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Siffredi Agustina
Introducción
Para definir el campo semántico del fenómeno del criptoarte es necesario el análisis de la
tecnología que hace posible su funcionamiento, así como también de sus efectos en el
una tecnología conocida como blockchain, en la que bloques de información forman una
cadena en el que cada uno está ligado con el anterior y con el que le sigue, de manera que
Alterar esta cadena es casi imposible, porque el grado de seguridad de la blockchain se debe a
“al contrario que las tradicionales bases de datos centralizadas alojadas en una
institución central o en sus servidores, mediante blockchain se puede crear una base
(Palomo-Zurdo, 2018)
Las obras de criptoarte se constituyen como tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en
inglés), es decir, utilizan un método de seguridad que permite identificarlas como objetos
digitales únicos pertenecientes a un solo usuario. Cuando una persona compra una obra de
estas características, hace una transacción idéntica a la que haría si comprara un bitcoin.
Adquiere un activo intangible digital que funciona como una inversión. El criptoarte depende
tan intrínsecamente, para existir, de las transacciones comerciales, que el concepto de copia
pierde sentido. La captura de pantalla de una obra o su descarga pirata no es criptoarte. Aquí
la obra, desde su origen, está ligada a una transacción: cuando un artista sube su trabajo a una
galería digital, eso genera una transacción en una blockchain, que a su vez crea un token
asociado a la obra, que el artista firma digitalmente. Es decir que el artista firma, a la vez, la
mercancía. Por lo tanto, el criptoarte es un fenómeno artístico que se define no por sus temas
ni los materiales empleados en la creación de la obra, sino por la forma específica y sin
precedentes en la que se distribuye. Esa obra queda protegida y encriptada y de ese modo se
Desarrollo
Para comprender lo que motiva a artistas y coleccionistas a operar en la esfera del criptoarte
es preciso comprender un fenómeno descrito por el filósofo italiano Franco Berardi como
produjeron e interpretaron signos; y en esta era, la cultura digital empieza a encontrar formas
ofrecen exactamente los beneficios que buscan los coleccionistas en toda producción
escasez digital (Horvat, 2021). En ese sentido, el valor se da de la misma forma que ocurre
tradicionalmente con el oro: Es valioso porque suficiente gente piensa que lo es. Por lo tanto,
es una construcción puramente cultural que además opera directamente para los artistas
Sumado a esto, las tendencias de consumo de experiencias digitales en los últimos años
demuestran que los consumidores necesitan sentirse singulares. Por eso en este cambio de
década están triunfando los proyectos digitales como Twitch u OnlyFans1, que ofrecen una
(Carrión, 2021).
técnica. Lo cierto es que en todo caso, ya no sería un aura vinculada con el ritual o con la
lejanía, sino con la exclusividad y con el recuerdo, ya que el mismo Benjamin afirmaba que
Eduardo Savino (2021) afirma que de este modo, el criptoarte podría ser el cierre irónico de
la discusión que abrió Benjamin: Después de la pérdida del aura, la desaparición del objeto
artístico como algo susceptible de ser poseído, llega la posesión de algo que no existe
físicamente, pero que es único. El problema de la materialidad llega a su punto más alto, en el
que la obra, a la vez, está y no está; se puede afirmar su existencia, pero no se la puede tocar
y, en cualquier momento y sin previo aviso, puede desaparecer. Por el otro lado, eso que antes
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Twitch es una plataforma de streaming. Desde su origen ha estado especializada en la retransmisión de partidas
de videojuegos, aunque cada vez ofrece más contenidos de otro tipo, como música, estilo de vida, charlas con
los usuarios o deporte. Mientras que OnlyFans es un sistema de mecenazgo en la que los usuarios pueden
acceder a contenido exclusivo creado por otros a través del pago de una cuota mensual.
hubiera sido imposible comercializar (lo intangible), excepto de una manera “performática”,
hoy encuentra un mercado, y en ese acto restituye el valor del original, tras una época (entre
(hoy en retroceso por el uso generalizado de plataformas de streaming). Pero lo que deja de
estar en el centro es la obra misma, que pierde protagonismo frente a la novedad de la forma
Otro aspecto para pensar este análisis, es sobre el impacto en las comunidades artísticas ya
que, como afirma Julieta Schulkin (2021): “Los NFT brindan la posibilidad de hacer
redituable el arte digital de forma nativa. Por primera vez el arte digital tiene una forma de
tangible”. Tomás García (12 de julio de 2021, 27m15s) describe a este aspecto
ya sean poderosos coleccionistas, artistas que efectivamente viven del criptoarte o adeptos
por hobby, participan sin límites ni certezas, gozando de cierto carácter experimental y
¿Cómo incide entonces la blockchain en la vida de las personas, desde una perspectiva
semiótica? Iuri Lotman (2021) acuña el término “semiósfera” para definir el espacio
semiótico en el cual los seres humanos se encuentran inmersos: Es un campo abstracto donde
se hallan todos los fenómenos culturales, las lenguas naturales y es donde los sistemas
semióticos se construyen a partir de las interacciones entre sí. La semiósfera se presenta ante
todo, como una dinámica topológica que se esfuerza por captar la transformación de las
otras nuevas esferas de sentido: Así como el valor de las monedas se genera y sostiene debido
utilizados por esta nueva economía que facilita, por ejemplo, la distribución de producciones
artísticas en clave de activos digitales2, es acertado pensar que en un futuro ciertos términos y
categorías que hoy dividen al mundo entre lo “real” y lo “virtual” podrían quedar obsoletos;
volviendo innecesarias expresiones tales como “activo intangible” para designar a un activo
Para introducirlo aún más en el campo de la semiótica, propongo analizar algún segmento de
este fenómeno bajo la faneroscopía de Peirce, teniendo en cuenta que en él confluyen dos
esferas de sentido susceptibles a este análisis: una más general, en torno al sentido del sistema
Umberto Eco, en Signo (1973) proponía un análisis sobre la construcción del valor del dinero
“Un billete de banco es un sinsigno cuyo legisigno establece su equivalencia con una
cantidad exacta de oro: pero a partir del momento en que la réplica se estudia como
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Un activo digital es cualquier archivo o recurso que se encuentra de forma digitalizada y que posee algún valor
de cambio, como la capacidad de generar ingresos o valor de capital.
convencionalizado como parámetro de valor de una manera arbitraria (podría llegar a
En esta línea, podríamos asumir que valor en el NFT se produce de modo tal que el archivo
Esto significa que aquello que construye su valor opera paradójicamente en detrimento de la
Discusión
productos, motivando un replanteo necesario del vínculo de los diversos actores con la
digital.
Cabe destacar que este carácter democratizante, ya sea por acortar la brecha entre
algoritmos de las redes sociales) o por posibilitar que cada vez más artistas pongan en
Benjamin, aún más que en el auge de la reproductibilidad técnica: llevando la obra al extremo
mientras que desde otra arista, cabe destacar también que lo que prevalece y se pondera es la
digital: Rlull.
Carrión, J. (2021). “Walter Benjamin coleccionaría criptoarte: el aura llega a internet”. en The
https://www.nytimes.com/es/2021/04/11/espanol/opinion/criptoarte-nft.html
García, T. [Tomás García] (12 de julio de 2021). Crear cryptofalopita es fácil, si sabe cómo -
ZdsmvW7w&t=6887s
https://www.revistaanfibia.com/semiocapitalismo/
Savino, E. Benjamin no compraría criptoarte Los NFT y la restitución del aura en el siglo
https://www.infobae.com/america/tecno/2021/08/27/criptoarte-furor-por-el-criptopunk
-y-las-rocas-ether/