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El evangelio de medianoche.

Episodio 5

Podcast #302 con Jason Louv (Soul Bird)

https://www.youtube.com/watch?v=xACTbCxk4lg
http://www.duncantrussell.com/midnightgospel-
jasonlouv

Seguir estos:
https://www.youtube.com/watch?v=ZZr2Gp8qFKM
(Damien Echols teaches the rituals that helped keep him
whole on Death Row)
https://www.youtube.com/watch?v=u7rNb2eCQTU
(explicación del dmt)
https://www.youtube.com/watch?v=SyN788DJY_A
(fishbowl man ep 3 podcast)

¿Hay un cierto número de días en los que el alma va


al bardo, según el budismo tibetano?
Sí. Son 49 días. Antes veamos qué es la iluminación.
Para los budistas tibetanos es entender que todo está
vacío, que todo es pasajero. Hace 2500 años, Buda
meditó debajo de un árbol durante siete años para
alcanzar la iluminación. Cuando lo logra, se da cuenta
de cuál es la verdadera naturaleza del ser, pues antes
de ello se creía en la existencia de la red de Indra,
donde lo importante es cada nodo de la red, que
representa al núcleo de cada ser (o su verdadera
naturaleza) es decir, el Atman, como si fuera una
mónada (el ser indivisible y verdadero, que constituye
una imagen esencial del universo).

Buda mira la red y observa la misma topografía, pero se


da cuenta de que lo importante no son los nodos, sino
las conexiones, pues los nodos son la ilusión óptica que
crea la red, ya que todos buscamos algo que sea
esencialmente verdadero, pero eso no existe, no existe
un núcleo, ni un Atman, ni nada, así como tampoco
existe Papá Noel. Uno tiene la ilusión de ser un ser
separado porque es un punto en el que la red converge,
y como creemos que existimos, entonces sufrimos,
porque creemos que hay algo esencial en la realidad,
pero no hay una esencia en cada persona, no hay
esencialismo, no hay mónadas ni Atmans, sólo hay
conexiones infinitas.
Entonces, hace 2500 años, en el noreste de la India, la
gente empieza a practicar técnicas budistas y empieza
a despertar del sueño de su sufrimiento individual:
«¡Oh! yo creía ser una mujer que sufría por la muerte de
su hijo, y que en mi vida no habría más que luto y
sufrimiento». Eso se logra al practicar por diez días
meditación vipassana, que significa ver las cosas como
son y que no busca llegar a ningún lugar, sino sentarse
con uno mismo, y nada de imaginar dioses, o de ser
algo que uno no es, o ser más puro, más espiritual, etc.
sino sentarse con el sentimiento de aquello que uno
trata de escaparse hasta que uno se da cuenta de
que ese sentimiento cambia por cuenta propia, pues
la naturaleza fundamental de todo es el cambio, es
ser pasajero, vacío, y luego darse cuenta de que la vida
que parecía tan real era sólo un sueño. Así, la gente en
el noreste de la India empieza a hacer eso hasta que
toda esa región se despierta.

Todos estamos en esta experiencia y creemos que es


real. Desde esta perspectiva, consideremos que la
práctica espiritual, cualquiera sea (hinduismo, magia,
hermetismo, sufismo, etc.), intenta lograr algo: «Voy a
ser más espiritual, voy a ser más amor, voy a ser más
esto, soy A y quiero ser B, quiero hacer cambios y estoy
consiguiendo puntos, etc.» La perspectiva budista es
«te estás machacando con un videojuego ¡apagá la
computadora! despertate, es sólo un juego, con todas
esas prácticas espirituales estás tratando de agregar
puntos de experiencia a un personaje ¡que no existe! te
olvidaste de que estás jugando un juego, andá a
hidratarte con un poco de agua, estuviste jugando por
20 horas seguidas y te olvidaste de que es un juego».

