Un foque correctamente cazado sirve pa ra que la tripulación haga
Debido a esta cualidad, la salida con viento de través resulta muy orzar al barco, al proporcionarle velocidad;
recomendable. No es necesario bajar mucho la orza y el reglaje • la orza, al mismo tiempo que impide derivar al barco, lo vuelve
de las velas no tiene que ser demasiado exacto. Un error en la también ardiente, lo cual no es nuestra intención en este caso;
maniobra se perdona más fácilmente en este rumbo que en • la tripulación, lejos de mostrarse pasiva, debe cambiarse de sitio
cualquier otro. Sería una pena no aprovechar esta tole- constantemente para actuar sobre la estabilidad lateral y longitudinal
rancia y, cuando el viento sopla de alta mar intentar salir del barco.
en ceñida mientras que el perfil de la costa nos permitiría Como de costumbre, el patrón sujeta el barco en el agua por el es-
elegir un punto desde el que pudiéramos salir con el viento tay, proa al viento, o se inclina ligeramente sobre la amura de salida de
de través. tal modo que las velas flameen a sotavento y dejen libre la bañera o
Sin embargo, a veces, el viento sopla de alta mar y nos ve- una parte del trampolín . El proel embarca, comprueba que las escotas
mos obligados a salir en ceñida. Incluso en este caso, casi siem- están claras y la escota de la mayor largada en banda. Baja un poco la
pre hay un bordo m ás f avorabl e, por lo que debemos empezar orza, si es posible, desbloquea el timón o los timones, y coge con la
buscándolo. Si la mar está tranquila podemos poner el timón ya mano la escota del foque.
desde la salida y si la pendiente de la playa es pronunciada, pode- El patrón pasa rápidamente el barco por delante orientándolo en la
mos bajar enseguida la orza. Lo cual no será todavía muy difícil. Pero dirección adecuada, salta a bordo y agarra la caña y la escota de la ma- O --.~::~ __. . .
si hay olas rompientes y la pendiente es suave, tenemos que salir sin ti- yor. El tripulante caza enseguida el foque (como hay que hacerlo) para
mones y con muy poca orza . Este es, evidentemente, el caso más difícil que el barco coja enseguida velocidad. Piensa que tiene que bajar un Dar impulso al
y el único que merece ser analizado con detalle. pOCO la orza en cuanto sea posible, pero, de momento, eso no le obse- barco f acilita la sal ida.
108 Practica del velero Perfe ccionamiento 109
de través, con la orza y el timón fuera, y las velas cazadas como en C€4 En catamarán aprovecharemos una de las ventajas características de
ñida; el barco derivara despacio hacia la playa. los multicascos que consiste en retroceder en el eje del viento, con una
Cuando hay olas, la cosa ya es más delicada. La solución más segura trayectoria estable y las velas largadas.
es acercarnos a barlovento del lugar donde intentamos recalar, bajar la • A veinte metros de la orilla, colocamos el barco proa al viento.
mayor y después entrar sólo con foque. quitando enseguida la orza y el • Largamos las escotas y quitamos los timones.
timón, teniendo cuidado de mantener el barco perpendicular a las olas. • La tripulación se coloca sobre las proas.
Para bajar la mayor, hay que estar en ceñida y no tener el viento de • El catamarán va retrocediendo lentamente hasta la playa.
proa, pues el barco no puede mantenerse mucho tiempo en esta últi- En playas de arena fina con una pendiente suave, podemos llegar
ma posición. de frente . Esta manera al estilo cow-boy a veces es preferible, sobre
En los derivadores cuyas velas llevan sables forzados, no se puede todo cuando hay olas rompientes. Pues aunque así se roza el fondo
bajar la mayor en la mar. Si hay mucha resaca, la solución realmente de los cascos (suelen estar reforzados). se protegen los timones y sus
marinera consiste en fondear lejos de las olas y dejar que el barco retro- herrajes, que siempre son vapuleados por las olas en las llegadas clá-
ceda proa al viento hasta la playa, desaparejar y volver a salir, levar el sicas.
ancla y entrar cinglando o ayudándonos con el remo. Es preciso graduar la velocidad y elegir la ola oportuna, para llegar a
la playa empujados por la mar sin chocar con las proas en la arena en
el seno de una ola .
Pequeñas maniobras
y grandes demostraciones
Estas pequeñas maniobras no tienen nada de espectacular, sin embar-
go resulta indispensable saber realizarlas, pues nos sirven para salir de
situaciones delicadas. Al poner el barco a la capa, logramos pararlo
manteniendo una cierta estabilidad, que resulta muy útil, por ejemplo,
para ordenar todo después de volcar. Utilizaremos la arribada rápida
para realizar maniobras en planos de agua llenos de barcos.
llegada a la playa con viento de
proa : en el li ltim o mom ento el barco Poner el barco a la capa
orza y sigue con su arrancada, Un barco no se para: se pone a la capa. Para ello cazamos el foque a la
pero cuidado con la orza. contra, empujamos la caña a sotavento y largamos más o menos la es-
cota de la mayor. De este modo el barco irá derivando despacio a un Con el foqu e a la contra y la mayor
Por lo tanto hay que dar un rodeo . Una determinada curva de la cos- largo. largad a: este barco esta al pairo o a la
ta podría servirnos para llegar con viento de través, o a un lugar donde Con ayuda de la caña, podemos orientarlo de manera que derive si- capa . El patrón lo gobierna para derivar
el viento no sople completamente perpendicular a la playa. Al entrar guiendo un rumbo más o menos próximo al viento. más o para dirigirlo.
por el lado de barlovento, podemos acercarnos ciñendo a rabiar; es
conveniente echar un vistazo, de vez en cuando. por encima del costa-
do para ver cómo está la altura del agua .
El proel va subiendo la orza poco a poco, lo mas tarde posible, mi-
rando por encima de la borda para calcular la altura del agua. El patrón
debe dejar portar la vela a medida que sacan la orza, largando las esco-
tas para que el barco acelere; con una superficie menor de orza y más
velocidad. el abatimiento no aumenta y el barco no va hacia atrás. Por
último, con una rápida orzada, el barco llega a la playa con su arranca-
da, habiendo quitado antes la orza y el timón .
Resumen
Todo esto puede ser difícil de hacer. Pero. en el momento en que nos
vemos obligados a quitar la orza o los timones, la mayoría de las veces
ya haremos pie de sobra y podremos saltar al agua para sujetar el bar-
co, con lo cual es mucho más fácil. Si no logramos acercarnos a vela, es
preferible llegar así y no empeñarnos en mantener dentro la orza y el ti-
món durante demasiado tiempo.
Cuando se toca fondo bruscamente, las orzas abatibles pueden do-
blarse y las de sable aprovechan fácilmente la ocasión para quedarse
bloqueadas dentro de su pozo.
El timón puede torcerse, romperse y hasta arrancarse, y con dos ti-
mones sucede lo mismo, pero dos veces.
Si nos ocurre un incidente de este tipo, no debemos obstinarnos en
desbloquear la orza o el timón desde el barco pues, durante ese tiem-
Excepto por m ala s uerte, po, éste se fatiga mucho. Hay que saltar al agua para aligerar el barco y
ya harem os pie en el momento en que actuar sobre ellos desde el exterior. De todas formas, en ese momento,
quitemos la orza. ya habremos llegado.
114 Práctica del velero Per f eee ion a m i e n t o 1 15
Esta maniobra destinada a faci litar la arribada era la que solían hacer
los barcos clásicos de quilla larga y poco ca lado. En la actualidad la em-
plean frecuentemente los catamaranes modernos que no tienen orzas.
La banda
Salir a hacer banda consiste en sacar el cuerpo en sentido hOrizontal
hasta que tengamos el pliegue de las nalgas, la mitad de los muslos o
incluso el pliegue de las rodillas sobre la borda del barco, SUjetándonos
con los pIes en las cinchas. l as manos sólo nos servlran para mantener
la escota o la caña, no para agarrarnos.
La posICión que adoptamos haciendo banda es habitual en los den-
vadores, por eso tienen la borda diseñada para que resulte cómoda
Frecuentemente, podemos sacar el cuerpo hasta colocar el pliegue de
la rodilla sobre el listón. El cabl e de trapecio lleva un puñ o y un a
En los catamaranes esta pOSICIón suele ser incómoda y no podemos anilla. Algunos modelos (foto derecha)
El par de fuerzas haciendo banda . tienen un aparejo pequeño que sirve
sacar el cuerpo por la borda más que hasta el pliegue de las nalgas.
Siendo prefenble sa li r al tr apecio. para aju sta r la altura del cuerpo. En los
dos casos, un elásti co mant iene el
El trapecio cable en tensión y le impide dar golp es
Salir al trapecio consiste en colgarse de un cable de trapeCio fijado en cuando está en reposo.
la encapilladura del obenque. De este modo podemos sacar el cuerpo
completamente fuera del casco y mantenernos en esa pOSICIón, apo· cable en el gancho del arnés; a continuación, después de agarrar el pu·
yando los pies sobre la regala del barco. ño y de apoyar el pie delantero contra la borda del barco, nos estira·
Para hacer trapecio hay que tener un arnés· pan t alón , con un gan· mas apoyando todo el peso del cuerpo sobre dicho pie. La principal di-
El trapec io sirve para hace r banda de cho para agarrar la anilla del cable de trapecio. Hay que sali r del barco ficultad está en no echarnos haCia adelante. Hay que estirarse con el
form a eficaz al co loca r el peso del cuerpo desde la misma pOSICión que teníamos haciendo banda, SI no, nos Ire· cuerpo hacia atrás de la perpendicular a la línea de crujía del barco e Ir
completamente fuera del barco. mos echando ligeramente hacia atrás hasta poder meter la anilla del ajustando constantemente este angulo con la pierna de la popa, que
mantendremos siempre más o menos doblada.
En denvador, solo puede salir al trapecio el proel, qUIen debe mante·
ner plano el barco fleXionando más o menos las piernas. Cuenta con
un punto de apoyo fáCil para el pie de la proa: el cadenote.
En los catamaranes, los dos tripulantes pueden salir al trapecIo . Estos
deben controlar a la vez el aSiento lateral y el longitudinal. Deberán co·
rreglr constantemente el asiento longitudinal para eVitar hundir la proa,
lo que les puede hacer volca r por avan t e (con la popa por encima de
la cabeza ), o bien volcar por la popa. Para evitar que los cascos vayan
En su punto.
1 18 Practica del velero Pe r f eccionamiento 119
A partir de este momento, e l cable del trapecio debe Dobla mos la pierna de lantera, para que e l pie pueda Apoyamos la pierna de popa sobre el listón, separandola Estiramos e l cuerpo en e l mismo plano del barco, con e l fin
esta r siempre en tensión y soportar nuestro peso. apoya rse en el borde del trampolin o s obre e l li s tón . de h acer banda lo m ejor posible.
lige ramente de la pierna de proa.
Para entra r al barco cogemos la escota con la mano de agarramos el puño con la fl exionamos despacio la pierna apoyándonos con e l brazo de popa, metemos las nalgas dentro.
popa, mano de proa, de proa y,
121
Pe r f ecci ona m ie n to
120 Práctica del velero
perior. Esto es favorable con brisa ligera, cuando hay una gran diferen-
chocando contra las olas, lo que sería muy desagradable y perturbaría cia en la dirección del viento aparente sobre la parte alta y la baja de la
el mO~lmlento del barco, hay que intentar navegar con un 5010 casco, vela, y la torsión resulta nefasta con tiempo fresco cuando esta diferen-
es.de.Clr.. levantando la pata. Además, en algunos modelos con cascos cia es pequeña, siendo necesario limitarla.
aSlmetncos se aumenta así la eficacia del plano antia batimiento. Nave-
gar sólo con un casco en el agua es lo ideal, pero debemos tener cuida-
Los medios para reglar las velas
do, pues de este modo estamos muy cerca de volcar, lo que, por otra A partir de estas sencillas conclusiones percibimos la dificultad que re-
parte, i no es más que una tontería! presenta enunciar reglas tan simplistas como: "Con esta clase de tiem-
po, hay que hacer tal cosa". Por lo tanto, vamos a tratar de aislar suce-
El reglaje de las velas sivamen te los medios adecuados para reglar la mayor y el foque, sien-
No se trata ya del reglaje de las velas con relación a la dirección del do muy conscientes de que estas dos velas forman un conjunto que de-
Viento, es decir, seg~n el rumbo en el que navegamos, sino del reglaje be reglarse en consonancia, pues existe una interacción dinámica per-
de su forma en funCión de la fuerza del viento, por un lado, y del rum- manente entre los medios que se utilizan.
bo, por otro. Este es un campo lleno de matices en el cual aprendemos Algunos reglajes deben realizarse en tierra, mientras que otros se
que podemos echar hacia adelante o hacia atras el embolsamiento pueden efectuar durante la navegación. Los tripulantes robustos calza n
que la torsión puede ser un aliado o un enemigo y que la forma del pa: • Los reglajes en tierra. En el 470, podemos reglar el apoyo longitu- bien el palo en la fogonadura Y eligen
lo y de la botavara tienen gran importancia. Los medios que se utilizan dinal del palo en la fogonadura. Si está bloqueado hacia adelante, el crucetas largas.
para reglar las velas son variados y podemos prepararlos en tierra antes palo sólo puede arquearse (flexión de proa a popa) por arriba, por lo
de salir, o bien navegando. tanto la vela está embolsada por la parte baja; es una vela con poten-
cia. Si el palo esta suelto, podemos arquearlo a lo largo de toda su altu-
La forma de las velas ra y la vela podrá aplanarse bien; tendrá menos potencia.
C.u.ando el viento refresca, orientar las velas sólo no basta. Hay que mo- Puesto que en estos barcos no se puede ajustar la anchura de la fo-
dificar su forma para adaptarla a las condiciones del momento y obte- gonadura, reglamos la flexión (curvatura lateral) del palo solamente
ner el máximo provecho. Es el momento de aprender a utilizar la obra por medio de las crucetas: cuanto más largas son, más fuerte será la
muerta y todos los cabos que llenan el barco. . presión que ejerce el obenque, menos podrá doblarse el palo y menor
será la torsión de la vela. Y a la inversa, cuanto más corta sea la cruce-
También debemos aprender a valorar el resultado obtenido a partir ta, menor será la presión del obenque, mas podra doblarse el palo y
de las observaCiones Visua les y de las sensaciones como: "Mi barco
mayor será la torsión de la vela.
avanza más cuando está reglado de esta manera" . El sable superior de la vela, es un sable forzado. Si el tejido esta de-
masiado tenso y la vela muy embolsada, podemos mantener este regla-
La forma de un~ vela se caracteriza por su embolsamiento y su torsión. je para brisa ligera. Para navegar con viento fresco tensaremos un poco
• El embolsamiento. Una vela no es un triángulo plano que une el más la tela, es decir, aplanaremos la vela.
palo con la botavara, sino que el velero le ha dado forma de bolsa, por
mediO de pin zas y piezas redondeadas (ver capitulo 7, parte IIn; este em- El foque porta bien cuando el grátil está muy recto, por lo tanto Los tripulantes delgados dejan
bolsamiento. ~s el que determina la fuerza aerodinámica que recibe. Po- lo tensaremos a tope aunque el estay esté flojo, excepto con poco un poco suelto el palo en la fogonadura
demos modificarlo y desplazarlo según la fuerza del viento, el peso y la y elig en crucetas corta s.
viento ..
capaCidad de la tripulación, la bordada en que naveguemos, las condi- El palo de los catamaranes es rígido, y únicamente se regla su incli-
Ciones de I~ mar, etc. Un embolsamiento grande proporciona potencia, nación y no su forma. Cuando el viento refresca hay que aumentar esta
p.ero con viento fresco esta potencia puede resultar excesiva y la tripula- inclinación en los catamaranes que tienen una gran tendencia a meter
Ción a vec~s no está en condiciones de dominar la máquina. Con brisa li-
el casco.
g.era conviene conseguir un embolsamiento grande, mientras que con Cuando todos los sables de la mayor son sables forzados y más fuer-
viento d.uro trataremos de reducirlo. Este embolsamiento presenta una te es el viento, menos hay que tensar la tela sobre los mismos para po-
tendenCia natural a desplazarse hacia sotavento. A medida que el viento ner plana la vela. En cambio, cuanto más flojo es éste, más se tensará
refresca hay que intentar mantenerlo en el lugar adecuado. para conseguir una vela muy embolsada. Sea cual sea el tiempo que
• La torsión. Bajo el efecto del viento una vela adopta normalmente haga, todos los sables deben forzarse del mismo modo.
una forma helicoidal; está más cazada en la parte inferior que en la su-
122 Práctica del velero Perfeccionamiento 12 3
Incl uso navegando, se puede reglar la Tensar el pujamen con el Disminuye el embolsamiento. La mayor, en reposo,
fo r ma de las velas .. pajarín. presenta un gran pliegue
a lo largo de la botavara.
Éste debe eliminarse cuando la
vela esté llena. Si no se quita, es
En una vela con numerosos sables faltan sena les visuales para orien- que el pujamen está muy tensado.
tarla correctamente, y tendemos a cazarla demasiado. Por Jo tanto, re-
sulta conveniente hacer unas marcas antes de salir. Tensar la trapa. Impide que la botavara La mayor está cada vez más
Para ello, en tierra y con brisa ligera ponemos el barco en ceñida, se suba, arquea el palo plana a medida que se va
por la base y absorbe el tensando la trapa.
bloqueamos el carro de la escota en el centro, retrocedemos unos
embolsamiento de la ve la.
cuantos metros hacia la prolongacrón de la botavara, con la escota en
la mano y cazamos hasta que el palo empiece a desaparecer detrás de Largar el carro del Abre la ve la y la aplana La mayor está muy aplanada
la baluma. De este modo sabremos cuál es el máximo que debemos ca- escotero y cazar la vela. por medio de la flexión de por la parte de popa y no
la parte alta del palo, redu ce tiene torsión.
zar en ceñida con brisa ligera. Hacemos una marca en la escota con
la torsión y tensa el estay.
cinta aislante o con rotulador. Esta referencia sólo es válida para una
fuerza de viento concreta y, si éste refresca, habrá que cazar más. Llevar el ca rro del escotero Mantiene el embolsam iento La mayor tiene forma
Igual que en los derivado res, para que el foque porte bien, su grMil al centro, o a barlove nto de la mayor y acentúa helicoidal.
debe estar bien recto, por lo tanto, excepto con brisa muy ligera, tene- largando la escota. la torsión.
mos que tensarlo siempre a tope, incluso aunque el estay esté flojo . Ensancha el canal entre
Ret rasar el punto de Aumenta el embolsamiento
En muchos foques hay que afirmar las escotas sobre un listón con del foque, abre la baluma la parte alta de las
cazado del foque echa ndo
varios agujeros. Con viento fresco elegiremos los agujeros superiores hacia atrás el carro y acentúa la torsión. velas.
para reducir la torsión, y con brisa ligera los inferiores para acen tuarla. del escotero.
El pajarín, O boza de escota, sirve para tensar el pujamen, reducien- Navegar con o las
do así el embolsamiento de la vela; éste se regla en consonancia con el Hay otro elemento exterior que interviene en el gobierno del barco en ceñi-
cabo del Cunningham.
da: el estado de la mar. Con la mar en calma el barco avanza de modo re-
La barraescot a, durante la ceñida, sirve para abrir y cerrar la vela, sin gular. El ángulo de ataque que forma la jarcia con el viento es constante.
modificar el reglaje de la escota. De este modo, al llevar el carro a sota- Por el contrario, con mar formada el barco disminuye su velocidad al cho-
ven to con viento fresco, tensamos la escota para limitar la torsión de la car contra las olas. Al navegar en ceñida tiene que aumentar su velocidad,
mayor, aplanarla por la parte de arriba, sobre todo al arq uear el palo, y y un buen sistema consiste en arribar ligeramente, y dejar correr el barco
tensar el estay para evitar el embolsamiento del foque. A la inversa, si largando un poco las escotas. De este modo pasará mejor las olas. En la ce-
con brisa muy ligera llevamos el carro del escotero al centro, incluso un ñida a rabiar el barco no tiene la potencia necesaria para volver a recuperar
poco a barlovento. podremos cazar la vela sin tirar de la botavara hacia la velocidad entre dos olas. En los barcos grandes, se dice plantar est acas.
abajo evitando así aplanarla, y dándole la máxima torsión.
La trapa sirve para evi tar que la botavara se arbole en los rumbos Navegar con viento flojo
portantes, y si, con vien to fresco la cazamos fuertemente, también sirve Después de navegar con viento medio y después más duro, llega el mo-
para flexar el palo especialmente por la base, lo que origina un aplana- mento en que debemos soportar el viento flojo. Poco a poco vamos ex-
miento de la mayor.
plorando este delicado universo de las brisas flojas y actuamos como
El escotero del foque sirve para reglar la torsión del foque. Cuando hacen todos, tanteando. y después, a fuerza de tan tear, encontramos
el carro está situado muy hacia proa, ésta es pequeña, lo cual es conve-
niente cuando hay viento fresco . y cuando el viento cae. debemos
echarlo hacia popa.
Reglajes en los catamaranes
Los medios de contro l durante la navegación
Embolsar, aplanar, dar y eliminar torsión, cazar y largar las velas son
l reg laj e mayor relacio nad o con la orientació n de las ve-
actividades muy interesantes, pero debemos averiguar si estas acciones
tienen o no un resultado positivo. las regatas, sobre todo cuando
E las se hace en ti erra, por lo tanto só lo nos q ueda por
ajusta r el escotero de la mayor, la posición del escotero del
nuestros adversarios son mejores que nosotros, constituyen un medio foqu e y la tensión de la driza del foque .
privilegiado para comprobar el fundamento de nuestras acciones, y no El escotero de la m ayor sirve , en la ceñ ida, para abrir y
hay que dejar de realizarlas. Pero existen también otros medios entre cerrar la superficie de la ve la sin mod ifi car el reglaje de la
105 que se encuentran los catavientos, de 105 que ya hemos hablado en escota. De este modo, co n viento fresco, llevando a sota-
el capítulo 2, que merecen una atención especial. vento el carro, podemo s te nsar la escota para li mitar la to r-
l os catavientos son trozos de tela o hebras de lana que sirve n para
sión de la mayor y tensar el estay pa ra evitar el embolsa-
m iento del fo que.
representar la dirección del viento. Resultan especialmente útiles cuan-
Pero existe un limite; cuando el viento es m uy fresco la
do se utilizan velas con sables forzados que apenas flamean.
potencia de la ve la es enorm e, hasta el punto de que resul-
Se ponen 3 ó 4 hebras de lana a lo largo del grátil del foque, por ta inevitable meter la p roa en el agua. Sólo hay un medio
ambas caras, a una distancia de 30 cms. Observándolas averiguamos el de reducir esta potencia: largar un poco la escota de la ma-
modo en que el viento incide sobre la ve la. Por lo general, de ben yo r. La ve la, al esta r co mpletamente refo rzada, lo soporta
mantene rse hori zontales. Si las de sotavento suben un poco, es que bie n, y el foque, aunque relativamente pequeño y menos
el foque está poco cazado y si bajan claramente es que está demasiado te nsado, tam bi én.
cazado. Cuando las lanas de barlovento suben un poco es que el foque Co n bri sa m uy ligera, ll evamos al centro el carro de esco -
está poco largado y si caen claramente es que está demasiado largado. ta de la m ayor, incluso un poco a barlovento, y entonces ya
Si las indicaciones varían con la altura, la torsión no es la adecuada. podemos ca zar la ve la sin ti ra r del p uja m en hac ia abajo,
dá ndole así la m áxim a torsión .
Para que estén fuera de la pertu rbación que origina el palo, se cosen
El escotero del foq ue norm alm ente está situado sobre un
en la baluma pequeñas tiras de tela de spi. Si los catavien tos se colocan car ril t ransversal lo que pe rmit e, al ll ev ar el carro hacia
en la prolongación de los sables y están bien estirados, la vela está co- afuera, abrir el foque ma nteniéndolo al mismo t iempo m uy
rrectamente reglada; si flamean es que está demasiado largada y si cazado; ésta es la posició n adecuada para viento fresco , ll e-
caen a sotavento es que la vela está demasiado cazada. vándolo hacia adentro a med ida q ue va cayendo el viento.
Pe rf ecc io na m i en to 127
126 Práctica del velero
~ ~~I
Es más fu erte en ceñ ida y más floj o en portantes que el
viento rea l y la diferencia puede variar desde 80° de más a Reglaje de un derivador o un catamarán
50° de menos. Esto se percibe claramente al pasa r de un
rumbo a otro. en rumbos portantes
Estas diferencias, en cuanto a dirección e intensidad, son Desde el momento en que empezamos a alejarnos de la ceñida, el am-
mucho más acentu adas en los ca tam aranes que en los deri- I biente a bordo cam bia: i Por fin vamos a poder "tomar el aire!" Ya no
vadores. Debido a estas va ri aciones podemos decir que, en tenemos que preocuparnos del rumbo y a partir de ahora nos ocupare-
determinadas condiciones, desde la ceñida hasta un des- El viento aparente es mas inte nso en mos solamen te de la velocidad. Desde la ceñida hasta el largo, en toda
cuarte lar, creamos nuestro propio viento, pues cuanto más la ceñ ida 11) que navegando co n viento la zona del viento de través, el barco puede alcanzar velocidades sor-
rápido navegamos más viento tenemos. d e popa 121 o a un largo (3) . prendentes. Cuando las ci rcunstancias son propicias puede, incluso, vo-
128 Práctica del velero Perfeccionamiento 129
Con brisa
Ya no seguimos el viento; nos marcamos un rumbo y adaptamos la
Para planear hay que orientación de las velas al mismo, procurando alcanzar la máxima velo-
saber tratar las olas cidad posible.
arribando El barco navega en ceñida, y decidimos arribar largando poco a poco
ligeramente cuando las velas. La velocidad aumenta enseguida de modo sorprendente, y
el barco esta sobre la aparece un gran pliegue sobre la mayor a lo largo del palo, el foque se
alabea excesivamente y el barco presenta una clara tendencia a meter
nuevo al bajar la la proa en el agua. Hay que tomar una decisión: vamos a ten er que
pendiente. modificar los reg lajes para adaptarnos a este nuevo bordo.
En primer lugar eliminamos los pliegues que se forman en el grátil y el
pujamen de la mayor, amollando ligeramente la vela (por medio del paja-
rín y el cunningham) y soltando un poco la trapa. Llevamos hacia la proa
el reenvío del foque para limitar su alabeo y, sobre todo, nos desplaza-
mos hacia la popa para aligerar la proa y evitar que se clave en el agua. • Antes de la ola . Percibimos ligeramente el viento real, navegamos Plan eando en derivador: la tripulación
Mantenemos el barco lo más plano posible, sacando un poco la orza con cierta velocidad y un viento aparente algo fuerte, por lo tanto tene- se echa hacia atrás y se prepara para
para hacerlo menos ardiente y facilitar su gobierno. mas las escotas regladas de una forma concreta. Nos preparamos para arribar ligeramente encima de la ola. lo
Al aumentar la velocidad, también aumenta el viento aparente, lo bajar una ola, arribamos ligeramente para recibirla por la aleta. El barco ideal sería que la orza, que vemos a
que hace que vuelva a aumentar la velocidad y el viento aparente, etc.. baja flotando sobre el agua, y su velocidad aumenta rápido, con lo cual través del agua transparente, estuviera
Quizás creamos que esto puede seguir así eternamente, pero la expe- el viento aparente aumenta y escasea . En ese momento, hay que cazar algo más levantada ...
riencia nos demuestra que "la cosa" se para. las velas para seguir las variaciones de dirección del viento aparente.
t t t Mientras que en la ceñida nos veíamos obligados a soportar la mar
cuando había olas, ahora vamos a poder utilizarla para navegar todavía
• Después de la ola. O bien chocamos contra la ola siguiente, en
cuyo caso nos paramos forzosamente, o bien decidimos orzar un poco,
más rápido. De momento tenemos todos los triunfos en la mano para modificando convenientemente las escotas para seguir el mayor tiempo
planear. posible al lado de la ola. Si logramos coger el ritmo y coordinar con
precisión el reglaje de las escotas, el ángulo de la caña y el ritmo de las
Planear en derivador olas, tendremos la oportunidad de seguir planeando eternamente.
Casualmente aprovechamos una ola; en ese momento la aceleración es
fulgurante y la bajamos a toda velocidad. Las velas flamean por el grátil Navegando en catamarán en rumbos portantes
y, después, el barco tropieza con la ola siguiente y todo se para como Al arribar y largar un poco las escotas, la velocidad aumenta de forma
un péndulo con el muelle roto. Por eso es importante que comprenda- espectacular, alcanzando el catamarán su máxima velocidad entre los
Para planear. hay que saber tratar mos el efecto que tienen las olas sobre el gobierno del barco. Podemos 105" Y 110" del viento real. Puesto que el viento de la velocidad aumen-
las olas. distinguir dos fases: antes y después de la ola. ta enormemente, el viento aparente no alarga de manera sensible y, por
130 Práctica del vele r o Perfeccionamiento 131
Altercado con s pi e n la boya de vento del spi; y la baluma y el puño de escota, en el lado de sotavento.
sotavento. Asimismo, las dos maniobras que sirven para reglar la vela se deno-
minan, alternativamente, braza y escota, siendo la braza la maniobra
de barlovento y la escota la maniobra de sotavento.
El tangón es la percha que sirve para amollar el puño de amura de la
vela por la parte de barlovento. El extremo que va fijado al palo es el
talón; y el otro el terminal o penol. En los derivadores, el tangón es si-
métrico. es decir, que sus dos extremos 50n similares y llevan un herraje
por el que se desliza la braza, y que puede utilizarse indistintamente
como talón o penol.
Por último, hay también otras maniobras que sirven para reglar la al-
tura del penol del tangón: el amantillo que le impide bajar demasiado
y la contra que le impide subir.
La trasluchada
Se realiza igual que la trasluchada clásica, una vez largado en banda el spi para que pueda
pasar por delante del estay como si fuera una bandera. Una vez que ha pasado la mayor y el fo-
que, basta con cogerlo con la otra escota, cazándolo poco a poco.
Los reglajes
Podemos actuar sobre la forma de la vela modificando la tensión del Cunningham. En bordos
muy portantes, hay que darle embolsamiento amollando el grátil e intentando colocar el puño
de amura a la misma altura que el puño de escota. Por el contrario, al ceñirnos más al viento
hay que aplanarla tensando más el grátil.
De modo general, y al igua l que con el spi clásico, hay que cazarlo lo menos posible y contro-
lar permanentemente el grátil: un pequeño pliegue por su parte superior nos indica que está co-
rrectamente reglado.
Con viento fresco , a un descuartelar y a un largo, hay que mantener el barco completamente
El spi asimetrico: el tangón central sirve para llevar hacia adelante el puño de amura para que la vela pueda embolsar bien. plano.
Pe rf ecci o na m i en t o 143
142 Practica del v eler o
I~
El foque y la mayor por su parte deben reglarse para el rumbo en
que se navegue. Ocasionalmente podemos cazarlos un poco más de lo
necesario, para compensar las turbulencias y remolinos de aire que ori-
gina el spi. I
orzadas son lo que más debemos temer. Por esta razón, hay que man~
tener el barco plano, o incluso hacer que escore un poco a la contra
(igual que ocurría en ceñida) para que nos dé tiempo a reaccionar. Asi~
mismo, hay que quitar bastante la orza y desplazarse hacia la popa (pe-
ro no demasiado) para aligerar la proa. Sobre todo, hay que controlar
que el puño de amura y el de escota estén siempre a la misma altura,
pues un desequilibrio en la forma del spi origina forzosamente
un desequilibrio del barco en su recorrido.
nos posible, para que el aire circule bien y pueda salir con facilidad .. 1. Despues de pasar la mayor y e l
l a mayor está completamente largada y podemos amollar la trapa foque, e l patrón coge con la mano la
para darle más embolsamiento. Cuando navegamos en popa redon- escota y la braza del spi y aseg ura el
da, hay que tener cuidado de que permanezca en el lado opuesto al / equili brio del barco.
I
tangón del spi, pues en otro caso nos expondremos a serios proble- I 2. El tripu lante desengancha e l tangón
I del palo ...
mas ... En cuanto al foque, desventado por la mayor, no acaba de de- I
3 . ... Y lo engancha al nuevo puño de
J,----
cidir en qué lado colocarse. Pero su escaso rendimiento en este rum-
bo no merece que nos preocupemos por él. Es preferible que nos de- amura .
4. Después libera e l antiguo puño de
diquemos a reglar correctamente el spi .. Con viento flojo el proel "'- ~ amura y e ngancha e l tangón al palo.
puede mantenerlo en orejas de burro separando el puño de escota q
con la mano.
En estos rumbos, los problemas relacionados con el equilibrio no se
parecen en nada a los que se plantean al navegar a un largo. La escora
ya no nos preocupa y la distribución de las velas, el spi por un lado, y la
mayor por el otro, estabiliza el barco. Tenemos que darnos cuenta que tendrá su técnica particular, unos pasan la mayor antes que el spi, y
éste necesita un apoyo lateral para mantenerse derecho. Si el viento otros hacen lo contrario, pero en realidad todo pasa muy deprisa y i ca-
viene exactamente de popa, la mínima ola y el menor fal l a movimiento si al mismo tiempo!
o
El tangón debe estar siempre bien
a bordo bastarán para iniciar un ba lanceo muy difícil de parar y que
nos colocará en una situación muy delicada.
Para evitar que se produzca este balanceo, conviene no amollar
completamente la mayor y no quitar del todo la orza; incluso puede
que sea necesario embridar un poco el spi, es decir, aplanarlo, para que
Antes de nada, hay que despreocu parse de la orza, y por est e
m ot ivo la sacamos bastante, sobre todo con viento fresco. Eso hace
que el barco se vuelva menos ardiente, evidentemente, y evita también
que le pongamos la "zancadilla", en el caso de que salga de orzada
después de virar.
perpendicu lar al viento aparente. En
presente una menor tendencia al balanceo. No se trata, ahora, de cazar poco a poco la mayor antes de hacerla
este rumbo, e l puno de escota t iende a
Los tripulantes deberán desplazarse un poco hacia atrás para que la pasar al otro lado. Con spi, el barco ya es bastante inestable como para
e levarse. Hay que al igerar e l t a ngón
parte más plana del casco se apoye en el agua. que pretendamos conseguir equilibrios intermedios. En realidad, es ne-
co n ayuda del amanti llo para que e l
Estos deberán aprender a adivinar las reacciones del barco y a des- cesario que la mayor pase sola, sin ocuparnos de ella, pues ya tenemos
puño de amura s uba hasta la altura del
plazarse en sentido lateral con suavidad y lentitud, para restablecer el suficiente trabajo con el spi. Esto quiere decir que tendremos que arri-
puño de escota.
equilibrio del barco, permanentemente comprometido. bar has1a más allá del rumbo del viento de popa, y navegar al falso pai-
Cuando hay olas, deberán aprender también a sacarles el mejor par-
tido posible, colocándose en la proa en el momento en que una de
ellas alcanza el barco, para aligerar la popa, salir haciendo "surf", y
después volver a la popa justo antes de que la proa se hunda en la ola
anterior. Y luego, volver a empezar.
1
146 Práctica del velero Perfeccionamiento 147
ro hasta que el viento pueda coger la vela por la otra cara y lanzarla ha- Sin embargo, es conveniente bajar el spi por barlovento, para dejarlo
cia el costado opuesto. listo para salir por sotavento si tenemos previsto volver a izarlo por la
En ese momento, ya estaremos prácticamente a un largo y tendre- otra amura. Esta vez, largamos la escota y la driza y el proel tira del spi
mos que estar preparados para compensar un fuerte golpe de escora, por el puño de amura. Unicamente tendrá cuidado de pasar antes la
si es que hay viento .. contraescota del foque por detrás de su cabeza, para que el spi pueda
Con estas precauciones, ya podemos empezar. El proel se coloca a entrar bien por debajo de dicha maniobra.
sotavento, delante de la mayor, para poder salir a hacer banda . Para Está claro que por escrito, las descripciones de las maniobras y 105
compensar su presencia en la proa, el patrón se desplaza h.3cia atrás, consejos sobre el reglaje tienen cierto aire académico. En la realidad, al
abriendo bien 105 ojos, pues tiene que hacer un montón de cosas. Es el mismo tiempo que las perfeccionamos, iremos descubriendo mil mati-
encargado de mantener el equilibrio del barco, de evitar que se pro- ces diferentes, aprendiendo maneras más personalizadas de llevarlas a
duzca el balanceo y de controlar su evolución con la cana, vi gilando el cabo . Es deseable que, poco a poco, vayamos manteniendo una rela-
spi al mismo t iempo. Con la escota y la braza en la mano, está listo pa- ción más distendida con nuestro barco, y que adoptemos ese compor-
ra largar de un lado y cazar del otro y así ayudar al proel en su trabajo. tamiento "más sutil" del que hablábamos al principio.
Este último, en el momento oportuno, desengancha del palo el talón Sin duda alguna, habremos dado un paso importante el día en que
del tangón y lo engancha a la escota, desengancha (a distancia) el ter- nos demos cuenta que el barco, bien reglado y gobernado con tacto
minal del tangón de la braza y lo mete en el palo. Puede tardar tres se- y delicadeza, con frecuencia parece saber lo que tiene que hacer (co-
gundos en hacer todo esto. En ese momento, ya es hora de que la ma- mo ocurre con el caso del planeo). Y pensaremos que, en definitiva,
yor pase, si es que no lo ha hecho ya. El proel se lanza a la contraesco- gobernar bien un barco es darle simplemente la oportunidad de ex-
ra, vuelve a coger la escota y la braza que el patrón ya ha reglado para presarse.
el nuevo rumbo, y una vez equilibrado el barco, ya puede arribar para Lo cual no excluye que controlemos sus reacciones de manera firme,
volver al rumbo de viento de popa. ¡Y ya está! e incluso enérgica, pero este control debemos ejercerlo primero sobre
lo fundamental, e intentar, ante todo, allanar 105 obstáculos y crear las
Modo de arriar el spi condiciones adecuadas para una acción que, a fin de cuentas, escapa
Para arriar el spi, lo único que hay que hacer es meterlo por sotavento, un poco al análisis.
por el mismo camino por el que salió. Largando braza y driza, el proel Podemos concluir diciendo que no sirve de nada maltratar a un bar-
tira del spi hacia dentro del barco, por el puño de escota y lo mete en co e intentar conseguir más de lo que éste puede ofrecernos: pues si
su sitio. La driza, la escota y la braza se afirman en el gancho del largo pegamos demasiado a un caballo, conseguiremos tener un borrico. Y,
en espera de un próximo izado. Después, metemos el tangón. al igual que las coces, a veces hay botavarazos bien merecidos.
PERFECCIONAMIENTO EN TABLA
A VELA
Ahora tenemos ganas de navegar durante mucho tiempo, de aprove-
char la brisa, de correr y de coger estilo ..
Sólo hay una solución: perfeccionar la práctica adquirida y aprender
unas cuantas técnicas adicionales para economizar y desarrollar de mo-
do eficaz nuestra energía.
Salidas y llegadas
Tenemos que acostumbrarnos a echar al agua juntos el aparejo y la ta-
Con bris a fresca . es preferible arriar bla, pues en tierra es más fácil colocar el palo sobre la plancha.
e l spi por sotavento Incluso con la mar en calma, hacerlo sobre el agua no siempre es
resguardándolo detrá s d e la ma yor. fácil.
Pe rf ecc iona mi e n to 149
148 Practica del velero
El transporte de la tabla
Llevaremos la tabla junto con el aparejo, lo más cerca posible del agua .
• Primero la tabla (es mejor dejar la vela resguardada para evitar
que se vuele en cuanto el viento refresque):
- con viento flojo : la solución menos cansada es llevarla encima de la
cabeza;
- con viento fuerte: la llevaremos colocándola a barlovento, apoyán-
dola en el cuerpo y agarrándola (con una mano a la altura del pozo de
la orza y con la otra a la ca rlinga del mástil) avanzando hasta la orilla,
hasta el límite del equilibrio, apoyándonos sobre ella .
• Desp ués, la ve la: con una mano en el mástil, la otra en la botava-
ra y la vela encima de la cabeza, sin olvidarnos de colocar el mástil a
barlovento.
Ponemos la tabla a barlovento, y la vela a sotavento, colocando des-
pués el pie de mástil. Unimos el mástil a la tabla por medio de una traí-
lla, o cabo elástico que sirve para no perder el aparejo si, por alguna Tres buenas maneras de echa r
Ya sólo nos queda llevarlo todo hasta el agua.
circunstancia, el pie de mástil se separa de la tabla. Tal como hemos ex- el material al agua en un solo viaje.
10 Podemos colocarnos entre la tabla y el aparejo, cerca del mástil,
plicado en el primer capítulo, esto representa un elemento importante sujetando por un lado la parte posterior de la tabla y por otro la bota-
de seguridad. vara. Después, empujamos el conjunto sobre el agua. Este sistema es el
menos cansado, pero resulta dificil hallar el punto de equilibrio.
2° Si, en esta misma posición, agarramos la tabla por la orza o por la
ranura del pozo, podremos llevar la tabla y la vela al tiempo.
Modo de utilizar el 30 Por ultimo, podemos llevar la vela sobre la cabeza, apoyando la
carril del pie del mástil tabla contra la cadera, colocando antes el mástil a barlovento de la ta-
a tab la dispone de un pedal que sirve para mover el pie bla. Ponemos la tabla inclinada sobre el canto, cogemos el palo entre la
L del másti l mientras navegamos. A continuac ión indica- botavara y el puño de amura, y nos ponemos la vela encima de la cabe-
za. Con la otra mano, agarramos la orza o la ranura del pozo, y levan-
mos unas cuantas reglas se ncill as para empezar a utilizarlo:
• cuando tenemos que ganar barlovento y virar de bor- tamos todo con la tabla pegada a la cadera.
do, echaremos el pie de mástil hacia adelante;
• cuando naveguemos con portantes o pensemos traslu-
char, lo echaremos hacia atrás;
• entre estos dos extremos, tendremos que aprender a
percibir los mejores reg lajes. Por ejemplo, si echamos hacia
atrás el pie del mástil impediremos que la tabla meta la
proa en las olas, pero con brisa ligera, si lo echamos hacia
adelante evitaremo s la resistencia del ag ua por la popa.
_1
152 Práctica del velero Perfeccionamiento 153
La suspensión y el arnés
Suspensión: la teoría
Debido a que la articulación del pie de mástil sirve, en las tablas, para
que el aparejo pueda adoptar cualquier posición, vamos a poder utilizar
mejor y con más eficacia un aspecto poco conocido de la fuerza del
Equilibrio en
viento sobre la vela, que causa una tendencia a "elevar" el aparejo. Con
s uspensión : e l peso del
esta fuerza podemos planear tanto en catamarán como en derivador.
En la tabla a vela, vamos a aprovechar esta fuerza para colgarnos. cuerpo está bien
Salida desde el agua fwater-s tart) colocado y la tracción
De este modo, al compensarse prácticamente el peso del cuerpo con el
del aparejo, podemos utilizar toda la energia disponible para dirigir la de las manos se opone
La salida desde el agua obliga al
con suavidad a la
windsurfista a colocar correctamente el tabla y orientar el aparejo.
Cuando, con brisa ligera, o en ciertas fases de las maniobras, ya no fuerza aerodinámica.
aparejo con relación a la plancha. La
vela debe estar a barlovento y e l mastil podemos colgarnos, decimos que navegamos apoyados.
hacia la proa (l, 2 Y 31. En cuanto la vela Para que la suspensión sea lo más cómoda y eficaz posible, tenemos
se despega del agua y e l viento que encontrar la mejor postura de las manos sobre la botavara y de los
empieza a meterse por dentro, tiene pies sobre la tabla.
La separaci ón de las manos debe corresponder a la anchura de fuerza
que colocar las manos en la botavara y
aerodinámica
seguir haciendo e l movimiento de las los h om bros; si las separamos demasiado nos cansaremos mucho, y si
aletas con los pies (4) . Una vez que la las separamos poco nos resultará imposible agarrar la botava ra. Su colo-
vela tira fuertemente, coloca el pie de cación depende de la si tuación de la fuerza aerodinámica, su dirección
popa sobre la plancha sin provocar un -que varía según el ángulo de la vela con relación al viento-, y su inten-
cambio de dirección (5). A l mismo sidad. Cuando logramos sujetar la botavara (y equilibrarla) con la vela
tiempo que empu ja la vela, e l portando. podemos considerar que el punto de aplicación de la fuerza
windsurfista sale del agua y coloca e l aerodinámica se encuentra en la vertica l que pasa por dicha mano. Bas-
pie de proa sobre la tabla (6). Tiene que ta con cambiar las manos a uno y otro lado de dicho punto para encon-
controlar e l fin de la subida (7) para no trar una posición cómoda ¡que será la adecuada ! Debemos buscar per-
ser lanzado hacia barlovento. En este manen tem ente esta posición correcta, para poder estar a gusto y domi- de las manos
momento, se dobla hacia atrás para no nar la máquina. Cuando hay poco viento podemos aprovechar y pasar
caerse de espa ldas 18). las manos por la botavara hasta encontrar la colocación adecuada.
154 Practica del velero Perfeccionamiento 155
Al igual que las manos, los pies no deben separarse mucho, para El arnés dorsal sujeta los hombros y la espalda; el arnés-cinturón
poder transmitir y equilibrar las fuerzas que actúan sobre la veja. El pie la cintura, y el arnés-pantalón el trasero. Todos ellos llevan una anilla
de proa es el que más utilizaremos. Para evitar empujar sobre esta pier- en forma de gancho, que se cuelga de un cabo que se amarra en la
na, nos echaremos para atrás. botavara . Así podremos tener los brazos libres para equilibrar la vela
Colocando bien las manos y los pies, el hecho de bajar el centro de y, al deslizarse el gancho por el cabo que la sujeta, el cuerpo del
gravedad del cuerpo y de separarnos de la vela colgándonos, nos per- windsurfista y su aparejo disponen de una relativa libertad de movi-
mite equilibrar correctamente las diversas fuerzas. mientos.
De estos tres, el más cómodo es el arnés-pantalón, puesto que la
Suspensión: prácticas en t ierra tracción de la vela se efectúa a la altura de la pelvis, dejando así el tron-
Conviene realizar las primeras pruebas de suspensión en tierra. Coloca- co libre. El arnés dorsal cubre los hornbros hasta los rinones; éste debe-
mos la tabla en el suelo, con viento de través, o bien la dibujamos en la rá tener el gancho lo más bajo posible para sujetar la parte baja de la
arena. para disponer de un punto de referencia y no alejar demasiado espalda, que frecuentemente nos suele molestar. Cada uno deberá de-
los pies. A partir de la posición vertical, hay que echar el peso del cuer- cidir el arnés que mejor le va.
po hacia atrás hasta encontrar el equilibrio con la vela llena. La fuerza
de los brazos y de las piernas nos ayudará a separarnos de la vela y a Ate nción: Es muy importante que el gancho sea grande para que Un nudo corredizo que termine con
contraponer el peso del surfista a la fuerza aerodinámica. ¡ Hay que no comprima el tronco o la pelvis. Y para lograr una mayor comodidad una lasca nos servirá para afirmar a la
mantener la espalda recta para evitar molestias ... y jugar al ascensor. podemos forrar el arnés con gomaespuma. botavara el cabo a l que colgaremos
Para subir, cazamos; para bajar, largamos. ¡Pero, atención! Para mante- Al igual que los brazos deben mantenerse equilibrados sobre la bo- e l gancho del a rnés .
ner este equilibrio, es necesario que los brazos equilibren la vela como tavara, a uno y otro lado del punto de aplicación de la fuerza aerodiná-
si fueran ~mortiguadores y que las piernas se adhieran al suelo que se mica, también los cabos del arnés deberán colocarse de acuerdo con la Los cabos qu e s irve n para co lgar e l
escurre baJO nuestros pies. misma norma. gancho del arnés estarán sepa rados por
En caso de que la vela tire todavía con demasiada fuerza hay que Para ello utilizaremos un cabo resistente (pues el rozamiento del una dis tancia igual a la anchura de los
separarse más del aparejo empujando con las piernas. ' gancho lo desgasta mucho), de unos 8 a 10 milímetros de diámetro, hombros y s u longitud será s uficie nte
Si hemos sobrepasado el punto de equilibrio y estamos a punto de para evitar que se retuerza. Lo afirmamos con cintas de Velero o con un para que podamos doblar un poco
caernos, meteremos las rodillas y nos pondremos derechos apoyándo- nudo, según el dibujo, o simplemente con un nudo de cabestan. los brazos, una vez s ujeto.
nos en la botavara con la vela cazada. A medida que vayamos subiendo
notaremos cómo la vela toma el relevo y hace fuerza. En este momento
debemos parar de subir, y abrir un poco la vela, pues ya hemos logrado
el equilibrio.
Por lo tanto, son 105 brazos los que nos transmiten la información so-
bre el modo en qué debemos hacer banda. El juego de flexiones y estira-
mientos de las piernas equilibra de manera eficaz la fuerza aerodinámica
disminuyendo o aumentando la banda. Al tener los brazos y las piernas
una función concreta y diferente, es necesario disociar sus movimientos.
• con los brazos orientamos la vela para modificar la fuerza aerodi-
námica;
• con las piernas graduamos la banda modificando el movimiento.
El arnés
Con el fin de establecer nuevos límites, es el momento de que los bra.
zos dejen su lugar al arnés.
Después de haber aliviado el dolor de espaldas por medio de la sus- Sin cambiar la orientación de la vela, ni modificar la posición de los pies, hay qu e Colgada por e l arnés, e l w inds urfis ta no
pensión, podemos aliviar también el de los antebrazos ... Con este moti- dobla r los brazos y las piernas y aprovechar e l movimie nto de va ivén del cabo de l s e cansa . Sólo utiliza los brazos,
Juga r al ascensor en la a rena : para
vo, teniendo en cuenta siempre el principio del ahorro de energía, utili- a rnés para meterlo e n e l gancho. Ést e debe enga nc ha rs e sólo sin necesidad de lige ram e nte dob lados, para orientar el
subir. cazamos; para bajar, largamos. zaremos el peso del cuerpo. ut ilizar las manos. aparejo y mante ner la vela lle na de aire.
156 Práctica del velero Pe rf ecc i on a m ien to 157
Los cabos no deben estar demasiado separados para que puedan si-
tuarse lo más cerca posible del punto de equilibrio. Y tampoco serán
demasiado cortos, para poder disociar el movimiento del cuerpo del de
la vela. La separación entre dichos cabos corresponderá a la anchura de
los hombros y, una vez enganchados, su longitud deberá permitirnos
doblar ligeramente los brazos.
Hay que realizar las primeras prácticas en tierra. Primero nos pone-
mos en suspensión, y después basta con doblar los brazos para engan-
char la anilla. Si los dos brazos dejan de tirar con la vela llena es que es-
tá equilibrado. Si todavía existe algo de tracción en el brazo de proa, es
que los cabos están situados demasiado hacia atrás, y si la tracción la
sufre el brazo posterior, es que los cabos están demasiado hacia ade-
lante.
mente en los tres arcos de resistencia con el viento de popa (el arco la-
teral derecho, el arco lateral izquierdo, y el arco de frente). Es decir, de-
bemos ser capaces de realizar un slalom con el viento de popa hasta si-
tuarnos a un largo en cada amura, navegando al fa lso pa iro .
Con objeto de facilitar la maniobra, es preferible que la orza esté
arriba. Para una mejor comprensión de esta maniobra, la vamos a des-
componer en arribada, orzada y reactivación.
La arribada
Navegando a un largo, transmitimos la fuerza aerodinámica a los pies,
El mástil está co locado hacia por medio de las manos, del modo más igualado posible (el pie de proa
la proa, y e l windsurfista se coloca es siempre el que más utilizamos) para ir en dirección recta. En cuanto
rápidamente frente a la vela estirando decidamos iniciar una arribada, tenemos que pasar al arco de resisten-
el brazo de proa . Todo está cia lateral. Para ello, debemos combinar el empuje sobre el pie de proa,
preparado para la reactivación . la contraescora, y el desplazamiento del aparejo hacia la parte delante-
ra del centro de rotación a barlovento.
la reactivación El windsurfista hace entonces todo lo posible para inclinar el aparejo
Al ser suficiente el giro para poder salir inmediatamente en la otra y la tabla hacia la parte exterior de la virada, inclinando la cadera hacia
amura, dejamos el mástil en la proa y nos colocamos frente a la vela, dentro para mantener el equilibrio. Navegando al falso pairo: el
estirando el brazo de proa. Esta posición del mástil facilita la salida y la Con objeto de crear un par de rotación grande, no duda en echar w inds urfista acaba de s oltar la
arribada, es decir, la reactivación. las manos hacia atrás sobre la botavara, para inclinar más el aparejo a botavara (mano izquierda) para hacer
Hay que empezar a orzar lo antes posible, y podemos hacerlo mien- barlovento y mantener el equilibrio echando el peso del cuerpo hacia el gira r el aparejo .
tras todavía tenemos un pie delante del mástil. Después, volvemos a lado opuesto. Al girar la tabla, los pies deben acompañar el movimien-
nuestros puntos de apoyo: las dos manos en la botavara y los dos pies to de la vela colocándose frente a ésta, con el fin de oponer resistencia
detrás del mástil. y transmitir correctamente la fuerza aerodinámica a la tabla. Por lo tan-
to, al acercarnos al viento de popa hay que colocar los pies juntos y pa-
Los extremos: viento flojo y viento fresco ralelos a la línea de crujía. Para oponerse mejor a la fuerza aerodinámi-
Con viento flojo, es necesario acentuar todos los movimientos para fa- ca añadimos a este cambio de orientación de los pies, un retroceso que
cilitar el giro. Un poco de bombeo nos ayudará en la reactivación. facilite la banda y el giro, puesto que la inclinación del mástil hacia la
Con viento fresco, la máquina se vuelve más nerviosa y el menor proa sólo sirve para iniciar la maniobra.
movimiento origina un giro rápido. iNo hay que dejarse abrumar por El momento durante el cual mantenemos los pies en el mismo plano
los acontecimientos! Al iniciar la rotación, nos encontramos en suspen- marca el inicio de la orzada y de la navegación al falso pairo que prepa-
sión. La fase de la travesía debe ser lo más rápida posible, pues un ra la reactivación.
cambio de posición brusco puede agravar el desequilibrio (de la sus-
pensión pasamos al apoyo, y despuéS otra vez a la suspensión). Por lo La orzada
tanto, es necesario anticipar todos los movimientos ... En la fase de re- Mientras la tabla comienza a orzar, empezamos a llevar el mástil hacia
activación, los dos pies deben colocarse exactamente detrás del mástil la línea de crujía, disminuyendo su inclinación a popa y, al mismo tiem-
antes de cazar, para poder mantener la suspensión sin correr el riesgo po volvemos a colocar las manos sobre el mástil.
de salir lanzados hacia la proa. Los pies siguen la orientación de la vela. El pie de barlovento, que
estaba colocado atrás, se vuelve a colocar delante y el otro pie, que
La trasluchada dinámica ahora es el de popa, se convierte en el pie del apoyo. Al cruzar la direc-
La trasluchada dinámica es un giro continuo de largo a largo. ción del viento de popa, la tabla escora, lo que le hace orzar en la futu-
La reactivación es más fácil que en la virada por avante, pues la tabla ra amura. Durante e l giro del aparejo, hay que
pierde mucha menos velocidad, siendo, por lo tanto, menor el desequi- En ese momento nos volvemos a situar al falso pairo y ya sólo nos empujar el mástil hacia atrás para qu e
librio. Pero el éxito de esta maniobra requiere que actuemos cómoda- queda trasluchar la vela. la vela se apoye en el viento.
160 Práctica del velero Pe rf ecc i o na m i e n to 161
8. Ya se ha efectuado la reactivación,
4. Ya ha ll egado al viento de popa. El e l aparejo vuelve a inclina rse e n la
w inds urfista vuelve a abrir e l apa rejo forma habitual y e l w inds urfista ha
para e mpeza r a navegar al falso colocado los pies dentro de los
pairo, con la botavara hacia adelante. estribos.
166 Práctica del velero
DEL VELERO
equilibrada, ya podemos trasluchar.
•
IEN HAYAMOS EMPEZADO a hacer vela con ayuda de los consejos proporcio-
B nados en la primera parte del libro o por cualquier otro medio, lo importante
es que ya sabemos navegar. Es decir, que el hecho de salir de una playa y des-
plazarnos con seguridad en la dirección que queramos, con brisa ligera o
fuertes vientos, a gran velocidad o pausadamente, ya no nos parece un objetivo
insuperable.
Pero debemos señalar que, al llevarlo a cabo, hay muchas cosas que han esca-
pado a la perspicacia del patrón y de su proel. Ahora es el momento de interesar-
nos por las causas que hacen que "eso ande".
Los aficionados encontrarán en esta parte una gran cantidad de información in-
sólita que le ayudará a comprender mejor la sutileza de los marinos, arquitectos
navales y de los carpinteros de ribera, que durante generaciones han utilizado las
fuerzas que ahora nosotros vamos a representar y a poner en práctica para expli-
car el equilibrio de unas velas y un casco.
El origen
de las fuerzas
Definiciones
El aire y el agua son fluidos. Los físicos dicen que son medios conti-
nuos homogéneos ¡sátrapas que no admiten discontinuidad en su
equilibrio y que en reposo, en un punto determinado, la intensid ad
de la presión 'no depende de la dirección .
Podemos distinguir los gases, que ocupan todo el volumen disponi-
ble y son comprimibles, y los líquidos, prácticamente incomprimibles.
Respecto a una máquina que evoluciona sobre el agua, tanto el aire
como el agua se comportan como med ios incompri mi bles.
la diferencia fundamental entre el aire y el agua procede de su peso
específico: el agua es muy sensible al peso y, en reposo, presenta una
superficie libre y horizontal; el aire, no está condicionado por su peso
durante su paso alrededor de una vela o de una máquina aérea.
e uando un fluido se encuentra en movimien to, la ve locidad de las turbulencias que se producen en los flu idos: penachos de humo, el
T
D
"partículas", o pequeños paquetes de aire, varía en el transcurso del
tiempo al igual que en el espacio. Como consecuencia se producen ro-
taciones y deformaciones del campo fluido (torbellinos).
La continuidad del medio, agua o aire, origina que un cambio local
se propague evolucionando en el tiempo y el espacio.
chorro del agua del riego, el desagüe del frega dero, etc. Un flujo tu r-
bulento tiene un carácter muy desordenado, ta nto en el tiempo como
en el espacio, que se establece por encima del movimiento en general.
Pero, dentro de este caos, podemos distinguir la existencia de grandes
estructuras eventualmente bien organizadas.
Los científicos evocan en est e caso las fluctuaciones en la velocidad y
O -
O
'-----J
0 -
~
0 -
o .-----.B~~2--'-
O
~
O - = _----..
-=;:::::::::)
~"'-_".
las cadenas de pequeños torbellinos que se forman y se deshacen en
cascada.
Estos fenómenos se producen en casi todos los flujos de agua, o in-
{J - D -O ~CJ""""
a
-------. O ----.0 ~O Dentro de un flujo de ag u a, una
cl uso con motivo de la acción del viento sobre un obst áculo ..
Hay que distingu ir entre la pequeña turbulencia que origina
imagen (en este caso varios cuadrados) un f luj o de aire sobre las ve las de un barco y las turbulencias del
aire entre las cua les un velero no es m ás que una brizna de paja .
(J
se desp lazan produci éndose
def orm aci on es en los mismos.
Turbu lencias beneficiosas
Cuando un barco arrastra agua a su paso, experimenta un freno y, en
Cada particura de un fluido se desplaza Las turbulencias su estela, aparecen tu rbulencias. Éstas no giran todas en el mismo sen-
(traslación ), gira (rotación) y se
Turbulencia y turbu lencias
deforma como una pelota de tenis. tido siendo por ello nocivas y causando un derroche de energía.
Se denomina turbu lencia a cualquier fenómeno que se produce dentro Por el contrario, si una o varias turbulencias que giran en el mismo
de una situación relativamente fl uida y estable. Aquí la noción de esca- sentido se separan del timón o del casco, con motivo de un cambio de Cuando el agua sale por el desague de
la desempeña un papel fundamental. un fregadero formando remolinos, e l
rum bo, del asiento, del viento o de reglaje, éstas no tienen por qué ser
Las turbu lencias atmosféricas que observamos corresponden a un perjudiciales a la fuerza: en un barco amurado a babor, una turbulencia régimen turbul ento es proporciona l
flujo turbulento de la atmósfera a escala planetaria, es decir, "vist a des- que gire en el sentido de las agujas del reloj, al despegarse confiere a a 2 J[ r V. De modo general. s i (el es una
de el espacio" . En menor escala, el hombre se enfren ta a diario a las éste una fuerza propulsora. Es una de las fuerzas que se utilizan al mo- curva ce rrada, podemos definir el
ver el timón de un lado a otro, con el fin de hacer avanzar a nuestro resultado de es t e régim en turbulento
derivador en una encalmada. que origina y que se denomina
El mismo fenómeno se produce sobre una vela y va acompañado de circu lación de
Turbul encia:
turbulencias en los extremos que se van estirando a lo largo del despla- velocidad.
incluso en los rumbos de ceñida zamiento. Su intensidad, que varia según el reglaje de las mismas y de
(llamados rumbos agudos) , e l flujo las modificaciones aerodinámicas, se aprovecha para generar la fuerza
d el aire sobre una vela es
de propulsión en los rumbos de ceñida.
turbul ento. A pesar de una En el caso de estructuras sumergidas, hay una turbulencia final que
a pariencia reg ular. exist e un se queda pegada a la estructura y sale a la superficie del agua de modo
desorden agudo e inte nso, así como
visible.
una mezcla de fi letes de aire.
rr ---------------~
forma continua, sin mostrarse localmente de forma clara: se producen revelan un
velas y las s uperestructuras s ituadas
inevitablemente cerca de una superficie y corresponden a la velocidad derroche de
a barlovento s uyo, es decir, más
de rotación sobre sí mismas de las partículas fluidas apresadas dentro energía.
arriba de donde incide el flujo.
174 Mecánica del velero El origen de las fuerzas 175
Flujos
Mezcla de los fil etes fluidos
La difusión <es deci r, la interpenetración de fluidos a nivel molecular), el
rozamiento y las mezclas inevi tables originan que, sobre una vela, los
flujos de ai re sean siem pre turbulentos. Es decir, que a escala mili-
métrica, se producen los siguientes fenómenos: desorden, falta de per-
manencia y mezclas con las partículas vecinas, manifestándose normal-
mente en forma de minúsculos torbellinos. Lo cual no tiene nada que
ver con las turbulencias meteorológicas que se manifiestan a escala de
cientos de metros. Decimos que un flujo es laminar cuando los filetes
de flu ido están bien ordenados sin mezclarse. El agua de un lago, por
ejemplo, con brisa ligera, presenta un flujo laminar alrededor de un
casco muy liso. Las mezclas que intervienen en la realidad limitan la va-
lidez de la teoría que trata las nociones de " flujo laminar" y de "fluido
perfecto" para explicar las variaciones de velocidad en los fluidos.
Velocidades de diferente intensidad o dirección originan pre-
la s fotografía s tomadas desde los satélites muestran el flujo turbulento de la siones diferentes. Sus resultantes son fuerzas motrices o de resisten-
atmósfera (documento Meteo-France) cia que se analizan respecto a la dinámica de 105 fluidos.
En e l caso del aire, Las turbulencias aisladas Dentro de un flujo que produce un determinado roza miento sobre una superficie
estas turbulencias no so n visibles. (por ejemplo, el agua sobre el casco), e l liquido, al ava nzar, se ve obli gado a
Durante un cambio de rumbo, dentro
del agua, podemos dis1inguir algunas
L OS mecá nicos la s clasifican por su intensidad turbulenta
o por la circulación de velocidad. Corresponden a una
girar sobre si mismo. Se forman así torbellinos ocultos, repartidos por el líquido.
Por ejemplo, si tenemos e l punto A de un tabique a lo largo del cual
velocidad de rotación local del fluido, que es la que h ace g i-
que se aleja n del barco. Pero. debido a
rar un pequeño flotador arrastrado por el fluido. Visib les u pasa un liquido, la velocidad de dicho líquido en los puntos A, 8 , e y D, cada vez
que la s turbulencias tienen siempre ocultas, dese mpeñan un papel decisivo en la navegación en más alejados del casco, puede representarse por medio de las flechas .
forma de tirabuzón o sa len a la ciertos rumbos. Gracia s a ell os, se produce una fuerza de El extremo de dichas flecha s traza una curva. l as pequeñas moléculas de agua
s uperficie, algunas de e llas se quedan sustentación aerodinámica (o hidrodinámica) que intervie- que se desplazan se reparten a lo la rgo de dicha curva. Y, s i congelásemos
pegada s a la carena, igual que un ne en la propul sión del barco. localmente el fluido representado en forma de cruz en A, B, e y D, e l movimiento
ovillo de lana qu e se deshace. a lo largo del casco produciría un giro de las cruces.
176 Mecánica del velero El origen de las fuerzas 1 77
Debido a la Este flujo se denomina laminar, aunque vaya acampanado de una li- El fluido opuesto al sólido
gera difusión, llamada difusión molecular, que aumenta con la tem- Si hacemos un dibujo en el aire con humo, o en el agua con un coto- Soy una gaviota
peratura. Por el contrario, si la bolsita se encuentra en una zona por rante, éste se deforma y se vuelve irreconocible: los fluidos como el aire turbulenta, pero planeo
donde el agua pasa con más velocidad, o cerca de la entrada de agua, o el agua no tienen una forma característica. Por lo tanto, no pueden e n flujo laminar.
se producirá desorden, mezclas y cierto barullo y apenas podremos se- producir rozamiento si no están en movimiento. La presión del aire, por
guir con la vista una "partícula " de colorante. Decimos que el flujo es ejemplo, es perpendicular a la pared de nuestro tímpano, sea cual sea
turbulento. Comprendemos que será dificil que un filete de agua actúe la dirección hacia la que orientemos nuestros oídos.
independiente de su medio próximo, se aisle y mantenga su coloración y por el contrario, con movimiento, puede producirse una "esci -
o sus informaciones dentro de una zona turbulenta. mientras que todo sión" ocasionada por el rozamiento, es decir, que la presión ya no sea
eso es posible en una zona laminar. perpendicular a la pared del obstáculo. Así, el agua" roza" la ca rena de
un derivador y limita su velocidad. Decimos entonces que el agua y el
aire son fluidos viscosos. Y simplificando mucho, podemos despreciar
este rozqmiento, que realmente resu lta mínimo si 10 comparamos con
El número de Reynolds el esfuerzo normal de presión, y podemos considerar el agua y el aire
(o cualquier otro fluido) como "fluidos perfectos". Veremos, especial-
D e forma experimental, se ha llegado a la conclus ión d e qu e, cuando las fuerzas de inercia
son m ayores que las fuerzas de viscos idad, se produce una turbul encia. A este fin se utili-
za la fórmula d e Reynolds:
mente en el rumbo de ceñida, que esta simplificación nos permitirá ex-
plicar prácticamente "casi todo" sobre el funcionamiento de una ma~
Re ~ V: D ~ quina aerodinámica.
Pero este "casi todo" puede omitir los fenómenos fundamentales
que es la relación existente entre las fuerzas de inercia y las ~ que se producen en un flujo real, igual que en un plano de circulación
fuerzas de viscos idad presentes en el fluj o; siendo V la ve lo- urbana con señales luminosas automMicas no se contempla el hecho
cidad, O la superfi cie y v la v iscosidad cinemática del flujo . de que se produzca una inundación, un ciclón, un atentado o un acci-
Cuando Re es inferior a 1.000, el flujo es lam inar y cuando dente. Del mismo modo, los teóricos prefieren explicar y cuantificar las
Re es superior a 5.000, el flujo es tu rbul en to. previsiones, relacionando las velocidades con las fuerzas locales deno-
En un lago dond e el ag ua esté a 4 "C Iv~ l ,5 x 10" m 2!sl y minadas "tensiones". Para ello, hay que utilizar la dinámica de los flu i-
pase sobre una o rza de 1,5 cm de grosor, a un a ve locidad dos incomprensibles que se aplica mejor a la viscosidad del aire y del
de 10 cm!s, es decir, 0,2 nudos, el número de Reynolds co-
agua.
rrespondie nte se rá:
Estos dos modelos de fluid os "perfecto" y "viscoso newtoniano",
(0,1 x 0,0151
Re ~ 1,5 x 10" - lO' no reflejan toda la realidad de lo que ocurre en el agua y en el aire,
porque no contemplan las mezclas, y de modo más general, la turbu-
El flujo d e ag ua es laminar.
Por el co ntrario , en el mismo lago a 20 " Clv ~ 1 x 10" m 2/s), lencia.
donde el agua pase sobre la misma orza a 5 mIs, es decir,
a 10 nud os: El modelo "fluido perfecto": ventajas del modelo simplificado
R 15 x 0,0151 Las demostraciones efectuadas por medio de la correspondiente fór-
e~ 10" ~ 75.000 mula matematica, explican la gran mayoría de los fenómenos que se
Y sobre un palo de 10 cm de diámetro, con un v iento apa- producen en un velero en rumbos de ceñida. Cuando no hay despren-
rente de 3 nudos y una viscosidad cinemática de 1,4 x 10.5 dimiento les decir, cuando los filetes fluidos siguen en contacto con las
(a una temperatura aproximada de 18 OC), se rá: velas o el casco), ni tampoco una gran estela, la geometría y la veloci-
11 ,5xO, l 1 dad del flujo, y como consecuencia la presión, están muy próximas a la
Re ~ 11,4 x 10" 1~ 10.000 aproximadamente proporción ideal.
Sobre un lago s in corri ente alguna,
En estas condiciones, la noción de circulación de velocidad nos per- A pesar de la deformación, podemos
Si rea li za mos e l mi sm o cá lculo respecto a un a vela de un ve lero puede verse afectado por un
mite comprender la dirección y la intensidad de la fuerza de sustenta- distinguir un anuncio en el s pi. Por el
3 metros en el aire a temperatura ambiente, el número de flujo lam inar de agua e n una parte de s u
ción de una vela o de un perfil sumergido. contrario, el dibujo rea lizado por un
Reynold s pa sa rá de 200.000. casco, s iendo el fluj o de aire
De modo general, en los rumbos denominados "agudos", el des- avión en el cielo echando un co lorante,
Por lo tanto esto s tres fluj os son turbul entos. turbulento, aunque parezca regular.
prendimiento -cuyos efectos no se pueden explicar de modo general si rapidamente se vuelve irreconocible.
17 8 Mecá nica d e l velero El origen de las f uerzas 1 79
p tensión establecemos que el agua sobre el casco y el aire sobre una vela son
fl uidos perlectos- deberá evi tarse o limitarse al máximo en un fl ujo real.
De aquí el in terés de hacerlo desaparecer hacia el extradós (ver la pá-
gina siguiente) por medio de procedimientos específicos: una pun ta en
el borde de ataque, o una vela estrecha con una función parecida; tam -
bién pod emos utilizar la aspiración por rotación o incluso rugosidades
que prod uzcan una t urbulencia forzada en la capa lími te y le impidan
"separarse". Los catamaranes de la clase e utilizan alero nes con efecto
de ranura y de alerón de giro.
p Comparación entre la tearia del
fluido perfecto (en color) y la realidad,
El agua, igu al que e l aceite o e l aire,
produce un rozamiento determinado al INFLUENCIA DE LA VISCOSIDAD en un flujo de aire (en ne gro)
con un a débi l incide ncia alrededor de
pa sa r sobre una pa red . Este. provoca DEL AIRE Y DEL AGUA un perfil aerodina mico.
una tensión, una fu erza por unidad de
El fluj o del aire esta perturbado por la ve la, pero no se ha des prendido. El barco En lo que respecta al barco, la viscosidad, tanto del aire como del agua,
s uperficie con una compone nte normal
navega en un rumbo Magudo" (doc um e nto ONERA) es responsable de la formación de turbulencias, así como de su difusión
(presión pi y tangencial t. En e l caso de
en el flujo.
fluidos perfectos. se desprecia la
En el caso de los ciclones, que son turbu lencias a escala planetaria, Flujo de aire e n el extradós de un a
componente tangencial T = O.
la rotación de la Tierra desempeña un papel fundament al. e lipse aplanada. l a vis ualización se ha
l a experiencia nos demuestra que, en un fluido real, a partir del re- obten ido echando colorante en la
poso aparecen zonas más o menos tu rbulentas, más o menos extensas s uperficie. Incide ncia alfa = 17 11; Vo= 10
en la estela y alrededor del obstácu lo. Las consecuencias son múltiples cm/s (Va: velocidad de fluj o
cuando se alcanza el régimen permanente. de liquido) (documento ONERA).
Para que un flujo real tenga las condiciones de paso de un fluido perfecto, se
pueden utiliza r co n eficacia diversas técnicas:
A. Colocar una punta e n e l borde de ataq ue.
B. Efectuar de m odo "mecanico " un a circulación de velocidad.
C. Producir aire sobre la capa limite.
D. Aspira r la capa limite des pre ndida .
E. Crear una capa limite turbulenta.
180 Mecánica del velero El origen de las fuerzas 181
• Se produce una circulación de velocidad sobre el perfil, que co- torio, es decir, al paso de una velocidad nula a una cierta velocidad o,
rresponde a una falsa turbulencia unida a la turbulencia de arranque, lo que es lo mismo, a un cambio de velocidad o de incidencia sobre di-
El ex tr adó s es la
cara exterior, convexa, de por medio de las turbulencias laterales. tstas pueden verse en el labo- cho perfil. Cada vez se desprende una turbulencia que crea una modifi-
una fo rm a curva. ratorio y observarse, parcialmente, gracias a indicadores eventuales cación de la circulación de velocidad, y como consecuencia una modifi-
El intrad ós es l a ca r a (particulas de polvo, pompas ... ) o hebras de lana. cación de la fuerza de sustentación P. En todas las salidas de playa o
interi o r, cón cava, d e un a • Se produce una variación de las velocidades, es decir, de las pre- del fondeadero, una o varias turbulencias de arranque se desprenden
forma curva. siones del flujo desviado por el perfil. Se dice que existe una vel ocidad de las velas, en el aire y de la carena en el agua.
inducida . Esta modificación puede hacer que se produzca un despren- Aunque parezca contradictorio, si la viscosidad desempeña un papel
dimiento del flujo. Y la velocidad inducida puede modificar el flujo alre- en la aparición de la circulación de velocidad, podemos despreciarla y
dedor de otro obstáculo: es el caso de la desviación del aire por el fo- considera r el flujo como perteneciente a un fluido perfecto sin rotación.
Este fluj o permanente de aire coincide
que sobre la mayor en la ceñida. Lo cual no ocurre en las proximidades inmediatas del perfil, en una zo-
con el de un fluid o perfecto co n
• Surge una resistencia al avance o fuerza de rozamiento. na muy delgada que lo rodea y que llamamos ca pa limite. Lejos de es-
circulación d e velocidad (se dice
ta capa límite, todo eso es cierto y corresponde a la realidad.
t ambién con "un torbelli no fal so en el
Aparición de la circulación de velocidad
p erfil", salvo en una fina capa limite
..
Volvamos al ejemplo del flujo plano que se forma alrededor de un Capa límite y desprendimiento
que podemos adivinar qu e es t á cerca
perfil. Hemos visto que, por lo general, se producía una circulación de Trataremos ahora sobre el agua que pasa alrededor de una carena.
del t abique (docum ento ONERAI.
velocidad que explicaba la fuerza de sustentación. Para entender el A una determinada distancia, la presión y la velocidad son constan-
modo en que aparece esta circulación, vamos a observar los seis per- tes. Cerca de la proa, la presión es mayor como consecuencia de la cur-
files representados en 105 momentos numerados del 1 al 6 del dibujo vatura de los filetes fluidos. Después, delante del perfil, el fluido está
contiguo. sometido a una depresión, pues la curvatura de los filetes fluidos se in-
..
• en 1, el perfil se encuentra en reposo; vierte; las particulas fluidas de las proximidades del tabique, frenadas
..
3 forman en el borde de ataque pueden elegir entre hacer el recorrido velocidad a lo largo del tabique se anula y las particulas lo abandonan,
por la parte baja (intrad ós) o hacer un recorrido por la parte de arriba creando una zona de separación con 01 itas de rodillo, remolinos y una
---. ::..-.
(extrad ós); estela.
..
• al ser más corto el recorrido por el intradós y existir cierta resisten- Un poco más abajo, los filetes exteriores que limitan la estela, la obli-
::::,. cia debido a la viscosidad, las particulas están menos frenadas a la sali- gan a "viajar" con el perfil.
da del intradós que las que dan la vuelta por el extradós, por lo que, Lo que podemos observar en el agua es lo mismo que ocurre en el
5
~ durante el régimen transitorio, en 3, las particulas que emergen del
borde de salida tienen distintas velocidades.
aire: la curvatura aparente de los filetes de aire puede ser muy grande
con un viento aparente ligero. Si el viento arrecia, debemos disminuirla,
• esto crea una curvatura de los filetes fluidos, algo parecido a la porque el aire no podrá "tomar una curva tan grande sin despegarse" .
. . f.~
.. ..../'
6 deformación de un termoelemento (fig. 4); En realidad, la depresión de la parte derecha del embolsamiento máxi-
• este fenómeno va acompañado de una rotación que se acentúa mo es tan grande que hace que las partículas disminuyan demasiado su
en 5;
@
..
• hasta que, en 6, se forma un tirabuzón que constituye una turbu-
lencia de arranque. El desprendimiento de esta turbulencia inicial tiene . ' '. ' .. ,".: ': '.>': '.~ ...-=;- •
.... •. 1/......... lA .... . 11........ II.,. ...... /A
'.'" lA .... . 11......... 11.. ...... 11........ . /1......... .
8
~
Estos dibujos exp lican l a
O como consecuencia una igualación de las partículas procedentes del in-
tradós con las procedentes del extradós. Esto crea, matemáticamente,
la aparición de una circulación de velocidad. Al mismo tiempo las tur-
bulencias laterales se alargan.
...... IA/I
.3~::::/.:::::~:::::~:::::1!::::~(:::1!:::: ~:::::/~::::11
........ ...... 11
.. ...... 11
.. ...... 11
,I.... II.... I/. . /A 11.... 11.... 11.... 11.... 11
,II~J¡:J/:J/:l
.,. . . .. . . .. ...... ..... '
.. ...... 11
.,. ...... 11
. . .,. . . ......... . .. . . , .....
.. ...... 11
.. ...... /AI
•
.. '
A
O
euan d o unpe rf'.I c h oca con un a com.ente d e tI UIOVI
q ue incide sobre él ligera mente, las líneas de la
'd .
SC O SO
apa rición y e l des prendimiento de la El teorema de lord Kelvin demuestra que la intensidad de la turbu- corriente, desviada s, crean una ca pa límite primero acelerada
turbulencia de arranqu e, a lencia corresponde exactamente a la circulación de velocidad que apa- (entre O y Al Y luego desacelerada (e ntre A y SI,
partir del reposo has ta e l ré gimen rece sobre el perfil. que sigue s iendo lamin ar. A partir de S, est a ca pa límite se
perma nente 6 V siguientes. El razonamiento que acabamos de hacer se refiere al régimen transi- desprende del perfil y fo rma una estela
El origen de las fuerzas 183
182 Mecánica del velero
+
realizado por medio de pompas de námicas o hidrodinámicas, de sus contrincantes.
a ire .
In cidencia ex = O" Rozamiento
Vo = 10 cm/s Cada partícula fluida está sometida a un cierto número de fuerzas:
l ~j
mo "flujo reptante" (fluido muy viscoso), ocurre lo contrario: las fuer-
Vo = 10 cm/s
zas de ine rcia se desprecian ante las fuerzas de viscos idad.
Desprendimiento y estela
la viscosidad es la responsable indirecta de la formación de una separa-
ción, un desprendimiento y una zona considerada como zona muerta:
la depresión . En la superficie del agua, detrás de los barcos se forma Flujo en e l extremo de un a la muy
la estela. Su estructura es diferente del flujo que se desliza alrededor parecido a l extremo de una qui lla o del
del casco. En ese lugar, grandes o pequeños remolinos rozan unos con a leró n de un timón.
otros, produciendo energía: es la energía "artificial" de la carena, que In cidencia o: = 12,5R
el barco desaprovecha. VO = 5 cm/s
El origen de las fuerzas 185
1 84 Mecanica del v elero
Sobre una plancha delgada, sin vo carenas), ésta presenta una tendenci a a desprenderse. Una turbulen-
incidencia dentro de una corriente de cia creada dentro de esta capa (especialmente) por las rugosidades de
velocidad Vo, el fluido disminuye su la ;uperficie, puede retrasar el desprendimiento, es decir, evitarl~. Por
velocidad después de un determinado eso, en algunos casos, un perfil rugoso, aunque presente una resIsten-
capa límite
recorrido y se vuelve turbulento. cia mayor al rozamiento, ofrece a veces mejores prestacione~ que un
perfil liso. El revestimiento estriado del casco del Stars and Strlpes en la
vo
regata de la Copa América, que tuvo lugar en Australia en 1987, es un
buen ejemplo.
El fenómeno de la cavitación
La cavitación es, en cierto modo, una especie de ebullición sin aporte
de calor. Si sólo fuera una ebullición, no sería demasiado grave, pero el
problema es que las burbujas o cavidades que se forman no. son es~a A
bies. Cuando explotan, forman unos chorros de agua muy finos y VIO-
Si sometemos una plancha a un flujo que incida en su superficie pla- lentos. Si llegan hasta un tabique no solamente lo "limpian" (trata-
na (por ejemplo. una orza). el coeficiente de rozamiento variará, en el miento industrial de cascos y fachadas), sino que lo corroen y destru-
caso de un flujo turbulento, según la rugosidad relativa. yen, a veces en pocas horas. Por eso se intenta evitar en hélices e hi-
Cuanto más pequeñas sean las ru gosidades, menor será el coeficien- drodeslizadores que la explosión de las burbujas no se produ zca cerca
te de rozamiento. y también menor la fuerza de rozamiento; no estaría de un tabique, sino dentro del líquido. Se dice entonces que hay super-
mal lijar bien las orzas y los timones. Aunque en realidad la teoría nos cavitación.
demuestra que el problema es bastante más complejo: Cuando se alcanza una determinada velocidad, sobre todo en las ta-
B
• en la parte superior de la plancha hay una zona laminar donde los blas a vela y catamaranes, se produce a veces cierta cavitación en los
fi letes fluidos permanecen totalmente paralelos, sin mezclarse; alerones, y en el extradós de los alerones sumergidos, o cerca de sus Con motivo del desprendimiento Y de
• debido a la disminución de la velocidad, a las fuerzas que inciden extremidades (den tro de los remolinos de las extremidades). la estela, las velocidades y las
sobre las particulas, y a la inestabilidad local, se forma cierto desorden Además de producir desgaste, la cavitación provoca vibraciones y presiones no son las mis mas que las de
que produce una turbulencia. La capa límite correspondiente se vuelve una disminución del rendimiento hidrodinámico. La depresión, de he- un fluido perfecto. En e l caso del
más ancha y se convierte en una capa límite turbu lenta; cho, está limitada por el vacío. Cuando la fuerza de sustentación hidro- cilindro circular, la s im etría longitudinal
• cuando se forma esta capa limite turbulenta (lo cual sucede a me- dinámica sobre un perfil está dirigida por la depresión, ésta disminuye. ya no existe y aparece una resistencia a
nudo en perfiles curvos, como las velas, los planos antiabatimiento y las En ese caso, la caída de la fuerza de sustentación va acompañada de
la presión.
un fuerte aumento de la resistencia. la figura A representa las linea s de la
Para remediarlo hay que evitar la cavitación O bien pasar a la super-
corriente; la figura B, la distribución de
cavitación. las presiones.
Las asperezas, propensas a una fuerte depresión sobre su cara pos-
terior, son, al igual que las burbujas de aire, focos de cavitación. Tam-
bién lo son los remolinos de las extremidades, si dejamos que aumen-
ten de intensidad. De este modo hay que intentar limitarlos modifican-
do el perfil de los timones para que el flujo sea más horizontal, así co-
mo reducir la circulación de velocidad y las tomas de aire descendente.
No hay que olvidar que el hecho de eliminar los remolinos de las extre-
midades de una orza nos obliga además a repartirlos, siempre que su
intensidad sea proporcional a la circulación de velocidad y, por lo tanto,
Este fl otador de un muerto, fondeado
proporcional a la resultante antideriva necesaria para efectuar un reco-
en la vena de una corriente de
marea, muestra e l desprendimiento
rrido adecuado en relación con el agua .
Vale más flota r al máximo dejando sumergidas únicamente unas po-
complejo de la capa límite y de
cas zonas "susceptibles de cavitación". Elegir un borde de ataque pun-
su separación, que origina la estela .
El origen de las fuerzas 187
186 Mecanjea del v eler o
fue~' ~j
aguas cálidas que en aguas frías, y en mar picada que en mar lisa como
n un flujo permanente de fluido perfecto, el teorema de
un espejo.
E Euler relaciona la ve locidad V1 de la entrada de una ve-
exterior / ' V2
V2
~ V1
,
CURVATURA Y PRESiÓN Con una pequeña
LF ext. = PO (V2 - Vl) desviación de fa velocidad, la
fuerza exterior es pequeñ a. Si V2
Los flujos que transcurren a lo largo de una superficie curva. como una
Cuanto más eleva do sea el desvío (V2 - V1). más intenso esta desviación aumenta, la
vela o la carena de un barco, sufren diferencias de presión que modifi-
será el esfu erzo recuperado - LF ext. fuerza exterior se intensifica .
can aún más la teoría del fluido perfedo.
~2
sistema divergente Efectivamente, la ola que se forma en la proa se combina con el sis-
de ola de popa
tema creado cerca de la cuaderna maestra y el de la popa. Según la ve-
locidad del barco, se obtendrá una forma diferente de superficie libre
(ver el dibujo de al lado). - ola de proa
La resistencia aumenta con la velocidad. Por una parte, debido a que - ola de popa
- - resultanle
la altura de las olas aumenta. Y por otra, porque su combinación es ca-
da vez más desfavorable. Cuando alcanza un valor tal que la longitud
sistema transversal
Debido al desplazamiento del de onda (distancia entre dos olas sucesivas) es igual a la eslora de flota-
de ola de popa
sistema transversal
casco, el espectác ulo que ofrecen las ción Lf, se dice que el barco navega sobre su ola de proa. Cuando la velocidad
de ola de proa
o las es mucho más compl ejo La magnitud de la resistencia de ola es en tonces elevada y hay que de l barco aumenta, en la señal
que las ondas circulares ca usadas por sistema divergente aumentar considerablemente la fu erza de propulsión para ganar sólo efectuada en e l mismo. la longitud de
la piedra en el charco. de ola de proa onda de las olas sobrepasa la eslora de
un poco de velocidad. Se ha alcanzado la ve locidad límite del barco.
Tenemos entonces que Ve = 0,4 g LF. Siendo este valor Ve única- fl otación Lf.
mente un orden de magnitud . Siempre podremos sobrepasarla creando
la suficiente fuerza de propulsión. ~sta depende también de la forma
de la ca rena y del desplazamiento del barco.
El planeo es también una forma de "escapar" a la resistencia
de la ola: lo analizaremos más adelante.
Resistencia inducida
La resistencia inducida se pone de manifiesto por medio de las curvas
polares. ~sta depende en gran parte de:
• la forma de la sección recta (sección de la orza);
• el ángulo de incidencia (en este caso ángulo de abatimiento).
Cuando los ángulos son superiores a 8°, la resistencia aumenta nota-
la estela de esta lanch a muestra la blemente, mientras que la fuerza de susten tación no lo hace de modo
ola de proa al combinarse con el significativo. pudiendo incluso disminuir. Bajo la acción de estas fuer-
sistema de ola s o riginado en la zas, los planos antideriva se deforman, especialmente los de 105 deriva-
C\(\,------------' <--.....
cuaderna maestra V con e l de la popa
de la e mbarcación .
dores ligeros, aunque como resultado de la torsión, el ángulo de inci-
dencia varia a lo largo del perfil. Al ser determinante la función de este
+ ir' sección de la vela
Resistencia al rozamiento
Las fuerzas de rozamiento se ejercen sobre el conjunto de las partes que
están en contacto con el agua. Igual que ocurre sobre una tabla plana, se
desarrolla una capa limite sobre la superficie de la carena y sobre el perfil
antiabatimiento, incluido el timón. La naturaleza de esta capa límite de-
pende del número de Reynolds que está relacionado con la superficie.
El valor de la fuerza de rozamiento es proporcional a la superficie en
contacto con el agua. Es proporcional, por unidad de superficie, al cua-
drado de la velocidad y a un coeficiente Cr, denominado "coeficiente
de rozamiento".
Evidentemente, nos interesa mucho reducir este coeficiente. La ru-
gosidad de la superficie puede aumentar su magnitud. Sin embargo,
conviene señalar que, por debajo de cierta cantidad, deja de intervenir. Banco de pruebas p ar a veleros en el
Se dice entonces que el flujo es hidráulicamente liso. En un barco de 1O cana l de tracción (docum ento
metros que navegue a 1O nudos, esta condición se cumple siempre que DCN/ Bassin d'Essa is des Caren es) .
LAS FUERZAS Y SU
DESCOMPOSICiÓN ELEMENTAL
El viento y la vela
Cuando el viento choca contra un obstáculo -por ejemplo una vela- se
desvía de su dirección inicial. Según el principio de la acción y la reac-
ción' la vela ejerce una fuerza sobre el viento para desviarlo y el viento
ejerce sobre la vela una fuerza igual y opuesta a la anterior. Esta última
fuerza es la que ahora nos interesa.
Aparición de la fuerza
Imaginemos un paisaje marino desierto, sobre el que pasa un viento
constante y regular, y en el que los filetes de aire están representados
por rectas paralelas. Si dividimos este paisaje en dos partes iguales,
196 Mecánica del v elero
El juego de las fuerzas 197
vemos que la cantidad de aire que pasa entre 105 puntos a y b es igual En la práctica, enseguida comprobamos que esto no es así. Cuando ca-
a la que transcurre entre b y c.
zamos poco a poco una vela para exponerla al viento, la fuerza aerodiná-
Ahora entra un barco en el paisaje y su vela hace que los filetes de mica aumenta en un primer momento, pero a partir de un determinado
aire se desvíen . Como consecuencia, podemos llegar a las siguientes ángulo de incidencia, disminuye bruscamente manteniendo después, en
conclusiones: ángulos cada vez mayores, un valor muy débil y sensiblemente constante.
• La deflexión se produce únicamente en las proximidades inmedia-
tas de la vela. Los filetes situados a cierta distancia todavía no se des-
, vían (es el caso de ce'). o han vuelto a normalizarse (caso de aa'). El agua y la quilla
b e
I~ ' jI 'i • El aire al chocar contra la vela, por la cara de barlovento, se ve La orza de un derivador y la quilla de un barco desempeñan la misma
obligado a cambiar de dirección. Como consecuencia, los filetes de aire función: evitan que éste derive. Utilizaremos aquí la pa labra quilla para
comprendidos entre a y b se empujan y se comprimen contra la vela. El designar, de manera general, el alerón situado en la parte inferior del
1I1II11111
a ire que pasa a barlovento de la vela sufre una co m pres ión a l casco de un barco.
"11"
desviarse. Guardando las debidas distancias, una quilla actúa en el agua, igual
• Por la cara de sotavento, si el aire continuara pasando en direc- que una vela en el aire. En lugar de un fluido que pasa sobre una su-
ción recta, se formaría un vacío detrás de la vela. Para evitar este vacío, perficie, se trata de una superficie que pasa por un fluido, pero la ac-
los filetes de aire siguen el contorno de la vela, siendo al mismo tiempo ción entre ambos es la misma.
desviados y atraídos por la fuerza centrífuga hacia el exterior de la cur- Cuando un barco avanza, su quilla se mueve dentro del agua con Distribución del campo de pres ión
b' e'
"
1
I
' 11 '¡ va. Ellos mismos tiran de la vela. Detrás de ésta, debido a la curva que una determinada incidencia, denominada "ángulo de deriva ". Como e ntre los diferentes puntos de una vela,
dibuja el aire, se forma una zona en la que la presión es más débil que reacción, ésta recoge una fuerza que incide más o menos de forma a barlovento y a sotavento.
Compresión + depresión =
la presión ambiental; decimos que esta zona está en depresión. perpendicular en su superficie y que denominaremos fu erza hidrodi-
fu erza aerodinámica
De lo cual se deduce que la cara de sotavento de la ve la está so- námica. Esta fuerza es, en cierto modo, homóloga a la que se ejerce
metida a un efecto de succ ión . sobre una vela y que habíamos llamado fuerza aerodinámica.
Al experimentar una fuerza de presión por barlovento y de succión Al igual que la forma de flujo de los filetes de aire sobre la vela esta
por sotavento, los dos efectos se combinan constituyendo la fuerza to- asociada al ángulo de incidencia formado entre la vela y el viento, tam-
tal que ejerce el viento sobre la vela . A partir de este momento la deno- bién el régimen de flujo de los filetes del agua sobre la quilla esta rela-
minaremos fuerza aerod in ámica. cionado con el ángulo de abatimiento. Si este ángulo es pequeño, el
flujo es regular, y los filetes de agua resbalan a lo largo de la quilla, Pe-
Orienta ci ón ro también en este caso, existe un valor de ángulo crítico, a partir del
La fuerza que ejerce un fluido en movimiento sobre un plano es per- cual se produce la "entrada en pérdida" . Es cuando aparecen grandes
\ pendicular al mismo, sea cual sea el ángulo de incidencia. turbulencias detrás de la quilla y, bruscamente, el barco comienza a
\ Por lo tanto, podemos decir que la fuerza aplicada en cada punto de abatir mas: el flujo de agua ha sido perturbado.
la vela es perpendicular a la superficie próxima a dicho punto. En la La fuerza hidrodinámica se ejerce de una manera diferente según
fuerza aerodinámica R práctica, la resu ltante de todas las fuerzas de presión y de succión es sea el flujo de agua regular o perturbado. En régimen regular esta aso-
g
notablemente perpendicular a la cuerda de la vela. ciada a la acción de los filetes de agua a lo largo de la quilla. En régi -
men perturbado, cuando aparecen turbulencias, ya no puede ir asocia-
Magnitud da mas que a la propia velocidad de la deriva.
Manteniéndonos en el campo de las reglas generales de la física, pode- La magnitud de esta fuerza hidrodinámica es aproximadamente:
mos decir que la fuerza aerod inámica es aproximadamente: • proporcional a la superficie de la quilla;
• proporcional a la superficie de la vela: si reducimos la vela a la mi- • proporcional al cuadrado de la velocidad del barco cuando el flujo
tad, la fuerza del viento disminuirá a la mitad. es regular;
• proporcional al cuadrado de la velocidad del viento: si la velocidad • proporcional a la velocidad de deriva cuando el flujo es perturbado.
del viento se multiplica por dos, la fuerza lo hace por cuatro. El valor del angula de "entrada en pérdida" depende de la longitud
Según el principio de acción y reacción citado al principio, podría- de la quilla y de su grosor. Puede ser de 30° aproximadamente cuando la El régimen de flujo de los fiJete s de
Orientación de la fu erza mos pensar que cuanto mayor es el ángulo en que la vela desvía al quilla es gruesa y corta; de 20° si su grosor y longitud son medios; y sola- agua sobre la quilla está asociado con
aerodinámica viento, mayor es la fuerza que éste ejerce sobre ella. mente de 12° si es una orza fina y alargada. Este valor también puede e l ángu lo de deriva .
198 Mecánica del vel e ro El juego de las fuerzas 199
...-
la quilla
-T
Si cazamos la s vel as
-T-
.1.
dem asiado pronto cua ndo
e l barco esta en ceñ ida, al
ser muy grande la fuer za de
3. Flujo despegado s obre la quilla .
abatimiento. ésta debe ser
l a ve locidad aumenta . l a fu e rza de abatimiento
compe nsada con una fuerza
s igu e siendo la misma , así como t ambién la fu e rza de
de antider iva enorme que rumbo
sólo puede obtenerse con
antideriva . la vetocidad de abatimiento no / lÍp·······T ·············
disminuye, pues e l flujo s igue s iendo turbu lento, á gulo de aballmiento
una gran ve locidad de /
pero. a l ava nzar e l barco a m ayor velocidad.
abatimie nto. Pues to qu e la
disminuye e l ángulo de abatimiento .
fuerza propu lsora es
pequeña. también lo será la
--
velocidad de ava nce; como
consecue ncia, e l á ngulo de
abatimiento será enorm e y
.1.
no t endrá razón a lguna
pa ra disminuir. T
4. Flujo pegado sobre la qui lla.
----+ - - ,@ rumoo
, la ve locidad sigue aumentando, e l ángulo de
...-
Rp ángUlO;'
-T
de abatimiento se vuelve a recuperar la fu erza de a nt ideriva con una
-
unicamente hay que ca zar
las velas cuando el barco ha
arribad o lo suficiente : la
fuerza aerodinámica estará
-T.1.
e ntonces mejor orientada, y
la fu e rza de antideriva será ángulo
de abatimiento
también lo más re ducida
posibl e. l a fu e rza de 5. Flujo pegado a la qui ll a.
a ntid eriva necesaria es Ahora, ya podemos orzar. Con e l fluj o otra vez pegado, la fuerza de
pequeña, pero sin emba rgo antideriva compensa la fuerza de abatimiento con un ángulo de
sólo puede obtenerse co n abatimiento pequeño.
una gran velocidad de Podemos seña la r que, en este dibujo. la fuerza aerodinámica es
a batimiento, pues e l fluj o exactamente igual a la del dibujo ni 1. ¡Y, sin e mbargo, e l resu ltado
de agua s igue estando es comple tamente dis tinto l l o que establece la diferencia,
desprendido . evide ntemente, es e l cambio de régim e n del fluj o sobre la quilla . ®
200 Mecanica del v elero El juego de las fuerzas 201
variar según el "perfil" de la quilla (se están realizando investigaciones te, sin formar remolinos. La fuerza de antideriva queda asegurada a
para diseñar quillas con un perfil que pueda invertirse durante las viradas). partir de ese instante por los filetes de agua que se deslizan de forma
El propio casco, evidentemente, también desempeña un papel muy regular a lo largo de la quilla. El barco escora, avanza hacia adelante de
importante, como veremos más adelante. Con el simple objeto de sim- modo franco, y maniobra bien, sin abatir prácticamente. Podem os or-
plificar, en este capítul o sólo hablaremos de la quilla. zar sin miedo.
Los fenómenos que tienen lugar sobre esta parte del barco son en
cualquier caso, mucho más evidentes que los que se producen sobre
una vela: la quilla es rígida e indeformable y el agua es 770 veces más
LA FORMACiÓN DE FUERZAS
densa que el aire ..
Complejidad de un flujo real
Los flujos que inciden en un mismo plano son fáciles de distinguir. Pero
Ejemplos de descomposición de fuerzas la realidad es muy distinta: en el agua, incluso sin balanceo ni cabeceo
Ya conocemos las fuerzas que actúan sobre el barco; ahora nos queda alguno, el oleaje imprime oscilaciones tanto verticales como horizonta-
por ver cómo se conjugan para hacer que avance. les a las velocidades de la ca rena, la quilla y el timón.
También en este caso vamos a echar un vistazo a la física . Para com- En el aire, en las cercanías de un puente, detrás del palo de un barco
prender el partido que podemos sacar a estas fuerzas, viene bien recu- o de la botavara de una tabla y en los extremos superior e inferior de
rrir a la regla del paralelogramo y descomponer las citadas fuerzas en las velas, el flujo no es ni plano ni horizontal.
las dos direcciones que nos interesan: una en la dirección de la línea de
crujía del barco y la otra, en sentido perpendicular a la misma . De este El carácter tridimensional que adopta participa de las fuerzas vertica-
modo, podemos descomponer la fuerza aerodinámica en una fuerza les de los esfuerzos, complica el modelo teórico o numérico y, a veces,
pro pul sora y en una fuerza de abatimiento; y la fuerza hidrodinámi- La ola más s imple origina trayectorias
impide una comprensión inmediata del fenómeno.
ca en resistencia y fuerza de antideriva. circulares.
Antes de que existieran las tablas a vela, esta fuerza aerodinámica
En un primer momento, es importante que sepamos que: la fuerza de vertical Z se despreciaba, porque se suponía que las velas estaban bien
ant ideriva siempre es igua l y opuesta a la fuerza de abatimiento, y regladas, casi verticales y que el flujo del aire cerca del agua era parale-
Rd R la res istencia es tamb ién igual y opuesta a la fue rza propu lsora . lo a su superficie. Cerca de los acantilados, obstáculos y bolsas térmi-
cas, y dependiendo de la estructura de la atmósfera y del viento, pue-
R: fuerza aerodinámica
El j uego de fuerz as en la salid a den existir, en las proximidades de la superficie del mar, movimientos
RP: fuerza propulsora
Un barco va largando fondeo y retrocediendo lentamente. Después verticales capaces de derribar un avión de líneas comerciales.
Rd: fuerza de abatimiento
arriba al llegar a su posición de equilibrio abatiendo mucho. El agua in- Podemos asociar estas fuerzas verticales con turbulencias de aire con
F: fuerza hidrodiná mica
cide sobre la quilla en un ángulo próximo a los 90°, y hace que se for- ejes horizontales (como los "rotores", que se forman detrás de las ca-
Fp: fu erza de antideriva
me un régimen de flujo despegado con remolinos. denas montañosas, y que son muy conocidos por los pilotos). Estos tie-
Ft : resis tencia
Si la tripulación caza las velas mientras el barco está ciñendo, la fuer- nen diámetros variables que oscilan entre decenas y cientos de metros
za aerodinámica se orientaría muy mal, y la fuerza propulsora sería muy y no son visibles, excepto en maquetas hidráulicas con trazadores. Evi- El balanceo imprime al viento aparente
pequeña, siendo grande, por el contrario, la fuerza de abatimiento. La dentemente, son mucho más frecuentes en las inmediaciones de fren- una fu e rza pa ra le la al palo, que actüa
fuerza de antideriva de la quilla seria, de hecho, igual a esta última, pe- tes meteorológicos. Al igual que sus homólogos de ejes verticales, pue- como fuerza "vertical fluctuante ".
ro se produciría una gran velocidad de abatimiento; el barco acabaría den tener también enormes dimensiones.
contra el muelle. Por un lado, porque no se conocen bien, y por otro, porque la com-
l a tripulación lo sabe y no caza las velas, hasta que el barco ha arri- ponente "vertical" suele estar originada por el balanceo, el cabeceo y
Para seguir
bado al llegar a barlovento del través. A partir de ese momento, la fuer- los efectos de las extremidades, esta fuerza se desprecia cuando está
las
za aerodinámica está muy bien orientada -fuerza propulsora grande y relacionada con el aire que "ataca" la superficie de una vela. En princi-
fuerza de abatimien to pequeña- y es también muy grande, pues las ve- pio nosotros haremos lo mismo.
las se han reglado con el mejor ángulo de deflexión . Pero los torbellin os secundarios de una vela de proa pueden modifi-
El barco, mientras abate, empieza a avanzar. Como resultado, el án- car el flujo posterior. Los gansos salvajes vuelan en formación para que
gulo de abatimiento disminuye. Y cuando éste alcanza por fin un valor cada uno de ellos pueda aprovechar los movimientos ascendentes del En la a tm ósfera pueden existir
claramente inferior al valor crítico, el flujo del agua cambia bruscamen- aire, originados por el torbellino secundario del pájaro que va delante. turbulencia s con ejes horizonta les.
202 Mecanica del v elero El Juego d e las fuer zas 203
., .,
O O
••
••
•
•• l a depresión causada e n e l extradós (presión P infe rior a la pres ión ambiental
•
• P <Xl ) es más eficaz que la sobrepresión sobre el intradós (presión P superior a la
presión ambiental P <Xl I cuando e l ángulo de incidencia es pequeño (en este caso,
hasta 15°): la zona sombreada corresponde a la intens idad total del esfuerzo .
... pero e l aire no se comprime cua nd o hay vientos fuertes alrededor de un a vela.
Cuando e l LOllg Shot est ab leció el record de l mundo de ve locidad en 42,89 nudos
(Russelllong 1991 e n Sa intes-Maries-de la-mer), e n ninguna parte la superpresión Una capota de un 2CV, y la lona de una
fue superior al 0,7% de la presión atmosférica. Este récord, es actu almente tienda de campaña se hinchan debido
Todos hemos podido comprobar la e l 2'11 tiempo absoluto, y fue rebasado por Wellow Page e n 1993, al lograr una a la aspiración creada por la curvatura
compresibilidad del aire .. velocidad de 46,82 nudos. del flujo del aire.
204 Mecánica del velero El juego de las fuerzas 205
metros cuadrados de vela, ejercerán una fuerza resultante equivalente En rumbos portantes, cuando la resistencia aerodinámica es una
al peso de varios hombres. fuerza motriz, la interacción entre los diferentes obstáculos resulta fun-
Si hacemos una comparación, veremos que. en el agua, debido a su damental: por este motivo en los barcos, es mejor llevar varias velas.
densidad 770 veces mayor que el aire, el efecto es todavía más sor-
prendente; en una carena que se desplace a una velocidad de 10 nu- Influencia de la jarcia firme
dos, podemos encontrar zonas en las que la presión es solamente la Una vela se mantiene por medio de un conjunto de piezas mecánicas
mitad de la presión atmosférica; las fuerzas resultantes son equivalen- que, normalmente, no participan en la formación de la fuerza propul-
tes a las de una masa de 5 toneladas colocada sobre un metro cuadra - sora, sino que, al contrario, aumentan la resistencia: el palo, los oben-
do de la cara interior del casco. ques y otros cables. Los obenques originan una resistencia nada des-
preciable, principalmente debido a su forma externa; a diferencia con
Aumento de las fuerzas útiles para la propulsión las velas, su influencia se limita a esta resistencia; pero éste no es el ca-
El aumento de las fuerzas útiles para la propulsión no está únicamente rela- so del palo y del estay, situados en una zona crítica para la calidad del
El aire tiene que poder escaparse de l cionado con el aumento de la supenicie de las velas y la fuerza del viento. flujo que incide sobre una vela: el borde de ataque.
spi para crear un flujo capaz de originar Las pruebas realizadas en el túnel aerodinámico demuestran que la
una diferencia de presión entre e l Salida del aire con viento de popa presencia de un palo de sección circular modifica desfavorablemente el
intradós V el extradÓs. Es una lastima Con viento de popa, al ser la resistencia aerodinámica la fuerza motriz, rendimiento de la mayor. Existe una clara tendencia a intentar conseguir
que no pOdamos verlo al navegar. intentamos aumentarla, por eso el velero al navegar con spi obtiene un palo lo más delgado posible (compatible con la resistencia a los es-
ciertas ventajas" al recoger más aire". fuerzos que sobre éste se realizan). Instalar un palo aerodinámico mejora-
Las velas deben recibir el aire. pero no guardarlo: es necesario que ría bastante la situación, siempre que se colocara correctamente con rela-
el f lujo de aire incida sobre las dos caras de la ve la para que se ción a la cuerda de la vela, lo que exigiría poder girar sobre la línea de
origine una diferencia de presión . Por esta razón no hay que dudar crujía del barco. Incluso podría diseñarse para tomar parte de forma efi- Algunos ejemplos
en dejar que el spi suba un poco y se separe de la mayor, así como co- caz en la propulsión, como ocurre en las jarcias que llevan un palo con de res istencia: en e l
locar las velas que más favorezcan la salida del aire. alerones, que sólo tienen interés para los barcos de alta competición. aire. a 300 km/ hora e l circulo pequeño
Al igual que ocurre en los paracaídas, las rajas, y las toberas modifi- El hecho de aumentar la superficie de un obstácu lo dentro de opone la misma resistencia que e l
can completamente la geometría del flujo y, como consecuencia, la dis· un f lujo no aumenta obli gatoriamente el esfue rzo que debe ejer- "perfil ideal ", diez veces más grueso.
tribución de las presiones y la resultante aerodinámica, es decir, las ce rse sobre el mismo: es mucho más importante la fo rm a.
fuerzas útiles para la propulsión .
Orientación óptima de las acciones aerodinámicas
Resistencia y perfil Con el viento de través, cuando éste arrecia, los barcos de vela escoran
El empuje del agua o del aire sobre la carena, las superestructuras o la y se tumban . Se dice que hay que mantener el barco derecho para
jarcia, dirigidos en la misma dirección aparente del viento (o del agua) aprovechar al máximo el efecto propulsor. Aunque esto es cierto, si lo-
se engloban bajo el término de resistencia . Esta resistencia no es direc· gramos que el barco "planee", podremos ir aún más rápido. Para lo-
tamente proporcional a la superficie aparen te llamada perfil. Esta es
tan sensible a la forma del obstáculo, al estado de su superficie y a su
Entre el agua y e l aire se produce un " rozamiento ". Por lo tanto en las
estabilidad, que origina numerosas sorpresas.
proximidades de un obstáculo, cabo, arrecife o casco fondeado , la velocidad es
De este modo, un perfil con la proa redondeada produce una menor
menor que dentro de la corriente general. Esto ocurre cuando se está muy cerca
resistencia al aire o al agua que un perfil puntiagudo. La forma puntia-
del obs táculo, a unos pocos metros si se trata de un cabo, o unos cuantos
guda de las proas de algunos veleros, tiene por objeto evitar los proble-
centímetros s i es un arrecife o un casco. Por el contrari o, a unos cuantos metros
mas de interfase aire/agua. Por el contrario, la proa de un submarino es
de estos ültimos y a varia s decena s de metros de distancia de un cabo, que esté
El estay aerod inámico hueco y la fund a redondeada, el morro del tren de alta velocidad es aerodinámico, como
fuer a de las eventuales corrientes de retorno de la estela, la velocidad local
del grátil de las tablas están diseñados los palos de los navíos, los cascos de los ciclistas y también las partes
de la corriente es superior a la que mantiene lejos de estos: se dice entonces que
pa ra red ucir la resistencia (resistencia sumergidas de las proas de los petroleros.
existe una "sobrevelocidad". Este efecto está originado por la curvatura de las
al aire), igual que el casco aerodinámico Debido a que la forma y la naturaleza del flujo son los que generan
lineas de corriente, y se explica por medio de la teoria del fluido perfecto, siendo
de Miguellnduráin o los tejadillos de los esfuerzos locales, no se obtiene la máxima resistencia obligatoria·
muy conveniente cuando se está a cierta distanci a del obstácu lo. cua ndo
los remolques. mente aumentando la superficie expuesta al viento.
la influencia de la viscosidad resu lta despreciabl e.
206 Mecánica de l velero El juego de las fuerzas 207
montaje, podre mos hacer que se"e leve una hoja de pape1. . soplando sobre s u cara feren tes. Sus resultantes son fuerzas cuyas componentes son motrices
s uperior. o de resistencia.
Cuando una vela se deja suelta, actúa como una veleta y se orienta
Recortamos un circu lo de cartulin a de 13 cm de di á metro aproximadamente y de modo paralelo al viento, fla mean do bajo la acción de las fuerzas la-
La vela, cuando no está cazada, actúa
hacemos un ag ujero en el centro, donde pegamos un tubo de 5 mm de diámetro terales originadas por el desprendimiento de turbulencias alternas más
interior de modo que encaje l o m ej or p os ible; co n cuidado, acercamos el tubo ° menos reg ulares. La fuerza media de antideriva es nula y sólo existe
como una velet a y origina una
resistencia pa siva . Cazada, c rea a l
pegado al cartón a la s uperficie de un a mesa donde hemos colocado una hoja de una cierta resistencia.
mis mo tiempo una resistencia T y una
pape l y soplamos co n fu e rza sobre la misma a través del tubo-pantalla: la hoja Por el contrario, si la vela está cazada, se hincha y las fuerzas ae~o
fu erza de a nt id eriva P.
se levanta y se q ueda casi p egada a la pant a lla mientras seg uimos sop la ndo. Es dinámicas que ejerce el flujo de aire o ri ginan una resistencia T y una
la form a especial de l flujo de aire lo que ocasiona una resistencia negativa fuerza de antideriva P (o una fuerza propulsora Rp y una fuerza de
len se ntido opuesto al chorro de aire) . abatimiento Rd, según el sistema de descomposición que elijamos).
=
-
...... Va
-=
...... Va
T •• ••
.... R
Ilal~ '--_______ _ ----<~9"-0'~ ciones consiste en reducir el embolsamiento de la vela, con lo que dis·
en c. e l flujo 85 turbulento a sotavento
de la vela. minuye la diferencia de presión a lo largo del extradós, así como el
"freno" de las particulas de aire, haciendo que el flujo vuelva a adherir-
se. Otra solución consiste en disminuir el ángulo de incidencia, pero en-
mas deducir las mejores de ellas en relación con las fuerzas aerodinámi- tonces modificaríamos también la orientación de la fuerza propulsora .
cas. Para ello, habria que establecer polares para todos los casos, lo En rumbos portantes, la responsable de la fuerza propulsora es la re-
cual es imposible de llevar a la práctica. No obstante, a partir de su for- sistencia del plano vélico, que no tenemos ningún interés en disminuir.
derrota ma general podemos sacar determinadas conclusiones. Es necesario favorecer el desprendimiento de los filetes fluidos detrás de
Si deseamos obtener la máxima fuerza propulsora, debido al balan - la vela. La mejor manera de reglarla es darle un gran embolsamiento.
fO ceo y cabeceo, el mejor valor medio estará a la derecha de la cresta.
Por lo tanto, convendrá "dejarla portar un poco". y más aún cuanto Reglaje del ángulo de incidencia
mayores sean las variaciones en la incidencia del viento aparente. El aire se desplaza sobre la superficie del mar (o de la tierra); como ocurre
Pero una fuerza propulsora Rp más fuerte, no es siempre la mejor con todos los fluidos al chocar contra un obstáculo, se origina una capa
solución, al ser la fuerza de abatimiento Rd muy elevada en la ceñida. límite de varios metros de espesor a unas decenas de metros del mismo.
Como resultado, el viento real no tiene la misma intensidad en la base
Reglaje de las velas del palo que en el tope, y lo mismo ocurre con el viento aparente.
Las velas son el elemento motriz del barco. De su forma depende el va- Si queremos que el ángulo de incidencia sea el mismo en toda la ve-
lor y la orientación de la fuerza propulsora. la, hay que darle torsión, es decir, modificar el ángulo que forma la
Este reglaje se caracteriza por: cuerda de los diferentes perfiles de la vela, con la linea de crujía del
Cuando las fuerzas aerodi námicas que • la forma de cada perfil horizontal, definida por la longitud de su barco. Puesto que el viento aparente alarga más en el tope del palo
actúan sobre las velas se descomponen cuerda , su posición y el valor de su máximo embolsamiento; que en su base, hay que aumentar este ángulo desde la base hasta di-
en fuerza propulsora Rp y fuerza de • el valo r del ángulo de incidencia de cada perfil con rel ación al cho tope.
abatimiento Rd, hay que crear un viento aparente. En teoría, incluso aunque el viento aparente fuera el mismo en toda
sistema antia batimiento hidrodinámico la vela, convendría dar torsión a esta última para lograr modificar la in-
que origine una fuerza antia batimiento Resulta muy difícil no modificar más que un solo parámetro a la vez. cidencia, en función de su altura, de la forma de su perfil y de la longi-
Fp y una resistencia hidrodinámica Ft. En un próximo capítulo, mostraremos cómo lograrlo por medio de las tud de la cuerda. Si queremos reducir al máximo la resistencia inducida,
212 Mecánica del velero El juego de l;:1s fuerZ;:1S 213
tenemos que repartir la circulación de velocidad a lo largo de toda la sin foque Distribución de las presio nes en
vela, según la ley de la elipse. una mayor con foque y s in él. la
Pero, en realidad, la torsión óptima de la vela es muy difícil de deter- depresión que se orig ina en el
minar y hay que actuar por aproximaciones sucesivas. extradós disminuye
variación que experimenta el viento real con la altura, y no se puede presencia del foque .
con foque sin foque
aplicar a todas las velas, ni tampoco a todas las situaciones una regla
Influencia del foque sobre la mayor. que es válida para una vela determinada en condiciones también deter-
minadas.
__~------===~_~==_ _ =~ con foque
la posición de la fuerza resultante de las presiones sobre la vela de-
o
pende de su distribución en función de la altura. El mejor reglaje no co-
rresponde siempre al máximo valor de dicha resultante. Podemos inten-
10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
tar reducir la "potencia motriz" disminuyendo el rendimiento del plano
vélico. Este reglaje es posible modificando el ángulo de incidencia de
los perfiles de la parte superior de la vela. Lo cual presenta la doble
ventaja de bajar el punto de aplicación de la fuerza de abatimiento, y • bien favorecer el flujo sobre la mayor, que constituye la parte más
de mejorar el equilibro de escora del barco, así como de orientar mejor grande del plano vélico, utilizando el foque como el borde de ataque
la fuerza aerodinámica. Decimos entonces que "abrimos la vela". del ala de un avión, para acelerar los filetes fluidos sobre el extradós,
sin ocuparse de su rendimiento. Es la opción que normalmente se elige
Interacción de las velas en los multicascos. También se aplica en los monocascos de aparejo
Muchos barcos tienen un plano vélico formado por varios elementos. fraccionado al reducir el tamaño de las velas de proa; 11
En ese caso no se puede reglar una vela sin tener en cuenta todas las • o bien favorecer el flujo sobre el foque. La mayor se utiliza princi- -----,.
demás. palmente para mejorar el flujo sobre el extradós y desempeñar un poco
A continuación vamos a plantear el caso sencillo de un foque y una el papel del tejadillo del borde de salida del ala de un avión. La pérdida
En 10$ barcos de vela clásicos en los mayor: de eficacia de la mayor, debida a la deflexión de los filetes fluidos, debe
que el plano vélico está dividido a l compensarse con la ventaja que consigue el foque. Es la solución elegi-
• el foque, debido al pasillo que lo separa de la mayor, "sopla " so-
máximo, la interacción entre la s velas da en los aparejos a tope de palo.
bre el extradós de ésta última. De este modo traslada hacia atrás el
es s iempre muy compleja. En lo que respecta a una superficie con un determinado velamen,
punto de desprendimiento eventual, o bien retrasa su aparición, lo que
origina ángulos de incidencia mayores. Es el aspecto positivo de la definida por ejemplo según un baremo especial, como en los catamara-
presencia del f oque. nes de la clase e, el aparejo de 105 cat-boats (formado por una sola ve-
• pero también causa una perturbación en el flujo de aire. Los file- la) es el que consigue el mejor rendimiento. Pero en estos barcos, nor-
tes fluidos, y haciendo que la fuerza propulsora de la mayor se oriente malmente se intenta conseguir soluciones del tipo "soplo sobre la capa
peor. Es el aspecto negativo de la presencia del foque; límite" por medio de aparejos rígidos con ranuras.
• la presencia de la mayor detrás del foque mejora el flujo en el ex- Con trazo continuo, se representa la
tradós del foque por succión de las partículas fluidas. De este modo, se fuerza de a ntideri va sobre cada una de
retrasa la aparición de un desprendimiento eventual o bien disminuye
Modo de conseguir el mejor reglaje las velas de forma independiente . Con
su efecto. Es el efecto posit ivo de la presencia de la mayor detrás de un barco trazo discontinuo, se representa la
del foque. Al modificar el embolsamiento de la vela y su incidencia con relación al fuerza de antideriva de las dos velas
No existe pues ninguna solución óptima a nivel general: todo depen- viento aparente, modificamos también el valor de la fuerza aerodinámi- juntas. Co mo consecuencia , la uni ó n de
de de la opción que elija el estudioso del plano vélico. ca y su orientación, así como la fuerza propulsora y la fuerza de abati- las dos velas hace escasear e l viento
miento. Una siempre nos viene bien y la otra es un "mal necesario ". Es aparente sobre e l foque y alargarlo
En 105 barcos clásicos en los que la distribución del plano vélico res- imposible proponer reglas generales que se puedan aplicar en todos los sobre la mayor. Siendo ese el motivo
ponde a un objetivo de maniobrabiltdad, pueden distinguirse dos gran- ba rcos, pero podemos indicar algunas observaciones que nos ayudarán de que el foque fl a mee antes que la
des opciones: a elegir la mejor solución. mayor ...
214 Mecánica del v e l ero El juego de las fuerzas 215
@
Las tres curvas de re ndimi e nto se han establecido
En rumbos agudos, la fuerza de abatimiento no es nunca nula del to-
e n función de vientos reales de 1, 12 Y 20 nudos, e
do, sino que su influencia no se percibe más que cuando el barco nave-
ceñ idaarabiar indican la velocidad del barco y los á ngulos
ga en ceñida. La superposición de las diferentes polares de la vela sobre
10 form ados e ntre la derrota y e l viento real, y entre
el mismo gráfico indica que la fuerza propulsora varía muy poco con re-
30' esta y el vie nto aparente.
glajes de vela diferentes, mientras que la fuerza de abatimiento experi- 9
menta una gran diferencia. Al originar ésta última, por una parte, un
determinado abatimiento y por otra, una escora que hace aumentar la
resistencia hidrodinámica, no conviene estar siempre intenta ndo conse-
guir la máxima fuerza propulsora.
En rumbos portantes, la eventual limitación de la fuerza propulsora
velocidad del barco en nudos
no puede estar relacionada más que con problemas de equilibrio en el
asiento del barco o de estabilidad de la derrota.
largo
En casos extremos, la resistencia mecánica de las fuerzas del barco o
de la máquina puede limitar la fuerza admisible. 80'
Polares de velocidad
Estas observaciones generales relacionadas con la mejora del reglaje re-
saltan la complejidad de las diferentes combinaciones de parámetros;
lo cual quiere decir que es imposible realizarlas automáticamente, y que
la tripulación, afortunadamente, sigue siendo fundamental en lo que
respecta al gobierno del barco. 7 nudos
Para analizar una situación determinada, es conveniente disponer de
una representación gráfica de la capacidad de velocidad del barco en el
que navegamos.
12 nudos viento por ta alela
Los parámetros que intervienen en la determinación de la velocidad
son los siguientes, por orden de importancia decreciente:
10 la velocidad del viento real y el ángulo de la derrota seguida en
20 nudos R Rd
relación con el viento real; ----
1,5
tación, incluso aunque no conozcamos con exactitud las curvas de ren-
dimiento. En todos 105 métodos de mejora del recorrido, éstas desem-
peñan un papel fundamental.
El equilibrio
,,
Polares de los planos de deriva
Al contrario que la jarcia que está permanentemente dentro del mismo
fluido, la forma de la parte sumergida del barco, es decir, de la parte
sometida al flujo del agua, varía constantemente. El problema que se
de un velero
nos presenta es en este caso bastan te más complejo. Además, hay que
tener en cuenta que la proximidad de una superficie libre desencadena
0,5 fenómenos más difíciles de percibir, como la formación de olas y el
efecto de succión del aire. Por este motivo normalmente no suele esta-
blecerse una curva polar para el conjunto de la carena. Un barco evoluciona sobre el agua con una velocidad que no tiene por
En cambio, existen polares de los planos antideriva, así como de los qué ser obligatoriamente constante, pues depende del vien to y de la
Ó---o---o---o-~D- a alerones sumergidos (foiI5). corriente. En un principio, no vamos a analizar las fuerzas que originan
5 10 15 20 Los planos antia batimiento más sencillos que podamos imaginarnos su desplazamiento, sino que nos contentaremos con detallar el vocabu-
son unas planchas "delgadas ", aunque su curva polar indica que su lario y algunas paradojas que se pueden observar.
~ perfjlA "rendimiento " hidrodinámico no es muy bueno. Numerosos estudios
efectuados para la aviación, en concreto por la National Advisory (om- Definición de la velocidad
perfil B mittee for Aeronautics (NACA) han permitido establecer formas de per- Un movimiento no puede definirse más que si lo relacionamos con un
Si situamos sobre una curva la Mfuerza files con las características ideales. En lo que respecta a un plano antia- punto de referencia . La velocidad de un barco en relación con la costa
de antideriva" de un plano antide riva batimiento que tenga que funcionar tanto en amuras de babor como de está representada por el dibujo de su recorrido sobre la carta. tsta vie-
en función del ángulo de incidencia. estribor, es necesario utilizar perfiles simétricos que se caracterizan por ne definida por una dirección e intensidad determinadas, un coeficien-
comprobaremos que se produce una el coeficiente grosorllongitud y por la situación de su máximo grosor. te de distancia I y un tiempo t necesario para recorrerla . Desde un pun-
Hentrada en pérdida " muy brusca a La comparación entre la polar de una plancha plana y otra de una to de vista matemático, la velocidad se representa por medio de un
vector : una flecha que indica el sentido del despla zamiento y cuya lon- V2
partir de un determinado ángulo. En forma aerodinámica, muestra la ventaja de esta última, puesto que con mT
este caso, el perfil A entra en perdid a, a una misma incidencia, la fuerza antideriva está mejor orientada y es gitud varía en función de la intensidad .
Esta velocidad es la velocidad media durante un tiempo 1. Cuando
v
partir de 12"; y el perfil B, a partir de 8°. más intensa. Los perfiles, llamados " perfiles NACA", constituyen una
elección importante, pero no son la única posibilidad que existe. A este tiempo t es muy pequeño, se dice que se ha definido la ve locidad //"" .... ,,
,,
,,
efectos de facilidad de fabricación, muchas veces es suficiente con dar instantánea . Para recordar que la velocidad se establece en relación
,,
una forma aerodinámica al borde de ataque de una plancha plana; 105 con la tierra, hablaremos de ve locidad sobre el f o ndo, y la denomi-
,, ,,
resultados experimentales indican que la polar es muy sensible a la for-
ma; conviene evitar las for mas afi ladas.
naremos VI.
I
I
,,
(' f
,
Fuerza y velocidad ,
I
La caída brusca de la fuerza de antideriva del plano antideriva en án- La noción de fuerza que se ejerce sobre un objeto es muy corriente y se I
I
gulos de incidencia superiores a cifras entre 80 a 1Do, está relacionada percibe bien cuando tiramos de un cabo o maniobra del barco. En ese
,,
I
con el desprendimiento de los filetes de agua. caso es una fuerza estática, es decir, que se ejerce sin que se produzca " ,, R
Este no depende únicamente de la forma del perfil, sino también de movimiento. Entendemos, por lo tanto, que pueda haber fuerza sin ,,
,,
la velocidad del agua en relación con el mismo, de la rugosidad de la que haya velocidad. Lo que ya es más dificil de entender es que haya
superficie y de las posibles vibraciones. De este modo podemos explicar velocidad sin fuerza.
la "velocidad crítica de la entrada en pérdida". Sin embargo, una velocidad constante no requiere ninguna fuerza, Sin motor, un satélite gira a gran
contrariamente a lo que se creía en la época de Aristóteles (que no ha- velocidad (da una vuelta en poca s
bía comprendido ni las fuerzas de rozamiento, ni siquiera imaginado la horas) : la fu erza de inercia V el peso se
[=y,-- +
El catavientos en el obenque nos indica la dirección del viento apa-
rente en el punto correspondiente; también podemos percibir que el
viento aparente es tangente al borde de ataque de la vela en todos sus
puntos si está bien reglada en la ceñida. Esto se debe, en parte, a que
el viento real no es el mismo en el tope del palo que a la altura de la
Debido a que el viento real Vr es más botavara, siendo conveniente modificar la incidencia desde la parte su-
fuerte en e l tope del palo que en la perior hasta la inferior (torsión de la vela); y también el hecho de ser
El viento a parente Va, que se percibe a
cubierta. e l borde de ataque de la vela desviado por las velas se debe a que la incidencia del viento aparente
Con una velocidad constante, e l bordo de un barco, está asociado con e l
no tiene la misma orientación y s igue al es más intensa sobre una mayor que sobre una vela de proa.
velero está sometido en general a viento real Vr y con la ve locidad del barco
viento aparente Va. Su componente Vv Los banderines o veletas colocadas en tierra o en boyas fijas, indican
un equilibro de fuerzas y de pares en relación con e l fond o Vf por medio de
se denomina viento de la velocidad. la dirección del viento real.
de fuerzas. la relación vectoria l: Vr = Va + Vf.
222 Mecánica del velero El equilibrio de un velero 223
i+ - /
mismo viento rea l Vr, e l barco navega En estas condiciones, resu lta reiterativo clasificar los rumbos hacien- igual que hacemos cuando t rabajamos en la mesa de cartas. A veces
co n las vela s la rgadas y la t a bla con la do referencia al viento real; 105 términos de ceñida, un descuartelar, esto puede ser suficiente, por ejemplo, al analizar las fuerzas que ejer-
vela cazada . Esto se debe a q ue través ... no son realistas ni exactos en los barcos modernos. cen los distintos flujos. Pero para explicar ciertas maniobras, resu lta in-
experimentan velocidades muy Desde el punto de vista teórico, no hay más que dos clases de "rum- suficiente. De hecho, una máquina con velas es un conjunto complejo
difer entes: una maquina muy rápida bos" que corresponden a dos clases de flujo de fluidos: de sólidos articulados o móviles entre sí.
navega cas i siempre con las velas • el flujo" laminar";
cazadas. excepto cuando lo hace con e l • el flujo "desprendido". Un velero, una tabla o una máquina : un conjunto de sólidos Ve
vie nto de popa . Un cuerpo sólido es aquél en el que la distancia entre dos puntos cual-
En general, en un barco, el flujo "laminar" del viento sobre las velas AeNe
quiera no varía. En muchos casos podemos simplificar el análisis del ve-
corresponde a unas velas cazadas como en ceñida, y el flujo "despren- lero considerando que está formado por tres sólidos fundamentales: La acción del viento Av no depende
dido" corresponde al de las velas largadas como en rumbos portantes. • el sólido S1, formado por las partes del barco que sobresalen del mas que de su componente de viento
Cuando se navega en rumbos" agudos" (de ceñida), se intenta minimi- agua, también llamadas obra muerta; sobre este sólido el viento ejerce aparente Va. De igual modo, la acción
zar la resistencia de avance que, por el contrario, es la única fuerza pro- una fuerza, principalmente sobre las velas, pero también sobre todas Ae de l agua se define a partir de la
pulsora en rumbos portantes. las demás partes; la ve locidad del viento apa ren t e Va es la que de- velocidad relativa de la carena con
Estas definiciones, comúnmente admitidas, se aplican al flujo del aire fine la acción Av; relación al agua Ve.
que incide sobre las velas. En lo que respecta al flujo de cua lquier otro
fluido, como el agua sobre la carena, éste es siemp re laminar, o más
exactamente, es imposible navegar durante mucho tiempo con el flujo
v
"desprendido" sobre la carena. Cuando zarpamos pasamos una fase La representación de fuerzas
transitoria, mostrándonos enseguida impacientes por "sentir" los file- con viento en popa
tes de agua que vuelven a pegarse a la quilla para detener el abati- A l navega r co n v iento de pop a la ve locidad del v iento Va dism inu ye al aumentar la ve loci -
miento. El otro caso es el de la "capa", cuyo fin es hacer que el barco dad del barc o sobre el fond o Vf (en ese caso: VI + Va = Vr: la s um a de la s ve locidad es del
Esta c urva de rendimiento de un aguante vientos demasiado fuertes sin volcar. v iento aparente y del ba rco sobre el fondo es igu al a la ve locidad del v iento real).
tornado, nos indica que se desplaza La fuerza que ejerce el viento sobre las ve la s d ism inuye co n Vf, dism inuyendo co mo conse-
t res veces más rápido a 90° del viento Variaciones de velocidad y aceleraciones c uencia Rp al se guir la forma de la cu rva (Rp). Por el contrario, la fuerza ej ercida sobre el agua
rea l q ue na vegando con e l viento Cuando un barco no cambia de dirección y mantiene una velocidad aumenta con Vf, y po r lo tanto Ft aumenta al hace rlo Vf, siguiendo la f o rm a de la curva Ft. Exis-
completamente de popa . constante, decimos que se encuentra en régimen p ermanente. Si por te un v alor particu lar de Vf, que en el dibujo denominamos Vfo, cuando Rpo y Fto son igua les.
224 Mecánica del velero El equilibrio de un velero 225
• el sólido 52, formado por las partes sumergidas del barco, u obra las acciones que se ejercen sobre un velero en equilibrio
fuerza
l as acciones que se ejercen sobre un velero se deben:
~RP'
viva, sobre las que se ejercen las fuerzas del agua; la ve locidad con
relación al fondo Ve es la que define la acción Ae; • al viento,
• el sólido 53, formado por la tripulación, cuya función "mecánica" • al flujo de agua que pasa alrededor de la carena,
'PP F
Ftt/
• al empuje estático del agua,
.~
es muy variable. En un barco grande de crucero, ésta suele ser despre-
ciable; en un deriva dar es el elemento fundamental de la estabilidad; y • al peso.
en una tabla, representa además el enlace entre 51 Y 52. la acción del vien to puede representarse en todos los casos por
L-~~~~~~ __ ,.
VfoV'lo velocidad Decimos que estos tres sólidos están en equilibrio relativo cuando medio de tres fuerzas Rp, Rd Y Z que pasan por tres puntos distintos
deflondo Vp, Vd y Vz. Es un modo exacto de representa r la acción de las velas.
unos están inmóviles en relación con los otros; en ese caso los tres es-
Si representamos sobre un m ismo Imaginamos que los impulsos de las fuerzas Rp, Rd Y Z son concurren-
tán animados por la misma veloci dad con relación al fondo: Vf.
gráfico la variación de las fuerza s que tes, es decir, que Vp, Vd y Vz pueden coincidir en un punto determina-
l as acciones Av (todas las que se ejercen sobre las partes que sobre-
se ejercen sobre las velas IRp) y la de do al que llamamos "centro vélico" Vr.
salen del barco) y Ae (las que se ejercen sobre las partes sumergidas)
la s fuerzas sobre el casco 1Ft) en La acción del flujo del agua se representa por medio de tres fuer-
determinan la velocidad Vf. Debido a que están respectivamente aso-
función de la velocidad VI, y asociada zas Ft, Fp Y Fz que pasan por El. Ep Y Ez. En casos sencillos, estos tres
ciadas a Va y Ve, resulta imposible cambiar uno solo de estos paráme- A velocidad constante,
esta última con las velocidades del puntos pueden coincidir en el centro de carena C.
tros sin modificarlos todos, incluso con va lores determinados de viento una máquina con velas R
viento apar ente (Va) y del viento real El em puje de Arquímedes A se ejerce en el centro de carena C; es
Vr y de corriente Ve. Existen infinitas combinaciones posibles; el arte de está siempre sometida
IVr), se produce en la intersección de vertical y va dirigido hacia arriba, siendo igual al peso del volumen del
la tripulación está en elegir la solución que proporcione la velocidad a determin adas fuerzas F y R que se
las dos curvas un valor de la velocidad liquido desalojado por la carena.
más favorable con relación al fondo. compensan de modo exacto, incluso
sobre e l fondo Vio e n la cual Ft = Rp. La acción del peso P se ejerce en el centro de gravedad del conjun-
aunque est a no navegu e con e l viento
Definición de la estabilidad de un velero to. Con objeto de simplificar este razonam iento, adoptaremos el centro
comp letamente de popa .
Tenemos un barco o una máquina constituida por sólidos en equilibrio de gravedad como punto de origen, y cuando algunos ángulos sean
relativo. Cuando navega con viento de popa, la acción del viento Av se muy pequeños los despreciaremos.
reduce a una fuerza Rp dirigida en la dirección de la línea de crujía del
barco. Si éste navega a una velocidad constante Vf, el agua ejerce una
acción Ae que va disminuyendo hasta llegar a una fuerza Ft de la mis-
ma intensidad que Rp y en dirección opuesta, es decir, no hay acelera-
ción, siendo el régimen permanente. Es fundamental comprender que
cuando un barco navega a una velocidad constante, la suma de las Fz Rd
acciones que ejerce el viento y el agua es nu la.
El movimiento rea l de un barco es en realidad una sucesión de regí-
menes transitorios. De hecho, la velocidad en relación con el agua y las
acciones con ella asociadas varían constantemente debido al o leaje que VP cQ:====~ Rp
t,
causan las corrientes alternas. Para simplificar, podemos decir que el
barco está empujado por un movimiento permanente con pequeñas Ft
la velocidad va riaciones sobre el mismo y, como consecuencia, por término medio la
Ve es constante V / acción del viento R y la del agua F se anulan.
cuando la fuerza ~ Esta hipótesis nos permite estudiar un gran número de situaciones, Rd
aerodinámica , pero también tiene sus límites. Por ejemplo, este movimiento no existe
propulsora Rp es Ve cuando llegamos a un puerto. Pues el hecho de anular la fuerza de pro- Las tres fuerzas debidas al viento que se Las tres fuerzas debidas al flujo de l
igual y opuesta a la pulsión no para el barco inmediatamente; el rég imen t ransitorio tie- ejercen sobre un velero s on: una fuerza agua sobre una carena, resiste ncia
fu e rza de resistencia hidrodinámica Ft. ne entonces una importancia decisi va . vertical Z, una fuerza propulsora Rp y una al avance Ft, fuerza propulsora Fp
Puesto que tenemos e l viento de popa, En definitiva, una máquina se encuentra en equilibrio mecánico fuerza de abatimiento Rd. En la práctica, y y la fuerza d e sustentación Fz,
en este caso Ve (velocidad sobre e l cuando está empujada por un movimiento de traslación uniforme, es en casos senci llos, los tres puntos de pasan por tres puntos diferentes
agua) está en la misma dirección que VI decir, si mantiene un rumbo y una velocidad constantes y no sufre ba- aplicación de las misma s coinciden en uno Et, Ep Y Ez, que a menudo
(velocidad sobre e l fondo) . lanceo ni cabeceo. sólo denominado "centro velico ~. coinciden en el centro de carena C.
226 Mecánica del velero El equilibrio de un velero 227
LAS LEYES DEL EQUILIBRIO En gen eral, el momento M ejercido en P por una fue rza F es
proporcional a la inten sidad de F y a la d istancia de P a la recta
A partir de Newton, sabemos que un sólido o un conjunto de sólidos es- que prolonga la fue rza.
tá en equilibrio, en el sentido mecánico del término, cuando -y solamen-
te cuando- la suma de las acciones exteriores sobre el mismo es nula. Matemáticamente, decir que un conjunto de sólidos está en equili-
Cuando un sólido o un conjunto de sólidos está en equilibrio, no brio es lo mismo que decir que:
existe aceleración y se desplaza con una velocidad constante y rectilí- • la suma de las fuerzas exteriores es nula;
nea; el equi li brio en el sentido mecán ico del térmi no no es sinóni- • la suma de los momentos de las fuerzas exteriores en un mismo
mo de ve locidad n ula. punto es también nula.
Hay que señalar que al constituir las acciones sobre los sólidos un
conjunto, denominado" acciones internas", éstas no inteIVienen.
Cuando uno se cae de un barco en marcha y se agarra al mismo por Equilibrio en movimiento
un cable. la fuerza ejercida sobre el cable es la misma que si estuviera
amarrado al arnés de seguridad, o sujeto con las manos o enrollado en euando el barco navega sin escora o con una escora muy pequena -lo
la muñeca; por el contrario, los impulsos interiores que se ejercen sobre que sucede en la práctica con los multicascos y tablas a vela en todos
el cuerpo humano considerado como un conjunto de sólidos (brazos, los rumbos, y en los monocascos en los rumbos portantes- el resultado
tronco, piernas, etc .) son muy diferentes, así como los daños ocasio- de las fuerzas que expresan el equilibrio en movimiento se explica del
modo siguiente:
nados.
Utilizamos la palabra "acción" para designar el efecto del viento o • la componente de propulsión aerodinámica Rp, o empuje vélico,
El resultado de las fu e rzas rep resenta el
tiene la misma intensidad y va en dirección contraria a la componente
del agua sobre el velero. Una acción mecánica se caracteriza por una equilibrio en m ovimie nto. P y A son
fuerza y un momento determinados. hidrodinámica de resistencia Ft, lo que se representa por: Rp = -Ft;
pa rale las y vertica les. Z y Fz son
Por ejemplo. si en el extremo del brazo del picaporte de una puerta • la componente aerodinámica antiabatimiento Rd es de igual in-
pa ra le las y se e ncue ntra n e n e l eje de la
ejercemos una fuerza vertical F, esta acción se concreta en el eje O por tensidad y va en sentido opuesto a la componente hidrodinámica de
quilla. A es lo basta nte gra nde como
abatimiento Fp, lo que se representa por Rd = - Fp.
la fuerza F y el momento que permite que giremos el brazo. De igual pa ra iguala r a P, mas Z y men os Fz; Z y
modo, cuando tiramos de la caña de un barco, ejercemos un movimien- • el empuje de Arquimedes A equilibra el peso del barco p. restán-
Fz son peque ñas.
dole las fuerzas verticales hidrodinámica Fz y aerodinámica Z, lo que se
to en la mecha del timón que permite cambiar su orientación, así como
indica por A = P - (Z + Fz).
una fuerza que debe compensarse por medio de los soportes del eje.
Equilibrio longitudinal
La relación entre las fuerzas aerodinámica e hidrodinámica (Rp = -Ft)
representa el equilibrio long itudin al del barco en relación con un de-
terminado valor del empuje vélico Rp.
p La expresión "reducir la resistencia de arrastre" significa que se mo-
dera la ley de la variación de la resistencia Ft en función de la velocidad
con relación al agua. Es decir, que para un m ismo valor de Rp, se
obtiene un va lor mucho mayor de Ve . En realidad no se reduce la Rd
fI
con abatimiento
sin abatimiento
ángulo de entre 5° y 7°. Pero puede ocurrir que Ve no aumente lo sufi- de abatimiento a ume nta cuando
pl la " velocidad del ag ua" Ve dism inuye.
230 Me(ánica del velero El equilibrio de un velero 231
(iente y que 13 siga siendo grande, de unos 60° o incluso hasta de 90°; de lograrse actuando sobre el asien to longitudinal del barco. las olas,
eso se nota en las t;¡hl¡;¡s a vela. cuando orientamos mal el aparejo en al modifica r este asiento (al menos localmente), in tervienen bastante en
relación con el viento y la tabla. En ese caso conviene disminuir Rd has- la formación de un va lor adecuauu de Fz. la forma de ciertos cascos,
ta consegu ir un equilibrio en el que f3 adopta un va lor compatible con muy planos por debajo, facilita la formación de un valor positivo de Fz.
una navegación normal, aunque después sea necesario modificar dicho las ta blas a vela están diseñadas especialmente con este propósito, y
equilibrio aumentando Rd. algunas máquinas tienen foils incorporados cuya misión es crear esta
fuerza de sustentación para velocidades pequeñas. Cuando Fz alcanza
Equilibrio vertical valores importantes, decimos que hemos llegado a semi -pl anea r;
la relación A = P - (Z + Fz) representa el fenómeno por el que el barco cuando Fz alcanza un valor compa rable a P, se dice que hemos alcan -
za do el pl aneo .
flota; en resumen, el equ ili brio ve rt ical Z es una fuerza vertical debida
al flujo del aire, y Fz, una fuerza vertical debida al flujo del agua. Por lo general, Z no es muy grande en 105 cruceros o 105 derivadores
El empuje de Arquímedes, A, es una acción estática igual al peso del a pesar del efecto favorable del spinnaker. Por el contrario, en las ta-
volumen desalojado en reposo. Z y Fz son acciones dinámicas asociadas blas a vela, podemos orientar el palo para lograr el mayor valor positivo
con la velocidad. Como consecuencia, en reposo, A :::; P, en otras pala- de Z, inclinando todo el aparejo a barlovento.
bras i el barco flota I Esto tiene la ventaja de disminuir la fuerza hidrodinámica de abati-
Si disminuimos el volumen sumergido del barco, reduciremos A y miento Rd, y por lo tanto el ángulo de abatimiento, respecto a un va lor
también la fuerza hidrodinámica de resistencia Ft, función creciente determinado de velocidad sobre el agua Ve. Esta posibilidad de orientar
p a volun tad el palo está limitada por el equilibrio del windsurfista.
de dicho volumen. El hecho de disminuir A "reduce la resistencia" o,
más exactamente, aumenta la velocidad de equilibrio (por lo que
Ft + Rp = O). En relación con un peso determinado, A es mucho más Equilibrio en rotación
Cua ndo la es cora es peq ue ña, a l pequeña cuando (Z + Fz), es decir, las fuerzas verticales ascendentes
empuj e d e Arqu ím ed es A se suma a aerodinámica e hidrodinámica, son mucho mayores y positivas.
veces un impulso vertica l de bido a l Fz puede ser positiva o negativa según sea la curva de los filetes de
fl ujo d el aire (Z) y al flujo d el agu a (Fz). agua situados bajo el casco. Para que sea positiva, es necesario que es-
ta curva esté dirigida hacia abajo. En un casco determinado, esto pue-
Para disminuirla, podemos: La fuerza que tiende a adrizar el barco es el empuje de Arquímedes
• bien bajar el punto de aplicación de la fuerza aerodinámica de A, aplicado en el centro de ca rena C. que es el centro de gravedad del
abatimiento Rd, es decir, llevar las velas lo más bajas posibles. ¡Por cier- vol umen de agua desalojado por el barco. Cuando el barco escora, el
to! hay otras consideraciones relacionadas con la distribución del viento volumen de agua desalojado se deforma y el centro de carena se des-
en lo alto que indican que. en determinadas circunstancias, hay que lle- plaza con relación al centro de gravedad del barco.
var las velas bastante altas: es decir, que tenemos que llegar a un com - El momento que interviene en el equilibrio transversal puede repre-
promiso entre ambas; sentarse del modo siguien te:
• o elevar el punto de aplicación de la fuerza hidrodinámica de aba- Ax(GG')
timiento Fp: esto se puede hacer en un derivador, subiendo la orza, pe- es decir, el empuje de Arquímedes y la distancia entre el centro de gra-
ro en ese caso disminuiremos su eficacia antiabatimiento y aumentare- vedad del barco y su proyección sobre el eje del centro de carena. En el
p
mos el valor del angula de abatimiento ~ . caso contemplado en el dibujo superior, el centro de carena se desplaza
hacia la derecha al aumentar el angula de escora. El va lor de (GG') au-
En e l equilibrio transversal.
menta y con una intensidad determinada del par de fuerzas que tiende
solamente interviene n Rd, fu erza
a hacer escorar el barco, pueden producirse diferentes situaciones:
aerodinámica de abatim iento, Fp,
• logramos un va lor satisfactorio y alcanzamos el equilibrio;
fu e rza hidrodinám ica de a ntideriva,
• o, por el contrario, no podemos aumentar suficientemente (GG') y
e l peso P ejercido sobre e l centro de
el barco vuelca.
gravedad G y e l e mpuj e de Arquimedes
aplicado en e l cent ro de care na C.
Según la forma del casco, el centro de carena se desplazará con ma-
yor o menor rapidez al aumentar el ángulo de escora:
• en los monocascos o en las tablas a vela, este desplazamiento es
mayor cuanto más plana sea su fo rma;
• en los multicascos, incluso con un ángulo de escora muy peque-
A ño, la distribución del volumen sumergido entre el patín de barlovento
A
y el de sotavento varía con mucha rapidez, aunque el centro de carena
Mientras el patín de barlovento se desplace mucho; por est a razón los multicascos son muy estables.
de un multicasco está e n e l agua , la Por lo general, los cruceros están diseñados para mantenerse esta-
e p p
estabilidad es excelente; si bles, incluso en condiciones extremas. Y, además esto es posible, pues-
escora mucho, el par d e fu erzas de p
to que al aumentar el ángulo de escora, normalmente Rd disminu-
adrizam ie nto desaparece. ye, reduciendo así el momento que orig ina la escora. En los multi-
cascos, cuando el casco de barlovento está fuera del agua, el
centro de carena prácticamente ya no se desplaza, mien-
tras que el áng ulo de escora varía: el momento no pue-
de aumentar. ¡Por eso un multicasco también puede
volca r!
nos hacia la popa. Debido a que una peq ueña variac ión de l asien-
Otro método para aumentar la distancia (GG') consiste en desplazar
t o mod ifica eno rm em ente las f uerzas h idro d inám icas Ft y Fz, este
el centro de gravedad con relación al barco:
eq uili bri o es particul armente delica d o de obtener.
• en el caso de los derivadores ligeros, de las tablas a vela o de má-
En rumbos de planeo, Fz desempeña el mismo papel de A, pero su des-
quinas muy veloces, podemos separar G desplazando a la tripulación,
plazamiento está asociado a la forma de los filetes de agua bajo el casco.
cuyo peso es una parte importante del peso total; de este modo se
Cuando Z está dirigida hacia lo alto, hay una tendencia a aligerar la proa
puede comprobar que el desplazamiento lateral es el más eficaz; Rp
del barco; es lo que ocurre cuando navegamos con un spi bien reglado .
• en cuanto a los cruceros, aunque no siempre es despreciable, el
desplazamiento de la tripulación no es el factor principal. Por el contra-
rio, podemos desplazar G hacia la parte baja añadiendo peso en las
Equilibrio durante el movimiento de guiñada
partes bajas del barco, siendo éste el papel del lastre, pero podemos Cuando el barco avanza, las fuerzas que inciden sobre el mismo no es-
señalar que este desplazamiento no es tan eficaz como el desplaza- tán nunca perfectamente alineadas. Se produce un movimiento de vai-
FI
miento lateral que se lleva a cabo aumentando (GG'). vén que, en el dibujo, se traduce en que el par de fuerzas formado por
Fp y Rd presenta una tendencia a hacer arribar el barco, mientras que l a fu e rza aerodin<lmica de propu ls ión
p
En condiciones denominadas de planeo. Fz. o fuerza de sustentación el par de fuerzas Rp/Ft le hace orzar. Esta situación puede invertirse se- Rp y la fuerza hidrodinámica Ft
El desplazamiento lateral del centro de vertical, puede alcanzar va lores comparables al empuje A, y desempe- gún sean las circunstancias de la navegación y las posiciones respecti- desempenan el papel de par de fuerzas
gravedad G aumenta ñar el mismo papel. Cuando se producen pequeñas variaciones del án- vas de 105 puntos de aplicación de estas cuatro fuerzas. en los fenómenos de cabeceo.
considerablemente la dista ncia GG', así gulo de escora, su punto de aplicación se desplaza mucho. Por esta ra- Para una acción vélica concreta, el valor de Fp está determinado por
como la e fic ac ia del par de fuerzas zón los cascos planeadores tienen una enorme estabilidad frente a la las ecuaciones del equilibrio en movimiento, es decir, que únicamente
correspondi e nte. escora. varia la posición del punto de aplicación Ep:
• bien, actuando sobre la caña, deformando así la carena, lo cual
Equilibrio en el asiento modifica el punto de aplicación de Fp (y no su intensidad impuesta al
estar ya determinada la acción de las velas). Podemos demostrar que el
La fuerza de propulsión aerodinámica y la fuerza de resistencia hidrodi-
ángulo de abatimiento disminuye en una fuerza Fp igual, si la carena se
námica inducen siempre un momento con tendencia a sumergir la proa Fp
vuelve asimétrica al tirar de la caña hacia barlovento. Esto explica que
del barco, es decir, que cuanto más arriba inciden las fuerzas propulso-
puede ser co nve nien te reg lar el barco para hacerlo ardi ente.
ras, mayor es el momento.
El
la acción estática del agua presenta una tendencia a adrizar el barco RO
V----1-.f----_A Vp'
si el centro de carena C está delante del centro de gravedad G.
Cuando el barco está en reposo, es decir, sometido únicamente a la
acción de su peso, G y C se encuentran sobre la misma vertical. Cuan-
Ep
•
G
Vp' -~_/ Rp
-------~.c_:_:_
do el barco está en movimiento, la línea de flotación se inclina. la esta- Vd' Vd
bilidad longitudinal será mejor cuanto mayor sea el desplazamiento C
con una pequeña modificación del asiento.
p En 105 cascos cuya proa está muy sumergida, el equilibrio longitudi- RO
nal varía bastante con cual quier pequeña variación en el asiento. El es-
RO Es tabilidad durante las guinadas
tudio de la " distribución de los volúmenes" nos permite analizar este
importante problema de los multicascos. Por lo general, no creemos l os pares de fu e rzas Rp/ Ft (fuerza de
que sea imposible hallar un asiento en equilibrio; sin embargo, puede propulsión aerodinámica y res istencia
ocurrir que en condiciones excepcionales, la proa se sumerja de tal ma- hidrodinamica) y Fp/ Rd !fuerza de
p nera que el punto de aplicación de la resistencia Ft descienda mucho, propu lsión hidrod in á mica y fuerza de
G
aumen tando de este modo el par de fuerzas que hace inclinarse el bar- abatimi ento aerodinámica) son los que,
La tripulación al desplazarse. desplaza co hacia la proa; en ese caso ya no hay estabilidad, y el barco vuelca En las tablas a vela, s i echamos ha cia a l actuar entre e llos, provocan el
el centro de gravedad G y e l peso P, así por la proa ("por avante"). Al maniobrar el timón atrás e l apa rejo hacemos qu e movimi e nto de guiñadas del barco. El
como el centro de carena e y e l punto En los derivado res ligeros, en los que el papel de la tripulación es m odifica m os la fuerza de retroceda e l punto de aplicación Vd de empuje de Arquímedes no inte rvien e
de a plicación del empuje de muy importante respecto a la situación del centro de gravedad, pode- s ustentación hidrodinamica d el Rd, por lo que la tabla orza para prá cticamente (absolutamente nada s i
Arquímedes A . mos actuar de manera eficaz sobre el asiento del barco desplazándo- casco; Fp se desplaza. lograr una nuevo equ ilibri o. e l barco no escora).
236 Mecanica del velero El equilibri o de un v elero 237
Pero al mover la caña, también podemos "aumentar la resistencia", llegar a un lugar concreto, o para ir más cómodos, podemos lograrlo
y con ello disminuir la velocidad y aumentar el ángulo de aba t imiento. de forma práctica o bien aplicando voluntariamente los conocimientos
Normalmente este aumento no es notable en ángulos de caña menores experimentales y teóricos anteriormente expuestos.
de 7° u 8°. Por este motivo. no hay que sobrepasar nunca esos valores
de ángulo de caña (la aplicación de la teoría del flujo de los fluidos nos
lleva al mismo resu ltado); Virada por avante R
• bien modificando el punto de aplicación de Rd. Es lo que hacemos Virar de bordo es la maniobra más frecuente en navegación. De acuer-
en las tablas a vela, al inclinar el aparejo. Cuando Vd avanza, la tabla do con la definición del equilibrio mecánico, las ecuaciones desarrolla-
arriba; si Vd retrocede, la tabla orza; al contrario de lo que parece expe- das para lograr la estabilidad del barco no se pueden aplicar a este ca-
rimentar el windsurfista, son las acciones externas lo que hacen cam- so, pues nos faltan los términos de inercia. Pero podemos razonar con- R
biar el rumbo y no el empuje de 105 pies. que no es más que una con- siderando que el conjunto de las fuerzas aerodinámicas se aplican en el
secuencia de aquellas. punto Vr, y el conjunto de las fuerzas hidrodinámicas lo hacen en el
punto C.
En determinadas circunstancias, es imposible lograr un equilibrio. Es- Partiendo de una posición de equilibrio (A) en la que la fuerza aero-
to ocurre de modo especial en la navegación con spi, cuando el valor dinámica y la fuerza hidrodinámica F están alineadas, el rumbo y la ve- R
de Rp es muy grande y una variación, incluso muy pequeña de la esco- locidad del barco permanecen constantes. Para cambiar de dirección,
En A, el barco est a e n equi librio: la
ra, hace que aumente enormemente el par de fuerzas Rp/Ft. Y si no en el caso que estemos navegando amurados a babor, tenemos que
fuerza aerodinamica R e hidrodinámica
podemos aumentar el par de fuerzas Fp/Rd con la caña para conseguir crear un par de fuerzas que produzca un giro hacia la derecha si quere-
F estan alineadas.
estabilizarlo, el barco "se va de orzada " . mos arribar, y hacia la izquierda si lo que queremos es orzar. Para ello,
En B. e l desplaza mie nto de la ca ña
hay que elegir entre las dos opciones siguientes:
modifi ca el punto de aplicación de la
• desplazar el punto de aplicación de la fuerza hidrodinámica F, que
ELEMENTOS TEÓRICOS es lo que se hace en los barcos con caña (8);
fu e rza hidrodiná mica: se origina un par
de fu e rzas. qu e ti e nde a hace r girar el
DE LA MANIOBRA • o bien desplazar el punto de aplicación de la fuerza aerodinámica
barco .
R; que es lo que se hace en las máquinas que no tienen este mecanis-
En C. es e l desplazamiento del aparejo
Ya hemos estudiado la estabilidad del barco, en el sentido mecánico mo, como ocurre en las tablas a vela (C) .
lo que modifica e l punto de aplicación
del término. En realidad, un barco no se encuentra nunca en perfecto Para aumentar la eficacia, hay que combinar las dos opciones.
de la fu e rza aerodiná mica. creándose
estado de equilibrio, sino que oscila entre sucesivos equilibrios, como el
un par de fu e rzas.
niño pequeño cuando se pone a correr vacilante y no llega a caerse. Con la ca ña
El estudio de las condiciones reales de navegación con olas y con un Vamos a suponer que queremos virar hacia la izquierda (como en el di-
viento más o menos variable en velocidad o dirección es tan complejo
que resulta un área absolutamente oscura .
Por el contrario, podemos su p oner q ue el funcionamiento real
de l barco est á const itu ido por un régimen permanente (en equi-
bujo); tenemos que desplazar hacia adelante el punto C, es decir, dis-
minuir la parte del timón que influye en la fuerza antiabatimiento. Para
ello, tenemos que disminuir, o sea invertir, el ángulo de incidencia s
que forma la velocidad del barco con el timón.
A
EJ-
librio) sobre el que se super ponen va ri aciones muy pequeñas. De este modo el barco efectúa un giro hacia la izquierda que domi-
na sobre la velocidad de traslación.
En la mayoría de los casos, esta hipótesis es real y el elemento que Del mismo modo que la velocidad del aire se suma a la velocidad del
distingue a un buen navegante de uno aceptable, es su capacidad para barco para dar como resultado el viento aparente, la velocidad de tras-
captar estas pequeñas va riaciones. lación se suma a la velocidad de rotación: cada punto de la carena tie- En A, el barco esta en equi librio.
Cuando efectuamos una maniobra, por ejemplo, al cambia r de bor- ne una velocidad propia con relación al agua que es diferente de la del En B, el hecho de desplazar e l timón
do, la hipótesis del régimen permanente en realidad fa lla. Vamos a punto contiguo. El punto E situado en la proa del barco (ver dibujo de hace que s ea " menos efica z": como
analizar algunos de estos regímenes no permanentes con varios ejem- la pág. siguiente) está impulsado por una velocidad Ve orientada más consec ue ncia, la parte que influye en la
plos. hacia la izquierda que la velocidad Vs del punto S, situado en el espejo fu e rza antiaba timiento disminuye y el
"Reglar un barco", es encontrar un equilibrio que corresponda al de popa . El ángulo de incidencia de la velocidad del agua con relación punto e (centro de carena ) avanza. Se
objetivo que nos hallamos marcado para la navegación en ese momen- al barco varía desde la proa a la popa de la carena, siendo menor en la form a un par de fu e rzas y e l ba rco
to. Ya sea un objetivo de máxima velocidad y de tiempo mínimo para proa y mayor en la popa. e mpieza a virar.
238 Mecánica del velero El equilibrio de un velero 239
Vs En ese momento, la fuerza hidrodinCimica se desplaza hacia atrCis y Al igual que ocurría con la maniobra del timón, este cambio en la
se opone al cambio de rumbo del barco. El ángulo de incidencia del posición del aparejo con relación a la linea de crujia de la tabla debe es-
agua sobre el timón disminuye; si queremos que la virada iniciada con- tar sincronizado con la aparición de la velocidad de rotación de la mis-
s tinúe, tendremos que actuar sobre la caña para aumentar s. Por lo tan- ma: si lo realizamos demasiado pronto, la orientación de la fuerza aero-
to, la virada por avante requiere una cierta sincronización entre la rota- dinámica frena la tabla, y demasiado tarde, la fuerza aerodinámica dis-
ción y la maniobra de la caña. Esto resulta de gran importancia al no minuye y la tabla se queda parada antes de haber cruzado el " eje del
poder conseguir grandes valores para s. viento real " .
El ejemplo de polar de un perfil simétrico, indica que un timón "en- Estas maniobras se han analizado teniendo en cuenta únicamente el
En e, durante el giro. la velocidad de tra en pérdida" (el flujo se desprende) con ángulos de incidencia apro- aspecto cinético al describir el "campo de velocidad ":
traslación se co mbina con la velocidad
ximados a 1Oo. Para no crear una resistencia hidrodinámica demasiado • cuando un barco avanza con una velocidad constante, se encuen-
de rotació n, es decir, que un punto E
grande y mantener una componente lateral significativa (en este caso tra en equilibrio y cada punto del mismo estCi impulsa do por una veloci-
s ituado e n la proa tie ne una velocida d
fuerza antiabatimiento) no hay que sobrepasar este ángulo. dad similar respecto a tierra;
más orientada hacia la izquierda que un
La enorme caída de la componente lateral nos señala que se pueden • cuando se produ ce una vi rada de bordo, las veloci dades con rela-
punto S s itua do e n e l espejo de popa.
obtener resultados menos buenos con un valor superior al del ángulo ción a tierra son distintas de un punto a otro, lo cual modifica las velo-
los fil e tes de agua que actua n sobre el
de "entrada en pérdida" . cidades relativas con relación al agua y al viento aparente.
timón se desvian, dis minuyendo e l
No hay que modificar demasiado deprisa el ángulo de la caña, Durante esta fase del régimen no permanente, las fuerzas de inercia
ángul o s, por l o que las fu erzas
sino ir aumentándolo a medida que va apareciendo la velocidad desempeñan un papel fundamental dificil de modelar.
hidrodin ámicas se opo nen a la virada V
de rotación del barco, con el fin de mantener una incidencia En este caso habría que realizar un enfoque pragmático de los fenó-
el punto e re trocede. Pa ra que vuelva a constante del timón con relación a los fi letes de agua. menos, al ser las excepciones muy numerosas.
avanzar de nuevo hay qu e volver a
Pero ¿qué pasa mientras tanto con la fuerza aerodinámica durante
a umentar e l á ngulo s girando un poco
esta maniobra? En la virada por avante, la velocidad del viento aparen-
m ás la caña .
te cambiará de intensidad y dirección, al igual que la fuerza aerodiná- El planeo
mica. Durante una fase de este movimiento, ésta se anula. Sin fuerza El coeficiente límite práctico de velocidad de 0,4 nos daría, en una ta-
de propulsión, la velocidad del barco disminuye, y también lo hace la bla a vela, una velocidad limite de alrededor de 5 nudos, y de 8 nudos
fuerza hidrodinCimica y la eficacia del timón. Incluso puede ocurrir que aproximadamente en el caso de un barco de 10 metros. En el caso de
la velocidad se anule antes de que finalice la vi rada. Como consecuen- una navegación con planeo, estos valores pueden sobrepasarse amplia-
cia el barco se para y no es capaz de maniobrar, puesto que no puede mente y numerosas tablas sólo navegan planeando: son las tablas con
"manejar a su antojo" unas fuerzas que ya no existen. poca flotabilidad.
VQ Sin caña
Cuando no hay caña con la que poder avanzar al punlo e, ue~¡Jlaza
mas Vr hacia atrás. Si navegamos en un derivador y hemos perdido el
timón, hay que cazar la mayor. Esto no siempre es posible en algunas
A . El barco navega en ceñ ida, perfectamente equ ili brado: la fuerza aerodinámica R y la
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fuerza hidrodinámica F están "alineadas". No hay nada que decir.
---- F
B. El mismo barco escora. El centro vélico se ha desplazado a sotavento y el centro de re-
sistencia latera l lo ha hecho a barlovento. Las dos fuerzas están descompensadas, aparece un
par de fuerzas que tiende a hacer o rzar el barco: éste se vue lve ardiente.
D. Largamos un poco la escota del foque con la esperanza de poder desplazar hacia atrás el
cent ro vélico y hacer que el barco se vue lva ardiente. Efectivamente, el centro vélico retroce-
@ 90°0
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de. Pero al estar el foque demasiado largado, R, aunque orientada más hacia la proa, es me-
nor. Como consecuencia, la ve locidad disminuye; el cent ro de res istencia lateral retrocede . El
par de fuerzas es pequeño. El barco se vuelve ard iente sólo momentáneamente.
E. Arr iamos el foque. El centro vélico retrocede sensiblemente. Al estar perturbado el flujo
--- -.....-
a sotavento de la mayor, R dism inuye y se orienta ma l. La ve locidad disminuye considerab le-
mente, el centro de resistencia latera l retrocede también. El barco se vue lve blando.
H. Sin embargo, en los derivadores, al sacar parcialmente la orza, podemos desplaza r hacia R
-.--....
atrás bastante el centro de resistencia latera l para estabilizar el barco. Naturalmente, basta
con que éste escore un poco pa ra que de nuevo se vue lva ard iente. ®
l. Navegando a un largo con spi, R aumenta, el centro vélico se desplaza hacia la proa. La
ve locidad es m uy grande, y el centro de resistencia lateral se sitúa muy hacia la proa. Incluso
R ~9
si quitamos la orza en un derivador, no lograremos hacer que éste retroceda lo suficiente co-
mo para que el barco no se vuelva ardiente.
F
J. Con el viento por la aleta con spi; hay bastante mar, y el barco se balancea de un bordo
al otra. Al ser poco eficaz la mayor en este ru mbo, el centro vé lico se sitúa muy hacia la proa.
-.....-
Según sea el movimiento del barco R se desplazará tanto a barlovento, como a sotavento de Hemos organizado este escenario para resumir la estabilidad de un velero en
F. El ba rco se vuelve ardiente y blando alternativamente. El timone l tiene que hacer un gran CD función del rumbo en el que esté navegando. las flechas R y F
esfuerzo. representan la fuerza aerodinámica y la fuerza hidrodinámica,
R
respectivamente. La magnitud del par de fuer zas que se forma entre ellas así
K. Con viento de popa. El spi está a barlovento, y R también se encuentra a barlovento de
como su intensidad, influyen sobre e l comportamiento del barco. Si éste tiene
F. El barco se vue lve cada vez más blando, debido a que el spi le hace escorar a la contra.
tendencia a orzar, decimos que es ardiente y s i tiende a arribar, decimos que
es blando. En los rumbos portantes, la utilización del s pinnaker le da un poco
de alegria al asunto ..
TERCERA PARTE
EL BARCO
•
HORA YA LO SABEMOS, un ba rco no navega solo. Para que se desplace más
A o menos en dirección recta, tenemos que esforzarnos, y para que nos desve-
le todos sus secretos hay que echarle mucha más pasión, intentar comprender el
juego de las fuerzas que lo impulsan e iniciarnos en las sutilezas de su reglaje.
Yeso no es todo. Tenemos que aprender a conocer el propio barco, y este apren-
dizaje nos parece fundamental. Debemos convencernos de que un barco no es un
simple objeto que podemos coger y luego dejar, por las buenas. Actuando así, esta-
remos con denados a seguir siendo unos extraños respecto al mundo que preten-
díamos descubrir. No hay verdade ra comprensión de la mar, sin una compre nsión
del barco. Por eso debemos mantener con él una relación de compl icidad.
En la segunda parte del libro, hemos ana lizado las razones por las que un barco
avanza (o no). Ahora, vamos a adquirir los conocimientos prácticos necesarios. Evi-
dentemente, no vamos a acometer un tratado de arquitectura naval, como tam -
poco de describir un material en estado puro, tal como podemos verlo en los sa lo-
nes náut icos. Sino que nuestro punto de vista será deliberadamente práctico. Te-
nemos un tipo de barco determinado, y por lo tanto, es necesari o que conozca -
mos sus puntos críticos, saber cómo vive y envejece, y lo que podemos hacer para
mantenerlo con buena sa lud . Se trata de adquirir la base necesaria para lograr
cierta destreza y ser capaces de demostrarla a cua lquier nivel: elección, puesta a
punto, utilización, mantenimiento y reparaciones sencillas.
Este aprendizaje nos reportará diferentes ventajas. En primer lugar nos hará con- jaremos hasta la bodega a fin de conocer lo necesario para mantener una buena
fiar en nosotros mismos. Lo cual es indispensable en la mar, pues cuando se pro- relación con el motor auxiliar.
duce un accidente no se trata de buscar un "responsable" al que podamos encar- Por curiosidad más que por necesidad, echaremos una ojeada de conjunto sob re
gar el trabajo quedándonos de brazos cruzados (tenemos que olvidar al máximo las técnicas de construcción de los cascos. Los barcos modernos presentan en este
este estado de ánimo). aspecto una auténtica seguridad que reduce los problemas de mantenimiento Sin
y por otra parte, nos llevará a contemplar el barco, de manera distinta a un ob- embargo, a veces hay que reparar algunos desperfectos que afectan al casco .. Y,
jeto de lujo que no se puede reparar más que con enormes gastos. Y al mismo además, todos los años hay que limpiar fondos y dar una nueva mano de pintura
tiempo, nos facilitará las relaciones con los profesionales, permitiéndonos saber antiincrustante, pintar y barnizar las superestructuras y los interiores, luchar contra
exactamente lo que queremos de ellos y apoyarles en su preocupación por realizar el óxido, engrasar, limpiar. .. Realmente, tenemos la impresión de no acabar nunca,
un trabajo de calidad. y más aún al tener que pasar revista a todo el materia l de armamento, que tam-
bién necesita atentos cuidados.
Los temas que vamos a considerar en esta parte son muy variados y muchas
veces nos conducirán a análisis un tanto áridos. Esta parte no está realmente he- En una palabra, por medio de la lectura de esta tercera parte del libro, ve remos
cha para que nos la leamos de un tirón, sino que más bien constituye una reser- que si un navegante de recreo quiere ser un gran marino, también tiene que ser
va de información, en la que podremos bucear con ayuda del índice. No preten- un perfecto experto en pequeñas reparaciones.
La jarcia firm e abarca todo aquello que permite maniobrar las ve-
las, coloca rlas y orientarlas, modificar su forma o superficie (por eso se
llama maniobra de labor). Son las drizas, escotas, brazas, retenidas,
etc.
Diseño de la jarcia
Toda esta constru cción aérea debe responder a tres necesidades f unda-
r mentales:
11 que sea delgada para exponer al viento la menor superficie posi-
ble. La resistencia aerodinámica (la superficie del barco y de la jarcia
en especial que se expone al viento), frena el barco y en el aire pertur-
La supe rfici e de la cubierta de los
veleros modernos, como el Glé na ns 33
bada, las velas tienen un rendimiento peor; que vemos en e l dibujo. va esta ndo
• ligera . pues cua lquier peso en la parte superior del barco disminu- cada vez más despejada. al ree nviarse a
ye SU estabilidad; la bañ era las maniobras de labor. Hay
• y resistente: esta última necesidad establece el límite de las dos qu e seña la r la forma tan original de
anteriores. estibar el a ncla .
252 El barco La jarcia 253
En el diseño de las perchas y de la jarcia, se intenta llegar a un com- • los aparejos llamados a tope de palo, cuando el foque llega hasta
promiso. Según los barcos, se otorgará una mayor importancia a una u la perilla. El palo se sostiene de forma rígida y permanente, y las velas se
otra de estas cualidades. En los derivadores, se suelen aparejar jarcias fi- adaptan a éste. Es el aparejo de los cruceros para las tripu laciones que no
nas y ligeras. a veces en perjuicio de su resistencia. Aunque también es quieren tener problemas con el palo;
cierto que en las condiciones de navegación de estos barcos, una avería • los aparejos llamados fraccionados, cuando el foque no llega
del material raras veces coloca a la tripulación en situación crítica. Por el más que a los 5/6 6 7/8 de la altura total del palo. tste es ligero y se
contrario. en un barco de crucero, no se puede correr el riesgo de sufrir puede combar para adaptar la forma de la vela al tiempo reinante. Es
un accidente. el aparejo de los derivadores y de los cruceros pequeños. Poco a poco
Al ir evolucionando los materiales y hasta los mismos diseños, cada vez se va extendiéndose a barcos mayores, especialmente a los barcos de re-
va consiguiendo aligerar más las perchas y la jarcia, sin disminuir su resisten- gatas, cuyas tripulaciones persiguen el mejor rendimiento del barco;
cia, lo cual es una prueba de seguridad adicional en la medida en que se lo- • los aparejos autoobe ncados, que son complejos y entre los que
gra mejorar el rendimiento de los barcos. se encuentran los de palo rígido y palo flexible. Se pueden orientar, y
la distinción que hemos hecho entre jarcia de labor y jarcia firme nos su rigidez se consigue por medio de cables fijados al propio palo. Los
resulta muy útil, pero no debe darnos falsas esperanzas*. mástiles-ala, cuya superficie representa una parte del velamen, son
El buen funcionamiento de la jarcia no se obtiene reglando por forzosamente orientables y autoobencados. También se utiliza esta mo-
un lado sus elementos fijos y por otro los móviles. Sino que todo es- dalidad en los palos muy delgados y altos, como los del 12 m JI;
El Gh~ nans, balandro con aparejo
• Nota de la traductora: Juego de pa- tá unido. El conjunto palo-botavara no constituye un marco delimitado de • y, por último, están los apa rejos sin obencadura. El palo está
labras entre "greement dormant" (lite- a tope de palo.
una sola pieza sobre el que se coloca una vela, sino que puede sufrir defor- plantado simplemente en el casco y se sujeta como una caña de pes-
ralmente "jarcia durmiente") y jarcia
firme en español. maciones. Algunas de ellas son voluntarias para conseguir un mejor rendi- car. Este aparejo es el de algunos cat-boats como el Finn o el Yole OK.
miento y otras se producen de forma involuntaria, que son las que hay que Desde hace poco esta técnica se está extendiendo también a los barcos
tratar de evitar. de crucero, como los Freedom, y últimamente el Sinagot de Jean Jac-
El problema está en adaptar perfectamente velas y perchas, unas a ques Herbulot, que incluso lleva el foque envergado en el palo. Dentro
otras, con el fin de lograr un conjunto armónico y, por consiguiente, de este grupo podemos clasificar las tablas a vela.
eficaz, en todos los rumbos y con fuerzas de viento diferentes.
Antes de estudiar las distintas partes de la jarcia, resulta necesario
entender el f uncionamiento del conjunto y ana lizar los diferentes regla-
jes que podemos realiza r en la misma.
Con sultar la Existen también otras clases de aparejos intermedios con todo tipo Veamos ahora cómo podemos resolver el problema de la sujeción la- iNo hay que dejarse
descripción de matices, pero las distinciones que acabamos de hacer son las princi- teral y longitudinal de un palo, en un barco. impresionar por la
de los pales. Según la forma de sujeción, el palo se comporta de una manera lig ereza del aparejo de
diferente, determinando la mayoria de los reglajes del barco. • Sujeción lateral. El dibujo nos muestra cómo un obenque que sale los barcos de regata!
De todas formas, lo principal es que el palo se mantenga. del palo con un ángulo de 10' a 13' , cae bastante fuera del barco. Por En un barco de
esta razón nos vemos obligados a recurrir a la cruceta. Pero el oben- crucero. es deseable
Sujeción del palo que, al estar dirigido hacia abajo, transmite a dicha cruceta un esfuerzo que el ángulo palo-
Fundamento de compresión horizontal que tiende a combar el palo a su nivel, por lo obenqu illo no sea
Supongamos que tenemos una antena y la sujetamos por medio de cua - que es necesario encapillar a esta altura otro obenque para mantener de masiado pequeño (de
tro obenques. La antena es muy alta, pero podemos separar como quera- derecho el palo. unos 10° a 13°).
mos los puntos de fijación de los obenques al suelo. Este sistema puede utilizarse todas las veces que sea necesario. Cada Además es conveniente
El esfuerzo que sufre cada obenque se descompone en dos fuerzas: obenque puede formar el ángulo adecuado con el palo, y por medio de que el á ngulo formado por
una horizontal, útil puesto que mantiene de pie la antena; y otra verti- varios pisos podemos llevar los últimos obenques hasta la cubierta. És- el palo y el obenque sea
cal, perjudicial, que se absorbe por la compresión de la propia antena. tos deben ser muy resistentes, puesto que son los que sufren los mayo- mayor, o bien que el cable
Sin viento, las cuatro fuerzas horizontales, correspondientes a los cua- res esfuerzos. Muchas veces se diseña un aparejo bastante más estre- sea de sección más
tro obenques, se equilibran. Cuando el viento empieza a soplar, para cho que el barco, con objeto de poder cazar los foques lo más cerca gruesa, pues al
compensar la presión que éste ejerce sobre la antena, hace falta una posible a la linea de crujía del barco. En ese caso los cadena tes se colo- sostener e l palo a
fuerza horizontal más fuerte en la parte de barlovento, lo cual aumenta can en el centro de la cubierta y no en su linea de contorno. media altura debe
el esfuerzo de los obenques correspondientes y, como consecuencia, Existe otro nuevo sistema de reciente aparición: la autoobencadura. absorber tambié n el
también el de la fuerza vert ical. Por el contrario, los obenques situados En lugar de sostener el palo en varias alturas, éste se sujeta por un solo esfuerzo transmitido por la cruceta; las
a sotavento no soportan esfuerzo alguno. punto a través de obenques con un pie muy ancho. Puesto que el palo sacudidas s on muy grandes en esta
Si acercamos a la base de la antena el pie del obenque situado más a debe tener una gran inercia para no torcerse entre el arraigado y la ba- zona. Es tos puntos deben revisarse
barlovento, el ángulo formado por la antena y el obenque disminuye, y el se, y por encima de ésta, es posible darle más rigidez por medio de una bien en e l mom ento de comprar un
paralelogramo formado por las fuerzas se deforma; con una misma fuer- autoobencadura. ba rco de cruce ro.
za horizontal, el esfuerzo que realiza el obenque de ba rlovento y la com- Esto se lleva a cabo por medio de un sistema de rom bo, en el que
presión de la antena aumentan considerablemente. Estas fuerzos son ex- obenque periféri co de sotavento sostiene el palo por la cruceta (o cru-
cesivas cuando el ángulo disminuye demasiado: el obenque se rompe o cetas) que se apoya (apoyan) sobre el mismo.
la antena se quiebra a causa de la deformación por co mpresión.
El mismo problema se presenta en el palo de un barco, puesto que,
en este caso, no podemos colocar los obenques como queramos, dada
la forma del soporte y la necesidad de cazar suficientemente las velas y
dejarles espacios libres.
A m edida que va disminuyendo el Este catamarán tiene un palo especialmente de lgado y está sujeto por tres cables:
ángulo palo-obenque. a um enta la dos obenques muy separados orientados hacia la popa, y un estay situado sobre la
compresión sobre el palo e1 , e2 y e3. al línea de crujia hacia la proa. La rigidez se consigue por medio de dos rombos
igual que la tracción sobre el obenque transversales, un semi-rombo longitudinal en la línea de crujía y un violin en la parte
T1 , T2 V T3. e3 _________ T3 alta del palo. Asimismo, lleva un baquestay, una burda s uperior y una inferior. Funda me nto de la autoobencadura
256 El barco L ÁMINAS 1 - I
La ve la g uai ra. Esta vela es una evolución combinada de las velas anteriores. La entena, o pico,. ~obre I~ cual
va culebreada la parte superior de la vela, gira por medio de un zuncho alrededor del palo. El gratll se sUjeta a
lo largo del palo por círculos de madera que se deslizan duran te las maniobras de izado o de arriado ?e la ve-
la. El pujamen va culebreado en una segunda percha, unida por una articula.ción al pie del palo: el gUJ o ?ota-
vara. Esta vez la vela adúa de modo simétrico de una borda a la otra y la Virada por avante es una maniobra
muy sencilla de realizar. Pero la característica de la vela cangreja es que se combina siempre con ot ra~ velas:
El Optimist y s u vela ca ngreja . trinqueta y foque en la proa, y escandalosa en la palte dlld, pdla lIelldr el e~IJC:Iliu ex¡~tef1te entre el PiCO y el
tope del palo.
La Granvillaise, navegando con to- La Pauline es una réplica de una chalupa de Dahouet, o más exacta-
das las velas desplegadas (430 m' ) mente, de uno de los lugares de tallavientos con botavara que surca-
durante la tradicional regata de la ban los mares costeros del país Galo. Un bello ejemplo de combinación
bahía. Los bisquines* tenían una de velas al tercio. En este caso, el foque, aparejado en un enorme bota-
superficie vélica (velas al tercio po- lón (5,80 metros), permite equilibrar la superficie vélica, algo despro-
co embicadas) a la vez potente y porcionada por el inmenso tallavientos.
dividida para las diferentes faenas
que realizaban los marinos de Arriba: el Bé/em navegando con
Cancal y Granville. oleaje a la entrada del Canal de la
Mancha. Esta embarcación nante-
1f Barco de pesca con aparejo de ve-
sa de tres palos construida a fina-
las al tercio, utilizado antiguamente en les del siglo pasado estaba destina-
el canal de La Mancha y bahía de Saint da al transporte del cacao entre
Malo. 8rasil y Francia. Sus 1.044 m' de
velamen sólo pueden navegar con
vientos portantes.
A la izquierda: El Petit Foc, anti-
guo barco marisquero de la rada
La Recouvrance, una magnífica
de Brest, fue construido en 1935.
goleta de 25 metros de eslora, es Cúter de vela cangreja, como la
la réplica de una goleta-aviso,
mayoría de los sloops bretones, a
construida a principios del siglo veces podían llevar aparejada una
pasado para garantizar la protec-
escandalosa.
ción de los barcos mercantes fren- A la derecha : el Forban du Bono
te a 105 piratas de las costas de las
aparejado con dos velas al tercio
Antillas. El aparejo de goleta de amuradas muy cerca del pie del pa-
gavia le proporcionaba una gran
lo. De este modo puede remontar el
facilidad de evolución y una velo-
viento con más facilidad sin obligar
cidad excepcional, tanto en por-
a la tripulación a pasar la vela a la
tantes como haciendo bordadas.
banda adecuada después de virar.
LAMINAS 1 - VI LAMINA S 1 - V II
Foto superior izquierda: a bordo del Fleury Michon, Philippe Poupon ha optado por un aparejo de ketch (en
un principio este barco fue diseñado con un aparejo en sloop), con dos objetivos: poder observar las velas pa-
ra gobernarlo mejor y equilibrar el barco con el fin de economizar los pilotos automáticos. l a aventura finali-
zará en los cuarenta rugientes, después de un espectacular naufragio.
Arriba a la izquierda: una solución poco frecuente para un velero de regatas oceánicas: aparejo de goleta con
mástiles aerodinámicos gemelos. Este barco, diseñado por Smith-Noble, no ha destacado nunca en las regatas
en las que ha participado. Arriba: el Velsheda, como todos los grandes de "Clase J", representa, sin duda alguna, la apoteosis de la vela
marconi.
Arriba a la derecha: el Cacharel, patroneado por Jean-Fran<;ois Coste en la primera regata Globe-Challenge, Abajo a la izquierda: mayor con sables forzados y gran alunamiento de baluma, y mástil-ala son los elementos
en 1990. Fue un barco famoso puesto que era el antiguo Pen Duick de Eric Tabarly. Con cualquier tipo de de los aparejos extremos de la mayoría de los catamaranes de regatas oceánicas.
aparejo siempre logró alcanzar puestos de honor. Aparejado en goleta, ganó la Fastnet y el campeonato del Arriba en el centro: un aparejo original (goleta de balestron» diseñada por J.-J Herbulot para los Dogres de las islas.
RORC; en sloop, ganó en la misma temporada la Middle Sea Race y la regata los Angeles-Tahití; aparejado en Arriba a la derecha: la Sereine, un cúter de vela marconi de los más clásicos.
ketch (con el nombre de Gauloise 11), logró vencer en dos etapas de la Whitbread. Jean-Fran<;ois Coste ha ele-
gido un nuevo aparejo de ketch para poder ver las velas y hacer el barco más "humano .... * Nora de la rraducrura: Percha que aguanta diagonalmente una vela de abanico.
L AM I NAS 1 - V III
La jarcia 257
tengan la misma longitud. Se deben comparar los dos obenquillos de- En principio, con un palo reglado de este modo, el barco navegará
jando un pequeño margen para ajustar la longitud de los tensores. bien. Pero si la inclinación es inadecuada, es en este momento cuando
Asegurar los tensores del aparejo del tope del palo (estay, obenqui- nos daremos cuenta. Si esto ocurre, hay que volver a reglarlo empezan-
Ilos y baquestay) para que no se aflojen. do desde el principio.
y por último, reglar de forma aproximada los obenques inferiores En definitiva, el reglaje de un palo requiere por lo menos una hora de tra-
para que el palo no se tuerza demasiado. bajo, y lo normal es que tardemos cuatro o cinco horas, cuando no varios
días, en efectuar el estreno (es decir, las primeras salidas de un barco nue-
El palo hay que reglarlo en la mar vo). Durante toda la operación, hay que cumplir unas normas elementales:
Para realizar un reglaje correcto, tenemos que navegar con el barco con • no tocar el aparejo del tope de palo, si no es para modificar la
buen viento y poca mar. El tiempo ideal sería con un viento de fuerza 3 tensión general;
a 4 y mar llana. • intentar desacollar (destensar), más que acollar (tensar);
• mantener floja la jarcia de sotavento;
La operación del reg laje consiste en lleva r los arraigados inter- • armarse de paciencia.
medios hacia la derecha igua lando la coz del palo con el t ope. Si el palo, una vez bien reglado en ceñida, no se mantiene recto en
otros rumbos o en reposo, no tiene ninguna importancia.
Por lo tanto, nos ponemos a navegar en ceñida. Un tripulante se co- Sería ilusorio pensar que este reglaje nos va a servir ya para siempre.
loca en la coz del palo, mirando a través del carril y nos irá diciendo Despues de cada desarboladura, el aparejo deberá volver a su lugar, y
cuáles son los obenques que hay que acollar y desacollar (tensar o eso no se consigue en un solo día de navegación. Hay que tener en
s aflojar con los tensores). Actuaremos sobre el aparejo de barlovento y
en la línea de crujía del barco, no sobre el aparejo de sotavento que de-
cuenta, además, que el barco se va deformando. Por este motivo, re-
sulta conveniente echar un vistazo de vez en cuando a través del carril
be estar flojo. del palo, lo cual nos servirá para mejorar la ceñida.
Supongamos que vamos a realizar el reglaje de un palo con un piso
de crucetas y un baby-estay. Para navegar a un largo hay que amollar la jarcia
z En primer lugar comprobaremos la tensión general de la jarcia, y de-
jaremos flojo el obenquillo de sotavento, que deberá estar suelto sin
En algunos barcos la tensión del estay puede aflojarse durante la nave-
gación. Este reglaje se realiza por medio del baquestay (a traves de un
oscilar demasiado. En caso de que haya que modificar el reglaje, lo ha- tensor de volante, por ejemplo). El reglaje inicial del palo se efectúa se-
remos exactamente igual en los dos costados, y luego lo apretaremos, gún el mismo fundamento que el resto de los aparejos: con el estay
para evitar cualquier desajuste intempestivo. bien tensado. Más tarde, lo iremos aflojando un poco, según el rumbo
Ahora le toca el turno al piso inferior. Con el barco amurado a ba- en que naveguemos y la fuerza del viento, amollándolo más al arribar o
bor, si el palo forma una curva acentuada hacia estribor de la proa hay si el viento empieza a caer.
que aflojar el baby-estay y tensar el obenque hasta encontrar el punto En cada cambio de rumbo, o cuando la fuerza del viento varía, es
adecuado. Hay que tener cuidado, antes de tensar, de asegurarnos que importante comprobar que el palo sigue manteniéndose recto. Para
la jarcia de sotavento está floja. que no se tuerza demasiado en rumbos portantes, puede que debamos
Res ulta incómodo hacer el reglaje Una vez finalizada esta primera operación, viramos y hacemos lo mis- montar pequeños aparejos que nos permitan tensar el baby-estay o los
cuando todos los tensores no estan en mo con el barco amurado a estribor. Si logramos adrizar el palo en este dos obenques hacia proa.
su sitio. Un tensor esta en su lugar rumbo reglando únicamente el obenque, es que el reglaje ya está listo. Al volver a la cenida, o cuando el viento refresca, volvemos otra vez
cuando la va rill a de pas o a la derecha Pero si al mismo tiempo tenemos que modificar el reglaje del baby- al reglaje inicial, teniendo cuidado de no pasar de ahí.
esta abajo. Al girar e l casquillo del estay, tenemos que volver a empezar de nuevo con el barco amurado a
tens or en e l sentido de las aguja s del babor, y así sucesivamente hasta lograr un compromiso satisfactorio. Reglaje del foque
reloj, e l tensor se acorta, esta mos Durante esta operación, ningún tripulante debe sujetarse a la jarcia,
El embolsamiento de un foque se desplaza hacia atrás cuando el viento
acollando. Para acordarnos, basta con pues en ese caso será imposible reglarla, debido a las perturbaciones
refresca, deformándose la tela y arqueándose siempre un poco el estay.
co mparar la forma y la inclinación del que se originarían.
Como el foque no se puede reglar más que de una manera muy limita-
fi leteado con la forma de las letras S y Utilizamos el mismo sistema con un palo con dos pisos de crucetas y
da, la solución, en los cruceros, consiste en cambiarlo. Eleg ire mos el
Z. El paso a la izquierda form a una S V un estay de trinqueta. El reglaje nos llevará un poco más de tiempo,
foque más conveniente, según el tiempo que haga, preocupán-
el paso a la derecha form a una Z. pero no por eso es más complicado.
donos más que nada por su forma .
260 El barco La jarc i a 261
Tres cortes dis tintos Elección El fundamento en que se basa el reglaje de un aparejo de este tipo
del grátil los tres génovas del dibujo. corresponden a un mismo barco y todos es el mismo que se utiliza en los derivadores. A medida que el viento
de un génova . tienen las mismas dimensiones. refresca, hay que aplanar la mayor, arqueando el palo, y después abrir
para clases • El génova de brisa ligera tiene un grátil muy redondeado que pro- la parte superior, según sea necesario, para que el barco siga su mar-
de ti empo porciona un gran embolsamiento al colocarlo sobre un estay recto. cha sin escorar demasiado. Al mismo tiempo hay que intentar mante-
diferent es. • El génova de viento bonancible tiene un grátil recto; cuando el es- ner el estay lo más recto posible, para que el foque tire bien.
tay cae ligeramente a sotavento, el embolsamiento del foque es correc- Igual que en los derivad ores, debemos intentar conseguir un apa-
to y está bien situado. rejo que permita al palo deformarse por sí solo, según la fuerza del
• El génova de viento fresco tiene un grátil escotado para adaptarse viento. Sin embargo, en los cruceros no se pueden correr riesgos de-
a la gran curva del estay. masiado grandes, y la tripulación tiene que intervenir para dosificar
bien esta deformación. Una mala utilización de un aparejo flexible lle-
Reglaje va consigo una seria penalización: la rotura del palo. Antes de elegir
El reglaje del grátil depende del modo en que está confeccionado. Al- un aparejo de este tipo, hay que estar seguro de que se domina su
gunos grátiles no se pueden estirar y cuando el viento varía hay que reglaje.
cambiar de foque. Otros son más o menos graduables (su tensión pue-
de variar de l Oa 20 cm según las dimensiones del foque). Al tensarlos Reglaje del palo
lograremos evitar que el embolsamiento se vaya hacia atrás, por lo me- En reposo
nos al principio. Con un aparejo muy flexible, la sujeción lateral del palo, por lo general,
Pero cuando el grátil está tensado a tope y el foque sigue embolsan- se realiza por medio de dos o tres pisos de crucetas, y la sujeción longi-
do, entonces es necesario cambiarlo. tudinal por el estay y el baquestay, además de uno o varios baby-estays
Si queremos aligerar el barco momentáneamente sin cambiar de fo- y dos pares de burdas. Toda esta obencadura longitudinal dispone de
que, podemos adelantar o retrasar el punto de tiro de la escota, para Ap arejo fl ex ible con dos pis os de
un margen de reglaje muy grande.
dar torsión al foque. De este modo limitaremos también la escora, y crucetas, dos burdas V un baby-estay.
