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PLATÓN: Libro VII 514a-517c (Trad. C. Eggers Lan). Madrid: Gredos, 1992.

Libro VII

(514a) -Después de eso, proseguí, compara nuestra naturaleza respecto de su educación y


de su falta de educación con una experiencia como ésta. Represéntate hombres en una
morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a
la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben
permanecer allí y mirar sólo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en
derredor la cabeza. Más arriba y más lejos se halla la luz de un fuego1 que brilla detrás de
ellos; y entre el fuego y los prisioneros hay un camino más alto, junto al cual imagínate un
tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros levantan delante del
público para mostrar, por encima del biombo, los muñecos.
- Me lo imagino.
- Imagínate ahora que, del otro lado del tabique, pasan hombres que llevan toda clase de
utensilios y figurillas de hombres y otros animales, hechos en piedra y madera y de diversas
clases; y entre los que pasan unos hablan y otros callan.
- Extraña comparación haces, y extraños son esos prisioneros.
- Pero son como nosotros. Pues en primer lugar, ¿crees que han visto de sí mismos, o
unos de los otros, otra cosa que las sombras proyectadas por el fuego en la parte de la
caverna que tienen frente a sí?2
- Claro que no, si toda su vida están forzados a no mover las cabezas.
- ¿Y no sucede lo mismo con los objetos que llevan los que pasan del otro lado del tabique?
- Indudablemente.
- Pues entonces, si dialogaran entre sí, ¿no te parece que entenderían estar nombrando a los
objetos que pasan y que ellos ven?3
- Necesariamente.
- Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que
pasan del otro lado del tabique hablara, ¿no piensas que creerían que lo que oyen proviene
de la sombra que pasa delante de ellos?
- ¡Por Zeus que sí!
- ¿Y que los prisioneros no tendrían por real otra cosa que las sombras de los objetos
artificiales transportados?
- Es de toda necesidad.
- Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su
ignorancia, qué pasaría si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y
forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz, y al hacer todo

1
El fuego es una especie de Sol subalterno, “a escala”: participa de su naturaleza luminosa; de ésta depende la doxa y
sus objetos (apariencias, sombras).
2
La caverna y las sombras representan, respectivamente, el reino de la doxa y sus objetos, es decir, la ignorancia y la
sujeción al orden político fundado en la apariencia y el discurso sobre lo aparente, el saber aparente: la retórica de
sofistas y demagogos (eikasía) y el saber no-científico (pistis), aquel que no procede a partir del conocimiento
conceptual (es decir, que ignora las Ideas).
3
Quien vive en la ignorancia toma la apariencia por la cosa misma; del mismo modo, participará de un discurso y un
conocimiento sobre meras apariencias, ignorando la verdadera realidad.
esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas
sombras había visto antes.4 ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había
visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio está más próximo a lo real, vuelto hacia
cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que
pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no
piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más
verdaderas que las que se le muestran ahora?
- Mucho más verdaderas.5
- Y si se le forzara a mirar hacia la luz misma, ¿no le dolerían los ojos y trataría de eludir- la,
volviéndose hacia aquellas cosas que podía percibir, por considerar que éstas son realmente
más claras que las que se le muestran?6
- Así es.
- Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de
llegar hasta la luz del sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la
luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que
ahora decimos que son los verdaderos?
- Por cierto, al menos inmediatamente.
- Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar
miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hombres y de los otros
objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos.7 A continuación
contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y
la luna 8más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol.
- Sin duda.
- Finalmente, pienso, podría percibir el sol9, no ya en imágenes en el agua o en otros lugares
que le son extraños, sino contemplarlo como es en sí y por sí, en su propio ámbito.10
- Necesariamente.
4
Las Ideas. De igual modo que las sombras eran reflejos de las cosas reales en la alegoría, en el mundo material las
cosas individuales no son sino reflejos que participan de forman imperfecta de las Ideas universales.
5
Los niveles de verdad (las 4 formas de conocimiento) tienen como correlato objetos que pertenecen a 4 estatutos
ontológicos diferentes. Será habitual, a partir de entonces, considerar a una ciencia tanto más elevada cuanto más
digno sea su objeto de estudio. Por ello, el conocimiento del Ser supremo (la Idea de Bien) será el más noble de todos.
6
Es probable, pues, la tentación de apartarse del verdadero conocimiento y volver a la familiaridad de la doxa.
7
Platón hace hincapié en el carácter progresivo, metódico, del conocimiento científico-filosófico. El orden se debe a la
propia jerarquía ontológica de los seres.
8
Alusión a la astronomía como la formación matemática superior.
9
La Idea de Bien.
10
Es decir, en el elemento conceptual mismo, no ya en imágenes ni en narraciones. El mito tiene, pues, un carácter
propedéutico, como el estudio de la Matemática (geometría, principalmente) en la Academia.
La geometría funge como ideal o paradigma de conocimiento en la filosofía platónica, que acusa aquí la
influencia de Pitágoras. Los pitagóricos formaban sociedades (sectas) en las que imperaba la comunidad de bienes y
preparaban a los discípulos para la acción política. Esto es también lo que se propuso Platón, aunque con menos éxito.
Se sabe que la entrada de la Academia estaba presidida por un letrero en el que se podía leer «no entre aquí quien no
sepa Matemáticas». Conocido es también el hecho de que en sus clases de matemáticas no se usaban herramientas
tales como escuadras o cartabones y otras representaciones de figuras geométricas. La razón de ello es que las
matemáticas tenían como misión acostumbrar a la inteligencia a la abstracción.