Es como si estuviéramos en una realidad virtual en la


que cada vez queremos estar más metidos, y de la que
el budismo nos quiere sacar. Y queremos estar cada
vez más metidos porque no queremos despegarnos
del sentimiento de «soy como soy», de la adicción a
la vida, que es no sentir el sufrimiento interno, ya
que es feo tener un cuerpo, duele, pues el hecho de
que todo sea pasajero (vejez, enfermedad y muerte)
causa sufrimiento, pues vivimos en un universo en el
que experimentamos el paso del tiempo, por lo que todo
se desintegrará y se irá, y el sufrimiento por eso es
insoportable.
Entonces, es mejor dejarlo ir, pues este juego no es
ganable, está arreglado para terminar muriendo, así que
¡Es sólo un juego! Todo cambia, todo es pasajero, y
toda esta historia que te construiste sobre la persona
que creés que sos, la voz de tu cabeza que te dice que
es real y que te habla con tu voz para convencerte de
que ella es vos, no es vos, es sólo un delirio.

La perspectiva budista es que cuando pensás que


es real, sufrís
Si te identificaste con tu personaje del videojuego, y lo
matan, vos sufrís porque pensás que es real. Es como
jugar al Monopoly y tomárselo en serio, porque esa es
la dinámica del juego, es tratar de llevar a la bancarrota
al rival como si fuera real, pues todos los jugadores
quieren que se juegue así. Y la crítica budista es que
el juego ya está arreglado para que sufras, pues la
adicción a la vida, a maya, a samsara es la última
adicción, la adicción a existir, a ver qué sucede
después, y después, y después hasta el infinito.

¿Por qué se considera que los verdaderos


practicantes espirituales son aburridos?
imaginemos a ocho personas jugando Monopoly, y
luego irrumpe alguien de afuera: «¡Esto es un juego!
¡dejen de jugar! ¡no es real! ¿qué están haciendo?»
y todos le responden «¡pero claro! ¡ya sabemos que
es un juego! ¡no seas aburrido!». Lo mismo sucede
con las personas que duermen «no las molestes, no
seas malo con ellas, dejalas disfrutar de su sueño».
Lo mismo sucede en el cine, pues nadie entra a una
sala de proyección a gritar que no es real, que es
sólo una película.
Hay una cierta regla de etiqueta según la cual, si te
encontrás a vos mismo despertando, no hay que
molestar a los que todavía duermen, e incluso
respetar a los que se despertaron y desean volver a
dormir.

Por tanto, todo lo inherente a la espiritualidad es para


apagar la computadora con el videojuego, para darnos
cuenta de que era sólo un videojuego y podamos
despertar. Al despertar, podemos recordar que el
sufrimiento era un sueño, pero también lo eran el goce y
el amor ¡todo era un sueño!

Cada persona vive su vida pensando que es real y


luego mueren. En el bardo, uno «viaja» por 49 días.
Cuando uno está vivo en el cuerpo, experimenta todas
estas alucinaciones diferentes, pero mientras tiene el
cuerpo, puede modular la frecuencia en la que se
experimenta la realidad, y por eso es que la vida
humana es tan preciosa. Cuando uno muere, pierde esa
capacidad.
La vida es un viaje, y si fue de sufrimiento por vivir en
una zona de guerra, se resuena en esa frecuencia.
Durante la vida, uno tiene muchas oportunidades para
cambiar esa frecuencia por otra, pues no todos viven en
zona de guerra todo el tiempo, pues pueden salir, vivir
en campamentos para refugiados, en el extranjero, etc.
ya que los seres humanos ya tienen experiencia en el
poder elegir. Elegimos tener experiencias y luego nos
identificamos con ese personaje del videojuego.

Todos somos un único ser, una única consciencia


experimentándose en diferentes lugares. Todos somos
la misma inhalación y exhalación, sin importar quién
seas o en qué parte del mundo estés. Todos seguimos y
podemos seguir volviendo una y otra vez porque lo
disfrutamos, porque nos amamos y porque queremos
volver a vernos otra vez. Seguimos volviendo.