En reposo, el palo está recto. En sentido longitudinal, normalmente
mantendremos al mismo tiempo una buena velocidad. se suele reglar con bastante inclinación. En sentido lateral, se tensan
bien los obenques, moderadamente los obenquillos intermedios, y muy
Reglaje de la mayor poco los obenquillos superiores. Se coloca el palo en el plano de sime-
Cuando el viento refresca hay que reducir el embolsamiento de la ma- tria del barco teniendo cuidado de ajustar cada par de obenquillos de-
yor tensando el pujamen y, a veces, arqueando la botavara. Evitare- jándolos exactamente con la misma longitud (igual que hacíamos con
mos que el embolsamiento se desplace hacia atrás tensando cada vez el aparejo a tope de palo).
más el grátil. En los barcos con el palo rígido, si el viento sigue refres-
cando, ya no podremos seguir aplanando la mayor más que si coge- Navegando
mos un rizo. Con ello lograremos eliminar casi toda la parte baja re- Como hemos dicho antes, los reglajes se realizan fundamentalmente
dondeada del grátil, y por lo tanto la mayor parte del embolsamiento en los rumbos más próximos al viento, en especial en ceñida.
de la vela. Empezaremos por hacer un ajuste previo de la jarcia lateral. Si el
Si la fuerza del viento sigue aumentando, tomaremos un segundo ri- viento es flojo, el palo debe estar recto; en caso de brisa bonancible lo
zo, y después un tercero. Esta vez, ya no se trata de aplanar la vela, si- mantendremos recto hasta la encapilladura del estay, y luego lo inclina-
no de reducir pura y llanamente su superficie. remos ligeramente a sotavento por su parte alta. Si hubiera que modifi-
car la tensión de los obenques que garantizan la simetría, tendremos
Aparejo fraccionado cuidado de hacerlo exactamente igual en los dos costados.
En los barcos con aparejo fraccionado, es decir, flexible, la mayor es la Una vez efectuado este reglaje transversal, dedicaremos toda nues-
vela principal. Al ser el palo muy delgado y flexible se consigue excelen- tra atención al longitudinal, en función de la fuerza del viento. Normal-
te rendimiento en la ceñida sin causar perturbación alguna en el aire mente, el reglaje transversal se suele retocar una o dos veces antes de
que incide sobre la vela y, como es flexible, se adapta a las condiciones encontrar el punto adecuado; después, ya no lo volveremos a tocar
de tiempo más variadas, de manera que el barco mantiene siempre la más; es un reglaje permanente. Éste no es el caso del reglaje longitudi-
máxima velocidad. nal, que seguirá necesitando continuos retoques.
262 El barco la Jarcia 263
Reglaje de la mayor
Cuando el viento refresca. hay que aplanar cada vez más la mayor. En Revisar la jarcia
un primer momento tensando el grátH y el pujamen, y más tarde com- f ir m e
bando el palo con la trapa y la escota de la mayor. Pero cuanto más se
arquea el palo. más se afloja el estay, y para mantenerlo recto es nece- En toda jarcia fi rm e siempre h ay un zu n cho que
1111111
sario tensar la burda superior. Al estar dicha burda encapillada justo no lo está o una gaza deficiente que puede hacernos
despertar brusc am en t e. *
encima del estay, contribuye también a la flexión del palo; la función
Rea lm ente la m ejor so lución con tra las averías
del baby-estay y de la burda inferior es en este caso limitar esta flexión,
co ns iste en dispon er de una j arcia en buen est ado,
que debe ser regular de arriba a abajo, si queremos evitar que el palo pero también en revisar la con frecu enc ia. En los bar-
se deforme por compresión. cos de c ru cero, resu lta conve niente rea li zar una in s-
Con brisa ligera, podemos acentuar más la flexión del palo, tensando la pección deta ll ada cada oc h o o quince días, subiendo
trapa y la burda superior, y aflojando según sea necesario la burda infe- al pa lo y comprobando el est ado de los o b enques,
rior. De este modo lograremos mantener la mayor muy plana, hasta fuer- zunc hos, pasadores, bulones, drizas, el desgaste de
zas de viento que nos hayan obligado ya a cambiar dos veces de foque .. los ej es, etc. Además, debemos tener la precaución
En las rachas, el tope del palo se alabea (pues los obenquillos están de echar una ojeada crítica todos los días (los pris-
poco tensados) y la parte superior de la vela se abre. El barco, en vez máticos no s ayudarán a no cansarnos demasiado).
Es una buena costumbre que debemos adopta r,
de escorar, acelera. Podemos segui r aumentando aún este fenómeno,
p ues así c ualquier camb io que se produzca nos pon-
actuando amplia y rápidamente con el baquestay, tensándolo cuando
drá en sobreaviso. Podemos echa r un v istazo de mo-
carga la racha para aumentar la flexión del palo y hacer que la baluma do rutinario al amanecer, lo que nos permitirá al mis-
Teniendo e n
de la mayor se alabee; y amollandolo después cuando el viento cae, pa- mo tiempo loca li za r cua lquier error cometid o al pa-
cuenta la
ra que la mayor vuelva a portar al máximo. Así el barco mantendrá en sa r la s drizas durante la noche anterio r.
en orme
todo momento la máxima velocidad.
importancia q ue
Al irnos alejando de 105 rumbos más próximos al viento, el aparejo
tiene la fl exió n d e l pa lo. a l principio, de palo, si no vamos a combar el palo, O del aparejo fraccionado, en
flexible pierde sus ventajas. Hay que volver a adrizar el palo y aflojar el
podem os utili zar un hilo d e pescar muy caso de que vayamos a combarlo. La única diferencia es que sí hay que
estay, y ocuparse de nuevo del correcto embolsamiento de las velas. * Nota de la traductora: El autor ha-
estirado, poni e ndo sobre la mayor una retocar los periféricos, deben reglarse los obenques de sotavento. Para
ce un Juego de palabras con el término
escala dibujada . hast a qu e logremos eliminar un abombamiento a barlovento hay que aflojar el periférico de francés "dormant" cuya traducción li-
con seguir lo s reflejos adecuados. Otros tipos de aparejos sotavento. teral sería "durmiente" y que en caste-
Aparejo autoobencado llano náutiCO es "JarCIa firme".
Este tipo de aparejo permite disponer de palos orienta bies o muy del- Aparejo sin obencadura
gados, pudiendo ser de dos tipos: rígidos y flexibles. En estos aparejos, todo depende de la calidad del palo, puesto que úni-
camente se reglan las velas que son las que deben adaptarse perfecta-
• Antes de arbolar. La autoobencadura transversal se regla antes mente a sus perchas. El comportamiento de estos aparejos es muy simi-
de arbolar. Se trata de completar mecánicamente el palo cuyo perfil es lar al de los aparejos fraccionados.
insuficiente para mantener su forma, teniendo en cuenta su obencadu-
ra. Se tensa fuertemente sin forzar los periféricos que deben tener la
misma tensión dos a dos. Hay que comprobarlo, con el palo colocado
Conclusión
en su carril. Se tensan los periféricos longitudinales al máximo sin de- la diferencia principal entre un barco con aparejo rígido y otro con
formar el palo, y después se terminan de reglar en la mar. aparejo flexible es la diferencia que se crea en el ambiente del barco.
Un aparejo rígido no requiere una atención constante. Es el aparejo
• En puerto. Arbolamos, ajustamos la inclinación del palo y tensa- ideal para las largas travesías tranquilas, en las que decidimos navegar
mos el estay. sin cansarnos demasiado, contemplando el paisaje de otra manera que
no sea enmarcado entre dos guarnes de un aparejo.
• En la mar. Todo lo demás se hace en la mar, navegando en ceñi · Un aparejo flexible, por el contrario, exige una atención continua. Es
da y respetando las mismas normas que en el caso del aparejo a tope el aparejo de los barcos de regata, que permite navegar al máximo de
264 El barco
La jarcia 265
las posibi lidades, y arañar la centésima de nudo que nos tiene locos, En lo que respecta a la jarcia, se utilizan 105 cinco tipos de cables si-
poniendo a prueba la resistencia de una tripulación normalmente vo- guientes:
luntaria y entusiasta. • La varilla (cable de un solo alambre) o Rod , el más sencillo, es-
tá formado por una barra estriada en los extremos.
Hay para todos los gustos. Pero sea cual sea el aparejo que elijamos, - Utilización: para la obencadura completamente fija. En particular
también podemos realizar de vez en cuando algún reglaje intermedio; y para rombos, violines y jarcia transversal de los barcos cuyo aparejo de
aligerar un poco los rígidos principios, 0, por el contrario, endurecerlos sotavento deba mantenerse tensado. Se utiliza exclusivamente para los
una pizca para poder tomarnos un respiro. barcos de regata. Rod o varilla
Los terminales
Cuadro de resistencia de los cables Para que un cable se pueda utilizar tiene que tener en sus extremos un
terminal que sirva para fijar las maniobras al casco, a las perchas o a
Cargas de ruptura mínimas de cables de acero Módulo de Radio de otra maniobra. Existen diferentes clases.
para aparejos expresadas en kilos·newton elasticidad curvatura Todos los terminales son caros, pero en este campo como en el de
los cables, sería poco razonable querer ahorrar, pues cualquier rotura Terminal forjado.
Diámetro del cab le ocasionaría gastos de otro tipo ..
en milímetros 3 4 5 6 7 8 9 10
El estriado . Es la solución ideal para la varilla. Podemos enroscar lo
Cable de un solo que queramos al extremo del Rod, fijando definitivamente los termina·
cordón 8 14 22 30 41 53 - 83 127/147 - les, uniendo con pegamento el tornillo a la rosca .
Cable de obenque
de 7 x 7 5 9 14 22 - 35 - 61 88/ 110 - El term inal forjado. Este tipo de terminal no puede utilizarse más
que con cables de acero inoxidable. Es un casquillo largo de este mis·
Cable li gero 6 10 14 22 - 36 - 56 88/ 110 12 mo material donde se engasta el cable sin doblarse. Por esta razón
también se puede utilizar monocordón.
N~ta: Estas cifras representan dimensiones aproximadas. Para hacer cálculos exactos, hay Este tipo de terminal es una de las mejores soluciones para el mon·
que mformarse en las fábricas. taje de las maniobras firmes del barco.
Pero, hay que tener cuidado pues tiene dos defectos: el cambio
• Para eleg ir el cable conveniente para cada jarcia, hay que conocer el módulo de elastici· brusco de fl exibilidad a la sa lida del casquillo origina deformaciones
dad E, que nos permi tirá averigua r el coeficiente A de un cab le necesa ri o para un esfuerzo C.
permanentes en esta zona del cable. También en ese punto el cable se
La relación se expresa se gún la fórmula: A = C : E.
suele debilitar debido al forjado.
Po r ej.emp lo, para un cab le al que se aplique un esfuerzo de 50 kilos· newtons y cuyo módulo
de elasticidad fuera 100, el coeficiente de estiramiento sería de 5% .
• El radio d~ cur,v~tura define el coeficiente que hay que aplicar al diámetro del cable para El terminal de rosca . La ventaja que tiene este tipo de terminal es Terminal Casqu illo
obtener el radiO mlnlmo de roldana que hay que utilizar. que puede fijarse al extremo de un cable con las herramientas que lIe· ato rnillado. engastado.
268 El barco La jarcia 269
vamos a bordo: tenazas o llave inglesa. Por lo tanto no estaria mal lle- tricidad) más que dando una vuelta en un sentido y o tra vuelta en el
var siempre alguno de repuesto . Está recomendado para las maniobras otro; es decir dando una vuelta, un cote, una vuelta, un cote, etc.
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firmes del ba rco. Bien montado y fijado con pegamen to uniendo el tor- Cuando vayamos a utilizarlo, si está enrollado lo desenrollamos y si
nillo a la rosca, es igual de seguro que los demás. lo hemos adujado lo desadujamos. Si hemos invertido el sistema, el ca-
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El casquillo engastado. El sistema es el siguiente: el cable pasa por
dentro de un casquillo, alrededor de un guardacabo y vuelve a pasar por el
casquillo donde se engasta, es decir, que dicho casquillo se aplasta alrede-
dar del cable con una prensa. La resistencia de este sistema es excelente.
ble tendrá nudos, con lo cua l se habrá fastidiado el asunto.
Pero, sobre todo, hay que tener cuidado con el radio de curvatura,
pues a veces al adujar un cable de un cordón lo curvamos exagerada-
mente al ras del casqui llo forjado, y éste ya no vuelve a su forma. Si lo
Con el fin de evitar el efecto galvánico, hay que utilizar casquillos de enderezamos la solución todavía es peor, pues se romperá an tes.
, , aleación ligera en los cables de acero galvanizado, y casquillos de cobre
en los cables de acero inoxidable. Modo de cortar un cable
Es el terminal de las maniobras de labor, por excelencia. Primera precaución elemental: antes de corta rlo hay que falcacear el
cable con cinta adhesiva a ambos lados del pun to por donde vamos a
Abrazadera .
El ayust e. Es el sistema más antiguo, hoy dia abandonado debido a cortarlo, pues en caso contrario puede deshacerse por los dos extre-
su precio y a los cuidados que necesita (relleno, protección contra la mos.
corrosión, etc). Además, no puede realizarse más que con cable 6 + 1
de cordones de 6 + 1 alambres o en composiciones más ligeras. Podemos cortar el cable de dos maneras:
Hacer un ayuste nos llevará cierto tiempo, y no siempre lo tenemos. • con un cortafrío, poniendo el ancla como si fuera un yunque (si es
La mejor solución consiste en llevar a bordo algunas abrazaderas (bien necesario podemos poner el cable al rojo vivo, unos 2 cm para destem-
engrasadas y empaquetadas). Los más fáciles de hacer son los estribos. plarlo, y después cortar por el medio, en caliente o en frio);
Nos harán falta dos si queremos asegurarnos de que el cable no se es- • o con una herramienta-p ara-cortar-o benques (que hay que lle-
curre. Para montarlos necesitaremos una llave de tubo del tamaño ade- var obligatoriamente a bordo).
cuado (la llave inglesa no sirve).
Cabos, colchados y trenzados
Modo de guardar un cable Para fabricar cabos textiles (colchados y trenzados) se utilizan materia-
Para guardar los cables de acero hay que enrollarlos igual que las man- les sintéticos, que han ocupado de un modo absolu to el lugar de las fi-
gueras o los cables de electricidad . Si no podemos hacerlo hay que bras naturales (algodón, cáñamo, manila). La principal ventaja de los
adujarlos, pero siguiendo un método especial, pues no podremos adu- materiales sintéticos es que no se pudren. Pero en cambio son sensibles
jarlos correctamente (otra vez como una manguera o un cable de elec- a los rayos ultravioletas, y por lo tanto al sol.
Pero, con un mismo material se puede realizar una buena o mala
amarra, aunque el material sea el mismo. Hay que saber que casi todos
los cabos encogen por lo menos un 5% durante su primer año de vida .
Las fibras que estén mal estabilizadas pueden llegar a encoger un
15% (lo cual quiere decir que un cabo de 10 metros, puede muy bien
perder un metro y medio, ¡que no es nada despreciable!). Por lo gene-
ral, no es la calidad del material lo que se discute, sino la manera en
que el gaviero lo t rata.
Por esta razón es conveniente conocer la eficacia de las diferentes
marcas de cabos (pues desgraciadamente el precio no es siempre un
criterio de calidad).
Los materiales
lo que no hay lo que s í hay que Para adujar un cable hay que hacer alternativamente un circu lo y un cote. Primero Los materiales más utilizados son:
que hacer. hacer. un círculo, como hacemos con el alambre y des pues un cote (cambiando la manol . • la poliamida (Nylon): su elasticidad se reduce hasta un 25% de la
270 El barco La jarcia 271
sobrecarga de ruptura. pero después es muy grande; es muy sensible a Estas fibras son resbaladizas y no todos los nudos aguantan. Por este
105 rayos ultravioletas;
• el poliéster (Tergal): tiene una gran elasticidad, hasta un 25% de
la carga de ruptura, y después casi nada; es poco sensible a los rayos
motivo, se fabrican cabos acolchados, que además tienen la ventaja de
lastimar menos las manos.
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ultravioletas, es caro y menos resistente que la poliamida;
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El radio de curvatura ,
• el polipropileno: es poco elástico y muy sensible a los rayos ultra- El radio de curvatura mínimo de un cabo de Tergal o Nylon es de cua-
violetas; flota en el agua, es barato y menos resistente que el poliéster; tro veces su diámetro (para un cabo de 12, el radio sería de 48, es de-
• el Kevlar merece una atención especial. En la actualidad es la fi- ci r, necesitaría una roldana de 100). tste podría soportar un radio de Modo de ca lcu lar el radio de curvatura
bra más solicitada; es igual de resistente que el acero, o mejor dicho, a curvatura más pequeño, pero su resistencia disminuiría y además se es- de una roldana.
igual peso, su límite de elasticidad es superior al de éste. Pero al ser la tropearía más al pasar por una roldana demasiado pequeña. Este des-
carga de ruptura prácticamente igual a la del limite de elasticidad, se gaste es sin embargo mucho menor que el que sufriría un cable de ace-
recomienda elegir un coeficiente de seguridad de 5 (frente al 3 Ó 4 pa - ro en las mismas condiciones .
ra el acero). A pesar de esto, y respecto a la carga aerodinámica, el re-
sultado es más favorable al Kevlar. El Kevlar es más vulnerable que el acero y no soporta un radio de
curvatura inferior a 6 veces su diámetro (para un cabo de 12, el radio
Trenzado y cabl ea do seria de 72, y la roldana de 150).
La unión de las fibras se hace de diferentes maneras según se vaya a Esta misma regla vale para los güinches, debiendo aproximarse lo
utilizar el cabo. Con un mismo material se pueden fabricar cabos muy máximo posible para las cornamusas . Conviene evitar el uso de morda-
distintos en cuanto a flexibilidad, resistencia, elasticidad, resistencia al zas y bloqueadores, y no hacer nudos. Es preferible utilizar terminales
desgaste, sensibilidad a los rayos ultravioletas, según su utilización . La las maniobras firmes de Kevlar llevan
de rosca y, en cuanto a los obenques, hay que encargar a un técnico
técnica del cableado que durante mucho tiempo ha sido la más utiliza- en su extremo terminales atornilladas
especializado el montaje de sus terminales .
da experimenta en la actualidad un claro retroceso, al extenderse cada como los cables de acero. Es preferible
vez más el uso de los diferentes trenzados. que su montaje lo realice un
Los cabos colchados (ca bles) son muy poco resistentes al desgaste. profesio nal. la s maniobras de labor
Cuando se rompen los alambres, los cables se deshacen, es decir, se también llevan estos termina les, pero
van separando poco a poco del cabo a lo largo del mismo, volviéndose en este caso podemos colocarlas
inservibles. Asimismo, si existe algún defecto en el falcaceado del chi- nosotros mismos.
cote, éste no perdona. Incluso aunque hayamos fundido los extremos Faenas de marinería
de 105 cordones para soldarlos, se deshacen rápidamente. Pero tiene dos Para que un cabo se pueda utilizar a bordo de un barco deberá poder-
ventajas: que podemos ayustar los cabos con facilidad, razón por la cual se trabajar con sus chicotes, para lograr una unión resistente con cual-
Un solemos preferirlos a los cabos trenzados, y que son más resistentes. quier otro elemento de la jarcia.
instrumento Hay una gran variedad de cabos trenzados. Hoy día se suelen em- Se denomina (abulleria al arte de hacer todo tipo de trabajos con los
de gran valor plear los trenzados compuestos, con un alma (trenzada , colchada o en cabos.
forma de haz) de fibras resistentes a la tracción cubierta por una funda .
Ballestrinque (B)
Trincar un cabo es muy sencillo y cómodo. Se
utiliza, por ejemplo, para afirma r el chicote de Para que una driza no se afloj e cua ndo
un rizo al gua rda cabos de la vela, para afirmar esta e n reposo, hay que coloca r e l
al balcón una boza para ama rrar el ancla. o sim- mosq ue tón a una distancia minima de
plemente para co locar los cabos en un pasama- 1 me t ro por e ncim a de la cornam usa, V
nos de la cabina. después dar una vuelta redonda a la
cornamusa. pasarla por e l mos quetón,
• Refrán francés cuyo equivalente en español es: "De un ballestrinque y un cote no se suelta ningún bo- V por último tensarla a tope V da rl e
te". (N. de la T.J. vueltas en la cornamusa.
274 E l barco la jarcia 275
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Interrumpir un cabo
Modo de cortar e interrumpir un cabo 11,2,31 página siguiente
Los cabos textiles sintéticos deben cortarse en caliente, a ser posible. Se ca lienta sobre el infi er-
nillo una hoja de sierra para meta les o un cuchi ll o v iejo y se corta el cabo co n la parte del revés
de la hoja. (1) De este modo el material se derrite y los hil os se sueldan entre sí a ambos lados
del corte. Cuando el cabo es de Kevlar, sólo puede co rt arse la funda de esta manera , pues dicho
material no se derrite. Hay q ue tener cuidado de no ca len tar el cabo al m ismo tiempo que la hoja
de la navaja.
Sin embargo, este tipo de so ldadura es poco duradera. Norma lmente cuando que remos inte-
rrump ir un cabo hacemos un fa lcaceado. En el caso de los trenzados compuestos, este falcacea -
do resulta indispensable para que el alma quede unida a la funda. También po demos hacer un
fal caceado y derretirl o. Se hace una cruz de 1 Ó 2 centímetros de longitud, con la hoja ca liente
co locando el ca bo a lo largo (2, 31 De este modo el cabo se suelda " por el centro" y tardará más
en desflecarse.
Cuando no podemos cortar un cabo en ca liente, lo más fá cil es co rtarlo entre dos falcaceados.
Hacer gazas
Gaza sencilla para trenzados A. Hacemos un nudo a un a distancia de 1,80
Gaza ayustada en un cabo de ocho filásticas metros aproximadamente del ch icote y empuja-
Hay que co locar las hebras de manera que la del centro (la blanca) cru ce los co rd ones del cabo mos la funda exterior para sacar el alm a ce n-
de forma perpendicular (1). Hacemos un lazo del tamaño deseado, apretándo lo ocasiona lmente tral. - B. Cortamo s un trozo de 67 centímetros
en un guardacabos. En primer lugar pasamos la hebra del centro (2). Después pasamos la hebra de l alma.- C. Vo lvemos a poner en su sitio la
de la izquierda (la neg ra l (3, 41. Dam os un a vue lta al lazo (51. Ahora pasamos la tercera hebra (la fun da exterior hasta el final, dejando un trozo de
gris) de derecha a izquierda por debajo del co rd ó n li bre (6). A lgunos pensarán que están pasan - fund a hueca de 67 ce ntímetros. La fund a debe
do esta última hebra en se ntido co ntrario a las demás. Es el momento de apretar el ayuste y de vo lve r a colocarse co mpletamente en su lugar.-
comproba r que queda ajustado (7). La s tres hebras deben sa lir al mismo ni ve l, formand o un án- D. Meter la agu ja en el ca bo a 68 centímet ro s
gulo de 120 0 entre las m ismas. Para seguir haciendo el ayuste, pasaremos cada hebra siem pre aprox im adamente de l chicote sacándola otra
de de~e?ha a izquierda por encima del siguiente cordón, y por debajo del que le sigue (8, 9, 10). vez de la funda hueca a unos 28 ce ntímetros.
Es sufICIente dar cuatro vue ltas (11 ) antes de cortar el ayuste en ca liente (12). Aplastamos la funda para poder introducirla en
la aguja. Para ello co rtamos un ha z de hilos
aproximadamente a una d istancia de 7 centíme-
tros, otro a 5 centímetros y el último a 2,5 centí-
metros del ex tremo de la funda . Y después la
en hebram os en la aguja.- E. Tiramos de la ag u-
ja que arrastrará con ella la funda , rel lenando de
este modo la parte hueca de la misma. Y ya está
~~_~
.. E
hecho el ayuste (131. Hay que comprobar que
todos los hilos están en su sitio en la nueva fun-
~~~ da y recordar que este ayuste es poco resistente
y no se puede utiliza r más que en derivado res.
A castillaje
una amarra El acastillaje abarca una infinita variedad de piezas y de "chismes". La
simple enumeración de estos" artilugios" ocuparía varias páginas y
además enseguida quedada obsoleta, pues a diario aparecen en el
mercado nuevos sistemas. Vamos a entrar en el pequeño mundo de los
aparatitos, que aparecen según las modas y en los que podemos gas-
tarnos fácilmente gran cantidad de dinero.
Por este motivo, vamos a mostrar un pequeño catálogo ilustrado,
con las piezas de acastillaje más importantes, su utilización y las manio- Arraigado de ab razadera.
bras que se efectúan con ellas.
Para no perdernos, agruparemos estas piezas según sus diferentes
El arte de adujar una funciones. A cada función corresponde un determinado objeto muy re-
amarra: se hacen gazas presentativo y antiguo como la propia marina.
grandes, y se adujan en
el se ntido de las agujas Arraigar: el cadenote y el arraigado
del re l o j , evi tand o los
Arraigado de abrazadera. Es el arraigado tradicional. Para que sea
guardacabos 11 , 2, 31.
seguro. los pernos deben inmovilizarse por medio de remaches o bien
pegándolos, y los pernos en los que se introducen los obenques debe-
rán estar fijados con un pasador.
Cálculo de la carga
de ruptura de un tensor
Amarradura. Amarradura. También es una solución muy sencilla; algo así como El otro extremo del tangón, por el lado del spi, tiene un herraje (guía
una "vigota" moderna; cuatro guarnes de nylon de 4 tienen la misma o mosquetón que se abre a distancia), por el que se desliza la braza,
resistencia que un cable de 3. Se utiliza este sistema cuando se desea con una pieza para enganchar el amantillo y la retenida. En algunos
conseguir tener cierta elasticidad. aparejos antiguos, este herraje es un gancho al que se fija el puño de
amura del spi . Este procedimiento es poco seguro, pues en determina-
das ocasiones puede resultar imposible soltar el spi .
Articular: el pinzote de la botavara
Es un herraje articulado que une la botavara con el palo, permitiendo a
Grilletes giratorios. Evitan el esfuerzo de torsión, por lo que resul-
la primera orientarse en sentido horizontal y vertical. Ésta tiene que po- Articulación de campana, del tangón.
tan de inestimable valor a bordo del barco. Están colocados por todos
der orientarse, sin forzar el pinzote, desde la cubierta hasta un ángulo 1. Articu lación vertica l.
lados: en las poleas, mosquetones, etc.
aproximado de 50° en sentido vertical y en sentido horizontal hasta to- 2. Articu lación horizontal.
car los obenques. Puede ser fija o móvil, y deberá resistir la compresión 3. Unión.
Unir: el grillete Tres funciones bien delimitadas.
de la trapa.
Un buen pinzote de barco de crucero lleva una fijación para el puño
de amura y ganchos para los guardacabos de los rizos.
o
Articulación Articulación de tensor, o cardan. Es un accesorio indispensable
de tensor o cardan . colocado entre el tensor y el cadenote. Impide que el tensor se tuerza
al golpear contra un muelle o contra el listón de un barco con un fran-
cobordo mayor, o al subir a bordo un tripulante agarrándose al oben-
que. Un tensor torcido puede considerarse ya como roto. También re-
sulta útil en los dos extremos de un estay de aparejo flexible, pues so-
porta los movimientos de flexión que, en otro caso, se concentrarían a
la altura del casquillo forjado, por donde se rompería al cabo de cierto
tiempo.
J
T
Desviar: la polea Las roldanas de nylon (y otros plásticos similares) van deformandose
lentamente al soportar una carga constante e inmóvil, adoptan una
forma ovalada y dejan de girar.
D l as roldanas de Celaron se rajan cuando las maniobras de acero tra-
bajan con la máxima carga.
l as de meta l aguant an todo, pero muchas veces son demasiado pe-
sadas para la jarcia móvil.
A B
1.8. Polea de violín con arraigado. grillete giratorio y mordaza. Se suele utilizar en
los aparejos (escota de mayor, trapa de la botavara .. .) .
b. Polea doble de ojo. con arra igado. que es donde se afirma e l firme del aparejo.
Para que esta polea funcione bien, las dos roldana s deben girar en e l mismo
sentido. El inconveniente que tiene es que cuando las dos roldanas no soportan el
mismo esfuerzo, la polea puede torcers e.
e. Polea de violín con grillete giratorio . Se sobreentie nde q ue el ojo es un grillete 4. Polea abierta con mosquetón y
giratorio. que si rve para orientar la polea en e l sentido de la m a niob ra. Al estar grillete giratorio. Se utiliza para desvia r
todos los g uarnes del aparejo en e l mismo p la no. la polea no se tuerce. l as dos una maniobra qu e está e n tensión,
3. Est a polea se m a ntie ne e n esta
rol danas deben girar en e l mi s mo sentido . como e n e l caso de las brazas y escotas
pos ición gracias a un pequeño muelle
del s pi sobre las cua les a veces se 5. Polea ultraligera, se utiliza en
f. Polea sencilla con arraigado. colocado sobre e l grillete giratorio. Se
a parejan barbers. regatas. Es de titanio y es muy cara
utiliza en la base del palo para reenviar
la s drizas a la bañera .
290 El ba r co La jarcia 291
-
re ndimiento, es necesa ri o tirar en el mi sm o se ntido en el q ue q ueremos que trabaje el aparejo. larga r con g ra n ra pidez y ba jo ten s ió n.
,,
Pu es si tiram os en sentido co ntrari o, la últim a po lea servirá únicamente de reenv ío, desa prove- Es ind ispensabl e pa ra utiliza r co n las
chando así un g uarn es. Hay que refl exio nar bi en, pues a pesa r d e las apari enci as ¡este apa rejo escot as e n los mult icascos.
sólo es de 2 gua rn es !
1. a . Co rna mus a pa ra vueltas. Es la cornamusa clasica, sencilla y sin ningún
meca ni s m o especia l, que vi ene bi en e n todos s itios.
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tiro
·• .•
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b. y c. Cornamusa de cuña . Una vez dada la prime ra vue lta, la m a niobra q ueda
bloq uea d a. l a corna musa 2 es pa ra d rizas y la 3 pa ra escotas.
d. Mordaza . Es la que se sue le ut iliza r para la s e scotas. Hay q ue e legirla
'v"
2 guarne ~~
~,, ,,, ''' sobre dime ns io na da, pues no agua nta g ra ndes tiro nes. Se atasca co n la a re na , V s i
le po ne mos gras a pOde m os e mpeora r las cosas Ipues la a re na se queda ra
""
"" pega d a ). iEs m ejo r usar aceit e!
~'V
firme e. Cla mcl eat . Es un invento genia l, pu es no ll eva nin gú n m eca nis m o que se pue da
'\. "" estro pea r, muerde muy bi e n las m ani obras y no es ca ra. Ta mbi én ti e ne s us
1 incon ve nientes, pues afloj a un poco e l cabo qu e recib e lunos 5 milímet ros), lo cua l
A B e D
imp ide utilizarla con las drizas; tra ga todo lo que pasa po r e ll a, pe ro sólo mue rde 3. En a lg un as m a nio bras co nvie ne
Para montar un aparejo, por ejempl o el de la escota de la m ayor, debem os introd uci r siem - los cabos del gros or previsto y se d esgast a co n facilidad, sobre t odo las de coloca r un pe qu eño escot e ro de la nte
p re en las po leas el firm e d el ca bo (el chicote q ue quedará fij o), empeza ndo por la última para plástico. de la clamcleat. De este m odo e l ca bo
no tener que pasar to do el cabo. En el caso de una escota de Cava le, por ejem plo, el fi rm e pa- no podrá so ltarse accide nta lmente . Por
sa rá sucesivame nte de popa a proa por la polea situada al fondo de la bañera y de proa a popa Todas estas corna mu sas ag ua nta n m á s te ns ió n, s i a dem as de est a r sujetas po r e l contrario, un a vez s ue lto, se desliza rá
por la po lea q ue está delante de la bot ava ra y por la de la ba rraescota, pa ra termina r pasan do pernos y tornillos, s e pega n. con mas dificultad .
de popa a proa por la polea de atrás de la botavara, afirmándo la por último al arraigado de la
polea de la ba rra escota .
El único y verdadero problema que tiene es que, en caso de avería, aluminio. Es conveniente intercalar una lámina de plástico entre meta-
no siempre es posible enrollar o bajar el génova, por lo que debemos les de distinta naturaleza y debemos tener cuidado con los cascos de fi-
elegir un material ya probado y respetar las siguientes normas: bra de carbono. Los plásticos (Celaron, Delrin, Duratron, etc) son prác-
tcamente compatibles con casi todos los materiales.
• el estay debe estar tenso, incluso muy tenso, con el fin de evitar
que forme una curva que cuelgue, lo cual ocasionaría la rotura de las Para desempeñar bien su función, el acastillaje debe utilizarse con el
uniones de los elementos del tubo. Si esto ocurre, ya no podremos en- fin previsto. Si obligamos a un cáncamo a trabajar en una dirección ina-
rollar más. pues la parte superior del enrollador ya no seguiría a la infe- decuada podria romperse, aunque esté sobredimensionado. El hecho
rior; ni tampoco quitar la vela, al quedar interrumpida la continuidad de u~ilizar piez~s de un. tamaño mayor de lo necesario no es ninguna
del carril; solUCión. Por elemplo, SI colocamos poleas demasiado grandes bajo la
• la driza debe estar completamente despejada del mecanismo para botavara éstas s~ estropearán, deteriorándola al balancearse exagera-
que no se enrolle alrededor del estay, pues en ese caso será imposible ~a~e.nte en las Viradas. Hay que recordar que la ligereza muchas veces
enrollar la vela y quitarla; SIgnifica resistencia.
• el recorrido del cabo del enrollador debe ser lo más directo posi-
ble para evitar al máximo el rozamiento. siendo además totalmente ¡n- . Cuanto más simple es una pieza más sencilla será su reparación . Si
dispensable utilizar un güinche; Instalamos a bordo materiales complicados, no solamente tendremos
• los rodamientos del enrolla dar deben ser inoxidables y de bolas; que embarcar accesorios y recambios, además de los conocimientos ne-
. Ia vela deberá resguardarse de los rayos ultravioletas por medio de cesarios para arreglarlas, sino también materiales para sustituir las pie-
una banda protectora; zas estropeadas; pues ciertamente hay que izar la mayor mientras esta-
• no hay que dejar que el tangón del spi estropee el estay, aunque mos reparando el güinche correspondiente.
sea sin querer; de lo contrario ¡cuidado con las roturas!
La lubrificación
11 no hay que salir a navegar sin los folletos técnicos específicos y sin
las herramientas adecuadas para poder reparar el enrollador, o por lo ~n poco de grasa rosa con agua de mar y una pizca de sal fina, no es
menos para bajar la vela; cIertamente el aliño ideal para nuestras piezas de acastillaje.
• hay que contar con la posibilidad de izar por lo menos un tormen- Hay que hacer desaparecer del barco las grasas corrientes, el sebo y
tín en caso de avería. otros productos clásicos, pues forman una emulsión con el agua de
mar y/o retienen la arena y el polvo.
Elección y mantenimiento del acastillaje En la actualidad, podemos engrasar casi todo con un poco de aceite
La variedad de las piezas que forman el acastillaje es infinita, aparecien- muy fluido; como éste suele durar poco, es mejor utilizarlo frecuente-
mente (cada quince dias) y en pequen as cantidades.
do a diario nuevos modelos en el mercado. ¿ Cómo elegir? Podemos
hacerlo considerando los siguientes criterios:
• la resistencia,
• la fiabilidad,
• el peso,
• el precio,
• la compatibilidad de los materiales entre sí y con sus soportes,
• el esfuerzo real que deben sufrir,
• la experiencia del proveedor y su red de distribución, tanto nacio-
nal como internacional,
• la adaptación a su función,
• la facilidad de mantenimiento ...
Para desmontar un güinche hay que
Estas piezas pueden fabricarse en aleación de aluminio anodizado, coloca r un biombo (que no se ve en la
acero inoxidable, bronce, plástico. Celaron, Duratron, Delrin .. fatal y un paracaidas ipues nunca se
No hay que olvidar la acción galvánica sobre las mismas, sobre todo sabe lo que pu ede ca e r o saltar de esos
si utilizamos aleaciones de cobre que esten junto a otras que tengan artilugios !...
296 El barco
La jarcia 297
También podemos utilizar grasas que contengan lubricantes sólidos, Para enzunchar, se unen los extremos de dos perfiles metiendo por
como el bisulfuro de molibdeno, para las piezas mecánicas que no es- dentro de ambos otro perfil de un diámetro algo inferior, es decir, un
tán al aire libre (güinches o piezas del timón) y los tensores. Una vez eli- zuncho. Después se atornilla o se remacha esta pieza a los dos perfiles
minados los restos de grasa antigua las engrasamos ligeramente (con principales; también se suele pegar (con Aral dit) para evitar el más mí-
un pincel, por ejemplo). Basta con hacerlo una vez al año. nimo desplazamiento, pues de otro modo los patines y la relinga de la
También podemos engrasar cualquier tipo de carril con grasas a ba- vela no podrían circular por dentro del carril o canal.
se de silicona, pero si el deslizamiento se lleva a cabo sobre plástico. re- la unión por soldadura se utiliza cada día más, pero debe realizarla
sulta más eficaz limpiarlo bien con petróleo de quemar. un profesional, pues requiere un material muy específico. Y lo mismo
Resulta muy útil llevar a bordo un liquido especial para desbloquear ocurre con las reparaciones.
piezas, por si hemos tardado mucho en engrasarlas. Pero, ¡ojo! pues
aunque lo mencionemos en este apartado. no es un lubricante.
Las reparacion es
Con los medios que llevamos a bordo, no podremos hacer gran cosa,
excepto si disponemos de las piezas de repuesto adecuadas o del con-
A
junto completo para montarla. Es necesario trabajar en el interior de la
/;";~~----....-.....--........
cabina. En caso de que no sea posible, podemos hacerlo fuera siempre
"
// \\
los aires, como en el caso de los muelles de los güinches. Esta misma
,
precaución debemos tomarla incluso en puerto.
e El enzunchado consiste en
Las perchas en sambl ar dos p erfi les A y B
Las perchas de metal introduciendo por dentro de los
En la actualidad casi todas las perchas son metálicas. Los metales que mismos un perfil de un diámetro
: ""'",=="c::/'
se utilizan con mayor frecuencia son aleaciones a base de aluminio (A) ligeramente inferior, e, pegado
y de magnesio (G). Como por ejemplo, la aleación AG4 (el 4 indica el
B :
,, y despues so ldado, remachado
porcentaje de magnesio, en este caso 4 %), a menudo completadas con ", o atornill ado, segü n se muestra
manganeso y cromo ... en el dibujo.
También se fabrican palos de titanio, pero la utilización de este me-
tal todavía no ha pasado de la fase de experimentación.
Mantenimiento. las perchas de aleación ligera casi no necesitan
la mayoría de las perchas de AG se fabrican por extrusión, siendo en
El remache encajado
Los palos viejos pueden recobrar su buen aspecto original si los cepi-
El palo
llamos un poco. Pero, evidentemente, no podremos hacerlo más que
Elegir un palo es una cuestión de profesionales, y no resulta rentable
dos o tres veces.
hacer bricolaje con esta pieza. Colocar un palo demasiado grueso es
Los palos o botavaras de madera deben guardarse siempre sobre un
casi tan malo como instalar uno pequeño. Por esta razón no estaría de
soporte bien recto, en un lugar seco y aireado, para que no se defor-
más aprender unas cuantas nociones prácticas.
men. Hay que colocarlos sobre la única parte recta: el carril.
Los herrajes que se fijan al palo no deben tener ningún juego, sobre
todo los del pie del palo, pues en caso contrario corremos el riesgo de
Fijación de los herrajes. La fijación de los herrajes a las perchas de-
que esta zona se ensanche de la manera más tonta igual que el extre-
be hacerse con mucho cuidado, al ser la madera blanda.
mo de un espárrago cocido. Cuando esto sucede, sólo existe una solu-
Pueden utilizarse dos sistemas de fijación:
ción: desmontarlo, limpiarlo, cortar la parte "cocida" y volver a montar-
• el tornillo de madera, que aguanta bien si es largo y grueso, pre-
Las perchas son huecas. Los herrajes lo, pegándolo con Araldit, atornillándolo o "encajándolo" fuertemente.
sentando una mayor resistencia a la cizalladura que al desgarro.
no se pueden fij ar má s que en los sitios Si vuelve a ocurrir hay que soldarlo.
• o el perno, muy resistente a la cizalladura y al desgarro.
donde h ay camisas.
En principio los herrajes deben fijarse en el lugar donde están colo-
cadas las camisas y hacer que los tornillos trabajen contra la ciza lladura.
Siempre que podamos, reforzaremos los tornillos con pernos, debiendo
utilizarlos obligatoriamente cuando la pieza deba oponer resistencia al El perfil adecuado
desgarro.
De modo general, es conveniente pensárselo bien an tes de hacer un
agujero cualquiera en el palo con la taladradora. Pues cada agujero lo
debilita un poco más y aunque volvamos a taponarlo, las fibras de la
E l estudio de un palo es cuestión de profesio na-
les, pero en lo que respecta al v uestro , debéis
conocer los datos sig uientes:
madera quedarán cortadas. • el tipo de aleación,
Estos agujeros representan posibles entradas de agua, por lo que de- • la s cotas y el grosor del perfil ,
bemos impregnar de barniz la parte interior de los agujeros de los per- • la inercia transversal (xx') en cm 4 ,
nos y untar con bastante sebo los tornillos de madera. • la inercia longitudinal (yy') en cm 4 ,
Para taponar un agujero inservible no hay que introducir una clavija • el peso por m etro.
demasiado grande, ya que al hincharse haría estallar la madera.
En caso de producirse un a desa rbo ladura en el
extranje ro, por ejemp lo, el conocim iento de est os
Reparación. En las perchas de madera todas las reparaciones se ha- parámetros os servi ría para poder elegir un palo
Empalme cen con spruce y las piezas se ensamblan con cola. No se deben utilizar de la s existencias de un proveedor loca l, co n el
Para reparar un carril rajado o nunca tornillos ni clavos. mínimo ri esgo de error. También os serviría para
arrancado (del palo o de la botavara), Para encolar dos piezas extremo con extremo, se hace un empalme elegir un p erfil más flexible o más rígi do, en el
hay que: (ensambladura en bisel con una inclinación aproximada del 10%). plano xx' o yy', segú n el re sultado que pretenda -
• introducir un sa ble en e l carril para
mos alcan za r, manteniendo al mi sm o ti empo un
peso similar de m etal por metro. Esto representa
pOder colocar otra vez e l trozo
el parám etro de la resistencia de l pa lo (q ue no
a rrancado en su s itio o para s ujetar
hay que confundir con la in ercia superficial, que
la parte rajada;
es el parámetro de la dureza).
• pegarlo;
• asegurarnos qu e la pieza ajus ta En e l dibujo de al lado mostram os algunos
perfectamente V enro llar a lrededor de ejemplo s de los perfiles de pa lo má s corrientes;
la percha un cabo de nylon de 1 a 2 El prim ero corresponde al palo de un deriva- 4
milimetros de diámetro. Después hay dar, el seg undo a un barco de 7 a 8 m etros de es-
que apretar fu ertem e nte dejando una lora cuya mayo r t endría la relinga adaptada al carril del palo. El tercero co rresponde a un. palo
sepa ración de un ce ntím etro entre cada
de ~n barco de unas 10 ton eladas con enrollador de mayor de grátil in stalado en su inte rior, y
vuelta.
el cuarto es un perfil si milar al del palo aerodinámico de los cat amara nes.
302 El barco La jarcia 303
I
I
El Jockey Pole (separador de braza)
Este pequeño tangón sirve para separar la braza del spi en el sentido de
------d los obenquillos cuando ésta se encuentra completamente cazada a la
~
1. Braza del spi.
I contra. Sirve para reducir el esfuerzo y el desgaste que se efectúa sobre
I 2. Tangón.
la braza. Como suele perderse con asombrosa facilidad, resulta indis-
~
3. Jockey-pole, o separador de braza.
pensable sujetarlo con un cabo al pie del palo.
Si deseamos que los obenques tengan cierta elasticidad utilizaremos modo, significa que uno o varios alambres se han roto, y el cable ya só- en un alambre que ha sufrido
la amarradura, por ejemplo en los obenquillos de barcos pequeños de lo sirve para tirarlo. d e obenque. un golpe.
jarcia flexible.
driza,
textiC ~~~~¡;:l~ lidad evidente para tensar las velas. Incluso en los casos en que esté
unida a la driza textil por medio de un ayuste mixto, y si disponemos de
de la vela de proa. Se iza a tope y se da una vuelta a la driza en la cor-
namusa. Con la polea de gancho del aparejo colocada en el grillete ad
cons t ruir un a parejo" .
un güinche al pie del palo, podemos tensar la vela directamente tiran- hoc, lo tensamos y después damos una vuelta a la tira sobre la misma ... con una boza y un nudo de
do del cable, para lo cual bastara con dar dos vueltas sobre el güinche. cornamusa, por encima de la driza. Al utilizar una sola cornamusa evi- aboza r, que resulta muy útil para
En cualquier caso, nunca debe afirm arse el cab le a una corna m usa. tamos hacer una falsa maniobra al arriar la vela. s ustit uir un güi nche estropeado o
Cuando e l foq ue está iza do, e l cab le
Para no perder la polea de gancho, es conveniente hacer una lasca para mante ner la vela arriba
no debe llegar a la cornamusa.
Medios para tensar las drizas en el extremo de la tira. mie ntras hacemos un ayuste mixto.
Existen muchos, entre ellos los siguientes: Este sistema está desapareciendo. A veces podemos utilizar un apa-
• El güinche. Es el sistema más sencillo y el que más se utiliza. Está rejo para reemplazar un güinche estropeado. Sustituimos el gancho por
indicado para barcos de todos los tamaños, para cuaíquier sistema de un cabo textil de 1,5 a 2 metros, y lo afirmamos a la driza con un nudo
drizas y para todas las velas. Podemos equiparlo con un mecanismo de boza, sea cual sea la naturaleza o composición de los cabos.
autocazante, pero en este caso hay que tener cuidado, pues al izar la
vela con este sistema se ejerce una fuerza enorme y si se engancha • El apa rej o simplificado . La parte textil de la driza se monta de
algo (un mosquetón colocado al revés o una relinga mal enfilada) po- modo que podamos construir un aparejo cuando la vela está izada.
demos estropear seriamente una vela sin darnos cuenta. En cuanto alcanzamos el guardacabos, cogemos el cabo por el punto
P para hacer una gaza, pasándola por debajo de la cornamusa, y a
continuación tensamos tirando del chicote de la driza. Cuando baja-
Tambié n puede instalarse e l güinche
mos la vela, hay que aflojar un poco la driza y quitar la gaza de la
e ncima del tambucho co locando una
polea de reenvio al pie del palo, para
cornamusa, sin dejar que se escape toda la driza por el guardacabos.
Este sistema se utiliza con foques de hasta 10 metros cuadrados
poder maniobrar la driza desde la
bañera.
aproximadamente.
308 El barco La jarcia 309
• El ca rretel. Está indicado para las drizas de mayor totalmente de Modos de unir la driza a la vela
metal que suelen llevar los barcos mayores de 12 metros. Si la instala-
ción es la adecuada y enrollamos bien el cable con vueltas muy juntas,
Para realizar esta unión, necesitamos algún sistema rápido y que sea ::1.:
imposible de perder.
el sistema es bastante cómodo, aunque poco común. Después de al- El más sencillo es el llamado mosquetón de driza. Se monta, hacién-
gún tiempo, la última vuelta de la driza se suele quedar mordida entre dolo prisionero de la gaza de la driza, y afirmándolo con un grillete blo-
las anteriores y es necesario soltarla al arriar la vela. Para que este siste- queado. Aunque sintamos la tentación de ponerle un cabito de aper-
ma funcione, hay que utilizar un cable que no esté deformado; si éste tura no debemos hacerlo pues podría engancharse en la jarcia y hacer
se deforma con rapidez, es que es demasiado grueso; es mejor utilizar que el mosquetón se abra.
uno delgado y además el aparejo será más resistente. Por lo general al no poder meter un mosquetón por el ollao de la ta-
1. Ba jando la botavara con la mano.
bla del grátil lo que hacemos es enganchar un grillete con pasador y és-
• Tensado por la p arte inferior. Se suele utilizar en las mayores. te a un mosquetón imperdible.
Izamos la vela a tope, damos una vuelta a la driza en la cornamusa y En los derivadores, basta con un simple gancho, lo cual resulta inte-
enganchamos el puño de driza al g ancho, que podemos manejar a dis- resante pues disuade totalmente a los posibles rateros.
tancia y que sirve para colgar la tabla del grátil del tope del palo. A Instalación de un a parejo a la in glesa
continuación podemos tensa r de tres maneras distintas: El recorrido de las drizas en un, d,;,. te"';! .
- bajando la botavara con la mano y bloqueando el pinzote en su Siempre que sea posible, conviene aparejar las drizas con poleas orien-
tintero (barcos pequeños);
tables, mejor que con roldanas con cajera. De hecho, puede que nos
- bajando la botavara con un aparejo o un güinche; veamos obligados a utilizar estas drizas para otras operaciones distintas
2. Con un aparejo que también - por medio del ollao del Cunningham. De este modo podemos ten- del izado de las velas. Por ejemplo, para amarrar un barco al muelle al
podemos reenviar a la bañera . sar un grátil demasiado largo (tanto de mayor como de foque). Es un varar, o para rescatar a un hombre del agua.
sistema utilizado especialmente en regatas, cuando lo que pretende- Los reenvíos de las drizas exteriores deben pasar por delante de
mos es disponer de la mayor superficie de las velas. las crucetas, pues si pasan por detrás se engancharán con la mayor
al navegar en rumbos portantes y ya no podremos maniobrar las
• A p arejo a la inglesa. Este viejo sistema todavía se utiliza en los velas.
barcos grandes. Se iza con la dri za t extil (aparejo de 2 guarnes) y se En muchos barcos modernos, las drizas pasan por dentro del palo.
3. Utilizando e l o llao d e l tensa con el aparejo a la inglesa (aparejo de 2 guarnes sobre firme): Este sistema presenta la ventaja de reducir la resistencia aerodinámica y
Cunningham y un reenvío 2 guarnes x 2 guarnes = 4 guarnes despejar la jarcia. Es el único sistema posible cuando se utilizan palos
a la bañera .
flexibles. pues de otro modo las velas se aflojarian al combarse el palo.
Pero también tiene sus inconvenientes pues es necesario emplear una
driza toda textil o toda de acero; si utilizamos una mixta hay que hacer
un empalme tipo ayuste mixto o tail splice; debiendo cambiarla antes
de que se rompa.
I '---- -11-----'-----'----'
metálica al puño de driza
(eventua lmente al puño de amura) de
mo muy pesado en su extremo. Luego, dejamos caer el plomo de gol-
pe, para que baje lo máximo posible en línea recta. Nunca se sabe si
pa sar por el interior de l palo; pues
en otro caso. al combars e éste s e
cada uno de los toques pequeños. vamos a lograrlo, y dos drizas metálicas enredadas se desgastan ense- aflojarian, d est e nsandose las velas.
310 El barco
La jarcia 31 1
guida al rozar una con otra y con la pared del palo. Incluso pueden lle-
A lgunos casos típ icos de desgaste. Si aparecen flecos a la altura Una d ri za e nrollada
gar a cortar los pernos de fijación de los herrajes. Al final de la tempo-
del casqui llo es debido a que el ca b le es demasiado débil y hay que alrededor del estay
rada es conveniente desarbolar el palo y comprobar que todo está claro
cambiarlo por otro de sección mayor. atrae a los fl ecos.
en su interior.
• Si aparecen flecos en un trozo bastante grande, en particular en la
mitad de la driza, seguramente es porque roza con un herraje del aparejo.
¿Dónde afirmar las drizas? Normalmente suele haber güinches y • Si observamos flecos en la driza del foque, a unos 20 Ó 30 cenli-
cornamusas al pie del pa lo. Aunque algo pasada de moda, esta disposi- metros del puño de driza, probablemen te será porque hemos manio-
ción es sin duda alguna la mejor, pues se producen menos rozamientos brado con la driza enrollada alrededor del estay.
y es más fácil izar las velas, con lo que habrá menos "espaguetis" en la • Si el cable hace una "S" y está deformado permanent emente, es
bañera. Si nos vemos obligados a llevar los güinches de encima del debido al defecto habilual de la parte de la driza que se enrolla en el
tambucho, lo mejor es izar entre dos tripulantes. Mientras uno iza al
güinche. Esta deformación se produce en el sentido de la maniobra .
pie del palo, el otro caza en la bañera y al final se tensa la driza. Para Por lo tanto, hay que cambiar de método, pues en caso contrario la de-
ordenarlas hay dos soluciones eficaces: colocarlas sobre el suelo de la f ormación se acentuará y el cable acabará por romperse.
cabina o bien dentro de bolsas (que raras veces nos proporciona el asti- Asimismo, hay que saber que aparecerán flecos inevitablemente a lo
llero) que nos molestarán menos si las colgamos en la misma cabina y
largo de todo el cable si éste roza con una cajera inadecuada, cuya rol-
no en la bajada o en la bañera.
dana está mal orientada, o que tenga un diámetro demasiado pequeño.
En este último caso el cable formará un tirabuzón. Hay que utilizar
¿ Cuánta s dri zas lleva remos? Una driza puede romperse, pero lo un cable más flexible o de un diámetro in ferior; cam b iar el diámetro de
más frecuente es que se suelte. ¿Qué podemos hacer cuando esto ocu- la roldana o pasarnos al Kevlar instalando una roldana apropiada .
Dos maneras de fi jar un emisario
rre y no podemos volver a utilizarla? Evidentemente podemos llevar
a una driza para izarla por el interior
una de recambio. También podemos utilizar un amantillo de mayor co- Dri zas de repuesto. Puesto que el desgaste es inevitable, resu lta
de un palo.
mo driza, emplear la driza del spi para el foque y colocar astutamente conveniente llevar a bordo, por lo menos en crucero, algunas drizas de
el amantillo de tangón para la trinqueta. En las grandes travesías con- recambio. En lo que respecta a las metálicas, es convenient e:
viene llevar una segunda driza de foque. • disponer de un cable de acero un poco más largo que la driza me-
tálica más larga que tengamos a bordo, con una gaza en uno de sus
Desgaste de las drizas extremos. Cuando vayamos a utilizarla, la cortaremos en la longitud
La driza textil no se desgasta en todos sitios por igual. Los principales adecuada y haremos la segunda gaza con un terminal desmontable o
con dos abrazaderas, formando un ayuste;
puntos de deterioro son los puntos de tensión cuando las velas están
orientadas (la roldana en el tope del palo y la cornamusa o güinche al • si hemos comprobado que las poleas eran demasiado grandes,
podemos ut ilizar provisionalmente una driza de recambio cien por cien
pie del mismo), y los herrajes sobre los que golpean las drizas, tanto en
puerto como en la mar, dentro o fuera del palo. Hay que luchar sin tre- texti l (si es posible de Terga l preeslirado);
gua contra este tipo de desgaste. Un medio eficaz es aislar el palo para • también podemos disponer de una driza de recambio totalmente
evitar el rozamiento en su interior. preparada, para cada vela.
Podemos ahorrarnos mucho dinero si al salir llevamos una driza muy Los cables que se guardan a bordo deben engrasarse y embalarse en
larga; de este modo podremos acortarla para eliminar o desplazar los un paño bien engrasado.
o
puntos de desgaste. También podemos colocar de nuevo la driza cam-
El miedo a los flecos
biando de lugar sus extremos, de este modo al var~ar el punto de ten- Las escotas es el principio de la
sión las partes desgastadas ya no trabajarán más. Est á claro que h ay
Las escotas deben ser: prudencia .
que acortar o cam b iar de se nt ido u na d ri za, mucho antes de q u e
• totalmen te texti les; es conveniente que no sean elásticas, pero so-
se vaya a ro m p er. ..
bre todo es importante que se puedan manipular fáci lmente sin hacer-
nos daño;
Para ais la r e l pa lo por dentro s e La driza metálica como cualquier cable de acero es muy resistente • preferen temen te de texli l t renzado, y del " t renzado que va dentro
introduce una lámina d e po lies tireno mientras se manipula de forma adecuada. Pero si se enrolla alrededor de una funda". Pues las escotas son jarcias que se deslizan mucho y
expandido. del estay o si se forman cocas, se rompe enseguida. que rozan en grandes zonas (con t ra los pasamanos, obenques, tenso-
312 El barco la jarcia 313
res, güinches, pintura antideslizante de la cubierta). Los cabos colcha- cuando portan sobre los baby·estays. obenques. tensores, pasamanos y
dos se desgastan enseguida y se deshacen fácilm ente . Los cabos tren- can deleros. Si no podemos suprimi r la causa del desgaste (cambiando
zados con funda son 105 que mejor resisten el desgaste; de sitio un candelero. por ejemplo), intentaremos limitarlo al máximo.
• de un diámetro adecuado, pues estas jarcias están sometidas a es- recubriendo los obenques y tensores con tubos que puedan girar y uti-
fuerzos muy grandes, y a veces enormes. Además, hay que sujetarlas lizando cables con funda en los pasamanos.
bien con las manos. En un barco pequeño aunque las escotas fueran No obstante, el desgaste resulta inevitable en los puntos de retorno
delgadas aguantarían lo suficiente, pero sin embargo se utilizan cabos de las escotas: poleas y escoteros. Podemos limitarlo utilizando poleas
de al menos 8 o, mejor, 10 milímetros de diámetro. bien configuradas que se orienten solas en el plano adecuado, y utili-
zando escoteros perfectamente pulidos y orientados.
Escotas de las velas de proa Hay cubiertas antideslizantes que también son muy agresivas, ya ve-
Modo de fijar dos m edias escota s al
ces resulta conveniente eliminar las rugosidades a lo largo del recorrido
Longitud . La escota de una vela de proa debe tener por cada bordo la puñ o de am ura con dos ases d e guía .
misma longitud que la base del foque, más la distancia que hay entr~ el
más frecuente de la escota. T ambién p ode mo s coser dos gazas
El desgaste se produce normalmente en puntos concretos y la escota
pie del estay y el escotero, más un trozo para maniobrarla. Conviene al guardacabos.
no se deteriora de manera uniforme. Si le damos la vuelta a tiempo,
determinar su longitud in situ. Hacemos un as de guía en el puño de
podemos prolongarle la vida.
escota, y la pasamos por el pie del estay y por todo el recorrido (escote-
ro, reenvío, güinche y cornamusa), dándole 1 metro más para poder
Los chicotes. Cortar las escotas por medio de calor sólo no es sufi-
cogerla, y un 10% por lo que va a encoger. Todo lo que sobrepase de
ciente, incluso si soldamos los chicotes al rojo vivo. Es necesario prote-
esta medida no haría más que sumarse al lío de nudos que forma la es-
ger los extremos de la s escotas con un falcaceado cosido, sobre todo
cota desordenada en la bañera. Si una misma escota sirve para varios
cuando utilicemos escotas textiles trenzadas con funda (pues la trenza
foques, tenemos que medir su longitud con el foque mayor y pasarla
por el mayor recorrido que vaya a efectuar se desliza fácilmente por dentro de ésta). Haciendo una lasca en los
chicotes quedará bien sujeta la funda a la trenza .
Cuatro maneras de aparejar una escota de mayor. agujeros por los que pa sa el cabo .
Instalació n: en el primer guarne de la trapa . Pas ar e l cabo por e l agujero inferior y
cer con ella en la ceñida. Para que no sea tan larga, podemos intercalar
despues hacer un nudo sencillo, volviendolo a s acar por e l agujero s uperior pa ra
fijarlo al arraigado de la polea de la botavara. Pas amos e l otro extremo de la trapa
/
una rabiza entre la botavara y la polea superior. Pero ¡cuidado con las lIa tira) que viene de abajo por el agujero central .
cabezas! pues esta polea puede ser peligrosa. Funcionamiento: para tensar la trapa hay que tirar del chicot e hacia abajo y pa ra
bloquearla, daremos una vuelta entre la tira y la tablilla. Cuando largamos la driza Barraescota equipada con un carro de
de la mayor, e l aparejo se afloja des haciéndose sola la vuelta , y quedando largado rodillos. Este carrO puede des lizarse
Desgast e. Una escota de mayor se desgasta principalmente al nave-
el aparejo. bajo tens ión y tambien lleva tiras para
gar en ceñida, es decir cerca del firme. Si le damos la vuelta y después
poder maniobrarlo con facilidad
la acortamos, triplicamos su vida.
durante la navegación.
Los chicotes. La escota de la mayor debe estar falcaceada en los dos Trapa de la botavara
chicotes. Sin embargo, no sirve de nada ayustar el firme, basta con ha- Para que una trapa sea eficaz, debe ser resistente y poco elástica. Las
cer un simple as de guía, lo cual permite desaparejar facilmente la esco- hay de todas dases, desde la genial "tablilla de tres agujeros" hasta el
ta para darle la vuelta.
gato hidráulico que sirve de amantillo. Consiste en un simple aparejo
Escota de mayor aparejada de tres o cuatro guarnes textiles, colocados entre la botavara y el pie
largado rápid o. Es absolutamente necesario en los multicascos. del palo. Podemos limitar su elasticidad, con un cabo de Kevlar o con
con una rabiza.
Hay que poder largar la escota corriendo mas que nuestra sombra. El un aparejo muy corto, prolongado con un cable de acero. Puesto que
modo correcto de hacerlo es por medio de una clamcleat basculante, necesitaremos hacer mucha fuerza, hay que reenviar la tira del aparejo
que podrá maniobrar el timonel desde cualquier lugar.
a un güinche; pero hay que tener cuidado, pues la fuerza que se desa-
rrolla es de tal magnitud que puede romperlo todo.
Maniobras especiales En los barcos antiguos, la trapa puede ser un aparejo volante situado
de la mayor en sentido vertical entre la botavara y los puntos fijos de la cubierta (ca-
denotes, cáncamos de sujeción de las poleas del foque, etc). Su objeti-
Reglaje de la barra escota vo sólo es sujetar la botavara hacia abajo en rumbos portantes, y no ar-
Según las dimensiones de los barcos, el reglaje del carro de la barraes- quear las perchas. Barra escota equipado con un carro de
cota de la mayor puede hacerse por medio de: un aparejo por cada rodamientos. la tira de esta maniobra
bordo (dibujo A de la página siguiente) que puede controlarse con un La trapa también sirve como retenida de botavara. Su uso presenta s e ha aparejado lo más sólidamente
güinche; o simplemente por un cabo fijo al carro que se muerde con cierto riesgo sobre todo con viento de popa, pues si el barco traslucha, pos ible. Podemos abrir el plano de l
una damdeat (B). la botavara, al estar sujeta, podría romperse. Para evitar este riesgo, velamen bajo tens ión, pero no
conviene aparejar además una verdadera retenida de botavara. podemos cerrarlo .
316 El barco La jarcia 317
Elástico para sujetar las burdas En barcos mayores, la elasticidad tampoco deberá ser exagerada. Al
Con el fin de evitar que la burda de sotavento (la que no trabaja) roce alargarse la driza hace que el spi cuelgue, lo cual origina un gran des-
contra la mayor durante la navegación, se apareja un cabo elástico gaste a causa del roce con la polea. Por este motivo, conviene utilizar el
para que quede sujeta. Este elástico se trinca en la burda, pasa por Tergal preestirado o el Kevlar antes que el acero. El guiacabos ya no sir-
un escotero o polea situado debajo del anclaje de las crucetas y se ve y hace falta una polea.
afirma en el palo. Su longitud está calculada para que pueda estirarse Esta polea tiene que poder orientarse libremente sin que la driza ro-
cuando la burda está cazada y pueda recoger su holgura cuando está ce contra el estay u otra pieza del aparejo. Lo mejor es utilizar una po-
largada. lea giratoria de eje vertical. En caso de que instalemos una polea volan-
Modo de fijar un matafión sobre la vela te sobre un pescante, es necesario que ésta separe bien la driza del pa-
Conviene que el cabo elástico tenga un diámetro adecuado (lOÓ
y alrededor de la botavara. lo para evitar el desgaste.
12 mm) y sea lo bastante largo con el fin de poder trabajar con él mo-
deradamente estirado. En los barcos grandes, la unión del spi con la driza se lleva a cabo
con un grillete giratorio que permite que la cabeza del spi pueda girar
si la driza se enrosca al izar la vela. En los barcos pequeños, muchas ve-
La maniobra del spi ces es suficiente utilizar un as de guía, si la driza es de Tergal, y un
El spi y las velas de su clale (big boy, Ipi alimétrico ... ) Ion de diltinta mosquetón si ésta es de Kevlar.
naturaleza que las velas de ceñida, lo que justifica que las analicemos Para izar un Ipi de más de 40 metros cuadrados de superficie hay
de forma independiente. que dar una vuelta a la driza sobre un güinche, para poder sujetarla en
caso de que el spi porte demasiado pronto.
Las drizas del spi Lal drizal deberán ler bastante largas, para poder coger el mosque-
La eventual elasticidad de la driza del spi es menOI problemática que la tón en la popa del barco sin soltar el otro chicote, y sin olvidarnos del
de las demál drizas. 10% que tienen que encoger. Instalación del puño de amura del spi
Las más adecuadal para los barCal pequeños son las de Tergal al en un barco grande. la braza se desliza
cien por cien. Pasamos la driza por un guiacabos que es una pieza que La braza del spi por el terminal del tangón ; la contra
le permite orientarse 180". Es preferible el acero inoxidable al pláltico La maniobra del spi lleva dos brazas. Durante la navegación, las dife- está cosida, y sirve al mi smo tiempo de
(pues éste puede cortarse con la driza), debiendo ser la driza de un diá- renciamos llamando braza a la maniobra que está a barlovento y esco- trinca; al no estar el ama ntillo en el
metro considerable y de cabo trenzado, pues el cabo colchado luele ta a la de sotavento. extremo del tangón, la contraescota
enrollarse en lo alto del spi al izarlo. Las brazas del spi deben ser muy poco elásticas y eltar perfectamen- puede colocarse mejor en su sitio.
te configu radas. Lo mejor es utilizar las de fibra trenzada.
En 101 barcos pequeños (de menos de 8 metros) para unirlas al spi
basta con hacer un as de guía. Y en barcos grandes, se coloca un mos-
quetón que puede abrirse bajo carga. El preferible utilizar los que le
abren con un punzón y no poner cabitos de apertura que, tarde o tem-
prano acabarían por engancharse en cualquier sitio dejando escapar el
spi de manera inoportuna.
Las brazas por lo general pasan por escoteros o poleas situadas al fi-
nal de la popa, desde donde vuelven a la bañera . Estal poleas de retor-
no suelen sufrir esfuerzos muy grandes por lo que deberán estar fijadas
sólidamente y ser bastante grandes.
Asimismo, estas maniobras deben ser muy largas, pues, en algunos ca-
sos, el puño de amura del Ipi se coloca en la popa del barco a lotavento,
Con un guiacabos fijo la driza puede
debiendo ser, como mínimo, el doble de largas que la eslora del barco.
Si la pOlea se orienta desca nsando orientarse en todos los sentidos sin Es conveniente disponer de una maniobra ligera de repuesto que
Si el eje de la polea se desplaza mu cho. sobre un eje vertica l, la driza no se roza r nunca. Pero este sistema no nos servirá de escota cuando el viento sea flojo.
la driza del spi ro zara frecuentem ente desgastará nunca pudiendo ser ésta de admite más que drizas totalmente Cuando el spi tenga una superficie mayor de 150 metros cuadrados,
con e l estay. cualquier tipo de material. te xtiles. es mejor contar con cuatro maniobras, dos por cada costado, que servi-
320 El barco l a Jarcia 32 1
LAS VELAS
Gramaje y resistencia
La tecnología vélica ha evolucionado enormemente.
La fibra de carbono, se utiliza en la actuali dad para fabrica r tejidos Los windsurfistas utilizan a veces tejidos monofilm, transparentes, de
a base de cristales líq uidos d e carbono, como el Vectran. En este mo- Mylar puro (que no han sido tratados por "complexage").
mento todavía se encuentra en fase experimental y sólo la emplean los El Mylar es una lámina de poliéster muy fina, de algunas micras de
barcos de la (opa América . grosor, que adopta esta denominación cuando está fabricado por Ou-
pont de Nemours, Mélinex si procede de lel, o Terfal si lo fabrican en
De hecho, únicamente los tejidos de poliéster y de nylon con el Rodia Setta. Fuera de la velería es un producto mucho más conocido de
apresto clásico tienen un precio razonable para el navegante medio. lo que creemos y que tiene numerosas aplicaciones en la vida diaria.
Cuando el florista prepara el ramo que vam05 a regalar a nuestra no-
Los tejidos via, ut iliza una hoja de poliéster de Mylar; los paquetes de cigarrillos o
El tejido está formado por dos capas de hilos entrecruzados, una capa de man tequilla ta mbién están envueltos en una pelícu la de Mylar.
longitudinal que se denomina la urdimbre y otra transversa l, la tram a.
Cuando sale del taller se denomina crudo y todavía tiene que sufrir va-
rios tratamientos para aumentar sus cualidades.
El comportamiento de los tej idos varía según sea la dirección del es-
fuerzo sobre éstos, es decir no son ¡sátrapas. Si se ejerce una tracción
en el sentido de los hilos (al hilo), casi no se deforman y presentan una
elasticidad parecida a la de los hilos (un poco mas en la urdimbre que
en la trama). Por el contrario si se tira al biés, se deforman mucho, opo-
niendo una resistencia muy pequeña. Para limitar esta deformación, se
recurre a diversas técnicas que muchas veces se combinan entre sí.
• Confeccionar un tejido muy apretado que permite bloquear los hi-
los entre sí, y que limita la posibilidad de "darse de sí" en el sentido del
biés, con lo que se consigue más de elasticidad en la urdimbre. Se hace
lo mismo, una vez efectuado el tejido, en el tratamiento de estabiliza-
ción de la fibra. Este tratamiento hace que encoja, lo cual aumenta
sensiblemente la compresión.
• Aplastar el tejido, es decir plancharlo por medio de una gran pre-
sión para que los hilos se superpongan perfectamente unos con otros.
• Ponerle apresto untándolo o impregnándolo con un producto que
pegue o suelde los hilos entre sí (resina polímera). De este modo se ob-
tiene un aumento en la resistencia en el biés. Pero una vela con apresto
soporta muy mal que la manipulen incorrectamente (flameo, plegado
dentro de las bolsas .. .) y sólo son adecuadas para las regatas.
Existe una escala en lo que respecta al apresto del tejido de las velas
que corresponde a utilizaciones concretas:
• sin apresto o con muy poco: velas para ba rcos clásicos;
• con apresto medio: velas de crucero;
__ /1
"',,,-
• con mucho apresto: velas de competición obligatoriamente de po-
liéster debido al rating.
Una tela se deforma muy poco al hilo
(urdimbre y trama). y mucho a l biés. Los "complexages"
Hay que unir las franjas de tej ido (los La ventaja que presenta el "complexage" es que combina un material
paños) de manera que trabajen sobre no isótropo con el Mylar. Puesto que el Mylar sí lo es aporta al tejido la Vela confeccionada con
todo en e l sentido del hilo . estabilidad multidireccional que le falta a aquél. "complexages " .
326 El barco La jarcia 327
Pero en materia de velas no sólo se utilizan tejidos clásicos; sino que Estas velas son algo magnífico, muy estables y bonitas, pero están por
también se emplean otros en los que la disposición de la trama y la ur- encima de nuestras posibilidades económicas; una vela trirradial no es-
Un tejido se carac- dimbre es diferente y presenta ejes de resistencia reforzados. A veces se tá al alcance de cualquier bolsillo.
t e ri za por s u peso. Lo s utilizan tejidos unidireccionales -es decir franjas de poliéster o de Kevlar
franceses y los españo les
que sólo son resistentes en una única dirección- o bien "scrim", que es El navegante deportivo normal se conforma con que el tejido esté
utiliza n el gramo por metro
una lámina casi siempre transparente, con cuadrículas bastante anchas colocado al hilo en la dirección en que se ejercen los esfuerzos princi-
cuad rado (gr/m'l; los ango -
sajones, la onza por yarda de hilos de poliéster o de Kevlar. pales sobre la baluma y el pujamen. Al ser la trama menos elástica que
(Oz!Ydl: la urdimbre, se colocan los paños de manera que estén cerca de la per-
los aprestos y "complexages" más elaborados suelen ser frágiles, lo pendicular a la baluma y al pujamen, de este modo el resultado es bas-
1 oz/Vd = 24,8 g r/m '
que hay que tener en cuenta al manipular las velas. Por esta razón, al- tante satisfactorio.
gunos tejidos que solemos reconocer por su aspecto acartonado no
pueden plegarse; en ese caso tenemos que enrollar las velas y guardar- Modo de dar embolsamiento a la vela
las en bolsas tipo saco. Ni que decir tiene que estas velas no deben fla- No hace tanto tiempo que para dar embolsamiento a un vela se con-
mear, por esa razón se suelen poner sables en toda su superficie. feccionaban los paños, se cortaban más o menos los lados y se hacían Modo de
pinzas, exactamente igual que se daba forma a un corsé. Más tarde, confeccionar
una pinza.
puesto que la vela se iza por medio de perchas o estays que pueden ser
Modo de cortar las velas rectos o curvos, se cortaban los bordes de la vela con más o menos alu-
Una vela es una superfioe compleja cuya forma debemos poder domi- namiento para ajustarla a su marco.
nar en todo momento. A veces deseamos una forma invariable, o que Existía una buena dosis de empirismo y cada velero tenía su pro-
la tripulación pueda modificar, o incluso una forma que cambie sola al pia fórmula, pero era muy difícil repetir de forma idéntica una buena
variar las circunstancias. Es cierto que todavía no se ha conseguido la vela.
vela ideal, pero poco a poco se van haciendo progresos, 10 cual explica Hoy día el corte de las velas se realiza enteramente por ordenador y
en parte el que los barcos vayan cada vez más rápido . el velero puede ver en tres dimensiones en la pantalla de su máquina,
La forma ideal de la vela se obtiene a partir de determinados datos la vela en la que está trabajando. Puede aumentar el embolsamiento,
relacionados con la aerodinámica, configurándola adecuadamente, se- disminuirlo, echarlo hacia adelante o hacia atrás, a su an tojo, es decir
gún la medida del esfuerzo que se produce sobre ella. Y después hay darle forma. El ordenador integra todos 105 parámelros (calidad del teji-
que confeccionarla. do, deformación del palo, número de fajas de rizos ... ) calcula el tama-
ño y el número de pinzas, determina el alunamiento del grátil, propone
Disposición de los paños un plano de corte y dirige la máquina que va a realizar el corte. la in-
Los paños, es decir las bandas de tejido, se ensamblan intentando formática ha transformado el trabajo intuitivo del velero en una ciencia
orientar el sentido del hilo en la dirección en que va a recibir el máximo exacta. Pero si bien el ordenador sabe cómo confeccionar una vela" co-
esfuerzo y en el que queremos que se produzca la mínima deforma- rrecta", es decir, bien adaptada al barco y a la tripulación, la pequeña
ción. Esto se llama "cortes orientados" y en los que cada velero aplica diferencia que hace que esta vela gane regatas sigue dependiendo del
su fórmula especial, realizando planos de montaje de forma birradial o maestro velero.
trirradial con más o menos costu ras. Pero la norma general sigue sien-
do la misma: se trata de alinear, en cua lquier punto de la superfi- Entre la mayor que gana la Vue lta a Francia a Vela, y la que pierde
cie de la vela, el eje del esfuerzo con la trama del t ejido. hay una diferencia mínima, que sólo unos ojos sagaces pueden ad-
Sin embargo, existen velas cuya gama de utilización es muy amplia, vertir.
como los génovas medios, en los que, por el contrario, se busca conse-
guir deformaciones. Por ejemplo, hay cortes en los que el biés está Las mayores
orientado hacia el grátil. De este modo al tensar la vela se obtienen de- Tradicionalmente y debido a las reglas de las regatas, no se suele utili-
formaciones que permiten adaptar la forma de la vela a la fuerza del zar más que una mayor, debiendo adaptarse ésta a todas las fuerzas
Ejemplos de velas "complejas" en las
que están dibujadas los paños para viento. del viento y en todos los rumbos. Por esta razón es una vela muy com-
- Si esto se realiza según una carta en la que se describen las tensio- pleja y hay que confeccionarla para adaptar su forma a las condiciones
orientarlos en el sentido de los
nes que se producen, se obtendrá inevitablemente una vela geodésica. del momento.
m áximos esfuerzos.
328 El barco la jarcia 329
Los tres puño s Velas C y D. Cuando la vela es demasiado grande para poder tolerar
• El puño de amura, al sufrir un esfuerzo pequeno y estar sujeto por el un poco de biés en el pujamen, se disponen los panas en sentido per-
palo y la botavara no tiene necesidad de ser reforzado de modo especial. pendicular al pujamen ya la baluma uniéndose en la bisectriz del ángu-
• En el puño de escota, en cambio, el esfuerzo es muy grande (diri- lo del puño de escota. Esta disposición se emplea en las yankees (vela
gido de forma paralela al pujamen), y el olla o de la vela debe colocarse D) y en la mayoría de los génovas.
sobre varias capas de tejido. Cuando la relinga se desliza por la botava-
ra el tejido se desgarra con facilidad entre ésta y el ollao: es muy impor- El grátil
tante afirmar correctamente este ollao a la botavara. Y si el perfil de es- Para que el foque pueda adaptarse bien a su estay, el grátil debe cor-
ta última lo permite se puede colocar un patín cerca del olla o para ab- tarse de modo diferente según sea un foque de poco viento o un
sorber una parte del esfuerzo. foque de viento duro, o de jarcia rígida o jarcia flexible.
El patín suj et o a la • En el puño de driza, cuando la relinga se desliza por el carril del Mientras el estay esté recto -es decir con poco viento- es mejor co-
dri za abs orb e parte palo, lo primero que debe preocuparnos es el desgaste que se produce locar un foque cuyo grátil sea alunado. De esta manera la vela podrá
del esfu erzo que entre la tabla del grátil y la relinga. Es una zona que hay que vigilar y embolsar a pesar de la rectitud del estay. Por el contrario, cuando éste
sufre la tablilla.
reparar en cuanto haya el más mínimo riesgo de desgarro. se arquea - es decir cuando el viento refresca- el alunamiento del grátil
El gran esfuerzo que se produce en sentido vertical, es absorbido por es un defecto, pues al embolsamiento que éste produce se suma el que
la tabla, siendo relativamente pequeño el esfuerzo debido a los tirones . origina la curvatura del estay. En ese caso hay que elegir un foque de
Cuando la relinga está montada sobre patines, es igualmente necesario grátil recto. Si el viento sigue refrescando, la curvatura del estay se
que el patin superior sea muy resistente (fijado por medio de un grille- acentúa cada vez más; hay que volver a cambiar de foque y, esta vez,
te). Cuando la relinga está enfilada dentro del carril del palo, podemos elegiremos un foque con grátil escotado.
colocar un patin en la propia driza. los toques de jarcia rígida aparejados sobre un casco también rígido
son menos escotados que los de jarcia flexible.
Génovas. toques y trinquetas En relación con los grátiles de los génovas, algunos veleros adoptan
Gracias a las reglas de regatas se pueden embarcar tantas velas de proa un corte en forma de S que permite repartir al máximo el embolsa-
como queramos. Incluso podemos llevar una vela distinta para cada miento de la vela. De este modo, el génova tiene el grátil alunado por
fuerza de viento y rumbo. En este caso el corte de la vela está adapta- la parte baja, donde es ancho, y escotado por la alta, donde es estre-
do a un uso muy concreto . Sin embargo al haberse generalizado la uti- cho y debe estar relativamente plano. Se puede conseguir el mismo re-
lización del enrollador de foque, ya tenemos un génova para todo. To- sultado poniendo pinzas, que serán mayores en la parte baja de la vela
davía no se ha logrado conseguir un excelente rendimiento de esta ve- que en la alta.
la, pero la investigación no ha hecho más que empezar. Estas pinzas son indispensables en las velas de mal tiempo que tie-
nen el grátil escotado. Si no fuera por ellas estas velas serían completa-
Di spo sició n d e los paños mente planas y desarrollarían un menor efecto de propulsión.
Ve la A. Esta disposición está indicada para los foques pequeños, Sin embargo, el reglaje del foque no depende únicamente del corte
siempre que el ángulo del puño de escota sea de 90° aproximadamen- del grátil, sino también, en cierta medida, del modo en que esté con-
te y que los paños sean perpendiculares a la baluma . Con esta configu- feccionado.
ración se consiguen foques de una calidad media. Hay tres tipos de grá t iles:
Vela B. l os paños son perpendicula res a la baluma en la mayor par- A. De relinga textil unida a un cable de acero. Este tipo de grátil no
te de la vela y, en la parte inferior, paralelos al pujamen. De este modo puede estirarse.
se mejora la resistencia a la deformación. B y C. De relingas textiles (cabo o cinta), que pueden alargarse si las
tensamos. Como consecuencia el grátil se puede reglar.
Cada foque tiene un corte de grátil especial, en función del tiempo al que esté D. De relinga textil que se desliza libremente sobre un nervio de ace·
destinado. ro, pudiendo tensarse independientemente de éste.
Segun su forma o su tamaño éstos tienen diferentes nombres:
- B, e y E s on genovas, pues su pujamen ll ega al nivel de la cubierta . En los foques del t ipo A, el velero ha reglado la tensión del trapo so-
- A es un foque; bre el cable de acero en función de una determinada fuerza de viento.
Si el viento cambia, hay que cambiar de foque.
- O es una yankee s i es grande y un tormentín s i es muy peque ño. A B e o
332 El barco La jarcia 333
En los foques tipo B, C y D, la tensión del grátil puede variar, y se Los spinnakers
puede evitar que el embolsamiento de la vela se vaya hacia atrás. Por Todos los spis son de nylon, y según su tamaño y la fuerza del viento al
consiguiente, cada foque se adapta a una determinada clase de viento. que estén destinados, son de un tejido más o menos ligero. Los spis de
En ceñida, en algunos barcos se lleva este razonamiento hasta el final, un largo se confeccionan con un tejido algo más pesado que los spis de
y damos una vuelta a la escota del foque en la cornamusa dejándola fi- viento de popa, para resistir mejor la deformación.
ja, reglando sólo la tensión del grátil. Dicha tensión puede variar de 10
a 20 cm según las dimensiones de los foques. Disposición de los paños
Cuando el grátil es demasiado largo para tensarlo, ya sea a propósi- Existen diversas posibilidades de ensamblar los paños de un spi; basta
to o no, podemos poner un aliaD de Cunningham. similar al que tiene con asistir a la salida de una regata con spis para darnos cuenta. En ge-
la mayor. neral, se trata de encontrar una configuración que, al mismo tiempo
Por último, hay que señalar que existen también otros sistemas ade- que le proporciona una forma adecuada, le impida deformarse, espe-
más del clásico mosquetón para unir el foque al estay. En muchos bar- cialmente por las balumas. Algunos veleros suelen colocar el sentido
cos actuales. la relinga del foque se desliza por el interior de una espe- del hilo del tejido sobre los dos bordes laterales de la vela, sin embargo,
cie de estay hueco. También hay foques que se pueden enrollar sobre otros prefieren dejar el biés para las balumas por razones de corte y de
el estay a medida que refresca el viento, quedando completamente en- ensamblaje.
rollados en puerto.
Las uniones más utilizadas corrientemente son las siguientes: B
La baluma Vela A. Los paños salen de tres puntos (unión en forma de estrella,
La baluma no se refuerza. sino que se cose una franja de tela con un o star cut: muy resistente contra la deformación).
simple dobladillo. Como resulta dificil poner sables en esa zona, no se Vela 8. Los paños van en sentido perpendicular a las balumas. Estos
le da alunamiento. La baluma de los foques de viento flojo es recta, spis tienen dos partes: los paños de la parte superior, separados por
siendo escotada la de los foques de viento fresco . una costura mediana, se colocan de manera perpendicular a las balu-
mas y los paños de la parte inferior que van horizontales.
El pujamen Ve la C. Sistema mixto: forma de estrella para la parte superior del
Normalmente el pujamen de los foques es recto o escotado. Los géno- spi y paños horizontales para la inferior.
vas de viento flojo, tienen poco alunamiento, incluso mucho en algu- Vela D. Otro sistema mixto: en estrella en los tres ángulos, y paños
nos casos determinados; el trapo sobrante forma entonces un faldón rectangulares en la parte central (spi trirradial).
que descansa sobre la cubierta, impidiendo el intercambio de aire entre Todos estos sistemas tienen ventajas e inconvenientes. No obstante,
las dos caras de la vela. en la actualidad se tiende a despreciar las configuraciones que obligan
a mantener el biés del tejido en las balumas, pues la deformación que
Los tres puños sufren impide al spi vaciarse correctamente.
• El grátil de un foque debe estar siempre bien tensado, siendo ne-
cesario que los dos extremos del mismo sean muy resistentes . Forma del spi
Para que el spi porte bien, debe tener más o menos la forma de medio
• El foque queda tensado además por otro punto situado entre el cilindro, con un cuarto de esfera en su parte alta. El borde superior de-
grátil y el puño de escota, siendo este puño el más martirizado de todo be ser casi horizontal. De hecho, cuando más embolsada está la parte
el velamen, pues no sólo sufre un duro esfuerzo sino que roza contra la alta, mayor es la fuerza dirigida hacia arriba, teniendo la forma de esta
jarcia, batiendo con frecuencia . Por lo tanto, su aparejo debe cuidarse parte una gran influencia en la estabilidad general de la vela; cuando la
de modo especial. parte central de un spi no tiene muy buen aspecto, suele deberse a un
defecto en el corte de su parte superior.
• El puño de amura y el puño de driza sufren menos esfuerzos, pero Con Jos spis ocurre igual que con las demás velas, que deben ser ca-
también deben reforzarse, sobre todo si la relinga se desliza por el inte- da vez más planas a medida que nos acercamos al vien to, o cuando és-
rior de un estay hueco o un enrollador de foque. En caso de que esté te refresca. También se confeccionan spis asimétricos de forma pareci-
montado con mosquetones, es conveniente que haya un mosquetón da a los génovas. Una característica de los spis planos es que en las or-
en ambos puños, o por lo menos, muy cerca de ellos. zadas se vacían mejor que los que tienen mucho embolsamiento. Spi asimétrico.
334 El barco La jarcia 335
Algunas de estas velas son muy específicas, alcanzando un alto ren- Muchas veces se pegan los paños antes, para facilitar el trabajo.
dimiento en fuerzas de viento y rumbos muy concretos. En crucero, es Probablemente se podrían confeccionar velas exclusivamente pega·
preferible utilizar spis para todo tipo de viento, que tienen un rendi· das, pero todavía nadie se ha arriesgado a hacerlo en fabricación en
miento medio en todos los rumbos. serie.
las relingas
El zig -zag pespunteado es la mejor
las relingas son refuerzos cosidos sobre los bordes de las velas. Impi·
solución: puntadas pequeñas,
den que éstas se deformen, y al mismo tiempo nos permiten actuar so·
sujetando el borde del paño y puntadas
bre ellas para modificar el tamaño y la posición del embolsamiento de
espaciadas en la parte donde sólo hay
la vela. Antiguamente las relingas eran cabos; en la actualidad son casi
una tela .
336 El barco La jarcia 337
siempre cinchas, o franjas de tela cosidas en el sentido del hilo a lo lar- Los sables
go del borde. Estas piezas aunque pueden parecernos accesorias, merecen que nos
paremos a analizarlas, pues una mala elección puede arriesgar el rendi-
Llevan determinadas piezas para unir la vela a la jarcia, mosquetones miento de la mayor.
en 105 foques, o también una relinga de acero además de mosqueto- Hay sables de madera, de madera plastificada y de plástico.
nes, o bien una relinga de cabo si se trata de un estay hueco o de un Los sables de madera están en vías de desaparición, pues la buena
enrollador. Las mayores llevan patines o un cabo. madera de fresno, acacia, spruce, cedro rojo, etc. es escasa. Éstos no
deben ser muy largos pues es difícil que sean al mismo tiempo resisten-
Los parches tes y flexibles. Por el contrario, con una buena madera reforzada con fi-
Sin ser propiamente refuerzos, los parches que se ponen para rodear bra de vidrio y plástico se pueden fabricar sables muy sofisticados que
los desgarrones tienen gran importancia, pero es mejor no ponerlos en no suelen venderse en las tiendas, sino que se hacen a medida, según
el momento de confeccionar las velas, sino esperar a las primeras prue- el tamaño y la flexibilidad de la vela.
bas en la mar para colocarlos en el lugar exacto. Su función es sobre Aunque la mejor solución para el navegante deportivo medio es el
todo proteger los hijos de las costuras, sin influir en la forma de la vela; sable de plástico armado, de sección continua. Éstos se cortan según la
por lo tanto deben confeccionarse con tejidos más ligeros que la vela, y longitud deseada y se pega un terminal en cada extremo para que no
coserlos flojos . desgarre la funda.
Por lo tanto, hay que llevar una driza para esta vela, distinta de la
que utilicemos para el enrollador y un nervio de repuesto (cable o ca-
bo sobre el que se en garru cha y se enfila la vela). Todo está permitido
y no debe faltarnos imaginación; por ejemplo, el amantillo del tangón
puede servir de nervio y el amantillo de la mayor de driza. Conviene
prever el problema y practicar las soluciones.
Mantenimiento y reparaciones Pa ra sujetar con rebenques correctam e nte una ve la, se hace un lazo en e l centro
Desgaste de las velas de un as de guias, se pasa el otro ch icote de l rebe nqu e por de ntro y se a zoca
Con el fin de conservar bien las velas durante el mayor tiempo posible, lo más fuertemente qu e podam os, de est e modo est aremos seguros de que
es necesario dedicarnos a luchar sin tregua contra el desgaste. aguanta rá, re m atándolo con un a vue lta mordida.
El desgaste principal, y en el que apenas pensamos, es el que la vela
efectúa sola cuando flamea. No conviene nunca dejarla batir inútilmen-
te. y debemos evitar izarla demasiado pronto en el momento de salir, o Hay que guardar las velas en bolsas, que son más faciles de locali-
mantenerla izada demasiado tiempo después de fondear. El flameo es zar si son de diferentes colores. En caso de que sean todas del mis-
especialmente nefasto en el caso de velas con mucho apresto o com- mo color, es preferible que sean de color claro y que lleven escrito el
plejas. nombre de la vela por lo menos en 12 ó 15 sitios, con letras o cifras
Resulta inevitable que se produzcan roces en las zonas donde las ve- de 7 a 10 centímetros . Los sacos de marinero son muy cómodos
las portan de forma natural. Estas zonas deben ser lo más lisas posibles aunque un poco caros, excepto si nos los hacemos nosotros. Es la
y no tener ninguna rugosidad . Para protegerlas hay que forrar los única bolsa que debemos utilizar para velas con mucho apresto o de
obenques con plástico, envolver los pasadores con cinta adhesiva y re- Mylar.
vestir las crucetas, o bien colocar discos, bolas, aros, etc. También podemos sujetarlas con rebenques cada 50 centímetros,
Con un poco de cuidado, evitaremos que las velas se desgasten al dándole forma de salchicha, como se hacia en los barcos de tres palos.
rozar contra determinadas partes del barco; como el foque con los pa- Es el sistema que las desgasta menos, el más práctico y el más barato
samanos, la mayor entre la botavara y los obenques, y el puño de esco- para velas de 20 a 25 metros cuadrados, siempre que sepamos hacer
ta del spi con el estay ... bien los nudos correspondientes.
En definitiva, no hay que olvidar que el barco sigue moviéndose in- También podemos proteger la mayor aferrándola sobre la botavara
cluso cuando está fondeado. Un foque que se queda engarruchado, con una funda. Y si ésta lleva el nombre del barco, nuestros amigos
una vela poco sujeta o una mayor pellizcada entre la botavara y su so- nos encontrarán con más facilidad.
porte, también se pueden estropear en el puerto. Por lo tanto es prefe- No está de más aclarar las velas con agua dulce de vez en cuando;
rible quitar las velas cuando el barco no navega, evitando así la acción de hecho, cuando una vela empapada de agua de mar se seca, los cris-
de los rayos ultravioletas que destruyen las fibras. tales de sal se quedan en la tela actuando como abrasivo; la arena tam-
bién produce el mismo efecto.
Los foques con enrollador deben tener una franja de tejido de color
en la baluma y el pujamen, para proteger la vela de los rayos UV cuan- Cómo aclarar las ve las. Se aclaran agitándolas de 5 a 10 minutos
do está enrollada. dentro de una cubeta. También podemos aclararlas con agua de mar;
aunque nos puede parecer raro esto tiene sen tido pues después de una
Modo de secar y guardar las velas navegación con salomar picada, la cantidad de sal depositada por los
Aunque las velas de fibra si ntética no se pudren, deben guardarse to- rociones sobre el tejido es enorme, y podemos eliminarla aclarando las
mando ciertas precauciones. velas con agua de mar. Sea cual sea el procedimiento que utilicemos,
Una vela empapada de agua de mar puede aguantar muy bien uno se le llama "desalado" ..
o dos días en una bolsa, pero debemos secarla en cuanto podamos;
pues en caso contrario se llenará de puntos negros, que aunque no son Cóm o secar las velas. Existen diferentes sistemas según las seque-
perjudiciales son feísimos. mos en tierra, en el fondeadero o en la mar.
La jarcia 341
340 El barco
En tierra, podemos colgarlas, o extenderlas sobre la hierba (nunca Cómo pegar un parche
sobre la arena, hormigón, o suelo alquitranado. pues pueden estro- Para un aficionado resulta difícil coser un parche sobre un gran desga-
pearse). También hay que evitar exponerlas inútilmente al sol. rrón igual que lo haría un velero . Pero sí podemos pegarlo y, si es nece-
Una vez fondeados, podemos izarlas sujetándolas por el puño de sario, reforzarlo después con una costura si la vela tiene que sufrir
amura. pero sólo cuando no haya viento o sea muy flojo, pues una vela grandes esfuerzos.
sufre diez veces más al flamear que estando húmeda en su bolsa. Podemos utilizar una ti ra de esparadrapo quirúrgico ancho a modo
de parche o bien una tela autoadhesiva. Ta mbién podemos pegar un
En la mar, si llevamos velas mojadas en los pañoles (por lo general, trozo de tela normal con un pegamento adecuado.
las velas pequeñas de mal tiempo), deberemos buscar la oportunidad En cualquier caso, sólo pegaremos el parche sobre la tela bien limpia
de izarlas, bien en su sitio, o bien como complemento inútil y decorati- y sobre todo seca. Podem os seca r rápidamente la superf icie nece -
vo del velamen navegando en portantes. saria co locando la te la encima de una botella llena de agua hir-
viendo.
Cómo guardar las velas. Cuando vayamos a guardar las velas por
un período de tiempo determinado, es necesario colocarlas secas en un A continuación colocamos la vela bien plana, uniendo bien los bor-
lugar aireado. preservándolas de la luz y las ratas. En caso necesario, des desgarrados y poniendo el parche en la misma dirección que el teji-
habrá que advertir a todos y a todas que en ningún caso deben plan- do de la vela, en el mismo sentido del hilo.
charse las velas. ni tampoco doblarlas en cuatro .. Para que el pegamento agarre mejor, podemos calentar después el
parche con la misma botella.
Cómo repasar una costura Evidentemente, una reparación de este tipo es provisional, excepto si
Repasar una costura, verdaderamente no es ningún drama; después cosemos el parche ya pegado.
de menos de una hora de aprendizaje, cualquier marino, bien adiestra-
do será capaz de hacer una costura de un metro de larga en diez mi- Cómo coser un patín
nutos.
Sin embargo ¡es preferible no esperar a que una vela se haya desco-
sido tanto, para ponernos a trabajar! En cuanto empiecen a deshacerse
las primeras puntadas de una costura, debemos ocuparnos de ella.
Si es necesario podemos utilizar una máquina de coser para las telas
cuyo peso no exceda de 300 gramos por metro cuadrado. A partir de
este peso hay que coserlas a mano. El material que necesitamos es ba-
rato y ocupa poco sitio: agujas, hilo de algodón, cera de abeja, un rem-
pujo y, si es posible, un gancho de velero.
El motor y
la electricidad
El motor se ha ido convirtiendo poco a poco en un elemento casi indis-
pensable del barco de crucero. Los puertos deportivos muchas veces
tienen un acceso delicado y, por lo general, sus normas internas prohí-
ben las maniobras a vela dentro de los mismos. Tampoco resulta fácil
los zurcidos sirven para reparar los pequeños enganchones de 3 Ó 4 centímetros
producir electricidad para alimentar las luces de navegación, los apara-
como máximo (un zurcido de 20 centímetros indica una enorme perseverancia).
tos electrónicos y el alumbrado del interior del barco, sin disponer de
Se hace el zurcido de derecha a izquierda y desde dentro hacia afuera, a partir de
un motor.
nosotros. Hay que hacerlo exactamente como muestran los dibujos. dando dos o
En definitiva, que poder echar mano del motor en algunas situacio-
tres puntadas por centímetro. la anchura de las puntadas debe ser de un
nes delicadas, como para aguantar en una corriente o paliar las defi-
centímetro a un centímetro y medio, aproximadamente.
ciencias de Eolo, es también una garantía de tranquilidad a bordo.
la famosa "racha de 105 Perkins" (o Valva o Mercruiser ... ) es sínto-
ma de la nueva importancia que los navegantes deportivos otorgan a
La toldilla su motor, con templado durante mucho tiempo como testimonio de
La mejor de las velas pronto se convertirá en una mala lona, que sólo una alienación imposible de soportar. Pero, digámoslo claro, es una
nos servirá de toldilla: comodidad, y no debe ni puede ser una seguridad.
• si no mandamos hacer a tiempo los retoques necesarios para
adaptarla perfectamente a su jarcia; Un motor sólo es útil cuando es seguro; y no es seguro si no lo co-
• si la orientamos incorrectamente; nocemos bien, y si no lo mantenemos regularmente, haciéndolo fun-
• si la izamos con un tiempo demasiado duro para ella, o en un cionar con frecuencia. Este objetivo no puede alcanzarse más que dedi-
rumbo que no sea el adecuado; cándole el tiempo y el dinero necesarios. No es como el motor de un
• si la dejamos que roce; coche, sino que vive en un universo cerrado, en una atmósfera húmeda
• si no la mandamos a un velero para que supervise las reparaciones y salada propicia para deteriorar su salud al menor descuido.
de fortuna; la historia de un motor que no arranca en el momento en que lo
• si la guardamos en malas condiciones. necesitamos no es un cuento, y es siempre el patrón quien tiene la cul-
pa. Por lo general el motivo suele ser su incompetencia, cuando no su
negligencia.
No nos equivoquemos, este otro motor tiene también derecho a re-
cibir los mismos cu idados que la vela: ¡con media hora diaria de funcio-
namiento y footing, lograremos mantenerlo en forma! Una corriente contraria, falta de viento.
un horario que hay que cumplir...
Sin embargo, no pretendemos ser exhaustivos sobre este tema, y Es entonces cuando el motor se
únicamente abordaremos las cuestiones principales. convierte en un auténtico "a uxiliar'".
344 El barco El motor y la electricidad 345
Al instalar un motor fuera borda, hay que tener en cuenta una nece· • purgar el depósito, vaciándolo también, o mejor todavía, aspiran-
sidad fundamental: en la navegación, la hélice y la válvula de admisión do el fondo;
de aire y de refrigeración deben estar siempre completamente sumergi- • no olvidarnos tampoco de vaciar el tubo de alimentación, pues si
das. Al ser esto prácticamen te dificil de asegurar en todas las situacio- no, la avería se volverá a producir.
nes, no util izare mos el moto r cua ndo haya mucha mar, ni t ampo- También podemos parar un motor fuera borda desenganchando el
co cuando el barco escora. tubo por las buenas. De este modo el carburador se vaciará y no habrá
De igual modo, cuando no utilicemos el motor es preferible que la peligro de que se produzcan pérdidas al tumbarlo.
hélice esté completamente fuera del agua, siendo lo ideal poder subirlo
o bajarlo sin tener que sacarlo del soporte. Encendido
La mejor solución es disponer de un pozo, a ser posible que se pue- Con el tiempo, las bujías se desgastan y se ensucian . Hay que limpiarlas
da cerrar, para cuando el motor esté quitado. A falta de pozo, también regularmente y volver a apretar los electrodos (dejándolos a una distan-
Pocas veces es así de facil . podemos fijar éste al espejo de popa o sobre un soporte abatible, pero cia de 0,6 milimetros: el triple del grosor de una carta marina). De to-
En general, es necesari o que en ese caso estaria expuesto a posibles golpes en caso de falsa manio- das formas, éstas no son eternas y hay que cambiarlas una vez transcu-
el soporte pu eda subi r y bajar. bra; y además, si pesa mucho, el hecho de estar colocado en un extre- rridas cien horas de funcionamiento . Las demás averías del encendido
mo del barco favorecería el cabeceo. son competencia de un mecánico especializado, al que después pedire-
Si no podemos esconder completamente el motor cuando nave- mos que hidrofugue bien todo el circuito.
gamos a vela, hay que quitarlo de su soporte y colocarlo en cubierta,
bien tumbado sobre ésta o enganchado de forma vertical al balcón
de popa . Conviene tapar la parte superior con una lona impermea- Saber leer a través del
ble, que obliga toriamente debe estar abierta por la parte inferior pa- casquillo de una bujía
ra que el aire y el agua puedan circular libremente. Si lo guardamos
(~ (a
e
dentro de la cabina seria un suplicio para los estómagos delicados,
aparte de que el riesgo de incendio hace que esta opción sea inacep-
table.
~
Es conven ien te mantener el motor ama rra do al barco por un
carbonilla
~~
carbonilla ligeramente carbonilla carbonilla
seca
cabo de segu ri dad, mientras manipu lamos con él. marrón claro blanquecina aceitosa
O .--::O~_O,,-
Utilización ¡RECALENTAOA I COMBUSTIÓN INCOMPlETA
- carburación - cilindro ahogado - mezcla
Los motores fuera borda modernos funcionan de forma muy segura deficiente - mezcla demasiado rica
demasiado rica - problemas de
siempre que se manejen correctamente. La mayoría de los problemas segmentos
se deben a una mala utilización más que a un fallo mecánico.
Alimentación Refrigeración
Si el motor se para ¡suele ser porqu e no está alimentado ! y si el tubo La falta de en trada de agua es muy peligrosa para el motor, pues si és-
de alimentación está mal conectado, evidentemente el motor no arran- te no se refrigera puede griparse en menos de un minuto. De hecho, la
ca, siendo ésta la avería más frecuente. Hay que comprobar que el de- cantidad de agua que contiene el circuito es muy pequeña, siendo ne-
pósito no está en depresión, porque hayamos olvidado abrir la válvula cesario que circule con una velocidad rápida y constante para mantener
de entrada de aire (no todos los depósitos disponen de ella). la temperatura del mismo.
Hay que recordar que los orificios de entrada de agua deben estar
También puede ocurrir que la gasolina tenga agua. siempre bajo la superficie del agua . Lo cual no sucede cuando uno o
Pa ra vaciar e l depósito. pode mos En ese caso: dos tripulantes se desplazan a la proa para echar el fondeo ..
utiliza r un tubo de gom a con otro • vaciaremos la cubeta del carburador; pero hay que saber cómo Hay que vigilar que dichos orificios no estén taponados con la flora
tubo rígido en el extrem o. hacerlo y ademas disponer de la herramienta adecuada; que prolifera en los puertos, tanto algas como bolsas de plástico.
348 El barco El motor y la electricidad 349
La mayoría de los motores disponen de un testigo de circulación de En algunos motores, es necesario sacar antes el tirador, utilizando
agua, que hay que vigilar periódicamente. para ello un destornillador (que no debemos olvidarnos de llevar al ins-
La única persona que debe reparar una bomba estropeada es un talar el motor en el bote auxiliar).
mecánico especializado.
Cuando el motor se ha caído al agua
Engrase Cuando un motor se cae al agua en el mar, hay que llevarlo enseguida
El engrase de un motor de dos tiempos se realiza por medio de aceite a un mecánico para que lo ponga otra vez en condiciones. Mientras es-
mezclado con carburante . Hay que respetar la proporción indicada, que peramos que lo revisen, debemos mantenerlo sumergido en agua dul-
es de 1% a 4% según los modelos. Conviene mezclar bien el aceite ce, sin dejarlo nunca al aire. Si se ha caído en agua dulce, lo secaremos
con la gasolina, ya sea agitando dicha mezcla enérgicamente o bien y después probablemente volverá a arrancar.
por medio de una bomba mezcladora.
l os motores de cuatro tiempos tienen un cárter lleno de aceite, cuyo Material de repuesto indispensable
nivel hay que comprobar de forma periódica y vaciarlo entre cada cin- • Un aerosol de un producto aislante eléctrico.
cuenta y cien horas de funcionamiento. • Dos bujías, como mínimo, y una buena llave de bujías.
Existe otro tipo de engrase que frecuentemente olvidamos hacer: el • Uno o dos "fusibles" para la hélice.
de las partes auxiliares del motor, el puño del acelerador, el mando de
marchas, el pivote de orientación, los tornillos de sujeción, etc
EL MOTOR DIÉSEL
Régimen
Los motores fuera borda de dos tiempos están diseñados para girar con Es más grande y complejo que el motor fuera borda. Para sacar el máxi-
rapidez por lo que pueden funcionar durante horas al 90% de su régi- mo rendimiento, resulta conveniente que aprendamos unas cuantas
men máximo, sin ningún problema, nociones mínimas de mecánica; cómo volver a cebar el circuito de
Cuando funcionan demasiado tiempo al ralentí, se ensucian y des- gas-oil, cambiar un tubo, tensar otra vez la correa de la dínamo, cam-
pués arrancan con dificultad. Con objeto de facilitar el posterior arran- biar el aceite y engrasarlo.
que es conveniente hacerlos funcionar algunos segundos en un régi-
men muy alto, antes de pararlos.
Los motores fuera borda de cuatro tiempos son mucho más ligeros de
manejar y pueden funcionar mucho tiempo al ralentí, incluso conviene ha-
cerlos funcionar durante tres o cuatro minutos al ralentí antes de pararlos.
Consumo
A partir del 80 % de la potencia, el consumo de carburante se duplica y
la velocidad del barco no aumenta en general más que en un 5% . Que
cada uno saque la conclusión que quiera.
La hélice
Por lo general, la hélice lleva un "fusible" que se rompe al bloquearse
(por ejemplo con un cabo). Por este motivo es conveniente llevar a bor-
do varios fusibles de repuesto.
Instalación Hay que embarcar las herramientas y el material necesario para las
La instalación de un motor diésel debe responder a ciertas normas. reparaciones sencillas y para el mantenimiento general. Evidentemente
siendo muy estrida la reglamentación relacionada con este tema . Sin no llevaremos a bordo más que lo indispensable para los trabajos que
embargo pueden existir algunos defectos, muchos de ellos bastante sepamos hacer, y si no sabemos hacer nada, a la primera averia que su-
frecuentes, por ejemplo: framos, haremos como si no tuviéramos motor.
• las válvulas del depósito no son accesibles en caso de incendio. Es
muy importante exigir un tipo de válvulas cuyo cierre pueda efectuarse
Funcionamiento
desde la cubierta por medio de un cabo;
El combustible
• con cierta frecuencia, y por razones económicas, la manguera ani·
liada que une el depósito con el orificio de llenado se ha cortado de un Los motores diésel consumen sólo gas-oil de coches completamente lim-
t ubo de mayor diámetro, por lo que no tiene más que un extremo. En pio, pues la bomba de inyección no resiste el agua ni las impurezas ma-
yores de 4 micras (0,004 milímetros). Por esta razón el circui to dispone
ese caso el circuito de entrada no es estanco y el gas·oil puede derra·
marse por el fondo en el momento de repostar; de dos filtros: un prefiltro con una cubeta transparente en la que se de- cartucho
de filtro
~ cartucho
de filtro
posita el agua; y un filtro con un cartucho filtrante, por lo general de pa-
~"'. - j
• también con bastante frecuencia resulta imposible vaciar la b an·
dej a de fond o, esa cubeta estanca que obligatoriamente debe colo- pel secante, que retiene los residuos sólidos, y que se sustituye periódica-
carse debajo del motor para recoger los posibles desbordamientos. Di- mente. Cuando aparece agua en la cubeta, hay que vaciarla y purgar el
depósito abriendo el orificio ad hoc, si es que tiene, o bien bombeando el
Ef
cha bandeja debe tener un orificio bien seña lado en la parte inferior,
para poder vaciarla con una jeringuilla. Hay que comprobar que su for· fondo del depósito con cualquier objeto adecuado (bomba de mano o
ma es la adecuada y que el orificio es accesible. una jeringuilla con un tubo que colocaremos en el fondo del depósito).
También debemos saber que todas las uniones flexibles que tiene el En caso de que se formen burbujas de aire en el circuito de alimen-
motor son muy poco duraderas, pues la goma de los amortiguadores, tación -suele ocurrir cuando nos quedamos sin combustible-, el motor Filt ro de gas -oH q ue s irve para deca nta r
de los manguitos y de los tubos no resisten eternamente el gas-oil. Hay no puede funciona r, y se queda parado o sin poder acelerar en cuanto e l agua y al mis m o t ie mpo para filtrar
que cambiarlos frecuentemente, cada uno o dos años. la más mínima burbuja de aire llega a la bomba de inyección por donde residuos sólidos.
El depósito de carburante merece una mención aparte. Es preferible no puede pasar.
que esté colocado más bajo que el motor, alimentándose por medio de
una bomba. De este modo, si se producen escapes de combustible por Pa ra purgar el circuito, hay que trabajar en dos etapas:
las t uberías, la bomba aspirará aire y el motor se parará, sin que el car· 1.' Aflojar el tubo de alimentación por la parte de la bomba de in-
burante llegue a extenderse dentro del barco. yección (cuando no hay grifo de purga); dejar correr el combustible o
Un motor siempre puede tener algún fallo mientras está en funcio- bombearlo a mano hasta que no quede ninguna burbuja de aire; volver
molor namiento, siendo los más graves los relativos al aceite y a la refrigera· a apretar el tubo.
ción. En los coches, estas deficiencias se indican por medio de testigos
luminosos que el conductor tiene siempre a la vista. Pero en un barco, 2° Aflojar una vuelta todos los tornillos que sujetan las tuberías a los
D
no siempre tenemos la nariz encima del pa nel de instrumentos, por lo inyectores; acelerar y arrancar el motor, si es posible con la manivela,
Esquema de instalación hasta que el aire haya salido de esta parte del circuito; volver a apretar
que resulta prudente instalar una doble señal de alarma sonora que se
de un moto r d iesel ¡otra bo rda . los tornillos y ponerlo en marcha.
ponga en funcionamiento para señalar, tanto una falta de aceite como
A. Ta pón de cubierta, q ue d ebe poder Esta operación es muy fácil de realizar cuando ya se ha hecho algu-
de refrigeración. En el momento en que oigamos esta seña l, hay que
a pre t a rs e con una ma nivela de güinche. na vez; pero es preciso que nos la enseñen y después hacerla nosotros
pa rar el motor, no sin antes haber consultado el panel de instrumentos
B. Junta de cauc ho para asegurar un solos delante de un mecánico, una vez descebado el motor.
pa ra sa ber qué es lo que no funciona. En una instalación adecuada la
alarma empieza a sonar en el momento en que el motor se pone a f~n
cie rre he rm ético .
C. Abra zaderas pa ra asegurar un cie rre
ciona r y cuando se para, igual que se enciende la luz del aceite en el La refrigeración
herm é tico de la ma ngue ra fl ex ible de La mayoría de los motores diésel actuales se enfrían por medio de agua
panel de inst rumentos de un coche.
lle na do. dulce, que a su vez lo hace por agua de mar. Por lo que existen dos cir-
La vá lvu la de admisión de agua de mar ha de estar situada en
D. Bo mba, necesaria s i e l depósito está cuitos diferentes.
un lugar muy accesible que deben conocer todos los que van a
s ituado e n un pla no infe rior al motor. El circuito de agua dulce es un ci rcuito cerrado, exactamente igual al
bordo; debiendo disponer de una llave fija para poder cerrarla rápida-
E. Retorno de gas-oil de los inyect ores. de un coche . Debe estar siempre muy lleno, por lo que debemos dispo-
mente en caso de que se produjera una rotura en las t uberías.
352 El barco El m o tor y la e lectriCidad 353
ner de agua dulce a bordo permanentemente para rellenar cuando sea Cuando la alarma empieza a sonar debido a una falta de aceite, hay
necesario. Poner agua de mar en este circuito es peligroso, pues las ca - que parar el motor y comprobar el nivel. Si éste es bajo, hay que repo-
misas de acero del motor no lo resisten bien. nerlo y en caso negativo, tendremos que volver a puerto a vela pues se
El circuito de agua salada es un circuito abierto: el agua es aspirada trata de una avería seria, imposible de repara r en la mar.
por una bomba a través de una alcachofa situada bajo la linea de flota- Cuando el inversor tiene un cárter distinto al del motor debemos
ción, que pasa por un intercambiador en el que se enfría el agua dulce comprobar su nivel de aceite por lo menos cada quince días, y cambiar
y después sale expulsada al exterior, por el tubo de escape. el aceite por lo menos una vez al año.
Si la señal de alarma empieza a funcionar porque el motor se ha ca- Tampoco debemos olvidarnos de las partes auxiliares: bombas de
lentado. hay que pararlo inmediatamente y comprobar enseguida el ni- agua dulce y de agua de mar, junta giratoria, mando a distancia (em-
vel del agua que hay dentro del circuito de agua dulce. brague y acelerador). Éstas deben engrasarse en cada cambio de aceite
Si falta agua, hay que reponerla, una vez se haya enfriado el motor y y con una mayor frecuencia si el motor funciona mucho.
después de haber reparado los eventuales escapes.
Si no falta agua, hay que dejar también que el motor se enfríe un
La electricidad
poco, y después volver a ponerlo en marcha y comprobar la circulación Una vez que gira el motor, el alternador tiene que cargar la batería . Es-
J
de agua salada. Si es normal, puede ser que la bomba de agua dulce ta carga puede comprobarse con un amperímetro; al cabo de cierto
esté estropeada, y esta vez no podemos arreglarla solos. tiempo de funcionamiento (de cinco minutos a varias horas), la carga
disminuye, pero nunca debe ser nula; bien con un voltímetro, alcanzan-
Si circula poca agua de mar, o casi nada, puede ser debido a lo si- ,,'ol·homo
puente
:
guiente: sonda
cocina
• que la válvula del casco esté cerrada; cortacorriente radi.o
. • cabina de proa
• que la alcachofa esté atascada; para averiguarlo, hay que cerrar resistencia baterla , piloto
de pre,calentamiento de servicio . .:..'
la válvula, desconectar el tubo, volver a abrir la válvula y ver si el agua
corre; . : fusible prinCipal
',- motor alternador
• si la válvula y la alcachofa dejan pasar el agua tranquilamente la
moto, d'¡=1\
\ \ Il--Í\../
do éste su nivel normal al cabo de 1 Ó 2 minutos, debiendo quedarse • aflojar, si procede, el prensaestopas y engrasarlo, comprobar que
permanentemente al mismo nivel. Si el alternador no carga, por lo ge- tiene suficiente estopa y añadir más si es necesario.
neral se debe a que la correa de transmisión está floja o desgastada. lo
cual es muy fácil de arreglar. Al desaparejar el barco, debemos:
• cerra r el grifo del gas-oil;
El arranque manual • desmontar el alternador, el motor de arranque y la batería, que es
Resulta muy útil poder arrancar el motor a mano cuando las baterías la solución más sensata; también podemos dejarlo todo a bordo pero
están descargadas o si se han ahogado. Pero sólo podremos hacerlo si en ese caso hay que poner en marcha el motor por lo menos una hora
el motor es pequeño y lleva un volante. Hay que hacer la prueba antes cada quince días o mejor aún todas las semanas;
de comprarlo, sin ser suficiente que tenga una manivela y que nos de- • si no vamos a utilizar el motor en todo el invierno, poner un poco
jemos camelar por el vendedor. de aceite en cada cilindro y hacer que el motor dé dos vueltas para re-
partir bien el aceite por las paredes del cilindro;
• cerrar la válvula de fondo;
Mantenimiento
• poner anticongelante en el agua dulce;
La fiabilidad del motor depende en un cincuenta por ciento de la cali-
• comprobar que no entra agua por el prensaestopas, y si es nece-
dad de su mantenimiento. El propietario debe ocuparse seriamen te de
sario, apretarlo una vuelta más;
esta tarea, incluso aunque confíe el trabajo a un buen mecánico. Úni·
• limpiar y engrasar generosamente con grasa de silicona todos los
camente el usuario de un motor conoce las anomalías que presenta su
contactos eléctricos.
funcionamiento, siendo el propietario quien debe mandar hacer las re-
visiones periódicas a su debido tiempo. También conviene anotar en un
cuaderno a diario, no sólo las revisiones sino también los incidentes Modo de manejar el motor
que se han producido en su funcionamiento. El fabricante del motor La fiabilidad del motor depende en el otro cincuenta por ciento del mo-
suele proporcionar normas de mantenimiento que conviene cumplir. do en que se maneje. Es muy importante que los usuarios cumplan las
Puesto que también debemos mantener los accesorios, proponemos normas del fabricante. Al igual que ocurre con el mantenimiento, el
una lista práctica de lo que hay que hacer y cuándo. manejo del motor también implica otros cuidados, por lo que propone-
mos una lista práctica de lo que hay que hacer.
Una vez al año al aparejar el barco, debemos:
• purgar el fondo del depósito de gas-oil; Esta lista se basa en la necesidad de disponer siempre de un motor
• vaciar la cubeta del prefiltro; preparado para arrancar; por este motivo, deberán efectuarse previa-
• cambiar el cartucho del filtro; mente las comprobaciones indispensables.
• comprobar la estanqueidad del tapón del depósito;
• purgar el circuito de gas-oil; Al embarcar
• limpiar y comprobar los inyectores; • abrir la válvula de fondo
• volver a montar el motor de arranque, el alternador y las baterías • comprobar el nivel de combustible;
en caso de que los hayamos desmontado; • comprobar que no hay agua en la cubeta del prefiltro;
• si no se han desmontado, volver a tensar las correas, rellenar el ni- • comproba r el nivel de aceite del motor;
vel de electrolito de la batería y limpiar los terminales. • comprobar el nivel de aceite del inversor;
• cambiar el aceite del motor y del inversor, engrasar todas las par- • comprobar el nivel de agua dulce;
tes móviles y las palancas de inversión de marcha y de aceleración; • conectar las baterías (cortacircuitos general).
• limpiar la alcachofa; incluso por dentro. pues puede tener molus-
cos o cualquier otro animal o vegetal, Al ponerlo en marcha
• engrasar la válvula de fondo; • acelerar un poco el motor desembragado;
• comprobar las condiciones de los tubos (si apretando por encima • calentarlo un poco antes, si es necesario;
vemos alguna raja, hay que cambiarlos), así como de sus abrazaderas, y • arrancar el motor, sin hacer funcionar la batería más de cinco se-
rellenar el nivel de agua dulce; gundos seguidos;
356 El bar co El motor y la electricidad 357
Almacenamiento de la electricidad
LA ELECTRICIDAD
En el centro de toda la instalación eléctrica, están las baterías, que sir-
El poder disponer de electricidad a bordo de un barco de crucero se ha ven para acumular la corriente producida por el motor, supliéndola, se-
convertido ya en algo indispensable. Pero los barcos no están conecta- gún sea necesario, para hacer funcionar los aparatos. Conviene elegir-
dos a la red EDF*, y la cantidad de energia disponible es siempre limita- las bien, con una óptima instalación y mantenimiento.
" Compañia de electrICidad france-
da. Por lo tanto, hay que administrar de modo inteligente su produc- Una batería está formada por varios elementos, cada uno de los cua-
sa. IN. de fa TI
ción, almacenamiento y consumo para que esta comodidad no se les puede proporcionar 2 voltios; con 6 elementos se obtiene una bate-
ria de 12 voltios, y con 12 elementos una de 24 voltios.
transforme en una pesadilla.
el mínimo necesario pa ra poder arrancar un motor diésel en frío. En el El régimen medio de un alternador clásico de 40 amperios en esta
caso de que tengamos varias baterías, debemos disponer de un distri- batería será de un 15% de 55 amperioslhora = 8,25 amperioslhora. Por
buidor de carga electrónico que sirva para enviar a cada una de las ba- lo tanto necesitaremos 44 : 8,25 amperioslhora = 5,33, es decir, 5 horas
terías la cantidad de corriente que necesite. 20 minutos, aproximadamente. Pero sólo tardaremos 2 horas 40 minu-
tos en carga r 44 amperioslhora en una batería de 110 amperios/hora
Instalación con el mismo alternador. Este cálculo es pura teoría, y no es válido más
Debido a su peso, uno siente la tentación de colocar las baterías lo más que para una instalación cuyos contactos sean perfectos, especialmen-
abajo posible, lo cual está bien para navegar a vela, pero el primer gol- te en los bornes.
pe de mar quizáS las deje inservibles. ¡Un compromiso más que hay Después de este período de tiempo, la carga será suficiente pero no
que establecer! Hay que colocarlas en un recipiente de material aislante del todo completa si, como suele ocurrir, la tensión de ca rga y la densi-
para que no pueda producirse ningún contacto ocasional entre los dos dad del electrolito no han sido constantes durante 3 horas.
bornes.
y por último, las ataremos bien con una cinta de nylon o tergal, para Para saber cómo va la carga y la descarga, necesitamos un voltíme-
evitar que puedan desestibarse incluso con escoras superiores al 90%. tro electrónico, que podemos dejar conectado permanentemente. la
Las baterías de electrolito liquido deben colocarse en una cubeta resis- indicación que proporciona sólo vale para, por ejemplo:
tente al ácido (poliéster) para que los derrames accidentales no se ex- • si la aguja está en la zona amarilla cuando no hay contacto, y si-
tiendan por todo el interior del barco. gue permaneciendo alli después de encenderlo, es que está cargada.
• si la aguja está en la zona amarilla cuando no hay contacto y pasa
Mientras las baterías se están cargando, se desprende hidrógeno y a la roja una vez encendido, es que hay que cargarla;
oxigeno, una mezcla muy inflamable y explosiva. Por este motivo, el • si, con el motor apagado y las luces encendidas, la aguja sigue en
compartimento donde se alojan deberá estar bien ventilado por su par- la zona verde, es que la batería está muy cargada.
te superior y durante la carga no deberá acercarse ninguna llama.
Mantenimiento
Carga y descarga 10 Guardar las baterías lo más cargadas posible.
Una batería se define por su tensión (12 ó 14 vol tios), su intensidad pa- 2. 0 Mantener el nivel de electrolito por lo menos 1 centímetro por
ra arrancar (150, 200 Y 300 amperios) y su capacidad (55 Ó 95 ampe- encima de las placas y rellenarlo con agua destilada, nunca con electro-
rios/hora). Una batería 12/325/95 es una batería de 12 voltios que pue- lito.
de proporcionar 325 amperios durante breves instantes para arrancar 3. 0 Por lo menos una vez al año, desconecta r los cables para limpiar
el motor, con una capacidad de 95 amperios/hora. y engrasar los bornes (volviéndolos a apretar fuertemente).
Una batería descargada en más del 25% en principio no es capaz de 4. 0 Mantener la batería limpia para evitar que se descargue debido a
arrancar un motor diésel, sobre todo si este último es un poco rebelde; la suciedad mezclada con sal, que puede acumularse sobre ellas.
tampoco debe descargarse más del 80%; si esto ocurriese una o dos
veces solamente no se producirían graves desperfectos pero las baterías
se desgastan mucho si se quedan descargadas durante varias horas. Producción de electricidad
Tamb ién pueden descargarse solas. Si son nuevas, lo máximo que la producción de electricidad está casi siempre garantizada por un al -
aguantan sin recargar son tres meses, debiendo recargarse cada dos ternador accionado por el motor. Pero algunos barcos disponen de
semanas si tienen más de un año. otros medios, a menudo auxiliares, que no debemos despreciar.
La carga de una batería está dirigida por el regulador. Al principio es
muy rápida y después va disminuyendo hasta llegar a cero, según po- El alternador
demos ver en el amperímetro. Como media, la carga es igual a un 15% Se suele decir que la potencia necesaria es de una cuarta parte o de un
aproximadamente de la capacidad de la batería, siendo la cantidad má- tercio de la que tienen las baterías. Si cogemos más potencia, no la uti-
xima igual a la potencia del alternador. lizaremos más que en contadas ocasiones y si cogemos menos, alarga-
De este modo, para volver a cargar completamente una batería de remos 105 períodos de carga. los alternadores deben tener un dispositi-
55 amperios/hora descargada al 80%, necesitamos una potencia de un vo antiparásitos si vamos a utilizar 105 aparatos de radio (comunicacio-
80% de 55 amperioslhora, es decir 44 amperios/hora. nes y navegación) con el motor en marcha.
J
362 El barco El motor y la electricidad 363
Los cables casi imposible si los hilos están un poco oxidados (lo cual suele ocurrir
La instalación debe ser de dos conductores, excepto para el motor. Este transcurrido el primer invierno).
punto, de gran importancia, es obligatorio y casi siempre se respeta.
Debemos añadir que en los barcos metálicos, especialmente 105 de El panel general
aleación ligera, no está de más poner dos cables conductores en todos Actualmente existe una clara tendencia a colocar a la vista el panel ge-
sitios, incluso en el motor, pues de este modo nos evitaremos bastantes neral de instrumentos, junto a la mesa de cartas. Ésta no es la solución
sorpresas de tipo galvánico. ideal, pues la experiencia demuestra que es un lugar demasiado húme-
Pasacubierta de t ipo c ue llo de cis ne.
Al tratarse de corriente continua, es necesario que los conductores do, expuesto a los rociones, trajes de agua, dedos mojados ... y además,
se diferencien por el color en toda la instalación, puesto que muchos la parte posterior del tablero se apoya en el casco del barco. Es mejor
de los aparatos son polarizados y no resistirían una inversión (a paratos colocar dicha parte del panel contra la cámara del motor; pues al estar
de navegación, tubos fluorescentes, etc). Son muy pocos los fabrican- caliente, siempre estaría seco, contribuyendo el ambiente grasiento al
tes que se preocupan de esto, por eso aunque la instalación tenga va- mantenimiento de los equipos. Otra buena solución sería colocarlo en
rios colores hay que comprobar las polaridades. el techo, siempre que la parte exterior estuviera totalmente resguarda-
da del chorreo del agua. También podriamos cubrir todo el panel con
Una buena instalación duradera y segura puede ser bien de hilo de un plástico transparente, sellando la parte superior y los lados con cinta
estaño flexible, o de hilo rígido (un solo hilo por conductor) con los ex- adhesiva.
tremos de estaño (aunque cerca del motor, siempre se pone cable flexi-
ble, por las vibraciones). Una instalación de este tipo puede durarnos Los aparatos
veinte años e incluso más. • Los fu sib les. Todos los aparatos deben estar protegidos para evi-
El consumo de electricidad es menor si la sección de los hilos es bas- tar cualquier peligro de incendio. Hoy día está de moda instalar disyun-
tante generosa. Para barcos de hasta 12 metros de casco aconsejamos tores que a veces sirven también de interruptores; no está mal, es prác-
instalar hilo de 2,5 mm'. tico y razonablemente satisfactorio, pero demasiado complicado y frágil
Los barcos de serie llevan cable flexible corriente, que prácticamente para soportar el ambiente marino. Un buen fusible de cartucho, como
no vale para nada. Este cable enseguida se oxida y se pone negro, apa- los que se usan en las casas, es más seguro y se puede arreglar con
reciendo en cada conexión una resistencia, y tanto es así que al cabo más facilidad. Si preferimos utilizar disyuntores, conviene que instale-
de uno o dos años, del 10% al 30%, o incluso el 50% de la electrici- mos material de construcción, que es más seguro que el destinado a
dad se consume en los propios cables, siendo, además, imposible revi- los barcos deportivos (y también mas barato).
sarlos.
• Los int e rrupto res. Los mejores son los de báscula, que son los
Podemos elegir cables recubiertos como los que se emplean en las más sencillos, y que aunque no son impermeables, podemos colocarlos
casas, que se pueden cambiar con facilidad, en caso necesario. en el techo para que no les entre agua, cuando tenemos los dedos mo-
También podemos poner cables a la vista como en los sótanos. jados. Los contactos se pueden limpiar una vez al año.
Sin embargo, los fabricantes prefieren ocultar los cables detrás del
forro interior del barco, sin ninguna protección, y donde la humedad es • Las luces ce nita les de casquillo de bayoneta son mejores que las
la reina del baile. bombillas de rosca, cuyo sistema de sujeción suele ser insuficiente. De
En el palo, los cables eléctricos deben protegerse con una funda, todas formas es.aconsejable instalar tubos fluorescentes.
pues en caso contrario se deterioran enseguida a causa de los rema-
ches, los tornillos y los pernos, quedándose sin aislamiento. • Luces d e na veg ac ió n . Cuanto más lejos del agua se coloquen,
mejor funcionarán. Para barcos de hasta 20 metros de eslora, no hay
Las conexiones duda: 10 mejor es la luz tricolor a tope de palo. Para navegar a motor,
Las buenas conexiones están siempre soldadas, y así no se producen re- hay que coloca r las tres luces (roja, verde y blanca) lo más arriba de és-
sistencias parasitarias. Pero eso sólo puede hacerlo el navegante. Tam- te; así no las tapará el foque, que no se suele aparejar navegando a
bién podemos estañar el extremo de los cables o soldar los terminales motor; hay que contar, además, con una luz para instalar en la popa.
planos engastados y engrasar todas las conexiones para reducir el óxi-
do. Esto es muy fácil de realizar en una instalación nueva, pero resulta
366 El barco
El motor y la electricidad 367
1 luz tricolor
a tope de palo 10 4h 40 Ésta es una instalación corriente que tiene un año, por lo que hay
que añadir un 15% de pérdidas. El cálculo es, pues, de 245 vatios/hora
1 tubo flu orescente a 12 voltios = 20,4 amperios/hora, a los que hay que añadir 1,5 ampe-
pequeño de 3 vatios rios/hora para el arranque del motor (400 amperios durante 15 segun-
en la cocina 3 2h 6 dos). Para cargar 21,9 amperios/hora a 15 amperios y suplir la electrici-
1 tubo fluorescente dad consumida, el motor tiene que funcionar 1 hora 46 minutos, es
pequeño de 3 vatios decir, más o menos el triple que en el caso anterior. Si la instalación tie-
en la mesa de cartas 3 4h 12 ne dos años, las pérdidas alcanzarán del 30 al 50%, lo que obliga a
aumentar el tiempo de carga en 1h 38 min. o 1h 52 min.
1 luz de iluminación
del compás 3 4h 12
1 aparato de navegación 1,5 12 h 18
su ilu minación 3 4h 12
otras luces 5 30 min 2,5
Total 102,5
1
368 El barco
Tercer caso
El patrón es de los que opinan que cuando uno está disfrutando de al-
go no hay que calcular:
potencia consumo en
El casco y
los interiores
duración
en vatios vatios/hora
3 luces de navegación 30 4h 120
1 luz de fondeo 10 7h 70
1 tubo fluorescente
en la cocina 8 2 h 16
1 nevera 60 4h 240
EL CASCO Y LA ESTRUCTURA
Tota l 794,5
De modo general, sea cual sea el material utilizado en la construcción
Si es una instalación estándar de hace un año. hay que añadirle un del casco, las uniones, los refuerzos y las superestructruras son siempre
15% de pérdidas, es decir, 914 vatios/hora a 12 voltios = 76 ampe- zonas que hay que vigilar. Asimismo hay que tener cuidado con el efec·
rios/hora, a los cuales hay que sumar 1,5 amperios/hora para el arran- to gavánico, muy traicionero, que puede producirse en los extremos de
que del motor. Cargando a 15 amperios. son necesarias 5 horas 6 mi- las clavijas o en el casco.
nutos para suplir la electricidad consumida. Lo que resulta difícilmente
soportable. Si duplicamos la capacidad de la bateria y la potencia del Los puntos débiles de un casco
alternador, conseguiremos reducir el tiempo de carga hasta 2 horas 53 Las un iones. Los elementos de un casco están unidos entre sí de dis-
minutos. Si el barco tiene ya uno dos años. preferimos no calcular las tintas maneras: clavado, pegado, atornillado o soldadura. Cada uno de
pérdidas. Veremos que la nevera consume mucha energía representan- estos puntos de ensamble puede representar una zona débil de su blin-
do casi un tercio del consumo total. daje; una unión defectuosa puede poner en peligro todo el barco.
370 El barco El casco y los Interiores 371
Los refuerzos. En los lugares en los que el casco sufre un gran es-
fuerzo, se colocan refuerzos, como en la zona de anclaje de los cade-
notes, tintero del palo, etc. Un refuerzo adecuado debe repartir el es-
fuerzo en una superficie amplia, debiendo mantenerse los puntos re-
Cua ndo se a ñade un e le me nto de
acastillaje. hay que co locar un refu e rzo
forzados en perfectas condiciones. Cuando nosotros mismos instala-
mos una pieza que va a tener que sufrir un gran esfuerzo, debemos fi-
~
·
o
.~
suficientem ente dim en sion ad o.
jarla sobre un refuerzo suficientemente dimensionado.
Por ejemplo, si queremos colocar una cornamusa en la cubierta, el
suelo deberá tener doble grosor en ese lugar.
entre ellos un aislante, como en el caso del acero inoxidable con el alu- c:
minio. Hay otros contactos que se pueden realizar sin protección, como :::l
el aluminio con el acero galvanizado (pero no debemos olvidar que la Q)
duración de la galvanización con zinc es limitada). "'C
En oposición con el aislante, existe un conductor no m etálico : el
VI
carbono . Hay que desconfiar de él como de la peste, en caso de que
entre en la composición del casco o de las perchas. Pues en ese caso, .......
Q)
··
'o
u
las piezas metálicas que estén mal aisladas pueden destruirse unas a
otras con gran rapidez y a varios metros de distancia.
En la práctica, la mayoría de las veces se suelen instalar accesorios de
'"
c..
aleación ligera sobre piezas del mismo material; en su defecto, siempre
que tomemos las precauciones necesarias, podemos utilizar piezas de ace-
ro inoxidable o de material no conductor, como nylon, rilsan, celorón, etc.
372 El barco El casco y los interiores 373
Cascos de plástico
La gran mayoría de los barcos de serie que se construyen actualmente
son de plástico. Bajo esta denominación tan vaga, se agrupan todos los
materiales "composites ", es decir, los materiales compuestos, incluyen-
do el hormigón armado que está formado por arena, cemento y hierro,
del que hablaremos más tarde. A la izquierda, los trozos de t ej ido se
Las cualidades de estos tipos de materiales son el resultado de las de empa pan con resina. A la derecha,
cada uno de sus componentes: la arena resiste la compresión, el ce- colocación del contramolde de l fondo
mento sirve para unir y el hierro soporta la tracción. del casco. Ést e interviene en la rigid ez
estructural del barco.
En la construcción naval se utiliza un material formado por dos com-
ponentes: fibra de vid rio, de carbono o de Kevlar que presentan una
gran resistencia a la tracción, y resina epoxy o de poliéster que soporta (un término más) separadas por un alma de espuma. En este caso los
la compresión y hace de unión entre las fibras. cascos se construyen sobre un molde macho, con un coste muy bajo.
La estructura del barco está formada por la correcta colocación de Sin embargo, hay que resaltar un aspecto negativo del plástico y es
las fibras y la resina . que arde muy bien, mucho mejor que la madera, desprendiendo vapo-
El casco y la cubierta están realizados de una sola pieza, es decir, son res tóxicos, y resultand o muy grave cualquier conato de incendio.
monolíticos, y su unión (la jun ta de cubierta) puede ser un punto débil.
Este material se adapta perfectamente a la construccion en serie, Sol idez, estanqueidad. Un casco de plástico suele ser más sólido
que se realiza por medio de un molde hembra. En la construcción por que uno de madera, debido en gran parte a que es más ligero y a que
unidades se utiliza el sistema de sandwich: dos planchas estratificadas se rompe con menos facilidad . Hay que controlar los ángulos, especial-
El barco El casco y lo s in teri ores 379
378
mente los de la cubierta, los anclajes de los cadenotes y los herrajes del En relación con este material surgen nuevos problemas, por ejemplo,
timón. La estanqueidad se consigue con el revestimiento exterior, el en un barco de acero el compás de navegación debe estar cuidadosa-
gel-coat, que puede rezumar agua si está deteriorado. mente compensado y ajustado, no pudiéndose utilizar el compás de
Recientemente ha aparecido una nueva plaga en 105 cascos de po- marcar, por lo que es necesario recurrir a compases fijos o a círculos de
liéster estratificado: la ósmosis. Se trata de un fenómeno de envejeci- marcar. Tampoco se pueden tomar marcaciones gonio dentro del bar-
miento que vuelve poroso el plástico. Para diagnosticar la ósmosis en co, al producirse en éste el efecto de caja de Faraday.
un casco hay que revisarlo mientras está húmedo y buscar pequeñas
burbujas en el gel-coa!. Si al pincharlas, huele a vinagre o a liquido re- Solidez, estanqueidad. Los cascos de acero son muy homogéneos
velador de fotos (el ácido acético produce la hidrólisis de la resina), con al estar soldadas las planchas entre si. Soportan bien los golpes y aun-
toda seguridad el casco está afectado de ósmosis. Los especialistas con- que las planchas se abollen no se rompen. La estanqueidad es perfecta.
sideran hoy dia que pocos barcos podrán escapar a este fenómeno. El
tratamiento es largo y costoso (hay que dejar limpio el poliéster lijándo- Duración, mantenimiento. La herrumbre es el principal enemigo
lo o por chorreado de arena, dejar secar durante varios meses y volver a de los cascos de acero y castiga sin piedad los lugares más inaccesibles.
realizar un tratamiento de superficie con epoxy) que sólo podrá efec- Hay que luchar contra este fenómeno sin descanso, picándola en cuan- El corte de las planchas está totalmente
tuarse en un astillero especializado. Un casco tratado correctamente to aparece, es decir, haciendo que salte con un martillo afilado, y des- automatizado y dirigido por ordenador.
puede hallar una segunda juventud . pués pintando la superficie cuidadosamente. Pero es el cuento de nun-
ca acabar, hay que estar siempre volviendo a picar y a pintar, por lo
Mantenimiento. Los cascos de plástico tienen una gran ventaja, y cual el casco va adelgazando peligrosamente con el tiempo ..
es que se puede reducir considerablemente su mantenimiento sin com- Podemos resolver casi de forma definitiva este problema por medio
prometer nada más que su aspecto. Los cascos de este material pueden de la proyección de zinc sobre del casco, aunque es un procedimiento
estar varios anos en el agua sin que el material sufra. algo caro.
Si queremos conservar un casco con un buen aspecto, tenemos que Señalemos por último la reciente aparición del acero Corten que tie-
pulirlo regularmente, y si no es suficiente, siempre podemos volverlos a ne la misma propiedad que el cobre o el aluminio: su óxido superficial
pintar. Este revestimiento exterior (gel-coat) se desgasta al cabo de los constituye en si mismo un revestimiento protector.
anos. Para volver a pintar el casco, se utilizan pinturas de poliuretano,
cuyas cualidades de adherencia son muy adecuadas, o bien gel-coat Reparaciones. Tanto las reparaciones pequeñas como las grandes
parafinado (el que no es parafinado no se seca). deben efectuarse en un astillero.
Cascos de acero
El empleo del acero en la construcción naval no resulta interesan te más
que para barcos de una eslora superior alas 12 metros, pues en barcos
menores 105 cascos serían demasiado pesados. Por el contrario, es una
de las soluciones más económicas para barcos de 18 metros o más, y
además el material está muy indicado para la construcción por aficiona-
dos. Con el acero se pueden construir cascos de forma redondeada y
también en pantoque vivo (siendo estos últimos más baratos), aunque
es casi imposible hacerlos insumergibles debido a su tamaño y a la den-
sidad del acero .. Casco de acero, de pantoque vivo .
380 El barco El casco y los interiores 381
El aluminio no produce perturbaciones en los compases, pero no se pinturas con pigmentos a base de cobre pueden devorar el casco poco
pueden tomar marcaciones gonio dentro de los barcos construidos con a poco, surgiendo también múltiples e inesperados problemas. No de-
este material. bemos abarloar el barco durante mucho tiemjX) a otros cuya carena es-
Al igual que ocurre con los de acero, los cascos de aluminio son muy té pintada al bronce, o lo que es peor, recubierta de cobre.
sólidos y estancos, abollándose sin romperse en caso de choque.
Pero la gran ventaja del aluminio es que nos podemos olvidar del
Duración, mantenimiento. Estos cascos apenas se oxidan, pero en mantenimiento, pues la oxidación de su superficie (alúmina) protege el
cambio el efecto galvánico representa una continua preocupación. Las casco. Incluso podemos dejarlo sin pintar. Si por razones estéticas que-
remos hacerlo, debemos seguir escrupulosamente los consejos del fa-
bricante de pinturas, especialmente en lo que respecta a la preparación
de la superficie.
Cascos de ferrocemento
Esta clase de construcción que tuvo gran auge en los años setenta,
consiste en fabricar un esqueleto de rejilla metálica, y recubrirlo con fe-
rrocemento de forma que quede estanco. Este material, si se trabaja
bien, puede ser idóneo para construir barcos deportivos de grandes di-
mensiones, aunque se sacrifica un poco la velocidad, pues los barcos
de menos de 25 metros de eslora resultan demasiado pesados.
Mantenimiento
En este casco co n forma (G lena ns 331. los e le mentos estructura les, Interio res casi t erminados, e l barco está Para efectuar el mantenimiento de cualquier tipo de casco, sea cual sea
las chapas de aluminio se impregnan c uade rnas, varengas o vag ras son list o para recibir e l tambucho (en este su material de construcción, deben realizarse tareas de lijado y de pin-
en alquitran antes de su insta lación . perfiles e n U, T o lo caso es de po liester estratificado) . tura.
382 El barco El ca s co y los interiores 383
\
• En primer lugar una pintura de imprimación, que debe proteger el Si las sucesivas manos de pintura forman un revestimiento demasia- !
soporte y adherirse bien a éste. Según el soporte de que se trate, cada do grueso (de más de 2 milimetros), puede que sea necesario dejar el
fabricante indica la pintura más adecuada. casco desnudo, quitando la pintura con un soplete o con un decapan te
químico. Pero hay que tener cuidado, pues el ácido que tiene el deca-
• Una pintura de acabado (frecuentemente llamada esmalte o laca
(u.ya ca~acter¡stica principal es su resistencia a golpes y arañazos, y aí pante ataca el metal y destruye de manera especial el zinc que protege
mismo tiempo al aire. al sol y al agua. los clavos. Después de utilizarlo, debemos lavar el casco cuidadosa-
• Entre estas dos pinturas. normalmente se da una mano de masilla mente.
o aparejo, cuyo fin es tapar los defectos de superficie del soporte. Esta Una vez lavado y lijado, hay que aclararlo con agua dulce. No es su-
~asilla. no debe ser demasiado espesa, y sólo sirve para que el aspecto
ficiente con una simple ducha, sino que tenemos que frotar con fuerza
final del casco sea perfedo. al mismo tiempo con una esponja. Estará listo cuando, una vez seco, al
pasar los dedos no quede en ellos el mínimo rastro de polvo.
lijado con una rijadora de disco.
Modo de volver a pintar un casco
El secreto está en la preparación de la superficie a pintar. Este trabajo Ya hemos hecho lo más dificil, ahora no queda más que pintarlo .
.nos llevará las tres cuartas partes del tiempo total de la operación, y re-
qUiere una buena dosis de paciencia y mucho esmero. En caso de que hayamos dejado desnudo el casco, volveremos a co-
.. Pa~a q~e la pintura aguante, tenemos que aplicarla sobre una super- locar la pelicula protectora mano a mano. Hay que esperar a que una
fICIe limpia y mate, para lo cual debemos lavar el casco quitando la su- mano seque completamente antes de dar la siguiente. Si vamos a dar
ciedad y la grasa, y después lijarlo para dejarlo sin brillo, igualando la varias capas de esmalte, hay que lijar suavemente cada capa, una vez
5upe~icie. se. trata de eliminar la capa superficial de pintura estropeada
seca, para que la siguiente pueda adherirse ("matando el brillo"). lija- Modo d e pintar:
y satinar la plOtura sólida que está debajo. Si hemos lijado bien el agua remos también las capas de masilla, para conseguir una superficie uni- , . Depositar la pintura en e l centro
no se queda en forma de gotas sobre la superficie. sino que resbala so- forme, dejando sin lijar la mano de imprimación. de la s uperficie que qu eremos cubrir.
bre ella. En el caso de que el casco no esté completamente pelado, empeza- 2. Extenderla en un sentido.
Estas dos primeras operaciones, lavar y lijar, pueden hacerse al mis- remos haciendo los retoques, es decir, volviendo a poner una tras otra 3. Después en el olro.
mo tiempo, con papel de lija al agua yagua con jabón. En las superfi- las capas de pintura que faltan en los sitios donde hemos quitado par- 4. Igualar, pasando e l pincel sólo e n
cies rugosas o en los lugares poco accesibles, podemos lavar y lijar con cial o totalmente la pintura. En este caso, lijaremos también cada capa un sentido, hacia la parte ya pintada .
un cepillo echando detergente en polvo que haga espuma. (excepto la de imprimación), para que las siguientes se adhieran bien.
Las manos de pintura deben ser finas y uniformes, y del mismo color
que el resto del casco. Para terminar, hay que dar una última mano de
pintura de acabado.
Pinturas especiales Cuidados especia les. En las carenas de los cascos claveteados con
Pintura antideslizante. Son pinturas que contienen abrasivos y que se puntas galvanizadas hay que poner masilla en las cabezas de estas últi-
venden en las tiendas, pero también podemos fabricarlas nosotros mis- mas, pues si no las pinturas a base de cobre las corroen.
mos (como hacernos en Glénans) del modo siguiente: Recordemos que en los cascos de aluminio, sólo debemos utilizar
• aplicamos una capa bastante espesa de poliuretano; pinturas especiales, o en caso contrario es mejor no poner ninguna.
• a continuación, espolvoreamos un poco de arena muy fina y limpia;
• cuando la pintura está seca, barremos la arena sobrante, sin insis- En Europa, está prohibido actualmente utilizar pinturas a base de sa-
tir demasiado; les de estaño y de ciertos derivados del plomo, ya que son nocivas para
• por último, damos un par de manos más de poliuretano. el medio ambiente.
Barniz. Muy estéticos pero poco resistentes, los barnices constituyen la galvanización
una constante preocupación, pues a la menor resquebrajadura la ma- En cuanto aparezca el más ligero indicio de herrumbre sobre una pieza
dera se pone negra y suele ser demasiado tarde para volver a barnizar. de acero, hay que volver a galvanizarla, pero no de cualquier manera,
Al contrario que las pinturas viejas que basta con lijarlas un poco, un sino por alguno de los procedimientos siguientes:
barniz viejo debe quitarse del todo. Si no está demasiado estropeado, 1.° Galvan ización en caliente (o en baño). Se introduce la pieza en
podemos eliminar una gran parte lijándolo. un baño de zinc fundido, consiguiéndose una excelente protección.
Para que la madera esté bien protegida hay que darle de cinco a sie- 2.° Zincado. Se echa zinc sobre la pieza que queremos proteger. Es-
te manos de barniz todos los años, lo cual supone un gran trabajo. ta solución es la única posible para piezas de grandes dimensiones, co-
Algunos propietarios de barcos están permanentemente lijando y mo los cascos. Frecuentemente se emplea para piezas pequeñas, lo que
barnizando, siempre con una hoja de lija y un bote de barniz en la ma- es una lástima, pues la protección que se consigue de este modo es
no. En cuanto las circunstancias meteorológicas lo permiten, se cuelgan menor que la que lograríamos con la galvanización en baño de zinc.
de un extremo de la regala o de un pasamanos ... Así tienen siempre 3.° Galvanización electrolitica. Debemos evitarla por resultar insu-
impecable el barniz. ficiente.
386 El barco
El casco y los interiores 387
El tornillo de madera . Se utiliza principalmente para unir piezas peado, y en el cual ya no podríamos poner un tornillo para madera.
que se puedan desmontar o para fijar sobre madera una pieza de metal También se utiliza para fijar piezas pequeñas sobre contrachapado sin
o de plástico. que sea necesario poner un refuerzo.
Los tornillos pueden ser de acero inoxidable, galvanizado o cadmia- El único inconveniente que tiene este tipo de clavija es que la fijación
do, o de latón (hay que evitar emplear este material en el exterior del tiene cierta flexibilidad.
barco, pues se va desintegrando poco a poco). En todos los casos, al
elegir los tornillos hay que pensar en el posible efecto galvánico. El pegamento. Es un medio excelente de fijación. Su resistencia so-
Siempre que podamos, hay que utilizar tornillos totalmente estriados brepasa frecuentemente la del material sobre el que se utiliza (en espe-
o tornillos para chapa (el más conocido es el Parker). El tornillo clásico cial la madera); si intentamos separar dos trozos de madera que estén
para madera no ofrece ninguna ventaja en relación con este último, y bien pegados, ésta se rompe y sin embargo la unión aguan ta.
presenta algunos inconvenientes. Pero con este procedimiento, sólo se pueden pegar superficies que
Para atornillar una pieza de acastillaje, hay que: estén unidas. En el caso de materiales poco resistentes (por ejemplo, el
• colocar la pieza sobre el lugar elegido; contrachapado que no presenta apenas resistencia en el sentido del
• hacer un primer esbozo de agujero sobre el soporte, a través del grosor), hay que completar la acción del pegamento con clavos, rema-
agujero del tornillo de la pieza, con una broca que tenga el mismo diá- ches o por cualquier otro medio.
metro que el agujero de paso del tornillo; Existen en el mercado una enorme cantidad de pegamentos. Prácti-
• con una broca del mismo diámetro del alma del tornillo (es decir, camente sirven para todo tipo de materiales, pues casi todos ellos pue-
el diámetro del tornillo sin el grosor del estriado), hacer un agujero den pegarse, excepto el polietileno.
previo, de la misma profundidad que la longitud de penetración del Cada pegamento tiene sus instrucciones, y resulta conveniente se-
tornillo; guirlas. De modo general hay que señalar que:
• atornillar la pieza, marcar los demás agujeros y proceder del mis- • los pegamentos resisten mal la humedad (la del material y la del
mo modo para los tornillos restantes. ambiente);
En caso de que la madera sea blanda, podemos hacer los agujeros • agarran malo no agarran cuando hace frío, debiendo utilizarse la
previos con un clavo normal. Incluso en este tipo de madera no hay mayoría de ellos a una temperatura de entre 18°C Y 24 oC;
que colocar nunca un tornillo sin hacer un agujero antes, pues podría • es necesario inmovilizar completamente las dos piezas que vamos
torcerse debido a las vetas duras que tiene la madera. a pegar, an tes y dyrante toda la polimerización que, según los pega-
Por último, no debemos olvidarnos de engrasar los tornillos antes de mentos, puede variar de 10 segundos a 24 horas, pues en otro caso el
ponerlos en su sitio (si no tenemos grasa, siempre podemos utilizar pegamento no agarra.
margarina).
La masilla de cola merece una atención especial, pues es casi el
La clavija de neopreno (Rawl Nut). Esta clavija, que lleva al final único medio de poder fijar cualquier objeto sobre un casco de plástico,
una rosca, proporciona una sujeción excelente en todo tipo de mate- empleándose de manera especial para rematar las piezas del casco. An-
rial. Al apretar el tornillo la clavija se retrae y se expande. tes, hay que quitar cualquier rastro de material procedente del vaciado
Si la pieza que estamos atornillando es delgada, se expande por de- (grasa, etc), en la zona sobre la que queremos pegar la pieza, para lo
trás y si es gruesa, se queda ajustada en el agujero hasta quedar com- cual debemos lijar enérgicamente. Esta cola elastómera tiene una resis-
pletamente bloqueada. Sujeta igual que un perno. tencia moderada, de 2 a 4 decanewtons por centímetro cuadrado. Por
Es el medio más económico y seguro para fijar cualquier pieza sobre lo tanto hay que pegar planchas de con trachapado bastante grandes y
una superficie de plástico (cuando no queremos poner contrachapado). gruesas que mantenemos fijas en el lugar adecuado con cinta adhesiva
Al ser necesariamente grande el agujero, el esfuerzo se reparte por to- durante las veinticuatro horas que dura la operación. Después pode-
da la superficie. mos pegar lo que queramos sobre estas planchas.
Si las utilizamos sobre superficies de metal, es conveniente desbar-
bar bien el agujero, incluso por la parte posterior, para que no corte la Cornamusas
l a clavij a de neopre no es un excele nte
clavija. Por lo general las cornamusas que vienen instaladas en los barcos son
m edi o de sujec ión y hace estanco el
y por último, la clavija de neopreno ofrece una gran ventaja al utili- insuficientes, y están mal orientadas e incluso mal colocadas. Hay que
ag uje ro e n el que se coloca.
zarla sobre madera, pues se puede volver a utilizar un agujero estro- saber atornHlarlas, cambiarlas de sitio y poner otras más.
El casco y los interiores 391
390 El barco
las cornamusas deben colocarse en lugares resistentes (también de- pernos muy resistentes y permitir orientar la polea para que pueda tra-
ben serlo las propias piezas). Para que aguanten bien lo ideal es sujetar- bajar correctamente.
las con pernos y encolarlas, con lo que lograremos que queden absolu- Cálculo de los esfuerzos que se ejercen sobre una polea:
tamente inamovibles. Si no podemos remacharlas, las atornillaremos,
pero en ese caso es imprescindible encolarlas, pues si no los tornillos A ngulo
empezarán a aflojarse y la cornamusa acabará arrancándose. de retorno 30° 45° 60° 90° 120° 150° 180°
La mejor de las fijaciones no resiste mucho tiempo si la cornamusa Coeficiente
está mal orientada. Es fundamental colocarla siempre a lo largo en el de carga 52 % 76% 100% 141 % 173% 193% 200 %
sentido de la tracción. En caso necesario podemos inclinarla unos diez
El coeficiente de carga se expresa en porcentajes con relación al esfuerzo
grados con respecto a esta dirección (con lo cual daremos las vueltas
ejercido sobre el cabo. Por ejemplo, una polea de retorno de escota de spi
con mayor facilidad), pero tampoco hay que pasarse.
que desvía la escota 1500 sufre una carga de 193 kilos si la tracción de la es-
Hay que señalar que las cornamusas deben estar perfectamente lisas cota es de 100 kilos.
para no desgastar las maniobras. Por el simple hecho de pasar una li-
ma, o un trozo de papel de lija, conseguiremos un sustancial ahorro de
Candeleros, pasamanos y balcones
cabos.
l as mordazas y las clamcleats son muy fáciles de colocar; su soporte Los candeleros son piezas que se tuercen con facilidad, aunque esto no
es bastante ancho, de manera que no es necesario encolarlas. En rela- es demasiado grave, pues realmente no son elementos de seguridad, al
ción con estas últimas, conviene elegir bien el lugar donde las vamos a contrario que ocurre con los pasamanos. De hecho, puede ser una im-
colocar, pues para que bloqueen correctamente las maniobras es nece- prudencia reforzar un candelero para evitar que se doble, pues en ese
sario que éstas puedan caer a la salida del conducto; según el lugar en caso su base podría arrancarse. Lo mejor es que sean fáciles de des-
que se coloquen, a veces tendremos que ponerlas sobre una cuña para montar, con lo cual podremos enderezarlos sin ninguna dificultad.
poder elevarlas. Es conveniente también instalarlas de manera que no Los pasamanos no deben estar muy tensados, pues ofrecen una ma-
vuelvan a morder la maniobra al largarla. yor resistencia cuando están algo flojos. Las fijaciones que los unen a Las cuatro patas del balcón trabajan
los balcones de proa y de popa deben ser resistentes a toda prueba. juntas y soportan conjuntamente el
Dichos balcones deben estar, a su vez, fijados fuertemente, y deben esfu erzo que sufre un pasamanos
Cabrestantes (o güinches)
Un cabrestante resiste grandes esfuerzos, por lo que debe estar bien deformarse antes que romperse. Es deseable que sean de acero galva- cua ndo un tripu lante queda colgado o
sujeto con pernos sobre un soporte sólido. Es necesario que esté nizado, y no de acero inoxidable, pues este último se deforma poco, y es lanzado hacia éste.
bien orientado y en cualquier caso, la maniobra que hay que enrollar enseguida se rompe por las soldaduras, ¡aunque tienen mucha más
en el mismo debe colocarse en sentido perpendicular al eje del cabe- clase 1
zal, o mejor dicho formando un ángulo ligeramente superior a 90°,
pues de otro modo las vueltas se montan unas sobre otras en el Líneas de vida
güinche (se muerden), la maniobra se queda atascada y ya no pode- Las lineas de vida pueden ser de cable de acero flexible, de tergal tren-
zado o de ci ncha de nylon (de color para soportar los rayos ultravioleta)
mos largarla.
y se extienden a lo largo del barco de proa a la popa. Por medio de es-
En caso de que el mismo güinche tenga que servir para va rias ma- te sistema podemos movernos de un extremo al otro del barco sin te-
niobras, es necesario que todas ellas entren en el cabezal formando el ner que desengancharnos el mosquetón del arnés.
ángulo adecuado. Para lograrlo, y si es necesario, se apareja un reenvío Estas lineas de vida se fijan de forma plana encima de la cubierta a
general para que pasen por él todas las maniobras. uno y otro costado por medio de anclajes muy resistentes. Con el fin
de disminuir el esfuerzo que pueden sufrir (normalmente de una tone-
lada), hay que dejarlas bastante flojas.
Poleas de retorno
las poleas de retorno también sufren grandes esfuerzos. La carga que Para que su holgura no nos moleste las tensamos por medio de una Esta linea de vida de cincha está
se ejerce sobre la polea depende por una parte del esfuerzo sobre el amarradura que se pueda romper (hilo o costura). tensada por una costura (Al que se
Para que las vueltas no se queden
cabo y por otra del angulo que forma la maniobra de retorno . Una po- suelta en caso de tensión brusca.
mordidas, el ángulo entre la maniobra y
lea que reenvía un cabo a 1800 soporta un esfuerzo dos veces mayor
= = = dejando de este modo la holgura
el eje del cabezal debe ser ligeramente
que el del cabo. El herraje con el que se fijan debe estar atornillado con
I
superior a 90°, A necesaria.
392 El barco El casco y los interiores 393
La orza y el timón
La vigilancia que debemos mantener sobre los diferentes puntos débi- _ _ CálCUlO para hacer insumergible un barco
les del casco es necesario que alcance también a ciertas partes sumergi-
de crucero
das, como el eje de la orza y los herrajes del timón.
En 105 derivadores lastrados, cuando la articulación de la orza coge Barco de contrachapado de 8,50 metros Anclas y cadenas completamente bajo
holgura (por desgaste del eje y ensanchamiento del agujero) pueden tipo Nautile el agua: 150 kg - 20 kg de empuje ..... 130 kg
producirse graves problemas. Para evitar que esto suceda, debemos Casco ........................................................ 800 kg Lastre totalmente bajo el agua:
maniobrarla por debajo una vez al año. Podemos hacerlo cuando el Jarcia ...................................................... 100 kg 900 kg - 125 kg de empuje .................. 775 kg
barco está en la grúa o bien poniendo la quilla horizontal, mientras el Lastre .................... ................................... 900 kg
barco está en el agua, halando de la jarcia (tumbándolo sobre la care- Hay que compensar ............................. 1.860 kg
Anc las y cadenas .................................... 150 kg
na), o cuando está en seco escorando el barco sobre unos neumáticos es decir, 1.860 litros aproximadamente.
(sin tirar de la jarcia, pues se pueden producir roturas). Tripulación ............................................... 600 kg
Por lo que respecta al timón, es un problema perderlo, pero a veces Equipos, equipaje y víveres .................... 300 kg
Más 1/3 de margen de estabilidad,
ocurre. Al estar siempre en movimiento, los tornillos y los pernos de los
Peso total .............................................. 2.850 kg es decir, 2.480 litros
herrajes acaban aflojándose y cogiendo holgura, con lo cual enseguida
se desgastan, debiendo revisarlos con frecuencia. Podemos reducir con-
siderablemente este problema utilizando pegamento para frenar las La jarcia estará completamente El mismo cálculo para un Galiote,
roscas (pegando el tornillo a la tuerca). fuera del agua .................................... 100 kg versión en aluminio del Nautile
La tripulación estará La mitad sumergida con un peso aparente
completamente fuera del agua .......... 600 kg de 400 kg - 145 kg de empuje ............ 255 kg
Insumergibilidad La mitad del casco estará Al no existir flotabilidad de la
Un casco insumergible constituye una auténtica garantía de seguridad fuera del agua ...................................... 400 kg madera del casco ................................. 220 kg
en caso de vía de agua o vuelco del barco. Un Mousquetaire insumergi- La otra mitad: 400 kg - 620 kg ............ - 220 kg
bilizado lleno de agua puede seguir navegando a poca velocidad y lle- Hay que compe nsar ................................ 475 kg
El equipamiento 1/4
gar a un abrigo por sus propios medios. fuera del agua ........................................ 75 kg
Esta propiedad puede conseguirse utilizando espuma con alveolos
3/4 bajo el agua, peso aparente Más el margen de segu ridad de 1/3,
cerrados o por medio de balones infla bies.
despreciable ............................................ O kg nos da 633 litros adiciona les.
La espuma ofrece la máxima seguridad sin necesitar mantenimiento
• teniendo en cuenta que, para que el barco disfrute de cierta esta-
alguno, pero tiene el inconveniente de ocupar mucho espacio en el
bilidad, una cuarta parte del volumen debe estar fuera del agua.
barco (excepto los de construcción en sandwich con poliéster).
Ahora aplicamos una regla de tres: el total del peso lo dividimos en-
tre tres, y lo multiplicamos por cuatro, lo cual nos da como resultado el
Los balones tienen la ventaja de dejar mucho sitio libre y de poder
número de litros necesarios.
hacer insumergibles grandes espacios, pero en cambio necesita un
Después repartimos concienzudamente los volúmenes a bordo, ha-
mantenimiento periódico que debemos aprender a realizar.
cia lo alto y largo del barco. Por lo menos una cuarta parte del volumen
total debe colocarse contra la cubierta y delante de la cuaderna maes-
En Francia, la Marina Mercante comprueba la insumergibilidad de
tra (el lugar de máxima anchura del barco), y la mitad debajo de la li-
los barcos (posee una lista de los que tienen esta característica).
nea media del francobordo.
Sin embargo, nosotros solos también podemos hacer insumergible
Hay que colocar los volúmenes de manera sólida recordando que
nuestro barco con balones, según el procedimiento siguiente:
deberán trabajar hacia lo alto cuando el barco está vertical y hacia el
En primer lugar calculamos el volumen de flotabilidad necesario:
centro cuando escora. Por ejemplo, al colocar un volumen debajo de
• sumando el peso de todo lo que deba sobresalir del agua: la tripu-
una litera, es preciso que la parte superior de la misma esté fijada de
lación, la mitad del casco, la arboladura y la jarcia, y aríadiendo el peso
manera que pueda resistir el empuje de dicho volumen. Si colocamos
de lo que está dentro del agua: el lastre, el fondeo, y la otra mitad del
un balón justo debajo de la cubierta debemos fijarlo bien por medio de
casco;
cinchas, para que permanezca en su sitio a pesar de los bandazos.
394 El barco El casco y los interiores 395
El método de reparación que proponemos está indicado para tapo- Modo de fabricar y de instalar la contrapieza
nar agujeros pequenos. Cuando se trate de otros mayores, el método 1.° Hacer una contra pieza de contrachapado del mismo grosor que
sigue siendo el mismo, pero además hay que pegar la pieza. la tablazón o un poco más delgada. Esta contra pieza debe sobrepasar a
la pieza en 3 centímetros por todo el perímetro (es decir que sus lados
Cómo recortar el agujero deben medir 6 centímetros más). Es necesario hacer un buen bisel.
1.° Dibujar una ventana en forma de trapecio, que abarque todo el 2.° Pintar con pintura espesa la cara que va colocada contra la tabla-
clavar
trozo de madera estropeado. zón, para proteger la madera y asegurar la estanqueidad de la reparación.
2.° Hacer un agujero con la taladradora en dos ángulos opuestos. 3.0 Clavar la contrapieza por dentro del barco con puntas cada 3 ó 4
Con un serrucho recortar la ventana por dentro del dibujo dejando un centímetros, al tresbolillo alrededor de todo el perímetro.
Para qu e los bordes del ag ujero queden margen de 2 ó 3 milímetros. 4.° Remachar las puntas.
lisos no hay qu e empujar el form ón,
3.° Colocar un sable (de vela) recto encima de uno de los lados del
sino utilizarlo como s i fu era un cuchillo, dibujo, clavándolo con tres clavos finos, sin meterlos del todo. Para fijar la pieza -<f---- 3 mm
es decir des li zá ndolo hacia la izquierda. 4.° Con un formón para madera bien afilado, cortar todo lo que so- 1.0 Pintar la cara interior y los cantos, sin poner demasiada pintura,
bresalga del sable. Hay que sujetar el formón según se muestra en la pues en ese caso ya no podríamos sacarla, ¡al haberla ajustado tan bien!
foto con cuidado de no corta r el sable. La superficie del corte debe ser 2.° Clavarla toda alrededor, lo mismo que hemos hecho con la con-
recta, perpendicular al tablón y desbastada (que no esté alabeada). trapieza, poniendo primero algunas puntas en el centro.
5.° Hacer lo mismo con los tres lados restantes. 3.° Remachar las puntas en el mismo orden. cortar
1
398 El barco El casco y tos interiores 399
Sin embargo, antes de lanzarnos a hacer una reparación de este tipo Impregnar el tejido
.o
u
"
u
debemos tener en cuenta las condiciones ambientales, la temperatura y
el grado de humedad. También debemos saber que aunque la efectue-
Para efectuar las reparaciones. utilizamos la fibra de vidrio en forma de
mat, fieltro formado por filamentos de fibra de vidrio que cortamos
mos bien nunca será resistente a toda prueba, pues al haberse seccio- con las tijeras según la forma del agujero.
nado la estructura del casco (tejido de fibra de vidrio), la resina nueva El mat puede impregnarse de resina, ya sea en el lugar en que se va
no se adhiere nunca de un modo perfedo a la resina antigua. a colocar, o antes. Lo importante es que esté completamente impreg·
Sin embargo, para pequeñas averías, la reparación que indicamos es nado con la menor cantidad posible de resina y que no tenga ninguna
suficiente: burbuja de aire. Con el fin de eliminar las posibles burbujas, damos
unos ligeros golpecitos con un pincel de pelo corto.
Antes de comenzar a t rabajar es necesario que se cumplan las
cond iciones sigu ientes: Taponar el agujero
• Temperatura mínima: 18 oc. 1.° Untar con resina los bordes del agujero.
• Humedad relativa máxima: 60%. 2.° Reconstruir todo el grosor del casco colocando los mats necesa·
• El tejido de fibra de vidrio debe estar completamente seco, lo cual rios unos encima de otros.
resulta dificil, puesto que es higroscópico. 3." Cubrir la reparación con papel celofán, con el fin de evitar que la
• Los bordes del agujero deben estar también muy secos. resina gotee si no está colocada en sentido horizontal y al mismo tiem·
• La resina debe ser reciente (menos de cuatro meses). po para que podamos moldear la superficie, bien con un rodillo de go-
ma o con los dedos.
Recortar el agujero
1" Quitar toda la parte estropeada del casco, pues la forma del agu- Acabado
jero no tiene ninguna importancia. 1.° Esperar a que la resina haya agarrado sin que esté muy dura.
2.° Biselar generosamente los bordes del mismo, dejando una incli· 2" Retirar el celofán y pulir la superficie con una lima o con papel de
nación del 10% aproximadamente. lija.
3." Quitar el encofrado, si todavía es posible.
Encofrar 4 " Lijar con lija de agua del 600.
Al ser fluido el material que utilizamos para taponar el agujero, hay que 5.° Pintar con gel·coat que contenga parafina o con pintura de po·
poner un soporte provisional, es decir encofrar la parte que vamos a re· liuretano o epoxy.
construir, ya sea por dentro o por fuera.
Independientemente del material que utilicemos, el encofrado debe Afilado de las herramientas
cubrirse con papel celofán para que la resina no se quede pegada y po-
Para hacer bien los trabajos que acabamos de describir, bastan muy po-
damos quitarlo.
cas herramientas, pero es indispensable que éstas se encuentren en
buenas condiciones, es decir, correctamente cuidadas, y que se utilicen
Preparar la resina
adecuadamente. Estamos seguros de que no estará de más proporcio·
Para que la resina pueda polimerizar (endurecerse) se le añade un en·
i i durecedor (generalmente al 1%) llamado también catalizador. Para que
nar algunos consejos sobre este asunto.
Reparación de un casco de plástico. esta polimerización se lleve a cabo a la velocidad deseada, utilizaremos El destornillador
un acelerador, normalmente de acetato de cobalto, en una proporción
El destornillador debe encajar lo mejor posible en la cabeza del tornillo,
de 1% a 3% (menor proporción cuanto mayor sea la temperatura). Por y su hoja debe tener las caras completamente paralelas, el grosor co-
último, pintamos la resina con pintura de color. rrespondiente a la ranura del tornillo y una anchura igual al diámetro
de su cabeza.
Hay que tener cuidado al manipular los materiales; el endurecedor El perfil de un destornillador se puede rectificar con una piedra de
no puede entrar en contado directo con el acelerador, pues la reacción
afilar esmerilada. Para dejar las dos caras de la hoja bien paralelas por
exotérmica que se produce es muy violenta, pudiendo llegar hasta la
su parte útil, hay que afilarlas en hueco, es decir por la parte redonda
explosión. Existen en el comercio estuches para efectuar reparaciones
de la piedra. No hay que apoyar demasiado fuerte, pues si el acero se
que contienen resinas con acelerador ya incluido en su composición.
calien ta se destempla. A 200 "C se pone amarillo pajizo y a 600 "C se
400 El barco El casco y los interiores 401
/ pone azul, quedando inservible. Por esta razón no hay que pasar de que hacerlo colocándolo sobre una superficie de madera con la parte
/
/ 200 oC, alcanzándose enseguida esta temperatura, sobre todo si la afilada hacia arriba, y dejar el cepi llo siempre de lado. Al guardar las
punta del destornillador es fina. En cualquier caso, debemos tener cer- herramientas, hay que cubrir la hoja del formón con un trapo engrasa-
ca un cacharro con agua y meter dentro el destornillador a intervalos do y meter hacia dentro la cuchilla del cepillo.
muy pequeños (de menos de 5 segundos).
Evidentemente. tenemos que colocar el destornillador de modo que la navaja
forme el mismo ángulo con la piedra, y no soltarlo una vez comenzada Es el instru mento poliva lente por excelencia, sin la cual un mari -
la operación, sujetando la hoja siempre por el mismo sitio y apoyando no no es más que una sombra de sí mismo. No es necesario que
el índice en el soporte de la piedra de afilar. tenga muchos accesorios. Una buena hoja, por sí sola, puede desempe-
ñar todas las funciones, y hacer al mismo tiempo de punzón, sacacor-
El formón y el cepi llo chos, abrelatas, quitachapas, corta uñas o palillo de dientes.
Regla fundamental : para que un formón de madera o un cepillo cor- Una hoja de acero fino corta mejor que una de acero inoxidable,
ten bien es necesario que la hoja esté completamente plana hasta la siendo conveniente que esté montada sobre remaches inoxidables.
parte afilada con un solo bisel en una de las caras, que es la única las navajas no se afilan con la piedra de afilar. A veces se puede
que debemos afilar. El ángulo que debe formar la parte afilada es de adelgazar una hoja nueva con una muela de agua, pero el afilado hay
20° a 30°. Para afilarlo hay que hacer lo mismo que con el destorni- que hacerlo sólo con la piedra. Se frota la hoja sobre ésta con la parte
llador. De ese modo obtendremos una superficie ligeramente cónca- afilada hacia adelante, pues en caso contrario formaremos una rebaba
va, quedando una especie de rebaba o filván en la parte afilada de la muy útil para cortar la mantequilla en verano.
hoja. Con un agujero en el mango y un buen cabito, la navaja será una
Para pulirlo, se frota la parte biselada de la hoja con una piedra de compañera inseparable de todo marino.
afilar bien plana (respetando bien el ángulo del bisel) hasta lograr una
Regular la posición de la mano sobre pequeña superficie brillante a lo largo de toda la zona afilada.
el destornillador o el formón. y no Para desfilvanar (quitar el filván), frotamos alternativamente el bisel LOS INTERIORES
soltarlo. Apoyar el índice contra el y la parte posterior de la hoja sobre la piedra. Hay que respetar el án-
soporte de la piedra de afil ar hasta gulo del bisel y no levantar el mango al trabajar sobre la parte posterior El casco no es sólo un flotador que nos sirve para desplazarnos sobre el
encontrar e l ang ulo adecuado después de la hoja. Insistimos en que es muy importante no hacer un fa lso bisel agua, sino que es también un lugar para vivir donde la tripulación debe
de m et er la herramienta en el ag ua, por la parte posterior de la hoja, pues en ese caso estropearíamos la poder satisfacer todas sus necesidades vitales, y encontrar el calor que
teniendo e n cuenta e l sentido en que herramienta. Para comprobar la calidad del trabajo, podemos afeitar- hace que la navegación sea de recreo.
gira la piedra. nos los pelillos de la parte superior de la mano. Por lo visto, hay barcos cuyos elementos interiores son de un lujo
La parte afilada de estas herramientas es muy frágil y debemos to- inaudito, con música suave y ambiente aterciopelado. Pero no vamos a
mar algunas precauciones para no estropearla. Al dejar un formón hay hablar de ellos aquí, aparte de que ese tipo de instalaciones, en la ma-
yoría de los casos no son agradables más que en los puertos - sin duda
por eso no salen de ahí-o Debemos confesar que nuestra experiencia
en la materia es algo escasa. Por el contrario, no dudaremos en afirmar
(con rotundidad) que se puede estar perfectamente a gusto en un bar-
co, en la mar, mientras éste disponga simplemente de una buena litera,
un infiernillo que funcione, ventilación e iluminación suficiente, retretes
sin problemas y estantes bien diseñados. Y, en cuanto al ambiente ..
,=,
I
"nto biselado, un a vez
::::a:: eel filvan . Un formón corta bien
nosotros bien, gracias. no nos va muy mal.
La litera
cuando podemos afeitarnos con é l los En puerto, podemos dormir como reyes en una litera de 60 centímetros
pelillos de la m ano, del brazo o de las de ancho, pero en la mar no podremos pegar un ojo, pues resulta de-
El bisel bien plano. l a parte posterior bi en pl ana. pantorri llas ... masiado ancha para poder acomodarnos bien. El navegante que pasa
402 El barco
El casco y tos interiores 403
toda la noche agarrado al colchón tiene tiempo de pensar en la Por esta misma razón, el saco de dormir también debe ser sintéti-
suerte de los pobres alpinistas que acampan contra la pared co. Los sacos para acampar en el Himalaya no sirven para nada, pues
de una cara norte .. en la mar hay mucha humedad y mientras estemos secos no pasare-
Para dormir bien en la mar, es necesario acomodarse bien, mos fria.
y no es ninguna tonterfa embarcar con un saco de dormir muy
alargado en el cual, bien arrebujados, pasaremos noches felices. La mesa de cartas
Pero lo ideal es disponer de una litera graduable, lujo que podemos
A bordo de un barco, la mesa de cartas suele estar situada enfrente
conseguir con poco gasto por medio de una banda de escora. Este
de la cocina cuando hay suficiente espacio para instalarla ahí. La dis-
sistema consiste en un rectángulo de tela resistente que se fija al fon-
posición de este rincón para la navegación debe pensarse detenida-
do de la litera con una amarradura, pasa por debajo del colchón
mente, pues todos los objetos que necesita el navegante deben te-
y vuelve a salir para amarrarla al techo. La tela normalmente
ner su sitio concreto, del cual se puedan saca r y volver a colocar
termina con una funda dentro de la cual metemos un palo;
(bien calzados) con un solo movimiento. Al hacer la distribución, de-
sobre este palo amarramos unos cabos que nos sirven para
colgar la tela a unos cáncamos que están fijados en el te-
cho.
La lona debe sobresalir por lo menos 50 centimetros para
que el palo no moleste al que está durmiendo, incluso es
Aparejo sencill o para
mejor que llegue hasta el techo para aislarlo un poco y pro-
porcionarle algo de oscuridad.
la banda de escora.
Los cáncamos y trincas deben ser enormemente resistentes pues
tienen que soportar todo el peso del tripulante.
Durante la navegación resulta más agradable que estas trincas sean
graduables, para poder adaptar su longitud a la escora del barco, y al
estado de la mar, estando tumbados.
• La amarradura del fondo de la litera debe ser lisa, pues en otro ca-
so la lona quedará abultada.
• Cada cáncamo debe poder soportar al menos 80 kg.
• Si la trinca es fija debe disponer de dos longitudes: para mal tiem-
po y para bueno.
• Es preferible que las trincas estén formadas por un aparejo de tres
o cua tro guarnes, y si encima tienen una mordaza, ya es la séptima ma-
ravilla.
En los barcos grandes que van a ser equipados con navegador elec-
trónico o en aquellos cuyos constructores suponen que no se va a na-
vegar, se tiende a hacer desaparecer la mesa de cartas o bien a reducir
su tamaño. Esta conquista del navegador, que ha revolucionado el di-
seño de las cabinas interiores de los barcos de vela entre los años 60 y
70, sigue siendo indispensable, pues aunque utilicemos sofisticados na-
Mesa de cartas de un barco de vela de vegadores electrónicos tenemos que anotar los datos para llevarlos a
cru cero: los instrumento s el ectrónicos una carta verdadera ..
ocupan mucho espacio ...
No se deben emplear, bajo ningún concepto, hornillos de gasolina, este motivo los infiernillos de camping no pueden utilizarse de ninguna
ni motores que utilicen este combustible, por la misma razón: el peligro manera.
que supone su almacenamiento y manipulación. • Si es posible, debemos elegir quemadores con disposi tivo de segu-
Los hornillos de gas de petróleo estan bien, a pesar de su aspecto un ridad que produzca el corte automático del gas si la llama se apaga ac-
tanto tosco. Hay que hacer gala de una gran paciencia, incluso terque· cidentalmente.
dad, a la hora de encenderlos y de limpiarlos, pero tienen una gran po- • Es preferible disponer de dos infiernillos de un fuego cada uno,
tencia calorífica. El único peligro que pueden tener está relacionado que de uno de dos fuegos. Pues si uno de 105 dos se estropea, siempre
con el encendido con alcohol, producto que se inflama con faci lidad si podemos utilizar el otro.
se manipula incorrectamente. Es extremadamente peligroso que la be· • Cada vez que cambiemos la bombona de un infiernillo, tenemos
tella sea de plástico, y para paliar este inconveniente basta con utilizar que asegurarnos que la nueva no tiene ningún escape, pasando sobre
Meta, alcohol solidificado más fáci l de manejar. la pieza de unión de la bombona con el quemador una esponja empa-
Los hornillos de gas de alcohol son de la misma clase que 105 de pe- pada en agua jabonosa.
l os fre gaderos de la cocin a suelen tróleo y resultan más fáciles de encender, pero su potencia calorífica es • Hay que tener cuidado de volve r a poner el tapón de las botellas
t ener una t apa que sirve t am b ién co m o algo inferior, y como ya hemos visto, el alcohol de quemar no es cierta~ vacías, pues suele quedar un poco de gas dentro y algunas de ellas lo
tabla para cort ar. mente un producto inofensivo (y además, es más caro que el petróleo). dejan escapar en cuanto se quita el tapón o el quemador:
Los infiernillos de butano, son sin duda 105 mas limpios y fáci les de • Por último, debemos tirar el infiernillo completo en cuanto haya la
mantener. Aunque tienen una potencia calorífica inferior a los de pe~ menor sospecha de que no está en perfectas condiciones.
tróleo, y sobre todo están lejos de ofrecer las mismas garantías de se-
guridad . Debemos ser conscientes de que su presencia a bordo repre~ Para los cruceros de gran duración o en barcos cuya tripulación esté
senta un riesgo permanente, pues si una junta gotea, o una rueda den~ formada por mucha gente, recomendamos instalar un hornillo de gas
tada ajusta mal, puede producirse un escape de gas, depositandose és- para cocinar y calentar pequeñas can tidades de comida, y luego otro
te en los fondos sin darnos cuenta, y un día de repente puede saltar hornillo de petróleo para cocinar las comidas principales.
una chispa y explotar todo. Para navegar lejos de Europa, hay que adaptarse al gas disponible o
El infi ernillo y la botella deben bien utilizar petróleo.
colocarse en su soport e, para que la En caso de que utilicemos este tipo de aparatos, debemos tomar Hay barcos que tienen instalaciones fijas de gas, que alimentan el
uni ón del quemador y la botella no ciertas precauciones: calentador de agua o la nevera. Pero, debemos decir que hay que ser
soporte ningún esfu erzo. A pa rtir de • Respetar la normativa que establece que el estriado del reductor o conscien te de los riesgos que dichas instalaciones implican, y que noso~
una determ inada fuerza de viento, sólo del quemador no debe sufrir ningún esfuerzo y que el tubo flexible no tros las consideramos demasiado peligrosas (por el contrario, existen
utiliza remos la olla a presión. debe llegar nunca cerca del quemador, incluso en caso de escora. Por neveras pequeñas portátiles de gas que son aceptables, si tenemos c ui~
dado de colocarlas en una zona bien ventilada).
De modo general, cuando hay gas (o gasolina) a bordo, es conve-
niente instalar un detector de gas, aparato que podemos encontrar a
un precio razonable. Debemos habituarnos a comproba r diariamente
que dicho detector funciona correctamente, acercando un mechero de
gas abierto (pero sin encender) al filamento. Este aparato deberá insta-
larse en un lugar bajo del barco, y estar protegido del agua, pues si se
moja queda inservible.
Sin embargo, cualquiera que sea el sistma que adoptemos, el conte- El petróleo. Arrellanados en la cabina como si fuera una cabaña, al
nido del recipiente constituye una verdadera carena líquida que puede abrigo del viento y del agua, muchos navegantes de recreo descubren
sufrir grandes aceleraciones. El único remedio es utilizar recipientes de maravillados la calidad de la iluminación de petróleo. Estas lámparas
fondo ancho (que facilita el calentamiento), con bordes altos y llenarlos proporcionan una luz suave creando un ambiente ya olvidado, y no
sólo un poco. Con mal tiempo, únicamente se deben utilizar cacerolas huelen mal, excepto cuando la mecha está mal despabilada.
y ollas a presión con tapa. Hay lámparas de petróleo muy bonitas que se sujetan con Cardan,
Delante del infiernillo y de las cacerolas, tiene que haber espacio pa- pero también podemos utilizar lamparas de temporal. Éstas deben con-
ra el cocinero. Éste deberá tener las dos manos libres y estar sentado tar con soportes muy resistentes y estar colocadas en el lugar adecua-
preferentemente o si tiene que estar de pie, tener la espalda y los pies do. En los barcos de plástico, hay que proteger al máximo el techo del
bien apoyados, y llevar un arnés para los dias de mal tiempo. También ca lor de la llama. El único material indicado para este tipo de ilumina-
deberá tener a su alcance los utensilios de cocina y las provisiones que ción es el contrachapado marino, que es incombustible, así como un
necesite. La cocina debe tener un número suficiente de taquillas (colo- excelente aislante térmico.
cadas en los lugares adecuados, y diseñadas para que su contenido no Para apagar una lámpara de petróleo, hay que soplar sobre ella,
pueda volcarse), armarios y cajones para guardar la comida necesaria aunque si la mecha baja mucho, se puede caer en el depósito (que es
para veinticuatro o cuarenta y ocho horas, formando un depósito que un medio como otro cualquiera de guardar mechas de repuesto).
se irá reabasteciendo periódicamente desde los demás puntos de alma- Incluso aunque tengamos instalación eléctrica, nos hace falta , por lo
cenamiento repa rtidos por el barco. menos, una lámpara de tormenta a bordo, por si se produjera una ave-
Muchas veces, la cocina dispone también de un fregad ero, que es ría, y también para utilizarla como luz de fondeo.
un elemento de confort adicional, siempre que sea lo suficiente profun-
do y estrecho para poder utilizarlo en la mar. Las luces de emergencia. Si no tenemos electricidad, debemos dis-
Es conveniente que dicho fregadero no se desborde cuando el barco poner, por lo menos de una lámpara fija alimentada por una bateria de
escora al máximo y cuando la llave del desagüe está abierta. Si esto pilas (como las luces de las caravanas, pero con tubos fluorescentes) .
ocurre es absolutamente necesario que podamos acceder a dicha llave Este tipo de lámparas son muy prácticas cuando necesitamos ver claro
con facilidad. Podemos instalar un grifo encima del fregadero conec - con rapidez, o para poder encontrar las cerillas ...
tándolo con una bomba al depósito de agua dulce, si ésta es lo sufi- También es conveniente llevar a bordo algunos bastoncillos tipo
cientemente grande como para poder permitirnos cierto derroche. De "cyalume", para cuando la cosa se pone fea, que producen, por reac-
todas formas, también se podría instalar otra bomba -que conectaría- ción química, una luz fluorescente durante una hora o más.
mos con el depósito de agua de mar ..
Los retretes
Hay diferentes clases de retretes: el más extendido en la actualidad es
La iluminación interior el W.c. marino, que lleva consigo un sistema de bomba de mano, que
A bordo de un barco la iluminación puede ser de dos clases: de electri- permite el desagüe directo en la mar. Este sistema ofrece en principio,
cidad o de petróleo. las mismas garantías de comodidad que las instalaciones de tierra. Pe-
ro, en realidad, la bomba es más frágil. Hay que manejarla con suavi-
La electricidad. Siempre que sea posible es mejor utilizar ilumina- dad (pero con firmeza), siendo raro que funcione bien cuando la llave
ción fluorescente, pues consume menos electricidad que la incandes- de desagüe está cerrada . Este aparato se suele estropear con facilidad,
cente. Pero también proporciona menos calor, por lo que podemos y por lo general no acepta más que papel muy fino, o mejor dicho nin-
completarla con alguna lámpara de petróleo. Las luces halógenas cada gún tipo de papel..
vez se utilizan más a bordo de los barcos. La potencia de su iluminación También pueden ser causa de una vía de agua, no debiendo olvidar-
es bastante más grande que la de la bombilla clásica (una lámpara ha- nos de cerrar las válvulas de fondo cada vez que lo utilicemos. Este
IÓ9-ena de 20 vatios tien e un rendimiento de 17,S lumens/vatio frente a aparato necesita cierto mantenimiento; se deben engrasar las llaves y el Un w.c. marino o un fregadero mal
Con un soporte como este. con brazos 9,5 de la bombilla de filamento). También se dice que las lámparas ha- botón por lo menos una vez al año y no debe utilizarse en los puertos, insta lados, o mal utilizados, fáci lm ente
de muelle, la lámpara está lógenas duran más tiempo sin especificar que también cuestan bastan- sobre todo en aquellos en los que no hay marea, pues en caso contra- pueden pasar de ser una "comodidad",
perfectam ente estibada. te más. rio se irán transformando poco a poco en cloacas. a ser un enorme "inconveniente".
410 El b arco El casco y los i nteriore s 411
Los W.c. químicos tienen ciertas ven tajas y, excepto algunos sistemas modo que un cofre, siempre que tenga un sistema de bloqueo anties-
muy perfeccionados, no suelen ser muy ca ros, ahorrándonos con su cora . Este bloqueo deberá producirse de modo automático al cerrar el
utilización los posibles problemas de tipo mecánico. Es un procedimien- cajón.
to higiénico y que no contamina los puertos. También comporta ciertas
servidumbres, pues hay que vaciarlo periódicamente y emplear los pro- Los víveres
ductos químicos adecuados, que evitaremos derramar en el barco. pues Además de los lugares previstos en la cocina para guardar todo lo ne-
atacan a los cascos de madera y de metal. cesario para un plazo de tiempo inmediato, es conveniente guardar los
víveres principales debajo de las literas o en 105 fondos del barco.
Este sistema tiene la ventaja de poder equilibrar los pesos, colocando
Las estibas los objetos más pesados en el cen tro del barco y lo más bajo posible.
las pequeñas dimensiones de un barco de crucero hacen que cualquier De hecho no hay que olvidar que a bordo de los barcos modernos y
desorden sea absolu tamen te insoportable. Cada objeto debe tener su sobre todo de los multicascos, la tripulación, el equipaje y los víveres re- Éste es e l s ist e ma de bloqueo m as
lugar adecuado, del cual sólo debe salir para ser utilizado, volviendo a presentan un tanto por ciento bastante elevado del desplazamiento senc illo, al em puja r e l cajó n, se queda
ocupar su sitio rápidamen te. Esto hay que aplicarlo a todos los objetos
(ocho personas más su equipaje = 1 tonelada). b loq ueado. Para abrirlo, hay q ue
que se encuentren a bordo: el compás de puntas, la botella de vinagre, En la mar el agua dulce es muy importante. A menudo se almacena leva ntar V t ira r, y una vez que éste ha
el jersey de repuesto o los cabos de los rizos ... Los interiores del barco en depósitos flexibles o rigidos, que se colocan en los fondos. Desde ll egado al fin al ya no se pu ede salir.
están diseñados con este fin. aunque esto ya no sucede en los barcos ahí sale toda una red de tuberías y bombas, que la conducen hasta los
actuales de nueva construcción, lo que proporciona al feliz propietario diversos puntos de consumo. Cuan to más complicada es la red, más
la posibilidad de ejercer su talento de arquitecto de interiores y de cha-
cómoda es, pero también más averías tiene.
puzas avispado. Existe otro problema y es que si el depósito se rompe, se pierde todo
el agua . Hay un sistema más seguro para el que quiera navegar lejos, y
Las velas es disponer de varios bidones, en los que vamos introduciendo el tubo
Las velas se guardan tradicionalmente en el camarote de proa, pasando de aspiración de la bomba a medida que los vamos agotando. De todas
de este modo directamente desde la cubierta de proa a una zona sin formas, necesitamos como mínimo un bidón para hacer agua, pues hay
habitar, a través de una escotilla que debe ser bastante amplia, sobre puertos que no tienen tomas, i de verdad !
todo si se utilizan sacos cilíndricos.
Si el camarote de proa está ocupado, y no se puede abrir la escotilla La ropa y los objetos personales
cuando hace mal tiempo o, simplemente porque no queremos sobre- Una vez satisfechas las necesidades del barco y estibados los víveres,
cargar la proa, es preferible guardarlas en los cofres de la bañera. De utilizaremos lo mejor posible los espacios que queden disponibles. Es
este modo podremos llevar las velas de buen tiempo en la proa y las de decir, que las posibilidades de ordenar los objetos personales depende
mal tiempo en la popa.
de la eslora de flotación y del número de tripulantes.
" En los barcos pequeños, la solución suele ser la bolsa individual en la
Los sacos o las velas pueden colgarse a una serie de ganchos, trin- que metemos todas nuestras cosas. También podemos poner redes en
cando la parte inferior con un elástico para que no rocen con el casco. el ángulo que forma la cubierta con el casco. Estos habitáculos son ex-
Hay que señalar que el sistema de guardarlas en sacos colgados de tensibles y están poco expuestos a la humedad, pero sin embargo es-
ganchos es excelen te para tenerlos ordenados.
tropean un poco la estética del interior del barco.
