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La Tetraktys pitagórica y el Tetragramatón hebreo

AUTOR: Esther González Bravo


Pitágoras de Samos fue un filósofo y matemático de
la Antigua Grecia. Aunque sus reflexiones no fueron
plasmadas en ningún soporte, estas enseñanzas se
trasmitieron oralmente entre sus discípulos hasta llegar
a la actualidad. Entre las múltiples meditaciones del
clásico griego se encuentra la Teoría de la
Tetraktys que resultó fundamental dentro de su
estudio del mundo y el Ser.

La Teoría de la Tetraktys pitagórica

Como se ha mencionado con anterioridad,


la Tétrada fue el elemento fundamental sobre el cual se encarriló gran parte del
pensamiento filosófico de Pitágoras y, esto se debe principalmente a la influencia
matemática que éste tenía. Consideraba así que el mundo se constituía en base a un
elemento geométrico perfecto, que no era otro que la pirámide y, la agrupación
indiscriminada de este elemento resultaba, como consecuencia, en lo que se denomina
materia. Al mismo tiempo, esta Tétrada generadora de materia, estaba constituida
por cuatro números, cuya suma daba 10 o, lo que es lo mismo en su reducción, 1 que en
su cosmogonía se vincula con el fuego eterno: lo perfecto, lo sacro.

Estos cuatro números son, por un lado el 1 o mónada entendido como la unidad, el origen
de todas las cosas, la perfección, el ser inmanifiesto y la divinidad. Su
representación es el punto.

Con posterioridad el 2 o díada vinculado con el principio de dualidad inherente a toda


cosmología que se agrupaba, a su vez, en pares e impares, masculino y femenino o luz y
oscuridad. Es el punto que se desplaza a lo largo del plano,
dando lugar a una recta, a la dualidad principio – fin.

El 3 hace referencia al concepto espiritual fácilmente reconocible en muchas doctrinas tanto


filosóficas como místicas: la triada, ya bien
sea Cuerpo, Alma y Espíritu o Padre,  Hijo y Espíritu Santo. Es el plano, la
figura geométrica triangular.

Y, finalmente, el 4 o cuaternario el cual simboliza los cuatro


elementos: agua, tierra, fuego y aire. Es la representación, por lo tanto, del mundo
material.
Tetragramatón hebreo: análisis gemátrico y comparativo

El tetragramatón es uno de los elementos más representativos dentro de las ramas


mitéricas judías. El primer hallazgo de este símbolo se relaciona con la civilización
Sumeria donde, se presume, era utilizado en ritos religiosos a mediados del 3500 a.C. El
término tetragramatón procede del latín tetragrammătos que significa “cuatro letras” y,
como bien indica el propio nombre, en él se encuentran las cuatro letras que conformarían
uno de los nombre de Dios YHWH ( ‫)יהוה‬. Constituido por cinco puntas, de las
cuales cuatro representan los elementos agua, tierra, fuego y aire y el quinto
elemento el espíritu que se posiciona en la punta superior como preponderancia de éste
ante lo material. El 1-2 sobre el TE representa la dualidad, la divinidad masculina que es
la cruz y la divinidad femenina que es el Verbo. Por otro lado el 1-2-
3 sobre TRA representa la tríada Padre, Madre e Hijo representación de
la Cruz, Fuego y Alma. Al mismo tiempo, si se simplifica la geometría estrellada
del tetragramatón, se desemboca en un triángulo como el planteado en
la tetraktys pitagórica y, si bien es cierto que la suma de la Tetráda aporta un 10 o 1,
mediante el cálculo gemátrico del triángulo tetragrámico resulta en una cifra de 9.

La gematría es un sistema de numerología asirio-babilónico adoptado con posterioridad


por el judaísmo en la práctica kabbalística. Este sistema asigna un valor numérico a una
palabra o frase en base a la creencia de que las palabras o frases con valores numéricos
idénticos tienen alguna relación entre sí o tienen alguna relación con el número mismo. A
su vez, es considerado el método científico a la hora de escrudiñar los secretos ocultos de
las Sagradas Escrituras (Torá). Por ello, haciendo un cálculo gemátrico se da
que  yod ( ‘ ) es 10, hei ( ‫) ה‬ es 5, wav ( l ) es 6 y, nuevamento, hei ( ‫) ה‬ es 5 cuya suma
concluye en 9. Aunque el resultado es un número impar y, dentro de la concepción
pitagórica algo imperfecto e inacabado, lo cierto es que éste en la mísitica judía se
identifica con la novena sefirot (corona) del árbol de la vida, la cual resulta ser una de las
más importantes. Esta esfera recibe el nombre de Yesod y está vinculada con Gabriel que
dentro de la cábala cristiana se considera el Espíritu Santo.
Este mismo análisis gemátrico se puede plantear no sólo desde la suma, sino también
desde la múltiplicación donde cada equivalencia numérica de las distintas letras, es
múltiplicada por la posición que éstas ocupan así pues sería: 1×5 = 5 , 2×6 = 12, 3×5 =
15, 4×10 = 40 y, una vez tenemos estas múltiplicaciones realizadas sumamos los resultados
dando un total de 72 que se relaciona con los Maestros o nombres ocultos de Dios.

La tetraktys en el islam

Al igual que otras civilizaciones, la islámica no es participe del recurso de la figuración


como medio de representación del universo, de ahí que en la configuración del plano
artístico hayan desarrollado unos sistemas ornamentales peculiares y característicos del arte
islámico. La decoración ornamental en Occidente durante la Edad Media era considerada
una cuestión menor, si embargo en la cultura musulmana era de estricta relevancia pues se
conseguía tapar así los materiales en base a los cuales se realizaban las construcciones.
Además, esta desnaturalización de la ornamentación, la utilización de patrones artificiales y
geométricos se fundamentaba en la creencia de que la mímesis o la imitación fidedigna a lo
real es un acto de impiedad que lo enfrenta a Dios, el único Creador.

Estos sistemas de ornamentación han sido analizados por Keith Critchlow en un capítulo


de su obra Islamic Patterns: An Analytical and Cosmological Approach, donde en base a
esquemas visuales construye la ornamentación islámica desde la tetraktys pitagórtica.
FUENTE: https://filomedievalcomplutense.wordpress.com/2019/10/24/la-tetraktys-
pitagorica-y-el-tetragramaton-hebreo/

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