PARA AMPLIAR:
- Después de lo cual concluiría, con respecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los
años y que gobierna todo en el ámbito visible y que de algún modo es causa de las cosas que
ellos habían visto.11
- Es evidente que, después de todo esto, arribaría a tales conclusiones.
- Y si se acordara de su primera morada, del tipo de sabiduría existente allí y de sus entonces
compañeros de cautiverio, ¿no piensas que se sentiría feliz del cambio y que los
compadecería?12
- Por cierto.
- Respecto de los honores y elogios que se tributaban unos a otros13, y de las recompensas
para aquel que con mayor agudeza divisara las sombras de los objetos que pasaban detrás del
tabique, y para el que mejor se acordase de cuáles habían desfilado habitualmente antes y
cuáles después, y para aquel de ellos que fuese capaz de adivinar lo que iba a pasar14, ¿te
parece que estaría deseoso de todo eso y envidiaría a los más honrados y poderosos entre
aquéllos? ¿O más bien no le pasaría como al Aquiles de Homero, y «preferiría ser un
labrador que fuera siervo de un hombre pobre»15 o soportar cualquier otra cosa, antes que

Algunos comentaristas han señalado que cuando Platón dice que la dianoia (de cuyos objetos de conocimiento él sólo
menciona explícitamente las matemáticas) parte de presupuestos, ahí la palabra hypokeimenon puede aludir
precisamente a los modelos geométricos materiales que suelen usar los geómetras para sus investigaciones. Quizá
aluda, entonces, a la imperfección de la geometría en cuanto a su dependencia del espacio. Más adelante estudiaremos
precisamente al creador de la geometría analítica, Descartes, quien hizo abrió el camino a la algebraización de la
geometría que daría lugar, posteriormente, ya en el siglo XIX, a las geometrías no representables (o no euclidianas) de
Riemann (geometría elíptica, donde los 3 ángulos de un triángulo suman más de 180°) y Lobatchevsky (geometría
hiperbólica, donde los 3 ángulos de un triángulo suman más de 180°).
11
La Idea de Bien es principio ontológico (todo lo que es, participa de ella en la medida en que es y corona el mundo
inteligible), epistemológico (puesto que lo que propiamente se conoce son las Ideas y las cosas son inteligibles en la
medida en que participan tanto más perfectamente de ellas) y teleológico (las cosas tienden a su propia perfección y
todo se ordena con vistas a la finalidad y, en esa medida, el mundo es un cosmos).