Si tenemos más espacio, hay que proporcionar a cada tripulante un
Objetos de uso corriente lugar para colocar sus efectos personales, es decir, una taqu illa.
Las herramientas, los materia les para reparar las velas, la quincalla (gri- En cualquier caso (bolsa, red, o armario), debemos meter cada pren-
lletes, guardacabos, mosquetones ... ) y las piezas de repuesto de la jar- da de ropa dentro de una bolsa impermeable (las bolsas de plástico
cia deben guardarse juntas en un lugar concreto, que todos conozcan y que se venden en rollos son muy cómodas), pues es el único medio de
de fácil acceso, para que el hecho de ir a buscar algo a cualquier hora tener siempre ropa seca disponible.
no perturbe la vida de a bordo. Un buen sistema es usar cajas de plásti- Podemos utilizar un armario colectivo para las botas y los trajes de
co (que cierren bien) y si somos algo "manitas" podemos instalar gru- agua, pero sólo de cuatro personas como máximo. A partir de .ese nú-
pos de cajones hechos con cajas de plástico. Un cajón suele ser más có- mero, es preferible que cada uno tenga su casillero (una capaCidad de
j
412 El barco
EL MATERIAL DE SEGURIDAD
Hay gente que piensa que vivir en el agua no es demasiado lógico. Des-
de su punto de vista, todo el material que silVe para vivir de este modo
no puede ser otra cosa que material de seguridad, empezando por el
propio barco. Debemos aceptar que esta visión no es del todo equivo-
cada, y que la primera seguridad consiste en disponer de un barco en
perfectas condiciones, desde la quilla a la perilla del palo.
Una vez dicho esto, incluso aunque seamos de 105 que piensan que
hay menos peligro en la mar que en las carreteras, existe toda una serie
de material especialmente previsto para asegurar la perennidad de 105
cuerpos y los bienes. Este material abarca diversos objetos. Un hi erro de plástico.
414 El barco El mate ri a l d e a r ma m en t o 4 15
entre L ~ 16 o P ~ 12,000
yL < 18 0P < 16.000 24 12 22
El fondeo
Colocar el fondeo en primer lugar del material de seguridad puede pa- entre L ~ 18 o P ~ 16.000
recernos sorprendente, pero lo hacemos voluntariamente. Un barco no Y L < 20 o P < 20.000 34 12 22
es un coche; no tiene verdaderos frenos y su fondeo es el único medio entre L ~ 20 o P ~ 20.000
de poder pararlo y de hacer que se quede en un lugar concreto . Esto Y L < 25 o P < 30.000 40 14 24
representa una seguridad fundamental, que requiere que la elección
del material se lleve a cabo con infinita seriedad. L < 25 o P ~ 30.000 60 16 28
En este aspecto, la experiencia es la mayor de las garan t ías, puesto
que además, la normativa actual se basa principa lmente en la experien~
cia de Les Glénans. En nuestros barcos de crucero no llevamos nunca menos de cuaren~
En general, no hay que caer en la tentación de elegir el fondeo me- ta metros de cadena y de 100 m de orinque .
nos pesado (es decir, el menos caro) que indique la tabla, pues sobre
esta cuestión hay q ue decir que la avaricia no nos indemniza. Las anclas ·
y si e l fondeo recom en dado nos pa rece demas iado pesado pa~ Un ancla se define por su peso y su forma. Por eso se dice: un ancla A I ~
ra la t ri pu lac ión, es rea lmente la tri pu lac ión la que es dem as iado mirantazgo de 15 kg . La forma, frecuentemente va ligada a una deter~
ligera para e l ba rco. minada marca. Decimos, una ancla FOB de 10 kg o un ancla Danforth
Si bien las anclas indicadas tienen el peso mínimo, la longitud de los de 10 kg, aunq ue las dos sean anclas basculantes.
cables y cadenas que van unidas a las mismas son muy importantes pa~ A continuación vamos a ver las ventajas e inconvenientes de cada ti~
ra la sujeción del fondeo. po de ancla.
416 El barco El malerlal de armamento 417
Ancla Almirantazgo
Es el ancla mas antigua y también una de las más seguras. Agarra en
todo tipo de fondos en los que puede agarrar un ancla: arena, fango,
gravilla, algas e incluso roca (de donde a menudo no se puede desen-
ganchar), Su adherencia no es que sea extraordinaria, pero sí regular. y
aunque g arree (es deCIr, que are el fondo) sigue ofreCiendo una resIs-
tencia constante.
Las anclas Almirantazgo pueden tener distintas proporciones.
Algunas son rechoncnas, pero muy sólidas; sus anchos brazos se en-
ganchan especialmente bien en el fango, pero son incapaces de tocar Ancla d e arad o CO A. Ancla plana Brittany . A ncla basculante Gri p.
el suelo firme a 1ravés de un manoJo de aJgas. Otras son delgadas y
grandes, pero más frágiles, aunque sus brazos llegan con faCilidad al
suelo donde se hunden profundamente.
Entre las cualidades del ancla Almirantazgo también hay alguna ne- El ancla de arado
gativa, pues abulta mucho y es difícil de manejar en los barcos peque- Con toda segundad es una de las mejores anclas modernas. Su adhe-
ños. la colocación del ce p o requiere una maniobra adICional (se estib a rencia es por lo menos dos veces superior a la del ancla Almirantazgo,
con un cabo, pues los sistemas metálICOS, concretamente, el pasador. pero inferior a la de las anclas planas en fondos favorables. Agarra muy
no agarran). bien en todo tipO de fondos, excepto cuando hay algas o hierbas tUpi-
SI se maniobra mal, este tipO de ancla puede en ceparse o embra- das, y es muy raro que se encepe
zarse , es deCir, que el cabo de fondeo dé una vuelta, bien alrededor Incluso aunque garree. sigue ofreCiendo la misma resistencia. Ade-
del cepo o de un brazo. En estas condICiones. el ancla garrea. mas, tiene la ventaja de que abulta poco y ofrece una gran facilidad de
maniobra
El rezón
Es también un tipO de ancla tradicional. Tiene cuatro o onco brazos El ancla ligera
A nclas A lmirantazgo :
con uñas y su adherencia es ligeramente Inferior a la del ancla Almiran- ApareCieron a pnncipios de los ai'los 90 aportando una gran facilidad
1. Ubre. 2. Encepada . 3. Embrazada.
tazgo. Se utiliza sobre todo sobre fondos de algas. donde agarra muy de maneja (además, es desmontable). Sus fabncantes, a los que no les
bien. Igual que el ancla Almirantazgo. abulta mucho y es poco práctica falta humor afirman que Incluso una mUjer puede manejarlas sola Sin
de manejar. esfuerzo.. ¡siempre que el lobo de mar de su mando le dé las órdenes
oportunas desde el timón! Las anclas ligeras (tres veces más que una
El ancla basculante normal), de tipO basculante, están fabricadas en aleaCión de aluminiO y
De diseño más reciente. este ancla no tiene los Inconvenientes del an- magnesIo. Por mediO de un tratamiento térmICO se proporciona a este
cla Almirantazgo, pues no puede enceparse y (como consecuencia) matenal las calidades del acero. Todavía no deseamos emItir un JUICIO
tampoco se suele embrazar. Es fácil de manejar y de estibar. sobre su eficaCia real, aunque opinamos que está muy IndICada para
Agarra estupendamente en fondos de arena y de fango; regular en llevarla como fondeo secundano
grava y piedras pequeñas; de forma Irregular en roca; y muy mal en
fondos de hierbas y algas. Su articulación se suele atrancar con conchas ¿Cuál elegir?
y gravilla, y se atasca coo faCilidad en fondos de algas. A la hora de tomar una deCiSión, convIene saber que algunos tipOS de
Est e " rezó n d e p ar ag u as " , mu y Cuando garrea, su resistencia disminuye enormemente y es muy ra· anclas no son eficaces más que en un determinado abanico de pesos,
corri ent e e n barcos de recreo, se agarra ra que vuelva a agarrar Sin tener que sacarla y despejarla. debido a la sutil relaCión eXistente entre el peso y la forma del ancla.
d e f orm a m ediocre y só lo con viene los diferentes modelos de este tipO de anclas son de una calidad Una FOS H.P. de 2,5 kg es muy segura dentro de su clase, mientras
uti lizarl a en b arcos p equeños. El muy deSigual. que una CQR de 5 libras (2,4 kg) no lo es (pues las anclas CQR sólo son
bl o queo m ecánico d e los brazos debe Algunas de las anclas de este tipO no se agarran más que en Clfcuns- eficaces a partir de 7 kg). Otro ejemplo: una Marel de 500 kg puede
comp leta rse con un ca bo, p ues e n otro tancias especialmente favorables. las mejores anclas basculantes que sUjetar un carguero, mientras que un ancla de Igual clase pero de
caso e l parag uas p uede vo lver a existen actualmente son la 8rrttany, y la FOS H.P. (francesas) y la Dan- 20 kg no podría hacer lo mismo con un Mousquetalre, que, por el con-
cerra rse . forth (rnglesa). trario, sí estaría seguro con una CQR de 9 kg
El barco El material de armamento 419
418
La cadena
la principal característica de la cadena es su peso. debido al cual se
Peso por mantiene en el fondo, ejerciendo una tracción horizontal sobre el an-
metro de cla. Puesto que el barco realmente no tira de forma regular del ancla,
cadena sino que lo hace a empellones, ésta hace de amortiguador con su peso.
'" 6 ......................... 0,75 kg La segunda ca racterística es su resistencia al desgaste, al no estro-
pearse sobre el fondo ni en 105 escobenes ni en las gateras (conduc-
'" 7 .................. ........ 1,05 kg
tos para la cadena situados en la borda del barco).
'" 8 ... ......... .............. 1,35kg Sin embargo, debido a su peso, también tiene ciertos inconvenien-
tes, pues es incómoda de manipular, sobrecarga al barco y, si no pode-
"'10 .......................... 2, 10 kg mos estibarla en otro lugar que no sea la proa, favorece el cabeceo. EntaJingadura sencilla y eficaz
En Glénans usamos cadena corrien te. Pero también podemos utili- l a ent a ling a dura se hace con un cabo
"' 12 .......................... 3,00 kg
zar cadena probada, cuya resistencia es de 25 kg por milímetro cua- bastante la rgo para que e l extremo de la cade na pueda afirmarse en cubierta.
"'14 .......................... 4,10 kg drado, frente alas 15 kg que tiene la primera. De este modo, una ca- Se cose uno de los chicotes del cabo al extre m o de la cadena y e l otro chicote bien
dena corriente de 10 (resistencia 1.180 kg) puede sustituirse por cade- se bloquea e n un aguje ro de un mamparo co n un a lasca IAI, o se afirma a un
"' 16 ..... ............ ......... 5,60 kg
na probada de 8 (1.250 kg). La ventaja que podemos obtener es dis- cáncamo co n un as de guias lB).
cutible, pues una cadena demasiado ligera amortigua menos los tiro-
nes, por lo que hay que fondear mucha más cantidad para lograr el Para unir el otro extremo de la cadena al pozo, está prohibido utili-
mismo resu ltado, debiendo halar el barco durante más tiempo en el zar grilletes y alambre, pues de ese modo resulta dificil de largar en ca-
momento de zarpar. so de urgencia, cuando hay que filar la cadena por el extremo . La ama-
rradura del ancla - llamada entalingadura- puede realizarse con un
Por lo general, las cadenas demasiado pequenas son poco seguras y cabo, afirmándolo por un lado a la cadena con un as de guía cosido, y
nosotros desaconsejamos utilizar cadena de menos de 7 milímetros. por el otro bloqueándolo en un mamparo con una lasca, o bien ama-
rrándolo con un nudo a una cuaderna, o a un cáncamo en el fondo del
La long itud de cadena que debemos fondea r debe ser del t ri- barco. Es conveniente que este cabo sea lo bastante largo como para
ple de la altura del agua. Según la región por la que estemos nave- poder subir toda la cadena a la cubierta, si fuera necesario.
gando, quizás tengamos que fondear en lugares más O menos profun-
dos, lo que determina la longitud de la cadena que debemos llevar a Mantenimiento
bordo. En cua lqu ier caso, debemos disponer, como mínimo, de 30 Poco a poco, la fina capa de zinc que recubre las cadenas galvanizadas se
metros. va deteriorando y aparece la herrumbre. A partir de entonces, se va ace- Pode mos ver e l desgaste en
Equipar un barco con una cadena demasiado delgada o demasiado lerando el desgaste de la misma pues esta herrumbre es un fuerte abrasi- e l punto de rozamie nto de los
corta es igual de ridículo que ponerle un ancla demasiado ligera, pues va. Con el fin de retrasar su aparición, cada año al desaparejar el barco, eslabones. Hay que eva luar la
Este empa lm e especial sirve para
cuando el barco choca contra las rocas, ya es un poco tarde para echar podemos rociar la cadena con aceite de motor. Este aceite se habrá seca- sección de m eta l que queda con obje to
engrilletar el ancla a la ca dena V no se
de menos los 5 metros que dejamos en la tienda de náutica. do para la primavera siguiente y la cadena ya no ensuciará el barco. de sa ber la fuerza residua l de la cade na .
bloquea e n las gateras.
El b arco El material de armamento 421
420
Cuando aparece la herrumbre, también podemos galvanizar de nuevo Los fondeos fijos:
la cadena. Sin ningún tipo de mantenimiento ésta nos puede durar ci nco
años y si la galvanizamos dos veces su vida será de quince, siendo el pre· boyas de amarre y muertos
cio total de las dos galvanizaciones el mIsmo que el de una cadena nueva. Cuando con frecuencia, nos vemos obligados a fondear en el mismo
Cualesquiera que sean 105 cuidados que se dediquen a una cadena, lugar, para hacer pic· nic, pescar o para pasar la noche, resulta muy
ésta acaba desgastándose. Por lo general, la parte que lo hace con ma- agradable no tener que preocuparnos de la sujeción del ancla. En ese
yor rapidez es la que se encuentra a flor de agua. Para desgastar por caso la solución consiste en instalar un fondeo permanente, en el que
igual los dos extremos, hay que dar la vuelta a la misma, cada dos años. el ancla se sustituye por una losa de hormigón. (Para instalar este tipo
En resumen, es necesarIO cambia r la cadena en cuanto el eslabón de fondeo hace falta una autorización del Service Maritime de I'Équipe-
más delgado no tenga más que un 75% de su sección original. ment yen España de la Autoridad Local de Marina.)
En algunos fondeos. los barcos bornean siempre en el mismo senti- ba grueso y el orinque, podemos intercalar una cadena que afirmamos
do y la línea se acaba torciendo. Podemos intentar limi tar esta torsión, en la cubierta. Esta deberá ser lo bastante delgada para poder pasar
aparejando un grillete gira torio (más grande) entre la losa de hormigón por la gatera (del tamaño de la cadena del ancla) y lo bastante larga
y la línea. Desgraciadamen te, este tipo de grilletes suelen funciona r como para llegar desde la superficie a la bita de amarre.
bastante mal, por lo que deberemos dar la vuelta a la línea a mano ca- El .inconveniente del muerto es que siempre existe el riesgo de que
da t res meses, aproximadamente. Una línea que no tenga grillete gira- su onnque acabe cortado por una hélice. Para evitarlo, lo lastramos a 2
torio deberá cam biarse de sentido todos los meses. ó 3 metros de la superficie, enganchando un peso de 2 Ó 3 kg, o en-
gastando algunas bolas de plomo de pescar. l o ideal es utilizar cabo ya
¿Boya de amarre o muerto? lastrado en fabrica.
La línea puede unirse de varias maneras al flotador que está en la su- Por último, el flotador deberá ser blanco (según Decreto del Ministe- Flotador de boya de amarre sin
perficie del agua. Con el fin de que las explicaciones queden claras, va - rio del. Mar) lo cual no es muy acertado, pues no se pueden distinguir "ruptura de resistencia ". los barcos
mos a llamar boya de amarre al flotador sobre el que engrilleta direc- muy bren cuando la mar está picada. pueden amarrarse a la argolla puesto
tamente la linea de fondeo, y muerto al flotador que esta unido a la li- que está directamente unida a la
nea por medio de un orinque. cadena.
El flotador de una boya de amarre,
Los medios de señalización
únicamente ofrece la máxima
seguridad cuando la cadena lo La boya d e amarre. Debe estar rellena de material celular, para ser E.n .Ia m~r, cua~do más modesto es un barco, menos debe pasar desaper.
insumergible, incluso aunque esté rota. Su flotabilidad debe ser igual al crbldo, siendo Igual de importante ser visto, que ver. Por esta razón todos
atraviesa completamente. Se eli minan
así los puntos débiles en la unión, doble del peso del cabo que cuelga de ella (con la marea alta). los medios que sirven para señalizar su presencia, tanto de noch~ como
Este tipo de fondeo tiene un inconveniente y es que cuando dispone de día, forman parte del material de seguridad. Los medios "ordinarios"
pudiendonos amarrar directamente a la
de una cadena. siempre está en movimiento y acaba desgastándose a son las luces del barco y el reflector radar, que invitan a los demás barcos
parte superi or del flotador.
caL!sa del rozamiento que se produce entre sus eslabones, incluso aun- a separarse si es necesario. Y los medios "extraordinarios" son las señales
que no esté ningún barco amarrado. de socorro que, por el contrario, les invitan a acercarse con urgencia.
El muerto. En este caso, cuando no hay ningún barco amarrado. la Las luces del barco
linea de fondeo descansa sobre el fondo. El orinque, de nylon, debe te- Antes de instalar las luces a bordo del barco, es indispensable consultar Este tipo de flotador es mejor izarlo a
ner una longitud igual a una vez y media la altura del agua. Entre el ca- el Reglamento para la prevención de abordajes en la mar (publicaciones bordo y amarrar el barco directamente
SH2A y 28 del SHOM en Francia y por la Dirección General de la Mari- a la cadena.
flotador de 30 a 50 I¡tros
na Mercante y el Instituto Hidrografico de la Marina) o la Guide du na-
flotador de 51ilros según la altura del agua
vigateur (vol. 3).
la colocación de las luces (que también se denominan f anales) está
determinada, de hecho, por unas normas concretas, que trataremos
sólo en sus aspectos más importantes:
• los buques de más de 20 metros en navegación, exhibirán dos lu-
ces en los costados (roja la de babor y verde la de estribor) y una luz
blanca en la popa; estas luces deberán llevarlas en tres fanales distintos.
• los barcos de menos de 20 metros deben exhibir las mismas luces
pero pueden agruparlas en un solo fanal colocado en el tope del palo ~
en la parte superior del mismo;
• los barcos menores de 7 metros no están obligados a exhibir luces
de color, pero deberán llevar un fanal blanco en el tope del palo, o dis-
poner de una luz móvil que deberán exhibir para señalar su presencia;
Fondeos fijos para barcos de 1.200 kg • los barcos de vela en navegación con motor, deberán exhibir, ade-
aproximadamente . El muerto a la más de las luces ordinarias, una luz blanca a tope de palo (y de dia un
izquierda y la boya de amarre a la co.~o negro en la proa con el vértice invertido. En ese caso no puede
bloques de hormigón de 600 kg con un grosor máximo de 10 cm
utilizarse el fanal con las tres luces principales;
derecha.
424 El barco El material de armamento 425
• las luces de costado, deben tener cada una de ellas, un sedor que ilu-
mine diez cuartas (es decir 112',5), desde la proa del barco. Su alcance mí- D verde
nimo debe ser de una milla con una visibilidad meteorológica de 10 millas;
• la luz de popa debe tener un sedar que ilumine doce cuartas (es Velero navegando a vela (las tres luces Buque de propuls ón mecánica, o velero
pueden combinarse si el barco mide navegando a motor, de estora inferior Buque de propulsión mecánica, de eslora
decir 67', 5 a cada banda del barco a partir de la popa), debíendo ser su menos de 20 metros). a 50 metros. superior a 50 m.
alcance mínimo de 2 millas;
• la luz de tope del palo, indispensable sin navegamos con motor, de- Es necesario elegir luces completamente estancas, y sobre todo con iÚnicam ente podremos ver la luz azul !
be tener un sedor que ilumine veinte cuartas (es decir 112,50 a cada ban· bastante potencia, lo que no siempre es posible con la energía de que se S in embargo estos dibujos representan
da desde la proa del barco), debiendo ser su alcance mínimo de 2 millas. dispone a bordo (a menos que utilicemos bombillas de alto rendimiento). los sectores de las luces [roja, verde y
La lámpara de temporal, es perfecta para utilizarla como luz de fondeo. blanca) de los barcos.
En las publicaciones antes mencionadas encontramos indicaciones
sobre las alturas en las que deben situarse estas luces. De hecho el Hay que añadir que siempre resulta útil tener a bordo un proyector
principal problema en los veleros es lograr instalarlas en lugares que es- de pilas potente. Especialmente, puede servirnos para que nos vean
tén bien despejados del velamen, cualquiera que sea el rumbo en que bien desde otros barcos, cuando las luces normales no sean suficientes;
se navegue. Sólo hay dos lugares posibles: también, para descubrir una boya poco visible en un canal (y además, a
• el balcón de proa (luces de costado), donde ciertamente están gran distancia si la boya lleva pintura rellectante), O bien para localizar
muy despejadas. pero tienen el inconveniente de que están muy bajas; un hombre caído al agua (sobre todo si su chaleco lleva también ban-
• el tope del palo, con el inconveniente de estar muy altas cuando das relledantes).
hay que cambiar alguna bombilla.
El reflector radar
Un petrolero de 500.000 toneladas tiene un precio muy elevado, y, al
parecer, por este motivo tienen que ahorrarse el puesto de un serviola.
El tripulante que está de guardia en el puente de mando sólo puede ver
delante de él una superficie de mar de 2 millas. Esto quiere decir que,
incluso con el cielo despejado, conviene disponer de un buen reflector
de radar, por si nos encontramos cerca de uno de estos monstruos. De
modo general, debemos convencernos de que, en la actualidad, la mar
está llena de barcos que pueden abalanzarse sobre nosotros en la niebla
y por lo tanto es absolutamente necesario que nos puedan ver.
Un reflector radar, para ser eficaz, debe tener las dimensiones sufi·
cien tes, es decir, que su diagonal mida por lo menos 45 centímetros;
sus caras deben ser bien planas y perpendiculares entre sí (menos de 10
de tolerancia).
Este último punto excluye ya los reflectores desmontables. Y tam-
bién es necesario que esté correctamente instalado, es decir: 1° fijado
en la misma posición que si estuviera colocado sobre una mesa; 2° y
colocado lo más alto posible, siendo lo ideal ponerlo en el tope del pa-
lo. De hecho, debemos saber que cuando la mar está picada, el radaris-
ta de un carguero suele borrar de su pantalla el "eco del mar" para ver
Luz de fondeo: una luz blanca a tope de más claro, y que en ese caso ya no recibe más que ecos de objetos si·
pa lo visibl e en todo el hori zonte. tuados a una determinada altura.
El material de armamento 427
426 El barco
Las bengalas-paracaídas
Estas bengalas (verdaderas piezas de artillería) pueden subir hasta 300
metros de altura . La cápsula luminosa, se suelta una vez que llega al fi-
nal de su trayectoria, arde con el aspecto de una estrella roja brillante y
va cayendo despacio con un pequeño paracaídas. Las normas de ho-
mologación establecen que la velocidad media de bajada no debe so-
brepasar los 5 metros por segundo y el tiempo de combustión de la es-
trella debe ser superior a 40 segundos. Son muy visibles por la noche,
un poco menos durante el día y pueden verse con tiempo despejado
por un observador situado a más de 25 millas. La estrella luminosa bri- Modelo Pains·Wessex IPlastimo): quitar la caperuza de los dos extremos del tubo (s in re tira r la protección de aluminio),
lla con una intensidad de 30.000 candelas. abrir e l disparador de la parte inferior y colocar la be ngala con cuidado en la pa lm a de la mano; s ujetar e l tubo
Al contrario que los demás medios pirotécnicos, la bengala paracaí- fuertemente con las dos manos, orientándola casi e n vertical [flecha hacia arriba); lanzar la be ngala apretando e l
das es una manera de llamar la atención. Teniendo en cuenta el núme- disparador.
ro limitado de bengalas que se llevan a bordo, conviene utilizarlas con
precaución, es decir, cuando existe la posibilidad de que se vean. Lan-
zar una bengala un día con niebla cuando no hay ningún barco a la vis-
ta realmente no sirve de mucho. Sin embargo, lanzar una bengala a las
5h de la mañana cuando nos encontramos a 30 millas al Oeste de Ca-
bo Corse, es mucho más lógico, pues es la hora en que pasa el primer
ferry que viene del continente. Incluso aunque no permanezca en el
aire más de cuarenta segundos, no por eso deja de ser una señal fug iti-
va para un observador ocupado en hacer otras cosas. Es conveniente
lanzar una segunda bengala después de 5 ó 10 minutos para confirmar
el mensaje de socorro.
Modelo Ruggieri y Guerard : quitar e l tapón d el extremo inferior del tubo; e l disparador a parece automát icamente, girar
El manejo de una bengala-paracaídas resulta muy sencillo, aunque
la bengala y colocarla en e l hueco de la mano; s ujetar la bengala fuertemente con las dos m a nos, orientándola casi en
no está exen to de riesgos. Es un artefact o muy potente que hay que
vertical (flecha hacia arriba); y por ultimo, lanzarla a preta ndo e l disparador.
Sección de una manipular con cuidado. Por ejemplo, es conveniente saber que el pro-
b engala-para ca idas . yectil sale del tubo a una velocidad de 144 kmlh y que alcanza una ve-
428 El barco El material de armamento 429
las señales rojas automáticas de mano Al igual que en el caso de la bengala paracaidas, la utilización de
Al con trario que las bengalas-paracaídas, las luces automáticas de mano una señal de mano debe hacerse con ciertas precauciones. En primer
son más un medio de localización que de alerta. En la mayoría de los casos lugar hay que encenderla a sotaven to, con el brazo estirado sobre el
su utilización significa que la situación de peligro ha sido ya señalada y agua. Las normas de homologación establecen que no es necesario
confirmada. l as luces de mano deben considerarse como un medio para usar guantes para encenderlas. Si sujetamos el tubo por el lugar ade-
señalizar un barco en dificultades. Con gran frecuencia, cuando los medios cuado inclinándolo un poco no nos quemaremos. todo lo más sentire-
radiomaritimos funcionan, los servicios de salvamento, ya sean lanchas de mos un fuerte calor. Sin embargo, los guantes no impiden nunca que
* Siglas que significan Societé Na- la SNSM*, aviones o helicópteros de rescate, piden a los náufragos que las luces funcionen. Si disponemos de ellos a bordo (los marinos previ-
tional de Sauvetage Maritime, organis- enciendan una señal de mano con el fin de facilitar su aproximación. sores guardan uno en la caja de bengalas), conviene utili zarlo, pues la
mo francés dedicado al salvamento,
Estas señales deben sujetarse con el brazo estirado y no lanzan nin- combustión de una señal de mano va acompañada siempre de una pe-
equivalente a la Sociedad Estatal de
Salvamento y Seguridad Maritima, es- gún proyectil, sino que desprenden una intensa llama rojo brillante queña crepitación incandescente que puede dañar la piel; y lo que es
pañola. (15.000 candelas) por el tubo que arde durante un minuto por lo me- más grave: al final de la combustión el tubo se pone al rojo vivo y si ha-
nos. También en ese caso, son muy fáciles de utilizar, siempre que nos cemos un movimiento para lanzarlo lejos, puede romperse en dos y
hayamos leído las instrucciones. Hay que señalar que existen grandes caer sobre el brazo. Por este motivo. cuando la señal se ha apagado
diferencias en cuanto al sistema de encendido entre los modelos que hay que dejarla caer al agua abriendo la mano despacio.
existen en el mercado, en Francia. Por último, no es aconsejable mantener la llama fija durante mucho
tiempo, pues la s 15.000 candelas de potencia que desprende puede
irritarnos gravemente la retina.
L as luces y benga las solamente sirven para una vez, y además em iten una seña l muy breve,
por lo que deben uti li za rse en el momento oportuno, es decir, únicamente cuando existen
todas las posibilidades de que nos vean. Encender una señal fumígena con un viento de fuerza
horas'.
La baliza envía una senal codificada a un satélite que a su vez la
3 es una tontería, igual que lanzar una benga la en medio de la niebla o cuando no hay ningún transmite a estaciones en tierra que procesan la información y que avi-
ba rco a la v ista; lo mismo ocurre cuando tenemos un barco a la vista pero no navegamos hacia san a los servicios correspondientes, proporcionando el nombre del
él, o cuando estamos a contra luz respecto al mismo. Por el contra rio , no es ninguna tontería emisor y su posición con unas cuantas millas de aproximación.
lanzar una bengala a las 4 de la mañana, en alta mar frente a Gui l-
Ba liza SARSAT-COSPAS.
vinec, pues es la hora en que sa len los pesqueros ... Las radiobalizas multifrecuencia
Emiten en dos o tres frecuencias al activarse por medio de una senal de
Otro aspecto importante es que tanto las señales como las ben - socorro, especialmente en la frecuencia marítima (218 Khz) y en el ca-
galas tienen fecha de caducidad, y que según la normativa actual nal 16 VHF; su precio es relativamente accesible.
hay que llevar a bordo seña les y bengalas que no estén caducadas. Se trata de un equipo personal que debe comprobarse periódica-
mente y manejarse con delicadeza.
Pero no hay ninguna norma que nos prohíba conse rva r estos ar-
tefactos una vez que han caducado. Después de efectuar varias
pruebas en el archipiélago de Glénan, se averiguó que la gran ma-
yoría de seña les y bengalas en buen estado aparente, es decir, que Medios de lucha
no se habían mojado, seguían siendo eficaces varios años después
de su fecha de caduc idad. contra el fuego y el agua
El f uego
Por lo tanto, en unos cuantos años, podemos hacernos con un
Los riesgos de que se produzca un incendio a bordo están causados
buen aprovisionamiento de seña les de socorro, muy útil para se-
guir lanzando fuegos artificia les, una vez terminadas las existencias principalmente por los productos inflamables que embarcamos, espe-
reglamentarias. Y además, no tenemo s por qué avergonzarnos de cialmente la gasolina . Evidentemente, lo más seguro es no llevar este ti-
deberle la v ida a una bengala caducada. po de productos, o en todo caso, almacenarlos sistemát icament e en
un lugar que no comunique con el interior del barco.
jan largas estelas sobre la mar, durante mucho tiempo, una vez apaga-
En España, la Cir-
das. Los pilotos de Bréguet-Atlantique suelen lanzar señales fumígenas
cular 7/95 de la Di-
en las cercanías del barco que acaban de localizar. Número de extintores obligatorios a bordo de los recclOn Genera l de la Mari-
Utilizar una señal flotante es muy fácil y similar a las señales de ma- veleros habitables equi pados con un solo motor na Mercante que desarrolla
no; después de retirar la caperuza del sistema de encendido, hay que de menos de 150 caba llos en función de su eslora: la normativa de la Directiva
tirar del disparador por tracción. Hay que esperar uno o dos segundos 94/ 25/CE del Parlamento
a que una pequeña nube negra salga del orificio, antes de lanzarla al menos de 10 metros 1 extintor Europeo, establece que to-
agua, a sotavento del barco. de 10 a 15 metros 2 extintores das las embarcaciones de
recreo deberán ir provistas
de 15 a 20 metros 3 extintores de extintores en la cantidad
El espejo de señales
El espejo de señales posee una ventaja muy cla ra sobre las luces y ben- de 20 a 25 metros 4 extintores indicada a cont inuación, en
función de su eslora:
galas, y es que no se agota. Además es un aparato enormemente efi-
Si tiene cab ina ce rrada y
caz, siempre que haga sol, por supuesto. menos de 10 m - 1 extintor
Lleva un visor que permite orientar el haz luminoso lo mejor posible
Estos extintores serán de tipo homologado y estarán sometidos a re-
en una amplitud de 80' hacia uno y otro lado de la dirección del sol. de 10 a 15 m 1 extintor
visiones correspondientes. Deberán ir provistos de una tarjeta informa-
Con él podemos insistir hasta provocar la irritación y, como consecuen- de 15 a 20 m 2 extintores
tiva en la que conste la fecha de la última revisión y la entidad que la
cia, la atención de los demás barcos. de 20 a 24 m 3 extintores
realizó .
1
432 El barco El material de armamento 433
Ya hemos expuesto anteriormente nuestra opinión sobre los moto- ,, Esta bomba e xterior está bien instalada,
res de gasolina. Nosotros, por nuestra parte, hemos suprimido los I podemos bombear durante ba stante tiempo
I
I V el mango está al alcance de la mano ..
motores fijos de gasolina en todos los barcos con cubierta y, en prin-
cipio, únicamente utilizamos los motores fuera borda, en barcos
+
abiertos.
Cuando se utilicen motores de esa clase, es fundamental no mani-
pular gasolina mientras están funcionando; de igual modo, está prohi-
bido encender cualquier llama: no se puede cocinar, ni fumar.
El alcohol, por su parte, también se inflama con facilidad, no debien-
do echarse en un hornillo o lámpara más que si están completamente
apagados.
En 105 barcos de plástico los incendios se propagan con enorme rapi-
dez; más lentamente en 105 de madera y nada (excepto en 105 interio- ... además, está s ujeto co n
res) en aquéllos con el casco de ferrocemento o metal. Los medios de un cabito.
extinción exigidos por el reglamento responden perfectamente a los
La jarci a es un buen pararrayos,
peligros a 105 que están expuestos los barcos.
siempre que cada uno d e su s La manguera de aspiración debe ser anillada o dura para que no se
También en este caso debemos consultar la normativa. Hay que seña-
ele mentos est é conectado a la mas a. aplaste por efecto de la depresión, con una alcachofa en el extremo
lar que debemos elegir cuidadosamente el emplazamiento del extintor o
para que se pueda desatascar.
extintores a bordo del barco, debiendo colocarlos en un lugar de fácil ac-
Para que esta alcachofa no esté siempre atrancada deberá llevar
ceso, sea cual sea la zona donde se declare el incendio (el mejor sitio sue-
unos agujeros bastante gruesos por los que puedan pasar cerillas, por
le ser el mamparo de la bajada, enfrente de la cocina). Todas las personas
ejemplo ( ipero no la caja entera!).
a bordo deberán conocer perfectamente cómo funciona y el patrón no
El tubo de vaciado debe estar instalado de forma fija y desaguar fue-
debe dejar de explicárselo a cualquier pasajero o tripulante nuevo.
ra del barco -en caso necesario en la bañera si es autoachicante.
Cuando sólo hay un poco de agua en el barco, el achicador o la
Los rayos
bomba constituyen medios de achique suficientes. Pero cuando el agua
Los rayos pueden provocar graves daños a bordo; pueden hacer que el
es abundante, la bomba es absolutamente ineficaz y no hay nada co-
barco explote, literalmente, o que se produzca un incendio. Sin embar-
mo un buen cubo (de los de cemento, de plastico grueso negro) de 7 a
go resulta inútil embarcar un pararrayos, pues tanto el palo como la
10 litros, con un asa y un cabo resistentes. Su utilización es agotadora,
obencadura pueden desempeñar esta función, siempre que estén co-
en el más amplio sentido de la palabra, pero su rendimiento es excelen-
nectados a masa, es decir unidos al agua bien por medio de los cade-
te, por lo menos cuando la altura del agua no sobrepasa unos cuantos
notes, si éstos son muy largos, o bien colocando la cadena del ancla
centímetros. A partir de esa cantidad hay que utilizar el achicador o la
como una guirnalda alrededor del barco, haciendo que ésta toque el
agua a la altura de los obenques, baquestay y estay. , bomba.
El agua
Todos los barcos de crucero deben llevar al menos una bomba (o dos a Las herramientas y el material
partir de la 3' categoría) y dos cubos con un cabo.
La bomba debe ser resistente y tiene que estar instalada siempre en
de repuesto
un lugar donde podamos colocarnos cómodamente, pues en caso de Igual que nos ha parecido fundamental incluir el fondeo en el material
que se produzca una vía de agua, quizás tengamos que utilizarla du- de seguridad, hacemos lo mismo con las herramientas y el material de
rante horas. El mango de esta bomba debe estar fijo en la boca, o en repuesto. Pues, de hecho, en un crucero únicamente podemos contar
todo caso muy cerca de ella, pues de otro modo, es el típico objeto que con nosotros mismos, y sería absolutamente espantoso zarpar sin tener
nunca encontramos en el momento oportuno. a bordo todo lo necesario para arreglar o cambiar el material que pue-
Las mejores bombas son las de membrana de funcionamiento senci- de estropearse, lo cual puede ser necesario incluso en un barco nuevo
llo, debiendo ser desmontables para facilitar su limpieza. (¡sobre todo en un barco nuevo!).
434 El barco El material de armamento 435
4 X 25 a 5 x 50). Preferentemente tornillos especiales para planchas de equipados con una cincha de arnés pantalón, agarrador, silbato y ban-
aglomerado. más fáciles de utilizar y que sujetan mejor que 105 tornillos das reflectoras. Son 105 chalecos de alta mar para todas las categorías
corrientes; de navegaciones.
En España, la Circular 7/95
• varios trozos de contrachapado, para taponar, en caso necesario • 275 Newtons: chalecos inflables previstos para situaciones extre-
de la Direcc ión Genera l de
una escotilla rota, o para cegar una vía de agua, o para hacer una repa- mas y usos profesionales cuando el usuario está sobrecargado o vestido la Marina Mercante que de-
ración pequeña; masilla en forma de pera (para extrusión); 4 ó 5 kg de con ropa de protección . sarrolla la normati va de la
cemento rápido, en el caso de barcos metálicos o de hormigón (en sa- Todos estos chalecos deben llevar obligatoriamente las siglas CE Directiva 94/25/CE del Parla-
cos de plástico, que se renovarán todos 105 años); así como una etiqueta con la identificación del fabricante, nombre mento Europeo, establece
• bombillas, pilas y fusibles; del organismo que lo ha comprobado, clase a la que pertenece, ga- que las embarcaciones que
• sebo para los grilletes y los tornillos; aceite para las poleas y rolda- ma de la talla, flotabilidad mínima e instrucciones de empleo. La an- navegue n en la categoría A
nas; grasa para 105 güinches y demás mecanismos; y unas cuantas bo- tigua normativa de la Marina Mercante establecía que: los chalecos lleva rán un cha leco sa lvavi-
tellas de vino buenas .. llevan obligatoriamente un número de homologación, precedido de das de 275 N por cada per-
sona emba r cada más uno
• cinta aislante de electricista. las letras 8S (chaleco de seguridad) o ES (chaleco salvavidas). En 5' o
más por cada 10 personas;
6" categoría, se pueden utilizar chalecos salvavidas (GS) que son más
las que naveguen en las ca-
sencillos.
El material individual tegorías B, C o D ll evarán
como mínimo un cha l eco
A bordo de un barco, todos los tripulantes deben llevar un "salvavidas El arnés y el cinturón de seguridad salvavidas por persona, de
individual" homologado. El 30 de junio de 1995 entró en vigor en
Agrupamos bajo un mismo término el arnés y el chaleco salvavidas, ya 275 N, 150 N Y 100 N, res-
Francia la Orden 94-689 de 5 de agosto 1994, que establece la modifi- pectivamente.
que en nuestra opinión son absolutamente in disociables. Es un fenó-
cación de las normas de homologación de los medios de salvamento Los chalecos sa l vav idas
meno ya experimentado que cuando llevamos el arnés puesto, siempre
individuales. A partir de esta fecha ya no se autoriza la venta de chale- hinchables se r án rev isados
r-t
cos homologados por la Marina Mercante, aunque sigan en regla los anualmente en una estación
barcos que todavía disponen de ellos. Esta nueva norma, que responde STORM 150 Newtons de servicio autorizada.
al distintivo CE, comprende cuatro clases de chalecos. La flotabilidad se Gilet de sauvetage Raddningsvast Todos los cha lecos serán
indica en Newton, pudiendo variar dentro de una misma clase según el de tipo homologado por la
Lifejacket Rettungsweste
peso del usuario. Es decir, que en la actualidad existen varias tallas y DGMM si están comerc iali -
PlAST1MO Chaleco salvavidas Reddingsvest zados con anterioridad a la
que tendremos que tener cuidado a la hora de ponernos el chaleco sal-
entrada en vigor de la Direc-
vavidas.
OOto
tiva 89/686/C E teniendo en
Chaleco sa lvavidas de 100 Newtons,
A continuación indicamos las cuatro clases que define la reglamen-
tación:
36/40 c uenta los criterios que es-
tablezca l a Camisón de la
ta lla para niños.
• 50 Newtons: según el texto oficial, son "ayudas a la flotabilidad" Comunidad Europea , o lle -
destinados a personas que saben nadar que navegan en aguas resguar- vará n la marca CE (indepen-
30/50 kg dientemente de la fecha de
dadas y vigiladas (navegaciones de 5" y 6" categorías). Corresponden a
una actividad realizada en la orilla (tabla a vela, derivador o esquí náuti- comerc ialización) conforme
co). Su uso esta prohibido a los niños de menos de 30 kg y no pueden al Rea l Decreto 1.497 de 20
sostener a una persona inconsciente. En nuestra opinión, este "chale- de noviembre de 1992.
co" que reglamentariamente hablando, puede bastar para navegacio-
nes de 5" y 6" categorías constituye un enorme peligro, por lo cual lo
desaconsejamos categóricamente.
• 100 Newtons: chalecos salvavidas mucho más elaborados, permi-
ten darse la vuelta al usuario y sujetan la cabeza y la boca fuera del tf=' Los chal ecos únicamente reducen el ri esgo de ahogam iento, pero
agua si la persona está inconsciente. Equipados con bandas reflectoras, ~ no garantizan el salvamento. Aclarar con ag ua dulce y dejar secar
Su flotabi lidad late ral fac ilita dar la silbato y agarrador, están indicados para la navegación costera. después de su empleo. No utilizar como almohadón. El hecho de
Las nuevas etiquetas acordes con la
• 150 Newtons: chalecos que permiten dar la vuelta al usuario en llevar determinadas prendas o diversas circunstancias pueden re-
vue lta al usuario y su amplio cuello normativa CE explican las instrucciones
ducir la eficacia del chaleco. Leer las explicaciones del folleto.
mantiene la cabeza fuera del agua . menos de 5 segundos, incluso con mar en malas condiciones. Están
de empleo por medio de dibujos.
438 El barco El materia de armamento 439
Solidl~z
En este caso se refiere principalmente al ames (pero también el chaleco
debe ser sólido y capaz de soportar una utilizaCión Intensiva Sin desgas-
tarse enseguida).
Sin embargo debemos evitar categóricamente engancharnos en: Nosotros, hemos creado la chaqu eta m ultiuso Glénans, que res-
• los obenques, pues si nos caemos la varilla inferior del tensor su· ponde perfectamente a nuestras preocupaciones en materia de seguri-
frirá un gran esfuerzo en sentido transversal, para el que no está prepa- dad . Esta prenda presenta además seis características:
rada, pudiéndose romper de golpe. • nuestra chaqueta es impermeable, es decir, protege del agua;
• los cáncamos, pues según hemos comprobado el mosquetón pue- • está forrada; con lo cual sirve de abrigo;
de desengancharse solo en determinadas posiciones. • lleva arnés incorporado: podemos amarrarnos;
• dispone de medios de flotabilidad permanentes, por lo que ense-
Eficacia guida flotamos, y podemos recuperarnos sin que nos dificulte nadar;
El hecho de disponer de un material cómodo y resistente constituye • lleva un pulmón in fiable, de este modo podemos flotar más por la
una buena garantía de eficacia. Pero, es necesario llegar aún más lejos parte superior, y con una mayor estabilidad para esperar el rescate;
y analizar las características que debe tener un chaleco para soportar de • la capucha es amarilla y reflectante; es decir, que se nos puede ver
modo eficaz a un tripulante que haya caldo al agua y que no estuviera tanto de dia como de noche;
amarrado. Podemos contemplar varios casos, comenzando por los más • lleva bolsillos, y además una linterna, un silbato, un globo de go-
frecuentes: ma y, por qué no, también un trozo de chocolate.
• un tripulante cae al agua con mar gruesa, sin estar amarrado. El
chaleco, en principio, debe servir como un francobordo alto, para que Todo esto nos lo ponemos encima con un solo movimiento ..
no trague agua con cada ola que llega. Para cumplir este requisito, es
necesario que el chaleco sea voluminoso (es decir que abulte mucho) o La linterna, el silbato de bola Chaqueta multiuso Gle nans.
bien que no se salga (que lleve un arnés con una cincha que se coloca y el globo de goma
entre las piernas bien apretada); No es suficiente que un náufrago flote en buenas condiciones, sino que
• un tripulante cae al agua mientras navegamos con spi. La manio- también es necesario que pueda ser localizado. Debemos convencernos
bra que debemos realizar para rescatarlo va a ser larga y éste tendrá de que, a partir del momento en que el viento ya no está en calma, un
que estar un buen rato en el agua. Por lo tanto, es necesario que pue- hombre que haya caido al agua se pierde de vista enseguida y que inclu-
da descansar y que el chaleco lo mantenga boca arriba, protegiéndole so podemos pasar una y otra vez muy cerca de él sin verlo, aunque sea
la nuca y con el cuerpo inclinado hacia atrás; de dia. La linterna, el silbato y el globo de goma que deben ir con el
• queda un último caso, bastante hipotético, pero que está contem- chaleco, son accesorios muy importantes y deben elegirse con cuidado.
plado en la normativa actual. Durante una trasluchada, un tripulante es
empujado por la botavara y cae al agua sin sentido; en ese caso es ne- La linterna puede ser:
cesario que el chaleco pueda colocarlo boca arriba. Pero esto no es po- • una linterna estanca de muy buena calidad (lo cual suele ser difícil
sible más que si el chaleco sube colocándose en la parte superior del de encontrar);
cuerpo, por lo que no debe llevar una cincha entre las piernas .. • o bien una linterna pequeña plana, envuelta en una bolsa de plás-
tico sellado.
Teniendo en cuenta todo esto debemos tomar una decisión. Noso- Esta linterna en ningún caso debe utilizarse en cubierta por la noche,
tros, por nuestra parte, preferimos utilizar un chaleco con cincha entre pues puede deslumbrar al timonel (las linternas que están envueltas en
las piernas, pues es fácil de llevar y es eficaz en la mayoría de los casos bolsas de plástico tampoco pueden utilizarse pues deslumbran incluso
(salva vidas a diario), más que un chaleco que asegure este giro regla- al que las utiliza). Todo lo más, podemos comprobar su funcionamiento
mentario, pero tan incómodo que ninguno de los que caen al agua lo dentro de la cabina, de vez en cuando, y sólo la usaremos en caso de
lleve puesto ... que nos caigamos al agua.
Respecto a las señales visuales de localización, debemos señalar que
la ropa flotante es conveniente colocar bandas reflectantes en el chaleco, que resultan
El problema es bastante complejo, pues todos debemos llevar a bordo muy visibles cuando se iluminan con el foco de un proyector (algunos
material homologado, aunque no está prohibido salvarnos con material las colocan hasta en los gorros, y no les falta razón .. .).
no homologado. Por esta razón aconsejamos encarecidamente a la
gente que navega de forma regular, que se equipe con ropa flotante, En cuanto al si lbato, éste resulta muy eficaz, especialmente en caso Entre otros e lementos de seg uridad,
que además de ser fácil de llevar les puede salvar la vida. de mala visibilidad, y además no se desgasta. El único problema (onsis- lleva un a rnes incorporado.
442 El barco E l mate r ial de armamento 443
te en encontrar uno que no se oxide, que aguante los golpes y cuya Estas luces pueden instalarse sobre flotadores más o menos altos,
bola no se quede atascada. Por todo esto debemos buscarlo con dete- siendo las pequeñas más manejables, aunque las grandes son más visi-
nimiento, siendo conveniente que lo guardemos en un bolsillo especial bles; podemos llevar luces de las dos clases.
del chaleco, pues si nos lo colgamos de un cabo enseguida se nos per- De modo general, la fiabilidad de estas luces es, por desgracia, bas-
dería y nos quedaríamos s610 con el ca bo. tante mediocre. Sus estuches raras veces son estancos y las bombillas
est án casi siempre flojas.
El g lo bo de goma . Un globo de goma de color naranja, que pode- Por medio de dos sencillas precauciones podemos hacer que sean
mos inflar con la boca y sujetar por medio de un cordel, incluso estan- más seguras:
do en el agua, es un medio mucho más visible de día que la cabeza de , o Asegurando la bombilla con una gota de cola de oficina.
cualqu ier navegante. Y, teniendo en cuenta lo que vale, podemos lleva r 2.° Mejorando su estanqueidad con cin ta aislante de electricista.
dos o tres en el bolsillo.
La baliza IOR
I
Aro salvavidas, rabiza y luz flotante Es una percha flotante l de unos 2 metros de largo que lleva en su extre- Baliza lOA amarrada
El salvavidas y su luz, solamente son de utilidad si pueden lanzarse sin mo superior una bandera y una luz, visible incluso a 1 milla de distancia.
El "faldón" colocado e n est a guindola a un aro salvavidas.
demora a una persona que haya caído por la borda. la elección del Es aconsejable llevar este eq uipo a bord o de barcos de ciertas di-
s irve d e a ncla fl ot a nte.
material, su instalación a bordo y su mantenimiento son de gran impor- mensiones que, debido a la len titud de sus maniobras, se suelen alejar
tancia, y cualquier error puede resultar fatal para un tripulante. demasiado de un hombre caído al agua. Se coloca dentro de un tubo
horizontal o al revés a lo largo del baquestay, debíendo poder largarla
El aro salvavidas con un simple movimien to, sin que la mar la pueda sacar de su sitio.
El aro salvavidas resulta perfecto siempre que su diámetro sea lo bas- Los grandes cata maranes la llevan dentro de un tubo cilíndrico, y el
tante grande como para podernos meter dentro de él. Pero un salvavi- timonel con un simple movimiento suelta un muelle que lanza la baliza
das así abulta mucho y no suele haber sitio para ponerlo a bordo. En de manera instantánea .. n
ese caso, mejor que un salvavidas de aro pequeño, preferimos una No es conveniente que esté amarrada a un salvavidas, pues esto re-
guindola. Este típo de salvavidas puede sujetarse por medía de cabos o trasaría su llegada al agua, ser'lalando peor el lugar donde se encuentra I
colocarse en un soporte adecuado al alcance del timonel. Deberá estar el náufrago. A ca usa de su peso y de su pie que va dentro del agua,
bien amarrada para que la mar no se la lleve, y al mismo tiempo poder deriva muy poco, incluso sin ancla flotante.
lanzarla al agua, con un rápido movimiento.
La guindola debe llevar además un ancla flotante, de tal manera que La rabiza
no derive bajo la acción del viento, y también para que pueda agarrarla Es un cabo largo que sírve para halar hasta el barco un hombre caído al
mejor el náufrago. Para ello, basta con ponerle un simple trozo de lona agua, debiendo tener una longitud de 50 a , 00 metros, y un díámetro
El conjunto luz flot ante- ra biza-guindola lastrada de unos 8 decímetros cuadrados. de 5 milímetros. Tiene que llevar una gaza ce rca de la luz que el náu-
es un instrumento f undam ental para frago utilizará como si fuera una correa. Para poder lanzarla a un hom-
recuperar a b ordo a un h ombre qu e La luz flotante bre que esté a , O Ó , 5 metros, hay que ponerle un objeto pesado, que
haya caído al agu a. l a luz debe Las luces que se utilizan con este objeto son en la actualidad todas flote y que sea fácil de coger. Para ello resulta perfecta la luz de encen-
funci onar enseg uida. y la ra biza de eléctricas, encendiéndose al darse la vuelta. dido automático, que se instala del modo siguiente.
50 me tros, debe t e rmina r e n un a correa Hay tres clases de luces:
q u e el náufrago deb e poder sujetar • luces fijas que emiten una luz continua; Insta lación
fácilmente, sin esfu erzo alguno. El cabo • luces parpadeantes a intervalos de mayor o menor duración; • Ama rrar el salvavidas a un extremo de la rabiza y la luz flotante al
est á correct a me nte apil ado e n e l fon do • luces de destellos. esta es una variante de los flashes electrónicos otro.
de s u habitáculo (ver e l capitulo sob re de las máquinas fotográficas, siendo sus destellos muy potentes, breves • Poner el salvavidas en su sitio.
" El f o ndeo") y am arr ado a la guindola. y bastante espaciados. • Guardar la rabiza dentro de un tubo vertical, bien apilada comen-
Est a última se suj eta sobre un soporte Nosotros opinamos que solamente resultan de utilidad las luces fijas, zando por el extremo que va junto al salvavidas.
o de ntro d e una bo lsa de donde pues es prádicamente imposible maniobrar en una noche cerrada alre-
podam os sacarla con un simple dedor de una luz parpadeante. Además, si las olas ocultan varios deste-
1 EIIOR (fnternational Offshsore Rule) es el reglamento que obliga a llevar este
movimiento. llos sucesivos, podemos quedarnos bastante rato sin ver nada.
equipo durante las regatas en alta mar.
444 El barco El material de armamento 445
4
La balsa neumática
En la actualidad existen tres tipos de balsas de salvamento:
• la balsa de clase V, que sirve para navegar en 4a categoría (es de-
Material necesario
• 1 bote aux iliar co n espejo y co mpart im entos comun ica-
dos 1 ,
• 1 botella de 7 1. Suba pro (lo ngitud total 550).
,¡cflJ~
60 mill as cir hasta 20 millas de un resguardo); . 2 abrazad eras seg ún el dibuj o de al iad o,
• la balsa de clase 11 restringida, para navegar en 3" categoría (hasta • 1 manorred uctor (et apa de alta p resión ) SX 15 Star Fran-
60 millas de un resguardo); ce, rel. 01 01100 + un t ubo de 0101 500, incl uye ndo la pieza 30 1,
• y la balsa de clase 11 que, según el equipo que lleve, puede utilizar- • 1 pieza para so ldar al tapón de la vá lv ul a,
se en 2 a o l a categoría (navegación hasta 200 millas o sin límite). • 1 vá lv ula Zodiac de latón co n termin al y ta pón,
• 1 arandela de neo preno O 30/ 120 para reforzar la lancha
Pi eza pa ra solda r
en la zona do nde está la vá lv ul a.
Estas balsas de clase V y 11 actualmente disponibles, son balsas re- s obre e l tapón de la
dondas, estáticas y no sirven más que para salvamento. Instalación válvula.
Tenem os q ue fij ar la bot ella de m od o hori zontal sobre el espe-
20 millas En comparación con éstas, la antigua balsa de clase IV, denominada jo, por dentro o por f uera de la balsa, sin toca r el tapó n del im-
también bot e au xili ar sa lvav idas (por desgracia, ya no se fabrica en born al ni el remo.
Francia) tiene dos ventajas fundamentales: Hay q ue co loca r la válv ul a junto a la parte inferi or de la bo-
1.° es el bote auxiliar del barco; es decir, un artefacto que utilizamos tella, de m anera q ue el t ubo pueda llegar hasta la vá lv ul a sin
con frecuencia y que todos a bordo conocemos perfectamente, con la estirarse, pasando por d entro de las ab razaderas para estar
seguridad de poder desplegarlo sin ningún problema en el momento protegi do.
necesario; lo cual es fundamental para evitar el pánico que se produce
Para determ in ar la ca nti dad de aire necesa ri o, hay q ue:
con motivo de un naufragio;
• pesar la botell a vacía (tara),
2. 0 también es una balsa dinámica con la que podemos navegar. • pesar la botell a llena a 200 ba res (PP). Ab razade ra de va ri lla
DespuéS de diversas pruebas se ha llegado a la conclusión de que estas • in flar el bote con la botella, a la presión deseada, est riada de acero
balsas con una vela pueden avanzar a 800 del viento de popa a una ve- • vo lver a pesa r la botella; obtenemos un nuevo peso (PR), in ox idabl e de 6, qu e
locidad media de 2 nudos con vientos de fuerza 3 a 6. Lo cual significa • PP - PR = AN aire necesario, y ext e ndida mide 460
que una tripulación que haya naufragado puede llegar a un resguardo, • tara + AN = peso de la botella lista pa ra ut il iza r. milime tros.
o a una zona frecuentada, por sus propios medios. Esta posibilidad de
1 Podemos equ ipar estos botes auxi l iares con dos com pa rtimentos
desplazarse nos parece decisiva, sobre todo en el aspecto psicológico,
independientes poniendo dos tubos idénticos en la sa lida de la botella .
pues de este modo la tripulación contribuye a su propio salvamento, y
no se desanima al mantenerse ocupada.
La reglamentación en vigor establece que una balsa de salvamento
debe ser lo más estática posible, con el fin de facilitar su búsqueda. Es-
te punto de vista puede valer, eventualmente para los barcos que dis-
Para navegar a una dist a ncia supe rior a 60 millas de un resgu a rdo, necesita mos un balsa de clase 11 restring ida o una de clase
IV, o también que e l barco ha ya s ido dec la rado ins ume rgible (una de cla se V es s uficie nte s i e l barco mi de me nos d e 8 me tros). En est e luga r, la
Para navegar has t a 20 mill as, es necesario d is pone r de un a balsa de clase V, o que e l ba rco haya s ido decla rado ins um ergible; bot e lla no molesta, se
Pa ra navegar hasta 5 mi llas, necesitamos s alvavidas, o bie n que e l barco sea ins um ergibl e. pu ede cingla r y es
Los deriva do res ligeros y b arcos deportivos con quilla de be n ser ins ume rgibles, pudie ndo nave ga r ha sta 2 millas de un fác il de inst ala r.
resguardo.
El material de armamento 447
446 El barco
ponen de un enlace por radio, por medio del cual pueden señalar su si·
~ Material de la b a I s a
salvavidas
tuación en el momento del naufragio (si les da tiempo). Si los servicios
de rescate se ponen en marcha enseguida, realmente es mejor que la
balsa se mueva lo menos posible.
En España, de acuerdo co n
lo establecido en la Ci rcular
Pero nunca nos cansaremos de repetir que un naufragio es algo to· 7/95 de la Dirección General
Clase Clase 11 Clase talmente imprevisible y que nunca sucede como viene en los libros. de la Marina M erca nte que
Tipo de balsa
V restringida 11 Durante la regata del Figaro de 1984, un participante fue encontra- desarro ll a la Dir ect i va
do por casualidad cinco días después de haber naufragado; llevaba 94/ 25/ CE , del Par l amento
Material de arm ame nto Europeo, todas las embarca-
VHF, su recorrido era totalmente conocido y los organizadores habían
A ncla flotante 1 1 1 ciones que naveguen en ca -
pedido que se iniciara la búsqueda y, además, había naufrag ado en
Manta aislante (1 para 2) 1 1 tego rias A y B debe rán l le-
una zona pesquera muy frecuentada y en una ruta de cargueros. Es de·
Saco impermeable 2 2 var una balsa sa lvavidas ho-
Fuelle 1 1 1 cir, que debemos ser capaces de arreglárnoslas solos.
mologada por la DGMM pa-
Aro salvavidas con rabiza 1 1 En las pruebas que hemos realizado, dos balsas dinámicas lanzadas
ra el 100% de las personas
Caja de útiles para pescar 1 1 al agua a 400 millas al suroeste de Concarneau lograron arribar a Port- que indiqu e e l Certificado
Estuche para reparaciones 1 1 1 Manech por sus propios medios en veintiséis horas. En caso de naufra- de Navega bilid ad.
Instrucciones 1 1 1 gio real, hubieran podido salir de un apuro mucho antes de que nos Las bal sas para la s e m -
Pagayas 2 2 2 preocupáramos por su destino. barcaciones de categoría A
Esponja 1 2 2 Las ventajas del bote auxiliar salvavidas son hasta tal punto decisivas estará n homologadas según
Cuchi ll o flot ante 1 1 1 que su utilización nos parece que debería aconsejarse a todos los bar· la Reso lución A 689 (17) de
Achicador 1 1 1 cos, sea cual sea la categoría en la que naveguen. La balsa de clase V, la IMO; las bal sas para em -
Amarra de 1,50 m etros 4 4 obligatoria en 4.1 categoría, no es más que un flotador grande algo per· barcaciones de ca tegoría 8
estarán homologadas seg ún
feccionado que satisface a la administración, pero que no es más segu-
Material de señalización la resolución A 689 (17 ) o
ra que un bote auxiliar salvavidas.
Manual de supervivencia y cuadro
1 1
En cuanto a los propietarios de barcos que naveguen en 3.1, 2.1 o ,a se gún la norma ISO 9650;
dic ha s ba lsas deberán se r
de seña les de sa lvamento categoría, podemos sugerirles que equipen su bote auxiliar con el ma· revisadas a nu a lm e nt e en
Bengalas*paracaídas 2 2 2 teria l obligatorio. un a estación de se r v icio
Bengalas de mano 6 6 6 autorizada.
Señales luminosas 4 4 En el citado Certificado de
Linterna estanc a 1 1 1 Navegabilidad se incluye un
Pilas de repu esto 2 2 inventario de los elementos
Bombillas de repuesto 2 2 de se guridad que deben lle-
Espejo de seña les 1 1 1 va r a bordo la s embarcacio-
Silbato 1 1 1 nes.
Material de farmacia
Medicamento para el mareo
(6 sobres por persona) 1 1
Botiquín 1 1
Alimentos de supervivencia
Ración alimentaria
(por perso na) 500 g
Recipiente para recuperar
el agua de lluv ia 2 2 Bal sa salvavidas de clase V con
Vaso graduado 1 material para naveg aciones
Agua (por persona) 1,5 I de 4' categoría.
448 El barco El material de armamento 449
Acondicionamiento locarse men talmente en el lugar de un náufrago (ya se sabe que esas
Podemos utilizar una bolsa o un contenedor rígido de poliéster. La bol- cosas s610 les pasan a los demáS).
sa s610 se aconseja para las balsas de clase v, donde puede resguardar-
Categorías de Navegación
se del agua y de los golpes. El contenedor de poliéster es más estanco y Nosotros, por nuestra parte, y después de las pruebas realizadas,
en España
protege mejor la balsa, siempre que no pisemos ni nos sentemos enci- creemos necesario añadir lo siguiente a los materiales básicos:
A. - Navegación ilimitada.
ma, pues se podría rajar y retendría el agua. cuya entrada no ha logra- • en primer lugar, evidentemente, medios de propulsión (velas y re- B.- Navegación en la zo na
do evitar. lo mejor es envolverla en una bolsa de plástico sellada al va- mos); comprendida entre la costa
cío y meterla en un contenedor. • después, y de forma obligatoria, medios para protegernos del frío. y la línea paralela a la mis-
A partir del 25 de enero de 1980, todos
Según las historias que cuentan los náufragos, el hambre se convierte ma t razada a 60 mill as.
los barcos d e crucero de nue va
Colocación de la balsa en un grave problema una vez transcurrida una semana, y la sed al ca- C.- Navegación en la zo na
A partir de 1980 aproximadamente, todos los barcos deben llevar un bo de dos o tres días; pero el fría, nosotros mismos lo hemos compro- comprendida entre la costa
constru cción deben ll evar un
compartimento para la balsa neumática . Este compartimento debe te- bado, hace que la situación sea insoportable a partir de las primeras y la lín ea paralela a la mis-
compartim ento para la balsa ma trazada a 25 mi llas.
neumática. Este compartimento debe
ner fácil acceso por su parte superior, y la balsa debe poder sacarse sin horas, incluso en verano. Por este motivo, debemos equiparnos en se-
0. - 1. Navegación en la
ser de fácil acceso por s u parte
ninguna dificultad. Desgraciadamente, la mayoría de estos habitáculos rio, con mantas, y edredones de aluminio, que abultan poco, son bara-
cua l la embarcaci ó n no se
sup erior, debiendo poder saca r dicha
están muy mal diseñados, de manera que suele ser imposible sacarla en tos y al parecer resu ltan perfectos (y además son excelen tes reflectores aleje más de 5 millas (medi-
b alsa sin ninguna dificultad. siendo el
las condiciones que se dan en un naufragio. radar); das perpendicu larmente a la
doble de fácil si ins talamos una cincha.
• una reserva de agua mayor; enganchando al contenedor un bidón costa) de un abrigo o playa
Pero si queremos estar seg uros de
Si la balsa está expuesta a los golpes y a los rociones de agua, con- de 20 litros, lleno en las 4/5 partes para que pueda flotar; accesible.
poder sacarla con rapidez, debemos
viene cubrirla con una capota de contrachapado o con una cub recar- • más cabos; 0. - 2. Navegación e n la
ga (capota de lona impermeable) que nos evitará muchos problemas. • un verdadero cuchillo (más práctico que el cuchillo reglamentario cual la e mbarca ción no se
efectuar prácticas.
Si está colocada en el fondo de la bañera y ocasionalmente se cubre de de punta redonda); aleje más de 2 millas (medi-
agua, solamente aguantará si está embalada al vacío. • y útiles para pescar que sean eficaces, pues la mayoría de los náu- das perpend icularmente a la
costa) de un abrigo o playa
En los multicascos, la balsa debe tener fácil acceso incluso cuando el fragos cuentan que su balsa estaba permanentemente rodeada de pe-
accesible.
barco está volcado; por esta razón deben colocarse trampillas en los ces y pájaros, y a veces se acercaban mucho. No estará de más llevar un
cascos y debajo del casco central. Debemos recordar que un multicasco buen arpón. También debemos saber que con una media de señora se
insumergible es una balsa perfectamente segura al darse la vuelta; para pueden sacar grandes cantidades de plancton (iY por supuesto, mucho
ello basta con dotarlo de anclajes sólidos en la parte del revés para po- más con unos panties!);
der amarrarnos. • bolsas de plástico, con buenos sistemas de cierre, para conservar
seca la ropa, la comida y los peces que hayamos pescado;
Lanzamiento de la balsa • y por último, muchas linternas, pues "la" linterna reglamentaria
Debe ser instantáneo y no necesitar herramienta alguna. la simple casi siempre suele estar mojada y resulta muy deprimente pasar las no-
vuelta mordida es uno de los mejores sistemas, pudiendo también in- ches de náufragos en la más absoluta oscuridad.
ventarnos algunos más, incluso utilizar la navaja, siempre que esté en
su sitio.
Sea cual sea el modo de echarla a la mar, es necesario que el mando EL MATERIAL DE NAVEGACIÓN
para inflarla que sirve al mismo tiem po de retenida, se amarre a un lu-
gar resistente del barco, pues en otro caso, adiós balsa. los instrumentos de navegación son todos aparatos de medir, y por lo
general, frágiles y caros. Y por este motivo su lugar a bordo del barco
Equipamiento de la balsa debe pensarse bien.
Las balsas neumáticas de salvamento llevan determinado material míni- los que habitualmente llevamos en la mano, deben colocarse en un
mo a bordo. En este aspecto, hay que señalar que se trata realmente lugar bien protegido y de fácil acceso, para no dudar en volver a colo-
Balsa a marrada V s u cubrecarga.
de un mínimo y es muy importante que pensemos, a nivel particular, ca rlos cada vez que los usemos. Los que están fijos deben protegerse
en lo que sería conveniente embarcar. La lectura de algunas historias contra los golpes y algunos de ellos también del agua.
a
de náufragos (como la obra Survivre la derive del Dr. Bernard Robin, Este último aspecto tiene una enorme importancia, pues se produce
(( Ediciones R. Chaix) puede resultar de gran utilidad, pues no es fácil co- una verdadera invasión de aparatos encima de la mesa de cartas.
450 El barco El material de armamento 451
Todos 105 instrumentos tradicionales, o casi todos, tienen su equiva- Los imanes se orientan en la dirección del campo magnético te-
lente electrónico a cuál mejor. rrestre (jO más exactamente, de su componente horizontal!) y la ro-
Recientemente ha aparecido un nuevo tripulante: el navegador sa está graduada de tal manera que su cero coincide con el norte
electrónico, que hace de todo, desde hallar la situación del barco has- magnético.
ta calcular la hora de llegada. Esta invasión, pacifica y muy cómoda, de-
be incitar al navegante a hacer gala de un gran rea lismo. El compás de navegación
En los compases de navegación, la línea de crujía del barco está repre-
La electrónica de a bordo sentada por una señal, la línea de fe, que señala en la rosa el rumbo
Por cada función importante que se realiza por medios electrónicos hay que lleva el barco. Estos compases están instalados sobre un Cardan
que llevar a bordo un medio mecánico o manual sencillo y saber utili- para que la rosa esté siempre horizontal, a pesar del movimiento del
zarlo. Por ejemplo, la sonda electrónica y la sonda de mano. barco.
Los instrumentos no son más que ayudas a la navegación que sirven Hay varias clases de compases:
para conocer con precisión un determinado parámetro; por ejemplo, la
velocidad por medio de la corredera, y la velocidad del viento aparente El compás clásico. Es un compás muy senci llo y barato, sobre el que
por medio del anemómetro. Lo cual no n05 dispensa de saber apreciar podemos leer en todo momento el rumbo que seguimos, aunque no
el valor de estas indicaciones. Resulta peligroso fiarse de aparatos cuyos resulta muy cómodo para el timonel, pues éste debe mantener delante
errores no sabemos evaluar. de la linea de fe una escala graduada muy poco visible. Esta clase de
Estos aparatos consumen electricidad, y algunos de ellos son muy compás sólo se puede utilizar si, además de las divisiones en grados, ventanilla
voraces, por lo que antes de instalar instrumentos electrónicos, debe- lleva dibujadas las treinta y dos cuartas de la rosa de los vientos, lo cardan
mos disponer de una instalación eléctrica segura y de la suficiente pro- que proporciona puntos de referencia más claros. r::;b;=h===E=V ~
ducción de electricidad a bordo.
En definitiva, al existir siempre la posibilidad de que se produzca una El compás de esfera. Este compás se basa en el mismo principio línea
avería general, debemos ser capaces de seguir navegando "a oscuras" . que el anterior, pero tiene varias líneas de fe y su cubeta está cubierta de fe
L-_~L-----,--.J
por un cristal hemisférico que actúa de lupa. Con el fin de aprovechar
La instalación de los instrumentos en el barco debe realizarse con es- mejor este efecto, el timonel tiene que colocarse enfrente de una de las
pecial esmero. Las conexiones eléctricas con la red de a bordo deben líneas de fe. Es un compás muy cómodo para barcos grandes, pero
hacerse con hilo de cobre estañado, y hay que proteger los aparatos de apenas se utiliza en los pequeños, en los que el timonel casi no puede
los golpes y del agua de mar, tanto de los rociones como del contacto moverse de sitio y, además, bastante frágil.
con ésta, especialmente a través de los dedos mojados. Por esta razón,
se suelen colocar en el techo por sistema, siendo conveniente cubrir las El compás de lectura vert ica l. El uso de los compases de lectura
teclas y botones con un plástico transparente. vertical está muy extendido puesto que son muy cómodos. Normal-
Los cables que conectan los captadores con los instrumentos, y los mente van colocados uno en cada costado en el mamparo posterior del
instrumentos con los repetidores deben ser de una sola pieza y estar tambucho.
protegidos contra el desgaste. Por ello deben estar enfundados, sobre Al estar la línea de fe situada en la parte de detrás de la rosa, hay
todo los que van dentro del palo y, si es posible, no dejar que se empa- que invertir el reflejo instintivo de la lectura.
pen de agua en los fondos del barco.
Los compases e léctricos. Existen compases eléctricos especialmente
útiles en barcos de acero o de hormigón armado. De hecho éstos pue-
El compás den escapar del efecto de las masas magnéticas de la cubierta, si se co-
Al igual que la brújula, el compás sirve para localizar las direcciones con locan en la arboladura y si se instala un repetidor cerca del timonel. Es-
relación al norte magnético. tos compases tienen un precio muy elevado.
Está formado por uno o varios imanes unidos a una rosa , plancha
circu lar graduada de O' a 360' , colocada sobre un soporte y rodeada Los compases simplificados. En barcos pequeños se utilizan tam-
de un liquido dentro de una cubeta estanca. El liquido utilizado, es, se- bién compases simplificados, sin cardan y de dimensiones reducidas,
gún las marcas, petróleo, alcohol, glicerina o agua con alcohol. perfectamente suficientes (y muy útiles). Compás de n avegación esférico.
452 El barco El material de armamento 453
Dónde colocar el compás recho despacio, para pillar la burbuja. Si ésta no desaparece, debemos
El compás se suele instalar lo más lejos posible de las masas magnéticas añadir más liquido <isiempre que tengamos la seguridad de disponer
de la cubierta, intentando protegerlo al máximo de la influencia de los del liquido adecuado!) o hacer que lo rellenen en una tienda de óptica
campos magnéticos variables, tales como los de otros compases, radios náutica o bien en la misma fábrica del compás.
* BlU: Banda Lateral Única; VHF: BLU o VHF*, altavoces, ferritas del gonio, y de todos los paneles de
Very High Frequency (Alta Frecuencia). mandos o de distribución eléctrica. Debemos colocarlo fuera de la tra- El compás de marcación de mano
(N. de la T.).
yectoria de las manivelas de los güinches y otros artefactos contunden- o compás de al idada
tes, y ponerle una caperuza cuando el barco no navega. Es un compás corriente que podemos coger con la mano y que va equi-
Si no logramos sustraerlo del todo al efecto de las masas magnéti- pado con un prisma que permite enfocar de forma horizontal, al mis-
cas, no indicará el norte, sino que sufrirá un desvío. En ese caso hay mo tiempo que vemos la rosa.
que compensarlo. Esta operación, que debe realizar un profesional.
consiste en colocar unos imanes cerca del compás que anulen el efecto Compás de ma rcaciones con corona
Este tipo de compás, a pesar de su movilidad. no debe sufrir ningún
magnético de la cubierta. Si esto no fuera suficiente, habría que re - a ntichoqu es. En este caso la
golpe, debiendo esta r b ien en su compart im ento, o bien en la
glarlo. ilumin ación se lleva a cabo por una
m ano de la persona que lo está utilizando, sin dejarlo nunca "pro-
Un compás esférico debe situarse de manera que el timonel tenga pasti lla de photolume q ue capta la luz
visionalmente" en un rincón, ni llevarlo colgado del cuello.
bajo sus ojos bien la línea de fe principal o una auxiliar. Los compases para restituirla en la oscuridad por
Cuando se ilumina por medio de pilas. éstas deben ser amagnéticas.
corrientes también deben coloca rse delante del timonel, aunque su si- fotoluminiscencia .
y para comprobarlo, damos varias vueltas con ellas alrededor de la ven-
tuación es menos importante. Los compases que se instalan en 105 tanilla del compás observando las reacciones de la rosa. Es necesario
mamparos no deben quedar ocultos por 105 tripulantes que están des- que las comprobemos una a una, pues no todas las pilas de un mismo
cansando o maniobrando. modelo tienen siempre idénticas características magnéticas.
Hay que colocar el captador delante del alerón, cerca de la línea de De este modo, en lugar de medir la distancia recorrida durante un
crujía del barco y tanto la hélice como la rueda deben estar a 2 ó 4 intervalo de tiempo determinado, lo que medimos es el tiempo necesa-
centímetros del costado para no entrar en la capa límite. rio para recorrer una distancia determinada. Por esta razón sólo hare-
La hélice. o la rueda, es retráctil, para poder desprenderse de los cuer- mos 2 nudos en el cabo, a una distancia de 25, 30 ó 40 metros. Medi-
v = velocidad en nudos pos extraños que a menudo se adhieren a ellas. Se quita el cabezal de su mos el tiempo que necesitamos para que la parte del cabo comprendi-
d = distancia recorrida en pasa-casco. poniendo enseguida el pie sobre el agujero para que no en- da entre los dos nudos pase por nuestra mano. Como un nudo equiva-
metros tre agua mientras lo limpiamos, volviendo a colocar después todo en su le sensíblemente a 0,5 metros/segundo, es fácil calcu larlo ..
sitio. La orientación de la hélice o de la rueda tiene gran importancia, de- La corredera de barquilla es fácil de hacer y de utilizar y, además, los
t = tiempo, en segundos
biendo colocarla en la dirección en la que indique la velocidad máxima. datos que nos proporciona son muy exactos a cualquier velocidad, pu-
Este aparato puede conectarse al navegador electrónico del barco, diendo servir para contrastar la corredera electrónica.
para que pueda disponer permanentemente de dicha información.
La sonda manual
La sonda manual está formada por un escandallo (lastre de plomo)
de 0,5 a 1 kg Y un cabo graduado de 50 metros de largo aproximada-
mente. El escandallo debe llevar en su base un hueco que se puede lle-
nar de sebo, para recoger una muestra del fondo O simplemente para
Pantalla de una sonda e lectró nica. comprobar que ha tocado bien.
Para graduar el cabo, hacemos unas marcas con tinta indeleble (ro-
tulador). Elegimos un color para las decenas de metros (t trazo a los
10, 2 trazos a los 20 ... ) y otro para los 5 metros (1 trazo a 15, 2 trazos
Captador de so nda con s u pasa-cascos.
a 25 ...). Solamente pondremos una señal por cada metro en los diez
primeros. Y no debemos olvidar que al sondar, el cabo se alarga bajo la
acción del peso, debiendo marcarlo estirado.
El cabo se coloca dentro de un cubo, bolsa o cesto, amarrado en el
fondo del recipiente, formando un montón bien hecho y pasándolo por
nuestras manos (si lo metemos desordenado, y sobre todo si lo aduja-
mas, con seguridad lograremos tener una bolsa llena de nudos).
las 18 horas TU (hora universal); comprar el periódico local a la mañana Un aparato VHF portátil vale menos de 4000 francos y con él pode-
siguiente y señalar en el mapa meteorológico la presión indicada para mos comunicar en un radio que va desde unas cuantas millas hasta va-
cada una de las horas; mover la aguja del barómetro (con el tornillito rias decenas de millas, según la altura de las antenas.
que tiene detrás) según la diferencia que resulte, y volver a comprobar El alcance teórico entre dos aparatos portatiles, situados a 2 metros
al día siguiente. por encima del agua, es de 6,5 millas; y con una estación costera situa-
da a 100 metros de altura, su alcance es de 25 millas.
Con una instalación fija, un aparato potente, una antena colocada a
Los receptores de radio tope de palo y, como consecuencia, un presupuesto ad hoc, podemos
En 105 barcos que navegan en 53, 4é1 Y 3<1 categorías, se pueden captar disponer de un teléfono, casi como el de nuestra casa.
con un simple "transistor" emisiones en onda larga y onda corta, lo
cual nos permite oír los partes meteorológicos regionales de France In-
ter y de la 88C, asi como los partes regionales de Rennes, Marseille,
Bordeaux, etc.
Para navegar en 2a y 13 categorías, es necesario que podamos captar
las emisiones de las estaciones de radiotelefonía marítima de Boulogne,
Le Conquet, Grasse, etc., que emiten en la banda pesquera de 1,6 a 4
megaherzios en BLU (banda lateral única) (en inglés 55B: Single Side
Band). Este tipo de emisión viene indicada en los aparatos con las siglas
A3J o J3E .
Un receptor de radio debe llevar conectada una buena antena exte-
rior, así no tenemos que estar girando el transistor para recibir las on·
das largas, resultando una gran tranquilidad poder captar la BLU. Hay
quien aisla el baquestay de arriba a abajo, siendo necesario poner ade·
más una toma de tierra, si el barco es metálico.
Si queremos situarnos por radiogoniometría, tenemos que poder
captar los radiofaros (alrededor de 300 kiloherzios), con una antena
orientable que lleva instalado un compás normalmente llamado "go-
nio" y mediante el cual se puede marcar el acimut del emisor. Esta an·
tena puede estar conectada al aparato de radio principal o, por el con·
trario, tener su propia receptor, lo cual es mucho más cómodo.
Los aparatos de radio deben tener un lugar concreto a bordo y, si
es posible, estar resguardados de los golpes y del agua. Hay que evi-
tar ponerlos demasiado cerca de los compases, pues los altavoces lle-
van un imán bastante potente. El gonio debe disponer de un sitio se·
guro y de fácil acceso, donde hay que volver a ponerlo en cuanto sal-
ga de las manos del operador, pues es aún más frágil que el compás
de alidada.
Los emisores-receptores
Muchos navegantes deportivos se equipan con emisores-receptores
para estar en contacto con tierra y poder hablar con Qtros navegantes.
El sistema de comunicación por ondas de frecuencias muy altas de
corto alcance se desarrolla en proporción inversa a la evolución de su
precio. Aparato e m isor-recept or VHF instalado
de form a fija.
460 El barco El material de armamento 461
enfocam?s una línea horizontal bastante alejada (la arista de un tejado, Navegación electrónica
o un hOrizonte en calma). Después, movemos el tornillo de reglaje has-
Navegación por satélite
ta que la imagen directa y la imagen reflejada de dicha línea aparezcan
superpuestas (dibujo de al lado). El receptor recibe in formación procedente de cinco sa téli tes del sistema
El espejo todavia TRANSIT o del sistema GPS que giran alrededor de la Tierra durante cien-
no está
perpendicular
o El erro r de índi ce o error instrumental. Sujetamos el sextante de to cinco minutos aproximadamente, en una órbita polar. Dicho receptor
calcula con ayuda de uno o varios satélites y en frecuencias variables, se-
~orma vertical y hacemos coincidir la imagen directa con la imagen refle-
al limbo. gún el sistema utilizado, las coordenadas geogrMicas (longitud y la titud)
Jada del horizonte. El angula que leemos en el sextante debe ser de O°·
aí
si no lo es, la diferencia con el cero es el valor del error de índice (foto del barco. Si le proporcionamos de modo manual el rumbo y la veloci-
margen), que debemos hallar para sumarlo o restarlo a los ángulos que dad, es capaz de calcular su situación de forma permanente por medio
leamos posteriormente. lo sumamos si lo hemos leído a la derecha del de dichos datos, y si lo conectamos por interlaz a la corredera y al com-
cero del limbo, y lo restamos si lo hemos leído a la izquierda. pás, rea lizan la misma operación con los datos en cuestión . Somos cons-
cientes de que si es capaz de realizar estos cálculos, también puede averi -
Mantenimiento guar el ru mbo, la distancia que queda por recorrer y muchas cosas más.
Pro pu lsión. Al ser su obra muerta bastante grande, el bote neumá- El remo y su horquilla
tico necesita medios de propulsión eficaces para remontar contra el En los barcos modernos, que suelen tener un francobordo alto, el remo
viento y las olas. El remo (incluso empleándolo con una chumacera para cinglar debe ser muy largo (es necesario que la pala penetre total- ~
adecuada) resulta casi siempre insuficiente. También es necesario poder mente en el agua y que la persona que cingla pueda colocarse cómo- ~
boga r, es decir avanzar con los remos, para lo cual debe disponer de damente). Como suele ser raro que este remo tenga un sitio fijo dentro
horquillas adecuadas y de remos sólidos (105 desmontables, no siempre del barco, lo colocaremos en la cubierta. Debe tener fácil acceso y que-
lo son). Es necesario que nos podamos sentar a una altura conveniente dar bien sujeto en su cuna, para que no se deforme, siendo convenien-
(por ejemplo, sobre un bidón), y no estaria de más llevar un par de pa- te colocarlo en el mismo costado donde está la horquilla.
gayas además de 105 remos. Si queremos utilizar un motor fuera borda, Para 105 diestros, la horquilla se colocará a babor, debiendo inclinar-
debemos asegurarnos de que el espejo de popa del bote es lo bastante se unos 30° hacia atrás para que el remo pueda apoyarse correctamen-
resistente. te. En la mayoría de 105 barcos de crucero, esta horquilla a veces está fi-
ja, y en otros es necesario que sea desmontable, pues en caso contrario El remo sólo es eficaz cuando se usa
La invern ada. Antes de guardar un bote auxiliar neumático para suele molestar al hacer las maniobras. En este caso es conveniente que con una horquilla imperdible V bien
pasar el invierno, es conveniente aclararlo con agua dulce. Si es posible esté sujeta con un cabo de seguridad. instalada.
lo guardaremos medio inflado, y protegido de la luz y del calor, secán- Cuando el espejo del barco sobresale de la cubierta, y no está inver-
dolo bien y echándole polvos de talco en el caso de que tengamos que tido, la horquilla no es la mejor solución, siendo preferible que el espe-
plegarlo. jo tenga una ch umacera, es decir una muesca redonda, forrada con
un anillo de latón.
Reparaciones. La regla ideal es no esperar a que un bote auxiliar se Tanto la horquilla como la chumacera deben estar bien pulidas, pues
rompa para hacer una reparación, evitándonos muchos problemas si de lo contrario acabarían desgastando rápidamente la parte del remo
pegamos parches en las zonas que están algo usadas. Existen en el ca· que trabaja en esa zona.
mercio unas bandas especiales anti·rozamiento que podemos colocar
en 105 lugares que se desgastan con más facilidad, debiendo vigilar 105 Las amarras
puntos más delicados, como el ajuste del espejo, y reforzarlos antes de
Resulta indispensable llevar a bordo dos amarras de 20 a 30 metros, o
que se despeguen del todo.
mejor aún, tres o cuatro.
Estas amarras, que podemos vernos obligados a cortar y que de to-
Para reparar un bote auxiliar pinchado, hay que proceder de la ma· das formas se van a desgastar enseguida, lo mejor es que sean de ma-
nera siguiente: terial textil barato, pero resistente. En Glénans utilizamos amarras de
• reparar el escape; para ello inflaremos el bote al máximo, pasando polipropileno de sección gruesa (de 12 para un Mousquetaire, de 16
a continuación una esponja empapada de agua jabonosa, para averi· para un Galiote y de t 8 para la Sereine) .
guar el punto donde se forman pompas;
• raspar cuidadosamente la zona de alrededor del agujero con una Para navegar por el Mediterráneo, conviene llevar, además, cables
lima o papel de lija, hasta quitar el barniz que recubre el neopreno y
de acero (de 4 a 5 metros, terminados en gazas), para poder amarrar el
que impide que éste se pueda pegar. Raspar del mismo modo la pieza
barco a las rocas en las calas y ensenadas donde los tenederos son ma-
que vamos a colocar encima; los. Se pasan 105 cables alrededor de las rocas a uno y otro lado de la
• aplicar una primera capa de pegamento sobre las dos superficies a cala, amarrando el barco por medio de cabos de nylon (normalmente
pegar, y esperar un cuarto de hora largo, hasta que el pegamento esté
bastante delgados: de 5 para un Mousquetaire). En caso de temporal,
bien seco; es conveniente poder inmovilizar el barco de este modo en medio de
• aplicar una segunda capa y volver a esperar. Una vez seco el pe· estas calas.
gamento (éste debe adherirse ligeramente al dedo, pero sin quedarse
pegado), colocar la pieza en su sitio. El amortiguador. Si nos vemos obligados a amarrar el barco a un
muelle o a un pantalán con cat-way, es conveniente colocar un amorti-
Para que la reparación aguante bien, hay que cumplir una sola con- guador en las amarras principales y azocarlas de tal manera que los
dición que sin embargo es fundamental: la temperatura del aire y de
muelles queden comprimidos. De este modo se mejoran las amarras
las superficies a pegar debe ser por lo menos de 20 oc.
cuando éstas son demasiado cortas.
1
470 El barco El ma t erial de armamento 471
Barco con escoras en un puerto darse de poner tapones en 105 agujeros, una vez quitadas las escoras). inclinación de la cubierta estara de
con marea. Evidentemente estos puntos de fijación deben ir reforzados. acuerdo con la forma de la quilla.
472 El barco
Incluso en los barcos pequeños, los pernos de las escoras deben ser
Aparejar,
muy gruesos, pues en otro caso se tuercen enseguida. Para darnos una
idea de su grosor, señalamos que se suelen utilizar pernos de 14 milí-
metros para un Corsaire, de 20 milímetros para un barco de 2 tonela-
das y de 25 milímetros para uno de 10 toneladas.
Por último, para que las escoras se mantengan completamente verti-
cales, hay que sujetarlas con vientos que se afirman al pie del calzo y
se tensan en cubierta, lo más cerca posible de la roda y del espejo de
popa (en cornamusas, no en los balcones). Con este fin, se utilizan pre-
ferentemente cabos de polipropileno, que son poco elásticos.
desaparejar
Un barco mientras navega no tiene un momento de respiro. La mar y el
viento lo someten a grandes esfuerzos, y el agua salada y la brisa mari-
na lo deterioran. Debemos luchar sin tregua contra el desgaste y la co-
rrosión, controlando, reparando y llevando a cabo tareas de manteni-
miento a diestro y siniestro. Este mantenimiento diario, que es el que
hemos puesto de manifiesto en los capítulos anteriores, a la larga no
basta, y llega un dia en que tenemos que pararnos del todo y dedicar-
nos a volver a poner en condiciones todo el conjunto.
Esta nueva puesta al día suele coincidir en los barcos deportivos, con
el momento de desaparejarlos al final de la temporada (mientras espe-
ramos llegar a la edad de oro para poder navegar todo el año). Es en-
tonces cuando podemos entrar en los detalles y reparar las señales de
fatiga, tanto del casco como de la jarcia o del material. También es el
momento de pensar en el futuro, y si desaparejamos bien el barco, el
posterior aparejado será sencillo y rápido.
Puesto que los días que dedicamos a esta tarea no podremos nave-
gar, es conveniente que nos organicemos para reducirlos al mínimo ne-
cesario. De hecho, el desaparejado del barco se prepara con anteriori-
dad a lo largo de toda la temporada, y mas tarde, de forma concreta
durante los últimos días de crucero. Una solución para no agobiarnos
en el último momento es llevar a bordo un cuaderno, en el que iremos
anotando diariamente todo lo que no funciona. Este cuaderno no sirve
únicamente para el momento de desaparejar el barco, sino para toda la
navegación en general; en él anotaremos las pequeñas reparaciones
que podemos hacer solos en las escalas, poniendo una señal una vez
realizadas. También anotaremos las que pueden esperar hasta el final
de la temporada, las sustituciones de material y las mejoras. El cuader-
no debe ser grueso, para que pueda durar varios años; de este modo,
será una auténtica historia médica del barco, que nos servirá para co-
nocer en todo momento en qué condiciones nos encontramos, permi-
tiéndonos al mismo tiempo hacer previsiones. También nos servirá co-
mo lazo de unión entre el día en que desaparejamos el barco y el día
en que lo volvemos a aparejar, a través de la larga noche de invierno en
la que poco a poco nos vamos olvidando de todo.
474 El barco Aparejar, desaparejar 475
Revisión en detalle
A partir de ahora trataremos sobre las operaciones de desaparejado del
barco propiamente dichas, según la invernada elegida.
Si es posible, debemos desaparejado sin esperar, al finalizar el último
~
crucero. En ese momento, conocemos perfectamente los puntos débi- :. ®
les del barco, y mostramos un gran interés por ellos; más tarde el inte-
rés decae, y comienza a insinuarse el olvido.
.
0 ••
Invernada al resguardo Según el tipo de invernada elegida, a veces conviene cubrir el casco
con una toldilla (que deje pasar el aire). Este tipo de protección sólo re-
Esta solución es la que menos problemas causa y la más cara, estando
sulta indispensable en los barcos de construcción clásica cuya cubierta
indicada sólo cuando se vayan a hacer grandes reparaciones en el cas-
está formada por listones pequeños. Hay que fijar la toldilla con cuida-
co. Es la que se emplea·con los barcos de regata de madera, que deben
do si queremos que sea eficaz, y no dejar que forme bolsas donde pue-
secarse para no sobrecargarse (su construcción es tan esmerada que no
da quedar estancada el agua de lluvia. De este modo podrá resistir los
es necesario trabajar). La utilizan los yachtmen aficionados a los cascos
fuertes vientos que soplarán en invierno ..
resplandecientes. Al estar el barco en un lugar cubierto, no hay que
Para hacer bricolaje durante e l invi erno, Sólo hay un modo de amarrar la toldilla: la liga o mejor aún el botón
preocuparse del moho, pudiendo dejar a bordo todo el material, inclui-
es mejor ll evarnos el barco a casa. da la radio. de ésta.
478 El barco Aparejar, desaparejar 479
El problema de la pintura del casco cada vez es menor, siendo nece- Las velas
sario pintar solamente los barcos de madera. Un barco que navegue to- Hay que aclarar cuidadosamente todas las velas con agua dulce para
do el año debe volver a pintarse por lo menos cada dos años, y un bar- quitarles la sal, y ponerlas a secar, revisándolas bien. Las pequeñas re·
co que no navegue más que en verano puede esperar a veces hasta paraciones que haya que efectuar, se deben hacer enseguida (o en
cuatro. cualquier caso se deberán anotar), enviando a la velería las que real·
No hay que olvidar que un barco debe haberse terminado de pintar, mente necesiten los cuidados del velero.
por 10 menos 8 días antes de que vuelva a aparejarse, para que pueda Si el barco va a pasar el invierno a flote, deberá estar bien seco y si Hay que plegar las velas e n zigzag
secarse del todo. tenemos la intención de utilizarlo durante el invierno, podemos dejar a sobre e l pujamen, enrolla ndolas
bordo las velas de Tergal, pero sin meterlas en bolsas, sino dejándolas después a partir del gráti l.
La jarcia amontonadas encima de las literas para que se aireen.
Dejand o el palo arbolado. Si el barco pasa el invierno a flote, en el En todos los demás casos, hay que guardarlas en un local seco,
varadero o sobre el muelle del puerto, el palo y la jarcia pueden perma- plegándolas en zigzag sobre el pujamen para que no ocupen dema-
necer aparejados de forma permanente. siempre que conozcamos siado, y después enrollándolas; las velas que tengan mucho apresto o
exactamente su estado, es decir, que hayamos tenido la buena costum- que lleven Mylar hay que enrollarlas sobre el pujamen y guardarlas
bre de subir a menudo. Sólo hay que desarbolar cuando hay que reali- extendidas.
Durante la invernada. podemos zar alguna reparación importante. o si no se puede subir al mismo.
consegu ir una buena ventilación Cuando se deja el palo arbolado, hay que subir a dar una vuelta de
ori e nta ndo los orificios de ventilación honor, armados con una aceitera de pico largo y de un trapo, para en·
fre nte al viento dominante. grasar poleas, roldanas, obenques, drizas metálicas, etc., tensando bien
la jarcia de labor para que no golpee contra el palo, o mejor aún, susti·
tuyendo las drizas por cabos provisionales con el fin de resguardarlas
de los estragos de los rayos ultravioleta y los posibles rateros . No con-
viene que pongamos ningún material nuevo al desaparejar el barco,
pues éste se podría deteriorar durante el invierno. Es mejor anotar todo
lo que hay que cambiar para cuando llegue la primavera.
Hay que anotar en el cuaderno todo lo que se saca del barco, siendo
convenien te, además, colocar en el lugar del objeto desembarcado un
fantasma, es decir una etiqueta que lleve el nombre del objeto en cues-
tión, y que indique el lugar en que se encuentra en tierra. Esta precau-
ción resulta enormemente útil cuando no estamos seguros de poder
aparejar el barco nosotros mismos.
La electró nica. Todos 105 instrumentos electrónicos deben sacarse Echamos un poco de aceite dentro
del barco incluso aunque éste vaya a pasar el invierno en un hangar. Es de la toma de aire del ca rburador
necesario guardarlos en un local caldeado, por ejemplo encima de la antes de apagar el motor.
chimenea del salón: así podremos soñar.
Antes de desconectar cualquier aparato, hay que marcar los cables.
El motor fuera borda. Hay que desmontarlo siempre. Primero hay
Existen en las tiendas de elect ricidad cin tas adhesivas con números, que que quitarle la sal haciéndolo funcionar durante veinte minutos por lo
constituyen un buen sistema de marcarlos. menos en agua dulce (en un rio o en un pilón), limpiandolo después
Hay que quitar las pilas de los aparatos, sin olvidar los captadores por fuera con un pincel yagua dulce con detergente para quitar la sal
submarinos o aéreos, que hay que limpiar y aclarar, enviando al taller
(incluso por debajo del capó, pero teniendo cuidado de no mojar el cir-
especializado el material que esté en condiciones sospechosas. cuito eléctrico). Hay que echar dos o tres tapones de aceite en cada ci-
lindro antes de darle vueltas al motor con la mano, para repartirlo bien
La electricidad . Si no vamos a utilizar el barco, conviene confiar las
y. por último, lo rociamos con grasa de silicona en spray.
ba terías a un profesional competente para que las mantenga cargadas.
También podemos llevarlo a un mecánico, pero en ese caso debe-
Debemos limpiar meticulosamente todos los contactos, interr uptores,
mos asegurarnos de que habrá te rminado de hacer todo esto antes de
casquillos de bombillas y paneles eléctricos (por detrás) antes de rocia r- Semana Santa ..
los generosamente con un producto hidrófugo.
Material de navegación. El campas, el sextante, y los prismáticos
El motor diésel intra borda . Para encontrarnos el motor en buenas
hay que guardarlos en tierra. untando sus articulaciones con vaselina.
condiciones la primavera siguiente, basta con tomar algunas precaucio- También hay que desembarcar las cartas y los libros náuticos para repa-
nes. rarlos, ponerlos al día y preparar fu turos cruceros.
• poner un poco de aceite de motor en cada ci lindro;
• vaciar el circuito de agua dulce, para evitar que se congele;
• sacar la dínamo, yel arranque, y llevarlos a un mecánico (lo mis-
mo que hemos hecho con la batería); Los depósitos
• limpiar la parte exterior del motor, y untarla bien de aceite;
• hacer girar el motor (a mano), una o dos veces al mes, para evitar ay que aclarar y secar bi en los alim entadores de los mo-
que los pistones se peguen y estropeen las camisas y los segmentos; H tores fuera borda para eliminar la suci edad que haya po -
dido depositarse con el tiempo. Es conveniente engrasarlos
• apretar un poco mas de lo habitual el prensaestopas y engrasarlo
generosamente; para evitar que el m etal se o x ide, echando la cantidad de
• cerrar las válvulas de fondo (engrasando por debajo las llaves de aceite que le correspondería en el próximo camb io.
Los depósitos fijos de los motores intra borda, por el con-
Para proteger el motor contra la metal);
trario , deben guardarse llenos en invierno, con el fin de evi -
humedad y la corrosión es conveniente • poner en el tablero de instrumentos o en la llave de contacto un
tar problemas de cond ensación. Tambi én podemos echarles
rociar el conjunto de la cabeza motriz cartel grande que diga: "Abrir la válvula de fondo y aflojar el prensaes- un producto que con serve el carburante.
con un spray de s ilicona. topas" .
482 El barco Aparejar, desaparejar 483
Material de seguridad. Hay que llevar las balsas Por último, hay que sacar todos los víveres, sin olvidarnos de las es-
de salvamento al concesionario de la marca cuando pecias, condimentos y conservas.
haya que hacer la revisión obligatoria. También de-
bemos aclarar con agua dulce y poner a secar con El bote auxiliar. Hay que lavarlo con detergente y revisarlo bien in-
cuidado chalecos, arneses, y boyas, colgándolos en cluyendo el fuelle. Si hay que efectuar alguna reparación, es necesario
el interior del barco; engrasar los mosquetones indi- llevarlo a un taller especializado, y en caso contrario, echarle polvos de
viduales y desmontar las linternas estancas, untan- talco y guardarlo, a ser posible medio inflado.
do los contactos con vaselina y tirando las pilas.
Asimismo, debemos guardar cuidadosamente en un El batiburrillo. Colocar el ancla y la cadena en otro sit io que no
lugar seco, todo el material pirotécnico caducado, pues como sean los fondos, donde es probable que entre agua dura nte el invierno
hemos dicho en el capítulo anterior, la mayoría de las luces y bengalas y meter las herram ientas en un cubo de plástico con gas-oil. El remo
suelen seguir en condiciones de utilización varios años después de su puede colgarse debajo del tambucho, sujetándolo por tres puntos dis-
fecha de caducidad. Sería una pena tirarlas, cuando pueden seIVir de tintos para que no se deforme.
refuerzo a la nueva artillería que vayamos a comprar el año próximo.
Hay que llevar los extintores al concesionario de la marca para que los Al terminar de desaparejar el barco, hay que revisar las anotacio-
revise, evitando reparar aparatos que quizás salga más barato sustituir. nes del cuaderno que todavía no tienen una señal; debiendo hacer
una lista detallada y coherente de las reparaciones que hay que reali-
El botiquín. Nos llevaremos a casa todo lo que está empezado, y zar y poniéndonos en contacto enseguida con las personas que van
que podamos aprovechar, y tiraremos las medicinas caducadas. a realizar los trabajos. Debemos ser capaces de concretar lo que de-
Es obligatorio pasar una revisión anual ben hacer, especialmente en el caso en que haya que impermeabili-
de la balsa salvavidas en la s siguientes Los textiles. Hay que aclarar bien todos los textiles con agua dulce y zar una vía de agua en un barco de crucero, localizándola con exac-
condiciones: ponerlos a secar; colgar los cabos y las hamacas de lona dentro del bar- titud, pues ésta quiZáS no esté a la vista cu ando el barco está en re-
• Balsas embaladas en contenedor co, y poner los colchones de canto, si no hay nadie que pueda venir a poso.
(clase V y 11) : la revisión sólo es darles la vuelta de vez en cuando.
ob li gatoria a partir del tercer año de la Hacer una lista del material que hay que encargar, efectuando los
fecha de venta. Una vez transcurrido El menaje. Hay que limpiar bien la batería de cocina (como de cos- pedidos enseguida -siempre que sea posible-, es decir si el momento
este plazo hay que revisarla todos los tumbre) y engrasar los utensilios de aluminio. Hay que tener cuidado de desaparejar no coincide con una gran marea baja de nuestra econo-
años. con el efecto galvánico y no dejar objetos de acero inoxidable dentro mía. Incluso en ese caso, también deberíamos poder llegar a un acuer-
o Balsas en bolsa (clase V y 11): deben de un recipiente de aluminio. Debemos limpiar a fondo el hornillo (co- do con los comerciantes, y hacer el pedido especificando que el pago
pasar una revisión todos los años. mo de costumbre) y engrasarlo bien, desechando sin dudar cualquier se hará en junio (de todas formas aunque hagamos el pedido en mayo,
Siempre que sea pos ible conviene quemador del hornillo de gas que se encuentre en estado sospechoso tampoco hay que pagarlo antes). tsta debería ser una norma común
asistir a la abertura de la balsa, pues es (pues se pueden producir escapes). También es necesario engrasar las entre los comerciantes que deseen dar salida a sus existencias.
una buena oportunidad de bombas y grifos, vaciar el depósito de agua y limpiar con lejía pura los
familiarizarse con ella y hacerse una bidones de agua; y lavar los platos.
idea exacta del nivel de seguridad lo de Hay que quitar las botellas de gas que estén medio llenas y cerrarlas APAREJAR EL BARCO
inseguridad) que puede proporcionar. con su tapón original. Llenar los depósitos de agua potable con agua a
la que habremos añadido un 5% de lejía y dejar actuar durante una o Cuando se ha desaparejado bien el barco, aparejarlo suele ser un juego
dos horas. Transcurridas éstas, vaciar y aclarar. Secar bien los depósi tos, de niños. Se trata de poner en su sitio todo lo que hemos quitado, ins-
tuberías y bombas. talar el material nuevo y comprobar que todo funciona. Es muy fácil,
Hacer lo mismo con los bidones. pero en realidad casi nunca es así de sencillo.
Engrasar por debajo todas las ~álvu las de fondo, incluyendo la de los Siempre hay algo que nos hem·os olvidado y que nos hace perder el
W.c. y cerra rlas. Con el barco en seco, sacar todo el agua de los sanita- tiempo, sobre todo porque nos suele pillar desentrenados. Hace un
rios y hacerlos funcionar con un litro de aceite (de mesa para no conta- tiempo maravilloso para navegar y no tenemos el barco a punto. Es
minar la zona). Para ello, desconectaremos el tubo de aspiración de la inútil darnos la paliza y rebuscar en el cuaderno con la esperanza de
válvula de fondo. encontrar lo que no hemos escrito. Al menos, podemos escribir en él
El barco Aparejar, desaparejar 485
484
con letras mayúsculas la firme decisión de tener un poco más de cuida- Pero en el tra~~cur~o de esta salida, suele ser raro que no se produz-
do la próxima vez -pues también se olvidan este tipo de intenciones. can alg.unas defiCienCias, las cuales habremos ido anotando a medida
Una vez hayamos encontrado el tensor que nos faltaba, cambiado la que se Iban produciendo, de modo que al llegar otra vez al fondeadero
polea que se había agarrotado durante el invierno, y pagado a precio nos volveremos a encontrar con una lista impresionante de tareas.
de oro al herrero de la zona para que nos repare el timón a toda prisa;
después de mandar diez veces a un tripulante al mecánico para que La primera noche
nos cuente como va la batería. y una vez comprobado con la lista del En d~f~nitiva, es conveniente que nos instalemos a bordo en las mismas
material de armamento, que todo está en su sitio y en buenas condi- condICiones del crucero, es decir, haciendo por lo menos una comida
ciones, por fin podemos decidir que estamos listos. en el barco y pasando la noche antes de la salida real. La comida debe
ser un verdader? festfn, no es el momento de escatimar, pues hay que
Aunque en realidad no es cierto. Al parecer, el barco está completo celebrar el comienzo de la temporada, y al mismo tiempo comprobar
y la tripulación también, pero nadan05 hace pensar que el conjunto que la batería de cocina está completa, que llevamos suficiente vajilla,
funciona correctamente. Mejor que zarpar inmediatamente de crucero, que el hornillo funCiona bien y que hay sal y pimienta; además de ase-
conviene demostrar un poco más de paciencia, justo la necesaria para gurarnos de que el material de iluminación está en buenas condiciones
hacer una salida de prueba y pasar una noche a bordo. y que la radio funciona, en todas las frecuencias. Después de todo esto
cada uno se echará en su litera -si sigue allí...- . No saldremos al ama- '
La primera salida necer, pues todavía nos queda una lista de recados urgentes que ha-
Antes de embarcar, debemos comprobar desde el muelle que el asiento cer. y no hay que olvidarse de los trajes de aguas, el bolígrafo o el
del barco es correcto. A continuación, prepararemos la salida, comproban- bote auxlhar. Y después ... boga, boga, marinero ..
do que la jarcia de labor funciona bien, izando y arriando las velas, hacien-
do correr las escotas y probando 105 güinches. Arrancamos el motor, y cin-
glamos un poco (hay veces que la horquilla está bloqueada en su soporte).
LA
MANIOBRA
•
L TRATAR SOBRE EL APRENDIZAJE, hemos podido adoptar una especie de
A método para iniciarnos en la maniobra. i Pero, eso no podía durar mucho!
Pues una vez que hemos logrado ponernos de acuerdo con el barco en lo esencial,
es decir, en cuanto al número de cascos que debe mantener en el agua y la direc-
ción a tomar, se abre ante nosotros un extenso campo de experiencias para la ex-
ploración, en relación con el cual ya no es posible proponer un itinerario preciso.
Según el capricho de las circunstancias, se van llenando lagunas, van surgiendo
nuevas dificultades y aclarándose situaciones concretas; unas maniobras las com-
prenderemos a la primera y para siempre; otras, en cambio, sólo dominarlas ar-
mándonos de paciencia. Además, resulta normal que todavía exista durante algún
tiempo la posibilidad de cometer errores monumentales y que el empirismo, con el
transcurrir de los días, no pierda del todo sus derechos.
1
la componente de abatimiento y la
-
Sin embargo, no se puede deducir una regla general, pues los resul- vés, se acercaba a la ceñida orzando y cazando las velas progresiva-
-
fuerza de antide riva de terminan e l par
de escora, s ie ndo este mayor cuanto tados que se obtienen únicamente son vá lidos en situaciones concre- mente. En principio, llegaban a la ceñ ida con las velas completamente
m ás grandes son dichas fu erzas. tas. El compromiso entre el rumbo y la velocidad nunca es permanente, cazadas y ya podían orzar más sin que éstas flamearan.
pues las condiciones cambian sin cesar; la mejor ceñida es una uto- El resultado de esta maniobra muchas veces es asombroso. Nos en-
pía que nunca acabamos de conseguir. contramos con un barco que se encabrita (cabecea) en medio de las
olas, cruelmente embridado, asfixiado, mordiendo su freno y avanzando
como un cangrejo. Velas demasiado cazadas y rumbo demasiado ceñido:
l a fu erza qu e ejerce e l viento sobre las velas Ifuerza es uno de los primeros errores (por lo menos con viento flojo y medio).
("
aerodinámica) es perpendicular a éstas. Incide en un punto
que, pa ra s implificar, s ituamos e n e l cent ro de l velamen . Para salir de esta situación, hay que considerar:
Dicha fu erza se puede descomponer en una componente • la posición de la vela con relación al viento (angulo A); sabemos
de propulsión, para lela a la línea de crujía del barco, y una que la fuerza que se ejerce sobre la vela, debido a la desviación del aire
compo nente de abatimiento, perpendicu lar a est a línea. es máxima para un ángulo de deflexión de 15° a 25°; en ceñida, esto
En ceñida, la dirección de la fuerza aerodinámica determina nos incita a cazar la vela al máximo para acercarnos a este valor del án-
s ie mpre una componente de propuls ió n mucho más gulo;
pequeña que la compo nente de abatimiento. l a fuerza • la posición de la vela con relación al barco (angula B); también sa-
hidrodiná mica incide aproximadamente en e l centro de bemos que la fuerza que ejerce el viento actúa en dirección perpen-
resistencia lateral; es la fuer za que ejerce e l agua sobre e l dicular a la vela, es decir, que cuanto más largada está más dirigida es-
casco y es igua l y opuesta a la fuerza aerodinámica . Es ta tá la fuerza hacia la proa. Los t é rminos de l compromiso: s i
fu e rza se pu ede descompon er en una resistencia paralela a Conviene saber que esta segunda consideración limita de modo sin- cazamos la vela (á ngulo A mayor),
la línea d e crujía del barco y una fuerza de antideriva gular la primera. obtendremos una fuerza mayor; s i la
perpendicula r a dicha línea. la fuerza de antideriva es Entonces, ¿qué hay que hacer? la rg a mos (á ngulo B mayor) lograremos
opuesta al abatimie nto del barco. En primer lugar, largar un poco las escotas. Enseguida notaremos una fu e rza mejor orientada.
498 La maniobra El gobierno del barco 499
que el barco respira, y que abate menos. Sin embargo, todavía no lleva • Evidentemente, el mejor reglaje es el intermedio, el de la vela ne-
viento real mucha velocidad . Incluso reglando correctamente las velas, resulta difí- gra; la fuerza de propulsión es igual a la del primer caso, y la fuerza de
cil recuperar la velocidad en ceñida, cuando el barco, por alguna razón abatimiento bastante menor. En este ejemplo la vela flamea ligeramen-
determinada, ha disminuido su velocidad. te por el borde de ataque; está cazada al limite del fla m eo.
~ F===========~~B~A~C~ Al mismo tiempo hay que arribar; como resultado, se suele producir
una aceleración de forma inmediata. Búsqueda del mejor rumbo
Una vez que el barco ha vuelto a coger velocidad, volvemos a orzar, Está claro que este reglaje de la vela se realiza con relación a un mismo
e intentamos establecer un compromiso adecuado entre rumbo y velo- rumbo. A continuación vamos a ver si podemos mejorarlo.
cidad. Al considerar el diagrama de velocidad de un velero, en diferentes
rumbos, llegamos a la conclusión de que disponemos de cierto mar- El compromis o es correcto; a pesar de
Este compromiso se establece en sucesivas aproximaciones, de- gen, es decir, la derrota OA representa la ceñ ida ideal, pero por medio una gran componente de abatimie nto,
o biendo reglar las velas en función del rumbo que lleva el barco, de las derrotas 08 y OC también se consigue ganar barlovento con e l á ngulo de abatimiento resulta
pero este rumbo depende del reglaje de las velas ... Cuanto más muy poca diferencia (al ser ay casi igual a OX). Por lo tanto podemos
Esta es una parte de la curva d e ligero y rápido es el barco, más difícil es lograr este compromiso. modificar un poco el rumbo, según la táctica o las condiciones de la
velocidad de un barco clásico: la hemos mar. Pero, en el mejor de los casos, este margen es de unos cuantos
obtenido representando en cada rumbo La búsqueda del mejor reglaje de las velas grados y disminuye enseguida en cuanto el viento refresca o si el barco
seguido. con una fuerza de viento Vamos a analizar tres orientaciones diferentes de una misma vela, y su está mal reglado.
determinada, a partir de un punto O. eficacia respectiva (ver el dibujo de abajo).
vectores de una longitud proporcional a • l a vela representada con la línea punteada, que está muy cazada Una vez que hemos establecido un compromiso entre el rumbo y la
la velocidad del barco . Segun se acerca (bien llena por el borde de ataque) recibe una gran fuerza, pero esta velocidad, por lo general no nos da tiempo a celebrarlo, pues incluso
el barco al sector útil, es tas curvas se fuerza está mal orientada, por lo que la componente de abatimiento y con viento medio y constante, se suelen conjugar numerosos factores
hacen más redondeadas. Desde el de escora es muy grande. Este reglaje es muy malo. que nos hacen tener que replantearnos todo.
punto de vista teórico, e l punto A, e n el • La vela de color, muy largada (hasta flamear por el borde de ata- Si orzamos de mas iado con e l fin de
cua l la perpendicu lar a l viento aparente que), recibe una fuerza menor pero mejor orientada; sin embargo, la Al principio, sobre todo, basta con un error al gobernar para destruir evitar un obstáculo, la quilla entra en
tangentea la curva, determina el rumbo componente de propulsión es menor. No es el reglaje ideal, pero según el maravilloso equilibrio que habíamos co nseguido: pe rdida y el barco resba la. Si no
en el que el barco consigue la mejor veremos a veces estamos obligados a adoptarlo, con brisa fuerte, cuan- • si arribamos demasiado, el barco acelera, por supuesto, pero se podem os evitar e l obstáculo y
"ga nancia de barlove nto", De hecho. la do el par de escora es demasiado grande para que la tripulación y el separa del punto de destino ... decidimos virar, nos resulta imposi ble,
elección del rumbo ofrece una barco puedan soportarlo. • si nos ceñimos demasiado al viento, volvemos a caer en el error pu es la velocidad es muy peq ueña para
determinada libertad, representando del principio, y la penalización es inmediata: la velocidad disminuye, que e l timón haga efe cto. l a única
DA la m ejor ceñida, y variando muy aumenta el abatimiento y la resistencia al avance, por lo que la veloci- solución para sa lir de esa s ituaci ón es
poco la ganancia de barlovento, con El reglaje de la vela negra consigue
dad disminuye todavía más, etc. Es conveniente insistir en que esta re- a rribar ampliament e.
unos grados de diferencia e n e l rumbo. el mejor compromiso, obteniéndose
una fu erza aerodinámica (Fa) grande
y bien orientada y al mismo tiempo.
acción en cadena rompe enseguida la arrancada del barco, pudiendo
colocarlo en una situación peligrosa si se encuentra a barlovento de la
costa. En ese caso, el barco se para, se pone de través, y "entra en pér- ~---
-.=.. velocidad hacia adelante
_1
500 La maniobra El gobierno del barco 5 O1
bando demasiado y por otra, para comprobar que el viento no ha alar- viento
gado, lo cual nos permitiría seguir un rumbo mejor.
En los mutticascos no podemos puntear, pues el viento aparente va-
ría bastante con la mínima disminución de velocidad del barco. por lo
tanto no podemos utilizar esta señal.
Todo esto no es más que una ceñida aproximada, y hay que practi-
En estos dos diagramas de ve locidad
car mucho para lograr dominar bien la cenida. En rumbos portantes,
de un cat a ma rá n y de un monocasco,
las consecuencias de cualquier error son menos graves, y las diferencias
pode mos ver claramente e l m oti vo por
entre 105 barcos suelen ser menos acusadas; sin embargo, con frecuen-
e l qu e result a difícil co nseguir la mejor
cia observamos cómo barcos de la misma clase se van separando al na-
ce ñida, s obre todo e n e l ca tama ra n. Al
vegar en ceñida, sin ninguna razón aparente. Esto demuestra que inter-
e legir la opció n 0 8, el catamará n pi erde
viene cierta delicadeza en el reglaje de las velas y en el equilibrio del
un rumbo a precia ble, pero s in e mba rgo
barco, así como en la manera de gobernar, en cuyos detalles entrare-
ga na 2 nudos.
mos a continuación.
La orientación de las velas Todo es cuestión de tacto y delkadeza, pues nunca lo repetiremos lo
Teniendo en cuenta todos estos datos nuevos, nos vamos acercando ya a suficiente, el barco "crea su propio viento". Por este motivo, al navegar
una definición más exacta en relación con el reglaje de las velas en la ceñida. en multicascos rápidos y ligeros, si, para comprobar que estamos nave-
El foque debe cazarse casi al máximo sin forzarlo. A partir de esta gando bien en ceñida, vamos a tantear, toda la maravillosa parafernalia
vela ajustamos el rumbo del barco, orzando hasta que lo vemos fla- se viene abajo, pues el viento de la velocidad, que puede representar
mear, a lo largo del grátil, arribando a continuación 2° Ó 3°. hasta el 90% del viento real, disminuye al mismo tiempo que la veloci-
Hay que cazar la mayor lo menos posible, justo para que no quede dad del barco, el viento aparente alarga, etc.
desventada por el foque, debiendo esforzarnos en obtener el máximo
rendimiento del efecto de pasillo que se produce entre las dos velas. Medios de control
El mejo r reg laje se obtien e cu ando los grát ile s de las dos velas Cuando hay olas, el cabeceo sirve como referencia, pues las velas si están
f lamean al mismo ti empo, y de arriba a abajo. bien regladas deben desventarse un poco por la parte superior cuando el
barco se inclina sobre el lomo de una ola. El movimiento acelerado de la
parte alta del palo origina un aumento del viento de la velocidad, y este
Catavientos y bandas aumento hace que el viento aparente sea más agudo en la parte de arri-
de control ba. Según sea este fenómeno muy pronunciado o inexistente, podemos
comprobar permanentemente si seguimos un rumbo demasiado próximo
or medio de banda s de tela de co lo r, cos idas o pegadas en
P sentido horizontal en el tercio superior y seg undo terci o de
la ve la, podemos apreciar mejor el tamañ o y la posición del
o demasiado alejado de la dirección del viento. También podemos utilizar
"catavientos de control", que van cosidos a las velas. Los del foque de-
ben permanecer horizontales, pero cuando está demasiado cazado los
embolsa miento. Tam bi én podemos pon er catavientos en la ba- Esta mayor está preciosa, s u catavientos de sotavento tienen tendencia a subir, cayendo del todo si
luma de la mayor para co mprobar cómo está cazada la ve la. embolsam iento está bien realmente está demasiado cazado, y cuando el foque está demasiado lar-
colocado y los catavi entos indican
gado, los catavientos de barlovento hacen lo mISmo.
que está correcta mente cazada. Los catavientos de la mayor deben estar situados en la superficie de
la vela, cayendo a sotavento cuando está demasiado cazada.
Si vemos que los catavientos no reaccionan todos de la misma ma-
nera, es que la torsión de la vela es incorrecta.
)1
desplazarlo hacia atrás, o inclinándo lo hacia la popa. Sin embargo, es-
1...
te desplazamiento del palo, puede modificar de forma imprevisible el
equilibrio general y a veces obtenemos el resultado contrario del que
pretendíamos. Por lo tanto, conviene actuar por medio de tanteos. 1-
j
La orza. En principio, la orza debe estar completamente bajada en
la ceñida, pues es en este rumbo cuando la componente de abatimien-
~
----
7
to es mayor. Sin embargo. si la orza es abatible, puede ser conveniente J ~
levantarla un poco, pues aunque de este modo su superficie no dismi-
nuye. la echamos hacia atrás. para ajustar la posición del centro de re-
sistencia lateral y equilibrar el barco. Y, si éste tiene dos orzas, única- H I~
Abatiendo la orza, desp lazamos el El efecto que consigue la tripulación al hacer banda aumenta en el momento en que el barco escora, Y mas tarde va disminuyendo
mente bajaremos la de sotavento que es la que trabaja.
punto de aplicación de la fuer za cuando esta ya es bastante acentuada. los tripulantes que estan durmiendo (en e l lado adecuado) hacen banda estupendamente.
En algunos casos, es necesario revisar esta norma. La fuerza de anti-
hidrodinámica, actuando de ese m odo
deriva de la orza aumenta en función del cua drado de la velocidad,
sobre el equilibri o del barco .
siendo conveniente sacarla un poco en los barcos que van muy deprisa. La estabilidad lateral
En un catamarán, por ejemplo, mas allá de una determinada velocidad, Para navegar bien, un barco debe estar lo menos escorado posible.
podemos sacarla sin ningún problema. El casco al escorar adopta una posición en el agua para la cual no está
Si concedemos más importancia a la seguridad, debemos sacar la or- preparado, y como consecuencia el barco queda frenado. Además, la
za de sotavento, pues si el viento aumen ta , el barco resbalará en lugar escora hace que casi todos los barcos se vuelvan ardientes.
de escorar. Si preferimos llevar buena velocidad, debemos sacar la orza
de barlovento, de este modo el barco se apoyará mejor y el casco se le- Con el fin de evitarla no sólo debemos reglar las velas correctamen-
vantará con mayor facilidad . te, sino también hacer banda siempre que sea posible. A este respecto,
¿Es necesario que un barco esté bien equilibrado en la caña, o es existen dos reglas fun damentales.
¡El peso de la tripu lación. que va
preferible que sea algo ardiente? Algunos patrones prefieren los barcos 10 Resulta muy eficaz hacer banda cuando el barco está casi
sentada en la popa , es lo que hace que
blandos, aunque éstos son escasos; en realidad todos los excesos en un plano del todo; y lo es un poco menos cuando el barco ya está esco- l os dos tripul antes estan haciendo
la proa se clave en
sen tido u otro son nefastos. Al principio es mejor que el barco sea un rando de forma clara. Sin embargo, a veces lo que se pretende es una banda . Pero e l de la derecha le recue rda
el agua!
poco ardiente, pues de este modo es más vivo y podemos sentir sus pequeña escora, especialmente con viento flojo, de este modo pode- al de la izquierda qu e en regata esta
reacciones en la caña con más claridad. Para gobernar un barco bien mos mantener las velas a sotavento, reduciendo al mismo tiempo la su- prohibido saca r e l cu e rpO fu era de los
equilibrado hace falta mucha concentración y un gran tacto. Si el timo- perficie que está en contacto con el agua; pasa manos.
nel de un derivador puede reglar el barco a su antojo, debe poder ha- Algunos barcos con formas esbeltas (como el Requin y el Dragan
cerse lo mismo con los cruceros para que sean algo ardientes, pues la 5,5m JI) esta n diseñados para navegar ligeramente escorados, pues de
mayoría de 105 patrones se acostumbran mejor a este tipo de equilibrio. este modo se alarga su línea de flotación.
20 Cuanto más cerca del agua hagamos banda, más efecto tie-
El equilibrio longitudinal ne. Esto se puede ver claramente en los barcos con mucha manga en l a mejor escora de un
Para que un barco navegue bien, debe estar en sus líneas: es decir, no la línea de flotación, en los que podemos hacer banda mucho mejor catamaran se
ser ni demasiado pesado, ni ligero, ni tampoco hundirse demasiado por tumbándonos en una litera, que colgándonos de la regala . consigue cuando el
la proa o por la popa. casco de barlovento
De modo general, hay que colocar los pesos en el centro del barco. Los multicascos, al tener tanta manga, son muy sensibles a cualquier esta a fl or de agua.
Cuando hay oleaje se origina una gran inercia si los extremos del barco movimiento de la tripulación hacia los lados. Esto puede aprovecharse
están sobrecargados, como ocurre cuando un tripulante va a cambiar muy bien en los catamaranes, para reduci r la superficie en contacto con
el foque a la proa. De este modo se acentúa el cabeceo del barco y la el agua, levantando un casco hasta el límite de la superficie del agua, lo
velocidad disminuye, es decir, se encuentra incómodo. cual nos permite obtener el mayor rendimiento con una escora de unos
Estas normas son validas para todo tipo de barcos, grandes y peque- pocos grados, sin que por ello deje de trabajar el plano antiabatimiento
ños, pesados y ligeros, pero influyen de modo particular cuando el pe- en la ceñida. Pero, hay que tener cuidado, pues estaríamos en el filo de
so del material y el de la tripulación representa una parte importante la navaja, y algunos errores podrían ser fatales, por lo cual no conviene
del peso tota l. hacer esto en alta mar.
El gobierno del barco 509
508 la maniobra
rEstos cuatro tripulantes, con los dedos ¿Qué ocurre cuando llega una racha?
Modo de gobernar Sabemos que el viento aparente (el único que cuenta a la hora de re-
de los pies estirados, hartan
El principio básico, válido para todos los rumbos pero especialmente pa- glar las velas) es una combinación del viento real y del viento de la velo-
estupendamente banda cómodamente
ra la ceñida, es evitar los movimientos bruscos o demasiado grandes de cidad originado por el avance del barco. Su dirección es pues interme-
tumbados en las ¡iteras de barloventol
la caña. Hay que recordar que la velocidad es un bien muy valioso que dia, siempre más aguda, es decir, más próxima al barco, que el viento
enseguida se agota, y que tardamos bastante en recuperar, y que los real. En este caso lo que nos interesa resaltar es que cualquier modifi-
movimientos exagerados con la caña hacen que la velocidad disminuya. cación en la fuerza de una de sus componentes, origina una mo- \\"',
Aparte de esta norma concreta, gobernar bien es cuestión de intui-
ción y de estar atentos a todo cuanto ocurre. Un buen patrón debe po-
dif icación en fuerza y d irección del vie nto aparente. ,,
der sentir en la caña toda la energía de su barco. sobre todo si éste es ,,
un poco ardiente . En ceñida, con buena velocidad, la caña ofrece una
Cuando llega la racha.
1@f. tiempo. El viento real aumenta de fuerza. El barco no reacciona , ,
cierta resistencia . Con la práctica esta simple sensación nos proporciona inmediatamente y el viento de la velocidad permanece igual. la direc- \ ,
una gran cantidad de información sobre la buena marcha del barco. A ",,'
la mínima disminución de velocidad, la resistencia es menor y la caña se
ción del viento aparente se acerca a la del viento real: alarga.
2° tiempo. El barco correctamente reglado acelera. El viento de la
", '
~, \
vuelve menos viva: hay algo que no marcha bien. velocidad aumenta de fuerza y la dirección del vien to aparente se sepa-
"', \
....
La caña desempeña un papel parecido al de las riendas de un caballo; ra de la del viento real: es decir, escasea.
no debe servir para frenar el barco, sino para conducirlo de manera que
pueda mostrar lo que es capaz de hacer. Un barco bien reglado sabe lo Una vez pasada la racha . Modificaciones del viento aparente
que tiene que hacer. Cuando llevamos la caña, es necesario que sepamos 3@f. tiempo. El viento real cae. El barco no disminuye su velocidad dentro de una racha
distinguir (con toda humildad) un movimiento natural de aquel que re- inmediatamente, por lo que el viento de la velocidad sigue siendo con- , Ot. tiempo: refre sca y alarga;
quiere nuestra intervención. Con la práctica, la caña nos irá sirviendo ca da siderable . l a dirección del vien to aparente se va acercando a la del 2 11 tiempo: s igu e refrescando y escasea;
vez menos para corregir desviaciones intempestivas que para prevenirlas. viento de la velocidad; es decir, que escasea aún más. 3Ot . tiempo: cae y sigue escaseando;
El uso que hagamos de la caña revela una cierta filosofía, y entre to- 4° tiempo. El barco disminuye su marcha y el viento aparente vuelve 411 tiempo: vuelve a recuperar su fuerza
dos los parámetros que entran en juego (como se suele decir), la edad a tomar la misma dirección que antes de producirse la racha. y dirección iniciales.
del capitán sin duda no deja de tener su importancia.
510 la maniobra El gobierno del barco 51 1
1° Reducir la fuerza aerodinámica de las velas Con viento f resco, el mejor reg laje se obtiene cuando las dos
Al refrescar el viento, cuando el par de escora del barco y la contraes- velas quedan desventadas al mismo tiempo, pero sólo por su pa r-
cara que hace la tripulación no son suficientes para mantener una bue- t e superior. De esta manera, simplemente orzando un poco, podemos
na estabilidad lateral, es necesario aplanar y abrir las velas. hacer que las velas se vacíen por la parte alta para aligerar el barco.
Al ser el viento más fuerte, es necesario disminui r su deflexión Si el palo es flexible, como en los derivadores, podemos conseguir
(siendo esto suficiente en un primer momento). De est e modo, la fu er- un resultado similar actuando sobre las propiedades mecánicas del mis-
Cuando e l vie nto refresca. hay que
za aerodinámica no aumenta en la misma proporción que el vien- mo. Esto ya lo hemos explicado al tratar sobre los derivado res (que se
to. Para ello, abriremos el plano vélico y aplanaremos las velas. reglan durante la navegación) y el reglaje del palo.
largar las vela s. De est e modo aunque
la fuerza aerodin á mica no s ea mayor,
Por medio del dibujo de la página anterior, podéis comprobar que al
abrir el plano vélico (vela negra) la fuerza aerodinámica fa aumenta fa-/ 2° Reducir el trapo
s u orientación mejora. al mis mo tiempo
voreciendo únicamente a la fuerza de propulsión Cp. Si el viento sigue refrescando, esta primera adaptación enseguida se
que aumenta la componente de
propul sión y dis minuye la compo ne nte queda corta, y hay que reducir el trapo. Según los barcos, esto se hace
de abatimie nto. más o menos pronto y en una proporción variable.
El gobierno del ba r co 5 13
512 La maniobra
-.-...
foque, es el momento de enrollarlo hasta que la escora sea aceptable. Los barcos pesados disponen de cierta inercia, por lo que el problema
les afecta de una manera menos acusada.
Equilibrio de las velas En este caso, se pueden utilizar dos procedimientos distintos:
A l reduci r e l t r apo en la p roa y en la popa intenta r emos no l ' separarse de la ola, es decir cogerla un poco de lado, y después
desestabil izar el barco. El hecho de que un barco se vuelva ardiente orzar inmediatamente en cuanto hayamos pasado la cresta; cuando las
cuando el viento refresca nos incita a veces a conservar más trapo en la olas van en la misma dirección que el viento, el barco presenta, ade-
proa, lo cua l es un error, pues el motivo de que el barco se vuelva exce- más, una tendencia a realizar el solo este movimiento;
sivamente ardiente es la escora, que se debe a su vez a un foque de- 20 orzar frente a la ola para reduci r el impacto, y después arribar de-
masiado grande o con mucho embolsamiento. trás de la cresta para volver a coger velocidad; cuando la mar no viene
Vamos a poner un ejemplo característico: en la misma dirección del viento, sino que nos llega de frente, con fre-
Dos frégate (barcos ardientes cuando escoran) navegan a la entrada del cuencia nos vemos obligados a elegir esta segunda opción.
Con un foqu e dem asiado gr ande y Canal de la Mancha con un viento que va refrescando hasta llegar a fuerza 8. Cuando hay olas rompientes, hay que intentar abordarlas de frente,
de m asiado e mbo lsado, e l barco escora A bordo de uno de ellos, a medida que el viento refresca van redu- incluso aunque de este modo el barco pierda su arrancada. Esta reco-
mu cho, y se vue lve ardiente a pesar de ciendo el trapo de forma reg ular, en la proa y en la popa, para dejar al mendación es un tanto teórica, pues resulta muy di fícil orzar bastante
reducir la m ayor. fi nal s610 un tormentín muy plano y la mayor rizada al maximo. El bar- cuando el viento es tan duro que hace que rompan las olas.
co navega en ceñida de modo correcto con las velas cazadas y el carro
de la barraescota bloqueado a sotavento. Incluso en los barcos grandes, la norma sigue siendo evitar per-
En el otro Frégate, el patrón, para evitar que el barco se vuelva demasia- der ve locidad, pues ésta represent a un factor de seguridad fun-
do ardiente, conserva durante el mayor tiempo posible un foque grande. dam ental. En cuanto percibimos la menor disminución de velocidad,
Al refrescar el viento lo cambia, con algo de retraso respecto al otro barco; hay que intentar recuperarla antes que mantener el rumbo.
es decir que lleva el foque 1 cuando el otro lleva ya el 2, y el 2 cuando el
otro lleva el tormentín; y por el contrario, coge antes los rizos en la mayor. En cruceros ligeros
Como la cosa no marcha, baja la mayor e intenta navegar sólo con el fo- En los cruceros ligeros el problema de franquear las olas, se plantea de
que 2. El barco escora muchísimo, y por supuesto, sigue siendo ardiente, una manera muy acusada. Al ser ligeros, estos barcos enseguida pier-
pues lleva el foque demasiado embolsado para el viento que hace y el estay den velocidad al chocar contra las olas; pero ocurre lo mismo si las ve-
probablemente algo flojo; por eso no tiene ninguna posibilidad de avanzar. las no portan correctamente. Por eso hay que lograr gobernar con olas
sin interrumpir la acción del viento sobre las velas.
De este ejemplo podemos deducir las normas principales sobre la Esto se realiza del modo siguiente:
elección del trapo con viento fresco: para mantener un barco equili- - cuando el barco se inclina encima de una ola, el viento de la velo-
brado, es necesario conceder la misma import ancia a la forma de cidad aumenta bastante, y el viento aparente se hace más agudo; por
las velas que a su superficie. lo tanto, tenemos que arribar para que las velas sigan portando;
514 La maniobra El gobierno del barco 515
- una vez dentro del seno de la ola, el viento de la velocidad dismi- caíga el viento. Dentro de la racha, hay que orzar dejando el foque cazado
nuye, y el viento aparente alarga; en ese momento ya podemos orzar. y largando la mayor, si es necesario, con el fin de mantener una escora
Esto sólo debe hacerse cuando la mar está todavía poco formada y constante. Cuando el viento cae, hay que volver a cazar la mayor, arriban·
con una determinada fuerza de viento. Cuando la mar se llena de sur- do. Si el aparejo del barco es flexible, no debemos modificar el rumbo, po-
cos y el viento aumenta, las condiciones varían; además. hay que tener demos tensar el baquestay para alabear la parte superior de la vela dentro
en cuenta que el barco no se eleva mucho sobre el agua y que la parte de la racha, volviéndolo a amollar en cuanto el viento disminuya.
inferior de las velas enseguida se queda desventada entre dos olas. Pa- En cruceros ligeros, navegar con vientos racheados es una dura
ra lograr avanzar en esas condiciones. el timonel tiene que: prueba. Hay que estar continuamente adaptando el barco para que és·
- arribar cuando el barco está en el seno de la ola, de forma que la te no se detenga.
parte alta de las velas que es la única que porta, lo haga bien; A veces conviene mantener el foque bien cazado cuando entra la ra-
_ orzar enérgicamente cuando está en la cresta de la ola, con el fin cha, para asegurar la propulsión del barco, largando la escota de la ma-
de evitar un golpe de escora brusco. yor, con objeto de mantener una escora constante. Por supuesto, la tri-
Estas dos maneras de actuar son contradictorias; pero las circunstan- pulación tiene que hacer banda al máximo.
cias enseguida nos indicarán cuál de las dos nos conviene adoptar. La Sin embargo, al largar la escota muchas veces se origina un embolsa-
norma sigue siendo la misma: las velas deben recoger la máxima can ti· miento en la mayor; y en los barcos con aparejo fraccionado sin burdas,
dad de fuerza propulsora para evitar que el barco se pare. esto ocurre tanto en la mayor como en el foque al aflojarse el estay. En
resumen, en vez de aligerar el barco, éste se sobrecarga todavía más.
En los catamaranes Para evitar este inconveniente, existen dos soluciones:
Si navegamos sobre un solo casco -lo que no suele ser recomendable l Ona largar la escota, sino orzar dentro de la racha, hasta separar
en crucero- o si los dos cascos chocan a la vez contra la ola (lo que es las velas en la dirección del viento. Esta maniobra requiere una gran ha-
poco habitual), teóricamente nos encontramos en el mismo caso que al bilidad, pues hay que seguir de manera muy precisa la evolución de la
navegar en un crucero ligero. El casco de barlovento suele alcanzar la racha para mantener una estabilidad lateral correcta y no romper la ve-
ola antes que el de sotavento. En este caso, la ola levanta primero el locidad del barco;
casco de barlovento, dando la impresión de que el barco escora y por 2° no largar la escota, sino empujar simplemente el carro de la ba-
lo tanto de que dicho casco está fuera del agua (pero sólo es una im- rraescota a sotavento con el fin de abrir el plano vélico. De este modo
presión). En ese momento hay que orzar para evitar el efecto de la ola largando la vela y manteniéndola plana, se asegura la propulsíón del
al chocar contra el segundo casco, que vuelve a poner el barco hori- barco sin que éste escore excesivamente.
zontal. El procedimiento es muy parecido al que consistía en gobernar En realidad, casi siempre nos vemos obligados a combinar estas dos
siguiendo la ola, teniendo en cuenta sólo el casco de sotavento; pero soluciones.
las impresiones son muy distintas. En los catamaranes, la solución obligatoria es la segunda, puesto
No debemos confundir esta situación que nos obliga a orzar que la barraescota al ser más larga es más eficaz y ademas porque tie·
con aquella en que el casco sale del agua porque el barco está nen una mayor proporcionalmente mucho más grande que los mono-
sobrecargado, y en la que est á pro hibido orzar, si no queremos cascos de crucero. Por lo tanto para empezar hay que empujar el carro
volcar. de la barraescota a sotavento; si esto solo no es suficiente, hay que lar-
En la realidad, gobernar siguiendo la ola sólo es necesario cuando gar la escota de la mayor, y por último la escota del foque. Pero hay
hay mar gruesa y con grandes olas. En los demas casos ... ¡volaremos! que hacerlo con rapidez.
Para ello, tenemos que mantener las escotas en la mano, o, si nos
resulta demasiado duro, dar la orden de largarlas con gran velocidad.
Viento fresco irregular: la racha
En cru ceros pesados, hay que elegir unas velas adaptadas en superficie y
en forma al viento medio, que permitan al barco aguantar las rachas sin Viento flojo
tumbarse y navegar con buena velocidad en las encalmadas. Una solución
Vamos a tratar ahora el viento flojo, la brisa suave apenas perceptible. Velas embols adas y la rgadas, ca rro de
intermedia consiste en llevar un foque bastante plano, que trabaje corree·
El principal problema es localizar la dirección del viento con exactitud. la ma yor al ce nt ro, t rapa amo llada,
tamente con vientos duros, y una mayor algo embolsada, que apenas ten-
El humo de un pitillo suele ser un buen indicador, o también podemos poca escora ... Todo está preparado
ga rendimiento en las rachas, pero que le permita avanzar bien cuando
quitarnos la camiseta y ver por qué lado tiritamos ... A veces puede ocu- pa ra que a pa rezca la est e la.
516 la maniobra El gobierno del barco 517
rrir que no haya nada de viento en la superficie del agua, y sin embar- caiga, para conservar el mayor tiempo posible el máximo viento de la
go que éste sople a 2 ó 3 metros de altura; esto se puede comprobar velocidad. Paradójicamente, se suele decir que este viento es de alguna
por medio de los catavientos y la veleta. manera el que hace avanzar al barco.
Resulta imposible ceñirnos al viento. pues la resistencia del agua al
avance del casco es demasiado grande en relación con la fuerza pro- En definitiva, para avanzar en ceñida con viento flojo, hay que fiarse
pulsora, siendo necesario arribar para adquirir velocidad. de una pura sensación y buscar siempre el rumbo en el que mejor per-
cibamos la presencia del viento. Es entonces cuando iremos más depri-
El reglaje de las velas sa y cuando lograremos hacer la mejor ceñida.
Al ser muy flojo el viento, tenemos que desviarlo al máximo, por lo tan-
to las velas deben estar muy embolsadas, largándolas todo lo que po-
damos para que la fuerza esté bien orientada. En ceñida abierta
Con este tipo de viento. la mar suele estar en calma. pero también La expresión "abierta" es muy gráfica . En este rumbo, el barco se ciñe
puede haber olas; el flameo de las velas con el balanceo del barco le menos al viento que en la propia ceñida, y lleva las velas bien lIenas*.
permite avanzar un poco. Son momentos de tensión tanto para la tri- Las modificaciones de reglaje que existen entre la ceñida a rabiar y la
pulación como para el barco. ceñida son muy pequeñas, pero el ambiente es muy distinto. De ahora Con viento
en adelante, ya no hay que afinar con el viento para llegar a un punto fl ojo. la velocidad
El equilibrio del barco de destino situado dentro del sector útil, o en las proximidades de éste, del barco influye claramente
La tripulación se mete en el barco para reducir la carga aerodinámica. sino que el punto al que nos dirigimos es fácilmente accesible de ma- en la diferencia que
Si sobrecargamos un poco la proa, aligeramos la popa, de este modo el nera directa, es decir que podemos poner rumbo hacia él. Es decir, que se produce entre el viento real
barco se vuelve ligeramente ardiente. Lo hacemos escorar para reducir hacemos navegación directa. y el viento aparente.
--
la superficie en contacto con el agua y para que las velas se coloquen a
sotavento. Hay que evitar cualquier movimiento brusco y cambio de si- El reglaje de las velas
.L.
tio intempestivo a bordo, pues la arrancada que lleva el barco es muy Las velas están menos cazadas y menos planas que en la ceñida. Pero en
frágil y está a merced del menor bandazo. este rumbo, podemos desviar el viento con un ángulo mucho mayor sin
que la componente de abatimiento sea demasiado grande; por lo tanto,
Modo de gobernar sólo abriremos las velas cuando la modificación del rumbo lo requiera.
La caña debe manejarse con la mayor delicadeza posible, evitando más Si el viento refresca, no siempre es necesario que aplanemos las velas.
que nunca las guiñadas. Naturalmente esto presenta diferentes matices según el tipo de barco de
Si nos ceñimos demasiado al viento, el barco reduce su velocidad que se trate: en los barcos pequeños, podemos encontrarnos con graves
siendo muy acusada la disminución del viento aparente, pues el viento dificultades para navegar en ceñida con las velas muy embolsadas, pero no
de la velocidad representaba una gran parte de éste. Hay que largar las ocurre lo mismo al navegar en barcos grandes, sobre todo si son pesados.
escotas y arribar ampliamente para recuperar la velocidad.
Si arribamos demasiado, el barco entra en pérdida y disminuye su Modo de gobernar
velocidad, desapareciendo el viento para siempre. Hay que largar las Hay que intentar mantener rigurosamente el rumbo, modificando úni-
velas, e ir orzando poco a poco volviéndolas a cazar despacio para re- camen te el reglaje de las velas, según las variaciones que experimenta
cuperar el rumbo. el viento en cuanto a fuerza y dirección .
Con este viento, las maniobras son lentas y se tarda bastante tiempo Por lo general, no resulta difícil mantener el rumbo en esta orienta-
en corregir los errores. ción. El barco tiene estabilidad y podemos controla r bien su evolución.
La ceñida es el rumbo que debemos llevar siempre que podamos, cuan-
Viento flojo irregular: la rachita do tenemos que hacer una maniobra que requiera precisión, como pa-
La más pequeña racha vale tanto como el oro. Hay que aprovecharla al sa r por un canal estrecho, dentro de un puerto lleno de barcos, y en las
máximo sin precipitarnos. En cuanto aparezca una, al estar las velas Al arribar de la ceñida a rabiar a la
maniobras previas al atraque, etc. Es también el rumbo que suelen lIe-
muy embolsadas, debemos caza rlas orzando al mismo tiempo para ga- ceñida, hay que aumentar el á ngul o de
nar barlovento y coger velocidad. Es mejor no empeñarnos en seguir el deflexión IAI hasta el va lor óptimo
* En francés ban plein significa con las velas llenas; la expresión equivalente en Ide 20 0 a 25°1 haciendo qu'e la s velas
nuevo rumbo, sino arribar un poco y largar escotas en cuanto el viento
castellano náutico es ceñida abierta. (N. de la T.). embolsen mejor que largándolas.
518 La maniobra El gobierno del barco 519
lateral en e l viento, e l barco s e balancea dicular a la línea de crujia del barco, se dice que está completamente Por lo tanto es preferible navegar con un grátil ligeramente temblo- hay que intentar embolsar la mayor
menos. braceado, que es cuando el barco navega en popa redonda. Este re- roso, sin dejar que aparezca ningún pliegue marcado. cantidad de viento pos ible.
El gobierno del barco 523
522 la maniobra
a rendir por lo menos en dos lugares concretos: debajo del spi, donde
Modo de reglar el spi podemos recuperarlos haciendo que incidan sobre una trinqueta de
Sería inútil pretender reglar el spi de una vez por todas, pues su equili· spi, y sobre todo en el costado opuesto al spi, donde podemos colocar,
brio es muy precario y está a merced de un pequeño cambio de rumbo, más allá de la pantalla que forma la mayor, una vela útil (por lo menos
una modificación en la escora, un bandazo o un desvente pasajero. Por a partir de 10 nudos de viento): el big boyo
esta razón debe haber un tripulante vigilando constantemente el grátil El big boyes una especie de génova móvil, confeccionado con tela
para volver a reglar la vela en todo momento. de spi, cuyo puño de amura está situado muy arriba, con un pujamen
bastante más largo que la baluma, y un grátil muy recortado, para que
Reglaje con el amantillo la vela pueda situarse lejos del spi.
Por lógIca, tendríamos que hacer lo mismo que con el resto de las velas. Esta vela no tiene nervio. Amurada en la proa, se coloca a sotavento
es decir, aduar sobre la escota cada vez que se rompe el equilibrio. Pero de la escota del spi, con la driza muy largada (el puño de la driza debe
según hemos visto el spi debe estar simétrico en sentido vertical. Ahora estar a una distancia equivalente al 30% más o menos de la altura del
bien, éste cae primero por defecto de simetría y más tarde debido a una
mala orientación . Este equilibrio podemos irlo recuperando por medio
del amantillo, lo que nos obliga a reglar la contra si queremos mante- El spi en los multicascos
nerlo tenso. Recordamos aquí que el puño de escota puede caer tanto l os catamaranes tienen una manga lo
porque el puño de amura está demasiado alto como demasiado bajo. suficientemente amplia para utilizar el
Además de esta continua vigilancia sobre el amantillo, debemos pres- spi si n tangón, lo cual nos simplifica la
tar atención a no cambiar de rumbo; el catavientos del tangón es el pri- vida enormemente iY también las
mero en denunciar los errores del timonel y también nos indica cual- trasluchadas! Aparejamos una braza ,
El spi se sostiene bien cuando: quier cambio en la dirección del viento. Pero si nos alejamos realmente un a escota y una retenida, reglándolas
1. está simetrico en sentido vertical; del rumbo, el spi se viene abajo, flameando si hemos orzado demasiado igual que e n los monocascos, teniendo
2. su pujamen está horizonta l; o desinflándose por el centro si hemos arribado más de la cuenta. e n cuenta que este tipo de barcos no
3. e l tangón está orientado s ue len s ufrir bandazos en las orzadas
perpendicular al viento apa re nte ... Reglaje con la escota ni continuos balanceos. ¡Un motivo
4. 'o. V también perpendicular al palo. Hay gente que prefiere controlar el spi con la escota, aunque es más la- más para que cambiéis e l monocasco
borioso, especialmente con poco viento. En ese caso, cuando se forma por un catamaránl
un pliegue, hay que cazar un buen trozo de escota para soltarlo de
nuevo en cuanto la vela vuelve a estar llena; cuando el spi se desinfla
por el centro, hay que largar inmediatamente. Después hay que reglar El spi sin lágrimas (1)
la altura del puño de amura; notaremos que está demasiado bajo si el
A. Spi demasiado cazado: se desploma por el centro y
pliegue se forma muy arriba y a la inversa. se enrolla alrededor del estay.
En este rumbo, en los multicascos no es necesario utilizar tangón, lo B. Spi bien cazado: aparece un pequeño pliegue por la
cual simplifica enormemente las maniobras y los reglajes . Es suficiente parte alta del grátil.
con que la braza y la escota estén aparejadas de modo simétrico para C. Spi poco cazado: se pliega completamente, produ -
que el spi se mantenga simétrico de forma natural. ciendo una gran sacudida.
l os catamaranes de regata llevan a veces un tangón fijo, con una es-
pecie de terminal que se puede reglar, y cuya misión es sujetar el spi
sólo cuando el barco navega a un largo, y no con viento de popa.
san filetes de aire sin trabajar, lo cual es inadmisible. Hay que obligarles
524 la maniobra El gobierno del barco 525
palo). El pujamen debe estar al nivel del agua y la escota debe ir reen- Las trinquetas gemelas
viada lo más hacia popa posible. Los buenos escritores disfrutan describiendo los inventos con los que
Al contrario de lo que ocurre con el génova, el big boy se llena por podemos vivir largas y felices jornadas navegando con viento de popa,
la baluma y se vacía por el gratil. Cuando flamea, tenemos que largar- por ejemplo, cruzando el Atlántico empujados por los alisios. Las tri n-
lo, y al mismo tiempo tensar la driza para que el pujamen no "arrastre" quetas gemelas, o los foques gemelos, hacen maravillas en este caso,
por el agua. A partir del momento en que deja de flamear, volvemos a siempre que no estemos obsesionados con la velocidad.
cazar la escota y largamos la driza, lo cual significa que tiene que haber Podemos utilizar dos tangones, preferiblemente telescópicos, o incluso
un tripulante encargado de reglar la driza con tinuamente. quitar tranquilamente la mayor, pues al estar el centro vélico situado tan
El big boy estabílíza el barco, pues el spi por un lado y la mayor y el big a proa, el barco sigue una derrota muy estable, lo cual facilita el trabajo
boy por el otro, se equilibran. Gracias a esta vela, podemos navegar en la del piloto automático o del simple amantillo aparejado sobre la cana.
amura contraria hasta un ángulo de 15° a partir del viento de popa (por La versión moderna de las trinquetas gemelas se denomina booster.
precaución conviene aparejar una retenida en la botavara). En la amura Es un doble foque confeccionado con tela de spi y cuyo gratil represen-
correda, suele ser eficaz hasta un rumbo en el que el viento aparente esté ta el eje de simetría; se puede utilizar como foque, superponiendo las
situado a unos 40° del viento de popa. Hay que dejar un gran espacio li- mitades. Es una vela que favorece la tranquilidad a bordo del barco,
bre entre el big boy y el spi (con este fin debemos bracear el tangón per- más que el rendimiento de éste.
pendicular a la crujía) para que al aire pueda circular libremente. Pero ¡cuidado al navegar en estos rumbos! pues al no llevar mayor
Si no tenemos big boy, podemos intentar utilizar un génova, siempre tardaríamos mucho tiempo en rescatar a un hombre del agua. Por este
que su forma se preste a este tipo de fantasía y que el grátil no tenga motivo" ¡un pequeño elic es mejor que un gran pluf!".
mosquetones. Para que este génova pueda recoger una cantidad sufi-
ciente de aire, puede que necesitemos coger uno o dos rizos en la mayor.
El equilibrio del barco
El foque En este rumbo, el equilibrio del barco en la caña está condicionado en
Puede ocurrir que realmente haya demasiado viento para izar un spi, y parte por la falta de simetría del plano vélíco:
en ese caso decidamos llevar un foque.
Navegando con viento de popa, podemos aparejar un génova relati-
va mente grande y atangonarlo a barlovento (en ese caso es convenien-
te que la superficie de la mayor sea igual que la que utilizaríamos en la El spi sin lágrimas (2)
ceñida, o un poco más). Si hay mucha mar, hay que pensar que el tan-
A. El spi estaba demasiado cazado, o bien el timonel ha arri-
gón podría plantarse encima de la ola si el barco da un bandazo, por lo bado demasiado, y el barco navega en la amura contraria ...
que no dudaremos en elegir un génova pequeño y sobre todo que ten- B .... Y esto es lo que ocurre.
ga el puno de escota alto. Podemos completar agradablemente la esce- C. Pe ro pasamos la mayor al costado donde está el tan -
na aparejando un big boya sotavento. gón, y aparejamos una reten id a en la botavara.
Pero el ba rco ya ha alcanzado su velocidad crítica, y quizás no valga D. Ar rib amos un poco para co locarnos otra vez en la
la pena exagerar. amura cont raria (con la botavara a ba rlove nto), para que e l
Si navegamos en un rumbo demasiado próximo al viento como para sp i se desenrolle sólo ..
que el génova atangonado pueda portar bien, hay que tomar una decisión: E. Volvemos a pasar la mayor al costado donde esta ba al
principio, y proseguimos la marcha, reglando la braza y so-
o bien arribar un poco para que porte mejor, o bien orzar para que este
bre tod o la rgand o la escota. El incidente ha si d o superado.
génova sea eficaz a sotavento. La cuestión es decidir si tenemos prisa o no.
¿Pero quién decía que había que volar a cualquier precio? En caso
de que no estemos muy seguros de nosotros mismos, siempre pode-
mos elegir soluciones más razonables, o que se adapten mejor a la jar-
cia de nuestro barco, es decir, llevar un foque sólo, o dos foques, uno
de los cuales sin nervio, o dos foques sin nervio, etc. En caso de llevar
dos toques, resulta conveniente dejar un espacio libre entre los dos, pa-
A fa lta de spi ... ra que no se estorben.
526 La maniobra El gobierno del barco 527
• con mayor sólo, muy largada, el barco presenta una tendencia na-
tural a orzar, se vuelve ardiente;
Viento fresco
• cuando se apareja un foque en el costado de barlovento, pode- Al navegar con el viento de popa, las dificul tad es empiezan en cuan to el
mos equilibrar el barco, escorándolo ligeramente a la contra; viento refresca. La "pendiente" que bajamos se hace más aguda y no
• con spi, el efecto de la mayor se compensa bastante, y el barco se tenemos buenos frenos. Un ba rco pasado de trapo, que navegue a gran
equi libra; sin embargo, esta vela a menudo obliga a los monocascos a velocidad cuando la mar empieza a forma rse exige que llevemos la caña
escora r a la contra más de lo deseable, haciendo que se vuelvan desa- con mucha atención. En este caso, el principal problema es la seguridad.
gradablemente blandos. Con el viento de popa, es muy dificil parar el barco y la presencia del spi
Con buen tiempo, y ya que la mar no obstaculiza la marcha del bar- hace que cualquier maniobra sea larga y dificil, siendo necesario bastan-
co, resul ta bastante fácil mantener el rumbo. Las orzadas se pueden te tiempo para llegar hasta un tripulante caido al agua.
controlar cómodamen te, pues el pliegue del grátil nos sirve de señal. La primera regla que debemos observa r, y que podemos aplica r a to-
Por el contrario, las arribadas suelen ser más traicioneras. dos los rumbos, pero especialmente a éste, es amarrarnos en cuanto el
Si arribamos más allá del viento de popa, es decir, si navegamos en viento deja de ser muy flojo. A continuación, debemos saber hasta qué
la amura contraria, el spi, al quedar desventado por la mayor, corre el momen to podemos llevar izado el spi, pues en caso de falsa maniobra
peligro de desplomarse y de acabar enrollándose alrededor del estay. Si las reacciones de los barcos son muy diferentes; los derivadores lastra-
consigue dar una primera vuelta, seguramente no podremos impedir dos con poco calado que ofrecen poca resistencia, se tumban sin pro-
Sin duda por despiste, el patrón ha ducirse rot uras, pero lanzando a veces a los tripulantes fue ra del barco;
que continúe, y si orzamos no haremos más que empeorar las cosas.
dejado que el spi se enrolle alrededor o t ros aguantan produciéndose daños, como en el caso de los cruce ros
Pa ra poder desenrollarlo, hay que colocarse en la posición opuesta, es
del estay (decim os que e l spi está pesados; y, por último, los multicascos vuelcan .
decir, virar por redondo y navegar en la amu ra cont raria, sobre el otro
" enchorizado" ). Si únicamente ha dado Podemos llevar el spi durante bastante tiempo, siempre que domine-
costado, de este modo el spi se desenrollará solo.
una vue lta, podrá desenrollarlo orzando mos la situación. Todo depende del grado de entrenamiento de la tri-
Por regla general, navegando en un monocasco, con vien to de popa
ligeramente o tirando un poco de la pulación. El dominio del spi se adquiere de forma progresiva, intentan-
y con spi, en cuanto la cosa no marcha, el timonel debe tener el reflejo
escota . Pero si ha dado más vueltas, do llevarlo cada vez con un viento más fresco (siempre que efectuemos
de orzar, antes que arribar, pues un spi que flamee siempre se recupera
tendrá que consultar e l s egundo las pruebas en lugares donde no existan riesgos graves, si se produjese
antes que uno enrollado sobre el estay. Pero debemos llegar a dominar
episodio del s pi s in lágrimas de la una avería). Más adelante ana lizaremos los diferentes motivos que pue-
este reflejo; no se trata de orzar bruscamente, ni tampoco más de 10°
página anterior. den llevarnos a tomar la decisión de quitarlo.
o 15°, pues si lo hacemos, cuidado con el bandazo ..
En los m u lticascos, este bandazo resulta inadm isible, y e l r ies- El principal problema de gobernar con viento de popa y viento fres-
go de enrolla r e l spi es m uy lejano, p uesto que se ba lancean me- co es mant ener el rumbo, pues se suelen producir guiñadas con mayor
nos; es pref e ri ble navegar con e l viento de popa, aunque corra- facilidad, cuyas consecuencias son más serias que en cualquier otro
m os el pel igro de t rasluchar. rumbo . Asimismo, es p referible no navega r en popa redonda, sino
mantener el barco a 10° ó 15° de este rumbo para disfrutar de una me-
La orza jor estab ilidad en la derrota y no exponernos a posibles orzadas ni a
En los barcos con orza, ésta, en principio, no sirve de nada al navegar con arribadas intempestivas.
viento de popa, puesto que el barco recibe un empuje en el sentido de la
marcha. Con poco viento, la orza incluso llega a ser contraproducente pues El equilibrio en la caña
aumenta considerablemente la superticie en contacto con el agua. Por este Inestabil idad debida a las ve las
motivo conviene quitarla del todo. Por el contrario con viento fresco, en los Con viento f resco el spi puede arriesga r seriamente la estabilidad de la
barcos que no tienen alerón fijo en la parte inferior del casco es mejor dejar derrota. Por una parte, resu lta di f ícil mantener el equilibrio lateral, pues
un poco de orza. Si el barco no tienellingún plano antiabatimiento, el bar- esta vela tiende a obliga r al barco a escorar a la contra haciendo que se
co no puede evolucionar bien en cuanto se separa de la popa cerrada, res- vuelva muy blando; aparece cierto balanceo, que convierte al ba rco al-
balando al menor bandazo. Asimismo, se produce el balanceo con mayor ternativame nte en blando y ardiente, y el timonel suda la gota gorda.. Con viento fresco. e l barco tiene
Un barco que no tenga alerón resbala, Por otra parte también puede in fluir sob re la estabilidad longitudinal,
facilidad, lo que origina una gran inestabilidad en la derrota. tendencia a clavar la proa. Hay que
por lo que e l rumb o y la derrota ya no pues el spi tiende a levantar la popa del ba rco, al mismo tiempo que in- embridar e l spi, desplazando hacia
coi nciden. Sin embargo. con un poco Hay que recordar que la eficacia de la orza aumenta en una propor- clina el tope del palo hacia la proa; al quedar f renado el casco por efec- adela nte e l punto de cazado de la
de orza, obedece perfectamente al ción igual al cuadrado de la velocidad. Al navegar rápido y no necesi- to del agua, el barco cla va. Podemos sobrecargar la popa para aligerar escota . Al estar más plano. el spi tira
timonel. tarla apenas, no es preciso bajarla mucho. la proa, pero la mejor solución para equi librar el ba rco es embridarlo, má s hacia la proa (y con menos fuerza) .
528 la maniobra El gobierno del barco 529
como la orzada está prohibida, debemos tener el reflejo de arribar al de velocidad se compensa con la estabilidad de la derrota, con lo cual
llevar la caña . La trasluchada puede ser la única sa lida, por lo que debe- podrá aflorar la sonrisa en nuestros rostros.
mos estar preparados. Coger rizos a una mayor no influye apenas sobre la marcha del bar-
Con este fin, debemos: co en este rumbo.
- eliminar la torsión de la mayor; Rizada como en la ceñida, molesta menos al spi, sobre todo
- bloquear el carro de la barraescota en el centro, o incluso a barlo- cuando hay que realizar una maniobra rápida, y el barco evolu-
vento, para que la vela, que no está completamente largada, pueda lle- ciona mejor y es más seguro con la misma superficie de mayor
gar automáticamente hasta los obenques en el nuevo bordo; que hubiera llevado en la ceñida, con u n t iempo similar.
- quitar todo lo que pueda engancharse a la escota de la mayor;
- mantener la cabeza bastante por debajo de la botavara;
- evitar poner una retenida en la botavara, excepto si se puede lar-
Viento flojo
El rumbo del viento de popa resulta igual de cansado con viento muy
gar de manera au tomática.
flojo que con brisa fresca. Ahora echamos de menos el exceso de vien-
De modo general, volvemos a repetirlo: la salvación de los multicas-
to que tantos problemas nos causaba antes. En este caso, tenemos la
cos está en la velocidad, y hay que hacer todo lo posible para evitar
oportunidad de disfrutar con el spi, que no sirve de mucho, así como
que disminuya, pues si el casco va más despacio que la jarcia ..
de inventar todo tipo de trucos para hacer que el barco avance. El ene-
migo número uno es el balanceo; en los cruceros pesados, cuando no
Reduci r el trapo
estamos en regata, a veces conviene bajar la vela para que descansen
Arriar el spi con viento fresco no siempre es cosa fácil; hay que reflexio-
tanto la tripulación como la jarcia.
nar, y saber guardar la ropa a tiempo.
Sin embargo, hay que saber hacer avanzar al barco con poco viento,
De hecho, a partir de una determinada fuerza de viento, los riesgos
Una razón más para reducir trapo con pues puede que lo necesitemos para salir de un canal delicado, para
se mul tiplican y la cosa ya no vale la pena. La inestabilidad en la derro-
viento fresco: c uando la mayor está ganar algunas millas con el fin de evitar una corriente o simplemente
ta, que en parte se debe al balanceo provocado por la parte colgante
rizada, e l spi se vacía mejor. para volver a la hora prevista.
del spi, se vuelve casi continua. El peligro de clavar es muy grave, inclu-
so para los barcos grandes, y aunque el palo no se rompa, todo el bar- ¿Podemos hablar del reglaje de las velas?
co corre el peligro de irse a pique. Con el viento de popa, el viento aparente es más flojo que el viento
El cansancio es motivo suficiente para bajar el spi. Debemos estar en real y en cuanto avanzamos un poco no notamos nada.
forma y bien despiertos para poder mantener esta vela izada con viento Un spinnaker fino (26 gramos por metro cuadrado) que lleve escotas
fresco. Además, es casi imposible cambiar de timonel, pues el que está en ligeras (4 milímetros por 100 metros cuadrados, por ejemplo), quizás
este puesto cuando el viento refresca se va acostumbrando poco a poco a pueda llegar a tomar forma, pero es necesario que la mantenga. Por
sentir el barco, y forma un todo con él reaccionando en la forma adecua- este motivo hay que estar continuamente ajustando el puño de amura,
da; el tripulante que va a sustituirlo se encuentra de golpe inmerso en el según la altura que alcance el puño de escota ..
problema, y por lo general no le da tiempo a adapta rse antes de que se Muchas veces podemos largar un poco de driza para que el spi se se-
produzca la primera falsa maniobra, lo que a menudo le cuesta al propie- pare de la mayor, aunque el inconveniente que se plantea es que se re-
tario del barco el propio spi y a veces el palo, si no es el barco completo. quiere mucha atención al aumentar la inestabilidad del puño de amura.
Navegar con spi durante mucho tiempo con mar formada, agota los Podemos hacer que las velas "trabajen", es decir, dejar que se inflen
El spi sin largándolas despacio, y sujetándolas en cuanto alcanzan la orien tación
nervios de la t ripulación, pues es imposible relajarse. El cansancio a ve-
lágrimas ( 4 ) correcta. En caso de que no haya viento, podemos orientarlas empu-
ces es motivo de decisiones arriesgadas, sin conta r con las dificultades
que se prod uciría n para rescatar a un hombre del agua. jándolas con la mano.
Bajar la vela a t iempo es un impera t ivo a la hora de gobernar el bar- Naturalmente, las velas deben tener el máximo embolsamiento posible, y
co con spi. Iza r uno pequeño no siemp re es recomendable, pues el pro- si el barco se balancea hay que dejarlas flamear para poder avanzar un poco.
blema no es tan to de superficie como de estabili dad. Al estar sujeta es- Hay que escorar un poco el barco para orientar las velas lo mejor po-
ta vela únicamente por dos puntos, impone a la jarcia enormes sacudi- sible, y movernos lo mínimo. Resulta inútil que la tripu lación se amon-
das y tensiones. tone al fondo del barco, pues en este caso vendría bien cierta carga
¡Situación demasiado efí- Es preferible llevar un génova o un foque atangonado o, incluso a aerodinámica. Los barcos que lleven orza, deberán quitarla del todo.
m era para representarla! También dicen que silbando hacemos que sople el viento ..
veces, un spi asimétrico, por definición no atangonado; la disminución
1
532 la maniobra El gobierno del barco 533
¿Viento de popa o un largo? que acabamos de citar no se produce siempre, pudiendo navegar muy
Ganancia de sotavento bien en esos rumbos sin que jamás se origine; para ello basta con no
En los barcos modernos, y especialmente en los multicasco5. hay que cazar demasiado las velas, pues de todos modos el barco avanzará con
evitar el viento de popa, pues es un rumbo lento y desagradable. Igual buena velocidad. Sin embargo, no debemos olvidar que los multicas-
que hacíamos al analizar con la ganancia de barlovento, intentaremos cos, sobre todo los ligeros, pueden volcar aunque estén bien reglados,
lograr la mejor "ganancia de sotavento" aprovechando el buen rendi- si cometemos alguna equivocación con la caña.
miento de los barcos al navegar con el viento por la aleta, o a un largo Pero cuando queremos sacar el máximo partido, todo cambia; tene-
los que sean más rápidos. mos que cazar las velas al máximo, obteniendo el mejor reglaje cuando
La polar del dibujo de al lado nos indica que el barco gana más sota- están al límite de la entrada en pérdida. Hay que resaltar que en ese
vento siguiendo la derrota B. Por lo tant o hay que dar bordadas viran- momento hay que prestar mucha atención.
do en redondo de forma regular.
La entrada en pérdida
Ya hemos hablado de este fenómeno en varias ocasiones. Simplemente
A UN LARGO hay que recorda r que, al cazar poco a poco una vela, la fuerza que ésta
la mejor ganancia de barlovento Entre la ceñida y el viento de popa se ext iende el amplio dominio del recoge aumenta de modo regular, hasta alcanzar un punto crítico, más Navegar a un largo es la mejor manera
la obti e ne e l barco que s igue la largo. La misma palabra lo indica, es el imperio de la libertad. Soltamos allá del cual disminuye de golpe. Este punto se sitúa en el instante en de aprovechar e l viento ...
derrota OB. las bridas al caballo y éste se pone a galopar a su antojo. que la vela constituye un obstáculo para el viento, más que un medio El barco navega con rapidez, escora
Es el rumbo preferido del barco, es decir, el que adopta con mayor deflector. El flujo de aire, hasta entonces regular, de repente se vuelve poco y la tripu lación está a gus to.
naturalidad, navegando deprisa y aprovechando el viento con facilidad.
Cuando el \liento refresca, en lugar de separar prudentemente la vela
como hacíamos en la ceñida, podemos ofrecer más superficie aún, co-
rriendo el único riesgo de ir más rápido.
No se trata tanto de reglar las velas al límite del flameo, sino de
orientarlas para desviar el viento con el mejor ángulo posible, yaprove-
char así la máxima potencia.
Todo esto nos incita a la alegría, pero de todas formas hay que tener
precaución, pues nos acecha una trampa: la entrada en pérdida; de for-
ma repentina y sin razón aparente el barco disminuye su velocidad, dan-
do la impresión de que el viento desaparece bruscamente; se acabó.
En los multicascos, ¡además de entrar en pérdida podemos volcar!
1
538 La maniobra
El gobierno del barco 539
velocidad. El spi, para mantenerse arriba, tiene que estar bastante caza-
do ~ la fuerza tan enorme que recibe no está orientada en el mejor hace el recorrido arribando, con un régimen regular y navega deprisa;
sentido; el génova recibe una fuerza menor, pero mejor orientada. Has- en cambio el otro va orzando a partir del viento de popa, sufre un régi-
ta ahí el spi lleva ventaja, pero al navegar con génova, la mayor puede men turbulento y se queda atrás. Si decide cambiar de velocidad tiene
largarse más que si navegamos con spi. Lo importante es calcular bien que orzar sin vacilación durante un instante. Hasta ese momento los
cuando la mejor orientaCión del conjunto mayor-génova compensa la dos barcos están en mundos diferentes.
mayor fuerza recogida por el conjunto mayor-spi.
A un largo, con viento regular, no tenemos que plantearnos ninguna
Una vez que hemos decidido izar el spi, podemos observar la orien- pregunta sobre cómo debemos gobernar. Dentro de una racha, si orza-
tación de la driza, que nos indica la dirección en la que t ira la vela, aun- mos, no hacemos más que sobrecargar el barco. En este caso conviene
que este punto de referencia es sólo aproximado. En realidad, nave- arribar y largar también las escotas, tanto en los multicascos como en los
gando a un descuartelar, el spi sólo es eficaz con viento flojo. Con vien - monocascos. Cuando la racha es muy fuerte, también existe el recurso
to fresco, la ganancia de velocidad no compensa el alargamiento del de arribar claramente, para entrar en pérdida. Al volverse turbulento el
recorrido, motivado por las inevitables orzadas; asimismo, hay que te- flujo de aire, disminuye la presión del viento sobre las velas. En resumen, El barco de cabotaje está
ner en cuenta el tiempo que empleamos en izar y bajar la vela. llevado al límite, el fenómeno de la entrada en pérdida constituye una es- continuam e nte alineado; la
• Los multicascos. A partir de un descuartelar algunos multicascos pecie de válvula de seguridad especialmente útil en los multicascos . demora no cambia, por lo tanto
empiezan ya a planear; cuando el viento aparente es muy agudo, llevan ex iste riesgo.
las velas cazadas prácticamente como en la ceñida . Damos embolsa -
miento a las velas y aumentamos el ángulo de deflexión. EL BUEN GOBIERNO* /
/
/
Cp1 + Cps = Cp2 + Cpg. La manera tan distinta de gobernar este tipo de barcos viene im- /
El gobierno de un barco no está únicamente asociado a la búsqueda /
En otras palabras, e l spi y e l génova puesta por el riesgo de volcar. Está prohibido disminuir la velocidad /
bruscamente, así como orzar. El timonel no puede dejar que el barco se del mejor reglaje en función del rumbo que lleve. El mejor de los rum- /
~
tie ne n e n este caso e l mismo
rendimie nto. pare, sino que debe tener el reflejo de arribar al más mínimo problema. bos puede ser replanteado en cualquier momento, no sólo a causa de /
/
:'
/
Si ~stá acostumbrado a los monocascos, tiene que cambiar de reflejo si las variaciones del viento, sino también porque hay otros barcos en las /
/
qUiere llegar a ser un experto timonel de multicascos. cercanías (¡suele ocurrir!) y hay que evitar molestarlos. Por lo tanto en / / I!I!
/ /
este momento es necesario citar las reglas que rigen el "buen gobier- /
Modo de gobernar a un largo no" de un barco cuando se encuentra entre varios. En principio se trata a /
/
11 '
5 111o'11 '" /
Navegando a un largo no hay ninguna duda: es obligatorio llevar spi, de estar alerta, y después, de aprender a calcular correctamente los /
riesgos de abordaje; en definitiva, saber qué decisiones debemos tomar / /
~
siempre que el viento no sea demasiado fuerte. /
Es en este rumbo cuando pueden producirse las entradas en pérdida para que estos riesgos no se conviertan en una dolorosa realidad . /
/
más bruscas. Al arribar desde un descuartelar, hay que ir largando poco Es el comienzo del "buen gobierno"; para lo cual se requiere una /
/
a poco las escotas para mantener las velas bien orientadas con relación gran vigilancia, que el mareo o el cansancio quizás pueden alterar. Y / /
al viento, llegando un momento en que la mayor estará completamen- también, asegurarnos de que, desde el asiento de la bañera, hay mu-
chas zonas del horizonte que están permanentemente ocultas (por las /
/
/
/
/
/
a
II I I ,1 111
te largada. A partir de entonces, ya no podemos arribar más sin entrar / / o
~
velas, el tambucho .. .). / /
en pérdida. Incluso aunque mantengamos rigurosamente el rumbo la / /
~
/
situación es delicada, basta un suspiro, una disminución de velocidad
Riesgos de abordaje
debido al choque con una ola, por ejemplo, para que el barco entre en
pérdida. Cuando esto ocurre, ya no podemos sa lir de la situación lar- ¿Cuándo existe riesgo de abordaje? De entrada, vamos a citar aquí la
~
gando las velas, y con razón, sino que nos vemos obligados a orzar de- magnifica regla n' 7 del Reglamento para la prevención de abordajes
cididamente hasta que las velas casi empiecen a flamear, arribando en la mar:
despuéS con precaución, para volver a seguir la marcha. "Todo buque hará uso de todos los medios de que disponga a bor-
En este rumbo, comprobamos claramente la diferencia de comporta- do y que sean apropiados a las circunstan cias y condiciones del mo-
miento de los barcos según el régimen del flujo de aire sobre las velas. mento, para determinar si existe riesgo de abordaje. En caso de ab ri -
A veces dos barcos que hacen el mismo recorrido, con el mismo reg laje ga rse alg u na d uda, se cons idera rá q u e el riesgo existe. " * Jueg o de palabras a partir de
Esto significa, en primer lugar, que toda la tripulación no debe tener " conduite " que significa tanto go-
de velas, navegan a velocidades muy diferentes, pues uno de los dos
bierno como co nducta. (la "buena
los ojos pegados al grátil del spi, sino que debe vigilar las proximidades conducta " .). (N. de la T.).
540 la maniobra El gob i erno del barco 54 1
del barco de manera constante, especialmente hacia proa y a sotaven- del sector de nuestra propia luz verde. Rojo con rojo todo está qu ie-
to, y en cuanto aparezca un barco a la vista, preguntarnos si existe t o; verde con ve rde todo está claro.
" rumbo de colisión" con él. Cuando alcanzamos a un buque (¡a veces puede pasar!), únicamen-
Se dice que dos barcos llevan "rumbo de colisión" cuando la demo- te podemos ver su luz de popa.
ra de uno con relación al otro no varía o varía muy poco. Lo primero
que hay que hacer cuando vemos un barco es hallar su demora, es de- Reglas de rumbo y gobierno
cir, marcar el ángulo que forma la línea de crujía de nuestro barco con La prevención de los abordajes en la mar exige que todos respetemos las
la dirección que lleva el otro. Podemos ahorrarnos los cálculos tomando mismas reglas. tstas son estrictas y flexibles al mismo tiempo, pues están
Si sólo vemos las luces de tope,
un punto de referencia, por ejemplo, cuando vemos el barco situado basadas no en los derechos, sino en 105 deberes de cada uno de nosotros.
ya sabemos qu e este barco se dirige
en la prolongación de un candelero. Si el barco se mantiene siempre No decimos: "Un barco tiene prioridad sobre otro", sino que las cosas son
hacia la derecha .
detrás del candelero (es decir si la demora no varía), se encuentran en más sutiles y más reales: ese barco debe separarse de la derrota del otro,
" situación de rumbo de colisión", por lo tanto hay que maniobrar. que a su vez debe mantener su rumbo, excepto cuando el primero no lo
Por la noche, las luces de un buque nos permiten averiguar qué par- haya visto. Según vemos es una mentalidad nueva que debemos adquirir.
te del mismo estamos viendo y, como consecuencia, deducir aproxima- El texto oficial pone perfectamen te de manifiesto este ca rácter, pre-
damente la derrota que sigue. Todos los buques llevan una luz verde a viendo que, en caso de duda, debemos considerarnos siempre como si
estribor y una roja a babor, que ilumina un sector de diez cuartas a ca- fuéramos el barco que debe maniobrar.
da costado (es decir, 112,5°). Asimismo, puede llevar varias luces blan- Extracto de la regla n° 14: "Cuando un buque abrigue dudas de si
cas y otras de color; en las publicaciones SH 2 A Y B, se incluye toda la existe tal situación supondrá que existe y actuará en consecuencia".
información útil a este respecto. Podemos aprendernos el reg lamento de memoria como si fue ra un
Las luces blancas se ven mejor que las de color (10 millas en lugar de texto de Corneille (resulta de gran utilidad para sacarnos el título de
2). A través de las luces de tope del palo, nos podemos hacer una idea de patrón) pero sobre todo debemos memorizar lo fundamental y consul-
la dirección que lleva el buque. En los barcos grandes, la luz de tope del tar rápidamente el texto en caso de duda. Por lo tanto vamos a desta-
palo de popa está situada más alta que la luz de tope del palo de proa, es- car las reglas principales.
tando las dos separadas de las superestructuras, por lo tanto si vemos las
dos luces superpuestas, es que el barco se dirige derecho hacia nosotros. Navegando a vela
Según se va acercando el barco, se empiezan a distinguir las luces de Debemos separarnos de la derrota de:
color (resulta muy útil usar gemelos de 7 x 50 para diferenciarlas). No • todos los barcos a 105 que alcancemos;
existe riesgo alguno de abordaje cuando vemos la luz roja del otro bar- • los veleros que naveguen también amurados a estribor y que se
co dentro del sect or de nuestra propia luz roja, o su luz verde dentro encuentren a sotavento de nosotros, cuando navegamos amurados a
estribor,
• todos los veleros amurados a estribor, así como de 105 que estén
amurados a babor y se encuen tren a sotavento, cuando navegamos
amurados a babor.
El texto oficia l del Reglamento para la prevención En principio, no tenemos que desviarnos cuando navegamos de ce-
de abordajes en la mar figura obligatoriam ente en el in ven - ñida amurados a estribor. "En ceñida, amurado a estribor, rey de
tario de todos los barcos de l ª a 5ª categoría. Es decir, que los mares" se decía antes. Pero, a bordo de un barco de recreo, no so-
debemos lleva rl o a bordo en cuanto vayamos a navegar a
mos reyes de nada. Es evidente que, incluso al navegar en este rumbo,
una distancia superior a 2 millas de un resguardo . Este t ex-
debemos desviarnos si la tri pulación del otro barco no nos ha visto o si
to está en la Guide du navigateur (publicación nº 1 del Ser-
v icio hidrográfi co , de la que hablaremos con más deta lle en su barco no es capaz maniobrar.
la parte " Navegación " ), y es o bligatorio a bordo de lo s bar- • Por último hay que señalar que, por norma, debemos separarnos
cos de l ª y 2-ª categorías. Pero resulta complicado con sultar de todos los barcos que lleven, durante el día, una marca cónica, una
esta obra con rapidez, por lo que, al igual que en los b arcos marca bicónica, bolas y cestos; y por la noche, luces superpuestas
de 3-ª, 4-ª Y 5-ª- categorías, con v ien e ll evar a bordo las publica- -blancas o de color- , en el mismo palo. Una vez que nos hayamos ale-
ciones SH 2A y B, que son mucho más sencillas de leer. En jado, podemos consultar a nuestro antojo la publicación pertinen te pa-
España ver reglamentación en página 123 1. ra averiguar de qué clase de barco " privilegiado" se trataba.
542 La maniobra El gobierno del barco 543
La virada
Una maniobra no siempre es suficiente para evitar el abordaje. Por lo
tanto es necesario que indiquemos nuestra presencia por todos los me-
dios posibles: hacer girar un proyector potente (si lo tenemos) hacia el
puente de mando del barco, o también, si el peligro es inminente, lan-
zar bengalas en dirección a dicho puente de mando, utilizando prefe-
rentemente bengalas blancas o verdes (de venta en las tiendas de efec-
tos navales).
También hay que resaltar que la llegada de los multicascos rápidos,
capaces de evolucionar en la playa a 15-30 nudos, plantea nuevos pro-
blemas a 105 capitanes de los cargueros. que se ven sorprendidos al ver Al gobernar el barco, la viradas constituyen unos momentos muy espe-
aparecer en sus pantallas débiles ecos de radar a gran velocidad, inclu- ciales; ya sea por avante o con el viento de popa, el barco debe cruzar
so aunque estén acostumbrados a los barcos de recreo tradicionales. el eje del viento y cambiar de amura. Las velas que en una misma amu-
Por esta razón es necesario llevar a cabo una enorme vigilancia, pues ra sólo estaban sometidas a cambios de orientación progresivos, en es-
debemos ser capaces de maniobrar siempre los primeros de forma deci- te caso pasan con mayor o menor rapidez de un costado del barco al
dida y sin albergar dudas. otro. En este movimiento se produce una laguna, un instante de incer-
y cuando por último, ya ha pasado ese enorme peligro negro, pode- tidumbre, cuya amplitud y consecuencias debemos controlar.
mos sacar el rosario (de tacos), volver a poner orden a bordo, celebrarlo El eje del viento es una especie de muro. Dar bordadas es avanzar en
y colocar de nuevo a cero el maravilloso reglaje de velas, que justo ceñida a uno y otro lado de este muro; virar de bordo es saltar el muro
unos minutos antes estábamos a punto de perfeccionar. con el impulso que lleva el barco. En este caso, igual que en la ceñida,
la velocidad del barco es una cuestión fundamental.
• Efectivamente estamos en ceñida; hay que recordar que hemos te de actuar incluye tres voces sucesivas: ¡Preparados para virar! ¡Vira-
descrito este rumbo como "el rumbo en el que mejor se consigue ga· mos! ¡Largar! Resulta muy cómodo describir la maniobra a partir de es-
nar barlovento". tas órdenes, pues cada una de ellas corresponde a una serie de accio-
nes concretas. Si esto n05 parece demasiado militar, podemos inventar·
En los multicascos. esta orientación puede obligar al timonel a seguir nos unas voces a nuestro gusto, o bien solucionar el asunto a base de
un rumbo demasiado abierto y, por lo tanto, a tener que cruzar un án· tacos, O a golpes con la manivela del güinche, en caso de que la tripu-
gula demasiado grande. Por lo tanto al navegar en este tipo de barcos lación sea un atajo de ineptos ... También podemos hacer la maniobra
podemos vernos obligados a hacer una ceñida un poco especial, con con menos gente, pues es suficiente un solo tripulante espabilado que
un ángulo muerto más pequeño, aunque tengamos que disminuir un desempeñe todas las funciones una tras otra.
poco la velocidad.
• El barco está a gusto, con las velas regladas al limite del flameo y ¡Preparados para v irar!
el estay está bien tenso por medio de la burda de barlovento o el ba- Se produce un zafarrancho general. Abandonamos las posturas lángui-
questay; no hay ningún tripu lante sobrecargando la proa, que pasa las das y cada uno se coloca en su sitio. Hay que asegurar que las manio-
olas con facilidad, ni perturbando los filetes de aire que transcurren en· bras estén claras:
tre el foque y la mayor; llevamos las velas adecuadas al viento que ha- • La escota de barlovento del foque debe estar floja por la proa, de
ce; ni demasiado cortos de trapo, lo que haría que el barco no tuviese esta manera al pasar éste la deja libre de los obstáculos que suele ha-
la suficiente potencia, ni pasados de trapo, lo que le obligaria a tum- ber en la cubierta de proa. Es inútil, es decir nefasto, darle una vuelta
barse; en definitiva, el timonel puede "sentir" su barco. en el güinche, pues si lo hacemos obligamos al tripulante encargado de
En los monocascos, podemos comprobar de un vistazo que el barco cazar a darle vueltas inútilmente durante un buen rato.
está "cómodo" cuando la escora no es excesiva. En los multicascos es· • Debemos comprobar que la manivela del güinche está al alcance
ta señal no existe, sino que debemos ejercitar nuestra sensibilidad" cali· de la mano.
brando" los movimientos más complejos del barco. • Hay que preparar las escotas de sotavento para largarlas y que
• Llevamos bastante velocidad, y ésta es más valiosa al ser el barco puedan deslizarse con facilidad; en caso de que estén demasiado enro-
más ligero y por lo tanto disponer de una inercia menor. Éste es el caso lladas en la cornamusa, podemos deshacer una o dos vueltas, para lar-
de la mayoria de los multicascos. garlas más deprisa, una vez llegado el momento, i pero hay que tener
Asegurarnos de que se cumplen todas estas condiciones, es cuidado! Lo mejor sería no tener que soltar nada ...
asegurarnos de que podemos virar cuando decidamos hacerlo. El único medio de que las escotas estén claras. es mantenerlas en un
Todas estas condiciones son las de una buena ceñida. El barco no de· montón bien ordenado en el fondo de la bañera, es decir, sin adujar.
be estar embridado, en realidad basta con que avance correctamente
como si tal cosa. De todas formas. no tiene por qué saber que va a virar.
Para iniciar la maniobra elegiremos un momento en que la mar no
"rompa" la arrancada ni entorpezca su movimiento, un momento en
que se muestre especialmente vivo, y que navegue con entusiasmo (es·
to es muy importante cuando se trata de un multicasco que tiene que
chocar dos veces. o incluso tres, con la misma ola). A veces es necesario
El barco de arriba puede virar:
aplazar la orzada si por cualquier motivo se produce una disminución
- pues navega en ceñida;
de velocidad. es decir que, en principio, la condición fundamental para
_ lleva las vela s bie n regladas;
reali zar la virada es precisamente la velocidad. 1. l a escota de barlove nto del foque
- el estay está tenso;
Pero el éxito de la virada también va ligado a la perfeda coordina- está floja .
_ ll eva el trapo adecuado al viento qu e
ción entre los tripulantes, es decir, que cada uno tiene una función 2. la escota de sotavento está " e n
hace;
concreta que desempeñar en un momento dado. Para conseguir esta montón bie n ordenado " al fondo de la
- casi no escora;
coordinación. es conveniente que el patrón dé en voz alta las voces bañera .
- los t ri pu lantes están bien colocados;
pertinentes para realizar la maniobra. Ya no se utiliza la frase ¡A la gra- 3. l a burda de sotavento está cazada.
- las escotas están claras;
cia de Dios! que antaño se decía en los grandes veleros. en los que la 4. La ola gra nde ya ha pasado.
No podemos decir lo mismo del barco
virada era casi siempre una maniobra peligrosa. La manera más carrien- S. Viramos.
de abajo.
la virada 553
552 La maniobra
que cruzamos el eje del viento, con el fin de que la siguiente ola nos ,9- " ro
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Un golpe de caña brusco frecuentemente deja al barco desconcertado; ,
por un lado el timón actúa como un freno y por otro, al ser demasiado "''''
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corta la virada, se agota la arrancada. ro
y al contrario. si maniobramos la caña demasiado tímidamente la
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consecuencia es una orzada demasiado lenta, durante la cual también :5- 'e c. "E u
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nos quedamos sin arrancada en una pura pérdida de velocidad . CIl ... ro .,;
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Es necesario que el timonel empuje la caña primero despacio sin po- 'O'" ... u ,e o ro
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cir, acompañando el movimiento de la caña. Pero con frecuencia el bar- @
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co se desenvuelve muy bien solo -a veces, incluso mejor- o El timonel
simplemente tiene que soltar la caña y ocuparse de la mayor. Si bien no ...
esta obligado a sujetarla, sí tiene que cazar a fondo la mayor tirando de O'"
...Je.
uno de los guarnes del aparejo, sin largar la escota de la cornamusa.
De este modo actuará como un verdadero timón de viento, haciendo
orzar al barco y obligándolo a escorar si es un monocasco, aunque to-
davía sigue orzando; y mientras tanto la inercia de la parte alta del palo
le obliga a orzar todavía un poco más ...
Mas va te maña que fu e rza.
554 La maniobra la v irada 555
2. ¡Viramos1
El timone l empuja la caña (o la suelta).
El timonel y el proel cazan Ya tope" la mayor y e l foque .
4. El "fo quero " larga e l foqu e y tira de la escota por delante del escotero, s i
es necesario; e l nuevo proel com ienza a recoger la parte fl oja de su escot a .
6. Y ya está, e l timonel pone e l barco a navegar en ceñida . tripu lantes encargados de la mayor y
del foqu e ajustan e l reglaje de las velas.
556 La maniobra la virada 557
nueva escota se deje completamente floja durante el mayor tiempo po- gunos barcos lo llevan, incluso con viento bastante fresco) . Un foque
sible. Mientras tanto el barco continúa su evolución gracias a su arran- de este tipo, cuyo puño de escota está situado bastante a popa del pa-
cada; cruza el eje del viento, arriba, y cuando la mayor vuelve a coger lo, suele encontrar dificultades para pasar solo por delante de éste en
viento por si sola en la nueva amura el timonel empieza a llevar la caña el momento de virar. Si, milagrosamente, no se engancha en los oben-
a la via para frenar la evolución del barco. ques, se quedará atascado en las cornamusas del palo o en las drizas.
Por lo tanto es necesario que un tripulante le ayude a pasar.
¿l o hemos conseg uido? Si, por supuesto, si hemos esperado real- la solución más eficaz es que dicho tripulante se desplace desde la Modo de utilizar bien un cabo de virar.
mente que el barco haya cruzado bien el eje del viento para cazar el fo- popa justo en el momento en que el foque queda libre, acompañándo-
que. En este momento, el típico error de las tripulaciones novatas, es lo en todo su recorrido sujetándolo por el puño de escota -sin soltarlo
decir, el motivo más frecuente del fallo en la virada, consiste en querer bajo ningún concepto-. Pues en otro caso, el apuesto jovencito que he-
cazar el foque enseguida sobre el nuevo bordo, una vez que el puño de mos visto salir lanzado hacia la proa tan contento, presentará un aspec-
escota ha pasado por delante del palo. Entonces comprobamos con ex- to de viejo boxeador groggy cuando vuelva a la bañera después de su
trañeza que el foque vuelve a embolsar el viento sobre la amura inicial, pequeño combate en el ringo
se hincha a la contra (está acuartelado), y la consecuencia inmediata En los barcos grandes, en los que la presencia de una persona en la
es que se interrumpe la evolución y comienza una rotación en sentido proa apenas afeda al equilibrio longitudinal, se puede coser sobre los
inverso. Hemos olvidado que el punto de tensión de la escota del foque génovas grandes un tacking-line, o cabo de virar, confeccionado con
no se encuentra en la línea de crujía del barco, sino bastante hacia un cincha, en el centro del pujamen . Se maniobra al pie del estay, colocan-
lado. Para poderlo cazar, hay que esperar a que la línea que une el do un brazo a cada lado. Se tensa el pujamen poniendo una mano so-
puño de am ura del f oque con el punto de tens ión, haya cruzado bre otra hasta que el puño de escota pase por delante del palo. A con-
t ambién el eje del viento; es decir, prácticamente cuando el puño de tinuación, el tripulante puede ayudar a cazar el foque en el nuevo bor-
escota flamea más o menos a la altura de los obenques. do, tirando la escota que se acaba de largar, y después haciendo fuerza
Para ello, hay que seguir con atención el movimiento del foque . Hay sobre el propio puño hasta que sus compañeros de la bañera hayan
tripulaciones novatas, que durante esta maniobra, se quedan aleladas afirmado correctamente la escota en la cornamusa.
mirándose las manos al tirar de la escota, y concentrando en ellas toda
su atención. Sin embargo, debemos convencernos de que una mano En caso de llevar dos toques
honrada puede muy bien trabajar sin que la vigilemos, siendo preferible En los barcos que llevan dos foques, primero hay que cazar el fo-
observar las consecuencias de su trabajo. Ésta es una norma general que, y después la trinqueta (por lo tanto, un solo tripulante puede
para todas las maniobras, pero en este caso tiene gran importancia en hacerlo todo). Pues, si lo hacemos a la inversa el puño de escota del fo-
el paso progresivo del foque de un bordo al otro. que batirá violentamente sobre la trinqueta que está tensa como un
tambor, pudiendo estropearla en muy poco tiempo. Además, si caza-
¡No hay que cazar demasiado tarde! mos primero el foque no tendremos después ninguna dificultad para
Cuando por fin el foque ha pasado bien, no sólo podemos cazarlo, sino cazar la trinqueta, lo que no ocurre si lo hacemos al contrario.
que además debemos hacerlo con rapidez. Pues en cuanto éste embolse
viento será muy difícil de dominar. lo ideal es cazarlo y dar vueltas a la es- En resumen : En todos los casos que se muestran en los dibujos, hay
Jovencito pimpante, aturdido al volver cota rápidamente en el momento preciso cuando, habiendo pasado, to- una cosa que aparece clara: es necesario que los tripulantes se den pri-
de la cubierta de proa . davía no trabaja. Este instante es muy breve, pero con la prádica lograre- sa y no se queden pasmados. El éxito de la maniobra depende en gran
mos distinguirlo enseguida. Yen caso de que no lo aprovechemos, ipara parte del modo en que se comporten; los que son muy nerviosos sue-
eso están los güinches y los músculos ! Si no disponemos de güinches, in- len pecar por exceso de precipitación; y los tranquilos, atontados por el
cluso puede que sea necesario arribar bastante, de ese modo al hacerse mareo y molestos por la escora, presentan una tendencia a renunciar a
turbulento el flujo de aire, el foque opondrá menos resistencia. Esta ma- cazar corredamente el foque, jcon el pretexto de que enseguida van a
nera de aduar no es más que una especie de apaño, pero ciertamente tener que largarlo otra vez!
siempre es mejor que quedarnos proa al viento y perder toda la velocidad. De hecho, cuanto más fresco es el viento más importante es prepa-
rar con ca lma la maniobra, asl como reunir todas las condiciones para
En caso de llevar un foque grande que ésta tenga éxito. Es preferible tomarnos el tiempo necesario, y es-
Cuando llevamos un foque grande pueden surgir ciertos problemas (al- tar seguros del tema (aunque a veces tengamos que acercarnos al obs-
558 La maniobra La vi r ada 559
táculo para adquirir velocidad suficiente), mejor que lanzarnos a hacer Cuando hemos fallado del todo ...
pruebas apresuradas que, por lo general, irán de mal en peor. 1 y 2. Sin arrancada e l barco se qu eda parado
antes de co locarse proa al viento y empieza a
Asegu rar la virada retroceder.
