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Actividad en clase

Compresión lectora – Grado décimo


Tema: literatura del romanticismo

1. Lea los siguientes poemas:

Rima XXVII- Gustavo Bécquer

Despierta, tiemblo al mirarte;


dormida, me atrevo a verte;
por eso, alma de mi alma,
yo velo mientras tú duermes.

Despierta, ríes, y al reír tus labios


inquietos me parecen
relámpagos de grana que serpean
sobre un cielo de nieve.

Dormida, los extremos de tu boca


pliega sonrisa leve,
suave como el rastro luminoso
que deja un sol que muere.
¡Duerme!

Despierta, miras y al mirar tus ojos


húmedos resplandecen
como la onda azul en cuya cresta
chispeando el sol hiere.

Al través de tus párpados, dormida,


tranquilo fulgor vierten,
cual derrama de luz, templado rayo,
lámpara transparente.
¡Duerme!

Despierta, hablas y al hablar vibrantes


tus palabras parecen
lluvia de perlas que en dorada copa
se derrama a torrentes.
Dormida, en el murmullo de tu aliento
acompasado y tenue,
escucho yo un poema que mi alma
enamorada entiende.
¡Duerme!

Sobre el corazón la mano


me he puesto porque no suene
su latido y de la noche
turbe la calma solemne.

De tu balcón las persianas


cerré ya porque no entre
el resplandor enojoso
de la aurora y te despierte.
¡Duerme!

La niña descoloría – Duque de Rivas

Pálida está de amores


mi dulce niña:
¡nunca vuelven las rosas
a sus mejillas!

Nunca de amapolas
o adelfas ceñida
mostró Citerea
su frente divina.
Téjenle guirnaldas
de jazmín a sus ninfas,
y tiernas violas
Cupido le brinda.

Pálida está de amores


mi dulce niña:
¡nunca vuelven las rosas
a sus mejillas!

El sol en su ocaso
presagia desdichas
con rojos celajes
la faz encendida.
El alba en oriente
más plácida brilla;
de cándido nácar
los cielos matiza.

Pálida está de amores


mi dulce niña:
¡nunca vuelven las rosas
a sus mejillas!

¡Qué linda se muestra


si a dulces caricias
afable responde
con blanda sonrisa!
Pero muy más bellas
al amor convida
si de amor se duele,
si de amor respira.

Pálida está de amores


mi dulce niña:
¡nunca vuelven las rosas
a sus mejillas!

Sus lánguidos ojos


el brillo amortiguan;
retiemblan sus brazos:
su seno palpita;
ni escucha, ni habla,
ni ve, ni respira;
y busca en sus labios
el alma y la vida…

Pálida está de amores


mi dulce niña:
¡nunca vuelven las rosas
a sus mejillas!

2. Escriba un breve poema tomando como base los textos leídos, es decir, al estilo y
temática del romanticismo, y otro libre, es decir, con su propio estilo, gusto y
preferencia.

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