PARA AMPLIAR:
En esta medida, el conocimiento de la Idea de Bien constituye una teología si entendemos por Dios (Theós) el
Ser supremo, es decir, aquello que constituye el ser de todos los seres, aquello de lo que participan las cosas en cuanto
que son, aunque no tenga en este caso nada que ver con un dios personal como el de las religiones del Libro.
Por ello, para Nietzsche toda la historia de la Metafísica es platonismo, es decir, un pensar teológico. En
opinión del filósofo alemán, Platón ha marcado el destino de Occidente (en su posterior unión con el cristianismo) al
establecer la ecuación –de raigambre eleática– Ser=Razón (lo inteligible o lógico)=Unidad=Bien.
12
Aunque Nietzsche sostendrá lo contrario –a saber, que la metafísica es una “evasión” de la realidad para los débiles y
los resentidos (un poco a la manera en que para Marx la religión era “el opio del pueblo”)– lo cierto es que en Platón el
conocimiento va unido al compromiso ético y a la acción política real (que él mismo intentará dos veces al lado de
Dionisio de Siracusa con bastante poco éxito, llegando a ser secuestrado por el tirano, que sólo buscaba tener a Platón
como coartada para su régimen). De hecho, dado el intelectualismo moral platónico, es imposible que el sabio sea
injusto. Las Ideas tendrían, como parece reflejar el texto, una influencia transformadora en el sujeto.
13
En un Estado dominado por la ignorancia, es decir, por las apariencias, también los bienes que se elogian son
aparentes.
14
El saber propio de la doxa (como el de los sofistas) será un saber fundado en la memoria y en la mera generalización
carente de verdadero concepto. No obstante, Platón no deja de realzar el valor de la memoria para el filósofo.
15
En el Canto XI (vv. 489-490) de la Odisea de Homero (titulado, precisamente, Descenso al Hades [Infierno]), clama
Aquiles, el protagonista: “Preferiría ser el más pobre y sucio de los rudos campesinos que se revuelcan en los
estercoleros sobre la tierra, que ser el gran rey Aquiles en este mundo de sombras subterráneas”. Así, pues, Platón está
volver a su anterior modo de opinar y a aquella vida?
- Así creo también yo, que padecería cualquier cosa antes que soportar aquella vida.
- Piensa ahora esto: si descendiera16 nuevamente y ocupara su propio asiento, ¿no tendría
ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol?
- Sin duda.
- Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos
que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos
se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve,
¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se
había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar marchar hacia arriba? Y
si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían, si pudieran tenerlo en sus
manos y matarlo?17
- Seguramente.
- Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente
ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-
prisión18, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol19; compara, por otro lado, el
ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino20 del alma hacia el ámbito
inteligible21, y no te equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas
oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que
dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez
percibida, ha de concluirse que es la causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el
ámbito visible ha engendrado la luz y al señor de ésta, y que en el ámbito inteligible es
señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para
poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.
- Comparto tu pensamiento, en la medida que me es posible.

comparando la ignorancia que toma al mundo sensible por la realidad última con el infierno mismo. Sabemos que
según el intelectualismo moral heredado del maestro Sócrates, la ignorancia se identifica con el mal.
16
El conocimiento en Platón tiene dos momentos: ascenso (desde la apariencia y lo sensible hasta las Ideas, esto es, de
la doxa a la episteme) y descenso (desde la Idea de Bien hasta las Ideas inferiores). El descenso simboliza también el
compromiso ético-político (dimensión moral) del sabio. El saber no puede agotarse en el conocimiento del individuo
divorciado de su realidad socio-política: el conocimiento es integral, es sabiduría, de modo que su misión es poner en
práctica el conocimiento en el Estado. Al sabio corresponde la misión de gobernar, de constituir y gobernar un Estado
justo, es decir, que realice la Idea de Justicia en el plano histórico-político.

PARA AMPLIAR: Foucault remarcó que en la tradición filosófica occidental se separaron muy pronto las dos
dimensiones del saber: el conocimiento científico o filosófico a nivel teórico y la sabiduría práctica, el savoir vivre.
17
Posible alusión a la figura de Sócrates, quien pereció por haber puesto en duda el pretendido conocimiento
imperante en la Atenas de su época pero que dio muestras siempre, no lo olvidemos, de un comportamiento cívico
ejemplar en todo lo demás y prefirió la muerte al destierro.
18
La caverna = mundo sensible; cuerpo = fuente de apariencias y pasiones irracionales = cárcel del alma.
19
Sol = Idea de Bien; el alma pertenece, por su esencia racional-espiritual, al mundo inteligible o mundo de las Ideas
(Kósmos noetós); la “caída” en el mundo sensible (kósmos horatós) y su unión con el cuerpo es, recordémoslo,
accidental.
20
Método proviene del griego y significa “camino”. La metáfora epistemológica consiste en que el método es una serie
de pasos ordenados que, debidamente cumplidos, nos debe conducir a la verdad objetivamente válida.
21
El mundo inteligible, reino de las Ideas o kosmos noetós.
En definitiva, caben 5 posibilidades a la hora de comentar el texto según el fragmento:

 Opción 1. (Si el texto habla de la situación de la caverna):


Aquí se describe una situación que es una metáfora o alegoría del conocimiento, donde
Platón hace una interpretación de la ignorancia sobre la realidad en la que se encuentran
quienes se dejan arrastrar por la confianza en los sentidos, pues para Platón el mundo
sensible, el mundo que nos muestran los sentidos, no es más que una sombra de la
auténtica realidad, es una participación del mundo de las Ideas. Los prisioneros que
aparecen en la caverna son la auténtica representación de los más comunes entre los
mortales, pues se niegan a abandonar la caverna y se resisten a ser educados y a poseer el
conocimiento.