Cuando tenemos motivos para temer un fallo en la virada, podemos re- 3. S ujetamos la caña a sotavento y cazamos e l
currir a un truco para asegurar el éxito de la maniobra. foque a la contra.
Podemos virar sin tocar el foque. Una vez que ha pasado el eje del 4. Pasamos e l foqu e, cazamos las velas y, en
viento, éste recibe el viento a la contra obligando al barco a arribar en cuanto e l barco empieza a avanzar, cambiamos
la otra amura. No debemos largarlo hasta que tengamos segura la vira- de dirección la caña.
da. Na turalmen te, actuando de este modo, sacrificamos toda la veloci- 5. Recuperamos la velocidad a ba rlovento del
dad, debiendo dejarlo portar después sin vacilación para volver a recu- través antes de iniciar una nu eva virada, bien por
perarla. avante o por redondo.
Cuando después de una falsa maniobra, o porque en un principio
no llevábamos la suficiente velocidad, el barco se queda parado con las
velas flameando más o menos proa al viento, aún podemos hacer que
vire, si actuamos con rapidez.
Por ejemplo, si el barco se ha colocado proa al viento amurado a ba-
bor, debemos:
• separar con la mano el puño de escota del foque hacia estribor,
para que forme una bolsa y porte a la contra;
• empujar la mayor hacia babor haciendo fuerza sobre la botavara
para limitar la torsión;
• cambiar la caña, es decir, ponerla a babor (efectivamente el barco Cuando no podemos permitirnos fa llar la virada, lo primero que
empieza a retroceder, al actuar el agua sobre la cara posterior de la pa- hay que hacer es prepara r el remo, pues éste siempre nos puede
la del timón). echar una mano en el momento oportuno y asegurar el éxito de la ma-
Dispuestas de este modo, las dos velas y la caña obligan al barco a niobra, y al mismo tiempo salvar el barco ..
bornear hacia babor. En este caso podemos sentir la tentación de asegurar la virada utili-
Una vez que el barco ha iniciado del todo este movimiento, hay que zando el motor. Pero además de que es fundamental comprobar
soltar la botavara, largar el foque y volver a adquirir velocidad situándo- que no hay ningún cabo arrastrando por el agua, debemos evitar
nos con el viento de través, y después ponernos en ceñida cazando poner el motor más de lo necesario cuando el barco escora. Por lo tan-
Si acabamos de fallar ... progresivamente las velas. to, su intervención debe ser muy breve, y tiene el inconvenien te que se
1. Nos quedamos si n arrancada, V el En los catamaranes, hay que interrumpir estas maniobras a partir del descargan las baterías puesto que el mot or no funciona el tiempo sufi-
barco se queda parado, proa al viento. momento en que el barco empieza a retroceder. Pues si insistimos éste ciente para compensar el consumo de energía necesario para arrancar-
2. Hacemos que el foque y la mayor puede adquirir demasiada velocidad hacia atrás, corriendo el peligro de lo. Por lo tanto debe ser una maniobra excepciona l.
reciban e l viento a la contra, y romper los timones.
cambiamos de lado la cana. Si no hemos realizado la maniobra con rapidez, el barco empieza a Distintos comportamientos
3 . Mantenemos e l foqu e V la caña a la caer poco a poco hacia el rumbo que tenía en un principio, y esta vez Evidentemente, no todos los barcos se comportan igual en la vi rada.
contra . la virada habra fallado definitivamente. Hay que coger velocidad a bar- Aq uí, como en el resto de las maniobras, es principalmente el peso del
4. Una vez e l foque ha arribado lovento del través antes de empezar de nuevo. También se puede lar- barco lo que más influye, más incluso que su t amaño; es decir, que un
bastante hacia e l rumbo correcto, gar todo y esperar que el barco arribe solo, o acelerar el movimiento barco ligero no tiene arrancada pero vira deprisa, un barco pesado,
pasamos el foque y ca mbiamos la caña. para ganar tiempo. En ese caso, hay que efectuar las mismas operacio- aunque sea pequeño, evoluciona más despacio pero con arrancada, y
5. A continuación, volvemos a adqu irir nes que el caso anterior, pero en el otro sentido; es decir, cazar el fo- un multicasco es ligero, pero evoluciona despacio.
velocidad co n e l viento de través; y por que a la contra a babor, empujar la mayor hacia estribor, y poner la ca- A igual peso, muchos barcos viran con más facilidad que otros, pues
último, ya podemos s ituarnos e n ña también a estribor. De este modo nos situaremos con mayor rapidez también intervienen factores relacionados con la forma, y el equilibrio.
ceñida. a pie de obra. De modo general, podemos señalar que los barcos de diseño antiguo y
560 la maniobra La v irada 561
los multicascos muestran frecuentemente cierta aversión a virar, sin otro. Por su parte el spi tampoco deja de trabajar y se sostiene con difi-
embargo los monocascos modernos son más dóciles. De cualquier for- cultad en el momento de cambiar el tangón, con lo cual puede sor-
ma, lo principal es conocer las reacciones de nuestro barco y no impo- prendernos con cualquier tipo de fantasía.
nerle un ritmo de maniobra que no le conviene. Pero la dificultad principal esta en el peligro de las guinadas. Este pe-
Para terminar ¿debemos matizar las normas enunciadas al principio? ligro que es una de las constantes al gobernar el ba rco con el viento de
Los modos de actuar que hemos descrito en este apartado corresponden popa, se agrava en este caso por las variaciones del equilibrio origina-
a tripulaciones todavía con poca práctica, o en condiciones de tiempo di- das por el movimiento de las velas. Con el viento de popa, el barco na-
fíciles. Con buen tiempo y una tripulación bien entrenada, una virada por vega encima de un muro y no puede caer ni a un lado ni a otro. Des-
avante debe realizarse sin ceremonia y en mucho menos tiempo del que graciadamente, el barco sólo piensa en eso e inevitablemente acaba
necesitamos para escribirlo. Podemos virar muy bien, por ejemplo, desde por conseguirlo en cuanto el timonel se despista un poco; o bien parte
otro rumbo que no sea la ceñida, si somos capaces de acompañar el ca- de orzada sin que nada pueda retenerlo o, al contrario, arriba antes de
zado de las escotas con el progresivo cambio de rumbo del barco; un fo- tiempo mas alla del viento de popa, con lo cual se produce la traslucha-
que que flamea antes de tiempo no tiene por qué ser motivo de un fallo da, virada involuntaria e incontrolada durante la cual la botavara barre
en la virada, si el barco lleva velocidad; incluso se puede virar también sin la cubierta sembrando la confusión a su paso y arrastrando el barco ha- El barco est á en popa cerrada, la t rapa
demasiada velocidad si manejamos perfectamente las escotas y la caña. cia una orzada sobre el nuevo bordo que suele provocar la indignación bien tensa y e l carro de escota de la
Ésta no es una razón para dejarnos llevar por la indiferencia. En lo del spi, que es una vela de lo más sensible. Es lo que podríamos deno- ma yor bloqueado en e l centro:
que respecta a los multicascos, hay un peligro que acecha, pues en rea- minar una virada para romper todo. podemos virar por redondo.
lidad nos acostumbramos a que el barco vire solo de alguna manera y
ya no prestamos demasiada atención a esta operación. Al pasar el
t iempo, realmente ya no sabemos virar por avante y fallamos la
man iobra justo el d ía que no podemos perm itírnoslo, es decir,
con ma l tiempo y sin haber dejado el margen necesario para po-
der volver a empezar, en caso de no lograrlo.
De cualquier forma, en este último caso, no es el momento de
desesperarnos, pues si no podemos virar por avante, siempre nos que-
da la solución de virar por redondo.
Con el fin de evitar hechos tan lamentables, al vi rar por redondo de-
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bemos situarnos en condiciones muy concretas: >
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• El barco debe navegar en popa ce rrada y mantener el mismo E~
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rumbo durante toda la maniobra.
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• Los m onocascos deben estar tota l mente planos sobre el 15 ~
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Igual que al tratar la virada por avante, vamos a describir ahora la vi- u E U'" O E
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bastante fresco y mar formada, pues evidentemente es en estas condi-
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bo no podemos percibir bien el viento, las señales que nos indican los :; O;
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se producen grandes variaciones en el comportamiento del barco. Y sin C1> UJ
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ante todo, cuestión de entrenamiento; corresponde al timonel intentar
percibir el viento con los oídos o mirar la veleta, y observar la dirección
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de las olas, en definitiva sentir bien su barco.
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Ya hemos tomado la decisión de virar. Es el momento de hacer un
" repaso" para evitar los pequeños despistes que originan las grandes
catástrofes:
J-~
564 la maniobra la virada 565
• ¿Está n largadas las dos burd as? Deben estarlo a partir del mo-
mento en que hayamos arribado más allá del viento de través;
• ¿Está la t rapa bi en ten sa d a? Debe estarlo para limita r la torsión
de la mayor, y por lo tanto el balanceo, así como para evitar el peligro
de una trasluchada china;
• ¿Está bloquea d o el ca rro de la ba rraescot a en el centro? Es
necesario que así sea si queremos poder cazar la mayor en la línea de
crujía en el momento de virar y, además, es preferible evi tar que se des-
lice con gran rapidez de un lado al otro en el momento en que la vela
cambia de bordo;
• y después, por cierto, ¿hemos largado la retenida de la bota-
vara? Es un olvido más frecuente de lo que parece ..
En caso de que la jarcia tenga un baby-estay fijo, el asunto se com- El barco está equipado con un aparejo
plica un poco, debiendo desenganchar el tangón del palo, y luego des- completo de spi en cada amura .
plazarlo hacia la proa para que la coz pueda pasar por delante del l a braza que no se utiliza puede
baby-estay, y después llevarlo hacia atrás para que la punta pase por co loca rse co n bastante tiempo de
detrás del estay. antelación a la virada; se afirma al
Está claro que con dos tangones se simpli fican mucho las cosas. Al puño de escota, y se pasa por e l
principio de la maniobra, el segundo tangón se puede colocar a sota- tangón y por la polea de re torno. En
vento, enganchado al palo y a la escota (si el barco dispone de doble e l momento de efectuar la virada,
maniobra podemos incluso aparejar el tangón con bastante antelación bastará con tensar esta braza,
y en gancharlo a la maniobra que está floja). En cuan to pasa la mayor, haciendo fuerza con el amantillo
debemos pasar el spi sujeto con los dos tangones, y después, desen- correspondiente para colocar el
ganchar el que ya no sirva. tangón e n su sitio.
Un detalle fundamental: a parti r del mom ento en que desengan- la escota que no se utiliza se coloca
cha mos de la braza la punta de l tangón, hay que largar inmed ia- permanentemente en su sitio y entra
tamente el amant illo, pues en caso contrario el tangón se queda en juego al la rg ar en banda la braza,
sujeto como una lanza de lante de l spi, pudiendo traspasarlo. hasta poner la punta del tangón que
ya no trabaja sobre la cubierta .
Sea cual fuere el procedimiento utilizado, el cambio del tangón Acabamos de vira r de bordo, ya sólo
siempre es un trabajo difícil y a menudo acrobático cuando el viento re- nos queda colocar el penol del tangón
fresca y hay mar. Descubrimos entonces que las fuerzas que inciden so- sobre la cubierta.
bre el spi son enormes, y que si queremos luchar directamente contra
ellas podemos agotarnos inútilmente. Es preferible utilizarlas de manera
inteligente, eligiendo los momentos privilegiados en los que dichas De hecho, este procedimiento, que se utiliza mucho en los derivado-
fuerzas se ejercen en el sentido adecuado; hay que ser astutos, abrir res, enseguida resulta peligroso en un crucero. Es muy importante no
bien los ojos y ser sensibles a los movimientos del barco, iY también del sobreestimar nuestra fuerza, pues normalmente suele ser muy difícil lle-
spi ! Este último, cuando no está sujeto por el tangón, a veces inicia va r la botavara hacia la línea de crujía y sobre todo, imposible de frenar
movimientos extraños o inquietantes. Pero no debemos tomarlos en se- en el otro bordo. En ese caso, debemos tener cuidado no sólo con la
rio, pues es el t imone l, sólo él, el que t iene la cl ave de l problema . botavara sino también con la escota que puede atrapar a un tripulante
¡A él le corresponde pensar b ien en lo que hace! entre sus pliegues y lanzarlo por la borda.
y en el caso de que no logremos dominar completamente la situa- Este procedimiento tan directo no lo resisten todos los barcos por
ción, debemos decirnos que nada nos obliga a cambiar el tangón man- igual, no pudiendo ser utilizado más allá de fuerza 2 por barcos de
teniendo el spi en el aire, también podemos bajarlo, y después volver a aparejo cang rejo o guairo. Los barcos que tengan aparejo marconi,
izarlo por el otro bordo después de pasar la mayor. pueden arriesgarse con viento un poco más fresco, siempre que dis-
pongan de una trapa eficaz, pues en caso contrario lo más probable es
El paso de las velas ... que se produzca una trasluchada china.
Cuando el tangón está colocado en su sitio, a sotavento, podemos ini- Este método también es peligroso enseguida para los monocascos
ciar la maniobra de virada propiamente dicha que consiste en hacer pa- que tengan poca estabilidad inicial, pues corren el peligro de dar ban-
sar la mayor y el spi de un bordo al otro, si es posible al mismo tiempo. dazos enormes expulsando fuera a la tripulación.
Con viento fuerte no se puede realizar en ningún tipo de barco, pues la
El paso de la mayor ... mayor hace su frir a la jarcia grandes sacudidas, con riesgo real de roturas.
• El método habi tual. Con poco viento, podemos pasar la mayor" al • El método clásico. A partir del momento en que hace un poco de
vuelo", sin cazar la escota sino agarrando con la mano todos los guar- viento, es preferible realiza r el método clásico que es más razonable.
También podemos pasar la mayor con nes juntos para llevar la botavara hacia la línea de crujía y lanzarla con Siempre con el barco situado con el viento de popa y bien equilibrado,
la trapa, lo cual res ulta mas fácil el mismo impulso hacia el otro bordo ... i Un buen consejo es que to - un tripulante va cazando progresivamente la escota. Durante este mo-
navegando con spi que con foqu e. dos debemos resguardarnos ! vimiento, el barco presenta una tendencia a orzar, debiendo compen-
568 La maniobra la virada 569
> sarse esta tendencia con la cana. Cuando la mayor está cazada al máxi-
Q.
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mo, basta una leve modificación en el rumbo para cambiar de amura:
el viento incide de golpe sobre el revés de la vela y en ese momento
E o:~ ~ debemos largar la escota en banda sin dudar, compensando el timonel
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c ~ -¡¡; .. u ~ . con la caña la tendencia del barco a irse de orzada en el nuevo bordo.
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muy importante que la mayor no tape el spi en ningún momento, pues
si a éste le falta aire, se asfixia y acaba desplomándose sobre el estay.
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desplomarse; y si largamos demasiado la escota sin cazar rápidamente
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Orzada anterior a la virada . El barco no navegaba en popa cerra-
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cuenta y navega en la amura contraria. La vela pasa bruscamente sin
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que nos lo esperemos. La trasluchada puede llegar a ser muy violenta, y
c.~ ocasionar roturas, o simple y llanamente el vuelco.
o ~ Trasluchada china. la trapa no estaba cazada y la botavara se ar-
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c.~ bola, pasando la parte baja de la vela al otro bordo, mientras que la
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o ~ parte superior se queda enganchada en un sable o en la cruceta. la
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i" a.Eo única solución es volver a trasluchar inmediatamente para que toda la
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~~E vela vuelva a colocarse en el mismo costado.
al 0&2 Orzada después de la virad a. Tiene lugar justo después de una
:::l @ trasluchada, pero a veces también después de una virada correcta, si la
C' escota de la mayor se queda pillada en alguna parte (por ejemplo de-
O bajo de un pie), si el timonel no compensa a tiempo el movimiento del
~~)
...1 barco, ya veces incluso por el simple efecto de una ola.
podemos arribar más sin adquirir antes algo de velocidad. Por lo tanto,
cazamos las velas como para el rumbo del viento de través (el foque un
poco más que la mayor). Al arribar, vamos largando poco a poco las
velas para seguir acelerando.
Al acercarnos al viento de popa, hay que cazar enseguida la mayor. Si
el barco evoluciona con rapidez, no siempre podemos cazarla completa-
mente antes de virar -pero cuanto más cazada esté mejor resultará.
En cuan to la vela haya pasado, hay que largar la escota de la mayor
en banda, e incluso aunque queramos remontar rápidamente a barlo-
vento, es preferible enderezar la caña en ese momento, pues en otro
caso la orzada corre el riesgo de pasarse de la raya . Por otra parte, ha-
bremos tenido cuidado de no dejar escapar la escot a del f oqu e por
un cost ado sin tensarla por el otro, pues si esto ocurre todo el fo-
que, incluido su puño de escota, se pondrá por delante del estay y será
muy dificil volver a llevarlo a sotavento. En un momento delicado, este
tipo de gracia puede resultar de muy mal gusto.
Sin duda ya nos hemos dado cuenta que hay una clara diferencia de
ambiente entre una virada por avante y una virada por redondo.
La virada por avante se hace "con energía" y la única pregunta que
nos hacemos es" ¿Podrá el barco cruzar el eje del viento o no?"
Por el contrario, cuando viramos por redondo estamos completa-
Con un spi asimétrico o un gennaker. mente seguros de poder cambiar de amura, pero hay que hacerlo de
podem os dej ar la vela fl ameando puntillas, y la incertidumbre se refiere más bien a las eventuales
delante de la proa. En ese caso es consecuencias de la maniobra, es decir, ¿va a mantenerse el spi en
necesario que la contraescota pase su sitio, o quizás vamos a salir de orzada al acabar de virar, y rom-
por de la nte de l estay y por detrás per alguna cosa?
de la vela . No resulta inútil calcular el riesgo que lleva consigo cada tipo
en barcos rápidos. a veces hay que doblar una baliza virando por redon- de virada, pues éstos son muy diferentes según nos encontremos
do con un spi asimétrico, pues el viento aparente puede pasar de 90° en en alta mar o cerca de tierra.
un bordo a 90° en el otro. En este caso la dificultad consiste en que el
espacio entre el grátil y el estay es demasiado estrecho, por lo que hay 1. l a arrancada se agota y el barco se para.
que largar ampliamente el puño de amura mientras pasa la vela. 2 y 3. Hay que arribar lo mas rápidamente
posible, con el foque y la caña a la contra el barco
Virada por redondo después de fallar la virada retrocede y arriba.
Esta maniobra está ligada a una circunstancia muy concreta, es decir, 4. En este caso hay que cambiar la caña y pasar
cuando acabamos de fallar una virada por avante y no tenemos sufi- el foque .
ciente espacio a sotavento para intentarlo de nuevo, o porque estamos 5. Si dejamos el foque a la contra, el barco ya
convencidos de que volveremos a fallarla y preferimos no insistir. En es- no arribará más, la situación es irreversible.
te caso la virada por redondo se considera como un remedio y, en de- 6. Acompañamos la arribada con las escotas,
terminadas circunstancias, conviene realizarla con gran rapidez si no pu es es necesario adquirir la máxima
queremos que la cosa vaya de mal en peor ... velocidad posible.
El barco, después de fa llar la virada, se queda inmóvil, con las velas 7. Virada por redondo rápida. pero no demasiado
flameando y el viento de través. Incluso aunque hayamos arribado en- brusca.
seguida hasta llegar a este rumbo (cazando el foque a la contra) ya no 8. Por último, ya podemos orzar en la otra amura.
572 La maniobra
En alta mar si fallamos una virada por avante la cosa no suele ser
grave, pues tenemos mucha agua por delante, y basta con volver a em-
pezar. En cambio una virada por redondo, si el viento es fresco. resulta
más arriesgada, pues siempre es desagradable romper algo cuando nos
encontramos lejos de un resguardo.
El cambio
de velas
Cerca de tierra, ocurre lo contrario. Si fallamos una virada por avan-
te, y no tenemos suficiente margen como para intentarlo otra vez, el
barco puede encallar directamente. Resulta más pruden te realizar una
virada por redondo; si hay demasiado viento basta con bajar el spi y si
el viento sigue siendo fuerte. bajaremos también la mayor, y entonces
viraremos sin ningún problema. No debemos avergonzarnos de utilizar ·
soluciones modestas, pues los viejos marinos tienen su bolsa llena de
ellas.
Ya hemos mencionado en las páginas anteriores, las modificaciones
que hay que realizar en un barco en función del tiempo que hace y el
rumbo que sigue.
Estas modificaciones constituyen en sí mismas verdaderas maniobras
que conviene saber realizar perfectamente sin ninguna dificultad. Algu-
nas de ellas -cambiar una vela o tomar un rizo, por ejemplo- llevan
consigo una disminución momentánea de la velocidad del barco; otras
-como izar o arriar el spi, o enrollar o desenrollar el trapo- no le impi-
den, en principio, proseguir su ruta con toda normalidad. Todas ellas,
al replantear el orden establecido, constituyen ocasiones señaladas de
posible desorden, si no se llevan a cabo con el cuidado y la precisión
necesarios.
En este caso, efectivamente, todo es cuestión de detalles y es impor-
tante comprobar cómo pequeñas causas pueden originar grandes efec-
tos.
Modificar el trapo, en principio, consiste en manipular las velas en
condiciones muchas veces difíciles, pendiendo de un hilo el destino de
las mismas: en una ocasión se perdió un foque porque simplemente al-
guien se olvidó de enganchar un mosquetón en el pasamanos; y se
desgarró una mayor debido a que se olvidaron de un matafión .
Modificar el trapo, también es arriar, izar, tensar y cazar con rapidez.
Estas operaciones sencillas y evidentes, pueden ser causa de serios pro-
blemas si no se realizan conforme a las reglas establecidas. Es en ese
momento cuando algo puede bloquearse, pudiendo paralizar el barco
pura y simplemente.
A la vez que describe las maniobras de cambio del trapo, este capí-
tulo constituye al mismo tiempo algo así como las instrucciones para
manejar las velas. En él se realiza un análisis detallado de todo lo que
entra en juego para realizar con éxito una maniobra y al mismo tiempo
para no destrozar el guardarropa.
Cualquiera que sea la operación que vayamos a efectuar, antes que
nada debemos cumplir una serie de normas:
574 La maniobra El cambio de velas 575
1.° Hay que encontrar un sistema para dejar el barco el menor tiem- darse enganchada en las crucetas; el foque que vamos a izar está más
po posible sin velas. Con entrenamiento, algunas tripulaciones logran tenso, con lo cual se caza con más facilidad. Además, cuando hay un po·
cambiar un foque o tomar un rizo en menos de un minuto, así como ca de mar, no nos ducharemos como a menudo suele ocurrir en cenida ..
poner un spi en diez segundos. Sin embargo. es preferible evitar la pre- Por todas estas razones, si habéis navegado durante mucho tiempo
cipitación que nos hace izar un spi al revés, anudar un matafión alrede- con vientos portantes, con un foque demasiado grande para la cenida,
dor del pasamanos, o hacer del spi un artilugio para pescar. debéis pensar en cambiarlo antes de orzar, y así os irá mejor. Os damos
2.° En cuanto la mar está un poco picada, los tripulantes deben ama- este consejo con motivo de nuestra gran campaña en contra de los es·
rrarse con cabos de segundad. Se acabó el antiguo adagio: una mano pa- fuerzas inútiles.
ra ti y otra para el barco. De esta forma podemos disponer de las dos ma- La maniobra de cambio de foque depende en gran parte del equipa-
nos, realizando las maniobras más deprisa y sin miedo de caer al agua. miento del barco.
Esto es muy importante, pues resulta difíci l rescatar un hombre Algunos navegantes deportivos se empeñan en tener todo doble: es·
del agua mientras se realiza una maniobra de cambio de velas, tays, drizas y escotas. Esta decisión es demasiado sistemá tica, siendo
debido a que en ese momento el barco evoluciona con dificultad. conveniente hacer un análisis:
3.° Siempre que sea posible conviene elegir el momento y el lugar • el sistema de llevar instalados dos estays es una completa equivo-
de la maniobra. Al navegar en ceñida, el barco no dispone de una par- cación; resulta poco práctico, por una parte porque los mosquetones se
te de su trapo, pierde potencia, disminuye su velocidad y abate; por lo suelen atascar entre los dos estays, y por otra, porque no lograremos
tanto, necesita tener suficiente agua a sotavento. nunca mantenerlos tensos al mismo tiempo, siendo esto sólo ya sufi·
4.° la maniobra debe efectuarse según un protocolo invariable, que cien te para condenarlo.
toda la tripulación deberá conocer, y no empezará hasta que todo el • disponer de dos fijaciones para el puño de amura es sencillo, poco
mundo esté preparado. caro y simplifica tanto la maniobra que sería una tontería no colocarlas;
5.° Hay que tener presente que cuanto más refresca el viento, más • utilizar dos drizas resulta aceptable, aunque con frecuencia suele
difícil resulta realizar las maniobras, incluso las más sencillas. ser motivo de confusión;
• disponer de dos pares de escotas resulta de gran utilidad.
A continuación vamos a analizar con todo detalle los procedimientos En realidad, la abundancia del material reduce la rapidez de inter-
habituales para modificar el trapo. No nos vamos a detener en los siste- vención. Una cubierta de proa despejada como una pista de baile, es la
mas más o menos sofisticados que evolucionan con gran rapidez y que mejor garantía de una maniobra precisa y breve.
a menudo dependen de una marca concreta. Indicaremos también los
medios más sencillos que no necesitan ninguna pieza especial, y que
pueden servir además como reparación de emergencia.
EL FOQUE
Según las velas que lleven en la proa, los veleros actuales se distinguen
en dos grandes categorías:
• los que llevan varios toques, cada uno con un campo de utiliza-
ción específico, es decir, que cuando las circunstancias imponen una
modificación de trapo en la proa, se cambia de foque;
• los que tienen una única vela "para todo", enrollándose más o
menos cuando se quiere modificar su superficie.
Arriar, izar o enrollar un foque puede hacerse en todos los rumbos, pe·
ro la maniobra es más fácil cuando el barco navega en rumbos portantes,
por varias razones: la cubierta de proa está despejada de foques que fla-
l a presencia de dos fija ciones para el p uño de
mean y de puños de escota asesinos, y la driza no corre el peligro de que-
amura s implifica mucho la ma niobra.
576 La maniobra El cambio de velas 577
Arriar
Un tripulante baja el foque con la driza, que normalmente estará situa-
da a babor. Si navegamos en un rumbo portante, hay que tensar la es-
cota para evitar que el foque caiga al agua; y si estamos en cenida, qui-
zás haya que largarla un poco en caso de que los mosquetones no se
deslicen bien sobre el estay.
En la proa, lo primero que hay que hacer es bajar el foque para que
flamee el menor tiempo posible. Evitar que se caiga al agua es conve-
niente, pero secundario, pues no se rompe con el agua de mar.
578 la maniobra El cambio de velas 579
Modo de utilizar bien el cabrestante (o güinche) • si las v ueltas resbalan sobre el ca beza l (es decir, si éste
gira sin arrastrarlas), hay que da r una v uelta m ás;
• seg uir así hasta dar cuatro o cin co v ueltas, si es nece-
a mayoría de los cabrestantes giran en el sentido de las agujas del re loj (si alguno gira en el sa rio ;
L otro sentido, es que los trinquetes están insta lados al revés). Por lo tanto la maniobra que hay
que tensar se enrolla en el cabrestante en el mismo sentido.
• cuando veamos que la v uelta de abajo tiende a morder
a la vue lta que está a su lado, hay que deshacer las vueltas
En principio, cuantas más vue ltas demos sobre éste, menos esfuerzo debemos hacer sobre el virando sin tensar; de este modo dejarán de montarse (so -
firme que tenemos en la mano, pero sin ca mbiar nada en la manivela. Si hay demasiadas vue l· bre todo si utilizamos un m eca nismo autocazante);
tas, ést as se montan unas sobre otras, co n lo cual la vuelta de abajo pellizca la q ue tiene a su la· • para largar la escota del cab restante, simplemente hay
do y atasca definitivamente el extremo por el que podríamos aflojarla. que tirar del cabo hacia arriba, en la dirección de su eje (en
La utilización adecuad a del cabrestante debe precisarse en función de este riesgo, que es muy sentido vertica l al cabeza!); esto lo podemos hacer incluso
grave y puede orig inar serias catástrofes; principalmente, se recomienda no guarnirlo más de lo aunque la manivela gire en la parte superior del mismo
necesario. (siempre que esté fija).
Guarnir el cabrestante Desguarnir un cabrestante El gü inche autocazante Actualmente la gran mayoría de las drizas van reenviadas a
Es to es lo que ll amamos morder: de escota Mas conocido como self-ta iling, la bañera. En este caso, se requiere mucha más fuerza para
cuando la vuelta de abajo se l a dificultad está en evitar que el este accesorio sirve para cazar la escota izarlas, y frecuentemente es necesario hacerlo entre dos. El
monta sobre la que está chicote de la maniobra quede de fo rm a automática. Ésta guiada por el " dedo ~ tr ipu lante que vaya a izar la driza debe colocarse al pie del
palo. El otro tensa la parte flo ja, desde la bañera, terminan.
a s u lado y la pellizca, s in que atascado en el cabezal. Para ell o del mecanis mo autocazante. qu eda
do de tensarla con el güi nche. Es la unica posición eficaz. No hay que tener
podamos seguir larg ando hay que t irar hacia arriba en bloqueada dentro de los dientes
Pero, ¡vaya montón de espaguetis en la bañera! Para evitar miedo a ayudar a caza r el foque. pues
la maniobra . dirección recta. si n hacer ningun y gira al mismo tiempo que el cabeza l
este desorden, hay que ordenarlas en bolsas y colgar las de la mientras agarremos la escota estaremos
movimiento de rotación. del güinche. escala de bajada o bien co locarlas en el suelo de la cabina. sujetos al barco.
582 la maniobra El cambio de velas 583
Izar, arriar Sin embargo, hay que resaltar que el foque puede ser un estupendo
El barco debe recibir el v iento más a proa que al través. Para po- ayudante en esta tarea, pues si lo cazamos un poco más de lo que con-
der deslizarse con facilidad a lo largo del palo, la vela debe poder fla- viene para este rumbo, desventará la mayor y nos permitirá trabajar
mear libremente, sin apoyarse en la jarcia. Esto sólo es posible. en prin- con el viento de través. incluso aunque los obenquillos estén fijados en
cipio, en un rumbo comprendido entre el viento de proa y un descuar- cu bierta detrás del palo.
telar, pues con el viento de través. la rel inga o los patines tiran con La botavara debe aligerarse, por lo menos en dos momentos con-
fuerza en un ángulo demasiado grande, y se deslizan mal. cretos: al terminar de izar, y al empezar a arriar. Pues en otro caso, el
tejido se tensa al biés y la relinga tira con fuerza a la salida del carril, o
bien a la altura del último patin, y con este motivo la vela se deforma
con gran rapidez . También corremos el peligro de arrancar la re li nga O
El lazy-jack el patín, o bien el carril.
l lazy-jack es u n sistema diseñado en un p ri n ~ip i o para Por lo general, podemos aligerar la botavara tensando el amantillo
E las ve las co n sables de los catama ranes q ue eVita que se
ro m pa n los sables cuan do la ve la fl amea co n v iolencia. Su
(evidentemente, una vez largada la retenida). En los barcos pequeños
que no tienen amantillo, esto tiene que hacerlo un tripulante. Para po-
utilización se va generalizando en la m ayoría de los barcos der sujetar la botavara es necesario que el barco navegue en ceñida.
de cru cero, ya t enga n ve las co n sa bl es o no, pu es fac ilita El t ripulante debe co locarse a sotavento y bastante hacia la
mucho las m aniobras (iza r, arr ia r, riza r, aferrar ... ). proa, pues si se queda en el centro del barco y demasiado hacia popa,
Está formado por una maniobra firm e q ue se fij a en la m i- no podrá hacerlo bien.
tad del pa lo con una polea por la que pasa una segunda ma-
niobra aparejada en pie de gall o que va afirmada a la bota-
Medios para reducir el t rapo
va ra. Esta última norm almente se puede ajustar. Se insta la
un lazy-jack a cada lado del pa lo, izándose la ve la entre los Dos procedimientos, entre los cuales podemos elegir, coexisten a la vez
dos. La te nsión debe ser mode rada para poder adaptarse a y sin embargo son opuestos: los rizo& y los enrolladores.
la forma de la ve la si n defo rmarla. • El sistema de rizos es el tradicional. A diferentes alturas de la vela
Por medio de este sist ema, si la ve la no es demasiado ésta tiene unas fajas de rizos, o refuerzos, que lleva n por las dos partes
g ran de y la botava ra demasiado pesada, podemos prescin- una fila de pequeños rebenques o m atafiones. Cuando queremos re-
d ir de l ama ntil lo. duci r trapo, ata mos (pl egándola sobre si misma) la parte de la vela
A lgunos barcos de vela utilizan una variante, el lazy- bag, comp rendida entre el pujamen y las fajas de rizos, sujetándola por me-
que sirve para guardar la ve la dentro de una to ldi lla divid ida dio de los matafiones alrededor de la misma .
en dos partes. Esta toldi lla, que se cierra una vez arriada la
Este sistema tiene un inconveniente y es que al tomar un rizo reduci-
ve la, permanece fija a lo largo de la botava ra, incluso duran-
mos la superficie de la vela en una cantidad invariable, que a veces es
te la navegación.
mayor de lo que queremos. Como contrapartida conseguimos una vela
preciosa, bien ri za da, que porta perfectamente y que no se deforma,
siendo muy fácil de efectuar la operación, sin utilizar ningún medio me-
cánico y por lo tanto libre de posibles averias .
• Los enrolladores son mecanismos que sirven para enrollar la vela
dentro de la botavara o del palo, de modo parecido a los enrol1adores INu nca se le va nta basta nte la botavara!
de foque. Sin embargo es la mejor solució n pa ra
A primera vista estos dos sistemas parecen cómodos y rápidos, presen- q ue la re linga de la vela se des lice
tanda además ciertas ventajas, pues con ellos podemos reducir el trapo correct a me nte por e l carril de l palo.
exactamente en la cantidad que queramos, y en otros rumbos aparte de tanto a l iza rla como al a rria rla.
la ceñida. Estos mecanismos son de reciente aparición y todavía es dema- Para pod er aligera rl a lo s uficiente s in
siado pronto para sacar conclusiones sobre sus ventajas e inconvenientes. caernos al agua, debemos coloca rnos
De todas formas, si vamos a equipar el barco con ellos. resulta prudente m uy hacia la proa y completamente a
Lazy-jack contar también con fajas de rizos en las velas, ¡pues nunca se sabe! sotavento.
586 La maniobra El cambio de velas 587
utiliza el aparejo mas empleado en la actualidad, es decir: gancho en el Modo de tomar el rizo
puño de amura y pajarín en la botavara, con o sin amantillo de rizos. • enganchar el ollao de amu ra al pinzote, comprobando bien que la
vela no da ninguna vuel ta;
Preparación del ollao de amura • volver a izar y a tensa r la vela;
En este caso, no hay ningún problema pues utilizamos un gancho; bas- • tensa r el pajarín (de escota) y reglar la tensión del pujamen. Esta
ta con dejarlo libre si es necesario, introduciéndolo en el allao en el última operación sólo la podemos realizar con facil idad levantando bas-
sentido correcto. Es decir, el sentido q ue presenta cuando la vela se co- tante la botavara. Hay que elegir el momento adecuado para tensar, y
loca "de la manera normal". a veces ayudar un poco al rizo a colocarse en su sitio en el extremo de
la botavara.
Preparación del puño de escota
El rizo está colocado en su sitio en la botavara con una lasca bloqueán-
Dos s istemas dolo al final. Hay que dejarlo suelto para pasa r el extremo de popa por
de coloca r e l dentro del ollao del rizo y afirmarlo en el aparejo (si el barco no dispo-
rizo. ne de aparejo, se pasa por debajo de la botava ra y se hace un as de
guías alrededor del rizo, entre el ollao y el extremo de la botavara). Es
preferi ble hacer esta operación antes de arriar la vela, pues no va a in-
terveni r más al fi nal de la botavara. Si el rizo se pasa después, la toma
de rizos será mucho más larga e incómoda.
Arriar
Ya estamos preparados para tomar e l rizo ...
Para arriar hay que situarse en ceñida o un descuartelar. Largamos la
1. Tens ar el amantill o. Bajar la cantidad de trapo de ma yor necesario, quitando los
escota y la trapa, levantando bastante la botavara (300 por encima de
patines, si procede.
la horizontal) y bajando justo la cantidad de t rapo suficiente pa ra poder
2. Enganchar e l o llao de amura en e l s entido correcto.
enganchar el ollao de amura.
3. Volver a tens ar la mayor.
4. Caza r el pajarin aprovechando e l momento oportuno para ten sar e l rizo.
V ya está, sólo queda larga r e l amantillo, cazar la mayor, tensar la trapa y volver a
poner e l barco a rumbo.
iToda la teo", riza ! *
* Juego de palabras a propósito de
la teoría sobre el modo de coger un ri-
zo. (N. de la T.). Si no hemos pasado el rizo antes de arriar la vela. la m a- Utilizar (la vela)
niobra será mucho más larga; a continuación indicamos to- Largar el amantillo, cazar la vela, tensar la trapa y volver a poner el bar-
dos los pasos qu e hay qu e dar: co a rumbo en el modo habitual.
j
590 la maniobra El cambio de v elas 591
1
592 La maniobra El cambio de velas 593
mas de todo el trapo sobrante, por barlovento y lo enrollamos apretán- al primer tripulante le sienta mal, peor para él, pues al ser frecuente es~
dolo bien. Anudamos 105 matafiones con una lazada . te tipo de despiste, si no lo comprobamos se puede romper la vela, lo
En caso de que sea absolutamente necesario navegar en otro rumbo cual afectaria a todos los demás.
distinto de la ceñida, renunciaremos de momen to a amarrar los mata- Para realizar esta tarea nos ponemos en ceñida. Ya sólo queda:
fiones, lo que por otra parte tampoco es tan molesto. • largar la tra pa;
Para terminar, sólo nos queda reglar la trapa. • levantar la botavara;
La maniobra tal como la describimos parece larga, pero en realidad • largar el pajarin; y largar el puño de amura;
con una tripulación entrenada, el barco a penas permanece más de • volver a meter los patines;
medio minuto sin utilizar la mayor, navegando muy poco recorrido. • izar, tensar, cazar la trapa y volver a ponernos en camino;
Si deseamos trabajar con más tranquilidad (por ejemplo, si la tripula- • ordenar los rizos.
ción está cansada), también podemos arriar toda la vela para tomar el Si el barco no lleva amantillo, hay que sujetar la botavara en el mo-
rizo. Sin embargo. esta manera de proceder sólo nos interesa realmen- mento en que se larga el pajarín, pues en caso contrario podría caer de
te cuando el barco sigue un rumbo muy abierto -y no nos importa de- golpe sobre la cubierta ..
masiado el balanceo.
Hay que tener cuidado pues pueden producirse confusiones entre ma~
tafiones de rizos distintos. Tampoco resulta raro que pillemos con los ca~ Cambiar de mayor
bos todo tipo de cosas: la escota de la mayor, el balcón de popa, los pa- En la mar
samanos, el aro salvavidas; y con los matafiones todos los cabos vecinos. Esta maniobra es larga, es decir que puede durar de diez a veinte minu~
tos con viento fresco, aunque la vela no sea demasiado grande.
Un último detalle: si el viento refresca bruscamente, podemos vernos Para arriarla y volverla a izar, debemos colocarnos en ceñida, aunque
obligados a tomar dos rizos de una vez. Si disponemos de bastante cuando la vela se encuentra sobre la cubierta, en realidad nada nos im~
tiempo (y de agua a sotavento) es conveniente tomar el primero, y des~ pide seguir un rumbo más abierto.
pués el segundo, en lugar de coger directamente el segundo. Pues en En este caso el principal problema es ver con claridad. No es conve~
caso contrario, cuando vayamos a volver a largar parte del trapo, habrá niente manipular las dos velas al mismo tiempo, sino quitar completa~
que soltar todo y coger el primer rizo. mente la primera, antes de colocar la segunda . Sobre todo es necesario
que esta última esté correctamente af errada.
En principio, una mayor se aferra con el pujamen recto y el grátil
Modo de largar un rizo plegado en zig-zag por encima. Pero es un trabajo que hay que realizar
La maniobra es sencilla y rápida. No obstante, debemos tomar ciertas en la tranquilidad del puerto; pues en alta mar, el viento se encargará
precauciones, siendo lo más importante de todo el primer momento de de estropearnos esta maravillosa organización.
la operación, es decir, largar todos los matafiones de rizos. Un tripu l an~ Por lo tanto, hay que prever una solución má5 sencilla: formar una bol~
Damos un t irón y ya hemos te se ocupa de esta operación, y otro comprueba que no se ha qued a~ sa a lo largo del pujamen, de una anchura igual a medio rizo y meter en
larg ado el rizo. do olvidado ningún matafión ni que tampoco hay ninguno atascado. Si ella la vela lo más ordenadamente que podamos, quitando los sables a
medida que la vamos introduciendo; después cerramos la bolsa alrededor
de la vela y la amarramos con rebenques entre el pujamen y la botavara.
En el puerto
En el puerto, si queremos dejar la vela envergada sobre la botavara, po-
demos hacer lo mismo, pero esta vez no es necesario que quitemos los
patines, ni los sables.
Lo importante es aferrar bien la vela con rebenques, para que no se
desgaste con el roce. Por otra parte, la driza debe tensarse bien sin que
tire demasiado de la tela; para lo cual podemos afirmarla en un gancho
previsto para este fin, o bien desengancharla y afirmarla a la cornamusa
sobre el retorno de la misma.
594 la maniobra El cambio de v elas 595
La vela
Los primeros spis utilizados en regata eran como dos trinquetas geme-
las, cosidas entre sí por la relinga de grátil. Poco a poco se fueron re-
dondeando sus bordes, al mismo tiempo que se le daba embolsamien-
to para conseguir un triángulo curvilíneo, abombado y simétrico en
sentido vertical.
El angula superior de la vela (que puede llegar a ser de 1800 aproxi-
madamente) es el puño de driza o tabla del gratil, y los dos ángulos in-
feriores, idénticos (más o menos de 135°), se denominan alternativa-
mente puño de amura y puno de escota, según se encuentren a barlo-
vento o a sotavento. El borde de la vela situado a barlovento es el grá-
til, el de sotavento la baluma, y el tercero el pujamen.
1
596 la maniobra El cambio de velas 597
1
598 La maniobra El cambio de v elas 599
Si vamos a aferrar el spi, hay que hacerlo según va saliendo del cu- supervise el trabajo de 105 tramoyistas, y compruebe que todo está per-
bo, anudando alrededor de la vela unos hilos de lana o de algodón, o fectamente en orden, según se muestra en el dibujo de abajo.
gomas elásticas que se romperán en el momento en que cacemos la
braza y la escota. Colocamos el primer hilo a más de dos metros de dis- Izar el spi
tancia del puño de driza (si lo ponemos más arriba es posible que no Hay que izarlo rápidamente. Con buen viento, es conveniente darle
llegue a romperse), y los siguientes cada vez más cerca unos de otros, a una vuelta al güinche, pues en otro caso el tripulante encargado de la
medida que nos acercamos al pujamen. driza corre el riesgo de salir volando, si a pesar de las precauciones, la
Otra manera de aferrar el spi, especialmente recomendada para las
tripulaciones novatas y poco numerosas, es el ¡calcetín! o bolsa estre-
cha de la misma longitud que las balumas de la vela. La abertura que ¿Preparados para izar el spi?
lleva en su parte inferior está reforzada por una argolla rígida, y el fon-
do que hay que colocar hacia arriba lleva por dentro un mosquetón pa- El vistazo del patrón
ra afirmar en la tablilla del grotil, y por fuera una anilla para pasar la • A barlo ve nto: la braza pa sa desde la popa hasta el penol del tan-
driza. Por medio de un sistema de amantillo/retenida conseguimos de- gón, por la parte exterior de la jarcia, y después por delante del estay
hasta ll ega r al puño de amura del spi pasa nd o por enci ma d e los pa -
jar libre el spi ya izado, subiendo la argolla desde la parte inferior hasta
samanos, y por debajo del foque y de su contraescota; la retenida sa-
la tabla del grátil, siendo suficiente volver a bajarla para aferrar el spi
le del penal del tangón, pasa por enci ma de los pasamano s, y a con-
antes de arriarlo. tinuación por la polea de retorn o, llega ndo hasta la bañera, por deba-
Sea cual sea el método que utilicemos para plegar el spi, hay que su- jo de todas las d emás maniobras.
bir la bolsa a la cubierta colocándola y amarrándola bien en la par- • A sotavento: la escota, procede nte de popa, pa sa por la parte ex-
te de atrás de la cubierta de proa, si es posible delante de los oben- te ri or de la jarcia hasta llega r al p uñ o d e escota de l spi, por encima
ques. Este detalle tiene gran importancia pues de este modo izaremos de los pasamanos, y por debajo del foque y de su contraescota; la
el spi dentro del cono de desvente de la mayor, y no cogerá viento an- driza, que normalmente va afirm ada a babor, habrá te nido que cam-
tes de bracear el tangón. bi arse de sitio puesto que el barco está amurado a babor y se encon-
traba en la parte incorrecta del estay; hem os tenido qu e pasarla por
delante del foque para afirmarla al puño de driza pa sa ndo po r enci-
Preparación de las maniobras
ma de los pasa manos, y po r debajo del foqu e y de su co ntraescota.
Tenemos que abrir bien 105 ojos y reflexionar bien en el recorrido que Re sumie ndo, las t res mani o bras princip ales pasan todas por el
debe seguir cada cabo. Es una auténtica puesta en escena y el menor mismo "ag ujero " d e la jarcia hasta llegar al spi.
También podemos despejar la error puede comprometer la subida del telón. Conviene que el patrón Si es necesario, también podemos virar co n el foqu e, pues no nos
contraescota de esta manera. hemos ol v idado de pas ar su contraescota por encima del tang ó n y de
su amantillo. Por lo tanto, tod o está preparado.
Cazarlo
Una vez hemos braceado el tangón, ya podemos cazar el spi, aunque
debemos señalar que no es algo urgente, pues hasta que la escota no
está tensa, el spi es inofensivo. Si hemos utilizado el calcetín, es ahora
cuando hay que tirar de él hacia arriba, cazando después el spi .
Reglarlo
Volvemos a ponernos a rumbo y ajustamos el reglaje según la orienta-
cion del barco.
Si éste navega a un largo podemos seguir llevando el foque, lo cual
le proporciona más potencia, aunque suele se r mejor sustituirlo por El spi ha s alido est upe nda me nte,
una vela más adecuada, por ejemplo una trinqueta de spi. resgua rdado por el foque y la mayor.
Con el vien to por la aleta y en popa, el foque resulta perjudicial, Al est a r ést a muy largada no le d eja
siendo preferible quitarlo y poner un big boyen su lugar. e ng a ncharse e n las crucet as, y e l fo q ue
a s u vez tam poco le permit e e nroll a rse
Una reg la obliga t oria : no hay que dejar nunca la driza del f o- alrededor de l est ay. l a braza y la escota
que a lo la rgo del estay, pues si el spi se desinfla, corre el pe ligro están libres pa ra que el spi pueda
de in t rod ucirse entre los dos, y enro lla rse de forma casi defini- porta r, s i por casualidad se esca pa ra.
tiva. ¿Que podemos hacer si no esperar?
Ahora ya podemos bracear e l ta ngó n
El método rápido y caza r.
Con un poco de entrenamiento, podemos izar el spi con mayor rapidez Mientras e l s pi no está cazado. no ti ra,
y, si queremos, en un rumbo más próximo al vien to que a un largo. y para evitar q ue dé una vue lta sobre s i
Amarramos la bolsa del spi bastante cerca del tangón y braceamos m ismo, caza mos la braza desde e l
este último según el rumbo que lleve el barco. A continuación lo iza- principio con e l fin de ll evar e l pun o de
El s pi está ya e n el aire. Ya só lo nos
mas rápidamente, sin olvidarnos de dar una vuelta al güinche, debien- am ura hast a e l tangó n. Una vez izada
queda ajust a r e l t a ngón. do ser más rápidos que el viento que intentará sacar la vela de la bolsa . la vela, afirmamos la driza e n la
Si la escota está bien largada, todo tiene que salir bien. corna musa.
vela empieza a portar demasiado pronto. Puede ser aconsejable que
otro tripulante se sitúe cerca de la bolsa para ayudar a sacar la vela.
Para arriar el spi
Bracearlo Izar el foque
Una vez afirmada la driza, cazar la braza para bracear el tangón hasta Es conveniente volver a izar el foque justo antes de arriar el spi, pues de
ponerlo perpendicular al viento aparente. este modo se desventará mejor y así se enrollará alrededor del estay.
Si el spi forma una especie de "chorizo", suele ser porque ha dado Pero antes debemos asegurarnos de que las escotas del foque están
una vuelta sobre sí mismo. Esto ocurre al meterlo en el saco si hemos bien separadas del aparejo del spi, con el fin de evitar que se produz-
izado el spi en un rumbo demasiado abierto, o si no hemos bajado can confusiones en la cubierta de proa.
pronto el puño de amura hasta el penal del tangón, o también si lo he-
mos izado demasiado despacio. Situarnos en el rumbo adecuado
Normalmente este "chorizo" se suele deshacer si tiramos del trapo Debemos observar la misma regla que en el momento de izarlo, es de- Prim era urgencia: llevar la driza del
antes de que la vela llegue a portar. Si no lo logramos inmediatamente, cir, intentar colocar el spi en el cono de desvente de la mayor. foque hasta el pie de l palo.
602 La maniobra El cambio de velas 603
El mejor rumbo para arriarlo es con el viento por la aleta, y eventual- Volver a poner orden
mente a un largo. Hay que evitar el viento de popa, sobre todo si hay Colocamos el tangón en su sitio y tensamos la retenida. Las brazas se
mar, debido al riesgo de que se produzca una trasluchada. amarran al balcón, cazándolas desde popa y afirmándolas con reben·
Una vez dominemos bien la técnica, podremos arriarlo en cualquier ques a lo largo del costado, para que no se muevan. Una vez todo en
rumbo, incluso en ceñida. Además. debemos aprender a hacerlo por si orden, izamos el foque, si no nos hemos atrevido a hacerlo al principio
nos vemos obligados a rescatar a un hombre del agua. de la maniobra. El asunto está ya en la bolsa.
barco en las rachas. y una mayor muy embolsada que le permita avan-
zar correctamente en las encalmadas.
También hay que tener en cuenta el estado de la mar, pues hay ve-
ces que con una misma fuerza de viento podemos conservar todo el
trapo en aguas resguardadas, y sin embargo, vernos obligados a redu-
Las maniobras
cirlo de forma clara si el barco se agita en medio de las olas.
Existen otras consideraciones, menos objetivas, que pueden matizar
nuestras decisiones, como la capacidad de la tripulación y la clase de
navegación que realizamos . En regata, en regata-crucero (o simplemen-
en puerto
te cuando se cuenta con una tripulación deportiva y emprendedora) és-
ta suele estar al acecho de la mínima ganancia de velocidad, efectuán-
dose los cambios de velas con rigor y rapidez. Desde un punto de vista
diferente, una tripulación de principiantes tampoco debe dudar en
multiplicar las maniobras, pues se trata de aprender y de llevar a cabo Las maniobras de llegada y de salida, ya tengan por escenario un gran
todas las pruebas posibles. Por el contrario, si salimos a dar una vuelta puerto o un humilde resguardo, suelen ser delicadas y espectaculares, y
y la tripulación tiene poca práctica, es mejor dejar un cierto margen, re- ponen a prueba la habilidad, la coordinación y el carácter de los artis-
duciendo el trapo antes de lo necesario, sabiendo que la dificultad de tas. Casi siempre suele haber público mirando las llegadas a toda má-
la maniobra aumenta con la fuerza del viento; del mismo modo, quina en el clamor de fantásticos e increíbles ballets alrededor de un
debemos pensárnoslo dos veces antes de largar trapo o de izar el spi. muerto, así como las salidas desafortunadas, que hacen las delicias de
Por lo tanto no hay una regla absoluta. Lo más que podemos hacer los entendidos, dispuestos a no perderse detalle. Puede ocurrir que
es aplicar una mínima norma: en cua lquier circunstanc ia, es conve- después de hacer una mala maniobra, salgamos con el amor propio he-
niente contar con un barco que man iobre bien, es decir, que esté rido, aunque éste es el menor de los daños que podemos sufrir.
dotado de unas velas equi libradas, que le aseguren cierta veloci- En la actualidad, casi todos los barcos de crucerO están equipados
dad. Para navegar a vela, incluso aunque no tengamos espíritu compe- con motor, lo cual facilita mucho las cosas. Y más aún cuando la gran
titivo, es necesario poder avanzar correctamente, siendo la velocidad mayoría de los puertos deportivos, han sido construidos de modo que
un elemento de seguridad y comodidad, al mismo tiempo. En definiti- sólo se pueda maniobrar en ellos a motor. Incluso en algunos se prohi-
va, un barco corto de trapo no es mejor que uno pasado de trapo, be claramente efectuar maniobras a vela. i Es mucho decir que todas las
pues el primero flota como un corcho y el segundo se tumba; es decir, maniobras en puerto deben hacerse a motorL .. Siempre que sea posi-
que los dos son dos pegotes en el paisaje. ble, es preferible maniobrar a vela; es un ejercicio excelente para lograr
dominar el barco y sirve de entrenamiento a la tripulación. La satisfac-
ción de una bonita maniobra realizada de forma silenciosa e incluso sin
que los espectadores se den cuenta, vale la pena que le dediquemos un
momento de reflexión .
y si el intento resulta un desastre, la cosa nunca es demasiado gra-
ve, y podemos consolarnos diciendo que a motor tampoco lo hubiéra-
mos hecho mejor.
Sin embargo, no debemos olvidar que un velero con un motor auxi-
liar sigue siendo un velero, es decir, que depende en gran parte del ele-
mento aire. Incluso realizándolas a motor, las mejores maniobras son
aquellas que se han efectuado teniendo en cuenta el viento.
En definitiva, es el único medio de desenvolvernos en caso de que el
motor se estropee, lo que, por supuesto, sólo les pasa a los demás ..
Por lo tanto, en este capítulo vamos a describir principalmente las
maniobras a vela, sacando a la luz las características especiales de las
maniobras a motor, que constituyen el objeto del capítulo 6.
606 La maniobra Las maniobras en puerto 607
Salida - Llegada
A ve la, a la salida, debemos elegir, si es posible, un rumbo portante
(o viento de través). A la llegada, hay que coloca r el barco en el último
momento en la posición en que más frenado se quede, es decir, con el
viento de proa o muy cerca de la ceñida. Si el barco lleva un rumbo
más portante que el través, no podrá pararse solo.
A motor, la salida más fácil es con viento de proa, sin que esto
quiera decir que resulte difícil salir con otros rumbos. A la llegada, es
mejor situarnos con viento de proa o de popa, pues en los demás rum·
bos la cosa es un poco más delicada .
La configuración de la costa y de los puertos, la dirección del viento
y el estado de la mar a menudo nos obligan a ma tizar estas indicacio-
nes. A este respecto la lectura de la parte sexta del libro puede sernas
de gran utilidad .
Señales de referencia
Antes de lanzarnos a efectuar maniobras dentro del puerto, es conve-
¿Maniobrar a ve la ? En la actualidad Fundamento niente que la tripulación se familiarice con la capacidad de evolución
esto únicamente puede hacerse en los
Al leer este libro comprenderéis que es muy difícil establecer teorías ge- del barco en un lugar tranquilo, con un viento adecuado. Debemos ha-
puertos tradicionales, como en Bono
nerales o principios pues. en realidad, cada maniobra es un caso par- cer estas prácticas, con distintas fuerzas de viento, por ejemplo de fuer-
(rio Au rayl. Con frecuencia las marinas
ticular. Sin embargo, hay algo que nadíe pondrá en duda y que podría- za 2 a fuerza 6.
sólo dejan maniobrar a motor. En
mos exponer como una norma: un barco únicamente puede ma n io- El objetivo es calcu lar:
cuanto nos s ea pos ibl e. no ha y que
brar cuando dispone de un mínimo de velocidad. • la distancia necesaria para parar el barco;
dudar en hacerlo a vela. Una maniobra
Las maniobras de puerto o de fondeo, a vela o a motor, en las que • las velocidades mínimas a las que puede maniobrar;
bien realizada es una satisfacción para
la capacidad de evolución del barco resulta fundamenta l, requieren una • los diferentes radios de giro;
la tripulación y constituye un
determinada velocidad, aunque sólo sea para que el timón responda. • las posiciones de equilibrio.
entrenamiento indispens able pa ra el
Por esta razón, hay que adquirirla lo antes posible ya desde la salida,
dia en que nos falle el motor.
debiendo mantenerla a la llegada durante el mayor tiempo posible para Las prácticas deben realizarse con las diferentes velas que se utilizan
colocarnos bien, y a continuación perderla con gran rapidez. En los dos para las maniobras en puerto, incluyendo también el motor, por su·
casos se trata de limitar al máximo el difícil momento en el que el barco puesto. No vale de nada practicar con genova, booster o spi.
flota pero todavía no tiene -o ya no tiene- suficiente velocidad para Colocamos una, dos o tres señales de referencia próximas unas de
poder ser gobernado. otras (las defensas o el bote auxiliar sirven perfectamente). Fondeamos
También podríamos elevar a la categoría de grandes principios las si· cada señal con un cabo independiente lastrado a 2 metros de la super·
guientes reg las: ficie para evitar que se enrede con el timón o la hélice.
• Cuanto más tráfico portuario hay, más complicada es la manio- Fondeamos estas señales a una distancia determinada (más o menos
bra. Si hay otros barcos maniobrando para entrar o salir, a veces es pre· a 10 metros una de otra), formando una línea orientada en la dirección
fe rible cederles el paso y esperar prudentemente a que vuelva la calma del viento y realizamos las maniobras en las cercanías (como máximo a Modo de aparejar una boya para
a las proximidades de muelles o pantalanes. una distancia de lOa 20 metros de las boyas). realizar prácticas.
608 La maniobra Las maniobras en puerto 609
" él 3
Hay que calcu lar:
• la distancia de parada con las velas izadas;
• la distancia de parada con las velas arriadas;
• la eficacia de los medios de frenado :
- cazar a la contra,
Oración de entrada en
puerto: primera letanía
M$W
- dejar flamear una vela; antes de llegar al canal de entrada al puerto.
1 4 - arrastrar un cubo;
ID I
- dar motor marcha atrás;
• la velocidad de abatimiento con las velas izadas y largadas;
1. Saca r el portulano y estudiarlo.
2. Lee r atentamente el Derrotero y la guía de navegación.
I 1 I I , ",1 1 I 1
• la velocidad de abatimiento con las velas arriadas; 3. Estudiar el p lano de l puerto y tra za r la direcció n del
• la velocidad y derrota en la amura contraria o a la capa; v iento a lápiz sobre el mismo (hay que prestar atención,
Frenos de emergencia y marcha atrás
• la capacidad de la tripulación para remontar el viento singlando; etc. pues dentro del puerto podemos encontrarnos con sorpre -
e n catamarán. sas y co n vie ntos extraños).
4. Representa r las corrientes a la hora prevista de llegada,
MANIOBRAS DE APROXIMACIÓN con fl echas sobre el plano del puerto.
%r r 5. Comprobar la esca la del p lano del puerto y medir el t a-
--~--~-- O Las maniobras de puerto hay que prepararlas con anticipación, mucho
antes de haber reconocido las primeras boyas del canal. Debemos saber
maño de la zona en la que vamos a maniobrar.
6. Hacer el cá lculo completo de la ma rea .
que durante la aproximación los acontecim ientos se precipitan y todo lo 7. Comprobar que la so nd a está en marcha, que funciona
que no hayamos preparado corre el riesgo de ocasionarnos disgustos. y ajustar la alarma.
O
I 8. Describir las marcas principa les y la enfilación de en tra -
--0---
~~IIII
da (o bien las características de las luces principales) a los
I La preparación del barco tripulantes de la bañera y al timonel.
Al acercarnos a tierra, sobre todo después de navegar varios días en al- 9. Adaptar el go nio a la fre cuencia del radiofaro de reca la-
ta mar, el patrón debe echar un vistazo crítico al barco. Nos hemos da o de guía de entrada.
~
acostumbrado a la comodidad de los gran des bordos navegando libre- 10. Adapt ar el receptor VHF a la frecuencia del puerto.
mente, y a la tranqui lidad de las maniobras lentas. Poco a poco, insidio- 11. V, por último, para los tradicion ales, subir el cabo de
samente, el material destinado a las maniobras de puerto ha quedado la corredera y los seda les, antes de entrar en el canal.
relegado en el fondo del barco, o escondido en los cofres, bajo un
Hay qu e calcular la dis tancia de parada
montón de objetos más útiles a corto plazo.
O a partir de diferentes rumbos.
Es necesario sacarlo, volver a colocar todo en su sitio, comprobar
que las amarras, convertidas en nidos para botellas, pueden alcanzarse Es con veniente realizar todos estos preparativos bastante pronto,
otra vez con facilidad y que la cadena del ancla no está atascada en el pues cuanto más nos acercamos a tierra, más irá atrayendo ésta nues-
a la capa fondo del pozo, debajo de las bolsas de las velas y otros bultos. A partir tra atención, sobre todo si no conocemos la costa a la cual nos dirigi-
de este momento el bichero y el remo ya no servirán para pescar; y mos. Esta aproximación siempre es un momento grandioso, y sería una
también tenemos que encontrar las defensas. pena dedicarlo a hacer la limpieza.
La cubierta está despejada, las drizas ordenadas y ya hemos elegido las Si las cosas no están claras, vale más ponernos a la capa hasta que
a la capa
corrida velas. Para en trar en puerto, a menudo nos vemos obligados a cambiarlas, hayamos terminado de rezar las dos letanías, para poder entrar en
debiendo ser suficien tes para que el barco mantenga la capacidad para puerto tranquilos y relajados.
con las velas maniobrar y cierta rapidez de evolución en todos los rumbos, con un vien- El hecho de entrar en puerto, aunque sea conocido, puede reservar-
largadas to que irá cayendo y será irregular. No debemos llevar demasiado trapo; nos algunas sorpresas y esta decisión maduramente pensada o habitual
puede resul tar peligroso mantener el génova izado pues tarda bastante en puede convertirse repentinamente en algo imposible de realizar. El
con el foque pasar de un costado al otro en las vi radas y además corre el peligro de buen marino siempre tiene una solución de emergencia. Por ejemplo, si
arriado
portar a la contra, tapándonos la vista; es preferible utilizar el foque de ru- el motor se para, izará el foque y después la mayor (por eso ha dejado
Algunas posiciones particulares del ta. Para que el motor esté disponible, hay que comprobar su funciona- las velas preparadas); si el canal está obstruido por barcos que trabajan,
ba rco que debemos tener e n cuenta. miento. Es fundamental contar con un barco equilibrado, franco y claro. volverá a salir haciendo bordos (debe llevar el trapo adecuado), etc.
610 La maniobra
Las maníobras en puerto 611
la asistencia del barco de servicio del puerto que nos ayudará a manio-
brar o a afirmar las amarras.
Oración de entrada en
puerto: segunda letanía Esta comunicación por radio no es obligatorio realizarla, y también
podemos prescindir de ella. Pero las capi tanías de la mayoría de los
1. Colocar tres defensas en cada costado. grandes puertos deportivos proporcionan este servicio de escucha por
2. Dejar una defensa grande preparada en la bañera "po r VHF de modo permanente día y noche. Tanto en Francia como en Es-
si acaso". paña suelen utilizar el cana l 09.
3. Preparar una amarra en la proa y otra en la popa para
los largos y dejar un a libre en la bañera para los tripulantes
que entran de gua rdi a.
4. Preparar la espadilla en su chumace ra.
Elección del lugar para atracar
5. Preparar el bichero en la proa o en el pasamanos fuera Según nos vamos acercando las marcas van colocándose en su sitio, y
del recorrido de las escotas. van apareciendo las enfilaciones, en una palabra el paisaje se organiza. A
6. Dejar un fondeo auxiliar li sto para largar, si está cómo- los datos permanentes que nos proporciona el Derrotero hay que añadir
dam ente situado en un cofre en la popa; en caso co ntrario, la información de tipo variable relacionada con el día y la hora, el viento,
preparar el ancla en la proa lista para fi lar con un os diez me- la marea, la corriente, la luz y la presencia de otros barcos. Éstos nos pro-
tros de cade na. porcionan indicaciones enormemente valiosas para la maniobra, ya estén
7. Parar el pi loto automá ti co si está fun cio nand o.
navegando o fondeados. Si queremos dirigirnos a un fondeadero exte-
8. Arrancar el motor y mantenerlo en punto muerto, lislo
ri or en una cala o en un repliegue de la costa, el tamaño de los barcos
para utilizar.
9. Reg lar el trapo para poder m aniobrar: que allí se encuentran nos indica el tipo de fondos, y la manera en que
• guardar el spi y el tangón, así como las brazas y escota s; bornean nos revela la acción conjunta del viento y de la corriente. Al
• largar la reten ida de la botavara y los barber-haulers; acercarnos a un puerto, el bosque de palos que se encuentra detrás de
• amarrar el géno va, guardarlo y cam biarlo por un inter o un espigón nos permite adivinar el número de barcos, así como sus movi-
un so lent (mejor visibilidad, facilidad para v irar y cub ierta mientos; el humo y las faldas de las chicas anuncian vanidades terrestres,
de proa despejada ). Si el barco maniobra bi en con mayor pero al mismo tiempo son señales que nos indican la dirección del viento
sólo, podemos dejar un foque m ed io; si el barco lleva enro- en el borde de los muelles. En este caso, otra vez el tamaño de los barcos
lIador, evidentem ente no hay ningún problema de este tipo, fondeados, en cunas, o varados, y su colocación en el puerto son datos
aunque puede ser conven iente darle unas cuantas vueltas
que debemos considerar al elegir el lugar para fondear .
para reducir la superficie del foque.
Durante esta aproximación, resulta indispensable que el patrón
• tomar o larg ar los rizos de la mayor, para ajustar la po-
pueda tener en todo momento una visión clara de la situación. No
tencia y ve locidad en fun ció n de la ve la de proa.
10. Comprobar que toda s las drizas de las ve las izadas es- debe ocupar ningún puesto f ijo, especialmente en la caña, sino es-
tán claras y preparadas para ser arriadas. tar disponible para echar una mano allí donde haga falta: colaborar con
11 . Reglar el amantillo de la botavara para que podamos el navegante que no encuentra el dato solicitado, asegurar que el orin-
arriar la mayor sin dolor. que del ancla está claro, ayudar a una vela rebelde a bajar más deprisa,
Toda esta letania debe reza rse y efectuarse antes de entrar etc. Antes habrá explicado el plan de maniobra, y asignado las tareas. Sin
en el ca nal o en la parte más estrecha de acceso al puerto. embargo, la tripulación debe estar preparada para soportar estoicamente
decisiones imprevistas y contradictorias; fondear o coger un muerto en
lugar de ir al muelle, o incluso volver a salir; ¡qué le vamos a hacer!
Los contactos por radio Al entrar en un puerto, lo ideal es dar una vuelta de honor, con el fin
la generalización de las comunicaciones marítimas, especialmente por de observar 105 sitios disponibles. Pero las zonas libres raras veces lo es-
VHF ha modificado nuestras costumbres. Hoy día, cada vez es más fre- tán sin motivo: ¡a veces esconden una vivienda de renta limitada para
cuente mantener contacto por radio con la capitanía de puerto incluso lapas! Puede que algunos amarres estupendos estén reservados a bu-
antes de cruzar el espigón. Esto nos permite conocer la cantidad de ques de seIVicio o a pesqueros. Debemos evitar meternos en un sitio del
barcos que hay, la dirección del viento que sopla detrás del espigón, el cual nos sea difícil después salir. Al entrar en un puerto desconocido lo
estado de la marea, o la hora en que sale el barco correo de las islas, más prudente es amarrarnos provisionalmente a un pantalán o a una
con el cual es preferible no darnos de narices. También podemos pedir boya, o abarloarnos a otro barco mientras preguntamos. los puertos
61 2 la maniobra las maniobras en puerto 6 13
gan por lugares difíciles, por ejemplo el canal de la Mancha. Su utiliza- robusta puede rozar con el fondo sin desgastarse. Con una longitud de la corriente apenas actúa sobre un
ción corresponde a la de los tres principales tipos de anclas que en otro cadena igual a tres veces la altura del agua, el fondeo es correcto y el cabo delgado, y por e l contrario sí lo
tiempo utilizaban los veleros de madera de la antigua Marina. Éstos son: radio de borneo permanece limitado. Aunque, hay que precisar: es ne- hace sobre un cabo grueso .
• el ancla ligera: ancla de guardia , que se emplea en los fondeade- cesario utilizar una longitud igual a tres veces la altura del agua con Éste adopta una forma ta l
ros de espera o en una ensenada exterior con buen tiempo. o durante marea alta, medida desde la superficie del agua. Este mínimo va siendo que a veces resulta
una parada breve, cuando no abandonamos la cubierta ni la guardia; menor al aumentar de tamaño el barco y ser más pequeños los fondos: impos ibl e levar el
• el ancla mediana: ancla de leva, que se utiliza principalmente en 45 metros de cadena por 15 metros de agua, es correcto; con 2 metros ancla mientras la
los fondeaderos corrientes o en lugares seguros, para unas cuan tas ho- de agua. es preferible contar con un mínimo de 10 metros de cadena. corriente no
ras o días, y cuando la tripulación no se queda a bordo necesariamente; El peso también es un inconveniente, pues en ese caso la cadena resul- afloje .
• el ancla pesada: el a ncla m aestra, que se utiliza principa lmente ta difícil de manipular e imposible de subir con fondos superiores a los
en fondeos de larga duración, o en lugares poco seguros; sirve también 15 metros.
A bordo de este crucero de altura. la
como último recurso en los momentos difíciles desempeñando en ese
guinda leza está estibada e n un torno.
caso el papel de las antiguas andas de mise ricordia . El cabo, delgado y largo, resulta útil en numerosas circunstancias,
Estos términos tienen la ventaja de ser concretos y evocadores, y po- especialmente en los fondeaderos de espera. Es indispensable, por
demos utilizarlos sin arriesgarnos a no entendernos. ejemplo, si nos vemos obligados a fondear con calma chicha en una
corriente y en una zona con mucho fondo.
Los cabos de fondeo
Se necesitan tres cabos para fondear: una guindaleza, una cadena y un ¿Cuál debemos elegir?
cabo ligero. Podemos realizar todas o casi todas las combinaciones entre las tres an-
La guindaleza es el cabo de fondeo más utilizado, pues es el mas li- clas y los tres cabos de fondeo. Depende de las circunstancias, y no po-
gero y cómodo de maniobrar, aunque tiene un defecto: resiste mal el dríamos enumerarlas todas.
desgaste. Por este motivo es necesario intercalar un trozo de cadena De modo general diremos que:
entre el ancla y la guindaleza (así evitaremos que roce sobre el fondo), • en caso de urgencia, hay que utilizar el ancla maestra con guin-
y forrarla en la parte que toca la gatera. Normalmente se larga una lon- daleza, si hace mal tiempo y hay mucho fondo. Para fondeos de larga
gitud de cabo de tres a cuatro veces la altura del agua, con marea alta, duración en fondos pequeños se engrilleta a la cadena, lo mismo que
por supuesto, y con tiempo medio y bueno, y una longitud de cinco a cuando queremos reducir el borneo;
siete veces con mal tiempo. • el ancla d e leva, la de todos los días, se utiliza normalmente con
guindaleza; aunque utilizaremos cadena si lo que deseamos es reducir
La cadena tiene dos ventajas: al ser pesada, se queda en el fondo el borneo del barco, y cabo ligero si hay corriente; => =
permitiendo que el ancla agarre en las mejores condiciones, y como es • el ancla de g u ardia, puede combinarse con la guindaleza, por
ejemplo, cuando fondeamos con buen tiempo en un lugar agradable
con fondo muy rocoso (como en algunas calas del Mediterraneo), y en
Siempre es útil saber la cantidad de cadena qu e lugares en los que si hay que perder un ancla es preferible que sea la
hemos fondeado. Pa ra ello os aconsejamos más ligera. Si la utilizamos con cabo ligero, es el fondeo indicado para 1. Sin ninguna duda, la manera mas
marcarla con pintura de color a intervalos de alta mar, con calma chicha para esperar la inversión de la corriente (el sencilla, rapida y eficaz de forra r una
5 ó 10 metros; o mejor aún e nga nchar e n los Glénan que tiene un desplazamiento de 10 toneladas, fondea en este amarra es recubrirla con un cabo de 4 a
eslabones abrazaderas autoblocantes (de las caso con un cabo del 6 y un ancla de 7 kg). No es necesario que el ancla 6 milímetros, o mejor aún con una
que usa n los e lectricistas). agarre correctamente, pudiendo garrear un poco el barco -siempre que cincha de 25 milimetros, dando vueltas
esté realmente en alta mar y no Cerca de la costa, o de algunos bajíos muy juntas y haciendo balles trinque al
rocosos hacia 105 cuales nos arrastre o nos va a arrastrar la corriente. final.
En la práctica las dos combinaciones más corrientes son: 2. Para 10 5 enemigos de 105 nudos
• el fondeo ligero formado por el ancla maestra con un trozo de sencillos, una so lu ción aceptable es e l
cadena y el orinque, que debe estar inmediatamente disponible; trozo de manguera de goma ancho, que
• el fondeo pesado formado por el ancla de leva con la cadena, no esté rajado y que se amarra con un
accesible como segunda solución. cab ito.
La maniobra
las maniobras en puerto 617
616
Las anclas se engrillelan, asegurándose 105 grilletes con alambres En primer lugar nos fijaremos en el tipo de fondeo de cada barco:
Modo de
bastante largos y poco retorcidos, para poder cambiar la composición muerto (el flotador está en la cubierta), boya de amarre, guindaleza o
asegurar e l
de los fondeos con rapidez y sin herramientas especiales. cadena. Con los dos primeros, los barcos siempre bornean muy poco,
grill ete que une
Conviene saber que con frecuencia un fondeo ligero es suficiente pues los fondeos son cortos. Con guindaleza, el borneo es franco y am-
la cadena al
cuando hace buen tiempo y la tripulación va a permanecer a bordo del plio, sobre todo si el cabo es largo. Con cadena el borneo es muy va ria-
ancla .
barco. Esto nos evitará un buen número de problemas que describimos ble, pues, debido a su peso, ésta sólo se extiende con viento fresco, o si
en este apartado. Sin embargo, esta observación no debe entenderse el barco sube y baja con la marea.
como una invitación a la permisividad. debiendo reflexionar bien antes Después nos fijaremos en la clase de barcos, siendo éstos más vo lu-
y no confundir la expresión fondeo ligero con fondeo a la ligera .. bles (que no permanecen quietos) cuanto más ligeros son, cuanto ma-
yor sea la ca rga aerodinámica o cuanto menor sea el plano de abati-
miento. l os multicascos rápidos, y los derivadores integrales son los
El borneo
Cuando en un mismo lugar hay varios barcos fondeados en las mismas más volubles, mientras que los barcos antiguos, pesados y con plano
circunstancias, todos deberían bornear igual, es decir, situarse a sota-
vento del ancla a una distancia concreta: la longitud de su cabo de fon-
deo. Si el viento rola, todos deberían recorrer el mismo arco de circun- El borneo
ferencia, sin encontrarse nunca si los cabos son igual de largos.
Esta situación suele ser rara. Sería necesario que todos los cabos de
fondeo fueran iguales, y los barcos más o menos de la misma clase. Es L os barcos no se quedan comp letam ente inmóvi les en el fondeadero, sino que pu eden mo-
ve rse empujados por el v iento y la corriente, tirando del ca bo de fondeo. El movimiento que
rea li za n es una especie de vaivén más o menos regular de u n costado al otro. Si las condicio-
decir, monocascos modernos, derivadores lastrados o barcos de quilla de
nes de v ie nto ca mbian de forma rad ica l, el barco gira alrededor del ancla describiendo un
8 a 10 metros. Pero, al utilizar cada uno de ellos un fondeo distinto y, si
cí rculo en cuyo ce ntro se encuentra en ancla, siendo el radi o del mismo igual a la long itud del
añadimos a la flotilla un viejo balandro de vela latina y algunos multicas- cabo de fondeo. En este caso habl amos de circ ulo de borneo y de radio de borneo.
cos nodernos, todo esta maravillosa organización desaparecerá y cada En teoría , los barcos fondeados en una misma ca la deberían bornear todos de la misma ma-
uno borneará a su antojo; si, además, hay corriente, acertar en lo que nera, sin encontrarse nunca si los cabos tienen la mi sm a longitud (1). En la práctica, las cosas
respecta al borneo sería como ganar una triple gemela. Por esta razón, tran scurren de otra forma pues los cabos no son nunca de igual longitud (2), algun as zonas es-
resulta evidente que, excepto en los fondeaderos organizados, hay que tán más afectada s por las corrientes o el v iento, y unos barcos so n más pe sa dos o ti enen ma-
prever una distancia considerable entre los barcos, o bien dejar a alguien yor calado que otros, por lo que bornea n m ás despacio ... Tod as estas razones conv ierten los
a bordo para evitar choques inoportunos si las condiciones cambian. pronósticos sobre borneo en algo así como la triple gemela de los domingos. Si el v iento rola
Por lógica, el último barco en llegar debe adaptarse a 105 que ya es- bruscamente, el fond ea dero se tran sforma ensegui da en un campo de maniobras y a veces in-
cluso de grand es maniobras. En el ejemplo, se producirán daños en los puntos A y B si el vie n-
tán allí, por lo tanto es necesario que se haga una idea de la manera en
to rola al Sureste o al Suroeste, y cuando la co rri ente lleg ue a su máxima intensidad los pro-
que dichos barcos van a bornear. pietarios, quizás lleg uen a las manos si los barcos chocan en los puntos e, o y E. Con cierta
práctica, enseguida loca liza rem os los puntos co nflictivos y no dudaremos en fo ndear a más
distancia .
j
problemas.
618 La maniobra las maniobras en puerto 619
de abatimiento grande, permanecen inmóviles en su fondeo. La co- Estaremos preparados para fondear cuando la guindaleza y no la ca-
rriente hace bornear a 105 barcos con mucha quilla, sin embargo los ca- dena, esté en la gatera, pues en caso contrario el ayuste quedaría blo-
tamaranes y los derivadores integrales lo hacen con el viento. Para ar- queado al empezar a filar el fondeo . Una vez colocados la cadena y el
monizar todas las clases de borneos, da buen resultado bajar más o ayuste más allá de la gatera, los pondremos en la cubierta o sobre el
menos la orza y mover un poco la caña. balcón, de donde filarán directamente al agua después del ancla.
Hay que resaltar que un fondeo de este tipo se puede guardar en
el fondo de un cofre, aunque esté lleno de velas y otros objetos, con
Preparación del fondeo la única condición de poder llegar directamente hasta el ancla y que
Modo de prepara r el fondeo ligero los objetos colocados sobre el montón sean grandes y no tengan
A veces vemos a tripulantes con cara de ir al patíbulo hacer gestos de ganchos o anzuelos, pues en ese caso se engancharían irremediable-
una ternura maternal para sacar una amarra bien adujada de un cofre. mente.
Esto casi nunca vale la pena, pues u n a amarra b ien adujada es una
am arra sagrada: es decir que no soporta q ue la cambien de sit io Modo de preparar el fondeo pesado
sin que se for men nudos. Si hay que trasladarla de lugar, hay que En los barcos antiguos
desadujarla de donde se encuentra para volver a adujarla en el nuevo lu- Normalmente la cadena se guarda en su pozo; ésta lleva en su extremo
gar donde vayamos a utilizarla. Es un trabajo molesto y que requiere inferior una entalingadura, fijándose el ancla al extremo superior por
cierta minuciosidad. Recordemos que una amarra se aduja en el sentido un grillete asegurado, y pudiéndose sacar todo desde la cubierta.
de las agujas del reloj, dándole forma ovalada y colocándola plana sobre Para preparar el fondeo, empezaremos sacando del pozo una canti- Para desadujar una guindaleza s in
la cubierta, formando varios niveles. Hay que comenzar cada nivel por la dad de cadena por lo menos igual al triple de la altura del agua. A con- hacer nudos, hay que tirar de ella hacia
parte exterior y terminar por dentro, pues si no toda la amarra resbalará tinuación inmovilizamos la cadena dando tres vueltas a la bita, en el a rri ba. Un truco muy fáci l es pasarla
hasta el agua cuando se empiecen a deshacer los primeros lazos, sentido correcto, es decir que la vuelta superior se haga con la parte de por la manga del lampazo.
Pero todo esto resulta muy complicado e inútil. La mejor manera de la cadena que llega al escobén, de este modo sea cual sea la tensión
ordenar una amarra es colocarla en un montón en el fondo de un co- de la otra parte del fondeo, siempre podremos aflojarla (es decir, alar-
fre, pero es necesario que sea un montón bien pensado, haciendo garla) lo que sería imposible de la otra manera. Nunca hay que dar co-
antes un nudo de entalingadura en el fondo del cofre y amontonando tes en la bita, pues éstos se azocarían y tendríamos que utilizar un mar-
después la amarra en capas sucesivas extendiéndola por toda la super- ti ll o y un escoplo para deshacerlos.
ficie disponible sin hacer ningún círculo, hasta quedarnos con el chicote la cadena ocupa mucho espacio en cubierta y se puede caer al agua
en la mano. Afirmamos la cadena a este último con un ayuste, y para si el barco da un bandazo, por lo que hay que sacarla del pozo lo más
terminar fijamos el ancla asegurando el grillete al trozo de cadena. Des- tarde posible. Para colocarla de forma clara sobre la cubierta, el sistema
pués, basta con abrir el cofre, lleva r el ancla a la guía (de proa o de po- más sencillo y rápido es el del montón bien pensado.
pa) pasando por debajo de todas las maniobras que encontremos, y ya Éste se hace amontonando la cadena sobre la cubierta, según va sa-
tenemos preparado el fondeo. liendo del escobén, hasta la longitud deseada. Si no está marcada o si
Si tenemos tiempo y para no estropear los bordes del cofre o la cu- la pintura se ha borrado, podemos practicar sacándola de forma regu-
bierta es conveniente que un tripulante lleve la cadena junto al ancla lar de cincuenta en cincuenta centímetros; de este modo podemos co-
mientras esperamos para fondear; la propia amarra le seguirá sin nin- loca r de una vez la longitud deseada sobre la cubierta, afirmándola a la
gún problema hasta la entalingadura. bita. En ese momento el extremo de la cadena que va unido al ancla se
quedará atascado debajo del montón, cayendo todo de golpe al agua
si intentamos fondear de este modo. Por lo tanto, es necesario que en
segundo lugar, volvamos a hacer el montón, es decir, hacer otro aliado
del primero y de la misma manera, pero esta vez empezando por el ex-
tremo que está afirmado a la bita. Al final de la operación, el extremo
de la cadena que va unido al ancla quedará encima pudiendo largarse
con facilidad. Este sistema nos permite sacar la cadena en el último mo-
Dos maneras de hacer un ayuste;
mento, y efectuar la maniobra en menos de un minuto, sin necesitar
en los dos casos, podemos dar o no
una atención constante.
una vuelta redonda .
620 la maniobra las maniobras en puerto 621
Modo de preparar el cabo ligero Orig ina l solución adoptada a bordo del
También en este caso, el método del montón resulta eficaz. Para que el Gle nans 33. El pozo de la cadena se ha
cabo esté siempre listo para ser utilizado, hay que meterlo en un cubo, instalado debajo de la mesa de la
amarrándolo al asa a una distancia de un metro del chicote libre (este cabina. Con es te s istema se coloca el
metro servirá para hacer la entalingadura); después lo introducimos en pes o en e l centro del barco .
622 la maniobra las maniobras en puerto 623
el modo habitual, igual que una cadena en su pozo. También podemos Otra cuestión peliaguda: ¿qué hacemos con su chicote?
utilizar una bolsa. siempre que ésta no sea demasiado grande. Existen tres soluciones:
1.° Afirmarlo a un flotador. Lo preparamos todo antes en la cubier~
~~
Orincar ta, ordenando cuidadosamente el orinque y amarrándolo por un lado a ~
Dos maneras de ama rra r e l o rinque
Un ancla puede encontrarse con todo tipo de objetos en el fondo del la cruz del ancla y por el otro a su flotador. Mientras un tripulante echa
agua y quedarse enganchada. En el momento de fondear, todavía esta- el ancla, el otro va largando el orinque según lo va pidiendo, antes de al cabo de fondeo .
mos a tiempo de reflexionar, después ya será demasiado tarde. Es con- sQltar el flotador. Este cabo debe tener una longitud ligeramente supe-
veniente afirmar a la cruz del ancla un orinque (se da este nombre a rior a la altura del agua en pleamar, pero no más, pues en otro caso
todos los cabos que unen un objeto sumergido con un flotador o con podría enredarse alrededor de la cadena, lo cual representaría una su-
el propio barco). Este orinque servirá para sacar el ancla al revés si no perficie adicional de exposición a la corriente. Inconvenientes de esta
quiere subir al derecho. iPero da bastantes problemas! solución: en la salida, cuando el viento y la corriente no están en la mis-
En primer lugar, hay que elegir con cuidado el diametro del mismo, ma dirección, que hay que utilizar el bote auxiliar para recuperar el
pues en otro caso su presencia puede resultar no sólo inútil sino com- orinque; y por otro lado, el orinque está siempre a merced de las héli-
pletamente nefasta para sujetar bien el fondeo. Debe ser resistente, pa- ces de los barcos, siendo este peligro mayor en los puertos en los que
ra poder subir un ancla clara, pero no demasiado grueso, con el fin de hay muchos barcos.
no exponer demasiada superficie a la corriente, en caso de que hubie- 2.° Dejar el chicote del orinque a bordo. Para ello es necesario que Si pasamos e l orinque por un eslabón
ra. Si esto ocurriera podría arrastrar tanto el ancla como el barco (he- tenga un seno de unos 3 metros con relación al cabo de fondeo, para de la cadena, es s uficie nte con ha ce r un
mos visto derivar así algunos barcos durante varias millas en las proxi- evitar que tire del ancla. Hay que medir esta longitud antes de fondear, as de guías.
midades de Paimpol. .. ). Tampoco debe ser muy delgado, para poder marcando en el orinque el lugar que deberá colocarse en la gatera. Por
engancharlo dentro con facilidad. El cabo de fondeo ligero y la sonda lo demás, la maniobra es la misma que en el caso anterior.
son, por lo general, demasiado finos y no siempre bastante resistentes 3° Amarrar el chicote del orinque al cabo de fondeo. En este caso
como para desempeñar este papel. Como mínimo deberíamos utilizar también debemos dar al orinque 3 metros de seno. Incluso aunque de-
un cabo con un diámetro del 8. bamos seguir teniendo cuidado de que no se enreden orinque y cabo
de fondeo al ir bajando, sin duda, ésta es la mejor solución.
La longitud del orinque también cuenta: aunque no debe ser dema- Como todo lo que sirve para asegurar, el arinque es un latazo mien-
siado grueso, tampoco es conveniente que sea demasiado largo, pues tras no tenemos que utilizarlo, pero resulta indispensable al fondear en
en ese caso la corriente seguiría actuando sobre él. lugares sospechosos. Y ante la duda ..
Conviene que no flote, para no quedarse enredado en las hélices de
los motores, por eso es preferible que sea de poliamida o de poliéster.
Fondear con viento de proa
Es el método tradicional.
Nos acercamos al lugar elegido para fondear por sotavento, en un
rumbo en el que el barco pueda maniobrar bien, con comodidad, yen
el que podamos graduar su velocidad fácilmente: lo ideal es el viento
1. Orinque demasiado largo:
de través. Siempre que podamos, arriamos el foque enseguida, para
la corriente actúa sobre éste,
despejar la cubierta de proa, pero dejandolo preparado para volver a
arrastrando el a ncla.
izarlo si fallamos la maniobra. Si el barco evoluciona mal sólo con la
2. Orinqu e d e masiado corto: tira del
mayor, podemos dejar puesto el foque durante un poco más de tiem-
ancla al revés. r....,-._............ po, pero no demasiado, pues en ese caso el tripulante encargado del
3. Orinqu e correcto.
fondeo podría tener relaciones difíciles con él. Además, durante la or-
4. Orinqu e demasiado largo co n
zada, el foque podría recibir el viento por un lado O por el otro, hacien-
flotador : se e nreda con los demas
do arribar al barco.
fondeos, con las rocas del fondo . con
Si fondeamos a motor, no importa el rumbo que lleve el barco
las hé lices, V se va al quinto infie rno ..
al aproximarse, pero hay que dejar las velas preparadas para volver a
¡Va la hora de za rpa r no hay qui en lo
izarlas.
e ncue ntre!
624 la maniobra Las maniobras en puerto 625
lLos
_
En el momento de fondear otro tripulante baja la mayor, pero deján-
dola preparada para volver a izarla, si el ancla garrea. El barco empieza
diez_
mandamientos
_ n_~ __
a retroceder, y el tripulante larga el fondeo según lo va pidiendo, fre-
para.
8. Largar el fondeo según lo vaya pidiendo,
~;~~
na ndo un poco para que el barco, al mismo tiempo que coge arranca- Modo de fondear con viento de popa
da hacia atrás. se quede un poco sujeto por la proa y no arribe. 1. Navegar en ceñida hasta llegar a barlovento del lugar donde vayamos a
Frenamos el cabo de f ondeo con el pie, pero, evidentem ente, fondear , y arriar la mayor.
con un pi e ca lzado. 2. Dejar portar para colocarnos exactamente a barlovento del luga r de fondeo .
Una vez que el fondeo está bien extendido, el patrón vuelve a tomar 3. Recorrer de tres a cuatro esloras , aproximadamente, para colocar e l barco en
enfilacion es por el través para comprobar que el ancla ha aga rrado popa redonda, y a rriar e l foque s i hay mucho viento.
bien. A veces puede ocurrir que ésta haya agarrado bien y que el barco 4. Fondear, filando el fondeo libremente.
~á~ ~'
siga retrocediendo, si el fondeo se ha extendido mal. i Hay que saber 5. Al final del recorrido, emp uj ar la cana
distinguirlo y no asustarnos enseguida! para ayudar al barco a hacer cabeza .
6. Tomar una enfilación por e l t raveso
De todas formas, si el ancla no se engancha y garrea , no tenemos 7. Diez minutos despues, comprobar que
que asustarnos. pues cuando volvamos a sacarla el barco remontará un e l barco no ha garreado: ¡s i la enfilación
poco al viento, situándose correctamente para zarpar. se mantiene, e l barco tambie n !
• y después, para intentar averiguar el borneo aproximado del bar- manera, pues en ese caso lo que más cuenta es la superficie sumergi-
co (mejor dicho, el borneo del cabo de fondeo por una parte y el del da. Por lo ta n)"o debemos prever un amplio margen.
barco por otra). La presencia de los demás barcos puede proporcionar- Si fondeamos en una corr iente, tenemos que amarrar la caña.
nos señales útiles, pero esta estimación es sobre todo una cuestión de En principio la amarraremos a la vía. En caso de que vayamos a perma-
experiencia. necer a bordo del barco, podemos mantenernos separados de cual-
Según la dirección del viento y de la corriente, pueden darse 105 si - quier otro barco, empujando la caña un poco hacia uno u otro lado.
guientes casos: También debemos pensar que al fondear de esta manera, las condi-
• cuando el viento y la corriente van en el mismo sentido. No ciones pueden cambiar completamente cuando se produzca la inversión
existen dificultades especiales (hasta 20° Ó 30° de diferencia entre la di- de la corriente. Si hay varios barcos fondeados unos junto a otros, es
rección del vie nto y de la corriente); conveniente quedarse a bordo en ese momento para ver lo que ocurre.
• cuando el vien t o es perpend icula r a la corri ente. Nos acerca- Si fondeamos en alta mar en medio de una corriente, debido a una
mos de proa a la corriente, navegando con el viento de través (con el calma chicha, hay que levar anclas en cada inversión de la corriente
foque y la mayor si es necesario) teniendo en cuenta la deriva. Para pa- (volviendo a fondear al cabo de unos instan tes) para evitar que el cabo
rar el barco, en principio basta con largar las escotas, y en cuanto el ligero o la guindaleza se agarren en las rocas del fondo (lo que le suele
barco empieza a retroceder fondeamos y bajamos todo el trapo. ocurrir sobre todo a la guindaleza, y raramente al cabo; por este motivo
• cua n do el vien t o y la corrient e van en sentido cont rario (con debemos utilizar este último preferentemente).
una diferencia de hasta 80°). En este caso es cuando surgen los verda-
deros problemas, variando mucho las soluciones en función de la situa-
ción de los lugares, y de la fuerza de la corriente en relación con la del Fondear con varias anclas
viento . Fondear con dos anclas engalgadas
Por lo general, al fondear con viento de popa hay que dejar sólo el fo- Este tipo de fondeo consiste en fondear antes del ancla principal, una
que, pero ocurre lo mismo que con el viento de proa, que si mantenemos más pequeña unida a la cruz de la primera por un trozo de cadena. Es-
la mayor izada, ésta se queda pegada a la jarcia y no podemos arriarla, en- te tipo de fondeo resulta muy eficaz cuando se realiza con anclas Almi-
contrándonos de este modo en una situación un tanto peculiar. rantazgo, siendo totalmente inútil e incluso peligroso con todas las de-
A veces, podemos vernos obligados a fondear con el vient o de proa más. Deb id o a q ue est e t ipo de ancla ya ha desaparecido, no de-
y arrancada hacia adelante; hay que arriar completamente la mayor an- bemos fondear jamás con dos anclas, pues resu lta muy complica -
tes de que el barco haga cabeza frente a la corriente, pero en ese caso, do de colocar b ien y difici l de leva r.
es como si fondeáramos con el viento de popa.
Dos barcos fondeados en una corriente, incluso aunque tengan una Fondear a barbas de gato
carga aerodinámica idéntica, no tienen por qué bornear de la misma Este tipo de fondeo puede ser interesante, bien para aguantar con mal
tiempo, o bien para reducir el borneo de un barco. En este caso, se tra-
ta de fondear un primer ancla y después fondear una segunda de ma-
nera que los dos cabos de fondeo formen un determinado ángulo en-
tre sí.
Para aguantar con mal tiempo, este ángulo debe ser inferior a 10°, Fondear un catamarán
para que ambas anclas tra bajen juntas. Cuando se trata de reducir el
borneo, el ángulo variará según las ci rcunstancias y el tiempo, debien-
do ser de 1800 en una corriente al ternativa (pero en ese caso sólo debe
L os catamaranes se fondean por la proa de uno de los
cascos, manteniendo el cabo por fuera para evitar que se
enrede en un timón o en una o rza en el momento de hacer
estar tenso uno de los dos fondeos, ¡pues si no el ancla garreará con cabeza.
toda seguridad!); si se prevé un cambio de viento, la segunda ancla de- Una vez extendido el fondeo , para que el borneo no sea
berá colocarse en la dirección de donde éste va a venir, etc. enorme lo más senci ll o es abozar una retenida al otro casco
Cuando el ángulo es muy pequeño, es importante que los dos cabos para formar un pie de ga ll o. Si la vigueta de proa tiene una
de fondeo sean de diferente longitud, con objeto de que al bornear el guía, podemos utilizarla, pero en caso de que estuviera de-
masiado hacia atrás, el pie
barco las dos anclas no se estorben.
de ga ll o es la solución ne-
cesaria para evitar los ban-
Ir a llevar un ancla dazos.
En este momento, parece necesario proporcionar algunas indicaciones
sobre la manera de ir a llevar un ancla con el bote auxiliar, bien para
fondear a barbas de gato, o bien para halar el barco, en caso de que los catamaranes se sujetan
En este caso para que e l montón esté por e l centro.
éste haya encallado. En cuanto hace un poco de viento, esta operación
" bien pensado" . es preciso que el ancla
es algo delicada y frecuentemente está destinada al fracaso, si no se
e sté debajo del cabo de fondeo .
rea liza con rigor y energía.
Los remeros hacen que e l bote avance La maniobra se efectúa como sigue:
Para empezar, es fundamental embarcar el fondeo completo en
sin preocuparse del rumbo; el • en una encalmada, subimos algunos metros (de 3 a 5) del fondeo
el bote auxiliar: primero el ancla y después la guindaleza o la ca -
t ripulante que s ingla se ocupa del que hemos colocado;
dena, en u n montón "bien pensado". Si vamos a utilizar la guinda-
rumbo y del arinque. • bajamos la segun da ancla, si es posible a 1 Ó 2 met ros de la línea
leza, amarraremos un extremo al barco. Pero si usamos la cadena, hay
que embarcarla toda a bordo del bote y afirmar a su extremo una boza de crujía del ba rco, por el costado por donde se prevé que va a venir el
resistente de 20 metros, por lo menos, afirmándola a su vez al barco. viento;
Ciertamente el bote es demasiado ligero para poder extender con él • soltamos el fondeo en el lugar elegido, fi lando poco a poco el ca-
una cadena que sea muy pesada, por ese motivo la boza servirá para bo de la seg unda ancla;
sujetarla desde la cubierta. • a continuación, si el ca bo de esta segu nda ancla es una cadena,
Es conveniente que vayan tres tripulantes en el bote. Dos de ellos se podemos dejarla fila r fo rmando un montón sobre el f ondo (pues ya no
colocarán en la proa con un remo y una idea fija: remar, sin preocupar- caerá encima de su propia ancla), o bien colocarla formando una bita-
1. Fondeo normal.
se del rumbo ni del fondeo. El tercero, en la popa, llevará el rumbo sin- dura en la cubierta, y sujetándola con hilo de vela, pues si el ba rco ga-
2. Subir 3 metros de fondeo y colocar
glando, e irá soltando el fondeo sin preocuparse de la propulsión del rrea o el viento rola, el hilo se romperá y dejará caer la cadena, arran-
e l ancla en e l fondo .
bote. Ya no queda más que lanzarnos, pero, por muy rápido que vaya- cando a los t ripulantes de los brazos de Morfeo. Este sistema también
3. Volver a l fondeo normal, echar la
mos, el viento ciertamente empujará al bote, lo que hará que la opera- puede utilizarse en otras circunstancias, por ejemplo por la noche, para
cadena a l fondo en un montón ... o
ción sea difícil y larga. La verdadera economía de energía consiste, en despertarnos si se produce un cambio de viento;
colocarla como es debido sobre la
una palabra, ¡en hacer un esfuerzo más intenso del que desearíamos! • en caso de que el cabo del segundo fon deo sea una guindaleza, la
cubierta para que nos sirva de
En cuanto el fondeo esté ext endido, echaremos el ancla al agua y en- despertador.
tonces podremos recuperar el aliento.
Fondear en vertical
De repente se arma el follón; la fuerza del viento y el estado de la mar
ya no nos permiten ir a llevar una segunda ancla para fondear a barbas
de gato, pues el bote auxi liar es demasiado inestable; a falta de algo
mejor, decidimos fondear una segunda ancla en vertical.
632 La maniobra las maniobras en puerto 633
j
634 la maniobra Las maniobras en puerto 635
Subir el fondeo a bordo l as d ist intas fases de la m an io bra se define n con t érmi nos eKactos.
Esta ceremonia incluye varias etapas. las cuales deberán tener claras to-
dos los operarios.
• Se dice que un barco está fo ndeado cuando está sujeto por un
cabo de fondeo seguro y suficientemen te largo como para que el ancla
El buen uso del moliente no garree.
• El barco está a pique la rgo cuando ya hemos recogido parte del
• Aseg urar el ancla con el pasador o un cabo. Nos ponemos a pique largo y justo en ese momento izamos la ma- (list a pa ra ga rrea r) mucho a ntes de que
• Si el ancla está encepada, no hacer demasiada fuerza con el moli nete. yor. Hacerlo antes es una tontería, pues la vela flameará durante más la proa est é e n la vertica l de l ancla.
j
636 la maniobra las maniobras en puerto 637
tiempo, y ya sabemos que eso la estropea, y sobre todo, porque repre- trocede, y bajo la acción conjunta de las velas y la caña, empieza a bor-
senta una carga aerodinámica que nos obliga a tirar más fuerte del ca- near amurado a estribor;
bo de fondeo .. • si el barco está situado proa al viento, para asegurar la amura en
Mientras izamos la mayor, el patrón (que se encuentra preferen te- que deseamos sali r utilizaremos el método anterior, pero de modo más
mente.. por todos lados, dirigiendo la maniobra y acompañando sus enérgico o, ¡simplemente remando un poco !
palabras con gestos cuando lo considera necesario) debe comprobar • si el barco se presenta amurado incorrectamente, no hay ninguna
que el ancla no garrea tomando en f ilaciones por el través . duda hay que vo lver a fon dear ensegu ida generosamente;
Una vez izada la vela, empieza a flamear libremente. • si el patrón ha decidido levar el ancla y 105 medios mecánicos tipo
Ponemos la caña a la vía y subimos despacio el resto del fondeo. güinche resultan demasiado lentos, hay que subirla a mano. En este
Cuando uno de 105 tripu lantes grita "a pique", el patrón tiene muy momento de la maniobra, el fondeo no pesa más con viento fuerte que
poco tiempo para decidir si el barco va a za rpar o no, si la amura elegi- con calma chicha;
da le parece o no segura (este instante puede durar 5 segundos si el • en los multicascos, lo más fácil es subir el fondeo desde el casco
barco está realmente a pique, y bastante menos si el ancla efectiva- que se va a situar a barlovento: de este modo se asegura la amura de
mente, ¡ya está levada !). salida.
Hay que con templar varios casos: Si vamos a zarpar a motor, podemos utilizarlo para hacer avanzar el
• si la amura no importa demasiado, está claro que podemos levar barco, a medida que vamos subiendo el fondeo por la proa. En este ca- Para arribar hacia la amura correcta,
el ancla sin pensarlo más, y el barco arribará hacia un lado o hacia el so, debemos observar dos reglas fundamentales: colocamos el foque, la mayor y la caña
otro mientras subimos el ancla a bordo e izamos el foque; 1. El t imonel debe conocer perfectamente la dirección en que se en- a la contra .
• si el barco está amurado correctamente, levamos el ancla ayudan- cuen t ra el fondeo y la sigue, sin dar más del 95% de la potencia nece-
do al barco a arribar, si es necesario, del modo siguiente (en el caso de saria para que el barco avance. De este modo, los t ripulantes podrán
•
salir amurados a estribor): el foque está izado y porta a la contra hacia mantener el rumbo tirando del fondeo, evitando sobrepasar el ancla, lo
estribor; hemos empujado la botavara hacia babor para que la mayor cual implicaria un gran esfuerzo inútil para levada.
¡A pique largo! porte a la contra; la caña se coloca toda hacia la izquierda. El barco re- 2. Las velas se izarán con anterioridad, o bien mientras se sube el
fondeo o justo después, asegurando con la caña la amura en la que el
barco va a salir, antes de parar el motor.
Zarpar al vuelo
En los cruceros pequeños, cuando el viento es flojo, podemos intentar
zarpar en la amura elegida utilizando la arrancada que adquiere el bar-
co al subir el fondeo. Al avanzar éste, el timón se vuelve maniobrable.
Si queremos sal ir amurados a estribor, debemos poner la caña a la iz-
quierda, con lo cual el barco se desplazará hacia la derecha al ser llama-
do por el ancla, situándose a pique amurado a estribor. Este método se
1
puede utilizar hasta un viento de fuerza 2.
Si el viento es muy flojo, o el barco muy ligero, podemos levar el an-
cla al vuelo, es decir subiéndola de una vez, sin intentar que el barco
evolucione, y dejando la caña a la vía. No existe una posición interme-
dia sino que hay que levar el ancla sobre la marcha, aprovechando la
arrancada que adquiere el barco para arribar con la caña hacia la amu-
~
ra elegida. Hay que seña lar que durante la subida del fondeo el barco Para asegurarnos la
va acelerando poco a poco, por lo tanto al principio conviene subirla amura de salida,
despacio, pues en otro caso el barco coge demasiada arrancada y no también podemos
podremos tensar el seno del cabo con un ritmo rápido, el barco sobre- coger arra ncada en la
pasa el ancla sin arrancarla del fondo y se encuentra bruscamente lla- otra amura y halar
j
mado hacia atrás: hemos fallado la maniobra. hacia el ancla .
638 la maniobra Las maniobras en puerto 639
Al despegar el ancla En esos momentos es cuando se agradece el poder disponer de un nista, apuntando con el bichero hacia el objeto anhelado de forma pa-
del fondo, ba jar el motor. tética; si se para demasiado tarde, después de coger el fondeo, el bar-
anillo. Otra solución consiste en aparejar alrededor de la cadena una espe- co, al ser llamado bruscamente, vira en seco e inicia una febril vuelta a
cie de anillo (un trozo de cadena cerrado con un grillete, por ejemplo) y la pista, marcha atrás, en medio del clamor de la tripulación. A su alre-
afirmar al mismo un orinque. Nos ponemos a pique, con el cabo bien dedor, empiezan a salir cabezas de las cabinas y por todas partes la
tenso. para deslizar este anillo hasta el ancla. A continuación volvemos gente empieza a preparar más defensas.
a dar toda la longitud del fondeo, y salimos con el orinque en el bote De todas formas, es preferible llevar un poco más de velocidad de lo
auxiliar, colocándonos a barlovento del fondeo para intentar tirar del aconsejable, más que quedarnos cortos. Al llegar a una boya de ama-
ancla en sentido contrario. El que lo consiga ganará una medalla de rre, podemos recorrer todavía 2 ó 3 metros proa al viento. Y si se trata
chocolate o una papeleta con premio para la feria. de un muerto, podemos utilizar la arrancada que llevamos para subir
Como último recurso ya sólo queda la solución heroica: ir a ver qué rápidamente el orinque a bordo.
pasa. Con una piedra bajo el brazo (para bajar mas deprisa), un tripu- A motor, esta maniobra es una de las más sencillas, pues el barco
lante se desliza por la cadena, que está a pique, y una vez que ha llega- puede quedarse inmóvil proa al viento.
do abajo aflojamos el fondeo para facilitarle el trabaJo. Muchas veces
es conveniente fondear otro ancla durante esta operación. Pero, si es la aproximación
posible, que esté orincada. Nos aproximamos a un descuartelar, si es posible con el foque arriado,
Si efectuamos la maniobra a motor, cuidado con los orinques, pues para dejar libre la cubierta de proa. En este rumbo, incluso sin foque,
es el plato preferido de las hélices. muchos barcos siguen pudiendo maniobrar y reducir o aumentar su ve-
locidad, abatiendo poco. Si éste no es nuestro caso, mantendremos un
Maniobras sobre boya foque pequeño hasta el final. Si arrumbamos hacia la boya de amarre,
Volver a fond ear generosamente y. el abatimiento nos hará arribar a sotavento.
a continuación, colocar e l orinque de amarre y muerto Lo importante es llegar bien amurados, es decir del lado hacia donde
a barlovento con el bote auxiliar. Para que las explicaciones queden claras, vamos a distinguir entre una hay suficiente agua por si acaso fallamos nuestro objetivo.
boya de amarre y un muerto, según la manera en que el peso muerto Al llegar a una media eslora o a una eslora de la boya, orzamos. En
colocado en el fondo del agua vaya unido a la superficie. En el caso de este momento debemos llevar bastante velocidad para que el timón
una boya de amarre, la cadena sube directamente hasta el flotador responda , pero justo la suficiente para que el barco no recorra más de
donde va fijada. Cuando se trata de un muerto, toda la cadena descan- una eslora con su arrancada. Hay que largar bien las escotas para que
Subir e l a ncla sa en el fondo, y un orinque la une al flotador que está en la superficie. las velas no vuelvan a coger viento si el barco se coloca de través.
con el orinque. La boya de amarre, que debe sujetar el peso de la cadena, suele tener Naturalmente, la corriente puede hacer que la maniobra sea más
un tamaño y una inercia mayores que el flotador del muerto; y no se complicada. Hay que tener en cuenta todos los datos que ya hemos
hunde si la proa de un barco choca contra ella .. analizado en el caso del fondeo con ancla en una corriente, así como la
necesidad de ser más exactos. Aquí también, cuando la corriente se
Coger una boya de amarre o un muerto opone al viento es cuando las cosas se complican, y para colmo ade-
Este tipo de maniobra hay que hacerla en un lugar acondicionado, y
por consiguiente casi siempre lleno de barcos. Las posibilidades de vol-
ver a cogerlo en caso de fallar, suelen ser limitadas, especialmente con
un barco que no maniobre bien con poca velocidad, como suele ser el
caso de los multicascos. Sea cual sea el tipo de barco, conviene tener
preparado el fondeo.
Ya sea por medio de una boya de amarre o un muerto, para coger el
Hay que e leg ir bien la amura para
fondeo hay que realizar una maniobra muy exacta. El margen de error
a prox imarnos, es decir e n la que hay
que nos concedíamos al fondear con un ancla en este caso apenas exis-
ma s agua a sotavento, por s i fa llamos
te, debiendo calcular con exactitud la arrancada del barco para que no
A la maniobra . la solución B deja p oco
se pare ni demasiado pronto ni demasiado tarde. Si lo hace demasiado
espacio para vo lver a hacer la m an iobra
pronto, asistiremos al número de circo de la figura de proa contorsio-
ma l planteada.
644 La maniobra Las maniobras en puerto 645
lar, no hay que dar nunca marcha atrás para parar el barco, pues es la
demasiada velocidad. Esto no podríamos hacerlo co n un bichero que
manera de estropearlo todo.
se quedaría enganchado en una boya de amarre, con lo cua l
pasaríamos por e ncima .
\.
\ Cómo amarrar el barco
Coger el flotador de un muerto con un bichero es muy sencillo; lo su-
bimos a bordo y tensamos el orinque hasta llegar a la cadena, afirman-
do el extremo a la bita (hay que dar tres vueltas por lo menos sin hacer
ningún nudo); podemos asegurar las vueltas, afirmando el orinque al
palo o a una cornamusa. Hay que señalar que no hay que amarrarse
Para amarrarnos a un mu e rto
nunca al orinque, pues no está para eso.
1. Subir la cadena a bordo.
Para coger una boya de amarre preparamos una boza y la afirma-
2. Dar tres vueltas a la cadena sobre
mos a una bita a 4 Ó 5 metros del chicote. Al llegar a la boya pasamos
la bita.
el chicote por la argolla y lo llevamos a bordo para afirmarlo de nuevo
3. Enrollar el o rinque sobre una Pasar una boza doble mientras Fijar la cadena sin fiarnos
en la bita. Esta boza no debe ser demasiado gruesa, con objeto de que
cornamusa o al pie del palo. esperamos para fijar una cadena. demasiado del flotador .
I
646 La maniobra Las maniobras en puerto 647
pueda pasar bien por la argolla. Este tipo de amarre es provisional Con poco viento y en un barco ligero la boza de maniobra resulta
-suele ser suficiente para una parada muy breve. inútil; podemos hacer que el barco bornee llevando la boza de amarre
En caso de parada prolongada, debemos colocar la boza igual (nos hasta el punto elegido.
será útil a la hora de zarpar), pero hay que amarrar el barco de una for- Si hacemos la maniobra a motor, soltamos la boya, dejamos que el
ma más seria. Con buen tiempo y para un período de tiempo limitado, barco retroceda 2 ó 3 metros, y ya está ..
hay que fijar una cadena a la argolla de la boya de amarre (pasándola en
doble por la argolla formaría un ángulo muy pronunciado, lo que no es Cómo zarpar desde un muerto
conveniente para una cadena). Co n m al t iem po, o para fo ndear du- Esta maniobra es algo más complicada. Con poco viento, llevamos la
rante mucho t iempo, debemos ama rrar el barco a la parte inferior cadena hacia un costado sujetándola para que el barco bornee sobre
de la boya po r med io de un g ri llete só lido q ue esté asegu rado. De ella. Este papel lo puede desempeñar el orinque, si es resistente, lleván-
hecho, la boya en sí no es siempre igual de resistente que la cadena (sin dolo hacia el costado del barco antes de largar la cadena. Pero los orin-
embargo. algunas boyas están atravesadas por la propia cadena, y en ques no siempre están previstos para resistir una tensión tan fuerte, y si
ese caso si que podemos amarrarnos por arriba sin ningún problema). hay viento es mejor asegurar la amura de salida, pasando una boza por
Si el plano de agua está resguardado, podemos colgar la boya de la uno de los últimos eslabones de la cadena.
proa (si es una boya pequeña y un barco grande) para evitar que el bar- Al solta r el orinque, h ay que f ilarl o y n o la n zar lo aduja do al
co golpee encima de ésta, o pueda estropearla . Si por el contrario la agua, pues si la aduja se deshace mal, el flotador será arrastrado hacia
superficie del agua en el fondeadero está agitada hay que preparar el fondo debido al peso de la cadena. Esta última recomendación es
unas amarras bastante largas. muy importante si zarpamos a motor.
Nunca hay que abandonar un barco en una corriente, aunque esté Zarpar en una corriente, desde una boya de amarre o desde un
amarrado a una boya o a un muerto, sin haber bloqueado antes la ca- muerto, resulta más fácil que hacerlo desde el ancla. Halando del orin-
ña en el centro, pues la acción de la corriente sobre el timón le haría que hacia el muerto, o de las bazas pasadas por la argolla de la boya,
dar bandazos. logramos que el barco bornee de forma franca, pudiendo elegir a me-
Por último, con corriente o sin ella, no debemos amarrarnos a una bo- nudo la amura de salida.
ya o a un muerto, sin saber exactamente lo que hayal otro lado. Las apa- Sin embargo, si el viento y la corriente van en sentido contrario, no
riencias engañan (en un sentido o en otro), y es conveniente averiguarlo. siempre es posible bornear lo suficiente como para poder izar la mayor,
y en ese caso tendremos que zarpar con foque sólo.
Modo de zarpar desde una boya de amarre
o de un muerto
El problema es el mismo que al zarpar de un fondeo con ancla, es de- MANIOBRAS EN EL MUELLE
cir, se trata de hacer que el barco bornee hacia la amura correcta. Pero,
esta vez, es más fácil, pues podemos halar de un punto fijo hasta el úl- En un puerto lleno de barcos, a veces resulta prudente maniobrar a
timo momento. motor o singlando con la espadilla i aunque no debemos desaprovechar
la ocasión de hacerlo a vela siempre que sea posible! l a vela es un
Cómo zarpar desde una boya de am arre buen medio para salir de apuros, y es conveniente aprender a dominar
Hay que empezar por soltar la cadena, de este modo el barco queda las sutilezas de las maniobras difíciles. Por otra parte, estas maniobras
amarrado con la boza a la argolla de la boya. Pasamos una boza de nos sirven para adquirir un verdadero dominio de nuestro barco y des-
maniobra por esta última afirmando los chicotes en el punto deseado cubrir así sus exquisitos recursos: el modo de comportarse con una bri-
de la cubierta, para hacer que el barco bornee. Por ejemplo, si decidi- sa caprichosa, la velocidad mínima con la que puede maniobrar, su
mos salir amurados a babor en ceñida, afirmamos la boza en el costado equilibrio con arrancada, y la manera de economizar o agotar esta
de babor, a la altura de los obenques; y más hacia la popa si queremos arrancada . Realizar bien una maniobra en puerto es la expresión de
salir con un rumbo más abierto. una profunda coordinación entre el barco y su tripulación. En definiti-
Una vez hemos izado las velas, y todo está preparado, largamos la va, un auténtico placer.
Si afirmamos un cab o en el lugar
boza de amarre y el barco borneará sobre la boza de maniobra. Esto Pero, a veces se impone la prudencia. Hay que llegar con poca velo-
adecuado el barco borneará hacia la hay que hacerlo un poco antes de llegar al rumbo deseado, pues el cidad, guardando las distancias con relación a los espigones y los dife-
amura correcta.
barco sin velocidad, sigue abatiendo solo. rentes obstáculos, ya sean fijos o móviles. El azar nos acecha en cual-
j
las maniobras en puerto 649
648 La maniobra
--
cultades o ayudas inesperadas que pueden surgir; estas descripciones
mos que abarloarnos a otro barco, y así sucesivamente hasta llegar al
muelle ..
Señales de tráfico portuario El hecho de abarloarnos (a un barco o pantalán) es una solución
muy agradable; no hay que estar ajustando continuamente las amarras
(aunque en el primer caso, tenemos que ser amables y discretos).
MENSAJE PRINCIPAL SEÑALES AUXILIARES Sin embargo, el amarre perpendicular al muelle o a un pantalán si-
1. Peli gro g rave - t odos los bar-
cos d ebe n para rse o desv iarse,
~
a
•••
','
Si es n ecesa ri o p u e d e n aña dirse
seg ún las in str uccio nes q ue ha - ~ se ñ ales au x ili ares; éstas, po r lo ge-
m
ya n recib ido. C> n eral, se co loca n a la derecha de la Amarre paralelo al muelle
column a q ue ll eva el m ensaje prin - Una vez más, comprobaremos que la dirección del viento es un ele-
2 . Los b arcos n o deben pasa r c ip al y n o rmalm e nt e sól o utili za n
í mento determinante a la hora de elegir y organizar la maniobra.
j
~
m
e
O
O
• luces bl ancas o am arillas c uya co nfi -
g u rac i ó n es tá es table c ida por l a
autorid ad local p o rtuaria.
Cuando el viento sopla del muelle
En primer lugar debemos acercarnos en la forma adecuada, es decir,
c ul aci ó n só lo en un sentido. a
'g O recibiendo el viento más a proa que al través, pues si lo recibimos por
Po r ejemplo, d ic ha s señal es au x ili a-
4. Los ba rcos pu eden p asar - cir-
"3
u
a
O res pu ede n añ adirse a la rec om en-
la popa, el barco no podrá pararse.
c ul ació n en d o bl e se ntid o. ~ O Debemos acercarnos en ceñida, con el foque arriado y la mayor bas-
sr
dació n n 12 5 p ara inform ar sobre la
~
a O s itu ac i ó n de l tr á fi c o en direcc ió n
tante cazada para asegurar una buena velocidad de maniobra, o bien
if' con el motor al ralentí, y con la mayor preparada para ser izada de nue-
5. Lo s barcos sólo p ued en pasar si
han recibid o las instruccio nes per-
L O o pu est a, o bi en utili za rse para indi -
vo. En cualquier caso, debemos evitar llegar de forma perpendicular al
O ca r qu e h ay un b a rco dra g an do e l
muelle, pues es más fácil desviar la trayectoria de un barco que se acer-
tin entes que les auto ri za n a ell o . O ca nal.
ca en diagonal.
blanco O rojo . verde O Si hay suficiente espacio, todo resulta muy fácil y la maniobra termi-
na de forma paralela al muelle con la escota completamente largada o
fI ••••• \
SEÑALES y MENSAJES EXCEPCIONALES con el motor parado, sin velocidad . Si llegamos con demasiada rapidez,
el barco todavía tendrá capacidad de maniobra, y podremos volver a
O.
Los barcos no d eb en p asar. Sin embargo los buqu es que nave guen
fu era d el can al prin cipal no ti enen que resp etar el m en sa je p rincipal.
n~'"
a
00
~
E
:g
•• sa lir y empezar la maniobra de nuevo, esta vez calculando mejor la ve-
locidad necesaria; si nos quedamos cortos, hay que dejar que el barco
abata y volver a empezar, o bien dar tres golpes singlando con la espa-
Lo s barcos só lo pu ed en pa sar si han recibido la s in stru cc ion es perti - ~ a
00 dilla o un poco de motor.
nentes que les autori zan a ello. if':g
~ in embargo, los b arc o s que navegu en fu era del ca nal princip al no ¡j O Con algo de práctica, también podemos llegar a palo seco, arriando Es preferible a nlarrar en diagonal;
seguida las amarras. empezando por la de proa. Pues, si sujetamos el Cuando el viento nos empuja hacia el muelle
barco primero por la popa, éste puede bornear con el viento de popa y Esta vez, la maniobra es delicada, siendo preferible elegir otro lugar pa-
volver a salir si tadavia tiene izada la vela. Si llegamos con demasiada ra atracar, si es posible.
velocidad, la amarra de proa nos puede servir de freno, largándola en- Si no hubiera otra opción, debemos colocarnos a barlovento del
seguida para evitar el contacto con el muelle. Después, bajamos la vela punto elegido, bajar la mayor (pues cuando estemos pegados al muelle
en cuanto podamos. ya no podremos largarla), y después aproximarnos sólo con el foque, a
La falta de espacio nos obliga muchas veces a atracar en diagonal, o in- motor o incluso a palo seco, dejando abatir el barco.
cluso, cuando tenemos que colocarnos entre dos barcos, a elegir uno de Este procedimiento excluye toda posibilidad de volver a empezar la
los dos como puesto de amarre provisional. A continuación halamos tran- El método e legante: bajamos el foq ue
maniobra, y es imposible salir otra vez del muelle a vela. Por esta razón
quilamente hasta el muelle. A motor, como veremos más adelante, la do- con e l viento de t ravés y despu és la
conviene fondear un ancla al acercarnos (mejor con guindaleza que
sificación es más fácil y enseguida lo logramos, incluso contra el viento. mayor en ceñida; e l viento colocara
con cadena). Una vez fondeado el barco, efectuamos el recorrido con
el foque filando la guindaleza por la proa del barco. También podemos el ba rco en e l muelle.
Cuando el viento sopla de forma paralela al muelle dejar retroceder el barco hacia el ancla, siempre que hayamos fondea-
Nos acerca mos al mue lle igual que pa ra Hay que llegar de cara al viento, y hacer la aproximación en diagonal, do a barlovento del punto previsto para atracar. En este caso, debemos
coger una boya de ama rre. en ceñida con mayor sólo. En el último momento, orzamos con el fin tener cuidado con todo lo que sobresale de la popa del barco: timón,
de acercarnos al muelle proa al viento. La mayor al flamear hace que el botavara, balcón, mástil de la bandera, corredera ..
barco se pare con más facilidad. En cuanto hayamos lanzado las ama- Esta manera de fondear un ancla al acercarnos al muelle puede re-
rras a tierra, ya podemos bajar la mayor. Si la maniobra de aproxima- presentar igualmente una buena medida de precaución cuando el vien -
ción es demasiado rápida, prolongaremos el movimiento del barco has- to no llega directamente al muelle, que será lo que puede ocurrir al dia
ta virar por avante, para poder iniciar de nuevo la maniobra, pero esta siguiente, por ejemplo, en el momento de zarpar ..
vez controlando la velocidad en ceñida, largando la mayor.
Si hay corriente
La corriente sólo puede ir paralela al muelle. Si la corriente y el viento
llevan la misma dirección, podemos atracar proa a la corriente y al vien-
to. Si van en direcciones opuestas, hay que elegir.
• Por lo general hay que atracar de proa a la corriente, con viento
de popa, con foque sólo o a motor. A veces podemos vernos obligados
a llevar un génova para que el barco pueda mantener velocidad pues
aunque el génova no sea suficiente para avanzar, por lo menos servirá
para que el barco pueda abatir lentamente hacia el muelle, si es nece-
sario singlando al mismo tiempo .
• A veces el viento es demasiado fuerte como para detener el barco
a pesar de la corriente. En ese caso podemos atracar proa al viento, pe-
ro, una vez parados, la corriente actuará sobre el timón haciendo retro-
ceder al barco. Por lo tanto, incluso en este caso particular, es preferi-
ble atracar de proa a la corriente.
Debemos evitar atracar a vela a una estacada (o a un pontón) hacia
la cual se dirija la corriente. Este caso, se da muy pocas veces (Bénodet
De modo general, podemos pa rar un y Tréguier) y únicamente debemos intentarlo a motor, siempre que éste
barco a lo la rgo de un muelle disponga de una buena marcha atrás.
afirmando prime ro a la a m arra de
proa . Si el viento sopla del mue lle,
A motor, basta con meter la marcha esto resulta indispensable, pues en
Atraque a motor sólo
Para atracar en paralelo al muelle a motor, tenemos que acercarnos en
y enseguida podremos amarrar e l otro caso las velas podría n volver a
diagonal con el motor al ralentí, y ajustar la velocidad para conseguir
ba rco. coger vie nto.
1
Las mani o bras en puerto 653
652 la maniobra
Amarrar el barco
A lo largo de un muelle sin marea, apenas supone dificultad amarrar
un barco. Sobre todo es necesario que las amarras estén bien cazadas,
para que el barco no pueda moverse. Otro método elegante:
Normalmente se utilizan largos, amarras que salen de la proa y de la orzar enfrente del hueco y ll egar hasta el muelle sin arrancada.
popa del barco para afirmarse en el muelle lo más lejos posible hacia El método prudente consiste en afirmar un cabo a la boya de amarre
adelante y hacia atrás.
al pasar junto a ésta .
Si no se dispone de suficiente espacio, los largos se sustituyen por es-
prines: es decir, la amarra de popa se lleva hasta el muelle por la proa del
barco, y la amarra de proa se lleva por la popa, cruzándose las dos. Tam- Aproximación
Con amarras a media altura: éstas no bién se colocan traveses para sujetar el barco de forma paralela al muelle. Sea cual sea la dirección del viento, terminaremos la aproximación con
tienen ningün juego en pleamar. V en Los largos y los espri nes deben cazarse con gü inche, en caso de un recorrido de dos o tres esloras de forma perpendicular al muelle. La
bajamar. Pero es necesario amarrar el que haya resaca, y los traveses se cazan norma lmente, sin dejar- maniobra debe ser una sucesión armoniosa en tres tiempos.
barco con ases de guías con una gaza los demasiado tensos.
1. Fondear con cadena (a causa de las hélices) o afirmar un cabo a la
muy larga si queremos poder zarpar en
boya prevista para este fin;
pleamar. .. A lo largo de un muelle con marea, es imposible inmovilizar el barco; 2. Filar la cadena o el cabo;
pero, debemos limitar su movimiento lateral. A veces se puede lograr 3. Afirma r una amarra al muelle.
afirmando las amarras lo más lejos posible hacia adelante y hacia atrás, La dificultad consiste en que cualquier disminución excesiva de velo-
y no al muelle, sino a los barrotes de una escalera que estén a la altura cidad origina una trayectoria irregular. Si el fondeo no fila , si hemos
de la mitad de la marea. Pues si afirmamos las amarras al muelle, ten- tardado mucho en hacer el nudo en la boya, el barco abatirá a babor o
dríamos que ajustar su tensión en función de la bajamar, siendo muy a estribor, excepto si está en popa redonda, saliéndose del "hueco" y
grande el juego que éstas tendrían con marea alta. Si las afirmamos a
la altura de la mitad de la marea, el juego es limitado en la mitad de és-
ta, y nulo en bajamar y pleamar.
fallando la maniobra. Asimismo, debemos ser exactos y llegar hasta el Modo de efectuar el amarre
muelle para afirmar una amarra, sin irnos más lejos. Debemos amarrar el barco muy tenso, para no caer sobre el barco
Una vez afirmada la amarra al muelle, podremos salir del hueco sin vecino y sobre todo para no desplazarnos en sentido longitudinal.
soltar las amarras y darnos la vuelta para colocarnos de popa al muelle. Esto es muy importante en los puertos donde hay resaca. Un barco
Pero, al contrario de lo que se suele hacer, es preferible colocar el barco que viene y va con la resaca se fatiga mucho, dando tirones entre un
de proa al muelle. En primer lugar porque la maniobra resulta más fácil fondeo elástico y un amarre en el muelle que no es tal; al acercarse
(razón más que suficiente ... ), la hélice y el timón no golpean contra las al muelle, el fondeo le llama, desplazándose hacia adelante y toman-
rocas que a veces bordean la base de 105 muelles y espigones; y al sal- do velocidad, y después se para en seco, pues las amarras de popa lo
tar por el balcón, llegamos al muelle fácilmente, disfrutando de mayor retienen . Si el movimiento va aumentando, la cosa no acaba sin ro-
intimidad (la bañera y la escala de bajada quedan ocultas a las miradas turas.
indiscretas). Las amarras pueden estar tensas, incluso en un puerto con marea
(siempre que el barco se encuentre bastante lejos del muelle), pues la
distancia entre éste y el ancla es más o menos la misma, sea cual sea la
altura del agua.
La guía de los puertos del Mediterráneo Una última precaución en caso de amarrarnos al muelle (tanto de
forma paralela como perpendicular) es sondar, para calcular la altura
a guía es un sistema especial que se uti- del agua que hay en bajamar, con el fin de tomar a tiempo las precau-
L liza en los puertos d e l Mediterráneo.
Consiste en una cadena co locada sobre el
ciones necesarias para varar, si se da el caso.
Amarrar el barco
Los barcos se suelen abarloar a estos pequeños pantalanes, para evitar
No hay que dar al barco la posibilidad de iniciar un movimi ento entre un fondeo
las idas y venidas del barco entre el fondeo y el amarre. Hay que tener
e lástico y un amarre al muelle que no es tal. Las amarras afirmadas al muelle son las
cuidado, pues la diferencia de "flotabilidad" entre el pantalán y el bar-
que deben absorber la holgura. Hay que colocar dos amarras en V, ba stante sepa radas
co hace que, al pasar de uno a otro ilas defensas raras veces se man-
entre sí y con amortiguadores en tens ión . De este modo se les proporciona una
e lasticidad equivalente pero opuesta a la del fondeo . El conjunto está siempre tenso. tengan en su sitio!
Variaci ón sobre un tema
En principio, las amarras se ponen cazadas a tope, es decir, muy
Para que las amarras de popa no sean demasiado cortas, las afirmamos e n e l centro ya conocido: los esprines deben estar
del barco; no hay que amarrar el barco demasiado cerca del muelle, pues podremos
azocadas (con el güinche). Es necesario que lleven:
cazados a tope .
,~ ~ • un esprin desde la proa del barco hasta el final del pantalán;
, , , desembarcar con fa cilidad instalando una pasarela de 2 a 3 metros.
las maniobras en puerto 659
658 la maniobra
El atraque
Atracar un barco no es otra cosa que acercarlo a un muelle, excepto en
el caso en que el muelle en cuestión sea muy corto y frágil y, además,
se trate de una propiedad privada, por lo que debemos hacer la manio-
bra con tacto.
Por ejemplo, queremos abarloarnos al barco de un amigo en un fon- aproximació n con el motor al ralenti. el barco termina la evolución hemos afirm ado en la proa. pasando
deadero exterior, para disfrutar del placer de comer juntos. y la marcha metida. l as defensas con su arrancada . Si es necesario, por la parte exterior. Es la unica
están colocadas y ajustadas más podemos dar motor avante maniobra que debemos prepara r
tste es un caso ya represen tado en 105 dibujos, con un viento que o menos a la a ltura adecuada. despacio. con t iempo.
~.~
1. Nos amarramos provisionalmente
a la popa.
2. Afirmamos un esprin y un través
a s u proa .
<>0% 3. Hal amos del esprin; s i dejamos el
00
través algo fl ojo, evitaremos que los
Pasamos por detrás del ""o barcos se t oquen .
barco p ara amarrarnos por ~Oo8 4. Pasa mos el esprin y el través 4. Si el barco lleva demasiada 5.... y afirma ráp idamente el esp rin 6. Ahora ya pOdemos ajust ar
el costado que no vemos. De hacia la pop a. arrancada, podemos reducirla dando en la argolla. El tripulante de las demás amarras y las
ese modo s i fallamo s la motor atrás con pequen os proa, que se encuentre mejor defensas. Empezaremos
maniobra, podremos Hay que tener cu idado y no colocar ace lerones. Con el esprin en la mano, colocado, frena e l barco por los esprines que amarram os
separarnos s in cambiar de los palos uno junto a otro, para el tripulante salta a l panta lán ... con el esprín . bien tensos.
am ura. evitar las ensa ladas de jarcia.
660 la maniobra Las manIobras en puerto 661
9
D
664 La maniobra Las maniobras en puerto 665
con el deseo de participar o simplemen te de saludarse, se amontonen ble y podemos izar la mayor y el foque. El barco está sujeto al muelle
en el mismo costado de los respectivos barcos; pues en ese caso, corre- por un largo de proa doble. Es la misma maniobra que se hace para
remos el riesgo de asistir a un abrazo general de palos, y candeleros. za rpar desde una boya de amarre; eventualmente podemos aparejar un La defensa
Del mismo modo, es conveniente ajustar las amarras de manera que esprín en la popa para hacer bornear al barco. volante
105 dos ba rcos no qued en situados a la misma altu ra, pues en ese caso • Sector azul oscuro. El viento sopla ligeramente hacia el muelle,
urante l as maniobras
los palos se volverán a toca r cada vez que un tripu lante pase de la cu-
bierta de uno a la del otro.
pero todavía podemos izar la mayor sin que ésta porte hacia el muro.
El barco está sujeto por un largo en la proa y un esprin doble en la
D de puerto es conve-
niente nombrar a un tripu -
popa. Colocamos defensas en el coronamiento (es decir, en la parte lante cuya única tarea con -
Aba rloamiento a un barco en el muelle superior del espejo de popa y en sus correspondientes ángulos), pues sistirá en evitar las mete-
El principio es exactamente el mismo que el de un atraque en forma puede tocar el muelle mientras el barco bornea. duras de pata y los golpes,
paralela al muelle, y va mos a contempla r los mismos casos de 105 dibu- Soltamos el largo y separamos la proa del barco con el bichero para y estar siempre preparado
jos de las páginas 659 y 660, según sea la dirección del viento. Si éste que cruce el eje del viento. El barco bornea sobr e el esprín, y una para poner una defensa en
sopla paralelo al muelle, llegaremos por detrás del barco, siendo lo más vez en ceñida podemos caza r las velas y quitarlo. el lugar oportuno, donde el
prudente, también en este caso, amarrarnos provisionalmente a su po- • Sect or gris. El viento porta claramente hacia el muelle; ya no po- barco pueda tocar y estro-
pa para arriar las velas y ordenarlo todo antes de abarloarnos. pear el ca sco. Para ello, de-
demos izar la mayor, aunque sí es posible zarpar sólo con foque .
be coger la d e fensa má s
Para abarloarnos, hacemos lo mismo, es decir, pasamos dos espri - Hay que soltar el largo, amollar la proa del barco hasta que cruce el
gruesa y colocarse en los
nes, cazándolos bien, y dos t raveses más flojos; en este caso también, eje del viento y, después, izar el foque y cazarlo a la contra. El barco lugares estrat é gico s, sin
debemos tener cuidado con los palos. arriba, apoyándose sobre el muelle con el coronamiento . Al llegar al molestar a los demás tri -
viento de través, cazamos el foque y quitamos el esprín; el barco empe- pul antes, li sto para interve-
zará a retroceder, por lo que debe haber suficiente agua a sotaven to. nir.
Zarpar de un muelle • Sector negro. El viento pega el barco contra el muelle, por lo que
Una vez más, hay que t ener en cuenta el viento para organizar la ma- es imposible salir a vela.
niobra, ya sea a vela o a motor.
Si hemos tenido la precaución de fondear un ancla al acercarnos al
A vela muelle, podemos halar hacia ella para zarpar con viento de proa. Si no lo
Zarpar de un muelle a vela cuando el viento presenta una tendencia a hemos hecho, todavía estamos a tiempo, utilizando para ello el bote auxi-
separar el barco, es muy sencillo. Sin embargo, para izar la mayor es liar. Y después, todavía podemos avanzar singlando, halando de la guin-
necesario coloca rnos de proa al viento. Si el viento sopla más a popa daleza o incluso a motor (¿por qué no?), hasta llegar a un punto desde
que al través, algunas veces se puede za rpar con foque sólo; pero si te- donde podamos zarpa r tranquilamente, bien desde el ancla o abatiendo.
nemos que izar la mayor, hay que dar media vuelta antes para sit uar el
barco en una de las posiciones indicadas en el dibujo de abajo. A motor
• Sector azul claro. El viento sopla del muelle: la situación es favora- Reg la general: no hay que sali r nunca de un m u elle con marcha
avante. Si hemos atracado a lo largo de un muelle y queremos salir ha-
La varada
No todos los barcos t ienen las mismas facilidades para varar, por lo que
podemos clasi ficarlos en tres categorías: Varada e n e l mu e lle
1. Los que están diseñados sin tener en cuenta una eventual posibili- Cu idad o: los ba rcos qu e tie ne n un
dad de varada. Norma lmente tienen mucho calado y un apéndice muy ale rón est recho y profun do puede n
estrecho; inclina r e l morro o bie n la popa. Hay
2. Los que están diseñados para poder varar habitualmen te, sin nin- que s ujet a rlos bie n e n sentido vertica l
guna dificultad. Son los que tienen dos quillas y también la mayoría de por la proa y, a veces t a mbié n por la
5. En cua nto la popa se haya separa do lo s uficie nte. e l 6. El ba rco se separa . El t ripul ante larg a un o d e los los derivadores integrales. popa. Est as a m a rraduras ti e ne n que
pat rón da ma rcha atrás y e ndereza la ca ña . extre m os d e la amarra. 3. Aquellos para los que la varada constituye un hecho ocasiona l. És- pasar por de bajo del casco, pues en
tos son la mayoría de los barcos actuales, es decir los de una sola quilla. caso contrario podría ceder la c ubierta.
668 La maniobra Las maniobras en puerto 669
No tiene sentido comentar la primera categoría, pues estos solo se Al varar el barco las defensas se aplastan y la escora aumenta un po-
pueden varar colocándolos en cunas despuéS de ser Izados con grúa co; por lo general, esta escora no debe ser muy grande, para que los
En la segunda, los barcos con doble quilla son los reyes de la vara- obenques no lleguen a rozar contra el muelle (SI a pesar de todo, esto
da; se adaptan a todos los suelos francos, siempre que no haya olas o se produce hay que amollarlos ensegUida)
resaca. Los denvadores Integrales y los mutlCascos, sea cual sea el núme- Con el fin de mejorar el apoyo, hay que amarrar el barco por el cos-
ro de cascos que tengan, únICamente se adaptan a suelos homogeneos, tado opuesto al muelle, utilizando para ello largos y traveses; afirmar
llanos y Sin objetos agresIvos (peCIOS, restos de naufragios, anclas en ser- una amarra al palo no constituye una garantla sena.
vicio o no, etc), aunque tienen un apéndice: el timón, sobre el cual no El conjunto de estas amarras debe cazarse a tope, antes de que la
deben apoyarse. En esta (ategada, no eXisten problemas de estabilidad quilla toque el fondo; para ello es indispensable que el barco esté bien
En lo que respecta a la tercera, es preferible analizar el asunto con apoyado en el muelle en el momento en que se asienta. 51 no es así el
más detalle casco escorara excesivamente
Cuando la qUilla es muy corta, puede que sea necesaflo colgar la
Varada en un muelle proa y el espejo para eVitar que el barco clave el morro o bien caiga so-
Con el barco amarrado de forma paralela a un muelle, varamos el bar- bre el timón.
co apoyandolo sobre este Esta manera de varar es muy agradable, pues podemos llegar a tie-
Pero antes debemos sondar para asegurarnos de que la quilla podra rra Sin tener que luchar para sacar las botas del fango del puerto, y nos
Varada a 10 largo del muelle apoyarse de manera franca, proporCIonándole despues una ligera esco- olVidamos del problema de las escoras
en e l puerto de Croisic. ra haCia el muelle, como máXimo de 2° ó 3°. En todos los demás casos, es necesano varar sobre escoras, o bien
varar a un costado
Al llegar con velocidad y Antes de calzarlo, debemos asegurarnos de la calidad del suelo, son- Hay que varar con buena velocidad, a unos 2 nudos, y con bastante
escora, e l barco sufre dando alrededor del barco, con el bichero o el remo. Un fondo de rocas escora, para poder inmovilizar el barco enseguida. Si no hemos podido
menos y la maniobra raras veces es plano, y un fondo de fango casi nunca es homogéneo, (o no nos hemos atrevido) a llegar con la suficiente velocidad, conviene
resu lta más fáci l de pues el fango puede esconder una piedra y ésta puede hacer demasiada llevar un ancla a tierra para sujetar la proa del barco.
realizar. fuerza sobre una parte determinada de la quilla o una de las escoras. Después (y sólo después), pondremos las escoras. No hay que hacer-
Únicamente se puede vara r b ien sobre escoras en fo ndos de lo antes, pues estos accesorios son peligrosos mientras el barco todavía
arena o de cantos rodados. está flotando. Hay que saber que un barco que se mueve encima de
Si el suelo forma una pendiente (es el caso de las playas), el barco las escoras envejece diez años en diez m inutos. Para colocar las es-
debe vararse en el sentido de ésta, con la proa hacia la parte alta. Si lo coras, podemos esperar a que la mar haya bajado unos 20 centímetros
colocamos de través a la pendiente, escoraría y si colocamos la proa ha- (la espera puede ser de algunos minutos en mareas vivas en determina-
cia abajo, clavaría el morro de modo peligroso. dos puertos del Canal de la Mancha, o bien hasta de media hora en
mareas muertas en las islas de Glénan ... ).
Varar a un costado • Para poner el barco a flote. Del mismo modo, debemos quitar
Si varamos el barco a un costado, la vida a bordo corre el peligro de las escoras lo antes posible cuando la mar vuelve a subir, ¡sin esperar a
desorganizarse por completo, pues tanto 105 objetos como las personas que el barco se mueva! Concretamente, si hay resaca no hay que du-
seguirían la pendiente. Aparte de esto, varar a un costado es con d i- dar en quitarlas en cuanto todo el alerón esté sumergido.
ferencia la posición de varada más natural y segura para un barco Un bachill er (con buenas notas e n
(siempre que no olvidemos que la jarcia necesita espacio libre). siendo Carenado en el muelle o de costado gimnasia) s ube al anclaje de los
la única opción disponible cuando el fondo es de fango. En la práctica Estos dos sistemas tienen el mismo inconveniente, y es que no siempre obenquillos para afirmar una amarra
se suele fondear por proa y por popa para que el barco permanezca se puede carenar completamente el barco durante la misma marea. Si
completamente perpendicular al sentido de la pendiente, esperando el barco se ha varado junto al muelle, a veces nos resulta difícil llegar
que baje la marea. A veces conviene buscar antes el lugar para varar, hasta el costado que está apoyado contra el mismo, a menos que haya-
con marea baja, con el f in de asegurarnos de que el suelo es bastante mos podido intercalar entre el muelle y el barco un tablón o una defen-
blando para el casco; hay que tener cuidado con las piedras, cadenas sa grande que no se aplaste. Si no hemos podido hacerlo, para finalizar
viejas y demás pecios que pueda haber. el trabajo debemos escorar el barco cuando está otra vez a flote y tra-
bajar desde el bote auxiliar, o bien varar otra vez hacia el otro lado.
Varada para carenar Varar de costado sobre la arena es la mejor solución para los barcos
Carenado sobre puntales de escora grandes con poco calado, pues de este modo se pueden carenar mejor
Podemos aprovechar la marea baja en el puerto para carenar, pero mu- que estando varados sobre escoras. Pero, excepto en el caso de barcos
chas veces es más agradable varar en una playa para realizar esta ope- pequeños, o bien cuando disponemos de muchos brazos para ayudar,
ración. Por lo general, las playas están más limpias, y además, debido a normalmente hacen falta dos mareas para terminar el trabajo.
su pendiente, podemos calcular con exactitud la hora a la que debe-
mos ir a varar para permanecer el menor tiempo posible, es decir, basta Carenado tumbando el barco
con llegar en el momento en que la mar todavía tiene que bajar una También podemos carenar el barco sin vararlo, recurriendo a un proce-
vez y media la altura del calado del barco (o un poco antes, si lo que dimiento muy sencillo: el carenado tumbando el barco. Este sistema es-
Hay agua sufici ente para quitar queremos es tardar máS). tá indicado en los mares que no tienen marea, pues es el único medio
una escora. Antes de ir a varar a una playa, debemos asegurarnos de que el suelo de evitar los gastos de slip (aparato para sirgar los barcos y ponerlos en
El que no sepa trepar (por eso le han
es regular, que no hay piedras (comprobarlo si es posible en la marea an- seco en una superficie inclinada). Sin embargo, la maniobra debe
s uspendido) escorará un poco e l barco.
terior, o si no, sondar con cuidado el suelo con un bichero o un remo),
para que el que está en e l bote pueda
que no hay resaca y que las condiciones meteorológicas son buenas.
acercar el bachiller hasta él . Hay que
• Para varar. Llegaremos a la playa a la hora prevista, fondeando
señalar que la s amarras deben estar
por popa lo más lejos posible de la orilla, con el fin de poder halar el
floja s, que el bote no t iene que estar
barco después sobre este fondeo sin que el ancla garree. Para ello, utili-
amarrado y que e l bach iller debe
zaremos una guindaleza como cabo de fondeo, pues es más ligera,
colocarse siempre en e l anclaje de los
Tumbamos e l barco. V no pasa nada. más fácil de filar y más larga que la cadena. Hay que sujeta r el barco siempre por el anclaje de los obenquillos. obenquil los.
672 La maniobra Las maniobras en puerto 673
rea liza rse de fo rma rigu rosa si no queremos dejarnos el palo, yal De hecho, basta con seguir las indicaciones del encargado de la grúa
mismo tiempo todo el dinero que nos pensábamos ahorrar.. (la maniobra se efectúa siempre bajo su responsabilidad) y cumplir las
La operación consiste en escorar el barco hasta colocar la quilla hori· siguientes recomendaciones:
lanta!. Esto podemos hacerlo desde el bote auxiliar, sirgando de una • Para sacar el barco con grúa ¡hay que prepararlo antes! Es nece-
am arra que debemos af irmar a la altura del anclaje de los aben- sario que todo esté bien ordenado, y la cubierta despejada.
qu illos, n unca en otro lugar. Si es necesario, podemos utilizar la driza • Colocar una amarra en la proa y otra en la popa, listas para ser
del foque, siempre que pase por una polea (y no por la caja de una rol - utilizadas en cuanto el barco entre en las cinchas.
dana) y que haya un obenquillo a esta altura para soportar el esfuerzo. • Sobre todo, no hay que poner defensas, pues no sirven para nada
El barco escorará con mas facilidad si un tripulante se coloca al mismo y estorban el paso de las barras de ca rg a y de las cinchas.
tiempo en este lugar. y solamente ahí, pues lo volvemos a repetir: es Es muy importante señalar bien el lugar por donde deben pasar es-
fundamenta l que el esfuerzo se produzca ún icamente en los an- tas cinchas, para que el barco esté equilibrado, sin rozar con el eje de la
clajes; pues en otro caso, existen grandes posibilidades de romper el hélice o los captadores de la electrónica. Lo ideal es hacer unas peque-
palo. ñas señales en la regala, con pintura o con cinta autoadhesiva.
Una vez el barco está escorado en horizontal, podemos colocar la
quilla sobre un pantalán, lo cual nos permitirá trabajar con comodidad. Enca llar
Si no es así, tendríamos que seguir sujetándolo durante toda la opera- Con marea alta y buen tiempo, si el barco encalla no es más que un in-
ción por lo que necesitaríamos otro bote auxiliar y otro tripulante más cidente, si no ha sufrido al tocar el fondo. Sólo tenemos que armarnos
para carenar. Cuando se tumba un barco de 6,5 metros para carenar, de paciencia y esperar que la marea deje libre el barco.
hacen falta tres personas para escorarlo, dos para sujetarlo y una terce- Por el contrario, con marea baja o mal tiempo, hay que actuar de-
ra para carenar. prisa.
También podemos practicar este sistema de carenado en la orilla de A veces, para que el barco quede libre basta con dar un poco de
la playa, siempre que el casco no llegue a tocar el fondo. motor atrás y empujar sobre el fondo con un bichero o un remo y, si es
Una vez hayamos limpiado un costado, uno de los tripulantes tiene necesario, pedir voluntarios para tirarse al agua y empujar el barco (con
que subir otra vez al anclaje, dejando que el barco vuelva despacio a su el fin de aligerarlo al mismo tiempo). Pero si los primeros esfuerzos no
posición normal, y empezar de nuevo la misma operación por el otro dan resultado, hay que armar enseguida el bote auxiliar para llevar el
costado. Una vez finalizado el trabajo, el barco se adrizará solo al soltar fondeo ligero lo más lejos posible y después halar el barco sobre éste
todo al mismo tiempo: el adrizamiento es mucho menos espectacular (no hay que utilizar nunca la cadena, pues es demasiado corta y pe-
de lo que pensábamos, ¡incluso un poco decepcionante! sada).
Medios no fa ltan. Resulta absolutamente inútil esperar milagros del motor, pues una Esto no es justo. Por otra parte, muchas veces resulta difícil de manio- tem poral
-----~
pero e l éxito no esta vez pasados los primeros momentos suele dar poco resultado, debien* brar y el tripulante que boga o que singla no siempre está cómodo y no
do tener cuidado también con los cabos que estén arrastrando. puede desarrollar toda su fuerza en un esquife tan ligero. El mayor peli-
gro al que se enfrenta es el de encontrarse rápidamente empujado por
Graduar la escora
~
el viento o por la corriente.
Si la tripulación escora el barco antes de estar preparados para salir de A un buen marino se le reconoce por la manera en que utiliza su
este mal trance, el barco corre el peligro de encallar más arriba. Por el bote auxiliar. Cuando el viento y la corriente son fuertes, no duda en
contrario, en cuanto estemos preparados para llevar a cabo una manio- llevarlo hasta un lugar desde donde dejarlo derivar hacia el punto de ~
bra eficaz, debemos escorarlo al máximo (por lo menos de 30° a 45°). destino. Cuando va a abarloarse a un barco, se acerca de forma para-
Para ello, sólo existe un medio, que suba un bachiller al palo. Poner lela a éste, proa al viento. En caso necesario se puede atracar en senti-
puntales en estas condiciones es la manera más segura de echar a per- do contrario (atraque a la inglesa para los franceses, y a la francesa
der el barco, pues éstos sólo sirven para sujetar el barco en sentido ver- para los ingleses). Pero lo más importante es evitar atracar a la cosaca,
tical y no para sujetarlo cuando está escorado. En medio de todo ellio es decir, de modo perpendicular al barco, pues en ese caso sería un
¿cómo podremos saber si el barco va a vararse verticalm ente? Si este abord aje.
escora, y el puntal se rompe o se sale, los daños serian enormes. De lo Siempre que guarde las debidas proporciones el bote auxiliar debe
cual se deduce la siguiente regla : varar de costado siem pre es la so- ofrecer las mismas garantías que un verdadero barco. Debe ser insu-
lución menos pe ligrosa . mergible, y poseer un fondeo adecuado, es decir un ancla de 3 a 4 kg,
Por el contrario, con fondos de arena o de fango no hay ningún ries- Y un orinque ligero de unos cincuenta metros. Cuando lo utilizamos Va le más cans arse e n tie rra
go. Si es un fondo de roca, es preferible asentar el barco a dejarlo caer con el remo, hay que llevar a bordo otro remo más. q ue e n la mar.
encima de este; podemos proteger el costado intercalando defensas, Tambien es conveniente llevar dos pagayas; y, por último, llevar
adujas de cabo o incluso colchones. puestos los chalecos salvavidas. Hay botes auxiliares rígidos (la mayoría
Despues, no nos queda mas que esperar. Si tenemos demasiada pri- son de plástico) y otros hincha bies. Nosotros utilizamos estos últimos, El tem pora l de la noche a nte rior ha
sa, evitaremos varar en pleamar, con mareas vivas de equinoccio ... o que ofrecen serias garantías en cuanto a seguridad y que además ocu- o bli gado a la tripulación de este gran
bien en el Mediterráneo. pan poco espacio. vele ro a poner las a m a rras dobles.
En Glénans, a menudo hemos salvado barcos varados en fondos de
roca haciendo subir a bordo el máximo número de alumnos (10, 15 Ó
20 personas) durante el periodo crítico en que el barco golpea contra la
arena. Al estar tan cargado, las olas ya no levantan el casco y se estro-
pea mucho menos. Quizás sea este un buen metodo para dar trabajo a
los mirones que contemplan el espectáculo.
El bote auxiliar
No podríamos finalizar este capítulo sin proporcionar algunos detalles
sobre este verdadero satélite del barco que es el bote auxiliar. Esta em-
barcación que sirve para todo, y que tiene fama de inestable, debe po-
seer todas las cualidades, y además pasar inadvertida cuando no la ne-
cesitamos.
Hemos mencionado esta embarcación a lo largo del presente capítu -
lo, al efectuar maniobras en las que desempeñaba un papel concreto.
Volveremos a hablar de ella a la hora de tratar sobre el remolque. Aquí,
sólo vamos a analizar los momentos en que disfruta de autonomía pro-
pia, es decir, cuando sirve de enlace entre la cubierta del barco y tierra.
l a m a ni obra m as efica z cons iste e n Por lo general este tipo de navegación no está exenta de riesgos. Por
infl a r e l bot e salvavidas pa ra ll eva r e l una parte, el bote auxiliar está casi siempre sobrecargado tanto de per-
fondeo li ger o l o m ás lejos posible. sonas como de material, con el fin cicatero de limitar las idas y venidas.
676 la maniobra
En tierra, el bote auxiliar debe estar amarrado del tal manera que no
pueda rozar contra el muelle. Por esta razón hay que amarrarlo en dia-
gonal, o mejor aun, subi rlo al varadero .
En el fondeadero, lo amarraremos a la popa del barco, de este modo
no molesta a los demás usuarios del puerto (e n caso contra rio. debe-
mos subirlo a bordo y colocarlo en la cubierta de proa).
Maniobra de
Ambiente en el puerto
En la costa hay vientos irregulares. corrientes traicioneras, bajíos, ma-
hombre al agua
reas bajas, fondos de fango blando y barcos por todas partes. Por todo
ello, las maniobras que tenemos que realizar para acercarnos están to-
das marcadas por la incertidumbre. Es muy importante contemplarlas
sin un excesivo dogmatismo. y estar prepa rados para adaptarnos cons- Con . este capítulo, un poco especial, se termina la descripción de las
Con e l re mo. pagaya o, s ingla ndo. manIobras a vela. En realidad, las maniobras necesarias para rescatar a
tantemente a cualquier imprevisto. Esto exige un espíritu alerta, así co-
la propulsió n d e un bote sa lvavidas un hombre del agua constituyen una parte de un problema mucho más
mo un barco que maniobre bien. Sin embargo, esto no quiere decir
requie re un gra n esfu e rzo o •• y cierta amplio, y que parece conveniente t ratar de una sola vez: los medios pa-
que todo sean trampas; también podemos utilizar las debilidades del
coordin ación . ra evitar los accidentes, las maniobras de rescate y los cuidados even-
vien to, y alguna que otra corriente quizás pueda sernas favorable. La
presencia de otros barcos no tiene por qué ser una fu ente de complica- tuales que hay que proporcionar al náufrago. Si hemos decidido colo-
ciones, como hemos podido creer. Precisamente, conviene señalar, pa- car en esta parte del libro este conjunto de temas, es porque nos pare-
ra terminar, la importancia que puede tener en el desarrollo de las ma- ce deseable completar y presentar bajo un aspecto diferente las explica -
niobras un factor especial, imprevisto y por esta misma razón especial- Ciones antenores. En él se expone la dificultad que puede existir al pa-
mente eficaz. sa r de la teoría a la práctica; y sobre todo, pone de manifiesto la necesi-
d~d de un cierto rigor, y de un entrenamiento intensivo para lograr do-
Este factor, es la fraternidad de los puertos. Sin duda, resulta algo
arriesgado contar demasiado con ella, pero no será oportuno despre- minar completamente nuestro barco. Saber llevar un barco está bien;
ciarla. En los muelles vive gente contemplativa, siempre dispuesta a pero ser capaz de "hacer todo lo que queremos" con él, es decir, pa-
echar una mano para afirmar o largar una amarra. En el agua, también rarlo en seco y mantenerlo en un lugar determinado con las velas iza-
nos podemos encontrar gente feliz . Un puerto es ese lugar privi legiado, das mientras nos ocupamos de otra cosa, es igual de importante. Con
apartado - lejos de alta mar, y también de la ciudad-, en donde reina el transcurrir del tiempo, esto nos permite sentirnos completamente a
un ambiente relajado, y donde la acritud mancha incluso más que el al- gusto, y un día puede que nos sirva para salvar una vida .
quitrán, surgiendo muchas veces una especie de complicidad entre sus
habitantes. Todo empieza por una amarra que lanzamos hacia un bar-
co desconocido, en el que la afirman de buena gana para ayudarnos en
EL RIESGO
la maniobra. A esto se le llama crear lazos. Y también es una buena
forma de amarrarse .. De todos los riesgos que corremos al salir a navegar, el más frecuente y
grave de todos es el de caernos al mar. Jonás guardó un espantoso re-
cuerdo de aquello. Y, i menos mal que tuvo la suerte de poder pisar tie-
rra otra vez! En la actualidad, aunque ya quedan pocas ballenas es
conveniente tener las ideas muy claras sobre el asunto: '
• La posibilidad de caer al agua es constante e igual de grande con
buen tiempo que con malo, aunque el riesgo que se desprende de este
hecho no es el mismo.
• Con buen tiempo, el rescate resulta fácil, siempre que hayamos
efectuado un mínimo entrenamiento.
• Con mal tiempo, la s posibilidades de rescatar a un hombre del
agua son muy escasas.
J
678 la maniobra
Manio br a de hombre al agua 679
J
682 La maniobra Maniobra de hombre al agua 683
La maniobra de hombre al
agua y la electrónica El Lifesling, inve ntado por los ingleses,
lgunos apa ratos de navegac ión electrónica, como mu- es un s istema muy parecido a la rabiza
A chos GPS dispon en d e una fun ción "hombre al agua" o
MOB (Man Over Board) . Ésta sirve para hallar con gran pre-
que uti lizamos en nuestros barcos.
cis ión una situación geográfica determinada; del orden de ca una y otra vez siempre demasiado lejos. La distancia a la cual es po-
50 a 100 metros se gun la ca lidad de la seña l GPS. Esto su- sible distinguir a un hombre sin chaleco no sobrepasa los 100 metros, y
poniendo que el navegante haya pulsado el botón MOB en para tener la seguridad de encontrarlo, hay que pasar a menos de 50
el momento de la caída. metros de él. La precisión de la navegación de emergencia y el baliza-
A partir de ese momento, el aparato proporciona de for- miento estable lanzado en el momento de la caída, es decir, hallar el
ma permanente el ru mbo a seg uir, y la distancia que queda balizamiento, es el único medio de tener la seguridad de estar buscan-
po r recorrer para llega r hasta el lugar de la caída. Si el apa - do a Jonás en el lugar adecuado.
rato funciona y si hemos pue sto en m archa el sistema opor-
Si no encon tramos a Jonás inmediatamente, hay que organizar un
tunamente, hay que reco nocer que es un método especial-
rastreo.
mente eficaz.
Sin embargo, aconsej amos no abando nar los procedi -
mientos de la navegació n de emergencia para poder enfren- Cómo rastrear
tarnos a cualquier eventua lid ad, en particular a una falta de Rastrear una zona consiste en recorrerla de modo sistemático, pasando
energía. como mínimo a menos de 50 metros de cada uno de sus puntos. Para
efectuar un rastreo, recomendamos el siguiente procedimiento: dar
bordadas de unos cien metros aproximadamente, es decir, durante 1
minuto con un barco mediano -incluyendo las viradas-, entre dos pun-
tos situados aproximadamente a 200 metros a sotavento y barlovento
del lugar estimado de la caída. A continuación, ampliar la zona de ras-
treo 200 metros más a sotavento y a barlovento, dando bordadas de
200 a 300 metros, es decir, durante dos minutos incluyendo las vira-
das. Hay que hacer los bordos cada vez un poco más lejos del viento cuando miren hacia donde se encuentra (pero no 105 dos, para mante-
para estar seguros de pasar a menos de 50 metros de todos 105 puntos ner la nariz fuera del agua).
de la zona, y seguir así hasta encontrar a Jonás. Para tener la seguri~ En definitiva, debe prepararse mentalmente para ver pasar el barco a
dad de realizar un buen rastreo, podemos balizar algunos puntos toda velocidad.
característicos de la zona con objetos que floten (defensas princi- Durante este tiempo de espera, dos peligros acechan a Jonás: el en-
palmente) provistos de anclas flotantes (cubos, adujas de cabos, o ropa friamiento y el ahogamiento.
con algo de lastre, etc).
Pero ¿estamos realmente en el lugar adecuado) Ésta es la pregunta
decisiva que todos nos hacemos. sobre todo si el balizamiento que se Tiempos de supervivencia
hizo en el momento de la caída no es suficiente. Mientras se lleva a ca- según la temperatura
bo el rastreo, un tripulante deberá repasar toda la navegación de ur- del agua
gencia para intentar hallar los posibles errores.
Tiempo Tie mpo de
Hay que continuar la búsqueda mientras exista la esperanza de en- Temperatura de supervivencia supervivencia
del agua desnudos con ropa
contrar a Jonás con vida. Si éste lleva puesto el cha leco, en nuestras
latitudes del At lántico hay que seguir buscándole por lo menos 33 oC (poco común)
de ocho a diez horas. 25 oC '"
más de 10 h
'"
más de 20 h
20 oC lh30a2h 6ha8h
Y, a todo esto, ¿qué hace Jonás? 15 oC 1h 3ha5h
No permanece inactivo y, en cuanto cae al agua, pone en práctica todo 10 oC 45 min lhalh30
lo que puede contribuir a su propio salvamento. 5 oC 15a30min 30 min a 1 h
En primer lugar intenta agarrar la rabiza, si la tiene al alcance de la 0° 3 a 5 min 10 a 20 min
mano, pero sin agotarse nadando mucho, pues tiene que prepararse
para resistir. Es evidente que si no lleva puesto el chaleco deberá hacer
Estos resultados varían según la morfología de las personas Cartas de temperatu ras medias de
un gran esfuerzo, pues al final de la rabiza hay un salvavidas que nece- (gruesas o delgadas), el tipo de ropa que lleven y la actividad mus-
superfici e fcurvas isotérmicas) para los
sita urgentemente. cular desarrollada para asegurar su permanencia en la superficie.
En cuanto haya agarrado la rabiza o se de cuenta de que no podrá A 33 oC, el tiempo de supervivencia es teóricamente ilimitado, meses de febrero fa la izq ui erda) V
pues no se produce enfriamiento. agosto fa la derecha).
cogerla, debe mejorar su flotabilidad, si es necesario inflando el chaleco
o introduciéndose en la guindola. Asimismo, deberá comprobar y ajus-
tar el arnés.
Después intentará reducir la pérdida calórica abrochándose la ropa
(debe mantener puestas las botas), limitando al máximo sus movimien-
tos y adoptando la posición HELP (ver dibujo página 692).
Intentará que le puedan localizar poniéndose en la cabeza el capu-
chón rojo o amarillo de su traje de aguas, inflando el globo, encendien-
do la linterna, si es de noche, y silbando cada vez que crea que le van a ,,0
poder oír desde la cubierta del barco, y también levanta ndo un brazo
,,0
,,0
Para evita r ser remolcado bajo el agua,
debe m antener la ma no por encima de
la ca bez.a. Agosto
690 La maniobra Maniobra de hombre al agua 691
Factores que favorecen el enfriamiento Lo que debe hacer Jonás para luchar
1. Zona periférica. la envoltura protectora es el interfaz donde se produce el intercambio contra el enfriamiento
2. Zona intermedia . • Moverse lo menos posible:
con el exterior. la importancia del enfriamiento a nivel de la envoltura
3. Centros vita les. depende de numerosos parámetros y, en particular, del medio ambien- Tal como hemos dicho, si la actividad muscular libera calorías, tam-
te (del aire o del agua). En el agua, med io muy conductor, a tempe- bién provoca un aumento del volumen sanguíneo periférico por dilata-
ratu ra idéntica, la pérd ida calórica es de 25 a 30 veces m ayor que
en el aire seco.
ción de las pequeñas arterias superficiales. De este modo, una gran las botas! Vaciadas y vueltas del revés, mantienen aire, y constituyen un
cantidad de calorías aflora a la superficie de la piel. elemento de flotabilidad nada desdeñable.
En contacto con el agua fría, estas calorías se disipan rápidamente. Si los náufragos son varios, la posición más eficaz es la posición
La agitación del agua originada por los movimientos acentúa todavía HUDDLES.
más esta pérdida, impidiendo la formación de una ca pa límite algo Los náufragos se colocan unos frente a otros sujetándose por medio
más cálida, alrededor del cuerpo. de los brazos alrededor del cuello o de los hombros.
De este modo hemos podido comprobar que con un mínimo de mo- • Protegerse la cara:
vimiento, el tiempo de supelVivencia puede aumentar de un 35 a un Si es posible, debe colocar la cabeza mirando hacia sotavento, con el
50%. fin de limitar la pérdida calórica (de este modo la cara estará menos ex-
Es fácil que Jonás pueda mantenerse inmóvil pues lleva un chaleco puesta al viento y a las olas) y facilitar la respiración. Con viento fuerte,
salvavidas o bien está enganchado a una boya o pecio. los rociones que saltan de la superficie del agua se mezclan con el aire
y forman una capa límite muy pobre en oxígeno. Al ponerse de espal-
• Llevar puesta la ropa: das al viento, con la cabeza cubierta con una capucha, se protegerá la
Es absolutamente necesario que mantenga puesta la ropa, pues nariz y la boca y podrá respirar mejor.
aumenta el grosor y, por consiguiente, la eficacia de la capa límite.
Debe mantener las prendas bien abrochadas especialmente en el • Nadar a braza o de espaldas:
cuello y las mangas. Debe ponerse la capucha sobre la cabeza. Si tiene que nadar para acercarse a una balsa salvavidas, o pecio, de-
• Proteger las zonas susceptibles de pérdida calórica: berá elegir estilos de natación que le permitan mantener la cabeza fue-
Estas zonas son principalmente: la cabeza, el cuello, las axilas, la zo- ra del agua, como la braza o nadar de espaldas.
na anal.
La cabeza y el cuello deben protegerse prioritariamente, pues contie-
nen el sistema nervioso central. El gobierno de las funciones vegetati- LAS MANIOBRAS DE RESCATE
vas fundamentales, como la respiración o las contracciones cardíacas
está situado en la parte superior de la nuca, en una zona muy superfi- Una vez que hayamos encontrado a Jonás, hay que restablecer el lazo
cial, es decir, muy expuesta. Una disminución de temperatura, aunque
de unión con él con una maniobra fácil, rápida y precisa. Con el viento
sea mínima, en la zona del cuello, puede originar una rápida alteración de través, podemos navegar deprisa y, si llevamos velocidad podemos
del funcionamiento del gobierno de estas funciones cuyas consecuen- ser exactos. Al pasar cerca de Jonás (de 3 a 5 metros), le lanzamos la
cias podemos adivinar. Durante la regata Vendée Globe Challenge, en luz flotante (a una distancia de 2 a 3 metros delante de él, para no dar-
1992, Nigel Burgess fue encontrado muerto doce horas después de ha- le un golpe) y después nos separamos dos o tres esloras antes de po-
ber caído al mar. Sin embargo, llevaba puesto un traje de inmersión nernos a la capa, virando sin pasar las velas.
que habría debido asegurarle un período de supervivencia más largo.
Desgraciadamente no se había puesto la capucha, y no se había prote-
gido el cuello ni la cabeza, lo cual contribuyó a acelerar el enfriamiento Restablecer el lazo de unión
de la nuca y de la zona de gobierno de las funciones vegetativas, lo ¿Debemos pasar a barlovento o a sotavento? Esto no tiene importan-
que provocó una rápida alteración de las funciones vitales. cia, siempre que sea cerca. Sin embargo es más fácil lanzar la luz a so-
La exposición de la cabeza y de la nuca a un frío intenso también tavento que a barlovento ..
puede ser la causa de una hemorragia cerebral masiva. Si f allam os, hay que volver a empezar sigu iendo el mismo p ro-
ced im iento, pero t eniendo el va lor de adopta r un ma rgen más
La posición HELP (Heat Escape Lessening Posture), parecida a la posi- ampl io. Para hacerlo con rap idez, tenemos que tomarnos el t iem-
ción fetal, protege al máximo las zonas de gran pérdida calórica: se do- po suficiente, para superar la em oción y la ansiedad que inevita-
blan los muslos y se colocan junto al vientre cruzando los brazos delan- blemente lleva cons igo una situación de este t ipo.
te del pecho. Si hemos dejado la rabiza en el lugar de la caída y, por suerte, Jonás
Pos ición HElP (Heat Escape Lessening Esta posición es muy eficaz, aunque desgraciadamente sólo es posi- ha podido agarrarla, podemos pescarla con el bichero por la proa me-
Posture), pos ición en la cual se produce ble adoptarla cuando se lleva un flotador o un chaleco salvavidas. tiéndola unos 20 centímetros bajo del agua, y para cuando lo tenga-
una m ínima pérdida ca lórica. i Para lograr mantenerse en la superficie, algunos náufragos utilizan mos sujeto, el barco' estará ya parado.
694 La maniobra Maniobra de hombre al agua 695
sarios con el tiempo que haga en ese momento; que todo el trapo esté
arriado y ordenado; y que todos los cabos que puedan caer por la bor-
da, estén bien afirmados en cubierta.
No conviene real iza r man iob ras m ixta s a motor y a ve la, para
evitar el peligro de q u e un ca bo p ueda enreda rse en la hélice.
Si se dan todas estas condiciones, la maniobra a motor tiene todas
las probabilidades de ser más fácil que la maniobra a vela, aunque haya
Maniobra de rescat e: navegando de ciertos obstáculos: como la rabiza y los cabos necesarios para subir a
través, pasamos cerca de Jonás y le bordo a Jonás y, sobre todo, el propio Jonás, a quien no podemos co -
Co n mal t iempo, algunos barcos no
lanzamos la luz flotante (1), segu imos rrer el riesgo de hacer daño ..
tienen suficiente potencia para virar a
dos o tres esloras soltando la rabiza (2) Si el tiempo es muy malo, puede suceder que el velero no pueda vi-
motor con viento de proa . En ese caso
y vir amos sin ca mbiar el foque (3 ). de rar por avante a motor. Por lo tanto deberá hacerlo con el viento de
puede hacerse dando marcha atraso
este modo nos coloca remos a la capa a popa y, para no perder barlovento, hay que dar un poco de motor mar-
barlovento de J onás. cha atrás hasta que el barco esté con el viento de popa; después orzar
lo más rápidamente posible con todo el motor avante, empujando la
caña a fondo para orzar.
Si no tenemos la rabiza a bordo, habremos preparado una amarra
de 20 ó 30 metros de largo, con una gaza y un flotador pequeño para
lanzárselo a Jonás.
Modo de subir a Jonás a bordo
Si la búsqueda ha sido larga o Jonás parece agotado, y sobretodo si En ese momento, ¿cómo estará Jonás? Él mismo lo cuenta en la Biblia:
no lleva chaleco, y quizás tampoco arnés, probablemente será mejor ir "Las aguas me llegaban hasta la garganta, el abismo se cernía ante mí,
a buscarlo. Para ello se lanzará al agua un tripulante bien abrigado, que y el alga se enredó en mi cabeza; descendí a una reg ión que echó sus
intentará coger a Jonás con los brazos, para sujetarlo y amarrarlo. En cerrojos sobre mí para siempre". Dicho de otro modo, está muy trastor-
cuanto lo haya efectuado. se pone doble la amarra, pues no es el mo- nado y no es en absoluto el momento de bromear, pues por lo general
men to de correr el riesgo de volver a perder al náufrago. Las amarras nos queda por hacer lo más difícil.
deben ser ligeras y resistentes; para evitar los tirones es mejor sujetarlas También puede suceder que todavía se encuentre en plena forma y
con la mano, y para que sean seguras, se afirman a una cornamusa sin que, ayudado por unos cuantos Hércules, logremos subirlo a bordo en
tensarlas. un abrir y cerrar de ojos. Pero esto no suele ser lo normal. En realidad,
incluso con buen tiempo al caerse por la borda, lo ha hecho también
Y, a todo esto, ¿qué pasa con el motor? por el otro mundo, y por lo general estará bloqueado por el miedo,
presa del pánico que incluso el hombre más equilibrado será incapaz
La descripción que hemos realizado, se ha limitado de momento a una
de dominar. En este caso, no existe entrenamiento previo posible que
maniobra a vela; pero ésta no es la única solución, pues el motor puede
logre recrear el ambiente de lucha que se ve obligado a librar; el hom-
resultar también un ayudante de inest imable valor. En este caso, el
bre hace todo lo posible para que no podamos subirlo con facilidad;
estilo importa poco, y sólo cuenta el resu ltado, debiendo recordar bien
se agarra desesperadamente a la rega la y hay que golpearle violenta-
que igual que tenemos que saber maniobrar a vela por si falla el motor,
men te en los dedos para lograr que la suelte; otras veces, deja de ha-
hay que saber maniobrar a motor por si falláramos la maniobra a vela.
cer fuerza de repente y bajaría en vertical si no estuviera fuertemente
Al navegar en un velero, existen todas las posibilidades de que las
sujeto.
velas estén izadas en el momento en que Jonás cae al agua; por lo tan-
A esto hay que añadir la cuestión del peso; de 75 kg habrá pasado a
to, la maniobra suele comenzar a vela, y solamente cuando ya lo he-
110 ó 120 y, con los tirones y la inercia, incluso puede llegar a sobrepa-
mos localizado o cuando se ha restablecido el lazo de unión con Jonás,
sar los 200 kg.
o cuando hayamos iniciado la navegación de emergencia, y el barco es-
Si, además, no lleva arnés será casi imposible sujetarlo, y será muy
té parado y en orden, podremos contemplar la posibilidad de seguir a
difícil subirlo a bordo con mar gruesa. Igual que ocurría al restablecer el
motor.
lazo de unión, es necesario conocer las posibles soluciones, disponer
Para poder recurri r al motor, es necesario que éste tenga la potencia
del material adecuado y haber practicado antes.
suficiente para que el barco pueda realizar todos los movimientos nece-
696 La maniobra Maniobra de hombre al agua 697
1
Maniob r a de homb r e al agua 699
698 La m a n iob r a
tes habremos largado o cortado el pasamanos inferior; no hay que izar Bote salvavidas, balsa ...
al náufrago, sino engancharlo por dentro y hacerlo rodar por la cubier- todas las soluciones
Para que lo pract i qué i s ta como si fuera una bolsa. son buenas para subir a
Si el francobordo es demasiado al to para poder subirlo así, quizás bordo a Jonás .
Maniobra de hombre al agua: podamos sacarlo del agua agarrándolo por debajo de los brazos, siem -
El objetivo de estos ejercicios es intentar que las tripu laciones adquieran los reflejos necesa-
pre que hayamos podido colocarlo de espaldas al barco, de este modo
rios para salvar una vida; por esta razón deben practicarse cuantas veces sea posible, sin que
lleguen a hacerse pesados. las rodillas no se quedarán bloqueadas debajo del casco.
El rescate de una persona puede dividirse en tres fases distintas: 1. Maniobrar para acercar- Si es un barco grande con un francobordo muy alto, o un multicas-
se al posible Jonás. 2. Lanzarle la rab iza y la ba liza IOR. 3. Subirlo a bordo. Los ejercicios pue- ca, ya es otra cuestión. l a primera solución que nos viene a la ca beza
den desg losa rse, como sigue: es la de la escala de baño o escala real. Pero para eso hace falta que es-
1. Lanzarle la rabiza te mecanismo esté bien adaptado, pues necesitamos una escala rígida
Es necesario que los tripulantes " se aprendan " el recorrido que deben efectuar para llegar has- que penetre profundamente en el agua (por lo menos tres escalones).
ta él con rapid ez y, después, que " conozcan" el entorno, es decir, las direcciones en las que se Si Jonás todavía tiene fuerzas para agarrarse a ella y subir, ya está; lo
puede lanzar la rabiza con facilidad o con dificultad, así como el modo de que no se formen nu- cual es motivo suficiente para justificar la presencia de la escala. Pero si
dos entre ésta y la jarcia. Esto pueden practicarlo mientras navegan, primero lanzándola hacia está demasiado agotado para subir, la situación es total mente distinta
cualquier lugar y posteriormente, al pasar cerca de alguna nasa. Para hacer este ejercicio, es
preferible no gritar: "iHombre al agua!", sino simplemente y por sorpresa, algo así: " ¡Santia- si lleva arnés o si no lo lleva, por supuesto, un arnés-pantalón .
go, lanza la luz a aquella nasa! " No es conveniente pasar a otro ejercicio más compl eto, hasta Si lleva arnés, ahora que ya lo hemos enganchado a bordo, no hay
que todos los tripulantes lo hayan practicado tres o cuatro veces. riesgo de perderlo. Lo hemos agarrado bien, todo es cuestión de fuerza
y si el "aparejo" está bien montado podríamos izar a un gigante sin
2. Acercarse a Jonás
Pa ra realizar este ejercicio, necesitamos un muñeco: es decir, un flotador cualq uiera (o un cha- gran esfuerzo.
leco) con un ancla flotante (puede ser un cubo) y un cabo pequeño que flote, de unos 4 ó 5 me- Pero si no lleva arnés, la situación sigue siendo grave, y el rescate to-
tros (puede ser hilo de rabiza) , con un trozo de madera o de corcho en su extremo. La manio- davía no ha concluido. Hay ejemplos terribles en los que, al intentar
bra consiste en colocar la rabiza a menos de 4 ó 5 metros de Jonás, y después parar el barco izar directamente un hombre a bordo, sólo se logró desnudarlo, prenda
antes de qu e se haya largado completamente. Una vez terminado el ejercicio, basta con reco- a prenda, perdiéndolo al final del todo. Según los casos, las historias
ger el flotador, lo que podremos hacer fá cilmente por medio del cabo flotante que enganchare-
ocurridas nos sugieren enviar a un tripulante correctamente amarrado
mos con el bichero.
con su arnés para cogerlo, o bien utilizar el bote auxiliar o la balsa de
3. Izar a Jonás a bordo salvamento. En este último caso, hay que tener cuidado con las ama-
Este ejercicio es muy importante. En una oca sión murió un tripulante, cuando con un v iento su -
rras de la balsa, pues no están previstas para este fin.
perior a fuerza 10, la tripulación consiguió rescatarlo en seguida, pero no pudo subirlo a bordo.
Para practi carlo con aprovechamiento, tenemos que izar a bordo desde la cubierta a un tri-
pu lante que se haga el muerto tumbado en el fondo del bote auxiliar. Hay que hacer este ejer-
cic io con Jonases equ ipados con arnés y sin él.
Enseguida nos daremos cuenta de que hay que atar una amarra alrededor del pecho de un Las fases de enfriamiento según
Jonás que no ll eve chaleco, si no queremos perderlo, y veremos que realmente es muy difícil la disminución de la temperatura
izar a un Jonás que se encuentre en mal estado.
Debemos saber que subir un tripulante seco y confiado que fing e estar muerto es mucho • 35-34 oc: fase de excitación
más fácil que izar a un náufrago mojado y angustiado, o peor aún presa del pánico. Escalofríos intensos, respiración acelerada y difícil , aceleración del ritmo cardíaco, desori enta-
ción y confusión mental.
. 33-30 oC: fase adinámica
Izar a Jonás Ritm o cardíaco irregular, rigide z muscular en lugar de escalofríos, pérdid a de consci encia.
En cualquier caso, la experiencia nos demuestra que Jonás no podrá • Por debajo de 30 oC: fase de coma
permanecer mucho rato en el lugar adecuado, por lo que no debemos Dilatación de las pupi las (midriasis), ausencia de reacci ón incluso al pin zamiento. Re spiración
tarda r en subirlo a bordo. muy lenta, pul saciones cardíaca s imperceptibles.
En un barco pequeño cuyo francobordo no sea muy alto, la solución
• Por debajo de 28 oC . .
puede ser muy sencilla, pues el barco al mantenerse a la capa escora La fragilidad del organismo es tal que la menor agresión pu ede provocar el falleCimiento por
Colocándolo de espaldas al barco un poco y el peso de los tripu lantes que sujetan a Jonás a sotavento paro cardíaco .
podremos subirlo con más faci lidad. acentuará aún más esta escora quedando la rega la al ras del agua; an-
700 la maniobra Maniobra de hombre al agua 701
empezar a rea lizar de modo simultáneo ejercicios de reanimación (ver hacerle preguntas continuamen te (sobre su edad, nombre, fecha de que
las diferentes. técnicas en el párrafo siguiente); nacimiento, preguntarle qué le ha pasado, etc) e irlo calentando lenta- • colocar los dedos en la nuez;
Calentarlo despacio empezando por la cabeza y el tronco. Para ello mente empezando por la cabeza y el tronco, como hemos dicho antes. • moverlos hacia un lado de la misma .
se tienden a su lado una o dos personas pegán dose lo máximo posible Si está consciente, es decir, si responde bien a las pregun tas, y si su La arteria carótida se encuentra entre la
para darle calor. comportamiento es normal, podemos darle líquidos muy ca lientes y zona lateral de la nuez y los músculos
No frot arl o nunca, pues de ese modo se originaria una d i l ata~ azucarados, añadiendo al principio un gramo de Aspirina. del cuello;
ción de los vasos sangu ineos superficiales y se acentuaría el avance No hay que darle nunca alcohol. • mantener esta posición al menos
del frío hacia los órganos vitales. Para contribuir al ca lentamiento, podemos hacerle la respiraci ón durante 10 segundos.
1
702 La maniobra Maniobra de hombre al agua 703
boca a boca o la respiración boca-nari z, incluso aunque esté cons- - dilatación permanente de las pupilas (midriasis) que no se contraen
ciente (ver las diferentes técnicas en las paginas siguiente). Atención: ante la luz;
las insuf laciones deben adaptarse a su ritmo resp iratorio normal. - ausencia de pulsaciones cardíacas en la carótida.
Sin alterarlo, insuflamos aire cuando inspira, y dejamos que lo expulse
él solo. El aire caliente que le insuflamos penetra en 105 pulmones y Lo que debemos hacer cuando
aporta calor directamente a los órganos vitales proporcionando de este una función vital está afectada
modo un calentamiento interno muy eficaz. Si la función respiratoria está muy alterada o no se produce, hay que
En cuanto sea posible hay que colocarlo en Posición Latera l de Se- practicar la respiración boca· boca, o boca-nariz. Si tampoco se lleva a
guridad : con las piernas y el tórax ligeramente levantados para faci litar cabo la función circulatoria, hay que darle un masaje ca rd íaco externo
el vaciado de los pulmones por efecto del peso. practicando la respiración boca -boca o boca-nariz.
Reanimación cardíaca Si el corazón vuelve a latir, hay que interrumpir el masaje cardíaco
Cuando la función respiratoria y circulatoria no se producen o están externo.
muy alteradas (no se percibe el pulso en la carótida, después de inten- En cuanto empieza a respirar, hay que adaptar el ritmo del boca a
tarlo durante 5- 10 segundos) hay que realizar un masaje cardiaco ex- boca, o del boca-nariz, insuflando aire sólo en el momento en que se
terno, mientras se practica la respiración boca a boca o boca-nariz. producen los movimientos respiratorios espontáneos.
Es necesario colocar a Jonás tal como indicábamos antes. pero tum- Podemos considerar que existe una recuperación espon tánea de las
bándolo sobre una superficie dura. Los pasos a seguir son los siguientes: funciones vitales cuando el ritmo cardíaco se vuelve regular (70 pulsa-
• colocar las dos manos una sobre otra en el centro del tórax justo ciones aproximadamente) y el pulso late correctamente. La respiración
debajo del esternón (hueso vertical situado en medio de la caja toraci- espontánea se considera satisfactoria cuando el pecho se eleva amplia-
ca), 2-4 cm por encima del apéndice xifoides, es decir, a igual distancia mente de modo regular. La vuelta a la consciencia es la prueba más
de las dos tetillas. tangible del éxito de la reanimación. Por lo general, es algo más tardia.
1/3 inferior • con los brazos estirados, dar un golpe seco con toda nuestra fuer-
del esternon
(linea entre las za en el tórax, que debe hundirse de 3 a 4 centímetros. Hay que tener La posición lateral de seguridad (PLS)
dos tetillas) cuidado: hay que realizar la presión únicamente con la palma de la ma- iUf! Jonás al fin respira, y su corazón late de forma regular. Pero sigue
Punto de apoyo de las manos para no; los dedos no deben apoyarse sobre las costillas, pues podriamos inconsciente o semiinconsciente.
la reanimación cardíaca. romperlas al empujar; Los reflejos de deglución o de tos pueden estar muy alterados y hay
• si los auxilios los realiza una persona sola, debe hacer 2 insuflacio- que protegerlo para evitar que se asfixie si la lengua se inclina hacia
nes boca a boca antes de empujar 15 veces seguidas sobre el esternón; atrás o si inspira mucosidad es, sangre o vómitos.
• volver a efectuar 2 insuflaciones y después 5 presiones sobre el tó- Colocándolo en posición lateral de seguridad es la mejor manera
rax y así sucesivamente; de evitar los accidentes.
• si los auxilios los realizan dos personas, una se ocupará del masaje Cómo poner a Jonás en PLS:
cardiaco externo y la otra de la respiración boca a boca. Para poder traba- • mantener la cabeza inclinada hacia atrás;
jar cómodamente, cada uno de ellos se colocará a un lado de la vidima. El • aflojarle la ropa para facilitar el paso del aire;
ritmo en este caso será de 5 compresiones por cada insuflación. • colocarnos de rodillas junto a él, a la altura del tórax;
• doblarle el brazo 90' grados aproximadamente;
Deben hacer sucesivamen te, pero nunca al mismo tiempo, una insu- • darle la vuelta hacia nosotros tirando de él por el hombro y la ca-
flación rápida y luego 5 presiones de masaje cardíaco en 3 segundos dera opuesta o por el codo y la rodilla opuesta .
aproximadamente y continuar del mismo modo. El intervalo entre las
presiones sobre el esternón y la insuflación debe ser lo más corto posi- Si sospechamos que se ha fracturado la columna vertebral, hay que
ble para conseguir buenos resultados. hacer la operación entre varias personas obligatoriamente. Una de ellas
tirará de los pies, otra de la cabeza (con una mano sobre la nuca, y otra
Deben segu ir realizando el masaje card íaco y las insuflaciones en la frente) en dirección opuesta, con el fin de colocar recto el eje ca-
durante varias horas si es necesario, re levándose uno a otro. beza-cuello-tronco. Las otras dos personas que prestan auxilios girarán
el cuerpo. Antes de girarlo, deberan colocar un almohadón a un lado
Modo de controlar la recuperación para apoyar la cabeza, evitando torcerle la columna .
de las funciones vitales
El pulso de la carótida es el síntoma más seguro de la recuperación cir-
culatoria que precede a la recuperación respiratoria. EN RESUMEN
Hay que tomar el pulso de la carótida cada dos minutos. Existe recu-
peración circulatoria cuando: En este capítulo únicamente se mencionan ejercicios corrientes para los
• se percibe el pulso en la carótida; cuales necesitamos materiales muy sencillos, seguros y baratos: la rabi-
• la piel vuelve a tomar color; za, la baliza IOR y el aparejo. Estos tres objetos ocuparán un lugar espe-
• las pequeñas heridas vuelven a sangrar; cial a bordo y el dominio de su manejo debe adquirirse en el transcurso
• la pupila, hasta entonces dilatada permanentemente, vuelve a de prácticas poco cansadas y fáciles de progra mar, incluso durante el
contraerse; más tranquilo de los cruceros.
J
708 La maniobra
Maniobras
una maniobra sencilla para una tripulación entrenada. Es una maniobra
que esta misma tripulación tiene todas las posibilidades de lograr. in-
cluso aunque las condiciones sean adversas.
Pero un Jonás sin arnés y sin chaleco, que forme parte de una
a motor
tri pulación que no esté entrenada, no tiene ninguna posibi lidad
de sobrevivir, sea cual sea el tiempo que haga .
Ahora, ya podemos confesarlo, algunos de nosotros todavía estamos
aquí para contarlo porque hemos tenido la suerte de poder escapar de
verdaderos accidentes y de haber ayudado a otros a salir del agua, y
también de ser los herederos de una sólida tradición de seguridad que
se traduce en Glénans por un índice de accidentes extraordinariamente
bajo, en relación con los miles de millas navegadas, pero que ¡por des-
gracia! no llega a ser del todo nulo. La oposición entre el motor y la vela. alimentada a veces por argumen·
t05 pseudo-filosóficos. no tiene ninguna razón de ser. Por una parte,
Si todavía no hemos sido suficientemente claros, lo vamos a repetir los motores con un mantenimiento adecuado casi siempre están dis-
una vez más: puestos a funcionar -aunque tampoco hay que exagerar, y por otra
parte. su presencia a bordo es casi indispensable. aunque sólo sea para
VO ME ENTRENO, entrar en los puertos (si todavía nos quedan ganas) en los que no se
HAGO QUE LOS DEMÁS SE ENTRENEN, puede. ni está autorizado, entrar a vela.
TODOS NOS ENTRENAMOS. Es evidente que un motor n05 puede proporcionar otro tipo de ven-
tajas; como servirnos para volver a casa a pesar de la calma chicha, ayu-
darnos a salir de un mal trance, remediar las consecuencias de una ave-
ría en la jarcia y permitirnos maniobrar con mayor rapidez para rescatar
a un hombre del agua, si tiene la suficiente potencia para el tiempo
que hace en ese momento (siempre que no olvidemos el peligro que
representa la hélice para la persona que se encuentra en el agua).
También puede ser muy peligroso si le otorgamos demasiada con-
fianza.