Qué es el karma:
Al vivir se puede cambiar la frecuencia, pero al morir e
ingresar al bardo, no. Cuando uno está vivo,
experimenta los viajes al bardo, pero cuando uno
muere, el bardo es el viaje, es todo. Si uno vive como
soldado, lo vivido se repetirá en la próxima vida:
soldado, soldado, soldado. En vida uno construye la
inercia de llevar la identidad de un soldado en la
existencia, como si fuera crear una ola en la que uno
viajará en el futuro: «estoy en la guerra de la revolución,
luego en la guerra civil, luego la primer guerra mundial,
la segunda, en Vietnam…» y así me reencarno en
diferentes vidas, de modo que lo que hago ahora es lo
que haré mañana: si entreno hoy, entonces mañana
también entrenaré.

Aquí, lo más importante en todo el universo:


El punto de la experiencia en el bardo, que es la
experiencia entre vidas, es para experimentar el
significado de la luz clara inicial: que todo está vacío de
esencia y que nada es real. Entonces cuando uno
muere, el alma sale del cuerpo, ingresa al bardo y uno
es sólo ese viaje, lo que se experimenta en el bardo es
el karma (la repetición de lo que hice mientras estaba
vivo) que se libera a sí mismo y se experimenta como
un viaje psicodélico.
De forma práctica: cuando alguien ingresa al bardo,
experimenta una serie de realidades virtuales en las
que se le refleja el karma, es decir, los eventos de su
vida. Entre vidas se encuentra con dioses, diosas,
demonios y ángeles en una experiencia alucinatoria que
es una proyección de su mente que intenta recordarle
que está despierto, como sucede en la película Jacob’s
Ladder. (o el episodio The sting, de Futurama).

Al estar en el bardo, uno no tiene cuerpo y el karma


se le refleja como experiencias pasadas, pero es
para poder darse cuenta de que es un sueño y
poder despertar.
Supongamos que alguien muere y experimenta ira y
enojo, entonces su bardo será de ira y enojo, pues verá
esa frecuencia que se le refleja.
El bardo dura 49 días, en los que al alma se le da una
serie de experiencias de alucinaciones para recordar la
claridad, que la existencia está vacía y que nada es
real, recordar que se trata de un juego y que ese juego
está arreglado para sufrir siempre, hay que despertarse.
En ese punto es que uno puede elegir no reencarnar
(ya que recuerda que se trata de un juego). Es por eso
que los tibetanos practican el yoga de los sueños,
meditan mientras duermen, y hacen el yoga del bardo,
porque es como entrenarse para tener un sueño lúcido
para despertarse en el sueño. De esa forma, se
entrenan para despertarse después de haber muerto.

La vida es la última adicción


Reencarnar en una existencia es una adicción, y
cuando no estás en un cuerpo, tenés un breve
momento para recordar que sos adicto a encarnar en
cuerpos humanos y simplemente dejar de hacerlo. Esa
es la resolución del enigma budista, recordar que todo
esto es un sueño y que encarnar es una adicción.
También podés despertarte durante el bardo como si
fuera un sueño lúcido, y elegir una vida más favorable,
pero al final de cuentas es sufrimiento, pues es todo
una ilusión, se elige otro personaje, pero el juego está
arreglado.
Lo habitual es que en el bardo, la persona no recuerde
que es un sueño o que no quiera recordarlo.
Supongamos que Juan está enojado, nació enojado,
vive una vida de enojo, es soldado, va a la guerra, mata
mucha gente y su vida está coloreada por el enojo,
entonces cuando muere se enoja, está enojado con
Dios y le dice «¿por qué me diste esta vida de ira y
sufrimiento? ¿por qué tenía que matar gente? ¿por qué
la guerra?, etc» Cuando Juan muere y va al bardo, es
sólo un viaje de ira y enojo, y todo eso se le personifica
como demonios y personajes iracundos que reflejan el
estado de Juan para que se dé cuenta y despierte:
· Si se despierta y recuerda la luz clara inicial, o que
todo era sólo un videojuego y que no pasa nada, y que
el universo es un vacío, es su elección.
· Si no se despierta, ahí se le complica y debe volver a
nacer.
Durante la vida, Juan tiene una frecuencia en función de
lo que elige. Cuando está en el bardo debe despertarse
de esa frecuencia o darse cuenta de que es una ilusión.
Entonces, Juan está enojado en la vida y enojado en el
bardo. Cuando reencarne, elegirá padres que estén en
esa frecuencia.
Los tibetanos dicen que si uno transita los 49 días en el
bardo y no recuerda la claridad primaria, no recuerda
que todo es un juego en el que la muerte es una ilusión,
entonces toca volver a encarnar en una vida que
coincida con esa frecuencia. Y reencarnar se debe a
una adicción al sexo. Según los tibetanos, la gente
sigue reencarnando por ser adictas a la experiencia del
sexo, y es tan adicta que mira a sus padres
concibiendo, se atraen sexualmente a eso y entran en
el contrato, pero deben ser padres en un nivel
semejante al de ellos.

