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GRUPO 5: CONTRATOS MODERNOS: CONTRATO DE HOSTING

FECHA DE ENTREGA : 16 DE NOVIEMBRE DE 2020

FECHA DE EXPOSICIÓN : 16 Y 18 DE NOVIEMBRE DE 2020

ESTRUCTURA DE LA MONOGRAFIA

CARATULA

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

DESARROLLO O CONTENIDO (no menos de 50 páginas)

- ANTECEDENTES (Derecho Comparado, origen en el Derecho internacional)

- MARCO CONCEPTUAL DEL TEMA (Doctrina, conceptos, naturaleza jurídica,

clasificación, características, descripción, teorías, etc.)

- MODELO O FORMATO CONTRACTUAL

- TRATAMIENTO EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL (Código Civil o leyes especiales)

- ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL DEL TEMA PROPUESTO (Buscar una Resolución

Administrativa, Arbitraje o Casación referida al tema: demandante, demandado,

petitorio, análisis del caso, aspectos más importantes respecto al tema propuesto,

posición del grupo)

- ANÁLISIS CRÍTICO

CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

Importante: Elaborar el trabajo monográfico con las Normas APA, formato Word, letra Times

New Roman, tamaño 12, espacio 1.5, sangría francesa para la bibliografía, referencias y demás

especificaciones APA.
INTRODUCCIÓN

En la actualidad, con los avances tecnológicos y sus infinitas posibilidades que permiten a
las personas cruzar barreras para acceder a cualquier tipo de información que antes tomaba
días, meses e incluso años, el derecho al acceso a la información ha cobrado más
importancia. Con el transcurrir del tiempo, la información de personas se ha convertido en
un activo, que cualquiera quisiera poseer con fines comerciales, a través de la web a nivel
global, de modo irrestricto e ilimitado. Es así como las nuevas tecnologías y su evolución,
han impuesto –en contraparte– la obligación de resguardar la información y limitar su
acceso a los agentes económicos, razón por la cual el Derecho viene adquiriendo cada vez
mayor importancia, ya que busca resguardar los datos e información sensible de las
personas, a través de mecanismos de seguridad de la información que tutelen sus derechos.
En ese sentido, el comercio electrónico ha creado nuevas figuras contractuales como el
contrato de hosting, el cual implica un traspaso de información del titular del banco de
datos personales a un servidor web, que es proporcionado por un prestador/proveedor para
la utilización del primero. Esta figura contractual permite agilizar procesos, debido a que
delega en un tercero la seguridad, custodia y creación de una página web, sin –podría
suponerse así– responsabilidad del titular del banco de datos personales por cualquier
transgresión al deber de seguridad de la información. El contrato de hosting cada vez tiene
mayor acogida en el Perú, por lo que merece una revisión de la legislación nacional actual,
entre ellas la Ley de protección de datos personales y su Reglamento, para analizar si dicha
norma se encuentra acorde con las necesidades del comercio electrónico, sin vulnerar el
principio del deber de seguridad de la información; o delega libremente, sin ninguna
limitación, a las partes de la relación contractual, la potestad de regular sus derechos,
obligaciones y responsabilidades. En atención a lo expuesto, la hipótesis de este trabajo es
la siguiente: • Si la Ley de Protección de Datos Personales y su Reglamento son
herramientas legales que pueden ser aplicadas o no al ‘contrato de hosting’; y si protegen la
finalidad del contrato, esto es, el traspaso de información que el titular del banco de datos
personales le brinda al proveedor para la colocación de dicha información en la web. ix • Si
en el supuesto de incumplimiento en el deber de seguridad de la información la
responsabilidad recaerá únicamente en el proveedor del servicio que guarda el banco de
datos; o si este es un riesgo propio del negocio, que deberá ser asumido por el titular del
banco de datos personales. Para indagar sobre las referidas cuestiones, se desarrolla el
presente trabajo, que se divide en tres capítulos. En el primero, se analiza de modo
exclusivo el contrato de hosting y su implicancia a través del servidor web, sus elementos y
su regulación vigente; para luego abordar, en el segundo capítulo, los antecedentes
legislativos sobre la Ley de Protección de Datos Personales y la importancia del principio
de seguridad de la información. Mientras que, en el tercer capítulo, se examinan modelos
de cláusulas contractuales sobre la referida figura atípica, con el fin de determinar las
obligaciones y responsabilidades que las partes acuerdan ante un eventual supuesto de
vulneración al deber de seguridad de la información. Todo ello para verificar si la actual
legislación nacional aborda con suficiencia los retos que plantea esta nueva y recurrente
figura contractual, para luego compararla con otras normativas más avanzadas sobre dicho
tema. Por último, en recomendaciones, se propone un mecanismo legal más eficiente que
garantice, sin limitar el derecho de libertad contractual de las partes, el resguardo de los
datos del titular de la información. Asimismo, se presentan supuestos de responsabilidad de
las partes que forman parte de la relación jurídica del contrato de hosting, brindando
además posibilidades de solución frente a una posible falta y/o infracción que ponga en
riesgo o vulnere el deber de seguridad de la información, y quién debe responder por
aquello ante la autoridad administrativa y/o el titular de los datos personales.

CAPÍTULO I: SOBRE EL CONTRATO DE HOSTING

El presente capítulo tiene como fin brindar al lector una noción básica y general del
contrato de hosting, que día a día adquiere mayor protagonismo con el avance de la
tecnología, ya que esta ha permitido ofrecer, a través de la web, un nuevo canal de ventas
de bienes y servicios que los usuarios requieran. Es así que, por su relevancia y utilidad,
esta figura contractual ha generado que las partes deban adaptar a través de la práctica
comercial las cláusulas, elementos y sus obligaciones, a la finalidad que buscan obtener del
mencionado contrato, sin un respaldo o regulación legislativa que se aplique en el
ordenamiento jurídico peruano.