De hecho, conviene definir sin ambigüedad su papel exacto. Un mo-
tor auxiliar nunca debe considerarse como un elemento de seguridad
en sí; dicho de otro modo, debemos tomar siempre las mismas precau-
ciones en relación con la navegación, que si no tuviéramos motor. Pues
si contamos con él, podemos caer en la tentación de meternos en zo-
nas en las que el barco se puede quedar a merced de un cambio de
viento, o de una calma chicha. Debemos evitar absolutamente esta ac-
titud. El motor está ahí además de. Si funciona, mejor para noso-
tros, y si no, la cosa no debería tener demasiada importancia .
bién nos podrá asegurar una virada con mal tiempo. y limitar el abati-
miento mientras ponemos un rizo; pero hay que saber que resulta abso-
lutamente insuficiente para navegar con el viento de proa, con viento El efecto del paso
duro; pues para eso necesitaríamos un motor de 30 a 40 kilovatios. de la hélice
Además de que un motor grande es más caro que uno pequeño,
tanto al comprarlo como en lo que respecta a su mantenimiento y con- Regla mnemotécnica . Si sa b em os en qu é se ntido gira la hé-
sumo, que también es más pesado y ocupa más espacio, resulta tan lice (ba sta co n ob serv ar cómo da v u eltas el eje), p odem os
enorme en un compartimento pequeño que ni siquiera se puede efec- establ ecer in mediat am ente el sentido del ef ect o del pa so: es
tuar un mantenimiento normal en la forma correcta. En resumen, no co mo si la hélice d iera v u eltas so bre el f o ndo.
debéis hacer caso al vendedor que quiera endosaros un motor dema-
siado grande (pu es seguro que él no navega a vela).
Capacidad de evolución
la primera característica que se le exige a un motor auxiliar, es que per-
mita al barco evolucionar al máximo. Esta capacidad de maniobra resul-
ta muy distinta según tenga o no la posibilidad de orientar el chorro
de la hélice.
El chorro de la hélice Hélice vista desde la popa con Hé lice vis ta desde la popa con
Se pueden dar tres casos diferentes: marcha a vante, paso a la izquierda. marcha ava nte, pas o a la derecha .
10 Cuando la hélice es orientable. Es el caso de 105 motores fuera
borda que pueden girar. Tienen una gran capacidad de maniobra, yel
chorro de la hélice conserva toda su potencia en cualquier dirección. In- Debemos practicarlo con el barco parado, sin viento, y observar en
cluso cuando el barco está parado con la proa contra el muelle, pode- qué sentido le hace evolucionar la hélice. Esta misma operación hay
mos hacer girar la popa del barco hacia la derecha o la izquierda, con que hacerla también con la marcha atrás.
ayuda del motor (fig. A).
2.° Cuando la hélice está fija pero envía el chorro sobre el timón. En La marcha atrás
este caso si orientamos este último podemos desviar más o menos el No podemos esperar hacer evoluciones muy refinadas con motor y
chorro y el barco sigue manteniendo una buena capacidad de manio- marcha atrás. Pues nada está previsto con esta idea:
bra, incluso parado (fig. B). • la hélice no está hecha para girar en sentido inverso, por lo que
3 0 Cuando la hélice está situada de manera que la orientación del claramente presenta una eficacia menor; y además, está colocada en
chorro no puede ser modificada por el timón. este es el caso de mu- una posición muy mala con relación al conjunto del barco;
chos veleros antiguos y de los pequenos barcos de vela modernos cuyo • el chorro no va dirigido sobre el timón y, por lo tanto, no origina
motor fuera borda no es orientable. En este caso existen pocas posibili- un efecto evolutivo;
dades de que el barco evolucione cuando está parado, y únicamente • incluso el timón está mal colocado para actuar correctamente. viento - +
tiene capacidad de maniobra con velocidad, igual que ocurre al nave- Conviene saber que, en cuanto hace viento, cualquier acción del
gar a vela (fig. C). motor con marcha atrás tiene el efecto de hacer arribar al barco; y que
si insistimos demasiado, acabaremos situados en popa redonda .. sien-
En algunos tipos de barcos, la hélice ni siquiera está situada en la do esta posición bastante estable.
prolongación de la quilla. En realidad, la marcha atrás debe considerarse, sobre todo, como un
A. El chorro de la hé lice está orientado. Debemos tener en cuenta lo que se denomina "el ef ecto del pa so freno y sirve para romper la arrancada del barco.
B. El timón desvia el chorro de la hélice. de la h élice" . La diferencia de presión entre el agua que está en con- Con la m a rch a a tni s , e l timón casi no
C. Por un lado el timó n no des via el tacto con la parte superior de la hélice y la que está en contado con la La acción del viento tiene efecto. Con viento fresco, e l ba rco
chorro de la hélice; y por otro. s ólo parte inferior de la misma, puede originar un desequilibrio en el mo- Incluso a motor, hay que contar con el viento. la obra muerta adquiere a rriba ine vitable mente hast a llega r al
tra baja una pa rte de l timón . mento de arrancar, pero sobre todo al invertir la marcha. en este caso una gran importancia, y aún más si el barco tiene poco ca- viento de popa.
712 La maniobra Maniobras a motor 713
lado, como en los multicascos; la acción del viento sobre las superes- dad debe pasar el agua por el timón). Esto es posible hacerlo incluso
tructuras y la jarcia empuja constantemente el barco hacia su posición con el barco parado. Podemos hacer evolucionar acelerando bastante,
natural de equilibrio: el viento de través. Por lo tanto, siempre podre- y metiendo el timón a una banda. Antes de que el barco arranque, cor·
mos situarnos de este modo, tanto desde el viento de popa como des- taremos gas. A esto se llama dar un tirón o latigazo.
de el viento de proa; por el contrario. con brisa fresca, puede que sea Al navegar a motor, el viento se comporta de forma extraña. ¡No es
difícil alejarnos de dicha posición, ya sea para orzar o para arribar. el mismo que soplaba en las velas! Aunque, encontramos en él deter·
Para poder evolucionar correctamente, cuanto más fu erte es el vien- minadas constantes: por ejemplo, para detener el barco, incluso amo·
to. más velocidad necesitamos (o más exactamente. con mayor veloci· tor, conviene que nos coloquemos proa al viento; con el viento de po·
pa, también con motor, obtenemos una ventaja de velocidad conside-
rable.
Pero hay que saber que, en conjunto, la relación entre la fuerza del
viento y la velocidad o potencia del barco es completamente diferente.
Es decir, cuanto más viento hace, peor maniobra el barco; y, por el
contrario, con poco viento suele tener demasiada potencia.
De modo general, el barco de vela en el que se pone en marcha el
motor auxiliar, se ve repentinamente sometido a unas leyes completa-
mente nuevas, algo desconcertantes, por lo que el timonel puede verse
desagradablemente sorprendido. Las maniobras a motor tampoco
se improvisan, y conviene que practiquemos, por lo menos una vez,
en un lugar tranquilo: para atracar, zarpar y calcular la capacidad de
evolución del barco, así como la manera de parar su arrancada, con el
fin de que no nos pille desprevenidos si tenemos que realizar una ma-
niobra eficaz.
Este velero no ll eva casi velocidad. Sin
e mbargo s igue teniendo capacidad de
Pequeño ejercicio para apre nde r a gobernar bie n a motor
maniobra pues e l patrón ti e ne la
(con un barco que disponga d e un timón fra nco) .
posibilidad de darle un tirón ace lerando
Para ha cer evolucionar un ba rco sin avanza r, la regla principal consiste en m et e r
bru scamente.
primero todo el tim ón y después acele rar el motor. Salida desde la parte s up erior
derecha .
Un barco navegando a motor puede llegar con facilidad a la posición de viento de
traves, pero encuentra dificultades para separarse de ella .
l ." tiempo: debe mos inte nta r desp lazarnos de derecha a izquierda, en sentido
1. El barco está s ituado con el viento de traves; es su posición de equilibrio. pe rpe ndicular al viento, manteniendo 06iempre la misma orie ntación respecto a
2. Orza lentamente. este último. Cada vez que a rribemos demasiado, volvemos a e nde reza r el barco
3. Si queremos acentuar e l movimiento, tenemos que acelerar e l motor. m etiendo el timón todo a babor, y acelera ndo con mayor o me nor potencia. O. .. -O
,
/
~
/
4. Si en esta posición, nos e ncontra mos con un obstácu lo, no debemos disminuir
la velocidad, pues e l barco se pondrá de través; por el contrario, debemos
2. 0 tiempo: caer hacia atrás intentando mantenernos proa al viento. Cada vez que
nos separemos, metemos e l timón a la ba nda hacia la que caemos, acelerando al
l" tiempo • ~~e
,,
~
•
acelerar, como s i nos la nzáramos contra e l mismo, para poder orzar. mis mo tiempo. No dar nunca marcha atrás, pues es la mejor manera de ponernos
, viento
~
I 5. El ba rco acaba de cruzar el eje del viento. Res ulta inútil acelerar para arribar. de través. Si e l viento es demasiado fu e rte para que el barco pueda retroceder con
I \ o o
I
\
\
\
I
I
6. Basta con poner punto muerto y esperar. Si hay que virar en seco, inclu so
podemos poner motor atrás.
la marcha metida, basta co n quedarnos proa al viento al ralentl.
3." tiempo : hacer el mismo ejercicio que e n e l 1." tiempo, pero esta vez de O.
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I 7. Má s a llá del viento de traves, resulta fácil arribar, pero como e l vie nto empuja e l izquierda a derecha.
I
~!J!JJ&;~OfJ()f} fJ ~
barco, el radio de borneo puede llega r a ser relativamente grande. 0
4. tiempo: remontar hacia e l viento de proa y volve r a empezar.
8. Tambien en este caso, podemos dar marcha atrás para reducir e l radio.
9. Para volver a la posición del viento de través, basta co n poner punto muerto, y Una vez hayamos logrado realizar un cuadrado perfecto, pode mos conside ra r que
volveremos más deprisa que con marcha avante. dominamos la maniobra .
714 La maniobra Maniobras a motor 715
Modo de maniobrar va (de hélice orientable O cuyo chorro se pueda dirigir sobre el timón).
Maniobrar con un barco a motor es mucho más sencillo que hacerlo a Se trata de aprender a quedarnos parados o incluso retroceder perma·
neciendo con el viento de proa; para ello hay que poner punto muerto En España:
vela, pero no es todo lo fácil que parece, y sobre todo, no tiene nada De acuerdo co n la
que ver con el modo de conducir un coche. cuando tenemos el viento completamente de proa, yen cuanto el bar·
Orden de 31 de enero 1990
Si logramos realizar el ejercicio, que indicamos en el dibujo de la pá- ca empieza a arribar, por ejemplo, amurado a estribor, cerrar el timón a de la DGMM, necesitan
gina anterior, con diferentes fuerzas de viento, ya casi nos habremos la banda para situarnos a la derecha ... y luego meter la marcha; volver auto ri zación de la Federa-
familiarizado con el tema y sobre todo, habremos adquirido los reflejos a poner punto muerto cuando el barco se vuelve a colocar otra vez ción de Vela para manejar
principales. proa al viento, etc. En ningún caso, hay que utilizar la marcha atrás pa· emba rcacion es de día y en
Este ejercicio sólo se puede realizar si disponemos de un timón act i- ra enderezar el barco, pues es el medio más seguro para colocar el bar- zo nas permitida s, las em~
co rápidamente de través al viento. barcaciones de recreo a ve la
Para girar en seco mientras el barco avanza, basta con meter el timón de hasta una T.R.B. (Tone la-
a una banda, en cuanto se inicia el movimiento, y de poner marcha da de Registro Bruto), que
Permisos para manejar embarcaciones hace referencia al vo lum en
atrás enérgicamente sin modificar el ángulo del timón, después, si no ha
a motor o capacidad del barco, no a
terminado de virar una vez que se ha parado, damos un tirón enérgico y
su peso. Para T.R .B. supe-
n Francia no es necesario ningún permiso para manejar un barco cuyo principal medio de corto hacia adelante, siempre con el mismo ángulo del timón, etc. El he- riores es necesario disponer
E propulsión sea la ve la, incluso aunque el motor que lle ve sobrepase los 10 CV de potencia.
Sin embargo, conviene co ncretar si la vela es efectivamente el principa l medio de propulsión.
cho de dar tirones hacia atrás y hacia adelante con energía, obliga a que
la popa del barco pueda desplazarse ampliamente sin darle tiempo a ad-
de los sigu ientes títulos:
Un barco de vela equ ipado co n un motor auxiliar está considerado como velero cuando: quirir velocidad; de este modo la virada es muy corta. De esta manera, P.E.R. (Patrón de Embarca-
podemos girar en ambos sentidos, pero al hacer efedo el paso de la hé- ciones de Recreo).
_5_> 55y Pxl,36 > 9. lice, hay que girar un poco menos en un sentido que en el otro . Embarcaciones de hasta
..¡ro-' O Si queremos frenar el barco sin cambiar de rumbo, debemos iniciar 9 metros de eslora a vela o
una ligera virada en el sentido opuesto al paso de la hélice para que el motor de ha sta 300 CV en
(5 = superficie total de las ve las en ceñida, en metros cuadrados; L = eslora total del casco, barco se desplace en línea recta al invertir el sentido de la marcha. eje o 600 CV en dos ejes, y
en metros; O = desplazamiento boyante en toneladas; P = potencia máxima instalada, en caba· en un perímetro de navega-
Hay que recordar lo sigu iente : un ba rco en el q ue el chorro de
lI os DIN.) ción de 30 millas desde e l
su hélice no esté desviado por el tim ón evo lucio na peor que un puerto base y en una línea
Para todos los demás barcos, es necesario conta r con un perm iso. La nueva regl ame ntación ve lero, pero en cambio puede frenarse con la marcha atrás. para lela a la costa distante 5
que ha entrado en vigor el 1 de ene ro 1993 obliga a distinguir dos casos: millas contadas perpendicu·
Navegar larmente.
Los permisos antiguos La posibilidad de navegar con motor está limitada por: P.Y. (Patrón de Yate).
• El permiso A autoriza a navegar a menos de 5 millas de la costa. • la fuerza del viento; Barcos de 50 T.R.B. Y dentro
e
• Los permisos B y autorizan a navegar sin límite de distancia (ni de zona, ni arqueo). • la cantidad de combustible que llevemos; aunque normalmente de las 60 millas de la costa
Las cond iciones de validez no cambian para los titulares de estos permisos antiguos, con ex· más próxima.
ésta suele ser demasiado escasa_para realizar un largo recorrido, sobre
cepción del permiso B cuya an ti gua limitación de arqueo (25 ton eladas) ha si do suprimid a. P.Y.A. (Patrón de Yate habi-
todo si el barco se ve obligado a luchar contra el viento y la mar.
litado para navegación de
Los nuevos permisos En general, el motor se suele utilizar con calma chicha, navegando A ltura l.
• La carta de mar autoriza a navegar de día a menos de 5 millas de un resguardo a bordo de en ese caso a palo seco o, si el barco se balancea demasiado, con la Barcos de 50 T.R .B. Y por to-
barcos cuya potencia motriz sea su perior a 4,5 kilovatios e inferior o igual a 37 kilovatios (de 6 mayor cazada a tope. do el mundo
a 50 CV). Sin embargo, si queremos ganar barlovento con el motor, bajar todo C.Y. (Capitán de Yate).
• El permiso de mar que, según la navegación que se realice puede ser: el trapo y navegar con el viento de proa suele ser menos eficaz que ha· Barcos de 100 T.R.B. Y por
- permiso de navegación coste ra para cualqu ier navegación, de día o de noche, hasta 5 mi· cerio en ceñida a motor y con la mayor izada; en este caso sólo debe· todo el mundo
lIas de un resguardo a bordo de buques cuya potencia sea superior a 37 kilovatios (50 CV); mas arriar el foque. At ención: la lubrificación de algunos t ipos de
- permiso de navegación de altura para cualquier otra clase de na vegació n. motores no se rea liza correctam ente cuando el barco escora.
Para obtener más información hay que consu ltar la Orden 92-1166 de 2 1 de octu bre 1992, Los catamaranes
modificada por Orden 94-4 11 de 17 de mayo 1994 y el decreto de 23 de diciembre 1992, modifi-
cado por el decreto del 1" de junio 1994. las características principales de los catamaranes son, ligereza, poco ca·
lado en el agua y mucha carga aerodinámica; lo cual significa que tie-
7 16 La man i obra
En Francia:
La norma del Reglamento
para prevenir los abordajes
en la mar estipula que un P
Órdenes al timón
ara evitar los malentendidos, es conveniente que todos
los miembros de la tripu lación hablen el mismo idioma.
Maniobras
auxiliares
buque que navegue simul tá- A motor, las órdenes q ue se dan al timón se r ea li za n por
neamente a ve la y a motor medio de las palabra s "derech a" e " izquierda " que corres-
debe exhibir en el lugar más ponden al sentido hacia el cual debe desplazarse el barco
v isible de la proa una marca co n arrancada hacia adelante (decreto del 6 de agosto 1971 1.
cónica, con el vé rtice hacia De este modo, decimos " timón a la izquierda" cuando que-
abajo. remos ir a babor, y " timón a la derecha" cuando queremos
En l os barcos grandes, ir a est ribor. Inc lu so podemos poner avante despacio o
este cono deberá tener, por atrás toda antes de parar en cuanto se hayan afirmado las
amarras en el muelle. La ca lma chicha también existe, y seria agradable hablar de ella. Des-
lo menos, un diámetro de
0,6 m etros y una altura igual graciadamente, en los manuales no se suele abordar este tema sin in-
a su diámetro. tentar buscar enseguida los medios para salir de ella. En este capítu lo
Si se trata de buque s de nen poca arrancada y un radio de giro grande, que se viene a sumar a no escaparemos a la norma general (aunque, el buen uso de las calmas
menos de 20 metros de es- una gran ocupación de espacio en sentido lateral. Un barco de este ti- chichas sigue una cuestión de gusto personal).
lora, el tamaño del cono no po siempre encontrará dificultades para remontar el morro hacia el Vamos a volver a tratar sobre los medios adecuados para halar el
está especificado: sin o que viento con poca velocidad. barco cuando la vela resulta ineficaz. La ausencia de viento no es el
simplemente debe estar "en Por el contrario, puede mantenerse fácilmente "con el trasero al único caso en el que el empleo de un motor auxiliar está justificado;
relación co n el tamaño del
viento", dando motor despacio hacia atrás. podemos utilizarlo también para volver a realizar una maniobra que ha-
buque".
En los catamaranes pequeños, un motor fuera borda colocado en el yamos fa llado. evolucionar en un puerto lleno de barcos, y también pa-
centro no tiene ningún efecto de chorro sobre los timones. Sin embar- ra salir de una situación peligrosa.
go logrará girar casi parado, dando alternativamente un tirón hacia Ya hemos hablado del motor. Ahora, vamos a tratar sobre la espa-
atrás, con el motor orientado hacia un lado, y un tirón hacia adelante, dilla ; cuando los dos sistemas resultan insuficientes o se estropean, el
si lo orientamos hacia el otro. remolque es la última solución. Aunque a pesar de las apariencias, no
En este tipo de barcos, a partir de los doce metros de eslora, es con- es la más descansada.
veniente disponer de un pequeño diésel intraborda en cada casco.
atrás. La iniciación debe hacerse, en una lancha pesada, con la mar en ca l- bastante los mé ritos de la espadilla.
1
718 La maniobra Maniobras auxiliares 719
ma y sin viento. Hay quien elige un lugar desierto para ello. La persona
que va a singlar se coloca de pie. mirando hacia la popa con las piernas
separadas y el cuerpo recto. Sujeta el puño de la espadilla con las dos
manos a la altura de los hombros, colocando los pulgares debajo. La
pala debe estar dentro del agua, lo más vertical posible, y la espadilla
equilibrada descansando sobre la horquilla o la chumacera del espejo
de popa, sin hacer fuerza.
Si mantiene la pala plana dentro del agua moviendo la espadilla a la
izquierda ya la derecha, el que singla no encontrará ninguna resisten-
cia y tampoco conseguirá ningún resultado. Por el contrario, si coloca
Ni lo uno, ni lo otro.
la pala perpendicular a la superficie del agua, se origina una gran resis- Hay que hacerlo con naturalidad.
tencia al movimiento de la espadilla, pero sin consecuencias aprecia-
bles: el barco se desplaza empujado por los remolinos que aparecen persona medianamente habilidosa. Después, sólo hay que perfeccionar
cerca de la popa (ver Parte 2). el movimiento. Para girar, inclinamos la pala un poco más hacia un la-
Tiene que inclinar un poco la pala, al biés, ligeramente hacia la iz- do que hacia el otro, y si queremos interrumpir el movimiento sin que
quierda empujando la espadilla hacia la derecha; y a continuación, in- se nos escape la espadilla, debemos colocar rapidamente la pala per-
clinarla hacia la derecha empujandola hacia la izquierda. Es muy fácil. pendicular a la superficie del agua, como si fuera un timón.
La cara superior de la pala no empuja claramente el agua, sino que la Pero todavía necesitaremos unas cuantas horas más de práctica para
separa astutamente al mismo tiempo que se apoya en ella. Este fenó- llegar a conocer las enormes satisfacciones que nos reserva la práctica
meno puede describirse científicamente; es decir, intentamos aprove- de la espadilla; como por ejemplo, singlar con una mano (y con la otra
char al máximo los ambiguos recursos de la vía oblicua. en el bolsillo) por las tranquilas aguas de un puerto cuyos bordes estén
En la práctica, el verdadero problema reside en la sucesión de los llenos de gente, inclinados hacia la proa del barco, avanzando a peque-
movimientos al final del recorrido. Las manos no deben resbalar so- nos tirones, como si estuviéramos pensando en otra cosa.
bre el puño de la espadi lla, sino que deben invertir el sentido del
movim iento con un ligero giro de las muñecas. Al mismo tiempo, La utilidad de la espadilla
la cara superior de la pala apenas debe disminuir la presión sobre el La principal ventaja de este instrumento es que se prepara en un mo-
Este Hs in9lador ~ ha enco ntrado la agua; pues en ese caso la espadilla ya no quedaria sujeta y se saldria de mento, y se pone en marcha enseguida, listo para echar una mano a la
posición adecuada de la espadilla, pero la chumacera, que es lo que suele ocurrir al principio. hora de realizar una maniobra en un momento crítico, por ejemplo en
no ha m etido la pala lo s ufi cie nte para El único recurso es empezar de nuevo hasta que la espadilla perma- una virada dificil. También sirve para realizar movimientos exactos con
obtener buenos resultados. nezca en su sitio. Hay que contar con una hora de práctica para una el barco en un espacio reducido. Sus ventajas sobre el motor son evi-
dentes. No molesta, no hace ruido; no contamina el entorno, no huele
mal y no ensucia nada; proporciona seguridad, pues nunca se estropea
ni se enreda en los orinques.
Por supuesto, hay que reconocer que también cuenta con ciertas li-
mitaciones, pues aunque el "singlador" tenga buenos músculos, la ve-
locidad que se obtiene es modesta; también resulta insuficiente al re-
montar una corriente, incluso aunque sea pequeña, o con brisa fresca .
En cualquier caso, en ausencia del motor sigue siendo mucho más efi-
caz que un par de remos, que, en un barco de ciertas dimensiones sólo
sirven para golpear el agua. Con un gorro e n la cabeza y colocando
El Sereine, un cúter de aparejo Marconi de 12 metros de eslora total e l remo en vertical. nos desplazamos
y de mas de 12 toneladas de desplazamiento, ha navegado durante lentame nte con cierta potencia. S i no
cuarenta anos con una espadilla, como único motor auxiliar; realmente, llevamos nada en la cabeza y ponemos
son unas dimensiones considerables, y nadie en Glénans recuerda que la espad illa inclinada, quizá s vayamos
haya sufrido ninguna avería . deprisa pero con poca potencia .
720 L a manio br a Maniobras auxiliares 72 1
P ara aprender a singlar, antes q ue nada es preciso contar con las co ndiciones oportunas. En
primer lugar, nos hacemos con un barco pesado y estable durante 1 Ó 2 horas. Cogemos una
espadilla de dimensiones adecuadas, ni demasiado flexible ni demasiado rígida, con el mango
Sujetamos la espad illa con las dos manos, co locando los pulgares debajo, y los brazos y codos
a lo largo del cue rpo. Antes de iniciar el movimiento, hay que asimilar bien estos tres consejos:
• la espad illa no debe resbalar en el hueco de la mano. Hay que sujetarla fuertemente siem-
de madera maciza (que no esté pintado) para evitar que nos salgan ampoll as en las manos. La pre en la misma posición.
chumacera debe ser profunda y ampl ia para sujetar la espad illa sin impedir el movimiento. A • el movimiento de las manos debe describir un ocho alargado, a la altura de la barbilla;
continuación hay que adoptar la postura ligeramente relajada de l " sing lador". Con los pies sepa- • el "singlador" debe ver siempre el mismo lado de la pala.
rados y las piernas ligeramente dobladas, para que pueda caer sentado, si resbala. El cuerpo de- Al principio, hay que hacer poca fuerza co n el remo, y una vez asimilado el movimiento podre -
be mantenerse flexible y derecho. Debe echarse hacia atrás lo suficiente (hacia la proa del barco) mos ir aumentando la presión. Más tarde, tendremos que hacer otro tipo de esfuerzo ... para ser
para que la espadilla, sujeta a la altura de la barbilla, tenga la pala completamente dentro del modestos.
agua.
1. Al empezar, hay que inclinar la pala 2. Tiramos del puño de la espadill a 3. El movimiento de los brazos y de la 4. Al final del recorrido, invertimos el 5. Al despegar el brazo izq uierdo del 6. Tiramos del puño hacia la izquierda
lig eramente (hacia la derecha) hacia la derecha, manteniendo la parte superior del cuerpo se compensa movimiento, girando los puños cuerpo. volvemos a dar la inclinación dando a la pala la misma inclinación,
despegando del cuerpo el brazo misma inclinación de la pala . con el movimiento de las caderas. solamente. adecuada a la pala (hacia la derecha). compensando e l movimiento con
derecho. las caderas.
722 La man i obra Maniobras auxiliares 723
barco avanza hacia babor; al final del movimiento, hay que utilizar la
pala como si fuera un timón, para corregi r el rumbo, hasta colocar la
También podemos singlar embarcación en la dirección opuesta al objeto de separarse menos en
hacia atrás el siguien te movimiento. En los derivad ores conviene bajar la orza para
limitar los bandazos.
D esde la misma posición que adoptábamos para sing lar
hacia ade lante, metemos la pa la en el agua de forma
p lana co n un ángu lo de unos 45° aproxim adamente, nos REMOLCAR
colocamos el puño sobre el hombro apoyándonos con las
dos manos sobre la espadilla y hace mos ochos en sentido El remolque debe contemplarse bajo dos aspectos diferentes, radical-
horizo ntal, manteniendo siempre la misma inclinación y mente opuestos y sin embargo inseparables: el del barco remolcador y
sin mover las caderas. el del remolcado.
Con esta m aniobra el "si nglador" no tiene facilidad de En lo que respecta al barco remolcador, únicamente vamos a anali~
movimientos, sin embargo, es capaz de desplazar hacia zar en este apartado las maniobras que puede realizar un velero que
atrás su lancha 2 ó 3 metros en línea recta sin evoluciones disponga de un motor auxiliar.
superfluas. En relación con el barco remolcado, el problema consiste en saber
qué pito tocará en esta orquesta, siendo necesario que se prepare para
Con la espadilla sobre el hombro. apoyamos la pa la describiendo un afrontar buenas intenciones de todas clases y tamaños.
movimiento de zigzag en el agua.
Por este motivo. debemos buscar un lugar para amarrarlo que esté pués nos ponemos a la deriva ligeramente por la proa del barco remol-
situado en el centro de rotación del barco. cado mientras éste se amarra.
Asimismo, es necesario que reflexionemos en el recorrido que va a • Remolcar un barco que está navegando a vela. La maniobra es
realizar este cabo a bordo; para mantener la posibilidad de orzar, debe- más o menos igual a la del caso anterior; llegamos hasta el barco y nos
mos pasarlo a barlovento de la escota de la mayor y del baquestay (si colocamos a barlovento para pasarle el remolque. Los dos barcos de-
es necesario, entre las dos burdas). ben desplazarse siempre que sea posible a la misma velocidad, mien-
Si el cabo de remolque está bien adujado dentro de un cofre, no tras el barco remolcado afirma el cabo en su barco.
conviene sacarlo del todo. Únicamente debemos coger el chicote y • Remolcar un barco fond eado. En este caso, las cosas se compli-
efectuar con éste el recorrido previsto, pasando en primer lugar por el can algo más. Naturalmen te, la mejor solución consiste en ayudarle pri-
punto donde va a afirmarse, y después volvié ndolo a llevar a popa por mero a levar el ancla para que pueda salir a la deriva; de este modo,
barlovento de la escota de la mayor y del baquestay. Sólo debemos sa- nos encontraremos en el primer caso. Pero esto no siempre puede ha- El barco remolcador pasa a barlovento
car la longitud de cabo necesaria para poder pasarlo al barco remolca- cerse, especialmente cuando no hay agua libre a sotavento. del remolcado para lanzarle el cabo,
do y cuando 105 dos barcos ya estén amarrados la soltaremos en ban- Si tenemos un timón activo y hemos asimilado bien el ejercicio sobre ponié ndose después a la capa delante
da. Al hacerlo de este modo, evitaremos que se enrede y se atasque gobierno a motor de la página 713, no tendremos ningún problema, de éste el tie mpo necesario para que la
por todas partes, y además en el peor momento .. nos paramos proa al viento a barlovento del barco remolcado mientras tripulación lo pueda afirmar.
Por lo general, el barco remolcador hará toda la maniobra a motor, que éste afirma el remolque y leva el ancla.
sin dejar por ello de izar las velas en cuanto el convoy esté en marcha. Si no disponemos de timón activo la operación resulta mucho más
delicada, pues es imposible parar el barco. Por lo tanto debemos hacerlo
todo al vuelo. El barco remolcador se coloca por la popa del barco que
Modo de pasar el remolque
va a remolcar, a gran distancia de éste y se va aproximando al ralentí,
En principio, el barco remolcador debe colocarse a barlovento del remol-
para que todos tengan tiempo de prepararse. Cuando pasa a la altura
cado (¡siempre que no abata con mayor rapidez que este último!). Pues,
del barco que está en apuros, le lanza el remolque y sigue su rumbo
efectivamente, resulta más fácil lanzar el cabo de remolque en la direc-
proa al viento lo más despacio que pueda, pero con velocidad suficiente
la confección de una piña de la guía o ción del viento. Quizás nos resulte cómodo utilizar una guia o sirga , es
para poder maniobrar; a continuación larga en banda el remolque. Con
s irga exige un poco de paciencia. decir un cabo ligero que lleve un barrilete en su extremo -para poder
el fin de facilitar las cosas, es conveniente que este cabo sea muy largo y
1. Se hacen tres gazas muy juntas. lanzarlo a gran distancia con precisión-o Más tarde, podemos amarrar el
que el barco remolcado suba parte de su cadena antes de la operación.
2. Se dan tres vueltas rodeándolas. cabo del remolque a dicha rabiza para pasarlo de un barco al otro.
3. Se dan tres vueltas más Se pueden dar varios casos distintos:
Evidentemente, el barco remolcador deberá vigilar durante toda la
intercal ándolas en las tres primeras. • Remolcar un barco a la deriva . Es el caso más fácil. Nos acerca-
maniobra que el cabo no se enrede en su hélice, lo que puede ocurrir si
4. Ya s ólo queda apretarlas una a una mos al barco lo más lentamente posible, pasando junto a él a barloven-
comete el error de poner la marcha atrás.
empezando por el principio. to, muy cerca y muy despacio, para lanzarle el cabo de remolque; des-
Ponerse en marcha
Para ponernos en marcha co·n soltura, debemos cobrar el cabo de
remolque lo más despacio posible y, en el momento en que está tenso,
acelerar enérg icamente. Si aceleramos en el momento oportuno, el ca-
bo permanecerá en tensión y los dos barcos cogerán velocidad al mis-
mo tiempo. Pero, hay que señalar que este cabo, al tensarse, corre el
peligro de hacer arribar al remolcador; el timonel deberá evi tar este 1. Pasa mos e l cabo de remolque;
movimiento, y seguir, al pri ncipio, un rumbo más próximo al viento de 2. Nos ma ntenemos parados mientras
lo necesario. espera mos que afirmen el cabo;
Una vez en marcha, el remolcador ajustará la longitud del remolque, 3. Tira mos des pacio para ayudar a levar
debiendo ser lo bastante largo como para no estar nunca tenso, y per- el ancla (con cuidado de no
manecer en el agua. Incluso utilizando un cabo muy largo, a veces re- sobrepasarla);
sul ta difícil evitar los tirones, sobre todo con viento de popa, pues los 4. Una vez libre e izada e l ancla, ya
4
dos barcos no suelen llevar la misma velocidad. podemos sa lir.
726 La maniobra Maniobras auxiliares 727
Virada por avante remolcando un barco Modo de remolcar un barco a vela A bordo del barco remolcado
1, 2 Y 3. Disminuimos la longitud del ¡Remolcar un ba rco a vela, es el no va más! Evidentemente, para esto
remolque lentamente para no romper Afirmar el remolque
necesi tamos una mínima habilidad y sobre todo una apreciación exacta
la arrancada . En primer lugar es necesario que el barco remolcado se amarre bien,
de la potencia del propio barco.
4. Viramos, largando completamente para lo cual deberá afirmar el cabo en el punto más resistente del bar-
l os fundamentos de este tipo de remolq ue son los mismos que a
el cabo. co. En principio, se le da vueltas a la bita de amarre, o al pie del palo
motor, en lo que respecta a la preparación de la maniobra y al lanza-
5. Pasamos el cabo al otro costado . (aunque, en los barcos modernos estos puntos no suelen ser lo bastan·
mi ento del cabo.
6. Volvemos a coger velocidad lo antes te resistentes). Si el barco remolcador tiene mucha potencia y hay mar,
Sin embargo, hay un caso que presenta una dificu ltad especia l: re-
pos ible . puede ser conveniente rodea r con el cabo el barco remolcado.
mo lcar un barco fondeado. Pues en este caso, no podemos ponernos
Para dar vueltas al remolque, únicamente haremos nudos que se
en posición de espera mientras el barco remolca do afi rma el cabo y le- Si el barco se encuentra en mal estado,
puedan largar y que no se azoquen, es decir, principalmen te el nudo
va el ancla. La mejor solución es fondea r también nosotros, y después, puede ser conven iente rodearlo con
de remolque y el as de guia; i nunca el ballestrinque I
una vez el cabo está afirmado, zarpar al mismo tiempo que el barco re- una amarra, de este modo evitaremos
molca do, o un poco más tarde. Es necesario que salgamos con un rum· daños adiciona les.
bo bastante portante, para adquirir velocidad antes de intentar ganar Las preocupaciones
barlovento. Para el barco remolcado, las primeras preocupaciones empiezan justo
Navegar en ceñida remolcando un barco resu lta dificil, pues en este después de amarrarse. La mayoría de las veces se deben a una única y
rumbo la potencia que podemos tener es relativamente pequeña. Virar misma causa: el barco remolcador va siempre demasiado rápido y de·
también supone un problema, por lo tanto es indispensable que el bar· trás de él la gente va sufriendo sin poder soltarse.
El patrón que ha caído en la trampa tiene tiempo suficiente para
~
ca remolcado esté libre de su carga, por lo menos durante unos InS·
tantes Con este motivo, al pnnClplO debera cobrar bastante pensar en las precauciones que va a tomar la próxima vez que esto le
~
cabo y después soltarlo Justo antes de Vira r, para man- suceda:
tenerlo amollado durante toda la virada Una • desconfiar de los barcos demasiado potentes (si la situación no es
vez haya Virado, lo pasara al nuevo bordo de critica y si puede elegir);
barlovento • utilizar la guindaleza del barco remolcador en lugar de la suya; en
Yen caso de que no lográramos virar por avant e, siempre nos queda primer lugar, porque resulta más cómodo y después, porqu e asi dudará
la opción de hacerlo por redondo. menos en largarla si la cosa no marcha;
• no afirmar el cabo inmediatamente, sino esperar a ver cómo se
Vigilar el remolque desarrollan los acontecimientos; dar simplemente unas cuantas vueltas
Disminuir la violencia de los tirones es, ante todo, una cuestión de ma· redondas a la bita y mantener en la mano el chicote de la guindaleza.
niobra. Cuando esta última se encuentra floja: Es conveniente saber que en cierta medida, podemos actuar sobre el
• el barco remolcador debe disminuir su velocidad y después acele· barco remolcador (siempre que no sea un barco enorme y sobre todo si
rar en el momento exacto en que se vuelve a tensar; vemos que ha amarrado el cabo en la popa). Por ejemplo, si queremos
• el barco remolcado debe cambiar de rumbo para que en el mo· que venga hacia la izquierda, basta con ponernos francamente a la de·
J ~ i1 mento en que el cabo se tensa, el primer esfuerzo de éste le lleve hacia recha, y nos obedecerá.
su rumbo, en lugar de tirar de él bruscamente hacia adelante. Durante la operación de remolque, debemos mantenernos ligera·
También se puede dar cierta elasticidad al remolque: mente a barlovento de la estela del barco remolcador; esto resulta es·
j~: Z! !!: i1
• colocando un neumático en medio; pecialmente necesario si navegamos en rumbos portantes, para evi tar
• lastrándolo en el centro; choca r contra él si las olas nos empujan. Este tipo de incidente es bas·
• si el barco remolcado lo amarra al extremo de la cadena del ancla, tan te frecuente, sobre todo si el barco remolcador es más pequeño que
dejándola filar varios metros (hasta 20 ó 30 metros con mal tiempo). el remolca do.
Por otra parte, el cabo puede rozar y rompe rse por las zonas que es- Por último, mantenemos la esperanza de que al llegar, el remolcador se
tán en contacto con las ga teras. Tanto si es la parte de amarra del bar· acuerde de que no tenemos marcha atrás y que se pare proa al viento. Si el barco remolcador ha afirmado su
Nos queda una última preocupación y es el precio del remolq ue. En cabo de remolque en la popa, el barco
Un neumático de coche puede servir de co remolcador la que roza en su asidero como si es la del remolcado,
muelle. También podemos las trar el cada uno deberá vigilar su costado y forrar el ca bo de remolque en los principio, este problema no tiene nada que ver con el tema del capítu- remolcado puede " gobernar" al
remolque para hacerlo "elástico ". lugares por donde pueda desgastarse. lo, pero, nos parece conveniente señalar que una falsa maniobra en es· remolcador.
728 La maniob r a Maniobras aux i liares 729
te aspecto nos puede costar muy cara. Antes de que nos remolquen ramos tenido que poner a bordo, sin duda al-
debemos ponernos de acuerdo con el barco remolcador sobre las con- guna no nos va a proporcionar los mismos ser-
diciones de la operacrón, por lo menos si no tenemos una urgencia ab- vicios, pero nos puede servir para realizar algu-
soluta. Hay que decir que esta precaución es especialmente útil al otro nas maniobras. Además, cuando estemos fon-
lado del Canal de la Mancha (discreta indicación que el responsable de deados, las idas y venidas en dicho bote serán
la edición inglesa del libro, sin lugar a dudas, se apresurará a traducir li- más rápidas y menos cansadas.
teralmente).
Empujar el barco
Remolque con el bote auxiliar Para maniobra r, podemos tirar del barco o
bien empujarlo. Resulta más eficaz empujarlo, • •
Existe una manera económica de resolver el problema del motor auxi- pero esto solamente podemos hacerlo con un
liar, y es instalarlo en el bote auxiliar, en lugar de hacerlo en el propio bote auxiliar neumático. En los catamaranes, e l proced imiento
barco. Este motor, de 1,5 a 10 caballos, más barato que el que hubié- Pa ra ello basta con apoyar la proa del bote contra el espejo de popa más evidente es e l de empu jarlos.
(por el centro, o por un costado si el timón es exterior). Conseguiremos
mayor capacidad de maniobra amarrándonos muy cortos: si el bote nos
Foto de aliado: para remolcar empuja claramente hacia babor el barco se colocará enseguida a babor
abarloado al barco se coloca el bote y viceversa.
auxi liar cerca de la popa. Únicamente Utilizado de este modo, el bote auxiliar inflable resulta muy seguro,
deberá trabajar el esprin, incluso en alta mar con olas. Podemos prepararlo un poco antes de lle-
permaneciendo los traves es estirados gar a puerto: si lo llevamos detrás del barco con un tripulante a bordo,
en su justo término. estará listo para el momento en que necesitemos poner el motor.
La última solución, la menos adecuada de todas, consiste en manio- barcos podrían llegar a un amarre, con algún medio auxiliar. Esta ma-
brar el barco abarloando a éste el bote auxiliar. Esto únicamente se nera de actuar sería sin lugar a dudas mucho más agradable para to-
puede hacer con calma chicha o en fondeaderos muy resguardados; dos, e incluso más afín con la vocación de los propios puertos.
pues si hay olas corremos el riesgo de estropear el bote, aunque nave-
guemos despacio, pues este último no dispone de puntos adecuados En realidad, la verdadera seguridad no se obtiene nunca por medio
para afirmar las amarras, además de que sufriría abundantes rociones. de soluciones fáciles. Está ligada al fin que se persigue, y no debe con-
En lo que respecta a los catamaranes, el procedimiento más evidente tradecirlo. Si decidimos navegar a vela, es probablemente porque acep-
es el de empujarlos. Según sean sus dimensiones, hay que colocar uno tamos afrontar una realidad íntegra -sin ir a buscar sistemáticamente
o dos botes auxiliares en las popas y por la parte interior de los cascos, las dificultades, pero tampoco sin irnos al fondo cada vez que éstas se
facilitando de este modo la comunicación entre ambos. Para maniobrar presentan-o En este caso la seguridad consiste en cumplir estrictamente
en puerto, podemos lograr efectos evolutivos espectaculares empujan- las reglas del juego, entre las cuales, resulta primordial la preocupación
do con dos botes, dando marcha avante en un costado y hacia atrás en por realizar las maniobras de modo preciso. A partir del momento en
el otro. que nos sometemos a estas reglas, resulta normal que queramos jugar
el juego completo, y mantener el simple derecho de aceptar el tiempo
tal como viene, tanto con buen vien to, como con malo.
¿A MOTOR O A VELA?
Para terminar, nos gustaría insistir en esta evidencia: cuando se navega
a vela no podemos contentarnos con maniobras aproximadas. La disci-
plina que hemos elegido es muy exigente y no admite las medias tintas.
En el transcurso del aprendizaje hemos tenido ocasión de comprobar,
efectivamente, que una maniobra fallada suele desencadenar frecuen-
temente una reacción de hostilidad general; es decir, el barco se con-
vierte en un elemento sin control, y las maniobras de recuperación sólo
sirven para empeorar la situación; en esos casos es cuando se producen
las coincidencias más desafortunadas, combinándose con rigor para
engendrar una confusión total. En este aspecto, todo está relacionado
y los acontecimientos se suceden con una gran rapidez. En un barco en
el que se efectúan mal las maniobras, la gente se encuentra permanen-
temente en peligro, y la presencia de un motor no cambia las cosas. Si
nos empeñamos en querer navegar a vela, la única solución que
nos dicta el sentido común es no contar con el motor del barco,
sino intentar perfeccionar las maniobras a vela.
,
METEOROLOGIA
1
E l tiempo que va a hacer mañana, en la mar, es algo muy importante que des-
graciadamente no podemos pronosticar solos. No hace mucho tiempo aún, se
especulaba sobre el color del cielo, el comportamiento del gato de a bordo y el
reúma del capitán, y de estos fenómenos se deducían algunas predicciones que no
eran necesariamente falsas. En cambio, ahora disponemos, por mediación de los
servicios meteorológicos, de informaciones sobre el tiempo que nuestros antepa-
sados no se hubieran atrevido ni a imaginar. Basándonos principalmente en estos
datos podemos tener una visión clara del futuro.
El Sol irradia energía. Una parte de esta energía llega a la Tierra, que
es una bola rodeada por una atmósfera. Otra parte es reflejada directa-
mente hacia el espacio, cuando los rayos solares alcanzan el planeta,
sin influir para nada en éste. Y otra, bastante pequeña, es absorbida
por la propia atmósfera, que se calienta ligeramente (un rayo luminoso
se transforma en calor al ser absorbido por un obstáculo); y por último,
otra parte, la más grande, es absorbida por el suelo, calentándolo fuer-
temente.
Hay que señalar que si la transferencia de energía se produjese en
un solo sentido, la temperatura de la Tierra no haría sino aumentar, y
ya no estaríamos aquí para contarlo . Pero la Tierra, como cualquier
cuerpo calentado, también irradia calor. Globalmente -ésta es la pala-
bra adecuada- vuelve a emitir una cantidad de energía similar a la que
recibe, estableciéndose por lo tanto un equilibrio.
Lo primero que comprobamos es que en un mismo intervalo de
tiempo el suelo absorbe aproximadamen te tres veces más energía que
la atmósfera que lo rodea, estando, por término medio, más ca liente
que ella, a la cual empieza a calentar por su base. Este calentamiento Para el qu e sa be leer en las nubes, este
se percibe hasta una altitud de unos 12 kilómetros. Por lo tanto, desde cielo de tormenta sobre el archipiélago
el suelo hasta una altitud de 12 kilómetros, la temperatu ra va disminu- de Bré hat no tien e nada de alarmante:
yendo. Ésta es la característica principal de esta capa baja de la atmós- lo peor ya ha pa sado.
740 Meteorologia Lo s movimientos del aire 741
fera. denominada troposfera: es decir, esfera cambiante. El espesor de los polos, puesto que las cantidades de calor que deben transferirse
esta capa varia según la latitud (12 kilómetros representa sólo una me- son muy grandes.
dia. siendo mucho mayor en el ecuador que en el polo) y variando tam- La conducción y la radiación son los únicos medios de intercambio
bién de un dia para otro, en función del tiempo que haga. Su limite su- en la Luna, por ejemplo, registrándose en la misma temperaturas de
perior se denomina tropopausa . Más arriba, y hasta 150 kilómetros de 200 oC en las regiones soleadas y de -100 oC en las regiones a la
altitud, está la estratosfera, que es una zona donde la temperatura sombra .
aumenta ligeramente y donde 105 vientos va riables pueden llegar a ser Pero la Tierra tiene atmósfera y océanos. El aire y el agua son por sí
muy fuertes. Más arriba, ya nos salimos del tema. mismos malos conductores del calor, pero pueden desplazarse, pu-
La troposfera, con sus 12 kilómetros de altitud, tiene un espesor in- diendo también el propio aire transportar agua, que obtiene de la eva-
significante, si lo comparamos con los 6.400 kilómetros de radio del poración en las zonas húmedas del planeta. Estos dos elementos tan
globo terrestre, siendo como un papel de seda alrededor de una naran- inestables que están sometidos a continuos cambios ¿no podrían con-
ja. Sin embargo, esta fina pelicula contiene un 80% de la masa total de tribuir a igualar las temperaturas en la superficie del globo? Y esta
aire y un 90% del agua atmosférica; en su interior se forman todas las igualación de las temperaturas ¿no sería precisamente la razón de ser
nubes y la mayoría de los fenómenos que nos interesan. de sus movimientos?
Vamos a hacernos una segunda pregunta: ¿por qué hace frío en los Esto es precisamente lo que los meteorólogos han sacado a la luz;
polos y calor en el ecuador? en el planeta Tierra, los intercambios térmicos se llevan a cabo princi-
Los rayos solares son paralelos (o pueden considerarse como tales), palmente por medio de grandes masas fluidas que se desplazan, unas
pero la Tierra es esférica. Las regiones polares se encuentran desfavore- desde el ecuador hacia los polos, y otras de los polos al ecuador; los in-
cidas, pues reciben menos rayos de sol por unidad de superficie que las tercambios se hacen por convección .
regiones ecuatoriales, que están muy expuestas. De este modo existen corrientes oceánicas cálidas -como la Co-
Esta respuesta tan simple, aparentemente satisfactoria, es en reali- rriente del Golfo- que transportan el calor de los mares tropicales ha-
dad engañosa y encierra a su vez una nueva pregunta, que nos va a lle- cia el Norte, y corrientes oceánicas frías -como la corriente del Labra-
var muy lejos. El cálculo de la cantidad de energía absorbida respectiva- dor- que bajan en dirección contraria. Estas corrientes son muy lentas
mente por el ecuador y por los polos revela, de hecho, un desequilibrio y, sin embargo, realizan casi tantos intercambios como la propia at-
enorme entre estas dos regiones, que debería traducirse en una dife- mósfera, cuyas masas de aire ecuatoriales cálidas tienen tendencia a
rencia de temperatura mucho más grande que la que percibimos en la desplazarse hacia los polos, y las masas de aire polares frías, a bajar
realidad. Las regiones ecuatoriales deberían ser muy ca lientes y las re- hacia el ecuador.
giones polares, muy frías; es decir, tan insoportables las unas como las Según este esquema, en este momento ya podemos explicar el ori-
otras. Si no es así, si la temperatura es más o menos soportable en to- gen del viento. Creemos estar en lo cierto al pensar que los principales
dos los lugares (con más o menos jerseys), es sin duda alguna porque vientos existentes en la atmósfera son vientos del Norte y vientos del
se producen intercambios entre el ecuador y los polos. Sur. Ahora bien, si consideramos las medias de los vientos existentes en
y entonces surge una nueva pregunta: ¿cómo se efectúan dichos in- la superficie del globo, tal y cOrlJo se deduce de las observaciones efec-
tercambios? La respuesta, esta vez, corre el peligro de ser un poco más tuadas durante muchos años, debemos desengañarnos rápidamente,
larga, pues es el objeto mismo de la meteorologia. pues los componentes Norte y Sur no figuran en ellas (anulándose por
término medio); los vientos medios son del Este y Oeste: vientos del Es-
La física nos enseña que todo cuerpo calentado en un punto tiende te en las regiones ecuatoriales y en las regiones polares, y vientos del
a distribuir el calor recibido por toda su masa. Esta distribución puede Oeste en las regiones templadas. Por otra parte, sucede que los vientos
efectuarse por conducción, es decir, por contacto, poco a poco, en el suelen ser muy flojos: de apenas 2 metros por segundo. Y sin embargo,
interior de la propia masa. Éste no es el caso del planeta Tierra, ya que nosotros conocemos otros que van muy rápido.
el suelo es un mal conductor del calor. La transferencia puede efectuar-
se igualmente por radiación, aunque la radiación de la Tierra se pierde Ll egados a este punto, las preguntas de los niños ya nos empiezan
la radiación solar es uniforme. pero en
casi por completo en el espacio. Únicamente un pequeña parte es re- a molestar. Podríamos contestar de manera precisa y esquemática
latitudes altas se reparte sobre una
flejada por las nubes (es lo que explica que las noches sean menos frias soltando, por ejemplo, el siguiente discurso. La Tierra gira sobre sí
s uperficie mas grande q ue en e l
cuando el cielo está cubierto que cuando está despejado), pero esta ra- misma y, como está llena de depresiones y de colinas, este movimien-
ecuador.
diación es insuficiente para establecer un equilibrio entre el ecuador y to de rotación crea remolinos en el aire. algunos de estos remolinos
742 Meteorologia Los movimientos del aire 743
+--
JV'
en todos estos movimientos, siguiendo a partir de ese momento rutas
insospechadas. Además, cuando una masa de aire caliente y una ma- cuentra casi nunca en las capas bajas de la atmósfera. Su mayor preo-
+-- +--
sa de aire frío se encuentran, no se mezclan en absoluto, sino que se cupación es la mezcl a de aire seco/vapor de agua, desempeñando
----+ ----+
----+ ----+ enfrentan, lo que produce aún más remolinos, dentro de los cua les el este últ imo gas en cant idad m uy va ri able un papel funda m ental.
+-- +-- viento es fuerte, y que se desplazan entre los grandes remolinos antes De hecho, en la atmósfera, el agua puede existir en estos tres esta-
mencionados. Es un problema de engranaje, o todavía más sencillo: dos físicos:
Según la latitud, los vientos son del una auténtica feria. Estado gaseoso: vapor de agua.
Este o del Oeste. Evidentemente, nadie está obligado a saber más, pero si estamos in- Estado liquido: gotas de agua de las nubes, lluvia y rocío.
teresados, sin duda, tenemos que armarnos de paciencia, bajarnos de Estado sólido: cristales de hielo en las nubes altas, granizo, nieve,
las nubes, volver a la realidad, y abordar el problema desde el principio. escarcha.
Examinar en primer lugar de qué está hecho este aire del que tanto ha- El paso de un estado a otro se lleva a cabo permanentemente, yes-
blamos (y que también respiramos), concretar después lo que es una tos cambios de estado absorben o desprenden calor (calor latente). Por
masa de aire, cómo se desplaza y lo que le sucede, y dar también un ejemplo, para transformar el agua en vapor (evaporación del agua de
repaso a la s nubes. De algún modo, tenemos que introducirnos en el los océanos, y paso de la gota de agua a vapor), hace falta calor; y por
movimiento del mundo aéreo, y entonces será cuando tendremos algu- el contrario, la condensación (el paso de vapor de agua a gota de agua)
na posibilidad de comprender la sorprendente vida que le anima. proporciona calor.
Los primeros astronautas dieron a la Tierra el nombre de "planeta El vapor de agua que se forma se mezcla con el aire. la can ti- estado. Estado sólido cuando la nieve
azul", pues realmente, vista desde el espacio, aparecía rodeada de una dad de vapor de agua que puede contener el aire es limitada. Una vez cae sobre la cubierta de los barcos, y
aureola azulada debido a la presencia de la película atmosférica que di- alcanzado este límite, se dice que el aire está sa turado; si se sobrepasa estado liquido cuando e l rocio brilla en
funde la luz solar. este límite, el vapor de agua que sobra se condensa en forma de gotas las ramas de los arboles.
Si bien la atmósfera aparece materializada de una manera tan nítida,
resulta, por el contrario, muy difícil conocer exactamente su espesor. lo
que sabemos es que esta capa es muy fina, en relación con la s dimen-
siones de la Tierra: el 90% de su masa (5.300 millones de mega tones
aproximadamente) está en los 16 primeros kilómetros por encima de
nosotros. Además, cuando volvieron los satélites, se observaron las pri-
meras manifestaciones de la presencia de un medio gaseoso hacia unos
130 kilómetros de altitud, ilO cual podria representar el límite de la at-
mósfera!
Esta pelicula, dentro de la cual vivimos "como peces en el agua",
que nos protege del Sol y nos "alimenta", está compuesta, principal-
Una fina pelicula de aire rodea el globo mente, de aire seco y de vapor de agua, de un número considerable de
terrestre. Las cordilleras tienen un partículas sólidas, de impurezas o residuos varios, de bacterias ... Todo
papel nada despreciab le en los ello de dimensiones microscópicas, sin olvidar, por supuesto 105 crista-
movimientos del aire. les de hielo.
744 Meteo r ología Los movimientos del aire 745
de agua y aparecen las nubes. Este límite de saturación depende de la (hay que señalar también como causas menos frecuentes la mezcla y
12 / temperatura del aire: el aire caliente puede contener más vapor de la turbulencia).
agua que el aire frío.
!:::- 10---------- -- --------t' Las n ubes producen las precipitaciones. El agua llega al suelo;
t
~ agua ,,/
//' Por ejemplo, en las capas muy bajas (a una presión de 1 000 miliba-
res (hPa), la atmósfera a 20 oC puede contener hasta 15 gramos aproxi-
madamente de vapor de agua por kilo de aire seco, mientras que la at-
una parte se evapora, otra alimenta la vegetación, que la devuelve a la
atmósfera en forma de vapor, por "transpiración", y por último, otra
parte cae o penetra en el suelo regresando al océano.
E 6 liquida , mósfera a OoC sólo contiene 4 gramos aproximadamente. Imaginemos
;"E;¡ ,/
/ vapor de ahora una masa de aire a 1 000 hPa y a 20 oC que contenga 14 gra-
~ ,,/' agua mos de vapor de agua, es decir, que no está saturada (ya que puede
a 2 ___ •• "
:§ contene r cerca de 15 gramos), pero si se en fría por cualquier motivo,
K ·8 ·4 12 enseguida alcanza la saturación y es entonces cuando aparece la con-
grados cenligrados densación.
Por experiencia. sabemos que la
presión máxima de vapor de agua
(denominada también " tensión de
vapor satu rante" con re lación al agua
liquidal sólo depende de la
temperatura, siendo directamente
proporcional a la mism a.
"
""
,,,"",,, Vvapor de agua
, , ¡jerra
,, ,,
,,, ,,, El ciclo se ha cerrado. El agua durante su viaje por la atmósfera cam-
,, ,, bia de estado y puede recoger y distribuir grandes cantidades de calor.
,, ,,
,," ,'
I 5 ! 1
Los parámetros de estado
~ I 1
'- 4------------------"
,: i Si se enfría hasta OoC, los 10 gramos de vapor sobrantes El estado de un gas se define por su presión, su temperatura y su volu-
8. , , I
~ ,/ : : (14 - 4 ; 10) se transforman en gotitas de agua. men . Conocer el volumen de la atmósfera es algo imposible. Los dos
~ ./ :: Hay que señalar que: primeros parámetros utilizados, debido a su accesibilidad, son la pre-
:JI : :
~ L_~-----------'~--~'-+ • el cambio de estado del vapor de agua en agua desprende calor, sión y la temperatura. Para estar bien informados sobre la composición
grados - 10 1n 20
lo cual frena considerablemente el enfriamiento; de la mezcla aire seco + vapor de agua, se define también un paráme-
A una presión de 1 000 hPa 4 tro de "humedad". Al ser la atmósfera un fluido en continuo movi-
• la condensación se favorece debido a la presencia en el aire de
- a 20 oC, la atmósfera puede contener miento, hay que conocer igualmente el parámetro del movimiento, es
unas partículas minúsculas higroscópicas llamadas "núcleos de con den-
unos 15 gramos de vapor de agua por decir, el viento.
sación": polvo, cristales de sal marina, etc.;
kilo de aire seco; Para estudiar estos parámetros, el meteorólogo, al igual que el
• en la atmósfera, el vapor de agua puede condensarse en gotitas
- a O oC, la atmósfera sólo puede geógrafo, antes de trazar un mapa, establece una escala; la más uti-
de agua incluso a una temperatura bajo cero. Por lo tanto. puede con-
contener algo menos de 4 gramos de lizada, que viene impuesta por la distancia entre los puntos de me-
tener gotas de agua ( y no crista les de hielo) hasta una temperatura de
vapor de agua por kilo de aire seco. dida (estaci ones meteorológicas), es la escala sinóp tica. Las "parti-
- 15 oC aproxima damente; este fenómeno se llama sobrefusión .
• El hPa (hectopasca l) es la unidad de Es conveniente que el meteorólogo conozca la cantidad de vapor culas sinópticas" dentro de las cuales se consideran uniformes los
pres ión empleada en Francia; la unidad de agua contenida en el aire (humedad), y también las razones even- diferentes parámetros tienen una dimensión horizontal de va rias de-
equiva lente en Es paña es e l milibar. tuales del enfriamiento de las masas de aire. Las principales causas, la cenas de kilómetros y una dimensión vertical del orden de una de-
radiación y la expansión, las detallaremos en los párrafos siguientes cena de metros.
(N. de la r.)
746 Meteorolog ía Lo s mo vi mientos del aire 747
La humedad
El tercer parámetro de estado de la atmósfera, y no por ello el menos
importante, es la humedad. Las corrientes de vapor de agua contenidas
en el aire se sitúan sobre la superficie terrestre: son los mares, 105 océa-
nos, los lagos, los cu rsos de agua, y también la vegetación, que expulsa
Análisis del campo de presión a la atmósfera el agua del suelo que recoge por las raíces. Como con-
a nivel del mar secuencia, la humedad, es decir, la riqueza en vapor de agua, depende
En el análisis de un mapa de campo s de de la presencia natural del agua, siendo mayor en la mar que en 105
presión aparecen zo nas de a lta presión. conttnentes y los desiertos. Cuanto más nos alejamos de las fuentes de
o anticiclones {señaladas con Al , V humedad, menores son las posibilidades de que se forme vapor de
zonas de bajas presiones o depresiones agua, es decir, que hay una menor cantidad en una altitud elevada que
(señaladas con O) . El taJweg lo en las capas bajas. Resulta muy difícil medir la humedad absoluta, sien-
thalweg) prolonga una depresión y l a do poco exactas las medidas de humedad relat iva.
dorsal prolonga un anticiclón. El cuello
isobárico esta situado entre dos zonas En resumen
de bajas presiones o entr e dos zonas de La determinación de estos tres parámetros de estado nos permite cono-
a ltas presiones. La isobara 1015, que cer la atmósfera. Las estaciones meteorológicas los miden sistemática-
representa la presión unormal u mente, tanto en la superficie como en determinada altitud, pero, como
(1 013,25 milibares ) está representada ya hemos dicho, la atmósfera es también un gas que se desplaza tanto
por un trazo m ás grueso. en sentido horizontal como en vertical.
mié rcoles jueves
101214 16182022242 <1 6 810121416182022242 4 6 8 10 121 41 618202224 246 810 ~
/.t ~ I / ~ ~ ~ht / / / / /
La temperatura
!I / l/ U ¡f / / I ¡ 11 I I
Es un parámetro que va ría mucho de un lugar a otro, tanto en el plano
horizontal como en el vertical. La temperatura del aire depende en gran / / ! ! / / / TI / / UU / / / /f- iI / /! / ¡j í ; / r; / I ! I / /
parte de las cond iciones locales. En general. la amplitud de las variacio- I ,) Tri T l· 1/ 1:[ ! ! I ! ! II y
I Io r °r r 'jo. 1/
~ ~I~
nes de la temperatura es mayor en el interior de los continentes que en o
las cercanías del mar, y más importante cuando el cielo está despejado
/,/ {r+++-Hlr¡
// , 11 100
lermosfera
.,I
que cuando está cubierto. La distribución vertical media de las tempe-
1 11;(11 I J T 1 ¡¡ I
.....
raturas hace que aparezcan las capas características de la atmósfera: la meso ausa
troposfera cuyo espesor es de 4 a 8 ki lómetros sobre los polos, y de 15 1 ' 1 I I l .t J. 1
80
~\ H~ ~\ \-
a 17 kilómetros sobre el ecuador, yen la cual la tempe ratura disminuye
con la altitud a razón de 0,6 oC por cada 100 metros aproximadamen-
\ '\ \ 1 \ . '\
60 1'\.
te. Encima de la troposf era y hasta una distancia aproximada de unos ""- ~j Pj!J![f!c .
jJ\ L \\ \\\\\\\ II \ \ '\ \ \\\\\ \
50 kilómetros se encuentra la estratosfera, en la cual la temperatura
aumenta con la altitud.
Aún más arriba, se encuentran la mesosfera y la termosfera, que son
ml\tt~ \\\\\\\\\\\ \\\\\\\\\\\ \\\\\\\ /
~
\\\\\\ \'\ \\\\\\\\\\ \'\ \\\\\\\\\\ \''\ \\\\\\ ,o 1
~
40
eslratosfera
capas elevadas donde las moléculas de ai re son cada vez más escasas, tropo ausa
lo cual no afecta en modo alguno al tema que estamos trat ando, ya Por medio de un registro de temperatura, medida en un lugar resgua rdado. se puede
Ce ¡;:t.~;;¿" ~
que casi todos los fenómenos" meteorológicos" tienen lugar en la tro- determinar la hora de la mínima y de la máxima, así como e l núme ro de hora s oF !'
posfera, es decir, en los 12 primeros ki lómetros por término medio. durante las cuales la temperatura ha s ido s uperior o inferior a l umbral (en este cas o, _80 0 _40 0 0° +20 0 lemperatura en oC
e l jueves 22, la temperatura ha s ido superior o igual a 20 oC durante s iete horas). La la modificación de fa distribución
Conviene saber que las t emperaturas que comunican los servicios de amplitud diurna es la diferencia entre la máxima, que s e alcanza en general a l vertical de la temperatura es lo que
Meteorología son temperaturas medidas en un lugar resguardado y ai- principio de la tarde, y la mínima, que tiene lug ar. la mayoria de las veces, un poco dis tingue principalmente a las diversas
reado, es decir, protegido de cualquier t ipo de radiación . despues de la salida de l s ol. Durante e l jueves 22, la amplitud ha s ido de 12,5°. partes de la atmósfera .
750 Meteorología Los movimientos del aire 751
El parámetro del movimiento: el viento La rotación terrestre origina una fuerza desviadora, la fuerza de (0 -
riolis, que se ejerce de forma perpendicular a la dirección del movi-
Modo de medir el viento miento, hacia la derecha en el hemisferio Norte y hacia la izquierda en
El vien to se define por su velocidad y su dirección . Analíticamente, este el hemisferio Sur.
vector se representa por dos componen tes horizontales y por una com- En el hemisferio Norte, el aire "procedente" de 105 anticiclones es
ponente vertical V. desviado hacia la derecha, girando en el sentido de las agujas del reloj.
El aire que "va" hacia las depresiones es desviado hacia la derecha, gi-
No es fácil medir el componente vertical. A escala sinóptica, las as- rando en el sentido contrario al de las agujas del reloj.
cendencias y las descendencias son muy pequeñas, siendo su velocidad Basándose en este fenómeno, el meteorólogo Buys-Ballot, a finales
del orden de 1 a 10 centímetros por segundo. Pero estos movimientos del siglo pasado, estableció la regla siguiente: un observador que se co-
verticales, generalmente constantes y que afectan a amplias zonas, tie- loque frente al viento tendrá siempre las bajas presiones a su derecha y
nen una gran importancia. Hay que señalar que, localmente, los movi- las altas presiones a su izquierda.
mientos verticales pueden ser mucho más grandes, pero también más
breves. Los aficionados al vuelo sin motor lo saben muy bien y por eso
buscan aquellos lugares en que se producen fuertes ascendencias para
practicar este deporte.
Siempre haciendo referencia a la escala sinóptica, podemos percibir ~~ 0
que los movimientos atmosféricos son principalmente horizontales. Es
esta componente horizontal UV la que miden las estaciones meteoroló-
~015~~010 \~~,
~'" ~
gicas. A partir de este momento, vamos a puntualizar: el viento de su- '\ ~~:,
perficie se mide siempre a una altura normalizada de 10 metros, fiján-
dose los captadores en el extremo de un poste que perturba 10 menos
~ hemisferio Norte
posible el flujo del aire.
Para medir la dirección del viento, se utiliza la veleta, cuya señal Regla de Buys· Ballot (en el caso d e vientos de s uperficie)
0/360°, marca el Norte geográfico, indicando el resto de las direcciones
10 mismo que la rosa normal que utilizan los marinos.
El anemómetro sirve para medir la velocidad (o fuerza) del viento. Las
unidades que se utilizan son el metro por segundo y el nudo (1 nudo = A propósito de la escala
1 milla marina (1.852 mlhora, es decir, unos 0,5 metros por segundo). Se anemométrica de Beaufort
llama viento sinóptico al viento general, independiente de los fenóme- a tab la que aparece en las siguientes página s se c reó pa -
nos locales, calculado durante 10 minutos. La fuerza del viento máximo
instantáneo (la "punta del viento ") se puede leer en el registrador. La di-
L ra servir únicamente de guía, e indica grosso modo la s
co ndiciones con la s que p o demos encontrarnos en alta mar,
ferencia Vmax - Vsinop nos da una idea de la turbulencia del mismo. lejos de la costa. No d ebé utilizarse nunca a la in ve rsa, es
decir, para determinar el estado de la mar con v istas a esta -
El viento real b lece rlo o seña larlo . En los mares interiores o próximo s a
•.+•• .•.
olas será menor y su profundidad mayor. Los números en-
le dediquemos un instante.
tre paréntesis de la última co lumn a indic an la altura má xima
Según hemos visto, al realizar el análisis del campo de presión apare- probable de la s o las.
cen en los mapas anticiclones y depresiones. Podríamos pensar que el Esta escala indica c ifras (de O a 12) co rres pondientes a ve-
~
aire se desplaza de forma natural desde las zonas de altas presiones ha- locidades media s (por lo menos durante 10 minutos ) de
Km / h En l. 00'"
o calma 0·1 0·1 Calma: el humo sube en sentido vertical. la mar está como un espejo. Calma.
ventolina 1·3 1· 5 la dirección del viento viene indicada por el humo, y no Empieza a rizarse la mar en forma de escamas de pescado, los barcos de pesca llevan 0 , 1(0, 11
por los catavientos. pero sin ninguna espuma. algo de arrancada.
flojito 4·6 6-11 El viento se siente en la cara. Se mueven las hojas de los Olitas pequeñas, pero más acusadas, con aspecto vidrioso, pero El viento hincha el velamen 0.210.31
árboles y las veletas. sin romper aún . de los barcos que navegan
a '-2 nudos i
3 flojo 7-10 12-19 l as hojas y las ramas pequeñas de los árboles se agitan Olas muy pequeñas; las crestas em piezan a romper. Se forma espu- los barcos empiezan a escorar 0,6(1)
constantemente. El viento despl iega las banderolas. ma de aspecto vidrioso, apareciendo algunos borreguillos rliSI-" y navegan a 3-4 nudos.
4 bonancible 11 - 18 20-28 El viento levanta polvo y las hojas de papel. Se mueven las Las olas pequeñas se hacen más largas. los borreguillos son cada Buena brisa bonancible, los 1(1,5)
ramas pequeñas. vez más numerosos. barcos llevan todo el velamen
y escoran bastante.
5 fresquito 17-2 1 29·38 Empiezan a moverse los arbustos con hojas; se forman olas Olas moderadas más alargadas. Se forman muchos borreguil los Los barcos reducen el 212.51
pequeñas con cresta en planos de agua interiores. (hay algunos rociones). velamen.
6 fresco 22-27 39· 49 Se mueven las rama s grandes. Silban los tendidos eléctricos. Empiezan a formars e olas grandes. las crestas de espuma blanca 3141
Sujetamos el paraguas con dificul tad. se extienden por todas partes. Se producen continuos rociones.
frescachón 26-33 50-61 Los árboles se mueven enteros. Resulta bastante la mar se vuelve gruesa. la espuma blanca procedente de las olas 4(5,5)
dificil andar contra el viento. al romper empieza a volar en jirones en la dirección del viento.
8 temporal 34-40 62-74 El viento rompe las ramas; se hace muy difícil andar Olas grandes de altura media y más alargadas, de la parte alta 5,5(7,5)
contra el viento. de las crestas empiezan a desprenderse rocione s en forma de
torbellinos. la espuma vuela en la dirección del viento.
9 temporal fuerte 41-47 75-88 El viento produce ligeros daños a los edificios (arrancando Olas grandes, con espesos jirones de 'espuma en la dirección del 7(10)
chimeneas y pizarras) viento. l as crestas de las olas se tamba lean, desplomándose y
rompiendo en forma de rodillos; los rociones dificultan la visibilidad.
10 temporal duro 48-55 89-'02 Se produce raras veces en el interior; los árboles se arrancan Olas muy gruesas con grandes crestas en forma de penacho; I~ 9(12,5)
de raiz produciéndose grandes desperfectos en los edificios. espuma se junta en grandes bancos y sale volando en la dirección
del viento en enormes jirones blancos; en conjunto, la superficie
del agua está blanca; las olas rompen bruscamente V con fuerza;
hay menos visibilidad.
11 temporal 56-63 103-'07 Tiene lugar muy rara s veces, produciéndose grandes Olas excepcionalmente altas (desapa reciendo momentáneamente 11,5(15)
muy duro destrozos por todas partes. de la vista los barcos de pequeño y med iano tonelaje); la mar está
completamente cubierta de bancos de espuma blanca Que se
extienden en la dirección del viento. Se reduce la visibilidad.
12 temporal 64 Y más 118 Y más El aire está lleno de espuma y de rociones. la mar está 14(17,5)
huracanado completamente blanca . La visibilidad es muy reducida.
754 Meteorología Los movimientos del aire 755
Convergencia/divergencia horizontal
Vamos a analizar algunas conclusiones: una depresión va asociada a un
viento que sopla en el sentido contrario al de las agujas del reloj, y que
"entra" en la misma por las capas bajas. Se produce. por lo tanto, una
acumulación de partículas de aire que se desplazan hacia el centro de
la depresión. Esta acumulación sólo puede reabsorberse por medio de
un movimiento vertical ascendente por encima de la depresión. Este
movimiento vertical ascendente lleva consigo una expansión, y como
consecuencia, una disminución de la presión. Por este motivo el volu-
men de la masa de aire que se eleva aumenta, causando un trabajo de
expansión contra su entorno. Como cualquier trabajo, éste no es gra-
tuito, sino que se efectúa a partir de determinadas reservas energéticas.
Considerando que el aire es un mal conductor del calor, esta masa de
Fuerza 7 sobre un plano de agua
aire no recibe el calor del medio que le rodea (adiabatismo), sino que lo
resg uardado: las o las son cortas, pero
extrae de sus propias reservas, disminuyendo así su temperatura.
los rociones forman estelas orientadas
La ascendencia es una de las principales causas del enfriamiento del
en la dirección del viento.
aire atmosférico, ya sea debido a la convergencia o a cualquier otro
motivo.
Puesto que todos los movimientos atmosféricos se producen a la in-
versa en el hemisferio Sur, los navegantes que se encuentren en los ma-
Por lo tanto, podemos resumir este fenómeno del modo siguiente:
res australes tendrán que cambiar el sentido de todas estas conclusiones.
depresió n ---? convergencia horizontal ---? movimiento ascen-
Pero la rugosidad de la Tierra y su relieve accidentado hacen que, al
dente ---? expansión ---? enfriam iento.
menos en las capas bajas (de 1 500 a 2 000 metros), el viento esté so-
metido a determinadas fuerzas de rozamiento que influyen en su direc-
ción y su velocidad.
Así como en altura vemos que el viento es bastante paralelo a las
isohipsas, no ocurre lo mismo en las capas bajas, es decir, que "sale"
de los anticiclones y "entra" en las depresiones, formando un ángulo
con las isobaras de unos 30° sobre la tierra y de 10° sobre el mar. Su
velocidad es en ese momento igual, por término medio, a la mitad de
la velocidad teórica sobre la tierra y a los dos tercios sobre el mar.
Por consiguiente, podemos calcular el viento a partir de un mapa
analizado del campo de presión. Al estar señalados en el mismo los
centros anticiclónicos o depresionarios y trazadas las isobaras, podemos
averiguar la dirección del viento en todos los puntos. El hecho de que
las isobaras estén juntas o separadas nos indica su velocidad.
Sin embargo, es necesario añadir unas pequeñas correcciones:
1° En caso de curvatura muy marcad a de las isoba ra s ciclónicas,
o si el aire es más cálido que en el mar, hay que disminuir la ve loci-
dad esti m ada, de 1 a 2 Beaufort.
2° En caso de curvatura d e las isobaras anticiclónicas, o si el aire
es más frío que en el mar, hay que aumentar la velocidad estimada,
de 1 a 2 Beau f ort.
Convergencia horizontal Divergencia horizontal
3° A igua l grad iente, la ve locidad aumenta si la latitud es más El aire Usa le " del anticiclón, el vacio es ll enado por un
El ai re " penetra " en la depresión, reabsorbiéndose la
baj a.
acumulación por medio de un movimiento ascendente. movimiento descendente.
756 Meteorologia Los movimientos del aire 757
En un anticiclón se observa lo contrario. El viento que "sale" lle- La Tierra calentada irradia a su vez calor (rayos infrarrojos), y esta ra-
va a cabo una divergencia horizontal. tsta se traduce en una disper- diación terrestre será, casi en su totalidad, absorbida por la atmósfera.
sión de pa rtículas de aire hacia el exterior, que son reemplazadas Por lo tanto, es principalmente la superficie terrestre la que calienta el
por un aporte procedente de arriba. Se produce un movimiento aire, lo cual explica la disminución de la temperatura con la altitud en la
descendente (subsidencia) y, como consecuencia, compresión y ca- troposfera . Las capas bajas situadas cerca de la fuente de calor, la Tie-
lentamiento. rra, est2'1n más calientes que las capas altas.
Hay que señalar que, por la noche, la Tierra sigue irradiando calor a
El movimiento descendente es una de las principales causas del ca- la atmósfera sin recibir rayos solares, y por este motivo se enfría,
lentamiento atmosférico. Si calculamos el balance anual medio de la radiación, comprobamos
Veamos sus resultados: que es positivo, en lo que respecta a la superficie terrestre (la Tierra re-
• El movimiento ascendente origina un enfriamiento, es decir, en al- cibe más energía de la que emite) y que, en cambio, es negativo al tra-
gunas ocasiones, una condensación . tarse de la atmósfera. No hay, pues, equilibriO, pero como la Tierra no
• Por el contrario, el calentamiento produce la evaporación: las go- puede calentarse indefinidamente, su "excedente de energía" se trans-
tas de agua de la nube vuelven a convertirse en vapor (invisible). mite a la atmósfera por otros medios, ya que con la radiación sólo no
De donde podemos deducir que: es suficiente.
Depresión ~ converg encia horizo ntal ~ movimiento asc en-
dente ---+ expansi ó n ~ enfriamiento ---7 co ndensación (nub es). Las transferencias de calor
tstas se efectuan por los siguientes medios:
A nt icicló n ~ dive rg enci a ho ri zont al ---+ mov imiento d escen- • La co nducc ió n m o lec ul a r , que es muy limitada, puesto que el
d ente ---7 co mpresión ---7 cal ent ami ento ~ eva poración . aire es mal conductor del calor. Estos intercambios conductivos se pro-
ducen principalmente en las capas atmosféricas muy bajas, que están
LOS GRANDES MOVIMIENTOS en contacto con el suelo. El aire frío que llega a una superficie caliente
se va calentando poco a poco cerca del suelo. Por el contrario, el aire
DE LA ATMÓSFERA caliente se enfría en contacto con el suelo fria. Es lo que sucede, por
En los mapas meteorológicos que se rea lizan todos los días, resulta ejemplo, por la noche, cuando el suelo se enfría por radiación y trans-
muy difíci l hacerse una idea de los grandes movimientos de la atmósfe- mite, poco a poco, por conducción este enfriamiento a las capas bajas
ra. Para poderlos ver, hay que utilizar mapas trazados a escalas mayores de la atmósfera, produciéndose un descenso progresivo de la tempe-
de tiempo y de espacio. ratura y, llegado el caso, una condensación del vapor de agua en ro-
cio, niebla o nubes bajas (estratos), originándose heladas en algunas
ocasiones.
El balance de la radiación • La co nvecci ó n té rmi ca es mucho más eficaz que la conducción
Toda la energía captada por la Tierra procede de la radiación solar, y en lo que respecta a estos intercambios Tierra-atmósfera. En todo flui-
esta energía no se distribuye por igual entre la atmósfera, la superficie do calentado por su base vemos aparecer células termoconvectivas ca-
terrestre y 105 océanos. racterizadas por un movimiento central ascendente y unos movimientos
La atmósfera absorbe muy poca radiación solar. Por Jo tanto no laterales descendentes. Por esta razón, el aire calentado en su base por
es el Sol el que calienta principalmente el aire (excepto a unos 50 el suelo se eleva en parte, t ransfiriendo este calor hacia las capas at-
kilómetros de altitud, en donde la capa de ozono absorbe las radia- mosféricas altas.
ciones ultravioletas, pe rci biéndose una elevación notable de la tem- • Los cambios d e estado d e l agua. Conviene recordar q ue, para
peratura). pasar del estado líquido al estado gaseoso (eva poración), hay que sumi-
En cambio, la superficie terrestre, aunque refleje una parte de la ra- nistrar calor y que, cuando se pasa del estado gaseoso al estado liquido
diación solar, también absorbe una gran cantidad, por lo que experi- (condensación), se produce un desprendimiento de calor.
menta un fuerte calentamiento. (Hay que señalar que las capas de El agua de los océanos se evapora en la atmósfera. El vapor de agua
agua, al ser relativamente t ransparentes, absorben la radiación visible a se mezcla con el aire, condensándose para formar las nubes en el
gran profundidad, y son más reflectoras. Por este motivo los mares transcurso del movimiento ascendente (unido por ejemplo a la conver-
aparecen oscuros en las fotos de los satélites). gencia horizontal o a la convección), devolviendo a la atmósfera la
758 Meteorología los movimientos del aire 759
/~~
presión al nivel del mar presión al nivel del mar
intercambian de este modo entre la superficie terrestre y la atmósfera N N
1/
• Se establece, pues, un equilibrio entre la Tierra y la atmósfera que la
rodea. Pero la superficie terrestre no recibe por igual la misma energía
del Sol y no puede, por lo tanto, transmitir por todas las zonas la mis-
1/
la convección térmica
En la atmósfera calentada por el suelo,
ma cantidad de calor al aire circundante. Las regiones polares, debido a · o•
las células termoconvectiva s muchas
veces están deformadas a causa del
viento. Sin embargo. existen. El aire
caliente de las capas bajas se eleva en
la redondez de la Tierra, se encuentran desfavorecidas en relación con
las ecuatoriales, existiendo en el sistema Tierra-atmósfera un desequili-
brio entre los polos y el ecuador. Entre estas dos zonas se producen de-
terminados intercambios térmicos (de lo contrario, tanto las zonas pola-
30
, 1\ 30 •
\
res como las ecuatoriales serían inhabitables). Estos intercambios, impo- .......-/
algunos lonas. lo que origina una
expansión, V como consecuencia un
enfriami ento. produciéndose
fr ec uente me nte una condensación.
sibles de llevarse a cabo a través de la masa terrestre, se realizan, por
un lado, por medio de las corrientes oceánicas de componente meridia-
no (por ejemplo, la Corriente del Golfo y la de Labrador) y por otro, por
60
90
·• V
990
----
1000 1010 1020 hpa
60
90
•
·" 990
..--
1000 1010 1020 hpa
movimientos de aire caliente que se desplazan hacia los polos y de aire enero julio Perfil meridiano m edio de presión al
frío hacia el ecuador. nivel del mar.
La circulación general
Estos movimientos del aire determinan lo que llamamos la circulación
general. Aparecen cuando se utiliza la información proporcionada por células
de Ferrel
la distribución media de la presión (si conocemos los campos de pre-
sión, conocemos también el campo de movimiento o de viento) y la ~ .-/
temperatura. e reslones
El perfil meridiano de la presión en superfici e muestra que, como
media, existe un valor mínimo en las proximidades del ecuador, un má-
ximo subtropical en cada hemisferio, un mínimo en las latitudes 60° N Y
S, Y un máximo en los polos.
.-/ .-/ ,'isios .-/ .-/
La presión mínima, o depresión de las zonas ecuatoriales, está rela- 2i[!d!Ee,!j",,~
.1E::tl=::!l:o nvergenc;a ínlertropical ZCIT;~-::==~
cionada con causas térmicas (fuerte calentamiento de las capas bajas
que origina una convección térmica, y como consecuencia, un movi-
miento ascendente y una convergencia). El anticiclón tropical es princi-
palmente un anticiclón dinámico (como mue·stra la circulación que se
produce en el plano vertical, en estas zonas se produce un movimiento
10 km
general descendente y una divergencia).
Las depresiones de las latitudes 600 son de origen dinámico (la con-
15 km I-~""':----
vergencia hacia estas zonas origina un movimiento ascendente), mien-
tras que el anticiclón polar de superficie está ligado a la gran densidad 90°$
del aire frío de las capas bajas (térmica). Vientos medios en superficie.
Circulación vertical meridiana media .
760 Meteorología Los movimientos del aire 761
ESTABILIDAD - INESTABILIDAD
Fundamentos
Cuando una partícula de aire se eleva, se enfría a causa de la expan-
sión que se produce, independientemente de la temperatura ambien-
tal del aire (adiabatismo). Supongamos, por ejemplo, que tenemos
una partícula de aire al nivel del suelo y la elevamos hasta una deter-
minada altitud.
• El aire polar. Menos frío que el anterior, ya que es originario de Este frente polar sufre una serie de deformaciones bajo dos influen-
las regiones un poco más meridionales, también se va convirtiendo en cias principales:
aire convect ivo y húmedo al llegar a Europa después de un recorrido 1° El aire cá lido y el aire frío tienen tendencia a segu ir un camino in-
sobre el mar (cielo en est ela con chaparrones y claros). Por el contrario. verso, el aire frío va hacia el ecuador, el aire cálido hacia el polo.
si efectúa un trayecto continental, por ejemplo, sobre Rusia en invier- 2° El aire cálido, menos denso, tiene una velocidad de desplazamien-
no, llega muy frío, y relativamen te seco y radiativo . to más rápida .
• El aire tropical. Cálido, más o menos convectivo, muy húmedo, Estas dos influencias originan un remolino con un eje vertical de sen-
va acompañado de muchas nubes si efectúa un recorrido sobre el mar. tido ciclónico. Allí donde la bajada de presión en el suelo es máxima,
Proporciona buen tiempo en verano si está asociado a una situación como consecuencia de la elevación, en bloque, de aire cálido sobre aire
anticidónica. frío se forma una borrasca en la cima de la ola cálida (ciclogénesis).
Estas advecciones de masas de aire dependen de la distribución de
las presiones y principalmente del emplazamiento de los centros de ac-
ción: anticiclones y depresiones. Formación de una borrasca
Al cabo de unas horas la ondulación se convierte en una perturbación.
En el frente cálido, el aire cálido reemplaza al aire frío con una pendien -
LA FRONTOLOGíA te de 1/200 a 1/1 000. En el frente frío, el aire frio reemplaza al aire cá-
lido con una pendiente de 1/10 a 1/200.
La frontogénesis
Cuando dos masas de aire que avanzan una contra la otra están térmi -
camente b ien cont rasta d as (ai re polar-aire tropical) y si las trayecto-
La oclusión
rias que han seguido las m antienen en estrecho contact o , aparece El aire frío anterior se diferencia del aire frío posterior. Este último, me-
una "frontología " (es decir, la formación de un límite activo de las ma- nos evolucionado, es en general más frío .
sas de aire denomina do superficie fronta l, o frente). La desaparición Asimismo se desplaza con más rapidez. Como consecuencia, el aire
ca liente situado entre las dos masas frías es poco a poco expelido hacia
de cualquiera de estas condiciones ocasiona la pérdida rápida de activi-
dad del frente, produciéndose la "frontólisis". lo alto, formando un "valle cálido". Este fenómeno de inclusión es muy
importante en Europa, pues es muy frecuente, y vuelve complejo el
En algunas regiones del globo, las con diciones de frontogénesis
coinciden a menudo, como ocurre en las proximidades del ecuador,
donde encontramos el frente intertropical (ZC IT, zona de convergencia
intertropical) y también en el Atlántico, en las latitudes templadas en ~-----
4 ~~~~~
donde el aire de origen polar y el aire tropical dirigido por el anticiclón
de las Azores se unen.
1 1 1 1
1 1 1 1 1
I 1 I 1 1
1 1 1 1 i
1 1 1 1 1
1 1 1 11 I
I I I
Irente pOlar
Origen de una perturbación la perturbación est á
El aire cálido de la perturbación que se forma queda " atrapado ~ entre dos zonas de aire frío, y en vías de oclus ión
al ser más ligero se e leva progresivamente, sigu iendo una pendiente bastante suave, por El aire frío posterior,
encima del aire frío anterior, y en una pendiente pronunciada, por encima del aire frío " vigoroso" y rápido, se va
posterior (generalmente más frío que e l precedente) . La frontogimesis es una causa mezcla ndo poco a poco con
Se observan variaciones de presión: en a , donde e l aire cál ido más ligero importante del ascenso del aire. Al principio la perturbación está formada por un frente cál ido e l aire frío anterior.
sustituye al aire frío, la presión ba ja. A la inversa, en A, donde e l aire frío más a l nivel de la superficie que va avanzando detrás del aire fr ío anterior, por un sector cá lido Enseguida todo e l aire cálido
pesado s ustituye al aire cá lido, la presión aumenta . constituido por la punta del aire cálido, y por un frente frío seguido por el aire frío posterior. será expelido hacia arriba .
766 MeteoroJogia
análisis del paso de los frentes asociados a las borrascas. Al final del re-
El tiempo
corrido atlántico, las borrascas o depresiones por lo general empiezan a
llenarse.
Los frentes cálidos y los frentes fríos se transforman en frentes oclui-
dos. Las depresiones, al disminuir su velocidad, pueden llenarse allí
que hace
donde están, desplazándose sólo los frentes.
Familia de p erturbacion es
Puesto que ya hemos explicado en el capítulo anterior los fenómenos
Se forman ondulaciones que se
atmosféricos, vamos a tratar de averiguar ahora el significado concreto
convierten más tarde en
que dichos fenómenos tienen para los navegantes a vela, qué tiem-
perturbaciones progresivamente
po originan en las zonas que habitualmente recorren, es decir, el Atlánti-
ocluidas durante su
co próximo, la zona del Canal de la Mancha y el Mediterráneo occidental.
desplazamiento Oeste-Este.
Hablar del tiempo que hace, en general, en una zona determinada,
es una empresa sin duda más arriesgada que la de describir la atmósfe-
ra. Podemos esquematizar los grandes movimientos de conjunto sin
desencadenar una tormenta, pero es aventurado querer establecer ca-
tegorías en el tiempo de cada día. Para no perdernos, nos limitaremos,
Las nubes
Los sistemas nubosos
Aire cálido estable
Temperatura Baja Estable Aumenta Aumenta poco a poco algo
Presión Sube Baja Estable Baja fuerte Baja moderada Baja algo
o baja algo
Viento NW Rotación SWaW S a SE SE a S Flojo
turbulento brusca refresca ndo
Meteoros Aguaceros Lluvia Lluvia Nieb la Lluvia
Tormentas Bruma (si T ~ O oC nieve)
Visibilidad Muy buena Buena Mediocre Regu lar Buena
(peor con tormenta) a mala a med iocre
Sectores nubosos Estela Cuerpo Sector cá li do Cuerpo Cabeza
Cirrus fibratus. Nubes que indi can Cirrocumulus. Nubes que indican
estabilidad . inestabilidad.
Los cirros son nubes heladas que ocupan el nivel superior. No cub ren Las ca ra cterísticas de los ci rrocú mulos so n los gránulos y pliegues, sin
tota lmente el cielo y presentan una estructura discontinua. La imagen sombras, junto con partes fibrosas que aparecen al mismo nivel. Existen
de arriba muestra una formación de cirros fibra tus, que se extienden en diversos tipos : flocus, formados por pequeños copos, castellanus,que
una misma dirección formando largos filamentos blancos. aparecen en forma de pequeñas almenas, stratiformis, que se amon-
tonan en capas delgadas sie mpre en forma de grán ul os o bolas de
algodón.
frente ocluido
frente ocluido
margen cálido
Esta capa es bastante translúcida y deja pasar el Sol igual que si fuera Los elementos de esta ca pa nubosa, situados todos al mismo nivel, pre-
un cristal opaco; no hay halo. Es un altoestrato translucidus. Existen sentan claros muy marcados entre las "bolas de algodón" que se ali-
también altoestratos opacus, que ocultan el Sol. Hay que seña lar que nea n formando ondulaciones paralelas (undula tus). Se diferencian de
los altoestratos sue len aparecer después de los ci rroestratos. los ci rrocú mul os por su espesor.
frente ocluido
frente ocluido
margen cálido
Capa nubosa gris, a menudo oscura, cuyo aspecto es borroso debido a También hay altocumulos lenticularis, en forma de lenteja, o de almen-
las precipitaciones más o menos continuas. El nimboestrato es bastante dra, que normalmente van asociados a la presencia de montañas, alto-
grueso y oculta completamente el Sol; en su base hay nubes más ne- cúm ulos flocus (nubes desmenuzadas en copos) o castellanus (base ho-
gras que se destacan claramente sobre el fondo gri s del cie lo. ri zontal coronada de festones o almenas).
L A MIN A S 2 - XIV L A MINA S 2 - XV
zona de unión
Los elementos tienen aspecto de rodi llo o de cantos rodados de color Es una nube poderosa de dimensiones considerables (a menudo ocupa
gris claro (de una anchura aparente superior a 5°) más o menos unidos. los tres niveles), cuya parte superior es algo borrosa; cuando está coro-
Cua ndo la capa es delgada, se puede ver el azul del cielo entre ellas. Si nada por un yunque, se denomina cumu lon imbo capilla tus. Va acom-
no estuvieran tan bajas, podríamos confundirl as con altocúmu los . Exis- pañada de lluvias, tormentas y granizo. Los aviones las evitan y los ma-
ten diez clases de subespecies . rinos deberían hacer lo mismo. Es una nube sospechosa ..
estela
zona de unión
Los cúmu los son nubes densas, con el contorno claro, que forman cú- Esta nube, de aspecto muy uniforme, tiene una base borrosa a sólo
pulas, coliflores y bolas de algodón en el cielo. En el caso de la foto, unos cuantos decámetros de altura. Parece una niebla que no se posa
cuando tienen poco desarrollo vertical, se les ll ama cúmulos humilis: en el suelo. Las transformaciones de los estratos en niebla, ya la inver-
anuncian el buen tiempo. sa, son frecuentes y a menudo rápidas.
El tiempo que h a ce 769
LÁMINAS 2 - XV I
Nubes bajas
4000 m
4 000 m
2 000 m
300 km
8000 m
6000 m
airefrío
4000 m
rV'l""')
Jr<"..."
2000 m
,/ C.l__
,-.!, ~_J
600 km
Nubes de onda.
Los altocúmulos se suelen formar encima del relieve montañoso, al que
parecen irresistiblemente unidos. En los casos extremos, se colocan Ci: Cirro Ae: Altoeúmulo Ns: Nimboestrato Cu: Cúmulo
unos encima de otros formando verdaderos montones de platos. En el
Cs: Cirroestrato As: Altoestrato Cb: Cumulonimbo Se: Estratoeúmu lo
Mediterráneo indican el mistral.
770 Meteoro l ogía
El tiempo que hace 77 1
estela
Las posiciones de los centros de acción: el anticiclón de las Azores se el mar de Irlanda se forma un temporal. En el mar del Norte sopla vien-
prolonga. por lo general, por medio de una dorsal en dirección a Portu- to del Sur con fuerza 8.
galo España, mientras que la depresión principal está centrada cerca
de Islandia. Esta depresió n, que origina un gran remolino, sirve como
eje de rotación a las pequeñas depresiones satélites que se desplazan
con rapidez en un flujo del Sudoeste o del Oeste.
Las perturbaciones activas que circulan desde el Oeste al Este ocasio-
nan lluvias bastant e abundan tes acompañadas de vientos fuertes del
Sudoeste al Oeste que pueden alcanzar, en invierno, rachas de tempo-
ral, o incluso tem pestades en el Canal de la Mancha y el mar de Irlan-
da, antes de desplazarse hacia el mar del Norte. Después de pasar el
frente frío, el tiempo se vuelve inestable con chubascos acompañados
de fuertes rachas del Noroeste.
La frontogénesis se produce al nivel de las latitudes medias en don-
de se lleva a ca bo el contacto en tre el aire polar mari no empujado por
la zona depresionaria islandesa y el aire tropica l marino que circula a lo
largo de las caras Oeste y Norte del anticiclón de las Azores.
., . o
Análisis de la superficie O
miércoles 29 de diciembre 1993
alas l2h UTC
El a nti ciclón de las Azores pe rma nece a
un lado del paralelo 45' . y se extiende
más o menos hasta España (línea de
puntos) . Al Norte. la depresión sobre
Islandia o rigin a un gran r emolino de
aire frí o. Es la "puerta abierta " a las
perturbacion es más o me nos activas
que circulan de Oeste a Este. Su
recorrido (flecha negra), a la entrada del
ca nal de la Mancha se curva hacia e l
mar del Norte. Miércoles 29 de diciembre 1993, 12 h UTC
El fr e nte frio ha lle ga do a la cost a
Situación el 29 de diciembre 1993 bretona por la noche, lleva ndo co nsigo
• El anticiclón de las Azores se prolonga por una pequeña dorsal en su cortejo de ll uvias y aguaceros. En e l
dirección hacia el Sur de Portugal. canal de la Mancha, se form a un
• La zona altamente depresionaria de Islan dia origina un fuerte re- temporal a ntes de l final de la maña na.
mol ino. Durante los dos dias s igu ie ntes, e l
frente frío ondulante ha atravesado
Las perturbaciones que se originan en el Atlántico Norte entre los Francia desarrolla ndo una actividad
paralelos 45° y 55° atraviesan Francia y las islas Británicas, donde pro- moderada : lluvias abundantes y viento
porcionan lluvias seguidas de aguaceros. En el canal de la Mancha y en constante.
774 Meteorología El tiempo que hace 775
.
t. O
Analisis de la superficie O
miércoles 14 de lebrero 1990
a las 12 h UTC
.
l. o
Análisis de la superficie O
domingo 19 de diciembre 1!J93
alas 12hUTC
Caso n° 2: la circulación del Sudoeste Hace buen tiempo en Francia. Pero llueve sobre las islas Británicas,
mientras que el aumento de la depresión ha originado un temporal en
Es una circulación frecuente y activa en otoño e invierno. A veces pre- el Atlántico. La depresión va a dirigirse hacia el Oeste de Irlanda refor-
cede a la circulación del Oeste. zando los vientos del Suroeste en el mar de lroise y en el mar de Irlanda.
Posición de los centros de acción: el anticiclón de las Azores se
encuentra encima de España y la cuenca mediterránea occidental
originando un flujo del Sudoeste que procedente de las Azores se
dirige hacia las islas Británicas y Noruega. En principio una gran de-
presión permanece estacionaria sobre Islandia, mientras que depre-
siones secundarias se originan y se desarrollan al Norte de las Azo-
res, en la zona de contacto entre el aire polar marino procedente de
Groenlandia y el aire tropical marino que sube hacia el Oeste de las
Azores.
Las depresiones secundarias son frecuentemente muy activas y origi-
nan temporales que castigan duramente el golfo de Vizcaya y suben
hacia el mar de lroise y el mar de Irlanda. A veces se introducen en el
canal de la Mancha. Las lluvias atraviesan rápidamente las zonas que se
extienden desde el Norte de España hasta las islas Británicas.
Análisis de la superficie
viernes 15 de enero de 1993
alas 12hUTC
Caso n04:
la circulación del Sur
Es una circulación muy poco frecuente, que tiene lugar en otoño e in- Circu lación del Sur
• El anticiclón permanece situado a 43° Norte y 25° Oeste, exten- vierno. ya veces en primavera. Ésta es una situación poco fr ecuente en
diéndose en dirección a Portugal. la cual el anticiclón se ha inclin ado
• La depresión, muy profunda, está situada al Norte de Noruega . Situación de los centros de acción: el anticiclón continental se en- completamente hacia e l centro de
cuentra sobre Rusia y está muy desarrollado. Europa. El aire frio rodea la depresión
Entre los dos centros de acción, se establece una fuerte corriente del La depresión atlántica permanece estacionaria al Oeste de Irlanda. por el Noroeste y favorece la subida de
Noroeste, desde Islandia a los Alpes, y la perturbación activa va seguida aire cá lido tropical: se form a un frente.
de una serie de frentes fríos secundarios. Llueve sobre Francia y sopla El aire polar marino procedente de las proximidades de Islandia ~e
viento del Noroeste desde Islandia al canal de la Mancha y el mar del desplaza en dirección a Portugal mientras que el aire tropical evolucio-
Norte alcanzando fuerza de temporal.
nado sube hacia Europa occidental, procedente de las Azores y Cana-
rias.
Un sistema frontal se forma en el Atlántico próximo, desplazándose
hacia el Norte o el Nordeste. El cielo está nublado en Francia, con vien-
tos que soplan del Sur y que alcanzan fuerza de temporal en el mar de
lroise y mar de Irlanda. Por el contrario, éstos son flojos en el mar del
Norte y al Este del cana l de la Mancha .
786 Meteorologia El tiempo que hace 787
Analisis de la superficie
sábado 13 de octubre de 1990
a las 12hUTC
_1
788 Meteorología El tiempo que hace 789
El aire ártico situado sobre este país da origen al aire muy frio y secO
y, a lo largo de su desplazamiento hacia Europa occidental, sigue con-
servando sus características. Este esquema es tipico de una ola de frío
duradera e intensa . El cielo suele estar despejado, lo que aumenta la
disminución de temperatura por la noche, pues el aire es radiativo. El
viento del Este es fuerte en el canal de la Mancha. En el Mediterráneo,
el mistral y la tramontana aumentan de fuerza cuando la depresión a
sotavento de los Alpes se sitúa sobre el golfo de Génova y el Norte de
Italia.
Circulación de l Est e
Una de presión secunda ria est á s ituada
s obre e l golfo de Gen ova, mie ntras qu e
la corriente de l Este que bordea e l
limite S ur de l a nticiclón es
es pecia lme nte fr ía y seca. Es t odo lo
041092 qu e hace falta pa ra qu e sopl e e l mi stral
en e l Medite rráneo.
792 Meteorología El tiempo que hace 793
.,. 4
Analisis de la superficie O
viernes 22 de octubre de 1993
alasl2hUTC
Situación de mistral
El anticiclón de las Azores se prolonga hacia Portugal, mientras que
una depresión secundaria se forma sobre el Norte de Italia. Entre estos
dos centros de acción, suele aparecer el mistral y también la tramonta-
na. La situación del 26 de enero de 1994 es típica de esta evolución.
El tiempo que hace 797
796 Meteorología
.
,- o
Analisis de la superficie O
sabado 24 de noviemble de 1990
alas 12hUTC
1
798 Meteorología El tiempo que hace 799
Análisis de la superficie
domingo 12 de septiembre de 1993
a las 12 h UTC
Análisis de la superficie
sábado 29 de enero de 1994
alas12hUTC
4
l. d
Anillisis de la superficie o
miércoles 26 de enero de 19S4
alasl2hUTC
("._"1' t J El terra l
Por la noche, e l aire e nfriado en las
capas bajas por encima del s ue lo se
desplaza hacia la mar.
El tiempo que hace 807
806 Meteorología
Polígono
de brisa 4,6 mis
.1 r
La brisa marina
Durante el día, el ai re que ha sido
• E stas diagramas (ejemplo pa-
ra Penmarc'h en el mes de
julio) están disponibles en los
centros meteorológicos depar-
tamentales. Podemos utilizarlos
N
•
de gravedad
fresco procedente de la mar. la brisa
marina se suele producir cuando la
$ del viento, es decir, lo que los
ingleses denominan veering y
del polígono
'remed.
- -':::-D~-
-
/:
--
.::::.
Estos efectos térmicos son también sensibles en las montañas, for-
mándose brisas ascendentes en los valles, sobre las pendientes expues-
e brisa tas a la radiación solar, que experimentan un calentamiento durante el
/ // I I\\\'\:
día; por la noche, éstas son sustituidas por las brisas descendentes.
I
I
~ I
El
El frente de la brisa avanza de forma 13 1 A la izquierda: brisa de valle
irregular sobre tierra, pudiendo
ascendente.
materializarse por medio de cumulas.
Al paso de dicho frente podemos
A la derecha: brisa de valle
observar un período de ca lma
descendente.
generalmente de corta duración .
Meteorología El tiempo que hace 809
808
El foehn
i el aire ascendente está suficientemente seco, no se
S produce condensación por expansión y, cuando éste se
levanta a sotavento de la montaña , se calienta al mismo
ritmo que el enfriamiento que ha sufrido antes.
Por el contrario, si el aire es fresco y húmedo al princi-
pio, se produce condensació n, y se forman nubes que por
lo general van acompañadas de precipitaciones.
En ese caso, a sotavento de la montaña:
• el aire es más seco, pues ha perdido agua con la llu-
via, y las nubes desaparecen rápidamente;
• el ca lentamiento adiabático que sufre por compresión
Pegados a las cumbres de las
durante el descenso no "sirve" en ese caso para evaporar
las gotitas de agua, sin o que contribuye a aumenta r su montañas, los altocúmulos le ntic ulares
temperatura. Por lo tanto, a sotavento de la montaña, el éi!- tienen esta forma, muy característica,
re es más ca li ente y más seco que sobre la vertiente de de platos apilados.
barlovento.
Este fenómeno, denominado foehn , se produce a sota -
vento de los macizos montañosos. Los valles
Los valles actúan como verdaderos pasillos que canalizan el viento.
Cuando el valle se estrecha, el viento sufre una aceleración.
El mistral
Es un viento que está asociado a la presencia de una depresión blo-
queada por el arco alpino, sobre el Norte de Italia y el golfo de Génova.
Su dirección (sector Norte). su carácter turbulento. y a menudo violen-
to, que adquiere sobre tierra y que conserva hasta llegar al Mediterrá-
neo, se debe al relieve característico del valle del Ródano, estrecho pasi-
llo en dirección Norte-Sur. Es, por lo tanto, un viento que depende de
las cond iciones locales.
Este aire, frío y seco, que sopla de N a NNW en la desembocadura
del Ródano, se extiende por el Mediterráneo, donde se humidifica y se
debilita progresivamente, orientándose hacia el Oeste a la altura de
Córcega.
810 Meteorologia
Pero, si bien resulta fácil para un principiante extraer algunas ens€- En primer lugar, existe un desfase inevitable entre el momento en
fianzas de la observación del barómetro, de la fuerza y dirección del que se hacen las observaciones y en el que se emiten las predicciones.
viento, no ocurre lo mismo al observar las nubes. Antes de querer dar- Por ejemplo, un boletín meteorológico emitido entre las 7 h Y las 10 h
les un nombre e intentar reconocerlas, hay que identificar su aspecto está elaborado a partir de las observaciones realizadas a la 1 h en in-
principal: estratiforme o cumuliforme, así como el nivel en que se en- vierno y a las 2 h en verano. La mayoría de las veces, este desfase no
cuentran, nubes de altitud o no. Asimismo, aconsejamos anotar escru- afecta demasiado, aunque sí puede hacerlo en caso de evoluciones
pulosamente el paso de los frentes (el frente fria es generalmente más muy rápidas. Es interesante señalar que los resúmenes de las observa-
característico que el frente cálido) y efectuar comparaciones con el ma- ciones de las estaciones costeras que se dan al final del boletín suelen
pa meteorológico que encontramos al día siguien te en el periódico. ser más recientes que el análisis general (en verano, resumen de las 5 h
Con esta tarea se puede aprender mucho. Asi definido, el papel de la para el boletin de las 7 h 33); merece la pena escuchar estos resúmenes
observación parece muy modesto. En realidad, hacen falta muchos con mucha atención, ya que a veces revelan ciertas " anomalías" con
anos de práctica para lograr tales resultados. Éste es el motivo por el relación a la situación general, y precisan el sentido que puede adoptar
que, en materia de predicción de tiempo, se pueden dar muy pocos la evolución. Más tarde volveremos a tratar sobre esta noción de " fres-
consejos; lo principal es, como hemos dicho al principio, comp render cura" del boletín meteorológico y analizaremos con más detalle las di-
bien los boletines meteorológicos, y hacer un buen trabajo de profun- ferentes fuentes de información que en la actualidad están al alcance
dización personal, que ninguna ayuda exterior puede sustituir. de los navegantes de recreo .
Vo lve m os a d ecir q ue el mejo r sist em a para progresa r en m e- Por otra parte - y ésta es la principal limitación de los boletines, que ya
t eoro logía es est udiar sist em áti ca m ente y a d iari o d ichos b o leti - hemos mencionado-, las predicciones que recibimos afectan a zonas muy
nes, j unt o con la observación del ci elo y del ba rómetro. amplias, no dan datos concretos sobre la intensidad que puede adoptar
localmente cualquier fenómeno, ni sobre su " horario" exacto. La ondula-
El boletín meteorológico ción de un frente, por ejemplo, quiZáS no Se indique, y, sin embargo, pue-
Las informaciones de interés para los navegantes las suministran princi- de modificar todos los datos pronosticados para un determinado lugar.
palmente los boletines meteorológicos que se emiten por radio y Además, y sobre todo en verano, estas predicciones ofrecen a menudo
-cuando quieren realizar una observación más detallada- por medio de una simple gama de posibilidades, entre las que hay que saber elegir.
los mapas meteorológicos nacionales (mapas de situación general ana- En este caso interviene la obselVación personal, y sobre todo la ob-
lizada o prevista). servación del único instrumento meteorológico cuya presencia a bordo
Los boletines meteorológicos se emiten : por onda larga o media por es indispensable: el barómetro.
las emisoras nacionales (France In ter, BBC, RAI, RNE, etc); por onda
corta y frecuencia modulada por las estaciones regi onales y en la gama El barómetro
de Marina (BLU hectométrica y VHF) por las estaciones costeras de ra- El brujo, como lo denominaban los marinos de antaño, lleva en su rin-
diotelefonía. Todos estos boletines ofrecen por orden, y con más o me- cón una vida silenciosa, con altos y bajos que dan cuenta fielmente de
nos precisión, las siguientes informaciones: las idas y venidas que tienen lugar en la atmósfera .
• Avisos sobre posibles temporales, seguidos de una apreciación de El valor de la presión que indica no tiene, en sí mismo, más que un
la situación general: características del campo de presión, situación de significado limitado. Todo lo más, podemos pensar que estamos en un
los centros de acción, recorrido de las perturbaciones, así como situa- régimen anticiclónico si la aguja alcanza y sobrepasa los 1 020 miliba-
ción y velocidad de desplazamiento de los frentes. res, y que nos encontramos en una zona depresionaria cuando descien-
• Pronósticos de zonas. de por debajo de los 1 010 milibares (pudiendo ser 960 milibares el va-
• Tendencia general del tiempo. lor de una gran depresión en su centro). Pero también podemos experi-
Algunos boletines proporcionan también el resumen de las observa- mentar mal tiempo con presiones del orden de 1 015 milibares. En to-
ciones efectua das en diferentes estaciones costeras. do caso, es conveniente que el barómetro esté calibrado, es decir, que
indique la presión real. Según veremos más adelante, este hecho tiene
El conjunto de estas informaciones proporciona una idea general de una importancia especial para la predicción de los fenómenos peligro-
la situación de conjunto y de lo que puede suceder, a corto plazo, en la sos. Pero, ante todo, es realmente importante observar los movimientos
zona por donde navegamos. Sobre todo, conviene conocer los limites de la aguja, que nos permiten conocer la tendencia .
exactos. Este término lo utilizan los meteorólogos para definir la variación de
814 Meteorología El tiempo que va a hacer 815
presión (aumento o disminución) en un intervalo de tres horas. Esta no- pasó por el cabo Finisterre y más tarde por Bretaña, causando impor-
ción es muy importante, y desgraciadamente sólo la mencionan los bo- tantes daños. Hubiera sido también muy dañina si hubiera barrido las
letines ingleses en sus weather reports fmm coastal stations*. costas en pleno día y no en medio de la noche como fue el caso.
En lo que respecta al observador, esta tendencia constituye también Evide ntemente, la rapidez con la que se manifiestan estos huracanes
la indicación fundamental. Es la que puede anunciar de manera más hace que sea muy difícil su predicción. Éstos se desplazan con demasia-
exacta la evolución del tiempo. De un modo general, podemos decir da rapidez como para ir precedidos de mar de fondo. El estado del cie-
que un descenso de 2 Ó 3 milibares en tres horas debe hacernos consi- lo, ciertamente, hace imaginar que se aproxima el mal tiempo, pero no
derar seriamente la posibilidad de un empeoramiento del tiempo; un permite suponer su intensidad. En definitiva, únicamente las indicacio-
descenso de 3 a 5 milibares anuncia la llegada de una perturbación im- nes del barómetro pueden anunciar su cercanía, por lo menos con al-
portante, y si el descenso de presión es superior a los 5 milibares, es gunas horas de antelación.
que se está preparando algo fuera de lo normal. Podemos pensar que algo muy grave va a ocurrir cuando se produce
Sin duda, hay que matizar estas afirmaciones. La tendencia no cons~ uno o varios de los hechos siguientes:
tituye una indicación absoluta; la intensidad de una perturbación no es • el barómetro desciende con rapidez, siendo la tendencia superior
exactamente proporcional a la tendencia negativa que la anuncia; in- a 5 milibares en tres horas;
cluso pueden producirse temporales, con una tendencia positiva exclu- • mucho antes de lo previsto, la presión que señala se acerca o es
sivamente, dentro de un flujo de aire frío de sector NW a NE, por ejem- inferior a la cifra indicada por el último boletín como la del centro de la
plo. Sin embargo, la mayoría de las veces, esta tendencia, confirmada depresión. Esto significa, bien que la depresión se ha acelerado, o bien
por la observación, resulta fundamental; una tendencia negativa y la que se ha acentuado, o las dos cosas a la vez;
aparición de un cielo de cabeza, suelen indicar que el tiempo se va a • la presión alcanza un valor muy bajo mientras que el viento per-
estropear. A veces, la tendencia es el único dato del que disponemos, manece obstinadamente orientado al SE, si bien el centro de la depre-
en particular en lo que respecta a la predicción de ciertos fenómenos sión todavía se encuentra lejos.
peligrosos que escapan a la observación de la red meteorológica. En estos casos podemos comprobar la importancia de disponer de
un barómetro calibrado, pues lo que nos puede alertar es principal-
Predicción de los fenómenos peligrosos mente la comparación entre la presión anunciada y la que comproba-
En la mar, los fenómenos peligrosos son los fenómenos inesperados, es mos. Vemos también que es necesario anotar la situación del centro de
decir, aquellos que nos sorprenden por su carácter repentino. la depresión, así como la dirección y la velocidad prevista.
Entre estos fenómenos, al que más debemos temer es evidentemente Es importante no dejarse engañar por la encalmada que se suele
a la tempestad-cataclismo, que normalmente está originada por una pe- producir cuando nos encontramos en el centro de la depresión. Duran-
queña depresión de aspecto inofensivo, que bruscamente se acentúa en te el temporal del 6 de Julio de 1969, en la trayectoria de dicho centro,
las proximidades de la costa causando grandes destrozos, incluso antes se pudo comprobar que el viento pasaba en pocos instantes de la cal-
de que los servicios meteorológicos hayan podido anunciar su peligro. ma a fuerza 12. De modo general, se sabe, además, que el frente frío
Afortunadamente, este tipo de tempestad es poco frecuente, pero de una perturbación es más sospechoso que su frente cálido, y éste es
no excepcional. Entre aquellas que han dejado huellas en la memoria el caso que comentamos.
durante los últimos treinta años, hay que citar la que se produjo el 6 de Hay también otros fenómenos que pueden ser peligrosos a pesar de
julio de 1969 y que, debido al hecho de haber tenido lugar en verano, surgir con menos violencia. El peligro no se debe en estos casos a una
fue la más criminal de todas, puesto que causó la muerte de trece na- ausencia de pronósticos, sino más bien a la falta de atención de los na-
vegantes deportivos; la de agosto de 1979, que devastó la flota de 105 vegantes de recreo en relación con los mismos. Es el caso concreto de lo
participantes en la regata Fastnet; y más recientemente, el 7 de junio que ocurre con los frentes fríos secundarios, de los que uno no descon-
de 1987, el aumento repentino de una pequeña depresión al Suroeste fía, aunque a menudo son más violentos que el frente frío principal. Por
de Bretaña, que originó una violenta franja de chubascos en la costa de lo tanto, hay que estar en guardia cuando se habla de ese tipo de fren-
las Landas; por último, durante la noche del 15 al 16 de octubre de tes en los boletines, y también cuando se señala que después del paso
1987, una pequeña depresión muy profunda (950 milibares), que se del frente frío "normal", el viento no vuelve a rolar al Norte (con mayor
desplazaba a 60 nudos dentro de un flujo perturbado ya muy activo, razón cuando presenta una tendencia a volver a bajar ligeramente al
Sur, a pesar de la persistencia de un cielo de estela). Por último, la ob-
* Informes meteorológicos de las estaciones costeras. (N. de la T.) servación del cielo debe servir para tomar precauciones a tiempo, pues
El t i empo que v a a hacer 817
816 Meteorología
la llegada de cada uno de estos frentes está caracterizada por una franja METEOROLOGíA PRÁCTICA
de chubascos que llevan consigo cúmulos congestus y cumulonimbos.
En el mismo orden de ideas, tambien hay que vigilar 105 chubascos A continuación vamos a informar sobre 105 principales boletines meteo-
que se producen en el ai re muy inestable y que a veces originan tem- rológicos franceses, ingleses y españoles, así como 105 datos útiles que
porales de viento bastante más fuertes de lo que pensábamos; no re- nos permiten conocer con facilidad, tanto en la mar como en puerto,
sulta raro que un viento medio de fuerza 5 llegue a fuerza 7 u 8 en los las predicciones elaboradas por 105 meteorólogos.
chubascos.
Hay que desconfiar, especialmente, cuando nos encontramos en una
Météo-France:
situación tormentosa, pues puede pasar de todo. Un ejemplo: el viento Las fuentes de información meteorológica
es flojo, de fuerza 1 a 2, hay grandes nubes que pasan produciendo Boletines radiofónicos de onda larga y de frecuencia modulada, contes-
fuertes aguaceros sin aumentos de viento notables y, de repente. sin tadores telefónicos, boletines de prensa periódica, pantallas Minitel,
esperarlo. surge un chubasco de fuerza 6 y más .. boletines de France Télécom en BLU*, información por VHF emitida por
Como en tantos otros campos, en este caso la experiencia directa 105 CROSS** Y 105 semáforos, la multiplicación de las fuentes de infor-
agudiza el olfato. Los galOS escaldados son una prueba. Es muy proba- mación y de transmisión de boletines meteorológicos a la que asistimos
ble que unos cuantos sustos nos sirvan, más que los conocimientos ad- desde hace algunos anos, plantea a 105 navegantes un problema de
quirid os en los libros, para convertirnos en buenos previsores.
elección:
• ¿Cuál es el boletín que mejor se adapta a su zona y a su progra-
La observación ma de navegación? .
Saber observar el cielo requiere un largo aprendizaje. Para pasar de la • ¿Qué "frescura" tienen los diferentes boletines que tiene a su diS-
teoría a la práctica, el observador sincero y que no se contenta con pa- posición? . .
labras hueras deberá atravesar el inmenso desierto de la incertidumbre. A continuación indicamos lo que conviene conocer de las prinCipales
Travesía árida (y sin embargo luminosa), para la cual le aconsejamos fuentes de información meteorológica para la navegación costera:
mantener siempre algún punto de referencia, que le conduzca a mati-
zar sus afirmaciones, a dudar de sus descubrimientos y a no fijarlos en l a televisión
categorías demasiado estrechas. Empresa solitaria, para la cual pode- Los boletines televisados de las grandes cadenas nacionales proceden
mos sugerir, como mucho. un camino a seguir que contenga los si- de 105 servicios de Meteo-France y están dirigidos al gran público. No
guientes puntos importantes: contienen ninguna información específICa para la navegación. El único
• analizar todos 105 días, mañana y tarde, el mapa meteorológico; interés que el navegante puede encontrar en ellos reside en la difusión
observar el cielo varias veces al día, así como el barómetro y después de imágenes por satélite (a veces animadas) que proporcionan una ex-
hacer la predicción del día siguiente; celente noción sobre la situación general y sobre el movimiento de las
• al día siguiente, comparar la predicción y la realidad, y analizar 105 masas de nubes.
diferencias sobre el mapa.
Duración del camino: varios meses, en diferentes estaciones del año. la prensa periódica ...
Una vez hecho esto, no hay excusas para detenerse. Si perdemos el Los boletines dirigidos al gran público, que podemos leer en el penodlco
contado, es fundamental en cualquier caso no esperar a la víspera de la por las mañanas, no pretenden servir a 105 marinos. Sin emba.rgo, en al-
salida en barco para volver a empezar. Hay que meterse de lleno unos gunos diarios regionales encontramos predicciones para el htoral, que
días antes, anotar 105 boletines, consultar 105 mapas, ponerse en contac- contienen información marítima especial (sobre el viento, el estado de la
to con una estación costera para obtener predicciones a medio plazo. mar el horario de las mareas ... ) Aunque el conjunto es, por lo general,
Después, en la mar, la predicción se basará en la observación conti- un ~oco escaso, observaremos, sin embargo, que la meteorología que
nua. Esta constituye, en definitiva, la disciplina fundamental, gracias a proporciona la prensa escrita va a menudo acompañada por mapas de
la cual, día tras día, adquirimos la costumbre de "vivir" el tiempo. Sin
darnos cuenta, percibimos y registramos las variaciones de temperatu-
ra, 105 matices de la luz y las pulsaciones del viento. Aparece una nueva
manera de reaccionar, que se va acercando cada vez más a la realidad. * Banda lateral única. (N. de la T.).
y poco a poco nos convertimos en un elemento más del cielo. ** Centros de salvamento y de socorro en Francia . (N. de la T. ).
i
818 Meteorología El tiempo que va a hacer 819
isobaras que muestran una excelente apreciación de la situación general maClón. Por todo esto, desgraciadamente, resulta difícil mantener al día
y del emplazamiento de los diferentes fenómenos meteorológicos. la lista de horarios de los boletines que se emiten.
Señalemos, por último, el caso de las emisoras privadas de radios loca-
Las emisoras de radio nacionales les entre las cuales algunas emiten excelentes partes de información me-
De las tres principales emisoras de radio nacionales, sólo France-Inter teorológica y marítima. Pero lo que ya era difíCil para las radios locales de
emite, dos veces al día, un boletín de meteorología marina (1 852 m Radio-France, aún lo es más para las emisoras privadas, pues los horarios,
GO) y en Radio Bleue (PO). Fácil de captar, y de una gran "frescura" frecuencias y programas están sujetos a demasiadas modificaciones.
(transcurren menos de dos horas entre la redacción del boletín por 105
meteorólogos de Météo-France y su difusión en antena) y calidad, se Los contestadores telefónicos
adapta perfectamente a la navegación de recreo a lo largo de las costas Los contestadores telefónicos de Météo-France constituyen el sector de
francesas y de las islas Británicas. Desgraciadamente, la necesidad de información más rápido que existe. los boletines se registran casi siem-
describir 32 zonas (en un periodo de tres minutos) desde Noruega a las pre inmediatamente después de su redacción. Se actualizan al menos
islas Baleares, les impide a veces entrar en detalles. El boletín ocupa un dos veces al día (mañana y tarde) e incluso tres, si es necesario. La nue-
espacio muy codiciado dentro de la programación. De igual modo, su va red de contestadores telefónicos implantada en 1991 ha simplifica-
existencia se plantea de forma periódica por parte de la dirección de la do considerablemente las cifras.
emisora. Sin embargo, éste resulta fundamental para la navegación de El 36 65 08 08: boletín "marino" para amplias zonas del canal de la
recreo, la pesca y el comercio marítimo. Mancha, el mar del Norte, el Atlántico o el Mediterráneo (cubre una
franja costera de hasta 200 millas). Se actualiza por la mañana y por la
El Minitel 3615 meteorológico (clave MER) tarde, y a veces también por la noche, cuando la situación lo justifica.
Este servicio empieza a ser eficaz y la información que podemos encon- Por medio de un sistema interactivo (la eleCCión del boletín por medio
trar en él es de buena calidad y enormemente localizada. Su frescura, sin del dial del aparato o pronunciando la palabra "stop" durante la lectu-
llegar a la de los boletines emitidos por radio, es muy buena. También ra de la lista de los diferentes boletines disponibles) se obtiene la infor-
podemos encontrar en este servicio algunos pequeños "extras" como, mación solicitada.
por ejemplo, las observaciones de los semáforos en tiempo real, informa- El número 36 65 08 XX (sien do XX el código del departamento): en
ción sobre la climatología de las zonas y los horarios de las mareas. este tipo de contestadores podemos encontrar el boletín "costero"
(hasta 20 millas del litoral), asi como el boletín "orilla" o "borde del • fuerza 3 prevista; se alcanza fuerza 6: cuña;
mar" adaptado a las actividades náuticas de la provincia en cuestión. • fuerza 4 prevista; se alcanza fuerza 6: no hay cuña;
Éstos recogen la predicción del boletín "costero", eventualmente modi- • fuerza 5 prevista; se alcanza fuerza 7: cuña.
ficada en función de los efectos locales, y lo completan por medio de
observaciones, horarios de mareas en el puerto principal, o también Análisis del bol etín
con información para los surfistas o los aficionados a la natación. Todos Cada boletín está dividido en dos amplias zonas: Atlántico y Mediterrá-
los departamentos costeros tienen un contestador de este tipo, es de- neo. Éstas se presentan de la misma forma y comprenden:
cir, 24 números de teléfono fáciles de memorizar, a los que se puede • Avisos de vientos fuertes: se transmiten cuando el viento alcanza
llamar desde cualquier zona. o sobrepasa fuerza 7 en una zona determinada. El orden de los avisos
de vientos fuertes es el siguiente:
El Navtex - frescachón: fuerza 7,
Navtex es un sistema de difusión de información marítima (Avurnav, - temporal: fuerza 8,
boletines meteorológicos para alta mar ...) llamado a sustituir a las - temporal fuerte: fuerza 9,
emisiones en BLU hecto métrica de la banda marina (Le Conquet-Ra- - temporal duro: fuerza 10,
dio, Boulogne-Radio, Grasse-Radio ... ). Los receptores Navtex son pe- - Temporal muy duro: fuerza 11,
queños aparatos, que permanecen siempre encendidos, y que impri- - Temporal huracanado: fuerza 12 y más.
men en papel los boletines cuya recepción ha sido programada por el
usuario. Los emisores Navtex (Cross Corsen y Cross La Garde en Fran- La dirección del viento se proporciona con una precisión de un octa-
cia) utilizan todos la misma frecuencia (518 kHz) y tienen un alcance vo de la rosa; por ejemplo: temporal de Oeste o del Nordeste. Si la di-
superior a 400 millas. rección va a variar en un ángulo inferior a 90° durante las 24 horas si-
guientes, se utiliza el término de sector para indicar su dirección (tem-
El boletín Inter-Service Mer poral del sector Oeste). Si el viento va a variar más de 90° en las 24 ho-
El boletín lnter-Service Mer lo redacta el servicio de predicción marina ras siguientes, no se hará mención alguna sobre la dirección. Por últi-
de Météo-France y se emite dos veces al día por France-lnter en onda mo, los avisos de temporal fuerte pueden llevar la indicación en curso o
larga, frecuencia modulada y onda corta en horas exactas: 6 h 50 los previstos.
sábados y domingos, 10 h 05 los demás días de la semana y 20 h 05
todas las tardes. Radio Bleue emite también por onda corta este boletín • Situación general: en esta parte del boletín, los fenómenos me-
a las 6 h 55 de la mañana al abrir los programas. Este horario puede teorológicos (centros de acción, frentes, dorsales .. .) origen de las pre-
variar algunos minutos según la actualidad informativa. El boletín cubre dicciones, se mencionan y se sitúan, bien de manera general (anticiclón
las zonas denominadas de alta mar, es decir, del mar del Norte, el canal 1025 centrado sobre Portugal) o bien de manera más exacta (depresión
de la Mancha, la zona Atlántica, el mar de Irlanda y el Mediterráneo oc- 985 situada en 55° Norte y 25° Oeste). Unos y otras pueden desplazar-
cidental. Proporciona pronósticos meteorológicos sobre las citadas zo- se lentamente, rápidamente, o simplemente mantenerse estacionarios.
nas (tiempo, fuerza y dirección del viento, estado de la mar) para las 24 También pueden acentuarse o llenarse. Los valores del centro de las de-
horas que siguen a la emisión, y comprende tres partes: presiones o de los anticiclones se mencionan sin indicar las unidades (se
• avisos de vientos fuertes (frescachón, temporal, temporal duro .. ); sobrentiende que son milibares).
• situación general y evolución del tiempo;
• pronósticos de zonas. • Pronósticos de zonas: en la tercera parte, las zonas se citan en un
orden fijo, empezando por Viking y terminando por el Oeste de Cerde-
En algunas circunstancias, se emite una cuña especial dentro del dia- ña. En relación con cada una de las zonas (que pueden agruparse si
rio de información que sigue a su recepción. Esta cuña es un boletín de cuentan con idénticos pronósticos), se describen los parámetros si-
emergencia, emitido de forma excepcional cuando el viento previsto en guientes:
el último boletín regular ha sido subestimado. El criterio que se sigue es - dirección del viento,
el de un error de tres grados Beaufort (reduciéndose a 2 grados si el - velocidad del viento,
error tiene como consecuencia la omisión de un aviso de vientos fuer- - estado de la mar,
tes). De este modo: - tiempo significativo (eventualmente).
822 Meteorología El tiempo que va a hacer 823
"
I 1 1
1 - marejadilla: 0,50 a 1,25
--/...
II '-.. ..... , f __ 1
1
- marejada: de 1,25 a 2,50 m
1
I I --l.. - fuerte marejada: de 2,50 a 4 m
I 1 1 -
I 1 - gruesa: de 4 a 6 m
I 1
I 1 - muy gruesa: de 6 a 9 m
I 1
I 1 - arbolada: de 9 a 14 m
1 1
I I - montañosa: superior a 14 m.
I
-'- ....
1 ---./
1
1
La predicción del estado de la mar, a pesar de la existencia de un vo-
I 1-- cabulario preciso, es relativamente vago.
1 1
I I
1 1
I 1 • Tiempo significativo: los únicos términos que se emplean son:
I 1
I 1 aguacero, llovizna, bruma, niebla, chubasco, nieve, tormenta y lluvia.
1
1 la llovizna es ca racterística del sector Cálido; la lluvia seguida de agua-
I
_1
,---
1
I
I
I
ceros significa que se va a producir el paso de un frente frío; los chu-
bascos son característicos de una estela activa; bruma y niebla se em-
I
1 I
1 Galais I plean en ausencia de precipitaciones si la visibilidad es respectivamente
1 ----- 1-- inferior a 5 kms y a 1 km.
1 I
1 I
1 I I I
I BULlETIN MÉTÉO
---1'- I
I I
1 -
1
I
I
FRANCE INTER du ...... ...................... ... .. a.
------ L -------~--------
1 I MONTE CARLO du ...... ... ................ ...... .. a.. I
1
1
I I
I MARSElllE RADIO du ........................ a.. I
I
1 - 1 - - - - - __ ..1 _ GRASSE RADIO du ........ ... ..................... a. I
1 I I
1 I
I I Avis de vent lort
1 I I I
1 I I
1 I
I
I -------~~g). \
Situation générale:
Sud~" - - -1-- ______ -' _________ ~---
I I I
• Dirección y velocidad del viento: la descripción del viento se refie- I I
re a su estado inicial en el momento de la redacción del boletín. A ve- I I
I
ces se completa con un estado inminente, es decir, un viento que de- I
I
bería establecerse en menos de 6 horas. la evolución del viento sólo se I
menciona si se prevén cambios de más de 45° en su dirección y de más I
I
de 2° Beaufort en cuanto a fuerza. De este modo, el viento puede ser I
Prévision par zone I
va riable (dirección y fuerza no precisas), estar amainando (disminuyen-
Observation a ..........H. ......... GMT
------_1..
do de fuerza), refrescando (aumentando de fuerza), rolando (a otro
Zones O;rection Wesse Etalde Temps
sector) o estabilizándose (en una dirección concreta). duvenl dUI"l!nl lamer I signik.a!J1
Baléares
MinorQue
• El estado de la mar: la información sobre el estado de la mar se
lion
refiere a las máximas previstas para las 24 horas siguientes, y en ciertos Provence
casos se incluye una descripción a más largo plazo. Por lo tanto, puede Corse
haber marejadilla, calmandose, o marejada a fuerte marejada llegando SardaiQne
ligure
a mar gruesa.
Maddaléna
824 Meteorología El tiempo que va a hacer 825
cette nuit; mer agitée. _ Sardaigne: variable 2 a3 s'orientant Nord-Ouest 3 a 5 ce matin estudio s obre los problemas d e los
a
- Tamise, Pas-de-Calais, Manche-Est: secteur Sud 3 5 devenant va- puis tournant Sud-Ouest la nuit prochaine; mer peu agitée; pluie ou hielos e icebergs, información
grains orageux. met eorológica s uminis trada a los
riable I'apres-midi puis Nord 4 el 5 ce soir, localement 6 sur Pas-de-Ca-
lais cette nuit; mer peu agitée. - Lígure: Est a Nord-Est 4 a 7 d'Est en Ouest /ocalement 8 sur barcos ... Conti ene fot ografias e n co lor
- Ouest-Bretagne: Sud-Ouest 5 á 6 mollissant 3 á 4 et devenant va- ('extreme Ouest pres des cótes en journée, mollissant 4 a 6 ce soir; mer de t odos los tipos V s ubtipos de nubes,
a
riable 2 4 cette nuit; mer agitée s'attenuant. agitée; p/uie OU grains orageux. la d enominación de los s imbol os
a a
- Nord-Gascogne: variable 2 4 s'orientant Nord 4 5; mer agitée; _ Madalena et E/be: Sud-Est 3 a
5 passagérement 6 ce matin; mer utili zados en los m apas facsímil, as í
averses. peu agitée; pluies orageuses OU grains. como los nombres y direcciones d e los
- Cap Finisterre: variable 2 a 4; mer peu agitée; averses. Ce buJletin a été lu dans son integra/ité en 3 minutes et 12 secondes ag entes met eoro lógicos de los puertos
- Sole: Nord-Ouest 4 á 6 tournant Sud-Ouest 3 á 5; mer agitee; exactement. de t odo el mundo.
pluie et averses.
- Sud-lrIande: Nord-Ouest 4 á 6 temporairement variable 2 á 4 au La meteorología inglesa
passage de la depression aujourd·hui, puis Sud á Sud-Est 3 á 5; mer Los ingleses tienen buenas razones, a menudo imperiosas, para intere-
agitée; pluie et averses. sarse por el mal tiempo que hace en su país.. La organización de la
- Ouest-Irlande: Nord-Est 7 á 8 au Nord de la zone 6 á 7 au Sud de predicción meteorológica es allí mucho mayor que la nuestra, que se
la zone, molfis.s ant 4 a6 ('aprés-midi puis tournant Sud-Est cette nuit; centra en la franja costera.
mer forte; pluie et averses. Al igual que ocurre en Francia, la meteorología depende del servicio
- Mer d'lr/ande: Sud-Est 4 á 6 mollissant 2 á 4 la nuit; mer agitee; público y el equivalen te británico de Météo-France es el Met Office. To-
pluie et averses. dos 105 boletines de la BBC y de las regiones proceden de la Cen tral Fo-
- Nord-Ir/ande: Nord-Est 7 á 8 mollissant 4 á 6 cet aprés-midi et recast Office.
tournant Est; mer forte; pluie et averses.
1
826 Meteorología El t i e m p o que v a a ha ce r 827
la 8Be l os guardacostas
La BBC es el principal órgano de difusión de la información meteoroló- Los guardacostas de Su Majestad retransmiten sistemáticamente los
Marinecall avisos de vientos fuertes (fuerza 6-7) que vayan a producirse en las 12
gica para uso de los marinos. El emisor de onda larga (BBC Radio 4;
198 kHz) emite cuatro boletines de meteorología marítima al día, que horas siguientes, en tierra y hasta una distancia de 5 millas de la costa;
se pueden captar desde cualquier punto de las islas Británicas y de este servicio funciona durante todo el año. la emisión se realiza en VHF
Francia. La hora local inglesa está una hora retrasada en relación con la por el canal 67, anunciándose previamente por el canal 16.
hora de Francia, en verano y en invierno. Los ingleses cambian de hora Asimismo, los MRCCs (Centros Marítimos de Coordinación y Rescate
como 105 franceses, pero no forzosamente el mismo domingo. de Guardacostas), equivalentes a los CROSS (Centros de Salvamento y
Rescate) franceses, ya los CCRS (Centros de Coordinación de Rescate y
Las emisoras regionales de radiodifusión Salvamento) españoles, emiten información cada cuatro horas repitien-
Con frecuencia los boletines meteorológicos de las emisoras regionales do los eventuales avisos de temporales cada dos horas (canal 67, anun-
están disponibles en el momento de la información, hacia las 6 h 3D, ciándolo previamente por el canal 16).
7 h 30 Y 8 h 30 ó entre las 6 h 50 Y 7 h 15 Y de nuevo entre las 7 h 50
Y las 8 h 15 por la mañana. los servicios privados
• los clubs: algunos clubs náuticos (muy numerosos en Inglaterra)
las emisoras radiomarítimas costeras proporcionan información meteorológica destinada a los navegantes
Numerosas emisoras locales de la costa emiten boletines varias veces al de recreo. Su fuente de información es, por lo general, una estación lo-
día a horas fijas para una región concreta; éstos pueden captarse en cal del Servicio Meteorológico.
(prefijo de llamada : 0898 5001
VHF (156-174 Mhz) y en la banda marina, en BLU (1 500-3 500 kHz) . Predicciones para los pescadores del mar del Norte: la estación me-
n· zona región que cubre
teorológica de Aberdeen emite todos los días a través de los guarda-
451 1 Norte de Escocia los contestadores telefónicos costas (8 h 20 Y 20 h 20) un boletin "especial mar del Norte" que cu-
452 2 Este de Escocia bre las zonas Fair Isles, Viking, Forties y Fisher.
El Central Forecast Oflice emite boletines grabados destinados a los
453 3 Nordeste
navegantes a través de una red de contestadores telefónicos, deno·
454 4 Este
455 5 Anglia minada Marinecall. Proporcionan información relacionada con toda El boletín de la BBC
456 6 Este Canal la costa del Reino Unido dividida en 15 zonas. Estos boletines, que El navegante que se aleja un poco de Francia tiene que ser capaz de
de la Mancha se actualizan periódicamente, incluyen una descripción de la situa- entender un boletín meteorológico emitido en inglés. De hecho, en to-
457 7 Oeste Canal ción general y predicciones sobre la dirección y la fuerza del viento, dos los países de Europa (yen otros lugares), los principales boletines
de la Mancha el tiempo, la visibilidad, la temperatura, el estado y la temperatura se emiten o se repiten en este idioma.
458 8 Sudoeste de la mar para las próximas 24 horas. Uno de los contestadores pro- la comprensión de estos boletines requiere un cierto aprendizaje,
459 9 Canal de Bristol
porciona predicciones a más largo plazo (3 a 5 días) para todas las pero no hay nada imposible, incluso para el que no sepa nada de in-
460 10 País de Gales
zonas. glés. la solución más simple es, sin duda, escuchar regularmente Jos
461 11 Noroeste
462 12 Clyde Al igual que ocurre con la red francesa, los contestadores telefónicos boletines de la BBe. Además, resulta que estos boletines son de una
463 13 Caledonia recurren a una numeración simplificada (las dos últimas cifras indican la gran calidad, pudiendo ser de gran utilidad, incluso en las costas fran-
464 14 Minch zona) siendo inaccesibles desde el extranjero. cesas y españolas ..
465 15 Norte de Irlanda Se emiten a horas precisas y bastante cómodas (el boletin de 6 h 55,
Nota: el n'" 450 cubre todas las Cuñas especiales de meteorología hora francesa y española, concretamente, podemos escucharlo desde
zonas con predicciones para A escala nacional, los avisos de temporales se emiten a partir de 34 nu- la cama; si hace bueno, es una hora excelente para zarpar; si hace ma-
3 a 5 días. dos de viento previsto (fuerza 8), aunque el límite de seguridad a veces lo, estamos en un buen momento para verlas venir). Las predicciones se
es menor para los barcos de recreo. Las emisoras locales emiten tam- dan en un orden inmutable, zona tras zona, y para el interior de cada
bién avisos de vientos fuertes si se estima que el viento va a alcanzar zona. El locutor es muy competente, su dicción es perfecta, y las expre-
fuerza 6 en las 12 horas siguientes. Estos avisos se emiten al fina l de la siones que utiliza enseguida se vuelven familiares. He aquí las principa-
emisión en curso y se repiten después de los informativos; la mayoría les, por orden de entrada en escena.
de las emisoras locales vuelven a emitir información; este servicio se
proporciona desde Pascua al final de octubre. El inglés sin dificultad
1. Gale warnings are in operation for sea areas . . Así empieza cualquier
_1
828 Meteorologia El tiempo que va a hacer 829
boletín meteorológico en cuanto el tiempo se estropea en alguna par- Associated fronts crossing southern sea areas, quiere decir: un siste-
te. Es la frase ritual: "Aviso de temporal en curso para las zonas ... " de ma frontal atraviesa las zonas meteorológicas meridionales.
las emisoras españolas. High 1040 over Azores with ridge extending to the British Isles will
Hay que distinguir: persist: se mantiene un anticiclón de 1 040 mb centrado sobre las Azo-
• ga/e: viento medio de fuerza 8 (3 4 nudos o más). Rachas superio- res, con una dorsal que se extiende hasta las islas Británicas.
res a 43 nudos; Para poder entenderlo de forma general, sería conveniente recordar
• severe gaje: viento medio de fuerza 9 (41 nudos o más). Rachas que el cabo Finisterre está en España, que Ouessant se dice Ushant; el ca-
superiores a 52 nudos; nal de La Mancha, Channe/; el Paso de Calais, Dover Strait; el mar del Nor-
• storm: viento medio de fuerza 10 (48 nudos o más). Rachas supe- te, North Sea, y que el Denmark Strait está situado ... ¡entre Islandia y Gro-
riores a 60 nudos; enlandia! Por último, es conveniente aprenderse los nombres en inglés del
• severe storm or hurricane: viento de fuerza 12; Pais de Gales, de Escocia o de Londres: Wales, Scotland y London.
y saber lo que significan los términos: 3. Area forecast, los pronósticos de zonas. Dichas zonas siempre se
• imminent: en un plazo de 6 horas citan en el mismo orden, es decir, en el sentido de las agujas del reloj,
• soon: en un plazo de 6 a 12 horas; empezando por Viking y terminando por South East Ice/and.
• la ter: en un plazo superior a 12 horas. Dirección del viento: hay que aprender a manejar la rosa inglesa y
2. The general synopsis, la situación general. está llena de palabras saber que by quiere decir cuarta.
como low, high o occlusion, cuya traducción es muy sencilla: depre- las cuartas únicamente se utilizan en las observaciones de las esta-
sión, anticiclón u oclusión. ciones costeras.
A cold front es un frente frío; a warm front, un frente cálido; a fron- Si el viento es del sector Sur o del sector Norte, se utilizarán los adje-
tal trough es un talweg con perturbación frontal; a ridge of high pres- tivos souther/y, o norther/y.
sure, una dorsal. Cuando el viento rola, dicen backing si rola hacia la izquierda (por
Las presiones se indican en milibares, sin que el propio término apa- ejemplo, cuando un viento del Sur rola al Suroeste) y veering si lo hace
rezca. Podemos oír indistintamente: a thousand and three y one, dou- hacia la derecha. Si cambia al sector Norte, está becoming norther/y, y
ble O, three ( 1 003), o nlne, eight, live (985). Y lo mismo con las horas: si su dirección no está definida, es variable, siendo cyc/onic cuando está
O seven hundred, quiere decir las 7 de la mañana, y one eight double en una depresión.
O, las 18 horas. En cuanto a la hora, resulta útil saber que la hora GMT La fuerza del viento. Se indica en grados de la escala Beaufort. Si no
(Greenwich Mean Time) se llama también..TU (hora universal) y qu·e, se:: hay viento, está calm. Si hay mucho, se concreta: gale eight. severe
gún la estación, lleva consigo cierta diferencia sobre la hora BST (British gale nine, storm ten, severe storm eleven, hurricane twelve.
Summer Time). la fuerza del viento se indica siempre en relación con la escala de
Beaufort:
Para decir que los fenómenos atmosféricos cambian y se desplazan Puede estar refrescando, increasing, o amainando, decreasing.
utilizan, la mayoría de las veces, el gerundio de los verbos, por ejemplo: El estado del cielo. En muy pocas ocasiones se describe el cielo, pero
High 1013 moving slowly East and weakening, es decir, una alta pre- sí las precipitaciones. Rain, lluvia, continuous heavy rain, aguacero inin-
sión de 1013 milibares (mb) se desplaza lentamente hacia el Este debili- terrumpido, drizzle, llovizna, intermittent slight drizzle, lloviznas ligeras
tándose. Low 985, centred over sea area Rockall, moving eastwards at intermitentes.
twenty-five knots and deepening, is expected 956 in sea area Forties at Los aguaceros, showers, son a menudo scattered, dispersos, o isola-
0700 tomorrow: una depresión de 985 mb centrada sobre la zona de ted, aislados. También están los chubascos con aguaceros, squally sho-
Rockall, se desplaza a 25 nudos hacia el Este acentuandose, se espera wers; las tormentas, thunderstorms; y el granizo, hail. En invierno, hay
para las 7 horas de mañana sobre la zona de Forties con una presión chubascos de nieve, snow showers, o de aguanieve, sleet showers. En
de 956 mb. A veces se concreta la situación de los fenómenos atmosfé- relación con la zona del SE-Islandia, se precisa siempre icing or no icing,
ricos antes de proporcionar su valor: low Scotland 989 expected Viking con escarcha o sin escarcha (si hay escarcha los rociones se hielan sobre
994. la cubierta).
Si la depresión se llena, se dice filling; si el anticiclón se debilita, está A veces, la lluvia invade la zona, procedente del Oeste, rain sprea-
collapsing, declining o weakening. Los desplazamientos también tienen ding lrom the West. 0, por el contrario, el tiempo se despeja por el No-
lugar slowly, lentamente, o quickly, rapidamente. roeste, clearing Irom the North-West.
830 Meteorología El tiempo que va a hacer 831
Y, por último, puede ocurrir que haga buen tiempo, fair. lhe ShippirlQ lorecas! issued by !he
Mel olficeal: . oo lhe
Di l'
Visibilidad. El propio término de visibility se utiliza muy poco; y se I I
Los nombres GalewarnirlQS I I
dan inmediatamente las caracterfsticas: - I I
del viento r-........... I I
• good: superior a 5 millas náuticas.
• modera te: de 2 a 5 millas náuticas. lhe general Si nopsis al I
/ I -_ f
,
r-.. . --,r- __ f
4 Bonancible
mala. Puede empeorar, good becoming paor, o mejorar, modera te im- / - . . . - -1
proving good. I I
I I
5 Fresco Cuando la visibilidad es muy mala, se precisa generalmente la causa. I I
I I
Locally poor with lag patches, localmente mala con bancos de bruma, I I
6a7 Frescachón
o with coastal fog, con bruma costera. Encontramos también niebla es- ~ /
8 Temporal pesa, heavy fog, o bruma seca, haze.
I
I I
9 Temporal fuerte La dirección y la fuerza del viento, el estado del cielo y la visibilidad
Wealher reports Irom coastal stabolls
--~
I
,--- I
I
10 Temporal du ro pueden evolucionar. La evolución puede tener lugar later. más tarde, lor. BS T/Gt,n I I
I I
(las 12 horas siguientes o mas), soon, pronto (en menos de 12 horas y Stahons \·lind l"ieatl1er ~ ,"" lend I I
11 Temporal muy duro 1 TIree
- - - - -1-
más de 6 horas); ser imminent (en menos de 6 horas), o producirse at I
I I
2 Bun olle\'lis
12 Temporal huraca nad o lirst (a l principio de la fase). 3 Sumbrugh
I I
I
4. Weather reports fmm coastal stations, las observaciones de las es- 4 StAbb·s Head .....~ / I
south Finis terre: West backing south-West 3 or 4, increasing 5, rante la lectura de la lista de los diferentes boletines disponibles) se ob-
mainly fair, good. tiene la información solicitada.
North Finisterre, sole: West backing south-West 4 or 5, increasing 7 También en España el Instituto Nacional de Meteorologia publica un
perhaps gale 8later, rain la ter, good becoming modera te or poor. folleto similar al que edita Météo France y que contiene las coordena-
Lundy, Fastnet, Irish Sea: West backing south-West 4 or 5, occasio- das (frecuencias, horarios, números de teléfono ... ) de las estaciones
mI/y 6 at first and la ter, showers, good. emisoras y de los contestadores automáticos. Este folleto se puede soli-
shannon, Rockal/: Northwesterly 5 or 6 decreasing 4, backing citar al Servicio Marítimo del Instituto Nacional de Meteorología (lNM),
southerly 7 perhaps gale 8 la ter, showers then rain, good becoming mo- Ciudad Universitaria, paseo de las Moreras, s/n., 28040 Madrid.
derate. Dos veces al día se elaboran boletines meteorológicos y marinos pa-
Malin: North-West backing south-East 4 or 5, occasional/y 6 at first ra todas las zonas costeras españolas, que pueden ser solicitados por
and la ter, showers then rain, good becoming modera te. teléfono. Además, se lleva a cabo una atención directa al usuario, prin-
Hebrides: North backing south-East 4 or 5, showers, good. cipalmente por teléfono, para cualquier información relacionada con el
8ailey: Northerly 4 or 5 becoming variable 3, showers, good. estado de la mar en las zonas de responsabilidad española. El centro
Fair Isle: East backing West 3 or 4, occasional/y 5 la ter, rain at times, Nacional de Predicción de Madrid (9 1.58 1 9639) elabora directamente
moderate or good but occasional/y poor at first. los boletines meteorológicos marinos para alta mar, uno por la mañana
Faeroes: North backing West 4 or 5, rain at times, moderate or good. y otro por la tarde, con los siguientes apartados:
South East Iceland: Northerly 3 or 4, showers, good, no icing. • Aviso de temporal.
• Situación sinóptica.
The Weather reports from coastal stations for 04 h 00 8sT this mor- • Predicción de las variables meteorológicas para las zonas de res-
ning: ponsabilidad española .
Tiree: NW 3, 16 miles, 995, rising. Estos boletines se emiten dos veces al día desde sus estaciones cos-
8utt of Lewis: N by W 4, 8 miles, 994, rising slowly. teras y desde los medios de comunicación que lo solicitan, por ejemplo,
sumburgh: SE by E 4, continuous slight drizzle, 2 miles, 994, fal/ing televisión.
more slowly. También se elaboran los siguientes mapas: Aná lisis y altura de las
51 Abb's Head: SW 4, recent drizzle, 16 miles, 991, rising slowly. olas, para 24 horas, y análisis de isotermas de agua del mar, cada tres
smith's Knol/ Automatic: S-SW 5,5, miles, 1001, steady. días. Estos mapas son emitidos por radio-facsímil.
Dover: SW 5, 4 mi/es, 1005, rising slowly.
Jersey: W-sW 5, recent showers, 5 miles, 1009, rising slowly. Ejemplo de boletín de inform ación meteorol ógica y marítima pa-
Channel/ Light Vessel automatic: w-sw 5,5 miles, 7007, rising ra alta mar, emitido por RNE
slowly.
Land's End: SW6, 11 miles, 1007, rising. Dia 26 de septiembre de 1992, a las 12 UTC
Valencia: N by West 4, intermittent slight rain, 7 miles, 1008, rising. 1. Aviso a las 12 UTC del dia 26 de septiembre de 1992.
Ronaldsway: W by N 4, 16 miles, 996, rising. Huracán Charley en 36,2" Norte - 31, 1° Oeste, desplazándose hacia
Malin Head: W-NW 4, 16 miles, 997, rising. el Noroeste a 6 miJIas por hora, con vientos de hasta 75 nudos en un
And that completes the shipping bul/etin (forecast) radio de 135 mil/as.
Intervalos de temporal del Noroeste en Finisterre y del Noroeste al
La meteorología española Suroeste de Gran 501. Intervalos de temporal de poniente en el Es-
En España existe un servicio de contestadores automáticos denominado trecho.
Servicio de Teletiempo. Llamando al número 906 36 53 XX (siendo XX 2. Situación a las 12 UTC del dia 26 de septiembre y evolución.
el código postal de la provincia respectiva) puede obtenerse informa- Depresión de 7003 en 43° Norte - 0,7° Oeste, desplazándose hacia
ción meteorológica de dicha provincia, clasificada en tres apartados: Si- el Noroeste. Alta de 1016 en 43° Norte 23° Oeste, intensificándose y
tuación meteorológica general, información para el día siguiente, infor- extendiéndose hacia el Este.
mación para 105 3 días siguientes, e información costera. A través de 3. Predicción válida hasta las 18 UTC del dia 27 de septiembre de
este servicio interactivo (la elección del boletín se efectúa marcando un 1992:
número en el aparato de teléfono o pronunciando la palabra "sí" du- Gran Sol. Componente Norte fuerza 4 rolando posteriormente a
836 Meteorología
•
marejada.
Azores. Mitad meridional: Este-Sureste fuerza 6, rolando progresiva-
mente a Sur-Sureste fuerza 9-10 ciclónicamente a Norte-Noreste al fi-
nal por el Suroeste. Mitad septentrional componente Sur fuerza 4-5,
arreciando progresivamente a fuerza 7 por el Este. Aguaceros. Fuerte
marejada, aumentando gradualmente hasta mar gruesa y posterior-
mente arbolada por el Suroeste.
Canarias. Oeste y Noroeste fuerza 4, amainando pronto a variable
fuerza 3. Visibilidad buena. Marejada.
Sáhara. Noreste fuerza 4. Visibilidad buena. Marejada.
Golfo de Cádiz. Oeste y Suroeste fuerza 4-6. Visibilidad regular.
Aguaceros tormentosos. Marejada, aumentando pronto a fuerte mare-
jada.
Albarán. Componente Oeste fuerza 5, arreciando pronto a Oeste
fuerza 6-8. Visibilidad regular a buena . Algún aguacero. Marejada
aumentando pronto a fuerte marejada.
Palos. Oeste fuerza 3, arreciando pronto a Oeste y Suroeste fuerza
6. Visibilidad regular a buena. Aguaceros tormentosos. Marejada,
aumentando pronto a fuerte marejada.
Argelia. Componente Oeste fuerza 4, arreciando pronto a fuerza
5-6. Visibilidad regular a buena. Aguaceros tormentosos. Fuerte mare-
jada con áreas de mar gruesa posteriormente.
Baleares. Este y Sureste fuerza 4-6, rolando por el Oeste a Oeste y
Suroeste 5-7. Visibilidad regular. Aguaceros tormentosos. Marejada en
el tercio occidental y fuerte marejada en el resto.
Golfo de León. Este fuerza 5-7, rolando al final a Suroeste 5-6. Visi-
bilidad regular. Aguaceros.
N avegar es recorrer la mar, es decir, desplazarse en un espacio diferente que los
relatos náuticos mencionan sin dar explicaciones. En la mar, la vista del terrí-
cola busca en vano las señales de referencia que le son familiares, tratando de en-
contrar su camino en un universo en movimiento que sufre incesantes cambios en
paisajes trastornados por los vientos, las olas y las corrientes. No hay ningún cartel
indicador, ni carretera, cruce de pueblo, o aldea; es un mundo de contornos libres
cuyos signos tenemos que descifrar. Hay que aprender a leer en las nubes, escu-
char los ruidos de la mar, observar el oleaje y sentir cómo cae la niebla.
La carta no nos ofrece un itinerario fijo; únicamente los cargueros están obliga-
dos a seguir rutas establecidas en las proximidades de los puertos y en los mares
con intenso tráfico como el Canal de la Mancha. Por lo tanto, tenemos que elegir
la derrota basándonos en las indicaciones de la carta marina: una línea de la costa
bordeada de color gris uniforme hacia el lado de la tierra, ve riles, unas cuantas se-
ñales, faros, boyas, bajíos, pecios ... Pero ¿con qué mar nos encontraremos al acer-
carnos a unos bajos, o al entrar en un canal de agua atravesado por la corriente)
¿Cómo podremos reconocer las marcas de la entrada del puerto en el contraluz
de la tarde? No es la carta lo que le permite al pescador del Norte de Bretaña en-
contrar sus nasas en el laberinto de islotes y rocas, sino el conocimiento de un re-
corrido jalonado de signos que el navegante de paso no es capaz de percibir.
1
¿Cuántos relatos serían necesarios para proporcionar esta inteligencia de la taño, por eso los mayores han visto en ella tantas imágenes cordiales u hostiles .
mar que escapa a todo análisis! Nosotros más bien buscamos algunas directrices Aunque parezca imposible, la mar está llena de ambigüedades para el que se en-
para apreciar las señales que nos proporciona la mar y la costa. Como comple- frenta a ella: sonrisas y furias, generosidad y rechazo, esplendor y miseria . Como
mento de la navegación estricta, os proponemos aquí algo así como unas instruc- decía sencillamente un viejo pescador de Saint-Malo, "no hay nada tan hermoso
ciones de empleo de la mar, para que podáis abrir los ojos y los oídos, y para que ni con tanta mala uva como la mar".
aprendáis a reconocer los paisajes marinos. Este conocimiento quizás os permita
deshacer algunos entuertos, y evitar no pocas sorpresas que no vienen señaladas
en las cartas.
y con este fin, os invitamos a dar la vuelta al mundo en tres capítulos. Se trata,
en primer lugar, de describir y explicar lo que es un paisaje marino, tal como lo
descubrimos desde un barco de vela. Hay que concretar la noción de paisaje mari-
no, pues abarca una realidad muy diversa: existen muchas clases de paisajes y no
se navega igual por todos ellos. El análisis de esta noción deberá proporcionarnos
una especie de método de enfoque, un modo sencillo de salir a descubrir un pai-
saje y los elementos que lo integran.
EL PAISAJE
La palabra paisaje abarca una de estas realidades que se refieren tam·
bién a las denominaciones de región, zona, lugar y espacio. Un paisaje.
es lo que expresa un lugar determinado que posee un ambiente y unas
características propias que lo diferencian, a veces sutilmente, de otros
lugares vecinos.
Un paisaje es, en primer lugar, una coherencia sensible al punto de
encuentro de todas las informaciones que pueden captar los diferentes
sentidos: líneas y volúmenes, luces y colores, sonidos. olores, tempera-
tura, vientos, humedad y sequedad, naturaleza del suelo, vida vegetal y
animal.
El paisaje incluye también la presencia de un pasado geológico y hu-
mano, así como un equilibrio ecológico. Su marco mineral es el resulta-
do de acciones milenarias cuyos encadenamientos reconstituye la geo-
grafía física; la ordenación de su suelo, su flora y su fauna expresan el Bote de ve la al terci o de las bahías
compromiso secular entre la naturaleza y el hombre; las estructuras mi- irlandesas del condado de Cork .
El paisaje-experiencia
l a experiencia entre los pueblos marineros es milenaria. Los clásicos
inventaron ya los Siete Mares, y la naturaleza del Mediterráneo, y sus
diversas "regiones", por lo menos de la parte oriental, fueron amplia-
La cat edral de Palma de Ma llorca : una simplificadora, se diversifica más tarde hasta el infinito, y si las constan- mente descritas en la Odisea. l as sagas noruegas nos describen el Bál -
ma rca extraordina ria a la entrada de l tes llegan a afirmarse, también surgen sin cesar nuevos matices en los tico y el Atlántico Norte que descubrieron los vikingos. Los periplos de
puerto. cuales profundizan los sentidos. En resumen, hay que aprender a mirar los fenicios y los cartagineses tenían a uno y otro lado las columnas de
un paisaje, igual que aprendemos a leer.
El paisaje marino
La palabra "paisaje" no se aplica sólo a espacios terrestres. También
existen paisajes marinos. Hace treinta anos, esta noción parecía con-
fusa, excep to pa ra los marinos; pero al igual que todas las ideas nue-
vas que al principio resultan perturbadoras, más tarde, van iluminan-
do poco a poco a todas las demás, y en la actualidad ya empieza a
percibirse. Pero, todavía para muchos terrícolas, la mar y sus dominios
forman un todo uniforme. La mar es la mar; una gran masa de agua
salada, más o menos fría, que se extiende desde el Norte hasta el Sur,
con olas si hace viento, y con rocas, playas, puertos, peces, conchas y
pájaros. Vamos a la mar.
Sin embargo, la mar y los paisajes marinos son igual de característ i-
cos y de diferentes que los paisajes terrestres. La mar -ya esté unida o
no a la costa, o viva totalmente libre: agitada por diferentes movimien- I M arch e a vec, replica de los a tune ros
j
tos según las regiones, desigualmente profunda y franqueada por una de Concarnea u.
846 El paisaje marino La noción del paisaje marino 847
1
848 El paisaje marino La n o ción de l paisaje mar i no 849
agua, va rando a veces so bre los bancos de are na. las visitas a los pe-
quenas astilleros de pescadores de la costa atlantica, de la zo na del Ca-
nal de la Mancha, del mar del Norte o del Mediterraneo, y las charlas
en el malecón han ensenado más a algunos miembros de Glénans que
muchos discursos. Y también habría que averiguar la razón de ser de
los juncos chinos, de las piraguas polinesias o de las goletas norteame-
rica nas.
El paisaje-cultura
Perc ibir y comprender un paisaje no tiene por obj etivo únicamente
aportar un contenido estético o intelectual. Es también la condición ne-
cesaria para una acción que no sirva para destruir un equilibrio, orden
o armonia. Todos aquellos que están llamados a in tervenir en un área
determinada: ingenieros agrónomos o forestales. arquitectos y urbanis-
tas, administradores e ingenieros, deberían poseer un profundo conoci-
miento del paisaje, es decir, una cultura. Hubiera si do preferible cono-
cer lo que ya sabian los cam pesinos de los vall es altos de los Alpes, los
guías y los pastores, antes de construir edificios que fueron destruidos
por los aludes. De igual modo, para no dañar el litoral, provocando a
veces catástrofes, para poder navegar con seguridad y aprovechar ple-
namente el tiempo que pasamos en la mar, y para no ignorar tradicio-
nes, muchas veces admirables, es necesario acceder a una cultura y
aprender a leer los paisajes marinos.
¿Cómo hacerlo? Incluso aquellos que, en la orilla del mar o en el
campo, parecen se res privilegiados por su situación geográfica, no
EL APRENDIZAJE
DEL PAISAJE
Balandro de aparejo guairo, barco
piloto de Bristal. Una buena manera de comenzar esta educación es fijar la mirada en
un lugar, elegido de manera que contenga el máximo de elementos ca-
paces de ser aislados y reconocidos . Algunas bahías del Sur de Bretaña,
como la desembocadura del Aven o la del Odet, pueden constituir una
excelente base para un primer aprendizaje sensible de 105 primeros ma-
t ices sobre la resaca, el mar de fondo, las corrientes, el resgua rdo, las
rocas, las rachas y la luz. El pequeño barco de vela, o mejor la piragua,
o mejor aún, las gafas y las aletas son en este caso unos instrumentos
perfectos. Igual que hacía Antonio con el río en Le Chant du monde de
Giono, debemos fundirnos con la mar.
Una vez hayamos pasado esta primerísima etapa y mejor que ir a
buscar apresuradamente conocimientos enciclopédicos navegando por
diferentes mares, debemos intentar conocer a fondo una zona rica y
variada, por ejemplo, el Sur de Bretaña. Por lo general, nos encontrare-
mos por todas partes 105 mismos elementos y las mismas constantes
combinadas de diferentes maneras. Por esta razón, es preferible sentar
primero las bases que nos permitirán más tarde, por referencia, inter-
pretar correctamente lo que todavía no conocemos "en persona" , pero
que está descrito en 105 libros y publicaciones náuticas. Un marino, al
igual que un montañero, incluso aunque esté lejos de su marco habi-
tual, tiene más seguridad con su profundo conocimiento de una zona
concreta, que un trotamundos sin raíces. Uno es un poco de todos los
lugares cuando es de un lugar concreto .
Val de Vienne, barg3 ca bina da de la
Sin lugar a dudas, es conveniente sobrepasar el saber local y alcan-
fl otilla de ba rcos dello ire. navega ndo
zar un conocimiento general fundado en enfoques científicos de 105
con porta ntes, e mpujada por s u g ra n
elementos que componen 105 paisajes marinos. En 105 capítulos siguien -
vela c uadra.
852 El paisaje marino La no c ión del paisaje marino 853
tes intentaremos aportar datos sobre los fondos y las costas. sobre la
mar y sus movimientos y sobre las señales del hombre, que sean accesi-
bles para todos, así como descripciones basadas en la observación, es-
bozos de explicaciones y ensayos sobre síntesis. Sin embargo, debemos
convencernos de que el conocimiento de estos datos no alcanzará su
pleno significado hasta que no consigamos un resultado igual de im-
portante que el que obtienen algunos hombres de mar: una mezcla en-
tre el verdadero conocimiento, el sentido común, el saber y la razón.
EN RESUMEN
Foto de aliado: piraguas de madera
Éste es, rápidamente esbozado. el método que os proponemos. forma- navegando entre la espuma del Norte
do por pasos complementa rios, idas y venidas constantes entre la per- de Bretaña.
cepción de las cosas y la comprensión de sus relaciones, entre el estu-
dio y la experiencia, la reflexión sobre los libros y la realidad. AbajO: pasa ndo fr ente al monasterio de
Pero, lo volvemos a repetir, lo principal es vivir en un paisaje marino, Dochiariou s ituado en la península del
hacernos preguntas y buscar respuestas; volver allí, intentar compren- monte Athos (Grecia).
der más, y buscar nuevas respuestas a las nuevas preguntas que surjan.
Tenemos que aprender a mirar la mar. Solemos estar más acostum-
brados a ver el movimiento del trigo agitado por el viento que el de las
aguas encrespadas por las rachas. Están las colinas de agua por encima
de los bajíos, al mismo tiempo que se produce una quebrada en el
oleaje, los ríos que desembocan en la mar, los ademanes afectados de
Botadura tradicional sobre maderos las algas y de los flotadores de las nasas, el verde, el blanco o el negro
ensebados. en el puerto museo de de los fondos, el imponente oleaje que se forma más allá de las barre-
Douarnenez. ras de las islas, la mar llena y atormentada de las grandes mareas, la
tregua de las mareas bajas.
854 El paisaje marino La nOCión del palSilJe marino 855
Aprender a mirar la tierra desde la mar es a veces un espectaculo pro- Aprender a leer el Cielo que gobierna a la mar, saber distingUir una
digioso. SI los corsos y las administraCiones encargadas de la protección nube en forma de Jibión en el Medlterraneo oCCidental de una nube de
de las zonas tuvieran por costumbre contemplar la Isla de Beauté desde buen tiempo, conocer las distintas clases de Cirros, algunas de las cua-
alta mar, la habrían dec arado Inmediatamente pa trimonio nacional y les esta n lejos de ser Inocentes, y saber leer en el hOrizonte la llegada y
mundial. La mar es en ese caso el patio de butacas de un teatro en pia- la velOCidad de un chubasco ..
nos sucesivos, formados por montañas, campos y pueblos. Por el con- Sin duda, para familiarizarnos realmente con todo ello, es necesano
trano, más alla. todo es honzontal y mucho mas sutil. Más allá todavía, sentirse Integrado en el paisaje, amenazado y afirmado en él; haber su -
la costa amenaza con sus murallas y buscamos la brecha acogedora. Y dado angustiado cuando hay niebla, cuando todos 105 objetos que es-
con frecuencia, las oudaaes son preciosas vistas desde la mar. tan en la mar adoptan formas monstruosas; habernos preguntado lo
ASimismo, hay que comprender las alianzas entre la tierra y la mar. que escond en las calmas glaucas que gustan a las marsopas; haber
La necesidad de una educación nunca resulta mejor que cuando, por abierto los oídos al silbido del viento que sube un tono en los oben-
vez pnmera, nos disponemos a entrar en un puerto desconocido y em- ques; en deflllltlva, haber presentido que el IJerdadero buen tiempo es-
pezamos a buscar las claves de las cosas que vemos ante nosotros: "Es- taba ahí, al abrigo del barometro
te campanario, este acantilado, esas líneas del muelle, esa baliza, me Entonces comprenderemos que un paisaje manno no es una realidad
han costado mucho Identificarlas, pero todavía encuentro mas proble- estable, con superfiCIes y volumenes bien definidos como un paisaje te-
mas a la hora de comprender la manera en que se organizan entre sí y rrestre, SinO mas bien una espeCie de coherencia dentro del mOVimiento,
de averiguar el lugar por donde hay que pasar". ¿Quién no ha experi- un conjunto de realidades ligadas al tiempo y a los fltmos, y formando
mentado nunca esta preocupaCión, mayor durante el día que por la no- un eco, con vuestro propio tiempo Intenor, tiempo conqUistado, tiempo "Regreso del viaje de bodas" de la
che, cuando los jerogliflcos del horizonte os parecen Impenetrables y el perdido, tiempo de pasar, de resguardarse, varada o libertad, lucha vana fl otilla de barcos clásicos participantes
barco avanza Igual de veloz que un torpedero? contra la comente, victOria por los pelos o camino tflunfal. en Brest 92, en la bahía de Douarnenez.
De la mar
a la tierra
Existe una navegación rigurosa, realizada con dibujos geométricos so-
bre la carta. pero también existe una navegación sensible basada en la
observación del paisaje marino. En la parte del libro titulada "Navega-
ción". explicamos el modo de situarnos en la carta, tomar la altura de
la estrella, calcular la situación, trazar el rumbo, llevar una estima, pro-
yectar marcaciones astronómicas.. En el papel, el barco es un punto
en un espacio formado por rectas, ángulos, vectores y arcos capaces ..
Un mundo abstracto que hay que confirmar continuamente por medio
de observaciones, para lo cual el navegante abandona la mesa de car-
tas por un momento para contemplar el horizonte. ¿Quién no ha senti-
do nunca una cierta aprensión y un asombro real en el momento de re-
calar con mala visibilidad? Es en ese momento cuando los cálculos del
navegante, si son exactos, nos sirven para volver a encontrar la realidad
de la mar bajo el aspecto de una señal situada en el lugar previsto.
Al pasar de la carta al paisaje, el navegante busca indicaciones sensi-
bles y aprende a reconocer el mundo marino. En primer lugar, es el
descubrimiento de la mar lo que constituye el encanto de los cruceros,
un mundo lleno de imágenes y de movimientos, de sensaciones sala-
das. Es el medio de confirmar la exactitud de los cálculos y el medio de
evitar una navegación a ciegas.
EN ALTA MAR
El mar abierto es la inmensidad del océano, el universo marino por ex-
celencia. Navegar en alta mar es recorrer un espacio sin límites, empu-
jando el horizonte ola tras ola; ¡es el mundo de los grandes periplos! La
carta, en realidad, es completamente abstracta; es el cuadriculado geo-
métrico de los mapas de carreteras, el entrecruzado de rutas de los por-
tulanos antiguos, o incluso la hoja en blanco que colocamos sobre el
trazador Decca de un pesquero de arrastre. La situación del barco se
encuentra en la intersección de unas coordenadas; para situarnos sólo
necesitamos seguir una carretera sin mojones.
858 El paisaje marino De la mar a la tie((a 859
LAS APROXIMACIONES
A medida que nos acercamos a los continentes, el mar abierto sigue
siendo el reino de las largas singladuras en las que se pierde de vista la
tierra; pero la mar se va poblando de signos y encuentros. Están las zo-
nas marítimas, desfiles de grandes buques, más o menos alerta, por lo
4
general con poca capacidad de maniobra, que se dirigen hacia los es-
Algunos barcos encontrados en la
trechos y los grandes puertos. Cruzar una ruta de cargueros nos pro-
bahía de Bretaña .
porciona indicaciones sobre nuestra situación, pero nos exige al mismo
1. Buque-contenedor que acaba de salir
tiempo aumentar la prudencia para evitar el abordaje con tra estas mu-
d e su rut a para entrar en LaTíent .
rallas de metal. Están las zonas de pesca, que cambian al ritmo de las
2. Torp ede ro be lga e n la punta del
estaciones, jalonadas por doquier por pesqueros de arrastre faenando,
Petit·Mina u, e n la bocana de Brest.
3. Submarino e n alta m a r. cerca de las
is las Gl é nan. 4. Pesquero de arrastre de * Tipo de barco en el que pueden entrar vehículos especiales con ruedas para Los barcos de alta mar. Cómo
Concarneau . 5. Balandro pequeño de dejar los contenedores. (N. de la T.). reconocerlos ...
las islas e n plena maniobra.
860 El paisaje marino De la mar a la tierra 861
por barcos de maniobras imprevisibles, que tiran de enormes artilugios y cambiante, y al mismo tiempo en un marco tan preciso y fijo como es
de pesca de arrastre, ca bos de traína, nasas .. el contorno de la carta; es necesario trazar el rumbo y conocer la situa -
Están también los buques de guerra o de vigilancia, pues los Estados ción sobre el fondo. Es la zona de los bajíos y de las rocas que emergen
comparten los mares limítrofes y desarrollan su explotación, la presen· del agua: el marco terrestre se puede ver claramente en el horizonte e
cia insólita de plataformas de perforación, gigantes de hormigón o me- incluso en la mar, donde aparecen bancos, rocas e islotes. La mar ya no
canos de vigas metálicas en medio del mar del Norte, en el golfo de es la reina, sus grandes olas rompen sobre los bajos y los escollos, su
México, el golfo Pérsico, o incluso frente a las costas de Guinea. movimiento está canalizado en un espacio tabicado de cuencas, canales,
En las proximidades de los continentes el color del agua cambia, adi- y pasos organizados según las direcciones del relieve terrestre.
vinándose el soporte terrestre; es la plataforma continental poco pro- El navegante no se contenta ya con seguir la evolución del tiempo y
funda (menos de 200 metros) que va subiendo lentamente hasta la con conocer los movimientos de la mar; hallar la situación en el paisaje
costa. Su borde -denominado incorrectamente "talud"-, que parece marino se convierte en una preocupación constante. La vista se ejercita
surgir bruscamente de los grandes fondos, se encuentra tallado por en buscar señales tan variadas como una hilera de cúmulos encima de
profundas cortaduras; son los cañones submarinos. la costa o una zona de mar picada sobre los bajos. El práctico, es decir,
La extensión de la plataforma continental varía bastante. Hay que el piloto familiarizado con una costa determinada, es capaz de encon-
señalar que es particularmente ancha a orillas de las zonas en las que trar en sus recorridos habituales mil indicaciones distintas sobre el color
abundan las llanuras o colinas (como en el perfil atlántico de Europa o del agua, el ruido de las rompientes, el aleteo de un banco de peces en
en la costa oriental de Estados Unidos), y prácticamente inexistente en la superficie, en una singladura realizada a través del reconocimiento
las cercanías de algunas regiones montañosas (en el Mediterráneo occi- del paisaje y un agudo sentido de los lugares; pero se encuentra perdi-
Plataforma continental de Europa dental, o en la depresión del golfo de Vizcaya). do en cuanto abandona su marco habitual.
occidental.
grandes fondos plataforma continental tierra Ba liza cardinal Sur en el ca nal de la is la
----- Las señales
El marino que viene de ultramar y el navegante de recreo que hace un
de Batz.
- 2000m
planicie abismal crucero no pueden contentarse con vagas impresiones. Necesitan las se-
- 4000m ñales de referencia exactas que le ofrece la carta: las marcas, islotes y
rocas características con nombres frecuentemente evocadores: les Tas-
des-Pois, les Pierres-Noires, la Jument, la Fourmigue, Bull Rock* ... ; rocas
De la plataforma contin enta l a los grandes fondos . blanqueadas o construcciones de situadas en la costa, como los campa-
narios, las torretas de vigilancia, y también las chimeneas de las fábricas,
Estos fondos no son regulares, sino que existen quebradas de bajos, las grúas y edificios. También hay marcas construidas para guiar la nave-
bancos, mesetas, complejas tramas de valles y redes de canales. Este re- gación: marcas de recalada, balizas, torretas de albañilería, construidas
lieve atormentado influye directamente en el estado de la mar; por eso en tierra o sobre rocas; boyas sujetas al fondo con tres anclas para seña-
es dura sobre los bancos de alta mar (el banco del Gran Sol, o en la lizar un peligro o un paso. Algunas llevan luces, otras si lbatos o campa- ~<~,.r"'~
meseta de Rockall, delante de Escocia), pudiendo constituir los bajos nas para facilita r su localización por la noche, o cuando no hay visibili- ~
parajes temibles, como Dogger, Viking Bank en el mar del Norte, la dad. Estas marcas forman una trama de mojones en la mar; en medio
meseta de Rochebonne en el golfo de Vizcaya o el banco de la Nym- de la niebla navegar de boya en boya nos sirve para comprobar la esti-
phe, al Sur de Irlanda; las grandes co rtaduras y sobre todo las subidas ma ... También están las señales acústicas, las sirenas para la niebla y los
bruscas perturban el oleaje (proximidades de Penmarc'h, meseta de los cañonazos, así como las redes radioeléctricas (gonio, Decca, GPS) de dis-
Birvideaux, fosa del Adour). Cuanto más nos acercamos a la costa, más tancia media, destinadas a servir de ayudas a la navegación en las proxi-
hostil se vuelve el relieve y más se inquieta la mar. midades de la costa. Por la noche, las señales son los faros, altas torres
que dominan la mar, plantados en primera línea, en la punta de un ca- El Canal de Ferias.
bo, O al final de unos bajíos, o bien aislados sobre un escollo afrontando
LA ZONA COSTERA "Volveremos a cambiar de rumbo
cua ndo enfilemos por el traves a babor
Abierta hacia alta mar y bordeada por la costa, la zona costera es un es- una casa señalada con una roca
* En español: Montón de Guisantes, Piedras Negras. la Yegua, la Hormiga, la
pacio de contornos limitados; el barco se desplaza en un universo móvil Roca del Toro .. . (N. de la T.).
blanqueada " (anónimo) ..
862 El paisaje marino De la mar a la tierra 863
el temporal; algunos buques-faro, a merced del oleaje, sirven de señal dejando los cabos en encalmadas; el juego de las corrientes que se re-
sin rocas que les sirvan de apoyo. Narrar la construcción de los grandes fuerzan en las bocanas y en las proximidades de las puntas, donde for-
faros solitarios, como el de Eddystone, Ar Men, la Jument o el Fastnet, man estrechos impetuosos; el juego de las mareas que cubren y descu-
sería describir la dura tarea de los constructores en condiciones difíciles bren un paisaje en tres dimensiones. Debemos mantener las distancias
de creer; relatar la vida de sus guardianes sería detallar el ritmo de los ante una costa expuesta a la mar y al viento, y reconocer las ensenadas
faros, los días y las noches, y la cadencia de la mar. y los fondeaderos a sotavento de la costa; debemos elegir el rumbo
Grandes faros de reca lada de potentes destellos, faros de bocanas adecuado para evitar los bajos en los que rompe la mar.
de puerto y modestas marcas de canal, forman un sistema de luces que
define un espacio de navegación nocturna. Navegar de noche por la
zona costera es recorrer un mundo dibujado con los pinceles de los fa-
Los encuentros
ros; lo que de día era una profunda bahía, cabo, canal, hilera de bajos la zona costera también es rica en encuentros con otros habitantes de
o islote rocoso, se convierte de noche en una zona oscura, sector rojo, la mar. Ahora nos cruzamos con la flotilla de los barcos de Guilvinec
sector blanco o enfilación de luces. Y cuando la niebla cae y las marcas que vuelven de pescar a las 8 ó 9 de la mañana. ¡Una verdadera arma-
se difuminan, la mar se convierte en un universo de ruidos tranquiliza- da! Y aunque tenemos derecho de paso, vale más dejarlos pasar. Alli
dores como el silbato de una boya, o inquietantes como el ronroneo de vemos las chalanas de los ostricultores que regresan cargadas. Tampo-
un motor, o el bramido de las rompientes. co en este caso esperaremos a ver quién tiene razón ..
Al pasar un estrecho, vemos un bisquine, un cúter pirata, o una go-
leta mallorquina singlando con todo el trapo izado para llegar a tiem-
Los pasos po a la concentración de barcos clásicos. Allí abajo en el horizonte,
la extensión de la zona costera es muy variable. En algunos casos, está hay un muro de velas blancas alineadas en la línea de salida de la pró-
representada por un simple trazo en la carta entre el océano y la tierra, xima manga de una regata regional. lo más corriente es que nos cru-
como las costas escarpadas o regulares, los acantilados o las playas in- cemos con otros barcos de recreo. El patrón modifica el rumbo unos
terminables; pero en las costas recortadas, la mar y la tierra pueden cuantos grados para intercambiar una amistosa señal con la mano. A
unirse en extensiones de 10 a 30 millas, de diferentes maneras. Existen veces, tiene lugar una educada conversación por VHF para intercam- El estrecho de Sein: un paso delicado
amplias cuencas costeras, resguardadas del oleaje por un rosario de ba- biar los boletines meteorológicos o algunas impresiones sobre los entre el mar de lroise y el Sur d e
jos y de islotes; como ocurre en el Sur de Bretaña, entre Penmarc'h y le puertos de la zona.. Bret aña.
Croisic, en los estrechos de Charente, en el mar de las Hébridas y en la
costa de Dalmacia. Existen extensas bahías abiertas hacia alta mar en el
fondo de las cuales las olas se calman, como las bahias del Suroeste de
Irlanda, las bahias occidentales de Córcega, o la de Douarnenez; hay
cuencas tranquilas que se abren detrás de un cabo o un saliente de la
costa, como la bahia de Quiberon, la rada de Hyéres, de Villefranche ..
Existen radas rodeadas de tierra, como las de Brest. de Cork, de lisboa,
o incluso el Solent; existen también cuencas interiores con múltiples ra-
mificaciones como la ría de Arosa, sembradas de islotes como el golfo
de Morbihan o la bahia de Clew, o los laberintos de fiordos de Norue-
ga; sólo se puede entrar en ellos por una bocana, paso estrecho barri-
do por fuertes corrientes. Existen laberintos de rocas desmigajadas y de
islotes, grandes barreras que ocultan completamente la orilla: en el
Norte de Bretaña, hay que navegar por una zona "mal empedrada" de
4 a 30 millas, con canales dificiles, hasta llegar a los resguardos de la
costa; y hay un verdadero "jardín de escollos" de unas 30 millas de an-
cho que sobresale de las costas de Escandinavia.
Navegar en las cercanías de la costa es aprender a jugar con un uni-
verso cambiante: el juego de las brisas que convergen en las bahías,
864 El paisaje mar i no De la mar a la tierra 865
en la rada de Brest.
872 El p aisaje ma r ino De la ma r a la tierra 873
------------------------------------------------~-------------------------~~~~------------~~
Vieira
Venus (Pecten
{Chamelea gallinaJ. Maximus
Linnafus)
Buccino
(Buccinum
lapas {Patella
Almeja perro undatumJ .
vulgata}.
Berberecho
(Cerastoderma Buev de
eduleJ.
zo nas de arena y fango . Sobre todo, encontraremos gran cantidad de lombrices de mar, escolo- El tamaño autorizado
pendras y arenícolas, tan apreciados por los mújoles y lubinas que a menudo se ave nturan por
estos estuarios.
Un buen pescador de a pie no es necesariamente el que vuelve con el cubo má s lleno. Por el
E xiste ,cierta limitación s,obre la pesca de algunos mariscos y
crustaceos durante penados determinados y en cuanto a su
tamaño mínimo.
contrario, re speta el entorno y el medio marino, y sólo pesca la cantidad que necesita para su
A lmeja grande: 4,5 cm; chirla: 2,4 cm; carabinero: 2,5 cm; v iei-
propio consumo, rechazando las especies prohibida s o protegida s y dejando las piedras en el
ra : 8,5 cm; navaja: 3 cm; bogava nte: 23 cm; ostra: 5 cm; mejillón :
mismo lugar y en el mismo sentido (con las algas por encima). Asimismo, se preocupa de devol- 4 cm; oreja de mar: 8 cm; almeja fin a: 3,5 cm; almeja: 3 cm; ma-
ver a la mar todo lo que no tiene el tamaño autorizad o. se ra: 7 cm ; almejón: 6 cm.
874 El paisaje marino De la mar a la tierra 875
Las playas de arena están formadas por materiales más pequenos, gravilla
bajamar
pero también móviles; éstas cambian frecuentemente de aspecto; es el
caso de los castillos de arena destruidos por la marea, ondas y medias
lunas de playa empujadas por las corrientes de la orilla ... Por lo general,
las playas "adelgazan" durante los temporales de invierno y "engor-
dan" durante el verano; y las olas de rodillo, que a veces nos impiden
pleamar de las mareas vivas
embarcar o desembarcar sin percances, van cavando un escalón traicio-
tierra magra pleamar de las mareas muertas
nero en el límite de la marea ... Estas playas no sólo resultan acogedoras
para los niños y los nadadores, sino que ocultan un mundo repleto de bajamar de las mareas muertas
conchas (almejas pequeñas y grandes ... ), peque ríos cangrejos y lombri- fan go yermo y blando "0lIl_... bajamar de las mareas vivas
ces de mar. Todas las almejas y crustáceos que podemos coger son fáci-
876 El paisaje marino De la mar a la tierra 877
zado O estar mezclado con arena o gravilla; la mayoría de las veces es unas cuantas horas en el fondeadero abierto de una cala si las condi-
una sustancia blanduzca donde todo se hunde. las anclas no siempre ciones del viento y de la marea son favorables; pero también van a des-
agarran bien ... Es un lugar para vara r de costado y perfecto para la in- cansar a los-puertos.
vernada; pues los cascos se van haciendo un lecho acolchado muy có- La acogida de los puertos depende a veces de su especialización, y
modo -siempre que en el fondo no se esconda algún cuerpo extraño. no debemos intentar colarnos con un barco de vela en una terminal de
como una roca o un pecio puntiagudo. petroleros, ni permanecer dentro de las nubes de polvo de un puerto
Ya es hora de varar. Subiendo hacia tierra firme. todavía podemos de carga y descarga de minerales ... las bases militares tampoco suelen
echar un último vistazo a los ma ravillosos líquenes amarillo-naranja acoger de buen grado a los visitantes extraviados ... l o mejor es aceptar
(Xanthoria parietina) que adornan las rocas (y también los viejos tejados las comodidades que ofrece un puerto deportivo con pantalanes ali-
de pizarra de las casas cercanas), fuera del alcance del agua, pero no neados. Estas marinas, enormes aparcamientos, son lugares resguarda-
de los rociones, pues sin ellos la luz de 105 arenales bretones no sería dos, pero casi siempre están llenos. También podemos decidirnos por
ciertamente la misma. Más allá, a una cierta distancia, todavía puede algo más austero -pero más personalizado- como son los pequeños
adivinarse la presencia de la mar, especialmente en las dunas, en don- puertos pesqueros donde el barco de vela debe actuar con discreción
de se quedan pegadas algunas plantas delgadas, a veces con espinas, y para apreciar la amabilidad de la gente de mar; será necesario que co-
flores asombrosas, que constituyen un universo precioso y variado. Es nozcamos los movimientos de los barcos para no cruzar la salida de los
un mundo frágil, en el que debemos mirar dónde ponemos los pies, y pesqueros de arrastre al amanecer, y el recorrido hacia la subasta de
pisar por caminos ya trazados, si los hay. El paso del hombre causa aquí pescado por la tarde; en esos puertos, podremos escuchar las historias
degradaciones mucho más rápidas que las que podríamos achacar al de los marinos habituados a la vida de la mar.
mar y al viento. la elección del puerto no viene dictada únicamente por las caracte-
Más allá empieza otro mundo, el de la propiedad privada, donde no rísticas del resguardo y de la acogida que éste nos dispense, sino que el
nos aventuraremos. l a ferocidad del mar abierto es poca cosa compara- calado de algunos veleros grandes y la manga de algunos multicascos
da con la de los perros que allí nos acechan, astutamente agazapados. limitan el repertorio de las escalas a resguardos profundos y amplios.
Una posible avería nos llevará hacia el puerto de acceso más cómodo
en el que podremos reparar nuestro barco ..
LOS PUERTOS l os puertos son resguardos acondicionados para que los barcos pue-
Después de haber vagabundeado por la mar, siempre acabamos vol- dan permanecer en ellos. Pequeñas abras donde antiguamente se vara-
viendo a puerto. Es el punto de partida y el final de todas las singladu- ban las barcas, o profundos estuarios, se han ido equipando de forma
ras: puerto base, puerto de escala, puerto de refugio .. progresiva con muelles para permitir el atraque, con diques para parar
Éstos no son los mismos para todos los barcos; para una tabla a vela, las olas y con dársenas, faros y capitanías de puerto ..
Marea menguante en el cana l de o un derivador es suficiente una rampa inclinada hacia la mar, un vara-
Croisic. dero o una playa protegida de las aguas. Los barcos pueden pararse Existen dos clases de puertos. En primer lugar están los puertos inte-
riores construidos en estuarios sobre lagunas, o incluso horadados en
una llanura costera. Estos lugares suelen estar especialmente resguar-
dados, pero también muy disimulados desde la mar, y su entrada pue-
de estar franqueada por pasos cuyo acceso a veces dificulta la corrien-
te. Hay otros puertos que se construyen en la mar detrás de gigantes-
cos rompeolas, cuyos muros se encuentran azotados por las olas y en
cuyos pasos de acceso tampoco falta la resaca; a veces en la entrada de
un puerto la mar está picada, mientras que en el fondo del mismo, en
las dársenas, el agua está tranquila. En los lugares en los que la marea
sube mucho, se acondicionan dársenas detrás de las esclusas. Es una
comodidad que nos dispensa tener que varar, pero que nos impone la
obligación de conocer el horario exacto de apertura de las puertas y las
delicadas maniobras de amarre necesarias para evitar las carambolas de
los barcos durante el cierre de las esclusas.
878 E l paisaje marino De la mar a la tierra 8 79
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La mar
Ver también que el agua esté en calma, el viento es irregular y cambiante, por lo
que se puede producir un repentino desvente y rápidamente vernos
empujados por la corriente; o un cambio de viento y salir a gran veloci-
dad hacia un muelle o hacia otro barco. Por este motivo las maniobras
en movimiento
a vela en puerto exigen una buena coordinación entre los miembros de
la tripulación, una gran exactitud y sentido de la anticipación. A este
respecto debemos señalar que cada vez hay más puertos que prohíben
tajantemente efectuar maniobras a vela.
Podrían evitarse algunos desastres si llevamos preparado un fondeo
y mantenemos el motor en marcha, o también colocando la espadilla
en el lugar adecuado.
Coger un muerto, abarloarnos a una lancha grande, atracar a un
muelle, acercarnos a un pontón ... Se trata siempre de desplazarnos sin La mar ocupa las tres cuartas partes de la superficie del globo terrestre .
incidentes en un espacio limitado; de situarnos en una superficie com- iY, debajo de esta superficie, hay todavía mucha agua! De hecho, la
plicada dividida en dársenas, ocultas en parte por barcos y construccio- Tierra tiene más depresiones que colinas y más fosas abisales que altas
nes; de evitar el abordaje con otros barcos que están efectuando ma- montañas; si niveláramos todo el planeta, éste sólo sería un vasto y úni-
niobras; en definitiva, de hacer maniobras muchas veces complicadas, co océano con más de 2.000 metros de fondo.
con guindalezas, para garantizar el amarre y ajustar estas mismas ama- En la situación actual, toda esta agua se encuentra repartida de mo-
rras en función del viento y de la marea; elegir la argolla que nos co- do muy desigual. Hay mucha más en el hemisferio Sur que en el hemis-
rresponde, dar una vuelta redonda, hacer un nudo seguro y fácil de lar- ferio Norte. En el hemisferio Sur el agua ocupa casi toda la superficie.
gar, y después ordenar la cubierta. En el Norte la tierra ocupa un lugar importante. Muchas veces encierra
partes del océano a las que se les da el nombre de "mares", cuando
El puerto constituye, a fin de cuentas, el hecho de afrontar los peli- presentan características que les confieren una cierta singularidad. Exis-
gros de la tierra firme antes de que se vuelva a apoderar de nosotros la te toda una terminología que diferencia los mares secundarios, los limí-
prisa por zarpar .. trofes los interiores o mediterráneos, etc. Para el navegante, lo que
cuent~ es la apertura de estas cuencas al océano, que favorece o no la
penetración del oleaje, las corrientes y las mareas, y que permite que se
produzcan intercambios de agua.
Una de las características principales de la mar es la de ser salada. En
el Atlántico, en las zonas de los trópicos en donde la evaporación es in-
tensa y apenas llueve, es muy salada, así como en los mares cálidos y
casi cerrados, como el Mediterráneo o el mar Rojo. Por el contrario, lo
es mucho menos en el ecuador, donde llueve abundantemente y don-
de desembocan grandes ríos. Es poco salada en los mares fríos como el
Báltico, pues en ellos la evaporación es pequeña y se producen grandes
aportaciones de agua dulce.