Fin

—————————————
Cita de Jacob’s Ladder (1990)

Según Meister Eckhart, él estuvo en el infierno, y lo


único que allí arde es la parte de ti que no se va de tu
vida. Tus recuerdos, tus vínculos, los queman todos allí.
Pero no para castigarte, sino para liberar tu alma. Así
que, Eckhart concluye: si tienes miedo de morir y te
estás resistiendo, verás diablos arrancándote la vida.
Pero, si estás en paz, los diablos se volverán ángeles
que te liberen de la tierra. Es en la forma en que lo
mires.

—————————————

(…)

- ¡Por fin puedo cantar!

♪ Beber sangre del muñón de


un guardia de la prisión
que acabo de cercenar.
Eso era la libertad para mí.

♪ Ver llorar a mi compañero de celda


mientras rociaba orina caliente
en sus ojos arrancados.
Eso era la libertad para mí.

♪ Pero ahora es evidente.


La prisión estaba dentro de mí.
Y yo estaba realmente meando
en mis propios ojos arrancados.

♪ Y la libertad es lo que sucede


cuando finalmente te quitás de encima
tu disfraz de prisionero.

Fin

—————————————

La ascensión del alma, extracto de «El evangelio de


María Magdalena»

15 [...] a él, y la Concupiscencia dijo: «No te he visto


bajar y ahora te veo subir. ¿Por qué mientes, si me
perteneces?». El alma respondió diciendo: «Yo te he
visto, pero tú no me has visto ni me has reconocido. Por
la vestimenta, que era tuya, y no me reconociste». Una
vez dicho esto, (el alma) se apartó con gran alegría y
seguidamente cayó en manos de la tercera potestad, la
llamada Ignorancia. Esta interrogó al alma diciendo:
«¿A dónde vas? En maldad estás atenazada; puesto
que estás dominada, no juzgues». El alma dijo: «¿Por
qué me juzgas tú a mí, si yo no te he juzgado? Yo he
sido dominada, pero no he dominado. No he sido
reconocida, pero he sabido que el universo está siendo
disuelto, tanto en las cosas terrenales como en las
cosas celestiales».

Una vez el alma hubo sobrepasado la tercera potestad,


continuó ascendiendo y divisó la cuarta potestad, la de
siete formas. La primera forma es la tiniebla; la
segunda, la concupiscencia; la tercera, la
ignorancia; la cuarta, la envidia de muerte; la quinta,
el reino de la carne; la sexta, la loca inteligencia de
la carne; la séptima, la sabiduría irascible. Estas son
las siete potestades de la ira, las cuales preguntan al
alma: «¿De dónde vienes, homicida? ¿A dónde vas,
dueña del espacio?». El alma respondió diciendo: «Lo
que me ata ha sido matado y lo que me atenaza ha sido
aniquilado, y mi concupiscencia se ha disipado y mi
ignorancia ha perecido. A un mundo he sido precipitada
desde un mundo, y a una imagen desde una imagen
celestial. La ligadura del olvido dura un instante. En
adelante alcanzaré el reposo del tiempo (kairós), del
tiempo (chrónos), (el reposo) de la eternidad, en
silencio».
Potestades, pero es sólo para almas, la consciencia
integrada no lo necesita, al ser todos los contenedores
de todos los espacios y todos los tiempos a la vez :

