Alberto Oliveira, gerente de Recursos Humanos de Metalúrgica Santa Rita,
S.A. (Mesarisa), efectivamente realizó grandes avances en su empresa. Concluyó con éxito un programa de descripción y análisis de todos los puestos de la compañía y los separó en tres categorías: personal por horas (no calificado, calificado y especializado), personal por mes (tanto de la fábrica como de la oficina central y filiales), y personal de supervisión y jefes (supervisores de departamento, jefes de sector y gerentes de departamento). Toda la atención de la empresa se enfocó a las actividades de su departamento, y Alberto llegó a la conclusión de que había llegado el momento de instituir un sistema más: evaluación del desempeño. Alberto era metódico, pero tenía muchas ideas en la cabeza y no lograba coordinarlas ni ordenarlas adecuadamente para presentarlas y discutirlas en la dirección general. Pensaba que debía convocar una junta con todos los directores para presentar un plan completo. De este modo, debía pensar en todos los detalles, pues sería muy desagradable escuchar una pregunta que no pudiese responder bien. Alberto pensaba que el sistema de evaluación del desempeño enfocado en el personal por horas debía emplear el método de escalas gráficas. Aún no definía los factores de la evaluación, pero se referirían a las características del trabajo y a las personales. Cuando mucho serían diez factores con cinco calificaciones (A = malo, B = tolerable, C = regular, D = bueno, E = óptimo). También tendría que preparar un cuestionario y un esquema de métodos y procedimientos que se adoptarían para que el sistema marchara sobre ruedas. El sistema de evaluación del desempeño para el personal por mes emplearía el mismo método de escalas gráficas, pero con factores de evaluación adecuados a su tipo de trabajo y cultura organizacional; cuando mucho diez factores, también con cinco calificaciones, pero relacionados con las características del trabajo, las características personales y su proyección hacia el futuro. El método de evaluación del desempeño para el personal de supervisión y los jefes debía ser más dinámico y profundo. Por esto, Alberto pensaba en el método de investigación de campo, que podría coordinar el jefe del sector de capacitación, Paulo Rezende, elemento de verdad indicado para este desafío. Otra opción era la administración por objetivos. Alberto también pensaba que la responsabilidad de la evaluación debía ser competencia de cada jefe, pero sería fácil llegar al consenso en cuanto a la implantación de la evaluación en la empresa si se formara una comisión, la cual no se encargaría de hacer la evaluación, sino de planear e instituir el sistema. Sin embargo, la interrogante siempre presente era: ¿cómo plasmar todas esas ideas y detalles en el papel para presentarlos a la dirección? Caso 2 Metalúrgica Santa Rita, S.A. (Mesarisa), es una empresa que puede presumir de haber analizado, descrito y reclasificado todos sus puestos. Además, es una empresa en la cual la evaluación del desempeño es una realidad en todos los niveles de la organización. No obstante, para Alberto Oliveira, gerente de relaciones humanas de Mesarisa, todavía faltan muchas cosas por hacer. El siguiente paso que pretende dar es implantar un sistema de administración de sueldos y salarios basado en la valuación y la clasificación de puestos y en la implantación de encuestas salariales periódicas. No obstante, Alberto necesita el consenso de la Dirección para la aprobación de su plan. Como las cosas no marchan muy bien para la empresa (fuerte inflación, desempleo, fantasma de recesión, altos intereses que elevan aún más el precio del dinero, baja producción que lleva a la empresa a tener incluso más tiempo ocioso, ventas en ultramar, dificultades para exportar, incertidumbre respecto del futuro), los vientos no son muy favorables para grandes innovaciones en el área. A pesar de todo, Alberto piensa que, en un momento como éste, el personal recibiría muy bien la implantación de un sistema racional de administración de sueldos y salarios, que lo verían como una señal de lealtad de la empresa, aunque el sistema no redituase grandes beneficios inmediatos a los empleados. Con esas ideas en mente, Alberto se puso a trabajar. Antes de preparar un plan que pueda presentar a la Dirección, para obtener su aprobación, primero tendría que definir muchas cosas: 1. ¿Dividiría los puestos de la misma forma que para el programa de perfil y descripción? 2. ¿Cuáles serían los conjuntos de puestos? 3. ¿Cuáles métodos de valuación aplicaría a cada conjunto de puestos? 4. ¿Cuáles serían las escalas de la clasificación? 5. ¿Cómo prepararía las encuestas salariales? 6. ¿Qué criterios aplicaría para escoger las empresas y los puestos de referencia? 1. Explique las diferencias entre capacitación, desarrollo de personal y desarrollo organizacional. 2. Defina educación y sus diferentes tipos. 3. Explique qué significa formación profesional, desarrollo profesional y capacitación. 4. Explique el contenido de la capacitación en función de los cambios de conducta que puede provocar 5. ¿Cuáles son los principales objetivos de la capacitación? 6. ¿Por qué la capacitación es una responsabilidad de línea y una función de staff?