Del mismo modo que tiene una mayor o menor salinidad, la mar es
también más o menos fría según las zonas. Por término medio, la tem-
peratura de las aguas superficiales va disminuyendo desde el ecuador
a los polos (sin embargo, hay que señalar que la diferencia de tempe-
ratura del agua según la latitud y las variaciones estacionales es bas-
tante más pequeña que la que tiene lugar en la tierra; se dice que la
mar tiene una gran " reserva térm ica ", lo que explica en buena parte,
la diferencia entre clima marítimo y clima continental). Por otro lado,
882 El paisaje marino La mar en movimiento 883
hay que resaltar que la temperatura del agua suele disminuir con la poco más adelante, son "corrientes locales" regulares, aunque su ori-
profundidad. gen es muy distinto.
La temperatura y la salinidad determinan la densidad del agua, sien -
do el agua fría más pesada que el agua caliente (esto lo podemos (om~
probar en la bañera, cuando el agua del baño se ha enfriado y quere- Corrientes generales
mos volver a calentarla, pues el agua caliente que echamos se queda Ya hemos dicho que los océanos están formados por grandes masas de
en la superficie). El agua muy salada es más pesada que el agua poco agua de densidad variable que rechazan mezclarse. Estas masas de
salada, lo cual significa que el agua de mar no es en modo alguno la agua se deslizan con mayor o menor rapidez unas junto a otras, lado a
misma en todos los lugares. En función de estos factores -diferencia de lado, por encima y por debajo, y recorren muchas veces miles de millas
temperatura entre los polos y el ecuador, entre la superficie y la profun- conservando sus características propias antes de irse fundiendo poco a
didad, formación o fundición de 105 hielos, profundidad y perfil de 105 poco con las aguas vecinas; estos extensos movimientos son las gran-
fondos, aportes fluviales, evaporación, lIuvia-, comprobamos la existen- des corrientes generales. Pasando de un mundo a otro, han favorecido,
cia de verdaderas" masas de agua", muy diferentes unas de otras, que en el transcurso de los años, las migraciones de 105 primitivos pueblos
manifiestamente rechazan mezclarse. aventureros, e influido también en 105 climas. Aunque en Europa ape-
La característica definitiva de la mar, y no por ello la menos impor- nas contemos con ellas, al navegar por la costa, suele ocurrir que un
tante, es que está siempre en movimiento. Algunos de estos movimien - día descubramos su existencia al encontrar una botella varada en la
tos son bien visibles, como las olas, el mar de fondo y la extraña pulsa- playa con un mensaje dentro, testigo de un peligro lejano o de una va-
ción de las mareas. Otros lo son mucho menos, como las innumerables na esperanza.
corrientes que la recorren en todas direcciones. Vamos a analizar estos Pero, seamos prácticos, en primer lugar ¿a qué viene todo este re-
movimientos comenzando por estas últimas. vuelo? El gran responsable de todos estos movimientos (¡y de otros
muchos más!) es el Sol, que no calienta por igual todos los puntos del
Circulación general en la superficie
LAS CORRIENTES planeta. Las masas de agua se desplazan en un intento por establecer
un poco más de justicia, unas desde el ecuador hasta 105 polos y otras (La Terre, I'Eau, I'Atmosphere,
Enormes o muy localizadas, regulares u ocasionales, lentas o rápidas, desde los polos hasta el ecuador, según el principio de la convección. Ga uthi er-Villa rs).
cálidas o frías, las corrientes todavía se conocían mal hasta hace poco
tiempo. En la actualidad, hemos logrado entenderlas mejor gracias a la
utilización de diversas técnicas de medición, perfeccionadas a bordo de
105 navíos, y también gracias a los satélites, que detectan las mínimas
diferencias de temperatura, representadas en las cartas por medio de
colores.
Sin embargo, querer establecer una clasificación es algo delicado y
ésta siempre será algo rígida en relación con la fluidez del asunto.
iToda corriente tiene su contracorriente! Los especialistas intentan
clasificarlas según sus causas, ya sean internas o externas; podemos
hablar de corri e nte s d e d en sidad, causadas por la diferencia de
temperatura y de salinidad de masas de agua contiguas; de corri en -
t es d e d eri va, asociadas al viento; de co rrient es de p endi ente, a
menudo consecuencia de las anteriores. Pero también debemos saber
que una corriente es, por lo general, una combinación entre diferen-
tes fuerzas, que la densidad y el viento pueden trabajar juntos y que
una corriente siempre está asociada a una pendiente (pues la mar no
es "horizontal", ¡y la noción de "cero de las cartas" es muy relativa! ).
Para intentar ofrecer una imagen más o menos clara, diremos que
existen grandes corrientes generales regulares, y corrientes ocasionales
más "locales". Las corrientes de marea, sobre las cuales hablaremos un
884 El paisaje marino La mar en movim i ent o 885
--
sentada la circulación general de las corrientes en el globo terrestre,
de tierra o un v iento paralelo al
ecuador
-------- ------------- -
podremos comprobar que las principales corrientes giran en círculos en
todas partes del océano, con una simetría bastante acusada a uno y
litoral, el agua de la s uperfic ie
es empujada haci a alta mar; co - · o
···
---
~
otro lado del ecuador. En el hemisferio Norte, las corrientes giran com- mo consecuenc ia, se produce ,n • Oporto
pletamente hacia la derecha . Asimismo, podemos señalar que éstas de- un descen so del ni v el del mar
·
----
jan a su derecha las aguas más ligeras, y a su izquierda las más densas. en la cost a. Las agua s fria s de ~
o
Si buscamos la Corriente del Golfo, la más conocida por los estudian- la s g rande s profundid ad es s u -
tes, veremos que es una corriente cálida que sube hacia el Norte a lo
largo de la costa americana, forma una curva hacia el Noreste (dejando
ben a la s uperficie para co ntra -
rrest ar esta f alta de agua. Est e
·
e
,
o
o
- movimiento
de las aguas
f enóm eno es típico de las co s-
a su lado la corriente fria del Labrador), y es sustituida más tarde por la de superficie
ta s d e Ga lic ia y Portugal. El an -
corriente del Atlántico Norte, una de cuyas ramificaciones sigue giran-
ti cic ló n de las A zores o ri g in a un
do hacia la derecha hasta bajar por las costas de Africa. En este mo- v iento dominante del Norte a lo
mento es cuando los alisios, vientos regulares que soplan de Este a largo de esta costa Norte-Sur.
Oeste, se "encargan de ella", convirtiéndose en la gran corriente Ecua- La s co rri ent es que se origin an,
Hemisferio Norte: la co rrie nte s e desvía torial del Norte que cierra el círculo, llevando hacia las Américas un des- asoci adas al efecto d e Corio li s,
hacia la derecha . file de aspirantes a dar la vuelta al mundo. alejan e l a gua de la s uperfi cie
hacia alta mar. El upwe lling no cabo San Vicente
He misferio Sur: la corrie nte s e desvía Uno de los rasgos característicos que nos muestra esta carta es la
existencia de corrientes frías en el borde occidenta l de los continentes, se p er c ib e ya a lo largo d e la
hacia la izquie rda.
a uno y otro lado del ecuador. Estas co rr ientes están asociadas a la pre- co st a del A lgarv e, pu esto que el
agua d e la s uperfici e es ree m -
p lazada por aportacion es p r o -
cedentes d el Est e.
sometido a vientos continuos del Oeste que originan un movimiento mar, estas corrientes apenas se observan, por lo que vamos a hablar de
general de las aguas de Oeste a Este alrededor del polo Sur, algunas de aquellas que encontramos en las cercanías del litoral y cuyo efecto pue·
cuyas ramificaciones, desviadas hacia la izquierda, suben muy lejos a lo de modificar notablemente el de las corrientes de marea.
largo del perfil Oeste de los continentes.
Sin embargo, las bonitas cartas de corrientes de nuestra infancia no se Corrientes de deriva
parecen en nada a las imágenes que hoy día nos envían desde el cielo. La Cuando el viento sopla en una dirección determinada durante algún
Corriente del Golfo, por ejemplo. ya no es, como se decía antes, un gran tiempo, las aguas superficiales son empujadas en esa misma dirección,
río dentro del mar, sino un complejo conjunto de trazos diferentes, que apareciendo una corriente de deriva. Basta con comparar la carta de
presenta meandros inciertos, venas, círculos y vueltas hacia atrás, aunque, corrientes generales con la de la circulación general atmosférica para
efectivamente, al final, podemos ver que se desplaza hacia el Este. comprobar que las grandes corrientes están relacionadas con los vien-
y cuanto más escudriñamos el océano, más aspectos desconocidos tos permanentes que soplan sobre el globo terrestre. Ya hemos tratado
descubrimos; en la actualidad se están estudiando los inmensos remoli- algunas de las más grandes, que están asociadas con las corrientes de
nos que recorren los mares, ya sean regulares o no, transitorios o que densidad: la gran corriente del Oeste del Antártico o las corrientes
Direccion es d e la corrie nte de deriva en
mantienen su individualidad durante meses. ecuatoriales producidas por los alisios. localmente, el origen es el mis-
funci ón de la profundid ad, s egún
De cualquier forma, los intercambios térmicos se producen poco a mo: si la corriente de deriva ocupa una extensión considerable, vemos
Ekman I La Terre. I'Eau, I'Atmo sphiue,
poco, de corriente en corriente, en una dirección y en otra. A lo largo que se desvía hacia la derecha en el hemisferio Norte. la magnitud de
Ga ut hie r-Villa rs. '
de su recorrido, las corrientes influyen enormemente en el clima de las la desviación en su superficie está relacionada con la profundidad del
regiones que bordean. La corriente cálida que prolonga la Corriente del agua. En teoría, si hay bastante profundidad como para que la corrien-
Golfo transporta el calor de los mares tropicales muy lejos hacia el Nor- te pueda expandirse a su antojo, formará en la superficie un ángulo de
te de Europa; por esta razón, la vida en el Spitzberg resulta agradable. 45° con la dirección del viento; a mayor profundidad, más aumentará
La corriente fría del Labrador, tercamente pegada a la costa norteame· el ángulo y, a una determinada distancia de la superficie, la corriente se
rica na, mantiene allí unas condiciones de tiempo horribles, mientras desplazará en sentido inverso a la corriente de superficie, a poca veloci-
que al otro lado del océano en la misma latitud el tiempo es muy bue- dad. En zonas con poco fondo, la desviación en la superficie es relativa-
no; es mucho mejor el tiempo en el Canal de la Mancha que en el San mente pequeña: de 20° a 25° por término medio. Cuanto menor es la
Lorenzo, yen Lisboa que en Nueva York .. altura del agua, más deprisa se forma la corriente y más velocidad ad-
El conocimiento de las grandes corrientes es fundamenta l para la na· quiere. Ésta puede llegar a alcanzar de un 3 a un 6% de la velocidad
vegación transoceánica. y si en Europa apenas nos importa porque las del viento, si ha estado soplando con fuerza 4 durante dos o tres días.
corrientes son relativamente pequeñas (iY cálidas!), no ocurre lo mismo Al navegar por cuencas cerradas, como en e[ Mediterráneo, conviene
en Chile, donde hay que atravesar la corriente de Humboldt para poder tener presentes las condiciones meteorológicas de los días precedentes
encontrar unas condiciones de navegación agradables; ni tampoco en para valorar estas corrientes que se mantienen durante un determinado
alta mar cerca de la costa de Florida, donde la velocidad de la Corriente período de tiempo despuéS de calmarse e[ viento.
del Golfo oscila entre 3 y 5 nudos; ni en la costa Noroeste de los Esta- Cerca de [a orilla, una corriente de deriva puede manifestarse de una
dos Unidos, donde la Corriente del Golfo y la del Labrador se desplazan manera un tanto especial; según la dirección del viento que la origina,
una junto a otra en direcciones opuestas. puede provocar un aflujo o un reflujo de agua sobre la costa. Por este
A bordo de los barcos que participan en la regata de las Bermudas, motivo, se habla de vientos de aflujo y de vientos de reflujo, nociones
el termómetro resulta un instrumento de navegación fundamental, que que conviene precisar en determinados aspectos.
permite averiguar en qué momento se cambia de tren .. Los vientos de tierra son, evidentemente, vientos de reflujo, puesto que
arrastran [as aguas superficiales hacia alta mar. De este modo, si se produ-
ce un viento de reflujo delante de un acantilado, el nivel del agua baja cer-
Corrientes locales ca de la costa y las aguas superficiales que son arrastradas hacia alta mar
Hay que ponerse de acuerdo en [o que respecta a la denominación de son sustituidas en la costa por aguas frias que suben desde el fondo (fenó-
corrientes " Ioca[es". Pues ésta puede referirse a corrientes que cubren meno denominado upwelling). Por esta razón, a lo largo de las costas
extensiones bastante grandes, tanto en alta mar como en [a costa. Se atlánticas de Marruecos que se encuentran sometidas en verano a los ali-
trata de corrientes ocasionales, corrientes de deriva y de pendiente, sios del Noreste e[ agua está helada. Esta misma explicación sirve para la
que están asociadas a Circunstancias diversas . Sin embargo, en alta corriente fría de las islas Canarias y para una buena parte de las corrientes
888 El paisaje marino La mar en movimiento 889
frias del planeta. Otro ejemplo más concreto es que cuando sopla el mis· Corrientes de pendiente
tral en la Costa Azul los bañistas comprueban con pesar que la tempera- Tanto en la costa como en alta mar, cuando existe una corriente, por
tura del agua baja rápidamente, y es que ya no es la misma agua .. ejemplo, una corriente de deriva causada por un viento prolongado, la
Los vientos de aflujo originan una subida de las aguas hacia la costa . mar no está horizontal, sino que se forma una pendiente a la que va
Pero las brisas marinas no son siempre vientos de aflujo, pues no debe· unida otra corriente, que intenta restablecer el equilibrio. Esta corriente
mos olvidar que las corrientes que originan se desvían por el efecto de presenta una tendencia natural a "seguir la pendiente", pero, igual
Coriolis. Imaginemos un observador en el hemisferio Norte situado en que las demás, se ve obligada a desviarse debido al efecto de Coriolis.
la mar mirando hacia la orilla. Los vientos que vienen de su derecha son
En alta mar, ésta se desplaza de forma paralela a las lineas de nivel y de
vientos de aflujo, pues la corriente que crean, desviada hacia la dere-
Vientos de aflu jo. El agua de la forma perpendicular a la pendiente (de la misma manera que el viento
cha, se dirige hacia la costa. Pero los vientos que vienen de su izquierda en altitud es paralelo a las isobaras), mientras que en las cercanías de la
superficie es e mpujada hacia la t ie rra,
son vientos de reflujo, pues la corriente bordea la costa y, al ser desvia-
p or lo tanto su nivel sube. costa, el rozamiento sobre el fondo la desvía; entonces aparece una
da hacia la derecha, se aleja hacia alta mar. fuerza en la dirección de la pendiente, tanto al producirse un aflujo co-
De modo general, la elevación del nivel del agua causada por los mo un reflujo de la mar. En el caso de un aflujo de agua hacia la costa,
vientos de aflujo es poco importante; en un mar donde se produzcan podemos obselVar la aparición de corrientes de pendiente más o me-
mareas, esto se traduce simplemente en una marea alta algo prolonga-
nos paralelas al litoral. Estas corrientes, que transportan arena y sedi-
da y una marea baja menor de lo que nos indica el anuario. Pero el
mentos, actúan sobre la configuración de la costa.
efecto de vientos fuertes de aflujo unido a una borrasca grande sobre
Las pendientes que se forman cerca de la orilla se perciben más en
una mar poco profunda puede ser espectacular; se denominan storm los mares con poca marea. En el Mediterráneo, donde la marea apenas
surges· las ondas marinas que se levantan excepcionalmente en estas es perceptible, las diferencias en el nivel del mar causadas por el viento
condiciones. También se llaman "mareas excepcionales". Suelen pro- pueden llegar a un metro, e incluso hasta dos. Cuando el viento cesa,
ducirse en el mar del Norte, cuya parte meridional no llega a tener 50 la corriente originada por la pendiente puede seguir siendo muy inten-
metros de fondo y sufre el paso de numerosas perturbaciones. Una zo- sa hasta que los niveles llegan a igualarse.
Vie ntos de reflujo . El a gua d e la na de muy bajas presiones atmosféricas hace que se hinche la parte del Asimismo, las desigualdades de la presión atmosférica pueden ser la
s uperficie a rrastrada por e l vie nto es mar que se encuentra debajo mientras se va desplazando; la onda ma- causa de que se formen pendientes en la superficie del mar. Debajo de
s us tituida por e l agua de l fond o, m as rina que se forma puede entonces mantenerse y acelerarse por un vien- una depresión (zona de baja presión), el nivel del mar presenta una
fri a. por lo q ue su nivel ba ja. to fuerte y causar daños importantes a la navegación y a la orilla. Este tendencia a elevarse, mientras que debajo de un anticiclón (zona de al-
fenómeno tuvo lugar en Holanda en , 953, cuando con un viento duro ta presión) éste tiende a bajar. Si estas zonas están cerca una de otra,
del Noroeste, unido a una fuerte borrasca en el periodo de mareas vi- l a s upe rficie de l ma r se hunde debajo
se forma una pendiente desde la zona depresionaria hasta la zona anti-
vas, la mar permaneció durante tres ciclos de marea sucesivos varios ciclónica, y aparece una corriente que intenta restablecer el equilibrio de un a nticiclón y se hincha de bajo de
metros por encima del nivel normal, rompiendo diques e invadiendo una d epresión; com o resultado, s e
entre ambas.
extensiones enormes de tierra. produ ce una corrie nte d e pe ndi e nte.
Otro caso especial de corriente de pendiente es el del estrecho de
Para prevenir los riesgos de estas olas de mar de fondo, los holandeses depresión
han construido diques y barras en los deltas de los rlos. Los ingleses, para
evitar una posible inundación de Londres, han construido un puente con Corri entes producidas
cuatro puertas gigantescas sobre el Támesis, río abajo de la ciudad. por un viento de aflujo.
El agua empujada hasta la costa por un viento de aflujo no puede
estar continuamente subiendo; sino que tiene que salir de una manera
o de otra. Cuando los fondos son lo bastante profundos, las aguas su-
perficiales se hunden exactamente al revés de lo que ocurría en el fenó-
meno recientemente explicado. Pero si hay poca profundidad, el agua
sólo puede salir por los lados, y ya tenemos aquí un ejemplo de lo que
se denominan corrientes de pendiente.
- -----::= =-==== Gibraltar, El nivel del Atlántico sobrepasa en unos 30 centímetros el ni- Los astros ejercen entre sí cierta atracción, siendo ésta más intensa al N
~
Mediterráneo I
vel del Mediterráneo (pues este mar apenas recibe aportes de agua dul- aumentar de tamaño, y que disminuye con la distancia. Las estrellas
Atlántico ce y además sufre una intensa evaporación: ¡el Sol llega a absorber tam bién ejercen este poder, aunque apenas nos afecta, pues están de-
umbra masiado lejos. El Sol, por el contrario, es superatractivo. Sin embargo, en
d,
hasta 150 centímetros de agua al año!). Una fuerte corriente de pen-
Gibraltar diente empuja las aguas más ligeras del Atlántico de Oeste a Este entre lo que respecta a las mareas, es la luna la que ejerce una acción pre-
las columnas de Hércules hacia el mar Mediterráneo. Como contrapar- ponderante sobre la mar (dos veces mayor que la del Sol), pues esta mas
tida, podemos señalar que en las profundidades, una corriente en di- cerca de nosotros. Esta acción tiene un efecto espectacular en el mar,
rección contraria arrastra las aguas más saladas y pesadas del Medite- que es una masa fluctuante, y menos evidente en la tierra, pero aunque
rráneo hacia el Atlántico. no lo creamos, también existen mareas terrestres, cuya amplitud puede
Pero si n05 ponemos a hablar de las corrientes del fondo, no acaba- sobrepasar los 20 centímetros, como ocurre en Génova, por ejemplo. I
s
remos nunca. O sea, que no vamos a decir nada más, puesto que nues- la fuerza gene radora de la marea (de la
tra flotilla, de momento, sólo cuenta con barcos de superficie.
La marea y sus ritmos obra La Terre, rEau, I'Atmosphere,
Gauthier-Villars) .
En un lugar determinado, la atracción de la Luna es máxima en el mo-
MAREAS Y CORRIENTES DE MAREA mento en que pasa por su cenit. Yen el mismo instante, es mínima en
7
mo cuadrante de la Luna.
La Luna da la vuelta a la Tierra en 29 días aproximadamente, y du-
rante el ciclo completo podemos asistir a dos mareas vivas y a dos ma-
reas muertas. En el transcurso del año, existen otros factores que com-
pl ican la cuestión, pues las distancias relativas de la Tierra, de la Luna, y
del Sol varían continuamente, lo que explica que dos mareas vivas su-
cesivas no tengan la misma amplitud. Por eso podremos comprender
fácilmente leyendo nuestro estudio sobre navegación astronómica (¡ya
primer g
~-- PMPM -- ~
BM
último
cuadrante cuadrante
lo mejor también sin leerlo!), que las grandes mareas se producen con BM
luna llena y con luna nueva, y que las mareas muy grandes tienen lugar Cuadratura :
en los equinoccios cuando el Sol y la Luna están sobre el ecuador; por es el periodo de mareas muerta s.
892 El paisaje marino La mar en movimiento 893
las mareas vivas son más pequeñas. una proporción considerable. sólo quedaran en este paisaje unas
Por otra parte, puesto que el día lunar tiene una duración de 24 ho- Estas particularidades de la marea, estas deformaciones loca les de la cuantas rocas aisladas. En primer plano
ras, 50 minutos (sabemos que la Luna "se retrasa" todos 105 días, lo "onda-marea" inicial, se deben a la configuración del litoral y, lo repeti- podemos ver el molino de marea de
que explica que la marea también se retrase cada día unos 50 minutos mos otra vez, al efecto de Coriolis. Birlot y su dique de contención.
, , ,
marea diurna. DO SON
Principales tipos de mareas. El ciclo se
vuelve a producir cada 29 dias
aproximadamente ( Guide du
navigsteur, SHOM). 2J. 3J. 4J. 6J . 7J. BJ. 9J. 10J. 1 J. 12J. 1 J. 1 J.
894 El paisaje marIno La mar en movimiento 895
El puerto de Paimpol con sus dársenas y su esclusa en bajamar. La puerta de abajo de la esclusa está abierta.
Puertos e infraestructuras portuarias La cámara de la esclusa está vacía (el fondo de la cámara se denomina el encachado, y las paredes laterales
son los muros de contención).
A la derecha: el puerto-canal de Modo de funcionamiento en mareas muertas (cuando el nivel de la pleamar es inferior al nivel de la dársena):
Séte, entre el mar y la lag un a de durante la pleamar, se cierra la puerta de abajo, detrás de los barcos que se encuentra n en la cáma ra de la es-
Thau, es también un encrucijada de clusa. Después, por med io de un sistema de llaves, se deja que penetre el ag ua de la dársena en la cáma ra,
vías navegables del Midi francés. hasta que los niveles lleguen a igualarse. En ese momento ya se puede abrir la puerta de delante. Para sa lir se
hace la misma operación a la inversa.
Abajo : puerto de Chateau d'Olé- Durante las mareas vivas, es mucho más sencillo: las dos puertas pueden permanecer abiertas mientras que sube
ron, completamente dedicado a la la marea, en ese tiempo el nivel de la mar y el nivel de la dársena podrán igualarse. La dársena del puerto se con-
ostricultura. Navegantes de re- vierte entonces en una simple dársena de marea. Es preciso señalar aquí el papel del aliviadero (a la izquierda
creo, abstenerse. de la esclusa), sobre el cual puede pasar la mar, lo que evita que se forme demasiada corriente en la propia es-
clu sa. Este mecanismo desempeña también otras dos funciones. Por medio de las válvulas, por una parte puede
Foto de pie de página: un mini- vaciar el agua que sobrepase el nivel aconsejable en períodos de crecidas y al mismo t iempo retener el fango del
puerto tall ado en la roca. Port- canal de acceso; y por otra, también puede hacer bajar el nivel de la dársena en los períodos en que las mareas
aux-Moines (pen ín sula de Rhuys). " pierd en". Durante el reflujo de la ma rea, es fundamental volver a cerrar las puertas antes de que el aliviadero se
Aquí, los barcos se ama rran por quede sin cu brir, pues en otro caso la corriente penetraría con fuerza por la esclusa destrozándolo todo.
proa y por popa con cadenas y va -
ran en bajamar.
LAMINAS 3 - XXII LAMINAS 3 - XXIII
La mar y los
obstáculos
Al lado: igual que las ondas acús-
ticas y luminosas, las olas experi-
mentan fenómenos de refracción
y difracción más o menos com-
plejos, como ocurre en este caso
en el Tas-de-Pois (peninsula de
Crozon).
ña a la marea creciente, y corriente de ref luj o , a la que va unida a la rección opuesta a la corriente. Un viento de fresco a duro puede levan-
marea menguante. Pero también debemos saber que las inversiones de tar en ese caso olas muy escarpadas y desordenadas de hasta varios
la corriente y 105 repuntes de nivel sólo coinciden en las cercanías de la metros de altura, muy peligrosas para los barcos de vela, que creyendo
costa. Cuanto más nos alejamos, más podemos percibir la diferencia. poder aprovechar un viento favorable de popa, se encuentran de re-
En el centro del canal de la Mancha, la inversión de la corriente se pro- pente empequeñecidos en medio de una mar infranqueable. Asimismo,
duce en las proximidades de la mitad de la marea, adquiriendo la máxi- en las proximidades de los cabos bordeados por las corrientes, cuando
I ( E ma velocidad en pleamar y bajamar. el viento y la corriente van en direcciones opuestas, se recomienda pa-
Por lo general, la velocidad de una corriente de marea es proporcio- sar bien adentro dejando un amplio margen.
Corrie ntes de marea e n el corredor de nal a la amplitud de esta última, siendo diferente según los lugares en Por el contrario, cuando la corriente y el viento van en la misma di-
Bell e-íle (3 horas a ntes de la pl eamar de que se produce. Por esta razón, la velocidad es mayor en el centro de rección, las olas se alargan y se redondean, por lo que normalmente no
Part-Nava lo). Extracto del a nuario de un canal que a lo largo de sus orillas; también sabemos que las corrien- hay que temer que rompan.
corrientes de mareas, de la costa Sur tes son más rápidas en los pasos estrechos, así como al transcurrir por
de Bretaña, desd e Pe nmarc 'h a determinados puntos, pues al ser desviadas se comprimen y aumentan El buen uso de la corriente
N oirmoutier (SHOM) su velocidad. Estos casos son muy frecuentes en el canal de la Mancha, la corriente no es siempre un adversario, sino que muchas veces puede
en el estrecho de Portland, el cabo Lizard o en los Héaux-de-Bréhat. .. ser un aliado. Las mismd~ ¡Juntas, y los estrechos impresionantes pue-
La velocidad de una corriente puede varia r con la profundidad y no den cruzarse dos horas antes con facilidad en el repunte de la marea, o
ser la misma en la superficie que en el fondo, especialmente en los es- bien una vez que la corriente ha cambiado de dirección.
tuarios. La velocidad que alcanza puede ser considerable en determina- Mejor que agotarnos luchando contra estos elementos, es conve-
dos canales: 7 nudos en el Grand Russel, entre Serk y Guernesey, 9 nu- niente aprender a hacer que trabajen para nosotros, aprovechando es-
dos en el estrecho de Blanchard y 8 en el Fromveu r cerca de Ouessant. tos auténticos pasillos rodantes cada vez que se mueven en la dirección
En la costa atlantica, a partir de Audierne (de 0,5 a 1 nudo por término que nos conviene; es decir, obrar con astucia y averiguar en qué luga-
medio) las corrientes suelen ser menos intensas que en el canal de la res de las proximidades de las puntas, del fondo de las bahías, y de las
Mancha. Éstas se refuerzan en las desembocaduras de los ríos (de 1 a orillas de los estuarios, se encuentran las contracorrientes. Jugar a las
2,5 nudos), así como detrás de algunas islas (Glénan, Noirmoutier, o corrientes y a las contracorrientes puede ser un ejercicio apasionante Cuando la corriente choca contra e l
Ré). la corriente más fuerte de esta costa es una corriente de llenado y (iO desesperante si no conocemos las reglas del juego!). viento la mar rompe; decimos entonces
de vaciado: la de la entrada del golfo de Morbihan, que se desplaza a En las cartas marinas podemos encontrar indicaciones relativas a la ve- que la corrie nte porta a barlove nto.
una velocidad de 6 a 8 nudos. locidad y dirección de las corrientes; existen también publicaciones que
Ya sabemos que las corrientes de marea complican bastante los proporcionan datos dignos de una guía de ferrocarriles (por ejemplo, en
cálculos y la navegación, originando mares difíciles en determinadas cir- el Derrotero e2, en relación con el puerto de Erquy en el canal de la Man-
cunstancias. Si la corriente es rápida y la altura del agua no muy gran- cha, podemos leer lo siguiente: "A las 02.00 Saint-Malo, una contraco-
de, las desigualdades del fondo se traducen en la superficie por remoli- rriente sale del puerto ... "). Pero no debemos olvidar que las publicacio-
nos, ollas y hervideros, siempre desagradables, sea cual sea el nombre nes, por muy exactas que sean, no pueden tener en cuenta las anomalías
con el que se denominen. originadas por la situaciones meteorológicas, especialmente en lo que
900 El paisaje marino la mar en mo v im i ento 901
01 2.2.0.3. Corrientes de marea (ver también Ol/l'rages 550 y 552).- Sobre el rosario de escollos que bordean la Bahía de Características de las olas 01 10
Qu iberon al S\V, las corrientes son fuertes debido al relieve del fondo; efectúan un giro bastante claro hacia la derecha, lo
que, e n los canales, las vuelve corrientes de través en algunos momentos de la marea. Sin embargo, las velocidades máxi mas En principio, podemos definir una ola por sus dimensiones: su altura, O O
se observan en la mitad de la marea creciente y menguante en dirección a los canales al NE (3 nudos) y SW (4 nudos). es decir, la distancia vertical que hay entre lo alto de la cresta y el fondo O O
07 Las corrientes disminuyen ensegu ida al NE del rosario de escollos siendo más najas en la Bahía de Quiberon. Éstas de su seno; y su longitud, o la distancia que hay entre dos senos o en- O O
sufren la influencia de los vientos dominantes.
tre dos crestas (se denomina exactamente longitud de onda). La rela- O O
ción entre la altura y la longitud caracteriza su comb adura. Las olas O O
Extracto de Ins tructions Nautiques respecta a las fantasías del viento. La corriente que percibimos raras veces son siempre mucho más largas que altas; su combadura resulta crítica O O
C2.3 ¡SHOM ). es idéntica a la que nos indica la carta. Por esta razón, debemos aprender cuando la relación entre su altura y su longitud es de 1/7, aproximada- O O
a observar y a detectar solos la presencia y la magnitud de una determi- mente. Si la altura sigue aumentando, la ola se rompe, es decir, se con- O O
nada corriente. De este modo, en el mar del Norte, en donde las irregula- vierte en rompi ent e; en este caso, sí que se produce un desplazamien- O O
ridades de la marea son frecuentes, el Derrotero recomienda observar la to real de agua en sentido horizontal. O O
corriente para averiguar en qué punto está la marea. En esta zona, no fal- Las olas también pueden definirse por la profundidad hasta la cual O O
tan señales de referencia: franjas más claras en el agua, el movimiento de se percibe su movimiento. En teoría, este movimiento se sigue notando O O
las algas del fondo, el ligero temblor del agua junto a una boya, la incli- a una profundidad igual a media longitud de onda, pero en la práctica O O
nación de los orinques de las nasas, cambios en el oleaje, jirones de espu- a una profundidad igual a una quinta parte de esta longitud dicho mo- O O
ma, etc. Sin lugar a dudas, la corriente es el elemento menos evidente del vimiento se encuentra ya muy debilitado. O O
paisaje marino; aunque en algunas regiones es el fenómeno dominante Por último, hay que señalar que las olas se desplazan (pero sólo es O O
por excelencia, que marca el ritmo de la vida y de la navegación. su forma lo que se mueve), y que forman parte de una serie, con su rit-
O O
mo particular, caracterizado por su perío do, es decir, el intervalo de
O O
tiempo que transcurre entre el paso de dos crestas por un punto deter-
OLAS DE SUPERFICIE minado, así como por su ve locidad, es decir, la distancia recorrida por
O O
Y MAR DE FONDO una ola en un período de tiempo concreto.
O O
En alta mar, es decir, allí donde hay suficiente profundidad para no
O O
Las corrientes y las mareas son elementos constantes: la vida secreta y
perturbar las características de las olas, se representan por medio de las
O O
profunda de la mar. Pero ésta también tiene una vida superficial, mo- O O
siguientes fórmulas:
delada por el viento.
L= 1,JT2 O O
Cuando éste sopla sobre una mar en calma, el rozamiento del aire O O
( =3T
origina pequeños pliegues sobre el agua. Éstos pueden ser pasajeros, O O
(longitud L en metros; periodo T en segundos; velocidad ( en nudos)
pero si el viento sigue insistiendo, empiezan a formarse ondas y olitas, O O
y más tarde olas que corren sobre el agua en la dirección del viento.
Por el contrario, cerca de la costa, la influencia del fondo es muy im- O O
Sin ser tan brusco, el viento causa en la mar el mismo efecto que
portante. (uando la profundidad del agua es inferior a la mitad de la O O
una piedra lanzada sobre un charco; hace que surjan grupos de ondas,
longitud de una ola, la velocidad disminuye. El movimiento de las partí- O O
que son las que en realidad se desplazan y no el agua en sí. Al paso de
culas ya no es circular, sino que describe una elipse que se va aplanando O O
cada onda, las partículas líquidas únicamente realizan un movimiento
orbital en el lugar en que se encuentran; podemos hacernos una idea
paulatinamente hasta convertirse en un movimiento de vaivén en las zo- O O
~L¡~~
nas muy poco profundas. La velocidad de las olas sólo depende de la
sobre este tipo de movimiento si observamos el modo de balancearse
profundidad que existe en un lugar determinado; en un mismo lugar,
de una botella a merced del mar; cuando llega una ola, la botella sube
todas las olas se propagan a la misma velocidad, disminuyendo ésta al
por la pendiente, avanzando un poco; una vez pasada la cresta, baja y
mismo tiempo que lo hacen los fondos. La longitud de las olas también
vuelve a desplazarse hacia atrás hasta colocarse más o menos donde
disminuye, y sólo permanece constante el período de la ola. Vamos a
g~
~g
estaba al principio. Del mismo modo, a bordo de un barco que navega
ver ahora la causa por la cual las olas rompen al llegar a la orilla.
en la misma dirección de las olas, podemos experimentar un movimien-
to parecido, cuando éstas son grandes. El barco acelera antes de la ola, O " ., O
y después se queda frenado una vez que ha pasado. Al contra rio de lo que pare ce,
O· .: O
Por lo tanto, las olas no corresponden al desplazamiento horizontal la botella vu e lve a l punto de partida O O
del agua que la vista tiende a imaginar. después de describir un Circulo. 01 10
902 El paisaje marino La mar en movimiento 903
felch
La noció n de fetch no
s iempre es evident e.
l. fetch .1
904 El paisaje marino La mar en movimiento 905
Por otra parte, hay que señalar que el viento nunca es completamente
regular, ni en fuerza ni en dirección, aunque el aspecto de la mar de
viento tampoco es siempre muy homogéneo, pues aparecen unas olas
n España el In stituto más cortas que otras, y más o menos de través. Cuando el viento cambia
E Nacional de Meteorolo-
gía, a través del Centro Na-
claramente de dirección, aún no ha desaparecido el primer sistema de
olas cuando ya aparece otro nuevo que viene a sumarse al anterior; en
Las olas se extienden en "trenes" o grupos que
transportan energía y cuya ve locidad de desplazamiento en
cional de Predicción, reali - ese momento se produce un choque entre olas de diferentes edades que alta mar corresponde a la mitad de la de cada ola aislada-
za las previsiones de oleaje se entrecruzan, y la mar presenta un aspecto bastante desordenado, y no mente: a esto se llama veloc idad del tren.
utilizando mapas de o leaje duda en saltar hasta la cubierta de los barcos ... Este desorden puede lle-
del At lántico y Mediterrá- • Cuanto más larga es la o la de mar de fondo , más veloci-
gar a convertirse en un verdadero caos; la mar infernal con la que se en-
neo, e l aborados por el dad tiene; por esta razón las olas más largas son las que lle-
contraron los participantes en la regata Fastnet de 1979, a la entrada del gan an tes a la orilla.
Centro Europeo de Predic-
canal de Bristol, es un trágico ejemplo de lo que puede suceder.
ción a Plazo Medio y por el
Meteoro log ical OHice para • Si una o la de mar de fondo larga y baja aumenta de altura
el Atlántico. El mar de fondo rápidamente, debemos prepararnos, pues se acerca una bo-
rrasca.
Muchas veces, surge un movimiento más lento y más amplio, comple-
tamente distinto al desorden de la mar de viento, que se extiende en • Si la altura de la misma sigue siendo pequeña o incluso
una dirección diferente a la del viento que sopla en ese momento, y disminuye, es que el temporal se mantiene lejos.
que parece dotado de vida propia: es el mar de fondo.
906 El paisaje marino La mar en movimiento 907
°°
O
de las olas
7m - ,o 1 Rizada de a 0,2
nivel
12
6m
5m
~erza8
/'
/" 100
30 f- IO
/
--- 2
3
Buena
Marejadilla
de 0,2 a 0,5
de 0,5 a 1,25
En realidad, las olas sucesivas no tienen todas la misma altura, pues Las olas rompen
se forman a partir de trenes de ondas de velocidades y períodos varia- sobre un bajo.
Predecir las olas
bles, cuyos efectos se suman o se restan. Las olas pequenas son alcan-
diferencia de los gráficos de la página 906, estas curvas sirven para hacer predicciones so~ zadas y sobrepasadas por las grandes, que al mismo tiempo pueden -.- .. '. ~ ".
A bre el estado de la mar. Las de arrib a establecen la altura media de las o las, y las de abajo presentar amplitudes, períodos y velocidades diferentes entre sí. A esto
- \_,
la long itud y el período de las mismas, en función del t iempo de acción del viento y del fetch se debe que el aspecto de !a mar varíe sin cesar. A partir de observacio- .~
sobre el que sopla (eleg iremos los resultados que proporcionan los va lores más pequeños pa- nes que se han efectuado durante largo tiempo, se ha llegado a la con-
ra la altura y la longitud med ia de las olas). Por ejemplo: con un viento real de 40 nudos, un clusión de que, en mares de una altura significativa. se producen olas
tiempo de acción de 24 horas y un fetch de 500 mi llas, obtenemos un a altura media de ola de claramente más altas que la media.
4,80 metros, una longitud media de 200 metros y un período de 12 segundos.
De este modo, en alta mar del Atlántico Norte, las olas tienen por lo
altura altura de las olas en función
general de 3 a 5 metros de altura en verano, y de 5 a 7 metros en invier-
altura altura de las olas en función
de las olas de las olas no, pero ciertas olas, con muy mal tiempo. pueden alcanzar de 12 a 15
en metros
de l tiempo de acción del viento de la longitud de l fetch
en metros
metros, con una longitud entre crestas de 200 a 500 metros, si no es más.
10 r--'--'--'--'-'-r-'-r-~
Suele ser raro que se formen olas de más de 18 metros de altura,
pero a veces puede ocurrir que determinadas olas alcancen una altura
excepcional y que salgan rugiendo desde el centro de un tempora l, o al Sobre una subida brusca
terminar uno de ellos. Aunque efímeras, algunas de ellas pueden reba~ de los fondos se forma
sar los 30 metros de altura -como un edificio de 10 pisos- desapare~ una barra.
ciendo con la misma rapidez con la que se formaron. Afortunadamente
suelen ser muy poco corrientes y hasta ahora apenas se ha podido ver
ninguna. Se originan de manera incierta, como consecuencia del cho~
que de olas de velocidades diferentes, que desde ese momento siguen
su camino por separado. Adla rd Coles las denomina olas monstruosas,
señalando que en realidad, para 105 navegantes, éstas llegan a serlo
mucho antes de alcanzar los 30 metros ...
viento real viento real n
c-=:!;;-- - ' - --!;;- ---'--;!;---- "-----;!SO en nudos ,H-+--+---+"-
' -- o!;
20: ---'---c"0----'--:!
60: - -' -- -:
SO. en nudos
La mar y los obstáculos
longitud longitud de las olas en función período
4
•
fuertes. En algunos dias de calma, este tipo de oleaje de fondo surge
en todo su esplendor: la mar está llana y, si n embargo, aparece recorri-
da por inmensas ondulaciones regulares que pueden llegar a medir una
gran altura, pero que, sobre todo, son muy alargadas, a veces espacia-
das por va rios cientos de metros. Cuando llegan en diagonal a una ori-
lla, forman una corriente paralela a la costa, siendo ésta mayor cuanto
más alargadas y combadas sean las olas, apa reciendo al mismo tiempo
corrientes de retorno (rip currents). Todas estas corrientes transportan
sedimentos y real izan un recorrido en forma de dientes de sierra, de-
sempeñando un papel fundamental en la modificación del perfil de la
orilla.
Así acaban las olas. A veces de forma discreta, y otras con un agudo
sentido de la representación. Algunas de ellas se adornan con mil des-
tellos en el momento de morir. En las costas de suaves pendientes, a
veces van avanzando durante mucho tiempo permaneciendo a punto
de romper . Es entonces, cuando de pie en una senci lla tabla, en equili-
brio sobre la cresta de la ola, podemos compartir con ella unos instan-
tes de gloria extraordinaria, antes de ir a va rar sobre la cálida arena en
medio de una gran polvareda de espuma.
L TÉRMINO NAVEGAC iÓN, en su sentido estricto abarca el conjunto de técni-
E cas que nos permiten situarnos en la mar, elegir la derrota y comprobar en to-
do momento que seguimos correctamente la derrota elegida.
Esta definición no debe hacernos pensar que la navegación es una actividad re-
servada a aquellos que se enfrentan con el mar abierto; en realidad comenzamos
a practicarla desde el instante en que, habiéndonos alejado un poco de la orilla,
nos volvemos para apreciar la distancia que hemos recorrido ... Si a bordo de un
derivador ligero no hacemos apenas navegación -salvo quizás en algunos casos
especiales, cuando tratamos de averiguar cuál sería el mejor bordo desde una bo-
ya a la siguiente- a bordo de un barco de recreo o de una lancha pesquera, hay
que conocer ya lo esencial: saber utilizar los puntos de referencia que jalonan la
costa, contar con las mareas y corrientes, saber leer una ca rta marina y utilizar un
compás. En crucero por la costa, esto solo tampoco es suficiente: hay que ser ca-
paz de utilizar instrumentos y métodos más complejos, para situarnos, decidir el
rumbo a seguir y, en caso necesario, llevar una estima. Se trata ya de una navega-
ción muy completa; en crucero en alta mar, así es como se navega, si bien se utili-
zan otros puntos de referencia como las radioseñales y los astros. Enfocaremos es- hace algunos años, especialmente en el campo de la situación por medio de satéli -
ta parte del libro bajo el punto de vista del crucero por la costa principalmente, in- tes, obliga a los navegant es de recreo a reconsiderar su forma de navegar. Y más
tentando adquirir los conocimientos indispensables a bordo de un crucero peque- aún cuando el coste de estos nuevos instrumentos ya no supone un gran gasto.
ño con el que podremos hacer tanto pilotaje por entre las rocas, como navegar Apostamos que de aquí a unos cuantos años, éstos formarán parte del equipa-
perdiendo de vista la tierra. miento de la mayoría de los barcos de recreo. Quedaba por definir un método pa -
ra que esta navegación "de apretar un botón" no transforme al navegante de re-
Hemos tratado aquí dos preocupaciones muy importantes. La primera, resaltar creo en un "elefante"* sin ningún sentido marino, y pa ra que los fa llos técnicos
la enorme distancia que existe, en materia de navegación, entre la teoría y la prác- -tan senci llos como unas pilas gastadas- no se conviertan en un drama. Por ello,
tica, sobre todo cuando esta práctica tiene por marco la cabina de un barco pe- hemos intentado, modestamente, establecer un método de lo que denominamos
queño. Es muy fácil mostrarse inteligente en tierra firme; pero ningún método de la NAO (navegación asistida por ordenador).
navegación puede considerarse como adquirido mientras no sufra la prueba de
fuego, es decir, mientras no se haya puesto en práctica, a bordo, en condiciones A través de los ejemplos (a veces bastante peliagudos, pero iqué se le va a ha-
de incomodidad. cer: hay que ponerse a trabajar l ), comprenderemos quizás mejor que navegar es
en definitiva un arte, que requiere a la vez rigor e intuición, prudencia y audacia,
Como consecuencia, hemos tratado de presentar con la mayor frecuencia posi- humildad y empeño. Comprenderemos que para algunos sea una pasión única,
ble modos de actuar muy sencillos, con medios de control que nos permitan evitar una disciplina "total" en la que el razonamiento matemático y el sentido poético
los errores importantes. Si a veces nos hemos permitido proponer algunos refina- se revelan en su esencia, es decir jamás ajenos o enfrentados el uno al otro, sino
mientos, veremos que éstos no se pueden utilizar -y además no tienen utilidad- siempre aliados, actuando juntos no so lamente para elegir la derrota, sino para
más que con buen tiempo. captar el sentido de los paisajes por los que transcurre esta derrota.
Nuestra segunda preocupación ha sido reducir a la más simple expresión las ex-
posiciones teóricas e ilustrarlas, algunas veces incluso reemplazarlas sencilla y lla-
namente por ejemplos concretos. De hecho, creemos que las técnicas de navega-
ción por sí solas no constituyen más que el soporte de un modo especial de mirar,
razonar y reaccionar pecu liar del mundo marino, y que es sin duda el aspecto
esencial que debemos adquirir. Las nuevas técnicas, por muy sofisticadas y precisas
que sean no deben quebrantar el sentido crítico del navegante, ni tampoco dis-
pensarle de conocer la base elemental que sigue siendo indispensable. Por ello, en
esta obra las explicaciones sobre el arte y la manera de trazar el rumbo con ayuda
de una vieja y buena regla de navegación o de calcular la velocidad por medio de
la respetable corredera de barquilla pueden muy bien coexistir con la manera de
sacar provecho de los "puntos de paso" (los "way points") de un GPS o un Decca.
La increíble evolución de los instrumentos de navegación a la que asistimos desde • "Elefante" es el nombre que se da a los navegantes novatos en el Centro de Glénans. (N de la T).
Puntos
de referencia
y publicaciones
No podemos salir a recorrer los mares s610 con una pipa y una navaja,
por todo equipaje. Necesitamos conocimientos para no perdernos. En
Publicaciones
primer lugar. hay que saber reconocer y utilizar los puntos de referencia españolas
que tenemos a nuestra disposición: las marcas y las balizas. los faros, En España, el Instituto Hi-
las señales acústicas, las señales radioeléctricas, los satélites, los astros. drográfico de la Marina y
Gracias a ellos, logramos al mismo tiempo situarnos y guardar las dis- el Real Observatorio As-
tancias en relación con la tierra, También tenemos que saber calcular tronóm ico d e la A rm ada
otra distancia: la que existe entre la quilla de nuestro barco y el fondo editan, entre otras, las si-
del mar. En resumen, ser capaces de efectuar cálculos de mareas para gu i entes publicaciones:
Derroteros (siete tomos);
prever la altura del agua a una hora concreta y en un lugar determina-
Libro de faros y seña les
do; y estar informados, también, de las corrientes que acompañan a las
de niebla; Tablas náuticas
idas y venidas de la mar.
y de navegación; Almana-
Excepto las balizas, cuyo reglamento podemos aprendernos de me- que náutico; Anuario de
moria, estos diferentes puntos de referencia no nos sirven para nada mareas; Radiofaros Cau-
sin 105 documentos que 105 sitúan y describen. Estos documentos son, sa l; Uso de l radar a bor-
principalmente, 105 publicados por el Servici o hidrog ráfi co y oceano- do; Libro de radioseña les;
gráfico de la M arina (SHOM): Cartas marinas, Derroteros, Libros de Rosa de maniobras, Re-
faros, Libros de radioseñales, Anuarios de mareas, etc. Éstas son las g l amento internacional
únicas publicaciones oficiales, siendo algunas de ellas, además, obliga- pa ra prevenir los aborda-
jes en la mar; Planisferio
torias a bordo según la categoría de navegación dentro de la que se
ce les te; Balizamiento de
encuentre clasificado nuestro barco.
las costas españolas, et c.
En este capítulo, al pasar revista a los puntos de referencia y a los
documentos, pretendemos simplemente echar una ojeada a un sistema
bastante complejo y facilitar su enfoque. En caso de que queramos
examinar el tema, debemos consultar la publicación nO 1 del SHOM ti-
tulada Guide du navigateur, que contiene todos los datos que se pue- Foto d e a liado: navegación de ceñida
den esperar, y también algunos más que no pensábamos encontrar (y por los ca nales del arc hipielago de
muchos otros con los que no sabemos qué hacer). Brehat y el río Trie ulC.
922 Navegación Puntos de referencia y publicaciones 923
Ante todo debemos ser conscientes de que la real idad que describen
En España las publicaciones es abundante y cambiante: no transcurre un solo día Cómo "ponerse al día" a
El Instituto Hidrográfico sin que sufran modificaciones, fortuitas o intencionadas, provisionales o principios de temporada:
de la Marina definitivas. Incl uso las publi caciones oficiales pueden est ar equ ivo-
urante el invierno, es raro que estemos al tanto de las modifica-
EII.H.M. es un Organismo de la
Armada, de interes público na-
cadas -y por lo tanto, deben uti lizarse co n preca ución- si no está n
rigu rosa m ente actua lizadas. Indicaremos, en relación con cada uno D ciones realizadas en las colecciones de publicaciones y en las
publicaciones en sí. Vo lver a coge rl as antes de la temporada puede
cional e internacional , cuyas de ellos, el modo en que debe hacerse esta actualización. Antes, sin du-
misiones y cometidos determi- hacerse sin sufrir demasiado, actuando de la siguiente manera:
nados por Decreto n 2 3853 de da, no resultará inútil dar una idea de la organización de conjunto que
• Para poner al día las publicaciones, consul tar la Lista de publica-
31 de diciembre 1970 son: lleva a cabo el SHOM para asegurar, a medio y corto plazo, la informa- ciones principales del SHOM*, que se actualiza tres veces al año y se
• La obtención de la informa- ción que necesita el navegante.
ción náutica necesaria y poste- proporciona de forma gratuita . Gracias a esta lista, sabremos si las pu-
rior sumin istro de la misma al blicaciones que tenemos están aún vigentes y si se han publicado re-
navegante y a las Fuerzas Na- La información náutica cientemente fascículos de correcciones.
vales.
• la observación sistemática y
el estudio de los fenómenos (¡-
sicos de la atmósfera y del mar
Según la Guide du Navigateur, la información náutica puede presentar-
se bajo tres aspectos, en función del grado de urgencia que revista:
• La información básica denominada .. diferida" es la que encontra-
• Para corregir las cartas, ha y que comp rar la Recopilación anual
de correcciones de cartas, que aparece en el mes de marzo; ésta con-
tiene las correcciones aparecidas desde el 1 de febrero del año trans-
--
-_ 1994
............. -
que afectan a la navegación. cur rid o hasta el 31 de enero del año en curso. Este documento puede comp rarse o consulta rse
• Contribuir a la obse rvación mos en las publicaciones y en sus fascículos de corrección.
sistemáti ca y al estu dio de los
en las tiendas autorizadas por el SHOM. También se puede consultar el Minitel marcando 3615
• La información llamada "urgente" es la que proporciona al nave-
campos magnéticos y gravita- SHOM. Dentro de la sección "correcciones a las ca rtas " se proporciona una li sta de correccio -
torios terrestres. gante datos útiles, cuyo grado de urgencia no justifica su difusión por nes para cada una de las cartas de las costas francesas, desde su última publicación.
• La publicación de cartas náu- radio. Se publica en tablones o en la prensa en forma de avisos a los • Para elegir nuevos documentos, utilizar la Recopilación para uso de 105 navegantes de
ticas. avisos y documentos pa - navegantes cuando contiene datos importantes que comprometen en
ra uso del navegante. así como
recreo - Hoja -catálogo n º 8, reeditada anualmente y gratuita, o bien co nsultar el Minitel 3615
su perma nent e actu alización . mayor o menor plazo la seguridad del navegante. Cada martes se co- SHOM, sección "nuevas publicaciones".
• Velar por la seguridad de la men ta en los boletines de difusión rápida (DIFRAP), que se envian por Efectuadas todas las co rrecciones, y estando próxima la salida a la mar, hay que informar-
navegación y co ntrolar el dis- se de los últimos AVURNAV difundidos por las coste ra s y expuestos en las cap itanías de
positivo náutico del litoral.
avión y se pueden consulta r, por ejemplo, en las Capitanías Marítimas.
Semanalmente, la información urgente se recopila en fascículos titula- puerto. De spu és, no largar escotas sin ...
• La cata logación, descripción
e in f o rm ació n para la utili za - dos Grupos semanales de avisos a los navegantes. Estos fascículos
ción de los sistem as de ayudas
radioeléct ricas a la navegaci ón contienen, además de diversas informaciones, las últimas correcciones
marítima. efectuadas a los documentos básicos, las modificaciones a las coleccio- La información
• La difusión , mediante avisos Hay que señalar que los Grupos semanales de Avis aux Navigateurs
nes y las tablas resumidas de correcciones y de avisos. Hay que señalar náutica en España
a los na vegantes y partes me- contienen, cada cuatro números (n°S 2, 6, 10 ... ) el resumen de las in-
teorológi c os de info rmac i ón que el Grupo n° 1 (el primero del año) está dedicado a los avisos de ti-
l Instituto Hid rográfico
continua sobre el estado de las
ayudas a la navegación, avisos
po general sobre información marítima en sí y que los Grupos cuyo nú-
mero es una decena (10, 20, 30 ... ) incluyen la lista anual de publicacio-
formaciones DIFRAP en vigor.
• La información inmediata, por último, se refiere a los sucesos E de la Marina publica
semanalmente los Avisos
de temporal y cua nta informa- que acaban de producirse y que ponen en peligro la seguridad inme-
ción pueda ser precisa o conve- nes náuticas actualizadas en fecha 1 de enero. a los Navegantes, que se
niente al navegante. diata del navegante: faro apagado, boya desaparecida, pecio a la de-
obt i enen por medio de
• El estudio de sistemas de na- riva, ete. Se difunde por radio en forma de NAVAREA cuando se tra -
vegación.
suscripción. T r imestral -
ta de información relativa a alta mar y a las zonas de circunscripción
• La determinación de las ca- La información náutica mente aparece un resu-
OMI, o bien en forma de AVURNAV (Avisos urgentes a los na ve-
racterísti c as mínimas de los en Inglaterra men desde el principio
instrum entos náuticos de uso a gantes) costeros o locales, cuando afectan a la fra nja costera de las del año hasta la fecha de
bordo de los buques españoles a in formación náutica urgente es más o menos parecida
y su homologación .
• Contribuir al progreso de la
L a la de Francia. La Hydrographyc Office publica Notices
100 millas. Se emiten dos veces al día, después de los boletines me-
teorológicos de las estaciones costeras (Boulogne, leConquet, ete.).
publicación ye n el último
mes del año se incluye un
Meteorología, Oceanografia y to Mariners, simil ares a nuestros Avis aux Navigateurs, que Estos AVU RNAV se exponen en las Comandancias de Marina y capita- resumen de todas las co~
seg urid ad de la navegación pued en ser co nsultados en las Oficinas de la Marina Mer- rrecciones aparecidas
marítima.
nías de puerto, a veces en los clubs náuticos y también se publican
cante, en la aduana, en los puertos y en las estaciones de durant e e l mismo. Lo s
• Representar al Estado espa- los coast-guards.
ño l en la Organización Hidro- AVURNAV son emitidos
gráfica Interna cional yen diver- Las emisoras de radio costeras, emiten W2 messages, por radio por las estacio-
sas organizaciones marít ima s aná logos a los AV URN AV. La lista de estas emisoras figura * En España el l.H.M. y el Real Observatorio de la Armada publican los docu- nes de la Marina y algu-
mundiales. en el Reed's Nautical Almanac. mentos necesarios y los distribuyen a través de agentes en todo el territorio na-
nas costera s.
cional. (N. de la T.)
924 Navegación Puntos de referencia y publicaciones 925
en algunos periódicos locales. Por medio de este sistema se protege ba li za m iento es el conjunto de seña les colocadas por el servicio de
en principio al navegante precavido contra una mala sorpresa . Sin Faros y Balizas (Servicio de Equipamiento* ) para los navegantes. For-
embargo, y a pesar del encomiable trabajo que desarrolla, el SHOM man parte del balizamiento: las boyas, las torretas de albañilería y las
se muestra excesivamente modesto y apela "a la ciencia y a la expe- ba li zas, propiamente dichas, que son estacas empotradas en la roca o
riencia" de cada uno para juzgar en último término el grado de con- clavadas en el fondo.
fianza que se puede otorgar a la in form ación que proporciona. No
duda, asimismo, en reclamar la colaboración de los propios navegan-
tes con el fin de evitar eventuales errores u omisiones, lo cua l no de-
be dejar de hacer (resaltemos, de pasada. que se da una recompensa
Modo de reconocer una señal
a cua lquiera que descubra un escollo peligroso dentro de las aguas Cada señal tiene un significado preciso, revelado por su forma, su color
territoriales, y que los mejores informadores tienen derecho a un re- y su marca de tope (y eventualmente una luz) situados en su parte su-
galo a final de año, por ejemplo un conjunto de barómetro-péndulo perior.
de cuarzo sobre un pedestal de caoba ... ). La forma (cono, cilindro, esfera, ojiva, huso) no representa por sí so-
Hay que señalar, por último, que el citado SHOM no deja de evolu- la una indicación suficiente. No está tipificada de manera estricta y un
cionar, revisando sin cesar sus obras con el fin de perfeccionarlas y gran número de torreta s son más antiguas que el reglamento.
adaptarlas a sus clientes. Al ser hoy día los navegantes de recreo su El color (rojo, verde, negro, amarillo) es mucho más importante. El
clientela más numerosa, es probable que en los próximos años se pu- color anaranjado indica simplemente que la señal está oxidada, pero
bliquen documentos que respondan con una mayor precisión a sus ne- esto suele ser raro en Europa.
cesidades: edición resumida de la Guide du navigateur, Derroteros re- la marca de tope (cono, cilindro, esfera, cruz) de todas formas nos
lativos a zonas menos extensas adaptados a la navegación de recreo, permite salir de dudas, pues completa de modo exacto las indicaciones
etc. Podemos soñar incluso con que un investigador, algún día, tenga proporcionadas por el color.
la posibilidad de bucear en los archivos de la época de los grandes ve- Mientras que en 1976 existían aún más de treinta sistemas de bali-
leros, que suponemos que contendrán con seguridad un montón de zamiento en el mundo, en 1982 se instauró un sistema único. Com-
datos en principio "caducados", pero que podrían resultarnos de prende dos tipos principales de señales: las seña les laterales y las car-
enorme interés. dinales, además de tres clases de señales diferentes.
Sin embargo, existen dos "zonas" que sólo difieren en el color de las
señales. Nosotros pertenecemos a la zona A, cuyo código se menciona
LAS BALIZAS en estas páginas. En la zona B, que comprende América, Japón, Corea
y Filipinas, los colores están invertidos.
Nuestros antepasados tenían buena vista y un tremendo olfato. Las
únicas seriales de referencia de que disponían para situarse en la mar Señales laterales
se las proporcionaba la costa. Un picacho característico del litoral o del Encontramos las señales laterales principalmente en los canales y a la
interior, un monumento famoso -túmulo, menhir, templo de Belenos, entrada de los puertos. Están orientadas hacia los navegantes que vie-
atalaya genovesa-, esta roca, o aquel grupo de árboles les permitía nen de alta mar. Cuando sa limos de un puerto, hay que cumplir a la in-
orientarse y regresar a su pueblo con facilidad. versa las indicaciones que proporcionan. la regla es la siguiente:
Hoy día, las marcas, es decir, los puntos fijos bien visibles de la cos- • las seña les verdes con ma rca de t ope cón ica con el vért ice
ta, son aún de inestimable valor. Sólo hay que tener en cuenta que el hacia arri ba, ya veces con luz verde, deberán dejarse a estri bor al
paisaje cambia con mayor rapidez que antes. Este campanario, aquel entra r en puerto;
arca de agua, y chimenea de fábrica, cuya principal misión no es la de • las seña les rojas, con m arca de tope cilínd ri ca (o troncocó n i-
ayudar a los navegantes, pueden quedar un día ocultos debido al pro- ca), ya veces con luz roj a, deberán deja rse a babor al entrar en
greso de la civilización o (¡cosa rara !) de la vegetación. -Las únicas mar- puerto;
cas seguras son las oficiales, roca blanqueada, faro, pirámide, que es-
tán sena ladas en los libros, cuidadosamente mantenidas y vigiladas * En España el balizamiento o conjunto de señales colocadas para uso de 105
contra la especulación inmobiliaria. navegantes es responsabilidad del servicio correspondiente: el Ministerio de Fo-
mento (a ntiguo Ministerio de Obras Públicas Transportes y Comunicaciones). Torreta latera l babor de Men ar Blank,
las marcas no forman parte del balizamiento propiamente dicho. El (N. de la T.) en la bahía de Lampaul. Ouessant.
926 Navegación Puntos de referencia y publicaciones 927
Esto es fáCil de memorizar. Los que tengan mala memoria siempre centelleo continuo
podrán recordar:
UN ESCORPiÓN VERDE Y DOS BACILOS ROJOS. none
su Ita lógica; puede verse una W y una E en la parte izquierda de las se· llevan una Juz, ésta es blanca de larga duración (isofase, de ocultacio- Señales de peligro aislado.
ñales Oeste y Este .. nes o de destellos largos).
También podemos percibir la colocación de los colores en las señales Señales de peligro aislado. Estas señales indican la presencia de
sabiendo que el negro corresponde al vértice y el amarillo a la base de un peligro de dimensiones reducidas (se colocan encima). Están pinta·
los conos. Por último, resulta útil precisar que una señal cardinal abarca
un sector totalmente delimitado. Una marca Oeste, por ejemplo, indica * la traducción literal al español seria" aguas sanas", origen del chiste. (N. de
que el paso está libre en el sector NW-SW, y no en el semicirculo N-S. la T.) Señales de agua s libres.
928 Navegación Puntos de referenCia y publicaciones 929
das de negro con anchas franjas horizontales rojas y llevan una marca • las ocultaciones, separadas por breves espacios de luz, están
de tope muy característica: dos esferas negras superpuestas. La luz, si agrupadas en dos, tres o cuatro, con un intervalo de luz basante largo
es que llevan, es blanca con grupos de dos destellos. que separa cada grupo. Ej.: les Moutons, faro de 2 ocultaciones.
Seña les especiales. Estas señales se utilizan para balizar zonas suje- • las ocultaciones están agrupadas de forma irregular. Ej. : Trévig-
tas a una reglamentación especial: zona de ejercicios. presencia de ca- non, 3 + 1 ocultaciones. las ocultaciones agrupadas están separadas
bles, etc. por tiempos de luz breves, con tiempos de luz mucho más largos que
Son amarillas, con una marca de tope amarilla en forma de x, y a ve- separan la ocultación aislada del grupo de ocultaciones. la norma es la
ces una luz amarilla. misma para 105 faros de destellos.
Período. El período es el espacio de tiempo a cuyo término una luz
vuelve a adoptar las mismas características en el mismo orden. Ej.: el
Luces y señales período del faro de Trevignon es de 12 segundos; o también se puede
Bajo el nombre de luces se agrupan las luces emitidas por los faros, los contar de este modo:
buques-faro, las torretas y las boyas. Por la noche, todas estas luces • a partir de la primera ocultación del grupo de tres a la primera
dan al paisaje una definición simplificada y sumamente precisa, hasta ocultación del grupo de tres siguiente;
tal punto que las recaladas suelen ser con frecuencia más fáciles de no- • a partir de una ocultación aislada a la ocultación aislada siguiente,
che que de día. la situación y las características de las luces marítimas etc.
En la laguna de Tha u, una torreta no
con todos sus detalles se describen en el libro de faros . En las cartas,
está abs olutamente ais lada ni es
estan representadas por lágrimas (de color magenta) y descritas de mo- Luces especiales Óptica de dos dest ellos agrupados.
realmente peligrosa ...
do resumido. Existen algunas luces que poseen ca racterísticas particulares. tstas
Cada luz está caracterizada por su color, clase, fase y período. son:
• las luces de sectores, que no presentan el mismo color en todas
Color. Verde, rojo, blanco para las balizas ordinarias. Amarillo para las direcciones. Cada color "cubre" un sector de navegación delimita-
las señales especiales (a veces blanco azulado, o violeta en algunos ca- do. Con frecuencia, el sedar blanco indica la zona libre (por ejemplo, el
sos particulares). canal de entrada a un puerto), mientras que los sectores rojo y verde
Clase. Las principales son: luces fijas, luces de destellos, luces de cubren peligros -pero esto no es sistemático, y únicamente el examen
ocultaciones, luces isofases y luces centelleantes. de la carta nos permitirá una mayor precisión;
• Luces fijas: luz continua y de intensidad constante. • las luces direccionales, situadas, por lo general, en el eje de un
• Luces de destellos: 105 tiempos de luz, llamados "destellos" son canal (como el faro de Beuzec, a la entrada de Concarneau). Su luz
mucho más cortos que 105 tiempos de oscuridad, y todos 105 destellos tiene un haz estrecho y es mucho más intensa en el eje que en los la-
tienen la misma duración. dos;
• luces de ocultaciones: los tiempos de oscuridad llamados" ocul- • las luces de enfilación, asociadas, como su nombre indica, para
taciones", son mucho más cortos que los tiempos de luz y todas las formar una enfilación (como el faro de la Croix y el faro de Beuzec, en
ocultaciones tienen la misma duración. Concarneau). la luz más próxima al navegante se denomina: luz ante-
• luz isofase : los tiempos de luz y los tiempos de oscuridad tienen rior; la más alejada: luz posterior;
la misma duración. • las luces de entrada y sa lida de algunos puertos cuyo acceso no
• Luces ce ntelleant es: luz isofase con ritmo rápido (más de 40 al- sea permanente (esclusas, tráfico mercante intenso, barra a la entrada
ternancias por minuto). las luces centelleantes pueden ser continuas o algunos días, etc). Se trata siempre de una combinación de luces rojas
discontinuas. y verdes (banderas durante el dial. En cada puerto, hay que consultar el
Fase . la distribución de los tiempos de luz y oscuridad nos indica la Derrotero, para saber cómo giran; Óptica de horizonte (v¡s¡ble en los
fase del faro. En 105 faros de ocultaciones, por ejemplo, se pueden en- • las luces au xiliares, que tienen el mismo propósito que la luz 360-). A la inversa de la anterior, esta
contrar tres clases de fases: principal (como en Penfret), y que cubren un peligro particular O que óptica no gira: la fa se se indica con el
• l os tiempos de luz entre cada ocultación son siempre de la misma señalan un paso. Estas luces tienen poca potencia, para que únicamen- e ncendido y apagado de la bomb¡lla.
duración. la luz se denomina regular, es una luz de 1 ocultación. Ej.: la te puedan verse de cerca. Por lo tanto puede presentar una luz de
torreta verde de la ciudadela de Saint louis, luz verde, 1 ocultación, Tambi én podemos citar las luces alternativas, que presentan colo- d estellos, de ocultacion es, fija,
Libro de Feux et signaux de brume. 4 segundos. res distintos de forma sucesiva y en una misma dirección (el faro del centelleante o ¡sofase.
Navegación Puntos de referencia y publicaciones 931
930
Modo de reconoce r una luz 53380 LA VIEILL E JJ B.17 B. R. V. (2 + 1) Occ. 125 11; I ; ( 1 ; 4) 2fois)
Con buena visibilidad, las luces proporcionan una indicación exacta e D.0870 Tour carree grise sommel noir 17 m R.14 290· 8. ·298· R. - 325- B.· 355· V. · 017· B. -035 - V.'
irrefutable. Sin embargo la experiencia demuestra que los navegantes 48.02.5 N 4.45,4 W V.13 105- B.· 123· R.· 158· B,·20S
SIRENE (2 + 1) sons 60 s (2; 3: 5; 23 : 2 ; 2S¡
novatos confunden fácilmente Roma con Santiago, y además suelen te·
ner una tendencia a reconocer en el primer faro que encuentran aquél
53420 La Pla le i9 8 Scint. rap. B. (9) 10 s
que tienen ganas de ver. 0.0871 Tour OCI. cardo Ouesl 26 m
Para identificar un faro, no hay que empezar asignándole un 48.02,4 N 4.455 w
nombre, sino observarlo de modo objetivo, e intentar determinar
53460 Le Chal 27 8.9 2 t . B. R. V. 6 s 11 ; 1 ; I ; 3)
lo más serenamente posible sus características. Tour cyl. cardo Sud 31 m R.• 096- V.' 215· B.· 2]0- R.· 271 - V. ' 286· R. - 096
0.0861
En principio, el color es evidente. Sin embargo, con niebla las luces 48.01.5 N 4.48,8 w V .• A
y a continuación nos dan un montón de datos adicionales: Hoy día, es raro encontrar faros que tengan vigilancia; pueden apa-
• lo vemos verd e, pero presenta otros colores en otras direcciones garse durante algunas horas; sin embargo los más importantes están
(blanco y rojo): es un faro de sectores; equipados con numerosos sistemas de alarma aunque no se suelen es-
• la altura de su foco es de 11 metros por encima de la pleamar de tropear. Lo más que puede ocurrir es que su potencia o sus característi-
mareas vivas medias (coeff. 95); cas sufran modificaciones en caso de avería grave. las boyas tampoco
• su alcance luminoso. Varía según el color: el blanco es el que tienen vigilancia (ya se sabe que los cormoranes son unos ineptos). No
tiene más brillo (todos los faros grandes de recalada tienen luces blan- hay que olvidar que una boya luminosa puede averiarse y que puede
cas), después el rojo y por último el verde. Tenemos que saber que se pasar algún tiempo (sobre todo algún mal tiempo) antes de que vuelva
trata de un alcance "nominal ", definido por la Asociación Internacio- a funcionar.
nal de Señalización Marítima, como alcance luminoso en una atmósfe-
ra homogénea y con una visibilidad meteorológica de 1O millas náuti- Actualización del "libro de Faros"
cas. Algunos paises pueden tener otras definiciones. Nuestro Libro de Cuando nos compramos un Libro de Faros, éste viene obligatoriamente
Faros reproduce, sin adaptarlas, las indicaciones de los documentos acompañado de un fascículo de correcciones. Cortamos y pegamos las
extranjeros. correcciones en el lugar que les corresponden (itachando antes el texto
Los sectores de los faros se presentan
• la descripción de los sectores y de sus límites. Averiguamos aquí caducado, pues no todos los pegamentos son de buena calidad!).
"a la mar", es decir al navegante. Un
0
que el faro de Trévignon tiene seis sectores: dos rojos, uno oscuro, dos Después, para mantener al día la obra, hay que comprar el fascículo
sector que indique 346 a 11 ° se
blancos y uno verde. Nuestro sector verde se extiende de 051 ° a 085°. de correcciones que se publica anualmente. Y para estar al día en todo
encuentra al Sur del faro.
Atención: los sectores se presentan a la mar, es deci r que los va lo- momento, hay que escuchar los AVURNAV o consulta r los Grupos se-
res indicados son los que el navegante marca. El sector verde de manales de Avisos a los navegantes, o también teclear el Minitel (36 15
Trévignon cubre, por tanto, una zona situada al WSW del faro (y no al SHOM).
ENE, sector en el que, todo lo más, encontramos rebaños de vacas y la
maravillosa ermita de San Filiberto, joya del siglo XVI);
• la descripción del pie del faro y su altura sobre el suelo. Ésta es
una descripción muy útil: los faros son unas marcas muy buenas de día. Las señales de niebla
y esto nos sirve también para no estar buscando una torre cuando el Cuando las balizas o los faros desapa recen en la niebla, las señales
faro se encuentra en el tejado de una casa; acústicas toman el relevo . los viejos todavía se acuerdan de los cañona-
• la cuenta detallada de las diferentes fases del faro. Normalmente zos que se oían en las proximidades del 5tlff en estas circunstancias. Ya
es muy complicada y suele liarnos; vale más no leerla; no se utilizan cañones, y las principales señales acústicas son las si-
• en relación con otros faros, como el de Pen Men, encontramos, guientes, por orden de potencia decreciente:
por ejemplo, datos relativos a las señales de niebla o a la presencia de • los diáfanos, de sonido muy grave (el Créac'h en Ouessant, el
un radiofaro; Guéveur en la isla de Sein);
• en lo que respecta a los faros, cuyo alcance luminoso e5 muy • las sirenas, por lo general en los faros;
grande, encontramos en cursiva el alca nce geográfico del faro, es de- • los megáfonos, al final de los espigones de los puertos;
cir la distancia máxima en la que puede verse el faro por encima del ho- • las cam panas y los silbatos, en las boyas.
rizonte aparente.
Las sirenas de los faros tienen normalmente la misma fase que su
Este alcance geográfico se indica cuando es inferior al alcance lu- luz, con un periodo más largo (Armen: faro, 3 destellos - 20 segundos;
minoso. El alcance geográfico depende de la altura de la marea y de sirena, 3 sonidos - 1 minuto). Las campanas y los silbatos de las boyas,
la altura de los ojos del observador (que depende a su vez de la altura al ser accionadas por la mar, tienen su mismo ritmo. las características
de la persona y del tamaño de su barco). El alcance geográfico indica- de las señales de niebla constan en el Libro de Faros.
do en el libro está calculado para un observador cuyos ojos se en- Todas estas señales hacen lo máximo que pueden, pero en muchos
cuentren a 4,50 metros por encima de la pleamar de mareas vivas, casos, no hay que esperar una indicación muy exacta en lo que respec-
coeff. 95. ta a su si tuación concreta. Hay que saber que la niebla deforma los so-
Raras veces estamos situados tan altos -hay una tabla (al principio nidos, y que podemos oír débilmente la señal aunque estemos muy
del libro) que nos permite hacer la corrección necesaria. cerca, e incluso oírla a la izquierda cuando está a la derecha.
934 Navegación Puntos de referencia y publicaciones 935
A pesar de esto, las señales acústicas son muy útiles, y los Mous· toso volumen publicado anualmente por el Bureau de longitudes (Ed.
quetaires de la base de Glénans en Baltimore lo saben bien, pues han Gauthier-Villar). Esta obra contiene tablas que indican la posición del
podido hacer la regata Fastnet una noche de "puré de guisant~s" . sin Sol, de la Luna, de cuatro planetas y de ochenta y una estrellas en cual-
ver el faro en ningún momento. Lo principal es comprobar las indica· quier momento del año, además de varias tablas de correcciones.
ciones que dan estas señales utilizando la sonda de forma exhaustiva. Al tratar sobre navegación astronómica, hablaremos de otras tablas
Los medios radioeléctricos pueden ser también de gran ayuda. que nos permiten efectuar los cálculos necesarios a partir de los datos
proporcionados por las Éphémerides. Sin embargo, hay que señalar
que existen calculadoras programables que no sólo facilitan los cálcu -
Las radioseñales los, sino que sustituyen algunas partes de las Éphémerides.
Existen diferentes sistemas de radioseñales. y distintas maneras de cap-
tarlas. La técnica más utilizada (que tiende a desaparecer) es la radiogo-
niometría. de la cual tendremos ocasión de hablar en el capítulo" Na-
vegación en alta mar". las radioseñales se pueden comparar a los fa- LA CARTA
ros, en cuanto a la utilización que se hace de ellas; en los dos casos se
trata de situarse por medio de .. marcas activas" cuyas características Para el navegante, la carta marina es un documento indispensable. tsta
son conocidas. Únicamente los medios son distintos: en lugar de utili- proporciona una representación gráfica muy exacta de la mar y las cos-
zar ondas luminosas y un receptor óptico (el ojo), nos servimos de las tas, y contiene, de forma abreviada, gran cantidad de datos relativos a
ondas radioeléctricas, emitidas por los radiofaros, y de un receptor ra- marcas, balizas, faros, corrientes y muchas cosas más.
dio que transforma esas ondas en sonidos. El principio de la carta es bien conocido por todos aquellos que aten-
Los radiofaros se mencionan en el Libro de Faros, cuando están si- dian en el colegio. Por si acaso alguno no lo hizo, vamos a recordarlo .
tuados en un faro (lo cua l ocurre a menudo), pero sus características no
están indicadas. Las podemos encontrar en la publicación n° 91 del
SHOM, titulado Radionavegación, o bien en el Resumen de radioseña- Fundamento
les relativo a Europa occidental, que se publica cada año en el mes de Los hombres, al comprobar la extensión del mundo y deseosos de
abril*. También están en diversas publicaciones no oficiales de las que orientarse, crearon un sencillo sistema de localización, basado principal-
hablaremos más adelante. mente en una especie de cuadriculado de la superficie del globo. Se
Ya no es necesario disponer de datos relativos a lo~ rneu¡u~ ue IIdve- trazan líneas paralelas al ecuador, entre éste y los polos: los paralelos;
gación hiperbólica o navegación por satélite, puesto que estos aparatos a continuación, líneas perpendiculares al ecuador que se juntan en
indican la situación directamente en coordenadas geográficas, así co- los polos: son 105 m eridian os. Después, basta elegir un paralelo y
mo las horas de paso de los satélites durante las veinticua tro horas si- un meridiano de referencia ; cualquier punto del globo puede
guientes. El principal documento de referencia para estos instrumentos situarse en relación con ellos. Su situación en relación con el para-
es el manual de funcionamiento. lelo de referencia indica la latitud del lugar. Su situación en rela-
ción con el meridiano de referencia indica la longitud . Latitud y
longitud son medidas angulares que se expresan en grados y mi-
Los astros nutos 1•
Los astros ¿son luces o señales? Es una cuestion de opinión personal. Latitud . El eje de 105 polos forma un ángulo de 90' con el pia-
En cualquier caso, son puntos de referencia que permiten realizar una no del ecuador. La latitud O' se asigna al ecuador y la latitud 90'
navegación muy exacta. En el capítu lo de las publicaciones, no podría- (Norte o Sur) a 105 polos. Todas las latitudes están pues comprendidas
mos omitir señalar las "Ephemerides nautiques" * *, voluminoso y cos- entre O y 90° Norte o Sur y se miden en relación con el ecuador.
De este modo, la latitud de la isla de Penfret: 47' 43'N, corresponde ps
al ángulo que forma con el plano del ecuador la linea imaginaria que
~España esta información está contenida en el Libro de Radioseñafes edi- El faro de Penfret está s it uado a 4r 43'
tado por eII.H.M. (N. de la T.) .. .. une Penfret con el centro de la Tierra.
N V 30 57'W.
** la publicación española equivalente es Las tablas efemendes o Efemendes
astronómicas. Éstas son unas tablas que dan, para cada día del año. los valores
de algunas magnitudes astronómicas variables, en particular las de las coordena- 1 El grado está dividido en sesenta minutos y el minuto en sesenta segundos.
das de los planetas, de la luna y del Sol. (N. de la r .) En la actualidad se prefiere utilizar los grados, minutos y décimas de minuto.
Puntos de referencia y publicaciones 937
936 Navegación
la carta de Mercator
En una carta marina, sin embargo, los meridianos son totalmente para-
lelos entre sí. Puesto que la representación de una superficie convexa
sobre una plana no se logra sin deformación, hay que renunciar bien a
La transformacl6n'" Mtfqetor .. 1111 que en cualquier rugir un 'ngulo situado en pllllób~·~~~Vj~11íoi!
la exactitud de la representación de los ángulos. bien a la exactitud de
mismo 'nguro en el punto COIi8lpOndlente de .. artII.
la representación de las distancias. Al ser la medición de los ángulos de
Como _ ... ~pr<ixlnililoilW " " _ . . . -.... _ oobre" globo Y In
vital importancia en la navegación, las cartas marinas se realizan gene-
ralmente según el sistema de Mercator.
,......-..Io_ ......... lWlMeIIr_.,I._porlolanto.nooxl.....IonI...I6ti·!n
En la carta, los ángulos corresponden a la realidad. Las distancias, en
cambio, sólo son exactas en el ecuador. En las proximidades de los po-
""--~
enl._.Io ....IqfI6n ... mIII~_... _ .... morIdI._/OjIo'. . .
_ _ oobre el globo. Éot8 _Inuve o mocil"" que ... o!al.m...........dor.
.~ ... mnllriOtrclWmnt•• 01lnl1li\to con lo lótItvd. Por conoIgu_.lu 1UPO!fIcI~
los la deformación es considerable: Groenlandia, en un planisferio, pa- ...._ _ .~P... _ _ I.....Io""u.. _""M_ ..rfo
rece igual de grande que África, mientras que su superficie es en reali-
.... ,,... A BCD miden - . 15' "" latitud Y 10' "" longitud. Su _ _ _ I0Il11 Í1amkiUii¡i
dad catorce veces más pequena. _ .... _10 _ _ 0""-.
Ahora bien, en la carta los paralelos son rectilíneos. El navegante cartas modernas, en color, la mar es azul cuando tiene poca profun-
que quiera ir en dirección recta tiene que ir cambiando de rumbo poco didad, y de un color azul cada vez más claro a medida que aumentan
a poco. La derrota más corta se llama ortodrómica; la derrota recta los fondos, y blanca a partir de los veinte metros; la tierra es color hu-
sobre la carta, loxodrómica. Hay que seflalar que no debemos tener mo; la costa baja es gris-pardo (superposición del color humo y el
en cuenta esta particularidad al navegar en crucero por la costa o en azul).
crucero de semialtura. donde las distancias recorridas no son tan gran- El relieve submarino está representado por CUNas de nivel, las veri-
des como para que la diferencia entre la navegación ortodrómica y lo- les frecuentemente mal denominadas lineas de sonda, y las sondas
xodrómica pueda traducirse en un numero apreciable de millas. (indicaciones de altura del agua) repartidas entre las veriles.
Las sondas se indican en metros, en relación con un nivel de referen-
cia que es el nivel de la bajamar escorada (coeficiente 120). A este nivel
Para un primer
Lectura de la carta se le denomina el cero de las cartas marinas (OCM).
La lectura de las cartas marinas exige cierto aprendizaje. Los datos
que contienen aparecen frecuentemente en forma de signos conven-
Existen aun en Inglaterra, cartas en las que las sondas están indica-
cionales o abreviaturas, que es necesario primero localizar, y después das en pies y se refieren al nivel de la bajamar media de las mareas vi-
descifrar sin equivocaciones. Aquí sólo vamos a exponer de manera
vas (coeficiente 95). Por lo tanto, es conveniente comprobar en el car-
breve la Guide du Navigateur, o su resumen: la publicación 1D del tucho de la carta cuál es el nivel de referencia empleado. La zona litoral
SHOM, que contiene todos los datos que podamos necesitar sobre
está igualmente indicada en metros, y en relación con el mismo nivel
* El Instituto Hidrográfico de la Ma- esta materia*. de referencia. Pero en la carta, la cifra correspondiente a la costa está
rina (IHM) incluye en su Publicación
n.o 14 los signos convencionales y las subrayada . .12 indica un punto que sobresale 3,5 metros de la bajamar
abreviaturas más corrientes que se uti-
Las escalas de referencia.
lizan en las cartas. (N. de la T.) Los bordes Norte y Sur de una carta marina (el Norte está, como es ló- Las altitudes terrestres están también indicadas en metros, pero en
gico en la parte superior de la carta) tienen una escala de longitud que relación con el nivel de referencia elegido para la nivelación general de
nos permite situarnos en relación con el meridiano de Greenwich. Ésta, Francia (NGF), que corresponde aproximadamente al nivel medio del
no suele ser necesaria. mar. Para evitar cualquier confusión con las sondas, las cifras van segui-
das de una "m".
Los lados Oeste y Este t ienen una esca la de latitud, que nos Las rocas que sobresalen siempre están representadas por el símbolo
DU GOl/Uf OE III'IUT permite no solamente situarnos en liltitud, sino, sobre todo, me- ó en las cartas modernas en color y por una T en las cartas antiguas en
• POIITUU
ILE O'OUESSAlfl d ir las d istancias. blanco y negro.
--. __", ..__-'._.-
_.-o.
---_.-
'" ._...-- Ya sabemos que la escala de latitudes es variable: la representación
del minuto de latitud va aumentando a medida que nos vamos acer-
--- cando a los polos. Aunque este aumento no sea siempre visible a sim-
ple vista sobre la escala de las cartas de navegación costera, no por ello
El paisaje
Las escalas y los niveles constituyen indicaciones básicas, pero la carta
las distancias se miden s obre la esca la
de las latitudes. Desde la torreta de
Cigogne a la de Roche rs leuriou en la
es menos real y hay que tenerlo en cuenta. Para medir la distancia en- contiene también otros datos que, junto a los demás, conforman una
parte s uperior izquierda de la ca rta, hay
tre dos puntos, debemos por lo tanto trasladar esta distancia sobre la visión del mundo especial de los navegantes.
2.2 millas (ia vista de gaviota!) .
parte de la escala que tiene la misma latitud media que la de los puntos En la carta, la tierra firme se convierte en un desierto, un simple so-
que estemos considerando. porte de los puntos de referencia: solo subsisten sus picachos, sus edifi-
cios destacados, sus árboles más frondosos. El mundo empieza real-
Los niveles mente a la orilla del mar, con fronteras extraordinariamente nítidas. Es
En las cartas existen tres zonas muy diferenciadas: la mar, los lugares un mundo elíptico, formado por espacios libres entre objetos conve-
donde siempre hay agua; la tierra, donde no hay agua; y la zona li- nientemente balizados. La boya más pequeña adopta las proporciones
-_ -......-._... _-
. _""
Cartas " P". se rie especial para la
....
toral, espacio intermedio que está tan pronto bajo el agua, como en
seco.
En las cartas antiguas, la mar es blanca, la tierra gris uniforme y la
de un pueblo. Los puntos rojos de los faros atraen nuestra vista, como
lo hacen los mismos faros por la noche. De hecho, un paisaje marino se
parece extraordinariamente a su carta. Ésta, incluso nos hace presentir
navega ción de recreo.
zona litoral de color gris variable según la naturaleza del fondo. En las el ambiente.
940 Navegación Puntos de referen c ia y publ i ca c iones 941
las profundidades y las a lturas no se A. Nive l de refe rencia pa ra las ción de Avisos a los Navegantes publicados desde dicha fecha. para
mide n a partir del mismo nivel de profundidades, llamado nive l de efectuar la necesaria actualización. La puesta al día de las cartas que
En España
referencia. reducción de sondas, o OCM, o cero poseamos, puede hacerse, como ya hemos dicho, gracias a la Recopila-
as cartas que se utilizan
L en España son las edita -
de las cartas marinas (es e l nivel de la ción anual de correcciones de cartas, publicada cada año en el mes de
das por el Instituto Hidrográ-
fico de la Marina. que no es-
tán plastificadas y que se en-
c uentran siempre al día de
}D
11 /
4I
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I 2,5
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FI 14 m 10M
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máxima bajamar).
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Publi cac iones, Mini sterio de AAIt ~ _ In 1M" ", ,.1'1'<>',........ n..... u moven
Defensa, apartado núm. 499, Quizás nos alegre saber que las cartas publicadas por el SHOM se clasi- si, .... J., m ... deo..... "" df"O ltyd'OII"'J>/IlIIu.
28080 Madrid , existen una fican en siete categorías: desde las cartas de pilotaje costero (escala de
_ _ .-.... "O_ •• _ _ _
, .... , ;.-• • -.. , por '0.01"' .. : OH po.I,""', .~''''''''' o. ""'1.ft h .... '" ..... el<
serie d e cartas especiales en -
~IWGS.<I_ioo-.
1/10.000 a 1/25.000) hasta los atlas marítimos y planisferios (escala de CO/'ogu. <lO 0):.6' _ . " Ii.,~.,,,, tIJIIr nr. n:.. _, lu • • n 0="'1 _ _ . ."
~
......
tre las Que figuran:
1/5.000.000 a 1/ 15.000.000). pasando por las cartas de pilotaje de al-
• Carta Mercato riana en p, ojoKtIon"' ~or
tura, de cabotaje, de recalada, de travesía, y las cartas oceánicas. Todas
~
blanco , para lat itud es entre C'O ....... ~ :l.oI_<b,.._~_:¡O¡.-.........-,,,.. ,.~&Otft...-....
61 · N Y 61 · S. las cartas llevan un número de serie que permite identificarla sin peligro ~ lE': 0 ,'.... el"" , 0000g _ h""OII'ophlquu : Vol, lo diagr.........
ln_anco'aclélndro;ut.... :o,J""""""'.-..nt ... _plus.ncl __
• Ca rta meteorológica. de confusión. La lista de las cartas figura en diversas obras, especial-
r_ophIo: L. ' ~"poh" ~nt'" po/IoIogo-.pohjnHrien.-s ,HIi' __
loo SHOM.
• Cuadro de sig nos, sím- mente en la Hoja catálogo n.o 8 del SHOM de la cual ya hemos hablado. • .... flf compl"'. P<l~' 1·;"1<Í' ¡.~' .... 0<: les co " ..... "'nI,n",
G'OIIraphlqu. N.tionlL
bolos convencionales yab re- ' ·CIlenoId"_.......
Las cartas no plastificadas adquiridas dírectamente en el SHOM es- CMnal ,,'OppracM "b"\l0"';,. PO'" lo. """"'0' u.n.partan, 6n hyd,,,,,.rbu,n "Ir <les
v iaturas utilizados en las car- Hav que leer atentamente e l cartucho
~
~~_~~_.'.... ~...... N• ..,.,.,..
tas náuticas espa ñola s. tán siempre al día de las últimas correcciones. Cuando compramos las l·Z ...... d"_cl<.cIt,.
De ....... 1>0-........ ones 6· ... _ico ... ti, .....'VII. rts, 6. GtoL<. SetA. ... ,'''''" ."'.... u,~ de una carta, especialm ente para
• Cartas Cóusal. cartas en la tienda de un agente autorizado, hay que comprobar la fe-
cha de entrega (con sta en un sello al dorso de la carta) y pedir la colec- ~ ~\'~'"j\v:.;~~-~:s'"l'-- conocer e l nivel de referencia utilizado
para la s so nda s y a ltitudes.
942 Navegación Puntos de referencia y publicaciones 943
1
944 Navegación Puntos de referencia y publicaciones 945
España
El "Bloc Marine"
Esta publicación, que en principio era un simple cuaderno de bitácora
Publicaciones para la navegación de recreo
Existen muchas otras informaciones, destinadas a la navegación de re-
.....-,--
~
(así como el del I'~M) se dedica a este trabajo, que se publica anual· Parece necesario efectuar algunas observaciones en relación con las
mente en forma de "Anuario de Mareas". Es una de las pocas publica- horas, las alturas de la marea y con lo que denominamos el nivel de la
ciones para la navegación que no necesitan actualizarse (aunque, co- media m area.
mo ya veremos, puede que necesitemos incluir diariamente algunas • Horas. Al consultar una publicación sobre mareas, es conveniente
correcciones). comprobar siempre cuál es la hora de referencia utilizada. Actualmente
la hora que se utiliza en el Anuario de Mareas es la hora TU + 1, a la
En el Anuario de Mareas, encontramos: que hay que añadir una hora más en verano.
• en primer lugar una tabla con los coeficientes de cada una de las • Alturas. Las alturas se indican en metros, en relación con un nivel
mareas del año. El coeficiente es un valor que indica la importancia re- de referencia determinado. Pero este nivel de referencia no es el mismo
lativa de la marea. Se expresa en centésimas y los coeficientes de refe- en todos los paises.
rencia son: la mayoría de los países, entre ellos Francia y España, han elegido el
e = 120 para la mayor marea conocida (máxima marea viva); nive l d e la mayo r baj am ar co nocida (bajamar escorada), y en defini·
e = 95 para las mareas vivas medias; tiva resulta bastante prudente; excepto casos especiales, la altura de la
e = 70 para una marea media; marea en un lugar determinado no es nunca inferior a la altura indica·
e = 45 para las mareas muertas medias; da en las publicaciones (a veces es incluso superior: en Paimpol, por
e = 20 para la menor marea conocida (máxima marea muerta). ejemplo, donde el nivel elegido como cero de la carta, se encuentra a
La amplitud de la marea varía considerablemente de un lugar a otro: 50 centímetros por encima del nivel teórico de la mayor bajamar).
A nuario d e m ar eas (SHDM ). puede suceder que el mismo dia (y para un mismo coeficiente) la amo Pero en algunas regiones, como en Inglaterra, existen todavía publi·
plitud sea de 11,2 metros en Saint Malo y de 4,6 metras en larien!. Pe· caciones en las que el nivel de referencia utilizado es el ni vel de la ba·
ra hay que resaltar que, en todos los lugares, la razón entre las ampli· j am ar media d e mareas vivas (MlW S). Cuando se calcula la marea
tudes es igual a la razón entre los coeficientes: la amplitud durante la para la bajamar de las mareas vivas superiores a la media, hallamos
máxima marea viva es seis veces mayor que la amplitud durante la má· pues niveles negativos, es decir inferiores al nivel de referencia.
xima marea muerta (120 = 6 x 20). • Ni ve l de la media ma rea. Hay que señalar que, cua lquiera que
En España
• las horas y alturas de la marea durante la pleamar y la bajamar en sea la amplitud, en un luga r det erm i nado, el n ive l de la m ar
E l Anuario de Ma reas
es una public a ci ó n
qu e edita e l IH M y qu e
18 puertos franceses, denominados pu ertos p r incipa les o puert os
patrones, y las correcciones que hay que efectuar a estos datos para
siem pre es el mi smo en la m edi a marea . Este nivel de la media ma·
rea se indica en el Anuario, en relación con todos los puertos principa-
21 S puertos franceses, ingleses, belgas, holandeses y españoles, llama- ue
les y la rndyur íd lu~ lJuel tu~ ~eLundarios (también está en el cartucho
co ntiene pred iccion es de
dos pu ertos secundari os. de las cartas). Es un dato muy valioso, como ya veremos más adelante.
mareas para los pu e rt os
• Contiene, asimismo, las alturas de la marea en cada hora en Le También se denomina n ivel medio.
patrones o prin cipales de
la península Ibérica. islas Havre y Saint·Malo (lugares en donde la marea está "invertida"), curvas
Ca na ri as, Sá ha ra Occi- de marea de algunos puertos, un gráfico que permite calcular la altura
de ntal y algunos pu ertos de la marea en cualquier momento, y por último las correcciones que Métodos de cálculo
d e Á frica Occidenta l. hay que efectuar a las altu ras de la marea en función de la presión ato Cuando navegamos cerca de la costa, podemos tener muchos moti-
Lo s cá lcul os son ínt e- mosférica. vos para calcular la marea. La preocupación de mantener en todo
gram ente efect uados por momento un margen adecuado entre la quilla y el fondo del mar es
la Secció n de Oce an og ra- sin duda ninguna el más importante de todos. Pero también podemos
tia y procesado s po r or- calcular la altura de la marea para prever la configuración de un pai·
d e n a d o r Digit a l VAX La marea en el Minitel saje, para saber qué rocas sobresaldrán y cuáles no, para asegurarnos
VM S. puntos de referencia exactos entre los que podremos navegar con
Las pr e dic c i o n es d e a sección "c álc u los d e marea" del Minite l 36 15 SHO M ,
m areas de los pu ertos pa- L ad em ás de pr o p o rcion ar t odos los h ora rio s y coe fi c ien -
t es de ma rea para lo s pri nc i p ales pu ert o s de todo el mun -
tranquilidad.
y por último, en algunas ocasiones, especialmente con niebla, la utí·
t r on es o pr in cipal es se
han realiza do a partir d e do, ca lc ula la altura de agu a en un momento co n c ret o o lización conjunta de la sonda y del cálculo de la marea nos dará res-
las co mponentes arm ó ni- indica la ho ra a la qu e habrá un a det e rmi n ada altu ra de puesta a la terrible pregunta: Pero, ¿dónde estoy?
cas d e se r ies d e a lturas agua e n cu alqui e r día y c u alqui e r p u erto d e las costas Prácticamente, se trata siempre de encontrar, en relación con un lu·
del nive l del mar. fran cesas. gar determinado:
948 Navegación Puntos de referencia y publicaciones 949
• bien la altura de la marea a una hora dada. ¿Podré pasar? Algunos navegantes son alérgicos a los dibujos; otros no tienen sufi-
nivel PM
duranle el dia • bien la hora a la que habrá una altura de marea determinada. cientes dedos para contar hasta doce. Casualmente, el método de los
¿Cuándo podré pasar? doceavos puede utilizarse a voluntad, bien por medio del cálculo, bien En España {Ejemplo de puerto Bilbaol
El cálculo se realiza a partir de las horas y alturas de pleamar y de por el gráfico. Veamos el ejemplo. Nos encontramos en Bilbao el dia 17 de septiem-
tre, y queremos saber. ¿Cuál será la altura de la
bajamar del lugar considerado. Sólo necesitamos un poco de teoría. marea a las 13h? ¿A qué hora habrá una altura de
nivel de la Cálculo para un puerto principal marea de 3 metros?
~'i"""''''''''''''''''''''''''' media marea El método de los doceavos Estamos en Cherbourg, el dia 9 de julio, y queremos saber:
Es un ejemplo facil pues Bilbao es un puerto
principal y las alturas de la marea estan indicadas
Para calcular las horas y alturas de la marea lo que sobran son méto- • cuál será la altura del agua en este puerto a las 12h 20. en el Anuario de Mateas. Más adelante velemos lo
• a qué hora habrá un nivel de 4 metros. que hay que hacer para el cálculo de un puerto se·
dos: hay para todos los gustos y circunstancias. El SHOM propone dos: cundario.
uno se realiza con ayuda de un ábaco (ábaco 9004 HOA. antes SH 4) y Es un ejemplo fácil, puesto que Cherbourg es un puerto principal, y En primer lugar, hay que buscar en el Anuario
nivel BM el otro por medio de un gráfico que viene en el Anuario de Mareas, las horas y alturas de la marea del mismo están indicadas en el las horas y alturas de pleamar (PM) y bajamar
t-'¡.<IIo...J '....~......~ durante el día Anuario. Veremos más tarde lo que hay que hacer para el cálculo en un
{BMI, antes y después de las 13 h en Bilbao, el día
junto con sus instrucciones de utilización. Nos contentaremos con ex- 17 de septiembre de 1994:
Ode las cartas poner aqui el método que nos parece más sencillo: el llamado método puerto secundario. BM -07h 44·0,99 metros
de los doceavos. En primer lugar, buscamos en el Anuario las horas y alturas de plea- PM -14h 04 -4,11 metros
Examinaremos después algunas tablas especiales, que podemos ver- mar y bajamar antes y despuéS de las 12h 20 en Cherbourg el dia 9 de , .. :... _.:: " •.,_ ... _.' ¿Cual seta la altura de la marea
nos obligados a utilizar en lugares en los que la marea presente alguna julio.
particularidad. PM 8h 48 6,0 metros
El método de los doceavos se basa en una constatación muy simple: BM 15h 32 1,3 metros
la curva de la marea es notablemente sinusoidal. De un repunte al otro, y ahora, adelante.
la mar sube o baja, como indicamos a continuación:
Primera pregunta: ¿Cuál será la altura de la marea a las 12h 20?
1/12 de la amplitud durante la l' hora, 1 1. Para una utilización directa, pasamos de hora universal + 1 a hora
121.
2/12 de la amplitud durante la 2' hora, 2 universal + 2, que es la hora vigente en verano: PM 9h 48, 8M 16h 32
3/12 de la amplitud durante la 3' hora, 3 2. Cálculo del doceavo:
4/12 de la amplitud durante la 4' hora, 3 • amplitud: 6,0 - 1,3 = 4,7 metros (altura PM - altura 8M)
5/12 de la amplitud durante la S' hora, 2 • doceavo: 4,7: 12 = 0,39 metros (amplitud dividida entre 12)
6/12 de la amplitud durante la 6' hora, 1 3. Cálculo de la hura-rrlared (ifllel vd lu divididu enlre 6):
• intervalo: 16h 32 - 9h 48 = 6h 44 Altura de la marea
Es lo que se llama la regla de los doceavos. • hora marea: 6h 44: 6 = 1h 07 6 67 minutos de reloj. BM 0,99 metros
Al dividirse entre 12 la amplitud, y dividirse entre 6 el intervalo entre 4. A las 12h 20, la mar ha bajado de5ge-la5- 2h 32, o sea 152 minu- 10h 47 (09h 44 ... Ih 03) 1,25 m(O,99 ... 1doceavo)
los dos repuntes, resulta muy sencillo averiguar la altura de la marea en tos de reloj, que hay que pasar a minutos-marea haciendo una regla de I1h 50 (10h 47 + Ih 03) 1,71 m(1,25 ... 2 doceavos)
12h 53 {llh 50 + lh 031 2,55 m(1,77 ... 3 doceavosl
cada hora. tres: (152 x 60) : 67=136 minutos-marea, o sea 2h 16 horas-marea. l3h 56 (l2h 53 ... lh 03) 3.33 m{2,55 ... 3 doceavosl
Altura PM - altura BM = amplitud la mar ha bajado por Jo tanto aproximadamente 4 doceavas, es de- 14h 59 {13h 56 + Ih 031 3,85 m(3,33 ... 2 doceavosl
cir 1,56 metros. A las 12h 20, la altura de la marea en Cherburg será ISh 02{l4h 59 ... Ih 031 PM 4,11 m 13,85 ... 1 do-
ceavo)
Altura PM - altura BM = nivel medio de:
2 6,0 - 1,56 = 4.44 metros. diferencia que se produce entre la
prevista por el Anuario U6h 041 y
según el método de los doceavos {16h
PM Indiquemos simplemente que al ser el intervalo superior a seis horas, Segunda pregunta: ¿A qué hora será el nivel de 4 metros? al método de aprOlcimac¡ón, pero en
2112 1/ por término medio, la "hora marea" es distinta de la hora de reloj. Sin Cuando el nivel alcance 4 metros, la mar habrá bajado de 6,0 - 4 = 2 caso es significativa. lo mismo puede ocu·
la altula de la marea.
NM
3/12 V
N4
embargo, únicamente tendremos en cuenta esta diferencia cuando el
intervalo esté muy lejos de la media (lo que ocurre en el canal de La
metros, es decir un poco más de 5 doceavas. la mar baja 5 doceavos
en 2h 40 hora-marea, es decir 160 minutos-marea. Por medio de una
responder a la pregunta paleanteada:
al/ura de la matea a las 13 h7, consultamos
/ Mancha, por ejemplo, donde hallamos intervalos de menos de cinco regla de tres pasamos los minutos-marea a minutos de reloj:
1'"''
I alnterior y vemos que a esta hora la altura
'l"";m,,j,menle 2,55 metros.
~N6 horas, o de más de siete horas); prácticamente, no se efectúan correc- (160 x 67) : 60 = 179 minutos, es decir 2h 59. indica el Anuario, la altura de la marea
BM ciones a menos que el intervalo sea inferior a cinco horas y media o su- El nivel será de 4 metros a las: sumarla a las sondas indicadas en las car-
obtener la profundidad.
hora marea perior a seis horas y media. 9h 48 + 2h 59 = 12h 47.
950 Navegac i ón Puntos de referencia y publicaciones 951
El gráfico
COEfFICIENTS DE LA MAREE Sobre una escala vertical graduada en metros, trazamos un semicirculo
de un diámetro igual a la amplitud de la marea, teniendo cuidado de
Hevre cM la pIolne mM' • 8AEST • Coefl'M:iem .... oenti6mes hacer coincidir BM y PM a la altura deseada.
JUIWT AOUT SEPTEMBRE OCTOBRE NOVEMBRE DtcEMIRE Dividimos la circunferencia en 6 partes iguales, o mejor en 12, que
.. .. ...
corresponden a las horas o medias horas-marea.
...... .."
Altura del agua a 12h 20: el punto A a 12h 20 que está sobre el se-
8"&·05
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:ro" micírculo situado sobre la horizontal de 4,50 metros.
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50
51 Hora a la que hay 4 metros de agua: sobre la horizontal de 4 me-
tros, en el punto B, se calcu la 12h 50 .
B
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UU
10 , .
un .. Para que se pueda leer, este grálico debe efectu arse en papel cua-
driculado o milimetrado. 13H43
El cálculo y la realidad
CHER80URG
Sea cual sea el método que utilicemos para calcular la altura del agua,
ut. • 1' 3" N. hay que convencerse de que el resultado obtenido es aproximado (no 130m 15H25
aEURES El tlAUTEURS DES PUI.ES El aASSES MEAS
Heurel T. U. + 1 h. loftg. , . 3" W.
se obtiene siempre el mismo resultado, sino que éste depende del mé-
16 H3 15H59
JUILLET SEPTEMBRE
todo que utilicemos!). Existen varios factores que pueden aumentar es-
AOUT
ta inexactitud: por ejemplo, la presión atmosférica (casi siempre nos ol-
He"J. ' Haut. He"" •• Hoyt. He"" •• Hai)1. Heure, Haut. He"r. , HOII'. He",•• Haut.
vidamos de consultar la última página del Anuario, que contiene las co-
..'
h. m. M. h. fII . M. h. In . M. h. m. M. h. m. M. h. m. M.
8 = ~i
"., 1" Io t.
l ••
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MI, 16 '51
l.'
•• 1
t.l .
rrecciones que hay que hacer al cálculo en función de dicha presión); el
mismo viento, cuya influencia escapa a las estimaciones precisas (y que
puede ocasionar variaciones de ± 20 a ± 50 centímetros). En general, la
Para dividir la semicircunferencia en
..' .'7
20 l~ ~. o . PL 21 11 6 . 0. 2 1 39 •• 7 22 O] 6,1 . Z1 "2 22 1 1 6 .0 .
doce partes: se trazan tres raCJios, uno
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/II F. 11 Zl
13 0 1
!! 'l • •
l.' .
•••
presión alta y el viento de tierra hacen que la altura del agua pueda ser
inferior a las cifras resultantes del cálculo; y superior cuando la presión
es baja y el viento sopla de alta mar.
perpendicular a la vertical y los otros
dos a 45°: con e l compás regulado con
10 ~ ~; 1. 1
25 t ri ~~
l. ,
IOI ~ ~;
0.6 .
2S ,~ !~ l.' IOI ~ ~:
1, 0 .
251~ ~!
l •• Por otra parte, el mar de fondo origina una variación del nivel que
la diferencia inicial, se trazan, a partir
J 16 11
• •l
1.1 V 16 Sol '.'
l •• o 11 21
6 , '5.
0 ,7. L 11 27
5 . 9.
l.' !fE 18 lO
• .l
l., J 11 '.i1 '.'
1. 7 corresponde a la mitad de la altura de la ola. Si sabemos que el oleaje
de los cinco radios dibujados, la s
••• '. ,
....,, ' .1
21 155 6. 10 . 22 l8 n .. •• 7 2 3 01 n n intersecciones que se requiera
tiende a aumentar sobre los bajos fondos, no dudaremos en adoptar
Il l~ ~;
v l7 0 1
0.9.
1t0.
261 ~ ~:
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HA 11 56 1. 5 . J 12 29
l.-
6.0.
'.'
1 .1.
s.,.
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un amplio margen de seguridad .
¡habiendo obtenido las dos ultimas a
partir de las intersecciones s ituadas en
II ) 9 1) 00
••• 23 "6 ",. S. 8 19 16 1, 7 . Todo esto basta para mostrar que hay evitar hacer un cálculo de ma-
una y otra parte del radio horizontal) .
reas complicado. Nos podemos marear, lo cual aumenta el riesgo de
cometer errores. Excepto en casos particulares, el sentido común indica
confiar más bien en una simple estimación sobre el nivel de la media
HEURES AU POR' DE REFERENCE HAUTEURS AUPORT DEREFERENCE marea; la prudencia recomienda aumentarlo con cierto margen, que
NOM DU POfIT
lAl LONG. ~iveau denominamos pie de piloto.
PJeines mers Basses mers PI,ines met"s Bassesmers
49 39
. ,
1 38W 3,78
~oy,n
m
VE.
h.m.
111
M.E.
h.m.
111
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h.m.
4%4
M.E.
h.m.
1001
V.E.
U.
m
M.E.
m
5.11 .
V.E.
m
1.1 .
M.E.
m
U.
Cálculo simplificado a partir del nivel de la media marea
Al ser el nivel de la media marea más o menos constante en un lugar
determinado, disponemos de un punto de referencia válido. Este nivel
ti 11 1111 11%4 Z2 01
de media marea, está indicado en el Anuario en relación con todos los
....... ....... 4934 ,~::;.;. -U.
+ 100 ';'~-f .;.:.~~
Salnt·Vaasl·la-Hougue 116 3.10 + 053 + 108 +0 58 + 0' . puertos, ya sean principales o secundarios .
8arfleur ... ......... ..... .... . 49 40 1 15 3,78 TO ~f 0 (6 + 035 0.0. + 0.2 -0.1 -11,1
Omonville ... . ......• .. .. .... .... 49 <3 152 3.78 -1109 - O ,. -11 16 - 0 26 - 0.1 - M. 0,0 +0.1 Según la regla de los doceavos, el nivel de la mar va ria una cuarta Pagina de aliado: facsim il del Annua;re
parte de la amplitud durante la hora anterior a la media marea; y otra des marées {SHOMI .
952 Navegación
Puntos de referencia y publicaciones 953
cuarta parte durante la hora posterior. Basta calcular esta cuarta parte En algunos lugares, sin embargo, estas correcciones son indispensa-
(en nuestro ejemplo seria: 4,7 : 4 = 1,17 metros), bles. Por ejemplo, en la zona de Saint-Vaast-Ia-Hougue, en la costa
Para disponer, a partir del nivel de la media marea, de otros dos ni- España (ejemplo)
oriental del Cotentin. Saint-Vaast es un puerto secundario en el que la
veles interesantes: amplitud y las horas de marea son muy diferentes de las del puerto Tomando como referencia el se-
- una hora antes de la media marea: 3,65 + 1,17 = 4,82 metros. principal, que casualmente es Cherbourg.
gundo ejemplo, vamos a tratar de
- una hora después de la media marea: 3,65 - 1,17 = 2,48 metros. ave riguar cuál será la altura de la
marea en Guetaria el 17 de sep-
Volvamos a los datos del ejemplo anterior, para averiguar cuál será tiembre a las 13 h.
Esta "regla de los cuartos" suele ser suficiente en la mayoría de los la altura de la marea en Saint-Vaast el 9 de julio a las 12h 20. En el Observamos en el Anuario que
casos, sobre todo si al resultado obtenido, se le añade un buen pie de el puerto patrón de Guetaria es Bil-
Anuario (ver página 950) observamos en primer lugar que las correccio- bao y que las diferencias en horas
piloto. nes que hay que efectuar son distintas segun estemos en período de y alturas con respecto a éste son:
mareas vivas o de mareas muertas. Por lo tanto, hay que empezar com-
El pie del piloto probando el coeficiente: 86-90, estamos en mareas vivas. Hay 53 minu- Horas: PM diferencia - Oh 10
En principio, el pie es de unos 30 centímetros. Pero con frecuencia Alturas:
tos de diferencia entre la pleamar de Saint-Vaast y la de Cherbourg, y PM diferencia + 0,25 metros
comprobamos que cuanto más edad tiene el piloto mayor es el tamaño 1h 20 de diferencia entre la bajamar de ambas. Horas: BM diferencia - Oh 10
del pie. Ciertamente, la experiencia nos vuelve prudentes y. además, Esto nos obliga a tener que hacer el cálculo: Alturas:
enseguida descubrimos que es muy agradable navegar sin preocupa- BM diferencia + 0,03 metros
ciones, en vez de estar todo el rato preguntándonos si tenemos pie o PM Cherbourg 8h 48
no. Teniendo en cuenta esto, creemos que calculando los cuartos y de- Ahora efectuamos el siguiente
Corrección + Oh 53
jando un pie de piloto igual a la mitad de la amplitud, estaremos segu- --- cálculo:
BM Bilbao 07h 44
PM Saint-Vaast 9h 41
ros (que aquéllos que no hayan tocado fondo alguna vez lancen la pri- Diferencia - Oh 10
mera piedra). Cuando las circunstancias nos obliguen a reducir este BM Guetaria 07h 34
BM Cherbourg 15h 32
margen empezaremos a realizar un cálculo más exacto.
Corrección + 1h 20
En algunos casos, nos vemos obligados a contentarnos con poco. Di- --- PM Bilbao 14h 04
BM Saint-Vaast 16h 52 Diferencia - Oh 10
gamos que se puede reducir razonablemente el pie de piloto a 30 cén-
PM Guetaria 13h 54
tímetros si el tiempo es tranquilo, el fondo de arena y si la marea está
subiendo .. Para una utilización directa, pasamos de TU + 1 a TU + 2, hora de
Para su utilización directa pasa-
No hay que dejar de comprobar el cálculo por medio de la observa- verano, es decir:
mos de estas horas a la hora ofi-
ción directa cada vez que sea posible. Una roca marcada sobre la carta, cial (2 horas de adelanto):
PM Saint-Vaast 10h 41
en el momento en que emerge, nos proporciona una indicación exacta.
BM Saint-Vaast 17h 52 BM Guetaria 09h 34
En algunos puertos, podemos encontrar también escalas de marea muy PM Guetaria 15h 54
cómodas.
A continuación hay que hacer las mismas correcciones en relación
A continuación, hay que hacer
con las alturas, es decir: las mismas correcciones en rela-
Datos ción con las alturas, es decir:
Cálculo para un puerto secundario PM Cherbourg 6,0
El ejemplo que hemos elegido antes para exponer el método de los do- Corrección +0,2 BM Bilbao 0,99 metros
ceavos se aplicaban a dos puertos principales: Cherbourg y Bilbao. Pero Diferencia + 0,03 metros
PM Saint-Vaast 6,2
(ia Dios gracias!) no navegamos siempre en las cercanías de un gran BM Guetaria 1,02 metros
puerto; por lo tanto, para efectuar un cálculo de marea tenemos que
BM Cherbourg 1,3 PM Bilbao 4,11 metros
localizar primero en el Anuario de Mareas, las diferencias de amplitud y - 0,2 Diferencia + 0,24 metros
Corrección
de horario que hay entre el puerto secundario más próximo al lugar PM Guetaria 4,35 metros
BM Saint-Vaast 1,1
donde nos encontremos y su puerto de referencia.
Señalamos de nuevo que en muchos casos estas diferencias son des- Ya sólo nos queda aplicar el
preciables; sólo haremos correcciones cuando comprobemos que existe método de los doceavos como hi-
Ya sólo nos queda aplicar el método de los doceavos como hemos cimos anteriormente; el lector,
una diferencia de 10 minutos, o de más de 0,30 metros entre el puerto también aqui posiblemente Que-
hecho antes; el lector seguramente nos agradecerá que le ofrezcamos
principal y el secundario. rrá practicar él solo.
la oportunidad de practicar él solo.
954 Navegación Puntos de referencia y publicaciones 955
. '"
Ejemplo de cálculo de marea 52
para Baltimore
E/ Macmillan nos indica: High Water at Cobh Ithe Standard
Port) '" ,-
~-
Corrientes de marea
En los Derroteros, encon traremos todo tipo de información tan to gene~
ral como part icular sobre las corrientes. Gran número de cartas inclu-
reflujo
yen un cartu cho en el que se indica tanto la velocidad como la direc-
-
ción de la corriente, zona por zona, y hora a hora . Pero también existen
publicaciones especializadas como los Atlas de courants de marée del
SHOM. Estas publicaciones, clasificadas por medio de cifras, represen-
tan las corrientes en cada hora de la marea, en mareas vivas medias y inversión
de la corriente
en mareas muertas medias. En la actualidad hay siete atlas de las co-
rrientes existentes a lo largo de las costas francesas. Asimismo, pode-
mos utilizar la publicación n.O 550 del SHOM Courants de marée dans
SentIdo de la corriente en 1.. cm.ent.. horas de la me..... La. horas de marea
la Manche et sur les cótes franc;aises del Atlantique. Con un formato
_ "'" de Do_ YBoulog...
958 Navegación
Navegación
de corrientes.
Para utilizar correctamente estas publicaciones es conveniente (on~
sultar la Guide du Navigateur, que proporciona a este respecto explica-
ciones muy claras. Indicamos a continuación 105 datos principales:
costera
• la dirección de la corriente es aquella hacia donde nos lleva la co-
rriente (no como ocurre con el viento, la dirección de donde viene);
• las horas están indicadas por cuatro cifras juntas, precedidas del
signo + o del signo -. El signo + significa "después de la pleamar"; el
signo - significa" antes de la pleamar". (Por ejemplo, leemos en el De-
rrotero: "La corriente porta al WSW hacia + 0430 Cherbourg", es decir
4h 30 después de la pleamar en Cherbourg);
• las velocidades indicadas corresponden a mareas de coeficiente
45 Ó 95 (mareas muertas y mareas vivas medias); a partir de ahí, pode-
mos calcular la velocidad para cualquier coeficiente, pero en la práctica Ahora, ya podemos zarpar. Toda la información aprendida en el capitu-
basta, por lo general, con elegir una u otra de las cifras indicadas, en lo anterior, ordenada una tras otra va a empezar a tener sentido. Utili-
función de la marea del dia. zaremos las marcas en las enfilaciones, para hacer pilotaje cerca de la
Fasciculo de Courants de maree, para e l Pero hay que saber, que, de todas formas, las indicaciones que nos costa. Cuando estemos algo más lejos, tomaremos marcaciones, para
Sur de Bretaña. proporcionan las publicaciones son aproximadas. No nos podemos ce- averiguar nuestra posición y situarnos en la carta. También sobre la car-
flir con un absoluto rigor a datos que son esencialmente cambiantes y ta, según los datos de que dispongamos en cada momento sobre el
que están sometidos a todo tipo de influencias. Además, las publicacio- abatimiento y la deriva, trazaremos la derrota y deduciremos el rumbo
nes no pueden incluir todos los detalles, describir lo que pasa en cada que hay que dar al timonel.
hueco de la costa: tenemos que aprender a localizar solos el itinerario Pilotaje, situación, elección del rumbo, éstas son las tareas del nave-
de las pequeflas corrientes características de una zona. gante cuando tiene la costa a la vista . Es evidente que la navegación
En resumen , hay que recuperar el olfato de nuestros antepasados costera también implica otras actividades.
que evocábamos al principio del capitulo. Los puntos de referencia y las
J..lublicaciones son sin duda elementos indispensables para navegar
bien, pero no pueden sustituir por completo a la vista, el sentido mari- EL PILOTAJE
nero y la experiencia, que nos permiten adaptarnos a las circunstancias
y encontra rnos a gusto en una realidad que se ríe tranquilamente de En una zona en la que abunden las marcas, cuando la visibilidad es
las correcciones y actualizaciones. buena, podemos navegar hallando nuestra situación y avanzando en
relación con lo que vemos: estamos haciendo pilotaje.
Las publicaciones que tenemos que utilizar son : la carta y el Anuario
de Mareas; a veces, también el Derrotero y el Libro de Faros. El único
instrumento indispensable es un trocito de hilo de vela (pero también
pueden resultar útiles un compás de alidada y una regla de Cras).
A pesar de esta austeridad de medios, el pilotaje es una técnica muy
exacta, cuya prádica debe ser llevada a cabo de forma rigurosa. Es cier-
to que podemos contentarnos con aproximaciones al navegar por una
zona completamente despejada, sin peligros próximos: el juego de las
"posiciones relativas" nos permitirá situarnos más o menos, y esto mu-
chas veces es suficiente. Pero todo cambia cuando nos acercamos a tie-
rra, y tenemos que meternos por un paso estrecho, o bordear una cos-
ta llena de escollos. Fiarnos de nuestra intuición, o de la precisión de
nuestra vista resulta entonces muy arriesgado por una razón concreta:
960 Navegación Na ve gac i ón costera 961
en la mar, es imposible evaluar correctamente las distancias a simple zarla con precaución. Lo mismo ocurre con un barco fondeado. Necesi-
vista más alld de unas decenas de metros. Es necesario fiarse de algo tamos marcas que estén completamente fijas.
más, que no sean nuestras impresiones. El pilotaje consiste principal- Hacen falta marcas lo más "puntuales" posibles: una colina sin un
mente en buscar puntos de referencia en la carta y hacer que dichos picacho que sobresalga no es una buena marca. Como tampoco lo es
puntos se puedan utilizar por medio de un sistema muy sencillo: las en- una casa demasiado cercana (su chimenea, quizás). Los faros y las ra-
filaciones. diobalizas son marcas perfectas y aún más al ser fácilmente identifica-
bles.
A B e o Menos identificables son las rocas; pero con frecuencia son las úni-
Las enfilaciones cas marcas posibles. Hay que observarlas en la carta con una atención
J J J J Cuando a la vista de un observador dos objetos se perfilan uno exacta- especial. Tener en cuenta su tamaño, su altura, su forma (que puede
mente detrás del otro, se dice que están enfilados, que forman una en- cambiar con la altura del agua). Una roca perdida en medio de un
filación . Consecuencia inmediata, infinitamente preciosa y precisa: el montón de rocas de su misma altura (o incluso ¡detrás de una más
observador se encuentra en la prolongación de la línea que une las dos grande!) no nos sirve para nada. Una roca negra, un islote, una punta
marcas .. sólo nos son de utilidad por sus declives (sus bordes), pero entonces
Basta con elegir buenas enfilaciones sobre la carta, saber encontrar- hay que prestar atención a la zona litoral que puede prolongar esos de-
l as marcas A, e v o son buenas: tienen las en la realidad y el mundo (costero) es nuestro. Con una buena enfi- clives durante la bajamar y desplazar completamente la enfilación.
un a punta o una lin ea vertical marcada. lación por delante podemos meternos en el paso más estrecho. Con No podemos citar todos los casos posibles. De manera general, dire-
B no es bu ena marca pues es una buena enfilación por cada lado, podemos circular entre escollos. mos que una enfilación es tanto más exacta cuanto más alejadas estén
redondeada, poco definida. Con dos buenas enfilaciones, podemos situarnos con bastante exacti- las marcas una de la otra, y cuanto más altas y estrechas sean.
tud (estaremos en la intersección de las dos líneas ... ). Tomando una en- Señalemos también que las marcas situadas a uno y otro lado del
filación podemos también (tal como hemos visto al principio del libro) observador no pueden constituir en modo alguno una enfilación útil, si
observar el abatimiento del barco, saber si avanza o retrocede . Con no es para los pájaros marinos y otras gallináceas que tienen un ojo en
una enfilación también podemos encontrar otra enfilación. En fin, para cada lado de la cabeza.
el piloto sagaz que contempla su carta, cada roca está llena de un Por el contrario, dos marcas ligeramente desplazadas, una en rela-
montón de líneas a lápiz listas para ser trazadas hacia todos los lados ción con la otra, pueden formar una enfilación válida en ciertos casos.
con el fin de establecer un puente con otra roca, y encontrar la llave del Hablamos en ese caso de enfilaciones "abiertas" . Por ejemplo, la roca
paisaje más herrnétilo. W está abierta a la derecha de la baliza X; el faro Y está abierto dos es-
Pero nos hacen falta buenas enfilaciones. Y por lo tanto, para empe- loras a la izquierda de la torreta Z. Se utiliza este tipo de enfilaciones,
zar, buenas marcas. bien porque no encontramos nada mejor, o porque hay un escollo jus-
Una boya no es una buena marca, a pesar de su perfil exacto: se to en la enfilación de las dos marcas: basta entonces con dejar abierta
mueve un poco debido al viento y a la corriente yeso basta para utili- la enfilación para evitar el escollo.
Cuando se trata de trazar la derrota con exactitud en una zona aba-
rrotada, la elección de las enfilaciones es algo bastante complejo. Hay
que organizar el paisaje de alguna manera alrededor de la ruta elegida
y la mayoría de las veces ese paisaje no parece haber sido creado espe-
cialmente para ello. Todo el arte del pilotaje consiste precisamente en
saber transforma r el azar en necesidad.
Esto requiere una gran disciplina. Definir todo con antelación sobre
la carta : la derrota, las enfilaciones, los medios para encontrar las mar-
cas en la realidad. No olvidarnos de nada y apoyar cada razonamiento
hasta sus consecuencias más extremas. Dudar es equivocarse. Y cuan-
do parece que todo está claro, prever, además, soluciones de repuesto. Enfilación a bierta. La roca X esta
Una e nfilación perfecta a la entrada del Una vez dentro del paisaje, no hay que inventar una variante de última abierta a la derecha de la torre ta, o bien
Bade n con la pirámide del Petit Vezid. se: primero hallar las marcas, luego admirar el paisaje. a nchura a la derecha de la torreta.
962 Navegación Navegación costera 963
Las reglas del juego son sencillas. La forma de razonar lo es bastante Más vale que entre por el Norte. Pasaré rascando Penfret: la roca
menos: es cuestión de circunstancias. Aquí las consideraciones de tipo que hay enfrente de la punta Norte, Pen-a-Men, forma un acantilado,
general no sirven como ejemplo. Vamos a proponer uno, que tiene co- no hay costa arenosa.
mo telón de fondo el archipiélago de Glénan, una zona especialmente Una vez que haya pasado Pen-a-Men, hay un gran canal entre Pe n-
idónea para este tipo de ejercicio. fret y una isla que se llama Guiriden. Tal como se ve en la carta, más
Para seguir el razonamiento del piloto, hay que disponer del mismo que una isla parece un banco de arena y rocas, con un escollo central,
material que él: la carta, un cordel y ganas de llegar ... Para facilitar el señalado con (5,9 m) y otro señalado con Gd! al Este. Pues, empeza-
trabajo, hemos indicado sin embargo en la carta de las Glénan includa mos pronto, con lo negado que soy para las matemáticas, va a ser un
en este libro, las enfilaciones que va a utilizar y los puntos desde donde problema que las rocas estén medidas desde dos niveles de referencia
las ha visto. distintos: unas, las que tienen un número seguido de una "m", están
medidas desde el nivel medio del mar; y las otras, cuyo número está
subrayado y en cursiva, están medidas a partir del nivel de las mareas
El soliloquio del piloto más bajas conocidas. Y esto es porque uno?s sobresalen siempre y las
Para seguir esta parte podemos utilizar la carta del archipiélago de Glé- otras no. Está clarísimo que, visto el nivel de la media marea en esta zo-
nan que publicamos en una lámina, pero el lector aprovechará mejor na, hay que sumar unos 2,90 metros a las primeras para hacerse una
las explicaciones utilizando la carta 6648 P, archipiélago de Glénan, idea de su altura en relación con las segundas, lo cual no impide que
editada por el SHOM. también me fastidie. Enfin, que la de (5,9 m) será mucho más alta que
la que viene señalada con UAJ, basta con saberlo y asunto concluido. Estirando el cordel entre Méaba n
Me llamo Ezequiel. Vamos a suponer. Vengo de Groix y vaya la isla Entre Penfret y Guiriden, hay bastante agua. Pero, sin embargo, de marcado con 6,5 m y la cortada
de Cigogne, en el archipiélago de Glénan, para ver a Sofia que esta ha- repente, hay un punto negro: justo en medio de mi derrota, veo una de Guéotec, tambié n paso por
ciendo un curso en su famoso Centro de Navegación. El viento es pequeña roca lisa señalada con L1I. que se llama Tete-de-Mort. y cuan-
la Tete·de·Mort.
WSW y, casualmente, casi no avanzo nada, se está haciendo tarde y do llegue no se verá. Por lo tanto tengo que bordear Penfret durante
me estoy empezando a hartar. bastante rato para evitar esta porquería.
Después, todo está claro hasta Cigogne. Todavía veo un (Q.2) en la
La entrada derrota, pero tendré suficiente agua para pasar por encima.
Modo de preparar Vamos a ver, no hay que ponerse nervioso. Acabo de mirar el Derrotero y Por lo tanto, el problema está en encontrar enfilaciones de seguri-
la ruta, con ayu d a d e l as Id l.drtd: el archipiélago está lleno de rocas, y entre estas rocas no es que dad para bordear la Tete-de-Mort. Primero necesito una enfilación
publicaciones náuticas: orientada más o menos Norte-Sur, para no desviarme demasiado hacia
haya mucha agua que digamos. Para facilitar la navegación por la zona,
ca rta, Derroteros y Anua- el Oeste al entrar; y después otra enfilación Este-Oeste que me indicará
el Derrotero indica algunas marcas importantes: en la isla de Penfret, al
rio de mareas.
Norte un faro y al Sur un semáforo; una baliza en una roca que se llama el momento en que, ya pasada la roca, podré cruzar la barrera repre-
La Pie; una torreta de 12 metros en otra roca, llamada Huic; la fortaleza y sentada por mi enfilación n.O 1.
la torre de la isla de Cigogne (seguro que Sofía está asomada a las mura-
llas); una torreta-baliza en la isla de Guéotec; la chimenea de una fábrica Mi primera enfilación: Méaban con Guéotec
en la isla de Loch; una casa blanca en la isla de Saint-Nicolas; y para ter- La carta indica una enfilación para entrar. Es increíble, la tengo de proa Modo de e ncon -
minar, una baliza al SE de la isla de Bananec, en la pu nta rocosa ... Bueno, al viento, o sea que no vaya poder utilizarla (un poco más tarde me trar una enfilación en la
por lo menos tengo bastantes puntos de referencia. daré cuenta de que esta enfilación no se ve bien desde la cubierta de carta con ayuda de l cor-
Mi barco tiene 1 metro de quilla. La mar está subiendo. Calculando un barco pequeño). Hay que encontrar otra . La isla de Guéotec, al Sur del.
rápidamente la marea creo que habrá unos dos metros y medio de del cana l, será una buena marca puesto que el Derrotero habla de su
agua cuando entre en el archipiélago. Delante tengo la isla de Penfret, baliza . Tengo que encontrar otra marca que pueda enfilarse con ésta.
facil de distinguir por sus dos colinas, la de la derecha en la que está el
faro y la de la izquierda con el sematoro. ¿Por dónde paso' Cojo el cordel. Y pongo un extremo en la baliza y voy barriendo to-
Me apetece entrar por el Sur; en la carta aparece un gran canal, el do el espacio que hay entre la Tete-de-Mort y Penfret; no encuentro
canal de Bilimec, con una enfilación que me llevaría derecho a Cigog- nada. Al Sur de la baliza, tampoco (y ademas, viendo la altura de la isla,
neo Pero pa ra entrar en ese canal tendría que bordear con el viento de seguro que no podré ver nada detráS). Quizás tenga más suerte con las
proa algunos escollos al SE, y no las tengo todas conmigo. cortadas de la isla de Guéotec. Voy girando el cordel a la derecha y a la
964 Navegación Navegación costera 965
En fin, que mi roca (6,5 m) es la más alta y la que está más a la iz-
quierda del grupo de rocas de Méaban, con agua por su parte izquier-
da. Me parece que ya lo tengo bastante claro.
(6,5 m)
+
Virada a la derecha: Saint-Nicolas y la Baleine
Ahora necesito una enfilación Este-Oeste que me permita saber en qué
momento, una vez pasada la Tete-de-Mort, podré lanzarme hacia Ci-
gogne.
¿Qué marcas identificables hayal Oeste del archipiélago' Al NW de
Saint-Nicolas está la torreta del Huie. En la carta incluso viene que es
un antiguo faro, Me encantan los faros, son claros, francos y total-
mente identificables. No hay ningún otro en esta zona, vaya intentar
utilizarlo. Colocando la cuerda sobre Huic, en dirección a la Tete-de-
Mort, enseguida aparece: un (3,5 m) encima de la zona litoral al N de
Vista del punto A. ¡la realidad es siempre sorprendente al compararla con la carta! V sin embargo. en ell a podemos reconocer
8ananee.
enseg uida todos los elementos que nos permitan encontrar la prim era enfi ladÓn. De izquierda a derecha : la isla de Gu éotec y
Pero ¿cómo vaya poder distinguir esta roca? Cuando pase Pen-a-
su baliza; luego la ro ca {4,5 mI y la de (4,1 mI de las Méaban: después. sin ninguna duda, la roca (6,5 mI que buscábamos: es la
Men no la vaya ver pues estará detrás de Guiriden. ¿Aparecerá clara-
más grande y la que esta m ás cerca y a su izquierda. tal como pensábamos hay una extensión de agua: y luego la roca
mente cuando baje hacia el Sur? ¿Cómo será el paisaje? Para averi-
13,30 mI . La enfil ación de la roca (6,5 m) de las Méabans con la cortada E de GUI!otec cae justo encim a de la Tete-de-Mort . Por
guarlo, coloco un extremo de la cuerda sobre Huir y deslizo el otro
10 tanto, basta con ver esta enfilación para evitar el escollo. El luga r desde el cua l se tiene esta vista, todavía está lejos de la
extremo sobre el recorrido que vaya hacer siguiendo mi primera enfi- Cómo "mover" el
enfil ación : todo va bi en. Incluso nos da tiempo a echar una ojeada a Penfret, que está a la izq uierda, donde vemos el semáforo
lación. Veo que Huic estará tapada en un principio por la Isla de Bru-
que nos indica la carta .
Enfilando la casa o el grupo de casas que hay más al Sur con la bali-
za de la Baleine, paso estupendamente,
La cuestión está en encontrar esta baliza. Es amarilla y negra. Cuan-
Vista del punto C. El piloto baja entre Cigogne y Drénec. Delante d e él, entre la isla del Loc'h a la izquierda y la is la de
do llegue a Pen-a-Men, se confundirá con la isla de Drénec. Aunque su
Quigné nec a la derecha, hay un único revoltil lo de rocas grandes: Fournou Loc'h. La roca más grande de la de recha es la
color deberá resaltar. Pero no es seguro pues el 501 estará ya bajo en-
(6.6 m ) qu e va a deja r e n reserva: le será mu y va li osa después pa ra cru zar el canal pa ra salir.
tonces y quedará a contraluz.
Así pues, cuando baje hacia el Sur veré destacarse mi primera enfila-
ción delante del canal que hay entre Drénec y Saint-Nicolas. Atravesaré que allí tendré suficiente sitio para poder hacer un pequeño bordo si
el canal y cuando " llegue " a la cala de Saint-Nicolas, entonces ya casi fuera preciso.
podré vi rar. Cuando zarpe la marea estará baja, habrá más o menos 1 m de
He trazado mis enfilaciones en la carta y también he anotado en una agua. O sea que imposible pasar entre Drénec y Saint-Nicolas, tendré
esquina (pues tengo una cabeza espantosa) lo que tengo que identifi- que bordear Drénec por el Sur.
car, en el orden siguiente: Guéotec, la rOla (6,5 111) de Id~ Méauall, Podré pasar entre (igogne y Drénec. La roca U2J de la punta W
Drénec, Saint-Nicolas y la baliza de la Baleine. de (igogne se verá muy bien. Pero la (l) que está en medio del paso
Ya estoy listo. Dentro de un minuto dejaré atrás la Tete-de-Mort, iré se verá menos. Veo que esta roca W está justo en la enfilación de la
dando bordadas bastante cortas sin acercarme demasiado al Vieux-Glé- roca (5,9 m) de Guiriden con la de <4SJ que está situada en la punta
nan (¡ qué nombre tan raro! ), y por fin fondearé, más contento que de Bananec, justo a la izquierda de la baliza que utilicé ayer. Por lo
unas pascuas, al pie de las murallas de la fortaleza de (igogne. tanto, para evitar la roca W. me bastará con mantener abierta esta
enfilación. O sea que vaya zarpar dando una gran vuelta por el Nor-
La salida te, pues no hay demasiada agua cerca de Cigogne; seguiré esta enfi-
Sofía no estaba en las murallas. Al parecer sus amiguitos barbudos le lación que acabo de encontrar, manteniéndola abierta y. cuando lle-
gustan más que yo. O sea que me voy. Anoche, sentado al lado de la gue a la altura de la roca U2J de (igogne, desviaré un poco el rum-
fogata, bajo las bóvedas de (igogne, he oído hablar de un paso bas- bo hacia el Sur.
tante corto y ancho que hay entre Huic y Gluet, vaya salir por ahí. La
búsqueda de las marcas me hará olvidar mis tristes pensamientos. Una bonita enfilación por detrás:
Guéotec con la Bombe
Esta mañana el viento es ESE. El recorrido parece posible, tendré Ahora necesito una enfilación para bordear la costa Sur de Drénec. Hay
vientos portantes casi todo el rato: primero, para pasar al Oeste de Dré- un canal. con bastante agua, entre esta costa y la roca (21).
nec y después para subir hacia el Bondiliguet. En ese momento me pa- Coloco el cordel en este canal y enseguida encuentro una enfilación
Cómo c urar l as rece que tendré que dar un rodeo hacia el NE para situarme delante del estupenda por detrás: la baliza de Guéotec con la Bombe. Evidente- Có m o e n co ntrar
paso de Huic y quizás tenga el viento demasiado de punta. Pero creo mente, no es que sea muy cómodo seguir una enfilación por detrás, una salid a de em erg encia.
968 Navegación Navegación costera 969
pero haciendo pilotaje, a veces es la mejor solución, por la sencilla ra- • la roca (3,8 m) de Huic;
zón de que vemos mejor las marcas que tenemos detrás que las que • después la (3,7 m) al final de la costa arenosa al W de Saint-Nicolas;
Cómo pararse a
están delante. Ahora veo bien la baliza de Guéotec. La Bombe la vi ayer • luego enseguida la roca (6,4 m) de Bondiliguet;
al llegar, además la puedo ver desde el fondeadero: es una roca que • después las distintas rocas de Gluet;
está completamente separada, la distinguiré fácilmente desde el otro • y la primera roca a la izquierda de Gluet será la (5,3 m) de Bondili-
lado de Cigogne. guet, que es la que necesito.
Siempre uso un cordel bastante largo para buscar las enfilaciones
y hoy tengo que felicitarme: al extender el cordel desde la baliza de Tengo que recordar esto: al dar la vuelta a Drénec, cuando vea la to-
Guéotec hasta el borde Oeste de la carta, observo que la enfilación rreta del Huic al Norte, mi roca (5,3 m) de Bondiliguet estará justo a la
de Guéotec con la Bombe tiene una segunda ventaja muy concreta: me izquierda de Gluet.
va a permitir salir todo recto del archipiélago, por si no puedo encon- Son demasiadas cosas para ver al mismo tiempo. Tendré que estar al
trar mis marcas para subir hasta Huic (nunca se sabe, pero estoy un po- loro al dar la vuelta a Drénec. Y no estaría mal tomar precauciones: voy
co cansado, y he dormido mal). Sólo hay una pequeña roca (2) bas- a medir en la carta la distancia que tengo que recorrer para pasar de la
tante fastidiosa al Sur de la torreta del Broc'h. Para evitarla, tendré que enfilación Huic -cortada W de Drénec a la siguiente enfilación, Gluet-
modificar un poco mi enfilación despues de pasar la punta Sur de Dré- roca (5,3 m) de Bondiliguet: salen 200 metros. Con viento de popa, y
nee: enfilar la baliza de Guéotec, ya no con la punta de la Bomba, sino esta brisa bonancible, por lo menos vaya hacer 5 ó 6 nudos. Grosso
Enfilación de la baliza de Guéotec con con su cortada N y en ese mismo momento podré pasar con bastante modo, recorreré estos 200 metros en un minuto. Si al cabo de un mi-
la Bombe .. facilidad . nuto y medio no veo nada, me daré la vuelta.
y además, tengo un punto de referencia bastante cómodo: Rocher
A la vuelta de Drénec Job, una roca aislada que la tengo casi delante y que seguramente po-
Hasta aquí la cosa es bastante fácil. Pero a partir de ahora, necesito dré identificar desde lejos. Si empiezo a ver hileras de lapas delante de
una enfilación para subir hacia el Norte, después de evitar Drénec. En- Rocher Job, es que verdaderamente ya no podré virar.
tre todo el follón de rocas que veo en la carta, la de Gluet me parece
interesante: en concreto hay una (9,2 m) completamente al Norte, jus- ¡Un momento!
to detrás de una grande (9 m). Al encajar las dos rocas, se formara una La cosa no está nada clara. Creo que me vendría bien reservarme una Cómo rese rvarse
gran superficie que se debe distinguir muy bien. Enseguida encuentro pequeña zona para moverme al SW de Drénec, un rincón donde pueda rle descano
una enfílación adecuada: Gluet con la roca (5,3 m) del Bondiliguet. Pe- virar en redondo hasta que haya encontrado mi enfilación. Esta zona
ro localizarla es otra cuestión. para poder moverme, la delimitaré con tres sencillas enfilaciones, de las
¿Qué es lo que vaya ver aparecer al dar la vuelta a Drénec? Coloco cuales ya conozco dos:
un extremo del cordel sobre la cortada W de la isla y lo hago girar a • Guéotec con la Bombe, que me protege al Norte;
partir del Oeste hacia el Norte. Tengo que ver aparecer sucesivamen te: • Huic con la ladera W de Drénec, que me asegura al Este;
la torreta del Broc'h (es la única torreta de la zona) y luego, más o me- • y, por último, Broc'h con la Rocher Job, que cierra muy bien el
nos seguido, un verdadero desfile de rocas altas: Castel Braz, Carrec triángulo.
Cristophe, y Castel Bihan. Castel Bihan tiene que distinguirse bien, hay De este modo, podré pasearme por dentro todo el tiempo que nece-
rocas con acantilados (7,2 m), (7,5 m) y junto a ellas un cana l bastante site. Y así seguro que acabaré encontrando la roca (5,3 m) de Bondili-
ancho. guet.
A partir de ahi, parece que la cosa se complica, hay rocas en dos pIa- Después, subiré hasta la enfilación Gluet - (5,3 m), casi hasta llegar a
nos: a lo lejos esta Run, Gluet y Huic; más cerca el grupo del Bondili- esta última.
guet. ¿Cómo me situaré? Cuando llegue, tengo que virar a la derecha para evitar la roca (6,4 m)
de Bondiliguet que me separa de la salida. En la carta, parece muy fácil,
Pensándolo bien, lo mejor será quizás que mueva la cuerda hacia la pero tengo que plantearme si todavía vaya necesitar otra enfilación pa-
otra dirección, desde Huic, cuya torreta seguro que podré identificar ra dar ese pequeño rodeo. Pero con un razonamiento parecido fue co-
Cómo ha ce r la s con facilidad , Así pues, coloco un extremo de la cuerda en la cortada mo me quedé sin mi anterior barco, el Sofía VII. Además para dar este
cosas fáci les cuando so n W de Drénec, y el otro en Huic, y empiezo a barrer la zona desde Huic rodeo, tendré que dar una bordada, y entonces corro el peligro de per-
demasiado complicadas.
hacia el Oeste. Sucesivamente tengo que ver aparecer: derme completamente si no tengo ningún punto de referencia.
970 Navegaclon NavegacIón costera 971
que apuntar con todo cuidado mis marcas, según el orden cronológico A falta de enfilaciones, continuamos con marcaciones. Cambiamos
en el que debo buscarlas. el cordel del piloto por un material mas complicado: el campas de ali-
dada y el transportador. La aritmética le cede el paso a la geometría.
• En el fondeadero: (4.2) de Bananec Empezamos a tomárnoslo en serio: va"mos a situarnos.
(5,9 m) de Guiriden
La Bombe
Situación por demoras
• Bajando hacia el Sur: (6,6 m) de Fournou Loc'h Para situarse hay que:
• En la enfilación • hallar las demoras;
Gueotec-Ia Bombe: Rocher Job • corregirlas con el valor de la declinación;
La torreta del Broc'h • llevar las demoras a la carta;
La torreta del Huic • comentar el resultado;
El Gluet (4' a partir del Huic)
(5,3 m) del Bondiliguet Hallar la demora
Roc'h ar C'haor Ha lla r la demora de un objeto es med ir el ángulo que f orma la
visua l dirigida a ese objeto y una dirección de re f erencia que es
• En la enfilaóón el Norte.
Gluet-Bondiliguet: Semáforo de Penfret (7,4 m),
La medida se lleva a cabo con ayuda del compás de marcaciones,
(8,7 m) delante de Brunec
que se puede tener en la mano y que tiene un visor con un prisma: en~
y Le Buquet
foca mas la marca y leemos en el prisma el va lor del ángulo indicado
• En la enfilación por la rosa.
Buquet-Iumbrera: Volver a situar Fournou Loc'h No hace falta decir que esta medida no es muy exacta, sobre todo
cuando se toma desde la cubierta de un barco pequeño. Y todavía me~
Resumen nos si la mar está picada ... Hay que considera r la posibilidad de come·
Ya estoy de vuelta en casa. Yo que creía que las formaciones de Carnac ter un error de ± 1° en calma chicha, de ± 2° con marejadilla y de ± 5°
eran las más bellas del mundo, ahora veo que las enfilaciones de Glé~ con mar gruesa.
nan tampoco están mal. Las enfilaciones más bonitas son las que uno Para reducir lo máximo posible este margen de error, en primer lu~
encuentra para sí mismo. Y el paisaje era maravilloso. Desgraciadamen~ gar, hay que aprender a utilizar correctamente el compás de marcar. Lo
te no se ve muy bien en mis dibujos. De todas formas lo que los dibujos principal es no cansarse en balde: si nos colocamos primero el visor del
no pueden describir es el placer, esa especie de alegría que uno siente instrumento delante de los ojos y barremos después el horizonte en
cuando de repente identifica una roca con toda seguridad en medio de busca de la marca, pronto tendremos el brazo agotado.
las demás y es capaz de llamarla por su nombre. De repente es como si Vale más actuar de la manera siguiente: localizar la marca, colocar el
viviera el paisaje. compas a la altura de la barbilla y esperar que la rosa se estabilice; fijar
Volveré a las islas de Glénan, con Sofía o sin ella. Haré el recorrido la vista en la marca, poner el visor del compás delante de nuestros ojos
en sentido contrario, entrando por el canal de Huie. Bastará con situar y leer. Asimismo, debemos colocarnos en un lugar de la cubierta donde
Fournou loc'h entre Drénec y Quignénec, es como meter la llave en la la rosa no pueda desviarse a causa de las masas metálicas. Hablaremos
cerradura, entramos y ya estamos en casa. Siento algo especial al haber de este problema un poco más adelante a propósito del campas de
aprendido eso. Pero igualas estoy aburriendo. ruta.
Corregir la demora
MODO DE SITUARNOS El compás indica el Norte magnéti co, y sabemos que éste no coincide ElCtracto de la carta n!l! 0101 GS
Cuando nos alejamos un poco de la costa, la mayoría de las marcas se con el Norte ve rdadero (dirección de los meridianos). Por lo tanto, an- del SHOM.
borran en el paisaje. Muy pronto no quedan ya más que algunos pun- tes de llevar una demora a la carta, hay que tener en cuenta la declina~ Línea s de igu al declinación en 1980.
tos señalados, desperdigados por el horizonte. las enfilaciones son es~ ción, es decir el ángulo formado por la dirección del Norte magnético y Líneas de igual variación de declinación
casas, ya no podemos encontrar dos al mismo tiempo para situarnos. la dirección del Norte verdadero. El valor de este ángulo varía, evidente~ en 1980.
974 Navegación Navegación costera 975
s. ~
mente, según el lugar donde nos encontremos. También varía en el Llevar la demora a la carta
tiempo, pues el Norte magnético no es fijo: va y viene a lo largo de los Para llevar la demora a la carta, hay que tener un transportador (con el
siglos. fin de trasladar el ángulo desde un meridiano) y una regla (para trazar
54
Según el lugar donde se encuentre. la declinación es Este u Oeste. la reda). Puesto que no resulta muy cómodo manejar al mismo tiempo
Está indicada en la carta, así como también el valor de su variación de un transportador y una regla, se han inventado sistemas que permiten
52
~ un año para otro. En la zona de las islas Glénan, por ejemplo, la decli-
nación era de 5° 30'W en 1990; al variar 7' E cada año, es de 4° 48' W
unir los dos instrumentos en uno solo. En Francia, las regias- tra nsporta-
dor que más se utilizan son la regla Auto-cap, el Transportador bretón
\
5° 30 W en 1996 y aún sigue disminuyendo. y la regla de Cras (nombre de su inventor, el Almirante Jean Cras).
O'JoI Cuando la declinación es Este, hay que sumarla al dato proporciona- En la regla de Cras están dibujados dos transportadores (semicircu-
Chang "ilM l' E do por el compás. Cuando es Oeste, hay que restarla. Pasamos asi de la las) cada uno de ellos con una doble escala, que sirve para medir un
se,,/.
54 demora magnética a la demora verdadera. Para recordar el sentido en ángulo tanto desde un paralelo como desde un meridiano. Una flecha
/' nos indica el sentido hacia donde debe orientarse la regla.
que debe hacerse la corrección:
• 105 que estén fuertes en matemáticas se aprenderán la siguiente La extrema sencillez del instrumento resulta bastante desconcertan-
51
44 fórmula: DV = Dm + dm te, sobre todo para los alérgicos a los números. Pero, según vamos mo-
dm positiva si es E viendo la regla sobre la carta, comprendemos enseguida el principio en
Indicaciones rela tivas a la declinación dm negativa si es Oeste que se basa. Para trasladar una demora, hay que trabajar por etapas:
en las cartas marin as. • los despistados se preguntarán : "¿Es más o es menos? " dándose • colocar la carta delante de nosotros, lo más cerca posible, con el
cuenta de que en la misma pregunta ya está la contestación; ESte más, Norte hacia arriba; ,.
OESte menos; • poner la regla sobre la carta, de manera que la flecha esté orienta- --CUadrante
• los perfeccionistas enseguida harán el dibujo de abajo. da, más o menos, hacia la marca señalada . Hay que suponer que ya sa-
En todos los casos, es conveniente tener un truco para saber, sin te- bemos de forma espontánea en qué cuadrante se encuentra la marca; 90'
ner que pensar demasiado, si hay que sumar o restar la declinación. Lo una marca situada a 312, por ejemplo, está en el 4° cuadrante.
que nos parece evidente cuando estamos sentados en un sillón, nos lo • llevar uno de los bordes de la regla sobre la marca. Resulta cómo- 2.'
parece menos en la mar, mientras el barco se balancea y una náusea do colocar la punta de un lápiz sobre la marca y apoyar ahi el borde de 310 uadrante
repentina viene a sumarse a una repugnancia crónica, para desembo- la regla;
car en un verdadero mareo. • deslizar y girar la regla hasta que coincidan al mismo tiempo:
- el centro (marcado con un círcu lo pequeño) del transportador si-
tuado más hacia el Sur sobre un meridiano o un paralelo; Los cuatro cuadrantes.
Con estas tres demoras obtenemos un triángulo bastante decente, Encontrar nuevas marcas
de modo que hay que comprobar inmediatamente la verosimilitud. La Todas las marcas, por buenas que sean, tienen un defecto: " enveje-
carta y la realidad están de acuerdo: el castillo de Trévignon está a la cen " rápidamente . El barco sigue avanzando y hay que estar siempre
derecha del faro, la torreta de Men-Du a la izquierda de Raguénes y la pensando en buscar nuevas marcas, que serán los siguientes eslabones
boya de Corn-Vas a la derecha de 1Ie Verte. de la cadena. Cuando naveguemos por una zona desconocida (y es lo
Al ser Men-Du la marca más próxima, su demora es sin duda la más peor que os podemos desear), esta búsqueda puede resultar dificil y
exacta de las tres; es probable que esté al Norte del triángulo. necesitar alguna técnica.
Podríamos afinar aún más trazando el "ángulo de incertidumbre" de Una buena norma es comproba r siempre en la carta la identi-
cada demora, por ejemplo ± 2° como en el dibujo de la página 977: en dad de una marca nueva, incluso aunque creamos que la hem os
principio, debemos estar situados en el polígono más oscuro. reconocido.
980 Navegación
Navegación costera 981
do por la parte superior e inferior de la marca; y enseguida hallaremos bajo un ángulo a es un arco de círculo máximo que pasa por A y 8. En
la distancia a la que se encuentra y, por lo tanto, la situación del barco castellano, esto significa que habiendo marcado el ángulo formado por
sobre la recta, aplicando la siguiente fórmula simplificada que arroja un las direcciones de ambas marcas, A y 8, podemos trazar a partir de este
Vemos toda la edificación y conocemos resultado correcto (error máximo: 10 %): ángulo un círculo que pase por las dos marcas, y que tenemos la segu -
su a ltura; es e l caso más sencillo . d = (2H) : a ridad de encontrarnos en algún punto de ese círculo.
siendo d la distancia en millas, H la altura de la marca en metros, y o: Si marcamos de la misma manera el ángulo formado por la dirección
el ángulo marcado en minutos de arco. de la marca B y la de otra marca e, podemos dibujar una segunda cir-
No obstante, pueden presentarse casos distintos: cunferencia que pase por B y e, y esta circunferencia cortará a la ante-
• cuando vemos el conjunto de la edificación (por ejemplo en el ca- rior en un punto que no es otro que la situación del observador. ¡Qué
so de un faro) y conocemos su altura. Es el caso más sencillo: basta con maravilla ! Situación obtenida por a rcos capaces.
Vemos el nivel del agua a l pie de la hacer coincidir en la lente la parte superior e inferior de la edificación Al SW de Jersey, ahora que la visibilidad ha mejorado, podemos si- En color. planteamiento con compás;
marca cuya a ltura conocem os; hay que para averiguar el ángulo (1. tuarnos de esta manera, utilizando tres marcas que no estén muy aleja- en negro planteamiento con
te ner en cuenta la marea . • la base de la marca no se distingue claramente: s610 conocemos das unas de otras: A, el faro de la punta de Noirmont; B, el faro de la pe rpe ndiculares. En P la s itu ación por
la altura de la marca por encima de cierto nivel de referencia (nivel Corbiére; C, el faro de la punta Gros-Nez (en realidad, mirando desde demoras 112°) y distancia (5, 18)
NGF para una colina o un acantilado. nivel de una pleamar de coefi- más cerca, nos damos cuenta de que este último faro no es visible. ¡No (Publicación S HOM ).
ciente 95 para el foco de un faro). Hay que comenzar entonces ha-
ciendo un cálculo de marea, para "corregir la altura de la marca" con
/
No vemos la base de la marca que está el valor de ésta. A continuación hacemos coincidir en la lente del sex- ,/
/
más allá del horizonte; hay que tener tante la parte superior de la marca y la orilla del agua, para obtener el / ./
I
ángulo a;
e n cuenta la mare a V la re dondez
de la Tierra. • la base de la marca está más allá del horizonte. Este caso es muy "
frecuente puesto que, para un observador cuyos ojos estén situados a
2 metros de altura, el horizonte se encuentra a 3 millas. En este caso, JO
hay que tener en cuenta no solamente la marea, sino también la re- "' j e2
dondez de la Tierra. Podemos obtenerla utilizando una fórmula muy .-, ... "
/ ./ \-
complicada, tan complicada que es preferible consultar las tablas co-
rrespondientes .. ./ \ ..,
Nos encontramos al SW de Jersey, con mala visibilidad y sólo vemos
\
.." \
el faro de la eorbiére. lo marcamos a 12°. Echamos un vistazo al Libro
de Faros: la Corbiére es una torre blanca de 19 metros de altura. Medi- " >8
da del ángulo a con el sextante: 7',3.
importa ! Marcaremos como punto e la ladera de la misma pun ta de vegación len ta. Conviene pract icarlo con el barco fondeado si tenemos
Gros-Nez). Esta vez, hay que colocar el sextante plano y hacer coincidi r dudas sobre la fiabilidad del compás de alidada.
una sobre otra las imágenes de las dos marcas.
• Medimos con el sextante el áng ulo entre A y B: 17° (ángulo a);
después el ángulo entre B y C: 22° (ángulo b); DAR UN RUMBO AL TIMONEL
• trazamos un recta que una A con B; Gobernar a ojo, es decir, pone r rumbo a un objetivo visible es muy
• desde A, trazamos otra línea recta formando con AS un ángulo agradable . Pero esto no siempre es posible. No siempre tenemos un
de (90°- a); punto de referencia delante; la visibilidad puede ser mala; y hay que l a correcció n tot a l (Ct l
• hacemos lo mismo desde B; contar frecuentemente con el abatimiento causado por el viento y con (w en francés) es ig ua l
• el punto de intersección de estas dos rectas es el centro el de la la deriva que origina la corriente. En estos casos dif erentes, tenemos a la s um a a lgebraica de
circunferencia que pasa por A y B; que seguir un rumbo con el compás. la declinació n D y del
• hacemos lo mismo con B y e, para obtener el centro de la circun- Pa ra dar al timonel el rumbo a seguir, el navegante debe transfor- desvío d: Ct = d + D
ferencia c2 que pasa por B y C: mar en rumbo de aguja, el rumbo verdade ro que ha trazado en la car-
• las dos circunferencias se cortan en el punto M: es la situación del ta. A esto se llama t razar el r umbo.
barco. 10 Hallar el rumbo verdadero. Esto lo hacemos tranquilamente como
Si no disponemos de compás, o si los arcos de círculo a trazar son sigue: colocamos una regla sobre la derrota a seguir, después deslizamos
demasiado grandes para nuestro compás, también podemos arreglár- la reg la de eras a lo largo de esta regla, hasta situar el centro del trans-
noslas de otra manera: portador que está más al Sur, sobre un meridiano o un pa ralelo. Pode-
• por B, trazar la recta que forma con AB el ángulo (90°-a); mos leer el rumbo verdadero (Rv) sobre el meridiano o paralelo elegido.
• por A, trazar la perpendicular a AB; 2° Pasar el rumbo verdadero a rumbo de aguja (Ra). En este caso de-
• las dos rectas se cortan en un punto d 1; bemos tener en cuenta no sólo la declinación, sino a veces, también el
• del mismo modo, trazamos por B una recta formando con Be el desvío del compás de ruta. Pa ra conocer el valor de este desvío, antes
0
ángulo (90 -b), y por e la perpendicular a Be. Obtenemos el punto d2; tenemos que haber regulado el instrumento. La suma algebraica de la
• trazar una recta que una los puntos dl y d2; declinación magnética y del desvío es la co rrecci ó n t ota l (cuyo símbo-
. Ia perpendicular al segmento dl-d2, que sale de B nos da la situa- lo es Ct). Aplicamos entonces la fórmula siguien te: Ra = Rv - el. De Para no confu ndir e l rum bo verdadero
ción M del barco; manera que si la declinación es Este, la restamos del rumbo verdadero co n e l rumbo de ag uja pode mos
y si es Oeste, la sumamos. emplear una fórmuh, qu e se utilil:8
Este entretenido planteamiento requiere cierto tiempo y un mínimo habitua lm e nte e n la Escue la naval";
de esfuerzo. Fácilmente podemos comprender que hay que aprovechar Dar un rumbo al timonel es, por lo tanto, una tarea bastante senci- Cv=Cc+w
las largas tardes de invierno para practicar. Navegar es resistir. Cual- lla, por lo menos cuando este rumbo deba llevarnos directamente a es decir, Capitá n de Na vío = Ca pitá n de
quier intento descabellado para hallar la situación por arcos capaces en nuestro punto de destino y no haya que tener en cuenta el abatimiento Corbeta + w his ky
un barco en continuo movimiento terminará por K.O. del atrevido na- ni la deriva. Pero esto suele ser raro. Cuando el viento no es portante, CC=Cv - w
vegante, que no esté lo bastante amarinado. Al principio, este método el barco abate más, o menos. Si encima hay corriente, ya es muy distin- o sea, qu e pa ra degradar a l Capitá n de
hay que reservarlo para los momentos en que el barco es dócil y la na- to. Hay que evaluar la magnitud de estos elementos pertu rbadores y Navío, sólo hay que q uitarle e l w hisky
* En francés. CV (cap vral) (rumbo verdadero en español) puede entenderse también como Capitaine de Vaisseau
• la d ist ancia d e la marca e n f u nci ó n d e su altura y d e l (Capitán de Navío), de mayor graduación que Cc (Capitaine de Corvette) (Capitán de Corbeta) y también cap campas
án g ulo m edido con e l sextan te; (rumbo de aguja).
• e l radi o del arco en fun ción d e la d istanci a y d e l ángu lo Esta fórmula se aplica, por lo visto. en la Escuela Naval Francesa. Después de consultar a Oficiales de la Armada, al pare-
e ntre las marcas . cer, en la Escuela Naval Española no emplean ninguna tan graciosa, sólo la ya conocida "Del timón a la carta con sumar o
restar basta y de la carta al timón. al revés la corrección" . (N. de la T.)
986 Navegación Navegación costera 987
mar nota de sus cambios segün el rumbo, la vela que lleve y la fuerza mente. El navegante, que conoce bien su barco, calcula que el abati-
del viento. Cerca de la costa, no faltan ocasiones para llevar a cabo miento sera de 5° haoa la izquierda, naturalmente: abatunlento a babor.
evaluaciones con exactitud. Al pasar por una boya, por ejemplo, pode- Por lo tanto, para arribar justo a Grand-Léjon deberá arrumbar 5°
mos dedicarnos a seguir rigurosamente un rumbo a partir de la misma; más a la derecha, es deCir sumar 5° al rumbo
transcurridos diez minutos, marcamos la boya: la comparaCJón entre el
rumbo de aguja y la marcaclon de campas nos permltlra averiguar el El calculo se hace de la forma siguiente:
abatimiento. Otro sistema es hallar la situación, luego seguir un rumbo
rumbo verdadero 224°
determinado, volver a situarnos un poco mas tarde y medir el angula
de abatimiento en la carta.
declinaCión magnétICa + ]O
abatimiento a babor + 5°
Calcular la deriva suele ser mas difícil. En este caso, es la mar la que
se mueve, en un sentido o en otro, arrastrando con ella todo lo que rumbo de aguja 236"
flota (y que no esta amarrado al fondo). La mayona de las veces, lo úni-
co que podemos hacer es fiarnos de las indicaciones que nos propor- SI el Viento fuera SSE, el barco navegaría a un descuartelar, amurado
cionan las publicaCiones y los cartuchos de las cartas, donde, SI la zona a babor, con un abatimiento de 5° a la derecha, abatimiento a estribor
descnta lo requiere, se detallan la fuerza y la dlrecclon de las comentes Entonces habría que arrumbar 5° más a la IzqUIerda, es deor restar 5°
hora a hora, segLHl el coeficiente de la marea. Por ejemplo, SI leemos al rumbo. Es deCir:
que entre PM - 6 Y PM - 5 la cOrriente es de 1,5 nudos haCIa 306°, hay
que saber que, sea cual sea la derrota que siga el barco en la superfiCIe, rumbo verdadero 224 0
éste sera transportado, en relaCión al fondo, 1,5 millas a rumbo 306° declinaCión magnétICa + 7°
durante la hora en cuestión. abatimiento a estribor 5~
Segunda travesía: con abatimiento Para calcular el rumbo a seguir, basta con "desplazar" el punto de
Esta vez hay viento del WNW. Por lo tanto el reCOrrido lo hará a un des- salida en la carta, con la deriva que sufflfá el barco durante una hora
cuartelar amurado a estflbor; en esta amura, el barco va a abatir senslble - Trazamos la derrota directa NW de Minquiers - Granel Léjon.
988 Navegación Na v egación costera 989
r
.' ..,
rumbo de compás 213 0
,.
'"
~
~,
"~
'Y~r ~
,,/ punto B, es decir 4,8 nudos en lugar de 5. Tardaremos un poco más de
tiempo en arribar a Grand-Léjon que si no hubiera corriente.
Dec\on 8 05
Q
'v. /1-
2! travesía
amurado
.RarnD"'" 3-:J
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7
l\965) a estribor
' ({'Io" ann U~ 6 '
3, U, \ I .
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t, ,/ 2 ~ traves ía
amurado a babor
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rufe rencc st Malo
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'7
.io'
S.,
Orientación del barco en relación con la Desde la boya al NW de Minquiers trazamos una recta que represen- ."
derrota verdadera. en función del .8
ta una hora de corriente: el resultado es el punto A a 1,5 millas a los
a batimiento producido por e l viento 307 0 verdaderos de la boya.
(Publicación S HOMJ . Tomando como centro el punto A, dibujamos con ayuda de un com-
pás un arco de circunferencia de 5 millas de radio (distancia recorrida
por el barco sobre la superficie, durante la hora mencionada). Este arco
de circunferencia corta la derrota directa al punto B.
Trazamos la recta AB, medimos el ángulo que forma con el Norte:
2060 . y he aqui el rumbo verdadero.
Nos queda por calcular el rumbo de aguja . Puesto que el viento es
NE, tendremos viento de popa: no hay abatimiento.
990 Navegación Navegación costera 991
1['
. "",J" Para saberlo, desplazamos el punto de partida teniendo en cuenta
4~
.0'" ~~:~ las va riaciones de la corriente en el transcurso de las próximas cuatro
.Bal'llOuic
horas:
l a hora: 1,4 nudos rumbo 306°
;,
~ 2,1 hora: 0,5 nudos rumbo 285°
3<l hora: 1 nudo rumbo 138°
'í "" 4<l hora: 2,2 nudos rumbo 135°
I~ I
\OllaOo5\V-
efectivamente sobre la superficie. Cuatro horas, es demasiado justo.
Vamos a añadir una hora de corriente: 2,6 nudos rumbo 134°. Desde el
g e \\':l65) .
ll
'V'rf\o"\ a nn " 6'
"'R. :Ji
Ajuste del compás
or lo general, la elección de un l ugar correcto a bordo 108642
.;0'
P y una compensac ión de vez en cuando es suficiente
para eli minar cua lqui er desvío del co mpás, por lo menos
NE ,.
NE 45° "
en los barcos de madera, plástico y aluminio, Si aún per-
E900 =
siste algún desvío, hay que conocer su magnitud y ajustar
el co mpás, SE 135°"
:1, ciones del compás de ruta co n las del compás de marca- SW 225°=
ciones. Esta comprobac ión hay qu e reali za rla por lo me- W21(1i>=
nos una vez al día; y cuando hayamos perdido de v ista la
costa, es co nve niente hace rlo en cada camb io de rumbo.
"7 ,G NJ6O"=
Para efectuar una co mprobación má s exacta, hay que
"~~
",,1
punto 5 la distancia es: 19,3 millas. Cinco horas es más de lo que nece-
sitamos; colocamos pues el punto de partida imaginario (A) entre 4 y 5.
Desde ahí se traza la derrota hasta Grand-Léjon y se mide el rumbo ver-
dadero: 233' .
Puesto que no hay abatimiento, el rumbo de aguja será:
Navegación
233 0 + 7° = 2400
El barco seguira la derrota sobre el fondo señalada en la carta . Es
una derrota bastante alejada de la derrota directa, pero al tener estas
corrientes. aunque parezca imposible es la derrota más corta que
en alta mar
podemos encontra r: de hecho, el barco, al navegar con un rumbo
constante, hará el trayecto en línea recta sobre el agua. Sobre el
fondo, habrá recorrido 20,5 millas, y sobre el agua, sólo 19,3. Dick Sand, grumete a bordo de la goleta Pilgrim que efectuaba la travesla
Hay que señalar que, en una travesía como ésta y cuando hay peli- Auckland-Valparaiso, fue ascendido a capitán como consecuencia de los
gros por la zona que atravesamos, sigue siendo conveniente trazar el dramáticos acontecimientos sufridos, en el transcurso de los cuales pere-
rumbo sobre el fondo en la carta, para saber exactamente por dónde cieron los oficiales y gran parte de la tripulación. Desesperado pero con
vamos a pasar. Además, durante el recorrido, esta precaución nos per- gran valentía, el joven intenta llevar su barco a buen puerto. Como no sa-
mite comprobar constantemente, por medio de situaciones, que esta- be situarse por medio de los astros, debe fiarse únicamente de la estima,
mos donde tenemos que estar. es decir del cálculo de la derrota recorrida cada día, según los datos del
Digamos también que, cuando la dirección del viento nos impone un compás y la corredera. Desgraciadamente, hay un traidor a bordo que lo-
recorrido haciendo bordadas, no hay que dejar de realizar los plantea- gra meter un trozo de hierro debajo del campas y éste sufre un desvío de
mientos que acabamos de explicar: podemos darnos cuenta muy bien 45' hacia el Este. También se las arregla para romper el cabo de la corre-
de que el "desvío obligatorio" a que nos obligan las corrientes nos per- dera. Para colmo de males, se levanta un terrible temporal que arrastra al
mite hacer todo el recorrido a un descuartelar ¡sin tener que dar ningu- barco primero hacia el SE y después hacia el NE, a una velocidad imposible
na bordada! de apreciar. De este modo, Dick Sand, pasando por el cabo de Hornos sin
verlo y tomando Tristan da Cunha por la isla de Pascua, encalla finalmente
Pero todos estos problemas son aún problemas sencillos. Hemos su- en las costas de Angola creyendo arribar a Bolivia. Un error de estima de
puesto aquf que la velocidad del barco es constante. En la realidad, és- tal calibre no tiene igual en los anales marítimos, y es que Un capitán de
ta varía frecuentemente, en función de las condiciones meteorológicas quince años es sin duda una de las novelas que Julio Verne escribió más
y esto lo complica todo. Es necesario ir adaptando sin cesar la teoría a deprisa. Pero nos queda la moraleja: el más intrépido de los capitanes no
las circunstancias. Éste será el objetivo del capítulo relativo a la elección puede hacer gran cosa contra una estima equivocada desde un principio.
de la derrota. Para nosotros que, de momento, no tenemos traidores a bordo, la
estima sigue siendo el modo más seguro de situarnos cuando no tene-
mos la costa a la vista y éste es el método que analizaremos con detalle
en la primera parte de este capítulo.
Abordaremos después las diferentes técnicas que permiten precisar
la si tu ación al acercarnos a tierra. El único problema real de navegar en
alta mar es, al parecer, el de la recalada. De todos modos no es necesa-
rio llegar desde muy lejos para enfrentarnos a este problema: basta con
que nos sorprenda la niebla a unos metros de cubierta, o la noche en
las cercanías de una costa mal iluminada. Por lo tanto, debemos fami-
liarizarnos con estos métodos, aunque no tengamos la intención de na-
vegar en alta mar. Perder la tierra de vista algún un día es, sin duda, el
primer sueño de todo aprendiz de marino, y itambién es el riesgo que
corre cada vez que se embarca!
Por último, no podríamos dejar de lado el segundo sueño del aprendiz
994 Navegación Na v egaci ón e n alta mar 995
de marino: aprender a orientarse con ayuda de los astros. La navegación bordo le es indiferente. Todo lo observa, todo lo retiene y no habla mu-
astronómica sólo es verdaderamente útil cuando se efectúan grandes tra- cho. Afirma, no juzga. Psicólogo al mismo tiempo que técnico, tiene su
vesías, pero conocer sus leyes puede ser un auténtico placer; y al mismo propia opinión de cada timonel, sabe a qué atenerse en relación con el
tiempo enriquecer la calidad de la mirada que dirigimos a nuestro alrede- comportamiento del barco en uno u otro rumbo, con una u otra vela.
dor en la mar. Por este motivo, intentaremos también penetrar un poco El estado de la mar, 10"$ cambios de viento, el tiempo que va a hacer,
en el misterio de "esta oscura claridad que desciende de las estrellas" ... todo le interesa. Parece estar husmeando continuamente, mirando to·
do de una forma muy particular. En la mesa, cuando los platos salen
volando debido a un bandazo, él saca conclusiones diferentes a las del
LA ESTIMA resto de la tripulación. Cuando va a hacer pis entre los obenques, ob·
serva con atención la segunda ola de proa. Mientras da vueltas en su li-
Hoy día existen dos maneras de enfocar la navegación en alta mar: la tera, sigue escuchando y meditando. Por último, cuando llega el mo-
de todo electrónico, con la cual, por la módica cantidad de 400.000 a mento, sumando todas sus observaciones y cavilaciones, coloca la pun·
4.000.000 de pesetas, podemos apretar un botón y, si disponemos de ta del lápiz sobre la carta y dice: estamos aquí.
la energía eléctrica suficiente. conocer nuestra situación con un error ¿ Cómo puede saberlo? Evidentemente, no se trata de hacer un recuen-
de 2 millas, y a veces hasta 1Q metros, observando una pantalla; y otra, to de los mil y un detalles que constituyen la precisión de una estima. La
que es un método viejo como el mar llamado la estima, que puede re- Ciencia podemos aprenderla en los libros; el arte, no ... Todo lo más, pode-
sultar más o menos sofisticado. Una sola cosa es cierta: podemos mos enumerar aquí algunas normas adecuadas para guiar al navegante
pasar sin la pri mera, pero jamás sin la segunda. que empieza. Señalando al mismo tiempo que el retrato del artista, tal co-
Sea cual sea la calidad de los aparatos, no es extraño que podamos mo 10 acabamos de esbozar, no debe tomarse al pie de la letra: la estima
sufrir una avería general en la electricidad y si el barco resulta alcanza· puede ser también una creación colectiva, cuando entre la tripulación hay
do por un rayo o queda sumergido, todo el sistema eléctrico y electró- gente que acostumbra a navegar junta y, además, es competente.
nico puede destruirse.
La estima consiste en calcular, a partir del rumbo seguido, de la dis- Evaluación de la información
tancia recorrida, del abatimiento y de la deriva, la derrota seguida por Disponer de una " última situación conocida " muy exacta es una enor-
el barco desde la última situación conocida. me garantía en relación con el valor de la futura estima . Cuando nos
Llevar la estima a la carta -lo que se denomina corregi r la derrota - equivocamos al abrocharnos el primer botón, siempre estaremos mal
es una operación muy sencilla, que consiste en : abrochados, por más cuidado que pongamos luego.
• corregir el rumbo de aguja con el valor de la corrección total y del De este modo, aunque no tengamos intención de perder de vista la
abatimiento con el fin de hallar el rumbo verdadero; costa, el navegante ya está preparado. Resulta inútil situarnos cada
• a partir del rumbo verdadero, trazar la derrota de superficie yana· veinte minutos cuando la visibilidad es perfecta y el parte meteorológi-
tar la distanda recorrida; co nos indica, por ejemplo, viento fresco e inestable; pero si tenemos
• por último, desplazar eventualmente la situación obtenida con el motivos para temer que se levante niebla, conviene situarse, por lo me-
valor de la deriva que haya sufrido el barco. nos, una vez cada hora y después de cada cambio de rumbo.
Se trata, en definitiva, de la operación inversa de la que nos permite
trazar la derrota. Para trazar la derrota, el navegante razonaba con vis· El rumbo efectuado
tas al futuro, sobre probabilidades. Para corregir la derrota, debe tener ¿ lleva bien el rumbo el timonel? Ésta es una preocupación fundamen-
en cuenta lo que realmente ha sucedido, las condiciones y circunstan- tal. Desde la cabina podemos comprobar de forma discreta el rumbo
cias durante las cuales ha avanzado el barco, y que nunca son tan sim- que seguimos con un compás auxiliar o con el compás de alidada. A un
ples y esquemáticas como preveíamos. Saber apreciar correctamente timonel no le gusta el viento de popa, tiende siempre a ponerse por la
los datos de la estima es la principal dificultad; requiere una atención aleta: hay que tener en cuenta la diferencia. Este otro no tiene práctica,
sin fallos y un sentido agudo de lo que es la mar y la vida en la mar. gobierna siempre 50 más a la derecha: tengo que darle un rumbo 50
En este aspecto, la personalidad del navegante se revela en todo su más a babor ... Está claro que el barco hace guiñadas: habria que revi-
esplendor. A bordo, el navegante es un hombre reservado y que al mis- sar el reglaje para facilitarle el trabajo al timonel, etc.
mo tiempo mete la nariz en todas partes. Su reino es la mesa de cartas En ceñida, no hay que dar ningún rumbo a seguir: esto nos facilita la
(el lugar donde reflexiona), pero nada de lo que representa la vida a estima, a pesar de las apariencias: si seguimos un rumbo y el viento va-
996 Navegación Navegación en alta mar 997
ría ¿cómo calcularíamos el abatimiento? Si gobernamos en relación con Además de las corrientes de marea analizadas en el Capítulo "Nave-
el viento, el abatimiento será siempre el mismo yeso es lo que cuenta. gación costera", resulta útil conocer las corrientes generales, cuya in-
En este bordo como en los demás el único problema es que el timonel tensidad se indica en número de millas por cada veinticuatro horas en
sepa (y se atreva) a indicar el rumbo que ha seguido. La inexperiencia las pilot (hans y en publicaciones similares. También hay que tener en
desaparece antes que el amor propio. cuenta la corriente de superficie que se origina cuando el viento sopla
intensamente durante mucho tiempo en la misma dirección. Hay Tablas
El abatimiento de Cálculo en la Guide du navigateur* .
La fuerza del viento, el rumbo en el que navegamos, el estado de la
mar, el reglaje del barco, las cualidades del timonel: todo esto, en ma- El cuaderno de bitácora
yor o menor medida, está relacionado con el abatimiento. No debemos El conjunto de las observaciones anotadas en el cuaderno de bitácora
dejar de comprobar la magnitud de este abatimiento si aparece algún es como el hilo de Ariana que permite al navegante reconstruir paso a
un punto de referencia. Pero no hay advertir al timonel: tendría más paso la derrota seguida. Por lo tanto, debemos anotar en él de forma
cuidado durante la comprobación y ésta no tendría ningún valor. .. Lo regular todos los datos de la navegación -rumbos (el que se haya dado
que cuenta es lo que el timonel hace y no lo que puede hacer. y el que se haya seguido), indicaciones de la corredera, fuerza y direc-
ción del viento, estado de la mar, nombre del timonel-, y también las
La distancia recorrida demás circunstancias: viradas, cambios de vela, evolución del tiempo,
Nos fiamos de la corredera, pero siempre que conozcamos bien el ca· situaciones tomadas (y por qué medio) y los encuentros que hayamos
rácter de nuestro instrumento. Algunas son optimistas y otras pesimis- tenido. Ningún hecho resulta insignificante a priori.
tas. Muchas de ellas mienten cuando hay poca velocidad. Conviene no anotar en el cuaderno de bitácora, más que los datos
Hay que vigilar de cerca la corredera de hélice, pues esta última puede en bruto: el rumbo de aguja y no el verdadero, la cifra indicada en la
haber recibido un golpe desde su última utilización y ponerse a girar más corredera y no el cálculo de la distancia recorrida, etc. Pues si cada uno
deprisa (o menos) de lo previsto. También puede enganchar un alga y blo- de nosotros al anotar sus observaciones pone un poco de interpreta·
quearse simplemente. Por lo tanto, hay que echar un vistazo al contador y ción personal, hay que multiplicar el riesgo de error por el número de
anotar sus indicaciones de forma muy regular, por ejemplo, cada hora; te· t"pulantes y los datos pueden falsearse irremediablemente.
nemos que calcular permanentemente la velocidad del barco, para poder Hay que llevar permanentemente el cuaderno de bitácora, incluso
evaluar a pesar de todo la distancia recorrida si el instrumento se avería. aunque no tengamos intención de mantener la estima, pues ésta pue·
Casi todas las correderas electrónicas están dotadas de una alarma de resultamos necesaria en algún momento. Además, en caso de acci·
que suena cuando la hélice o la rueda de paleta dejan de girar. Las co- dente o de avería, el cuaderno de bitácora representa un elemento de
rrederas de efecto doppler son prácticamente insensibles a las algas y a apreciación fundamental.
Llevar un cuaderno de bitácora es obligatorio a partir de navegacio-
otros muchos objetos flotantes.
nes de 3. a categoría. Pero es conveniente llevarlo incluso en navegacio-
La corriente nes de 4.a y 5. a categoría* *.
Las publicaciones oficiales están bien: pero, las observaciones persona-
les aún están mejor. Los datos sobre las corrientes no son muy exactos En el caso de que dispongamos de un sistema para situarnos de for-
y sabemos que el viento puede trastocar todo. Si encontramos un flota- ma permanente (Loran, Decca, Satnav, GPS .. .) hay que llevar también
dor de nasa o una boya estamos de suerte: podemos averiguar la direc· el cuaderno de bitácora y anotar por lo menos una vez en cada guardia
ción exacta de la corriente y su intensidad. Cuando necesitemos llevar la situación que nos indique. Esta situación es la que nos servirá como
una estima con exactitud, por ejemplo, con niebla y cerca de tierra, y
vemos un flotador, vale la pena desviarse. .. En el Capitulo "Generalidades ", apartado Oceanografia de los Derroteros,
En alta mar, a veces es difícil determinar el sentido en que se despla- se hace referencia detallada a las corrientes existentes en las zonas que com·
za el barco. En ese caso podemos utilizar el cable de la sonda, o aún prenden los mismos y en la Carta na 105, Estrecho de Gibraltar, figuran diversas
mejor un sedal fino con un escandallo que pese mucho. Largamos el notas sobre el régimen de las corrientes en el Estrecho. (N. de la T.)
",. En España es obligatorio llevar el cuaderno de bitácora en buques mercan-
sedal dejándolo flojo, para que el escandallo se vaya al fondo. La direc-
tes o de pesca con arqueo bruto superior a 20 Tm, o en los que, cualquiera que
l a derrota s obre el fondo no siempre ción que sigue el sedal cuando se tensa nos indica aproximadamente el sea su tamaño. estén enrolados tres o más oficiales de puente. (Res. n.o 64 de la
coincide con lo qu e im agin amos. sentido en que se desplaza . Dir. Gral. de la Marina Mercante.) (N. de fa T.)
998 Navegación Navegación en alta mar 999
punto de partida de la nueva estima en caso de que se produzca una lor de la información que obtengamos llevando de forma correcta la esti-
avería general en los instrumentos. ma. En todos los casos, ésta sigue siendo la técnica fundamental.
La incertidumbre
Sea cual sea la vista y el rigor del navegante, es poco frecuente que la
Traslado de una línea de posición
estima nos indique una situación absolutamente exacta. Existe un mar- La línea de posición de la que hablamos es un lugar geométrico: una de-
gen de incertidumbre en cada uno de los datos y al hallar la situación mora o arco capaz, o incluso la recta de altura en navegación astronómica.
hacemos también la suma de las incertidumbres. El principio en que se basa el traslado es muy sencillo. Sabemos que
Esta suma es más o menos apreciable, y depende de las condiciones para situarnos, hay que conocer por lo menos dos líneas, que por inter-
que hayamos sufrido. Si navegamos por una zona sin corriente (o con sección forman un punto. Pero si s610 disponemos de una línea, pode-
una corriente que conozcamos con exactitud), en rumbos portantes, mos muy bien "dejarla en reserva" hasta que encontremos otra. Trasla-
con viento medio y regular, y con buena mar, podemos considerar que damos entonces la primera con el valor de la distancia recorrida: ésta
la incertidumbre es pequeña, aproximadamente un 4% de la distancia formará una intersección con la segunda y ya está, siempre que duran-
Situaciones por demora s no
recorrida. Por el contrario, si hemos tenido que dar bordadas con mare- te ese tiempo hayamos llevado la estima de forma correcta.
simu ltáneas de dos marcas.
jadilla y corrientes desconocidas, o si nos hemos puesto a la capa con Nos situamos así por demoras no simu ltá neas de dos marcas. A
Trasladando la demora Ac, debemos
mal tiempo, la incertidumbre es mayor, pudiendo llegar hasta un 10% . las 8h por ejemplo, vemos un faro A a 120' . A mediodía el faro A está
tener en cuenta la incertidumbre de la
Puede que prefiramos estimar el aumento horario de la incertidumbre, fuera del alcance de nuestra vista, pero vemos el faro B que marcamos
estima entre las ah y las 12h.
es decir el tanto por ciento sobre el tiempo, en lugar de considerar la a 60°. La estima indica que hemos recorrido 18 millas a 40°. A las 8h el
noción de tanto por ciento sobre la distancia. barco se encontraba en algún lugar de la demora Ac. Para trasladar es-
En el caso de haber seguido una derrota en linea recta, la zona de ta demora, lo más fácil es trasladar la marca A 18 millas en dirección
incertidumbre está delimitada en la carta de manera exacta: es un cua- 40'. Desde ahí, trazamos una paralela a AC. La demora trasladada for-
drilátero, más largo que ancho si la incertidumbre considera más la dis- ma una intersección con la demora Bd en un punto F que es la situa-
tancia recorrida que el rumbo seguido, y más ancho que largo en el ca- ción del barco a las 12h. Desde ese punto F podemos volver hacia atrás
so contrario. Pero si hemos tenido que dar bordadas, esta zona de in- y hallar cuál era la situación del barco a las 8h: obtenemos el punto E.
ce rt idumbre sólo puede estar representada de modo fiable por un Esta comprobación sirve para asegurarnos de que el traslado de la línea
círculo cuyo diámetro corresponde al valor de la máxima incertidumbre; de posición se ha efectuado bien.
después de realizar las operaciones, podemos considerar que nos en- Podemos trabajar con una economía de rneuiu~ todavía mayor: situar-
contramos en el centro de este círculo i pero podemos estar en cual- nos por demoras sucesivas de una misma marca. A las 12 de la noche
quier otro lugar dentro del mismo' marcamos el faro P a 15°. Tres horas más tarde, seguimos viendo el mis~
Cuanto más aumenta la distancia recorrida, mayor es el círculo de incer- mo faro P, esta vez lo marcamos a 64°. la estima nos indica que durante
tidumbre; decimos que la estima envejece. Evidentemente, no hay que estas tres horas hemos recorrido 12 millas rumbo 290°. la demora Pa, Situación por demoras s ucesivas de
dejar escapar ninguna ocasión para rejuvenecerla, especialmente en el mo- trasladada con el valor de la estima, forma una intersección con la demo- una misma marca . También en este
Desde A a B, el barco ha seguido un
mento de la recalada. El traslado de una línea de posición y el gráfico de ra PB en el punto M, que es la situación del barco a las 3h de la mañana. caso. e l tras lado de la demora Pa esta
rumbo con viento portante. Para
sonda son metodos un tanto rústicos pero eficaces; una cura radioeléctrica Este sistema de traslado de una línea de posición, tan simple en apa- marcada por la incertidumbre de la
delimitar el cuadrilátero de
también puede devolverle su vigor. También está el azar de (] riencia, está lleno de posibilidades. Nada nos prohíbe trasladar una mis- estima entre las doce de la noche y las
incertidumbre. podemos difere nciar la
los encuentros ... Todos estos métodos, que analizaremos ma línea de posición varias veces seguidas, hacerle dar bordadas al mis- 3 de la mañana. Tres demoras
incertidumbre del rumbo 14 millas por
a continuación, nos permiten precisar los hechos. Tam- mo tiempo que el barco y compararlo a otras líneas distintas. Por medio sucesivas reducen esta incertidumbre,
ejemplol de la incertidumbre del
bién hay que señalar que sólo podemos apreciar el va- de un ejemplo detallado mostraremos el tipo de razonamiento que hay pro porciona ndonos un triángulo.
recorrido (por ejemplo. 3 millas) . A
que efectuar para recalar por este procedimiento.
partir de B, al haber rolado el viento, ---+ \ ........-7.5M
derrota haciendo \ \
resulta dificil hacer la misma distinción. Qu ien avista Groix' se vuelve loco de alegria
_I!.or:..dadas \
Para simplifi car, admitiremos que la \ --- --_\ Es un amanecer de junio. Se ha levantado niebla al final de la noche y se
zona de incertidumbre es un circu lo,
\0 va arrastrando en bancos que el sol empieza a traspasar por algunos luga-
cuvo diámetro corresponde a la
incertidumbre máxima (por ejemplo.
7,5 millas)
A _ _ ______ _ _derrota con vientos ¡lOrtanles - - -j t~ !I Para hacer que la frase rime en castellano, tal como lo hace en francés, ten-
ver nada impone, en principio, ciertas precauciones: hay que disminuir nos campeones lo lanzan a 15 metros. los ~ la técnica de la sonda manual.
la velocidad, utiliza r la bocina de niebla y afinar los oidos. El pel igro machistas insinúan que algunas lanzadoras 1. El lanzador imprime un movimiento
principal está en chocar contra otro barco. campeonas causan un vacío a su alrededor .zs de balanceo al esca ndallo.
Además, si estuviéramos a punto de recalar, tendríamos que renun- cuando se ponen a lanzar este chisme. No sé 2. lo lanza lo más lejos posible hacia
ciar a ello, separarnos de la costa y espera r a ve rlo un poco más claro. si creerles, pero, de todas maneras, hay que adelante ..
Sin emba rgo, incluso con niebla hay un punto de referencia que per- tener cuidado. 3. ... Y deja correr el cabo entre sus
manece fiel de forma inquebrantable: el fondo . El fondo es como una Al tocar el agua, el escandallo hace un pi uf dedos.
campiña enormemen te variada, con llanuras y valles, con cultivos diver- que deja una huella visible en la superficie. 4. El escandallo deberá estar en el
sos y profundos senderos, que puede proporcionarnos toda clase de in- Cuando pasemos a la altura de este pluf, hay fondo cuando el barco pase por la
formación. que tensar el cabo en vertical para localizar el lu- vertical.
Además, presenta una particularidad muy cómoda, y es que suele gar por donde asoma.
subir a la superficie al acercarnos a tierra: nos avisa. Por lo tanto, hay En cuanto los fondos son ya muy profundos, el
veces que podemos in tentar reca lar sin visibi lidad, si estamos seguros resultado es aleatorio, pues muchas veces el barco
de encontrar en nuestra derrota fondos muy ca racterísticos, identi f ica- pasa antes que el escandallo haya tocado fondo. Si es absolutamente
bles con la sonda. necesario disponer de una medida exacta, hay que parar, o en cual-
El modo de comportarnos varía según los fondos que haya; a veces, quier caso, avanzar con muy poca velocidad .
un veril nos despeja todos los peligros de la costa y basta segui rla para Al navegar dando bordadas, puede resultar cómodo hacer lo si-
arri bar a puerto; otras, es necesario situarse de forma precisa, para lo guiente: viramos sin tocar la vela de proa, sondamos mientras que el
cual utilizaremos una hoja de sonda. Pero, en principio, todo depende barco está" a la capa", casi parado en la nueva amura, y después pa-
del aparato de sonda que tengamos. samos el foque y volvemos a salir. A partir de una profundidad de
20 metros, la sonda manual nos permite localizar los veriles. En ese
Sondador y sonda manual caso, la técnica es algo distinta. Por ejemplo, si queremos saber en
El sondador electrónico y la sonda manual no son, evidentemente, ins- qué momento alcanzaremos el veril de los 20 metros, preparamos la
trumentos que se puedan comparar. El sondador permite sondar a longitud necesaria de cabo, es decir 20 metros más la altura de agua
gran profundidad, proporcionando una indicación exacta y continua, que hay por encima del cero de la carta, según la hora de la marea,
mientras que la sonda manual sólo es exacta en fondos pequeños (me- más la altura del francobardo y la del balcón de popa. Amarramos el
nos de 15 metros) proporcionando información esporádicamente. Más cabo a este último. Un tripulante lanza el escandallo por la proa del
allá de los 20 metros, podemos saber todo lo más que nos encontra- barco lo más hacia adelante posible. El cabo deberá estar tensado
mos entre dos veri les determinados. cuando pasemos a la altura del pluf (si no lo está es que vamos de-
Por lo tanto no es posible seg uir el mismo razonamiento si dispone- masiado rápido). Cuando hayamos pasado el pluf sacamos el cabo, y
mos de uno de estos aparatos o del otro. Con uno de ellos podemos si- el sebo de la parte inferior del escandallo nos indicará si hemos toca-
tuarnos, a veces con una gran precisión. Y el otro nos permite, sobre do o no.
El "toque" todo, sentir la proximidad de los obstáculos y darnos la vuel ta.