1 Tiniebla.
2 Concupiscencia (deseo de bienes materiales, deseo
sexual). [es semejante a cuando los autodenominados
dioses, crean los contenedores para que dentro
alberguen las almas de este universo, color azul y las el
otro universo en color amarillo; «por la vestimenta» se
refiere al contenedor]
3 Ignorancia. [los universos son como una X que se
abre de un lado y se cierra del otro, no obstante ello, en
un momento la única ley del universo es la del tiempo,
pues en algún momento todo se acaba y este universo
holográfico deja de existir con todas las proyecciones y
divisiones que tenga, incluyendo alma, mente y espíritu,
pues el alma es inmortal sólo en tanto y en cuanto esté
el universo holográfico que es un reflejo del real, y del
lado real está la consciencia que es inmortal y es la que
se proyecta en este holograma]
4 Envidia de muerte (tal vez esta sean las siete
potestades a la vez).
5 El reino de la carne. [Los tibetanos dicen que si uno
transita los 49 días en el bardo y no recuerda la claridad
primaria, no recuerda que todo es un juego en el que la
muerte es una ilusión, entonces toca volver a encarnar
en una vida que coincida con esa frecuencia. Y
reencarnar se debe a una adicción al sexo. Según los
tibetanos, la gente sigue reencarnando por ser adictas a
la experiencia del sexo, y es tan adicta que mira a sus
padres concibiendo, se atraen sexualmente a eso y
entran en el contrato, pero deben ser padres en un nivel
semejante al de ellos. ]
6 La loca inteligencia.
7 Sabiduría irascible [Hay una cierta regla de etiqueta
según la cual, si te encontrás a vos mismo despertando,
no hay que molestar a los que todavía duermen, e
incluso respetar a los que se despertaron y desean
volver a dormir. ]

1 (…)
2 la Concupiscencia dijo: «No te he visto bajar y ahora
te veo subir. ¿Por qué mientes, si me perteneces?». El
alma respondió diciendo: «Yo te he visto, pero tú no me
has visto ni me has reconocido. Por la vestimenta, que
era tuya, y no me reconociste». Una vez dicho esto, (el
alma) se apartó con gran alegría
3 Ignorancia interrogó al alma diciendo: «¿A dónde
vas? En maldad estás atenazada; puesto que estás
dominada, no juzgues». El alma dijo: «¿Por qué me
juzgas tú a mí, si yo no te he juzgado? Yo he sido
dominada, pero no he dominado. No he sido
reconocida, pero he sabido que el universo está siendo
disuelto, tanto en las cosas terrenales como en las
cosas celestiales».
(…) 7.

