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TEORÍA ECONÓMICA DE LA SOLIDARIDAD EN LA ECONOMÍA Y EL

FACTOR C EN LA ECONOMIA DE LA SOLIDARIDAD

Para explicar el desarrollo social que puede alcanzar una sociedad a través de la
Economía Solidaria, hay que entender cuál es su significado, sus relaciones con la
economía formal y los niveles de productividad que puede alcanzar.

La entrada a este mundo de la Economía Solidaria la hace posible el investigador


chileno Luis Razeto, quien ha realizado estudios e investigaciones de diversas
formas de economía solidaria en Chile durante varios años, quien prefiere
denominarla como la . “Economía de la Solidaridad”, entendida como un
componente importante en la actividad económica y no como un calificador del
proceso.

Este tipo de economía, “es la actividad cuyos actores son sujetos privados
asociados en grupos, familias o asociaciones privadas, que intercambian,
producen y obtienen sus elementos del mercado, para satisfacer necesidades y
en sus operaciones dentro de este entorno buscan obtener beneficios”.

La economía solidaria se diferencia de la economía formal, es que logra


satisfacer los vacíos que deja la producción de bienes.

La economía formal se encuentra registrada ante las entidades del estado,


reportan sus movimientos económicos, pagan impuestos y los principales
indicadores que las caracterizan, reciben permiso para abrir los servicios al
público por medio de puntos de venta con un nombre o marca. En este contexto
se incluyen las empresas de la economía solidaria debidamente registradas en
las entidades del estado competentes en el sector solidario.

La economía solidaria esta inmersa dentro de la economía popular, la cual se


conoce como el “conjunto de intereses económicos del pueblo, bajo la
protección jurídica del Estado”., en la que proliferan estrategias individuales y
colectivas de sobrevivencia.

Con el desempleo y el aumento de la pobreza, observamos en los grandes centros


urbanos una gran cantidad de niños, jóvenes y adultos que se encuentran frente al
desafío de inventar cualquier actividad para sobrevivir: hacer malabarismo en los
semáforos, transformarse en hombre-estatua, recoger latas de cerveza y
gaseosas, vender ropa interior o comidas elaboradas en sus propias casas, etc.
Además de las cooperativas y grupos de producción comunitaria, observamos el
gran número de pequeñas unidades económicas tales como puestos de venta de
perros calientes, bares y pequeños mercados populares organizados
familiarmente o en grupos de dos o tres socios. Ya que no consiguen una
ocupación en el mercado de trabajo formal y, como tienen que enfrentarse al
desempleo estructural y a los demás procesos de exclusión social, los actores de
la economía popular organizan sus iniciativas, individual o asociativamente,
contando nada más que con su propia fuerza de trabajo.

Aunque esta economía popular posee gérmenes que la asemejan con la solidaria,
sólo se desarrollará y llegará a convertirse en Economía de la Solidaridad, si se
activa un mayor proceso de productividad y eficiencia a través de procesos de
coordinación, integración y cooperación entre los grupos y unidades económicas
de cada una de ellas.

Ese paso de popular a solidaria, resalta Razeto, no es imposible porque el


mercado en sí mismo es una expresión social del hombre, donde se articulan un
conjunto de relaciones de la vida social. Por lo que este tránsito a la Economía de
la Solidaridad se dará como un camino de transformación de las sociedades para
enfrentar los problemas de la economía, bajo los preceptos actuales, no ha sido
capaz de resolver y surgirá a pesar del gran mal de estos tiempos, “la concepción
de proyectos individuales y la privatización de las iniciativas y empresas

Indica Razeto, que una vez superadas todas las dificultades, “la Economía de la
Solidaridad se levantará como una forma de organización económica capaz de
canalizar la búsqueda más genuina, tendiente a resolver los problemas creados
por el desarrollo y la economía que tenemos en la actualidad”.

Pero este tipo de economía también necesita de un capital y financiamiento como


cualquier otra empresa u organización, y es aquí donde se le dificulta su desarrollo
al no tener los mecanismos para acceder a financiamientos adecuados. Ante estos
obstáculos, las experiencias de Economía de la Solidaridad deben agotar en
primer lugar, todas sus formas posibles de obtención de aportes para manejar los
recursos financieros con sus propios medios. Y es allí donde resalta Luis Razeto,
la necesidad que tienen las iniciativas de generar estructuras de crédito propias, a
través de Cooperativas de ahorro y crédito, asociaciones, fondos rotatorios, que
puedan ser administrados y gestionados con criterios idóneos adaptados a las
condiciones de la Economía Popular.

EL FACTOR DE LA PRODUCTIVIDAD

Para entender los alcances de la Economía Solidaria hay que conocer el factor
que la hace competitiva y la diferencia de otras modalidades económicas a pesar
de sus deficiencias en capital, tecnología y mano de obra especializada. Ese
principio denominado por Luis Razeto como factor C, se constituye como el
elemento de la colaboración, el compañerismo, de la comunidad, del compartir, del
cooperar y comercializar en conjunto, denominaciones que le otorgan las
características propias a ese sector.

Donde hay solidaridad, afirma el investigador chileno, aumenta la productividad ya


que ella se consolida como un factor de rendimiento dentro de cualquier empresa.
Este elemento económico el investigador Razeto lo denomina Factor C, porque
muchas de las palabras asociadas a él comienzan por C, por ejemplo, capacidad,
comunidad, compañerismo, colaboración, compartir, cooperar, compromiso, creer
en el otro, confianza, cumplimiento, capacitación, coordinación, entre otros
términos.

Señala que así como no se puede producir sin capital o sin trabajo, tampoco se
puede rendir sin solidaridad, es decir, sin el factor C, y es por ello que todas las
teorías de calidad aluden en alguna medida la importancia que tiene el elemento
humano, la cooperación y la integración, porque saben que mejorando el clima
humano se aumenta la producción.

En las empresas solidarias, sostiene Razeto, que se demuestra como este factor
C es capaz de sustituir las insuficiencias de otros elementos que son
compensadas por un tipo de comunicación y creatividad, generada a través del
trabajo en grupo, constituyéndose en una gran ventaja comparativa y competitiva
de las empresas solidarias frente a otras empresas.

Por ende, concluye Luis Razeto, a futuro la Economía de la Solidaridad sí mejora


su tecnología, su dotación de capital y califica su fuerza de trabajo, se constituirá
como una estructura más adecuada y mucho más eficiente que las otras formas
económicas basadas en la subordinación de gran parte de las personas que
participan en ellas, donde el Factor C no tiene ninguna cabida.

EXPLICACIÓN DE LOS FACTORES PRODUCTIVOS EN LA EMPRESA DE


ECONOMÍA SOLIDARIA

1. TRABAJO : Son las diferentes operaciones laborales que modifican los


medios naturales de producción, al interior de una empresa. La fuerza de
trabajo es la energía mental y física desplegada por los seres humanos
que tienen conciencia, sentimientos, voluntad y demás elementos
subjetivos que involucran en alguna medida , en su gestión y que hacen
que cada unidad de fuerza de trabajo o persona trabajadora, opere con
mayor o menor eficiencia, calidad y productividad.
2. TECNOLOGIA. Se refiere a maquinarias , computadores, equipos, cosas,
conocimiento “ el saber hacer”, que se incorpora en los procedimientos
productivos que generan innovación y que están permanentemente
reconstituyéndose con una dinámica más rápida que el elemento anterior.
Así como detrás del trabajo están los trabajadores, detrás de la
tecnología están los técnicos , los ingenieros, los inventarios y en general,
todos los que aportan con su comportamiento a la producción de la
empresa.
3. LOS MEDIOS MATERIALES: Son los elementos físicos, las materias
primas, los locales, las maquinas, que participan en el proceso de
producción. No exclusivamente como materiales, sino con una
intencionalidad liderada por personas, que son sus dueños y quienes los
controlan y descubren.
4. LA GESTION : Es la capacidad de organizar , de tomar decisiones , de
controlar procesos, realizada por los gestores, administradores y
personas, quienes ejercen ese aporte específico a la actividad.
5. EL FINANCIAMIENTO ¨es la credibilidad y el crédito que reciben las
empresas para adelantar operaciones y la seguridad por parte de
quienes lo otorgan, que van hacer pagados. Es tan bien un elemento de
relacionamiento social que permite que el trabajador se vincule a la
empresa, que se integre y que trabaje, con la expectativa de que
después de un determinado tiempo recibe un salario.

En el caso de las empresas este factor se hace presente cuando estas


compran materias primas y se comprometen con pagos futuros (
amortización del capital ) por que cuentan con el elemento financiero que
les garantiza que van a poder cumplir esas obligaciones. El
financiamiento crea un vinculo intersubjetivo de confianza en el
cumplimiento de los compromisos adquiridos.

6. El factor C. Es la energía social que surge de la unión de conciencias y


voluntades. Es un elemento de compartir, de tener objetivos comunes,
eminentemente intersubjetivo.

Como se puede observar detrás de cada uno de los factores, hay fuerzas
sociales y grupos humanos que históricamente se han diferenciado y
haciéndose cargo de unos y otros , especializándose, apropiándose de
ellos y generando un proceso de diferenciación social, que es aquello
que se llama división social del trabajo.

Una empresa, por lo tanto va a ser , en su esencia una integración de


personas que va a contribuir a determinadas funciones, en unos y otros
factores . Una organización humana, no de los factores mismos, sino de
las personas que aportan cada uno de ellos; Y no es solamente la
inversión de capital que utiliza factores para generar un incremento del
factor invertido, sino que es una comunidad y una asociación de personas.

Los factores vistos desde la teoría económica comprensiva son las


acciones realizadas por los seres humanos y se pueden expresar de la
siguiente manera, como se ilustra en la gráfica.

El trabajo es un hacer

La tecnología es un saber

Los medios materiales son un poseer, un usar, un tener.

La gestión es un poder, un decidir


El financiamiento es un creer

El factor C es unir, un integrar, un amar.

Por lo anterior, el organizar una empresa no es conjugar técnicamente


unos factores, sino que es conjugar seis factores simultáneamente:
hacer, tener, saber, poder, creer y unir.

Administrar, crear y dirigir una empresa, es convocar un grupo de


personas que cada uno aporta su energía, para realizar acciones de
carácter distinto y de allí su reconocimiento intersubjetiva.

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