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El Pecado Social Es Un Hecho Real Sus Raices Sus Estructuras y La Responsabilidad Del Cristiano
El Pecado Social Es Un Hecho Real Sus Raices Sus Estructuras y La Responsabilidad Del Cristiano
AUDITORIA
FECHA: 16/07/2020
AÑO: 2020
INTRODUCCION
El presente aborda el tema del pecado social, desde una visión bíblica y teológica. La premisa
fundamental de este trabajo es asumir que en nuestras sociedades latinoamericanas existe
presencia de estructuras de injusticia ya sean sociales, políticas, económicas, educacionales, de salud
o de culturales, las cuales y desde la clave cristiana se definen como estructuras de pecado y más
específicamente de pecado social. Dichas estructuras de pecado surgen a raíz de la presencia de
sistemas opresores los cuales tienen como principales víctimas a los pobres.
Uno de los mayores signos opresores es la desigualdad excesiva que hace que la brecha entre ricos y
pobres aumente de manera exponencial. En relación a esta dialéctica de la exclusión originada por
las desigualdades sociales, el Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (EG)
sostiene que:
“hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso
se come al más débil. Como consecuencia de esta situación, grandes masas de la población se ven
excluidas y marginadas: sin trabajo, sin horizonte, sin salida. Se considera al ser humano en sí mismo
como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar”
El pecado es la deshumanización del hombre, el abuso de la libertad dada por Dios la cual, y desde
una comprensión socio política, se puede comprender como la violencia infringida del hombre sobre
sus semejantes, especialmente sobre los más pobres. Al que se le ocasiona el mal se le violenta su
dignidad de ser persona, condición fundada en ser imagen de Dios.
EL PECADO SOCIAL
En el pasado la Iglesia fue muy sensible a la dimensión ‘personal’ del pecado. Sin embargo, más allá
del pecado personal existe también un pecado social. Este pecado es fruto de la concentración y
acumulación de muchos pecados personales y va más allá de lo individual. Origina situaciones de
mal que afectan a personas, a grupos y a naciones enteras. Esté pecado está fuera de la conciencia
de los individuos. Es la concretización de los egoísmos personales en leyes y situaciones perversas.
Es un pecado que llega a instalarse en las estructuras de la sociedad constituyendo así verdaderas
estructuras de pecado, mecanismos que originan una distribución injusta y desequilibrada de
los recursos, legislaciones racistas discriminatorias, países en estado de guerra, de hambre, de
insalubridad, de atosigamiento moroso por las deudas.
LAS ESTRUCTURAS DE PECADO
Aclararemos que las estructuras de pecado no pueden pecar porque no son sujetos morales: no
tienen libertad, ni conciencia. Las estructuras son instituciones y modos estables de proceder que
los hombres crean y sostienen en la vida económica, social o política y esto tanto a nivel individual
como nacional e internacional. Estas instituciones y estos modos de proceder marcan mucho a la
persona para el bien o para el mal. El entorno social es configurador de la persona. Cuando este
entorno es pecaminoso arrastra a los individuos al mal y a diversas formas de. Juan Pablo II,
hablando de las ‘estructuras de pecado’, utiliza una expresión muy fuerte: “Son la suma de factores
negativos que actúan contrariamente a una verdadera exigencia del bien común universal..., se
fundan en el pecado personal, están unidas siempre a actos concretos de las personas que las
introducen y hacen difícil su eliminación. Estas mismas estructuras se refuerzan, se difunden, y son
fuente de otros pecados, condicionando así la conducta de los hombres.
CONCLUSIÓN
El pecado es una categoría religioso moral que connota necesariamente una relación a Dios y a la
libertad. Esa es la razón de que únicamente las personas y los actos personales los únicos
susceptibles de valoración moral puedan ser pecadoras y recibir el nombre de pecados. Esa es la
razón también de que solo desde una antropología abierta a la trascendencia pueda accederse a ese
sentido y valoración del pecado. La expresión «pecado social» situada en ese contexto posee un
sentido determinado y sirve para describir los efectos de los pecados. Inherente a todo pecado
personal se da siempre una dimensión social y comunitaria que se ve remarcada en aquellos
pecados que van directamente contra los demás o en cuya realización participan más activamente y
de forma conjunta los grupos, la sociedad, etc. En este sentido, porque los efectos de esos pecados
son reales puede hablarse de una existencia propia de los pecados sociales. Es, sin embargo, una
existencia derivada, ya que la pecaminosidad de las situaciones, las leyes jurídicas, sistemas etc. es
debida siempre y en última instancia a la libertad de las personas particulares. Por tanto, tan solo de
una manera analógica pueden denominarse «pecado».
BIBLIOGRAFIA:
https://core.ac.uk/download/pdf/83563941.pdf
https://www.google.com.ec/url?
sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=&cad=rja&uact=8&ved=2ahUKEwjnl5G999LqAhVUG80K
HeMQC7wQFjAFegQIBxAB&url=http%3A%2F%2Frevistas.ustatunja.edu.co%2Findex.php
%2Fqdisputatae%2Farticle%2Fdownload%2F834%2F807&usg=AOvVaw0dJNGAYmkfLJG5EjQ70Iyc
http://iglesiasecuador.com/Iglesias_Ecuador/Incidencia_Social_files/02%20pecadosocial.pdf