Fin

———————

Nota aparte, apuntes de hipnosis de Corrado


Malanga

Extracto de la hipnosis Nº 21
⁃ ¿Cuántos contenedores tuviste aparte de
este?
⁃ Hasta mil.
⁃ ¿Y cuántos deberás tener?
⁃ Debería estar cerca. Cerca de la iluminación.
⁃ ¿Y qué sucede en la iluminación, abandonas el
cuerpo?
⁃ No, no lo abandono. Este cuerpo no muere
más.
- ¿Qué sucede con el discurso de la ascensión?
- Hay un cierto número de niveles que creemos que
sean siete. En este punto ya hemos entendido que los
extraterrestres no tienen futuro, que hemos ganado, que
somos más conscientes, etc. En el tiempo virtual vemos
que las cosas mejoran, mejorarán y que ganamos (en
tiempo presente, porque ya hemos ganado). En el plano
de arriba están las criaturas que son los ángeles de la
nueva era, que debían bajar a este nivel que es el
último, pero no tuvieron coraje para hacer esta
experiencia. Así, no bajaron y se quedaron arriba, y así
es como hay personas sin la parte álmica de la tríada,
pues esa parte tuvo miedo de bajar a completar la
experiencia y se quedó arriba. Cuando la nueva era
dice que hay que ascender, es un error, porque hay que
descender hasta el final para hacer la experiencia hasta
el final, pues si uno hace 80% es 80% y si hace todo, es
todo. Por este motivo, quien a una persona consciente
se manifiesta como el ángel bueno que quiere trabajar
el ego para decir «vos sos bueno, sos genial, tenés que
venir con nosotros y ascender», al trabajar sobre el ego
hace un discurso dual, y si uno no se da cuenta de que
el discurso es dual, tampoco se dará cuenta de que el
discurso es falso, pues alguien que quiere quitarte de
aquí porque tu consciencia es muy elevada, miente. La
consciencia se realiza cuando uno desciende y no
cuando uno asciende.
El paradigma de la victoria es el siguiente: hasta ahora
hemos hecho un ejército con mil personas, pero
hagamos mil ejércitos de una persona sola y
consciente.

- ¿Qué es la consciencia integrada?


- Cuando trabajábamos con el TCT lográbamos llevar al
sujeto a condiciones de ser liberado del problema de las
abducciones, porque la consciencia comprende quién
es el extraterrestre y decide no interactuar más con él, y
cuando la consciencia decide eso, nada más se puede
hacer.
En ese contexto, las esferas luminosas se hacían unir y
comprender que en realidad, tener un color es como ser
categorizado, y la consciencia es de todos los colores,
porque cada color es la representación ideal de lo que
uno es, y como la consciencia es todo, debe tener todos
los colores. Y el color de todos los colores es el
transparente. Cuando la consciencia se vuelve casi una
burbuja imperceptible donde se puede mirar dentro para
ver que dentro no hay nada. Ese es el retorno a aquel
que se era antes que alguien viniera a dividir (al sujeto
que hace el TCTDF), y en este contexto el sujeto
adquiere una consciencia de sí alucinante. En hipnosis,
el sujeto apunta para abajo y se pregunta «¿qué es
todo este universo, estos mundos y todas estas
personas que creé?, ¿no podría haber creado menos?»
Ahí comprende que su consciencia no es la consciencia
real, sino la consciencia que entendió qué es el espacio,
qué es el tiempo y qué es la energía, que vive en un
contexto virtual, que él puede gestionar, pero como no
hizo la experiencia del contenedor, no hizo todo, no
recuerda todo y debe hacer su experiencia para adquirir
todos los conocimientos sobre la vida y la muerte, pero
desde ese instante, el sujeto no realiza la experiencia
que quieren los extraterrestres, sino la experiencia que
quiere él, será libre y ese es el significado de «ser
libre». Cuando el sujeto abre los ojos, toca el escritorio
con el dedo y pregunta por qué el dedo no pasa por el
medio como en el otro lado. En ese instante la
consciencia se da cuenta de que este escritorio es
falso, y como la de allá es verdadera, al estar acá ve
que es virtual, que en pocas palabras aprende que al
escritorio lo está creando, y sabe que lo puede
modificar si quiere. En este contexto, se da cuenta que
no hay que perder tiempo haciendo milagros, pues a
ellos los hacen las personas que quieren mostrar cosas,
y quienes saben hacerlos realmente, no los necesitan.
La lucha contra el extraterrestre se hace con la
adquisición de consciencia. En el instante en que uno
sabe quién es, si se deja abducir es porque decidió que
así fuera. El error fundamental de las religiones y de la
nueva era está en «buscar a Dios afuera», cuando Dios
está dentro, y se miraba en la parte equivocada.
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