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El lugar de los hechos y/o del hallazgo contiene la información completa que
permitirá determinar la forma en que sucedieron los hechos, número de carpeta de
investigación, unidad administrativa responsable, número de registro (folio o
llamado), ubicación e identificación del lugar con croquis, información sobre victímas
y detenidos, testigos o cualquier otra recabada en el lugar y/o del hallazgo, nombre
comlpeto del cargo y firma de los servidores públicos de los que intervinieron en la
preservación del lugar, por lo que es necesario seguir los protocolos de Cadena de
Custodia de indicios o evidencias en las diversas especialidades periciales para su
entrega recepción en el área de servicios periciales.
Por tal motivo todo servidor público (ya sea el fiscal, policía y peritos) deben de tener
el cuidando necesario en todo momento, en cuanto a la manera adecuada del
procedimiento y resguardo de la Cadena de Custodia de conformidad a lo
estipulado en el numeral 228 del CNPP, pues cualquier “contaminación” de los
indicios en la Escena del Crimen puede alterar significativamente el resultado final en
un proceso penal y de ese modo condenar o absolver a la persona equivocada.
En los lugares abiertos se deben establecer dos cinturones de seguridad para evitar
el ingreso de personas. El primero depende de las mismas condiciones de seguridad
que priven, dadas las características topográficas y de seguridad. Este cinturón
garantiza la seguridad del equipo de trabajo de los integrantes de las instituciones
de seguridad pública que hayan sido solicitados por el fiscal. El segundo cinturón va
a depender del tipo de hallazgo donde se encuentren los cadáveres, restos y objetos.
Y en los lugares cerrados se recomienda cerrar todas las vías de acceso (entradas o
salidas) y evitando el paso de personas. En caso de estar cerradas permanecerán
así; si se encuentran abiertas se protegerán mientras intervengan los expertos.
LA CADENA DE CUSTODIA
La Cadena de Custodia es el sistema de control y registro que se aplica al indicio,
evidencia, objeto, instrumento o producto del hecho delictivo, desde su localización,
descubrimiento o aportación, en el lugar de los hechos o del hallazgo, hasta que la
autoridad competente ordene su conclusión.1
Así, lo estableció en las tesis aisladas 1a. CCXCV/2013 (10a.) y 1a. CCXCVII/2013
(10a.), emitidas por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
visibles en las páginas 1043 y 1044, respectivamente, Libro XXV, octubre de 2013,
Tomo 2, Décima Época de la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, de
rubros y textos siguientes:
Como la intención de recabar indicios en una escena del crimen es que éstos
generen el mayor grado de convicción en el juzgador, es necesario respetar la
llamada “cadena de custodia”, que consiste en el registro de los movimientos de la
evidencia, es decir, es el historial de “vida” de un elemento de evidencia, desde que
se descubre hasta que ya no se necesita. Así, en definitiva, la cadena de custodia es
el conjunto de medidas que deben tomarse para preservar integralmente las
evidencias encontradas en una escena del crimen, convirtiéndose en requisitos
esenciales para su posterior validez. Su finalidad es garantizar que todos los indicios
recabados sean efectivamente los que se reciban posteriormente en los laboratorios
para su análisis, debiendo conocer para tal efecto el itinerario de cómo llegaron hasta
tal fase, así como el nombre de las personas que se encargaron de su manejo, pues,
de lo contrario, no podrían tener algún alcance probatorio, pues carecerían del
elemento fundamental en este tipo de investigaciones consistente en la fiabilidad.”
2.- Traslado. Inicia cuando la Policía Federal Ministerial recibe los indicios o
elementos materiales probatorios embalados y finaliza con su entrega a los servicios
periciales para su estudio o a las bodegas de indicios para su almacenamiento.
Es aplicable la tesis II. 2º. P.41, sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Segundo Circuito, cuyo criterio se comparte, visible a página
2347, Libro 36, noviembre de 2016, Tomo IV, Décima Época de la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, que dice: