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Cuando somos principiantes al momento de conducir, nos suelen ocurrir

eventos desafortunados y nos vemos envueltos en aprietos aparentemente


complejos. Un ejemplo de ello, se da cuando nos pinchamos en plena carreta y
no sabemos como cambiar la llanta. Pero no te alarmes. Aunque parezca difícil,
cambiar una llanta es una tarea bastante sencilla. Te tomará un poco de tiempo
al principio, pero con la práctica lo realizarás mucho más rápido. Por esta
razón, te mostraremos la forma más fácil y práctica de cambiar la llanta de tu
carro.
Aunque nos parezca difícil, el cambio de una llanta es un proceso relativamente
simple. No requiere de una mano experta para hacerlo. Por ello, en el siguiente
artículo, te presentaremos cómo cambiar una llanta de la manera más fácil, que
se ajuste al momento del incidente.
Es importante que cuando ocurra un evento en el que tengas que cambiar una
llanta, reduzcas la velocidad y te detengas en una zona estable, segura y
plana. Ahí puedes contar con la estabilidad del terreno para evitar rodamientos
inesperados del vehículo, para el respectivo reemplazo del neumático.
Además, es recomendable no detenerse en zonas de tráfico acelerado, en
curvas ciegas o en pendientes, para maniobrar con tranquilidad y comodidad.
Sin dejar de lado que debes tener las herramientas y los repuestos necesarios,
como el triángulo de señalización, el gato hidráulico, la llave inglesa u otra
llanta, a fin de estar preparado ante alguna situación improvista con tus llantas.
Sin importar que el incidente haya pasado de noche o de día, es importante
encender las luces de emergencia.
Estos son los siguientes pasos o momentos para aprender cómo cambiar
una llanta:

1. Salir del vehículo con cuidado, tomar algún objeto de bloqueo que sea pesado,
como una piedra o un pedazo de madera, lo suficientemente fuerte para
ponerlo detrás y delante de la llanta, a fin de evitar que el vehículo se baje
sorpresivamente luego de colocar el gato hidráulico.
2. Agarrar la llanta de repuesto, junto al gato, para iniciar el procedimiento de
reemplazo.
3. Ubicar, de forma perpendicular, el gato debajo del chasís, cerca de la llanta de
repuesto y comenzar a levantarlo, a fin de elevar el vehículo a unos 3 o 4 cm
del suelo, para poder cambiar la llanta. Si tienes dudas de cómo hacerlo,
puedes consultar las instrucciones de este instrumento.
4. Una vez puesto el gato en la llanta, debes extraer los tapacubos de la misma y
tomar la llave inglesa para aflojar las tuercas que la sostienen. Aunque no las
debes remover en su totalidad, hasta comprobar la estabilidad del vehículo.
Luego, sí debes girar la manija de la llave para aflojarlas completamente o
puedes hacerlo de forma manual si te resulta más fácil.
5. Tomar la llanta pinchada con ambas manos, luego halarla con suavidad del
soporte en dirección hacia ti. Una vez hecho esto, colocarla debajo del
vehículo, para que actúe como soporte o base si el carro o el gato falla y cae al
suelo. Si se te complica remover la llanta, puedes usar un instrumento que te
pueda servir para aflojarla.
6. Tomar la llanta nueva y ponerla de forma alineada en el centro del soporte, con
los pernos de seguridad. Sin ser demasiado fuertes, ajustar las tuercas y los
pernos, con la lleva inglesa, hasta que queden en el borde de la llanta.
7. Bajar el auto parcialmente, con el gato, sin ejercer mucho peso en la llanta de
repuesto. Seguidamente, sigue apretando las tuercas (puede ser con las
manos o con la llave inglesa).
8. Bajar el vehículo hasta el suelo y mover el gato hidráulico de la llanta.

9. Apretar una última vez las tuercas con fuerza y colocar los tapacubos.

10. Guardar la llanta espichada y los instrumentos en el carro.


Durante el reemplazo del neumático, es esencial comprobar que la llanta nueva
está lo suficientemente inflada para evitar contratiempos. Asimismo, es vital
entender que las llantas tienden a ajustarse a los gatos hidráulicos, por lo que
tiende a ser difícil removerlas. Alguna pieza de madera, como un mazo, puede
contribuir en quitarla del soporte del vehículo. No olvides guardar tu kit de
emergencias de llantas espichadas en la maletera del carro y comprobar, en
alguna estación de servicio, la presión de la llanta una vez haya sido
reemplazada. El éxito de cómo cambiar una llanta depende de cómo realices
los pasos para lograrlo.
Siguiendo estos sencillos pasos, podrás cambiar la llanta de tu carro sin ningún problema. Ten
en cuenta que debes realizar el procedimiento con calma, evitando los afanes. El estrés y la
desconcentración puede jugarte una mala pasada, por eso tómate tu tiempo. Si al terminar el
procedimiento te das cuenta de alguna irregularidad al conducir, acércate a un lugar
especializado para que te ayuden y así evites contratiempos.

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