Definición

A pesar de lo que se puede considerar de los usos y costumbres, el contrato de hosting no es


un contrato de arrendamiento otorgado en un servidor de la red; por el contrario, está más
relacionado con la prestación de un servicio, por medio del cual una persona natural o
jurídica pone al servicio de otra persona (natural o jurídica) un espacio de un servidor
conectado a internet, para que este sirva de almacén de datos y traspaso de información, y a
la vez posibilite su acceso continuo en línea por parte del cliente, contándose siempre con el
respaldo del proveedor que brinda el espacio en el sistema digital.

Una definición que completa el detalle y características de este tipo de acuerdos es el


ofreció Aguilar (2009):

El hosting es un servicio remunerado o gratuito, mediante el cual una persona o una


empresa pone al servicio de otra un espacio dentro de un servidor conectado a internet. De
tal manera que los datos e información alojados en este espacio, las páginas web, pueden
ser accedidos en línea. (p. 110)
Otra definición encontrada sobre el referido acuerdo es:

El contrato de hosting regula el alojamiento de información y la conexión con redes de


telecomunicaciones. Una de las partes demanda el espacio lógico para el almacenamiento
de datos y software en equipos

informáticos, y el acceso a esta información por medio de redes de telecomunicaciones


abiertas o cerradas. A través de este contrato, se pone a disposición de la parte que no posee
equipos informáticos para determinados servicios, la contratación de un espacio lógico en
un disco duro de un equipo informático de la otra parte, que a su vez hace de servidor
(dedicado o compartido), al tener acceso remoto a dicho espacio lógico, para alojar tanto
datos como software. (Gómez-Juárez, 2007, p. 22)

De modo general, debe señalarse que este contrato responde a una contratación informática
más relacionada con la prestación de un servicio que con un simple espacio cedido en la red
para uso del usuario. Asimismo, que su aplicación depende única y exclusivamente del uso
de la internet y de otras redes de comunicación electrónica para su suscripción y ejecución
de la prestación, en razón de que el mencionado acuerdo tiene una aplicación relaciona solo
a través de una plataforma virtual, de la manera cómo se detallará más adelante.

De la misma manera, complementando la definición descrita, es necesario precisar que el


contrato de hosting puede alcanzar un objeto más amplio que la simple prestación de un
servicio de almacenamiento de datos, pues al ser un contrato atípico permite que las partes
puedan acordar servicios accesorios o complementarios que generen diferentes
obligaciones y responsabilidades entre ellas, conforme expuso Romero (2009):

El contrato de hosting tiene como objeto básico o característico la prestación de servicio de


alojamiento o almacenamiento de datos, pero es usual en el tráfico que la relación
contractual que se establece entre el operador de servicios de la sociedad de la información
y su cliente tenga un carácter más amplio, alcanzando también una serie de servicios de
carácter accesorio o complementario de la prestación de servicios de almacenamiento de
datos. Entre otros servicios de este carácter, pueden enunciarse: la conexión a Internet [sic],
la creación y desarrollo de un sitio web, el servicio de recuperación de datos, el
asesoramiento y la asistencia técnica, o cualesquiera otros servicios de intermediación de la
sociedad de la información. (p. 33)

ORIGINES Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA


El comercio, ha evolucionado de muchas maneras. El comercio implica la investigación de
mercado con el fin de interpretar los deseos del consumidor, la publicidad que anuncia la
existencia del producto, la posibilidad de adquirirlo, y en qué lugar, a la vez que se utilizan
los métodos de persuasión, la venta al por menor y finalmente, la adquisición por parte del
público.

Según lo expuesto, a través de los años han aparecido diferentes formas o tipos de
comercio. A principio de la década de 1920 en Los Estados Unidos apareció la venta por
catálogo, impulsado por las grandes tiendas de mayoreo. Este sistema de venta,
revolucionario para la época, consiste en un catálogo con fotos ilustrativas de los productos
a vender. Este permite tener mejor llegada a las personas, ya que no hay necesidad de tener
que atraer a los clientes hasta los locales de venta. Esto posibilitó a las tiendas poder llegar
a tener clientes en zonas rurales, que para la época que se desarrolló dicha modalidad
existía una gran masa de personas afectadas al campo. Además, otro punto importante de
esto es que los potenciales compradores pueden escoger los productos en la tranquilidad de
sus hogares, sin la asistencia o presión, según sea el caso, de un vendedor. La venta por
catálogo tomó mayor impulso con la aparición de las tarjetas de crédito; además de
determinar un tipo de relación de mayor anonimato entre el cliente y el vendedor.

A mediados de 1960, con la ayuda de la televisión, surgió una nueva forma de venta por
catálogo, también llamada venta directa. De esta manera, los productos son mostrados con
mayor realismo, y con la dinámica de que pueden ser exhibidos resaltando sus
características. La venta directa es concretada mediante un teléfono y usualmente con pagos
de tarjetas de crédito.
A principio de la década de 1970, aparecieron las primeras relaciones comerciales que
utilizaban una computadora para transmitir datos. Este tipo de intercambio de información,
sin ningún tipo de estándares, trajo aparejado mejoras de los procesos de fabricación en el
ámbito privado, entre empresas de un mismo sector. Es por eso que se trataron de fijar
estándares para realizar este intercambio, el cual era distinto con relación a cada industria.

Por otra parte, en el sector público el uso de estas tecnologías para el intercambio de datos
tuvo su origen en las actividades militares. A fines de la década de 1970 el Ministerio de
Defensa de Estados Unidos inicio un programa de investigación destinado a desarrollar
técnicas y tecnologías que permitiesen.

intercambiar de manera transparente paquetes de información entre diferentes redes de


computadoras, el proyecto encargado de diseñar esos protocolos de comunicación se llamó
"Internettingproject". El desarrollo de estas tecnologías y de las telecomunicaciones ha
hecho que los intercambios de datos crezcan a niveles extraordinarios, simplificándose cada
vez más y creando nuevas formas de comercio, y en este marco se desarrolla el Comercio
Electrónico.

LEGISLACIÓN COMPARADA Y SU TRATAMIENTO

En la actualidad, en países como Perú, Chile, México y en general en Latinoamérica, no


existe una normativa especial que regule el comercio electrónico y menos el Contrato de
Hosting, toda vez que parten del principio de libertad contractual. Esto es, que las partes
puedan determinar libremente el contenido del contrato, siendo que la legislación genérica
(Ley de Protección de Datos Personales, Código o Ley de Protección al Consumidor, entre
otras) regularán la parte fundamental de la relación jurídica. Sin embargo, existen otras
legislaciones con más desarrollo del tema, como la española, que tiene una normativa
especial denominada Ley 34/2002, Servicios de la Sociedad de la Información y de
Comercio Electrónico (en adelante LSSICE), la cual regula el contrato de hosting o de
alojamiento, como lo llama la norma mencionada. En ese sentido, conforme lo indicó
Solana (2005), el Art. 16° de la LSSICE formula y define los límites de la exención de
responsabilidad para las actividades de hosting o alojamiento de datos; es decir, del servicio
de la sociedad de información, consistente en almacenar datos facilitados por el destinatario
de este servicio. Según la norma citada, el prestador de servicios que aloja a un usuario en
un sitio web sí tiene responsabilidad por la información que se almacena en sus servidores,
siendo que para quedar exentos de toda responsabilidad deben incurrir en dos supuestos: a.
Que no tenga conocimiento efectivo de que la actividad o la información almacenada es
ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero susceptibles de indemnización. b. O,
si lo tienen, actúen con diligencia para retirar los datos o hacer imposible el acceso a ellos.
Al respecto, Solana (2005) precisó que el primer requisito es de carácter negativo, y
consiste en la falta de conocimiento efectivo de que la actividad o la información
hospedada es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero susceptibles de
indemnización; en tanto que el segundo requisito es de carácter positivo, consistente en que
si el prestador tiene conocimiento efectivo actúe con diligencia para retirar los datos o para
imposibilitar el acceso a los mismos. De la misma manera, el artículo referido, en su
segundo párrafo, indica que se entenderá que el prestador de servicios tiene conocimiento
efectivo de lo referido en el 22 primer supuesto, cuando un órgano competente haya
declarado la ilicitud de los datos, ordenando su retirada o que se imposibilite el acceso a los
mismos, o se hubiera declarado la existencia de la lesión, y el prestador conociera la
correspondiente resolución, sin perjuicio de los procedimientos de detección y retirada de
contenidos que los prestadores apliquen en virtud de acuerdos voluntarios y de otros
medios de conocimiento efectivo que puedan establecerse. La autora de esta investigación
coincide con la opinión de Solana (2005), para quien el primer supuesto no tiene la
intención de limitar las vías por las cuales el prestador podría obtener un conocimiento
jurídicamente relevante, es decir, un conocimiento que lo obligue a tomar las medidas de
pronta retirada o bloqueo para perder la exención de responsabilidad, ya que el artículo no
impide reconocer el conocimiento efectivo adquirido por otras vías; por ejemplo, que no
solo basta las vías de conocimiento tradicionales como son las resoluciones dictadas por el
órgano competente que ordene el bloqueo o retirada de datos o haya declarado la existencia
de lesión. También existen las vías no convencionales que implican acuerdos voluntarios-
consensuados entre el usuario y el prestador, por medio de los cuales el segundo se obliga a
retirar la información o bloquearla cuando se incurran en ciertos supuestos pactados por las
partes, lo cual haría suponer que el prestador de servicios sí tenía conocimiento previo, por
acuerdo, como debía proceder. En definitiva, no existen vías cerradas de conocimiento
efectivo, razón por la cual, dependiendo de cada caso, el juez tendría que evaluar si
resultaba inminentemente evidente el conocimiento efectivo del prestador de servicios de
hosting.

ORIGEN EN EL DERECHO INTERNACIONAL ( falta)

MARCO TEORICO CONCEPTUAL

Por Alojamiento en Internet (web hosting) generalmente se entiende el servicio de alquiler


de un espacio en disco en un servidor de acceso público, con particulares características,
para alojar páginas y aplicaciones de Internet; con disponibilidad de 24 horas los 7 días de
la semana. Este alojamiento incluye la provisión de espacio para los equipos informáticos,
supervisión del funcionamiento de los equipos, así como provisión de ancho de banda. Las
empresas que se dedican a vender los servicios de alojamiento a su vez son clientes de otras
empresas que pueden ser vendedores de cuentas de espacio y registro de dominios de
Internet. Esta es una cadena que involucra varias empresas que se desenvuelven en un
mercado totalmente globalizado considerando que en Internet se dispone de una gran
variedad de empresas que compiten en este tipo de servicios, dicha competencia hace que
los precios sean cada vez menores y los servicios ofertados de mayor calidad lo cual
beneficia a cada una de las empresas involucradas en este proceso y a la vez al usuario
final. El nombre de dominio de un sitio es la dirección virtual que lo identifica.
Normalmente lleva el nombre de su compañía y una extensión tipo .com (para compañías),.
Org (para organizaciones), .com.sv (para compañías en el Perú), etc. Para cada dominio se
pueden crear subdominios anteponiendo un prefijo; el más común es www. Dentro de cada
dominio o sub-dominio van directorios y los archivos HTML de las páginas y así se llega a
la URL (Uniform Resourse Locator) completa de una página, que es la dirección que uno
escribe en el navegador para dirigirse a ella. Para que cada nombre de dominio sea dirigido
a un solo sitio es necesario registrarlo. Cuando se registra un dominio, este le pertenece a la
persona o compañía que ha pagado por él, sin embargo, puede ser cambiado, aunque los
métodos para esto varían dependiendo de la compañía que realizo el

registro; por ejemplo, en la compañía buydomains.com el traspaso se realiza únicamente si