Asimismo, existe otra diferencia, y esta vez de tamaño: la utilización Sondar a gran profundidad
de sebo del sondador no requiere unos conocimientos ni una resistencia espe - Para ser verdaderamente útil en crucero de altura, un son dador electró-
or lo genera l , l os es-
Pcanda ll os son hueco s
por la ba se para poder
cial por parte del usuario. Para utilizar correctamente una so nda ma-
nual, por el contra rio, debemos adqui rir cierta técnica.
nico debe poder sondar por lo menos hasta 100 metros. En ese caso,
lejos de la costa, puede proporcionarnos toda clase de información
Cuando se trata de tomar una medida exacta, con fondos peque- enormemen te valiosa. Por ejemplo, cruzando el Canal de la Mancha,
meter una bola de se bo. ños, actuaremos del modo siguiente. Se prepara el ca bo en un cubo o entre Torquay y Paimpol, una estima envejecida prematuramente por la panta lla de este so nda dar
Si el esca ndallo sube con
en un montón en cubierta. El lanzador se coloca normalmente a sota- calmas y bordadas inciertas puede encontrar una segunda juventud al electrónico mues tra los ecos en tres
are na , es que el fondo es
vento, más o menos hacia la mitad del barco. Sujeta el cabo con la ma- pasar por la Fosa central donde el sondador indica bruscamente, y en tonos diferentes de grises, de acuerdo
de arena; si sube co n fan -
go, es que es de fango ; y no a sotavento, con el escandallo a ras del agua. Procura mover el es- poca distancia, fondos de más de 100 metros. con su intensidad . Asimismo, dispone
si sube con oro, ¡fondead can dallo balanceándolo y lo lanza lo más lejos posible hacia adelante Si venimos de alta mar con cielo nublado y queremos recalar en Pen- de una función de amp liación, por
enseguida! para que tenga tiempo de tocar fondo antes que el barco lo adelante. march, uno de los lugares con más rocas que existen, sabemos que no medio de la cua l se pueden detallar
Cuanta más velocidad lleve el barco, más lejos hay que lanzarlo. Algu- tenemos que preocuparnos mientras no lleguemos al veril de Jos más los ecos menores de 10 metros.
1004 Na vegació n Navegación en alta mar 1005
\
inmediatamente por medio de la sonda. Gracias a la demora, sabemos
que el barco se encuentra en algún punto de la recta trazada desde el
faro, pero el son dador, al indicar una profundidad de 45 metros. nos
señala que s610 podemos estar en las proximidades del punto E.
-7
Estos ejemplos nos proporcionan una idea de las posibilidades del
sondador. Ciertamente un aparato de este tipo proporciona a bordo ¡!>(,m
servicios tan valiosos como los del gonio. Casi todos los sondadores lle-
van una alarma que se puede regular para que suene a la profun didad
deseada. Es muy cómodo para hacer bordadas con seguridad a lo largo
de la costa, cuando el veri l es más o menos paralelo a la misma.
V
1 Jo~l"\~ pape l d e calco y poder hacer el
proceder poco a poco, es decir, buscar un lugar identificable para reca- l(lnde(umbOSS~ - -
=-- eje rcicio de las páginas s iguient es
lar sobre seguro, y que nos permita situarnos antes de continuar.
'i> colocá ndolo sobre e l dibujo de la
·I,o¡;. "!o.,\O~Go carta de la página 1011 .
Para situarnos por medio de la sonda, a menudo hay que llevar la es- ~ O.,§0
10 .. ,~'Oo/,", Tambié n pode m os rea lizarlo
tima de una manera especial, utilizando una hoj a d e sonda. Esta hoja
..~~,,"--__+------+_-----_+--
- -t-- - - - -__+- ---\.,; como lo haríamos a bo rdo: una
es un papel transpa rente que se cuadricula, para poder desplazarlo so- ~ vez hecho e l cuadriculado, vamos
bre la carta paralelo a los meridianos y a los paralelos. Es en definitiva lleva ndo los datos a m edida qu e
una carta en blanco, con el Norte hacia arriba. a va nzam os.
1006 Navegación Navegación en alta mar 1007
.
escala de la carta . Después, no hay más que pasear el papel sobre la
<,
.,
carta para intentar que coincidan las sondas de uno con las sondas de
la otra ... A veces, cuando las sondas son muy características, es posible ...
situarnos al primer intento y con una exactitud prodigiosa. Otras en
~,
.
cambio, no resulta tan evidente, y tenemos que volver sobre nuestros ~
.
~
pasos, volver a empezar, y todo ello sin dejar de llevar actualizada la es-
tima.. Es un buen ejercicio de perseverancia. Y ahora vamos a poner \~
t'
tarnos con dar bordadas despacio y esperar a que la niebla desaparezca? ,... ,1 _, .,
El :.: :~ .:1
lo primero que hay que hacer es mirar la carta. ¿Hay en la costa ha-
cia la cual nos dirigimos algún lugar donde recalar, que sea fácilmente . .
identificable yen cuyas cercanías no haya escollos? Sí: están los 8ancs
de Sable, frente a Paimpol. Son perfectamente reconocibles con la son-
da: es una lenta subida de los fondos hasta llegar al veril de los 20 me- ... ., ~
.
tros, después hay menos de 20 metros durante una milla aproximada- .,
mente, y luego una pendiente en picado hasta más o menos 30 me- '.i
tros. Al parecer podremos encontrar fácilmente este " lomo de burro "
sin ningún problema, pues no hay ningún otro lugar al Norte o al Sur,
p '
con las mismas características. Si logramos situarnos correctamente so-
bre los 8ancs, luego podremos encontrar la boya de 8asses del SE, a
partir de la cual estará "tirado" arribar a la entrada de Trieux avanzan- Reconstruir la derrota recorrida (Pu blicació n S HOM.I
do de boya en boya. El cuaderno de bitácora (ver facsímil en la página siguiente) contiene
Pero, conseguir situarse sobre los 8ancs de Sable no será fácil, pro- diversos datos sobre lo ocurrido a partir de las 4h 30.
bablemente. Sin duda, La solución consiste en pasar varias veces por Con ayuda de estos datos, tenemos que averiguar, ant es de nada,
encima para aclarar el tema, utilizando una hoja de sonda. Pase lo que dónde nos encontramos. Hallamos nuestra situación a las 7h 30, cuan-
pase, por probar no perdemos nada: si no logramos situarnos, siempre do la corredera marca 103,5.
podremos volver hacia alta mar y esperar. Desde la última situación obtenida (a las 4h 3D, corredera 87), tra-
Sólo nos queda ponernos manos a la obra . zamos la derrota sobre la superficie, teniendo en cuenta la declinación:
1008 Navegaci ó n Na v egac i ón en alta mar 1009
7° W, y un abatimiento de 6° hacia la Izquierda. Lo cual nos da, en re- 246°, más 4° de abatimiento (solamente 4°, pues ya no navegamos en
lación con los rumbos anotados en el cuaderno de bltacora: ceñida), más 7° de decllnaoón . El rumbo de aguja es 257°.
2,5 millas a 267 0 verdadero Segun nuestra situación, a las 7h 30 nos encontramos a 2,2 millas
5,5 millas a 2640 verdadero de los Banes de Sable. Teniendo en cuenta la incertidumbre, es conve-
8,5 millas a 262 0 verdadero. niente empezar a Vigilar el sondador cuanto antes, al mismo tiempo
Después. trazamos la derrota sobre el fondo desplazando nuestra Si- que preparamos la tabla de alturas de la marea.
tuación con el valor de la comente que nos Indica el cartucho de la car- Ahora es el momento de coger el papel de calco sobre el que hemos
ta, es decir: copiado el grafico, y colocarlo enCima de la carta. Alla vamos.
PM - 6 : 0,7 M haCia 306 0
PM - 5 : 0,3 M haCia 285 0 Primera pasada
PM - 4 : 0,5 M haCia 1380 A las 8h 30 tocamos el veril de los 20 metros. Corredera 105,5.
Sólo nos queda estudiar la situación obtenida. Orzamos ensegUida para ponernos de ceñida . Los fondos siguen su-
El barco ha hecho 6,5 nudos de media. La corredera, a esta velOCI- biendo:
dad, es pesimista en un 6 % aproximadamente. En relación con la diS- corredera 106: 10 metros
tancia recorrida ( 165 millas) esto supone cerca de una milla de diferen- corredera 106,1: 8 metros
cia. Trasladamos la SituaCión una milla hacia adelante, en el rumbo me- después un brusco descenso; corredera 106,2 : 20 metros
diO que hemos segUido: 264°. No hay duda, acabamos de cruzar los 8ancs de Sable. La pen-
Los t imoneles aseguran que han mantenido el rumbo a ± 2°, lo cua l diente de los fondos se puede distinguir en la superfiCie por la pre-
representa una Incertidumbre de un 7 % de la distancia recornda . senCia de algunos flotadores de na sas. Estos flotadores tienden a
Pero la Incertidumbre relaCionada con la deriva es mayor: calculamos hundirse lo que nos Indica que la cOrriente es bastante fuerte. Se-
que sera un 10% de la distanCia reCOrrida. guramente de mas de un nudo, o de 1,3 nudos. Los onnques se in-
Conservamos la Incertidumbre mayor: lo que nos proporCiona un clinan a 150° .
círculo de incertidumbre de 1,7 millas de diametro, alrededor de la si- Viramos.
tuación obtenida. El navegante ya ha empezado a trazar la derrota sobre la hOJa de
sonda. A partir de la derrota sobre la superfiCie y de la deriva, traza la
Dar un rumbo al timone l derrota sobre el fondo. Las distanCias, al medirse sobre el agua, se lle-
Ahora, se trata de afinar bien . Para tener el máXimo de oportunidades, van primero d Id uellUld ~ulJre Id ~uperflCle y después se trasladan a la
vamos a intentar recalar en el centro de los Bancs de Sable. Por lo tanto derrota sobre el fondo, de forma paralela a la cOrriente.
Facsimil d el cu aderno d e bitá cora. hay que arrrbar un poco. La derrota sobre el fondo sigue el rumbo
Primera vuelta
Después de la Virada , al subir haCia el NNE, hemos vuelto a encontrar el
'0.·0 . . .. . . .
venl de los 20 metros; corredera : 106,3 . El fondo se ha mantenido des-
pués entre 20 y 10 metros, sin sonda característica, hasta 107,4 de co-
rredera donde hemos vuelto a encontrar 20 metros.
El navegante traza en la hOJa de sonda la derrota seguida durante
esta vuelta haCia el Este de los Bancs de Sable. Seguimos un momento
en cenlda, amurados a babor, Justo el tiempo sufICiente para confron-
tar la hoja de sonda con la carta, para ver dónde estamos.
La cosa todavía no esta clara. En la prrmera pasada, hemos encon-
o:. :;;n e-"" '_ "'"'""" .!t.tJl-.,(¡ fe... Satl -~ ~«.. u.... ~-
trado menos de 20 metros de agua durante más de media milla: por lo
Sa-t lt.L.-q~" dJ...,. ~-w.11..>-:. ~<~ ~¿-;-S-fhe..... "7a-- tanto hemos pasado sobre una parte bastante ancha de los Bancs.
Jla1.A·&o-....-b~,,~ " _ _ ____
Lo principal es que hemos registrado una sonda de 8 metros. Lo que
~~.e._!....Q:,Ie.......c.(a......eL_ ¡;¡¿~ _
Significa que no podemos estar más al Sur de las sondas señaladas 9,7
.. '~".e. ,. . . . . . . . ~t> .... .,;(Q
-- ---
~ru,....~L...w.~.c:. tfe-.8 2"i"V""'· 0.d..ru........J.:!;u..t.c.!.dl Y 8,1 en la carta, en las cercanias de 48° 48 ' 8 (justo encima de la enfl-
laClón campanario de Plouha - marca de Porsmoguer).
1010 Navegación N ave g ación en a l ta mar 1011
alla de los 48° 50'S, donde vemos una sonda 8,2, la última de esa cIa-
se. A partir de los datos obtenidos por medio de esta vuelta, parece
que la situación más al Sur es la correcta. Pero, al mover la hoja de son-
da sobre la carta, vemos que hay varias soluciones posibles. No tiene
'"
por qué ser la válida la que mejor "encaje". Todo está todavía poco .18 ;),1 • .•J
,.
claro. Hay que vi rar y volver a empezar.
1
. . ."
Segunda pasada " ."
'.' .1..
'"
Viramos cuando la corredera marca 108,6. Volvemos a encontrar los ;/ ... .lo' ':
Sanes de Sable a 109,3 de corredera, y después vamos registrando su- .1••
M
cesivamente: .h
.~
corredera 11 0,1 : 20 metros
y otra vez la pendiente de más de 20 metros. ,.... "'~ .. ,.
Sin ninguna duda, esta nueva sonda que nos da 4 metros deberá .u
"
ayudarnos a concretar el asunto.
A primera vista, parece que realmente hemos pasado por la vertien-
te Norte de esta pequena colina, 4,5 en los extremos, situada entre 48u
49',9 y 48° 50',3. La hoja de sonda y la carta encajan ahora bastante
bien, y en lo que respecta a la primera pasada la solución más hacia el
,..
Sur parece la correcta .
Pero todavía no podemos asegurarlo. Quizás hemos pasado por la "
vertiente Sur de esta pequeña colina . Quizás hemos pasado todavía
más abajo, sobre la sonda 4,9 situada a 48° 49',5 (aunque todavía esta
última situación nos parece poco probable, teniendo en cuenta la de·
rrota seguida en la primera vuelta). En cualquier caso, tenemos que sa·
ber a qué atenernos. Otra vez viramos, a 110,4 de corredera .
Segunda vuelta
Los Sancs de Sable siguen siendo fieles a nuestra cita: volvemos a en·
contrar el veril de los 20 metros, a 111 ,2 de corredera. El fondo sigue
subiendo hasta los 10 metros y luego vuelve a bajar. A 11 2,2 de corre-
dera hay 20 metros. Otra vez estamos en el otro lado.
No: a 11 2,9, encontramos de repente 12 metros, y luego otra vez "
mas de 20 metros. "
(Publicación SHOM .J ¿A qué corresponderá esta indicación aislada de 12 metros?
1012 Navegación Navegación en alta mar 1013
La sonda marcada 11, situada en la carta al NE del brazo de Basse po con poca velocidad, para intentar localizar el trozo del veril corres-
Bec (a 48° 51',7) parece la mas probable. El problema es que el dibujo pondiente a la derrota que seguimos. Este sistema permitió al Gauloise
de la hoja de sonda no coincide del todo con la carta, por lo menos en IV identificar Miquelon y entrar más tarde en Saint-Pierre con una visibi-
el caso de que hayamos pasado realmente sobre la vertiente Norte de lidad inferior a 0,25 millas en el año 1982.
la pequeña colina al pasar por segunda vez. Si hemos pasado por la
vertiente Sur, esta última vuelta encaja mejor, pero entonces ¡es la pri-
mera pasada lo que no encaja con nada! RADIOGONIOM ETRíA
Hay algo raro en todo esto. Ciertamente, el dibujo realizado sobre la la corredera y la sonda no son los únicos medios para situarse cuando
hoja de sonda tiene una forma algo alargada en relación con el recorri- hay mala visibilidad. Existen también ciertas "ayudas radioeléctricas"
do que parece más probable sobre la carta . La hipótesis más verosímil que nos permiten comprobar la situación y la derrota del barco. La más
es que hemos debido subestimar la corriente. Al ser ésta mucho más utilizada en la navegación de recreo es la radiogoniometría, cuyo fun-
fuerte, la derrota efectuada estaría menos hacia el Norte y habría sido damento es muy sencillo: por medio de un receptor de radio especial
menos rápida de lo que creíamos. marcamos la dirección de diferentes emisores, y estas marcaciones, lle-
Probablemente esto será lo que ha ocurrido. De hecho, vemos que vadas a la carta, nos permiten situarnos en un principio. Hay que reco-
encogiendo un poco el dibujo de la hoja de sonda, podemos conseguir nocer que el gonio no puede competir con los nuevos sistemas de na-
una mayor coincidencia, de un extremo al otro. vegación electrónica.
Si esta hipótesis es correcta, con la derrota que hacemos ahora, no
vamos a llegar a la boya. Hay que vi rar. Los emisores
los emisores utilizados en radiogoniometría son rad iofaros circu lares
Tercera pasada (RC) que emiten una señal muy exacta en una determinada frecuencia,
Viramos a 114,2 de corredera. en la gama de las ondas largas.
A 114,7 de corredera, los fondos vuelven a subir hasta 20 metros, y Hace años, para evitar una saturación de frecuencias, los radiofaros
después se mantienen bastante rato entre 20 y 10 metros. se agrupaban casi siempre en series de tres o seis en una misma "lí-
A 115,2 otra vez tenemos 20 metros y después, la pendiente. nea", emitiendo por turno y siempre en el mismo orden. Desde hace
Al leer la sonda durante esta tercera pasada los resultados obtenidos algunos años, el sistema ha mejorado. Con algunas excepciones, cada
encajan perfectamente con la sonda marcada con la cifra 11 que he- radiofaro emite en su propia frecuencia y de modo continuo. Por moti-
mos encontrado en la pasada anterior. vos de comodidad, se agrupan en zonas geográficas que se denominan
Una vez más tenemos que virar y, en principio, tendríamos que ver con los nombres del alfabeto morse. El canal de la Mancha se divide en
la boya enseguida. tres zonas (Golf, Hotel, India) y el mar de Irlanda en otras tres (Echo,
Hay que seña lar que ninguna de las sondas que hemos marca- Foxtrot, Delta) ... Los radiofaros de una misma zona emiten en frecuen-
do ha sido dec isiva en sí. Pero el razona mi ento completo parece cias muy próximas unas de otras, lo cual facilita el trabajo del operador.
sostenerse: las dif erentes pasadas que hemos rea lizado so bre los la señal emitida por cada radiofaro dura un minuto y comprende:
Sancs de Sable forman una secuencia coherente, y parece exclu ir- • el indicativo del radiofaro, que es un grupo de dos o tres letras del
se la posibi lidad de un error serio. alfabeto Morse, y que repite varias veces duante 22 segundos;
Esta vez, si no vemos la boya, por lo menos podremos decir que he-
mos hecho todo lo posible y haremos bordadas hacia alta mar, con la
conciencia tranquila y esperando que la cosa se aclare. RADIOPHARES MARITIMES
......
Caso extremo: hacer un realzado del veril
En caso de estima "borrosa, en medio de la niebla y con avería general
de los instrumentos, podemos vernos obligados a recurrir a un medio
N"
128
129
Crhch
NOM
loe
POlition
"''''.
48"28' N · SoOS· W
Pointl San:·MMhieu 48"ZO·N·4°46· W
-
IndiulÍf
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lOO
FriqllttlCH
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3"
292.5
Éniuion IOIIS ttmpl
...... 00
CG/1tinu
Continu
tHl¡lS tia. rili:ssicll
lmin
lmin
130 S.in 48"QJ·N·4°52·W SN "
70 289,S Continu lmin
..,
extremo que consiste en hacer un "realzado del veril". A partir de la si- 131 Eckmiihl 4r48'N·.o22· W OH 50 312 Continu lmin
132 Point. d. Combrit 41"S2· N·.o01"W CT Continu lm in
tuación donde hayamos "tocado fondo" con la sonda cerca de la costa 133
14'
Pen Men 41" 39· N · JO JO' W
SHlul¡IISt-Gidul 41°OS· N·Z01S· W
GX
NZ
"
10
10
288>
298 Continu
Continu
lmin
lmin
no identificada, seguimos, según nuestro calado y la supuesta configu- 141 11. d'y.u 4!j"4J· N ·1"23· W YE 10 >XI
ración de la costa, el veril de los 5 o los 1O metros durante algún tiem- 14'
143
les B.I.ines
la Roch.lla
46"IS· N·l"34· W
46"og· N-l"10· W
8H
,
50 299 Continu 1 min
lm¡n
" 295,' Continu (Publicación SHOM.)
Navegación en alta mar 1015
1014 Navegación
Forma de un mensaje de radiofaro silencio de marcar (0° a 360°) del radiofaro, es decir el ángulo enlre su direc-
circular (Re) de l Capo de Antifer (TI) Ss Ción y el eje del barco. Para obtener la demora verdadera del radiofaro,
y de todos los dem ás.
0 .f 'P basta con sumar la marcación y el rumbo verdadero del barco (restán -
dolo eventualmente 360°). La marcación se obtiene "con una aproxi-
mación de 180°, es decir que no sabemos en qué extremo de la barra
se encuentra el radiofaro. Hay aparatos que tienen un mecanismo que
• una raya larga, durante 2S segundos; permite salir de dudas, pero excepto en casos particulares (radiofaro so-
• la repetición del indicativo durante 8 segundos; bre un buque-faro y además con niebla densa) no hay apenas ambi-
• un silencio de S segundos, después del cual se repite la señal. güedad posible.
Cuando el barco está muy alejado del radiofaro, hay que hacer una
Las características de 105 radiofaros están incluidas en la publicación operación adicional: el navegante debe hacer la correcci ón de Givry,
n.o 91 del SHOM titulada Lista de radioseñales para el pequeño cabota- que permite llevar en forma de línea recta sobre una carta Mercator la
je, yates y pesqueros. También se encuentran en el MacmilJan and Silk marcación, que es un arco de circulo máximo. En realidad a bordo de
Cut Nautical Almanac, y en el Almanach du marin breton, sólo para las un barco pequeño que se aleja poco de la costa, las marcaciones de los
costas francesas del canal de la Mancha y del Atlántico, así como en radiofaros enseguida resultan inexactas, y la mayoría de las veces no se
otras guias citadas al principio de la parte séptima. En España, el Insti- pueden utilizar en el momento en que necesitaríamos aplicar la correc-
tuto Hidrográfico de la Marina edita el Libro de Radioseñales. ción de Givry.
Señalemos simplemen te que a 50 millas de un radiofaro la correc-
El receptor ción máxima es del orden de 1,4 millas; a 100 millas, de 2,7; a 200 mi-
El receptor es un aparato de radio en el que podemos acoplar una an- llas, de 5,3. La corrección es nula para las marcaciones Norte o Sur,
tena móvil llamada antena goniométrica (o antena de cuadro, o gonio). pues hay que recordar que los arcos de circulo máximo que represen-
La antena que se utiliza a bordo de los barcos pequeños es una barra t an los meridianos aparecen como rectas en la proyección de Mercator.
de ferrita, que suele ir unida a un pequeño compás.
Cuando el receptor está regulado en la frecuencia de un radiofaro 1, Valor de las marcaciones gonio
la onda radioeléctrica emitida por éste induce en la antena de gonio una Una radiomarcación raras veces es exacta y esto se debe a muchas ra-
corriente cuya intensidad varía según la orientación de la misma. Es lo zones. Unas están relacionadas con el modo en que se propagan las
mismo que ocurre con un trami~lur normal, que hay que orientarlo en ondas. Otras van ligadas a la recepción .
relación con la estación emisora si queremos escuchar música. La inten- Pro pagación de las ondas. Las ondas no se propagan siempre en
sidad es máxima - y como consecuencia el sonido también será máximo- línea recta, sino que pueden ser desviadas por el relieve y sufrir una re-
cuando la barra de ferrita está perpendicular a la dirección del emisor. fracción cuando pasan desde la tierra al mar formando un ángulo muy
La intensidad es mínima, es decir no se oye nada, cuando el ferrita está pequeño; las ondas directas también pueden producir interferencias
dirigido hacia el emisor. Es esta diferencia de sonido lo que buscamos con la onda indirecta reflejada por la ionosfera (lo que se denomina
para hallar la demora del radiofaro: es más exacta que la intensidad má- error nocturno).
xima. Cuando la zona de silencio es amplia, hacemos girar la antena de El error causado por la refracción puede alcanzar 5° cuando la radio-
un lado a otro para localizar los "bordes" de la extinción, y la marcación demora corta la costa formando un ángulo inferior a 30. El error noc-
del radiofaro corresponde al centro de esta zona. turno suele ser muy grande.
Leemos directamente la demora magnética en el compás. Hay que Se acentúa especialmente al amanecer y a la puesta de sol, siendo
tener en cuenta que las antenas fijas no tienen compás sino un círculo éstos los peores momentos para tomar una marcación; y los mejores,
las horas centrales del dia.
Recepción . Existen diversos factores que se conjugan para producir
1 los documentos indican la f recuencia de los radiofaros, expresada en kilo-
herzios (k Hz); muchas veces, el dial del receptor está graduado en metros, es de- errores en la información que se recibe.
cir indica las long itudes d e o nd a. Para pasar de la frecuencia a la long itu d d e En primer lugar, las ondas radioeléctricas pueden ser desviadas en
Si el fe rrito de la antena gonio s e Las ondas radioeh!ctricas sufre n una
on d a tenemos que aplicar la siguiente fórmula: las proximidades de la antena, a causa de las masas metálicas de los
e ncuentra en la pos ición azul, el s onido
costados del barco. Esto sucede en los barcos con cascos de acero u refracción al lleg ar al chocar contra la
es minimo; s i est a en pos ición negra, el
L <e n m) = 300000 hormigón: hay que inst alar una antena fija cuyo error hayamos calcula- costa formando un ángulo pequeño.
son ido es m aximo. F <en k Hz)
1016 Navegación Navegación en alta mar 1017
do antes (dibujando una curva de desvío como la del compás fijo). En De este modo, podemos hacer homing, hacia el faro de Round Island, en
otro tipo de barco podemos utilizar una antena móvil, pero seguirá las Scilly, si venimos del Norte, pero es totalmente desaconsejable si veni-
siendo necesario tener en cuenta que debemos mantenerla alejada de mos del Sur: basta con mirar la carta para comprender el motivo.
las masas magnéticas. Hay que pensar en los altavoces, auriculares y de
modo especial en los auriculares estetoscópicos: si tenemos la costum- Resumen
bre de mantener la antena muy cerca de nosotros, hay que ponerse es- Acabamos de ver que en condiciones perfectas no podemos esperar
ta clase de auriculares detrás de la cabeza y no sobre el pecho. más que una precisión de 5° de más o de menos en una radiomarca-
También tenemos que pensar en la calidad del propio receptor. So- ción . Por este motivo, la situación por radiodemoras, tendrá siempre un
bre todo en su selectividad: si hay varios emisores que se superponen, error difícil de evaluar.
la audición resulta muy dificil y muy desagradable con un aparato poco la radiogoniometria es una valiosa ayuda, pero sería peligroso otor-
selectivo. garle una confianza total. La Guide du navigateur lo explica además de
El mal estado de la mar también puede ser una causa de error im- forma muy clara :
portante. Cuando nos encontramos en el seno de las olas. no podemos "El navegante no debe f iarse exclusiva y ciegamente de la in-
oír nada y corremos el peligro de confundir un silencio accidental con formación sobre su situación, obt enida por med io de una sola
un silencio verdadero. En resumen, la habilidad del operador es un fac- ayuda a la navegaci ón" (radioeléctrica o no).
tor decisivo para la exactitud de la radiodemora: para obtener datos co- Corresponde al navegante, teniendo en cuenta la exactitud que pue-
rrectos, hay que estar muy habituado, tener un poder de concentración de esperar de cada una de estas ayudas en función de su situación esti-
enorme y, con frecuencia, un estómago a prueba de bomba. mada, utilizarla en unión de todas las demás ayudas a la navegación de
Por último, nos queda añadir que, incluso dándose las mejores condi- que disponga, estableciendo un compromiso equilibrado entre las di-
ciones, resulta dificil apreciar en su justo valor el grado de exactitud de versas fuentes de información con las que cuenta. "En particular, la
una radiomarcación. Si la hora es propicia, la recepción clara y la zona de ayuda radioeléctrica no debe excluir el simple reconocimiento y obser-
silencio del orden de 5°, podemos considerar una incertidumbre de ± 2° vación de las marcas, cuantas veces sea posible."
con buen tiempo y de ± 5° con marejada. Si la recepción queda inte-
rrumpida por una zona de silencio amplia (de 10' a 20' ), no podemos es-
perar una precisión superior a ± 4 con buen tiempo y ± 7 con marejada.
Cuando la hora no es propicia, el error que sufre la radiomarcación Tabla para facilitar
suele ser imposible de calcular. la identificación
de los códigos Morse
Situación por radiodemoras
Para situarnos de modo más o menos exacto, hay que tomar varias mar- ara identifica r un pun to hay q ue mirar a la dere.cha,. y pa-
caciones de cada radiofaro, después elegir el valor más probable de ca- P ra identifi ca r un a raya, hay qu e hace rl o a la IzqUierda.
Puede ser útil ampli ar esta tabla y co locarla en la mesa de
da una de ellas (que no es forzosamente el valor medio). En buenas con-
diciones, bastan tres marcaciones de cada radiofaro, pero en algunos ca rtas.
casos es preciso tomar cinco o seis para obtener un resultado correcto.
¡ f¡ ¡~¡
Poner rumbo hacia un radiofaro 1 1 o o
j o¡ ¡- I¡ j o¡
Cuando hay un radiofaro situado en las cercanías del puerto al cual nos j n N A I
1 o o o o
dirigimos, o en la derrota que debemos' seguir, podemos muy bien utili- 1 1 1
f~l El fl [;1f~ El
zarlo para poner rumbo al mismo: intentamos mantenerlo en nuestro 1 1
1 o
rumbo. Algunos radiofaros han sido, además, edificados para este mo- o G
tivo. Emiten una señal diferente según se encuentren los barcos en el o o o o o o o
1 o o o
eje de un canal, o a los lados. 1 o o o o 1 o
o o 1 1 o o o 1 1 o o
Si man ejanos el gonio s in método Antes, evidentemente, debemos asegurarnos de que esta operación
o I o I o o o I o I o
a lguno. envejece re mos a ntes de (llamada homing por los ingleses) se puede realizar sin peligro alguno, es
t iempo .. decir que podemos aproximarnos al faro sin chocar contra alguna roca. o z v e x B J P l Ü V H
1018 Navegación Navegación en alta mar 1 019
No podríamos decir na da mejor. • realizar su autocrítica en función de la calidad de las señales reci-
Señalemos, por último, que si bien el 90nio es obl igatorio a bordo bidas;
de 105 buques de guerra y mercan tes, es debido a que los receptores • integrar los resultados obtenidos a los datos proporcionados por
disponen de dos frecuencias de socorro (500 y 2.182 kHz) que permi- los instrumentos del barco (compás, corredera, anemómetro ... ) para
te n localizar con facilidad un barco en dificultades, haciendo homing calcular los parámetros fundamentales de la navegación, como la deri-
sobre su 5.0.5. A este respecto, es conveniente saber que los buques y va o el abatimiento;
helicópteros dedicados al salvamento en la mar, así como los CROSS* • guiar el barco hacia el lugar del accidente, por medio de la fun-
disponen de 90ni05 VHF que les permiten determinar la demora de un ción "hombre al agua";
barco que emite un MAYOAY por VHF. Si varios barcos o estaciones • trazar el rumbo sobre una carta si están conectados a un lector de
costeras que se encuentra n alejados unos de otros captan al mismo videocartas.
tiempo esta señal de socorro, es posible situar con exactitud el barco En las páginas siguientes analizaremos los cuatro sistemas principa-
que está en dificultades, por medio de dos o más radiodemoras. les que hoy día están al alcance de los navegantes deportivos. Es pro-
bable que los dos primeros vayan siendo reemplazados poco a poco
LA NAVEGACiÓN ASISTIDA por los posicionado res por satélite, en particular por el GPS, que
ofrecen ventajas incuestionables. Antes de establecer una estrategia
POR ORDENADOR (NAO) para la utilización de estos aparatos, vamos a tratar brevemente el ra -
dar. Si bien su sistema de funcionamiento es diferente a los instrumen-
Los ordenadores, que se utilizan a bordo de los buques mercantes des-
tos de a bordo que acabamos de mencionar, no por ello deja de ser un
de hace bastante tiempo, han hecho su aparición a bordo de los barcos
excelente medio para situarse (con relación a la costa y a otros barcos),
de recreo hace pocos años. Al producirse una disminución de su coste,
especialmente con poca visibilidad.
su presencia tiende a generalizarse y, con toda probabilidad, antes o
después, todos los navegantes deportivos dispondrán de ellos.
El radar
Antiguamente los sistemas de radionavegación se basaban todos en
ReselVado a los profesionales de la mar durante muchos años, el radar
el mismo principio: el navegante tenía que marcar la senal o las señales
se ha convertido, gracias a los avances de la técnica, en un instrumento
de uno o varios emisores fijos, con el fin de poder orientarse (homing)
al alcance de los navegantes de recreo. Cruceros a vela, y motor pueden
o si t uarse por medio de tres demoras. Los radiofaros del antiguo siste-
equiparse con radar, a un coste razonable, y las pantallas de pleno-día o
ma Consol enviaban al esp~ci() sena les cuya na turaleza cambiaba se-
medio-día permiten una utilización cómoda de las consolas. Contraria-
gún la dirección; los radiofaros circulares de radiogoniometría, tal como
mente a la idea que tenemos, el radar -abreviatura de Radio Oetection
hemos visto, emiten una señal que el navegante capta con ayuda de un
And Ranging- no es un aparato para ver de lejos. Su a lcance es apro-
ferrita; las estaciones emisoras de los sistemas Decca y Loran e permi-
ximadamente un 10% superior al alcance visual, pero tiene la ven- los radares disponen de mültiples
ten igualmente al navegante situarse en la intersección de las hipérbo-
las leídas por el receptor. taja de ver aquello que el ojo humano no puede distinguir de noche y func iones, en particular la de "hombre
en condiciones de mala visibilidad. Es también un medio de navegación al agua " (en este caso en un modelo
En la actualidad, aunque los nuevos sistemas de navegación (Satnav
radioeléctrico muy apreciado en navegación costera, y un sistema de se- Raytheonl. Tambi én pueden conectarse
o GPS) no utilizan ya estaciones emisoras en tierra, sino satélites, tam-
guridad muy valioso en caso de niebla y en zonas con intenso tráfico. a los demás instrumentos de
bién funcionan de forma similar. El ordenador recibe una o va rias se-
navegación del barco.
ñales que le permiten determinar la situación del barco. Pero la dife-
rencia principal está en que estos sistemas (los últimos modelos de
Fundamento
El principio de funcionamiento del radar es muy sencillo, pues es el mis-
Decca y de Loran e también disponen de estos avances) son actual-
mente capaces de: mo que el del eco. El aparato envía impulsos electromagnéticos que se
propagan en el aire. Si un impulso choca contra un obstáculo, se refleja
• recibir automá t icamente las señales;
y vuelve al receptor, concretándose en un eco sobre el campo de aplica-
• analizarlas;
ción, e indicando al usuario la presencia de un obst áculo. Al saber que
• calcular un resultado, es decir, proporcionar una situación exacta
en un tiempo récord; los impulsos emitidos por el radar se desplazan a la velocidad de
300.000 metros por segundo, resu lta fácil averiguar la distancia a la que
se encuentra el obstáculo, midiendo el tiempo transcurrido entre la emi-
*Centros de Salvamento y Rescate franceses equivalentes a los Centros de
Coordinación de Salvamento españoles. (N. de la T) sión del impulso y su recepción. Puesto que la antena gira 360°, la pan-
1020 Navegación Navegación en alta mar 1021
talla de radar reproduce el entorno del barco, muestra el perfil de la cos- la torreta de La Plate o la masa metálica de un petrolero. Por el contra-
ta. las marcas y embarcaciones, hallando sus demoras y calculando la rio, los objetos blandos que sobresalen poco, redondeados o absorben-
distancia que los separa del barco. De este modo es capaz de hallar la si- tes, devuelven muy mal los ecos. Es el caso de las playas de arena, los
tuación por acimut y distancia de radar con una o varias marcas y, en el cenagales, o de un barquito de recreo de estratificado de poliéster..
caso de un objeto móvil, averiguar si existe o no riesgo de abordaje. Por ello, al dirigirnos a tierra, hay que anal izar siempre la ima-
gen que aparece en el radar e interpreta rl a teniendo en cuenta
Precisión la naturaleza de la costa hacia la que navegamos.
El radar distingue perfectamente los obstáculos duros que sobresalen Su perfil corre el riesgo de ser diferente de la realidad, asi como de
del agua y que tienen perfiles angulares, como los acantilados de Dover, su representación cartográfica. Señalemos, por ejemplo que una pal-
mera indicada en la carta como "considerable", enviará un eco de ra-
dar bastante malo. Por este motivo, los veleros de recreo deben llevar
Breve vocabulario sobre radar
un reflector radar en el palo, para poder ser vistos en la pantalla del ra-
ACR: Anti-clutter rain. Ant i-retorno de ll uvia. que devuelve una señal a la panta lla del ra- dar. Las perturbaciones atmosféricas -lluvia, nieve, granizo- así como la
ACS: Anti-cJutter sea. Ant i-retorno de mar. dar. marejada, perturban considerablemente la imagen en el radar. Estos in-
BRILL: Brillo. Regu lación de la intensidad lu - RAMARK: Baliza radar o radiofaro que emite convenientes pueden ser atenuados por medio de mecanismos de re-
minosa de la imagen del radar. Es el equ iva- en las frecuencias radar y que devuelve una gulación cuyos mandos están en la consola (an ti-clutters de mar y anti-
lente al botón de regulación de luminosidad seña l a la pantalla del radar. clutters de lluvia).
de una televisión. RANGE: Alcance, Regu lación de la esca la de
CPA: Closest point of approach. Distancia más distancias.
corta de cruce previsto de un eco. Funcionamiento y principales ajustes
RING: Botón que hace que aparezcan c írculos
EBL: Electronic bearing lin e. A lidada electróni- fijos concéntricos en la pantalla. Los radares de los barcos de recreo son fáciles de manejar, y el principian-
ca. Mide la demora de un eco, o su marcación RM: Relative matian. Representación en mo- te, con ayuda de la información técn ica del fabricante, enseguida será ca-
s i el radar está conectado a un compás giros- vimiento relativo. El barco que lleva el radar paz de dominar el aparato. También puede consultar el volumen 2, Mé-
cópico. permanece fijo en el centro de la pantalla, las todos e Instrumentos de la Guide du navigateur, que edita el SHOM*. A
FTC: Fast time constant. Atenuador de ecos derrotas de los ecos so n derrotas re lativas. continuación indicamos un resumen del procedimiento a seguir:
orig inados por la lluvia. Muy práctico para la función anti-co li sión 1. Poner todos los sistemas de reglaje a cero (excepto el sintonizador
GAIN: Amp lificación del receptor. Regu la la pues proporciona el ePA con facilidad. Esta (tuning). Regular sobre la escala de 4 u 8 millas.
amplificación de la seña l en función de las función la tien en todos los rad ares. 2. Colocar la clavija en la posición de stand by. El magnetrón empie-
cond iciones de recepción. ST-BY: Stand-by. Posición de reposo. El radar
HM OFF: Heading marker off. Interruptor que
za a calentarse.
no em ite, pero permanece encendido.
permite eliminar la línea de fe del barco de la 3. Una vez se haya calen tado el magnetrón (la luz testigo tiene que
STC: Sensitivity time control. Atenuador de
imagen radar. Función que resulta útil para retorno de mar. estar iluminada) poner el interruptor en la posición on. En ese momen-
ver los pequeños ecos delante del barco. TM: True motion. Representación en movi- to la antena empezará a girar.
HUD: Head up display. Modo de v isua lización miento real. Sólo funciona cuando el radar es- En los radares de los barcos de recreo modernos las fases 2 y 3 sue-
normaL tá conectado a un compás giroscópico y a len estar juntas. El usuario, al poner el radar en funcionamiento, ini-
IRS: Interference rejection system. Filtro de in- una corredera eléctrica. El barco que ll eva el cializa un temporizador que automáticamente autoriza la puesta en
terferencias originadas por la presencia de radar "navega" en la pantalla, las derrotas de marcha.
otros radares. los ecos son las derrotas reales de los barcos. 4. Regular el brillo de la pantalla hasta que aparezca la huella del ba-
NUD: North up display. Sólo funciona cuando Esta función resulta muy práctica en navega- rrido.
el radar está co nectado con un compás giros- ción costera pues la costa permanece fija en
cópico. En ese caso visualiza el Norte en la 5. Aumentar progresivamente el tamaño hasta que aparezcan los
la pantall a; sin embargo, es negativa para la
parte superior. función anti-colisión. ecos y/o el ruido de retorno de la mar.
PL: Pulse length. Longitud de los im pulsos ra- TUNE: Sintonización del receptor. 6. En caso necesario, regular el tuning para mejorar la imagen.
dar. VRM: Variable range market, Círcu lo de dis- 7. Pasar a la escala de trabajo y regular los anti-clutters (anti-retor-
PRR: Pulse repetitian rateo Frecuencia de em i- tancia regulable. Proporciona la distanc i a nos) de mar o de lluvia, si es necesario. Estos últimos deben graduarse
sión de los impulsos (entre 800 y 3 200 Hz se- exacta de un eco o de una marca y, de modo al mínimo con el fin de no eliminar los ecos débiles.
gún la distancia seleccionada). particular, perm ite hallar la situación por me-
RACON: Boya equipada con un refl ector radar dio de varias distancias radar.
* En España ell.H.M. edita el manual Uso del Radar a bordo. (N. de la T.)
1022 Navegación Navegación en alta mar 1023
Navegadores por satélites lada es dudosa. Los aparatos recientemente aparecidos indican la hora
Fundamento de paso de los satélites durante las próximas horas o los próximos días.
Actualmente, todos los aparatos utilizan 105 cuatro satélites del sistema El aparato debe ponerse en marcha tres cuartos de hora antes del
Transit, que giran en una hora cuarenta y cinco minutos aproximada- paso del satélite, para que la frecuencia del oscilador esté estabilizada
mente, a 1.000 km de altitud en órbita polar. en el momento de efectuar la medida.
Las estaciones terrestres introducen en la memoria del satélite las ca- Al consumir mucha corriente, es conveniente mantener el aparato
racterísticas de las futuras órbitas. y el satélite transmite al ordenador en posición de espera (stand-by); de ese modo, solamente se alimenta-
de a bordo las características de la órbita en curso. rá el oscilador.
El ordenador de a bordo compa ra la frecuencia emitida por el satéli- A plena potencia, con una buena instalación eléctrica para poder
te con la frecuencia proporcionada por el oscilador de a bordo (aproxi- disponer de forma continua de 10 a 30 vatios, podemos obtener el
madamente 400 megaherzios). El movimiento relativo del satélite y del mantenimiento permanente de la estima, entre los sucesivos pasos de
barco produce una variación de la frecuencia (efecto Doppler). Si se co- los satélites, es decir cada noventa minutos en latitud media, con la
noce la situación del satélite, el rumbo verdadero y la velocidad del bar- condición de que el navegador esté conectado con la corredera y el
co, el aparato calcula la situación del barco. Hay que señalar que la Ma- compás, o con la central de navegación de a bordo.
rina Norteamericana tiene previsto ir sustituyendo progresivamente el
sistema Transit por el sistema GPS. Precisión
En principio, la precisión es aproximadamente de una décima de milla,
Utilización +0,2 millas por nudo de error sobre la velocidad del barco, lo cual no re-
Un satélite se puede utilizar cuando su elevación sobre el horizonte está sulta despreciable en el caso de un multicasco que navegue a 20 nudos.
comprendida entre 10° Y 75°. Fuera de esta horquilla, la situación calcu- En la práctica, podemos contar con una precisión de unas 0,5 millas.
---
Utilización un interface que permite conectarlos a otros instrumentos del barco,
Además de su precisión, la gran ven taja del sistema GPS es que es ca- lectores de cartas o centrales de navegación.
paz de actualizar la situación ca da 5 segundos aproximadamente. Al-
gunos modelos están equipados con receptores de varios canales que Decca
permiten reducir el tiempo de recepción. Si bien los aparatos más anti-
guos necesitan, al igual que ocurre con los Satnav, una inicialización
Fundamento
Los antiguos aparatos tenían que utilizarse con cartas especiales, en las
ullla
~\. L~GL:LL-U~
por medio de la introducción en el aparato de una situación aproxima-
l as s e ñales de dos saté lites s itúan que estaban dibujadas hipérbolas de diferentes colores según las estacio- BUID
da, los últimos modelos liberan al usuario de este inconveniente funcio-
al receptor en est e círcu lo. nes. El aparato mostraba los números de las hipérbolas y sus colores. IIDU
nando de modo automático. Leíamos la situación del barco en la intersección de las hipérbolas de dife- 6IJU
rentes colores. Los nuevos aparatos indican la situación en coordenadas aOIlll
Precisión geográficas. La cobertura es excelente en el canal de la Mancha y mar del
Debido a sus aplicaciones militares, el sistema GPS dispone de dos nive- Norte, y buena en el Atlántico Oriental, exceptuando dos "agujeros" al
les de precisión. Los satélites emiten dos tipos de señales: el código P, fondo del Golfo de Vizcaya. En el Mediterráneo vale más utilizar el Loran.
Precise o Protroed', destinado a los militares, y el código ClA o e/ear
GPS portátil.
Aequisition* *, para los usuarios civiles. Sin embargo, los militares ameri- Funcionamiento
canos que dirigen el sistema desde la base de Colorado Spring pueden Con los aparatos actuales resulta muy sencillo. Su consumo, bastante
Con tres señales, el recepto r se sitúa
inutilizarlo a su conveniencia. Aunque hay otras razones, en este caso bajo (menos de 10 vatios) nos permite dejarlo permanentemente en-
fortuitas, que también pueden afectar a la precisión del sistema: cendido. Introducimos la situación estimada al zarpar, a unas 15 millas
en uno de 105 dos puntos. l a
ince rtidumbre q ueda eliminada
• una mayor o menor calidad de la información que proporcionan (mejor aún en el puerto), y después, basta con leer la situación en la
automáticamente.
los satélites. Por este motivo, el sistema prevé una efit.az salvaguarda . pantalla. El aparato ajusta la situación varias veces por minuto.
De hecho, cada vez que un satélite pasa sobre la estación de control de
Estados Unidos, se controla el movimiento orbi tal y cualquier anomalía Precisión
queda automáticamen te reflejada en el mensaje que emite por dicho De 0,1 milla a menos de 200 metros según la distancia del barco al
sa télite. De todas formas, los márgenes de error son muy pequeños de- emisor. Los aparatos con mayor número de prestaciones indican, ade-
bido a la gran estabilidad de las órbitas que se realizan a gran altitud; más, el tanto por ciento de error estimado.
• mala situación re lativa de ca da uno de los satélites que intervienen
en el cálculo. Al igual que ocurre con las situaciones por tres demoras, Funciones auxiliares
las marcas o los satélites no deben estar demasiado próximos ni dema- Con aparatos modernos también se puede llevar la estima, conectando
siado alejados unos de otros (el ángulo ideal es de 60°); la corredera y el compás, y disponen de way points con rumbo y dis-
• la calidad y la posición de la antena receptora. tancia, y función de "hombre al agua".
A la vista de esto, el usuario de un GPS puede esperar hallar situa-
ciones con una precisión de unos 25 metros <¡excepcional en nuestras loran e
travesías!), sabiendo que según el Pentágono esta precisión no podrá Fundamento
empeorar más alla de los 100 metros (¡lo cua l tampoco está tan mal! ). El Long Range Navigation C' es un sistema hiperbólico parecido al
Oecca. Al igual que este último, los aparatos antiguos necesitan situar-
* En español: Exacto o Protegido. (N. de la T.) * Se utiliza normalmente la denominación en inglés. En español: Navegación
** En español: libre disposición. (N. de la T.) de Largo Alcance. (N. de la T)
1026 Navegación Navegación en alta mar 1027
se en cartas especiales que llevan impresas las redes de hipérbolas Lo- gastar las pilas inútilmente. Por el contra rio, estas situaciones no nos
ran C. Actualmente, los aparatos indican directamente las coordenadas dispensan de llevar una estima al modo t radicional, hora a hora, ano-
geográficas. La zona de cobertura se extiende a las aguas americanas, tando la velocidad del ba rco, el rumbo que seguimos, el abatimiento y
Extremo Oriente y el Mediterráneo. la deriva, así como llevando con detalle el cuaderno de bitácora, y tam-
bién utiliza r el sextante.
Funcionamiento
Se enciende el aparato, se deja calentar un poco, y si es manual hay
que introducir el código del canal seleccionado. En modo automático el
ENCUENTROS CON CARGUEROS
apara to sintoniza solo. Y FERRIES
Para termin ar este repaso a los medios que existen para si t uarse en la
Precisión mar, tenemos que citar uno, poco ortodoxo pero muy eficaz, que con-
Un cuarto de milla de día, media milla de noche; la precisión varía mu -
siste en marcar el rumbo que siguen 105 cargueros que nos encontra-
cho según la distancia hasta 105 emisores. mos. La aparición de un carguero, no debe considerarse un hecho ais-
lado que se atribuye al mero azar. Estos ba rcos efect úan rutas cuyo tra-
Funciones auxil iares
zado es igu al de exacto que el de una red ferrovia ria, con amplios ca-
Los navegadores Loran C. efectúan las siguientes funciones: estima,
minos, vías secundarias y bifurcaciones. Si marcamos el rumbo que si-
que se realiza por conexión corredera-compás, way points y maniobra
gue un carguero, generalmente podremos averiguar la ruta que sigue,
de "hombre al agua". y situarnos de un modo totalmente válido.
Existen rutas de cargueros muy conocidas, las principales vienen in -
NAO: consejos y estrategia de utilización dicadas en los pilot charts. En el Atlántico, de Ouessant a Cabo Finiste-
Sería absurdo otorgar una confianza ciega a estos aparatos, por exac- rre; en el canal de la Mancha, de lado francés, Ouessant-Ies Casquets-
tos que sean. Su fiabilidad aún no es irreprochable y el navegante está la Basurelle; de lado inglés: Bishop Rack (Scilly)-Lizard-Star Point-Royal
siempre a merced de una avería. Por lo tanto, conviene segui r realizan- Sovereign. Estas rutas son verdaderas autopistas, con separación de
do una navegación clásica, de forma paralela a su utilización, que com- tráfico en los cruces (señaladas en las cartas por medio de rayas rosas
pa raremos con las situaciones calculadas por estos apa ratos. En nave- de 2 millas de ancho aproximadamente).
gación costera, las situaciones proporcionadas por los posiciona.d.ores A rMtir de los cargueros con que nos encontramos, también pode-
pueden controla rse fácilmente. La demora de una o dos marcas VISibles mos localizar otras rutas menos importantes: basta con colocar la regla
y perfectamente identificadas nos proporcionará una excelente indic~ de eras sobre la carta, en la dirección marcada. Los Derroteros propor-
ción. Asimismo, la sonda nos servirá para confirmar o negar la exacti- cionan información sobre los servicios de los puertos y, sobre el tipo de
tud de la situación, ba rcos que los frecuentan. Se aprende muy rápidamente a distinguir un
Es conveniente seg uir observando el paisaje. El orden de los elemen- platanero (de color blanco que va hacia Dieppe), de un carguero de mi-
tos que lo componen (el relieve, el perfil de la costa, las balizas ... ) debe
ser lógico y estar en pleno acuerdo con la situación que nos proporcio-
na el posicionador.
La utilización de los puntos de ruta es una de las funciones auxi liares De vuelta en Inglaterra un velero d e Gl énans cuya
estima era improbable tuvo que ser ayudado por la estación
de los posicionadores, muy ap recia da durante la navegación costera. Por
Ou essant Trafi c (encargada d e la v igilancia d el tráfico de bu -
ejemplo, si queremos vi rar una boya en alta mar, pa ra evitar un peligro,
ques mercantes en la entrada d el canal d e la Mancha) para
basta con introducir en la memoria del aparato sus coordenadas geo- p o d er recalar al Norte de Ou essant, en la rada d el Stiff. Des-
gráficas para que éste nos proporcione el rumbo a seguir y la distancia pu é s de llamar por VHF (can al 11) el v e le ro informó d e l
que nos queda por recorrer para llegar a ella. Esta función se utiliza mu- nombre de dos buques mercantes con lo s que se acababa
cho en regatas de crucero a la hora de vi rar una baliza del recorrido. de cru zar. Esto s irvió para que la estación d e Ouessant Tra-
fic pudiera identificar el eco radar d el velero en la pantalla y
Navegación en alta mar: en alta mar, 105 posicionadores por satélite d et erminar con preci sión la situación de este último. Si em -
deben utilizarse igual que hacían 105 navegantes de antaño con el sex- pre atentos, los tripulantes d e guardia siguiero n y dirigieron
tante. Basta con hallar una o dos situaciones al día. No va le de nada por radio. el avan ce d el barco h ac ia el fond eo d el Stift.
1028 Navegación Navegación en alta mar 1029
neral (negro procedente de Cardif!) o de un buque de guerra (comple- podríamos pasar para evitarlos. En este aspecto el Paso de (alais está
tamente gris. que viene y va). estupendamente balizado.
Para marcar con exactitud el rumbo de un carguero, generalmente
En España
hay que esperar el momento en que, cruzando su derrota, veamos sus LA RECALADA La separación del tráfico vie-
mástiles de carga bien enfilados unos con otros. Si no cruzamos su de- ne regu lada por la " Regla 10 del
El primer miembro de la tripulación que ve tierra tiene derecho a doble Reglamento Internaciona l para
rrota, no podremos tomar una verdadera marcación, todo lo más. una la prevención de abord ajes en
estimación, que a menudo será suficiente. Los ferries también siguen paga, es una regla que no hay que olvidar. Pero después, queda por la mar".
hacer [o más importante: hay que recalar, es decir reconocer la costa Dispositivos de separación
sus vías con bastante exactitud. En algunas de ellas el tráfico es tan in- de tráfico
tenso que el problema no es no saber dónde estamos, sino por dónde que hemos visto y precisar la situación del barco en relación con ésta
• Esta Reg la se apli ca a los
antes de seguir rumbo al puerto. dispositivos de sepa raci ón de
Para recalar, hay que decidir siempre que nos sea posible, el lugar y tráfico adoptados por la Organi-
zación (IMO) y no exime a nin-
la hora. El lugar ideal, es una costa acantilada que presente un perfil gún buque de las obligaciones
Normas sobre separación de tráfico determinado o unas marcas visibles, con puntos destacados y un relieve contraídas en virtud de las otra s
caracteristico (como los Sancs de Sable, frente a Paimpol). reglas.
1. El paso por un dispositivo es facultati vo. Los buques est án obligados a utiliza r sistemá ti - • los buques que utilicen un
came nte dispositi vos de separación de tráfico. Éstos pueden even tu almente: la hora ideal es al final de la noche, para situarnos con [os grandes dispositivo de separación de
• bien pasar por alta mar, debiendo, en ese caso, separarse claramente del dispositivo; faros de recalada, y entrar en puerto al amanecer. Aunque no tenga- tráfico deberán:
• bien pasar por [a zona de " navegación coste ra" (e ntre el dispositi vo y la costa). mos las condiciones perfectas, sabemos que no nos faltarán recursos: - navegar en la vía de ci rcu-
lación apropiada, siguiendo la
La responsabilidad de la decisión recae sobre el cap itán, patrón o skipper, que debe va lorar podemos trasladar líneas de posición, sondar, "toquetear" el gonio, dirección general de la corrie nte
y compa rar las ga rantías de segu ridad de cada una de las posibilidades que se le ofrecen. cruzarnos con cargueros, e incluso encender velas. del tráfico indicada para dicha
vía;
Pero lo más important~ es comentar con detalle todos los datos de - en lo posible, mantener su
2. Dentro de un d ispositi vo: todos los buques deberán seguir de forma cla ra la dirección ge-
que dispongamos, y sobre todo ver si se confirman: todo debe coincidir. rumbo fuera de la línea de se-
neral de la circu lación de la vía en la que se encuentren. En caso necesario, deberán maniobrar paración o de la zona de sepa-
Si no ocurre así, no hay que recalar a cualquier precio, sino buscar otros
con el fin de evitar los abo rd ajes, de confor midad con el reglamento. ración de tráfico;
La prudencia requiere pues: datos, guardando las distancias hasta que lo veamos con claridad. Tam- - normalmente. al en trar en
bién hay que saber renunciar a recalar, cuando sepamos, por experiencia una vía de circulación o salir de
• evitar las maniobras bruscas; ella. hacerlo por sus extremos.
• m antener las distancias aprovec hando t oda la anchura de la v ía; o por el examen de los libros que tengamos, que e[ acceso a un puerto
pero al entrar o salir de dicha
• no acerca rse demasiado a las líneas o zo nas de separación. determinado va a ser difícil en esas condiciones. Después de todo ¿es tan vía por uno y otro de sus límites
maravillosa la vida en tierra como para correr peligro para llegar a ella? laterales, hacerlo con el menor
3. Entrada y sa lida del dispositivo: por lo general, los buques deberán en trar en un dispositi- ángulo posible en relación con
En definitiva, no podemos dar consejos exactos para recalar: cada la dirección genera l de la co-
vo y sa lir de él por los extremos del mismo. Sin emba rg o, en caso necesario, podrán: momento es único en su género, bastante emocionante por cierto, y rriente del tráfico.
• entrar en el m ismo por un lado para coge r la vía adyacente, si van en el se ntido de circula- cuya calidad va estrechamente ligada a la calidad de la travesía que • Siempre que puedan, los
ción de esta vía; buques evitarán cruzar las vías
acabamos de hacer. Es el momento de la verdad para el navegante; el de circulación, pero cuando se
• salir por el lado, a condición de hacerlo formando un án-
momento en que, comprobando al valor de su estima, ganará o perde- vean obligados a ello. lo harán
gu lo lo más pequeño posible. lo más aproximadamente posi-
rá la de sus compañeros ... En ese instante, el pasado se cierra sobre sí
ble formando una perpendicu-
4. At ravesa r un dispositivo: los buques pueden atravesar mismo, y no podemos asegurar que no guarde algo inesperado que, de lar con la dirección general de
-es decir cortar- una vía o las dos vías de un dispositivo, a forma solapada, haya logrado falsear la información más evidente. En la corriente del tráfico.
• Normalmente, las zonas
cond ición de hacerlo de fo rm a perpendicular a la dirección la recalada, a veces, tenemos una cita con lo imprevisto: después de to- de navegación costera no serán
general del tráfico que circula en la v ía o las vías que quieren do éste es uno de sus encantos. utilizadas por el tráfico directo
cortar. que pueda navegar con seguri-
Hay que recordar que: dad en la vía de circulació n ade-
T RES COMPROBAC IONES VALEN MAs cuada del dispositivo del tráfico
• en las v ía s de ci rculación, [os barcos de pesca, los bu - QUE UNA AFIRMACiÓN SEGUIDA DE UN NAUfRAG IO adyacen te. No obstante, los bu-
ques m enores de 20 m etros y los ve leros, no deben estorbar ques de eslora inferior a 20 me-
el tráfi co de los dem ás buques; tros y los buques de ve la po-
drán utilizar las zonas de nave-
• en [as zonas de sepa ración:
- est á permitido pescar,
COMUNICARNOS gación costera en cua lquier ci r-
cunstancia.
SEIN
- está prohibida la circul ació n, excepto en caso de ur- o
Analizaremos ahora los medios de comunicación en la mar, puesto que • Los buques que no estén
gencia y para atra vesar (corta r) un dispositi vo. cru zando una vía de circu lación
cada vez más se muestran como un valioso complemento de la navega-
1030 Navegación Na vegación en alta mar 1031
ción y forman parte de la seguridad, siendo uno de los eslabones prin- mo Le Conquet-Radio o Ibiza Radio. o si disponemos de un sistema bi-
cipales de la organización de los servicios de socorro. direccional de VHF, podemos contactar con cualquier abonado de la En España
Evidentemente, no es nuestra intención estudiar uno a uno todos los red telefónica. Las ondas VHF funcionan en la banda de 156 a 162 me-
o que estén entrando o saliendo sistemas de comunicación que aparecen a bordo de algunos barcos, ta- gaherzios. y la mayoría de los aparatos emisores-receptores, fijos o por- • El aparato debe es tar
de ella, no entrarán normal-
les como los teléfonos portatiles y los télex radiomarítimos, o incluso los tátiles. si estan equipados con una antena adecuada a la altura sufi - homologado por la Direc-
mente en una zona de separa-
ción ni cruzarán una linea de se- sistemas de comunicación por satélite. que sólo interesan. en lo que ciente. tienen un alcance de unas cincuenta millas. ción General de la Marina
paración excepto: respecta a la navegación de recreo, a las gentes con prisa e indispensa- Mercante;
- en caso de emergencia pa- • el usuario debe ser titu-
ra evitar un peligro inm ediato; bles, sin las cuales el mundo podría dejar de gírar. La utilización del VHF está sometida a una normativa especial:
lar de una lice ncia de utiliza-
- para dedi carse a la pesca Dejaremos también a un lado las comunicaciones marítimas interna- • el aparato debe estar homologado por los servicios de Télécom
en una zona de separación. ción (ésta da derecho a un
cionales por ondas de banda lateral única (BLU), sistema que utílizan, (debe llevar el número de homologación grabado en la caja);
• Los buques que naveguen indicati vo de ll amada para
por zonas próximas a los extre- sobre todo, los profesionales de la mar y los navegantes de recreo que • el usuario debe ser titular de una licencia de utilización (ésta da comu ni carse con las esta-
mos de un dispositivo de sepa- efe·ctúan navegaciones largas. Nos limitaremos pues a las comunicacio· derecho a un indicativo de llamada para comunicarse con las estacio- ciones costeras);
ración de tráfico. lo harán con
particular precaución.
nes por ondas very high frequency (VHF), que sigue siendo el sistema nes costeras); • un o de los miembros
• Siempre que puedan. los mas accesible y el más generalizado. • uno de los miembros de la tripulación debe estar en posesión del de la tripulación debe estar
buques evitarán fondear dentro El sistema por VHF es el medio marítimo de comunicación por radio titulo de radiotel efonista naval restringido . A este fin es necesario en posesión del título de ra-
de un dispositivo de separación
mas utilizado. Los semáforos, las autoridades portuarias, las estaciones aprobar un examen muy sencillo en el Servicio exterior de Télécom; diotelefonista naval restrin -
de tráfico o en zonas próximas
a sus extremos. costeras y la mayoría de las embarcaciones con las que nos cruzamos • la instalacíón debe estar controlada por el inspector de Télécom y gido;
• Los buques que no utili cen están equipadas con este sistema. Por esta razón resulta muy fácil obte· el usuario deberá satisfacer una cuota anual; • la insta lación debe es-
un dispositivo de separación de tar co ntrolada por el inspec-
tráfico deberan apartarse de él, ner un boletín meteorológico del encargado de un semáforo. reservar • es obligatorio el pago de un impuesto de instalación y una cuota
tor radiomarítimo de la zo-
dejando el mayor margen posi- una plaza en el puerto cerca de capitanía, ponernos en contacto con el anual de utilización. a la administración de correos o al departamento
ble. na .
oficial de guardia de un carguero y, en última instancia. pedir socorro de telecomunicaciones.
• Los buques dedicados a la
pesca no estorbaran el transito por medio del canal 16. Asimismo. a través de una estación costera co-
de cualquie r buque que nave· Campos de utilización
gue en una via de circulación.
• Los buques de eslora infe- Segurídad: el canal 16 está reservado para la seguridad. Por este canal
rior a 20 metros, o los buques se emiten las llamadas de emergencia y las peticiones de auxilio. Los
de ve la, no estorbarán el transi·
to seouro ne lo!'; hUllllAS nA pro· Alfabeto Internacional CROSS, los semáforos y todos los barcos deben llevarlo encendido per-
pulsión mecánica que nave · manentemente.
guen en una via de circulación. letra Códígo Letra Códígo
Tang o Meteorología: las estaciones costeras emiten de forma regular y en
• Cuando estén dedicados a A Alpha T
una operación de mantenimien- B Bravo U Uniform horas fijas los boletines de Météo-France. Frecuentemente, los encarga-
to de la seguridad de la navega- C Charlie V Victor dos de los semaroros tíenen la amabilidad de repetir los boletines a los
ción en un dispositivo de sepa- navegantes de recreo que lo soliciten.
ración del tráf ico, los buques D Delta W Whiskey
con capac idad de maniobra res- E Echo X X-ray Enlace con los profesionales de la mar: los barcos de pesca. ostricul-
tringida quedaran exentos del F Fo xt rot Y Yankee tores, au toridades portuarias. buques mercantes. etc, trabajan perma-
cump limiento de esta Regla en G Golf Z Zu lu
la medida necesaria para llevar nentemente con un aparato de VHF encendído. Cada grupo de profe-
a cabo la operación. H Hotel O Nadazero sionales acostumbra a conversar por un canal determinado, por ejem·
• Cuando estén dedicados a I Indía Unaone
plo, las capitanías de puerto por el 9, los pescadores de Guilvinec por el
una operación de colocación o J Julíett 2 Bissotwo
recogida de un cable submarino 77 y los barcos de pasajeros que efectúan enlace entre el archipiélago
K Kilo 3 Terrathree
en un dispositivo de separación de Glénan y Concarneau, por el 8.
del tráfico, los buques con ca- L lim a 4 Kartefour
M Mike 5 Pantafi ve Enlace de barco a barco: cuando disponen de VHF los barcos pue-
pacidad de maniobra restringi·
da quedarán exentos del cum- N Novem ber 6 Soxisix den comunicarse entre sí por un canal reservado para este uso.
plimiento de esta r eg la en la O Osear 7 Setteseven Enlace con la red telefónica pública: por medio de una estación ra-
medida necesaria para llevar a
P Papa 8 Oktoeíght diomarítima costera. se puede entrar en contacto con la red nacional e
cabo dicha operación.
O Ouebec 9 Novenine internacional y obtener cualquier abonado de teléfono.
R Romeo Virgule decimal De cimal Las comunicaciones en el otro sentido -tierra-mar- no se pueden lle-
S Sierra Point Stop var a cabo con un aparato VHF unidireccional. Sólo los aparatos bidi-
1032 Navegación
cálculos ... ma manera que trasladamos las demoras cuando hallamos la situación •
por demoras no simultáneas de una misma marca.
Modo de colocarnos
Para utilizar bien el sextante, en primer lugar tenemos que
ponernos cómodos, co locarnos bien, sin peligro de caernos
al agua o de que se nos caiga el apa rato. Si es necesario,
cambiaremos el rumbo del barco o el reg laje de las velas.
momento en que se realiza. ¿Cómo saber que lo está? La so-
lución consiste en balancear el sextante, moviendo la muñeca
(o el cuerpo) de modo que veamos que el astro describe un
arco de circunferencia justo encima del horizonte. Bloquea-
mos el sextante cuando el astro se encuentre por encima del O~O
,
Por lo general, nos sentaremos o nos pondremos de rod i- horizonte antes de la meridiana y un poco por debajo des-
llas (hay que calcu lar la "altu ra de los ojos"). Con mar dura,
es mejor permanecer de pie, amarrados al palo por la cin tura
pués, y damos el "top" en el momento ju sto en que el li mbo
del astro tangentea el horizonte en el punto más bajo de su
O O O , ~ 'l
para ver el horizonte durante intervalos de tiempo suficientes. movimiento. .:" ' '~
, .-
Hallar el astro Modo de practicar
En primer lugar, ajustamos la lente a nuestra vista, sobre el Medir bien una altu~a no es fácil , incluso es lo más difícil de El astro debe tangentear el horizonte
horizonte . Si queremos observar el Sol, combinaremos los fil - todo este asunto. Por lo tanto, tenemos que practicar: en tie- en el punto más bajo del balanceo .
tros para obtener una luminosidad parecida para el Sol y el rra y en la mar, hace r muchas observaciones controlando su
horizonte. calidad. La mejor solución consiste en hace r un gráfico y se-
Si tenemos dificultades para encontrar el Sol en la lente, ñalar en él las mediciones unas tras otras; podemos decir que
quitaremos la lente y los filtro s; de este modo se amplia el las observaciones son buenas cuando los puntos obtenidos
campo de visión y podremos ver mejor en qué dirección en el gráfico están prácticam ente alineados. Cuando hacemos
hay que enfocar. Movemos la alidada hasta recibir un des- una observación "en serio", resulta co nveniente hacer cuatro
tello en los ojos a travé s de los dos espejos; bloqueamos la mediciones sucesivas, llevarlas a un gráfico y utilizar la que
alidada, vo lvemos a poner la lente, los filtros y los ojos, y nos parezca mejor.
enfocamos.
Las equivocaciones
Evidentemente los astros más difíciles de captar en la lente Los mayores errores son los más fre cuentes: si estamos ab-
son las estre llas. Pueden darse dos casos distintos. Cuando sortos en contar los minutos y seg undos de arco, nos pod e-
vemos la estrella a simple vista y no logramos encontra rl a en mos equivocar en un grado; y preocupados por anotar la ho-
el sextante, entonces hay que poner el sextante invertido, en- ra de la observación co n aproximación de segundos, quizás
focar la estrella directamente y mover la alidada para elevar utilicemos la hora en uso en lugar de la hora universal. ¡Esto
la imagen reflejada del horizonte hasta la misma; volver a po - suele ocurrir! Normalmente nos damos cuenta enseguida; un
ner después el sextante en el sentido correcto y ajustar. error de 1° es un error de 60 millas; un error de un minuto su-
Cuando no logramos localizar la estrella que buscamos, te- pone 15 millas de error. Pero hay errores más solapados que
nemos que calcular la altura a la que debe estar y ajustar el sólo se descubren por medio de un gráfico.
sextante a esa altu ra; a la hora indicada, barriendo el horizon-
te , podremos encontrarla enseguida, incluso antes de que " Recalar "
anochezca. También podemos mejorar nuestra visión noctur- Recordemos que cuando los famosos detectives Dupont y
na utilizando el método del "rabillo del ojo", es decir no mirar Dupond iban recorriendo el Atlántico con Tintin, a bordo del I,
exactamente hacia el eje de los o jos, sino utilizar una parte de Sirius, en busca del teso ro de Rackham el Rojo, hallaron su
la retina que es más sensible en v isión nocturna. situación y según ésta se encontraban en medio del co ro de
la basílica de San Pedro de Roma ... Aunque nos quedemos
Modo de medir su altura fascinados por la danza de los astros sobre el horizonte, de-
Para med ir la altura de un astro, hay que llevar al ra s del hori- bemos mantener los pies en la tierra, y no crea r nuestra "pe-
zo nte su borde inferior, o superior según los casos (o el punto queña cosmogonia de bo lsillo" . En materia de navegación as-
luminoso, si se trata de una estrella). La medida sólo es vá li- tronómica, la preocupación por hallar la probabilidad es una
da si el sextante se encuentra completamente vertica l en el v irtud cardina l.
1038 Navegación Navegación astronómica 1039
De hecho, el arco situado entre el horizonte del barco y el pie del as- Si por ejemplo, al calcular una recta del Sol por la tarde, obtenemos
tro es igual a HE. El ángulo entre el arco barco-Polo Norte y el arco bar- por medio de la fórmula Z = 95°, el azimut verdadero del Sol será igual
co-pie del astro es por definición la demora del astro vista desde el bar- a 360° - 95° = 265°.
co, es decir Z, azimut del astro. Si la latitud es de 22° 19' S, habrá que transformar los minutos en
El último elemento necesario para calcular la altura estimada es el án- milésimas de grado dividiéndolas entre 60. En nuestro ejemplo 19' se
gulo formado por el arco de círculo Polo Norte-Cénit del barco y el arco convierten en (19 : 60)°, es decir 0°,317. Puesto que la latitud es Sur
de círculo Polo Norte-astro. A este ángulo lo denominamos ángulo en hay que introducir en la fórmula - 22°,317.
el Polo . Este ángulo, denominado por acuerdo AHvg , es igual a la dife-
rencia medida sobre el ecuador, entre la longitud del barco (G) y el án- Evidentemente, si disponemos de una calculadora programada para
gulo horario del astro AHvo. Por lo tanto, AHvg es igual a AHvo - G. cálculos astronómicos, basta con seguir las indicaciones del aparato sin
Esta fórmula es aritmética. Si la longitud es Oeste, G es positivo. Si la preocuparnos de estas consideraciones.
longitud es Este, G es negativo.
Ahora ya conocemos los diferentes elementos del triángulo de posición. Práctica del cálculo
Por medio de una fórmula mágica, que es la fórmula básica de la tri- Ezequiel y Sofía están en un barco. Nadie se ha caído al agua, pero un
gonometría esférica podemos calcular He y despuéS Z. Tenéis que per- 18 de junio de 1995, al volver de España, el GPs portátil se queda sin
donarnos por no hacer la demostración, pues únicamente describire- pilas de la manera más tonta ..
mos aquí las fórmulas que nos permiten calcular la famosa altura esti- Navegando a estima, Ezequiel siente la legítima necesidad de hallar
mada y el azimut del astro. su situación. El Sol brilla, Ezequiel desenfunda el sextante y a las 11 h
30 mn 15 s TU + 2, hora legal francesa en verano, mide la altura del
Por lo tanto: Sol y obtiene 48° 33',2. Su situación estimada es L = 46° 45 N Y
He: altura estimada. sen He = (sen L x sen O) + (cos L x cos O x cos A Hvg) G = 005° 15 W, su velero navega a 6 nudos, con rumbo 060°.
L: latitud estimada del bar-
y: ¿Cómo hará Ezequiel para hallar la recta de altura y obtener la admi-
co.
O: declinación del Sol a la cos Z = sen D - (sen L x sen He) ración de Sofía?
hora de la observación. cos L x cos He Ezequiel sabe que:
AHvg : áng ulo en el polo . sen He = (sen L x sen D) + (cos Lx cos D x cos AHvg).
Z: az imut del astro. De este modo hallamos He y después Z, utilizando respectivamente
las funciones inversas de seno y coseno. Quiere hallar He, la altura estimada. Conoce L y G. Y va a hallar D y
Estas fórmulas son aritméticas, y hay que tener en cuenta las si- AHag gracias al Almanach du marin breton.
guientes observaciones para evitar obtener resultados erróneos: En esta val iosa obra, la tabla de las efemérides del Sol nos da cada
• El azimut del Sol es igual a Z por la mañana y a 360° - Z a medio- día a las 00 horas TU, la declinación O y el ángulo horario AHvo con re-
dia. lación al meridiano de origen.
• Las latitudes y declinaciones Sur son valores negativos. Ezequiel lee que el 18 de junio a 00 h 00 TU:
• Para calcular AHvg = AHvo - G, hay que tener en cuenta el signo • D = 23° 23',2 N.
de G (G Oeste es positivo, G Este es negativo). • AHvo = 179° 46',7E.
• Puesto que la calculadora funciona con decimales, es necesario
pasar los minutos de arco a 1/1000 de grado, en todos los ángulos. Ha observado el Sol a las 11 h 30 min 15 s TU + 2, exactamente. Ne-
cesita averiguar O y AHvo en el instante preciso de su observación. Por
lo tanto, tiene que interpolar para obtener los valores que va a utilizar
¡ A l t o! para el cálculo. Efectivamente D y AHvo varían de forma constante. Im-
perturbablemente, el Sol se dirige hacia el Oeste y da la vuelta la Tierra
ÉPHÉMÉRIDES DU SOLEIL ción. También nos proporciona v, va riación horario de AHvo. Recorrien·
do las efemérides, vemos que v varía entre 14,995' y 15,004'.
Pero Sofía está cansada. Nosotros pensamos como ella, que esto es
una lata, y no nos parece cierto lo que se dice en la primera página de
este capítulo, que la navegación astronómica es fácil. Tal como mencio-
--------- - --- _____ _ _ _ ________
trópico_de_Capricornio
__________ 23° 26'S __ _L..._'"'______ _ ~
namos, si vamos a practicar a menudo, es conveniente que nos com-
1044 Navegación Navegación astronómica 1045
Después de este paréntesis, recordamos todo el cálculo de AHvg: Basta con aplicar la fórmula:
G = 005° 15' W es decir 5,250.
AHvo a OOh TU = 179° 46 ' (según el Almanach), es decir 179,778°. sen D - (sen L x sen He)
= =
DAH 9,504 x 14,998° 142,541°. cos Z = (05 l X cos He
sen He = 0,750. Para obtener la altura verdadera Hv, todavía tiene que tener en
es decir: cuenta:
= =
He 48,563° 48° 33'7 • La altura de los ojos. De hecho, Ezequiel y el sextante no están al
ras del agua en el momento de la observación, lo que origina cierta
"depresión" del horizonte.
1046 Navegación Navegación astronómica 1047
Haciendo varias observaciones del Sol cerca del mediodía, los nave-
gantes lo veían elevarse, estabilizarze y descender. Su altura máxima les
indicaba su latitud:
L = 90° - Hv + D.
El Sol y el barco estarán pues en el mismo meridiano en (42,93 : 15) Ezequiel puede utilizar también la hora de paso del Sol por el meri -
horas, es decir 2,862 horas. La hora de la meridiana es pues : diano de Greenwich que se indica en el Almanach du marin breton (T.
9,504 + 2,862 = 12,366 horas pass.) corrigiéndola con el valor de su longitud estimada transformada
es decir, 12 h 22 min TU 014 h 22 min TU + 2. en tiempo. Lo cual corresponde a lo anteriormente descrito. Este último
método, muy sencillo, es el que ha utilizado Ezequiel. De este modo ha
Para obtener una hora de la meridiana más exacta, hay que conocer obtenido 12 h 21 min 2 s TU tomando como longitud estimada 005° W.
la velocidad de desplazamiento del velero en cuanto a longitud. Esta
velocidad g es igual a: Ahora bien, hacia las 14 h 15 TU + 2, Ezequiel sale a cubierta . A
V x sen (Rv) las 14 h 21 min TU + 2, observa la culminación y mide Hi = 66° 18,6.
g En ese instante D = 23° 24,S N. Al corregir Hi para obtener Hv y su-
cos L
mando 90° - D + Hv, obtiene directamente su latitud a 14 h 21 min
de donde V es la velocidad del velero, TU + 2.
Rv, su derrota verdadera
L, la latitud del velero. Sabemos que:
Ha:; Hi + e
En nuestro ejemplo: Hi = 66° 18,6
6 x sen (60) e =-2,0
g = cos (46,75)
=7,6' . Ha = 66° 18',6 - 2·0
Ha = 66° 16',6.
Por lo tanto, la velocidad de acercamiento del barco y del Sol es de También sabemos que:
907,6 nudos, es decir 15,127°. El Sol y el barco estarán pues sobre el Hv :; Ha + corr 1 + corr 2
mismo meridiano en (42,93 : 15,127) horas, es decir 2,837 horas. La corrl=+13,l
meridiana está en 9,504 + 2,837 = 12,341 horas, es decir 12 h 20 min corr 2 = - 0,2
5 s TU 014 h 20 min 5 s TU + 2. Hv = 66° 16',6 + 13',1 - 0',2
Hv = 66° 29,S
Si bien la diferencia. de minutos en este caso concreto puede pare.
cer despreciable, hay que saber que cuanto más rápido vaya el barco y De donde L = 90° - 66° 29,S + 23° 24,S = 46° 55 N.
cuanto más cerca esté el rumbo del Este o del Oeste, mayor será el va-
lor de g. En ese caso habrá que tenerlo en cuenta para calcular la hora Este método, conocido desde hace bastante tiempo, ha sido descrito
de la meridiana. incluso por Julio Verne. En su novela Los hijos del (apitan Grant, los
Sin embargo. a bordo de un velero, el primer método es suficiente, héroes, que iban buscando a su padre, recorren el paralelo 37 a bordo
sobre todo puesto que al ser relativamente lento, podemos confundir del yate de Lord Glenarvan . Después de muchas peripecias, naufragan
meridiana y culminación . Observaremos por tanto la culminación enfo- en la costa Occidental de Nueva Zelanda, y John, el capitan del
cando hacia el Sol de 5 a 10 minutos antes de la hora calculada. Duncan, halla su situación observando la meridiana:
"Ya conocía su longitud, puesto que se encontraba en la costa
Oriental de Nueva Zelanda . Menos mal, pues sin cronómetro no habría
podido calcularla. Sólo le faltaba averiguar la latitud, y empezó a traba-
Esquema de la meridiana jar para obtenerla.
Por medio del sextante, tomó la altura meridiana del Sol sobre el ho-
• Hallar la hora de paso del astro por el meridi ano. rizonte. Dicha altura era de 68° 30'. La distancia desde el Sol al cénit
• Rea li za r la observación.
era pues de 21° 30'; estas dos cifras sumadas dan como resultado 90°.
• Pasar la altura instrumental a altura ve rd adera Hv.
El 3 de febrero, la declinación del Sol era de 16° 30', según indicaba el
• Ca lcular A = 90° - Hv y darle el signo correspondiente. anuario; sumándole la distancia cenital de 21 ° 30', se obtenía una lati-
• Ap licar algebraica mente la fórmula L = D + N.
tud de 38°. La situación del Macquairie era pues: longitud 171° 13', la-
Navegación a s tronómica 1053
1052 Navegación
titud 38°, salvo algunos errores insignificantes ocasionados por la ine- La Luna es difícil de observar. Si se presenta en forma de croissant,
xactitud de los instrumentos y que no podían evitar." hay que considerar la situación de su limbo inferior real, teniendo en
cuenta la inclinación de sus cuernos.
Los náufragos se salvaron y los niños volvieron a encontrar al padre,
y John se casó con la hija. Quizás sea esto lo que inspira a nuestro Eze- No se debe observar la Luna de noche, pues su reflejo sobre el agua
quiel. distorsiona el horizonte y la medida que obtendríamos seria absoluta-
mente inexada.
Observaremos la Luna cuando no tengamos nada mejor. Preferente-
HALLAR mente cuando está llena y durante el dia, sabiendo que un observador
entrenado no puede esperar una precisión superior a 2 minutos.
LA SITUACIÓN
Para obtener una situación verdadera, Ezequiel sólo tiene que trasladar Los planetas
la recta de altura 9 h 30 min 15 s TU y combinarla con la meridiana de Con los planetas hay que hacer lo mismo que con el Sol en lo que res-
12 h 21 min. Segun la estima, ha recorrido 17 millas navegando rumbo pecta al cálculo del AHao y D. Son astros errantes, y podemos hallar
060' entre las dos observaciones del Sol. La recta trasladada acaba de sus coordenadas en el Almanaque Náutico.
cortar la meridiana. Puede esperar encontrarse en la intersección de es- Un planeta se reconoce porque al no tener luminosidad propia no
tas dos líneas de posición a 14 h 21 min hora local (TU + 2). Ver el es- brilla como las estrellas. Esta diferencia podemos verla claramente a tra-
quema de la página 1048. vés de la lente del sextante.
Si esto no basta, puede esperar dos horas, volver a trazar una recta, En navegación astronómica, únicamente se pueden utilizar cuatro
y trasladar la meridiana y la primera recta sobre la última línea de posi-
planetas: ..
ción obtenida. • Venus, el más brillante, siempre cercano al Sol y por lo tanto, VISI-
ble por la tarde o por la mañana . Se le da el nombre de estrella del Pas-
Ya conocemos lo principal de la navegación astronómica y sabemos * lucero del Alba o lucero de la
tor*;
también cómo funciona el pequeño ordenador que nos hemos com- tarde.
• Jupiter, el mayor;
prado. Para ser un buen navegante" astronómico", hay que practicar
• Marte, el planeta rojo;
las observaciones. Un error de 5 minutos en relación ron la altura se • Saturno, con su resplandor plomizo y sus anillos. .
convierte en 5 millas de error en la carta. Si disponemos de un GP5, Los planetas son fáciles de observar, con una precisió~ .d~ . 1 a 2 mi-
puede ser interesante comparar la exaditud de la situación astronómica nutos. Para localizarlos, hay que buscar los períodos de VISibilidad en el
con la situación real, para poder valorar nuestros progresos. Un buen Almanaque Náutico, así como las estrellas que están más próximas a
observador puede obtener una precisión de 1 milla, con relación al GP5
éstos.
tomando una recta de altura de Sol.
Polo norte celeste
Las estrellas
La Luna Antiguamente se consideraba el cielo como una bóveda, sóli-
Al igual que en el caso del Sol, podemos considerar que la Luna tiene da y firme (un "firmamento"), de la que colgaban las estre-
un pie en la Tierra . La situación de este pie puede determinarse en llas astros fijos unos en relación con los otros. Esta noción
cualquier momento por medio de las coordenadas habituales: ángulo vie~e muy bien para la navegación astronómica, pues consi-
horario en Greenwich (AHao) y declinación (D). deramos que las estrellas están situadas en la superficie de
una inmensa esfera, que llamamos esfera celeste y cuyo
La Luna es el más errante de los astros errantes, y las irregularida- centro es la Tierra. Esta esfera da una vuelta a la Tierra, en
des de su movimiento se cuentan por docenas. El Almanach du marin un día, aproximadamente, girando en el mismo sentido
breton ignora este astro y quien desee observarlo deberá comprar el que el Sol. Para poder determinar con precisión la situ~ción . eClIlJcJor cel¡;;
,,"'re----1-~ /.
El limbo inferior de la Luna es inv¡sible; Almanaque Naut;co del año en curso. Aunque en este libro el cálculo
de las estrellas, la esfera celeste ha sido dotada del mismo SIS- Pumo vemall~'{.S~
¿cómo podrem os colocarlo sobre el de AHao y de D está muy bien explicado, sigue siendo muy pesado ASCENS\O~:\\I-'(.\"\l'-
tema de referencia que la esfera terrestre, con dos polos y un ecua- OE \.Po t.S
horizonte? de realizar.
1054 Navegación
D E QUIBERON AU CROISIC
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1060 Navegación Derrota y estrategia 1061
traria al viento. ¿Habría que pasar durante el flujo? No es seguro que ¿Cuáles son las soluciones alternativas en caso de follón? Mientras
podamos navegar contra la corriente dando bordadas. los únicos me· estemos en la bahía de Quiberon, siempre podremos volver a la Vilaine.
mentas adecuados parece que serán entre 105 repuntes, bien de plea- Si nos ocurre algún imprevisto en las proximidades de La Teignouse, te-
mar o de bajamar. nemos a sotavento los puertos de Houat, Port-Navalo y, en caso nece-
Ventajas e inconvenientes de las diferentes derrotas: sario, también La Trinité. En la derrota que nos lleva al paso del Este,
• La Teignouse: el paso es lo suficientemente ancho como para po- podemos dejarnos llevar hacia La Turballe o Le Croisie. Todos esos
der hacer bordadas. Si tomamos esta ruta, estaremos al resguardo de puertos son accesibles en cualquier momento de la marea. Si necesita-
105 bajíos durante gran parte del recorrído. mos tomar una solución alternativa a la salida de la Teignouse o de Bé-
• Le Béniguet: el paso es corto, pero demasiado estrecho para po- niguet, podría haber algún momento dificil, pues tendríamos que ha-
der hacer bordadas; si tenemos vien to del Oeste, podremos cruzarlo de ber pasado ya ampliamente los pasos para poder dejarnos lleva r hacia
un solo bordo, pero si el viento cae un poco, no. el Sudeste. También podríamos darnos la vuelta. De todas formas, es
• Les Soeurs: tomando esta ruta, aprovecharemos poco la ventaja mejor evitar pasar le Béniguet con las últimas luces del día, pues volver
del resguardo de los bajíos; el paso en sí es largo y estrecho y las mar- a cruzarlo en dirección contraria por la noche resultaría una gran im-
cas serán, sin duda alguna, difíciles de identificar; ciertamente no es prudencia.
una ruta segura. Todavía nos queda por considerar una última cuestión, decisiva si hay
• El paso del Este: por aquí la corriente es más floja; si pasamos a mala visibilidad: ¿Cuáles son los medios de que dispondríamos para
una buena distancia de los Grands-Cardinaux, por encima de los fon- comprobar nuestra derrota? Encontrar la entrada del paso de La Teig-
dos de 30 m sin duda encontraremos una mar menos mala que en los nouse en la bruma, o incluso la del Beniguet seguramente no será fácil.
pasos; podemos hacer bordadas cómodamente. Inconvenientes: más La única ruta razonable será la que bordea todos los peligros, es decir la
allá de los Grands-Cardinaux, haríamos una parte del recorrido sin res- del paso del Este: podríamos hacer todo el recorrido por estima, y des-
guardo alguno; por la noche, con poca visibilidad, sólo podríamos con- pués recalar en la punta de Kerdonis que está completamente libre.
tar con un faro, el de los Cardinaux. En fin, con el tiempo que hace, la derrota por el Este es la más segu-
¿A qué hora deberíamos salir para pasar los bajíos en el momento ra. La derrota por Les Soeurs o incluso por Le Béniguet es peligrosa, y la
adecuado? Ni pensar en salir de la Vilaine durante el flujo. Si salimos de La Teignouse, sólo es posible si hay suficiente visibi lidad. Pero el
durante la pleamar, desaprovechamos el repunte de bajamar en La tiempo puede cambiar. Si estamos al final de una depresión, y si las
Teignouse y en Béniguet. Por lo tanto, hay que salir hacia el fina l del re- previsiones indican que el viento va a rolar al Noroeste y va a mejorar la
flujo, para pasar con el repunte de pleamar. Si decidimos tomar el paso visibilidad, podemos considerar el asunto de otra manera: la derrota
del Este, el asunto es más sencillo: sin duda, podremos pasar en cual- por La Teignouse sería más corta, y en cuanto hubiéramos cruzado el
quier momento, bordeando bien los Cardinaux. Lo más interesante pa- paso podríamos poner rumbo hacia Le Palais con vientos portantes.
rece ser salir de Tréhiguier con la pleamar, para cruzar el paso al final Por el contrario, al pasar por Les Grands-Cardinaux habrá que dar
del reflujo. bastantes bordadas, y quiZáS la derrota sería más larga y cansada, es
decir, menos segura. Por el contrario, si el viento rola al Suroeste, la so-
lución del paso del Este es sin duda la mejor de todas.
Todavía tendríamos que prever en qué momento va a rolar el viento,
preguntarnos si no va a cambiar de fuerza, y cómo estará la mar..
De Concarneau a Royan
De Concarneau a Royan hay 185 millas. La derrota puede seguirse en
linea recta, pasando por la parte exterior de las islas: Groix, Belle-ile,
NOirmoutier, Ré, Oleron. Es una travesía muy adecuada para barcos de
crucero costero, por ejemplo para un Glénans 7.60: navegando a 5,5
nudos con un buen viento portante, se podría hacer el recorrido en
La torreta cardinal Oest e de Bonnenn treinta y cuatro horas.
Braz m arca la entrada del paso del Pero el Glénans 7.60 no está hecho para navegar en alta mar. Por lo
Bénigu et cuando venimos del Est e. tanto, es necesario encontrar a lo largo de la derrota resguardos a los
1 062 Navegación
Derrota y estrategia 1063
que poder llegar con rapidez, si nos pilla el mal tiempo, o simplemente
. R.f..-. si cualquier incidente nos obliga a renunciar a la idea inicial.
¡.
Con ayuda de la carta y del Derrotero, elaboramos una lista de puer-
tos que nos ofrecen las suficientes garantías, es decir: que son fácrlmente
localiza bies, están bien balizados, y son accesibles en cualquier momento
de la marea, tanto de día como de hache y representan un resguardo se-
guro contra los vientos de alta mar. A partir de Concarneau, están: Port-
~ .r.'J~
Tudy en Groix, Sauzon y Le Palais en Belle-ile, después Le Croisie, Pornie,
'1"
... ,.".
gencia en todo momento, en cualquier lugar de la ruta?
El problema se presenta de esta manera: a partir del momento en el
'57
"-
.... que la "meteD" anuncia una buena "rasca ", debe ser posible arribar a un
.
"-
...;-,
\
z!¡6
abrigo en tres o cuatro horas, como máximo en seis; por otra parte, hay
que pensar en una posible avería, que podría hacer que el barco manio-
brase mal: creemos que, en el peor de los casos, con un aparejo de fortu-
3HJ
P.
\ na, podríamos orzar hasta 30° desde el viento de popa aproximadamente.
,
8" ,
'''..81
En estas condiciones, delante de cada resguardo hay una especie de
zona privilegiada, una "zona de seguridad" que podríamos dibujar en
la carta. Vemos enseguida que la derrota directa Concarneau-Royan no
," está cubierta completamente por estas zonas de seguridad. Hay algu-
Jis \~ nos "huecos" que hay que examinar de cerca.
,,. El primero de ellos está situado justo después de Groix: entre Lorient
E ...." \. ..r.» .I.a.,. u.
y Quiberon, la costa no tiene ningún resguardo. Si hace buen tiempo,
evidentemente esto no importa, podemos seguir la derrota directa sin
\-& ... ningún problema. Si hace peor tiempo, podríamos desviarnos ligera-
:Í$Ot-:""
---' mente hacia alta mar para entrar rápidamente en la siguiente zona de
"" '- ... seguridad, que es la de Sauzon.
Después de la punta de Poulains, hay otro "hueco": pasaríamos muy
Elegir una derrota segura, también es prever las salidas de socorro. Si queremos
cerca de la agreste costa de Belle-ile, muy bella pero poco acogedora.
seguir la derrota directa Concarneau-Royan a bordo de un Gh!nans 7.60, por
Incluso con buen tiempo, hay que separarse un poco para poder salir
ejemplo, tenemos que asegurarnos antes de que existen resguardos seguros a
sotavento en todo momento, para utilizar en caso de avería o de mal tiempo del por un lado o por otro, en caso de presentarse algún problema. Si el
Oeste. parte meteorológico no es bueno, vale más abandonar voluntariamen-
te la derrota directa y pasar a sotavento de la isla.
Podemos considerar que delante de cada resguardo existe un sector privilegiado,
Si hemos pasado a barlovento, nos encontraríamos otra vez fuera de
formando un ángu lo de 60° aproximadamente (incluso un Gh!nans 7.60
desamparado. puede orzar hasta 30° desde e l viento de popa), que se extiende las zonas de seguridad que hay delante de la desembocadura del Loire.
hasta 20 millas hacia alta mar (zona sombreada. y posibilidad de llegar a un Pero aquí el caso es algo especial, pues simplemente estamos un poco
resguardo en cuatro horas), en caso necesario hasta 30 millas (zona clara, alejados de los resguardos, lo cual únicamente tiene importancia si el
resguardo en seis horas). Podemos comprobar que en el recorrido de Concarneau tiempo resulta realmente amenazador.
a Royan existen tres "huecos ", tres momentos de la derrota durante los cuales el
Después entramos en la zona de seguridad de la isla de Yeu, pasan-
barco se encontraría a barlovento de una costa sin resguardo alguno : entre Groix
do enseguida a la de Sables d'Olonne: aquí aparece con claridad que
y Belle·ile, a barlovento de Belle·ile, entre Chassiron y Royan. Habría que
encontrar alguna solución, adaptada a cada caso, que tuviera en cuenta las en caso de mal tiempo no será una buena solución pasar a sotavento
circunstancias. (Publ icación SHOM.) de la isla de Yeu, pues nos encontraríamos a barlovento de una costa
1064 Navegación Derrota y estrategia 1065
sin resguardo alguno. Queda un último "hueco", el más serio: entre la que sea absolutamente imprevisible. En la mayoría de los casos, los par-
punta de Chassiron y Royan . En esta zona, la previsión meteorológica tes meteorológicos, una pizca de sentido común y un poco de vista nos
es de vital importancia. Si las previsiones son de tiempo duro. vale más permiten evitar las sorpresas. En resumen, una derrota segura, es aque-
entrar de arribada en el estrecho de Antioche y esperar que el tiempo lla en la que disponemos de cierto margen de seguridad desde todos
mejore. Si el tiempo es manejable, resultaría prudente, una vez más, los puntos de vista: margen en relación con los peligros de la costa, na-
poner rumbo hacia alta mar con el fin de llegar lo antes posible al sec- turalmente, pero también con relación al mal tiempo, a las averías y al
tor de seguridad de Royan. cansancio; margen que se puede prever en las mismas maniobras, vi-
En definitiva, el dibujo de las diferentes zonas de seguridad, pone de rando ampliamente delante de los obstáculos (sobre todo después de
relieve tres lugares en los que. en caso de tener problemas, no dispon- una larga bordada), cambiando las velas en el momento oportuno ... Es
dríamos de ninguna solución realmente segura: después de Groix, a la derrota sugerida por el dicho de la antigua marina a vela: "Marino, si
barlovento de Belle-ile y a barlovento de Oleron. Pero este dibujo hace quieres llegar a viejo, bordea las puntas y saluda a los chubascos".
que aparezca al mismo tiempo una solución que no se veía en un prin- Es una derrota donde hay agua suficiente para navegar y soluciones
cipio: en 105 tres lugares, la seg u ridad no co nsist e en acercarse a alternativas. También, y quizá de manera esencial, es una derrota fácil de
t ierra sino en separarse hacia alta m ar, lo cual nos permitiría llegar comprobar, rica en señales de referencia de todas clases. La mayoría de
con mayor rapidez a una nueva zona de seguridad. las veces, trabajar en la carta y aplicar técnicas de navegación algo com-
Está claro que este razonamiento sólo sería válido con el tipo de bar- plicadas son tareas imposibles de realizar con el más ligero de los mareos.
co que hemos elegido, es decir el Glénans 7.60 o un barco semejante. Sin embargo tenemos que saber dónde nos encontramos, y estaremos
Un barco mas pequeño, por ejemplo, un Corsario no podría, en modo encantados de saber que estamos seguros en una derrota con numero-
alguno, realizar esta travesía de una tirada, y los problemas se plantea- sas marcas localizables o con faros que no den lugar a equivocaciones.
rían de una forma distinta : para hacer el recorrido de Groix a Belle-ile,
harían falta unas condiciones meteorológicas favorables; en caso con-
trario, habría que esperar. En cambio, para un crucero de altura, la zo- MEJORAR NUESTRA DERROTA
na más segura sería alta mar y podría evitar sistemáticamente todas las
zonas próximas a la costa. Una misma derrota puede resultar más o menos cómoda, o también
Estos ejemplos no representan una solución al problema de elegir la más o menos rápida. En lo que respecta a la comodidad hay poco que
derrota. Simplemente intentan exponer los principios de un razona- decir: si lo que queremos es estar tranquilos a bordo, enseguida com-
miento que a veces hay que llevar mucho más lejos. De esta manera prenderemos que hay que evitar la mar a contrapelo; que la costa y las
habría que atraer nuestra atención sobre cierto número de sorpresas islas, según el viento que haya, proporcionan unas zonas más abriga-
ocasionales, que surgen de modo repentino de una desafortunada aso- das que otras; que una derrota con vientos portantes es más agradable
ciación de 105 elementos y el paisaje. que otra que nos obligue a dar bordadas de forma alocada. Por algo se
Puede ser una trampa, una bella bahía sin resguardo, cuando el dice de la gente triste que " tiene cara de viento de proa " ...
viento refresca y rola impidiendo la entrada: la bahía de Porto y el mis- Elegir una derrota cómoda, es además, en cierto modo, elegir una
tral, es un ejemplo de esta broma que se repite desde hace tiempo. derrota más segura, ya que nos permitirá economizar las fuerzas de la
Son una trampa los bajíos hacia los cuales nos arrastra la corriente, tripulación.
cuando el viento cae de repente : al sur de los bajos de Sein, durante el Elegir una derrota rápida surge, evidentemente, de otro estado de áni-
flujo, lo cual representa una aventura más que desagradable. mo. Sin embargo, hay que señalar que ir deprisa puede representar a ve-
Es una trampa un canal sin marcas (como el que se extiende entre ces una cuestión de seguridad; incluso cuando hayamos decidido tomar-
las Raches de Sant-Quay y la costa) si nos vemos obligados a dar bor- nos tiempo, es conveniente ser capaz de decidir en todo momento cuál
dadas y nos sorprende la noche en el camino. es la derrota más rápida, por ejemplo, para arribar a un puerto determi-
Es una trampa, el canal de la Gaine (entre las Héaux-de-Bréhat y Tré- nado si hay amenaza de mal tiempo. Ir deprisa puede también permitir-
guier) durante las bonitas y soleadas tardes cuando nos damos cuenta de nos ampliar nuestro radio de acción: durante un crucero de dos semanas,
repente de que no podemos ver las marcas a contraluz. También puede si ganamos una hora por aquí y otra por allá, al final podremos hacer una
ser una trampa este canal o aquel otro, cuando se levanta la niebla .. escala imprevista más, que quizás podría ser la mejor de todas.
Podríamos multiplicar los ejemplos de este tipo. Pero lo que nos inte- Pero ir deprisa, es también, para muchos, ir en regata. Sobre este
resa señalar es que no hay, de hecho, nada oculto en todo esto, nada asunto. que está relacionado con la idea misma que tenemos de la vela
1066 Na v egació n
Derr o ta y estrategia 1067
y de los barcos, hay opiniones diferentes. John IlIingworth, el célebre Asimismo, puede ser conveniente desviarse en función del viento:
regatista de alta mar, escribe: "Gobernar un barco durante una regata para evitar una encalmada o para ir a buscar mejor viento; para tomar
oceánica, representa darle la velocidad máxima con cualquier clase de un rumbo en el cual el barco vaya más rápido; o para situarse de acuer-
tiempo que nos encontremos ". Su compatriota, Hilaire Belloc, viejo y do con un cambio de viento previsto.
tosco trotamundos muy poco conocido, declara: " Hay que esperar del Resumiendo, podemos desviarnos para aprovechar una corriente por-
propio barco (del que es un verdadero compañero) un comportamiento tante, o para evitar una corriente contraria, o también para sacar partido
racional. Hay que pensar que cuando navega a 7 nudos, va bien y que a la corriente que estemos obligados a soportar. En todos los casos, el
cuando hace 9, se le nota agitado y que después de una noche de des- problema que se plantea es el siguiente: el "rodeo" que vamos a dar
canso se encontrará mejor" . ¿nos va a hacer obtener una ventaja de velocidad suficiente y llegar an-
tsta es una clase de discusión absolutamente inútil, pero al mismo tes a nuestro objetivo que si hubiéramos seguido la derrota directa?
tiempo apasionante. Puesto que, al parecer, no podemos continuarla La respuesta no es siempre evidente, ni mucho menos, y nos arries-
en este momento, simplemente aconsejamos a los que estén interesa· gamos mucho; si no calculamos con cuidado la jugada, podemos per-
dos que lean al mismo tiempo Course-eroisiére de IIlingworth, y Navi- der en vez de ganar. El tiempo que ganariamos o que perderíamos tra-
gant á la voile de 8elloe. Con lo cual aprenderán mucho. tando de evitar los bajos apenas es estimable. Cada caso es distinto. El
verdadero juego comienza cuando nos desviamos por una cuestión de
y nosotros, habiendo llegado a este punto, nos contentaremos con viento.
decir que llegará un día en que nos hartaremos de no comprender al-
gunas cosas: Por qué otros, que aunque tienen el mismo barco que no-
sotros, siempre van más deprisa; por qué estamos siempre en el mal Jugar con el viento
bordo dentro de la corriente. Llega un momento en el que sentimos Evitar las encalmadas, las zonas donde el viento es demasiado fuerte, o
ganas de mejorar nuestra derrota . La búsqueda adopta en este caso la donde viene demasiado de proa, son evidencias fáciles de prever, pero
forma de un juego, lo cual no implica que forzosamente tengamos es- mucho menos sencillas de poner en práctica . Con mar rizada y brisas
píritu de competición, pero que en si mismo resulta apasionante. Con- descontroladas, el arte que consiste en adivinar las rachas y en mante-
siste en mostrarse a la altura de estos sutiles contrincantes que son la nerse a cualquier precio (a veces a costa de efectuar extraños desvlos)
mar, el viento y la corriente. Buscar la derrota más cómoda en este uni- demuestra sobre todo un peculiar sentido de la observación. En las in-
verso cambiante es algo muy atraCtivo: entonces, nos damos cuenta de mediaciones de la costa es una tarea mucho más delicada, y quien no
que la mar es una especie de Iduerinto. Intentaremos exponer aquf las conozca perfectamente la zona a menudo se encontrará hecho un 110.
reglas principales del juego y señalar en qué sentido hay que desplazar- En esas circunstancias, especular sobre el viento se convierte en una
se para descubrir los trucos definitivos. cuestión interminable. Las publicaciones oficiales no nos sirven de na-
da. Hay que señalar que a veces encontramos ciertas informaciones so-
El camino más corto bre la psicología de los vientos en las obras de Jacques Perret* (especia-
A primera vista, podríamos pensar que la derrota más rápida para lle- I~ta en navegación evasiva, para el que la unidad de tiempo es el lap-
gar de un punto a otro es la derrota más corta. A menudo realmente so). Esta información será considerada más o menos útil según nave-
es así, y es siempre esta eventualidad lo que hay que contemplar en guemos con Descartes o sin él.
primer lugar, Incluso aunque nos sintamos capaces de elaborar recorri- La utilización de las brisas costeras se basa en datos menos aleato-
dos menos sencillos. Es innegable que la línea recta conserva en la mar rios. la brisa de tierra que sopla durante la noche, y la brisa del mar
ciertas virtudes que le han valido su éxito en las rutas terrestres. que lo hace por la tarde merecen muchas veces que nos desviemos,
Sin embargo, a veces podremos ir más deprisa alejándonos de la de- cuando el viento en general es flojo (o está mal orientado).
rrota directa, cuando en esta derrota, el estado de la mar, la dirección El problema consiste en saber hasta qué distancia de la costa se deja
del viento o la corriente no dejan que el barco rinda al máximo. Ya sa- sentir su influencia. Depende de las costas y de los dlas; la distancia varía
bemos que es conveniente evitar los fondos por cuestiones de seguri- entre 5 y 1O millas, a veces menos, pero raras veces más. Y de todas for-
dad, pero es evidente que también hay que evitarlos si queremos ir de- mas, hay que pensar en acercarse otra vez a tiempo. En todos los casos en
prisa, pues la mar que se forma muchas veces sobre ellos, de ola corta, los que el viento es flojo, resulta muy difícil prever lo que vamos a ganar
escarpada y picada, puede parar completamente el barco. Se navega
más deprisa en aguas tranquilas.
* Chiste a propósito de un escritor francés. (N. de la T. )
1068 Navegación Derrota y estrategia 1069
~
para 10°: 1,5% de alargamiento
A • B para 15°: 3,5% de alargamiento
para 20°: 6,4 % de alargamiento Diag ramas de velocidad efectuados en
Si nos sepa ramos 10° d e la d errota para 250 : 10% de alargamiento un barco de 8 metros de eslora en
direct a durante las tres cua rtas partes para 300 : 15% de alargamiento flot ación (velocidad critica : 6,8 nudos).
del recorrido y volve mos al mis mo En color, diagrama realizado con viento
durante la ultima parte form ando un En resumen, podemos estimar que una diferencia de 200 con rela- de 8 nudos. En negro, diagrama
a ngul a de 30°, a la rga mos la primera ción a la derrota directa no lleva consigo un alargamiento apreciable de rea lizado con viento de 19 nudos.
p arte en un 1,50/0 y la segunda en un la derrota. A partir de esta diferencia, las proporciones aumentan y el Curva 1: con foque .
15%. es decir t endre mos en total un 5% juego ya no vale la pena, a menos que estemos completamente segu- Curva 11 : con gé nova.
de alargamiento. ros de obtener una ganancia de velocidad muy grande. Curva 111 : con spi.
1070 N avegación Derrota y estrategia 1071
Para medir la veloc idad, las correderas de barquil la y las Comprobación de las mediciones de un ángulo de 40°
mecánicas con hélice son perfectas, y muchas veces más formado por el rumbo y el viento aparente. Los datos
Un "abatímetro" fácil de realizar. cómodas que las correderas electrónicas, pues éstas son de que disponemos son:
demasiado sensibles a las variaciones momentáneas de ve- • viento rea l: 10 nudos;
locidad.
• viento aparente: 11 nudos;
Veleta tipo "ma nga • ve locidad: 5 nudos;
Para medir la ve locidad del viento, es necesario disponer
de viento" co n • abatimie nto: 3°.
de un anemómetro: anemómetro portátil (de un precio ra-
brazos regu lables. zonab le) o de los que se co locan en el tope del mástil (más Trazamos el vector relativo al viento aparente (2 cm
caros). Un "ventímetro" que resulta muy barato, puede ser por nudo, por ejemplo), y después el vector del
suficiente; aunque su principal inco nveniente es que no es rumbo. Sumando el abatimie nto obtendremos la
sensible más que a v ientos superio res a 6 nudos. Para me- derrota. El vector que cierra el triángulo representa el
dir el ángulo existente entre la línea de cruj ía del ba rco y el viento real. Mide 8 nudos. Por lo tanto hay un e rror en
v iento aparente, nos hace fa lta una veleta, que debe colo- algü n lug ar.
carse en el t ope del m ástil. Puede ser una "manga" como
las que vemos en los ae ródromos o en la s au topistas, o
una banderola como las que se co locan en los tejados. Para N.B. Es interesante (pero no in dispensable) señalar en el diagrama la fuerza y la d irección del
poder medir correctamente el ángu lo, el soporte debe tener viento aparente en relación con un número determinado de rumbos, pues son los únicos ele-
incorporados dos brazos a cada lado, que se puedan regu- mentos de que d isponemos cuando navegamos .
lar en ángulos característicos (in icialm ente 60° y 40°). Si te- Una vez hayamos rea lizado varias cu rvas, para diferentes fuerzas de v iento , podemos colocar
nemos dinero, podemos regalarnos un apa rato electró nico los brazos de la veleta en dos rumbos bi en diferenciados: por ejemplo, en el rumbo en el que po-
que contenga al mismo tiempo veleta y anemómetro. damos izar el spi y en el rumbo en que tengamos que cambiar el génova por el foque.
1072 Navegación Derrota y estrategia 1073
cuenta como primera regla del juego. Desviarse para ir más ráp ido tos que se pueden alcanzar en un mismo intervalo de tiempo dando
só lo va le la pena con brisa ligera. Con vien t o f resco (si no se bordadas a ambos lados del viento de popa . En los dos casos, todos es-
p revé ningún cambio de viento), va le más seguir la derrota di- tos puntos están situados sobre una recta tangente a la curva. Esta rec-
recta. ta -denominada isocrona- permite averiguar con exactitud la ventaja
Sobre la curva realizada para brisa ligera. podemos señalar impor- que podemos obtener en relación con el recorrido que hubiéramos
tantes variaciones de velocidad en tres sectores: el del viento de proa, efectuado siguiendo la derrota directa. Sus puntos de contacto con la
el del viento de popa y el del viento de través. curva nos permiten también conocer cuál es el "mejor descuartelar", el
Viento de proa: el "hueco" de la curva, corresponde, naturalmente, "mejor largo" o el mejor "viento por la aleta" que tenemos que hacer.
al sector de bordadas. En todos los rumbos en los que la derrota directa sea la derrota más
Viento de popa: el barco va más rápido cuando se separa un poco a rápida, la isocrona se confundirá de forma espontánea con la propia
uno y otro lado de la popa redonda, lo que quiere decir que podría ha- curva.
ber también una especie de "sector de bordadas" en esa zona. Ya es hora de ver qué ra zonamientos vamos a mantener en la reali-
Viento de través: la brusca aceleración que comprobamos corres- dad; lo veremos en primer lugar con un viento constante y después
ponde al momento en que el spi rinde más que el génova. cuando las previsiones indiquen un cambio de viento.
Entre estos sectores, la curva presenta un aspecto muy regular pues
la velocidad varía poco: desde la ceñida hasta un descuartelar, desde el Viento de través 1:)00,.
largo al viento por la aleta, no vemos que un cambio de dirección signi- Estáis en las proximidades de la boya SN 1, frente a la desembocadura
fique una ganancia de velocidad; está clarísimo que en estos rumbos la
derrota directa es la más rápida.
Por el contrario, podemos replantearnos el tema en los tres sectores
del loire y lleváis rumbo a Belle-Tle (ver carta pág. 1aBO). El viento es lí-
gero, del Suroeste. Vuestro barco navega a 5 nudos, y os planteáis va-
gamente el eterno dilema "to spi or not to spi". No conocéis bien vues-
/,t/,/
en los que la velocidad varía. Cuando el lugar a donde queremos llegar tro barco, no habéis oído hablar nunca de "tácticas de regata", y ade-
"',/- ...
está situado en el sector del viento de través ¿no ganaríamos tiempo más no tenéis ninguna necesidad de llegar a Belle-Tle a todo correr.
navegando a un largo con spi durante una parte del recorrido, termi- Simplemente, tenéis ciertas ganas de navegar con spi y, según el rum-
nándolo a un descuartelar? Cuando nuestro objetivo está a sotavento bo que hacéis, creéis que podéis llevarlo. Por fin os decidís, y lo izáis.
¿no llegaríamos antes haciendo bordadas con el viento por la aleta me- Desgraciadamente os habéis equívoca do, el spi porta mal y el barco no
jor que navegando el línea recta en popa redonda? navega más deprisa.
En lo que respecta al viento de proa, el problema, evidentemente, es la sola idea de haber trabajado en balde os deprime y decidls dejarlo Con viento de través
otro: en este caso, únicamente podemos avanzar desviándonos; se tra- portar suavemente para que, por lo menos, sirva para algo. El rumbo a segu ir es 290·. En este
ta únicamente de saber cuál será la mejor desviación. Arribáis 10°, Y enseguida comprobáis que todo va mucho mejor. El rumbo no podemos llevar s pi,
En todo caso, los diagramas sirven para evaluar con precisión la spi tira correctamente, la velocidad aumenta a 6 nudos. Es estupendo. navegamos a 4 nudos, en una hora
ganancia de velocidad que se obtendría con un cambio de rumbo de- A pesar de todo, echáis una ojeada a la carta para ver dónde os lleva llegaremos al punto de destino. Si
terminado. También nos permiten, y vamos a verlo enseguida, averi- este cambio de rumbo. Observáis que no hay ningún problema y que primero hacemos un rumbo 279 0 con
guar la ganancia de tiempo que resulta de una u otra combinación de podéis seguir así un buen rato sin riesgo alguno. Al ir más rápido el spi durante media hora a 4,7 nudos, y
rumbos. barco, la pérdida de tiempo no será en definitiva muy grande. después rumbo 301 0 con génova
Entonces es cuando aflora en vuestro débil cerebro la idea de que durante la media hora siguiente a 4
Evaluar la ganancia de tiempo vuestra ganancia de velocidad es realmente considerable en relación nudos, llegaremos al punto B situado
Vamos a examinar el caso del viento de proa. Por medio del dibujo con el alargamiento de la derrota. Es cierto, y os decimos que si de- en la isocrona. la velocidad media es
de al lado, es fácil observar que el lugar geométrico de los puntos cidís hacer la mitad del recorrido con spi, y después lanzaros en pica- de 4,25 nudos, es decir un 60/. mas que
que pueden alcanzarse en un mismo intervalo de tiempo dando bor- do hacia Kerdonis, no habréis alargado vuestra derrota más que un con la derrota directa. Si nos pasamos
dadas es una parte de una recta, perpendicular a la dirección del 1,5%. Vuestra velocidad habrá aumentado un 20% en esta primera y queremos alcanzar la maxima
OM = OM ' = OM ". A partir de O. todos viento y tangente a los bordes superiores de la curva a ambos lados parte de la travesía. En realidad incluso podéis hacer más de la mitad velocidad con spi, ire mos me no s
los puntos que podamos alcanzar en el del sector de bordadas. los puntos de contacto de la recta y de la de la misma con spi, y ganaréis más ventaja. Si queréiS saber cuá l es rapido; navegando media hora con
mis mo intervalo de tiempo dando curva indican con exactitud cuál es la mejor ceñida posible, en una y el mejor momento para arriar el spi y poner rumbo a vuestro objeti- rumbo 270 0 a 5 nudos, mas otra media
bordadas esta n situados en una recta otra amura. vo, debéis consultar la explicación que indicamos en la página si- hora rumbo 313" a 3,6 nudos, sólo
perpendicular a la dirección del viento. Según el mismo principio, es posible conocer el conjunto de los pun- guiente. Terminaréis la travesía navegando a un descuartelar, rumbo llega riamos hasta el punto C.
1074 Navegación Derrota y estrategia 1075
en el que vuestra velocidad no será apenas diferente de la que lleva- rio, anuncia que el viento va a rolar al Norte, habría que contemplar la
bais en la derrota directa. Estaréis al través de Kerdonis por el través posibilidad de hacer la primera parte de la travesía a un descuartelar.
mucho antes de lo que pensabais. Para saber luego en qué momento podéis lanzaros con el spi hacia Ker-
¿La "meteo" anuncia que el viento va a rolar al Sur? En ese caso es donis, tenéis que saber antes con toda exactitud en qué rumbo rinde
muy posible que podáis hacer toda la travesia con spi. Si por el contra- más vuestro spi; después, dibujar en la carta, a partir de Kerdonis, una
recta simulando vuestra derrota en ese rumbo; y unir esta derrota con
el rumbo a un descuartelar.
En realidad, si el viento va a rolar, vale más que renunciéis al spi y si-
Ganancia de velocidad, gáis la derrota directa. La prudencia aconseja, efectivamente, no des-
ganancia de tiempo: viarse si no es para obtener una ganancia inmediata, a menos que este-
fórmulas simplificadas mos muy seguros de nosotros mismos. En el mejor de los casos habría
que considerar la magnitud del cambio de viento previsto, así como el
'0- I navegar más tarde con motivo de la rolada del viento; dicho de otro
modo hay que orza r hacia el lugar de donde va a venir el viento.
Viento de proa
¿Cómo mejorar la derrota cuando el lugar al que debemos llegar está
situado en la dirección de donde viene el viento? En este caso las cues-
,/1
--- --- _ '.<J "
~ 'N
tiones tácticas adoptan un aspecto algo especial : el barco navega en
......... ,:.....!:' ceñida, y no debemos cuestionamos si separándonos podríamos ganar
más barlovento, puesto que, por definición, la ceñida es el rumbo con
--- --- '- el que se consigue la mayor ganancia. Del mismo modo, mientras el
'" "- vien to no role, el problema se plantea en términos muy sencillos.
"-
'o
" J j 'J.n
~J'
I
Teorema del viento de proa
,,- "
.. / ...... ~II Tenemos varios barcos iguales que navegan remontando a 50° del
F...:.r~ ...., I
7 8J & \ viento. Estos barcos se encuentran distribuidos de forma casual sobre
•• ¡ \ ~- •• una línea m-n y se disponen a dar bordadas para alcanzar el punto A.
El ángulo xAy, cuya bisectriz es el eje del viento, es igual al sedor de
.'\.,S .....
bordadas, es decir 100'.
l &<'2SW
60~
/ Resu lta indispensable saber que todos los barcos situados en el seg-
L
, e \\
A~ ~~ "8
e \ ,1,'I ;tl.
e
mento limitado por los puntos B y se encuentran a la misma distancia
Entre la boya SN 1 y Kerdonis. con En muy poco tiempo, sabremos cuá l es el mejor ángulo para dar
brisa ligera del SW, existen tres bordadas, al menos con un viento similar al que tengamos en ese mo-
posibilidades: s egu ir la derrota directa; mento. Incluso aunque no lleguemos a dibujar un diagrama, podemos
arriba r para poder llevar el spi; hacer anotar estos datos en una esquina del Cuaderno de Bitácora.
prime ro la bordada a un des cuartelar y ¿Debemos dar bordadas pequeñas o grandes? Todo depende de la
terminar la travesía con spi. (Extracto evolución posterior del vien to. Si creemos que el viento no va a cambiar
d e la ca rta 7068, SHOM). de dirección, o si no sabemos nada, hacer bordadas pequeñas suele ser
,,
más prudente (aunque el tiempo que perdamos en las maniobras de las ,
viradas por redondo no sea despreciable). Si nos separamos demasiado Teniendo en cuenta las bordadas que
de la derrota directa, basta, efectivamente, con que el viento role lige-
m B- - - - - - - -
!
G- - - -.- - - - -1 ------
_______ _ _ .. _ -- o hay que hacer, todos los barcos
ramente en el último momento para que nos veamos obligados a hacer O f e situados en la lin ea m -n y dentro del
la última bordada en popa redonda, lo que nos haría perder toda o se ctor xAy están a igua l dist a ncia de A.
1078 Navegación Derrota y estrategia 1079
para llegar a A. yen cualquier situación del recorrido - por ejemplo en la cer bordadas en todo el triángulo BAC, pero en realidad este modo de
mitad, en D' y D"- su avance es el mismo. Por el contrario, 105 barcos actuar resulta imprudente, pues si el viento rolase tendríamos una
que se encuentran a la izquierda de B, o a la derecha de e se encuen- oportunidad sobre dos de salir perdiendo: es decir, que nos encontra-
tran más alejados del objetivo y tardarán más tiempo en llegar a él. ríamos demasiado a barlovento (es el caso de B), o demasiado a sota-
En ceñida, la derrota más corta está dentro de un sector igual vento (caso de D, F Y C) respecto a la meta.
al sector de bordadas, cuya bisectriz es el eje del viento y cuyo De hecho, la experiencia demuestra que cuando no sabemos si el
vértice es la meta; todas las de rrotas que se sigan dentro del mis- viento va a ca m biar o de qué lado va a rolar, la actitud más pru-
mo son iguales en distancia. dente es dar bordadas en un sector de 10° cuyo eje sea el eje del
viento. En este caso, hay que señalar que cuando el punto de destino
Teorema del viento que rola no está situado exactamente en el eje del viento, se plantea la cuestión
Pero, hete aquí que el viento rola 15' a la izquierda y lo embrolla todo. de elegir el bordo qué hay que hacer primero. Según la regla anterior, el
El nuevo sector de bordadas es x' Ay' y la proyección de la situación de "mejor bordo" es el que nos acerca más al punto de destino. En nuestro
cada barco sobre su bisectriz nos muestra que E se encuentra más cer- ejemplo, es D" el que hace el mejor bordo. Pero, en el caso de que se
ca de A, siguiéndole por orden D, F Y C. B ya no está dentro. Tenemos prevea un cambio de viento y si ya sabemos en qué dirección va a rolar,
dudas respecto a G, que está fuera del sector de bordadas pero un po- todo esto ya no vale. De nuevo miramos el dibujo: cuando se produce el
co a barlovento de E. Suponiendo que este barco G, es aquél en el que cambio de vien to, D es el barco que se encuentra más próximo al eje del
hemos efectuado 105 anteriores diagramas de velocidad, comprobamos viento, pero sin embargo es E el que gana. Inmediatamente, podemos
que va a ganar un 11 % de velocidad y un 9,5% de alargamiento de deducir la siguiente regla: cuando se prevé un cambio de viento, h ay
derrota .. que mantenerse en el lado de don de va a ven ir éste.
De igual manera la distancia de los barcos varía con relación a la me- El problema consiste en averiguar hasta dónde podemos ir en este
ta, excepto en el caso del barco D. Respecto a E esta distancia ha dismi- lado y qué sector de bordadas hay que elegir. Para ello, hay que inten-
nuido en un 21%, aumentado un 24% para F y un 56% para C. Nos tar evaluar con la mayor exactitud posible la magnitud de la rolada. De
imaginamos que la moral habrá variado también a bordo de los barcos modo general, podemos decir que: el ángulo formado por la dirección
D' y D": la distancia con relación a A ha disminuido en un 12 % para del viento actual y el lado de barlovento del nuevo sector de bordadas
D" y aumentado en un 17% para D'. no debe ser superior a la diferencia entre el semiángulo muerto del
Todas estas confirmaciones nos llevan a matizar el teorema anterior. barco y el ángulo de rotación previsto. Por ejemplo: si el barco remonta
En el caso de que el viento no vaya a cambiar, podemos, en efecto, ha- a 45° hacia el vien to y si prevemos una rolada de 30°, la diferencia
45° - 30° = 15°, nos indica que el lado de barlovento del nuevo sector
\t' A de bordadas no debe estar a más de 15' del viento actual. Cuando
creamos que el viento va a rolar 30°, tendremos que hacer bordadas
•
:\,," ,, entre 5' y 15' de distancia del eje del viento actual, en el bordo de
donde pensamos que va a veni r el viento.
,,,,
,,,, Esta simple resta pone de rel ieve una nueva regla: cu anto mayor va
, , a se r el cambio de d ireccón del viento, menos debemos separar-
._;:-O'--- 1
t---'
I
-- \--- ---o'
~.-
y' nos del eje del viento actu al. En caso de que preveamos un cambio
de viento de 40', el cálculo 45' - 40' = 5' nos indica que no debemos
:~ - ----L\
, ' modificar.
m- - - - - - - - ~ :: : ------ ,, Volvamos al lugar donde nos encontrábamos antes, al Oeste de la
B G E
---¡- boya SN 1. Cinco barcos idénticos situados uno junto a otro navegan
hacia Kerdonis. El viento sopla del Noroeste (vien to n." 1) y el parte me-
teorológico anuncia que rolará al Norte.
" ,,, A bordo de cada uno de los barcos la gente se hace preguntas, se
,
,, esfuerza en razonar sobre la previsión de la "meteo " y en sacar conclu-
El vie nto rola 15° a la izqui erda y t odos ,,
, siones sobre la conducta a seguir.
los dat os se m od ifican . Esto nos hace
refl exiona r sobre la t áctica.
,,
, A bordo del barco A, creen que podrán llegar a Belle-ile antes de
1080 Navegació n Derrota y estrategia 1081
que se produzca el cambio de viento. Por lo tanto seguirán dando bor- Por el contrario, a bordo del barco E opinan que el viento va a rolar
dadas dentro del sector de color oscuro a 10° del viento actual. mucho: unos 40° aproximadamente: 45° - 40° = 5°, Y no se alejan. De
A bordo del barco B, creen que el cambio de viento va a tener lugar este modo, por razones diametralmente opuestas, el barco A y el barco
muy pronto y que será de unos 30° aproximadamente. Hacen el si- E se quedan en el mismo sector, mientras que todos los demás intentan
guiente cálcu lo: 45" - 30" = 15"B da una larga bordada amurado a ba- remontar hacia la dirección de donde creen que va a venir el viento.
bor para situarse y dar bordadas en el sector gris, entre 5° y 15° a partir Todos han recorrido algo más de 14 millas cuando se produce el
del eje del viento actual. cambio de viento, que es de 200 (viento n.O2). Vamos a calcular lo que
A bordo del barco e, no se plantean la magnitud de la rolada. Opinan ocurre.
que cuanto más a barlovento se encuentren, mejor situados estarán. e Para A y E, la derrota ha disminuido en un 6% . Para B, ha disminu;·
empieza una larga bordada hacia el NE, sin prever cuando va a virar. do en un 11 % Y para D también lo ha hecho en un 21 %.
A bordo del barco D, piensan que la rolada será pequeña, de unos 20" e se ha alejado demasido: se encuentra situado fuera del nuevo sec·
más o menos: 45° - 20° = 25°, D empieza a dar bordadas dentro del sec- tor de bordadas. Está a barlovento de D y la distancia que lo separa del
(Extracto de la ca rt a 7068, SHOM .'. tor de color claro, situado entre 15" y 25" a partir del eje del viento actual. punto de destino es superior en un 12% a la del barco D. La ganancia
de velocidad que ha obtenido navegando de ceñida (9%) no compen-
sará el alargamiento del recorrido que tendrá que soportar. Es intere-
sante que veamos lo que hubiera pasado con otros cambios de viento.
Si el viento rolase 40" (viento n." 4), la derrota del barco A y del E dis-
minuiría en un 22%; By D se encontrarían fuera del sector de bordadas
pero quizás compensarían con su velocidad en ceñida su retraso sobre A
yE; e ya no sigue en la regata: su velocidad tendría que aumentar en un
18% para poder llegar a su destino al mismo tiempo que los demás.
En caso de que el viento rolara 600 (viento n.O5), todos los barcos se
quedarían fuera del nuevo sector de bordadas; A y E son los que esta-
rian más cerca del punto de destino.
S; el viento rolara 200 en la otra dirección (viento n.o 6), la derrota de
e se alargaría en un 16%; la de D lo haría en un 10%; la de B no cam·
biaría y la de A y E disminuiría en un 6%.
De todos estos resultados, podemos sacar las siguientes conclusiones:
• el ganador es el que mejor prevé el va lor del camb io de di-
rección del viento;
• el barco que elige la derrota directa está siempre bien situa·
do. En los tres casos sale ganando: si el viento no rola, si rola mu·
(ha o si rola hacia la otra dirección;
• en todos los casos, aleja rse demasiado no conduce a nada .
En diferentes ocasiones hemos señalado que los barcos que se en·
cuentren fuera del nuevo sector de bordadas, pero a barlovento de sus
compañeros, pueden tener la oportunidad de recuperar el tiempo per·
dido, pues navegan en ceñida hacia el punto de destino de forma más
rápida que los que lo hacen ciñendo a rabiar. Esto nos lleva a conside-
rar un caso particular: cuando la meta hacia la cual nos dirigimos pue·
de alcanzarse de una sola bordada en ceñida, a veces es conveniente
arribar un poco, para ganar velocidad, si se prevé un cambio de viento
antes de finalizar la derrota: es decir si el viento escasea en más de la
mitad del ángulo muerto, o si alarga un poco. Es evidente que este ra-
zonamiento dependerá de la distancia que lo separa de la meta y de las
1082 Navegación Derrota y estrategia 1083
condiciones meteorológicas. ya que cuanto más alejada esté la meta, Si prevemos que el viento va a rolar en la primera parte de la trave-
más posibilidades habrá de experimentar el cambio de viento durante sía, será conveniente orzar 15° una vez hayamos pasado 5tart Point.
la travesia. En caso de que el frente polar despliegue su actividad sobre Orzaremos sólo 5° si creemos que el cambio de viento se va a producir
la zona por la que navegamos, las opciones a tomar conciernen a las al final de la travesía.
próximas horas; en una situación anticiclónica, se trata más bien de
días y en regímenes monzónkos, es cuestión de estaciones .. De Plymouth a Quessant (rumbo 199°), navegamos a un largo si -
guiendo la derrota directa. En este caso, resulta dificil elegir y es impor-
Algunas travesías en la zona del Canal de la Mancha tante saber a qué altura va a pasar la depresión pronosticada. Si pasa
P~ra hacer un repaso general, vamos a analizar la conducta a seguir en por el Norte, el viento quizá role al Oeste: en ese caso convendría orzar
diferentes travesías del Canal de La Mancha, en una situación meteoro- hasta el limite del spi ya desde la salida.
lógica clásica: acaba de pasar una depresión y hay otra prevista; el vien- En caso de que el centro de la depresión pase sobre el canal de la Man-
to sopla del Noroeste y, según parece, va a volver a rolar en las próxi- cha, es probable que el viento vuelva a rolar al Sur, quizá incluso al Sures-
mas horas. te. En esas condiciones, puede resultar una buena táctica arribar 15° en
En caso de que estemos navegando desde las Scilly a 8réhat (rumbo relación con la derrota directa. Pero tenemos que estar muy seguros de
115°), la derrota directa nos obliga a hacerlo con viento de popa, mal nosotros mismos, pues la opción es arriesgada. Por último, si pensamos
rumbo, por cierto. Pero sería lamentable hacer bordadas con el viento que el viento irá a rolar al Suroeste, es inútil buscarle peras al olmo, la de-
por la aleta, como haríamos si el viento no fuera a rolar. En este caso, rrota directa será la mejor: se trata pues de situarnos lo más cerca posible
puede ser que role hasta el punto de no poder seguir con spi. de Ouessant cuando el viento vuelva a poner cara de viento de proa.
Par lo tanto, es preferible orzar un poco amurados a estribor y man.
tenernos en este bordo: de este modo tendremos la oportunidad de ha- Jugar con la corriente
cer la travesía primero con el viento por la aleta y más tar~e a un largo. En una zona atravesada por las corrientes, la búsqueda de la derrota
De Torquay a 8réhat (rumbo 169°), la derrota directa hay que hacer- más rápida se convierte en un asunto bastante complicado.
la navegando con el viento por la aleta. Pero por las mismas razones de De hecho, hay que tener en cuenta varias cosas a la vez: el viento, la
(Extracto de la carta 7040. S HOM .1
antes, nos conviene orzar hacia el lado de donde va a soplar el viento. corriente en sí y la acción conjunta del viento y la corriente, que nos va
a causar problemas completamente nuevos. En este caso, el juego se
convierte a veces en una especie de rompecabezas chino; pero también
es en estas circunstancias cuando podemos obtener, reflexionando un
poco, los resultados más sorprendentes.
, Antes que nada tenemos que saber que una corriente raras veces es
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homogénea: tiene venas rápidas y venas lentas, así como también con-
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r -' -'¡;" -' tracorrientes. La táctica más evidente consiste, por lo tanto, en buscar
la vena rápida cuando la corriente es favorable, y la vena lenta o con-
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tracorriente en el caso contrario.
Cuando entramos en el canal de la Mancha, por ejemplo, a lo largo
de las costas inglesas, conviene que recordemos que por regla general
la corriente es más floja en alta mar que en las proximidades de los di-
ferentes cabos que jalonan la travesía: Start Poin!, Portland 8ill, Saint-
Alban, etc. Por lo tanto, tenemos que intentar a toda costa mantener-
nos cerca de la costa durante el flujo y separarnos hacia alta mar (o
bien entrar en las bahías) durante el reflujo; de este modo avanzaremos
con mayor velocidad que navegando en línea recta.
El asunto empieza a complicarse cuando hay que luchar contra una
corriente transversal. Si bien no parece que se pueda obtener ventaja
alguna de una corriente transversal alternativa (que empuja el barco
tanto a un bordo como al otro), en todo caso, está claro que si pode-
Derrota y estrategia 1085
1084 Navegación
mos obtener una seria desventaja si nos esforzamos inútilmente en lu- El viento de superficie
char contra ella. Hemos estudiado ya este asunto en el capítulo "Nave- Cuando un barco entra en una corriente, el viento que recibe experi-
gación costera", al hacer la distinción entre derrota sobre el fondo y menta un cambio. Al desplazarse el barco sobre una superfici e que
derrota sobre la superficie . Si insistimos en oponernos a la corriente pa- también se mueve, recibe un viento que ya no es el viento real, sino
ra seguir una derrota directa con relación al fondo, el barco hace un re- una combinación de este viento real y del viento ocasionado por la ve-
corrido mayor sobre el agua (nos atreveríamos a decir que tiene que locidad de la corriente. A este "nuevo viento" lo llamaremos viento de
pasar más agua bajo la quilla) y la duración del recorrido se alargaria. El superficie. No es un viento teórico: es el que levanta esas olas tan ca -
ejemplo de la travesia del canal de La Mancha, ilustrado en el dibujo de racterísticas en los estrechos, y el que notamos a bordo de un barco
abajo, nos muestra por el contrario que dejándose empujar sencilla- que deriva en una corriente.
men te por la corriente, seis horas hacia un lado, y seis horas hacia el Cuando el viento real es fuerte y la corriente floja, este viento de su-
otro y manteniendo un rumbo constante, el barco sigue una derrota si - perficie no tiene gran importancia, evidentemente; por el contrario, con
nusoidal con relación al fondo, pero avanza en línea recta sobre el brisa ligera, la diferencia entre el viento real y el viento de superficie
agua, y esa sí que es la derrota más corta posible. puede notarse bastante. Cuando un viento real de 5 nudos sopla en di-
Para hallar la derrota más corta en una corriente transversal alterna- rección contraria a una corriente de 3 nudos, notamos a bordo un vien-
tiva, la regla es siempre la misma: tenemos que sumar las corrientes to de superficie de 8 nudos; si el viento real y la corriente van en el mis-
que vamos a tener durante todo el recorrido, y después desplazar el mo sentido, el viento de superficie no será más que de 2 nudos. Cuan-
punto de partida sobre la carta con el valor hallado: veremos entonces do el viento real y la corriente forman un ángulo entre sí (y éste suele
el rumbo que debemos seguir hasta el final. ser el caso más frecuente), el viento de superficie diferirá del viento real
Pero es en este caso cuando el asunto se llena de emoción: pues la no sólo en fuerza sino también en dirección.
derrota más corta así determinada no es forzosamente la más rápida;
¡puede que nos convenga alargarla un poco para correr más! El juego una vez dentro de las corrientes, se basa principalmente en
En este caso hay que tener en cuenta una noción nueva, clave de la siguiente comprobación : puesto que el viento de superficie depende
cualquier navegación sutil dentro de las corrientes: la noción de viento en gran parte de la corriente, sus características varían al variar la co-
de superficie. rriente . Por consiguiente, puesto que las variaciones de la corriente son
previsibles, ¿no será posible prever también las variaciones del viento
de superficie, y sacar partido de ellas?
Planteamientos
Volvemos a tener aquí al magnífico navegante que en el capítulo "Na-
vegación costera" realizó para nosotros 4 veces la travesía boya NW de
Minquiers-Grand Léjon. Hoy va a realizarla por quinta vez, en circuns-
tancias parecidas a la cuarta, es decir durante mareas vivas y saliendo
de la boya NW de Les Minquiers a PM - 6. La única diferencia que hay
es que el viento ha refrescado un poco: hay fuerza 3.
Nuestro hombre opina que podrá hacer el recorrido en unas cinco
horas, si no tiene que dar bordadas. Calcula su rumbo de la misma ma-
nera que lo hizo en las anteriores travesías: desplazando su punto de sa-
Travesia d el canal de la Mancha e n doce
lida sobre la carta con el valor de las corrientes que va a tener durante
horas (de Sole nt a Cherburgo) . El barco A
las cinco horas de travesía, de este modo halla el rumbo verdadero que
lucha contra la corriente para seguir una
corrige con la declinación y la deriva, para obtener el rumbo de aguja.
derrota directa en relació n con el fondo .
Una vez situado, a PM - 6 comprueba que sigue el rumbo con facili-
El barco B se deja empu ja r por la
dad y que podrá llegar a Grand Léjon en ceñida. Pero la corriente va a
corriente. s igue una derrota sinusoidal
invertirse durante las próximas horas: a PM - 3, será de 2,2 nudos rum-
con relación al fondo, pero recta en la
bo 1350 • Entonces, se pregunta: cuando la corriente gire, ¿cómo evolu-
s uperficie. A pesar de las apariencias,
esta derrota es la más rá pida . cionará el viento de superficie?
1086 Navegación
Derrota y estrategia 1087
.. .
-A Barnouic
vien to real estará representado, por lo tanto, por el vedor AD.
Para hallar el viento de superficie en PM - 3, hay que volver a hacer
la misma operación en sentido inverso, es decir, partiendo esta vez del
viento real A'D' y trasladando a D' el vector actual (2,2 nudos a rumbo
1350 ). El viento de superficie está representando por el vedor A'E. Y
nuestro navegante comprueba inmediatamente que sus temores eran
fundados: después de la inversión de la corriente, el viento va a caer y a
escasear muy claramente. Será un 34% más flojo y un 25% más agudo
que el viento actual. No podremos hacer el rumbo que nos han pedido
~
'9 '9
y tendremos que dar bordadas para llegar al Grand-Léjon.
3,
,. ec\ot\ 8°oS-tv.-
.141.r.
" 1( Con estas perspectivas, el navegante toma enseguida la decisión
''!.. )) l\965 ) más lógica: en lugar de seguir el rumbo previsto y navegar en ceñida
Oi~o;' .nn '~. 6 ' JG
J. durante la salida de la boya NW de Les Minquiers, orza inmediatamen-
!ij .~t¿
.>¡
3,
<f>'" te para ponerse a ceñir a rabiar. De este modo puede ser que llegue a
(.4)
';
~
~
® <i'' - /"
,~
Le Grand Léjon de una sola bordada, ganando bastante tiempo. Des-
pués de efectuar el primer planteamiento comprueba que puede hacer
... .,
~
'" /" una ceñida excelente en la salida, puesto el viento de superficie es mu·
s,,'
cho menos cerrado y más fuerte que el viento real: el barco "empuja-
do" hacia el viento por la corriente podrá llevar un rumbo más próximo
9,
al viento real que si no hubiera corriente. Tres horas más tarde ocurrirá
•8 exactamente lo contrario .
Nuestro navegante ha realizado una demostración minuciosa para
Jo
poner de relieve el razonam iento que debe seguir. Pero la mayoría de
,8
las veces no es necesario que averigüemos de una manera tan precisa
las futuras características del viento de superficie, lo que importa es sa·
ber calcular aproximadamente cómo va a evolucionar. Los planteamien·
tos que hemos hecho nos resultarán de gran utilidad para no liarnos:
será suficiente hacer unos cuantos garabatos en un papel, tomando co·
mo base el único vector que conocemos, el que representa la corriente,
Cómo prever la evolució n de l vient o de
Con objeto de prever las características del viento de superficie a PM y colocando convenientemente con relación a éste otros vectores que
superfi cie. En la part e superior d e la
- 3, tenemos que conocer sus componentes, es decir el viento real y la representen (aunque sea de modo aproximado) el viento real y el vien-
ca rt a a partir del vector actual del
corriente que habrá en ese momento. Las características de la corriente to de superficie: enseguida veremos si en el transcurso de las horas, es·
yiento de superficie !ACI V del vector
actual de la corriente (CO) obtenem os
ya las conocemos. En cuanto al tiempo real, tenemos que descubrirlo te último va a escasear o a largar, a caer o a refrescar.
el vect or del tiempo rea l fA'OI. En la
ahora (supongamos que no va a cambiar en las próximas tres horas).
part e de abajo. a partir del viento rea l Ahora bien, cuando navegamos dentro de la corriente, es completa. Al pasar por La Horaine
(A'O') y de las cara ct eristicas de la mente imposible percibir directamente el viento real (a menos que fon· Un par de zuecos idénticos· se encuentran en la boya NW de Les Min·
corri ente fEO') 8 un a ho ra determinada. deemos). No podemos hacer otra cosa que "reconstruirlo" a partir del quiers y navegan juntos, no hacia Le Grand-Léjon como podríamos
podemos obtener las caracterfsticas del viento de superficie y de la corriente.
viento de superfi cie en d icha hora. En Intentamos hallar el viento de superficie igual que hemos hecho con
este ejemp lo vemos que e l vie nto de el viento real para hacer los diagramas de velocidad. Puesto que conoce- * Llama zuecos a los barcos, haciendo un juego de palabras entre La Horaine
y La lorraine, recordando la canción popular francesa "En passant par la Lorrai-
superficie va a caer y a escasear. mos los datos sobre la corriente, ya sólo queda hacer un planteamiento
ne, avec ses sabots ..... (Al pasar por la Lorraine. con sus zuecos .. .). (N. de la T.)
1088 Navegación L ÁM IN AS 4 - XXV
......
se demasiado la vida. Como la "meteo" no prevé ningún cambio de continuo va
tiempo para las próximas horas, el navegante se conforma con mirar en '\
el cartucho de la carta (zona F) la evolución de la corriente: comprueb a
que la inversión se producirá dentro de cuatro horas. De momento, de- ''"'':' '~" '" '''~ ' '" ":" ~ ,,,.
.... .... T T
.!, i
cide navegar amurado a estribor, es decir en el buen bordo, el que le
acerca más al punto de destino.
O DANGER E J.. ~
Al cabo de dos horas, se da cuenta de que ya no le conviene ir amu-
, S !!'''!'-
o centelleo a 19)15 s T T o centelleo a 13)10 s
rado a estribor y decide virar. Decisión de lo más oportuna puesto que T T
de este modo aprovechará el final del reflujo para ir a situarse de ma- .JlJ
nera que después no tenga que luchar contra el flujo.
Por lo tanto hace una bordada amurado a babor. Hora y media
después (3h 30), el navegante decide que ya está bien situado y que
puede virar. Vuelve a salir amurado a estribor, pero en el t ranscurso
de la quinta hora, el viento empieza a escasear progresivamente, y el
Centelleo rapido
va 15) + EL 10 s
1111'111
babor
-t
MARCAS LATERALES
111 111
o
!!'!!!!
Centelleo agrupado
a15)EL15s
estribor
......
,
•
A bordo del segundo barco, el navegante se pregunta de qué mane- MARCAS DE PELIGRO AISLADO
ra influirán las variaciones de la corriente sobre el viento. Con los datos • •
Características Luces
delasluces de los barcos
1. Buque de más de 50 m navegando
Presentamos aquí las principales luces
que vemos en nuestras costas; existen - - - - - hacia la derecha.- 2. Velero navegando
algunas más (au nque poco corrientes) hacia la izquierda con luces de mesana
que asocian dos características como (facultativo).- 3. Buque de más de 50 m
las luces fijas y las luces de destellos.
navegando en línea recta hacia el
Para obtener más detalles, consultad la
observador.- 4. Velero navegando hacia
Guide du navigateur (vo lumen 1,
SHOM), así como el Libro de faros. Las la derecha.- 5. Velero alejándose del
abreviaturas que mencionamos aquí observador. - 6. Barco de motor de
son las del código internacional, y las - - - \ ~ - - - - -
menos de 7 m y cuya velocidad no
abreviaturas de la terminología inglesa
sobrepasa los 7 nudos. De acuerdo
(FI: flashing; Q: quick; UQ: ultra quick;
R: red; W: white .. .); éstas figuran tam-
bi én en el Libro de Faros y en las cartas
marinas.
I I 12 s
.. I I I I I
con la regla 23 c, podría mostrar sólo
una luz blanca visible en todo el
horizonte.- 7. Barco de motor de menos
-- - -- - - - ---- -- --- - -- ---- de 12 m navegando en línea recta hacia
el observado r.- 8. Barco de motor
14 s ....
alejándose del observador- 9. Barco-
piloto navegando hacia la izquierda.-
11111111111"1111"111'"
: 12 s
10. Barco-piloto fondeado.- 11 . Barco de
pesca de menos de 50 m izando la
traína (sin arrancada). 12.- Barco de
pesca de menos de 50 m navegando
con arrancada hacia la izquierda.-
13. Velero de menos de 20 m
10
AAA AAA AAA AAA AAA AAA AAA navegando hacia la derecha. Ha optado
..... 1.0.s..... por la solución facultativa del fanal
tricolor a tope de palo.- 14. Pesquero de
1. Luz fija: F.- 2. Luz de destellos: FI.-
WWllillilliWWWW1WWWWWllillilliW arrastre de menos de 50 m a punto de
3. Luz de destellos largos: L.FI.- 4. Lu z 11
echar la traína al agua (con arrancada) .-
de destellos agrupados: FI. (3) .- 5. Luz
15. Barco pescando que ha desplegado
isofase: Iso.- 6. Luz de ocultaciones;:
sus artes de pesca de una longitud
Oc. - 7. Luz de ocultaciones agrupadas: 12
inferior a 150 m .- 16. Pesquero de
Oc. (2). - 8. Luz de ocultaciones
arrastre de más de 50 m navegando
agrupadas irregularmente: oC. (2+1 ). -
HA. HA. AH. AH. hacia la izquierda.- 17. Velero de menos
9. Luz de centelleos: 0 .- 10. Lu z de 13
15 s de 7 m mostrando un fanal blanco para
-.--.--.--.--.--
centelleos agrupados: O (3) .- 11. Luz de
indicar su presencia. - 18. Pesquero sin
centelleos rápidos: VO.- 12. Luz de
arrancada.
centelleos ultrarrápi dos: UO. - 13. Luz 14
Periodo
~'~~
de señales morse: Mo (V) .- Ésta es una muestra general de las
14. Luz alternativa: AI.RWG.- 15. Luz de 15 16 17 luces de los barcos, aunque existen
112,50~~
sectores.- 16. Luz de guía.- 17. Luz más casos particulares. Podemos
direccional. completar nuestros conocimientos
Velero Barco de menos de 50 m Buque de más de 50 m
consultando la obra 2B del SHOM.
LAMINAS 4 - XXVIII L A MINAS 4 - XX I X
"
I•
Segundo dúo: táctica navegando a un largo
Esta vez, no hay que hacer bordadas, pero hay que ave riguar si es posible lleva r el spi y durante cuánto tiempo.
- D: a partir de los datos conocidos: viento aparente, corriente, derrota de superficie posible con spi (a 55° del vie nto, velo-
cidad 4,5 nudos), obtenemos el viento rea l, el viento de superficie y, por lo tanto, el ángul o entre el viento de superficie y la
derrota de supe rficie (ángulo Z). Observamos que el viento de superficie es menos agudo que el viento rea l, lo cual está
muy bien
- E: a partir del vector viento real y de los va lores sucesivos de la corriente, podemos conocer, hora a hora, la evolución del
r~~"----
viento de superficie, y por tanto, la derrota de superficie posible con spi. Observamos que el viento de superficie va a alar-
gar progresivamente y a caer. I
- F: al trasladar a la carta, la derrota posible sobre el fondo, hora a hora, comprobamos que podemos llevar el spi sin pro-
blemas desde la salida .
.'
$ viento aparente
.IIYl
II viento de superficie
·IV
•V
VI
• viento real
corriente
-
• VII
-+- derrota de superficie
derrota sobre el fondo
El soliloquio 25.5
/7 /
S.Coqbr
10.4 1.1
10 2 i 9,7
s,
/6.4 /
,
35 14 1 Ep
"1 \ •
I \'
/3
,
;
21
18.6"
18.5
'L
22
12 9
i,!.-.--
17.9
'2,
204
23
15.4
@,.,.c::
(!) .
Extracto de la carta 6687 del SHOM .
I Derrota y estrategia 1089
L AM I NAS 4 - XXX I I I
do . Al final de la sexta hora, nos damos cuenta de que la corriente em- La Horalne, y hará la travesía en seis horas. Llegan una hora antes que
puja al barco hacia el Oeste; arribamos 10°, la velocidad sigue aumen- el otro barco
tando y llegamos en tromba al Tneux con más de una hora de ven taja SI éste llega con tanto retraso, no es porque se haya desviado: al
sobre la hora prevista. contrario, ha realizado la derrota directa sobre el agua. Pero el segundo
Sin embargo, en las tranquilas aguas del puerto de LogUlvy, ya está barco, al Ir más rápido, ha sufrido durante menos tiempo que el prime-
el otro barco, meciéndose suavemente en su fondeo, y seguramente ro la comente contraria, y en definitiva ha hecho una derrota sobre el
desde hace ya bastante tiempo, puesto que no vemos a nadie a bor- agua más corta; la diferencia es de 1,6 millas.
do ..
Una vez más, a bordo de este segundo barco, el navegante se ha es- Señalemos aun que con un diagrama de velOCidad el trabajO tam-
forzado en prever la evolución del viento de superficie en función de la bién se simplifica. Todo puede preverse mucho antes de llegar a la bo-
corriente. Por medio de los garabatos habituales, ha averiguado que el ya NW de Les Mlnqulers, puesto que sabemos de antemano en qué
viento iba a alargar y a caer durante la Inversión de la corriente y ha rumbo podemos llevar el Spl y cuál será la velOCidad del barco. Pero SI
comprobado que seria bastante posible llevar el spi durante la segunda queremos ser absolutamente flgurosos, debemos tener en cuenta el
parte del recorrido. Tan posible, que de entrada ya se ha planteado una hecho de que el Viento, al alargar, va a caer, y utilizar por lo tanto dia -
pregunta: ¿No podríamos izar el Spl en la salida y navegar con él duran- gramas de velocidad diferentes, para el prinCipiO y para el final de la
te toda la travesía? travesía.
Hay que reconocer que para responder de forma exacta a esta pre-
gunta tenemos que trabajar un poco. Por último, también podríamos imaginarnos que justo en la mitad
del eJerCICIO se produce un cambio de viento completamente Imprevisto
En primer lugar hay que determinar en qué rumbo podremos izar el que, de golpe y porrazo, estropea todo el papeleo y permite que el na-
spi y cual ser·a la velOCidad del barco en dicho rumbo. Mas tarde, averi- vegante vaya a respirar un poco de aire fresco .
guar cuál sería la derrota sobre el fondo que hariamos, y SI nos podría-
mos mantener en ese rumbo durante toda la travesía.
De momento Izamos el spi a ver qué pasa. Resulta que podemos lle-
varlo a 55° del viento aparente con una velOCidad de 4,5 nudos.
Con estos datos y con la informaCión que tiene sobre la comente, el
navegante efectúa un planteamiento que le permite hallar la direCCión y
la fuerza del Viento de superfICie durante todas las horas de la travesía.
EL CRUCERO
•
L PO ETA BORIS VIAN ESCRIBiÓ: "Es extraño como la gente que se cree cu lta
E experimenta la necesidad de irse a recorrer el mundo" . Profundo pensamien-
to en el que todos los autores de manuales deberían meditar en el momento de
coger la pluma y de empezar a escribir, por ejemplo, una introducción tan larga
como ésta. Pero, está claro que nosotros tenemos nuestras razones, pues hay
mucho que decir para presentar de modo adecuado esta parte que trata sobre
el crucero, conclusión final de todo el libro.
Para definir correctamente el crucero, antes tendríamos que hablar de la liber-
t ad (lo cual no es poco). Si nos conformásemos con decir: hacer un crucero es
navegar en un barco durante algún tiempo, con otras gentes, por un lugar ele-
gido, estaríamos dando una definición que podría aplicarse perfectamente a los
pasajeros de los trasatlánticos de lujo. A ve la, en un barco mucho más pequeño,
lo que caracteriza al crucero es más bien el hecho de contar únicamente con no-
sotros mismos durante algún tiempo, aceptar respon sabi lidades, enfrentarnos
con ciertos riesgos con conocimiento de causa y saber desenvolvernos: en defi-
nitiva, ser autónomos. Y la autonomía es algo que cansa un poco, pues nos exi-
ge estar tomando decisiones continuamente.
La primera elección tiene que ver, precisamente, con el grado de autonomía
que queremos disfrutar, en el espacio y en el tiempo -yen el mal tiempo. ¿Has-
ta dónde queremos ir? ¿C uánto tiempo vamos a pasar navegando? ¿Hasta qué
punto aceptamos enfrentarnos con dificultades? En realidad la autonomía em-
pieza pronto: desde el momento en que salimos a navegar fuera de los planos
de agua vigilados, tenemos que asumirla junto con sus principales necesidades.
Por esta razón no dudaremos en ded icar en esta parte un capítulo a la sa lida de
un día, actividad de la que nunca se habla y que, sin embargo en la actua lidad,
es la que más adeptos tiene. A continuación, trataremos el crucero por la costa,
en el que el tiempo de navegación sobrepasa el marco de un día y después el cidad y la coherencia de una tripulación. Apenas hay reglas generales a este res-
crucero en alta mar, donde la autonomía es total. pecto, en el que entran en juego desordenadamente, la capacidad física y moral
En todos los casos, la elección que hay que hacer al principio se presenta de la de cada uno, la experiencia y el sentido común, los gustos y los matices, la in-
misma manera. ¿Dónde vamos a navegar, con quién y por dónde) Dicho de otro tendencia y las quimeras. Nos dedicaremos a las quimeras. La intendencia tam-
modo, cualquier crucero se establece sob re tres premisas: paisaje, tripulación y bién ocupará un lugar, y no será pequeño.
barco. No hay que contemplarlas forzosamente en este orden, eso dependerá Nos queda el barco en el que vamos a navegar. Nos imaginamos que deberá
de las circunstancias; lo que cuen t a, es el modo de armonizarlas . Es importante adaptarse al tipo de crucero que vamos a realizar, debe ser marinero y seguro,
que la tripulación y el barco estén "a la altura" del paisaje y sean capaces de lle- ofrecer condiciones de habitabilidad soportables y, en definitiva, garantizar la auto-
var a cabo el programa que nos hayamos fijado; en otro caso, habrá que cam- nomía que queremos conseguir. En este sentido los sueños adquieren un aspecto
biar de tripulación, o de barco, o sencillamente diseñar un programa más mo- muy particular. Muchos navegantes de recreo, incluso en la actualidad, piensan
desto. Esto cae por su propio peso. Al principio tenemos que convencernos de que para disponer de una autonomía real hay que tener un barco en propiedad.
que todo está en el aire. Después hay que realizar un análisis muy concreto de En este caso se trata de una elección importante, puesto que compromete nues-
las diferentes premisas para lograr una verdadera armonía. tro futuro; y sólo por esto debemos pararnos a pensar un momento.
La elección del lugar por donde vamos a navegar es una cuestión de gusto .
Ciertamente, tenemos derecho a soñar (¡incluso es necesario! ), pero un paisaje ¿Es necesarío tener un barco?
marino sólo se convierte en un espacio donde realizar un crucero a partir del Cuando el barco constituye una especie de pasión exclusiva a la que estamos dis-
momento en que estudiamos sus características, sus posibilidades y las dificulta- puestos a sacrificar muchas cosas, la cuestión ni se plantea: solos o con algunos
des que entraña. La naturaleza de la costa y de la mar, las condiciones meteoro- amigos, gastaremos nuestros ahorros y nos empeñaremos hasta las cejas para
lógicas, los medios para situa rnos y avanzar sin problemas; tenemos que apoyar- conseguir comprarnos un viejo casco para reparar, o para construir una máquina
nos en los conocimientos adqUiridos en las anteriores partes del libro, y comple- más o menos revolucionaria, lo cual sigue siendo una aventura total, evidente-
tarlos con el estudio de las publicaciones náuticas de la zona elegida. El paisaje mente. Querer ser propietario a toda costa porque experimentamos el mismo
adquirirá un sentido, podremos planear un programa y prever el ritmo a adop- placer haciendo chapuzas en nuestro barco que navegando, también puede ser
tar. Más adelante, tendremos ocasión de proponer las claves para realizar este ti- otro motivo. Nosotros creemos que los barcos tienen un alma. Y un alma ¡no tie-
po de análisis. ne precio l Por el contrario, cuando la pasión que sentimos es más bien de tipo
La tripulación: es un dato que todavía no hemos abordado, y que ocupará un estacional, suele ser conveniente reflexionar un poco antes de lanzarnos a com-
lugar fundamental en esta parte . Es un asunto difícil de tratar, pues al abordar prar cualquier tipo de barco. A primera vista, cuando tenemos un barco de nues-
los" problemas humanos", tenemos que resignarnos a tener en cuenta todo ti- tra propiedad, somos comp letamente libres hacemos lo que queremos, cuan do
po de matices, e incluso echarle un poco de f antasía. En primer lugar ¿qué es queremos y donde queremos. Pero todo esto supone que debemos tener dinero.
u na tripulac ión) Daremos una definición muy pobre si decimos que es un grupo Dinero para comprar el barco y también para completar su equi pamien to (esto
de personas -pa rientes, amigos o desconocidos- "embarcados en el mismo bar- puede representar de un 30% a un 60% del precio de compra). Además, dinero
co": expresión lo suficientemente utilizada en el lenguaje diario como para que para el seguro, para los derechos de aduana, y para pagar el atraque en un puer-
sea inútil insisti r sob re la noción de solidaridad que implica . Pero, más all á de es- to. Y más aún, dinero para la invernada, una vez acabada la temporada, para la
ta afirmación elemental, deberíamos intentar analizar lo que constituye la capa- vigilancia eventual y sobre todo para su mantenimiento. En definitiva, debemos
estar preparados para estar gastando dinero indefinidamente, aunque sólo sea Una vez clara esta cuestión (por lo menos en lo que respecta a nosotros), de-
para mantener en buen estado lo que hemos comprado. bemos entrar en 105 detalles, analizar más de cerca todas las opciones que tene-
También pueden surgir imprevistos. A veces no podemos conseguir una plaza mos y sus consecuencias. En 105 siguientes capítulos, pondremos diversos ejem-
en el puerto que queríamos (sin duda es algo a tener en cuenta antes de efectuar plos para presentar un abanico lo más amplio posible.
la compra). Tampoco está claro que vayamos a disponer en el momento que que- - En el capítulo Salida a pasar el día, trataremos sobre el descubrimiento de
ramos, de la tripulación necesaria: si el forzudo de la tripulación se rompe una un plano de agua de dimensiones modestas, con un barco de nuestra propiedad
pierna dos días antes de salir de crucero, ¿tenemos la seguridad de poder susti- y una tripulación familiar.
tuirlo/ La temporada puede verse comprometida; y sin embargo, hay que seguir - En Crucero por la costa, saldremos en busca de una "cuenca de crucero",
pagando ... y cuando, ya cansados, intentamos vender el objeto de nuestros sue- con un grupo de amigos que han decidido navegar en un barco de alquiler.
ños, comprobamos que el mercado de ocasión está saturado y además está terri- - En Crucero en alta mar, intentaremos mostraros lo que es la vida en alta
blemente bajo. La libertad tan costosamente adquirida puede convertirse en algo mar, a bordo de un barco perteneciente a un club, con una tripulación formada
completamente ilusorio. Algunos terrícolas a veces comentan esto en relación por gente que no se conocía antes.
con 105 propietarios de barcos:" En la vida del navegante deportivo, sólo hay dos Tres aspectos diferentes, pero un mismo ánimo: en todos 105 casos se trata de
momentos felices, cuando se compra un barco y cuando lo vende". navegar en serio, sin gastarnos un dineral y navegar en las condiciones de segu-
Resumiendo, comprar un barco en la actualidad únicamente parece necesario ridad que hemos definido al comienzo del libro. En este caso, mejor a través de
cuando estamos absolutamente seguros de que vamos a navegar mucho: es de- definiciones, vamos a verlo en la práctica. Estas condi Ciones son las que intervie-
cir, cuando vivimos no demasiado lejos del agua. También resulta razonable nen cuando hay que tomar una decisión importante; y sin duda también nos
comprarnos un barco transportable, que podamos trasladar y cuyo manteni- permiten adivinar que en la mar, en definitiva, ninguna decisión tiene poca im-
miento podamos efectuar en casa. Se sobreentiende que tiene que ser un barco portancia.
bastante pequeno (de todas formas, vale más comprar un barco pequeño que
podamos equipar por completo, antes que comprarnos uno grande y tenerlo va-
cío). En ese caso ¿para qué lo queremos! Mientras que la costa está cada vez
más estropeada debido a la construCCIón de puertos que están llenos de barcos
que no navegan ¿vamos a añadir todavía más! Parece más razonable orientarse
hacia otras fórmulas, navegar en barcos de alquiler o con un club. Sin duda no
podremos tener el placer de acondicionar un barco a nuestro gusto, pero sin
embargo dispondremos de posibilidades prácticamente ilimitadas para elegir el
lugar y la época en que queramos hacer un crucero, así como el tipo de barco
que nos conviene en cada caso. y sólo nos gastaremos una cantidad de dinero
exacta. En la mar, es cierto que el espíritu marinero aconseja actuar como si el
barco fuera nuestro y cuidarlo como tal, pero, a la vuelta, adios a las preocupa-
ciones sobre el atraque, la vigilancia y el mantenimiento: todo ha terminado y a
pensar en otra cosa. En definitiva, tenemos una libertad mucho más real.
Salir a
pasar el día
Salir a dar una vuelta para pasar el día es en apariencia un objetivo mo-
desto. Es lo que hacen la mayoría de los navegantes de recreo, con bar-
cos de todo tipo, pequeños o grandes. Muchos lo siguen haciendo du-
rante toda la vida, porque es lo que les va; otros porque las circunstan-
cias no les permiten hacer otra cosa; y otros vuelven a esta modalidad
después de haber dado la vuelta al mundo. Es muy sencillo. Por desgra-
cia casi siempre acaban en fracaso, o más bien en algo mediocre. iEs
una lástima! La libertad que disfrutamos en estos casos es sin duda
muy corta, pero tampoco es alto el precio que pagamos. Saber sacarle
todo el partido posible es un arte que merece un poco de esmero: al la-
do de tantos días grises que forman la rutina diaria, días tristes que en-
seguida olvidamos, un día completo en la mar podría ser una especie
de obra de arte; ¡es de esas cosas cuyo recuerdo permanece en la me-
moria durante toda la vida!
~L==-~ --
gar, están los fanáticos de la pesca, que viven al ritmo de los panade-
ros. Salir de noche, seguir la derrota en solitario a una hora en que las
luces sólo brillan para ellos, sentir la satisfacción de volver a encontrar
,\.\ las marcas justo antes del amanecer; después, un modo especial de dar
vuelta y virar, una espera hosca, gestos precisos, un café humeante y el
silencio; y de repente sentir una pequeña alegría salvaje, cuando al-
guien les responde al otro lado del hilo o ¡el paraíso en los primeros ra-
-=-- --
~
yos del sol! A mediodía, muchas veces ya han entrado en puerto, yel
resto del día lo pasan aletargados en una especie de paréntesis en es-
pera de la próxima noche.
Por el contrario, para otros la mar es ante todo un campo de juego,
es decir, de regatas . Lo más importante es que el barco rinda al máximo También están los nost álgicos de los
y, si es posible, más que los de los demás. Multiplican las maniobras y aparejos antiguos. Verdaderos estetas,
los cambios de vela, intentan comprender, ajustar sus reglajes, convivir qu e están muy unidos a sus barcos y
con la máquina y obrar con astucia frente a los elementos y los vecinos. cuya forma de navegar es una pequeña
Llevar bien un barco durante horas les resulta muy satisfactorio, es otra obra de arte ..
1 102 El crucero Salir a pasar el día 1 103
manera de sentirse bien con ellos mismos; y llegar los primeros, es aún navegar en un gran barco, y no lo bastante tonto como para desear
más maravilloso, por supuesto. uno". Competente o no, hay que intentarlo con atrevimiento. Y nues-
Entre estos dos extremos, están aquellos que van simplemente a pa- tro primer consejo es éste: un buen barco no se elige como si fuera un
sear. Porque tienen ganas de evadirse, de escapar de la muchedumbre coche, por catálogo o durante una visita a un Salón Náutico. Un barco
y del olor de gasolina, en definitiva, quieren respirar un poco. En este se elige en la mar.
caso, no se ponen una meta concreta, y tampoco quieren cansarse más Os damos este consejo tranquilamente, sabiendo que probablemen-
dela cuenta. No se embarcan para pasarse el dia colgados de la regala; te no nos haréis ningún caso. Ya se sabe que hay hombres y mujeres
qUieren sentarse como las personas. les importa un comino el rendi- muy sensatos en la vida diaria, que cuando el deseo de tener un barco
miento, las velas de alta costura y las mordazas. Van a pasearse y en su se apodera de ellos, no se pueden controlar. Ya les podemos demostrar
barco hay de todo: jóvenes y viejos, gordos y flacos, para dar y tomar. punto por punto que el barco que quieren no les va a servir para hacer
Quieren aprovechar el sol, mirar el paisaje y atrapar ávidamente el tiem- nada de lo que les apetece; los mejores argumentos sólo servirán para
po, como otros tomaron la Bastilla (pero, de verdad ¿hay alguien que avivar su deseo. El mundo de la pasión no atiende a razones; un sueño
todavía sale a navegar así?). no se discute y no hay más que hablar.
De todas formas, estas definiciones son demasiado categóricas y las Sin embargo, si todavía os queda algo de sentido común, intentad
actividades del día pueden variar infinitamente, según el lugar, el tiem. por lo menos, responder a unas cuantas preguntas muy sencillas:
po, la ocasión y muchas cosas más. Es el reino de la fantasía y del hu· • ¿Cuál será la utilización exacta de vuestro barco?
mor que tengamos ese dia. La lancha de pesca de papá, prestada al ni- • ¿Con quien vais a navegar, no sólo ahora, sino dentro de dos o
ño y a sus amigos, puede transformarse en un santiamén en un barco cinco años?
de regata, lleno de oropeles de imitación, un big boy de cuadros, un si- • ¿Qué haréis en invierno?
mulacro de ghoster, una especie de spi y trapecio volante. Al día si· A través de las respuestas podréis concretar ya lo principal, es decir,
guiente lo dedicaremos a otra actividad, a pasear por las islas, a subir el tipo de barco y su tamaño.
lentamente por un río; o al simple placer de ir a virar una boya lejana; o Debéis empezar por hacer una inversión modesta pero indispensa-
incluso, podemos tener la extraordinaria suerte de navegar en pareja ble, y comprar los distintos textos reglamentarios sobre la Seguridad de
con otra persona durante todo el día, solos en el mundo .. la vida humana en fa mar y la fucha contra fa contaminación, que se in-
Para no perdernos, vamos a partir de este último caso. Los años han cluyen en algunos almanaques o cuadernos de bitácora.
pasado, ahora están casados y tienen un montón de hijos. Sigue gus.
l¡;¡ndoles navegar y tienen la suficiente segundad en sí mismos como
para decidir comprarse un barco pequeño. Vamos a intentar acampa. El tipo de barco
ñarles durante las diversas decisiones que tendrán que tomar: la elec- ¿Qué preferís, pasear o pescar? Aunque existe un gran número de bar-
ción del barco, momento fundamental, evidentemente, la elección del cos llamados de "pesca y paseo", no está muy claro que todos sirvan
material, ¡y bien que se necesita!; despuéS, durante la preparación de para las dos cosas, por poco que queramos pescar o navegar en serio.
una salida, las opciones a tomar en función de la tripulación, del lugar Casi siempre hay una modalidad que domina sobre la otra.
y del tiempo. Un barco de pesca, debe tener una bañera muy profunda, donde
Por lo tanto, abordaremos en este capítulo aspectos muy elementa. podamos mantenernos de pie, con suficiente espacio para que cada
les -es decir, fundamentales-. Pues no debemos equivocarnos; a partir uno se mueva con comodidad; bordos estrechos, para poder trabajar
de este momento, la mayoría de los conocimientos que vamos a adqui. sobre el agua, sacar una red o meter un pez grande en la sacadera. De-
rir, las precauciones que debemos tomar y los razonamientos que hay be tener estabilidad y no moverse demasiado en el fondeo. Conviene
que efectuar para navegar y vivir bien en la mar son ya necesarios. que esté equipado con un motor, aunque, contrariamente a las nuevas
ideas, se pueda pescar perfectamente también a vela (¡es lo que se ha
hecho durante milenios!). Pero en los días de calma chicha, realmente
LA ELECCiÓN DE UN BARCO resulta muy agradable poder llegar a las zonas de pesca de otro modo
que no sea remando. El motor resulta útil también cuando el viento es·
En sus Consejos a un humilde marinero, Hilaire Selloc escribe: "No es- tá mal orientado o es demasiado fuerte. Puesto que debe poder funcio-
taría mal que alguien (yo no me considero competente) intentara hacer nar durante mucho tiempo al ralentí, es mejor comprar un Diésel que
una lista de consejos para el hombre ignorante, demasiado pobre para un fuera borda.
1104 El crucero Salir a pasar el día 1 1 05
mente mínima -el legislador menciona un barco "flotante". Al hacer to os proporciona ya grandes posibilidades; podéis navegar hasta una
las pruebas, ponen un lingote de 15 kg por cada miembro de la tripula- isla situada 10 millas mar adentro y si tenéis previsto hacer la ida y la En España
ción: lo cual significa que en caso de que entre agua, no podremos vuelta, iya es bastante para un día!
quedarnos en el barco, pues éste no es más que un artefacto flotante La Circular 7/95 de la Di-
al que tenemos que agarrarnos esperando que nos rescaten . Para po- Encontraréis desperdigado por todo el libro y reunido en el cuadro rección General de la Mari-
der estar tranqui los hay que reforzar en serio la insumergibilidad. de la página siguiente, la lista del material obligatorio para esta catego- na Mercante estab lece l as
Si 05 compráis un barco de más de 5 metros, elegid preferentemen- siguientes categorías de na-
ría, tanto relativo a la navegación como a la seguridad.
te uno reconocido como insumergible: esto representa una seguridad vegación:
Pero a este respecto es necesario efectuar algunas observaciones.
A - Navegación ilimitada.
fundamental. Si no se ha comprobado que el barco de vuestros sueños
B - Navegación en la zona
es insumergible, podéis hacerlo insumergible vosotros mismos. Aun así,
comprend ida entre la costa
no estáis dispensados de llevar los flotadores y balsa salvavidas regla- y la línea parale la a la mis-
mentarios, pero en caso de emergencia ciertamente i os sentiréis mu- Zonas de navegación ma t razada a 60 millas.
cho más tranquilos! e- Navegación en la zona
Artículo 1º co mprend ida entre la costa
Algunas comprobaciones y la línea paralela a la mis-
1. Las navegaciones efectuadas por barcos de recreo con- ma trazada a 25 millas.
Con el misal en la mano, todavía os falta comprobar que el barco en el templadas en el pre sente reglamento se clasifican en seis D - 1) Na ve gación en la
que estáis interesados es del todo reglamentario. No siempre es así, cat ego rías:
Glénans 5.70 cual la embarcación no se
aunque pensemos lo contrario. Por ejemplo, debéis aseguraros de que • 1ª ca tegoría: na vegac iones que no entran en ninguna aleje más de 5 mill as (medi-
las llaves de vaciado del casco y los grifos de la gasolina tienen fácil ac- de las categorías que se indican más abajo. das perpendicu larmente a la
ceso (deberán poderse cerrar rápidamente en caso de urgencia). • 2ª categoría: na vegacio nes en el transcurso de las cua- costa ) de un abrigo o playa
Nos imaginamos que no querréis un barco que sea difícil de mante- les el barco no se aleja más de 200 mi llas de un resguardo ; accesible.
ner (a menos que concretamente sea ésa vuestra afición). Comprobad • 3ª categoría: navegaciones en el transcurso de las cua- 0 - 2) Navegación en la
que sea fácil de limpiar, y que no tenga demasiados recovecos a los les el barco no se aleja más de 60 millas de un resg uardo; cual la embarcación no se
• 4ª categoría: na vegacio nes en el transcurso de las cua- aleje más de 2 millas (medi-
que sea imposible llegar y a donde irán a parar sistemáticamente las es-
les el barco no se aleja más de 20 mi llas de un resguardo; das perpendicularmente a la
camas del pescado y las migas de pan ..
• 5ª categoría: navegaciones en el tran scurso de las cua- costa ) de un abrigo o playa
Pero, es evidente, que es en la mar donde podréis comprobar todo les el barco no se aleja más de 5 mi llas de un resg uardo; accesible .
de modo definitivo. Y lo primero es saber si el barco navega bien, si su • 6ª categoría: navegaciones en el transcurso de las cua-
jarcia y su obra muerta están a la altura de vuestras aspiraciones; si po- les el barco no se aleja más de 2 millas de un resguardo.
déis moveros hacia proa sin que suponga un peligro enorme; si podéis
quedaros ahí para fondear, sin que el motor fuera borda que gira en 2. Se co nsid era n resg uard os, los puertos o p lanos de
punto muerto en la popa se queme por falta de agua ... Está claro que agua, donde el barco puede encontrar refugio con fa cil idad
el barco ideal no existe. Siempre habrá una cornamusa mal colocada en y donde las personas embarcadas pu eden estar seg uras.
-'
la que se atasca la escota, cofres poco resistentes que al primer banda-
zo se abren dejando caer su contenido y que al segundo se llenan de
agua (donde además se suele quedar) y un montón de sitios que pare-
cen estar hechos adrede para chocar con ellos. Vosotros decidiréis si Material de navegación
podéis mejorar las cosas y si las ventajas superan a los inconvenientes. Debéis t omaros en ser io todo lo relacionad o con el mat eri al de
navegación. Con un gasto mínimo, vuestras salidas serán más inte-
Ahora sois vosotros 105 que tenéis la palabra. Nadie puede tomar de- resantes y vuestro campo de acción mayor, al igual que vuestra segu-
cisiones en vuestro lugar. ridad .
• En relación con las publicaciones, debéis llevar, evidentemente,
cartas actualizadas, y que sobrepasen ampliamente la zona por la que
El material vais a navegar, pues con frecuencia nos vemos arrastrados más lejos de
Para salir a pasar el día, debéis estar inscritos en la sa categoría, que lo que quisiéramos. Si vais a navegar por la zona del canal de la Man-
os permite alejaros hasta una distancia de 5 millas de un resguardo. Es- cha o por el Atlántico mejor que un Anuario de mareas debéis utilizar Cava le.
1108 El crucero Salir a pasar el dia 1109
• Debéis empezar adquiriendo un fondeo que sea muy bueno. no debéis tirarlas, pues aunque estén caducadas, a veces pueden
Botiquín O m ej or aún, dos. Incluso en un barco pequeño, sí. Y este segundo funcionar durante mucho tiempo. Tres bengalas caducadas más tres
de urgencia e
fondeo deberá ser más pesado que el principal. uando el arinque de bengalas reglamentarias, suman lógicamente seis oportunidades de
vuestro primer fondeo se rompa, o cuando el ancla garree, seguro que ser vistos.
nQ 1
no ocurrirá con calma chicha. En ese caso también, puede que no pase • Es obligatorio llevar a bordo una linterna estanca. Eso quiere decir
Vendas preparadas más que una sola vez, pero si ocurre os alegraréis tanto de poder con- que se contempla la posibilidad de que os veáis sorprendidos por la no-
• 1 botiqu í n , mod e lo tar con un segundo fondeo, incluso más resistente que el primero, que che. Si esto ocurre, ciertamente vale más tener dos o tres linternas,
grande , 1 botiquín m o d elo
nunca más diréis que es una lata llevarlo a bordo. pues una sola tiene unas características muy especiales: o bien no fun-
pequ eño.
• 1 tub o de c re ma anti - ciona, o se nos cae al agua, etc. Pero las linternas estancas son caras y
séptica local ; • Respecto a los chalecos salvavidas, también debéis ser muy claros. difíciles de encontrar. Una buena solución consiste en comprar varias
• 1 tubo d e crem a anti ac- Según el reglamento, hay que llevar chaleco con flotador a bordo de linternas desechables, y meter cada una en una bolsa de plástico trans-
tíni ca; los barcos menores de 5 metros y de menos de 2 toneladas; por enci- parente que vuestro carnicero os ayudará a soldar.
• 1 ro llo d e esparad rapo ma de esas dimensiones, en Sd categoría, hay que llevar chalecos, Pero • Debéis llevar también una escala de baño; es un accesorio impor-
de 5 cm de an cho . en ninguno de los dos casos es obligatorio, en Sd categoría, amarrarse tante del cual hablaremos enseguida.
al barco con un arnés. ¿Y, por qué? El agua no está más caliente a me- • Que cada uno lleve su na vaj a, pues sirve para todo, especialmen-
nos de 5 millas de un resguardo que allí, y el trayecto es largo para na- te para salvaros la vida, si por desgracia, os caéis al agua, y os quedáis
dar hasta la orilla ... Debéis equiparos con ch alecos que t engan ar- enredados en una escota de la manera más tonta. Yeso sólo sucede en
nés incorporado, y de tal la única, sobre todo si la "tripulación" de las malas novelas de aventuras.
vuestro barco cambia con frecuencia. En caso de temporal, hay que • Exceptuando la navaja, que meteréis en el bolsilla, todo el resto
reaccionar enseguida y coger cada uno el primer chaleco que encuen- del material se deberá colocar en una caja fácilmente transportable en-
tre, sin perder un minuto. En este aspecto debemos decir que la nueva volviendo el material frágil en jerseys viejos ..
reglamentación europea (CE) que, multiplica las tallas en cada modelo
de chaleco, desgraciadamente no va en el mismo sentido.
Sólo los niños demasiado delgados deberán tener un chaleco perso- "La tripulación"
nal. Y deberán llevarlo siempre. Si creéis que eso les hará sentirse Según una antigua leyenda de Malasia, el primer ser humano que do-
acomplejados, hay una solución: ll eva d lo tambié n vosotr os. minó el mar fue un niño abandonado. Embarcado en un nido de bam-
bú que le prestó un pato salvaje, tuvo que luchar contra los Siete Tor-
• Debéis llevar a bordo 3 bengalas rojas de encendido automáti - mentos del mar: el hambre, la sed, la soledad, la autocompasión, la pe-
co; si no tenéis ocasión de utilizarlas durante los tres primeros años, na, el miedo y la esperanza. La leyenda cuenta que logró pasar los seis
primeros, pero fracasó en el séptimo, por ese motivo la esperanza está
ensartada en el corazón de los hombres.
Para salir a pasar el día, los problemas relacionados con la tripulación
se refieren principalmente a los diferentes tormentos que pueden asal-
tarla. Normalmente, en Francia, raras veces tendréis miedo del hambre
o la sed (aunque frecuentemente olvidemos llevar una pequeña reserva
de agua ... ). Tampoco hay que temer a la soledad. La autocompasión y
la pena suelen tener una sola causa: el mareo . Éste se cura al llegar a
casa. Y en la próxima salida os irá mejor: pues nos am arinamos. Si las
cosas no van mejor, quizás se trate de un mareo de altura, del que ha-
blaremos en el capítulo correspondiente.
La leyenda malaya no habla del fria ni del calor, que, sin embargo,
son tanto uno como el otro, verdaderos castigos. En la mar, la felicidad
consiste a veces en un simple jersey. No debemos salir a pasar el día, ni
" llevo puesto e l cha leco .. como los incluso unas horas con un simple bañador; tenemos que poder abrigar-
m ayores",
nos de la cabeza a los pies (y ya veréis cómo jerséis viejos acabarán
1 1 12 El crucero Salir a pasar el día 1 1 13
. I
bre algunas cuestiones esenciales: los peligros, las marcas y los res-
guardos.
G'.nd..... •
'"
1116 El crucero
Salir a pasar el día 1 1 17
Régimen de vientos, mareas y corrientes centro de la zona. También es de señalar que los vientos tienen una
El capítulo" Meteorología" del Derrotero dice que los vientos dominan- gran influencia sobre las corrientes.
tes en la zona s.on vientos de sector Oeste. la bahía está bien resguar-
dada de estos vientos por la península de Quiberon. De ígual modo es- ¿Qué es un peligro en la mar?
tá ~rotegida d,; los vientos del Sur (más raros) por las islas de Houat y Quizás no resulte inútil citar aquí la definición que dan Bonnefous y Pa-
Hoedlc. La bah" se encuentra abierta por el Sudeste. Pero las probabili- ris en su célebre Diccionario, con la lista de denominaciones locales:
dades de que haya viento del Sudeste son prácticamente nulas en vera - "Peligro: término genérico que comprende rocas, bancos, bajíos, bajos,
no, según vemos en la carta de frecuencia de vientos durante el mes de barras, ribazos, atalayas, arrecifes, escollos y otros de la misma natura-
julio, y podéis comprobarlo de manera más exacta en el cuadro de ob- leza contra los que los barcos están expuestos a chocar y que, bajo
servaciones q ~e se hacen al semáforo más cercano, el de la punta del cualquier denominación particular, se encuentran en la superficie del
Talut en Belle-lIe. mar."
En cuanto a la marea, el Almanach du marin breton establece Port- Así pues, debéis buscar en el Derrotero y en la carta los peligros de
Tudy como puerto de referencia. Al examinar las tablas mensuales ve- vuestra zona. A primera vista, son pocos y están muy localizados. En la las rosas de tos vientos de ve rano en la
réis que allí la marea es muy clásica, semidiurna con una subida inf~rior prolongación de la península de Quiberon están los famosos bajlos de
punta de Bretaña . Extracto de las
a 15 metros en mareas vivas (esta información la encontramos también la Teignouse, también llamados el "cabo de Hornos del pobre" . Pero
In structions Nautiques C.2.3 ¡SHOMI
en las cartas). Las horas y alturas de la marea en la bahía de Quiberon están situados en el límite del plano de agua y no es conveniente que
segun Meteo-France.
no son exactamente iguales que las de Port-Tudy, pero, por medio de nos acerquemos por allí, de momento. Por el contrario, hay que tener
un rapido estudio de las tablas anexas al Almanach, podréis comprobar cuidado con los bajíos de Méaban, que se extienden hacia el Noroeste
Tabla de correcciones para los puertos
que -en Port-Hallguen, por ejemplo-Ia diferencia es realmente despre- de la bahía entre la desembocadura del canal de La Trinité y la entrada
secundarios de la zona de la bahía de ciable. del golfo: un lugar peligroso realmente.
Quiberon en lo que res pecta a las hora s
Las corrientes de marea -descritas en el Derrotero- no parecen crear Pero en estas zonas civilizadas, quien dice peligro dice balizas. En el
V alturas de la marea del puerto de
ningún problema, exceptuando a la entrada del golfo de Morbihan, Derrotero, todos los nombres que indican un peligro van seguidos in-
referencia (Part-NavaJo). IExtracto del
por supuesto. Es conveniente mirar también el cartucho de la carta mediatamente del nombre de una o varias balizas que lo señalan . Estas
Almanach du mar;n breton.)
7033, pues la corriente puede llegar a 2 nudos en mareas vivas en el balizas figuran también en las cartas con sus características especiales y
tendréis que aprender a reconocerlas.
'.
hmn hmn mcm mcm hmn hmn sa es cierta: ¡una marca sólo existe a partir del momento en que es
- mcm mcm
445- -1~10 55 1050 identificada por sí misma! .1.
Référence PORT-NAVALO 5,05 3,95 435
1645 2255 2250 1635 0,75 1,90
Port-Haliguen .. .. ...... ..... ... - O 15 - O 15 + 035 lo que sí es importante al principio, es dividir la zona por la que va-
+ 020 - O 05 - O 05 + O 05 + O 10
Selle-l/e (Le Palais) .... ...... .. - O 22 - O 22 + 020 mos a navegar, en tres o cuatro partes, delimitadas por puntos de refe-
+ O 10 - O 17 -017 + O 05 + O 05
La Trinilé sur Mer .. .... ....... .. - O 15 - O 15 + O 45 + 035 rencia muy exactos: después de virar varias veces y de dar algunas vuel-
- O 05 - O 05 + O 15 +025
GOLFE DU MORBIHAN tas durante un día de pesca, o cuando el tiempo no es muy bueno o
{~É~L;;"
+ 004 + O 03 -015 000 + O 32 nosotros tampoco lo somos, este sistema nos permitirá situarnos de
+ 002 + O 10 000
+ 149 + 1 18 - 1 75 - 1 20 + 157 + 1 10
. nuevo de un vistazo. A primera vista, la carta de la bahía no ofrece ape-
- O 20 - O 90
+ 2 04 + 123 - 1 65 - 1 20 +2 07 + 110 - O 30 nas ninguna posibilidad de realizar esta especie de cuadriculado. No
- O 90
+ 2 04 + 128 - 1 55 - 1 05 +222 + 1 25 - O 15 obstante, la enfilación de la punta del Petit-Mont con el islote de Méa-
-080
Le Logeo._ ... _._ ...... ... _.. .. . _ + 1 44 + 1 13 - 1 70 ban nos puede servir ... Pero tendremos que hacerlo allí mismo, y com-
- 1 25 + 1 52 + 105 - O 15 - O 85
~::e'::rl¡;
... -. -... _.. ... -......... . .. - - O 20 - O 20 + O 50 + 035 - O 05 - O 10 + O 05 + O 20 probar si realmente podemos ver bien el campanario de Crac'h o la er-
- O?R - n ?? + 020 + O 15 - 017 - 017 mita de Saint-Michel sobre su túmulo en la región de Carnac. Sin duda El faro de l a Teignouse.
- O 05 +005
1 1 18 El crucero
Salir a pasar el día 1119
Más tarde, mientras os vais alejando, parecerá que las marcas poco
a poco se van recortando en el cielo. Sin duda, es en este momento
cuando podéis empezar a crear vuestro paisaje. Un paisaje completa.
mente vuestro.
lIas y 7,5 millas desde Port-d'Orange a La Trinité: calculando por enci- remos felices de saber hallar la situación. Más tarde, todo puede desa-
ma, serían 3 horas de cam ino. Es decir que tendremos que salir a las parecer, pues sabemos dónde estamos, conocemos la distancia que
16h de la playa si queremos aprovechar bien el vien to. También podría- nos separa de la costa y el rumbo que debemos seguir. Por lo tanto,
mos salir un poco antes para poder pasar justo por delante de la forta- podremos ir acercándonos y muchas veces las marcas vuelven a apare-
leza de Pen tihiévre para explicarles a los niños lo que es un tómbolo, y cer: estamos salvados. Evidentemente, si la niebla es densa y no sabe·
luego redondear un poco el trayecto para con templar el asombroso bu- mas dónde estamos, sólo hay una solución: fondear, ponernos un jer-
llicio de la playa de Carnac. Pero no hay que olvidar que si el viento rola sey y esperar. No hay que entrar a la buena de Dios (no es un sistema
al Noroeste, habrá que hacer bordadas para remontar el ca nal de La de navegación). Y aun menos a tientas .
Trinité yeso nos pued e llevar bastante tiempo. Evidentemente, las co-
sas pueden cambiar durante el ca mino. Si el viento cae mucho. dejare- la noche
mos la punta de Quiberon para otro día.
La noche nos preocupa menos, por aquello de las luces. De todas for-
mas hay que saber servi rse de ellas (en caso contrario, hay que hacer lo
Hay que salir pronto mismo: fondear, ponerse el jersey y esperar, sin olvidar encender la luz
" Todo el placer del día está en la mañana", decía Malherbe (más cono- de tope del palo).
cido como poeta que como navegante). Evidentemente, hay que salir
temprano. Incluso un poco antes. Es necesario que conozcamos la feli- Para familiarizaros con el lenguaje de las luces, convend ría que una
ci dad que se siente al estar en la mar al amanecer. Es el principio del noche con buen tiempo, volvierais un poco tarde, en el momento en
mundo. Estamos a gusto. Y ese placer normalmente podéis perdéroslo que éstas se encienden, cuando todavía no haya anochecido. La entra·
con cuestiones de in tendencia. Hay que hacer la com pra el día anterior, da de La Trinité es perfeda, pues hay una hilera de luces que indican el
y dejar las bolsas preparadas. Si habéis decidido salir a las 7h, tenéis camino hasta la dársena Sur del puerto, llevándoos casi de la mano. De
que estar a bordo, por lo menos, a las 6h 30. Y si estáis allí a las 6h, se- una sola vez descubriréis luces de enfilaciones, luces isofases, sincroni·
guro que 05 irá mejor. Podéis tomarlo con tiempo y quizás incluso sa lir zadas, de sectores, direccionales, de centelleos y de ocul taciones. Ver·
antes, Sí, hay que adelantarse al horario: ¡OS extrañará el vivo placer daderamente no es una razón para dedicaros a hacer navegaciones
que podemos sentir! nocturnas con el barco que tenéis, pero de este modo os sentiréis más
tranq uilos si una noche os quedáis encalmados a cierta distancia de la
Hay que volver temprano costa, y os evitará tener que pasar la noche fuera, cuando el viento re·
"Una vez pasado el mediodía ya se acerca la noche". Es el siguiente fresque un poco.
verso del poema, aún menos conocido que el primero, que revela un Pero también podéis hacer esta prueba por la mañana, saliendo muy
sentido marinero muy su til. Está claro que Malherbe vivía con la hora tem prano. Incluso sería preferible esto último, pues si os perdéis, iense-
universal (TU): pues en verano, cuando en nuestro reloj es mediodía, la guida amanecerá!
noche todavía nos parece lejana. En cambio a las 14h ya no es lo mis-
mo. Una vez que el sol empieza a inclinarse hacia el Oeste, el ambien te
del día cambia, nos deslizamos hacia la noche, y nuestros razonamien·
tos vacilan del mismo modo: ¿nos dará tiempo aún a hacer todo el re- RIVIERE DE CRAC'H (LA
corrido ? ¿No deberíamos volver un poco antes? ¿Se mantendrá el vien· A.Ll.ti......Hl - !:iyocflrones.
- Anl. - EmbOllchllre - Cóté E. 147.34,l N - 3.00,4 W) . Scinl. B. R. V.
to? Antes del mediodía, nos entusiasmamos y después nos ponemos a - H 11, portée B . 10. R. et V. 7 - Secl. 321"-V.-34S· -B.-13,S"- R.--80· --Obs.-321"
- Tour B. sommel V .• 6 m.
reflexionar (aSí es la vida). Y no está mal llegar pronto y quedarnos un - Post. la 560 m d'Ant.] - Dir. Seln!. B.
- H 21. P 15 - TOUl B. somme! V., 15 m - Inl. 337' -357" (20°),
ratito a bordo, una vez que está todo ordenado; las sombras van inva- No ta. - Zone de cul/uras marinas, 11 I'W de "embouchuro, marquh par 2 bouéas
diendo poco a poco el río y es la hora en que los leones bajan a beber. (E.J. 2,5 si de marque spéciale, aU/r angles SW el SE, d'oc tobre 11 juin.
.. Pell! Trého ~ [47.33,S N - 3.00,7 W) - 4 E.R. 15 s _ Lat. B. _ Rr.,
1!.'i·II?lii41il-§&,#·j
la niebla 1.0 Trinlté-s .... r- Mer - Fe!! de guidage (47.35,0 N - 3.01,0 W) • Dlr. B. R. V. occ. 4 S
Cuando la niebla empieza a merodear por las cercanías, es fundamen· • H 9, portée B. 13, R. el V. 11 - Sect. 345·-V.-348"-B.-348"-R.-349· - Tour. B.
Appontements S. Edr.l.. ' .~. ' .... - ').V',~"J - D. n. Il. ucc. o ..
tal ser ca paces de situarnos en todo momento. Al principio, el cuadri· - H 6, portée B. lO, R. 7 - Secl. OO"- R.-293,5·- B.--300,5·- R.-329"-Obs.-90· l as luces de e ntrada de l a Trinité.
Tour. B. sommel R.
culada que hemos comentado an tes puede ser suficiente. Pero, cua ndo (EKtract o de l Almanach du mar;n
Appontement N. Elttr.147.35,3 N - 3.01,5 W) - Iso. R. 4 5
las principales señales de referencia empiecen a desdibujarse, nos sen ti· - H 8, P 5 - Pyl. B. sommel R. breton.)