 Opción 2. (Si el texto habla de la liberación y ascensión de un prisionero):


En este apartado se trata de la educación, entendida como el proceso de ascensión que lo
llevará hasta la luz del conocimiento racional. Por ello en este apartado habría que hablar
de todo el proceso educativo, no sólo de las materias a tratar y del tiempo necesario para
acceder al conocimiento verdadero, sino también al proceso del paso del conocimiento más
bajo eikasía, hasta el nivel más alto, la noesis.

La narración nos muestra, como hemos dicho, el proceso del conocimiento y de la


racionalidad como un camino ascendente, como el paso que va desde la sombra y la
ignorancia hasta la luz y el conocimiento racional. El proceso de la educación y de la
ascensión en el conocimiento es paralelo al que se describe en el texto que aparece en el
libro VI y que es conocido como el pasaje de la línea, (el paso desde la eikasía hasta la
nóesis) donde se nos muestran las diferentes esferas de la realidad.

 Opción 3. (Si el texto habla de la salida de la caverna)


Aquí se hablaría del mundo de las ideas, en concreto se hablaría del sol que viene a
representar la idea de Bien, y por tanto, habría que hablar de la jerarquía de las Ideas y de
la dimensión tanto ontológica como epistemológica que tiene dicha idea. También se
insistiría en afirmar que este mundo, el mundo exterior a la caverna, es el auténticamente
real, pues el mundo inteligible o de las Ideas constituyen la auténtica realidad.

 Opción 4. (Si el texto habla de la vuelta a la caverna):


El descenso a la caverna simboliza el esfuerzo del filósofo que trata de mostrar la realidad, y
por ello, hace una referencia clara a su maestro, quien pretendió enseñar la verdad a sus
conciudadanos encontrando por ello la muerte. Aún así, el esclavo liberado se siente en la
necesidad de volver a la cueva, es una necesidad ética, y cuando descendiera a la cueva
tendría que acostumbrarse a la oscuridad, y cuando viera de nuevo las sombras proyectadas
en la pared, éstas le recordarían lo que había visto en el mundo exterior. El conocimiento es
recuerdo, dice Platón y de esto tendríais que hablar aquí, pues quien conoce las ideas es el
sabio, es quien ha sido capaz de liberarse de las ataduras de cuerpo y conocer o recordar lo
que el alma ya sabía, pese al obstáculo que para ello supone el cuerpo. Este prisionero
huido que vuelve debe convertirse en gobernante, pues sólo quien conoce las ideas puede
llevar el peso de la política y establecer un gobierno justo, la Aristocracia. Por eso aquí, al
hablar del gobernante, podemos explicar la política de Platón y sus sistemas de gobierno

 Opción 5. (Si el texto corresponde a la parte última, la interpretación de la alegoría):


Aquí lo que intenta Platón es explicar la alegoría, identificando a la caverna con el mundo
sensible y el exterior a ésta con el de las ideas. También nos habla de la idea de bien
representada por el sol y su triple función que, aunque se haya hablado en otro apartado,
también aquí, si cae esta parte, se puede meter. Esta triple función es las ontológica, la
epistemológica y la ético-política, entendiendo ésta como que aquel que conozca el Bien es
quien debe gobernar.

GUION GENÉRICO PARA LA JUSTIFICACIÓN DEL TEXTO (PREGUNTA 3)

Cabe desarrollar esta pregunta con el siguiente guion general. Lo ideal sería dar más
peso a aquellas partes que aparecen explícitamente en el fragmento (o parte) que nos haya
tocado en el examen. Por supuesto, explicar aspectos como qué son las Ideas o Formas es
imprescindible en toda exposición de Platón que se precie.

– Dualismo ontológico: caracterización de las Ideas (fundamental) (propiedades y


jerarquía) y del mundo sensible; relación entre ambos (participación);
– Dualismo epistemológico: símil de la línea (4 niveles de conocimiento con sus
respectivos objetos de conocimiento); es fundamental articular la realidad y el conocimiento;
– Dualismo antropológico: alma y cuerpo; posibilidad de conocer las Ideas:
conocimiento como anamnesis y educación como catarsis;
– Triple función de la Idea de Bien como piedra angular del sistema;
– Justicia como dimensión ético-política de la Idea de Bien (principio de
especialización funcional y principio de isomorfía);
– el Saber como fuente de legitimidad del poder político: intelectualismo moral y el
sabio como gobernante perfecto (la liberación de la que se habla en el texto sería en la
realidad el deber de gobernar la polis) (aquí cabe también hablar de la educación).

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