el dueño del dominio manda carta por escrito a la compañía además de responsabilizarse
por los gastos que implica el nuevo registro necesarios para cambiar al dueño del dominio.
Cabe aclarar que estas empresas que realizan el registro de dominios son compañías con
una amplia infraestructura tanto organizacional como en recursos tecnológicos y
económicos. Cuando se registra un dominio no es posible accesarlo de inmediato ya que se
necesitan de 24 a 48 horas para que este nombre de dominio se haya propagado en la
Internet específicamente en los servidores de nombres de dominios (DNS), esta
propagación consiste en una reacción en cadena ya que estos servidores DNS a su vez
transmiten la información recibida a otro servidores DNS hasta que se dan por enterados
todos los servidores DNS en Internet de el registro de dominio realizado. Un DNS no es
más que un sistema de denominación de dominio. Este sistema es utilizado en Internet para
convertir los nombres de los nodos de red en direcciones llamadas IP (Véase Glosario).
Definiremos algunos términos que serán de uso común en este documento como lo son:
FTP, POP, SMTP, WebMail.  FTP (File Transfer Protocol): Protocolo de transferencia
de archivos, es un protocolo del nivel aplicación, parte de la pila de protocolos TCP/IP, es
utilizado como su nombre lo indica para la transferencia de archivos a través de nodos de la
red.  POP3 (Post Office Protocol Versión 3): Protocolo utilizado en los servidores de
correo ya sean internos (para uso solamente en la compañía donde son instalados) o
externos (accesados a través de Internet) para recibir correo en los buzones de los usuarios
del servicio. Este protocolo es el más utilizado en la actualidad por liberar recursos del
servidor ya que cada vez que un usuario descarga sus correos estos son eliminados del
servidor y quedan guardados únicamente en la maquina donde se tenga instalado el cliente
de correo.  SMTP (Simple Mail Transfer Protocol): Este es un protocolo muy usado en
los servidores de correo y es implementado en la mayoría de los casos en combinación con
el POP3, la función del SMTP es enviar mensajes de correo electrónico entre servidores,
pero generalmente es utilizado para enviar mensajes de un cliente de correo hacia un
servidor de correo.

CONCEPTO

En una primera aproximación al concepto del contrato hosting, podemos definirlo como el
contrato, en virtud del cual una empresa proveedora de servicios de internet, aloja o alberga
la página web del cliente, destinando un espacio en un servidor a cambio de una
remuneración18. La empresa que presta el servicio de hosting alquila al cliente los medios
de su propiedad para gestionar, mantener y actualizar la página web del cliente por un
tiempo determinado a cambio de un precio19 estipulado. Para autores como Val puesta
Gastaminza, “el contrato de hosting consiste, en que el prestador de servicios proporciona
un determinado espacio en el disco, y el titular de la web simplemente transfiere sus
ficheros”, además la prestadora del servicio debe garantizar la disponibilidad de la página
web, la velocidad de acceso y la seguridad. Otro concepto es el que nos da López-Monis
Gallego, expone que de manera generalizada para acceder a todos los contenidos que ofrece
internet necesitan de un soporte físico donde alojarse, para entrar a las páginas web, hay
que recuperarlas desde los servidores donde se encuentran, de este modo el que presta el
servicio de hosting, pone al servicio del cliente el hardware necesario para que tenga
conexión en la red. Esta modalidad contractual, pese a carecer de una regulación legal
específica en nuestro Ordenamiento Jurídico, intentaremos extraer un concepto del contrato
de hosting Así, la práctica comercial ha establecido ciertos aspectos relevantes que deben
considerarse al momento de suscribir un contrato de hosting, como sugirió Aguilar (2009):

DEFINICION Y NATURALEZA JURIDICA DE LOS CONTRATOS LEY


            El artículo 1357º de nuestro Código Civil prescribe que “por Ley sustentada en
razones de interés social, nacional o público, pueden establecerse garantías y seguridades
otorgadas por el Estado mediante contrato”. Aquí estamos ante la figura jurídica
denominada Ley–Contrato o Contrato-Ley. Existen dos formas de entender el precepto
señalado líneas arriba y que es objeto del presente estudio: La primera, por la que el Estado
recibe autorización mediante una ley, para conceder mediante contrato, garantías y
seguridades a su co-contratante privado, en asuntos de interés social, nacional o público; es
decir, habiéndose fijado concretamente la clase o tipo de garantías y seguridades;
debiéndose establecer, además, mediante el correspondiente acuerdo, el contenido del
Contrato.

  El Tribunal Constitucional Peruano ha definido al Contrato ley como “un convenio que
pueden suscribir los contratantes con el Estado, en los casos y sobre las materias que
mediante ley se autorice. Por medio de él, el Estado puede generar garantías y otorgar
seguridades, otorgándoles a ambas la calidad de intangibles. Es decir, mediante tales
contratos-ley, el Estado, en ejercicio de su ius imperium, crea garantías y otorga
seguridades y, al suscribir el contrato-ley, se somete plenamente al régimen jurídico
previsto en el contrato y a las disposiciones legales a cuyo amparo se suscribió este”

Consideramos que no es tan importante que el contrato-ley sea civil o administrativo, ya


que basta que sea contrato por cuanto tanto en el derecho privado como en el Derecho
público crea relaciones jurídicas entre las partes y es obligatorio para ellas; como señala
MARIENHOFF, en ambos campos del Derecho privado y público pueden tener lugar los
acuerdos de voluntad. Y si bien en el Derecho Público los acuerdos de voluntad tienen sus
lógicas limitaciones, también los tienen en el Derecho privado, donde el orden público, por
ejemplo, actúa como límite de la libertad contractual; en ninguno de los campos del
derecho existe libertad ilimitada para contratar, en cada uno de esos campos hay
limitaciones a la libre expresión de la voluntad propias de cada rama del derecho.

CLASIFICACION:

1. Ancho de banda digital: La garantía de un mínimo de capacidad de tráfico para la


transferencia de datos en un determinado periodo (generalmente mensual). El ancho de
banda digital es muy relevante, pues determinará, por ejemplo, el número de usuarios que
pueden acceder al mismo tiempo a la página web del cliente […].