1124 El crucero Salir a pasar el día 1 125
El espíritu aventurero
Llegará un día en que conoceréis la bahía de Quiberon como la palma
de vuestra mano. Tendréis una famosa colección de marcas y lugares
propios para pescar, y a lo mejor incluso pasos secretos. Sabréis adivi-
nar el viento y adaptar a la medida de vuestra bahía las condiciones
meteorológicas más pesimistas. Y seguramente os habréis hecho ami-
gos con barcos parecidos a los vuestros. Un día os apetecerá alejaros
un poco más con ellos, sin tener que volver obligatoriamente por la no-
che a la Trinité. Después de todo ¿por qué no pasar una noche en el
golfo, varados en una playa tranquila? Si vuestro barco es demasiado
pequeño para dormir dentro, podéis llevar una tienda de campaña y
acampar en la arena. Y, ya que estáis a gusto ¿por qué no quedaros
también al dia siguiente buscando otra playa tranquila para la próxima
noche 7 El golfo está lleno de parajes prácticamente desconocidos. Vivi-
réis en la zona marítimo-terrestre, y os aventuraréis en un mundo que
no figura en la carta. Si os apetece podéis pasar todo el día en tierra y
salir al día siguiente. Y si hace bueno ¿por qué no ir aún más lejos, di-
rectamente a pasar una noche a Houat y la siguiente a Hoedic? Al na- Camping náutico a bordo de un
vegar con otro barco, las posibilidades aumentan y la seguridad tam- Nomade en el golfo de Morbihan.
1 126 El crucero
Crucero
por la costa
Hacer crucero por la costa es vivir a bordo de un barco, explorar por
etapas una determinada zona, al ritmo de nuestros deseos. La tierra no
es más que una escala: arribamos de vez en cuando para dar una vuel-
ta y luego volvemos a casa, a bordo, y nos vamos. Sin duda podemos
seguir el horario de la gente sensata: zarpar por la mañana y llegar al
fondeadero por la tarde. a la hora en que los terrícolas se sientan a la
mesa. También podemos deslizarnos poco a poco hacia otra manera de
pasar el tiempo, yeso seguro que nos ocurrirá si navegamos con fre-
cuencia. A veces tenemos que dormir durante el día porque la noche
anterior llegamos muy tarde de navegar; o zarpar después de cenar
porque a esa hora las condiciones son propicias para hacer una buena
Después de leer est as lineas pode mos bién; incluso podemos prescindir del ángel de la guarda, si los dos na- travesía nocturna. Sin darnos cuenta adoptamos un nuevo horario, un
marea rnos ... Si los sintom as pers isten vegan completamente juntos. poco desordenado; en ese momento. sin duda alguna, la vida camhirl
pasad e ns egu ida a los s igui entes El único problema es que estáis a punto de convertiros en verdade- de dimensión.
capítu los. ros nómadas y que os costará volver a la rueda después de haber cono- ¿V durante cuánto tiempo? Eso depende. En este caso entran en
cido este ritmo de vida insólito y especialmente placentero. De momen- juego demasiados aspectos personales para poder tratar el tema. Diga-
to, vuestra libertad sólo está limitada por la necesidad de ir a hacer la mos que un crucero de ocho días es muy corto: ya nos estábamos ama-
compra de vez en cuando (lo cual no tiene por qué ser desagradable). rinando y habíamos encontrado el "ritmo ideal" y, de repente, tene-
Pero no os extrañéis si os observan de reojo en las tiendas, pues hace mos que dejarlo justo cuando íbamos a pasar a algo más serio. Quince
ocho días que no os habéis mirado al espejo. ¿Habéis visto la pinta que días, quizás es suficiente, aunque para hacer un crucero más largo ten-
tenéis? dríamos que contar con un barco realmente cómodo y congeniar bien
con la tripulación . Pero, ¿qué es mejor? ¿que sea algo corto o demasia-
do largo? Depende de cada uno de nosotros hallar la duración adecua-
da y el ritmo ideal.
Hay tropecientas maneras diferentes de hacer un crucero por la cos-
ta, según sea el ritmo que adoptemos. Es cuestión de estado de ánimo.
Algunas tripulaciones hacen pocas escalas y prefieren las navegaciones
largas durante las cua les a veces se pierde de vista la tierra, experimen -
tando así la sensación de estar en alta mar. Otras apenas se alejan, pa-
rándose frecuentemente, y en cambio les gusta aventurarse por los pa -
sos más delicados, hacer pilotaje entre las rocas. Todos conocemos al-
guno de estos locos de la vela y forofos de la escota que sólo piensan
1 128 El crucero C rucer o por la costa 1 129
en luchar contra 105 elementos, y en labrarse su derrota contra viento y agua sobrepasa los 25°C". Hay otros, que eligen como libro de cabece-
marea para alcanzar la meta prevista cueste lo que cueste (el buen ra el Derrotero B(lV) y sueñan con mágicos comentarios durante las lar-
tiempo les aburre). Hay otros que se dedican a perfeccionar un cierto gas tardes de invierno: " Las costas de las Orcadas y las Shetland, ex-
estilo de vida sobre el agua, a base de brisas ligeras, chistes agudos y puestas al mal tiempo por todas partes, son azotadas por enormes olas
un cierto relajo general (si la cosa se pone fea. se van a contar chistes a cuando se producen temporales". " El cielo suele estar muy nublado en
tierra). También hay otros -¡éstos debemos ser nosotr~s!- que ante to· toda la costa y permanece cubierto en las tres cuartas partes durante la
do quieren entrar en el juego de la mar, adaptarse a su ritmo natural mayor parte del arío". "Los días de lluvia al mes son de 15 a· 17, de
para integrarse de forma real en el paisaje y percibir las sutilezas más abril a junio, y de 20 durante los meses restantes" . Les encantará saber
recónditas; y para estos últimos todo es un regalo, las encalmadas y el que "a partir de febrero la frecuencia de los temporales disminuye y
viento duro, la marea alta y la marea baja, las idas y las venidas .. (que) durante los meses más tranquilos (junio y agosto), el viento a ve-
Con este estado de ánimo intentaremos sacar a la luz los razona- ces pasa de fuerza 7 uno de cada tres días" . y con esto se duermen
mientos que hay que mantener y las decisiones a tomar para preparar convencidos con esta frase definitiva: "Hay pocos días muy calurosos".'
un crucero. Partimos de la hipótesis de que no tenemos barco propio y i Puede que nos gusten también los climas menos extremados! Y de
queremos alquilar uno. En primer lugar, se trata de elegir una zona pa- todos modos, si nos preocupa mucho el hecho de ponernos morenos
ra navegar, analizar sus posibilidades y sus dificultades; ver si éstas co- hay que subrayar que realmente se trata de navegar. (i los que sueñen
rresponden a los gustos y aptitud de la tripulación; y después, diseríar con las islas del mar Jónico harían bien, dicho sea de pasada, en infor-
un "programa" más o menos concreto. Más tarde, nos queda la elec- marse sobre las particularidades del vien to en esa zona!)
ción del barco adecuado, hacer los preparativos y la puesta a punto en Pero, enseguida tendremos que aplicarnos para dar una forma más
tierra y en la mar, antes de zarpar. concreta a nuestros deseos.
Pero, lo primero de todo ¿por dónde vamos a navegar?
La noción de cuencas de crucero
¿POR DÓNDE NAVEGAR? Según el clima que hayamos elegido, se trata de buscar una zona ade-
cuada para navegar, que cuente por lo menos con un puerto importan-
¿Por dónde navegar? Puesto que no tenemos barco y existen agencias te (aunque sólo sea para poder alquilar un barco), y con recorridos inte-
de alquiler por todas partes, de momento la libertad de elección es to- resantes para hacer a su alrededor, con pequeños puertos, fondeade-
tal. Podemos dedicarnos a soñar intensamente y sería una pena no ha- ros exteriores e incluso islas. Aunque no nos asusten las dificultades, es
cerlo. Nos vienen a la cabeza un montón de imágenes, de deseos vagos deseable que dicha zona disponga de lugares resguardados, por donde
y de "me han dicho que" (la información que va de boca en boca, jue- podamos navegar en cualquier circunstancia (pues seria de tontos que-
ga aquí un papel considerable), además del recuerdo de unas fotos ma- darse ocho días en el mismo lugar si hace mal tiempo).
ravillosas que vimos en alguna revista de náutica .. Pero también puede que queramos dar alguna vuelta por tierra, visi-
Con frecuencia, la elección se lleva a cabo de modo espontáneo, en tar algún lugar, encontrar otras gentes y, además, sería estupendo que
un cierto ambiente, por los aspectos más generales: temperatura, sol y la costa y la región fueran interesantes de conocer ..
precipitaciones. Podemos conseguir información por todos lados: la en- En resumen, se trata de encontrar un conjunto a la vez armonioso y
con traremos rápidamente y con gran exactitud si tenemos la posibili- diferente, lo que podemos denominar una cuenca de crucero, con un
dad de consultar las páginas de "Información general" que vienen al perfil más o menos preciso. Con el fin de concretar este aspecto, pode-
principio de cada volumen del Derrotero. Habrá quienes se alegren al mos citar como ejemplo las cuencas de crucero del Sur de Bretaña, am-
leer, por ejemplo, en el volumen dedicado a Grecia y Turquía (serie D, pliamente comentadas en este libro: una de ellas, la que se extiende
tomo V): "En las costas griegas del mar Jónico, cuyo clima normalmen- desde Penmarc'h a l orient, es un verdadero paraíso protegido por las
te es bastante suave en invierno, julio y agosto son los meses más calu- islas de Glénan y Groix, con puertos principales (Bénodet, Concarneau,
rosos, alcanzando las temperaturas medias máximas diarias de 29°( a lorient), un montón de pequeños puertos pesqueros, fondeaderos ex-
32°(". "Durante esta época el cielo suele estar despejado durante va- teriores, y acogedoras rías; la otra, separada de la anterior por una es-
Además del indispensable Derrotero, rios días seguidos". " Raras veces llueve durante todo un día". " El Medi- trecha franja poco acogedora se extiende desde Quiberon al Croisic
las guias de navegación proporcionan terráneo es un mar de límpidas aguas azules, y el mar Jónico posee las también con islas y con los maravillosos planos de agua resguardado;
una información muv variada. aguas más azules ... ". "Durante el mes de agosto, la temperatura del de la bahia de Quiberon y el golfo de Morbihan ..
1130 El crucero Crucero por la costa 1131
mismo tiempo, el tipo de crucero que podremos realizar, el ritmo que Cabo Mac:hic:haco
Configuración
Esta primera aproximación. todavía algo general, se hace sobre la carta,
con el Derrotero al alcance de la mano. Tomamos como punto de par-
tida un puerto más o menos importante (10 que se denomina un puer- ESPAÑA
to base, dotado de los servicios indispensables) y examinamos sus alre-
dedores. De este modo, van apareciendo cuencas según diferentes di-
mensiones y configuraciones:
• Cuencas "redondas", muy amplias, como la del mar Egeo, o el ar-
chipiélago danés; más reducidas, como la de las Bocas de Bonifacio; o
pequeñas como la de las islas charontesas en las proximidades de l a
Rochelle.
• Cuencas "alargadas", más o menos rectilíneas, como la Costa
Azul, que se extiende desde Marsella a Génova y aún más lejos; recor-
tadas como la costa cantábrica entre San Sebastián y el cabo Ortegal,
con Santander como puerto de partida; protegidas por una hilera de is-
las como en el Sur o en el Norte de Bretaña.
• Cuencas "en forma de dientes de sierra", como la de la costa Su-
roeste de Irlanda, con sus enormes cabos y sus profundas bahías, cerca
de Baltimore; o como la de las rías gallegas, entre La Coruña y Vigo.
Características
¿e uáles son 105 aspectos que debemos tener en cuenta para apreciar
en su justo valor las posibilidades de hacer crucero por una cuenca de-
terminada? Todavía en un plano muy general, podemos decir Que exis-
ten tres, principalmente: É G É E
• las condiCIones meteorológicas, es decir principalmente el régimen
de vientos: su orientación, fuerza y frecuencia; y para rematar, el pro-
blema de la visibilidad;
1 1 32 El cruce r o Crucero por la costa 1133
Condiciones meteorológicas
En el capítulo "Meteorología" del Derrotero, vemos que la zona del Sur
de Bretaña está situada en el límite del recorrido de las perturbaciones
del frente polar. Naturalmente, ésta sufre sus consecuencias, pero de
forma bastante atenuada y sobre todo previsible, pues al paso de las
perturbaciones se produce una rotación de los vientos del Suroeste al
Noroeste, según un esquema muy clásico. Además, las perturbaciones
son empujadas a veces hacia el Norte al asentarse un anticiclón sobre
las islas Británicas, proporcionando con ello buenos vien tos de compo-
nente Este a Nordeste, o brisas diurnas en verano. Hay poca niebla.
Irlanda se encuentra situada en medio del recorrido de dichas per-
turbaciones. En concreto, la costa Suroeste está en primera fila para re-
cibir un buen meneo a causa de los vientos que giran del Suroeste al
Noroeste, con nieblas procedentes del sector cálido y fuertes chubascos
de estela .. . Estas perturbaciones tienen lugar a lo largo de todo el año,
pero si echamos una ojeada a las estadísticas sobre vientos podremos
comprobar que, en general, son menos fuertes en verano. Hay que se-
ñalar que el centro de las borrascas no pasa muy lejos; por esta razón
la rotación de los vientos se produce con bastante rapidez. Si queremos
beneficiarnos de un viento del Suroeste para hacer una determinada
etapa o de un viento del Norte para otra, debemos seguir de cerca la
evolución meteorológica.
En la Costa Azul. la cosa es muy diferente. Estamos en el límite de la
zona del mistral que sopla sobre todo en invierno y primavera. En vera-
no, abunda más un régimen de brisas costeras y, siempre según las es-
tadísticas, corremos el peligro de no tener nada de viento durante lar-
gos períodos. Pagin a de alIado a rriba: la Cost a Azul.
En el centro: Suroest e de Irla nda.
Naturaleza de la mar Abajo: Sur de Bre t a ña.
El capítulo "Oceanografía" del Derrotero, así como la información que
nos proporciona el titulado " Mareas y corrientes". nos indica que en el l as ca rtas de las paginas 11 31· 1132
Sur de Bretaña la mar es agradable por naturaleza. Pocas veces hay mar pe rtenece n al cat alog o del S HOM.
gruesa y el oleaje que se forma de Suroeste a Oeste no suele ser peli- El desglose y la nume ración
groSO. la subida de la marea es moderada y las corrientes de marea só- corresponde n a las ca rtas de l SHOM.
1 134 El crucero Crucero por la costa 1 13 5
que se aden tran en la mar y las profundas bahías nos sugiere una nave-
gación en la que alterna el duro esfuerzo (para pasar 105 cabos) con la
calma (al fondo de las bahías). Las marcas construidas por el hombre
son escasas y, a veces, los faros tardan en encenderse, hay pocos puer-
tos y estos cuentan con pocos recursos. En ese país la única ayuda ver-
dadera a la navegación es el ambiente de 105 pubs al cae r la tarde.
En la Costa Azul, lo que más nos sorprende es la abun dancia de
puertos que existe y la cantidad de servicios que estos proporcionan. En
La noción de re sguardo es al go muy esta zona no abandonamos la civilización: en los pantalanes podemos
relativo .. Una ca la idílica cu a ndo sopla
disponer de agua, electricidad y telefono, y a veces incluso hay tomas
viento del Noroeste se vuelve infernal para tel evisión. En algunos lugares, la costa, vista desde la mar por la
con viento d el Nord est e. In clu so puede
noche, no es más que una hilera de luces. Y el problema está en reco-
ocu rrir qu e la protección de un dique nocer entre ellas las que Interesan a los mannos ..
no sea suficie nt e, como e n e l caso de Evidentemente, estas someras observaCiones no son más que un rá-
A ldern ey .. pido enfoque, bastante artifiCial por cierto. En la Vida real, cuando hay
que examinar una cuenca de crucero, sus características no aparecen
lo son intensas en determinados puntos, en algunos estuarios o según
en un orden determinado, sino que se van dibUjando al azar de las idas
el perfil de la costa y del relieve submarino. Podemos llegar a familiari-
y venidas, entre la observación de la carta y el estudiO del Derrotero. A
zarnos con estos fenómenos sin sufrir peligro alguno y navegar por
muchos lugares eVitándolos.
En Irlanda, con Vientos dominantes del sector Oeste que pueden so-
plar desde Terranova Sin encontrar el más mínimo obstaculo, nos po-
dremos imaginar que la mar, por el contrario, i puede llegar a ser
monstruosa! El fuerte oleaje es una constante en el paisaje, algo así co-
mo la respiraCIón del país. Las comentes tampoco son pequeñas y,
cu ando portan a barlovento las olas rompen a gran distancia de la pla-
taformi'l continental No es fácil enfrentarse a este tipo de mar.
En la Costa Azul, cuando sobreviene un temporal (por lo general, sin
prevIo aviso), la mar se levan ta rapidamente y se pone muy desagrada-
ble, con olas cortas y profundas, el barco avanza con difICultad y mu-
chas veces nos vemos obligados a cambiar de rumbo. Pero en cuanto
cae el viento, la mar se calma . No hay que preocuparse de la marea, pe-
ro sí hay que tener en cuenta las comentes de deriva poco previsibles,
puesto que en general van ligadas a 105 fenómenos meteorológiCOS.
Naturaleza de la costa
Sabemos que el ritmo y el ambiente de un crucero son muy diferentes
al navegar frente a una costa rectilínea, donde resulta difíCil localizar las
marcas, los fondos son Inciertos y los resguardos escasos, que cuando
lo hacemos frente a una costa rocosa recortada con numerosas marcas,
franca y rica en abrigos. El Sur de Bretaña es el ejemplo perfecto de es-
te último tipo de costa y la navegación por esta zona está faCilitada,
además, por la calidad del balizamiento y la abundancia de puertos.
Las costas montañosas son otra cuestión; la carta del Suroeste de Ir-
landa nos proporciona motivos para soñar. La sucesión de altos cabos Los altos aca nt il ados de las Bocas
de Bonifacio.
1 136 El crucero Crucero por la costa 1137 \
veces, hay una característica dominante que se impone enseguida. En desembocadura de un río, como la del Loira que, con sus agitadas
Irlanda, es el oleaje; en la Costa Azul, la presencia humana; yen otros aguas, sus bancos de arena y su falta de protección contra el mar abier~
lugares, como en el Sur de Bretaña, la corriente. En cualquier caso, en to señala muy bien el límite del Sur de Bretaña. También es una barrera
el punto de convergencia de todas estas informaciones surge cierto esa parte abrupta de la costa que hay entre Lorient y Quiberon, una vez
"estilo de crucero" que puede decidir la elección. que hemos dejado el resguardo de Groix, no hay ningún lugar donde
refugiarnos y ¡a veces la mar respira con fuerza en 105 Birvideaux!
• El Sur de Bretaña aparece desde el principio como el lugar de inicia- Este tipo de límites se ven de forma clara en las cartas. Hay otros
ción ideal para navegar en crucero por la costa. En esa zona podemos ir que no se ven tanto. Al Norte de Bretaña, a primera vista parece que el
enfrentándonos progresivamente a las dificultades, y todo está hecho a límite oriental de la cuenca está formado por la costa del Cotentin; pe~
la medida: la "meteo" es transparente, existen zonas resguardadas que ro un examen más detallado nos muestra que en realidad este límite
se alternan con otras abiertas donde podemos trabar conocimiento con está en alta mar, a la altura de las islas Jersey y las Minquiers. Más allá,
la "verdadera mar" y cuenta con una serie de puertos perfectamente dis- hacia el Este, comienza otro mundo lleno de escollos y corrientes, que
tribuidos. Más allá de la iniciación, la variedad de los parajes nos permiti- más vale dejar a los prácticos locales (a menos que queramos especiali-
rá diseñar programas siempre nuevos y en casi todas las estaciones. zarnos en él).
• En Irlanda, podemos planear un crucero austero en un paisaje Existen otros límites invisibles, que son los que están relacionados
grandioso, con magníficas navegadas en una mar dura. Debemos con- con el viento. Únicamente es posible intuirlos al leer las tablas de esta-
tar con un barco marinero y una tripulación resistente y con experien- dística del Derrotero. En el Mediterráneo, la cuenca de crucero formada
cia. Tenemos que saber que únicamente dependeremos de nosotros por el Sur de Córeega yel Norte de Cerdeña presenta unos límites muy
mismos. Un crucero así sólo conviene realizarlo en la temporada ade- precisos en verano, en la línea que une Ajaccio con Porto Vecchio en el
cuada (allí a principios de verano las noches son muy cortas -y a partir Norte y la línea Asinara-Olbia en el Sur: tanto por encima como por de-
del 15 de agosto, ya es como si fuera septiembre--). bajo de estas líneas es imposible navegar sólo a vela. También en el
• En la Costa Azul, hay que navegar en primavera o verano si que- Mediterráneo, en la costa francesa, el cabo Sicié, aunque constituye en
remos tener viento. En verano, exceptuando el temporal de mistral, si mismo un obstáculo, señala también el límite entre una cuenca de
siempre posible, nos arriesgamos a hacer un crucero en plan relax, sol y crucero con fuertes vientos, el golfo de León y la Costa Azul, mucho
moscas, con un montón de gente alrededor. Pero, ¿qué hay de malo más apacible.
en ello? Éstos no son más que algunos ejemplos. De hecho, es importante se-
ñalar que con frecuencia los verdaderos límites de una cuenca de cruce-
Los límites ra son los que uno mismo se fija. Los límites "naturales" no representan
Para esbozar un programa de crucero homogéneo, aún nos queda por más que obstáculos relativos y de distinta importancia: o bien no dispo-
plantearnos los límites de la cuenca que vamos a recorrer. A veces estos nemos de un barco o una tripulación resistentes, o simplemente no te-
límites surgen en cuanto echamos la primera ojeada a la carta, y otras nemos ganas de hacerlo. El límite entre las dos cuencas del Sur de Breta-
son muy sutiles y no aparecen hasta después de llevar a cabo un exa- ña, por ejemplo, está lejos de ser imperativo: unas buenas condiciones
men detallado. meteorológicas son suficientes para borrarlo y a partir de ese momento,
Frecuentemente, estos límites los sugiere el perfil de la costa. Un ca- las dos cuencas constituirán una sola, desde Penmarc'h al Loire. De igual
bo puede separar dos mundos. Es lo que ocurre en el Sur de Bretaña, modo, en la costa Sur de Inglaterra, si somos capaces de pasar Start
donde el cabo de Penmarc'h constituye verdaderamente un cambio to- Point y Portland Bill, tendremos a nuestra disposición una zona que se
tal: hacia el Sur, se extiende un tranquilo jardín, resguardado y acoge- extiende desde Lizard al Solent. Por el contrario, en Irlanda, si no tene-
dor; y al Norte, es la pampa, la bahía de Audierne, bravía y abierta a al- mos coraje suficiente para pasar de una bahía a otra, podemos decidir
ta mar, sin resguardo alguno. En estos dos casos la misma mar no se que la bahía de Kenmare, por ejemplo, o la de Baltimore, representan
parece en nada. en sí mismas cuencas de crucero perfectas. Y también, a la inversa, al
Hay veces en que un cabo sólo es un obstáculo difícil de franquear Norte de Bretaña, podemos sentirnos capaces de navegar hasta las islas
entre dos cuencas de similares características. De este modo, en la cos- Anglo Normandas: de este modo, los límites se van alejando y la cuenca
ta Sur de Inglaterra, entre el cabo Lizard y la isla de Wight, los dos "alargada" se convierte en una cuenca triangular ..
"monstruos" de Start Point y Portland Bill separan cuencas cuyo perfil En definitiva, la mejor cuenca de crucero es la que planeamos a
es más o menos igual. Hay también otra posible barrera como la nuestra medida.
1138 El crucero Crucero por la costa 1 139
\ m
De todas formas, llegados a este punto hay que decir que no hay
una única realidad. Aunque hayamos definido su configuración y reco-
nocido sus características y sus límites, es un espacio libre, un conjunto
de posibilidades a las que el viento dará un sentido. Si el viento no
cambia de dirección durante quince días, el paisaje aparecerá, de he-
cho, como algo estático, como ocurre a veces en la costa cantábrica,
donde el viento constante del Noroeste otorga una cierta seriedad a los
programas de crucero. Pero cuando el viento rola en una cuenca con
un perfil variado, las combinaciones pueden ser ilimitadas; la mar no es
nunca la misma, el recorrido disminuye o aumenta desmesuradamente
y los abrigos cambian. Hay que ir adaptándose sin cesar. Y también
desconfiar de las costumbres. En el Sur de Bretaña ¡cuántas tripulacio-
nes consideran Port-Tudy como el único puerto de la isla de Groix! Por-
que están acostumbrados a entrar en él con viento del Oeste, se empe-
ñan en querer entrar (a toda costa) incluso cuando el viento sopla del
Nordeste, cuando en esas circunstancias, al otro lado de la isla la
abrupta costa se vuelve tranquila y el pequeño puerto de l ocmaria ¡un
puerto completamente apacible frente al mar abierto! Debemos con-
vencernos de que, al navegar haciendo crucero, no hay escala obligato-
ria: el programa que hemos planeado no tiene nada que ver con el de
una agencia de via¡es ..
PREPARACiÓN
DE UN CRUCERO
A efectos de análisis, vamos a considerar que la preparación de un cru-
cero se lleva a cabo en tres etapas:
1.° Estudio de la zona de navegación elegida, con sus posibilidades y
dificultades.
2.° Confrontación de esa primera información con los gustos y capa-
cidad de la tripulación. Dicho de otra forma: el paisaje y la tripulación
1140 El crucero Crucero por la costa 1141
¿están hechos el uno para el otro? ¿Coincide toda la tripulación con el El método
estilo de navegación, con las limitaciones y necesidades de organiza - Con la ayuda de todos estos libros, no es que vayamos a escribir una
ción que quizás tengamos que imponer ? nueva guía náutica de la zona, pues ya existen varias. Pero se trata de
3.° En caso de acuerdo. un programa de crucero o un simple esque- llevar a cabo, de una forma mucho más personal, un razonamiento de-
ma, más o menos exacto, según el estado de ánimo con el que quere- tallado para descubrir el "perfil " del futuro crucero, su ritmo y su am-
mos naveg ar. biente.
En la realidad estas etapas se entrelazan constantemente. Di cho de otra forma las conclusiones que vamos a sacar, por
nuestra cuenta, del examen :
Análisis de la Cuenca • de las condiciones meteorológicas locales,
• de la mar en todos sus estados,
del Norte de Bretaña • de las características de la marea y la corriente en un lugar deter-
Las publicacio ne s minado,
Esta vez, tenem os que conseguir todas las publicaciones posibles so- • del aspecto de la costa,
bre el Norte de Bretaña y disponer de las siguien tes publicaciones ofi- • del balizamiento, de los puertos y abrigos.
ciales:
. Ia carta general (n.o 731 1, cana l de La Mancha -parte Oeste) que Las condiciones meteorológicas
vamos a utilizar aquí, pero que en realidad no es suficiente; Evidentemente, hay que consultar el capítulo titulado "Meteorología "
• las cartas de navegación costera y las cartas detalladas, llamadas del Derrotero. Para tener una idea exacta de las condiciones meteoroló-
"especiales " ; gicas particulares del Norte de Bretana, es conveniente estudiar la tabla
• el Derrotero, por supuesto, el Anuario de Mareas y el Libro de Fa- de estadísticas de las observaciones realizadas en el semáforo de
ros; el Almanach du marin breton sigue siendo un instrumento muy có- Bréhat. Y, puesto que ya conocemos el Sur de Bretaña, podemos com-
modo pero insuficiente en lo que concierne a la marea; parar esta tabla con la del semáforo del Talut - dos páginas más adela n-
• libros sobre las corrientes: la publicación 550 del SHOM (muy pre- te- para el mes de julio, por ejemplo. Sin poder hablar de un clima di-
cisa, tan precisa que de hecho resulta dificil de consultar) y, sobre todo, ferente, ve mos que en el Norte de Bretaña : Ta bla de las principales observac iones
los "Atlas de corrientes" de la zona. me t eorológicas esta bl ecidas dura nte el
• la temperatura es un poco más fresca, del orden de un Jersey
A continuación debemos conseguir libros especialmente dedicados a más; pe riodo de 1951 a 1980. (Ext racto del
la navegación de recreo: por ejemplo, la guía de Adlard Coles: North • el cielo suele estar cubierto y llueve un poco más; Derrotero C2.2.J
Britanny Pilot; la guía Fenwick nO6; el Atlas de la Zona de Saint Malo,
de Ediciones Gallimard, con numerosas fotos aéreas, que además de
ser preciosas nos ayudan a averiguar la naturaleza de la costa . Con li-
bros como éstos podemos obtener gran cantidad de datos de gran va- Sémaphore de L' lLE DE BRÉHAT: (48 0 5 1', 4N - 3° 00', 3W)
lor, mucho más exactos que los que proporciona el Derrotero; sobre to-
do, hay que recordar que estos datos no están actualizados y que sigue Alt itude 36 m
siendo fundamental consultar las publicaciones oficiales.
T~mJN!r.ll un:5 Humidité Nébulosilf
En resumen, en cuanto nos sintamos interesados por una zona de- Pre»ion n:lali'·e Broui11:ml Prfcipllal ioos Or.lges
•
terminada debemos buscar rápidamente por todos lados otros libros
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de Malo, Brieuc, Samson, Guirec, Quémeau ... Podemos disfrutar dan- l<llwicr 101 5.8 6.8 ' .7
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no son obligatoriamente buenos fondeaderos exteriores, pues sus Avril 10 16.7 9.' 7.0 12.0 OA 19.6 o ".7 4 2.6 25.9
barcos, según se cuenta, eran de piedra y el suyo era un crucero si n o
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1 142 E l crucero Crucero por la costa 1 143
2." " Las aguas que se extienden desde la entrada del canal de la
Sémaphore de L'l LE DE BRÉHAT: Fréquences (%0) des OB SERVATIONS DE VENT
Mancha hasta el Cotentin, se caracterizan por sus o las cortas con senos
muy profundos, producidas por fuertes corrientes de marea que dos
Années 196 1 á 1990
veces al día presentan una dirección contraria al viento dominante".
1 ¡¡ IOnrruds 11 a 21 ",",ud, ~2:'Hn<rud, J.tIla'Ud"13u..k»U$
y más adelante: " Cuando la dirección de un viento de una fuerza
determinada y la de la corriente son opuestas, la mar es mucho más
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¡j N NE , , SI\' ¡.;W , , , , , , dura que si fuera el resultado del simple efecto del viento; y sería más
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floja en el caso contrario " .
Lo cual significa que por poco viento que haga, tendremos todos 105
Jon".. ____ ,. ,,, , , , , , , , , , , días y de forma alterna una mar revuelta y una mar bien peinada . Con-
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viene que lo tengamos en cuenta con el fin de establecer las horas de
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las comidas . Y en segundo lugar, cuando haya pasos delicados que cru-
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¿Cuál es la intensidad de la corrien te? De 1,5 a 4 nudos en el centro horas de la corriente de flujo. Pero pa ra la travesía de vuelta, suponien-
del canal de la Mancha. ¿Yen las proximidades de la costa? Para infor- do que zarpase de Erquy en pleamar con las mismas excelentes condi-
marnos, basta con leer en cada uno de los capítulos dedicado a nuestra ciones de viento y marea portantes, y por lo tanto con la misma veloci-
cuenca, el párrafo sobre "Mareas y corrientes": 2, 3 Y 4 nudos según dad, nuestro Tonic 23 apenas pasaría de Ploumanach antes del final del
las zonas. Es inútil insistir: con un barco pequeño es imposible enfren- reflujo: de hecho, navegando al encuentro del flujo, sólo se beneficiaría
tarnos a corrientes como esas. Un barco que avance a 3 millas por hora de algo más de cinco horas de corrien te favorable.
contra el viento, frente a una corriente de 3 nudos, no se movería. En Teniendo en cuenta, además, la dirección de los vientos dominantes,
cambio, con la corriente y el viento por detrás ¡volaría! Es una observa- podemos sacar una conclusión muy clara, de este ejemplo: en esta
ción muy ton ta, pero no sin consecuencias sobre el ritmo del crucero: cuenca resu lta más claro rotundamente avanzar hacia el Este que hacia
en esta zona, o bien no avanzamos nada, o bien vamos muy rápido. el Oeste, ta l como se dice es más fácil "entrar en la manga" que "salir
Con un Glénans 7.0, no es una utopía pensar en hacer 10 millas por de ella" *. Éste es uno de los principales datos que hay que tener en
hora, con viento y corriente portantes. cuenta a la hora de organizar el crucero.
Pero esta observación lleva consigo otra, menos tonta: el Glénans Pero éstos siguen siendo aspectos generales de la corriente. Más tar-
7.60 en cuestión que zarpa de Primel en bajamar y avanza 9 millas por de tenemos que examinar las publicaciones detalladas pa ra poder apre-
hora hacia el Este, por término medio, podría encontrarse al final del ciar los matices de su comportamiento. Entonces observamos que se-
flujo en Erquy, habiendo recorrido unas 63 millas.. Efectivamente hay gún sea la con figuración de la costa, este comportamiento puede variar
una hora de diferencia entre la pleamar de Primel y la pleamar de Erquy hasta el infinito. la corriente puede presentar características completa-
(lo cua l se ve muy bien en la carta de las líneas cotidales de la Guide du mente diferentes en dos lugares que estén muy próximos. Durante el
navigateur). El barco se habrá beneficiado, por lo tanto durante siete flujo, por ejemplo, puede portar al SW en la entrada de Trieux y al ENE
en Ferias a 2 millas de distancia (¡sin tener en cuenta las contra-corrien-
tes!) En un lugar determinado, avanza siempre en la misma dirección,
tanto en el flujo como en el reflujo. Y en otro, el reflujo no transcurre
por los mismos canales que el flujo, etc. ¡En fin, no es tan fácil!
La costa
I Ahora, al examinar la carta, se trata de ver qué tipo de costa desfila de-
lante de esta corriente. Tenemos que estudiar su orientación gene-
ral, su naturaleza, sus distintas partes y, después, de una forma
más concreta, las zonas que debemos evitar, los pasos difíciles y
Cartas de las corrientes de marea los lugares resguardados.
realizadas con relación a la marea de
Cherburgo. las flechas indican la Su orientación general
dirección de la corriente y las cifras, su Desde Aberwrac'h a la bahía del Mont-Saint-Michel, hay una costa
intensidad en período de mareas vivas alargada orientada hacia el Norte, es decir más o menos paralela a 105
y mareas muertas. (Extracto del vientos dominantes.
fascículo de corrientes de marea en el Sin embargo, esta orientación no es exactamente igual a uno u otro
cana l de la Mancha, SHOM.) lado del saliente que forman los Héaux-de-Bréhat, aproximadamente
en el centro de la bahía. La parte Oeste está expuesta de lleno a los
vientos del Noroeste, vientos "duros"; también sufre el efecto del olea-
je del Atlántico. La parte Este, sin duda, está mucho más resguardada;
en la bahía de Saint-Brieuc en particular, con viento del Noroeste, la
mar suele estar más tranquila.
Su naturaleza
Es una costa muy recortada, con numerosos ríos que desembocan en
ella (es una costa de rías). Por lo tanto, imaginamos que habrá muchos
abrigos, aunque según la carta, muchas de las desembocaduras se va-
cían en la bajamar.
Contemplándola más de cerca, vemos que esta costa está prádica-
mente llena de .. peligros" de un extremo al otro. Por lo tanto debemos
hacernos las siguientes reflexiones: estos peligros representan una gran
dificultad para navegar, pero al mismo tiempo ofrecerán cierta protec-
ción contra el mar abierto. Por otra parte, teniendo en cuenta la magni-
tud de la subida de la marea, ¡esto supone navegar en un paisaje enor-
memente cambiante!
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1148 El crucero Crucero por la costa 1 149
• dos bahías separadas por una pequeña zona sin resguardos; la Las zonas muy resguardadas
bahía de Morlaix, profunda y con muchas islas; y la bahía de Lannion Son las zonas por donde podremos seguir navegando aunque fuera ha-
abierta al NW, quizás algo protegida por la llanura de la Méloine y la ga mal tiempo. En primer lugar es necesario que sean fácilmente acce-
de Triagoz (pero al echar una ojeada a los libros vemos que esta pro- sibles, y después que sean amplias y va riadas. Serán bahías profundas o
tección es ilusoria); ríos. ¿Qué es lo que encontramos de Oeste al Este?
• de Trebeurden a Perros-Guirec, un saliente muy recortado (la fa- • la bahía de Morlaix: muy rica en posibilidades;
mosa "costa rosa de Granit") se encuentra protegido por los Triagoz y • el río Lannion: ciertamente no nos sirve. La entrada es delicada y
las Sept-1Ies; allí las viradas son difíciles de realizar, según el Derrotero .
• desde Port-Slanc a los Heaux, hay una pequeña zona sin protec- • el río Trieux y todo el archipiélago de Sréhat, en cambio, parece
ción; también está la desembocadura del río Tréguier; un rincón ideal y asombrosamente variado. Es posible que podamos
• a continuación, el archipiélago de Bréhat y el río Trieux, que es un .1 navegar por ahí durante va rios días;
conjunto aparentemente muy complejo; • por último, la Rance, cerca de Saint-Malo; donde parece posible
• la amplia bahia de Saint-Srieuc, que se extiende desde Paimpol al adentrarse profundamente e incluso escaparse por los canales hasta lle-
cabo Fréhel, con una gran zona arenosa; gar al Sur de Bretaña, ¡si la cosa decididamente se pone fea!
• y por último, otra zona muy recortada con profundas bahías y el l a torre de Salidor y la entrada
río de la Rance, antes de Saint-Malo. Por último solo nos queda fijar las escalas. de la Rance.
Puertos y abrigos • algunos puertos que disponen de dársenas durante el flujo, no só-
lo no son accesibles en cualquier momento, sino que muchas veces no
¿ Es necesario que estudiemos el balizamiento? Una simple ojeada a los
se puede salir de ellos. Perros-Guirec y Binic están a veces cerrados du-
libros nos indica que es perfecto. También vemos que los puertos son
rante tres días seguidos debido a las mareas bajas. i Es una trampa!
numerosos, pero la gran novedad que hay respecto al Sur de Bretaña
es que muchos de estos puertos no están "abiertos en todo momen- • los ríos, sin duda, tampoco son fáciles de remontar contra el vien-
to", sino todo lo contrario. to y la corriente;
Por lo tanto, tenemos que trabajar un poquito para averiguar: • según la dirección de los vientos, algunos puertos "se abren" y
otros "se cierran". En la bahía de Saint-Brieuc, con viento duro de No-
• 105 puertos accesibles a cualquier hora de la marea (o bien que
cuenten con un buen fondeadero de espera); roeste, Dahouet y Erquy son desaconsajables, y sin embargo Binic y
Saint-Quay-Portrieux resultan acogedores. Con viento del Nordeste,
• los puertos accesibles sólo a ciertas horas·
• los puertos cuyo acceso es dificil debido ~ la corriente o al viento:
ocurre lo contrario. Hay que resaltar, que conviene examinar el conjun -
Este último impedimento puede aplicarse también a los puertos de las to de la costa en caso de que sople Nordeste, pues i muchas de las
categorías anteriores. perspectivas cambian!
• Un punto importante: en caso de ma l tiempo ¿disponemos de
puertos de refugio en cua lquier circunstancia? En esta ocasión de-
Mientras hacemos este trabajo, podemos ir comprobando lo si-
guiente: bemos hacer un gran esfuerzo de imaginación para contemplar las si-
tuaciones más diversas. Un ejemplo: salimos de Saint-Malo con plea-
• los puertos grandes no son obligatoriamente accesibles en cual-
mar para arribar a Bréhat, con viento del Suroeste bastante fresco que
quier .mo,mento. Paimpol, no lo es; a su lado Pors-Even o Port-Clos, en
poco a poco va rolando al Oeste, y después al Noroeste arreciando; en
cambio SI lo son. Roscoff se vacía en bajamar, mientras que al otro lado
Puerto de va rada de Saint-Cast. de la bahía de Morlaix, Primel siempre tiene agua; alta mar frente a la bahía de Saint-Brieuc, la mar es muy gruesa y resul-
ta prácticamente imposible avanzar. ¿Qué hacemos? Estamos en baja-
mar y todos los puertos de la bahia de Saint-B rieuc están cerrados.
¿Debemos intentar resguardarnos en Saint-Quay y seremos capaces de
"aguantar" delante del puerto esperando que se abra? ¿No seria pre-
ferible darnos media vuelta y arribar a Saint-Malo con el flujo, incluso
aunque la travesía sea larga? Al parecer, en esta región el buen refu-
gio no es necesari amente el puerto más cercano y hay que ser ca-
paz de enfrentarse al mal tiempo para llegar allí.
• Poco a poco, según vamos entrando en los detalles, van apare-
ciendo gran número de posibilidades fuera de los puertos y resguardos
oficiales. Hay sin duda, gran cantidad de fondeaderos" de ocasión" pa-
ra elegir, para pasar una noche de buen tiempo y para esperar al cam-
bio de la corriente, o a que se abra un puerto. Es difícil enumerarlos to-
dos con antelación: hay cosas que sólo se pueden descubrir al contem-
plar el paisaje ..
La tripulación
Durante este estudio realizado en común, la tripulación (supongamos
que somos cinco) ha encontrado mil razones personales para navegar
por el Norte de Bretaña. Por ejemplo, están:
• los que quieren ir a toda costa a Roscoff para encontrar las huellas
de Tristan (orbiore y su balandro; ya Tréguier para hallar las de Ernest
Renan; y hay quien realmente quiere ir a ver la tumba de Chateau-
briand en el Grand-Bé en Saint-Malo;
1 152 El crucero Crucero por la costa 1 153
¿Quién será el corresponsal en tierra? perativos que conlleva el hecho de alquilar un barco. Lo primero que
El amigo de Dahouet será un perfecto corresponsal en tierra: hay que hacer es entrecruzarlos de modo claro.
• si ya ha navegado antes por el Norte de Bretaña y conoce bien las
dificultades; Los hilos principales
• si sabe apreciar con juicio los diferentes matices de una situación 1.0 Decidimos que la navegación, en principio, se hará de día. Pero
meteorológica; teniendo en cuenta la diferencia diaria de la marea, es probable que
• y sobre todo si conoce bien al patrón. Esto es vital: debe ser capaz también naveguemos de noche, con el fin de no pasar demasiadas ho-
de imaginar las reacciones de éste en distintas circunstancias. para po- ras esperando en el puerto: si por cualquier razón no podemos salir de
der interpretar correctamente, si fuera necesario, un silencio o un retra- Perros en la pleamar de las 10h de la mañana, no vamos a esperar
so. y todavía más, so pena de parecer indiscretos: es deseable que la s otras veinticuatro horas para salir! Sin embargo, no haremos navega-
relaciones entre el patrón y el corresponsal en tierra sean de complici- ción nocturna en condiciones difíciles: queda excluido, por ejemplo,
dad, que sepan comprenderse sin palabras. Lo ideal es que hayan nave- "forzar la entrada en un paso" por la noche.
gado ya juntos: de este modo el corresponsal sabrá qué tipo de "sue- 2.° No se organizarán guardias durante todo el tiempo que dure el
ño " intenta el patrón al salir a navegar y podrá adivinar matices más o crucero, aunque quizás resulte necesario; habrá que planearlas con
menos subconscientes ¡en las claras intenciones que le comunicarán! tiempo suficiente y ¡el patrón deberá ser capaz de mandar a la gente a
La vida de algunas personas puede depender de esta clase de sutilezas. dormir temprano!
Evidentemente, en este caso estamos hablando del corresponsal 3.° No nos enfrentaremos voluntariamente al mal tiempo: es ridículo
ideal. Si el amigo de Dahouet no tiene todas estas cualidades y si no hacerlo durante un crucero por la costa, donde siempre tendremos cerca
encontramos a nadie más competente para desempeñar este papel, rocas y escollos. Si surge el mal tiempo, simplemente nos resguardaremos.
podemos elegir muy bien a otro amigo que viva en Chateau-Chinon, 4.° Teniendo en cuenta los problemas que ocasiona la marea, hay
por ejemplo. Alguien que sea competente puede hacer este trabajo que prever una gran autonomía (esta observación influirá además a la
aunque viva muy lejos. De todas maneras, esté cerca o lejos, sea buen hora de elegir el barco). Tendremos siempre víveres para dos o tres
marino o regular, es necesario contar con un co rresponsa1. días, pues no siempre haremos escala en lugares donde haya tiendas
Después, resulta decisivo respetar ciertas normas estrictas. El patrón bien surtidas -ni quizás en horas en que estén abiertas.
debe comprometerse a llamar por teléfono en cada escala; para informar 5.° Hay una norma muy conveniente y es que al principio del crucero
de sus planes y fijar la fecha de la próxima llamada. Por su parte, el co- hay que zarpar con vientos portantes, por lo menos eso que llevaremos
rresponsal debe mantenerse vigilante de verdad y pensar continuamente adelantado. Hay gente que se imagina que saliendo con viento de proa
en el barco ... Y, por supuesto, saber el modo de conseguir medios rápi- a la vuelta ¡forzosamente tendrán vientos portantes! Sin embargo la
dos de rescate por si fuera necesario. Será conveniente que le informe- experiencia demuestra, que tratándose del viento no hay justicia.
mos de las características del barco que vamos a alquilar: clase, nombre, 6.° Por último queda un imperativo: tendremos que estar a barloven-
número de matrícula, color del casco y de las velas, así como el número to del puerto de vuelta por lo menos dos dias antes del final del cruce-
de las velas. También será necesario darle 105 nombres y direcciones de ro, para estar seguros de poder devolver el barco a tiempo.
todos los miembros de la tripulación con objeto de que eventualmente
pueda transmitir algún recado. Si los acuerdos a que han llegado el pa- y ya no queda más que fijar los limites de la tela*, es decir el "peri-
trón y el corresponsal en tierra se respetan cuidadosamente, dispondre- metro de navegación ", y elegir el puerto de sa lida.
mos, sin lugar a dudas, de una garantía de seguridad fundamental. Después, ya podemos empezar a bordar.
Los límites
Trama o esquema del crucero Al estudiar la zona hemos visto cuáles eran los límites de la cuenca: al
Una trama, urdimbre o cañamazo, es una tela gruesa formada por hilos Oeste la costa no cuenta con ningún abrigo desde la isla de Batz hasta
entrecruzados que sirve de base a los bordados que realizan las damas .. Aberwrac'h; al Este, no es conveniente aventurarse en las inmediacio-
En este caso los hilos de la trama son de distinta naturaleza; son las nes de la costa del Cotentin, sobre la que el Derrotero hace una des-
normas adoptadas en función de la aptitud de la tripulación y de las ca- cripción absolutamente dramática.
raderisticas de la zona, del ritmo de vida que queremos llevar, de la!
reglas de seguridad elementales, de las manias personales y de los im-
• Se compara el crucero a un lienzo de hilos entrecruzados .. (N. de la T.)
1158 El crucero Crucero por la costa 1 159
Por lo tanto, el perímetro se extiende desde Roscoff a Saint-Malo. viento del Suroeste para la travesia de ida y viento del Noroeste para el re-
Pero estos límites no 50n obligatorios. Puede que vayamos más lejos o greso? Pero, en fin, si el mito sobre estas islas no os intriga, y tampoco el
que n05 quedemos más cerca, dependiendo de las circunstancia s y del de Ouessant, debemos decir que no se trata de etapas habituales. Simple-
estado en que se encuentre la tripulación. mente. si se presenta la ocasión, no hay que descartarla por sistema.
En el caso de que estemos en Roscoff y las previsiones indiquen que el
Elección del puerto de salida
viento va a soplar del Este durante las próximas veinticuatro horas, ¿por
Según nuestros principios:
qué no intentar un salto rápido a Aberwrac'h o incluso a Ouessant si hace
• si queremos zarpar con vien tos portantes. más vale no elegir
buen tiempo y esta despejado' Igualmente, si estamos en Saint-Malo y la Sain t-Malo ..
tripulación funciona a tope, ¿por qué no aprovechar el paso de una pe- • si queremos estar a barlovento del puerto dos dias antes del final
queña depresión para ir a dar una vuelta a las islas Anglo-Normandas. con del crucero, tampoco debemos elegir Roscof!.
¿Por qué pararse? Los bandazos, los rociones, la salsa vinagreta por todos lados, el jugo de los ca lceti nes, los
moratones, las vomitonas, el frío, el viento, la lluvia, la falta de sueño, la falta de espacio vital, la
rimero, porque es· lo que ocurre en la vida misma, sa limos, nos paramos, y vo lvemos a salir. porquería, el desorden ... ¡¡Quiero irme co n mi mamá!! y largarme ... Si esto no se para VOY A PO-
P ¡Verdaderamente, no podemos estar siempre en marcha! Y lu ego, por mi les de razones con-
cretas. La primera es que un puerto es algo que nos tiende sus brazos, que está hecho para pa-
NERME A GRITAR. Es algo que sienta tan bien, pararse de vez en cuando. Y además ¡todavía no os
he hablado de la tensión nerviosa!
rarse. Porque vivir durante equis tiempo encerrado en un po zo con los mismos seis o siete co legas ...
Claro que también hay un montón de razones materiales y técnicas: hay que coger agua, víve- es para vivir lo. Sobre todo cuando no ti enen con ellos ni a su Eva ni a su Adán.
res, etc. Pero eso no es problema, se puede hacer todo al principio si es necesario. También pue - La s pequeñas manías de unos y de otros, los cam bios de humor de todos, los que no se lleva n
de que estemos hartos de esta r en un barco que apesta, y que está un poco sucio, y quizás ten - bien y los que se llevan demasiado bien , los que quieren té y los que prefieren el café, los que fu-
gamos ganas de hace r una limpieza general, en plan tranquilo. Y no vaya hablar de reparacio- man y los que beben, los que adoran a Kim Bassinger y los que prefieren a Popeye. Los que repi-
nes, porque sobre eso no hay nada que decir, cuando la cosa se fastidia, ya no anda más. Y hay ten siempre lo mismo y los que no dicen absolutamente nada. La chica que va perdiendo las plu-
que pararse. mas de su saco de dormir ¡pero bueno! ¿será posible? y el tío que se está todo el rato rascando ...
Bueno, ahora vaya confesar las verdaderas ra zo nes. Tal como se se suele decir, los elementos
Humanos y Estéticos. Muy importantes, los dos, realmente. ¡EN ALTA MAR, AIRE O EXPLOTO!
No estamos aquí para que se metan con nosotros (estribillo popular) sino para conocer la re-
gión. La tierra vista desde la mar ¡no es lo mismo que la tierra vista desde la tierra, jolín! Es la Puede que la cosa explote o que se pare. Entonces, qué maravilla poder tener la impresión du-
otra cara de la moneda. Y esta cara, muchas veces es más emocionante que la otra. No hay nada rante unas horas para ser AL FIN LIBRES, Y DE ESTAR AL FIN SOLOS. Y además, es que los co legas no
compa rable a una arribada a puerto. Y yo, no es por nada, pero siempre siento como un vuelco tienen para nada el mismo aspecto en tierra que en el agua. ¡Hay cosas que pasamos por alto en
en el corazó n. No hay ningún puerto que se parezca, pero todos son igual de atractivos. Y luego, el barco y que saltan a la v ista en tierra firme!
el gran compañerismo de los demás barcos en el fondeadero ¡Ah! Es decir, que hay que airearse, pues co n eso no hacemos mal a nadie. Incluso nos v ien e bien a
Esto en cuanto a la estética y todo eso, pero como no todos somos estetas, ahí va mi segunda todos. y luego estaremos más a gusto. Dicho esto, y como la respuesta a la primera pregunta ha
serie de argumentos. sido un poco larga, vamos a ser breves para las siguientes:
Una escala significa la posibilidad de conocer nuevos lugares, y también de cometer nuevos
despistes, hablar con otras gentes, arrastrar las botas por ciudades desconocidas. visitar tascas • Si nos cansamos. debemos bajarnos del barco. pues en otro caso no vale la pena segu ir. No
simpáticas, discutir en viejos cafés llenos de humo, atarse por unos momentos a la ilusión de somos caracoles.
una vida más sociable o menos solitaria, o menos artificial, como queráis, en resumen, ir a algu- • En tierra, podemos hacer excursiones y no parar un minuto. Además, podemos hacer de to-
na parte concreta. do, una visita a los museos y otra a las pastelerías.
Todo esto en lo que se refiere a lo humano, pero como no todos somos humanos (iqué ca- • Podemos discutir si es lo que nos apetece en ese momento .
ramba, también hay animales entre los patrones!), expongo a continuación mi tercera serie de • Podemos seguir o no. Según nos dé, pero la mayoría del tiempo nos alegramos tanto de
razones. sentirnos libres que ya no podemos separarnos.
y ahora, espero que no me resu lte difícil, porque la FORMA, jeso es sagrado! • ¿Por qué razón decidimos volver a zarpar? Bueno, pues para esto hemos venido, y ¡no hay
Bueno, ahora, supongamos que hay un poco de viento y que, justamente, como por casua li- llegadas sin sa lidas!
dad, zarpamos con v iento de proa que dura unos 15 días ... No es necesario que os lo describa
(Extracto de una encuesta sobre ~ La escala en el crucero publicada e~ la Revista Glénans.)
H
¿verdad?
1160 El crucero Crucero por la costa 1161
mayores ( iY 105 dias más largos!). De todas formas, para tener la seguri-
dad de disponer de un barco en el mes de julio, hay que reservarlo con
mucha anticipación. El Salón Náutico de París que suele celebrarse en di-
ciembre es un momento interesante, sobre todo cuando en esas fechas
las agencias de alquiler desean disponer de liquidez y suelen hacer des-
cuentos.
El segundo inconveniente es que a menos que vivamos donde se en-
cuentra el barco o en las proximidades, no tendremos ni idea sobre el
estado exacto en que se encuentra el barco que nos ofrecen. No es que
queramos un barco completamen te nuevo (al contrario: en uno qu e ya
ha navegado un poco, todo lo que tenia que aflojarse ya está suelto!),
pero ... qué se yo, nos apetece saber cómo está.
En definitiva, el único problema consiste en ser capaces de entablar
Salida de los barcos de crucero e l un diálogo preciso con el encargado del alquiler. Esto apenas se hace y
sábado, a la hora en que se abre la es una pena. Si sabemos exactamente lo que queremos, no sólo en re-
esclusa de l a dársena de Paimpol. lación con el barco, sino también respecto al material que debe incluir-
Lo ideal sería, evidentemente, encontrar un puerto situado aproxi- se a bordo del mismo y si no somos capaces de explicar por qué motivo
madamente en el centro de la cuenca. Tenemos un amplio surtido: Pe- lo queremos, será raro que lleguemos a entendernos.
rros-Guirec, Tréguier, lézardrieux y Paimpol.
Por supuesto, debemos comprobar que es posible alquilar un barco La elección del barco
en cualquiera de estos puertos, pero también debemos asegurarnos de Antes q~e nada, tenemos que saber qué tipo de barco conviene a
que encontraremos los víveres necesarios; que será fácil transportar el nuestro estilo de crucero:
material a bordo y, por último, que podremos volver fácilmente des- • un barco "marinero", evidentemente, es decir resistente, bien
pués de realizar las primeras pruebas en la mar para acabar de comple- protegido, con una jarcia robusta; un barco potente, capaz de ganar
tar el armamento. si es necesario. barlovento con tiempo duro (fuerza 7 por lo menos) sin que todo, a
Sin duda, en Perros y Paimpol podremos realizar un aprovisiona- bordo, se ponga irremediablemente empapado. Una colchoneta bien
miento completo, y en buenas condiciones, pero no es posible entrar seca es un elemento de seguridad innegable;
en estos puertos en cualquier momento. Sí podremos entrar en Lézar- • un barco con poco calado y que se pueda varar con facilidad,
drieux, pero el aprovisionamiento quizás sea algo escaso. Tréguier es
una ciudad agradable, pero la entrada del rio es un lugar delicado, muy
poco indicado para realizar las primeras pruebas. Lo mejor será elegir
entre Perros y Paimpol.
Paisajes del Norte d e Bre taña: puesto que hemos decidido que ¡vamos a visitar todos los rincones de
1. El faro de la is la de l ouet e n la bahia la costa! Un derivador lastrado nos vendría estupendamente;
de Moralix. • ¿qué tamaño deberá tener el barco? Deberá poder garantizarnos
2. Navegación por libre bordeando e l la autonomía que deseamos para hacer etapas que no tengan que fina-
gran ca nal del Trie ux. lizar forzosamente al acabar el día . Debe ser lo suficientemente amplio
3. Marea baja a l Sur de Bré hat . y estar bien equipado para poder cocinar en la mar, hacer la navega-
4. Entre las rocas. ción en buenas condiciones y, sobre todo. poder descansar de verdad:
5. Tonic 23 navegando e n la bah ia de que dos o tres tripulantes puedan dormir mientras los demás están de
Sa int· Brieuc. guardia.
Al mismo tiempo, no debe ser demasiado grande, por diversa s ra -
zones, En primer lugar, cuanto más grande sea, más caro será. Y si
es demasiado grande, no podremos fondear en todos 105 fondeade-
ros exterio res que queramos. Si, para hacer las maniobras, es nece-
sario contar con toda la tripulación, no podremos planear etapas
muy largas ..
Asimismo, se trata de averiguar si estamos preparados para hacer
concesiones a la incomodidad. Cinco personas pueden vivir muy bien
en un barco de menos de ocho metros, y no es necesario que la altura
de los baos sea muy grande, si la artrosis todavía no ha hecho estragos
entre nosotros.
El material necesario
¿ Qué categoría de navegación debemos elegir para cumplir nuestro
"programa"? La 4. a categor ía nos permite alej arnos hasta 20 millas de
un resguardo, la 3. a categoría, hasta 60 millas*. Midiendo las distan-
cias en la carta, vemos que el material de armamento de la 4. a catego-
ría es suficiente como para llegar a Jersey si zarpamos de Saint-Malo
(contando con el posible resguardo de las islas Chausey durante la tra-
vesía), y que no lo es saliendo desde Paimpol. .. Categorías e y B en España.
Debemos tomar una decisión. De todas formas, el " material regla- (N. de la T.J
mentaría" difiere muy poco de una categoría a otra. Lo que importa l a balsa salv avidas
realmente es conocer con exactitud la calidad de dicho material. Mu- ¿Podrían proporcionarnos un barco insumergible?
chas veces el encargado del alquiler nos dice, como de pasada, que el Si no tienen, ¿podríamos disponer de una lancha de IV clase (aun-
barco dispone del "material obligatorio para su categoría". Pero, debe- que naveguemos en 4. a categoría)?
mos saber algo más y pedir una lista detallada con una descripción so- Si tenemos que conformarnos con una balsa de V clase, ¿sería posi-
bre el material. Cuando menciona el compás, ¿a qué tipo de compás se ble ver una desplegada? En caso contrario, ¿podrían decirnos qué mo-
refiere? El juego de velas ¿ incluye realmente un génova, foque 1, fo- delo es, para que podamos ver una igual en el concesionario de la
que 2 y tormentín? Asimismo, en lo que respecta a la seguridad, el ma- marca?
terial obligatorio no nos parece realmente suficiente; antes de firmar el
contrato, es deseable que lleguemos a un acuerdo sobre algunos pun- El bote au xili ar
tos esenciales. En caso de que no podamos disponer de una lancha de IV clase, nos
hará falta un bote auxiliar. Deberá ser lo suficientemente marinero (con
los fondeos un fuelle cómodo y pagayas resistentes) como para que tres personas
El fondeo único, obligatorio en barcos de menos de 9 metros (un ancla puedan ir a llevar un fondeo con mal tiempo.
de 10 kg, Y 8 metros de cadena de 8 y un cable de 14, todo de una Evidentemente, estas necesidades pueden incrementar el coste y
longitud igual a cinco veces la eslora del barco) es probablemente un es lógico. Pero sin duda, podremos ahorrarnos dinero en lo que res-
poco escaso. Por un lado, porque es el único fondeo y puede ocurrir pecta al motor, porque no nos parece algo indispensable para nues-
que lo perdamos. Y por otro, porque nos parece algo corto y en ese ca- tros planes.
so tendremos que fondear en lugares donde hay de 6 a 10 metros de
agua en bajamar, es decir de 15 a 20 metros en pleamar.
La solución consiste quizás en llevar a bordo todo lo necesario para LOS PREPARATIVOS
hacer un segundo fondeo, o para alargar el primero, es decir otra ancla
de 10 kg, Y un cabo de 100 metros con algunos metros de cadena. Mientras esperamos para ver el barco de cerca, vamos a ocuparnos de
Una pequeña ancla de emergencia y un cabo ligero de 100 metros nosotros. Hay dos cuestiones fundamentales : ¿Qué nos vamos a po-
no nos vendrían mal, para poder fondear en alta mar, si es preciso, con ner? ¿Qué vamos a comer?
calma chicha.
El saco del marinero
los chaleco s En la mar, sin lugar a dudas podemos llevar conjuntos de última moda,
Nos parece indispensable disponer de chalecos con arnés incorporado y si lo que queremos es marcar la distancia a la que estamos de la civiliza-
de talla única: son los únicos que nos ofrecen todas las garantías que ción. Pero, desgraciadamente, para eso tendríamos que llevar un mon-
necesitamos. tón de prendas inútiles y quizás olvidarnos de lo principal, que es poder
(En realidad, si vamos a seguir navegando en barcos de alquiler, sin disponer de lo necesario pa ra protegernos del frío y de la humedad, y a
duda acabaremos por comprarnos nuestros propios chalecos, lo cual veces también del calor.
será más seguro. Pero mientras nos planteamos el tema, si Jos chalecos
del barco son igual de buenos o mejores que los nuestros i no vale ·Ia la ropa
pena cargar con ellos!) Lo más sencillo es llevar dos conjuntos completos:
• un conjunto para el frío: pantalón, camisa gruesa, un chandal gor-
Medios para rescartar a un hombre del agua do, calcetines de lana, ropa interior adecuada (resulta útil saber que,
Con el fin de poder aparejar la guindola salvavidas con su luz f lotante, aunque las fibras modernas tienen muchas ventajas, también tienen se-
según la manera indicada en un libro al que tenemos mucho cariño (y rios inconvenientes cuando tenemos que llevarlas mojadas mucho
que cuesta poco), nos gustaría poder disponer de una guindola con an- tiempo, por ejemplo en una balsa salvavidas). Únicamente el algodón,
cla flotante con una luz f ija no centelleante, y una rabiza. la pura lana y la pura seda, incluso mojados, no producen irritación);
No d ebe mos conformarnos con los Otra cuestión, ¿es que el barco lleva lo necesario para poder izar a • otro conjunto más ligero: un pantalón largo o corto de Tergal, ca-
chalecos qu e vienen e n el ba rco un hombre a bordo (escala, aparejo o trapa de botavara para hacer de miseta, chandal fino y calcetines de nylon.
alquilado .. apa rejo)?
1 166 El crucero Crucero por la costa 1167
• Por supuesto, un saco de dormir y un bañador. cena, tranquila y abundante si estamos fondeados; y además, las "co-
Lista recordatorio: • Un estuche duro para las gafas. sas de picar" para la noche, si todavía nos pilla navegando ..
• Documentación personal.
• Traje de agua comp le- • Y, para el patrón: un despertador. ¿Cómo organizar todo esto? Sabemos que en la mar existe una rela-
to
ción muy estrecha entre gastronomía y meteorologia, y por lo tanto
. 3ó 4 toallas de felpa La intendencia una total incertidumbre, si no sobre (a calidad de la comida, al menos
• 1 chaquetón para las
guardias Hay quien antes de salir d e crucero, se dedica a consultar grandes sobre la cantidad que hay que llevar. Evidentemente, puesto que va-
obras filosóficas que tratan el espinoso asunto de las relaciones entre mos a realizar un crucero por la costa, si queremos podremos ir com-
• , gorra
• 2 chandals (por lo me- los seres humanos. Nosotros, únicamente diremos que cu ando la gen- prando cosas a diario, pero en ese caso apenas navegaremos. Si no
nos) t e co m e bien, se ll eva b ien . queremos perder el tiempo. y si estamos haciendo un crucero, por
• 2 camisas ejemplo, de dos semanas, una solución muy cómoda consiste en dividir
. 2panta lones Sin embargo, no debemos tomar el tema a broma: la cuestión de 105 el tiempo en tres "etapas" de cuatro días. Al principio se hacen 105 me-
•
, panta ló n corto víveres al comenzar el crucero debe tratarse de un modo absolutamen- nús para las dos primeras etapas y se compra:
•
Ropa interior te serio y en sesión plenaria. Antes, debemos saber lo que le gusta a • todo lo necesario para la primera etapa: los productos frescos y lo
•
Pañuelos cada uno y lo que no pueden ni ver. Después, hay que hacer 105 me- que podriamos llamar los "productos básicos": legumbres, conservas,
•
Bañador nús, pues hacer la compra sin una idea previa es cometer el peor de 105 condimentos y bebidas de todo tipo;
. 3 pares de calcetines
errores. • los productos básicos para la segunda etapa.
• Pijama
• Saco de dormir ¿ Cómo podemos hacernos una idea del número y del volumen de Así tendremos provisiones siempre: si hace buen tiempo, devorare-
• Bolsa de aseo las comidas que vamos a hacer? En la mar, no sucede lo mismo que en mos todos los productos de la primera etapa, y los productos básicos
• Botiquín personal tierra: es raro que hagamos comidas copiosas mientras navegamos, pe- de la segunda tanda nos evitarán que pasemos hambre; y si hace mal
• Navaja ro, como desplegamos una gran actividad física, casi siempre tenemos tiempo, sobrará comida y, al hacer la segunda compra, seguiremos la
• Lint erna estanca hambre. Por este motivo, no planearemos tres comidas, sino cinco o misma norma, para poder disponer de todo lo necesario para la segun-
• Despertador para e l seis. Es muy importante hacer un desayuno abundante; da etapa y de los productos básicos de la tercera. A partir de ese mo-
patrón. después el "bocadillo" de las 10h que sirve para mantener el buen mento ya tendremos práctica y sabremos perfectamente lo que hay
humor y nos permite aguantar hasta mediodía; la comida, más o me- que comprar para aguantar hasta el banquete final.
nos completa según las circunstancias; luego, la merienda (té o café En cuanto a lo que debemos comer y beber, simplemente diremos,
con leche y bizcochos, u otra vez embutido, si somos de pueblo); y la sin querer ofender a 105 especialistas en dietética, que navegando en
crucero la comida debe ser ante todo apetitosa -teniendo cuidado de
que no lo sea demasiado ... Para que el sistema funcione bien, es nece-
sario que alguien se encargue del tema en todo momento. Tarea que
no tiene por qué relegarse a las chicas, como tampoco la cuestión de
cocinar. En realidad, es asombroso lo que son capaces de hacer los chi-
cos en cuanto no se les limita a las ingratas necesidades (ejercer una
profesión, traer dinero a casa ... ) que antes eran sus obligaciones.
(Y, ya que estamos metidos en harina, aún diremos más, pues se
cuenta por ahí que algunos viejos responsables del Centro de Navega-
ción de Glénans, al hacer balance de varias decenas de años de dedica-
ción, comentan por lo bajini que a fin de cuentas a los chicos se les da
muy bien la cocina y que las chicas gobiernan mejor los barcos. Lo cual
es un tema de discusión ideal para las interminables guardias de noche
o para el final de las humeantes tertulias.)
La estiba
l as cenas en e l fondeadero son siempre Ya tenemos el barco. ¡Lo primero que comprobamos es que es dema-
más abundantes. siado pequeño para meter en él todo el material! Y, sin embargo, tie-
1 170 El crucero Crucero por la costa 1 171
ne que entrar. Cada objeto debe ocupar un lugar determinado y no dente se puede volver loco y los bizcochos secos pueden dejar de estar-
hay que sacarlo de ahí más que para utilizarlo, volviendo a ponerlo lo. Como no podemos asegurar que todo va a estar perfectamente cal-
después rápidamente en su sitio. Esto es importantísimo para el buen zado durante quince días, hay que tomar algunas precauciones:
ambiente del crucero: cuando las cosas están ordenadas. la gente • evitar los envases de cristal (como dice Jacqu€s Prevert, es horri-
se lleva bien . ble oir el ruido sordo del bote de mermelada al caer al suelo y rom-
perse ... );
Los víveres • elegir productos cuyo envase sea resistente. Y si éste es sólido,
Se dice siempre que hay que hacer un plan para estibar 105 víve res y no tocarlo. Por ejemplo, no cortar la punta de los tapones de los botes
es una sugerencia muy respetable. Pero, en realidad, no es más que de detergente, pues si lo hacemos el crucero quedará marcado para
un buen deseo. Por lo menos, es conveniente que el encargado de la siempre con el recuerdo del olor dulzón del liquido lavavajillas derra-
intendencia supervise la maniobra y que todos estemos presentes al mado por las sentinas; y para colmo, de color rosa y de los que hacen
colocar los víveres, pues una tripulaci ón es también una memoria co- pompas.
lectiva .. .
Lo ideal es tener cerca de la cocina, es decir del infiernillo, va rios Los objetos personales
armarios, estantes y cajones donde podamos colocar la comi da nece- Respecto a este tema, sólo existe un enemigo: la humedad, y siempre
saria para veinticuatro o cuarenta y ocho horas; es decir, un pequeno la misma solución: repartir los objetos cuanto podamos.
almacén que iremos reaprovisionando después desde otros lugares de Podemos dividir la ropa en tres grupos:
almacenami ento situados debajo de las literas y en las sentinas. Colo- • los trajes de agua, las botas y los chalecos de toda la tripu lación,
caremos en las sentinas todo lo que no importa que se moje (distribu- los guardaremos en un cofre fuera de la cabina;
yendo bien los pesos), es decir las botellas y las latas de conserva. Pe- • la ropa de dormir: el saco y el pijama, los guardaremos enrollados
ro hay que quitar las etiquetas antes de que se despeguen y marcar dentro de una bolsa de plástico y la colocaremos en el fondo de la col-
cada una de ellas, para no equivocarnos y abrir la lata de fabada en el choneta;
desayuno. • la ropa seca la meteremos en una bolsa de plástico, lo ideal es
que tengamos una bolsa por cada prenda de ropa (o una prenda por
En cuanto a lo demás, hay que tener en cuenta dos grandes enemi- bolsa).
gos: la humedad y el balanceo.
Respecto a la humedad, primero debemos señalar que una taquilla Hay que tener en cuenta que la ropa empapada de agua de mar es
tendrá más posibilidades de mantenerse seca cuanto más alejada se muy dificil de secar, pues la sal que contiene atrae la humedad. Es con-
encuentre de los fondos y de la entrada de la cabina; y después, que el veniente aclararla con agua dulce en cuanto podamos. Los enemigos
invento de la industria petrolífera que durante más tiempo permanece- del agua, tendrán un pretexto para ducharse con la ropa puesta.
rá en la memoria de los hombres es la bolsa de plástico. Llevaremos va-
rios rollos de bolsas. Éstas sólo serán realmente eficaces si las enrolla- Nos hacemos cargo del barco
mos sobre si mismas y alrededor del objeto que intentan proteger, y las Todas estas cuestiones domésticas son un latazo. ¡Venga, vámonos! Y
rodeamos con un elástico. aunque nos quede lo principal. es decir comprobar el barco junto con
¿Qué más hay que saber? Que no hay que jugar con las cerillas. Salir todo el material, de hecho pensamos que ya es hora de zarpar. En el
de crucero con dos O tres cajas grandes de cerillas sólo es una incons- fondo ¿qué es lo que nos retiene en el puerto? Sólo nos queda :
ciencia. Lo que necesi tamos son muchas cajitas (veinte por lo menos, • hacer el inventario de a bordo, en compañía de la persona encar-
para un crucero de quince días), repartirlas en va rios lotes y colocarlas gada de alquilar el barco;
en diferentes sitios del barco. Resumiendo, contra la humedad, sólo • comprobar la jarcia; hay que izar hasta el tope del palo al mejor
existe un refrán: divide y vencerás. técnico de la tripul ación para que efectúe una inspección detallada y
verifique que todo está bien fijo, que los pasadores están en buen esta-
y luego está el balanceo. La mejor de las estibas puede resultar una do y que las drizas no se atascan entre la caja y la roldana, etc.;
catástrofe en la mar si no está planeada especialmente en función de la • colocar los objetos personales, porque resulta peligroso zarpar
escora y la contraescora: en un santiamén los productos de babor se con un barco desordenado.
pueden juntar con los de estribor mezclándose en los fondos; el in ten-
1172 El crucero Crucero por la costa 1 1 73
Por lo demás, ¡nos hace falta aire ! Nos largamos. Tampoco necesi-
tamos comprar todas las provisiones: llevaremos únicamente lo que
vayamos a necesitar para las próximas doce o veint icuatro horas. Pues,
evidentemente, se trata de una salida en falso. Vamos a volver. Pero
tenemos que salir de verdad, pues en el puerto, queramos o no, toda-
via no estamos "metidos en harina", no sabemos por dónde hay que
empezar, dudamos. perdemos el tiempo, razonamos con espíritu de
terrícola.
Cuando realmente nos hacemos cargo de un barco es en la
mar, al empezar a navegar.
En ese preciso momento nos despertaremos y recuperaremos nues-
tro sentido marino; podremos comprobar realmente el funcionamiento
de todo el conjunto, descubrir lo que no marcha y lo que necesitamos.
Es una salida que puede durar varias horas, o incluso todo el día, o aún
más tiempo: de hecho no es ninguna tontería pasar la primera noche
en un fondeadero exterior, en las cercanías del puerto, si de verdad
queremos llegar a dominar el tema .
Algunas comprobaciones conciernen a la maniobra del barco y otras
a la seguridad. Pero, en realidad, en esta primera salida vamos a tratar
principalmente el tema de la seguridad. El orden a seguir no importa
mucho, lo principal es no olvidarnos de nada. Es una prueba.
ANTES DE ZARPAR
Intentaremos no perdernos en los prolegómenos: tenemos un barco de
Glénans concebido para navegar en alta mar y con capacidad para em-
barcar de ocho a diez personas. Hay varios miembros del club que es-
tán deseando navegar en él y forman una tripulación. Desde este mo-
mento y hasta la hora de zarpar, la preocupación por conseguir una
autonomía completa va a ser el hilo conductor a lo largo de todas las
etapas necesarias para la preparación del crucero.
Para ser autónomo, en primer lugar es necesario que la tripulación
tenga aptitud suficiente para el programa previsto. Ya hemos analizado
esta noción de aptitud "global" al tratar el crucero por la costa. En este
caso, el principio es el mismo. Pero el nivel es diferente. Cuando se reali-
za una etapa de un día, una reparación puede ser provisional; por el con-
trario, tiene que ser casi definitiva si vamos a estar navegando durante
varios días. En un crucero por la costa, cuando el tiempo es duro, pode-
mos esperar a la tarde para comer; en alta mar, es preferible que alguien
tenga ánimos para cocinar. Al hacer el inventario de las distintas aptitu- A la izquierda, e l material de
des de cada uno de 105 tripulantes ¿existe una solución para todos 105 armamento obligatoriO en
problemas que pueden presentarse? Ésta es la cuestión fundamental. navegaciones de l ' y 2 1 categorias. A la
Si esta aptitud existe, debemos intentar perfeccionarla más tarde, derecha, el faldón de los barco s de vela
documentándonos sobre la zona que vamos a recorrer. Observamos modernos constituye un excelente
que hoy día un club desempeña más o menos el papel que antigua- lugar para estibar e l material de
mente tenía "la tasca del puerto"; es el lugar donde se reúne la gente seg uridad: la baliza Sarsat Caspas
para contar sus batallitas, sus aventuras o sus odiseas.. De este modo y la balsa salvavidas.
Este velero arras tra tra s de sí largas Yen esta ocasión reza remos a nuestro santo patrón: después de ha-
jornada s de preparación, decisiones blar en los anteriores capítulos de los barcos en propiedad y de los bar-
seriame nte reflexionadas, una cos de alquiler, vamos a exponer aquí la vida a bordo de un barco
interminable lista de pequeño s deta lles grande, según la modalidad que hemos experimentado: la de un barco
solucionados minuciosamente ... Éste perteneciente a un club. En la actualidad, para gente con pocos ingre-
es e l precio de la navegación de altura. sos ésta es una de las pocas maneras de poder navegar en alta mar.
Hay que ser millonario para poder compra rse un gran crucero y para
mantenerlo. También podemos alquilar uno, pero incluso la mejor
agencia de alquiler sólo pod rá proporcionarnos lo que tiene: material.
Habría que reunir una tripulación suficiente y competente formada por
gente que se ll eve bien, que esté verdaderamente decidida a realizar un
crucero "fuerte" -iY que no se raje en el último momento! Un club nos
ofrece al mismo tiempo la organización y el potencial humano necesa-
Cruc e ro de altura 1 1 79
1178 El cru ce ro
las pilot charts de la Oceanographic
logramos recoger gran can tidad de información inédita de alguien que
Office americana (página de al Iado)
ya ha realizado el crucero que estamos planeando: estos Derroteros
cubren extensas zonas (ha V cuatro pa ra
orales son enormemen te valiosos puesto que revelan una misma visión
todo el globol . Realizadas a partir de
de los hechos e incluyen indicaciones perfectamente adaptadas que no
estadísticas mensuales (hay por lo
podríamos encontrar en las publicaciones oficiales.
tanto doce cartas por zona, una por
No obstante, debemos comprarlas y estudiarlas,
cada mes del añal, proporcionan
l as publicaciones, el Derrotero y las cartas "necesarias para la trave·
múltiples datos como los qu e
sía prevista" - como dice el legislador- a las que resulta conveniente
indicamos a continuación :
añadir las publicaciones necesarias para arribar a un puerto refugio en
el transcurso de la travesía, si la ocasión lo requiere; publicaciones es-
pecíficas sobre navegación en alta mar; publicaciones sobre radioseña·
les, almanaques náuticos; pilots charts americanas, si planeamos reali·
zar una travesía considerable. El barco debe estar equipado para una
categoria especifica de navegación:
2.a categoria, si el barco no se va a alejar más de 200 millas de un
Vi e ntos medios en el lugar s eña lado. la
resguardo;
flecha indica la dirección; s u longitud,
1.a categoría si vamos a ir más lejos'" .
frecuencia; las barbas, su fuerza en
Deberá llevar el equipo de navegación necesario: radiogoniómetro,
grados Beaufort; el numero del centro,
navegador por satélite, sextante, sonda, etc. Exist en también otros ins·
es el porcentaje de calmas o de vientos
trumentos más sofisticados, como los lectores electrónicos de cartas o
flojo s.
radares, pero ipasaremos de ellos! Aunque bien podemos tratar de ha-
cernos con un receptor Navtex que nos proporciona, si se lo pedimos,
previsiones meteorológicas para alta mar y facsímiles de cartas meteo-
rológicas: irealmente resulta fascinante tener ante nosotros una expli-
Recorrido del centro de la s borrascas
cación cla ra sobre lo que está pasando en ese mismo instante sobre
qu e han originado los mayores
nuestras cabezas! t emporales de los últimos a ños, con s u
En lo que respecta a la seguridad, podemos equipar el barco con
situación a las O h del día señalado (7).
una baliza de socorro (INMARsAT) para que est é controlado y localiza-
do por satélite en caso de problema; si no queremos hacer un gasto
tan grande, podemos (y debemos) contar con un corresponsal en tie-
rra, que resulta mas barato. bte debera ser alguien del club que esté
Dirección de la corriente ge neral y su
acostumbrado a navegar en alta mar.
velocidad en nudos; el trazo continuo
Sólo nos queda por hacer la bolsa; ésta no es muy diferente de la
s ignifica que la indicación só lo e st á
que llevábamos para el crucero por la costa; únicamente introducimos
basada en un pequeño núm ero de
algún matiz distin to según la latitud hasta la que tenemos previsto lle-
mediciones.
gar. La aventura no empieza realmente hasta que llegamos al puerto y
después de recorrer los muelles mirando los barcos, descubrimos por 44S
fin el nuestro y saltamos a cubierta. ~
Ruta s maritima s con indicación de las
dis tancias de punto a punto.
Nos hacemos cargo del barco
El barco acaba de termi nar un crucero. Lo cogemos en un momento
determinado de su vida y, para empezar, es conveniente que conozca- Estas cartas se actua lizan todos los
años. Es convenie nte solicitarlas con
bastante tiempo de antelación.
* En España categoria A. (N. de la T.)
1180 El crucero Crucero de altura 1181
mos SU pasado. Con este motivo, es necesario que exista a bordo una haremos?" Debemos poder contar siempre con una respuesta : o bien
especie de "historia médica" -que a veces se llama "cuaderno de en- podemos arreglarla, o podemos cambiarla, o sustituir una pieza por
trega de poderes"- en el que los sucesivos patrones han ido anotando otra . Vamos a poner algunos ejemplos de lo que ocurriría en distintas
día tras día las averías sufridas, las reparaciones efectuadas -y si es ne- materias.
cesario, la explicación de trucos difíciles ~ detectar y de anomalías que Jarcia. Si la driza de la mayor se rompe, ¿qué haremos? ¿Somos ca-
no son tales (la caña está un poco dura, pero es normal pues acaban paces de arreglarla? ¿Sabríamos hacer un ayuste textil-acero? ¿Tenemos
de cambiar los herrajes). Lo ideal, evidentemente, es que el patrón an- el material necesario para hacerlo? En el caso de que no podamos arre-
terior todavía esté en el barco; de ese modo la entrega de poderes sería glarla, ¿podemos cambiarla y subir al palo para volver a pasar la nueva
más real. A falta de eso, una simple llamada telefónica puede resultar driza por dentro? Si fuese necesario ¿podemos sustituir el amantillo?
muy útil. De todas formas echaremos un vistazo al cuaderno. Para em- Velas. Si se rompe un foque, ¿qué podemos hacer? Evidentemente
Inspeccionando la jarcia.
pezar, nuestros ilustres antecesores han dejado todo impecable; aun- podemos cambiarlo por otro, mayor o más pequeño. Pero, ¿qué ocurri-
que quizás haya algunos problemas pendientes que habrá que solucio- ría si se rompiese el tormentín? Hay que estar seguros del tormentín o
nar. De ahora en adelante, le toca a la nueva tripulación escribir la con- bien ser capaces de repararlo. ¿Tenemos tela, hilo e instrumentos?
tinuación de la historia. Acastillaje. Si se estropea un güinche. ¿Sabemos cómo funciona por
Para hacerse cargo del barco, existen diferentes formas de actuar. dentro? ¿Somos capaces de cambiar una pieza? En caso negativo, ¿po-
Algunos patrones quieren inspeccionar todo a bordo, y ponerlo a pun- demos pasar un reenvío a otro güinche? ¿O bien poner un aparejo para
to antes de la primera salida. En ese momento la tripulación se reparte reemplazarlo? ¿Tenemos las poleas necesarias? ¿Sabemos montarlas?
en varios equipos, uno se encarga de las provisiones, otro de inspeccio- ¿Sabríamos cómo fijar un aparejo correctamente sobre la escota?
nar minuciosamente el barco y otro se ocupa de realizar las reparacio- Casco. ¿Qué haríamos si se produce una vía de agua? ¿Tenemos las
nes necesarias. Después, se organiza una visita colectiva a bordo para maderas necesarias para repararla? Si fuese preciso ¿podríamos utilizar
que todos puedan familiarizarse con el material, y después zarpan para el suelo o las colchonetas? ¿Tenemos lo necesario para trabajar: herra-
comprobar que todo funciona. míentas, clavos? Y quizás tengamos que trabajar por fuera: no seria
Pero también podemos actuar tal y como hemos mencionado en el ninguna tontería que lleváramos unas gafas y tubo de bucear.
capítulo anterior al tratar el crucero por la costa: debemos zarpar lo an- y ¿qué ocurriría si perdiéramos el panel que cierra el tambucho? Se-
tes posible y hacernos cargo del barco en la mar. Puesto que el barco ria gravísimo, pues es una pieza única. No debemos perderlo y por este
ha estado navegando la víspera j lo normal es que siga haciéndolo du- motivo tenemos que fijarlo firmemente.
rante las próximas veinticuatro horas! Revisamos la jarcia, embarcamos
provisiones para unas cuantas comidas y nos vamos.
El agua
Vamos a empezar por el agua que es una cuestión fundamental en alta
mar; si es preciso podremos pasar sin comer durante algún tiempo, pe-
El Antin éa " un Feeling 1080. ra no se puede vivir sin beber. Firs t 42.
Las provisiones
En el transcurso de esta primera salida, no sólo debemos ocuparnos del
barco y del material correspondiente. También hablaremos de la comi-
da, la bebida y el combustible, y hacer listas de todo, con el fin de no
la Sereine. perder el tiempo cuando volvamos a puerto.
1 184 El crucero Crucero de altura 1185
La cantidad minima que hay que prever es del orden de 1,5 litros es contentar a todos. Al informarnos sobre 105 gustos de cada uno, la
por persona y dia, y calcularla en función de la duración más larga posi- única solución segura que existe, tanto en este tipo de crucero como
ble de la travesía. Se trata ciertamente del mínimo estricto, que no será en crucero por la costa, es confeccionar menús para la duración total
suficiente más que imponiendo una rigurosa disciplina. de la travesía. Hay que hacer gala de un mínimo sentido común y no
El aseo personal y la limpieza de platos y cacharros se hará, eviden- embarcar demasiados alimentos perecederos, que no llegaremos a con-
temente, con agua de mar. En cierta medida, también podemos utili- sumir an tes de que hayan caducado ..
zarla para cocinar: la olla a presión es un utensilio indispensable para l a conservación de los alimentos a bordo es un asunto fundamental,
todo lo que se cuece al vapor. También la usaremos cuando emplee- sobre el que volveremos a hablar cuando estemos navegando. De mo-
mos agua salada para cocer los alimentos, en la proporción de un cuar- mento, podemos señalar que, en principio, esta conservación depende Después de varios dias en el mar, el
to a un tercio (lo cual nos evitará echar sal). Hay que tener en cuenta de la calidad de los envases. Y hay que tenerlo en cuenta a la hora de barco y la tripulación cogen el ritmo.
todo esto a la hora de elegir la comida: las patatas y el arroz pueden hacer las compras. Suelen dar buen resultado las bolsas de plástico y
hervirse al vapor, pero no las pastas; los alimentos que vengan ya con las cajas cerradas herméticamente.
sal no pueden cocerSe con agua de mar .. El petróleo, las pilas, la gasolina, el gas, las cerillas ¿ llevamos todo'
En el transcurso de la travesía, debemos saber permanentemente el ¿Lleva cada uno su propio botiquín personal? Habrá un botiquín de ur-
agua de que disponemos y el número de millas que nos quedan por re- gencia a bordo del barco, pero es algo escaso para las necesidades de
correr: restringiremos su consumo en el caso de que el barco disminuya toda la tripulación. Puesto que cada uno conoce sus puntos débiles,
su velocidad, y por el contrario abriremos un poco la mano si vamos deberá llevar lo que pueda necesitar.
más rápido de lo previsto. i Poner las últimas gotas de agua en el anís Una vez de vuelta en el muelle, todos saldremos pitando. Habrá idas
de la llegada será una muestra de que hemos administrado perfecta- y venidas alocadas, despuéS de las cuales todavía tendremos que colo-
mente nuestras existencias! car todo a bordo. Puede ser útil nombrar un intendente -que en este
Pero estas sensatas normas no tendrán ningún sentido si antes no caso deberíamos llamar administrador- para ordenarlo todo. Un telefo-
tomamos las precauciones elementales para que el agua embarcada se nazo al corresponsal en tierra, y por fin podemos largar amarras.
mantenga potable y lo siga estando durante toda la travesia.
Antes de llenar los recipientes tenemos que aclararlos cuidadosa-
mente con un producto desinfectante (se vende en las tiendas de efec- VIVIR EN LA MAR
tos navales), y si utilizamos recipientes (cubas o bidones) conviene acla-
rarlos con agua y lejía . Hay que poner el máximo cuidado al trasvasarla Después del gran nerviosismo de los preparativos, de repente llega la
y probar el agua una vez embarcada. El menor descuido puede resultar calma, una especie de vacío enorme: ya casi no queda nada por hacer,
catastrófico: por ejemplo, si los llenamos con un embudo que antes he- más que gobernar el barco hacia un punto de destino que de momen-
mos utilizado para trasvasar petróleo .. to, nos parece bastante irreal. Es el pequeño malestar del comienzo de
Es conveniente fraccionar en lo posible las reservas de agua y dispo- las travesías; mientras la tierra se va alejando, todavía estamos ligados a
ner de varios depósitos mejor que de uno sólo: esto nos evitará una ella por toda clase de lazos invisibles y de costumbres que vamos a te-
eventual contaminación general en caso de falsa maniobra. De todas ner que ir rompiendo una a una. Vivíamos en un mundo estable. Vivir
formas, hay que contar también con uno o varios bidones (llenos en en seco era lo natural. La noche estaba hecha para dormir. Disponía-
sus tres cuartas partes para que puedan flotar) y que podremos llevar- mos de cierto espacio vital. Ahora todo se mueve, todo lo que no está
nos en caso de naufragio. sujeto se cae y va a parar al fondo del barco o a los lados; estamos ro-
deados de una enorme masa de agua; es un agua muy húmeda que va
las provisiones a empezar a entrar por todas partes si no tenemos cuidado. la próxima
Cada uno de nosotros tiene alguna idea sobre lo que hay que comer noche aún estaremos aquí, pues tenemos que seguir navegando. Y
en la mar. Algunos se dedican a embarcar una cantidad adecuada de ahora llega el momento más sorprendente: al mismo tiempo que tene-
hidratos de carbono, grasas y proteinas. Otros se ponen bajo la protec- mos una inmensidad como marco de vida, estamos amon tonados unos
A la estiba de los víveres al comienzo ción de San Emiliano y hay incluso quien se niega a zarpar si no se in- sobre otros dentro de un espacio estrecho y limitado.
del crucero: una operación importante cluye en cada comida una sopa (las sopas instantáneas que viener. en En fin que i nos van a dar por todos lados! Al principio disponemos
para el correcto desarrollo de la futura bolsitas individuales afortunadamente han resuelto este grave proble- de un cierto capital de vigor físico, de paciencia y de buen humor que
navegación. ma). Nosotros tenemos nuestra propia opinión al respecto: lo principal corre el peligro de irse agotando rápidamente. Para mantenerlo, hay
Crucero de altura 1 1 87
1186 El crucero
Gtenans.
-
en negrita, periodos elevación méxima Si el despertar espontáneo tiene
Dur an te un crucero de altura de favorables de sueno lugar en los minutos que preceden
quince días, lo ideal es poder mantener personas Hde manana
H
períodos de sueño para cada tripu lan - Pues éste probablemente se ría inte- tarde ni de mañana se encarga del resto del tiempo.
37
te, por la noche y después de co mer. / rrumpido bruscamente po r las lla -
/
Según las cu r vas d e t empe ratura ,
podemos distinguir dos perfiles de dur-
mientes:
36,5
36
..
<V
/
/
/ madas cada vez má s persuasiva s
de los tripulantes de la guardia an -
terior. Este despertar forzado puede
Turnos al ritmo del reloj biológico
apreciada aunque no s ea
viene que ni pintado para crear ambiente y hasta el mediodía hay un
verdaderam ente cómoda.
1 192 El crucero Crucero de altura 1 193
Pero, sobre todo no hay que resignarse: cada punto ganado es una v ictor ia en este confuso La comida
combate. tste es un tema muy amplio ... y serio. En la Marina, las comidas de la
Vale más marearnos y actuar a tiempo, que dejar que el contrincante nos aventaje y des- tripulación se realizan siguiendo un ritual, cuando no un auténtico
pués encontrarnos enfermos co mo animales en la madriguera, iY empapados en un líquido ceremonial, con el buey adobado el miércoles, el pollo con patatas
helado! fritas el jueves, la limpieza semanal de metales de la campana, el ser-
1194 El crucero
Crucero de altura 1 195
entreacto, donde no paramos de tomar bombones, caramelos, pa- los glúcidos rápidos y los glúcidos lentos. Los primeros pasan enseguida
sas, chocolatinas, chupa-chups, nueces, avellanas, cacahuetes y al- azúcares lentos
a la sangre, originando un rápido aumento de la tasa de azúcar que la
mendras. insulina convierte pronto a un índice normal, es decir inferior, transfor-
mándolos en grasas. Resultado: no aprovechamos estos alimentos y en-
seguida notamos una sensación de hambre. Asimismo, nos hacen en-
Alimentarse gordar.
La nutrición intuitiva que acabamos de mencionar (algunos marinos la Los segundos penetran lentamente en la sangre y la variación de la
denominan "la manduca") es sin duda una manera agradable de ali- tasa de azúcar es muy pequeña. Segregamos poca insulina y la canti-
mentarse en el barco. Pero también podemos contemplar las cosas de dad de grasas que almacenamos es insignificante. Como resultado,
modo más riguroso. Las experiencias llevadas a cabo en ciertas regatas aprovechamos plenamente los alimentos, no tenemos hambre entre las
de altura, han demostrado que a menudo se subestima el gasto ener- comidas y sobre todo. no engordamos. chocolate sin leche
gético de los navegantes y que éste se compensa deficientemente con • Los lipidos o grasas proporcionan también, ademas de su aporte
los alimentos consumidos. mermelada sin azúcar
energético, vitaminas y ácidos grasos esenciales. Es mejor tomar gra-
Por medio del siguiente análisis vamos a tratar el amplio campo de la sas vegetales (aceite de oliva) más sanas y de una mejor asimilación fruta fresca
nutrición en la mar, así como a intentar obtener datos útiles para esta- puesto que son líquidas. Un tripulante normal, de 75 kg, contiene
blecer raciones alimentarias que eviten el cansancio y "desfallecimien- aproximadamente 15 kg de grasa almacenada bajo la piel. Estos lentejas
to" que podrian ser causa de dificultades físicas que afectaran a la se- 15 kg representan unas 140.000 calorías de reserva. Con un stock
guridad de la tripulación o a la del barco. iudlas
como éste, ¡estaremos preparados para lo que sea! Un patrón avispa-
do y sin escrúpulos, podrá ordenarle varios cambios de foque sin que zumos de frutas
Reparto de las necesidades energéticas proteste. naturales
normales del adulto • Los prótidos, indispensables para la formación de la materia viva,
pan integral
El papel principal de la alimentación es el de proporcionar energía al or- proporcionan ciertas sustancias que el organismo es incapaz de sinteti-
ganismo y garantizar el mantenimiento de su integridad. Esta energía zar (aminoácidos). Se encuentran en las carnes blancas o rojas, el pes- pastas refinadas
es aportada por diferentes nutrientes: los glúcidos, los lípidos y las pro- cado, los productos lácteos y los huevos (sobre todo en la yema), y
teínas. Para funcionar, el organismo también necesita vitaminas, sales también en los vegetales como la soja, las almendras, avellanas, los ce- pl~tanos
minerales, aligo-elementos y fibras, en cantidad suficiente. El agua, reales y las legumbres.
también es un elemento indispensable. El papel de las proteínas es sustituir aquellas que están destrui- mafz
das. Las proteínas de origen animal son las más parecidas a las pro-
galletas
Los nutrientes: glúcidos, lípidos y prótidos teínas humanas (lo ideal es ingerir proteínas humanas, pero su con-
A igual cantidad, los nutrientes no proporcionan al organismo la misma sumo es poco frecuente, excepto en algunos lugares lejanos en los pan blanco
cantidad de energía. Es decir: que fondear y pasearse en tierra ¡son actividades totalmente desa-
• 1 g de glúcidos proporciona 4 calorías; consejadas!). azúcar
• 1 g de lipidos proporciona 9 calorías;
zanahoria
• 1 g de prótidos proporciona 4 calorías. Las vitam inas
Se considera que una ración alimentaria es equilibrada cuando cons- • Vitamina C: las necesidades de vitamina e del organismo son rela- puré de patata
ta de un 55% de glúcidos o hidratos de carbono, un 30% de lípidos y tivamente grandes, de 100 a 300 gramos al día, según el tipo de es-
un 15% de prótidos. Cada uno de estos elementos desempeña un pa- fuerzo que realicemos. Se encuentran en las verduras y frutas frescas glucosa
pel concreto en el organismo. Realizando una comparación algo aven- (perejil, pimiento, kiwi), pero al cocerlas se destruye más del 50% de la
turada, pero muy oportuna, podemos decir que los prótidos correspon- misma.
azúcares ni pidos
den a la estructura del barco, los glúcidos al combustible del motor Teniendo en cuenta las dificultades de mantenimiento y preparación
principal y los lípidos a la vela de emergencia. de los alimentos a bordo del barco, es conveniente incluir en la lista de
• Los glúcidos o hidratos de carbono, son el combustible principal la compra unos cuantos frascos de vitamina e en comprimidos (1 com-
del organismo. Se almacenan en forma de glucógeno (para las necesi- primido 2 veces al día, por ejemplo, distanciándolos de las horas de
dades energéticas inmediatas) y de grasas (para la energía en reserva). sueño). La carencia de vitamina e afecta negativamente a la buena for-
Dentro de este grupo, rico en alimentos apetitosos, hay que distinguir ma física, a la resistencia a las agresiones y a la fatiga, así como a la lu-
Crucero de altura 1 199
1198 El crucero
~ Ejemplos
Beber mucho
de m e n ú S En un barco. la pérdida de liquidas aumenta de modo anormal debido
a la exposición al viento, al solo al hecho de realizar una actividad física
intensa.
Menú de 3.000 calorias Menú de 4.500 calorias
Se suele decir que hay que beber un centímetro cúbico de agua por
(menú de buen (menú de mal
caloría ingerida. Por lo que, a 3.000 calorías corresponderían 3 litros de
tiempo con calor) tiempo con frío)
agua (conteni da en los alimentos y en las bebidas). Si sabemos que los
alimentos contienen por lo menos un 65% de agua, podemos estable-
Desayuno Desayuno
cer que el aporte en agua de bebidas debe ser de unos 2 litros por
Té o café Té o café
3.000 calorias y de 3 litros por 4.500 calorías.
Pan , mantequi ll a, mermelada Pan, mantequilla, m ermel ada
Cereales, leche Huevos con bacon
Cereales, leche
Los alimentos mejor adaptados a la vida en la mar
• Los alimentos frescos: cuando zarpamos para un período largo, el
Comida Comida problema de la conservación de la comida a bordo nos parece tan difí-
Ensa lada mixta Ensalada mixta cil, que frecuentemente apostamos por "lo seguro": arroz, pastas, puré
Carne y pasta Carne + féculas de patata en copos, etc. Y, sin embargo, es posible no renu nciar a la
Fruta Que so frescura y a la variedad; ¡esta ocasión puede servir precisamente para
Pan Fruta replantearnos nuestros hábitos ciudadanos y liberarnos de las comidas
Pan "envasadas y listas para comer", ¡y poner un poco de imaginación!
Aquí van algunas sugerencias para orientaros:
Merienda Merienda • La carne. Pasados los primeros días, hay que empezar a usar el
Té lig ero o zu mo de frutas Té ligero o zumo de fruta s abrelatas. Sin embargo, el bacon y el jamón crudo. colgados a bordo
Galletas Frutos secos en un lugar ventilado, no cogen moho. La carne fresca de cerdo, corta-
Galletas da en lonchas y cubierta de sal gorda, si la guardamos en una lata her-
mética, puede conservarse muy bien durante más de un año.
Cena Cena • El pescado . Limpio, lavado y seco, conservado en vinagre, se
Sopa Sopa mantiene durante bastante tiempo. ¿ Qué pasaría si pescamos un atún
Pesca do co n arroz Pescado con patatas de 20 kilos. por ejemplo 7
Yogur Que so Algunos no dudan en almacenar a bordo, botes de cristal, para ha-
Pan Ga llegas cer conservas en la olla a presión. Incluso podemos llevárnoslas a casa a
Pan la vuelta, para el invierno.
• Las legumbres y la fruta . Coles, zanahorias. cebollas, nabos, pa-
Comida por la noche Comida por la noche tatas, pomelos, plátanos y limones se conservan estupendamente si no
Barrita de cerea les Sopa los amontonamos y los estibamos bien, revisando la " frutería" a diario
Chocolate Barrita de cereales para quitar las piezas que estén dudosas.
Chocolate • Los quesos. El único secreto está en su envase: no hay que guar-
Frutos secos darlos en plástico ni en papel de aluminio, sino en papel con parafina.
Hay que repartirlos en lotes para evitar riesgos.
• La mantequilla . Incluso en el trópico, no se estropea si la guar-
En el menú de m al tiempo co n frío, el aporte calórico adicio- damos en un bote con agua, que esté siempre envuelto en una bayeta
nal proviene de un aum ento de la ración de glúcidos, y sobre húmeda y lo mantenemos en un lugar fresco.
todo, de lípidas. De es te m o do, e/ aporte respeta e/ equilibrio
entre los diferentes nutrientes favoreciendo un gasto energé- Aún podríamos seguir y decidir alimentarnos embarcando maíz, tri-
tico g /aba/m ente e/evado. go, centeno, avena, esos granos de cereales que i apenas sabemos có-
mo utilizar! La soja germina muy bien si le dedicamos algunos cuidados
Crucero de altura 1 2 O3
12 O 2 El crucero
~ Valores
Observaciones
• El bicarbonato sustituye con venta ja a la levadura. Pues
energéticos la levadura normal no se conserva y con la levadura química
sa le un a masa demasiado dura.
Tipo de Peso índice • Podemos hacer el pan en la olla a presión. Aunque lo
Glúcidos Lipidos Prótidos Calorías ideal, por supuesto, es el horno ...
alimento la ración glucémico
• Podemos hacer variaciones utili za ndo harina integral (1/3
de harina integral , 2/3 de harina de trigal. pasas, etc.
Pastas y
arroz hervido 100 9 23 9 0,5 9 3g 105 70
Patatas • Las latas autocalentables: suelen ser platos con salsa. lo que hace
al vapor 100 9 20 9 0,1 9 1,5 9 86 70 que se puedan digerir bastante bien . La lata está rodeada de un envase
que contiene dos sustancias que se mezclan en el momento en que la
Puré
abrimos, originando una reacción química que desprende calor.
instantáneo 100 9 12 9 0,6 9 1,7 9 55 95
Pan norma l 100 9 55 9 19 79 257 90 • Los alimentos liofilizados: la liofilización consiste en la extracción
del agua contenida en los alimentos por sublimación a baja temperatu-
Pan integral 100 9 50 9 19 7,5 9 239 50
ra y en el vacío. Los alimentos se mantienen así en condiciones muy
Corn flakes 100 9 85 9 1,5 9 8,5 9 388 85 buenas, con la enorme ventaja del peso (más del 70%) ya que sólo se
transporta la parte nutritiva de los alimentos. Únicamente las vitaminas
Muesli 100 9 66 9 7,5 9 13 9 383 50
volátiles sufren una pérdida sustancial.
Copos de Se pueden liofilizar productos cocidos o crudos (verduras o frutas).
avena 100 9 67 9 7,5 9 14 9 391 50
Los platos cocinados son muy prácticos. Basta con introducir la ra-
Legumbres ción en agua de 10 a 15 minutos según el plato, para obtener un pro-
secas cocidas 100 9 17g 0,5 9 7g 101 30 ducto que sólo tiene que calentarse .
1204 El crucero Crucero de altura 1205
Este procedimiento se realiza sin agentes conservantes ni aditivos, verlas a izar de vez en cuando para asegurarnos que no hay nada atas-
siendo la duración de conservación superior a 2 años. cado y para cambiar el punto de trabajo de la driza. Asimismo, es una
buena costumbre inspeccionar la jarcia todas las mañanas con unos
• Los alimentos deshidratados: esta técnica se utiliza normalmente prismáticos, y no está prohibido, los días que hace bueno, ir a dar un
en la fabricación de purés instantáneos. La extracción del agua se lleva paseo por la arboladura: ¡sólo para cambiar un poco! Siempre hay una
a cabo en un túnel de aire caliente (entre 25 Y 50°). El ca lor orig ina una polea que engrasar, una driza que reenviar, un falcaceado por hacer o
alteración de las vitaminas y minerales mayor que con la liofilización. En una costura que repasar. Para mantener el barco en buen estado, es
un barco, los alimentos deshidratados deben considerarse como ingre- necesario que un quinto miembro de la tripulación dedique, como me-
dientes complementarios para incluir en la preparación de platos más dia, una hora cada veinticuatro de navegación a trabajos de manteni-
elaborados. miento. Entre el aperitivo y la comida, y la merienda y la cena, pode-
mos hacer todo el ruido que queramos: es el momento que hay que
aprovechar .. .
Limpieza y mantenimiento
Con tanto comer, todo se ensucia. Las operaciones de limpieza, entre
las que está lavar los platos, deben repetirse tres veces al día: es la úni- Navegar
ca manera de vivir en un barco limpio y que no huela mal. No se trata Incluso podríamos olvidarnos, poco a poco, que nos dirigimos hacia un
de limpiar todo a fondo diariamente, sino sólo la cubierta y el suelo de- lugar determinado, si cada día no realizásemos unos cuantos ritos con-
bajo de la cabina. Lo demás, podemos ir limpiándolo poco a poco, re- cretos relacionados con la propia navegación.
partiendo el trabajo a lo largo de los siete días de la semana y dividien- En primer lugar, y cada hora, está el cuaderno de bitácora, donde
do el barco en siete partes, de las cuales, una de ellas se limpia a fondo anotaremos el rumbo, los datos de la corredera, el tiempo que hace, y
cada dia. los acontecimientos que han influido en la derrota. El cuaderno de bitá-
Limpiar también quiere decir ordenar. Nada como el desorden para cora es el único instrumento habitual de navegación que cambia de di-
que la vida a bordo se vuelva insoportable (y esto también es cuestión mensión de cuando se realiza un crucero por la costa a cuando se na-
de seguridad). Al lavar la cubierta, hay que recoger todo lo que está ti- vega en crucero de altura. En este último caso, es absolutamente nece-
rado, deshacer las cocas de las escotas y apretar todo lo que tiene ten- sario: en alta mar enseguida se pierde la noción del tiempo y muy
dencia a aflojarse. En el interior, debemos luchar sin tregua para man- pronto no sabríamos en qué día estamos, por lo que nos sirve para
tener en su sitio los utensilios, las herramientas, las velas y el material mantener el contacto con la realidad.
de navegación. Esta atención no debe tener un solo fallo: cada descui- Después, están los momentos de intenso recogimiento cuando es-
do y cada equivocación serán sancionados, no por el superior jerárqui- cuchamos el sermón sobre el cielo: es la hora de los boletines meteo-
co, sino por la propia mar; todo lo que no está sujeto, se resbala, cae y rológicos. Y más tarde los tres "oficios" que marcan el dia: por la ma-
se derrama, se moja o desaparece. Todo lo que desaparece en las senti- ñana, a mediodía y por la tarde. Si disponemos de posiciona dar por
nas se oxida o se pudre. satélite, basta con trasladar a la carta las coordenadas de la situación
A la hora de lavar los platos surge una pregunta: ¿qué hacemos con que nos proporciona el GPS. Si navegamos con el sextante, la "situa-
los desperdicios? En alta mar podemos echar por la borda todo lo que ción del mediodía" es la más importante de las tres. Hacemos una
sea biodegradable. Hay que tener en cuenta que hay que evitar tirar meridiana, a continuación, cogemos todos 105 datos que tenemos so-
botellas rotas mientras estemos en la plataforma continental, pues a bre la navegación: tres cucharaditas de astronomía y una pizca de go-
veces los pescadores las cogen con sus redes; es mejor llenarlas de nio mezclamos todo con la estima, le damos nuestro "toque" espe-
agua y hundirlas. Lo demás, especialmente los envases de plástico, de- cial' y ¡ya tenemos nuestra situación! En alta mar, tampoco es indis-
be colocarse en un lugar adecuado hasta que lleguemos a puerto (las pensable una exactitud extrema, lo principal es ir avanzando por el
botellas de agua se encogen si les echamos agua hirviendo y ocupan buen camino ...
muy poco sitio).
Aparte de todo esto hay que vigilar y mantener la jarcia, el acastillaje En lo que respecta al gobierno del barco, cada cuarto de guardia
y las velas. Se trata sobre todo de luchar contra la rutina que solapada- puede inventarse sus propios ritos, organizar los turnos que mejor le
mente se iría apoderando de nosotros día a día. Si mantenemos las convengan para realizar las distintas tareas: gobernar, vigilar y hacer la
mismas velas durante mucho tiempo, no estaría de más arriarlas y vol- navegación. Una vez más, ¡lo importante aquí es no caer en la rutina!
1206 El crucero Crucero de altura 1207
Incluso en alta mar, el encargado de vigilar tiene que saber que no de-
be disminuir su atención: la mar " libre" no está exenta de peligros y a
veces se producen abordajes en condiciones espantosas. Además,
¿qué pasaría si alguien a lo lejos pidiese socorro? De vez en cuando
también debemos comprobar el reglaje del barco, incluso aunque ten-
gamos un tiempo estable y naveguemos siempre en el mismo bordo.
y asegurarnos por última vez antes de dejar el barco en manos del
equipo de guardia siguiente: Quizás, éstos tengan ideas diferentes so-
bre el tema, y ¡tampoco está mal! Simplemente, en este pequeno uni-
verso donde la delicadeza es una virtud cardinal, ¡sería un detalle es-
A la hora de la meridiana.
La noche
El equipo que está de guardia a la puesta del sol inspecciona la cubier-
ta, comprueba que todo está en su sitio bien amarrado y recoge todo
lo que esté por ahí tirado. Lo que caracteriza a la noche es la confu·
sión; ésta se apodera de los territorios familiares y los siembra de tram·
paso i Hay que estar alerta!
y llevar la inspección aún más lejos, a la bañera y dentro del barco.
Todo respira ingenuidad, los objetos están quietos, bien estibados según
la escora que llevamos, de momento, no hay de qué preocuparse. Pero,
En la mesa de cartas del Rebelle. durante la noche, el viento cambia, viramos y vemos las lentes de los
Crucero de altura 1209
1208 El crucero
Los centros nerviosos del equilibrio terminan por asimilar las infor- vértigo. En general, están contraindicados para las mujeres embaraza-
maciones que le llegan sin utilizarlas. Aprenden a no hacerles caso. es das y los niños menores de 15 años.
cuando nos am arin am os. Tampoco se debe tomar alcohol mientras se consumen.
El período de adaptación es muy variable según los individuos, pero La mayoría de estos tratamientos forman parte de los antihistamíni -
en la mayoría de los casos. se produce después de 3 días ." justo cuan- cos cuya acción sedativa a veces se compensa con un estimulante del
do ya vamos a hacer escala. Pensamos que nos hemos librado. mien- sistema nervioso.
tras que todavía queda todo por hacer. las informaciones contradicto- Para intentar producir una acción local, dirigida específicamente al
-------1 rias que los centros nerviosos ya habían asimilado en el medio normal,
desaparecen bruscamente. Durante cierto tiempo, existe un remanente
sistema del equilibrio, un procedimiento t ransdérmico (se pega detrás
de la oreja) va distribuyendo lentamente a través de la piel una sustan-
de estas informaciones que corresponde a la desadaptación progresiva cia del grupo de los Atropínicos·, eficaz durante 72 horas. Este sistema
Naufragio, supervivencia
Cuando navegamos con viento de popa, todo es muy distinto. En táculo empapado y patas arriba. En este momento el papel del patrón
primer lugar hay que pensar en arriar enseguida la mayor. Incluso con es, evidentemente, decisivo. Si parece abrumado por 105 acontecimien-
el foque sólo iremos muy deprisa. Y si todavía vamos demasiado rápido tos, habrá que esperar lo peor: no hay ninguna pastilla contra las desa-
hay que quitar tam bién el foque. A partir de este momento el barco venencias. Pero si actúa con sangre fría, si domina bien la situación,
navegará en huida (si esta huida nos lleva en la dirección deseada, me- puede suceder a la inversa, que surja un nuevo ambiente y que cada
jor para nosotros). Este no tiene por qué ser un rumbo cómodo, y con uno se ponga a la altura de las circunstancias. Está el que ha echado las
él corremos más peligro que navegando a la capa. Exige la presencia tripas y que todavía tiene humor para contar un bu en chiste (hay que
continua de un timonel. Si alguien cae al agua, no hay prácticamente hacerlo); y la que recita con los ojos cerrados: " Hombre libre, siempre
ninguna posibilidad de rescatarlo; el peligro de que nos alcance una amarás la mar". Y también está el que no entiende que uno pueda en-
rompiente es muy serio: hay que condenar el tambucho y reforzar la contrarse mal, pero que acepta valientemente volver a ponerse el cha-
escalera de bajada al barco, así como el mamparo posterior del tambu- leco y el arnés para comerse las sardinas en aceite en la cubierta (di-
cho, si es necesario. ciendo que de todas formas en las Oreadas la cosa era áun peor). Está
Una vez pasada esta fase, sería totalmente inoportuno querer dar la que no dice nada, pero que todos los días se pone cintas nuevas en
todavía algún consejo concreto. Llega un momento en que únicamente el pelo ... Ciertamente, con ese tipo de gente a bordo todavía existe
cuenta la experiencia que hayamos podido acumular, así como el cono- cierto margen de seguridad.
cimiento que tengamos sobre el comportamiento de nuestro barco. Sa- y luego, no hay ningún caso, por lo menos que nosotros conozca-
bemos que existen diversos medios para intentar mejorar las cosas: an- mos, en que el ma l tiempo no acabe por terminar. Un buen día, el
cl as fl otantes para resistir frente a las olas, ca bos de arrastre (ama- viento cae, no nos lo podemos creer; nos empezamos a olvidar de la
rras, guindalezas) que se largan por la popa para frenar el barco en hui- mar y logramos mantenernos de pie soltando las manos.. i Vamos a
da y estabilizarlo (lo que se denomina hu ida retard ada) ... Cuando ya tener que trabajar para ponernos otra vez en camino! Hay que intentar
no podemos hacer nada más, hay quien decide navegar a palo seco, averiguar dónde nos encontramos y hacer por fin una verdadera comi -
sin trapo, dejando el barco completamente libre a su antojo'. Otros da, secar la ropa, volver a empezar el ritmo de las guardias, ordenar to-
prefieren la huida libre, pues opinan que a partir de cierto momento do, vaciar el agua, limpiar las sentinas. Lo único que no hay que limpiar
resulta peligroso frenar el barco. De hecho, a partir de un determinado es la cubierta : iya está bastante limpia!
momento, cada uno hace lo que puede: entre dos soluciones hay que
elegir una i aunque después eso no impida preguntarnos si la otra solu-
ción no hubiera sido mejor! El buen tiempo
Una cosa es cierta a bordo, de todas maneras, sufrimos. La vida ruti- "Quien sale a navegar por placer, iría al infierno para pasar el rato" de-
naria que nos habíamos impuesto hasta ese momento, no es más que cían los viejos marinos de los barcos correo en la época en que apare-
un lejano recuerdo. Todavía intentamos esforzarnos en "hacer la guar- cieron 105 primeros patrones de yate. Efectivamente, veían con perpleji-
dia", es decir prepararnos para intervenir, si no nos encontramos de- dad cómo la gente sufría el cansancio, el frío, la humedad, los tempo-
masiado mal. En caso contrario la gente que se encuentre bien deberá rales ... sin estar obligado a ello. ¿Podrían explicarnos la razón? Habría
estar lista con la mayor rapidez: no hay que dejar para más tarde nin- que contestar entonces que en medio de todas las obligaciones que lle-
guna maniobra y si es necesario hacer una reparación a las 3 de la ma- va consigo esta vida en la mar, puede surgir algo distinto, algo que pa-
ñana iPOCO importa el ruido que tengamos que hacer ! ra algunos es como la verdadera libertad .
Sobre todo tenemos que mantener la moral, incluso aunque 105 pro- Las diversas actividades que hemos evocado aquí no sólo dejan tiem-
blemas que plantea la vida en común aumenten en este pequeño habi- po suficiente para hacer otras cosas, pescar, holgazanear y reír -sino
que el espíritu con el que se realizan les suele quitar el carácter de tra-
bajo. Sucede que cada instante de la vida en la mar, por poca armonía
I Concretamente. Adlard Colles reconoce haber utilizado a menudo este siste-
que reine a bordo, adopta una dimensión incomprensible. Quizás sea
ma. Si queréis aprender algo sobre el mal tiempo, es absolutamente necesario
que leáis su libro "Navigation par gros temps" (Voiles-Gallimard), que consti tuye que en un universo reducido a lo esencial, cada acto de la vida adquie-
una verdadera "biblia" sobre el tema. El libro es un conjunto de historias eX 4 re todo su valor. Cualquiera sabe. Hay gente que se siente otra en
traordinarias, vividas por el autor o recogidas por él mismo, y de las que intenta cuanto pone los pies en un barco, que ve todo con ojos nuevos y que
extraer la lección de los hechos, punto por punto, sin atreverse nunca a dictar se encuentra extrañamente a gusto, en todo momento: con sol y con
normas generales. Igual de ejemplar que la historia nos parece el tono del autor,
mal tiempo, en las noches tranquilas y durante las largas noches, así El buen tiempo ha vuelto.
una mezcla inimitable de humor y modestia, carácter de los verdaderos marinos.
1 222 El crucero
Crucero de altura
1223
\
diferenCIas y de los profundos parecidos. Surge la amistad que nace y
que nunca sufma un desengaño. Entre todas las alegrías que nos ofre-
ce la VIda en la mar, ésta qUIzás es la mas verdadera y la más duradera.
Porque, a fin de cuentas ¿en qué consiste el eXlto de un crucero)
Amigos de a bordo, amigos para
, siempre .. Podrlamos deCir que es una espeCie de mezcla acertada entre personas
1QB~
distintas, un barco y las luces de encuentro Pero esto resulta un poco
abstracto. Es preferible que aquel que va a dejar este libro para salir a
Página de aliado el Glenan virando
recorrer los mares, se tome el trabajO de descubnrlo por Sí solo. Noso-
e l Fasnet .
tros, por nuestra parte, hemos hecho lo que estaba en nuestras manos
para prepararlo, mtentando plasmar nuestros conOCimientos en termi-
nas senCillos, Sin disfrazar, no obstante, la complejidad con el pretexto
de faCilitar su enfoque.
Un día en el futuro le esperamos, entonces ya sabra más que noso-
•! \ tros ahora. De todas formas, nosotros también zarpamos, pues en la
\ mar y con el Viento, nada de lo que sabemos es definitiVO, la verdad no
está siempre de parte de la eVidenCia y tres comprobaciones valen más
\. que una aflflnaclón .
......,..,
,:,.
NOVENA PARTE
DOCUMENTACiÓN
,
PRACTICA
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París: quai Louis-Blériot. 75781 Paris cedex 16. Fédération des industri es nautiques, port de La Bour-
Para la presente edición las nuevas fuentes son las siguientes: 37 (a rriba), 293, 447, 451, 482. - Philippe Levy 804. - 00-
Irl anda: Glenan Irish Sailing Center, 28, Merrion Square, donnais, 75007 Paris.
minique Le Brun 853. - P. Le mor 1217. - B. Lemarche
1223. - Météo-France 771, 775, 777, 781, 784, 787, 790, Dublin 2.
Coordinación Paimpol : quai Loti, BP 70, 22500 Paimpol.
l a coordinación editoria l y la animación de la redacción 793,797,799,80 1,803,809. - Philip Plisson 1229. - Ber-
nard Rubinstein 441. HT1 -p. IV (a rriba, a la izquierda y a la Archip iél ago des Glénan: rue Alfred- Le-Ray, 8P 504, España
han estado a cargo de Jean-louis Guéry. 29185 Concarneau cedex.
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lIes/Voiles er Voiliers 140, 146. - Antoine Sézérat 202,325, Morbihan: 56840Ile-d'Arz. C/ Martin de Vargas, 5. 28005 Madrid. Te!. (91) 5 17 01 62
Textos 743, 746, 866. - Service technique des phares et balises Marseillan: BP 36, 34340 Marseillan. Punta del Chazo, Boira. 15930 La Coru ña.
Jean-Yves Béquignon (comandante del ftaile), Florence 929, 930 (arriba). - Jean-Franc,;ois Simon 902 - Benoit Sti- Córcega: Maison de la Mer, raute de Santa-Manza, 20169 Te!. (98 1) 84 77 37.
Bouffanais, Sylvie Bonvalot, André Bousquet, Dr Jean-Vves chelbaul 18, 31,116,521,549,600,636,679,691,920, Bonifacio. lila de Arousa. 36626 Pontevedra.
Chauve (especialista en regatas de altura), (laude Fans (di- 1166, 1167 (4 Y 5), 1173, 1179, 1186, 1187, 1188, 1189, Sociedad Estatal de Salvamento y Seguridad Marítima.
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Guipavas), Jean-Louis Goldschmid, Anne Guillaume, Patrick de sauvetage). Tels. (91) 596 49 88/596 49 89.
Julien, Jeróme Lardé (Librería de EMOM), Alain Malgoyre, Agradecemos a los alumnos de las clases de formación de Pas-de-Cala is Centros Regionales
Bernard Mallaret (director de la velería Delta Vailes), Jean- monitor 1. e , nivel Bl efeduado en Drénec en septiembre CROSS-Gris-Nez Audinghen, 62179 Wissant. Tarifa: Tel. (956) 68 47 40
Jacques Malandin, Frédéric Manin, Pascal Oukali, Michel 1992, así como a los tripulantes del crucero Gascogne rea- Te!': 16(21)92-86-66 Finisterre: Tel. (981) 76 73 20
Pesle, Cathy Saint-Julien, Alain Thaunay, Pierre Téqui. lizado en agosto 1994, a bordo del Rebelle, su participa- Casquets et navigation cótiere Barcelona: Te!. (93) 223 47 33
ción en la realización de documentos fotográficos. CROSS-Jobourg, BP 5, 50440 Beaumont-Hague. Centro Nacional de Coordinación de Emergencias de
Fotografías a
Du Mont-Saint Miche I'ile de Sein la Cruz Roja C/ Rafael Villa, s/n. 28023 El Plantío (Ma-
La mayoría de las fo tografías publicadas en esta obra per- Algunas fotografías proceden de la foto teca de Glénans, CROSS-Corsen, Pointe de Corsen, 29229 Plouarzel. drid). Te!. (9 1) 522 22 22.
tenecen a Jean-Louis Guéry. que en la actualidad se encuentra en el Servicio Cultural De Penmarch aux Sab les-d 'O lonn e Centros Provinciales de Coord inación de emergencia
del Ayuntamiento de Concarneau y han sido realizadas por CROSS -Étel, av. Louis-Bougo, 56410 Étel. Alicante: Av. de Novelda, 28. 03010. Te!. (96) 525 25 25.
Asimismo, han aportado su contribución: los miembros de la Asociación. Algunas de ellas no han po- Te!': 16 (97) 55-35-35. Baleares: Arquitecto Bennasar, 73. 07004. Te!. (971) 20 22 22.
Beken of Cowes Ltd. 253, 1192. - William Bore1414, 427, dido ser identificadas, por lo que pedimos excusas a los a
Des Sables-d'Olonne l' Espagne Barcelona: Juan de Austria, 120.08018. Tel. (93) 42222 22.
428,429,687, 1114, 1177, 1183. - Gérard Beauvais/Bé- autores de las mismas. CROSS-Soulac, route de "Amélie, BP 35,33780 Soulac. La Coruna: Curras Enríquez, s/n. 15002. Te!. (981) 222222.
néteau 377, 669, 1115. - Frédéric Buxin 1124. - J. -L Bos- Tel.: 16 (56) 09-82-00. Málaga: Paseo de la Farola, s/n. 29016. Tel. (95) 22222 22.
serolle 1168. - Alain Corroler HT1-p. v (a bajo a la izquier- Agradecemos la amable colaboración del Service Hydro- Mediterráneo Las Palmas: León y Castillo, 231. 35005. Te!. (928) 22 22 22.
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mann 38 1 (izqu ierda). - Anne Guillaume 1106. - Eric Gui- Patrick Tollec. Gréard, 75340 Paris cedex 07. drid. Te!. (91) 58 1 9639.
Ilemot HT3-p. XXI-XXII. - Berna rd Henry 149, 154, 598, M étéo- France, Bureau des relations extérieures, 73, rue Secretaría General de Pesca Marítima.
1112, 11 61, 1168, 11 91. - Thierry Joyeux (Océanopolis) Coordinación entre Glénans y Seui!: Jean Marc Pilpoul. de Sevres, 92100 Boulogne. Te!. (9 1) 597 33 84.
123 4 Do c um e nta c ión prá c t ica
2182 kHz 685 Alcachofa 352 - pesada 614 AsfIXIar el sp! 602
Alacapa 5Bó Akance: Anemómetro 460, 750 AsIento del barw 484
A la contra (foque) 556 • geografico del faro 932: Angulo~dé¡eo 1054 Atmósfera 739, 742
Direcciones y números de teléfono A palo seco 1220 - luminoso 932 Angulo AUac.Jr 657. 658;
Atraque
A palo seco (urpar) 638 Aleaoón III;¡era 296 · de abatimiento 197;
útiles para la navegación A pique 635 Aleluz 373 · en el Polo 1040: - a un barco en el muelle 661;
A pique largo 635 Ale¡ón41 - OOr"ano 1038; · a un barco en un fondeadero 658;
Abaw 948 Alfabeto Morse 930 · mueno 82, 495 · a un pamal~n 657;
Áreas y zonas costeras de responsabilidad, hasta 20 millas Abarloar 649, 658 Alidada 461 Anilla- - paralelo al muelle 649:
Abordaje 539, 675 Allgerar la proa (tabla) 101 - abierta 27; · perpendicular al muelle; 654
(G rup os de predicción V v igi lancia) AUIIHap (regla) 975
AOOzar (cabo de) 641 Aligerar la botavara 588 · de trapecIO 21, 22;
Costas del País Vasco, Cantabri a y Asturias. GPV de Santander. Abrazadera 268 Allmentaoón 1194 · del hook 22 Autocazante (self·talhn9) 290, 306
Abrigo 1119 ~",,884 Anodlzación 297 Autoobencadura 255
Costa de Gal icia. GPV de La Coruña. Abm el plano véhco 510 Aliviadero, lám. 3 Ánodos consumibles 372 Avi>05 a los navegantl"S 922
Costa de Andalucía Occidental (incl uido hasta el Estrecho de Gibra ltar). GPV de Málaga. Ac.'IMlado 963 AlkH:luretano (pIntura) 384 Antena de gonio 1014 AVISOS de temporales 812
AcastrllaJe 283, 1181 Alma (de un Cilbo o de un Cilb1e) 265 Anll-duaers (anu-retornos) 1021 AVURNAV 923
Costa de Andalucía Oriental, Melilla V A lbarán. GPV de Sevilla. Acercarse al VIento 497 Afmanach du mann breton 943 AnIHncrustcmte 385 Ayuste 268,1181:
Costa de Murcia y Comunidad Valenc iana . GPV de Va lencia. Achicador 36, 433 Alquiler (de un barco) 1128 AntKic/6n 747, 889; • mIXto 306.
AchICar 35 Alternador 353, 36\ · uopICal758 Ayuste (hacer) 618
Costa de Cataluñ a. GPV de Ba rce lona. Acollar 258 AlternatIVa 898 Anllde,hzante 313.680 Azimut del astro 1034
Costa de Baleares y experimentalmente todo el Mediterráneo Occidenta l. GPV de P. de Ma ll orca. Acompañar a la Cilña 552 Altitud terreslte 939 Anuario de mareas 921, 945 Alocar 47
MlabatlStnO 755, 761 Altocumulus lentlculam 809 Aparejar 24, 473
Costa de las islas orientales de Canarias, GPV de Las Palma s, AduJa 281 Altoesuatos 763, lám. 2 Aparejar el barco 24, 483 Baby-estay 565
Costa de las islas occidenta les de Canarias, CM de Tenerife, AduJar 281 Altura de los oJOS 1045 AparejO a la il'l9lesa 308 Bajamar 891, 896
AdvecClón: Altura Imtrumentall045 AparejO (de rllOS) 588 8ajos 667
Centros meteorológicos españoles. (Predicciones costeras) ·dealreártlCo810, Aluminio: Aparejo a tope de palo 213.253, 256; Balance:
- Ifío 762; · CilS(O de 372, 380: · frawooado 253, 260 • elk!Ilco 366;
- País Vasco. C/ Miracruz, 32. 20071 San Sebastián. Tel. (943)27 4030. · percha de 296 Aparejo 290, 307, 308: • radliltrw 756
- calido 763
- Cantabri a. C/ General Dávila, 89. 39006 Santander. Tel. (942) 23 25 05. Aferrar: Alunamiento de la baluma 329 · de botavara (tabla) 48; Balancear
- el trapo 587; Amainar 78 · de eS(ota de la mayor 22; - el sextante 1037;
- Ga licia. Ciu dad Jardín, s/ n. 150 11 La Coru ña. Tel. (981) 25 32 OO. · el spi 598 AmantlHo 136. 316, 522, 585, 586, · de fa trapa 20; - las botellas 900
- Anda lucía Occidental. Av. Don Pelavo, s/n. Apdo. 709. 41080 Sevi lla. Tel. (95)423 29 86/423 3013. Afilado 399 588, 1181; · senollo 307 Balanceo 188, 528, 1170, 1216;
Afirmar una manoora 284 · de tangón 321, 596 Aplastar (el teJido) 324 - rítmico \88, 562, 564;
- Anda lucía Oriental. Urb. El Có nsul. C/ Demóstenes, s/n. 29071 Má laga. Tel. (954)6 1 1825. AG4 (aleación ligera) 296 Amannar 1111 Apoyado (navegar, en tabla) 154 . con sp¡ 144
- Murcia. Av. de la Libertad, 2. 3007 1 Murcia . Tel. (968) 83 44 04. Agua 1183 Amarra 420, 469 AprOXlmao6n 609 B~lano869
Aguantar trapo 603 · afirmar una amarra 654: Apuntalado 476 8ak6n 39\
- Levante. C/ Botánico Ca ban illas, 3. 460 10 Va lencia. Tel. (96) 369 08 36. Aguas navegables (marcas de) 92 4, • lanzar una amarra 653, 676; Arboladura 24 Baliza 861, 92-5;
- Cataluña . C/ Roura, 37-39. 08017 Barcelona. Tel. (93) 4188977. lám.4 - largo 654, 664 Arbolar 596 · de socorro 431, 1179
Agudo (VIento) 509 Amarradura 286, 304 Arcos capaces 982 Baliza IOR 443, 680
- Baleares. Muelle de Pelaires Porto Pi. 07071 Pa lma de Mallorca. Tel. (97 1)403511. Aguja de Vl'lero 340 Amarrar a una boya 645 Ardiente 107, 505, 506 Balrzamlento921, 925. lám.4;
- Las Palmas. C/ Historiador Fernando de Armas, 12. Tarifa Baja. 35015 Las Palmas de Gran Ca- AgUjero en el CilS(O 396 Amoruguador 469 Arganeo 416 · del hombre al agua 686
Ahogamiento 689 Amortiguar el barco 475 Arrnls 154,437, 1164 Balo;a 1165
naria. Tel. (928) 35 58 33. AHvg = lHA (~ngulo mano locaQ Amphtud (de la marea) 893, 945 Arn~·pantaIÓfl699 Balo;a neum~tl{a 444
- Tenerife. C/ San Sebastián, 77.3807 1 Sta. Cruz de Tenerife. Tel. (922) 21 17 18 - 21 05 17. 1040 Amura 82, 547 Arqueado 121 Baluma 27, 41, 329, 332, 595.
AHvo = GHA Mngulo horarIO en Amura contrana 526, Arquímedes (pnflClplO de) 220, 225 8alll"Stllnque 727
Federación Española de VeJa Greenvlich) 1038 • (tabla) 101; Arraigado de abrazadera 22. 283 8anda 116,507
Arre: Amurado a babor 82 Arrancada 88, 5SO, 552, 559, 628, 66 1 Banda autorreflectante 680
C/ Lui s de Sa lazar, 12.28002 Madrid. Tel. (9 1) 519 50 08. · humedad del alle 749; Amurado a estnbor 82, 541 Arllar 146, 577, 588; Banda de l'SCora 402, 1193
• fTlOVImientos del aire 739 Anda madre 418, 614 · el sp¡601 8ao 371
Ajuste 452 Anda 414,613; Arnbada (en tabla a Vl'la) 98; Baquestay 256
Al vuelo (zarpar al) 637 • atmlranlalgo 416, 629: - I~p!da 114, 529 Barbe! hdu/er 528
Alabear una Vl'la 515 • baS(ulante 416; Arnbar 62, 74 8arco de pesca-paseo 1103
Glénans Alargador: · dearaoo 4 t7; ArtrculaClÓfl de temor 286 Barlovento 92
· de botavara 41, 45; • de emergenoa o de serviCIO 418. 614, Articulación 41 , 390 Bam1l384
n las páginas de gua rd as encont rará al principio del libro la presentación de la asociación, la • de m~strl, 44 1164; Ascendenoa 755 BcIr6metro 457, 746, 811, 8\3, 1109
E carta y las direcciones de las bases de Glénans, Al final del li bro, dos tarjetas postales que se
pueden separar, sol icitando mediante su envío, el programa anual de los cu rsos y cruceros,
Alargamteflto (de dllza o de amUla) 308
Alargamiento (de la derrota) 1068, 1078
Alargar 78, 509
• de mlserlCordlil61 4;
• flotante 1220:
- 1igera 614;
Asegurar:
· un gnllete 27;
• un teru.or 285
Bar6metro aneroide 746
Barquilla de la corredera 454
BcIrra de carga 673
1236 In dice in dice 1 237
BOIna de uru6n 22. B Cable Calav\flllOS 124, 131. 221, S05, 562 (OII~trKOón (punto de) 305 CUrla 668 · rnteoor 309 ·de spi21,1J5 A,p
Barrile'SCola 21, 114,292.314 · de trapeoo 22, 116, Calegoria de oa~·eg.KIOn 1163 Comumo de combustible 348 CUlIllIngham (oIIao de) 33. 308. 328 Onla meybc:a 33, 306,311 Eswlero 577, -laminar 175,
Balería 344, 359 · met~lKo 264 (,)'II\aOÓn185 (0fI1aCtO por radIO 610 Curva de reodirruento 216 Durrruentl' 37\ · de foqllf' 124 - reptante 183;
Ba~burrillo 413 Cableado 270 (azar 74, 556: (ontestadof telefOOKO 737, 817 Oyneema 32] Ese (gandlodob!1'1 287 · turbulento 173
Contra 136, 315, 522, 564, hleril ce:este 1053
SBe 825. 821
Beaufort {escala anemométllca152. 754.
Cabo21, 264. 596:
· de Vllilr 557;
·elspt601
Cd (om~ll' de abaum~lo) 200, • del tangón 316. 321. 596
O (dedlnilción) \038
Oanon ]21 Efecto Espaddla 711 'Fogonadura
' 'ml!<l8 26
907 -delarnk41: 498.499. 1087 COIltra((}(nente 1083 Dar vueltas a una dlll<l, a una E'KotoJ · de ranula 179. EspeJO 461; Foil (efecto de) 162. 231
Bengala · del tilngOn 521 Ce!elldad de Iils oIiIs 901 COOlfachapildo 372 310 -del paso de la hélKe 710; - de 5efliltl"i 430 Foode.ldero exterlOf 611
· de SOCOfrO 426; Cilbo cokhiIdo 269 U lulas de Had:ey 761 Coolfill"'iCorilr 107 Dar bordadas (voItejeilr) 92, 495, 547 · galv~nlCo 294 bpnn: 654, 657 658, 665 Fondeado 634
· pariICilfdas 426 Cabo de fondeo 420. 615 Centel!eos OUCl"i de) 928, 11imlnas 4 COOlfaescota 21. 22, 577 De doble quilla 667 Efectonoctufflo 1015 Estabilidad Fondear coo dos anclas 629
BIChero: 413, 608, 645 Cilbo de affilslfe 420, 1220 CenlfO COOYE'(ción 741; Decca 1025 Eje del VIento 547 · del arre 761 ·763; Fondear (m fondeo)
Blfi de la tela 324 Cabo de segundad: · de empuje vellCO 225; - termicd 757 Declinación 973, 103B; EjerOOQ de buen goblefflo a motor 713, - en la derrota 214 Fondear a bilrbM de gato 629
8ig bar 523. 564 · del arnH 439" · de rl"ilstenoa lateral68 Coovedrvo (milsa de aire de tipo) 763 ·delilS!foI038 725 Estable (aire) 761 fondeo 414, 1110, 1164;
Bita de ilmarre 727 · del motor 346 Cefllda 77, 495, 517, 549, Coovergencia 755 Declrvl"i 961 Elastomero 386 Estación c~tera (meteo) 459, 812 · coo VIento de popa 626;
Bltadura 621 Cabo ligero 621, 1164 · en tabla a vela 95; Cordón 265 Defensa 471, 610, 665 Eleco6n Estado: · del bote aUXlhar 420;
81ando 50S, 520 Cabrl"itante 290, 390 ' flujO en 222; CorioIis (efecto de) 884 Deflexión 196 · de la delrota 1055-1064, · de la mar 125; 'en la cornente 627;
Bloqueo r.'lp¡do (en tabla) 41 Cadena 415, 41B, 614 · rumbos de 177 CorJlilmusa 291, 389, DeformilOÓn por compresión 254 · de un bilrco 19, 1102, 1106; · del agua 757 - en Vl'rtKaI418. 630;
BLU685,817 Cildenote 20, 27, 283, 370, Ceptllo (afilado del) 399 COfQnamlento 665 Dejar arar el ilnda: 639 · del bordo 1079, EstanqUeidad 373, 375 · fiJO 421,
8M (bajilmar) 896 · de c~ocamo en · U· 284; Ceptllo (para madl'fa) 400 Correa 443; Demora 540 ·deltrapo512,603 Estay 20, 22, 24, 251. 253, -11ger06 15,618;
Boca a boca 702, 703, 705 · plal'lO 283 Cera de abeja 340 · en tabla 48 OeJllOl'a 973, 975; Elecmcidad 343, 358 · hueco 582 - pes.1do615, 619,
Boca·nanz 702, 705 CaJela de roldana 311 Cero de las cartas mannas 939 Corre<o6nde Givry 1015 - sucl"ilVa de una misma millca 999 Electrollto 354, 359 Estela 173, 182 · por proa y por popa 670;
BoIetin meteo 52, 812 Calm 670 Cerrar el plano vellCO 124 Corredefa 453. DenSIdad (cornente de) 882 EJectl6nrca (de a bordo) 4SO Estela de un Sistema nuboso 771 · proa al v,ento 623
--"
Bolsa 576, 583; Calafateetdo 373 Chaleco37,68I,ll10,1164; - de barquiDa 454; DepóSIto de combustible 346 Embolsamiento 260, S02, 511, 520; Esllba410, 1170 Fondo 1002
·devel.n516,S83: Caketin 598 · salvaVIdas 37, 54 - de ~lrce 996, OeprfSlÓfl (borrasca) 746, 765, 889 ·dela 'J('/a 120,211,501 Estiba! (el .100.1) 416 Foque 21, 22, 107,212,259,331,
· del maflllO 1165 C.'Ikulo de la marea 945 Channel Ahr 944 · electrórU<.a 453, 996 Embndar 527 Estlma 993, 994 511,514,
Bomba 432 Call'fllilr a un n.'Iufrago 700 Chaqlll'liI multluso de Glenans 441 Corlf9l1: · In!f9ra1es 668, EmlSano 309 EsuatlflCm 376 · coo efllollador 338,511
Bombeo 151 Calma chICha 715, 717 Chorro de la ~IC(, 710 -la derrota 994, . lastrados 1104 EJMOf·leceptor 458 Estratos, l"itratorumulos 763, fofmOn 400
Boo5ler 525 Calor: Chubilscos (trempo de) 53 ·Ia marcaOOn 973 Denota 986, 1055, Empalme 300 11im.2 FOffar 726
Borde de iltaque 205, 218 . latente 743, Chumacera 35, 469, 718 Conesponsal entlerra 1125, 1179 · sobre el fondo 986; Empeoram:ento delllempo 811 Esuatosfffa 740 Forro IIltl'flOf 364, 371
Bordear las puntas 1065 · uansfelenoa de CilIor 757 Cldog~ 765 Cornente 627, 639, 882, 986. 1083, · sobre la superficie 986 En huida 1220 Estrecho 1085 fraccionado (apare,o) 253
Bordo(elmep) 1016 C.'Imara de la esclusa: láminas 3 Cmellas (foolSuaps) 38, 43 ·dederlVil882,887,1134; Dma/ero 611. 921. 942, 1130 En la mar 932 Estreno 259 france-lnter (mell'Ofologla) 458
Bornea 55 Cilmber46 Ctl'lChas673. · de flUJO 898, OesacolLJf 258 En OfejaS de burlO (~) 80 Estribos 38, 41. 43, 638 frilncobordo 696
Borneo(radio de) 421 Cambio de dlreccJOn del vteIlto 134 · pala llacl'f banda 22 - de reflujO 898; OesadUjilr 281 Eocachado (MuY): 11imlnas 3 Estrobo 314 franja de chubascos 816
Botas 1166 Campmg n.'IutlCO 1125 ClIIE'fTI.1tlCO (masa de alfe Ilpo) 763 - de milrea 890, 897, 956; Desalado 339 EOCil¡ar 301 Estrobo (polea) 288 freruetlCla (radio) 818
Botavaril 21, 303, 587 Campo (de presión) 747 Ciñendo al máXImo 495 · de pendiente 882, 889, Desaparejar 54, 473 EflCallar 667 Evaporación 741, 70, 756 Flel"ldr una malllObra 608
Botavara (tabla) 4t, 44, 47 Cilnal 544, 926 Crrrulaoón · dellabfador 741; Oesarbolilr 298, 672 EncapiUar 255 Extlntor 432 flente de bt'isas 806
Bote aUXIliar 466, 483. 630, 674, 728, Can;rl r6686, 1031 · de velocidad 180 - ocNnica 758; Desbastar 396 EfI(~416 Extradós 179,180,186,191,202 flescacllón 820
1165, C.'Incamo 284 Clrrulo (de demora) 453 · travesera 1083 Dl"iComposici6n de fuerzas 200 EtI(ep.lr o embrazar el ancla 416, 625 Fria 1165
· flt'U~tICO 729 Cilndelero 313, 39t Cmus, clJlostratus, orrocumulus 763, Cornente del Golfo 741, 884, 886 Ol"iCUartelal 142, S88 Enfllao6n 625, 960 Fa (flll'JZa aerodln.'lmlCiI) 510 F'Qfllogéoesrs 764
Botlquln de a bordo 482, 1110, 1167, Canto (piesa de canto) 101 11im2 Corflentl"i (manIObras) 251 Desengalluchar 578 Enfocar fac:siml1es (metl'Ofología) 1179 Fuco 870
1185 Cafla 21, 22. 62, 505, 506, SOB, 912 Cllalla de cable 434 Cortacrrrul\~ 363 Desenredar 281 · coo el comp.'ls de alidada 981; faenas de mannelÍil 271, 1155 Fuerabolda 481
Botlquln de urgencia 1185 CilflildeI ilnda 416 Clamcleat314 Cortar Dl"ifllval"ld14oo 'COOel sextante461 faja de nzos 585, 589 FUffzaaerodin.'lmit.a 130, 171, 196, S02;
Soya 925, 960; Caflín21,22,286 Clase (de balsas salvaVidas) 444 -lasescotas313; Dl"igaste 304, 313 Enfnamlento 690 falcaceado 270; · de COlloll'! 751, 884;
- aro salviMdas 442; Capa límlle 178, 181 Clavar el palo 93 · un cable 269 Dl"ih.Ker un cabo 270 Enganchar el ancla 622 - COSIdo 313 · de rolamrento 192;
· 9ulndola 680, 1164 Cilpa' Clavar la proa 131 , 128, 527 Corte de las vejas 326 Desorden (lucha cootra el) 634, 1195 Engarrucha! 576 Faldón 680, 696; · de las velas 5 tO;
Soya de amarre 421 , 422, 617, 642 · corrida 1217; ClaVija de neopreno 388 Conl"i orientados 326 Despegado (fluJO) 201 Engr~letar (afirmilr un gflllele) 287 · de la vela 332 ·hldrodir"JAmlCa 171, 197
BoLl; Cardan 286, 407 CobenurameteorológKa811,1120 Corto de uapo 5SO Despe¡al el anda 416 EnrolladOf 293, 585; Falso pairo 101. 145 Fuerza de antldenva 177, 200
. de amUfa 47, 123; Cilrena; Cota de cable 281 Coser (ver costura) Qesprendlmrento 177, 182 · de botiIVara 293, Fallar la VIrada 88, 548, 558, 570 Fun (tabla de) 38
· de escota 124 . centro de 225; Coona 405 C~tura 334, 340 Destellos Ouz de) 927, 11im 4 -de foqlll' 293, Fanales 423 Funda de gr.'ltil26. 41, 45
Bracear 139,600; · en tabla 68 Coda~te 371 (o~dal Oinea) 895 Dl"ilornillador 349, 399 -de palo 293 faros 861, 928; fusible 348, 365
· completamente 520 Carenado 670 CoefiCIente de malea 946 Cp (fuerza de propulSIÓn) 510 0esvIiIti6n 452 Enrollar el foque 582 · de recil!ilda 932
8raLl 595; Carenar 670, 671 Cogl'f /llOS 531, S86 (¡as ('f9Ia) 975 Desvlar(se)541, 1067, 1072 Entaimgadura 37. 419, 618 Faros y Balizas (seMOO de) 925 GaIe warning (aVISO de temporal) 827
. del spi 21, 136.319 Carenar tumbando el barco 671 Cola 389 Cruc:ffO 1095; Dete<1or de gas 407 Entrar en pildL da 533, fase de la luz 928, 11im. 4 Ga!v~nICO (efecto) 268
Brazold 371 Cilrgador de bateóas 362 Cola para frenar las IOSCas 268 · por la costa 1127 Olilbolo 41, 44 · en tabla a vela 98 fetch 902 Galvanizao6n 385
8razos (del reZón) 416 Cargueros (lUla de) 545 CoIdl6n402 Cruc:etas 20, 24, 256, 302 Ol.'lfono933 fllVffgar 27 Fh (fuerza I'IIdrodinoirruca) Gamma (punto) 1054
8nsa SOS; Carlinga 26; Colgante de la dnla 318 Crudo 324 Dlagramilde\~501, 1069 Eólica 362 fibla:
- boniInc:ib!t> 969; -delpaIo41,371 CoIlmao6n462,1045 COiIdema 371, 419; D~ (motor) 343-349 Eph/!m(!fjdes naul¡ques ~ue · ilramida 323; "''''''''''
- de barkwento 5SO;
· de tle«aS05; Car0l292, 582; Combadula 901 · revirada 371 DlfracOOn de la ola 912 NAuriro) 934. 1039 · CilIbono 324; · de veIoodad 1069,
· manna S05; · de carlinga 41 : COffiff 1193 Cuademo de btt.koril997 DIFRAP922 Equmbfro 62, · poIiamrda 323; · haoael 'o'Il'fIto496, 501
- solar 1120 - de esco1il22; Compas450; Cuademodeenuega de poOOl'S 1180 DifUSIÓn mo1erular 176 ·longltudJnal 506 - polretrleno 323 Gancho 22, 33. 308
8ronce {pUltura a~ 385 ·depll'depaIo43; · de marcar o alidada 453, 973, 1109; (uad,anle 975 DJJ\~mrca de los fluidos 171 Error Instrumen!.11462, 1045 fí¡aOOn de los accesonos 298, 387 Gancho de cadenote 138
Buen bordo 1079, 1089 · del carro 21 ·deruta451 Cuadratura 891 Dlsposrtivo de separao6n de tr~fl(O 543 OO" Filv~n 400 Garrear (dejar) 639
Bujjas (motOl) 347 Carro 292; Compernar (el compas) 452 Cubrerta: DNffgeOOa 756, · de bafio699, flamear 46 Gafleal {el andal416
8ul~rcama 37 1 · de l"iCota de la mayor 22, 292; Complexagl'S 324 · antldesliLlnte 313,680, · honzantil1755 · de Beaufon 907 Fleco 311 Gas (dete<1or de) 407
Buque faro 928 · de la barraescola 21, 28, 314 ComlXlJlE'flte: · l"itanqueidad de la 373; Doble fondo 350 Escasear 78, 509 Flecha del palo 299 Gasolina 345
8urda 256, 304, 318, 520, 551, 564 Carta 465; · de derrva 200, 498, 499, · Il"iIstenoa de la 370 Doceavos (rf9la de los) 948 EsduY 877. LAm. 3 Flexión 121 Gavrero 264
8ureau des longitudes 1039 · manna 921, 935 · de propulSIón 173, 200, 227 Cubo4B Dormir 1191 Escoben 619 FlotilOÓn S07 GeI<oa1378
Buys9a110175 1 CartIK110956 Comufllcar 1029 Cubodespi 137 Dorsal 772 Escora 471, 507. 510, 669, 670 flotador 436 Gemelos 1109
(asco del careo 22, 369 Coo portanles 93 ClKhlllo ll 1t, 1166 Dnla 24, 41, 45, 305; lscOfar 514 Fluido 171; Genova 260, 294, 537, 607
Cabeceo 188, S05 Casquillo 265, 267; Condensación 757 Cuenca de ClUcero 1129 · clara 306, 308; Escota de la ma)'Of 22 · en movrml{'Jlto 171; GecxiHKa (velal326
CabeLl de un SIStema nuboso 710 · engastado 268 CondlKOOn 740, 757 Cuerpo de un sistema nuboso 770 · de foque 20; lscota 311, 571, 595, · periecto 175. 177. 181, 183; Grvry (corrección del l0!5
CabeLlI del gUlnche 306, 390 Ca/·boar213, 253 Cono: Cuidados a los nCiufragos 677-699 - de mayor 20, 122, 1181 ; - CootlIIua 312; · viscoso 177; GllCerof~llCa 383
Cabrto de apertura 309. 319 Catalejo 1109 · de desvente 183, Culm¡nad6n 1051 · de recamblo311; · de foque 21. 22, 292, 551; RuJO (millea CTeoente) 892 Global f'm¡liooing Syslem (GPS) 1019,
Cable de un cordón 264, 265 Catamar.'ln deportrvo 16 · negro 423 Cumulus 806, lám. 2 . desp20, 318; · de la mayor 313, 562, flUJO (afflux) 887 1022, 1023, 10B
1238 r nd i ce
I nd i ce 1239
GIobo4dl ldentlficar una moll{,) 980, 999. 1117 utado ]82 Mi!rl'<l891,
GMT (TU, hora umversal) 828 !lumlna<1Ón umbo461 · barométnca 746 • \'ffdiKlero 973 Partl'S altas 370 Portillo 387 Re-anlmaoórl (drdia<:a 706
Gobernar 508, o IllIl'IlOI 408 I.Jmprl.'za 1204 Mareas VI'IdS 891, 947 Nulws 76], 767; Particulas smóptKdS 745 PosiCión Rebenque 281
'(00001513 Imbornal 445 Unea Molleil! muertas 89\, - ~ 1I\l'Slablhdad 763; Pasado dE.' trapo 550 · HElP 688, 692; Recalada 1029
GOOom" IMCS44 · cotrdal895; · medias 946 · de onda 809 Pasador 27 · HUDDLES 693, Re<eptOl de radIO 458
• a un largo 536; lrx:endlQ 431 -defe451; Mareo 1111.1211, NuOOws (Sistemas) 767 Pasamanos 391, 680. 699 ·!ataal de segurIdad 702, 707 Re<ooocer un faro 9]0
• buen gobierno 539. Il'Kerttdumbre (~e La SI!U¡CIÓn) 998 · de sonda 939, 1012, ode tierra 1214 Nudo 271, 454, Pasar las doblen! t'O 5MbOO (oouano f'osIcionadof por salé:.t!' 1019, 1022, Recta de allura 1033
- COO VIl'nlo de popa 527; lnodencla Mngulo de) 188, 191, 210 · de VIda 391, 680 Margen tAhdo, friO no · as de guias 727; 2" 1033 Reduor el Hapo Sil, 530. 585
- del barco 509·546; Indlna<:i6n del palo 27, 121,257,261, Unea de la p~eamar 865 Marrnero(b.1,rco) 1161 · deaYUSle619; PasdJo212, 504, 542 POSIdonra 865 Refle<tor radar 425, 544
- del derivador 55, 114 506 Unea de posición Masa de aire 763 · de entalinga dura 37; Patín 585, 593 Pooiteflor (luz) 929 Rellu)O (VIentos de) 887
Golpear 105 Inerera del palo 93, 255 '~Hrca983, MilsaJe cardiiICO 703 · de lazada 592; Patin (sahda) (en tabla) 150 Potencia del motor 344 RelriICCIÓI'I 912, 1047
G0m0379;
- Sltuacr6n poi' 1015
Inestabilidad del alfe 762·770
Infleffllllo406
· Iraslado de Un.l 998
I.mlerna44l;
McrSlUa de cola 389
Milt 399
· de rMlOlque 726
Numero de ReynoIds 192
Patrón 1190
Pegar Uflil pleu 341
"",,
- de fondeo 621,
Refrescar 78
Reful'flO
Grad:ente: lno~dable (<<ero) 267 . estanca 441, 1111,1166 MataflÓfl281, 317, 585, 587 N¡bl323 PelIgro de la costa 942, 1002, 1065 -de la orza 41, · en las 'oM 370;
- de presión 186; Instltuto Hldrogr~frco de la Man"" ¡listo para VIrar! 554 Matrmal antldeslrzante 680 Pelrgro aislado (marca de) 927 - del motor 346 · en ~ cascos 335
, hOlizontal 747 I H.M 1014, 1021, 1108 lrtera 401, 1191 Material Obencadura 24, 253 Penfret (CUIl(l de Glfll(lns) 868, 929 P,.lc!rco861 Regala 371, 507, 1102
Gran malea 475, 483. 870 Instrumentos de navegao6n 464, 496 ,caliente 1193 ,de armamento 479, Obenque 20, 22, 24, 205, 251, 254, Perchas 251, 296 Precrpltaoones (ver Meteorologla) Rf9 l men
Gr.ltrl27, 41, 74, 135,260,328,331, Insurnerg.brlldad 392, 1106 Uamada de socorro 702, 1030 - de segundad 413 256 Perder barlovento 59 Prensaestopa 357 -lam.r.ar 175,
332,595 Insumerg bIe 1106 Uamar (ser lIam<ldo) 626 Milterla~es compoSltl'S 299, 322 ObeoqlJlllos 257 Perl,lesNACA218 Presa de canto 101 · turbulerllO 175
Gravedad ¡centro de) 154, 225
Greenwrch (rnendld/lO de) 936;
!ntendenoa 1097, 1122
InteriICOÓfI entre las velas 121, 212,
\.legada a playa 108
l.Jr.oar (un anda) 630
Mayor 22. 107, 212, 260, 566, 583.
59] """
-mUf!{ta224,
· VIVa 223
I'eflffncOS (obenques) 255, 262
PeriOdo de la luz 929
Presión 813.
- atmosfenea 746
ReglajE' del spr 536
Reogl.lmenro piJr.J la prev-enciótJ de
·.lngulohoranoen 1052 SIl tocales886 Mb=~mlhbal PerturbaCIón 1133 PrevrSlÓl'l meteofológrca 735-747 iJb0rd.3jeS en la rrIiJf 423, 539
Gnllete 27. 287, 419, Intercepto 1034 lona Impellneable 346 Me<amsmo de gobierno 33 OcluSIón 765 Petróleo; Pnsm.ltlCOS481,1109 Rf(Jlas
· con pasador 309, InteflOl'es 369, 401 lon9,tud 935: MedICInas 482, 1215 Oceanografla 1133 - cOCIna de 406; Proel S5 - de rumbo y gobierno 539,
. derosc.a 287 interrumpir un cabo 276 · de las olas 901, Mt'JOfia del tIempo 811 Ocultaoones (luz de) 928 - ~mpara de 409 Profund,dad de las olas 901 - rf(J1a de Cras 975;
Ohmmeuo 358
Gnllete glfatorlO 287
GfUpo serJldll(lles de aVISOS a los
navegantes 922
Inllados 180, 186, 191,202
Im-entano 1171
Invernada 297, 474,
-deoodas 191
longItudes (de las manrobfas): le' CMM
fMnJobriJ
Mer~lor(proyeco6nde) 936, 1015
Mendrana 1048
Mendlano 935, 977
Ola 900, llIm 3,
· de cuaderna mal'Stra 186;
"'
· de 901:10 22. 27;
-de palo 22, 41;
Proglama de navegación 1172
Proyección de Mercator 1015
Proyector 425
·lIansportador 1109
ReIlew submanoo 895, 939
Relinga 27, 330, 331, 585, 587
Guardar/opa 337 · a flote 474, loral'lC 1025 Mesa de urtas 403 · de popa 186; - de PIloto 951, 952; Publrcaoones náuticas 465, 899 Reloj 1109
Guardias 1186 - en un fesgualdo 476; loxodrÓf\lKa 938 Mesastera 748 · de proa 186 - de roda 371; Puerto 609, Remachar 397
Gualne 286. 552 - ~e fango 475; luz921, 1123,llIm 4 Metl'Olologla 733, 745, 1133 Olas (gobernar (on) 513 . del Sol 1038 · base 1130, Remar 722
Guia ~ anda (gatera) 418, 618, . varado 475 - anterror 929, Metl'Olos 767 Olas de rodr1Jo 109 ",,, · pallón 897, 946, Remate del cable del lIapeoo 20
627 InverSIÓn de la comente 898 -auXlbar929 Método de ~ doceav-os 948 Oleaje 900, 951 · pegar una 341 - secundarIO, 897, 946, 952 Rerno469, 559, 718
Gula o SIlga 724 InverSIÓn de temperatula 762 - de centelleos 928, Mdlbar 1120 OII,)() de amura S88 Pilotaje 959 Puesta al dia de las pub&aoones 923. Remolcar 723
Gula de amarra 724 IOR (bahu) 443, 680 · de destellos 928; MIILbar (mb) 744, 830 0I1,)() 335; AJau charts 1179 940,942, 944, 946 RemoI,no 172. 173;
Guracabos318 lsocrooa 1073 · de enfilaoón 929; Milla malina 750, 936 · de Cunnrngham 33, 308, 328 PlfItura 382 PuJamen41, 135,329,332,595 · de lasextrernJdades 173. 191
Gutdedullél~retJr423, 921 lsofase (luz) 928 - de fondeo 358; Mlsual809 Onda·malea 894 Pinza (corte de las velas) 327 Punta (clavo) 387 Remolque 717, 728, 723,
GIJ\I'ldIe 290, 306, 389, 551, 556 Isohlpsa 747, 754 - de navegacIÓfl358, Mlud de la mar&! (~de la) 654, 947 Ordenador de a bordo 464 Pinzote de botavara 20, 286, 586, S88 Punto de Sirga 662 · ba/Co remolcador 723
GUlOdaleza 614, 630, 723 lur 31, 578 · de ocultaoones 928; MolInete 477 OflflCdr622 PIque (estar a) 635 Punto RempuJO 434
,de se<torl'S 929; Mono rsotéfmlCO54 Onnque415, 622, 640 PIque largo (estar a) 635 - anfKlrórruco 895; Rend,mlento de las vrl.n 205·209
Hact'f bordos 92, 13t, 495 , E(ondas) 458 - de un barco 423, 540; Montón bien pensado 551, 619 OrtodrÓfflKa 938 Plancha 41 · cardln.l151, ReparilClÓfl de un casco
Hacer cabeza 626, 627 Jaroa 251, 478; · dlle<Cronal929, Monz6n885 Ortogonales de ola 913 Planear 128, 205, 534 · determlnan1e 1034, · de conllachapado 395;
Hac~ cargo del barco 1172 · de autoobencadura 253; · liJa 928, MOI'daza 21, 390 Orza 21.33,35,41,106,197,392, Planeo 191, 231, 239 · vflflall054 · de P~stICO 397
Hadley(célula de) 761 · de labor 251, 478, · flotante 442, 680, 693, 1164, Morder 390 506, 526, 985, 996; Planeta (SltUiJOÓll por) 884 Punto de zrgzag 334 Repuesto(material del 349, 433
Halaf 443, 640, 717 · desloop 253. L.lm. 1, . ISOlase 928; Mosquetón 439,576,577; · de sable 35, ",,00 Punzón 434 Repunte 892
Hallaf la SltUiJOÓll857, 917, 972 · filme 205, 251 · posterror 929; - de dnza 309, · pMltante 35 - antJdeffla 218,228; Pullo del trapeoo 22, 27 Resbalar 139
He = altuta calculada 1045 OrzClda 50, 92, 528, 554, 569 -vébc0212
H~hce 346, 348
libe (trasluchada en plancha) 163
Jockey.poJe (separador de braza) 303
·rOJaautom.1!ICademano428,1110 -de Icx¡ue 22
Motor 1103; Orzar 62, 74
Osmosrs 378
PlAstlco (casco de) 295, 372
Plataforma contrnental845, 860
"'' '
· de amura 20, 22, 27, 576, 586;
Resma 398
RestStenw 180, 200, 204,
HElP (posIcr6n) 688 Mdscalf't 896 · au~liar 343. 344, 709, 728, - de driza 20, 27; · aerodi~mrca 204;
Herraj€' hemtwa 33 Kevlar 270, 271, 323, Macho del limón 33 -dhl349, O~dao6n 297 Pleamar 891, 896, 949 - de escota 20, 22, 27, 586, 588 · al avance 127, 180, 189;
Herrajes ~ tangón 286 · dfllA 305 Madera eocolada (coostrUCClÓfl de) 375 · fl)0344 PIe~na de agujeros 285, 304 PlJC 466 · alrozamrento 192,
Herranuentas 433, 483 Magnétrco: Muelle (manrobras en el) 647, 657 Pagaya 35, 722 PI;f(Juedel spI 521, 536 - de la ola 189;
H. (altura IMtrumenta~ 1045 labriKlor (corlJente del): 741, 886 -masar.451,1016, Muerto421, 422, 617, 642 Palloaje ITIdlino 837-900 Poco VIento QuIlla 197, 371 · de preUlri 188;
PaJafin 20, 27, 124 - rnarnobfas con 502, 521, 531;
.."
HrdroruOón 702 lamrnar . none 451,973 Muro de cootenoól'l L.1mlnas 3 · de rozanuento 188,
Hldrodl~mlCa (fuerza) 171, 197 -IIUJO 175 Mal tiempo 1209 Mytar 325 Pala 718 ·t.ktrca coo 1072 RiI (rumbo de aguJa) 985 (en Iranct.>s . Inducida 189. 191
Hierro: lamluana (a!ga) 869 Manga de a;re 460 Palmejar de pantoque 371 C(=CapIMn de Corbeta) Resonancia 895
- de bichero 413, lapas 869 Manrobra a motor 647 NaufragIO 1184 Palo 41, 251, 254, 478, 505; - de la vela 208, R.Jbtza 443. 680 ResprraclÓfl artlfrcral701
Hrlo324 largado ¡Apdo 314 ManIObra Nava¡a de boI!orlo 401 · aerodrnamlCO 205; · de los planos de de/Na 218, Racha m, 509, 514, 516 Relorno c.ilrdo 810
HIlo (de coser) 334 largar 71, 554 -de labor 251; NAVAREA 923 · gllatono 22; - de veloCIdad 216 Rachna 516 Retrocede 88
Hincharse a la contra 502 ¡lalgar! 550, 554 ·lirme251 N...,ooo . m.lstrl·ala 253, Polea 288, 289, Radar 425, 544, 1019 Reuoceder 558
Hiperbólica (Ild'it'<}ación) 463 largo (rumbo) 50, 141, 259, 532, 538 Manrvela de gU11"IdIe 55 1 · de emergenoa 685; · rig,do 256 ·depa¡arín 41 , RiJdIacr6n 740; Revrstlmlt'flto aerod¡~mKO (obra
Hipotermia 690 lastre 62, 234, 371 - nocturna 1123 Pan 1202 · del aparejo 20; · solar 805 muerla) 251,305,617, 711
M" Panel solar 362
Ha (altura observada) 1045 laterales (malcas) 925, llIm 4 · de VIento 902 Neopreno hypalon 388, 467 - tra901todo 292 Radldll'lO (masa de aire de tipo) 756 ReynoIds (número de) 192
HOjddesonda 1002, 1004 latrtud935 ,(eslddo de la) 909, 1141 Nt'f'IIio338 PanldUn (cat·way) 657 Pobamrdd 269, 322 RiJdio de borneo 421 Rez6n416
HOjd de navaja 401 lavar (el (,)sco) lesWei 382 Marca 861, 921, 924, 925, 960, 973, NGF (fIM'I.Ki6n general de Franoa) 939, Panld~n (amane a un) 469, 611 PoIoéstt'f 270, 322 Radro(feceptor) 458 Rlur585
Homtwe al agua 677 laZY-jdCk 584 979, 1117; ,.2 Pantalón de trapeoo 22, 116 PoIigono de bnsa 806 Radiobaliza 431 RIzo 512, 585,
Hommg 1016 [Nsh 48 - cardinal 925, 926; Niebla 933, 1001 Pantoque 380 PoI,propr!eno 270 RiJdiofaro 1013 · de fondo 512
Hormigón (CdSCO de) 372 lente 461,982, - de a9uas navegables 927; NlmOOesllatos 763 Par'ros 326, 328, 330, 333 Pohuretano 378, 384 Radrogonromeula 934, 1013 Roca 961, lAm. 4
Horquilla 718 levanta/la pata 120 - de pelrgro aislado 927, Nivel de la mitad de la marea 947 Par: PoIyanl322 Rad!OSf!flales 934 Roda 20, 31
Huida (en) 1220 levantar la proa (tabla) 150 . lateral 925 Noche: . de banda 115; Poner aprl'Sto 324 Rilnura (efe<to de) 179 Rolada del VIento (t.\{\lCa) 995, 1081
Humboldt (corneote de) 885 lev3l' el anda 725 M3!(,) de tope 925 - n.JVl'9dOÓfI de 1054, 1123; · de escora 507, 510; Pooer(se) al tr ...?'; 58 R.lstrear687 Rombo 255, 265
Humeddd 749, 1165, 1170 lHA: vrr angula en el Polo M3I'cao6n 453,1014 -Vl'fdeI207 · ele<lIo/Itrco 370 J>onerseala~pa 113,685; Rayo solar 740 Rompeente 901, 912
HuracAn 795 Ubre de Faros 921, 928, 931 Marcao6ngonro 1015 NoI'te: Paralelo 935, 917 - en puerto 609 R.lyos 432 Ropa 53, 440, 692, 1165;
Hv (altura vrrdadera) IG45 Ubro de I/iJdrose().)les 921 Marco 134 -lTliJ9nf\)(0451,973, Pararrayos 432, 1174 Popa ('o'I('nto y rumbo) 50, 99 Reactivación (en tabla) 156 · flotante 440
Palkt'f (lornlllo) 298, 388 Portante (VIento) 93 ReiICher 564 RopelO411
1240 [n dice 124 1
Rosa 450, 973; Sot,wento 92 - de una vela 120 Velocidad 219, 535, 750;
- de los VIentos 451 Spe<:IIa 323 TrMi<o poituario 606 - aiLca 534,
Rozamiento 184
Rugoodad relatIVa 183
Speedoml'u~f: (ver (orrMera)
5pi 21, 128, 135, 147, 204, 318-321,
Tra¡edeaguas 1166
Tlama 324
- indUCida 180;
- In,tanl~nea 219;
ndice de cuadros
Rumbo 63. 499. 98S. 995 333, 520_ 562; Tlamontana 810 - sobre el fondo 219,
Rumbos de na~'l'9ación 76, 22l; . a~métnco 140, 569; Trampolín 16, 22 Vekx:lty MadI' Good 217 A barlovento, a sotavento, 69 Del buen uso de las señales y El spi asimétrico de los catamaranes,
- de {e~ldd 76, 221; - de largo 595 Transfl'leooa de calor 740, 757 VentilaCIón del barco 477
Transrt (srstema) 463 Verdadero (norte) 981
A propósito de la escala bengalas (reglamentarias o 140
- de whWo 540; Spruce (madera) 300
· de IdU}O 532; SSB (8.Jnru lar~1 Unira) 458 Transportador 1109 Verrlesg]g anemométrica de Beaufort, 751 caducadas) 430 El spi sin lagrimas, 523, 525, 529, 530
- portantes 76, SO, 128, 222 Srarcut 536 Tranwone de la tabla 148 Vernal (punto) 1054 A propósito de los ritmos del sueño, Derroteros para la navegación de El upwelling, 885
Rv (rumbo verdildero) en frances Cv" StO/m surges 888 Trap3 de la botavara 20, 28, 124,315, VelOSlmllltud 981
(aplMn de Navio 985 Subida de la marea 893 564, 569, 588 Verrucalla maura 870 1188 recreo, 943 Enfilación, 60
Subsidenoa 756 Trapeoo 116 VHF 459, 610,1030 A propósito de 105 vientos, 494 Dónde conseguir el boletín ¡Es fácil coger una boya!, 644
Sable 27, 48, 126, 337, 586. 593 5ueca (vela) 337 Trapo Víadeagua 394,1181
Viento por la a!eta 79, 143
Abozar una maniobra, 641 meteorológico, 52 Escala anemométrica de Beaufort,
Sable forzado 20. 22. 41, 27, 46, 121, SUjetar CO/\ rebenque, 593 - elewoo del 603;
m Superca\lltaciÓfl185 -rMUCOÓfl del 573 Viento 472; Adujar una amarra, 282 Efecto de corriente contraria en una 752
Sacar el barco {On grúa 672 Superestructuras 370 Traslado de una linea de posiCIÓn 999 - aparente 221, 509, 518, 534; Ajuste del compás, 991 ola, 909 Especial catamarán: el cabo de
Salchi(ha (SUjetar con rebenques en) Supt'rfície (\liento) 750 Trasluchada 81, 88, 101,561,569; - de la veloodad 509, 518;
Suspt'n>ión (en) 158 - ~al falso pairo· 163; -depop.a80,143,204,518,562, Alfabeto internacional, 1030 Ejemplo de calculo de marea para adrizado, 37
339,576
S3hda: - d,n~miC<l 158; Ion 1075; Altura de las olas, 907 Baltimore, 956 Esquema para el reglaje de un
- de orzada 602; Tabla: - china 564, 569 - de pop.a (en tabla a vela) 99,
Anatomía de la tabla a vela, 40 Ejemplo de cálculo de marea para derivador durante la navegación,
- enpatin 150 - de fun 38, 46; Través (ponerse al) 58 - de proa 51, 495, 1077;
Sahr de dudas 925, 1015 - de olas 38; Través (amarra) 654, 658 - de supt'rficie 1085; Aprended a ser responsables para Bilbao, 949 123
Salvavidas (balsa) 467 - de regata 38; Través-Iraves (manroora) 685 - de tla\<és 74, 76, 1072, 1073; mantener vuestra propia Ejemplos de menús, 1200 Esquema de la meridiana, 1050
Sanm\'ich 376, 392 - de velocidad 42; Travesia(entabla) 157 · portante 93;
- polivalente 38 Trazar la derrota 985 - real 221, 509, 518, 534, 750; seguridad, 66 El aparato de VHF y el hombre al Esquema de la recta de altura, 1046
SAR5AT·CQSPAS 431
Satélites 1022 Tabla de guardias 1187 lIenzado 269 - ~n6ptj(Q 750, 806 Atraque a un pantalán con marcha agua, 685 Estado de la mar, 831
$atn.lv997,1023 Tabla de gr<r11120, 28, 41, 309 Tndngulo de posiOón 1035 Vigilal\(ia 475
atrás, 660 El aparejo, 697 faenas marineras elementales, 32
SalUfoKión 744 Tablilla de tres agujeros 315 T/incar (infTKMlizar con un cabo) 281 Vigilancia en tlella 475
50im 326 Tackrng-Irnl' (cabo de vrrar) 557 Tnl\(ar un cabo 272 Vigueta 22; Atraque a un pantalán con marcha El arco de resistencia, 72 Fondear en la orilla de la playa, 632
Sector 932; Tdctlta: Tnnqueta 557; - de catamar~n 27 avante, 659 El balance eléctrico 366, 367, 368 Fondear un catamarán, 631
· de bordadas 495 - segun el \liento 1067; • de >pI 522, 601 Violrnes 256, 265
- segun la corriente 1083 Trinquetas gemelas 524 ¡Viral 551, 552
Bengalas-paracaídas: modo El balizamiento de las playas y el Fon dear con el viento de proa, 624
Seguridad:
- del motor d1Pse1350; Tail splice (ayusle mlX\o) Tnpulaci6n 1096, 1111 Virada por ledondo 548, 560 adecuado de utilizarlas, 427 código de señales, 67 Fondeo ligero para el derivador, 37
- del motor fueraborda 345: Talón (COl) del tangón 303, 596 Tripulante 552 Virada poi" avante 82, 237, 548, 571;
Bot iquín básico, 1167 El borneo, 617 Formato de las ca rtas dellHM, 465
· elktnca 360 Talweg 828 Tnrradial333 - dlndmlC<ll56;
5elf-lailing (autocdzilflte) 290 Tambucho310,371 TropICal (alle) 764 • lIasluchada 88 Botiquín de urgencia nO 1, 1110 El buen uso del molinete, 634 formato de las cartas SHOM, 466
Semlbao 371 Tangón 138, 301 321, 564, 596; Tropopausa 740 Viral por avante en tabla a vela 91; Breve vocabulario sobre radar, 1020 El catavientos sin problemas, 64 Fórmula de la velocidad, 454
Señallumlgena ¡Iotilnt!' 429 - de spi 21 Troposfera 748, 774 - !rasluchada (con spi)l44
Turbuleaoa 172. 183 Viscosidad 177, 183
Catavientos y bandas de control, 504 El Centro de consultas médicas Frenar un cabo de maniobra, 652
Ser'iales: Tantear 499
- de niebla S4S, 933; TaqUilla 411 Turbulencias atmosféfKa, 172 VlVeles 1168, 1171 Categorías de navegación en marítimas, 70 1 Función de la trapa y de la
- de socorro 426 Teja de vela 322 Turbu~ento 173 VIVIr en S('(O 1185
España, 1107 El cortacorriente, 345 barraescota, 503
Separación de trafiCO 542 Temperalura 748 Turnos de guardlil 1186 VMG217
Sene de oLn 901 Tempol"al1216 Twa10/\323 Volantes (manIObras) 316 Cazar/1argar,61 El delfín, 867 funciones auxiliares de los sistemas
Servke hydrographlque el Tendencia 814 TWl'>t-loot 328 Volcar por avante 117 Clases de nudos, 272, 274 El efecto del paso de la hélice, 711 de navegación radioeléctricos,
océanographique de Id Manne Tensado a tope 657 VoItímet¡o 353
Unidireccional (tejido) 326 Volubles 617
Colocación de una cánula, 703 El efecto del timón: barco ardiente y 1022
(SHOM) 465, 291 Tensar 55, 306
SefViOO¡ WC 409 Tensor 284, 304; Unión- VoÑer a coser una vela 340 Cálculo para hacer insumergible un blando, 65 Ganancia de velocidad, ganancia de
- de volante 257 - C<lSCO 369; Vuelco 93 barco de crucero, 393
SlO91<1891 El equipo del perfecto pescador, tiempo, fórmulas simplificadas,
Sllbato441 Tensorl"i de p!etma 20, 24 - por lUllCho 296 Vuelo (zarpar al) 637
Slnglal719 Teorema Uniones (estanqUEidad de las) 373; Vuelta: Cálculo de la carga de ruptura de un 873 1074
SmóptlCO (v;erllo) 750 - de 8eroourlli 186; - fijas, móvlles 386 - doble de rezón 682; tensor, 285 El extradÓ5, 180 Hacer ayustes, 280
Sirena 933 - de lord Kelvrn 180; U¡M'l'lIln9885, 887 • ledonda 620
Urdimble 324
Cómo " ponerse al dia" a principios El fetch, 903 Hacer fuerza ; el aparejo y el
Srrgar 672 - de PTal'ldtl192
Sl5tema rraruir 1022 Teredo 374 Uso (hora en) 949 W-c malll'10409 de temporada, 923 El foehn, 808 cabrestante (o güinche), 290
SI~tema, nubo>os 767 Tergal322 Utilizar la, velas 589 Water-stal! 151 Cómo tensar una vela, 56 El franco-bordo, 696 Hacer gazas, 278
SI!UoKiÓI1: Terminal de 267 Way point (pun tos de paso) 1023
-poi" ar(O$ Cilpaces 981; Terminal o punta df) tangón 303 Vaciador de urgencla 187 West-SYSlem 375 Cómo aprender a situarse en un ¡El hook sin historias!, 29 Hay que llevar un chaleco salvavidas
- poi demora y altura 981; Termosfera 748 Vaina 27; plano de agua, 59 El lazy-jack, 584 homologado, 54
- por dos dl'moras 977; Tervlene 322 - de sable 20, 336 Yankee 331
Valle (cuenca) cdlldo 765
Cómo amarrarnos a una boya desde El matafión: un cabo a punto de Hay que parar el barco a cualquier
-poi" gonio 1016; Tiempo de chubascos 53
- por ues demoras 973, 977 Timón 22, 33, 392 Vapor de agua 743 arpar 633, 635; un catamarán, 645 desaparecer, 587 precio, 683
Slip 671 Timonel 56, 552 Varada 667; • a motor 637; Control del compás de alidada, 975 El material de armamento Hay que recordar, 536
SIoop (ap3rejo de) 252, Lám. 1 Tirador (del motor) 348 - sobre escoras 669 - a palo seco 638;
Sobrefusión 744 TirÓfl o latigazo 713 Varech 865 - al vuelo 637; Cuadro de resistencia de los cables, obligatorio, 36 Historieta muda, 639
Socorro (ser\all"i de) 426-431 Título de radiofonista rl"itnngldo 1031 Varenga 371, 375 - de un muelle 664; 266 El número de Reynolds, 176 Inspecciones de material de
Soldadura: Toldilla 342 Varración 985 - en la corllente 639
2efllth 1038
Cuando el motor no arranca, 356 El perfil adecuado, 301 seguridad, 435
- de una pt'rcha 297; Toma de nzos 586 Vanlla 265
- delexuemo de un {abo 270 Tormentín 582,1181 VasoconslncCÍÓfl 690 lineado 385 Cuando rompe la ola, 910 El par de fuerzas durante la salida, Instituto Hidrográfico de la Marina,
Sonda 456, 939; Tornillo de madera 300, 388 Vela sueca 337 Zona maritllllO-telll'Stre 865, 938, 960 i Cuidado con el .. picoteo"!, 1199 199 922
- arustlGl 457; Tornillo micrométrico 461 Velas 41, 410, 479; 20nas de navegación 1107
- l'1e<:tróni<:a 1002; Torretas925 - aerodindmicas 46; Zonas de separación de "d/ico 542 Decreto sobre seguridad de la vida El remache encajado, 298 Interrumpir un cabo, 276
- manual 457, 1002 Torsión, alabeo 126, 502, SOS, 511, - en or('Jas de burlO, 80 ZurCido 342 humana en la mar, 415 El soporte de la meteorología, 819 la auto-defensa, 661
Sondar 1003 520; Veleta 460, 562
1242 índice de cuadros
La chumacera. 35 los trucos del marino avispado, 579 Pequeño diccionario de términos
la defensa volante. 665 Marinecall, 826 habituales, 833
La estabitidad y los rumbos. 242 M aterial de la balsa salvavidas, 446 Permisos para ma nejar
la guía de los puertos del Material obligatorio en embarcaciones a motor, 714
Mediterráneo, 656 navegaciones de 5" ca tegoría, Peso por metro de cadena, 41 8
1108
Contenido
la información náutica en España. Polígono de brisas, 807
923 Modo de construir una corredera de ¿Por qué?, 1158
la información nautica en barquilla, 455 ¿Por qué das golpes?, 105
Inglaterra, 922 Modo de dar vueltas a una cadena Predecir las olas, 908
La Jibe o trasluchada dinámica. 164 sobre una bita de amarre, 620 Predicción de las olas, 904
la maniobra de hombre al agua y la Modo de evitar los abordajes, 94 ¿Preparados para iza r el spi? 599
electrónica, 686 Modo de hacer pan, 1203 Propagación de las olas, 905
la marea en el Minitel, 946 Modo de instalar una botella de Realización de un diagrama de
la representación de fuerzas con buceo en un bote auxiliar, 445 velOCidad, 1070
viento en popa. 223
la pesca deportiva: una actividad
Modo de lanzar una amarra, 653
Modo de tomar un rizo sin aparejo
Reglajes de los catamaranes
durante la navegación, 125
1. Práctica del velero
Aparejar el barco , 24.- Derivadores. y cat amaranes, 2~.- A pareja r el palo, 1. Aparejar el barco, 19
reglamentada. 864 especial, 590 Reglamento para la prevención de
24 .- Aparejar las velas, 27. - Orzas y timones, 33 .- M atenal de armamento y
La trasluchada en tabla a vela, 160 Modo de utilizar bien el cabrestante abordajes en la mar, 540
de seguridad, 35. .
La virada por avante "inclinada" en (o güinche), 580 Revisar la jarcia firme, 263
La tabla a vela, 38.- Equipar la plancha, 38.- Aparelar la vela, 44.
láser, 86 Modo de utilizar el carril del pie del Saber leer a través del casquillo de
La virada por avante clásica mástil, 148 una bujía, 347 La primera salida , 49.- las buenas condiciones, 49.- los primeros bordos 2. Iniciación, 49
en derivador con dos Modo de comprobar un circuito, Saber "leer" en las olas, 906 en derivador o en catamarán, 55. - los comienzos sobre el agua con una ta-
t ripulantes, 84 358 Seguridad, 3S7 bla a vela, 66.
La virada por redondo, 90 Modo de extraer un cuerpo Señales de t ráfico portuario, 648 Hablando de rumbos , 76.- Los rumbos de ceñida, 76.- Los rumbos por-
la zona litoral, 87 1 extraño que esté obstruyendo Singlar o remar a la sirga, 720 tantes, 80. - Maniobras y cambios de amura en derivador y catamarán, 82.-
La zona litoral y la pesca a pie. 872 las vías respiratorias superiores, Subir un vigía a la cruceta, 687 Maniobras y cambios de rumbo en tabla a vela, 95.
La rosa de los vientos. 51 704 Tabla para facilitar la identificación
las fases del enfriamiento segun la Montaje del catamaran, 25 de los códigos Morse, 1017 Derivadores y catamaranes, 103.- Maniobras de playa, 103.- Peque~as 3. Perfeccionam iento, 103
disminución de la temperatura, Naufragio, supervivencia, 1218 También podemos singlar hacia maniobras y g randes demostraciones, 11 3.-. Modo de goberna r .un derlva-
699 Navegación de emergencia, 684 atrás, 722 dar o un catamarán, 11 4.- Reglaje de un derlvador o un catamaran en rum-
las señales de mano: modo Navegación directa e indirecta: Tejido de las velas: gramaje y bos portantes, 127.- El derivador con spi, 135. . .
adecuado de utilizarlas, 428 ganancia de barlovento, 500 resistencia, 323, 326 Perfeccionamiento en tabla a vela , 147.- Salidas y llegadas, 147.- Salida
las señales de niebla, 545 Nomenclatura del catamaran Teorema de Euler, 187 desde el agua (water-start), 15 1.- La suspensión y el arnes, 153.- las viradas
las turbulencias aisladas, 174 deportivo, 22 Tiempos de supervivencia según la de bordo dinámicas, 156.
las velas ¡atención frágil!, 28 Normas sobre separación del temperatura del agua, 689
lista-recordatorio, 1168 trafico, 1028 ¡Toda la teo ... riza!, 588
lo que debe hacer cada uno para Número de extintores a bordo, 431 Trucos para utilizar bien las 11. Mecánica del velero 1. El origen de las fuerzas, 171
virar por avante de forma Oración de entrada en puerto: maniobras volantes, 662 Los fluidos en movimiento, 17 1.- Las turbulencias, 172.- Flujos, 175.
ordenada, 553 primera letanía, 609 Un instrumento de gran valor, 270 Influencia de la v iscosidad del aire y d e l agua , 179.
lo que debe hacer cada uno: la Oración de entrada en puerto: Uso adecuado del sextante, 1036 Curvatura y presión, 186.- Curvatura y gradiente de presión, 186
trasluchada con spi, 568 segunda letanía, 610 Valores energéticos, 1202
Las fuerzas y su descomposición e lemental , 195 ..- .EI viento y la vela,
2. El j uego de las fuerzas, 195
lo que debe hacer cada uno: la Ordenes al timón, 7 16 Viento aparente y viento real, 126
virada por redondo, 563 Organización de los puertos Virar de bordo, 88 195. - El agua y la quilla, 197. - Ejemplos de descompOS1C1?n de fuerzas, 200.
los depósitos, 48 1 deportivos, 6 12 Vivir en seco, 11 92 La formación de fuerzas, 201.- Complejidad de un flUJO real, 20 1.· El re-
los dispositivos de separación del Orzada y arribada, 75 Vocabulario breve inglés-español glaje del barco: las velas 207. - Modo de conseguir el mejor reglaje del barco,
tráfico, 543 Para bajar del trapecio, 11 8 sobre la marea, 955 213.
los enrolladores de foque, 30 Para instalar un aparejo, 28 Zarpar de un muelle a motor, 666 3, El equilibrio de un velero,
Clasificación de los rumbos de navegación , 222.- Est abilidad del barco,
los mamíferos marinos. Cómo Pa ra que lo practiquéis, 698 Zonas de navegación, 11 07 219
reconocerlos, 866, 867 Pa ra salir al trapecio, 118 223. ..b.
Las leyes del equilibrio , 226.- Equilibrio en movimiento, 227.- EqUlh no
los rumbos, 76 Para ver claro, 1208
los sistemas nubosos, 768 Partes de un barco de construcción en rotación, 23 1.
El e mentos teóricos d e la mani o bra , 236.- Vi rada por avante, 237.- El
los trajes de supervivencia, 691 clasica, 371
planeo, 239. - En resumen, 240.
1245
1244
Caso nO 4: la circulación del Sur, 785.- Caso nO5: la circulación del Nordes- La recta de altura, 1033.- Fundamento, 1033.- De la observación al traza- 4. Navegación astronómica
te, 788.- Caso n° 6: la ci rcu lación del Este. 79 1.- Caso n° 7: circulaciones do, 1034.- Cálculo de la recta de altura. 103 5.- El triángulo de posición, 1033 '
especiales. 794.- Conclusiones, 804. 1038.- Práctica del cálculo. 104 1.- Trazado de la recta de altura, 1047.
Los efectos loca les, 805. - La acción térmica: las brisas 805.- la acción di - l a merid iana, 1048.- Cálculo de la hora de la meridiana, 1049.
námica, 808. Hallar la situación, 1052.· La Luna, 1052.· los planetas, 1053.~ Las estre·
lIas, 1053.
3. El tiempo que va a hacer, La predicción del tiempo, 81 1.· M eteorología práctica, 817.
_ 811 Elegir nuestra derrota, 1056. 5. Derrota y estrategia. 1055
Mejorar nuestra derrota, 1065.· Jugar con el viento, 1076.- Jugar con la
VI. El paisaje marino corriente, 1083.
1. La noción de paisaje marino, El paisaje, 843.- El paisaje marino, 844.- El pa isaje-experiencia, 845.- El
843 paisaje de las formas, 847.- El paisaje-cultura, 848. VIII. El crucero
El aprendizaje del paisaj e, 851.
En resumen , 852. La elección de un barco, 1102 .- El tipo de barco, 1103.- El material, 1. Salir a pasar el día, 1101
1106.- La "tripulación", 1111 .
2. De la mar a la tierra, 857 En alta mar, 857. Un día en la mar, 11 3.~ las caracterfsticas de la zona, 1114.- Elaboración
Las aproximaciones, 859. del programa, 1120.
La zona costera , 860. - Las señales, 86 1.- Los pasos, 862.- Los encuentros,
863.- Los fondeaderos, 865. ¿Por dónde naveg ar?, 1128.- la noción de cuenca de crucero, 1129. 2. Crucero por la costa. 1127
La oril la, 865.~ la zona litoral. 865.~ Rocas, playas y cenagales, 869. Preparación de un crucero, 1139.· Análisis de la cuenca del Norte de Bre·
Los puertos, 876. taña, 1140.- La tripulación, 11 51.- Trama o esquema del crucero, 1156.
El alquiler del barco, 11 60.
3. La mar en movimiento, 881 Las corrientes, 882 .· Corrientes generales, 883.~ Corrientes locales, 886. Los preparati vos, 1165.
Mareas y co rri entes de marea, 890.- La marea y sus ritmos, 891.· l as co-
rrientes de marea, 897.· La corriente y el viento, 899. Antes de zarpar, 1177.- Nos hacemos cargo del barco, 1179.- Cómo ase· 3. Crucero de altura, 1175
Olas de su p erfici e y mar de fo nd o, 900.- Caracteristicas de las olas, gurar la autonomía, 11 80.~ las provisiones, 11 82.
901.~ Mar de viento, 902.- El mar de fondo, 904.- Las "olas gruesas", 907.· Viv ir en la mar, 1185.- Un cierto ritmo de vida: las guardias, 1186.- Dor-
La mar y los obstáculos, 909. mir, 1191.- La comida, 1193.· Alimentarse, 1196.- limpieza y manteni·
miento, 1204.- Navegar, 1205.- La noche, 1207.- El mal tiempo. 1209.- El
buen tiempo, 1221.
VII. Navegación
1. Puntos de referencia y Las balizas, 924.- Modo de reconocer una señal, 925.- luces y señales, IX. Documentación práctica
publicaciones, 821 928.- Señales de niebla, 933.- las radioseñales, 934.- Los astros, 934.
la carta , 935.~ Fundamento, 935.- Lectura de la carta, 938.- El paisaje, Bibliografía, 1227. Fuentes de la nueva edici ón , 1232. Direcciones úti-
939.- Los Derroteros, 942.- Otras publicaciones, 943. les, 1233 .
Cálculos sobre la marea, 945.- El Anuario de mareas, 945.- Métodos de índice, 1235. índ ice de rec uadros, 1241.
calculo, 947.- Corrientes de marea, 956.
2. Navegación costera, 959 El pilotaje, 959.- Las enfilaciones, 960.- El soliloquio del piloto, 962.
Modo de situarnos, 972.- Situación por demoras, 973.- El sextante en la
navegación costera, 98 1.
Dar un rumbo al timonel, 985. ndice de láminas
3. Navegación en alta mar, 993 la estima, 994.- Traslado de una línea de posición, 999.- Navegación con Láminas l . Ve la s y aparejos (entre pp. 256 Y 257). Diferentes clases de ve la s, p. I - Algunos ejemplos de
niebla, 100l. aparejos antiguos, p. I V .~ Aparejos y ve las modernas, p. VI.- Los aparejos especiales, p. VIII.
Radiogoniometría , 1013. Láminas 2. Las nube s (entre pp. 768 Y 769), Nubes al ta s, p. X.- Nubes media s, p. XII.- Nubes bajas, p. XIV.
La navegación asi stida por ordenador (NAO), 1018.
Láminas 3. Los paisajes marin os (e ntre pp. 896 Y 897). La vegetación de las islas y duna s, p. XVII.· Puertos
Encuentros con ca rgueros y ferries, 1027.
e infraestructuras portuaria s, p. XX .- la mar y los obstáculos, p. XXIII.
l a recal ad a, 1029.
Comunicarnos, 1029. Láminas 4. la navegación (entre pp. 1088 Y 1089). El bali za miento, p. XXV.- Caracte rísticas de las luces,
p. XXV I. - Luces de los barcos, p. XXV II.- Al pasar por La Horaine, p. XXV III. ~ El sol il oq ui o del piloto,
p. XXX.- Lectura de la carta, p. XXXI I.
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