2. Sistema operativo y lenguaje de programación por utilizar: La modificación por


parte del proveedor del sistema operativo o del lenguaje de programación puede implicar
para el cliente costos técnicos de adaptación muy importantes. Por ello, debería
especificarse en el Contrato de Hosting tanto el sistema operativo como el lenguaje de
programación que se utilizará.

3. Soporte técnico: El Contrato de Hosting debería contener la disponibilidad, los medios y


las acciones de soporte técnico que incluye. Las acciones de soporte técnico permitirán al
cliente solucionar los inconvenientes que se pudieran presentar durante la vigencia de su
contrato de hosting.

4. Seguridad: El sistema operativo debe cumplir con el «Libro Naranja» del Departamento
Nacional de Seguridad Informática de los Estados Unidos, que es considerado el estándar
para la evaluación de la seguridad informática. Asimismo, será muy importante que se
detalle el sistema de seguridad del proveedor, tanto a nivel físico (instalaciones, vigilancia)
como lógico (contrafuegos, routers), el mecanismo para la gestión de incidencias (ataques
contra el sistema) y la realización de los chequeos. (p. 115)

CARACTERÍSTICA ENTRE EL HOSTING Y EL CLOUD Computing es que en el


primero el proveedor ofrece recursos exclusivos en un ambiente que puede hospedar
aplicaciones, soluciones de tecnología e información o activos, donde la responsabilidad de
administrar tareas de manutención y conservar todo funcionando es papel del proveedor.
Por ello, el proveedor que ofrece estos servicios cuenta con la infraestructura tecnología
necesaria. En ese sentido, en contraparte, el Cloud Computing es un mero almacenamiento
de datos y aplicaciones en la nube, que No exige servidores locales para lidiar con los
datos, siendo que su demanda de espacio crece en base a las necesidades del cliente.
(Latam, 2020) Por último, otra diferencia resaltante es que en el «Cloud Computing el
usuario paga por la cantidad que usa, siendo que en base a la demanda de almacenamiento
existen escalas, mientras que en el contrato de hosting la contraprestación es un monto fijo
conforme el modelo web creado» (Latam, 2020)

DESCRIPCION ( falta)

LA TEORÍA DE LA ABSORCIÓN

implica una división de las prestaciones del contrato atípico para determinar el elemento
preponderante en él y, sobre la base de ello, aplicar las normas que correspondan a dicho
elemento. Es decir, que al contrato de hosting se le pueden aplicar las normas del contrato
de cesión en uso; o si es gratuito u oneroso podría ser de arrendamiento o comodato. Sin
embargo, esto no quiere decir que el contrato de hosting sea un contrato de arrendamiento o
comodato, sino que implica utilizar las normas de estos para llenar un vacío normativo o de
las partes.

La teoría de la combinación implica segmentar todas las prestaciones del contrato atípico, y
a cada una de ellas aplicar supletoriamente las normas del contrato a la cual pertenecen. En
efecto, si el contrato de hosting es a título oneroso, se le podrían aplicar las reglas del
contrato de arrendamiento, siendo que para las prestaciones vinculadas con el
almacenamiento dentro del espacio del servidor web se le aplicarán las normas de
prestación de servicios (podrían ser las normas del contrato de obra o de locación de
servicios según corresponda).

Por último, la teoría de la aplicación analógica analiza todas las prestaciones como un
conjunto del contrato, para aplicar el contrato típico que más se le asemeje. En ese sentido,
aplicando esta teoría, podría decirse que el contrato de hosting se asemeja en su mayoría a
un contrato de arrendamiento o de prestación de servicios. Sin embargo, se precisa que esto
no significa que sea un contrato igual a dichas figuras típicas.
MODELOS DE CONTRATO DE HOSTING

Entre la Empresa de Prestación de Servicios Informáticos Hostname Limitada, RUT Nº


76.096.415-8, en adelante “Hostname” o “La Empresa” indistintamente, representada por
don Hardy Hernández Latorre, RUT Nº 16.460.521-3, chileno, domiciliados ambos en calle
Seminario 687 A, comuna de Nuño a, Santiago, Chile, por una parte y …, en adelante, “El
Cliente”, RUT Nº… domiciliado en calle, comuna, cuidad, país, por la otra, se ha celebrado
el siguiente contrato de Prestación de Servicios de Hosting:

Primera: Hostname se obliga a otorgar alojamiento profesional del sitio Web del Cliente
en uno de los servidores de su propiedad. Para estos efectos, el Cliente dispondrá de un
espacio en el disco duro del servidor asignado, donde podrá almacenar contenidos, videos
y/o cualquier información que estime, los cuales serán accesibles en forma expedita,
mediante los Sistemas y la Plataforma que provee la Empresa. Este servicio se denomina
“Hosting”.

Segunda: El servicio que el Cliente contrata abarca un espacio total mensual de.
Megabytes que el Cliente administrará conforme sus necesidades.

Tercera: El precio del servicio contratado asciende a la suma de $ 00.000 (000 mil pesos)

mensuales más IVA, precio que se reajustará en conformidad con las exigencias del
mercado.

Cuarta: El pago se realizará por adelantado dentro de los primeros cinco días posteriores a
la contratación (o renovación) del Servicio contratado a través de transferencia bancaria a la
cuenta corriente de la Empresa Nº ...del Banco… Se considerará que el pago se ha
verificado cuando 1) la entidad bancaria correspondiente acredite haber recibido el depósito
respectivo y, 2) El referido depósito coincida con el aviso de pago que necesariamente
deberá dar el Cliente a través de los mecanismos oficiales establecidos por la Empresa y
que son de conocimiento del Cliente y están en: http://www.hostname.cl/confirmacion-de-
pago.

Quinta: Hostname emitirá la factura (o boleta) en conformidad con los datos que el cliente
otorgó al momento de contratar.

Sexta: Cualquier incidencia relativa al cobro del servicio y/o a la falta de pago puede
ocasionar la suspensión temporal del servicio.

1. Si transcurridos 5 días de la fecha establecida para el pago éste no se ha verificado, se


procederá a la suspensión del servicio quedando el Cliente off-line.

2. Si transcurridos 15 días de la fecha establecida para el pago éste no se ha verificado, el


Cliente incurrirá en el incumplimiento de una Cláusula esencial de este contrato y, en razón
de ello, se procederá a la cancelación definitiva del servicio, con la consecuente
eliminación de la información almacenada, quedando la Empresa exenta de toda
responsabilidad.

OBLIGACIONES DEL CLIENTE:

De la Identidad del Cliente

Séptima: El Cliente se obliga a proporcionar toda la información que permita identificarlo


como la persona natural, jurídica o moral que dice ser, completando con fidelidad los datos
exigidos en el Formulario de Solicitud.

Octava: El Cliente es la persona que se obliga por intermedio de las cláusulas de este
contrato, ya personalmente, ya por intermedio de su representante legal debidamente
identificado, por el solo hecho de comenzar a hacer uso del servicio contratado. En todo
caso, se entenderá que El Cliente ratifica su voluntad de contratar al momento de
verificarse el pago.
Novena: El cliente debe mantener actualizada y operativa su dirección electrónica, las
consecuencias que deriven del incumplimiento de esta obligación se deberán a su exclusiva
negligencia.

Décima: Para todos los asuntos relacionados con su cuenta, con la recuperación de Claves
y/o con la verificación de pagos, será tenido como interlocutor válido El Cliente y/o la
persona que éste autorice expresamente al contratar en el Formulario de Solicitud y su
respectiva dirección electrónica. La Empresa bajo ninguna circunstancia entregará claves
por una vía distinta al correo electrónico que El Cliente instruyó. Para realizar cualquier
tipo de modificación referida al Administrador del Servicio, el Cliente deberá responder de
acuerdo a los instructivos enviados por la Empresa, los cuales permiten garantizar la
seguridad de los datos almacenados en nuestros servidores.

De la Mantención y Custodia

Décima Primera: El Cliente se obliga a hacer un buen uso del servicio contratado lo que
implica, al menos, acatar las siguientes obligaciones:

1. Resguardar con la debida diligencia las claves y códigos entregados por la Empresa, así
como la confidencialidad de su cuenta. Será de su exclusiva responsabilidad el mal uso que
pudiera darle el personal a su cargo o terceros.

2. Responder de la intrusión de terceros en el servidor que sobrepasen las medidas de


protección que en forma razonable mantiene Hostname.

3. Responder de la configuración defectuosa, del deterioro de equipos derivado del mal uso
que dio al servicio y, en general, de toda circunstancia que perjudique el funcionamiento
del servicio no imputable a La Empresa.

4. Tomar las medidas preventivas necesarias, acordes a las exigencias de la actividad


comercial que desarrolla, resguardando la información almacenada en el servidor. Al
respecto, deberá contar, al menos, con un sistema de respaldo u holgura del proceso que
evite eventuales pérdidas de información. La Empresa no responderá de pérdidas debidas a
su descuido o negligencia.
5. Responder de los errores producidos por los proveedores de acceso y de la
contaminación con virus de los archivos alojados en el servidor, al no haberles otorgado la
protección suficiente.

6. No utilizar el servicio contratado para enviar spam o correos electrónicos no deseados


Y/o bommbing o grandes mensajes con el fin de bloquear servidores de la red. Hostname
considerará que El Cliente que envía más de 200 correos electrónicos por hora incumple
esta cláusula.

7. Intentar poner a prueba la seguridad de los servidores realizando cualquier tipo de


entrada o acción que no sea estrictamente necesaria para el uso del servicio contratado. En
casos en que el Cliente incurra en las conductas establecidas los numerales 5 y/o 6 y/o 7 de
esta Cláusula, La Empresa podrá suspender temporalmente el servicio. Si la conducta del
Cliente es reiterativa, podrá cancelar definitivamente el servicio sin derecho a reembolso de
ninguna especie. Adicionalmente, el Cliente responderá por los perjuicios ocasionados a La
Empresa. 8. Responder por los contenidos alojados en su espacio, quedando La Empresa
expresamente exonerada de todo tipo de responsabilidad civil, penal, o administrativa que
pudiera derivarse de reclamaciones y/o denuncias por la calidad de éstos. Si la Empresa
toma conocimiento, en forma fehaciente e inequívoca, de la introducción por parte del
Cliente o de sus usuarios de contenidos que sean contrarios a la Constitución y la ley, que
contravengan el Orden Público o atenten contra la moral y las buenas costumbres, y/o que
vulneren derechos de la Empresa o de terceros, procederá a cancelar definitivamente la
prestación del servicio contratado, y a retirar dichos contenidos del sistema sin derecho a
reembolso.

En concordancia con esto, La Empresa dará inmediato aviso de este incidente a las
autoridades competentes, poniendo a su disposición toda la información que esté a su
alcance.

En circunstancias como las descritas, el Cliente indemnizará a la Empresa por los perjuicios
derivados de su actuación de mala fe, a la vez que reembolsará los gastos en que haya
debido incurrir, incluidos los honorarios de sus abogados.
De las Imponderables

Décima Segunda: El Cliente entiende, que atendida la naturaleza del servicio que se
presta, La Empresa no puede responder frente situaciones imprevisibles tales como: fallas
en la red Internet, averías en los equipos y servidores u otras catalogadas como fortuitas o
de fuerza mayor y, por tanto, ajenas a la buena fe de la Empresa. Se excluyen también de
esta garantía, las suspensiones ocasionadas por la irresponsabilidad del Cliente y/o
cualquiera otra contingencia imponderable.

OBLIGACIONES DE LA EMPRESA

Décima Tercera: En sus relaciones con el cliente, Hostname actuará lealmente, de buena
fe y con la diligencia que exige su actividad comercial. Para ello pondrá a disposición del
Cliente todos los recursos de su plataforma tecnológica y su equipo técnico y humano, a
objeto de brindarle un servicio de excelencia.

Décima Cuarta: El lugar oficial de comunicación entre El Cliente y La Empresa será el


“Área Clientes”, a la que El Cliente podrá acceder mediante su nombre de usuario y la
correspondiente contraseña entregada al contratar.

Décima Quinta: La Empresa proporcionará al Cliente, por esta vía, la información técnica
necesaria para la instalación y/o configuración, aplicación y desarrollo óptimo del servicio
contratado. Asimismo, brindará soporte técnico gratuito mientras se mantenga vigente el
contrato. Se excluye de esta asistencia cualquiera circunstancia ajena a dicho servicio. En
todo caso, cada requerimiento será analizado en su mérito por nuestro equipo técnico y, si a
su juicio no se enmarcare dentro de estos parámetros, deberá El Cliente cancelar la asesoría
técnica requerida.

Décima Sexta: El soporte técnico ofrecido se realizará siempre, vía correo electrónico, a
objeto de mantener registros de la asesoría entregada. Dentro de las 72 horas posteriores al
ingreso del cupón de consulta, el Cliente tendrá respuesta a su problema.
Décima Séptima: La empresa irá incluyendo, en la medida que se produzcan, todas las
actualizaciones afines a las características del servicio contratado. Además, actualizará
oportunamente las versiones de software instalados en sus equipos, o los sustituirá por otros
más recomendables y convenientes, si fuera el caso. Si estimare que las actualizaciones
pudieran alterar momentáneamente el funcionamiento del servicio, dará aviso oportuno al
Cliente para coordinar la ejecución de la referida mantención.

Décima Octava: Para efecto de poner en funcionamiento el servicio contratado, El Cliente


señalará un nombre de dominio o “Dominio principal”, el cual activará conforme a las
instrucciones que dará La Empresa. El proceso de asignación al servicio será automático si
el Cliente registró su dominio con la Empresa. En todo caso, dentro de las tres horas
siguientes a la contratación del servicio, el Cliente podrá solicitar los DNS personalizados
correspondientes a su nombre de dominio.

Décima Novena: Hostname velará porque el alojamiento ofrecido se mantenga activo y


seguro, durante las 24 horas del día, garantizando un Uptime de 99.6% anual. Se excluye de
esta garantía, todo lo relativo a labores de mantenimiento del servicio, el caso fortuito o de
fuerza mayor, la intromisión de terceros, las fallas en los equipos ajenas a la empresa.

Vigésima: El cliente comprende que los softwares usados en el servicio que contrató son de

una alta complejidad técnica y, como tales, no han sido probados respecto de todas las
posibilidades de uso que ofrecen y acepta soportar el riesgo de eventuales imperfecciones
y/o la indisponibilidad del servicio contratado motivadas por esta causa.

Vigésima Primera: Hostname podría eventualmente suspender el servicio contratado con


el objeto de realizar labores de mantenimiento, de mejoras y/o de reparaciones técnicas
imprescindibles. La suspensión tomará el mínimo de tiempo requerido y será informada
oportunamente al Cliente.

Vigésima Segunda: El servicio de alojamiento que El Cliente contrató, comparte equipo


con servicios de igual naturaleza y recursos de otros clientes, por esta razón, en caso que
Hostname en sus labores de mantenimiento advierta, detecte y/o compruebe, que existe un
consumo excesivo de recursos, y/o se percate de cualquiera otra alteración que disminuya la
velocidad del servidor en el que se encuentra ubicado su dominio, al punto que perjudique o
conlleve un menoscabo en la prestación del servicio o de los derechos de los otros clientes
que comparten el servidor, podrá suspender el servicio temporalmente.

Esta circunstancia será notificada al cliente, a objeto que solucione dicha alteración en el
más breve plazo y/o contrate un mayor espacio. Si reiniciado el servicio el problema
continuara o se repitiera en el tiempo, será tenida esta conducta como una actuación de
mala fe del Cliente, que ocasionará su baja del servicio sin derecho alguno.

Vigésima Tercera: Hostname realizará diariamente copias de seguridad o Backus del


contenido del servidor donde el cliente aloja su página Web y de todo su contenido. Dicha
información abarcará 30 días, contados hacia atrás, desde las 00.00 horas del día de la
última copia.

Vigésima Cuarta: Hostname no será responsable de la pérdida accidental de información


por causas ajenas a la Empresa. En esta circunstancia no podrá garantizar que la
recuperación de información de las copias de seguridad sea íntegra y correcta.

Vigésima Quinta: Siendo el acceso y uso del servicio contratado responsabilidad exclusiva
del Cliente, Hostname no asume, en forma directa ni subsidiaria, el daño directo o indirecto
que el cliente o sus usuarios pudiera ocasionar a terceros.

Vigésima Sexta: Hostname y el Cliente acuerdan notificarse en forma oportuna y eficiente


cualquier incidencia que pudiera producirse durante la vigencia del presente contrato. De
manera preferente, la vía de comunicación será el correo electrónico, a objeto de dejar
constancia de las comunicaciones. Para estos efectos, la Empresa señala que su dirección
es: soporte@hostname.cl y el Cliente señala que su dirección es:

Vigésima Séptima: La Empresa en cualquier momento podrá cambiar las condiciones de


éste contrato si así lo exigieren la normativa legal vigente, las nuevas tecnologías y/o las
circunstancias del mercado. El Cliente será oportunamente informado de esta situación y
podrá aceptar o rechazar los cambios ofrecidos. En ningún caso la Empresa efectuará
devoluciones por servicios ya pagados.

Vigésima Octava: El presente contrato comenzará a regir el día … de ……… de 2011 y


tendrá una duración de …. meses. Si transcurrido ese plazo ninguna de la parte manifestare,
en forma expresa, oportuna y completa, su intención de ponerle término, se renovará en
forma tácita y sucesiva por iguales períodos. Se considerará documento idóneo para estos
efectos, el correo electrónico o la carta certificada que: 1) Exprese de manera inequívoca la
intención del Cliente de ponerle fin a este contrato, 2) Contenga las

indicaciones de autentificación del Cliente exigidas por Hostname y, 3) Se dirija al


Representante legal de la Empresa con una antelación no inferior a 15 días de la fecha de
término del plazo inicialmente pactado o de su prórroga.

Vigésima Novena: El Cliente declara haber tenido pleno acceso a las cláusulas de este
contrato, haberlas leído cuidadosamente y comprenderlas en forma clara e inequívoca, en
razón de lo cual, procede a ratificar su consentimiento por medio del reenvío de este
documento al Correo electrónico de la Empresa, comprometiéndose, en todo caso, a
almacenar esta copia o a imprimirla.

Trigésima: El silencio o no ratificación por parte del Cliente de las exigencias de la


cláusula anterior, será tenido por la Empresa como aprobación tácita de las cláusulas de
este contrato, cuando 1) El Cliente haga uso normal del servicio contratado y, 2) Efectúe
oportunamente el pago.

Trigésima Primera: Para todos los efectos legales las partes fijan su domicilio en la ciudad
de Santiago y se someten a la jurisdicción de sus Tribunales.

LEGISLACIÓN APLICABLE AL PERÚ

Conforme se expresó en los párrafos anteriores, el contrato de hosting es un contrato


atípico. Sobre el particular, Aguilar (2009) señaló que:

Si bien es cierto la norma tributaria, en específico el artículo 4-A del Reglamento de la Ley
del Impuesto a la Renta, define el almacenamiento de páginas de Internet o website hosting,
esto no convierte al contrato de hosting en una figura típica en nuestro país. En efecto, para
considerar a una figura como contrato típico, no basta una simple referencia a la figura
contractual o una simple definición contenida en un glosario de términos, sino que resulta
necesario que el contrato cuenta con una regulación particular propia, dada por la ley. (p.
112)

El contrato de hosting no tiene tipicidad legal, pues no está regulado en la legislación


peruana, y no se enmarca dentro de las figuras típicas legales existentes en la actualidad.
Por tales consideraciones, es a través de la práctica comercial y la voluntad de las partes
que el contrato de hosting establece sus condiciones, prevaleciendo la voluntad de las partes
conforme lo dispone el Art. 1354° del Código Civil Peruano Así, la práctica comercial ha
establecido ciertos aspectos relevantes que deben considerarse al momento de suscribir un
contrato de hosting, como sugirió Aguilar (2009):

CONCLUSIONES

Luego de analizar las normas, se llegó a la conclusión que no existe una regulación
específica sobre el contrato de hosting en la legislación peruana, y que la normativa de
datos personales tampoco tiene una disposición que regule los escenarios del comercio
electrónico según la esencia del contrato de hosting. b. Así, independientemente de la
voluntad de las partes para limitar la responsabilidad de estas en cuanto a sus obligaciones,
la legislación nacional de datos personales supone que los responsables de una eventual
vulneración a los deberes de seguridad de la información serían el titular del banco de datos
personales y el encargado de su tratamiento, que, según se pudo dilucidar de la definición
del contrato de hosting, recaería en la misma persona –el ‘usuario’–, razón por la cual no
existirá ningún tipo de responsabilidad del proveedor del servicio del sitio web, el cual solo
tiene la obligación de proveer al usuario del espacio digital para su uso. c. La Ley de
Protección de Datos Personales asume que el único responsable de velar y resguardar el
cumplimiento de los métodos de seguridad de la información es el titular del banco de datos
personales y del que trate los mismos, siendo que dicha figura en el contrato de hosting
recaería en la misma persona, sin analizar si en todos los escenarios es el titular del banco
de datos personales quien se encuentra en mejor posición para velar por dicho
cumplimiento, sobre todo cuando el proveedor del servidor web sí podría conocer a primera
mano si se está ante una información que vulnere los datos personales o cuando un tercero
ingrese al servidor a realizar una acción que vulnere las medidas de seguridad de la
información. d. La falta de regulación sobre la materia en la normativa peruana ha buscado
que sean las partes que conforman el contrato de hosting las encargadas de delimitar su
responsabilidad, las mismas que buscan deslindar en todos los escenarios la responsabilidad
y obligaciones del prestador del servicio web, quien solo tiene la obligación de brindar el
servicio de alojamiento o almacenaje al titular del banco de datos personales, a pesar de que
él mismo es titular de un servidor web de acceso libre a nivel nacional e internacional.

REFERENCIAS

Aguilar, A. F. (2009). El contrato de hosting. Apuntes acerca del contrato de alojamiento


de un sitio. En El impacto de las innovaciones tecnológicas en el Derecho Privado (pp. 96-
115). Lima: Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC).
Alvarado, F. J. (2016). La gestión de la seguridad de la información en el régimen. Foro
Jurídico, 26.

Gómez-Juárez, I. (2007, enero). Los contratos informáticos de hosting y hosting en


relación con la normativa española de protección de datos de carácter personal. Revista de
Contratación Electrónica, 78, pp. 3-39. Recuperado de https://librosrevistas-
derecho.vlex.es/vid/informaticos-hosting-housing-caracter-351827

Hidalgo, R. (2009, junio). Contrato de hosting o almacenamiento electrónico de datos:


Consideraciones contractuales prácticas. Revista de Contratación Electrónica, 105.
Recuperado de https://libros-revistas-derecho.vlex.es/vid/hostingalmacenamiento-
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Latam, T. (2020, 27 de febrero). Entienda la diferencia entre cloud y hosting. Recuperado


de https://blog.tivit.com/latam/entienda-la-diferencia-entre-cloud-yhosting

Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del Perú [Minjus]. (2013). Directiva de


seguridad. Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales-APDP. Recuperado de
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Morales Acosta, A. (s.f.). Asimetría informativa. Recuperado de http://www.teleley.


com/articulos/art_290507.pdf

Safria, E. C. (2013). ¿Datos protegidos? Implicancias inmediatas y retos que plantea la


entrada en vigor de la ley de protección de los datos personales. Semana Económica,

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